Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
* Este artículo es producto del trabajo de investigación “Los requisitos para que una cosa que
se espera que exista sea objeto del contrato de compraventa”, realizado por el Grupo de investiga-
ción Neoconstitucionalismo y Derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás,
Seccional Bucaramanga. Investigador principal: José Vicente Hurtado Palomino. Coinvestigador:
Gustavo Andrés Chía Cáceres. Auxiliar de investigación: Diovanel Pacheco Arévalo. Su conteni-
do se funda en la propuesta y en los avances de investigación que fueron presentados en la VII
Convocatoria Interna de Investigación efectuada por la citada universidad.
** Abogado cum laude de la Universidad Santo Tomás, Seccional Bucaramanga, especialista
en Derecho Comercial de la Universidad Externado de Colombia y magíster en Derecho Comer-
cial de esta última universidad. Ejerció como abogado interno del Departamento Jurídico de la
empresa agroindustrial Industrial Agraria La Palma Ltda. INDUPALMA LTDA. Actualmente es
docente de la Facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás, Seccional Bucaramanga; in-
vestigador del Grupo de Investigación Neoconstitucionalismo y Derecho de la misma institución;
abogado litigante y asesor jurídico empresarial. angeledei@hotmail.com
REVISTA DE DERECHO
N.º 44, Barranquilla, 2015
ISSN: 0121-8697 (impreso)
ISSN: 2145-9355 (on line)
145
Resumen
En este texto se revisa la aplicación de la cláusula rebus sic stantibus en el
contrato de compraventa de frutos futuros provenientes de un cultivo bajo
la modalidad de emptio rei speratae con el propósito de revisar la naturale-
za jurídica (principio o cláusula general) y los elementos estructurales de la
citada cláusula y evaluar su viabilidad o no en el aludido contrato, atendien-
do el principio de la buena fe y la naturaleza sui generis del citado negocio
jurídico que le otorga el carácter futuro de su objeto. También se revisa el
trasfondo constitucional de la citada cláusula general, como reiteración de
la doctrina romana de la preeminencia de la persona en el Derecho. Para
llevar a cabo dicha investigación jurídica, desde el punto de vista metodoló-
gico se adopta una técnica de pensamiento basada en el estudio de un caso
problémico.
Palabras clave: cláusula general, principios, buena fe, cláusula re-
bus sic stantibus, equilibrio prestacional, contrato de compraventa de
cosa futura esperada.
Abstract
In this paper, the application of rebus sic stantibus clause is revised in the
purchase contract of future fruits from a crop in the form of rei emptio spe-
ratae, with the purpose of reviewing the legal nature (principle or general
clause) and the structural elements of said clause; and assess its feasibility
in the aforementioned contract, in accordance with the principle of good
faith and the sui generis nature of that legal transaction which gives it
the future character of its subject. The constitutional background of that
general provision is also reviewed as reiteration of the Roman doctrine of
person’s primacy in the law. To perform the legal research, from a methodo-
logical point of view, a technique of thinking based on a problematic case
study is adopted.
Keywords: general clause, principles, good faith, rebus sic stantibus,
balance of benefits, purchase contract of an expected thing.
INTRODUCCIÓN
1
“El punto más importante en el examen de la tópica lo constituye la afirmación de que se
trata de una técnica del pensamiento que se orienta hacia el problema” (Viehweg, 1969, p. 49).
2
“No parece equivocado ver en la tópica el intento metódico de articular la solución racional
de los casos mediante la confluencia de un doble principio metodológico: la atención prepon-
derante al problema y la consideración, como punto de arranque de toda propuesta resolutoria
aceptable, de un entramado de postulados, directivas o creencias considerados evidentes en la
sociedad de que se trate” (García, 1987, p. 187).
3
“Cualquier análisis del jurista comienza habitualmente con la determinación del significado
de las palabras que entran a formar parte de la proposición normativa o del grupo de proposi-
ciones normativas que constituyen el objeto de su estudio. Este análisis tiende a fijar el conjunto
de las reglas que establecen el uso de una determinada palabra. El conjunto de las reglas que
establecen el uso de una palabra constituye el concepto correspondiente a esa palabra” (Bobbio,
1980, p. 188).
4
La Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia en Sentencia de 25 de febrero de
1937 catalogó la cláusula rebus sic stantibus o la teoría de la imprevisión como Principio General
de Derecho junto con la buena fe, el fraude a la ley, el estado de necesidad y el enriquecimiento
sin causa.
5
Constitución Política, artículo 83; Código Civil, artículo 1603; Código de Comercio, artículos
863 y 871.
6
“Por ejemplo, entre las cláusulas generales podrían citarse: la prohibición de abuso del de-
recho; la prohibición de dolo; la prohibición de obrar contra los actos propios; la cláusula rebus
sic stantibus, la prohibición de obtener lucro con perjuicio ajeno, etc.” (Neme, 2014, pp. 314-315).
partes en la distribución de los riesgos que exceden del alea normal del
negocio jurídico (Betti,1969).
7
La función correctora del principio de la buena fe “… limit[a] la aplicabilidad de otros pre-
ceptos legales cuando ello pueda conducir de algún modo a un resultado injustificado según la
buena fe” (Larenz, 1958, p. 146).
8
“Las soluciones ofrecidas por el sistema desde los tiempos de su formación, acordes con la
buena fe y equidad como ejes del sistema mismo, encontraron notoria expresión en la interpre-
tación medieval que se resume en la máxima reductio ad aequitatem. (…) [E]l principio de reductio
ad aequitatem es pues el principio de modificación equitativa del contrato, que se resume en los
instrumentos para la refacción del mismo frente al desequilibrio… ex post facto (propter mutatio-
nem temporum). De modo que la reductio ad aequitatem está en cercana relación con la revisión y la
salvación del contrato” (Chamie, 2012, p. 221).
9
El profesor Riccardo Cardilli (2001) al tratar la temática de cómo se analizan las fuentes ro-
manas con el propósito de entender el modo en que la jurisprudencia romana abordó la cláusula
rebus sic stantibus, aclara que “… no se puede absolutamente limitar a las fuentes del Corpus iuris
civilis sobre las cuales la tradición romanística ha construido las modernas teorías de regulación
de la imprevisión” (p. 276).
10
“Cuando alguno hubiere estipulado que se le da a él o a Ticio, dice que es más cierto que
se ha de decir, que se le paga bien a Ticio, solamente si permaneciera en el mismo estado en que
se hallaba cuando se interpuso la estipulación. Mas si se hubiere dado en adopción, o hubiere
sido desterrado, o se le hubiere puesto interdicción en el agua y el fuego, o se hubiera hecho
esclavo, se ha de decir que no se le paga bien; porque se considera que tácitamente es inherente
a la estipulación esta convención, si permaneciera en el mismo estado” (Africano. D. 46. 3. 38 pr,
Cuestiones, libro VII).
11
“Lo que escribe Servio en el libro de las dotes, que si se hubieran contraído nupcias entre
personas de las cuales una aun no tuviera la edad legal, puede repetirse lo que entretanto se hu-
biera dado a título de dote, se ha de entender de este modo, que si sobreviniera el divorcio antes
que ambos personas tengan la edad legal, haya la repetición de aquel dinero; pero que mientras
permanezcan en el mismo estado de matrimonio, no pueda repetirse esto, no de otra suerte que
lo que la esposa hubiera dado al esposo a título de dote, mientras subsista entre ellos la afinidad;
porque de lo que se da por esta causa no habiéndose consumado todavía el matrimonio, como-
quiera que se da para que llegue a constituir la dote, no hay la repetición, mientras puede llegar
a constituirla” (Neracio. D. 12. 4. 8, Pergaminos, libro II).
