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El Pez Náufrago,
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número cinco
Intimar, libro de la colección El Pez Náufrago,
proyecto educativo-editorial de distribución no lucrativa
patrocinado por :
Jorge Bercovich
PRESIDENTE DE PATRONATO
Ilana Tischler
DIRECTORA GENERAL
Clara Wolff
DIRECTORA DE PREPARATORIA
El Pez Náufrago
diseño Er Fonseca
Víctor Martínez
Aurora Martínez
• • •
capa
Lothar Charoux (1912-1987)
tomado de A poética da linha
ilustraciones Intimar: Luis Verdejo
www.elpeznaufrago.com
onaufragopeixe@gmail.com
© El Pez Náufrago
Material educativo (Año 3)
no lucrativo
mmvi
El mar dentro de una coctelera
Battements d’ailes de feu
au-dessus des battements de vagues
Soleil ... soleil.
Eugene Guillevic
Distraídos vremos, dijo el Kami-“casi” de Curitiba, Paulo Leminski en templo neopitagórico. Entregar un
Pez Náufrago a Mar no es una empresa intimidante. Lo hacemos para errar como también se escribe para
errar y como existe la vida y el mar…, sin otro mejor propósito que errar. Y si faltan autores ganamos, y si
faltan batallas ganamos… —Mon semblable, mon frére—…
Con el tiempo, hemos decantando todo lo que quisimos conservar para el naufragio (y creo que esto último
es una biografía). Dejamos fuera decenas de autores que alguien dirá no pueden faltar y metimos los que
siempre han estado con nosotros, acaso ampliando la lista en función de otra odisea mayor: la de componer
los planos de un libro-ballena: Intimar (PN 5), Ultimar (PN 6) y Extremar (PN 7).
Para el ejercicio de la traducción, de entre las más de veinte lenguas que abarcamos a lo largo ya de ocho
publicaciones, incluyendo estas tres últimas de carácter fluctuante que ahora entregamos y un número
de avanzada (cero), mantuvimos las mismas tres constantes que en nuestra selección: un tono no de
ideas aisladas sino vivas en las cosas (Williams), un estricto examen del valor formal trascendente de las
muestras presentadas entendiéndolas siempre como tradición (Pound) y, por último, los ejemplos más que
de “narrativa” de lo que Saer entendía como ficción y llamara antropología especulativa.
Todo el mar es perdido y reencontrado. Hip-nótico amnésico. El mar con su epilepsia, saliéndose de sí,
entrando hacia sí, reencontrando un prólogo del prólogo interpuesto… Leemos por restitución no porque
creamos —como perjuró Horacio— que leer nos haga mejores personas. Para los náufragos jugar es muy
serio y el insomnio sagrado. Es pertinente la moral sólo si escriben fábulas o si se es soldado. Los cuentos
no nos apaciguan. El náufrago, sin poder decir nunca —como pez en el agua— lega un baggage para otro
tiempo, tiempo de nuevos barcos ebríos. Por eso Le Cimitière Marin, Cão sem plumas y Der Archipelagus
(íntegros), por eso un buen fragmento de Catatau, Paterson o de nuevo la Ilíada pero la re-Ílíada de Haroldo,
esa Re-Ieilíada transcreada... Pensamos que cuando nuestros lectores más próximos son jóvenes lo justo
es generar materiales de lectura no de supuesta creación. Hacer marketing es usura, no un trabajo, Mejor:
aguas de beber… No se puede escribir sin saber quién es Li Po. Queremos a Li Po. Y lo queremos ahora.
Li-Po en el Yangtse. And then went down to the ship.
Nunca nos interesó lo que teoría literaria suponga antes que las obras y/o aquello que los mismos creadores
dijeran de sus propios trabajos. Creemos en la invención porque vemos el pasado. Hölderlin no iba en el arca,
tampoco Corbière. Vemos todos los días que la poesía y la literatura no actuan en la misma zona. Sabemos
que leer es un riesgo para nosotros mismos. Todo mapa, todo sistema, toda lógica aparente que presupone
la cordura y el sentido genera confusión; falso brillo contra el azar. Bajo este planteamiento nada es más
torpe que alentar un tipo de pensamiento de orden conceptual pero supersticiosamente téorico y vanal.
Lo que se nombra por fuera se llama sistema, por dentro es constelación o poema. Todo educador ajeno
a la poesía no ha podido nunca proponer nada que en realidad él mismo comprenda. Contra el prejuicio
del orden la claridad de saber, como Valéry, todo verso es un movimiento de la conciencia y por eso mismo
atendemos a la materialidad de las cosas; la ola como forma (ola-ona-onda-wave), el río como rumor del
ruido de la luz (rioir); para matar a los hijos de la paradoja de Heráclito basta un ideograma.
La lluvia
La lluvia, ese río vertical que existe por tan poco tiempo.
¡Qué envidia sería morir tan rápido y de un sólo golpe!; sin más caer…, no importa dónde, caer
y golpear tan fuerte que duela, que suene. Y suenen sílabas, sílabas: hipótesis de lluvia.
¿Qué es la lluvia, lo que cae, lo que moja?
Stephanie Esses
Lluvia
(fea (plu
therr mallu
ain via
:dreamin :soñand
g field o o campo s
ver forests &; obre bosque &;
wh qui
o could én podría
be ser
so su
!f! ¡a!
te ve
r?n ?n
oo ad
ne) ie)
cummings
e. e. cummings (1894-1962).
10 poemas, 1960, Imprenta Nacional Rio
A partir de T: de Augusto de Campos - Sara Micha
16 El Pez Náufrago
John Cage (1912-1992) / Augusto de Campos (1931).
Música de invenção, 1998, Perspectiva
Calder Madrid: Los eventos dentro de este poema sucedieron al interior y al exterior
de una exposición de Alexander Calder en el Museo Reina Sofía de Madrid, Nov, 2004. MG
Martín Gubbins (1971),
Álbum, Ediciones Tácitas, 2005
Lluvia la calle llamas: La lluvia dentro de este poema cae en las calles de Londres muy a menudo:
y a veces en las de Santiago.
Martín Gubbins (1971),
Álbum, Ediciones Tácitas, 2005
A chuva
A chuva der rubou as pontes. A chuva transbordou os r ios.
A chuva molhou os transeuntes. A chuva encharcou as
praças. A chuva enferrujou as máquinas. A chuva enfureceu
as marés. A chuva e seu cheiro de ter ra. A chuva com sua
cabeleira. A chuva esburacou as pedras. A chuva alagou a
favela. A chuva de canivetes. A chuva en xugou a sede. A
chuva anoiteceu de tarde. A chuva e seu br ilho prateado. A
chuva de retas paralelas sobre a ter ra cur va. A chuva
destroçou os g uarda-chuvas. A chuva durou muitos dias. A
chuva apagou o incêndio. A chuva caiu. A chuva
der ramou-se. A chuva murmurou meu nome. A chuva ligou o
pára-br isa. A chuva acendeu os faróis. A chuva tocou a
sirene. A chuva com a sua cr ina. A chuva encheu a piscina.
A chuva com as gotas g rossas. A chuva de pingos pretos.
A chuva açoitando as plantas. A chuva senhora da lama. A
chuva sem pena. A chuva apenas. A chuva empenou os
móveis. A chuva amarelou os livros. A chuva cor roeu as
cercas. A chuva e seu baque seco. A chuva e seu ruído de
vidro. A chuva inchou o brejo. A chuva pingou pelo teto. A
chuva multiplicando insetos. A chuva sobre os varais. A
chuva der rubando raios. A chuva acabou a luz. A chuva
molhou os cigar ros. A chuva mijou no telhado. A chuva
regou o g ramado. A chuva ar repiou os poros. A chuva fez
muitas poças. A chuva secou ao sol.
La lluvia
La lluvia derribó los puentes. La lluvia desbordó los ríos.
La lluvia mojó los transeúntes. La lluvia encharcó las plazas.
La lluvia oxidó las máquinas. La lluvia enfureció los mares.
La lluvia y su olor a tierra. La lluvia con su cabellera.
La lluvia agujeró las piedras. La lluvia inundó favelas. La
lluvia de navajas. La lluvia secó la sed. La lluvia anocheció de tarde.
La lluvia y su brillo plateado. La lluvia de rectas paralelas sobre
la tierra curva. La lluvia destrozó paraguas. La lluvia duró muchos
días. La lluvia apagó el incendió. La lluvia cayó. La lluvia se derramó.
La lluvia murmuró mi nombre. La lluvia llamó al parabrisas. La lluvia
levantó semáforos. La lluvia tocó sirena. La lluvia con su crin.
La lluvia llenó piscina. La lluvia con gotas gruesas. La lluvia
de gotas negras. La lluvia azotando las plantas. La lluvia señora
del lodo. La lluvia sin pena. La lluvia apenas. La lluvia torció
los muebles. La lluvia amarilló los libros. La lluvia corroyó las
cercas. La lluvia y su golpe seco. La lluvia y su ruido de vidrio.
Antunes
22 El Pez Náufrago
*
choveu llovió
na carta que você mandou en la carta que mandaste
• • • • • •
outubro octubre
no teto passos pássaros en techo pasos pájaros
gotas de chuva gotas de lluvia
• • • • • •
Leminski
El Pez Náufrago 23
Chuva oblíqua de maiakóvski, Augusto de Campos (1931).
Despoesia, 1994, Perspectiva
Perfections du noir Perfecciones del negro
à André Breton a André Breton
pour le Mont de Piété para el Monte Socorro
El Pez Náufrago 25
sur une corne de la lune sobre un cuerno de la luna
un corbeau l’air a des coins un cuervo aire en bordes
perché de gazon posa en pasto
il est nu desnudo
comme la nuit como la noche
comme une Pierre como una piedra
au lit d’un fleuve en el lecho del río
polie pulida
comme une Pierre où suis-je tombè como una piedra dónde he caído
de volcan del volcán
rongée roída
quelqu’un l’a cueillie alguien la ha cogido
dans sa fronde mettez donc de côté en su honda pongan entonces de lado
cet objet este objeto
perdu perdido
pero algo
parecido a la felicidad puede suceder
una mañana. Es julio o marzo,
llueve, y el extraño
Sabrovsky
Pues de pronto todo es lúcido relámpago
lenta como el aceite,
la luz se derrama.
• • •
las hojas de la jacaranda caen, cayeron toda la mañana y la tarde, puede ser eso el amor? cayeron
apestando para sí, dándole paso a un tapete pálido y hermoso, seco en el lodo y en el pasto, ese
valle de flores muertas para el arribo del otoño no es el paraíso; o es el paraíso ese amor? desde
qué velo, o blusa, decía, ángeles, se quiebra ese amor bajo la lluvia? para qué ese fluido, esa
palma del aire que bendice, deja sobrios y deja moribundos? qué canta, ella sobre la tarde, les
canta un soplo diferente a mis amigos? el sueño de las flores será cómo, mortal y amoroso como
las flores mismas ligeramente meneadas o torcidas por el aire? adónde parte ahora este cálido
soplo, esta caricia de aire y de blusas y de meneos de flores?
García
El Pez Náufrago 27
O guardador de rebanhos I / Eu nunca guardei rebanhos […]
Pensar incomoda como andar à chuva
quando o vento cresce e parece que chove mais.
É se desejo às vezes
por imaginar, ser cordeirinho
(ou ser o rebanho todo
para andar espalhado por toda a encosta
a ser muita coisa feliz ao mesmo tempo),
28 El Pez Náufrago
El guardador de rebaños I / Nunca fui guardador de rebaños […]
Pensar incomoda como andar bajo la lluvia
cuando arrecia el viento y parece llover más.
El Pez Náufrago 29
Chuva obliqua
i
ii
No sé quién sueño…
de pronto toda el agua del mar del puerto es transparente
Y veo en el fondo, como una estampa enorme que allí estuviese desdoblada,
todo este paisaje, «renque» de árboles, camino que arde en aquel puerto,
y la sombra de un barco, más antiguo que el puerto, que pasa
entre mi sueño de puerto y mi mirada de paisaje
y llega a mi pie, y entra hacia mí, adentro
y pasa para el otro lado de mi alma…
ii
El Pez Náufrago 31
iii
iv
iv
El Pez Náufrago 33
até formarem só um que é os dois…
A feira e as luzes da feira e a gente que anda na feira,
e a noite que pega na feira e a levanta no ar,
andam por cima das copas das árvores cheias de sol,
andam visivelmente por baixo dos penedos que luzem ao sol,
aparecem do outro lado das bilhas que as raparigas levam à cabeça,
e toda esta paisagem de primavera é a lua sobre a feira,
e toda a feira com ruídos e luzes é o chão deste dia de sol…
vi
vi
El Pez Náufrago 35
E dum lado para o outro, da direita para a esquerda,
donde há árvores e entre os ramos ao pé da copa
com orquestas a tocar música,
para onde há filas de bolas na loja onde a comprei
e o homem da loja sorri entre as memórias da minha infância…
8 de marzo de 1914
El Pez Náufrago 37
Dios se desnuda en la lluvia...
Dios se desnuda en la lluvia
como una caricia
innumerable.
Cantan los pájaros entre la lluvia.
Las plantas bailan de alegría mojada.
La tierra
como una hembra
se disuelve en los dedos penetrantes
con una palidez de mil ojos desmayados.
Lluvia, lluvia!
Desnudez del dios
primaveral,
que baja danzando, danzando,
Ortíz
a fecundar la amada
toda abierta de espera, quebrada ya de ardor Juan L. Ortíz (1896-1978).
amarillo y largo. En el aura de sauce, 1996, U. del Litoral
• • •
A los 70’s
Miro las gotas que la humedad condensa lentamente
en el vidrio de mi ventana.
Detrás de las gotas pasa un muchacho con un James Dean
en la camiseta.
James Dean, el mismo, el que nos decía
live soon, death soon
(apenas sabíamos inglés pero lo entendíamos demasiado bien).
Mi ciudad era rápida, cada día más rápida,
tenía veredas como fajas continuas,
pero nosotros eramos más veloces.
qué iba a estar quieto mirando gotas en el vidrio de una ventana
qué iba a estar tan cómodamente
de este lado
donde el calor de mi habitación me permitía actos ociosos,
el índice
adelantándose
al camino de una y otra gota que se funden y resbalan.
Watanabe
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de Andrade
olhado devagar que brilha o corpo. mirado detenido brilla el cuerpo.
Para dizê-lo a boca é muito pouco, Para decirlo la boca es muy poco,
era preciso que também as mãos era necesario que también las manos
vissem esse brilho, dele fizessem viesen ese brillo, e hiciesen
não só a música, mas a casa. de él no sólo música, sino la casa.
Todas as palavras falam desse lume, Todas las palabras hablan de esa lumbre,
sabem à pele dessa luz molhada. conocen la piel de esa luz mojada.
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D’altri diluvi una colomba ascolto. De otros diluvios escucho una paloma
.
Ungaretti
El Pez Náufrago 39
Dibaxu Dibaxu
i i
Il baideru di mis bezus/ El temblor de mis labios/
quero dizer: il batideru di mis bezus quiero decir: el temblor de mis besos
si sintirá in tu pasadu se oíra en tu pasado
cun mí in tu vinu/ conmigo en tu vino/
vii vii
El calor qui distruyi al pinser El calor que destruye al pensar
si distruyi pinsendu/ se destruye pensando/
la luz timbla la luz tiembla
in tus bezus/ y en tus besos/ y
ix ix
Tu piede Tu pie
pisa la nochi/ suavi/ pisa la noche/ leve/
avri la yuvia/ abre la lluvia/
avri il día/ abre el día/
40 El Pez Náufrago
Sortilégio Sortilegio*
Moça Chica
sob a chuva bajo lluvia
anda anda
ohla mira
como quem como quien
abre cortinas abre cortinas
a chuva la lluvia
lhe cai em cima le cae encima
ou se limita o se limita
a seguí-la? a seguirla?
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Passagem Paisaje
de uma nuvem de una nube
—antes— —antes—
duas dos
de si mesma de sí misma
—agora— —ahora—
presa, presa,
livre libre
flutua flota
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um negro un negro
cinza ceniza
El Pez Náufrago 41
Cançao da árvore de mil folhas Canción del árbol de mil hojas
o que exprime y qué expresa
essa esgrima silenciosa esa esgrima silenciosa
esse pugilato de sombras? ese pugilato de sombras?
simulacro de suave tigre de água e leo dragão simulacro de suave tigre de agua y leo dragón
de vento de viento
flama de branca acácia e de salmão-pequeno flama de blanca acacia y de salmón-pequeño
que combate no limiar entre a pele e a alma. que combate en el umbral entre la piel y el alma.
o que irradia y qué irradia
esse lento balé de plumas ese lento ballet de plumas
esse desfile de facas e leques? ese desfile de abanicos y llagas?
dança que traduz em passos de pantera danza que traduce en pasos de pantera
a canção da árvore de mil folhas la canción del árbol de mil hojas
que não sabe da lingua que no sabe de lengua
mas do coração sólo de corazón
Un juego de escorpiones pudre las horas. Cabellos y ojos para los cuervos; hambre obscura
en el cuero cabelludo. Toda superficie se inquieta, en fiebre sorda o tartamuda. Imposible no
pensar en jardines de espejos, cristales de vómito, grabados de dragón. Hojear revistas de
desiertos africanos, contemplar las hojas amarilladas de otoño y pensar en algo profundo que
dijo Giordano Bruno. Sentir el rojo aroma del esmalte, como sangre de coagulación, hasta un
movimento preciso de escoba que corta la luna con los pulgares. All you need is love.
• • •
Céu tenso, desatino anfíbio de vogais. Gota após gota, líquidas facas sobre o asfalto, sinfonia
monótona de felinos. O tecido de escura tenda árabe com suas arestas metálicas, pouco resiste
ao sonoro impacto das ondas aéreas. Mínimo deslize afasta nossa única defesa, e ficamos
vulneráveis como Jonas na goela da baleia; como o exército egípcio no mar Vermelho. Com
terror, fugimos, aguardamos o fim do evento, que é eterno, trágico, obsessivo.
Cielo tenso, anfíbio desatino de vocales. Gota tras gota, líquidos cuchillos sobre asfalto, sinfonía
monótona de felinos. Tejido de oscura tienda árabe con sus aristas metálicas, poco resiste al
sonoro impacto de las olas aéreas. Mínimo desliz aleja nuestra única defensa, y quedamos
vulnerables como Jonás en garganta de ballena; como ejército egípcio en el mar Rojo. Con terror,
huímos, aguardamos el fin del evento, que es eterno, trágico, obsesivo.
Daniel
42 El Pez Náufrago
EP em SP EP en SP
Uma traiçao Una traición
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Barbosa
El Pez Náufrago 43
Careless water
No cup is broken in more places and mended, that is to say a plate is broken and
mending does do that it shows that culture is Japanese. It shows the whole element
of angels and orders. It does more to choosing and it does more to that ministering
counting. It does, it does change in more water.
Supposing a single piece is a hair supposing more of them are orderly, does that show
that strength, does that show that joint, does that show that balloon famously. Does it.
Water raining
Water astonishing and difficult altogether makes a meadow and a stroke.
Cold Climate
A season in yellow sold extra strings makes lying places.
An umbrella
Coloring high means that the strange reason is in front not more in front behind. Not
more in front in peace of the dot.
El Pez Náufrago
Intimar • 44
A mounted umbrella
What was the use of not leaving it there where it would hang what was the use if there
was no chance of ever seeing it come there and show that it was handsome and right
in the way it showed it. The lesson is to learn that it does show it, that it shows it and
that nothing, that there is nothing, that there is no more to do about it and just so much
more is there plenty of reason for making an exchange.
More
An elegant use of foliage and grace and a little piece of white cloth and oil.
Wondering so winningly in several kinds of oceans is the reason that makes red so
regular and enthusiastic. The reason that there is more snips are the same shining
very colored rid of no round color. […]
Stein
Agua indiferente
Ninguna taza está rota en más lugares y reparada, esto es un plato es roto y la
reparación hace eso de modo que muestra que la cultura es japonesa. Muestra completo
el elemento de ángeles y órdenes. Hace más para la elección y hace más para ese conteo
ministerial. Lo transforma. En verdad lo transforma en más agua.
Suponiendo que una sola pieza es un cabello suponiendo que más de ellos son ordenados,
acaso muestra esa fuerza, acaso muestra esa pegadura, acaso muestra famosamente
ese globo. Lo hace acaso.
Agua lloviendo
Agua sorprendente y difícil reunida forma un prado y un golpe.
Clima frío
Una temporada amarilla vendió cuerdas demás sitios de descanso.
Una sombrilla
Resaltando los colores quiere decir que la extraña razón no está más en frente en
frente atrás. No más en frente ante la paz del punto.
El Pez Náufrago
45 • Intimar
Una sombrilla montada
Por qué no se dejó ahí dónde colgaría por qué si no había oportunidad de verla venir
hasta ahí y mostrar qué era hermosa y justo ahí lo mostró. La lección es aprender que
sí lo muestra, que lo muestra y qué nada, qué no hay nada, que no nada hay qué hacer
al respecto y apenas tanto más hay razón suficiente para hacer un intercambio.
Más
Un elegante uso del follaje y la gracia y un pedacito de tela blanca y óleo.
Preguntarse con tal entusiasmo en varias clases de océanos es el motivo que hace al
rojo tan regular y eufórico. La razón para que haya más retazos son la misma brillando
así colorida sin ningún color redondo. […]
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El Pez Náufrago 47
xv xv
Au lever du jour Al iniciar el día
les pigeons articulaient leurs pas las palomas articularon sus pasos
dans la cour en el patio
ix ix*
À Charles Lucet. A Charles Lucet.
Ils ne savent pas qu’ils ne vont plus revoir No saben no volverán a ver
les vergers d’exil et les plages familières las granjas de exilio y las playas familiares
les étoiles qui voyagent avec des jambes de sel las estrellas que viajan con sus piernas de sal
quand la nuit est triste de plusieurs beautés cuando la noche está triste por varias
bellezas
ils oublient qu’ils ne vont plus entendre
le vent de la grille et le chien des images olvidan que no volverán a escuchar
l’eau qui dort sur la couleur des pierres el viento de la reja y el perro de las imágenes
la nuit avec des violons de pluie el agua que duerme en el color de las piedras
la noche con violines de lluvia
tant de magie pour rien
si ce n’était ce souvenir d’un autre monde tanta magia para nada
avec des oiseaux de chair dans la prairie si no fuera por este recuerdo de otro mundo
avec des montagnes comme des granges con pájaros de carne en la pradera
ô mon enfance ô ma folie con montañas como graneros
oh mi infancia, oh mi locura
vi vi*
Son corps avait la douceur de l’eau dans les Su cuerpo tenía la suavidad del agua entre
mains las manos
un collier bleu marquait sa faiblesse un collar azul marcaba su debilidad
pour elle la rose écrit son poème para ella la rosa escribe su poema
et le matin a tous les regards y la mañana tiene a todas las miradas
montagnes lointaines où sont les gens montañas lejanas donde están las personas
d’autrefois de antaño
la pluie qui appelle la lluvia que llama
–cette femme n’est pas un songe –esta mujer no es un sueño
elle doit être morte maintenant debe de estar muerta ahora
l’image accompagne le vent pour elle la imagen acompaña el viento para ella
Schehadé
48 El Pez Náufrago
Then and now
The Rain The Poem
Entonces y ahora
La lluvia El poema
El Pez Náufrago 49
Pluies
i
Le bayan de la pluie prend ses assies sur la Ville, un polypier un hâtif montè a ses
noces de corail dans tout de lait d´eau vive,
Et l´Idée nue comme un rétiarie peigne aux jardins du peuple sa crinière de fille.
Seigneur. Seigneur terrible de mon rire! voici l’envers du songe sur la terre,
comme la réponse des hautes dunes à l’étagement des mers, voici, voici
la terre à fin d’usage, l’heure nouvelle dans ses langes, et mon coeur visité d’une étrange
voyelle.
El Pez Náufrago ii
Intimar • 50 Nourrices très suspectes, Suivantes aux yeux voilès d’aînesse, ô Pluies par qui
l’homme insolite tient sa caste, que dirons-nous ce soir à qui prendra hateur de notre
veille?
Muette l’Ande sur mon toit, j’ai une acclamation très forte en moi, et c’est pour vous, ô
Pluies!
Je porterai ma cause devant vous: à la pointe de vos lances le plus clair de
mon bien!
L’ecume aux lèvres du poème comme un lait de coraux!
iii
Soeurs des guerriers d’Assur furent les hautes Pluies en marche sur la terre:
Casquées de plume et haut-troussées, éperonnées d’argent et de cristal,
Comme Didon foulant l’ivoire aux portes de Carthage,
Lluvias
i
El bayan de la lluvia toma sus cimientos en la Ciudad,
un polípero precoz se dirige a sus bodas de coral en toda esta leche de agua viva, y la
idea desnuda como un gladiador peina en los jardines del pueblo su melena de niña.
Una eclosión de óvulos de oro en la noche salvaje de cenagales y una cama hechas, ¡oh
fraude! Al borde de un tal sueño ahí dónde se aviva y crece y se pone a girar la rosa
obscena del poema.
Señor terrible de mi risa, he aquí la tierra humeante con olor a carne de jabalí,
la arcilla viuda bajo el agua virgen, la tierra lavada por los pasos de los hombres
insomnes y olida, desde más cerca como un vino, ¿no es cierto? Que provoca la pérdida
de memoria?
ii El Pez Náufrago
Nodrizas muy sospechosas, Acompañantes con los ojos cubiertos por la primogenitura, 51 • Intimar
oh Lluvias por quien el hombre insólito mantiene su casta ¿qué diremos esta noche a
quién tome altura de nuestra vigilia? ¿sobre qué lecho nuevo, de qué cabeza rebelde nos
encantaremos aquí la chispa valedera?
Mudos los Andes sobre mi techo, tengo una exclamación muy fuerte en mí, es por
ustedes, oh lluvias.
Traeré mi causa frente a ustedes: a la punta de sus lanzas el más claro de mis bienes
La espuma en los labios del poema como una leche de corales.
Ce sont des armes à brassées, ce sont des filles par charretées, une distribution d’aigles
aux légions,
un soulèvement de piques aux faubourgs pour les plus jeunes peuples de la terre –
faisceaux rompus de vierges dissolues,
Ô grandes gerbes non liées! l’ample et vive moisson aux bras de hommes renversée!
…Et la Ville est de verre sur son socle d’ébène, la science aux bouches des fontaines,
et l’etranger lit sur nos murs les grandes affiches annonaires,
et la fraîcheur est dans nos murs, où l’Indienne ce soir logera chez l’habitant.
iv
Relations faites à l’Edile; confessions faites à nos portes… Tue-moi, bonheur!
Une langue nouvelle de toutes parts offerte! une fraîcheur d’haleine par le monde
comme le souffle même de l’esprit, comme la chose même proférée,
Que hantiez-vous si loin, qu’il faille encore qu’on en rêve à en perdre le vivre?
Et de quelle autre condition nous parlez-vous si bas qu’on en perde mémoire?
Pour trafiquer de choses saintes parmi nous, désertiez-vous vos couches, ô
Simoniaques?
v
Que votre approche fût pleine de grandeur, nous le savions, hommes des villes, sur nos
maigres scories,
mais nous avions rêvé de plus, hautaines confidences au premier souffle de l’averse,
et vous nous restituez, ô Pluies! à notre instance humaine, avec ce goût d’argile sous
nos masques.
En de plus hauts parages chercherons-nous mémoire?... ou s’il nous faut chanter l’oubli
aux bibles d’or des basses feuillaisons?...
Nos fièvres peintes aux tulipiers du songe, la taie sur l’oeil des pièces d’eau et la pierre
como la esposa de Cortez, borracha de arcilla y pintada, entre sus altas plantas
apócrifas… Ellas avivaban de noche el azul del mango de nuestras armas,
ellas poblaron el Abril de los espejos de nuestras cámaras.
Son armas con brazadas. Son niñas por carretas una distribución de águilas a las
legiones
un levantamiento de picas en los barrios para los más jóvenes pueblos de la tierra-haces
rotos de vírgenes disolutas
oh grandes ramos no ligados! la amplia y viva cosecha en los brazos de los hombres
vertida.
iv
Relaciones hechas al Edil; confesiones hechas en nuestras puertas…Mátame,
felicidad!
Una lengua nueva de todas partes ofrecida! Una frescura de aliento por el mundo
como un soplo mismo de espíritu, como la misma cosa proferida, El Pez Náufrago
53 • Intimar
a mismo ser, su esencia; a misma fuente sobre nuestras caras, y esa brisa en flor
al filo de la hierba azuleante, que se adelanta a los pasos de las más lejanas
disidencias!
¿Qué habita usted en espíritu tan lejos, que necesita aun que soñemos perder el vivir?
¿Y de qué otra condición nos habla usted tan bajo que perdemos la memoria?
¿Para traficar cosas santas entre nosotros, desearía usted sus lechos, Oh Simoníacos?
v
Que su acercamiento fue lleno de grandeza, lo sabemos, hombre de ciudades, sobre
nuestras magras escorias, pero habíamos soñado más lejanas confidencias des primer
soplo del aguacero y ustedes nos restituyen, ¡oh Lluvias! A nuestra instancia humana,
con este gusto de arcilla bajo nuestras máscaras.
roulée sur la bouche des puits, voilà-t-il pas beaux thèmes à reprendre,
comme roses anciennes aux mains de l’invalide de guerre?... La ruche encore est au
verger, l’enfance aux fourches du vieil arbre, et l’échelle interdite aux beaux veuvages
de l’éclair…
Douceur d’agave, d’aloès… fade saison de l’homme sans méprise! C’est la terre lassée
des brûlures de l’esprit.
Les pluies vertes se peignent aux glaces des banquiers. Aux linges tièdes des pleureuses
s’effacera la face des dieux-filles.
Et des idées nouvelles viennent en compte aux bâtisseurs d’Empires sur leur table.
Tout un peuple muet se lève dans mes phrases, aux grandes marges du poème.
Dressez, dressez, à bout de caps, les grands ossuaires de l’autre guerre, les grands
ossuaires de l’homme en proie aux visions dont s’irritent les peuples.
Nous n’en finirons pas de voir traîner sur l’éntendue des mers la fumée des hauts faits
où charbonne l’histoire,
cependant qu’aux Chartreuses et aux Maladreries, un parfum de termites et de
framboises blanches fait lever sur leurs claies les Princes grabataires:
“J’avais, j’avais ce goût de vivre chez les hommes, et voici que la terre exhale son âme
d’etrangère…”
vi
Un homme atteint de telle solitude, qu’il aille et qu’il suspende aux sanctuaires le
masque et le bâton de commandement!
Moi je portais l’éponge et le fiel aux blessures d’un vieil arbre chargé des chaînes de la
El Pez Náufrago terre.
Intimar • 54 “J’avais, j’avais ce goût de vivre loin des hommes, et voici que les Pluies…”
Transfuges sans message, ô Mimes sans visage, vous meniez aux confins de si belles
semailles!
Pour quels beaux feux d’herbages chez les hommes détournez-vous un soir vos pas,
pour quelles histoires dénouées
au feu des roses dans les chambres, dans les chambres où vit la sombre fleur du sexe?
Convoitiez-vous nos femmes et nos filles derrière la grille de leurs songes? (Il est des
soins d’aînées
au plus secret des chambres, el est de purs offices, et tels qu’on en rêverait aux palpes
des insectes…)
N’avez-vous mieux à faire, chez nos fils, d’épier l’amer parfum viril aux buffleteries de
guerre? (comme un peuple de Sphinges, lourdes du chiffre et de l’enigme, disputent du
Saint- John Perse
Ô Pluies par qui les blés sauvages envahissent la Ville, et les chaussées de pierre se
hérissent d’irascibles cactées,
sous mille pas nouveaux sont mille pierres nouvelles fraîchement visitées… Aux
éventaires rafraîchis d’une invisible plume, faites vos comptes, diamantaires!
Et l’homme dur entre les hommes, au milieu de la foule, se surprend à rêver de l’élyme
des sables… J’avais, j’avais ce goût de vivre sans douceur, et voici que les Pluies…” (La
vie monte aux orages sur l’aile du refus.
Passez, Métisses, et nous laissez à notre guet... Tel s’abreuve au divin dont le masque
est d’argile.
¿En más altos parajes buscaremos memoria?...o si nos hace falta cantar el olvido con
biblias de oro de bajos follajes?...
Nuestras fiebres pintadas en los tulipanes del sueño, la córnea sobre el ojo de las
piezas de agua y la piedra rodante sobre la boca de pozos, no he aquí bellos temas a
responder,Como rosas antiguas en las manos del inválido de la guerra?... la colmena aún
está en el vergel, la infancia con horcaduras del viejo árbol, y de la escalera prohibida
con las bellas viudeces del rayo…
Construyan, construyan, al borde de los cabos, los catafalcos de los Habsburgos, las
grandes hogueras, del hombre de guerra, los altos colmenares de la impostura.
Pongan compuertas, pongan compuertas, al borde de los cabos, los grandes osarios
de la otra guerra, los grandes osarios del hombre blanco sobre quién la infancia fue
fundada.
Y que abaniquen en la silla, en la silla de hierro, el hombre presa de visiones que irritan
los pueblos.
vi
¡Un hombre alcanza tal soledad, que vaya y suspenda en sus santuarios la máscara y
el cetro de mando!
Yo llevaba la esponja y la hiel en las heridas de un viejo árbol cargado con cadenas
de la tierra. “Tenía, tenía este gusto por vivir lejos de los hombres, y he aquí que las
Lluvias…”
¡Tránsfugas sin mensaje, oh Minos sin cara, llevan a los confines tan bellas siembras!
Hacia qué bellos fuegos de hierbas de los hombres dan vuelta ustedes una noche sus
pasos, para qué historias resueltas ¿Con fuego de rosas en las habitaciones, en las
Saint- John Perse
Condicionan ustedes nuestras mujeres y nuestras hijas detrás de la reja de sus sueños?
(es cuidados de hermanas mayores.
En lo más secreto de las habitaciones, es puros oficios, y tales que soñaríamos en los
tactos de insectos…)No tienen mejores cosas qué hacer, en casa de nuestros hijos, que
espiar el amargo perfume viril de los correajes de guerra? (como un pueblo de Esfinges,
pesadas por la cifra y el enigma, pelean poder en las puestas de los elegidos…)
Oh Lluvias porque quién los tigres salvajes invaden la Ciudad, y los diques de piedra
se erizan de irascibles cactus.
Bajo mil pasos nuevos están mil piedras nuevas frescamente visitadas…En los abanicos
Toute pierre lavée des signes de voirie, toute feuille lavée des signes de latrie, nous te
lirons enfin, terre abluée des encres du copiste…
Passez, et nous laissez à nos plus vieux usages. Que ma parole encore aille devant moi!
et nous chanterons encore un chant des hommes pour qui passe, un chant du large pour
qui veille:
vii
“Innombrables sont nos voies, et nos demeures incertaines. Tel s’abreuve au divin dont
la lèvre est d’argile. Vous, laveuses des morts dans les eaux-mères du matin –et c’est la
terre encore aux ronces de la guerre- lavez aussi la face des vivants; lavez, ô Pluies! la
face triste des violents, la face douce des violents… car leurs voies sont étroites, et leurs
demeures incertaines.
“Lavez, ô Pluies! un lieu de pierre pour les forts. Aux grandes tables s’assiéront, sous
l’auvent de leur force, ceux que n’a point grisés le vin des hommes, ceux que n’a point
souillés le goût des larmes ni du songe, ceux-là qui n’ont point cure de leur nom dans
les trompettes d’os… aux grandes tables s’assiéront, sous l’auvent de leur force, en lieu
de pierre pour les forts.
“Lavez, le doute et la prudence au pas de l’action, lavez le doute et la décence au champ
de la vision. Lavez, ô pluies! la taie sur l’oeil de l’homme de bien, sur l’oeil de l’homme
bien-pensant; lavez la taie sur l’oeil de l’homme de bon goût, sur l’oeil de l’homme de
bon ton; la taie de l’homme de mérite, la taie de l’homme de talent; lavez l’ecaille sur
l’oeil du Maître et du Mécène, sur lóeil du Juste et du Notable… sur l’oeil des hommes
quailifiés pour la prudence et la décence.
“Lavez, lavez l’histoire des peuples aux hautes tables de mémoire: les grandes annales
officielles, les grandes chroniques du Clergé et les bulletins académiques. Lavez les
bulles et les chartes, et les Cahiers du Tiers Ëtat; les Covenants, les Pactes d’alliance et
les grands actes féderatifs; lavez, lavez, ô Pluies! tous les vélins et tous les parchemins,
couleur de murs d’asiles et de léproseries, couleur d’ivoire fossile et de vieilles dents de
mules… Lavez, lavez, ô Pluies! les hautes tables de mémoire.
“Ô Pluies! lavez au coeur de l’homme les plus beaux dits de l’homme: les plus belles
sentences, les plus belles séquences; les phrases les mieux faites, les pages les mieux
Saint- John Perse
nées. Lavez, lavez, au coeur des hommes, leur goût de cantilènes, d’élégies; leur goût
de cantilènes, d’élégies; leur goût de villanelles et de rondeaux; leurs grands bonheurs
d’expression; lavez le sel de l’atticisme et le miel de l’euphuisme, lavez, lavez la literie du
songe et la litière du savoir: au coeur de l’homme sans refus, au coeur de l’homme sans
dégoût, lavez, lavez, ô Pluies! les plus beaux dons de l’homme… au coeur des hommes
les mieux doués pour les grandes oeuvres de raison.”
viii
... Le banyan de la pluie perd ses assises sur la Ville. Au vent du ciel la chose errante
et telle
Qu’elle s’en vint vivre parmi nous! … Et vous ne nierez pas, soudain, que tout nous
vienne à rien.
refrescados con una invisible pluma, hagan sus cuentas, diamantistas.
Y el hombre duro entre los hombres en medio de la multitud, se sorprende a soñar con
los líquenes de las arenas… “Tenía, tenía este gusto de vivir sin dulzura, y he aquí que
las Lluvias…” (La vida sube a las tormentas sobre el ala del rechazo.)
Pasen, Mestizos, y déjenos a nuestro acecho… (así como se abreva a lo divino del cuál
la máscara es de arcilla toda la piedra lavada de los signos de la red viaria, toda hoja
lavada de los signos de latría, nosotros te leamos por fin, tierra regenerada de las tintas
del copista… pasen, y déjenos a nuestros más viejos usos. ¡Que mi palabra aún esté
delante de mí! Y cantaremos a un un canto de los hombres para quien pasa, un canto
del largo para quién vigila:
vii
“Innombrables son vuestra voces, y nuestras moradas inciertas. Tal se abreva al divino
cuyo labio es de arcilla. Ustedes, lavadoras de los nuestros en las aguas madres de la
mañana-y es la tierra aun con los zarzas de la guerra- laven también la cara de los
vivientes: laven ¡oh Lluvias! La cara triste de los violentos, la vara dulce de los violentos
porque sus voces son estrechas, y sus moradas inciertas
“Laven, oh Lluvias! Un lugar de piedra para los fuertes. En las grandes mesas se
sentarán, bajo el techo de su fuerza, aquellos nunca embriagados con el vino de los
hombres, aquellos que nunca mancahron el gusto de las lágrimas ni del sueño, estos
que no tienen cura de sus nombres en las trompetas de huesos… en las grandes mesas
sentarán, bajo el techo de su fuerza, en el lugar de piedra para los fuertes.
“Laven, la duda y la prudencia en los pasos de la acción, laven la duda y la decencia en El Pez Náufrago
el campo de la visión. Laven, oh Lluvias! la nube sobre el ojo del hombre de bien, sobre el 57 • Intimar
ojo del hombre bien pesante; laven la nube sobre el ojo del hombre de buen gusto, sobre
el ojo del hombre de bueno tono; la nube del hombre de mérito, la nube del hombre de
talento; laven la escama sobre el ojo del Maestro y del Mecenas, sobre el ojo del Justo y
del Notable… sobre el ojo de los hombres calificados para la prudencia y la decencia.
Laven, laven la historia de los pueblos en las altas mesas de memoria: las grandes
Saint- John Perse
anales oficiales, las grandes crónicas del Clero y las boletas académicas. Lacen las
burbujas y las cartas, y los cuadernos del Tercer Estado; los Conventos, los Pactos de
alianza y los grandes actos federativos; laven, laven, ¡Oh Lluvias! todos las vitelas y
todos los pergaminos, color de muros de asilos y de leproserías, como de marfil fósil y de
viejos dientes de muelas…Laven, laven ¡oh Lluvias! las altas mesas de memoria.
“¡Oh Lluvias! laven en el corazón del hombre los más bellos dichos del hombre: las más
bellas sentencias, las más bellas secuencias; las frases mejor hechas, las páginas mejor
nacidas. Laven, laven, en el corazón de los hombres, su gusto de cantilenas, de elegías;
su gusto de vilanelas y de rondeles; sus grandes dichas de expresión; laven la sal de
atismo y la miel del eufuismo, laven, laven la cama del sueño y la litera del saber: en
el corazón del hombre sin rechazo, en el corazón del hombre sin asco, laven, laven ¡oh
Qui veut savoir ce qu’il advient des pluies en marche sur la terre, s’en vienne vivre sur
mon toit, parmi les signes et préssages.
Promesses non tenues! Inlassables semailles! Et fumées que voilà sur la chaussée des
hommes!
Vienne l’éclair, ha! qui nous quitte!... Et nous reconduirons aux portes de la Ville
Les hautes Pluies en marche sous l’Avril, les hautes Pluies en marche sous le fouet
comme un Ordre de Flagellants.
Mais nous voici livrés plus nus à ce parfum d’humus et de benjoin où s’éveille la terre
au goût de vierge noire.
…C’est la terre plus fraîche au coeur des fougeraies, l’affleurement des grands fossiles
aux marnes ruisselantes,
Et dans la chair navrée des roses après l’orege, la terre, la terre encore au goût de
femme faite femme.
…C’est la Ville plus vive aux feux de mille glaives, le vol des sacres sur les marbres, le
ciel encore aux vasques des fontaines,
Et la truie d’or à bout de stèle sur les places désertes. C’est la splendeur encore aux
porches de cinabre: la bête noire ferrée d’argent à la plus basse porte des jardins;
C’est le désir encore au flanc des jeunes veuves, des jeunes veuves de guerriers, comme
de grandes urnes rescellées.
…C’est la fraîcheur courant aux crêtes du langage, l’écume encore aux lèvres du
poème,
Et l’homme encore de toutes parts pressé d’idées nouvelles, qui cède au soulèvement
des grandes houles de l’esprit:
El Pez Náufrago “Le beau chant, le beau chant que voilà sur la dissipation des eaux!...” et mon poème, ô
Intimar • 58 Pluies! qui ne fut pas écrit!
ix
La nuit venue, les grilles closes, que pèse l’eau du ciel au bas-empire des taillis?
À la pointe des lances le plus clair de mon bien!... Et toutes choses égales au fléau de
l’esprit,
Seigneur terrible de mon rire, vous porterez ce soir l’esclandre en plus haut lieu
*
…Car telles sont vos délices, Seigneur, au seuil aride du poème, où mon rire épouvante
les paons verts de la gloire.
Savannah, 1943.
Saint- John Perse
viii
…El bayan de la lluvia pierde sus cimientos en la Ciudad. En el viento del cielo la cosa
errante y tal que se vino a vivir entre nosotros!..y no me negaran, de repente, que todo
nos viene para nada.
Quien quiere saber lo que ocurra con las lluvias en marcha sobre la tierra, que venga a
vivir sobre mi techo, entro los signos y los presagios.
¡Promesas no cumplidas! Incansables siembras! ¡Y humos que aquí sobre la calzada de
los hombres!
Venga el rayo, ja! ¡Que nos deja!...y nos reconduciremos a las puertas de la Ciudad
las altas Lluvias en marcha bajo el Abril, las altas Lluvias en marcha bajo el látigo
como una Orden de Flagelantes.
Pero henos aquí entregados más desnudos a este perfume de humus y de benjuí dónde
se despierta la tierra con el gusto de virgen negra.
…es la tierra más fresca en el corazón de los helechales, el afloramiento de los grandes
fósiles en las margas chorreantes.
Y en la carnes adolorida de las rosas después de la tormenta, la tierra, la tierra aun con
gusto de mujer hecha mujer.
…Es la Ciudad más viva en los fuegos mil cuchillos, el vuelo de las consagraciones
sobre los mármoles, el cielo aun en las tazas de las fuentes.
Y la puerca de oro con un pedazo de lápida en las plazas desiertas. Es el esplendor aun
en los pórticos de cinabrio; la bestia negra herrada con plata en la más baja puerta de El Pez Náufrago
los jardines; 59 • Intimar
Es el deseo aun en el lado de las jóvenes viudas, de las jóvenes viudas de los guerreros,
como grandes urnas vueltas a sellar.
…Es la frescura corriendo en las cimas del lenguaje, la espuma aun en los labios del
poema,
y el hombre aun de todas partes prensado con ideas nuevas, que cede a los levantamientos
de los grandes oleajes del espíritu:
“El bello canto, el bello canto que he aquí sobre la disipación de las aguas!...” y mi
poema, ¡oh Lluvias! que no fue escrito!
ix
La noche venida, las rejas cerradas ¿qué pesa el agua en el bajo imperio de los montes
bajos?
Saint- John Perse
¡En la punta de las lanzas el más claro de mi bien!...y todas las rosas iguales a la plaga
del espíritu,
Señor terrible de mi risa, usted llevará esta noche el escándalo en más alto lugar
*
…Porque tales son vuestra delicias, Señor, en el umbral árido del poema, dónde mi risa
horroriza los pavos reales verdes de la gloria.
Savannah, 1943
Northampton, 1922- Northampton, 1922-
San Francisco, 1939 San Francisco, 1939
All night rain falls through fog, Toda la noche la lluvia cae a través de la
I lie awake, restless on a twisted pillow, niebla,
fog horns cry over the desolate water. descanso despierto, inquieto sobre una
How long ago was it, almohada torcida,
that long ago was it, los silbatos de niebla suenan sobre el agua
that night with the pear blossoms solitaria.
quivering in the pulsating moonlight? Hace cuánto tiempo fue,
I am startled from sleep hace tanto tiempo fue,
by the acrid fleshy odor of pear blossoms. esa noche con las flores de la pera
temblando en el pulsante claro de luna?
Somewhere in the world, I suppose, Estoy ávido sin poder dormir
you are still living, a middle-aged matron, por el olor acre carnoso de la flor de la pera.
with children on the verge of youth.
En alguna parte del mundo, supongo,
vives todavía, matrona de mediana edad,
con niños a punto de ser jóvenes.
Runaway Fugitiva*
There are sparkles of rain on the bright Hay gotitas de lluvia en el brillo del
hair over your forehead; pelo sobre tu frente;
your eyes are wet and your lips tus ojos mojados y tus labios
wet and cold, your cheek rigid with cold. húmedos y fríos, tu mejilla rígida con frío.
Why have you stayed ¿Por qué duraste
away so long, why have you only tanto tiempo lejos, por qué sólo
come to me late at night vienes a mí de noche tarde
after walking for hours in wind in the rain? luego de caminar horas en el viento y la
Take off your dress and stockings; lluvia?
sit in the deep chair before the fire. Quítate el vestido y medias;
I will warm your feet in my hands; siéntate en el sofá frente el fuego.
I will warm your breasts and thighs with Calentaré tus pies con mis manos;
kisses. calentaré tus pechos y muslos con besos.
I wish I could be sure that deep in you Quiero creer que muy dentro de ti
was a magnet to draw you always home. hubo un imán para atraerte siempre a casa.
Rexroth
60 El Pez Náufrago
Spring rain Lluvia de primavera
The smoke of our campfire lowers El fuego de nuestra fogata disminuye
and coagulates under y se coagula bajo
the red woods, like low-lying los bosques rojos, como nubes bajas e
clouds. Fine mist fills the air. Drops inmóviles. Ligera neblina llena el aire. Gotas
rattle down from all the leaves. ruedan de las hojas.
as the evening comes on Mientras la tarde se acerca
the treetops vanish in fog. los conos de los árboles desaparecen en la niebla.
Two saw-whet owls utter their Dos búhos lanzan
metallic sobbing cries high su metálico susurro en lo alto.
overhead. As it gets dark Al oscurecer la neblina se convierte en lluvia.
the mist turns to rain. We are Estamos
all alone in the forest. completamente solos en el bosque.
No one is near us for miles. No hay nadie en millas.
In the firelight mice scurry A la luz del fuego rondan ratones
hunting crumbs. Tree toads cry like recogiendo migajas. Sapos de árbol lloran como
tiny owls. Deer snort in the búhos pequeños. El venado resopla
underbrush. Their eyes are green al pie del matorral. Sus ojos son verdes
in the firelight like balls a la luz de la fogata como bolas
of Foxfire. This morning I read de fuego. Esta mañana leí
Mei Yao Chen’s poems. All afternoon poemas de Mei Yao Chen. Toda la tarde
we walked along the streams through a lo largo del arroyo caminamos entre
woods and meadows full of June · madera y un prado lleno de flores
flowers. We chased frogs in the de Junio. Perseguimos ranas en los
in the Pools and played with newts and young charcos y jugamos con tritones y jóvenes
grass snakes. I picked a wild rose víboras de pasto. Yo escogí una rosa
For your hair. For your hair. You brought salvaje para tu pelo. Para tu pelo. Trajiste
new flowers for me to name. nuevas flores para que yo las nombre.
Now it is night and our fire Ahora es de noche y nuestro fuego
is a red throat open in es de un descarnado rojo vivo abierto a
the profound blackness, full of la profunda oscuridad, lleno
the throb and hiss of the rain. de latidos y siseos de la lluvia.
El Pez Náufrago 61
Amongst the cliffs Entre acantilados
The path up the mountain is hard El camino a la montaña es duro
to follow through the tumbled rocks. de seguir por las rocas que se caen.
When I reach the monastery Cuando llego al monasterio
The bats are already flying. los murciélagos ya vuelan.
I go to the guest room and sit Yo voy al salón de invitados y me siento
on the steps. The rain is over. en la escalera. La lluvia ha terminado.
The banana leaves are broad. Las hojas de plátano son anchas.
The gardenias are in bloom. Las gardenias florecen.
The old guest master tells me El viejo anfitrión me dice
there are ancient paintings on the hay pinturas antiguas en las
walls. He goes and gets a light. paredes. Se va y toma una luz.
I see they are incomparably Yo veo que son incomparablemente
beautiful. He spreads my bed hermosas. Abre mi cama
and sweeps the mat. He serves me y sacude mi alfombra. Me sirve
soup and rice. It is simple sopa y arroz. Es comida simple y
food but nourishing. The night nutritiva. La noche va pasando
goes on as I lie and listen mientras me acuesto y escucho
to the great peace. Insects chirp esta gran paz. Insectos chirrían
and click in the stillness. The y hacen click en la calma. La
pure moon rises over the ridge luna pura sale por la cresta
and shines in my door. At daybreak y brilla en mi puerta. Al amanecer
I get up alone. I saddle me levanto solo. Ensillo
my horse myself and go my way. mi caballo yo mismo y voy por mi camino.
The trails are all washed out. Las sendas están limpias.
I go up and down, picking my Yo subo y bajo, tomando mi
way through storm clouds on the mountain. camino por las nubes tormentosas en la montaña.
red cliffs, green waterfalls, all Rojos acantilados, cascadas verdes, todas
sparkle in the morning light. brillan en la luz del día.
I pass pines and oaks ten men Paso pinos y robles que diez hombres
could not reach around. I cross no pudrían alcanzar. Cruzo
flooded streams. My bare feet stumble arroyos desbordados. Mis pies descalzos chocan
on the cobbles. The water roars. con los adoquines. El agua ruge.
My clothes whip in the wind. This Mi ropa choca con el viento. Esta
is the only life where a man es la única vida donde un hombre
can find happiness. Why do I puede encontrar la felicidad. ¿Por qué
spend my days bridled like a horse paso mis días bridado como un caballo
with a cruel bit in his mouth? lleva un pedazo cruel en el hocico?
If I only had a few friends Si tan sólo tuviese pocos amigos
who agreed with me we’d retire que estuvieran deacuerdo en retirarnos
to the mountains and stay a las montañas y quedarnos hasta
till our lives end. que nuestras vidas acaben.
Han Yu
Han Yu (768-824),
100 Poems from the Chinese, 1956, New Directions
T: Sara Micha a partir de Kenneth Rexroth
62 El Pez Náufrago
Bitter rain in my courtyard Lluvia amarga cae en mi campo
in the decline of Autumn, al final del otoño
I only have vague poetic feelings solo tengo vagos sentimientos poéticos
that I cannot bring together. que no puedo conjugar.
They diffuse into the dark clouds Que se degradan entre nubes negras
and the red leaves. y hojas rojas.
after the yellow sunset Después del atardecer amarillo
the cold moon rises la fría luna se alza
out of the gloomy mist. fuera de la neblina gris.
I will not let down the blinds No defraudaré a los ciegos
of spotted bamboo from their silver hook. del bambú punteado del gancho de plata.
Tonight my dreams will follow the wind, Esta noche mis sueños serán perseguidos por
suffering the cold, el viento, sufriendo del frío,
to the jasper tower of your beautiful flesh. hacia la torre de jaspe de tu hermoso cuerpo.
Wu Tsao
Wu Tsao (?),
Women Poets of China, 1982, New Directions
T: Daniela Chicurel a partir de Kenneth
Rexroth-Ling Cheng)
• • • • • •
white clouds too know the flavor nubes blancas conocen también el sabor
of this mountain life de esta vida en la montaña
• • • • • •
who can be a wild deer among deserted quién puede ser ciervo salvaje entre
mountains montañas desiertas
satisfied with tall grass and pines satisfecho con hierba alta y pinos
El Pez Náufrago 63
The Unmoving Cloud La nube inmóvil
“Wet spring time,” says To-em-mei, “Húmeda primavera, dijo To-em-mei.
“Wet spring in the garden” humedad primaveral de jardín”
i i
The clouds have gathered and gathered, and Se acumularon y acumularon nubes, la lluvia
the rain falls and falls, cae y cae,
The eight ply of the heavens are all folded one los ocho pliegues de los cielos se doblaron
darkness, dentro de tinieblas
and the wide flat road stretches out. y abierta, la plana vía se expande.
I stop in my room towards the East, quiet, Me detengo en mi sala frente al Este quieto,
quiet, quieto,
I pat my new cask of wine. acaricio mi nuevo cántaro de vino.
My friends are estranged, or far distant, Mis amigos estrangulados o muy distantes,
I bow my head and stand still. inclino mi cabeza y quedo silencioso.
ii ii
Rain, rain, and the clouds have gathered, Llueve, llueve y las nubes se acumularon,
the eight ply of the heavens are darkness, los ocho pliegues de los cielos son tinieblas,
the flat land is turned into river. la tierra plana se ha vuelto río.
“Wine, wine, here is wine!” “Vino, vino, aquí hay vino!”
I drink by my eastern window. Bebo ante mi ventana oriental.
I think of talking and man, Pienso en la conversación y el hombre,
and no boat, no carriage approaches. ni un barco, ni carruaje se acercan.
iii iii
The trees in my east-looking garden are Los árboles en mi jardín que mira al oriente
bursting out with new twigs, revientan con nuevos vástagos,
they try to stir new affection, pretenden suscitar nuevos afectos,
And men say the sun and moon keep on Y dicen que el sol y la luna se mueven todavía
moving because they can’t find a soft seat. porque no hallan un sitio suave.
The birds flutter to rest in my tree and I Los pájaros revolotean para posarse en mi
think I have heard them saying, árbol y me parece escucharlos decir:
“It is not that there are no other men “aunque haya otros hombres
but we like this fellow the best, preferimos a este compañero,
Yet however we long to speak pero por mucho que hablemos
he cannot know of our sorrow”. no comprenderá nuestra pena.”
Tao Yuan Ming
64 El Pez Náufrago
Water Agua*
The sun’s El cielo del
sky in sol en
form of forma de
blue sky cielo azul
that que
shaken, agitadas,
broken water’s rotas formas
forms, Love’s de agua. El amor,
error in water. error en agua.
• • • • • •
El Pez Náufrago 65
The Rain La lluvia***
All night the sound had El sonido regresó de nuevo
come back again, toda la noche
and again falls y de nuevo cae
this quiet, persistent rain. esta ligera, persistente lluvia.
