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Los principios jurídicos son pautas sobre las cuales el legislador y los operadores del Derecho
buscan aplicar las normas y establecer las reglas señaladas para las distintas situaciones en las
cuales el Derecho intervenga[1]. Si un principio es aplicable a todas las ramas del Derecho,
estamos frente a un Principio General del Derecho; mientras si es aplicable únicamente en cierta
rama del Derecho, estamos frente a un principio específico de dicha rama.
Los principios generales del derecho son los pilares básicos sobre los que se asienta una
determinada concepción del Derecho. No son verdades inmutables e incontrovertibles, son
concepciones de derecho que ha tenido importante reconocimiento en un momento histórico
determinado[2].
2. Principios procesales
Los principios procesales son aquéllas condiciones, orientaciones y, fundamentos que sirven de
base para el desarrollo del proceso en su conjunto; pero a la vez, cuando son incorporados en un
código de manera taxativa ponen de manifiesto el sistema procesal que adopta ya sea el publicista
o privatista. Se dice también, que son normas universales, que regulan la relación procesal desde
el inicio del ejercicio del derecho de acción hasta el fin del proceso.
Los principios procesales contenidos en el Título Preliminar del Código Procesal Civil son:
El artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil señala que: “Toda persona tiene derecho
a la tutela jurisdiccional efectiva para el ejercicio o defensa de sus derechos o intereses, con
sujeción a un debido proceso”
Como manifiesta Ovalle Favela[3], el derecho a la tutela jurisdiccional “es el derecho público
subjetivo que toda persona tiene para acceder a tribunales independientes e imparciales, con el
fin de plantear una pretensión o defenderse de ella, a través de un proceso justo y razonable, en el
que se respeten los derechos que corresponden a las partes, así como para que dichos tribunales
emitan una decisión jurisdiccional sobre la pretensión o la defensa y, en su oportunidad, ejecuten
esa resolución“.
La tutela jurisdiccional efectiva comprende tres categorías específicas que son el derecho de
acción, de contradicción y el debido proceso.
El debido proceso viene a ser el derecho de todo justiciable, sea demandante o demandado, para
actuar en un proceso justo, imparcial, y ante juez independiente, responsable, competente, con un
mínimo de garantías.
3.2. Dirección e impulso del proceso
El artículo II del Título Preliminar del Código Procesal Civil señala que: “La Dirección del proceso
está a cargo del juez, quien la ejerce de acuerdo a lo dispuesto en este código. El juez debe
impulsar el proceso por sí mismo, siendo responsable de cualquier demora ocasionada por su
negligencia. Están exceptuados del impulso de oficio los casos expresamente señalados en este
Código”.
El principio de impulso procesal consiste en la aptitud que tiene el Juez para conducir
autónomamente el proceso, vale decir sin necesidad de intervención de las partes, a la
consecución de los fines. Sin embargo, hay casos expresos en que el Juez no puede impulsar de
oficio, sino tienen que ser las partes.
El artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Civil señala que: “El Juez deberá atender a
que la finalidad concreta del proceso es resolver un conflicto de intereses o eliminar una
incertidumbre, ambas con relevancia jurídica, haciendo efectivo los derechos sustanciales, y que
su finalidad abstracta es lograr la paz social en justicia.
En caso de vacío o defecto en las disposiciones de este código se deberá recurrir a los principios
generales del derecho procesal y a la doctrina y jurisprudencia correspondiente, en atención a las
circunstancias del caso”.
b) Finalidad abstracta.- El fin que persigue el proceso, sea contencioso o no contencioso, es lograr
la paz social en justicia.
Asimismo, nuestro Código prevé que el Juez no puede dejar de administrar justicia alegando vacío
o defecto en las normas procesales, sino que debe integrar acudiendo a los principios generales
del derecho procesal, a la doctrina y la jurisprudencia, teniendo en cuenta cada caso o
circunstancia.
El artículo IV del Título Preliminar del Código Procesal Civil señala que: “El proceso de promueve
sólo a iniciativa de parte, la que invocará interés y legitimidad para obrar. No requiere invocarlo el
Ministerio Público, el procurador oficioso, ni quien defiende intereses difusos. Las partes, sus
representantes, sus abogados y, en general, todos los partícipes en el proceso, adecúan su
conducta a los deberes de veracidad, probidad, lealtad y Buena fe. El Juez tiene el deber de
impedir y sancionar cualquier conducta ilícita o dilatoria”.
Esto quiere decir que será indispensable que una persona ejerza su derecho de acción como punto
de partida de la actividad jurisdiccional del Estado. Es decir, el proceso inicia con la petición que
hace el demandante a través de la demanda, quien tiene que invocar interés y legitimidad para
obrar.
Debemos tener en cuenta que la legitimidad para obrar viene a ser la posición habilitante de
afirmar la titularidad de un derecho y/o imputar una obligación sustentada en la realización de los
hechos, y el interés para obrar viene a ser un estado de necesidad actual e irremplazable de tutela
jurisdiccional. Estas categorías procesales conforman lo que en doctrina se conoce con el nombre
de condiciones de la acción, que son presupuestos necesarios para que el juez pueda expedir un
pronunciamiento válido sobre el fondo.
La conducta procesal, a la que se refiere la segunda parte de la norma, viene a ser un conjunto de
principios destinados a regular la correcta actuación de los intervinientes en el proceso, para lo
cual se ha incorporado una serie de sanciones que aseguren la vigencia real de este principio. Por
ello, las partes y sus abogados deben ajustar su actuar con la verdad, probidad, lealtad y Buena fe,
a lo largo de todo el proceso.
El artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Civil señala que: “Las audiencias y la
actuación de los medios probatorios se realizan ante el juez, siendo indelegables bajo sanción de
nulidad. Se exceptúan las actuaciones procesales por comisión. El proceso se realiza procurando
que su desarrollo ocurra en el menor número de actos procesales. El Juez dirige el proceso
tendiendo a una solución de los actos procesales, sin afectar el carácter imperativo de las
actuaciones que lo requieran. La actividad procesal se realiza diligentemente y dentro de los
plazos establecidos, debiendo el Juez, a través de los auxiliares bajo su dirección, tomar las
medidas necesarias para lograr una pronta y eficaz solución del conflicto de intereses o
incertidumbre jurídica”.
- El principio de inmediación tiene por objeto que el juez que va resolver el conflicto de
intereses o la incertidumbre jurídica, tenga el mayor contacto posible con todos los elementos
subjetivos (intervinientes) y objetivos (documentos, lugares, etc.) que conforman el proceso.
El artículo VI del Título Preliminar del Código Procesal Civil señala que: “El Juez debe evitar que la
desigualdad entre las personas por razones de sexo, raza, religión, idioma o condición social,
política o económica, afecte el desarrollo o resultado del proceso”.
Este principio consiste en que el juez está facultado para impedir la desigualdad entre las partes
que concurran al proceso, por razón de raza, sexo, idioma, condición social o económica, o de
cualquier otra índole.
Si bien es cierto que todas las personas somos iguales ante la ley, debemos entender que ello
regula conducta y hechos, no así las situaciones personales. El proceso civil se rige estrictamente
por el principio de igualdad procesal de las partes, que exige que las partes tengan dentro del
proceso el mismo trato encontrándose en la misma situación procesal.
El artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil señala que: “El juez debe aplicar el
derecho que corresponde al Proceso, aunque no haya sido invocado por las partes o la haya sido
erróneamente. Sin embargo, no puede ir más allá del petitorio, ni fundar su decisión en hechos
diversos de los que han sido alegados por las partes”.
La primera parte de esta norma se resume en el aforismo “iura novit curia”, por lo que eljuez debe
aplicar la norma jurídica que corresponda a la situación concreta, aunque las partes hayan
invocado erróneamente o no lo hayan invocado. El juez tiene el mejor conocimiento del derecho
que las partes, y aplica la norma más conveniente al caso concreto. Iura novit curia no quiere decir
que el Juez puede adecuar los hechos al derecho, sino que el Juez puede corregir la aplicación de
la norma, más no los hechos.
La segunda parte está referida al principio de congruencia procesal, por lo que el Juez al momento
de emitir su decisión que pone fin a la instancia, no puede ir más allá del petitorio ni fundar su
decisión en hechos diversos de los que han sido alegados por las partes. Este principio es un límite,
contra parte del principio Iura Novit Curia.
El artículo VIII del Título Preliminar del Código Procesal Civil señala que: “El acceso al servicio de
justicia es gratuito, sin perjuicio del pago de costos, costas y multas establecidas en este código y
disposiciones administrativas del poder judicial”.
Es principio obliga a procurar que el proceso no resulte tan costoso para las partes, que podría ser
un inconveniente para hacer valer el derecho pretendido. Caso contrario, el Estado estaría
incurriendo en una grave omisión al admitir esta forma de injusticia por razón de economía. Sin
embargo, los litigantes tienen que asumir algunos costos que implica tramitar un proceso ante el
poder judicial.
