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La Predicación y Los

Predicadores

Un estudio comprensivo de la relación entre la iglesia y


los predicadores.

Por James P. Neeham


Traducido por Juan Sanchez
116 Hummingbird Court
Cedar Creek, TX 78612
512-785-6410
juansanchez999@hotmail.com

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LO QUE NECESITA UN PREDICADOR
La fuerza de un toro,
El valor de un león,
Inofensivos como una paloma,
La gentileza de un cordero,
La visión de un águila,
La perspectiva de una jirafa,
El aguante de un camello,
El estómago de un caballo,
La fe de un profeta,
Ser ferviente como un evangelista,
La tenacidad de un perro chato,
El conocimiento de un búho,
Ser industrioso como un castor,
La versatilidad de un camaleón,
El cuero de un rinoceronte,
La disposición de un ángel,
Poder rebotar como un canguro,
La lealtad de un apóstol,
La dulzura de un pastor,
La devoción de una madre,
Y aun así, ¡no podría darles gusto a todos!

---Autor desconocido

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TABLA DE CONTENIDO
CAPÍTULO PÁGINA

Introducción………………………………………………………………………………4

Prefacio…………………………………………………………………………………...6

I. El Predicador Desde un Punto de Vista Escritural……………………………………..9

II. Las Cualidades que un Predicador Debe Tener Según los Hombres………………….14

III. Las Cualidades que un Predicador Debe Tener Según Dios…………………………21

IV. Los Deberes del Predicador Según el Hombre……………………………………….27

V. Los Deberes Del Predicador Al Evangelio: Según Dios………………………………33

VI. El Concepto que Dios tiene sobre el Predicador, Sus Deberes, Su Trabajo, la Iglesia, El
Mismo, y Los Falsos Maestros……………………………………………………………40

VII. Lo Que Enseña Dios Del Deber del Predicador a los Hermanos…………………….45

VIII. Los problemas de la iglesia con los predicadores……………………………………53

IX. Los Problemas de los Predicadores con la Iglesia- Apoyo Financiero………………..59

X. Los Problemas de los Predicadores con las Iglesias- Las Prácticas de Empleo………...71

XI. El Juego De La Mudanza………….…………………………………………………....77

XII. Hospedando al Predicador……………………………………………………………..85

XIII. PREDICADORITIS…………………………………………………………………..92

XIV. La Falta de Predicadores…………………………………………………………...…96

XV. Los Predicadores Que Se Promueven A Sí Mismos…………………………………..108

XVI. DE PREDICADORES, PONTÍFICES, Y PROYECTOS……………………………113

XVII. Admoniciones Prácticas para los Predicadores……………………………………....119

XVIII. LOS PREDICADORES Y SUS FAMILIAS………………………………………..125


APENDICE………………………………………………………………………………….130
POEMAS…………………………………………………………………………………….133

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INTRODUCCIÓN
Es un honor y un placer el introducirles y recomendarles LA PREDICACIÓN Y LOS
PREDICADORES de James P. Needham. El introducir este libro sería un placer aunque no
considerara la larga y cercana amistad que ha sido mi privilegio tener con el autor. Pero lo más
importante de este libro es que dice algunas de las cosas las cuales hay una gran necesidad de
que se digan, y están dichas en una manera muy legible y entendible.
El material presentado en este libro originalmente apareció en forma de una serie de
artículos en el TRUTH MAGAZINE. Sin dudas estas series de artículos causaron más
comentarios y respuestas de nuestros lectores que cualquier otro artículo que se haya publicado.
Muchos pidieron repetidamente que estos artículos fueran re-escritos y adaptados en forma de
libro. Yo insistí para que el hermano Needham preparara este material en forma de libro. Yo
sentí que este era un material que era necesario para los miembros de la iglesia tanto como para
los predicadores.
Algunos preguntaran sobre las credenciales que tenga el hermano Needham para escribir
sobre este tema. Sin tomar en cuenta su cualidades educativas, yo creo que el se ha ganado las
credenciales y el derecho de hablar por las dos décadas que él ha estado predicado. Needham
ahora está en la flor de su vida. El ha trabajado con algunas de las mejores iglesias, y él ha
trabajado en algunos lugares duros. El ha adquirido una amplia experiencia en que ha viajado
extensivamente para participar en más de quince series al año. El ha adquirido una buena
habilidad para escribir por causa de ser un escritor prolífico y su larga experiencia. El ha
participado en un buen número de debates orales y escritos. El ha adquirido tan amplia
experiencia como es posible a un hombre que está en la flor de su vida puede adquirir.
Los predicadores pueden ser descritos de muchas maneras. Algunos son los mejores
predicadores en el juego del golf; ¡otros pueden decir los mejores chistes! Pero James Needham
es el predicador más trabajador que conozco. Siempre está haciendo una cantidad de trabajo que
es casi imposible de hacer. Como aguanta tanto, verdaderamente no lo entiendo. El se lleva así
mismo a niveles peligrosos de trabajo por su ardiente deseo de estar en la Causa de Cristo. Estas
cosas no están siendo dichas solamente para complementar al hermano Needham, pero estas son
dichas para mostrarles que él se ha ganado las credenciales y el derecho de hablar de los temas
en este libro.
La cualidad más fuerte y valuable de los escritos del hermano son su habilidad de
organizar sus materiales. En orden de poder hacer esto bien uno tiene que poseer una mente
analítica. Verán que su estilo de escribir es potente y sus alegorías intrigantes. En otras palabras,
yo creo que este libro les va a gustar y les va a ayudar espiritualmente.
Las mejores cualidades de este libro son que es tan fácil de entender y su objetividad. No
verán en estas páginas las murmuraciones de un predicador enojado o maltratado. El no
solamente habla del punto de vista de los predicadores. Pero en una manera remarcablemente
justa y objetiva presenta también las quejas que las iglesias han tenido hacia los predicadores. El
habla tan duro de los predicadores como de las iglesias. Una objetividad que muy pocos de
nosotros podríamos tener.
Este libro es muy necesario, sobre todo en estos tiempos en que estamos perdiendo los
servicios de hermanos experimentados más que hermanos jóvenes que están entrando a la
predicación pueden reemplazar. Sería un regalo esplendido para cada anciano, cada diácono,
cada predicador, y cada miembro de la iglesia. Habla a nuestros tiempos y a nuestra necesidad.

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Dice algunas cosas que todos necesitamos que nos digan. ¡Circulen este libro! Nos hará bien a
todos, y nos ayudará a resolver algunos de los problemas más cruciales de nuestros tiempos.
--Cecil Willis_______
Diciembre 25, 1968

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PREFACIO
Salomón dijo, ―…el hacer muchos libros no tiene fin‖ (Eccl. 12:12). Y pues, yo añado
otro libro a la lista de nunca acabar.
El material que está en este libro apareció originalmente en el TRUTH MAGAZINE por
las sugerencias de Cecil Willis, el editor. A grande extensión, estos artículos aparecen en forma
de libro como resultado de su animación y su incansable trabajo. El hizo mucho del trabajo
necesario para su producción. Fue su idea de que escribiera sobre este tema en el TRUTH
MAGAZINE, y él fue el primero en mencionar que este material debería ser puesto en el formato
de libro. A él debería de ir el crédito de todo el bien que pueda o que será hecho. Por el ánimo y
la labor que él ha puesto en este proyecto, yo le debo tanta gratitud que no puedo regresar.
Poco después de que este material apareció en el TRUTH MAGAZINE, me inunde de
comentarios positivos por el tal, oralmente y en escrito. Muchos insistieron que estos deberían de
ser puestos en forma de libro para que pudieran ser circulados más ampliamente y que fueran una
referencia más a la mano. Con solamente la sugerencia de que este material fuera puesto en
forma de libro, muchas ordenes de prepublicaciones fueron recibidas. Hemos estado recibiendo
muchas preguntas de cuando estará el libro listo.
Todo esto ha convencido a este autor que hay una necesidad para tal obra. Mucha
consideración fue dada antes de que hiciera la decisión final de llevar acabo está obra. No quise
arriesgar el dinero necesario para traer esta obra en vida sin ningún modo de recobrar tales
fondos. No tenían ningún deseo de hacer un libro solo para decir que había hecho uno. Tal cosa
sería un gasto de dinero y tiempo que no sería necesario. El material necesitaba unas cuantas
mejoras, las cuales serían una tarea laboriosa; se tendría que hacer algunos cambios y de re-
escribir a maquina el manuscrito. Todo este trabajo pesado, hizo que la decisión fuera un poco
más difícil.
Yo estoy muy agradecido con muchas personas las cuales fueron de tanta ayuda y animo
para esta obra. Multitudes de hermanos, predicadores y otros, han hablado dulcemente sobre mis
esfuerzos. Cecil Willis, un buen amigo personal y compañero de trabajo, ha sido de asistencia
invaluable en muchas maneras. La hermana Martha Lois Hargesheimer, es una de las mejores
calígrafas que he conocido, y una miembro de la iglesia donde predico de tiempo completo, ella
escribió a maquina y revisó el manuscrito sin que se le pagara. Hermanos de todas partes del
mundo han contribuido pedacitos de información e ideas valuables, algunas cuales han sido
incorporadas a este producto terminado. Por toda la ayuda yo estoy bien agradecido, y espero
que nuestros esfuerzos sean repagados con buenos resultados.
Una palabra de explicación tiene que ser dada con referencia al estándar económico que
es frecuentemente mencionado en este libro. Los salarios y los beneficios que fueron usados en
este libro están basados en el estándar de vida prevalerte al tiempo en que este material fue
escrito. Esto estará fuera de proporción veinte años de ahora. Se podrá mirar muy alto, o bajo,
según la economía. Esto quiere decir que estos asuntos tienen que ser vistos a la luz de esta
explicación.
Lo que ha estado más presente en mi mente en este libro, ha sido el deseo de ser justo.
Cualquier falla que haya ocurrido de esta naturaleza ha sido una de la mente y no del corazón.
Los comentarios de predicadores y otros hermanos indican que este deseo ha sido suplido.
Muchos han comentado favorablemente en este aspecto del material. Hay una tendencia a que
haya problemas en la relación de iglesia-predicador; los hermanos les echan la culpa a los

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predicadores por los problemas y los predicadores les echan la culpa a los hermanos. Yo he
tratado de ver los dos lados, y he tratado de juzgar los asuntos realisticamente; para poner a la luz
las faltas de los dos: iglesias y predicadores. Yo fervientemente espero que haya sido exitoso.
Así que, empiezo mi primer, y tal vez mi último libro, yo pido que se lea con la mente
abierta. He orado para que esto ayude a la Causa de Cristo de alguna manera. Si resulta en atraer
a más hombres a la gran obra de la predicación de tiempo completo, que ayude a algún hermano
a ver este trabajo con una luz más clara, o que sea consuelo a las heridas que han sido causadas
en la relación de predicador-iglesia, entonces todas los esfuerzos y el dinero que fueron usados
serán ricamente repagados. Yo oro por las bendiciones de Dios sobre ustedes mientras leen este
libro.
James P. Needham
Octubre 2, 1963

PREFACIO PARA LA SEGUNDA EDICIÓN


La Predicación y los Predicadores apareció en forma de libro por primera vez hace 16
años. Fue el primer libro mayor de este autor, y fue hecho con algunas reservaciones de parte
mía. La recepción del tal ha sido una sorpresa placentera. Yo no creo que pueda estimar la
cantidad de predicadores jóvenes que me han dicho que este libro ha sido de gran ayuda, y que
han expresado mucha apreciación de la ayuda que recibieron. La primera edición ha estado fuera
de circulación por varios años, y todavía sigo recibiendo ordenes, y también de otras librerías
alrededor del país. He sido inundado con peticiones de que vuelva a reimprimir el libro.
La decisión final para hacer esto fue hecha muy fácilmente cuando recibí cartas de
hermanos bien conocidos urgiéndome que enseñara el material de este libro a mis estudiantes de
Florida College. Por varios años el libro ha sido usado como un libro de referencia en algunas de
las clases, pero, por primera vez, será usado como el texto principal de un curso bíblico,
Septiembre 1985.
Aquellos que tienen una copia de la primera edición se darán cuenta de que la segunda
edición ha sido alargada. Cuatro capítulos y un apéndice han sido añadidos, además de las
muchas páginas en blanco y páginas parciales que estaban en la primera edición han sido
llenadas con poemas y otros materiales pertinentes al tema. Yo creo que estos materiales mejoran
el valor del libro, y lo hará más interesante y beneficial al lector.
Uno puede notar que algunas de las cosas que aparecen en la primera edición están un
poco anticuadas para estos tiempos. Esto será el caso no importa la revisión. La revisión es
bastante trabajosa, y escojo no hacer tales cambios en estos momentos. Mientras encomiendo
esta obra en su segunda edición, oro que tengan las bendiciones de Dios y que los lectores se
llenen de la gloria de Dios. JPN. (1985)

PREFACIO DEL TRADUCTOR


Esta es la primera vez que esta obra se pública en español. En junio del 2005 finalmente
conocí al hermano Needham por teléfono. El hermano sigue predicando en Florida y sigue
siendo un hombre humilde. El hermano Terry Partain tuvo la cortesía de ponerse en contacto con
el hermano y de intercambiar mi información con la de él. Estuve bien impresionado con la

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sabiduría y el conocimiento del hermano. El hermano estaba bien contento de que su libro siga
ayudando a otros hermanos.
El hermano Vicente Ramírez fue el que me introdujo a esta obra hace como nueve años.
El hermano sabía que yo deseaba ser predicador. El hermano tomó su tiempo para estudiar
conmigo y en el proceso me prestó la edición primera de este libro. Cuando leí el libro por
primera vez (me tarde una semana en leerlo todo) pude ver varios de los problemas que había
visto yo mismo entre la iglesia y los predicadores. Después cuando me dedique a la predicación,
pude no solamente ver sino vivir estos mismos problemas. Verdaderamente me di cuenta de que
algunos hermanos hacían estos errores por ignorancia y los predicadores también. Esto me dio
una nueva perspectiva en mi trabajo como evangelista. También me ha ayudado a seguir fuerte
en la predicación del evangelio, aunque ahora en el campo de habla inglesa.
Es mi deseo más fraternal que este libro sea circulado entre los hermanos y las iglesias
para que estos errores no se repitan. Hay muy pocas iglesias de habla hispana y la mayoría de las
iglesias todavía no pueden apoyar financieramente por completo a sus propios predicadores. El
establecimiento de nuevas iglesias ha sido casi detenido por causa de que no hay predicadores
que puedan hacer la obra. En los últimos años la mayoría de las nuevas que iglesias han sido
establecidas en Texas han sido establecidas por causa de divisiones y no por la expansión del
evangelio.
Los hermanos en las diferentes iglesias no están entrenando a los jóvenes para que sean
predicadores. Muchos no quieren ser predicadores por que no quieren vivir en la pobreza. Muy
pocos hermanos en la obra de habla hispana tienen salarios adecuados. La mayoría viven en la
pobreza. Yo creo que esto es por causa de la ignorancia que hay sobre este tema. Espero que este
libro ayude a otros hermanos a ser predicadores y que ayude a las iglesias a apoyar a estos
obreros de Dios a hacer la obra. El hermano Needham fue muy objetivo en sus artículos sobre el
tema. Así como el pidió, yo también ruego que cuando se lea este libro, que se lea con la mente
abierta.
También quiero dar las gracias a la iglesia de Pasadera Blvd. los cuales me ayudaron
publicar el libro por primera vez en español. Ellos me ayudaron con 25 copias del libro.
Verdaderamente agradezco que los hermanos tengan el interés en esta obra. Espero que estos
estudios nos hagan reflexionar y nos ayuden a reconocer nuestros deberes como iglesias y
también como predicadores. Me tarde casi 4 años en completamente traducir este libro. Lo
estuve traduciendo en cada momento libre que tuve, pero nunca comprometí el trabajo en la obra
local para hacerlo. Tenemos que siempre tener en mente el crecimiento del reino de Dios y las
almas que salvaremos si todos hacemos nuestra parte. Dios los bendiga y esté siempre con
ustedes al leer este libro.
Juan Sánchez
6/19/05

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El Predicador Desde Un Punto de Vista Escritural
Después de haber predicado el evangelio en series y en el trabajo local en muchos estados
por aproximadamente veinte años, ha habido ciertas observaciones y sugestiones que este
escritor le gustaría hacer según el predicador y su trabajo. Muchos han escrito sobre este tema
(en habla inglesa) y esos materiales ciertamente se merecen ser considerados, pero nosotros
sentimos la necesidad de seguir estudiando el tema con las esperanzas de que sea de beneficio a
los dos predicadores e iglesia.
De ninguna manera siente el escritor que su propia experiencia o conocimiento lo
califique como un experto en el tema, sino los años de observación y el deseo de decir algunas
cosas que se necesitan decir.

OBJETIVIDAD: Todo esfuerzo será tomado para ser objetivo en estos estudios, aunque sea tal
vez imposible estar completamente libre de las influencias circunstanciales y preferencias
personales. Este escritor no tiene ningún prejuicio que quiera presentar en estas consideraciones.
Estas observaciones no son el grito de un predicador amargado el cual ha sido amargado por la
hermandad mediante sus sentimientos de atropello por los hermanos. El autor está presentemente
predicando en una de las mejores iglesias en el país con arreglos de trabajo que son satisfactorios
y congeniales. Los hermanos, como regla, han sido buenos hacia mi y mi familia en mi
experiencia como predicador. Ha habido varios raros acontecimientos donde sentí que podrían
haber hecho mejor (y algunos en que yo también podría haber hecho mejor), pero estos tienen
que ser esperados en lo concerniente a los hombres sin importar cual rama de trabajo se
encuentre.
La objetividad demanda que miremos los dos lados de la moneda, que miremos el tema
desde el punto de vista del Predicador y de la Congregación. Las observaciones revelan que casi
todo lo que esta escrito sobre el tema está escrito desde el punto de vista del predicador. Esto
solo hace aparentar que casi todas, o sino todas, las congregaciones son crueles, y tratan de tomar
ventaja de los predicadores, en todo cuanto puedan. Esto puede ser verdad en algunos lugares,
pero no en todas; de ninguna manera.
ALGUNOS NO ESTARAN DE ACUERDO: Se reconoce que algunos no estarán de
acuerdo con algunas de las observaciones hechas en estos estudios. Esto va a pasar por que no
entienden en algunos puntos, y en otros por que ―el zapato les queda.‖ Cualquiera que sea el
caso, estamos acostumbrados a que los hermanos no esten de acuerdo a lo que decimos, así que
si alguno siente la necesidad de hacer contrario a las sugestiones o observaciones, estan
bienvenidas. Tomamos en cuenta que muchas de las cosas que vamos a decir tienen que ver con
puntos de vista y de opinión y que otros sinceramente tendrán un punto de vista diferente. Yo
solamente pido una mente abierta para consideración de este material, y yo prometo ser tan
práctico y justo como sea posible.
En orden para razonar algo en una manera practica, tiene que ser estudiado bíblicamente
primero. Solamente cuando entendemos las enseñanzas básicas de las escrituras sobre algún
tema, entonces lo podemos aplicar a situaciones prácticas de la vida. Si entendemos las
enseñanzas de la biblia sobre ―el trabajo del evangelista,‖ muchos de los problemas que tienen
que ver con este tema desaparecerán. Entonces vayamos a mirar al predicador del punto de vista
escriturad:

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I.) DESCRIPCIÓN ESCRITURAL DEL PREDICADOR
1.) EVANGELISTA: (2 Tim. 4:5; Efe. 4:11-12; Hech. 21:8). Proviene de la palabra
EUANGELISTES, ―Un mensajero del bien.‖ (Vine, Expository Dictionary of New Testament
Words, Vol. 2, p. 44) ―Es el nombre dado en el N.T. a aquellos heraldos de la salvación por
medio de Cristo que no son apóstoles.‖ (Thayer, Greek-English Lexicon of the New Testament,
p. 257). El evangelista es el que trae las buenas nuevas, las buenas nuevas del evangelio en lo
concerniente al camino a la salvación para los que estan perdidos y muertos en pecado. ―¡Cual
hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian las buenas nuevas!‖ Rom.
10:15.
2.) PREDICADOR: (1 Tim. 2:7; 2 Tim. 1:11; Rom. 10:14). De la palabra KERUX, ―un
heraldo.‖ (Vine, p. 202). ―(KERUX indica al predicador como dando una proclamación;
EUANGELISTES describe que este mensaje es buenas nuevas). (Vine, p.72).
3.) MINISTRO:(Efe. 3:7; Col. 1:23, 25; I Tim. 4:6). De la palabra DIAKONOS,
―Laborador, ministrador‖(Young´s Analytical Concordance.) ―Un servidor, alguien que atiende,
ministro, diacono. Es traducido ―ministro‖ en I Tim. 4:6.‖ (Vine. P. 72) DIAKONOS ―trata de
un sirviente con la relación a su trabajo.‖ (Vine, p. 273).
Una consideración a las verdades escritúrales que fueron citadas arriba nos forza a tener
las siguientes conclusiones: a.) Predicador- dice lo que tiene que hacer: proclamar un mensaje.
b.) Evangelista- dice la naturaleza del mensaje que traemos: buenas noticias, las buenas nuevas.
No dice si tiene que tener una localidad en donde estar o si es ambulante. c.) Ministro- describe
su relación a lo que el hace; el es un servidor, no un amo. También, se debe notar que el es un
servidor espiritual en lugar de un ministro o servidor físico. La ministración física es el trabajo
de los diáconos. Los apóstoles, proclamadores de la palabra de Dios, dijeron, ―no es justo que
nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.‖ (Hechos 6:2). Esta idea o principal
todavía sigue siendo verdadera. Seguirá siendo verdad mientras el alma sea más importante que
el cuerpo. Muchos hermanos tienen que aprender este principio y dejar de requerir y esperar que
el predicador pase una mayor parte de su tiempo ministrando las necesidades físicas de los santos
y de los pecadores. Ciertamente el predicador tiene obligaciones físicas, pero no por ser
predicador. El requerir servicio físico del tal solamente por que el es el predicador
es violar el principio que vemos en Hechos 6:2. d.) Ninguna de estas palabras para describir se
usan de titulo. Cada palabra describe alguna fase del trabajo del predicador, y nunca deberían de
ser usados como un titulo al mismo nivel que ―Reverendo,‖ ―Doctor,‖ etc. Que se usan estas
palabras como títulos no se puede negar. Cuando son usadas como títulos usualmente son mal
usadas. Es verdaderamente inconsistente el condenar los títulos de ―Padre,‖ ―Reverendo,‖ o
―Doctor,‖ y luego usar una de las palabras que consideramos como títulos. Uno está violando
Mateo 23:8-12 tanto como el otro. La biblia no autoriza (al contrario condena) la distinción entre
clero y feligreses entre el pueblo de Dios, no importa el disfraz que lleve puesto. Esto es muy
prominente en el mundo, pero debería de ser mantenido fuera de la iglesia del Señor. Usemos
estos términos bíblicos con cuidado.

II.) LA IMPORTANCIA DEL TRABAJO DEL PREDICADOR


Algunos hermanos (predicadores y otros) fallan abiertamente en evaluar y apreciar el
trabajo de un evangelista. Algunos hermanos tienen una idea degradante de alguno que entrega
su vida al trabajo del evangelismo. Todo esto por que tuvieron una mala experiencia con uno o
dos predicadores, automáticamente piensan que todos los predicadores son iguales a los que ellos
no pueden soportar. Algunos hermanos automáticamente cierran las puertas de la amistad a

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cualquiera que es un predicador del evangelio. Ellos piensan que no puede haber algo como ―una
buena persona‖ que da su vida para proclamar las buenas nuevas del evangelio. Así que cuando
una persona es identificada como un predicador, rapidamente hacen un círculo y frontera para
mantenerlo afuera. Para esta clase de persona el predicador es un hijastro, un tipo de ciudadano
de segunda clase en el reino. El es automáticamente inferior a los otros miembros de la iglesia, y
rehúsan poner atención a cualquier cosa que tengan que decir, y no se tocan el corazón para
poner objeciones a prácticamente todo lo que el quiera decir. Con tales personas el predicador
nunca es aceptado, solamente tolerado. ¡El es una clase de mal necesario!
Algunos predicadores también fallan en darse cuenta la importancia de su trabajo. La
evidencia de ellos es la flojera que carectariza su trabajo y la mala actitud que mantienen. Es
muy evidente que algunos predicadores ponen muy poca importancia a sus trabajos. Ellos estan
mas que contentos en usar solo la mitad de su potencial, y esa mitad es hecha con una actitud de
indiferencia, sarcasmo y letargía. La gran importancia del trabajo de un evangelista es vista
claramente en las siguientes consideraciones:
(1). SU ORIGEN: Es un don de Cristo (Efe. 4:11-12). ―Subiendo a lo alto … y dio dones
a los hombres … y el mismo constituyo a otros evangelistas…‖ El les regalo algunos
evangelistas …‖ Esta misma idea es presentada en I Pedro 4:11, ―Si alguno habla, hable
conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da,
para que en todo sea Dios glorificado….‖ De la palabra dones (gr. DOMA) usado en Efesios 4:8,
Vine dice, ―DOMA destaca el carácter concreto del don mas que su naturaleza benéfica. Mateo
7:11; Lucas 11:13; Efesios 4:8; Filipenses 4:17.‖ La habilidad del evangelista para hacer su
trabajo es suplida por Dios. No en el sentido de que Dios ha arbitrariamente bendecido cada
individuo con la habilidad de predicar el evangelio, pero en el diseño de Dios el evangelista
debería tener un papel importante en SU reino. Es un papel importante en el plan de Dios, el que
haya evangelistas, proclamadores de las buenas nuevas. Casi todos estan impresionados por la
importancia del trabajo del ―pastor‖. Hechos 20:28 casi siempre es citado para enseñar que el
Espíritu Santo pone a los obispos/Ancianos, y por esto la importancia de ellos es argumentada.
Pero el Espíritu Santo hace ancianos de la misma manera que Cristo hace evangelistas. Los
―Pastores‖ también son un regalo (dones; constituidos por) de Cristo en Efesios 4:8-12. Esto es
solamente otra manera de decir que Dios constituye a los ancianos. El constituye ancianos
cuando ellos califican según las cualidades según SU palabra y son constituidos según SU ley.
En este mismo sentido, El constituyó apóstoles y profetas en los días del Nuevo Testamento, El
también constituye evangelistas y pastores, y maestros hoy en día. Entonces, cualquier
consideración que hace que el trabajo de los ancianos sea importante, haría hasta cierto punto, el
trabajo del evangelista importante.
Quiero que se entienda lo que se está tratando de decir aquí. No se está sugiriendo que el
predicador, como individuo es mas importante que otros miembros del cuerpo, pero en cambio
que el trabajo que el destaca es trabajo importante. Uno de nuestros problemas mas grandes es
nuestra inhabilidad de separar al predicador de su trabajo; distinguir entre el mensajero y el
mensaje que el presenta. Pablo dejó mandamientos a los tesalonicense en referencia de estos
―que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en
mucha estima y amor por causa de su obra‖ (I Tes. 5:12-13). Estos hermanos no deben de ser ―de
mucha estima‖ por quien son ellos, sino por lo que ellos hacen. Ellos ―trabajan entre vosotros y
os amonestan‖.
De la misma manera el predicador no debe ser estimado por que nos gusta su corte de
pelo, la ropa que usa, que le guste ir a pescar, jugar golf, visitar nuestra casa seguido, que bese

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nuestros hijos, que tenga las mismas opiniones que nosotros, o por predicar en iglesias grandes o
pequeñas. Todas estas razones nos puede hacer estimar una persona por lo que el es como un
individuo, pero cuando usamos estas para juzgarlo como evangelista o anciano; como siendo
bueno o malo; significante o insignificante; que caiga bien o caiga mal; tenemos que volver a
estudiar nuestras biblias otra vez. Si estas consideraciones temporales son la base de nuestra
apreciación o falta de ella por el predicador, verdaderamente necesitamos hacer cambios. El
trabajo del predicador es un trabajo muy importante porque Cristo mismo lo constituyo. Vamos a
aprender a apreciar y evaluar correctamente en esta base de Cristo y ninguna otra.
(2.) SU VASTO POTENCIAL: a.) Esta diseñado para hacer crecer la
iglesia por medio de ―Perfeccionar a los santos‖ (Efe. 4:11-14). Esto quiere decir que
tiene que guiar a los santos a un punto de madurez por medio de ―enseñarles que guarden todas
las cosas‖ que Cristo nos ha mandado (Mat. 28:20). Esto pone un vasto potencial en el trabajo de
los predicadores. Si tuviéramos esto en mente, trabajaríamos más diligentemente en este gran
trabajo. (b.) Esta diseñado para salvar almas: ―Ten cuidado de ti mismo y de la
doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvaras a ti mismo y a los que te oyeren.‖ (I
Tim. 4:16).
El vasto potencial del trabajo del evangelista muchas veces no es alcanzado. Cuando es
perseguido este potencial, salva el alma del predicador y de aquellos que escuchan el mensaje de
Dios que el predicador proclama. Pero también recordemos que si se hace el trabajo
apropiadamente salva su propia alma y la de los escuchantes y edifica a la iglesia, entonces el
hacer el trabajo in apropiadamente trae lo opuesto, pierde su alma el predicador y los que lo
escuchan y destruye el cuerpo de Cristo. Esto también sirve para enfatizar la gran importancia
del trabajo del evangelista. Siempre tenemos la tendencia de pensar el primer argumento de este
párrafo y olvidar el segundo.
(3.) LA ENCOMENDACION SAGRADA: ―… el glorioso evangelio del Dios bendito,
que a mi me ha sido encomendado.‖ (I Tim. 1:11). ―OH Timoteo, guarda lo que se te ha
encomendado…‖ (I Tim. 6:20). Esta encomendación causo que Pablo tuviera mucha conciencia
sobre su trabajo como predicador: ―sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos
confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que
prueba nuestros corazones.‖ (I Tes. 2:4). Esperemos que tenga el mismo efecto en cada
predicador del evangelio.
Somos encomendados con el evangelio de Cristo que ―… es el poder de Dios para
salvación …‖ (Rom. 1:16). La palabra ―poder‖ viene de la misma palabra que la palabra de
donde sacamos la palabra ―dinamita.‖ Todos entendemos que tenemos que tener cuidado de
quien encomendar la dinamita, o cualquier otra arma poderosa. Aun así el evangelio es el arma
más poderosa que el mundo ha conocido y que conocerá. Si todas las armas nucleares explotaran
todas a la vez (¡Dios nos libre!), no podrían generar el vasto poder del evangelio. ¡Todo el poder
de las armas nucleares no podría salvar ni siquiera un alma! ¡El evangelio salva millones! ¡Esto
debería de ser suficiente para enfatizar la importancia! Esto debería ser suficiente para enfatizar
la importancia del trabajo del evangelista. El trabajo de aquellos que han sido encomendados con
tan gran poder no debería ser tomado a la ligera. Cada predicador del evangelio tiene que darse
cuenta que en sus manos está el poder de salvar o condenar, alumbrar o cegar,
guiar a verdad o guiar a mentira. Cuando entendamos esto, podremos evaluar
apropiadamente el trabajo del evangelista. Hasta que lo entendamos, seguiremos considerando el
trabajo del predicador como simplemente una profesión social con una misión
terrenal.

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A VIEW FROM THE PULPIT NOTAS DEL TRADUCTOR.

When I preach there are some who say, Estimados hermanos, a lado de esta nota
They could listen to me all day. está un poema por el hermano Needham, el
Others think I preach too long, cual es el autor de este tratado. Ni siquiera
Or, that I go about it wrong. trataré de traducir su poema puesto que los
versos no se traducen bien. He traducido
Some say my sermon‘s deep. este tratado en esperanzas que mas
Others say I put them to sleep. hermanos tomen el llamado a la
Some say that I hold them spellbound, predicación de planta.
Others squirm, and just look around. También espero que sirva para en verdad
tener en mente la importancia de todos
Some call me an orator. aquellos hombres que se han entregado al
Others say I‘m a perfect bore. evangelio. Aquellos que trabajan
Some think I‘ve too much fight. arduamente aunque a veces no son tratados
Other‘s think I preach just right. como dignos de salario.
Este es el primer capítulo de Preachers and
Some affirm I‘m much too bold. Preaching (Predicadores y la Predicación)
Others say I‘m much too old. del hermano Needham. Trataré de poner
Some folks feel I‘ve met success. los siguientes capítulos al castellano siendo
Others say my work‘s a mess! que he visto que hay una necesidad que lo
que presenta este libro sea oído.
Some have said my pay‘s too low, En la obra de habla hispana hay necesidad
As they observe the pace I go. de hombres que dediquen su tiempo
Others assert my salary‘s peak completo a la obra. Pero así mismo hay
Is far too high for three hours a week! necesidad que las iglesias y los miembros,
les ayuden a estar de planta en algún lugar.
From all of this it‘s plain to see, No he editado este tratado así que tendrá
That as a preacher, I‘m up a tree! algunos errores, disculpen por ello. Dios
I can‘t please men of such discord, los bendiga.
So, I‘ll just try to please the Lord.
Su hermano en Cristo
James P. Needham Juan Sanchez
3/11/75

13
Capitulo II
Las Cualidades que un Predicador debe Tener:
Según el Hombre
Que Dios ha puesto ciertas cualidades que debe reunir el que predica la palabra no puede
ser negado por nadie que tenga algo de estudio. Los hermanos también han inventado una larga
lista de cualidades que a ellos les gustaría que el predicador tuviera. Estas, muchas veces no van
de acuerdo con la palabra de Dios y tienen que ser eliminadas. Muchas veces estas son absurdas,
chistosas en veces y casi todo el tiempo en contra de la escritura y dañinas. En este capítulo
miraremos unas de estas cualidades hechas por los hombres y comparemos lo que las escrituras
dicen. En el capítulo III, estudiaremos las cualidades según Dios para poder hacer una
comparación y mirar la diferencia.
I.) EDUCACIÓN SECULAR
En algunas congregaciones los hermanos sienten que el predicador no califica para ser
evangelista sino tiene cierto título universitario. Ellos no le dirán al predicador esto cuando lo
rechazan solo por esta consideración, pero al fondo de todo, si es la razón del rechazo. La
demanda de algunos hermanos de tener un ―clero‖ educado va más allá de la imaginación de
algunos. Aquí no estoy tratando de sobre pasar o minimizar los beneficios de una educación
secular. Es posible exagerar en los dos lados del argumento; el demandar demasiada educación o
el aceptar muy poca. Tenemos que entender que uno tiene que poder hacer un buen trabajo en el
entendimiento y el habla en la lengua que uno predica. Nosotros muchas veces hacemos el error
de pensar que la educación es igual al entrenamiento FORMAL. No es necesario asistir a la
universidad Harvard para ser educado. Uno se puede educar asimismo en la lengua y la palabra
del Señor, si es nuestro deseo. Muchos hermanos han hecho esto, y en muchas ocasiones, estos
son algunos de los más capaces y efectivos proclamadores de la palabra entre nosotros. No hay
excusa de un predicador que sea inadecuado en su conocimiento de la biblia o su lengua. Con
diligencia casi toda persona con suficiente inteligencia para predicar puede prepararse asimismo
para hacer un buen trabajo proclamando la palabra de Dios en su respectiva lengua. Aquel que
por flojera falla en atener esta meta, no se debería sorprender si los hermanos lo rechazan, y los
hermanos no deberían ser criticados por rechazarle.
Algo que disturba es el ver a más y más predicadores hacer la voluntad de los hermanos
cuando ellos les demandan más educación secular. Numerosos hermanos que hacen trabajos
increíbles para el Señor, entierran sus talentos en el salón de clases buscando una educación
superior. Durante este tiempo, el trabajo que podrían estar haciendo para el Señor, está perdido y
nunca más será recuperado. En algunos casos la educación superior es detrimental en lugar de
ayudar. En algunos casos la educación que excede la mente normal le quita ―la predicación‖ a la
persona de su mente en lugar de incrementarla. La predicación efectiva es la habilidad de hacer
que la palabra de Dios se haga real y aplicable a las situaciones de nuestra vida. La educación
superior a veces impide en lugar de ayudar a poder hacer las cosas reales y aplicables, por que
hace que nuestras habilidades para complicar las cosas incrementen, impide nuestra apreciación
a la simpleza, y hace a la persona que se quiera presentar como un erudito (pedante, escolar).
Aquellos que pueden entender algún punto cuando es complicado podrían también entenderlo
cuando es simplificado, así que el incrementar la educación del predicador no necesariamente
incrementa su habilidad para alcanzar a las multitudes.

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Pablo predicó a Cristo ―no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de
Cristo‖ (I Cor. 1:17). El afirmó que el ―cuando fue a vosotros para anunciaros el testimonio de
Dios, no fue con excelencia de palabras o de sabiduría‖ (I Cor. 2:1). El además añadió que su
―palabra‖ y su predicación no fueron con ―palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con
demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los
hombres, sino en el poder de Dios‖ (I Cor. 2:4-5). El declaró que ―aunque sea tosco en la
palabra, no lo soy en el conocimiento‖ (II Cor. 11:6). Pablo dijo esto aunque a la verdad, él era
uno de los judíos más educados de su generación (Hch. 22:3; 5:34).
De estas consideraciones, entonces, podemos llegar a esta deducciones en referencia a los
predicadores y la educación superior: (1.) La educación superior no puede en todo caso hacer
mas capaz al predicador, hacerlo mas capaz de comunicarse con la mente común; (2.) No es una
cualidad escritural para un evangelista; y (3.) cuando los hermanos demandan tal cosa, estan
buscando un símbolo de estado mundano y estan en los mismos terrenos que aquellos que
demandan entrenamiento seminario para el clero profesional.

II.) PERSONALIDAD DINAMICA


Ciertamente todo cristiano debería de tener buenos modales y ser atractivos en sus
personalidades. Hay mucha diferencia entre esto y lo que algunos hermanos requieren de los
predicadores. Ellos demandan que el sea dinámico; que siempre caiga bien, que nunca decaiga,
que llame mucho la atención. Ellos quieren que su personalidad y dinamismo sea conocido por
todos. Ellos miran esto como esencial para atraer a la gente a la comunidad de la iglesia, lo cual
podría ser, pero solamente para ser entretenidos por una personalidad dinámica. En una
comunidad donde este escritor vivió, me temía que los hermanos me iban a despedir y contratar
al predicador de la iglesia bautista local, por que constantemente comparaban nuestras
personalidades. Ellos decían que la personalidad de él valía ―un millón de dólares.‖ No recuerdo
el valor en dólares y centavos que tendrían en mi personalidad, pero ha de haber sido muy barata.
Una iglesia que esta construida en otra cosa que no sea Cristo no es una iglesia que sea de Cristo
(Rom. 16:16). Es DE la persona la cual su personalidad la construyo. Pablo condenó esta práctica
en Corintio (I Cor. 1:12-13; 3:1-9).

III.) SER APUESTO


Algunos han nacido más apuestos que otros. Los desafortunados pueden hacer muy poco
para cambiar su situación, excepto el hacer lo mejor que puedan con lo que ellos tienen. Después
de haber hecho esto, ellos han hecho todo lo que Dios espera de ellos. Los hermanos no deberían
esperar más. Algunos hermanos buscan a un ―perfecto espécimen‖ para ser predicador. Ellos a
veces hacen esto por causa de la presión que tienen de las hermanas que estan a la ―moda‖. Ellos
demandan en gran manera que el predicador sea de ―buen ver‖, y hay algunos de estos. Este
individuo debe de vestirse no solamente bien, si no que tiene que brillar en su vestimenta. Su
ropa tiene que ser de última moda. Su sombrero y sus calcetines tienen que combinar y su
calzado debe estar bien boliado y brilloso. Las rayas de sus sacos tienen que estar tan filosas
como un cuchillo, su camisa debe de estar recién planchada con almidón, y para aumentar su
popularidad aun más va a predicar sermones cortos y de muy poca profundidad bíblica; y hablará
a las hermanas con lisonjas, como algunos lo han hecho. Estas personas han hallado a Juan con
su túnica de piel de camello (Mat. 3:4), y a Pablo con su ropa de prisionero sumamente
repulsivos. Estos no podrían haber tolerado a algunos de los ―pioneros‖ que predicaban y

15
bautizaban en sus mismas ropas por que era las únicas que tenían. Estos evangelistas ofenderían
los gustos delicados de estos hermanos.
No queremos dejar la impresión que el predicador está justificado en vestirse sin ningún
decor, y que no sea higiénico en su persona- ¡No de ninguna manera! Nada bueno se podría decir
de un cristiano, mucho menos un predicador, quien no toma cuidado de su persona. Uno debería
de hacer el esfuerzo de verse tan arreglado y limpio como un buen juicio y nuestra situación
monetaria nos permita. Hay una gran diferencia entre esto y el hacer un esfuerzo deliberado para
tratar de verse imponente o frívolo, adornándose a si mismo para que los demás lo miren y crear
una ―imagen‖ y llamar más atención a si mismo que al mensaje que supuestamente esta
presentando. Hay algo drásticamente mal cuando la gente puede ver más la personalidad y
el ropaje del predicador cuando está en el pulpito que el evangelio de Cristo. Los
predicadores deberían de alejarse de los extremos en los dos lados de este punto. No deberían de
estar vestidos como borrachos pero tampoco deberían de ser modelos.

IV.) FINESA SOCIAL


Algunos hermanos esperan que el predicador sea un artista en lo concerniente a los
eventos sociales de la comunidad. Ellos demandan que el sea visto en ciertos lugares, y que tenga
un puesto alto entre las organizaciones de la comunidad. Esto lo hace un líder en la comunidad y
trae atención a la iglesia. Ellos quieren que sea muy abierto a lo que tiene que ver con lo social y
que pueda estar entre cualquier circulo social o cívico. Hay casos en donde esto es el interés
principal de los hermanos.

V.) MUY AGRESIVOS Y UNA BOCA MUY GRANDE


Los hermanos a veces demandan que el predicador sea muy agresivo y que tenga la boca
muy grande. Algunos piensan que estos son ingredientes esenciales para un predicador del
evangelio. Ellos quieren alguien que en verdad pueda hablar; uno que puede llevar la
conversación al premio. Piensan que el predicador debería de ser agresivo en su personalidad
hasta el punto de entrometerse en lo ajeno (I Pedro 4:15). Cuando este presume, los hermanos le
echan porras, y se pone peor. Se enorgullece en hacer callar a la gente y no se siente efectivo
como predicador a menos que este levantando antagonismo en la iglesia sobre cosas triviales.
Predica en un tono condecente, haciendo implicaciones en maneras casi groseras y desafía a
alguno a negarlas, y cuando nadie las niega, el y sus seguidores presumen y se llenan de valor en
el punto de decir que él es ―un campeón de la fe.‖ Si alguno se pone en contra de sus opiniones,
este es sepultado en la avalancha de epítetos y los demás hermanos lo tratan de una manera mala
sin escrúpulos y no de hermanos. A este tipo de predicador no le gusta que los hermanos le den
la contraria aunque tengan razón; y se aleja de este quien le dio la contraria, ―es solamente un
cobarde que no tiene la verdad.‖ No es algo fuera de este mundo que una persona con este
carácter tenga muchas personas que lo siguen, siendo que muchos hermanos consideran esta
característica una cualidad importante para un evangelista.

VI.) QUE TENGAN INTERESES COMUNES A LOS NUESTROS


A veces los hermanos demandan que el predicador tenga los mismos intereses que ellos.
Si les gusta jugar golf, tiene que jugar golf. Si les gusta jugar fútbol, el tiene que ser un
futbolista. El tiene que interesarse en estos pasatiempos o los hermanos se vuelven amargos
hacia el. Si a él le gusta pescar, los hermanos se quejan que pasa mucho tiempo pescando. Pero si

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pasa el doble de tiempo con los hermanos en los pasatiempos que a ellos les gustan, sería un
predicador ejemplo- ―uno de los mejores predicadores que hemos tenido.‖
O, podría hacer algunos hermanos en la congregación que piensan que ellos son los
únicos con suficiente cabeza para ―dirigir la iglesia‖ y que miran hacia abajo a los hermanos
comunes y se ponen en una posición alta como los guardias de la congregación. Este grupo
piensa que ellos son los únicos que tienen derecho al predicador y a su tiempo. Ellos suponen
que el predicador se debería sentir honorado por el solo hecho que lo consideran parte de la
―aristocracia‖ y que debería demostrar su apreciación pasando mucho tiempo con ellos para
conspirar de lo que van a hacer la siguiente junta de varones.
Si el predicador, en lugar de hacer esto, escoge usar su tiempo haciendo sus
responsabilidades dadas por Dios para estudiar y predicar (I Tim. 2:15, 4:1-2) y ―haciendo nada
con parcialidad‖ (I Tim. 5:21), es una persona que ―no coopera y no escucha consejos, y debería
ser cambiado por el bien de la causa.‖ ¡No está calificado para hacer el trabajo!

VII.) BIEN RECOMENDADO


Algunos hermanos demandan exageradamente que el predicador tenga buenas
recomendaciones. ¡Eso quiere decir que a sus amigos les cae bien y a sus enemigos mal! Esta
exclamación representa una buena recomendación para algunos. ¡De otra manera uno no podría
hacer nada! Un anciano de la iglesia le dijo a este escritor que lo iban a dejar trabajar con ellos
por que ―conocía las personas correctas‖ y por que me ―había asociado con las compañías
apropiadas.‖
Los hermanos a veces actúan de una manera tonta en lo concerniente a las
recomendaciones. Ciertamente, ellos deberían esforzarse en aprender algo de las cualidades del
predicador y de su trabajo antes de tenerlo de planta, pero necesitan ser realistas. ¿Serán tan
inocentes en pensamiento los hermanos para entender que los amigos de un hombre siempre lo
van a recomendar y sus enemigos no lo harán? Casi todos pueden encontrar alguien que lo
recomiende. Podrá ser una pobre excusa como padre o marido. Podrá ser una pobre excusa de
predicador, y podría haber dejado una línea de deudas, o hasta ser un fornicador, pero aun así
puede encontrar alguien que lo recomiende. A veces hermanos bien conocidos con buenos
deseos recomiendan a tales personas. Rehúsan tomar en consideración que su trabajo y su vida
podrían ser una vergüenza y detrimental para la iglesia. Ellos les dan a tales hombres ―una buena
recomendación,‖ los hermanos se regocijan de que tienen un ―buen hombre‖ por que el hermano
―Buenagente‖ le dio una ―buena recomendación.‖ Después de unos cuantos meses se dan cuenta
de la verdad, y el dolor y tristeza que los sigue.

VII.) LA EDAD CORRECTA


Una cualidad importante para muchos hermanos es que el predicador tenga la edad
correcta. Es un poco difícil a veces saber cual es la edad correcta, ¡por que si uno es viejo es muy
viejo, y si es joven, es muy joven! Los hermanos le dicen a los predicadores jóvenes que no
tienen suficiente experiencia, sin pensar que si todas las iglesias pensaran así, ellos nunca van a
tener suficiente experiencia- ¡a la verdad no tendrá nada de experiencia! Cuando un predicador
de más experiencia es considerado, ellos tiran la cualidad de la experiencia por la ventana y
dicen ―que es demasiado viejo para el trabajo que necesitamos que se haga.‖ En un análisis final,
quieren el vigor de un joven y la sabiduría y experiencia que los años dan, todo en una misma
persona. Esto es una imposibilidad. En verdad hay ventajas y desventajas en los dos, en la

17
juventud y el añejo. Un joven usualmente puede alentar con mucho entusiasmo a los hermanos,
mientras su efecto en el pulpito pueda sufrir por falta de profundidad o experiencia. Un
predicador de experiencia tal vez no entusiasme tanto como una vez lo hizo, pero los años han
madurado su predicación y sus sermones son joyas de sabiduría los cuales fluyen de la
profundidad de su entendimiento de la revelación de Dios, la cual fue atenida por medio de
muchas horas largas de estudio y una experiencia vasta. Cualquiera de los dos haría mucho bien
en cualquier iglesia. Cada iglesia necesita lo que cualquiera de los dos puede ofrecer; ya sea
profundidad y conocimiento, o el entusiasmo de la juventud.
Pablo reconoció los problemas que los predicadores jóvenes tendrían y por eso amonestó
a Timoteo: ―Nadie tenga en poco tu juventud…‖ (I Tim. 4:12). El también demostró la ventaja
de la edad (experiencia) cuando escribió en Filemón y dijo ―Por lo cual, aunque tengo mucha
libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, más bien te ruego por amor, siendo como soy,
PABLO YA ANCIANO, y ahora, además, prisionero de Jesucristo;‖ (Filemón 8-9). Cuando
Pablo ―ya anciano‖ escribe a los filipenses del joven Timoteo, el dice ―Espero en el Señor Jesús
enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado;
pues A NINGUNO TENGO DEL MISMO ANIMO, Y QUE TAN SINCERAMENTE SE
INTERESE POR VOSOTROS‖ (Filipenses 2:19-20). Tal dedicación todavía caracteriza a varios
de los jóvenes de nuestros tiempos. Con toda esta evidencia tenemos que tener cuidado de no
aceptar a un predicador del evangelio solamente por su edad. El hacer esto es solamente una
calificación humana.

IX.) DEBE ESTAR CASADO


Una cualidad muy importante para una iglesia es que el predicador DEBE estar casado.
Si estos hermanos hubieran vivido en el primer siglo, ciertamente Pablo, uno de los mejores
predicadores de todos los tiempos, se hubiera encontrado sin lugar donde predicar. Los hermanos
dicen que el predicador puede hacer más bien si está casado. Eso es debatible. Pero aunque
pudiera ser determinado de una manera u otra, eso no va al punto. La verdadera pregunta es:
¿Cuándo hizo Dios esto como un requisito para ser un predicador del evangelio? Esto es lo que
necesitamos saber. ¿Cuántos de los predicadores de los cuales leemos en el Nuevo Testamento
eran casados? ¡Solamente estudien y traten de averiguar esto! Hay muchos hombres capaces que
se dedicarían al tiempo completo al evangelio si los hombres no impusieran estos requisitos
humanos. Ciertamente es bueno que el predicador sea casado. Dios diseño el matrimonio, y sabía
que era algo que conducía a las alegrías más altas de los hombres, pero nadie tiene el derecho de
REQUIRIR esto un predicador del evangelio.

X.) UN CIERTO NUMERO DE HIJOS


En orden para ser útiles en ciertas iglesias, los predicadores tienen que tener un cierto
número de hijos. Usualmente es entre menos mejor. Es más difícil sustentar a una familia grande,
y por esto usualmente los hermanos prefieren un predicador con una familia pequeña. Se han
oído a los hermanos decir que los predicadores con familias grandes deberían conseguir un
trabajo secular para poder mantener a su familia más apropiadamente. (Nos hace preguntarnos si
el converso es verdad: ¿los hermanos con familias pequeñas deberían de empezar a predicar?).
Por esta causa hemos perdido grandes talentos que han dejado el predicar tiempo completo para
mantener mas adecuadamente a los suyos (I Tim. 5:8). Aquellos que han tenido la dedicación
para aguantar la vara, viven con salarios bastante bajos, o la esposa es forzada a trabajar fuera del
hogar para suplementar su salario, una acción que es usualmente criticada por los hermanos.

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XI.) LA ESPOSA PERFECTA
Uno de los requisitos más injustos que los hermanos han inventado es lo que muchas
veces requieren de la esposa del predicador. No es nada fuera de lo común que REQUIERAN
que la mujer no trabaje fuera del hogar. En muchos de los casos estos mismos hermanos que
ponen este requisito tienen esposas que trabajan fuera del hogar. Tienen un estandarte doble.
¡Sus esposas pueden trabajar y llevarles un segundo salario, pero la esposa del predicador no! En
muchos de los casos estos hermanos ganan mas que el predicador, pero esta bien que sus esposas
trabajen, pero no la esposa del predicador. ¿Hermanos, dónde está nuestro sentido de justicia?
Los hermanos dicen que quieren que la esposa del predicador este libre para ayudar o
asistir al predicador. Quieren que ella esté activa en las actividades de la iglesia y que ayude al
predicador a hacer llamadas y estudios. La línea más básica es que ¡los hermanos quieren dos
trabajadores por el precio de uno! Ellos pagan solo un salario, el cual en muchos casos es
inadecuado, pero quieren que ocupe los servicios de los dos el predicador y su esposa.
También están los hermanos que quieren que la esposa del predicador se envuelva en los
círculos sociales. Ellos quieren que sea un miembro prominente de algún club de mujeres o el
PTA (asociación de padres voluntarios en las escuelas públicas en los Estados Unidos) de alguna
escuela. Quieren que ella este a la moda y tenga buen estilo, en fin, que sea una dama ante la
sociedad. Si se queda en el hogar para destacar la responsabilidad divina que Dios le dio, ella no
es satisfactoria para estos hermanos.

CONCLUCIÓN
Hay ciertos requisitos que los hermanos han inventado. Ninguno de estos puede ser
encontrado en el nuevo testamento como requisitos para predicar el evangelio. Los hermanos
tienen que mirar sus actitudes y sus disposiciones para ver si estan demandando más de los
predicadores que los que Dios demanda. Si se dan cuenta que lo estan haciendo, necesitan parar
de hacerlo. Algunos de los puntos presentados en este capítulo tienen mucho que ver con la falta
de predicadores, un tema que hablaremos mas adelante en otro capítulo futuro. Hay tantas
personas perdidas en este mundo. Ellos estan muriendo y siendo condenados por falta de
trabajadores. En medio de todo esto, los hermanos estan manifestando muchas actitudes erróneas
haciendo demandas que ponen una muralla que detiene a muchos individuos de entrar al trabajo
de la viña. Hermanos este es un tema muy serio. Tenemos que poner nuestros pensamientos en
línea con los pensamientos de Dios. Tenemos que animar en lugar de desanimar a los hombres
que algún día se podrían dedicar a predicar el evangelio.