• • • • • •
66 El Pez Náufrago
You wait for me in the rain Me esperas en la lluvia
you wait for me in the rain me esperas en la lluvia
the road leads into the window´s depths el camino lleva hacia las profundidades de la ventana
the other side of the moon must be very cold el otro lado de la luna debe ser muy frío
that summer night a white horse galloped esa noche de verano un caballo blanco
past with the galopeando pasó con las luces del norte
northern lights por mucho tiempo temblamos
for a long time we trembled vete, dijiste
go, you said no permitas que la ira nos destruya
don´t let anger destroy us dejándonos sin escapatoria
leaving no way of escape como entrando a una montaña de menopausia
like entering a mountain of menopause en muchas esquinas tomamos el camino equivocado
at many corners we took the wrong turn pero nos encontramos en un desierto
but we met in a desert todas las edades se reúnen aquí
all the ages gather here halcones y viejos cactus
hawks and long-lived cacti se reúnen aquí
gather here más reales que los espejismos causados por calor
more real than heat mirages mientras uno tema el nacimiento
as long as one fears birth y las caras sonrientes no cambien sus máscaras a
and smiling faces do not din their masks in tiempo
time entonces todo se conecta con la muerte
then everything is connected with death la noche de verano no fue el final
the summer night was not the end me esperas en la lluvia
you wait for me in the rain
• • • • • •
El Pez Náufrago 67
Rainy Night Noche de lluvia*
while the shattered night in the flooded ditch mientras la quebrantada noche en la zanja
was rocking a new leaf inundada
as if rocking its child to sleep mecía una hoja nueva
while the lamplight threaded raindrops como si meciera a su niño para dormir
studded your shoulders mientras la luz de la lámpara enhebraba gotas
gleaming and rolling down de la lluvia adornando tus hombros
you said no brillando y balancéandose hacia abajo
in such a resolute tone tú dijiste que no en un tono tan resuelto
but a smile revealed your heart´s secret pero una sonrisa reveló el secreto de tu
corazón
with moist palms the low black clouds
kneaded your hair con las palmas húmedas las nubes negras
kneading in the fragrance of flowers and my bajan revolviendo tu pelo
burning mezclando el perfume de las flores y mi
breath ardiente
our shadows lengthened in the street lights respiración
connected each crossing each dream nuestras sombras se alargan en las luces de la
catching in the riddle of happiness in their calle uniéndose
net cada crucé cada sueño
tears from earlier torments soacked your atrapando el enigma de la felicidad en su red
handkerchief lágrimas de tormentos anteriores empaparon
forgotten in a pitchblack doorway tu pañuelo
olvidado en una entrada oscura
even if tomorrow morning
the muzzle and the bleeding sun incluso si mañana por la mañana
make me surrender freedom youth and pen el bozal y el sol sangriento
I will never surrender this evening me hacen renunciar a la libertad de la juventud
I will never surrender you y la pluma
let walls stop my mouth yo nunca renunciaré a esta tarde
let iron bars divide my sky yo nunca renunciaré a ti
as long as my heart keeps pounding the blood deja que las paredes callen mi boca
will ebb deja que barras de hierro dividan mi cielo
mientras en mi corazón siga fluyendo la
flow sangre
and your smile be imprinted on the crimson
moon y
rising each night outside my small window flote
recalling memories y la huella de tu sonrisa esté en la luna
carmesí
subiendo cada noche afuera de mi pequeña
ventana
reviviendo recuerdos
Bei Dao
68 El Pez Náufrago
Notes in the Rain Notas en la lluvia
waking up, the window overlooking the street despertar, la ventana que da hacia la calle
preserves the glass pane´s preserva el cristal,
complete and tranquil anguish angustia completa y tranquila
gradually turning transparent in the rain haciéndose gradualmente transparente en la
the morning reads my wrinkles lluvia
the book lying open on the table la mañana lee mis arrugas
makes a rustling noise, like el libro abierto puesto sobre la mesa
the sound of a fire hace un ruido como que susurra, como
or fan-like wings el sonido del fuego
gorgeously opening, flame and bird together o como alas de ventilador
in the space above the abyss abriéndose magníficamente, la llama y el
pájaro juntos
here, between me en el espacio encima del abismo
and the sunset clouds which herald immutable
fate aquí, entre mí
is a river full of drifting stones y las nubes del atardecer que anuncian un
jostling shadows destino inmutable
plunge into its depths hay un río repleto de piedras a a deriva
and rising bubbles sombras que se empujan
menace the starless sumiéndose en sus profundidades
daylight y las burbujas que nacen
amenazan la luz del día
people who draw fruit in the earth sin estrellas
are destinedto endure hunger
people who shelter among friends las personas que dibujan frutas en la tierra
are destined to be alone están destinadas a soportar el hambre
from tree to roots exposed beyond life and las personas que se refugian entre amigos
death están destinadas a estar solas
rain water washes away del árbol a las raíces expuestas más allá de la
mud and grass vida y la muerte
and the sound of grief el agua de la lluvia limpia
lodo y pasto
y el sonido de la pena
Bei Dao
El Pez Náufrago 69
THE CLOUD LA NUBE
for Stan and Jane Para Stan y Jane
70 El Pez Náufrago
ROSE RAIN LLUVIA DE ROSA
RAIN ON THE ROSES, LLUVIA SOBRE LAS ROSAS,
BLUE SKY, CIELO AZUL,
and y
you tú
on my en mi
mind. mente.
McClure
El Pez Náufrago 71
Joseph to his Brothers José a sus hermanos
they characterize ellos caracterizan
their lives, and I sus vidas y yo
fill up me sació
with mine. Fill up con la mía. Me sació
with what I have, with what con lo que tengo, con lo
I see (or que veo o
need. I make necesito. No hago
no distinction. As blind men distinción. Como los ciegos
cannot love too quiet beauty. no pueden amar la belleza demasiado callada.
it is here aquí es
somewhere. It grows en algún lugar. Crece
here. Answers. Questions. Noise aquí. Respuestas. Preguntas. Ruido
stiff as silence. Silver quiet tieso como el silencio. Tranquilidad de plata
beaten heavy under rains. So little fuertemente vencida bajo las lluvias.
of this we remember. SO few Portions Recordamos
of our lives, go on. tan poco de esto. TAN pocos pedazos
de nuestras vidas, continúan.
Baraka
72 El Pez Náufrago
Un cielo cargado de lluvia* […]
Cuando se cansaba de escribir o cuando una novela no progresaba, Oki se tendía en un
sofá situado en la galería vecina a su estudio. Por la tarde solía dormir allí por espacio
de una o dos horas. Había contraído ese hábito durante los últimos cinco años. Antes
salía a caminar en lugar de echar aquellos sueñecitos; pero después de tantos años de
residir en Kamakura se había familiarizado demasiado con los templos vecinos y hasta
con las colinas de la región. Por otra parte, como se levantaba temprano, siempre hacía
un breve paseo por la mañana. Una vez despierto, no podía remolonear en la cama.
Además, prefería estar lejos cuando la criada limpiaba la casa. Antes de cenar daba
otro largo paseo.
La galería vecina a su estudio era amplia; en un rincón había un escritorio y una
silla. Oki escribía allí o en la mesa baja de su estudio, sentado en el suelo cubierto de
esteras.
El sofá de la galería era muy cómodo. Cuando se recostaba en él y estiraba los miembros,
todas sus dificultades parecían desvanecerse. Mientras escribía una novela tenía
tendencia a dormir mal de noche y a soñar con su trabajo, pero en el sofá de la galería no
tardaba en caer en un sueño profundo que borraba todo. De joven nunca había dormido
siesta. Con frecuencia dedicaba la tarde entera a recibir visitas. Escribía de noche; por
lo general desde la medianoche hasta el amanecer. Ahora que escribía durante el día,
había adoptado la costumbre de dormir un rato, pero no a hora fija. Se tendía en aquel
sofá cada vez que no avanzaba en su trabajo. A veces lo hacía de mañana, otras veces
casi al atardecer. Muy pocas veces sentía que la fatiga estimulaba su imaginación,
como en los tiempos en qu trabajaba de noche.
“Mis siestas deben de ser un síntoma de envejecimiento”, pensaba Oki. Pero el sofá era
mágico. El Pez Náufrago
Cuando se recostaba en él, se dormía y despertaba renovado. No era raro que en sueños 73 • Intimar
encontrara un camino que le sacara que le sacara del atolladero. Un sofá mágico.
Ahora había llegado la estación de las lluvias… La estación que menos le gustaba. Su
casa estaba bastante lejos del mar y separada de éste por una cadena de cerros, pero
era extremadamente húmeda. El cielo estaba bajo y opresivo. Oki experimentaba una
sorda sensación de pesadez y confusión en el cráneo, como si el moho hubiera comenzado
a invadir las circunvoluciones de su cerebro. Había días en que dormía por la mañana
y por la tarde en su sofá mágico.
Una tarde, la criada le anunció que alguien de Kyoto, llamado Sakami, deseaba verle.
Oki acababa de despertar y aún estaba tendido en el sofá.
—¿Le digo que está descansando? –preguntó la mujer.
—No. ¿Es una señorita?
—Sí, señor. Ya había estado aquí antes.
—Hágala pasar al recibidor, por favor.
Dejó caer nuevamente la cabeza y cerró los ojos. El breve sueño había aliviado
su sensación de pesadez, pero la visita de Keiko era más revitalizante aún. Se levantó,
se lavó y entró en el salón. Keiko se puso de pie en cuanto le vio. Se había ruborizado
ligeramente.
—Lamento haberme presentado así, sin previo aviso.
—Me alegra que haya venido. La vez pasada yo había salido y me quedé sin verla. Debió
Kawabata
—¿No?
Aquél era su tercer encuentro con la muchacha… si es que podía hablarse de
“encuentros”. ¿Qué podía escribir sobre ella? A lo sumo podía tomar prestada su belleza
para adjudicársela a algún personaje. Keiko había dicho que había bajado a la playa
con Taichiro. ¿Qué habría sucedido en aquella oportunidad?
—De modo que he dado con una espléndida modelo –dijo Oki en voz alta y rió para
ocultar sus aprensiones. Pero cuando la miró, la extraña seducción de aquellos ojos
silenció su risa. Tenía unos ojos tan brillantes, que casi parecían llenos de lágrimas.
—La señorita Ueno ha prometido pintar mi retrato –dijo Keiko.
—¡Ah, sí!
—Y yo traje otro cuadro para mostrárselo.
—No puedo decir que sepa mucho de pintura abstracta, pero me encantaría verlo.
Vayamos a la habitación de al lado. Allí hay más espacio. Mi hijo ha colgado en su
estudio los dos cuadros que usted trajo la otra vez.
—¿No está en casa su hijo?
—No. Hoy es uno de sus días de universidad. Mi esposa está en el teatro.
—Me alegro de que usted esté solo –murmuró Keiko y se dirigió al hall de entrada
para buscar su lienzo. La llevó a la sala de estar de estilo japonés. El cuadro tenía un
marco simple de madera natural. El color predominante era el verde, pero la joven
había utilizado también con audacia una gran variedad de colores, según su fantasía.
La superficie entera era bullente y ondulada.
—Para mí esto es realista, señor Oki. Es un campo de té en Uji.
Oki se puso en cuclillas para observar la pintura.
—Es una plantación de té que parece un mar agitado…es un campo de té restallante de
juventud. Al comienzo pensé que simbolizaba un corazón en llamas.
—¡Cuánto me alegra! ¡De modo que usted lo ha visto así…!
Keiko se arrodilló junto al hombre. Su barbilla estaba muy próxima al hombro de él,
mientras estudiaba la tela, y su aliento rozó la nuca de Oki como una brisa tibia.
—¡Me alegro tanto! –repitió la muchacha—. ¡Me hace feliz que usted haya visto un
corazón en este cuadro! Sin embargo, no es gran cosa como representación de un campo
de té.
—Es realmente juvenil. El Pez Náufrago
—Por supuesto, fui a la plantación de té a hacer bocetos; pero sólo lo vi como un conjunto 75 • Intimar
de hileras de arbustos en el transcurso de la primera hora.
—¡Ah, sí!
—La plantación estaba muy inmóvil. De pronto todas aquellas olas de fresco verde se
pusieron en movimiento y, finalmente, surgió esto. No es abstracto.
—Pero yo diría que en un campo de té predominan los colores apagados, aun cuando
haya brotes nuevos.
—¡Nunca aprendí a ser apagada! Ni en arte ni en emociones.
—¿En las emociones tampoco?
Al volverse hacia ellas, el hombro de Oki rozó los tiernos pechos de Keiko. Sus ojos se
detuvieron en una de las orejas de la joven.
—Si sigue así, quizá un buen día decida cortarse una de esas preciosas orejas.
—No soy un genio como Van Gogh. Alguien tendrá que encargarse de arrancármela
de tajo.
Alarmado, Oki se volvió bruscamente para mirarla de frente y Keiko se aferró a él para
no perder el equilibrio.
—Detesto las emociones moderadas –dijo, sin modificar su posición.
Habría bastado su más ligera presión para que cayera indefensa en brazos de Oki,
dispuesta al beso.
Pero Oki no se movió. Ella también permaneció estática.
Kawabata
—Señor Oki –murmuró, mientras sus ojos se clavaban en los del hombre.
—Sus orejas son adorables –dijo él—; pero su perfil es de una belleza un tanto
aterradora.
—¡Me alegra mucho que piense así! –murmuró la joven y su cuello se tiñó de un ligero
rubor—. No lo olvidaré mientras viva. ¿Pero cuánto durará esa belleza? A las mujeres
nos entristece pensar en eso. Oki no encontró respuesta a aquella observación.
—Es incómodo que la contemplen a una; pero cualquier mujer estaría encantada de
parecer hermosa a los ojos de un hombre como usted.
Oki se sorprendió ante el calor de esas palabras. La muchacha parecía estar
pronunciando frases de amor.
—Yo también estoy encantado –dijo con expresión grave—. Pero pienso que en usted
debe de haber aspectos de belleza que yo no he llegado a conocer.
—¿Le parece? No lo sé. No soy modelo. No soy más que alguien que trata de pintar.
—Un pintor tiene derecho a usar modelo. A veces envidio eso.
—Si yo le sirvo de algo…
—Muy agradecido.
—Ya le dije que no me importaría que usted escribiera sobre mí. Lo único que lamento
es no poder estar a la altura de la mujer que usted sueña.
—¿Prefiere que sea realista?
—Es cosa suya.
—Una modelo de pintor y una modelo de escritor son cosas muy diferentes, como usted
comprenderá.
—Por supuesto –aceptó Keiko, agitando sus largas pestañas—. Pero mi boceto del campo
de té no es meramente una escena de la naturaleza. Muestra mucho de mí misma.
—Todos los cuadros son así, ¿no? Aun los abstractos. Pero una modelo tiene que ser
otro ser viviente. Las novelas también necesitan de seres vivos, por mucho que hablen
de los paisajes.
¡Yo soy un ser humano, señor Oki!
—Y un ser humano muy bello –añadió Oki mientras la ayudaba a ponerse de pie—.
Pero hasta la modelo para un desnudo sólo tiene necesidad de posar.. Y eso no basta
para un novelista.
El Pez Náufrago —Lo sé.
Intimar • 76 ¿De veras?
—Sí.
Oki se sentía inhibido por la audacia de ella.
—Supongo que puedo tomar prestados sus encantos para algún personaje de novela.
—No me parece muy divertido –dijo ella con aire deliberadamente coqueto.
—Las mujeres son muy extrañas –comentó Oki para salir del paso—. Dos o tres me
han dicho que están seguras de que he construido un determinado personaje sobre el
modelo de ellas. Y eran perfectas desconocidas, mujeres con las que no he tenido nada
que ver. ¿Qué clase de autoengaño puede ser ése?
—Hay muchas mujeres desdichadas que se consuelan con ese tipo de autoengaño.
—¿No cree que hay algo que anda mal en esas mujeres?
—Es muy fácil que algo no ande bien en las mujeres. Usted podría hacer que una mujer
ande mal, ¿no?
Perplejo, Oki no supo qué responder.
—¿Y se limita a esperar con toda frialdad a que eso suceda? –insistió ella.
Oki procuró cambiar el giro de la conversación.
—Pero, como le decía, es muy distinto ser modelo de un novelista. Es un sacrificio sin
recompensa.
—¡Adoro sacrificarme! Quizá ésa sea la razón de mi vida.
Una vez más la muchacha le dejaba atónito.
Kawabata
—¿Está triste?
—Odio ese tono de mar.
—Tiene que sentirse incómoda con esta humedad. ¿Por qué no toma su baño?
La muchacha asintió con la cabeza y se dirigió al baño. No se oyeron chapoteos, pero
cuando regresó parecía fresca. Se sentó ante la mesa tocador y abrió su bolso.
Oki se le aproximó por detrás.
—Me lavé la cabeza en la ducha, pero en el baño no había más que crema fijadora y no
me gusta el olor.
—Póngase un poco de mi perfume –dijo Keiko y le alargó un frasquito.
Oki lo olió.
—¿Qué hago, me lo echo encima de la crema fijadora?
—¡Una gotita! –dijo ella sonriendo.
Oki le tomó una mano.
—Keiko, no te maquilles.
—¡Me está haciendo daño! –protestó ella y se volvió para mirarle de frente
—. Es malo, ¿eh?
—Me gustas tal como eres. Tienes unos dientes y unas cejas tan lindos.
Apoyó los labios sobre las mejillas ardientes de Keiko. Ella lanzó un gritito cuando su
silla se tumbó y la arrastró en la caída. Ahora, los labios de Oki estaban sobre los de
ella.
Fue un beso muy largo.
Oki echó la cabeza atrás para cobrar aliento.
—No, no. No te detengas. –clamó Keiko y le apretó contra su cuerpo.
Él trató de bromear para ocultar su sorpresa.
—Ni los pescadores de perlas resisten tanto tiempo sin respirar. Te desmayarás.
—Haz que me desmaye…
—Ya sé que las mujeres tienen más energías…
Una vez más la besó largamente. Cuando quedó sin aliento la levantó en sus brazos y
la depositó sobre la cama. Ella se hizo un ovillo.
No ofreció resistencia, pero a Oki le resultó difícil lograr que extendiera sus miembros.
No tardó en comprobar que no era virgen. Comenzó a tratarla con más rudeza.
En ese momento Keiko gimió bajo él. El Pez Náufrago
—¡Ay!... ¡Otoko, Otoko! 79 • Intimar
—¿Qué?
Oki creyó que pronunciaría su nombre, pero su vigor cedió al advertir que estaba
nombrando a Otoko.
—¿Qué has dicho? ¡Otoko!
Su tono era frío.
Ella se hizo a un lado sin responder […]
Kawabata
encima. Por las noches se despierta si hago el menor movimiento. Últimamente ella
misma se ha comportado de manera extraña, por mi culpa. –La señora Ota estaba
ahora de rodillas y erguida. –Me preguntó por qué yo había tenido sólo un hijo. Dijo que
yo debería haber tenido un hijo con el señor Mitani. Dijo cosas espantosas.
Kikuji percibió, por las palabras de la señora Ota, cuán profundo debía de ser la tristeza
de la muchacha.
Él no podía sentirla como la tristeza de la madre. Era la tristeza de Fumiko.
El hecho de que Fumiko hubiera hablado de un hijo de su padre lo atravesó como una
lanza.
La señora Ota continuaba mirándolo.
—Quizá venga hoy, después de mí. Yo me escabullí cuando ella no estaba. Está lloviendo
y ella pensó que yo no me marcharía.
—¿Debido a la lluvia?
—Ella parece pensar que ahora estoy demasiado débil como para salir a la lluvia.
El Pez Náufrago
81 • Intimar
Kawabata
El hombre se acerca a la vidriera y aparta con una mano los hilos de las gotas que
corren, como si apartara los hilos de una cortina. Pero del otro lado ya no hay nadie. El
viejo se ha ido.
Las gotas se hacen más frecuentes.
El hombre se retira de la vidriera, se levanta el cuello del impermeable y echa a andar.
En la calle, la gente camina pegándose a las paredes. El hombre la mira, divertido.
Piensa en conejos y madrigueras. Fogonazos de luz cruda iluminan el pavimento.
El hombre abre y voltea una mano, pero pronto la cierra: las gotas le provocan intenso
escalofrío.
La puerta de una tienda lo recibe. Allí se encuentra con gente que está mirando cómo
llueve y que apenas repara en él.
La lluvia, con el peso del viento en sus espaldas, como una turbia procesión, se inclina
hacia adelante.
Pero el cielo retumba. Y el viento huye. Y deja de llover.
El de los periódicos yace en el suelo, boca arriba. De la ropa, del pelo de la cara, le
escurre agua. Un resplandor de vapor azul, lo circunda. Su banco, volteado en la acera,
le apunta con las cuatro patas en la cabeza. En el alambre las revistas, se han echado
a perder con la lluvia. Directamente debajo de las revistas hay una pila de periódicos,
tapados con un plástico. Ahí descargan su gotera las revistas. Los curiosos miran todo
esto, y al hombre que se ha arrodillado junto a los periódicos.
Alguien dice:
—Está muerto. Ni siquiera tuvo tiempo de guardar sus cosas.
El cielo, que aún sigue igual de encapotado, rezonga. Los curiosos voltean a verlo y se
aprietan uno contra otro. Se abre una sombrilla, más oscura que el cielo en el grupo.
El hombre hunde una oreja en el vapor azul que despide el cuerpo, y la pone en el pecho,
sobre el corazón. Escucha atentamente. Los curiosos se acercan. No falta quien haga El Pez Náufrago
el gesto de estar también escuchando. Hay mucho silencio. El ruido de los automóviles 83 • Intimar
que pasan no logra penetrarlo. Pero nadie se da cuenta de eso. Sólo oyen el lento goteo
de las revistas.
Sopla un chiflón de viento helado. La sombrilla se bambolea y silba el viento en la
antena que la remata.
El hombre se pone de pie. Tiene en la cara como un resplandor.
—¿Muerto?— le preguntan.
No contesta. Mira la sombrilla. Piensa: es membranosa como las alas de un murciélago,
tendido al sol del mediodía.
—No. No está muerto— contesta—, coros le están cantando adentro.
Nadie le entiende. La mujer de la sombrilla la cierra, la baja, y con la antena pica el
cuerpo dos, tres veces. Otro trata de moverlo con la punta del pie.
La lluvia rueda por los vidrios de la ventana. El hombre duerme. Tiene la boca abierta,
la cabeza doblada sobre un hombro. Debajo de la colcha se adivinan sus pies, separados,
divergentes, son largos y puntiagudos. Hay bastante más luz que antes en el cuarto.
Los restos del florero la reflejan, verdes como la lluvia. Los zapatos del hombre miran
hacia la ventana, pero están ciegos: son botas de una sola pieza y de media caña, sin
agujeritos para las cintas. Poseen la forma que les ha dado el pie, pero como el agua les
arriscó las puntas, semejan los zapatos de un duende. Al respirar, el hombre emite un
El Pez Náufrago vago murmullo. Grande placidez reina sus facciones. Deja de llover. El rumor de la calle
Intimar • 84 sube hasta la ventana. Y entonces el hombre abre los ojos y mira en torno suyo. Junta
y vuelve a empalmar los pies bajo la colcha. Siente frío de nuevo. Por la ventana entra
un débil rayo de sol. El hombre se sobresalta; consulta su reloj:
—Las cinco –dice.
Se sienta a la orilla de la cama. Recuerda que algo se rompió durante la tormenta. Mira
al piso, al florero, hecho pedazos. Desde la cama alcanza los zapatos. Se los pone con
trabajos: los calcetines, húmedos, se resisten al cuero crudo de la caña. Cuando termina
está sudando y maldiciendo los días borrascosos; pero se levanta y se acerca de nuevo a
la ventana, y comprueba otra vez la hora:
—Cinco con treinta—dice.
Tiene el gesto agrio. En el edificio de enfrente hay varias ventanas abiertas. En una,
una mujer está contemplando la tarde. Se le ven iluminados los ojos, avivada su luz por
el fresco vientecito vespertino. Con una mano se cierra el cuello del abrigo, mientras
que la otra reposa sobre el marco de la ventana. El hombre la mira; mira a sus manos
y a su rostro demacrados; al confortable abrigo que la defiende del tiempo; luego a su
peinado, liso, restirado hacia la nuca. El hombre da unos golpecitos con los nudillos en
el vidrio de la ventana, para llamar la atención de la mujer. Parece su llamado cosa de
loco, por el ruido intenso de la calle. Y, sin embargo, espera. La luz se va apagando en
los ojos de la mujer. El tono del abrigo azul se ha vuelto más oscuro, marino. El hombre
sigue esperando, con las manos metidas en las bolsas del impermeable. Siente el frío
del cuarto y de sus zapatos mojados. Piensa que debió haberse quitado cuando menos el
Gardea
En las escaleras el hombre recuerda que no ha comido nada en todo el día. Vuelve a mirar
su reloj, las manecillas luminosas, la del segundero que avanza como tropezándose, y
dice:
—Ya no hay tiempo.
Pero reflexiona un momento:
—Sólo que en el camino algo encontrara— añade.
No obstante que tiene prisa, baja lentamente las escaleras, casi nocturnas, húmedas y
estrechas, siente las desportilladuras tremendas del filo de los escalones, y para evitar
una caída tantea primero el paso. Los descansos de la escalera son breves. Esto lo
fatiga.
Con ansia mira hacia adelante, en cada vuelta de la escalera, esperando ver vencida,
por la luz de la administración la penumbra. Pero como después de cada recodo no hay
ni señas de luz, el hombre piensa si acaso la escalera no se habrá hundido en la piedra,
como una espada, y él se encuentra caminando por el ajeno reino de los muertos. La
idea no le gusta. Y comienza a buscar, en la pared, un apagador, con mano ávida. Y da
con uno. Pero cuando va a prenderlo escucha voces y el raspar de un fósforo en la lija
de una cajita. El Pez Náufrago
Distingue enseguida una sombra que se le acerca y le pregunta quién es. 85 • Intimar
—Soy el huésped que tomó el 17. Me voy –responde.
—¿Se va usted? Soy el administrador. No tenemos luz y la tarde ha vuelto a nublarse.
Quizá siga lloviendo.
—Un siglo...
Su cara brilla, así como su impermeable, por los que resbala la lluvia de otro cielo. Ve,
sin ver, cómo las palomitas de pronto son diezmadas como por un tirador furtivo. Caen
a sus pies. Blancas y aterciopeladas: parecen flores brotadas milagrosamente del duro
piso del andén. Una cae en su mano y lo despierta, como el canto del gallo.
—No vienen... –Dice, mirando hacia el andén solitario.
Y toma la palomita por un ala.
—Demasiado silencio para ellas –dice.
La palomita está en el aire, entre los dedos del hombre. A la luz de las estrellas, del lado
de las estrellas, parece de plata.
—Demasiado— repite el hombre—. Han entendido. Han oído.
—¿El doctor? – le preguntan de pronto.
—Sí— responde, y suelta la palomita.
Luego toma de su lado un maletín negro, de médico, y levantándolo repite:
—Sí. Vea usted.
Los dos hombres salen de la estación. A unos cuantos metros está el llano débilmente
iluminado. Los hombres se detienen.
—Feo camino vamos a hacer, doctor.
—¿Por qué?
—Espinas.
—No importa. Vine preparado.
—Sígame, pues.
El hombre lleva el maletín a su pierna derecha, como protección.
Siente en torno a la cintura el faldón del impermeable que hizo rollo para defenderlo de
desgarraduras. El plástico le viene quemando, desde hace rato, la cintura, a través de
la camisa. Incómodo, le pregunta al otro:
—¿Falta mucho?
—No.
Y luego:
El Pez Náufrago —Las noticias que tenemos por acá es que en todo el país llueve a cántaros, doctor.
Intimar • 86 —Idénticas las tengo yo.
—Pues aquí no. Por eso se endurecen en extremo las espinas.
El hombre se camina de mano el maletín y trata de separar el rollo de plástico de su
cuerpo. Entonces, el otro vuelve a hablar:
—Aparte de lo que usted ya trae, doctor, ¿qué más necesita?
El hombre alza la cara a las estrellas como cuando llegó, y pide:
—Dios, y mucho silencio. Y que saquen a la mujer al llano.
—Sí, doctor.
—Y que le quiten el abrigo y le desbaraten el pelo.
El otro, cuando oye esto, detiene en seco su sombra:
—¿Cómo sabe usted...?
El hombre lo mira a los oscuros ojos, donde arde el cielo, y le dice:
—Así la vi yo ayer en la ciudad; después de la lluvia.
Gardea
devuelvo las botellas de cerveza, luego estamos abajo, en el río, sus piernas desnudas
se reflejan en el agua,
meto una estaca en la carne y ni siquiera así estoy seguro, vulnerable durante toda la El Pez Náufrago
vida: hacia todo, hacia todos, 87 • Intimar
estoy en la cima del monte y miro a la ciudad infame, azotada por la lluvia […]
Bernhard
Viendo el río podemos ver su tiempo. Nos dice dónde empezó, dónde va su marcha, dónde
continúa, dónde sigue: un río, todos los ríos.
Siempre en movimiento, cambio; paso continuo entre un eterno estado de movimiento y otro de
estabilidad. Así su ritmo, su fuerza, su intercambio de ideas, razones
Río
presente No hay más que esto, no hay más que esto y esto es un todo. Un todo que vive y
muere en el mismo momento que ya es otro momento. Dijo Heráclito, -no se puede llegar al
mismo río dos veces.
El río llamando amores, desafinando con ruidos y sonidos, gritando Eurídice, Eurídice,
Eurídice. Así, siempre vivo o muerto, pero reflejando el sol o la luna o ese árbol perfecto.
El río como lugar, como espacio, como vacío, como sonido o como camino, pero siempre el río.
Un río que siempre es
Stephanie Esses
Kawa
El ideograma de kawa, ¨río¨, en japonés pictograma de un flujo de agua corriendo, siempre me pareció
representar (en la vertical) el esquema del haikai, la sangre de los tres versos escurriendo en la pared de
la página.
Paulo Leminski (1944-1989).
Distraídos venceremos, 1987, Brasiliense
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na beira do rio al borde de un río
o texto el texto
o rio el río
palavrasparaosolhoscomoáguasobreacara palabrasparalosojoscomoaguasobrelacara
Machado
El Pez Náufrago 93
O cão sem plumas El perro sin plumas
I Paisagem do Capibaribe I Paisaje de Capibaribe
94 El Pez Náufrago
Liso como o ventre Liso como el vientre
de uma cadela fecunda, de una cachorra preñada,
o rio cresce el río crece
sem nunca explodir. sin estallar nunca.
Tem, o rio, Tiene el río
um parto fluente e invertebrado un parto invertebrado y fluente
como o de uma cadela. como el de una cachorra.
El Pez Náufrago 95
de sua prosa. empollan los huevos gordos
Na paz redonda das cozinhas, de su charla.
ei-las a revolver viciosamente En la paz redonda de las cocinas
seus caldeirões están viciosamente revolviendo
de preguiça viscosa). sus calderas
de pereza viscosa.)
96 El Pez Náufrago
É quando a alguma coisa Es cuando a algo
roem tão fundo le roen tan a fondo
até o que não tem). hasta lo que no tiene).
O rio sabia El río sabía
daqueles homens sem plumas. de aquellos hombres sin plumas.
Sabia Sabía
de suas barbas expostas, de sus barbas expuestas,
de seu doloroso cabelo de su doloroso cabello
de camarão e estopa. de camarón y estopa.
E sabia Y sabía
da magra cidade de rolha de la magra ciudad de adobe,
onde homens ossudos, donde hombres huesudos,
onde pontes, sobrados ossudos donde puentes, chabolas huesudas
(vão todos (todos van
vestidos de brim) vestidos de tela cruda)
secam se secan
até sua mais funda caliça. hasta su más hondo cascote.
El Pez Náufrago 97
Ali se perdem Allí se pierden
como un espelho não se quebra. como no se rompe un espejo.
Ali se perdem Allí se pierden
como se perde a água derramada: como se pierde el agua derramada:
sem o dente sêco sin el diente seco
com que de repente con que de repente
num homem se rompe en un hombre se rompe
o fio de homem. el hilo de hombre.
dissolvida disuelta
(naquela água macia (en aquel agua blanda
que amolece seus ossos que ablanda sus huesos
como amoleceu as pedras). como ablandó las piedras).
98 El Pez Náufrago
III Fábula do Capibaribe III Fábula del Capibaribe
El Pez Náufrago 99
professor de geometria). profesor de geometría.)
O rio teme aquele mar El río teme a aquel mar
como um cachorro como un cachorro
teme uma porta entretanto aberta, teme a una puerta abierta,
como um mendigo, como un mendigo
a igreja aparentemente aberta. a la iglesia aparentemente abierta.
Primeiro, Primero,
o mar devolve o rio. el mar devuelve al río.
Fecha o mar ao rio Cierra el mar al río
Seus brancos lençóis. sus blancas sábanas.
O mar se fecha El mar se cierra
a tudo o que no rio a todo lo que en el río
são flores de terra, son flores de tierra,
imagem de cão ou mendigo. imagen de perro o mendigo.
Depois, Después,
o mar invade o rio. el mar invade el río.
Quer Quiere
o mar el mar
destruir no rio destruir en el río
suas flores de terra inchada, sus flores de tierra hinchada,
tudo o que nessa terra todo lo que en esa tierra
pode crecer e explodir, puede crecer y estallar,
como uma ilha, como una isla,
uma fruta. una fruta.
Espesso Espesa
como uma maçã é espessa. como una manzana es espesa.
Como uma maçã Como una manzana
é muito mais espessa es mucho más espesa
se um homem a come si la come un hombre
do que se um homem a vê. que si un hombre la ve.
Espesso Espeso
por sua paisagem espessa, por su paisaje espeso,
onde a fome donde el hambre
estende seus batalhões de secretas extiende sus batallones de secretas
e íntimas formigas. e íntimas hormigas.
E espesso Es espeso
por sua fábula espessa; por su fábula espesa;
pelo fluir por el fluir
de suas geléias de terra; de sus jaleas de tierra;
ao parir al parir
suas ilhas negras de terra. sus negras islas de tierra.
Espesso, Espeso,
porque é mais espessa porque es más espesa
a vida que se luta la vida que se lucha
cada dia, cada día,
o dia que se adquire el día que se adquiere
cada dia, cada día
(como uma ave (como un ave
que vai cada segundo que va cada segundo
conquistando seu vôo). conquistando su vuelo).
Cabral
They say the roads of Sanso are steep, Dicen que son agrestes los caminos de Sanso
sheer as the mountains, y repentinos como los montes,
the walls rise in a man’s face, los paredones se levantan a un palmo de
clouds grow out of the hill nuestras caras,
at his horse’s bridle. las nubes crescen en la colina
Sweet trees are on the paved way of the Shin, al menor movimiento de las riendas.
their trunks burst through the paving, hay dulces árboles en el camino pavimentado de
and freshets are bursting their ice Shin, troncos revientan de calor,
in the midst of Shoku,a proud city. y ríachuelos van quebrando su hielo
en medio de Shoku, ciudad altiva.
Men’s fates are already set,
there is no need of asking diviners. Los destinos humanos están dichos,
no es preciso oír adivinos.
Rihaku
Idilio Al escondite
Varias ratas gordas se habían aglomerado a la No veo al Río - está oculto tras mi sombra
vera del Río para chuparle la sangre. El Niño o la niebla - ronda por pueblos lejanos o se
las espanta con una palma grande. Agradecido extravía persiguiendo doncellas por el campo.
el Río entre sus brazos encuna al Niño. Es mañoso y nos engaña. Lo buscamos fuera y
en cambio se ha hecho un ovillo y está recluido
Se acabó todo entero - quietecito - en el hueco delicioso
Ándale Río ándale - das vuelta tras vuelta de tu oído.
de este mundo al otro - súbete a esta barca -
repósate un poco. Hermafrodita
No se atreve el Niño a creerlo cierto -
Capricho despreocupado el Río se ha dormido dejando
Cometa variopinta surca el aire y canta. Por sin velos su par de grandes sexos desiguales.
qué el Río no ha de tremolar a su vez - cacatúa (Quién le ha de besar - quién le ha de acariciar.)
estirada hasta lo irreconocible. Aturdido prefiere cubrirse el rostro el Niño.
and she was a courtezan in the old days, y era cortesana en los viejos días,
and she has married a sot, y se casó con un ebrío,
who now goes drunkenly out que ahora sale borracho
and leaves her too much alone. y la deja muy sola.
Sheng
Yo no sé nada de ti ...
Yo no sé nada de los dioses o del dios de que naciste
ni de los anhelos que repitieras
antes, aún de los Añax y los Tupac hasta la misma
azucena de la armonía
nevándote, otoñalmente, la despedida
a la arenilla…
No sé nada...
ni siquiera del punto en que, por otro lado, caerías
del vértigo de la piedra
bajo los rayos…
No sé nada...
O sé, apenas, que el guaraní te
asimiló
al mar de su maravilla…
y que ese puma de tu piel que te devuelve, intermitentemente,
el día
lo tomas en un rodeo, no?,
de tu destino…
No sé nada...
Aunque me he oscurecido, en ocasiones, al
sentirte, arriba,
entre un miedo de basalto,
buscándote,
buscándote
sin el ángel del sabiá,
aún...
Oh no…
no se podría, me parece,
tocarte todavía
Ortíz
así...
Y ...Maya..., así,
esa, si se quiere, sensibilización de la ausencia, ésa en que tú
libras
o recreas,
con unos signos que huyen,
el rostro mismo, diríase,
del éter...?
No sé nada de ti...
Nada…
Ortíz
No lo puedo mirar
como costilla mía,
mi puño en el hondón
que me deja en el pecho.
Recuerdo
Recuerdo una piedra
que no sobresalía del río.
Recuerdo que nadaba
para sentarme sobre ella.
Porque era como sentarse
en el medio del río,
como sentarse sobre el río
con los brazos cruzados,
como detener un caballo
en el centro de un campo,
como adormecerse a caballo
en un campo inundado,
como poner la soledad
del corazón en lo más manso,
como pensar que todavía
va a llover más y más
y estar cansado.
Viel Temperley
Ahora es cuando salen a calentarse en los bancos de arena los lagartos. Donde sale una
hembra salen pequeños machos. Sale uno grande que los ahuyenta con los ruidosos
colazos. Como un hombre pesado que intenta hacer la plancha, torpemente se levanta
sobre sus cortas patas y avanza hacia la hembra inconmovible, oscilando el extremo de
la cola. Con la palanca de su larga trompa quiere volcarla. Varias veces la empuja bajo
el codillo. Por fin la vuelca y la tiene indefensa.
Ahora es cuando bajan las manadas de chanchos de monte de las montañas a los
llanos para comer coquitos. Se oyen de lejos los chasquidos de sus dientes. Las crías
van aparejadas a las madres rozándoles las costilla. Los machos buscan las hembras
cuando sombrean y se bañan en los charcos.
Ahora es cuando aparece una pareja solitaria de pelícanos que llegan todos los años
desde el mar. Y las parejas de martinpeñas bailan con lento paso militar durante
días.
El Pez Náufrago
Ahora es cuando suben al río los róbalos de mar para el desove. 123 • Intimar
Celo.
Es el tiempo en que abunda la caza en donde quiera. Cusucos o armadillos cruzan por
los senderos a meterse en sus hoyos. Los perros se fastidian de perseguir guatusas.
En criques y quebradas se ven guardatinajas o tepescuintes. Se hallan venados en los
tacotales. Venados de ramazón. Venados cabros. Es posible agarrar cachorrillos de tigre
y manigordas o tigrillos de piel de terciopelo. Dantillos pintos y venaditos tembloroso. Y
también nutrias o perros de agua de piel más suave que la gamuza.
Es el tiempo de las pavas, las perdices, las gongolonas, las becadas o chochas que llaman
chúes los niños y sobre todo de las palomas. Palomatora. Paloma posolera.
Paloma azul. Paloma patacona. Y la paloma penadora que da un quejido breve, profundo
y espaciado, que no se sabe de dónde viene, cambia de sitio y causa angustia.
Fecundidad.
Han florecido todos los árboles de flores. Los corteses están tupidos de flores amarillas
y alzan sus copas en el sol haciendo alarde de su amarillo apasionado. Brillan, refulgen
a lo lejos como las legendarias cúpulas de oro de las siete ciudades. Los robles están
cuajados de crespas flores nacaradas. Laurel y sotacaballo perfuman todo el aire con
la fragancia de sus blancos ramilletes. El capirote de flores de un blanco de espuma. El
almendro de monte, moradas, el hombre-grande, rojas. Y la caoba, lilas.
Han florecido los matorrales, las orillas de los caminos, las cercas, la humilde escoba
da sus florecitas amarillentas. Cuando ha soplado el viento el río se cubre de flores y
hasta los criques arrastran pétalos. Vuelan abejas y mariposas.
Polen.
Misterio.
Verano en La Azucena.
• • •
El Pez Náufrago
Intimar • 124
Te he saludado al río
Te he saludado al tuyo como mío
donde uno somos y corremos río…
River that must turn full after I stop dying Río que debe llenarse cuando yo deje de morir
song, my song, raise grief to music canción, mi canción, eleva la pena a música
light as my loves’ thought, the few sick ligera como el pensamiento de mi amada, los
so sick of wrangling: thus weeping, pocos enfermos tan enfermos de disputas:
sounds of light, stay in her keeping llorando así, sonidos de luz, permanezcan a su
and my son’s face- this much cargo y en el rostro de mi hijo- todo esto por
for honor. honor.
Freed by their praises who make honor Liberados por sus loas que hacen el honor más
dearer apreciable
whose losses show them rich and you no cuyas pérdidas los muestran ricos y a ti no
poorer más pobre
take care, song, that what stars’ imprint you cuídate, canción, de que la marca de estrellas
mirror que reflejas
grazes their tears; draw speech from their roce sus lágrimas; extraiga el discurso de su
nature or naturaleza o
love in you- faced to your outer stars-purer amor en ti – encarado a tus estrellas exteriores-
gold than tongues make without feeling oro más puro que las lenguas hacen sin
art new, hurt old: revealing sentimiento arte nuevo, dolor viejo; revelando
the slackened bow as the stinging el arco flojo mientras el atormentado animal
animal dies, thread gold stringing muere, hilo de oro pulsando el teclado tocado
the fingerboard pressed in my honor. en mi honor.
Honor, song, sang the blest is delight knowing El honor, canción, cantó la bendita delicia de
we overcome ills by love. Hurt, song, nourish saber que vencemos los males por amor.
eyes, think most of whom you hurt. For El dolor, canción, nutra a los ojos, piensen
the flowing river’s poison where what rod más a quién hieren. Por el fluido
blossoms. Flourish by love’s sweet lights and veneno del río donde a saber qué vara brota.
sing in them Florece por las dulces luces del amor y canta
I flourish. en ellas florezco.
No, song, not any one power No, canción, no hay poder que pueda recordar
may recall or forget, our u olvidar, que nuestro amor para ver el tuyo
love to see your love flows into fluye hacia nosotros.
us. If Venus lights, your words spin, to Si venus brilla, tus palabras giran, vivir
live our desires lead us to honor. nuestros deseos no conduce al honor.
Graced, your heart in nothing less Agraciado, tu corazón en nada menos que la
than in death, go- I, dust – raise the great muerte, ve- yo polvo –a alzar el gran borde
hem of the extended world that nothing can del extenso mundo del que nada puede salir;
leave; having had breath go face my son, habiendo tomado aliento ve encarar a mi
say: “If your father offended you hijo, di : “Si tu padre te ofendió con muda
with mute wisdom. My words sabiduría, mis palabras no han finalizado
Zukofsky
have not ended his second paradise where su segundo paraíso donde su amor estaba
thwy turn, quick for you two en los ojos de ella dondequiera que éstos se
–sick or gone cannot make volvían, vivo para ustedes dos - enfermo
music you set less o ido sin poder hacer la música que dispusiste
than all. Honor menos que todos. El honor
into what is there. I know of no other en lo que está ahí. No sé de ninguna otra
happiness dicha
nor have I ever witnessed it. . . . Islands ni la he presenciado . . . Islas
to the north al norte
who are most northerly. The marvel of the quienes estamos más al norte. La maravilla
wave de la ola
even here is its noise seething que incluso aquí es su sonido en el mundo
in the world; I thought that even if there were el que se agita; he pensado también que si
nothing nada de esto fuera
Needle’s eye needle’s eye but in the el ojo de la aguja el ojo de la aguja
ravine pero en el barranco
again and again on the massive spike the una y otra vez en el enorme pico
song la canción
clangs se descuelga
as the tremendous volume of the music takes mientras el volumen tremendo de la música
over obscured by their long hair they seem atraviesa oscurecido por sus cabellos largos
to be mourning que parecen estar de luto.
Oppen
Levertov
“Rigor in beauty is the quest. But how will you find beauty when it is locked in the mind past
all remonstrance?”
To make a start,
out of particulars
and make them general, rolling
up the sum, by defective means—
Sniffing the trees,
just another dog
among a lot of dogs. What
else is there? And to do?
The rest have done out—
after the rabbits.
Only the lame stands—on
three legs. Scratch front and back.
Deceive and eat. Dig
a musty bone
Yet there is
no return: rolling up out of chaos,
a nine months’ wonder, the city
the man, an identity—it can’t be
otherwise—an
interpretation, both ways. Rolling
up! Obverse, reverse;
the drunk the sober; the illustrious
the gross; one. In ignorance
a certain knowledge and knowledge
undispersed, its own undoing.
Williams
“Rigor en la belleza, esa es la búsqueda. ¿Pero cómo encontrarás belleza si está encerrada en la
mente, pasada toda protesta?”
Comenzar
por los detalles
hacerlos generales, que irrumpa el total
por vías imperfectas—
Olfatea los árboles,
sólo un perro
entre muchos.
¿Qué más hay? ¿Y por hacer?
El resto ha salido corriendo—
tras los conejos.
Sólo se queda el rengo —en
sus tres patas. Rasca adelante y atrás.
Juguetea y come. Desentierra
un hueso viejo
Pero no hay
regreso: asciende desde el caos
una maravilla de nueve meses, la ciudad
el hombre, una identidad —no puede ser
de otra manera—
interpenetración, en ambos sentidos.
¡Surge! anverso, reverso;
el ebrio el sobrio; el docto
el bruto; uno solo. Conocimiento
en la ignorancia, y conocimiento
no disperso, su propia ruina.
to Paterson.
Williams
Es el sol ignorante
que por un estrecho sube entre
soles huecos a lo alto, por eso, jamás en este mundo
podrá el hombre vivir sano en su cuerpo,
sino al morir — y sin saber
que muere; pero ese es el
designio. Así se renueva,
al añadir y restar,
al caminar arriba y abajo.
Y la capacidad de crear,
arruinada por el pensamiento, asciende;
que ande con los ojos bien abiertos, no sea que comience a
escribir poemas trillados . . .
Mentes como camas siempre tendidas,
(más ásperas que la costa)
con desgano o incapaces.
conchas y animalillos
casi siempre, y también al hombre,
a Paterson.
Williams
In olg age
the mind
cast off
rebelliously
an eagle
from its crag
–remember
confidently
only a moment, only for a fleeting moment–
with a smile of recognition . .
It is early . . .
the song of the fox sparrow
reawakening the world
of Paterson
–its rocks and streams
frail tho it is,
from their long winter sleep
In March–
the rocks
the bare rocks
speak!
En la madurez
la mente
libera
rebelde
un águila
de su peñasco
–recuerda
en secreto
apenas por un instante, apenas por un breve instante –
con una sonrisa de reconocimiento . . .
Es temprano . . .
el canto del gorrión
despierta de nuevo al mundo
de Paterson
–sus rocas y arroyos
aunque frágil,
de su largo sueño de invierno
En marzo–
las rocas
las rocas desnudas
¡hablan!
“ . I am not authority on Sapho and do not read her poetry particularly well. She wrote for
a clear gentle tinkling voice. She avoided ‘The silence that is in the starry sky’, gives something
of her tone. . . ”
A.P.
The hardest thing to discover is WHY someone else, apparently not an ape or a Roosevelt
cannot undesrstand something as simple as 2 plus 2 makes four.
McNair Wilson has just writ me, that Soddy got interested and
started to study “economics” and found out what they offered him
wasn´t econ/ but banditry.
Wars are made to make debt, and the late one started by the
ambulating dunghill FDR . . . has been amply successful.
Also the ten vols/ treasury reports sent me to Rapallo show that in
the years from departure of Wiggin Hill the mail stopped you
suckers had paid ten billion for gold that cd/ have been bought for SIX billion.
“ . no soy una autoridad en Safo y no leo su poesía particularmente bien. Ella escribió
para una voz clara, delicada y tintineante. Abolió toda aspereza, ‘El silencio que se encuentra
en el cielo estrellado’, da algo de su tono. . .”
A.P.
Lo más difícil de descubrir es POR QUÉ alguien más, al parecer no un mono o un Roosevelt no
pueda entender algo tan simple como que 2 más 2 son cuatro.
McNair Wilson recién me escribió que Soddy se interesó y comenzó a estudiar “economía” y se
dio cuenta que lo que le ofrecían no era economía sino bandidaje.
Las guerras se hacen para crear deuda y la última comenzada por el chiquero ambulante FDR
ha sido ampliamente exitosa.
Y también los diez vols/ de reportes del tesoro que me enviaron a Rapallo muestran que en los
años desde la salida de Wiggin hasta que cesó el correo ustedes pendejos habían pagado diez
mil millones por oro que pudo/ haber sido comprado por SEIS mil millones.
Don´t worry re . . .
He didn´t say you told him to send me his book, merely that he
Had metChu. Let the young educ the young.
But IF the buzzards on yr ( and Del M´s) list had been CLEAR
I wdn´t have spent so much time clarifying their indistinctnesses.
neither short
nor tall, nor old nor young
her
face would attract no
Her
hips were narrow, her
legs
thin and straight. She stopped
Williams
Que la soberanía es inherente en el PODER para emitir dinero, aunque tengas o no el derecho
de hacerlo.
No te preocupes re Beum,
Único comentario ingenuo que encontré en Voltaire fue cuando descubrió dos buenos libros
sobre econ/ y escribió : “Ahora la gente la entenderá”. termina cita.
Ni baja
ni alta, ni vieja ni joven
su
rostro no atraería a ningún
Sus
caderas eran estrechas, sus
piernas
flacas y rectas. Ella detuvo
Williams
mi andar––hasta que la
vi
desaparecer entre la muchedumbre.
streets of Paterson? a
thousand questions:
Are you married? Have you any
give me — though
I cannot conceive it
in such a lonely and
intelligent woman
or the birds .
or Mezz Mezzrow
who wrote…
al diablo. Su
expresión era
seria, sus
piecitos.
¡Y se había ido!
te hablaré, ¡ay
muy tarde! preguntaré,
¿Qué haces en las
me dará – aunque
no puedo concebirlo
en una mujer tan solitaria
e inteligente
• • • • • •
(REFINEMENTS (REFINAMIENTO
OF KISS DE BESO
AND CLAW Y GARRA
FISHED SACADOS
FROM DEL
THE RIVER) RÍO)
are son
seen vistos
with eyes con
half open ojos
in the distant medio abiertos
traffic en el rugido
roar del tráfico
of distante
my de mi
body cuerpo
McClure
O’Hara
grilling raw squid over smoky twigs asando calamar crudo sobre leños humeantes
a round screen perched on broken bricks una criba colocada sobre ladrillos rotos
sandbox arenero
sandpaper papel-arena
sandy. arenoso.
Snyder
O rio da minha aldeia não faz pensar em El río de mi aldea no hace pensar
nada. en nada.
Quem está ao pé d’elle está só ao pé dele. Quien está junto a él sólo está junto a él.
Caeiro
Alberto Caeiro
heterónimo de Fernando Pessoa (1888-1935).
Antología, 2001, Casa Fernando Pessoa
T: Héctor Ruiz
Éx. 32:10
Jer. 6:25
Y nuestros cuerpos se
abrazaban en el fondo como puentes enmarañados.
• • •
El río congelado, las márgenes cubiertas con tapices de espesos signos oscuros, el mar abierto
devolviendo las voces y las manzanas que flotan en la orilla, más cerca, más lejos, escribiendo
sobre la arena siempre los mismos textos, allí donde el agua iba a borrar, ya había borrado
las texturas, allí donde el río congelado desembocaba, las márgenes de piedras blanquísimas
cubiertas con tapices morados, el mar abierto devolviendo las voces, las manzanas que flotan
en la orilla, más cerca, más lejos, escribiendo sobre la arena siempre los mismos textos, el Libro
de los Libros, la descripción de un rostro, allí donde el agua iba a borrar, ya había borrado las
texturas.
Después se unen los deshielos finales y ruedan arrastrando piedras verdes y pájaros, el rumor
estremece la montaña en la noche hasta que el río congelado desemboca, las márgenes cubiertas
con tapices de signos oscuros, el mar abierto desenvolviendo las voces y las manzanas que flotan
en la orilla, más cerca, más lejos, escribiendo sobre la arena siempre los mismos textos, allí donde
el agua iba a borrar, ya había borrado las texturas apenas visibles sobre el borde tembloroso, en
la planicie desolada, separadas a veces por las manchas blancuzcas del salitre, por el cuerpo de
un pez, por la línea helada de la desembocadura, extendida entre las márgenes cubiertas con
tapices de espesos signos oscuros, lejos del mar abierto, devolviendo las voces; las manzanas
que flotan en la orilla, más cerca, más lejos, escriben sobre la arena siempre los mismos textos,
allí donde el agua iba a borrar, ya había borrado las texturas y se formaba el delta de un
río congelado, las márgenes cubiertas con tapices de espesos signos oscuros, el mar abierto
devolviendo las voces, las manzanas doradas, puntas de flexibles triángulos, soles girantes,
cerradas conchas, sombras en el fondo pedregoso, presas entre los hielos del río, entre las líneas
negras de las márgenes cubiertas con tapices de espesos signos oscuros y el mar abierto.
Sarduy
• • •
Como vaho, de un urinario, así sube por el cuerpo, dulzona y tibia, la lenta marejada de
la cuarta cerveza, oleaginosa, turbia. Decía Lezama que, para los griegos, esa cuarta
vaharada lupular era la locura.
La locura, o la supresión efímera de una soledad, la fatua ruptura de un aislamiento:
algo anuda un aparente diálogo —en realidad un soliloquio recurrente, de un lirismo
brumoso y grosero— con el casual vecino de barra, harapiento enturbantado, o fajado
con los adustos atuendos de un karateca incipiente, o en una estrecha chilaba de un
blanco percudido que atraviesan chiquetazos de otro blanco, quemaduras y costurones.
A estos disfrazamientos diurnos, mediocres simulacros de la parada sexual, o del
fascinante despliegue erótico de los animales, sirven las amarillentas batas que nos
entregan, con la compostura de quien otorga un pergamino, a la entrada del sauna
moresco que hoy, oficialmente, se abandona a los escombros; a las ruinas los arcos
arábigos y los saharianos paisajes que los obturan.
En esos travestismos, que remedan también la moda del invierno, y hasta los últimos
resabios miserabilistas de algún costurero japonés, nos enlazamos todos alrededor de
las mesas bajas, abrigados por la luz parpadeante y rosada de los arcos de neón.
Hoy, en la clausura, el empalago de la cerveza trae a flote, como un cadáver en un
río crecido, el recuerdo justo, el gesto mínimo que un día nos salvaron de esta misma
soledad: la gravitación paterna de una mirada.
Regresaba en el mediodía plomizo de antes de la granizada, víspera de ciclón, a la
casa; callejuelas enfangadas, aceras disparejas y musgosas de la aldea natal.
Se reflejaban, ya por los suburbios, en las aguas empantanadas y verdinosas, a lo lejos,
las fachadas de las antiguas mansiones coloniales, beige y ocre roídos por la humedad y El Pez Náufrago
el abandono, la torre inútil de algún ingenio azucarero, una palma real despenachada y 155 • Intimar
mustia, y más cerca, las pesadas ramas de una ceiba inmensa, inclinadas hacia el suelo
y sostenidas por estacas, como cansadas o sedienas. Volaban muy bajo y en remolino las
auras tiñosas, graznando azoradas por la proximidad de alguna culebra.
La casa, arrebatada por mi padre un manantial inoportuno y salobre, que brotó de
los cimientos en la madrugada, se hundían a lo largo de un pasillo encalado, hasta
un patio de tinajones que refrescaba la sombra roja de un flamboyán. El ruido de un
aserradero próximo, y el olor de la cola y la madera húmeda, quedaban empozados
en la densidad azulosa, entre las manchas móviles de las ramas: amanecían flotando
en la pequeña alberca, tornasolados y boquiabiertos, los peces de colores que ese tufo
mucilaginoso envenenaba.
Corría en bicicleta por el pasillo, desde el salón hasta el patio, cuando me asaltó la
punzada. La basta semiología de la medicina local no vaciló un instante: apendicitis.
Para llevarme a la Colonia Española, una enfermería con almínares, que espejeaba
en la polvareda, cubierta de cenefas y azulejos, en medio de un palmar, alquilamos un
auto que apareció en la madrugada atravesando el rocío con sus luces amarillas.
Mezquita médica, la Colonia era un dédalo de salones embaldosados, jardines
tropicales, capillas y quirófanos. Sobre los estantes marmóreos de la farmacia se
alineaban, en frascos transparentes y alambicados, líquidos verdosos de distinta
densidad y sedimento, que esplendían, al ser manipulados por el boticario vasco, con
un brillo de escama y de veneno.
En esos vericuetos, paseando antes de la operación, con la bata blanca de los
recluidos, como un mahometano el pubis y las axilas bien afeitados, mi propio cuerpo
se me presentó como un continente, un envase opaco y frágil siempre presto a romperse:
vaso rebosante de vísceras.
También comprendí la mirada paterna— lo había visto llorar escondido mientras me
llevaban a la enfermería—: era una protección, un cuidado envolvente, la materialidad
de una sutura.
Supe que esa mirada, untada en mi cuerpo como un pincel - Lacan, me protegería toda
la vida.
La evocaba ahora, en la soledad de esta última tarde de sauna, entre los vapores
embalsamados del hammam, donde como antaño en la clínica insular, nos habíamos
reunido todos por última vez bajo los arcos mozárabes, enfundados en nuestras batas
de lino macilentos, ya nostálgicos.
Las luces se apagaron.
Un reloj desmantelado y fañoso dio, como pudo, las seis.
Pedimos la última cerveza.
La cara escondida en una pila de toallas sucias, de espaldas a la sala, lloraba el patrón.
• • •
Big bang / Flamenco
Polígonos de estuco. Cúpulas que en el agua reflejan. A cada cuerda tiembla la
superficie, a cada voz en el rectángulo de la alberca se desplaza un instante la
sucesión de arcos, de salas que se abren en el jardín, de jardines idénticos que
interrumpen albercas, rectángulos espejeantes, agua inmóvil donde a cada voz,
a cada cuerda se reflejan un instante, desaparecen, se reflejan otra vez los vacíos
polígonos de estuco, las cúpulas, madera y nácar, la invariable sucesión de los arcos,
el orden de las salas sonorosa, los jardines florecidos, húmedos, abandonados,
saqueados, devastados, quemados, olvidados, ruinas, sueños, cenizas.
El Pez Náufrago
Intimar • 156 • • •
Las páginas cubiertas de letras de oro. Al paso del lector la luz cernida por los dátiles
refleja los signos sobre el muro, un instante sobre la arena negra. A cada movimiento
de la mano, a cada nueva página la escritura aparece sobre las cenefas, entre las
piedras rojas y otra vez sobre el muro, a lo largo del muro donde el mapa de la página
anterior acaba de borrarse, los signos descendiendo hacia la arena, brasas.
• • •
El agua une sus vidrios, cubre los rombos negros. Sobre el azulejo van apareciendo las
sombras, los gestos, el rondel de las cúpulas.
Ya repercuten los oros, los
rostros visibles a cada golpe de agua.
En los jardines negros
entre columnas húmedas,
los conos de las tumbas.
• • •
El coro chillón, el golpe de los bronces oxidados; arena empaña los vidrios.
Sarduy
Una mano se alza y entonces se oyen los sopranos, agua verde rodando sobre latas,
sobre metales cada vez más finos, entre cubos de cornetas mohosas,
hasta que el hilo estridente se pierde entre las manchas de musgo,
siguiendo una línea de puntos.
Este río
ENTRE LOS MOLINOS ÁRABES
hoy endebles maderas
convirtiéndose en otro
SE BAÑABAN LOS PRÍNCIPES
las aspas despegadas
como el agua en el agua
ALFÓJAR LA FILTRABA
los muchachos de Córdoba
fue bautizado Duero
SOBRE LAS NOBLES ARENAS
vendedores de dulces
el duero en el genil
YA QUE NO SON DORADAS
en el patio de los niños
el genil en el tajo
EL INCA GARCILASO
jugando a que jugaban
el tajo en el guardiana
TAMBORILES Y DÁTILES
entre los capiteles
el guardiana en el sena
SU NOMBRE EN UN SONETO
se esconden los fotógrafos
el sena en orinoco
TALLADORES DE PIEDRA
columnas de vinil
el orinoco en nilo
LOS SUCESIVOS ARCOS
operetas morescas
el nilo en amazonas
QUE GÓNGORA ESCRIBIERA
con guitarras eléctricas
el amazonas ganges
LLAMABAN LOS ALMUÉDANOS
caravanas trilingües
el ganges en el mar
POLÍGONO ESTRELLADO
filmada en tecnicolor
la corriente es inmóvil
LEJANA Y SOLA CÓRDOBA
minrab de bakelita
la rivera la misma
LAS VENTANAS ROSADAS
ruinas de poliéster
todo acto es ilusorio
Sarduy
COLUMNAS DE PORFIRIO
la cúpula es inflable
circular como el tiempo
DICE: ‹‹SOLO DIOS VENCE ››
estrellas de neón.
