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Después de sufrir por varios años el acoso de los talamontes (personas que se
dedican al corte clandestino del bosque), relacionados más con grupos
delictivos, cansados de no ser escuchados por las autoridades en sus quejas,
los pobladores de Cherán deciden decir “no a los partidos políticos, no a las
elecciones estatales de noviembre de 2011 y elegir por usos y costumbres un
gobierno indígena autónomo”. Podría decirse también que el gobierno es
cómplice ya que no se atienden las demandas de seguridad para sus familias,
comunidad y protección de sus bosques: “En el municipio gobierna el Partido
Revolucionario Institucional (PRI), en el estado el Partido De Revolución
Democrática (PRD) y en el país el Partido Acción Nacional (PAN) y ninguno de
los tres niveles de gobierno han hecho caso nuestra demanda de justicia y de
combatir el crimen organizado que ha talado nuestros bosques, asesinado a
cinco comuneros y ha desaparecido a otros cinco”, declara uno de los miembros
de la coordinación comunitaria que ocupa el palacio municipal.
Mediante la tala ilegal, la comunidad ha perdido 20 mil hectáreas de bosques, de
las 27 mil con que contaban; denunciaron ante las autoridades desde 2008 el
secuestro, la desaparición y muerte de sus compueblanos (personas nacidas en
el mismo pueblo), sin ninguna respuesta gubernamental dirigida a repararlos y
ejercer justicia.
Lejos de Cherán, al sur del continente, los mapuches, al igual que otras
comunidades indígenas muestran también esa vinculación entre vida cotidiana
y acción política. Para ello realizan determinadas actividades consideradas
rutinarias, pero le agregan un “plus”, pues son ritualizados, dándole así
profundidad emocional y sentido, además lo elaboran como un mensaje que
muestra el territorio, en rituales educativos (como una pedagogía geográfica): es
la historia que recorren y al mismo tiempo le dan un mensaje al mundo y a sí
mismos, reconstituyéndose.
Se ven miles de chorrillos que se deslizan desde los cerros para alimentar el río
Reigolil, luego el Trancura, luego el lago Majolafken, para finalmente a través del
Tolten llegar al gran mar. Esto permite comprender la interrelación de todos los
espacios territoriales y que cualquier intervención irresponsable como la
explotación minera, geotérmicas y pisciculturas terminará afectando
irremediablemente a toda la cuenca.
Otra inconformidad era que en un puente donde está escrito como nombre
Torrealba. Joel Neculpan, vocero de las comunidades hace notar sobre la
necesidad de respetar los topónimos mapuches y exige que este tenga en el
letrero su verdadero nombre: Estero Chiñidwe.
Esta ceremonia o plantación del Rehue o altar los hace sentir que caminan,
cabalgan, remarcan hitos, recuperan sus antiguos nombres, hablan, recuerdan,
proyectan. De esta manera ejercen su derecho sobre el territorio al señalar sus
lugares, constituyendo en el trayecto su historia, es decir una geografía simbólica
que les define su lugar en el mundo, que no sólo les pertenece, sino reafirman
que son parte de él. La lucha del pueblo indígena mapuche es por el territorio,
la autonomía y el reconocimiento, contra la política represiva del Estado chileno.
Son cuatro las líneas de debate que acordaron en las asambleas de Puerta del
Sol:
1) Reforma electoral para una democracia más representativa.
Aparte de todas estas líneas también se pidieron muchas más como es de que
nacionalicen el banco, que haya una participación democrática, que las
condiciones laborales deben ser buenas, recuperación de las empresas públicas
las cuales habían sido privatizadas, cierre de las fábricas de armas, la
transparencia en los partidos políticos y que los políticos no usen la cultura como
un fin lucrativo ya que en sus propuestas decían mejor o prevalecer la cultura
pero en verdad no era de ese modo si no que solo lo usaban para lucrar o ganar
las elecciones.
Este movimiento también es denominado como el 15-M por la fecha que fue
tomada la plaza el 15 de mayo de 2011. Cabe mencionar que el motor de esta
movilización fue la cultura.
Dentro del movimiento se realizan planes para llevar a cabo sus formas de lucha,
algunas de las formas que se consideran son:
Sin embargo, más se van por lo pacifico, por el acaparamiento de los medios
públicos. Es por esto por lo que la fuerza del movimiento crece gracias a las
redes sociales. Los indignados realizan una marcha sobre Madrid, desde 53
ciudades, para compartir propuestas y hablar de posibles acciones tomadas el 4
de junio, y en su trayecto hacen juntas locales para informar de sus acciones,
reflexiones y sus objetivos. Con estas marchas que realizan atraen la atención
de los medios de difusión, también aprovechan las redes sociales, el internet,
etc. Para hacer notar su presencia de igual manera realizan manifestaciones
frente a los edificios de los ayuntamientos, frente al parlamento, frente a la
Consejería de interior.
Hay otro aporte que los indígenas e indignados vienen logrando. Ellos, los
indígenas, ayudan-demandan (obligan) a que el Estado nacional recupere su
capacidad de interlocución entre los agentes globales y locales: los emplazan a
ser mediadores, aunque para ello sean: primero ignorados (cuando se quejan
por medios que la Ley los faculta, corresponde a la letra chiquita en la prensa);
luego reprimidos, encarcelados o asesinados (cuando toman el territorio y sus
vías para obstaculizar el flujo del capital, corresponde a las primeras planas y
grandes titulares en la prensa); para finalmente ser escuchados, y a veces logran
triunfar y obtienen leyes favorables (Perú, Bolivia, México, etc.).
Esto los aproxima a los indignados, quienes también pretenden obligar al Estado
a asumir su función reguladora frente al mercado y los bancos. Es ésta una
paradoja interesante: movimientos que luchan por su autonomía (comunitaria y
del individuo) exigen más Estado, lo que es entendible frente al inmenso poder
que han acumulado las transnacionales, el capital financiero y el mercado. Las
luchas de indígenas y otros sectores populares en la provincia.
Los indígenas utilizan los instrumentos y signos del pasado como emblema que
señala su posición y utopía del futuro expuestos en sus cuerpos a la vista de
toda la gente.