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1. ANTECEDENTES
3. CONSIDERACIONES GENERALES
• La geometría de la sección del muro debe cumplir las condiciones que se detallan
en los diseños adjuntos.
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• Las piedras de escollera deben reunir las condiciones que se detallan en el
presente documento.
• Repartir de modo bastante uniforme, los empujes sobre el cuerpo del muro de
escollera.
• Interponer una capa granular con buenas características drenantes entre el terreno
natural y el muro.
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• Disponer de un espacio para colocar tierra de sembrado y estabilizar la parte
superior del muro con vegetación.
• Dificultar la salida del material del terreno natural a través de los huecos de los
bloques de escollera.
Las hiladas del cuerpo del muro mantendrán la inclinación media de 3H:1V hacia el
trasdós del muro.
La parte del muro de escollera que quedará a la vista deberá ser inclinada hacia el
trasdós, nunca vertical.
La anchura del muro en su base será de 4 metros y en la parte superior de 0.7 metros, en
la última capa de piedras.
El acabado final del muro no será a nivel para que luzca lo más natural posible.
La altura del muro será hasta que llegue a 50 cm sobre el nivel del suelo natural de la
orilla de la isla en la zona del muelle.
Los bloques de escollera deben presentar superficies rugosas y el mayor número posible
de caras de fractura y aristas vivas, debiendo evitarse los bloques redondeados, ya que
aumenta el riesgo de deslizamientos.
Densidad de los bloques.- La densidad seca de los bloques debe ser superior o
igual a dos mil quinientos kilogramos por metro cúbico (ρd ≥ 2500 kg/m3).
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después de someterlo a las operaciones de manipulación, transporte y puesta en
obra.
— Ensayos destructivos, entre los que destaca el de rotura por caída en que se
somete un número determinado de bloques a un impacto normalizado, al dejarlos
caer desde una altura fija sobre un suelo suficientemente rígido y uniforme,
determinándose el índice de rotura a través de las pérdidas de masa.
Para tener en cuenta el posible efecto frente a los cambios de humedad, pueden
utilizarse ensayos de ciclos de humedad-sequedad, para calificar la estabilidad de
la roca, exigiéndose una pérdida de masa menor o igual al dos por ciento (Δm/m ≤
0,02). Estos ensayos deberán realizarse porque la escollera se encontrará en una
zona inundable.
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6.6. Absorción de agua
A los efectos de este documento y en relación con los bloques para la construcción
de muros de escollera, se recomienda que la absorción de agua determinada
sobre diez (10) de dichos bloques, sea menor o igual al dos por ciento6 (was ≤
2%).
7.1. INTRODUCCIÓN
Buena parte de las características del muro de escollera se alcanzan, no solamente por
los materiales empleados, sino por una buena ejecución del mismo que debe comprender
una adecuada selección y colocación de cada uno de los bloques, de modo que
constituyan un conjunto lo más compacto, estable y duradero posible.
7.2. CIMENTACIÓN
Antes de la ejecución del muro, se comprobará que el talud o ladera natural esté en
condiciones adecuadas: superficie regular, ausencia de salientes, zonas con restos
vegetales y otros materiales no deseados, afloramiento de aguas, etc.
A medida que se colocan las piedras se deberán sellar todos los huecos que queden
entre éstas con hormigón ciclópeo.
En todas las fases de la construcción del muro y en particular en la ejecución del cuerpo
del mismo, deberá contarse con un operario auxiliar que asista al maquinista en la
selección y colocación de cada bloque, tomando en cuenta que las piedras del muro
deben quedar irregulares para dar un aspecto más natural a la orilla de la Ecoaldea, de
todos modos, este trabajo deberá ser revisado por medio de equipos topográficos.
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Las piedras de escollera que conforman el cuerpo del muro se colocarán en éste
procurando tanto su propia estabilidad como la materialización de una contra inclinación
de las hiladas de bloques en torno al 3H:1V respecto a la horizontal. Dicha contra
inclinación tiene una repercusión directa en la estabilidad del muro y dificulta una eventual
caída de piedras tanto durante la construcción como durante su vida útil.
