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INGENIERO INDUSTRIAL
LA PERSPECTIVA
Arte y Ciencia en el Renacimiento
1. Introducción................................................................................................. 3
3. Evolución Histórica...................................................................................... 4
5. Conclusiones............................................................................................. 25
6. Bibliografía ................................................................................................ 26
2. Concepto de perspectiva
3. Evolución Histórica
A lo largo de la historia no se han utilizado las mismas técnicas de
representación del espacio, puesto que dependen del conocimiento del mecanismo de
la visión, de la concepción del espacio y de los objetivos de la representación.
El hombre del paleolítico miraba las cosas y el espacio de una forma muy
distinta de como acostumbramos a hacerlo nosotros. El artista prehistórico utilizaba
espontáneamente los planos y las direcciones, con absoluta libertad.
Euclides busca además una ley rectora que explique la relación entre el
tamaño real y el aparente de las cosas vistas, y si no llega a ninguna conclusión
correcta es debido a que mantiene firmemente el presupuesto según el cual las
dimensiones visuales (en tanto proyecciones de las cosas sobre la esfera ocular), no
están determinadas por la distancia existente entre los objetos y el ojo, sino
exclusivamente por la medida del ángulo visual (Teorema 8 de Euclides, Figura 3), por
eso sus relaciones son expresadas mediante grados angulares, medidos con
exactitud, o mediante arcos de círculo, y no mediante simples medidas lineales: así,
duplicar la distancia de un objeto (en unidades lineales), no equivale a dividir por dos
el ángulo que éste forma con el ojo.
La "gran pintura" griega se ha perdido en su mayor parte y tan sólo nos quedan
testimonios de segunda mano, como los de Plinio o copias de dudosa relación con
aquella. Teniendo esto en cuenta, la respuesta a si la antigüedad clásica elaboró un
método geométrico perspectivo no puede darse en ningún caso como definitiva.
Incluso en el caso del arte helenístico en suelo romano, cuando progresa hasta las
representaciones de interiores o paisajes reales, este mundo ampliado y enriquecido
no alcanza una unidad perfecta. Las distancias en profundidad se hacen perceptibles,
pero no pueden ser determinadas mediante un módulo determinado; la perspectiva
paralela constituye la regla general, aunque las paralelas en profundidad rara vez
convergen en un horizonte unitario y, menos aún, en un centro unitario. Las
dimensiones, por lo general, disminuyen hacia el fondo, pero esta disminución no es
constante, continuamente es interrumpida por figuras "fuera de proyección".
Desde mi punto de vista creo que las razones pueden ser las siguientes:
Posiblemente sea esto último lo que más influyó. Según Panofsky, en su libro
La perspectiva como forma simbólica, los griegos no llegaron a una representación
perspectiva plena porque su intuición del espacio difiere de la moderna: “Así
como los artistas de la antigüedad no podían representarlo los filósofos no podían
concebirlo”.
La pintura románica, que alcanzaría su madurez hacia mediados del siglo XII,
se apartó de la antigüedad por completo. Durante esta época, si queríamos
representar una virgen o una escena sacra, lo que realmente importaba era el primer
plano, que sobresalía sobre el resto dejando como prioridad secundaria el resto de la
obra. Así, muchas veces se rellenaba el fondo con colores dorados u otros que
ayudaran a fijar la vista en el objeto verdaderamente interesante. Esto no es más que
una concreción de la idea que de la naturaleza humana se tenia en la Edad Media. Las
verdades teológicas relucían de manera incuestionable sobre cualquier otro
conocimiento periférico (el arte al servicio de la religión).
Sería el arte del período Gótico el que haría renacer la óptica antigua, un
renacer de la sensibilidad por lo corpóreo. Las figuras en relieve son entonces algo
casi autónomo respecto del fondo, las estatuas y figuras en relieve se convierten de
nuevo en "esculturas", pero estos elementos seguirían constituyendo las unidades
particulares de aquel todo homogéneo cuya unidad e indivisibilidad habían sido
definitivamente establecidas por el románico.
Este cuadro deja sin contestar la pregunta de si el que toda la superficie del
suelo esté orientada hacia un punto de fuga fue el resultado de una intención
consciente. Posiblemente no fuese así, ya que en otra obra del mismo artista, donde la
visión de las zonas laterales queda libre, permite reconocer que las ortogonales
laterales divergen del punto de fuga común de las centrales. Además, la separación
entre las líneas transversales no es todavía correcta.
Parece ser que fue Filippo Brunelleschi a comienzos del siglo XV el primero en
elaborar un plano perspectivo matemáticamente exacto, al que siguió Leon Battista
Albeti, quien escribió un tratado en el que describe su teoría. Cabe destacar que
ambos fueron arquitectos, no pintores. Les siguieron numerosos artistas que aplicaron
sus conocimientos e introdujeron nuevos avances en el campo de la perspectiva y la
geometría.
- Filippo Brunelleschi
- Masaccio
- Leon Battista Alberti
- Piero de la Francesca
- Andrea Mantenga
- Leonardo da Vinci
- Alberto Durero
Masaccio (1401 - c. 1427), el primer gran pintor del renacimiento italiano cuyas
innovaciones en el empleo de la perspectiva científica abrieron el periodo de la pintura
moderna.
La pintura representa la Trinidad con la Virgen y san Juan bajo la cruz, y los
donantes -un mercader y su esposa- arrodillados. Nos podemos imaginar la sorpresa
de los florentinos al ver esta pintura mural, como si fuese un agujero en la pared a
través del que se pudiera ver una nueva capilla al moderno estilo de Brunelleschi. Pero
quizás les impresionó más la simplicidad y la magnitud de las figuras. En lugar de la
delicadeza del gótico internacional, vemos pesadas y macizas figuras; en lugar de
curvas suaves, sólidas formas angulares; y, en lugar de pequeños detalles como flores
y piedras preciosas, arquitectura majestuosamente austera. Quizás sí que las figuras
eran menos agradables a la vista que aquellas a las que estaban habituados, pero
eran mucho más sinceras y emotivas.
Alberti comenzó a trabajar como arquitecto alrededor del año 1450. Aunque
sus edificios están entre los más importantes de la arquitectura renacentista, se
destacó más como teórico que como constructor. Proyectaba todos los elementos con
detalle, pero nunca participó en la construcción real de sus edificios. Impuso una
pureza clásica que fue el precedente de las obras de Bramante y sus sucesores, como
muestra la fachada del Templo Malatestiano en Rímini (1446-1455), basada en el arco
de triunfo de Augusto de la misma ciudad.
La base del sistema de Alberti era la figura humana. Él la fijó en tres “braccia”
(unidad de medida renacentista), aproximadamente 1,8 metros. En una superficie
pictórica rectangular, dividía la línea base y fijaba el punto de fuga a tres “braccia” de
la vertical del centro de la línea base. Este punto es el opuesto al punto de vista del
artista: Alberti imaginó al artista y al espectador de la misma estatura que una figura
situada en el primer plano. Entonces, dibujaba líneas que unían las divisiones de la
línea base con el punto de fuga.
Para los siguientes pasos, Alberti dibujaba una vista de perfil, con un corte del
plano pictórico. Los puntos en los que los rayos visuales cortaban al plano del cuadro
determinaban las posiciones de las líneas horizontales (“transversales”). Alberti
recomendó trazar una diagonal desde la primera baldosa de la izquierda a la última de
la derecha, para comprobar la correcta construcción.
Piero della Francesca (c. 1420-1492), pintor italiano del primer renacimiento.
Fue uno de los artistas más importantes de su tiempo y el primero en aplicar de
manera sistemática la perspectiva geométrica a la pintura.
Nació en Borgo San Sepolcro, un pequeño pueblo del sur de la Toscana, hacia
1420. Parece que estudió arte en Florencia, aunque desarrolló su carrera en otras
Casi todas sus obras son de carácter religioso, básicamente altares y frescos
para las iglesias. Inspirado por su fe en la perfección geométrica de la Creación,
dedicó gran parte de su vida al estudio de los fundamentos geométricos y de las
propiedades místicas de los números. Es posible comprobar su genio matemático en
la armonía de las formas y en la consciente perspectiva de sus composiciones. Para
él, la pintura era sinónimo de medición, y todo quedaba definido por ésta, desde los
suelos hasta los planos de un rostro humano.
Andrea Mantegna (1431-1506), uno de los pintores más importantes del siglo
XV en el norte de Italia. Maestro de la perspectiva y el escorzo, contribuyó de manera
destacada al desarrollo de las técnicas compositivas de la pintura renacentista.
