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Michael James
Sin embargo, las enseñanzas espirituales de Sri Ramana no son sólo una
filosofía racional, sino también una ciencia y arte precisos. Él pretendía que su
filosofía sirviera sólo como una base teórica sobre la que debemos practicar la
ciencia empírica de la auto-investigación, que es el arte de permanecer firme y
constantemente en nuestro estado natural de ser con intensa auto-atención y, por
tanto, perfectamente libre de pensamiento.
La práctica de âtma-vicâra ― "auto-indagación" o auto-
escudriñamiento
Un término sánscrito que a menudo ha sido utilizado, tanto por Sri Ramana
como por otros sabios más antiguos, como Sri Adi Sankara, para describir esta
práctica empírica de la auto-investigación o auto-atención es âtma-vicâra (o
"atma-vichara", como a menudo se transcribe con menor precisión), que se
traduce generalmente como "auto-indagación" o "auto-inquisición". Sin
embargo, en lugar de "indagación", la palabra vicâra puede ser traducida más
exactamente como "investigación", "exanimación" o "escudriñamiento". Por lo
tanto el término âtma-vicâra realmente significa "auto-investigación", "auto-
examinación" o "auto-escudriñamiento", y denota la simple práctica de
examinar, inspeccionar o escudriñar de cerca nuestra consciencia fundamental y
esencial de nuestro propio ser, "yo soy", con un intenso y concentrado poder de
atención.
Sri Ramana también se refirió a esta práctica empírica de la auto-investigación,
auto-examinación, auto-inspección, auto-escudriñamiento o auto-atención como
el vicâra "¿quién soy yo?" Sin embargo, cuando la describió de este modo, no
quería decir que fuera un proceso de interrogarnos a nosotros mismos "¿quién
soy yo?", ya sea verbal o mentalmente. Lo que él quería dar a entender por este
término es que esta práctica es un escudriñamiento o examen intenso y atento de
nuestra consciencia básica de nuestro propio ser, que experimentamos siempre
como "yo soy", con el fin de descubrir la verdadera naturaleza de este "yo",
nuestro ser esencial o "soidad".
Es decir, aunque (entre su gama de significados) vicâra significa "indagación",
en el contexto de las enseñanzas de Sri Ramana significa indagación en el
sentido de investigación empírica (experiencial) y no en el sentido de mero
cuestionamiento verbal. No se trata simplemente de hacernos mentalmente la
pregunta "¿quién (o qué) soy yo?", sino en realidad se trata de investigar lo que
"yo" soy ― escudriñándonos con el fin de experimentarnos como realmente
somos. En otras palabras, no se trata literalmente de preguntarnos "¿quién soy
yo?", sino de hacerlo en sentido figurado: investigando experimentalmente lo
que este "yo" es en realidad.
Ese 'Yo soy' es sólo una traducción de la mente de ese sentido de presencia, la
conciencia de presencia o la presencia de esa conciencia. Esta es la única
realidad de la que estamos absolutamente seguros. Nadie bajo cualquier
circunstancia puede decir que 'Yo no soy'. Este conocimiento está siempre y
constantemente con nosotros. Y es por eso que decimos que lo que estáis
buscando ya lo sois.
Lo que hablamos aquí está basado en lo que nos dicen las tradiciones antiguas.
En Advaita, por ejemplo, lo llaman el uno-sin-segundo-no-dual. El "uno-sin-
segundo" significa que no puede haber otra cosa que 'uno', nada hay fuera de
'uno'. En las escrituras Dzogchen lo llaman presencia de conciencia no-
conceptual, siempre-nueva, auto-resplandeciente. Y si examinas esto, te está
describiendo a ti, a mí y a todo lo demás.
La misma idea de que hay algo que buscar y alguien que busca implica tiempo,
y tiempo es mente. Es por eso que nunca encuentras la respuesta en la mente.
Para la mente, presencia-conciencia es nada [ninguna-cosa](2). No tiene
ninguna forma, patrón, no tiene tiempo, no tiene espacio, no tiene principio ni
fin. Por lo tanto es ninguna-cosa. Lo llaman 'vacío'.
