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EURE

ISSN: 0250-7161
eure@eure.cl
Pontificia Universidad Católica de Chile
Chile

Rodríguez Seeger, Claudia


Reseña de "Ambiente y sociedad. Conceptos y relaciones" de Carlos Reboratti
EURE, vol. XXXII, núm. 96, agosto, 2006, pp. 146-148
Pontificia Universidad Católica de Chile
Santiago, Chile

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=19609610

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E l libro que aquí se comenta


ya tiene algunos años de
circulación; sin embargo, ello no
“naturaleza”. En la medida que
analiza distintas definiciones, plan-
tea también algunas
ha significado que con el interrogantes, como la siguiente:
transcurso del tiempo haya si la diferencia entre ambos con-
perdido vigencia. Por el contrario, ceptos es que el primero incluye
su enfoque histórico, la revisión los elementos que han sido altera-
crítica de conceptos y su lenguaje dos por el hombre y el segundo
sencillo permiten al lector no sólo aquellos que no han sido to-
especializado introducirse cados por éste, ¿el hombre está
fácilmente en un tema que –con dentro de la naturaleza o fuera de
algunos vaivenes- ha mantenido ella? En relación con lo anterior,
su actualidad durante varias ¿cuál es la diferencia entre natu-
décadas, pero respecto del cual ral, salvaje y artificial? ¿Puede un
muchas veces se hacen parque público permitir el
aseveraciones que se fundan más reencuentro del hombre urbano
en “creencias” que en reflexiones con la naturaleza?
críticas en torno al mismo. El
Carlos Reboratti.
propio autor en su introducción Interesante resulta, asimismo,
Ambiente y sociedad. Conceptos señala que “en el tema del la revisión de este tema a la luz de
y relaciones. ambiente y la sociedad, tal vez distintas tradiciones culturales.
tenemos demasiadas apreciaciones Así, en referencia a la cultura occi-
Buenos Aires: Ariel (2000). que se toman como verdades dental, el autor señala que “implí-
reveladas y pocas posiciones que cita o explícitamente, en la mayor
reflejen una saludable duda y una parte de su historia el hombre se
posición crítica”. De esta forma, a sintió ajeno a esa naturaleza, vién-
lo largo del libro, el autor entrega dola ya sea como un recurso a uti-
al lector aquellos conceptos lizar, como un enemigo o como
básicos necesarios para un modelo de equilibrio”. En
introducirse en la problemática cambio, “las tradiciones orienta-
ambiental, logrando –a través de les [...] tienden a considerar al
un estilo simple– comunicar la hombre y la naturaleza (o los ele-
complejidad del tema y abrir mentos naturales) como un solo
muchas interrogantes hasta hoy conjunto. Incluso en algunos se
no resueltas. Sin duda el autor deja las puede considerar ecocéntricas,
entrever, así, su condición y larga dado que toman a la naturaleza
trayectoria como docente. como punto de partida”. Por cier-
to, estas distintas percepciones de
La revisión conceptual parte la posición del hombre en su en-
por buscar una definición para torno conllevan diferentes ideales
“ambiente”, término al cual el au- de desarrollo, como consumismo
tor confronta otras ideas como versus no consumismo; sin embar-

