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La Banda Oriental fue considerada por los españoles “tierra sin ningún provecho” pues
carecía de atractivos, al no poseer minas de metales preciosos. Sin embargo, era una
fértil pradera, habitada por comunidades indígenas, que formaban un número no mayor
de pocos miles de personas.
Cuando Hernandarias, primer gobernador criollo de Asunción (hasta 1617, la zona del
Río de la Plata quedaba bajo la órbita de esa gobernación) llegó a la Banda Oriental en
1607, en un viaje de seis meses, quedó admirado de las excelentes condiciones naturales
que proporcionaba su suelo para la cría de ganado y comprendió la riqueza que podía
generar y la necesidad de poblar este territorio. A pesar de que no tuvo respuesta del
rey, decidió introducir ganado vacuno en los años 1611 y 1617 por las islas del
Vizcaíno y San Gabriel. Se trataba de una tropilla de 100 vacas y algunos toros.
Posteriormente, en 1634, llegaron 5000 cabezas de ganado de la zona norte, desde las
estancias misioneras. El ganado caballar fue introducido en 1574, por Juan de Garay,
desde Santa Fe. El ganado se reprodujo rápidamente extendiéndose por el territorio
como ganado cimarrón o salvaje. La “tierra de ningún provecho” se transformó en una
“mina de carne y cuero”.
Las vaquerías
El término vaquería tiene dos acepciones: una se refiere al hábitat natural del ganado,
verdadero depósito de ganado cimarrón (salvaje), en una enorme extensión de terreno;
otra, es la forma de explotación de este ganado cimarrón. Esta última se hacía con dos
objetivos diferentes:
Repoblar estancias de Buenos Aires y de las provincias del litoral (Santa Fe,
Misiones, Entre Ríos), para lo cual se hacían grandes arreos de animales desde la Banda
Oriental;
Obtener cueros, grasa y sebo, para lo cual se cazaban vacunos en el propio
territorio (“vaquerías de corambre”).
En ninguno de los dos casos, esta actividad implicó la apropiación efectiva de la tierra
ni contribuyó al poblamiento. Se trató de una actividad extractiva (no productiva) y
depredatoria. La matanza era indiscriminada, no tenía en cuenta la edad ni el sexo de los
animales, ni se respetaban las crías. Este tipo de explotación fue perjudicial porque
amenazaba con hacer desaparecer nuestra única riqueza. Como consecuencia de la gran
abundancia de carne que quedaba abandonada al hacerse las cuereadas, los perros que
seguían a los faeneros se multiplicaron haciéndose salvajes y transformándose en
implacables enemigos de los terneros y del hombre. Esto fue una de las causas por las
que no prosperó la cría de ovinos que introdujeron los portugueses, a fines del siglo
XVII.
La minería.
La explotación minera fue la principal fuente de ingreso para España. Los yacimientos podían
ser de metales preciosos (como oro, plata, platino), de metales útiles (como mercurio, cobre,
estaño, hierro y plomo), de piedras preciosas (esmeraldas), de sal, de azufre, y de piedra caliza.
La explotación no fue fácil debido a las zonas en que se encontraban los yacimientos, la falta de
técnicos europeos y de mano de obra calificada, el anegamiento de las galerías de las minas,
entre otras razones. A fines del siglo XVIII, las minas de plata censadas en el Perú eran 546. Por
esta razón, los virreinatos de México y de Perú fueron considerados como los "virreinatos del
oro y de la plata". A partir de 1630 comienza a declinar la producción minera. Las razones de
esta reducción fueron: el aumento del contrabando de los metales, el costo de la producción, la
disminución del rendimiento de las minas, el aumento de los impuestos, la reducción de la mano
de obra y el consumo por parte de la población de objetos de plata y oro.
El metal precioso americano le sirvió a España para:
Pagar los gastos de la Corona, y de la administración del Imperio: funcionarios,
ejército, etc.
Costear las guerras de los reyes en Europa.
Armar los buques de escolta de la armada real que acompañaban a los convoyes que
entraban y salían de España a América.
Comprar mercaderías a otros países para abastecerse ella y a América. Por esta razón,
salieron de España enormes cantidades de metales preciosos, durante los siglos XVI y XVII,
beneficiando a países como Francia, Holanda e Inglaterra.
La Tierra.
El concepto de propiedad de la tierra era desconocido entre las civilizaciones indígenas. Pero,
los derechos generados por cientos de años de uso se perdieron así como el intercambio de
productos entre las comunidades, de acuerdo a lo que cada una producía, como resultado de la
conquista. La propiedad de la tierra pasó a corresponder, por derecho y en teoría a la Corona
española. Pero por "gracia" o "concesión" (también llamada "merced"), los particulares podían
adquirir títulos de propiedad sobre ella.
A partir del siglo XVIII, y como consecuencia del descenso demográfico y de la producción
minera, se generalizó el proceso de apropiación de tierras. Surgieron así los latifundios, las
típicas haciendas coloniales. La mano de obra de este tipo de propiedad estuvo representado por
el peón, aunque hubo variantes regionales. Los pueblos de indios, que necesitaban tierras
suficientes para producir y garantizar el pago de los tributos en especie, se vieron perjudicados.
La Iglesia, en especial las órdenes religiosas, tuvieron un papel muy importante en la formación
de la gran propiedad: a través de donaciones, compras, usurpaciones y herencias, lograron
acumular la mayor fortuna territorial del mundo colonial.
Manufacturas.
Las manufacturas no tuvieron gran desarrollo en América porque el gobierno español no
las fomentó o las prohibió para evitar la competencia con las españolas. Pero a medida
que la población americana aumentó, no bastó con la producción importada. Se hizo
necesario desarrollar algunas manufacturas como: la industria minera (especialmente la
de la plata); la industria azucarera; la carpintería; la textil (obrajes); la naval y la
maderera. También se elaboró harinas, vinos, aguardientes y chocolates. Se utilizó el
cuero y con la carne se hizo charque; se aprovechó la miel.
La manufactura más extendida fue la textil realizada con mano de obra indígena.
México fue el único territorio al que se le permitió la fabricación de cerámica.
Puerto único:
Los puertos de Sevilla, y luego Cádiz, monopolizaron el comercio con América. Los
comerciantes, controlaban el volumen y la calidad de la mercadería que salía hacia
América y establecían, según su parecer, los precios para su venta en ella. Este sistema
de "puerto único" tenía su similar en América. Sólo tres puertos estaban habilitados para
el comercio con España: Veracruz en México, Cartagena en Nueva Granada (Colombia)
y Portobelo en Panamá. De esta manera se llevaban productos de América y Europa a
Oriente y se traía mercadería de esta zona.
Flotas y galeones:
El comercio con América del Sur se realizaba desde Panamá por el Océano Pacífico
hacia el puerto del Callao, en Perú. Desde allí, y a lomo de mula, utilizando los caminos
indígenas, se cruzaba la cordillera de los Andes y se abastecía la zona del Río de la
Plata. Debido a las distancias y a los innumerables intermediarios, un producto que
llegaba al Río de la Plata se encarecía hasta un 600 %.
El fracaso del monopolio.
España tenía muy poco desarrollada su producción y no pudo abastecer todas las
necesidades americanas. Por ello debió recurrir a la compra de mercaderías extranjeras,
especialmente de Flandes, Francia e Inglaterra. Los comerciantes españoles se
transformaron, así, en simples intermediarios. España tuvo, por este motivo,
una balanza comercial desfavorable, pues el oro proveniente de las Indias pagaba sus
importaciones europeas. Por su parte, las colonias estuvieron irregular e
insuficientemente abastecidas de productos europeos. Esto permitió el desarrollo
del contrabando en América. Los principales protagonistas de esta actividad fueron
ingleses y franceses. A través del contrabando, los americanos recibían mercaderías más
variadas y a precios más bajos que las que provenían de España. La reacción de las
autoridades españolas ante estos graves peligros, fue por un lado, proteger los barcos
con galeones; por otro, la construcción de fortificaciones para proteger los puertos, con
guarniciones militares profesionales. Los corsarios eran franceses, holandeses, pero el
papel más importante fue desempeñado por los ingleses. Los personajes que alcanzaron
la mayor celebridad fueron Hawkins, Drake y Morgan.
Sistema político, económico y social que creó España para gobernar, administrar y
explotar éstas tierras en este período.
La Corona española, el Rey, tuvo muchos dominios, y son los territorios que gobernaba.