La mente no puede comprender [pensar en] nada [no-cosa]. No le gusta la nada.
La mente, siendo ella misma una cosa, es dualista. Está siempre dividiendo entre
los pares de opuestos, entre cosas. No puede conocer, concebir o comprender la
nada. Todo esto indica el hecho de que puedes haber estado mirando en la
dirección equivocada. Todos vosotros sois personas inteligentes. Algunos
podéis haber estado buscado durante años. Habéis ideado tantas cosas en la
mente, pero sin embargo no podéis encontrar esto porque creéis que es alguna
sensación, concepto o idea mental de la que hemos leído en libros o de la que la
gente ha hablado. Buscamos algo similar, y así pasamos por alto la 'no-coseidad'
de ello.
Mira tu cuerpo y divídelo en partes. No hay ningún centro aquí en este cuerpo
que yo pueda decir 'Esto es lo que soy'. Comenzó con la unión del esperma y el
óvulo. Si el cuerpo tuviera algún centro sería esa célula original. Pero eso pasó
hace mucho y ha cambiado. Hay muchas células que mueren en este cuerpo
ahora mismo y son reemplazadas por otras.
Otra pregunta es '¿Soy esta mente?', '¿Soy este pensamiento primario "Yo soy"?'
Ese sentido de presencia se expresa a través de la mente como ese pensamiento
'Yo soy'. Examina el pensamiento. ¿Hay tal cosa, realmente, como la mente,
aparte del pensar? No puedo captar nada que pueda llamar mente.
Lleva a cabo actividades, mueve las manos, mueve los brazos, toda clase de
actividades se suceden. En esa etapa él no atribuye estas cosas a un yo ('yo estoy
haciendo esto' o 'yo estoy haciendo lo otro'). Él no sabe. El razonamiento no ha
comenzado. Mientras que el cuerpo crece, esa línea del razonamiento también
comienza a funcionar. Sus padres le dicen, 'Tu nombre es Johnny. Eres un niño
bueno. Eres un niño malo. Eres esto. Eres lo otro'.
Pero no hay ningún ego en el centro. El ego, que es la causa de todos nuestros
problemas, es una ficción. El niño pequeño añade a ése pensamiento 'Yo' todos
los acontecimientos, experiencias y condicionamiento, que son conceptos
mentales, y forma una imagen de sí mismo basada en esos conceptos. Él piensa
'yo soy el pequeño Johnny, y he sido un buen chico o un mal chico, o alguien
me ha dicho algo y me siento avergonzado, culpable, temeroso o lo que sea'.
Todos estos conceptos parecen estar concretados.
Parecen ser reales y se convierten en un punto de referencia (el 'yo' o el ego, con
el que todo está relacionado). Algo afecta a este punto de referencia, esa imagen
que él tiene de sí mismo, y no concuerda con esa imagen. Eso no le gusta. Si
alguna otra cosa afecta a esa imagen y concuerda con la imagen, le gusta y
desea más de ella. Pero si no le gusta él se resiste y desea alejarse de ella. Y así
él está en conflicto. Todos nuestros problemas nacen de esa creencia en el ego
central [ego-céntrico]. Todo está en relación con esa imagen ficticia que hemos
llegado a creer que es verdadera.
Si ves esto, la primera pregunta que viene es 'Bien, ¿cómo vivo mi vida?' Vives
tu vida de la misma manera que la has vivido siempre. Si ves que ahora no hay
ningún 'yo' aquí con alguna sustancia o naturaleza independiente, ¿cuándo
podría alguna vez haber habido uno? Ves que ahora no tiene ninguna sustancia o
naturaleza independiente. La cosa en la que hemos creído durante tanto tiempo,
¿podría alguna vez haber tenido alguna sustancia o naturaleza independiente?
Así que puedes volver de nuevo hacia atrás hasta el esperma y el óvulo. Puedes
volver antes de eso hasta la esencia del alimento de tu padre y la esencia del
alimento de tu madre. Puedes retrotraerte hasta la cosa que esa esencia del
alimento vivió antes de eso. Puedes ver que no tiene ningún principio. Ese
esperma y ese ovulo se unieron. La célula se duplicó y reduplicó y creció hasta
convertirse en un diminuto embrión y luego en ese pequeño feto y en el bebé.
No ha habido ninguna entidad que haya hecho nada durante este proceso. No
había una entidad cuando nació y tomó su primera respiración. No había una
entidad como tal antes de que surgiera la capacidad de razonar. Y cuando llegó
el razonamiento, podría que aún no hubiera una entidad. Si has observado y
visto que es una ficción ahora, debe de haber sido una ficción entonces.
Las emociones y las cosas están allí, pero no son fijadas. No se quedan. Surgen,
cumplen su parte y desaparecen, al igual que una nube no se aferra al cielo. La
nube aparece en el cielo, cumple su parte y desaparece. La nube no se aferra al
cielo, el sol nunca puede caer del cielo. Siempre está brillando. Y te das cuenta
que el mismo sol origina la nube, y el mismo sol mueve la nube. Así que ves
que estos pensamientos que surgen no son más que la actividad de esa
inteligencia-energía. No se aferran a ningún sitio. Sabiendo la verdad sobre
ellos, se marcharán. La vida continúa funcionando sin esa actividad egocéntrica.
Para ello, tenemos que ir adquiriendo y acumulando todo lo que podamos, para
sentirnos más seguros. Nos cuentan que si recibimos una buena educación,
conseguimos un buen trabajo, ganamos más dinero, tenemos un coche más
grande, una casa más grande o una buena pareja todas esas cosas nos harán
felices y nos aportarán esa seguridad que llevamos tanto tiempo buscando.
Esa existencia, esa sensación de existir en el presente, lleva sin cambiar desde el
primer momento en que fui consciente de ella, que yo recuerde. Echando la vista
atrás, ahora me doy cuenta de que es la misma sensación de "estar presente", de
"yo existo" que tenía cuando era niño; y no ha cambiado, no se ha alterado.
Jamás se puede alterar porque no le afecta el paso del tiempo. No se puede
volver ni vieja ni joven, ¿por qué? Porque contiene el tiempo dentro de sí.
Tampoco le afecta el espacio, ¿por qué? Porque contiene el espacio dentro de sí.
Eso mismo es lo que dice la Bhagavad Gita: "Ni la espada lo puede cortar, ni el
fuego quemar, ni el viento secar ni el agua ahogar". ¿Por qué? Porque contiene
en sí todas esas manifestaciones. Sin embargo, no hay nada que pueda
comprenderlo ni captarlo.
En esta habitación, siempre vemos las cosas que hay, pero nunca nos fijamos en
el espacio y, de no ser por el espacio ―el volumen― no habría siquiera una sala
que contuviera dichas cosas. El espacio no es nada. Pues lo mismo sucede con la
consciencia. Si tú no estuvieras consciente o no tuvieras percepción, no podrías
tener ni un solo pensamiento.
Todo queda registrado en cada momento tal y como es. Todas las impresiones
se reciben a través de los sentidos y quedan registradas tal y como son. Todo lo
que no reviste ningún interés nos tiene sin cuidado. Si os levantarais ahora
mismo y salierais de la habitación, pisaríais esos cojines, pero no los retiraríais a
patadas, sino que pasaríais por encima con toda naturalidad, lo que quiere decir
que todo queda registrado sin necesidad de pensar en ello.
Lo que aquí comentamos se basa en lo que nos dicen las antiguas tradiciones.
Por ejemplo, el hinduismo afirma que Dios o la realidad es no-dual; es decir,
que es unicidad, que no existe nada aparte de ella. En los textos Dzogchen del
budismo (Dzogchen es el culmen del budismo) se afirma que "no es un
concepto; es una presencia-consciencia que brilla por sí misma y nunca se
estanca, simplemente eso y nada más". Siempre hay algún punto en que, al
hablar de la realidad, todas las tradiciones nos dicen que es omnipresencia,
omnipotencia y omnisciencia. "Omnipresencia" significa presencia pura y total
o presencia universal. "Omnisciencia" significa saber puro y total o saber
universal. "Omnipotencia" significa poder puro y total o poder universal.
"Universal" quiere decir que no hay cabida para un Yo, un Tú ni otra cosa:
quiere decir que lo es todo. Por eso decimos que ya somos lo que andamos
buscando.
Entonces, desde esa perspectiva, la búsqueda se convierte en un problema
porque implica que queremos alcanzar algo que aún no tenemos, lo cual, a su
vez, implica que si aún no lo tenemos, creemos entonces que lo conseguiremos
en un momento futuro. ¡Pero es que se trata de omnipresencia! No es más que el
ahora o estar en el presente. Cuando se consigue captar y comprender esto, se da
uno cuenta de que cualquier tipo de búsqueda es fútil; que no vamos a encontrar
nada en un futuro porque el futuro no existe. Es algo de lo que podemos
percatarnos con claridad si lo contemplamos con atención. Tenemos memoria,
que es el pasado y tenemos la anticipación o imaginación, que es el futuro. ¿Qué
recuerdos tenemos ahora mismo si no pensamos en ellos?
¿Se puede anticipar o imaginar el futuro sin pensar en él? Cuando nos ponemos
a pensar en el pasado, ese hecho de pensar se produce en el ahora, en el
momento presente y, cuando anticipamos o nos imaginamos el futuro, dicha
acción de pensar tiene lugar en el momento presente. Por tanto, no nos hemos
trasladado al pasado ni hemos avanzado al futuro, aunque creamos que sí.
Estamos tan acostumbrados a que nos condicionen las fluctuaciones de la mente
que nos creemos que estamos en el pasado o en el futuro, pero el hecho de
pensar siempre tiene lugar en el presente. Esa es la realidad. El hecho real de
estar vivos tiene lugar en este preciso momento. Es imposible vivir en un
instante pasado. Puede que lo recordemos, pero lo recordamos en el presente, no
en el pasado. Es una nueva recopilación que tiene lugar ahora. También nos
podemos imaginar el futuro, pero es imposible vivir en él. Aunque alguien diga:
"Me trasladé al pasado"o "me adelanté al futuro" todo eso sólo tiene lugar en la
mente, con el pensamiento, pero no en la realidad.
Por eso decimos que ya somos lo que andamos buscando. Es imposible ser otra
cosa, de verdad.
Todo lo que haces en este mundo está sujeto a la ley del cambio. La persona
sabia comienza a ver esto a una edad temprana y no persigue las cosas de este
mundo, sino que más bien comienza a intentar comprenderse a sí mismo.
"¿Quién soy yo? ¿Por qué nací? ¿Cuál es el propósito de la vida?" Cuando uno
comienza a fijarse en estas cosas, el gurú interior, el Sí-mismo (Self), te dará un
empujón y te encontrarás con que has tomado un camino espiritual. Si estás
inclinado para la acción, seguirás el sendero del Karma Yoga. Si tu disposición
es hacia la emoción, seguirás el sendero del Bhakti. Si te inclinas hacia el
intelectualismo, seguirás el sendero del Jnani.
Algo te dice que todo el universo es una emanación de tu propia mente. Cuando
duermes, el mundo desaparece. Cuando sueñas, este mundo desaparece. Cuando
despiertas, estás en este mundo, pero el estado de sueño y el estado de sueño
profundo han desaparecido. Comienzas a preguntarte acerca de esto, y te dices a
ti mismo: "Yo dormí, soñé, ahora estoy despierto". Sin embargo, es interesante
notar que siempre (yo) he estado presente. El yo estaba presente cuando
dormías, cuando soñabas y ahora que estás despierto. ¿Quién es este yo y de
dónde viene? ¿Quién es el testigo llamado yo?
Esto se conoce como el corazón espiritual. No tiene nada que ver con el corazón
físico, no tiene nada que ver con los chakras. Esta es la morada del Sí-mismo, de
la consciencia, de la realidad. El pensamiento-yo parece salido de la realidad y
va al cerebro. Una vez que se identifica con el cerebro empieza a decir: "Yo
soy". "Yo soy esto" y "yo soy eso". Cuando das forma al yo soy, el mundo, el
universo, se vuelve real. Ha salido de ti. Todo, el universo entero ha salido de tu
mente. Tú lo has creado, y parece real.
