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Fisicoquímica
Índice
Presentación de la unidad…………………………………………………………………………3
Propósitos de la unidad……………………………………………………………………….…...4
Competencia específica………………………………………………………………………...…5
2. Leyes de la termodinámica…………………………………………………………………….5
2.1. Ley cero de la termodinámica……………………………………………………………….6
2.1.1. Variables intensivas y extensivas…………………………………………………………7
2.1.2. Tipos de sistemas y procesos……………………………………………………………..8
2.2. Primera ley de la termodinámica…………………………………………………………….9
2.2.1. Entalpía en sistemas biológicos…………………………………………………………12
2.2.2. Cambios de entalpía bajo diferentes condiciones……………………………………..14
2.3. Segunda Ley de la termodinámica………………………………………………………...15
2.3.1. Entropía en sistemas biológicos…………………………………………………………15
2.3.2 Cambios de entropía bajo diferentes condiciones……………………………………...21
2.4. Tercera Ley de la termodinámica………………………………………………………….23
2.4.1. Cero absoluto………………………………………………………………………………23
2.4.2. Entropía cero………………………………………………………………………………25
Actividades………………………………………………………………………………………...27
Autorreflexiones…………………………………………………………………………………...28
Cierre de la Unidad……………………………………………………………………………….28
Para saber más……………………………………………………………………………………28
Fuentes de consulta………………………………………………………………………………29
Presentación de la unidad
¿Cómo es que los organismos, los diferentes componentes de los sistemas biológicos, y
los fenómenos naturales que suceden a nuestro alrededor, tienen la energía necesaria
para llevar a cabo diferentes actividades?, ¿de qué forma se obtiene? y ¿cómo es que se
pierde?, o ¿qué pasa, por qué disminuye la energía? La forma sencilla de explicar ésto es
mediante las leyes de la termodinámica, una ciencia auxiliar de la Física que describe la
forma en que se lleva a cabo la transferencia e intercambio de materia, los diferentes tipos
de energía entre los sistemas y el entorno. La explicación de cómo es que se llevan a
cabo los fenómenos que existen en la naturaleza (físicos, químicos, mecánicos), y en
donde cierta parte de la energía se convierte en calor, se puede hallar mediante las cuatro
leyes de la termodinámica: ley cero del equilibrio térmico, 1a ley de la conservación de la
energía, 2a ley de la energía transferida de un sistema a otro, y 3a ley que trata del cero
absoluto.
Figura 1. Termodinámica
En sistemas físicos como un motor, una máquina de vapor y algunos fenómenos físicos
naturales, es fácil aplicar y diferenciar las leyes de la termodinámica, ya que son cíclicos,
reversibles, adiabáticos, con presión, temperatura y volumen constante; es decir
funcionan como máquinas técnicas. Por su parte, los sistemas biológicos en los seres
vivos presentan mecanismos complejos, irreversibles y diabáticos en donde la presión y
temperatura permanecen constantes.
los trasforma químicamente en energía calorífica útil para realizar algún trabajo. Algunos
procesos en los que intervienen las leyes de la termodinámica en los seres vivos son en el
crecimiento, la oxidación de grasas, la respiración, defecación, proceso de fecundación,
desarrollo embrionario, envejecimiento, sudoración, correr, nadar, descansar, trabajar,
caminar, estudiar, cortejar, y un sinfín más que te puedas imaginar.
Propósitos de la unidad
Competencia específica
2. Leyes de la termodinámica
Figura 3. Termodinámica
La ley cero también se denomina del equilibrio térmico, pues relaciona el equilibrio de
temperatura de dos sistemas con presión y volumen dados. Por ejemplo, supongamos
que tenemos dos sistemas A y B contenidos en recipientes. Pueden ser gases reales o
ideales, sólidos o líquidos, y están aislados en un principio presentando, además, cada
uno, temperatura iguales (en equilibrio), pero volumen y presión diferentes. Al ponerse en
contacto los sistemas mediante una pared, éstos pueden o no influirse mutuamente
(Castellan, 1998).
Si no se influyen, quiere decir que la pared que los separa es aislante o adiabática, y las
presiones no resultan afectadas al ponerlos en contacto. Si se influyen mutuamente al
Por ejemplo, una taza con sólo la mitad de café caliente a 50° C equivaldría al sistema A.
Supongamos, además, que el sistema B es el café que servimos de una tetera con más
líquido a la misma temperatura (50° C). Si después se agrega más café de nuestro
sistema B a la taza (sistema A) hasta llenarla, la temperatura será también de 50°C. Éste
se considera el sistema C.
Figura 5. Variables
Cualquier porción del universo, desde una célula hasta el universo completo, puede ser
un sistema termodinámico: los planetas, el motor de un automóvil, un organismo, un
ecosistema, un fenómeno natural, en fin, cualquier objeto que haya en el universo.
Castellan (1998), Campbell et al. (2001) y Chang (2008) coinciden en clasificar los
sistemas en dos tipos:
Sistemas abiertos: por ejemplo, un ser vivo que intercambia materia y energía con
su entorno; los ecosistemas, los océanos.
Los procesos que se llevan a cabo en estos sistemas son intercambio de energía y
materia, ya sea entrada o salida en el sistema.
Kotz, Treichel, y Weaber (2005) indican que los cambios químicos y físicos van
acompañados de transferencia de energía. Cuando sudas, tu cuerpo se enfría y la
evaporación de agua a través del sudor (cambio físico) retira energía del organismo y
ocasiona que te sientas más fresco. Cuando el vapor de agua se condensa, se desprende
calor, y este proceso tiene un impacto sobre el clima. La energía solar se almacena como
energía química en los carbohidratos y en el oxígeno, partiendo del dióxido de carbono y
agua en el proceso de la fotosíntesis, que incluye un cambio químico.
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Esta energía química puede liberarse mediante una reacción química entre un
carbohidrato y el oxígeno, ya sea en los tejidos vivos, en el laboratorio o en un incendio
forestal (Kotz et al., 2005).
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las plantas se desarrollen y crezcan, y haya continuidad en las redes tróficas (Campbell et
al., 2001 y Solomon et al., 2008).
Mientras que los cambios a nivel microscópico son aquellos procesos que involucran
moléculas derivadas de cada nutriente que las células del organismo absorben para
transformarla en energía (ATP), los cambios de estado que sufren las moléculas
conllevan una pérdida o ganancia de energía que la célula requiere para elaborar sus
moléculas de utilidad para su desarrollo y crecimiento; por ejemplo, en la síntesis de
proteínas, oxidación de lípidos, degradación de carbohidratos, respiración, entre otros
(Chang y College, 2002 y Chang, 2008).
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Dentro de un sistema, incluidos los sistemas biológicos; la energía tiende a fluir a través
de sus componentes; a cada paso sufre transformaciones mientras siga moviéndose a
través del sistema. La energía tiene dos caras o dos momentos: es potencial cuando está
en reposo, y tiene las facultades para inducir un trabajo. Cuando este trabajo o
movimiento ocurre, se gana energía cinética mientras que se va reduciendo la energía
potencial.
Estos flujos de energía resultan de vital importancia para los sistemas biológicos. Un
sistema biológico puede estar compuesto por una simple célula o ser tan grande y
complejo como el planeta mismo. La existencia de todo lo que habita en el planeta es el
resultado de estas transformaciones de energía. A continuación ahondaremos un poco en
la dinámica de este proceso.
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los cambios y de los procesos de transferencia de energía están en función del trabajo
que se realiza, y siempre es en un solo sentido. Leamos el siguiente ejemplo:
Para calentar agua en una olla, necesitas prender una hornilla de tu estufa de gas. Por lo
general, te vales de un cerillo que debes frotar contra la superficie rugosa ubicada en la
parte lateral de su caja. Para poder frotar el cerillo y lograr que éste encienda, necesitas
ejercer un trabajo con tu brazo, valiéndote de la fuerza de tus músculos. Éstos obtienen la
energía necesaria para mover tu brazo de los alimentos que consumes. Por ejemplo, una
manzana. La manzana contiene energía almacenada en forma de carbohidratos que tú ya
consumiste, y que en su momento sintetizó la planta, transformando la energía de los
rayos del sol que captó mediante la fotosíntesis. Estos rayos del sol fueron producidos a
través de la combustión de los átomos de hidrógeno presentes en el núcleo del sol
mediante una reacción de fisión nuclear.
