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El trabajo de Sergio Buarque de Hollanda caracteriza al hombre brasilero desde cierto mito de la
cordialidad que impide la afirmación y desarrollo del sujeto y sus proyectos. En un orden
excesivamente familiar que reniega de la posibilidad de mediar racionalmente los conflictos, no se
logran desplegar las formas modernas de la política. Al contrario, la autoridad no se asienta sobre
bases racionales, vinculadas al diálogo público, sino a modos tradicionales ligados a lógicas familiares.
Esta reflexión es profundizada por Roberto Damatta, quien explica la centralidad del favor en los
vínculos sociales en Brasil. De este modo, en la modernización brasilera conviven instituciones
modernas con lógicas tradicionales en las que la autoridad se impone de manera jerárquica, lo que se
replica en múltiples instancias de la vida social que aparecen como una infinita competencia por el
reconocimiento de la autoridad, condensadas en la pragmática de la pregunta ¿Sabe Usted quién soy yo?.
En ese sentido, Damatta explica que bajo la figura de la cordialidad que no se presenta al extranjero
laten formas autoritarias que expresan una sociedad autoritaria que no ha logrado modernizar sus
costumbres y orden político.
2. En el contexto del cambio de época que experimenta América Latina durante las dos
primeras décadas del siglo XX, explique el vínculo entre indigenismo, socialismo y nación
propuesto por José Carlos Mariátegui.
Martín-Barbero explica cómo la emergencia de los medios de comunicación de masas imbrica la alta
cultura y la cultura popular en medios que son leídos y apropiados de distintos modos por los
distintos grupos de la sociedad. De esta manera, identidades populares tradicionales son
reconfiguradas a través de nuevos formas de recepción de los discursos de los medios de masas
modernos. En particular, se interesa por el modo en que los grupos populares observan los medios
de masas como un modo de observar sus vidas, mediante cierta integración subalterna a la nación
que discute sus sentidos hegemónicos. De este modo, por ejemplo, los mexicanos aprenden a ser
mexicanos viendo el cine mexicano. Ante la falta de una integración social real que pudiera
transformar materialmente la vida de los grandes grupos excluidos en la sociedad, y de un espacio
público capaz de acoger sus opiniones, los medios de comunicación de masas abren la posibilidad
de otra forma de diálogo, vinculada al consumo, recreación y conversación pública en torno a los
productos de los medios de masas que marcan la integración de grupos migrantes a la ciudad en la
modernidad latinoamericana del siglo XX. En ese sentido, contra la teleología que supone que los
medios de comunicación de masas muestran cierta falta de modernidad, para Martín-Barbero las
formas populares del exceso y el melodrama muestran otra experiencia de modernidad, crítica de las
formas hegemónicas de la misma en el continente.
Echeverría, por su parte, también critica el discurso teleológico que supone una forma de
modernidad a la cual se contrapondría la “supervivencia”, en Latinoamérica, de lógicas tradicionales
vinculadas con una eventual tradición antimoderna. Frente a ello, Echeverría describe la simultánea
existencia de lógicas modernas y antimodernas como parte de las tensiones de la modernidad en el
continente. En ese marco, describe la modernidad como cierto proyecto de emancipación del ser
humano, capaz de liberarse de cualquier tipo de determinación ajena. El modo particular que ha
asumido la modernidad ha sido, según su diagnóstico, el de una modernidad capitalista que termina
generando nuevas formas de dominación, vinculando el tiempo de vida al tiempo de trabajo y la
relación con los objetos al fetichismo de la mercancía. Sin embargo, esa misma modernidad genera
sus propias fuerzas antagónicas. En el caso europeo, Echeverría menciona los ethos vinculados al
neoclasicismo, el romanticismo y el marxismo. En el caso de la modernidad latinoamericanos,
destaca la importancia de los ethos vinculados al barroco, al comunismo y a lo real-maravilloso. En
todos ellos, aparece un modo no realista de modernidad que se opone a la lógica del cálculo y el
progreso. De este modo, en América Latina la modernidad también genera formas de resistencia
anticapitalista, las que conviven de modo tenso en México, donde Echeverría describe la emergencia
de distintas posiciones ante los procesos de shock modernizador. Mientras las élites de la ciudad
buscan liderar y capitalizar los procesos de modernización capitalista, en otras zonas más
tradicionales emergen distintos modos de rechazo a la modernización, particularmente en su versión
indígena y “guadalupana”. A su vez, dentro y fuera de las grandes ciudades comparecen la
antimodernidad barroca antirrealista y la antimodernidad anticapitalista que aspiran a otro modo de
modernidad que la impuesta por las élites. Más que discutir si ha existido o no modernidad en
México, de modo teleológico, para Echeverría la modernidad en México parece ser la historia de esas
tensiones y articulaciones periféricas ante los procesos de modernización.
4. Explique la descripción que da Martí de la prensa moderna y el rol que considera que
debe ahí tener el intelectual en la construcción de las repúblicas latinoamericanas.
José Martí describe la emergencia de una cultura de masas que se contrapone a los antiguos tiempos
y formas de lectura y escritura. A diferencia de las antiguas largas obras, el diario que emerge en la
aceleración de la ciudad cambia rápidamente de temas de discusión, mediante una escritura breve y
directa. Ante ese proceso, Martí toma una visión ambivalente: Por un lado, valora la ampliación del
saber y la creación de la antigua élite a un público cada vez mayor, propio de la lógica igualitaria de
la modernidad. Por otro lado, nota que ese proceso puede tender hacia cierta igualación mediocre
en la que se pierda la posibilidad de la belleza, en el marco de una vida cada vez más interesada que
atenta la posibilidad del desinterés poético. Para ello, apela a la necesidad de que sean los intelectuales
que posean el secreto de la belleza, en concreto los poetas, quienes puedan dirigir los procesos
políticos de modernización y democratización, dotando de sus necesarios fines a los medios
democráticos. En su caso particular, se vale de la crónica como modo de escritura que le permite
articular distintos saberes modernos desde la especificidad histórica latinoamericana y combinar la
velocidad moderna con una escritura de tipo ensayístico con la cual establecer discusiones que
sobrepasan la rápida coyuntura de la prensa moderna.
Echeverria
Modernidad y Anti modernidad
Segundo lugar.
el valor de la
mercancía capitalista valorizándose por sí mismo, automáticamente, en medio del
proceso de reproducción de la riqueza social;
Tercer Lugar
lo que hace la modernidad realmente
existente no es otra cosa que remplazar al dios arcaico por un dios moderno, a una fuerza
mágica por otra, si su discurso no hace más que sustituir el mito abiertamente fantástico
de los tiempos arcaicos por otro mito, sólo que cripto-fantástico, aparentemente racional
y experimental
la anti-modernidad, lo notorio es
que se trata de un polo que es necesariamente múltiple.
Tres escenarios
La modernidad
viene sólo a trastornar su mundo tradicional, pero no es capaz ni de mejorarlo ni de
sustituirlo. Esta es la primera fuente, la más radical y general, de la resistencia e incluso
la hostilidad frente a la modernidad establecida.
escisión de la sociedad
escisión de la sociedad en la
que se desarrolla: como resultado de su aparecimiento, el tejido social se rasga en dos
partes, la una tradicional y la otra moderna, y se da una duplicación de la identidad
colectiva
La parte modernizada se destaca de la parte tradicionalista, antes de volver
sobre ella para someterla; se ubica primero en ciertos niveles del proceso global de
trabajo y en ciertas regiones del territorio, en las ocupaciones profesionalizadas y en el
espacio citadino, antes de avanzar, para completar su dominio
tema de la “doble
personalidad” de la sociedad mexicana actual, puede descubrirse que no se trata
solamente de “dos Méxicos” que estén en conflicto entre sí dentro del mismo México: el
de la modernidad y el de la anti-modernidad, el progresista y el retardatario, sino en
verdad de un caso de “personalidad múltiple”, de cuatro Méxicos enfrentados entre sí
dentro de México: el México de la modernidad y el México de tres tipos diferentes de
anti-modernidad: primero, el “México profundo” o de la antimodernidad civilizatoria,
segundo, el México barroco o de la antimodernidad anti-realista, y tercero, el México
contestatario o de la antimodernidad anticapitalista.
