Вы находитесь на странице: 1из 2

Cataluña: ¿Independencia pactada con el gobierno central?

Guillermo Ferrari

Este jueves, delante del juez Llarena los dirigentes de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart y de la
Assemblea Nacional de Catalunya, Jordi Sánchez y el exconseller d’Interior (Ministro del interior)
Joaquim Forn han dejado muy claramente expresado que se oponen a cualquier tipo de
independencia unilateral y que apuestan exclusivamente por una independencia pactada con el
Estado.

Estas declaraciones no son una “táctica oportunista” de decir lo que el juez quiere oír para salir sea
como sea de la cárcel. No, todo lo contrario. Es expresión del programa de 9 puntos que pactaron
para el 21D con el cual se proponían buscar una negociación bilateral con el Estado español y la
Unión europea al mismo tiempo para lograr la independencia catalana. En síntesis, que tratan de
desandar lo andado en los últimos años.

En primer lugar, esto quiere decir que lo sucedido el día 27 de octubre pasado en el Parlament no
fue para ellos una declaración de independencia. Al menos no para los líderes del PDeCAT y ERC.
Todos ellos, los que pasaron por la cárcel y los que les ven de fuera, hablan de una declaración
simbólica o política y sin efectos jurídicos. Es como la declaración suspendida del 10-O: una
declaración que no se aplica.

Para estos dirigentes no tiene importancia que en el referéndum del 1-O hubiera más de 2
millones de votantes a pesar de la violenta represión policial. A pesar de que el Estado usó todas
las herramientas para perseguir urnas y papeletas, que aterrorizó a directivos de escuelas, que
amenazó al personal que integraría las mesas electorales, a pesar de todo hubo un referéndum (a
diferencia de lo que declaró M punto Rajoy).

Es como si la importantísima huelga general y las masivas movilizaciones del 3-O no hubieran
existido. A pesar de que CCOO, UGT y la patronal catalana tan solo llamó a hacer un paro cívico, la
huelga afectó al 60% de los trabajadores. Es como si las decenas de miles de personas que el 20S
salieron a defender la Generalitat contra el Estado, y los cortes de carreteras y de vías del 8N
organizados por los CDRs, no se hubiesen realizado. Para estos dirigentes la movilización de las
masas no es una ventaja sino un problema.

La estrategia de los dirigentes del PDeCAT y ERC, incluyendo a los de la ANC y los de Òmnium
consiste en tratar de volver la rueda hacia atrás. Insisten nuevamente con un diálogo y pacto con
el Estado. Pero, ¿éste pacto con quien lo pueden hacer? El PP, el PSOE y Ciudadanos, principales
partidos del régimen del 78, son los promotores del 155 y los re-centralizadores porque ellos son
quienes reparten el bacalao. Es imposible pactar con ellos un referéndum de autodeterminación o
una república. No están dispuestos a perder el 20% del PBI.

Puigdemont y Junqueras, el PDeCAt-Convergència y ERC nos han tenido años rodando la rueda
como una cobaya. Luego de la realización del referéndum del 1O, pretenden que corramos en
sentido inverso y roguemos al Estado español para acordar la independencia. El 27O declararon
una República que abandonaron. Y ahora pretenden que desandemos todo lo andado para
llevarnos al callejón sin salida de negociar con Rajoy.

La CUP ha centrado su campaña política en acabar con el 155, implementar la república votada el
1-O y por los derechos sociales. Una campaña que no tiene nada que ver con los objetivos de
Puigdemont-Junqueras. Una campaña que se centraba en desobedecer al Constitucional y el
Estado para la realización unilateral de la independencia votada el 1-O. Una campaña en la que
planteaba la República desde abajo. Totalmente opuesto a JxC y ERC.

Sin embargo, los dirigentes de la CUP aún no se plantean una ruptura con Puigdemont-Junqueras.
No se plantea una clara lucha política contra estos dirigentes que nos llevan a otro callejón sin
salida. Los dirigentes de la CUP han mantenido la mà estesa (mano tendida) a los dirigentes del
3%, campeones de los recortes, han apoyado la asunción de Puigdemont propuesto por Artur Mas,
le han votado sus presupuestos miserables. Están llevando a miles de honestos y combativos
militantes detrás de la burguesía catalana, que a su vez traiciona una y otra vez a su pueblo.

La CUP está en una gran disyuntiva y debe elegir. O continúa con Junts per Catalunya y Esquerra y
por tanto sigue siendo partícipe de la estrategia pactista con Rajoy o Rivera. O, por el contrario
rompe con la burguesía catalana para impulsar decididamente una república de los trabajadores
que resuelva las reivindicaciones nacionales catalanas y los graves problemas sociales de los
trabajadores y el pueblo.

Вам также может понравиться