España es dominio del Rey. América es dominio del Rey. Legalmente, tanto España
como América tuvieron igual categoría. Sus habitantes (españoles e indígenas) fueron
vasallos del Rey en igualdad de condiciones y, por ser vasallos (personas dependientes
del Rey), no pueden ser esclavos.
En realidad, España controlaba, dominaba y explotaba a América. Un territorio
dominado por otro país recibe el nombre de COLONIA. América era COLONIA de
España.
Con respecto a la gente, los indígenas eran como esclavos de los españoles y solo en
algunos lugares fueron tratados como seres humanos libres.
El Consejo de Indias, que se encargaba de aconsejar al Rey sobre las leyes para
América y el nombramiento de los funcionarios.
REFORMAS:
>Aparecen dos nuevos virreinatos: el de Nueva Granada (en 1717) y el del Río de la Plata (en
1776). Los objetivos eran: aumentar el poderío español en América, controlar a los criollos,
disminuir las críticas a la administración y evitar el avance de otras potencias.
>Aparecen nuevas Capitanías Generales, por ejemplo en Cuba y en Venezuela.
>Se establece el cargo de Intendente (como en Francia). Es nombrado por el Rey para controlar
la recaudación de impuestos, defender los territorios y a los indígenas.
>El Rey aumentó los impuestos que pagaban los americanos y suprimió los repartos de
indígenas.
>Para facilitar el comercio entre España y América se resolvió:
*sustituir el “sistema de Flotas y Galeones” por los “Navíos de Registro”, que viajarían en
cualquier época del año, con previa autorización y registro en España.
*permitir el comercio entre las diversas regiones americanas desde 1714.
*habilitar 13 puertos españoles y 24 americanos (entre ellos el de Buenos Aires y el de
Montevideo) por el Reglamento de Libre Comercio de 1778.
*permitir el comercio de las regiones americanas con potencias neutrales en caso de guerra entre
España y otras potencias (en 1797).
RESULTADOS:
>Protestas por los impuestos, que en algunos casos llevó a levantamientos.
>No satisface a los criollos pobres, a los mestizos, a los negros ni a los indios.
>España al no poder mantener ejércitos en América, dependió de las milicias coloniales, lo que
llevó a que éstas tomaran confianza de sus posibilidades en un conflicto.
>Los criollos reclamarán: el poder político (que estaba en manos de los españoles peninsulares),
el libre comercio y el mantenimiento del orden social. Hallaron la justificación ideológica a sus
reclamos en las Nuevas Ideas, en los Jesuitas (que fueron expulsados en 1767 de los territorios
españoles y portugueses. Desde ese momento éstos piden la independencia de las colonias) y en
la Masonería. Inglaterra será su gran aliada, ya que le conviene nuestra independencia por
motivos económicos.
LA LIGA FEDERAL
EL IDEARIO FEDERAL ARTIGUISTA Y LAS PROVINCIAS DEL RÍO DE LA
PLATA
A partir de 1814, las ideas federalistas de Artigas se extendieron hacia Entre Ríos,
Corrientes, Misiones, Santa Fe y Córdoba aprovechando la oposición al gobierno
centralista de Buenos Aires.
La aceptación de las ideas federalistas respondía a intereses políticos y económicos.
Intereses políticos: el gobierno de Buenos Aires había aumentado la
subordinación y dependencia de los gobiernos provinciales a sus intereses. Los grupos
dirigentes de las provincias estaban a favor de que las decisiones fueran tomadas por
ellos mismos de acuerdo a sus necesidades, considerando que eran los más apropiados
para encontrar las soluciones a sus problemas.
Intereses económicos: junto al interés político, los comerciantes y productores
aspiraban a una política económica que estuviera de acuerdo con las necesidades de
cada una de las provincias, las que no eran iguales en cada región. Sin embargo, no se
trataba de dejar de lado a Buenos Aires, sino integrarla en un pie de igualdad.
Las provincias del interior, como por ejemplo Córdoba, eran partidarias de una
política proteccionista que defendiera su producción de la competencia extranjera, sobre
todo inglesa, que proporcionaba productos más abundantes y baratos debido a la
revolución industrial. Por ejemplo, un poncho inglés se vendía a $ 3 y uno hecho en
Córdoba, a $ 7.
Las provincias del litoral como Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe basaban su
producción en la ganadería y vivían de la comercialización de cueros, sebos, cerda y
astas. Pero no comercializaban su producción directamente con el extranjero, sino a
través de la intermediación de Buenos Aires, que se quedaba con las rentas aduaneras.
Para liberarse de la política centralista porteña debían buscar otra salida directa al mar.
Esta posibilidad se las ofrecía Artigas con la Provincia Oriental ya que ésta era la única
geográfica y económicamente independiente de Buenos Aires, por tener los puertos de
Montevideo, Colonia y Maldonado con salida directa al Océano y a Europa.
La Liga daba a las Provincias la posibilidad de ejercer su soberanía y era, a la vez, una
forma de integración útil y práctica. Artigas les ofrecía salida al mar, libertad comercial,
igualdad provincial y reparto de las rentas aduaneras.
La Liga Federal
- La zona del interior, integrada por Santa Fe y Córdoba, la vinculaba con las regiones
de Tucumán, Cuyo y Alto Perú y les ofrecía el puerto fluvial de Santa Fe, sobre el
Paraná.
- La zona del litoral, integrada por Corrientes, Entre Ríos y la Provincia Oriental,
ofrecía a la Liga y a la región de Río Grande en el sur de Brasil, los puertos atlánticos de
Montevideo y Maldonado.
Los límites de las provincias de la Liga Federal eran imprecisos y no coincidían con los
límites actuales de las mismas.
REGLAMENTO DE TIERRAS DE 1815
La Provincia Oriental Autónoma y el Reglamento de tierras de 1815 (10/9)
Entre los años 1815 y 1817, en la Provincia Oriental autónoma se iniciaron las obras del
gobierno artiguista: la organización política y administrativa del territorio en dos centros
(en Purificación, bajo la dirección de Artigas, y en Montevideo, bajo el gobierno del
Cabildo); la creación de seis departamentos al sur del Río Negro y la aplicación del
Reglamento de Tierras.
ANTECEDENTES
OBJETIVOS
13° “Serán igualmente repartibles todos aquellos terrenos que desde el año 1810 hasta el
de 1815, en que entraron los orientales a la plaza de Montevideo, hayan sido vendidos o
donados por ella”.
15° “Para repartir los terrenos de europeos o malos americanos se tendrá presente si
estos son casados o solteros. De estos todo es disponible. De aquellos se atenderá al
número de sus hijos, y con concepto a que no sean perjudicados, se les dará bastante
para que puedan mantenerse en lo sucesivo, siendo el resto disponible, si tuvieran
demasiado terreno”.
Derechos y obligaciones de los beneficiados: Dentro de los derechos estaba
recibir tierras (suerte de estancia, según el artículo 16°), ganado (vacuno y caballar,
según el artículo 22°) y una marca en caso de no poseerla (artículo 8°).
Mientras que las obligaciones eran:
-Construir un rancho y dos corrales en un plazo de dos meses más uno de prórroga, sino
se la sacaban y daban a otro vecino más laborioso (artículo 11°). Era para obligarlos a
establecerse y trabajar para bien propio y el de la provincia.
-El que poseyera una suerte de chacra podía aspirar a una suerte de estancia; pero el que
tenía ya una suerte de estancia no podía pedir otra (artículo 17°). Se quería evitar la
formación de latifundios.
-Las tierras se entregaban en usufructo (derecho de uso) por lo tanto, no las podían
enajenar, vender o contraer deudas sobre ellas (artículo 19°).
-Debían amansar, capar y sujetar a rodeo el ganado (artículo 22°).
-Con el fin de recuperar la ganadería: para comercializar los cueros se exige al
hacendado que el ganado tenga su marca (artículo 23°) y se prohíbe el pasaje del ganado
en pie a Portugal (se refiere a Brasil) y la matanza de las hembras (artículo 24°).
Extensión de los terrenos: Era una suerte de estancia de legua y media de
frente por dos de fondo (artículo 16°). La suerte de estancia artiguista cuadruplica la
suerte española. Serán aproximadamente 10.800 cuadras (en vez de 2.700 cuadras),
unas 7.500 hectáreas, con un rendimiento de 360 cueros por año, con aguadas y límites
naturales de ser posible.
La seguridad de la campaña: Se crea una policía de campaña para tratar de
consolidar el orden y garantizar la paz y la seguridad de personas y bienes.
Artículo 25° “…para desterrar los vagabundos, aprehender malhechores y desertores,
se le dará al señor alcalde provincial, ocho hombres y un sargento, y a cada tenencia de
provincia, cuatro soldados y un cabo…”.
Artículo 27° “Los destinados a esta comisión, no tendrán otro ejercicio que distribuir
terrenos y propender a su fomento, velar sobre la aprehensión de los vagos,
remitiéndolos o a este Cuartel General, o al gobierno de Montevideo, para el servicio de
las armas…. Los hacendados darán papeletas a sus peones, y los que hallaren sin este
requisito, y sin otro ejercicio que vagar, serán remitidos en la forma dicha”.
Artículo 28° “Serán igualmente remitidos a este Cuartel General los desertores con
armas o sin ellas…”. Después de readaptarlos para un buen relacionamiento social en
Purificación, serían incorporados al ejército.
Artículo 29° “...cualquiera que cometiere algún homicidio, hurto o violencia…”.
APLICACIÓN
A pesar de todas las trabas (pocos recursos, actitud negativa de los hacendados, etc.), el
Reglamento se aplicó durante seis meses teniendo una profunda aceptación en la
campaña. La invasión portuguesa de 1816 impidió su aplicación.
Con este motivo convocó un Congreso que se reunió por primera vez el 5 de abril de 1813 en
el campamento de Tres Cruces (calles Avenida Italia y Morales, porque allí tres malhechores
asesinaron a tres personas, a principios del siglo XIX), en la casa quinta de Manuel Sainz de
Cavia (actualmente sólo se conserva el palomar). Ese día se informó a los representantes el
motivo de la reunión.
La sesión se abrió con un discurso de Artigas conocido como “Oración Inaugural” y que
comenzaba diciendo “Tengo la honra de volver a hablaros, en la segunda vez que hacéis uso de
vuestra soberanía...”. Así recordaba el momento en que, por primera vez, el pueblo oriental
había hecho uso de su soberanía, al designarlo su Jefe, en la Quinta de la Paraguaya.
Mostrando pleno respeto por la soberanía del pueblo planteó: “Mi autoridad emana de
vosotros y ella cesa por vuestra presencia soberana”. Es decir que su autoridad cesaba ante el
pueblo reunido, convirtiéndose Artigas en un ciudadano más.
El Congreso resolvió reconocer a la Asamblea con condiciones. Con ellas se pretendía que
Buenos Aires no tuviera un papel hegemónico y que mientras no existiera una Constitución,
cada Provincia conservase su total autonomía, es decir que tuviera poder de decisión sobre sus
propios problemas, estableciéndose una confederación ofensiva-defensiva entre ellas.
Las Instrucciones entregadas a los diputados eran recomendaciones que expresaban la opinión
del pueblo oriental respecto a la organización del nuevo Estado.
IDEAS POLÍTICAS
En las Instrucciones, se establecían las ideas políticas fundamentales de Artigas que son:
Independencia, República y Federación.
Federación. Artigas propuso para las Provincias Unidas una organización federal tomando
nuevamente como ejemplo a los Estados Unidos. Cada provincia sería autónoma y podría
resolver sus propios asuntos de acuerdo a sus necesidades. Los problemas comunes y
generales (por ejemplo, las Relaciones Exteriores) serían resueltos por un Gobierno
Supremo integrado por representantes de todas las provincias. Con esta forma de gobierno,
se aseguraba la unidad provincial a la vez que se respetaban las características particulares de
cada una de ellas. Se establecía que la capital debía estar fuera de Buenos Aires, para evitar
que ésta concentrara todo el poder político, militar y económico. En la Confederación, cada
provincia constituiría un estado independiente y delegaría en un organismo integrado por
todas ellas las Relaciones Exteriores, la guerra y el comercio. Por último, se llegaría al estado
federal, mediante una Constitución. De acuerdo a ésta Artigas preveía que la Confederación se
mantendría mientras durara la guerra. La federación se crearía una vez que ésta hubiera
terminado.
IDEAS ECONÓMICAS
La Banda Oriental pasó a llamarse Provincia Oriental y se organizaría como las demás, con su
propio gobierno y su Constitución. Se reclamaban los territorios de las Misiones, los de Batoví,
Santa Tecla, San Rafael y Tacuarembó que le pertenecían de acuerdo al Tratado de San
Ildefonso y que los portugueses habían ocupado.
Para que pudiera comerciar con el exterior, se habilitaban los puertos de Maldonado y Colonia,
ya que Montevideo estaba aún en manos de los españoles.
El día 20 de abril se realizó una nueva sesión del Congreso, en la que Artigas propuso la
creación de un gobierno que restableciera el orden, la paz y reconstruyera la economía del
país. Se trató del primer gobierno patrio. El mismo estuvo integrado como un Cabildo y fue
presidido por Artigas, quien fue designado “Gobernador Militar y sin ejemplar Presidente”.
A pesar de que su labor duró muy poco tiempo (ocho meses), este gobierno tomó medidas
importantes como:
- incentivar la producción agrícola ordenando a los Cabildos que ayudaran a los productores
con semillas y herramientas;
- solicitar a Manuel Pérez Castellano que realizara un manual con consejos para los
agricultores, en base a su experiencia de 40 años como agricultor en su quinta del Miguelete;
EL CICLO ARTIGUISTA:1811-1820
CRONOLOGÍA.
1811:
Incorporación de José Artigas a la Revolución (15/2).
Grito de Asencio (28/2).
Proclama de Mercedes (11/4).
Batalla de las Piedras (18/5).
1er Sitio de Montevideo (21/5).
Invasión portuguesa a la Banda Oriental (17/7).
Asamblea oriental en la Panadería de Vidal (10/9).
Asamblea en la quinta de “La Paraguaya”, en la cual los orientales
designan a José Artigas como su jefe (10/10).
Se conoce en el ejército artiguista, acampado en San José, la firma del
Armisticio entre el Triunvirato de Bs As y el Virrey Elío y se inicia “la Redota” (el
Éxodo) del pueblo oriental (23/10).
Fin del Virreinato del Río de la Plata al marcharse el Virrey Elío
(noviembre).
1812:
Éxodo: campamento del Ayuí >conflicto con Sarratea y primeras discrepancias con
Buenos Aires.
2do Sitio de Montevideo sin Artigas (1º/10).
1813:
1814:
1815:
1816:
1817:
Montevideo cae en poder de los portugueses (su dominio se extenderá hasta 1824,
y desde ese momento hasta 1828 se da la dominación brasileña): 20/1.
Lucha de Artigas contra porteños y portugueses: importante papel de los
corsarios.
1818 y 1819:
Continúa la lucha a dos frentes.
1820:
LA REVOLUCIÓN ORIENTAL,
1811-1820
Posición de Montevideo y la campaña frente a la Junta
de Mayo
Montevideo no reconoció a la Junta de Mayo y pasó a ser
sede de las autoridades virreinales, expulsadas de Buenos
Aires.
Esta actitud se explica por la presión que ejercían los
pobladores que se beneficiaban del comercio con España y
la presencia de fuerzas militares y navales españolas.
Además, el reconocimiento al Consejo de Regencia, era
una oportunidad para lograr la autonomía deseada
con respecto a Buenos Aires. Montevideo, transformada
en capital del Virreinato, extendió su dominio a toda la
campaña. En febrero de 1811, el nuevo virrey Javier de
Elío, le declaró la guerra a Buenos Aires.
Los pueblos y villas de la campaña reconocieron desde el
comienzo a la revolución de Mayo, pero, Montevideo no
aceptó esta actitud. Para financiar la guerra contra Buenos
Aires, exigió: el pago de elevados impuestos a los
hacendados, la regularización de los títulos de propiedad a
los ocupantes de las tierras realengas y la obligación a
alojar a las milicias que iban a imponer el orden en la
campaña. El descontento provocado por las medidas
tomadas en Montevideo dio inicio a la revolución en el
medio rural.
Características de la revolución
Rural, nació en la campaña por el descontento
provocado por las medidas tomadas en Montevideo. Desde
los comienzos de nuestra historia se fue desarrollando la
oposición ciudad-campo. Este antagonismo no se dio
solamente entre sus grupos sociales: comerciantes y
militares españoles en Montevideo, hacendados y gauchos
en el medio rural. También fue un enfrentamiento entre
diversas maneras de sentir y de vivir: la ciudad puerto,
centro de poder contra el habitante de la campaña más
reacio a someterse a la autoridad. Montevideo fue un foco
contrarrevolucionario. Allí permanecieron las fuerzas
enemigas de la revolución, como los saladeristas, los
comerciantes de negros esclavos, los molineros y los
“doctores” que se educaron en España y recibieron una
educación conservadora, a diferencia de los recibidos en
América, que tenían una formación más liberal.