Por lo tanto el Sabio te explica que el trabajo que tienes que hacer es seguir el
rastro al pensamiento-yo hasta el corazón. Cuando el pensamiento-yo vuelve al
centro del corazón te liberas. La liberación significa que te ves a ti mismo como
la consciencia, y el mundo entero como una superposición sobre tu Yo real o Sí-
mismo. A continuación, comienzas a entender que la felicidad humana se
produce porque la mente o el pensamiento-yo va hacia el exterior, y crea todas
las ilusiones del mundo. Todo en el mundo es transitorio, está sujeto a la ley del
cambio. Por lo tanto, no puede ser real. Lo que es real debe ser permanente, y
eso reside dentro de ti.
Así que emprendes la búsqueda de un método con el fin de rastrear el yo hasta
su fuente. Y el método que se te da es que te aferres al yo, que permanezcas en
el yo, que le sigas el rastro hasta el corazón espiritual. La forma de hacer esto es
que indagues, "¿Quién soy yo? ¿A quién le viene el yo? ¿Cuál es la fuente del
yo?" Cuando los pensamientos vengan a la mente, sólo tienes que preguntar,
"¿A quién le vienen estos pensamientos? ¿Quién está realizando el pensar? Yo
soy. Pues bien, ¿quién soy yo?"
Pasan los meses, tal vez pasan años. Pero no buscas resultados. Continúas con la
práctica. No reaccionas a las condiciones. Tu humanidad comienza a disolverse.
Continúas identificándote con el Sí-mismo en todas las circunstancias. Llegará
el día en que ya no seas una personalidad. Te has convertido en eso que estabas
buscando, y la vida se vuelve simple para ti. Ya no te esfuerzas o luchas por
sobrevivir. Todo temor te ha abandonado. Has descubierto que no eres el cuerpo
ni la mente, y no eres el hacedor. Todos estos se han rendido al Sí-mismo. Te
has liberado, ya no estás en esclavitud, eres la felicidad absoluta. Comprendes
que todo está bien, y que todo se desarrolla como debe ser. Nunca has nacido y
por tanto nunca habrá un momento en que mueras. Has resucitado. Ya no hay
nada que necesites poseer, ya no hay nada que necesites adueñarte, sino que
participas de todas las cosas buenas de este mundo. Te vuelves satisfecho, feliz.
No puedes explicar esto, no puedes compartirlo, pero aquellos que vienen en tu
presencia sienten la gracia que siempre está disponible. Sin embargo, tú no
haces nada. No queda nadie para hacer nada. El yo ha sido completamente
trascendido. No hay individualidad. Hay paz perfecta, siempre, felicidad pura,
siempre la misma, eterna, sin modificaciones. Despierto a tu Sí-mismo.
Así que él se enfadó. Se levantó una noche oscura y se fue a la iglesia, se coló
en ella, y robó la estatua de la Virgen María, la madre de Jesús, se la llevó a su
casa, cogió un pañuelo, y se lo ató alrededor de su boca, cogió otro pañuelo y se
lo ató a los ojos, y dijo: "OK Jesús. Si quieres ver a tu madre de nuevo, será
mejor que me des 25.000 dólares." (los estudiantes se ríen)
Robert: Me alegro de estar de nuevo con ustedes. ¿Y si les dijera que ustedes
son la realidad absoluta, me creerían?
Estudiante: Sí.
R: ¿Tú lo harías? ¿Por qué? (S: Porque es la verdad.) ¿La verdad de quién?
(S: La verdad.)
Robert continúa: Es una palabra. La realidad absoluta. ¿Pero puedes
identificarte con eso? ¿Puede ser tu verdad? Desafortunadamente la mayoría de
nosotros creemos que tenemos que pasar por experiencias. Tenemos que
realizar sadhana. Tenemos que practicar disciplinas espirituales. Tenemos que
hacer todo tipo de cosas extrañas. Y luego, si Dios nos quiere, nos
convertiremos en auto-realizados. Es todo una mentira. Has sido hipnotizado
para creer en todo lo que crees, todo. Por ejemplo, si piensas que aceptas la
verdad y eso te ayuda, estás equivocado.