Como principios general el Código establece que el Estado concede gratuitamente la prestación
jurisdiccional, sin perjuicio de que el litigante de mala fe, deba abonar las costas, costos y las
multas que para cada caso específico establece la Ley (artículos 410, 411, 412 y 112 del CPC).
El artículo IX del Título Preliminar del Código Procesal Civil señala que: “Las normas procesales
contenidas en este código son de carácter imperativo, salvo regulación permisiva en contrario. La
formalidades previstas es este código son imperativas. Sin embargo, el juez adecuará su exigencia
al logro de los fines del proceso. Cuando no se señale una formalidad específica para la realización
de un acto procesal, este se reputará válido cualquiera sea la empleada”.
Dado que la actividad judicial es una función pública realizada con exclusividad por el Estado, las
normas procesales que regulan la conducta de los intervinientes en el proceso y las ciencias que
las integra son de derecho público. Estas normas procesales tienen carácter imperativo (de
cumplimiento obligatorio) como principio, salvo que la misma norma regule que algunas de ellas
no tiene tal calidad.
En el segundo párrafo, referido al principio de elasticidad, por el cual el juez está facultado para
adecuar la exigencia del cumplimiento de estos requisitos formales a los dos objetivos más
trascendentes del proceso: la solución del conflicto de intereses o incertidumbre jurídica y, el logro
de la paz social en justicia.
El artículo X del Título Preliminar del Código Procesal Civil señala que: “El proceso tiene dos
instancias, salvo disposición legal distinta”.
El artículo X consagra el principio de la doble instancia para todos los procesos, establece como
regla general que el proceso tiene dos instancias dentro de los cuales se ventila y se resuelve el
conflicto de intereses o la incertidumbre jurídica, ambas con trascendencia jurídica. La doble
instancia es renunciable expresa o tácitamente.
Esto quiere decir, que si en la primera instancia una parte no obtiene una decisión favorable,
podrá apelar para que su causa se ventile en una segunda instancia. Si aquí no obtiene decisión
favorable, aún podrá ir en casación, pero ésta en nuestro país no es considerado como tercera
instancia.
LA ACUMULACIÓN
1.1. DEFINICIÓN
Teóricamente se considera que una relación jurídica procesal clásica es unitaria y supone la
presencia de dos partes (demandante y demandado) y en cada parte se encuentra una sola
persona y una sola pretensión. Sin embargo, en la realidad se aprecian relaciones jurídicas más
complejas en las que aparecen en cada una de las partes más de dos personas (como
demandantes o como demandados) y más de una pretensión; entonces surge la institución
procesal de la acumulación.
Existe conexidad entre las pretensiones, cuando se presentan elementos comunes entre las
distintas pretensiones a acumularse o por lo menos elementos afines entre ellas (Art. 84 C.P.C).
Podemos definir la acumulación como una institución procesal que se presenta cuando hay más
de una pretensión o más de dos personas (como demandantes o como demandados) en un
proceso .Tanto la acumulación objetiva como la subjetiva, por la oportunidad en el tiempo en que
se proponen las pretensiones procesales y por la oportunidad en el tiempo en que las personas se
incorporan al proceso, respectivamente, se subclasifican en: a) acumulación objetiva originaria y
acumulación objetiva sucesiva; y b) acumulación subjetiva originaria y acumulación subjetiva
sucesiva.
Esta institución, como el litisconsorcio y la intervención de terceros, ha sido regulada para hacer
efectivo el principio de economía procesal y evitar la expedición de fallos contradictorios.
Se produce acumulación de acciones, cuando con la demanda se promueve una acción y luego en
el plazo establecido por la Ley, una vez emplazado con la demanda, a su vez el demandado
interpone una reconvención; la reconvención a su vez es el ejercicio de una nueva acción en
contra del demandante, con una o varias pretensiones. En este caso se produce la acumulación de
acciones, la que se promueve con al demanda y la que se promueve con la reconvención y se
tramitan conjuntamente. En este caso la acción del demandante se acumula con la acción que
promueve el demandado.
También se produce acumulación de acciones, cuando dos o más procesos que se promovieron en
demandas independientes que contienen acciones pertinentes se acumulan en unos solo.
1.2. CLASIFICACIÓN
Existe conexidad entre las pretensiones, cuando se presentan elementos comunes entre las
distintas pretensiones a acumularse o por lo menos elementos afines entre ellas (Art. 84 C.P.C.).
En la Ley se permite la acumulación sucesiva de pretensiones especialmente las que integran los
terceros legitimados que integran sus propias pretensiones en el curso del proceso. En cuanto a
las accesorias, puede integrarse aún hasta el día en que se produzca la audiencia de conciliación.