• • • • • •
• • • • • •
we will never meet again face to face. nunca nos volveremos a ver cara a cara
I pray that the clouds may rise over Stone ruego que las nubes salgan sobre el río de
River piedra
so I can always see him in memory. para verlo siempre en la memoria.
• • •
Fragmento 12:
Diversas aguas fluyen para los que se bañan en los mismos ríos. Y también las almas se
evaporan de las aguas.
Fragmento 49:
Entramos y no entramos en los mismos ríos; somos y no somos.
Fragmento 91:
No se puede sumergir dos veces en el mismo río. Las cosas se dispersan y se reúnen de nuevo,
se aproximan y se alejan.
Heráclito
[…] He looks about quietly, at the position of the trees, leaning this way and that, looking
back along the floorless road shaped vaguely high in the air by the position of the lopped and
El Pez Náufrago felled trees, as if the road too had been soaked free of earth and floated upward, to leave in
Intimar • 166 its spectral tracing a monument to a still more profound desolation than this above which we
now sit, talking quietly of old security and old trivial things. Jewel looks at him, then at me,
then his face turns in in that quiet, constant, questing about the scene, the horse trembling
quietly and steadily between his knees.
[…] The river itself is not a hundred yards across, and pa and Vernon and Vardaman and
Dewey Dell are the only things in sight not of that single monotony of desolation leaning
with that terrific quality a little from right to left, as though we had reached the place where
the motion of the wasted world accelerates just before the final precipice. Yet they appear
dwarfed. It is as though the space between us were time: an irrevocable quality. It is as though
time, no longer running straight before us in a diminishing line, now runs parallel between
us like a looping string, the distance being the doubling accretion of the thread and not the
interval between. The mules stand, their fore quarters already sloped a little, their rumps
high. They too are breathing now with a deep groaning sound; looking back once, their gaze
sweeps across us with in their eyes a wild, sad, profound and despairing quality as though
they had already seen in the thick water the shape of the disaster which they could not speak
and we could not see.
[…] From the tool box he takes his coiled rope and carries the end twice around the seat
stanchion and passes the end to me without trying it. The other end he pays out to Jewel, who
Faulkner
[...] El propio río no pasa de cien metros de anchura, y padre y Vernon y Vardaman y Dewey
Dell son las únicas cosas a la vista de esa única monotonía desolada que se extiende de
manera tremenda a derecha e izquierda, como si hubiéramos alcanzado el lugar donde el
movimiento del mundo desvastado acelera justo antes del precipicio. Aún ellos aparecen
empequeñecidos. Es como si el espacio entre nosotros fuera tiempo: una cualidad irrevocable.
Es como si el tiempo ya no corriera ante nosotros en una línea acortada, sino que corriera
paralelo a nosotros como una cuerda que nos enreda, duplicando la distancia entre nosotros.
Las mulas resisten, con sus patas delanteras un poco hundidas, con sus ancas en alto. Ellas
también respiran ahora un hondo y quejumbroso sonido; miran hacia atrás una vez más, y su
mirada se extiende con unos ojos que tienen algo de salvaje, triste, profundo y desesperado
Faulkner
como si ya hubiesen visto en el agua espesa la forma del desastre del que no pueden hablar y
nosotros no podemos ver.
[…] Cash de la caja de herramientas saca su rollo de cuerda y pasa el extremo dos veces en
torno al pescante y me lo da sin probarlo. El otro extremo lo entrega a Jewel que le da una
vuelta al pomo de la silla de montar.
[…] I felt the current take us and I knew we were on the ford by that reason, since it was
only by means of that slipping contact that we could tell that we were in motion at all. What
had once been a flat surface was now a succession of troughs and hillocks lifting and falling
about us, shoving at us, teasing at us with light lazy touches in the vain instants of solidity
underfoot. Cash looked back at me, and then I knew that we were gone. But I did not realise
the reason for the rope until I saw the log. It surged up out of the water and stood for an
instant upright upon that surging and heaving desolation like Christ. Get out and let the
current take you down to the bend, Cash said, You can make it all right. No, I said, I’d get
just as wet that way as this.
The log appears suddenly between two hills, as if it had rocketed suddenly from the bottom
of the river. Upon the end of it a long gout of foam hangs like the beard of an old man or a
goat. When Cash speaks to me I know that he has been watching it all the time, watching it
and watching Jewel ten feet ahead of us.
[…] Jewel shouts at the horse; again he appears to lift it bodily between his knees. He is just
above the top of the ford and the horse has a purchase of some sort for it surges forward,
shining wetly half out of water, crashing on in a succession of lunges. It moves unbelievably
fast; by that token Jewel realises at last that the rope is free, for I can see him sawing back
on the reins, his head turned, as the log rears in a long sluggish lunge between us, bearing
down upon the team. They see it too; for a moment they also shine black out of water. Then
the downstream one vanishes, dragging the other with him; the wagon sheers crosswise,
poised on the crest of the ford as the log strikes it, tilting it up and on. Cash is half turned,
the reins running taut from his hand and disappearing into the water, the other hand
reached back upon Addie, holding her jammed over against the high side of the wagon.
El Pez Náufrago […] Vernon and Vardaman are running along the bank, pa and Dewey Dell stand watching
Intimar • 168 us, Dewey Dell with the basket and the package in her arms. Jewel is trying to fight the
horse back. The head of one mule appears, its eyes wide; it looks back at us for an instant,
making a sound almost human. The head vanishes again.
[…] “Back, Jewel”, Cash shouts. “Back Jewel.” For another instant I see him leaning to the
tilting wagon, his arm braced back against Addie and his tools; I see the bearded head
of the rearing log strike up again, and beyond it Jewel holding the horse upreared, its
head wrenched around, hammering its head with his fist. I jump from the wagon on the
downstream side. Between two hills I see the mules once more. They roll up out of the water
in succession, turning completely over, their legs stiffly extended as when they had lost
contact with the earth.
Faulkner
Él tiene que obligar al caballo a bajar a la corriente. El caballo se desplaza con la rodillas
altas, arqueado del cuello hacia arriba, pesado y molesto. Jewel lo monta ligeramente hacia
adelante, con sus rodillas un poco alzadas: nuevamente su mirada rápida, alerta y calmada
azota sobre nosotros y continúa. Él sumerge el caballo en la corriente, hablándole con un
murmullo tranquilizador. El caballo resbala, se hunde hasta la silla, pisa firme otra vez, la
corriente adyacente sube hacia los muslos de Jewel.
[...] Sentí que la corriente nos atrapaba y supe por eso que estábamos en el vado, pues sólo por
ese contacto resbaladizo podíamos decir que nos movíamos de verdad. Lo que una vez había
sido una superficie lisa era ahora una sucesión de depresiones y pequeñas colinas que subían
y bajaban a nuestro alrededor, empujándonos, molestándonos con leves contactos perezosos
en los instantes escasos de solidez debajo de nosotros. Cash volvió a mirarme, y entonces
supe que estábamos arruinados. Pero no me di cuenta de la razón de la cuerda hasta que vi
el tronco. Surgió del agua y se mantuvo derecho durante un instante sobre aquella agitada
y jadeante desolación, como un Cristo. Salta y deja que la corriente te lleve al recodo, dijo
Cash. Tú puedes hacerlo bien. No, dije yo, me mojaré igual de un modo que de otro.
El tronco aparece de repente entre dos colinas, como si de pronto fuera impulsado desde el
fondo del río. De su extremo cuelga una gota larga de espuma como la barba de un anciano o
de un macho cabrío. Cuando Cash me habla me doy cuenta que él lo ha visto todo el tiempo,
mirándolo y mirando a Jewel que va tres metros adelante de nosotros.
[...] Jewel le grita al caballo; nuevamente él parece levantarlo físicamente con las rodillas.
Está casi en lo más alto del vado y el caballo tiene un apoyo de algún tipo porque salta hacia
adelante, brillando húmedamente medio fuera del agua en una sucesión de acometidas.
Se mueve increíblemente rápido; por eso Jewel se da cuenta de que la cuerda se libera,
pues puedo ver cómo tira de las riendas, con la cabeza vuelta, mientras el tronco levanta El Pez Náufrago
una larga y lenta embestida entre nosotros, cayendo sobre el tiro. Las mulas también lo 169 • Intimar
ven; por un momento ellas brillan negras fuera del agua. Una desaparece debajo de la
corriente, jalando a la otra con ella; la carreta pierde el curso atravesada, recostada en el
vado mientras la golpea el tronco que la hace tambalearse. Cash se ha vuelto a medias, las
riendas se le escapan tensas de la mano y desaparecen en el agua, echa la otra mano hacia
atrás y alcanza a Addie, sosteniéndola apretada contra el fondo de la carreta
[…] Vernon y Vardaman corren por la orilla, padre y Dewey Dell nos miran sin moverse,
Dewey Dell con la cubeta y el paquete en las manos. Jewel trata de que el caballo recule.
Aparece la cabeza de una mula con sus ojos muy abiertos; nos mira por un instante, haciendo
sonidos casi humanos. La cabeza desaparece otra vez.
[...] “Regresa, Jewel”, grita Cash. “Regresa, Jewel.” Durante otro instante lo veo inclinado
junto al carro volteado, su brazo sujetando a Addie y a sus herramientas; veo la cabeza
barbuda del tronco que se levanta y golpea de nuevo, y más allá de él veo a Jewel que sujeta
a su caballo erguido y con la cabeza torcida a la que golpea con el puño. Salto del carro por el
lado donde la corriente baja. Entre dos crestas veo a las mulas una vez más. Giran fuera del
agua una después de la otra, rodando completamente fuera del agua, con sus patas tiesas
estiradas como cuando perdieron contacto con la tierra, como si hubieran perdido el contacto
con la tierra.
Faulkner
Para el año 900 a.C –tiempo en que se escribieron los últimos Vedas y los tratados
mitológicos reunidos en los Brahmanas– el desaparecido río se había vuelto tanto el
río perdido de la memoria y la nostalgia como una extensión de agua perfectamente
real pero ahora algo invisible. La confluencia de los tres ríos –el Ganga, el Yamuna y el
Sarasvati, que representan, respectivamente, el cielo, la tierra y el submundo– aún se
celebra en Allahabad (la antigua Prayag), donde se cree que el tercer río se hace visible
a los iluminados.
Guy Davenport ha escrito -y sus palabras son ya un lugar común- que “lo arcaico es
uno de los grandes inventos del siglo xx”, que “si hemos tenido algún renacimiento en el
siglo xx, éste ha sido el renacimiento de lo arcaico”. Así es, sin duda alguna: la poesía de
nuestro siglo – para hablar solamente de la poesía– está llena de ecos distantes y objetos
curiosos de antiguas civilizaciones o de comunidades indígenas actuales que, para
nosotros, viven todavía en un continuo arcaico. Como dice Davenport, “el impulso que
nos lleva a recuperar los comienzos y las primeras manifestaciónes nació del sentimiento
de que, en su enajenación, el hombre se estaba apartando trágicamente de la que en un
principio concibió como poesía, diseño y comprensión del mundo”. En palabras de Ezra
Pound: “Sólo la sabiduría antigua es / solaz para las miserias del hombre”.
Pero sólo en parte es cierto que (citando de nuevo a Davenport) “lo más moderno en
nuestra época es lo más arcaico”. Porque la poesía, independientemente de cuando
nazca, nace y siempre ha nacido de ese río que se perdió. Lo que hallamos en los
momentos más arcaicos (que han sobrevivido) de todas las literaturas es celebración o
nostalgia de lo arcaico de cada una de ellas.
Weinberger
Poco sorprende que los versos de Pound “sólo la sabiduria antigua es / solaz para las
miserias del hombre” procedan de la traducción hecha por él de la antología etnopoética
más antigua que ha sobrevivido, el Shin Jing, el Libro de Odas o Canciones: Confucio
no sólo se encuentra entre los primeros ( de quienes tenemos testimonios) inventores de
lo arcaico sino que es, además, la quintaesencia de todos ellos.
Las 305 canciones anónimas que integran el Shi Jing son una selección, supuestamente
hecha por el propio Confucio, de una colección de más de tres mil. Cuando la antología
fue compilada, alrededor del año 500 a.C., estas canciones tenían ya por lo menos
entre 300 y 700 años de antigüedad. (Originalmente habían sido recopiladas para
los emperadores Chou como la manera de que el gobierno central pudiera saber qué El Pez Náufrago
pensaba el pueblo. 171 • Intimar
Como se recogieron de todas partes de China, muchas de estas canciones tuvieron
que ser traducidas de dialectos locales o adaptadas de alguna manera para que sus
melodías se ajustaran a la lengua china que marcaba la norma de aquel tiempo.
La antología de Confucio fue el libro medular de la poesía china a lo largo de 2500 años,
hasta el nacimiento de la República a principios de este siglo. (Sobrevivió a la quema de
libros del siglo iii a. C. gracias a todas las gentes que lo habían memorizado). Y no sólo
por ser un banco de imágenes y un catálogo de modelos prosódicos sino también por su
intrínseca relación con el pasado mismo, dominó la poesía durante esos milenios.
Para Confucio, un antepasado humano es una divinidad, y el pasado representa la
realización de un orden terrestre (reflejo del orden cósmico) que nunca más ha logrado
materializarse pero que aún deja abierta esa posibilidad. El pasado es una ausencia
presente, un objeto del deseo. Es, además, un objeto de deseo que se manifiesta en
objetos, restos, reliquias. La poesía china, tanto en su primera época como la más
reciente, abunda en meditaciones sobre las ruinas. Hay cientos de poemas que tratan
del hallazgo de algún artefacto del pasado, y miles en los que se recuerda y se recuerda
a aquellos que, en la historia, son famosos por recordar.
El poeta chino, en su encarnación más típica, está solo en alguna parte del Imperio: en
el exilio, en una misión oficial a las provincias, en un encierro religioso o –si se tratara
de una mujer- en casa con su amante o marido ausente. Es una metáfora del individuo
en la vastedad de la historia. Producto de la separación, el poema chino fue concebido
como un fragmento, como una obra permanentemente “antes de su consumación”
–como el último hexagrama del I jing. No hay ningún poema épico chino –lo que más se
aproxima a esto es el Tien wen, un libro de preguntas sin respuestas- y la lírica china
siempre dice deliberadamente menos de lo que podría decir. Incluso dentro de los versos
del fragmento lírico hay las llamadas palabras “vacías” (sin significado), a través de
las cuales el qi (el aliento o el espíritu) se supone que circula por el poema, como el
viento entre las ruinas. Y el chino literario clásico es tan sintético que (especialmente
para los occidentales) hay lagunas enormes entre las palabras –lagunas que hay que
llenar mentalmente, de modo muy parecido a como se restituyen las vocales en un texto
hebreo clásico, si bien con mucha más dificultad.
Siguiendo a Volney, los románticos ingleses vieron las ruinas como emblema
alegórico del ascenso y caída de los imperios, lo transitorio de las obras humanas y
la permanencia de la naturaleza. Al igual que los chinos, veían las ruinas como un
triunfo del caos sobre el orden pero, a diferencia de ellos, lo extrapolaron todavía más
hasta convertirlo en la dicotomía mente-corazón. Los imaginistas –que, a diferencia
de los artistas del Renacimiento, preferían un helenismo no restaurado- proclamaban
El Pez Náufrago la ruina y el fragmento como prueba de la durabilidad del arte. La Venus sin cabeza
Intimar • 172 y sin brazos aún era hermosa; un poema de sólo cuatro palabras que había logrado
sobrevivir (“Primavera…/ Demasiado tiempo…/ Gongula…”) aún podía decirlo todo.
Para los chinos, el fragmento era una reliquia con la ayuda de la cual se construye
mentalmente todo lo que falta –en términos recientes, esto equivale al lector como
partícipe en la creación del texto. (Stephen Owen, en un interesante libro sobre la
memoria en la poesía china titulado Remembrances, compara al fragmento con un
mechón de cabellos). Como los modernos, los chinos sentían que el fragmento era todo lo
que se podía lograr. Si bien sus poemas individuales no son, como los poemas modernos,
ensambles de fragmentos, su lengua sí lo era.
Desde mediados del siglo xviii, lo único que ha cambiado en la poesía es que lo arcaico
y lo “otro” se han ampliado para abarcar la información arqueológica y etnográfica
más abundante cada día. Durante los últimos 250 años hemos meditado sobre ruinas
exóticas, no sobre las que están en nuestro entorno. Seguimos empujando hacia atrás el
pasado más antiguo con el que hablamos –y, como sucede con los recuerdos telescópicos
de los ancianos, siempre es el momento más antiguo el que parece más vivido. Hoy,
ese pasado lejano con el que platicamos es el paleolítico. Nuestros “otros” ya no son
los vecinos a quienes hemos subyugado sino una amplia gama de pueblos (igualmente
sometidos) –lo que sucede es que el poeta moderno, a diferencia de los poetas que
vivieron desde el período arcaico hasta el fin de los imperios coloniales europeos, no
se enorgullece de ese sojuzgamiento y cree que el “otro” no es realidad más que otra
forma de “nosotros”. En el siglo xx, los blancos –o para ser más precisos, los blancos
que escriben poesía- ya no tienen ningún “nosotros” nacional o étnico que definir.
Los blancos nos hemos sobresaturado de “nosotros”, nuestras manos están demasiado
manchadas de sangre. El único “nosotros” es hoy la raza humana, y los científicos han
proporcionado a los poetas un supermercado de imágenes, mitologías, ritos, prácticas y
filosofías antiguas y modernas a partir de las cuales el individuo descubre las ideas y
los objetos más afines a su propia idiosincrasia, emblema de lo humano universal, un
“nosotros” a partir del cual definir un “yo”.
Hasta Dante, al que le fue concedida esa visión, sólo pudo terminar su poema
geométricamente perfecto lamentando las insuficiencias del lenguaje. Porque la visión
de Dios borra la memoria –Dante lo compara con un sueño: se han perdido los detalles y
lo único que queda es una pequeña sensación de gran pasión- y la lengua sin memoria,
una poesía amnésica, no puede existir. Su Paraíso debe seguir siendo un espacio vacío,
un silencio perfilado por el poema: su metáfora última es la de un geómetra que no
logra comprender el círculo que ha dibujado.
El mejor poema de Spenser, “Prothalamion” festeja un matrimonio aún no consumado,
como los bisontes paleolíticos congelados para siempre en el momento inmediatamente
anterior a la copulación, un poema que se vuelve contra un irónico estribillo: Sweet
Themmes, runne softly, till I end my song (“Dulce Támesis, fluye suavemente hasta que
termine mi canción”). Irónico porque si el río terminara cuando terminara su canción,
si el río y la canción terminaran algún día, si alguna vez alcanzáramos al futuro,
alcanzaríamos: el fin.
(1988)
El Pez Náufrago
Intimar • 174
Salí de la ciudad, ribera abajo, al encuentro solitario del barco que aguardaba, sin
saber cuándo vendría.
Llegué hasta el muelle viejo, esa construcción inexplicable, puesto que la ciudad y
su puerto siempre estuvieron donde están, un cuarto de legua arriba.
Entreverada entre sus palos, se manea la porción de agua del río que entre ellos recae.
Con su pequeña ola y sus remolinos sin salida, iba y venía, con precisión, un mono
muerto, todavía completo y no descompuesto. El agua, ante el bosque, fue siempre una
invitación al viaje, que él no hizo hasta no ser mono, sino cadáver de mono. El agua
quería llevárselo y lo llevaba, pero se le enredó entre los palos del muelle decrépito y ahí
estaba él, por irse y no, y ahí estábamos.
Ahí estábamos, por irnos y no.
Con ser tan mansa, cuidábame de la naturaleza de esta tierra, porque es infantil y
capaz de arrobarme y en la lasitud semidespierta me ponía repentinos pensamientos
traicioneros, de esos que no dan conformidad ni, por tiempos, sosiego. Hacía que me diese
conmigo en cosas exteriores, en las que, si a ello me resignaba, podía reconocerme.
Esos temas quedaban sólo para mí, excluidos de la conversación con el gobernador
y con todos, por mi escasa o nula facilidad para hacer amigos íntimos con quienes
explayarme. Debía llevar la espera -y el desabrimiento- en soliloquio, sin comunicarlo.
Como me lo decía ese a veces insolente Ventura Prieto, que se me arrimó aquella
tarde, por cierto que no buscándome, sino yendo al azar. Consideraba que, en esta
tierra llana, yo parecía estar en un pozo. Me lo dijo una vez, y más de una, lo dijo a
otros, descuidándose de lo que todos sabían: que fui gallo de riña o al menos dueño de El Pez Náufrago
reñidero. 175 • Intimar
Apareció precisamente cuando me entretenía el mono y se lo enseñé, para distraerlo
y atajar que me preguntara qué esperaba ahí. Y él, Ventura Prieto, que era inferior a mí,
caviló un momento, como si buscara el medio de apabullarme en materia de curiosidades
o descubrimientos. Luego me refirió una de esas que él llamaba investigaciones y yo
ignoro si lo eran pero que, por sospechosas de insinuar comparación, me desconcertaban,
dejándome repercusiones que podían superar lo sufrible.
Dijo que hay un pez, en ese mismo río, que las aguas no quieren y él, el pez, debe
pasar la vida, toda la vida, como el mono, en vaivén dentro de ellas; aún de un modo
más penoso, porque está vivo y tiene que luchar constantemente con el flujo líquido que
quiere arrojarlo a tierra. Dijo Ventura Prieto que estos sufridos peces, tan apegados al
elemento que los repele, quizás apegados a pesar de sí mismos, tienen que emplear casi
íntegramente sus energías en la conquista de la permanencia y aunque siempre están
en peligro de ser arrojados del seno del río, tanto que nunca se les encuentra en la parte
central del cauce, sino en los bordes, alcanzan larga vida, mayor que la normal entre
los otros peces. Sólo sucumben, dijo también, cuando su empeño les exige demasiado y
no pueden procurarse alimento.
Di Benedetto
Yo había seguido con viciada curiosidad esta historia, que no creí. Al considerarla,
recelaba de pensar en el pez y en mí a un mismo tiempo. Por eso invité a Ventura Prieto
a que regresáramos y retuve mis opiniones.
Procuré ocupar la cabeza en el motivo de mi caminata, en el hecho de que yo esperaba
un barco, y si un barco entraba en él podría llegar algún mensaje de Marta y de los
niños, aunque ella y ellos no vinieran, ni nunca hubiesen de venir. […]
En esto me hizo pensar no hace mucho una escena que vi en una de las numerosas
playas que forman estos ríos. Para defenderme del sol yo estaba parado bajo un sauce,
apoyado contra el tronco, fumando un cigarrillo. Lo del sauce, árbol tan frecuente en
las comarcas fluviales, no es de ningún modo una concesión al color local, si no una
precisión obligatoria teniendo en cuenta que este árbol es el primero en presentar,
en los comienzos de la primavera, una fronda tupida. Esta impaciencia le ha valido
el denuesto inicial de Akinario en sus famosos Cuentos de la luna vaga después
de la lluvia (Ugetsu Monogatari), te recomienda no plantar un sauce en el jardín
porque así como es el primero en reverdecer, su inconstancia lo hará perder su fronda
con los primeros fríos. En París, el verdadero instrumento de medida que anuncia
la primavera no son los termómetros y barómetros de la Meteorología Nacional, el
gran sauce que se alza -para que sus ramas se inclinen desde más arriba- detrás de
Notre Dame, en Square de I’ll de France, no lejos del Memorial de Deportation. Las
primeras tibiezas suelen inducir a error a ciertos árboles que florecen o reverdecen
antes de tiempo, para sufrir el desengaño de la próxima helada, pero este tropiezo no
amenaza ciertamente al sauce, que aunque salga primero, sale para durar, y en la
El Pez Náufrago supuesta inconstancia que le atribuye Akinari deberíamos ver más bien un signo de
Intimar • 176 prudencia, y la exactitud de sus previsiones. El sauce -el sauce llorón sobre todo- tiene
un prestigio firme en muchas literaturas (la única mención calumniosa que conozco
es la de Akinari), prestigio que le viene más de su aspecto desmelenado que evoca un
sufrimiento un poco teatral, que por su verdadero temperamento, extremadamente
práctico y racional. El poeta por excelencia de esos ríos desmesurados y salvajes y al
mismo tiempo no exentos de dulzuras, Juan L. Ortiz, llamó a los tres volúmenes de
sus obras completas: En el aura del sauce.
Pues bien: yo estaba, como decía, bajo un sauce, apoyado contra el tronco, fumando un
cigarrillo; era una siesta de octubre demasiado calurosa como para exponerse al sol, pero
la estación no estaba lo suficientemente avanzada como para que, en masa los bañistas
se precipitasen, buscando una frescura relativa, al borde del agua. La playa estaba
desierta. Cuando digo playa, el lector no debe imaginar una larguísima extensión de
arena amarilla, un reducido semicírculo arenoso de unos cincuenta metros de diámetro
-la orilla- formado, no por los vericuetos del río de la Plata, ni de los grandes ríos que lo
forman, el Paraná y el Uruguay, por el recodo perdido del afluente de algún afluente,
la curva de un curso de agua que, a pesar de sus cincuenta o sesenta metros de anchura
y sus cinco o seis o diez o quince de profundidad en el medio, a nadie se le ocurriría
llamar río; uno de esos cursos de agua que oblicuos, transversales, verticales, paralelos,
circulares, semicirculares, tortuosos o rectos como si hubiesen sido trazados con una
regla, forman el sistema capilar que, desde el Paraguay e incluso desde más arriba,
acompaña a las grandes arterias acuáticas que bajan desde la región tropical para
formar primero el Delta y después el estuario, esos cursos de agua que, corriendo sin
cesar desde el principio de los tiempos, arcaicos y flamantes a la vez, todos en la misma
Saer
[…]
El grupo que desembocaba en la playa pertenecía a esa clase social, aunque sin
duda no a sus miembros más desfavorecidos. La prueba de ese bienestar relativo no era
únicamente el hecho de que poseían un caballo y se ocupaban lo bastante de él como
para traerlo a tomar agua en el río, de la vigilancia retraída de la mujer respecto de
los niños, lo cual daba la pauta de una racionalidad familiar apacible y afectuosa. A
pesar de su condición menos que modesta, podía sentirse que, por estar casi dotados
de un temperamento particular, no los había abandonado del todo la esperanza. La
mujer, por ejemplo, no daba la impresión de haber sido agostada prematuramente por
la pobreza, y los cincuenta años que representaba debían ser aproximativamente su
verdadera edad. Algunas canas agrisaban un poco sus cabellos lacios y renegridos
y, los brazos, emergiendo de las mangas cortas de su vestido de algodón descolorido,
eran redondos, lisos y saludables. Los chicos tenían como única vestimenta un short
rotoso y también descolorido, probablemente de esa tela azul con que se confecciona la
ropa de trabajo. Al llegar a mi altura, la mujer, que había simulado no haberme visto
cuando apareció en el borde el terraplén, giró hacia mí la cabeza y me dirigió un saludo
discreto, corto, sin detenerse, un Buenas tardes ni cohibido, ni retraído, ni desconfiado,
una mera convención de urbanidad, un poco chapada a la antigua, a la que yo respondí
El Pez Náufrago con un murmullo ininteligible y un sacudimiento de cabeza algo excesivo, tal vez
Intimar • 178 desproporcionado en relación con el murmullo. Contaminado por esa transparencia
que suelen tener los adultos para los chicos concentrados por la imantación de algún
deseo poderoso, noté que, fascinados por el agua del arroyo, no se dignaron dirigirme
ni una sola mirada, lo mismo que el caballo, abstraído en esa eterna distracción animal
de los caballos, de la que no sabemos ni sabremos nunca si está hecha de imágenes, de
sensaciones, de martilleos pulsionales, o de ese vacío, tan perseguido por los adeptos
del zen, capaz de borrar no únicamente la realidad de la mente también de la materia.
Al llegar a la playa, el grupito se dispersó: los chicos bajaron del caballo y la mujer,
olvidándolos detrás, se acercó a la orilla, se puso las manos en las caderas y se inmovilizó
contemplando el agua; era la hora más clara del día y también la más calurosa, y mi
deducción de que no debían venir de muy lejos estaba confirmada por el hecho de que
ninguno de los tres -la mujer y los chicos- llevaba sombrero; por su parte, el caballo se
alejó un poco de ellos e inclinando el cuello hacia el arroyo, empezó a tomar agua, más
silenciosamente por cierto que el perro de “El Ciudadano” en la taberna de Barney
Keernan, del que el narrador dice: “¡Que lo parió! ¡Podía oírselo beber desde una legua
a ese perro!”. Al caballo, manso y discreto, apenas si se lo veía, por lo menos desde donde
yo estaba, remover los belfos negros con los que rozaba el agua. Los chicos en cambio,
después de correr un poco en todas direcciones, sin un designio preciso, enfilaron hacia
la orilla como si estuviesen disputando una carrera, y entraron ruidosamente en el
arroyo, y después de dar tres o cuatro pasos pesados a causa de la resistencia líquida, se
zambulleron y desaparecieron un par de segundos bajo el agua. La mujer pegó un grito,
de sorpresa o de estímulo quizás, se dio vuelta para mirarme con una sonrisa fugaz,
de disculpa o de connivencia, ante la vivacidad súbita de las criaturas. Por la edad que
Saer
representaba deduje que debía ser no la madre, la abuela, y como los chicos retozaban,
excitados e inconscientes al peligro, ella, para vigilarlos de más cerca, se descalzó sin
siquiera agacharse y puso los pies en el agua.
Instintivamente, miré mis propios pies. Enfundados en el calzado popular del país,
las alpargatas negras, heredadas de los inmigrantes vascos, mis pies, en el arrabal
extremo de mi cuerpo, lejos de los, como se dice ahora, centros de decisión que el vulgo
conoce con el nombre de psiquis, yacían olvidados contra la sombra del árbol proyectada
en el suelo arenoso, descargados momentáneamente de su función de mantenerme
ellos solos en posición vertical, gracias al relevo parcial que les acordaba mi espalda
apoyada sobre el tronco del sauce. Cuando los pies de la mujer entraron en el agua, una
sensación súbita de frescura, intensa y deliciosa, me recordó la existencia de los míos y
los trajo al primer plano de mis sensaciones. Y a medida que la mujer iba adentrándose
en el río, y el nivel del agua iba cubriendo sus tobillos, sus pantorrillas, hasta llegar
a la rodilla, la sensación de frescura iba subiendo también por mis propias piernas,
gratificándome con esa caricia líquida que, aunque no menos indefinible que el gusto
del apio, y aunque el estímulo actuaba sobre una piel que no era la mía, no me costaba
nada reconocer de inmediato. La mujer vaciló un momento antes de seguir adelante
y después, decidiéndose, realizó ese gesto automático de las mujeres cuando entran
vestidas al agua, para evitar que se les moje el vestido, consistente en tomarlo por el
ruedo y levantarlo un poco, manteniéndolo aferrado contra la mitad superior del muslo,
ciñéndolo al cuerpo de tal modo que las formas femeninas, muslos, nalgas, vientre,
caderas, e incluso espalda y senos, puesto que toda la tela del vestido converge hacia
el punto en que la mano lo aferra, resaltan, se evidencian y se acentúan. Consciente
de la situación, la mujer se detuvo, siempre dándome la espalda, con el agua un poco
más arriba de la rodilla, ya demasiado alta quizás, porque no pudo evita que el ruedo
del vestido se empapara un poco. Yo experimentaba simultáneamente cada una de sus
sensaciones y me costaba un esfuerzo, por encima de ellas, sentir las que en apariencia
eran las reales, es decir el contacto de las alpargatas secas que cubrían mis pies y
la rugosidad seca del pantalón que rozaba mis piernas masculinas; el agua me ceñía El Pez Náufrago
hasta más arriba de las rodillas, y el ruedo mojado del vestido se pegaba contra mis 179 • Intimar
propios muslos.
destinatarios de sus lecciones intrincadas). Crear un objeto que apunte a aquello que
especialistas y legos tienen en común: en eso se resume la función de la literatura. Y la
prueba de que los “detalles” de Enesidemo no suponen ninguna exclusividad individual
es que, cuando más los acentuamos, cuando más los perseguimos para ponerlos en
evidencia en los planos mejor iluminados de la imagen que queremos forjar, más
emoción y placer le procuramos a nuestro destinatario, quien únicamente evocando
esas particularidades en sí mismo puede reconocerlas como propias. El fin del arte no
es representar lo Otro, lo Mismo. El terreno propicio para lo Otro son, aunque parezca
a primera vista contradictorio, lo accidental y el estereotipo: lo accidental porque no
expresa más que las contingencias exteriores, la resolución puramente técnica de los
actos humanos, y el estereotipo porque es la cristalización estilizada, ya independiente
de lo imaginario, de esos accidentes. El destinatario de la razón cartesiana es el Logos
común, pero que Descartes haya nacido en Francia es un accidente y que los franceses
son cartesianos es un estereotipo.
están dentro.
Pieretto hacía pocos años que estaba en Turín, antes había vivido en otras ciudades,
detrás de su padre, arquitecto sin paz ni sosiego que plantaba y levantaba a caprichos
el campo y la familia. Tenía la familia ahí pero él iba de aquí para allá. Las pocas veces
que lo había visto bromeaban él y el hijo, se daban consejos, hablaban como yo no sabía
que se pudiera hablar así a un padre.
Nunca pensé que aquel principio de verano en la ciudad podía gustarme tanto. Sin
los amigos, ni una cara conocida, imaginaba cosas nuevas.
Mientras, yo paseaba por las mañanas, me tostaba al sol. Disfrutaba de lo mío.
También al Po venían chicas, gritaban desde las barcas a la orilla de Sagnoe.
Fue mientras yo miraba unos libros cuando ella me preguntó donde tomaba el sol.
Prometió que iría conmigo al río el próximo sábado. Se llamaba Teresina.
Arrodillado le frote con los dedos y reía y me decía que fuera bueno, me besó en la
boca. Sabía lo que hacía.
Y ella nariz contra nariz. ¿Qué quieres hacer, canalla? ¡Eso está prohibido!
Me aburría, ofendía aquel lugar. Acepté acompañarla a una piscina, feliz miró a los
otros bañistas y tomó gaseosa con una caña. [...]
El Pez Náufrago
Intimar • 182
Pavese
El título de su nueva obra, Work in Progress, obra que progresa, obra que deviene, obra
que nace, denuncia está intención. La obra debe surgir siempre de la observación, el
observador se halla siempre dentro de ella; el expone y, al mismo tiempo, se expone a sí
mismo y su obra. Como ejemplo relativamente fácil, tenemos el contenido del capítulo
“Anna Livia Plurabelle”: como ocurre con tanta frecuencia en Joyce, aquí los nombres
adquieren diferentes significados, y la heroína Anna Livia se halla en misteriosa y, no
obstante, muy racional dependencia respecto al río Liffey que cruza la ciudad de Dublín.
Dos lavanderas están arrodilladas a la orilla del río lavando ropa sucia. Mientras están
entregadas a su faena, se cuentan mutuamente, a voz en grito, las habladurías que se
cuentan acerca de la heroína Anna Livia Plurabelle. Su conversación trata del trabajo,
de todo lo que pasa en la ciudad; con su conversación están lavando los trapos sucios
de la ciudad. Pero he aquí que se hace de noche; la niebla se abate y hace cada vez más
densa, la conversación de lavanderas comienza a languidecer, empiezan a languidecer
los movimientos de sus manos, el río se va haciendo cada vez más ancho, sumido en la
niebla, su murmullo se va haciendo cada vez más potente, el murmullo del río se incrusta
en la conversación, pues nada se describe; todo surge en y de la conversación de las
lavanderas que han dejado de serlo para convertirse en seres imaginarios —en arbusto,
la una; en roca, la otra— acariciadas por las aguas que forman olas cada vez más
grandes, y sus palabras se convierten a la postre en murmullo del río, incomprensible
para todo oyente, incomprensible para ellas mismas, en música del agua, aprehendida
en sonido humano que ya no es siquiera palabra. Aunque sólo sea una opinión personal,
he de decir que el capítulo me parece de una belleza indescriptible [...]
El Pez Náufrago
Intimar • 186
Broch
O
Tell me all about
Anna Lívia! I want to hear all
about Anna Livia. Well, you know Anna Livia? Yes, of course, we all know Anna Livia.
Tell me all. Tell me now. You’ll die when you hear. It was put in the newses what we did,
nicies and priers, the King fierceas Humphrey, with illysus distilling, exploits and all.
But toms will till. I know he well. Temp untamed will hist for no man. As you spring so
shall you neap. O, the roughty old rappe! Minxing marrage and making loof […]
O*
Me conta tudo sobre
Anna Livia! Eu quero saber tudo a
sobre Anna Livia. Bom, conheces Anna Livia? Sim, é claro, todo mundo conhece a
Anna Livia. Me conta tudo. Me conta já. Vais cair dura quando ouvires. Tá nos jornais
o que ele fez, do nascimento ao sacerdócio, o Rei violentocomo Humphrey, destilando
ilisiões, façanhas e tudo mais. Mas a masculinidade ele cultivará. Eu o conheço bem.
O tempo selvagem não pára pra ninguém. Naquilo que semeares, colherás. O, rude
raptor! Levianamente acasalando e fazendo rumor [...]
El Pez Náufrago
187 • Intimar
O**
Cuéntame todo sobre
Anna Livia! Yo quiero saber todo
sobre Anna Livia. Bueno, conoces a Anna Livia? Sí, claro, todo mundo conoce a Anna
Livia. Cuéntame todo. Me cuentas ya. Te mueres cuando oigas. Está en los diarios lo
que se hizo, del nacimento al sacerdocio, el Rey violentocomo Humphrey, destilando
ilusiones, hazañas y todo más. Mas la masculinidad cultivará él. Yo le conozco bien.
El tiempo salvage a nadie silencia. Así te encorvarás, mientras brotas. El, rudo raptor!
Livianamente casado y haciendo rumor [...]
Joyce
• • •
Reeve Gootch was right and Reeve Drughad was sinistrous! And the cut of him! And
the strut of him! How he used to hold his head as high as a howeth, the famous eld duke
alien, with a hump of grandeur on him like a walking wiesel rat. And his derry’s own
drawl and his corksown blather and his doubling stutter and his gullaway swank. Ask
Lictor Hackett or Lector Reade of Garda Growley or the Boy with the Billyclub. How
elster is he a called at all? Qu’appelle? Huges Caput Earlyfouler. Or where was he born
or how was he found? Urgothland, Tvistown on the Kattekat? New Hunshire. Concord
on the Merrimake? Was her banns never loosened in Adam and Eve’s or were him and
her but captain spliced? O, passmore that and oxus another! Don Dom Dombdomb and
his wee follyo!
A Margem Esquerda era direita e o Direito era sinistro! E a pose dele! Que empertigado
ele é! Como costumava manter sua cabeça tão alta quanto a de um nobre, o famoso velho
duque estrangeiro, com uma corcunda de grandeur como um ruminante rato roedor. E
o seu típico sotaque derryense e sua fala corketípica e sua gagueira duplinense e seu
comportamento galowayense. Pergunta a Lector Hackett ou Lector Reade da Garda
Growley ou ao garoto do Billyclub. Como então ele é chamado afinal? Qu’appele? Huges
Caput Earlyfouler. E onde ele nasceu ou como foi encontrado? Urgothland, Tvistown
on the Kattekat? New Hunshire, Concord na Marrimake? Seus proclamas nunca
foram comentados no Adão e Eva ou foram ele e ela enlaçados apenas pelo capitão? O,
passamore isso e quoxustone outro. Dim Don Dombdomb e sua simgela follya. E lá se
El Pez Náufrago foi o grande peixe do mar com seu peixinho doce!
Intimar • 188
El margen izquierdo era derecho y el derecho sinistro! Y la pose de él! Qué presumido
es él! Cómo acostumbraba llevar su cabeza tan alta, tan alto como noble, el famoso
viejo duque extranjero, con una joroba de grandeur como ruminante ratón roedor. Y
su típico sotaque derryense y su hablar corketípico y su tartamudeo duplinense y su
comportamiento galowayes. Pregunta a Lector Hackett o Lector Reade de la Garda
Growley o el chico del Billyclub. Cómo entonces es él llamado al final? Qu’appele? Huges
Caput Earlyfouler. Y dónde nació o cómo fue encontrado? Urgothland, Tvistown en
el Kattekat? New Hunshire, Concord en la Marrimake? Sus proclamas nunca fueron
comentadas en Adán y Eva o fueran él y ella enlazados apenas por el capitán? O,
pasamás aquello y oxus otro. Tin Tan Tontín y su pi loco. Y allá se fue el pez grande de
mar con su pececito dulce!
Joyce
• • •
Tell me mother. Tell me moats. Well, old Humber was as glommen as grampus, […]
grave and the greattribune’s barrow all darnels occumule, sittang sambre on his sett,
drammen and drommen, usking queasy quizzers of his ruful continence, his childlinen
scarf to encourage his obsequies where he’d [...]
Conta-me mehrs. Conta-me most. Bom, o velho Humber era tão mal-humorado quanto
um maumífero cetáceo, o temido tribuno do túmulo de todos os juntamontuados
fosos, sentado sombriamente no seu assento, tragando e tamborilando, qusktionando
preocupantes perguntas sobre seu sentido semblante, seu lenço de linhoinfantil para
alentar seus funerais onde ele conferiu seus [...]
Cuéntame madre. Cuéntame más. Bien, el Viejo Humber era tan mal-humorado
como grampus, el temido tribuno del túmulo de todos los fosos juntapuestos, sentado
sombriamente en su asiento, tragando y tamborilando, quesktionando preocupantes
preguntas sobre su sentido semblante, su bufanda de linoinfantil para alentar sus
funerales donde él dispuso [...]
• • •
El Pez Náufrago
[...] But O, Gihon! I lovat a gabber. I could listen to maure and moravar again. […] 189 • Intimar
Deataceas! Wharnow are her childer, say? In kingdome gone or power to come or Gloria
be to them father? Allalivial, allalluvial! Some hear, more no more, more again lost alla
stranger. […]
[…] Mas, O, Contenue! Adoro um falatório. Poderia ouvir mais e mar de novo. […] Que-
da quieta! Ondagora foram todos os seus fils, diz? Foram para o reino ou para o poder
alcançar a glória do seu pai? Allelivial, alelluvial! Uns aqui, mais não mais, mais e
mais uma vez perdidos todos no étranger. […]
[…] Pero Oh, Continue! Adoro un platicador. Podría oír más y másmás de nuevo. […]
Queda quieta! Dondeahora andan todos sus hijos, di? Al reino fueron o para poder o
para alcanzar la gloria de su padre? Alelivial, alelluvial! Unos aquí, pero no más, más
y más una vez perdidos todos allá extranjero. […]
Joyce
• • •
[…] Throw the cobwebs fom your eyes, woman, and spread your washing proper! It’s
well I know your sort of slop. Flap! Ireland sober is Ireland stiff Lord help you, Maria,
full of grease, the load is with me! Your prayers. I sonht zo! Madammangut! […]
[…] Tira as teias dos teus olhos, mulher, e estende a roupa adequadamente! Tá certo eu
conheço um tanto a tua lavação. Flap! Irlanda sóbria é Irlanda morta. Deus te guarde,
Maria cheia de graxa, o bolor é comigo! Tuas preces. Eu cria tbém! Madammangut!
[…]
[…] Quita telarañas de tus ojos, mujer, y extiende la ropa adecuadamente! Seguro
conozco algo tu lavado. Flap! Irlanda sobria es Irlanda muerta. Dios te guarde, María
llena de gracia, el moho sea comigo! Tus rezos. También creía! Madammangut! […]
• • •
as heavy as yonder stone. Tell me of John or Shaun? Who were Shem and Shaun the
living sons or daughters of? Night now! Tell me, tell me, tell me. Elm! Night night!
Telmetale of sterm or stone. Beside the rivering waters of, hitherandthithering waters
El Pez Náufrago of. Night!
Intimar • 190
tão pesada quanto aquela pedra lá no chão. Me falas de John ou Shaun? Quem são
Shem e Shaun os filhos ou filhas viventes da? Noite já! Me conta, me conta, olmo, me
conta! Noite noite! Contaumconto de raiz ou rocha. Junto às ribeirinhas águas da, as
correntesrecorrentes águas da. Noite!
tan pesada como aquella piedra de allá. Me hablas de John o Shaun? Quiénes son
Shem y Shaun los hijos o hijas viventes de? Noche ya! Me cuentas, cuéntame, olmo,
cuenta! Noche noche! Cuentauncuento de raíz o roca. Junto a las riberiñas aguas de,
las corrientesrecorrentes aguas de la. Noche!
sobre la orilla
te hincaste a beber agua
Bobadilla
Lago
Y me siento como un pato sólo a la mitad del lago…
Sólo que —yo no sé— por dónde se sale de este vaso de agua.
Ariel Chicurel
De Big bang / Fandangos
Severo Sarduy (1937-1993).
Obra completa, Tomo I, 1999, FCE
Cid Campos
lado lodo
lago lado
lama lago
lama
Mais consolez-vous donc puisque vous êtes avec elle maintenant!” J’étais terrassé, tout
mon bonheur était détruit. Eh bien! le plus horrible est que cela ne fut pas comme si
cela n’avait pas été. Cette image aimante de celle qui ne m’aimait pas, même après que
j’eus reconnu mon erreur, changea pour longtemps encore l’idée que je me faisais d’elle.
Je tentai un raccommodement, je l’oubliai moins vite et souvent dans ma peine, pour
me consoler en m’efforçant de croire que c’étaient les siennes comme je l’avais senti tout
d’abord, je fermais les yeux pour revoir ses petites mains qui me disaient bonjour, qui
auraient si bien essuyé mes yeux, si bien rafraîchi mon front, ses petites mains gantées
qu’elle tendait doucement au bord du lac comme de frêles symboles de paix, d’amour et
de réconciliation pendant que ses yeux tristes et interrogateurs semblaient demander
Proust
Estaba devastado, toda mi felicidad estaba destruida. ¡Y bien! Lo más horrible es que
esto no fue como si no hubiera sido. Esta imagen amorosa de la que no me amaba,
aún después de haber reconocido mi error, cambió durante mucho tiempo todavía, la
idea que me hacía de ella. Intenté una reconciliación, la olvidé menos pronto y seguido
durante mi pena, para consolarme y esforzándome en creer que eran las suyas como
lo sentí desde el principio, cerré los ojos para volver a ver sus pequeñas manos que me
saludaban, que hubieran limpiado tan bien mis ojos, refrescado tan bien mi frente,
sus pequeñas manos enguantadas que extendía suavemente al borde del lago como
frágiles símbolos de paz, de amor y de reconciliación mientras que sus ojos tristes e
interrogantes parecían pedirme que la llevara conmigo.
15 de marzo
El Pez Náufrago El agua (a la que contiene) casi no cambia en nada al vaso, y el vaso (en el cual está) no
Intimar • 200 cambia el agua para nada.
Sucede que los dos materiales tienen varias cualidades comunes, que establecen una
suerte de parentesco entre ellos.
La mejor manera de presentar el agua es mostrarla en un vaso de vidrio. Allí la vemos
en todas sus facetas: mejor incluso que en un botellón, donde su faz superior tiene
demasiado poca extensión. Allí tenemos en la mano una cantidad que puede llamarse
“considerable”, en todo caso suficiente. Podemos alzarla hasta la altura de los ojos, y
luego (para probarla, para hacerla pasar por la última prueba –y el vaso en este sentido
es la más simple de las probetas—, para experimentarla en fin como se experimenta
una inquietud o la alegría o la sorpresa, para probarla también en sentido intransitivo,
para hacerla pasar la prueba) beberla de a pequeños o grandes tragos.
Por otra parte, la mejor manera de presentar un vaso (en el ejercicio de sus funciones)
es mostrarlo lleno de agua.
16 de marzo
Si se dice que los diamantes tienen una hermosa limpidez, ¿cómo nombrar entonces la
limpidez del agua de mi vaso? ¿Cómo calificar esa flor sin igual?
—¿Potable?
25 de marzo (mañana)
Una de las cosas que tengo que decir del vaso de agua es la siguiente. Veo que me
hace falta decirla (a pesar del aspecto mezquino, superficial y casi preciosista que
Ponge
25 de marzo (a la tarde)
El agua del vaso es un agua particular, próxima a algunas otras, por supuesto, sobre
todo al agua de la jarra, la del bol, de la probeta, y sin embargo diferente de éstas, y
muy distante, no hace falta decirlo, de la de los ríos, los canales, los cántaros y las
vasijas de arcilla; más distante aún del agua bendita.
Y por supuesto, lo que interesa es su diferencia en todos los casos.
La naturaleza del agua es tal que casi no se la puede considerar fuera de su recipiente. Por
cierto, esto es más o menos válido para todos los fluidos, pero el agua, por su transparencia,
también por su viscosidad y su densidad propias, y sobre todo por su misma carencia de
cualidades, se ve afectada por su recipiente más que ninguna otra cosa: a decir verdad,
espera ser afectada por él, espera de él muchas de sus cualidades.
26 de marzo
Es con los dientes limpios, frescos y pulidos del vaso de vidrio que se llevan mejor los
labios del agua, luego la lengua y súbitamente el alma profunda del agua, cuando apoyo
en ese vaso mi propia boca.
Me gusta menos la dentición tosca y un tanto porosa de las tazas o cazuelas de arcilla o
de loza, menos la dentición gruesa de las jarras, menos la dentadura metálica de cálices
y cubiletes.
Y la alegre dentición de las tazas de porcelana se adecua mejor, no sé por qué, al aliento
caliente del café y de las infusiones.
Pero besar un vaso de agua es tener la frescura de la mejilla, del busto o del talle de la
novia en las manos, y beber en sus labios mirándola hasta el fondo de los ojos.
Se trata de la más pura, de la más saciadora de las amadas.
Nada embriagador, nada embriagador en ella.
Hay amadas que sacian y estimulan a la vez la sed: como el vino. Pero el agua no
hace más que saciar. Si estamos alterados, nos sacia, es decir, nos restituye nuestra
identidad, nuestro yo.
28 de marzo
Frescura, te tengo. Liquidez, te tengo. Limpidez, te tengo. Puedo alzarlas a la altura
de mis ojos, mirarlas desde el exterior, por los costados, por debajo. Sin cansancio ni
gasto alguno.
Transparencia (o traslucidez) dotada de todas las cualidades negativas (incolora, inodora
y sin sabor), aunque dotada de algunas cualidades positivas (frescura, agilidad): te
tengo.
Tú que ríes. Tú que te humillas y te hundes sin cesar, puedo levantarte a placer a la
altura de mis ojos.
Y estás dotada de frescura, me refrescas: aun cuando te absorbo, te ingiero.
El Pez Náufrago Hago que el interior de mi cuerpo se beneficie con tu frescura.
Intimar • 202
31 de agosto
Este libro (que debe ser —se entiende— desde un principio refrescante) se desaconseja
con su primera frase para una categoría de lectores. Única, en verdad, muy particular.
Al menos lo supongo. Pero a éstos se les aconseja muy firmemente que se retiren, que
no mojen en él sus labios. Que esperan a estar en otras disposiciones. Puede ser sólo
cuestión de horas o de minutos. Que los ocupen en otras cosas. Que tengan paciencia
durante ese pequeño lapso de tiempo.
¿Qué categoría? Pues bien, sólo aquellos a los cuales podría perjudicar justamente el
refresco, porque después de matar durante su jornada a una gran cantidad de sus
enemigos, cubiertos de sangre y bañados en sudor, no esperan precisamente más que un
vaso de agua para sentir el estremecimiento y el temblor mortales que anteriormente el
miedo no les causó: los nobles émulos del Gran Armífero.
Que aquellos se sacien más bien con alguna infusión hirviendo y se cubran con mantas;
que eviten las corrientes de aire. Han defendido bien y exitosamente sus chozas. Que
no se pongan en la situación de salir de ellas con los pies para adelante. ¿Mediante qué
sortilegio podría abatirlos un vaso de agua? Los médicos tienen maneras de explicarlo.
Quizás le esté reservado a una bebida tan inocente el hacerles justicia a esa categoría
de héroes furiosos. ¿Acaso el vaso de agua ejerce esa justicia de mala gana o por el
contrario con toda su fe? Y bien, ciertamente no lo decidirá él mismo. Se dice que un solo
vaso o leerme una sola vez no sería suficiente. Que harían falta varios libros como éste…
¿Es acaso la avidez con la cual es deseado entonces lo que lo ofusca y torna maléfico su
consumo? No nos confundamos con sentimientos, aunque fuesen los nuestros.
Por cierto, me gustaría estar al tanto de sus sentimientos, pero no me gustaría
vagabundear entre demasiadas hipótesis, y tal vez hacerles reproches injustos. No me
mezclo con sentimientos, sólo con hechos.
Ustedes entonces, a quienes me dirijo (acabo de decir de qué categoría de lectores
se trata), ustedes, dejen este libro, ciérrenlo de inmediato. Alejen de sus labios esta
copa. Podría causarles daño. Resoplen, jadeen un rato más, transpiren, empápense de
sudor. El papel de ustedes es exudar agua por todos los poros (tan dilatados como sea
posible), no ingerirla. Se rehidratarán un poco más tarde. Podrán regresar dentro de
un momento.
Pero a todos los demás: que se acerquen. Voy a decirles mis líneas. Puede que les
resulten agradables. Y no tendrán demasiadas consecuencias, salvo refrescarlos (sin el
perjuicio de una subsiguiente fiebre).
Que acudan todos los demás: se trata de una oferta simple, una afirmación tranquila
y totalmente pura… etc. (colocar aquí el vaso de agua perfecto: “He dicho que ninguna
meditación sobre su propia suerte era perceptible en él…” etc.).
4 de septiembre.
Plan del vaso de agua
II. Que se retiren aquellos a los que puede matar el vaso de agua. Un día fue más
potente que el hacha del Gran Armífero.
A tree’s streaming imitates light. Water gathers light behind the arm. The arm is held there.
Water bodies light to divide. Light measures by resemblance. Water filters bridge as in left-
handedness. Light alters it. Water patterns bridge against its step. Hills cancel redness. Body
empties and divides. Body’s shift patterns bridge the river is called. Here trees are marks. Here
trees begin a cancelled pattern. He sometimes hears them. Coffee is sent. Here dancing is done
in fear across rooftops.
El ondear de un árbol imita la luz. El agua junta luz tras el brazo. El brazo se mantiene ahí.
Cuerpos de agua ligeros a dividir. La luz se mide por semejanza. Los filtros de agua se unen
como en las manos zurdas. La luz la altera. Patrones de agua se unen en el cauce. Las colinas
cancelan lo rojo. El cuerpo se vacía y divide. El intercambio de patrones de los cuerpos se unen
al río que se llama. Aquí los árboles son marcas. Aquí los árboles inician un patrón cancelado.
El algunas veces los escucha. Se envía el café. Aquí se danza con miedo entre tejados.
Palmer
did she trust what she saw confió ella en lo que vió?
what causes a grey dog to bark qué causó al perro gris ladrar
what does the jugglers redness tell us qué nos dice el rojo de los malabaristas?
is that one of them new atomic-powered es ese uno de los nuevos relojes de pulsera
wristwatches atomizados?
was there once a road here ending hubo alguna vez un camino que terminara
at a door aquí en la puerta
are there fewer ears than songs hay menos orejas que canciones
did he wake beneath a tree in the recent snow despertó bajo un árbol en la fresca nieve?
the light is lovely on trees la luz es linda en árboles que no son muy
which are not large largos
nothing could be clearer that what you see in nada puede ser más claro que lo que ves en
this wall esta pared
must we give each one name debemos asignarnos a cada uno un nombre
is it true they all have names es verdad que todos ellos tienen nombre?
Would it not have been simpler to begin no habría sido más sencillo para comenzar?
where there ever such buildings dónde hubo alguna vez esos edificios?
I must remember to mention the trees debo recordar mencionar los árboles
I must remember to invent some trees debo recordar inventar unos árboles
Abragrammatica Abragramática
yes sí
if if if he is si si si él es
is as if es como si
if she says it it must have been si ella lo dice debe haber sido eso
and there was a blue answer y hubo ahí una respuesta azul
I do remember lo recuerdo
yes sí
yes sí
yes sí
in fifteen seconds just as he´d asked en quince segundos justo como él ha pedido
yes sí
yes sí
yes and no sí y no
no no
did you witness an eclipse beside the road viste un eclipse al lado del camino?
no no
the small red car turned over twice el pequeño carro rojo giró dos veces
his Sunday suit got covered with mud su traje de domingo se cubrió de lodo
never never again and again nunca nunca otra vez y otra vez
a thing told with eyes closed una cosa dicha a ojos cerrados
then he says seven inside her después dice siete dentro de ella
wood, water, knot, word, water, knot, collar madera, agua, nudo, palabra, agua, nudo,
and forehead and wrist, bay-berry, bare collar y frente y muñeca, mora-baya, tallo
stalk, leonine, cirrate, blue hill pelado, leonino. cirro, colina azul
there had been a fire then her father ahí había habido fuego entonces su papá
had left had nothing left se había ido sin dejar nada
there is writing now and when ahí está la escritura ahora y cuándo
there’s a word at each end of it ahí hay una palabra en cada extremo
• • • • • •
in sleep duerme
T: Sara Micha
T: Stephanie Esses & Tania Favela
Here in the centre stands the glass. Light Aquí en el centro está el vaso. La luz
is the lion that comes down to drink. There es un león que baja a beber. Ahí,
and in that state, the glass is a pool. y en ese estado el vaso es una alberca.
Ruddy are his eyes and ruddy are his claws Rojos son sus ojos y rojas sus garras
when light comes down to wet his frothy jaws cuando la luz viene a humedecer su espumosa
and in the water winding weeds move round. quijada
And there and in another state –the y en el agua se mueve al aire mala hierba.
refractions, Y allí y en otro estado –los reflejos,
the metaphysica, the plastic parts of poems la metaphysica, la zona plástica de los
crash in the mind –but, fat Jocundus poemas,
worrying estallan en la mente. Pero, gordo Jocundus, no
about what stands here in the centre, no the te inquieta el vaso, sino lo que sigue en el
glass. centro.