DESCRIPTION OF A PREACHER NOTAS DEL TRADUCTOR

On the surface he is kina of deep, but down Este capítulo me ha sido de mucha ayuda
deep he is real shallow. en mi propia experiencia. Muchas veces los
hermanos ponen tantos requisitos para los
evangelistas y luego se pregunta por que no
hay tantos. Espero que estas traducciones

19
del hermano James Needham ayuden tanto
a las iglesias como a los futuros
evangelistas a hacer lo que es justo delante
de Dios.
Espero también que los jóvenes que puedan
ver estos artículos se animen y se pongan
en pie en alguna congregación. Los
hermanos que estan predicando en estos
momentos ciertamente morirán algún día.
Los jóvenes son el futuro, necesitamos más
hermanos que se pongan a predicar el
evangelio en todas partes del mundo.

Dios los bendiga.

Su hermano en Cristo

Juan Sanchez

20
Capitulo III
Los Requisitos Para Ser Predicador Según Dios
INTRODUCCION
El capitulo pasado se trató de los requisitos para ser predicador según los hombres. Casi
el 99% de esos requisitos no tienen que ver nada con el plan de Dios y usualmente hieren a la
iglesia. Siendo que las cartas de Primera y Segunda de Timoteo y Tito fueron escritos a
predicadores jóvenes y mucho de lo que se habla en ellos tiene mucho que ver con el propósito
de este capitulo, sacaremos de estos la mayoría de nuestro material para esta discusión en este
segmento.

I.) AMABLE
En segunda de Timoteo 2:24, ―…el siervo de Dios debe ser … amable para con todos.‖
De esta palabra (Griego: EPIOS) Vine dice, ―manso, gentil. Era una palabra frecuentemente
usada por los escritores griegos para caracterizar a una nodriza con niños difíciles, o a un
maestro con alumnos poco aplicados, o padres hacia sus hijos. En 1 Tes. 2:7, el apóstol la usa de
su propia conducta y de la de sus compañeros de misión hacia los conversos de Tesalónica (2
Cor. 11:13, 20); en 2 Tim. 2:24, de la conducta requerida de un siervo del Señor.‖(p. 48). Para
ser un predicador del evangelio uno tiene que poseer esta disposición amable. No debe ser
grosero ni áspero. Tiene que tener la habilidad de poder tratar con diferentes personas las cuales
tienen disposiciones variables bajo circunstancias diversas. Algunos son fáciles de enseñar, otros
son difíciles. Algunos tienen mentes que son receptivas a la verdad, otros no aman la verdad y se
gozan en su injusticia (II Tes. 2:12). El predicador del evangelio tiene que tener la habilidad de
poder tratar con cualquier hombre en la condición que se encuentre cualquiera que sea en orden
de traerlo a la condición que Dios quiere que se encuentre. Nosotros los predicadores a veces
desarrollamos una disposición que hace pensar a la gente que somos personas difíciles para
hablar. La gente no siente la libertad de discutir sus problemas espirituales con nosotros.
Santiago dijo que ―la sabiduría que es de lo alto …(es) amable, benigna …‖ (3:17). ¿Lo describe
esto a usted hermano? Cuando Jesús mando a sus discípulos predicar les mandó diciendo, ―sed
pues, … sencillos (inofensivos) como palomas‖ (Mat. 10:16). Cualquiera que ha predicado por
algún tiempo rapidamente va a admitir que este requisito de ser amable es una ordenanza grande.
Es muy fácil para que el predicador se vuelva arrogante, y aparenta presentar una actitud
de superioridad espiritual a todos los demás, ―soy mas santo que tu‖. Para comunicarnos con los
hombres donde se encuentren en su disposición tenemos que ―a todos {hacernos} de todo …‖ (I
Cor. 9:22). Tenemos que ser lo suficientemente amables para poder hablar con estas personas a
su nivel de entendimiento, y no requerir que el hable a nuestro nivel de entendimiento para
hablarle. Pablo dijo ―no ALTIVOS, sino asociándonos con los humildes‖ (Rom. 12:16).
Debemos poder ponernos en la situación en que estan ellos, ―caminar en sus zapatos‖ y tratar con
ellos como nos gustaría que nos trataran a nosotros si nosotros estuviéramos en esas
circunstancias.
No quiero que nadie haga el error de pensar que el ser amable es igual que ser pasalón
(demasiado suave). Las palabras no describen la misma idea. Pablo dijo que el había sido amable
con los tesalonicenses (I Tes. 2:7), pero en el mismo capítulo él dijo que había tenido ―denuedo

21
en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición.‖ (I Tes. 2:2).
Ser amable no quiere decir que no digamos nada. Aunque tenemos que ser ―sencillos
(inofensivos) como palomas‖ tenemos que ―instar a tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina‖ (II Tim. 4:2).Cuando
estamos siendo amables debemos ―arrancar y … destruir y …arruinar y ... derribar y …. edificar
y plantar‖ (Jeremías 1:10).

II.) APTO PARA ENSEÑAR


―El siervo del Señor debe ser …. apto para enseñar…‖ (2 Tim. 2:24). La palabra
DIDAKTIKOS, traducida ―apto para enseñar,‖ Vine dice, ―diestro en la enseñanza‖ p. 326.
Thayer dice lo mismo sobre esta palabra (página 144). Esto aparenta ser un requisito elemental.
Hasta podemos decir que no tenemos que explicar esto siendo que es tan evidente. Hay ciertos
hombres que desean predicar los cuales no son aptos para enseñar. Si no somos aptos para
enseñar, no podemos ser efectivos como predicadores. Casi todos nosotros hemos conocido a
alguien que no tiene la habilidad para predicar, y muchos hermanos dicen, ―El perdió su
llamado.‖ Esto es verdaderamente posible, y parece que Pablo tenía esto en mente cuando le
escribió a Timoteo, cuando le instruyó que entrenara a otros para ser maestros (2 Tim. 2:2). El
punto es que Timoteo no debería tratar de hacer predicadores de aquellos que no tienen la
habilidad. Esto se hace evidente cuando miramos que Pablo ciertamente no estaba hablando de
esto como una cosa que cada hijo de Dios debería hacer en sus vida diaria si no a aquellos que
van a enseñar. Si esto es cierto, entonces uno no puede ser un ―sirviente del Señor‖ sin ser ―apto
para enseñar‖ o ―diestro a la enseñanza‖ (2 Tim. 2:24). Algunos hombres por su propia
naturaleza no pueden llenar este requisito, pero aun así pueden ser cristianos. La conclusión,
entonces, es que la persona que se va a dedicar a ser un predicador del evangelio debería de
poseer cierta habilidad natural la cual es esencial para ser ―diestro en la enseñanza.‖

III.) SUFRIDO
―El siervo del Señor … debe … ser … sufrido‖ (2 Tim. 2:24). Vine dice de esta palabra,
ANEXIKAKOS, ―denota que es paciente sobre llevar el mal‖ (p.865). Aquel que no pueda llenar
este requisito será un predicador inefectivo. El ser ―paciente de sobre llevar mal‖ incluye los
siguientes: (1.) La habilidad de ser paciente con los hermanos en sus
debilidades. Algunos predicadores batallan mucho para hacer esto. Ellos esperan que los
hermanos sean perfectos, y a los que ellos encuentran que no lo son, ellos demandan cambios
radicales en esos mismos momentos. Si estos cambios no vienen, estos se desaniman, se vuelven
ásperos, o ―amargados‖ en lo que concierne a la hermandad. ¡Estos hasta toman un trabajo
secular y dejan la predicación! (2.) La habilidad de ser paciente cuando son
ofendidos por otros. A los predicadores se les ofende frecuentemente. Los hermanos
maltratan a los predicadores, se imponen sobre ellos. Esta es la naturaleza de estas cosas,
aparentemente. Evidentemente Pablo supo esto mediante la inspiración de Dios, por eso escribió
que el ser sufrido era un requisito. Por ejemplo, Pablo dijo que los hermanos no estaban con el
cuando estaba en peligro, pero el tomó apoyo en que el Señor estuvo con él y lo fortalecía (2
Tim. 4:16-17). El dijo que Demas lo abandonó (2 Tim. 4:10), y que había estado en peligros de
―falsos hermanos‖ (2 Cor. 11:26), algunos pensaban ―añadir aflicciones a sus prisiones‖
(Filipenses 1:16). Pablo dijo que él se acordaba de las lagrimas de Timoteo (2 Tim. 1:4), y le
animó a ―sufrir penalidades como buen soldado de Jesucristo‖ (2 Tim. 2:3; 4:5).

22
Aquel que no puede ―sufrir‖ estas durezas o aflicciones no va a poder hacerla como
predicador. El va estar constantemente mudándose de lugar en lugar en busca de una mejor
situación. En muchas circunstancias el predicador busca una situación perfecta. Esto es
evidente cuando leemos ciertas cartas las cuales el predicador escribe para encontrar un lugar
donde predicar. Algunos predicadores hacen evidente que quieren ya cambiarse. Ellos dicen que
quieren cambiarse a alguna congregación donde haya ―buenos ancianos‖ y ―sin
problemas.‖ (Ente las iglesias hispanas, los predicadores buscan hermanos y juntas
de varones sin problemas.) Aparentemente no han aprendido que no hay muchas de las tales
congregaciones sin ningún problema. También nos estan diciendo que no han aprendido a ser
―sufridos‖ cuando alguien les hace algún mal, así ellos fallan en llenar uno de los requisitos para
ser predicador. Esto explica el porque algunos predicadores siempre estan buscando un lugar a
donde mudarse cada vez que los vemos, y siempre se estan quejando de su vida como
predicador.
Lo que hemos dicho no quiere decir que alguno tiene que solapar el error. Hay
una diferencia, entre solapar el error y el ser paciente con aquellos que estan en
error. Nosotros tenemos que ―Predicar la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende, exhorta, CON TODA PACIENCIA y doctrina‖ (2 Tim. 4:2). Después de
haberle advertido a Timoteo de las malas influencias de Himeneo y Fileto, ―que se desviaron de
la verdad,‖ Pablo le dijo a Timoteo que ―en la casa grande (la iglesia- I Tim. 3:15), no solamente
hay utensilios de oro o de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos
honrosos y otros para usos viles‖ (2 Tim. 2:17-20). De seguro Pablo hizo esto para que Timoteo
no se desanimara por causa de estos desertores de la fe.
Tenemos que preguntarnos a nosotros mismos, ―¿Cuántas iglesias estarían en mejor
condición si yo hubiera manifestado mas paciencia?‖ La historia del hombre como es revelado
en la Biblia nos enseña que, generalmente, el hombre no cambia de mente o de vida fácilmente.
Ninguno de nosotros llegamos a este entendimiento de la verdad ―de la noche a la
mañana.‖ Todos nosotros continuamos en crecer en la gracia de Dios y el conocimiento cada
día de nuestras vidas, y las cosas que aprendemos hoy, algunas personas lo aprendieron hace
mucho tiempo. Nosotros deberíamos, cuando menos, darle el mismo tiempo de aprender la
verdad a los demás, que el que nosotros nos tomamos para aprenderla. Nosotros tendemos a
esperar más de los demás que de nosotros mismos. Aunque nos hayamos tardado diez o quince
años para venir a la verdad, pensamos que los demás deberían aceptar la verdad la primera vez
que la oigan, y nos preguntamos el porque no la pueden ver. Probablemente son las mismas
razonas que en algún tiempo también a nosotros nos impedía venir a la verdad.
Ciertamente, hay un límite de tiempo y trabajo que deberíamos hacer para tratar de
enseñar a la gente. Jesús dijo ―No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de
los cerdos, no sea que las pisoteen y se vuelvan y os despedacen.‖ (Mat. 7:6). En lo concerniente
a ciertos fariseos quienes rechazaron la verdad, el le dijo a los discípulos que ―dejadlos …‖ (Mat.
15:14). No es fácil saber cuando alguna persona llega al punto que describen estos versículos.
Muchos de nosotros somos tan impacientes que pensamos que la mayoría de las personas llegan
a este punto rapidamente. En muchos de los casos, nosotros tuvimos mucha ―suerte‖ en que los
que nos enseñaron la verdad no fueron tan impacientes como nosotros somos.

IV.) MANSEDUMBRE
― … el siervo del Señor debe …. con mansedumbre corregir a los que se oponen …‖ (2
Tim. 2:25). Es difícil el distinguir entre ―mansedumbre‖ y ―amabilidad‖ la cual ya hemos

23
hablado de, pero tiene que haber una diferencia siendo que los dos términos son usados. La
palabra original en este versículo para mansedumbre (PRAUS) es diferente a la palabra amable
(EPIOS). Aparentemente tienen esta diferencia: El ser amable tiene que ver con nuestras
acciones, mientras la mansedumbre describe la condición de nuestra mente. La mansedumbre
aparentemente tiene que ver con nuestra actitud y nuestra estimación de nosotros mismos,
mientras el ser amable tiene que ver con nuestras acciones hacia los demás. Aunque esto no sea
universalmente cierto, la distinción aparenta ser BASICAMENTE verdad.
El punto de Pablo es que el predicador del evangelio debe ser una persona que tiene la
estima de si mismo que debería tener—debe ser MANSO. El debe de ser una persona que
entiende que lugar tiene en el plan de Dios y aceptarlo con satisfacción, sin pensar mas alto de si
mismo de lo que debería (Romanos 12:3). El no debería de ser egoísta y demasiado asertivo. Los
hermanos muchas veces hacen que sea fácil para que los predicadores piensen que son las bujías
de la iglesia, que todo depende de ellos, y que son mandados como caballeros en armadura a
salvar a la iglesia y triunfar sobre sus enemigos y que sin ellos, la iglesia quedaría arruinada para
siempre. Nosotros a veces hacemos nuestro trabajo con una actitud que parece decir, ―Dios me
necesita, a la verdad, yo no se como su causa podría seguír adelante sin mí.‖ Pablo dijo ―Dios …
no es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo …‖ (Hechos 17:25). Tenemos
que entender que la iglesia existió y estaba bien establecida mucho antes que nosotros
naciéramos, y lo mas probable es que seguirá estando bien aun después que ya no estemos.
Pablo dijo, ―Pues si anuncio el evangelio, no tengo por que gloriarme; por que me es
impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!‖ (I Cor. 9:16). Pablo en este
versículo dice que su trabajo de predicador le estaba ayudando a si mismo, en lugar de ayudar a
Dios. Les dice esto a los corintios, los cuales exaltaban a los mensajeros más arriba que el
mensaje (I Cor. 1:12), Pablo dijo, ―¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? SERVIDORES por
medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a CADA UNO CONCEDIÓ EL SEÑOR.
Yo planté, Apolos regó; pero el CRECIMIENTO LO HA DADO DIOS. Así que ni el que planta
es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. Y el que PLANTA y el que RIEGA son
UNA MISMA COSA; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. Porque
nosotros SOMOS COLABORADORES DE DIOS, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de
Dios.‖ (I Cor. 3:5-9).
Los predicadores son solamente labradores y regadores, y son la misma cosa—que quiere
decir que tienen la misma importancia—toda nuestra labranza y todo nuestra riega serían
nada sin Dios. Ningún pasaje en la biblia en la biblia pone al predicador en su debido lugar que
este. Es una demostración de lo que significa cuando el predicador es MANSO—que se evalúa a
sí mismo de una manera apropiada. Recordemos que Pablo dice en este pasaje que los
predicadores ¡NADA son! Claro, que este es un punto de contraste para énfasis. El punto es que
el predicador es muy insignificante en comparación con su mensaje. Su trabajo es importante,
pero debe de mantenerse en su lugar en relación con el mensaje.
V.) SOBRIEDAD
―Pero tu se sobrio en todo‖ (2 Tim. 4:5). Este requisito requiere que el predicador tenga
un buen, justo juicio, en contraste con ser impetuoso y que tome las cosas ligeramente. No hay
otro requisito de más alta importancia para el predicador. Necesita tener un justo juicio para todo
lo que él hace o dice. Muchas de las catástrofes congregacionales podrían haber sido evitadas si
el juicio/decisión del predicador hubiera sido mas maduro. Lo que el predicador dice o hace en
muchas situaciones determina si va a haber felicidad o tristeza. Por causa de la inmadurez de su

24
juicio/decisión en ciertos asuntos, las congregaciones son echadas a disturbaciones diabólicas y
confusiones catastróficas.
Cuando Jesús mandó a los apóstoles a predicar el requirió de ellos a que fueran ―astutos
como serpientes y mansos como palomas‖ (Mat. 10:16). ¡Esta fue una gran ordenanza! No es
fácil saber lo que tenemos que hacer en cada situación, y en todo existe la oportunidad de
equivocarnos. Algunos tienen mejor juicio que otros. Ciertamente hay hermanos que son tan
incapaces de dar un buen juicio, que no deberían ni aspirar a ser predicadores, de otra manera
este requisito de Pablo de sobriedad no tendría ningún sentido.
Algunos predicadores toman todo ligeramente; evidentemente no pueden ser serios. Para
ellos todo es un chiste que no tiene gran importancia. Cuando un problema ocurre en la
congregación, ellos hacen lo que viene naturalmente—actúan por impulso. No tienen la habilidad
de tomar en cuenta el futuro y las consecuencias de lo que sus palabras y acciones les traerán.
Cuando todo ―explota,‖ ellos aparentan estar sorprendidos, y preguntan ―¿qué es lo que hice?‖
Entonces simplemente dicen, ―¿Bueno, la regué con esta, donde hay otra?‖ Como Rehoboam,
estos rehúsan el consejo de los ancianos (hombres mayores), y la causa de Dios es la que sufre
como resultado.
VI.) FIDELIDAD
―Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean
idóneos para enseñar también a otros.‖ (2 Tim. 2:2). Era el trabajo de Timoteo el entrenar a otros
para ser predicadores y maestros, pero los que serían entrenados tendrían que ser ―hombres
fieles.‖ Entonces, el gran trabajo de predicar el evangelio es para aquellos que son fieles. Thayer
define la palabra ―fieles‖ (Gr. PISTOS) de esta manera, ―Merecedores de confianza; que se
puede confiar en ellos‖ (p.514). Este requisito es ampliamente evidente para un predicador. Los
predicadores del evangelio (así como todos los cristianos) son encomendados con el mensaje
más poderoso e importante que el mundo ha conocido—el evangelio. Aquel que quiera servir
como un predicador del evangelio debe de ser una persona merecedora de confianza. Nosotros
no le encomendaríamos un mensaje importante a una persona en la que no tengamos confianza
para que lo lleve. Pablo habla de ―…el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido
encomendado‖ (I Tim. 1:11). En sus cartas a Timoteo, Pablo usa tres palabras que indican la
necesidad de ser merecedor de confianza (fiel): (1.) El le ENGARGÓ a Timoteo (I Tim. 1:18;
5:21; 6:13; 2 Tim. 4:1). (2.) Le amonestó a Timoteo que ―GUARDA lo que se te ha
encomendado‖ (I Tim. 6:20). (3.) Le mandó a Timoteo que ―RETÉN la forma de las sanas
palabras quede mí oíste‖ (2 Tim. 1:13). Estos son términos militares los cuales describen el
trabajo de un soldado cuando está en guardia. Se le encargo guardar, y una posición para
retener. Será un mal soldado, y los resultados serán catastróficos, si esta persona es una que
no merece confianza y no es fiel. Un soldado que no sea de confianza y que no es fiel se le puede
sobornar, o se va a dormir en su puesto y fallará en estar en vigilia, o las multitudes de gente que
pasan lo podrían incitar a apartarse de su puesto. Cualquiera que sea el caso, viene el desastre. La
inspiración usa esta clase de lenguaje para describir el trabajo del predicador. El predicador debe
ser un hombre de carácter impecable, sin falta de fe, leal, y con fuertes convicciones. Debe ser un
hombre en el cual no hay duda. Debe ―Clamar a voz de cuello, y no detenerse‖ (Isaías 58:1), en
donde quiera y donde sea que el peligro aparezca. Por causa de ser tan alerta y su conocimiento
de la ley de Dios y su plan, el puede ver el peligro mucho antes que otros, y cuando el clama tal
vez lo llamaran ―alarmista,‖ pero esto nunca lo detuvo en hacer su trabajo de sonar la trompeta
de alarma. El hacer otra cosa es traicionar la encomendación sagrada.

25
CONCLUCION
Hemos aprendido que clase de hombres Dios desea que sean predicadores del evangelio:
Amables, maestros aptos, sufridos, mansos, sobrios, y fieles. Estamos dolorosamente necesitados
de predicadores hoy en día, pero no necesitamos aquellos que les faltan estos requisitos pedidos
por Dios. El apoyar a hombres que no tienen estas cualidades a ser predicadores es un paralelo
con apoyar a hombres a ser ancianos sin tener los requisitos demandados por Dios. Quitémonos
de la idea ¡que si alguien tiene una boca grande y es muy osado debe ser un predicador! Nada
puede dañar a la iglesia más que un predicador que no es merecedor de este sublime llamado.
Nos guste o no, Pablo dijo que los predicadores deberían de ser ―ejemplo a los creyentes‖ (I Tim.
4:12). Tal vez no lo queramos admitir, pero la historia claramente demuestra esta verdad: ¡Como
es el predicador, así es la iglesia! En la misma naturaleza de las cosas, los
predicadores son una de las personas mas influénciales en la iglesia. Esto enfatiza la necesidad
de hombres CALIFICADOS para el pulpito. Oremos ―…al Señor de la mies que envíe más
obreros‖ (Lucas 10:2). Oremos y trabajemos, por el ―hombre de Dios‖ descrito por Pablo en sus
epístolas a Timoteo y Tito.

THE PUZZLED PREACHER

I can‘t imagine what‘s wrong with


Sherman;
Prays for the preacher, sleeps through his
sermon.
Tells him firmly as her goes out the door,
―Sure good preaching, just give us more.‖

I‘m just as confused about Jake,


When he arises, announcements to make:
―Come back tonight,‖ he strongly implores,
Yet he may not, and if he does, he snores!

I‘m no less puzzled about folks


Who brand such religion a hoax;
Seeing it, they do a slow burn
As they through the song book turn.

Yet, others to our glorious delight,


Listening well, do it just right;
Ears a tuned to all that‘s heard;
Plucking sweet morsels from the preached
word.

James Needham 2/4/75

26
Capitulo IV
Los deberes del predicador según el hombre
Los deberes de los predicadores son muchos y variados, y no son lo que muchos de los
hermanos, algunos de los predicadores y el mundo en general piensan que son. Los deberes de
los predicadores han sido tan mal representados por tanto tiempo, que muchas veces los
predicadores toman mucho tiempo haciendo ciertos deberes COMO PREDICADORES pero que
no son parte del trabajo del predicador. Esto quiere decir que las iglesias les estan pagando a los
predicadores para hacer trabajos que Dios nunca tuvo la intención que los predicadores hicieran.
Es el propósito de este capítulo es el considerar varias de estas misconcepciones, para estudiar
los conceptos del hombre sobre los deberes de los predicadores, y estudiar los deberes de los
predicadores de un punto de vista negativo. Vamos a ver cuales NO SON los deberes del
predicador.

I.) NO EL HACER EL TRABAJO DE LOS ANCIANOS, DIACONOS, O MIEMBROS


Muchas congregaciones piensan que CONTRATAN a un predicador pare que haga SU
trabajo POR ellos. Ciertas iglesias sienten que tienen que estar supuestamente envueltas en
ciertas obras, de la manera en COMO estas obras se llevan a cabo es de poca importancia.
ELLOS lo harían SI TUVIERAN EL TIEMPO, pero siendo que no lo tienen, ellos pueden
contratar a un predicador para hacer el trabajo POR ellos. Ellos miran el trabajo del predicador
como si fuera el trabajo de un abogado. Si uno no se puede representar a si mismo en la corte
contrata a otro para que LO REPRESENTE. El resultado de esto es que el predicador termina
haciendo casi todo excepto PREDICAR. En algunos lugares los predicadores hacen el trabajo de
los ancianos, los ancianos hacen el trabajo de los diáconos y los diáconos y los miembros
prácticamente no hacen nada. Los diáconos se han convertido en ―órganos vestigiales‖ (por
ejemplo el apéndice) en el cuerpo de Cristo. Un gran número de ellos tienen un concepto muy
simplistico de lo que deberían de estar haciendo, pero por que el Nuevo Testamento dice que
tiene que haber diáconos, muchas veces los escogemos y luego los dejamos colgados en la
congregación para ser adornos. (Nota del traductor: entre las iglesias hispanas muchas veces le
damos el lugar de anciano al predicador. Le damos el lugar de cacique en la iglesia siendo que
usualmente no tenemos ancianos. Lo que el dice es ley.)
Hay una idea que es muy común entre la hermandad que EL PREDICADOR debería de
salir y buscar a todas las ovejas perdidas de la iglesia. Si los hermanos en la iglesia tienen algún
desacuerdo, EL PREDICADOR debería de ser el arbitro siendo que el es el
predicador. Si alguno en la congregación tiene dolor de cabeza o alguna uña enterrada, EL
PREDICADOR, debería de dejar de hacer todo lo que esta haciendo e ir y visitar para saber que
esta pasando. Si algún miembro cae en necesidad EL PREDICADOR debería averiguar cuales
son sus necesidades, hacer una junta de varones y asegurarse que se les ayude a estos hermanos.
El trabajo de la iglesia y de los ancianos se acaba cuando deciden QUE y CUANTO trabajo
deberían recibir. En muchos de los casos los ancianos pasan muy poco tiempo cuidando de las
necesidades espirituales de la congregación. Ese se ha convertido en el TRABAJO DEL
PREDICADOR. Los ancianos en muchos lugares se han convertido en algo un poco mas que un

27
comité de finanzas glorificado—ancianos de los cheques o fondos. Su trabajo es
más físico que espiritual.
Los hermanos universalmente ESPERAN que el predicador visite semanalmente todos
los hospitales locales, cárceles y a los hogares de los miembros que estan enfermos (no importa
que tan pequeña sea la aflicción), que haga mandados a cualquiera que se lo pida, que conviertan
sus carros en taxis a cualquier momento, y que hagan varios trabajos secretariales en el edificio.
Podríamos decir confiadamente que la mayoría de los casos de enfermedad en la
congregación (ya sea física o espiritual), lo primero que pensamos es ―¿Cuándo vendrá el
predicador a visitarme?‖ Muchas de las veces es un juego de espera. Si no viene, los miembros
corren a los ancianos y lo reportan, ―Yo estaba enfermo y el predicador no vino a verme.‖ Los
ancianos sienten que tienen que protestar con el predicador por no haber hecho SU trabajo DE
PREDICADOR, y si no se apura y hace el trabajo ―para que se le paga,‖ se tendrá que ir a otra
parte ―por el bien de la causa.‖
Uno a veces se pone a pensar si sacamos algo de nuestros estudios bíblicos. La escritura
dice, ―¿Esta alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia…‖(Sant. 5:14).
Algunas personas claramente no han leído este pasaje, o abiertamente lo ignoran. Si estan
enfermos espiritualmente o físicamente, el PREDICADOR es el que tiene que venir a visitarlos.
Verdaderamente muchos piensan que esto es el deber NUMERO UNO del predicador. (Nota del
traductor: En las iglesias que no tienen ancianos es el deber de todos los miembros el cuidarse
unos a otros.)
Entendamos esto: No estamos diciendo que el predicador no debe de visitar (cuidar de)
los enfermos, o hacer mandados, o ayudar a los necesitados. El predicador tiene deberes EN
COMÚN con todos los otros cristianos, pero no los hace como parte de sus DEBERES COMO
PREDICADOR. No hay ninguna evidencia de que estos deberes tienen que ser hechos por el
predicador por ser DEBERES DE PREDICADOR. Los tiene que hace por que son deberes de
cristiano así como todos los demás.
En Hechos 6:2, los apóstoles dijeron, ―No es justo que nosotros dejemos la palabra de
Dios, para servir a las mesas.‖Aquí el principio de que el predicar la palabra es más importante
que los detalles físicos está bien establecido. La iglesia de Jerusalén, bajo la guianza inspirada de
los apóstoles, seleccionaron a ciertos hombres de entre ellos mismos para hacer el trabajo de
servir las mesas para que los apóstoles se pudieran dar por completo a ―la oración y al ministerio
de la palabra‖ (Hechos 6:4).
Hoy en día hay una tendencia muy grande de darle al predicador todo tipo de detalle
físico para que él haga. Muchas congregaciones quieren un boletín semanal. Ellos hacen que la
publicación del tal sea uno de los trabajos del predicador. Se entiende que el debería de hacer la
mayor parte de los escritos en este boletín. Esto cae en las primicias esperadas del trabajo del
predicador. Pero también se espera que el se encargue de todos los detalles que envuelve tener un
boletín. El usualmente compra el papel y otros utensilios y se encarga de todo el trabajo para
publicarlo, incluyendo la forma, las copias, el doblarse, ponerle las direcciones, mandarlos por
correo, y mantener un directorio. Los miembros a veces se molestan por que les pide ayuda con
el boletín. Nunca se les ha ocurrido a los diáconos que esto cae entre sus trabajos como diáconos.
La gente piensa que el boletín es el trabajo del predicador, ―¿después de todo para que le
pagamos?‖
Ciertamente el predicador tiene tanta responsabilidad física a los deberes de la iglesia
local que los otros cristianos, pero nuevamente, tenemos que hacer una distinción en lo que hace
como cristiano y lo que hace como predicador. No es que le predicador como cristiano no tiene

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responsabilidades físicas, o que el es demasiado alto para ensuciarse las manos con labor física.
El problema es que hagamos que estas ideas no escritúrales sean parte del ―trabajo de
evangelista‖ (2 Tim. 4:5). Es un problema serio.
La calidad del trabajo que se debería hacer en muchos pulpitos es mucho más bajo que lo
que debería ser. Muchas de las predicaciones de los pulpitos de hoy en día el la iglesia del Señor
son muy superficiales, y muestran huellas de preparación inadecuada. Muchas
de las veces es por que el predicador se la paso haciendo el trabajo de otros en lugar de estar
haciendo su propio trabajo. Esto se ha hecho tan común que es alarmante, y también desastrosas
consecuencias son discernibles en el hambre de conocimiento bíblico dentro de la iglesia (Amos
8:11).

II.) EL NO ANDAR SIEMPRE BIEN VESTIDO


No es el deber del predicador el estar vestido profesionalmente a todas horas. Algunos
predicadores y miembros de la iglesia piensan que si lo es. Si el predicador no esta vestido como
un ―abogado de Filadelfia,‖ entonces ―no parece predicador.‖ ¿Han alguna vez leído en la
palabra de Dios de que manera se debe mirar el predicador? Juan el bautista vestía una túnica
hecha de pelo de camello (Mateo 3:4). ¿Parecía el un predicador? El autor salió con algunos
amigos en cierta ocasión donde el estar vestido de saco y corbata no era muy apropiado. De pura
casualidad nos encontramos a uno de los ancianos de la congregación local. En el curso de la
conversación me preguntó ―¿Es esta la ropa que usas para predicar?‖ ¡No me miraba como
predicador!
Hay una tendencia entre los predicadores de vestirse de negro o azul marino. Esto es
considerado ―la vestimenta apropiada a un predicador.‖ Hasta parece la ropa de algún trabajador
clérigo. Si uno tiene puesto un traje negro, a lo mejor le preguntan, ―¿Es usted el predicador?‖
Algunos predicadores se visten tanto con esta clase de ropa que toma una apariencia definitiva de
profesional. Algunos no solamente se miran profesionales; sino que actúan como si lo fueran. Un
predicador se negaba a cortar el pasto por que pensaba que el era ¡demasiado refinado para que
sus vecinos lo miraran sin su saco y corbata! Eso no sería muy profesional, ¿o no? (O, sí, casi se
me olvidaba decirles, ¡su esposa es la que corta el pasto! Me imagino que lo que los vecinos
piensen de eso no importa).

III.) NO EL COMER POLLO FRITO


Algunas personas piensan que uno de los deberes del predicador es comer pollo frito.
¡Las gallinas se esconden cuando saben que viene un predicador! Algunos predicadores sienten
que es uno de sus derechos de su profesión que se empachen de la hospitalidad de los hermanos
sin ninguna obligación de enseñar la apreciación por la tal. Estos se ofenden si los hermanos no
los estan invitando constantemente a sus hogares para darse un banquete y engordarse con la
buena comida de la mesa. Los predicadores, por la misma naturaleza de su trabajo, muchas veces
se encuentran siendo los objetos de hospitalidad de los hermanos. Es muy fácil para ellos
convertirse en glotones, chiflados, que demandan mucho de los hermanos que tienen buen
corazón, y no toman mucho en cuenta las cosas. Algunos se vuelven muy entrometidos y
exigentes, asumiendo que ellos tienen el derecho de averiguar los asuntos privados de aquellos
que le extienden la hospitalidad.
IV.) EL NO SER UNA PERSONA QUE SE MUEVE ENTRE LOS CIRCULOS SOCIALES
Algunos piensan que uno de los deberes del predicador es poder moverse entre los
círculos sociales de la comunidad—el poder coquetear con los círculos sociales de la comunidad

29
y que sea conocido por todo el pueblo o ciudad como un jefe en la comunidad. Yo conocí un
predicador de un pequeño pueblo que todos los días había hecho su deber el visitar a todos los
vendedores locales cada mañana. A lo que yo se, nunca convirtió a ninguno de ellos, pero
supuestamente el hizo un buen trabajo. En este mismo tema, también esta la noción popular de
que el predicador debería tener un agenda de visitas SOCIALES con los miembros de la
congregación. En una ―entrevista‖ para trabajar en cierta comunidad, uno de los hermanos me
preguntó ―¿Cuántas veces al año dirías que visitas a los miembros de la congregación en sus
hogares?‖ Es muy común oír decir a los hermanos que ―El hermano, FULANITO, ha vivido aquí
desde hace mucho y nunca ha venido a visitarme a mi casa.‖ (Cuando uno se pone a averiguar un
poco, nos damos cuenta que este mismo hermano nunca lo ha invitado). Tampoco molesta les
molesta que los ancianos, los diáconos, o algún otro hermano no los visite. Le irrita que el
predicador no lo visite por que alguien le ha de haber enseñado que este es uno de los trabajos
del predicador.
La mayoría de los predicadores estarían más que contentos en poder socializar con los
hermanos, pero hay cosas que son mucho más importantes. Cualquier predicador que tenga algún
valor, estaría mas que gozoso en visitar el hogar de cualquiera que LO NECESITE A EL, pero el
esperar que el predicador haga visitas frívolamente SOCIALES como parte de su trabajo como
PREDICADOR, es el demandar algo que no esta autorizado por la palabra de Dios.

V.) EL NO VISITAR Y ORAR POR LOS ENFERMOS


Algunos van a gritar y pensar ―¡santo horror!‖ al leer el título de este párrafo. El punto no
es que el cristiano, que en este caso particular es el predicador, no tenga obligaciones de orar o
visitar a los enfermos. Como cristianos todos tenemos esta obligación. El punto es que COMO
PREDICADOR, uno no tiene algún DEBER ESPECIAL que destacar en este campo. Si lo hay,
¿Dónde esta la escritura que lo enseña? ¡Nadie jamás la ha visto! Aun así hay muchos miembros
y predicadores que piensan que el predicador debe tener ciertos turnos en visitar a los enfermos y
orar en voz alta por ellos. Si el no hace esto los miembros preguntan, ―Bueno, ¿pues que clase de
predicador es éste?‖
Ciertamente el predicador debe visitar a los enfermos, animarlos y ayudarlos tanto como
sea posible, pero no debería de insistir que lo dejaran orar en voz alta por ellos (Aunque si las
personas se lo pidieran, estaría bien que lo hiciera). Dios no les ha dado a los predicadores
alguna LLAVE ESPECIAL para abrir la abundancia de Sus bendiciones. Cualquier acción del tal
se oye mucho como el concepto del clero especial y es primo hermano a la creencia católica de
que los sacerdotes tienen poderes especiales. Esto, claro, no significa que el predicador no va a
orar por los enfermos. El debería orar por ellos así como por los demás desafortunados en sus
oraciones personales, pero no tiene más responsabilidad o deber sobre esto que cualquier otro
cristiano. El predicador del evangelio no es un hombre del clero, o un pastor, o un sacerdote
especial.
El autor sabe de dos ocasiones donde predicadores pidieron por oraciones en la asamblea
y recibieron esta contestación: ―¡Ora tu mismo, para eso te pagamos!‖ Tristemente esto es la
manera que algunos se sienten. ¡Ellos piensan que se le paga al predicador para que ore!

VI.) EL NO TRABAJAR CON LOS JOVENES


No es el trabajo del predicador el tener algún talento especial con los jóvenes. No es muy
raro el oír a alguien decir, ―Queremos un predicador que pueda trabajar con los jóvenes.‖
Prácticamente todos los predicadores del evangelio han sido cuestionados con esta pregunta en

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sus entrevistas, ―¿Qué clase de programa o que planes tienes para los jóvenes?‖ Si les contesta
que el tiene el mimo programa o plan (el evangelio) para los jóvenes que para los adultos, esto se
sienten insultados y se preguntan en donde aprendió a ser predicador.
La mejor manera de hacer un PROBLEMA ESPECIAL de los jóvenes en la iglesia es el
tener un PROGRAMA ESPECIAL para ellos. Dios no ha autorizado que la iglesia haga ciertos
programas especiales para los jóvenes en orden de suplir las supuestas necesidades
que tengan. En lo que concierne a la iglesia y al predicador, ellos tienen las mismas necesidades
que los mayores. Los dos, el adulto y el joven, tienen necesidad de que se les predique el
evangelio en términos claros y simples. Ni la iglesia ni el predicador tienen el derecho de hacer
división según la edad o enseñar parcialidad a ciertos grupos. Pablo le dijo a Timoteo ―no hagas
nada con parcialidad‖ (I Tim. 5:21). (Nota del traductor: Entre las iglesias de habla española casi
no existen casos tales. Un ejemplo de lo que el hermano esta hablando son las series o platicas
exclusivamente para jóvenes. En las tales los únicos adultos son los dirigentes, a veces los
dirigentes son jóvenes también, y no se permiten adultos en la audiencia. Es una práctica que es
más vista entre los liberales.)

VII.) EL NO SER EL JEFE DE LA IGLESIA


No es el deber del predicador ser el ―pastor‖ (ser el jefe) de la iglesia. Algunos
predicadores piensan que tienen UNA VOZ ESPECIAL en los asuntos de la congregación, y que
los ancianos no deberían hacer ningún trabajo sin primero consultar con ellos. Algunas iglesias
piensan de esta misma manera y le dan el ―liderato‖ de la iglesia al predicador. Esto no es parte
de los deberes del predicador, el darle esta posición es en contra de las escrituras. Ciertamente,
muchos de los predicadores que tienen años de experiencia y de estudiar la palabra de Dios,
estan en una posición de dar buenos consejos a la iglesia y a los ancianos, pero sus consejos no
son inspirados y tampoco inefables. Si los predicadores son los encargados de ―pastorear‖ la
iglesia, ¿para qué son los ancianos? Pablo dijo que el Espíritu Santo había puesto a los ancianos
como obispos (Hechos 20:28), no al predicador. Si los predicadores hicieran sus deberes de
predicadores, no tendrían tiempos de ser ―jefes de la iglesia.‖
Algunos predicadores saben tan poco del trabajo de un evangelista que siente que ellos
están encargados/jefe de todo. Cuando hermanos en la congregación hacen su trabajo
como cristianos, pero el predicador no está envuelto en estos trabajos, él se siente como que no
es parte del cuerpo y se queja que no ha sido aceptado a la congregación. Estos solo se sienten
aceptados si todos lo ponen como jefe de todo y lo hacen sentir que es tan indispensable como un
pastor. Algo ha ido mal cuando el predicador se siente como que el es ―El jefe de la compañía.‖
CONCLUSIÓN
Una de las necesidades más grandes de hoy en día son hombres que entiendan y que
diligentemente destaquen el trabajo del evangelista. Este capítulo ha hablado solamente del lado
negativo de los requisitos del predicador. En el siguiente capítulo hablaremos del lado positivo,
así como es revelado en el Nuevo Testamento.

A MAN AND HIS MONEY NOTAS DEL TRADUCTOR.

A brother once was heard to say Este capítulo habló muy claramente de nuestras
He‘d save his money for a rainy day. mis concepciones de lo que debe hacer un
His giving to the Lord was meager; predicador. Pensemos en lo Dios
It made a very small figure. verdaderamente quiere del predicador y

31
As a prophet of weather be blundered, pensemos en como podemos ayudarle.
He from his money was sundered;
He died before it thundered! Juan F. Sánchez

James P. Needham
12/30/74

32
Capítulo V

LOS DEBERES DEL PREDICADOR AL EVANGELIO:


SEGÚN DIOS
INTRODUCCIÓN
El capítulo pasado hablamos del LOS DEBERES DEL PREDICADOR SEGÚN LOS
HOMBRES. Fue un estudio del lado negativo de este tema. Este capítulo es un estudio del lado
positivo del tema; un vistazo a los deberes del predicador así como estan presentados en la
palabra del Dios. Sabemos que nos tenemos que alejar de las enseñanzas falsas de cualquier
tema, nosotros debemos asegurarnos que sabemos y presentamos la verdad. Las escrituras
muestran los deberes del predicador al evangelio de la siguiente manera:

I.) GUARDA EL EVANGELIO (1 Tim. 6:20; 2 Tim. 1:14)


La palabra ―guarda‖ (Gr. PHULASSO) tiene una connotación militar. Es un término muy
fuerte y que carga grandes responsabilidades. Todos aquellos que han tenido algún
entrenamiento militar, fácilmente reconocen la importancia del trabajo del guardia. El bienestar y
la seguridad de aquellos que son cuidados por este guardia estan en las manos de él, y los
castigos más severos son otorgados para aquellos que descuidan su guardia.
El predicador esta encomendado con la responsabilidad de guardar el evangelio. No hay
ninguna responsabilidad más grande en la tierra. El predicador se le es ―confiado el evangelio‖ (I
Tes. 2:4), y lo debe guardar (cuidar de el) con su vida. Pablo dijo que el ―estaba puesto para la
defensa del evangelio‖ (Filipenses 1:17). Judas exhortó que ―contendáis ardientemente por la fe
…‖ (Judas 3). Pero el guardia debe de saber quienes son los enemigos o las fuerzas de las cuales
el tendrá que presentar defensa en contra. ¿Contra que tiene que presentar defensa el predicador
del evangelio? Miremos:
(1.) Falsos maestros que andan a escondidas (Gál. 2:4) y ―que con suaves palabras y
lisonjas engañan los corazones de los ingenuos‖ (Rom. 16:18). Pablo nos previene de este tipo de
hombres ―que introducirán encubiertamente herejías destructoras‖ (2 Ped. 2:1), y Pablo habla de
aquellos que ―hablan cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos‖ (Hechos 20:30).
Pablo destacó su deber plenamente de guardar el evangelio de tales personas declarando, ―a los
cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio
permaneciese con vosotros‖ (Gál. 2:5).
Dios ha puesto al predicador como un ―guardia sobre los muros‖ que debería estar ―todo
el día y toda la noche‖ preparados. Ellos ―no callaran jamás‖ (Isa. 62:6), sino que ―clama a voz
de cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión y a la
casa de Jacob su pecado‖ (Isa. 58:1). Por este punto de ventaja de estar ―de guarda sobre los
muros,‖ el predicador del evangelio puede ver el enemigo que se acerca antes que otros, y tiene
que gritar y hacer saber el peligro a los demás. Aquellos a los que el quiere proteger le podrán
tener de alarmista que causa problemas. Ellos hasta podrían ser maltratados tal como el
pueblo de Dios hizo con sus profetas del antiguo Testamento, pero un buen guardia no será

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callado por la persecución o presión política. Lo que va a seguir haciendo es el ―clamar a voz de
cuello sin detenerse,‖ aunque su alarma nunca debería de ser tomada a la ligera.
(2.) ―Cuestiones necias e insensatas‖ (2 Tim. 2:23; Tito 3:9). No todas las preguntas
merecen respuestas. No todas las preguntas pueden ser respondidas con la biblia. Esta es una
lección que todos los predicadores del evangelio necesitan aprender. A menos que puedan
reconocer esto, perderán mucho tiempo y energía tratando de responder preguntas que no pueden
ser respondidas, y aunque fueran resultas no resolverían nada. Algunas cosas Dios no nos las
quiso rebelar (Deut. 29:29). Algunas personas se gozan en poner al predicador en mal
preguntando ciertas preguntas que su respuesta no ha sido revelada a los hombres, y hacen
preguntas filosóficas que no tienen soluciones definitivas; y se burlan por que el predicador no
puede contestarles. Pablo les comentó a los jóvenes evangelistas, Timoteo y Tito, que se
―eviten‖ estas cuestiones, y que guardaran el evangelio de estos problemas. Si el predicador se
deja así mismo estar constantemente ocupado en tales investigaciones, es hacerle un daño al
evangelio. Personas que no son estables y que no tienen conocimiento de la verdad se alejaran
del evangelio, diciendo, ―¿Si los predicadores no pueden responder estas preguntas, que
podemos hacer nosotros, no vale la pena tratar?‖ O pueden pensar que el evangelio de la misma
manera que el mundo, está lleno de multitudes de cosas que no estan determinadas, ¿para que
tratar?

(3.) ―Profanas pláticas sobre cosas vanas‖ (1 Tim. 1:4; 4:7; 6:20; 2 Tim. 2:16).
La palabra ―profanas‖ significa aquello que no tiene nada que ver con Dios, algo no-sagrado.
―Pláticas‖ según Vine, son ―discusiones huecas, discusiones de temas INUTILES.‖ (Énfasis del
escritor). Pablo le está diciendo a Timoteo que guarde al evangelio de este tipo de discusiones
profanas o cuestiones académicas que, aunque se aclaren, no tendrían ningún uso práctico o
alguna relación con las cosas de Dios. Mientras esto no parecerá muy significativo para algunos,
es muy significativo para aquellos que han sido testigos de cómo hermanos en ―la junta de
varones‖ y las ―clases bíblicas‖ disgustan casi a todos con explicaciones largas, que tienen que
ver con cosas puramente teoréticas, y que no son prácticas. Hermanos han dejado de asistir a ―la
junta de varones‖ y personas se han alejado de la iglesia porque ciertas almas llenas de contienda
insisten en ―profanas pláticas sobre cosas vanas.‖ Estas no son interesantes y disgustan a
aquellos que buscan la verdad, y estan interesados en esparcir el evangelio.
Algunos hermanos (incluyendo predicadores) se ofenden de esta advertencia de Pablo.
Ellos dicen ―Nosotros creemos en hablar de todo. Vamos a dejar todo abierto y sobre la mesa. La
discusión abierta es saludable.‖ Mientras esto suena muy bien, no está en armonía con los
versículos que hemos considerado. Si TODA discusión es buena, aparentemente Pablo no sabía
esto por que le advirtió a Timoteo que se guardara de este tipo de pláticas. El hablar
y tener discusiones de puntos vitales de la verdad no debería de ser impedido. Estas clases de
discusiones son buenas y de ganancia, pero hay que tener en mente que el predicador del
evangelio tiene la responsabilidad de cuidar el evangelio de ―profanas pláticas sobre cosas
vanas‖.

(4.) ―Que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha.‖ (2 Timoteo 2:14). Pablo
amonestó a Timoteo a que cuidara el evangelio de ―contiendas sobre palabras, lo cual para nada
aprovechan.‖ Muchas de las controversias de la iglesia caen bajo esta categoría, y debería de ser
puestas en alto. Muchos hermanos llevan consigo guerras de palabras por años y años, si los
dejamos inventar sus propias definiciones. Si el predicador pisotea por casualidad la ―vaca

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sagrada‖ de estos hermanos, acorralan al hermano en el pasillo con una mirada parecida a la que
los gatos tiene cuando estan a punto de agarrar al canario, como diciendo, ―Así que también eres
ignorante, y ahora te voy a golpear.‖ Con un aire de superioridad intelectual, empiezan a pisotear
al predicador en lugar de ayudar.
Un hermano se molestó mucho con el autor en el pasillo del edificio solo por decir ―ir a la
iglesia.‖ El dijo ―esa expresión no es escritural.‖ ―No vamos a la iglesia sino que vamos a
adorar.‖ Ahora este es un punto muy significante, cualquier TONTO sabría que no esta bien
decir, ―ir a la iglesia.‖ Pero, como es usual, un guerrero de palabras inventa sus propias
definiciones, y rehúsa el aceptar cualquier cosa que haga conflicto con su noción prefabricada.
La palabra iglesia que es traducida de la palabra griega EKKLESIA, y es propiamente traducida
―la asamblea.‖ Así se traduce en Hechos 19:32, 39, 41. Ahora, el decir ―ir a la iglesia‖
simplemente significa, ―ir a la asamblea.‖ Esto es lo que los cristianos tienen que hacer según
Hebreos 10:25. Ahora ¿que tiene de mal decir ―ir a la iglesia‖? Suena muy escritural.
Muchos otros ejemplos de ―contiendas de palabras, lo cual para nada aprovecha‖ pueden
ser citados, pero solamente una tendrá que ser suficiente para llenar este propósito. Los
predicadores del evangelio estan encomendados con la responsabilidad de cuidar el evangelio de
estas tonterías. Nada puede hacer mas daño a la palabra de Dios que el dejar que se reduzca a
este nivel tan trivial. El evangelio no es un sistema de teorías triviales y
distinciones metafísicas, y el predicador debería de mantener esta idea lejos de las
personas.

II.) MANDA Y ENSEÑA (I Timoteo 4:11)


El deber mas prominente del predicador del evangelio es hacer lo que este nombre
designa, ―predicar el evangelio.‖ Pablo presenta este deber claramente; es mas lo enfatiza. El
también discute algunas cualidades que caracterizan este tipo de enseñanza.
(1.) Enfatiza: ―esto MANDA…‖ (I Tim. 4:11). ―En estas cosas quiero que insistas con
firmeza‖ (Tito 3:8). No hay nada dudoso en el camino a la salvación. Cerca del principio del
evangelio esto era evidente y notado. En la conclusión del sermón del monte, ―la gente se
admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los
escribas‖ (Mat. 7:28-29). En línea con este argumento, Pablo le dijo a Tito, ―Esto habla, y
exhorta y reprende CON TODA AUTORIDAD. Nadie te menosprecie‖ (Tito 2:15). El
predicador del evangelio que conoce su biblia y no tiene temor de predicarla tal como es,
frecuentemente tiene personas que le preguntan, ―¿pero estas seguro que tú estas
correcto?‖ Cuando esto pasa, sabemos que hemos triunfado. La mayoría de las personas
estan buscando algo que ―este escrito en piedra.‖ Ellos encuentran tanta incertidumbre en el
mundo secular. Cuando el predicador da una palabra dudosa, el evangelio se hace inatractivo.
Todos hemos oído a algún predicador que presenta el plan de salvación de esta manera: ―Si no
creen hasta cierto punto, y se arrepienten hasta cierto punto, tienen el peligro de ser condenados
hasta cierto punto.‖ Este escritor una vez oyó a un ―predicador del evangelio‖ gastando cinco
minutos pidiendo disculpas por Marcos 16:16, antes de que lo leyera delante de todos. Los
perdidos, los pecadores que andan buscando la verdad, no les interesa esta clase de predicación.
El predicador del evangelio tiene que enseñar el evangelio con toda la fuerza de un
MANDAMIENTO — no como algo que es opcional. Esto es su deber — y no es OPCIONAL.
(2.) Urgencia/Instes (2 Timoteo 4:2). ―Predica la palabra; que instes a tiempo y fuera de
tiempo…‖ Esta cualidad muchas veces falta en las predicaciones de hoy en día. Es manifestada
en la falta de entusiasmo que muchos predicadores presentan juntamente con sus lecciones.

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Algunos predicadores aparentemente no sienten que lo que estan haciendo es de suma
importancia. Sus sermones no son interesantes y no tienen nada de urgencia en ser presentados.
Había tiempos en que un predicador del evangelio podría perder un botón de la manga de la
camisa gracias al entusiasmo como predicaba sermones de ―fuego y azufre‖ (Una frase que se usa en
los estado unidos para denotar sermones fuertes). La gente literalmente sentía que estaban colgadas sobre
las flamas del infierno hasta que pudieran sentir el calor y entender que lo que es estar perdido.
Hoy en día, muy poco de este tipo de sermones son presentados. Un predicador con el concepto
de ser un ―pastor profesional‖ en su trabajo, desea mejor hablar de cosas mas placenteras que les
rascaran los oídos de aquellos que tienen comezón de oír, aquellos que estan contentos y auto-
satisfechos. ¡Dios lo libre de molestarlos en su flojera espiritual! Tal predicador es uno que
descuidad su deber como predicador, como maestro del evangelio. ¡Vamos a ponerle FUEGO a
nuestros sermones, o pongamos nuestros sermones en el fuego! Prediquemos ―con toda
confianza‖ (Filipenses 1:20).
(3.) ―En medio de gran oposición‖ (I Tes. 2:2). ―tuvimos denuedo en nuestro Dios para
anunciaros el evangelio de Dios en medio DE GRAN OPOSICIÓN.‖ Este tipo de lenguaje
sorprende a los delicados sentidos de los ―que no quieren pelear la buena
batalla,‖ de algunos de estos profesionales modernos, pero Pablo dijo esto por medio de
inspiración – es parte de la revelación de Dios. Judas dijo, ―me ha sido necesario escribiros
exhortándoos que CONTENDAIS ARDIENTEMENTE por la fe que ha sido dada una vez a los
santos‖ (Judas 3). Algunos miembros de la iglesia (incluyendo el predicador) no se han dado
cuenta de que el reino de Dios esta en constante guerra con Satán y el mal. No puede haber un
pacto de paz o de alguna forma de coexistencia pacifica entre los dos. Nuestra guerra es una que
es agresiva, no es una defensiva. La filosofía que dice ―No busques problemas hasta que los
problemas te busquen a ti‖ no puede ser la del predicador del evangelio, o el reino de Dios.
Tenemos solamente un arma, ―la espada del Espíritu‖ (Efesios 6:17), y la espada es un arma
AGRESIVA. No debemos estar contentos con solamente sobre vivir y ocupar un poco de
territorio, pero tenemos que constantemente buscar y agresivamente atacar las fortalezas del
enemigo, y meternos en sus tierras para ganarlas para nuestro Señor.
Por esto mismo hagamos nuestros sermones agresivos. Declaremos abiertamente todo el
consejo de Dios, apuntando al pecado que condena y declarando el fin del que hace tales cosas.
Hagamos que la verdad de Dios salga al conflicto abierto con los errores y las invenciones de los
hombres. Dejemos que ―redarguya, reprenda, exhorte con toda paciencia y doctrina‖ (2 Tim.
4:2). Fuera con el espíritu que dice ―acentúa lo positivo y elimina lo
negativo.‖ Abajo con la filosofía que dice ―Predica el evangelio y deja en
paz a los demás,‖ o como un predicador propuso, ―Yo peleo en contra del
error con mi dignado silencio.‖ Estas frases son solamente excusas, son tan buenas
como el diablo las quiere. El diablo las ha de haber inventado para quitarle la fuerza a la
predicación, y estaría más que contento de que todos los predicadores las adoptaran.

(4) ―Tiernos‖ (I Tesalonicenses 2:7). ―Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la
nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos‖. Para aquellos que no piensan mucho,
aparentemente hay un conflicto entre este y el punto anterior, pero no lo hay. Podemos predicar
el evangelio fuertemente, con mucha contención, y todavía ser tierno. Nunca debemos de perder
la vista del alma del pecador perdido. Tenemos que tratarlos de la misma manera como una
nodriza trata a sus propios niños. Todos los padres entienden el concepto de cómo ser firmes con
los niños, y ser tiernos. Cuando le decimos a una persona que está perdida, ¡no debemos actuar

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como que estamos contentos de ello! Debemos de sentir el amor por la persona, y tener el deseo
de que se salve.
(5.) ―Amor‖ (Efesios 4:15). ―sino siguiendo la verdad en AMOR…….‖ Puede ser difícil
separar esta cualidad de la previa, pero se merece comentarios adicionales. El amor tiene que ser
la raíz de todo principio de las acciones o expresiones del predicador del evangelio. Cuando
―amonestamos‖ o ―exhortamos‖ tiene que ser hecho en amor por la verdad y el pecador. El amor
nos motivará a hacer lo que creemos que es mejor en cada situación. Podrá demandar acciones
duras en ciertas ocasiones. Hagamos que cada sermón salga del corazón lleno del amor a Dios.
III.) GUARDA EL MANDAMIENTO SIN MACULA (I Timoteo 6:14)
Vine dice que la palabra ―macula‖ en este contexto significa alteración. Tenemos que
mantener los mandamientos del evangelio sin alteraciones. Uno de nuestros deberes al evangelio,
por este mandamiento, es LEALTAD. Dios sabía lo que quería cuando nos dio el evangelio, y
por eso nos mandó lo que el quería. Dios no les dio a los predicadores la opción de decidir que es
o no es importante y esencial. Los predicadores son los mensajeros. No tienen el derecho de abrir
el ―telegrama‖ y alterar su mensaje. Lo tienen que presentar sin ninguna alteración. No es el
lugar de ellos el juzgar la ley (Santiago 4:11), pero el de presentar la ley. ―El profeta que tuviere
un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué
tiene que ver la paja con el trigo? Dice Jehová‖ (Jeremías 23:28).

IV.) ―NO TE AVERGÜENCES DEDAR TESTIMONIO DE NUESTRO SEÑOR‖ (II Tim. 1:8)
Pablo declaró que él no se avergonzaba del evangelio (Rom. 1:16), y le da la misma
admonición al este joven predicador, Timoteo, que el tampoco se avergüence. En el mismo
versículo va aun más adelante y dice ―Ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por
el evangelio según el poder de Dios.‖ Hay muchos HOMBRES DE LEY que claman ser
predicadores del evangelio los cuales declaran que no se avergüenzan del evangelio, pero no se
atreven a apoyar a un siervo fiel en los tiempos de controversia — estos estan avergonzados de
El, y por eso avergonzados del evangelio. ¿Cuál es el sentir que nos da cuando pensamos en
todos los hermanos que abandonaron a Pablo cuando tenía que presentar defensa delante de
Cesar? (II Tim. 4:16). ¿No nos sentimos un poco repugnados? Miren, esten informados,
hermanos predicadores, si se les aflojan los pantalones (tienen miedo de apoyar) cuando un
compañero predicador se pone firme por la FE, y les da tanta vergüenza que no lo van a apoyar
en su hora de necesidad, ustedes son iguales que aquellos que abandonaron a Pablo en su hora de
necesidad, y les hacen sentir a los hermanos fieles, un sentir de repugna, tal como aquellos
hermanos que se apartaron de Pablo.
Un predicador que no se avergüenza del evangelio, no solamente lo declara sin
alteraciones en donde quiera y donde sea que tenga la oportunidad, sino que también apoyará a
aquellos que se ponen firmes por la FE sin consideración a cuales van a ser las consecuencias a
su posición, prestigio, o situación financiera. El no va usar los
problemas de otros como una oportunidad para agrandarse a si mismo a cuestas de la verdad y a
cuestas de su compañero predicador. El no se va a sentar afueras de la pelea y criticar a su
compañero de milicia por causa de la manera que toma su rifle, y en todo este
tiempo clamando que apoya y es activo en la pelea. Hermanos, ―Si Jehová es Dios, seguidle‖ (I
Reyes 18:21).
V.) ―SINO PARTICIPA DE LAS AFLICCIONES POR EL EVANGELIO‖ (II Timoteo 1:8)
El evangelio jamás ha sido popular con las masas. Siempre ha sufrido aflicciones. Esto
significa que los hombres que predican el evangelio debe de estar preparados para sufrir

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JUNTAMENTE con el. Pablo amonesta a Timoteo que se prepare y esté preparado para sufrir
aflicciones. En II Tim. 4:5, el dice ―Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones,
haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.‖ En estos tiempos suaves, enloquecidos de
comodidades, es difícil para encontrar predicadores del evangelio con suficiente amor por y
aguante en el evangelio para llenar este requisito. Constantemente oímos de predicadores que
dejan la gran labor de predicar tiempo completo para conseguir un trabajo secular por causa de
alguna aflicción que el trabajo de predicar le haya traído. Parece que nunca se les ha ocurrido que
el sufrir/aguantar las tribulaciones es parte del trabajo de ser predicador. El predicador tiene que
ser un hombre de valor y fe. El tiene que trabajar y tener una profunda convicción que no todos
los asuntos serán resueltos AQUÍ. El tiene que tener en mente las aflicciones y deprivaciones que
los primeros cristianos sufrieron en orden de llevar el evangelio a toda la humanidad perdida. El
debe de leer Hebreos 11, 2 Corintios 11, primera y segunda de Timoteo, bien seguido, y cargar
en su conciencia la vergüenza de que le falta un espíritu de sacrificio.
Muchos de los predicadores de hoy en día son muy suaves, superficiales, débiles e
inestables. Aparentemente Juan Marcos era de esta clase, por que ―no había ido con ellos a la
obra‖ (Hechos 15:38), regresando desde Panfilia. Pablo no tenía el tiempo para alguien tan in
confiable que se rendía tan rápido. El rehusó llevar a Juan Marcos en su segundo viaje por causa
de su floja, y vaciladora disposición. Pablo estaba tan determinado en no llevarlo que se
intensificó el desacuerdo con Bernabe hasta el punto de que los dos tuvieron que separarse
(Hechos 15:30-40). Uno se pregunta si esta mal tener la disposición que tuvo Pablo hacia
aquellos que se rinden en nuestros tiempos. Tales personas estan más interesadas en su propia
comodidad que en la salvación de los perdidos.
El mundo está lleno de pecadores perdidos, y nosotros tenemos la única cosa que los
puede salvar—el evangelio. Tenemos nuestras órdenes y nuestro deber es claro. Pero por causa
de que veces, el hacer nuestro deber, nos quita la comodidad personal, y trae inconveniencia, o
nos depriva de algunos dólares, nos sentimos justificados en echar la toalla al ring, y usamos
nuestros talentos para las cosas triviales de la vida, mientras que pecadores encaminados al
infierno se ahogan en la destrucción y perdición (I Timoteo 6:9). Nuestros deberes hacia el
evangelio pueden ser abiertos y apagados como el agua de un bebedero, dependiendo en nuestra
comodidad personal o incomodidad. Nosotros no somos como Pablo dijo ―Y yo con el mayor
placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas‖ (II
Corintios 12:15). Nosotros muchas veces no estamos dispuestos a gastar, y mucho menos
ser gastados por las almas de los hombres. Haremos el trabajo si no nos requiere que
hagamos algún sacrificio o alguna inconveniencia de nuestra parte. Miremos lo que dice la
Biblia- ―Y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.‖ (Apoc. 12:11). ―Recibidle, pues, en el
Señor (a Epafrodito), con todo gozo, y tened en estima a los que son como él; porque por la obra
de Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida..‖ (Filipenses 2:29-30). ¡Dios danos
tales hombres en ésta hora de gran necesidad!

CONCLUSIÓN
Este capítulo ha expuesto solamente uno de los deberes del predicador: Su deber al
Evangelio de Cristo. El predicador tiene muchos otros deberes los cuales serán estudiados en los
siguientes capítulos. Siempre tenemos la necesidad que se nos recuerden nuestros deberes, o los
olvidamos. Muchos de los problemas que plagan a las iglesias hoy en día serían resueltos, si los
predicadores aprendieran y diligentemente hicieran sus deberes. Esta fase de nuestros estudios,
no puede ser sobre enfatizada lo suficiente.

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MORAL EROSION USA! FOUND—A PREACHER TO SUIT ALL
They‘ve taken prayer out of our schools, At last, the prefect preacher has been found, After
They‘d have us despise God‘s golden rule; hundreds of years, a model preacher has been found to
suit everyone. He preachers exactly 20 minutes and then
Remove his name form our money, sits down. His lessons are deep and shallow. He
Teach our children creation is phony; condemns sin, but he never hurts anyone‘s feelings.
Make our morals falter and lag, He works form 8 a.m. to 10 p.m. in every type of
Erase God‘s name form our pledge to the flag; work, from preaching to custodial service. He makes
Tell us what we can say and do, $60 a week, wears good clothes, buys good books
regularly, has a nice family, drives a good car and gives
What‘ll we be when they get through? $30 a week to the church. He also stands ready to
contribute to every good work that comes along.
James P. Needham 1965 He is 26 years old, has been preaching 30 years and
was 55 his last birthday. He is tall and short, thin and
heavy –set, and handsome. He has one brown eye and
one blue one. He parts his hair in the middle. The left
side is dark and straight; the right side is brown and
wavy. He wears a mustache only on the right side of his
upper lip, with the other side bare.
He works tirelessly with teenagers, and spends all his
time with older folks. He smiles all the time with a
straight face because he has a sense of humor that is
keeping him seriously dedicated to his work.
He makes 15 calls a day on church members, visits
all the sick in the hospitals and at the home even when
he doesn‘t know they are sick. He spends all his time
evangelizing the ―unchurched,‖ and is never out of his
office. He is not married but his wife is a wonderful
helper in his work and is well loved by the whole
church. He has no children, but his kids are the meanest
ones in the church! He expects nothing form those in his
Bible classes, but the member where he preaches are the
best Bible students in the area.
--Author unknown with some revisions and additions by
JPN.

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Capítulo VI

El Concepto que Dios tiene sobre el Predicador, Sus


Deberes, Su Trabajo, la Iglesia, El Mismo, y Los Falsos
Maestros.
INTRODUCCIÓN
El capítulo anterior trato sobre lo que piensa Dios sobre los deberes del predicador hacia
el evangelio. En este capítulo hablaremos de lo que Dios piensa de los deberes del predicador de
otros puntos de vista. Miremos los deberes del predicador en:

I.) SU TRABAJO
Tengan en mente ahora, que un individuo que se dedica de ―tiempo completo‖ a predicar
el evangelio, recibe su apoyo físico de la iglesia. Que Timoteo era una persona tal, esto no se
debate. Cualquier otra conclusión es inconsistente con el orden itinerante de su vida, así como
ciertas admoniciones que Pablo le hace. Encontramos que Timoteo acompaña a Pablo en sus
viajes, y es mandado por él de lugar en lugar para hacer algunos trabajos en especial así como
nos dicen varias referencias del Nuevo Testamento (Romanos 16:21; I Corintios 16:10; II
Corintios 1:1; Filipenses 2:19; I Tesalonicenses 3:2; Hebreos 13:23; I Timoteo 1:3). Pablo le
aconseja a Timoteo a ―huir‖ el ―amor al dinero …. ―(I Tim. 6:10-11), y dice, ―Tú, pues, sufre
penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la
vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es
coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar
primero.‖ (II Tim. 2:3-6). (Comparen esto con I Corintios 9).
Este tipo de persona está libre de enredarse en los negocios de esta vida (II Tim. 2:4). El
tiene el ―derecho de no trabajar‖ (El derecho de no trabajar o tener un trabajo secular y recibir su
apoyo/salario de la iglesia—II Corintios 11:8; I Corintios 9:6), y se debería de ―dar‖ a sí mismo
―por completo‖ (I Timoteo 4:15) al ―trabajo de evangelista,‖ ―cumpliendo su ministerio‖ (II
Timoteo 4:5).
Esto naturalmente nos lleva a la pregunta lógica de cual es el trabajo del predicador.
Pablo le dijo a Timoteo ―haz la obra de evangelista‖ (II Tim. 4:5). ¿Qué es esto? En el capítulo
pasado miramos lo que es lo que no es el trabajo del predicador. Como enseñan las cartas a
Timoteo, el trabajo de un evangelista, generalmente hablando, es el vivir una vida
ejemplar (I Tim. 4:12), y el leer, estudiar y enseñar el evangelio (II Tim. 2:2; 15;
I Tim. 4:13). Cualquiera que ha tratado de ser llamado un predicador ―de tiempo completo o de
planta‖ rapidamente admitiría que esto es un trabajo tremendamente grande. Muchos que han
tratado de revolver la predicación con el trabajo secular testificaran que han tenido que sacrificar
el uno por el otro; no pudieron hacer ninguno de los dos de la manera que ellos verdaderamente
quisieran hacerlo.
Aquellos que se quejan que ―el predicador se toma mucho tiempo en su estudio‖ nunca
han entendido el deber de un evangelista, ni la pesada carga mental que esto tiene. Estas mismas

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personas también son las que a veces se quejan de que el predicador predica cosas inadecuadas
desde el púlpito. Ellos quieren que haga el trabajo de un pastor moderno (que pase la
mayor parte de su tiempo sirviendo mesas), y que también traiga sermones que valgan la pena.
Uno no puede hacer las dos. El trabajo desde el pulpito es un buen indicador de que el predicador
está estudiando lo suficiente o no.
Este escritor ha entrenado a unos pocos predicadores, y muy frecuentemente predicadores
jóvenes me preguntan el como ser más eficientes y más efectivos. Mi consejo es siempre, ―lee,
estudia, y predica.‖ Es muy difícil para el predicador hacer más que lo debido en estas
actividades, y cuando pone atención a ellas, oiremos de él. Si las descuida entonces, sus
oportunidades serán grandemente disminuidas, y seguirá siendo ―una pobre excusa de
predicador.‖ Uno no puede enseñar lo que no sabe.
Es alarmante oír de predicadores que no desean predicar. Estan contentos con flojear toda
la semana y predicar unos sermoncillos el en día del Señor y tal vez enseñar una clase bíblica o
dos. ¡Algunos van aun más allá y dicen que no quieren predicar en series! Hay comunidades a su
alrededor que no tienen iglesias, o hay pequeños grupos inactivos que necesitan de animo. Estos
predicadores no toman ventaja de estas oportunidades por varias razones. Algunos son solamente
flojos/ociosos. Ellos prefieren estar haciendo nada que predicar. Otros se dan cuenta que tales
trabajos los tienen que hacer gratis, y ellos, como dijo un predicador, ―no predican en series
gratis.‖ ¡Hermanos, como es que nosotros necesitamos que cumplir nuestro ministerio (II Tim.
4:5)!
Es cierto, que hay iglesias que pueden pagar al predicador, pero no quieren pagar y
buscan quien vengan a predicarles gratis, pero también hay muchas iglesias que necesitan la
ayuda de un evangelista las cuales no pueden renumerarle financieramente. El predicador que
rehúsa ayudar a tales iglesias, es un empleado que solamente trabaja su tiempo. Hay algunos
predicadores los cuales manifiestan una terrible falta de dedicación a su trabajo. Ellos estan más
interesados en otras cosas que en leer, estudiar y predicar. Ellos pasan más tiempo
jugando golf o pescando que en sus estudios. Otros estan más interesados en vender alguna
comodidad física que en predicar el evangelio. Verdaderamente, algunos predicadores usan su
situación como predicadores para crear avenidas para vender algo. Algunos han hecho
innumerables daños a la iglesia y a ellos mismos por envolverse en las cosas de esta vida (II Tim.
2:3-6). Es asqueroso el ver a cualquiera que usa la iglesia para superarse en su propio y físico
propósito.
Hombres que se entregan por completo a la predicación del evangelio, deberían de hacer
eso mismo. Es triste, pero verdad, que muchos de los que son conocidos por ―predicar a medio
tiempo‖(los que trabajan y predican) hacen más por la Causa que algunos de los que trabajan
―tiempo completo.‖ Por esta razón algunos han concluido que ―la predicación de tiempo
completo‖ es un trabajo suave (fácil). Vamos a afrentar esto—en algunos casos si es
verdad. Algunos (no todos) ―predicadores de tiempo completo‖ no sienten ninguna obligación de
usar una porción razonable de su tiempo para hacer trabajo espiritual. Ellos no leen,
estudian, o predican, ni siquiera tanto como los predicadores de ―medio tiempo.‖ Ellos
sienten que mientras ellos hagan algunas llamadas sociables, llenan su tiempo en el pulpito y en
las clases bíblicas, han hecho lo que tenían que hacer, aun que sus esfuerzos en la predicación
muestran falta de profundidad y preparación.
Esto no es dicho para defender a los predicadores de ―medio tiempo.‖ Hay una gran
necesidad de tales hombres, pero hay una mayor necesidad de hombres que puedan dedicar todo
su tiempo para los propósitos espirituales. Hay muchos hombres de ―medio tiempo‖ que

41
necesitan hacerse hombres de ―tiempo completo.‖ Estos tienen la habilidad de ser excelentes
predicadores del evangelio. Otros se quedan atrás por falta de fe. Otros se quedan atrás
esperando mayor renumeración financiera. Como un hombre bastante capaz me dijo una vez,
―nunca podría estar satisfecho con el salario de un predicador.‖ Otro me dijo ―tendría que dejar
mi señoridad en el trabajo y mis beneficios de la aseguranza.‖ Ha habido muchos hombres de
―tiempo completo‖ que se han convertido en hombres de ―medio tiempo‖ por las mismas
razones. Puede ser dicho sin ningún tipo de argumento contrario que, el MATERIALISMO es
uno de los obstáculos que tenemos que enfrentar. La iglesia hoy en día sufre por una tremenda
falta de dedicación espiritual en la parte de nosotros, INCLUYENDO LOS PREDICADORES.
Nosotros no ―buscamos primeramente el reino de los cielos‖ (Mat. 6:33), y estamos tratando de
hacer el imposible trabajo de servir a ―Dios y a las riquezas‖ (Mat. 6:24).
Ciertamente es verdad que algunos predicadores de ―tiempo completo‖ viven con salarios
inadecuados, y los hermanos generalmente estan ignorantes de, o son indiferentes a
las necesidades de estos predicadores, pero aun así el mundo está todavía perdido sin el
evangelio, y necesita ser predicado día y noche. Cualquier desavenencia que suframos aquí por la
Causa de nuestro Señor, va a ser abundantemente recompensada en el mundo venidero. ―Se vivir
humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado
como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo
en Cristo que me fortalece‖ (Filipenses 4:12-13). Los predicadores tienen que ser hombres de fe.
Así como Pablo aconsejó a Timoteo, tenemos ―sé …ejemplo … de fe‖ (I Tim. 4:12).

II.) A LA IGLESIA
Un predicador del evangelio tiene ciertos deberes a la iglesia. Vamos a considerarlos de
la siguiente manera: (1.) ―Para que corrigieses lo deficiente‖ (Tito 1:5). Esto es un deber general,
y consiste en corrección con la palabra (II Tim. 3:16) cada y cualquier cosa que no esté en
orden en la iglesia. Pablo dijo, ―y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y
enseñaros, públicamente y por las casas‖ (Hechos 20:20). Le dijo a Timoteo que ―sea sobrio en
todo‖ (II Tim. 4:5). Un predicador del evangelio mira y busca las cosas que estan ―deficientes‖
en la iglesia, no importa si es de parte de la congregación o miembros individuales, el tiene que
ponerlas ―en orden‖ o ser descuidado en su deber divino a Dios. La filosofía que dice ―no oír
mal, no ver mal, no hablar mal‖ no tiene ningún lugar en la vida del ―hombre de Dios‖ (II Tim.
3:17). Cuando oye, o mira el mal, el tiene que hablar del mal. Le fue dicho a Timoteo, ―A
los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman‖ (I
Tim. 5:20), y en el versículo siguiente Pablo dijo, ―Te encarezco delante de Dios y del Señor
Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada
con parcialidad.‖ (I Tim. 5:21).
Es muy fácil para que el predicador del evangelio falle en este punto, especialmente si
está más preocupado con la popularidad que con la puridad, o con que tenga su mente más cerca
de una disposición más acercada a Dios. Si el corazón de uno no esta recto, es muy fácil el
hacerse de la vista gorda cuando uno de los ancianos o un buen amigo en la congregación está
desordenado. Si el hijo de un anciano va a los bailes con la aprobación de su padre, es mucho
más fácil predicar sobre el bautismo. Si algunos de los hermanos de más influencia en la
congregación son conocidos por toman licor socialmente, se mira más atractivo el predicar un
sermón sobre la Cena del Señor. Así como es reportado lo que un predicador dijo cuando
algunos pecados congregacionales fueron traídos a la junta de varones, ―Oh, no nos metamos en

42
eso ahora‖ o como dijo otro, ―No podemos pelear contra todos nuestros enemigos al mismo
tiempo.‖
Pablo dijo que dejó a Tito en Creta para ―poner en orden lo deficiente.‖ ¿Deficiente
donde? ¿En Corinto? ¡Si, como no! Pablo le mandó que ―pusiera en orden lo deficiente‖ en las
iglesias de Creta. Algunos predicadores siempre están hablando de lo que estaba mal donde
predicaban antes. Verdaderamente ―pierden el impacto‖ de lo que el pecado hace cuando nadie
en la audiencia es culpable de ese pecado, pero hablan con cuidado y suavemente sobre los
pecados los cuales estan afectando a su audiencia, en los cuales ellos participan.
Pablo es un gran ejemplo como predicador. Cuando se estaba despidiendo de los ancianos
de Efeso, el dijo ―… nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros…yo os protesto en
el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el
consejo de Dios …. Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he
cesado de amonestar con lágrimas a cada uno ….‖ (Hechos 20:20, 26-27, 31). Cuando uno puede
decir verdaderamente lo que dijo Pablo en lo concerniente a sus labores con la iglesia, puede
entonces decir que ha hecho sus deberes a la tal.
―Y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé‖ (Tito 1:5). Esto pues,
claro, no es incondicionalmente. Los siguientes versículos dicen, ―el que fuere irreprensible,
etc.‖ El punto es, que es el trabajo del predicador es el enseñar la organización que Dios enseña a
la iglesia local y establecer ancianos en cualquier lugar que haya hombres que llenen los
requisitos. Este es un deber del predicador que en muchos de los casos el predicador ha
descuidado. Hay una tendencia a que el predicador diga que, ―Bueno, eso es el deber de la
iglesia; yo no me voy a meter.‖ Es el deber de la iglesia el determinar si cierto hermano llena los
requisitos, pero es el deber del predicador establecerlos (Hech. 6:1-6; Tito 1:5). No puede ser
indiferente en estos asuntos. A cualquier lugar que vayan los predicadores deberían ver si pueden
establecer ancianos en las iglesias que no los tienen. Esto es el orden que Dios dio, y ninguna
iglesia es todo lo que Dios quisiera que fuera hasta que ha llegado a ser bien organizada con
ancianos y diáconos (Filipenses 1:1). La existencia de ancianos y diáconos, escogidos
escrituralmente, son una señal de la madurez en la congregación. Cada iglesia debería de
esforzarse a tener este orden. Hasta que esto pase, el predicador tiene mucho en que trabajar. Hay
que afrontar esta responsabilidad de ―establecer ancianos en CADA CIUDAD.‖
III.) A SI MISMO
Pablo también le dijo a Timoteo que él tenía deberes a si mismo. Esto tiene que ver con
su conducta personal. Notemos lo que dice: ―Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; pues
haciendo esto, te salvarás, a ti mismo y a los que te oyeren (I Tim. 4:16), y ― … ejercítate para la
piedad‖ (I Tim. 4:7). ―Esfuerzate en la gracia que es en Cristo Jesús‖ (II Tim. 2:1). ―No
impongas con ligereza las manos a ninguno ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro‖ (I
Tim. 5:22). ―Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra,
conducta, amor, espíritu, fe y pureza. Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y
la enseñanza‖ (I Tim. 4:12-13). ―Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe,
el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor‖ (II Tim. 2:22).
Estos y muchos otros pasajes nos muestran un poco de los deberes del predicador a si
mismo. Manteniendo su vida personal y su trabajo ―parejos,‖ es un tremendo deber. Cada
hombre quien hace esto es ―amado por lo bien de su trabajo.‖ Su influencia para el bien es
incalculable, y los resultados eternos de su trabajo solo son conocidos por Dios.

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IV.) A LOS FALSOS MAESTROS
Pablo les dio instrucciones especiales a Timoteo y a Tito en lo concerniente a sus deberes
a ciertos falsos maestros. El les aconsejó que ―corrija a los que se oponen‖ (II Tim. 3:10), y si
ellos rehúsan la corrección, ―deséchalo‖ (Tito 3:10), ―a estos evita‖ (I Tim. 3:5), o ―apártate de
los tales‖ (I Tim. 6:5). Todo esto quiere decir que el predicador del evangelio tiene que tener
cuidado de las relaciones terrenales que forma. El tiene que vivir una vida ejemplar (I Tim.
4:12), y esto no lo puede hacer formando relaciones o amistades que no son sabias, el se puede
hacer ―participante en pecados ajenos‖ (I Tim. 5:22). Por esta razón, el predicador no puede
unirse a una alianza de ministerio, o hacer cualquier cosa que les haría entender a los
proponentes del error que son ―bienvenidos‖ (2 Juan 10). La verdad es de mucho valor, muy
preciosa, para que cualquiera la deje caer al suelo, mucho menos un predicador del
evangelio. El no puede coquetear con el error o ser muy amigo de los proponedores del tal,
porque al hacer eso, la línea de la verdad y la mentira se hace borrosa, y almas pueden ser
perdidas como resultado.
CONCLUSION
Los deberes del predicador del evangelio tratan de algunos de las responsabilidades mas
pesadas conocidas al hombre o Dios. Vamos a nunca ser culpables de substituir los deberes
hechos por los hombres por los deberes hechos por Dios, o tratar de restringir a los predicadores
del evangelio para que no hagan lo que deben hacer para complacer a Dios. Todo predicador en
todo lugar tiene que venir a un mayor entendimiento de sus deberes y sus responsabilidades, y
que sea más determinado que antes a ―hacer el trabajo de evangelista.‖ Las almas estan en juego,
incluyendo la del predicador (I Tim. 4:16; I Cor. 9:27)

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Capítulo VII
Lo Que Enseña Dios Del Deber del Predicador a los
Hermanos
En las cartas de Pablo a Timoteo, el toca el tema de los deberes del predicador de
numerosos maneras o ángulos. No hay duda que muchos de los problemas con los predicadores
tienen su raíz en la falta de entendimiento del trabajo del predicador en los lados de predicadores
y hermanos. Sus responsabilidades son muchas veces y por muchas personas, determinadas más
por tradición y conceptos denominacionales, que por un estudio cuidadoso de las escrituras.
Este capítulo cubrirá las instrucciones que Pablo dejó a Timoteo en lo concerniente a sus
deberes a los hermanos.

I.) GENERALMENTE
(1.) ―Si esto enseñas a los hermanos‖ (I Tim. 4:6; II Tim. 2:14). En Tito 3:1, Pablo le dijo
a Tito que les recordare a los hermanos. Esto es una responsabilidad seria que Dios ha puesto
sobre los predicadores. Es una que a veces es difícil hacer. Es muy fácil el cansarse de los
mismos viejos sermones; repitiendo los mismos principios, pero tiene que ser hecho. Es el
deber del predicador. Hasta ciertas veces los hermanos se van a quejar que ―siempre he oído
todas estas cosas, toda mi vida, ya me estoy cansado de ellas.‖ O algún otro dirá ―Ya se lo que el
predicador va a decir antes que lo diga.‖ Nosotros leemos y oímos a unos hablar de que ―se
repiten siempre las mismas cosas.‖
Todo esto podría apagar el espíritu de algunos predicadores, pero el ―hombre de Dios‖ se
dará cuenta de que aquellos que hacen tales comentarios son evidencia que necesitan oír ―las
mismas cosas siempre‖ aun más. Hay algo terriblemente mal cuando la antigua historia de la
cruz se les hace fastidiosa a los hijos de Dios. Cuando Pedro escribió su segunda epístola dijo
―Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis
confirmados en la verdad presente. Pues tengo por justo, en tanto que estoy en leste cuerpo, el
despertaros con amonestación …. También yo procuraré con diligencia que después de mi
partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas.‖ (II Pedro 1:12-13, 15).
Es algo honorable el que Pedro haya dicho que pondría ―en memoria estas cosas‖ a los
hermanos. Estas cosas aunque ellos YA LAS SABIAN, y estaban ESTABLECIDOS EN
ELLAS. Aunque esto podría ser dicho de los hermanos, ellos todavía tenían la necesidad de que
hicieran memoria de ellas—necesitaban oírlas nuevamente, en repetición. Nosotros todos
estamos en peligro de alejarnos y olvidarnos de las cosas que hemos oído y que conocemos muy
bien (Hebreos 2:1).
En todo esto, por lo cual, miramos un principio bíblico. Ese principio es, que la puridad
de la fe en nuestro Señor depende de la repetición constante de cada paso y faceta de la
revelación divina. Que ningún hermano o predicador se canse de oír la palabra. Tenemos que
entender que cuando esto pasa, es un síntoma de apostasía.
(2.) ―Se ejemplo de los creyentes‖ ( I Tim. 4:12). Un predicador tiene que darse cuenta
que los ojos de los hermanos y el mundo están en él. Nos guste o no los hermanos estan
buscando a los predicadores para que los quien y nos demuestren una vida ejemplar. Esto es

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verdad de cualquier persona que este a la vista pública como maestro. Esto es una de las cosas de
las que Santiago hablaba cuando dijo, ―no os hagáis muchos de vosotros maestros, sabiendo que
recibiréis mayor condenación‖ (Sant. 3:1). Se entiende que entre más responsabilidad uno tiene,
mayor será lo que tendremos que responder a Dios, pero al ver de que Santiago está hablando de
la dificultad que hay para usar la lengua correctamente, y la facilidad con que se puede usar la
lengua para ofender a alguien, es muy probable que esto quiera decir que el maestro es sujeto a
―mayor juicio o condenación‖ por los hombres—es decir, los hombres van a esperar más del
maestro. Si esto es el significado o no, sabemos que esto es generalmente verdad. Esto es lo
mismo que Pablo le dijo a Timoteo. Hay cinco áreas en que Pablo dijo en que el predicador
debería ser ejemplo. Vamos a mirarlas:
(a.) ―En palabra.‖ Esto tiene que ver con la manera en que conversa. La palabra griega
para ―palabra‖ es ―LOGOS.‖ Vine dice de esta palabra, ―la expresión del pensamiento; no el
mero nombre de un objeto.‖ Algunos predicadores se han constituido malos ejemplos ―en
palabra.‖ Sus conversaciones son rasposas, casi vulgares. Sus chistes son palabrerío que ―no
conviene‖ (Efe. 5:4), y algunos de estos chistes son sucios, o son susceptibles a tener doble
sentido. Las mentes de ellos estan literalmente en los drenajes de tan sucias. Sus chistes
colorados son sus cartas de recomendación. Aparentemente se les olvida que ―es su pensamiento
en su corazón, tal es él…‖ (Prov. 23:7). Nuestro Señor dijo ―de la abundancia del corazón habla
la boca‖ (Mat. 12:34). Todo esto simplemente nos dice que uno es solamente tan bueno como su
peor pensamiento. Una persona que está pensando cosas malas constantemente—que deja que su
mente ande por los drenajes—es una persona que eventualmente se arrastrará a si mismo a los
drenajes. Hemos visto a predicadores y otros hermanos caer, y caer fuerte, y en casi todos los
casos, sus conversaciones (sus pensamientos expresados) indicaban que eventualmente les
pasaría mucho antes que les pasará.
Si uno puede controlar sus pensamientos, también podrá controlar su vida. Si podemos
dirigir nuestros pensamientos a aquello que es verdadero, honesto, justo, puro, amable, todo lo
que es de buen nombre, si hay virtud alguna, y es digno de alabanza (Fili. 4:8), seremos
excelentes ejemplos a los hermanos en ―palabra.‖
(b.) ―En conducta.‖ Esto tiene que ver con la manera de que el predicador vive su vida.
Incluye toda faceta de vida del predicador. El predicador debería de ser un ejemplo a los
hermanos en todo aspecto de la vida cotidiana. El debería de ser honesto y recto en todos sus
tratos con todos los hombres. Tiene que pagar sus deudas, y honrar todas sus obligaciones. El
debe de demostrar la altura de dedicación al Señor, diligentemente sirviendo a Cristo cada vez
que tenga la oportunidad. No debería de ser una persona que malgasta y siempre gasta más de lo
que su salario le permite. Estas son algunas de las consideraciones que envuelven el ser ejemplo
en ―conducta.‖
(c.) ―En amor.‖ El amor es la emoción que casi evade la definición. La mejor definición
de amor es aquella dada por la palabra de Dios. ―Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus
mandamientos‖ (I Juan 5:3). El predicador del evangelio debe poseer este tipo de amor. El debe
ser ejemplo de adherirse estrictamente a los mandamientos de Dios. El no debería de apartarse ni
la más pequeñísima distancia de los mandatos de Dios. El amor tiene que ver con la actitud que
tenemos hacia otras personas. Jesús dijo, ―amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os
maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen‖
(Mateo 5:44). Todos los cristianos tienen el deber de hacer esto, pero el predicador tiene el deber
de ser ejemplo a los ―creyentes.‖

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(d.) ―En fe.‖ Todos estamos expuestos a tener algunas dudas. Algunas son mentales; otras
emocionales. La Fe da a luz Fe; las dudas dan a luz dudas. No hay otra cosa que pueda hacer más
fuerte a alguna iglesia que un predicador que manifiesta firme, fe como la de un niño, en la
palabra de Dios. Pablo le dijo a Timoteo que fuera un ejemplo de fe. El pulpito no debería ser el
lugar de que el predicador hable sobre sus dudas. El predicador debería hacer una practica de no
predicar nada de lo cual tiene dudas. El debería de creer en lo que predica, y predicar lo que cree.
Pablo dijo ―pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo
cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos‖ (II Cor. 4:13). Así tiene
que hacer todos aquellos que claman ser predicadores del evangelio. Las gentes tienen
suficientes dudas para que añadan las dudas del predicador. Algunos predicadores usan el pulpito
como un lugar para pensar. En orden de impresionar a su audiencia con su integridad y mente
abierta, empiezan a hacer muchas preguntas las cuales nunca responden. Algunos piensan que
esto es una indicación de ser académicos. El resultado es que estas preguntas se quedan en el
aire; preguntas difíciles que se quedan sin respuesta, y las personas se van con más dudas que las
que originalmente tenían. Todos nosotros hemos oído esta clase de predicación alguna vez. Es
peligrosa. Si uno no puede presentar un argumento positivo, y no pueda hacer un argumento
constructivo sobre este tema, debería de cambiar su tema. Debería de pensar sobre estos temas
fuera del pulpito.
(e.) ―En puridad.‖ El predicador del evangelio debería ser un ejemplo de puridad a los
creyentes. No debería de haber ninguna duda en las mentes de los creyentes sobre la sinceridad o
la dedicación a Dios del predicador. Hemos oído de predicadores de los cuales se dice, ―Es un
excelente predicador, pero su vida no es tan buena como debería de ser.‖ Si uno predica el
evangelio, el debe de predicar la puridad en su vida, pero si su propia vida no es pura, su
predicación será inefectiva. Los predicadores tienen que asegurarse de que practiquen lo que
predican. Si no están haciendo eso, necesitan dejar de predicar hasta que puedan hacerlo,
necesitan dejar de predicar hasta que la practica alcance la predicación. Nada daña más la causa
del Señor, o revuelve mas el estomago que, un predicador que no es santo.
II.) ESPECIFICAMENTE
Pablo les da instrucciones a Tito y Timoteo de que clase de deberes tienen hacia cierta
clase específica de hermanos. Pablo los nombra, y luego les dice a ellos cuales son sus deberes
hacia estas personas. Vamos a tomar nota de ellos:
(1.) A los fieles—enseña. Pablo le mandó a Timoteo, ―lo que has oído de mí ante muchos
testigos, esto encarga ahombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros‖ (II
Tim. 2:2). La palabra griega traducida aquí ―hombres‖ es ANTHROPOS la cual ―es
usada generalmente, de un ser humano, hombre o mujer, sin referencia de sexo o
nacionalidad‖ (W.E. Vine, p. 32). El predicador tiene el deber de enseñar y entrenar a los
fieles, ya sean hombres o mujeres, para que ellos también ―enseñen a otros.‖ Muchos
predicadores fallan en hacer este deber. Ellos estan contentos en conducir las clases
bíblicas en las cuales el individuo verdaderamente no podría aprender a ser un maestro.
Hay una gran necesidad de dar instrucción especial y entrenamiento a los fieles, aquellos
que demuestran dedicación y habilidad, para que a su turno se conviertan en predicadores
del evangelio y maestros. Las recompensas a la Causa son grandísimos cuando damos
este tipo de entrenamiento especial a aquellos que lo deseen. Vamos a dejar de ser
negligentes en este deber.
(2.) A los que estan en error—corregir. Pablo le dijo a Timoteo, ―que con mansedumbre
corrija a los que se oponen ….‖(2 Tim. 2:25). A Tito le dijo, ―repréndelos duramente,

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para que sean sanos en la fe …‖ (Tito 1:13). El predicador del evangelio no debe dejar
que el error esté sin desafio. Esto no lo hará popular con los hombres (ni aun con algunos
hermanos), pero tiene el deber de presentar defensa a la verdad. Muchas veces será
llamado un ―hermano problemático,‖ ―escandaloso‖, ―delicado‖, o ―pendenciero‖, pero
su deber es claro, no importa lo que los hombres piensen o digan. Aquel que busca la
popularidad mundana es mejor que haga otra cosa que no sea el predicar el evangelio.
Pablo le mandó a Timoteo que ―prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de
tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina‖ (2 Tim. 4:2).
(3.) A los ancianos—exhórtale como a padre. Pablo le dijo a Timoteo ―No reprendas al
anciano, sino exhórtale como a padre‖ (1 Tim. 5:1). Tenemos que entender que Pablo le
está hablando a un predicador joven. No sabemos realmente cuantos años tenía Timoteo
cuando se escribe la carta, pero evidentemente fue considerablemente más joven que
Pablo. Esta es un mandato especialmente para los predicadores más jóvenes, pero se
puede aplicar a todos. La biblia enseña que se debe respetar los años. Dios dijo ―Delante
de las canas te levantaras, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo
Jehová vuestro Dios‖ (Lev. 19:32). A Rehoboam no le importó esta parte de la ley, y
trajo deshonra a su reino. Algunos predicadores jóvenes tienden a ser un poco rebeldes en
contra de hombres mayores. Pero al pasar los años, ellos miras esas actitudes juveniles y
dicen así mimos, ―¿Cómo es que pude haber sido tan tonto?‖ Se podrían ahorrar mucho
remordimiento solamente con seguir el consejo de Pablo de tratar a los hombres mayores
como padres.
Esto no quiere decir que los ancianos siempre tienen la razón — verdaderamente esto no
es siempre el caso. Usualmente es verdad que, gracias a la mayor oportunidad de la
juventud, que estos avanzan más que los ancianos, pero tiene que hacer esto presente con
cautela y modestia. No debe hacer demandas de dictador sobre los ancianos, pero tiene
que exhórtales como a padres. No hay duda que la inspiración de Dios tenía esta
característica de la juventud en mente cuando dirigió a Pablo a decir, ―nadie tenga en
poco tu juventud‖ (I Tim. 4:12).
(4.) A los jóvenes— tratalos como hermanos (I Tim. 5:1). En el reino de Dios no hay lugar
para tener castos sociales. Aquellos que tengan la edad del predicador deben de ser
considerados como IGUALES—tienen que ser tratados como hermanos. Es muy facil
para un predicador joven el cual tenga una habilidad avanzada el presentarse con un
espiritu altivo, y que se sienta superior a aquellos de su misma edad. Pablo le advierte a
Timoteo sobre este peligro cuando le dice su deber a los ―jóvenes.‖ Vamos todos a
aprender a manifestar un actitud apropiada hacia los demás. Uno puede ser más
inteligente que otros, pero esto no beneficia en nada al hijo de Dios si esto lo hace pensar
más de si mismo que lo que debe pensar.
(5.) A las ancianas—tratalas como a madres (I Tim. 5:2). El lugar de la mujer en la iglesia
está claramente descrita en las escrituras. Sus deberes son muchos, sus responsabilidades
son grandes, y su lugar es prominente—mucho más prominente de lo que algunos
hermanos desean admitir. Hay una tendencia de algunos de pisotear o no tomar en cuenta
el papel que ellas destacan en la iglesia. Muchas madres en Israel han significado mucho
para este escritor. Ellas han dado consejos sólidos, y el guía de una madre. Ellas han
proporcionado la ayuda que ningún hombre podría proporcionar. Muchos predicadores
jóvenes encuentran difícil el poner atención a lo que las mujeres dicen. Esto tal vez tiene
que ver con el porque Pablo le dice esto a Timoteo. Hay tantos que les encanta neutralizar

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lo que dicen las mujeres por medio de decir, ―Las mujeres no deben de dirigir la iglesia.‖
Esto es verdad pero muchas veces es usado como una racionalización para hacernos
sentir justificados en el no tomar importancia del justo juicio de estas mujeres. Vamos a
hacer nuestro deber hacia las madres en Israel.
(6.) A las jovencitas—tratalas como hermanas, con toda pureza (I Tim. 5:2). Este es un
consejo verdaderamente necesitado. Los predicadores, especialmente los jóvenes,
necesitan de observar cuidadosamente la relación que ellos tienen con las mujeres
jóvenes. El predicador siempre está a la vista del público y las mujeres jóvenes tienen una
tendencia a ser atraída por estos hombres. Ellas podrían ser perfectamente inocentes en
sus acciones, y el predicador puede ser muy despistado, pero sin importar las
circunstancias, mucho daño puede ser causado por dejar que estas relaciones comiencen y
que traigan sospechas, y puede llegar a traer infracciones serias delante de la ley de Dios.
Un predicador nunca puede bajar su guardia. El tiene que tener cuidado a donde vaya, en
lo que hace y en lo que dice. Un buen principio que tenemos que aprender, es que es
mucho más fácil evitar las sospechas que borrarlas. ―A las jovencitas, como a hermanas,
con TODA PUREZA.‖
(7.) Las viudas que en verdad lo son—honra (I Tim. 5:3). La cuestion de las viudas puede ser
tratada con casi todas las páginas de la biblia. Dios siempre ha tenido en cuenta a las
viudas, y demanda de que sus hijos hagan lo mismo. Pablo define lo que es una viuda en
verdad, ―Más la que en verdad es viuda y ha quedado sola, espera en Dios, y es diligente
en súplicas y oraciones noche y día‖ (I Tim. 5:5). Pablo le instruyó a Timoteo que
―honrara‖ a estas viudas. Esto significa que debería de ayudarlas y animarlas. Cada
predicador de experiencia sabe cuanto en verdad estas mujeres necesitan esto. No hay
nadie que merezca más la ayuda que una santa mujer que esta batallando para mantener a
sus hijos y que está enteramente entregada al Señor. No solamente tienen los
predicadores y otros individuos en la iglesia que ayudar a estas, sino que en I Timoteo
5:16, Pablo instruye a la iglesia a que provea por ellas. Vamos a tener en mente en honrar
a las viudas que verdaderamente los son.
(8.) A los ricos—Manda (I Tim. 6:17). Pablo no le dijo a Timoteo que ―peticionará‖ a ellos,
sino que ―les mandará‖ a ellos ―que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las
riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, qe nos da todas las cosas en
abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras,
dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen
mano de la vida eterna‖ (I Tim. 6:17-19). Los ricos van a batallar para entrar en el cielo
(Mat. 19:23-24). Los predicadores tienen la responsabilidad de guiar a los ricos en el uso
apropiado de sus poseciones terrenales según la palabra de Dios. Hay una tendencia en la
parte de los predicadores el hacer lo que los ricos pidan, en lugar de advertirles del
peligro en que se encuetran gracias a sus riquezas. Tenemos que ―mandar‖ lo que Pablo
nos instruyó.
(9.) Los Obispos/Ancianos: Uno de los campos más descuidados en la iglesia es el hacer
crecer las relaciones entre los ancianos y los predicadores. Los ancianos tal vez no tengan
la actitud apropiada hacia el predicador, o el predicador no se siente hacia los ancianos
como lo debería de hacer. Todos los miembros (incluyendo) los predicadores tienden a
pensar que los ancianos son plenamente calificados para ser ancianos hasta que no
concuerdan con ellos en algo—entonces empiezan a pensar ―¡como es que alguien

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pudiera pensar que estos hombres estuvieran calificados para ser ancianos!‖. Los
predicadores tienen responsabilidades hacia los ancianos y necesitamos estudiarlas.
(a.) ―Contra un anciano no admitas acusación sino cono dos o tres testigos‖ (I Tim. 5:19).
¡Esta es una orden tremenda! Los miembros tienen una tendencia a pensar que el
predicador es el que debe de resolver todos los problemas, así que ellos van corriendo
hacia él cada vez que alguna dificultad aparezca. Uno de los problemas más comunes que
la gente presenta a los predicadores es el obispado. Ellos quieren hablar de los ancianos,
no a los ancianos. Ellos quieren que el predicador este en medio—ponerlo a él en medio
de ellos y los ancianos y poner el predicador en contra de los ancianos. El predicador
llevará la batalla por ellos, y nisiquiera tendrían que ser ellos identificados. Pablo está
tratando de proteger al predicador de este tipo de situación pecaminosa en esta parte de la
escritura, si el predicador tiene la valentía y la fe para esforzarla. Tiene que rehusar el
escuchar los chismes, a menos que el acusador tenga dos o tres testigos y que el acusador
tenga el deseo de estar frente a frente del anciano para hacer su acusación. Si el acusador
no quiere hacer esto, el predicador debe rehusar el escuchar.
(b.) ―A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también
teman‖ (I Tim. 5:20). Lo que dijo Pablo en el versículo 19, no está diseñado para que el
predicador y los ancianos se hagan un pequeño grupito que es caracterizado por la mutua
protección en contra de acusaciones. Si los acusadores vienen al predicador con alguna
acusación que puede ser probada por medio de ―dos o tres testigos,‖ entonces el
predicador tiene la responsabilidad, el deber, claramente de reprender al anciano pecador
―delante de todos, para que los demás también teman.‖ No hay ninguna razón para el mal
interpretar este lenguaje tan simple, pero algunos aparentemente lo hacen. Hay algunos
que tienen la idea que la voz de los ancianos es la voz de Dios. Ellos piensan que el
anciano tiene inmunidad espiritual. Algunos piensan que no hay alguna manera de que un
anciano pueda ser corregido. Estas personas tienen que leer lo que Pablo dice aquí.
(c.) ―No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos.
Consérvate puro.‖ (I Tim. 5:22). En el mismo contexto de lo que fue dicho anteriormente,
Pablo le dio a Timoteo estas instrucciones. No hay duda que esto tiene referencia a la
responsabilidad del evangelista de establecer ancianos (Tito 1:5). La forma tradicional de
cómo establecer algún oficio espiritual era por medio de poner las manos sobre ellos. Las
instrucciones entonces quieren decir que Timoteo (los predicadores del evangelio) no
deberían establecer ancianos con ligereza. Ellos tienen que asegurarse que tales hombres
llenen todos los requisitos que estan escritos en I Timoteo 3. El no hacer esto es ―el
participar en pecados ajenos.‖
(d.) ―Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente
los que trabajan en predicar y enseñar‖ (I Tim. 5:17). Aquí Pablo demanda de que
Timoteo les otorgue el honor necesario a los ancianos. Los predicadores deben de
respetar el honor de los ancianos. Una buena manera de hacer esto, es dejar que los
ancianos hagan el trabajo de los ancianos. Hay una inclinación de algunos predicadores
de querer hacer el trabajo de los ancianos y dejar el trabajo del predicador sin hacer en
descuido. Algunos predicadores se ponen tan ocupados en hacer el trabajo de los
ancianos que cuando se para a predicar, se paran sin nada que decir. Hay también ciertos
lugares en que los ancianos estan más que contentos de que el predicador esta haciendo el
trabajo de ellos. Ellos no tienen ninguna intención de destacar tal trabajo, así que creen
que si el predicador lo hace, está bien. Hay otros casos en que el predicador toma por la

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fuerza el trabajo de los ancianos, tal vez sea por que no sabe lo que hace. Cualquiera que
sea el caso, la palabra de Dios es violada. Debemos de honrar a los ancianos. Les
deberíamos dar nuestro respeto, asistirlos en lo que podamos ayudar, pero tenemos que
dejar que ellos hagan su trabajo y nosotros hagamos el nuestro.

CONCLUSION
Esto concluye nuestros estudios sobre los deberes de los predicadores. Esperamos que
hayan considerado cuidadosamente lo que se ha dicho aquí, y que haya sido de provecho para
ustedes.

FEAR NOT TO SPEAK

He who seeks the truth and trembles


At the danger he must be brave,
Is not fit to be a freeman—
He at best is but a slave.

Be thou like the first apostle,


Be thou like heroic Paul:
If a free thought seek expression,
Speak it boldly, speak it all.

Face thine enemies, thine accusers,


Scorn the prison, the rack, the rod;
And, if thou hast truth to utter,
Speak, and leave the rest to God.

--Gallinger

OUR GLARING HYPOCRISIES

We mumble our prayers and drag our songs,


And yet pretend we have no wrongs.
We come in late and sit at the back,
And still contend we have no lack.

While the sermon‘s preached we watch the clock;


But every mistake we‘re sure to knock.
We love the church for which Christ died;
But our shinning lights we always hide.

We take the Lord‘s supper once a week,


But a word for Him we do not speak.
We give to God a portion of that
Which is left after we‘re made fat.

51
We go to classes we don‘t enjoy;
Play with our books as if a toy;
Endure teachers we can hardly stand;
But our hope for heaven is simply grand.

We talk of all we see that‘s wrong;


We sing it as if it were a song.
We should be light and save like salt,
But whatever‘s wrong is not our fault.

A solution to the problem could surely be found,


If we would each just turn around,
And gaze in the mirror of God‘s own word
And see our image, grossly absurd.

James P. Needham
2/23/76

52
Capítulo VIII
Los problemas de la iglesia con los predicadores
INTRODUCCIÓN

Todos tenemos el peligro de sobre generalizar. Los predicadores que han tenido
problemas con una o dos iglesias tienden a generalizar y pensar que todas las iglesias son sin
escrúpulos y buscan aprovecharse predicador. Cuando las iglesias tienen una mala experiencia
con uno o dos predicadores, tienden a pensar que todos los predicadores son de la misma manera.
Estas prácticas no son justas y han hecho mucho daño tanto a iglesias como a predicadores. La
verdad es que hay ciertas iglesias y ciertos predicadores que no son lo que deberían de ser, y no
son siempre justos en sus tratos del uno al otro. Esto escrito también nos deja a otra alternativa:
hay predicadores e iglesias que son buenas y justas en sus tratos del uno al otro. El generalizar es
una práctica que no es muy buena en ninguna carrera profesional. Siempre traerá conclusiones
erróneas y desfigura los pensamientos si uno persiste en hacer esto.
Este capítulo y el siguiente examinará los dos lados del argumento de los problemas entre
los predicadores y la iglesia (y yo insito de que hay DOS lados). Consideraremos LOS
PROBLEMAS DE LA IGLESIA CON LOS PREDICADORES, y LOS PROBLEMAS DE LOS
PREDICADORES CON LA IGLESIA. Espero verdaderamente que al presentar estos problemas
francamente, podamos venir a un mejor entendimiento, y hacer nuestro trabajo más armonioso y
beneficial a todos aquellos que esten envueltos en la iglesia. Primeramente, vamos a ver algunas
quejas legítimas que las iglesias hacen hacia los predicadores.

I. PERSONALIDAD

Algunos predicadores hacen problemas en la obra local gracias a ciertas características


personales que tienen. Hasta cierto punto nuestras personalidades son heredadas de nuestros
padres, pero a un punto mucho más grande, nuestras personalidades son adquiridas. Nosotros
tenemos el poder de influenciar lo que somos, especialmente cuando añadimos el tremendo
poder del evangelio a nuestra fuerza de voluntad. Vamos a considerar algunas características de
la personalidad de los predicadores las cuales causan problemas en las iglesias en el trabajo
local:

1.) Inmadurez: Algunos predicadores son inmaduros. Esto es manifestado por:


a.) El complejo de Mártir. Estos se ofenden sobre manera de cualquier clase de criticismo.
Ellos no pueden aguantar a alguien que no concuerda con ellos. Estos siempre tienen que
estar correctos, y salirse con la suya sino se sienten perseguidos. En su conversación, sus
escritos y predicaciones, el tema siempre es el de lo mal que le ha ido en su situación y se
sienten mal de por su propia situación. Ellos siempre se sienten que todos los tratan mal.
Pueden ver una conspiración en contra de ellos en casi todo lo que los hermanos dicen o
hacen, por esto, siempre estan a la defensiva en contra de todos. Los hermanos temen el
hablar con estos sobre cualquier problema, y por eso se sientan y esperan que estos se
vallan por si mismos.
b.) Demandan que se les trate de una manera especial. Ellos siempre esperan que los
hermanos en la iglesia local siempre les pongan atención especial. Si no reciben esta

53
atención especial, tiran un berrinche, y sienten que no son apreciados, y lo toman como
una señal que su trabajo ya está terminado en esa localidad, y que ya es tiempo de ―irse a
otra parte para el bien de la obra.‖ Así que estos solamente se sienten que estan haciendo
bien mientras los hermanos los llenen de atenciones especiales. Los hermanos no
deberían de mimar a tales predicadores. Solamente hacen que ellos se pongan peores.
c.) Egoísmo: Algunos predicadores hacen problemas por causa de su gran egoísmo. Ellos
piensan más altamente de sí mismos de lo que deberían pensar (Rom. 12:3). Ellos sienten
que al ser predicadores, esto los hace más altos que a todos los demás, y da el derecho de
tener ―altivez de ojos y orgullo de corazón‖ (Prov. 21:4), los cuales son pecado. Ellos
sienten que todo el mundo esta tratando de ser tan inteligentes como ellos son, y ―morirá
la sabiduría‖ con ellos (Job 12:2). ¡Estos hermanos son los intocables! Los hermanos no
pueden hablar con ellos, estos estan tan altos y presumidos que no pueden bajar al nivel
intelectual de la gente en general (Rom. 12:16). Estos hermanos continuamente hablan de
lo que ―yo‖ he hecho. Ellos son magníficos; ¡Si no me cree, nada más pregúntenles!
d.) Antagonismo: Algunos predicadores son constantemente antagonistas. Su actitud es casi
siempre negativa. Hasta parece que no pueden vivir en paz con nadie (Rom. 12:18). Ellos
mantienen a los hermanos a la defensiva casi todo el tiempo. Ellos tienen la extraña
habilidad de hacer que todos se enojen con todos los demás. Ellos aparentemente no
pueden ser felices si las cosas estan pasando suavemente, así que ellos empiezan ―algo‖.
Como Ismael, sus manos estan en contra de todo hombre, y toda mano del hombre esta en
contra de él (Gén. 16:12). Ellos siempre tienen que estar ―en batalla‖ con algo para estar
felices. Nadie debería de alejarse de la ―batalla‖ cuando se encuentra la necesidad, pero
verdaderamente hay algo mal cuando alguien la busca solamente para ―excitarse‖ por
ella, y es algo tonto el hacer esto.
Hay algunos hermanos que predican que necesitan un buen estudio en relaciones
humanas. Lo que pasa que ellos todavía no han aprendido a llevarse bien con la gente.
Son buenos predicadores del pulpito, pero ásperos, sarcásticos, y antagonistas fuera del
pulpito. Se diga lo que se diga, el predicador debe poder llevarse bien con la gente, si es
que quiere que su trabajo sea exitoso. Es por causa de esto que algunos que no tienen esta
misma habilidad del pulpito son mejores predicadores que los que tienen grande
habilidad en el pulpito. Ellos pueden convivir bien con los hermanos y sentir los
problemas de ellos. Ellos estan interesados en la gente, en lugar de demandar que la gente
se interese en ellos. Ellos resuelven problemas en lugar de causarlos. Ellos han
madurado—han crecido.

II. FAMILIA

Alguien podría preguntar el por que la familia del predicador sería mas problemática que
las familias de algunos de los miembros. Especialmente cuando la familia del predicador causa
problemas, esta pregunta aparece. Tal vez sea un poco difícil el ver la diferencia, pero si hay
diferencias lo queramos ver o no. Santiago trató sobre este problema cuando dijo ―recibirá mayor
condenación‖ (Sant. 3:1). Esto meramente podría ser a referencia de lo que los hombres
demandan y piensan de un maestro.
La familia del predicador tiene el poder de hacer o deshacer al predicador. Si su esposa se
―sobre viste‖ o ―no se viste lo suficiente,‖ la gente toma nota de esto. Si la esposa es floja o
descuidada en su casa o/y su persona, va a afectar su trabajo. Si sus hijos se portan mal a en

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cualquier tiempo, siempre la gente lo mira diferente que cuando son los hijos de alguien más en
la iglesia. Si la esposa habla mucho, aparentemente hace más daño que cuando las esposas de los
otros hermanos hablan.
Todo esto enfatiza la importancia del control que el predicador debe tener sobre su
familia. Su influencia será muy limitada si falla, y los hermanos más que no estarán más que
gustosos cuando el predicador decida irse a otra parte o sino le pedirán que se vaya a otra parte.
Todos nosotros conocemos algún predicador que es increíble, pero que su obra es terriblemente
invalidada por su esposa o/y sus hijos. No hay duda que en algunos casos esto es decidido
injustamente, y en otros muchos casos, ella se conduce de tal manera de que ella se vuelve un
punto de controversia.
Hay muchos casos en donde la esposa del predicador no está espiritualmente dedicada.
Ella es tibia e indiferente. Ella no es la esposa del predicador por gusto, pero por necesidad, y
casi todos lo saben. Ella preferiría que su esposo se dedicara a otra cosa menos a la predicación.
Ella es un constante desanimo a él. Ella esta insatisfecha con el salario, y constantemente se
queja de que se siente privada de las cosas que quisiera tener. Por que culpa a la iglesia por todos
sus problemas, ella es amarga hacia los miembros, y no está interesada en el trabajo de su
marido. El tiene que cumplir con sus responsabilidades de predicador aun sobre ella, en lugar
que con la ayuda y animación de ella.
―Los hijos del predicador son los más traviesos/rebeldes de todos.‖ ¿Alguna vez ha
escuchado esto? ¿Por qué es que oímos esto tan seguido? ¿Será por que es verdad? Claro que no.
Es por que la gente espera más de los hijos del predicador que los demás. Claro está que algunos
de los hijos de los predicadores son peores que los hijos de algunos miembros, pero no podemos
generalizar justamente en especificaciones como estas. Cuando los hijos de los predicadores
fallan en comportarse bien, esto es magnificado por causa de que son los hijos del predicador.
Esto enfatiza la importancia de que el predicador debe disciplinar y apropiadamente entrenar a
sus hijos. El mal comportamiento de los hijos de cualquiera se refleja en los padres, pero esto es
especialmente verdad en el caso del predicador. Es muy fácil que el predicador descuide a sus
hijos. Algunas veces, tal como Elí, el se ocupa tanto en la obra de Dios, en el tratar de salvar a
otras personas, que pierde a sus propios hijos. Esto no puede ser justificado, pero ha pasado
muchas veces. También la realidad que el predicador y su familia viven en una ―pecera,‖ hace las
cosas difíciles para sus hijos. Ellos tienen una tendencia a resentir esto. Una gran parte de la
disciplina de los hijos del predicador viene de su esposa. Usualmente sale a series de
predicaciones, y cuando está en casa se la pasa estudiando, y en la asamblea no se puede sentar
con su esposa y ayudarla con los niños. No hay duda, que todo esto, y tal vez otras
consideraciones, influencian pesadamente lo que la familia del predicador es. Esto no es un
tratado para excusar el mal comportamiento de nadie, pero para explicarlo. Tal vez podríamos
determinar la causa del problema, los predicadores trataran de mejorar la situación, y las iglesias
crecerán y serán más compasivas y comprensivas de la situación. (Para una discusión más
detallada sobre este punto miren el capítulo XVIII).

III. FLOJERA
Es malo para cualquiera el ser flojo. La biblia no hace ninguna provisión para la persona
floja. El hombre debe de trabajar (Efe. 4:28), y la iglesia está prohibida de alimentar a alguien
que rehúse trabajar (II Tes. 3:10). Es muy desafortunado, pero a veces un hombre flojo se hace
predicador. ¡No es una ocupación mala para un hombre flojo! Es posible que un hombre flojo
pueda PASARLA como predicador, pero el pasarla no es el ser exitoso. Haciendo el mínimo

55
trabajo posible, y mucha socialización con los hermanos, uno puede más o menos hacerla con
algunas iglesias. Pero en la mayoría de las iglesias, se espera mucho más que solamente pasarla,
y cuando no se consigue lo que se busca, los problemas nacen con el predicador. Casi no hay
nada que pueden hacer excepto pedirle al predicador que vaya a otra parte. Es muy difícil
cambiar a una persona floja.
La flojera en un predicador es manifestada en varias maneras. En muchos de los casos es
visto en su apariencia personal. El no traerá sus ropas limpias o su pelo corto. Se mirará
desordenado o descuidado con su vestimenta. Es aun más evidente en su falta de actividad. Se
levantará tarde, parará un largo tiempo en su recreación favorita, o en pasatiempos, y no estudia
seguido y muchas veces solamente el sábado. Entonces se apura para sacar un sermón de lata, o
busca entre los libros de sermones que tiene para sacar un sermón de segunda mano que puede
usar sin batallar mucho. La prueba del estudio es el sermón. Siendo así, se puede ver la flojera
del predicador en su predicación. Mira a todos lados como un ganso en una tormenta de granizo,
se pierde en sus notas, y desesperadamente trata de buscar algo que decir en cada punto. El no
tiene nada que decir, pero tiene que decir algo. Sin querer dice cosas que no debería decir, se
mete en el agua profunda sin saber nadar. El se sube al pulpito y hace ruido hasta que se le acaba
el tiempo. Si alguien le pide que pruebe algún argumento infundado, se pone furioso de miedo, y
lleno de ira. El culpa sus problemas a la gente que ―tienen algo contra el,‖ pero dentro de su
corazón, el sabe que sus problemas provienen de su propia flojera e inacción. Los oyentes se
marchan sintiéndose peor que cuando llegaron, y muchas de las veces no pueden explicar el
porque no pueden sacar nada de los sermones del hermano ―Flojo‖.
La flojera del predicador también es manifestada en la falta de interés en predicar.
Algunos hermanos no quieren predicar, si es que pueden escapar de hacerlo. Ellos no quieren ir a
series en iglesias pequeñas donde su ayuda es verdaderamente necesitada. Ellos aceptaran
algunas series, si es que estan localizadas donde tienen amistades que les gusta pescar o jugar
golf, o/y si pagan bien, pero sin estos beneficios, ellos les dirán a los hermanos ―disculpen pero
no puede ir.‖ Es difícil el pensar que hay predicadores que no quieren predicar, pero si existen
varios de ellos. Hay predicadores que no quieren predicar, así como hay mayordomos que no
quieren asegurarse que todo está bien, y siervos que no quieren servir, y miembros que no
quieren trabajar.

IV. EL SANGUIJUELA

Hay algunos predicadores que son como sanguijuelas. Ellos rehúsan irse de la
congregación cuando lo deberían de hacer, y hay otros que continúan interfiriendo en el trabajo
de la iglesia aunque ya se hayan ido. Algunas iglesias jamás pueden deshacerse de ciertos
predicadores. Yo conozco algunas iglesias que estan más que ansiosas para que su predicador se
vaya. Ellos piensan que esto va a resolver todos los problemas y que una era dorada va a
comenzar en la iglesia tan pronto como él se vaya. Pero entonces, todos tenemos que admitir que
hay un tiempo en que el predicador se tiene que marchar, y un tiempo en que se debe quedar. Un
predicador que tiene o hace los problemas que hemos discutido, puede llegar al punto de
marcharse muy rapidamente. Hay verdaderamente casos en que el predicador es el centro de casi
todos los problemas, o tal vez todos los problemas de la congregación; donde su continuación en
esa iglesia en particular es detrimental para la tal. Este tipo de persona se debería de cambiar,
pero muchas de las veces no lo hacen. Los hermanos muchas veces facilitan los medios para que
se marche, pero se rehúsa a menos de que los hermanos directamente lo ―despidan.‖ Cuando esto

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llega la situación a esto, el predicador lo toma como un insulto personal, y lo trata de usar para
traer prejuicio de otros hermanos sobre la congregación, o como el combustible para incrementar
la flama de rebelión y desacuerdo dentro de la congregación.
Hay algunos hermanos predicadores que nunca se van de cualquier iglesia donde hayan
trabajados. Ellos continúan interfiriendo con el trabajo, y buscan influenciar a los que simpatizan
con ellos allí. Iglesias que nunca se pueden deshacer de la mala influencia de algunos
predicadores problemáticos que alguna vez tuvieron. Conocemos hermanos que son muy buenos
para construir un culto de personalidad—un grupo que los sigue; una banda de personas dentro
de la iglesia que constantemente buscan su consejo, y que siguen los gustos de estos predicadores
en causar problemas dentro de la iglesia. Entonces, cuando un número de miembros de la
congregación se dan cuenta de las características de este predicador, y que se le hace difícil
encontrar donde predicar, siempre regresa y empieza una iglesia de su culto de personalidad.
Estos grupos son llamados iglesias de Cristo, pero verdaderamente son cultos de personalidad—
ellos son iglesias de aquellos cuyas personalidades en los cuales estan formados.

V. EL VENDEDOR

¡Hay veces que es difícil determinar si algunos hermanos son predicadores-que venden
artículos o vendedores-que predican! A veces es más difícil el descubrir cual es el más
importante para ellos: la proclamación del evangelio, o el vender ciertos artículos. Hasta parece
que miran a cada cristiano, no como un hermano amado en Cristo, sino como otra oportunidad
para hacer unos cuantos dólares. Es algo vergonzoso que un predicador use su posición y su
influencia entre los hermanos como una oportunidad para vender algo. No es solamente
degradante para él personalmente, sino que hace que la iglesia y el evangelio se miren como
algo de poco valor o importancia. Casi siempre estos tipos de negocios siempre terminan mal,
especialmente si tienen que ver con cosas intangibles. Cuando los cristianos compran de otros
cristianos, tienden a esperar mucho de lo que compran, y si no llena sus expectativas, ellos dicen
―compre esto del hermano ―Quiero mi dinero‖ y él tomó ventaja de mi‖. Es difícil negar esto, por
que hay muchos ejemplos concretos que pueden ser producidos como evidencia de esto. No hay
duda que Pablo tenía esto en mente cuando le dijo a Timoteo, ―Ninguno que milita se enreda en
los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.‖ (II Tim. 2:4). Hoy en
día (así como en el pasado) la iglesia tiene una necesidad desesperada de predicadores del
evangelio que se dediquen a predicar de ―tiempo completo.‖ Muchas de las predicaciones de hoy
en día muestran una seria falta de preparación. Algunas iglesias con predicadores de ―tiempo
completo‖ estan muriendo de hambre espiritualmente. Cuando alguien viene a una serie y
predica sermones llenos de carne, los miembros dicen ―a mi me gustaría tener este tipo de
predicaciones siempre.‖ Esto es a veces causado por que el predicador esta pensando en algo o
trabajando en algo mas en lugar de predicar. Hay algunos predicadores los cuales trabajan
duramente para vender alguna cosa durante alguna serie, que uno se pone a pensar que si vino a
predicar a vender algo. Como resultado, la serie sufre.
Ahora, yo se que hay otro lado a esta ―moneda.‖ Yo estoy seguro que hay alguien que
está listo a decir que la iglesia no apoya a sus predicadores adecuadamente en lo financiero, y yo
se que esto en muchos de los casos es verdad, pero pregunto, ―¿Será la solución que el
predicador se vuelva un vendedor?‖ ¿Deberían todos los predicadores hacerse predicadores de
medio tiempo y medio tiempo vendedores, o insistir que las iglesias destaquen su deber de
apoyarlos financieramente de una manera adecuada? Una mala situación no justifica el crear

57
otra. Hablaremos más adecuadamente con el problema del apoyo financiero en el siguiente
capitulo. (En este punto por favor lean el apéndice del libro).

VI.) MISCONCEPCIONES

Algunos predicadores hacen problemas en las iglesias por que tienen misconcepciones en
su trabajo como predicadores. Siendo así, pasan la mayor parte de su tiempo haciendo lo que los
predicadores no deben de hacer. Puede ser que el predicador está tratando de hacer el trabajo de
los ancianos, los diáconos, o los miembros. El está ocupado pastoreando las ovejas, ocupándose
de sus necesidades físicas, o sirven a la iglesia como el secretario de la iglesia o el que cuidad la
oficina de la iglesia. Esto tal vez lo haga popular en algunas iglesias y no popular en otras, pero
siempre hace que el predicador sea una pobre excusa de predicador. Uno no puede ser un buen
predicador si se pasa la mayor parte de su tiempo haciendo lo que no es el trabajo del predicador.
Los capítulos previos nos han enseñado lo que es el trabajo del predicador y si tienen algunas
preguntas sobre el trabajo del predicador, por favor miren estos capítulos.
Las iglesias que se quejan de la ineficacia de su predicador COMO PREDICADOR
harían bien en observar lo que está haciendo con su tiempo. Si está haciendo más en otras cosas
que en estudiar y enseñar, han encontrado el problema. Ningún hombre puede ser interesante e
instructivo como predicador, si no esta pasando una gran parte de su tiempo en leer, estudiar,
orar y meditar. Uno no puede enseñar lo que no conoce o sabe. El predicará la palabra de Dios si
es que esta lleno de la tal.

CONCLUSION

Tal vez haya otros problemas que las iglesias tienen con los predicadores y esos puntos
tienen que ser discutidos. Pero me fue necesario el escoger los problemas más prominentes, en
lugar de ser exhaustivo en el tema. En nuestro deseo y oración que estos estudios resulten en una
mejor relación entre las iglesias y los predicadores, y que incremente en gran manera nuestra
eficacia en pregonar el evangelio de Cristo.

COULD HAVE DONE WORSE


During a gospel meeting a preacher fiend came to visit.
I really ―poured it on‖ that night, as we say.
When my friend came by me at the door, her said,
―Needham, you could have done worse if you‘d had more time.‖

58
Capítulo IX

Los Problemas de los Predicadores con la


Iglesia- Apoyo Financiero
INTRODUCCIÓN

Uno de los mayores problemas que los predicadores tienen con las iglesias es el apoyo
financiero. El problema es intensificado por la sensitiva naturaleza del tema, haciendo que los
predicadores no hablen sobre esto. Nosotros tenemos que admitir tal reluctancia, pero tenemos
que aprender que el enseñar sobre el tema es la única solución para estas dificultades. Ya es
tiempo que pongamos nuestras ―modestias‖ a un lado, y enseñar lo que Dios enseña sobre este
tema. La voluntad de Dios sobre el salario de los predicadores es tan importante como cualquier
otra cosa que El haya dicho, y no hemos hecho nuestro trabajo a menos que hayamos predicado
esto completamente.
El enseñar la verdad sobre este tema verdaderamente ofenderá a ciertos hermanos que
son envidiosos, los cuales creen y actúan como si la tesorería de la iglesia les pertenece a ellos, y
que tienen una profunda envidia o/y tienen hostilidad hacia los predicadores, y les molesta cada
dólar que los predicadores reciben de la ofrenda. Todos los honestos estudiantes de la biblia, al
contrario, saben que tales actitudes no quitan nuestro deber de predicar la responsabilidad de
predicar la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad. Vamos, entonces, a franca y
honestamente investigar sobre el tema en la luz de la revelación de Dios con un deseo firme de
conocer la voluntad de Dios.

I.) EL DERECHO DEL PREDICADOR DE RECIBIR SALARIO

1.) DE LA IGLESIA: El derecho de que el predicador reciba salario del tesoro de la iglesia se
encuentra en los siguientes pasajes de las Escrituras:

a.) I Corintios 9: En este capítulo Pablo defiende su derecho a recibir apoyo financiero por
las siguientes razones: (A.) Su derecho de ―comer y beber‖, v. 4. (B.) Su derecho de tener
y mantener una familia, versiculo 5. (C.) Su derecho de ―no trabajar‖, versículo 6. (D.) El
derecho de un soldado, versículo 7. (E.) El derecho del que planta una viña, versículo 7.
(F.) El derecho del que apacienta el rebaño, versículo 7. (G.) En la basis de lo que la Ley
dijo, la cual él afirma que fue escrita para nosotros. Así que lo que el dijo sobre el tema
no fue dicho ―como hombre‖ sino por inspiración de Dios, versículo 8 al 11. (H.) En la
base de sembrar y segar, versículo 11. (I.) En la basis del servicio del templo del Viejo
Testamento, versículo 13 y 14.
b.) II Corintios 11:8: Pablo dice, ―He despojado otras iglesias, recibiendo salario para
serviros a vosotros.‖ El no argumenta el punto siendo que ya había establecido su
derecho de recibir salario en su primera carta.

59
c.) Filipenses capítulos 1 y 4: En 1:3-5, Pablo dice, ―Doy gracias a mi Dios siempre que me
acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos
vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora.‖ En el
4:10, el dijo, ―En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido
vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la
oportunidad.‖ En el 4:15-16, el aún dice, ―Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que
al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia
participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica
me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.‖
d.) I Timoteo 5:17-18: En este pasaje Pablo habla de los ancianos que devotan ―tiempo
completo‖ al trabajo espiritual. El dice ―los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por
dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en PREDICAR y ENSEÑAR. Pues
la escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y : Digno es el obrero de su
salario.‖

2.) DE INDIVIDUOS: Pablo también dice que el predicador tiene el derecho de esperar apoyo
financiero de los cristianos como INDIVIDUOS. Miremos lo que él dice:

a.) Gálatas 6:6-10: En el versículo 6, Pablo manda: El que es enseñado en la palabra, haga
partícipe (Griego. KOINONEO, dar una parte, distribuir etc.) de toda cosa buena al que
lo instruye.‖ En el versículo 7 y 8, Pablo, hace una comparación entre el sembrar y segar.
El dice ―el que siembra para su carne, (que es egoísta con sus posesiones terrenales,
usando los tales para satisfacer sus deseos carnales- James P. Neeham), de la carne segará
corrupción; mas el que siembra para el Espíritu (usa parte de sus posesiones terrenales,
aparte de lo que da el primer día de la semana, para apoyar a los predicadores- JPN) del
Espíritu segará vida eterna.‖ En los versículos 9 y 10, Pablo nos da dos admoniciones: La
primera, ―No nos cansemos, pues, de hacer bien: (haciendo partícipe al que instruye de
toda cosa buena- JPN) porque a su tiempo segaremos, (Mirando el bien que se ha hecho
con esta acción- JPN) si no desmayamos.‖ Segundo, ―Así que, según tengamos
oportunidad, hagamos el bien a todos (usemos nuestros bienes terrenales para beneficiar a
nuestro prójimo- JPN), y mayormente a los de la familia de la fe‖ (Pero den prioridad en
ayudar a aquellos que predican el evangelio- JPN). Esto tal vez sea contrario a la
explicación usual de este pasaje, pero uno no puede negar esta explicación gracias al
contexto de este mismo. No hay duda, otras aplicaciones de estos versículos son propias,
pero el tema de Pablo era el deber del que es ENSEÑADO hacia el que lo INSTRUYE.
Apoyo individual para los predicadores del evangelio no solamente es escritural, es justo y
razonable. Cualquier predicador que tiene la suficiente inteligencia y habilidad para ser un
predicador exitoso, podría hacer mucho más dinero en el mundo de los negocios (Esto esta
probado por los muchos predicadores que se han vuelto exitosos en los negocios), y aun así
enfocan sus habilidades en el trabajo espiritual mientras otros hermanos (los cuales también
pueden predicar) usan sus habilidades para hacer dinero. Es solamente justo que tales hombres
compartan su éxito financiero con el predicador. Yo me doy cuenta que algunos hermanos avaros
van a pensar que esto no es justo, pero yo los dejo que ellos argumenten con Pablo.
No es algo fuera de lo común de que la mayoría de los miembros la iglesia ganen varios
miles de dólares más por año que su predicador, y aun así el compra y usa su vehículo para el
trabajo de la iglesia, y contribuye tanto (y a veces más) en el día del Señor que ellos. Aun más,

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en orden de hacer menos dinero, tiene que trabajar el doble de horas. Esto significa que, en la
mayoría de los casos, si comparamos lo que se le pagaría al predicador por hora trabajada, el
predicador sería el miembro que se le paga menos por hora en la congregación. Yo
personalmente conozco iglesias que le paga más a la persona que limpia por hora trabajada que
lo que le pagan al predicador. ¿Quién quiere decir que esto es justo?
Algunos hermanos que tienen buena conciencia han tratado recientemente de resolver la
falta de predicadores por medio de dejar sus trabajos seculares de buena paga para entregarse
―por completo‖ a la predicación. Muchos de ellos han dicho ―ahora miro el otro lado de la
moneda. Yo no sabía que a los predicadores se le pagará tan poquito.‖ Uno de tales hermanos me
dijo recientemente, ―Yo no creo que es justo que una persona tenga que sacrificarse tanto para
predicar el evangelio.‖ El había dejado un trabajo que le dejaba llevar a su casa $200 por
semana, más muchos otros beneficios, y ahora como predicador está sacando $150 por semana,
de los cuales tiene que pagar por todo lo de su casa, pagos utilitarios, automóvil y cualquier tipo
de seguro que su familia necesite. Es necesario para él el sacar de sus reservas financieras para
pagar sus pagos ahora como predicador. ¿Pregunto, ES ESTO JUSTO?
Hay cientos de casos en donde hay hermanos que tienen grandes fortunas y que dan un poco
más a la tesorería de la iglesia que el promedio de los miembros. Frecuentemente, el predicador
personalmente sabe que él da tanto, o más, que algunos de los hermanos más ricos. Hay
numerosos predicadores por todas partes que tienen necesidad para proveer adecuadamente por
sus familias mientras están predicando el evangelio, pero estos hermanos ricos y avaros
raramente responden a la necesidad. Ellos siguen comprando frívolamente las cosas de esta vida,
y acumulando más y más dinero para que sea dejado como una cosa para pelear entre los
herederos, o ser absorbido por los pagos de abogado. El día del juicio confirmará la verdad de
esto.

II.) PROBLEMAS CON LA PAGA

1.) GENERALMENTE: Hay muchos problemas conectados con la paga del predicador. Estos
tienen que ser discutidos generalmente y específicamente. De un punto de vista general, el
problema más serio que los predicadores tienen con el salario son las objeciones injustas que los
hermanos hacen a los salarios de ellos. Vamos a mirar a algunas de estas objeciones:

a.) ―El Hace Más Dinero Que Yo.‖ Esta es una objeción muy común en lo que concierne al
salario del predicador. La SINCERIDAD de ellos no está en duda; la INFORMACIÓN de ellos
es cuestionada. No muchos entienden lo que está envuelto en el salario del predicador. Ellos no
entienden que lo que el predicador lleva a casa es su PAGO SIN PAGAR IMPUESTOS, en lugar
de su NETO, como es el caso de la mayoría de los miembros de la iglesia. De este dinero que se
lleva a casa, el predicador tiene que pagar todos los costos que incurren en el ganar dinero, los
cuales son considerables cuando tomamos en cuenta su automóvil. (Bajo circunstancias similares
en el mundo de los negocios, la compañía proporcionaría el automóvil, pero el predicador
compra y tiene que mantener su vehículo de su salario para usarlo en su trabajo.) De su salario el
predicador tiene que pagar TODO su seguro social (si es que tiene), mientras la mayoría de los
hermanos tienen más de la mitad de su seguro social pagado por el que les da el trabajo. También
recuerden que los impuestos de ingreso (income tax) no han sido deducidas del dinero que el
predicador lleva a casa, por supuesto que tiene que pagarlo de este dinero que lleva a casa.

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Aun más, el predicador no tiene muchos de los beneficios de que la mayoria de los
miembros gozan, tal como: un seguro de la compañía (ya sea de vida y salud, parte o todo de
estos gastos son muchas de las veces pagadas por estas compañía), provisiones para el
retiro/jubilo, compensación de trabajadores (workman´s compensation), seguro de desempleo,
paga de sobre tiempo (overtime), comisión o parte de comisión, compartir de los ingresos (profit
sharing), tener parte en una unión de crédito, bonuses/aguinaldo, días festivos pagados, una
garantía de incrementación de salario, días de enfermedad, o pago por desalojo (severance pay).
El predicador no forma parte de ninguna unión que pueda negociar por el un MEJOR contrato
cada año, y generalmente para protegerlo de un trato injusto.
Para ser justos, tenemos que contar con todo lo que hemos mencionado cuando algún
hermano compara su salario con el salario del predicador. No es verdaderamente justo el
comparar el dinero QUE ELLOS LLEVAN A CASA (ya después que les ha sido deducido por
varios servicios) con el dinero que el predicador GANA DE NETO antes que de este se deduscan
todos los pagos de seguro, impuestos etc. Yo creo que ningun predicador tuviera problema con
los resultados de esta JUSTA comparación de los salarios de los miembros de la iglesia y la del
predicador.
Una compañía cuyos empleados se llevan a casa $600 por mes, se les estima que su paga
es de cómo $6.00 a la hora ya después que se les deducen los beneficios de la paga (Arthur
Atkinso, THE ADMONISHER, Volume VII, Number 36, July 16, 1967, San Bernardino,
California). Esto quiere decir que una persona que lleva a su casa $150 por semana, GANA UN
NETO de $240 por semana. Y no se olviden que esto es de un trabajo de 40 horas a la semana.
¿Cuántos predicadores conocen que estan haciendo tan bien financieramente?
Cuando comparamos el salario del predicador con el salario del hermano promedio de la
iglesia en la base de horas trabajadas, el predicador se hace el miembro de la iglesia menos
pagado. La mayoría de los hermanos trabajan un promedio de 40 horas por semana, y se les paga
tiempo y medio si trabajan más que estas. Cualquier trabajador, y eficiente predicador fácilmente
trabajará el doble de estas horas por semana, y aun así, habrá hermanos que se quejan de que no
trabaja lo suficiente. El predicador no puede nada más ―trabajar‖ por ocho horas y luego ―irse‖ al
fin de las tales a casa y olvidarse de su responsabilidad a su patrón hasta el siguiente día. El no
tiene dos días de descanso cada semana en las cuales él pueda hacer lo que mejor le parezca. La
mayoría del tiempo trabaja siete días de la semana, y todo esto bajo un salario que no aumenta no
importa cuanto trabaje. Recuerden que hay iglesias que le pagan más al que limpia el edificio por
hora trabajada que al predicador. Por esto, los hermanos tienen que tener cuidado cuando dicen
―el predicador gana más dinero que yo‖. El predicador probablemente estaría más que gustoso en
intercambiar salarios con tal hermano.
b.) ―Pero al predicador le pagan cuando va a las series.‖ Esto es verdad en la mayoría de los
casos. Debería ser verdad en todos los casos. Aquí está otro ejemplo en donde los hermanos no
tienen todos los detalles en orden. Nuevamente, los gastos hechos hacen una gran diferencia. Los
predicadores verdaderamente no hacen tanto dinero en las series después de sus propios gastos.
La paga da las series no siempre son seguras y fluctuan tan erráticamente que cuando el total es
dividido por el número de series y restando los gastos, muy poco de la paga queda como
ganancia. En muchos de los casos hasta se gasta hubiera gastado más si no hubiera sido por la
ayuda de la iglesia.
Aparte de esto, la mayoría de los predicadores tienen que hacer el doble de trabajo antes
o después de la serie. Una gran parte de su trabajo en casa tiene que ser hecho esten ellos o no, y
tienen que hacer arreglos para terminar ya sea antes o después de la serie. Por ejemplo, si el

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predicador tiene un programa de radio, ellos usualmente graban un programa para ponerlo al aire
durante su ausencia. Si publican un boletín, ellos escriben el material para los días que van a
estar ausentes. Cuando regresan, el trabajo que se ha juntado durante la ausencia tiene que ser
terminado. Todo lo que esto quiere decir es que si la iglesia local no le pagara al predicador en su
ausencia, todo este trabajo tendría que ser hecho gratis. ¿Cuántos hermanos trabajarían gratis por
varias horas para la compañía a la cual trabajan? La mayoría de los predicadores nunca
mencionan estos detalles. Algunos ni siquiera piensan en ellos. Por favor entiendan mis
estimados lectores que esto no es una queja de la vida del predicador. Es para que los hermanos
que tienen objeciones a la paga del predicador sean justos en este argumento. Este argumente
solamente puede ser justa cuando se tiene todos los detalles. Este es solamente un esfuerzo para
que los hermanos adquieran los detalles antes de hacer algunas de las objeciones comunes a el
salario del predicador.
(c.) ―Pero al predicador se le proporciona una casa.‖ {NOTA: en la mayoría de las
congregaciones de habla hispana, la iglesia usualmente no proporciona una casa para el
predicador.} Esto es cierto, pero nuevamente, esto no es todo lo que aparenta ser. Así como ya
hemos notado, el predicador proporciona su propio vehículo. Los hermanos que piensan que el
predicador tiene una ventaja sobre ellos por que la iglesia le proporciona una casa, necesitan
comparar los gastos de vehículo de ellos con los del predicador. No solamente tiene que costear
el costo inicial del vehículo sino que también tiene que mantenerlo para hacer el trabajo de la
iglesia. Un trabajador secular que usa su propio vehículo para la compañía en la cual trabaja
tanto como el predicador usa el suyo, o la compañía le proporciona un vehículo, o le dan 10
centavos la milla viajada por el suyo.
Aun más, consideren esto: Cuando la iglesia le proporciona una casa al predicador, le
pagan menos salario del que le pagarían si el proporcionara su propia casa. Asi que, en realidad,
el predicador paga a la iglesia renta para vivir en su casa. Se deduce la renta de su salario, y la
usan para comprar una casa para la iglesia. Después de veinte años de esto, el predicador ha
comprado una vivienda para la iglesia. La iglesia la ha comprado con parte del salario del
predicador, y el predicador no tiene nada—NISIQUIERA UN RECIBO DE RENTA.
Vamos a llevar este pensamiento un paso más adelante: Cuando el predicador ya llega a
la edad del retiro, la iglesia le ha deducido dinero de su salario para comprar una vivienda para si
misma. Por esto el predicador no ha podido comprarse una casa para si. Así que ahora que ya
esta a la edad de retirarse, el tiene que pensar en hacer provisiones para obtener un lugar donde
pasar el resto de sus días. Pero esto es un problema. Su salario ha sido tan bajo en muchos casos
que no ha podido acumular suficiente dinero para comprar una casa, y ahora que ya esta viejo, el
es mucho riesgo para los del crédito, y las compañías prestamistas preferirían no financiarle a él.
Mientras, los hermanos tienen sus casas pagadas para el tiempo que se retiran y un buen salario
de los beneficios que reciben de sus trabajos al retirarse.
Así que podemos que ver que las cosas no son siempre lo que aparentan ser. ¡Todo lo que
brilla no es oro! Nos debemos de asegurar que tengamos siempre todos los detalles antes de
juzgar.
(2) ESPECIFICAMENTE: Ahora vamos a considerar algunos problemas específicos con
las iglesias en lo que tiene que ver con el pago.

(i.) El trabajo local: hay muchos problemas conectados con la paga del predicador en el
campo del trabajo local. Consideremos algunos de ellos:

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(A) Inadecuado: A los predicadores generalmente no se les paga bien en el trabajo local por
muchas de las razones ya mencionadas en este capítulo. El problema mayor es que los
hermanos pagan al predicador el salario TOTAL (GROSS), lo cual se mira como mucho
dinero cuando lo comparan con el dinero que ellos llevan a casa, lo cual es usualmente el
NETO (NET; después de impuestos y seguro o cualquier otro beneficio). Ellos fallan en
considerar que el predicador incurre en muchos gastos al ganarse su salario. En su trabajo
tiene que proveer y mantener algunos instrumentos costosos tal como: su auto, libros de
estudio, estudios de internet, etc. El tiene que usar ropa sensible a su trabajo, y no olvidemos,
contribuir en el día de Señor así como todos nosotros.
(B) No aumentos por el costo de la vida: La mayoría de las compañías les dan a sus empleados
un aumento anual ―el aumento del costo de la vida‖. ¿Cuántas iglesias les dan un aumento de
salario anual al predicador? En la mayoría de los casos el predicador tiene que sufrir el costo
y el problema de una mudanza para recibir un aumento. No es generalmente una buena idea
el tratar de negociar un aumento con los hermanos donde uno vive. ¡Esa es una buena manera
de que uno se ―tenga que mudar por el bien de la causa‖! Frecuentemente, los hermanos
prefieren que el predicador se mude en lugar de darle un aumento. Claro que ellos se dan
cuenta que podría costar de mil a mil quinientos dólares para mudar un nuevo predicador al
área, pero ellos prefieren pagar alguna compañía de mudanza que usar este dinero para
aumentar el salario del predicador. Lo más seguro también que le tendrán que pagar al nuevo
predicador un salario más alto. Pero ellos prefieren hacer esto que incrementar el pago al
predicador presente, aunque el probablemente es capaz de hacer un mejor trabajo que el
predicador nuevo siendo que conoce mejor la obra.

Muchos hermanos se preguntan el por que están perdiendo su predicador. Ellos no pueden
entender el porque se esta mudando, aunque ¡le están pagado el mismo salario que le estaban
pagando hace tres o cuatro años! A los hermanos les han dado varios aumentos en ese tiempo,
pero nunca se les ocurre que el predicador podría necesitar un aumento también. La mayoría de
los predicadores son demasiado modestos para pedir un aumento, así que ellos se mudan. Es bien
conocido que las mudanzas de los predicadores tienen mucho que ver con dificultades
financieras. Muchos hermanos piensan que es una cosa terrible del que el predicador se mude
para recibir un aumento. Si alguna compañía quiere mudar a alguno del resto de los hermanos, y
darles un aumento, o si los hermanos tienen alguna oportunidad de mejorarse así mismos con
alguna nueva compañía en otra localidad, eso esta bien, pero si el predicador se muda para
recibir un mejor salario, bueno, ―¡este solo predica por el dinero!‖
Es algo de desanimo, para el predicador que se entrega por completo a la obra del Señor, el
ver que todo sube de precio menos su salario. El mira a los hermanos gastar grandes sumas de
dinero en varios proyectos los cuales, en algunos casos, satisfacen el orgullo, o satisfacen algún
deseo egocéntrico, pero no están listos para darle un simple aumento de cinco dólares por
semana como apreciación de su arduo trabajo.
La mayoría del fracaso de aumentar el salario del predicador local es el resultado de
negligencia. Las iglesias generalmente no operan en la base de negocio. Ellos no miran al
predicador como un empleado, pero solo como otro miembro. Así que nunca miran por sus
derechos como empleado. Si lo miran como empleado, lo miran como un empleado
TEMPORAL. Siendo que se considera como un empleado TEMPORAL, ellos no sienten
necesidad para hacer ninguna provisión para su futuro, claro esta por que no estará allí en el
futuro. En el mundo de los negocios, las corporaciones contratan a la gente como

64
PERMANENTES (sabiendo bien que este no será el caso) con provisiones para el bien estar de
ellos en el futuro, después que ellos les hayan entregado los mejores años de su vida a la
compañía. Pero muchas iglesias tienen la filosofía que el predicador solamente va a estar con
ellos por solo un año o dos. ¿Así que por que deberían de estar preocupados por el futuro del tal?
Hay también casos en que la falta de un aumento al salario del predicador es para
comunicarle que es tiempo de que se mude. Ellos saben que al aumentarle el salario indicaría que
están satisfechos con él y que desean que se quede. Así que la falta de aumento de salario indica
lo contrario.
Si el lector duda la certeza de lo que se dice aquí, le desafío a que investigue los detalles en
donde se congregue. Que busque cuanto el salario del predicador ha aumentado en los últimos
cinco años, y que lo comparen en los aumentos que han recibido los otros miembros de la
congregación. En muchos de los casos los resultados de tales investigaciones son asombrosos.
(C.) Los Gastos de Mudanza: Muchas predicadores reciben un trato injusto en lo que
concierne a las finanzas cuando se mudan. Los hermanos les prometen pagar los costos de la
mudanza. Para la mayoría de ellos esto significa pagarle a la compañía de mudanzas para que le
transfieran sus muebles de un lado a otro. No incluye sus costos de viaje, nuevos utensilios
necesarios para la mudanza tal como: lo que el lugar anterior podría haber provisto, tal como
refrigerador, estufa, lavadora-secadora, persianas, y muchas otras cosas de este tipo que se
requieren en la mudanza. Todos estos costos tienen que ser cargados por la familia del
predicador. En el mundo de los negocios, las corporaciones pagan por todos estos costos cuando
le piden a un empleado que se mude a otra localidad.
(D.) Cuentas de Gastos: De tiempo en tiempo la iglesia local manda al predicador a tener
series en otros lugares. Ellos se ponen de acuerdo en pagar por los gastos de viaje. Pero lo que
ellos quieren decir es que ellos solamente pagaran por el combustible de su automóvil. Todos
sabemos que el combustible no es el único gasto que concierne operar un automóvil. La mayoría
de las compañías pagan diez centavos por milla, y esto es más o menos lo que el gobierno
permite que se rebaje en su regreso de impuestos (income tax return). Entonces, digamos que la
iglesia manda al predicador a una distancia de mil millas. Eso sería $100 dólares por su
automóvil, más cuarto y comida. Muchos hermanos pensarían que esto es inaudito; que el
predicador está tratando de robar a la iglesia.
(E.) Promesas no Cumplidas: A muchos se les hace difícil pensar que las iglesias no
cumplirían sus promesas. Es verdad, y casi todos los predicadores pueden confirmar esto con
alguna experiencia personal. Los hermanos a veces ―hablan cosas infladas‖ (Judas 16) de lo que
ellos harían por un predicador, si es que viniera y trabajara con ellos. ―No podemos pagarle como
quisiéramos en estos momentos, pero en cuanto la contribución aumente, nosotros le daremos
también un aumento.‖ Los meses pasan, la contribución aumenta, ¡pero no hay aumento! Si se
menciona esto otra vez en muchos de los casos, el predicador tendrá que hacerlo, y generalmente
los hermanos se molestarán cuando el lo haga. Ellos dirán que esto demuestra ―que el está
predicando por el dinero.‖ Ellos hasta tal vez nieguen haber hecho tal promesa, o tal vez dirán,
―Bueno, hay algunos otros trabajos que han surgido que necesitamos hacer. Tenemos que poner
un nuevo techo en el edificio, o pintarlo, etc..‖
Miremos este ejemplo: Una iglesia tiene grandes problemas. Ellos necesitaban que alguien
viniera y les ayudara a sobre pasarlos. Ellos aplicaron mucha presión a un hermano para que
dejara una obra bien placentera para venir a ayudarlos. Ellos le prometieron un salario de $120
por semana y $10 por semana para gastos de vehículo. Ellos no tenían casa, así que dijeron,
―Nosotros te pagaremos la renta de la casa.‖ Bueno, cuando se mudaron y su primer cheque de

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su salario fue $120. Cuando pregunto sobre los $10 de gastos de vehículo, unos cuantos de los
ancianos se acordaron que lo habían prometido y dijeron que debería pagársele. Uno de los
ancianos negó haberle prometido tal cosa, otro no se acordaba si lo había prometido o no. Ellos
entonces decidieron que la solución era que se le pagara por el primer año, y cuando empezaron,
ellos no lo hicieron retroactivamente sino que le pagaron solo por lo que restaba del año y no
desde el principio.
Entonces el predicador empezó a hacer arreglos para una casa. No podía encontrar una casa
de renta apropiada, así que se buscó una de compra. Los pagos eran como de $120 al mes.
Cuando los hermanos le dieron el dinero que le prometieron para pagar por su vivienda, solo le
dieron $100. Cuando el predicador les pregunta sobre la promesa de proveer una vivienda, ellos
tomaron la misma disposición que tomaron con los gastos de vehículo. ¡La solución fue que los
$20 que faltaban nunca fueron pagados!
Este es solamente un ejemplo de muchos que pueden ser dados de cómo una iglesia le dan un
tratamiento no honorable al predicador. Los hermanos se preguntan el porque tantos
predicadores están entrando en los trabajos seculares, o el porque no hay mas jóvenes que
empiecen o deseen predicar el evangelio y ser predicadores.
Es difícil creer que estos hermanos directamente falsifican y fallan en cumplir lo que han
dicho. ¡Tal vez su ―olvidadeza‖ es demasiado conveniente! Sin tratar de explicar la psicología
de tales acciones, es suficiente el decir que esto es injusto a los predicadores, un pobre reflejo de
aquellos que claman ser cristianos, y una abominación delante de los ojos de Dios. Si los
hermanos recibieran tales tratos del mundo, ellos clamarían al mas alto de los cielos, pero cuando
el predicador lo recibe de la IGLESIA, el tiene que tomarlo con buena naturaleza, y mantenerse
en una disposición dulce.
(ii.) El Trabajo en las Series: Otra área específica donde se encuentra problemas de pago
ocurren durante las series. Estas también demandan atención. Los hermanos también se enruedan
en prácticas injustas en esta área. Nuevamente, la sinceridad de ellos no esta siendo cuestionada.
(A.) Una serie de dos Domingos por la paga de una Semana: Algunas iglesias le piden al
predicador que predique una serie de dos domingos. Ellos piensan que la serie será mejor si
empiezan el Domingo, así que la continúan durante toda la semana hasta el otro Domingo, y
hasta a veces la segunda semana. Ellos consideran esto a ser una serie de una semana, aunque
haya dos días de pago. Se den cuenta a no los hermanos, el Domingo es el día de pago de los
predicadores. Si le falta uno, ya está en problemas. Aquí nuevamente volvemos a la objeción
considerada anteriormente. Si al predicador no se le paga directamente cada domingo en casa, y
tiene este trato en alguna serie, verdaderamente el las lleva de perder.
Lo que es verdaderamente injusto sobre está practica, es que los hermanos esperan que el
predicador deje su familia y su trabajo local, y viaje varias cientas de millas y que predique de 10
a 20 veces más que lo que predicaría en casa, y que no gane nada (a veces hasta menos) de lo que
hubiera hecho si se hubiera quedado en casa. ¡Algunas de las iglesias se comportan como si le
estuvieran haciendo un gran favor al predicador por medio de invitarlo a predicar en una serie!
Algo que es grandemente injusto sobre este punto es que, si uno se queja con los hermanos
de esta injusticia con los hermanos, ellos lo culpan de que ―solamente esta predicando por el
dinero.‖ Esta es la acusación común y vulgar que supuestamente explica todo. Es
verdaderamente una racionalización anémica para la injusticia de los hermanos. Pero si alguno
admite que el predicador está predicando POR el dinero (lo cual es muy dudoso), ¿sería mucho
mayor que el amor que los hermanos tienen por el dinero? (I Tim. 6:10).

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(B.) Ajustando Cierta Suma de Dinero para la serie No Importando Los Gastos: Algunas
iglesias separan, vamos a decir, $250 para la serie. Ellos dicen ―esto es lo que pagamos.‖ Ellos
no toman en consideración cuanto le va a costar al predicador venir a dar la serie. Si el
predicador viaja mil millas o cien, la paga aun es $250. Se tomará la mitad o más para viajar allí,
pero los hermanos no consideran eso. Ellos hasta a veces le rebajan lo que ellos tuvieron que
pagar por su cuarto y comida y lo que sobra se lo dan a él de pago. Hay veces en que el
predicador verdaderamente solo se gana $100 o menos por todo su trabajo e inconveniencia en
una serie de diez días. Frecuentemente el predicador da la contribución más grande. Es más, a
veces su contribución es más que el total de todo lo que la congregación entera a dado.
(C.) ―Nos Gustaría Pagarle Más, Pero Estamos Pagado Todavía Por el Edificio.‖ Lo que los
hermanos hacen, sin saberlo, es FORZAR al predicador a hacer una contribución al edificio. La
única cosa rara de esto es que esta situación de estar pagando el edificio no afecta el salario de
nadie, ¡solo el del predicador! Los pagos del edificio son hechos con las contribuciones del
primer día de la semana a las cuales el predicador está igualmente obligado a participar, pero aun
más y arriba de esto, los hermanos lo forzan involuntariamente a hacer una donación adicional.
(D.) Le Piden al Predicador Una Serie Gratis: Hay algunas iglesias que no se tocan el
corazón para pedir una serie gratis. Aquí nuevamente indican que piensan que le hacen un favor
al predicador al invitarlo a darles una serie gratis. Yo entiendo que también hay lugares en donde
las iglesias son merecedoras de una serie gratis, y la mayoría de los predicadores han dado
muchas de esté índole. Hay otras series en las cuales no se debería pedir una serie gratis por los
miembros. Ha habido muchos predicadores que han dado algunas series gratis en las cuales los
hermanos gozaban de casas costosas con los utensilios eléctricos más avanzados, incluyendo
televisión de colores. Ellos tenían mejores vehículos, traían mejores ropas que las que el
predicador y su familia podrían costear, y generalmente tenían más dinero. Ahora, ¿como puede
ser esto justo para el predicador predique con estos hermanos por nada? Estos hermanos no
hicieron ninguna contribución para la serie; No, nisiquiera $5.00 por familia para el costo del
gas. El predicador ha hecho el 90% del trabajo de la serie, y el y/o la congregación donde él es
miembro han hecho todo el sacrificio financiero. ¡La iglesia que recibió la serie ha hecho
exactamente NADA!
Ahora, pensariamos que los hermanos que recibieron una serie gratis apreciarían al
predicador que la presentó, ¿o no? ¡Bueno, no lo apreciaron! Ellos le llamaran cuantas veces
puedan para que les presente otra serie gratis a las cuales el pueda asistir, y cuando tienen la
posibilidad para pagar por una serie, ellos dicen ―Bueno, ya hemos oído mucho al hermano
Preciogratis,¿porque no invitamos a alguien más?‖ Los más probable es que ellos invitaran a
alguien que probablemente no les predicaría gratis si se lo pidieran.
(E.) Le Preguntan al Predicador si La Iglesia Donde Predica Le Paga Cuando Esta en Serie:
Esta es una pregunta frecuente cuando los hermanos se ponen listos para pagarle al predicador
después de la serie. Si la respuesta es afirmativa, ellos le pagan menos por su trabajo con ellos.
Lo que ellos no se dan cuenta es que lo que estan preguntando no les incumbe. ¿Qué les interesa
los arreglos de trabajo que tienen el predicador y la iglesia donde él es miembro? Lo seguro es,
que la iglesia donde el predicador es miembro no le paga para que predique en iglesias que
pueden aportar financieramente por su propia serie. Hay algunos hermanos que se fijan mucho
en que al predicador no se le ―pague de más.‖ Sus temores verdaderamente no tienen merito
siendo que NO HAY NINGUNA advertencia de esté problema en el Nuevo Testamento. ¡El
Señor seguramente sabía que esto era muy dudoso que pasara!

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(F.) ―¿Cuanto Le Debemos?‖ No es algo fuera de lo común de que los hermanos hagan una
junta de varones al final de la serie y que le pregunten al predicador, ―¿Cuanto le debemos?‖ La
verdad es que esta es una pregunta que le causará problemas al predicador no importa lo que
responda. Si les da alguna figura numérica, ellos se pondrán altamente indignados. Si el
predicador rehúsa responder, lo más seguro es que le darán migajas de salario.
¿Cómo es que uno puede determinar el precio de una serie? Hay tantos factores envueltos,
muchos de ellos son intangibles. Por ejemplo, todo predicador tiene que trabajar más duro para
predicar en una serie. El va a trabajar lo doble en su trabajo de predicador donde predica antes o
después de la serie para hacer lugar en se agenda. El tendrá que estar lejos de su familia (en
muchos de los casos los hermanos prefieren que no venga su familia) y ¡las iglesias no tienen el
suficiente dinero para que me paguen a mí para que haga eso! Ellos usualmente ponen a los
predicadores en lugares inconvenientes o inadecuados para que se queden, y aun que fuera lo
mejor no es igual que estar en casa. Hay otros costos extra de viaje, comida, lugar para dormir,
costos de limpieza etc. Yo verdaderamente no se cual es el valor de un punto de vista mundano
(no considerando lo espiritual) de una serie, pero estoy más que seguro que vale más que lo que
muchas, muchas iglesias estan pagando.
(G.) Series de Intercambio: La practica de series de intercambio se está haciendo más y más
popular. Esto puede trabajar de una manera satisfactoria, pero en muchas ocaciones, las iglesias
toman ventaja de esta practica al costo de los predicadores. Muchos de los predicadores salen
perdiendo financieramente, mucho menos hablar de compensación por el trabajo extra. En
muchos de los casos pasa de esta manera: Iglesia ―A‖ y la Iglesia ―B‖ hacen un trato de hacer
series de intercambio. Cuando el predicador de ―A‖ viene a presentar la serie, ―B‖ le pagó $125.
Pero cuando el predicador de ―B‖ presenta su parte en el trato de las series de intercambio, ―A‖
le paga $15. Gran intercambio, ¿no diría esto usted? Prácticamente la iglesia ―A‖ recibió una
serie gratis al costo del predicador de la iglesia ―B‖.
No quiero que nadie piense que esto es un juicio sobre todas las iglesias. No lo es. Hay
muchas iglesias que son bien consideradas de los predicadores y de sus familias. ¡Los tratan
fantásticamente! Estas son las que hacen que estas otras sean soportables. Este capítulo no habla
lo concerniente a las buenas iglesias, pero si de aquellas que son injustas o no muy amigables
hacia los predicadores. Aquí no hay ninguna intención de juzgar los motivos de algunos, pero el
descubrir algunas de las iniquiedades de las acciones de algunas iglesias, aunque sus motivos
sean puros. El lenguaje en veces pordrá ser exagerado como medio de acentuar el punto. Es
esperado que esta franca discusión resultará en un mejor entendimiento entre los predicadores y
las iglesias y que la CAUSA del amor sea servida.
WHAT PREACHERS ARE SUPPOSED
TO HAVE
The grace of a swan, NOTA DEL TRADUCTOR: Este capítulo
The friendliness of a sparrow, hablaba mucho de las practicas erróneas que
The strength of an eagle, and han ocurrido entre las iglesias de habla inglesa.
The night hours of an owl, and Siendo que el libro fue escrito en 1969,
Some people expect such a bird muchos de las figuras numéricas son muy bajas
To live on the food of a canary y algunos de los comentarios suenan un poco
-Author unknown fuera de tiempo. Entre las iglesias de habla
hispana, muchos de estos problemas estan
surgiendo. Es bueno que consideremos el
pasado para no repetir los mismos errores.

68
Personalmente el mayor problema que he visto
entre las iglesias de habla hispana, en lo que
concierne a este punto, es que los hermanos no
ofrendan como deberían y por eso no
compensan a los predicadores como deberían
aunque estos mismos miembros gozan de
muchas bendiciones físicas.
-J. Sanchez
IT´S HARD TO PREACH WITH A BROKEN
HEART
It‘s hard to preach with a broken heart,
Or even try to make a start;
To make it appear that all is fine,
When crushed with troubles; others‘ and mine.

It‘s hard to preach with a broken heart;


To stand up tall an play the part
Of one whose life is calm and serene
When pain is present, real and keen.

It‘s hard to preach with a broken heart;


When I‘m pricked by satan‘s dart;
Hurled by those I try to teach
Whose lives I cannot reach.

It‘s hard to preach with a broken heart;


To be cheerful like a meadow lark
When troubles come like a sweeping storm
And religion appears as an empty form.

It‘s hard to peach with a broken heart;


To be a tried and true bulwark
When I know that I‘m just as weak
As those to whom I‘ve come to speak.

It‘s hard to preach with a a broken heart,


To point my finger; to yell and bark
At those who see my vigor and vim
Who could help me more than I can them.

It‘s hard to preach with a broken heart;


When the realization is fresh and stark
That I cannot make, I cannot mold,
But only declare what God has told.
James P. Needham
4/20/74

69
Capítulo X

Los Problemas de los Predicadores con las


Iglesias- Las Prácticas de Empleo
INTRODUCCIÓN

En el capítulo pasado tratamos de los problemas DE LAS IGLESIAS CON LOS


PREDICADORES. Se le pide al lector que mire el capítulo pasado si se duda que las discusión
no está bien balanceada.
Los dos lados de los problemas de la relación entre iglesias y predicadores necesitan ser
presentadas. Este capítulo tratará de algunos de los problemas que los predicadores tienen con la
iglesia en el área de las prácticas de empleo. Los predicadores, universalmente, no les gustan
ciertas de las prácticas de las iglesias para emplear un nuevo predicador. Consideremos las
siguientes:

I. LOS DESFILES DE PULPITO


No es raro el ver que algunas iglesias ―traten‖ 8 a 10 predicadores diferentes en sus
esfuerzos de emplear un nuevo predicador, sin darle a ninguno alguna respuesta definitiva (Entre
las iglesias de habla hispana no se mira esto, siendo que no hay suficientes hombres que quieran
ser predicadores, pero si los hubiera no me sorprendería que hicieran lo mismo. J.S.). A los
predicadores no les agrada el ser puestos en competición en contra de otros hermanos en la
nombrada iglesia. Profesionaliza y convierte la situación entera en un evento carnal. Aparte de
esto, ha sido probado que esta es una manera muy débil de escoger un predicador. Diferentes
personas tienen diferentes gustos, y de la manera que la iglesia considera entre dos predicadores,
los miembros van a estar divididos; a unos les gustará uno a otros el otro. Habrá tantas divisiones
de sentimiento como hay desfiles de pulpito en las iglesias. Algunos de los desfiles de pulpito
nos recuerdan de los viejos shows de variedad. Gente que se le invita a participar en el evento y
el que reciba más puntos de la audiencia recibe el premio. Todos esto apesta a carnalidad, y
reduce el gran trabajo de Dios a un nivel de competición personal.
Si alguno quiere decir, ―Muestranos una mejor manera,‖ es seguro decir que cualquier
otra manera es mejor que el plan descrito en las líneas anteriores. ¿Por qué es que las iglesias no
investigan algo del predicador antes de invitarle, que conozcan algo de su vida, habilidad y
trabajo? Decidirse si este es la clase de hombre en que están interesados, y si lo es, que lo inviten
para hablar sobre la obra y el trabajo. Que se arreglen con él de una manera o la otra (que le
pidan que trabaje con ellos o no) tan pronto posible. Si no se puede llegar a un acuerdo
satisfactorio, repitan el proceso con alguien más. Esto es mucho mejor para todos. Es mejor que
llamar a un número de predicadores, oírlos, hablar con ellos, dejarlos esperando hasta que los
hermanos oigan a los otros hombres que tienen en mente antes de hacer una decisión definitiva.

70
Hay hasta ciertos lugares donde el decir que ―tienen que decidirlo‖ es una manera
respetuosa de decirle al predicador que perdió la competición. Deja al predicador pensar que
tiene la oportunidad de todavía ganar cuando la iglesia ya ha hecho su decisión- por alguna razón
no le quieren decir. Es una de esas situaciones que se dice ―no nos llames; nosotros te llamamos‖
pero no tienen intenciones de llamar. El predicador sigue considerando otros lugares, pero no
deja las esperanzas del tal lugar hasta que se da cuenta de que ganó o que perdió ―la
competencia‖. Esto usualmente resulta en que no vaya a ninguna parte.
La mayoría de las personas estarían de acuerdo en que no se puede juzgar a un predicador
por uno o dos sermones. Casi todos los predicadores pueden predicar uno o dos buenos
sermones, y cuando está siendo considerado para una posición, todos, incluyendo el predicador,
se portan de lo mejor. ¿Cómo es que un predicador o una iglesia pueden hacer un buen juicio
bajo tales circunstancias? Si el predicador predica uno de sus sermones malos, no se le va a pedir
que se vaya. Si predica uno de sus más excelentes y gana el trabajo, los hermanos se van a
desilusionar después. ¿Por qué no invitar al predicador prospectivo a una serie? Oírlo predicar
varias veces. Preguntarle sobre su trabajo, su vida, sus métodos, etc. Darle la oportunidad de
visitar las casas de los hermanos y que pueda hacer preguntas. (Esta es una avenida de dos lados,
en verdad.) De esta manera, el predicador y la iglesia estarían en una mejor posición para decidir
si pueden trabajar juntos en armonía o no. Esto evitará muchos dolores de cabeza y tragedias en
las iglesias locales. Prevendría muchas mudanzas no necesarias de parte de los predicadores, y
beneficiaria a todos los que tienen que ver.

II. GASTOS
Algunas iglesias son bien desconsideradas de los gastos que tiene un predicador cuando
lo invitan para cosiderarlo a que trabaje con ellos. Algunas iglesias solo les dan una milésima
parte para ayudar con lo que se gastó en ir. Hay algunas iglesias que no les pagan nada en lo
absoluto. Tomen este caso por ejemplo: un predicador viajó casi mil millas para mirar cierta
obra. Los hermanos no ofrecieron ayudarle con nada con los gastos del viaje. Le preguntó a uno
de los ancianos si ellos planeaban en dejarlo costear todo el viaje el mismo. La respuesta que
recibió ―Si, tuvimos una junta y decidimos que tu necesitabas un trabajo, así que los gastos de tu
viaje eran tu responsabilidad.‖ Aparentemente nunca se les ocurrió a ellos que, mientras el
predicador estaba buscando un trabajo, ellos estaban buscando un predicador. Necesitamos
aprender a ser justos los unos con los otros.
Muchas de estas situaciones pasa por falte de consideración aunque en este caso no fue
así. Los hermanos fallan en darse cuenta de que el predicador que se da a la obra tiempo
completo, dependen totalmente de la iglesia para sobrellevar sus necesidades (I Corintios 9:14).
Mucho de lo que se le paga al predicador regresa a la obra misma comoquiera, y cada vez que
algo así pasa hace que el predicador y su familia sufran grandes problemas financieros. No hay
muchos hermanos que QUIERAN hacer esto, pero lo hacen comoquiera aunque haya tantos
hermanos desconsiderados.

III. RECOMENDACIONES
La mayoría de las iglesias quieren que el predicador prospectivo venga ―bien
recomendado.‖ Esto es una buena idea, si es usada apropiadamente. Todos tenemos que
reconocer que los amigos de uno siempre lo van a recomendar y sus enemigos nunca. Esto
enfatiza la necesidad de cerciorarnos de que la recomendación sea objetiva; en otras palabras que
represente rectamente los eventos del caso. ¡Hay casos en que iglesias recomiendan a X

71
predicador solamente para deshacerse de él! También, hay casos en que el predicador puede
producir una ―buena recomendación‖ donde no existe tal. De la misma manera, algunos
predicadores han recibido una mala recomendación donde no la merecen.
Muchas de las veces se dice, ―Si quieres saber de la calidad de trabajo que hace un
predicador, preguntale a los hermanos donde él ha estado predicando.‖ Esto generalmente es
verdad, pero hay excepciones. En los casos donde ha habido problemas, algunas iglesias hacen
que el predicador se convierta en el ―chivo expiatorio.‖ Estos injustamente le echan la culpa al
predicador, y le dan una ―mala recomendación‖ en orden de mirarse más justos delante de los
hermanos. Básicamente lo enlodan para que ellos se miren más limpios del asunto. También, hay
los casos de que algunas personas le dan una ―buena recomendación‖ al predicador por que en
verdad no saben que tan largo es. Casi todos nosotros hemos sido culpables de esto. Entonces
estan aquellos que le dan al predicador una ―buena recomendación,‖ conociendo bien que no la
merece. Estos son persuadidos por la amistad, u otro tipo de lealtades, para ayudar a este
hermano. En verdad no ayuda a nadie. Lo más probable es que haga daño a todos los que esten
envueltos en el asunto. Es un gran acto de deshonestidad, mentira, el darle a alguien una
recomendación que no se merece.
El recomendar predicadores es una actividad peligrosa. Todos deberían de ser
extremamente cautelosos. Una recomendación es una cosa muy buena y útil, si es verdad. Las
iglesias deberían de buscar recomendaciones de los predicadores prospectivos y los predicadores
prospectivos deberían de buscarlos de las iglesias prospectivas. Los dos deberían de ser
cuidadosos con las recomendaciones injustas. Usualmente es mejor que no tomen la palabra de
una sola persona, sino que se estribe a tener varias recomendaciones; mirar todas las evidencias
que haya (sobre lo bueno y lo malo ) y entonces decidir.

IV. EL NEGOCIAR EL SALARIO MÁS BAJO POSIBLE


Algunas de las iglesias toman el punto de vista que el conseguir un predicador nuevo es
como intercambiar un auto por uno nuevo; ellos quieren el mejor hombre por el precio más bajo.
Actúan como que el tesoro de la iglesia les pertenece a ellos, y quieren hacer todos los tratos que
puedan para gastar menos. Ellos miden todo en la obra del Señor en términos de dólares y
centavos. Esto es muchas de las veces el por que de los desfiles de predicadores. Varios de los
predicadores son ―probados‖ para que puedan escoger el que tenga el precio más bajo.
Los hermanos no pueden ayudar pero saben que el que siempre sale perdiendo en estos
asuntos es el predicador. Muchos predicadores conocen que hay algunos hermanos que acusan a
los predicadores de ser mercenarios, siendo así muchos predicadores no buscan su propio bien
por temor de convertirse en el objeto de tal acusación. Ellos se dejan que los hermanos los traten
como ellos quieran.
Muchos predicadores se conforman con salarios inadecuados, simplemente por que no
tienen el deseo de ponerse firme por sus derechos. Después de unos cuantos meses en alguna
localidad, empiezan a batallar con su presupuesto, y las cosas se empiezan a hacer desagradables.
Ellos empiezan a pensar que los hermanos estan tomando ventaja de ellos, y la iglesia tiene
menos respeto hacia ellos siendo que no se pusieron firmes por sus derechos. ¡Tiempo de
cambiarse de lugar por el bien de la causa en este tipo de situaciones!
Los hermanos tienen que tener más consideración en la cuestión del salario de los
predicadores. (Miren el capítulo anterior para una discusión más plena sobre el tema). El dinero
que se ofrenda el primer día de la semana (I Corintios 16:1-2) es para hacer el trabajo que Dios le
dio a la iglesia. El dar salario a los predicadores es uno de los trabajos de la iglesia (I Corintios

72
9:14; 2 Cor. 11:8). Cada iglesia debería pensar meticulosamente en el salario que recibe su
predicador y determinar si es adecuado. Todos esfuerzo debería hacerse para que sea suficiente
para sus necesidades, en lugar de que lo pongan a hacer el trabajo del evangelista por el salario
más bajo posible. Las iglesias deberían de ser tan generosas como puedan en lugar de ser tan
miserables o codas como puedan. Ellos no se deberían de preocupar de que le estan sobre
pagando al predicador. Es imposible sobre pagarle a un buen predicador- el mismo no lo
permitiría. Aparte de esto, el sobre pagarle al predicador no debe ser un peligro muy grande,
siendo que Dios nunca le advierte a la iglesia sobre tal ―mal‖.
Muchas de las veces oímos que el predicador ―debería de hacer tanto como el promedio
de lo que ganan los miembros.‖ ¿Cómo es que llegamos a esta determinación? Es un poco difícil.
Aquí está una sugerencia en como se puede llegar a esta determinación:
1.) Sumen lo que ganan los miembros antes de que se les quite los impuestos y
aseguranza (the gross income).
2.) Dividanlo por el número de personas que trabajan en la congregación.
3.) Esto les dará el promedio de lo que ganan los miembros de la congregación, esto
pues, es lo que se le debería de pagar al predicador, si es que se le debe pagar el
promedio de lo que los hermanos ganan.
Esta formula le daría a la mayoría de los predicadores un aumento de salario hasta de 75%.
La predicación sobrelleva cierta carga de estrés emocional. Se requiere gran
concentración. Es muy difícil trabajar como predicador y aparte tener el estrés de los problemas
financieros que vienen mano a mano con la predicación. Cuando los hermanos estan
descontentos con el trabajo del predicador, harían bien en fijarse cuanto le pagan. Muchos años
de observación han demostrado que esto tiene mucho que ver con la eficiencia del predicador.

CONCLUSIÓN
Verdaderamente creo que si las iglesias tomaran nota de lo que se escribe en este
capítulo, varios de los problemas prevalentes en la relación de los predicadores y las iglesias se
resolverían. Este corto capítulo ciertamente no tiene todas las respuestas, pero mi experiencia
personal prueba que contiene muchas de ellas. Sería buenísimo que las iglesias y los
predicadores trataran de entenderse por medio de mirar los puntos de vista el uno del otro. Hay
absolutamente mucha fricción en esta relación. Esto produce consecuencias serias que
verdaderamente no deberían de ocurrir, tal como estancando el crecimiento de la iglesia local,
muchas mudanzas y cambios de predicador el cual causa perdida de dinero y generalmente causa
miseria a todos los envueltos. Las semillas de mucho de esto estan siendo sembradas al punto del
contratamiento, mucho a cause de las fallas de ambos los predicadores y las iglesias. Muchos
predicadores no quieren hacer saber sus necesidades, y muchas iglesias estan tan mal informadas
para prevenir esto, o simplemente tienen unas practicas malas. El trabajo del Señor es muy
precioso e importante para que las iglesias y los predicadores gasten tanto de su tiempo y dinero
buscado la iglesia perfecta o el predicador perfecto y sin suerte en encontrarlo. Si los dos, las
iglesias y los predicadores hablaran abiertamente y concientemente buscaran una manera de
entenderse al tiempo de empezar a trabajar juntos, muchos de estos problemas serían eliminados.
¡Los predicadores y las iglesias que empiezan mal, usualmente terminan mal! No hay ningún
substituto para la comprensión.

73
YOU CAN´T PLEASE EVERYBODY

Some will hate thee, some will love thee


Some will flatter, some will slight.
Cease from man, and look above thee;
Trust in God, and do the right.
- Pulpit Commentary. Autor desconocido.

OUR SAVIOUR´S MARCHING THROUGH THE LAND


Our Saviour’s marching through the land,
In mighty thoughts and deeds;
His army moves in close array,
And on His manna feeds.

Our Saviour’s marching through the land;


His word is like a fire;
It melts away the dross of sin,
And threatens every liar.

Our Saviour’s marching through the land;


His love is like a star;
No matter where you chance to be
It’s always where you are.

Our Saviour’s marching through the land;


Our every act is seen;
He purges every mountain top,
And sweeps the valleys clean.

Our Saviour’s marching through the land;


Through His gospel that we preach;
There is no place upon this earth,
Where His saving power can’t reach.

So, tell the story while you can;


Herald it to the passing crowd;
Our Saviour’s marching through the land,
Let us sing the message loud.
James P. Needham
4/7/75

NOTAS DEL TRADUCTOR


El tema de este libro no es fácil de mirar si uno no se encuentra en la situación. Para
aquellos que han estado en la iglesia por muchos años, yo estoy más que seguro que han visto

74
esto. Para los que se preguntan el por que su predicador se marcha, tal vez esta sea la respuesta.
Para aquellos que no tengan predicador y tengan planes de conseguir alguno, estos son buenos
consejos. Personalmente en mi corto tiempo como cristiano y evangelista he visto estos
problemas en los dos lados de la barda, algunos problemas hasta los he sufrido personalmente.
Es bueno meditar en la palabra de Dios. Pregunténse cada uno si el apóstol Juan, Pedro o Pablo
fuera nuestro predicador cuanto le pagaríamos. Si yo fuera el apóstol Juan, Pedro o Pablo, cuanto
trabajaría por la obra. Este libro y estos capítulos son para reflexionar y crecer espiritualmente
para que haya más fruto en el reino de Dios. (Juan Sanchez)

75
Capítulo XI

EL JUEGO DE LA MUDANZA
INTRODUCCIÓN
Una de las mayores detracciones al progreso de muchas iglesias es ―el juego de la
mudanza.‖ Esto es una muy buena descripción de los eventos muchas veces; es como un juego.
O el predicador o la iglesia buscan en como terminar su relación primero. Algunas serias
consideraciones se deberían de tomar sobre este asunto de lado de los predicadores y la iglesia.
Los dos estan envueltos. Ninguno de los dos se les puede culpar completamente de la
responsabilidad de esta situación deplorable. Exploremos todo este asunto del juego de la
mudanza.

I.) LAS RAZONES


Como si no supiéramos todas las razones del por que pasa el juego de la mudanza, pero
esta observación sugerirá algunas. Notémoslas:
(1) La iglesia piensa que esto va a resolver sus problemas: Todos nosotros estamos en
peligro de sobre poner nuestros errores en otros, echarles la culpa en otras palabras. Esto empezó
en el Edén, y ha continuado hasta hoy en día. Cuando los problemas vienen a las congregaciones,
la primera idea de algunos hermanos es que si el predicador se va, esto resolverá todo.
Ciertamente, en algunos casos esto resolverá el problema, pero solamente cuando EL
PREDICADOR TENGA LA CULPA DE CAUSAR EL PROBLEMA. (Y no quiero que nadie
esté engañado, a veces los predicadores causan los problemas.) Es grandemente absurdo, el
pensar que si el predicador se muda, todos los problemas que él no causó se resolverán.
Puede ser que el predicador mira el problema, determina la causa y está predicando la
verdad que puede resolver el problema, si causara que se arreglaran o mudaran los hermanos
culpables en lugar del predicador. El juego de la mudanza no resuelve los problemas en tales
casos, solamente los esconde por un tiempo. Solamente barren la tierra abajo del tapete hasta que
llega otro predicador. El que el predicador se vaya no resuelve el problema. ¡Esta idea es tan
absurda como el paciente de cáncer que piensa que si se quita las anginas quedará sanado!
(2) El predicador hirió los sentimientos de alguien: A muchos predicadores se les ha
pedido que se muden ―por el bien de la causa‖ simplemente por que hirió los sentimientos de
alguien. La ofensa podría haber sido la culpa del predicador, y podría haber hecho todo lo
necesario para corregirlo, pero esto no importa en el asunto; cuando ha ofendido a alguien en la
iglesia, ―¡el predicador tiene que mudarse!‖ Los otros miembros pueden hacer errores y pedir
perdón y quedarse, pero el predicador tiene que arrepentirse e irse. Y recuerden, no importan
cuantas veces los sentimientos del predicador han sido pisoteados; ¡él tiene que tener la piel de
rinoceronte y no le duele nada! Si él se mudara por que alguien hirió sus sentimientos, bueno,
hasta los hermanos más delicados en la iglesia lo culparían de ser inmaduro. ―Los predicadores
deberían de soportar tales cosas.‖ Los hermanos usualmente tienen un estándar doble; una para
ellos y otra para los predicadores.
Luego, estan los casos en cuando el predicador ofende a algunos hermanos por predicar
la verdad. Siendo que no tienen ningunas intenciones de obedecer la verdad, estos se amargan en

76
contra del predicador. ¡Se acabó la ―luna de miel‖! Antes estos mismos le presumían a todos que
el predicador era el mejor predicador que ellos habían oído, pero ahora el predicador se convierte
en ―la peor excusa de predicador que ha habido.‖ Oímos expresiones como, ―Esta iglesia jamás
va a progresar hasta que se deshagan de su predicador.‖ Antes actuaban como que no había
mejor persona en el mundo que él, ahora quisieran que se lo tragara la tierra. Ellos antes
pensaban que el predicador podía predicar como Pablo, pero ahora dicen ―el trabajo de
predicador no es para él, ¿Quién le dijo que podía predicar?‖ (Lo más seguro fue que ellos
mismos le dijeron.)
Cuando era un predicador joven un grupo de ancianos le comentaron a este escritor que
cuando ―un predicador ofende a alguien, ¡él ha fallado!‖ Cuando se les dijo que está misma regla
diría que Jesús falló como predicador (Mateo 15:12), ellos simplemente dijeron, ―Tu no eres
Jesús.‖ A lo cual contesté, ―Correcto, pero Jesús es mi modelo como predicador. Si no lo puedo
seguír a Él, ¿a quién debo seguir?‖ Si el Señor no pudo predicar el evangelio sin ofender a los
que están en error, ¿Quiénes somos nosotros para pensar que lo podamos hacer? ¿Deberíamos
esperar que los predicadores de hoy en día hicieran lo que el Señor no pudo? ¡El Señor sería
destituido de muchos de los pulpitos modernos! Él tendría que ―mudarse por el bien de la causa.‖
(3) Poniendo limites arbitrarios: ¿Alguna vez han oído esto: ―Yo creo que el predicador
solamente debería estar dos años en un lugar y luego cambiarse.‖? Si no, tal vez lo que ha pasado
es que no ha estado poniendo mucha atención. El autor de este proverbio es desconocido, pero su
popularidad entre los hermanos es inmensa. Es, en los mejores términos, una opinión basada en
juicios humanos. Hay algunos pocos casos en que es probablemente verdad, y muchos más en
donde ha sido enforzada esta ―ley‖ para detrimento de todos los envueltos. ¡Verdaderamente
necesitamos aprender la diferencia entre la Fe y nuestras opiniones humanas! ¡Tenemos que
parar de hacer leyes donde Dios no impone ley! El tiempo que un predicador se queda en algún
lugar no debería de ser determinado por alguna ley arbitraria, pero por las circunstancias. Dos
años podrían ser muy largos en algunos lugares y muy, muy cortos en otros.
El límite de dos años es un triste comentario de las iglesias y los predicadores. Es más
que seguro el decir que cualquier iglesia que tenga estos pensamientos no ha aprendido a trabajar
CON UN predicador. Ellos más que seguro esperan que el predicador haga el trabajo DE ellos, y
les toma dos años en descubrir que no puede. Esto condena a la idea del límite de dos años como
una filosofía motivada por un concepto de pastor a sueldo en lo que concierne al trabajo del
predicador. Expone la ceguera espiritual, y falta de visión. Se toma dos años para que el
predicador se ajuste a la nueva obra en orden de que pueda hacer un plan o programa efectivo
para el área, pero esto es lo que la mayoría de estas iglesias de ―dos años‖ NO TIENEN, y NO
DESEAN TENER. Ellos quieren un predicador que les CUIDE LA CASA, y el predicador se
toma dos años en aprender esto, así que es tiempo de que se mude antes que ―pare de predicar y
empiece a entrometerse‖—entrometerse, tal como el llevar acabo un plan o programa para la
evangelización y crecimiento de la iglesia. Esto nos enseña la falta de espiritualidad. Los
hermanos no quieren que el predicador se de cuenta de sus pecados ―favoritos‖, así que quieren
que el predicador siempre sea una persona nueva a menos de que se de cuenta de todo, y empiece
a predicar sermones que afecten sus vidas personales, no quieren que predique lo que necesitan
oír sino lo que quieren oír (2 Timoteo 4:3).
El juego de la mudanza también revela una característica no deseada en los predicadores.
Puede revelar una disposición no muy amigable, y para la iglesia, ¡dos años podrían parecer
cien! Podría indicar un pútrido profesionalismo de parte del predicador; tal vez ha simplemente
copiado suficientes sermones de alguien más para que le duren por dos años. Cuando ―se le

77
acaba el jabón‖ tiene que encontrar otra iglesia que le pueda sostener y así volver a predicar los
mismos sermones otra vez. Esto puede manifestar flojera mental. El predicador que ―no se ocupa
de la lectura‖ (I Tim. 4:13), y no ―procura …presentarse a Dios aprobado‖ (II Tim. 2:15) con su
estudio personal, empieza a predicar sermones tan secos y rancios como el pan viejo que dura en
la cocina por una semana. ¡Dos años de esto es más que suficiente!
Todos nosotros tenemos que entender que el límite de tiempo de dos años es una filosofía
que no tiene bases bíblicas. Su origen es HUMANO, y en la mayoría de los casos
DETRIMENTAL a la obra del Señor. Es arbitrario y por esto debe ser descartada esta filosofía.
(4) Las iglesias demandan mucho: Muchos de los predicadores se mudan por causa de las
demandas excesivas de las iglesias. Ellos esperan que el predicador trabaje como un caballo de
trolla y que carguen un peso que ningún humano puede cargar. Esto procede de sus
misconsepciones sobre el trabajo del predicador, las cuales discutimos en el capítulo IV. Un
hermano hasta dijo que se debería de tratar al predicador como un vendedor ambulante: si no
produce, despídelo y conseguimos otro que produzca. Este error esta basado en la idea no-bíblica
de que el predicador debería de hacer toda la producción. El predicador no puede producir SI
LOS HERMANOS NO AYUDAN. En muchas iglesias la carga del trabajo del predicador es
más que cualquier ser humano puede hacer, y cuando el predicador pone todo de su parte,
simplemente no es suficiente, porque no ha llenado la expectativa y demandas de los hermanos.
Ellos le piden que se mude, o el predicador se frustra y se va antes que se lo pidan.
(5) El predicador es menospreciado: Cuando el predicador es nuevo, los miembros hacen
hasta lo imposible para mostrarle que tan apreciado es su trabajo. Ellos definitivamente quieren
que el predicador este contento con ellos y que esté a gusto viviendo junto a ellos. Pero, cuando
la novedad se acaba, y el se acomoda a la rutina de su trabajo, los miembros gradualmente flotan
a un estado de indiferencia en lo que concierne al predicador. El predicador escucha pocas
palabras de animo y se pregunta si se esta comunicando y expresando bien. Sin ninguna
expresión de la iglesia, el está solo y tiene que adivinar como es que está haciendo en su trabajo.
Esto no debe ser tomado a que la iglesia siempre tiene que estar presumiendo de su
predicador. Solamente quiero decir que el predicador necesita sentirse apreciado tal como todo
ser humano. De otra manera el también se desanima. Unas cuantas palabras favorables de los
miembros no cuestan nada, y valen mucho a los predicadores. El necesita saber que su trabajo es
apreciado y beneficial, tal como el trabajo de cualquier otro. Si su jefe del trabajo nunca viniera a
verle, o nunca dijera nada favorable de su trabajo, ¿estaría contento trabajando para tal persona?
¿Estaría contento con su trabajo? ¿Cuando recibe su aguinaldo (bonos de fin de año) como se
siente? ¿No aprecia que alguien haya notado su dedicación a su trabajo? El predicador necesita y
merece esto tal como cualquier otro. No se olvide que el predicador sostiene un tipo de relación
de trabajador con la iglesia. Su condición en el trabajo puede ser buena o mala tal como la suya.
Esta situación aparece más vividamente durante las series. ¡Los hermanos presumen de la
habilidad del predicador invitado y lo suben hasta los cielos! Ellos le echan muchas rosas a su
habilidad de predicar el cual el mismo sabe que no es para tanto. Usualmente se avergüenza y
trata de quitársela por medio de llamar la atención al buen trabajo que ha hecho el predicador
local. Al final de la serie, los hermanos locales le dan todo el crédito y las visitas al predicador
invitado, y un cheque de paga que usualmente es fuera de proporción con la paga del predicador
local. Ellos están seguros que el predicador invitado trajo grandes maravillas a la iglesia. Ellos
tal vez no quieran decirlo, pero la implicación es que la labor diaria del predicador y la de otros
miembros no sirven para nada. ¡Es muy raro ver lo que UN HOMBRE puede hacer en ocho días
que la iglesia entera no puede hacer en un año entero!

78
El lector tiene que entender que muchas de las mudanzas de los predicadores tienen que
ver con el sentirse inútil en su trabajo. No estoy tratando de hace ningún esfuerzo para
argumentar que tan propio es el mudarse por esta razón. El punto es establecer esta razón. Si esto
esta bien o mal, esto no es la pregunta, pero solamente trato de mirar cuales son las razones del
juego de la mudanza.
(6) El predicador no está de acuerdo con la opinión prominente de los hermanos: Algunos
predicadores se mudan, o son mudados, por la atmósfera enfermiza que resulta cuando hay
desacuerdos entre el predicador y la opinión de algún hermano que se cree que es algo en la
congregación local. Estos son individuos que se sirven a si mismos y que la iglesia ha aprendido
a aguantar el abuso con tal de mantener la paz. Cuando el predicador accede a venir a trabajar a
tal iglesia, el no sabe a que condiciones viene a trabajar. Nadie le quiere decir del problema a no
ser que rehúse venir por causa del tal, y verdaderamente quiere que venga, esperando que cuando
venga pueda resolver el problema. ¡Tarde o temprano, el tropieza con la ―opinión sagrada‖!
―¡Entonces va ha ver lo que es bueno!‖ O el predicador se somete en humilde sumisión a la
opinión de Diótrefes (3 Juan 9-10), y tiene que hacer ―penitencia‖ o guerra abierta es declarada
en la cual ―todo se vale‖. ¡El predicador se tiene que resignar a tener una ―larga noche‖ de
problemas o buscar un nuevo hogar! Las juntas de varones se convierten en batallas de largas
horas (pesadillas), la atmósfera de los servicios siempre está llena de tensión, y a veces parece
más una pelea de lucha libre, que un tiempo para aprender y adorar. Los líderes siempre estan
tratando de buscar una posición de ventaja. Antes y después de los servicios los hermanos buscas
tener otros miembros alrededor de ellos. Ellos estan buscado hacer más prosélitos para tener más
apoyo, o estan planeando con sus conspiradores el que hacer después. ¡Ellos propagandizan en la
iglesia que quieren resolver el problema, pero lo deletrean: R-I-N-D-E-T-E!
La mayoría de los predicadores podrían testificar que un poquito de esto corrompe la
situación grandemente. Esto le hace algo a uno. Rapidamente la pastura se mira más verde en
otra parte y el predicador se prepara para irse. Aparentemente no significa nada se haya gastado
un buen dinero para traer al predicador, y ahora se gaste otro buen dinero para llevarlo a otra
parte. Les importa poco a los líderes de estos grupitos de opinión que todos pierdan un poquito
de si mismos en cada de estos debates. Todo lo que importa es que Diotrefes se ha salido con la
suya otra vez, nuevamente hace lo que su orgullo quiere, y se intoxica aun más con el vino de la
victoria carnal.
(7) El predicador se rehúsa unirse a cierto grupo: Algunas iglesias son dominadas por un
grupo. Otras están en tormenta continua por causa de las peleas entre dos o varios grupitos que
estan peleando para obtener poder en la iglesia. Ningún predicador puede trabajar en tal iglesia, a
menos de que se una al grupo dominante. Sus sermones tienen que propagar las convicciones de
este grupo y hacer menos a aquellos que estan fuera del tal. Tiene que pasar mucho de su tiempo
socializando con los líderes del grupo, y apoyar las propuestas de ellos durante las juntas de
varones. En tales juntas de varones en las cuales el grupo dominante siempre trata de imponerse
sobre los demás. Para hacer el argumento corte, el predicador tiene que convertirse en títere de, o
el espanta pájaros, del grupo dominante.
El predicador que se muda a tal iglesia, y que tiene suficiente respeto propio y respeto por
la palabra de Dios condenaría tal partidismo (Gálatas 5:19-21), y no ―haría nada con parcialidad‖
(I Tim. 5:21), pero se tiene que agarrar por que va a tener muchos días de miseria en su futuro
cercano. ¡También le será sabio tener su maleta lista! Puede ser que se le ordene que se vaya de
la iglesia ―antes del siguiente domingo.‖

79
Es triste, pero cierto, que hay predicadores que se van a someter así mismos y a sus
convicciones a tales movimientos políticos. Para ellos es un honor de ser incluidos con ―los
hermanos populares.‖

(8) Problemas constantes: No hay ninguna paz en algunas iglesias. Siempre hay algo que
pelear. Podrá ser solamente un asunto de opinión, pero ¡usualmente esto causa más problemas
que los asuntos de la fe! El ambiente esta constantemente pesado y en cualquier momento el
holocausto podría eructar. Cada camino de progreso está bloqueado por un elefante de problemas
internos. Cada proposición se convierte en un campeonato de lucha libre. Alguien siempre está
listo para dar la contraria a cada sugerencia que alguien haga. El juego de la mudanza aparenta
ser la única manera de salir de tal situación.
(9) El esperar la perfección de las iglesias y de los hermanos: El juego de la mudanza es
usualmente motivado por que una iglesia está buscando un predicador perfecto o el predicador
está buscando una iglesia perfecta. Todos nosotros sabemos que ningún hombre puede ser
perfecto, pero a veces las iglesias esperan que el predicador sea perfecto. Y si no lo es, el
predicador se vuelve el objeto de la ira de la iglesia, y siente el clima frío de su desaprobación.
Cuando finalmente lo congelan, el predicador se muda. Pero después de seis meses con el nuevo
predicador, ellos casi le darían un aumento de salario para que regresara, o descubren que la
situación no ha mejorado. El problema verdadero es que estan buscando algo que no existe- un
predicador perfecto.
También, hay predicadores que constantemente se estan cambiando de un lugar a otro.
Nunca están satisfechos donde estan. Ellos estan buscando una iglesia perfecta. Todavía no han
aprendido que tal cosa no existe. Para ellos no hay problemas pequeños. Cada incidente tiene que
ser en proporciones MAYORES, y se precipitan a un nivel exagerado: ―Aquí no puedo hacer
nada.‖ Se muda, solamente para averiguar que estaba mucho mejor donde estaba antes.
Ciertamente hay situaciones en las congregaciones que pueden hacer que el trabajo de uno sea
casi inservible, y el mudarse es la única solución sensible. Pero hay muchas mudanzas que estan
basadas en cosas insignificantes que deberían de ser olvidadas.
(10) Inmadurez: Muchas de las mudanzas de los predicadores son basadas en la
inmadurez del predicador o/y de la iglesia. Algunos predicadores usan su libertada para mudarse
como una amenaza a la iglesia en orden de que hagan lo que el quiere. Ellos tienen la actitud de
que, ―Si no lo hacen a mi manera, simplemente me mudo.‖ O, si las malas decisiones del
predicador lo meten en problemas, usa su derecho de mudarse como una válvula de escape. Si la
presión de su juicio inmaduro es demasiado grande, simplemente se ―descarga‖ la válvula y se
muda rápidamente.
También hay congregaciones las cuales les hace falta madurez. Ellos tienen un concepto
muy limitado de lo que el predicador debería de hacer, y como le deberían de tratar. Ellos se
irritan de todo lo que el predicador hace: la cantidad de tiempo que está en casa, las ideas de ellos
de sus horas de oficina, quien y que tan seguido debe visitar, como gasta su dinero, como se viste
él y su familia, su falta de manierismos del pulpito, etc. Ellos estan constantemente acosándolo, y
buscando cualquier motivo para acusarle. Aparentan a un grupo de niños irritables que están
jugando; nada les complace. Seis meses después de que se va a trabajar con ellos, los hermanos
ya estan levantando las banderas para que se marche. Esto es muy común hoy en día. Hasta hace
que a uno le duela el corazón. ¡Por eso es que hay tantos que dejan la predicación! Las iglesias y
los predicadores necesitan crecer.

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(11) Egoísmo: Mudanzas egoístas de parte del predicador no son algo fuera de lo común.
Una obra necesita de predicador en un clima más agradable, o cerca de su tierra natal, o con un
salario más atractivo, o con una iglesia más grande. Cuando esto pasa, el predicador justifica esto
al decir que lo hace por su salud, o su necesidad de estar más cerca de sus padres que estan
envejeciendo, o su presupuesto que está demasiado limitado. Estas razones son buenas para
mudarse, si son legítimas, pero a veces estas son simples pretextos como las evidencias
claramente enseñaran.
El punto de que la iglesia ya había hecho planes para el futuro que incluían al predicador
aparentemente no le importa. El puede, sin pensar en nadie, sin que le moleste la conciencia,
interrumpir un buen programa de evangelización para satisfacer su deseo egoísta.
La iglesias tampoco estan excluidas de usar el egoísmo del predicador para convencerle
que se mude con ellos. Verdaderamente tal vez no tengan nada que verdaderamente le interese al
predicador excepto un salario mejor, o un clima más agradable, o muchos miembros, o una
buena casa para el predicador, etc., y estos son puntos que usan para convencer al predicador
para que acepte la invitación de ellos. Todo esto es una reflexión de nuestra madurez espiritual.

II. LOS RESULTADOS DE ESTO


Tenemos que considerar los resultados del juego de la mudanza. Estos deberían de ser
más que suficientes para hacer que los hermanos se revelen en contra de estas actitudes.
(1) Hacen que el predicador sea un forastero: Siempre está apenas conociendo a los
hermanos. Es considerado una necesidad temporaria, nunca una permanente. La iglesia siente
muy poca obligación de tratarlo justamente en el punto de vista del salario siendo que es
considerado a lo más un trabajador temporáneo. ¡Hoy aquí, ¿mañana quien sabe?! Ellos
terminan su relación con el con el mismo salario con que comenzó ―cuando lo contrataron‖. El
no se merece que se le incremente el salario siendo que no ha estado con la iglesia el suficiente
tiempo. De esta manera, el predicador y su familia siempre estan a distancia de la iglesia. Nunca
se sienten que pertenecen.
(2) Mantienen al predicador y a la iglesia de nervios: El juego de la mudanza mantienen a
la iglesia y a los predicadores en un estado de nervios. Ellos estan constantemente tratando de
conocerse los unos a otros y acostumbrándose los unos a otros. Más o menos cuando esto se
lleva acabo, el predicador o la iglesia deciden que se tiene que mudar. Por esto, las iglesias no
buscan tener algún programa de trabajo que ocupe al predicador siendo que éste se podría mudar
en cualquier día. El predicador no quiere comprometerse mucho o muy firmemente a la iglesia
local, o a cualquier plan de larga duración en cuestión del trabajo, por que ya cuando las cosas se
miran que empiezan a dar fruto, la iglesia podría decidir que es tiempo de que se mude.
Consecuentemente, hay un sentimiento constante de inseguridad de parte de la iglesia y el
predicador. Esta es una condición enfermiza que retarda el progreso del trabajo del Señor. Es
tiempo de que paremos estas niñerías y tomemos las cosas con más madurez.
(3) Mantiene a la familia del predicador emocionalmente despavorida: ¿Qué predicador
no ha tenido que consolar a su esposa llena de llanto y a sus hijos por causa de una mudanza
innecesaria? ¿Dónde está el predicador que sus hijos no hayan sufrido emocionalmente por causa
de dejar a sus amigos y ahora estar delante de una masa de extraños en una nueva comunidad?
¿Dónde está el hijo del predicador que no haya sufrido en su trabajo escolar por que se tuvieron
que mudar casi a la mitad del continente para predicar en medio del año escolar?
Las familias necesitan seguridad tanto como necesitan comida. Ellos tienen necesidad de
tener un lugar el cual llaman hogar. ¿Alguna vez les ha preguntado a los hijos de los

81
predicadores de donde son? ¡Muchos de ellos ni siquiera lo saben! ¡Ellos vienen de todas partes
y son de ninguna parte! A las mujeres les gusta decorar sus casas a la manera que a ellas les
gusta. ¡La esposa del predicador no se atreve! Muchas veces dice, ―Me gustaría tener esto y eso,
pero hay que mejor olvidarme de eso. Uno nunca sabe cuando nos vamos a mudar, y lo más
seguro es que esto no quedara en nuestra siguiente casa.‖
Por esto, el juego de la mudanza mantiene a la familia del predicador despavorida
emocionalmente. Las iglesias y los predicadores deberían tener esto en mente cuando piensen en
jugar el juego de la mudanza.
(4) Hace que las filas de predicadores disminuyan: Todos hoy en día estan quejándose de
que hay falta de predicadores, y esto es cierto. Hay una emergencia dramática. Esto es causado
por muchas cosas, y hablaremos de ellas en un capítulo futuro. El juego de la mudanza es una de
estas causas. Muchos dejan de predicar tiempo completo para escapar las inseguridades de las
cuales hablamos hace unos momentos. Un predicador muy diestro, y amigo personal, el cual
tomó un trabajo secular dijo, ―Me siento mucho mejor, ahora que no tengo que preocuparme por
los hermanos que siempre me esten insinuando algo cada dos años.‖ Su esposa dijo, ―Mi esposo
es un hombre cambiado desde que ya no tiene que buscar un nuevo trabajo cada dos años.‖ Mis
conversaciones personales con aquellos predicadores que han dejado de predicar me han
revelado que esta es una de sus quejas más frecuentes. Las iglesias que están preocupadas por la
falta de predicadores harían bien en tomar un vistazo en su propio concepto de cuanto tiempo un
predicador se debe quedar en algún lugar.
(5) Gasta mucho dinero: Los gastos de mudanza de los predicadores son uno de los
mayores gastos de la iglesia en estos días. Verdaderamente no hay manera de calcular cuantos
millones de dólares se han gastado al paso de los años para la mudanza de los predicadores.
Algunas de las mudanzas son justificadas, pero mucho ha sido derrochado y los predicadores y
las iglesias tendrán que responder sobre ello. En muy común el ver una iglesia que gaste de
$1000 a $1500 dólares para mudar y traer a un predicador para que solo predique de uno a dos
años. Esto quiere decir que la pura mudanza del predicador le costó a la iglesia de $50 a $70 por
mes que él estuvo con ellos. Esto ha pasado innumerables veces por toda la nación. Si sumamos
todo este dinero, haría una cifra astronómica. Hasta rivalizaría con la deuda nacional y haría
mucho bien hacia el trabajo de la evangelización. En muchos casos este dinero ha sido gastado
para satisfacer los deseos carnales de algunos elementos en la iglesia o satisfacer el egoísmo del
predicador.
CONCLUSION
Este problema demanda que hagamos mucha oración y consideración. Es tiempo de ver
más cuidadosamente todo el tema de la iglesia local y nuestro concepto general de cuanto tiempo
debe quedarse el predicador. Sería un paso hacia arriba si pudiéramos cambiar nuestro
pensamiento y no pensar que el predicador local es una posición temporaria. Si la iglesia y el
predicador son lo que deben de ser, entre más tiempo trabajaran juntos mejor trabajo hacen
juntos. Tiene que haber grande entendimiento de los dos lados en las relaciones de iglesia-
predicador. Muchas de las quejas que usualmente tienen unos de otros deberían de ser cubiertas
con una manta de amor y ahogadas debajo de la gran importancia del reino de Dios (Mateo
6:33). Los dos tienen que ser tolerantes de las desavenencias de los unos y los otros tal como el
uno quiera ser tratado por el otro. Es difícil el decir cuanto tiempo el predicador se quedará con
la iglesia; eso varía con el juicio justo y las circunstancias. Es cierto el decir que el límite de dos
años es una de las grandes absurdidades de nuestros tiempos y es uno de los grandes estorbos en
el desarrollo de una congregación.

82
WHAT IS PRAYER? BACKSLEDERS BEWARE
Prayer is faith that forces me
To talk to a God I do not see. A backslider‘s love is cold;
Prayer is the feeding of my hungry soul- He has departed the fold;
The only way to reach this goal. He had bartered his soul;
For a pot of earthly gold.
Prayer is my search for the rhyme and
reason He thinks he is quite bold,
For life‘s mysteries in every season. But when he is getting old
Prayer is the crying of my wounded heart Will have sorrows untold
For a Father to come and take its part. With a wasted life to behold.

Prayer is pleading for sweet relief Efforts to help he doth scold;


When life is littered with grating grief. He‘s in perfect control,
Prayer is help from a loving Father But sin is taking its toll,
When no one else cares to bother. At the end there‘s no parole.

Prayer is thankfulness for blessings Sinners God won‘t enfold;


received Backsliders He won‘t cajole;
When life is lame and my heart is grieved. Their doom is plainly foretold;
Prayer is a praise for one who knows Their names are not enrolled.
God is available wherever he goes.
Backsliders have missed the goal;
James P. Needham, 6/25/75 Their lives they‘ve failed to mold;
There will be nought to console
When they claim their grassy knoll.

James Needham 2-24-76

NOTA DEL TRADUCTOR.

Ciertamente entre las iglesias de habla hispana también ocurre el juego de la mudanza. Esto es
un problema siendo que muy pocas iglesias tienen predicador. En muchos lugares los varones
tratan de hacer el mejor trabajo que puedan, pero no pueden hacer lo que un hombre que se
dedica de tiempo completo al trabajo puede hacer. Otras de las diferencias es que es muy raro
entre las iglesias de habla hispana de que se le ayude al predicador con sus gastos de mudanza.
Cuando un predicador desea mudarse o lo forzan a que se mude usualmente tiene que rascarse
con sus propias uñas para ver como cubrir los costos de la mudanza. Pensemos hermanos y
trabajemos los unos con los otros para solucionar estos problemas.

Juan Sánchez

83
CAPÍTULO XII

Hospedando al Predicador
INTRODUCCIÓN
―Aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer
importante, que le invitaba insistentemente a que comiese; y cuando él pasaba por allí, venía a la
casa de ella a comer. Y ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo entiendo que éste siempre pasa
por nuestra casa, es varón santo de Dios. Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de
paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se
quede en el. Y aconteció que un día vino él por allí, y se quedó en aquel aposento, y allí durmió.
Entonces dijo Diezi su criado: Llama a ésta sunamita. Y cuando la llamó, vino ella delante de él.
Dijo él entonces a Giezi: Dile: He aquí tú has estado solícita por nosotros con todo este esmero;
¿qué quieres que haga por ti?.......‖ (II Reyes 4:8-13)
Desde tiempos antiguos los predicadores han vivido de un lado a otro. La mayoría de los
predicadores pasas muchos días al año como huéspedes de otros. Parece que siempre ha sido así.
Vamos a mirar otros ejemplos en adición a éste clásico del Viejo Testamento:
―Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni
calzado; y a nadie saludéis por el camino. En cualquier casa donde entréis, primeramente decid:
Paz sea a esta casa. Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se
volverá a vosotros. Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque
el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa.‖(Lucas 10:3-7).
―Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de
Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora.‖ (Hechos 9:11).
―Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, wl que tiene por sobrenombre
Pedro. Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá lo que
es necesario que hagas.‖(Hechos 10:5-6).
―Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea
fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.‖ (Hechos 16:15).
―Al otro día , saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en
casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él.‖ (Hechos 21:8).
Algunas personas piensan que ―esto si es la vida,‖ y proclaman que a ellos les encantaría
esta parte de la vida del predicador. Verdaderamente que, la mayor parte del tiempo, este tipo de
experiencias son placenteras. Pero si hay algunos problemas, aun que no lo parezca. El propósito
de este artículo es tratar de discutir estos problemas en la manera más franca y hermanable
posible. Las observaciones hechas aquí serán apreciadas por la mayoría de los predicadores y
serían de mucho beneficio para los hermanos y hermanas que los aprovechen.

I.) DONDE ALOJAR AL PREDICADOR


Muchas iglesias tienen problemas en decidir en donde van a alojar al predicador. Sus
decisiones usualmente son hechas en ignorancia de sus necesidades. El predicador usualmente se
queda con aquellos que voluntariamente ofrecen su casa. En la mayoría de las congregaciones
esto ha sido delineado a dos o tres familias las cuales han hospedado a los predicadores que

84
visitan por años. Aquí hay algunas sugerencias en lo concerniente a donde el predicador debería
de ser hospedado.
(1) NO en un lugar donde esté solo con la mujer de la casa todo el día: Se oye un poco
absurdo que tal sugestión sea necesaria, pero la es. El sentido común y un buen juicio
automáticamente le debería decir a los hermanos que no pongan al predicador en tal situación.
Aquí no estoy sugiriendo que las hermanas o los predicadores estan en algún peligro en tales
circunstancias, pero no hace sentido el crear una situación donde puedan surgir problemas (todos
nosotros hemos oído de algunos problemas que han surgido). Aunque verdaderamente no exista
un problema, hay unos que siempre se estan imaginandose cosas con sus mentes sobre-activas y
sus lenguas largas. Es mucho más fácil el prevenir el chisme, que el pararlo ya que ha empezado.
No debemos dar ―al adversario ninguna ocasión de maledicencia‖ (I Tim. 5:14).
La mayoría de los predicadores han estado en esta clase de situaciones uno u otra vez. La
mayoría de ellos dirían que esto produce un clima un poco pegajoso y los pone en una situación
no muy confortable. Uno batalla para estar a gusto, y muchas de las veces se va a mirar a las
tiendas o se la pasa en otra parte en orden de aliviar el problema un poco. Los hermanos deberían
tratar de ponerse en los zapatos del predicador; que miraran esto del punto de vista de él.
¡Ningún hombre de buen pensar goza del pasar 8 a 10 días solo con la esposa de alguien más!
(2) En un lugar donde pueda tener un poco de privacidad: El predicar el evangelio es un
trabajo que demanda mucho de uno. Para hacerlo bien, el predicador necesita mucho tiempo para
estar solo en orden de estudiar, meditar, y relajarse. Los hermanos usualmente lo ponen en algún
lugar donde sería menos probable que el predicador pudiera recibir esto. Niños ruidosos pueden
ser una gran distracción cuando uno se está tratando de relajar, o preparar un sermón.
Tristemente, muchos de los niños hoy en día tienen poca disciplina, y se les permite que vayan
frecuentemente al cuarto del predicador, les preguntan mil y una preguntas, y le trasculcan sus
pertenencias. En tales hogares el predicador muchas veces es negado la privacidad del baño. Los
niños usualmente se ponen en línea en la puerta para entrar, o tocan fuertemente y gritan, ―¡Ya
va a salir!‖ En algunas casas los baños no tiene candados adecuados, así que por miedo de que su
ducha sea interrumpida por los niños, el predicador hace otras provisiones para darse un baño, o
no lo hace por necesidad. La mayoría de los predicadores abiertamente admiten que algunas
series son periodos que se tienen que sufrir en lugar de gozar.
Usualmente las personas que hospedan al predicador son las que tienen las menores
acomodaciones. El predicador se mira forzado a compartir el cuarto con los niños, el baño con la
familia entera, mientras aquellos que tienen mayores facilidades nisiquiera se preocupan.
El punto no es que los predicadores son demasiado buenos para que se queden en algún
lugar donde no estarían tan cómodos, pero la mayoría de los predicadores apreciarían
grandemente que los hermanos pusieran lo mejor de su parte. Cuando esto se hace, 99 por ciento
de los predicadores lo apreciarían, y es algo seguro el decir que el mismo porcentaje de iglesia no
tienen consideración para este asunto.
Otro punto de irritación es la falta de planes que los hermanos hacen sobre donde se va a
quedar el predicador. Muchas veces llega a la serie sin saber donde va a pasar la noche. Algunas
veces se han hecho planes, pero los hermanos no toman el tiempo para notificar al predicador. El
llega a la tal ciudad y tiene que hacer dos o tres llamadas telefónicas, o localizar a alguno de los
hermanos, para averiguar donde va a pasar la noche.
Hasta hay situaciones donde dos o tres personas han decidido que van a hospedar al
predicador. Después del primer día de la serie, ellos lo invitan a que se quede con ellos. Se ponen
a argumentar delante de todos sobre quién será el que hospedará al predicador. El predicador se

85
convierte en una victima y le da vergüenza. Para resolver el asunto, le piden al predicador que
―escoja con quien quiere quedarse.‖ El predicador no sabe que hacer. No puede hacer una
decisión que deje contentos a todos, así que les regresa la responsabilidad de decidir a aquellos
que lo estan invitando.
Hermanos, ¡esto es absurdo! El lugar donde el predicador será hospedado es algo para la
―junta de varones.‖ La decisión de donde el predicador va a ser hospedado debería ser hecha
antes que él llegue. Se le debería de notificar ya sea por la iglesia o por la familia que lo va a
hospedar. Verdaderamente todos nosotros podemos estar de acuerdo a que esto es una manera
decente y ordenada de hacer las cosas (I Corintios 14:40).
Muchas de las veces la solución para estos problemas mencionados son los hoteles o
moteles. Cuando sea inconveniente o no practico que el predicador se quede en la casa de los
hermanos, los hermanos deberían de hacer provisiones para hospedarlo en algún hotel o motel.
La mayoría de los predicadores les gusta este tipo de arreglo siendo que les da la privacidad de
mantener su rutina diaria en lugar de tratar de acoplarse a la rutina diaria de alguien más. Pueden
ir y venirse como les da la gana, y no sentir que estan imponiéndose sobre alguien. Ellos pueden
estudiar y escribir y generalmente dar una mejor predicación que si estuviera en una situación
menos relajante. Los hermanos estarán mas contentos con su trabajo, y los pocos extra dólares
que va a costar valdrán la pena.
II. ALGUNAS COSAS QUE DEBEN Y QUE NO DEBEN DE HACER AQUELLOS QUE
HOSPEDAN A LOS PREDICADORES.
(1) No empachen al predicador con demasiada comida: La experiencia ha mostrado que
no es la predicación que hace que el trabajo en una serie sea difícil en los predicadores, ¡es la
comida! Las hermanas, con buenas intenciones, erróneamente piensan que tienen que cocinar sus
mejores platillos cuando el predicador viene. La insistencia de ellas y la debilidad del
predicador añade a los problemas estomacales y/o a la obesidad. Algunas hermanas aparentan
estar insultadas si el predicador no come de todo lo que ellas hacen. Ciertamente ninguna
persona refinada y con cultura desearía ofender a la persona que lo hospeda. Así que, por miedo
de esto, muchos predicadores comen más de lo que deberían. Para el tercer o cuarto día, ¡mejor
debería de acabar la serie e irse a casa! ¡Está tan relleno que ni siquiera puede predicar! Su
cerebro no puede funcionar bien y sus pulmones no tienen lugar para inflarse. ¡Para el final de la
serie está enfermo! Los hermanos presumen de su trabajo, y se siente bien de lo que ha hecho
cuando se va a casa, pero se va a tardar una semana en recuperarse.
Pablo le aconsejó a Timoteo, ―Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa
de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades‖ (I Tim. 5:23). ¡Los predicadores tenían
problemas estomacales desde los tiempos del Nuevo Testamento! ¡Un gran porcentaje de ellos
los estan teniendo hoy en día! Una de las mayores causas es el comer ricas y exageradas
comidas. Siguiendo los comentarios por esta cadena de entendimiento una señora dijo, ―Esta
diciendo que los predicadores estan haciendo un mal trabajo en seguir lo que dice Gálatas 5.‖ A
lo que verdaderamente podemos estar de acuerdo, pero ¡las buenas hermanas también están
haciendo un buen trabajo de llevarlos a la tentación! Es verdad que los predicadores deberían de
practicar más dominio propio, pero las buenas hermanas también podrían ayudar si solo les
dieran de comer como les dan de comer a otras personas (recuerden, los predicadores también
son personas).
Las hermanas tienen que aprender que los predicadores son generalmente personas
simples. Les encanta visitar a los hermanos en sus hogares, pero no requieren o desean el
tratamiento especial que usualmente reciben. En algunas series los hermanos planean tres

86
comidas diarias para el predicador. ¡Cada hermana se esfuerza para hacer su mejor platillo! ¡Para
la hora de la asamblea el predicador es un hombre miserable! Tiene más ganas de echarse en la
cama que de predicar. Su cerebro está lento, y batalla y tropieza para recordar todo lo que ha
planeado decir y ordenar sus pensamientos. ¡Ni siguiera puede llenar sus pulmones de aire para
terminar una buena oración!
Las series de predicaciones estan diseñadas para ser un manjar y fiesta espiritual, no uno
físico. Qué tanto mejor sería si las hermanas usaran el tiempo y dinero que gastan en estas
comidas elegantes en invitar gente a que venga a oír al predicador. La mayoría de los
predicadores preferirían esto.
(2) No lo entretengan o esperen que él los entretenga: A los predicadores no les gusta ser
tratados como ―visita‖. Cierta cantidad de socialización siempre acompaña a las series, y aunque
es muy placentera, no es el propósito principal de la serie. El predicador aprecia el poder ser
tratado como uno de la familia en lugar de cómo alguna celebridad. Un predicador con
conciencia tiene mucho trabajo que hacer cada día, esté o no esté en casa, y es difícil hacer este
trabajo si la gente que lo hospeda sienten la necesidad de entretenerlo o ser entretenidos por él.
Algunas familias con las que el predicador se queda, piensan que necesitan ayudarle a
espantar el aburrimiento, así que lo tienen de ―carrera‖ toda la semana. Le muestran todas las
atracciones de la ciudad, lo llevan a que visite a sus familiares, y a visitar a todo aquel que se les
viene a la mente. El predicador no tiene tiempo para estudiar y meditar durante el día, y cuando
se para a predicar, se siente cansado y sin entusiasmo. Así que, el propósito por el cual ha venido
es arrumbado a un rincón, y sacrificado a trivialidades. No se preocupe por el aburrimiento del
predicador. Si es lo que debería de ser, no tendrá oportunidad de aburrirse.
(3) ¡No le pongan ropa de cama nueva! ¡Muchas personas piensan que deben
hermosificar la cama y el baño donde se va a quedar el predicador con cosas nuevas! Ellos
piensan que él se merece lo mejor, pero no se dan cuenta que las sábanas, cobijas, o toallas
nuevas no son lo mejor. ¿Ha tratado alguna vez de bañarse con un estropajo nuevo o secarse con
una toalla nueva? ¡El estropajo está demasiado rasposo y la toalla no seca! ¡Recuerden, traten al
predicador como uno de la familia!
(4) No le digan los problemas de su familia: Algunas familias tienen una práctica de
decirles todos los problemas familiares al predicador. Le dicen sobre sus problemas con las
finanzas, disciplina, sexo, las debilidades de cada uno, etc. Para cuando termina la serie, el
predicador podría estar demasiado deprimido para predicar. Si el predicador puede ser de ayuda,
ciertamente su ayuda debería de ser buscada, pero usualmente las personas no estan buscando un
buen consejo, solamente estan buscando alguien que les diga que tienen razón.
(5) No digan chismes o hablen a espaldas de alguien: Algunos miembros que hospedan al
predicador piensan que es su deber el decirle al predicador de todos los problemas de la
congregación, y decirle las debilidades de los miembros. Ellos se apuntan así mismos el comité
para decirle al predicador de lo que debería de predicar mientras está allí. A algunos predicadores
se les hace difícil el resistir usar esta información en sus sermones. La experiencia nos enseña el
error de esto. En la mejor situación, uno solamente recibe un lado del problema, y su
información puede que esté un poco torcida por causa de los perjuicios personales de los
informantes. El resultado es que el predicador se pone a predicar sobre algo de lo que no sabe
mucho y no tiene todos los datos necesarios. Si el predicador conoce algún problema de la tal
congregación, ciertamente él debería de hacer lo posible de enseñar la verdad sobre eso, pero él
necesita estar seguro de que toda su información esté correcta. De otra manera, ¡se está buscando
meterse en una camisa de once varas! Un juicio malo nunca ayuda a una mala situación.

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(6) No tengan pleitos familiares delante de él: Es muy vergonzoso y no muy confortable
el estar en un hogar donde la familia está constantemente peleando. Hay casos en que los
maridos, las esposas, o hasta los hijos, toman ventaja de la presencia de los predicadores.
Entonces tratan de que tome lados y que justifique su posición. ¡En algunos hogares el marido y
la esposa no pueden estar de acuerdo ni el la hora del día! Todo lo que uno afirma el otro niega.
Aquí esta un incidente imaginario que es típico de este tipo de absurdidades a lo que los
predicadores tienen que escuchar:
Esposo: ―El año pasado fuimos a Miami, Florida, de vacaciones.‖
Esposa: ―NO fuimos a Miami; fuimos a Miami Beach.‖
Esposo: ―Bueno, está en el área de Miami.‖
Esposa: ―Bueno, está en el área de Miami, pero Miami Beach no es Miami.‖
Esposo: ―Bueno, como iba diciendo, cuando estábamos regresando, me enfermé y me
tuvieron que internar en el hospital del condado en Birmingham.‖
Esposa: ―Ahora, tu sabes muy bien que no te internaron en ningún hospital de condado.
Fue un hospital de la ciudad.‖
Esposo: ―No, era un hospital de condado. ¿No te acuerdas? Dimos vuelta a la derecha en
la autopista y el hospital estaba localizado a plena vista del autopista.‖
Esposa: ―Yo no recuerdo tal cosa, y a demás no dimos vuelta a la derecha; dimos vuelta a
la izquierda. Es más el hospital estaba como diez cuadras del autopista, y ¿cómo es que puedes
decir que estaba a plena vista de la autopista?
Esposo: ―Bueno, en fin, tuve que estar en el hospital diez días antes de regresar a casa.
Entré el martes en la mañana y salí el siguiente jueves.‖
Esposa: ―Tu sabes que eso no es verdad. ¿Por qué no lo dices tal como lo es? No entraste
el martes por la mañana; era miércoles en la mañana, y no te dejaron salir el jueves en la mañana;
fue el sábado en la mañana; y no fueron diez días fueron once.‖
Esposo: ―Bueno, eso no importa, ese no es el punto que quiero hacer.‖
Esposa: ―No es importante. Lo único que estas haciendo es evadir el asunto. Debería de
admitir que estas mal y dejar de tratar de encubrir el asunto.‖
Esposo: ―Está bien, si eso es todo lo que quieres, admito que estaba mal. Bueno, nos
fuimos de Birmingham el jueves por la mañana.‖
Esposa: ―Yo pensé que ibas a admitir que estabas mal en el asunto, pero todavía estas
diciendo que nos fuimos de Birmingham el jueves por la mañana. Yo te digo por última vez que
fue el sábado por la mañana, no el jueves. ¡Si no lo vas a contar bien mejor cállate la boca!‖
Esposo: ―Está bien, si yo no lo puedo contar bien, ¿Por qué no le dices tú?‖
Esposa: ―No señor, ¡usted empezó, usted termine! Yo no quiero decir nada; solamente
quiero que lo digas bien.‖
Esposo: ―Como iba diciendo, cuando llegamos a casa varios de los miembros de la iglesia
habían preparado la cena para nosotros, como media hora de que llegamos ellos nos trajeron los
platillos.‖
Esposa: ―¡Ya vas a empezar otra vez! ¿No te acuerdas de nada verdad? En primer lugar,
no fueron los miembros de la iglesia los que trajeron la comida, fueron nuestros vecinos, y no fue
para cena, sino para un almuerzo.‖
La conversación continúa de esta manera de cada punto que es puesto a la mesa. Para
cuando la serie se acaba el predicador está más que listo para arrancarse la cabellera. No puede
esperar más para quitarse de estas circunstancias. ¡Aquellos que piensan que el trabajo del
predicador es fácil, deberían de aguantar algunas de estas experiencias!

88
(7) Provean al predicador con las necesidades básicas: Notamos que la mujer sunamita se
preocupaba en proveer para Elías: ella le dio pan, cama, un asiento y una vela. Hay tantas cosas
que la gente no piensa en proveer al predicador. Por ejemplo, no es algo fuera de lo común que al
predicador le den un cuarto que no tenga un espejo. Los predicadores que vienen de visita
usualmente se quedan en el cuarto de los niños. Siendo que los niños tienen muy poco uso para
un espejo, no hay un espejo en el cuarto. Cuando la familia está en casa, el predicador puede usar
el espejo que está en el baño, pero muchas de las veces el predicador no puede usarlo por que el
baño está ocupado. Muchas de las veces el predicador se tiene que rasurar, peinarse el pelo,
amarrarse la corbata a ciegas sin usar un espejo durante toda la serie.
Es buenísimo que Elías tenía un asiento, porque ¡a veces el predicador ni siquiera tiene
ese lujo! ¡Si tiene que sentarse tiene que usar el suelo o la cama! La gente no piensa en poner una
silla en el cuarto del predicador.
Siendo que la mayoría de los predicadores tienen un trabajo considerable en la lectura y
la escritura, sus cuartos deberían de ser provistos con una mesa o escritorio y buen
alumbramiento.
CONCLUSIÓN
La mayoría de los predicadores aprecian las cosas buenas que los hermanos hacen por
ellos durante la serie.(Pero hay algunas excepciones.) Nada de lo que fue dicho en esté artículo
debería ser tomado como que el escritor no aprecia la hospitalidad de los hermanos. Siendo que
el hospedarse con los hermanos es una parte integral de la vida del predicador, pensé que sería
prudente ver su punto de vista. Todos nosotros deberíamos de tener ganas de entendernos mejor
y mejorar las relaciones los unos con los otros. La mayoría de los predicadores preferirían estar
en casa con sus familias, pero siendo que esto no es siempre posible, ellos prefieren que sus
vidas en las casas de los demás fueran tan cerca de lo normal como fuera posible. Si este artículo
resulta en hacer más fácil para los hermanos el hospedar a un predicador, ha llenado su
propósito.
THEY ARE SLAVES…. CRITICISM

They are slaves that fear to speak When the critic pricks my skin,
For the fallen and the weak, May it cause me to look within;
They are slaves who will not choose Rather than to my selfish pride
Hatred, scoffing and abuse, To find a way to feel justified.
Rather than in silence shrink
From the truth, they needs must think; When I fid fault with another‘s feat
They are slaves who dare not be And I sit down in the critic‘s seat;
In the right with two or three May I strive with all my might
To make my motives and words just right.
-John Russell Lowell
Help me ever to objective be
When others‘ faults I think I see,
And never delight in wrongs of another;
Whether bitter enemy or loving brother.

May I fiend in the worst of men


Something of merit to commend;
To be objective in my evaluation

89
Of every man‘s actions and situation.

James P. Needham
5/14/74
NOTA DEL TRADUCTOR

Muchas de las observaciones del hermano


Needham son muy certeras. En lo particular yo
prefiero quedarme en la cada de algún hermano
fiel que en algún hotel. Pero, si he visto que
hay veces que uno no puede estudiar, descansar
o meditar en tales circunstancias.

Juan F. Sanchez

90
CAPÍTULO XIII

PREDICADORITIS
INTRODUCCIÓN

Uno de los grandes problemas de todos los tiempos es lo que generalmente se conoce
como predicadoritis, o lealtad excesiva la cual muchos dan al predicador. Parece que siempre hay
algún problema. La religión de algunas personas muchas veces no es más profunda que la lealtad
que el tienen a algún predicador. Éste es el centro y la circunferencia de la devoción religiosa de
ellos. Esta enfermedad condena-almas necesita tratamiento extenso, por esto todo un capítulo
esta escrito sobre el tema.

I.) ¿QUÉ ES ESTO?


(1) Exaltación excesiva del predicador: la predicadoritis comienza cuando la gente quita
la vista de Cristo y la pone en el hombre; cuando ellos ―piensan más de lo que está escrito‖ (I
Cor. 4:6); cuando exaltan al predicador más que la predicación; el mensajero más que el mensaje
y el proclamador más que la proclamación. Es una aflicción espiritual la cual causa a las
personas a que ―prueben‖ sus practicas religiosas por medio de las palabras y las acciones del
predicador en lugar de la autoridad de Cristo (Col. 3:17; I Cor. 4:6).
Los hermanos de la iglesia primitiva sufrían de esta enfermedad: (a) Los corintios dijeron
―Yo soy de Pablo, yo de Apolos; y yo de Cefas…‖ (I Cor. 1:12; 3:4). (b) La iglesia de Pergamo
apoyaba a aquellos que ―tenían la doctrina de Balaam‖ (Apoc. 2:14), y los Nicolaítas (Apoc.
2:15). (c) Las iglesias de Galacia tenían a aquellos que seguían a los Judaizantes en ser
circuncidados para que pudieran gloriarse en la carne (Gal. 6:12-13). (d) Se le advirtió a los
Efesios de algunos que ―hablarían cosas perversas, para arrastrar discípulos tras de sí‖ (Hechos
20:30).
¿Se nos debería hacer raro que la gente tenga esta misma enfermedad hoy en día? Y hay
algunos casos que son muy severos. Una hermana dijo, ―para lo que me importa, se me haría
mejor que le dieran un balazo a todos los predicadores excepto el hermano _________.‖ Otros no
sienten alguna obligación de asistir a los servicios a menos de que su predicador favorito esté
predicando. Si el predicador está predicando en otro lugar a otras personas que lo necesita más
que ―la congregación de su hogar,‖ la asistencia y la contribución muchas veces bajan hasta que
regrese. Y luego, estan las congregaciones que casi no pueden hacer nada ni siquiera conducir
los servicios sin que ―un ministro ordenado‖ esté presente. Un hermano le dijo una vez a un
predicador, ―¿Qué es lo que nos quieres dar a entender al salir a tantas series? ¿O que no sabes
que eres nuestro predicador, y que te pagan para que nos prediques a nosotros?‖ Algunos de los
miembros de la iglesia piensan que van a ser juzgados por las palabras de su predicador favorita
en lugar de por sus propias acciones (Romanos 2:6).
Todos nosotros sabemos de situaciones en cuando al ―despedir‖ al predicador ¡fue como
el quemar el edificio! El cambiar de predicadores es casi sinónimo de desbandarse. Oímos
expresiones como: ―Todavía no puedo creer que el hermano Fulanito se haya ido.‖ O ―El
hermano Recienllegado es un buen predicador, pero nunca va a poder tomar el lugar del hermano
Fulanito.‖ (Como si el quisiera). No tenemos que mencionar que cualquier religión que está

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construida alrededor de un hombre no está construida en Cristo. Si el centro del culto es el
predicador entonces Cristo no es el centro del culto, y por esto, es vano (Mateo 15:9).
(2) Inmadurez espiritual: Pablo dijo que la predicadoritis es una enfermedad de los niños
espirituales: ―De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a
carnales, como a NIÑOS en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais
capaces, ni sois capaces todavía, ….. Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo…‖
etc. (I Cor. 3:1-4). Los conrintios tomaban leche en lugar de comer carne por que su condición
espiritual era tan delicada y enfermiza. La religión que está centrada en el predicador es la
religión de niños en el evangelio, porque no se pueden apartar del seno del predicador. Otra
versión representa a estas personas como diciendo: ―Yo pertenezco a Pablo ….‖ Etc.
(3) Es carnalidad: ―De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales,
sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no
erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros
celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? Porque diciendo el
uno: Yo ciertamente soy de Pablo…..‖etc. Pablo dijo ―Porque el ocuparse de la carne es
muerte…‖ (Romanos 8:6). Por esto, la predicadoritis es una enfermedad espiritual fatal; la
religión basada en el predicador es una religión basada en la muerte; no puede traer vida eterna.
La carnalidad simboliza aquello que es carnal; aquello que es del mundo. Pablo dijo que los
judaizantes querían ―gloriarse en vuestra carne‖ (Gálatas 6:13). La religión basada en el
predicador es una religión carnal; no puede traer frutos espirituales.
(4.) Es humana: Pablo les dijo a los Corintios: ―andáis como hombres Porque diciendo el
uno: Yo ciertamente soy de Pablo….‖ etc. (I Cor. 3:3-4). El tener predicadoritis es andar ―como
hombres,‖ no como cristianos. Es una religión humana, no una divina. Por eso, es una religión
vana (Santiago 1:26), y lo ayuda a acercarse al cielo de la misma manera que cualquier otra
religión human (en otras palabras no sirve para nada), aunque tenga el rótulo de Iglesia de Cristo
al frente.

II. ¿QUIÉN TIENE LA CULPA?


La responsabilidad y culpa de la predicadoritis es algo importante de considerar.
Solamente miramos los síntomas de esta enfermedad en las acciones de las personas, y tal vez
nunca pensamos en el origen de la tal. Vamos a considerar dos causas probables a esta
enfermedad:
(1) El predicador: Los predicadores son los causantes de la predicadoritis muchas de las
veces. Algunos predicadores son expertos en construir congregaciones alrededor de sí mismos.
Esto es hecho por medio de las siguientes maneras:
(a) El predicador siendo un dictador con barra de hierro: Pablo le dijo a los Corintios:
―No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo‖ (II Cor.
1:24). Hay muchos predicadores que no son colaboradores para el gozo de los hermanos. Ellos
son los AMOS de la fe de la congregación. La iglesia, por esta causa, está compuesta solamente
de aquellos que están dispuestos a vivir bajo la dictadura de este hermano. Todos deben de creer
en todo de la misma manera que el predicador, o quedarse callado, o marcharse. El predicador
pone ancianos que son sus títeres y hacen todo lo que el dice. El predicador es el ―presidente‖ del
comité central y siempre tiene todo el poder en las decisiones. Cualquiera que hace oposición es
rápidamente excomulgado y corrido de la congregación. Si un miembro del ―comité central‖ se
molesta con el presidente, el es inmediatamente excomulgado a menos que su manifestación de
valentía cause una rebelión la cual ya existe en los corazones de muchos, y cause una revolución.

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Uno de estos tipos de hermanos se le oyó decir ―La única manera de mantener paz en la
congregación es de limpiar y poner nuevos ancianos cada año o dos.‖
Los miembros de tales congregaciones siempre están prontos a defender a su predicador
y Señor. Ellos muchas de las veces son sinceros en negar que el predicador sea su Señor. A ellos
les han lavado el cerebro a que piensen que todos los que están en contra de su predicador están
celosos de su éxito y posición. Ellos piensan que la voz del predicador es la voz de Dios, y
oponerse a él o a sus ideas es blasfemia.
(b.) El Complejo de Mártir: Algunos predicadores edifican iglesias alrededor de ellos
mismos al hacerse los mártires. Ellos simplemente empiezan a canturrear un cántico de pobrecito
de mi, quien me va a oír. Ellos son siempre las supuestas víctimas de complots maliciosos, y los
ancianos siempre están buscando la oportunidad de tomar ventaja de tales. La mayor parte de las
personas tienden a apoyar al afligido. Por esto, los miembros sienten lástima por el inofensivo
predicador, y los ancianos son marcados como ―amos sobre la heredad de Dios‖ y nada menos
que su renuncia será aceptable.
En ciertas iglesias, algunos de los miembros más capaces e influénciales de la
congregación protestan cuando el predicador, el cual está bien protegido, se apega a ciertas falsas
doctrinas. En una junta de varones los hermanos presentaron una buena exposición de la falsa
doctrina que el predicador había adoptado. Cuando terminaron el predicador se paró y dijo, ―Yo
estoy tal como Jesús delante de Pilato. Estos hombres están listos para crucificarme, y como
Jesús, yo no voy a responder ni una palabra.‖ Esto carga más peso entre sus seguidores
engañados que cualquier defensa que él pudiera presentar. ¿Quién podría rehusar y venir a la
defensa del pobrecito predicador crucificado?
(c.) Se apega a los elementos débiles: Algunos predicadores consiguen tener seguidores
al apegarse a los miembros más débiles. Estas personas usualmente tienen alguna queja en contra
de la iglesia o los ancianos. Ellos están siempre buscando una oportunidad para ―cobrárselas‖
con la iglesia o con los ancianos. Ellos usualmente no asisten a las juntas de varones, y faltan
mucho a los servicios. Ellos casi no contribuyen nada al trabajo de la iglesia. Frecuentemente se
quejan de que la iglesia está dirigida por un grupito o que los ancianos son dictadores. El
predicador es el campeón de su causa, y comienza una revolución. Cuando la revolución es
terminada, la congregación es dirigida por otro ―grupito,‖ pero esta vez es el de los miembros
debiluchos y mundanos que han contribuido casi nada para que la iglesia existiera. Aquellos que
sacrificaron tiempo, dinero y energía para hacer crecer a la iglesia se alejan disgustados del
asunto o simplemente son excomulgados.
(2.) Los Miembros: La predicadoritis no puede ser puesta sobre nadie que no la desee.
¡Esta es una enfermedad que tenemos que desear tener para contraerla! Nosotros mismos nos la
causamos. Pero, como es el caso de las enfermedades físicas, la predicadoritis es causada por
inmunidad débil, casi no puede resistir. La consistencia espiritual no puede pelear en contra de
está invasión. La personalidad, el espíritu dominante, o el poder político del predicado son más
de lo que los miembros pueden aguantar. Ellos aguantan la vara bajo la política de predicador, o
son conmovidos por su apegamiento personal. Estos miran a cara descubierta como en un espejo
la gloria del predicador, son transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el
espíritu del predicador (II Cor. 3:18, pido disculpas).Verdaderamente, en ciertas personas es
difícil distinguir entre la gloria de Dios y la gloria del predicador.
III. EL PELIGRO DE ESTA ENFERMEDAD
La predicadoritis es una enfermedad muy peligrosa. Esta parte del estudio no estaría
completa si no discutiéramos algunos de los peligros de esta aflicción.

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(1.) Muerte Espiritual- Cuando uno pone la fe en un hombre, uno se pone asimismo en
peligro de muerte. Tarde o temprano se va a dar cuenta que la imagen que está adorando tiene
pies de barro. No importa cuanto se idolatre un hombre, sigue siendo un hombre, por lo tal
también tiene fallas de hombre. Y no tengo que decir que el tal hombre que permite que se le
adore (idolatre) y deja que la gente ponga su fe en él, usualmente tiene más que sus debidas
fallas. La psicología de la predicadoritis es la siguiente: el predicador se da cuenta de que su
única oportunidad de mantenerse predicando es el adquirir seguidores por que si las personas se
dedican al Señor muy pronto repudiaran sus faltas y perderá su empleo.
La mayoría de los predicadores son espirituales, hombres dedicados, pero tristemente,
algunos no lo son. Los que son dedicados constantemente tienen que cargar con la reputación de
los que son malos como una piedra de molino en el cuello. Esto es por causa de que la gente
tiene la tendencia de generalizar las cosas especificas e identificar a todos los grupos con las
maldades de algunos de los miembros.
La predicadoritis ha sido una enfermedad fatal para muchos por que se dan cuenta que su
ídolo, el predicador, es un hombre moralmente malo. Tenemos que admitir la realidad de que
tenemos predicadores humanos los cuales, tal como algunos miembros de la iglesia, son
hipócritas de primera y/o son culpables de casi todo pecado en el catalogo. Hemos oído de
predicadores que han fornicado, que no pagan sus deudas, han usado y vendido drogas, han
hecho cheques falsos, han asesinado, robado, asaltado, han quebrantado hogares, mentido,
defraudado, maltratado a sus familias, etc. El descubrimiento de tales pecados en estos
predicadores muy pocas veces causa a que sus seguidores se hagan más santos, por lo contrario
se hacen más mundanos. La actitud de ellos es- si los predicadores no pueden vivir justamente
delante de Dios, entonces para que tratamos nosotros.
(2.) Son presa fácil para la falsa doctrina: Un de los grandes peligros de la predicadoritis
es de que hace a los miembros presa fácil de las falsas doctrinas. Si el predicador es engañado y
es llevado por el error del los malvados y cae de su propio lugar (II Pedro 3:17), sus seguidores
usualmente se van con él porque su enfoque personal es el mensajero y no el mensaje. Muchas
de las nuevas denominaciones han comenzado de esta manera. Muchas congregaciones han sido
divididas de esta manera.

CONCLUSIÓN
Todos tienen que tomar en cuenta que toda religión humana es vana (Mateo 15:9). El
seguir a un predicador moderno no lo puede llevar al cielo, tal como el seguir a los predicadores
antiguos como Lutero, Calvin, o Wesley no los puede llevar al cielo. La religión humana nunca
trae las bendiciones espirituales o bendiciones eternas. Tal religión está limitada a esta vida, y
cualquier beneficio que salga de las tales está limitado a esta vida. Tal vez traerá un tal de
felicidad y satisfacción aquí, pero solamente traerá miseria y tristeza en el mundo que viene.
Los predicadores de hoy en día, como Pablo, deben desear fervientemente que la fe de los
hermanos ―no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.‖ (I Cor.
2:5). Ellos no deberían de desear ni aceptar la devoción de la gente; la admiración, y el ánimo de
ellos, sí, pero la devoción—¡NUNCA!

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CAPÍTULO XIV

LA FALTA DE PREDICADORES
Mucho se ha dicho sobre la falta de predicadores. Esto manifiesta una preocupación que
desde hace tiempo era necesaria. Se tiene que hablar más sobre este asunto, pero con el énfasis
en hacer algo para resolver el problema. La vastedad de predicar el evangelio a 3,000,000,000 de
personas con nuestras fuerzas tan cortas es verdaderamente enorme. Se estima que hay cuando
menos 16,000 iglesias y 6,000 predicadores. Esto incluye a los liberales y a los conservadores,
incluye a predicadores de tiempo completo y predicadores de tiempo medio. En el mundo de
hoy, que está constantemente creciendo, necesitamos más y más predicadores, no menos y
menos. Es evidente que este asunto merece ser considerado seriamente. Vamos a estudiarlo por
todos los ángulos posibles.

I. NO ES UN NUEVO FENOMENO

Salomón dijo ―… no hay nada nuevo bajo el sol‖ (Eccl. 1:9). Nosotros decimos que ―la
historia se repite.‖ Jesús habló de una falta de obreros en Lucas 10:2, diciendo ―Verdaderamente
la mies es mucha, pero los obreros son pocos: oren al Señor de la mies, para que mande más
obreros a la mies‖. No solamente hablo Jesús de la falta de predicadores, sino que también les
dijo a los predicadores lo que deberían de hacer: orar por obreros. El mandamiento de orar por
más obreros obviamente tendría más que ver que simplemente orar. También tendría que haber
esfuerzos diligentes para resolver el problema.

II. LA ESCALA DEL PROBLEMA

La falta de predicadores es en escala grande, afecta prácticamente todos los cuerpos


religiosos en existencia. Los protestantes están alarmados sobre este asunto. Los oficiales
católicos constantemente están escribiendo sobre la falta de reclutas para el sacerdocio. Artículos
han aparecido en prácticamente todos los segmentos de los que se llama el ―movimiento de la
restoración.‖ Aquellos que tienen familiaridad con las iglesias de Cristo saben muy bien la
preocupación sobre este asunto. La grandeza de la escala de la falta de predicadores sugiere que
no deberíamos espera encontrar una explicación o una solución superficial al problema. La
magnitud del problema sugiere que es un error BÁSICO en concepto y practica.

III. LA SITUCIÓN DESCRITA

Como uno que siente que conoce bien el problema, este autor cree que la situación puede
ser descrita por los siguientes puntos:
(1) Algunos hermanos han dejado la predicación por completo. Estos son hombres
competentes en el púlpito que ahora solamente están ocupando las bancas. Algunos ni
siquiera están haciendo eso.

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(2) Algunos han tomado trabajos seculares, y han hecho la predicación un pasa tiempo.
Hombres que en algún tiempo le dieron todo su tiempo a predicar el evangelio, ahora
pasan una gran cantidad de su tiempo en el trabajo secular.
(3) Algunos se han dado por vencidos. Algunos hombres que estaban en medio de la
batalla de la pelea por la verdad, y que eran bien activos en la obra, se han mudado a
alguna pequeña iglesia que es inactiva y los cuales están contentos con solamente
mantenerse como iglesia con el menos trabajo posible.
(4) Menos personas se están dedicando a la obra. Es muy evidente que menos hombres
están entrando a la obra de la proclamación pública del evangelio que hace 20 años.
Por eso, el problema puede ser descrito como una gotera por los dos lados: menos
hombres se están dedicando a la obra, algunos de los que entraron están haciendo menos por la
obra en sus actividades, o simplemente dejan de predicar. ¿Nos debería de maravillar, entonces,
que haya una falta de predicadores?

IV. LAS RASONES DE LA FALTA DE PREDICADORES

Como está escrito anteriormente, no deberíamos de esperar encontrar una explicación


superficial del problema. Un problema tan grande que ocupa tanto terreno usualmente no tiene
una solución fácil. Tiene que haber algo que básicamente está mal. Tenemos que haber
empezado mal para estar tan lejos de la meta. ¿Cuáles son las razones de la falta de
predicadores? Esta pregunta demanda una consideración seria. Vamos a ser serios al considerla.
(1) La naturaleza de nuestros tiempos: La naturaleza de nuestros tiempos contribuye
grandemente a la vastedad del problema de la falta de predicadores. Primero, desde la segunda
guerra mundial, hemos experimentado una prosperidad que no ha sido igualada en la historia.
Esto ha creado una sociedad que es masivamente materialista. Hay una gran demanda, que está
incrementando, de individuos educados y estos que tienen la educación ganan más y más dinero.
Nuestra filosofía materialista nos dice ―gana todo lo que puedas, y puede todo lo que ganas.‖
Como el granjero exitoso (Lucas 12:16-21), la gente se preocupa más sobre ―cosas‖ en lugar de
principios. Las consideraciones materialistas han cegado a muchos de los verdaderos valores, y
los han hecho incapaces de pensar en otros términos que no sean de dólares y centavos.
Hoy en día un joven con un par de años universitarios puede entrar a alguna profesión y
después de cinco años tener un mejor salario que el que recibiría como un predicador del
evangelio. Los jóvenes que han sido criados por padres materialistas y que han sido educados por
una sociedad materialista son muy probables a no pensar en términos de valores espirituales. Por
eso, casi todos le animan, incluyendo sus padres, a que reciban una buena educación y que hagan
mucho dinero para que puedan gozar de los lujos de esta vida.
Segundo, este materialismo masivo ha resultado en la depreciación de la dedicación. No
es muy popular el estar dedicado a principios, especialmente si están correctos. Los comunistas
decían que nuestra falta de dedicación eventualmente nos destruiría. Lo más probable es que no
seremos destruidos por fuerzas extranjeras sino por nuestra falta de dedicación por dentro. El
espíritu de sacrificio casi ha desaparecido de nuestra sociedad. Es muy raro en el cuerpo de
Cristo en estos días. Es difícil encontrarlo en la vida de algunos de los predicadores de hoy en
día. El egoísmo y un deseo casi lunático por ganancia terrenal y la comodidad han casi destruido
ese deseo de ―gastar y ser gastado‖ por las almas (2 Cor. 12:15) el cual motivo a los primeros
cristianos y a nuestros antepasados. El espíritu fuerte del pionero se hecho a un lado para que
ahora esté la suavidad insípida del materialismo masivo de nuestra moderna sociedad suburbana

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con dos carros en la cochera y una lancha y una camper de viaje en el patio; los cuales han sido
hechas posibles por ―planes de pago fáciles‖ en el cual uno paga un dólar de enganche y un dólar
para que nos enganchen a nosotros.
Esto es muy parecido a lo que caracterizaba al pueblo de Israel en los días de Amos, que
trajo la profecía de ―Ay de aquellos que están en paz en Zion‖ por que miraban con envidia los
alcances de las sociedades paganas, las cuales eran sus vecinas y ―!!Ay de los reposados en Sion,
y de los confiados en el monte de Samaria, los notables y principales entre las naciones, a los
cuales acude la casa de Israel! Pasad a Calne, y mirad; y de allí id a la gran Hamat; descended
luego a Gat de los filisteos; ved si son aquellos reinos mejores que estos reinos, si su extensión es
mayor que la vuestra, oh vosotros que dilatáis el día malo, y acercáis la silla de iniquidad.
Duermen en camas de marfil, y reposan sobre sus lechos; y comen los corderos del rebaño, y los
novillos de en medio del engordadero; gorjean al son de la flauta, e inventan instrumentos
musicales, como David; beben vino en tazones, y se ungen con los ungüentos más preciosos; y
no se afligen por el quebrantamiento de José.‖ (Amos 6:1-6). En el versículo 8 Amos continua,
―Jehová el Señor juró por sí mismo, Jehová Dios de los ejércitos ha dicho: Abomino la grandeza
de Jacob, y aborrezco sus palacios; y entregaré al enemigo la ciudad y cuanto hay en ella.‖ La
prosperidad de Israel los había hecho que se preocuparan de la aprobación del mundo y de su
propia comodidad que ellos dijeron, ―Y un pariente tomará a cada uno, y lo quemará para sacar
los huesos de casa; y dirá al que estará en los rincones de la casa: ¿Hay aún alguno contigo? Y
dirá: No. Y dirá aquél: Calla, porque no podemos mencionar el nombre de Jehová.‖ (versículo
10). Y, tal como todas las sociedades materialistas, ellos ―que os alegráis en nada‖ y dijeron,
―¿No hemos adquirido poder con nuestra fuerza?‖ (versículo 13). Así como el caso de nosotros,
el materialismo masivo ha depreciado la dedicación al punto de la condenación. Cuando
buscamos razones del por que hoy en día faltan predicadores, no podemos sobre pasar el
materialismo. Verdaderamente es la punta de la raíz del problema.
(2) Los peligros del trabajo, verdaderos o imaginados: Muchos han dejado de ser
predicadores de tiempo completo, o han negado ser predicadores por ciertos peligros del trabajo.
Algunos son reales; otros son imaginarios y exagerados como medio de justificación propia.
Aquí tenemos una lista de algunos de ellos:
(a) La falta de seguridad: Muchos predicadores se quejan de que las muchas mudanzas,
la minúscula paga y el retiro casi inexistente hacen que el predicar por tiempo completo sea un
problema para recibir el seguro social. Verdaderamente, no hay duda, que hay un elemento de
verdad en esto, pero muchas veces tales quejas son evidencia de que hay valores mixtos. Nuestro
materialismo nos ha causado a olvidar que Jesús nunca prometió a sus seguidores seguro social,
pero nos prometió seguridad espiritual. El dijo ―el hijo del hombre no tiene donde recostar su
cabeza‖ (Lucas 9:58), y también ―el discípulo no es más que su maestro‖ (Mateo 10:24). Pablo
dijo ―hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y
no tenemos morada fija‖ (I Cor. 4:11). El dijo ―Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en
todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener
abundancia como para padecer necesidad.‖ (Filipenses 4:12).
Es verdad de que la mayoría de los predicadores no tienen la promesa de seguridad
económica la cual se goza en cualquiera otra profesión, pero cuando tales consideraciones causan
a los hermanos a buscar ocupaciones seculares, ellos están apartando sus caras de Dios. Un
hermano recientemente dijo lo que Mateo 6:33 dice ―Mas buscad primeramente el reino de Dios
y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.‖ El dijo, ―Ahora lo primero que quiero decir

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sobre este pasaje es que no lo creo.‖ Nos dará un poco de vergüenza su osadía, pero en verdad
solo está verbalizando las acciones de muchos de los miembros de la iglesia.
No es algo fuera de lo común de que un hermano con mente materialista deje de predicar
para tomar un trabajo secular más lucrativo que el que tenía como predicador. Muchas de los
tales han tenido buenos salarios como predicadores, pero nunca fue lo suficiente. Cuando
empiezan a ganar dos o tres veces más que los predicadores de tiempo completo, empiezan a
escribir ferozmente sobre los ―los pastores profesionales‖ y los ―parásitos públicos‖ que se les
llama ―predicadores de tiempo completo.‖ Aparentemente han encontrado una de las libretas que
Carl Ketcherside tiró a la basura. Es algo extraño el ver como veinticinco o treinta mil dólares al
año los convencen que ellos habían estado escrituralmente equivocados por veinticinco o treinta
años. También tenemos que notar que su arrepentimiento de sus ―errores pasados‖ nunca crea en
él deseo de usar toda su nueva fortuna para regresar los muchos miles de dólares que él tomó
―sin autoridad bíblica‖ de la tesorería de la iglesia cuando trabajaba de predicador de tiempo
completo. Verdaderamente es una lógica torcida el pensar que pueden empezar totalmente mal y
que ahora están totalmente bien, o que puedan llegar a una destinación escritural mientras
caminaron por un camino no escritural. Si verdaderamente estaban tan mal en el pasado, pues
que ahora regresen todo el dinero que ―sin autoridad bíblica‖ tomaron de la ofrenda cuando eran
predicadores de tiempo completo.
Estos hermanos muestran evidencias de todos los síntomas del materialismo que los
domina. Ellos claman que han avanzado más allá que el resto de nosotros; ellos repudian aquello
que les trajo su prosperidad material; mientras en un tiempo pasado ellos pensaban de si mismos
como campeones públicos defensores de la fe, su materialismo los ha hecho suaves hasta el
punto de quitarles las ganas de pelear y ahora quieren ser conocidos como los pacifistas con
espíritus dulces, excepto cuando pueden aventar piedras de lejos, ambiguamente, proyectiles de
papel hacia aquellos que hacen lo que ellos estaban haciendo por muchos años en el pasado. Pero
como otros de sus mismas mañas, ¡al ser pacíficos son hacen a veces violentos! Es como un tipo
de religión presumida. Ellos no quieren estar envueltos en ―el sistema,‖ pero lo están. Ellos
también tienen un problema de identidad; ellos saben que son algo, pero todavía no han
descubierto que. Hasta ahora no han podido definir lo que son, ni lo que creen, y están tratando
fránticamente de establecer un puente de credibilidad por que niegan que son lo que ellos dicen
que son.
Se admite que la falta de seguridad económica es un peligro del trabajo para los
predicadores, ¿se resolvería el problema si todos dejaran de predicar como tantos han hecho?
¿No sería mejor el enseñar a las iglesias sobre su responsabilidad escritural hacia los que
predican el evangelio? Nadie puede decir que no se puede hacer. A los predicadores se les paga
mejor ahora que en tiempos pasados. Esta mejora ha sido el resultado de la enseñanza. Más
mejoras vendrán de más enseñanza.
(b) Controversia continua: Algunos predicadores se han convertido en casualidades en
nuestras controversias de la iglesia, y por las tales han decidido apartarse de la predicación. ¿Es
posible que hombres que han dado tantos años a la predicación puedan ser tan ignorantes de las
enseñanzas de la Biblia? Nunca habrán estos leído 1 de Corintios 11:19, donde Pablo dice,
―Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre
vosotros los que son aprobados.‖ o, 1 Juan 2:19, donde Juan dice, ―Salieron de nosotros, pero no
eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero
salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.‖ ¿Es posible que tales hermanos

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no sepan que Pablo predicó el evangelio ―entre muchas contiendas‖? (1 Tesalonicenses 2:2). La
paz en la iglesia es relativa y muchas de las veces dura por muy corto tiempo.
Tales actitudes son síntomas de nuestra sociedad materialista. Muchos son religiosos
pacifistas por que ni aman la verdad ni tienen el carácter moral para ―contender ardientemente
por la fe‖ (Judas 3). Ellos están firmes por todo en general pero nada en particular. No es algo
fuera de lo común el ver algún artículo donde el predicador anuncia que está en busca de una
nueva localidad en la cuál haya ―buenos ancianos y nada de problemas.‖ Lo que está diciendo en
verdad es que quiere mudarse a donde no lo necesiten.
(c) Problemas sin fin: Algunos predicadores han dejado la predicación de tiempo
completo por que dicen que están cansados de los problemas sin fin; que nunca terminaron; entre
más hacían y resolvían, el más trabajo que había. En verdad, esto es un punto de preocupación, y
uno se cansa de esto. Pero, deberíamos de recordar que Pablo muchas veces habló de sus
―trabajo‖ (2 Cor. 6:5; 11:23; 12:15). No creo que nuestros trabajos sean más de los que él tuvo,
ni tampoco nuestras circunstancias son más severas. La vida nunca ha sido fácil para aquellos
que quieren servir a Dios fielmente.
(d) Descuidando los deberes domésticos: Algunos que han dejado la predicación dicen
que la han dejado por que ellos sentían que estaban pecando al descuidar a sus familias; ellos se
encontraron con sus hijos que estaban creciendo sin ellos, y el trabajo de sus esposas era muy
pesados para ellas. Nuevamente, tenemos que admitir que este es una replicación legitima, pero
debemos recordar que los primeros predicadores también tenían familias (I Cor. 9:5), pero esto
no los causó a que fallaran en su deber de predicar el evangelio a las almas perdidas. Nuestros
antepasados salieron a predicar, dejando a sus familias en casa encargados de levantar la cosecha
y a que hicieran lo mejor que pudieran. Las ausencias de ellos de sus hogares eran mucho más
extendidas que las de nosotros. ¿Si estos hubieran dejado de predicar por tales dificultades,
¿dónde estaríamos nosotros?
(e) La frustración de no ver frutos: Algunos se quejan que no podían ver el resultado de
sus labores; que ellos predicaron con todas sus fuerzas, pero miraron pocos resultados. Está queja
es usualmente hecha cuando los predicadores no han aprendido la diferencia entre sus trabajos y
los de Dios. Pablo dijo ―Yo planté, Apolos regó; pero Dios es el que da el crecimiento‖ (I Cor.
3:6). Ellos tienen que aprender que nuestro trabajo es el de plantar y regar; el trabajo de Dios es
el dar el crecimiento. Cuando entendemos que Dios requiere el esfuerzo más que los resultados,
entonces dejaremos de hacer tales quejas. ¿No dijo Isaías, ―Todo el día extendí mis manos a un
pueblo rebelde y contradictor.‖? (Romanos 10:21). No somos los primeros en tener ese
problema.
(f) Cansados de la ingratitud: Algunos están demasiadamente preocupados por que su
trabajo, aparentemente, no fue apreciado. Los hermanos aparentemente nunca apreciaron lo que
estuvo haciendo. Pablo también hablo de esto, diciendo ―amándoos más, sea amado menos‖ (2
Corintios 12:15). El les preguntó a los gálatas, ―¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por
deciros la verdad?‖ (Gálatas 4:16). Tenemos que recordar que, ―Dios no es injusto para olvidar
vuestra obra‖ (Hebreos 6:10). Tenemos que aprender a no sorprendernos cuando nuestro trabajo
NO sea apreciado, pero ¡a sorprendernos CUANDO LO ES! Esta es la clave de la felicidad en
cualquier esfuerzo de profesión.
(g) Las críticas que reciben: Algunos dicen que los hermanos criticaban casi todo lo que
hacían. Hay un elemento verídico en esta queja, pero tenemos que recordar nuevamente que
nosotros no somos los primeros que la han experimentado, y a la verdad no seremos los últimos.
Pablo las tuvo. Hubo aquellos que dijeron ―las cartas son duras y fuertes; mas la presencia

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corporal débil, y la palabra menospreciable‖ (2 Corintios 10:10). Pablo no dejó de predicar por
tales comentarios. Lo más probable es que algunos predicadores sean muy sensitivos.
(h) Presiones Políticas: Algunos de han desilusionado por causa de las presiones políticas
que a veces se le aplican a los predicadores. No es claro el como el dejar de predicar resolverá el
problema. Pablo no dejó de predicar ni se dejó llevar, al contrario resistió y expuso a los tales. El
habló de aquellos que ―Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero
otros de buena voluntad. Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando
añadir aflicción a mis prisiones‖ (Filipenses 1:15-16). El puso al desnudo los movimientos
políticos de algunos que ―pero quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra
carne.‖ (Gálatas 6:13), pero dijo, ―a los cuales ni por un momento accedimos a someternos,….‖
(Gálatas 2:5). Juan habló del poder de la política practicada por ―Diótrefes, al cual le gusta tener
el primer lugar entre ellos, no nos recibe.‖ El prometió ―Por esta causa, si yo fuere, recordaré las
obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas,
no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la
iglesia.‖‖ (3 Juan 9-10). Después de exponerle da está admonición: ―Amado, no imites lo malo,
sino lo bueno….‖ (3 Juan 11).
(i) Las demandas de los hermanos: Algunos han dejado de predicar tiempo completo por
las muchas demandas que los hermanos requieren de ellos. Ellos se quejan que se les ha hecho
casi imposible cumplir con todo lo que demandan los hermanos. Pero nuevamente, el renunciar o
dejar de predicar no es la solución. Los predicadores necesitan estudiar su Biblia y preocuparse
más con lo que Dios demanda de ellos, y preocuparse menos de lo que los hermanos esperan de
ellos. Tenemos que asegurarnos que estemos cumpliendo nuestras responsabilidades a Dios,
hacer lo que queramos hacer para quedar bien con los hermanos, y lo demás dejarlo que se lo
lleve el viento. Tenemos que enseñarle a los hermanos cual el trabajo del evangelista.
(3) Las Fallas de la Iglesia: Las iglesias tienen que cargar con su parte de
responsabilidad (culpa) por la falta de predicadores. Estas necesitan ser descubiertas, y todos los
hermanos, especialmente los ancianos, necesitan considerarlas seriamente y con oraciones.
(a) La dependencia de universidades para entrenar predicadores: No tengo que comentar
que por los últimos 100 años las iglesias han dependido exclusivamente en universidades
(colegios) que son dirigidas por hermanos para producir los predicadores necesarios para llenar
sus púlpitos, esto mientras niegan que creen en arreglos seminarios. Solo desde que la falta de
predicadores se hizo tan alta, unas cuantas congregaciones se han dado cuenta de su
responsabilidad de animar, entrenar, y mandar predicadores a predicar. Dios tal vez esta usando
la crisis de la falta de predicadores para hacer que SUS iglesias vuelvan en si sobre su obligación
escritural.
En los recientes años algunas (muy pocas) congregaciones han empezado a conducir
clases para entrenar a predicadores, y estas han tenido resultados espectaculares. Una iglesia ha
conducido 3 sesiones anuales de tales programas, y han puesto a tres hombres a predicar tiempo
completo, un promedio de uno por sesión conducida. Si todas las iglesias que tuvieran la
posibilidad de hacer un programa (estudio) tal lo hicieran, la falta de predicadores pronto se
acabaría.
Tenemos que darnos cuenta que cada hermano que se dedica tiempo completo a la
predicación no tiene $10,000 dólares para pagar una educación universitaria. Sería bueno si lo
pudiera, pero todos nosotros sabemos que eso es esperar mucho de él. En el pasado tristemente,
ha habido un ley (que no está en tinta y papel) en la mente de MUCHOS hermanos, que aquellos
que no pueden costear la educación para ir a estas universidades (colegios) dirigidas por

100
hermanos, no deberían de tratar de hacerse predicadores de tiempo completo. Verdaderamente,
algunas iglesias no se tocan el corazón, ellos francamente dicen cuando están buscando un
predicador que ellos prefieren una persona que se haya recibido con educación universitaria.
Los hermanos ciertamente tienen el derecho de trabajar en las profesiones educativas.
Cada hermano con la habilidad de predicar se debería de preparar así mismo para la obra. El
puede buscar ayuda donde pueda encontrarla, hasta en una escuela que sea dirigida por
hermanos. Pero no es bíblico el que las iglesias en cualquier tiempo o a cualquier grado que
DEPENDAN de una institución humana para que haga las obligaciones que Dios impuso sobre
ellas. Esto no solamente es un concepto no bíblico, pero la historia nos ha demostrado el gran
peligro que tales prácticas presentan a la puridad de iglesia. Cuando todos los predicadores son
entrenados por las iglesias es inevitable que las iglesias serán creadas a al imagen de la escuela.
Hay escuelas hoy en día que no solamente claman que son fábricas de predicadores, sino que
también son centros de entrenamiento para ancianos, diáconos, maestros de clases bíblicas,
directores de cantos, etc. Siendo este el caso, ¿Cómo es que las iglesias puedan escapar el ser
dominadas por las escuelas?
Dejen que los hermanos continúen dirigiendo sus escuelas en su lugar apropiado, y que
ofrezcan clases de cursos bíblicos que sean enseñadas por hombres capaces, pero al mismo
tiempo las iglesias no deben sentir que las tales disminuyen sus responsabilidad y obligación de
animar, entrenar, y de mandar hombres a la viña. Las escuelas jamás podrán entrenar a todos los
hombres que deben predicar el evangelio.
(b) La falla de animar a los jóvenes: Muchas iglesias ignoran el gran tesoro que son los
jóvenes. Tantas veces los jóvenes ocupan indiferentemente los asientos de atrás, nunca reciben
ningún tipo de ánimo especial de los miembros, o entrenamiento. Luego nos maravillamos el por
que tantos jóvenes dejan de congregarse cuando se alejan de la ―congregación de su hogar‖. Esto
pasa por que no se les enseñó a participar en el programa (los servicios) de la iglesia, por esto no
sienten ninguna responsabilidad de reunirse. Nosotros no esperaríamos que nuestros jóvenes
pudieran recibir una educación en nuestras escuelas públicas, si los maestros los trataran como
muchas veces tratamos a nuestros jóvenes en nuestras asambleas. Nosotros esperamos que los
maestros miren que participen en las actividades de la clase, y estaríamos muy molestos si
supiéramos que se les permitía que durmieran durante clase, o que hablaran, o que pasaran notas.
Esperamos que se preparen para sus lecciones escolares, y que traigan a casa buenas
calificaciones, pero ¿cuanta atención ponen los maestros o los ancianos a aquellos que nunca
hacen ninguna preparación para las clases bíblicas?
Cuando los jóvenes que han crecido en este tipo de iglesias crecen y están en el mundo en
general, no saben que hacer. Si no hay iglesia en la comunidad donde vives, simplemente están
perdidos. ¡Si sugerimos que empiecen una, casi les da un ataque al corazón! ¿Cómo podrán
empezar una? ¡No pueden enseñar una clase, o dirigir los himnos, orar en público, o predicar!
¿Cómo podemos esperar esto de ellos? Nunca los entrenamos hacer nada por el parecido.
Si las iglesias fueran diligentes en entrenar a los jóvenes a participar en todas las facetas
del trabajo de la iglesia local, mucho del problema de la falta de predicadores sería eliminado. Si
esto hubiera sido hecho en el pasado, esta crisis nunca hubiera aparecido.
(c) El Egoísmo: Muchos predicadores han sido desanimados y desilusionados por causa
del egoísmo que caracteriza muchas iglesias. Ellas son egoístas con el dinero del Señor. Ellos
hacen que no sea posible que el predicador use su tiempo y talentos en lo máximo por la causa de
Cristo; ellos impiden la obra al amarrarlo con trivialidades de la iglesia local y esposándolo al
púlpito local no dejándolo ir predicar en series. Hay decenas de lugares donde sus talentos son

101
más necesitados que en la tal congregación, pero que no tienen los fondos para apoyarlo
financieramente. A algunas iglesias no les importan estas inconveniencias. Ellos tienen que
cerciorarse que la tesorería nunca baje de cinco o seis mil dólares. Y tienen la actitud de que
―nosotros le pagamos al predicador para que nos predique a nosotros.‖
Entonces, tenemos a hermanos que están predicando en áreas duras con salario
insuficiente. Ellos RUEGAN por ayuda, ¡pero sus ruegos caen en oídos sordos! Los hermanos
tiene que cuidar la tesorería local con sus vidas; porque que tal si repentinamente tienen una
emergencia. (¡Si, el Señor podría venir!) Si ayudan al tal hermano, le mandan un cheque de diez
dólares al mes para calmar sus conciencias, ¡y en muchos de los casos puede estar de dos a tres
meses tarde! Y aun más, el único contacto que muchos de estos predicadores que se sacrifican
por la obra puede ser la minúscula ayuda que le mandan estas iglesias. Nunca le mandan unas
palabras de animo; nunca le preguntan sobre su progreso o sus necesidades, y en muchos de los
casos sus reportes mensuales usualmente llegan al bote de la basura tan rápido como lo reciben.
(4) Fallas en nuestros hogares: Un factor que contribuye a la falta de predicadores es
nuestra propia falla como padres de enseñarles a nuestros hijos un sentir de responsabilidad
personal. Es muy común el oír hoy en día a los padres decir que no quieren que sus hijos sean
predicadores, o que sus hijas se casen con predicadores. El problema no es solamente que no
estamos animando a nuestros jóvenes a entregar sus vidas al tal obra, sino que activamente los
desanimamos para que no lo hagan.
Cuando se le preguntó a cierto presidente de un colegio del por que la declinación del
número de predicadores estudiantes que se inscribían, el contestó: ―Hace veinte años los jóvenes
venían con un deseo ardiente de predicar el evangelio, el tal deseo lo aprendieron de sus hogares,
pero ahora la mayoría de nuestros estudiantes vienen con el deseo de hacer otras cosas. Muchos
deciden predicar mientras están en la escuela, u otros después que se van.‖ Esto es uno de los
problemas más básicos en el problema de la falta de predicadores. Los padres están fallando en
enseñarles a los jóvenes que ellos tienen una responsabilidad de enseñar a otros (Hebreos 5:12).
(5) Predicadores Caprichosos: El capricho en los predicadores ha añadido a los problemas
de la falta de predicadores. Muchos han dejado de predicar tiempo completo por causa de sus
faltas personales. De seguro, tales hermanos usualmente les echan la culpa a otros, pero el
verdadero problema está en ellos mismos.
(a) Dictadores determinados: Algunos predicadores están determinados a ser dictadores
sobre lo que los hermanos creen y practican en donde ellos predican. Algunos quieren ser
dictadores sobre las acciones y costumbres de la iglesia por toda el área en donde trabajan, y
buscan tener este control por medio de la política entre los hermanos. Ellos personalmente hacen
una cruzada de una idea particular como si fuera un caso de vida o muerte. Se tomarán años en
darse cuenta que los hermanos no se van a dejar gobernar e inclinarse hacia él, pero tal
descubrimiento es mucho para ellos. Si no pueden hacer lo que ellos quieren, entonces se van a
buscar un trabajo secular. Entonces, ellos dejan de predicar por tiempo completo porque no
pudieron ser dictadores.
(b) Tácticas Antagonistas: Los predicadores muchas veces saben menos de las relaciones
entre seres humanos que todos los demás, ellos tienen que saber más de tales relaciones. Ellos
constantemente son antagonisticos. Ellos son muy capaces desde el púlpito, pero constantemente
son ásperos con los hermanos y caen mal. Unos cuantos años de ser así y se les acaban los
lugares donde pueden predicar, se vuelven agrios en contra de los hermanos y se buscan un
trabajo secular.

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(c) Profesionalismo por dinero: Muchos predicadores han dejado de predicar por tiempo
completo porque miraban la predicación como una profesión, en lugar de una responsabilidad. SI
tienen la oportunidad de ganar más dinero haciendo otra cosa, ellos pueden apagar y prender la
predicación como si fuera un foco. Cuando ―el pasto se pone corto,‖ se ponen a predicar más y
son predicadores más activos. Tales hermanos son oportunistas y asalariados, y no conocen el
espíritu de Pablo el cual dijo ―Ay de mi si no predico el evangelio‖ (I Corintios 9:16).

V. LAS CONCECUENCIA DE LA FALTA DE PREDICADORES


Necesitamos considerar las consecuencias de la falta de predicadores. Necesitamos saber
nuestra condición presente en orden de que nuestro trabajo presente sea más efectivo durante esta
crisis.
(1) Bajar nuestras expectativas: Tenemos que bajar nuestras expectativas para los
predicadores. Como fue mencionado anteriormente, tradicionalmente esperamos que el
predicador tenga una educación universitaria. Para sustentar la necesidad, esta práctica tiene que
terminar. Aquellos que muestran tener potencial y habilidad deberían de ser animados,
entrenados y aceptados. Esta es la manera que debería de haber sido desde el principio. Esto,
también, quiere decir que hombres que tienen menor habilidad estarán predicando. Ya hemos
visto este efecto. Hay menos y menos hombres los cuales quieran aceptar el desafío, ya se en el
campo del error denominacional, evidencias, ateísmo, o cualquier otro tema que pongamos. Esto
quiere decir que todos aquellos que sean capaces en estos temas tienen que expandir sus
actividades.
(2) Persistencia personal: Aquellos que entran a la predicación de tiempo completo tienen
que ser persistente en su búsqueda de conocimiento. Es necesario que tales hermanos pasen
mucho de su tiempo leyendo y estudiando. Ellos no deberían de tener ninguna vergüenza en
preguntarle a hermanos capaces por ayuda, y tales hermanos deben de dar la ayuda necesaria (2
Timoteo 2:2).
(3) Amplia circulación: Todos los predicadores de tiempo completo tiene que sobre
extenderse un poco más. No deberíamos de limitarnos a nosotros mismos a una congregación,
pero circular tanto como posible para que nuestra buena influencia sea sentida más ampliamente.
Cada predicador tiene que trabajar un poco más duro para hacer el trabajo que la falta de
predicadores ha dejado sin hacer. Esto también quiere decir que las iglesias tienen que dejar de
ser egoístas con sus predicadores al imponerles que se queden a predicar en la congregación
local para que sirva de niñero y del trabajo social.
(4) La falta de predicación: Es obvio que la falta de predicadores causa falta de
predicación. Menos personas oyen la palabra y menos se convierten a la verdad. Esto es una
triste consecuencia a la falta de predicadores, debería de hacer que los cristianos se pusieran más
determinados para resolver el problema tan pronto como se pueda.

VI. SOLUCIONES

¿Qué es lo que podemos hacer para resolver el problema? Esto es una pregunta de gran
importancia. Muchas sugerencias se han hecho durante este estudio para resolver el problema.
Vamos a ver estas otra vez y añadir unas cuantas.
(1) Cada iglesia que tenga un predicador y las posibilidades deberían de empezar a
implementar un plan de entrenamiento de predicadores diseñado para animar y crear
predicadores (Efesios 4:16; 2 Timoteo 2:2).

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(2) Que todos los hogares e iglesias se determinen a enfatizar la responsabilidad personal
en el enseñar (Hebreos 5:12).
(3) Que cada predicador de tiempo completo se determine a ponerse más activo, y
sacrificarse en sus labores (2 Corintios 12:12-15).
(4) Que todos los cristianos se dediquen a mejorar en general la vida del predicador, y
que entonces la vida y el trabajo del predicador se vuelva más atractiva a los jóvenes.
Se le debería de poner atención al salario, la relación entre la iglesia y el predicador,
las condiciones de trabajo, y el animar al predicador en su trabajo.
(5) Que todos los predicadores que han disminuido sus actividades, o que se han
convertido en predicadores de medio tiempo, que tomen un inventario personal para
ver si las razones por el cual se hicieron menos activos son verdaderamente validas, y
que regresen a las filas y que peleen con el mismo vigor por el que fueron conocidos
en algún tiempo.
(6) Que los hermanos escriban y enseñen más sobre la falta de predicadores, las causas y
las soluciones. Pongamos esto en la mente de los hermanos a donde quiera que
vayamos, y que les causemos que sientan la responsabilidad de resolver el problema.
(7) Hay que dejar que más y más predicadores de medio tiempo se conviertan en
predicadores de tiempo completo.
(8) Los predicadores y los maestros tienen que enseñar duramente sobre el materialismo
de nuestros tiempos. Es el villano más grande en la falta de predicadores. Hasta que
eduquemos a las personas a pensar en los verdaderos valores, el problema de la falta
de predicadores no se va a acabar.
(9) Todos los predicadores tienen que dejar de quejarse de su suerte en la vida. Ellos
tienen que actuar más como hombres que como niños. Si hay verdaderos meritos para
sus quejas, háganlo presente a los hermanos. Si las quejas son parte de un programa
persistente de lástima, ponlo a un lado. Paren de imaginarse y de exagerar.
(10) Que todos los cristianos oren por más obreros (Lucas 10:1-3). Nuestras fallas de
hacer esto tal vez haya causado está crisis presente.

En el mejor interés de nuestras almas, y las almas de las generaciones todavía no nacidas,
tenemos que resolver el problema de la falta de predicadores. No hay un mejor tiempo para
empezar que ahora. El problema es demasiado serio para que seamos negligentes. La
procrastinación podrá significar la perdida de almas. Cada persona que lee esto pregúntese así
mismo: ¿Qué es lo que puedo hacer para ayudar? Si tiene la habilidad y el deseo de convertirse
en un predicador de tiempo completo, empiece hoy mismo. Hay muchas oportunidades que te
esperan, y los premios en almas salvas y la satisfacción personal es fabulosa. Recuerda, cualquier
excusa que te justifique en no convertirte en un predicador de tiempo completo, justificarán a
todos aquellos que han dejado de predicar. Los predicadores tienen los mismos derechos que
todos los demás.

NOTAS DEL TRADUCTOR:


En la obra de habla hispana hay una falta terrible de hombres justos y santos que
prediquen el evangelio. La mayoría de los predicadores que hoy están predicando de tiempo
completo están envejeciendo y muchos son avanzados en años. Cuando ellos mueran, van a dejar

104
un hueco mayor en la falta de predicadores del que ya existe en las iglesias de la obra hispana.
Menos y menos jóvenes están entrando en la obra de tiempo completo.
Otros problemas que yo personalmente he visto, es que hay muchos hermanos que
piensan la iglesia no necesita un predicador y que las iglesias no están entrenando a hombres
capaces para que sean predicadores del evangelio. También he visto que las iglesias no están
considerando seriamente su responsabilidad de apoyar financieramente a sus propios
predicadores. Les dejan el trabajo a los hermanos de habla inglesa y ellos poquitean en el salario
de su propio predicador.
La mayoría de los predicadores de habla hispana viven de salarios minúsculos. Las
razones son las que están mencionadas arriba. Los hijos de estos hermanos no desean predicar el
evangelio de tiempo completo, no quieren vivir hundidos en la terrible pobreza y la deprivación
que esto causó a sus familias. Algunos predicadores han sido forzados a tomar un trabajo secular
para poder seguir predicando (no tomaron estos trabajos por que deseaban hacerse ricos y de
muchos bienes sino por una extrema falta de salario) y aunque están predicando no pueden hacer
tanto como podrían hacer si no tuvieran que preocuparse de un trabajo secular. Los hermanos
que piensan que no necesitan un predicador han ayudado a esto. Si ellos piensan que no
necesitan un predicador, es obvio que piensan que otras iglesias tampoco los necesitan. En otras
palabras estas iglesias no van a ayudar a ningún predicador con salario regular o en alguna
cantidad significante. Otras iglesias ponen sus responsabilidades de cumplir con su deber de dar
un salario a su propio predicador en otras iglesias. Lo que ellos piensan es que ya tiene salario de
otra parte, nosotros no le debemos nada. Imaginense, esto es lo que dicen de su propio
predicador, ¿que dirán del otro predicador que necesite salario?
Lo más triste del caso de los hermanos que piensan que la iglesia no necesita un
predicador es que están haciendo algo en contra del orden de Dios. ―Y Él mismo constituyó a
unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;‖ (Efesios 4:11-13). Dios puso este
orden para el crecimiento de la iglesia, cuando los hermanos no desean este orden ellos están
impidiendo el crecimiento de los hermanos y la iglesia. Los predicadores son tan necesarios
como los ancianos de la iglesia. Claro está que si no hay hombres calificados para ser ancianos
no se puede tener ancianos y si no hay hombres dedicados para la predicación no se puede tener
predicador. El problema es cuando los hermanos deciden que no necesitan predicadores o
ancianos; que ellos lo pueden hacer solos, en otras palabras desprecian el orden que Dios dio.
Hasta cierto punto, están haciendo la obra del enemigo.
Hace unas cuantas decadas en la iglesia de habla inglesa hubo este mismo movimiento.
Se le llamaba el movimiento de la mutua edificación. Los hermanos prometían que ellos podrían
hacer el trabajo del predicador y por eso no era necesario tener uno. Lo que pasó es que en
verdad no hicieron el trabajo. La iglesia empezó a morir de hambre espiritual. El trabajo local no
se hacía por que todos estaban trabajando en sus trabajos seculares y en sus negocios personales;
los sermones del púlpito eran demasiado superficiales para el crecimiento de la iglesia. Estas
iglesias duraron un buen número de años, pero como no había crecimiento ni alimento espiritual,
eventualmente estas iglesias se murieron. Los miembros que siguieron la verdad se fueron a otras
iglesias donde había alimento espiritual y los que se quedaron eventualmente se fueron al mundo
y estas iglesias murieron. Los jóvenes se perdieron y el movimiento de la edificación mutua se
termino.

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Esto es lo que nos espera en la obra hispana en las décadas que vienen. Muchas, sino
todas las iglesias que tienen estas enseñanzas van a desaparecer. El problema es que hay tan
poquitas iglesias de habla hispana que este problema verdaderamente va a resultar en la perdida
de miles de almas (incluyendo la de nuestros hijos si no tenemos cuidado). Mis hermanos que
viven en los Estados Unidos, ¿Cuántas iglesias han sido establecidas en los últimos años en
nuestro país? No muchas, y esto es por causa de la falta de obreros y la falta del deseo de que el
evangelio siga siendo esparcido.
Mis hermanos, les ruego que se empiecen a predicar el evangelio de tiempo completo.
Les pido a las iglesias que se sacrifiquen un poco para que puedan apoyar con salario a nuestros
hermanos predicadores, sobre todo a aquellos que están cerca de ustedes. Les pido a los
predicadores que entrenen a jóvenes a ser evangelistas y que las iglesias apoyen a estos jóvenes
para que prediquen el evangelio también. Es tiempo de despertar, si usted no puede predicar de
tiempo completo ayude a aquellos que si lo desean hacer. Ayuden individualmente a los
predicadores, por que muchas iglesias no están listas para ayudar (digo esto con tristeza). Si no
pueden ayudar con salario, prediquen aunque sea de medio tiempo. Cuando digo prediquen, no
me refiero a que se paren en el púlpito solamente. Cualquier cotorro puede hacer eso. Me refiero
a ir a tocar puertas, dar estudios por los hogares, esforzarse en estudiar con los débiles, ponerse
firmes en contra del pecado, reestablecer a los que han caído, escribir y publicar los estudios que
ellos presenten, y hacer oír su voz en las juntas de varones para que puedan ayudar a aquellos
que si están predicando de tiempo completo. --Juan Sánchez

106
CAPÍTULO XV

LOS PREDICADORES QUE SE PROMUEVEN A SI


MISMOS
INTRODUCCIÓN
Los predicadores son algunas de las personas más influenciales en la iglesia en cualquier
tiempo. Pablo reconocía esto y por eso le animó a Timoteo a que ―sea ejemplo de los creyentes
en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza‖ (I Tim. 4:12). Tal posición pone al predicador
bajo una gran obligación de siempre actuar en una manera buena. Santiago dijo ―hermanos míos,
no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.‖
(Santiago 3:1). Al leer este pasaje en contexto, hasta nos hace concluir que Santiago está
hablando de que los HOMBRES esperan más del predicador público que de los demás hermanos.
Pero no quiero decir que este versículo no puede ser interpretado como que Dios también espera
lo mismo de los predicadores.
Por lo regular, los predicadores son buenas y honestas personas, pero a veces uno se
desanima por lo que mira en algunos. Sería muy fácil convertirnos en cínicos, como algunos han
hecho, pero eso no sería correcto. Las personas razonables se dan cuenta del error de generalizar
de más en cosas especificas. Nunca es buen el identificar a todas las personas con un grupo o
clase de ―malos ejemplos.‖ Lo que sería justo es que negaremos y condenaremos a los malos y
que aceptemos a los buenos sin tomar en cuenta a que grupo o clase que pertenece. Así que nos
deberíamos de alejar de las acusaciones que se han hecho sobre diferentes clases de personas tal
como los doctores, abogados, afro-americanos, los de raza blanca, los indios solamente por las
acciones que uno o dos de esos grupos han hecho.

LA MEDIDA DE UN PREDICADOR

Generalmente hablando, los predicadores y los hermanos, miden el éxito de un


predicador (o la falta del tal) en la base del tamaño de la iglesia para la cual predica, el número
de series o debates que hace, los artículos que escribe, el ser el editor o editor asociado de alguna
publicación, o su posición en alguna escuela. Ellos tienden a evaluarse así mismos como ―pobres
diablos‖ los cuales no tienen estadísticas impresionantes en estas áreas. Estos envidian a aquellos
los cuales son bien conocidos por sus actividades en estas áreas.
Los predicadores jóvenes usualmente hacen que el trabajo en estas áreas sea el
preeminente en su meta como predicador, así que se vuelven bien agresivos en sus esfuerzos en
realizarlos. Ellos se envuelven en la política, en empujar y aventar a sus compañeros
predicadores en orden de poder satisfacer sus ambiciones. ¡Para hablar, ellos escalan hasta la
cima de la montaña sobre los cuerpos muertos de todos aquellos que cruzaron su camino! Es la
misma vieja batalla de quien va a ser el más grande (Marcos 9:33-37). Muchos aun no saben la
respuesta, o no pueden reconocer la respuesta que el Señor dio.
Tarde o temprano el individuo observante se da cuenta de que hay un gran número de
buenos hombres en la iglesia los cuales no predican en muchas series, los cuales no escriben
papeles, y no harían o se esforzarían a tener debates públicos por temor de que la verdad sufra
por los tales. Estos nunca han estado en el ojo público de la hermandad, y no tienen el deseo de

107
estarlo, y nunca van a ser conocidos entre la hermandad como ―grandes‖ o ―famosos‖
predicadores, o como ―escolares,‖ pero hacen un mayor trabajo para Dios y los hombres que
aquellos que están en el ojo público de la hermandad, o están empujando y aventando para tener
esta fama.

LOS ELEMENTOS PERDIDOS EN EL DIALOGO

En las juntas de predicadores de todas clases, los predicadores ―grandes‖ o ―de


renombre‖ siempre vienen a la conversación. No es algo fuera de lo común el oír a alguien decir,
―Yo no se lo que los hermanos miran en él, sus predicaciones son tan superficiales como el agua
en una rama,‖ o , ―este no es nada elocuente, y aun así, siempre está predicando en ―X‖ número
de series cada año, etc.‖
Las varias respuestas a tales conversaciones son revelantes e interesantes. Algunos dirán
que toda la conversación es solamente ―celos de predicador.‖ (Lo cual en muchos de los casos es
verdad). Otros explican que la popularidad de tales predicadores tiene que ver más con el
superficialismo de los hermanos, así que les gustan las predicaciones superficiales. Otros dicen
que es porque predican sermones cortos, y como a los hermanos no les gustan los sermones
largos, él es popular con la muchedumbre. Las interpretaciones de este fenómeno son variadas e
interesantes. Pero hay otra posible explicación que no se toma en cuenta o no se conoce; tal vez
porque muchos tratan de esconder el punto a menos de que manche la imagen del predicador
popular y le daría un sonido hueco a las palabras de los hermanos que presumen cuantas series
predican al año. Bueno, ¿cuál es esta otra posibilidad? Es la practica de promoverse así mismo.

¿PROMOCIÓN, ―SIN VERGÜENZA,‖ O TALENTO?

Algunos predicadores predican en bastantes series por que están agresivamente


promoviendose así mismos para que los inviten. Así que, la cantidad de series que predique un
predicador no necesariamente dice que tan popular o talentoso es él, sino ¡que tan sin vergüenza
es! Durante las series ellos usan la politicar con los hermanos más indicados para que los inviten
de nuevo. Ellos dan a entender fuertemente que desean volver, o simplemente piden que lo
inviten otra vez. Ellos hacen las amistades adecuadas y cultivan y/o explotan esa amistad en las
iglesias en las cuales no han estado e influencian a estas personas para que los promuevan en la
siguiente serie. Ellos dicen cosas desde el púlpito que están diseñadas para que los inviten a otras
series. Yo conocí un predicador que se tomó 20 minutos de su sermón para hablar altamente de
todos los visitantes de las congregaciones vecinas que habían visitado. El dijo, ―Estamos muy
contentos de tener al hermano fulanito de ________ con nosotros.‖ Yo estuve predicando con
ellos una serie hace unos 2 o 3 años. Nos la pasamos muy bien. No me han invitado otra vez,
pero espero que me inviten pronto.‖ Y allá esta el hermano sotanito de allá en _______. Esa es
una buena congregación. Yo he oído muy buenas cosa de esa iglesia. Yo siempre he querido que
me inviten a predicar en una serie.‖ Otro predicador que yo conocí estaba predicando en una
serie y durante el sermón sacó otro tema del cual no había predicado en la serie. El dijo, ―Oh, ni
modo, no tengo el tiempo para predicar ese tema esta vez; me tendrán que invitar otra vez a otra
serie para que les predique sobre ese tema.‖ Otra práctica que los predicadores ambiciosos tienen
es que hablan mal de los ―predicadores famosos‖ los cuales siempre tienen muchas series,
esperando que los hermanos ya no inviten a estos predicados.

108
También están aquellos que hacen una serie de lecciones en ciertos temas los cuales ellos
piensan que son muy especiales y buenas (¡Algunos predicadores no son presumidos, sino que
están convencidos!) así que escriben a las iglesias para que los inviten a presentar las tales
lecciones. Un hermano una vez me comentó de un predicador que llegó a su casa de visita.
Durante la conversación el hermano le preguntó al predicador sobre un tema que salió durante la
clase de la semana pasada. Rápidamente, el predicador dijo, ―Permitanme que venga a
predicarles unas cuantas noches sobre este tema, tengo mucho material y es muy bueno sobre ese
tema.‖ Al hermano le sorprendió su ―osadía,‖ pero ¡el predicador no lo dejo en paz hasta que el
hermano accedió a traer su petición a la junta de varones! El predicador consiguió lo que él
quería, una invitación a predicar por varias noches sobre el tema. Después él predicador me dijo
que, ―La iglesia en _______ quería que viniera él a predicarles por unas cuantas noches sobre
________.‖ Eso no era verdad. ¡Los hermanos le PERMITIERON venir a predicarles porque no
sabían como decirle que no!
En un almuerzo de predicadores yo oí a un predicador joven preguntarle a otro el cual
vivía cerca de él, si tenía algunos materiales sobre ciertos temas. El otro predicador respondió,
―Claro que sí, tengo un material estupendo sobre el tema, ¿Por qué preguntas?‖ El predicador
joven dijo, ―he estado estudiando sobre este asunto con algunas personas en sus hogares, y me
gustaría un poco de ayuda.‖ El predicador no ofreció ninguna tipo de ayuda, pero si dijo
―pregunta si puedo debatir al predicador de ellos.‖ Lo más interesante del asunto es que yo había
estado hablando con ese predicador sobre este mismo asunto. Conociendo que este predicador se
promovía a si mismo, yo estaba tratando de ser diplomático en la manera de enseñarle que tal
promoción propia dejaba un mal sabor en la boca, y no debería de ser una cualidad del siervo de
Dios. Este me aseguró que tal práctica le era asquerosa y que él nunca haría eso. Es
suficientemente mal el participar en esta práctica, pero es mucho peor cuando uno lo hace y
luego lo niega.
Yo he participado en unos cuantos debates, pero 95% de ellos fueron acomodados por
alguien más que luego me pidió que participara. El resto de los debates ocurrieron en el trabajo
local y en series. También he declinado debatir en unos cuantos debates y les sugerí a la iglesia
otro hermano que yo pensé que haría un mejor trabajo que yo. En algunas ocasiones también
ofrecí mis servicios para predicar en alguna serie de alguna pequeña congregación que apenas
estaba empezando y no podía pagar por falta de fondos. Nunca he ofrecido mis servicios a
alguna congregación donde esperaba que me pagaran.

HACIENDOLO Y NEGANDOLO

Me he dado cuenta que los predicadores son muy buenos para hacer reglas para otros que
ellos mismos no obedecen. Por ejemplo, estaba predicando en una serie donde predicaba uno de
estos predicadores bien conocidos. Es muy conocido por que lo invitan mucho a series. El me
estaba diciendo de un predicador el cual predicó una serie con ellos, y como estaba usando la
política para que lo volvieran a invitar. Lo llamó un político. Algún tiempo después estaba
predicando una serie en otra congregación y el predicador local me dijo que aquel predicador que
acusaba al otro de político, había escrito a la iglesia ¡pidiendo que lo invitaran a predicar una
serie! ―Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba‖ (Romanos 14:22).
Casi todos los predicadores que conozco miran desfavorablemente a los predicadores que
se promueven a sí mismos. ¡Es el objeto de duro criticismo entre los predicadores, y aquellos que
son conocidos por hacer esto son una farsa! ¿Pero que tal aquellos que hablan mal de estoy y

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luego ellos mismos lo hacen? O ¿estarán engañados a pensar que no lo hacen? O ¿hablan mal de
los otros porque tal vez sientan que están entrando a su territorio?

HACER UNA MEJOR RATONERA

Ralph Waldo Emerson (1803-1882) dijo, ―Si un hombre escribe un mejor libro, hace un
mejor sermón, o una mejor ratonera que su vecino, aunque viva en el bosque, el mundo hará un
camino para su casa para encontrarlo.‖ Lo cual si lo interpretamos significa, si puedes hacer el
trabajo, hazlo, y tus servicios serán buscados. Si los hermanos te quieren oír, ellos te van a
hablar. Si no te hablan, tómalo como que no desean tus servicios, así que sirve a Dios
diligentemente donde tu estas.
Yo escuche a un profesor en una clase de empresas privadas que dijo que el proverbio de
Emerson era pura mentira. Su punto era de que el sistema de empresas está basado en la idea de
que ―uno gana cuando anuncia,‖ y si alguien quiere ser exitoso en este tipo de sistema, él tiene
que emplear tácticas de Madison Avenue, y poner el nombre de su ―ratonera‖ en los corazones y
lenguas de la población. Obviamente, algunos predicadores están de acuerdo con esto, pero ¿será
buena esta actitud, que un predicador del evangelio use tales tácticas? Una gran parte de los
avisos (comerciales) de Madison Avenue de nuestros tiempos son insultos a nuestra inteligencia.
Lo mismo puede ser dicho de la manera corriente en que algunos predicadores se promueven a sí
mismos. ¡Sus acciones insultan la inteligencia de los hermanos porque nos implica que nunca
hubiéramos reconocido su gran habilidad, si él no nos hubiera dicho!

AYUDANDO A LOS QUE SE PROMUEVEN A SÍ MISMOS

Al otro lado de la moneda, es asombroso en como los hermanos responden en ayuda y


apoyo a estos hermanos que se promueven a sí mismos. Usualmente los reciben con brazos
abiertos, y les dan el púlpito regalado. Tiene que haber una mejor razón del por que invitar a un
predicador que solamente el acto de que él lo haya pedido. Yo no creo tanto en mis talentos para
pedirle a una iglesia que me invite, y yo verdaderamente no pienso que ni yo o ellos vamos a
sufrir algún daño irreparable si no me invitan. Si creo que puedo, y pienso que puedo hacer una
buena contribución en la obra del Señor en un tal lugar, yo trato de responder positivamente
cuando los hermanos me honran con una invitación a predicar en una serie. Pero cuando voy a
predicar en una serie en alguna congregación, yo quiero sentir que yo estoy allí por que quisieron
que yo viniera, no por que no tuvieron los pantalones para negar mi ―osadía.‖ Si esto no es la
manera que debería ser, entonces he fallado en entender el espíritu y tono del Nuevo Testamento,
en la actitud que debería de caracterizar al siervo del Señor, y en simplemente en tener modales.
Si yo pudiera hacer lo que yo quisiera (y no siempre puedo hacer esto), ningún predicador que
pidiera predicar aquí, predicaría aquí donde predico.

CONCLUSIÓN

A todos los predicadores les gusta sentir que los hermanos reconocen su trabajo. No
deberíamos de ver eso mal. Pero, el deseo de ser reconocidos debe quedarse en perspectiva.
Cuando el deseo de ser reconocido lleva más peso que los principios que gobiernan el espíritu y
actitud que gobiernan al cristiano, tenemos que tomar un paso atrás y examinar nuestras
actitudes. Es solo natural que los predicadores se quieran sentir exitosos en su campo de trabajo,

110
pero tenemos que tener cuidado que no usemos una vara de medir incorrecta para medir lo que
constituye un éxito. Es muy fácil de que la filosofía mundana se escabulla dentro de la iglesia, y
muchas de las veces la miramos en los predicadores y en los que los evalúan. Hay mucho trabajo
para todos, y vamos a dar las gracias los unos por los otros, y que cada uno trabaje donde y
cuando y como pueda para que la causa de Cristo avance y hay que dejar que el reconocimiento,
o la popularidad, o lo que se le llame, se arregle por si misma. ¡Recuerden, el rango más alto que
uno puede atener en el reino de los cielos es el de ser un siervo!

THE BIG PREACHER SYNDROME


There was a preacher of note
Who thought he'd missed the boat;
He never got greetings,
Nor held big meetings
For churches near and remote.

But once he was told


By a preacher quite bold:
"You must promote your self
Or be laid on the shelf
Until you are wrinkled and old."

So, loosed from his fetters


He began to write letters
To men of position
Like a real politician,
Now he's one of o' the go-getters!

He stands big and straight and tall;


He's a man of monumental gall!
He writes for the papers
And pulls other capers,
And preaches for churches not small.

Once he was just plain Amos,


But now he's big a famous;
He's a very big man,
He thinks he's just grand,
On this his decision's unanimous!

James P. Needham
3/29/74

111
CAPÍTULO XVI

DE PREDICADORES, PONTÍFICES, Y PROYECTOS


INTRODUCCIÓN

Como regla, los predicadores del evangelio son grandes hombres, pero ellos también
están expuestos al error y al pecado como el resto de nosotros. La historia mostrará que los
predicadores han tenido una influencia tremenda en el mundo. Si combinamos todas,
probablemente la influencia de los predicadores sobre el mundo ha sido más grande que el de
cualquier otro grupo que haya existido. Esta verdad pone una responsabilidad tremenda en los
hombros de aquellos que predican y es increíblemente grande al contemplarla. Hay una gran
necesidad de precaución y pensamiento en cada palabra o hecho.

EL PODER CORROMPE
La influencia se presenta como un gran peligro para los dos, los que son influenciados y
los que tienen la influencia. No hay un mejor ejemplo de esto que el rey Saúl. El era un hombre
humilde cuando Dios lo escogió para reinar sobre su pueblo. El sentía que no se lo merecía y
trató de quitarse la responsabilidad. Pero fue corrompido por el poder. Se hizo vengativo,
pontíficial, y desagradable. Hasta se reveló en contra de Dios. El no sentía ningún deber de ser
guiado por su palabra, y buscaba matar a David, el ungido de Dios.
Hemos visto hombres que fueron humildes, mansos que se han vuelto predicadores
dictadores. Algunos hombres no pueden manejar ninguna posición de influencia. Se les va a la
cabeza, y los corrompe. Algunos han dejado ocupaciones humildes para predicar el evangelio,
otros acaban de salir de la adolescencia. Estos podrán ser ―bebés‖ en la predicación, pero se
sienten que tienen que ser pontífices en cada problema que aparezca. Ellos son predicadores, y
los predicadores supuestamente tienen que ser los hombres con las respuestas y los revolvedores
de problemas, así que sin ningún gran conocimiento o experiencia, ellos ―se avientan a donde los
ángeles temen andar.‖ Estos predicadores constantemente están en problemas. Una vez oí a un
predicador joven decirle a otro en un almuerzo, ―Yo vivo en _________, si tienes algún
problema, llámame.‖
A veces los predicadores más viejos y experimentados son aún más peligrosos. Estos
pueden ser editores, presidentes universitarios, o predicadores ampliamente conocidos— tal vez
los tres al mismo tiempo. Ellos no están contentos con ser humildes, predicadores que trabajan
duramente, estos se han convertido a sí mismos en los reguladores de la hermandad. Como
individuos o como grupos estos muchas de las veces crean para sí mismos una amplia base de
poder la cual es peligrosa. Ellos piensan de la iglesia como un partido político en el cual ellos
son la cabeza. Centros de poder e influencia son creados los cuales se convierten en estructuras
de poder político con una influencia peligrosa sobre el pensamiento de los hermanos y las
iglesias. Ellos se vuelven celosos de su poder y posición y son rápidos y duros en sus reacciones
a la menor crítica de su centro de poder, sin importar que la crítica haya sido hecha con buenas
intenciones. Los que se oponen y honestamente cuestionan son marcados o los boicotean. Las
líneas de comunión son rápidamente marcadas por causas que todos admiten que son opiniones.

112
El creer o el apoyar sus proyectos no es esencial para ir al cielo, pero son esenciales para tener
comunión y que los traten bien los hermanos. Cada generación tienen uno o dos poderosos tales.
Algunos de nosotros podemos recordar el cuando el ser escritos en contra en alguna
revista era casi como decir que estábamos excomulgados de la iglesia en la mente de muchos. Yo
estoy tan viejo para recordad cuando uno no podría conseguir un trabajo en algunas iglesias a
menos que asistieran a cierto Colegio (universidad). Las series en algunos colegios
(universidades) pueden convertirse en convenciones para algún partido para aquellos que asisten,
y para algunos que los producen. En las mentes de algunas iglesias y ancianos se ha concebido la
idea de que los predicadores deben asistir a estas convenciones para apoyar al partido del cual
son fieles y para que ellos aprendan las últimas ideas del partido. Para algunos, el que se le
pregunte que participen en tales series universitarias es casi como ser ―canonizado,‖ y la iglesia a
la cual el predicador honorado pertenece es elevada a los rangos más altos de los círculos del
partido. Un predicador una vez me comentó que si solo se le pidiera que escribiera para una
publicación particular y que se le invitara a alguna serie de colegio (universitaria) aunque no se
le promoviera detrás de las cortinas, el se sentiría como que estaría completo. Nos guste
admitirlo o no, con muchos esta es el criterio de la grandeza de un predicador.
Los ancianos usualmente asisten a las series de colegio (universitarias) para buscar
predicadores para trabajar con ellos, o para invitarlos a series. Los colegios (universidades) y las
oficinas editoriales se han convertido en una agencia de trabajo para los predicadores, teniendo
una influencia que no les pertenece y que es peligrosa (tal vez sin intenciones) sobre las iglesias
y los predicadores en la cuestión de QUIEN va a predicar DONDE. Cuando era un predicador
joven, se me ofreció un trabajo por unos ancianos porque ―Me había estado juntando con los
hermanos apropiados,‖ principalmente, algunos hermanos los cuales estaban publicando un
periódico ampliamente leído. Muchas iglesias buscan que los colegios (universidades) entrenen,
escojan, y recomienden a los predicadores por ellos. La mayor recomendación que un predicador
puede tener es la de su profesor de colegio (universitario). Yo recuerdo cuando era casi
imposible ser invitado a alguna iglesia a menos de que un cierto colegio (universidad) te
recomendara. ¡Y nunca serías invitado si hubieras asistido a ese colegio (universidad), y el
colegio no te recomendara!

CUANDO LA COLA MUEVE AL PERRO

Esta es la vieja, vieja historia de a cola moviendo al perro. Los proyectos humanos
siempre son introducidos como expedientes y organizaciones serviciales, pero crecen y se
convierten en asuntos de fe y organizaciones a las que SERVIMOS. En la mente de muchos, la
iglesia vive para servir a estas organizaciones humanas. Tales organizaciones se vuelven se
hacen su centro de dirección. Ellos se convierten en manipuladores de la iglesias a las cuales
claman servir. Muchos años atrás un presidente de colegio dijo, ―Los colegios pueden
sobrevivir sin las iglesias, pero las iglesias no pueden sobrevivir sin los colegios.‖ Yo oí a un
anciano en una iglesia ―conservadora‖ decir que la iglesia debería de invitar a alguien de cierta
universidad cada año o dos porque sirve para que los hermanos tengan en mente la escuela. Por
muchos años ha sido la práctica de muchas iglesias las cuales están cerca de estos colegios de
emplear a los profesores como predicadores para ayudarles a enseñar en tales escuelas por un
salario menos de lo adecuado. ¿Tengo que mencionar que este tipo de dependencia entre las
instituciones humanas y las iglesias son peligrosas?

113
Nuevamente, digo, en este caso, ―la cola está moviendo al perro.‖ Si una iglesia quiere
emplear a un predicador para una serie o para que sea el predicador regular el CUAL POR
CONSIDENCIA trabaja con la escuela, eso es otra cosa, pero si emplean a uno deliberadamente
y le pagan de la tesorería de la iglesia para ayudarle a que pueda enseñar en la escuela, ¡eso es
un caballo de otro color! Es solamente una manera de que las iglesias contribuyen con estos
colegios ―debajo del agua.‖ La diferencia entre eso y el abiertamente dar una contribución de la
tesorería de la iglesia es la misma diferencia ente dos gemelos idénticos. De seguro, la mayoría
de las iglesias niegan que ellos deliberadamente emplean a tales hombres como un método de
ayudar a las iglesias, pero la evidencia muchas veces apunta a la otra dirección.

NO HAY REPRESENTANTES DE LA HERMANDAD

Es un poco difícil para los poderosos en estas ―organizaciones serviciales‖ el no pensar


de sí mismos como representantes de la ―hermandad.‖ Las series en los colegios (universidades)
son nombradas como los eventos del año entre la hermandad. Al otro lado de la moneda, es
difícil para que algunos hermanos no ser influenciados por este tipo de pensamiento. Algunos
son más influenciados por QUIEN LO DIJO que por QUE ES LO QUE DIJO. La autoridad más
alta que necesitan o requieren para su fe y práctica es la que enseña su predicador, revista, o
escuela favorita. Las revistas y las escuelas han generado muchos partidos entre los hermanos.
Algunos hermanos miran las revistas como panfletos del partido, y los colegios como seminarios
del partido. Tales organizaciones han sido consideradas frecuentemente como los interpretes
oficiales de las escrituras. Siempre ha estado este argumento en nuestra historia, de si las
apostasías empezaron en las revistas o en los colegios. Yo creo que el peso del argumento puede
demostrar que las dos pueden hacer una gran parte en llevar a los hermanos a la apostasía, o lejos
de la apostasía. Esta verdad debería de ser suficiente para hacer que todos seamos cuidadosos de
mantener todas las instituciones humanas en sus lugares, y su lugar es lejos y distante de la
iglesia.

¡ALGUNOS HERMANOS SON MÁS ―DENOMINACIONALES‖ QUE LAS


DENOMINACIONES!

Todas las organizaciones humanas tienen cabezas humanas y representantes humanos,


pero solamente el Señor habla a y por la iglesia. No importa que tan grandes o buenos sean los
hombres, o que justos sean sus metas, o que tan benevolentes sean sus intenciones, ellos no
pueden representar a nadie más que a sí mismos en la cuestión de religión. La persona o iglesia
que piensa que alguna organización humana puede hablar por la ―hermandad‖ se ha hecho ―más
denominacional‖ que las denominaciones. Siempre ha habido algunos en la iglesia que piensan
de esta manera. En la introducción del DEBATE HARDEMAN-BOGARD, esta línea aparece,
―N. B. Hardeman, hablando por las iglesias de Cristo…‖ Yo no sabía que ―las iglesias de
Cristo‖ tuvieran una convención y autorizaron a algún individual a ―hablar por ellos.‖ Tales
pensamientos son denominacionales y peligrosos.

LA NECESIDAD DE HUMILDAD

La humildad beneficia al pueblo de Dios. A los predicadores se les manda que sean
ejemplos (I Timoteo 4:12). Pablo le dijo a Timoteo, ―con mansedumbre corrige a los que se

114
oponen‖ (2 Tim. 2:25). No hay nada en las instrucciones de Biblia que animen al predicador a
hacerse un ego-maniático, y convertirse en un dictador con mano de hierro. Algunos hacen el
error de pensar que la instrucción de ser firme y recto es el demandar ser dogmático, con una
disposición no doblable, aún en los asuntos de opinión y juicio.
Algunos hermanos predicadores llevan un aire de ser infalibles y ser extremamente justos
una cualidad que le queda más al papa que a un predicador del evangelio. Cuando los problemas
surgen, los resuelven inmediatamente y oficiosamente al formar algunas opiniones rígidas sobre
el problema, las cuales se vuelven la norma en que todos los demás deben resolver sus
problemas. Sus palabras son dichas con un sentir oficial de finalidad. Es ley y evangelio por que
ELLOS fueron QUIENES lo dijeron. ¡El no estar de acuerdo con ellos es el negar la fe! ¡El
―clero‖ ha hablado!
Estos hermanos tienen las ―pistolas‖ más rápidas en la iglesia. Ellos disparan ya sea
desde la cadera, o de emboscada. Muy pocas veces disparan derecho o frente a frente. A ellos les
encanta el ser temidos y conocidos como los ―pistoleros‖ más grandes del área, y ellos son
verdaderamente temidos— ¡no se les olvide! ¡Uno debe temer a una pistola sin control! Uno
haría bien en mantener su distancia de tales hermanos.
El concepto de estos hermanos de razonar problemas es el de atacar a alguien. Como un
predicador dijo sobre el debatir: ―Tienes que azotar al hombre. No es simplemente suficiente el
dar respuesta a su falsa doctrina.‖ Cuando estos hermanos escriben sobre ciertos asuntos, ellos se
inflan, soplan y amenazan. Si su contrincante no se ―pone en línea,‖ ellos amenazan con traer la
ira del partido sobre sus cabezas. Sus escritos y predicaciones están llenos de palabras de odio, y
acusaciones falsas. A ellos les encantan usar analogías que insultan o son injuriosas al orgullo de
aquellos que están opuestos a ellos. Estos hombres son ingenieros, pero ellos hacen paredes no
puentes.

¡ALGUNOS SON ―MAS INSTITUCIONALES‖ QUE LOS INSTITUCIONALES!

El escribir material de esta naturaleza es algo que nos hace más humildes sobre todo por
que nos damos cuenta que todos lo necesitan. También, siempre está el peligro de que aquellos
que lo necesiten más, lo van a aplicar aún más allá del campo al que se refería, y por él tal usan
mal el material. Es difícil el ser consistente. Muchas de las cosas que hemos dicho sobre los
liberales también nos aplican a nosotros. Algunos de ellos son tan partidistas como muchos de
nuestros hermanos. Algunos de ellos se han hecho más institucionales que los liberales. Hemos
condenado a nuestros hermanos liberales por dividir la iglesia sobre el tema de las instituciones
humanas, y aún, hay pistas obvias que algunos de los hermanos ―conservadores‖ están más que
listos en hacer la misma cosa otra vez pero ahora en la cuestión de las instituciones que son
personalmente apoyadas. Uno no tiene que creer o apoyar a tales instituciones para ir al cielo.
¿Si las palabras previas son verdad, cómo es que hacemos líneas de con quién o con quién no
tenemos comunión? Hacemos esto una prueba de comunión. Uno puede ser ―institucional‖ sin
defender el dar dinero de la tesorería a tales instituciones humanas. Esto ocurre cuando hacemos
que el creer o no creer en, apoyar o no apoyar, a instituciones legítimas se convierta en una
prueba de la lealtad a Cristo.
La relación de individuos y las instituciones humanas ha sido un debate por los siglos. Es
una cuestión que no va a ser resuelta al gusto de todos. Si algunos hermanos no creen que las
escuelas o fundaciones tienen el derecho de existir, yo no tengo ningún problema con ellos. No
estoy de acuerdo con ellos, si es que están apropiadamente organizados y operados, pero nunca

115
dividiría la iglesia sobre tal desacuerdo, o de alguna manera tratar a tales hermanos como
ciudadanos de segunda clase. En la iglesia primitiva algunos creían que podían comer de las
carnes sacrificadas a los ídolos. Otros lo negaban. Pablo dijo que eso no le importa a Dios, y les
dice que sean cuidadosos que no dividieran la iglesia e hicieran partidos. Cada vez que una dice
que el creer en o apoyar una institución humana es opcional, él está obligado a aplicar las reglas
que Pablo escribió en Romanos 14.

CONCLUSION

La verdad y empuje absoluto de este capítulo es simple, ―Buscad primeramente el reino


del cielo y su justicia…‖ (Mat. 6:33). Dejen que los hermanos participen en los negocios
privados de su gusto; que los organicen bajo las leyes civiles del estado y por medio de ellas
hacer un buen trabajo que Dios autoriza a los cristianos hacer, pero que no nieguen que son
instituciones humanas y no parte de la iglesia de Cristo. La iglesia es plenitud de Cristo (Efesios
1:22-23). No necesita la ayuda humana.
Dejen que los predicadores se asocien con ellas, o que no, pero no dejen que tales
instituciones se conviertan en estructuras de poder político, o cunas para las enseñanzas de la
―hermandad,‖obras de la hermandad, o nada de la ―hermandad.‖ Dejen que sea lo que son,
negocios privados. Como decía C. R. Nichol cuando estaba vivo, ―Dejen que el colegio sea el
colegio, y dejen que la iglesia sea la iglesia.‖
Dejen que todos los negocios privados se apoyen financieramente a sí mismos y que
sigan su negocio, y que les den a los hermanos la libertad en tener confianza en ellos o no, que
les ayuden o que no les ayuden. Estos deben de alejarse de cualquier esfuerzo de controlar las
iglesias o predicadores, o el dejarse ser usadas por predicadores ambiciosos como bases de poder
político. Estas bases de poder político hacen mucho daño a la iglesia la cual Cristo murió por.
Los hermanos a veces se hacen cínicos sobre tales empresas y dicen que la iglesia estaría
mejor si no existieran. En un buen día, esto es un juicio subjetivo y una opinión personal. No
podemos hacer que este asunto se haga ley, a menos que lo encontremos revelado en la palabra
de Dios. Cualquier estudiante de la historia de la iglesia tiene que admitir que las instituciones
humanas (publicaciones, escuelas, instituciones benevolentes, sociedades misioneras; etc) han
hecho gran daño a las iglesias, pero cualquier persona honesta tendría que admitir que las
publicaciones y las escuelas han ayudado en veces a que la iglesia regresara a los principios
bíblicos. Así que, en el daño que han hecho hay un argumento para deshacernos de ellas, también
lo bueno que han hecho es un argumento para que se queden.

NOTAS DEL TRADUCTOR:


En los Estados Unidos hay universidades (o como son llamadas acá colegios) que fueron
fundadas por hermanos. Estas universidades no tienen conexión con la iglesia, sino que son
como cualquier otra universidad del país. No reciben dinero de la ofrenda, sino que reciben
dinero de los estudiantes que pagan para estudiar allí. La única diferencia entre estas y las otras
universidades es que los profesores son hermanos en Cristo y que no enseñan teorías humanas y
aparte enseñan cursos de la Biblia a nivel universitario.
El hermano Needham habló sobre las tendencias pecaminosas de algunos y también sobre
el bien que proporciona una educación superior presentada por hermanos. Lo que yo creo que es
más importante es que las iglesias deberían de encargarse de proporcionar esta educación. Pero
como muchos de nosotros sabemos, no todas las iglesias tienen predicador, no todos los

116
predicadores enseñan a otros a ser predicadores, y no todas las iglesias apoyan a hermanos para
que se dediquen a la predicación. Mientras tengamos en mente que estas escuelas son
primeramente instituciones humanas y no la LEY de las escrituras, yo creo que estaremos bien y
no seremos llevados por doctrinas falsas. Tenemos que desechar lo malo y retener lo bueno.— J.
Sanchez.

117
Capítulo XVII
Admoniciones Prácticas para los Predicadores
Es necesario que de vez en cuando se le den admoniciones a los predicadores. Los
predicadores son personas importantes en la iglesia, y, probablemente, tienen más influencia que
cualquier otro grupo de miembros en la iglesia. Hasta hay un dicho que dice, ―como son los
predicadores, así son las iglesias.‖ Esto crea una gran carga sobre los predicadores para que sean
honestos, derechos y que tengan una buena disposición de corazón. Que esto no es siempre el
caso es muy bien conocido por todos aquellos que han tenido que trabajar con predicadores por
cualquier extensión de tiempo. Ellos muchas veces nos desaniman al no ―andar como es digno de
la vocación a la que fueron llamados‖ (Efesios 4:1). Unas cuantas admoniciones prácticas son
debidas en esta sección:

I. PRACTICA EL SER SIMPLEMENTE HONESTO

Se oye absurdo el tener que admonestar a los predicadores, de todas las personas, de ser
simplemente honestos. ¿Es mucho esperar esto del un hombre que clama ser un predicador del
evangelio? (Y eso es sin comentar que es un cristiano). Tal vez algunas cosas deshonestas que
los predicadores hagan no se miren como las tales, pero esto no cambia su verdadera naturaleza.
Un ladrón no se mira así mismo como ladrón, pero eso no cambia la verdad de las cosas.
1. Aprende a ser puntual: ¿Será honesto el decirle a alguien que uno va a estar en un
cierto lugar a un cierto tiempo, y luego llegar mucho más tarde sin llamar, o sin explicación?
¿Será esta una manera de que el cristiano se debería de portar? Hay tanto de esto que hasta
parece una enfermedad. ¡Hasta lleva a uno a la distracción! Nos puede llevar hasta el cinismo.
Uno tiene la tentación de hacerse un solitario, y rehúsa el envolverse con cualquier otro siendo
que hay tan pocas personas en las que se pueden depender para cooperar en una relación con
armonía.
Ciertamente, algunas circunstancias están fuera de nuestro control y a veces previenen la
puntualidad, pero con algunas personas el llegar tarde es un hábito, una manera de vida. Algunos
predicadores están adictos a este hábito. Yo he predicado en series en donde me quedo en la casa
del predicador local. Las hermanas bondadosamente invitan al predicador invitado y al local a
sus casas para comer. Y yo soy honesto en decirles que hasta me la he pasado llegando tarde a
alguna comida por toda una semana. ¡El predicador local y su familia gastan demasiado tiempo
con trivialidades y llegamos tarde a cada comida en la semana entera! Las hermanas tenían lista
la comida y están caminado de un lado al otro pensando cuando van a llegar los invitados, y
muchas de las veces, algunas de las comidas estaban prácticamente arruinadas. Tal
comportamiento muestra malos modales, un insulto a nuestra bondadosa hermana, y una
reflexión del carácter del predicador y su familia, y es vergonzoso para el predicador que está
visitando el cual no tiene ningún poder para hacer nada.
Jesús enseña que los cristianos tienen que hacer su palabra contar. El dijo ―sea vuestro
hablar: Sí, sí; No, no, por que lo que es de más de esto, del mal procede‖ (Mat. 5:37; Santiago
5:12). Yo entiendo que esto es en el contexto de los juramentos, pero la idea principal de jurar es
que uno tiene que poner algo de entremedio para convencer a otros que su palabra es verdadera.

118
El Señor prohibe esto. Lo único que los cristianos deberían de hacer para convencer a otros de
que van a hacer o cumplir algo, es su palabra. Cuando alguien nos invita a comer a las 5:30 y
nosotros accedemos, hemos dado nuestra palabra. Estamos obligados a cumplir nuestra palabra,
si es humanamente posible. Había un tiempo en que los hombres tenían palabra de honor y eso
era lo único necesario para cualquier transacción, pero eso no es usualmente el caso hoy en día.
La deshonestidad está tan arraigada en nuestra sociedad que hasta los cristianos han sido
afectados por la tal. Una promesa es un juramento de hacer algo. El no cumplirla por negligencia
o indiferencia es deshonesto, e indica una falla de carácter que necesita ser sanada.
2. Se honesto en los negocios: No es algo fuera de lo común el oír que un predicador ha
sido deshonesto en sus negocios. El falló en cumplir su palabra, o defraudó en algunos fondos, o
falló en pagar sus deudas. Algunos predicadores tienen una larga lista de deudas no pagadas a
donde quiera que vayan. Ellos son extravagantes en su manera de vivir y compran cosas sin
pensar, y luego fallan en cumplir sus obligaciones que ellos hicieron.
Muchos dolores de cabeza y divisiones en la iglesia han ocurrido cuando los hermanos se
ponen a trabajar juntos en los negocios. Rápidamente se hace evidente que uno o más de los
hermanos están tomando ventaja de los otros; están tratando de tener ganancia a cuesta de los
otros. La avaricia es difícil de ocultar, y difícil de controlar. Inevitablemente tiene que salir a
flote.
Los hermanos a veces confunden lo que es legal y lo que es correcto. Una cosa no está
necesariamente bien delante de Dios solo porque es legal. Los hermanos usualmente tratan mal a
otros hermanos en el mundo de los negocios y las organizaciones por que ellos tienen el control
sobre tales intereses, y por eso tienen el poder de hacerlo. Para ellos ―el fuerte hace las reglas.‖
Estas acciones pecaminosas son defendidas en la base de que ―es mi dinero, son mis intereses,
mis derechos, y es mi negocio y yo voy a hacer lo que yo quiera.‖ Si sus acciones pecaminosas
son criticadas por otros hermanos los cuales están interesados en hacer lo que es correcto y lo
honesto, estos entonces son acusados de entrometerse en lo ajeno o de ser chismosos. El criticar
lo que es pecaminoso no es ser chismoso o entrometerse en lo ajeno. No es chisme el tratar de
corregir lo que es pecaminoso o injusto. El mentir y engañar son cosas que son ofensas
reprensibles y las tales deberían de ser condenadas por todos los que piensen justamente.
3. Respondan su correo: ¡El tratar de recibir una contestación de algunos predicadores
es tan exitoso como el pescar en la tina del baño! Algunas cartas no merecen respuesta, pero
cartas que tengan que ver con el trabajo de la iglesia, tales como las de las series, etc merecen
nuestra pronta atención, y previenen mal entendidos. La comunicación es necesaria para
entendernos bien. El fallar en poner la atención necesaria a tales asuntos indica una falla de
carácter que necesita ser corregida. El ser indiferentes o negligentes en responder correo
importante no es una manera honesta de tratar a los hermanos o a cualquier otra persona.

II. NO DEMANDEN RESPUESTAS DEFINITIVAS A PREGUNTAS QUE SON VIEJAS Y


ANTIGUAS

Esto es una tendencia de los predicadores jóvenes de molestarse por que los predicadores
viejos no les pueden dar respuestas definitivas a viejas preguntas ambiguas. Es increíble el ver
cuando una nueva generación de predicadores vienen y actúan como si ellos inventaron aquellas
viejas preguntas ambiguas; piensan que ellos son los primeros en preguntarlas. ¡Siento mucho el
desilusionarlos, pero eso no es verdad! ¡La mayoría de estas preguntas fueron discutidas por los
predicadores viejos y sus abuelos! Es solo natural de que los predicadores jóvenes busquen las

119
respuestas de sus mayores, pero no deberían de frustrarse cuando ellos no les pueden dar
respuestas definitivas. Tal vez algunas respuestas no existan, y los predicadores mayores por su
experiencia se han hecho lo suficientemente sabios para admitirlo. Esto a veces causa que los
predicadores jóvenes dejen la predicación y se dediquen a un trabajo secular.
Esto a veces pasa por que se obsesionan en encontrar respuestas a tales preguntas, y tal
preocupación los hace inefectivos como predicadores locales. Estos se empiezan a conocer como
―radicales‖ y ―peleoneros,‖ y sus oportunidades se hacen menores y menores hasta que
finalmente nadie los quiere.
Al otro lado de la moneda la generación vieja, muchas de las veces le apagan los ánimos
a los predicadores jóvenes al mostrarse molestos cuando se les pregunta sobre tales asuntos.
Ellos toman estas preguntas de los jóvenes como indicadores de falta de fe que tal vez este
afectando sus vidas. Esto puede, o no, ser verdad. Lo más sabio es que deberíamos de ser
pacientes, y sobre todo ser honestos. Si no tenemos las respuestas, hay que decir que no sabemos.
Pero siempre tenemos que recordar que el no tener todas las respuestas que deseamos, no quiere
decir que esto nos deba hacer dejar el barco. El conseguir un trabajo secular no nos va a dar una
respuesta a la pregunta, ni va a resolver el problema. Si eso resolviera el problema, entonces
todos nosotros deberíamos de dejar de predicar. La nueva generación usualmente acusa a la
generación antigua de estar llenos de tradiciones y que no desean enfrentarse a las preguntas
difíciles. Esto es verdad en algunos de los casos, pero es injusto clasificar a todos de la misma
manera. Yo creo que conozco a algunos hermanos que son miembros de una ―denominación de
la iglesia de Cristo.‖ Ellos tienen un credo no escrito, y están decididos a dar las mismas
respuestas a todas las preguntas que siempre han oído a otros contestar, (tradición oral) y no se
preocupan para investigar si las respuestas están bien o mal. En verdad algunas de las cosas que
creemos entre nosotros son interpretaciones tradicionales, y tal vez puedan estar muy lejos de lo
que es escritor inspirado tenía en mente. Muchos no están listos para apartarse de las
explicaciones tradicionales por miedo a ―las consecuencias de la hermandad.‖ No quieren ser
llamados heréticos. Estos siguen la línea de menos resistencia.
Una vez yo predique un punto de vista ―no común‖ de un pasaje de las escrituras, e
inmediatamente fui confrontado por un predicador que nos estaba visitando en la puerta del
edificio. En el curso de nuestra discusión, me dijo que mi punto de vista no era el ―punto de vista
común.‖ ¿Bueno, cuál es el punto de vista común? ¿Será tal vez la ¿interpretación de los
hermanos durante los años? (los padres). ¡Obviamente! Yo dije entonces, y lo digo ahora, que a
mi no me importaba si mi punto de vista no era el ―punto de vista común,‖ a mi me importa más
el punto de vista de Dios.
Vamos a admitirlo, lo que creemos de algunos pasajes apareció de esta manera: Muchos
años atrás, algún sincero predicador viejo decidió que este pasaje significaba esto o aquello. El
empezó a predicarlo de tal manera. Hermanos en los asientos, hermanos que estudiaban menos
que él, por respeto, lo aceptaron. Al pasar el tiempo, se lo enseñaron a otros. Una nueva
generación creció toda su vida con esta enseñanza, así que lo aceptaron como ley y evangelio, y
así fue como la idea se fue pasando por los años. El cuestionar las tradiciones de la iglesia es casi
manchar la reputación de uno entre los hermanos, aunque no por todos los hermanos, y por
estos— ¡gracias a Dios!
Los predicadores a veces toman posiciones que son tan ilógicas y sin escritura que hasta
parecería que cualquier estudiante serio de la Biblia las podría detectar. Pero los predicadores
están tan presumidamente seguros que están correctos, y afirman estas posiciones con la certeza
de un pontífice que no vale la pena discutirlas. Estas posiciones son tan altas y fuertes que el

120
cuestinarlas es una insignia de estar en falsa doctrina, y también es la manera más rápida de
hacer a estos predicadores nuestros enemigos. Estos hermanos usan tácticas de terrorismo para
hacer que estos hermanos acepten sus puntos de vista. Ellos tienen lenguas muy largas y filosas,
no se tocan el corazón para atacar en orden de esconder lo que les falta de lógica y escritura.
Esta es la actitud y acción que hace que la nueva generación se apague. Ellos encuentran
esto irrazonable, hipócrita y frustrante para tratar de estudiar. Ellos no pueden quebrantar la
coraza de tradición y terquedad para llegar a ellos. Estos tienden a pensar que todos de la
generación vieja tienen estas características, y se rinden en tratar de arreglar los asuntos, diciendo
que es imposible penetrar sus barreras de tradiciones, así que avientan sus manos arriba y se
rinden en su frustración. Estos mismos hermanos hablan mucho del sentimiento preferido y
escritural de tener una mente abierta. Pero lo que quieren decir con mente abierta, es que nunca
cuestionen y acepten sus puntos de vista. El tener la mente cerrada, para ellos, es el cuestionar
sus puntos de vista.

III. SE TU PROPIO HOMBRE

Algunos predicadores aparentemente quieren ser aceptados por aquellos que aparentan
ser algo en la iglesia. Los editores, presidentes, etc. Así que, apoyan el punto de vista de aquellos
que admiran. Los artículos que escriben estos hermanos son el eco de los poderes del cielo, en
lugar de los resultados de un estudio independiente. Pablo dijo, ―si todavía agradara a los
hombres, no sería siervo de Cristo.‖ (Gál. 1:10). Si lo que uno escribe es el resultado de estudio
personal y una manifestación de nuestrs propias convicciones, eso está bien. Pero si algo está
escrito como dando un voto de ―yo también‖ para mostrar en que lado está, esto huele mal, y esta
verdad no puede ser escondida por mucho tiempo.
Recientemente un predicador y escritor muy conocido el cual ha hecho muchos escritos
sobre la controversia de la gracia y comunión afirmó fuertemente ―un pecado es suficiente para
condenar.‖ Pero al hablar personalmente con él, él tomó el punto opuesto, y dijo que algunos de
los líderes que están peleando en contra de esta falsa doctrina no podrán escapar la doctrina del
perfeccionalismo. El dijo que se encontraba así mismo más y más de acuerdo con los hermanos
que tenían esta falsa doctrina que con los hermanos los cuales estaban peleando en contra de la
tal. Pero no ha dicho esto en escrito, y me atrevo a decir, que no lo hará. Esto no es un incidente
aislado. Hay tantos que tienen ―doble personalidades‖ entre nosotros, más que muchos
sospechan. Estos tienen doble imágenes, una para la escritura pública y la predicación, y una
para sus verdaderas convicciones. Como Pedro en Antioquia, hacen una cosa cuando ―los
poderes que son‖ están presentes, y otra cosa cuando no lo están. Con este tipo de cosas
ocurriendo, no nos debe de sorprender que los hermanos no sepan que pensar cuando este tipo de
controversias aparecen.
Algunos predicadores jóvenes apoyan algunas veces a los predicadores ―grandes o de
renombre‖ (editores, y predicadores que predican en muchas series) como un medio de tratar de
tomar un poco de la preeminencia de ellos— ellos también quieren hacerse de renombre. Ellos
piensan que estos predicadores ―grandes‖ los van a promover a ellos si los siguen apoyando. En
otras palabras ―hoy por ti, y mañana por mí.‖ Muchos de estos predicadores jóvenes se
desilusionan en sus ambiciones, por que se dan cuenta que este predicador ―grande‖ es
extremamente egoísta y considera todo apoyo como una calle de un sentido; él no está interesado
en ayudar a nadie más que así mismo y usará a cualquiera, incluyendo a estos ambiciosos

121
predicadores jóvenes, para hacerse más grande y no regresando nada a cambio, excepto un caso
grande de desilusión.
Esto usualmente hace que el predicador joven se amargue y lo guía a hacerse un cínico
amargado. Le hace mucho daño y lo único que lo puede curar es la madurez. Lo que todos nos
tenemos que dar cuenta es que el concepto del predicador ―grande‖ no está en armonía con el
espíritu de hermandad que Jesús nos dio (Mateo 23:8-12). Tal vez la persona que quiere se
ambiciosa de ser ―alguien‖ ente la ―hermandad‖ se merece está desilusión y frustración. Tal vez
está sea la manera en que Dios expresa su falta de aprobación a tal actitud vana y mundana.
Muchas de las veces estos hermanos que se consideran ―grandes‖ predicadores nunca
hicieron nada intencional para recibir tal reputación. Tal vez esto esté más en la mente de los
hermanos que en la de él. Tal vez hasta se siento inadecuado en estar en el lugar donde los
hermanos lo han puesto. A lo mejor ni se ha dado cuenta de que el es uno de estos ―grandes‖
predicadores. El solamente está sirviendo al Señor con el talento que tiene, y eso lo ha puesta en
una posición de preeminencia la cual no busca ni le gusta. Este es el único tipo de predicador
―grande‖ que el Señor honra, y hasta puedo decir, que es el único que merece nuestro aprecio.
W. Curtis Porter fue un gran predicador y defensor de la fe. Él era casi universalmente
reconocido como el tal. Se pensaba que él era el debatidor más dotado de su generación, pero
esto no le quitaba de ser un predicador. A mi siempre me emocionaba oírlo predicar. Pero él era
uno de los hombres más humildes que conocí. El nunca usó ropas impresionantes ni predicó
sermones para impresionar. El era muy humilde en todo lo que hacia, predicar, debatir, y vivir.
El complemento más grande yo oí que le diera alguien fue de una persona que creció donde él
era el predicador local; el se había hecho predicador, y se había ido con los liberales, y aun así
dijo que Curtis Porter ―demandaba atención sin demandarla.‖ ¡Eso lo dice todo!
Vamos a desanimar la idea de que exaltemos a un predicador sobre otro. Vamos a
deshacernos de la idea de ―predicadores grandes‖ y ―predicadores chicos.‖ Tenemos que darnos
cuentas que muchas de las veces los ―predicadores chicos‖ son realmente los predicadores
grandes. Grandes en el sentido que llevan a cabo muchas cosas en la congregación local y
usualmente hacen más en la Causa que amamos que aquellos que son famosos. Ellos están más
interesados en servir al Señor que servirse a ellos mismos. Ellos están tratando de transformar a
otros a la imagen del Señor (2 Cor. 3:18), en lugar de mantener su propia imagen en los ojos de
los hermanos idolizantes. Todos tenemos que servir al Señor a lo mejor de nuestras habilidades y
todo lo demás estará bien. Si solo hiciéramos esto, podríamos prevenir mucho de este empujar y
aventar que a veces ocurre, y enfocar nuestras energías y talentos a la salvación de las almas,
donde verdaderamente pertenecen. No importa si la ―hermandad‖ toma en cuenta tus trabajos o
no, solo importa que el Señor los tome en cuenta. ―Por que Dios no es injusto para olvidar
vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los
santos y sirviéndoles aún.‖ (Heb. 6:10).
Yo creo que siempre es el caso que la persona que piensa que está haciendo alguna gran
cosa, verdaderamente no la es tan grande. Es lo contrario. El humilde presidente Lincoln dijo en
su mensaje en Gettysburg: ―El mundo notará muy poco, ni recordará por mucho tiempo lo que es
dicho aquí.‖ ¡Ni siguiera se imaginaba el efecto que su trabajo traería! El CHICAGO TIMES
comentó el día después del mensaje de Gettysburg, ―La mejilla de cada americano debe estar
ardiendo con vergüenza mientras lee las tonterías, sin sabor, y absurdas palabras de un hombre
que tiene que ser presentado a extranjeros inteligentes como el presidente de los Estados Unidos,
por que sino no lo reconocerían.‖ ¡Así que, podemos ver, lo poco que ellos sabían! El mensaje de

122
Gettysburg ya tiene más de cien años, y es reconocido alrededor del mundo como uno de las
mejores declamaciones de la historia.
El aprecio tan humilde que Lincoln tuvo para sus propias obras es la actitud que
acompaña a los mayores acontecimientos del mundo. ¡La persona que trata de glorificarse así
mismo haciendo alguna gran cosa, usualmente falla! No hay muchas personas que admiran un
cazador de gloria, y muy pocos van a aguantarlo, si lo reconocen por lo que es.

(NOTA DEL AUTOR: Este artículo fue publicado por este autor como un editorial en la
TORCH, Junio 1974. Aparece aquí nuevamente con algunas revisiones.)

123
Capítulo XVIII

LOS PREDICADORES Y SUS FAMILIAS


INTRODUCCIÓN
Las familias de los predicadores han sido tópicos de muchas conversaciones por mucho
tiempo. Esto es natural siendo que ellos están en el radar del público. Los errores que se hacen en
la familia de los predicadores aparentan ser más serios que los problemas de los demás. Los
maestros reciben mayor condenación (Santiago 3:1). Dios y los hombres esperan más.
Vivimos en una era en donde las barreras al divorcio han sido derrumbadas. La vida
familiar como la conocemos, como la enseña la Biblia, está sufriendo unas de las pruebas más
rigorosas en la historia. Hay pláticas de que el estilo de vida esté pasando por una revolución, si
no es que ya haya pasado, o cuando menos a una grande extensión. Especialmente cuando
tenemos 84 personas divorciadas de cada 1000 que están casadas, y 2.5 millones que están
viviendo juntas fuera del matrimonio. Los valores morales se están yendo por la ventana. El sexo
pre-marital y el extra-marital se han convertido en la norma en lugar de la excepción. Vivimos en
unos tiempos en que los morales vulgares son lo común y el condenar tales pecados o acciones
es casi convertirse en el hazme reír de la gente. Las adolescentes están tomando pastillas
anticonceptivas y si pasa ―algún accidente‖ el aborto es usado. [NOTA DEL TRADUCTOR:
Estimados hermanos tengan en mente que cuando el hermano Needham escribió esto, las cosas
todavía no estaban tan mal como hoy en día. Las cosas siguen poniéndose peor. Por ejemplo, en
los Estados Unidos 35 personas de cada 100 son divorciadas. Esto es alarmante siendo que hasta
parece que esto está también infectando a los otros países de las Américas.]
Toda esta maldad está tendiendo su efecto en la iglesia. El divorcio y las segundas
nupcias se está convirtiendo en algo común aún entre nosotros, más y más está siendo aceptado
como parte de la vida de la iglesia. Hasta los predicadores se han envuelto en estos asuntos. No
es nada fuera de lo común el oír que las familias de los predicadores se deshagan. Sería muy fácil
escribir los nombres de 25 predicadores los cuales se han divorciado y casado por segunda vez.
Esto no quiere decir que todos los predicadores tienen la culpa, por que eso sería injusto. En
muchos de los casos es la culpa de la esposa. Hay varios casos los cuales conocemos que son así.
En la mayoría de los casos el predicador es el responsable. La inmoralidad entre los predicadores
tristemente es algo muy común.
LA COMPLEXIDAD DE LA VIDA DEL PREDICADOR

La vida del predicador muchas de las veces es complicada. No es siempre fácil el saber
que es lo que se tiene que hacer siempre. El trabajo local y el trabajo de las series siempre es un
problema constante que se tiene que resolver. Algunos son más buscados para las series que
otros. Cuando el predicador tiene muchas invitaciones para series; ¿Cuántas debería de hacer?
Está no es un cuestión que se puede responder fácilmente, si el predicador es una persona
dedicada y conciente de que tienen que predicar la palabra de Dios en cada oportunidad. Otros
están más interesados en el trabajo local, y el estar en la casa con la familia. La mayoría de los
predicadores hacen el trabajo local y van a series siempre tratando de buscar un buen balance
entre los dos. No es nada fuera de lo común el saber de un predicador que se toma tanto o más
tiempo en el predicar en series que en la obra local. A veces las iglesias contratan a dos

124
predicadores para que los dos puedan predicar la mitad del tiempo en series, pero que siempre
tengan un predicador en la obra local.
HAY QUE TENER CUIDADO CON LA AMBICIÓN CIEGA

Es muy fácil para que los predicadores jóvenes se hagan muy ambiciosos. No se donde,
pero lo que pasa es que alguien inventó la fábula de que un predicador se hace de renombre por
la cantidad de series que predican. Así que, entre más series predique, más grande se siente el
predicador, y más grande lo miran los hermanos. Esto pone mucha presión en el predicador a que
sobre salga en estos campos, y usualmente se les sube a la cabeza. Hay unos que a cada rato
están presumiendo cuantas series han predicado, y les preguntan a otros predicadores la cantidad
de series que ellos han predicado. Algunos están tan viciados con las series que hasta se ponen
hacer ―comerciales‖ de su trabajo para que los inviten a series. Algunos se ponen agresivos y
gorrosos, para que los inviten a predicar a alguna serie. Estos son casi inútiles a la iglesia local la
cual los ha contratado. Ellos quieren ser figuras grandes entre la ―hermandad‖; quieren ser
especialistas en series, en arreglar problemas, y en resolver problemas. Para algunos esto es para
que se les suba a la cabeza y se sientan mejor de si mismos.

LOS PIONEROS Y SUS FAMILIAS

Cuando algunos deciden seguir está carrera como predicadores muchas de las veces no
consideran a sus familias. Yo creo que lo peor pasó en los primeros días de la iglesia en los
Estados Unidos cuando estos ―pionero‖ dejaban a sus familias atrás a que se mantuvieran así
mismas mientras ellos predicaban el evangelio por limosnas (casi nada). Mientras nos gloriamos
en los sacrificios que ellos y sus familias hicieron, tenemos que parar y pensar si lo que hicieron
con sus familias le agradó a Dios. Las biografías de estos hombres muchas veces tienen aires de
romanticismo a la obra. Yo me he topado con hombres que amaban a estos pioneros por la obra
que hicieron, pero en la mente de ellos lo que le hicieron a sus familias fue terrible. Algunos han
cuestionado hasta si ellos amaban a sus familias.

LAS OBLIGACIONES DEL MATRIMONIO SON PARTE DE NUESTROS DEBERES


ESPIRITUALES

El matrimonio es una relación sagrada y se vuelve parte de la vida de los deberes del
cristiano en el cual no puede ser negligente, si lo es está pecando. ―Buscad primeramente el reino
de Dios y su justicia‖ (Mat. 6:33) no es una justificación para ser negligente en un deber
espiritual para hacer otro. La ley de Dios no está hecha de tal manera. El buscar primeramente el
reino de Dios significa que buscar cumplir con nuestros deberes espirituales, cualquiera que sean
estos. Este puede ser cuidar a nuestra familia y negar alguna invitación a una serie. ¡Es
inconcebible pensar que una persona puede estar justificada en tomar una esposa delante de Dios
y tener el derecho de ser negligente con ella por que quiere hacer la voluntad de Dios! Eso no
hace sentido, y presenta una confusión en el plan de Dios, ¿o no?

LAS OPINIONES DE LA ESPOSA DEBERIAN DE SER CONSIDERADAS

Lo que estoy diciendo es que el predicador necesita estar enterado de las necesidades de
su familia. Ningún predicador puede hacer todo lo que Dios espera de él sin considerar a su

125
familia. Al decidir en cuantas series va a participar el predicador debería tomar en consideración
la voz de su mujer. Yo sé que esto no pasa con frecuencia. El predicador muchas de las veces
solamente está interesado en satisfacer su ambición, o solamente en alimentar su egoísmo. Lo
que su esposa sienta o piense no importa.
Yo sé de predicadores que la mitad del tiempo están en series lejos de su hogar, y esto en
contra del consejo de sus esposas. Ella expresa su preferencia, pero él ―le tira al león‖, la
preferencia es puesta a un lado como si no valiera la pena considerarla. Ella está abandonada a
cuidar de los niños día tras día sola, hacer los pagos, llamar al plomeros, ir al mandado, llevar a
los niños a la escuela en toda clase de clima, y hacer una y mil cosas que son esenciales en la
casa. El poner toda está carga en las esposas año tras año causa a muchas mujeres a que se
sientan neglectadas y explotadas. Al pasar el tiempo algunas se rebelan y dicen, ―Ya me cansé‖.

¿EN CUANTAS SERIES DEBERÍA DE PARTICIPAR?

Yo no voy a atentar decir a cuantas series debería de participar el predicador. Yo creo que
la cantidad va a variar de predicador en predicador, de iglesia a iglesia, y de familia a familia.
Verdaderamente algunas iglesias son muy restrictivas, las cuales desean amarrar al predicador al
pulpito, sintiendo que ellos le pagan para que les predique a ellos, no importa que tan necesitado
sea en otras partes. Verdaderamente también las algunas esposas son niñas mimadas y chifladas.
Ellas quieren a sus esposos al alcance de sus manos cada hora del día. Ellas son completamente
dependientes, y no hacen ni el más mínimo esfuerzo en hacer su parte en el equipo de hombre y
mujer. Ellas no quieren que sus esposos prediquen en alguna serie para que nunca estén lejos de
la casa. Si esto es apropiado, entonces la predicación es la única profesión en el mundo donde
esto es posible. Todos los hombres tienen que dejar sus hogares de tiempo en tiempo para poder
ganarse la vida en sus trabajos. Pero sin importar en cuantas series el predicador predique,
debería de ser un acuerdo y ser entendido entre él y su esposa. Los deseos del predicador y sus
ambiciones no son los únicos factores que deben ser tomados en cuenta.

LA AMBICIÓN SIEGA CUESTA CARA

Muchos predicadores han pagado un precio muy alto por sus ambiciones siegas de ser
―predicadores de series‖ y ―campeones de la hermandad‖. Ellos han sido negligentes y han
pisoteado sobre tierra los deseos de sus esposas hasta que la relación marital ha sido puesta en
demasiado estrés y ya no es saludable. Los sentimientos de la esposa hacia su marido son
afectados; el matrimonio se ha vuelto amargo y situaciones malas resultan. La tranquilidad
domestica desaparece, la amargura reina, y puede haber, y muchas veces ocurre, la separación.
Estas situaciones son difíciles de arreglar.

CONSIDEREMOS LA ESPOSA DEL PREDICADOR

Usualmente la esposa del predicador no recibe el crédito que se merece. Ella mira que su
esposo es invitado a todas partes del país para gozar de la más dulce hospitalidad de los
hermanos, mientras ella se convierte en la olvidada esposa del predicador que se tiene que quedar
atrás para mantener en pie el hogar. También es cierto que muchos hermanos no desean que la
esposa vaya con el predicador a las series. Ellos están particularmente interesados en él, no en

126
ella. Ella es vista como una intrusa, y las hermanas muchas de las veces la consideran como una
imposición sobre ellas. (Créanme, también sé que hay muchas notables excepciones a esto).
Alguien expresó las dificultades de la esposa del predicador en el siguiente poema:

Some people wonder why the preacher is so fat


And his wife‘s so poor and thin; the answer is plain:
He goes among the brethren who feed with a vim,
And she lives upon his salary, which is usually very slim!- Author unknown.

TRADUCCIÓN:
Algunas personas se preguntan por qué el predicador está tan gordo
Y su esposa se mira delgada y desnutrida; la respuesta es simple:
El está entre los hermanos que le dan de comer a reventar,
Y ella vive del salario que le da, el cual usualmente es de poca cantidad.

Una realidad muy conocida por este autor, después de haber predicado en cientos de
series en todas partes del mundo en los últimos 40 años, que las esposas de los predicadores son
muy pocas veces mencionadas en la invitación a predicar la serie, pero aún así, cuando uno llega,
la pregunta que inevitablemente se hace es, ―¿Por qué no vino su esposa?‖ ¡Muchas, muchas,
veces es porque ella no fue invitada!
Este escritor una vez llevó su familia a una serie donde estaría predicado en una
comunidad a la cual ya había venido a predicar antes y todo salió muy bien en esa vez pasada
que no había llevado a la familia. Los ancianos hicieron los arreglos para que nos quedáramos en
el hotel más costoso de la ciudad, el cual le pertenecía a uno de los hermanos. Algunos de los
hermanos hacían arreglos para levantarme e ir a almorzar con ellos casi todos los días, me
llevaban a un restaurante local y dejaban a mi familia en el cuarto de hotel solos. Como una
familia solo se nos invitó a dos hogares durante toda la semana. Cuando se acabó la serie, le
pregunté al hermano que era dueño del hotel sobre una cuenta que recibí. El me dijo que los
hermanos habían decidido pagar por mí, pero que yo le debía por la estancia de mi familia,
aunque nos quedamos en el mismo cuarto. ¡La cuenta era exagerada¡ Si hubiera sabido que yo
iba a pagar la cuenta, ¡no me hubiera quedado en ese hotel! Me recuerdo también en un lugar
donde un predicador trajo a su esposa y sus dos pequeños hijos. Una de las hermanas los invitó a
él y su esposa a comer a su hogar, les sugirió que les dieran de ―comer a los niños antes que
vengan a comer a mi casa.‖

CONCLUSION
Yo entiendo que el material de este capítulo no cubre todas las situaciones y
circunstancias, pero solamente una faceta del problema en total. Yo reconozco que hay esposas
que son egoístas y mimadas que no quieren hacer ningún sacrificio por el predicador del
evangelio. Estas no son las que tengo en mente en este capítulo, las que tengo en mente son
aquellas que han sido neglectadas, y que sus deseos han sido pisoteados bajo la ambición de
sobre pasarse, de maridos que les gusta subirse el cuello con orgullo los cuales están muy
ocupados resolviendo los problemas de otros para reconocer los problemas que ellos mismos
tienen.
Verdaderamente algunos predicadores tienen grandes ilusiones de que son
indispensables. Ellos piensan que la iglesia no puede sobrevivir sin ellos. Ellos son, como se

127
dice, ―llamados y enviados apóstoles.‖ Ellos se miran a sí mismos como caballeros en caballo
blanco que van a salvar a la iglesia de sus enemigos. Ellos se han hecho a sí mismos los perros
guardianes que siempre están mirando para ver si hay algún enemigo. Siendo dirigidos por tales
presiones, sus familias se hacen relativamente no importantes en comparación. Ellos dejan de ser
un equipo y se van cada uno en diferentes direcciones. Está es una situación peligrosa.
Los predicadores se deberían de esforzar a tener una perspectiva balanceada de su vida.
Ellos no son SOLAMENTE predicadores. Ellos también son esposos y padres. Así mismo, ellos
no son SOLAMENTE esposos y padres tampoco, también son predicadores. Existe un balance
feliz en alguna parte, y debe de ser encontrado para poder agradar a Dios. Es una realidad que
todas estas relaciones tienen deberes espirituales los cuales no se cancelan el uno al otro. Por que
soy un predicador eso no significa que tengo el derecho de olvidarme que soy un esposo y un
padre. Como esposo y padre, yo no puedo olvidar de que soy un predicador tampoco.

128
APENDICE

LA TERCERA EPISTOLA DE TIMOTEO


Pablo, un apóstol de Jesucristo por medio de la voluntad de Dios, a Timoteo, mi amado
hijo en el evangelio, saludos:
Yo siento que te debo otra epístola. La experiencia y nuevos descubrimientos me han
convencido de que fui muy duro y no reálistico en las otras dos cartas que te escribí. Por
ejemplo, yo te animé a que sufrieras por el evangelio, para que pudieras hacer bien tu ministerio;
que te entregaras de completo al tal, y que no te enredaras en las cosas de esta vida. Yo no se de
donde se me vino esa idea tonta de que los predicadores deberían de envolverse tanto en la
predicación del evangelio en orden de que no puedan hacer mucho dinero tal como los otros
hermanos. (También quiero añadir que cuando estaba escribiendo esos puntos de vista tan cortos
y ambiciosos, que yo no sabía que los hermanos eran tan injustos con los predicadores.)
Mientras estaba predicando en Filipos, convertí a una mujer que vendía púrpura. Ella
verdaderamente es una buena negociante, y me ha convencido que yo tengo una oportunidad
fantástica de hacer mucho dinero en este negocio; siendo que siempre estoy viajando entre
hermanos. (Créeme, después de lo que me hicieron a mi en Filipos, ¡Ya estoy listo para otras
cosas!)
Lidia, (la mujer que convertí) tiene un plan de ventas muy atractivo. Puedo hacer un buen
dinero de la púrpura que venda, y puedo hacer que otros vendan también bajo mi dirección y
hacer un dinero de lo que ellos vendan también. Ella me dice que me puedo hacer rico de la
noche a la mañana en este negocio, y le creo. Le puedo, entonces, dar todo mi tiempo a pequeñas
congregaciones que no le pueden pagar al predicador (a menos de que encuentre una iglesia
grande la cual si pueda pagar).
Aun más, ella me ha convencido de que esta no es solamente un oportunidad para que
haga mucho dinero, sino que es mi obligación como cristiano el desparramar el conocimiento de
la púrpura de Lidia a otros. Mira, la púrpura de Lidia hace maravillas para la imagen de uno, yo
siento que debo decirles a todos los hermanos de la tal e insistir que la compren de mi. Es casi
pecado el no compartir con otros este magnifico producto y esta oportunidad dorada con otros.
Desde que tome este nuevo trabajo, soy un hombre nuevo. Mi familia dice que me llevo
mejor con ellos y todos mis vecinos actúan diferente hacia mí. Pues, ahora les hablo sobre la
púrpura de Lidia en lugar de hablarles de sus errores religiosos. Ya casi no llego a hablar de eso
ahora. En cierta manera siento que soy un mejor predicador por esto siendo que ahora puedo
decir lo que quiera decir sin preocuparme de donde va a salir mi siguiente plato de comida. Es
imposible para alguien que vive del evangelio el predicar lo que los hermanos necesitan oír sin
tener el temor de que les vayan a cortar el salario. Aparte de eso, me he dado cuenta de que no
puede hacer dinero como predicador.
Oh, yo sé que te escribí que el amor al dinero es la raíz de todo mal, pero, en realidad, eso
es debatible. Lo que si se es que: los hermanos no van a tener cuidado de mí cuando sea viejo, así
que ¿por que voy a pasar tanto de mi tiempo predicando el evangelio y salvando almas y sea
negligente hacia el asunto más importante de guardar dólares para mis años avanzados?
¡También ya estoy cansado de estarme cambiando de hogar cada dos o tres años! Lo peor, es que
tal vez no vuelva a tener esta gran oportunidad otra vez.

129
Timoteo, he estado en este negocio de la púrpura solamente por un corto tiempo, y ya
estoy haciendo varios miles de dólares al mes. No solamente estoy vendiendo mucha púrpura
durante las series que predico, sino que también he empleado a los predicadores más conocidos
entre la hermandad tal como Céfas y Apolos- lo que me recuerda de una de mis mayores ventas
en Corinto. (Esta historia la comenté recientemente en nuestra convención). ¡Ustedes conocen a
esos corintios industriosos! Tengo a tantos hermanos en esa iglesia vendiendo púrpura que la
gente se refiere a ellos como ―la iglesia de Cristo púrpura.‖ Los hermanos tienen letreros en sus
carruajes que dicen ―La Púrpura de Lidia‖. ¡Verdaderamente es algo de ver! Hasta se juntan en
grupitos dependiendo bajo cual predicador están trabajando después de los servicios para vender
púrpura. Unos están diciendo ―yo vendo para Pablo‖, otros, ―yo vendo para Apolos,‖ y otros aun
más ―yo vendo para Céfas‖. (No creo que nadie esté vendiendo para Cristo.) Verdaderamente
tienen una rivalidad unos con los otros. Cada grupo está tratando de hacer más que el otro, y todo
lo que hablan antes y después (y a veces durante) los servicios, es cuanta púrpura vendieron la
semana pasada. Esos corintios me han hecho mucho dinero. Hasta he pensado mudarme a
Corinto y predicar allí mientras tenga la oportunidad, la cual tal vez no sea mucha, tal vez solo
los domingos, pero que se puede hacer. Pero quiero que sepas tú y todos los hermanos en todas
partes que no estoy dejando la predicación- no señor. ¡Yo nunca haría eso! ¿Por qué haría tal
cosa? Tengo todos estos bosquejos de sermones viejos que he hecho al pasar los años, y puedo
alistar uno de estos en un corto tiempo y ganar suficiente dinero cada mes para ofrendar cada
domingo. Entonces estaré predicando gratis, lo que verdaderamente era lo que estaba haciendo
antes, así que en verdad mi predicación no ha cambiado mucho.
Timoteo, me sentí obligado a decirte esta explicación siendo que yo fui el que te
influenció a que dejaras el mundo de los negocios para que predicaras. Yo creo que te hice un
mal y quiero hacer bien las cosas contigo. Con tu habilidad para los negocios, podrías trabajar
bajo de mí y hacerte parte de mi organización y hacer todo el dinero que has perdido mientras
estabas viviendo con el salario muerto de hambre de los predicadores.
Ahora, no te preocupes por las críticas de nuestros hermanos y otros predicadores. Ellos
solamente son envidiosos- ellos harían la misma cosa si tuvieran la habilidad, y no fueran tan
flojos. A todos les gusta el dinero, y estarían más que gustosos en ganar más, si pudieran, y no te
preocupes del tiempo que se tarde de vender Púrpura.
Recuerda, estás prestando un servicio, y eso es lo que los cristianos tienen que hacer.
Además, recuerda que todos los predicadores que te critiquen no pasan TODO su tiempo
predicando. Ellos van a los juegos Olímpicos y a pescar en el mar de Galilea. Pero claro, cuando
hacen esto, ellos no están explotando la relación que ellos tienen con los hermanos para hacer
dinero, pero es mejor no hablar mucho de este punto de vista. Nunca dejes que esta información
se difunde. Siempre trata estos asuntos de una manera positiva. Di que has encontrado un
producto increíble que ha hecho muchos bienes contigo, y que te sientes obligado el decirle a los
hermanos del tal; y que hacer el tal es parte del ministerio de los cristianos. He encontrados que
esta es la mejor defensa, y una que la mayoría de los hermanos no pueden refutar.
Así que, si estás interesado, Timoteo, y yo creo que si lo vas a estar, solamente deja el
trabajo en Efeso y ven a entrenar conmigo unos cuantos días y te incluiré en mis negocios, te
vendo un buen paquete de muestras, y entrenarte en el arte de vender la púrpura de Lidia. Aun
mejor, haz que los hermanos de allí me inviten a una serie y yo pasaré la mayor parte de mi
tiempo diciéndoles de la púrpura de Lidia. También, podemos hacer una junta masiva de los
hermanos en el área, y verdaderamente tener una buena semana. De esta manera puedes tener un

130
buen entrenamiento y yo puedo exceder mis expectativas de venta que Lidia me ha puesto y
ganarme unos buenos bonos.
Ya me tengo que despedir. En el tiempo que me he tardado en escribir esta carta podría
haber hablado con dos o tres personas sobre la púrpura de Lidia, (nunca le hablo a nadie sin
mencionarles mi producto) y me hubiera ganado más dinero en estos cuantos minutos que lo que
tu te ganas en toda la semana predicando. Espero oír pronto de ti. Estoy anticipando una
respuesta afirmativa de ti. Libertad, felicidad, e independencia financiera te esperan y están a la
puerta. ¿Por qué no la abres?

Sinceramente de la púrpura de Lidia

Pablo, representador de ventas


(y predicador de medio tiempo).

P.S. Timoteo, siendo que está epístola aparentemente es contradictoria a las dos primeras que te
mandé, te sugiero que las destruyas a menos de que se hagan parte del nuevo Testamento. Eso
sería vergonzoso. Pablo.

(NOTA DEL AUTOR: El ensayo que está aquí arriba fue escrito para la revista TORCH, en
Mayo 1971, p. 19, y es nuevamente inprímida aquí con algunas revisiones menores. JPN)

NOTA DEL TRADUCTOR:


Este ensayo fue una manera satírica de representar algunos de los problemas que hay en
la iglesia y los predicadores. De ninguna manera debería de ser tomado como una forma de
torcer la escritura. Este ensayo solo presenta lo que piensan algunos hermanos y predicadores
sobre el trabajo del predicador y sus dificultades. Yo mismo fui engatusado por un hermano a
vender mercancía cuando empezaba mi carrera como predicador. Era un hermano en el cual tenía
mucha confianza y me pescó cuando estaba en un hoyo financiero. Al final de todo (después de
unos cuantos meses de sentirme mal sobre el asunto) deje de hacer esto. El hermano mismo, hizo
dinero de su venta que hizo conmigo y trato de engatusar a otros hermanos. Verdaderamente la
culpa no fue del hermano sino mía al meterme en está situación. Esta es una tentación muy
grande siendo que muchos predicadores carecen de los fondos necesarios para poder mantener a
sus familias adecuadamente. Muchos predicadores viven con salarios tan reducidos que muy
apenas pueden pagar sus cobros y comer. La falta de salario, en mi opinión, muchas veces viene
de las misconcepciones que la iglesia y los hermanos mismos tienen sobre el trabajo y la vida del
predicador. Es mi deseo que este libro mismo sea de ayuda y que pueda aliviar algunos de los
males que hay por causa de la ignorancia o indiferencia (esto es lo que Satanás desea: que
pequemos aunque sea por ignorancia).

131
POEMAS
NOTAS DEL AUTOR: Los siguientes poemas originales fueron incluidos por que son
pertinentes a la vida del predicador y fueron escritos del fondo del alma de un predicador
mientras estaba batallando para salvar las almas de los hombres. Se espera que infunda
inspiración a que sigan trabajando en el trabajo más grande que el hombre ha hecho. JPN

NOTAS DEL TRADUCTOR: Los siguientes poemas me han ayudado bastante en mi vida como
predicador. No los he traducido siendo que la poesía y rima se pierden al traducirse. Espero que
sean de ayuda a nuestros hermanos que dominan el inglés y el español. Estos serán presentados
solamente en inglés. Mis disculpas. (J. Sanchez)

I DREAMED I DIED AND WENT TO HELL

I dreamed I died and went to hell,


And as into the pit I fell;
I saw people whom I had scorned
Almost since the day I was born:

The hypocrite who sat on the pew


And sang and prayed like others do.
The moral wretch and the dirty crooks
And the wicked printers of obscene books.
Fornicators, thieves and liars bad,
And those who took what widows had.
I saw murderers who had taken lives
With guns and clubs and switch-blade knives.
I saw folks who‘d done me wrong
Whom I‘d hated, for, oh, so long!
Those to whom I had failed to preach
Because I though them beyond my reach.
I saw the rich, the poor, the vile, the mean;
I saw strangers I never had seen.
I saw deceivers and the drunken sot;

And I saw the ―worm which dieth not.‖


I saw fathers, mothers, and offspring too,
Who‘d failed to live as God said to,
Reserve in chains, it all seemed odd.
I saw the ignorant, and the well-read scholars;
I saw workers with blue and white collars;
I saw people who were good and pious;
I saw people with religious bias.
I saw brimstone and eternal fire,
And I wanted out with great desire.
But found wishing was not enough

132
To cross the chasm of the great fixed gulf.

I heard the cries of the lost ones there,


As they suffered pain in deep despair;
The gnashing of teeth in the darkness thick,
And weeping and wailing that made me sick.
I heard the screaming and the cringing cries
Of those who‘d lived bay wicked lies.
I heard the moans of good moral men
Who‘d thought rebellion was not a sin.
Who‘d lived good lives along the way,
But the Gospel of Christ didn‘t obey.
I heard men wishing as they wept and wailed
They could live again the lives they‘d failed;
But the judge on the throne gave His decree:
―There‘s just one chance, just one, you see;
The life you‘ve wasted is past and gone,
As you know the Bible clearly has shown.

Then I thought of what a fool I‘d been


To think of others as being in sin;
With never a thought to look inside
At my own faults I thought I could hide.
But then I found to my chagrin
That God could see what I had within,
But now I was doomed beyond death‘s door
To dwell with sinners forevermore.

I then awoke from my nightmare;


Thankful to God I was not yet there.
And as I arose, my heart did throb
With a burning desire to do a better job
Of telling men of that horrible place
They can escape by God‘s good grace
If from this world they‘ll turn away
And trust not in a better day.

I KNEW THE LORD BUT I TURNED AWAY

I knew the Lord but I turned away;


I said ―I‘ll serve You another day,‖
I have so many things to do,
I have no time to work for You.‖

―I have money to make and spend,


And desires to fill without end.

133
I have places to go and things to do,
And joys to share—not a few.‖
So I made money and paid my debts;
To provide luxuries and to place by bets.
Time I had for frolic and fun,
But for the Lord I had none.

So I spent my life for the world‘s delights;


My earthly pleasure reached great heights!
But at life‘s end I could not pray,
For the Lord from me had turned away.
10/14/81

I WANT MY RELIGION FREE

In the land of plenty where my blessings are many;


I live in luxury you see;
I eat quite well, as my waistline can tell,
But I want my religion FREE.

My money I make for my mushrooms and steak,


I must have it for my revelry;
I spend it for ―pampers‖ and luxury campers,
But I want my religion FREE.

I have dollars for fields and automobiles;


I spend them for games and T.V.;
I have my boat and my fancy coat,
But I want my religion FREE.

I have blessings untold in God‘s sheepfold;


I want others to come and see;
I am in clover and my cup runneth over,
But I want my religion FREE.

The Lord came to earth for what I am worth,


He gave His dear life for me.
He gave His all me to save from the fall,
But I want my religion FREE.

When I come to the end and finally must bend


To the judge on the throne my knee.
I pray I can lag what I‘ve saved in my bag,
For I want my religion FREE.

Anchorage, Alaska; June 1979.

134
SO YOU‘RE LOOKING FOR A CHURCH

So, you‘re looking for a church,


Well, that‘s noble and fine;
But for what are you looking?
What did you have in mind?

Where will you search, and where will you look?


In confusing creeds, or God‘s wonderful Book?
Will you pursue the pages of God‘s word Divine?
Or human traditions in the annals of time?

What would you want when to church you go?


To hear God‘s word, or to see a show?
To view a steeple that pierces the sky?
To worship God, or have coffee and pie?

What would you hear at the worship hour?


The singing of saints, or a well-trained choir?
Would you like to hear a rock-‗n-roll band?
Or a message of truth ‗bout the promise land?

What would you like when troubles loom?


A house of prayer, or a recreation room?
When life is a burden and help you need,
Would you want God‘s word, or a human creed?

Would you like a preacher who your troubles could feel,


Whose concern for you is genuine and real?
Or a professional clergymen with a degree or two,
Or march in the streets for causes absurd?

Would you want a church that would make you think,


Or teach your children to gamble and drink?
With carnivals, fairs and money schemes,
Bingo and raffles and worldly things?

Or, would you like a church whose view


Is saving the world, but especially you?
With never a preacher in clerical clothes
With a professional air and a turned up nose.

So, in your quest for a place to work,


Be diligent and honest and never shirk;
Refuse the answers that don‘t really suffice,
And cling to God‘s word, whatever the price.

135
If this you do, no doubt will rise
For truth comes not in human disguise;
But leaps from the Bible to the hearts of men
And frees them from error, and shackles of sin.

James P. Needham
11/11/75

ASLEEP IN THE PEW

Preach my sermon loud and deep,


Some folk sit in the pew asleep;
Others try to lend me a lift—
Give ‘em the elbow hard and swift.
Sleepers wish they could sit in cribs
To keep those elbows out of their ribs.
How they look is really a sight;
Deliver the church from Saturday night.
To the movies the members just have to go,
Or stay up for the late, late show.
Come to church on Sunday morn
With eyes drooping, weary and worn;
Wish the babies wouldn‘t weep,
Disturbing their Sunday morning sleep.
The preacher‘s always the same,
Makes them late for the football game.

Preachers do their best


To preach to him who is our guest,
But find it rather hard to do
With saints sleeping in the pew.
When he makes a telling point,
The sleeper‘s necks are out of joint.
He gives a word, and they nod,
But, oh, how deep is their love of God!
Claim to be filled with His mighty power,
But can‘t stay awake for a single hour!

Mark this well, and don‘t forget;


Sleeping saints seldom admit it.
Always full of alibis
Wasn‘t sleep, just resting my eyes.
You thought my eyes were closed,
But I never one time dozed.
I can really hear the best,
With my chin upon my chest.

136
Though my eyes are swollen and red,
I could hear every word you said.
I would think you‘d realize,
One doesn‘t listen with his eyes.
When it seems you heard me snore,
I was just gazing at the floor.
The preaching‘s so much for me to take,
It‘s just hard for me to stay awake.
The sermons are so deep and long;
The preacher‘s voice is like a song;
When I hear it‘s music sweet,
It just soothes my eyes to sleep.

Now since it‘s clear it‘s his mistake,


That its so hard for me to stay awake:
He should strive with all his might
To make the sermon nice and quiet.
Never tap the floor or the stand;
Snap his fingers, of clap his hand.
Keep his sermons nice and mild,
Let me sleep like a little child;
Make his voice sweet and soft,
Making it easy to stay aloft
From his thought in every way;
What‘s he care if he gets his pay?
2/11/65

GUM-CHEWING CHURCH-GOERS

Let me tell you of the looks of some


Who sit in church and chew their gum.
Some are young, some are old,
Some are bashful, some are bold.
Some chew loud, some chew silent,
Some chew like their getting violent!

All could see if they only would,


They look like a cow chewing her cud;
With chin moving up and down,
And now and then an occasional frown!
First on the left side, then on the right,
As they chew and chew with all their might!
Some chew separately, some chew in union,
Some even chew at the Lord‘s communion!

But some are gracious kind and fair,

137
And never chew at the hour of prayer!
And if I could I would beseech,
―Please no chewing when I preach.‖
For I declare, it‘s hard to see,
If they are chewing or answering me!
And how I hope the day will come,
When in church they‘ll chew no gum.
1/28/65

WHO IS A PROSPECT

As Christians go from place to place


Meeting myriads of people face to face;
How they wonder from their days of youth
Who is a prospect for the gospel truth.

While I can‘t write a list complete,


Here are some suggestions from those we meet:
The carpenter, the mason, the hanger of paper;
The butcher, the baker and the candle stick maker.
The neighbor who live across the street,
And all the strangers we chance to meet.
The check-out girl at the grocery store,
The bag boy, stock boy and a hundred more.
The teller at the bank where I cash my check,
And the person I helped in a local wreck.
The fellow whose desk is next to mine,
The waitress who works where I go to dine.
My father, my mother, my daughter, my son,
And the people I see when I‘m on the run;
The doctor who fixed my broken toe,
And people I see wherever I go.
The taxi man who takes me places;
People of mine, and other races.
The persons who teach my children at school,
And those who ride in my daily car pool.
My husband, my wife, my uncle, my aunt,
And every person I daily confront.
The newspaper boy and the milk man too,
And dozens more I could name for you.

But this is enough to make us know


That prospects are plentiful wherever we go,
So lift up your eyes and look on the fields
For they are ready with abundant yields.
All we need is the will to win

138
Souls for Jesus while we still can.
To choke every excuse and alibi;
Roll up our sleeves and begin to try.
10/16/79

THE LORD'S ASSEMBLY

If you'l1 come with an open mind:


You'll see we have no axe to grind:
For an we have in mind to do
Is save our souls, and we hope, you
By preaching and doing just what we find
In the dear old Bible, God's Book Divine.

If you think you hear us proclaim


What is not in the Saviour's name;
You should demand divine authority:
God's word must have priority.
If we cannot from the scriptures authorize,
We'll take it back and apologize.

Now this is our motto, rule and guide;


With God's word we're satisfied.
We extend to a11 a welcome sweet,
To come and sit at the Master's feet;
To learn His word and will and way,
And be we11-pleasing on the judgment day.

James P. Needham
2/16/76

Eternal Man

There was never a time when God was not,


And He will always be;
For "God is not a man,"
But eternal Deity.

There was a time when I was not,


But that will never be again;
For I am not a mortal beast,
But eternal man.

For since I started I'll never cease,


Though it be strange or odd;

139
For in my inner man,
I'm in the image of God.

When the sun no longer shines,


And the stars sha11 take a bow;
I'11 be as conscious then
As I am right now.

Through eternity's ceaseless ages


I shall know and live and see;
Whether this life is lived for Jesus,
Shall determine where I'll be.

6/11/73

THE PLACE PREPARED

Jesus carne from heaven's portals;


Gave Himself for us poor mortals.
Did not spurn the needed price,
Gave Himself, a sacrifice.

In Gethsemane, prayed and cried;


On Calvary's hill was crucified.
Born of Mary, a virgin's womb;
Laid to rest in Joseph's tomb.

To His Father's will subjected;


On the third day resurrected.
Returned to heaven, that place so fair;
For his people a place to prepare;

That those who serve Him in His name,


He‘ll receive when He comes again;
To live with Him in the land of the free
Through the ceaseless ages of eternity.
1/23/65

A FRIEND OF MINE

In the cool of the day, I steal away


To a place where no men trod;
And spend some time with a friend of mine;
In the Bible His name is God.

I talk with Him when the light is dim;

140
To others it may seem odd
Unburden my soul of misery untold,
For He is, indeed, my God.

When my heart is broken by grief unspoken;


When life is a burden to bear.
I return again to my faithful friend;
For He is always there.

When I go wrong in the maddening throng


Of men who my friend ignore;
He my folly forgives, for in heaven he lives,
How could I ask for more?
5-7-75

GOD'S ETERNAL PURPOSE

God has a purpose for our lives


In His word we're told;
How wonderful to see it
Before our eyes unfold.

Before the world was ever formed;


Before God made the human race;
He determined in His greatness,
How to save is by His grace.

Man's ear could never hear it;


His eye could never see;
His mind could not conceive
God's plan for you and me.

God's word unveils the mystery Of life's purpose in this world; Which in God's mind was formed
Before it was unfurled.

Earthly gain and pleasure


Are not our purpose here below;
But to tell good news of Jesus,
God's manifold wisdom show.

Through the ages God has shown us,


All the wisdom of His plan;
And in His word has told us
Of His saving love for man.

God's plan makes known His wisdom;

141
Through His church it's manifest;
It is not ours to question,
But accept it as the best.

In God's word His plan's revealed


As He wants it to remain;
We must never seek to change it,
If his pleasure we'd retain.

So, if you'd live in happiness,


Both now and in the end;
Give your life to Jesus,
And on His will depend.

4/21/74

GOD DOTH CARE

"The heavens declare the glory of God,"


The shinning sun, the clay the clod.
He is present every passing hour,
Caring for every blooming flower.
I see God in the birds that fIy,
In the swimming fish, and the baby's cry.
He's in places, broad and narrow,
Caring even for the fallen sparrow.
God is here, God is there.
He even numbers the fragile hair.
He cares for me both night and day,
He even hears me when I pray.
God doth care for the meekest plan
Of the littlest child or the biggest man.
He's even aware of the nimble squirrel,
For God is caring for His wonderous world.
From God's presence we cannot go,
to the falling rain or the drifting snow.
Men may scoff and men may curse,
But God is caring for His universe.
Vain men think God cannot know
What they do and where they go;
But God is caring for the babbling brook,
And keeping our diary in His record book.
To His judgment we're moving fast
To meet the record of our past;

142
Even the secrets of word and deed,
For God doth care for our hate and greed.

We should learn from the things we see


That God doth care for you and me;
Devote our lives to His work and plan,
And justify His making man.

6/22/71

143

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