A modo de ejemplo, si les pregunto si el mundo es real, entonces la mayoría de
ustedes diría que no. Pero eso es ridículo, porque la inteligencia relativa que dijo
esas palabras es la misma inteligencia relativa que mantiene al mundo unido.
Como veis, las dos vienen del mismo lugar. ¿Me siguen? El mundo es
inteligencia relativa. Cuando dices que el mundo no es real estás hablando desde
la inteligencia relativa. Si supieras la respuesta, te darías cuenta de que es el
silencio. La respuesta es el silencio, la inteligencia pura.
La realidad es inteligencia pura. El mundo no tiene nada que ver con eso. Ni
tampoco tu boca, o tu cuerpo o tu mente. ¡La inteligencia pura es el silencio, sat-
chit-ananda, Para-brahman, la conciencia pura! Eso eres tú. Cuando lo expresas
y piensas en ello, no eres eso. Pero cuando lo sueltas y te vuelves silencioso sin
pensamientos, entonces te conviertes en puro ser, y no tienes absolutamente
nada que ver con el mundo. Así que el mundo es real, en la medida en que crees
que tu cuerpo es real. No puedes creer en tu cuerpo y tu mente, y creer que el
mundo es falso. Sólo cuando trasciendes tu ego, entonces te conviertes en la
inteligencia pura, que es lo que siempre has sido de todos modos. De lo
contrario, es como si el sol viajara a través de todo el universo buscando la luz,
y le preguntara a la luna, "¿Me puedes mostrar donde está la luz?" Porque le
parece que la luna tiene luz. Así que la luna cree que tiene sabiduría. No se da
cuenta que está reflejando la luz del sol. Se cree que tiene luz propia.
Lo mismo ocurre con nosotros. Creemos que somos seres mortales vivientes.
Creemos que tenemos sustancia y nuestra mente nos dice que tenemos que pasar
por todo tipo de experiencias para aprender, para llegar a ser un súper ser,
convertirnos en un superhombre, romper el caparazón de los chakras, y todo lo
demás. Así que trabajamos toda nuestra vida tratando de lograr esto. Al final
caemos muertos. Y seguimos de nuevo. Pensando, juzgando, manipulando,
buscando, pasamos por eso una y otra vez, hasta que llega el momento en que
nos decepcionamos por todo este asunto. Y eso, amigos míos, es lo mejor que
puedes hacer. Estar decepcionado por toda la enseñanza. Y luego la sueltas.
Dejas de luchar. Dejas de tratar de lograr cualquier cosa. Dejas de intentar ser
inteligente. Simplemente te relajas. Y tu divinidad brilla por sí misma. No hay
nada que necesites. Cuando hago esta declaración y las siguientes declaraciones,
tu mente empieza a pensar. Cuando dije que no hay nada que necesites algunos
de ustedes empiezan a pensar en las cosas que necesitan. No hay nada que
tengas que llegar a ser. No hay nadie que tengas que buscar fuera, para que te
ayude.
¿Puedes aceptar que todo sucede por sí mismo? Bien, pues así es. Suena extraño
lo sé, porque te han enseñado a creer que a menos que hagas que suceda, no va a
suceder. Pero tú has sido programado. Has sido programado desde que naciste.
Y has sido programado de otras vidas. Así que todo lo que eres ahora, es un
montón de programación. Eso es todo lo que eres. Un paquete de programas.
Parece que hay dos tipos diferentes de realización. Una de ellas es cuando
trasciendes y sigues siendo consciente de ti mismo. Estás separado de lo
universal, pero has trascendido. La otra es cuando has trascendido el cuerpo de
manera tan completa que te has convertido en omnipresente. Te has convertido
en el universo. Ya no hay yo y mío. Ya no crees en yo soy dueño de esto, y tú
no. Esto es mío. Te has convertido en el universo y pensamientos como mío y
tuyo ya no entran en tu mente. Pero en la del primer tipo, todavía eres
consciente de ti mismo como consciencia, pero no consciencia universal, sino
conciencia personal.