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go, el autor se pregunta cómo es ambiente. Así, el autor habla de y los impactos sobre la biota. La
que justamente entre los pueblos un continuum que comienza con visión de la ciudad como un pro-
que practican las religiones orien- el nivel individual, sigue con el blema en sí misma conduce a la
tales se han desarrollado “las local, luego el regional, el nacio- idea de un destino fatal inexora-
hambrunas más espantosas y las nal y finalmente el global. Señala ble, no dejándose entrever formas
expoliaciones más feroces del am- que se trata de una escala basada de desarrollo urbano alternativas,
biente”, mostrándose crítico fren- en sucesivas agregaciones de indi- o bien, las propias ventajas que
te a la explicación de los viduos, con organizaciones cada una organización compleja como
ambientalistas que dicen que ello vez más complejas y que ocupan una ciudad puede llevar a cabo
se debe a la negativa influencia de extensiones de territorio cada vez para abordar eficazmente las difi-
la civilización occidental. Si bien más amplias. Ello “va aumentan- cultades que la aquejan.
después no se vuelve explícita- do su posibilidad de manejo de
mente sobre el tema, el análisis los recursos del ambiente y su ca- Hacia el final del libro, el autor
posterior de lo que se debe enten- pacidad de alterar sus característi- dedica un capítulo completo al
der por desarrollo sostenible en cas originales mediante la degra- “desarrollo sostenible”, el cual abor-
un marco global e integral parece dación, la contaminación y la in- da desde una fuerte posición críti-
entregar una respuesta a esta inte- troducción de nuevos elementos ca, que resulta absolutamente ac-
rrogante. En efecto, más adelante en los ecosistemas”. tual en nuestro medio. Al respec-
se señala que los esfuerzos aislados to, el título del referido capítulo
por lograr un desarrollo sosteni- Sin duda las ciudades se ubi- (IX) ya es revelador: “Desarrollo
ble, por ejemplo a escala local, no can en alguna parte de este Sostenible: ¿una nueva utopía?”.
son suficientes si ello no se replica continuum de creciente compleji- El escepticismo original del autor
a niveles territoriales superiores. dad. Si bien el autor no hace refe- frente al concepto queda claro cuan-
rencia explícita a ellas cuando se do señala que “desarrollo sosteni-
Por cierto, el autor –geógrafo refiere a las escalas, más adelante ble es [...] una meta a alcanzar, una
argentino de vasta trayectoria– no alude al “hábitat concentrado” posibilidad que aparece en el futu-
podía dejar pasar el tema de las cuando analiza el impacto de las ro y que tal vez nunca alcanzare-
escalas. Ellas son analizadas tanto diversas actividades humanas en mos”. Más adelante el lector en-
en su dimensión temporal como el ambiente. “La gradual concen- tiende que el escepticismo del au-
espacial. Así, desde un punto de tración de la población del mun- tor se funda en la contradicción
vista temporal, contrapone las es- do en un hábitat donde los ele- que se manifiesta entre las líneas de
calas que se refieren a la actividad mentos hechos por el hombre son pensamiento económico prevale-
humana versus las que se refieren a predominantes es un hecho rela- cientes en el mundo, enmarcadas
los ciclos de la naturaleza. Sostie- tivamente moderno, pero tal vez en la teoría neoliberal del libre mer-
ne que las reducidas escalas que el que mejor ejemplifica los pro- cado y “el deplorable estado
maneja el hombre en relación con blemas de degradación ambien- socioambiental del mundo [que]
su propia vida o historia no le han tal [...]. La capacidad de impacto se debe justamente a la actividad
permitido comprender las escalas ambiental de la ciudad se explica ‘espontánea’ de individuos o gru-
de su ambiente, llevándolo a su por la propia razón de su existen- pos económicos que no son con-
propia escala y medida sin consi- cia: la proximidad espacial de sus trolados por la sociedad”. Agrega
derar la dinámica y ritmos de los habitantes”. En seguida el autor que “los problemas ambientales
procesos naturales. Esta “ignoran- analiza los distintos tipos de pro- exigen una planificación nacional
cia”, en palabras del autor, lleva “a blemas ambientales que caracteri- y regional, y esta planificación (a la
correr riesgos ambientales que zan a la ciudad, con una mirada que se le puede dar cualquier nom-
podrían ser totalmente previsi- que se centra más en la urbe mis- bre si su nominación original pare-
bles”. En una dimensión espacial, ma que en sus relaciones con otros ce demasiado urticante) no puede
es interesante la referencia a una sistemas. De esta forma, se refiere de ninguna manera ser reemplaza-
escala etnocéntrica, enmarcada en a la contaminación del aire y del da por el llamado ‘libre juego de
la relación entre la sociedad y el agua, la degradación de los suelos los mercados’”.

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Más adelante el autor adopta es menos cierto que la no conside- co, que solamente son respuestas
una postura más positiva frente al ración de las comunidades locales puntuales a problemas coyuntu-
concepto de desarrollo sostenible, puede reforzar disparidades socio- rales y no tratamientos sostenidos
intentando su reedificación sobre territoriales y, según sea el caso, y prolongados que van al fondo y
una racionalidad que permita su atentar –entre otros– contra la di- no a la superficie del tema”.
aplicación operativa. Así, concibe versidad cultural y biológica, por
el desarrollo sostenible en térmi- lo que parece más adecuada una En síntesis, el libro tiene el
nos amplios desde un punto de mirada integral, que posibilite un valor de presentar en forma senci-
vista de la escala territorial a consi- análisis transversal de las distintas lla y sucinta un tema complejo,
derar, es decir, la decisión de utili- escalas territoriales, sin necesidad que se ha mantenido en el ámbito
zar o no un recurso no puede fun- de subordinar unas bajo las otras. del interés público durante al
damentarse sólo en su disponibi- menos los últimos 30 años de
lidad, necesidad de uso o impac- Finalmente, el autor reco- nuestra historia. Si bien el autor
to a nivel local, sino que debe to- mienda que el Estado adopte una no deja de plantear su posición
mar en cuenta un contexto ma- política activa ante los problemas personal frente a cada uno de los
yor, ya sea regional, nacional o glo- ambientales, la cual debiera ser problemas que aborda, entrega los
bal. “La sostenibilidad del desa- fundamentalmente preventiva y, suficientes elementos de análisis
rrollo se basaría en las necesidades por ende, basarse en conocimien- para que el lector asuma su propia
de la sociedad y sus relaciones con tos sólidos acerca de los fenóme- perspectiva frente a ellos, invitán-
el ambiente, definidos ambos en nos y procesos ambientales. Ello dolo a una reflexión crítica que en
términos amplios y no en la significa que tendrá que relacio- muchos casos despertará su inte-
sostenibilidad per se del ambiente narse con universidades y ONGs, rés por seguir profundizando en
y de las comunidades locales”. Si buscando visiones amplias e la temática planteada.
bien esto lleva al autor a señalar interdisciplinarias. “El conoci-
que los Estados no se pueden des- miento de los temas podría gene-
entender de sus responsabilida- rar una política ambiental pro-
des descentralizando todo sin asu- funda y continuada, dejando de
lado las de tipo esporádico y cícli- Claudia Rodríguez Seeger*
mir ninguna responsabilidad, no

* Instituto de Estudios Urbanos


y Territoriales, Pontificia Universidad
Católica de Chile. E-mail:
crodrig@uc.cl

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