Proveyendo el escrito folio n°168.084, téngase presente.
VISTOS: En autos RIT N° O-34-2016 del Quinto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago, por sentencia de doce de Abril de dos mil dieciséis se condenó a Alexander Michael Quezada Farías y a Jorge Esteban Chacana Carabantes a sufrir cada uno la pena de cinco años y un día de presidio mayor en su grado mínimo, más accesorias correspondientes, como co-autores del delito consumado de robo con intimidación perpetrado en la comuna de Cerrillos el día 10 de Noviembre del año 2014. El abogado don Hans Graver del Valle, por el sentenciado Quezada Farías, dedujo recurso de nulidad contra la señalada sentencia, fundado en la causal prevista en el artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal, solicitando anular el fallo y dictar sentencia “en la misma audiencia” conforme a derecho, condenándose a su representado por el delito de robo en bienes nacionales de uso público y, en subsidio, estimar como muy calificada la atenuante que le fue reconocida, rebajando la pena impuesta en ambos casos según señala. Por su parte la abogada doña María Rosario Ovalle Cabrera, por el sentenciado Chacana Carabantes, deduce recurso de nulidad contra la referida sentencia fundado en la misma causal señalada, prevista en la letra b) del artículo 373 del Código Procesal Penal, en relación al artículo 19 n° 3 de la Constitución Política de la República y, según expresa, a las normas que se estimen pertinentes, solicitando anular el juicio y la sentencia. Declarados admisibles ambos recursos, se procedió a su vista, oportunidad en que alegaron las defensas de ambos sentenciados y el representante del Ministerio Público. CONSIDERANDO: I.- En cuanto al recurso interpuesto por la defensa del sentenciado Quezada Farías: PRIMERO: Que la causal esgrimida por el recurrente, prevista en el artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal, se refiere a haber incurrido la sentencia en una errónea aplicación del derecho con influencia sustancial en lo dispositivo del fallo. Alega como infringidos los artículos 68 bis, 443 y 439 del Código Penal y 297 del Código Procesal Penal. SEGUNDO: Que antes de entrar al análisis de los fundamentos de esta causal, en necesario dejar establecida la naturaleza del presente recurso de nulidad y el cumplimiento de los requisitos formales que determinan su procedencia. En efecto, tratándose de un recurso extraordinario y de derecho estricto, quien lo deduce debe cumplir las exigencias previstas en la ley, entre otras, consignar las peticiones concretas que se solicitan al tribunal, como dispone el artículo 378 inciso 1° del Código Procesal Penal. En este caso, las peticiones del recurrente no cumplen tal requisito, toda vez que pide dictar una sentencia conforme a sus pretensiones “en la misma audiencia”, sin precisar la oportunidad procesal a la que se refiere, y formula una petición subsidiaria en el sentido de que si no se recalifica el ilícito, al menos se califique una atenuante, todo lo cual resta toda claridad y precisión a su solicitud. Estas deficiencias formales bastarían para desestimar la causal de nulidad invocada. TERCERO: Que sin perjuicio de lo señalado precedentemente, y en cuanto a los fundamentos de la causal de nulidad, esto es, haberse incurrido en una errónea aplicación del derecho, se alega infracción del artículo 297 del Código Procesal Penal y 68 bis del Código Penal. En relación a la primera norma se pretende la recalificación del delito de robo con intimidación a robo en bienes nacionales de uso público, y en relación a la segunda, que se estime que la atenuante que se reconoce al sentenciado se estime muy calificada. CUARTO: Que la primera norma cuya infracción se alega, artículo 297 del Código Procesal Penal, se refiere a la valoración de la prueba, y dispone que los tribunales apreciaran la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados. La infracción de esta norma legal no puede hacerse valer a través de la causal de infracción de ley que invoca el recurrente, toda vez que ella está contemplada como causal específica distinta en la letra e) del artículo 373 del Código Procesal Penal, referida a haberse omitido algunos de los requisitos exigidos en el artículo 342 letras c), d) o e), siendo la primera la que, en relación a los requisitos que debe contener la sentencia, exige que la valoración de los medios de prueba se haga de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297. Esta circunstancia también conduce al rechazo de la causal de nulidad en estudio. QUINTO: Que a lo anterior cabe agregar que la valoración de la prueba que contiene la sentencia cumple el estandar exigido en el artículo 297 del Código Procesal Penal, sin que se advierta en ella una vulneración de las reglas de la sana crítica al fundamentar sus conclusiones; lo que pretende el recurrente es una nueva y propia valoración de la prueba manifestando disconformidad con la realizada por los sentenciadores, materia ajena a la finalidad de un recurso como el de la especie. SEXTO: Que a mayor abundamiento, cabe señalar que la pretensión de recalificar el robo con intimidación al de robo en bienes nacionales de uso público sólo podría obtenerse a través de una modificación de los hechos establecidos en la sentencia, lo que no resulta procedente a través de la causal esgrimida por el recurrente. Los hechos establecidos por los sentenciadores configuran efectivamente el ilícito por el cual han sido condenados ambos sentenciados, no existiendo, por lo tanto, ninguna infracción del derecho aplicado. Debe considerarse, además, en cuanto a la oportunidad en que se hizo uso de la intimidación, materia en la que se fundamentan las alegaciones del recurrente, lo dispuesto en el artículo 433 inciso 1° del Código Penal, conforme al cual el delito se configura sea que la intimidación tenga lugar antes del robo, para facilitar su ejecución, en el acto de cometerlo, o después de cometido para favorecer la impunidad, como en el presente caso ha sucedido. Esta disposición resulta clara en su sentido y tenor literal y fue interpretada y aplicada por los sentenciadores en pleno ejercicio de sus facultades jurisdiccionales. SÉPTIMO: Que tampoco se configura esta causal de nulidad en relación a la atenuante que le fue reconocida al sentenciado, prevista en el n° 9 del artículo 11 del Código Penal, que según el recurrente debió estimarse muy calificada, alegando infringido el artículo 68 bis del mismo Código. En efecto, dicha norma confiere al tribunal una facultad en el sentido de rebajar la pena si estima que concurre una atenuante muy calificada, facultad que podrá o no hacer efectiva conforme a su propio criterio y en pleno ejercicio de sus facultades jurisdiccionales; por lo tanto, no tratándose de una norma imperativa, en ningún error de derecho se podría incurrir al no darle aplicación. II.- En cuanto al recurso de nulidad deducido por el sentenciado Chacana Carabantes: OCTAVO: Que la defensa del sentenciado Chacana Carabantes invocó como única causal de nulidad la prevista en la letra b) del artículo 373 del Código Procesal Penal, misma que interpuso el co-autor del ilícito Quezada Farías. Fundando el recurso, en primer término transcribe los considerandos primero y sexto en cuanto contienen los términos de la acusación y de los hechos que se tuvieron por acreditados, respectivamente, impugnando que tales hechos den cuenta de un robo con intimidación, y haciendo un análisis del tipo penal y citando doctrina, cuestiona la aplicación del artículo 433 del Código Penal estimando que la violencia o intimidación posterior al apoderamiento no forma parte del tipo básico del robo. Invoca el artículo 19 n° 3 de la Carta Fundamental y termina solicitando la realización de un nuevo juicio oral por tribunal no inhabilitado. NOVENO: Que, en primer término, debe hacerse presente la deficiencia del recurso en cuanto a no contener las peticiones concretas que, como requisito formal, exige el artículo 378 del Código Procesal Penal. En efecto, la recurrente se limita a solicitar la invalidación del fallo ordenándose la realización de un nuevo juicio oral, sin pedir que con posterioridad a ello se dicte sentencia que decida según sus pretensiones. Y en cuanto a los fundamentos de fondo esgrimidos, cabe reiterar lo señalado en relación al recurso interpuesto por la defensa del sentenciado Quezada Farías, en cuanto a que los hechos establecidos en el fallo, que son inamovibles y no pueden ser alterados por esta Corte, configuran el ilícito materia de la condena, considerando para ello lo dispuesto en el artículo 433 del Código Penal, sin que la sentencia haya incurrido en una errónea aplicación del derecho. Por consiguiente, tanto por defectos formales como por falta de fundamentos este recurso deberá ser también desestimado. Por estas consideraciones, y lo dispuesto en los artículos 372, 373, 378, 380, y 384 del Código Procesal Penal, SE RECHAZAN los recursos de nulidad interpuestos por las defensas de Alexander Michael Quezada Farías y Jorge Esteban Chacana Carabantes contra la sentencia de doce de Abril de dos mil dieciséis, dictada por el Quinto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago, en autos RIT N° O-34-2016 de dicho tribunal, sentencia que, en consecuencia, no es nula. Regístrese y comuníquese. Redactó la ministra señora Aguayo. N° 1268-2016.
Pronunciada por la Séptima Sala de la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago,
presidida por el Ministro señor Javier Aníbal Moya Cuadra e integrada por la Ministra señora Pilar Aguayo Pino y por el Abogado Integrante señor Oscar Torres Zagal. Autoriza el (la) Ministro de fe de esta Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago.
Santiago, veinte de mayo de dos mil dieciséis, se notificó por el estado diario la resolución que antecede.
Ley de Amparo, reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Comentada y con jurisprudencia. 2017