Puedes saber si estás llegando allí por la forma de ver las cosas. Si estás
empezando a sentir que eres como la pantalla, y que todo, todo lo que ves,
incluyendo tu cuerpo, es una superposición en la pantalla, y te sientes
radiantemente feliz por ninguna razón, sabes que has recorrido un largo camino.
Pero cuando te sientes como una de las imágenes en la pantalla, y no te acuerdas
de que eres la pantalla, entonces sigues siendo parte del mundo.
Puede sonar extraño, pero todo, los árboles, el cielo, la luna, el sol, la gente, tus
familiares y tu cuerpo, tu mente, son todos superposiciones sobre ti mismo. Sólo
el escuchar esto debería hacerte feliz. Tú eres el Ser imperecedero. Nunca ha
habido un momento en el que hayas nacido, y nunca habrá un momento en que
desaparezcas. Tú eres eso. Tú eres ese Ser, sin otros. Despierta. Conócete a ti
mismo por lo que eres en realidad. Deja de creer que eres un hombre o una
mujer, y que pasas por ciertas experiencias. Deja de creer que tienes que
resolver tu karma y que todo lo que te sucede es kármico. Eso es pensamiento
humano. Deja de creer que Dios te castiga y Dios te recompensa. No existe tal
Dios. Despierta. Estás viviendo el sueño mortal y te lo estás creyendo. Nada
puede nunca sucederte. No hay nadie llamado tú. Tú no existes. Ninguna cosa
que puedas imaginar existe. La realización no existe. La liberación no existe. No
existe porque tienes que pensar en ella. Y, por supuesto, todo en lo que piensas
es falsa imaginación. Sólo puedes confirmar esta verdad en el silencio.
Pero no hay separación. No hay yo y tú. Sólo hay yo como tú. Yo, es decir el
Ser. Tú, es decir el Ser. Sólo hay el Ser, y nosotros somos eso. Así que
despierta. Deja de pensar en formas y medios para llegar a ser auto-realizado. Sé
libre. Todo está bien. Todo está muy bien. Todo siempre ha estado bien. OM,
shanti, shanti, shanti, OM, shanti, paz.
[...] Ahora hablaré sobre ese poder que tiene la apariencia de individuo pero
debido a cuya presencia el mundo funciona. Quizás no sea fácilmente
comprensible, pero no puedo tomarme el trabajo de entrar en detalles y
explicarlo todo sobre esta etapa. Así pues, trate de comprender tanto como
pueda; si no, déjelo correr.
Estoy hablando sobre este poder que está en el cuerpo, pero que es la raíz de la
existencia y el sostén del universo entero. Lo que está en mi cuerpo, está
también en el cuerpo de todos. Pero la inmensa mayoría se interesa mucho más
por este "cadáver" con el que están viviendo, que por lo que hay dentro de ese
cadáver. Todos los cambios que ocurren en el mundo, son movimientos en ese
poder, pues ese poder es lo que hace que el mundo gire. Y todos los aconteceres
que tienen lugar, son movimientos en esa consciencia. Debido a que nos
asociamos a los acontecimientos, hay infelicidad. Yo veo las cosas desde un
punto de vista diferente, desde el punto de vista de lo Absoluto...
Todo lo que está aconteciendo no puede dejar de acontecer. Hay una serie de
acontecimientos, un escenario señalado. Así pues, de acuerdo a ese escenario,
las cosas suceden. Si nos identificamos, tenemos ciertas esperanzas y
aspiraciones; y si las cosas suceden como esperamos, somos felices. Si lo que
acontece no concuerda con nuestros deseos, somos infelices. De este modo,
continuaremos siendo felices e infelices en un ciclo sin fin, mientras persistamos
en esta actitud. Sin embargo, en el momento en que vemos las cosas desde la
perspectiva justa —que todo lo que podemos hacer es ver que la presenciación
acontece, y que todo lo que acontece es independiente de nuestros
pensamientos— entonces surge un estado diferente. No hay ninguna voluntad en
el individuo; las cosas acontecen por sí mismas. Cuando se ve esto, hay ya una
cierta paz de mente.