Requisitos .-
Son requisitos de la acumulación objetiva de pretensiones, las siguientes : (Art. 85 C.P.C ).
2) No sean contrarios entre sí, salvo que sean propuestas en forma subordinada o alternativa.
Pueden acumularse dos o más pretensiones principales, siempre que no sean contradictorias
entre sí. En las disposiciones Modificatorias, el Código Civil, establece expresamente, que son
acumulables en un mismo proceso, las pretensiones de Petición de Herencia y la Declaratoria de
heredero. En este caso, es pretensión principal, la declaración de heredero y también la de
petición de herencia, que se proponen en la demanda como pretensiones principales (Art. 664 C.C
).
En otros casos, también pueden acumularse dos o más como pretensiones principales y se
tramitan en un mismo proceso; en este caso, se trata de dos o más pretensiones independientes,
que es totalmente diferente de la acumulación de pretensiones, principal y accesorias.
Sería por ejemplo pretensión principal, la entrega de un vehículo por haber comprado y pagado
gran parte del precio, y si se desestima la entrega del vehículo, la pretensión subordinada sería,
que se le devuelva el dinero entregado a cuenta de la compra. Si se desestima la entrega del
vehículo, el Juez tiene que pronunciarse obligadamente sobre la devolución del dinero entregado
a cuenta del precio de compra, ya que no puede quedarse con el dinero que se entregó.
En este caso, el demandante, en su demanda propone dos pretensiones, de tal manera que el
demandado, tiene la facultad de elegir cual de las pretensiones debe cumplir; si el demandado no
ejerce la facultad de elegir la pretensión a cumplir, el demandante es quien elige, en la ejecución
de la sentencia.
El demandante propone varias pretensiones, advirtiendo que una de ellas tiene la calidad de
principal y las otras son pretensiones que dependen de la propuesta como principal, y por esta
razón toman el nombre de accesorias.
Por ejemplo, en una demanda pueden proponerse, como pretensión principal,” Petición de
Herencia” y si los bienes producen renta, puede proponerse como pretensión accesoria, el pago
de “Frutos” de los bienes en la proporción que corresponde al demandante y si se actuó de mala
fe, como pretensión accesoria, puede proponerse la de cobro de daños y perjuicios. Si el Juez,
ampara la pretensión principal, también ampara las pretensiones accesorias.
Como principio general, las pretensiones como requisito legal de la demanda, es parte integrante
de ella. Sin embargo, como excepción establece, que las pretensiones accesorias, puede integrarse
y acumularse a la pretensión principal, hasta el día de la Audiencia de Conciliación ( Art. 87 inc.4
C.P.C.).
En este sentido, por ejemplo, el artículo 1985 del C.C prevé una accesoriedad legal, que no
requiere ser propuesta expresamente, por tratarse de una norma imperativa; es el caso del pago
de los intereses cuando se trata de la responsabilidad extracontractual, sobre el cual el Juez
obligatoriamente debe pronunciarse aun cuando no se haya demandado expresamente.
Tratándose de pretensiones que tiene que ver con la separación de cuerpos y de divorcio por
causales, el Código Procesal Civil prevé una acumulación originaria y accesoria de pretensiones
estableciendo que pueden acumularse a la pretensión principal de separación o de divorcio las
pretensiones sobre alimentos, tenencia y cuidado de los hijos, suspensión o privación de la patria
potestad, separación de bienes gananciales y las demás relativas a derechos u obligaciones de los
cónyuges o de éstos con sus hijos, o de la sociedad conyugal, que directamente deban resultar
afectadas como consecuencia de la pretensión principal. (Art. 483,primer párrafo, C.P.C.). Este tipo
de acumulación supone que no existe proceso fenecido sobre separación por causales o divorcio.
En este caso de acumulación no son de aplicación las reglas referidas a la competencia del Juez y a
la vía procedimental como requisitos de la acumulación objetiva (Art. 483, segundo párrafo,
C.P.C.).
Un ejemplo es el siguiente : una persona puede proponer en una misma demanda dirigida contra
un mismo demandado las siguientes pretensiones consistentes cada una de ellas en la entrega de
sumas de dinero: a) el pago del importe de un mutuo hipotecario; b) el pago del importe de una
letra de cambio; y c) el pago de un préstamo . Sumadas las tres pretensiones se llega al monto
señalado por nuestro ordenamiento procesal civil para tramitarse en la vía del proceso de
conocimiento y de competencia del Juez en la Civil. Dichas pretensiones no tienen conexión alguna
que no sea que el acreedor y el deudor en cada una de ellas son los mismos, por lo que no es
posible plantearlas subordinada, alternativa o accesoriamente. Se trata de pretensiones
autónomas con supuestos de hecho diferentes y con amparo legal distinto.
Sin embargo, este tipo de acumulación de pretensiones es viable proponerse, pues tiene sustento
en el principio de economía procesal y en el segundo párrafo del numeral 11 del Código Procesal
Civil. El Juez perfectamente puede amparar una pretensión y desestimar las otras, dependiendo de
los elementos probatorios.
En el Art. 428 El Código Procesal Civil, establece que el demandante puede ampliar su demanda,
hasta que sea notificado el demandado. Quiere decir, que se puede acumular otras pretensiones a
la demanda que ha sido admitida a tramite, hasta el momento de notificarse con la resolución que
lo admite, al demando. Una vez notificado o emplazado el demandado, no es posible, ampliar la
demanda o acumular nuevas pretensiones salvo las accesorias, que puede hacerse hasta la
Audiencia de Conciliación.
Por la reunión o acumulación de dos o más procesos, para evitar sentencias contradictorias. A
pedido de parte o de oficio, el Juez tiene la facultad de ordenar la acumulación de procesos. Esta
clase de acumulación de procesos está previsto en el Art. 90 C.P.C.
• La acumulación de procesos solo puede pedirse ( se supone un pedido viable) antes que ellos
hayan sido sentenciados, petición que impide la expedición de la sentencia hasta que se resuelve
en definitiva la acumulación solicitada (Art. 90, primer párrafo, C.P.C.).
• La acumulación de procesos se solicita ante cualquiera de los jueces, debiendo adjuntarse copia
certificada de la demanda y de su contestación, si la hubiera. Si el pedido es declarado fundado el
nuevo proceso se acumula al proceso en el que se haya realizado el primer emplazamiento ( Art
90, segundo párrafo, C.P.C.) , entendiéndose que se refiere al proceso donde se haya producido la
primera notificación válida con la demanda, que es la forma como se produce formalmente el
emplazamiento. No se refiere a la simple presentación de la demanda, ni a la fecha en que se haya
dictado el auto admisorio de la instancia.
• De la solicitud de acumulación se confiere traslado a la parte contraria por el plazo de tres días;
con su contestación o sin ella el Juez resolverá atendiendo al mérito de los medios probatorios
acompañados al pedido de acumulación ( Art 90, tercer párrafo, C.P.C.), en el que debe analizarse
la conexidad entre las pretensiones procesales materia de cada proceso y la vía procedimental en
que se sustancian; la decisión es apelable sin efecto suspensivo ( Art 90, cuarto párrafo, C.P.C.)
• La acumulación será declarada de oficio cuando los procesos se tramitan ante un mismo Juzgado
( Art 90, cuarto párrafo, C.P.C.), no descartándose la posibilidad de que los interesados lo soliciten.
En los procesos que se acumulan, existen las pretensiones propuestas por el demandante y las
propuestas por el demandado, en cada uno de los procesos y por consiguiente se produce una
acumulación subjetiva de pretensiones.
Supone la presencia de más de dos personas dentro de un proceso ya sea como demandantes,
como demandados. El litisconsorcio, en realidad, implica una acumulación subjetiva por la
presencia de más de una persona en la calidad de demandantes o demandados.
Habrá acumulación subjetiva originaria cuando la demanda es interpuesta por dos o mas personas
o es dirigida contra dos o mas personas o cuando una demanda de dos o mas personas es dirigida
contra dos o más personas (Art. 89, primer párrafo, C.P.C.), es decir, cuando en la propia demanda
intervienen una pluralidad de sujetos como demandantes o ella es dirigida contra una pluralidad
de sujetos como demandados o cuando una pluralidad de sujetos como demandantes dirigen la
demanda contra una pluralidad de sujetos como demandados.
1) Cuando un tercero legitimado incorpora al proceso otra u otras pretensiones (Art 89, inc 1,
C.P.C.).-
Por ejemplo, cuando en un proceso se discute el mejor derecho la posesión y el tercero ingresa al
proceso, también incorpora una nueva pretensión, de mejor derecho a la posesión por ser
propietario y con títulos inscritos en los Registros Públicos.
2) Cuando dos o mas pretensiones intentadas en dos o mas procesos autónomos, se reúnen en un
proceso único( Art. 89, inc 2, C.P.C.).-
En estos casos generalmente existen dos o más demandantes o dos o más demandados. Se
produciría por ejemplo acumulación subjetiva sucesiva cuando en un proceso A y B, discuten la
nulidad de un contrato de venta y en otro proceso, se discute la entrega de posesión del mismo
bien entre C y D; si se acumulan estos dos procesos se produce la acumulación de pretensiones
que contiene cada una de las demandas o las reconvenciones o contestación de las demandas. En
este caso, el Juez tiene la facultad de ordenar la desacumulación de los procesos, por la diferencia
de trámite, reservándose el derecho, para expedir una sola sentencia que ponga fin al conflicto de
intereses.
