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Director:
FACULTAD DE INGENIERIAS
CONSTRUCCIÓN II
Debe considerarse como posible que en un mismo solar se encuentren distintos tipos de terreno
para una misma edificación; esto puede provocar asientos diferenciales peligrosos aunque los
valores de los asientos totales den como admisibles.
Son aquellas que se apoyan en las capas superficiales o poco profundas del suelo, por tener éste
suficiente capacidad portante o por tratarse de construcciones de importancia secundaria y
relativamente livianas.
En estructuras importantes, tales como puentes, las cimentaciones, incluso las superficiales, se
apoyan a suficiente profundidad como para garantizar que no se produzcan deterioros. Las
cimentaciones superficiales se clasifican en:
CIMENTACIONES CICLÓPEAS
En terrenos cohesivos donde la zanja pueda hacerse con paramentos verticales y sin
desprendimientos de tierra, el cimiento de hormigón ciclópeo es sencillo y económico. El
procedimiento para su construcción consiste en ir rellenando la zanja con piedras de diferentes
tamaños al tiempo que se vierte la mezcla de hormigón en proporción 1:3:5, procurando mezclar
perfectamente el hormigón con las piedras, de tal forma que se evite la continuidad en sus juntas.
El hormigón ciclópeo se realiza añadiendo piedras más o menos grandes a medida que se va
hormigonando para economizar material (figura 2). Utilizando este sistema, se puede emplear
piedra más pequeña que en los cimientos de mampostería hormigonada. La técnica del hormigón
ciclópeo consiste en lanzar las piedras desde el punto más alto de la zanja sobre el hormigón en
masa, que se depositará en el cimiento. Precauciones:
ZAPATAS AISLADAS.
Las Zapatas Aisladas son un tipo de Cimentación Superficial que sirve de base de elementos
estructurales puntuales como son los pilares; de modo que esta zapata amplía la superficie de
apoyo hasta lograr que el suelo soporte sin problemas la carga que le transmite. (Figura 1)
Las zapatas aisladas van arriostradas con riostras de hormigón armado de sección inferior a la
zapata. Pueden ejecutarse de concreto en masa, es decir sin armar, si las mismas tienen un canto
considerable (son las denominadas zapatas macizas).
Armado de la parte inferior: Se realiza un mallazo conformado por barras cruzadas; la separación
entre barras no ha de superar los 30 cm.
Recubrimiento para evitar corrosiones: Separación de las armaduras, entre 5 a 10 cm. del borde y
del fondo de la zapata, dependiendo del tipo de hormigón utilizado y de las características del
terreno.
Barras: Se recomienda utilizar diámetros de barras grandes, mínimo del 12, ante posibles
corrosiones.
Las zapatas corridas pueden ser bajo muros, o bajo pilares, y se define como la que recibe cargas
lineales, en general a través de un muro, que si es de concreto armado, puede transmitir un
momento flector a la cimentación. Son cimentaciones de gran longitud en comparación con su
sección transversal. (Figura 3)
Se emplea normalmente este tipo de cimentación para sustentar muros de carga, o pilares
alineados relativamente próximos, en terrenos de resistencia baja, media o alta. Las zapatas de
lindero conforman la cimentación perimetral, soportando los pilares o muros excéntricamente.
Por la proximidad de zapatas aisladas, resulta más sencillo realizar una zapata corrida.
ZAPATAS COMBINADAS
Una zapata combinada es un elemento que sirve de cimentación para dos o más pilares. En
principio las zapatas aisladas sacan provecho de que diferentes pilares tienen diferentes
momentos flectores. Si estos se combinan en un único elemento de cimentación, el resultado
puede ser un elemento más estabilizado y sometido a un menor momento resultante.
LOSA DE CIMENTACIÓN.
Una losa de cimentación es una placa de hormigón apoyada sobre el terreno que sirve de
cimentación que reparte el peso y las cargas sobre el edificio sobre toda la superficie de apoyo.
Las losas son un tipo de cimentación superficial que tiene muy buen comportamiento en terrenos
poco homogéneos que con otro tipo de cimentación podrían sufrir asentamientos
diferenciales. (Figura 4)
También en terrenos con muy poca capacidad portante. Las losas más sencillas son las losas de
espesor constante, aunque también existen las losas nervadas que son más gruesas según la
dirección de muros o filas de pilares.
Su cálculo es similar al de una losa plana de azotea invirtiendo las direcciones de los esfuerzos y
aplicando las cargas tanto axiales como uniformes provenientes de todo el edificio.
Las trabes de estas losas se invierten para quedar enterradas en el terreno y evitar obstáculos al
aprovechamiento de la superficie que queda lista para ocuparse como un firme aunque su
superficie aun es rugosa.
A esta profundidad no permite las cimentaciones enunciadas en ítem anterior pero no justifican
la cimentación profunda: