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‘puneabn SIMRGLICA BE KAS PALABRAS »
1. A PROPOSITO DE LA FUNCION SIMBOLICA DE LAS : —Toma el sombrero.
PALABRAS* : Yeon mis manos, acerqué sus dos manos al sombrero
: Neonivaba, intrgado quird por ete contacto téctl, dejando
equi HISTORIA VERDADIRA DE UN ERE, DE. UN SOMBRERO Y DE | sus manos tal como se las habia colocado, Le dij:
si, el sombrero de la seiiora.
A continuacién, volvi a ponerme el sombrero en Ia cabera.
-Tendid entonces ambas manos. Se lo devolvi y, muy contento,
Jo agarré. Se puso a levantarlo con sus dos manos, los brazos
tendidos, y a hacerlo caer de nuevo sobre su cobija para volver
i levantarlo y bajarlo de nuevo. A cada uno de sus gestos, yo
UNA PRIMERA RISA A CARCATADAS
Freud escribié que el lenguaje se origina en el juego del Fort! Te deca:
Dai — en francés “Coucou! Ah, le voildt” y en espafiol “Se fuel Bonito sombrero
TAqut estat” Purecia encantado, muy ocupado por el objeto. Al poco rato
Ma eatmas Coucou!, que significan: “se ha ido", expresan de este juego, y en menos de lo que tardo en decilo, el som:
la Qhieva, compartida con otto ser humano, de la existencia breto habia caido por la borda, a a derecha del cochecito: La
del objeto, al igual que “Aqui estél” que significa: “lo reco- pee
soieo ide ueve, yo, @l ti, nosotros, en la ausencia y la pre- i ego favorite, por eso no Te doy nada; todo lo tre
sencia”, en seguida al suelo.
me io cas emociba wn juego cam un bel de nee me el bebe, por au parte, miraba vsiblemente hacia mi_cabest,
eee ee am dia en un Parque con su madre Estaba bucande vliver a ver allt el sombrero. Lo recogi para devol
ses aye en su cockecito. Yo era, en aquella época, una mu- vénelo, pero habia dejado de interesare. Me lo puse, pues, de
saansee say joven. El bebé no me conocia. Su madre. decia véncloy Piendo. a conversar con su madre, cuando, jubiloso,
Gut era lento’ huraflo, Ain no hablaba y, para distraero, Te | Fatelb desearlo otra vez Agitba Ios brazos, con el rosso des
ae errombrers que, me parecis, habia atraido su mano dere Pando, aaltando sobre cl asfento de su coche, apuncando hacia
cha y su mirada, Dije eaaaceena. Se lo develvi el sombrero fue al suelo de inme
Sombrero Siro varias veoes seguidas, con gran jubilo por su pate
prsentindole el objeto, pero no quiso tocarlo. Lege, cambié G30.) ae pecesario que lo posiera en mi cabeza. El nifio
Brpjeto de erientacin en el sive, a distancia, lo cual modi ye obs ta reaparicién del objeto miréndome, ami y a mis
ficaba su forma y sus contornos, y repeti: jmanos, silenciosamente absorto; Iuego, en cuanto el objeto
Sombrero.
ta sobre su cobija, lo arrojaba por la borda decidido, con-
ido y répido. En cierto momento le dije
prero al suelo!
t Yio recogt como antes. Me mir6, atento, serio, un tanto des
concertudo, antes de volver a poner las manos sobre el som-
EI nifio, que al principio no habla querido tocar el objeto,
tendié nuevamente la mano derecha, Ia misma que habia ten-
dido hacia él cuando todavia lo tenia yo puesto en Ia cabeza
y. ya confiado, acepté sin retirarla que le hiciera tocar el som
Fiero con esa mano, Luego, coloqué el sombrero ante él sobre
Oe aE abe lo clseré atenamente in eager api steed HABE I Ee
tocarlo, sus dos manos puestas sobre la cobija de cada lado del ese a 3; " "i
PaNTAsias
de noche les hace falta a cada uno su mu:
men; entonees no queda més remedio que
7 del asiento plegable, cansado de estar doblado hacia
adelante, se endereza, Nuevos aullidos de desamparo de Ri
anor se encoge de nucvo. Riri se calma y sus ojos se ci
tran, Y la madre, ansiosa, se dirige a su maridot
aM suber dénde etd el termo? Seguramente va 2 tener sed
esto va a durar una hora y media.
1 padre, apenado, confiesa haber puesto mociila maletas
foe del autobis. Angustia de la madre. Fan-
cn 2 Paved Le su hijo. Muy aforcunadamente, el autobis esté
(ase archa; Riti, con los ojos semicerrados, ha apoyado Ta nuct
y calla.
Después de estas palabras de su madre, un sobresalto Tstses
hha sacado momentineamente a Yayé de wra hablar
de pipl. Los padres cruzan miradas ar
mponble moverse. Aceptacién ticita, resignads, de wna inun-
iin probable. ‘Timidas conminaciones quejumbrosss a CoA
emporiear. Es papé quien te habla a Yaya. Yay4s adormecida
Potro, ve duerme sofiando sin duda en los soldadostiendas
ce eeeado en sus caballos de trapo con los brazos cortados
q cero, y golpeando a todo el mundo.
‘nowfetiches de padres preocupados inicarente
por sus necesidadesteinas escuchan ast palabras de sentido mis-
Dor sus Mguctoras de fantasias, al acecho como estin de 10s
‘cHintowamoe, y de las palabras que pescan sus oidos, comb
afocieo de un perro atrapa las moscai, deseos voyeurs Per
didos en un desierto de incomunicacion!
EH