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AnFaMed - ISSN: 2301-1254

Artículos de revisión

Enfermedades infecciosas emergentes en


Uruguay: memorias del siglo XX
María Hortal1*, Gabriela García Gabarrot1

Resumen
Las enfermedades emergentes, no son eventos epidemiológicos nuevos: desde la antigüedad existie-
ron epidemias, inclusive en territorio uruguayo. La globalización con intervención de múltiples facto-
res, acentuó el dinamismo biológico de los agentes infecciosos y de las poblaciones humanas. Consi-
derando como enfermedad emergente la ocasionada por un agente nuevo o la que produce un número
de casos que sobrepasa el número esperado, que invade un área geográfica diferente o reaparece luego
de una prolongada desaparición, se intentó recuperar memorias de epidemias ocurridas, en Uruguay,
durante el siglo XX. Se destacó además, el progreso de los conocimientos sobre la biología de los
agentes infecciosos y su control. Muchas de las enfermedades endémico-epidémicas de las primeras
décadas del siglo, al finalizar este fueron controladas por vacunas. También subsisten brotes de otras
enfermedades trasmisibles o aparecen etiologías desconocidas. Para lograr toda esta información se
efectuó una revisión bibliográfica, pero se localizaron relativamente pocas publicaciones de epidemias
bacterianas o virales. Sin embargo, la información recuperada permitió seguir el comportamiento de
las enfermedades prevalentes, apreciar a través de los años, la evolución de sus brotes epidémicos, los
éxitos y fracasos de recursos para su control, así como la capacidad de subsistencia de la mayoría de
los agentes infecciosos. En el mundo y en Uruguay, durante el siglo XX, fue sorprendente la expansión
de los conocimientos que partiendo de una incipiente microbiología alcanzaron un alto nivel científico
/ técnico que permitió comenzar una nueva centuria con auspiciosas posibilidades para enfrentar per-
sistentes y imprevisibles desafíos.

Palabras clave
Epidemia, enfermedad infecciosa emergente, agente infeccioso, globalización.

Title
Emerging infectious diseases in Uruguay: memories from the XXth century.

Abstract
Mankind has faced infectious disease epidemics since the dawn of history, but in our globalized
world they are now called emerging infectious diseases. These are defined as an infection which is new
in a population, or which has existed but is rapidly increasing its prevalence or geographic range, or
which arises again after remaining dormant for a long period.
These diseases have become more frequent because new dynamic factors act upon the behavior of
the infectious agents and the target populations. Our purpose has been to look for publications dealing

1. Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (PEDECIBA), Universidad de la República, Uruguay.


* Contacto: María Hortal. E-mail: marujahortal@gmail.com

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with outbreaks occurring in Uruguay during the XXth century, and simultaneously demonstrate the
evolution of the biologic knowledge and resources for their control.
Several frequent endemo-epidemic diseases which were common during first decades were vaccine-
controlled by the end of the century, while others persisted or the introduction of new agents caused
epidemics. Locating bibliography describing bacterial or viral epidemic outbreaks has proved difficult.
Anyway we were able to describe epidemics of the prevalent infectious diseases and evaluate the suc-
cess or failure in their control. It has also helped to study the infectious agents strength to survive. Both
worldwide and in Uruguay the scientific and technical progress achieved during XXth century was
surprising: from an incipient microbiology in hundred years a high level of knowledge has enabled us
to be prepared for renewed challenges.

Key Words
Epidemic, emerging infectious disease, infectious agent, globalization.

Visión general y a donde se llegó al finalizar el siglo XX. En


La continua emergencia de enfermedades in- los primeros años, el país contaba con 1.042.686
fecciosas, permite afirmar que su historia com- habitantes, de los cuales 309.201 vivían en Mon-
pleta aún no se ha escrito [1]. Al dinamismo de tevideo (Censo 1906), en tanto que al finalizar
la biología de los agentes infecciosos y de las po- el siglo la población alcanzaba a 3.137.188 ha-
blaciones humanas, se agrega una gran compleji- bitantes (Censo 1998). La expectativa de vida al
dad de viejos y nuevos factores que, actualmente, nacer, de 41.7 años pasó a ser de 74.54 años y la
aceleran su aparición. Sin embargo, las enfer- tasa de mortalidad infantil, condicionada por di-
medades emergentes no son eventos epidemio- ferentes circunstancias, desde 106/1.000 nacidos
lógicos nuevos: desde la antigüedad existieron vivos llegó a 14.1/ 1.000 luego de los cien años
epidemias, inclusive en territorio uruguayo, du- analizados [4, 5].
rante la conquista, la introducción de la viruela, Sin pretender seguir un orden cronológico ri-
el sarampión y otras enfermedades trasmisibles, guroso de los brotes epidémicos de enfermedades
produjeron grandes desastres demográficos en la bacterianas y virales, ocasionalmente superpues-
población indígena [2]. tas en el tiempo, se describirá su ocurrencia a ve-
Considerando como enfermedad emergente la ces documentada en publicaciones y en informes,
ocasionada por un agente nuevo o la que produ- o en ocasiones, persistiendo en la memoria colec-
ce un número de casos que sobrepasa el número tiva. No se incluirán las infecciones intrahospi-
esperado, que invade un área geográfica nueva o talarias o brotes institucionales cuyos agentes y
reaparece luego de una prolongada desaparición, población expuesta revisten características dife-
se intentará recordar eventos ocurridos durante el rentes de lo que sucede en la comunidad. Tam-
siglo XX en Uruguay [3]. A la vez, se destacará poco se mencionarán los aumentos estacionales
el progreso de los conocimientos de la biología de virus respiratorios y de agentes de diarrea pre-
de los agentes infecciosos y su control, desde el dominantes en algunos sectores de la población
simple lavado de manos hasta las más efectivas [6, 7]. Tampoco se mencionará la emergencia
vacunas. de agentes infecciosos posteriores a la globali-
Resulta oportuno destacar de donde partimos zación repetidamente señalada en publicaciones
recientes.

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La emergencia de algunas de las enfermedades enfermedades infecciosas [11].


infecciosas, se vinculan con eventos internacio- Aunque existe abundante literatura nacional
nales, pero muchas responden a diversos factores sobre las enfermedades infecciosas emergentes
nacionales que afectan la población general o a de las últimas décadas, creemos que los ejemplos
comunidades locales. Durante los primeros años rescatados documentan y completan todo lo ocu-
del siglo, las enfermedades infecciosas predo- rrido durante el último siglo [12-14].
minaban tanto en niños como en adultos. Hasta
1934, mediante la cuarentena de viajeros en la Memorias rescatadas
Isla de Flores (situada frente a la costa uruguaya Los comienzos: etiologías y controles
de Canelones y Montevideo) y otras medidas de Hacia fines del siglo XIX, los descubrimientos
sanidad de fronteras, se trataba de evitar el ingre- de etiologías bacterianas por Pasteur y Koch con
so al país de nuevos agentes infecciosos. la contribución de otros notables investigadores,
Paulatinamente, distintas vacunas, fueron con- establecieron nuevos conceptos sobre microbio-
siguiendo reducir la morbilidad y mortalidad logía, antisepsia e higiene ambiental. En Uruguay,
infantil, a la vez que el descubrimiento de los la formación de médicos en Europa, contribuyó
antibióticos posibilitó un efectivo manejo de las con grandes adelantos para la clínica y cirugía de
infecciones bacterianas. Cuando se vislumbraba la época, complementada por la reorganización
una solución definitiva del impacto de muchas de hospitales de niños y de adultos [15]. Existía
enfermedades infecciosas, comenzó una nueva entonces, un Estado liberal y democrático, que se
era, en la que intervinieron múltiples factores. La preocupaba por las consecuencias para la salud
resistencia bacteriana a los antibióticos aseguraba de las enfermedades infecciosas y su repercusión
la supervivencia y expansión de los principales sobre la economía nacional [16]. Todo ello marcó
agentes, que lograban así, una forma de evadir la la entrada en el nuevo siglo con una renovada vi-
presión ejercida por antibióticos y vacunas. sión, punto de partida de importantes logros.
Hacia el final del siglo, Uruguay experimentó Sin embargo, al comienzo del siglo XX, la tu-
una transición epidemiológica, pues las enfer- berculosis persistía alcanzando a todas las clases
medades no trasmisibles ocuparon los primeros sociales, el último brote de fiebre amarilla en las
lugares en las estadísticas nacionales [8]. Sin em-
capitales del Plata (Buenos Aires, Montevideo),
bargo, diversas influencias asociadas a la globali-
documentado por el célebre cuadro de Juan M
zación con ilimitados intercambios internaciona-
Blanes (Un episodio de la fiebre amarilla en Bue-
les de personas, mercaderías y microorganismos
nos Aires, 1871), mantenía vigente la amenaza de
potenciaron la emergencia de enfermedades in-
nuevas epidemias de la enfermedad [17].
fecciosas [9]. El mundo microbiano cambió con
Las enfermedades infecciosas eran endémico-
diseminación de nuevos clones de bacterias re-
epidémicas, con predominio de las habituales de
sistentes a uno o más antibióticos y también, la
la infancia, como lo ilustra una epidemia de sa-
incontrolable variabilidad genética de los virus
rampión, descrita en 1904, por una publicación
ARN, propició la aparición de nuevas etiologías
del Profesor Luis Morquio, maestro de la pedia-
virales [10].
tría uruguaya y gestor de acciones trascendentes
En diferentes oportunidades, la escasez de re-
en beneficio de la niñez [18, 19].
cursos económicos, restó eficiencia a los contro-
les de salud pública mundial, lo que creó brechas, En general, la difteria era uno de los proble-
inclusive en las estructuras sanitarias nacionales, mas de salud más acuciantes, con mortalidad
contribuyendo a la emergencia o reemergencia de que afectaba a niños, e inclusive a adultos. Sus
exacerbaciones periódicas, determinó la creación

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del Centro Antidiftérico (1932). Las cifras de la Paysandú en 1904 [24]. La vacunación fue obli-
última epidemia con 8.749 casos y 398 falleci- gatoria a partir de 1911 y recién en 1936 se pro-
dos, demuestran la magnitud del problema [20]. dujo el último brote de viruela [22].
El mayor énfasis se puso en la profilaxis, lo que En el caso de la influenza tampoco se pensó en
se logró vacunando con la anatoxina diftérica, una etiología viral, frente a su reiterada . activi-
cuya aplicación se hizo obligatoria a partir de dad estacional, o en ocasión de la primera pan-
1944. Veinte años después (1964), al disminuir la demia del siglo, en 1918-19. El síndrome gripal,
cobertura de la vacuna, comenzaron a aumentar conservaba el nombre “influenza” que aludía a la
las denuncias y un inesperado brote de difteria en “influencia de las estrellas” que según los anti-
Salto, obligó a actualizar las técnicas confirma- guos era la causa de la enfermedad.
torias de Corynebacterium diphtheriae [21]. Re- En EE.UU., en 1933 se aisló el primer virus
cién en 1975, se registró el último caso de difteria influenza A y luego el influenza B. Estudios mo-
en el país [22]. leculares y serológicos retrospectivos demostra-
En 1896 se había creado el actual Instituto de ron que la pandemia de 1918-19, fue causada por
Higiene - entonces Instituto de Higiene Experi- una variante de influenza A, subtipo H1N1, cuya
mental - con el fin de investigar la fiebre ama- excepcional agresividad también alcanzó a Uru-
rilla y luego producir suero antidiftérico, único guay, con más de 2.000 fallecidos [25-27].
recurso terapéutico para tratar a los enfermos de Una vacuna de influenza, de muy limitada apli-
difteria. cación, no evitó la segunda epidemia de influen-
Su primer director, el científico italiano José za del siglo (1957) provocada por influenza A,
Sanarelli, al estudiar una epizootia en conejos, subtipo H2N2, que reemplazó al subtipo H1N1
llegó a la conclusión de que la mixomatosis era predominante hasta el momento. En 1967, el vi-
producida por un agente trasmisible capaz de rus influenza A del humano, experimentó otro
atravesar los filtros que retenían a todos los mi- cambio antigénico importante, responsable de
crobios hasta entonces conocidos. Fue así como, la pandemia por el subtipo H3N2. La presencia
en Uruguay, el siglo XIX se cerró con la descrip- de ese subtipo se demostró en la Sección Virus
ción de la etiología de la mixomatosisoc asionada del Instituto de Higiene, mediante los primeros
por uno de los primeros virus reconocidos en el aislamientos del virus influenza en huevos em-
mundo [23]. A pesar de este hallazgo, no se plan- brionados de gallina [28]. Finalmente, en 1977 se
teó la etiología viral en enfermedades prevalentes produjo un nuevo impacto por la reaparición del
como la viruela (alastrin o viruela menor). subtipo H1N1 [29].
La vacunación antivariólica se comenzó a apli- Anualmente se producía una única vacuna de
car poco después de que Artigas la solicitara al influenza para ambos hemisferios, primero se
Cabildo de Montevideo en 1816. Desde entonces aplicaba en el norte, y más tarde en el hemisferio
se aceptaba que la viruela era una enfermedad sur. A partir de 1997, se comenzó a producir una
del ganado vacuno (cow-pox) y que se trasmitía vacuna específica para el hemisferio sur, con sub-
al hombre a través del contenido de las pústulas tipos más actualizados que los empleados hasta
de los animales. Durante años, la cobertura de la la fecha.
vacuna fue baja, de modo que el virus seguía tras- Tiempo después, a instancias de la Organización
mitiéndose, produciendo epidemias en Montevi- Panamericana de la Salud (OPS), el Ministerio
deo (1900-1904 y 1906-1911), y también brotes de Salud Pública (MSP) comenzó a ofrecer - en
de la enfermedad en el interior del país, como lo marzo-abril de cada año - la vacuna de influenza
evidencia la publicación sobre la epidemia de (con antígenos de dos subtipos de influenza A y

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uno del B) que priorizaba su aplicación a grupos mentó con una mejor comprensión de la historia
de riesgo (embarazadas, niños menores de 5 años, natural de las infecciones bacterianas. Paulatina-
adultos mayores de 65 años, personas con patolo- mente, en el mundo y en Uruguay, se fueron reco-
gías crónicas y personal de salud) [30]. nociendo etiologías virales, cuyas características
Bordetella pertussis, el agente causal de tos epidemiológicas apuntaban al imperativo de con-
convulsa o tos ferina, ha sido bien caracterizado tar con medidas profilácticas.
del punto de vista microbiológico, pero se dispo-
ne de poca información de su comportamiento Desarrollo de la virología: prevención de
epidemiológico antes de la vacunación. Algunos virosis
datos de mortalidad infantil, con destacables au- Tecnologías apropiadas para el aislamiento y
mentos periódicos, podrían corresponder a brotes cultivo de diferentes virus fueron fundamentales
de la enfermedad [25]. Su comportamiento es cí- para el diagnóstico etiológico y la epidemiologia
clico, con aumento en el número de casos cada de las principales virosis. En el Laboratorio de
3-5 años y prevenible por una vacuna, que se Bromatología de la Intendencia de Montevideo
aplica en Uruguay desde 1966 [22]. Sin embargo se preparaba la vacuna antivariólica y en ese ám-
ya en la década del 90 comenzaron a resurgir ca- bito surgieron los primeros intentos de cultivos
sos en adolescentes y adultos, quienes transmiten virales [32].
la enfermedad a los lactanes pequeños, por lo que La inoculación de animales de experimenta-
se le consideró como una enfermedad reemergen- ción, incluyendo primates y embriones de pollo,
te [31]. permitió el aislamiento y replicación de diferen-
El tétanos, aunque producía casos esporádi- tes virus. La incorporación en 1949 de técnicas
cos en adultos e infecciones en recién nacidos, de cultivos celulares fueron recursos cruciales
interesaba especialmente por su patogenia que para el desarrollo de la virología [33]. Su empleo
dependía de una toxina similar a la diftérica. Am- aceleró la caracterización de los virus de la po-
bas podían detoxificarse y así convertirse en un liomielitis, con la identificación de los tres tipos
inmunógeno que inyectado, era capaz de inducir del virus (I, II y III), antigénicamente diferentes,
resistencia a la enfermedad. cuya representación era imprescindible para de-
El éxito logrado con la vacunación para el con- sarrollar una vacuna que protegiera frente a la
trol de la difteria, marcado con el cierre del Cen- enfermedad.
tro Antidiftérico, estimuló la prevención de las En los países desarrollados, las epidemias de
otras enfermedades como la tos convulsa y el té- poliomielitis causaban muertes y secuelas impor-
tanos. Durante la década del cuarenta el Instituto tantes en muchos de los sobrevivientes. El virus
de Higiene, actualizado en los avances científicos era de trasmisión oral-fecal, la que era facilitada
internacionales, poseía idoneidad suficiente para por condiciones sanitarias deficitarias. Paradó-
producir una vacuna trivalente, que confería pro- jicamente, las malas condiciones higiénicas fa-
tección frente a difteria, tos convulsa y tétanos. vorecían la inmunización temprana de los niños
Para asegurar su aplicación en 1947 el Ministerio por repetidas exposiciones a los virus, por lo cual
de Salud Pública creó la Oficina de Contralor de también en Uruguay, rara vez se observaban ca-
Vacunas Preventivas. sos de parálisis infantil excepto algunos casos en
Efectivas medidas sanitarias (agua potable, edades mayores. Este fenómeno se repitió luego
eliminación de excretas, sanidad de alimentos, de la vacunación por desplazamiento de los sus-
cadena de frío) habían reducido los riesgos de ceptibles hacia nuevos grupos etarios.
propagación de enfermedades, lo que se comple- A principios del siglo, se describieron los

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primeros casos de poliomielitis en Uruguay, se- a dobles infecciones, al coincidir con un brote
guidos por una persistente endemia [34]. En de difteria o con tuberculosis. En el sarampión
1936-37 surgió un brote de parálisis infantil, con el compromiso respiratorio revestía mayor seve-
286 casos denunciados y una letalidad de 3,87% ridad cuando se asociaba a tos convulsiva [43].
[35-37]. En 1955 ocurrió la mayor epidemia de la Con la obligatoriedad de la vacuna triple cesaron
historia del país, con 497 casos y una incidencia los casos complicados con difteria y tos convulsa.
de 18/100.000, lo que urgió la aplicación en 1957 La vacuna del sarampión si bien no logró su erra-
de la vacuna Salk (inyectable, con virus inactiva- dicación como en el caso de la viruela, alcanzó
dos). Al año siguiente (1958), luego de encendi- prácticamente la eliminación de los casos a par-
das discusiones, se autorizó su reemplazo por la tir de 1982, con la instrumentación del programa
vacuna Cox, con virus vivos atenuados, en cápsu- ampliado de inmunizaciones (PAI) [44-46]. Sin
las para vía oral, seguida en 1962, por la vacuna embargo, inesperadamente, en 1999, a partir de
Sabin, también con virus atenuados, administrada dos casos importados de Argentina, reapareció en
en tres dosis, cada capsula con uno de los tres Montevideo y Maldonado un pequeño brote de
tipos del virus [38,39]. sarampión con 34 enfermos denunciados [47].
Otro brote de poliomielitis ocurrió en Montevi- La rubeola era otra de las enfermedades preva-
deo, cuando ya se estaba vacunando. Al recono- lentes de la infancia, pero un considerable núme-
cer que la epidemia no era causada por el seroti- ro de adultos jóvenes también enfermaban. En
po de la cápsula que se estaba administrando, se esos casos, adquiría trascendencia la infección
decidió cambiarla por la cápsula con el serotipo en mujeres en edad fértil, y más aún en gestantes
epidémico con lo que se logró controlar la enfer- que cursaban el primer trimestre del embarazo,
medad (Héctor C. Tosi, comunicación personal, período en el cual el virus provocaba malforma-
1962). ciones congénitas en 90% de las infecciones [48,
Durante las epidemias de poliomielitis, eran 49]. Notificaciones al MSP permitieron registrar
frecuentes los casos en grupos familiares, cuya empujes epidémicos en 1964 (2.944 casos) y en
trasmisión era 40% mayor que en la población 1970, con un aumento significativo de casos, que
general [25]. El estudio de una familia con 7 ni- mantuvieron un promedio de 300 notificaciones
ños, de los cuales, 4 enfermaron, confirmó en anuales hasta la implementación obligatoria de la
Montevideo ese fenómeno. Además, uno de los vacuna en 1982 [50, 51].
niños presentó una forma poco frecuente de la en- La parotiditis también era endémica, con
fermedad, ya que cursó una meningoencefalitis brotes epidémicos cada 3 o 4 años, que según
por poliovirus [40]. La investigación etiológica las denuncias al MSP, variaban entre 1.500 y
de otro grupo familiar, identificó otro enterovirus, 3.000 casos. La incorporación de la vacuna al
un Coxsackie B3 [41]. PAI, redujo la incidencia de la enfermedad, pero
En 1978, se registró en el país el último caso de recién se logró su control 10 años después (1992)
poliomielitis por virus salvaje [22]. con la incorporación de una segunda dosis.
El sarampión era en general, considerado una Unos jóvenes deportistas que retornaban de una
enfermedad benigna de la infancia, con epide- competencia en el exterior, iniciaron en el 2004,
mias cada 3 o 4 años como lo muestran los regis- un brote de parotiditis que alcanzó una incidencia
tros de 1912, 1916, 1920, 1923 y 1927. En 1930, de 66/100.000 [22].
un brote de mayor magnitud alcanzó una inciden- La varicela era endémica en el período prevacu-
cia de 294/ 100 000 habitantes [42]. La mayoría nal, pero cada dos o tres años se daba un aumen-
de los casos más graves o mortales se debieron to significativo en el número de casos. En 1998

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alcanzó una incidencia estimada de 46.9/100.000 128 pacientes se identificaron 53 enterovirus: al


persona-año, aunque probablemente la incidencia comienzo de la epidemia, predominó Coxsackie
se aproximaba a 100 según las denuncias. Las for- B5 y luego ECHO 9 [59].
mas más severas de la enfermedad aumentaban
con la edad de los pacientes [52]. Fue así como Brotes epidémicos de etiologías bacte-
en una reducida población del departamento de rianas
Río Negro, la capacidad del hospital local fue Streptococcus pneumoniae, Haemophilus in-
desbordada por pacientes con varicelas hemorrá- fluenzae y Neisseria meningitidis han sido los
gicas (Hortal M, comunicación personal) Al año principales agentes bacterianos de meningitis
siguiente (1999) se comenzó la vacunación uni- supurada, cada uno con un comportamiento epi-
versal a los niños de un año, lo que constituyó la demiológico distinto. Es una enfermedad de de-
primera experiencia en América Latina [53]. nuncia obligatoria y en un considerable porcen-
En la época previa a la vacunación la hepatitis taje se obtiene un diagnóstico etiológico, lo cual
A, en áreas urbanas con falta de adecuada dispo- posibilita medidas sanitarias oportunas, como
sición de excretas, era endémica, e hiperendémi- la quimio-profilaxis a los contactos. La vigilan-
ca cada 4 o 6 años, Su incidencia predominaba cia epidemiológica se complementa con análisis
en niños de 5 a 14 años, durante los meses de moleculares de sus agentes etiológicos, lo cual
otoño-invierno cuando los ambientes cerrados permite reconocer clones con especiales carac-
(guarderías, escuelas, hogares) facilitaban la tras- terísticas de virulencia y poder de diseminación
misión de persona a persona. Una comunicación [60, 61].
describe una epidemia en la ciudad de Dolores Las meningitis por neumococo predominan en
[54] y otra en San Gregorio de Polanco [55]. En los extremos de la vida, aunque se observan en
esta última, los pobladores del lugar, recuerdan todas las edades y su incidencia no ha presentado
una epidemia anterior que coincidió también con incrementos epidemiológicos significativos [62,
una sequía, cuando la bajante en el lago afectó el 63].
abastecimiento de agua potable. En cambio, las meningitis por H. influenzae
Al inicio de la década del 80, una encuesta se- tipo b, a pesar de no caracterizarse por la magni-
rológica demostró, en adultos de Montevideo, tud de su incidencia, preocupaba por su gravedad,
una prevalencia de anticuerpos para hepatitis A, la frecuencia de sus secuelas y la mortalidad en
cercana al 100% [56]. No obstante, en las últimas lactantes tiernos [64].
décadas, paulatinamente se fue registrando una En 1994, Uruguay decidió aplicar la vacuna
tendencia descendente de la enfermedad, posible- conjugada de H. influenzae tipo b, la que logró
mente relacionada con mejores condiciones sani- un dramático descenso de las meningitis por esa
tarias y vacunación por iniciativas individuales. etiología, convirtiéndose en un ejemplo para toda
Fue recién en este siglo (en el año 2008), cuando Latinoamérica [65].
la vacuna se incorporó oficialmente al PAI, que Los brotes epidémicos por N. meningitidis han
se logró un efectivo control de la enfermedad [57, sido y siguen siendo un importante problema de
58]. salud pública. En la década del setenta, ocurrió
Los brotes epidémicos de meningitis por virus, una epidemia por N. meningitidis serogrupo C
están escasamente documentados. Se dispone de (tasa de ataque de 17,5 por 100.000 habitantes).
una comunicación sobre un episodio en adultos, En esa instancia fue la primera vez que se admi-
ocurrido durante el verano 1972-73, en la ciudad nistró en el país una vacuna polisacarídica A-C
de Montevideo. En el líquido céfalo-raquídeo de [64]. Posteriormente predominó N. meningitidis

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serogrupo B. En la década del noventa, la tasa la reemergencia de enfermedades estreptococci-


anual de meningitis comenzó a aumentar hasta cas invasoras, sin alcanzar la magnitud observada
alcanzar 6 casos por 100.000 habitantes y entre en la era preantibiótica. Cepas con atributos es-
1993 y 1996 volvió a predominar el serogrupo C peciales de virulencia produjeron manifestacio-
(73% de los casos) cuando se registraron dos epi- nes clínicas no observadas anteriormente, como
demias, una en el departamento de Rivera y otra el shock tóxico y la fascitis necrotizante. Ambos
en Paysandú [66-68]. Para controlar esa situación cuadros clínicos de extrema severidad, fueron
en 1996 se volvió a administrar la vacuna A-C a causa de muerte en pacientes sin patologías de
niños mayores de dos años y a adultos menores base, ni factores de riesgo. En 1999-2000 S. pyo-
de 20 años, lo que logró un descenso progresivo genes provocó una situación epidemiológica pe-
de las meningitis por esa etiología [61]. culiar en Uruguay por la inusitada aparición de
Luego de esa intervención volvió a predominar 8 casos graves, de los cuales 6 fueron mortales
N. meningitidis serogrupo B, que persistió, sin [69].
presentar aumentos significativos, hasta el fin de La sobreinfección bacteriana por S. pyogenes
la década del noventa [22]. contribuyó a aumentar la mortalidad durante las
Las estreptococcias y estafilococcias son causa pandemias de influenza. En la pandemia de 1918-
de frecuentes procesos infecciosos, que cubren 19 S. pneumoniae fue el principal agente bacte-
una amplia gama de cuadros clínicos que van riano asociado a neumonías de las que también
desde procesos benignos hasta muy severos, a S. pyogenes tuvo participación solo o asociado al
veces mortales. neumococo.
Dentro de las diferentes especies de Streptococ- Staphylococcus aureus y en mucho menor
cus, S. pyogenes, en la era pre-antibiótica, tuvo cuantía S. epidermidis son responsables de in-
uno de los mayores impactos para la salud [69]. fecciones de variada trascendencia clínica. Son
Se observaban, muertes maternas por fiebre puer- bacterias muy ubicuas ampliamente disemina-
peral, escarlatinas, ocasionales brotes de erisipe- das: S. aureus integra la microflora de distintos
las con puerta de entrada cutánea (lesiones míni- sectores del cuerpo humano y la portación nasal
mas o importantes y heridas quirúrgicas). es frecuente con porcentajes que varían según la
Síndromes no supurativos como la fiebre reu- actividad del portador. Algunas cepas causan in-
mática y la glomerulonefritis pueden asociarse fecciones de severidad variable, y con gran fre-
a procesos supurativos, pero son una frecuente cuencia protagonizan brotes intrahospitalarias
complicación post estreptococcica de esa infec- [72]. La disponibilidad de antibióticos revirtió
ción. Visto el problema de salud pública creado parcialmente la letalidad de infecciones estafilo-
por la frecuencia de la fiebre reumática post es- coccicas. [73].
treptococcica, durante su Ministerio (1972-73) el A mediados del siglo las estafilococcias comen-
Profesor Pablo Purriel creó, en el Hospital Pedro zaron a adquirir una frecuencia alarmante. La po-
Visca, el Centro de Estudio y Prevención de la blación infantil era la de mayor susceptibilidad,
Fiebre Reumática, enfatizando el diagnóstico y dentro de esta, los lactantes y recién nacidos
precoz y la antibioterapia preventiva [70,71]. fueron los más afectados con procesos graves y
Las infecciones por S. pyogenes fueron dismi- mortales. También resurgieron infecciones os-
nuyendo su incidencia y severidad en los comien- teoarticulares y nuevas patologías como la escar-
zos de la segunda mitad del siglo XX, incluso latina estafilococcica [74].
antes del uso generalizado de la penicilina. Sin Brotes epidémicos de estafilococcias comunita-
embargo, a partir de los años ochenta se produjo rias, están poco documentados, no así infecciones

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intrafamiliares, cuya investigación demostró que da intestinal. Las enteritis en los lactantes, con
eran causadas por estafilococos de un mismo tipo frecuencia, requerían hospitalización, y su mor-
fágico [75]. En la década del 60 se recurrió a la talidad era elevada. Mejores condiciones sanita-
tipificación de S. aureus por bacteriófagos como rias redujeron su incidencia, y la prevención de
herramienta epidemiológica: la identificación de la deshidratación mediante la administración oral
la fuente de infección y de la cadena infecciosa, de soluciones salinas favoreció el pronóstico. Sin
permitía la aplicación de medidas profilácticas embargo, a fines de la década del 60 comenzó a
[76]. diseminarse una Salmonella multiresistente, de
En 1960 se introdujo la meticilina, pero dos especial virulencia. S. typhimurium, causaba in-
años más tarde se reconocieron algunas cepas fecciones sistémicas, y además facilitaba infec-
resistentes. Hacia fines del siglo se incrementó ciones cruzadas en los hospitales pediátricos de
la circulación de clones de S. aureus meticilino Montevideo [82].
resistentes. Estudios filogenéticos y moleculares Los brotes epidémicos de toxoinfecciones ali-
demostraron que en la comunidad las cepas re- mentarias predominaron en Montevideo, cuyas
sistentes (CA-MRSA) tenían mayor virulencia, y etiologías, a partir de la última década, fueron
eran capaces de infectar a individuos previamen- sistemáticamente investigadas en el Departamen-
te sanos, en tanto que los S. aureus (HA-MRSA) to de Laboratorios del MSP. Según el Centro de
aislados de infecciones intrahospitalarias tenían Salmonellas del Instituto de Higiene, la mayoría
menor poder patógeno, suficiente para agredir a de los episodios se asociaron con S. typhimurim
una población más susceptible [77]. hasta 1997. Luego predominó S. enteritidis al-
La fiebre tifoidea era frecuente en los prime- canzando 75% en 1999 [83].
ros años del siglo, así como las toxoinfecciones Otras etiologías también causaron brotes de
alimentarias. Salmonella typhi no solo provocaba notoriedad. La toxina de S. aureus fue el agente
cuadros graves en adultos sino que también era contaminante de los productos de una heladería.
frecuente en los niños [78, 79]. Causaba brotes También es muy recordada la salmonelosis aso-
relativamente circunscriptos, ya que, en general, ciada con comestibles expendidos por un comer-
la infección se originaba a partir de un portador o cio situado en la Terminal Tres Cruces. El proble-
de un alimento contaminado. No se contaba con ma sanitario tomó estado público ya que muchos
elementales medidas de higiene, ni se disponía de viajeros de Montevideo y del interior compraron
refrigeración para la conservación de alimentos, preparaciones contaminadas de manera que sur-
tampoco se les envasaba adecuadamente lo que gieron, simultáneamente, brotes en la capital y
facilitaba toxoinfecciones alimentarias también en diferentes localidades del país [84]. A partir
por bacterias anaerobias [80]. de la década del ochenta se comenzaron a inves-
En Uruguay, hasta mediados de la década del tigar las enteritis por E. coli enterotóxicos, res-
30 la disentería por Shigella era la etiología más ponsables de brotes en niños, a veces asociados a
reconocida, pero estudios sistemáticos de las epi- diarreas hemorrágicas o a síndromes urémico-he-
demias de diarreas estivales de los niños, demos- molíticos. Múltiples publicaciones referidas al
traron el predominio de las salmonellas [81]. Las tema no describen eventos epidémicos a pesar de
enteritis graves en los niños, eran endémicas en señalar la potencial relación entre alimentos de
el país, aún a fines de la década del 50. Diferentes origen animal contaminados y los E. coli verotó-
tipos serológicos de Salmonellas eran los agentes xicos [85].
etiológicos que provocaban cuadros diarreicos
o compromisos sistémicos con puerta de entra-

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Otras etiologías [89] y también un último caso de fiebre amarilla


Cabe mencionar además, enfermedades infec- [17]. Hasta fines de la década del 60, la OPS pro-
ciosas asociados a actividades laborales que cau- movió a nivel continental la lucha contra el Ae-
saron brotes epidémicos de brucelosis y fiebre Q. des, lo que conjuntamente con la aplicación de la
Durante la década del 80, una comisión intermi- vacuna de la fiebre amarilla, lograron solucionar
nisterial con apoyo de OPS, enfrentó una inusual los problemas. Recién en 1997 se detectaron nue-
incidencia de brucelosis en obreros de diferentes vamente larvas de Aedes aegypti en nuestro terri-
frigoríficos del país. Se trataba de pacientes in- torio (Departamento de Colonia), replanteando el
fectados por Brucella suis. Los casos persistían riesgo de la posible reemergencia del dengue y
a pesar de las medidas sanitarias. Recién se lo- otras arbovirosis [90].
gró controlar los brotes de la enfermedad cuando Aunque existe profusa información sobre en-
se advirtió el ingreso de suinos infectados desde fermedades parasitarias y micosis, faltan publi-
Brasil y su posterior comercialización ilegal (co- caciones sobre brotes epidémicos, por lo que de-
municación personal del integrante de la comi- bido a su impacto para la salud humana, deberán
sión en representación del MSP). ser mejor explorados en el futuro.
Según encuestas serológicas, Coxiella burnetii,
el agente causal de fiebre Q, tiene su principal re- Resistencia a antibióticos y reemergen-
servorio en ganado de carne. Aunque la produc- cia de enfermedades
ción pecuaria no es afectada por la Rickettsia, el La resistencia a drogas, es un fenómeno bioló-
procesamiento de la carne en los frigoríficos - sin gico general, que se observa en una amplia gama
adecuadas medidas de protección - genera ries- de seres vivos y contribuye a la reemergencia de
gos de infección para el personal. En diez años enfermedades [91, 92].
(1975/85), ocurrieron 14 brotes de la enfermedad La resistencia a antiparasitarios crea, entre
que involucraron a 1.358 obreros, con 60% de ca- otros, problemas sanitarios y económicos para
sos confirmados [86]. Se describe la infección en el control de infecciones en el ganado. También
un grupo familiar, integrado por dos trabajadores existe resistencia a plaguicidas que hace inefec-
de un tambo y otros tres familiares, que única- tivos a muchos de los productos empleados en el
mente visitaron el lugar [87]. control de vectores, cuya proliferación también
Las enfermedades precedentes deben de clasi- contribuye a la emergencia o reemergencia de en-
ficarse entre las zoonosis. El reino animal cons- fermedades (dengue, chikungunya, zika y otras
tituye un vastísimo reservorio de agentes infec- arbovirosis).
ciosos, el que también está sometido a cambios La reemergencia de enfermedades infecciosas
de los ecosistemas (cambios climáticos, densidad bacterianas y virales, se debe, en parte, al aumen-
de población, modificaciones de hábitat) que to de la resistencia que hace inefectivos a muchos
con frecuencia, contribuyen a la emergencia o antibióticos y antivirales.
reemergencia de enfermedades infecciosas en La pérdida de la susceptibilidad por diversas
el hombre [88]. En la cadena de las infecciones bacterias a los antibióticos, la multiresistencia y
participan además vectores, cuya intervención la panresistencia son fenómenos cada vez más ge-
tiene gran relevancia para la salud pública, lo que neralizados, que crean graves problemas terapéu-
amerita su vigilancia y control. A principios del ticos: enfermedades infecciosas que eran rápida-
siglo, existían en el país, mosquitos trasmisores mente controlados por antibioterapias, reemergen
de la fiebre amarilla y de otras virosis, lo que fue como problemas actuales y su progresión plantea
corroborado por una epidemia de dengue en Salto temibles desafíos para la medicina del futuro.

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La resistencia a los antibióticos, no fue un en los virus influenza A H1N1 [29]. El VIH es
hecho repentino sino que progresó lentamen- resistente a algunos de los antiretrovirales. La es-
te. Desde el inicio del empleo terapéutico de la trategia de asociación de fármacos con diferentes
penicilina se identificó S. aureus resistentes, así mecanismos de acción busca disminuir el riesgo
como otros representantes de la especie que eran de selección de resistencias, aumentando la efica-
reservorio de genes de resistencia. Ya en 1965, se cia del tratamiento antiretroviral (TARV), ya que
aisló el primer neumococo resistente a penicilina, el virus tiene una alta tasa de mutaciones espon-
y en Uruguay, en la década del 90, se introdujo táneas y el efecto de un TARV no supresor o poco
un clon del serotipo 14, resistente a la penicilina potente contribuye a la selección de mutaciones
y trimethoprim/ sulfametoxazol [93]. El aumento que le permitan replicarse y evadir la acción de
dramático de la resistencia de S. pneumoniae a los los fármacos [97].
betalactámicos a nivel mundial derivó en el uso y Los potenciales cambios en la susceptibilidad
abuso de otros antibióticos como los macrólidos. a los fármacos empleados en el tratamiento de
A su vez, S. pneumoniae y S. pyogenes también diversas enfermedades infecciosas requieren la
aumentaron la resistencia a esos fármacos [94]. implementación de técnicas estandarizadas de
A la resistencia a las drogas de primera línea referencia y sistemas de vigilancia nacionales e
para el tratamiento de la tuberculosis se sumó su internacionales que alerten sobre la circulación
propagación en poblaciones carenciadas y de in- de nuevas variantes de agentes infecciosos resis-
munodeprimidos. Patologías olvidadas reapare- tentes. Con el fin de contrarrestar la resistencia
cieron en niños como neumonías y osteomielitis a los antimicrobianos, la OMS promueve planes
tuberculosas, las que fueron presentadas en ate- globales, que en colaboración con otras organi-
neos clínicos como una alerta frente a esa nueva zaciones vinculadas a la calidad de alimentos, de
realidad [19, 95]. En hospitales de adultos, fue agricultura (Food and Agriculture Organization,
llamativo el aumento de consultas por esa pa- FAO) y de la salud animal mundial (Organiza-
tología con confirmación etiológica. En conse- ción Internacional de Epizootias, OIE), aspiran
cuencia, resulta crucial manejar adecuadamente a combatir un problema creciente que limita la
los planes terapéuticos con fármacos combinados efectividad de las terapéuticas y compromete la
que previenen la resistencia [96]. salud pública de las poblaciones [91, 92].
Toneladas de antibióticos empleadas en la cría
masiva de diferentes animales, sumado al uso Lecciones de todo un siglo
injustificado en el tratamiento de virosis del ser Es sorprendente la expansión de los conoci-
humano, dosis subterapéuticas y tratamientos in- mientos logrados en el mundo durante el siglo
completos, entre otros factores, ejercen presiones XX. Uruguay incorporó esos avances a pun-
selectivas que promueven el desarrollo de la re- to de partida de una incipiente microbiología y
sistencia bacteriana. transcurrido el siglo se accedió a conocimientos
Los antivirales para uso humano también tie- científicos/técnicos que culminaron con la se-
nen limitaciones por el desarrollo de resistencia. cuenciación de genomas bacterianos, el análisis
El oseltamivir tiene acción sobre cepas de virus molecular de estructuras virales, así como el con-
influenza A y B, en particular A H1N1 pandémi- trol genético de su replicación. Nuestro propósito
co. Es posible que algunos virus de influenza ad- principal, no fue analizar ese proceso, ni los re-
quieran resistencia durante el tratamiento antivi- cursos de diagnóstico etiológico, sino reunir evi-
ral con oseltamivir y sigan siendo susceptibles al dencias de la emergencia de brotes epidémicos de
zanamivir; esto se ha dado con mayor frecuencia muchos agentes infecciosos, diferentes hitos en

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su epidemiologia y control. Agradecimientos


Para esa tarea, la recuperación de información A los Dras Isis Bianchi, Gloria Ruocco, Acs.
específica sobre el tema enfrentó limitaciones. José Grunberg, Ismael Conti por responder a
Existían pocas publicaciones, a veces, una litera- nuestras interrogantes, a las Dras Teresa Camou,
tura gris aparece citada en trabajos, pero en la ac- Inés Iraola y a Luis Giordano por la lectura crítica
tualidad es de difícil acceso. Se ha realizado una del manuscrito y al personal de bibliotecas, muy
búsqueda sistemática en archivos de publicacio- especialmente al de Facultad de Medicina, Pedia-
nes nacionales, se visitaron bibliotecas y se entre- tría y Sindicato Médico por su eficiente contribu-
vistaron memoriosos expertos. Lamentablemente ción a la búsqueda bibliográfica.
parte de la documentación de principios del siglo,
no se encuentra indexada o ha pasado a depósitos Referencias
no bien identificados. A pesar de esos obstáculos, 1. Satcher D. Emerging infections: getting ahead
aunque parciales, las memorias recuperadas per- of the curve. Emerg Infect Dis 1995;1:1-6.
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prevenibles, otras enfermedades infecciosas por eid0101.950102
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permiten olvidar que los microorganismos exis-
D, Vitureria N, de Sierra MJ, Berois M, et al.
tieron, en el planeta, antes que el hombre y que
Variable dominance of respiratory syncytial
poseen innumerables recursos que aseguran su
virus groupsA and B in Uruguay during four-
supervivencia. En los cien años del siglo XX, se
teen years (1988- 2001). VRR [Internet].
erradicó la viruela y se controlaron enfermedades
2003 [consultado 2016 oct 11];8(1-2):35-
trasmisibles, pero surgieron o reemergieron otras,
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confirmando las palabras iniciales de que la his- dex.php/vrrjournal/article/view/215 http://
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mina, como lo indicaron las visionarias palabras 7. Hortal M, Russi JC, Benítez L, Somma RE.
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