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LA VIDA DEL SUELO
El suelo es un ser vivo que nace, se desarrolla, y puede morir si no respetamos el complejo
sistema de relaciones no apreciables a simple vista.
El suelo contiene una gran diversidad de formas de vida de microorganismos que
descomponen la materia orgánica para que las plantas puedan tomar los minerales, además
otros animales grandes como lombrices o insectos que forman galerías y también contribuyen
a mejorar las características de los suelos.
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4. Color
Es una característica que percibimos fácilmente. Tiene relación directa con la temperatura, la
humedad y el material que originó el suelo.
Propiedades químicas de los suelos
1. pH de los suelos
Indica el grado de acidez o alcalinidad que presenta un suelo, tiene influencia sobre las
características químicas, físicas y biológicas (actividad microbiana).
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Propiedades biológicas de los suelos
Las propiedades biológicas del suelo son muy importantes, ya que está constituida por la
microfauna del suelo, como hongos, bacterias, nemátodos, insectos y lombrices, los cuales
mejoran las condiciones del suelo acelerando la descomposición y mineralización de la
materia orgánica, además que entre ellos ocurren procesos de antagonismo o sinergia que
permite un balance entre poblaciones dañinas y benéficas que disminuyen los ataques de
plagas a las plantas.
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PRACTICAS DE CAMPO PARA EVALUAR EL SUELO
1. Determinación de la textura del suelo
Tome una muestra de suelo; mójela un poco en la mano hasta que sus partículas comiencen
a unirse, pero sin que se adhiera a la mano;
Amáse la muestra de suelo hasta que forme una bola de unos 3 cm de diámetro.
Si se desmorona, es arena;
Amase la bola en forma de un cilindro de 6 a 7 cm, de longitud
Si no mantiene esa forma, es arenoso franco;
Si no mantiene esa forma es franco arenoso;
Trate de doblar el cilindro hasta formar un semicírculo.
Si no puede, es franco;
Siga doblando el cilindro hasta formar un círculo cerrado • Si no puede, es franco pesado;
• Si puede, y se forman ligeras grietas en el cilindro, es arcilla ligera;
• Si puede hacerlo sin que el cilindro se agriete, es arcilla
3. Contenido de carbonatos
Coloca una muestra de suelo para analizar en un vaso de precipitado (puede ser reemplazado
por: caja de Petri, bandejas o platitos pequeños de loza o cerámica)
Añadir suficiente cantidad de gotas de limón se puede usar vinagre (solución de ácido
acético), hasta humedecer toda la muestra.
Comparar la efervescencia producida entre las distintas muestras.
De acuerdo al nivel de efervescencia observado en la experiencia, discrimina si la muestra
contiene carbonato y en qué medida.
4. El pH de nuestro suelo
Colocar una muestra de suelos en un vaso de plástico (puede ser reemplazado por un tarro
de cristal reutilizado…) y lo llenamos con agua destilada.
Dejamos reposar la mezcla para que la muestra sedimente y el agua esté lo más clara posible.
Introducimos la tira reactiva en el líquido unos segundos.
Dejamos secar la tira y la comprobamos con la muestra de la caja.