12
Otras fuentes romanas que constituyen el origen de la cláusula rebus sic stantibus se en-
cuentran en los textos de Cicerón, De off., III, 25, 94 y 95; Séneca, De beneficiis, IV, 35,4 y 39,4; D.
19.2.54.§1, entre otros.
13
“Las fuentes romanas sobre las cuales se ha concentrado la teoría de la cláusula rebus sic
stantibus son exiguas. En realidad, parece poder tomarse una línea de pensamiento que del ius
canonicum… conduce a una generalización, incluso en los comentarios de los civilistas, de afirma-
ciones circunstanciadas, presentes en textos legales, para sacarlas de contexto y hacerlas idóneas
a una regla aplicable a todos los contratos. Este “salto de cualidad” también presente en el pen-
samiento de los civilistas considero deba remontarse más que a Bartolo a Baldo, pues es precisa-
mente en éste que se evidencia la interacción con el ius canonicum” (Cardilli, 2001, pp. 254-255).
14
El artículo 1134 del Código Civil francés afirma en su primer inciso lo siguiente: Les conven-
tions légalment formées tiennent lieu de loi à ceux qui les ont faites.
15
Con respecto a la regulación de la imprevisión o de la cláusula rebus sic stantibus en los
códigos latinoamericanos, el profesor Riccardo Cardilli (2001) expresa que “puede verse una ten-
dencia inicial a seguir el modelo de regulación de la imprevisión en términos de distribución de
los riesgos, sin la codificación de reglas generales relativas a la imprevisión en sentido estricto”
(p. 301).
16
Código Civil, artículo 1602: “Todo contrato legalmente celebrado es una ley para los con-
tratantes, y no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales”.
17
“Esa actualización técnica, y por qué no social, que significó el Codice Civile de 1942 en la
tradición del derecho continental, y que se introdujo en el derecho colombiano por vía legislativa,
supuso una verdadera renovación de la materia contractual al introducir temas hasta entonces
ajenos a la tradición heredada del Código Civil de Andrés Bello: cuestiones como… la revisión
por excesiva onerosidad…” (Cortés, 2014, p. 29).
18
Código de Comercio, artículo 868: “Cuando circunstancias extraordinarias, imprevistas o
imprevisibles, posteriores a la celebración de un contrato de ejecución sucesiva, periódica o di-
ferida, alteren o agraven la prestación de futuro cumplimiento a cargo de una de las partes, en
grado tal que le resulte excesivamente onerosa, podrá ésta pedir su revisión. … El juez procederá
a examinar las circunstancias que hayan alterado las bases del contrato y ordenará, si ello es po-
sible, los reajustes que la equidad indique; en caso contrario, el juez decretará la terminación del
contrato. … Esta regla no se aplicará a los contratos aleatorios ni a los de ejecución instantánea”.
19
En sentido contrario, la profesora Martha Lucía Neme Villarreal (2011) afirma que la cláu-
sula rebus sic stantibus también opera en los contratos unilaterales gratuitos con base en el prin-
cipio de la buena fe “que impone una valoración conjunta de los intereses de las partes …” (p.
460). Aunado a lo anterior, la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, no obstante
señalar que el contrato de mutuo es unilateral, señala que este tipo contractual puede catalogarse
como de ejecución sucesiva o periódica, aceptando la posibilidad de su revisión judicial cuando
se afecte la equivalencia prestacional por imprevisión (CSJ, 2012).
20
“… tratándose de los contratos sinalagmáticos, la equivalencia entre prestación y contra-
prestación adquiere una relevancia substancial, en cuanto a la luz de la buena fe es preciso res-
tablecer el equilibrio entre las mismas, en aquellos eventos en que dicha equivalencia se viere
turbada” (Neme, 2010, p. 336).