Los principales trabajos llevados a cabo por Mantegna en Padua fueron de tipo
religioso. En 1459 Mantegna viajó a Mantua como pintor de corte de la familia
Gonzaga, cambiando su temática religiosa por la secular y los motivos alegóricos. De
esta época destaca El tránsito de la Virgen (1462; Museo del Prado, Madrid).
Otra de sus célebres pinturas, su Cristo muerto (Figura 14), muestra al Cristo
muerto en una dramática posición escorzada, con la cabeza recostada en una
almohada, de manera que sus majestuosos rasgos puedan ser enteramente
contemplados. Sus pies sobresalen de la losa de mármol y del espacio pictórico. El
efecto de la perspectiva (realizada con perfección matemática) es sobrecogedor.
Interesado por todas las ramas del saber y por todos los aspectos de la vida,
los apuntes que dejó Leonardo (escritos de derecha a izquierda y salpicados de
dibujos) contienen también incursiones en otros terrenos artísticos, como la música (en
la que destacó tocando la lira) o la literatura. Según su criterio no debía existir
separación entre el arte y la ciencia, como no la hubo en sus investigaciones, dirigidas
de forma preferente hacia temas como la anatomía humana (avanzando en el
conocimiento de los músculos, el ojo o la circulación de la sangre), la zoología (con
especial atención a los mecanismos de vuelo de aves e insectos), la geología (con
certeras observaciones sobre el origen de los fósiles), la astronomía (terreno en el que
se anticipó a Galileo al defender que la Tierra era sólo un planeta del Sistema Solar),
la física o la ingeniería.
En este último terreno fue donde quedó más patente su talento de precursor a
juicio de las generaciones posteriores, ya que Leonardo concibió multitud de máquinas
que no dio a conocer entre sus contemporáneos y que la técnica ha acabado por
convertir en realidad siglos más tarde: aparatos de navegación (como un submarino,
una campana de buceo y un salvavidas), máquinas voladoras (como el paracaídas,
una especie de helicóptero y unas alas inspiradas en las de las aves para hacer volar
a un hombre), máquinas de guerra (como un puente portátil y un anticipo del carro de
combate del siglo xx), obras de ingeniería civil (como canalizaciones de agua o casas
prefabricadas), máquinas herramientas (como una hiladora, una laminadora, una
draga o una cortadora de tornillos), fortificaciones, etc.
En una de sus obras más famosas, La última cena (Figura 15), que tardó siete
años en completar, recrea un tema tradicional de manera completamente nueva. En
lugar de mostrar a los doce apóstoles aislados, los presenta agrupados de tres en tres
dentro de una dinámica composición. Cristo —en el momento de anunciar la traición
de uno de ellos— sentado en el centro y teniendo como fondo un triple ventanal en el
que un paisaje se difumina en la distancia, representa un núcleo de serenidad,
mientras que los rostros y gestos de los discípulos exteriorizan el drama que supone
este momento. Esta obra ocupa la pared norte del reflectorio del monasterio de Santa
Marie delle Grazie de Milán. Para que La última cena pareciese una prolongación de la
sala, el punto de fuga (que está situado en el ojo derecho de Cristo) debería estar más
abajo, al nivel del ojo del espectador. En cambio, está a 4,5 m del nivel del suelo (por
encima de la puerta de entrada al reflectorio). No obstante, la fuerza de la perspectiva
“levanta” al espectador del suelo y corrige así el punto de vista del espectador (un
extraño fenómeno espiritual).
Alberto Durero (1471-1528), artista alemán, una de las figuras más importantes
del renacimiento, conocido en todo el mundo por sus pinturas, dibujos, grabados y
escritos teóricos sobre arte, que ejercieron una profunda influencia en los artistas del
siglo XVI de su propio país y de los Países Bajos.
Como era habitual en la época, al concluir sus estudios realizó un viaje, que lo
llevó a diversas ciudades de Alemania y a Venecia (1494), ciudad a la que regresaría
entre 1505 y 1507 y en la cual recibiría las influencias de Mantegna y Giovanni Bellini,
además de asimilar los principios del humanismo. Previamente había contraído
matrimonio y abierto un taller en su Nuremberg natal, donde se dedicó a la pintura
(Retablo Paumgärtner) y sobre todo al grabado.
5. Conclusiones
Dentro del marco de la asignatura de Las Revoluciones Científicas, me gustaría
destacar tres aspectos importantes relacionados con los orígenes de la perspectiva en
el Renacimiento: