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Jacques Dionne
(editores)
El desafío de la intervención
psicosocial en Chile
Aportes desde la psicoeducación
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
3
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
El desafío de la intervención
psicosocial en Chile
Aportes desde la psicoeducación
5
María Beatriz Vizcarra / Jacques Dionne
388 p. ; 21 cm.
ISBN: 978-956-284-643-1
1 psicopedagogía.
«ÀiÃÊiÊ
iÊUÊPrinted in Chile
ISBN 978-956-284-643-1
Derechos reservados.
6
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Índice
Agradecimientos..........................................................................11
Introducción ...............................................................................17
Primera Parte
Los pilares del proceso ..........................................................23
Capítulo I
Los orígenes de la psicoeducación
Jacques Dionne ...........................................................................25
Capítulo II
,>ViÃÊiÊ>ÊÀÌiÀ>\ÊiÊiVÕiÌÀ y aplicabilidad del modelo
psicoeducativo en Chile ...............................................................35
Alba Zambrano, María Beatriz Vizcarra .....................................35
Capítulo III
Psicoeducación: aporte a las políticas públicas
hacia la infancia en Chile
Marina Alarcón Espinoza, Cristián Altamirano ..........................53
7
María Beatriz Vizcarra / Jacques Dionne
Segunda Parte
Bases filosóficas y postulados teóricos ..............................71
Capítulo IV
Psicoeducación como enfoque y disciplina ..................................73
Jacques Dionne ...........................................................................73
Capítulo V
Los esquemas relacionales en la intervención psicoeducativa
Brigitte Demers, Jacques Dionne.................................................93
Capítulo VI
La relación de ayuda psicoeducativa
Jacques Dionne, Brigitte Demers, Cristián Altamirano .............121
Tercera Parte
El método ...............................................................................131
Capítulo VII
Introducción al método en la intervención psicoeducativa
Jacques Dionne .........................................................................133
Capítulo VIII
Observar y analizar: pilares de las operaciones profesionales
Raynald Poulin, Jacques Dionne ...............................................137
Capítulo IX
Planificar, organizar, animar: el trompo en movimiento
Catherine Desrochers, Andrés Reyes, Ximena Oñate ...............163
8
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Capítulo X
>ÊÕÌâ>VÊiÊiÊVÌiÝÌ de la intervención psicoeducativa
Brigitte Demers, Alba Zambrano ..............................................183
Capítulo XI
ÕV>À\ÊiÌÀiÊ>ÊÀiyiÝ y la intervención
Jacques Dionne, Marina Alarcón Espinoza ..............................215
Capítulo XII
>ÊÀiyiÝÊjÌV>ÊiÊ>ÊÌiÀÛiVn
Line LeBlanc, Andrés Reyes ......................................................225
Cuarta Parte
Sistematización de experiencias ..........................................243
Capítulo XIII
Intervención con adolescentes infractores de ley
Jacques Dionne, Alba Zambrano ..............................................245
Capítulo XIV
La intervención psicoeducativa iÊiÊVÌiÝÌÊÌiÀVÕÌÕÀ>l
Cristián Altamirano, Gonzalo Bustamante, Tania Anguita .......275
Capítulo XV
Intervención psicoeducativa en maltrato infantil
Marina Alarcón Espinoza, Gabriela Córdova Arroyo ...............291
Capítulo XVI
La intervención psicoeducativa en niños que presentan
un trastorno generalizado del desarrollo (TGD)
Paméla-Andrée Nérette, Paula Alarcón Bañares........................305
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María Beatriz Vizcarra / Jacques Dionne
Capítulo XVII
Intervención psicoeducativa en salud mental
Line LeBlanc, Marina Alarcón Espinoza ...................................329
Capítulo XVIII
Intervención en drogadicción
Andrés Reyes, Hardy Muller, Diane Bidégaré............................347
Capítulo XIX
À>VÊiÊ«ÃVi`ÕV>Vn
Beatriz Paes-Gálvez...................................................................367
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El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Agradecimientos
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María Beatriz Vizcarra / Jacques Dionne
Los Editores
Temuco, primavera de 2008
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María Beatriz Vizcarra / Jacques Dionne
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El desafío de la intervención psicosocial en Chile
>ÞÊ*>ÀÊ6>
Jefa Departamento de Derechos y Responsabilidad Juvenil
SENAME, Chile
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El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Introducción
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María Beatriz Vizcarra / Jacques Dionne
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El desafío de la intervención psicosocial en Chile
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María Beatriz Vizcarra / Jacques Dionne
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El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Los Editores
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El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Primera Parte
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El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Capítulo I
Jacques Dionne
Un poco de historia
25
Jacques Dionne
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Los orígenes de la psicoeducación
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Jacques Dionne
y que obtiene fondos de caridad para crear una obra que él mismo
o ella misma lidera, con personal poco remunerado, sin formación
específica, pero profundamente comprometido. Su obra alcanza una
ViÀÌ>ÊÌÀi`>`Ê«ÖLV>ÊÞÊÃiÊiÝ«>`i]Ê
>ÃÌ>ʵÕiÊiÊÀi}ÃÊÕi-
re o no tiene la energía para continuar. Entonces, la obra corre el
peligro de llegar a ser una institución que se rigidiza y en la que co-
mienzan a vivirse abusos de poder frente a los jóvenes. O más aún, el
personal no tiene las competencias para asumir la continuidad de la
obra y se enfrenta a una rotación incesante y a un alto nivel de ago-
tamiento profesional que hace difícil, sino imposible, la eficacia de
programas de readaptación capaces de responder a las necesidades
de reintegración social de los jóvenes.
ÃÊ>µÕÊ``iÊÃiÊÕLV>Ê>ÊÀ}>`>`Ê`iÊ>ÊiÝ«iÀiV>ʵÕi-
bequense, que rápidamente dio vida a una gestión de formación del
personal educativo y un enfoque de readaptación riguroso, más una
concepción de intervención educativa especializada.
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Los orígenes de la psicoeducación
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La profesionalización de la psicoeducación
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Los orígenes de la psicoeducación
£x{ÊiÃÌiÊÌi>ÊÃiÊVÕÞiÊiÊÃÊ«À}À>>ÃÊ`iÊiÝÌiÃÊ`iÊ>Ê1-
versidad de Montreal. En 1964 la Universidad de Montreal y de
Sherbrooke crean los primeros proyectos de licenciatura de Psico-
educación, los que a partir de 1968, con la reforma universitaria, se
organizan en un programa de bachillerato y de maestría.
La formación en psicoeducación se ofrece actualmente en Qué-
bec en tres niveles, a nivel técnico-profesional, a nivel de bachillerato
y a nivel de maestría. En el nivel técnico-profesional, el título otorga-
`ÊiÃÊ`iÊ
`ÕV>`ÀÊ
ëiV>â>`ÊÞÊiÃÌ>ÊvÀ>VÊiÝÃÌiÊ`iÃ`iÊ£ÈÇÊ
y se propone fundamentalmente formar técnicos de nivel universita-
rio en el ámbito de la intervención psicosocial, a nivel de la preven-
ción, de la reeducación y de la readaptación. Estos técnicos trabajan
normalmente en un encuadre profesional. La formación de técnicos
en educación especializada ha tenido un impulso considerable en los
últimos años. Con algunos matices diferentes el mismo programa
actualmente se ofrece en 22 collèges de la provincia y se estima que
alrededor de 500 técnicos se forman anualmente.
A nivel de bachillerato, la formación en psicoeducación pro-
fundiza el conocimiento sobre las clientelas y los procesos de in-
adaptación personal y social y por otra parte amplía la formación en
particular en lo que respecta a la relación de ayuda, a la formación
clínica, a la evaluación de necesidades y planificación de servicios.
En el ámbito de la maestría la formación profesional habilita
al profesional en psicoeducación para diseñar de manera autónoma
una evaluación clínica, concebir, planificar, implementar y evaluar
programas de participación y efectuar intervenciones de naturaleza
preventiva o curativa con personas, familias o grupos. Al mismo
tiempo se entrega formación en métodos de investigación y requiere
la realización de un trabajo de tesis.
Actualmente en Canadá miles de profesionales han egresado de
estos programas de formación y han creado una organización profe-
sional reconocida legalmente por el gobierno de Québec. Esta orden
tiene como misión proteger los intereses del público asegurando la
calificación de las competencias de sus miembros, cautelando la ca-
lidad de sus intervenciones profesionales y verificando la aplicación
de un código deontológico riguroso (OCCOPPQ, 2006). Igualmente
ha sido en Québec el lugar donde el desarrollo y la implementación
de programas de formación a nivel técnico en educación especiali-
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Los orígenes de la psicoeducación
Referencias
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Capítulo II
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Alba Zambrano / María Beatriz Vizcarra
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Raíces en La Frontera
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Alba Zambrano / María Beatriz Vizcarra
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Raíces en La Frontera
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Alba Zambrano / María Beatriz Vizcarra
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Raíces en La Frontera
>Ê V>ÀÀiÀ>Ê `iÊ *ÃV}>Ê `iÊ >Ê 1ÛiÀÃ`>`Ê `iÊ >Ê ÀÌiÀ>Ê ÃiÊ
constituyó, el año 1982, en la tercera Escuela de Psicología a nivel
nacional y la primera creada fuera de la Región Metropolitana. En
iÃÃÊ >ÃÊ qVÊ Ê iÝ«ÀiÃ>Ê *jÀiâÕV]Ê <>LÀ>]Ê ÕÃÌ>>ÌiÊ
y Palavecino (2007)– no era fácil iniciar el quehacer académico tan
lejos de la capital y la dificultad era aún mayor al tratarse de una
disciplina de proyección social en pleno período de dictadura mili-
tar. En este escenario y fuertemente impulsado por iniciativas estu-
diantiles, lentamente van surgiendo tímidas incursiones de trabajo
voluntario en sectores poblacionales en condiciones de pobreza y
en algunas instituciones que trabajan con infancia. La preocupación
por problemas sociales, particularmente los vinculados a la infancia
y adolescencia que vive situaciones especialmente difíciles, comien-
za a incorporarse en la preocupación de algunos docentes a partir
de los contenidos revisados en sus asignaturas. Ello gracias a una
«>Õ>Ì>ÊÞÊvÀÕVÌviÀ>ÊÀiyiÝÊÌiÀV«À?VÌV>ʵÕiÊVÕÀÀiÊiÌÀiÊ`-
centes y estudiantes de las primeras promociones de la carrera. Esta
ÀiyiÝÊ «iÀÌiÊ VÕiÃÌ>ÀÊ «À«ÃÌÛ>iÌiÊ >Ê «iÀÌiV>Ê `iÊ >Ê
formación de psicólogos para el abordaje de problemáticas psicoso-
ciales de alta complejidad, que se constituyen en un «objeto» nuevo
y diferente, originando diversas iniciativas académicas innovadoras.
Así, docencia y práctica profesional comienzan a ser desafiadas e
instadas a generar estrategias de intervención complementaria o al-
ternativa en un campo de suma relevancia para la realidad nacional
y de la disciplina.
Uno de los primeros espacios formales fue la asignatura Pa-
tología Social, la que en 1986 es reformulada bajo la conducción
de la profesora Marcela Aracena, junto a un equipo de cuatro
ayudantes, abriendo espacios para el trabajo práctico en terreno,
con un proceso sistemático de acompañamiento supervisado a
niños que presentaban desadaptación social. Se había dado inicio
a un proceso de apertura impensable en esa época, el que siguió
con la realización de diversos cursos-taller de carácter electivo:
Modelos Alternativos de Educación (MAE), Taller de Investiga-
ción-Acción, Atención Primaria y un Taller de Patología Social, a
través del cual se produjo el video Estirar la Manga, el que permi-
tió dar un vistazo «desde adentro» al proceso de desadaptación
en la infancia.
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Raíces en La Frontera
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Raíces en La Frontera
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>ÃÌ>Ê>V?Ê
iÃÊiÝ«ÕiÃÌÊ>}ÕÃÊiiiÌÃÊ`iÊVÌiÝÌʵÕiÊ
han fundamentado la motivación e interés del equipo por contribuir
>ÊiÀ>ÀÊ>ÃÊV>«>V`>`iÃÊ«>À>Ê>Ìi`iÀÊ>Ê>Êv>V>ÊiÊV`VAAÊ
de vulnerabilidad. Quisiéramos ahora argumentar las razones por
las que nos parece de suma relevancia hacerlo particularmente con
las y los educadores de terreno que trabajan en diversos programas
y proyectos dirigidos a estos niños y adolescentes.
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Raíces en La Frontera
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Alba Zambrano / María Beatriz Vizcarra
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Referencias
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Capítulo III
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Marina Alarcón Espinoza / Cristián Altamirano
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Psicoeducación: aporte a las políticas públicas
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Psicoeducación: aporte a las políticas públicas
Infancia y adolescencia:
de menores en situación irregular a sujetos de derechos
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Psicoeducación: aporte a las políticas públicas
niño y a menudo más eficaces. Esta es una esfera en la que una direc-
ción política firme y cambios positivos de la opinión pública deben
reforzarse mutuamente (1
, 2001).
En este sentido, es relevante recordar que la Convención Inter-
nacional sobre los Derechos del Niño es un conjunto de normas que
pueden realizarse sólo en una sociedad democrática, por lo que es
necesario buscar afianzar las prácticas democráticas. Pero la Con-
vención no reclama sólo la democratización de las prácticas políticas
y estatales, sino también de la sociedad y de la familia. Este cambio
enorme y complejo toca la puerta de la vida pública, pero también
de la vida privada, y requiere de la coordinación de todos los actores
potencialmente competentes, tanto en las comunidades territoriales
como en las entidades internacionales (García, 2000).
El criterio del «interés superior del niño» debe convertirse en
un principio de relevancia universal, lo que implica la transversali-
dad de las políticas públicas y de las medidas internacionales dirigi-
das a la protección de los derechos de los niños. En otras palabras,
la protección de estos derechos no es sólo la tarea de instituciones
particulares, sino que involucra a todas las instituciones públicas o
privadas, tanto nacionales como internacionales. La aplicación ca-
L>Ê`iÊ«ÀV«Ê`iÊÌiÀjÃÊÃÕ«iÀÀÊ`iÊÊiÝ}iÊ>ÊVÀ`>VÊ
y la sinergia de todos los actores potencialmente competentes (Ba-
ratta, 2001).
Esta doctrina ya no ve al niño como objeto de protección –re-
presión por parte del Estado y de la sociedad–, sino como sujeto
`iÊ`iÀiV
ÃÊÀ}>ÀðÊ*iÀÊiÃÊÊL>ÃÌ>Ê«>À>ʵÕiÊÃiÊiÝÌi`>Ê
a los niños y adolescentes las reglas de la democracia. Se requiere
también que sean parte, como sujetos activos, en la «relación social
o política, de autonomía, democracia y de autogobierno» (Baratta,
2001).
La doctrina de protección integral que anima la Convención
es el resultado de un amplio movimiento social a favor de los dere-
V
ÃÊ`iÊÃÊÃʵÕiÊÃiÊiÝ«ÀiÃ>]ÊÌ>ÌÊiÊjÀV>Ê>Ì>ÊVÊ
en el mundo, en importantes reformas institucionales. Además, en
la actualidad se habla cada vez menos de «menores», y mucho más
de infancia, de niños, niñas y adolescentes y de sus derechos. Esta
verdadera revolución del lenguaje es una importante señal de la pro-
funda transformación en el plano normativo a favor de los niños
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Psicoeducación: aporte a las políticas públicas
ÊÊÉÊÛiÊ
>Ê`iÊiÝ«ÀiÃ>ÀÃiÊiÊV>`>Êi-
to del proceso de intervención, toda vez que es
*>ÀÌV«>VÊÞÊiÝ«ÀiÃ\ÊÃÊ- SU proceso.
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Marina Alarcón Espinoza / Cristián Altamirano
Competencias psicoeducativas:
-Saber colaborar con los educadores naturales,
apoyarlos, acompañarlos y orientarlos en sus
responsabilidades.
Ìi`iÀÊÞÊVÃ`iÀ>ÀÊiÊ«ÌiV>ÊiÝ«iÀiV>Ê
de cada medio de vida.
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Psicoeducación: aporte a las políticas públicas
ÊÕiÛÊivµÕiÊ`iÊÃÊ`iÀiV
ÃÊ
Õ>Ã]ÊiÝ«ÀiÃ>`Ê>ÊÌÀ>ÛjÃÊ
de la implementación de la CDN, es una concepción de la vida social
que procura reconciliar la moral, la política y el derecho en un hori-
zonte ético pero al mismo tiempo operacional, que ha avanzado en
una visión de política pública. La consecuencia que tiene este proce-
so de incorporación de los derechos de los grupos sociales que han
iÃÌ>`ÊiÝVÕ`ÃÊiÊiÊ`iÀiV
Ê«ÃÌÛÊ>VÌÕ>]Ê
>Ê«ÀÛV>`ÊÕÊÀi-
dimensionamiento del derecho como tal. Pero al mismo tiempo, ha
replanteado las formas tradicionales de hacer política de parte de los
movimientos sociales, ya que éstos se han visto obligados a actuar
dentro de la institucionalidad formal y a desarrollar estrategias via-
bles de reconfiguración del proceso de integración social. También
han sometido a un cuestionamiento profundo a las instituciones so-
ciales y públicas (Guendel, 2002).
Por lo anterior, en Chile, el compromiso de los gobiernos de
iÃÌ>Ê `jV>`>Ê VÊ >Ê v>V>Ê ÞÊ >Ê >`iÃViV>]Ê ÃiÊ
>Ê iÝ«ÀiÃ>`Ê iÊ
esfuerzos para disminuir la pobreza, mejorar la equidad y aumentar
el acceso a las oportunidades a través del aumento de cobertura de
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Psicoeducación: aporte a las políticas públicas
iÌÃÊ`iÊ«>wV>VÊÛ?`ÃÊiÊ>ÊiÝ«iÀiV>Ê`iÊÌÀ>L>ÊiÊÃÊ
municipios y que se han convertido en iniciativas que orientan a
instituciones tanto gubernamentales como no gubernamentales en
el plano local. También cabe señalar la acción desarrollada por la
institución ACHNU-PRODENI, la cual en convenio con el Servicio
Nacional de Menores (SENAME) ha desarrollado el Proyecto «Re-
des de Infancia –Adolescencia, RIA», el que ha tenido por objetivo
apoyar la acción a nivel local en materia de infancia y adolescencia
(Gobierno de Chile, 2001).
Se ha trabajado en la reorientación de políticas públicas, en
particular de las principales políticas sociales relacionadas con la
situación de la infancia y la adolescencia, de manera de contribuir
con ello a abordar de manera más integral la calidad de vida de los
niños, niñas y adolescentes. A modo de ejemplo, se puede citar la
diversificación de la oferta en materia de atención y educación de los
niños y niñas menores de seis años de edad, de manera de hacerla
más pertinente a la realidad geográfica y sociocultural de los niños y
sus familias, tarea desarrollada principalmente por la Junta Nacio-
nal de Jardines Infantiles, dependiente del Ministerio de Educación
ÞÊ`iÊ>ÊÕ`>VÊ INTEGRA, ambas instituciones dedicadas a aten-
der a los niños y niñas preescolares más pobres del país. También
cabe señalar como ejemplo el caso del Servicio Nacional de Meno-
res (SENAME), dependiente del Ministerio de Justicia, que atiende
a los niños, niñas y adolescentes en riesgo social y/o vulnerados en
sus derechos. Esta institución ha desplegado múltiples esfuerzos por
diversificar también su oferta de atención, generar iniciativas de pre-
vención del riesgo social y de fortalecimiento y apoyo a las familias
más pobres. Sin embargo, el esfuerzo de mayor envergadura ha sido
sin duda la reforma educacional en la que se encuentra abocado el
gobierno chileno (Gobierno de Chile, 2001).
Asimismo, para el diseño, orientación y gestión de iniciativas
innovadoras y la coordinación de las políticas sociales dirigidas a
grupos prioritarios, entre los que se encuentra la infancia y la ado-
iÃViV>]ÊÃiÊVÀi>ÀÊiÊ>Ê`jV>`>]ÊiÊ`Ê >V>Ê`iÊ>ÊÃV>-
pacidad (" -), el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), el
`Ê`iÊ-`>À`>`ÊiÊÛiÀÃÊ-V>Ê"--), destinado a apoyar
y financiar proyectos en sectores carentes pero con capacidad de
organización y autogestión; la Corporación Nacional de Desarro-
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Referencias
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Segunda Parte
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y postulados teóricos
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Psicoeducación como enfoque y disciplina
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Ê«ÀViÃÊ`ÕVÌÛÊ`iÊÀiyiÝÊ>Ê«>ÀÌÀÊ`iÊ>ÊiÝ«iÀiV>Ê«Õi-
de resumirse por el acróstico RIRE, es decir RÊ `iÊ ÀiyiÝ>À]Ê I de
intervenir, R]ÊÀiyiÝ>À]ÊÞÊ E para evaluar. Es gracias a un proceso
de cuestionamiento sistemático que los educadores se hacen antes y
`iëÕjÃÊ`iÊÃÕÃÊiÝ«iÀiV>ÃÊ`iÊÌiÀÛiV]ʵÕiÊÃiÊ
>Ê`iÃ>ÀÀ>`Ê
ÕÊVÕiÀ«Ê`iÊVViÌÃʵÕiÊ«Õi`iÊiÝ«V>ÀÊÞÊ}Õ>ÀÊ>ÊÌiÀÛi-
VÊi`ÕV>ÌÛ>°Ê
Ê>ÊL>ÃiÊ`iÊiÃÌiÊÌ«Ê`iÊÀiyiÝ]ÊÃiÊiVÕiÌÀ>Ê
preguntas como: ¿Quién es el sujeto con el que el educador inter-
viene, cuáles son sus necesidades, sus capacidades, sus dificultades?
·+ÕjÊÌ«Ê`iÊ>VÌÛ`>`iÃÊÊiÝ«iÀiV>ÃÊÃiÊiÊ`iLiÀ>Ê«À«iÀÊ«>À>Ê
ayudarle a desarrollarse?; ¿Cómo este sujeto interactuaría con otros
jóvenes, con sus padres, con los educadores, con las actividades que
se le proponen? Luego después de una intervención, seguido de un
momento de vivencia compartida con la persona, se preguntará:
¿Cómo se ha desarrollado la intervención o la actividad? ¿Hubo
distancia entre lo que estaba previsto y la forma como ha ocurrido?
¿Cuáles son los elementos que han favorecido o entrabado la calidad
`iÊ>Ê«>ÀÌV«>VÊ`iÊÃÕiÌÊiÊ>ÊiÝ«iÀiV>¶Ê·+ÕjÊ
>LÀ>ʵÕiÊ
>-
ViÀÊ«>À>ʵÕiÊ>ÊÌiÀÛiVÊvÕiÃiÊiÀ¶Ê
ÃÌiÊ«ÀViÃÊ`iÊÀiyiÝÊ
es un cuestionamiento que está en la dimensión «educación» de la
psicoeducación, es decir respecto del «cómo» de la intervención, en
ÕÊVÌiÝÌÊ`iÊÛÛiV>ÊV«>ÀÌ`>ÊiÌÀiÊiÊÃÕiÌÊÞÊiÊi`ÕV>`À°
ÊÊ>À}Ê`iÊÃÊ>Ã]ÊiÃÌ>ÊÀiyiÝÊ>ViÀV>Ê`iÊ`iÃ>ÀÀÊ`iÊ>Ê
psicoeducación fue a la vez individual y colectiva. Individual, pues los
educadores en formación, para llegar a ser psicoeducadores, debían
entrenarse en este proceso en el marco de sus cursos y sus pasantías
de formación práctica y además debían redactar algunos trabajos
iÃVÀÌÃÊ µÕiÊ ÕÃÌÀ>L>Ê ÃÕÃÊ ÀiyiÝiðÊ
iVÌÛ]Ê «ÕiÃÊ Ì`ÃÊ ÃÊ
miembros del equipo de Boscoville y los equipos de las instituciones
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Psicoeducación como enfoque y disciplina
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Psicoeducación como enfoque y disciplina
La concepción de Gendreau
de la intervención psicoeducativa como sistema
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Psicoeducación como enfoque y disciplina
Ì>ÊiÝ«iÀiV>ÊiÊÌÀ>iÀ>ÊÕÊ>ÕiÌÊ>`iVÕ>`Ê`iÊiÃÌÕÃÊV>«>-
ces de provocar desorganización de su conducta. En algunas insti-
tuciones se puede observar la aplicación de programas de readapta-
VÊÕÞÊÀVÃÊiÊiÊ«>Ê`iÊ«ÌiV>ÊiÝ«iÀiV>ÊPEX), mientras
que otras instituciones ofrecen programas con un PEX muy pobre.
En estos últimos programas se observa una ausencia de actividades
cotidianas estimulantes para los jóvenes y una gran preponderancia
de períodos de ociosidad o más aún actividades contraindicadas con
respecto a las necesidades de los jóvenes. En las instituciones que
tienen un PEX de calidad, se encuentran actividades capaces de res-
ponder a las necesidades del desarrollo del joven en el plano físico,
cognitivo, afectivo, moral y espiritual. Así, según la calidad del PEX
de un programa y su correspondencia a nivel de las capacidades y
necesidades de la persona en dificultad, la calidad de la intervención
será muy diferente.
El potencial de adaptación del sujeto (PAD) comprende las fuer-
zas adaptativas de este último, sus intereses, sus capacidades cogni-
tivas, sus competencias sociales, sus capacidades afectivas, sus capa-
cidades físicas, sus valores, sus vulnerabilidades personales, su red
de relaciones. Este PAD se fundamenta en la necesidad del sujeto de
formarse, de desarrollar sus capacidades, responder a sus necesida-
des de autonomía e intimidad, teniendo en cuenta sus dificultades
(sus vulnerabilidades, sus represiones, sus impulsos). Cada ser hu-
mano tiene su propio potencial de adaptación. El educador debe
evaluar el PADÊ`iÊÃÕiÌÊ«>À>Ê«À«iÀiÊiÝ«iÀiV>ÃÊ>`>«Ì>`>ÃÊ>Ê
sus capacidades. La intervención del educador es la de favorecer el
reencuentro de estos dos potenciales, el del sujeto (PAD) con el del
entorno (PEX).
La intervención psicoeducativa,
un sistema dinámico de interacciones
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Psicoeducación como enfoque y disciplina
Referencias
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rééducation°Ê*>ÀÃ\ÊiÕÀÕð
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Jacques Dionne
Sujeto
Grupo
de pares
Sistema de
Sistema de Evaluación y
Responsabilidades Reconocimiento
Tiempo
Contenido
Objetivos
Código, Reglas y
Procedimiento Estrategias
Metodológicas
Espacio
Educador
Otros
profesionales Padres
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El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Capítulo V
93
Brigitte Demers / Jacques Dionne
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Los esquemas relacionales en la intervención psicoeducativa
La consideración
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Brigitte Demers / Jacques Dionne
La disponibilidad
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Los esquemas relacionales en la intervención psicoeducativa
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Brigitte Demers / Jacques Dionne
La seguridad
98
Los esquemas relacionales en la intervención psicoeducativa
La confianza
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Brigitte Demers / Jacques Dionne
La congruencia
>ÊVw>â>ÊÌ>LjÊiÃÌ?ÊÕÞÊ}>`>Ê>Ê>ÊiÝÃÌiV>Ê`iÊÌÀÊ
esquema que es el de la congruencia; es decir, el interés, la preocu-
pación del educador de hacer todos los esfuerzos posibles para ser
verdadero y auténtico en su relación con la persona en dificultad.
En este esquema se da una búsqueda constante de una actitud de
honestidad frente a sí mismo, y frente al otro. No es el resultado
final el que importa, que puede aspirar a la honestidad absoluta;
es la búsqueda, es el esfuerzo de adelantarse, para llegar a eso lo
mejor posible. Adelantarse a ser lo más verdadero posible, lo más
consistente posible, entre lo que uno dice y hace, entre lo que uno
iÝ«ÀiÃ>ÊÞÊÃiÌi]ÊiÌÀiÊʵÕiÊÃiÊiÃÊVÊ«iÀÃ>ÊÞÊVÊi`ÕV>-
dor.
Por ejemplo, dos niños y dos adolescentes de la calle; estos úl-
ÌÃÊÌiiÊÕ>Ê>iÀ>ÊLiÊ«>ÀÌVÕ>ÀÊ«>À>ÊÌÀ>`ÕVÀÊ>ÊiÝÃÌiV>Ê
ÞÊ>ÊÊiÝÃÌiV>Ê`iÊiÃÌiÊiõÕi>ÊÀi>V>ÊiÊÕÊi`ÕV>`À°ÊÊiÃÊ
verdadero»; «él es un falso». Según los países y las regiones, esto se
100
Los esquemas relacionales en la intervención psicoeducativa
ÌÀ>`ÕVÀ?Ê«ÀÊiÝ«ÀiÃiÃÊ`iÊi}Õ>iÊVÖ]Ê`viÀiÌiÃ]Ê>ÃÊVÕ>iÃÊ
reúnen todos los juicios sobre lo verdadero y lo falso. De este modo,
«una persona verdadera» es quien no consume droga, no utiliza los
servicios de la prostitución de ciertos o ciertas niñas. «Un falso» es
aquel que se presenta como un educador que quiere ayudar a los
jóvenes a dejar el consumo abusivo de drogas y que él mismo con-
sume a escondidas. «El verdadero» es quien anuncia claramente a
los jóvenes que él no acepta el robo y que va a denunciarlos si los
ve cometiéndolos. Mientras que «un falso» es aquel que se presenta
todo cool, como siendo amigo de los jóvenes y que se calla cuando
es testigo de ciertos regalos de los jóvenes, que son producto de sus
raterías.
Para numerosos jóvenes con problemas de delincuencia o de
ÌÝV>>]Ê>ÊiÌÀ>Ê
>Êi}>`Ê>ÊÃiÀÊÕÊiV>ÃÊ>`>«Ì>ÌÛÊ
muy importante en su forma de vida. Ellos les mienten no sólo a los
otros, sino que se mienten continuamente a ellos mismos. Por consi-
guiente, ellos tienen una gran sensibilidad para detectar la mentira,
la falta de congruencia en el adulto que busca ayudarlos. En todo
caso, no le piden ser perfectos, sin fallas. Todo lo que necesitan es
percibir que él se hace cargo de sí mismo; y que los invita a enfren-
tarse a ellos mismos.
La empatía
101
Brigitte Demers / Jacques Dionne
102
Los esquemas relacionales en la intervención psicoeducativa
103
Brigitte Demers / Jacques Dionne
`i?Ã]ÊÃÊ«>ÀÌV«>ÌiÃÊÃÕLÀ>Þ>ʵÕiÊ>ÊÀiyiÝÊÞÊ>ÊV-
ciencia permanente de los esquemas relacionales tienen un impacto
importante en la relación que se establece con la persona ayudada:
104
Los esquemas relacionales en la intervención psicoeducativa
1
Ê
Ê«À}À>>Ê*>ÃÃÊiÊ>Ê
>iÊiÝÃÌiÊL>Ê>Ê>ÕÌÀ`>`Ê`iÊ>ÊÕV«>-
dad de Temuco y es una iniciativa del Consejo Nacional de Prevención del
Consumo de Estupefacientes (CONACE) para acompañar a los niños y jóve-
nes en situación de calle.
2
El proyecto piloto fue llevado a cabo por una de las autoras de este capítulo,
Brigitte Demers, en el marco de su proyecto de magíster, en concertación
con el equipo PJDA.
105
Brigitte Demers / Jacques Dionne
Û>â>`ÊÕÊ«>ÃÊ?ÃÊiÊ>ÊÀiyiÝÊÃiÊ>LÀ`>ÀÊÃÊÌiÃÊ
de lo aceptable y de lo no aceptable en la labor que realizan cotidia-
namente con niños y jóvenes en situación de calle. Varias preguntas
acompañaban su práctica cotidiana, por ejemplo: «¿si doy a comer
a esta niña que no comió hace dos días, será que adopto una actitud
asistencialista?»; o: «¿si veo a un niño robando, debo señalarlo a la
policía?»; o: «¿qué hago si un joven consume marihuana mientras
estoy con él y estoy creando el vínculo recientemente?
Es así que el equipo tomó la decisión de realizar encuentros bi-
mensuales de una mañana (cuatro horas cada vez) distribuidos sobre
un periodo de dos meses. La primera etapa consistió en hacer una
lluvia de ideas sobre los temas que se querían abordar. Por ejemplo,
se destacó la relación con los jóvenes, la relación dentro del equipo,
la relación con otros profesionales, el rol y las responsabilidades del
propio educador-a de calle, etc.
ÕÀ>ÌiÊiÊÃÊiVÕiÌÀÊÃiÊÀiyiÝÊÃLÀiÊlos valores que
se buscaban como base a la acción común de todos los integrantes
del equipo. Se identificó el respeto de la integridad de la persona, la
libertad de adhesión y de decisión, el derecho a la autodetermina-
ción, la promoción de la autonomía y del «empoderamiento» de la
persona, el respeto a las diferencias culturales y de clases sociales, el
derecho a la intimidad, etc.
Posteriormente revisamos varios códigos deontológicos ya
iÝÃÌiÌiÃÊ«>À>Êi>LÀ>ÀÊÕÊ`VÕiÌÊL>Ãi°Ê
ÃÌÃÊV`}ÃÊÃ\ÊiÊ
Código de deontología de los miembros del Colegio de los conseje-
ros y consejeras en orientación y de los psicoeducadores y psicoedu-
cadoras de Québec; el Código de ética del organismo «Le Bunker»
en Montreal (documento de trabajo interno); y el Código de ética
de la ATTRueQ (Asociación de los Trabajadores y Trabajadoras de
>iÊ`iÊ+ÕjLiV®ÊÌ>iÊÞÊ,V
>À`]ʣǮ°Ê
ÃÌiÊ`VÕiÌÊL>Ãi]Ê
«À`ÕVÌÊ`iÊÕ>ÊÃÌiÃÃÊ`iÊiÃÌÃÊÌÀiÃÊV`}ÃÊÞÊ`iÊ>ÊÀiyiÝÊ«Ài-
viamente emprendida por el equipo PEC, fue distribuido a cada un@
con la consigna de poner, por cada artículo, un color: verde cuando
estaban de acuerdo con el artículo, amarillo cuando estaban más
o menos de acuerdo, y rojo cuando estaban en desacuerdo con el
artículo. En los dos siguientes encuentros se discutieron los artículos
rojos y los artículos que estaban mayoritariamente en amarillo. La
`ÃVÕÃÊLÕÃV>L>ʵÕiÊV>`>Ê«iÀÃ>ÊÃiÊ«Õ`iÀ>ÊiÝ«ÀiÃ>ÀÊ
>ÃÌ>Êi}>ÀÊ
106
Los esquemas relacionales en la intervención psicoeducativa
107
Brigitte Demers / Jacques Dionne
?ÃÊ>?Ê`iÊ>ÊVÃÌÀÕVVÊ`iÊV`}ÊÞÊ`iÊ>ÊÀi}>]ÊiÝÃÌiÊv>-
VÌ>`ÀiÃÊÞÊLÃÌ>VÕâ>`ÀiÃÊ>ÊÕ>ÊÀiyiÝÊjÌV>°Ê>ÊVÃÌÀÕVVÊ
del código deontológico ha permitido a los miembros del equipo PEC
ÀiyiÝ>ÀÊÃLÀiÊÃÕÃÊ«À«>ÃÊ>VÌÌÕ`iÃÊiÊ>ÊÌiÀÛiVÊ>Ê>ÊÕâÊ`iÊ
sus valores y del nivel ético esperado a partir de situaciones concre-
Ì>ÃÊ`iÊ`i>ÊjÌV°Ê
ÊViÀÌÃÊVÌiÝÌÃ]ÊiÃÊ?ÃÊ«ÀL>LiʵÕiÊÃÕÀ>Ê
estas situaciones. Para nombrar algunos, mencionamos: cuando los
operadores sociales carecen de formación o de conocimientos para
intervenir adecuadamente; cuando se trabaja en temas nuevos o des-
conocidos y que la información es insuficiente o inadecuada para
}Õ>ÀÊÃÊÌiÀÛiÌÀiÃÆÊVÕ>`ÊÃiÊÌiÀÛiiÊiÊÕÊVÌiÝÌÊ`iÊ>Ì>Ê
ambigüedad en cuanto a los roles y responsabilidades; cuando los
recursos son escasos para las tareas que deben realizarse; cuando
iÊ Ìi«Ê «>À>Ê ÀiyiÝ>ÀÊ iÃÊ iÃV>ÃÊ Ê V>ÃÊ iÝÃÌiÌiÆÊ VÕ>`Ê iÊ
clima del equipo es de conflicto, de desconfianza o de agendas ocul-
Ì>ÃÆÊ w>iÌi]Ê VÕ>`Ê Ê iÝÃÌiÊ ië>VÊ Ãi}ÕÀÊ `iÊ ÃÕ«iÀÛÃÊ
«ÀviÃ>°Ê
ÃÌÃÊ ÃÊ >}ÕÃÊ `iÊ ÃÊ VÌiÝÌÃÊ µÕiÊ >VÌÖ>Ê VÊ
obstaculizadores en las prácticas éticas.
Los quiebres éticos no necesariamente son del conocimiento
público. Uno puede darse cuenta de sus propias actitudes y con-
`ÕVÌ>ÃÊÊ>ÃÊ`iÊVi}>ÃÊ`iÊvÀ>Ê«ÀiÛiÌÛ>ÊÞÊ«ÀÛiÀÊ>ÊÀiyiÝÊ
sobre ellos para ir hacia una cada vez mejor ética personal y pro-
viÃ>°Ê *>À>Ê v>VÌ>ÀÊ ÕiÃÌÀ>ÃÊ ÀiyiÝiÃÊ «iÀÃ>iÃÊ ÞÊ iÊ iµÕ«Ê
ÃLÀiÊÌi>ÃÊjÌVÃ]ÊÀÌÊÓäää®Ê«À«ÕÃÊÕ>Ê«>ÕÌ>Ê`iÊ>?ÃÃÊ`iÊ
situaciones problemáticas en el plan ético en ocho pasos:
108
Los esquemas relacionales en la intervención psicoeducativa
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Brigitte Demers / Jacques Dionne
110
Los esquemas relacionales en la intervención psicoeducativa
Referencias
3
Traducción y adaptación personal de las autoras desde la descripción hecha
por el OCCOPPQÊiÊÃÕÊ«?}>ÊÜiL]ÊiiÀÊ`iÊÓääÇ°
111
Brigitte Demers / Jacques Dionne
112
Los esquemas relacionales en la intervención psicoeducativa
Código de Deontología
(Brigitte Demers y Equipo Pasos en la Calle, Temuco, 2004)
Introducción
113
Brigitte Demers / Jacques Dionne
B- Actitud y misión.
UÊ E-la Educador/a debe desarrollar su capacidad empática,
de escucha y disponibilidad para el trabajo que está reali-
zando.
UÊ E-la Educador/a debe tener un compromiso con el desarro-
llo humano de los niños.
UÊ E-la Educador/a debe confrontar al niño que presenta un
comportamiento inaceptable, como violencia, intimidación
o amenazas.
UÊ E-la Educador/a debe tener conciencia de que su rol no es
de policía.
UÊ E-la Educador/a debe siempre ser auténtico y no tomar una
actitud de «bacán».
UÊ E-la Educador/a no debe hacer «discursos» sobre el bien y
el mal o juicios en que pueda descalificar al niño o personas
que son significativas para él.
UÊ E-la Educador/a no debe tomar una actitud de salvador.
UÊ E-la Educador/a debe poner al frente el derecho de todos de
ViÌiÀÊiÀÀÀiÃÊÞÊ`iÊ>«Ài`iÀÊ`iÊÃÕÃÊiÝ«iÀiV>ð
UÊ E-la Educador/a debe promover el desarrollo, la autonomía
y el empoderamiento de las niñas, niños y jóvenes.
UÊ E-la Educador/a no debe comprometerse o comprometer
recursos o servicios que no está seguro que podrá cumplir.
ÊiÌ>ÀÊÃÕÊ«À«Ê«ÀViÃÊ`iÊ`iÃ>ÀÀ°
UÊ E-la Educador/a debe tomar la responsabilidad de su pro-
pio auto-cuidado.
114
Los esquemas relacionales en la intervención psicoeducativa
E- Desarrollo de la profesión.
UÊ Promover la dignidad de-la Educador/a siempre trabajan-
do de manera profesional, concienzuda, con diligencia y
eficiencia.
UÊ E-la Educador/a debe defender y evaluar los principios de
la intervención y la práctica.
UÊ E-la Educador/a debe dedicar momentos para profundizar
>ÊÀiyiÝÊÃLÀiÊÃÕÊÀ°
UÊ E-la Educador/a debe conversar de los casos que impliquen
dilemas éticos con su equipo.
115
Brigitte Demers / Jacques Dionne
A- Relación de confianza.
UÊ E-la Educador/a debe establecer una relación de confianza
con el niño.
UÊ iÌ>ÀÊÕÊië>VÊ«>À>ÊiÊ`?}ÊÞÊiÊ>«Ài`â>iÊÕ-
tuo entre e-la Educador/a y el niño, abierto a las diferencias
y a aceptar que e-la Educador/a también puede aprender en
esta relación. Dejarse interpelar, cuestionar y criticar en las
interacciones con los niños.
UÊ E-la Educador/a debe evitar el prejuiciar a un niño debi-
do a conductas observadas en él, como robo, drogas, entre
otras.
UÊ E-la Educador/a nunca debe traicionar ni mentir a un
niño.
UÊ E-la Educador/a debe evaluar el tiempo necesario para de-
sarrollar la intervención con un niño en cada paso, procu-
rando no prolongar cada etapa más de lo necesario.
UÊ E-la Educador/a debería informar al niño si se cometió un
error que le podría perjudicar.
B- Compromiso.
UÊ E-la Educador/a, debe cumplir los compromisos que se es-
tablezca en la relación con el niño.
UÊ E-la Educador/a siempre debe hacer un cierre con un niño
de un proceso de intervención.
C- Confidencialidad.
UÊ E-la Educador/a debe evitar hablar con los padres o fami-
liares de un niño sin su permiso previo.
UÊ No se debe transmitir información privada de un niño in-
formalmente y sin objetivos de intervención, con profesio-
>iÃÊÊ>}iÌiÃÊiÝÌiÀÃÊ>Ê*À}À>>°
UÊ En casos en que haya una vulneración grave de los dere-
116
Los esquemas relacionales en la intervención psicoeducativa
Ê-i«ÀiÊ>ÌiiÀÊÃÕÊÀÊ`iÊ
`ÕV>`ÀÉ>°Ê
UÊ E-la Educador/a no debe utilizar su cargo o posición de Edu-
cador@ para tener ventaja u obtener beneficios personales.
117
Brigitte Demers / Jacques Dionne
118
Los esquemas relacionales en la intervención psicoeducativa
B- Toma de decisiones.
UÊ E-la Educador/a debe evitar tomar solo decisiones impor-
tantes para el niño, es decir, sin haber consultado con el
resto del equipo de trabajo.
UÊ No permitir que la confrontación de valores personales en-
tre el equipo reste tiempo a ocuparse en el joven.
UÊ E-la Educador/a hará una evaluación completa y rigurosa
de la situación en el proceso de intervención, y no se con-
fiara sólo en su intuición.
UÊ E-la Educador/a informara a los interesados y considerará
con ellos las distintas formas y consecuencias que puede
tener su acompañamiento; precisará las posibilidades y lí-
mites conocidos por él, según su juzgamiento.
C- Acompañamiento técnico:
UÊ Este punto implica reconocer las propias dificultades, lími-
tes del propio conocimiento y habilidades, por lo cual se
debe buscar ayuda y/o derivar cuando sea necesario.
UÊ E-la Educador/a no debe hacer falsa representación de sus
capacidades (en el equipo).
UÊ E-la Educador/a debe informarse y actuar en coherencia
con el equipo que trabaja en otros niveles, con la familia
y con el niño.
119
Brigitte Demers / Jacques Dionne
A- Investigación
UÊ E-la Educador/a que participa en un proyecto de investi-
gación se hace cargo de que los niños que participen lo
hacen con libre adhesión y conociendo, lo que implica, sin
amenaza sutil de sanciones o que se podría perder algo al
no participar.
9ÊÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ]ÊVwÀʵÕiÊÌjÊVVi-
to de las reglas de deontología de las cinco páginas de este código y
me comprometo a respetarlas.
À>Ê`i>Ê-Õ«iÀÛÃÀÉ>Êi`>ÌÉ>Ê iV >
120
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Capítulo VI
121
Jacques Dionne / Brigitte Demers / Cristián Altamirano
122
La relación de ayuda psicoeducativa
123
Jacques Dionne / Brigitte Demers / Cristián Altamirano
124
La relación de ayuda psicoeducativa
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Jacques Dionne / Brigitte Demers / Cristián Altamirano
126
La relación de ayuda psicoeducativa
127
Jacques Dionne / Brigitte Demers / Cristián Altamirano
ÌiV>Ê`iÊÃÕiÌ]Ê«>À>Ê
>ViÀiÊÛÛÀÊÕiÛ>ÃÊiÝ«iÀiV>ÃÊ`iÊÀi>V-
nes que le permitan cambiar y desarrollarse.
En una clásica relación de ayuda, las interacciones principales
se hacen entre el sujeto y el consejero o terapeuta. En la relación de
ayuda psicoeducativa se establece con los diferentes actores (grupo
de pares, educadores, familiares) así como a través de diferentes ti-
«ÃÊ`iÊiÝ«iÀiV>ÃÊÊ>VÌÛ`>`iðÊ
Es importante añadir otra dimensión a estos ejemplos. Durante
el análisis del recorrido de estos tres jóvenes, los psicoeducadores di-
rectamente implicados hicieron recalcar un fenómeno importante en
los procesos de cambio: el desarrollo personal y profesional de ellos
mismos como psicoeducadores. Había sido uno de los jóvenes que
les hizo notar este aspecto de la relación de ayuda diciéndoles:
«¿Saben? me di cuenta que la readaptación es una aventura
para nosotros como para los educadores. Los jóvenes avanzan y
progresan en la medida en que los educadores avanzan. En reali-
dad todos nos desarrollamos juntos…». Los educadores que habían
acompañado a estos tres jóvenes estaban de acuerdo con esta afir-
mación, puesto que tomaron conciencia de las competencias que
habían desarrollado durante sus acompañamientos. En resumen, se
habían dado cuenta lo mucho que se habían trasformado ellos mis-
mos en este proceso de relación de ayuda psicoeducativa.
En conclusión, la relación de ayuda psicoeducativa es un arte
de gran complejidad. Está constituida de un conjunto de elementos
en interacción que buscan siempre formas superiores de equilibrio.
En otras palabras, esto es un proceso de equilibración que se inicia
cuando el educador propone ciertas interacciones que producirán
`iÃiµÕLÀÃÊ«>ÀV>iÃÊiÊiÊÛi°ÊÀiÌiÊ>Ê>ÃÊV`>ÃÊÃiÃ>-
ciones del desequilibrio, el sujeto buscará nuevas maneras de inte-
ractuar que resuelvan la situación desequilibrante. Es ahí donde el
educador utiliza todos sus recursos y conocimientos para ayudarlo
a llegar a un nuevo equilibrio, con mayor potencial de adaptación.
La relación de ayuda psicoeducativa puede desarrollarse en diver-
ÃÃÊVÌiÝÌÃ]Ê«iÀÊiÊ«ÃVi`ÕV>`ÀÊ«ÀÛi}>À?ÊÃÊiÌÃÊ`iÊ
vida compartidos, puesto que es en la banalidad de la vida cotidia-
>ʵÕiÊiÊÛiÊ«Õi`iÊÛÛÀÊ«iµÕiÃÊjÝÌÃÊ>ÊÃÕÊ>V>ViʵÕiÊÕi-
go, gradualmente, contribuirán al mejoramiento de su adaptación
social.
128
La relación de ayuda psicoeducativa
Referencias
129
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Tercera Parte
El método
131
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Capítulo VII
Introducción al Método
en la Intervención Psicoeducativa
Jacques Dionne
133
Jacques Dionne
134
Introducción al Método en la Intervención Psicoeducativa
Observar
Evaluar pos Evaluar pre
situacional situacional
Comunicar
Utilizar Planear
Animar Organizar
135
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Capítulo VIII
137
Raynald Poulin / Jacques Dionne
Observación
ÊÕÊVÌiÝÌÊ`iÊÛÛiV>ÊV«>ÀÌ`>]ÊiÊÌ«Ê`iÊLÃiÀÛ>VÊ
utilizada más frecuentemente por los educadores, es la observación
participante y, ocasionalmente, observación sistemática.
La observación participante es la que realiza el educador
cuando está en interacción directa con un joven. En esta situación
de interacción, el educador es a la vez observador y actor. Su ob-
servación es entonces por naturaleza subjetiva y tiene un fuerte
riesgo de estar sesgada. Por otra parte, puede también ser fuente
de informaciones ricas y pertinentes si es hecha de manera rigu-
rosa. Entonces, ¿cómo conciliar este rigor, con la subjetividad de
esta observación participante? Este rigor implica que el educador
llegue a disciplinar su subjetividad. Esto es posible si el educador
está bien formado en la utilización de esta manera de observar, y
si desarrolla la capacidad de conservar una distancia crítica en la
situación de intervención.
138
Observar y analizar: pilares de las operaciones profesionales
139
Raynald Poulin / Jacques Dionne
140
Observar y analizar: pilares de las operaciones profesionales
UÊ El registro anecdótico
141
Raynald Poulin / Jacques Dionne
iV
>\Ê£äÊ`iÊ>ÀâÊ`iÊÓäänÊ Ê Ê À>\ÊÇ
ÊÎäÊ°
Observado: José Observador: Javier
Actividad: Levantada Lugar: baño
£Ê
ÌiÝÌÊ`iÊ>Ê`iÃVÀ«VÊ
Los niños están levantados desde las 7 h 15. Yo estoy en el baño, mientras
que Ivonne (otra educadora) se preocupa de los dormitorios. José, Miguel y
Carlos se están lavando. Los otros niños ya se fueron al desayuno. José canta en
voz baja, mientras se lava las manos. Carlos abre la llave de agua y lo interpela
«José, mira». José se da vuelta.
2- Situación desencadenante
Carlos le tira agua a los ojos.
3- Reacción de la persona observada
José pone su mano izquierda cubriendo su cara, y luego le da un puñete
con su mano derecha en la cara a Carlos.
4- Acción del educador/educadora y de las personas presentes
Carlos se pone a gritar, «tú me las vas a pagar» mientras lloriquea. Yo me
acerco a Carlos y José.
142
Observar y analizar: pilares de las operaciones profesionales
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Raynald Poulin / Jacques Dionne
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Observar y analizar: pilares de las operaciones profesionales
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Raynald Poulin / Jacques Dionne
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Observar y analizar: pilares de las operaciones profesionales
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Observar y analizar: pilares de las operaciones profesionales
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Observar y analizar: pilares de las operaciones profesionales
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Observar y analizar: pilares de las operaciones profesionales
Referencias
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Raynald Poulin / Jacques Dionne
154
Observar y analizar: pilares de las operaciones profesionales
Anexo 1
TOCA
(TÉCNICA DE OBSERVACIÓN DEL COMPORTAMIENTO ADAPTATIVO)
iV
>Ê Hora
Observado Observador
Actividad Lugar
ÌiÝÌÊ`iÊ>Ê`iÃVÀ«V
Situación desencadenante
Resultados
Reacciones inmediatas
155
Raynald Poulin / Jacques Dionne
Anexo 2
1. Identificación
Nombre
R.U.T.
iV
>Ê
Edad:
nacimiento
Dirección Ê Ê Ê Ê \
Educador
encargado:
Nombre Cargo Ubicación (institución
y fono)
Otros pro-
fesionales
involucrados:
Ó°Ê
ÌiÝÌÊ`iÊ>ÊÌiÀÛiVÊÞÊ`iÃVÀ«VÊ`iÊ>Ê«ÀLi?ÌV>
¿Cómo llega el joven a su organización, cuál es el primer acercamiento
y cuál es la situación específica de él en la cual se desea intervenir (ej.:
situación de calle, droga, prostitución, deserción escolar, etc.)? Describir
también brevemente la historia del desarrollo, eventos impactantes.
iÀÛ>VÊ\ÊÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
*ÀiÀÊ>ViÀV>iÌ\ÊÊÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
*ÀLi?ÌV>\Ê ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÃÌÀ>Ê`iÊ`iÃ>ÀÀ\ÊÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
156
Observar y analizar: pilares de las operaciones profesionales
ΰÊÃÌÀ>Ê>>À
a) De la familia actual y b) antecedentes de la familia de la madre y c) del
padre, d) presencia de factores de riesgo del consumo en la familia, e) otro.
( ) Fuente
a)
b)
c)
d)
e)
b)
c)
d)
e)
f)
g)
h)
Códigos de fuente:
(1) El joven (2) Madre (3) Padre (4) Hermano/a (5) Abuela/o (6) Tía/o (7) Educador/a
(8) Profesor/a (9) Educador/a diferencial (10) Psicóloga/o (11) Asistente social (12) Médico
(13) Otros, especificar
157
Raynald Poulin / Jacques Dionne
158
Observar y analizar: pilares de las operaciones profesionales
159
Raynald Poulin / Jacques Dionne
d)
e)
f)
b)
c)
160
Observar y analizar: pilares de las operaciones profesionales
Adulto significativo
Empleador
Autoridades
Otros pertinentes
161
Raynald Poulin / Jacques Dionne
POTENCIAL DE ADAPTACIÓN
ÀÌ>iâ>Ã
>VÌÀiÃÊ
de protección)
Intereses
Vulnerabilidades
>VÌÀiÃÊ`iÊÀiÃ}®
Necesidades de
desarrollo
(urgencias
y prioridades)
162
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Capítulo IX
Planificar
163
Catherine Desrochers / Andrés Reyes / Ximena Oñate
164
Planificar, organizar, animar: el trompo en movimiento
165
Catherine Desrochers / Andrés Reyes / Ximena Oñate
Plan de intervención
166
Planificar, organizar, animar: el trompo en movimiento
167
Catherine Desrochers / Andrés Reyes / Ximena Oñate
Planificación de servicios
168
Planificar, organizar, animar: el trompo en movimiento
Planificación de transiciones
Organizar
169
Catherine Desrochers / Andrés Reyes / Ximena Oñate
170
Planificar, organizar, animar: el trompo en movimiento
Las transiciones
171
Catherine Desrochers / Andrés Reyes / Ximena Oñate
Animación
172
Planificar, organizar, animar: el trompo en movimiento
173
Catherine Desrochers / Andrés Reyes / Ximena Oñate
174
Planificar, organizar, animar: el trompo en movimiento
*`iÃÊÌ>LjÊ>«Þ>ÀÊÕiÃÌÀ>ÊÌiÀÛiVÊiÊ>Ê«ÀÝ-
dad y el control a través del contacto, esto le permite al joven poner
fin a menudo a un comportamiento inadecuado. También puede ser
eficaz si la intervención verbal no funciona o si queremos ser discre-
tos en nuestra intervención. Esta intervención puede ser contraindi-
cada si el niño ha sido abusado y no tolera el contacto físico.
Es necesario entonces considerar los obstáculos a la realización
de una animación eficaz tales como el no escuchar, la mantención de
diálogos, la falta de participación, el que todos hablen a la vez, la
superficialidad y el que alguno no participe. Debemos estar en per-
manente escucha de lo que le pasa al grupo y debemos ser capaces de
reajustarnos en sintonía con lo que está sucediendo.
Podemos ser un obstáculo a nuestra intervención ejecutando
malas intervenciones en un joven. Por ejemplo en el tema de respetar
los tiempos; si intervenimos con un niño que se ha mostrado bien
desde hace unos días, puede que le provoquemos una crisis, pero
como no respetamos su ritmo de avance, es posible que la interven-
ción no provoque el desequilibrio estimulante que se buscaba.
Para concluir, es importante señalar que las tres operaciones
que acabamos de describir están estrechamente relacionadas y de
la utilización rigurosa de cada una y de todas ellas en conjunto de-
penderá la calidad de la intervención. Asimismo la planificación, la
organización y la animación están encadenadas a las operaciones de
observación y análisis descritas en el capítulo anterior. La adecuada
observación y evaluación de las conductas del niño o joven consti-
tuirán la base donde se asentarán la planificación, la organización y
la animación, las cuales a su vez deben ser evaluadas en cuanto al lo-
}ÀÊ`iÊÃÕÃÊLiÌÛÃ]Ê`>`ÊVÊ>ÊÕÊÕiÛÊ«ÀViÃÊ`iÊÀiyiÝ°
Referencias
175
Catherine Desrochers / Andrés Reyes / Ximena Oñate
176
Planificar, organizar, animar: el trompo en movimiento
Anexo 1
Planificación de actividades
Potencial Experiencial (PEX)
(Trompo Gendreau, 1978)
Los Pokemones
UÊ Juan
UÊ Pedro
SUJETOS UÊ José
UÊ À>VÃV
UÊ Isabel
UÊ Anita
ANIMADO-
Ê
ÃÌÕ`>ÌiÊ*À?VÌV>ÊÌi}À>`>Ê>Ê`iÊ*ÃVi`ÕV>V°
RES
General:
Reconocer las emociones y sentimientos propios y propiciar la va-
loración, balance y aceptación de las emociones y sentimientos
OBJETIVOS propios y las de los demás.
DE LAAC-
TIVIDAD
Específicos:
>`>ÊÊÀiVViÀ?Êi`>ÌiÊ`LÕÃÊ>ÊiÃÊÕ>ÊiÝ«ÀiÃÊ
emocional.
Cada niño participará al menos una vez durante la actividad.
Cada niño participará de al menos dos dinámicas de animación
grupal.
177
Catherine Desrochers / Andrés Reyes / Ximena Oñate
Procedimiento:
178
Planificar, organizar, animar: el trompo en movimiento
Psicoeducador(a):
Evaluación:
Se realizará una evaluación de forma oral y a tra-
vés de una pauta escrita. Se entregará a los niños
una hoja con las preguntas que se detallan a conti-
nuación. Los niños deberán elegir de las alternati-
vas impresas frente a cada pregunta la que mejor
le interpreta y encerrarla en un círculo (muy bien,
bien, regular, no muy bien, mal).
¿Qué les pareció la actividad?
SISTEMA DE ¿Cómo se sintieron?
EVALUACIÓN Y ¿Qué les gusto de la actividad?
RECONOCIMIENTO ¿Qué no les gustó?
¿Cómo se van? (contentos, tristes, etc.)
Reconocimiento:
Al finalizar las actividades: un aplauso grupal, un
stiker (el que será puesto en el nombre de cada
niño, el que junte más ganará al final de cada mes
un premio reconociendo su buen comportamiento
y el cumplimiento de las normas y reglas estableci-
das) y un caramelo.
179
Catherine Desrochers / Andrés Reyes / Ximena Oñate
Informaciones de base
NOMBRE
R.U.T.
iV
>Ê>ViÌ Edad:
Dirección \
iV
>Ê`iÊÀiviÀiV>
iV
>Ê`iÊÀiÕÊ*
Nombre del coordinador
del PI
Nombre ÕV
Personas involucradas
en el PI
ÌiÝÌÊ`iÊ*>Ê`iÊÌiÀÛiVÊ`Û`Õ>â>`
Û>Õ>ViÃÊÀi>â>`>ÃÊÀiÃÕi®\ÊÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÌÛÃÊ`iÊÀiviÀiV>\ÊÊÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
«ÌiÃÃÊ`>}ÃÌV\ÊÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
ÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚ
180
Planificar, organizar, animar: el trompo en movimiento
OBJETIVO 1.
GENERAL
EVALUA-
CIÓN Y
(CONDI-
OBJETIVOS CIÓN DE MEDIOS, OPERADO-
RESULTADOS
-*
- ÉXITO) ESTRATE- RES RES- PLAZOS
COMENTARIOS
COS GIAS PONSABLE
RECONO-
CIMIENTO
OBJETIVO 2.
GENERAL
OBJETIVOS EVALUACIÓN MEDIOS, OPERA- PLAZOS RESULTADOS
-*
- Y (CONDI- ESTRATE- DORES COMENTARIOS
COS CIÓN DE GIAS RESPON-
ÉXITO) SABLE
RECONOCI-
MIENTO
181
Catherine Desrochers / Andrés Reyes / Ximena Oñate
OBJETIVO 3.
GENERAL
OBJETIVOS EVALUACIÓN MEDIOS, OPERA- PLAZOS RESULTADOS
-*
- Y (CONDI- ESTRATE- DORES COMENTARIOS
COS CIÓN DE GIAS RESPON-
ÉXITO) SABLE
RECONOCI-
MIENTO
puesta en aplicación
PERIODO DE APLICACIÓN DEL PI
iV
>Ê«ÀiÛÃÌ>Ê«>À>ÊiÛ>Õ>VÊ`iÊ*
Recomendaciones después de la evaluación
del PI
Objetivos buscados
Nuevos objetivos determinados
Ê`iÊ«>
Firmas
COORDINADOR DEL PI
Joven
Padres del joven: Madre
Padre
Otros participantes:
182
Planificar, organizar, animar: el trompo en movimiento
Capítulo X
La utilización en el contexto
de la intervención psicoeducativa
Brigitte Demers, Alba Zambrano
183
Brigitte Demers / Alba Zambrano
184
La utilización en el contexto de la intervención psicoeducativa
185
Brigitte Demers / Alba Zambrano
186
La utilización en el contexto de la intervención psicoeducativa
187
Brigitte Demers / Alba Zambrano
188
La utilización en el contexto de la intervención psicoeducativa
189
Brigitte Demers / Alba Zambrano
190
La utilización en el contexto de la intervención psicoeducativa
191
Brigitte Demers / Alba Zambrano
Cuadro 1
Niveles del saber requeridos
para una apropiada utilización (Gendreau, 1995)
Saber
1.
ViÌÃÊÞÊV«ÀiÃÊ`iÊÃÊ}À>`iÃÊ`iÃÊiÝ«V>ÌÛÃÊ`iÊ>Ê
conducta humana
2. Conocimientos del desarrollo del ser humano a nivel afectivo, cognitivo,
motor, social, etc.
3. Conocimientos de las problemáticas de adaptación social.
Saber Hacer
1. Llevar al sujeto y los miembros de su entorno a ser activos en la elección
de situaciones de vida.
2. >ÛÀiViÀÊ>ÊVViÌâ>V]ÊÊÃi>Ê>ÊV>«>V`>`Ê`iÊ
>ViÀÊÛVÕÃÊ>«À-
«>`ÃÊiÌÀiÊ>ÊÀi>`>`ÊiÝ«iÀiV>`>Ê«ÀÊiÊÃÕiÌÊÞÊ>ÊÀi>`>`ÊLiÌÛ>Ê
µÕiÊiÝÃÌi°
3. Elegir acontecimientos que están vinculados con los objetivos del plan
de intervención.
4. Tomar en cuenta el PAD del sujeto y de los miembros de su entorno, de
sus ritmos de evolución.
5.
i}ÀÊiÛiÌÃʵÕiÊ«ÀÊÕÊ>`Ê`i>`>ÊiÝ«iÀiV>ÃÊ>ÌiÀÀiÃÊ«Ìi-
cial asimilador) y por otro lado que da al sujeto el deseo y motivación
para hacer nuevos aprendizajes (potencial acomodador).
6. Mantener un equilibrio entre los eventos donde son enfatizadas las forta-
lezas y donde las vulnerabilidades son trabajadas.
7. >ÛÀiViÀÊ>Ê`iÌwV>VÊ`iÊ>ÃÊiÃÌÀ>Ìi}>ÃÊ?ÃÊ>`iVÕ>`>ÃÊ«>À>Ê>`>«-
tarse a la situación.
8. Estimular la generalización de los aprendizajes.
9. Conocer y manejar las distintas técnicas de observación.
192
La utilización en el contexto de la intervención psicoeducativa
193
Brigitte Demers / Alba Zambrano
La diferenciación
194
La utilización en el contexto de la intervención psicoeducativa
195
Brigitte Demers / Alba Zambrano
196
La utilización en el contexto de la intervención psicoeducativa
La individualización
197
Brigitte Demers / Alba Zambrano
198
La utilización en el contexto de la intervención psicoeducativa
ducta en el CTDÊÞÊÃÕÊÀi>`>`ÊÌiÀ>ÊÊVÌiÝÌÕ>°Ê+ÕiÊ
>L>Ê?ÃÊ
en esta situación, es la educadora. Además, la promesa hecha aquí
sirve para complacer al ego de la educadora, pero tomada al pie de
la letra, podría llevar al joven a una concientización de fracaso por-
que no está vinculada a pequeños pasos concretos en el día a día.
Detengámonos en esta tercera situación para apreciar cómo se
puede hacer una utilización de individualización «positiva» que lue-
go permita llegar a trabajar al nivel de la generalización. Mientras
µÕiÊ iÊ i`ÕV>`ÀÊ ÞÊ À>VÃVÊ iÃÌ?Ê iÊ iÊ «>ÃÊ `iÊ ViÌÀÊ VÛiÀ-
Ã>`]Ê ÕÊ ÛiÊ «>Ã>Ê ÞÊ V
V>Ê VÊ À>VÃVÊ }ÀÌ?`iÊ }ÀÃiÀ>ðÊ
Êi`ÕV>`ÀÊLÃiÀÛ>Ê>ÊÀ>VÃV]ʵÕiÊ>Ê`viÀiV>Ê`iÊʵÕiÊÃÕiiÊ
>ViÀÊÀ>iÌiÊÊ`ÊÊ
âÊ>`>°ÊÕi}ÊÀ>VÃVÊ`Vi\ÊiÊ
doy cuenta que no me hace bien enojarme, siempre me meto en pro-
blemas con los pacos, o pierdo a mis amigos, enojándome y estando
mal con todos. Estoy cansado de pelear. Y… ja, ya estoy viejo para
eso. El educador: ah, ¿y qué te llevó a pensar eso? El joven: bueno
acaban de condenar a mi padre, ahora está en cana. Le pegó a al-
guien en la calle porque lo molestaba, había tomado mucho trago y
parece que dejó muy mal al hombre. No quiero terminar como mi
padre. Educador: Wow]ÊuLÌ>ÊÀiyiÝtÊ·9ʵÕjÊ«iÃ>ÃÊ
>ViÀÊ«>À>Ê
no terminar igual que tu padre? (etc.).
Esta etapa requiere que la persona ayudada realice un movi-
miento hacia dentro de sí mismo, o sea efectúe una internalización.
Por lo tanto, para las personas que han hecho esta «internalización»
será un poco más fácil que con las personas que no han logrado este
«ÀViÃÊ`iÊÀiyiÝÛ`>`°Ê
ÊiÃÌ>ÃÊÖÌ>Ã]ÊÃiÀ?ÊiViÃ>ÀÊ>VÕÕ>ÀÊ
muchas más situaciones de diferenciación antes que la persona pue-
da apropiarse de la responsabilidad del efecto que genera su acción
en su vida y sobre su entorno. Además, para realizar una utilización
de individualización, que requiere entrar en la intimidad y en las vul-
nerabilidades de la persona, se requiere de una relación de confianza
instaurada desde hace algún tiempo.
En síntesis, la utilización en el nivel de la individualización pre-
tende ayudar al sujeto a que sea capaz de reconocer su formas de
actuar y de ser propias y reconocer las formas de actuación que se
repiten en ciertas situaciones. Se pretende que el joven o niño/a com-
prenda las motivaciones que están detrás de su conducta con el fin
de mantenerlas o modificarlas según sea la necesidad.
199
Brigitte Demers / Alba Zambrano
La generalización
200
La utilización en el contexto de la intervención psicoeducativa
201
Brigitte Demers / Alba Zambrano
202
La utilización en el contexto de la intervención psicoeducativa
203
Brigitte Demers / Alba Zambrano
Cuadro 2
En el momento Semanal Clínica
204
La utilización en el contexto de la intervención psicoeducativa
205
Brigitte Demers / Alba Zambrano
Cuadro 3
Descripción de técnicas de comunicación
en la relación de ayuda extraído de Hétu (1994)
206
La utilización en el contexto de la intervención psicoeducativa
>Ã]ÊiÝÃÌiÊÕ>ÊiÃ>ÊÛ>À>L`>`Ê`iÌÀÊ`iÊiÃÌ>ÃÊ}À>`iÃÊ}i-
neralidades.
La búsqueda de soluciones acostumbra a ser utilizada con pre-
cipitación por los educadores, a veces suele ser un indicador de al-
gún grado de incomodidad de parte de las o los educadores con las
emociones de la persona ayudada o la ambigüedad de sus actitudes
frente a determinadas situaciones. Y a menudo es la educadora o el
educador quien se apura a revelar «sus» soluciones a la ayudada.
Con anterioridad ya hemos destacado que debe ser la muchacha o
el muchacho quienes con nuestro acompañamiento encontrarán su
propia respuesta y camino, el que por supuesto ayudaremos a so-
meter a juicio de realidad para que el o ella tomen la mejor decisión
posible a su medida.
Señalamos, finalmente, que todas las técnicas de comunicación
con anterioridad referidas tienen por finalidad promover condicio-
nes que conduzcan al sujeto a un nivel creciente de toma de concien-
cia y por tanto de autorregulación. Se trata de pasar de un estado
en que los eventos de la vida ocurren sin injerencia personal hacia
un estado en que el sujeto se hace más consciente y con mayor po-
der psicológico para tener participación sobre su propia realidad,
con un comportamiento mucho más protagónico y adaptado a los
requerimientos del medio. Por cierto no se trata de adaptarse por
adaptarse, sabemos que muchos de los muchachos con los que tra-
bajamos están tan adaptados a su medio, pero para lograrlo se han
desadaptado o definitivamente no se han adaptado a los requeri-
mientos de la sociedad global, por lo tanto la adaptación siempre
resulta de una negociación en la que los educadores deben mantener
una actitud crítica y vigilante.
En el Cuadro 4 se representa de un modo muy didáctico este
complejo proceso de toma de conciencia creciente, aumento de re-
yiÝÛ`>`ÊÞÊ«ÕiÃÌ>ÊiÊ>VVÊ`iÊÕiÛÃÊÊiÀ>`ÃÊÀi«iÀÌÀÃÊ`iÊ
conducta.
207
Brigitte Demers / Alba Zambrano
Cuadro 4
Proceso de toma de conciencia
No se Ahora
entiendo Mi primero
como paso
me y se lo que
debo hacer será
siento
iÃÊiÝ«VÌ>`ÊVÊ>ÌiÀÀ`>`ʵÕiÊ>ÊVViV>VÊ«À-
ducida por la utilización favorece la autorregulación de los sujetos.
La utilización pretende generar y reforzar un sistema de autocon-
trol para asegurar un equilibrio interno del individuo. Ello supone
la capacidad de observación y evaluación efectuada por el sujeto
acerca del efecto de su acción (sobre él o su entorno), de forma de
confirmar o modificar su conducta. Dicho proceso requiere de la ca-
pacidad de volver atrás y proyectarse en el futuro en un movimiento
que permite anticiparse a las situaciones.
En este proceso se hace imprescindible la organización de un
medio (PEX) que genere condiciones favorables para que el sujeto
«Õi`>Ê ÛÛÀÊ iÝ«iÀiV>ÃÊ «ÃÌÛ>ÃÊ ÞÊ Ài«>À>`À>ÃÊ >Ài]Ê £nn®°Ê
Pero el muchacho o muchacha debe ser capaz de ir interpretando y
ÀiÌiÀ«ÀiÌ>`ÊiÃÌiÊÕiÛÊVÌiÝÌÊVÊÕ>ÊÕiÛ>ÊÞÊ?ÃÊ«ÃÌÛ>Ê
iÝ«iÀiV>Ê `iÊ Û`>°Ê >Ê Ê iÊ i`ÕV>`ÀÊ V>LÀ>À?Ê iÊ À}>â>ÀÊ ÕÊ
medio que mediante la utilización sea capaz de animar situaciones
que puedan ser potencialmente reveladoras para la persona. Pero
ÃÊVÕ>`ÊiÊÃÕiÌÊiÌi`iÊ«ÀʵÕjÊ>VÌÖ>Ê`iÊÝÊvÀ>ÊÊÃiÌiÊ
los hechos de tal manera, es cuando los acontecimientos se vuelven
reveladores. Y para ello, según Allaire (1988), no basta con subra-
208
La utilización en el contexto de la intervención psicoeducativa
Conclusiones
209
Brigitte Demers / Alba Zambrano
210
La utilización en el contexto de la intervención psicoeducativa
211
Brigitte Demers / Alba Zambrano
Pauta de autoevaluación
Habilidades para la utilización
ÍTEM MI EVALUACIÓN
Conozco y manejo regularmente las 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
1
distintas técnicas de observación
Tengo un buen manejo de los aspectos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
del desarrollo del ser humano a todos
2
los planos (afectivo, cognitivo, motor,
social, moral, …)
Acepto la reciprocidad inherente al he- 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
cho que estoy pidiendo al sujeto evo-
3 lucionar: me autoanalizo regularmente
siendo yo mismo en un proceso de evo-
lución personal
Estimulo la generalización de los apren- 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
4
dizajes
En cada una de mis intervenciones 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
tomo en cuenta el PAD de la persona
5
ayudada y de los miembros de su entor-
no, de sus ritmos de evolución
Comunico verbalmente y en forma es- 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
crita a mis colegas, de manera clara y
6
sintética, el contenido de mis interven-
ciones con los sujetos
Manejo bien los conocimientos de los 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
7 }À>`iÃÊ`iÃÊiÝ«V>ÌÛÃÊ`iÊ>ÊV-
ducta humana
Identifico para el sujeto las estrategias 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
8 más adecuadas para adaptarse a su si-
tuación
Soy capaz de empatía, compartiendo el 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
sufrimiento emocional del otro sin per-
9
der de vista mi objetividad y mis habili-
dades para enfrentar la situación
212
La utilización en el contexto de la intervención psicoeducativa
213
Brigitte Demers / Alba Zambrano
Referencias
214
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Capítulo XI
215
Jacques Dionne / Marina Alarcón Espinoza
216
Comunicar: entre la reflexión y la intervención
217
Jacques Dionne / Marina Alarcón Espinoza
ÊÞ>ÊÃiÊ
>Ê`V
ÊiÊiÃÌiÊÌiÝÌ]Ê>ÊÌiÀÛiVÊ«ÃVi`ÕV>-
tiva es un sistema que comprende muchos componentes y un con-
junto de operaciones profesionales que constituyen un todo. Para
que este sistema esté en equilibrio y que las operaciones se efectúen
en forma armoniosa, complementaria y eficaz, la comunicación en-
tre los compañeros debe ser constante y tratar sobre estos diferentes
elementos.
Así, por ejemplo, con los compañeros de un equipo de readap-
tación el educador debe comunicar sus observaciones a sus colegas
que interactúan también con este mismo joven. Este intercambio de
observaciones le permitirá validar lo que ellos han observado y en
algunos casos precisar los objetivos comunes de observaciones fu-
turas.
Comunicación Observaciones
Comunicación Evaluación
218
Comunicar: entre la reflexión y la intervención
Comunicación Planificación
Comunicación Organización
Comunicación Observación
Utilización
219
Jacques Dionne / Marina Alarcón Espinoza
220
Comunicar: entre la reflexión y la intervención
iÝ>VÌ>ÃÊÞÊV>À>ÃÊ>ÊÃÕÃÊV«>iÀÃÊÌ>ÌÊÀ>iÌiÊVÊ«ÀÊiÃVÀÌ°Ê
Esto demanda de su parte una búsqueda constante de mejoramiento
de su rigor profesional, y un cuidado de la verdad de lo que comu-
nica. Esto implica, entre otras cosas, conocer los propios prejuicios
y formas particulares de observar la realidad de cada uno, a fin de
procurar la mayor objetividad posible diferenciando entre los he-
chos sucedidos y las impresiones personales.
Un buen psicoeducador busca abrirse a los otros, tanto con los
jóvenes como con sus compañeros o miembros de su colectividad.
De manera más inmediata, en el seno de su equipo está abierto e
interesado por escuchar las observaciones y los puntos de vista de
sus colegas. Descubre y da importancia a la riqueza de la diversidad
de puntos de vista. Por el contrario, está más bien inquieto cuando
Ê
>ÞÊ?ÃʵÕiÊÕÊ«ÕÌÊ`iÊÛÃÌ>ʵÕiÊÃiÊiÝ«ÀiÃ>ÊiÊÕÊiµÕ«]ÊiÊ
relación a un joven, sobre todo si este punto de vista es negativo.
En un trabajo en equipo, según la calidad de la comunicación
en el seno de este equipo, se necesitará valor para sobrepasar las
dudas sobre sí mismo y acerca de los otros con el fin de atreverse a
hacer preguntas a sus colegas que podrían ayudar a la comprensión
del joven y sus intervenciones y podrían permitir una mejor comple-
mentariedad de sus acciones. En este sentido es muy importante ser
conscientes de lo que a cada uno le sucede con el joven, su situación,
y su historia; punto de partida que permitirá diferenciar entre lo que
realmente sucede al joven y lo que acontece con los integrantes del
equipo. Por ello es preciso conversar en equipo al respecto y ayudar-
se mutuamente en esta tarea de búsqueda de la mayor objetividad
posible y las mejores decisiones.
Algunas veces no será fácil, en situaciones de comunicación en
iµÕ«Ê Ê `Û`Õ>]Ê >ÌÀiÛiÀÃiÊ >Ê iÝ«ÀiÃ>ÀÊ >Ê ÌÀÊ Ê >Ê ÃÊ ÌÀÃÊ ÃÕÃÊ
acuerdos o sus desacuerdos. En los momentos de tensión en el seno
`iÊÕÊiµÕ«]ÊiÃÊ«ÀiVÃʵÕiÊiÊi`ÕV>`ÀÊÃiÊ>ÀÀiÃ}ÕiÊ>ÊiÝ«ÀiÃ>ÀÊV>-
ramente su acuerdo frente a la posición de un colega que le parece
que corresponde mejor a las necesidades del joven o, con mayor
À>â]ÊiÝ«ÀiÃ>ÀÊ>LiÀÌ>iÌiÊÃÕÊ`iÃ>VÕiÀ`ÊvÀiÌiÊ>Ê«ÃViÃʵÕiÊ
según él no corresponden a las necesidades del joven. En esto es
relevante diferenciar entre estar de acuerdo/desacuerdo con la per-
sona y estar de acuerdo/desacuerdo con las ideas que esta persona
iÝ«ÀiÃ>]Ê`iÊÃÊ`ÊVÊÃiÊ
>Ê`iÊ`viÀiV>ÀÊiÌÀiÊ>Êi«>Ì>Ê
221
Jacques Dionne / Marina Alarcón Espinoza
222
Comunicar: entre la reflexión y la intervención
Referencias
223
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Capítulo XII
225
Line LeBlanc / Andrés Reyes
ÃÊ«ÀÌ>ÌiÊiV>ÀÊ>µÕʵÕiÊ>ÊÀiyiÝÊjÌV>Ê}Õ>iÌiÊ
se apoya en criterios normativos, cuando llega el momento de hacer
un juicio moral y resolver dilemas. En todo caso, el lugar acordado
para los criterios normativos depende en gran medida de la predis-
posición ética de la persona. Los filósofos han propuesto dos grandes
«Ài`ëÃViÃÊjÌV>Ã]ÊÞ>ÊÃi>Ê«>À>Ê>Ê>«ÀÝ>VÊ`iÌ}V>ÊÞÊ
«>À>Ê>Ê`iÊÕÌÌ>ÀÃÊÀÃÞÌ
]Ê£nä®°Ê>Ê«ÀiÀ>Ê>«ÀÝ>VÊ
sostiene que las reglas a seguir producen necesariamente consecuen-
V>ÃÊ«ÃÌÛ>ÃÆÊÞÊ>ÊÃi}Õ`>Ê>«ÀÝ>VÊ«ÀiVâ>ÊiÊÀiV
>âÊ`iÊ>ÃÊ
reglas morales universales. En otros términos, la deontología pone
el acento en las obligaciones morales, mientras que el utilitarismo
valora la toma de decisión moral (Reynolds, 2006). En breve, la di-
ferencia entre estas dos ideologías éticas es que la primera se apoya
sobre valores absolutos y la segunda considera que los valores son
relativos.
Esas predisposiciones ideológicas diferentes pueden llevar a
divergencias de opinión cuando un grupo de personas evalúa un
acto que va en contra de las reglas establecidas. Por ejemplo, los
miembros de un equipo que han sido informados que un colega
va a conducir a un joven a la casa después del trabajo, a pesar de
la prohibición de esta práctica, no adoptarán necesariamente la
misma actitud. Algunos verán los pro y contra, considerando las
consecuencias, mientras que otros se van a adherir rigurosamente a
las reglas establecidas. Para complicar todo, la naturaleza de las re-
>ViÃʵÕiÊiÝÃÌiÊiÌÀiÊÃÊiLÀÃÊ`iÊÕÊiµÕ«ÊÛ>Ê>ÊÌiÀviÀÀÊ
con el ejercicio del juicio moral. Ciertas personas pueden sacar
partido de esta situación; y por el contrario, otros pueden vivir un
VyVÌÊ`iÊi>Ì>`Ê«ÀÊÕÊÃiÌiÌÊ`iÊ>ÃÌ>`°Ê
ÊiÊVÌiÝÌÊ
de intervención psicosocial, este cuestionamiento a propósito de lo
que está bien o mal, adecuado o inadecuado, justificado o injustifi-
cado, se vive cotidianamente. De este modo, es importante que los
interventores estén capacitados para reconocer su predisposición
ideológica y también sus intereses divergentes, presentes a menu-
do en situaciones de conflicto. Este capítulo tiene como objetivo
discutir sobre ética, proponiendo a los interventores fijarse cuatro
objetivos: 1) Domesticar la ética, 2) Desear lo mejor para las per-
sonas en dificultad, 3) Anticipar los juegos éticos de la «vivencia
compartida», y 4) Resolver los dilemas éticos.
226
La reflexión ética en la intervención
1. Domesticar la ética
>ÊÀiyiÝÊjÌV>ÊVÌ>Ê>ÊÃÊÌiÀÛiÌÀiÃÊ>Ê
>ViÀÊÕ>ÊÀiÌÀ>`>Ê
ÞÊ>ÊÀiyiÝ>ÀÊÃLÀiÊ>ÊiÀÊ>iÀ>Ê`iÊÃiÀÊÞÊ
>ViÀ]Ê«>ÀÌVÕ>ÀiÌiÊ
en circunstancias adversas. De todos modos, en ciertas situaciones,
el alcance ético es claramente perceptible, mientras que en otras,
el aspecto ético se nos escapa. Por ejemplo, unirse a un grupo de
interventores que habla negativamente de un joven y de su familia,
puede permitirnos ser aceptados por nuestros pares sin que tenga-
mos realmente conciencia que eso va en contra del respeto del sujeto
de atención. En otros casos, la presencia de una molestia va a incitar
>Ê>Ê«iÀÃ>Ê
>ViÀÊÕ>ÊÀiyiÝÊjÌV>°Ê*ÀÊii«]ÊÕÊÌiÀÛiÌÀÊ
µÕiÊ iÃÊ ÌiÃÌ}Ê `iÊ ÕÃÊ iÝViÃÛÊ `iÊ >Ê vÕiÀâ>Ê vÃV>Ê «ÀÊ «>ÀÌiÊ `iÊ ÕÊ
colega para dominar a un niño en crisis, puede preguntarse si él
debe denunciar o no a su colega. Otras situaciones pueden com-
prometer directamente nuestro interés, como es evitar denunciar los
actos reprochables de nuestro superior inmediato, por miedo a sufrir
las consecuencias. De este modo, la sensibilidad respecto a la ética
puede ayudarnos a responder más adecuadamente cuándo las situa-
ciones amenazan el interés del sujeto de atención, nuestra integridad
o aquella de los otros, y nos confrontan con nuestros valores.
Las situaciones moralmente cuestionables pueden implicar a
personas en dificultades, a sus más cercanos, a miembros de la co-
munidad, a colegas, a colaboradores, etc. Los interventores pueden
ser testigos o ser parte de ellas, directamente. En muchos casos, sería
más fácil cerrar los ojos... pero escoger actuar en función de princi-
«ÃÊjÌVÃ]Ê>Ê«iÃ>ÀÊ`iÊ>ÃÊiÝ}iV>ÃÊÞÊÃÊÀiÃ}ÃʵÕiÊiÃÊViÛ>]Ê
es afirmar nuestra consideración respecto a las personas en dificulta-
des, y así contribuir a promover las mejores prácticas. Sin embargo,
eso no se produce por sí solo. La pregunta que uno se hace aquí,
iÃ\Ê·VÊ«iÀÊiÊ>ViÌÊÃLÀiÊ>ÊjÌV>]ÊiÊÕÊVÌiÝÌÊ``iÊ>Ê
iÝ}iV>Ê`iÊ>ÊÌiÀÛiVÊ`i>Ê«VÊÌi«Ê«>À>Ê>ÊÀiyiݶÊ
Ê
ië>VÊÀiÃiÀÛ>`Ê>Ê>ÊjÌV>ÊiÊVÌiÝÌÊ`iÊÌiÀÛiVÊ«ÃVÃV>]Ê
es una elección que se planifica. En un primer momento, es impor-
tante adquirir conocimientos sobre los principios éticos, para luego
ÌiÌ>ÀÊ>«V>ÀÃÊiÊ>ÊÛ`>ÊVÌ`>>]ÊiÊÕÊVÌiÝÌÊ`iÊÌiÀÛi-
ción propicio para este camino.
227
Line LeBlanc / Andrés Reyes
228
La reflexión ética en la intervención
ÃÊLiÊVV`ʵÕiÊiÝÃÌiÊ`viÀiV>ÃÊ`Û`Õ>iÃÊiÊVÕ>ÌÊ
a la predisposición a actuar en concordancia con los valores éticos.
La distancia entre lo que uno cree, lo que dice creer y lo que hace
sobre la base de esta creencia, varía de una persona a otra. La com-
prensión del proceso psicológico asociado al desarrollo moral puede
ayudar a los interventores a fijar objetivos de orden moral. El mo-
delo de Rest (1986) propone un proceso psicológico en 4 etapas que
es útil para analizar la capacidad de cada uno de actuar de manera
ética:
Tabla 1
Etapas del desarrollo moral
y los objetivos de orden moral (Rest, 1986)
1. Sensibilidad moral: UÊ Reconocer que su acción puede ayudar
o dañar
2. Intención moral: UÊ Elegir la moral más que su propio
interés
3. Juicio moral UÊ Evaluar las diferentes alternativas
UÊ Tener la fuerza de carácter para ir
4. Carácter moral: hasta el final de su decisión moral
229
Line LeBlanc / Andrés Reyes
>`>ÊÛiâÊ?Ã]Ê>Ê`wV>VÊ`iÊÃÊVÌiÝÌÃÊÃV>iÃÊiÊÃÊ
cuales las personas en dificultad evolucionan, representa un fin de
intervención (Maughan, 2001). Se trata de mejorar la calidad del cli-
ma social de la familia, de la escuela y de la comunidad, suscitando
la adhesión de un grupo de personas, a valores y normas comunes
(Rutter, Maughan, Mortimore, Ouston y Smith,1979). La coheren-
cia de las acciones que se derivan de eso llega a ser una palanca de
intervención que permite compartir la responsabilidad de la adapta-
ción psicosocial entre las personas en dificultad y las personas de su
iÌÀ°ÊiÊiÃÌiÊ`]Ê>ÊjÌV>ÊiÛ>Ê>ÊÀiyiÝ>ÀÊÃLÀiÊiÊ`iÊ
de agrupamiento social (familia, institución, comunidad) que aspira-
mos a construir (Vidal, 2002).
En esta perspectiva, los administradores deben también cues-
tionarse sobre los valores y las normas que aseguran la calidad de
ÃÕÃÊÃiÀÛVðÊiÊiÃÌiÊ`]ÊÃÊiÃvÕiÀâÃÊVÃ>}À>`ÃÊ>Ê>ÊÀiyiÝÊ
jÌV>Ê iÊ >ÃÊ À}>â>ViÃÊ «Õi`iÊ VÌÀLÕÀÊ >Ê VÀi>ÀÊ ÕÊ VÌiÝÌÊ
propicio para la calidad de la intervención en las personas en dificul-
230
La reflexión ética en la intervención
231
Line LeBlanc / Andrés Reyes
UÊ >>Àâ>ÀÃiÊVÊ>ÃÊ«ÃÌÕÀ>ÃÊ`iÊ>ÊÃVi`>`]ʵÕiÊ>viVÌ>Ê
a las personas en dificultad;
UÊ Instaurar una estructura para la aplicación de estándares
clínicos, como discusiones y estudios de caso;
UÊ Tener una estructura para medir las consecuencias de las
decisiones conflictivas;
UÊ >VÌ>ÀÊiÊ>VViÃÊ>Ê>ÊVÃÕÌ>ÊVÕ>`Ê
>ÞÊ`i>ÃÊjÌVÃÆÊ
UÊ >>Àâ>ÀÃiÊ VÊ ÃÊ V`}ÃÊ `iÊ `iÌ}>Ê ÞÊ `iÊ ÌÀ>ÃÊ
disciplinas;
UÊ >>Àâ>ÀÃiÊVÊiÊvÕV>iÌÊ`iÊÕÊVÌjÊjÌV°
`i?ÃÊ`iÊiÃÌ>ÊÌ>Ài>Ê`iÊÀiyiÝÊÞÊ`iÊV«iÌiV>ÃÊiÊjÌV>]Ê
los interventores y los administradores deberían también ser capaces
de reconocer las faltas a la ética, con el fin de prevenirlas. Esas faltas
pueden reagruparse en tres categorías, ya sea la relación interper-
sonal con personas en dificultad, la intervención y la gestión de la
información. La Tabla 2 presenta algunos ejemplos de falta a la ética
que deberían ser objeto de medidas preventivas.
232
La reflexión ética en la intervención
Tabla 2
Las principales faltas a la ética
RELACIÓN INTERVENCIÓN ",
$
Otras que las profesio- Que tengan efectos nega- Quiebre de la confiden-
nales. tivos (iatrogénicos). ciabilidad.
Abuso de poder. Evaluación inadecuada >Ã>ÊÀi«ÀiÃiÌ>V°
Conflictos de interés. de la peligrosidad. Ausencia de un méto-
Manipulación. Utilización inadecuada do para consignar los
de herramientas de eva- datos.
luación.
Referencia tardía, con-
clusión muy rápida.
>Ê«ÀiÛiVÊ`iÊv>Ì>ÃÊ>Ê>ÊjÌV>ÊiÝ}iÊ«ÀÊ«>ÀÌiÊ`iÊÃÊÌiÀ-
ventores, lo siguiente:
1) conocer el código de deontología de su profesión y el có-
digo ético de su institución, 2) dar la información sobre nuestras
obligaciones éticas a las personas en dificultad, 3) establecer las
modalidades de la intervención (duración, frecuencia, modelo de
intervención, etc.), 4) redactar reportes que pueda leer la perso-
na y 5) dotarse de mecanismos de consulta (LeBlanc, 2001). Esas
diferentes medidas de prevención deberían necesariamente estar
integradas a la práctica profesional y ser objeto de evaluación sis-
temática. En efecto, la calidad de la relación y de la intervención
depende, en gran parte, de nuestra capacidad para evaluar los lími-
tes asociados a la práctica profesional. He aquí algunas preguntas
que hay que hacerse regularmente para evaluar en qué medida las
V`ViÃÊ`Û`Õ>iÃÊÞÊVÌiÝÌÕ>iÃÊÃÊ«À«V>ÃÊ«>À>Ê>ÊÀi>-
ción de ayuda:
233
Line LeBlanc / Andrés Reyes
234
La reflexión ética en la intervención
235
Line LeBlanc / Andrés Reyes
Tabla 3
Relación entre los valores, los actores,
las posturas y los dilemas
ACTOR POSTURAS
VALORES DILEMAS ÉTICOS
PRINCIPAL ÉTICAS
Autonomía/ justicia
Ej.: falta de tiempo para tra-
Persona en
Autonomía Cualidad o bajar la autonomía, con el
dificultad
cuantidad fin de intervenir con un ma-
yor número de personas
Benevolencia/ /autonomía
Ej: impedir la autonomía de
Benevolencia Interventor
Protección una persona con el fin de que
ella no se dañe
No malevolencia/ justicia
Interventor y Ej.: límites financieros y cri-
No malevo-
administra- Acceso a todos terios de selección que con-
lencia
dores tribuyen a restringir el acce-
so a los servicios
Justicia/ no malevolencia
Ej.: fijar anticipado el núme-
Administra- Intensidad de ro de encuentros por cliente,
Justicia
dores los servicios para equilibrar la relación
entre los antiguos y los nue-
vos
236
La reflexión ética en la intervención
Tabla 4
Método de resolución de un dilema ético
A Análisis Evaluar la situación;
237
Line LeBlanc / Andrés Reyes
Tabla 5
Método para tomar decisiones
Etapas de la toma de decisiones Preguntas
¿Cuáles son los aspectos éticos, legales y
1. Reconocer el problema
profesionales?
2. Identificar el dilema ético ¿Cuáles son los valores contradictorios?
3. Revisar el código de deontolo-
¿Qué informaciones buscar, acerca de
gía, el código de ética, las leyes, las
quién y de qué documentos?
políticas, los valores personales.
4. Considerar las acciones posibles
¿Cuáles son las opciones?
y plausibles
¿Cuáles son los riesgos por cada op-
5. Enumerar las consecuencias
ción ?
6. Elegir la decisión que parece ser
¿Cuáles son los efectos benéficos?
la mejor
ÊiÊwÊ`iÊ>Ýâ>ÀÊ>ÊÕÌâ>VÊ`iÊjÌ`Ê`iÊÀiÃÕVÊ
de dilema ético, conviene comprender la importancia de:
238
La reflexión ética en la intervención
Conclusión
239
Line LeBlanc / Andrés Reyes
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240
La reflexión ética en la intervención
241
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Cuarta Parte
Sistematización de experiencias
243
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Capítulo XIII
Las teorías
245
Jacques Dionne / Alba Zambrano
246
Intervención con adolescentes infractores de ley
247
Jacques Dionne / Alba Zambrano
248
Intervención con adolescentes infractores de ley
249
Jacques Dionne / Alba Zambrano
250
Intervención con adolescentes infractores de ley
251
Jacques Dionne / Alba Zambrano
1
Diseño que trabaja con dos grupos de estudio, uno de casos y otro de controles, man-
teniendo características similares en los sujetos en estudio, variando sólo en el grupo
caso la variable en el estudio: compromiso delictivo o problemas conductuales en el
estudio de niños.
2
Consistente en una entrevista en profundidad que permite elicitar las teorías implíci-
tas de los sujetos acerca de los tópicos en estudio confrontado focalizando y profun-
dizando aspectos relevantes. La técnica en términos muy generales consiste en con-
versar con el entrevistado en base a ciertos tópicos previamente definidos, intentando
Ãi}ÕÀÊÃÕÃÊÀiëÕiÃÌ>ÃÊ`iÊ>iÀ>Ê`iÊÀiÃV>Ì>ÀÊ>Ê?ÝÊÃÊiiiÌÃÊÀi>V>`ÃÊVÊ
sus representaciones sociales. Luego se conduce paulatinamente la entrevista hacia
aquellas zonas definidas como críticas (qué haría si le roban a él, por qué hay familias
pobres que no delinquen, etc.). Durante la realización de la entrevista el investigador
se plantea problemas, hace hipótesis, hace variar condiciones que entran en juego en
las respuestas y, finalmente, intenta controlar cada una de sus hipótesis en contacto
con las reacciones provocadas por la conversación (Piaget, 1978).
252
Intervención con adolescentes infractores de ley
ÃÊ iÃÌÕ`ÃÊ iÝ>>`ÃÊ `iÃÌ>V>Ê iÊ ÀÊ `iÊ >Ê v>>Ê iÊ >Ê
construcción de identidad de los jóvenes, y aun cuando las diferen-
cias familiares de los grupos casos y controles no corresponden a la
iÃÌÀÕVÌÕÀ>Êv>>ÀÊÊ>ÊVÌiÝÌÊÃV>]ÊiVVÊÞÊVÕÌÕÀ>ÊiʵÕiÊ
ellas se desarrollan, pueden identificarse algunas cuestiones cruciales
en la dinámica familiar que se relacionan con la presencia de con-
ducta delictiva en algunos jóvenes que van en la línea de los factores
de riesgo ya mencionados. Así destaca que la inconsistencia y falta
de claridad de las normas, la mala calidad de los vínculos afectivos,
y la falta o escasez de apoyo de figuras significativas, el rechazo y
estigmatización familiar parecen asociarse a nivel cualitativo con la
presencia de conducta delictiva.
>ÃÊ iÝ«iÀiV>ÃÊ Ìi«À>>ÃÊ `iÊ >ÌÀ>Ì]Ê i}}iV>]Ê >LÕÃÊ
ÃiÝÕ>]ÊÃi`Êv>VÌÀiÃÊ«ÀÌ>ÌiÃÊÞÊ`iÊ>Ì>Ê«ÀiÛ>iV>]ÊÊ`iÌiÀ-
nan por sí solas la posterior aparición de identidad delictiva, compro-
miso delictivo o transgresión a las leyes. Resultan factores de mayor
«iÃÊiÝ«V>ÌÛÊiÊiÃÌÊ`iÊ>vÀÌ>iÌÊ>ÊÛiÊV`ÕVÌÕ>ÊÞÊ`iÊ
construcción de significados) y la ausencia de figuras significativas que
pudiesen suplir roles que en la familia no logran cumplirse apropia-
`>iÌi°Ê
ÃÊ«ÀÌÕ]ÊÃÊiL>À}]ÊÃi>>ÀʵÕiÊiÃÌ>ÃÊiÝ«iÀiV>ÃÊÃiÊ
constituyen en factores de riesgo en la medida que sientan las bases
de una frágil construcción de identidad y escasa vinculación afectiva.
Una sólida vinculación afectiva, como ha sido indicado en la literatu-
À>]ÊiÃÊvÕ`>iÌ>Ê«>À>ʵÕiÊÃÊÃÊiÝ«iÀiÌiÊ>ÊÃiÃ>VÊ`iÊ
Vw>â>Ê L?ÃV>]Ê >Ê iÝ«iÀiV>Ê `iÊ ÃiÀÊ >Ìi``Ê ÞÊ iÌi``Ê iÊ ÃÕÃÊ
requerimientos, fundamento de la capacidad empática y base también
para la receptividad e incorporación de la normativa social.
De esta forma los niños y luego los jóvenes van construyendo
una representación de infravaloración y permutabilidad asociada a
la falta de control, lo que colaboraría en la búsqueda de otros refe-
rentes que lo acercan a la comisión de conductas desviadas. Otras
representaciones construidas a partir del intercambio con referentes
como los grupos de pares y con instituciones de control social por
las que transitan, van consolidando una identidad delictiva. Esto
determinaría que al minuto de ser los jóvenes casos entrevistados,
refieran representaciones fuertemente teñidas por valores y normas
propias del mundo del hampa y no sólo representaciones referencia-
les del grupo familiar (Zambrano, 1998).
253
Jacques Dionne / Alba Zambrano
254
Intervención con adolescentes infractores de ley
255
Jacques Dionne / Alba Zambrano
iÊiÃÊ«ÀiÃV`LiÊ}iiÀ>ÀÊVÌiÝÌÃÊi`ÕV>ÌÛÃÊiëiVwVÃÊV>«>-
ces de responder a esas particularidades.
iÊ>VÕiÀ`Ê>ÊÕÊVÕÌÊ`iÊÛiÃÌ}>ViÃÊÞÊiÝ«iÀiV>Ã]ÊiÃÊ
posible intervenir de manera eficaz para prevenir la delincuencia e
incluso conducir intervenciones de rehabilitación para modificar esas
ÌÀ>ÞiVÌÀ>ÃÊVÊÛiiÃʵÕiÊ«ÀiÃiÌ>ÊÕ>Ê`iVÕiV>ÊiÝ«ÃÛ>ÊÊ
persistente (Dionne y Cournoyer, 2006; Cournoyer y Dionne, 2007).
Las estrategias de prevención más eficaces son estrategias com-
plejas y específicas. Son complejas porque son multimodales; es de-
cir, que comprenden diferentes formas de acción sobre los diversos
factores de riesgo; y son específicas, porque tienen como objetivo la
prevención con ciertos jóvenes en particular, que han sido identifica-
dos con alto riesgo de dificultades de adaptación (Vitaro, Gagnon,
2002). De acuerdo a estos autores, las estrategias de prevención de-
ben ser multimodales, aplicarse con continuidad y ser diferenciales.
Multimodal significa una estrategia que incluye muchos elementos,
como un programa de intervenciones individuales, intervenciones
familiares, intervenciones en la escuela e intervenciones con la comu-
nidad. La continuidad significa que la acción será seguida durante
muchos años. La dimensión diferencial significa que las estrategias
y los programas de intervención serán adaptados al tipo de riesgos
de delincuencia que presenten los sujetos, foco de la intervención.
Un buen ejemplo de la dimensión multimodal y de la continuidad,
es el programa Fast Track (Conduct Problem Prevention Research
Group, 2002). Sabiendo que la trayectoria hacia la delincuencia per-
sistente comienza, en muchos casos, en la temprana infancia, este
programa de intervención ha iniciado su intervención multimodal
cuando estos niños estaban en el jardín infantil. El programa com-
prende acciones con el niño, con la familia y su escuela; y su ac-
ción es mantenida hasta que los alumnos llegan hasta la mitad de
su adolescencia o al término de la escuela secundaria. En todo caso,
cuando la prevención no se ha hecho o no ha funcionado, ¿es posible
intervenir en el plano de la readaptación?
256
Intervención con adolescentes infractores de ley
La readaptación en la comunidad
257
Jacques Dionne / Alba Zambrano
La readaptación en institución
258
Intervención con adolescentes infractores de ley
259
Jacques Dionne / Alba Zambrano
260
Intervención con adolescentes infractores de ley
261
Jacques Dionne / Alba Zambrano
262
Intervención con adolescentes infractores de ley
Experiencias en Chile
Ê
iÊiÝÃÌiÊÕÞÊ«VÃÊÀi«ÀÌiÃÊ>ViÀV>Ê`iÊiÝ«iÀiV>ÃÊiÊ
el ámbito de la rehabilitación con infractores, apenas algunas mono-
grafías acerca de algunos programas específicos de escasa difusión
que permiten evaluar algunos aspectos vinculados a la intervención.
ÊÌjÀÊ`iÊiÛ>Õ>ViÃÊÃÃÌi?ÌV>ÃÊ>ÊÌÀ>ÛjÃÊ`iÊÌi«ÊiÝÃÌiÊ
escasa evidencia.
Respondiendo a un proceso de adecuación legislativa a es-
tándares internacionales en materia de justicia penal adolescente,
en Chile durante el año 2007 se promulga la Ley Nº 20.084 sobre
responsabilidad penal adolescente, normativa que por primera vez
contempla en nuestra legislación a los adolescentes como sujetos de
derecho, responsables de sus actos, lo que constituye un avance de
relevancia en la protección de los derechos humanos de los niños
(as) y adolescentes que vulneren la ley penal, así como también un
ÀiVViÌÊiÝ«VÌÊ>ÊÃÕÊV`VÊ`iÊ«iÀÃ>ÃÊiÊVÀiViÌÊ
y desarrollo que requiere por tanto de un tratamiento ajustado a sus
necesidades.
La Ley Nº 20.084 establece la responsabilidad penal para los ado-
lescentes a partir de los 14 y hasta los 18 años de edad; contempla la
iÝÃÌiV>Ê`iÊÕÊÌÀLÕ>Ê`iÊ}>À>Ì>Ê«>À>Ê>Ãi}ÕÀ>ÀÊiÊ`iL`Ê«ÀViÃÊ
legal a los adolescentes; también contempla un amplio catálogo de san-
ciones que van desde aquellas privativas de libertad (para los delitos
de mayor gravedad) hasta aquellas en el medio libre (Chesta y Riffo,
2008).
Entre las sanciones no privativas de libertad se contemplan:
263
Jacques Dionne / Alba Zambrano
264
Intervención con adolescentes infractores de ley
265
Jacques Dionne / Alba Zambrano
Ê Õ>Ê vÀ>Ê `iÊ ÀiÃÛiÀÊ >Ê VÀiViÌiÊ V«i`>`Ê iÝ}`>Ê «ÀÊ
la intervención, y en un escenario que se percibe como incierto, se
opera en muchas ocasiones desde la contingencia, administrando la
crisis (Informe programa de mejoramiento continuo de competen-
cias laborales 1,", UAH, UAHC, 2007). Se aprecia un esfuerzo sos-
tenido en garantizar la seguridad estática (presencia de gendarme-
ría, centramiento en el control), pero poco respecto de la seguridad
dinámica, la que se relaciona con un modelo relacional que debería
favorecer un clima prosocial, ello es: normas claras, capacidad para
contener, preocupación por la equidad con el consiguiente esfuer-
zo para evitar luchas y abuso de poder, énfasis en los valores de la
VÛÛiV>]ÊÌ`ÊÊVÕ>ÊiÝ}iÊ>Ê«ÀiÃiV>Ê`iÊiµÕ«ÃÊV«iÌiÌiÃÊ
además de condiciones de arquitectura apropiadas a una labor edu-
cativa.
266
Intervención con adolescentes infractores de ley
267
Jacques Dionne / Alba Zambrano
268
Intervención con adolescentes infractores de ley
Conclusiones
269
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270
Intervención con adolescentes infractores de ley
Referencias
271
Jacques Dionne / Alba Zambrano
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Intervención con adolescentes infractores de ley
273
Jacques Dionne / Alba Zambrano
274
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Capítulo XIV
La intervención psicoeducativa
en el contexto intercultural
Cristián Altamirano, Gonzalo Bustamante, Tania Anguita
Antecedentes
275
Cristián Altamirano / Gonzalo Bustamante / Tania Anguita
ÝÃÌiÊÕV
>ÊVvÕÃÊiÊiÊÕÃÊ`iÊÃÊVVi«ÌÃÊÀiviÀ`ÃÊ>Ê
este tema. Para efectos del enfoque presentado, se entenderá por «et-
nia», «grupo étnico», «pueblos», «nación» como conceptos prácti-
camente sinónimos6°Ê`i?Ã]ÊiÊiÃÌiÊÌiÝÌÊ>«Þ>ÀiÃÊiÊ>?ÃÃÊ
en un tipo específico de grupo étnico que es el del pueblo mapuche.
Por grupo étnico se entenderá a una comunidad cuyos miem-
bros «comparten ciertas creencias, valores, hábitos, costumbres y
normas debido a un sustrato común»; además «se definen a sí mis-
6
Es importante entender que todo grupo humano étnico-culturalmente dife-
renciado puede ser entendido como grupo étnico, o pueblo o nación y no
sólo los Pueblos Indígenas.
276
La intervención psicoeducativa en el contexto intercultural
Descentración cultural
277
Cristián Altamirano / Gonzalo Bustamante / Tania Anguita
278
La intervención psicoeducativa en el contexto intercultural
Figura 1
El iceberg cultural como metáfora
del encuentro intercultural
279
Cristián Altamirano / Gonzalo Bustamante / Tania Anguita
7
La descripción de los pasos metodológicos están basados casi completamen-
te en Altamirano (1997), habiéndose realizado adaptaciones al medio local
en formaciones e intervenciones con comunidades mapuches sin modificar
lo esencial de la secuencia.
280
La intervención psicoeducativa en el contexto intercultural
8
Cohen-Emerique habla de «sociedades de acogida», ya que su enfoque se
orienta a responder al desafío en la intervención psicosocial a la población
}À>Ìi°ÊµÕ]ÊÃÊLiÊiÝÃÌiÊ>ëiVÌÃÊVÕiÃÊVÊiÊivµÕiÊÌiÀVÕ-
ÌÕÀ>ÊiÊVÌiÝÌÃÊ`iÊVÕ`>`iÃÊ`}i>Ã]Ê
>ÞʵÕiÊ
>ViÀÊ`ÃÌViÃÊÃi-
gún el tipo de relación intercultural que enfrentemos (inmigración o pueblos
indígenas).
281
Cristián Altamirano / Gonzalo Bustamante / Tania Anguita
282
La intervención psicoeducativa en el contexto intercultural
9
Es interesante que se señala frecuentemente en espacios de debate acerca de
la realidad mapuche el que el mapuche es intercultural, ya que vive en su
283
Cristián Altamirano / Gonzalo Bustamante / Tania Anguita
VÊiÊÊÞÊÃÕÊv>>ÊiÝ«iÀiÌ>Ê>ÃÊÀi>VViÃÊ`iÊÃÊ`i?ÃÊ
ante su devenir cultural o sus «marcas» culturales, va a permitir a
quienes intervienen formarse un cuadro más preciso de las presiones
culturales que vive el niño(a) y su familia para así desarrollar mejor
>ÊÌiÀÛiV°ÊiÊ>ÊÃ>Ê>iÀ>ÊiÃÊiViÃ>ÀÊiÝ«À>ÀÊVÊ>Ê
familia y la comunidad mapuche ve a la sociedad chilena occiden-
tal, y qué retroalimentación recibe el niño a este respecto. El niño
mapuche en biculturalidad debe desarrollar un PAD variado y que se
ajuste a lo que ofrecen los diversos medios culturales donde se evo-
lucionará. En el peor de los casos tanto la familia y su comunidad
le presentarán la sociedad chilena occidental negativamente, como
el entorno chileno occidental le presentará su comunidad mapuche
como igualmente negativa, restringiéndole los PEX (ver capítulo VII)
iÊÌ`ÃÊÃÕÃÊië>VÃÊ`iÊiÝÃÌiV>]ÊV«ÀiÌi`ÊÃÕÊ`iÃ>ÀÀ°Ê
µÕÊV>LiÊÃi>>ÀʵÕiÊ>ÊÃ>ÊiÝÃÌiV>ÊiÊiÊiµÕ«Ê`iÊ«iÀÃ-
nas de origen indígena, no asegura que ejerza un rol de mediación
intercultural, debido a que la persona indígena que ocupará un rol
de profesional o técnico en un equipo de intervención no necesaria-
mente va a tener un mandato (y los espacios y recursos para ello)
de mediador intercultural (es decir, de ayudar al resto del equipo a
comprender a la familia mapuche, o de traducir incluso lingüísti-
camente a la familia las indicaciones del apoyo familiar). Por otro
lado, una de las condiciones para un mediador intercultural es el
de ser reconocido tanto por la colectividad como por la familia –en
este caso– como ocupando una posición de autoridad cultural, pero
este no es necesariamente el caso de un profesional o técnico en la
intervención psicosocial.
Por otro lado, la utilización de un mediador intercultural, en el
escenario de la intervención psicosocial, requiere del cumplimiento
284
La intervención psicoeducativa en el contexto intercultural
10
Ê
ÃÌ>Ê«>ÀÌiÊ`iÊÌiÝÌÊ
>ÊÃ`Ê>«ÀÌ>`>Ê«ÀÊ/>>Ê}ÕÌ>ÊÞÊ>ViÊ`iÊÃÕÃÊÀi-
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ÃÊLÀiÃÊÞÊ>«i`ÃʵÕiÊ>«>ÀiViÊiÊiÃÌ>Ê«>ÀÌiÊ`iÊÌiÝÌÊÃÊ`ÃÌÌÃÊ>Ê
de las personas reales.
285
Cristián Altamirano / Gonzalo Bustamante / Tania Anguita
286
La intervención psicoeducativa en el contexto intercultural
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Cristián Altamirano / Gonzalo Bustamante / Tania Anguita
288
La intervención psicoeducativa en el contexto intercultural
Referencias
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Cristián Altamirano / Gonzalo Bustamante / Tania Anguita
290
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Capítulo XV
Intervención psicoeducativa
en maltrato infantil
Marina Alarcón Espinoza, Gabriela Córdova Arroyo
291
Marina Alarcón Espinoza / Gabriela Córdova Arroyo
292
Intervención psicoeducativa en maltrato infantil
ÌÀ>Õ?ÌV>Ã]ʵÕiÊÕV
>ÃÊÛiViÃÊÀiÃÕÌ>ÊiÝ«iÀÃÊ>ÊÕiÛ>ÃÊvÀ>ÃÊ
de malos tratos y/o resultan ser autodestructivos (Barudy, 1999).
Desde la perspectiva de las consecuencias en la víctima, se ha in-
vestigado el impacto sobre las funciones cognitivas, emocionales y
sociales del niño, enmarcándolas bajo el cuadro de Trastorno de
Estrés Postraumático.
Se ha puesto en evidencia el hecho que la negligencia y el mal-
trato tengan origen en sistemas familiares en los cuales la parentali-
zación de los hijos por parte de las familias de origen (primera gene-
ración, abuelos) no se agota con el matrimonio de los hijos, sino que
continúa actuando activamente, estimulando en la segunda gene-
ración comportamientos inadecuados por parte de los padres. Esto
confirmaría que el maltrato es un fenómeno reiterativo que puede
desarrollarse de generación en generación y que justamente por eso
es necesario interrumpir (Cirillo y Di Blasio, 1988).
Barudy (1999) señala que el maltrato surgiría en una familia
cada vez que esta no es capaz de asegurar condiciones de familiari-
dad sanas, y esto puede deberse a la presencia de crisis significativas
iÊ>Êv>>]ÊÊLi]ÊVÊiÝ«ÀiÃÊ`iÊv>>ÃÊÌÀ>Ã}iiÀ>V>-
mente perturbadas. A nivel de la estructura de las familias produc-
toras de maltrato, el autor señala: carencias relacionadas con las
funciones maternante y paternante, trastornos relacionados con la
organización jerárquica de la familia y trastornos de los intercam-
bios entre la familia y el entorno.
Entonces, desde un nivel familiar, el maltrato infantil surge
como un riesgo en las tempranas etapas de la vida de la persona de
limitación seria y significativa sobre su futuro desempeño como una
persona adulta socialmente madura y responsable, de ahí la necesi-
dad de intervención temprana y eficaz sobre las personas involucra-
das en el desarrollo del niño, así como del niño mismo; y desde otra
dimensión, el maltrato infantil surge y se produce en un sistema en
que sus componentes son interdependientes y en que se influyen mu-
tuamente, por lo que la intervención debe ir orientada sobre aquellos
miembros que se identifiquen como más relevantes para asegurar el
logro de condiciones de seguridad, protección y orientación adecua-
da en el desarrollo del niño, niña y/o adolescente.
293
Marina Alarcón Espinoza / Gabriela Córdova Arroyo
iw`ÊiÊ>ÌÀ>Ì]Ê>ÊÀi«>À>VÊÊÀiÃ}wV>VÊ`iÊ>ÃÊiÝ-
periencias abusivas, corresponderá a un proceso complejo de re-
construcción en la identidad del niño/a, que implica la elaboración
`iÊÕ>ÊiÝ«iÀiV>ÊÌÀ>Õ?ÌV>°Ê
ÃÌiÊ«ÀViÃÊiÃÌ>À>Êi`>Ìâ>`]ÊiÊ
parte, por un conjunto de acciones ejecutadas por diversos agentes,
que orientados a distintos objetivos y niveles de actuación permiten
µÕiÊiÊÊÀiVÃÌÀÕÞ>ÊÞÊvÀÌ>iâV>ÊÕ>ÊiÝÃÌiV>ʵÕiÊ«iÀÌ>ÊiÊ
desarrollo de sus potencialidades sin las restricciones derivadas de
las situaciones de maltrato (Arruabarrena y De Paul, 1999).
iÌÀÊ`iÊ>ÊiÝ«iÀiV>ÊiÛ>`>Ê>ÊV>LÊ«ÀÊiÊ*ÀÞiVÌÊ`iÊÌi-
ción y Reparación del Maltrato Infantil Grave (Proyecto Esperanza de
Niño 2000), se realiza en tres ejes. El primero, su objetivo es interrum-
«ÀÊÞÊv>ÛÀiViÀÊ>ÊV«ÀiÃÊ`iÊ>ÌÀ>ÌÊiÊiÊVÌiÝÌÊiʵÕiÊÃiÊ
`iÃ>ÀÀ>]ÊiÝVÕ«>Lâ>`Ê>ÊÉ>Ê`iÊ>ÊÃÌÕ>VʵÕiÊÊ>viVÌ>°
En un segundo eje, se aborda la reconstrucción de la identidad
del niño y sus vínculos familiares, reforzando los vínculos más sa-
nos, interviniendo sobre los más disfuncionales y/o discontinuando
los más nocivos. Junto con lo anterior, se busca el reconocimiento
de sus capacidades y recursos resilientes que le han permitido y le
permitirán hacer frente a la vida.
>iÌiÊ ÃiÊ vV>â>Ê >Ê ÌiÀÛiVÊ iÊ >Ê Ìi}À>VÊ `iÊ
niño/a a su medio ambiente, desarrollando potencialidades, logran-
do un estado de armonía consigo mismo y con su entorno y facili-
tando con ello el proceso de independencia del equipo tratante.
En lo anterior, es importante reconocer que los procesos de re-
«>À>VÊ ÃÊ >À}Ã]Ê iÝVi`i`Ê iÊ >ÀVÊ Ìi«À>Ê `iÊ Õ>Ê ÌiÀ-
vención especializada y que requieren de la conjugación de diversos
v>VÌÀiÃÊ«>À>ʵÕiÊÃi>ÊiÝÌÃ>°ÊÃ]Ê«ÀÊii«]Ê`iLiÊVVÕÀÀÀÊÃÊ
recursos personales del niño, la capacidad de la familia o entorno
significativo de apoyar y protegerlo. Además de generarse mejoras
concretas en el ambiente psicológico, social y material que lo rodea.
En definitiva, se trata de que el niño además de vivir un proceso de
ÀiÃ}wV>VÊÞÊi>LÀ>VÊ`iÊ>ÃÊiÝ«iÀiV>ÃÊ>ÃV>`>ÃÊ>Ê>ÊÃÌÕ>-
ción abusiva, debe fortalecer recursos y habilidades que le permitan
`iëi}>ÀÃiÊ`iÊ>ÊiÝ«iÀiV>Ê`iÊ>LÕÃÊÌi}À?`>ÊVÊÕ>ÊiÝ-
periencia con significado al resto de su marco vivencial.
294
Intervención psicoeducativa en maltrato infantil
295
Marina Alarcón Espinoza / Gabriela Córdova Arroyo
La intervención psicoeducativa
y su aporte en el abordaje del maltrato infantil
296
Intervención psicoeducativa en maltrato infantil
>â>ÀÊ Ì>ÌÊ ÃÊ VÌiÝÌÃÊ `iÊ Û`>Ê VÊ ÃÊ `iÊ >Ê ÌiÀÛiV°Ê
Desde esta filosofía se inspira la intervención, la concepción de sí
mismo del interventor, en la intervención del niño/a y su familia. Lo
anterior, orienta en la necesidad de encontrar una metodología per-
tinente a cada individuo buscando fortalecer el compromiso por el
cambio y enfatizando la riqueza de lo vivido compartido por sobre
la realización de acciones y actividades en sí mismas (Gendreau et
al., 2001).
Este saber aquí planteado, si bien ha de conocer de aspectos es-
pecíficos del maltrato, también ha de está basado en un saber gene-
ral, pues el vínculo establecido implicará un trabajo con una persona
integralmente, más allá de su carácter de víctima de malos tratos. El
saber del interventor más que poner la patología en un primer lugar
ha de colocarla en el lugar que le corresponda, que siempre será me-
nos relevante que el individuo en sí mismo (Gendreau et al., 2001),
a fin de no confundir las dificultades del ser con aquellas vinculadas
a patologías.
El saber del interventor desde la psicoeducación, será siempre
un saber abierto a nuevos conocimientos, en el entendido que no
iÝÃÌiÊÕ>ÊÌiÀ>ÊÖV>ʵÕiÊ`jÊÀiëÕiÃÌ>ÃÊ>ÊÌ`>ÃÊ>ÃÊV«i`>`iÃÊ
del ser humano y que además estas complejidades están en perma-
nente evolución.
En este proceso de saber el interventor desde la perspectiva
psicoeducativa deberá hacer una síntesis que le permita hacer una
elección lo más racional posible de lo que considera más útil para el
iiÀVVÊ`iÊÃÕÊwV]ÊÀiëiÌ>`ÊÃÕÃÊiÝ«iÀiV>Ã]Ê>ÃÊ`iÊÃÕÊViÌi>Ê
y las características de su medio de intervención. De este modo, des-
cubrirán que su esfuerzo por profundizar en el sentido de su acción,
es precisamente lo que le da a esta acción verdadero sentido (Gen-
dreau et al., 2001).
Esto nos plantea el desafío de realizar una síntesis entre la teo-
ría y la práctica y con ello destacar el saber hacer, necesario en la
intervención en maltrato infantil. El saber hacer se refiere al modo
operativo concreto con el cual se intervendrá desde la mirada psi-
coeducativa. Se refiere a estar atento a las necesidades del niño/a o
adolescente, siendo capaz de ofrecer a este actividades apropiadas a
sus requerimientos y nivel de desarrollo, propiciando sobre todo en
casos de maltrato infantil que los niños se ubiquen dentro de lo que
297
Marina Alarcón Espinoza / Gabriela Córdova Arroyo
298
Intervención psicoeducativa en maltrato infantil
299
Marina Alarcón Espinoza / Gabriela Córdova Arroyo
300
Intervención psicoeducativa en maltrato infantil
301
Marina Alarcón Espinoza / Gabriela Córdova Arroyo
Referencias
302
Intervención psicoeducativa en maltrato infantil
303
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Capítulo XVI
La intervención psicoeducativa
en niños que presentan un trastorno
generalizado del desarrollo (TGD)
Paméla-Andrée Nérette, Paula Alarcón Bañares
11
PJDA\Ê*ÀÞiVÌÊ`iÊ
>LÀ>VÊiÌÀiÊ>Ê1ÛiÀÃ`>`Ê`iÊ>ÊÀÌiÀ>]ÊÞÊ>Ê
Universidad de Québec, para el fortalecimiento de las capacidades de inter-
vención de niños y jóvenes con problemas de adaptación de la Araucanía.
Se agradece en forma especial la colaboración de Claudia Huiaquián Billeke
y Vanesa Isla Luca en la profundización y estudio de TGD, desarrollado a tra-
vés de su tesis de Maestría del Departamento de Psicología de la Universidad
`iÊ>ÊÀÌiÀ>]Ê
i°Ê
305
Paméla-Andrée Nérette / Paula Alarcón Bañares
Manifestaciones clínicas
La comunicación y el lenguaje
En los niños que presentan un TGD, la adquisición de las habilidades
del lenguaje se caracteriza a menudo por su retraso. Esto constituye también
la principal preocupación de los padres. Los intentos por compensar el len-
guaje verbal, a través de otros modos de comunicación (mímica, gestos), son
Ì>LjÊ`iwVÌ>ÀÃ]ÊÌ?`ÃiÊ>ÊVÕV>VÊiÊÌ`>ÊÃÕÊiÝÌið
Algunos niños son no verbales, para ellos las estrategias de comu-
nicación no verbales (gestos, imágenes) compensan la ausencia de lengua-
je. Estas representan los prerrequisitos para la comunicación verbal. Otros
niños desarrollan tardíamente la utilización de palabras aisladas, palabras
combinadas, luego las frases. Algunos desarrollan un lenguaje atípico, utili-
zando rápidamente frases complejas, mientras que su lenguaje anterior era
limitado. A menudo se notan particularidades en la utilización del lenguaje:
repetición de palabras o frases en ecolalia inmediata y retardada, utilización
estereotipada y repetitiva de palabras y de frases, siendo, la entonación, el
volumen y ritmo de la voz frecuentemente atípicos.
306
La intervención psicoeducativa en niños
En los niños que dominan suficientemente el lenguaje, puede ser difícil ini-
ciar o mantener intercambios verbales o presentar sentido de reciprocidad a
nivel de la conversación.
La interacción social
En los niños que presentan TGD, las interacciones sociales se caracterizan
por una alteración de los comportamientos no verbales que acompañan los
intercambios. El contacto visual es atípico: ausente, breve o poco sostenido,
o más aún insuficientemente modulado. Las mímicas, los gestos, las posturas
VÀ«À>iÃÊÞÊ>ÊiÝ«ÀiÃÊ`iÊiViÃÊÃÊÌ>`ÃÊÞÊ«VÊ`À}`ÃÊ
>V>Ê
iÊÌiÀVÕÌÀ°Ê
Ê>viVÌÊiÝ«ÀiÃÊ`iÊ>ÃÊiViîÊiÃÊiÕÌÀÊÊiÝ>}iÀ>`°Ê
Al niño le puede gustar la presencia de otros niños pero tiene dificultad para
establecer relaciones con ellos. Los menores tienden a divertirse solos, y las
capacidades de imitación espontáneas están disminuidas para su edad. Sus
habilidades sociales son deficientes. Por ejemplo, se introducirán en forma in-
apropiada en el juego de sus pares o se alejarán inesperadamente del grupo.
Las manifestaciones para compartir el placer son menores de lo espe-
À>`]ÊÃÊiL>À}ÊiÝÃÌiÊÕ>Ê}À>ÊÛ>À>L`>`Ê`iÊÕÊÊ>ÊÌÀ°Ê
ÊiÊ?ÃÊ
pequeño, la atención compartida puede estar ausente. El niño no apunta con
el dedo para designar un objeto o una situación que le interesa. Está poco
ÌiÀiÃ>`ÊiÊÌ>ÀÊ>ÊV>ÌÛ>]ÊVÊiÊwÊ`iÊ>viÃÌ>ÀÊÃÕÃÊ`iÃiÃÊÊjÝÌðÊ
Sin embargo, la atención compartida aparece más tardíamente. Se observará
que al niño le falta reciprocidad en el intercambio, las iniciativas están res-
tringidas a sus intereses particulares o más aún no se interesa lo suficiente en
el otro. Presentará una reciprocidad social y emocionalmente limitada. El in-
tercambio o la conversación giran alrededor de sus preocupaciones y temas
de interés. El afecto del otro, particularmente en el plano de las emociones
complejas, es difícilmente percibido y decodificado y por consiguiente por
rebote, el ajuste con el otro se ve afectado.
307
Paméla-Andrée Nérette / Paula Alarcón Bañares
Herramientas diagnósticas
308
La intervención psicoeducativa en niños
12
(Autism Diagnostic Observation Schedule-Generic) (Lord, Rutter, Goude,
iiÃLiÀ}i]ÊÀ`>]Ê>Ü
`]Ê-V
«iÀ]Ê£n®°Ê
13
Ê ÕÌÃÊ>}ÃÌVÊÌiÀÛiÜ,iÛÃi`®]ÊiVÕÌiÀ]Ê,ÕÌÌiÀ]ÊÀ`]Ê,Ã]Ê,L-
ertson, Holgrafer, McLennan, 1989; Lord, Storoschuck, Rutter, Pickles,
1993).
14
Childhood Autism Rating Scale.
15
Social Reciprocity Scale.
16
Children`s Communication Checklist.
309
Paméla-Andrée Nérette / Paula Alarcón Bañares
17
TEA. Trastorno de Especto Autista.
310
La intervención psicoeducativa en niños
311
Paméla-Andrée Nérette / Paula Alarcón Bañares
18
Hospital pediátrico universitario para niños de la región de Montreal, reco-
nocido como el más importante en Québec.
312
La intervención psicoeducativa en niños
apuntan a los niños autistas sin deficiencia intelectual son aún insu-
ficientes, y no muy específicos (Boisjoly et al., 2001).
Desde este enfoque, y en el marco del proyecto PJDA, se diseñó
e implementó en Temuco, Chile, un programa de intervención pi-
loto basado en imágenes y en el enfoque de la psicoeducación PIBI,
(Huaiquian, 2008) a través de 23 sesiones semiestructuradas, con
niños TGD. Para participar en este programa los niños debían cum-
plir con los siguientes requisitos: (a) consentimiento informado por
los padres, (b) no estar asistiendo a talleres paralelos, (c) asistir a
un mínimo de 21 sesiones de las 23 programadas, (d) edad entre 3
y 8 años. El programa se aplicó en un total de 30 horas de interven-
ción directa, en 8 módulos temáticos, en las sesiones se reiteró un
orden de rutinas las que variaron de acuerdo al objetivo buscado en
cada módulo. Los elementos que fueron considerados en la inter-
vención psicoeducacional fueron: apoyo visual a través de imágenes,
>LiÌiÊ À}>â>`]Ê iÃÌÀÕVÌÕÀ>VÊ `iÊ >Ê Ã>>]Ê VÌiÝÌÕ>â>V]Ê
estructuración del tiempo, adaptación a las motivaciones del niño,
alternativas comunicativas que optimizaban las contingencias natu-
rales, y estrategias educativas específicas adaptadas a las necesidades
educativas individuales de cada niño. Los resultados obtenidos son
alentadores, al evaluar en un lapso de 10 semanas, antes y después
del PIBI, se evidencia una disminución significativa de la sintomatolo-
gía en el total del Trastorno de Espectro AutistaÊ{{]Ç{Ó]nÊ«ä]äx®°Ê
Además se evidencia un impacto estadísticamente significativo en las
dimensiones de anticipaciónÊ£Ó]Ó££]ÎÊIÊ«Êä]äx®ÊÞÊrelación social
£ä]ÎÊ]Ó]ÊIÊ«ä]äx®°Ê
Ê{{]{ʯ`iÊ>ÊÕiÃÌÀ>Ê`iÊÃÊTGDÊiÝ«iÀ-
mentaron una variación en TEA, después del programa (Huaiquián,
2008).
La realidad detectada en Chile muestra que se hacen esfuer-
zos considerables para promover el desarrollo de los niños TGD,
principalmente protegiendo sus derechos y mejorando la calidad
en los cuidados. Sin embargo, se necesitará aún más tiempo para
que estos esfuerzos se organicen al mismo nivel que los niños con-
siderados discapacitados mentales o físicos. Establecer el número
de niños que presentan TGD en Chile no es fácil, ya que no hay
estudios en el Ministerio de Educación o de Salud orientados a esti-
mar su prevalencia, así como estrategias de intervención educativas
especializadas.
313
Paméla-Andrée Nérette / Paula Alarcón Bañares
314
La intervención psicoeducativa en niños
La intervención psicoeducativa
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Paméla-Andrée Nérette / Paula Alarcón Bañares
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La intervención psicoeducativa en niños
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Paméla-Andrée Nérette / Paula Alarcón Bañares
Esquema 1
Horario ideado a partir de pictogramas
318
La intervención psicoeducativa en niños
(b) Comunicación
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La intervención psicoeducativa en niños
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La intervención psicoeducativa en niños
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Paméla-Andrée Nérette / Paula Alarcón Bañares
Conclusión y recomendaciones
324
La intervención psicoeducativa en niños
Referencias
>À«
>ÕÃÌÞ]Ê°ÆÊ
>À«iÌiÀ]Ê°ÆÊV]Ê°ÊÞÊiiÌ]Ê°ÊÓääÓ®°Ê1Ã}Ê
325
Paméla-Andrée Nérette / Paula Alarcón Bañares
326
La intervención psicoeducativa en niños
327
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Capítulo XVII
Intervención psicoeducativa
en salud mental
Line LeBlanc, Marina Alarcón Espinoza
329
Line LeBlanc / Marina Alarcón Espinoza
330
Intervención psicoeducativa en salud mental
Los sujetos
331
Line LeBlanc / Marina Alarcón Espinoza
332
Intervención psicoeducativa en salud mental
Objetivos
333
Line LeBlanc / Marina Alarcón Espinoza
334
Intervención psicoeducativa en salud mental
>Ê>«ÀÝ>VÊ`iÊÀi
>LÌ>VʫõÕ?ÌÀV>Ê«À«iÊ>ÊÃÊ
interventores un proceso que tiene como fin evaluar, planificar e in-
tervenir, por medio de entrevistas individuales, de instrumentos de
medición, de planes de intervención y de programas de enseñanza de
habilidades de la persona y de su entorno. La Tabla 1 presenta una
síntesis de la metodología.
Tabla 1
Síntesis de la metodología
EVALUACIÓN *
$ INTERVENCIÓN
1. Disposición y UÊ Enseñanza directa de
UÊ Planificación del
proyecto habilidades Programa-
desarrollo de habi-
ción del uso de habili-
lidades
Ó°ÊÕV>iÌÊ dades
UÊ Coordinación de recur-
UÊ Planificación del
sos
3. Recursos desarrollo de re-
UÊ Modificación de recur-
cursos
sos
Evaluación
335
Line LeBlanc / Marina Alarcón Espinoza
Los recursos
336
Intervención psicoeducativa en salud mental
UÊ ·+ÕjÊ«iÀÃ>ÃÊ«Õi`iÊVÌÀLÕÀÊ>ÊjÝÌÊ`iÊÛÕiÃÌÀÊ«À
+ÕjÊ«iÀÃ>ÃÊ«Õi`iÊVÌÀLÕÀÊ>ÊjÝÌÊ`iÊÛÕiÃÌÀÊ«À-
yecto?
UÊ ¿De qué tipo de asistencia usted tiene necesidad?
UÊ ¿Qué espacios serán útiles?
UÊ ¿Qué objetos/herramientas serán útiles para el objetivo de
vuestro proyecto?
UÊ ¿Qué actividades pueden ayudar a alcanzar el objetivo de
vuestro proyecto?
UÊ ¿Cuáles son los obstáculos para alcanzar los objetivos de
vuestro proyecto?
Planificación
Intervención
337
Line LeBlanc / Marina Alarcón Espinoza
1.
Ý«V>ÀÊiÊvÕ`>iÌʵÕiÊÃÕLÞ>ViÊiÊ>«Ài`â>iÊ`iÊiÃÌ>Ê
habilidad,
2. Mostrar la habilidad con la ayuda de juego de roles,
3. Hacer un ejercicio donde el cliente juegue el rol,
4. Dar retroalimentación,
5. >ViÀÊ«À>VÌV>ÀÊ>Ê
>L`>`ÊiÊVÌiÝÌÊ`iÊ>«Ài`â>i]
6. Dar tareas para la práctica de situaciones reales.
ÝÃÌiÊ«À}À>>ÃÊ`iÊ`iÃ>ÀÀÊ`iÊ
>L`>`iÃʵÕiÊv>VÌ>Ê
el trabajo de los interventores. Por ejemplo, Liberman, DeRisi y
Mueser (1989) proponen un programa por módulos para el desa-
rrollo de habilidades sociales. Los programas de reestructuración
V}ÌÛ>]Ê ÃÊ }Õ>iÌiÊ ÕÌâ>`ÃÊ «>À>Ê iÀ>ÀÊ >Ê yiÝL`>`Ê
cognitiva de las personas afectadas de paranoia (Penn y Mueser,
1996).
El tiempo y el espacio
338
Intervención psicoeducativa en salud mental
El sistema de responsabilidad
La evaluación postsituacional
339
Line LeBlanc / Marina Alarcón Espinoza
Los conocimientos
340
Intervención psicoeducativa en salud mental
Las habilidades
341
Line LeBlanc / Marina Alarcón Espinoza
342
Intervención psicoeducativa en salud mental
La pertinencia de la aplicación
de la rehabilitación psiquiátrica en Chile
343
Line LeBlanc / Marina Alarcón Espinoza
344
Intervención psicoeducativa en salud mental
Referencias
345
Line LeBlanc / Marina Alarcón Espinoza
346
Intervención psicoeducativa en salud mental
Capítulo XVIII
Intervención en drogadicción
Andrés Reyes, Hardy Muller, Diane Bidégaré
1
Estudios desarrollados desde el año 1994 a la fecha, desde el Consejo Na-
cional de Control de Estupefacientes (CONACE) tanto en población gene-
ral (Estudios Años 1994, 1996,1998, 2000, 2002, 2004, 2006) y junto al
Ministerio de Educación (MINEDUC), con población escolar (Estudios años
2001, 2003, 2005).
347
Andrés Reyes / Hardy Muller / Diane Bidégaré
Conceptualización
348
Intervención en drogadicción
iÌÃÊiʵÕiÊiÃÌÃÊÃiÊ
>Ê>«ÀÝ>`Ê>Ê«ÀLi>°ÊÃÊ«ÕiÃ]ÊiÃÊ
necesario en primer lugar y sobre todo definir los términos utilizados
en el presente documento.
Una materia psicoactiva es una sustancia que, debido a su ac-
ción sobre el sistema nervioso central, modifica las sensaciones, las
percepciones y la conciencia, implicando una alteración del funcio-
namiento intelectual y comportamental del individuo consumidor,
el humor alcanzado, el juicio y el control social, así como distintas
funciones fisiológicas. La naturaleza de la acción de las SPA sobre el
sistema nervioso central, a menudo ha servido para clasificarlos en
tres grandes categorías: los depresores, los estimulantes y los pertur-
badores. Debido a sus efectos particulares, se distinguen cada vez
más, dos categorías suplementarias: los medicamentos psicoterapéu-
ticos (antipsicóticos, antidepresores y estabilizadores del humor) y
los productos de síntesis (esteroides).
El hecho que una sustancia sea legal o no, tiene que ver con
consideraciones culturales, políticas y económicas y no con su ni-
vel de peligrosidad. En la sociedad norteamericana, la cafeína, la
nicotina, el alcohol, los medicamentos prescritos (principalmente
ansiolíticos y analgésicos) así como algunas sustancias de síntesis,
son legales al igual que en nuestra realidad nacional. Por el contra-
rio, el cannabis y otros alucinógenos, la cocaína y la heroína son
ilegales. El lenguaje popular hace referencia a la palabra «drogas»
para designar estas últimas sustancias. En el desarrollo de este ca-
pítulo, utilizaremos el término «sustancias psicoactivas» que evita
toda referencia a un juicio moral o social y que engloba el conjun-
to de las sustancias psicotrópicas, independiente de su condición
legal.
Ningún factor tomado aisladamente es necesario ni suficiente
para causar la aparición de una dependencia de PSA; esta es la razón
«ÀÊ >Ê µÕiÊ ÃiÊ
>L>Ê `iÊ ÕÊ viiÊ ÕÌv>VÌÀ>°Ê *>À>Ê >«ÀÝ-
marnos al universo de la persona dependiente, es necesario tener en
cuenta de lo que está debajo de su consumo y del papel que desem-
peña la sustancia en su vida.
La dependencia de uno o más sustancias es un mecanismo que
se instala después de un período variable de consumo asiduo. Es un
fenómeno pluridimensional que puede tomar formas muy diferentes
de un consumidor a otro. Habitualmente progresiva, se acompaña
349
Andrés Reyes / Hardy Muller / Diane Bidégaré
350
Intervención en drogadicción
La especificidad de la adolescencia
351
Andrés Reyes / Hardy Muller / Diane Bidégaré
352
Intervención en drogadicción
353
Andrés Reyes / Hardy Muller / Diane Bidégaré
354
Intervención en drogadicción
ÌiÀÊ`iÊiÝ«À>ÀÊVÕiÃÌiÃÊ?ÃÊvÕ`>iÌ>iÃʵÕiÊÃÕLÞ>ViÊ>ÊÃÊ
«ÀLi>ÃÊ `iÊ >V
ÃÊ ÞÊ ÌÝV>>°Ê /iiÊ ÃiÌiÌÃÊ `iÊ
invencibilidad, la impresión de saberlo todo. Y finalmente tendencia
a minimizar los problemas que son graves.
De este modo entonces, lo que está en juego en la intervención
para los adolescentes se da sobre dos ejes de trabajo, la dinámica
de la dependencia y el enfoque del desarrollo. Respecto al primer
eje se recomienda favorecer una gestión adecuada del consumo o
su detención. Para el segundo eje, se sugiere favorecer el desarrollo
del conjunto de las tareas que son consustanciales a este período de
vida. ÃÊiÝ«iÀÌÃÊ«>ʵÕiÊ>ÊVÃ`>VÊ`iÊ>ÃÊV«iÌiV>ÃÊ
de afirmación así como el refuerzo del aprecio de sí, deben tenerse en
cuenta a fin de evitar o minimizar los impactos en su futuro. Se su-
giere una práctica orientada hacia las soluciones, divertida, creativa
y adaptado a la cultura, es decir considerando las particularidades
propias de este segmento etario.
Desde esta perspectiva es que concluimos que como se organi-
cen los diversos servicios que están orientados a los adolescentes es
un factor determinante sobre la retención de estos sujetos en trata-
miento, al respecto proponemos algunas modalidades a considerar
µÕiÊVÀiiÃÊÃÊvÕ`>iÌ>iÃÊ
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relación de ayuda:
355
Andrés Reyes / Hardy Muller / Diane Bidégaré
El proceso motivacional
356
Intervención en drogadicción
357
Andrés Reyes / Hardy Muller / Diane Bidégaré
Precontemplación
358
Intervención en drogadicción
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mayor riesgo de abandono de la conducta de cambio.
Contemplación
359
Andrés Reyes / Hardy Muller / Diane Bidégaré
La preparación
La acción
360
Intervención en drogadicción
El mantenimiento
361
Andrés Reyes / Hardy Muller / Diane Bidégaré
La integración
362
Intervención en drogadicción
Conclusiones e interrogantes
363
Andrés Reyes / Hardy Muller / Diane Bidégaré
364
Intervención en drogadicción
Referencias
365
Andrés Reyes / Hardy Muller / Diane Bidégaré
366
Intervención en drogadicción
Capítulo XIX
Formación en psicoeducación
Beatriz Paes-Gálvez
367
Beatriz Paes-Gálvez
368
Formación en psicoeducación
Contexto de la formación
369
Beatriz Paes-Gálvez
370
Formación en psicoeducación
>Ê1ÛiÀÃÌiÊ`ÕÊ+ÕiLiVÊÞÊ`iÊ>Ê1ÛiÀÃ`>`Ê`iÊ>ÊÀÌiÀ>Ê PJDA,
cuya formulación se basó en un diagnóstico amplio y participativo
con las instituciones, y sus resultados indicaron claramente la nece-
sidad de profesionalizar a los educadores de trato directo como un
elemento clave del mejoramiento de la calidad de los programas de
intervención con niños y jóvenes.
Así la carrera de Técnico en Psicoeducación es dictada por pri-
mera vez en el año 2004 por el Departamento de Psicología de la
1ÛiÀÃ`>`Ê `iÊ >Ê ÀÌiÀ>Ê VÊ ÕÊ *À}À>>Ê ViÌiÊ
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con una matrícula de 15 estudiantes. Al año siguiente, dadas las
limitaciones de infraestrucura y dificultades administrativas, la ca-
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cuya misión es «la formación de Técnicos de nivel superior recono-
cidos por su contribución al desarrollo del sector productivo y social
de la IX Región capaces de afrontar el entorno dinámico y con clara
vocación de servicio». La primera cohorte ingresada en el
/ estu-
vo formada por 30 estudiantes.
Al momento de escribir este capítulo, 16 estudiantes se han
titulado de la carrera de Técnico en Psicoeducación. La mayoría de
ellos están insertos en distintas áreas de trabajo, como rehabilitación
y tratamiento de drogadicción, reparacion de abuso y maltrato gra-
ve, reforzamiento de habilidades escolares, intervención con jóvenes
infractores de ley, entre otras. Todo indica que están las condiciones
de mercado laboral para poder recibir a estos titulados en distintas
funciones de atención a niños y jóvenes en riesgo psicosocial.
371
Beatriz Paes-Gálvez
iÝ«iÀÌÃÊiÊi`ÕV>V]ʵÕiiÃÊ>«ÀÌ>ÀÊÌ>ÌÊ>ÊVÌi`ÊVÊ
a la metodología del programa.
Una vez seleccionadas la totalidad de las asignaturas se esta-
bleció que un porcentaje de ellas debía corresponder a contenidos
referidos al Modelo de Intervención Psicoeducativa. Estos cursos se
basaron en el bachillerato de Psicoeducación de la Universidad de
Québec en Outaouais (UQO) y la pertinencia de cada uno de ellos
fue evaluada por el equipo con el fin de asegurarse la adecuación al
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i]Ê>ÃÊVÊ>ÊÛiÊ`iÊvÀ>VÊÌjVV>ÊÕÛiÀÃÌ>-
rio. Las asignaturas generales que no correspondían al modelo psi-
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los académicos del departamento de psicología, que participaban del
proyecto PJDA.
Durante el proceso de diseño curricular, el equipo PJDA contó
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el cual estaba a cargo del diseño y puesta en marcha del Centro de
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presentó al Ministerio de Educación para su aprobación. Este proce-
so duró varios meses y se debieron hacer varias revisiones y adecua-
ciones hasta ser finalmente aceptado por ese ministerio.
372
Formación en psicoeducación
Plan de estudios
373
Beatriz Paes-Gálvez
Tabla 1
Malla Curricular de Carrera
de Técnico de Nivel Superior en Psicoeducacion
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Ciclo vital Introducción a la psicoeducación
Caracterización psicológica del niño
Intervención con infractores de ley
y adolescente
>>Ê£ Intervención en drogadicción
Marco jurídico y social de la infan- Diversidad cultural y intervención
cia y juventud comunitaria
Habilidades personales Planificación de la IP
Habilidades de trabajo en equipo Relación de ayuda en la IP
Técnicas de animación grupal en la
`ÕV>VÊÞÊÀiÌ>VÊÃiÝÕ>
IP
Proceso de inadaptación social Intervención en situación de crisis
Violencia, abuso y maltrato Intervención con familias en riesgo
Tecnología de información y comu- Teoría y técnicas de observación del
nicación en la IP comportamiento en la IP
374
Formación en psicoeducación
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Beatriz Paes-Gálvez
20
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ÃÌiÊVVi«ÌÊiÃÊ>LÀ`>`ÊiÝÌiÃÛ>iÌiÊiÊiÊV>«ÌÕ-
lo IV.
376
Formación en psicoeducación
377
Beatriz Paes-Gálvez
378
Formación en psicoeducación
Conclusión
379
Beatriz Paes-Gálvez
Referencias
380
Formación en psicoeducación
381
Beatriz Paes-Gálvez
Anexo
Código de Ética de los estudiantes en práctica
382
Formación en psicoeducación
Actos derogatorios
383
Beatriz Paes-Gálvez
384
El desafío de la intervención psicosocial en Chile
Lista de Autores
385
María Beatriz Vizcarra / Jacques Dionne
386
María Beatriz Vizcarra / Jacques Dionne
Este libro
se terminó de imprimir
en los talleres digitales de RIL® editores
Teléfono: 225-4269 / ril@rileditores.com
Santiago de Chile, noviembre de 2008
388
María Beatriz Vizcarra / Jacques Dionne (editores)
El desafío de la intervención psicosocial en Chile