Cualquier cosa de la que la gente se queje, no afecta a los cinco elementos. Así
pues, ¿por qué debe perturbar al individuo lo que acontece en los cinco
elementos? Si los cinco elementos mismos no son perturbados por lo que la
gente piensa, ni por lo que hacen o dejan de hacer, ¿cómo va a ser perturbada la
fuente de esos elementos de la que ellos dependen? ¿Por qué iba a ser
perturbada?
Hace algún tiempo, le sugerí leer la Gita desde el punto de vista del Señor
Krishna, no desde el punto de vista de Arjuna. Cuando lo haga, debe
comprender lo que entiendo por "Señor Krishna". Yo no considero al Señor
Krishna una personalidad individual. Entiendo por "Señor Krishna", la mota de
consciencia dentro de usted, el "yo soy", ese estado "yo soy". Eso es el Señor
Krishna, este "yo soy". Y usted debería leer el libro desde ese punto de vista. En
lo concerniente a cualquiera de nosotros, ¿podría haber el mundo, podría haber
Dios, podría haber algo en absoluto en ausencia de esa consciencia Krishna?
El que toma decisiones es sólo este concepto que tiene de usted mismo. Ya sea
un gran hombre, un hombre importante, o un hombre pequeño, todo lo que
decide —o piensa que decide— es sólo una idea. Es decir, el individuo —que es
un objeto— cree que él puede decidir, pero de hecho ningún objeto puede
decidir. Si él no lo comprende así, entonces se reduce a una conceptualización.
Ha de comprenderse que el complejo cuerpo-mente es meramente un objeto, un
fenómeno; y ningún fenómeno puede actuar. Así pues, la conceptualización se
encuentra tremendamente implantada en su complejo cuerpo-mente.
Repito, no sólo es este concepto el que dice "yo soy el cuerpo", sino que
también es consciente del hecho de que está sujeto al tiempo. Así pues, dice:
"Yo moriré". Pero el conocedor de este concepto, no está sujeto al
tiempo; es completamente aparte del concepto. El cuerpo muere, ¿qué significa?
Significa que el pensamiento "yo soy", ese concepto, ha desaparecido. Nada le
ha ocurrido al conocedor de la totalidad del acontecimiento.
El que sabe que esto es un concepto y que ese concepto desaparecerá, no
experimenta nacimiento, ni felicidad, ni infelicidad, ni muerte.
Sin este concepto básico "yo soy", ¿dónde está el mundo, dónde está Dios,
dónde está Ishwara, Cristo, Alá, o cualquier otro? Antes de que este concepto
"yo soy" viniera a usted, ¿era usted feliz, o infeliz? ¿Había siquiera alguna
sensación de felicidad o de infelicidad? ¿Había alguna dualidad?
[...] Yo no tenía ninguna experiencia de felicidad o infelicidad porque este
concepto "yo soy" no estaba presente.
[...] Lo concebible, lo sensible, lo inteligible, sólo puede aparecer sobre este "yo
soy". El "yo soy" mismo no estaba aquí. Así pues, ¿quién había para conocer,
quién había para ser consciente? La sensación misma de existir no estaba aquí.
El "yo soy", el "yo existo", esa sensación, ese concepto mismo, no estaba
presente; así pues, ¿quién había para tener sensación? ¿Quién había para tener
conocimiento, quién había para tener consciencia?
Esta consciencia de que "yo soy" —este "yo soy", esta imaginación, mente, o
como quiera llamarlo— es sólo la idea de que soy un yogui, un rey, o lo que sea.
Antes de que este concepto surgiera, ¿había algo? No había nada. No había ni
felicidad, ni infelicidad; el estado perfecto.
[...] Cuando uno habla de consciencia, es muy probable que piense en términos
del individuo. Pero comprenda que no es realmente el individuo el que tiene
consciencia, sino que es la consciencia la que asume innumerables formas.