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Concentración de suciedad
Una vez que se tiene la seguridad de una correcta limpieza, hay que desmontar y
limpiar todos los elementos accesorios: tapón, aforador de nivel [si existe] y llave de
paso. Esta última dispone de un filtro de plástico o de malla metálica, que hay que
limpiar profundamente. En caso de
que no se consigan eliminar todas las partículas, o bien si la malla está deteriorada, la
mejor solución es cambiarla directamente.
Después de limpiar bien todos los accesorios, hay que pasar a la limpieza del depósito.
Para desincrustar los residuos gomosos y sobre todo las partículas sólidas, se puede
comenzar por introducir una cadena lo más basta y pesada posible, ya que una
superficie poco acabada rasca mejor, y el peso proporciona la energía necesaria para
arrancar las partículas. Para que éstas se mantengan en suspensión y puedan ex-
pulsarse por la boca de llenado cada cierto tiempo, es necesario utilizar algún líquido.
El proceso es muy sencillo: se introduce la cadena y el líquido y se tapan los orificios
de salida. A continuación se toma el depósito y se agita bruscamente con la cadena
dentro, de modo que ésta choque contra todas las paredes interiores y las limpie.
También se puede recurrir a líquidos especiales que disuelvan las gomas y los
residuos, como los disolventes orgánicos, pero siempre con mucha precaución, ya que
son tóxicos y cancerígenos.
Una vez acabada la limpieza, no está de más añadir algún tipo de protector para evitar
la oxidación de las paredes del depósito, sin olvidar la eliminación del sobrante. Es
importante que dicho producto contenga propiedades que lo protejan del ataque de la
gasolina. Antes de volver a llenar el depósito, hay que dejar pasar un tiempo
prudencial para que éste se seque convenientemente.
LIMPIEZA Y RESTAURACION
Antes de proceder a la limpieza interior del depósito, se deberá desengrasar con agua
jabonosa. A continuación, se introducirá una cadena con eslabones de tamaño medio,
junto a tres litros de agua con detergente, y se sacudirá el depósito durante varios
minutos.
Este proceso se repetirá por tres veces, con la precaución de cambiar el detergente, y
procurar que la cadena roce por igual sobre toda la superficie del depósito.
Una vez limpio y bien seco el interior del depósito, se procederá a recubrir el interior
con resina de poliéster, cuya preparación deberá ser muy fluida. A continuación se
colocará el depósito en posición horizontal hasta su total secado interior.
Para acabar, se procederá a retocar la boca de llenado y el orificio con una lima de
media caña, por medio de la cual, se quitarán las rebarbas de resina; y por último se
volverá a montar el tapón, la llave de paso, y demás componentes .