La rivalidad entre los países europeos se reflejó en las colonias. El bloqueo continental impuesto por
Napoleón a Europa, impidió que Inglaterra comerciara con el continente. Las fisuras del bloqueo,
fueron importantes. Portugal, aliado de Inglaterra, fue uno de los países que no respetó esa medida.
Desde la instalación de los Borbones en el trono español, España y Francia estuvieron unidas por un
“pacto de familia” y aliadas contra Gran Bretaña. Napoleón, que necesitaba castigar a Portugal, pidió
permiso al gobierno español para cruzar su territorio. Lisboa cayó el 30 de noviembre de 1808. La
familia real portuguesa y la clase alta se embarcó hacia Brasil, nueva sede del reino. Una parte del
ejército francés permaneció en España, ocasionando inquietud en el pueblo español que protagonizó
el llamado motín de Aranjuez, por el cual el rey Carlos IV fue obligado a abdicar (renunciar) en
favor de su hijo Fernando, quien tomó el nombre de Fernando VII. Napoleón se negó a reconocerlo.
En la ciudad francesa de Bayona la familia real, su invitada, fue tomada prisionera. Esto provocó la
insurrección del pueblo de Madrid y el 2 de mayo de 1808 comenzó la guerra contra los franceses
porque no se reconoció como legítimo rey a José Bonaparte, hermano de Napoleón. El pueblo
enfrentó a los invasores y se organizó en Juntas para autogobernarse. El poder perdido por los
Borbones debía retornar al pueblo que lo conservaría en las juntas hasta el momento en que pudiera
nuevamente entregarlo al legítimo rey, Fernando VII, preso en Francia. Las Juntas locales decidieron
coordinar su acción en una Junta Central Gubernativa, que sesionó en la ciudad de Sevilla, con
diputados delegados de éstas. En enero de 1809, la Junta Central decretó que los dominios españoles
de América, al ser parte integrante de la monarquía española, tenían derecho de representación. En
1810, cuando las tropas francesas ocuparon Sevilla, la Junta se disolvió y se organizó un Consejo de
Regencia con cinco miembros, uno de ellos, representante de las colonias. Desde 1810, el Consejo
de Regencia ejerció las funciones de gobierno, convocó a las Cortes que era la asamblea
representativa del pueblo español. Las Cortes en Cádiz se reunieron, con delegados españoles y
americanos y redactaron una Constitución en 1812. Ella establecía un régimen de monarquía
constitucional. Se declaraba que América constituía una sola Nación con España. Luego de
sucesivas derrotas, Napoleón devolvió la corona a Fernando VII, quien, en 1814, volvió a España. El
retorno del rey Fernando, frustró las aspiraciones del pueblo. Se derogó la Constitución liberal de
1812 y se restableció la monarquía absoluta.
Entre 1808 y 1810, América vivió un proceso similar al de España. Hubo dos ciclos importantes. El
primero, entre 1808 y 1809 se instalaron juntas en Bogotá, México, Montevideo, Buenos Aires, La
Paz, Quito y Chuquisaca. Predominó el bando españolista (partidario de conservar el sistema
colonial, eran fundamentalmente españoles peninsulares). A diferencia de lo que pasaba en España,
en América las autoridades legítimas permanecieron. Dejó en evidencia la debilidad del régimen
colonial español y les permitió a los criollos dar muestras de su capacidad de acción y experiencia
política. Las juntas buscaron demostrar su apoyo incondicional al rey Fernando VII pero tomaron
algunas medidas que cuestionaban la autoridad del rey y sus representantes, como darle mucha
importancia al Cabildo. El segundo, entre 1809 y 1810, donde se crean juntas con mayor influencia
de los criollos. La situación en España había cambiado y el control francés era casi total. En
América, la distancia entre criollos y peninsulares se profundizaba y los criollos se hacían cada vez
más fuertes y tenían la oportunidad de acceder al gobierno. Las juntas de 1810, como la que se
instaló en Buenos Aires en mayo, ya no fueron de respaldo al rey, proclamaron la necesidad de
cambios. Empezaba la revolución por la independencia.