El pedido de acumulación de procesos, puede hacerse, ante cualquiera de los jueces, que tramitan
los procesos. Debe anexarse al escrito donde se pide la acumulación de procesos, copia Certificada
de la Demanda, de su contestación, si lo hubiera.
Del pedido de acumulación de procesos, el Juez corre traslado a la otra parte por el plazo de Tres
días. Con la contestación o vencido el plazo, el Juez, expide resolución declarando fundad o
infundada la petición, en base a la prueba acompañada. La resolución que pronuncia el Juez en los
pedidos de acumulación de procesos, es apelable sin efecto suspensivo (Art. 90 C.P.C.).
La acumulación de procesos, se ordena de oficio por el Juez, cuando los procesos se tramitan en el
mismo Juzgado (Art. 90 C.P.C.).
Esta clase de acumulación de procesos esta basado en el principio de economía procesal y evitar
sentencias contradictorias.
Las primeras muestran al Juzgador elhecho aprobar directamente y las segundas lo hace por
medio de otros hechos u objeto, declaraciones, dictamen, etc. La regla general es laspruebas
directa, por excelencia, es la inspección judicial, la cual pone alJuez en contacto directo con los
hechos que se van aprobar.
Plenas que producen certeza legal y por lo mismo que obliga ladecisión del Juez,
Semiplenas: que el Juez aprecia conforme a las reglas de la sanacrítica. En nuestra legislación
procesal tienen carácter de pruebasplenas la declaración de parte, la prueba instrumental
constituida por documentos públicos o privados reconocidos y la inspección judicial,los demás
medios probatorios sólo tienen fuerza serniplena.
La ley Procesal Civil permite también la actuación de los mediosprobatorios a típicos, son aquellos
no previstos en la enumeración delArt. 192 y están constituidos por auxilios técnicos o científicos
quepermiten lograr la finalidad de los medios probatorios. Los medios deprueba a típicos se
actuaran y apreciarán por analogía con los mediostípicos y con arreglo a lo que el Juez disponga.
CLASES DE PAGO -
1. REQUISITOS DE VALIDEZ
• La existencia del acreedor y del deudor. Sin deudor no hay deuda ni pago, y sin acreedor
no hay crédito que pagar.
2. REQUISITOS ESPECIALES
• Se exige la auténtica propiedad del deudor respecto del bien que transfiere.
3. CLASES DE PAGO
• Pago por Subrogación: Es aquel que exige la presencia de un tercero ajeno al vínculo
obligaciónal; quien efectúa el pago no es el deudor sino el tercero, aunque no tenga interés
directo en extinción.
• Pago Indebido: Se produce cuando alguien paga por error al considerarse obligado y cree
que con dicho pago exige la deuda.
• Dación en Pago: Se presenta cuando el deudor no puede cumplir con el pago con el bien
debido, por haber perecido, por lo que puede efectuar la propuesta de pago con un bien distinto.
Para que tenga efectos cancelatorios, el acreedor debe aceptar la propuesta.
4. LA IMPUTACIÓN DE PAGO
Se presenta cuando el deudor tiene ante su propio acreedor diversas obligaciones independientes
entre sí, de distinto origen; pero de la misma naturaleza y exigibilidad. Sin embargo, no puede
pagar todas ellas por insuficiencia económica o ausencia de posibilidades, aunque puede pagar
alguna de ellas; por ello deberá señalar cuál de las obligaciones vencidas y exigibles podrá pagar.
Imputar el pago es señalar o indicar a qué obligaciones está siendo dirigido al pago, cuál de ellas
deberá ser cancelada. Las clases de imputación son:
- imputación legal
I. LA NOVACIÓN
II. LA COMPENSACIÓN
Para que se pueda aplicar se deben cumplir con los siguientes requisitos:
- Obligaciones líquidas.
- Exigibilidad de las obligaciones.
III. LA CONDONACIÓN
Se caracteriza por ser bilateral (es necesario el acuerdo entre acreedor y deudor) y es a abdicativa
(el acreedor abandona voluntariamente su derecho)
V. LA TRANSACCIÓN
Es el acuerdo mediante el cual las partes se hacen concesiones recíprocas sobre algún asunto
dudoso o litigioso, haciendo innecesaria la intervención judicial que podría promoverse o
finalizando la ya iniciada.
