El próximo gran estándar móvil tendrá que afrontar retos
relacionados con Internet de las Cosas, los coches inteligentes y en otras muchas áreas. La visión europea sobre esta tecnología móvil de próxima generación también deberá hacer frente a los plazos de evolución. 2020 está muy lejos o demasiado cerca, según como se mire.
El estándar móvil 5G no estará finalizado hasta 2020, pero las
empresas que lo harán posible han estado muy ocupadas en 2015 intentando definirlo. Una cosa clara sobre la tecnología 5G es que no será como 4G. Además de impulsar el desarrollo de teléfonos y tablets más rápidos, también tendrá que afrontar la llegada de tecnología móvil con usos bien distintos y, por tanto, con requerimientos diferentes.
5G será más rápido que 4G. Ericsson ya ha adelantado que ha
logrado 5 Gbps de velocidad en sus pruebas, superando las redes más rápidas LTE en casi 50 veces. Samsung también dispone de tecnologías 5G, funcionando a 7,5Gbps y con una señal de 1,2 Gbps estable. La Comisión Europea también ha fijado como meta para el nuevo estándar que sea 100 veces más rápido que 4G, y el operador japonés NTT DoCoMo asegura planear esta velocidad (10Gbps), junto a proveedores como Ericsson, Alcatel-Lucent, Nokia y Samsung.
Pero, para conseguir esas velocidades, se necesitarán mejores
radios y antenas. Los operadores también necesitarán más espectro, lo que a buen seguro llevará tiempo, esta decisión fue anunciada en una conferencia en San Diego, donde 12 miembros de la ITU decidieron fijar estos parámetros para las redes de telefonía móvil que están por llegar. La banda ancha móvil del futuro quiere hacer especial hincapié en tecnologías como el Internet de las Cosas y para ello hará falta una mayor penetración en interiores, mayores velocidades y capacidades de conexión. De hecho se pretende dar cobertura a 1 millón de dispositivos conectados en un radio de 1 kilómetro, algo que en caso de ciudades puede ser vital dado el amplio número de gadgets (móviles, relojes, electrodomésticos…) que requieren de conexión. Este salto supone fijar el estándar del 5G con una velocidad de 20 Gigabits por segundo, lo que supone ser 20 veces más veloz que las especificaciones de las redes 4G, de esta forma la velocidad real de las conexiones de cara a los usuarios variarían entre los 100 y los 1000 Mbps, algo superior a los parámetros que actualmente se manejan a pesar de contar con las redes LTE+ que han supuesto un considerable avance frente a la velocidad 4G que marcaba el salto desde la generación de redes anterior.
La lucha de estándares, especialmente en los casos de 3g y 4G,
implicó un desgaste económico para las empresas de tecnología y comunicaciones, que ahora se busca evitar, aun cuando algunas operadoras vean los beneficios de marketing de ser los primeros en ofrecer 5G.
Ya ocurrió en la evolución de 2G que de acuerdo al estándar que
habían elegido los operadores (GSM o CDMA) planteaban mejoras que bautizaban como 2,5G.
Estándar único mundial. Ahora la intención de las entidades que
nuclean a empresas e investigadores es evitar que suceda lo mismo con la evolución de 4G hacia 5G, con la definición de un “estándar global y no estar fragmentados por regiones”:
“Lo que intentamos es conservar lo que se está alcanzando con LTE
para tener mejor economía de escala y mejoras para el consumidor”, agregó.
Para 4G Americas, 5G debe resultar una herramienta para darle
“mayor eficiencia de espectro y descarga de tráfico para descongestionar redes”.
Las estadísticas demuestran que una vez impulsada una tecnología
logra la rápida adopción de los usuarios, puesto que a diciembre del año pasado, se contabilizaban en el mundo 500 millones de conexiones 4G sobre 3 mil millones de personas conectadas y una población que alcanza a los 7 mil millones de habitantes. Incremento de conexiones regionales. Sólo en América Latina se contabilizaban 12 millones de conexiones de 4G, lo que significó un incremento del 488% respecto de diciembre de 2013.
Esta fuerte suba en la cantidad de cuentas de 4G puede atribuirse en
gran medida a las subastas de espectro que tuvieron lugar en diferentes partes de la región, lo que permitió que los operadores tuvieran la capacidad de ofrecer servicios LTE a sus clientes, comenzando principalmente en los centros urbanos densamente poblados.
Otero señaló que “la asignación de espectro en Argentina y
Venezuela catalizó el despliegue de tres nuevas redes LTE en estos mercados. Ya hay varias subastas de espectro anunciadas para este año -en la región- y esperamos al menos diez nuevas redes LTE comerciales durante 2015″.
Como explica PCWorld.com, exigirá además nuevas opciones de
redes de radio, pero también nuevas formas de compartir esas redes. Se necesitan muchas inversiones en usos compartidos de red, desde 5G a Wi-Fi. Pero también deberá conectar más cosas, como coches conectados, cascos de realidad aumentada, pero también una nueva arquitectura de red, con menos información en centros de datos centralizados y más amplios, pero de diferentes dispositivos.
Al igual que 3G y 4G, la especificación 5G será elaborada por el
3GPP (Third Generation Partnership Project) y será aprobado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones. Pero, vendedores y políticos quieren influir en la norma.
En octubre pasado, varios grupos regionales acordaron celebrar
reuniones cada seis meses para construir un consenso sobre el estándar. Pero, deberá pasar un periodo de unos cinco años para ver la luz. En todo caso, se está avanzando, y en junio pasado, la UIT la bautizó oficialmente como IMT-2020. No obstante, queda mucho por hacer.
Algunas Características del Estándar 5G:
De acuerdo a GSMA Inteligente, algunas de las características de las redes 5G deberán incluir son:
Velocidades reales (no máximos teóricos) de 1 a 10 Gigabits
por segundo Latencia de 1 milisegundo Ancho de banda de 1000x por unidad de área Numero de dispositivos conectados: 10-100x 99% de disponibilidad 100% de cobertura Una reducción del uso de energía de la red del 90%
Es importante remarcar la gran cantidad de grupos como 5GPPP,
NGMN y el centro de innovación 5G; además de compañías privadas como Samsung, Nokia y Ericsson proponiendo diferentes estándares para las redes 5G y todos tienen una idea diferente de como funcionaran las redes 5G.