Con el fin de asegurar una adecuada trabazón y estabilidad, se debe procurar que los
huecos entre piedras de escollera contiguas se reduzcan cuanto sea posible , para lo que
se seleccionará específicamente cada bloque. Cada piedra de escollera deberá apoyar su
cara inferior en al menos dos bloques de la hilada inferior y estar en contacto con los
bloques laterales adyacentes, además de con otros dos de la hilada superior.
Se tratará de evitar que los contactos entre bloques de una hilada coincidan, según
secciones por planos verticales, con los de la hilada inferior, impidiendo de este modo la
formación de columnas de bloques de escollera. Análogamente debe tratar de evitarse en
lo posible, la formación de filas horizontales de bloques es decir, las sucesivas hiladas
deberán buscar la máxima imbricación que sea posible con las inmediatamente superior
e inferior. Además debe obtenerse la contra inclinación de los bloques sobre planos
normales al del paramento visto.
El rozamiento entre bloques es un parámetro muy importante para la estabilidad del muro
y se produce por fricción entre caras rugosas y aristas vivas de los mismos. En algunos
casos se pueden adoptar las siguientes medidas para aumentar la superficie de contacto,
o para mejorar el rozamiento entre superficies:
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Se colocarán las sucesivas hiladas de bloques, hasta alcanzar la coronación del muro con
la geometría prevista en el proyecto. El filo superior del muro quedará irregular y no se
colocará nada de hormigón para que luzca lo más natural posible.
Antes de colocar las piedras del muro, se comprobará que los bloques de escollera
cumplen los requisitos establecidos en el proyecto respecto de las propiedades que se
describen en este documento. Para ello se tomarán muestras y se realizarán los
correspondientes ensayos.
Estos ensayos deberán repetirse siempre que se vaya a utilizar una nueva procedencia
para la escollera, o si existe un cambio importante en la naturaleza de la roca o en las
condiciones de extracción, que puedan afectar a sus propiedades.
• Al concluir cada una de las hiladas y al finalizar los trabajos del muro, se harán
controles visuales. Mediante este tipo de controles puede decidirse el recebo
(colocación de lastre o ripio de la misma piedra) de ciertos bloques, el vertido de
hormigón entre alguno de ellos, etc.
• Al concluir cada una de las hiladas y al finalizar los trabajos del muro, se harán
controles visuales. Mediante este tipo de controles puede decidirse el recebo de
ciertos bloques, el vertido de hormigón entre alguno de ellos, etc.
• Por otra parte, los valores de porosidad y peso específico de los muros de
escollera colocada son difíciles de determinar in situ. La literatura técnica recoge
algunas experiencias de ejecución de diferentes tramos de prueba en los que se
determina la porosidad a través del peso específico de la roca y de la cubicación
obtenida a partir de una serie de bloques de peso conocido.
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• Control geométrico: Deberán materializarse bases topográficas en terrenos
próximos no afectados por la ejecución de las obras, que permitan llevar a cabo el
control del muro.
7.7. MONITOREO
La retroexcavadora se podrá colocar sobre una barcaza anclada al lecho del río a una
distancia adecuada para que alcance el brazo de maquinaria a colocar las piedras o
puede bajar a tierra y operar desde el filo de terreno natural.
La maquinaria sobre orugas deberá tener una potencia mínima de ciento quince kilovatios
(115 kW). Cuando se utilicen pinzas, pueden considerarse como más adecuadas, las
llamadas de demolición o de escollera, que se acoplan al balancín de la excavadora. En
caso de utilizar cazo (cuchara), la capacidad de éste deberá ser de aproximadamente uno
coma cinco metros cúbicos (1,5 m3), si bien ello dependerá del tamaño máximo de la
escollera a colocar.
Como operación preliminar, deben colocarse tanto de la maquinaria como las piedras de
escollera en una barcaza, adoptándose una solución en que el operador tenga buena
visibilidad del sitio de colocación y de las piedras apiladas.
También podrá apilar piedras en tierra para luego colocarlas en el muro de contención.
• Colocación de la piedra dentro del cazo (cuchara) o captura de la misma con las
pinzas.
• Maniobra con la piedra cargada.
• Descarga de la piedra sobre el paramento del muro.
• Posicionamiento correcto de la piedra en el muro.
• Regreso al acopio de piedras de escollera.
La colocación del bloque dentro del cazo, o su captura con la pinza, comprende una etapa
inicial consistente en empujar y girar la piedra situada en el acopio, de forma que quede
en posición favorable para proceder, en una segunda etapa, a cargarla o capturarla.
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Para una mayor facilidad en la colocación de las piedras, antes de que la excavadora
cargue cada una de ellas, debe estimarse la posición en que se va a colocar el bloque en
el muro, para que al descargarlo quede ya aproximadamente en su posición definitiva.
Una colocación deficiente dentro del cazo o pinza obligará a movimientos ineficaces de la
piedra sobre el muro. A menudo, será mejor reiniciar el ciclo básico si se aprecia que la
piedra no se posiciona correctamente. En esta primera fase del ciclo básico tiene mayor
influencia la habilidad del maquinista que la capacidad o potencia de la máquina.
Las operaciones necesarias para la colocación de las piedras deben realizarse en todo
caso de forma tal, que no se produzcan impactos que puedan afectar a la parte ya
ejecutada del muro.
Una vez que el bloque ha sido colocado en el muro, con el visto bueno del operario
auxiliar, el maquinista debe cerrar el ciclo básico con la vuelta al acopio, donde iniciará un
nuevo ciclo al coger el siguiente bloque.
El Contratista deberá garantizar que las piedras de escollera sean obtenidas de canteras
reconocidas por la calidad de los materiales que expenden. A continuación se detallan los
criterios para reconocer la calidad de las piedras.
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8. GEOMALLA BI ORIENTADA DE POLIPROPILENO PARA EL REFORZAMIENTO DE
LA ESTRUCTURA DE PAVIMENTO
8.1. DESCRIPCIÓN
8.2. MATERIALES
• Geomalla
(1) Los valores numéricos de la Tabla corresponden al valor mínimo promedio por rollo
(VMPR). El valor mínimo promedio por rollo, es el valor mínimo de los resultados de un
muestreo de ensayos de un proceso para dar conformidad a un lote que está bajo
comprobación, el promedio de los resultados correspondientes de los ensayos
practicados a cualquier rollo del lote que se está analizando, debe ser mayor o igual al
valor presentado en esta especificación y corresponde a la traducción del nombre en
Inglés “Minimum Average Roll Value (MARV)”. La medida corresponde al valor
promedio del lote menos dos (2) veces la desviación estándar de los valores de la
producción.
8.3. EQUIPO
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En ningún caso pueden quedar vacíos o zonas huecas bajo la Geomalla que
impidan el contacto directo con la superficie inferior.
No se permitirá que la Geomalla quede expuesta, sin cubrir, por un lapso mayor a
(3) días.
8.5.1. Controles
— Comprobar que los materiales a utilizar cumplan con los requisitos exigidos por
la presente especificación.
• Verificar que cada rollo de Geomalla tenga en forma clara la información del
fabricante, el número del lote y la referencia del producto, así mismo los rollos
recibidos en obra deben ir acompañados con el certificado que se refiere a la
conformidad de la Geomalla. En caso tal que la Fiscalización lo considere
necesario se deberá tomar una muestra como mínimo de un metro lineal de
Geomalla por el ancho correspondiente al rollo, verificando que esté totalmente
seca y limpia y se deberá empacar y enviar a un laboratorio distinto al del
fabricante, debidamente identificada (número de lote, referencia del producto,
etc.), para evaluar las propiedades indicadas en la Tabla 1 de esta especificación.
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8.5.2. Calidad del Producto Terminado.- El Interventor aceptará el trabajo realizado,
previa verificación de los materiales empleados durante el proceso de mejoramiento así
como de los procedimientos de ejecución desde la adecuación del terreno y hasta la
colocación de la Geomalla según lo prescrito en la presente especificación.
8.5.3. Medida.- La unidad de medida del ítem correspondiente a “Geomalla Bi-axial para
refuerzo de estructuras de pavimento será el metro cuadrado (m2)”, aproximado al décimo
del metro cuadrado de Geomalla medida en obra, colocada de acuerdo con los planos de
construcción y a esta especificación particular. Lo anterior debidamente aceptado por el
Fiscalizador.
Preparado por:
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