21
Sin embargo, la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia hace una aclaración
señalando que los contratos aleatorios no están exentos de la posible alteración sobrevenida de
la equivalencia prestacional o de la excesiva onerosidad en el cumplimiento de sus obligaciones,
porque
Contraría la lógica descartar su presencia ulterior, en especial, tratándose de aleas anormales,
ajenas o extrañas al tipo concreto de contrato aleatorio o a su estructura, disciplina legal o a la
negociación, previsión, dosificación, distribución y asunción de los riesgos. En estos eventos,
procede corregir toda alteración ulterior, imprevista e imprevisible, por fuera o más allá del
riesgo propio o alea normal de estos negocios, naturalmente no bajo la regla comentada sino
a través de los otros mecanismos singulares (v. gr., la revisión ex art. 1060 del C. de Co, en
el seguro), ya los inherentes a la definición o regulación del tipo contractual específico, ora
los generales de la buena fe, la equidad y justicia contractual, por cuanto en ningún contrato
puede imponerse a una parte soportar al infinito todos los riesgos, menos los anormales so
pretexto de la incertidumbre prestacional, el azar, albur o contingencia (CSJ, 2012).
22
Al respecto, el profesor Riccardo Cardilli en su artículo “Imprevisión y Peligros Contractua-
les en el Sistema Jurídico Romanístico”, publicado en 2001, señala que
La regulación de la imprevisión en sentido estricto [o la cláusula rebus sic stantibus] está lógi-
camente subordinada a la preliminar verificación de la imposibilidad de resolver el problema
en términos de: 1) investigación de la conducta de las partes contratantes y su examen a tra-
vés de los criterios de imputación del incumplimiento y de la responsabilidad consecuente; 2)
distribución entre los contratantes de peligros contractuales (asunción convencional del pe-
ligro; peligro típico). Sólo una vez excluidas estas dos vías tendentes a resolver el problema,
se manifiesta la cuestión de si la circunstancia sobrevenida pueda ser igualmente relevante.
(pp. 294-295)
23
Código Civil, artículo 1620: “El sentido en que una cláusula puede producir algún efecto,
deberá preferirse a aquel en que no sea capaz de producir efecto alguno”.
24
“Los jueces tienen facultad amplia para interpretar los contratos oscuros, pero no pueden
olvidar que dicha atribución no los autoriza, so pretexto de interpretación, a distorsionar ni des-
naturalizar pactos cuyo sentido sea claro y terminante, ni muchísimo menos para quitarles o
reducirles sus efectos legales. … Los contratos deben interpretarse cuando son oscuros, es cierto,
pero tal labor de hermenéutica tiene que encuadrarse dentro de lo racional y justo, conforme a la
intención presunta de las partes, y sin dar cabida a restricciones o ampliaciones que conduzcan a
negar al contrato sus efectos propios: la violación de esta limitante implicaría el claro quebranto
del principio legal del efecto obligatorio del contrato; al actuar así el juez se rebelaría directamen-
te contra la voluntad de las partes claramente expresada, modificando a su talante los específicos
efectos queridos por ellas al contratar” (CSJ, 1980).
Con base en todo lo expuesto se aprecia que la cláusula rebus sic stan-
tibus tiene un fundamento constitucional notorio, toda vez que al pro-
pugnarse por la adaptación del contrato, con base en el principio de
la buena fe, se está cumpliendo con uno de los fines del Estado, entre
otros, dirigido a preservar “la vigencia de un orden justo”29; se cumple
con uno de los mandatos constitucionales de “proteger especialmente
a aquellas personas que por su condición económica… se encuentren
en circunstancias de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o
maltratos que contra ellas se cometan”30, se acata el deber de no abusar
del derecho propio, el deber de solidaridad31 y respetar la Dignidad
25
Entre los muchos significados que ha venido atribuyéndose a la expresión soft law, el que
me interesa destacar en particular es el referido a aquellos preceptos que aun poseyendo la apa-
riencia y estructura de las normas jurídicas no cuentan con las características esenciales de estas,
a saber: la obligatoriedad e inderogabilidad (León, 2011, p. 14).
26
Principios Unidroit sobre los Contratos Comerciales Internacionales 2010, artículo 6.2.3
(Efectos de la “excesiva onerosidad” (hardship)).
27
Código Europeo de los Contratos, artículo 157: Renegociación del contrato.
28
Principios de Derecho Europeo de Contratos, artículo 6.111: Cambio de circunstancias.
29
Constitución Política, artículo 2.
30
Constitución Política, artículo 13, inc. 3.
31
Constitución Política, artículo 95, n° 1 y 2.
Todo ese trasfondo constitucional que trae consigo la cláusula rebus sic
stantibus es una reiteración de la doctrina desarrollada en el Derecho
romano, la cual afirma que el derecho tiene como fin a la persona y su
dignidad33 (Tafaro, 2003), pues la citada cláusula es una expresión de
la colaboración intersubjetiva que debe existir en toda relación con-
tractual y que ello conlleva a que el contrato tenga una función social y
no solo individual34, en aras de cumplir una exigencia de justicia y de
equidad (Betti, 1969).
32
[A]l tener como punto de vista la funcionalidad, del enunciado normativo “dignidad hu-
mana”, la Sala ha identificado tres lineamientos: (i) la dignidad humana entendida como prin-
cipio fundante del ordenamiento jurídico y por tanto del Estado, y en este sentido la dignidad
como valor. (ii) La dignidad humana entendida como principio constitucional. Y (iii) la dignidad
humana entendida como derecho fundamental autónomo (C.C., 2002)
33
Justiniano, Institutas, 1.2.12: “Todo el derecho de que usamos, se refiere o a las personas, o
las cosas, o a las acciones. Tratemos primero de las personas. Porque es poco haber conocido el
derecho, si se desconocen las personas cuya causa se ha construido”.
34
“… la función social del contrato supone la solidaridad entre los contratantes, que al com-
portarse bajo los señalamientos y directrices de tal solidaridad, están siendo partícipes de un
tejido que va más allá del contractual, que supera el simple ligamen bilateral o plurilateral, y se
convierte en fundamento de una fuerte cohesión social (Moreno, 2005, p. 50). A la cooperación
debida le es inmanente la exigencia de la solidaridad social entre los que son partícipes de un
destino común; ahora bien, esa exigencia estaría en contra de modo fragrante con un sacrificio
unilateral de una parte a favor de la otra” (Betti, 1969, p. 215).
35
Dicho reconocimiento legal se evidencia en los artículos 1518, inciso 1, y 1869 del Código
Civil y en el artículo 917, inciso 1, del Código de Comercio.
36
La compraventa de cosa futura –en sus dos especies de emptio rei speratae y emptio spei– es
una verdadera y propia compraventa, con todos los elementos esenciales: causa venditionis, con-
sentimiento y objeto –en nuestro estudio, el derecho de propiedad sobre una cosa futura (objeto
mediato)– presentes en el momento de la conclusión del negocio (Rogel, 1975, p. 266).
37
“El orden jurídico, en efecto, no atribuye eficacia a un negocio cualquiera, sino sólo al que se
conforme a un modelo preestablecido, a un cierto conjunto de requisitos que pueden afectar a la
estructura y a la función interna del negocio o ser externos a ella. Es decir, la intervención del or-
Por otro lado, es importante señalar que el carácter futuro del objeto
de la emptio rei sperate no se circunscribe exclusivamente a la eventual
y probable existencia física de la cosa, pues además tiene implicacio-
nes para la operatividad de la tradición, como modo de adquirir el
dominio, según lo dispone el artículo 740 del Código Civil, toda vez
que esta solo se podrá efectuar en el futuro, cuando el bien exista
materialmente40.
den jurídico puede manifestarse en un doble sentido: O en exigir que los elementos constitutivos
del negocio (forma, contenido, causa) sean configurados de determinada manera, o en disponer
que el negocio, pese a que su estructura interna responda al tipo establecido, no despliegue efica-
cia si no le acompañan ciertas circunstancias. Estas si bien son extrínsecas al negocio en sí consi-
derado, se integran en el seno de la compleja situación de hecho (inicial) de la que forman parte
y en la que el negocio se inserta. Cuando tales circunstancias integradoras deben estar presentes
en el momento en que el negocio se realiza o alcanza vigor, se llaman presupuestos del negocio”
(Betti, 2008, pp. 191 y 192).
38
“El contrato de compraventa, por lo que hace referencia al derecho de propiedad, tiene
por finalidad la transmisión del mismo, por objeto inmediato el mismo derecho respectivamente
transferido y adquirido, y por objeto remoto o mediato, la cosa sobre la que el derecho recae,
todas estas afirmaciones pueden hacerse perfectamente respecto de la compraventa de cosa futu-
ra…” (Rogel, 1975, p. 135).
39
… para que al negocio se puedan atribuir los efectos adecuados a su típica función económica social
y, por consiguiente, conforme a la intención práctica normal de las partes, debe existir, lógicamente, una
correlación entre tales efectos y algunas circunstancias extrínsecas al negocio considerado en sí, las que…
llamaremos presupuestos de validez o presupuestos simplemente (Betti, 2008, p. 191).
40
“… Sobre los bienes futuros no puede imponerse derecho real alguno. En efecto, los dere-
chos reales se reconocen sobre bienes que existen, respecto de los cuales se reconocen los poderes
jurídicos (uso, goce, disposición, etc.)” (Ternera, 2007, p. 98).
vez que el carácter futuro del objeto hace que este tipo contractual de
naturaleza conmutativa tenga efectos diferidos al no existir correspon-
dencia temporal entre su perfeccionamiento y la ejecución de las obli-
gaciones (Chamie, 2013).
Por lo tanto, el artifex afectado por aquellos eventos que cumplen las
características antes señaladas y que afectaron el equilibrio prestacio-
nal del contrato tiene la carga de la prueba de demostrar que tales cir-
cunstancias fueron anormales, imposibles de prever o ser previstas e
inimputables, a pesar de su condición de profesional, de modo que la
acción de revisión judicial del contrato en razón de la cláusula rebus sic
stantibus sea procedente.
Solución al caso
41
“… conviene aclarar que aun tratándose de un contrato que por su naturaleza es de ejecución
instantánea (como, p. ej., una compraventa), en que sus obligaciones, en razón de su contenido,
son susceptibles de cumplirse en un solo momento, la aplicación de la teoría de la imprevisión
resultaría viable en la medida en que el cumplimiento de sus prestaciones se haya postergado en
el tiempo (p. ej., en una venta a cuotas o a plazos), pues en tal situación se estaría ante un contrato
de ejecución diferida, sobre el cual la ley colombiana reconoce expresamente su procedencia”
(Bonivento, 2009, pp. 114-115).
42
Sobre la viabilidad de la fijación unilateral del precio por parte del vendedor en el contrato
de compraventa se sugiere leer el libro del profesor Giuseppe Grosso Las obligaciones contenido y
requisito de la prestación (publicado por la Universidad Externado de Colombia en 2011), quien es-
tudia su procedencia con base en las fuentes romanas. De otro lado, en el contexto del derecho in-
ternacional se ha adoptado la tesis de aceptar la viabilidad de la fijación unilateral del precio por
parte del vendedor dentro del contrato de compraventa, como los Principios Unidroit de 2010,
artículo 5.1.7 (2); en el Código de Comercio Uniforme de Estados Unidos, al regular el contrato de
compraventa en el numeral tercero del artículo § 47-305; en los Principios de Derecho Contractual
Europeo, artículo 6:105; en el Código Europeo de Contratos, artículo 31.
43
“Se aclara que en virtud de lo dispuesto por el artículo 1604 del Código Civil, en el campo
de la responsabilidad contractual la culpa se presume, pues en el evento en que el deudor incum-
CONCLUSIONES
La regla rebus sic stantibus se cataloga como una cláusula general que
tiene como fundamento el principio de la buena fe, pues a través de
aquella se concretan los propósitos del aludido principio dirigido a
equilibrar las prestaciones negociales que han sido distorsionadas por
factores externos al desarrollo de la relación contractual en aras de la
cooperación intersubjetiva en el marco de la equidad.
pla con las obligaciones pactadas en el contrato opera la inversión de la carga de la prueba y en
virtud de ello, al deudor le corresponderá probar la ausencia de culpa (grave, leve o levísima)
o acreditar la presencia de una causa extraña (fuerza mayor, caso fortuito, hecho de un tercero,
hecho del acreedor) según el contrato y a las calidades del agente” (Suescún, 2005).
44
“…solo en caso de atribuirse al deudor dolo, culpa grave o culpa lata (art. 63 C.C.) este será
responsable de todos los perjuicios que fueron consecuencia inmediata y directa de no haberse
cumplido la obligación o de haberse demorado su cumplimiento. De esta manera, la norma con-
diciona la reparación plena a los eventos de culpa grave o de malicia del deudor, la cual debe ser
acreditada por el acreedor” (C.C., 2010).
BIBLIOGRAFÍA
Corte Constitucional. Sala Plena [CC]. (M. P. Luis Ernesto Vargas Silva, 9 de
diciembre de 2010. Sentencia C-1008-10. Referencia: expediente D-8146).
Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil [CSJ]. (M. P. Juan Francisco
Mujica, 25 de febrero de 1937).
Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil [CSJ]. (M. P. Arturo Tapias
Pilonieta, 23 de mayo de 1938).
Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil [CSJ]. (M. P. Humberto Mur-
cia Ballén, 29 de agosto de 1980).
Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil [CSJ]. (M. P. Wi-
lliam Namén Vargas, 21 de febrero de 2012. Referencia: expediente
11001-3103-040-2006-00537-01).
Cortés, E. (2014). La influencia del Derecho Italiano en Colombia. En Estudios
de derecho civil en memoria de Fernando Hinestrosa, t. I. (pp. 19-31). Bogotá,
D. C.: Universidad Externado de Colombia.
Espichán, M. (2003). Reflexiones sobre el objeto del negocio jurídico. Lima: Taller
de Derecho Civil “José León Barandiarán” de la Universidad Nacional de
San Marcos del Perú. Disponible en: http://www.unmsm.edu.pe/derecho/
talleres/jlbarandiaran/Reflexionesdelnegociojuridico.pdf
Flores Salgado, L. (2012). Las instituciones fundamentales del derecho civil en
el siglo XXI. Una visión contemporánea. IUS. Revista del Instituto de Ciencias
Jurídicas de Puebla A.C., VI (29), 48-59. Disponible en: http://www.redalyc.
org/pdf/2932/293222991004.pdf
García Amado, J. (1987). Tópica, Derecho y método jurídico. Doxa: Cuadernos
de filosofía del derecho, 4, 161-188.
García-Herreros, J. L. (2011). La excesiva onerosidad frente a la imposibilidad
absoluta de incumplimiento. Revista de derecho (Universidad del Norte, Co-
lombia),15, 168-175.
Hinestrosa, F. (2000). De los principios generales del derecho a los principios
generales del contrato. Revista de derecho privado (Universidad Externado
de Colombia), 5, 3-22.
Hinestrosa, F. (2005). La revisión del contrato. En el Rapport général elaborado
para las Journées Brésiliennes de la Association Henri Capitant (pp. 23-27). Río
de Janeiro-Sao Paulo.
Larenz, K. (1958). Derecho de las obligaciones, t. I. Madrid: Editorial Revista de
Derecho Privado.