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José Granados, Pontificio Instituto Teológico J P II: (I)

Matrimonio y Eucaristía, camino de Unión con Dios

El Padre José Granados, Vice Presidente del Instituto Pontificio Juan Pablo II para las ciencias del Matrimonio y la
Familia

La Santa Sede publicó en setiembre de 2017 el ​Motu Proprio Summa Familiae Cura del Papa Francisco, fechado
a 8 de septiembre, según el cual suprime el ​Pontificio Instituto Juan Pablo II para los Estudios del
Matrimonio y la Familia para refundarlo como ​Pontifico Instituto Teológico Juan Pablo II para las
Ciencias del Matrimonio y de la Familia​. Con ello, pretende afrontar mejor los desafíos pastorales actuales en
torno a la familia aunque manteniendo el espíritu que dio origen al anterior organismo por deseo de ​Juan Pablo
II​, siendo el recientemente fallecido ​Cardenal Carlo Cafarra​ su impulsor​*​.

En la semana de inauguración del curso académico 2017 - 2018 en noviembre de 2018 me recibe el Vice
Presidente de esta Institución ya extendida en todo el mundo, en su despacho en Roma. Mantenemos una larga
conversación sobre la ​familia, el ​matrimonio​, y los estudios de ​la Teología del Cuerpo siguiendo el
pensamiento de ​Juan Pablo II​. Voy a ir desgranando este rosario de perlas para el corazón y el intelecto, que
constituye toda la teología de la familia cristiana como ​Imago Deo​, “Imagen de Dios”.

Jordi Picazo**

Individualismo y egoísmo en la Eucaristía y en el


Matrimonio, un cáncer para la Comunión.
P -Previene Usted del peligro del individualismo en la vida de la Fe del cristiano. Ese
individualismo afecta a la comunidad, que lucha también por vivir su vida conforme a Cristo con el
mal ejemplo cuando no lucho por vivir según el plan de Dios. Así, es fatal la aceptación en mi
fuero personal de la contradicción entre la vida que quiero llevar y la naturaleza del sacramento
del matrimonio.

¿Qué valoración puede hacerme del buen ejemplo que da quien sabe y actúa en consecuencia al no
recibir la comunión sacramental de momento, en un proceso de integración activa de su vida real a
la enseñanza de Cristo, a la vez que participa junto a todos de la vida de la comunidad?
R -“La persona humana está hecha para la ​comunión​. Y esta comunión se vive plenamente ​en la
Iglesia​. Es una comunión no solamente interior, sino exterior y visible, porque afecta a nuestro modo
relacional ​de vivir. El cristianismo no es una religión de la intimidad, sino ​una religión de la
encarnación​. Y todo esto se vive en la ​Eucaristía​. Así, quien comulga no solo se une con Cristo en la
intimidad, sino que se une corporalmente con Cristo, es decir, acoge en su vida el modo de vivir
propio de Cristo y de su Cuerpo.

“​San Agustín decía que cuando pronunciamos el ​Amén​, al comulgar, no solo decimos: “sí, este es el
Cuerpo de Cristo”, sino también “sí, yo soy miembro del Cuerpo de Cristo, y estoy dispuesto a vivir
como viven los miembros de Cristo”. Por esta razón tanto ​Juan Pablo II como ​Benedicto XVI
enseñaron que no puede acercarse a la Comunión sacramental quien no quiere vivir de acuerdo con el
modo de vida enseñado y vivido por Jesús. También ​Francisco​, en ​Amoris Laetitia​, ha enseñado una
concordia estrecha entre la ​Eucaristía ​y el ​matrimonio (AL 318)​.

“Esto no significa que estos bautizados estén excluidos de la vida sacramental de la ​Iglesia​. Pues el
sacramento de la penitencia es un ​camino​, que empieza a actuar desde el momento en que uno se
pone en marcha hacia Jesús. ​Amoris Laetitia insiste en esta mirada, para suscitar la confianza de que
es posible volver. Precisamente y como menciona Usted en su pregunta, no acercarse a comulgar
significa, para estas personas, entender la ​dimensión comunitaria de la vida cristiana​. La renuncia
les ayudará a ir dando pasos para recuperar esta dimensión. Como la ​Eucaristía​, también el
matrimonio ​es una vocación común dentro de la Iglesia”.

P -Cuando habla Usted de casuística, las excepciones, entendemos también que por otra parte un
médico da una receta a uno y otra receta a otro pero a puerta cerrada, porque uno tendrá unas
alergias y otro tendrá otras para la misma enfermedad o carencia, o somatización . ¿Habremos
elevado algunas veces con algunas interpretaciones de AL lo particular a lo general, al nivel de
aspirina para todos?

A veces a este discurso se le califica de discurso rigorista, algunos dicen que lo que tratarían los
mal llamados rigoristas sería crear una lista de normas para todas las cosas, mientras que
curiosamente el que ladra tanto resulta que es reo de sus ladridos, así los “laxos”pretenden que las
mil particularidades se conviertan en generalidades, lo cual es la disolución de cualquier norma y
la miopía total, sino la ceguera absoluta.

R -”Es verdad que uno es el discurso desde el ​púlpito​, y otro el consejo que se da en el ​confesionario​,
que tiene en cuenta la situación específica de la persona y usa un lenguaje personal. Jesús habló de
distinto modo ante las preguntas de los ​fariseos ​y ante la ​samaritana​. Pero esto no significa que
hubiera dos verdades. Cambiaba el modo de presentarla y de guiar a la persona a poder vivir en
plenitud esa verdad.

“En cuanto a la cuestión del ​rigorismo​, creo que es un modo equivocado de enfocar el problema, que
evita acudir a las razones de fondo. Un problema es que se está planteando hoy la interpretación de
Amoris Laetitia como si se tratase de un documento que ofrece las claves de ​la moral cristiana​. Esto
no pretende hacerlo ​Amoris Laetitia​, que es una exhortación apostólica dedicada a un tema pastoral.
Veritatis Splendor sí es una encíclica que ofrece bases para el desarrollo de la moral católica,
respondiendo a la petición del Vaticano II para una fundamentación cristológica de la moral que tenga
en cuenta la instancia personalista.

“Así, vemos interpretaciones de ​Amoris Laetitia que vuelven a proponer una moral basada en el
contraste entre norma y conciencia​, olvidando ​la perspectiva de la primera persona​, y sin acoger
la importancia que tienen las ​virtudes​, en cuanto que incluyen los ​afectos ​y los modelan. El
planteamiento “​conciencia” ​– ”​norma​” es muy pobre, ajeno a los afectos, impermeable a la
​ moris Laetitia en
perspectiva del amor personal, que es el propio del cristianismo y el que subraya A
su ​capítulo IV​.

“Se basa aquí la oposición rigorista-laxista a la que usted se refiere, y que, como le decía, no ayuda a
plantear bien las cosas. Se quiere superar una visión estricta de las normas​, llamada rigorista, la cual
piensa que la acción moral consiste solamente en cumplir normas externas; y que ciertamente no es la
visión del ​Evangelio. ​Pero para ello se piensa, desde el polo opuesto, que el problema se soluciona
diciendo que ​las normas se aplican elásticamente​, y que la conciencia de cada uno tiene la última
palabra. Esto significa continuar en el mismo esquema de “​norma​”, que se aplica desde fuera a la
persona. La única diferencia es que, en el primer caso se aplica esa norma rígidamente y en el otro
planteamiento se aplica flexiblemente.

“Ahora bien, en la visión cristiana el problema no es la oposición norma-conciencia sino la verdad de


la ​persona ​a la luz de su vocación al ​amor​, y cómo ayudar a la persona a vivir según esa ​verdad ​para
alcanzar una vida grande y bella​. ​Es la perspectiva que se lleva desarrollando mucho tiempo con fruto
en el ​Instituto Juan Pablo II​, perspectiva en la que seguimos trabajando, inspirándonos en el
capítulo IV de ​Amoris Laetitia​”.

En la segunda parte abordaremos La Familia como Imagen de Dios, La familia como “ambiente” a
la luz de ​Laudato Si​ de Francisco.

*El 31 de Enero de 2018 se celebra un acto In memoriam al Cardenal Carlo Caffarra en la


Universidad Católica de Valencia (​ver aquí​)
**​Jordi Picazo​ es filólogo y periodista

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