I. ANTIJURICIDAD
Es toda manifestación, actitud o hecho que contraviene no sólo una norma prohibitiva, sino
también la conducta que viola el sistema jurídico en su totalidad, en el sentido de afectar los
valores o principios sobre los cuales ha sido construido el sistema jurídico. Por tanto, no existe
responsabilidad civil cuando el daño se ha producido dentro de los límites de una conducta lícita.
En la responsabilidad extra contractual la antijuricidad puede ser típica, cuando la conducta se
encuentra prevista en supuestos de hecho normativos, y atípicas, en cuanto a pesar de no estar
regulados en esquemas legales, la producción de las mismas viole o contravenga el ordenamiento
jurídico.
II. DAÑO
Desde una perspectiva jurídica el daño es una condición desfavorable para un sujeto de derecho
que merece ser resarcida, siempre que el evento y la ha producido afecte una posición protegida
por el ordenamiento, y cuando sea imputable a otro sujeto, según un juicio reglamentado por la
Ley. Es importante diferenciar el daño del evento que lo genera.
A) Daño Patrimonial. - viene a ser la lesión de derechos de naturaleza económica o material, que
debe ser reparada, por ejemplo: la indemnización de un auto.
• Daño moral: es el daño no patrimonial que se entiende como una lesión a los sentimientos
de la víctima y que produce un gran dolor, aflicción o sufrimiento, por ejemplo, la pérdida de un
ser querido.
• Daño a la persona: es una novela de código civil de 1984, y viene a ser el daño que lesiona
a la persona en sí misma estimada como valor espiritual, psicológico, inmaterial. Afecta y
compromete la persona en cuanto en ella carece de connotación económico-patrimonial.
III. NEXO CAUSAL O RELACIÓN DE CAUSALIDAD
Viene a ser un tercer requisito que se presenta en la relación de causalidad, que se entiende como
“causa-efecto”, o ”antecedente-consecuencia”, es indispensable pues sin ella no existe
responsabilidad civil.
Este requisito se presenta tanto en el ámbito contractual como esta contractual, la diferencia
reside en que mientras en el campo esta contractual la relación de causalidad debe entenderse
según el criterio de la “causa adecuada”, en el ámbito contractual la misma deberá entenderse
bajo la óptica de la “causa inmediata y directa”, aunque finalmente ambas teorías nos llevan al
mismo resultado.
a) Causa adecuada: esta teoría se cumple cuando un acto, una actividad o una conducta
incrementa las posibilidades de que un daño ocurra. Es decir, no es causa cara condición del
evento, sino sólo la condición que sea adecuada o idónea para determinarlo. En consecuencia,
para establecer cuál es la causa de un daño conforme a esta teoría es necesario formular un juicio
de probabilidad.
b) Causa directa: por la cual se llama causa solamente a aquella de las diversas condiciones
necesarias de un resultado que se halla temporalmente más próxima a este; las otras eran
solamente "condiciones". El fundamento de esta teoría se centra en la imposibilidad de poder
determinar en un caso en concreto las causas de las causas, y por ello se juzga la causa inmediata.
a) Sistema Subjetivo
b) Sistema Objetivo
• Riesgo creado: Para la doctrina en riesgo creado viene a ser el riesgo adicional al ordinario,
tales como: los automotores, los artefactos eléctricos, las cocinas de gas, ascensores, los
diferentes tipos de armas de fuego, los medicamentos, las actividades industriales. En todo este
tipo de bienes y actividades no será necesario examinar la culpabilidad del autor, pues deberá
bastar con acreditar el daño producido.
V. SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL
La responsabilidad civil indirecta es aquella que se genera por mandato de la Ley, aun cuando el
sujeto no haya causado daño alguno, siempre y cuando se cumplan determinados requisitos
legales exigidos para el nacimiento de dicho supuesto de responsabilidad civil.
La denuncia calumniosa es entendida como la denuncia ante una autoridad de un hecho punible
que no ha sido cometido por el denunciado, con el objeto de perjudicarlo. El derecho que se tutela
es el del honor, entendido como un juicio de valor que se hace de una persona.
• Este artículo supone que bajo circunstancias especiales, como la existencia de un contrato
de seguro de responsabilidad civil a favor del agresor en que el daño esté previsto como siniestro,
el asegurador está obligado a reparar directamente a la víctima. En otras palabras el artículo 1987º
del código civil resulta inútil para la víctima si su agresor no se encuentra asegurado, o si el seguro
no es por responsabilidad civil.
I. CONCILIACIÓN
Las partes pueden conciliar (llegar a un acuerdo) su conflicto de intereses en cualquier estado del
proceso antes de que se expida sentencia en segunda instancia.
La conciliación se llevará a cabo ante un Centro de Conciliación elegido por las partes; no obstante,
si ambas lo solicitan, puede el juez convocarla en cualquier etapa del proceso.
Si a lo largo del proceso las partes concilian fuera de éste, deben presentar un escrito el acta de
conciliación respectiva, expedido por un Centro de Conciliación Extrajudicial. Una vez presentada
el acta, el Juez la aprobará siempre y cuando verifique que se trate sobre derechos disponibles,
siempre que el acuerdo se atribuye a la naturaleza jurídica del derecho en litigio. Verificados estos
requisitos el Juez declarará concluido el proceso.
La conciliación surte el mismo efecto que la sentencia que tiene la autoridad de cosa juzgada.
Definición:
• Puede ser total o parcial. Cuando es total, el efecto es que el Juez expida sentencia de
inmediato.
• Cuando los hechos admitidos requieren ser probados por otros medios, además de la
declaración de parte.
III. TRANSACCIÓN
• Definición: De acuerdo con esta figura, las partes solucionan el conflicto de intereses
realizando concesiones recíprocas.
• Clases:
a) Judicial: Realizada por las partes o sus representantes facultados para ello, que representa un
escrito precisando su contenido y con firmas legalizadas ante el auxiliar jurisdiccional.
b) Extrajudicial: Las partes transigen fuera del proceso, presentando luego del documento que
contiene la transacción: Escritura Pública, o documento con firmas legalizadas ante notario
público. Se puede transigir en cualquier momento del proceso, incluso durante el trámite del
recurso de casación y aún cuando esté al voto o en discordia.
• Homologación de la transacción:
Es la aprobación judicial de la transacción, siempre y cuando cumpla con los siguientes requisitos:
• Si hay una sentencia consentida o ejecutoriada, y las partes se ponen de acuerdo para
cumplir lo dispuesto en ella, ya no se está frente a una transacción, sino frente a un acto jurídico.
Ejemplo; condonación, novación, establecimiento de plazos o condiciones.
IV. DESISTIMIENTO
• Definición:
Es una forma especial de concluir el proceso sin declaración de fondo, en la cual el accionante
decide no continuar o renunciar al proceso o a su pretensión.
• Formas:
a) Desistimiento del proceso o de actos procesales.- Se da por concluido el proceso sin afectar la
pretensión. Se presenta por escrito con firmas legalizadas.
El desistimiento de actos procesales se presenta antes de que éstos produzcan sus efectos.
Ejemplo, recurso de apelación.
V. ABANDONO
• Definición:
Se presenta cuando el proceso ha permanecido en primera instancia durante cuatro meses sin que
se realice un acto procesal que lo impulse (actos que tiene por propósito activar el proceso). El
Juez puede declarar el abandono de oficio, a pedido de parte o de un tercero legitimado.
El abandono pone fin al proceso sin afectar la pretensión, esto permite reiniciar el proceso
después del año de notificada la resolución que declara el abandono. Pero si por una segunda vez,
se declara el abandono, se extingue el derecho.
• ¿Qué actos no se consideran de impulso procesal?
Los actos que no tienen como propósito activar el proceso, son la designación del nuevo domicilio,
solicitud de copias, apersonamiento del nuevo apoderado, etc.
Aquella que se produce por causas de fuerza mayor, es decir, por hechos ajenos a la voluntad y
que los litigantes no han podido superar con los medios procesales a su alcance.
• En procesos no contenciosos.
• En procesos que se encuentran para sentenciar, salvo que estuviera pendiente una
actuación cuya realización depende en la parte.
• En procesos en los que estuviera pendiente una resolución y la demora en dictarla fuera
imputable al juez, o la actuación judicial dependiera del auxiliar jurisdiccional, del Ministerio
Público o funcionario público.
La resolución que declara el abandono es apelable con efecto suspensivo; pero únicamente se
podrá fundamentar en un error en el cómputo o en causas de fuerza mayor. La resolución que
desestima el abandono es apelable sin efecto suspensivo.
2. RECURSOS: son medios impugnatorios de las partes o terceros legitimados que se interponen
exclusivamente contra las resoluciones judiciales: decreto, auto o sentencia.
A través de los recursos se solicita que el mismo órgano jurisdiccional o el superior jerárquico
reexamine la resolución cuestionada, a fin de que sea revocada o anulada total o parcialmente por
encontrarse presuntamente afectada por vicio o error.
Los recursos previstos en el código procesal civil son: Reposición, Apelación, Casación y Queja.