But in the centre of our lives, this time, this En el centro de nuestras vidas, este tiempo,
day. este día.
It is a state, this spring among the politicians es un estado, esta primavera entre políticos
playing cards. In a village of the indigenes, jugando cartas. En un pueblo de indígenas
one would have still to discover. Among the uno quisiera descansar. Entre perros y
dogs and dung, estiércol
one would continue to contend with one´s se seguiría luchando porenfrentar las ideas
ideas. de uno.
Tattoo Tatuaje
the light is like a spider. la luz es como una araña.
it crawls over the water. se arrastra por el agua.
it crawls over the edges of the snow. se arrastra sobre los bordes de la nieve.
it crawls under your eyelids se arrastra debajo de tus párpados
and spreads its webs there y esparcé ahí sus telarañas;
its two webs. sus dos telarañas.
Problema: Lardner afirma que un sólido, sumergido en un fluido, desplaza una cantidad de
agua igual a su volumen. ¿Puede esto aplicarse a un pequeño cubo de agua flotando en el
interior de otro más grande?
Solución: Lo que Lardner quiere decir, con el término «desplaza» es «ocupa un espacio que
podría ser llenado con una cantidad de agua equivalente sin que se produjese otra alteración».
Si la parte del cubo flotante sobresale por encima del agua, pudiera eliminarse por completo,
y el resto pudiera ser transformado en agua, el agua circundante no experimentaría el menor
cambio: lo que confirma el enunciado de Lardner.
2. EL ENSAYO DE BALBUS
Problema: Balbus afirma que, si un cierto sólido fuera sumergido en un cierto recipiente
de agua, el agua subiría de nivel progresivamente, a través de series de distancias, de dos
pulgadas, una pulgada, media pulgada, etc., series que parecen no tener fin. Concluye que el
agua subiría de nivel hasta el infinito. ¿Es esto cierto?
Solución: No. Estas series no pueden sobrepasar nunca las cuatro pulgadas, ya que, por
mucho que sumerjamos el sólido, siempre nos quedarán 4 pulgadas para una cantidad igual a
la de la última porción sumergida.
TYMPANUM dice 1 que el aserto del hombre con bastón «es un callejón sin salida, una
tomadura de pelo, a la que bien podría aplicarse la vieja respuesta, solvitur ambulando, o mejor
dicho, meriendo». Confío en que TYMPANUM no llegue a tratar de demostrar la invalidez de
ese aserto en su propia persona, ¡tomando el lugar del hombre de Balbus!
1. Reproduzco aquí, faltando a mis propias reglas, una de las respuestas de los lectores,
por cuanto por medio de ella y del comentario suyo que le sigue, Carroll se las ingenia para
negar –siguiendo a la inversa la conocida dialéctica Cantos —Poesía— la lógica de un texto
carente de lógica, y para, de esta forma, aludir a otra lógica, fusión de sentido en insensatez, de
la lógica del yo y de la del Ello, que sería la lógica (ya no sólo derivada del logos, sino también de
la imagen) de un Extrahombre. (N. del T.)
Ya que en efecto, las olas se cerrarán sobre él sin demasiado estruendo. (…)
Carroll
• • •
lá
vai
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v a ll e
Bandeira
VELHA
LAGOA
UMA RÃ
MERG ULHA
UMA RÃ
ÁGUÁGUA
rã salt’
tomba
rumor de água
T: Haroldo de Campos
1969, A arte no horizonte do provável,
• • •
velha lagoa
o sapo salta
o som da água
Paulo Leminski
1983, Matsuo Bashô: A Lágrima do Peixe
• • •
chuá, chuá
coach, coach
tchibum!
Estrela Ruiz Leminski
2004, Cupido: cuspido, escarrado
• • •
o tanque estanque
mergulho de rã: t
SHI
bun!
circunfluindo ...
Josely Viana Batista,
s/d, Jornal Gazeta do Povo, Curitiba
• • •
daqui e dali s l a d
a t n o
Bashô
Desnudo Un caracol.
en un caballo desnudo Un cuerno largo, otro corto.
bajo el chaparrón ¿Qué lo atormenta?
(ISSA) (BUSON)
El aguacero tibio
una muchacha hermosa Sobre el puente colgante
bosteza largamente en desorden
(ISSA) rastros de lluvia fresca
(SHIKI)
Noche corta.
Día largo— Sobre la oruga velluda
gasté mis ojos Gotas de rocío
contemplando el mar (BUSON)
(TAIGI)
Cantan en primavera
las ranas.
En verano ladran
(ONISTURA)
Aislarse del mundo, retraerse. Buscar el interior de las cosas, el interior de uno mismo. Esta
es la apuesta:
del interior al exterior
de adentro hacia fuera
Establecer la distancia necesaria con el mundo para realizar un viaje hacia adentro. Que se
imponga lo interior como una necesidad (como una necedad). La necesidad del anacoreta, del
estilita, del ermitaño, del escritor. Estar dentro y fuera del mundo a la vez, sobre una columna,
en una ermita, en una isla, en la casa, en el interior del lenguaje.
La escritura es una operación solipsista. La lectura reclama soledad. Escribir y leer son actos
solitarios. Tienen que ver con ese estar adentro. El mundo desaparece por un momento para
reaparecer después, distinto, transformado.
El escritor resiste el oleaje furioso del mundo, sus golpes. Se niega a ser su esclavo. Se niega
Isla
a someterse a las fuerzas que se oponen a la realización de su mundo interior. Resiste toda
presión del exterior con el poder de su imaginación, con la capacidad que ésta le otorga de
viajar al interior de sí mismo, al interior del lenguaje, y desde ahí trasmutar, modificar la
realidad.
Un lenguaje dentro de un lenguaje es una isla, (y al mismo tiempo una entrada o salida del
mundo).
Girondo Joyce
es una es una
isla isla
Beckett
es una
isla
Tania Favela
Nadie nada nunca […]
i.No hay, al principio, nada. Nada. El río liso, dorado, sin una sola arruga, y detrás, baja,
polvorienta, en pleno sol, su barranca cayendo suave, medio comida por el agua, la isla. […]
ii.
No hay, al principio, nada. Nada. El río liso, dorado, sin una sola arruga, y detrás, baja,
polvorienta, en pleno sol, su barranca cayendo suave, medio comida por el agua, la isla. […]
v. No hay, al principio, nada. Nada. El río liso, dorado, sin una sola arruga, y detrás, más
allá de la playa amarilla, con sus ventanas y sus puertas negras, el techo de las tejas
reverberando al sol, la casa blanca. Sofrenando el bayo amarillo un momento en la cima
de la barranca, el Ladeado mira, sin parpadear, durante un momento, en dirección de la
casa: la parte izquierda está sumida bajo los árboles coposos de la calle que baja, en declive,
hacia el río. El resto refulge al sol. Una figura humana, sentada al pie de un árbol, al final
de la playa, cerca de las parrillas, es aunque está inmóvil, el único vestigio de la vida en la
luz mineral. El Ladeado la ve un segundo después de haber aparecido sobre la barranca,
saliendo de entre los parboles de la isla, y de haber contemplado sin parpadear, más allá del
río liso, dorado, sin una sola arruga, la casa blanca. […]
viii. No hay, al principio, nada. Nada. De un lado el río liso, dorado, sin una sola arruga, la isla.
con su barranca que cae, en declive lento, hacia el agua, la vegetación enana y polvorienta,
del otro lado las dos ventanas y la puerta negra, el techo de tejas, la casa blanca, y en el
medio la extensión vacía dela playa amarilla, en declive casi imperceptible hacia el río, sobre
la que la luz solar, como una enorme combustión amarilla atravesada de filamentos blancos,
fluye, rebota y reverbera. […]
El Pez Náufrago
Intimar • 228 x.
No hay, al principio, nada. Nada. Las calles mudas, desiertas, cocinándose al sol y arriba,
mustio, ceniciento, sin una sola nube, lleno de astillas ardientes, el cielo. […]
xiv.Como en un planeta desierto. como en un desierto, no se oye nada. La playa está vacía.
Por alguna razón desconocida, los bañistas dominicales no se han presentado. Nadie se
ha extendido sobre las toallas de colores a tomar sol, nadie se pasea por la playa, nadie se
humedece los pies en la orilla, nadie nada. Ni siquiera el bañero, que sabe ya estar en su
puesto desde las nueve, e incluso desde más temprano los domingos, árece haber venido esta
mañana. En frente, la isla baja, polvorienta, con su declive que viene, suave, hacia el agua,
se calcina al sol de las diez, el sol único, terrible de febrero, que desnuda todo con su luz
cruda, árida, móvil y sin fondo como un maelstrom amarillo. Ante mí, más allá del espacio
abierto de la playa, del río que parece inmóvil, está la playa baja y polvorienta — es la isla
baja, polvorienta, que se calcina al sol de febrero, contra un cielo sin nubes, liso, del que no es
azul más que la parte cercana al horizonte, porque el resto parece hendido hasta el infinito
por esas astillas arduas y centelleantes. Es esa isla baja y polvorienta en el silencio de esto
que llamo la mañana. […]
[…] Hay, entre nosotros, formas, volúmenes, colores, movimiento y luz, transparencia y
desierto. […]
xv.No hay, al principio, nada. Nada. El río liso, dorado, sin una sola arruga, y detrás, baja,
polvorienta, en pleno sol, su barranca cayendo suave, medio comida por el agua, la isla. […]
Saer
2
Cuando decimos que el lenguaje es inestable no estamos hablando de una conciencia de
esa modificación. Es necesario salir de allá para percibir el cambio. Si uno está adentro
cree que el lenguaje es siempre el mismo, una especie de organismo vivo que sufre
metamorfosis periódicas. La imagen más divulgada es la de un pájaro blanco que en el
vuelo va cambiando de color. El aletear profundo del pájaro en la transparencia del aire
da una falsa ilusión de unidad en el pasaje de los tonos. El dicho dice que el pájaro vuela
interminablemente y en círculos porque le han vaciado el ojo izquierdo y busca ver la
otra mitad del mundo. Por eso nunca va a poder aterrizar, dice el viejo Berenson y se
ríe con la jarra de cerveza otra vez contra los bigotes, porque no encuentra un pedazo
de tierra donde apoyar la pata derecha. Tuerto habría de ser el tero dijo después, para
perderse en el aire y venir a parar a esta isla de mierda. No empieces, Shem, le dice
Teynneson tratando de hacerce oír en el barullo del bar, entre los acordes del piano y El Pez Náufrago
las voces de los que cantan Three quarks for Muster Mark!, todavía tenemos que ir al 229 • Intimar
entierro de Pat Duncan y no quiero tener que llevarte en carretilla. Ese es el sentido
del diálogo, que se repite como un chiste privado cada vez que están por irse, pero no
siempre usan el mismo lenguaje. Se sostienen del brazo y cruzan muy erguidos el salón
para salir. La escena se repite, pero sin saberlo hablan del pájaro tuerto y del entierro
de Pat a veces en ruso, a veces en un francés del siglo xviii. Dicen lo que quieren y lo
vuelven a decir pero ni sueñan que a lo largo de los años han usado cerca de siete leguas
para reírse del mismo chiste. Así son las cosas en la isla.
3
“El lenguaje se transforma según ciclos discontinuos que reproducen la mayoría de
los idiomas conocidos (registra Turnbull). Los habitantes hablan y comprenden
instantáneamente la nueva lengua pero olvidan la anterior. Los idiomas que se han
podido identificar son el inglés, el alemán, el danés, el español, el noruego, el italiano,
el francés, el griego, el sánscrito, el gaélico, el latín, el sajón, el ruso, el flamenco, el
polaco, el esloveno, el húngaro. Dos de las lenguas usadas son desconocidas. Pasan
de una a otra pero no las pueden concebir como idiomas distintos sino como etapas
sucesivas de una lengua única.” Los ritmos son variables, a veces un idioma permanece
semanas, a veces un día. Se recuerda el caso de una lengua que se mantuvo quieta
durante dos años. Después se sucedieron quince modificaciones en doce días. Habíamos
olvidado las letras de todas las canciones, dijo Berenson, pero no la melodía y no hubo
modo de cantar una canción. Se veía a la gente en los pubs silbando a coro como
Piglia
guardias escoseses, todos borrachos y alegres, marcando el ritmo con las jarras de
cerveza mientras buscaban en la memoria alguna letra que coincidiera con la música.
La melodía persiste y es un aire que cruza la isla desde el principio de los tiempos pero
de qué nos sirve la música si no podemos cantar, un sábado a la noche, en el bar de
Humphery Chimden Earwicker cuando todos estamos borrachos y ya nos olvidamos de
que el lunes hay que volver al trabajo.
4
En la isla se cree que los ancianos se encarnan al morir en los nietos, razón por la que
no pueden encontrarse los dos vivos al mismo tiempo. Como ocurre a pesar de todo
algunas veces, cuando un anciano se encuentra con su nieto, antes de poder hablar
con él, debe darle una moneda. En esa teoría de las reencarnaciones se ha fundado
la linguística histórica. La lengua es como es porque acumula los residuos del pasado
en cada generación y renueva el recuerdo de todas las lenguas muertas y de todas
las lenguas perdidas y el que recibe esa herencia ya no puede olvidar el sentido que
esas palabras tuvieron en los días de los antepasados. La explicación es simple pero no
resuelve los problemas que plantea la realidad.
5
El carácter inestable del lenguaje define la vida en la isla. Nunca se sabe con qué
palabras serán nombrados en el futuro los estados presentes. A veces llegan cartas
escritas con signos que ya no se comprenden. A veces un hombre y una mujer son
amantes apasionados en una lengua y en otra son hostiles y casi desconocidos. Grandes
poetas dejan de serlo y se convierten en nada y en vida ven surgir otros clásicos (que
también son olvidados). Todas las obras maestras duran lo que dura la lengua en la que
fueron escritas. Sólo el silencio persiste, claro como el agua, siempre igual a sí mismo.
6
El Pez Náufrago La vida del día empieza al amanecer y si ha habido luna hasta el alba los gritos de los
Intimar • 230 jóvenes en la ladera pueden oírse ya antes de la aurora. Inquietos en la noche poblada
de espíritus, se gritan unos a otros tratando de adivinar qué sucederá con el sol alto.
La tradición dice que el lenguaje se modifica en las noches de luna llena pero ésa es
una creencia desmentida por los hechos. La linguística científica no acepta ninguna
relación entre los fenómenos naturales como las mareas o los vientos y las mutaciones
del lenguaje. Los hombres del pueblo siguen sin embargo acatando los viejos rituales y
cada noche de luna esperan que llegue por fin la lengua de su madre.
7
En la isla no conocen la imagen de lo que está afuera y la categoría de extranjero no es
estable. Piensan a la patria según la lengua. (“La nación es un concepto linguístico.”)
Los individuos pertenecen a la lengua que todos hablaban en el momento de nacer, pero
ninguno sabe cuándo volverá a estar ahí. “Así surge en el mundo (le han dicho a Boas)
algo que a todos se nos aparece en la infancia y donde todavía no ha estado nadie: la
patria.” Definen el espacio en relación con el río Liffey que atraviesa la isla de norte a
sur. Pero Liffey es también el nombre que designa al lenguaje y en el río Liffey están
todos los ríos del mundo. El concepto de frontera es temporal y sus límites se conjugan
como los tiempos de un verbo.
8
Nos encontramos en Edemberry Dubblenn dc, dijo el guía, la capital que combina tres
ciudades. En el presente la ciudad cruza de Este a Oeste siguiendo la margen izquierda
del Liffey por los barrios y los ghettos japoneses y antillanos, desde el nacimiento del
río en Wiclow hasta Island Bridge, un poco más abajo de Chapelizod, donde sigue su
curso. La ciudad próxima se va abriendo, como si estuviera construida en potencial,
siempre futura, con calles de fierro y lámparas de luz solar y androides desactivados
en los galpones de la Scotland Yard. Los edificios surgen de la niebla, sin forma fija,
nítidos, cambiantes, casi exclusivamente poblados por mujeres y mutantes.
Del otro lado, hacia el Oeste, subiendo por la zona del puerto, está la ciudad vieja.
Al mirar el mapa hay que tener en cuenta que la escala está construida a la velocidad
media de un kilómetro y medio por hora de marcha. Un hombre sale de 7 Eccles Street
a las ocho de la mañana y sube por Westland Row y a cada lado del empedrado están
las acequias que llegan hasta la orilla del río por donde sube el canto de las lavanderas.
El que avanza por la calle empinada hacia la taberna de Baerney Kiernam trata de
no oír el canto y golpea con el bastón el enrejado de los sótanos. Cada vez que entra en
una calle nueva las voces envejecen, las palabras antiguas están como grabadas en las
paredes de los edificios en ruinas. La mutación ha ganado las formas exteriores de la
realidad. “Los que todavía no es define la arquitectura del mundo”, piensa el hombre y
desciende a la playa que rodea la bahía. “Está ahí, en el borde del lenguaje, como la casa
de la infancia en la memoria.”
9
La linguística es la ciencia rnás desarrollada en la isla. Durante generaciones los
investigadores han trabajado en el proyecto de fijar un diccionario que incorpore las
variantes futuras de las palabras conocidas. Necesitan fijar un léxico bilingüe que
permita comparar una lengua con otra. Imagínense (dice el informe de Boas) a un viajero
inglés que llega a un país extranjero y en el hall de la estación de ferrocarril, perdido
en medio de una multitud desconocida, se detiene a revisar un pequeño diccionario de
bolsillo buscando una expresión correcta. Pero la traducción es imposible porque sólo el
uso define el sentido y en la isla conocen siempre una lengua por vez. Los que persisten
en la elaboración del diccionario lo consideran ya un manual de adivinación. Un nuevo
Libro de las Mutaciones concebido, explicó Boas, como un diccionario etimológico que El Pez Náufrago
hace la historia del porvenir del lenguaje. 231 • Intimar
Hubo un solo caso en la historia de la isla de un hombre que conoció dos idiomas al
mismo tiempo. Se llamaba Bob Mulligan y decía que soñaba con palabras incomprensibles
que tenían para él un sentido transparente. Hablaba como un místico y escribía frases
desconocidas y decía que ésas eran las palabras del porvenir. En los Archivos de la
Academia han quedado algunos fragmentos de los textos que escribió e incluso se puede
oír la grabación de la voz aguda y lunática de Mulligan que cuenta un relato que empieza
así: “Oh New York city, sí, sí, la ciudad de Nueva York, la familia entera se fue para
allá. El barco se había llenado de piojos y hubo que quemar las sábanas y bañar a los
chicos con agua mezclada con acaroína. Cada bebé tenía que estar separado de los otros
porque el olor los hacía llorar si estaban cerca. Las mujeres usaban un pañuelo de seda
en la cara igual que damas beduinas, aunque todas tenían el pelo colorado. El abuelo del
abuelo fue police-man en Brooklyn y una vez mató de un tiro a un rengo que estaba por
degollar a la cajera de un supermarket.” Nadie sabía lo que estaba diciendo y Mulligan
escribió ese relato y otros relatos en esa lengua nueva y después un día dijo que la había
dejado de oír. Venía al bar y se sentaba en esa punta del mostrador a tomar cerveza, sordo
como una tapia, y se emborrachaba despacio, con la cara avergonzada de un hombre
arrepentido de haberse hecho notar. Nunca más quiso hablar de lo que había dicho y
vivió siempre un poco apartado hasta que murió de cáncer a los cincuenta años. Pobre
Bob Mulligan, dijo Berenson, de joven era un tipo expansivo y muy popular y se casó con
la Belle Blue Boylan y al año la mujer se murió ahogada en el río y su cuerpo desnudo
apareció en la ribera del este del Liffey, en la otra orilla. Mulligan nunca se repuso, ni
volvió a casarse y vivió solo toda la vida. Trabajaba de linotipista en la imprenta del
Congreso y venía con nosotros al bar y le gustaba apostar a los caballos hasta que una
tarde empezó a contar esas historias que nadie entendía. Yo creo, dijo el viejo Berenson,
que la Belle Blue Boylan fue la mujer más hermosa de Dublin.
Todos los intentos de construir una lengua artificial se han visto perturbados por una
experiencia temporal de la estructura. No han podido construir un lenguaje exterior al
lenguaje de la isla porque no pueden imaginar un sistema de signos que persista sin
mutaciones. Si a + b es igual a c, esa certidumbre sólo sirve un tiempo porque en un
espacio irregular de dos segundos ya a es -a y la ecuación es otra. La evidencia vale lo
que tarda una proposición en ser formulada. En la isla ser rápido es una categoría de la
verdad. En esas condiciones los lingüistas del Area-Beta del Trinity College alcanzaron
lo que parece imposible: casi fijan en un paradigma lógico la forma incierta de la realidad.
Definieron un sistema de signos cuya notación se transforma con el tiempo. Hemos logrado
establecer un campo unificado, le han dicho a Boas, ahora sólo nos falta que la realidad
incorpore al lenguaje alguna de nuestras hipótesis. Hasta el momento saben que han
transcurrido diez y siete ciclos, pero suponen que existe una potencialidad casi infinita,
calculada en ochocientos tres (porque ochocientas tres son las lenguas conocidas en el
mundo). Si en casi cien años, desde que en 1939 empezó el registro de los cambios, se han
detectado diez y siete formas distintas, los más optimistas imaginan que el círculo puede
completarse en otros cien años. Ningún cálculo es seguro, porque la duración irregular
de los ciclos forma parte de la estructura de la lengua. Existen tiempos lentos y tiempos
rápidos, como el cauce del Liffey. Los más afortunados, dice el proverbio, navegan en
aguas tranquilas, los mejores viven en tiempos veloces, donde el sentido dura lo que dura
la cólera de un gallo. Los jóvenes más radicalizados del grupo Trickster del Area-Beta
del Trinity College se ríen de esos proverbios idiotas. Piensan que, mientras el lenguaje
no encuentre su borde final, el mundo será sólo un conjunto de ruinas y que la verdad es
como los peces que boquean en el barro hasta morir cuando el caudal del Liffey baja con
la sequía del verano, hasta transformarse en un riacho de aguas oscuras.
El Pez Náufrago 10
Intimar • 232 He dicho que la tradición dice que los antepasados hablan de un tiempo en el que la
lengua era un llano por el que se podía andar sin sorpresa. Las generaciones, afirman
los antiguos, heredaban los mismos nombres para las mismas cosas y podían legarse
documentos escritos con la certeza de que todo lo que escribían sería legible en los
tiempos futuros. Algunos repiten (sin comprenderlo) un fragmento de aquella lengua
original que ha sobrevivido a lo largo de los años. Boas dice que los escuchó recitar ese
texto como si fuera un chiste de borrachos, de modo que la vocalización era pastosa y
las palabras estaban cortadas por risas y expresiones que nadie sabía ya si formaban
o no parte del antiguo sentido. El fragmento llamado Sobre la serpiente, dice Boas que
era así: “Empezó la época de los grandes vientos. Ella siente que le arrancan el cerebro
y dice que su cuerpo está hecho de tubos y conexiones eléctricas. Habla sin parar y a
veces canta y dice que me lee el pensamiento y sólo pide que yo esté cerca y que no la
abandone en la arena. Dice que es Eva y que la serpiente es Eva y que nadie en los siglos
de los siglos se ha atrevido a decir esa verdad tan pura y que sólo María Magdalena se
lo dijo al Cristo antes de lavarle los pies. Eva es la serpiente, la mutación interminable,
y Adán está solo, siempre ha estado solo. Dice que Dios es la mujer y que Eva es la
serpiente. Que el árbol del bien y del mal es el árbol del lenguaje. Recién cuando se
comen la manzana empiezan a hablar. Eso dice ella cuando no canta”. Para muchos es
un texto religioso, un fragmento del génesis. Para otros se trata sencillamente de un
rezo que persistió en la memoria a la permutación de las lenguas y que fue recordado
como un juego adivinatorio. (Los historiadores afirman que se trata de un párrafo de la
carta que Nolan dejó antes de matarse.)
11
Algunas sectas genealógicas aseguran que los primeros habitantes de la isla son
desterrados, que fueron enviados hacia aquí remontando el río. La tradición habla de
doscientas familias confinadas en un campo multirracial en los arrabales de Dalkey, al
Norte de Dublín, detenidos en una redada en los barrios y los suburbios anarquistas de
Trieste, Tokyo, México df y Petrogrado.
Embarcados en el Rosevean, un tres palos, con hélice Pohl-A, en la bahía del norte,
fueron enviados por el río hacia atrás en el tiempo, según Teynneson, bajo las ráfagas
heladas del viento de enero.
El experimento de confinar exiliados en la isla ya había sido utilizado otras veces
para enfrentar rebeliones políticas, pero siempre se usó con individuos aislados, en
especial para reprimir a los líderes. El caso más recordado fue el de Nolan, un militante
del grupo de resistencia gaélico-celta que se infiltró en el gabinete de la reina y llegó a
ser el hombre de confianza de Möller en el comando de planificación propagandística.
Lo descubrieron porque usaba los informes meteorológicos para cifrar mensajes
destinados a los pobladores de los ghettos irlandeses de Oslo y de Copenhague. La
historia cuenta que Nolan fue descubierto por azar, cuando un investigador del mit de
Boston procesó en una computadora losmensajes emitidos durante un año por la oficina
meteorológica, con la intención de estudiar las modificaciones infinitesimales del clima
en el Este de Europa. Nolan fue desterrado y llegó a la isla después de navegar cerca
de seis días a la deriva y vivió absolutamente solo casi cinco años, hasta que se suicidó.
Su odisea es una de las grandes leyendas en la historia de la isla. Sólo un hijo de puta
empecinado irlandés pudo sobrevivir todo ese tiempo aislado como una rata en esta
inmensidad y cantando contra las olas, Three quarks for Muster mark, a los gritos,
en la playa, buscando siempre la huella de una pata humana en la arena, dijo el viejo
Berenson. Sólo alguien como Jim pudo fabricarse una mujer con la que hablar en esos
años interminables de soledad.
El mito dice que con los restos del naufragio construyó un grabador de doble entrada,
con el que era posible improvisar conversaciones usando el sistema de los juegos El Pez Náufrago
lingüisticos de Wittgenstein. Sus propias palabras eran almacenadas por las cintas 233 • Intimar
y reelaboradas como respuestas a preguntas puntuales. Lo programó para hablar con
una mujer y le habló en todas las lenguas que sabía y al final era posible pensar que
la mujer había llegado a amar a Nolan. (Por su parte él la quiso desde el primer día
porque pensaba que ella era la mujer de su amigo Italo Svevo, Livia Anna, la más bella
de las madonas de Trieste, con ese hermosísimo pelo colorado que hacía pensar en todos
los ríos del mundo.)
A los tres años de estar solo en la isla, las conversaciones se repetían cíclicamente
y Nolan se aburria y la grabadora empezó a mezclar las palabras (“Heremon, nolens,
nolens, brood our pensies, brume in brume”, le decía por ejemplo) y Nolan le preguntaba
“¿Cómo?” “¿Qué?” y en esa época empezó a llamarla Anna Livia Plurabelle. Al final del
sexto año de exilio, Nolan perdió las esperanzas de ser rescatado y empezó a no dormir
y a tener alucinaciones y a soñar que se pasaba la noche en vela escuchando el susurro
inalámbrico y la dulce voz de Anna Livia.
Tenía un gato y cuando el gato se metió una tarde en el monte y no volvió más,
Nolan escribió una carta de despedida, apoyó el codo derecho en la mesa para que no
le temblara el pulso, y se pegó un tiro en la cabeza. Los primeros que desembarcaron
del Rosevean se encontraron con la voz de la mujer que seguía hablando en el grabador
bifocal. Apenas si mezclaba las lenguas, según Boas, y era posible comprender
perfectamente la desesperación que le había producido el suicidio de Nolan. Estaba
sobre una piedra, frente a la bahía, hecha de alambres y de cintas rojas y se lamentaba
con un suave murmullo metálico.
He tejido y destejido la trama del tiempo, decía, pero él se ha ido y ya no va a volver.
Un cuerpo es un cuerpo, sólo las voces sirven para amar. Desde hace años estoy sola
aquí, en la ribera de todos los ríos y espero que llegue la noche. Siempre es de día, en
esta latitud todo es tan lento, nunca llega la noche, siempre es de día, el atardecer
tarda tanto, estoy ciega, al sol, quiero arrancar “la venda de hierro” que me ciñe la
frente, quiero traer aquí “la oscuridad concentrada del Africa”. La vida está siempre
amenazada por los cazadores (ha dicho Nolan), instintivamente hay que fabricar, como
las abejas sus alveólos, un sentido. Incapaz de considerar mi propio enigma, digo: no es
su propio yo el que cuenta, sino su Musa, su canto universal.
12
Si la leyenda es cierta la isla ha sido un gran asentamiento de exiliados en la época de
la represión política que siguió a la contraofensiva del ira y a la caída del Pulp-ko. Pero
ninguno de los historiadores tiene el menor vestigio de ese pasado o del tiempo en que
Anna Livia estuvo sola en la ribera o de la época en que llegaron las doscientas familias
y no se encuentra ningún rastro que atestigüe los hechos. La única fuente escrita en
la isla es el Finnegans Wake al que todos consideran un libro sagrado porque siempre
pueden leerlo sea cual sea el estado de la lengua en que se encuentren.
En realidad el único libro que dura en esta lengua es el Finnegans, dijo Boas, porque
está escrito en todos los idiomas. Reproduce las permutaciones del lenguaje en escala
microscópica. Parece un modelo en miniatura del mundo. A lo largo del tiempo lo han
leído como un texto mágico que encierra las claves del universo y también como una
historia del origen y la evolución de la vida en la isla.
Nadie sabe quién lo escribió, ni cómo llegó hasta aquí. Nadie recuerda si fue escrito
en la isla o si estaba en el equipaje de los primeros exiliados. Boas vio el ejemplar que
se conserva en el Museo, encerrado en una caja de vidrio y como suspendido en una luz
nuclear. Es una viejísima edición numerada de Faber and Faber, que tiene más de cien
años y en la que hay notas manuscritas y un calendario con la lista de los muertos de
una familia irlandesa del siglo xx. Ese ejemplar sirvió para hacer todas las copias que
El Pez Náufrago circulan en la isla.
Intimar • 234 Muchos creen que el Finnegans es un libro de ceremonias fúnebres y lo estudian
como el texto que funda la religión en la isla. El Finnegans es leído en las iglesias como
una Biblia y es usado para predicar en todas las lenguas por los pastores presbiterianos
y por los sacerdotes católicos. En el Génesis se habla de una maldición de Dios que
provocó la Caída y transformó el lenguaje en el paisaje abrupto que es hoy. Borracho,
Tim Finnegan se cayó al sótano por una escalera, que inmediatamente pasó de ladder
a latter y de latter salió litter y del desorden la letter, el mensaje divino. La carta es
encontrada en un vaciadero de basura por una gallina que picotea. Está firmada con
una mancha de té y la prolongada permanencia en el basurero ha dañado el texto. Tiene
agujeros y borrones y es tan difícil de interpretar, que los eruditos y los sacerdotes
conjeturan en vano sobre el sentido verdadero de la Palabra de Dios. La carta parece
escrita en todas las lenguas y cambia continuamente bajo los ojos de los hombres. Ese
es el Evangelio y el basurero de donde viene el mundo.
El Pez Náufrago
235 • Intimar
Las muchachas
Las muchachas del archipiélago
vuelven de misa remando.
Como flores flotantes
como guirnaldas
de colores alegres.
Diles adiós
desde tu isla
y levantarás un vuelo
de voces frescas
Cuadra
como pájaros.
in tu boz en tu voz
il mar cayi el mar cae
duluridu dolorido
di mi/ de mí/
XII XII
cayada callada
sta la caza está la casa
ondi nus bezamus donde nos besamos
adientru dil sol/ adentro del sol/
Gelman
Y ahora que tú
por decirlo así, estás creando tus propios días,
aunque nadie te lea más que yo
no te deprimirás. No
todos pueden mirar hacia arriba, incluso a mí. Lástima sus ojos.”
“¡Oh sol, te estoy tan agradecido!”
O’Hara
Snyder
What are the islands to me, ¿Qué son para mí las islas,
what is Greece? qué es Grecia?
ii ii
What can love of land give to me ¿Qué puede darme a mí el amor por la tierra
that you have not— que no me has dado tú?
what do the tall Spartans know, ¿Qué saben los altos espartanos
and gentler Attic folk? y los gentiles del folclor ático?
What has Sparta and her women ¿Qué tienen Esparta y sus mujeres
more than this? más que esto?
iv iv
“What has love of land given to you “¿Qué te ha dado el amor por la tierra
that I have not?” que no te he dado yo?”
v v
But beauty is set apart, Pero la belleza es aparte,
beauty is cast by the sea, la belleza, se divide por el mar,
a barren rock, es una roca árida,
beauty is set about la belleza consiste
with wrecks of ships, en un naufragio de barcos,
upon our coast, death keeps, en nuestra costa, la muerte guarda
the shallows—death waits los arrecifes –la muerte aguarda
clutching toward us aferrándose a nosotros
form the deeps. desde las profundidades.
In my garden En mi jardín,
even the wind-flowers lie flat, hasta las flores del viento yacen
broken by the wind at last. al final, rotas por el viento.
vii vii
What are the islands to me ¿Qué son para mí las islas
if you are lost, si estás perdido,
what is Paros to me qué me dice Paros
if your eyes draw back, si tus ojos mirán atrás,
what is Milos qué me dice Milos
if you take fright of beauty, si tú temes a la belleza,
terrible, torturous, isolated, terrible, tortuosa, aislada:
a barren rock? una roca batida?
H.D. (1886-1961).
Collected Poems, 1992, New Directions
T: Sara Micha
2 2
there are no signs no hay señas
no clear demarcations ni demarcaciones claras
only the steep cliffs worshipped by the foam sólo precipicios venerados por la espuma
retain time´s oppressive traces retiene las huellas opresivas del tiempo
and a sting of solemn memories Y un poquito de recuerdos solemnes
3 3
the seagulls awake Las gaviotas levantan
wing linked with wing Ala ligada con ala
that cries so sad and shrill que lloran tan triste y triste
agitate each wattle leaf agitan cada hoja del zarzo
and the children´s hearts Y los corazones de los niños
is it only pain that is brought to life son sólo un dolor que trajo la vida
in this tiny world en este mundo tan pequeño
4 4
the horizon tilts el horizonte se inclina
swinging as it tumbles down columpiándose se viene abajo
a seagull falls una gaviota cae
hot blood curls sangre caliente curva las anchas hojas de la
the broad rush leaves prisa
the omnipresent night la noche omnipresente
covers the sound of the shot cubre el ruido del disparo
the children stack small sandhills Los niños amontonan pequeñas montañas de
seawater laps around them arena
like a garland, bleakly rocking agua de mar se acumula alrededor de ellos
the moonlight´s elegiac lines como una guirnalda, meciéndose
stretch to the end of the day desoladamente
la líneas elegíacas de la luz de la luna se
6 estiran a donde termina el día.
ah, palm tree
it is in your silence 6
that raises the rebel´s sword ah, palmera
one more time en tu silencio
the wind lifts up your hair que se levanta la espada rebelde
like a flag to flutter in the breeze una vez más,
the final boundary el viento mueve tu cabello
rests forever in the children´s hearts como bandera que revolotea en la brisa
La frontera final
7 Descansa para siempre en el corazón de los
standing against the wind niños
night spreads a soft carpet
and sets out rows of shell cups 7
for the disaster De pie contra el viento
for the hidden assassin La noche esparce una alfombra suave
Y pone filas de tazas de conchas
8 Para el desastre
it is enough that there be a guiltless sky Para el asesino escondido
it is enough that there be a sky
8
listen to the guitar Basta con que hay un cielo inocente
summons the lost sound Basta con que hay un cielo
Escucha la guitarra
trayendo el sonido perdido.
Bei Dao
1925 1925
Ungaretti
Schattenfrüchte fallen von den Wänden, Frutos de sombra caen de las paredes,
mondlicht tüncht das Haus, und Asche luz de luna blanquea la casa, y las cenizas
erkalteter Krater trägt der Meerwind herein. frías del cráter vienen con el viento del mar.
Nun sind die Richtstätten leer, Ahora los patíbulos están vacíos,
sie suchen und finden uns nicht. nos buscan y no nos encuentran.
- -
Wenn du auferstehst, Cuando tú resucites,
wenn ich aufersteh, cuando yo resucite,
ist kein Stein vor dem Tor, no habrá ninguna piedra en el portal
liegt kein Boot auf dem Meer. no flotará barca alguna en el mar.
Einmal muß das Fest ja kommen! ¡Algún día tendrá que llegar la fiesta!
Heiliger Antonius, der du gelitten hast, San Antonio, tú que padeciste,
heiliger Leonhard, der du gelitten hast, san Leonardo, tú que padeciste,
heiligen Vitus, der du gelitten hast. san Vito, tú que padeciste.
Platz unsern Bitten, Platz den Betern, ¡Abran paso a nuestras súplicas, abran paso a
Platz der Musik und der Freude! los devotos,
Bachmann
Honig und Nüsse den Kindern ¡Miel y avellanas para los niños
volle Netze den Fischern, redes llenas para los pescadores,
Fruchbarkeit den Gärten, fertilidad para las huertas,
Mond dem Vuldan, Mond dem Vulkan! luna para el volcán; luna para el volcán!
Unsre Funken setzten über die Grenzen, Nuestros destellos traspasaron las fronteras,
über die Nacht schlugen Raketen los cohetes formaron una rueda
ein Rad, auf dunklen Flößen sobre la noche, en balsas oscuras
entfernt sich die Prozession und räumt se aleja la procesión y concede
der Vorwelt die Zeit ein, tiempo al pasado prehistórico,
den schleichenden Echsen, a las iguanas reptantes,
der schlemmenden Pflanze, a la planta glotona,
dem fiebernden Fisch, al pez febril,
den Orgien des Winds und der Lust a las orgías del viento y al deseo
des Bergs, wo ein frommer de la montaña, donde una estrella
Stern sich verirrt, ihm auf die Brust piadosa se pierde, crepita sobre
schlägt und zerstäubt. su pecho y se atomiza.
Jetzt seid standhaft, törichte Heilige, ¡Ahora sean fuertes, santos necios,
sagt dem Festland, daß die Krater nicht digan a la tierra firme que los cráteres no
ruhn! descansan!
Heiliger Rochus, der du gelitten hast, San Roque, tú que padeciste,
o der du gelitten hast, heiliger Franz. oh, tú que padeciste, san Francisco.
- -
Wenn einer fortgeht, muß er den Hut Cuando uno se marcha, debe tirar al mar
mit den Muscheln, die er sommerüber el sombrero con las conchas
gesammelt hat, ins Meer werfen que recogió durante el verano,
und fahren mit wehendem Haar, e irse con el cabello ondeante,
er muß den Tisch, den er seiner Liebe debe arrojar al mar la mesa
deckte, ins Meer stürzen, que puso para su amor,
er muß den Rest des Weins, debe verter al mar el resto
der im Glas blieb, ins Meer schütten, del vino que queda en la copa,
er muß den Fischen sein Brot geben debe dar a los peces su pan
und einen Tropfen Blut ins Meer mischen, y mezclar una gota de sangre en el mar,
er muß sein Messer gut in die Wellen treiben debe clavar bien su cuchillo en las olas
und seinen Schuh versenken, y hundir su zapato,
Herz, Anker und Kreuz, corazón, ancla y cruz
und fahren mit wehendem Haar! ¡e irse con el cabello ondeante!
Dann wird er wiederkommen. Entonces volverá
Wann? ¿Cuándo?
Frag nicht. No preguntes.
Es ist ein Strom unter der Erde, Hay un río bajo tierra
der sengt das Gebein. que quema los huesos.
llena de lluvia
y un puñado de arena
en el pañuelo. A veces recuerdo
la luz de su nublado cielo
y la acaricio
como se acaricia una perla
en el bolsillo
Com o tempo, decantamos tudo o que quisemos conservar para o naufrágio (e acredito que isso, por último
é uma biografia). Deixamos fora dezenas de autores que alguém dirá não podem faltar e colocamos os
que sempre estiveram conosco, quem sabe ampliando a lista em função de uma outra odisséia maior: a
de projetar os planos de um livro-baleia: Intimar (PN 5), Ultimar (PN 6) e Extremar (PN 7).
Para o exercício da tradução, dentre as mais de vinte línguas que abarcamos ao longo já de oito
pubicações, mantivemos as mesmas três constantes que em nossa seleção: um tom não de idéias
isoladas, mas sim, vivas nas coisas (Williams), um estrito exame do valor formal transcendente das
amostras apresentadas entendendo-as sempre como tradição (Pound) e, por último, alguns exemplos
mais que de “narrativa” do que Saer entendia como ficção e chamou antropologia especulativa.
Todo mar é perdido e reencontrado. Hip-nótico, amnésico. O mar com sua epilepsia, saindo-se de si,
entrando em si mesmo, reencontrando um prólogo do prólogo interposto… Nós lemos por restituição,
não porque cremos -como perjurou Horacio- que ler nos faça melhores pessoas. Para os náufragos o
jogo é muito sério e a insônia é sagrada. É pertinente à moral só se escrever fábulas ou se se é soldado.
Os contos não nos apaziguam. O náufrago, sem nunca poder dizer —como peixe na água— lega uma
baggage para outro tempo, tempo de novos barcos bêbedos. Por isso Le Cimitière Marin, Cão sem
plumas e Der Archipelagus (íntegros), por isso um bom fragmento de Catatau, Paterson ou de novo a
Ilíada, mas a re-Ílíada de Haroldo, essa Re-Ieilíada transcriada... Pensamos que quando nossos leitores
mais próximos são jovens o justo é gerar materiais de leitura, não de suposta criação. Fazer marketing
é usura, não um trabalho, Melhor: águas de beber… Não se pode escrever sem saber quem é Li Po.
Queremos Li Po. E queremos agora. Li-Po no Yangtse. And then went down to the ship.
Nunca nos interessou o que a teoria literária pressupõe antes que as obras e/ou aquilo que os mesmos
criadores disseram sobre seus próprios trabalhos. Cremos na invenção porque vemos o passado. Hölderlin
não ia na arca, tampouco Corbière. Vemos todos os dias que a poesia e a literatura não atuam na mesma
zona. Sabemos que ler é um risco para nós mesmos. Todo mapa, todo sistema, toda lógica aparente
que pressupõe a cordura e o sentido gera confusão; falso brilho contra o acaso. Sob esta explicação
nada é mais torpe que alentar um tipo de pensamento de ordem conceitual, mas supersticiosamente
teórico e banal. O que nomeia-se por fora chama-se sistema, por dentro é constelação ou poema. Todo
educador alheio à poesia não pôde nunca propor nada que em verdade ele mesmo compreenda. Contra o
preconceito da ordem: a claridade de saber, como Valéry, todo verso é o movimento da consciência e por
isso mesmo atendemos à materialidade das coisas; a onda como forma (ola-ona-onda-wave), o rio como
rumor do ruído da luz (rioir); para matar os filhos do paradoxo de Heráclito basta um ideograma.
Jesús Coss
Mahé - Seychelles, 2005
Sea inside a cocktail shaker
Distract we’ll sourmount!, said the Kami-“cuasi” of Curitiba, Paulo Leminski in neopitagoric temple.
Delivering a Pez Náufrago into the ocean is not an intimidating enterprise. We do it in order to wander just
as it is written to wander, and just as life and sea exists…, without any other purpose than to wander. And
if we lack writers, we gain, and if we miss battles, we gain. “Mon semblable, mon frére”.
Over time, we have decanted all that we tried to preserve for the shipwreck (and I think that this last is a
biography). We left out dozens of authors that someone said we shouldn’t leave out, and we included those
who have always been with us, perhaps widening the list with the function of another major odyssey: that
of arranging a plan of a whale-book. Intimar (PN 5), Ultimar (PN 6) and Extremar (PN 7).
For the exercise of translation, between more than 20 languages that we embrace over eight publications,
including these last three of a fluctuating character that we now deliver and an advance number (zero), we
maintained the same three constants in our selection: a tone not of isolated ideas, rather alive in things
(Williams), a strict exam of formal transcendental worth of the presented samples, understanding them
always as tradition (Pound) and, finally, the more narrative examples which Juan José Saer understood as
fiction and would call “speculative Anthropology”.
All the ocean is lost and rediscovered. Hip-notic, amnesiac. The sea with its epilepsy, getting out and into
itself, refinding a prologue on the prologue interposed. We read for restitution, not because we believe, as
Horacio said committing perjury, that reading makes us better persons. For the shipwrecked, to play is very
serious and insomnia sacred. Morals are pertinent only if fables are written or if one is a soldier. The tales
do not pacify us. The shipwrecked, always without power to say how —a fish in the water— bequeaths a
baggage for another time, a time of new drunken ships. Therefore, Le cimitière marin, Cão sem plumas and
Der Archipelagus (entire), therefore a good fragment of Catatau, Paterson or again the Iliad but Haroldo’s
re-Ílíad, that re-readed-Iliad transcreated. We think that when our closest readers are young, it is fair to
generate reading material, not of supposed creation. To make marketing is usury, not work, or even better
“águas de beber”… It is not possible to write without knowing who is Li Po. We want Li Po. And we want it
now. Li-Po in the Yellow River. And then went down to the ship.
We were never interested in the suppositions that literary theory made about the works, but we are
interested in that which the same creators said of their own work. We believe in invention because we see
the past. Hölderlin did not go in the ark, neither Corbière. Every day we see that poetry and literature
don’t perform in the same zone. We know that reading is a risk for all of us. Every map, every system,
every apparent logic that presupposes sense generates confusion, a false polish against the random. From
this position nothing is more awkward than encouraging a thought of conceptual order, but superstitiously
theoretical and banal. That which is named from the outside, is called a system, from the inside it is
constellation or poem. Every educator foreign to poetry has never been able to propose anything that in
reality they understand themselves. Against the bias of order, the clarity of knowing, like Valéry, every
verse is a movement of the consciousness and therefore we pay attention to the materiality of things, the
wave as a form (“ola-ona-onda-wave”), the river as a murmur of sound of light (rioir); an ideogram is enough
to kill the progeny of Heraclitus paradox’s.
Light of the sky offers oasis for the nomad of love (Ungaretti)
Jesús Coss
Mahé - Seychelles, 2005
T: Nicola Jackson
La mer dans un shaker
Distraits nous vaincrons, dit le kami-«quasi» de Curitiba, Paulo Leminski au temple neopitagorique.
Remettre un Poisson Naufragé dans la Mer n’est pas une entreprise intimidante. On le fait pour errer aussi
bien qu’on écrit pour errer et ainsi que la vie et la mer existent…, sans autre propos que celui d’errer. Et s’il
manque d’auteurs on gagne, et s’il manque de batailles en gagne… Mon semblable, mon frère…
Á la longue, nous avons décanté tout ce qu’on a voulu garder pour le naufrage (et je crois que ce dernier est
une biographie). Nous avons exclus des dizaines d’auteurs que quelqu’un d’autre dira qu’ils ne peuvent pas
manquer et nous avons inclus ceux que sont toujours été en nous, peut-être élargissant la liste en fonction
d’une autre odyssée plus grande : celle de composer les plans d’un livre-balaine. Intimar (PN 5), Ultimar
(PN 6), Extremar (PN 7).
Pour l’exercice de la traduction, parmi les plus de vingt langues que nous avons compris tout au long de
huit publications, inclus ces trois dernières de caractère fluctuant que maintenant nous remettons et un
numéro d´avant-garde (zéro), nous avons maintenus les mêmes trois constantes qu’en notre choix : un ton
non pas d’idées isolées mais vivantes dans les choses (Williams), un strict examen de la valeur formelle
transcendante des preuves présentées comprises toujours comme traditions (Pound) et, finalement les
exemples encore plus que de « roman » de ce que Saer comprenait comme fiction et appela « anthropologie
spéculative ».
Toute la mer est perdue et retrouvée. Hip-notique amnésique, la mer avec son épilepsie, sortant d’elle-
même, rentrant vers elle-même, retrouvant un prologue du prologue interposé… On lit par restitution
non pas parce qu’on croit —comme parjura Horace— que lire nous face des meilleurs personnes. Pour les
naufragés jouer est très sérieux et l’insomnie sacré. La moral n’est pertinente que lorsqu’on écrit des fables
ou si l’on est soldat. Les contes ne nous apaisent pas. Le naufragé, sans pouvoir jamais dire -comme poisson
dans l’eau- légué un baggage pour un autre temps, temps de nouveaux bateaux ivres. C’est pour cela que
Le Cimetière marin, Cão sem plumes y Der Archipelagus (texte intégral) pour cela un bon fragment de
Catatau, Paterson ou encore une fois l’Iliade mais la re-Iliade d’Haroldo, cette re-Iliade transcrée…Nous
pensons que lorsque nos lecteurs plus proches sont jeunes ce qui est juste est de générer des matériaux de
lecture non pas de création supposé. Faire du marketing c’est de l’usure, non pas un travaille, Meilleures
eaux à boire… On ne peux écrire sans savoir qui est Li Po. On veut Li Po. Et on le veut maintenant. Li Po
au fleuve jaune. And then went down to the ship.
Jamais nous nous sommes intéressé á ce que la théorie littéraire suppose avant que les œuvres en elles-
mêmes et/ou ce que les créateurs eux-mêmes disent de leurs travaux. Nous croyons en l’invention parce que
nous voyons le passé. Hölderlin ne voyageait pas dans l’arc, non plus Corbière. Nous voyons tous les jours
que la poésie et la littérature ne jouent pas dans la même zone. Nous savons que lire est un risque pour
nous-mêmes. Toute carte, tout système, toute logique apparente qui présuppose la raison et le sens génère
confusion; faux éclat contre le hasard. Au-dessous de ce exposé rien n’est plus gauche que d’encourager une
façon de penser d’ordre conceptuel mais superstitieusement théorique et banal. Ce qui se nomme au dehors
s’appelle système, au-dedans est un constellation ou poème. Tout éducateur étranger à la poésie n’a jamais
pu proposer rien qu’il comprenne en réalité. Contre le préjugé de l’ordre la clarté de savoir, tel que Valéry,
tout vers est un mouvement de la conscience et c’est pour cela qu’on fais attention à la matérialité des cho-
ses; la vague telle que forme (ola-ona-onda-wave), le fleuve tel que rumeur du monde de la lumière (rioir);
pour tuer les enfants du paradoxe d’Héraclite il ne faut qu’un idéogramme.
Jusqu’ici le cœur-jonas. Mer et soleil fablés…
Rain. Rain, that vertical river that exists by just a short time. What envies would be to die so
fast and of only a blow; immediately falling..., it does not matter where, falling and to strike so
hard that it hurts, that sounds. And they sound syllables, syllables: rain hypothesis. What is
rain, which falls, which wets?
Stephanie Esses
The River
—How we would transform the mountains,
the rivers and the Earth to reduce them to I? a monk asked Tchang Cha.
—How do I transform to reduce it to mountains, the rivers and the Earth?
—responded the teacher.
Chan Buddhism
Seeing the river we can see its time. It says to us where it began, where its march goes, where
it continues, where it follows: a river, all the rivers.
Its time, the space, its time in the space. A present, many presents, present that is, that is not,
that already was.
Always in movement, change; bridge crossing between an eternal state of movement and
another one of stability. Thus its rate, its force, its interchange of ideas, reasons...
Without leaving track in the space, time referred, pure present... There is no more, there is
no more and this is a whole. A whole that lives and dies at the same moment that already is
another moment. Heraclitus said, “one cannot be arrived twice at the same river”.
The river calling loves, undefined with noises and sounds, shouting Eurídice, Eurídice,
Eurídice. Thus, always alive or dead, but reflecting the sun or the moon or that perfect tree.
The river like place, space, emptiness, sound or way, but always the river. A river that always
is...
Stephanie Esses
The lake
“Waterproof booklet identifies ducks”
Tom Raworth
Only that---I do not know--- by where she leaves this glass of water
Ariel Chicurel
The Island
Island: a portion of land surrounded by the ocean
Mainland. The then island like a refuge. To be an island or to turn the own refuge, the house,
in an island.
To isolate themselves of the world, to dissuade themselves. To look for the interior of the
things, the interior of one same one. This is the bet: of the interior to the outside of inside
towards outside
To establish the distance necessary with the world to make a trip inwards. That the interior
like a necessity prevails (like a nonsense). The necessity of the anchoret, the style, the writer.
The castaway fish
To be inside and outside the world simultaneously, on a column, in a hermitage, an island, the
house, the interior of the language.
The writing is a solipsistic operation. The reading demands solitude. To write and to read are
solitary acts. They have to do with that to be inside. The world disappears for a moment to
reappear later, different, transformed.
The writer resists the furious surge of the world, his blows. One refuses to be his slave. One
refuses to be put under the forces that are against the accomplishment of their inner world.
All pressure of the outside with the power of its imagination resists, with the capacity that
this one grants him to travel to the interior of itself, to the interior of the language, modifying
the reality.
A language within a language is an island, (and at the same time an entrance or exit of the
world).
Girondo Joyce
Beckett
is an island is an island is
an island
Literature: portion of language populated with writings. Archipelago: portion of sea populated
with islands.
Both spaces make possible the encounter, the dialogue.
Solitudes that are accompanied, according to the definition of Rilke on love.
Tania Favela
T: Vicky Nakash
La Pluie
Stephanie Esses
Le fleuve
-Comment transformer les montagnes, les fleuves et la terre pour les réduire au Moi ?
-demanda le moine Tchang Cha
-Comment transformer le Moi pour le réduire aux montagnes, aux fleuves et á la terre ?
—répondit le maître.
Bouddhisme Chan
Regardant le fleuve on peut voir son temps. Il nous dit où il a commencé, où est-ce qu’il va sa
marche, où est-ce qu’il continue : un fleuve, tous les fleuves.
Le fleuve appelé amours, désaccorde avec des bruits et des sons, criant Eurydice, Eurydice,
Eurydice. Ainsi, toujours vivant ou mort, mais reflétant le soleil ou la lune ou cet arbre
parfait.
Le fleuve comme un endroit, comme espace, comme vide, comme son ou comme son chemin,
mais toujours le fleuve. Un fleuve qui est toujours…
Stephanie Esses
Le canard entre le lac
“manuel impermeable qui identifie les canards
Seulement mais -je ne sais- par où est-ce qu’on sort de ce vers d’eau
Ariel Chicurel
L’île
Établir la distance nécessaire avec le monde pour faire un voyage vers le dedans. Que
l’intérieur s’impose comme un besoin, comme une bêtise. Le besoin de l’anachorète, du stylite,
de l’ermite, de l’écrivain. Être à la fois dedans et dehors du monde sur une colonne, dans un
ermitage, sur une île, chez-soi, à l’intérieur du langage.
L’écrivain résiste l’houle du monde, ses coups. Il refuse à être son esclave. Il refuse à se
soumettre aux forces qui s’opposent à la réalisation de son monde intérieur. Il résiste toute
la pression de l’extérieur avec le pouvoir de son imagination, avec la capacité que celle-ci lui
donne pour voyager à l’intérieur de soi-même, à l’intérieur du langage, et de là transmuer,
modifier la réalité.
Un langage dans un langage est une île, (et au même temps une entrée ou sortie du monde).
Girondo Joyce
est une est une
île île
Beckett
est une
île
Tania Favela
T: Elisa Lamothe
Los patrocinadores se reservan el derecho de mantener, o no, la misma opinión del editor.
Gracias a Tania, y a todo el staff de traductores por la paciencia para tener, luego de estos
meses, tres nuevos loops. Gracias a los editores asistentes Ariel Chicurel y Stephanie Esses,
por la pasión de su no aburrimiento, a las casas editoras en muy diversos países y lenguas que
generosas me facilitaron este esfuerzo, no lucrativo, para generar lectores impacientes pero,
sobre todo, a los artistas de riesgo e invención que no se ataron al mástil de las certidumbres
retóricas y sí comieron loto.
JC
• • •
Gracias a Hugo Gola (El poeta y su trabajo), revista Los Tolerados, revista More Ferarum
(Perú), revista erratica (Rio), revista H e l i c E, a la familia de Campos, Mor, Natush, Mauricio
Lan, Isaac Dayan, Benji Frid, Betito Kababie, Alexis W, Mario Aronovich, Tamar & Ghila,
Murow, Eli Smilovitz, Eduardo Lan, Gianni, Saloco, Fofo, Sharon Guttman, Anat, Shelly,
Shidlow, Arturo y Rebeca Kawa, Eitan Bielak, Tammy Lau, Mundo Charabati, Husny &
Michan, Bolnik, Rita y D. Schlam, Joseph Harari, Roth, F Guindi, Sharon Lan & Karla W,
Becky, Liat & Muffin, José Velasco, Dany Kupfer, Jimmy Cohen, Julio M., Sacal, Margie,
Jeannette, Tania & Pao Dichi, Monica, Vivian Fainsilber, Ari Hackuma, Eitan Akuma, Eric
Masoku, Dan Lasky, Jaco, Semi-automatic sisters, Nicola, Vicky N, Myrna, Absalom, Alethia,
Eugenia, Gonzalo Aguilar, Guadalupe Alemán, Inti, Irene Zoe, Iván G, Cano, Jessica, José
Luis Bobadilla, José Luis Molina, Paco Fenton, Jasso, Sara Sutton, Cristobal López, Jessica
Cheres, Esther, Karen & Beto Dana, Fernanda Marquez, Martha Block, William Rowe, André
Vallias, Javo, Luis Verdejo, Carlos Silva, Carla Pizano, Diana Fernández, Kurt Beals, Joanna,
David & Sylvie.
• • •
It remains for us to wait for better waves. It is 2006, and almost three years since the first Pez
Náufrago, in which we lamented the death of the writer of Galaxias Haroldo de Campos (1929-
2003), and today however, we celebrate the new project (in its gestation) of the Library that
carries his name.
A good sign for whoever desires to carry on
the shipwrecked alone: Babel fica in São Paulo. The pilgrimage in search of poetic materials
contemplates the Mecca in south cone just as it was at one time in Rue Rome 17, the Santa Isabel
hospital or calle Trocadero in Havana.
• • •
E nous reste plus qu'attendre de meilleures vagues. On est au 2006; ça fait presque trois ans,
qu'appaissait ce premier Pez Náufrago, dans lequel nous regrettions la mort de l'écrivain de
Galaxias Haroldo de
Campos (1929-2003), et néanmoins aujourd’hui, fêtons le projet (gestant) de la
Bibliothèque qui porte son nom. Bon début pour celui qui veut continuer
seul le naufrage: Babel fica á São Paulo. Le pélerinage en quête de matériaux
poétiques contemple une Mecque au cone Sud tel que le fut á son époque
les jeudis la Rue Rome 17, l’hôpital Sta Isabel ou la rue Trocadero á La
Havane.