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Y CONSIDERANDO:
Oídos los agravios de la Dra. De Rosa, que fueran debidamente
confrontados por la Dra. Paoloni defensora oficial del imputado S., y tras
analizar –a la luz de la sana crítica racional- las actas escritas que tenemos a la
vista, el tribunal considera que corresponde homologar el auto recurrido.
a- Dos fueron las críticas realizadas por el acusador público a la
decisión del juez de grado. Por un lado, sostuvo que el lugar donde se
practicara el registro cuestionado por parte de la policía bonaerense no es un
“domicilio” en el sentido protegido constitucionalmente y, por el otro,
consideró que el consentimiento prestado por S. para el ingreso al lugar no
está viciado, y es absolutamente válido.
Con relación a la primera cuestión, explicó que en este caso no
hay violación al derecho de intimidad, porque el lugar no estaba habitado, si
bien es un espacio cerrado, estaba vació y su propietario mostró desinterés en
ocuparlo, pues justamente lo había dado en alquiler.
En cuanto al consentimiento, argumentó que si bien la presencia
policial en un domicilio genera intimidación a su propietario, lo cierto es que,
en el caso, el patrullero se constituyó en el lugar por un aviso de la empresa
“L. J.”, y al advertir que había un cartel de una inmobiliaria se contactaron con
ésta, y a través de ella con S. Así, este último se presentó en el lugar y
franqueó el ingreso del personal policial. En ese momento, S. no se encontraba
intimidado por la presencia policial, y bien podría haber llamado a un abogado
para establecer los pasos a seguir o, si no tenía intención de hacerlo, podría
haber negado su presencia en el lugar bajo cualquier excusa, ó un sin fin de
otros supuestos. A pesar de todo ello, optó por autorizar el acceso, y por ello a
su entender su consentimiento debía ser considerado válido.
b- A nuestro juicio, las dos críticas desarrolladas no logran
desvirtuar la decisión del juez de grado, más con los fundamentos que a
continuación se mencionan.
En línea con la posición de la defensa, en particular el análisis
realizado con relación a las normas del Código Procesal Penal de la Provincia
de Buenos Aires, en sus arts. 219, 220 y 221 párrafo primero normativa (que
presenta similitud a aquélla que rige en esta jurisdicción), que trata de dar
operatividad a la garantía de la inviolabilidad de domicilio prevista por la CN,
consideramos que el lugar donde se practicara el registro policial sí resulta
alcanzado por ella.
Surge del acta de procedimiento cuestionada que: “…a través del
911, dándonos la novedad de que en calle (…) de esta localidad personal de
la Empresa Satelital L. J. tenia ubicado un vehiculo sustraído recientemente
en dicho domicilio, que ante ello nos trasladamos al lugar y a nuestro arribo
efectivamente constatamos la presencia de L. J. identificando al rastreador
como E. C., quien nos manifiesta que según sus sistemas de rastreo dentro del
citado domicilio se encuentra el rodado (…) el que le fuera sustraído a unos
clientes de la empresa (…) que dicha finca posee dos persianas ciegas y un
portón del garaje también ciego, lo que impide ver hacia adentro, y dado a
que en el lugar sobre el portón y persona existen carteles de la inmobiliaria
D. que reza Se Alquila, es que el móvil municipal se acerca a la antes
mencionada Inmobiliaria (…) y requiere que el propietario del lugar se haga
presente en los locales; fue así que minutos mas tarde se hace presente el
señor S. N. Y. M. (…) quien refiere ser propietario del lugar y que
efectivamente los posee en alquiler (…) pero que en horas de la noche el
lugar queda al cuidado de un sujeto de nombre H. a quien solo conoce por el
nombre suya que este sujeto es de la calle y lo ayudo con tareas de
mantenimiento y quien también tiene la llave del portón; prestando anuencia
Poder Judicial de la Nación
Ante mí: