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La felicidad es nuestro ser esencial

Michael James

La felicidad se encuentra en nuestro interior, en lo más profundo de nuestro ser.


La felicidad no existe en ningún objeto externo, sino sólo en nosotros. Es la
consciencia quien experimenta la felicidad. Aunque nos parece obtener la
felicidad de los objetos o experiencias externas, la felicidad que así disfrutamos,
en realidad, surge de nuestro interior.
Cualquiera que sea la razón de la agitación de nuestra mente, en el centro de
nuestro ser siempre existe un estado de perfecta paz y alegría, como la calma en
el ojo de una tormenta. El deseo y el miedo agitan nuestra mente, y oscurecen su
visión de la felicidad que existe siempre dentro de ella. Cuando el deseo se
cumple, o se elimina la causa del temor, disminuye la agitación de la superficie
de la mente, y en esa calma temporal nuestra mente disfruta de un sabor de su
propia felicidad innata.

La felicidad es, pues, un estado de ser ― un estado en el que nuestra agitación


habitual de nuestra mente se calma. La actividad de nuestra mente perturba la
calma de su estado de solo ser, y esto hace que se pierda de vista su propia
felicidad más íntima. Para disfrutar de la felicidad, por lo tanto, todo lo que
nuestra mente tiene que hacer es cesar toda actividad, volviendo tranquilamente
a su estado natural de ser inactivo, como lo hace todos los días en el sueño
profundo.

Por lo tanto, la verdadera felicidad es la felicidad de simplemente ser, que es la


felicidad perfecta y absoluta que en la literatura mística se conoce como
"bienaventuranza". Esta verdadera felicidad de ser también se describe como "la
paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento", ya que se experimenta en su
totalidad sólo en el estado perfectamente pacífico de solo ser, que es el estado en
el que toda la actividad mental ha disminuido en la claridad sin obstáculos de la
consciencia de sí mismo. Es decir, ya que sólo se puede experimentar
perfectamente en el estado en el que somos conscientes únicamente de nuestro
propio ser esencial y no de cualquier pensamiento u objetos, la verdadera
felicidad o la paz están más allá de toda comprensión mental.

No sólo existe la felicidad dentro de nosotros ― es en realidad nuestra


verdadera naturaleza, nuestro ser esencial. La felicidad transitoria que parece
derivarse de las experiencias externas, pero que en realidad sólo surge desde
dentro de nosotros mismos, en realidad no es otra cosa que nuestro ser esencial.
Cuanto más claramente seamos conscientes de nuestro ser esencial, más
profunda e intensamente experimentamos la felicidad.
El grado de felicidad que experimentamos en cualquier momento es
directamente proporcional al grado de claridad con la que en ese momento
somos conscientes de nuestro ser verdadero y esencial. Por lo tanto, la felicidad
no es sólo nuestro ser esencial, sino que es también nuestra consciencia de
nuestro ser. De hecho, puesto que somos la consciencia que experimenta nuestro
propio ser como "yo soy", somos ambos, ser y consciencia. En otras palabras,
nuestro ser esencial es consciencia, o más precisamente, es auto-consciencia ―
la consciencia que se conoce claramente a sí misma como "yo soy". Por lo tanto,
puesto que nuestra consciencia sin obstáculos de nuestro propio ser es
experimentada por nosotros como felicidad, en nuestra naturaleza esencial
somos el ser [sat], consciencia [chit] y felicidad [ananda] no-duales. (*)
El surgimiento y posterior actividad de nuestra mente distrae nuestra atención de
nuestro ser esencial, por lo tanto nubla nuestra claridad natural de auto-
consciencia y oscurece nuestra conciencia de la felicidad que somos en realidad.
Por lo tanto, siempre que nuestra mente se encuentre extrovertida, atendiendo a
cualquier otra cosa que no sea nuestro ser esencial, nunca podremos
experimentar la felicidad perfecta, permanente e incondicional. Para
experimentar la felicidad verdadera y eterna, debemos obtener la experiencia del
verdadero auto-conocimiento, es decir, la consciencia perfectamente clara de
nuestro propio ser esencial.

Para experimentar este verdadero auto-conocimiento, debemos retirar nuestra


atención de todo lo que no sea nosotros mismos, y enfocarla total y
exclusivamente sobre nuestro ser esencial, que siempre experimentamos en la
forma de nuestra consciencia fundamental ― nuestro conocimiento primario
"yo soy".

Hasta tanto no prestemos atención a nuestro yo más íntimo de esta manera, no


podemos saber quién o qué somos en realidad, y por tanto a menos que
experimentemos un conocimiento claro y exacto de lo que realmente somos, no
podemos estar seguros acerca de la realidad o validez de cualquier conocimiento
que aparentemente podamos tener sobre otras cosas. Todo nuestro conocimiento
sobre el mundo y Dios ―sobre la ciencia, la religión, la filosofía, la física, la
cosmología, la psicología, la teología o cualquier otra rama del conocimiento
humano― está abierto a serias dudas siempre que nuestro conocimiento sobre
nosotros mismos ―la consciencia mediante la cual todas las demás cosas son
conocidas― sea confuso e incierto.

Por lo tanto, si deseamos experimentar la felicidad permanente e incondicional,


o alcanzar el conocimiento acerca de lo que podemos estar absolutamente
seguros, debemos enfocar toda nuestra atención intensamente sobre nosotros
mismos, nuestra consciencia fundamental de nuestro ser esencial, "yo soy", con
el fin de determinar quién o qué somos realmente.
Dicho en pocas palabras es la simple pero profunda verdad revelada
por Bhagavan Sri Ramana Maharshi.

La filosofía, la ciencia y el arte del verdadero auto-conocimiento

La filosofía de Sri Ramana se deriva únicamente de su experiencia del auto-


conocimiento verdadero, absoluto y no dual, una experiencia que trasciende
todo pensamiento, tanto racional como irracional. Sin embargo, ya que nos
imaginamos la existencia de la dualidad, multiplicidad y relatividad, parece que
nos falta el conocimiento no-dual y absoluto de nuestro propio ser auto-
consciente que Sri Ramana experimentó como su propio estado natural. Por lo
tanto él nos presentó su filosofía en términos de un análisis racional y lógico de
nuestra experiencia actual de nosotros mismos como una consciencia individual
finita, con el fin de que podamos estar firmemente convencidos de la realidad
absoluta que subyace a esta consciencia finita que ahora tomamos erróneamente
por nosotros mismos.

Sin embargo, las enseñanzas espirituales de Sri Ramana no son sólo una
filosofía racional, sino también una ciencia y arte precisos. Él pretendía que su
filosofía sirviera sólo como una base teórica sobre la que debemos practicar la
ciencia empírica de la auto-investigación, que es el arte de permanecer firme y
constantemente en nuestro estado natural de ser con intensa auto-atención y, por
tanto, perfectamente libre de pensamiento.
La práctica de âtma-vicâra ― "auto-indagación" o auto-
escudriñamiento

Un término sánscrito que a menudo ha sido utilizado, tanto por Sri Ramana
como por otros sabios más antiguos, como Sri Adi Sankara, para describir esta
práctica empírica de la auto-investigación o auto-atención es âtma-vicâra (o
"atma-vichara", como a menudo se transcribe con menor precisión), que se
traduce generalmente como "auto-indagación" o "auto-inquisición". Sin
embargo, en lugar de "indagación", la palabra vicâra puede ser traducida más
exactamente como "investigación", "exanimación" o "escudriñamiento". Por lo
tanto el término âtma-vicâra realmente significa "auto-investigación", "auto-
examinación" o "auto-escudriñamiento", y denota la simple práctica de
examinar, inspeccionar o escudriñar de cerca nuestra consciencia fundamental y
esencial de nuestro propio ser, "yo soy", con un intenso y concentrado poder de
atención.
Sri Ramana también se refirió a esta práctica empírica de la auto-investigación,
auto-examinación, auto-inspección, auto-escudriñamiento o auto-atención como
el vicâra "¿quién soy yo?" Sin embargo, cuando la describió de este modo, no
quería decir que fuera un proceso de interrogarnos a nosotros mismos "¿quién
soy yo?", ya sea verbal o mentalmente. Lo que él quería dar a entender por este
término es que esta práctica es un escudriñamiento o examen intenso y atento de
nuestra consciencia básica de nuestro propio ser, que experimentamos siempre
como "yo soy", con el fin de descubrir la verdadera naturaleza de este "yo",
nuestro ser esencial o "soidad".
Es decir, aunque (entre su gama de significados) vicâra significa "indagación",
en el contexto de las enseñanzas de Sri Ramana significa indagación en el
sentido de investigación empírica (experiencial) y no en el sentido de mero
cuestionamiento verbal. No se trata simplemente de hacernos mentalmente la
pregunta "¿quién (o qué) soy yo?", sino en realidad se trata de investigar lo que
"yo" soy ― escudriñándonos con el fin de experimentarnos como realmente
somos. En otras palabras, no se trata literalmente de preguntarnos "¿quién soy
yo?", sino de hacerlo en sentido figurado: investigando experimentalmente lo
que este "yo" es en realidad.

No-dualidad (Charla introductoria)


"Sailor" Bob Adamson
Si estáis buscando la verdad, la realidad, Dios o como queráis llamarlo, os
sugiero que comencéis con la única realidad que estáis absolutamente seguros
—que es el hecho de vuestro propio ser. No hay nadie sentado aquí que pueda
decir 'Yo no soy'. Cada uno de nosotros sabe que 'Yo soy'. Pero este
pensamiento 'Yo soy' no es la realidad. Es lo más cerca que conseguiréis estar
con la mente.

Ese 'Yo soy' es sólo una traducción de la mente de ese sentido de presencia, la
conciencia de presencia o la presencia de esa conciencia. Esta es la única
realidad de la que estamos absolutamente seguros. Nadie bajo cualquier
circunstancia puede decir que 'Yo no soy'. Este conocimiento está siempre y
constantemente con nosotros. Y es por eso que decimos que lo que estáis
buscando ya lo sois.

Lo que hablamos aquí está basado en lo que nos dicen las tradiciones antiguas.
En Advaita, por ejemplo, lo llaman el uno-sin-segundo-no-dual. El "uno-sin-
segundo" significa que no puede haber otra cosa que 'uno', nada hay fuera de
'uno'. En las escrituras Dzogchen lo llaman presencia de conciencia no-
conceptual, siempre-nueva, auto-resplandeciente. Y si examinas esto, te está
describiendo a ti, a mí y a todo lo demás.

Esa presencia de conciencia es no-conceptual. No necesitas tener un concepto


de ella. Es siempre nueva porque no tiene un principio ni un final. Es auto-
resplandeciente como el sol. Brilla por sí misma. No necesita una luz para decir
'estoy brillando'. Y eso es lo que es, eso de lo que no puedes escapar, no puedes
escaparte [separarte](1) de la presencia-conciencia.
Todas las tradiciones te dirán que es omnipresente, omnipotente, omnisciente.
Que es toda presencia [materia], todo poder [energía] y todo conocimiento
[conciencia]. Esto es constantemente repetido a través de las eras. No es nada
nuevo, y es obvio, evidente y sencillo por sí mismo. No puede haber nada más
sencillo que [el] uno. Pero sin embargo lo pasamos por alto. Lo pasamos por
alto, pura y simplemente, porque buscamos una respuesta en la mente.

Si preguntas a la mente, verás que la mente es tiempo, y el tiempo nunca puede


ser omnipresente. Incluso el concepto 'presencia' no es lo que la seidad o la
actualidad es porque presencia (como concepto) es una parte del tiempo:
pasado, presente y futuro.

La misma idea de que hay algo que buscar y alguien que busca implica tiempo,
y tiempo es mente. Es por eso que nunca encuentras la respuesta en la mente.
Para la mente, presencia-conciencia es nada [ninguna-cosa](2). No tiene
ninguna forma, patrón, no tiene tiempo, no tiene espacio, no tiene principio ni
fin. Por lo tanto es ninguna-cosa. Lo llaman 'vacío'.
La mente no puede comprender [pensar en] nada [no-cosa]. No le gusta la nada.
La mente, siendo ella misma una cosa, es dualista. Está siempre dividiendo entre
los pares de opuestos, entre cosas. No puede conocer, concebir o comprender la
nada. Todo esto indica el hecho de que puedes haber estado mirando en la
dirección equivocada. Todos vosotros sois personas inteligentes. Algunos
podéis haber estado buscado durante años. Habéis ideado tantas cosas en la
mente, pero sin embargo no podéis encontrar esto porque creéis que es alguna
sensación, concepto o idea mental de la que hemos leído en libros o de la que la
gente ha hablado. Buscamos algo similar, y así pasamos por alto la 'no-coseidad'
de ello.

Tenéis que considerar estas cosas. Necesitan ser examinadas y comprendidas.


¿Soy este cuerpo, por ejemplo? ¿De qué está hecho este cuerpo? Lo
investigamos, lo examinamos y vemos que no es nada más que elementos. Es un
80% de agua. Además hay aire, espacio, materia, fuego. Son solamente
elementos. Los elementos se pueden dividir en partículas subatómicas, en nada
[no-cosas]. Examinad esto de nuevo y veréis también que no podéis estar
separados de los elementos. Este cuerpo es los elementos. No está separado de
los elementos. ¡Comprueba qué lejos puedes ir sin aire! Mira donde puedes ir
sin agua, espacio, calor corporal (fuego) o materia.

No me gusta utilizar la palabra 'Dios' o 'lo Supremo' sencillamente por la razón


de que cada uno de nosotros tendrá probablemente un concepto diferente de lo
que hemos llegado a creer lo que es o no es Dios. Si somos agnósticos o ateos,
tendremos también un concepto de eso. Utilizo el término 'inteligencia-energía'.
Pero no estoy hablando de vuestros intelectos porque hay muchos grados
diferentes de intelectos.

De lo que estoy hablando es de esa misma inteligencia que hace funcionar el


universo. El mero hecho de que las estrellas pueden brillar o que los planetas
pueden orbitar alrededor del sol y la Tierra formar una atmósfera de gases
necesaria para desarrollar la vida tal y como la conocemos implica una
inteligencia. Eso que mantiene a las estaciones yendo y viniendo implica una
inteligencia. La subida y bajada de las mareas implica una inteligencia. Miremos
más de cerca. Tu corazón está latiendo ahora mismo. Tu pelo y uñas están
creciendo. Tu comida está siendo digerida. Las células de tu cuerpo son
reemplazadas por otras.

El diseño y funcionamiento de este cuerpo implica que hay una inteligencia


maravillosa que se expresa a través de él, como él. Y eso es realmente lo que tú
eres —esa inteligencia-energía. Ella te formó, te hizo crecer y continúa
haciéndolo. Está reemplazando las células de tu cuerpo y haciendo otras cosas
de forma natural, al igual que hace con el universo. Pero este estado natural ha
sido aparentemente nublado por el razonamiento o funcionamiento de la mente.

Mira tu cuerpo y divídelo en partes. No hay ningún centro aquí en este cuerpo
que yo pueda decir 'Esto es lo que soy'. Comenzó con la unión del esperma y el
óvulo. Si el cuerpo tuviera algún centro sería esa célula original. Pero eso pasó
hace mucho y ha cambiado. Hay muchas células que mueren en este cuerpo
ahora mismo y son reemplazadas por otras.

Otra pregunta es '¿Soy esta mente?', '¿Soy este pensamiento primario "Yo soy"?'
Ese sentido de presencia se expresa a través de la mente como ese pensamiento
'Yo soy'. Examina el pensamiento. ¿Hay tal cosa, realmente, como la mente,
aparte del pensar? No puedo captar nada que pueda llamar mente.

¿Qué es pensar? El pensamiento en el nivel sutil es una muy, muy sutil


vibración. En el nivel hablado es un sonido. El sonido es una vibración, y una
vibración es un movimiento de energía. Así que es lo mismo. Aún no has
logrado aislar esa inteligencia-energía. Si examinas de nuevo tu mente, verás
que siempre está vibrando entre los opuestos interrelacionados. Si no es pasado,
que es memoria, es anticipación e imaginación, que es futuro. Y dentro de esa
gama, está constantemente vibrando entre los pares de opuestos
interrelacionados. Es bueno o malo, agradable o doloroso, feliz o triste, cariñoso
u odioso o lo que sea.

Echa un vistazo a tu mente. Está constantemente vibrando en esos patrones.


Observa si está haciendo alguna otra cosa excepto ésa. Verás que, aunque es un
instrumento maravilloso cuando es utilizado, su actividad es muy mecánica. Un
bebé, cuando nace, no ha dejado ese estado natural. Él todavía está funcionando
en ese estado natural. Si tiene hambre llorará. Si es feliz lo expresará con
gorjeos. Defeca y orina sin ningún sentido de preocupación. Simplemente
ocurre, al igual que su alimento es digerido.

Lleva a cabo actividades, mueve las manos, mueve los brazos, toda clase de
actividades se suceden. En esa etapa él no atribuye estas cosas a un yo ('yo estoy
haciendo esto' o 'yo estoy haciendo lo otro'). Él no sabe. El razonamiento no ha
comenzado. Mientras que el cuerpo crece, esa línea del razonamiento también
comienza a funcionar. Sus padres le dicen, 'Tu nombre es Johnny. Eres un niño
bueno. Eres un niño malo. Eres esto. Eres lo otro'.

Él oye esto, y comienza a afectarle. Él aprende lo que significa esta palabra o


qué es este pensamiento. Él lo traduce según las etiquetas que le están
enseñando. Entonces más tarde o más temprano llega a darse cuenta que yo soy
este yo del que están hablando ('Este soy yo. Yo soy Johnny'.). Mientras que
antes él era sólo 'el pequeño Johnny'.

Cuando esta idea de un 'Yo' o 'mí' aparece, naturalmente la mente, funcionando


con opuestos, pregunta, '¿Cuál es el opuesto de yo o mí? ¿No es otro excepto yo
o no-yo?' Ahora él ve las cosas de las que previamente no tenía ninguna
discriminación en absoluto. Era sólo ver. Era sólo oír. Ahora que el sentido del
'yo' o del 'mí' ha aparecido, él ve estas cosas como 'no yo' (u otro que no es yo),
y se siente separado de ellos.

Con el sentido de separación viene la inseguridad y la vulnerabilidad. Ahora es


cuando nuestra búsqueda comienza realmente porque la inseguridad y la
vulnerabilidad no es felicidad. No es integral. No es totalidad. La búsqueda
comienza para tratar de hacernos enteros o completos o más seguros y menos
vulnerables. Y naturalmente, como nuestros padres no lo han examinado ni
comprendido, nuestra sociedad y las naciones no lo ha examinado ni
comprendido, la búsqueda comienza 'ahí fuera'. Nadie nunca le ha dicho 'mira
hacia dentro' o 'permanece con esa esencia que tú eres, ese estado natural que
fuiste y aún sigues siendo, antes de que esas nubes del pensamiento comenzaran
a formarse'.

Vemos que todos nuestros problemas nacen de esa inseguridad y vulnerabilidad.


El niño pequeño, antes de ver su separación o darse cuenta que está separado o
creer que está separado, no sentía esa inseguridad o vulnerabilidad. Ahora siente
eso y desea una familia a su alrededor que le de amor y cariño. Él se siente más
seguro y menos vulnerable si tiene una familia cariñosa. Y en la antigüedad las
familias formarían tribus. Cuanto más grande y más fuerte es mi tribu, más
seguro y menos vulnerable me siento. Hoy las naciones van a la guerra unas
contra otras pura y simplemente debido a esa inseguridad, temerosas de que la
nación vecina le arrebate el poder, se lleve sus riquezas o lo que sea. O 'yo te
ataco primero porque me siento inseguro y vulnerable y me haré más fuerte si te
arrebato el poder'. Todo esto se basa en ese ego-centrismo.

Pero no hay ningún ego en el centro. El ego, que es la causa de todos nuestros
problemas, es una ficción. El niño pequeño añade a ése pensamiento 'Yo' todos
los acontecimientos, experiencias y condicionamiento, que son conceptos
mentales, y forma una imagen de sí mismo basada en esos conceptos. Él piensa
'yo soy el pequeño Johnny, y he sido un buen chico o un mal chico, o alguien
me ha dicho algo y me siento avergonzado, culpable, temeroso o lo que sea'.
Todos estos conceptos parecen estar concretados.

Parecen ser reales y se convierten en un punto de referencia (el 'yo' o el ego, con
el que todo está relacionado). Algo afecta a este punto de referencia, esa imagen
que él tiene de sí mismo, y no concuerda con esa imagen. Eso no le gusta. Si
alguna otra cosa afecta a esa imagen y concuerda con la imagen, le gusta y
desea más de ella. Pero si no le gusta él se resiste y desea alejarse de ella. Y así
él está en conflicto. Todos nuestros problemas nacen de esa creencia en el ego
central [ego-céntrico]. Todo está en relación con esa imagen ficticia que hemos
llegado a creer que es verdadera.

La energía de la creencia ha entrado dentro de ella y la ha hecho aparentemente


real y fuerte a través de esa creencia habitual. Pero no es real y no tiene ningún
poder, así que no tiene fuerza. Observa esto y te darás cuenta que no hay ningún
sitio en este cuerpo que pueda decir, 'Esto soy yo'. Te das cuenta que esta
imagen que tengo de mi no tiene ninguna sustancia. No es nada sólida, aunque
aparentemente está concretada. No la puedes agarrar ni localizar. ¡Intenta
localizar un pensamiento! Y sobre todo, y esto es muy importante, no tiene
ninguna naturaleza independiente.

Ese pensamiento o imagen no podría incluso existir si no fuera por esa


inteligencia-energía o presencia de conciencia. La llamamos inteligencia-
energía, consciencia, conciencia despierta o espíritu. Ésta es la etiqueta que le
hemos puesto. Pero la etiqueta no es ella. Tenemos muchos diferentes nombres
o etiquetas para ella pero ninguna es realmente apropiada. No puedes tener ni un
solo pensamiento sin que esté funcionando esa inteligencia. Así que el
pensamiento no es independiente y no tiene ningún poder por sí mismo.

Esta es la cosa a la que hemos estado esclavizados (esta creencia errónea en un


centro o ego sustancial, independiente). Es un fantasma, algo que no existe.
Todo lo que se necesita es una investigación de lo que aquí se indica. Véalo por
sí mismo indagando y observando. Observe y vea si puede encontrar algo que
tenga alguna sustancia o naturaleza independiente. Y nos damos cuenta que no
va a tardar 20, 10 o 5 años. No necesita nada de tiempo en absoluto. El ver es
ahora mismo. Es inmediato. Ha sido siempre inmediato y siempre lo será. Pura
y simplemente porque es intemporal.
Vea que la misma búsqueda es una trampa, porque la búsqueda implica que hay
una entidad que necesita llegar a ser algo. Y el 'llegar a ser' implica algún
tiempo futuro. Así que [ahora] no es [el] ser. Llegar a ser nunca puede ser [el]
ser. ¿Qué queremos decir con ser [el] ser? Nos llamamos a nosotros mismos
'seres humanos' y llamamos a Dios el 'Ser Supremo'. Quita esas dos etiquetas
(humanos y Supremo) e intenta separar el ser [seidad]. Podría llamar a este ser
de aquí Bob, y a aquel ser de allí podría llamarlo Joan. La silla donde estamos
sentados la llamamos una silla. Pero quita todas esas etiquetas y ¿qué queda?

El sustrato o la base, la seidad, de donde toman su diseño, su forma y su


apariencia. Pero el diseño y la forma son sólo apariencia. Su esencia sigue
siendo esa energía (puro ser) que vibra en esos patrones. Así que realmente no
hay ninguna parte a donde ir y no hay nadie que vaya allí. Y no hay nada que
conseguir y nadie para conseguirlo.

Si ves esto, la primera pregunta que viene es 'Bien, ¿cómo vivo mi vida?' Vives
tu vida de la misma manera que la has vivido siempre. Si ves que ahora no hay
ningún 'yo' aquí con alguna sustancia o naturaleza independiente, ¿cuándo
podría alguna vez haber habido uno? Ves que ahora no tiene ninguna sustancia o
naturaleza independiente. La cosa en la que hemos creído durante tanto tiempo,
¿podría alguna vez haber tenido alguna sustancia o naturaleza independiente?

Así que puedes volver de nuevo hacia atrás hasta el esperma y el óvulo. Puedes
volver antes de eso hasta la esencia del alimento de tu padre y la esencia del
alimento de tu madre. Puedes retrotraerte hasta la cosa que esa esencia del
alimento vivió antes de eso. Puedes ver que no tiene ningún principio. Ese
esperma y ese ovulo se unieron. La célula se duplicó y reduplicó y creció hasta
convertirse en un diminuto embrión y luego en ese pequeño feto y en el bebé.
No ha habido ninguna entidad que haya hecho nada durante este proceso. No
había una entidad cuando nació y tomó su primera respiración. No había una
entidad como tal antes de que surgiera la capacidad de razonar. Y cuando llegó
el razonamiento, podría que aún no hubiera una entidad. Si has observado y
visto que es una ficción ahora, debe de haber sido una ficción entonces.

Te das cuenta que... la vida ha sido vivida. Es esta presencia-conciencia


expresándose a través de estos patrones de energía. Ellos son esta presencia-
conciencia, en esencia, en toda su diversidad. En todas y cada una de nuestras
vidas, no ha habido nadie que haya nunca vivido una vida. La vida vive y se
expresa a sí misma como tal.

Debido a esa creencia errónea (la existencia de un 'yo' separado) existe el


llamado sufrimiento humano. Es solamente un 'yo' el que puede tener miedo. Es
solamente un 'yo' el que puede estar preocupado. Es solamente éste 'yo' el que
puede estar enfadado o lleno de autocompasión, angustiado o estresado. La
creencia constante en esto se va fortaleciendo y aumentando hasta que llega a
ser aparentemente abrumadora. Pero no es necesario que exista este sufrimiento.
Date cuenta que el 'yo' es la causa de todos mis problemas. Los efectos son
estrés, ansiedad, miedo, autocompasión, remordimiento, culpabilidad,
vergüenza.

E intentamos durante años superarlos, hacer algo acerca de ello, deshacernos de


ellos de una manera y otra. Pero si te das cuenta de que la causa es una ficción
—y no puede haber un efecto sin una causa— entonces la energía que alimenta
la creencia de ser algo real o que tiene alguna sustancia o naturaleza
independiente desaparece. Si toda esta manifestación es energía y la energía ya
no entra en ningún patrón, ¿qué debe ocurrir con el patrón? ¿No debe el patrón
caerse por sí mismo?

La experiencia aquí es que esto es así. Yo estaba en esos miedos, ansiedades y


tensiones egocéntricas, emocionales, psicológicas. Pero hoy, y durante algún
tiempo ahora, bastantes años, no han estado allí. Eso no quiere decir que sea un
zombi sin emociones y pensamientos. Quiere decir que toda la actividad, el
funcionamiento todavía continúa —ver, oír, saborear, tocar, oler, pensar, sentir,
los pensamientos positivos y negativos funcionando en todos sus opuestos.

Las emociones y las cosas están allí, pero no son fijadas. No se quedan. Surgen,
cumplen su parte y desaparecen, al igual que una nube no se aferra al cielo. La
nube aparece en el cielo, cumple su parte y desaparece. La nube no se aferra al
cielo, el sol nunca puede caer del cielo. Siempre está brillando. Y te das cuenta
que el mismo sol origina la nube, y el mismo sol mueve la nube. Así que ves
que estos pensamientos que surgen no son más que la actividad de esa
inteligencia-energía. No se aferran a ningún sitio. Sabiendo la verdad sobre
ellos, se marcharán. La vida continúa funcionando sin esa actividad egocéntrica.

Vivir sin esfuerzo


Sailor Bob Adamson

¿Por qué intentamos alterar, modificar o corregir lo que "existe"? Porque


consideramos que nosotros podemos hacerlo mejor, que "eso no debería ser así",
pero todo eso se basa en nuestro condicionamiento previo. Pero si no existiera
nuestro condicionamiento, todo seguiría siendo tal y como es, ¿no?

Todos decimos "yo existo" porque es esa sensación de presencia la que se


expresa a través de la mente en forma del pensamiento de "yo existo". Ahora
bien, ¿esa sensación de presencia es tuya? ¿Es mi consciencia de la presencia?
¿O es puramente esa sensación de presencia? Esta pura consciencia presente,
simplemente Esto. Eso es lo único que existe. Por tanto, si lo que buscas es la
iluminación, la unión con Dios o lo que sea, percibe directamente que eso que
buscas, ya lo eres. Ya lo eres y siempre lo has sido.
Puedes llamarlo Dios o adjudicarle cualquier otra virtud. Yo prefiero llamarlo
inteligencia-energía. Algunas de las condiciones de Dios son la omnipotencia, la
omnipresencia y omnisciencia; que significan potencia absoluta, presencia
absoluta y conocimiento absoluto. ¿Qué lugar queda entonces para Ti, para Mí o
para cualquier cosa que no sea Eso? Por tanto, cualquier concepto de
que Mi Dios es mejor que Tu Dios o de que Mi energía es superior o inferior,
carece completamente de sentido. ¿Dónde puede caber un Tú o un Yo si Dios es
potencia absoluta y presencia absoluta?
Eso es en lo que se hace hincapié aquí directamente: no existe más que esa
unicidad sin parangón. Esa inteligencia-energía se expresa sin ningún esfuerzo.
El único problema que se presenta es cuando esa sensación de presencia se
expresa a través de la mente en forma de pensamiento de "yo existo" porque
conlleva un condicionamiento y hace que se cree una imagen. Más o menos
cuando teníais dos años, empezasteis a razonar además de a acumular hechos y
experiencias, lo cual crea una imagen a la que denominamos Yo, pero no es más
que una idea, un pensamiento de la mente.
Ahora, al funcionar como un mecanismo automático, la mente solo puede
procesar pares de opuestos. Este pensamiento de "yo existo" es lo que ha
causado esta aparente separación. Es el nivel más básico de dualidad: Yo/no-
Yo; Yo/los demás. Desde el momento en que aparece un Yo, tiene que aparecer
forzosamente un Tú o un Esto o "aquello" ―que son lo contrario del Yo―, lo
cual acarrea una sensación inmediata de separación, fragmentación, aislamiento,
soledad, miedo e inseguridad. Como estoy convencido de que soy distinto de los
demás, es natural que me sienta inseguro, que tenga una sensación de
aislamiento y de fragmentación aparente.
A partir de ese momento, nuestra vida se concentra en alcanzar la plenitud, en
sentirnos felices y plenos y, como hemos sido condicionados para "mirar hacia
afuera" de nosotros, buscamos "ahí afuera". Como ya hemos comentado antes,
ante todo, buscamos un entorno familiar que nos aporte seguridad y cariño.
Después, pasamos al nivel de la tribu y más adelante, al de la nación. Las
naciones pueden entrar en guerra entre sí en un intento de salvaguardar dicha
sensación de seguridad: esa vulnerabilidad que todos tenemos, ese miedo a que
alguien o algo nos prive de algo.

Para ello, tenemos que ir adquiriendo y acumulando todo lo que podamos, para
sentirnos más seguros. Nos cuentan que si recibimos una buena educación,
conseguimos un buen trabajo, ganamos más dinero, tenemos un coche más
grande, una casa más grande o una buena pareja todas esas cosas nos harán
felices y nos aportarán esa seguridad que llevamos tanto tiempo buscando.

Al llegar a este punto, párate y cuestiónalo todo. Observa qué es lo que


consideras que eres. Simplemente observa este aparente núcleo central, este
punto de referencia al que llamamos Yo. ¿En qué consiste? ¿Dónde comienza?
¿De qué se compone? ¿Dónde se encuentra ese núcleo central que considero
mi Yo? ¿Está en alguna parte del cuerpo? ¿Está en la mente? En cuanto
empieces a plantearte este tipo de cuestiones, las cosas se empezarán a remover
porque lo falso no resiste una investigación y lo que llevamos creyendo toda la
vida sin habérnoslo cuestionado es incapaz de soportarlo: se desmorona.
Ese pensamiento del Yo no tiene sustancia y es incapaz de sostenerse por sí
mismo: necesita el respaldo de esa pura inteligencia o consciencia o percepción
pura ―como quieras llamarlo― para crear hasta el más mínimo pensamiento.
No hay nadie aquí, ahora ni en ningún otro momento que pueda negar su propia
existencia. No hay nadie que pueda decir: "No existo".
En eso consiste la inteligencia, en ese hecho de "saber", en esa acción de
conocer y esa sabiduría siempre existe en un estadio anterior al del pensamiento
de "yo existo". No tenemos necesidad alguna de repetirnos: "Yo existo, yo
existo, yo existo". Esa existencia se expresa mediante el pensamiento de "yo
existo". Tanto si decimos esas palabras como si no, "sabernos" que "somos",
que "existimos", que "somos vida" y esa inteligencia-energía se expresa por sí
misma sin ningún tipo de esfuerzo.

Esa existencia, esa sensación de existir en el presente, lleva sin cambiar desde el
primer momento en que fui consciente de ella, que yo recuerde. Echando la vista
atrás, ahora me doy cuenta de que es la misma sensación de "estar presente", de
"yo existo" que tenía cuando era niño; y no ha cambiado, no se ha alterado.
Jamás se puede alterar porque no le afecta el paso del tiempo. No se puede
volver ni vieja ni joven, ¿por qué? Porque contiene el tiempo dentro de sí.
Tampoco le afecta el espacio, ¿por qué? Porque contiene el espacio dentro de sí.
Eso mismo es lo que dice la Bhagavad Gita: "Ni la espada lo puede cortar, ni el
fuego quemar, ni el viento secar ni el agua ahogar". ¿Por qué? Porque contiene
en sí todas esas manifestaciones. Sin embargo, no hay nada que pueda
comprenderlo ni captarlo.
En esta habitación, siempre vemos las cosas que hay, pero nunca nos fijamos en
el espacio y, de no ser por el espacio ―el volumen― no habría siquiera una sala
que contuviera dichas cosas. El espacio no es nada. Pues lo mismo sucede con la
consciencia. Si tú no estuvieras consciente o no tuvieras percepción, no podrías
tener ni un solo pensamiento.
Todo queda registrado en cada momento tal y como es. Todas las impresiones
se reciben a través de los sentidos y quedan registradas tal y como son. Todo lo
que no reviste ningún interés nos tiene sin cuidado. Si os levantarais ahora
mismo y salierais de la habitación, pisaríais esos cojines, pero no los retiraríais a
patadas, sino que pasaríais por encima con toda naturalidad, lo que quiere decir
que todo queda registrado sin necesidad de pensar en ello.

El quid de la cuestión está en darnos cuenta de que esa inteligencia está en


funcionamiento. Cuando la mente mete baza, se pone a discernir, a modificar las
cosas, a alterarlas o corregirlas de una forma u otra. Podéis tener total confianza
en esa pura inteligencia que está activa ahora mismo en vuestro cuerpo, sin
ningún esfuerzo.
Aquí no hay ningún núcleo central. Tenéis que daros cuenta de que ese núcleo
es algo falso, algo que no tiene ninguna fuerza por sí solo y eso es algo que solo
puede suceder observando, indagando. Manteneos con la consciencia. Permitid
que se os revele esa esencia sin que se interponga vuestro Yo. Lo que existe es
el hecho de "vivir", el hecho de "ser": la consciencia de estar presente, tal y
como se es. Eso es lo que se llama vivir sin esfuerzo. Estáis siendo vividos sin
ningún esfuerzo. ¡El estómago no necesita que nadie le diga que se ponga a
digerir la comida!

El hecho de que existes


Sailor Bob Adamson

Si buscas la verdad, la realidad, a Dios o como quieras llamarlo, empieza


entonces con la única realidad de la que puedes estar completamente seguro: el
hecho de que existes. No hay circunstancia alguna en la que alguien pueda negar
su propia existencia. El hecho de que existimos es lo único de lo que estamos
completamente seguros y eso se manifiesta en nuestra mente mediante el
pensamiento de "yo existo". Sabemos que existimos, por lo que afirmamos que
existimos. Sin embargo, dicho pensamiento no es la realidad en sí, sino un
simple pensamiento que traduce en palabras nuestra sensación de presencia, de
saber que existimos, de que somos conscientes de estar aquí en este preciso
momento y ese saber se expresa a través de la mente en forma del pensamiento
de "yo existo".

Lo que aquí comentamos se basa en lo que nos dicen las antiguas tradiciones.
Por ejemplo, el hinduismo afirma que Dios o la realidad es no-dual; es decir,
que es unicidad, que no existe nada aparte de ella. En los textos Dzogchen del
budismo (Dzogchen es el culmen del budismo) se afirma que "no es un
concepto; es una presencia-consciencia que brilla por sí misma y nunca se
estanca, simplemente eso y nada más". Siempre hay algún punto en que, al
hablar de la realidad, todas las tradiciones nos dicen que es omnipresencia,
omnipotencia y omnisciencia. "Omnipresencia" significa presencia pura y total
o presencia universal. "Omnisciencia" significa saber puro y total o saber
universal. "Omnipotencia" significa poder puro y total o poder universal.
"Universal" quiere decir que no hay cabida para un Yo, un Tú ni otra cosa:
quiere decir que lo es todo. Por eso decimos que ya somos lo que andamos
buscando.
Entonces, desde esa perspectiva, la búsqueda se convierte en un problema
porque implica que queremos alcanzar algo que aún no tenemos, lo cual, a su
vez, implica que si aún no lo tenemos, creemos entonces que lo conseguiremos
en un momento futuro. ¡Pero es que se trata de omnipresencia! No es más que el
ahora o estar en el presente. Cuando se consigue captar y comprender esto, se da
uno cuenta de que cualquier tipo de búsqueda es fútil; que no vamos a encontrar
nada en un futuro porque el futuro no existe. Es algo de lo que podemos
percatarnos con claridad si lo contemplamos con atención. Tenemos memoria,
que es el pasado y tenemos la anticipación o imaginación, que es el futuro. ¿Qué
recuerdos tenemos ahora mismo si no pensamos en ellos?

¿Se puede anticipar o imaginar el futuro sin pensar en él? Cuando nos ponemos
a pensar en el pasado, ese hecho de pensar se produce en el ahora, en el
momento presente y, cuando anticipamos o nos imaginamos el futuro, dicha
acción de pensar tiene lugar en el momento presente. Por tanto, no nos hemos
trasladado al pasado ni hemos avanzado al futuro, aunque creamos que sí.
Estamos tan acostumbrados a que nos condicionen las fluctuaciones de la mente
que nos creemos que estamos en el pasado o en el futuro, pero el hecho de
pensar siempre tiene lugar en el presente. Esa es la realidad. El hecho real de
estar vivos tiene lugar en este preciso momento. Es imposible vivir en un
instante pasado. Puede que lo recordemos, pero lo recordamos en el presente, no
en el pasado. Es una nueva recopilación que tiene lugar ahora. También nos
podemos imaginar el futuro, pero es imposible vivir en él. Aunque alguien diga:
"Me trasladé al pasado"o "me adelanté al futuro" todo eso sólo tiene lugar en la
mente, con el pensamiento, pero no en la realidad.

Por eso decimos que ya somos lo que andamos buscando. Es imposible ser otra
cosa, de verdad.

Todo el mundo busca la felicidad


Robert Adams
Robert: Buenas tardes. Me alegra estar de nuevo con ustedes. Bienvenidos a la
sociedad Jnana Marga. Tenemos mucho público para unMemorial Day (Día de
los Caídos). Supongo que ustedes no tienen ningún otro lugar a donde ir. (risas)
Todo el mundo está buscando la felicidad. Todo el mundo quiere la felicidad.
Incluso el ladrón de bancos roba un banco porque cree que los resultados le
traerán felicidad. La gente se casa, se divorcia, tiene hijos, encuentra
determinados puestos de trabajo, creyendo que esto les traerá felicidad. Hemos
aprendido, a medida que avanzamos a través de las vicisitudes de la vida, que
estas cosas traen felicidad parcial.

Todo lo que haces en este mundo está sujeto a la ley del cambio. La persona
sabia comienza a ver esto a una edad temprana y no persigue las cosas de este
mundo, sino que más bien comienza a intentar comprenderse a sí mismo.
"¿Quién soy yo? ¿Por qué nací? ¿Cuál es el propósito de la vida?" Cuando uno
comienza a fijarse en estas cosas, el gurú interior, el Sí-mismo (Self), te dará un
empujón y te encontrarás con que has tomado un camino espiritual. Si estás
inclinado para la acción, seguirás el sendero del Karma Yoga. Si tu disposición
es hacia la emoción, seguirás el sendero del Bhakti. Si te inclinas hacia el
intelectualismo, seguirás el sendero del Jnani.

El error que la mayoría de intelectuales cometen, cuando empiezan a seguir el


sendero del Jnana Marga, es que creen que si estudian lo suficiente, si leen
muchos libros, si visitan a muchos maestros, van a despertar. Esto es un grave
error. La mayoría de los intelectuales que siguen el Jnana Marga,
lamentablemente se vuelven muy cínicos, muy fríos, muy arrogantes. Dejan de
preocuparse. Esto es sólo en las etapas iniciales. Ellos creen que son la realidad
absoluta y no pueden equivocarse, y por supuesto pronto se dan de bruces contra
el suelo, y desarrollan humildad.

Si siguen en la búsqueda, si son sinceros en su corazón, una vez más el gurú


interior, el Sí-mismo, les conducirá hacia un gurú exterior. El gurú exterior
puede ser un árbol, un pájaro, un río, una montaña, o una persona, pero al
verdadero devoto no le importa lo que venga, siempre y cuando venga algo. Un
verdadero devoto se entrega por completo a la voluntad de Dios y se vuelve en
favor de la paz, de la felicidad. Un verdadero devoto comienza a entender que
sólo hay una vida, una presencia, un Sí-mismo, y yo soy eso. Cuando me refiero
a que "yo soy", no estoy hablando de Robert. Estoy hablando de la realidad
absoluta, de la consciencia, de sat-chit-ananda.
Sat-chit-ananda es nuestro verdadero conocimiento, nuestro verdadero ser,
nuestro verdadero Sí-mismo. Creemos que somos humanos, vamos por la vida
con problemas. Algunos de nosotros tenemos felicidad material, creyendo que
eso es suficiente. Pero, como descubriremos muy pronto, llega la muerte a la
familia, la enfermedad, la escasez. Estas cosas pasan, y luego, cuando uno cree
que todo está bien, algo sucede de nuevo y sigues buscando. Sigues indagando.
Si eres sincero en tu búsqueda, encontrarás que de repente la felicidad, el gozo,
la alegría, comienzan a convertirse en tus amigos. Pones toda tu confianza en lo
universal. Ya no miras al mundo para tu bien, porque empiezas a comprender
que la felicidad que has estado buscando, ya lo eres, y la búsqueda comienza
realmente. Los yogas, las oraciones, las meditaciones, son un medio de llegar a
la realidad, pero la manera de comprender al Sí-mismo es a través de la auto-
indagación, a través de atma-vichara.
Si eres afortunado, empiezas tu búsqueda espiritual desde arriba. Empiezas
desde arriba dándote cuenta de que sólo hay eso que siempre has sido. Sólo hay
inteligencia pura, conciencia absoluta. Todas las cosas que veo, todo lo que
contemplo, es el Sí-mismo (Self).

Algo te dice que todo el universo es una emanación de tu propia mente. Cuando
duermes, el mundo desaparece. Cuando sueñas, este mundo desaparece. Cuando
despiertas, estás en este mundo, pero el estado de sueño y el estado de sueño
profundo han desaparecido. Comienzas a preguntarte acerca de esto, y te dices a
ti mismo: "Yo dormí, soñé, ahora estoy despierto". Sin embargo, es interesante
notar que siempre (yo) he estado presente. El yo estaba presente cuando
dormías, cuando soñabas y ahora que estás despierto. ¿Quién es este yo y de
dónde viene? ¿Quién es el testigo llamado yo?

Cuando empiezas a buscar la verdad de esto, si has sido sincero en tu búsqueda,


serás conducido hacia un Maestro, un Sabio, quien te explicará que el yo
personal es sólo un pensamiento o una idea. Se le llama el pensamiento-yo. No
es real. Es un pensamiento. ¿Dónde reside? En el centro del corazón espiritual
en el lado derecho del pecho.

Esto se conoce como el corazón espiritual. No tiene nada que ver con el corazón
físico, no tiene nada que ver con los chakras. Esta es la morada del Sí-mismo, de
la consciencia, de la realidad. El pensamiento-yo parece salido de la realidad y
va al cerebro. Una vez que se identifica con el cerebro empieza a decir: "Yo
soy". "Yo soy esto" y "yo soy eso". Cuando das forma al yo soy, el mundo, el
universo, se vuelve real. Ha salido de ti. Todo, el universo entero ha salido de tu
mente. Tú lo has creado, y parece real.

Por lo tanto el Sabio te explica que el trabajo que tienes que hacer es seguir el
rastro al pensamiento-yo hasta el corazón. Cuando el pensamiento-yo vuelve al
centro del corazón te liberas. La liberación significa que te ves a ti mismo como
la consciencia, y el mundo entero como una superposición sobre tu Yo real o Sí-
mismo. A continuación, comienzas a entender que la felicidad humana se
produce porque la mente o el pensamiento-yo va hacia el exterior, y crea todas
las ilusiones del mundo. Todo en el mundo es transitorio, está sujeto a la ley del
cambio. Por lo tanto, no puede ser real. Lo que es real debe ser permanente, y
eso reside dentro de ti.
Así que emprendes la búsqueda de un método con el fin de rastrear el yo hasta
su fuente. Y el método que se te da es que te aferres al yo, que permanezcas en
el yo, que le sigas el rastro hasta el corazón espiritual. La forma de hacer esto es
que indagues, "¿Quién soy yo? ¿A quién le viene el yo? ¿Cuál es la fuente del
yo?" Cuando los pensamientos vengan a la mente, sólo tienes que preguntar,
"¿A quién le vienen estos pensamientos? ¿Quién está realizando el pensar? Yo
soy. Pues bien, ¿quién soy yo?"

Automáticamente, a medida que sigues practicando este proceso, encontrarás


que las cosas en este mundo se vuelven dichosas, porque comienzas a ver a
través de la ilusión, comienzas a ver a través de la realidad. Comienzas a saber
que el yo soy es realmente consciencia, la realidad absoluta auto-contenida.

Pasan los meses, tal vez pasan años. Pero no buscas resultados. Continúas con la
práctica. No reaccionas a las condiciones. Tu humanidad comienza a disolverse.
Continúas identificándote con el Sí-mismo en todas las circunstancias. Llegará
el día en que ya no seas una personalidad. Te has convertido en eso que estabas
buscando, y la vida se vuelve simple para ti. Ya no te esfuerzas o luchas por
sobrevivir. Todo temor te ha abandonado. Has descubierto que no eres el cuerpo
ni la mente, y no eres el hacedor. Todos estos se han rendido al Sí-mismo. Te
has liberado, ya no estás en esclavitud, eres la felicidad absoluta. Comprendes
que todo está bien, y que todo se desarrolla como debe ser. Nunca has nacido y
por tanto nunca habrá un momento en que mueras. Has resucitado. Ya no hay
nada que necesites poseer, ya no hay nada que necesites adueñarte, sino que
participas de todas las cosas buenas de este mundo. Te vuelves satisfecho, feliz.
No puedes explicar esto, no puedes compartirlo, pero aquellos que vienen en tu
presencia sienten la gracia que siempre está disponible. Sin embargo, tú no
haces nada. No queda nadie para hacer nada. El yo ha sido completamente
trascendido. No hay individualidad. Hay paz perfecta, siempre, felicidad pura,
siempre la misma, eterna, sin modificaciones. Despierto a tu Sí-mismo.

¿Qué haces la mayor parte de tu tiempo? Te conviertes en lo que haces. Si pasas


tu tiempo preguntando, "¿Quién soy yo? ¿De dónde viene el yo?" un día
despertarás. Si pasas tu tiempo relacionado con el mundo, reaccionando a las
condiciones, con una mente llena de miedos, supersticiones, prejuicios,
tonterías, continuarás así hasta que te hagas viejo y abandones tu cuerpo, y
estarás bajo la ilusión del karma y la reencarnación. Parecerá que tomas un
cuerpo, y otro cuerpo, y otro cuerpo, hasta que renuncias a la creencia de que
eres el cuerpo. Sé libre ahora. No te resistas.
Tú eres inhumano
Robert Adams

Robert: Me alegro de estar de nuevo con ustedes. Bienvenidos. Quiero que os


hagáis la pregunta, "¿Cuál es mi verdadera razón para venir aquí esta noche?
¿Por qué he decidido venir a una reunión como esta? ¿Qué quiero conseguir?
¿Qué estoy buscando?" Si eres verdaderamente honesto contigo mismo, te darás
cuenta de que la mayoría de la gente está interesada en mejorar su humanidad.
Quieren ser mejores seres humanos. Quieren mejorar sus asuntos, su salud, sus
finanzas, sus posiciones, su estatus. Y, por supuesto, te das cuenta de que esta es
la razón equivocada para venir aquí.
No estamos interesados en tu humanidad, ya que la premisa de esta enseñanza
es que tú eres inhumano. Tú no eres tu cuerpo, ni tu mente, ni eres el hacedor.
Así que mejorar tu humanidad es absurdo. Ustedes no están tratando de ser
mejores seres humanos. Estás tratando de olvidar que eres un ser humano y
centras tu atención en tu divinidad, en tu Ser, en el Yo-soy, hasta que tu
humanidad es trascendida y transmutada. Eso se llama liberación o despertar,
que es en realidad tu verdadera naturaleza. Entonces eres libre.

A veces es difícil de entender, "¿Qué pasa si me estoy muriendo de una


enfermedad? ¿Qué pasa si soy pobre? ¿Qué pasa si la gente está tratando de
matarme? ¿Cómo puedo olvidarme de eso? Si yo me convierto en un auto-
realizado ¿qué le sucederá a mi cuerpo? ¿Continuará estando enfermo, o
empobrecido, o esperando ser asesinado?" Al preguntar una premisa como esa,
una pregunta como esa, estás tomando la dirección equivocada. Tú no existes
como pareces. Tú no tienes cuerpo. El cuerpo parece ser real, pero tras una
investigación encuentras que no lo es. Cuando descubres tu realidad, tu
verdadera naturaleza, el cuerpo es trascendido. Ya no es lo mismo para ti. Puede
parecer real a los demás, pero para ti ya no está ahí. Es como el agua en el
espejismo. Parece ser real, pero no lo es. En cuanto a tus funciones corporales se
refiere, van a continuar. Así es como aparecerá a los demás. Tu cuerpo parecerá
que pasa por experiencias, pero no para ti, cuando estás despierto. Para los
demás tú parecerás que eres el hacedor, pero no para ti. No tratas de ocultarlo, o
hacer creer que no tienes un cuerpo. Ni siquiera te identificas con algo que te
haga pensar que no tienes un cuerpo. Te conviertes en ti mismo, la realidad
absoluta. Eso es lo que has sido siempre, conciencia pura, Sat-Chit-Ananda, Yo
soy el que (Yo) soy. Esa es tu verdadera naturaleza en este momento. Eso es lo
que realmente eres.
Es por esto que era difícil de entender cómo es que personas como Ramana
Maharshi o Ramakrishna se estaban muriendo de cáncer. Los devotos estaban
llorando y llorando, y ambos Ramana y Ramakrishna trataron de explicarles:
"No seáis tontos. Yo no voy a ninguna parte. Estaré donde siempre estoy. Lo
que veis no es una imagen verdadera". Sin embargo, los devotos todavía no
podían entender, porque ellos le veían desde un punto de vista humano, y por
supuesto en el mundo humano, hay sufrimiento, hay muerte, hay nacimiento,
hay miseria, hay todo tipo de cosas. Y también hay cosas hermosas. Pero todas
ellas son parte de la misma maya, la misma gran ilusión.
Por lo tanto, trata de entender esto. Todo saldrá bien. No hay absolutamente
nada de qué preocuparse. Todo está bien. Cuanto más tratas de pensar en tu
cuerpo, con el fin de mejorarlo de alguna manera, peor será, porque estás
usando tu mente para imaginar algo que tal vez no es tu karma. Cuando yo digo:
"No te preocupes por tu cuerpo", yo sé desde donde hablo. Tu cuerpo no existe.
Nunca existió. Nunca existirá. Tu verdadera naturaleza es la alegría, el amor, la
paz ilimitados. Tú no eres lo que pareces ser.

No tengas miedo. No hay nada en el universo que tenga la posibilidad de hacerte


daño. Todo está bien. Si crees en un Dios, ve a ese Dios como omnipresente,
omnisciente, omnipotente. Date cuenta de que ese Dios es tu verdadera
naturaleza, que Dios es tú, nadie más, pero no como tu ego, no como tu cuerpo,
no como tu mente, sino como tú. Tú eres eso. Comprende el verdadero
significado del Ser, la felicidad pura, la inteligencia pura, la unidad final. Tú
eres eso. Centra tu mente en Dios, dándote cuenta de que yo soy. Yo no soy esto
ni aquello, sólo yo soy. Siempre he sido y siempre seré. No reces por las cosas.
Dedica tu tiempo a identificarte con tu Ser. Rezar por las cosas es una pérdida
de tiempo. Puedes obtener cosas, pero te vas a arrepentir después.
Esto me recuerda la historia de este hombre católico que quería 50.000 dólares
para remodelar su casa. Así que se fue a su iglesia y le dijo al párroco: "Padre,
he estado viniendo a esta iglesia desde que era un niño. Ahora necesito 50.000
dólares para remodelar mi casa. ¿Puedes por favor ayudarme?" Y el padre le
dijo: "Hijo, aquí no prestamos ni damos dinero. Vete a casa y reza a Jesús y
puede que lo consigas". Así que se fue a su casa y se puso de rodillas y dijo:
"Jesús, tengo que remodelar mi casa. Por favor, dame 50.000 dólares". No pasó
nada. Él hizo esto todos los días durante un mes, y no pasó nada. Así que él dijo:
"Jesús, voy a hacer un trato contigo. Me quedo con 25.000 dólares. ¿Puedes
hacer algo para que los tenga?" No pasó nada. Él rezó por los 25.000 cada mes,
y no pasó nada.

Así que él se enfadó. Se levantó una noche oscura y se fue a la iglesia, se coló
en ella, y robó la estatua de la Virgen María, la madre de Jesús, se la llevó a su
casa, cogió un pañuelo, y se lo ató alrededor de su boca, cogió otro pañuelo y se
lo ató a los ojos, y dijo: "OK Jesús. Si quieres ver a tu madre de nuevo, será
mejor que me des 25.000 dólares." (los estudiantes se ríen)

Esa es la manera en que rezamos.


SF: ¿Y funcionó? (risas)
R: Creemos que Dios nos va a dar regalos, presentes, si rezamos lo suficiente. Y
a veces los conseguimos, y eso es lamentable, porque entonces creemos que
para tener todo lo que necesitamos, sólo tenemos que rezar. La oración tiene
cosas buenas. Puede aumentar tu concentración, y hacerte llegar más cerca de la
deidad de tu elección, pero pedir regalos es un error, porque en cuanto los
obtengas, entonces realmente empezarán tus problemas.

Olvídate de tu cuerpo, de tus necesidades. Todo saldrá bien. Pregúntate a ti


mismo: "¿Quién tiene que hacer todas estas cosas? ¿Quién está preocupado?
¿Quién tiene miedo?" y espera. La respuesta vendrá, "Yo soy. Yo tengo miedo.
Entonces ¿cuál es la fuente del yo?" Y sigue al yo hasta su fuente, aferrándote a
él, siguiendo al yo, permaneciendo en el yo. Llegará el día cuando finalmente
despiertes y serás libre. Lo que te estoy diciendo es simplemente esto. Haz tu
vida simple. Sigue preguntando, "¿Quién soy yo?" Cualquiera que sea tu
necesidad, cualquiera que sea tu posición, cualquiera que sea tu procedencia, no
importa. No te compares con nadie más. Sigue preguntando, "¿Quién soy yo?
¿De dónde viene este yo? ¿Cuál es su fuente?" Sigue al yo hasta el centro del
corazón espiritual, en el lado derecho de tu pecho. Deja que se fusione.

El centro del corazón espiritual es el Ser. Es infinito. Obsérvate a ti mismo, sé


consciente de tus pensamientos. Cualquiera que sean los pensamientos que
vengan, buenos o malos, siempre pregúntate, "¿A quién le vienen?" Haz esto
durante todo el día. Date cuenta. Recuérdate a ti mismo. Cuando preguntas, "¿A
quién vienen?" observa los pensamientos que entran en tu cabeza. Conviértete
en el testigo. Luego pregúntate de nuevo, "¿A quién vienen?" Haz lo mismo.
Puedes hacer esto cuando estás meditando formalmente si quieres, o hacerlo
durante el día, todo el día, incluso cuando estás durmiendo. Olvídate del tiempo.
Olvídate del mundo. Recuerda, cuando digo, "olvídate del mundo," no estoy
diciendo que ignores tus responsabilidades. Hay algo que se hará cargo de ellas.
Hay algo que sabe cómo cuidar de tu cuerpo, que crees que es real.

Eso es lo maravilloso de esta enseñanza, tú no tienes que preguntarte acerca de


tu cuerpo. No tienes que preocuparte de que si no haces esto y lo otro, tal o cual,
el trabajo no se realiza. Tu cuerpo va a continuar haciendo lo que ha venido a
hacer aquí. No tiene absolutamente nada que ver contigo. Deja a tu cuerpo en
paz. Siempre se hará cargo de sí mismo. Tú haz el trabajo que has venido a
hacer aquí. Que es permanecer en el Ser, la fuente, el centro espiritual en el lado
derecho de tu pecho. El yo parece haber venido de eso. El yo parece emanar del
centro espiritual. Así es como parece surgir, cuando despiertas. Cuando estás
dormido, el yo se asienta en el pecho, en tu corazón. Cuando despiertas, se hace
consciente, ¿qué sucede? Observa cómo el yo se hace más grande. Va desde el
corazón hasta el cerebro. Cuando llega a tu cerebro te identificas con el mundo.
Dices, "Tengo hambre. Tengo sed. Llego tarde. Necesito esto. Necesito eso", sin
embargo, cuando te estás quedando dormido, esos pensamientos comienzan a
abandonarte mientras el yo se asienta de nuevo en el centro espiritual. Sé
consciente de esto. Mira lo que sucede. Observa. Descubre al yo haciendo todo
eso. Esto se llama permanecer en el yo, cuando observas al yo hacerse cada vez
más fuerte mientras avanza hacia el cerebro, y tú te vuelves mundano, y de
nuevo cuando te quedas dormido, el yo abandona tu cerebro y vuelve a bajar
hasta el centro espiritual.

Todo el secreto está en mantener al yo en el centro espiritual en todo momento.


Esto se llama liberación. Y esto sucede por preguntar, "¿Quién soy yo?" Lo que
estás diciendo en realidad es: "¿Cuál es la fuente del yo?" Has estado viendo.
Has estado observando. Has estado observando al yo que vuelve al centro
espiritual por la noche, mientras te quedas dormido, y has estado observando al
yo volver a la vida otra vez, cuando despiertas, y haces la pregunta: "¿Qué es
esto? ¿Quién le dio la vida? ¿De dónde viene? ¿Cuál es su fuente?" y te quedas
en silencio. Cuando los pensamientos vengan, pregunta, "¿A quién vienen?"
Haz esto de nuevo, una y otra vez. Un día algo sucederá. Tu yo se fundirá en la
fuente mientras estás despierto, y te experimentarás a ti mismo como
consciencia, como la conciencia pura, como la realidad absoluta, y serás libre.

La Inteligencia Pura es Silencio


Robert Adams

Robert: Me alegro de estar de nuevo con ustedes. ¿Y si les dijera que ustedes
son la realidad absoluta, me creerían?
Estudiante: Sí.

R: ¿Tú lo harías? ¿Por qué? (S: Porque es la verdad.) ¿La verdad de quién?
(S: La verdad.)
Robert continúa: Es una palabra. La realidad absoluta. ¿Pero puedes
identificarte con eso? ¿Puede ser tu verdad? Desafortunadamente la mayoría de
nosotros creemos que tenemos que pasar por experiencias. Tenemos que
realizar sadhana. Tenemos que practicar disciplinas espirituales. Tenemos que
hacer todo tipo de cosas extrañas. Y luego, si Dios nos quiere, nos
convertiremos en auto-realizados. Es todo una mentira. Has sido hipnotizado
para creer en todo lo que crees, todo. Por ejemplo, si piensas que aceptas la
verdad y eso te ayuda, estás equivocado.
A modo de ejemplo, si les pregunto si el mundo es real, entonces la mayoría de
ustedes diría que no. Pero eso es ridículo, porque la inteligencia relativa que dijo
esas palabras es la misma inteligencia relativa que mantiene al mundo unido.
Como veis, las dos vienen del mismo lugar. ¿Me siguen? El mundo es
inteligencia relativa. Cuando dices que el mundo no es real estás hablando desde
la inteligencia relativa. Si supieras la respuesta, te darías cuenta de que es el
silencio. La respuesta es el silencio, la inteligencia pura.

La realidad es inteligencia pura. El mundo no tiene nada que ver con eso. Ni
tampoco tu boca, o tu cuerpo o tu mente. ¡La inteligencia pura es el silencio, sat-
chit-ananda, Para-brahman, la conciencia pura! Eso eres tú. Cuando lo expresas
y piensas en ello, no eres eso. Pero cuando lo sueltas y te vuelves silencioso sin
pensamientos, entonces te conviertes en puro ser, y no tienes absolutamente
nada que ver con el mundo. Así que el mundo es real, en la medida en que crees
que tu cuerpo es real. No puedes creer en tu cuerpo y tu mente, y creer que el
mundo es falso. Sólo cuando trasciendes tu ego, entonces te conviertes en la
inteligencia pura, que es lo que siempre has sido de todos modos. De lo
contrario, es como si el sol viajara a través de todo el universo buscando la luz,
y le preguntara a la luna, "¿Me puedes mostrar donde está la luz?" Porque le
parece que la luna tiene luz. Así que la luna cree que tiene sabiduría. No se da
cuenta que está reflejando la luz del sol. Se cree que tiene luz propia.
Lo mismo ocurre con nosotros. Creemos que somos seres mortales vivientes.
Creemos que tenemos sustancia y nuestra mente nos dice que tenemos que pasar
por todo tipo de experiencias para aprender, para llegar a ser un súper ser,
convertirnos en un superhombre, romper el caparazón de los chakras, y todo lo
demás. Así que trabajamos toda nuestra vida tratando de lograr esto. Al final
caemos muertos. Y seguimos de nuevo. Pensando, juzgando, manipulando,
buscando, pasamos por eso una y otra vez, hasta que llega el momento en que
nos decepcionamos por todo este asunto. Y eso, amigos míos, es lo mejor que
puedes hacer. Estar decepcionado por toda la enseñanza. Y luego la sueltas.
Dejas de luchar. Dejas de tratar de lograr cualquier cosa. Dejas de intentar ser
inteligente. Simplemente te relajas. Y tu divinidad brilla por sí misma. No hay
nada que necesites. Cuando hago esta declaración y las siguientes declaraciones,
tu mente empieza a pensar. Cuando dije que no hay nada que necesites algunos
de ustedes empiezan a pensar en las cosas que necesitan. No hay nada que
tengas que llegar a ser. No hay nadie que tengas que buscar fuera, para que te
ayude.
¿Puedes aceptar que todo sucede por sí mismo? Bien, pues así es. Suena extraño
lo sé, porque te han enseñado a creer que a menos que hagas que suceda, no va a
suceder. Pero tú has sido programado. Has sido programado desde que naciste.
Y has sido programado de otras vidas. Así que todo lo que eres ahora, es un
montón de programación. Eso es todo lo que eres. Un paquete de programas.

Eres predecible. ¿Cómo actuarás cuando ciertos incidentes sucedan delante de


ti? ¿Cómo vas a reaccionar cuando veas ciertas cosas en tu vida? Ahora mismo
puedes pensar que tienes todo bajo control, pero si vas a tu casa y te enteras de
que tu esposa se escapó con el lechero, no estarías muy feliz, ¿verdad?
Las cosas aún te controlan. Las situaciones todavía te hacen reaccionar. Todo
eso tienes que dejarlo de lado. Para llegar a ser libre tienes que estar vacío, sin
ideas preconcebidas, sin conceptos, sin juicios, sin el conocimiento humano.
Tienes que estar completamente vacío. Cuando estás vacío eres como el espacio.
El espacio aparece como nada. Sin embargo, el espacio está lleno de energía.
Hace poco leí un artículo donde los científicos iban a cultivar alimentos en el
espacio. Van a cultivar alimentos del espacio. Ya has oído sobre el cultivo de
alimentos bajo el agua. Bueno, ellos predicen que toda la tierra y toda la masa
de agua se agotará en los próximos años, entonces tendremos que cultivar
alimentos en el espacio. No me refiero en el espacio exterior fuera de la tierra.
Quiero decir en el espacio aquí. De la nada.

Lo que ustedes llaman espacio es Consciencia. Aparece como nada (no-cosa) a


ustedes debido a sus cuerpo-mente fenoménicos. Si en realidad fueras capaz de
comprender y ver en lo que estás inmerso, tu cuerpo no podría soportarlo. Todo
a tu alrededor en este momento, en diferente dimensión, está todo lleno de algún
tipo de partículas, radiaciones, electromagnetismo y mucho más. Pero no te
afecta, porque tu cuerpo-mente está hecho de esa manera. Sin embargo, no eres
tu cuerpo o tu mente. Eres la consciencia pura. Eres el espacio. Eres el vacío, el
nirvana. Entonces, ¿qué vas a hacer al respecto? ¿Llorar? ¿Enfadarte?
¿Afectarte por las palabras o acciones de las personas?

Parece que hay dos tipos diferentes de realización. Una de ellas es cuando
trasciendes y sigues siendo consciente de ti mismo. Estás separado de lo
universal, pero has trascendido. La otra es cuando has trascendido el cuerpo de
manera tan completa que te has convertido en omnipresente. Te has convertido
en el universo. Ya no hay yo y mío. Ya no crees en yo soy dueño de esto, y tú
no. Esto es mío. Te has convertido en el universo y pensamientos como mío y
tuyo ya no entran en tu mente. Pero en la del primer tipo, todavía eres
consciente de ti mismo como consciencia, pero no consciencia universal, sino
conciencia personal.

Puedes saber si estás llegando allí por la forma de ver las cosas. Si estás
empezando a sentir que eres como la pantalla, y que todo, todo lo que ves,
incluyendo tu cuerpo, es una superposición en la pantalla, y te sientes
radiantemente feliz por ninguna razón, sabes que has recorrido un largo camino.
Pero cuando te sientes como una de las imágenes en la pantalla, y no te acuerdas
de que eres la pantalla, entonces sigues siendo parte del mundo.

Puede sonar extraño, pero todo, los árboles, el cielo, la luna, el sol, la gente, tus
familiares y tu cuerpo, tu mente, son todos superposiciones sobre ti mismo. Sólo
el escuchar esto debería hacerte feliz. Tú eres el Ser imperecedero. Nunca ha
habido un momento en el que hayas nacido, y nunca habrá un momento en que
desaparezcas. Tú eres eso. Tú eres ese Ser, sin otros. Despierta. Conócete a ti
mismo por lo que eres en realidad. Deja de creer que eres un hombre o una
mujer, y que pasas por ciertas experiencias. Deja de creer que tienes que
resolver tu karma y que todo lo que te sucede es kármico. Eso es pensamiento
humano. Deja de creer que Dios te castiga y Dios te recompensa. No existe tal
Dios. Despierta. Estás viviendo el sueño mortal y te lo estás creyendo. Nada
puede nunca sucederte. No hay nadie llamado tú. Tú no existes. Ninguna cosa
que puedas imaginar existe. La realización no existe. La liberación no existe. No
existe porque tienes que pensar en ella. Y, por supuesto, todo en lo que piensas
es falsa imaginación. Sólo puedes confirmar esta verdad en el silencio.

Me doy cuenta de que sólo veo a la mayoría de ustedes alrededor de cuatro


horas por semana, y el mundo os tiene la mayor parte del tiempo. Maya es muy
fuerte. No te engañes. No existe, pero parece muy sólida. Echa un vistazo a tus
acciones esta semana y verás lo que quiero decir. Todo es maya. Es como un
mago haciendo trucos de magia contigo. Haciéndote creer que lo falso es real, y
que lo real es falso. Y tú lo aceptas. ¡Déjalo ya! Sé libre. Todo lo que tienes que
hacer es renunciar a tus pensamientos. Deja de tratar de analizar. Quédate
totalmente quieto, en silencio. No hay nadie a quien buscar. No hay lugar a
donde ir. No hay absolutamente nada que hacer.
Es demasiado simple, es por eso que no lo harás. Quieres implicarte, ¿verdad?
Quieres participar en todo tipo de enseñanzas. Deseas almacenar conocimientos
en tu cabeza. ¿No puedes entender que esto es lo que te retiene? Estás leyendo
todos esos libros, yendo a todas esas enseñanzas, acumulando todos esos
conocimientos. Y te estás volviendo cada más inteligente y más inteligente y
más inteligente, y quedando atrapado en la trampa de maya. ¿Por qué piensas
que tienes que aprender un idioma extranjero, como el sánscrito? ¿Por qué
piensas que tienes que aprender la Cábala? ¿Por qué crees que tienes que
aprender todas estas diferentes enseñanzas, el Zen, el Budismo, el Tao? ¿Qué
obtienes de todo eso? Conocimiento humano. Aprendes a dejar sin habla a todo
el mundo con tu profundo conocimiento. Pero luego cuando estás solo, te
vuelves como un niño pequeño. Te das cuenta de que estás jadeando, y sientes
necesidad. Tienes deseos. Te conviertes en un ser humano complicado.
Esta es la razón por la que en los viejos tiempos los seres se realizaban más
rápidamente. Porque no tenían papel para hacer libros. No había lápices ni
bolígrafos para escribir. No tenían el transporte que tenemos hoy en día, para
poder correr de un gurú a otro. Tenían que quedarse donde estaban y averiguar
por sí mismos. Todas las respuestas que estás buscando están dentro de ti. No
hay ningún lugar a donde tengas que ir. Todo lo que quieres ya lo posees.
Simplemente no puedes verlo porque estás muy implicado en el ego.

Hay un sustrato de la existencia llamado consciencia. Otro nombre para esta


consciencia es felicidad, dicha. Es omnipresencia. Al comenzar a fusionarte con
ella, se convierte en ti. Es tu naturaleza real. Es auto-contenida. El mundo, el
universo, no salió de ella. Voy a repetir eso. Hay enseñanzas que te dicen que el
mundo es una modificación de la consciencia, y que tenemos que volver a la
consciencia. No hay nada a donde volver.

La consciencia (consciousness) es conciencia pura (pure awareness). Es


consciente de sí misma como realidad absoluta. El mundo es como un reflejo en
el espejo. ¿De dónde vino el reflejo? De ninguna parte, porque en realidad no
existe. No puedes tratar de agarrar la imagen en el espejo, porque agarras el
espejo. Cuando despiertas comprendes que eres el espejo y el reflejo del mundo
es como el agua en el espejismo, como la serpiente en la cuerda, como el cielo
es azul. ¿Por qué ocurre esto? No lo hace. Parece ocurrir. ¿Por qué parece
ocurrir? No lo hace. La apariencia parece ocurrir. ¿Por qué la apariencia parece
ocurrir? No lo hace. Parece que parece que parecer ocurrir. Y podemos seguir
así toda la tarde.
Es difícil para la mente humana comprender que no eres lo que pareces ser, sin
embargo, esto es exactamente lo que tenemos que hacer. Siempre que crees que
eres humano y que tienes que luchar para salir de ahí, aprendiendo algunas
técnicas de yoga, o meditación, o por cualquier otro método, tienes un largo
camino por recorrer. Ya eres eso. Eres eso que buscas. No hay nada más. No
hay técnicas reales. La razón de que Ramana Maharshi, Nisargadatta y otros
dieran técnicas se debe a que el estudiante aspirante esperaba algo.
A modo de ejemplo, si estuvieras en mi ashram y vinieras a preguntarme todas
estas preguntas estúpidas, sólo te miraría y no contestaría. Y tendrías la
respuesta. Pero como siempre hay gente nueva que tiene ciertas preguntas, y yo
sólo les veo cuatro horas a la semana, les doy todas estas respuestas. Que no
tienen ningún sentido. Y crees que has encontrado una respuesta a tu pregunta.
Pero tú no eres el preguntador, y no hay ningún sitio a donde vaya la respuesta.
Tú eres la inteligencia pura. Y como inteligencia pura, no hay pregunta y no hay
respuesta.
Entonces, ¿qué es lo que buscas? ¿Qué deseas? Tu mente debe ser un espacio en
blanco cuando te pregunto esto. Si piensas que quieres algo, o si necesitas algo,
estás cometiendo un error. No soy más que un reflejo de ti mismo. Tú me ves
como a ti mismo. Por lo tanto, lo que piensas de ti mismo lo ves en mí. Pero
cuando yo te veo, veo a mi Ser con S mayúscula. Para mí no hay otros. Todo es
el único Ser. Cuando me refiero a mí mismo, me estoy refiriendo a la realidad
absoluta y aquellos de ustedes que están listos, porque digo que el Ser Es
omnipresencia, aquellos de ustedes que están listos se fusionan en el Ser y
también se convierten en eso.

Pero no hay separación. No hay yo y tú. Sólo hay yo como tú. Yo, es decir el
Ser. Tú, es decir el Ser. Sólo hay el Ser, y nosotros somos eso. Así que
despierta. Deja de pensar en formas y medios para llegar a ser auto-realizado. Sé
libre. Todo está bien. Todo está muy bien. Todo siempre ha estado bien. OM,
shanti, shanti, shanti, OM, shanti, paz.

El concepto 'yo soy'


Nisargadatta Maharaj

[...] Ahora hablaré sobre ese poder que tiene la apariencia de individuo pero
debido a cuya presencia el mundo funciona. Quizás no sea fácilmente
comprensible, pero no puedo tomarme el trabajo de entrar en detalles y
explicarlo todo sobre esta etapa. Así pues, trate de comprender tanto como
pueda; si no, déjelo correr.

Estoy hablando sobre este poder que está en el cuerpo, pero que es la raíz de la
existencia y el sostén del universo entero. Lo que está en mi cuerpo, está
también en el cuerpo de todos. Pero la inmensa mayoría se interesa mucho más
por este "cadáver" con el que están viviendo, que por lo que hay dentro de ese
cadáver. Todos los cambios que ocurren en el mundo, son movimientos en ese
poder, pues ese poder es lo que hace que el mundo gire. Y todos los aconteceres
que tienen lugar, son movimientos en esa consciencia. Debido a que nos
asociamos a los acontecimientos, hay infelicidad. Yo veo las cosas desde un
punto de vista diferente, desde el punto de vista de lo Absoluto...

Todo lo que está aconteciendo no puede dejar de acontecer. Hay una serie de
acontecimientos, un escenario señalado. Así pues, de acuerdo a ese escenario,
las cosas suceden. Si nos identificamos, tenemos ciertas esperanzas y
aspiraciones; y si las cosas suceden como esperamos, somos felices. Si lo que
acontece no concuerda con nuestros deseos, somos infelices. De este modo,
continuaremos siendo felices e infelices en un ciclo sin fin, mientras persistamos
en esta actitud. Sin embargo, en el momento en que vemos las cosas desde la
perspectiva justa —que todo lo que podemos hacer es ver que la presenciación
acontece, y que todo lo que acontece es independiente de nuestros
pensamientos— entonces surge un estado diferente. No hay ninguna voluntad en
el individuo; las cosas acontecen por sí mismas. Cuando se ve esto, hay ya una
cierta paz de mente.

Cualquier cosa de la que la gente se queje, no afecta a los cinco elementos. Así
pues, ¿por qué debe perturbar al individuo lo que acontece en los cinco
elementos? Si los cinco elementos mismos no son perturbados por lo que la
gente piensa, ni por lo que hacen o dejan de hacer, ¿cómo va a ser perturbada la
fuente de esos elementos de la que ellos dependen? ¿Por qué iba a ser
perturbada?
Hace algún tiempo, le sugerí leer la Gita desde el punto de vista del Señor
Krishna, no desde el punto de vista de Arjuna. Cuando lo haga, debe
comprender lo que entiendo por "Señor Krishna". Yo no considero al Señor
Krishna una personalidad individual. Entiendo por "Señor Krishna", la mota de
consciencia dentro de usted, el "yo soy", ese estado "yo soy". Eso es el Señor
Krishna, este "yo soy". Y usted debería leer el libro desde ese punto de vista. En
lo concerniente a cualquiera de nosotros, ¿podría haber el mundo, podría haber
Dios, podría haber algo en absoluto en ausencia de esa consciencia Krishna?

En el momento en que lo comprende claramente, ya está. No hay nada más que


hacer. Y todo lo que la gente continúa haciendo —o cree que está haciendo— es
hecho sólo desde un concepto basado en una cierta imagen que tienen de sí
mismos. Y una vez que actúan de acuerdo con esa imagen, son susceptibles a
todo tipo de infelicidad. En realidad, lo que está aconteciendo es simplemente
un movimiento en esa consciencia. Una vez que comprende esto, no queda nada
que hacer; no hay nada que pueda o que necesite hacer.

El que toma decisiones es sólo este concepto que tiene de usted mismo. Ya sea
un gran hombre, un hombre importante, o un hombre pequeño, todo lo que
decide —o piensa que decide— es sólo una idea. Es decir, el individuo —que es
un objeto— cree que él puede decidir, pero de hecho ningún objeto puede
decidir. Si él no lo comprende así, entonces se reduce a una conceptualización.
Ha de comprenderse que el complejo cuerpo-mente es meramente un objeto, un
fenómeno; y ningún fenómeno puede actuar. Así pues, la conceptualización se
encuentra tremendamente implantada en su complejo cuerpo-mente.

Usted nunca podrá controlar su verdadera naturaleza; en consecuencia, su centro


de percepción debe cambiar. Si su centro de percepción es un fenómeno,
entonces, lo mire usted como lo mire, lo considerará todo desde el centro del
fenómeno. Así pues, a menos que cambie al noúmeno, el centro de percepción
mismo, nunca tendrá una idea de su verdadera naturaleza.
¿Quién ha decidido que "yo" soy el cuerpo? Lo ha decidido sólo un concepto.
Este concepto está, evidentemente, en el nivel mental. Así pues, "yo soy el
cuerpo" es sólo un concepto. Y que cualquier acción que tenga lugar producida
por este cuerpo, es igualmente otro concepto; es decir, ha habido una
"objetivización", una conceptualización de que "yo" soy este objeto, este
cuerpo. Desde entonces en adelante, se asume conceptualmente que todo lo que
el cuerpo hace, es obra "mía". Pero una vez se comprende esta idea —es decir:
una vez que el objeto es conocido como objeto; lo falso como falso— entonces
usted asume el punto de vista del "sujeto". Una vez asume ese punto de vista, el
objeto desaparece y usted ve todo lo que ocurre como un acontecer en la
condición. No le afecta; simplemente lo observa.

Identificarse con el cuerpo y asumir una personalidad individual, significa estar


sujeto al tiempo, implica la aparición de un "tiempo". Ese mismo concepto que
ha asumido "yo soy el cuerpo", dirá: "Yo he nacido y moriré". ¿Quién dice, "Yo
moriré"? Sólo el concepto. Una vez que se abandona el concepto, para el sujeto
deja de haber tiempo. En lo que concierne al sujeto, no hay ningún concepto de
espacio-tiempo.

Repito, no sólo es este concepto el que dice "yo soy el cuerpo", sino que
también es consciente del hecho de que está sujeto al tiempo. Así pues, dice:
"Yo moriré". Pero el conocedor de este concepto, no está sujeto al
tiempo; es completamente aparte del concepto. El cuerpo muere, ¿qué significa?
Significa que el pensamiento "yo soy", ese concepto, ha desaparecido. Nada le
ha ocurrido al conocedor de la totalidad del acontecimiento.
El que sabe que esto es un concepto y que ese concepto desaparecerá, no
experimenta nacimiento, ni felicidad, ni infelicidad, ni muerte.

Todo el objeto de la búsqueda o de la actividad espiritual —en realidad no hay


ninguna búsqueda, pero usamos esa palabra aquí para poder expresamos— es
comprender que ese concepto es un concepto, es comprender lo falso como
falso. No hay nada que adquirir. Que yo sea Dios, o Cristo, Alá, o Mahoma, o
quien sea, se basa todavía en el concepto "yo soy". Porque, a no ser que se
niegue el concepto, todo lo que edifique sobre él, será también una ficción. Así
pues y en definitiva, sólo cuando este estado "yo soy" desaparezca, estará usted
libre del concepto. Mientras que el concepto básico "yo soy" esté aquí, el
elemento conceptual no puede desaparecer. Es el concepto el que se ha dado a sí
mismo diferentes nombres, pero es todavía el mismo concepto.

Sin este concepto básico "yo soy", ¿dónde está el mundo, dónde está Dios,
dónde está Ishwara, Cristo, Alá, o cualquier otro? Antes de que este concepto
"yo soy" viniera a usted, ¿era usted feliz, o infeliz? ¿Había siquiera alguna
sensación de felicidad o de infelicidad? ¿Había alguna dualidad?
[...] Yo no tenía ninguna experiencia de felicidad o infelicidad porque este
concepto "yo soy" no estaba presente.

[...] Lo concebible, lo sensible, lo inteligible, sólo puede aparecer sobre este "yo
soy". El "yo soy" mismo no estaba aquí. Así pues, ¿quién había para conocer,
quién había para ser consciente? La sensación misma de existir no estaba aquí.
El "yo soy", el "yo existo", esa sensación, ese concepto mismo, no estaba
presente; así pues, ¿quién había para tener sensación? ¿Quién había para tener
conocimiento, quién había para tener consciencia?
Esta consciencia de que "yo soy" —este "yo soy", esta imaginación, mente, o
como quiera llamarlo— es sólo la idea de que soy un yogui, un rey, o lo que sea.
Antes de que este concepto surgiera, ¿había algo? No había nada. No había ni
felicidad, ni infelicidad; el estado perfecto.
[...] Cuando uno habla de consciencia, es muy probable que piense en términos
del individuo. Pero comprenda que no es realmente el individuo el que tiene
consciencia, sino que es la consciencia la que asume innumerables formas.

Lo repito: la persona media no lo comprenderá. ¿Por qué? ¡Porque es demasiado


simple! Para agarrarse, uno necesita algo a lo que agarrarse, alguna forma,
alguna figura. Ese "algo" que nace y que va a morir, o a desaparecer, es todo
imaginación, todo ficción; nada ha nacido. Es el hijo nacido de una mujer
estéril. ¿Quién lo llama así? Incluso eso es un concepto. Porque en ausencia del
concepto básico "yo soy", no hay ningún pensamiento, ningún conocimiento,
ninguna consciencia de la propia existencia.

La sensación de "yo soy" es más sutil que el espacio


Conversaciones con Sri Nisargadatta Maharaj

Maharaj: La eseidad puede actuar en el mundo solo con la ayuda de un cuerpo.


Este cuerpo es la quintaesencia de los cinco elementos, y la quintaesencia de la
esencia del cuerpo es el conocimiento "yo soy". En la ausencia de una forma
corporal, la eseidad no puede conocerse a sí misma. Así pues, usted debe
aferrarse sólo a ese principio residente dentro, la eseidad. El potencial para todas
las actividades reside en la eseidad, que está en una condición durmiente en los
jugos del cuerpo de alimento. Estos jugos emanan de los cinco elementos. El
principio que preside todo el funcionamiento es el conocimiento "yo soy", que
es la quintaesencia del cuerpo de los cinco elementos. Este conocimiento "yo
soy" tiene que ser comprendido correctamente. La eseidad, el soplo vital y la
mente son sin forma. En el curso del flujo de los cinco elementos, se crean las
diversas formas corporales de la multiplicidad de las especies. Cuando el soplo
vital infunde estas diferentes formas corporales, la eseidad también se expresa a
sí misma a través de ellas. La esencia vegetal, que se llama sattva, entra en la
constitución de los diferentes cuerpos de las especies. Y en los cuerpos mora
el sattva, la sensación de ser. A cada especie se le da un nombre según la figura
o forma del cuerpo. Las expresiones y las acciones de las especies varían según
sus formas corporales.
De todas las especies, la más desarrollada es el ser humano, que, por
consiguiente, está cualificado para el título de Ishwara, de Dios. Con el
funcionamiento del soplo vital, comienza el flujo de la mente en un cuerpo
humano; y se llevan a cabo acciones acordemente a lossamskaras, que son
impresiones recogidas del exterior por la mente.
Un cuerpo puede ser obscuro, hermoso, alto o bajo, pero el principio que lo
habita —que es el conocimiento "yo soy"— no tiene ningún color ni dimensión,
lo mismo que el soplo vital y la mente. Es meramente una "sensación de
presencia", una sensación de efulgencia. Y la mente funciona como su vehículo
o su medio para la ejecución de las actividades mundanales.

Usted quiere meditar y debe hacerlo. La meditación real es morar en esta


sensación de ser. De hecho, meditación significa la sensación de ser aferrándose
a sí misma. Se dice que después de la muerte uno va al cielo o al infierno. Pero
esto es un mero concepto y algo que se ha oído. Cuando un cuerpo ha muerto,
el atman residente, la sensación de ser, pierde la memoria de su eseidad y ya no
sabe que "ella es". En ese estado no hay sueño, ni vigilia ni cognitividad.
Usted debe comprender esto claramente. Si uno piensa que es el cuerpo, deviene
un esclavo de la mente y sufre acordemente. Por lo tanto, usted debe
identificarse completamente con el principio más alto en usted, que es el
conocimiento "Yo soy". Esto le elevará al estatuto debrihaspati —el gurú de los
Dioses.
Usted piensa que es alguien; pero usted no es nada de eso. La sensación de ser
se expresa a través del cuerpo como una consecuencia del omnipenetrante
Absoluto. Esta sensación de ser está profundamente enamorada de si misma y se
le llama atma-prem, amor de Sí mismo. También se le llama guna, Shiva,
y Brahman. Es el amor de Sí mismo lo que está funcionando a través de los
diferentes cuerpos. Puesto que sólo hay este principio expresándose a sí mismo,
de diferentes maneras, a través de los diferentes vehículos, no hay ningún
"usted", ni "yo", ni "él". Cuando el cuerpo muere, se descompone en los cinco
elementos primarios; y el soplo vital, elprana, se sumerge en el aire universal. Y
el guna —es decir, la sensación de ser— instantáneamente deviene nirguna o no
ser, lo mismo que se extingue instantáneamente una llama. Por favor, escuche
mis charlas atentamente.
Si no hay soplo vital, el guna no tiene cualidad de ser. Sólo mientras existe
el guna, se aplican grandes títulos tales como Shiva, Brahma y Vishnu. Sin
el prana, el soplo vital, no hay ningún movimiento o cualidad dinámica ni en el
cuerpo ni tampoco en el guna. Brevemente, cuando su querido amigo y
asistente, el prana, deja un cuerpo, el principio que preside, el guna, también se
evapora. En un montón de grano, la consciencia está latente, y con el concurso
de condiciones favorables, se manifestará de acuerdo con la forma y cualidad de
la especie. Si usted tiene alguna pregunta sobre este tema, por favor pregunte.
Interlocutor: ¿Las formas biológicas se crean naturalmente, sin ningún
propósito?
Mah: Sí, pero una especie particular procrea sólo dentro del modelo de su propia
imagen. El hombre no engendra un animal más bajo o viceversa. Volviendo a la
sensación de "yo soidad", usted debe comprender que ella es el principio más
sutil, más sutil incluso que el espacio. Cuando se extingue debido a la muerte
del cuerpo y a la detención del soplo vital, este evento se
llama niryana o nirvana. Éste es un estado en el que no queda ningún rastro de
"yo soidad" —una condición absolutamente irrastreable. El estado no sabe que
"él es" y está más allá de la felicidad y del sufrimiento, y enteramente más allá
de las palabras; se llama el Parabrahman— un estado no experiencial.
Int: ¿Cuál es el estado gozoso en la meditación?
Mah: Cuando el meditador se olvida de sí mismo totalmente en la meditación;
es visranti, que significa relajación completa que acaba en olvido total. Esto es
el estado gozoso, donde no hay ninguna necesidad de palabras, conceptos o
incluso de la sensación de "yo soy".
Int: Todos los conceptos en nosotros brotaron del principio que estaba latente en
el feto. ¿No es así?
Mah: Sí.
Int: ¿Podría ser que la emanación de nuestro pensamiento esté ya decidida?
Mah: Los pensamientos no están predestinados, sino que son las reacciones de
las impresiones, los samskaras, que usted recibe ahora.
Int: Dios o Ishwara se dice que es omnisciente —conocedor de todo. ¿Qué
significa eso?
Mah: Ishwara no es una persona individual. Es un principio omnipenetrante, que
está latente en todo. Se manifiesta en los cinco elementos, los tres gunas, y en el
ciclo de la vigilia, el sueño y la cognitividad.
Int: ¿Significa ello no dualidad?
Mah: La dualidad está sólo en el nivel cuerpo-mente. En la omnipenetrante
consciencia universal, millones de nacimientos tienen lugar cada día, pero en su
Absoluteidad básica ella es ajanma —lo Innacido. Aunque como consciencia
universal ella es multicualitativa, como el estado Absoluto ella es nirguna, no
cualitativa.
[A una mujer americana, que es escritora]: Usted haría mejor yéndose a casa
pronto, antes de que embeba plenamente este conocimiento; de otro modo, usted
estará perdida para todas sus "identidades".
Int: Yo no puedo decir.. .
Mah: Pero lo digo yo, usted será librada de las "idas y venidas" de todos sus
conceptos; incluso su sensación de "Yo soidad" será liquidada. En este país,
durante edades se ha aceptado que un nombre sagrado tiene una gran potencia
espiritual si se recita apropiadamente; eso no tiene ningún sustituto mejor.
Millones de personas en el mundo son personificadas por los nombres que se les
dan, debido a que un nombre tiene utilidad en el nivel mundanal. Cuando usted
es iniciada a una disciplina espiritual con un nombre sagrado, eso significa que
él representa su "verdadera naturaleza última". Sea completamente uno con el
nombre sagrado, entonces él le dará todo el conocimiento místico necesario para
su elevación espiritual. Él le despertará a su "presenciación eterna". Ésta es la
clave mística del navanath-sampradaya, la orden tradicional de los
Nueve Gurús. Estos gurús no eran cultos ni altamente educados. Según una de
las historias, un hombre sentado sobre una de las ramas más altas de un árbol, al
cortar la rama misma se sentó en el lado equivocado. Un gurú que pasaba por
allí, viendo la inocente atención concentrada del hombre, tuvo piedad de él y le
bendijo con un nombre que el hombre recitó diligentemente. A su debido
tiempo, este inocente devino él mismo un gran sabio. Tal es el poder del nombre
sagrado recitado con atención concentrada.

El conocimiento de su identidad real


Conversaciones con Sri Nisargadatta Maharaj

Maharaj: Cuando la "yosoidad" aparece espontáneamente, la ilusión del amor de


sí mismo se quiebra en los cinco elementos básicos: espacio, aire, fuego, agua y
tierra. Pero este amor de sí mismo, "yo soy", se manifiesta como guna
sattva para el que acepta esto como un proceso natural. Cuando se usa para
lograr algo en el mundo, es llamado guna rajas. Cuando se usa para reclamar ser
el hacedor, es llamado guna tamas. Todos los elementos se funden en uno, y a
través de la tierra crean la hierba y el grano. La hierba es el forraje para los
animales que nos dan leche. El grano es el alimento de los seres humanos, y en
él el principio más sutil está ya presente. Cuando es asimilado como cuerpo,
deviene el "cuerpo-alimento". Este cuerpo-alimento está formado por la leche y
los granos que comemos. Cuando la fuerza vital está ahí, la "yosoidad" aparece.
La "yosoidad" es la cualidad sattva. Sattva viene de la palabra sat —ser. La
"yosoidad", que aparece en una fracción de segundo, es debida al cuerpo-
alimento.
Cuando nace un alma individual (jiva), deviene consciente de sus padres, y,
entonces deviene consciente de sus pastos, pradera y alimento. Las formas son
formadas según las formas de sus padres. Un ser humano da nacimiento a un ser
humano, los animales dan nacimiento a los animales, y las serpientes y los
gusanos son creados de las formas de vida más bajas. Las criaturas de cuatro
patas y los seres humanos son creados de la fuerza vital más alta. El amor de sí
mismo es exclusivo de los seres humanos. Todo es creado de la "semilla".
Cuando la forma del padre está madura, se forma la semilla y la foto o forma del
padre se imprime en la semilla. Cada semilla crea un individuo que es diferente
de los demás. La semilla de un miembro de una familia es completamente
diferente de la de su hermano. La fotografía en la semilla es tomada en una
fracción de un segundo y la nueva creación nace acordemente a la manera
tradicional. Algunas especies, como las cabras, nacen a los tres meses. Los seres
humanos nacen a los nueve meses.
Todos los seres vivos, así como todas las formas, son creados de la mezcla de
los cinco elementos con la esencia de la tierra. Hay cuatro maneras en las que la
creación tiene lugar. A lo que es creado del aire, como las bacterias y diferentes
insectos, se lo llama udhvaja. A lo que nace del agua y del sudor del cuerpo,
como los gusanos, etc., se lo llama svedaja. A lo que nace de huevos, como las
serpientes, peces y pájaros, se lo llama undeja. Los animales y los seres
humanos, que tienen su propia manera de procrear, nacen del elemento tierra; a
esto se le llamajaraja. Junto con los cinco elementos, una cualidad del universo
que es llamada destino oprarabdha también entra en la formación. El proceso del
nacimiento no tiene lugar por ninguna acción deliberada; acontece
espontáneamente. Todas las acciones están predeterminadas.
Con tanta "mezcla" como se da en la actualidad, predigo que todas las razas
finalmente se mezclarán. Las castas y los credos devendrán sin sentido y será
imposible identificar a un indio puro o a un europeo puro. El modelo de la raza
humana cambiará. La división entre hindú, musulmán o cristiano dejará de
existir. Macho y hembra será la única categoría que quede.

Mientras permanezca la identificación con el cuerpo y el ego, uno no puede ser


libre. Uno solo seguirá el mismo modelo de comportamiento convencional que
el resto del mundo. ¿Pero cuál es el comportamiento genuino de su
verdadero dharma? ¿Con qué identidad me está haciendo estas preguntas? Su
conocimiento es el producto de su identidad percibida, ¿pero qué conocimiento
tiene usted de su identidad real? Primero comprenda eso, antes de hacer más
preguntas.
¿Qué es lo que usted quiere más? ¿Qué es eso detrás de lo que corre? Usted ama
a su cuerpo, y ansía las cosas que le dan placer. Usted siente orgullo intenso de
sus logros. Pero una vez que descubra su identidad real, eso que "usted es", se
estabilizará en esa presencia. Usted será libre de codicia, de apego y de orgullo.
La cosa que más le atrae de todo es su "yosoidad". Usted quiere retener esa
"yosoidad". Usted quiere "ser". Este "yo soy" es verdaderamente lo que usted
ama más. Usted quiere estar vivo.
V: ¿Está la liberación real en ser capaz de descubrir quién es uno?

M: Cuando descubre ese Sí mismo que no tiene color, ni imagen, ni modelo, ya


no necesita la liberación. Usted es más allá de la liberación.
¿Qué es yoga? Yoga es unir dos cosas —eso es yoga. Toda la población es un
resultado de yoga. Una parte se une con la otra y produce descendencia con la
identidad de ambos ¿Por qué busca usted yoga? Yoga significa puente, lazo,
unión. ¿Por qué busca usted esta unión? Usted tiene que descubrir por qué ha
ocurrido. Yoga, esa unión, no se buscaba antes de la aparición de la separación.
Usted debe descubrir cuál es su estado antes de la separación. Cualquiera que
fuera el principio o el estado antes de esta unión, antes de la separación, es el
estado perfecto. Debido a que ha aparecido la brecha, usted se siente separado
de su verdadero Sí mismo, y está tratando de unirse de nuevo; eso es yoga. A
causa de esto, usted ha devenido el siervo de sus deseos.
El método que practican los yoguis es el control de la respiración. Controlando
su respiración son capaces de entrar en estado de samadhi. Debido a que sus
deseos han sido suprimidos por un tiempo, suponen que han obtenido la auto-
realización. Antes de encontrar a mi gurú me gustaban esas cosas. Una vez, un
gran yogui vino de visita. Después de controlar su respiración, un coche e
incluso un camión podían pasarle por encima. Éste el poder milagroso que podía
exhibir. Pero ése era el alcance de su ascesis yóguica —control de la
respiración, hacer milagros y exhibirlos. Esas gentes que entran
en samadhi reteniendo su respiración solo han aprendido una pericia. No tienen
el conocimiento, y no han trascendido el conocimiento. Con las acrobacias de la
respiración pueden lograr temporalmente algunos poderes, pero eso no es la
unión real con la Fuente. Lo que se requiere es conocimiento del Sí mismo
(jñana). Ellos no han obtenido la unión última con lo Absoluto.

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