Como puedes apreciar, para calentar el agua fueron necesarios varios procesos de
transformación de energía. Con cada transformación, una parte de esa energía se pierde
en forma de calor que es liberado al ambiente. Cuando hablamos de pérdida se debe
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entender que se pierde en el sentido de que no es posible realizar un trabajo con ésta.
Entonces, podemos decir que la cantidad de energía útil1 con la que se inicia un
proceso siempre es mayor a la cantidad de energía útil con la que se termina. Por tal
motivo, la energía remanente en el último proceso no alcanzaría para poder revertirlo y,
de esta manera, regenerar la energía proveniente de los rayos del sol.
Con esta idea abordaremos la segunda ley de la termodinámica. Esta ley indica el sentido
en el que se dan las transformaciones de energía en todos los procesos que ocurren en la
naturaleza y en cualquier sistema. De una manera sencilla, podemos decir que la
segunda ley de la termodinámica establece que la energía siempre fluye desde un
estado de mayor concentración hacia otro de menor concentración; es decir,
siempre lo hace hacia abajo, de donde hay más hacia donde hay menos, de lo caliente a
lo frío, y nunca en sentido inverso de manera espontánea (Hewitt, 1999).
1. Una parte de la energía utilizada será absorbida por el propio sistema en forma de
calor. Esto lo puedes apreciar, por ejemplo, en tu cuerpo: siempre está a una temperatura
constante porque absorbes una parte de la energía que consumes en forma de calor.
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Energía que te permite realizar un trabajo.
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La cantidad de energía útil (que permite realizar un trabajo) con la que se inicia
siempre es mayor a la cantidad de energía útil con la que se termina.
La energía siempre fluye desde un estado de mayor concentración hacia otro de
menor concentración.
Ningún sistema es capaz de transformar en trabajo (energía cinética) toda la
energía que ocupa; siempre se pierde una parte de la energía total en forma de
calor emitido hacia el exterior del sistema.
La energía, a su paso por las diferentes transformaciones, se deteriora en formas
menos útiles con cada transformación: no se destruye, sino que se disipa.
Los sistemas naturales tienden a un estado de mayor desorden (Hewitt, 1999,
Kotz, 2005).
Hablando de desorden, resulta ser que este concepto se asocia con el caos, una situación
indeseable. Cuando algo está desordenado, es más difícil de manejar y hay que invertir
mucha energía en transformarlo en un estado ordenado. Cuando observas que tu
habitación está desordenada, debes invertir mucho tiempo y esfuerzo para restablecer el
orden (de acuerdo a tu concepción de éste) en tu habitación. Una vez que la has
ordenado, no dura mucho tiempo en ese estado, y tiende a desordenarse nuevamente,
como si el estado desordenado fuera el más probable. Y es la realidad, todo sistema
tiende al desorden.
Podemos entender a la entropía como un atributo que puede asociarse con el desorden
presente en un sistema. Para ligar el concepto de entropía con la segunda ley de la
termodinámica, recordemos que esta ley postula que “en un proceso espontáneo de
transferencia de energía, la entropía del universo incrementa”. Ésto se debe a que, en
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La termodinámica guarda una relación muy estrecha con el origen de la vida en la tierra.
Para que ésta se dé, se requiere de la síntesis de biomoléculas. Tomemos en cuenta que
estas moléculas están construidas a partir de átomos: elementos estructuralmente más
sencillos. Evidentemente, los átomos de carbono (C), hidrógeno (H), oxígeno (O),
nitrógeno (N), azufre (S) y fósforo (P), tienen un estado de orden menor que el de las
biomoléculas, cuya existencia implica un estado superior de orden entre los átomos que
las conforman. Recordemos que, de acuerdo con la entropía, todo sistema tiende al
desorden. Sería entonces lógico pensar que las biomoléculas, por ejemplo, los ácidos
nucléicos, por efecto termodinámico se descompusieran en los átomos que las
conforman. Sin embargo, y para beneficio de la continuidad de la vida, este hecho no
tiene lugar.
Figura 13. Representación de Figura 14. Representación Figura 15. Cadena de ADN
un átomo de hidrógeno, el de una molécula de
átomo más simple que existe. glucosa.
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Por ejemplo, las partículas de los sólidos permanecen en una posición fija, formando una
red cristalina. Si este sólido es fundido, la energía empleada para tal efecto induce un
arreglo en las partículas, donde éstas adquieren más libertad para moverse y adoptar
diferentes configuraciones espaciales, ya que, al fluir, comienzan a moverse, a
desordenarse. Si a este líquido se le adiciona más energía, los enlaces que mantenían
juntas a las moléculas en los estados sólido y líquido desaparecerán y el líquido
comenzará a evaporarse. De esta manera aumenta considerablemente su entropía.
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Figura 16. En este ejemplo del agua se puede apreciar cómo cambia su entropía conforme pasa
por los estados sólido, líquido y gaseoso. Se trata de la misma molécula: el agua. Sin embargo, en
los tres estados no existe la misma cantidad de energía. En el estado sólido la energía es menor.
Conforme se adiciona calor, se induce el cambio de estado y se incrementa la entropía.
En términos generales, las moléculas de mayor tamaño tienen mayor entropía que las
moléculas pequeñas. De la misma forma, las moléculas que tienen estructuras complejas
cuentan con mayor entropía que las moléculas de estructura más simple. Ésto se debe a
que las moléculas complejas tienen mayor oportunidad para rotar, vibrar y girar en el
espacio y sobre sus ángulos.
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La tercera ley de la termodinámica establece que toda sustancia posee una entropía
positiva definida. Ahora sabes que la entropía de una sustancia está determinada por el
tipo de moléculas que la conforman, la complejidad de estas moléculas, la energía del
sistema y el estado en el que esta materia se encuentra. También postula que esta
entropía definida, a la temperatura de cero absoluto, puede llegar a cero; es decir,
que la entropía se elimine. ¿Es esto posible? Esta situación puede observarse en el caso
de las sustancias puras, cristalinas y perfectas. En este momento aparecen dos
conceptos nuevos en nuestro camino hacia el entendimiento de la termodinámica: el cero
absoluto y las sustancias puras; ambos los analizaremos a continuación e identificaremos
qué relación guardan con la termodinámica.
De acuerdo con las leyes de la termodinámica que hemos estudiado, la energía viaja o se
transfiere a favor de un gradiente; desde donde está más concentrada hacia donde está
menos concentrada. Cuando tú tocas un objeto caliente, por ejemplo, una olla con agua
hirviendo, la energía térmica se transfiere de la estufa a tu mano y puedes sentirla. Por el
contrario, si tocas un cubito de hielo la temperatura fluirá desde tu mano hacia el cubito y
sentirás ese flujo. La temperatura es una unidad de medida que nos explica el flujo de
energía cinética, pero, ¿cómo la medimos?
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Utilizando esa escala (centígrada o Celsius, °C) se han podido registrar algunas
temperaturas extremas. Por ejemplo, la temperatura del centro del sol asciende a
19,999,726.85 °C, mientras que una bomba de hidrógeno libera una temperatura de
99,999,726.85 °C. Por otro lado, la temperatura más baja que se ha registrado en el
planeta es de -89.5 °C en la Antártida, allá, en el hogar de los pingüinos.
En la escala Kelvin se asigna el valor 0 (cero) a la temperatura más baja posible a la que
una sustancia carece de energía térmica para transferir. A esta temperatura se le conoce
como Cero Absoluto, y en escala Celsius corresponde a -273°C.
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Figura 20. Comparación gráfica de la relación entre las escalas Kelvin y Celsius.
Ahora tenemos una percepción de la relación existente entre los cambios de estado,
físicos y estructurales con la entropía. La gran mayoría de los procesos conducen a un
incremento en la entropía total del sistema. Sabemos que un cambio de estado, como
puede ser la fusión, la evaporación, o un proceso de disolución, conducen a un
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Visto desde otro ángulo, en un proceso de congelación como el del agua, los átomos del
sistema se encuentran inmovilizados en alguna medida. Con esta inmovilización podemos
decir que se pierden grados de libertad de los átomos, ya que no pueden moverse de
manera azarosa como lo harían libremente. ¿Cuáles son los grados de libertad de un
átomo o de una molécula?
Mediante estas formas de movimiento, una molécula almacena energía, energía cinética.
Cuanto mayores son los movimientos de la molécula, se ganan grados de libertad y,
finalmente, mayor entropía (Brown, 1998).
Figura 21. Representación gráfica de los grados de libertad de una molécula. Mediante estos
movimientos las moléculas almacenan energía directamente relacionada con la entropía que
poseen y con el estado en el que se encuentren.
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Sin embargo, cuando disminuimos la energía térmica que posee un sistema mediante la
reducción sustancial de su temperatura, logramos disminuir la energía almacenada en los
grados de libertad del sistema. En este momento existe una menor cantidad de energía
almacenada en la molécula, lo que ocasiona que la entropía disminuya. Pero, ¿qué
pasaría si la temperatura continuara disminuyendo? ¿Lograríamos detener totalmente los
movimientos de los grados de libertar de una molécula? Sí.
La tercera ley de la termodinámica postula que “la entropía de una sustancia cristalina
pura, sometida a la temperatura de cero absoluto, es igual a cero”. La entropía es una
magnitud de desorden. Al no haber entropía se induce al orden perfecto: un cristal. Los
átomos de estas moléculas estarían ordenados en una red cristalina perfecta; sin
embargo, esta condición de entropía cero es reversible.
Actividades
La elaboración de las actividades estará guiada por tu docente en línea, mismo que
te indicará, a través de la Planeación didáctica del docente en línea, la dinámica que tú
y tus compañeros (as) llevarán a cabo, así como los envíos que tendrán que realizar.
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Autorreflexiones
Cierre de la Unidad
Ahora sabes que de la relación existente entre materia y energía depende la continuidad y
la estabilidad del universo entero. Es a través de los flujos de energía y de las
transformaciones de materia en energía y viceversa que el universo se mueve y la vida
existe. Todos los procesos que tienen lugar en el universo, incluyendo los biológicos, que
son de nuestro especial interés, están gobernados por las leyes de la termodinámica de
manera directa o indirecta. De ahí la importancia que tiene el estudio de esta ciencia.
Podemos decir que conocer los procesos termodinámicos es conocer la vida misma.
Tras haber cursado esta asignatura habrás adquirido bases sólidas que te permitirán
continuar tus estudios sobre los procesos relacionados con el balance de energía. Estas
bases, a su vez, te facultarán para proponer nuevas alternativas en el empleo de la
termodinámica en el área de la biotecnología donde te desempeñes. Felicidades.
Para saber más, te sugerimos consultar estas lecturas que te permitirán enriquecer tus
conocimientos sobre la termodinámica:
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Fuentes de consulta
Bibliografía básica
Ball, D. W. (2004). Fisicoquímica. México D.F.: International Thomson Editores.
Brown, T. L., May, H. & Bursten, B. (1998). Química, la ciencia central. 7a ed.
México: Pearson.
Campbell, A. N., Mitchell, G. L. y Reece, B. J. (2001). Biología, conceptos y
relaciones. 3a ed. Naucalpan, Edo de México: Pearson. Addison-Wesley.
Castellan, G. W. (1998). Fisicoquímica. 2a. ed. Estado de México: Addison-Wesley
Longman.
Chang, R. (2008). Fisicoquímica. 3a. ed. México, D. F. McGraw-Hill
Interamericana.
Chang, R. y College, W. (2002). Química. 7a. ed. México, D.F. Mc Graw-Hill.
Hewitt P. (1999). Conceptos de física. Limusa. México.
Kotz J., Treichel P., Weaber G. (2005) Química y reactividad química. 6a. ed.
Thomson. México.
Maron S.H. y Prutton C. F. (2003). Fundamentos de fisicoquímica. México, D.F.
Limusa.
Morris G. J. (2001). Fisicoquímica para biólogos. Barcelona, España. Reverté S. A.
Solomon E. P., Berg L. R y Martin W. D. (2008). Biología. 8a. ed México, D.F.
McGraw-Hill Interamericana.
Bibliografía alternativa:
Chang, R. (2008). Fisicoquímica. 3a. ed. México, D. F. McGraw-Hill
Interamericana.
Engel, Thomas. (2007). Introducción a la fisicoquímica: termodinámica. Pearson.
Castellan, Gilbert. (2008). Fisicoquímica. 2a. ed. Estado de México. Addison-
Wesley Longman. México S.A. de C.V.
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