-NOTAS Y COMENTARIOS
-AVANCES
-ENTREGA FINAL y EXAMEN
- ENTREGA MINUTO 31
los procesos
nacionalismos a trasnacional
el establecimiento
de mercados nacionales, y ellos a su vez serán
posibles en función de su ajuste a las necesidades y exigencias
del mercado internacional. Pero ese modo dependiente de acceso
a la modernidad va hacer visible no sólo el "desarrollo desigual",
la desigualdad en que se apoya el desarrollo del capitalismo,
sino la "discontinuidad simultánea"1 desde la que Amé-
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rica Latina vive y lleva a cabo su modernización
tres estados
Discontinuidad
destiempo entre Estado y Nación
Nación moderna.
Surge así un nacionalismo nuevo
Una que identifica el progreso nacional
con el de la clase que lo orienta y con el esfuerzo de industrialización
pueblos testimonio"
10, que busca compaginar la nueva nacionalidad con aquella
otra Nación que existía antes y que "viene de abajo". Para
los unos lo decisivo era industrializarse y así acceder al rango
de naciones civilizadas; para los otros hubo siempre una fuerte
tensión entre la necesidad imperiosa de industrialización y la
conciencia de su diferencia como Nación precisamente
el establecimiento
de los mecanismos básicos de una administración estatal
un fuerte proceso de funcionalización
"un
proletariado de formación aluvial
La nueva cultura, la
cultura de masa, empezó siendo una cultura no sólo dirigida a
las masas, sino en la que las masas encontraron reasumidas,
de la música a los relatos en la radio y el cine, algunas de sus
formas básicas de ver el mundo, de sentirlo y de expresarlo.
que "corrige" su marcado materialismo
—lo que importa, lo que tiene valor es lo económico y lo
que significa ascenso social— con el desborde de lo sentimental
y lo pasional
los populistas
Se trata de un Estado que, erigido en arbitro de los
intereses antagónicos de las clases, se abroga sin embargo la
representación de las aspiraciones de las masas populares y en
su nombre ejercerá la dictadura, esto es, una manipulación
directa sobre las masas y sobre los asuntos económicos
mexico
"tercera vía", en el que a la
clase capitalista se le responsabiliza del crecimiento de la pro-'
ducción y a las masas populares del progreso social. Y en la
conciliación de esos dos intereses estaría el papel del Estado.
argentina
Perón plantea primordialmente una política
de desarrollo económico dirigida por el ünico estamento
que puede conciliar los intereses en conflicto: el estado
"un sistema
nuevo de reconocimiento de los atributos del trabajador, nombrándolo
de otra forma
la masificación en la primera
etapa: la de transmutar la idea política de Nación en vivencia,
en sentimiento y cotidianidad
el modelo de
sustitución de importaciones llega a "los límites de su coexistencia
con los sectores arcaicos de la sociedad"42 y el populismo
no puede ya sostenerse sin radicalizar las reformas sociales, el
mito y las estrategias del desarrollo vendrán a sustituir la
"agotada" política por soluciones te,cnocráticas y la incitación
al consumo. Es entonces cuando, al ser desplazados los medios
de su función política, el dispositivo económico se apodera de
ellos
el estado ceden a los intereses privados el encargo de
manejar la educación y la cultura— y la ideología se torna
ahora sí vertebradora de un discurso de masa, que tiene por
función hacer soñar a los pobres el mismo sueño de los ricos.
La
lógica de esa transformación sólo se hará visible unos años
más tarde, cuando la crisis económica de los ochenta desvele la
nueva crisis de hegemonía que el capitalismo sufre, ahora a
escala mundial, y a la que sólo puede hacer frente trasnacionalizando
el modelo y las decisiones de producción y homogeneizando,
o al menos simulando la homogeneización de las culturas.
Pero entonces lo masivo se verá atravesado por nuevas tensiones
que remiten su alcance y su sentido a las diversas representaciones
nacionales de lo popular, a la multiplicidad de matrices
culturales y a los nuevos conflictos y resistencias que la trasnacionalización
moviliza.
Lo nacional no va a ser
entonces capaz de cubrir las tensiones y los desgarramientos
que se suscitan, pero el nacionalismo populista será una etapa
fundamental, ya que en ella si "el Estado busca legitimación en
la imagen de lo popular, lo popular buscará ciudadanía en el
reconocimientopñcial"61