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I 323.

1198083
R514r Richards, Patricia, 1'971-

....
3Wp.: mapa; 15,5x21 cm.-- (Ensayo)
lnduye notas apie de pagina.
Fuentes y bibiiografin: p.[281]-299
ISBN: 978-956-16-0660-9

O Patricia Richards
l
I
1.Mvlrpuches- Chile. 2. Mapudies - Dcrcclios
civiles -Ciiiie. 3. Chile - Politica y Gobierno -
1988.. 4. Racismo- Chile. 5.Multiculniialismo.
1.t. I
Racismo
0 Pehuén Editores El modelo chileno y el multiculturalismo
Brown Norte 417, Ñuñoa, Santiago neoliberal bajo la Concertación 1990-2010
-
456-2 27957131 32 - 33
editorial@pehucn.d
www.pehuen.cl

Inscripción N O 267.518
ISBN 978-956-16-0660-9

Primera ediúón,agosto 2016 Patricia Richards


Edición al cuidado de
Rosah Pndxco

Imagen de portada
Edtjardo Rnpirnan

Impreso en los taller- de


RilEditm6

Derechos reservados para todos los paises.

Ninguna parte de cste libro puede ser reproducida, transmitida o almacenada, sea por
procedimientos mecánicos,ópticos, químicos, elktritos, electrónicos, fatagrafico$,
incluidas las fotocopias, sin a;mriza&n escrita de los editores,

IMPRESO EN CHILEmRINTED I N CHILE


Agradecimientos............................................................................................................................................ 9
prólogo. Racismo. El m~ilticulturalismoen tiempos de la Concertación . ........,....... . 11

CAP~TULO 1
EL RACISMO Y EL MODELO CHILEN 17
El racismo y el modelo chileno 25
La ciudadanía neoliberal multicu tur 26
Racismo sistémic 33
Subjetividad y resistenci 39
Método, sitio y muestr 44
La política y la ética en investigaciones acerca del racismo y el conflicto... . ......... ........ ..... 49

CAP~TULO 11
MEMORIAS EN CONTIENDA, VIOLENCIA S ~ M B ~ L I C AY LA HISTORIA DE LAARAUCAN~A
55
Una historia de La Araucaiiía hasta los inicios del siglo XX 57
Memorias impugnadas de La Araucania post pacificació 68
La Reforma Agraria, la Unidad Popular y la dictadur 83
Memorias de discriininaci6n,memorias de similitud 92

Capitulo 111
ELNEOLIBERALISMO Y LOS c
El legado de Pinochet y la continuidad bajo la Concertaci
Las demandas mapuche, la Ley Indígena y los conflictos cr
Comprendiendo los conficto
Leslegitimidad y privilegio epistém

IV
CAP~TULO
LACONSTRUCCI~NDEL MULTICULTURALISMO NEOLIBERAL EN CHILE
. .. . ... . . 135
El multiculturaiisino neoliberal como disciplina . . ......... .............. . . . . . . . . .... . . . ........ . . 137
Política indígena: delineando el alcance del multiculturalismo. . . . . . . . ......................... . 144
8 1 RACISMO:
PA~niciARICHARDS ELMODELO CHlLENO Y EL MULTICUK~URALISMO..

El rol de las municipalidadesen la puesta en marcha del multiciiltnralismo neoliberal . 154


Las consecuencias de la formaci6n del sujeto multicidh~ralneoliberal... . ........ ...... . . . 160

CAP~TULO
V

Narrativas acerca del terrorism Agradecimientos

Merecimiento, corrupción y trabajo

Primero qiie nada, doy mis mis sinceros agradecimientos a todoslas losflas t
mapuche y chilenoslasque participaron en la iiivestigaciónen la cual se basa este libro.
Fiie por S" buena vulunr.id y geiierosid,id de tieiiipu que sr pudo rcnliziir este tr.ibaju.
Vengo dr otra suciedad que, coiiio Cliile y la ~iiayoriaclc yaisii drl mundo, siifrc drl
racisino sistémico. El racismo es una institución perniciosa y tenaz, y considero que es
la respoiisab'idad ética de cada uno de nosotros trabajar en su contra. Es mi esperanza
que este libro pueda contribuir, aunque sea en una medida mínima, a desarrollar nuevas
CAP~TULO
Vi formas de entenderse en el sur de Chile, y así hacerse partícipe en la lucha contra
AUTONOM~A,
INTERCULTURALIDAD Y U N FUTURO MÁS INCLUSIVO el racisn~o.Agradecimientos especiales van a Oscar Chainosa, Millaray Paitieinal,
Sergio Caniuqneo, Rosainelhiliaman,Isabel Hernández,Anit? Miaqnen, Wladimir
Paineinal, Gabriela Calhicoy,Jose Aylwin,Claudio Barrietitos,Alvaro Bello,Jacqueline
Canigiian, Serena Cosgrove, Ximena Cuadra, Chris Cuonio, Kirsten DeUinger,
Melissa Forbis, Susan Franceschet,Jeff Gardner, Charlie Hale, Diane Hangliney, Lyun
Horton, Jeff Jachon, Cristina Llanquileo, José Mariman, Eduardo Mella, Magaly
Ortiz,Yun-Joo Park, Sarah Radcliffe, Amy Ross, Alfredo Seguel, CarolijnTerwindt,
Trabajando por la interculturalidad Gwynn'ihomas, Marcos Valdés, Sarah Warren y Christine Williams.Todos/as han
La autonomía y el hituro contribuidoa este trabajo leyendo borradores, comentando charlas,clarificando eventos,
participando en conve~sacionesenriquecedoras, y extendiendo amistad. Los públicos
en charlas presentadas en la Universidad de Georgia, la Universidad de Mississippi,la
universidad
~ ~- - deTexas en Austin y la Universidad Católica deTemuco, contribuyeron al
~~

desarrollo de este trabajo con sus comentarios yobservaciones incisivos.Recibí ayoyo


institucional y colegial del Observatorio Cuidadano, la Facultad de Antropología
en la Universidad Católica de Temuco y la Universidad de La Frontera. Becas de la
Exposition Foundation, WiUson Center for Hnmanities and Arts y University of
Georgia Research Foiindatioii ayudaron a financiar este proyecto. Estoy agradecida ala
Editorial de IaUniversidad de Pittsburgh, que me concediólos derechos para publicar
Roce nnd the Chileun Mirarle en español. Los editores de esa casa,Josh Shanholtzer y
10 RICHARDS1 RACISMO:
PATRICIA ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO...

Alex Wolf, me dieron consejos cniciales.La traducción fue realizada por Aroma de la
Cadena y Eloy Neira Riquelme con la participación de Ana Ligia López Jurado. Mis
agradecimientos a Fernando Fuican por su interés en llevar la edición en espafiola
la luz. Este libro se dedica a Oscar, Menina y Julio, por ser quienes son, y a Chifiura
Morales Chihuaihuen, por todo lo que me ha ensefiadoa través de sus palabras y sus
acciones, de la valentía y el honor.
Prólogo

Racismo. El multiculturalismo en tiempos de la Concertación

Conocí a Patricia Richards en el transcurso del año 2006, por insistencia


de Fabien Le Boniec, antropólogo de origen francés. Ella estaba realizando una
investigación -pionera para aquel tiempo- sobre las élites de la región de La
Araucanía: tal vez, una de las élites más consewadoras de Chile. A partir de ese
momento,las conversacionescon Patricia sobre las temáticas contenidas en este libro
fueron profundas y diversas, transformándoseen una importante retroalitnentación
para nuestras investigaciones.
Patricia logró entablar amistad con muchas/os investigadoras/es mapuche,
chilenos y extranjeros cercanos al movimiento mapuche, en una relación crítica y
colaborativa, mantenibndo con muchos de nosotros un diálogo permanente. Sin
duda fue grato encontrar muchas de esas discusiones incluidas dentro de este texto,
gran parte de ellas se transformaron en entrevistas o se citaron como comunica-
ciones personales.
Una de las cosas que me sorprendieron de Patricia Richards fue su constancia
y trabajo. Previo a la publicación de esta obra, se dio el tiempo de traducir parte de
la investigación en curso', como una forma de retribuir al sujeto de investigación
y poder socializar parte de sus conclusiones con quienes habían colaborado en
este proceso. Tomando en cuenta lo demoroso que sería traducir la investigación
final, esta se iievo a cabo en seminarios abiertos y presentaciones académicas en las

1 El texto Ueva por tíhilo De indiosy arroktas: Coino elEstndoy Ins 6liter locales conrtruyeti elsuielo
tnnprtdem Cbile,sepmentóen agosto de2009,en IaUniversidad CatólicadeTemuco.Fuecornentado
por Rosamel MiUaman y Sergio Caniuqueo. Posteriormente se publicó en el sitio web dc la ONG
Observatorio Ciudadano, especializada en derechos humanos e indígenas.
cualestuvimos la suerte de estar presente. Hoy la publicación de su libro, traducido bloc originarios (que son sucios, flojos y borrachos). Richards n o simplemente
del inglés, representa esa insistencia por tratar de devolver parte del conocimiento obtiene un discurso racista o clasista (en términos extremos), sino que logra
construido en estas tierras con una mirada crítica, propositiva y reflexiva. situar como productos históricos y, a partir de ello, les arranca la caricatura que
Uno de los aportes de esta obra es situar el proceso q u e se vive en lo que estamos acostutnbrados a ver. En palabras más simples: Patricia los sitna en su
antiguamente se denominaba la Frontera- en un contexto internacional. En propia historia y racionalidades.
efecto, el libro Racismo fundamenta sus postulados con autores extranjeros, ajenos La obra de Patricia Richards viene a dialogar con dos obras voluniinosas
a nuestro medio pero en permanente diálogo con las escrituras indigeiias. A partir publicadas estos dos últimos años:Autonomía: dmovimiento nrapnche de vesistencia,
de aquello, rompe con la clásica mirada que sitúa a los indígenas como objeto de del sociólogoTito Tricot y Malon: La rebelión del Pueblo Mapuche 1990-2013, del
fuentes y pocas veces como sujetos pensantes. Por lo demás,la propuesta de Patricia historiador y amigo Fernando Pairican, ambas con miradas críticas sobre el rol del
está lejos de la autocomplacencia hacia los mapuche. Racisnro presenta una mirada Estado en el conflicto sostenido contra los mapuche. Estos autores han apuntado
crítica, a pesar que podemos ver las coincidencias de miradas entre la autora y los a las élites locales, las políticas públicas de los distintos gobiernos post Pinochet,
pensadores mapuche en Chie. Sin embargo la iechira de este libro también puede la represión policial y las propuestas para avanzar en el término del conflicto, como
llevar a otra variable: el largo camino que aún le queda a la epistemología mapudie. variables para coiiiprender lo que sucede en Wallmapu. La autora coinplementa
Todavía estamos faitos de elaboración teórica a partir de nuestras propias raíces estos estudios situando a las élites como reproductoras del modelo neoliberal y
indígenas para aportar desde nuestro niicromundo de las Ciencias Sociales a la gestadoras del multiculturalismo,incorporando algunos aspectos de las demandas
gran familia de estas. indígenas pero negándoles su potencial político, quedando suscritas a un plano
Como pensadores mapiiche, debemos lograr transitar de la reivindicación cultural. Para Patricia, en ese ámbito, el multiculuralismo en C h i e ha terminado
de nuestro kimun 4 e s d e una perspectiva romántica-, hacia un proceso de por crear un nnevo tipo de gobernabiidad, basado en la subordinación con iiiievos
descoloiiización que no solo responda a la élite o militantes mapuche, sino a una matices de los pueblos indígenas y mapuche en particiilar.
sociedad heterogénea inapuche, más presente en la ciudad que en el campo, que La propuesta de estelibro se centra en abordar las problemáticas dela instau-
ha desarrollado diversas estrategias para superar las inarcaciones raciales, las que al ración del multiculturalismo neolibeial. Para eiio, desarrolla una batería de enfoques
mismo tiempo son la superación de las heridas coloniales que dejaron los procesos y conceptos que se nos hace necesario discutir tales como el racismo sistémico, el
de racialización.El pensar a la sociedad mapuche es un ejercicio qiie debe nacer de indio permitido, así como el énfasis en procesos históricos como la coiifoimación
la élite dirigencial,profesionale incluso de las autoridades tradicionales mapuche y y marginación en que viven las élites locales, compuestas por agricultores chilenos
pasar a b sociedad heterogénea que somos, asumirla coino un acto crítico, cotidiano, y descendientes de colonos. A ello agrega otro foco de análisis: iina segunda élite,
intergeiieracionaly transgeneracional,fundada no solo desde una racionalidad,sino compuesta por profesionales, dirigentes e intelectuales indígenas y siis propuestas
también desde nuestras afectividades y nuestras emociones. para un multiculturalismo alternativo.
Racismo es meritorio en varios sentidos. En primer liigar destaca la polifo- A nivel continental, el racismo sistémico -como nos señala la autora en sil
nía d e voces en torno a la percepción que se tiene del mundo inapuche y lo que obra- se emplaza en la instihicioiialidad y en el sentido común de las personas.
algunos llaman "confiicto". Podemos encontrar las voces de colonos, empresarios, Es un proceso sociohistórico basado en ia racializacióii, el cual se visualiza en las
iiitricctuales y activi<taimapiiciic,¿u~aivisiones abiertaineiite se oponen unas con relaciones sociales y en todos los ámbitos de la vida. La diferenciación se construye
otras. Es 3qiií dondr la rcsl>uns;ibiliciadética de Patricia va aromdiido coiiio tina a partir de la raza (coino diferenciación biológica) y de la ciiltura (coino diferencia-
postura investigativa: tomar una posición política con miras a debatir e interpelar, ción social), y opera desde la dominación de un gi~ipoque establece su racialidad
para reflexionar. como nn polo positivo - e l cual se sustenta en la acumulación de poder en todos
Es sin duda el diálogo con las élites locales lo novedoso y central de Racis- los aspectos- frente a otro grupo qiie posee otra racialidad y es considerada, para
mo. Patricia Richards logra obtener de las élites sus coristrucciones teóricas, las este propósito, como un polo negativo. Esto tiene su genealogía en la herencia
que se fiindamentan en sus propias historias de vida, su paso por la educación española, que inás tarde la república y la sociedad hispana criolla reforinularia para
chilena y el imaginario continental que se tiene sobre los descetidientes de pue- someter a afrodecendientes e indigeiias.
Podemos ver cómo el racismo sistémico se instala en la cotidianidad de los profunda en el tiempo, con los diversos actores que pueblan el Wailmapn (país
sujetos, incluso en personas que trabajan en procesos de desarrollo del mundo mapuche).
mapuche, en las entidades públicas, en los políticos y en las élites locales. Pese a No puedo dejar de agradecer la confianza y el honor que me significa prologar
que puedan existir diferencias políticas de izquierda o derecha, este racismo se este libro, que creo, sin duda generará un gran debate en la investigación contem-
presenta de manera transversal a las definiciones ideológicas partidistas; incluso poránea del movimiento mapuche.
de clase. La visión sobre los mapuche, en términos racistas, queda sustentada en
la heterogeneidad de la sociedad chilena, vislumbrando nuevos modos de domi- Sergio Caniuqueo Huircapanl
Temuco, agosto,2OlS
nación y explotación. Ello no quiere decir que todos los chilenos sean racistas,
aunque vale señalar que el discurso racista está instalado en su cotidiano y que es
fácilsu reprodncción~
El indio permitido, en la perspectiva de Charles Hale y Rosamel Miaman,
trabajada por ia autora, nos m ~ e s t r ~capacidad
la de respuesta.y estímulo que genera
el Estado hacia el pueblo mapuche, y cómo estos responden de manera diversa. Los
autores han catalogado a esta diálectica "indio permitidol'e "indio en resistencia",
categorías que se pueden encontrar en una sola persona, en un dirigente, por ejem-
plo. Los polos actúan como sihiaciones extremas, pero la realidad muestra que esto
,es mucho más complejo. El discurso multicultural, tan alabado hoy en día como
.muestra de integración y respeto a los derechos indígenas, puede ser la puerta para
,la introducción de la lógica neoliberal al interior de las comunidades indígenas,
...transformando a los propios indígenas en administradores del neoliberalismo. De
.,,ahí la crítica de la autora a las políticas multiculturales.
.: El mundo mapuche ha respondido de diversas formas a las políticas multicul-
turales, lo que la autora logra retratar con entrevistas y lecturas a diversos líderes
de opinión mapuche. En los últimos capítulos de esta obra se ve un diálogo con
diversos intelectuales,militantes y dirigentes, apuntando a superar el racismo sis-
témico abordado en el cuerpo de este trabajo, y contrarrestar los efectos negativos
de las políticas muiticulhlraies neoliberales. Sin duda, las élites locales son gravi-
tantes dentro de la situación de conflicto, pero ello no impide buscar alternativas
de convivencia, sobre todo cuando el milagro chileno del neoliberalismo los ha
dejado en una situación de postergados y más cuando las grandes decisiones siguen
-
correspondiendo a Santiago y sus intereses económicos.
La autonomía -que en el fondo es una fórmula política administrativa del
Estado- permite discutir los tipos de relaciones interétnicas a desarrollar en un
territorio que posee el derecho a la autodeterminación. Este libro nos permite dis-
cutir y dar contenido al ejercicio del derecho a la autodeterminación, señalando el
tipo o los tipos de sociedades en convivencia que queremos, en un marco político
administrativo para poder autoregularnos. La autora nos expresa sus reflexiones
sobre el tema sin llegar a una respuesta única, es más: nos estimula a una discusión 2 Historiador mapuche.Universidad Libre Mapuche. Investigador adjunta ICIIS-FONDAP
Capítulo 1

El racismo y el modelo chileno


Los medios nacionales e internacionales tienden a presentar a Chile como
un ejemplo exitoso de transición democrática y pacífica sostenida por altas tasas
DEL BIO-Si0
REGI~N ,.,, de crecimiento económico. Los entusiastas se refieren al "modelo chileno", la idea
de que las reformas de libre mercado impuestas durante la dictadura de Augiisto
Pinochet (1973-1990) colocaron al país en la ruta del desarrollo y la estabilidad.
Mencionan a Chile como una historia de éxito, un modelo a seguir por otros países.
Tal representación no es del todo errada; sin embargo, encubre una realidad más
compleja caracterizada por el surgimiento de conflictos sociales producidos, en gran
medida, por el mismo modelo político y económico implementado por Pinochet y
perpetuado después por la Concertación de Partidos por la Democracia, que ejerció
la presidencia desde la restitución de la democracia en 1990 hasta el año 2010.
Esta situación se ve agudizada por la persistencia del racismo sistémico. La
situación crítica que se vive en la región sureña de La Araucanía -parte del terii-
torio ancestral del pueblo mapuche-, es una clara muestra de este problenla'. El
pueblo mapuche fue una de las últimas naciones en las Américas que se mantuvo
libre y soberana. Su vasto territorio, el Wallrnapu, atravesaba Los Andes, abarcan-
do significativas regiones de lo que actualmente es Chile y Argentina. Durante la
década de 1880, la nueva tecnología militar le permitió al gobierno chileno, ávido
de recursos, conquistar el territorio mapuche desde el lado chileno de la frontera,
tal como los argentinos lo habían hecho algunos años antes. En Chile, los sobre-
vivientes mapuche heron relegados a coiidiciones humillantes; retuvieron solo
una pequeña porción de sus tieiras ancestrales, divididas en comunidades aisladas
convenientemente llamadas "reducciones". Mientras tanto, los colonos chilenos
y europeos
- -- obtuvieron feraces tierras agrícolas y forestales donde establecieron
lticrativos fundo~.Así,la conquista de La Araucanía creó una economía rural es-
tratificada, la misma que fue exacerbada por las distinciones de raza y cultura. La
adopción de discursos racistas transiiacionales naturalizó el poder de los colonos

1 En términos geográficos,la ubicación de La haiicanía es mejor descrita como el centro-sur de


Nota: el mapa fue dibujado por Bill Nelson, basándose, parcidmente, en uno qiie acompaíia un Chile. Sin enibargo, coloqtidmcnte, esta región se entiende y se describe como el siir chileno y así
artículo de Víctor Naguil en Aditihwe (2005). me referiré a esta región dc ahora en adelante en el texto.
18 RICHARDS 1 RACISMO:
PATRICIA ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO..<

dueños de fundos y delos representantes locales del Estado chileno,lo cual marcó Fue en este contexto que visitk a Gonzalo Arellano, un empleado de INDAP
a L a Araucanía de la posconquista con el carácter inequívoco de sociedad colonial. (Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario). L o busqué porque él había
Este carácter colonial se mantuvo como una huella indeleble, aun cuando, ayudado a fundar una comunidad rurai llamada Bellaruka,compuesta por mapuche
durante el siglo XX,los descendientes de los colonos europeos se convirtieron en y campesinos de ascendencia europea. Esta comunidad cuenta con personería
chilenos y el pueblo mapuche se asimiló parcialmente a la sociedad dominante. A jiiridici, lo cual significa qiie esrá reconoiid2 legalincnte como co111~11'1diid
y que,
principios de la década de 1970,muchos mapuche participaron en los movimientos conlo tal, puede rc~ibisheiieficioi del Estado. I'cnsé qiic Conzalo podría ser iiiia
sociales y pollticos asociados con el gobierno de la Unidad Popular, liderado por buena fuente de ideas acerca de cómo reconfigurar las relaciones intercnlturales en
Salvador AllendeL,para más tarde convertirse en unode los blancos de la repre- la región3. Sin embargo, no me tomó mucho tiempo percatarme de que Gonzalo
sión sistemática del régimen de Pinochet. Las reformas neoliberales de Pinochet estaba cargado de la ansiedad racial preponderante en la región. M i visita empezó
beneficiaron a algunos colonos y otras élites locales, así como a grandes empresas en su oficina ubicada en una pequeña ciudad en la provincia de MaUeco, donde
forestales que entraron a La Araucanía y que terminaron rodeando a las comu- sus responsabilidades incluían el monitoreo de las intervenciones de Orígenes
nidades mapuche con plantaciones de eucalipto y pino que erosionan los suelos y en las comunidades mapuche aledañas'. Orígenes fue un programa de desarrollo
merman los recursos hídricos. Perseguido políticamente, explotado económicamente intercultural financiado por el Estado y por el Banco Interamericano de Desarrollo
y oprimido racialmente,el pueblo mapuche ahora estaba pagando las consecuencias (BID); otorgaba fondos para proyectos relativos a salud, educación, fortalecimiento
ambientales del desarrollo nacional. comunal e institucional, y desarrollo productivo.
Al.principici de la década de 1990, algunos años después de la restitución de la Le pregunté a Gonzalo cómo se manifestabala discriminación en el área. Antes
democracia, surgieron conflictos entre diversas comunidades mapuche e intereses de responder, afirmó primero su experticia en el tema: "Tengo harta experiencia
:privados y estatales por cuestiones de tierras y proyectos de desarrollo, incluyendo con los mapuche"'. Los extranjeros -como yo- vienen a la región y son rápidos
la construcción de represas hidroeléctricas así como la expansión masiva de la en ver el racismo de parte de los chilenos, acotó, cuando en realidad existen "dife-
industria forestal. E n algunos casos, estos conflictos alcanzaron niveles de violen- rencias culturales intransables". Ilustró este punto señalando una lista detallada de
; cia que recordaban a los peores años de la dictadura, pues implicaron iiicendios los defectos de los mapuche:
., provocados, sabotajes para dañar maquinaria, allanamientos en las comunidades
.1 mapuche y acusaciones de terrorismo. Presionados por la movilización del pueblo
El gobierno ha comprado tierras para elios, pero los mapuche no respetan
mapuche, los gobiernos de la Concertación instituyeron políticas multiculturales los cercos y no trabajan la tierra...
que reconocían algunos derechos indigenas y promovían la diversidad dentro de El gobierno regaló árboles frutales y herramieiitas a una comunidad, y los
la sociedad chilena. Estas reformas, sin embargo, no se propusieron revertir la mapuche iio hicieron más que arrancar los árboles de la tierra...
condición de despojo colonial que yace en la raíz de estos conflictos. Más aún, la's Los lnapuche no son agricultores...
élites locales de ascendencia europea presentes en La Araucanía se resistieron tanto
a las demandas mapuche como alas propuestas paliativas del gobierno, apelando a 3 "lnterci~lniral" y "muiticuimrai"se usan indistintamente en Chile. Ofreceré una discusi6n mis
discursos y prácticas racistas que ponían en duda la existencia de un Chile multi- amplia sobre estos términos en el capírulo 4.
cultural, a lavezque contribuían
-~- - ~a exacerbar los conflictos. Este contexto dinámico 4 La, coiiiiinid~dcsmapuclic coi1 1.1sqiic trabaju Orige~iesroii ~<liirW.saiunu;idis foriiialiiiriire
y conflictivo pone al descubierto laincong~iienciaentre, por un lado, los nuevos pur CONADI.hluclidsdcrrr;isconiit~iirl~.ler ron rcJur:ionrr urieiiialnirntr
" csrablrcid.<:, travCr dr
discursos estatales y transnacionales acerca de la democracia, el multiculturalismo los títulos de merced que describo en el capitulo 2, pero la Ley. Indígena
- de 1993 también establece
y los derechos indígenas, y, por el otro, la persistencia a nivel local de nociones procedimientos para elreconocimientolegaldecom<tnidadesfundadasmás recienteniente,porloque
enquistadas acerca de la raza, la etnicidad y la pertenencia. se han acomodado comunidades que se han subdividido "/o comvrado tierra en nuevas locaciones.
así como también a grupos de individuos indigenas que se han unido y se han identificsdo como
comunidades para percibir los beneficios estatales como tales.
2 "Mapuchenestanto singular como pluralen mapudungun,de ahí qne generalmente no me refiero
a"mapuches"en este texto. Sin embargo,las personas entrevistadas así como otros autores a veccs 5 Las comillas simples (así como la lista realizada en este párrafo) denota las notas reconstiniidas
el término mapuche de esta manera.
plitralizan de mis notas dc campo. Las comillas dobles denotan las transcripciones de audio o notas vl-ntirii.
20 PATRICIA 1 ~ C I S M O EL
RICHARDS : MODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO ... CAP~TULO1 1 ELRACISMO Y EL MODELO CHILENO 21
.-

Siguen viviendo como si tuvieran media hectárea, cuando tienen 80 ahora... las víctimas...Creen que por ser mapuche, nosotros tenemos que darles todo sin
Sus dirigentes son muy agresivos y es dificil trabajar con ellos... poner nada". Si bien Ximena empezó reconocLendo cierta igualdad entre chileiios
No están dispuestos a coiivivir con los demás... y mapuche, en última instancia ella también retrató a los mapuche en términos
Quieren imponerse sobre la cultura de los chilenos... negativos. El tener que lidiar con la complejidad do las relaciones interculturales
Y sus tierras están Uenas de basura... en medio de elevados niveles de conflicto sobre las tierras y otros recursos,podría
Las quejas de Gonzalo constituyen un lugar común en La Araucanía, y muchas e'xplicar parcialmente por qué Gonzalo y Ximena expresaron su frustración de ese
de ellas han alcanzado un carácter cuasimítico. Estos son los relatos que cuenta la modo. Aun así, como funcionarios del Estado, ellos dejaron de lado la neutralidad
gente no mapuche, los ejemplos que dan, cu'ando desean afirmar que las cosas no para adoptar el punto de vista de los dueños de fundo y las élites locales, quienes
son lo que parecen en el sur chileno. Gonzalo pasó a esclarecer su punto. de vista se sintieron vuliierables en el contexto de un creciente activismo mayuche.
sobre la cultura, anotando que no solo se trata de la convivencia, sino también de Después de mostrar el desdén que siente por los mapuclie, Gonzalo me sor-
otros aspectos heredados, "como los animales". "El carácter del mapuclie es más prendió cuando me dijo que la interciilturalidad le fascinaba. Yo estaba curiosa
huraño -sin querer ser peyorativo-, es como callado y cerrado; jesa es la diferen- sobre lo que quiso decir, y me explicó que estaba involucrado con un programa
cia!", expresó Goiizalo con emoción, como si hubiese descubierto en ese momento de intercambio estudiantil y que había pasado algún tiempo en u n país europeo.
la esencia del problema. Es difícil hablar sobre este tema sin ser subjetivo, acotó, Señaló, tainbibn, que en su coniuna existen coloiios de aticestro suizo, francés,
como si quizás hubiese estado diciendo: perdóname, yo sé que suena racista. italiano e inglés, así como también rnapuche, de modo que existe potencial para
Le pregunté cómo habían cambiado con el tiempo las relaciones entre mapuche el turismo7. No obstante, se lanientaba de que la diversidad entre estos grupos se
y no mapuche. Gonzalo cree que han empeorado; dijo que él tendría que hablar hubiera fundido en una identidad chilena dominante ('aquí metemos todo a la
sobre política para responder a esa pregunta y que no quería hacerlo. No obstante, batidora"), en la que las diferencias son perceptibles solo para quien esté dispuesto
señaló que la Concertación les había dado a los iiiapuche miichos derechos, pero a "excavar". Hallé esto un poco confuso: estos eiiiinciados se contradecían con los
pocas responsabilidades. Como una acotación marginal, reflexionó sobre que expresados previamente por Gonzalo, cuando insistió en que las diferencias entre
nosotros en los Estados Unidos tenemos el mismo problema con las libertades y los rnapuche y los chilenos eran raciales en naturaleza, además de deplorar cómo
responsabiidades. "Es bueno que les den tierra", opina, pero 'Sin deberes, la dejan los inapuclie habían intentado "iriiponerles"si1 cultura a los chilenos.
botada". Elaborando sobre este pi~rito,Gonzalo recaló en otro lamento: 'No cuidan Aún más sorprendente fue, cuando Goiizalo habló de la creación de Bella-
los árboles, dejan que siis chanchos correteen por todos lados, no asumen respon- ruka. Empezó diciendo, 'hquí los mapuche", pero se detuvo, diciendo, "bue~io,
sabilidades, sus vecinos [no mapuche] mantienen todo más lindo. Un mapuche todos acá somos descendientes de indígenas". Aquellos mapuche que viven en las
borracho en la calle, cuando sales con tu hija un día domingo, te tira piedras; es comunidades tienen una estructnra diferente a la del resto de chilenos, prosiguió,
u11 atentado contra tu libertad, ti1 libertad es invadida'. Con todo eso, él concluyó: y existe11grandes diferencias culturales: 'No les gusta vivir entre chilenos'; pero
"Los mapuche están geiierando resquemor en vez de generar espacios intercultu- nuevamente Gonzalo volvió a la aseveración de que "Acá [en Chile], atenuamos
rales",empeorando así las ya malas relaciones."Los chilenos cada vez quieren tener las diferencias ... Cuando vienes desde fuera, notas más las diereiicias". Él pare-
menos que ver con los mapuche". Gonzalo preció entrar en pánico y me imploró cía querer enfatizar que todas las personas eran iguales, pero, al mismo tiempo,
~ ~ -- --
iio decirleaiGdieque31 había dicho tales cosas,p~e~podríacosta11e el trabajo6. era~reticeiitea declarar esta igualdad ciiaiidose trataba de los mapuche, quienes
Ximena Ortiz, una colega de Gonzalo, se unió a la conversación y trató de todavía vivían en comiinidades rurales niantenierido costumbres que, segúii los
suavizar el tono. Las cosas se ven diferente desde afuera, insistió. "Como entre los estándares de Gonzalo, no podían ser consideradas "chilenas".
chilenos hay buenos y malos, también hay mapuche buenos y malos. No son todos Posteriormente, observé a Gonzalo en acción. Junto con Ximena viajamos a
una comunidad rnapiiche donde este tenía que realizar algunas tareas relaciotiadas
6 Como otros entrevistados en este libro, Goiizalo esta protegido por medio de ti11 seiidónimo,
así como por la eliniinacióii de cualquier característica que permitiera identificado.Más detalles 7 Eii Clule,la mayoría de las regiones están confocnia<laspor dos provinuas,cada una de las cuales
metodológicos sparecerin posteriormente eii este capínilo. coiitiene varias comiinas.
con Orígenes. En el camino, él reiteró cuánto amaba a Europa y que quería que Gonzalo nuevamente eludió la responsabilidad al decirles que el consultor debió
todo fuera igualitario en Chile, como lo era allá. Yo estaba un poco confundida haberles dado una copia de los planes. Luego preguntó cuántos galpones había
porque ahora quedaba claro que él no estaba hablando delas relaciones entre ma- construido la comunidad con el dinero otorgado por Orígenes para ese fin. Amado
puche y no mapuche. Le pregunté ciiál era la raíz de la desigualdad en Chile, y él parecía irritado, al preguntar: '¿Cómo voy a construir el galpón cuando aún no
dijo que era cultural, mencionando algunas diferencias entre el Chile católico y la tengo casa?'. Gonzalo cuestionó si ellos estaban siguiendo el diseño recomendado.
~ L r o i protestante,
a concernientes a la ética laboral, entre otros factores. Gonzalo Amado contestó, 'Creo que ya sabemos bien diseñar lo que necesitamos'. Él y
también habló de cómo los colonos eurodescendientes (aquellos proveiiientes de los otros hombres se quejaron del númeio de reuniones a las cuales tuvieron qiie
otros países que no fueran España) eran extremadamente,&cistas; discriminaban asistir para poder recibir los beneficios de Orígenes. Durante esta conversación,
a los descendientesde españoles que colonizaron el país. El encontraba este hecho Gonzalo no solo descargó sus propios deberes en los líderes de las comunidades,
terriblemente injusto, exclamando: "iIinagínate!". sino que pareció asumir que ellos no tenían conocimiento, habilidades o conciencia
La narrativa de Gonzalo es sorprendentemente contradictoria. Los mapuche, de su propia realidad.
especialmente quienes viven en comunidades mapuche, son racial y culturalmente Cuando se alistaba para partir, Gonzalo les preguntó si había algo más de lo
diferentes, y, para él, aparentemente abominables; pero sentía también que dichas que quisieran hablar. Don Amado hesitó, pero ltiego le dijo qne sí. En una reu-
diferencias no eran tan importantes para la sociedad chilena, pues es solo cuando nión reciente, decía, la gente se habia quejado de los inodales de Goiizalo. Ellos
los observadores foráneos visitan estas zonas que las diferencias se vuelven paten- sienten que él siempre trata de encontrar fallas en lo que ellos están haciendo.
tes (implicando quizás que los observadores foráneos "creaban" esas diferencias Gonzalo adoptó una postura muy defensiva, y respondió que eso no era cierto.
-una afirmación, que escuché de diversa forma en el transcurso de mi trabajo '<Lo estoy haciendo ahora!', farfuiló. 'Hago exactaniente lo mismo en todas las
de campo-. Finalmente, Gonzalo se opuso a la discriminación en contra de la comunidades'. Su respuesta defensiva permitió que Amado insistiera al decir que
. gente como Ll, pero implicó que los mapuche eran los únicos responsables de la la gente pensaba que Gonzalo era arrogante y que se enseñoreaba sobre ellos.
discriminación en su contra. La tensión aumentó. Mientras Amado hablaba, en varias ocasiones Gonzalo se
.,. Conforme nos fuimos acercando al lugar de la reunión, pasamos por un terre- dirigió a Ximena para decirle: "No entiendo lo que me está diciendo". Ximena
.
rip que una comunidad mapuche habia comprado recientemente con la ayuda de se vio obligada a repetir exactamente lo que Amado habia acabado de decir. El
CONADI (Corporación Nacional de Desarrollo Indígena). El terreno colindaba intercambio se volvió casi surrealista.Yo entendía lo que Amado estaba diciendo.
con su comunidad original y tenía un aspecto agreste, cubierto de tocones de ár- Podría ser que Gonzalo simplemente no quiso escuchar las quejas y las críticas. O
boles. Gonzalo y Ximena se burlaron de la comunidad por haberlo comprado; él quizás estaba tan temeroso de los mapuche, que se exaltó tanto hasta realmente no
se carcajeaba mientras me preguntaba: '¿Comprarías tú esta tierra!'; y prosiguió: poder entender. (De hecho, más tarde, ya de regreso en la ciudad, cuando durante
'Me gustaría que el gobierno me comprara tierra a mí. Solo necesitaría veinte el almuerzo los tres comentamos lo ocurrido, él dijo que a veces le preocupaba
hectáreas'. Cuando llegamos, nos sentamos con don Amado Kayupi y otros dos que 'ellos pudiesen hacerme algo').
hombres de la comunidad. La esposa de Amado escuchaba mientras realizaba sus Don Amado se quejó de que Gonzalo era inflexible porque no le dejaba
labores domésticas. Gonzalo empezó su tarea de Orígenes. comprar un tipo diferente de vaca que ellos ya habían pedido en su propuesta a
- Or-ígenesfue-un-programa descentralizado, y las comunidades seleccionan Orígenes. Gonzalo respondió con enfado:'No soy yo el que hace las reglas, y si no
consultores qne coordinan la labor asociada con proyectos que las comunidades las obedezco, pierdo mi trabajo', pero Amado se estaba refiriendo a un problema
deciden llevar a cabo. Gonzalo preguntó qué habia hecho el consultor, y los real que necesita ser abordado: los comerciantes de ganado estaban inflando los
hombres le dijeron que este no habia venido con la frecuencia que se suponía que precios para los beneficiarios de Orígenes. Él estaba frustrado y acotó que los chi-
tenia que hacerlo. Gonzalo les regañó, diciendo: "Si la consultora no cumple, es lenos se quejaban de todo el dinero que el gobierno le está dando a los mapuche
responsabilidad de ustedes". Esto me pareció algo atrevido, dado que una de las a través de Orígenes, pero los que de verdad recibían ese dinero eran los mismos
tareas de Gonzalo era, la de evaluar el trabajo de los consultores. Amado sugi- de siempre: los chilenos dueños de tiendas, los terratenientes, los comerciantes
rió que existía una falta de información acerca de las regulaciones de Orígenes. de ganado y los consultores. Amado parecia señalar que los ricos permanecían
24 PATRICIA 1 RACISMO:
R~CHARDS ELMODELO CHILENO Y EL ~ULTICULTURALISMO... 1 1 ELMCISMO Y EL MODELO CHILENO
CAP~TULO 25

ricos y que los pobres permanecían pobres, solo que con mayor intervención del zones, rara vez ve resultados positivos, y la dificultad absoluta de nn intercambio
gobierno en sus vidas. intercultural cuando una de las dos partes es considerada racial y ~ulturalmeiite
Cada punto levantado por Amado fue cuestionado por Gonzalo, o alegó "no inferior. Brinda una mirada rápida a las contradicciones que pueden surgir entre,
entiendo". Amado se mostró visiblemente frustrado y le dijo a G ~ n z a l oque habia por un lado, los nuevos discursos y políticas estatales sobre derechos indígenas y,
un refrán en maPudiingun: 'Vas a acabar sin que nadie te quiera'. El insistía en que por el otro, las arraigadas creencias socioculti~ralessobre raza y etnicidad.
era necesario que Gonzalo cambiara su tono y que dejara de ser tan arrogante y
defensivo. Gonzalo prosiguió discutiendo, y Amado le dijo: 'Sabes, si yo hago algo,
pido perdón'. Pero Gonzalo no quiso llegar a ese nivel. Antes de que nos fuéramos, ELRACISMO Y EL MODELO CHILENO
él Uenó un formulario requerido para que constara lo que se había logrado en esta
A pesar de que nociones de mezcla racial y cultural han brotado ocasionalmente
reunión. Incluso, en este momeilto, hizo que la comunidad apareciese como la
durante el curso de la historia chilena, Chile no se adhiere al mito del mestizaje
fuente del problema. El registró sus quejas en términos generales, pero concluyó
su informe señalando: 'Le informo al dirigente que tan solo estoy siguiendo las preponderante en México y partes de América CentraP.Tampoco tiene el mito de
un 'país blanco", como en Argentina, a pesar de que algunos chilenos sostienen ser
reglas establecidas por el programa'. Gonzalo, de hecho, leyó todo esto en voz
"los ingleses de las Américas". La nación tampoco se identifica como una "demo-
alta conforme escribía, y cuando llegó al final, todos los hombres sacudieron sus
cracia racial", como en el caso brasilefio.Los chilenos son más propensos a elidir
cabezas y lo miraron exasperabas. Amado dijo: 'Sí po', haces que tú luces bien'.
la raza del todo, prefiriendo enfatizar la clase social como marcador social. Pero
Gonzalo se declaró inocente. El puede haber permitido que hable el siibalterno el hecho de que la gente no hable de la raza como parte de la identidad nacional,
(Spivak 1994), pero aun así se negó a escuchar.
no qiiiere decir que esta no haya moldeado la sustancia de la nación así como las
Me encontré a mí misma asintiendo con la cabeza en respaldo a Amado y
políticas socioeconó~i~icas.En efecto, la diferencia racial y cultural ha tenido un rol
a los otros. En el camino de vuelta le dije a Gonzalo que muchas veces estas si- central en la configuración de las relaciones sociales dentro del país, especialmente
tuaciones se resuelven mejor disculpándose. Gonzalo me dijo que probablemente
en La Araucaiiía.
yo tenía razón, pero que la reunión le habia dejado un sabor aniargo en la boca.
Así como las diferencias raciales y culturales tienden a ser evitadas en el discurso
Ximena comentó que h a d o era un buen líder porque siempre hablaba sobre público chileno, tienden también a ser ignoradas en muchos esnidios académicos
estas cosas a cabalidad y te las decía en la cara. Pero ella también dijo: 'Lo que
acerca del Chile post dictadura. A pesar de que existe una historiografía creciente
pasa es que comienzas este trabajo, y piensas que puedes cambiar cosas, pero en con respecto a los mapuche y su relación con la nación chilena, rara vez se aborda la
realidad no puedes. Es muy complicado y desgastador'. Gonzalo dijo que quería raza o el racismo en los análisis de la construcción de la nación chilena; tampoco se
un trabajo diferente. ha examinado al "Modelo Chileno"e11términos de sus consecuencias raciales. Hoy
Podría decirse mucho sobre esta entrevista y excursión de campo con Gon- en día los mapuche representan cerca del seis por ciento del total de la población
zalo. Llega a la médula de muchas de las actitudes que muchos chilenos en el sur chilena, y cerca de un cuarto de la población de La Araucanía9.Mientras que la
mantienen hacia los mapuche y de los mitos que inventan para mantenerlos en su mayoría de la población indígena (más del 60 por ciento) reside actualmente en
1ugar.Habla de la persistente invisibiidad de los mapuche como un pueblo legítimo, áreas lirbaiias, la población mapuche en La Aiancaiiía se mantiene predominan-
puesto que es claro que Gonzalo está interesado en un intercambio intercultural temente rural (aliededor del 70 por ciento). Los mapuche iurales y urbanos por
entre personas de ascendencia europea; pero señala también cierta "ainhivalencia
raciaP'(Ha1e 2006), puesto que Gonzalo facilitó la creación de Bellaruka, y dado
8 El mito del mestizaje se refie~ea la noción de que personas de rdces europeas,i~~dígenasy africanas
que parece estar menos opuesto a los nlapuche "urbanos". Sin embargo, también seunieron para formar unaraza nueva,armoniosa y hoinogénea,superior a sus partes constituyentes.
dio a entender que los "buenos"mapuche eran aquellos que se integraban, parti-
9 Datos del Iiistihtto Nacional de Estadísticas y el Progogrania Origenes (INE y Orígenes 2005) y
cularmente en términos de los objetivos orientados al mercado. Finalmente, esta el Ministerio de Planificación (MIDEPLAN 2006a). Los indígews representan el 6,6 por ciento
viñeta demuestra simultáneamente la persistencia de las actitudes de superioridad del total de la población chilena; 87,2 por ciento de la población indígena es mapuclie. El 12,8 por
racial, el agotamiento resultante de realizar un trabajo que, por i111cúmulo de ra- ciento restante es aymara (7,8 por ciento del total) y siete pueblos indígenas mis.
26 ~ C H A R D S1 RACISMO:
PATRICIA ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO... 1 1 ELRACISMO Y EL MODELO CHlLENO
CAPITULO 27

igual son desproporcionadamente pobres. En el contexto del modelo chileno, se sociales universales coi1 programas enfocados en sectores particularmente necesi-
promueven algunos aspectos de la cultura mapuche, pero se rechazan las reivindi- tados (Portes 1997). En Chile, las reformas neoliberales ocurrieron mucho antes,
caciones sustantivas por reconocimiento y justicia redistributiva, al mismo tiempo durante la dictadura de Pinochet, y se puede argumentar que fueron más severaslo.
que el territorio mapuche y los recursos naturales que contiene siguen siendo ex- La imposición de la reforma neoliberal representó una transformación del
poliados para el enriquecimiento de otros. Dicha situación, sostengo, requiere que contenido de la ciudadanía. La ciudadanía es la relación entre los ciudadanos y el
examinemos los aspectos racializados de la sociedad chilena -particularmente en Estado. Involucra la experiencia sustantiva de pertenecer a una nación y de ejercer
el sur y en la medida que el sur se relaciona con intermediadores del poder a nivel los derechos y las responsabilidades asociados con esa pertenencia (Richards 2004).
nacional-, así como comprender los intereses de los mapuche como distintos de Basándonos en el trabajo deT.H.MarshaU (1950),buenaparte del trabajo teórico
los de los chilenos, aun cuando se puedan superponer en algunas circunstancias. sobre la ciudadanía se centra en los derechos civiles,poiíticosy sociales concedidos a,
En este libro se demuestra que en La Araucanía las jerarquías raciales y cul- y ejercidos por,los individuos. No obstante qne las reformas neoliberales en general
turales no solo moldearon las relaciones sociales en el pasado de la región, sino han mantenido los derechos políticos (al voto, a elegir y ser elegido) y los derechos
que también han creado serios obstáculos para el futuro de la democracia chilena. civiles (a la propiedad privada y las libertades individuales), los derechos sociales a
M i análisis se centra en dos niveles: la política estatal y las subjetividades locales. los bienes públicos (seguridad social, educación, nutrición y vivienda) se han visto
Examino la producción y las consecuencias del '~muiticuihiralisnloneoliberal" en restringidos. Así, un aspecto importante del neoliberalismo es que induce a que las
tanto proyecto político. En buena parte de Latinoamérica, las políticas multiciiltu- organizaciones no gubernamentales o comunitarias se encarguen de lo que alguna
rales se han empleado para promover la adherencia a las reformas neoliberales que vez fueron respoiisabdidades estatales (Roberts y Portes 2006; Vilas 1996). El papel
enfatizan los mercados libres, la descentralización y el gobierno reducido. Al ser de los ciudadanos, tanto indígenas como no indígenas, en el proceso democrático
el primer país en la región que adoptó el neoliberalismo, pero uno de los íiltimos se reduce al voto, al consumo y a la participación en proyectos comunitarios para
en abrazar el multiculh~ralismo,Chile es un caso particularmente interesante para compensar la pérdida de los servicios estatales en lugar de exigírselos al Estado,lo
evaluar esta tendencia. Examino también la forma en la que los actores mapuche, cual ha Uevado a que algunas personas se refieran a estas democracias latinoame-
los colonos agricultores, las élites y los funcionarios del Estado moviliza11puntos ricanas posdictatoriales como democracias parciales o de "baja intensidad" (Gills,
de vista contrapuestos sobre la raza, la etnicidad y la nación en el contexto de los Rocamora y Wilson 1993).
conflictos. El análisis de estas visiones contrastantes muestra que las historias y los Por lo general, los derechos de los pueblos indígenas no han calzado fácilmente
imaginarios sociales locales no necesariamente se inscriben dóciiente a la agenda con el concepto de ciudadania, en particular porque la existencia de los pueblos
global. De hecho, las realidades locales, enraizadas históricamente, pueden refor- indígenas precede ala creación de los Estados-naciones en sus territorios. El Estado
zar, remoldear, contradecir e incluso desafiar los procesos impletnentados desde el representa eso que usurpó sus tierras, cometió genocidio contra su gente, y los ata
Estado y las fuerzas multinacionales. a una constante relación de despojo colonial. Si bien los indígenas también poseen
derechos individuales,con frecuencia los movimientos indígenas se concentran en
la importancia de los derechos culturales (idioma, tradiciones, modos de vida) y los
derechos colectivos (territorio, autogobierno) para su sobrevivencia como pueblos.
Dado que con frecuencia estos derechos son ejercidos por colectividades, entran en
En Latinoamérica, las transiciones a la democracia al final del siglo XX estu- conflicto con los regímenes de ciudadania basados en la noción de que los derechos
vieron acompaííadas, en general, por reformas neoliberales impulsadas por institu- son inherentes al individuo.
ciones financieras internacioiialescomo el Fondo Monetario Internacional (FMI) Sin embargo, y en aparente contradicción, desde fines de la década de 1980
y el Banco Mundial (BM). Estas reformas conllevaron el establecimiento de una hasta mediados de la primera década de los 2000, muchos gobiernos latinoame-
economía basada en una estrategia de exportación,la apertura de la economía a la
inversión internacional, la eliminación de las barreras comerciales,la privatización
de industrias estatales, la devaluación de la moneda local y el reemplazo de servicios 10 Algunas partes de esta sección originalmente aparecieron en forma distiiita en Park y Richards
2007, y se reproducen aquí con el permiso de Park.
1 1 ELE
CAP~TULO S M O Y EL MODELO CHILENO
-- 29

ricanos promulgaroii reformas multiculhirales. El multiciilturalismo se refiere a De todas maneras,los derechosy el reconocimiento son otorgdos a los indígenas
"los esfuerzos de los gobiernos democráticos liberales para aceptar o abrazar... las siempre y cuando esto no amenace las inetas estatales en la economía global. D e ahí
diferencias étnicas" entre sus ciudadanos (Postero 2007,13). Estas reformas con- que Charles Hale (2002) haya sostenido que miichos de estos análisis exageran el
llevaron el reconocimiento de los derechos culturales y, hasta cierto punto, de los poder delos inovimientos itidígenaspminiiniz~nla magtiitiid en la qiie las políticas
derechos colectivos. Por ejemplo, la mayoría de los Estados latinoamericanos han multiculturales e indígenas forman parte integral de la estrategia neoliberal. Ilale
ratificado la Convención 169 de la Organización Internacional delSrabajo (OIT), sugiere que eii lugar de negar completamente los derechos indígenas, los Estados
que reconoce los derechos a la identidad, idioma, consulta, participación, territorio han garantizado algunas reformas para socavar las presiones orientadas hacia cam-
y autogobierno. Los programas sociales como la educación y la salud iritercultural, bios más radicales. De manera similar, Bret Gustafson (2002) percibe la reforma
que se pretende que sean culturalmente inclusivos,muchas veces van de la mano con de la política indígena como una estrategia para blindar los intereses de la élite
el compromiso discursivo de los Estados con el multiculturalismo. Varios Estados ante el creciente poder de los movimientos populares. El resultado es lo que Hale
latinoamericanos han incorporado en sus políticas las ciiestiones de participación (2002,2006),Nancy Grey Postero (2004,2007), Lynn Horton (2006), Nina Laurie,
y consulta indígena, así como versiones limitadas de autonomía". D e este modo, Robert Andolina y Sarah Radcliffe (2003) y otros han llamado el neoliberalismo
el multiculturalismo ha acompañado a la reforma neoliberal en muchas partes de multicultural: una nueva fortna de gobernanza por la cual se promueve el recono-
la región, representando, por lo menos en la superficie, una transformacióii en la cimiento cultiiral sin una redistribución económica y política que conduzca a una
relación entre los ciudadanos indígenas y el Estado. mayor igualdad. Los Estados latinoamericanos promiieven la diversidad cultural y
Los académicos han elaborado diversas hipótesis para explicar la aparente con- étnica, y algunos hasta reconocen una cierta autonomia de los pueblos indígenas;
tradicción entre una forma de democracia relativamente restrictiva que prepondera sin embargo, las demandas por una mayor redistribución, autonotiiía territorial y
en la mayor parte de la región y la apertura hacia los derechos indígenas. Algiinos aiitogestión son etiquetadas como contrapro<iiiceiitespara la sociedad multicultural
sostieneii que la democratización necesariamente conduce a la expansión de los (Hale 2002, Richards 2004).
dereclios de los indígenas, así como de otros ciudadanos (Bryck2000).Otros sugieren Tanto los especialistas coino los moviinientos indígenas han expresado escep-
que junto con los recortes neoliberales, los procesos incompletos de liberalización ticismo con respecto a la forma en la que el multiciilturalismo ha sido incorporado
politica llevan, sin proponérselo, a tina expansión de las demandas indígenas por el en las políticas estatales en el contexto neoliberal.Buena parte de este escepticisino
acceso político, la autonomia local y la pwticipacióii (Yashar 1999). D e hecho, el se ha concentrado en la tendencia de los Estados a promover el recoiiociinie~ito
aumento del rol de las organizaciones comunitarias y la descentralización asociada formal de los derechos indígenas sin que exista una redistribucióti de los !ecursos
con el neoliberalismo quizá sean condiciones necesarias T i u n q u e no suficientes- socioeconómicos que podría darle u11verdadero sentido a dicho reconocimieiito
para el ejercicio de algún tipo de autonomía. Otros argumentan que los Estados (Assies, Ramírez y Ventiira Patiño 2006; Becker 2011; Hale 2006; Lucero 2009;
latinoamericanos incorporan a los pueblos indígenas en la política e implementan Postero 2007; y Stahler-Sholk 2007). Así, el multiculturalismo dirigido por el
reformas multiculturales conlo una forma de probar su legitimidad como actores Estado es criticado por reconocer la diversidad étnica pero dejando intacta la dis-
democráticos,al mismo tiempo que reducen una inestabilidad potencial (Van Cott tribnción desigual del poder encaramado sobre la base del racismo sisténiico y el
1994,2000). etiiocentrismo.Bolivia y Guatemala proveen ejemplos en este ámbito. Según Postero
- - pppp

(2007), en Bolivia la era neoliberal-multicultiiral (desde finales de los aiios 1980


hasta principios de los aiios 2000) estuvo marcada por las demandas de reconoci-
11 La"coiisulta"seconsidera un media importante paragarantizarquelos indígenas estén involu- miento y derechos indígenas, así como por las reformas tnulticultiirales impulsadas
cradosenlasdecisionesadministrativasy legislativasqueles puedan afectar a ellos,siis territo~iosy sus desde el Estado, las cuales, mediante la desceiitralización y la i~icorporació~i de la
recitrsos, y a que los Estados logren im acuenio en conjunto con ellos u obtengan su conseiitimiento participación en las decisiones presupiiestarias, respondieron a algunas de estas
iiiformado antes de achiar (INDII eiiToledo Llancaqueo 2011). La"participación"seutiliza a veces demandas pero no condujeron a la redistribución del poder o de los recursos por-
en el niismo sentido,y también se refiere a estar involiicrado en el establecimientode politicas,dise-
ño, entrega y evaluación de políticas y programas de diferente índole. L,a"autonomia"esun tipo de
qiie las estructuras de la desigualdad se mantuvieron intactas a nivel local. Postero
autodeterminación que es discutida a lo largo ddel libro, particularmente en el capihiio 6. ha argumentado que, a pesar de la puesta en práctica de políticas multicultiirales,
30 PATRIC~A ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO...
~ ~ C H A R D1 SRACISMO: 1 1 ELRACISMO Y EL MODELO CHILENO
CAP~TULO 31

las reformas neoliberales "reforzaron la desigualdad étnica y racial, poniendo en Un número del NACLA Reporton fbeAmericas(2010) va más allá, sugiriendo
evidencia el continuo monopolio de poder ejercido por las clases dominantes y que los moviinientos indígenas en Latinoamkrica están ahora "después" del re-
las corporaciones internacionales" (2007,4). Postero sostiene que con las masivas conocimiento. Dado que el reconocimiento, tal como se ha dado, ha tenido poco
protestas de principios de los años 2000 y la elección de Evo Morales, Bolivia entró contenido, sugiere NACLA, los pueblos indígenas de la región están redirigiendo
en un period~~~~ostmulticultural". E n contraste con el mnlticulturalismo neoliberal, sus energías hacia las demandas de redistribución socioeconómica y a combatir los
este periodo haconllevado un cambio de rumbo total desde el reconocimiento como destrozos del capitalismo.
la demanda principal de las protestas indígenas hacia la demanda de una nueva A pesar de lo que parece ser aceptado como un patrón general en la región,
xlación d e ciudadanía para todo el pueblo bolivianoT2.Esto incluye poner fin a las el caso de Chile muestra que el reconocimiento continúa siendo u n elemento im-
desigualdades estructurales (basadas en la raza y también en la clase social), así como portante de las luchas de al menos algunos pueblos indígenas así como un asunto
garantizar que el desarrollo beneficie al pueblo, que los recursos sean justamente contencioso en su relación con los gobiernos nacionales. En Chile, las demandas
distribuidos y que el patrimonio boliviano permanezca en las manos del pueblo. por el reconocimiento y la autonomía son muy actuales -y disputadas-. Como
Hale (2006) ha clasificado a Guatemala como un país que se halla en medio las de muchos otros pueblos indígenas, las demandas de los mapuche se han
de un momento neoliberal multicultural; no obstante, observa que, al igual que en centrado durante muchos arios tanto en la redistribución d e recursos como en
Bolivia, las demandas relativas al reconocimiento han perdido preeminencia: el reconocimiento de su estatus como pueblo con los derechos que esto co~illeva
(Richards, 2004)13. El Estado ha respondido con algún reconocimiento, pero de
"Si la quintaesencia de las demandas indígenas en la fase formativa de la
modo mucho más limitado en comparación coi] otros Estados latinoamericanos.
política identitaria Maya fue la dc lograr el reconocimiento del Estado, hoy
" E n la década de 1990,mientras algunos países de América Latina estaban com-
en día el mayor desafío es prevalecer en la negociaciones sobre lo que tal
prometidos con un reconocimiento si bien limitado, la Concertación enmarcó
reconocimiento significa realmente en la práctica. Incluso la demanda por las demandas mapuche en gran medida como un problema de pobreza. Este fue
autonomía, la culminación del empoderamiento indígena en la fase previa,
:'
el caso a pesar de la creación de CONADI en 1993 y de Orígenes en 2001, aun
encara este dilema. El Estado neoliberal ya no se opone a la autonomía
? cuando la creación de la Comisión de Verdad Histórica y NuevoTrato en 2001 y
indígena en todas sus formas; más bien, su respuesta preferida es la de con-
!~ la aprobación del Convenio 169 de la OIT en el 2008 significaron avances hacia
ceder una autonomía limitada, en la forma de descentralización,elaboración
el reconocimiento formal de los derechos indígenas. Todas estas medidas serán
participativa de presupuestos, así como varios otros tipos de control local discutidas más ampliamente en el capítulo 4.
limitado,y ahí definir el límite"(Ibid., 37). En parte, el rango limitado del reconocimiento en Chile está relacionado con el
hecho de que el país sigue siendo excepcionalmente centralizado. Como resultado,
12 Bolivia puede ser único en haber entrado en un periodo "postmulticuhraP',aunque otros incluso la limitada autonomia regional o local garantizada en otros países no se ha
estudiosos, centrándose particularmente en los Altos Andes, han notado un cambio similar en las dado en Chile. La consulta a, y la participación de, las comunidades indígenas en las
reivindicaciones y objetivos de los movimientos. Además, algunos han empezado a referirse a un decisiones y definición de políticas están altamente limitadas -en los raros casos
momento "postneoliberal"(si no postmuiticultural).Sostienen que la crisis económica global que
empezó en el2008 muestra queel neoliberalismo es insostenible y quelas eleccionesdegobiernos de ~p

imütdmiais de Latinoaméricademuestrak decreciente hegemonía del neoliberalismo 13 U n a noción queparecehacer eco a través de algima de b más reciente literahira sobre los iímites
~ i ron ainbo;
ñ rrguliirntx.
~ ~ el priiiirr
En ~ CASO,~murhas ~dc Ils 1i~Uticacrrali7aJsi I>ar,ietrbili?ar del reconocimiento,es que los indígenas fueron de alguna manera engañados al liacedes ueer que lo
- ~ ~

..
la rriris de 2008 Iiiciimn i1ii5 nara rcformr rl ncolibrralirniu .iur para riiorm~rio.En cl scyin.lu CAV,.
no necesitamos mirar más que a la Concertación, especialmente los gobiernos de Ricardo Lagos y
que necesitaban era ci reconocimiento formal.A mi me parece que, por el contrano,los movimientos
indígenas han visualizado las demandas de reconocimiento y redistribución socioeconómica coino
Michelle Bachelet,paraverqiieser dc izquierda no necesariamenteimplicauna falta de afinidadcon inexorablementeunidas.El reconocimiento formales uiipasoimpormnte,ylosmovimientos indígenas
el capitalismo de libre mercado. Incluso el relativo éxito de la Concertación en reditcu la pobreza sc han insistido ionsistentemente en que debe estar acampanado de un cambio sustantivo.Así mismo,
vio infliienciadopor el objetivo neolibeml de ayudar a los ciudadanos a acceder al mercado, en liigar es necesario recordar que el pmpio multicuiniralismo Iia sido iiiia demanda importante para muchos
de ejercer sus derechos sociales (Sdiiid 2000). Mientras algunos paises en la región puedan haber movimientos indígenas, si bien uno más complejo en el contexto del neoliberalismo (Hortan 2006;
entrado en un periodo 'postneoliberal", Chile no pertenece a este grupo. Speed 2008).
1 1 ELRRCISMO Y EL MODELO CHILENO
CApf~uM - 33

en los que se dan-. Además,los conflictos relacionados con proyectos de desarrollo ser humilde y agradecido. Las conseciiencias enfrentadas por los mapuche que se
y demandas territoriales crearon una situación en la cual la Concertación tuvo que resisten a este paradigma serán reveladas en capítulos posteriores.
atender las reivindicaciones mapuche al mismo tiempo que atendía las demandas
de la derecha política que exigía penas más severas para los actores mapuche. A
final de cuentas, a pesar de que Chiie bajo la Concertación sí coincidió en alguiias
tendencias con otros países, los factores resumidos aquí le dan una característica
única por ser, si no un caso excepcional de multiculturalismo neoliberal, uno por lo Los supuestos sobre la raza y el racismo forman parte del proyecto del neolibe-
menos particdarmente reticente. ralismo mnlticultural.Tal como Hale (2006,20) ha observado, el multiciilturalismo
La mayoría de las comprensiones del multiculturalismo neoliberal percibe al neoliberal simultáneamente "afirma los derechos culturales v suscribe el nrincinio
~ ~

l ~ ~ --
~ ~ - - - ,

Estado como no monolitico en sus acciones e intenciones, y se refieren a las obras de iguaidad, al misiiio ticiiipo qiie reli~ccsocic<l.idcscuii foriiias de jerarqiiia r.iciel
de Antonio Gramsci y Michael Foncault coino orientación teórica (por ejemplo, aiin 1n5sarraigadas y ririlicntes". Los tliscursos rncialrs (coiiio los de cl:ise y péiiero)
Bocarra 2010; Bolados 2010; Hale 2002; Park y Richards 2007). Para Gramsci se integran en las políticas socides y económicas e impregnan las lucha; sobre la
(1971), la hegemonía de la clase gobernante no está construida simplemente a identidad nacional y los derechos indígenas. Son transmitidos a través de las regu-
través de la fuerza o de la coerción, sino por medio de la incorporacióii de algiinos laciones ciudadanas, la educación, la religión y los medios de comunicación, y dan
forma a las experiencias y relaciones cotidianas.
de los intereses de un amplio rango de grupos sociales como parte de la agenda
E l relato de Gonzalo muestra cómo las nociones de raza y cultura están
estatal. El activismo de los movimientos sociales puede llegar a ampliar el alcance
entretejidas en La Araucania. De hecho, Gonzalo parecía usar dos concepciones
de la ciudadanía, pero la expansión de los derechos por parte del Estado integra
distintas de cultura. Por un lado, empleó "culturá'como sinóniino de conocimiento,
siinultáneamente a los ciudadanos en el proyecto hegemónico a la vez que genera el
habilidades y ética laboral. Implicó que los mapuche no teníati una cultura y recurrió
consentimiento a los objetivos de aquel. Las metas de los movimientos que asume
a la dicoto~níaracialinente-inhindida del siglo XIX de civilización versus baharie.
el Estado usualmente son coherentes con, o por lo menos no desaflan abiertamente
Por otro lado, Gonzalo también se refirió a Cu1t11ra"como creencias v costumbres -
a, los objetivos culturales y materiales hegemónicos. Esto ayuda a explicar por qué ~ ~ ~

aiicestrales. Esta cr la"cu1tura"q~ieél Inineiita qiie la sociedad chi1ri.a <lomiiiaiitr.Iixya


solo algunos aspectos de las reiviiidicaciones indígenas son incorporados como
borrado. Si lui iiillligrailtrs CurJpCOs I1iillicr.in ni:,ntciii,li) iiiis d t 9iis idiosincrasiai
parte de un multiculturd~smoimpiilsado por el Estado.
ancestrales, el área sería un destino turístico con festivales,ropa colorida y tradiciones
Sin embargo, el enfoque gramsciano no captura hasta qué punto el avance de
culinarias variadas. Si ese contexto fuese una realidad, sería posible que los mapuche
estos objetivos involucra la construcción de nuevos tipos de sujetos-ciudadanos. se convirtieran en otra atracción del paquete turístico regional, particularmente si
El trabajo de Foncault es vital en este sentido. Para este autor, los individuos se ellos estuvieran de acuerdo con realizar estas actividades culturales de acuerdo con
convierten en sujetos de un determinado régimen a través de un proceso dialéc- las normas occidentales.N Oobstante, la insistencia de los mapuche en que ellos no
tico de "autoproducirse y ser-producido", el cual involucra técnicas,que incluyen son tan solo una atracción turística,junto con las obstinadas y racistas nociones de
"vigilancia, disciplina, control y administración" (Ong 1996, 737). El se refirió a barbarie indígena, conducen a que esto luzca como una posibilidad remota.
este proceso coino "gubernamentalidad". Un amplio rango de actores -tanto en Pue(lc Iyarecer extrabo el impleo de p~l:~brns comu"rdify"rncisino"para (lescribir
el Estado como en la sociedad civil- puede participar en esta ''producción del a 10s pi~eblosincligems, qiiieiies quizi con ináq freiueiizia son ii)ncel1tii;ili7.ad~)~ en
siijeto"por parte del Estado (Gordon 1991).Inversamente, otros pueden construir térinhos de etnicidad. L; "etnicidad"se refiere a los significados sociales asociados
posiciones de sujeto que contradicen a los objetivos del Estado. Gonzalo ilustra conla diferencia cultural. Las identidades étnicas u s u h e n t e están atadas al concepto
la subjetividad indígena promovida por este en el contexto del multiculturalisino de lugar-ser "desde"algúii lugar en particular- (Wade 1997). Sin embargo, como
neoliberal: dispuesta a participar en el mejoramiento personal en conformidad con Peter Wade ha señalado, las comprensiones de la indigeneidad también contienen
las reglas del mercado, respetuosa de la propiedad privada y ávida por promover elenlentos de raza. La raza puede definirse como los significados sociales, conflictos
la diversidad. La manera autoafirmativa de don Amado es iiiaceptable en este e intereses asociados a diferencias particulares en el fenotipo -el rango de carac-
contexto; en lugar de cuestionar lo que el Estado brinda, el sujeto indígena debe
terísticas observables en los cuerpos h u m a n o s (Omi y Winant 1994). De hecho, "formación racial"se refiere al "proceso sociohistórico por el cual categorías raciales
existe una gran superposición entre las comprensiones sociales de raza y etnicidad. [particulares] son creadas, habitadas, transformadas y destruidas" (Omi y Winant
Por ejemplo, lo cultural y lo fenotípico son muchas veces mutuamente implicados 1994,55). En el caso de Latinoamérica, R. Douglas Cope (1994) ha demostrado
en las comprensiones populares con respecto a de dónde provienen los supuestos cómo la colonización española estuvo acompafiada de la creación de un sisteiiia de
atributos raciales y étnicos; ambos son tratados como características heredadas en castas que jerarquizaba las categorías de personas sobre la base de su pureza racial
nuestra composición genética, de manera que podemos hablar de un racismo cul- (juzgada en términos de sangre). Los españoles estaban en el ápice de la jerarquía,
tural así como se habla de un racismo basado en el color de la piel y otros atributos los indígenas y africanos en la base, y distintos grupos mezclados en diferentes puti-
fisicos. D e hecho, la mayor parte del racismo es casi siempre una combinación de tos entre estos dos extremos. Como Postero (2007) ha observado, los marcadores
los dos tipos (Hooker 2009). Prefiero emplear los términos "raza9'yf acism0"antes sociales (la vestimenta, el idioma, el lugar de residencia, entre otros) evenhiaimente
que "etnicidad" a lo largo de este libro, en parte debido a la realidad social de esta sustituyeron a la biología como elementos para determinar la identidad racial,
yuxtaposición y, en parte, porque los propios pueblos indígenas generalmente se especialmente cuando la entremezcla hizo imposible vig'dar los límites biológicos.
distinguen de los grupos étnicos, punhializando que ellos no son inmigrante a un No obstante, estas categorizaciones iniciales continúan dando forma a la formación
lugar determinado, sino más bien una nación o pueblo con derechos a un territorio racial a través de toda Latinoamérica.
que ha sido invadido y expropiado. La raza es una construcción social, pero tiene consecuencias materiales muy
Recurro a las obras de Michael Omiy Howard Winant (1994),Joe Feagin (2006) importantes. El racismo es más que las actitudes y las acciones discriminatorias;
y Eduardo Boiiia-Silva (2001) para contar con una orientación teórica sobre raza y es construido como parte de los sistemas sociales. E1 'Fsfuerzo para reorganizar
racismo. Estoy también especialmente en deuda con Hale (2006), quien ha teorizado y redistribuir los recursos siguiendo líneas raciales particulares",junto con las ie-
.: sobre las intersecciones existentes entre el n~nlticiilturalismoneoliberal y el racismo, presentaciones y las interpretaciones que explican la raza y las relacioiies raciales,
'
basándose en el caso de Guatemala. A pesar de que utilizan terminología diferente componen lo que Omi y Winant (1994,56) han llamado un 'proyecto racial".
: (Hale sigue a Omi y a Winant cuando se refiere a las formaciones raciales,Feagin se Podemos comprender el colonialismo en Latinoamérica como un proyecto racial,
refiere aracismo sistémico,y Bonilla-Silva a racismo estructural y sistemas sociales en la medida que fue diseñado para facilitar la opresión a algunos (personas de
.
*,:
racializados), todos estos autores perciben la raza como una construcción sociohis- ascendencia africana e indígena) y la apropiación de su trabajo y recursos para el
tórica. EUos ven el racismo inuustado en las instituciones sociales, en las ideologías beneficio de otros. En gran medida, este despojo colonial persiste hasta el día de
y en los disciirsos -iinprcgiiaiido a to~loslos lspectos de la vida socid-. Me I~asi) hoy.De hecho, Quijano (2000),Arturo Escobar (2007) y otros han sostenido que
también eii la obra de h i b 3 1 Quiiatio (2000,2007) y siis colegai, qiiienes sostienen el capitalismo global es la manifestación contemporánea de la modernidad, la cual
que el racismo está enraizado en 1; experiencia de la ~oloniali&d,&n consecuencias ellos perciben como anclada en la conquista y la colonización de las Américas.
tanto económicas como epistémicas. (Sin embargo, adhiero a la perspectiva de la La dominación de personas no europeas sobre la base de la raza, que incluye la
Comunidad de Historia Mapuche (2012) que insiste que la palabra "colonialismo" "subalternización de [su] conocimiento y cultura", es una dimensión necesaria
describe mejor la realidad mapuche, ya que 'Folonialidad'>implicaen cierto sentido del capitalismo global (Escobar 2007, 184). En efecto, es la clasificación racial,
que la relación colonial no sigue vigente hoy día). primero aplicada en Latinoamérica a los pueblos indígenas, la que ha brindado la
- - E s t o s autores prestan atención al hecho de que la raza no es un hecho ni natural justificación ala dominación eurocéntrica en el sistema capitalista global (Quijano,
ni objetivo; por el contrario, llega a existir a través de un proceso sociohistórico,que 2000,2007). "En América", ha escrito Quijano (2000,534), "la idea de raza fiie
muchos de ellos deno~ninaii"racialización".Esto es,grupos de personas llegan a ser una forma de otorgarle legitimidad a las relaciones de dominación impuestas por
categorizados como razas a través de un proceso en el cual los significados sociales la conquista". Hoy en día, según Quijano (2007), la colonialidad es la condición
están ligados a diferencias fenotípicas, cultiirales u otras. Luego, estas categorías se que permanece -sosteniendo esta desigualdad-, aunque el colonialismo formal
convierten en una parte central de la forma en la que se organiza una sociedad; la haya concluido. (Muchas personas indígenas argumentan que el colonialisn~o
raza influye en la forma que toma la estructura socia1,la política,la economía y otras formal todavía está vigente pues sus territorios siguen estando ocupados. Ver, por
instituciones (BoniUa-Silva 2001; Omi y Winant 1994). El concepto relacionado de ejemplo, Comunidad de Historia Mapuche [2012]).Estaperspectiva nos muestra
36 PATRICIA 1 ~ C I S M O EL
RICHARDS : MODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO .. C h p i ~ U L 01 1 El. RACISMO Y EL MODELO CHILENO 37

claramente la importancia de estudiar la racialización en Latinoamérica; amplía poder que haii dado forma a las diferencias raciales en Chile, reconociendo la raza
también el análisis del multiculturalismo neoliberal al sugerir siis conexiones con como una construcción social al misino tiempo qiie analizo sus poderosos efectos
una larga historia de explotación colonial. matetides y simbólicos en la sociedad mapuche/chiena.
Soy consciente de las limitaciones de la aplicación generalizada de conceptos El Estado es un punto focal en muchos estudios de racismo sistéinico. Tal
desarrollados en Estados Unidos a la realidad social de otras partes del mundo. Sin como Bonilla-Silva (2001) y Feagin (2006) han señalado,la política estatal es solo
embargo, dado el proceso de racialización ocurrido en las Américas y sus vínculos utio de los iiiedios por los que se perpetúa el racismo sistémico. O m i y Wiiiaiit
con el colonialismo, el concepto de racismo sistémico es útil para entender el con- (1994,82) insisten en que en tanto punto focal de las demandas colectivas tanto
texto chileno. Reconocer que muchas sociedades son estructuradas racialmente, no por reformas igualitarias y democráticas como para hacer valer los privilegios exis-
es lo mismo que decir que la raza funciona de igual modo en todo lugar y tiempo. tentes', el Estado, aunque no sea unitario en términos de acción o intención, es un
Esto es lo que expresamos cuando decirnos que la raza es una construcción social actor central en el proceso de forniación racial. A través de toda la historia chilena
e histórica. E n tanto producto de las prácticas discursivas globales asociadas con el el Estado ha sido un punto focal de las demandas mapuche así como también
colonialismoy la esclavitud, la raza ha impactado a un amplio rango de sociedades, de aquellas de las élites que buscan usurpar el territorio y los recursos mapuche.
pero lo ha hecho de maneras distintas en d i e n t e s lugares.Tal como Hale (2006,12) Mediante políticas indígenas y políticas económicas más amplias, el Estado ha
ha observado, el hecho de que los indígenas "hayan sido siibordinados sistemática y moldeado (y disciplinado) a los sujetos indígenas y ha construido una desigualdad
estructuralinente como pueblos indígenas", es por sí mismo una razón convincente racial dentro del sistema. Tales desigualdades -empezando con el asalto colonial
para analizar la racialización en Latinoamérica. Hooker (2009,74,81) añade qiie si original y continuando con la imposición hoy en día de proyectos de desarrollo y
bien inuchos pueblos indígenas se autoidentifican de un modo ciilniral antes que plantaciones forestales en el territoiio ancestral inapuche- representan un despojo
racial, los pueblos indígenas y afrodescetidientes por igual padecen la negacióii de sistemático a los inapuclie en beneficio de las élites chilenas. Este libro traza esta
sus derechos colectivos y culturales (al idioma, costnmbres, territorio, entre otros), historia y muestra cómo, en la medida en que representan un esfuerzo para conso-
así como tarnbiéii la discriminación racial directa, tales como "la negación del ac- lidar la hegemonía del modelo neoliberal, las políticas indígenas y multicultiirales
ceso a establecimientos públicos [y] discriminación laboral". 1-Ieclios como estos bajo la Concertación son tina parte ceiitial de un proyecto iacial en ciirso.
Uevan a que valga la pena especificar cómo funcionan la raza y el racisiiio en las Si bien reconozco que el racismo estriictural trasciende al Estado, presto gran
sociedades latinoamericanas. atención a cómo los cambiantes discursos y políticas estatales haii modificado el
Tanto Hale como Hooker han notado, sin embargo, que el impulso para sistema social racializado. Describo los conflictos que han emergido de la combi-
prestar atención a la formación racial en Latinoamérica se halla en tensión con nación del legado racial chileno con las políticas contemporáneas que promueven
las tendencias académicas centradas en la deconstrucción de la raza; igualmente, industrias de exportación y proyectos desarrollistas masivos. La versión chilena
eiitra en conflicto con la postura sobre que "cualquier noción generalizada de la del multiculturalismo se desarrolló como respuesta a estos conflictos. Al igual que
formación racial podría violentar la rica y amplia heterogeneidad de las formas en en otras partes de Latinoamérica, esto ha significado la promoción de algunos
las que la raza es significada a través del espacio y el tiempo" (Hale 2006,204). comportamientos indígenas como legítimos y la crimiiialización de otros. Sin
Junto con Bonilla-Silva, Hale y otros, sostengo que podemos argumentar qiie la embargo, muestro que Chile difiere bastante de otros países, tanto en su reticencia
raza estructura sistemassocides mientras que espeeifiquemos, al mismo tiempo, a reconocer la existencia legítima de los pueblos indígenas como en la aplicación
cómo sucede esto de maneras particulares, en lugares particulares; de hecho, esto entusiasta de la violencia estatal y la atribución de cargos de terrorismo en contra
es precisamente lo que se necesita. de los mapuche; de este niodo, Chile refleja las tendencias regionales a la vez que
Abordo esta pregunta central: jcómo la racialización ha dado forma al sistema muestra una continuidad con su propia historia racial. El caso chileno muestra
social chileno, particularmente en el sur,y cómo lo continúa moldeando? <Hastaqué cómo, paradójicamente, las políticas inulticulturales, que en su superficie celebran
punto las agendas neoliberales y niulticiilturales bajo la Concertacióii representan la diversidad y la aceptación de la diferencia, pueden reinscribir el racismo. Chiie
una ruptura o una perpetuación del racismo sistémico y el colonialismo?Tal como es un caso extremo, pero puede arrojar luz sobre el racismo que persiste en las
Patricia Hill Collins (1998) lo diría,estoy interesada en examinar las relaciones de democracias del miindo entero.
38 RICHARDS1 RACISMO:
PATRICIA ELMODELO CHILENO Y EL MULTLCVLTURALISMO... 1 EL RACISMO Y EL MODELO CHILENO
C ~ P ~ T U L1O 39

Al mismo tiempo, sostengo que estos cambios dirigidos por el Estado son reticencia a afirmar que allí está operando un nuevo racismo. Estoy más interesada
contradictorios e incompletos. Esto torna necesario el anilisis no solo de los pro- en comprender cómo es que las manifestaciones locales de racismo contrastan o se
cesos estatales, sino también del discurso y las acciones de los actores a nivel local, con las versiones promovidas por el Estado.
los cuales pueden basarse en fuentes que contradicen a los objetivos del Estado.
Los investigadores que se han dedicado al estudio de otras partes de las Américas,
se han referido a las nuevas formas de racismo que han emergido en la era con-
temporánea. Bonilla-Silva (2001) ha escrito sobre prácticas racistas encubiertas
Una de las limitaciones de las aproximaciones esmicturales,como la aproximación
acompañadas de una ideología de Vacismo daltónico" en los Estados Unidos,
mientras que en Guatemala, Hale (2006,ll) ha inforiiiado del surgimiento de una para describir el racismo que acabo de bosquejar, es que tienden a quedarse cortas al
explicar el rol de los actores humanos en la reproduccióii de1,y resistencia al, sistema.
"ambivalencia racial", según la cual los no indígenas (ladinos) aceptan la igualdad
y, al mismo tiempo, '"creeny continúan beneficiándose de la creencia estructurada Algunas veces la concentración en sistemas y estructuras nos impide recordar que son
los mismos seres humanos los que los crean, y que son sostenidos a través de la inte-
d e que los ladinos son 'más que un indio'". Como parte de este proceso, los ladinos
racción social. Esto es verdad no solo de las aproxiinaciones estructurales al racismo,
guatemaltecos tienden a dejar atrás las explicaciones biológicas de la raza, y en su
sino también de las aproximaciones estructuralesque explican los fenómenos sociales
lugar adoptan explicaciones culturales. En ambos casos, no obstante que la forma
en general.Light Carmyo (2007,7), al reflexionar sobre el trabajo académico en torno
del racismo estructural ha cainbiado, la supremacía racial se mantiene.
al desarrollo, ha observado que el campo "todavía no ha encontrado un vocabulario
Mientras los patrones de dominación racial en el sur chileno están cambiando, para conectar los grandes procesos estructurales con las maneras en las que la gente
el concepto de un "nuevo racismo"no se adapta fhcilinente al caso chileno. Dados
vive, ama y trabaja", o para comprender "las maneras en las que [la gente] desafía y
los recientes conflictos sobre recursos y derechos indígenas en el sur, el Estado ha negocia procesos estructurales más amplios". Ella resalta el rol de los seres humanos
empezado a promocionar, lentamente, políticas multiculturales que son similares en la creación de la estructura social, encarnando sus vidas en contextos restringidos
a las existentes en otros países de la región. Sin embargo, no ha habido un cambio por dicha estructura y, al mismo tiempo, resistiendo la dominación.
convincente en el discurso racial como el que Hale y Bonilla-Silva han observado. Muchos partidarios de las aproximaciones estructurales para comprender el
Esto quizá pueda deberse a los conflictos,los cuales han llevado a que los chilenos racismo reconocen que la gente juega un papel en su reproducción e, igualmente,
a nivel local se resistan a aceptar los discursos multiculturales, o puede estar rela- se resisten a él. Por ejemplo, Boniila-Silva (2001,63) ha enfatizado que si bien la
cionado con una reticeiicit 3 reconocer a los iiialiiiclie en general. Kl coii~prorniso ideología se construye como parte de, y refuerza a,la estructura social, no es un mapa
con In ipwldad ciiltiiral (~iic1 Iale hn observ~docn Cii;iteiii~la,iio se presriitó entrc de ruta explícito para las acciones y las creencias, sino que "facilita los principios
mis enGevistados chilenos. A pesar de que el gobierno ha promovido la igualdad básicos que emplean los individuos para buscar a través de información controvertida
cultural y que el principio de igualdad de hecho surgió en mis conversacionescon y muchas veces contradictoria para darle sentido a la realidad social". Este autor
las élites locales, la mayoría de veces la cultura fue invocada para sostener que los considera importante entrevistar a la gente para determinar las coincidencias en
mapuche eran inferiores y que necesitaban cambiar. sus maneras de hablar de raza, lo que podría indicar la existencia de una cambiante
Finalmente, el racismo cultural no es nuevo en Chie; más bien, raza y ciil- ideología racial. Feagin (2006,25) ha recomendado entrevistar a los dominantes en
t u r a siemprese han mezclado en las narrativas chilenas sobre los mapuche. Las términos raciales para poder revelar los elementos de lo que él denomina el marco
supuestamente 'biejas"ideas sobre la inferioridad racial persisten en el sur chieno, racial -"un conjunto organizado de ideas, estereotipos, emociones e iiicliiiaciones
contradiciendo al mensaje de igualdad cultural del gobierno. A su vez, las nuevas racializados para discriminar"-, asociado con comportamientos discriminatorios e
políticas estatales no impugnan totalmente estos puntos de vista y, en algunos as- incrustado en las instituciones socia le^'^. Feagin sugiere también que las entrevistas
pectos, se apoyan en ellos, permitiendo así que se mantenga la dominación racial.
Por lo tanto, si bien vale la pena pensar acerca del caso chieno a través del lente
del racismo sistémico -reconociendo que no es el único principio organizador del 14 Al escribir en el wntedo estadounidense,
o - F el
sistema social chileno pero uno de los más importantes en el sur-, tengo cierta marcadorracial"blancd'eii estelibropmfacilitar lautilidad deesteconceptoen el wntextolatinoamericano.
1 RACISMO:
PATRICIA ~ C H A R D S ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO .. 1 1 ELRACISMO Y EL MODELO ClllLENO
CAP~TULO

!.
a los racialmente oprimidos nos ilustran sobre cómo impacta la estructura social y otro de terrorismo, el cual le permitió al Estado el uso de la coerción cuando tal
racista en las vidas individuales. aprobación no fue concedida.
Oini y Winant (1994,59) adoptan una aproximación gramsciana, sugiriendo Los disciirsos raciales en el sur chileno no siempre concuerdan fácilmente con
que el observar el nivel microsocial nos permite ver cómo las personas se coni- aquellos promovidos por el Estado. Estas discordanciassugerentes por lo menos
protiieten con, y reproducen, "el sentido común". Gramsci, explican estos autores, de elementos en contienda dentro de la ideología racial o el inarco racial- son una
definía el sentido común como el conjunto de ideas y prácticas populares que los parte importante de cómo el racismo está organizado y organiza a la sociedad en
grupos dominantes establecen por medio de la educación, la religión, los medios el sur. No objoo la premisa básica de que el racismo es sistémico y que estructura
d e comunicación, entre otros, para consolidar la hegemonía. "Es a través de su todo en la sociedad, y que esto se refleja en las comprensiones de "sentido coinún"
producción y de su adherencia a este 'sentido común"', Omi y Winant (1994, y las prácticas a nivel micro. Sin embargo, busco comprender las diferencias exis-
67) nos explican, "que uiia sociedad le da su consentimiento a la manera en que tentes entre el proyecto racial dominante y las articulacioiies establecidas a nivel
está regida". De este modo, para todos estos autores, a pesar de que el racismo es local entre raza, diferencia y pertenencia, y la forma como la gente negocia y le
construido en la estructura social, involiicra a los individuos. El análisis a nivel da sentido a tales diferencias a medida que cambia el proyecto racial dominante.
rnicro es importante no solo para establecer las actitudes y los prejuicios a nivel Al hacer esto, apelaré a algunos enfoques analíticos acerca de cómo es que
individual, sino también para determinar cómo es que el racismo estruchird y el la gente negocia la estructura social, se basa en rnúltiplesdiscursos, y se adapta o
poder impregnan la vida cotidiana. resiste a discursos contradictorios en su vida cotidiana. Por ejemplo, si bien Ruth
Estas aproximaciones son útiles para explicar el racismo contemporáneo Frankenburg (1993) ha aceptado que la raza estriictura la realidad social, sugiere
en Chile, porque se centran en explicar cómo es que todo el sistema social se que los actores aprenden, promulgan y se basan en varios "repertorios discursivos"a
fundamenta en el racismo, en oposición a concebir el racismo como resultado de la hora de pensar acerca de la raza. Ella sostiene que es necesario situar el discurso
la malignidad de algunos individuos. Más aún, prestaii atención a cómo es que racial de los actores en relación con este espectro de repertorios así conio con la
persiste el racismo sistémico a pesar de que cambian las formaciones raciales, y realidad material en monientos históricos y lugares particulares. E n su análisis de
resaltan los roles que desempeñan los actores en la producción y reproducción del las percepciones opuestas sobre los derechos hunianos en Chiapas, Shannon Speed
racismo para obtener ventajas sistemáticas a expensas <lelos racialmente oprimidos. (2008,69) ha señalado que los discursos nacionales y transnacionales son filtrados
A pesar de eso, el caso chileno presenta dilemas adicionales que requirieron hablar a través de "las comprensiones y las subjetividades políticas locales"; la historia y
con la gente y observar la "cotidianidad" también por otras razones. En Chile, el las experienciasvividas de la gente impactan en la forma en la que interpreta estos
giro hacia el multiculturalismo bajo la Concertación sugiere que el país estuvo discursos y los actúa.
siguiendo a otros países de la región a la hora de establecer un nuevo proyecto Lynn Horton (2006) ha planteado una idea similar. Ella sostiene que el
racial, por lo menos en términos de políticas y discursos oficiales. Estos canibios multiculturalisino es tanto un proceso de arriba hacia abajo que promueve al neo-
parecieron hacer poco para desafiar las jerarquías raciales y, en gran medida, las liberalismo, como un proceso de abajo hacia arriba que lo desafía, y que estos dos
reforzaron. Las élites locales no reproducen simplementelas ideologías y los marcos procesos "iiiteractúan de formas co~nplejasen tanto son mediados por experiencias
impulsados por el Estado, sino que parecen luchar con ellos, acomodándolos en nacionales y locales" (Ibid.,847). Más aún, tal como Postero (2007) ha señalado
- algunos casos y resistiéndolos en otros. Podría ser que e11 este momento histórico (hablando delos indígenas pero haciendo una observación que puede también ser
particular fuera posible observar con especial claridad los discursos raciales en aplicada a los dorninantes en términos raciales), los sujetos no solo o siempre dan
contienda; existieron importantes desavenencias y puntos de conflicto entre los su consentimiento -ellos evalúan, miden las opciones, y pneden rechazar, refor-
nuevos discursos estatales y transnacionales y las comprensioiies locales de '"sen- mular o resistir-. Esto sugiere que aun si estos nuevos discursos reflejan un marco
tido comúnn. Sin embargo, en ocasiones el Estado apeló ta~iibiéna la resistencia o ideología racial englobante, en la práctica son empleados de modos complejos, y
de las élites para justificar su propia reticencia a abordar algunas reivindicaciones su estudio nos puede ofrecer uiia mejor perspectiva sobre cómo opera el racismo
mapuche. Incluso dentro del Estado existieron dos discursos rivales: uno de acep- en una determinada sociedad en una coyuntura histórica particular. Este punto es
tación cultural, el cual fue empleado para generar la aprobación de los indígenas, especialmente importante en el caso chileno, donde los discursos rnulticulturales
que se filtran hacia abajo desde los niveles transnacionales y nacionales son coii- en tensión en algunos aspectos. Pero si bien la perspectiva foucanltiana nos ayuda a
frontados por puntos devista contrapuestos a nivellocali5.Al centrarnos en lo que comprender cómo son empleados los discursos raciales para moldear a los suietos. de
la gente dice y hace sobre el terreno, podemos observar la interacción entre cómo modo no muy diferente a los enfoques estructurales,es menos útil para comprender
se "hace"1a diferencia y el hecho de que, tal como Hill Collins (1998) ha señalado, cómo los sujetos los rechazan. Si bien Foucault presta atención al "ser hechos" y al
la diferencia no es inherente a los grupos sino que es producida por las.relaciones "hacerse a sí mismos" de los sujetos -y mantiene que donde exista poder, existe
de poder. Es decir, el hablar con la gente sobre el racismo nos permite examinar la posibilidad de resistencia-, el grueso de su obra se centra en las técnicas de la
las interacciones entre la raza como una estructura y la raza como producida acti- dominación. Buena parte de la teorización de Foucault del "hacerse-a-sí-mismo2'
vamente a través de la interacción. se centra en la internalización y expresión de la dominación -el proceso de ser
Postero también ha señalado que muchas veces los discursos en contienda con- subyugado o ser hecho sujeto- (Foucault 1983,212).
ducen a las personas en direcciones opuestas. El neoliberalisino, en tanto discurso, En su obra posterior, Foucault se centra más enla resistencia,pero la conceptualiza,
no es todopoderoso; los discursos de la raza y de la clase muchas veces construyen al igual que al sujeto, desde una perspectiva altamente individualizada, dificultando
a los individuos y a los grupos de diferentes maneras: "Mientras un discurso puede la teorización referida a la resistencia colectiva (Best y Kellner 1991). Esta limitación
m a r sujetos iieoiiherales bolivi;tnos que sean rcsponsablei de sii propi;~goberii~tr~.~. es problemática cuando intentamos considerar cómo es que los grupos rechazan o se
el otro Ics rccurr<laa esos siijetos que so11iiidios flojos"(Postcro2007,187). Si I>icii resisten ala formación del sujeto -desde la perspectiva de quienes desean mantener
Hale podríasugerir (y yo esiaría de acuerdo) que estacontradicción forma parte de las jerarquías raciales y que se sienten amenizados por el cambiante proyecto racial
cómo opera el racismo en un contexto multicultural y neoliberal, las observaciones del Estado, pero especialmente desde la perspectiva de los indígenas que rechazan
de Postero son importantes; incluso si ambas tendencias reflejan una nueva realidad el proyecto estatal al ser más de lo mismo-. De hecho, las luchas de los grupos
8' racial, tiran en direcciones opuestas, y es solo al hablar con la gente a nivel local subyugados -los indígenas,las mujeres, los drodescendientes, los colonizados se
que podemos darle sentido a todo esto. han centrado no solo en la igualdad material, sino también en el reconocimiento de
Aprecio la posición que ha tomado Hale (2006,17) acerca de esta tensión. Por que ellos tienen el derecho de ser sujetos del mundo social (Auyero 2003; DuBois
un lado, él está comprometido con "situar a los ladinos dentro de una formación [1903]1969; Hartsock 1990; D. Smith 1979; Tuhiwai Smith 1999). Este aspecto
racial cargada de poder"; por otro, insiste en que: "Mi énfasis es en la etnografía liberador de la subjetividad - e l sentido de un deseo y un derecho de ser sujetos auto
y, más específicamente, la etnografía de las interacciones sociales y los procesos definidos- no debería ser ignorado cuando se teoriza sobre estas luchas.
políticos.., se mantiene en tensión con quienes, en su saludable concentración en Entender la resisteiicia al racismo sistémico requiere que prestemos atención a
el poder racializado, terminan dejando de lado cómo es que las personas negocian, la desigualdad material así como al (des)reconocimiento y, por lo tanto, a los roles
enfrentan y maniobran dentro de estos espacios de desigualdad estructurada". Hale que la subjetificacióiiy la autoconstri~cciónjuegan en la experiencia cotidiana. De
concluye: "En términos teóricos, el análisis de la formación racial se centra pri- manera similar, la comprensión de cómo las élites no indígenas se constituyen
mordialmente en cómo las subjetividades políticas son constituidas por poderosas como un griipo legítimamente dominante en la sociedad -los sujetos del mundo
fuerzas externas (formación del sujeto), y necesita prestar más atención a cómo los social-, requiere de una teoría del racismo sistémico y de los procesos de poder,
actores colectivos e individuales dan signiftcado activamente al mundo que los rodea pero también requiere de una teoría de la subjetividad.Ta1 como Quijano (2000,
- (hacersea sí mismos)"(Hale 2006,209). La referencia de Hale a la formación del 541) ha señalado, parte del racismo es una "aseveración de universalidad" de las
sujeto y al hacerse-a-sí-mismo refleja la aproximación foucaultiana descrita antes, formas de conocimiento eurocéntricas, y la represión de "las formas colonializadas
con la que el deseo de reconocer los aspectos estructurales del racismo se mantienen de producción de conocimiento". Al final, si bien las estructuras cambiantes del
racisnio sistémico involucran la formación de un cierto tipo de sujeto -suhjeti-
ficación, en la terminología de Foucault-, comprender el funcionamietito coti-
15 Indoso entre las élites existen diferentes proyectos
. . raciales que son difíciles de entender como diano del racismo y de la resistencia requiere mirar cómo los sujetos se afirman a
pwtr del ~iiisniomarro o iJeolyía (,un ri~ci~iiuricrili> <~iicsiriliyje r~iitcjirlrli~cnt<nqiir zoiiil,~"~~ sí mismos, interpretan y reproducen los discursos que los rodean, y demandan ser
rleiitru ilr iiiia <Irteriiiinlilaidrologir).l.in intrrcii.s de II< i l i t i y ~ l i t i r ~A nivel
; nacional no ni.,.<
sujetos autoconstruidos por derecho propio.
sariarnente concuerden con nqueUos de las élites locales.
1
CAP~TULO 1 ELRACISMO Y EL MODELO CHILENO 45

La historia de Gonzalo, que inicia este capítulo, muestra cuánto esta en juego Estas tareas me brindaron una valiosa oportunidad para corroborar o esclarecer
cuando las políticas y los disciirsos estatales cambiantes se topan contra las com- 10 que los entrevistados me habían dicho, pero también para profundizar en las
prensiones que los individuos y los grupos sociales tienen de sí misnios y de los conversaciones y observar las interacciones intercultuales en persona. Filialmente,
otros. A lo largo de este libro,le presto atención a este asunto: las intersecciones y recopilé una variedad de fuentes secundarias y mediáticas, así como documentos
separaciones entre,por un lado,los cambios impulsados por el Estado en el racismo de organizacionesy agencias.
sistémico y, por otro, las compresiones y acciones locales. Estas intersecciones y se- Dos de las comunas seleccionadas estaban localizadas en la provincia de Ma-
paraciones son clave para comprender la persistencia del racismo en las deinocracias lleco (en la parte norte de La Araucanía), y dos en la provincia de Caiitín (en la
contempoiáneas.El desinterés estatal en abordar de manera significativa los asuntos parte sur). H e decidido no llamar a las comunas por su nombre para preservar el
relacionados con la redistribución y el reconocimiento de los derechos de los pue- anonimato de los entrevistados.Como las comunas en cada provincia presentaron
blos indígenas y otras poblacioties subordinadas, como tanibién la resisteticia de las sitnilitudes entre sí, generalmente me refiero a ellas como "una comuna d e Cautín"
personas en todos los niveles del Estado y la sociedad a incorporar esos principios o "una comuna de Malleco". Seleccioné estas cuatro comunas por varias razoties.
en sus prácticas cotidianas, en conjunto, permiten que prolifere el racismo. En este Las comunas de Malleco son sitios donde se han presentado algunos de los coii-
sentido, La Araucanía no es una excepción a la regla, sino que es paradigmática de flictos más extremos entre las empresas forestales y10 agricultores no indígenas y
la forma en la que opera el racismo en las democracias contemporáneas. los mapuche. Una de las dos comunas tiene una población inapuche inayoritaria, y
ambas tienen importantes poblaciones de colonos. Las comunas elegidas de Cautín
tienen una mayoría mapuche y han experimentado poco conflicto en compara-
MÉTODO,
SITIO Y MUESTRA ción con Malleco al momento de realizar mi trabajo de campo. Sin embargo, las
plantaciones forestales han tomando el territorio rápidaineiite. Las coiiiunas de
H e estado investigando en el sur de Chile desde 1999. Gran parte de la Cautín también tienen una larga historia de iiiflnencia política mapuche, inientias
iiivestigacióii para este proyecto se hizo durante un total de diez meses entre los que MaUeco es una de las áreas donde la Coordinadora Arauko-Mdeko, muchos
años 2004 y 2007. Realicé setenta y cinco entrevistas cualitativas a profi~iididad, de cuyos mieiiibros han sido acusados de terrorismo, había sido más activa antes
la mayoría de las cuales fueron grabadas en andio. Gran parte de las entrevistas y durante mi trabajo de catnpoi6. Si bien cerca de dos tercios de mis entrevistas
fueron realizadas con agricultores colotios y otras élites locales, funcionarios esta- fueron realizadas en estas coinunas, otras fueron conducidas con élites locales,
tales y actores mapuche de cuatro comunas de La Araucania. Cada una de estas colonos agricultores, y actores mapuche de otras comunas, así coino también coi1
está formada por un pueblo de tamaño pequeño a medio, rodeado de comunidades funcionariosestatales a nivel regional,representaiites de las ONG,la Iglesia católica
inapuche, tierras agrícolas, platitaciones forestales y a veces de una aldea más pe- y universidades, y un par de individuos viiiculados con las empresas forestales. Las
quefia.Elegí realizar entrevistas en profundidad porque estaba interesada en cómo entrevistas se reaiizaron donde lo prefirieron los entrevistados:en sus hogares,lugares
estos actores describían y explicaban sus propias creencias, acciones e interacciones de trabajo, cafés local es,^ en una ONG enTeinuco,la capital regional centralmente
con otros,las motivaciones detrás de ellas, y sus interpretaciones de las acciones de ubicada, donde yo tenía una oficina. Realicé muestre0 intencional y muestre0 del
otros. Al comprender y contrastar las motivaciones y explicaciones de los individuos tipo "bola de nieven,lo cual implica que en algunos casos busqué personas clave en
~
acerca de sus propios comportamientos y actitudes, podía empezar a comprender la región o los conflictos, y en otros casos, los entrevistados recomendaron a otras
los conflictos sobre los dereclios indígenas en el sur Chileno y la medida enla que personas para que fueran entrevistadas.M e apoyé también en la ayuda de colegas
tales conflictos estaban tiiediados por losdiscursos miilticulturalesdifundidos desde de universidades locales y de algunas ONG. Durante nii trabajo de campo iesidí
niveles estatales y transnacionales. Realicé también trabajo etnográfico de campo, el en Temiico y viajé regulariiiente en auto o bus a las otras comunas.
cual incluyó conversacionesinformales con los actores iiivolucrados, observaciones
de los funcionarios estatales en sus puestos de trabajo, y visitas a las coinunidades
mapuche y los fundos de agricultores no mapuche. Asistí también a algunos de 16 La letra "k"miichasveces reemplaza a la letra "c"dc1 castcllano a la hora de escribir en mapudie,
como cn "Arauko"ynh4deW.Además, algunosmapiiclie prescinden de las tiidcs dclos nombres propios
los juicios por terrorismo, reuniones, seminarios y otras actividades y eventos.
mapucheqoesi serían tildados a la hora deescribirlosencastdano. Seguir6 esta miivenuón en este libro.
Muchos de los entrevistados decidieron presentarse con su propio nombre a y dominio a nivel local y regional (y en algunos casos a nivel nacional). Hoy en
la hora de firmar el formulario de consentimiento informado. Sin einbargo,dados día, tienen menos influencia de la que alguna vez tuvieron, pero en virtud de sus
los conflictos encurso, en casi todos los casos he decidido usar seudónimos para nombres, las historias familiares y sil involucramiento directo en los conflictos,
los entrevistados.E n un contexto en el que algunos colonos estaban experimentado todavía pueden ejercer una autoridad significativa a la hora de moldear la opinión
atentados a sus propiedades y en el que los mapuche estaban siendo acusados de pública. Obviamente, "élite hí" es un término muy amplio y, siempre que me
terroristas, yo simplemente no quise arriesgar la posibiiidad de ponerlos en más fue posible, traté de describir a los entrevistados particulares a lo largo del libro. El
peligro. Sin embargo,los comentarios extraídos de los medios de comunicación son término %oloiio"lleva consigo varios significados en Chile; para los propósitos de
atribuidos a su fiiente real. Esto significa que algunos entrevistados cuyos comen- este libro, se refiere a los descendientes de europeos que emigraron a La Araucanía
tarios a los medios son citados en este libro, aparecen con su nombre real en tales después de que Chiie derrotara alos mapuche a fines del siglo XIX.
comentarios y bajo seudónimo en extractos de las entrevistas que les hice:También La mayoría de los funcionarios estatales entrevistados trabajaban a nivel local,
he decidido ocultarlas identidades de las comunidades rurales mapiiche; como son ya fuera en las municipalidades o e n programas nacionales o regionales con ope-
pequeñas, revelar su nombre podría comprometer el anonimato de los entrevista- raciones locales. Unos cuantos trabajaban a nivel regional, en INDAP, Orígenes,
dos. Las organizaciones más grandes a las cuales pertenecían los entrevistados son programas de salud interculniral,departamentos de educación, escuelas,programas
identificadas por su nombre, a menos que al hacerlo pudiera revelar la identidad forestales, oficinas de desarrollo social, así como en otras agencias y programas. La
del entrevistado. Sin embargo, luché con las implicaciones éticas y epistemológicas mayoría tenía un grado técnico o universitario; fueron tanto hombres como Au-
de usar seudónimos para aquellos que pidieron ser identificados. Coino resultado, jeres, mapuche y no indígenas. El rango de edad variaba desde veinte años hasta
existen algunas excepciones para las reglas antes descritas. De manera significativa, una edad mediana avanzada. Me centré en funcionarios estatales porque quería
las reflexiones de Sergio Caniuqueo,Pedro Cayuqueo, Rosendo I-Iuenuman, Cristina aprender acerca de, y observar, las políticas indígenas en acción, y hablar con las
Llanquileo, Rosamel M i a m a n y Wladiinir Painemal (la mayoría de quienes las personas que representan al Estado en la vida cotidiana de los individuos y comu-
hicieron como &dereshistóricos, teóricos de la aut~nomía,~/o escritores ampliamente nidades mapuche. E n el caso de los funcionarios no mapuche,deseaba determinar
conocidos y no corno participantes en conflictos específicos) son atribuidas a ellos hasta qué punto su exposición a las comunidades mapuche pudo haber contribuido
por su nombre. Simplemente sentí que, dada la temática de este libro y el hecho al desarrollo de actitudes raciales menos estereotipadas o, por el contrario, más
de que aportaron ideas esenciales al análisis presentado, negar la autoría de sus endurecidas. E n el caso de 10s funcionarios mapliche, estaba interesada en cómo
ideas era equivalente a una violencia epistemológica. (Ver Comunidad de Historia ellos lidiaban con lo que muchos caracterizaron como una existencia híbrida al
Mapnche 2012, particularmente el capítulo de Nahuelpan para más acerca de las participar simultáneamente del Estado y del movimiento.
tensiones de ser tratados como objetos de estudio y no agentes de conocimiento). Los entrevistados mapuche incluyeron a líderes y miembros de un amplio
Además, en los capítulos 3 y 4 describo varios conflictos bien conocidos que han rango de organizaciones y comunidades. Muchas de las organizaciones enfocaban
sido reportados en detalle y por nombre; varias personas involuuadas en tales sus esfuerzos ampliamente (más allá de una comuna), pero incluso ahí intenté
conflictos aparecen bajo seudónimo en otras partes del libro. entrevistar a miembros que vivían en las cuatro comunas elegidas. Alguiios en-
Los entrevistados que denomino"élites 10cales"inclu~ena agricultores C O ~ O I ~ O S trevistados mapuche estuvieron directamente involucrados en los conflictos; otros
~- ~

con~fundosdetamañomediqquienes han sido blancos de la recuperación de tierras no. Se incluyó a gentejoven así como a líderes "históricos", activos desde la época
o incendios, así como también a abogados, políticos, empresarios e historiadores de Allende, e incluso antes. A pesar de que mi trabajo anterior (Richards 2004,
locales. La mayoría fueron hombres, de mediana edad o mayores; sus esposas e 2005,2006) se centró en las mujeres mapuche, la mayoría de los entrevistados
hijos con frecuencia también participaron en las entrevistas. Algunos no solo eran mapuche en este estudio fueron hombres. E n parte, esto se relaciona con el hecho
actores políticos relevantes a nivel local, sino que también tenían amplia influen- de que los líderes más visibles del movimiento eran varones.Traté de combatir
cia a través de su participación en la política regional y nacional, en asociaciones esta sobrerrepresentación entrevistando a mujeres siempre que fuese posible, y
de agricultores y en iniciativas de desarrollo. Otros, incluyendo a muchos de 10s tanibién al abordar las consideraciones de género dentro del movimiento en el
agricultores colonos, provienen de familias que alguna vez tuvieron mucho poder capítulo 6.
48 PATRICIA 1 ~ C I S MEL
R~CHARDS OMODELO
: CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO...

A pesar del hecho de que al menos 80 por ciento de la población chilena es


mestiza, muy pocos se identifican como tales (Bacigalnpo 2004). El sistema infor-
mal de clasificación en La Araucanía se refiere a dos categorías de identificación Después de haber trabajado varios años en Chile, estaba desconcertada por
oposicionales: mapuche y chileno o winka". Estos son los términos usados por las actitudes acerca de las diferencias culturales y los derechos indígenas que ahí
personas en el sur chileno para referirse a sí mismos y a otros, y hay partes de este se presentaban. M e pregunté por qué tan pocos ciudadanos no indígenas en La
libro en las cuales hago uso de esta dicotomía. Sin embargo, quiero enfatizar que, Araucanía estaban dispuestos a apoyar alos mapuche.Me pregunté por qué actitudes
a pesar de que estas categorías son usadas oposicionalmerite en la región, las dis- aparentemente arcaicas sobre la raza y la cultua habían prosperado en el discurso
tinciones entre los dos grupos no son absolutas y es importante evitar lareificación local, y me pregunté qué tenía que ver todo esto con el Estado y con el capitalismo
de ellas. Aunque las comprensiones dicotómicas del ser y del otro frecuentemente global. Qoizás predeciblemente,llevar a cabo el trabajo de campo en un contexto
influyen en los conflictos sociales, y los mapuche y las élites locales entrevistadas de conflictos de baja intensidad presentaba varios dilemas metodológicos y éticos.
no comparten mucho en cuanto a experiencias sociales, ubicación económica y Muchos de estos dilemas tenían que ver con las entrevistas a las élites locales. Los
prestigio político,los inapuche y los chilenos-particularmente cuando extendemos plintos de vista que ellos expresan a10 largo de este libro pueden ser tan virulentos
el análisis a los miembros de las clases pobres y trabajadoras pueden compartir que en algunos momentos parecen totalmente inconcebibles. Sin embargo, conflo
perspectivas políticas, experiencias de incertidumbre y vulnerabilidad econóiiiica, en que las opiniones expresadas por mis entrevistados sean representativas de las
así como también co~iociniieiitosy prácticas sociales. élites locales en la región, sin importar Ia edad o el sexo. (Hnbo alguna variación
Más aún, ninguno de estos grupos es internamente homogéneo. Los individuos basada en la proximidad a los conflictos). Las esposas y los j6venes adultos que
mapuche están representados a través de los espectios políticos y religiosos. No participaron en las entrevistas estlivieron de aciierdo con las opiiiiones expresadas
todos están involucrados en el movimiento, y aqnellos que sí lo están tienen una por los hombres. D e la misma manera, las entrevistas iievadas a cabo solo a muje-
gran diversidad de puntos de vista. Los mapuche en La Araucanía son también res o a entrevistados más jóvenes arrojaron resliltados siinilares. Aunque ninguna
ciudadanos chilenos, y algunos están orgullosos de serlo. Igualmente, algunos actitud social es totalmente universal, los hallazgos cuantitativos de María Eugenia
chilenos en la región, a pesar de ser una minoría, apoyan activaineiite la causa nia- Merino y sus colegas (2003,2004) sugieren que las opiniones presentadas en este
puche. Si bien este libro cuenta una historia de conflictos, perspectivas opuestas, libro son dominantes a través de La Araucanía.
la ausencia de mutuo respeto y coinprensión, y opresión sistemática de uno de los Tuve que lidiai. con cómo presentarme a los entrevistadosno mapuche y con cómo
grupos sobre la base de la raza y la cultura, desearía dejar abierta la posibilidad de responder a las afirmaciones que fueron terribleinente ofensivas para mí. Presenté
un cambio social; hacerlo, requiere que reconozcamos las maneras en las que estas mi tema de investigación a todos los entrevistados poteiiciales utilizando términos
identificacionesson fluidas y, en algunos casos, trascendidas. Hasta el punto en que relativaniente neutros: estaba interesada en observar los conflictos y las relaciones
soy capaz de hacerlo mientras mantengo el anonimato, he tratado, por lo tanto, interci~lturalesen la región desde una variedad de perspectivas. Sin embargo, no
de contextualizar a los entrevistados y anotar las variaciones qiie existen dentro de siempre expuse explícitamente mi propia posición sobre los conflictos: pienso que
estas categorías de identificación, aunque las diferencias entre ellos muchas veces los derechos indígenas deberían ser reconocidos y apoyados sustaiitivameiite,y estoy
sean difíciles de trascender. en contra de la violencia y de la deshumanizacióii en cualquiera de sus formas. Aun
azí, sentífiextemente q w teníala responsabilidad de proteger los d e i h o s de todos
mis entrevistados -incluyendo los de quienes cuyas posiciones y acciones rechazo
contundenteinente-. Pero el hecho de que me encontré atestiguando piintos de
vista que me fueron repugnantes, me dificultó el poder balancear esa obligación
con mi responsabilidad de ser fiel a principios antirracistas. El comportan~iwito
- habitual del entrevistador que pretende que los entrevistados se sientan cómodos
17 Alminas veces escrito como winakno wiekn, en rnariudiinpJn, . .. uiitikn se refiere a los extran.ieeros
"
Sr ~ > i c n i ~ <iul ~~ ~, t<~: n ~ < Jpirtc .
o ~ jJai ~a.(nitivo) tribr (iil.,),y Ir ]irlabra tiinc Iicoiiiiotr~iunnrgl-
tiva dc"us.irpirhr"o'laJr6n".l Iuv eii din 'c rlnylrl ,>ara~ ~ i c r i ro,iuJos ~ luí iliil<.iii,i11uinllígcn.4..
y dispuestos a mantenerse hablando, ya hera asintiendo con la cabeza o dicieiido
k m n i mmiii", parecía condonar implícitamente sus opiniones.
50 PATEICIA ELMODBLO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO...
RICHARDS1 RACISMO: 1 1 ELRACISMO Y ELMODEW CHILENO
CAP~TULO 51

Pero, por otro lado, al igual que con los entrevistados mapuche, estuve agradecida por ejemplo, me preguntaron por qué yo no estudiaba a "mis propios indios". En
por el tiempo y la confianza que los colonos y otras élites locales me habían dado total,las entrevistas con las éliteslocales me forzaron a confrontar el hecho de que,
como entrevistadora. Aunque sintiera que las reivindicaciones mapuche fueran a pesar de que mi propia raza y nacionalidad me hubieran dado acceso a ciertos
justas, a menudo me sentí conmovida por el orgullo que los colonos sentían hacia tipos de personas, este acceso acarreaba serias responsabilidades.Espero haber es-
los logros obtenidos por sus familias, así como por la tristeza que sentían ante lo crito este libro de una manera que haya respetado la humanidad de todos aauellos
que ellos interpretaron como una amenaza a su modo de vida. Con el tiempo, me involucrados en los conflictos.
volví más hábil para rechazar el ser incluida tácitamente en ese "nosotrosVdelas Los conflictos fueron discutidos en todas partes de La Araucanía -en res-
élites locales, pero también tenía que conciliar con el hecho de que los conflictos taurantes, en fiestas, en taxis, en los vestíbulos de los hoteles, en la ciudad y en el
que describo no siempre estaban en "blanco y negroM,y mi oposición a todas las campo-, tanto por mapuche como por chilenos. Muchas veces me preguntaban
formas de violencia y deshumatiización tenía que incluir aquellas instancias de mi opinión sobre la situación,particularmente los no mapuche. Si bien tuve algunas
violencia y deshumanización realizadas por personas mapuche. Sin embargo, a conversaciones profundas, rápidamente aprendí que las personas usualmente no
pesar de que creo que los colonos y otras élites locales me han contado la historia buscaban mi opinión, sino más bien una validación de las suyas. Por ejemplo, Prisciia
que ellos consideraban como cierta desde su perspectiva, no puedo entender sus Aiamos, una mujer de mediana edad, directora de educación en una comiina de
observaciones en ningún otro contexto que aquel en el que ellos y los mapuche Cautfn,me preguntó qué pensaban los investigadores que venían a la región sobre
han vivido: uno en el cual los mapuche han sido sistemáticamente discriminados los inapuche. Le dije que eso dependía de lo que cada quien investigara, pero que
y en el que se les ha despojado de sus recursos a favor del Estado chileno, las cor- la impresión general era que los mapuche estaban oprimidos. Ella inmediatamente
poraciones y las élites. se mostró ofendida, y dirigiéndose a su asistente mapuche, Lourdes Caifal, le dijo
9 confronté también con el hecho de que en primer lugar era mi propia en iin tono alto y con iina voz que pretendía sonar inocente: "No están oprimidos,
son los menos oprimidos acá. <No es cierto, Loiirdes?". Esto puso a Lourdes en
raza y nacionalidad las que me permitían realizar esas entrevistas. Más de una vez
me dijeron que quizás Chile debió haber hecho lo que hizo Estados Unidos con una situación en la cual eUa tenía que indicar los múltiples defectos de la educación
sus indígenas:matarlos a todos. Muchas élites locales parecían mostrarse cómodas interciiltural como un ejemplo que podría hacer creer a la gente que los mapuche
conmigo porque yo era una ciudadana blanca de los Estados Unidos -un país estaban oprimidos.
con su propia repugnante historia y presente racial-, y en el cual, en virtud de mi Con mayo1 frecuencia, los entrevistados no mapiiche estaban interesados en
propia raza y ciudadanía, también estoy implicada sin importar los compromisos educarme.Ellos insistieron que conocían a estos mejor que yo, asegurando que no
progresistas que pueda tener. <Hastaqué punto realizar una investigación acerca de era posible"conocer"a estos si una provenía del extranjero. Mi primera experiencia
los que son privilegiados racialmente en Chile me permitía ignorar esta realidad? con esto fue con un profesor chileno en una universidad estadounidense. El rebatía
Los investigadores del norte que realizan trabajo de campo en el sur deben mis argumentos y sostenía que las demandas mapuche tenían que ver únicamente
reconocer y abordar cómo, preocupantemente, nuestro trabajo podría reinscribir la con la clase social, diciendo: 'Sí, conocemos a nuestros indios, en toda su fealdad'.
relación colonialista (Speed 2006). He sido consciente de esto en mi relación diaria De manera siinilar,la dueña de un hostal enTemuco me dijo:'Sabes, Patricia,vienen
con los individuos y las comunidades mapuche. Mi privilegio nacional y racial fue todos los extianjeros, y los grupos de derechos humanos, y les fascinan los mapuche,
- --
un t e m a f ~ u e n t en
e las conversaciones con los entrevistados mapuche, así como pero no son muy queridos aquí en Chile', implicando que los chilenos sabían más. El
la necesidad de que mi trabajo tiiviera alguna importancia para ellos. Al entrevistar abogado de una empresa forestal reclamó qiie los periodistas extranjeros,las O N G
a los racialmente dominantes, a quienes los investigadores mapuche tenían menos y los académicos eran realmente peligrosos porque venían con ideas preconcebidas
acceso, tenía la posibilidad de ofrecer un análisis que les fuera relevante. A pesar de y luego filtraban esas ideas hacia el mundo exteiior. Gonzalo me sugirió que debía
su apertura general, algunas élites locales también se mostraron sensibles a que una estudiar los "deberes"mapuche en lugar de estudiar sus "derechos". En una fiesta
investigadora estadounidense estuviera investigando sus actitudes raciales. Puede de cumpleaiios una mujer me interrogó sobre el fundamento de mi conocimieiito,
que elos hayan tenido poder en el contexto local, pero yo ejercía otro poder al afirmando que 'He vivido toda la vida rodeada por mapuche. Los conozco'. Luego,
estudiarlos, y algunos expresaron su incomodidad con esto. Algunas élites locales, ella procedió a recitar una variedad de estereotipos.Me preguntó sobre cómo había
logrado tener acceso porque "son bien cerrados". Le dije qiie era difícil en alguiios v&r que tenían los estudios académicos era el de informar a la CIA. Cuando Pato,
momentos, pero que conocidos en común me habían ayudado, y que tina vez que quien trabajópara Orígenes, se preguntó en voz alta si yo era una agente de la CIA,
la gente entendía mis intenciones, no había ningún problema. "Sí, porque son bien agregó que él sabia que estaba siendo paranoico, pero el hecho de que la policía
cerrados", repitió,y luego insistió en que lo único que comían los mapuche era carne registrara su auto cadavez queélviajaba a las comunidades en conflicto para trabajar,
y pan, el cual lo hacían con manteca, de ahí que estuvieran tan gordos: lo habían vuelto así. Una noche, a través de Pato, conocí a un hombre joven en una
Los científicos sociales estamos acostumbrados a cierta reticencia y a un poco comunidad remota, quien, a1 saber que yo estaba haciendo una investigación, ine
d e sospecha de parte de los potenciales participantes en una investigación. Como miró completamente angustiadoy dijo: "jPero podrías ser infiltrada!". Es muy posible
uiia socióloga cualitativa, reconozco que las 'verdades" sociales dependen de quién que él fuera un prófugo acusado de terrorismo, y aunque yo no tenía la intención
las mire. Mi interés reside en cómo las múltiples verdades contrastan entre sí, y lo de entrevistar10,pasó mucho tiempo evaluando mis posiciones políticas. Ante estas
que esto podria enseñarnos sobre elvivir en una sociedad niulticultural en uiia época siniaciones, fui lo más directa posible sobre mis intenciones y sobre los cuidados
global. No obstante, en este estudio, la sospecha fue más allá de lo acostuinbrado, que tomaría para proteger las identidades de los participatites. Muchas veces, el
especialmente porque la investigación se realizó eii un contexto de serio conflicto tener conocidos que fiieran respetados en el movimiento me ayudó a siiavizar la
y en el que ciertos detalles podían ser peligrosos para algunos entrevistados. Utia tensión. Pero ocasionalmente, después de una larga conversación, yo encogía mis
funcionaria municipal en MaUeco trató de esconder iiiiestra entrevista de su jefe, hombros, como para decir que ellos podían creer lo que quisieran. Dichas sospechas
a quien, aseguró, no le gustaba el tema de las relaciones interculturales. En otra me forzaoii a recoiiocer los límites de lo que yo podría saber en este contexto, así
ocasión, cuando descubrí que las esposas de algunos dueíios de fundos habían como los límites de lo que necesitaba saber como socióloga (y no como detective
formado u11grupo para apoyar a las familias qiie habían sufrido atentados, llamé a o periodista). Hablaré más de este asunto en el capítulo 3.
la líder, peiisaiido que tal vez el grupo estaría dispuesto hablar sobre estos asuntos. La eiicariiación de mi género --la experiencia social de ser una mujer eii u11
Su breve respuesta fue: 'las señoras no tienen ningún interés en conversar sobre los cuerpo femenino- tifió también mi experiencia en el campo. Siempre que apa-
mapuclie'. Ciertaiiiente, el contexto de los conflictos pudo hacer limitado iiii acceso recía el género, sus intersecciones coi1 la raza y nacionalidad tainbién se hicieron
a las versiones de la verdad de algunos potenciales entrevistados. relevantes. Mi acceso a los colonos y otras élites locales se facilitaba no solo por ini
Del lado mapuche, algunos entrevistadosexpresaron aprensiones en relación con blancura, sino también por el hecho de que, al igual que Rutli Miknian (1997),
espías y agentes de la C1A.A pesar de que otros se rieron de dichas preocupacioiies, muchas veces parecía que era percibida como una inofensiva y joven mujer. Ngiinas
estas hablan del legado de interveiicióii estadounidense en Latinoamérica, así como veces esto terminó en ostentosas demostraciones de superioridad masculina; otras
del grado de intervención estatal y violencia policial que han ocurrido eii las coniu- veces, en eshierzos entusiastas por ayudarme. Por eje~iiplo,a pesar de que Martin
nidades mapiiche en el contexto de estos conflictos. Por ejeinplo, durante los más Rahm, un abogado de Malleco, estaba reacio a ser entrevistado y no fiie amable
de dos días en los que hice una gira por iina comuna de Malleco con Heriiáii, u11 al principio, al final arregló una reunió11para mí con otra persona de la élite local,
hombre mapuche de mediana edad, periódicamente expresaba su preocupacióii de diciéndole por teléfono que yo era unamgringamuy simpática". Otras experiencias,
que yo fuera iiiia espía, o que la gente que me viera pensara que yo fuera iina espía, con entrevistados tanto de las élites locales como con mapiiche, se acercaron al
o que los carabineros en el área pensaran que yo estuviera dando mateiial de apoyo hostigamiento sexual. Aunque nunca me sentí amenazada, estas situaciones como
a las comunidades en conflicto. (Un conjiinto de extranjeros habia sido arrestado muchas otras me hicieron reflexionar acerca de las diversas formas eii las que el
diirante mi trabajo de campo por hacer precisamente eso). Heriián habló sobre hostigamiento puede ser algo con lo que las mujeres investigadoras tengamos
cómo los espías estaban en todas partes: en las comunidades, en los restaurantes, que lidiar como parte de nuestro trabajo de campo. Dicho hostiganiiento es un
en los biises. Se preguntó por si varios activistas-estudiantes chilenos p mapuche indicador de que el poder no es utiidireccional en la relación entre el investigador
enTemuco podrían ser "infi1trados"porque tenían acceso a tanta información. y el investigado. (Por supuesto que los participantes ejercieron su poder sobre el
A Hernáii le preociipabaii los espias en general, pero otros se centraban eii proceso tariibién de otras formas).
los investigadores como yo. Adriano, iin hombre inapuche joven, quien liiego se H e hecho ini mejor esfuerzo para presentar a los participantes de esta inves-
convirtió en mi amigo, me dijo la primera noche que nos coiiocimos que el único tigación de la manera más precisa posible, con mis respoiisabilidades éticas como
'i
54 - RICHARDS1 RACISMO:ELMODELO CHI-NO
PATRICIA Y ELMULTICULTURALISM~

investigadora y el respeto a la dignidad humana en mente y corazón. No obstante, Capítulo 11


la historia que cuento no solo se ha filtrado a través de los entrevistados, sino a
través de mi propia subjetividad como autora. Esta es una historia de racismo y
conflicto social, sin duda alguna, pero también es la historia de esperanza de un
futuro compartido de respeto mutuo, justicia y paz. Después de muchos años de Memorias en contienda, violencia simbólica
estar viajando de ida y vuelta a La Araucanía, es mi mayor deseo ver que dicho
fiituro Ilegue a ser realidad. y la'historia de La Araucanía
Tanto la historia como la memoria son construcciones sociales.Tal como
Barry Schwartz (2007,588) la ha definido,"la memoria colectiva se refiere a la
distribución a través de toda la sociedad de creencias, sentimientos,juicios morales
y conocimientos acerca del pasado". Decimos que la memoria está sociaimente
construida porque, tal como Schwartz señala, mientras los individuos pueden
tener creencias o hacer juicios sobre el pasado "dos (no) lo conocen por sí so-
los; lo conocen con y frente a otras personas situadas en grupos en contienda"
(Ibid.). Así, jamás existe consenso pleno en la memoria colectiva. La memoria
es contenciosa, toma forma en base al contexto social, político, económico y
cultural, y es moldeada por el poder y la desigualdad (Stern 2004). La memoria
es también dinámica, tal como Nadje Sadiq Al-Ali (2007,2) ha explicado: A o
[es] estática ni [está] congelada en el tiempo, sino...viva, enraizada tanto en el
presente como en el pasado, y vinculada tanto a aspiraciones como a experien-
cias concretas". Los grupos que sostienen narrativas en contienda acerca del
pasado están también propensos a tener visiones distintas del futuro (Ibrd.). El
contar la historia se puede comprender como un medio para la expresión de la
memoria colectiva (Schwartz 2007). Versiones diferentes de la memoria y la
historia producen versiones distintas de la verdad, las cuales pueden ser esgri-
midas en defensa de intereses encontrados. Por lo tanto, el estudio de narrativas
en contienda acerca del pasado puede ofrecer importantes comprensiones para
el análisis de los conflictos contemporáneos sobre los derechos y los recursos
-como aquellos en La Araucanía-.
En este capítulo me refiero a la historia y la memoria, ofreciendo primero
los antecedentes necesarios para comprender las relaciones mapnche-chilenas
para luego pasar a las memorias que los colonos, otras élites locales y los ma-
puche relatan en La Araucanía hoy en día. Las remembranzas mapuche sirven
para mantener una continuidad de la lucha, mientras que las memorias de las
élites chilenas locales con frecuencia sirven para justificar su riqueza relativa y
su presencia en la región.Tal como ha observado Florencia Mallon (2005,58),
en La Araucanía existe "una amnesia selectiva en torno a los orígenes de las
56 PAT,ICIARicn~nos1 RACISMO: ELMODELO CHLLENO Y EL MULTICULTURALISMO... NTIENDA,VIOLENCIA S I M B ~ L I C AY LA IIISTORIA. .. 57

forhlnas regionales". E n efecto, la memoria colectiva involucra con frecuencia la


supresión de las "memorias de injusticia colectiva" (Wolin 1989,33), o el 'kersis-
tente olvido colectivo" (Feagin 2006,44). Mientras que tanto los inapuche como a historia es construida en términos sociales y refleja sistemas de poder. La
las élites locales emplearon las memorias y las narrativas históricas para justificar a"oficial"~hiienacon frecuencia se ha apoyado en mitos y los ha perpetuado
posiciones contemporáneas frente a los conflictos y el multiculturalismo guiado e] fin de narrar una versión de la historia que niega la identidad tnapuclie y
por el Estado, el relativo poder económico y social de las élites locales significó que ifica las acciones de Chiie en contra de ellos (Lewis 1994). E n este caso busco
el propio acto de relatar sus memorias conllevase con frecuencia el empleo de la ar una versión que contextualice los eventos conternyorá~ieosen el sur de Cliile,
violencia simbólica. Las míitiples y contradictorias movilizaciones de la memoria, así conlo poner al descubierto la doininación y explotación que han moldeado la
este recuerdo y olvido selectivos, son importantes porque, tal coino Jiiliet Hooker relación entre Chiie y los mapuche. Reconozco, por supuesto, que la liistoria que
(2009,112) ha explicado, son centrales en las luchas por la justicia racial: "Lo que relato es parcial en ambos sentidos de la palabra (véase Malion 2005); ninguna
una comunidad política elige recordar acerca de su pasado determina lo que con- narración de la historiaes jamás conipleta o completamente desinteresada.
sidera que es justo o injusto en el presente". Se cree que desdelos anos 500-600 a.C.,los mapuchevivieron en lo que hoy es
Tal como teoriza Pierre Bourdieu, el concepto de violencia simbólica se centra el sur de Chiie (Bengoa,ed. 2004).Antes de la Uegada de los espaííoles a mediados
en la forma en la que las ineqiiidades de poder se sostienen no solo a través de la del siglo XVI, los mapuche dependieron principalmente de la caza y recolección
viuleiiiia fisii3 y la rcprcsiiiii,siir~t~tiiibii.iia travi.5 ile las iiuriiias y práctiias sociales para sii sii;teiiro,;iiiiiqiie las criiiiicar tle 1:i :l, ,ciwinl~ie~i
rc.gistr;iii1;1 doiiirsticacióii
y cuihireles (Carun 2003;bVolfreys 2000). 1.:1 violriicia siiiil~iilicnse rcticre al proceso de ciertas plaiit;is. 1.0 faiiiili:~rxreii,a sirvió cuiiiu base <le1.i eitr~iitiir~i pdlitica. Si
a través del cual la dominación económica llega a ser enmascarada como riqueza, bien los conquistadores subyugaron a las poblaciones indígenas de Chiie central, no
estatus, prestigio y gusto (o capital simbólico y culniral) y es consiguieiitemente fueron capaces de conqiiistar a los mapiiche de la frontera sur1.Más bien, las dos
legitimada (Bourdieu y Wacquant 1992). Esta transformación lleva a los miembros partes establecieron tina serie de más de treinta acuerdos (equivalentes a tratados
de la sociedad aver la riqueza y el poder, así como la pobreza y la explotación, como internacionales) en encuentros masivos denominados parlamentos. Probablemente
merecidos antes que consttuidos sobrela base de un sistema de dolninación.De esta
manera, las desigualdades de dotniiiación y poder se ven encubiertas y legitimadas
por valores culturales que son coiiipreiididos como ntiiversales pero que en realidad
son construidos socialmente (Wolfreys 2000). Los individuos con capital simbólico
y cultural ejercen violencia simbólica sobre otros, con frecuencia inconscientemente.
Al mismo tiempo,con reiteración los dominados participan en su propia doininación "
en la medida que no reconocen el poder esgrimido sobre ellos (C. W i i a m s 2006). y la asimilación de sus cosnimhres a las del invasor, trabaiaiido . para . los eticomeiideros" (Ibid.,77)
Aiin xsi,cii 1775,cii.1ndola A r q t i i ~ l i o i . i i df
i ~ Saiiriagorcalir" :u ptirnrr i~.iiw,iI1 5 4 p > r cicr.tu dc
D e esta manera, se reproducen las estructuras sociales de dominación -los fun-
damentos del racismo sistémico-. La violencia simbólica también puede permitir -
la iiohlaci6n Jrlcoriceir,ii<itrodr Sniiiirrocia l i i i ~ t i z.,i i CI . ~ 13.1 i>or::entoci t indi~enr
. &

residente eii piieblos de indios). Sol Serraiio (2002,47) sostiene qiie tempranamente los pueblos de
- (la i i l r n o r n

que la violencia diecta sea evitada, aunque en La Araucatiía, en ocasiones, las dos Indios en el vaiie central "se disolvieron en la hacienda".En sus es~diosacerca de las instiNciones
fueron empleadas a la vez. Son aquellos que ostentan el capital simbólico quienes, sociales del siglo XiX, ella asegura no enconirar referencias a gnipos indígenas entre los cn~npesinos
en términos episteniológicos, son los "coiiocedores", los sujetos del mundo social. del vaUe central iu referencias a otro lengilaie . que. no sen el castellano. Sin embargo, Alvaro Jara
E n virtiid de su poder cultural y económico son capaces de establecer la versión (1956) ~ h r c l v uiluc iin ;cn,u ilr 1813, ri.rliralo por l., .\iiliii<li.iriricIr Sinii:,go, Ja .ticni.> ilc
1,i .la AriiiiidiQr<si, d< <'~~t:rn.
26.151 i ~ i ~ l i i.j, i:ili.dr or:oi 22.299 i i i . l i >r ti.;,. Sili ~ ~ n "b .~ r Itr~liu
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privilegiada de la historia y las reglas, regulaciones y normas a través de las cuales
es que
. la . pohlsción indígena de Chile ccitral había decrecido dristicamentc hacia los años 1800
prosigue la existencia compartida. La violencia siinbólica se refleja en la forma en Como resultado de esto,"Cliilecentral se vio a sí mismo como imagen dc todo el país. El mestizaje
la que diferentes grupos en Ida Araucanía recuerdan sil pasado colectivo; pero, lo
que es más iniportante,la memoria no solo funciona como una forma de violencia
.... .
eene~alizado el vroceso dc transforniación de los indíeeiias " en el biieblo diileiio,'no he iwal al
ocurrido en las fronteras, en los bordes, en donde los indígenas se mannivieron como tales a pesar
-
simbólica, es también un elemento central de la resistencia mapuche. de todo"(Bengoa,ed. 2004,92).
los más importantes tuvieron lugar en 1641 (parlamento de Quilin) y en 1726 che pero manteniendo la frontera en el río Biobio, así como el incremento
(Parlamento de Negrete), donde se reconoció al río Biobío como la frontera entre presencia chilena (léase colonial) en ciertos puestos de avanzada. Para Ben-
Chile y el territorio mapuche. Se debe resaltar la singularidad de esta situación. Ibid.), la Guerra a Muerte contradijo de manera traumática a la idealización
A diferencia de otros pueblos originarios americanos, los mapuche (o araucanos, ena de los mapuche como defensores heroicos de la libertad y contribuyó al
como fueron bautizados por los conquistadores) no eran para los españoles ni cimiento de la idea de que los mapuche eran bárbaros, ociosos y despiadados.
"indios cristianos" (los pueblos sometidos sujetos a tributo) ni "indios bravos" sanueva (1998) concuerda con que la Guerra a Muerte, junto con el aiispicio
(aquellos pueblos que, permaneciendo al margen del dominio español, eran objeto bandidaje organizado por parte de algunos lonko (y perpetrado por winka),
de continuas "pacificaciones"). E n cambio, los mapuche habían obtenido de los ntribuyó a agriar las actitudes chilenas hacialos mapuche. El sugiere que hacia
españoles el reconocimiento de su soberanía territorial, independencia y, si bien años 1920, muchos veían a estos como bárbaros que debían ser sometidos en
precariamente, derecho a vivir en paz. as del progreso y la unificación del territorio.
Aun así, el contacto con los españoles provocó profundos cambios en la socie- Jorge Pinto (2003) ha sostenido, por el contrario, que la primera mitad del
dad mapuche. La crianza de ganado reemplazó a la caza y a la recolección corno igloXMpuede dividirse en dos peri'odos. Entre 1810 y 1830 los chilenos buscaron
la principal fi~entede sustento. Fue también prominente el intercambio con Chile incluir a los mapuche en su nueva nación, y entre 1830 y 1850, reconociendo que
central y las pampas argentinas, permitiendo la obtención de gran riqueza a algunos ellos no serían integrados,los chilenos se involucraron en mecanismos diplomáticos
ion& (AylwInn2002;Pinto 2003). Así,si bien la paz con los españoles era precaria, similares a aquellos de los españoles: parlamentos y misiones religiosas2.Pinto (2003,
los parlamentos hicieron posible la prosperidad en La Araucanía. Al igual que 87) asevera que la clasegobernante chilena expresaba admiración por los mapuche y
sus pares latinoamericanos, los patriotas chilenos del periodo de la independencia que no trasmitía la intención de ocupar sus tierras. Hasta mediados de sig10,la idea
(1810-1818) intentaron incorporar simbólicamente a los pueblos originarios para predominante era la de que "La Araucanía formaba parte del territorio nacional
justificar su rebelión contra la Corona española. Fernando Casanueva (1998,58) y que los mapuche, aunque eran una nación diferente, debían formar parte de la
hsexplicado que, para los líderes criollos, "el indio rebelde representaba el amor al gran hermandad nacional". Los documentos oficiales, tales como la Constiíiición
suelo patrio y a la irrenunciable libertad, altos valores que los habían impulsado a de 1833, retrataron a los mapuche como una nación vecina, cuyos residentes, segúii
luEhar victoriosamente durante largos siglos contra los conquistadores hispánicos Pinto. eran respetados vor las élites chilenas3.
y &ntra el ejército real. Arauco constituía, entonces,un ejemplo a seguir, una meta Eii ciialquicr cnso,Ins d6ca(l:is iiii~iilesposteriores 3 la indcpendeiicin dc Chile
a alcanzar''. Aun así, los esfuerzos por incorporar simbólicamente a los mapuche fueron relativaniente ~)acificas:hiibo iin niiipliu coniersiu y la g;inaderia inppiiclir
al proyecto revolucionario no produjeron los resultados esperados. Por el contrario
(y aunque hubo importantes excepciones), la mayoría de los lonko se alinearon con
2 Pinto sostieiie que este íuc el caso a pesar de la Guena a Muerte, y que el cambio en la estrae@
los españoles,prefiriendo la seguridad de los tratados firmados antes que un futuro alrededor de 1830 se debió más a una resistencia mapuche a la intexraúón que a ciialquier otra cosa.El
incierto con la élite criolla de Santiago. sugiere quela Guena a Muerte es enciertomodo u8;nombrepoco apropiado:"~nnuestra opinión,más
Luego de lograda la independencia, el nuevo Estado mantuvo relaciones de que una 'perra a muerte,'esre movimiento, ocurrido entre 1814 v 1830. refleia la defensa de intereses
frontera con los mapuche hasta 1862. No obstante, existen ciertas controversias locales por parte deunasociedadregiond bien perfüada,qiieno estaba dispuesta a sameteisealos proyectos
con relación~alcarácterde las relaciones entre Chile y los mapuche en estos años centralizadoresdelaclase &¡gente que empaabaadecidircldestinode Chiledesde Saiitiago. El pueblo
iniciales.José Bengoa (1985) ha sugerido que las actitudes de los chilenos cambiaron mapuche no semantuvo almargen de esta resistencin,apesardelaexpresavoluntadde algunos dirigentes
e intelecmalesde la época deincluiilo eii el proyecto de .
país que
. estaban foimulando"(Pinto 2003.23).
rápidamente con la Guerra a Muerte,una guerra de guerrillas emprendida a inicios
de los años 1820 por funcionarios realistas, a quienes muchos mapuche apoyaron 3 Me parece que la evidencia de Pinto es iin poco más variada de lo que dl reconoce, y a veces
indica que pocos vieron a los mapuche como sus iguales. Por ejemplo, si bien se defendían los me-
mediante saqueos, incendios, robos y emboscadas a asentamientos chilenos. Los dios pacíficos de interacción (parlamentos, misiones), los mapuche siguieron siendo descritos con
chilenos ganaron esta guerra, la cual tuvo como resultado una gran pérdida de frecuencia como brutos, bárbaros o como hordas (e. g., Pinto 2003, 82). Sin embargo, su análisis
vidas así como de bienes materiales entre los mapiiche. E n 1825 las dos partes contribuye a una mejor comprrnsión del proceso mediante cl cual las actitudes chilenas hacia los
celebraron un parlamento que tuvo como resultado la pérdida de algunas tierras mapuche cambiaron con el tiempo.
60 PATRICIA 1 RACISMO: ELMODELO CIíILENO Y EL MULTICULTURALISMO...
R~CHARDS

prosperó, permitietido la acumulación de riqueza (Bengoa 1985). Sin embargo, +res chilenas fueran raptadas por los mapuche "incivilizados"'. Existieron
hacia los años 1850 los intereses económicos y geopolíticos llevaron a un cambio voces qiie disentíati, pero únicamentecon relación a los medios a través
e n el discurso y en las políticas hacia los mapuche (Pinto 2003). Los chilenos ya cuales se debía lograr la conquista.
n o estaban interesados en estos como mano de obra o como un pueblo a ser evail- 1 discurso político relativo a los mapuche hivo también elementos trans-
gelizado (Casanueva 1998). Más bien, estaban motivados por adquerird territorio s. En un debate realizado eri 1868 en la Ciimara de Diputados acerca
mapuche porque qiierían la tierra para la producción agrícola (las importaciones incremento de las tropas eri la frontera y el finaticiamieiito de las operaciones
chilenas en ese tiempo superaban a las exportaciones),perotambikn porque deseaba11 ara ocupar el territorio mapuche, Vicente Reyes, iniiiistro de Hacienda,
unificar el territorio chileno, el cual, salvo por La Araucanía, se extendía desde el el inicio de la guerra citando los ejemplos de Argentina y de los Estados
desierto de Atacama hasta el cabo de Hornos. Este objetivo reflejaba la percepción os, así como las negociaciones de los franceses en Argelia. Vicuña Mackenna
general de que si bien La Araiicanía estaba en manos indígenas, formaba parte del bién la política indígena de los Estados Unidos como un ejemplo positivo
territorio chileno (Pinto 2003). De esta manera, se dio inicio a un lento proceso eva 1998).Unavezináshubo cierto desacuerdo, pero todas las partes veían
d e penetración y iisurpación de las tierras mapuche a través de diversos métodos, a los inapuche como bárbaros, y a la ocupación de sil territorio, ya sea a través de
incluyendo las compras fraudulentas y la "colonización espontánea", mediante las medios violentos o pacíficos, como necesaria (Idid.)'.
cuales ciudadanos privados simpleinente invadían territorios mapuche, un proceso La cobertura de la prensa fue especialmente viruleiita. Hubo ciertos defensores
quese vio fGlita& por el hecho de que ellos no valorizaban la tierra en tér~niiios de los mapuche, incluidos sectores de la prensa católica, que sostenían que ellos te-
monetarios (Bengoa 1985,2004). Este proceso tnvo lugar especialmente en la parte nían derechos inalienables sobre sus tierras; pero estas voces eran una minoría. Pinto
norte del territorio mapuche, entre los ríos Biobío y Malleco. Se fundaron ciudades (2003,143) había afiriiiado que la ocupación de La Araucania "fue practicainente
y fuertes, y en 1852 se estableció la provincia administrativa de Armco en lo que dirigida por ElMerct~riode Valparaíso". En 1856, un editorial de ElMercurio, en
hoy es parte de la Región del Biobío,justo al norte de La Araucanía. efecto, alineó a los chilenos con los espaíioles en contra de los inapuche: "Tres siglos
Los designios chilenos sobre el territorio mapuche se justificaron en base a se han burlado [los mapuche] del poder y fuerza de los gobiernos que han regido
la lógica positivista y el racisiiio científico. El gobierno y la prensa comenzaron a a Cliile, y se inaiitienm aún como en sus primitivos tiempos"(en Casanueva 1998,
referirse a los inapuche como 'bárbaros", cuya conquista no podía ser postergada. 92). El periódico sostenía qoe La Araucanía era la 'parte mis bella y fértil de nuestro
Por ejemplo, el historiador Diego Barros Arana (1830-1907) sostuvo que como territori0,habitada por hordas saivajes"(1856,en Pinto 2003,153),y que era tiempo
resultado de su barbarie, los mapuche eran incapaces de explotar plenamente sus de usar la fuerza, dado que durante trescientos años "han rehusado la civilización
tierras y, por lo tanto, el ocuparlas era de interés para Chile. Barros Arana creía dada por los medios pacíficos"(1859, en Casanueva 1998,94); sugería que "todo lo
que el desempeño de las mujeres en el "trabajo industrial y productivo"-coino ha gastado la naturaleza en desarrollar su cuerpo, mientras qne su inteligencia ha
la agricultura, el tejido y la cerámica- era una prueba adicional de los modos quedado a la par de los animales de rapiña", y poshilaba que el pueblo mapuche "no
"perezoso(s) e imprevisor(es)" de los indios (en Casaiiiieva 1998,70). Su visión es más que una horda de fieras que es urgente encadenar o destruir en el interés
tiene mucho en común con estereotipos contemporáneos; él señalaba que los de la humanidad y en bien de la civilización" (1859, en Pinto 2003,154-55). Los
mapuche eran reservados, borrachos, desconfiados y solo mostraban creatividad chilenos eran descritos como víctimas de los "bárbaros [que] nos invaden" (1859,
e inteligencia en la gnerra. El político e historiador Benjamín Vicuña Mackenna en Ibid., 156). En este caso, la idea de que los inapiiche eran una nación diferente,
(1831-1886) sostenía puntos de vista similares. En 1868 se refirió a los mapiiche por no decir incivilizada y antiprogreso, fue iitiilizada para justificar la ocupación.
como "enemigos de nuestra independencia' y "desleales por naturaleza". Llegó
incluso a negar cualquier raíz niapuche de la nación chilena: "Nuestro pueblo no 4 Para posibles ejemplos de tal retórica, vénsc El& Bwuo de Viciiña Mackeniia (1884), el relato
desciende del bárbaro de Arauco, que jamás ha querido someterse al extranjero ni de una joveii que se piensa posiblemente sobrevivió a iiii naufragio en 1849 cerca de Piiauclio en la
aliarse con él".Vicuña Mackenna sostuvo, eii cambio, que cualquier raíz indígena isla Huapi (en la aciual comuna de Saavedra).
provenía del norte andino (Casanueva 1998,75-76). El sentimiento antimapu- 5 La propia guerra también llegó a ser transnaúonal, en la medida que los mapuche lucharon en
che estuvo ligado a temores sexualizados; hubo mucha aprensión respecto a qiie conn-a de la Pacificación en curso en Chile y,en 1879, en la conquista deldesierto en hgentina.

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62 RICHARDS
PATRICIA ELMODELO CHILENO Y E& MULTICULTUMLISMO ...
1 RACISMO:

Respaldado por este discurso, el Estado desató una guerra de exterminio rotulada te, entre 1873 y 1880 se crearon campamentos en la parte norte de la región
"la Pacificación de La Araucanía". contener a los inapuche, quienes ya habíatisido desplazados. Sin embargo, en
A pesar de que hubo poca oposición general a la ocnpación,se dieron debates enzó la Guerra del Pacífico entre Chie, Bolivia y el Perú, y la mayoría de
acerca de la estratenia.
" El " general Tosé Manuel Pinto, . por eiemplo,
" - abogaba
- por
. la fueron enviadas a pelear al norte. La guerra con los mapuche fue más O
total exterminación.Sin embargo, la primera estrategia de ocupación.fue un plan s puesta en compás de espera. En ausencia de las tropas,una especie de guardia
presentado en 1861 al Congreso por el coronel Cornelio Saavedra.Implicaba cam- na1,compuesta por ciudadanos chilenos de los fuertes y las ciudades, aterrorizó
biar la frontera poco a poco. Antes que usar solo la guerra y la masacre, Saavedra, mapuche con muertes, linchamientos, violaciones y otros tipos de violencia.
empleando argucias, sacó ventaja de las rivalidades entre los mapuche, y mostró Para el momento en que el ejército chileno retornó al sur luego de haber triun-
una supuesta diplomacia (Bengoa 1985). Famosamente, defendió la obtención de en la Guerra del Pacífico, este se había visto transformado por técnicas y armas
la victoria a través de "~nuchomosto, mucha música y poca pólvora", y en 1866 fue ernas. La estrategia militar frente a los mapuche cambió desde una ocupación
nombrado comandante general de la campaña. Ya en 1859, en respuesta a la cre- ual pasando a una conquista rápida hasta la ocupación definitiva (Bengoa
ciente intrusión de los chilenos en su territorio,los mapucbe atacaron y destruyeron 985). Llegado este punto, algunos lonko, seguros de que los mapuche perderían,
la mayoría de las ciudades al sur del Biobío; pero hacia 1866, Chiie había hecho egociaron con los chilenos. La mayoría, sin embargo, peleó en un intento final por
avanzar la frontera hasta el río Maiieco (Bengoa, ed. 2004). Igualmente, en 1866, .. . efender sii soberanía política y cultural. Entre el 3 y el 9 de noviembre de 1881,los

I el Est3dQseeclaró~efectivamente propietario de las tierras de La Araucanía. En


1867 los ina~ucheorganizaron otra significativa respuesta militar, conocida como
el ~lzamiento~ e n e y ade l los Arriban&.
[-~
j
~~~

:
mapuche desarrollaron un levantamiento general final, unfuta maldu, atacando por
doouier los fuertes y ciudades chilenas.Hacia el 15 de noviembre, tal levantamiento
a6ía finalizado y ios mapuche fiieron derrotados. Los chiilenosciviles y militares,
En 1869, Chile comenzó una nueva fase de la Pacificación, conocida incluso uienes ya habían ocupado gran parte de La Araucanía, continuaron atacando y
ya en ese tiempo como Guerra de Exterminio (Bengoa 1985). Esta guerra se inició uemando rukac, matando animales y dando niuerte a la gente mapuche durante
tanto en contra de los combatientes como de los civiles mapuche, un producto de ucho tiempo después de terminado el levantamiento. El pueblo de Viarrica fue
la política de tierra arrasada que propició Pinto, a quien Saavedra había puesto a refundado el lode enero de 1883, luego de haber sido destruido por los mapuche
cargo de Malleco (Bengoa 1985). Los chilenos quemaron r ukas; mataron y cap- más de trescientos años antes. Este evento "marcó el final de la vida mapucbe
turaron a hombres, mujeres y niños; robaron animales y destruyeron cultivos. Los independiente" (Bengoa 1985,325). Despojados de sus tierras, miles de mapuche
mapuche fueron obligados a huir más hacia el sur o a la Argentina. Sin embargo, murieron de inanición, epidemias y falta de un techo luego de que la guerra hubo
simultáneamente Saavedra celebró sus parlamentos con mucho mosto y música terminado. "Grupos indígenas deambulaban por los alrededores de los fuertes y
para manipular más fácilmente a los mapuche. Hacia 1870 los mapiiche habían durante casi veinte años el ejército alimentó a miles de mapuche que, derrotados, no
perdido muchos animales y no estaban en condiciones de sembrar sus cultivos. podían procurarse su subsistenciao(Bengoa1985,329). Antes de iniciarse la guerra,
Como resultado, muchos de ellos murieron de inanición. Estas estrategias duales la población mapuche estaba conformada por alrededor de 150.000 habitantes; para
se reflejan en los recuerdos selectivos contemporáneos de las élites locales, quienes 1907 había disminuido a cerca de 111.000, número que probablemente fue incluso
resaltan las iiegociscioiies 4 la vez (111ecliden las iiiasacrcs. menor en las postrimerías de la guerra (Bengoa 1985).
A lo IarKode graii parte de los aiios 1870,la situaci<iiisc inatinivo rclativ~mciitc Los sobrevivientes mapuche fueron relegados a vivir en tres mil pequeñas
estable, conel territorio mapuche hasta el río M d e c o firmemente ocupado por reducciones, que llegaban a sumar algo más de quinientas mil hectáreas (Aylu611
los chilenos (Bengoa 1985). Durante este periodo, el Estado comenzó a subastar 2002). Los documentos que establecían las tierras que pertenecerían a los mapuche
las tierras que habían sido ocupadas (particularmente en el norte pero también se denominaron "títulos de nierced".Tan solo en La Araucanía, 71.253 personas
alrededor deTemiico) en la zona de La Araiicanía (Bengoa, ed. 2004). Adicional- fueron asignadas a reducciones. (Esto representa el 86,2 por ciento de los individuos
ubicados bajo títulos de merced; los otros 11.407 fueron localizados en reducciones
en lo que hoy en día son las regiones de Los Lagos, Los Ríos y Biobío). El promedio
6 Arribanos fue la denominación que se dio a los mapuche que vivían en las llanuras centrales de
la región.
de hectáreas por persona fue de 8,56 en Malleco, 5,29 en Cautín y 6,18 en general.
i
Las reducciones mapuche coiistituyeron el 6 por ciento del territorio de Malleco, nchamient~s,el marcado y otros tipos de violencia siguieron siendo cometidos
17,7por ciento de Cautín, y tan solo 6,4 por ciento del territorio qiie había perte- ma 10s mapuche bien entrado el siglo XX (Ibid.; León 2005). La pérdida del
necido a los inapuche antes de sil derrota (González 1986, cit;ado en Aylwin 2002 io mapuclie y la injusticia que esto perpetuó establecieron el escenario para
y Correa, Molina y Yáñez 2005). No obstante, no a todos los mapuche se les asignó tos que se desarrollarían a 10 largo de un siglo.
tierras. Por lo menos treinta mil (casi un tercio de los sobrevivientes mapuche) se ien las subastas hechas a los cliileiios comprendieron una proporción bas-
quedaron sin nada (Bengoa, ed. 2004). Gran parte de la tierra incautada fue subastada e más grande que las tierras asignadas,vale la pena prestar cierta atención a las
a los latifundistas chilenos y a pequeños hacendados o cedida a migrantes europeos. nciones racistas de la política inmigratoria. Se buscó qiie los europeos no solo
Irónicamente, estas medidas estuvieron respaldadas por la proinocióli de una iden- aran la frontera,sino qiie la civilizaran. Cecilia Díaz (1984) ha citado los regis-
tidad nacional unitaria que una vez más incorporó imágenes de los nobles guerreros 1Ministerio de Relaciones Exteriores entre 1892 y 1902 que hace explícita
mapiiche. Sin embargo, hasta época reciente los manuales escolares continuaban sióii. EUa señala que las leyes de colonizacióii solo permitían la entrada de
presentando la Pacificación como un triunfo de la civilización sobre el barbarismo, peos y estadounidenses,neganiioel acceso a asiáticos y africanos. La idea de traer
desdeñando las pérdidas en población, tierra y autonomía padecidas por el pueblo onos europeos para civilizar la región ya había sido introdiicida en el Congreso
mapuche (Pinto 2003). 1823 (Pinto 2003). Vicuña Mackenna fue lino de los grandes proponentes de
Las reducciones tuvieron un carácter diferente a las extensiones de tierra que rarse de l o que él consideraba las características ociosas, borraclias, mentirosas,
los mapuchehAían empleado para criar cabaUos,vacas y ovinos, y para recolectar traicioneras de los mapiiche (Pinto 2003). Se sobrentiende que los colonos reclii-
provisiones. Fueron forzados a convertuse en campesinos, un modo de vida al que tados para la región recibieron más recursos que los mapiiche forzados a residir en
no estaban acostumbrados. Obligados a vivir en base a una agricultura de pequeña las reducciones; también recibieron más que la mayoría de chiletios que adquirieron
escala en unas de las peores tierras de la región, los mapiiche con frecuencia ca- tierras en la región. A cada faiiiilia de colonos se le otorgó sesenta y dos hectáreas,
recieron de la experiencia para hacer el mejor uso de lo poco que tenían. Muchos además de treinta hectáreas por cada hijo mayor de diez años, pasajes gratuitos a
pretendieron continuar criando animales en estas pequeñas parcelas, y pocos tenían Chile, tablas, clavos, un par de bueyes, una vaca y un ternero (o iiiia vaca preñada),
la tierra suficiente como para ser capaces de hacer frente a la rotación de cultivos y un arado, una carreta,una máquina para sacar troncos, iiiia petisióii mensual durante
deiar tierras en barbecho (Bengoa
~,~~~~ ~~
. ~, 1985; Mallon 2005). Como resultado, la tierra un año y asistencia médica por dos años (Bengoa 2004).
sc (Icgnidó r:ipidaiiieiite,y hacia 10s aíios 1930 iin sigiiific;itivoiiíinicro de per>oii<is Tal como Sergio Caniuqueo (2006) ha señalado,existeii pocos estudios históricos
iiia1,uche habia coiiienza(lo ii iiiigr;ir a otros Iiigares'. Al establecer I;i$ rediiccioncs, sobre las relaciones entre los mapuche y los primeros colonos. Alberto Dufey (2000,
el Estado iio respetó la base tradicional de la orgaiiización social mapuche y, con citado en Caniuqueo 2006), ha escrito que los primeros colonos veían a los mapuche,
frecuencia, agrupó a más de una familia extensa en la misma reducción. E n muchos através de su óptica eurocéntrica, como salvajes y primitivos. Citando un infornie
casos , como consecuencia conflictos internos. De esta manera los efectos de
esto traio
~~~~~.~ consular suizo de 1885, sugiere también que algunos colonos, particularmente los
las rediiccioiies fiicnin psicosocidcs arito como cil~aciales.La dritruscióii dcl sirteiii;~ suiws, llegaron a una coexistencia más armónica con los mapuche: "Los inmigrantes
de autoridad basado rii la faniilia ;al mczcl:ar a estas en una única rrduccióii,si~iificó mantienen muy buenas relaciones con los inapuche que habitan todavía en estas
que no tuvieranlos mecanismos para distribuir la tierra,trabajar colectivaniente,y así comarcas" (en Caniuqueo 2006,155). Eii cambio,el informe deplora el bandolerismo
por el estilo (Bengoa 1985). Las reducciones con frecuencia se eiicoiitraban rodeadas perpetrado por los campesinos chilenoss.En el estudio de Dufey, se iiieiicioiia que
de fundos privados cuyos propietarios no permitían qne los mapuche abrieran un en las cartas que dirigían a sus hogares los colonos, estos describen a los mapuche
camino o atravesaran por sus tierras, con lo cual los aislaban completamente (Ibid.). como "flojos y desconfiados", pero también hablan de la amistad entre los niños de
ambos grupos. Dufey escribe acerca de los intercambios comerciales y señala que
los suizos empleaban la medicina mapuche y que asistían a sus eventos sociales y
7 Pinto (2007) ha sugerido quc los mapuche inicialmente fueron capaces <lesacar ventaja de los ceremoniales de estos. Las observaciones de Dufey se hacen desde la perspectiva
nuevos mercados resultantes de la creciente población chilena en la región, pero luego suírieron las
consecuenciasde la depresióii mundial dela dkcadade 1930, que coincidió con el
despr~~orcio~ioiiadas -
rkpido deterioro de sus tierras.VerNahuclpan (2012),pamunacritica importantede este argumento. 8 León (2005) ha esuito extensamente acerca dc estc fcnómcno.
66 ~ C H A R D S1 RACISMO:
p&~nicia ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO. ..

de los colonos; sin embargo, no necesariamente reflejan las experiencias que sobre riador Patrick Barr-Melej, esta ideología estaba orientada principalmente a
estos encuentros tuvieron 10s mapuche. el conflicto social en las ciudades y en los centros mineros del norte, y no a
La historia de la Pacificacióny de la colonización inicial pone al descubierto una ar a los sujetos mapuche que recién habían sido subyugados militarmente
violencia directa y física contra los mapuche. Luego de la colonización,la violencia pojados de sus tierras1'. Si bien este discurso incorporaba al "araucano" del
física persisti6,pero también se desarrollaron nuevas formas de violencia material y [iodo de la conquista en el imaginario nacional y nacionalista,los mapuche que
simbólica, ejercidas en los juzgados locales y en las interacciones cotidianas. Casi tan bían sobrevivido a la Pacificación quedaban excluidos simbólicay materialmente,
pronto como finalizó el proceso de ubicar a los mapuche en reducciones,el Estado tándose así las bases de una política de negación que persistiría a lo largo del
comenzó a promover la división de las tierras mapucheen parcelas individuales siglo. Estas tendeiicias contribuyeron a la comprensión dicotómica de la identidad
que podían ser vendidas a individuos no mapuche (Aylwin 2002). Este proceso actualmente predominante en la regi6n1'.
se vio facilitado por una ley de 1927 que permitía la división legal de los títulos En la zona central de Chile, la idea de la ''raza chilena" está fundamentada
de tierras inayuche. En los anos posteriores, una compleja serie de leyes abordó el en, pero elude, la indigeneidad. María Angélica Iliaiies (2003) ha argumentado
tema de si las tierras mapuche podían ser divididas y vendidas a otros. El efecto que mientras que la "raza chilena" no es considerada exactamente como blanca,
final fue que,entre 1931y 1971,832 de las casi 3.000 comunidades (como pasaron ]a identidad mestiza es hasta hoy un tabú y que el mestizo es negado tanto coino
a denominarse las reducciones) fueran divididas y que por lo menos un quinto de el indio. Mnximiliano Salinas (2003) ha explicado que el descriptor mencionado
~ ~ - ~ mapuche
las tierras -~-
--~ fueran vendidas a personas no indígenas (Ibid.).Una multitud con frecuencia de "los ingleses de Latin0américa"fue tomado como evidencia de la
de prácticas extra legales contribuyeron también a la usurpación. Así mismo, la civilización chilena en coiiiparación con los países vecinos con mayores poblaciones
violencia simbólica jugó un rol significativo en estos procesos en la medida en indígenas.Y Leonardo León (2007,335) cita un anuario chileno de 1905: "Ningún
que se vio continu$mente justificada en nombre de la supuesta superioridad de los país de América posee una poblacióii niás hoinogéiiea que Chile", observando
colonizadores sobre los colonizados. que esto refleja no la realidad sino los deseos de las élites. Estos deseos revelan la
Esta historia condicionó la respuesta chilena al mito del mestizaje, al cual violencia sinibólica aue refuerza desde abaio la identidad chilena.
~~~ ~ ~~~~

adhirió la mayoría de los países latinoamericanos durante la mayor parte del siglo A (lifcrrncia rlcl1,3111: central, l;i eiistcnzi3 histórica dc la frontcr.1 ciitre Chile
XX. La celebracióriile la mezcla racial y cultural entre europeos, africanos y pueblos y 1.a Araucanía condiciunó el discurso y la cxpcriciici3 accrca dc la rizdetnicidad
originarios era en realidad un instrumento asimilacionista que buscaba disolver incluso mucho después de la ~acificacióii,prokoviendo así una visión dicotómica
las minorías étnicas dentro de una ciudadanía nacional homogénea (Gould 1998; de las relaciones mapuche-chilenas. Originalmente, el pueblo mapuche era el
Hale 2002). Entretanto, los reclamos basados en identidades colectivas indígenas Otro externo, el enemigo que amenazaba la integridad de la nación chilena. Más
aparecían como ilegítimos e incluso injustos para los otros ciudadanos. Una vez tarde se convirtieron en el Otro interno, negado o mantenido aparte del resto de
definidos como ciudadanos, y sin que ese estatus les garantizara derechos indi- los chilenos. La relegación de los mapiiche a las reducciones pone de manifiesto
viduales sustantivos, los derechos indígenas colectivos, culturales y comunitarios su condición de otro; al mismo tiempo, el reclutamiento de inmigrantes europeos
quedaban efectivamente suprimidos.El asimilacionismo chileno divergía en forma
significativa de este patrón. En la primera mitad del siglo XX, sectores nacionalistas 10 E n su libro, Barr-Melej (2001) no se reficre directamente a la integración de los mapiiche; sin
de clase media se apropiaron de figuras del criollismo literario y de los escritos de embargo, en una coniunicación personal (febrero, 2009), me indicó que no encontró evidencias de
Nicolás Palacio (1904) sobre la ',raza chiena'para definir la esencia de la nación que la ideologia ~iacioiialistaque él analiza fuera utilizada para integrar a los sujetos indígenas. Del
(Barr-Melej 2001)9 Hacia fines de los años treinta, la celebración de los guerre- - " .
mismo modo. Serio Caniuaiieo sueiere oue el discurso dominante de este veriodo fue uno acerca
de la desaparición mapuche, antes que del mestizaje o la integración (comunicación personal, 6 de
ros araiicanos del periodo de la conquista se incorporó al currículo escolar como febrero 2012; véase también Caniiiqiieo 2006).
una forma de promover una cierta identidad mestiza. Sin embargo, de acuerdo al 11 Sin embargo,Joanna Crow [2013] ha mostrado que la cxcli~sióndc las mapuche no era abso-
luta; las autoridades chilenas necesitaron nerto consentimiento de los üderes mapiiche, y por eso
9 Palacios argumentó que la raza chilena era una mezcla de raíces indígenas y visigodas, la cual él solicitaronsu participación en diversas maneras,por ejemplo dando a algunos lonho posiciones como
consideraba superior a la de los espanoles contemporáneos. jueces locales o invitándoles n hacer discursos en eventos públicos.
para colonizar el área supone un privilegio otorgado en base a la identidad racial. culos patrón/cliente de algún tipo con sus vecinos colonos y chilenos -una
Mientras que a principios del siglo XX las imágenes del noble guerrero araucano ción que lleva a una ambivaleiicia para algunos mapuche-. Entre los mapii-
fueron incorporadas una vez más en los discursos sobre identidad nacional, en la existen d i e n c i á s políticas y algunas comiinidades de la región votan por la
práctica cotidiana los inapucbe fueron marginados en sus interacciones con los recha consistentemente. A pesar de que los entrevistados mapuche narraron un
chilenos y colonos. Aiinque las autoridades nominalmente esperaban que los ma- ato de resistencia, sus narrativas deben ser contextualizadas corisiderando estas
puche se convirtieraii en "chilenos" coino ciialquiera (Foerster 2001), la vida diaria mas y contradicciones.
en las zonas de frontera inexorablemente etifatkó la supuesta inferioridad racial y En este caso,los puntos de vista inapuche son contrastados con aqiiellos de las
culniral de los mapuche. es 1ocales.Me centro en estas en razón de su rol en los conflictos con los niapuche
ebido a la ascendencia que continúan teniendo sobre la opinión pública. No he
&tiidiado dc iilanera sistciiliticn otros rstratos sociales iio mapuche; sin e i i i i ~ ~ r ~ o ,
10s estudios Jc Marin Liigeiiia Merino y sus colc~as(200.1; vcasc también Merino
Ahora me dirijo a los recuerdos selectivos y a las ineinorias contenciosas P i e u x 2003) muestra~yla generalizáda discriminación, aiitagonismo y empleo
de los entrevistados mapuche así como de la élite local y los colonos. Me centro e estereotipos presentes a través de todas las clases sociales en la región, a pesar
en sus narraciones relativas a la Pacificación y acerca de eventos de las décadas de que varian las estrategias discursivas particulares. Las limitadas observaciones y
siguieiites;combinando las memorias de los entrevistados con contribuciones de conversaciones que he sostenido con familias no mapuche queviven en comunidades
la historiografía. Javier Auyero (2003) ha descrito la importancia del trabajo de la mapuche y comparten con eUos su vida cotidiana, sugieren que tienen mucho en
común con las familias mapuche pobres.Aun así, el empleo de estereotipos raciales
memoria, explicando que a través del acto de recordar construimos significado. Él
cita a Alessandro Portelli (1991), quien escribe que las fuentes orales son coiivin- surge en su discurso acerca de los conflictos y los intercambios diarios. D e este
centes no porque se ciñan a los hechos, sino porque pueden divergir de ellos.Tales modo, a pesar del limitado alcance de rni muestra chilena, existen evidencias como
divergencias periniten "[que] emerja la imaginación, el simbolisnio y el deseo", y para sugerir que en este caso tnnchas de las narrativas son compartidas, aunque no
nos coiiducen"más aUá de los hechos, a sus significados"(Portelli 1991, en Auyero de manera universal, entre la población regional.
2003,184). En este caso me centro en las mernorias de los entrevistados con el Las historias trasmitidas entre las fainilias mapuche acerca de la guerra y el
fin de explorar los significados contenciosos de los niapuche, las élites locales y los despojo revelan una continuidad de la lucha. Muestran que los reclamos actuales
de los mapuche por la tierra no solo están vinculados al activismo político contem-
colonos que están asociados con su pasado colectivo, y para brindarle un sentido
poráneo, sino que encuentran sus raíces en la iiiemoria colectiva de una historia
a las formas en las que se mantiene esta historia, y se vuelve a contar de diversas
compartida.Pepe Morales,maestro de una escuela intercriltiiral en Cautíii, que antes
maneras y con diversos propósitos.
había sido concejal en una comuna cercana, destacó que los testimonios entregados
Puede ser de utilidad añadir algo más sobre mis entrevistados. La gran mayoría
por los mayores eran fundamentales para la subsistencia de una conciencia colec-
de los entrevistados inapuche ha estado involucrada de alguna manera en la lucha
tiva mapuche. El relató uiia conversación que alguna vez tuvo con un lonko, quien,
colectiva, ya sea actualmente o en el pasado, coino miembros de organizaciones o
cuando escuclió qiie Morales era profesor, anunció: "Yo te voy a eiiseñar la historia
comunidades en conflicto, o como empleados públicos. A pesar de los discursos de
- ~ ~~~~
verdadera". Morales explicó: "Y él me empezó a contar la historia como él la veía, y
resistencia aquí presentados, es importante señalar que la resistencia ha coexistido
como a él se la habían contado sus antepasad0s.Y decía: 'Pedro de Valdivia, Diego
de muchas maneras con la asimilación -a través de las presiones de la educación,
de Almagro o Gregorio Urrutia cuatreros más asesinos, nada inás. D e aUá para
la migración, las interacciones cotidianas y el matriiuonio-. El mestizaje racial es acá cruzaban nuestros campos matando, violando. Se robaban nuestros niños; los
uiia realidad, aunque el discurso dominante dicotoiniza a la población entre chile-
vendían después'". Morales concluyó: "Esos son recuerdos vivos".
nos y mapuche, y en ocasiones conduce a la expresión del racisnio interiializado. A
Le pregunté a mis entrevistados qué fue lo que siis padres y abuelos les habían
pesar de que los mapuche, por lo general, no han cumplido el papel de inqiiiinos en
contado acerca de la invasión chilena y sus secuelas. En uiia comunidad mapuche
el sentido tradicional, con frecuencia las comunidades históricamente han tenido de MaUeco los residentes hablaron de masacres y decapitaciones. E n Cautin, uiia
i,.,
l /,i
.,,. RICHARDS1 RACISMO:ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTUMLISMO...
PATRICIA
.-. 70
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, ..

anciana viuda contó acerca de un colono que habría matado a aquellos mapuche os recuerdos de los mapuche acerca del territorio han sido trasmitidos a
que @ataronde cruzar sus tierras.Tenía un pozo y los habría enterrado ahí. '?Quién de generaciones. Desde muy temprano, las personas, comunidades y orga-
sabe cuántos cuerpos?, reflexionó ella. E n Maleco, los pobladores más ancianos ones realizaron esfuerzos para reclamar sus tierras ancestrales así como sus
contaron acerca de un hombre que se negó a dejar pasar a través de sus tierras a
gente mapuche. Los colonos no saludaban a los mapuche,'como si no existiéramos',
dijo uno. La mamá de la viuda le contó acerca de los anglicanos que ofrecieron una
gran fiesta y mataron cuatro cabailos para que comiera la gente. Les dijeron a las
mujeres que se quitaran las blusas y se pelearan por los intestinos. Hicieron una
película y la llevaron a Inglaterra para mostrarle a la gente lo salvajes que eran los
mapuche, con el fin de conseguir más plata. Estas historias, trasmitidas a través de
generaciones, son importantes no tanto por lo infalible de la precisión histórica, lucha de su madre por evitar que el gobierno usirpara su tierra: "la injusticia
sino por lo que Begoña Arebraga (2000) denominó sus "efectos de verdad" -la sido muy dura, muy fuerte con el pobre campesino", dijo ella antes de narrar la
manera en la que moldean las comprensiones mapuche de su historia y de su rea- rma en la que su madre hechó abajo una cerca que el gobierno había levantado,
lidad ioiitem~ráiiea-. Indepetidicntenientc de i i los anglicanos prodiijcrun uiia stringiéndole el acceso a su tierra. "Sí, mi mamá le hundía el cerco, porque,
- ~-~- - -(lo
película - - -ciinl no deja
. de srr inimaginable) o si el colono de Caiitín arruit5 los 'a mi mamá, 'Estas tierras no son del rico. Estas tierras, son de [nuestros] an-
, , cuerpos delos mapnche en su pozo,estai historias describen iinaviolencia perpetrada sados. Dios nos heredó la tierra. Nosotros no somos extranjeros. No hemos
. conka los mapuihe -tanto física como simbólica-, la cual ha sido y muy venido de ninguna [otra] parte. (Cómo [pudo] el rico, el extranjero, [echarnos]
real. La inclinación a dañar, a tratar a los mapuche como infrahumanos, y el deseo de nuestra propia tierra que Dios nos dio?...'Somos nacidos y crecidos, nuestros
.. de hacerlos desaparecer al negarles el saludo o impedirles cruzar por los campos abuelos crecieron [y] nacieron en esta tierra, y nosotros somos dueños de la tierra,
: propios, todo esto refleja un maltrato continuo y es parte de la memoria colectiva y nadie nos va a sacarn.Tales relatos ponen de manifiesto la base histórica de las
mapuche. Estos relatos son importantes tanto por la verdad que cuentan como por t
demandas mapuche y el papel de la memoria colectiva en la lucha a lo largo del
la continuidad de lalucha que inspiran. Al mismo tiempo que la memoria funciona tiempo. Los conflictos actuales son comprendidos como parte del mismo proceso
como violencia simbólica, también es una fuerza para la resistencia. 1 continuo de despojo.
El sentimiento de pérdida es palpable cuando los mapuche hablan acerca
de su historia: pérdida de tierra y territorio, así como de identidad y el derecho 1
1:

12 Las organizaciones miipuche que liicharon contra la usurpación incluyeron a la Federación


a ser un pueblo. José Antiman, un miembro de la Coordinación de Identidades 1 Araucana, fundada por Manuel Aburro Panguilef en 1919. En iin congreso realizado en 1935, la
Territoriales (CITEM, organización que apoyó la recuperación de las identida- i
des mapuche basadas en el territorio), tenía cerca de cuarenta y cinco años, y fue !. organización demandó la devolución del territorio usurpado, además de la creación de instituciones
educado en la lengua y la cosmovisión mapuche antes de entrar en contacto con
la lengua castellana y con l?s costumbres chilenas; así mismo, recibió finalmente
cierta formación religiosa. El se refirió a la inmensa pérdida cultural a consecuen-
1
b
indígenas y la elección de representantes mapuche (Kay 2007). A mediados de los afios 1930 se
creó la CorporaciónAraucana. Encabezada por Venancio Cohoepan,se centró en logrnr el acceso al
gobierno. (En 1952,durantecinco meses Coñoepan fue minisao deTierris y Colonización durante
el gobicrno dc.1 prriideiirc C~rloiIbihrz, v otro, dos niirinbior dc la Corporarióii Arducana fucron
cia de las guerras no solo con los chilenos, sino, antes que ellos, con los españoles, diputadi>, en el <:cincrero). l.%ore1ni7nci0i, fiir iin iorlnid3blr <>uun:nrri la rliuisi<iii dc lar tierrgr
quienes -me recordó- continuamente rompieron los tratados y acuerdos que k cokuoitarias. 0112si'mportantes Organizaciones tempranas son Sociedad Caupolican Dcfensora
establecieron con los mapuche. "Ni siquiera [había] tiempo [...] en la época de la i de La Araucanía, fundadaen 1910, que se enfocó en la integración. (La Corporación Araucana fue
guerra, [...] para atender a la familia. No [había] tiempo para educar a los niños. 1
5
su sucesora). Launión Araucana,fiindadaen 1926,esniva vincukda a los capuchinosy se centró en
la integración y la climinación de los males sociales. El Frente Unico Araucano, fi~ndadoen 1938,
Perdimos [nuestra forma de] educación. Perdimos la forma de hablar. Perdimos la 2
estuvo vinculado al Frente Popular (tina coalición de izquierda). La Asociación Nacional Indígena,
forma dc creer, pcrdiiiios la forma de reipemr el oniverso. l... 1 I'udciiios decir que
no lo liemos perdido total pero sí quc nos ha doli<lo,bastdnte [iios ha] dolido".
1
i
fundada en 1953, fue otra voz de la izquierda dentro del movimiento mapuche (Caniuqieo 2006;
Foerster y Montecino 1988,Ray 2007).
72 &cAAROS 1 RACISMO: ELMOnELO CHILENO Y EL .MULTICULTURi\LISMO,.i
PATRIC~A

Para algunos,el despojo no era un recuerdo trasmitido a través de generaciones, el principio organizador de las relaciones entreciudadanos indígenas y no
sino algo que aprendieron siendo adultos. Aiidrés Lonkomilla, un trabajador del genas dentro del discurso y las prácticas de la na~ioiialidad"'~. Yo observo un
desarrollo deMalleco,lamentó que no le hubieran enseñado la historia del piieblo rón similar en Chile, donde la fantasía de terra nnlliz~sigue impactando tanto
mapuche en la escue1a:'Nos enseñaron la historia de Chile a partir de 1810,no sé, 10s discursos y prácticas del Estadocomo en las memorias selectivas y los deseos
de [Bernardo] O'Higgins y sus héroes ...y que los mapuche los vinieron a domesti- ]as élites localesi4.
car, poco menos. Pero no se habló de que antes que llegaran los españoles, toda la Esta fantasía no solo explica la siipuesta ausencia de conflicto, sino que sirve
región, de aqui basta el Biobío era gobernada por diferentes tribus mapuche, y que ara justificar la presencia no mapiiche en la región. Simon Bauiii, un anciano
eran ricos, y... que tenian un montón de aniinales. No se dijo que cuando llegaron, presario y terrateniente deMalleco,era uno de los que sugirió que los mapuche
los espafioles lleRaron a robarles sus animales .y [dejarles]
~ .en la pobreza". Aprender ,mnlemeiite
".... no estaban alii:
r - ~
estasiosas -@sea que fueran trasmitidas por los miembrosmás ancianos de la
famiiia,porparticipar en el movimiento o a través de cursos ofrecidos por las ONG, ¿Por qué no había problemas? A mi juicio ...porque las tierras que les en-
tregaron a los colonos y a los chilenos tambikn, porque no solamente los
universidades o incluso Orígenes- deja a muchos mapuche con un sentiiniento
colonos llegaron a colonizar esto, sino que también chilenos, chilenos que
grande de ira e injusticia.
compraban tierras [del] Estado, [del] gobierno- eran tierras que no tenian
Los relatos chilenos sobre la conquista y el proceso de colonización son bastante
gente. Eran peladeros,eran sin cultivo,sin nada. Entonces elos no desplazaron
diferenciados.Tal como me dijo Hermes Peralta, encargado del Departamento de
a nadie. No tuvieron a un enemigo al frente, entiende. Eso siempre se está
Cultura de unaMunicipalidad de Malleco: "La historia la escriben los ganadores ...
tergiversando,se está diciendo al revés, la Pacificaciónde La Araucanía, que
La ganaron los chilenos y la escribieron a [su] pinta". Los colonos hablaban con
la colonización se hizo ecliando a las mapuche. No,no es cierto, por lo menos
orgullo acerca del arduo trabajo y el sacrificio que implicó poblar las tierras. Esto
en el rincón aquí...No,no hubo niala relación entre los colonos y los mapuche.
file considerado como una contribución a la nación chilena. Los colonos y otras
élites locales en sus enseñanzas familiares negaban haber escuchado relatos acerca E n opinión de Baiim, no había personas inapuche en la tierra, p y o (paradó-
de los conflictos con los mapuche, y hablaban en cambio de "nna convivencia iicamente) incluso los colonos tenían una buena relación con ellos. E l emplea la
sin roces", coino diría Esteban Marcial, quien se vio involucrado en uno de los idea de que los inapuche no estuvieron ahí para justificar la posesión de 1; tierra
primeros juicios por terrorismo luego de que prendieran fuego en su fundo. Su por parte de los chilenos y coloiios. Baum ha escrito un pequeño trabajo sobre este
perspectiva encuentra eco a lo largo de este capítiilo. Si bien las diferenciales de asunto, el cual compartió conmigo. Su principal conclusióii fiie que como resultado
poder podrían en efecto haber significado que el conflicto abierto no era prominente de las enfermedades traídas por los espafioles,la guerra con los españoles, la lucha
(especialmente dada la violencia física a la que se vieron sometidos los mapiiche interna, la iiiigración y el mestizaje, los mapiiche disminuyeron desde un millón
que quebrantaban las reglas), las memorias mapuche plantean dudas frente a la de habitantes en el momento de la llegada de los españoles, a tan solo sesenta y
idea de que no había tensión. cinco mil personas trescientos años mis tarde. (Para ser exactos, un censo de 1907
Las explicaciones que dieron las élites locales sobre la ausencia de conflicto
son inás interesantes. Muchos habian escuchado relatos acerca de la forma en la 13 Ciertamente,el concepto de terrn nrillir~sha dado forma a muchas sociedades de colonos,ciltre
que sus abuelos trabajaron para asentarse en las tierras, pero afirmaron que habian ellas a Australia,así como a varias sociedadesde las Américas. Tli,r »iilliit~tiene un significadolegal
escuchado pocas menciones de las interacciones iniciales con los mapuche. Ellos en el derecho internaciona1,peroel tema que me interesa en este caso es la fantasía de la fena rir,llirrr
contaron:'iCuando llegó mi familia, no había nada! Todo lo que ve aqui lo hicimos y cómo da forma a la memoria de los descendientes de los colonos.
nosotros'. Este giro discursivo refleja la fantasía de terra nullius que según Johti 14 Fabien Le Bonniec (2009a)ha mostrado yue,coiitradictoriameiite,eii los escritos del siglo XlX
Cash (2004) involucra la condensación de memorias reprimidas y experiencias de sobre el territorio araucano coexistió un discursos acerca de la "selva virged'con otros qiic pusieron
énfasis en la scgiiridad y el desarrollo cliile~ios.Sigue a Sara McFall (2002)al sugerir que esto podría
'Conqiiista,violenciay apropiación"e1i términos de un fnodo específico de pensar, deberse a que el uso de la tierra mayudie era n~eiiosintensivo que el estilo de *g~.iculniraeuropea,
sentir y relacionarse que eclipsa los reclamos de reconocimiento del otro indígena". involilcrando con frecuencia el pastoreo de ganado sobre amplias extensiones dc tierra, por la que
Centrándose en el caso de Australia, este autor argumenta que esta fantasía "sigue NVO menos impacto sobre el paisaje.
estimó la población mapuche en la región en 101,118 y se cree que esta cifraestaba e esta fue ocupada en su totalidad: "Cuando se decidió colonizar la zona, era
subestimada en por lo menos un diez por ciento [Bengoa 19851). Baum sostiene el despoblamientoque existía...Los mapuche habrían muerto, como,por miles
que la existencia de árboles de trescientos años al momento de la Pacificación es con todas las enfermedades que trajeron los europeos. Se exterminaron
demuestra que la tierra que alguna vez estuvo poblada fue abandonada durante manera que cuando se produjo la Pacificación de La Araucanía, había tan
largo tiempo. Absurdamente, él sostiene que las únicas tierras que pertenecieron de ca gente viviendo en la.wna". Con esta justificación, LaPorte usó el genocidio
manera ancestral alos mapuche fueron aquellas en las que ellos vivieron alrededor a adaptarlo a sus propios propósitos. La idea de que no estaban ahí contradice
de 1880 "en sus reducciones, como lo señala un minucioso mapa editado por el ersión mapuche de la historia. Absuelve también a los colonos y a las élites
gobierno de Chile a principios del Siglo XX". Finaliza el documento aseverando ales de la culpa de estar en posesión injusta de las tierras mapuche. Al eliminar
que comprar tierras a nombre de los mapuche llevaría a una drástica disminución manera efectiva a los inapuche de la historia posocupación de la región, ellos
de la producción agrícola "ya que esas personas no tienen la capacidad técnica, los rcieron una violencia simbólica conforme justificaban su propia buena fortuna.
medios económicos ni muchas de las veces las ganas de trabajar". Aquí contamos Además de esta visión, otros sugieren que los mapuche no eran realmente na-
con un indicio del rol que juega la historia en los argumentos contemporáneos de s de esa tierra y qiie,por lo tanto, no podían reclamarla como suya. Por ejemplo,
las élites locales que se oponen a la lucha de los mapuche. una alta autoridad de la Iglesia católica sostuvo que los mapuche originalmente
Otros hacen eco de los puntos de vista de Baum, insistiendo en que la tierra
estaba_vacíaa~wivacía.Gastón Muñoz, un militar convertido en una suerte de
-
invadieron Chiie desde la Argentina v, aue hicieron "lo mismo con los indírrenasu
había antes... Entonces no es que sea[n] originario[s] y que tengan 10.000 años
historiador local en Malleco, insistió en que la zona estaba despoblada antes de í en Chiie. No, no. Ese es idealismo, idealización". Resulta que hay estudiosos
que llegaran los colonos y que es importante no seguir con la idea de que los ma- S en la Argentina que sostienen lo contrario: que los mapuche fueron origi-
puche habían vivido alik "[Eso] me huele más a mito, como que me huele más a narios de lo que hoy es Chile y posteriormente colonizaron (o "araucanizaron") las
leyenda", dijo. "La verdad es que esta zona estaba ocupada por familias de origen pampas argentinas (Ray 2007; Warren 2009). En ambos lados de la cordiiera, tales
,:. mapuche, pero [...] la cantidad no, no era numerosa". Chiie tuvo buenas razones opiniones son empleadas para deslegitimar las actuales demandas de los mapuche
para "pacificar" el área, añadió, citando objetivos no económicos o políticos, sino por territorio y otros derechos. De hecho, existen siglos de evidencias sobre que los
.: la presencia del ciudadano francés Orélie-Antoine de Tounens, quien se declaró mapuche cruzaban la cordiiera para pastorear a sus animales,establecer relaciones
a sí mismo rey de La Araucanía en 1860, siendo percibido por el Estado como de intercambio, realizar ceremonias y, posteriormente, escapar de la persecución.
una amenaza. Por otro lado, sugirió que los mapuche hicieron poco o nada para El cuestionamiento de la autenticidad de los mapuche no es una práctica
luchar contra la Pacificación."No hubo resistencia de la etnia mapuche porque no exclusiva de las élites locales. Sergio Villalobos, uno de los historiadores chilenos
eran tantos los habitantes que había aquí, claro, en comparación con otros puntos". más elogiados, cuyos libros son la base para textos escolares a lo largo del país, ha
Muñoz aseguró que él ha tenido "una discrepancia"con los mapuche: que el Estado estado en el centro de una campaña sumamente visible en ElMexurio, que sostenía
les haya concedido títulos de merced "para dejarlos tranquilos", no significa que que,como resultado del mestizaje que se remonta a los años 1500,los mapuche ya
los colonos y chilenos que vinieron a residir en esas áreas hayan tomado las tierras no existen (Vialobos 2000a, 2000b). En septiembre de 2008, en una entrevista en
de los mapuche, explicó, porque "en el fondo ellos nunca fueron dueños de estas ElMercurio (Almendras 2008), Vialobos volvió a sostener su argumento: "No hay
tierras, sino que~solamentevivían en forma aisladan.Su explicación está llena de indígenas propiamente, sino sencillamente agrupaciones mestizas que se formaron
contradicciones; parece ser que para Muñoz los mapuche estaban ahí -aunque sobre las antiguas etnias que existían en el país. Así, por ejemplo, hay descendientes
1 de aymaras en el norte del país; hay mestizos descendientes de los araucanos de La
no "del todo".
A Franco LaPorte, un empresario agrícola de mediana edad cuya familia tiene Araucanía. En Chile, indígenas puros propiamente no existen". El sostiene que:
significativas y variadas propiedades en la región, lo conocí en su oficina de Te- "Los pueblos originarios en Chile desaparecieron. Los pueblos que hay ahora no
muco.Una casa de la familia fue incendiada unos años antes de nuestra entrevista, son los originarios, sino sus descendientes". Villalobos resucita el mito del mes-
supuestamente por los mapuche, aunque nunca se llegó a establecer la responsa- tizaje precisamente pan negar la continuidad de la indigeneidad. Establecer una
bilidad. LaPorte sugirió que fue debido a que la tierra estaba relativamente vacía distinción entre los mapuche y sus descendientes es violencia simbólica. No solo
1 76 ~ C H A R D S1 ~ I S M EL
PATRICIA O MODELO
: CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO...

les niega a los mapuche contemporáneos el derecho a su identidad, sino que, tal Sin embargo, la negación chilena acerca de la historia mapuche no es univer-
como Domingo Narnuncura (2008), ex director de CONADI (Corporación Na- onzalo Lara había enseñado en escuelasrurales y urbanas durante muchos
cional de Desarrollo Indígena), ha señalado, aseverar que los mapuche dejaron de antes de convertirse en un funcionario administrativo del sistema escolar en
existir en dgún momento también representa una negación del "exilio interno, su eco. Simpatizaba con la versión mapuche de la-historia, observando que los
desarraigo cultural, la pobreza y la margina1idad"que han enfrentado los mapuche apuche llegaron luego de una "conquista violenta" conducida por las armas
por décadas Iiiego de su derrota. mo por la religión, y su presencia fue "imp1iesta"a los mapuche. Añadió que
Esa violencia simbólica también se refleja en los escritos académicos de VI- aprovecharon de estos en transacciones en las que ellos vendieron. sus tierras
llalobos acerca de la Pacificación, en los cuales afirma que los mapuche ofrecieron r iin par de monedas", a través de documetitos que fiieron manipulados, entre
poca resistencia, que su deseo por los bienes occidentales significó que fueran os abusos. Pero aunque reconoció esto, le preocupó que los mapuche educados
participantes activos de su dominación, y que todo se resolvió con relativamente e hoy en día puedan proponer "que todos los occideiitdes salgamos de aquí" de
pocaviolencia (Lewis 1994; Ray 2007)". Gastón Muñoz continuó en este mismo eia que la tierra pueda volver a ser suya.
sentido: "Ahora imagínese.., para ocupar estas tierras, <el ejército usted cree que Al contar su historia, los dueños de fnndo colonos y chilenos insistieron no
mató a alguien?No mato a nadie, no". El aclaró que estaba hablando acerca de toda la coexistencia pacifica (cuando admitieron que los inapuche siempre habían
la Frontera, desde Concepción en el norte hasta Osorno en el sur. El prosiguió: ado ahí), sino que sus tierras fueron adquiridas legdiiiente. Helga Stein, una
";Ciiáiitos ~niiricroiicii~ndoIlcg6 la fucrzn pacificadora a ociip;ir c.oii fuertes toda ciana descendiente de colonos, seíialó: "Nunca hubo ningiin conflicto. Siempre
rstn zona?;Ci~ántoimiiiit,ron? N;iclie, porquc ...rrnti raii buciios pira comer .y -iirra
. . ó en armonía con ellos, siempre". Luego de una serie de eventos engorrosos
tomar que el ejército solamente con bebidas y con tragos les daban y no derramaron a de atiiinales, rotura de cercas), ella y su hermano decidieron vender el
un tiro. No corrió ni una gota de sangre en toda la Pacificación. Claro, les daban fundo de su familia a través de la CONADI'" El fnndo tenía setenta y un hectá-
vino, listo, los dejaban conformes". reas -apenas una gran finca-."45 hectáreas eran y siempre fueron de colonos y
En este caso, Muñoz reprodujo el mito de Saavedra acerca de "mucho mosto 23 hectireas qiie mi papa le compró a los mapuche, pero él hizo en forma correcta
y música". Hizo referencia d informe de iin soldado que dociimenta una ocasión la compra", a través del "juzgado de indios".
en la que el ejército estaba teniendo problemas para cruzar un río y se topó con Martin Rahm, de cuarenta y tantos años, era abogado en Malleco y partícipe
algunos mapuche que les ofrecieron sus canoas a cambio de alimentos y vino. Di- en los debates acerca del desarrollo regional. En años previos a nuestra entrevista, en
rigiéndose a los mapuche, Muñoz concluyó: "Si ustedes eran borrachos o no eran diversas ocasiones le habían prendido fuego al fundo de más de quinientas hectáreas
borrachos, si con vino, o sin vino, o con comestibles, ustedes entregaron todo esto que tenía sil familia,lo que había ocasioiiado la pérdida devarios cientos de hectireas
para que las fuerzas pasaran y conquistaran y pacificaran todo esto. La conclusión forestadas de bosques y de algunos establos que servían de almacenes. Reconoció
sáquela usted". Muñoz Iiizo grandes esfiierzos para sostener que la Pacificación que su familia no estaba segura que sus tierras hubieran pertenecido a los mapuche
fue oacífica. observando aue los colonos oronto emuezaron a 'i-elacionarse senti- antes de que llegaran a vivir ahí, pero insistió: "No me parece que tenga que pagar
iiientalmciitc con los iii;ipiiclie",,y dc5piiCs coinenzaron "a iinccr iii~piicliecon los las culpas yo...Las personas que llegaron acá compraron los terrenos y le pagaron
ojos bonitos, con ojos crlestes". El oiniti6 rl ~irocesode erradiiaci6ii ~ U generó
C In [al Estado chileno], no sé si era harto o poco, pero no fueron regalos. [Era] una
&erra, lo que progresivamente llevó a los mapuche a alejarse más y niás hacia el política de un Estado que invitó a venir a coloiios a hacerse cargo de terrenos que
sur. Tampoco consideró la violencia que tuvo lugar, la que muchos mapuche han no estaban ociipados". E n efecto, a los primeros colonos se les entregaron tierras y
caracterizado como genocida. no las tuvieron que comprar, pero lo que afiriiia Rahm es qne si las tierras fueron
adquiridas legalmente por el Estado,los inapuche no tienen iina base para oponerse.
-.
15 StephenLewis(1994) hademostradocón10tanrempran~~como e 18831autoridadeschilenas
como el presidente Domingo Santa María reescribió la Pacificacióncoino un proceso pacifico que
implicaba no un enfrentamieiito sino que los niapuche hieran simplemelite conveiicidos por el buen
trato de los chilenos dequeera iiiútiluna mayor resistencia a convertirseen parte de la nación chilena.
1
1
16 Los conflictos de los Stein con la comunidad que reclaiiiaba el htndo se volvieron más iiitensos
cuando. des~uésde haber ace~tadovenderlo. buscaron la uroteccióti oolicial oarr talar árboles en la
propiedad.En ese contexto sufrieronun atriitada incendiario que fueron capaces de apagar.
i
78 ~ C H A R D S 1 RACISMO:
PATRICIA EL MODELO CHIFENO Y EL MULTICULTURALISMO... 11 1 MEMORIAS
EN CONTIENDA, VIOLENCIA SIMBÓLICA Y LA HISTORIA... 79

No obstante su insistencia acerca de que sus tierras fueron adquiridas legal- ue no tenían los recursos necesarios para sembrar y con frecuencia invertían
mente, está bien dociimentado que chilenos y colonos usurparon tierrasmapuche iiena cantidad de mano de obra en el proeeso. Las historias mapuche acerca
a través de una diversidad de medios mucho después de la invasión militar (véanse, mediería contradicen la versión de Burgos. Hubo mediería de bueyes, proceso
entre otros, Bengoa, ed.2004, Caniuqueo 2008, Pinto 2007). Las corridas de cercos ,ante el cual un chileno o colono podía prestar un buey a un mapuche, quien lo
son un ejemplo. Los colonos por lo general niegan que las corridas hayan tenido zaría para arar sus campos. Según Horacio Quilapán -miembro del CITEM,
lugar. Franco LaPorte señaló que los mapuche habían llegado donde él diciendo estudios universitarios que vivía en su comunidad de origen en Cautín-, no
que algún tiempo atrás alguien en su familia había corrido una cerca dentro de su cas veces el dueño del buey posteri'ormentecontrataría a alguien para que robara
propiedad. Él respondió que él no decía que no hubiera ocurrido,pero les preguntó animal y hacía que elmapuche lo pagara. Díaz (1984) señala que hasta la década
si pensaban que sus antepasados simplemente se habían quedado sentados dejando 1970, algunos mapuche de la zona de Capitán Pastene en MaUeco iban a medias
que esto sucediera. El dijo: 'Creo que sabían defenderse'. La respuesta de LaPorte las tierras de propiedad de italianos,recibiendo tan solo una pequeña parte d e la
denota una falta de consideración acerca de las dinámicas de poder que permitían ducción a cambio desu trabajo.Mallon (2005,74) documenta las injusticias de
que chilenos y colonos realizaran estas prácticas con impunidad. Afirmar hoy en diería con una historia relatada por don Heriberto Ailío sobre la experiencia
día que sus antepasados "deberían haberse defendido a sí mismos", dado lo que padre con un pequeño agricultor chileno: 'Este socio le habría cobrado a su
sabemos acerca de la Pacificación y sus consecuencias, es otro ejemplo de violencia por el uso de sus animales de tiro y las herramientas agrícolas, puesto que su
simbólica; laafirmación naturaliza la dominación económica y política. En virtud ilia no disponía de estos, y a pesar de que su padre hacía todo el trabajo durante
de su poder y estatus relativos,las élites locales son capaces de ejercer la violencia embra, deshierbe y cosecha, al final del año se quedaba con casi nada". Mallon
.: simbólica a través de sus narrativas históricas, demostrando el carácter socialmente id., 76) documenta otros casos en los cuales los mapuche trabajaron para grandes
construido y contencioso de la memoria. medianos agriciiltores debido a que "carecían de herramientas, semillas, animales
Los entrevistados mapuche recuerdan otras innumerables formas de usurpa- capital para hacer producir (sus) propias tierras". La necesidad económica llevó a
-: ción y de explotación que constihlían una práctica común en la Frontera. Hernán otros a trasladarse a las ciudades o a convertirse en jornaleros o migrantes, lo cual,
': Curinao, un hombre mapuche que defiende a las comunidades de MaIleco en señala Mallon, tornaba aún más difícil trabajar tierras propias.
k! conflicto, afirma que los ricos hicieron de la usurpación algo legal; robaban tierras Una práctica afín fue aquella conocida como "compra en hierba". Cuando
y luego redactaban documentos mediante los cuales las hacían suyas. Gracias a que se sembraba un cultivo,por ejemplo trigo, si el mapuche necesitaba dinero para
tenían amigos o parientes en el gobierno, todo era muy fácil. En los juzgados de comprar semillas o insumos, le vendía por adelantado a un winka cinco bolsas
indios era una práctica común revocar los títulos de merced cuando los individuos de trigo. El winka le diría bien, voy a comprarte ahora cinco, pero cuando co-
no indígenas proporcionaban'$ruebas"de títulos anteriores (Bengoa, ed. 2004). La seches, tienes que traerme diez. Si el agricultor mapuche no lograba cosechar
tierra también se perdía en las cantinas, donde los mapuche y los chilenos inter- diez bolsas, el winka tomaría sus ovejas u otros bienes, con la ayuda de la po-
cambiaban bienes bajo los efectos del alcohol, así como en las cárceles, donde los licía. Horacio Quilapán mencionó otra práctica, conocida con el refrán "Buen
mapuche se vieron obligados a entregar sus tierras como qastigo o a fin de pagar cordero, buena justicia", lo que significa que si uno le llevaba al juez local una
multas (Le Bonniec 2009a). Estas prácticas fueron facilitadas por la división legal buena oveja, lograba la justicia que uno quería, pero si no se disponía de una
de tíhilos detierras mapuche. oveja para entregársela, no tendría suerte. É l estima que estas prácticas fueron
La1'mediería''fue otra forma de explotación, aunque las élites locales en ocasiones comunes hasta mediados de la década de 1960. Pinto (2007) ha documentado
me dijeron que los mapuche se involiicraron en este tipo de trabajo porque eran prácticas similares. Quilapán resumió esto diciendo,'en [mi comuna] hay mucha
ociosos. Por ejemplo, Raúl Burgos, dueño de fundos y un molino en Cautin, describió ira, pero mucho, mucho".
a los mapuche como amables y cariñosos, pero también como flojos, lo que, según El abigeato, atribuido con frecuencia alos mapuche, pero que tanto los entre-
dijo, es lo que los lleva a "trabajar a medias", los mapuche suministrando la tierra vistados chilenos como mapuche reconocen que era liderado por familias winka,
y los chilenos invertiendo en la mano de obra y en dinero para semillas o insumos. también era común en la región, en particular en una de las comunas de Cautín en
En la práctica,la mayoría de los mapuche que iban a medias de esta manera lo hacía las que centré mi atención. Los entrevistados mapuche identificaron a casi todas
80 RICHARDS 1 RACISMO: ELMODELO CHILBNO Y EL MULTICULTURALISMO ...
pATR1c1~

las familias de élite de la comuna como vinculadas de alguna manera al negocio era que ahí empezaron a negociar... [con] los mapuche ...y empezaron a tener
d e animales robados, algunas incluso hasta hoy. Contrataban a personas mapuche ierraL La otra iniijer amplió esta respuesta pero primero tomó precauciones,
para que robaran animales, pero eran elios quienes lograban las ganancias. Sus [,no &.Tú tienes que estar miiy interiorizada", sugiriendo que yo podría no
amigos y familiares, que ocuparon puestos como jueces y otros agentes de la ley condiciones de cotiiprender plenamente lo que me iba a decir, y también,
locales, facilitaron este comercio ilegal. Las élites en esta comuna mostraron cierta &lemente, advirtiéndome del carácter ofensivo de lo que diría:
simpatía por los mapuche con relación a este asunto. E n torno ala forma en la que
operó el abigeato en la zona, Raúl Burgos declaró: "El ~napuchesirve para que lo Yo creo que los mapuche, [coii] sus tierras -que alegan qiie sus tierras son
manden,paiaque lo haga, pero los cerebros [detrás de la ol>eracióii]son chiieios". de ellos, 2110 es cierto? Pero si analizainos el asunto de las tierras mapuche
Billy Montoya, un hombre de mediana edad, hiio de un misionero europeo, siigirió en aquellos años,los nonos, los abuelos de los mapuche que son ahora, ellos
que.los homhes winka del pueblo se encontraban totalmente involuc~adosen la erati los diieños y señores de las tierias, está bien ... ¿Peroqué pasó con eso?
operación a través del financiamiento y la compra de los animales robados. A pesar Los mapuclie no encontraron mejor situación económica que ir vendiendo
de esta simpatía, el abigeato era altamente perjudicial para los mapuche, quienes sus tierras, y de hecho,las fiieron vendiendo...Las vendían a precio de huevo,
a menudo eran víctimas del mismo y también acusados de ser sus perpetradores. como se dice en Chile -"a precio de huevo"significa que el mapuche toda
Rolf Foerster y.Sonia Montecino (1988) han argumentado, que a lo largo de los la vida ha sido muy bueno para beber, para el trago Ahora el mapuche
de ahora dice que sus abuelos los hicieron tontos.
a t oun pretexto utilizado por las élites y autoridades
a f i o s ~ O ~ y ~ - 4 0 d a b i g e fue
para iustificar falsas acusacioiies. asesinatos v otros actos de violencia contra los
A .
A Desar de aiie Iiov en día los inapuche Querían recuperar sus tierras sobre la
mapiiche. Esta práctica fonientó la desconfianza en la policía, la cual realizó rastreos base de'que habían sido eiigaíiados o estafados, ella percibía que un trato es un trato.
y castigos in situ a los "culpables". Ellos vendieron porque querían vender, ya sea para conseguir alcoliol o algunas otras
Las narrativas que legitimaron la explotación de la mano de obra inapuche mercancías: "Aquí cada mapuche hizo entrega de su tierra no porqiie las regalara, ni
y la apropiación de sus tierras estuvieron acoinpañadas de prácticas como la me- se las quitaran, simplemente porque ellos hicieron un negocio. Ahora, si el negocio
diería y el abigeato. Muchas élites locales hablaron con orgullo y nostalgia acerca fue mal hecho, no es culpa del que se lo compró...E n esos años,los italianos entraron
de sus comunas coino "el granero de Chile", la zona que alimentó a un Chile eii en negociación, seguramente, con los mapuche, ...pero no liahíaii conflictos entre
crecimiento, así como a los mercados extranjeros. Las élites locales viiiciilaron la inapiiclie y ellos. Nunca se escuchó de tener un conflicto". La primera mujer asintió
noción de la Frontera colonizada como el granero de Chiie con un discurso acerca y aclaró que los italianos pudieron entrar en estas negociaciones porque eran muy
del trabajo. Hablaron sobre la ardua labor que se hizo en las "tierras vírgenes" que trabajadores y cuidaban su dinero, mientras que "el mapuche siempre necesitaba
'iiunca habían sido cultivadas". Las ideas acerca del "trabajo" son un importante plata para beber, (qué sé yo!" La otra señaló nuevamente: "El mapuche, h ~ s t ael
medio a través del cual los chilenos deslegititnaron los reclamos mapuche y se día de hoy, [es] igcial". La primera mujer añadió que muchos tenían tierras y no las
opusieron a las políticas indígenas. Pero en este caso el trabajo fue utilizado para trabajaban, y la segunda dijo:
legitimar la presencia de los colonos en la Frontera. René Ravinet, dueño de-tina Ahora hay muchos mapuche con iniiclia cultura, porque ya han entrado
tienda y antigua autoridad de un pequeño piieblo en Cautín, explico "Mis abuelos a la universidad. Tienen otro rango social ya, y... cstán ayudando a lograr
...
eran colonos [europeos] Tenían un restaurante y una paiiadería,pero muy rústica, sacar arriba a los que iio tienen nada, pero el mapuche hasta el día de hoy,
porque usted comprenderá que los colonos Uegabaii con muy poco dinero. Q sea, no el campesino neto,viene al pueblo en su carreta,vende la leña, y se Ueva la
se venían de rico. Venían a trabajar, y en general, el colono suizo, alemán, francés, carreta [a su casa]. No la Ueva con haritia,ni la lleva con inercadería.La lleva
[e] italiano venía a trabajar". Uena de trago. Eso es lo que lleva para el campo. Lleva un quintal de harina
El tema del trabajo también dominó una coiiversación acerca de la pérdida de y cincojabas decerveza,y no sé cuántasgarrafas de vino,me entiende...Pero
las tierras mapuche que sostuve con dos mujeres descendientes de colonos italianos coiiflictos con los italianos, no. No tuvieron y yo creo,...hasta el día de hoy,
en Malieco. Ciiando les pregunté qué les habían contado sobre las relaciones entre nunca ha habido problemas.
los mapuche y los italianos en los primeros días, una de ellas dijo: "De lo que yo
En este caso, el supuesto alcoholismo y la ociosidad mapuche fueron con-
trastados con la laboriosidad de los italianos para justificar el incremento de las
tierras de estos últimos. La segunda mujer fue particularmente venenosa en su
descripción de los mapuche y, no obstante, veía a la "cultura" como algo que uno
consigue asistiendo a la universidad; pareció sugerir que aquellos que accedían a
la educación no eran "verdaderos" mapuche -una estrategia discursiva que hace
imposible que los "verdaderos" mapuche mejoren su posición-. Al disfrazar las
inequidades estructurales atribuyéndolas a fallas en el carácter de los niapuche, la Antes de tratar el tema de la reforma agrariay la turbulencia política de los años
narrativa acerca del trabajo es una forma de violencia simbólica. 970,vale la pena referirse a una analogía de larga data que se volvió predominante
Dado el nivel de inequidad y la relación diferenciada que tenían chilenos y mediados de la década de 1940. Las comunidades mapuche son conocidas como
mapuche con el territorio, es fácil imaginar una Araucanía en la cual los mapu- "cinturón suicida9'queasfixia el desarrollo de la región (Foerster y Montecino
che y los chilenos vivieron vidas mayormente separadas. Y, sin embargo, este no 88). En 1946 El Diallo Austral opinó que el así llamado cinturón suicida era
fue el caso. La Frontera nunca fue impermeable; desde la época de los españoles "la barrera, el dique contra un mayor progreso de la economía regional"debido a
hubo un intercambio transfronterista y, tal como León (2007) ha señalado, en La que las tierrasestán en "manos ociosas",do~~de'ho florece el trabajo y el progreso"
Arausania hubo una población mestiza a lo largo de las tres décadas previas a la (en Caniuqueo 2005). Foerster y Montecino (1988) han sostenido que el uso de
Pacificación. A pesar de que los historiadores han pasado por alto en gran medida la palabra "suicida", como contrapuesta a la de "asesino", es importante, porque
los años de transición entre 1900 y 1940, tal como León también ha señalado, ese sugiere la creencia de que los colonos y los chilenos se estaban matando ellos mis-
trabajo está comenzando a desarrollarse. Mientras que en esos años los mapuche mos al permitir que los mapuche tuvieran tierras.Tal como Otto Berg escribió en
residieron mayormente en las comunidades, y en cierta forma tuvieron una mi- EIDiarioAustralen 1946: "{Cómo es posible que se permita que los terrenos más
rada hacia adentro y estuvieron aislados (Bengoa 1985), hubo también puntos de fértiles en estas provincias, que son el granero de Chile, permanezcan en manos
contacto con los chilenos. Los mapuche no solo trabajaron con frecuencia para sus de indios y no produzcan absolutamente nada?" (en Foerster y Montecino 1988,
vecinos chilenos o colonos, o interactuaron con ellos en las innumerables formas 278). {Por qué las élites locales no fueron capaces de hacer uso de sus influencias
d e explotación ya descritas, sino que entre 1884 y 1910 los lonko permitieron que políticas para deshacerse del "cinturón suicida"? El Diario Austral atribuyó la ca-
u n considerable número de chilenos pobres, que buscaban refugio, que huían del pacidad de los mapuche de mantener el coiitrol sobre sus tierras al activismo de
inquilinaje o de la ley, o por otras razones,vivieran en las comunidades (Caniuqueo la Corporación Araucana de Venancio Coñoepan, la organización niapuche más
2008). Incluso antes de su derrota militar, algunos lonko contrataron a chilenos importante de la época (Ibid.).
como trabajadores o traductores. Las agencias estatales también manifestaron su preocupación acerca del cinturón
No obstante la marginalización aquí documentada, ocurrió una suerte de suicida. En un documento de 1962, la CORFO (Corporación de Fomento de la
integración parcial, impuesta. Las escuelas, la Iglesia católica, la ley y los militares, Producción) lamentó que los mapuche "no solo conservan lo que legítimamente
sin duda fueron importantes agentes de asimilación; sin embargo, existe incluso el les pertenece, como la lengua y sus atuendos típicos...sino, lo que es más grave,
registro de algunas costumbres mapuche que fueron integradas en iasjestaspah~ias conservan también modos de vida, ceremoniales, y técnicas de trabajo totalmente
(León 2007). Además, los mapuche tuvieron algunos aliados en la Iglesia y en primitivas". Esto era considerado particularmente grave debido a que los mapuche
los medios que se manifestaron en contra de su maltrato a principios de los años todavía poseían cerca de 400.000 hectáreas (en Caniuqueo 2005, 13). Las &es
1900 (Pinto 2007). No obstante, por lo general, no fueron vistos como un pueblo locales y los funcionarios públicos que apoyaban tales opiniones no eran proclives
vivo con preocupaciones y derechos específicos.Las memorias contemporáneas de a ver con buenos ojos la reforma agraria que hubiera puesto más tierras en manos
las élites locales nos remiten a esta forma de violencia simbólica; las fuerzas de la
asimilación en gran medida funcionaron para destruir la identidad y las formas de Pero en la segunda mitad del siglo XX soplaban vientos de cambio en toda
vida mapuche, no para mantenerlas en una condición igual a las de los chilenos. Latinoamérica.El nacionalismo mestizo sobre el que se apoyaron los movimientos
S I M B ~ L I C AY LA HISTORIA
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populares latinoainericanos no halló contrapartida en Chile". E n cambio,los mo- esitaban hacer alianzas con los inquilinos~quienes eran tiiás numerosos, en su
vimientos reformistas y revolucionarios chilenos privilegiaron
- la ideología de clase ayoría chilenos, y también explotados. De hecho, este enfoque basado e n la clase
con muy poco contenido étnico. Una de estas organizaciones, que tuvo un gran e algo orquestado desde arriba, y tal como Mallon (2005) ha señalado, influeii-
impacto en el territono mapuche, fue el Movimiento Campesino Revolucionario do por el sociólogo marxista Alejandro Saavedra. Saavedra sostuvo que dividir
(MCR). El M C R fue el brazo campesino del M I R (Movimiento de Izquierda ..- noblación pobre rural en función de la raza tan solo servíi a los intereses de
a
Revolucioiiaria, el paitido revolucionario marxista-leninista fundado en 1965). Si 10s terratenientes al debilitar las bases para la lucha colectiva y al brindarles una
bien la reforma agraria habia tenido sus orígenes bajo el régimen de los presidentes justificación racial para la subordiiiación de los campesinos. El y otros "también
Jorge Alessandri (comenzando en 1962) y de Eduardo Frei Montalva (1964-1970), estaban convencidos de que los inapuche habían dejado de ser una cultura, un grupo
esta se intensificó durante el gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende. étiiico o nila raza aparte3'(Ibid., 82).
Los miristas se dirigieron al sur para inovilizar a los caiiipesinos mapuche y chilenos E n efecto, tal como Mallon (Ihid.) ha señalado, los mapuche y los chilenos
antes de que Allende fuera elegido. El M C R se organizó forinalmente liiego de pobres sí compartían característicascomunes basadas en la clase. Los mapuche que
la elección, incitando nn intenso periodo de corridas de cercos y ocupaciones de se unieron a la extrema izquierda con frecuencia explicaron su afinidad con esos
tierras. A lo largo de enero y febrero de 1971, el ministro de Agricultura Jacqiies grupos en tériiiinos de sus posturas respecto a la pobreza y la justicia social. Rosamel
Chotichol y la CORA (Corporación de Refoiiiia Agraria) trasladaron literalmente Millaman, qnien era u11miembro de la Juventud Comunista y más adelante jugó un
las operaciones aTemuco para regnlar y adjudicarlas expropiaciones. Este periodo rol importante en Ad-Mapu, recuerda haber leído a Leiiin en la biblioteca, siendo
se volvió conocido como el Cautinazo. un joven, y haber escuchado a Fidel Castro en la radio. Él explicó lo que lo condujo
Merece la pena resaltar que los campesinos mapudie y chilenos, aunque en a la política comunista: "Ilabía mucha pobreza eii nuestra propia familia. Nosotros
ambos casos eran pobres, tenían una relación diferente con la tierra.Ta11solo una pasamos hambre, no había qué echarle a la olla, entonces estábamos esperando...
pequeña proporción de los mapuche eran "inquilinos" en las grandes propiedades que apareciera el digueñe, algunos hongos, p ~ r poder
a ~dimentainos.Entonces, fue
de la región -iin papel que era más probable que desempeñaran los chilenos po- la condición social, la miseria qiie estábainos viviendo, que me Uevó a eso". Víctor
b r e s (Correa,Molina y Yáñe~2005)'~. Eran,sin enibargo, una reserva de mano de Molfinqueo, miembro del MCR (en Carvajal, Peralta y Ribera 2006), hace eco de
obra para las grandes propiedades (Mallon 2005). No obstante, muchos mapuche este sentimiento criando sugiere que fue el alcance de la miseria en que vivía la
visualizaban la reforma agraria como una forma no solo de obtener tierras, sino gente lo que los motivó a correr las cercas y ocupar los fimdos. Roseiido Hiienunian,
de reclamar aqiiella que les habia sido robada. Al final, los mapuche y los chilenos más tarde un representante comunista ante el Parlamento nacional, trabajó con un
trabajaron hoiiibro a hombro en elMCR por el cambio social.El carácter unificado político de izquierda eii la década de 1960 para recuperar parte de las tierras usur-
de este movimiento se reflejaba en el nombre que se eligió para que lo representara. padas a su comunidad: "Para mí la injusticia contra nuestra gente mapuche estaba
Rafael Railaf, miembro mapuche del MCR, explica que eligieron "campesinol'en clarita y no ine iba a quedar callado"(Caynqueo 2008b). Al rechazar la explotación
lugar de 'hapuche" para motivar a los chilenos pobres a titiirse a la organización. y la desigualdad, estas personas mapuche contribuyeron a poner al desciibierto el
"Nosotros pensábamos que si dábamos la lucha [solos] éramos débiles, porqiie privilegio económico y ciiltural presente detrás de la violencia simbólica que por
érainos muy pocos, no éramos millones como los winka"(Carvaja1, Peralta y Ribera tanto tiempo había gobernado el intercambio social en el siir chileno.
2006,61). José Peralta,iin mirista chileno que contribuyó ala formación del MCR, La participación niapuche eii las organ?~acioiiesde izquierda y campesinas en
hace eco de Railaf, señalando que para ociipar con éxito los fundos, los mapuche los años 1960 y 1970 no debe interpretarse como puramente instrumental. Mu-
chos de los inapuche involucrados en esas orgaiiizacio~iesvierori que sus intereses
se entrecruzaban con aquellos de los chilenos rnrales pobres. Tampoco debe ser
17 El nacionalismo mestizo se refiere a los disciirsos de los movimientos sociales y, en algunos
casos, de los Estados, que elevaban el concepto de la nación mestizn al estatus de fiiente de orgullo entendida como la 6nica estrategia organizativa del periudo. Los entrevistados
colectivo y de resistencia a la dominación neocolonial. recuerdan a personas de la izquierda mapuche que insistían, a pesar de participar
18 En general, el iriqiiilinaje fue mucho menos común en el sur de Chile que en el centro del país. en movimientos basados en la clase, en la importancia de la organización mapuche
La mano de obra agrícola en la región era más móvil y estaciona1 (Klubock2006). autónoma (véase también Caniuqueo 2006,194). En efecto, en consonancia con
una larga historia de movilización cultural y política, 10s mapuche continuaron dían facilitarles el exilio. Después del golpe, muchos sintieron que habían sido
organizándose como mapuche durante este periodo. Por ejemplo, 10s congresos gañado~,haciéndoles creer que las cosas realmente podrían haber cambiado
a mejor" (Mallon 2005,157). Las consecuencias materiales, psicológicas y
nacionales maDuche celebrados en 1969 y 1970 sentaron las bases para una nueva
iales del golpe de Estado calaron hondo en muchas comunidades mapuclie.
ley indígena.
Los mapuche se beneficiaron con las sucesivas reformas agrarias de Alessandri, Gran parte de la tierraque había sido devuelta a los niapnche bajo la reforma
aria, fue recuperada por las élites agrarias locales, en consonancia con la idea
Frei y, principalmente, AJlende. 163 propiedades, iin total de 152.000 hectáreas,
fneron expropiadas entre 1962 y 1973 en favor de comunidades mapuche (Correa, e habían sido los mapuche quienes habían usurpado tierras de los winka,
Molina y Yáfiez 2005). Aunque las expropiaciones no fueron encuadradas en estos on traspasadas a empresas qne plantaron pinos y eucaliptos, sentando las
términos, algunas de estas propiedades eran tierras ancestral= y Otras eran Parte ses para una lucrativa industria maderera en la región. De hecho, la industria
de los títulos de merced. Mientras que los gobiernos de Alessandri Y Frei trataban aderera durante mucho tiempo había sido impulsada por el Estado, incluyendo
a los mapuche simplemente como campesinos chilenos, el gobierno de la Unidad Frente Popular en la década de.1940, el gobierno de la Democracia Cristiana
Popular hizo un poco más por reconocer la especificidad de los redalnos mapuche. Frei Montalva y la Unidad Popular (Kiubock2004). Entre 1965y 1973, elgo-
erno sembró pinos en tierras expropiadas (McFaU 2001). Con frecuencia fueron
En 1972 el Congreso aprobó una versión modificada de un proyecto propuesto en s mapuche quienes trabajaron en estas plantaciones, pero nunca se les otorgó
1970 por las organizaciones indígenas. Esta ley fue la primera vez que 10s pueblos
~

originarios fileron reconocidos como existiendo independiente de sus tierras. La legales sobre las tierras. En 1973,la CORA, que mantuvo la propiedad de
las tierras, tenía más de 710 mil hectáreas de tierras forestales en las provincias
.)ey creó el Instituto de Desarrollo Indígena e incluyó una promesa de recuperar de Arauco, Malleco y Cautín (Ibid.). Muchas de estas tierras fueron devueltas
las tierras mapuche que habían sido usnrpadas desde la Pacificación (Comisión
a latifundistas bajo Pinochet, pero más de cuatrocientas mil hectáreas fueron
.i~sessesora1999; C O M 2006). A pesar de las promesas contenidas en la ley de 197%
transferidas de la CORA a la CONAF (Corporación Nacional Forestal) y luego
.!la Administración de Allende ha sido criticada por haber forzado 1%propiedad co-
subastadas a empresas forestales a precios insignificantes (Aylwin 2002)20. Las
j(1ectiva de la tierra sobre las comunidades mapuche y por no avanzar en 10s derechos empresas forestales incendiaron gran parte de los bosqiies nativos que compraron,
:ia la autodeterminación y participación de los pueblos originarios (Aylwln 200%
reemplazándolos por jóvenes árboles de pino (Klubock 2004).
.'C O M 2006). De todos modos, todo se derrumbó con ei golpe militar del 1973l9.
En total, de las 163propiedades expropiadas a favor de los mapuche a través
La violencia simbólica expuesta por la Unidad Popular Y slls seguidores
de la reforma agraria, 97 fueron devueltas a sus anteriores dueiios,3 fueron subas-
pronto fue reemplazada por la violencia física y psicológica de la dictadura. En tadas a otras personas O empresas,y 63 fueron parceladas en pequeñas propiedades
La Araucania, el golpe militar en realidad comenzó antes del 11de septiembre individuales (en lugar de tierras de propiedad comunal o cooperativa). Se estima que
de 1973. Por ejemplo, Rucalán, un fundo ocupado que describe MaUon (2005), menos del 50 por ciento de las parcelas en esta última categoría qiiedó en manos
fue invadido por militares a fines de agosto. Con el inicio del golpe de Estado Y la mapuche (Correa, Molina y Yáñez 2005). En total, al final de la contrarrefor~n~,
siibsiguiente contrarreforma, los líderes de las ocupaciones, así como 10s miembros las familias mapuche mantuvieron tan solo el 16 por ciento de la tierra que habían
comunes de las comunidades fueron aterrorizados por la tortura y m1lchos fueron recuperado entre 1962 y 1973. Además de haber sido expulsadas de sus tierras, las
desaparecidos (Correa, Molina yYáñez2005). Hoy en día, muchos delos miembros comunidades sufrieron abusos de parte del régimen, así como de las élites locales
de bases sienten que sufrieron más que los de arriba (así como 10s participantes que lo apoyaban. Un miembro de una comunidad que perdió su tierra durante la
más ricos) que habían llegado para orgaiiizarios y que tenían acceso a redes que
- 20 Malion (2005)sugiere que simplemente al no devolver los hindos a los propietarios previos
19 A pesar de la afinidadde muchosmapuche con la izquierda durante este periodo,es imPor@nte a la refom~aagmria, haciendo hincapié eii la "eficiencia"económica y permitiendo en realidad que
tener en cuenta,como lo hace caniuqueo (2006,104,107),queincluso en los años 1 9 6 0 1970 ~ hubo algunos de los beneficiarios de la reforma agraria manhnvieransus parcelas,los funcianuios agrarios
corrientes que apuntaban a los limites de la reladón entre los mapuche y!% iy?da, así como dis. de la dictadura fueron capaces de mantener una imagen de objctividad,incluso a medida quesentuon
cursos explíCitame,itcanticomunistac en algunas comunidadesmapuds h t o s ulanlos se basaban en las bases para la intensificaciónde la agriciilmra y la silviuilmm industrial basada en la qortación.
el temor a las alteracionesdel orden social mapuche, así como en u11sentido de lealtad con el~atrón,
RIAS EN CONTIENDA,
VIOLENCIA SIMB~LICA-HISTORIA ... 89

contrarreforma, recordó cómo los comuneros mapuche eran atados a punta de sentar en un momento determinado a mil quinientas comunidades (Retique
pistola por agricultorescolonos bajo la sospecha de ser partidarios de Allende,~les Fue una fiierza activa en el movimiento contra la dictad~ira~~.
disparaban si cruzaban sus propiedades. El redespojo de las comunidades mapiiche os efectos negativos de la dictadura pusieron de relieve las dificultades de
bajo el gobierno de Pinochet es el antecedente inmediato de los conflictos actuales ajar junto con los chilenosu. Los mapuche que participaron en los partidos
entre comunidades, agricultores locales, empresas forestales y el Estado. ticos durante esa época mencionaron haber sido utilizados por estos, observando
En 1978 el régimen promulgó un decreto ley destinado a facilitar la división 10s temas mapuche se trataron de manera marginal, abordáiidose tan solo en
de las tierras comunales, instituir la propiedad privada y facilitar la venta de estas colnisiones étriicas". Los mapuche estaban subordinados dentro de los partidos y
tierras a personas no indígenas. La ley estipuló que las tierras indígenas podían <apoco espacio para proponer iniciativas políticas basadas en el principio de
dividirse a pedido de tan solo un residente de la comunidad, sin importar si él o eran un pueblo. Rosendo Hiienuman se queja de que el Partido Comunista
ella era mapuche. Algunas familias chilenas en realidad se asentaron en tierras trató de controlarlo, situación a la que se resistió, a tal piiiito que rechazó su ayuda
mapuche en ese momento para aprovechar la ley de la división, que reconocía en la búsqueda de refugio luego del golpe (Cayuqueo 2008b)". Los conflictos de
como propietarios legítimos a quienes estaban presentes en la tierra, independien- Uiienuman con la izquierda chilena continuaron cuando estuvo en el exilio vera un
temente de su origen étnicoz1.Además, muchos inapuche que habían emigrado fider del Comité ~xteriorMapuche,una organización de los exiliados mahche en
para trabajar y no estaban presentes en las comunidades en el momento de la Europa. L e dijo a Pedro Cayuqueo (Ibid.):'Dimos a conocer toda la problemática,
división perdieron el derecho legal a sus tierras. Los residentes de las comuni- la política aplicada contra los mapuche desde que se formó este país republicano,
dades con frecuencia fueron intimidados para que aceptaran dividir sus tierras. eso molestaba a los winkas exiliados que solo querían que se hablara de Pinochet,
E n total, entre 1979 y 1986 la ley dio lugar a la división de 1.739 comunidades pero los inapuche teníamos más cosas que decir". De manera similar, hoy en día
niapuche (Comisión Asesora 1999; Aylwin 2002 estima esta cifra en cerca de aleunos miembros del MCR, como Rudeciiido Quinchavil, sugieren que podría
dos mil comunidades y señala que el tamaño promedio de las parcelas luego de haber sido preferible crear "un nivel de conciencia ;un tipo de conciencia d&tinto'>
la división fue de 6.4 hectáreas por familia). Después de la división, algunas par- en los mapuche, pero eso no ocurrió porque eUos tenían la actitud de que "en Chile
celas terminaron en manos no mapuche a consecuencia de alquileres de noventa todos somos chilenos" y querían que todo estuviera ''parejo" (Carvajal, Peralta y
y nueve años y otros tipos de contratos que se volvieron comunes durante este Ribera 2006,38-39).
periodo (Aylwin 2002). Diane Haughney (2006) ha calculado que para 1990 José Peralta, el chileno que contribuyó a la creación del MCR, reconoce en
las comunidades mapuche poseían alrededor de trescientas mil hectáreas, lo que retrospectiva que a pesar de la estrecha relación entre los miristas y los mapuche,
indica uiia pérdida de alrededor del 40 por ciento de las tierras transferidas a
ellos a través de los títulos de merced. 22 Los estudios acercadelas politicas indígenas dela dictadura son escasos,como atestiguan Cristian
El decreto también estuvo destinado a obliterar la identidad indígena; exigía que Martinei y Sergio Caniiiqiieo (2011). Sin embargo,hs nuevas investigacionesrevelan quesimiiltinea-
"las hijiielas resultantes de la división de las reservas dejarán de considerarse tierras mente con los esfiierzos para dcsmantehr las comunidades, la dictadura promovió algunas politicas
indígenas e indígenas sus dueños y adjiidicatarios"(en Comisión Asesora 1999). para fomentar la integración, la misma que obmvo la aprobación de algunos sectores mapiiche. Un
Tras la división de sus tierras, los mapuche ya no serían mapiiche, serían campesinos ejemplo es el Proyecto de la Frontera, a través del cual el rkgimen estableció uiia posta de salud, uiia
como cualquier otro. Las organizaciones mapuche creyeron que este decreto era un escuela y un retén de polida en cada sector de la cordillera, en un cshierzo por integrar a h nación a
las zonas mis remota; del siir indígena. El proyecto abordó siinultineamente el aislamiento de estas
esfuerzo para aniquilar legalmente a su pueblo (Aylwin 1998). Muchos mapuche comunidades v buscó ueenerar canfianza en las instituciones uúblicas.. en .
particular a nivel municiual
organizaron la resistencia al decreto,y la sección relativa a la identidad mapuche fue (Caniuqueo 2011). El dictador también movilizó la nación de mestizaje, refiriéndose en uiia ocasión
finalmente modificada. Las organizaciones más importantes que surgieron en esta a los mapudie como "uno de los componentes esenciales de la formación de nuestra nacionalidao
época fiieron los Centros Culturales Mapuche y su sucesor Ad-Mapu. Ad-Mapu (Foerster 2001).
h e la organización mapuche de más amplia base de todos los tienipos, la cual Uegó 23 Vkase también elpunzaiitereci~ciitodeRosamcIMillama~~ sobreestostemasen HaleyM'iaman2006.
24 Los militares lo persiguieron activaiiiente,pero, en última instancia, asesinaron por error a oho
21 Comunicación personal con Wladimir Painemal, 2009. hombre, y don Roseiido se exilió en Alemania Oriental.
"no comprendimos que los mapuche eran mapuche. Producto de nuestra condición eran adecuadasz5.Sin embargo, percibió que los beneficiarios de las exyro-
de chilenos, y al mismo tiempo con una ideología mantista-leninista-guevaris- no sabían qué hacer con la tierra cuando la consiguieron. Varios de los
ta-maoista artesanal, no fuimos capaces de comprender una realidad mucho más dos relataron historias acerca de mapiiche que destruyeron las casas de
densa, más rica y compleja...Mantiivimos una visión donde los miristas éramos la opiedades expropiadas haciendo fogones en elpiso (como lo harían en una
única vanguardiao(Ibid., 87). Mallon (2005,83) ha sostenido que una lente, como o utilizándolas como graneros. Otros señalaron que simplemente no sabían
la del MIR, qiie se enfoca solo en la clase social, pasa por alto "todo un tejido de hacer un buen uso de la tierra, los tractores y los fertilizantes que se les en-
relaciones sociales. una visión articular del mundo v, de la tier1a.v . , un sistema de garon. Estas historias presagian las objeciones de las élites locales para entregar
org~nizicióndel trabajo qiie diferenciaba a los mapiiche de otros grupos dciitro de ras actualmente a los mapuche. Alsugerir que las desigualdades de la época eran
la poblacióii riird pobre". Asi,la época de la dictadiira encontró a niuchos inapiiclie recidas de alguna manera, ellos también contribuyen a la violencia simbólica.
no solo sufriendohna severa represión, sino comenzándose también a cuestionar Las élites locales tendieron a evaluar los conflictos coiitemporáneos, así como
sus alianzas con la izquierda. espuesta del Estado, a través de la lente de los tiirbulentos años de 1970. Gui-
Las memorias que tienen las élites locales respecto a estos años son niuy dife- rmo Hanssen era un empresario agrícola de mediana edad, muy involucrado
rentes de las de los mapuche. Ellos tienden a centrarse en el daño que ocasionó la en ssociaciones de desarrollo de la reeióii.
" A finales de la década de 1990 sufrió
reforma agraria al tejido social de la región, y ven a la dictadura como una especie atentados en uno de siis fiindos de Malleco, incluyendo ocupaciones de tierras,
de salvación. Raúl Burgos, dueño de tierras y de un molino en Cautin, denominó una emboscada, e incendios de campos en época de cosecha. Se reunió conmigo en
a la reforma agraria como un "sistema bastante odioso", una política impuesta por su oficina enTemuco, donde sugirió que existe un "ciclo po1ítico"en el que "como

-
~
los Estados Unidos a través de la Alianza para el Progreso que se convirtió en
especialmente "po1ítica"durante el régimen de Allende. De hecho, dijo, uno de sus
propios fundos estaba previsto pata ser expropiado, pero el golpe de Estado tuvo
lugar antes de que el proceso pudiera completarse.Insistió en que los inapuche no
participaron en las ocupaciones de la zona, sino que más bien detrás de ellas hubo
que hay de repente una blandura, una permisividad, una, como, autorización, a
hacer cosas"<iueviola la "relación entre el dueño y el trabajador [normalmente]
muy intiina" y simbiótica en el campo. Así mismo, la tranquilidad que Marcial
tanto apreciaba de la dictadura, terminó en los años 1990, según dijo, con la
creación de la Ley Indígena y la "efervescencia" global en torno a los derechos
"grupos políticos". indígenas. El colono Iván Isler, quien también había enfrentado atentados en su
Otros reconocieron la participación mapuche, pero continuaron colocando la propiedad, recuerda de manera similar: "Llegó el gobierno militar, y hubo paz.
mayor parte de la culpa en la Unidad Popular. A pesar de que a su familia le pidie- Pudimos trabajar tranquilos durante 17 años ... Bueno, se terminó, y volvió la
ron aue cedieraoarte de su fundo a sus trabaiadores en la década de 1960.Esteban
1
democracia. No sé, para mí, era más demócrata Pinochet que el gobierno de hoy
Marci:d citó el ano 1970, cii,ciido 1;i Uiiidad Popular Ucgó d poder, coiiio el piiiito día,porque hoy día estoy más sometido que antes. Estoy más sometido porque
fiiial de sii relacioii aniistusa con sus vtcinos m;ipiiche. En o1,inióii dc Marcial, hoy día estoy acosado por los ilícitos, porque hoy día se ampara el terrorismo,
las expectativas creadas por Alende llevaron a losbmapuchea ser más agresivos, a se ampara la delincuencia". Las memorias que rodean a la reforma agraria, la
ocupar tierras, e incliiso en una ocasión llegar a secuestrar a su padre. El fundo de Unidad Popular y la dictadura son profundamente discutidas, lo que refleja las
Marcial fue programado para ser expropiado bajo el régimen de Allende, aunque posiciones de clase y revela las fisuras que continuaron moldeando las relaciones
fueron capaces de retrasar el proceso en la corte hasta después del golpe de Estado. interculturales en la región en los siguientes años.
Marcial dijo que la situación siguió siendo tensa hasta el golpe de Estado, cuando
los militares aplicaron "una mano dura", y para ''17 años más se vive una etapa,
digamos, de tranquilidad".
Las élites locales afirmaron que los mapuche solo destruyeron las propiedades
qiie recuperaron a través de la reforma agraria. Marcos Rohrer, quien fue una au-
toridad regional en Malleco durante el régimen de Frei Montalva y tuvo un papel 25 Diiraiite los años 2000 ocurrió un incendio en la propiedad de Rohre~,que se pensó fie tina
en la administración de algunas de las expropiaciones, reconoció qiie algunas de acción de personas mapuchc.
92 pAT ~ ~ ] ~ 1 RACISMO:
# RICHARDS ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO... ,Lo 11 MEMORIAS
ENCONTIENDA,
VIOLENCIA SIMBÓLICAY LA HISTORIA... 93
.-
- -

MEMORIAS
DE DISCRIMINACI~N,MEMORIAS DE SIMILITUD de la dictadura. Ella creció en la misma comuna que Angélica. M e contó de
za"que se sentaba a su lado en la es~uela,~iiien'hasta se vistió a10 mapuche'.
l
1
Las diferencias en la forma en las que h s élites locales y los mapiiche hablan oza amaba a la inferoza', dijo ella, y la abrazaba y la mimaba. N i d a se rió
,! sobre el pasado son cruciales para contexhlalizar sus puntos de vista en contienda tras relataba esta memoria, tal v a sin reconocer la forma en que ella privó a
acerca de los conflictos y las políticas de los años de la Concertación; Además pañera rnapuche de su huiiianidad.
de las historias de despojo y explotación, los entrevistados. mapuche relataron discriminaciónlievó a que muchos mapuche dependieran del apoyo emocional
dolorosas memorias de discriminación. La escolaridad fue qnizá el escenario iiiás tección de sus familias; pero la fanilia no siempre pudo protegerlos plenamente
común que apareció en estas conversaciones. Este fue el caso de los entrevistados ces era en sí misma una causa de discriminación. Varios de los entrevistados
que tenían alrededor de setenta años, como de aquellos qiie estaban en sus treintas. aron de iin trato terrible a manos de sus familiares no niapuche. E l trabajo era
Los mapiiche con frecuencia lucharon por acceder a la educación, pero cuando lo o sitio de discriminación. Los entrevistados, y particularmente las entrevistadas,
lograron,la experiencia no siempre fue positiva. La discriminación en la escuela a aron el servicio doméstico y el mercado -donde las mujeres mapiiche eran más
menudo estuvo mezclada con la pobreza; los estndiantes mapuche con frecuencia sibles porque vestían con ropa tradicional- como sitios de burla, estafa y donde
no tenían los útiles escolares, la ropa o los zapatos adecuados (Mallon 2005). Otros an tratadas como si fueran estiipidas,como ejemplos particularmente contundentes.
estudiantes les liacían bromas por su acento, errores gramaticales y apellidos, se s entrevistadas más jóvenes dieron cuenta de la discriniinación laboral incluso
bwlaban pp~3u<'olorahu~o"porque vivían en ruhq Los profesores los castigaban, la actualidad. Formada en trabajo social, Cristina Llanqiiieo nació e n la región
a menudo físicamente, por hablar mapudutiguii, la lengua mapuche. Los profeso- y pasó siis primeros años allí. Ella regresó en 2001 para trabajar para el gobierno
res que imponían estos castigos a veces eran ellos mismos mapuche (Caniuqiieo regional. Le sorprendió el persistente racismo, concluyendo: "[Esta] es una región
2008). Las sanciones que experimentaron por hablar mapudunguti llevaron a que que no quiere ser indígena, qiie niega lo indígena, [...y] solamente lo visibiliza para
muchos padres se negaran a enseñárselo a sus hijos, con la esperanza de que no efectos del comercio, en lo que tiene quever con el turismo, con la artesanía, y nada
experimentaran el mismo tipo de discriminación. D e este modo,la educación jugó más. Para lo demás, es un lastre". La discriminación es importante dados sus efectos
un papel asimilacionista. Hoy en día muchos mapuche culpan al sistema educativo sociales y psicológicos sobre las personas y las comunidades, pero también por su
por el estado de peligro de extinción de su lengua. papel en la justificacióii de la desigualdad y la explotación sistémica.
Angélica Antillan, nna mujer de unos sesenta años que participó en una or- A diferencia de las memorias niapuche sobre la discrin~inacióny la explo-
gatiización regional de las mujeres mapuche, habló extensamente acerca de haber tación, los colonos y chilenos entrevistados fueron más propensos a decir que las
sido objeto de discriminación en la esciiela. Cuando ella y su hermana estaban en relaciones siempre habían sido buenas. La negación de los reclatiios rnapuche de
edad escolar, su padre pagó para que se quedaran en una pensión,por lo que pudo disuiminación es, por supiiesto, violencia sin~bólica,al ociiltar lo que muchos ma-
asistir a la escuela en la ciudad más cercana a sii comunidad. Fue allí, aislada del puche han reconocido como dominaciónx. D e esta manera, los colonos negaron
apoyo de su familia y de su comunidad,que por primera vez se sintió rechazada por
ser mapiiche. Otras estudiantes se burlaban de su nombre, y una maestra insistió 26 A pesar de ser la excepción, a$iiiias Alites locales no eshivieroii de acuerdo con la descripción
una vez en saber de dónde habia sacado los lindos zapatos y ropa (que su padre le de coexistencia pacífica.Óscar Arias, un concejal de Cautiii, coiiiúdió en que las mxpiiche tomaron
había comprado) porque suponía que si una alumna mapuche tenía algo bueno, la Pacificación"casi en forma siimisfi, pero acotó qiie posteriormente no se les dio oporhiiiidades.
probablementel~abíaconseguidoesto porczidad o había sido robado. La discrimi- Fueron aleiitados a gastar su dinero en las ciudades,pem si se teníaii que tomar decisionescolectivas
nació11era tan grande que en ocasiones,recuerda doña Angélica, ella no quería ser o resolver problemas, no fueron incluidos en el proceso. Carlos Castro,el alcaide de centm-izquierda
mapuche. Además solo estudió hasta el sexto grado. Se enfermó en esa época, algo de una comuna en Malleco, dijo que las cosas hieroii pcores en el pasado, pero parecía crilpnr a la
que ahora ella interpreta como psicosomático,"como que no me atrevía a llegar a ignorancia niapuclie: ‘'el mapuche en realidad se seiitia discriminado...61 no recoiioch que fueran
sus derechos".El Estado tampoco tenía los recursos para hacer frente al problema, según dijo. Arias
otras partes porque la discriiniiiación había sido bien fuerte". Las experiencias de
estuvo en desmwdo con la idee dcque los mapuclie eran perezosos, arpmentando:"El mapiiclic es
Angélica contrastan en gran medida con la anécdota que me contó Nilda,la esposa trabajador No todos, pem.. cuando tiene la oporninidad trabaja". h a d i ó que las mujeres mapuche
no mapuche de un hombre que habia sido alcalde de una comuna de Malieco en la en particular eran muy trabajadoras,y sugirió que esto era iticluso más cierto eii el pnsado: "Ames,el
cualquier base histórica de los actuales conflictos. La eliminación de los conflictos
del pasado llevó a muchos colonos y élites locales a culpar de los actuales conflictos
a personas foráneas. No quiero insinuar que necesariamente estaban siendo cons-
cientemente falsos para justificar sus posturas. Más bien, más allá de la fantasía de
la terra nrrllius, desde su punto de vista, para los colonos lo que existió antes fue una
buena relación; esta es la forma en la que ellos entendieron el pasado colectivo de la
región. D e hecho,muchos colonos se muestran sorprendidos ante la emergencia de
estos conflictos.En su recuerdo, el pasado era un tiempo de feliz coexistencia entre
colonos y mapuche, tiempos a los que ellos anhelarían regresar. Hernán Rohrer,
hijo adulto de Marcos, lo expresó de esta manera: "Esta situación como está, está
produciendo [...]un rechazo hacia el pueblo indígena. [...] Pero antiguamente todos
compartíamos y no teníamos ningún problema, éramos iguales:
Las élites locales hicieron frecuentes afirmaciones sobre la similitud para
explicar la ausencia de conflicto así como para negar las afirmaciones mapuche &!y;,.:
de discrimin~ión.J'or ej-plo, en una conversación informal con un grupo de
familiares y amigos de Rohrer,iina mujer exclamó: "iSiempre hemos sido iguales,y
. -
incluso cuando afiimo "éramos iauales". Y. oreeuntado sobre relaciones iiiterciii-
.&

turales en su coniuna, Billy Montoya presentó un cuadro de mezcla y coexistencia


~ ~

de repente eiios dicen'somos diferentes'". La frecuencia en que coinentarios como imbuido, sin embargo, de desigualdad,jerarquía y diferencia. Montoya insistió en
,.este aparecieron en el transcurso de mi trabajo de campo, pone de manifiesto un que las relaciones entre mapuche y no mapuche no han cambiado mucho en el
., .. miedo colectivo a lo que significaría en términos materiales el reconocimiento de transcurso del tiempo porque siempre los unos y los otros han vivido "niezclados".
.,', la cultura y derechos mapuche, así como un deseo de que todo pudiera simple- No obstante, también resintió que sus trabajadores mapuche lo llamen de 'tú' en
mente desaparecer barriéndolo debajo de la alfombra. En definitiva, la afirmación vez de 'usted'. Aunque no todas las élites locales coincidieron en la afirmación de
:de similitud implica una serie de cosas: que no existe base histórica que justifique semejanza, y muchos se contradijeron en sus narrativas, es importante notar el rol
la animosidad de los mapuche contra los colonos; que las demandas de tierra son que le cabe en esta constriicción del poder, es decir, a la capacidad de ser sujeto
ilegítimas; que los mapuche nunca fueron culturalmente diferentes ni tratados del orden social antes que ser su objeto. Las élites locales pueden insistir e incluso
injustamente y, por último, que aquellos que hoy reclaman territorio y derechos no creer que 'la mezcla'en esta región tendió a la igualdad entre los mapuche y los
son "verdaderos" ma~uche. colonos, tanto europeos coino chilenos, pero, como Horacio Quilapan apuntó,
Si bien los entrevistados no necesariamente utilizan explícitamente la palabra los mapuche han vivido la experiencia de esta mezcla -entendida en términos
"mestizaje",las referencias a la mezcla racial y cultiiral eran a menudo parte de estas biol6gicos o socioculturales- en forma marcadamente diferente. Si bien no está
afirmaciones de similitud y la ausencia de conflictos pasados. René Ravinet vinculó libre de efectos contradictorios, para los mapuche esa mezcla de culturas, esas iii-
la opinión de un amigo suyo mapuche, quien sostenía que los mapuche en C h i e teracciones sociales,constituyeron la base para el despojo y el genocidio inicial, así
como para las prácticas discriminatorias vigentes, por no mencionar que tuvieron
- . como premisa la violación de las mujeres indígenas. Las narrativas de similitud
d u d o de casa tomaba mate nomis,y enla mca estab2.Y la mujer era la que hacia huerta,la que hacía borraron estas experiencias,contribuyendo así a la violencia simbólica que sustenta
hortaliza,la que hacia de todo,pero el hombre~iemprefuemásflojd'.Estospuntos devistasugieren la desigualdad y el desreconocimiento en la región.
una variación en las interpretaciones de las élites locales acerca del pasado. No obstante, están llenos Contrastando con la noción de similitud, algunos colonos también recuerdan
de contradiccionesinternas: las cosas fueron peores en el pasado, pero se debieron a la ignorancia con afecto aquellos tiempos paternalistas cuando ellos "ayudaban" a los mapiiche,
mapuche; a los mapuche no se les dio opor~nidades,perolos hombres eran, de hecho, bastante pe-

t
rezosos. Estos puntos devista sugieren resquicios eii la aceptación de los mapuche en el ámbito local,
pero también refuerzan la obstinación de los marcos históricas que justifican la desigualdad racial. 27 Nótese el empleo despectivo de 'mapuchitns".
llevando a alguien al hospital, instruyéndoles en los procediniientos
por
de limpieza personal, incliiso prestándoles dinero aun sabiendo que nunca lo iban
a recuperar. Helga Stein se explayó en tal sentido diciendo que su familia nunca
había tenido ningún tipo de conflicto con sus vecinos mapuche,y que de hecho: "Mi
padre les enseñó a ciiltivar la tierra".Daniel Hauri (un descendiente de europeos
que llegaron alrededor del año 1900, luego de la oleada inicial de colonos,pero que
no obtuvieron bueyes y otros beneficios) mencionó, de manera similar, cómo su
madre había creado una escuela para los niños niapuche y les enseñaba a las familias
cómo sacarse los piojos. Hauri recuerda haber ido a la escuela con niños mapuche y
haberjugado a la pelota con ellos. "Nunca había ningún problema". En este caso, se
reconoce la existencia de los mapuche, pero al mismo tiempo se provee evidencia,
conveniente al ceso, de la superioridad y benevolencia de los colonos europeos. inos mapuche no comparten esas tnemorias.
En iin sentido,vemos a la similitudy ala diferenciafuncionando simultáneamente Las élites locales y los mapuche recuerdan sus historias compartidas de manera
y reforzándose entre sí en el discurso de los colonos; todos eran "iguales"y todos se ante diferente. Para justificar la inequidad y la opresión, la memoria puede
llevaban bien.
~ ~ -- Estose podía pensar porque las demandas mapuche no interferían cia simbólica, pero también funciona corno resistencia.
con la vida cotidiana de los colonos, y demuestra que no todos experimentaron la torias en contienda son una parte central de los conflictos
situación de la misma manera. Pero aun así, los niapuclie eran "diferentes" en la los derechos y recursos, y son iitilizadas para justificar ona
medida en que necesitaban ser ayudados y civilizados por los colonos. En aiiibos es. Este análisis es importante porque, tal conio Hooker
casos, esta es un8 realidad construida por los colonos, y esta es la realidad en base (2009,106) ha señalado, muestra que la justicia racial necesitará cambiar la forma
a la cual se constmyen las comprensiones dominantes delos conflictos contenipo- en la que la "comunidad política conio un todo se comprende a sí misma y recuerda
ráneos. Vemos cómo los recuerdos de las élites y de los colonos funcionan como su pasado". E n efecto, inuclias élites locales manifiestan su irritación por el interés
violencia simbólica. Los reclamos de tierras de los mapuclie, sus demandas y su acadétnico que existe en torno a los rnapuche. Esto está muy relacionado con el
resistencia son vistos como ilegítimos porque no tienen base histórica ante los ojos deseo de que su versión de la historia se mantenga como la hegemónica. Sitnón
de los dominantes. E n cierto sentido, esto es lo que hace del movimiento mapuche Baum, un viejo comerciante y terrateniente de Malleco, si bien fue muy cordial
contemporáneo algo tan aterrador. Estos mapuche, durante tanto tiempo tratados conmigo durante nuestra entrevista, manifestó su irritación por el interés acadé-
como objetos para el consiimo de los chilenos y colonos (a través de su territorio, mico y social por los mapuche. Me contó una historia acerca de u n profesor que
su trabajo, etcétera), se están imponiendo a sí mismos en el escenario social como conoció en los años cincuetita, quien también había insistido en conversar acerca
sujetos y exigen ser tenidos en cuenta. de los rnapuche. Un amigo de Baum le preguntó al profesor por qué no se había
Claramente, los entrevistados mapuche no compartían esta fantasía de la si- enfocado en Perú, donde la población indígena era mayor. La pregunta generó cierta
militud y benevolencia. Por ejemplo, Ramiro Raipillan, residente de la comunidad tirantez con el profesor, quien no la consideró legítima. Por el contrario, Baum sí
con la que Hauri tenía un conflicto territorial, reflexionó lo siguiente al leer una la consideró relevante, tal como me repitió a mi: '¡Son apenas el cuatro por ciento
entrevista de la prensa en la que la esposa de Hauri habló acerca de la escuela que
la madre de Hauri había creado en la comunidad. "El único recuerdo que tiene mi n final con la que me dejó cuando me llevó a la estación del
mainá",expresó,"es que...la azotaban porque ella no sabía hablar castellano.Hablaba bus para retornar a Ternuco. Su conclusión: {Por qué preocuparse por los mapu-
puro mapudungun". Le pregunté si era cierto que el padre de Hauri era bien visto che, si son un sector insignificante de la población? Esta actitud refleja un deseo
por muchos en la comiinidad. "Claro", respondió. "Yo también he escuchado eso. de eliminar a los mapuche del iinagiiiario social. Esta anhelada invisibilizacióii
La gente en algunas partes [dicen],'No, ese caballero fue bueno'. Pero {habrá sido funciona como violencia simbólica y sostiene el racismo sisténiico,justificando así
bueno porque le regaló, o le pagó por un trabajo un kilo de trigo?...Eran formas de el despojamiento material de los mapuche y la presencia colonial en su territorio.
98 . ~ c H A R D S 1 RACISMO:ELMODELO CHILENO Y EL MULTICUC~URALISMO.,,
pn~~rci.4 -p
.

Al mismo tiempo, da forma a las memorias que los mapuche llevan consigo. Esta
versión subyugada de la historia, laversión mapuche, no ha sido olvidada.Tal como
se verá, fue un importante factor en la movilización de las comunidades mapuche
bajo la Concertación.
1 neoliberalismo y los conflictos bajo la Concertación

establecimiento de regímenes sociales que naturalizaron dicha dominación. Estos


regímenes presentaron categorías de pertenencia y otredad que siguen operando en
la actualidad". En este capítulo se muestra cómo se perpetúan los sistemas racistas
y colonialistas, aun cuando cambien de forma.

.. ELLEGADO DE PINOCHET
Y LA CONTINUIDAD BAJO LA CONCERTACI~N

E1 'Iieoliberalismo" se refiere a una forma de gobernanza socioeconómica


caracterizada en general por una estrategia económica basada en la exportación, la
apertura de la economía a la inversión internacional, la eliminación de las barreras
comerciales, la descentralización, la privatización y la supresión d e los servicios
sociales universales. En muchas partes del mundo las reformas neoliberales fueron
instituidas como resultado de la crisis de la deuda de los años 1980, impulsada en
100 pATRlc1~
RECHARDS ELMODELO CI~ILENOY EL ~ J C U L T U R A L I S M...
1 RACISMO: O 1111 ELNEOLIBEWALISMO Y LOS CONJ,ICTOS BAJO LA C O ~ N 101

gran medida por entidades transiiacionalestales como el Banco Mundial, el Fondo aubock (2004) ha explicado que a principios de 1980 tres grupos financieros
Monetario Internacional y la Organización Mundial de Comercio.En Chile, el de- ~at-Larraín,Matte-Alessandri y Vial) dominaban la industria. Dos empresas
sarrollo neoliberal tiene una historia algo diferente. Alrededor de 1975los "Chicago opec (entonces coiitrolada por Cruzat-Larraín) y CMPC (entonces controlada
Boys",un grupo de economistas formados bajo la batuta deMiton Friedman en la Matte-A1essandri)- tenían la propiedad del 50 por ciento de las plantaciones
Universidad de Chicago, convenció a Pinochet de adoptar un modelo ecoriómico ¡nos y del 100 por cielito de la industria de la pulpa de madera. Entre las tres,
que caracterizara aUunEstado derecliista reducido y un capitalismo de libre mercado n dueñas del 75 por ciento de las plantaciones, el 78 por ciento de la producción
extrenio" (Winn 2004,25). Así empezó un proceso de reforma neoliberal que fi~e ustrial y el 73 por ciento de las exportaciones. Ellas recibieroii el 85 por ciento
previo y inás severo que aquellos iinplementados en otras partes de Latinoainérica. e los subsidios y créditos estatales. Sin embargo,las plantas de celulosa y papel en
El neoliberalismo ha dado forma al contenido de la democracia chilena; los realidad habían sido creadas baio la dirección del Estado en los años 1960 y 1 9 7 0 , ~
~~

gobieriios de la Concertación mantuvieron muchas de las políticas económicas de madera extraída en los añosí970 y 1980 se había sembrado anteriorménte ba$
Pinochet, aun mientras hacían esfuerzos por reducir la pobreza (Paley 2001). No 0s mismos programas estatales, de manera que no solo estas einpresas recibieron
solo los mapuche, sino todos los ciudadanos chilenos se han visto afectados por la p n d e s subsidios, sino que no tuvieron que invertir dinero en efectivo para esta-
gobernanza neoliberal.Por ejemplo, en La Araucanía, como en otras partes, el neoli- blecer inicialmente la industria. Los grupos Cruzat-Larraín y Vial se declararon en
beralismo ha cotillevado un aumento en la producción agropecuaria de exportación, quiebra en 1983y 1984,y poco despuésMatte y Aiessandri consolidaron su predo-
así conio una mayor competencia de los productos importados más baratos. El deseo minio en la industria'. Actualmente,las principales einpresas son Empresas Araiico,
de incrementar las exportaciones ha llevado también a que el Estado promueva la CMPC y Terranova/MASISA. Empresas Arauco es parte de Copec, controlada
industria forestal. Estas tendencias han afectado tanto a las con~unidadesmapuclie por Angelini. (Copec incluye taiubiéii a la princiyd coiiipañía petrolera de Cliie.)
como alos pequeños y medianos productores agrícolas no indígenas. De esta manera, Empresas Arauco incluye varias eiiipresas madereras cuyas explotaciones suman
los objetivos estratégicos del Estado democrático chileno han sido cómodamente más de novecientas inil hectáreas en Cliile, así como plantas de pulpa y papel y otras
coinpatibilizados con la agenda neoliberal global. einpresas relacionadas. La bien conocida Celco (Celulosa Arauco y Coiistitnción),
Con el fin de entender el impacto del neoliberalismo en La Araiicaiiía, es una importante empresa de pulpa y madera, forma parte de Empresas Arauco.
conveniente dar una mirada con cierto detalle a la industria forestal tanto como la CMPC es controlada por la familia Matte e incluye a Forestal Miiiinco, que tiene
industria agrícola.Ta1 como 'Ibonias Miller IUubock (2006) ha sehalado, el desa- aproximadamente quinientas mil hectáreas, además de plantas de pulpa y papel. En
rrollo de la industria forestal no es solo un producto de las políticas de Pinochet, 2005, la empresa suiza Terranova, menos significativa en términos de propiedades
sino de una serie de políticas que se remontan a la década de 1930y que estuvieron quelas otras dos,se fusionó con MASISA,una empresa de productos derivados de
proinovidas por socialistas y reformistas. Las políticas específicas del régimen mi- la madera con propiedades en toda Latinoamérica. Controlada por la firma suiza
litar contribuyeron significativamente al actual contexto cargado de conflicto. El Grupo Nueva, MASISA es propietaria de Forestal Millalemu, que comprende más
Decreto de Ley 701, de la época de Piiiochet, concedió subsidios que cubrían el de 120.000 hectáreas (Segiie12003a).
75 por cieiito de los costos de siembra, poda y administración de las plantaciones A fines de 1980la industria forestal ocupaba el tercer lugar (detrás de la minería
forestales. Esta medida comyletnentó una ley de 1930 que ya eximía de impuestos y la agricultura) en los ingresos chilenos provenientes de exportacioiies (Haugliney
a las plantaciones en tierras aptas para la ptoducción forestal (Haughney 2006). 2007). Actiialmente,la niayoría de las plantacioties forestales del país se eiicuentraii
En un momento de la década de 1980, los subsidios a las plantaciones forestales en la Región del Maule, y especialmenteen las regiones del Biobío y La Araucanía,
liegaroii a casi el 90 por ciento (Ibid.).Entre 1976 y 1992 el Estado (a través de la las cuales son parte importante del ancestral territorio mapiiclie. En conjunto, las
Corporación Nacional Forestal (CONAF), un organismo semiprivado albergado regiones del Maule, Biobío y La Araucanía incluyen el 80 por ciento del total de
dentro del Ministerio de Agricultura) otorgó a las empresas forestales USO 110 hectáreas ocupadas por plantaciones forestales en Chile (INE 2007a, 44). El nú-
miliones,que incluyeroiiUS$29.6 millones para La Araucanía (Segiiel 2002). Estos mero de hectáreas sembradas con árboles iiiaderables en Uiobío y La Araucanía se

I
subsidios se contradijeron fuerte~iieiitecon el comproiniso retórico del régimen
con el libre mercado. 1 Comunicación personal con Dia~ieHaugline): 17 de febreio,2012
incrementó drásticamente entre 1997y 2007, a pesar de que el número de hectáreas ughney 2006) o simplemente porque sus parcelas estaban rodeadas de las
sembradas con árboles maderables en el país en su conjunto se redujo en un 3,4 por aciones. Bajo la Concertación esta situacióii se vio agravada por los acuerdos
ciento (INE 2007a, 30). E n La Araucanía,Malleco es la provincia más afectada; el re comercio, que hicieron dificil que los agricultores regionales de trigo, y los
32,s por ciento de la tierra ahí "explotada" está sembrado con árboles maderables. uctores de carne de res,productos lácteos,remolacha y otros productos pudieran
En Cautin la cifra es del 18,9 por ciento. E n algunas comunas de La Araucanía, ir con los prodiictos importados más baratos. Esto ilevó a Manuel Borja,
tales como Liimaco y Collipulli, las plantaciones de árboles constituyen más del 60 r de una asociación agrícola importante de La Araucanía, a sostener que
por ciento del total de la tierra dedicada al uso agropecuarioy forestal; en las cuatro o los agricultores mapuche, sino cualquier persona con menos de quinientas
comunas donde centré mi atención,el porcentaje osciló entre el 17y el 42 por ciento. táreas, estaban destinados a irse a pique.
(Estos son mis cálculos,basados en INE 2007b, Cuadro 1).Después de la dictadura, Estas coiidiciones establecieron el contexto inmediato de los conflictos. A
la Concertación continuó subsidiando filertemente a las empresas forestales, y los r de que tambibn afecta negativamente a otros grupos subordinados, respecto
tres grandes conglomerados controlaron a la mayoría de las subsidiarias así como a mapuche, el neolibiralismo rekresenta una continuación del colonialismo y el
las subcontratistas (Haughney 2007). mo sistémico. De hecho, en La Araucania el desarrollo neoliberal que enrique-
La industria está acompañada de una campaña de comunicación denominada Estado y a las élites se basa en la apropiación de tierras y recursos mapuche,
Bosques para Chile,iniciada alrededor del año 2000,la cual promueve la idea de que facilitada por la Pacificación y las leyes y políticas instituidas desde entonces. Los
las plantaciones son bosques. Entre los miembros de la coalición de Bosques para intereses mapuche son fundamentalmente racializados y muchas veces distintos
Chile se encuentran empresas forestales, papeleras, municipalidades, universidades chilenos, aun cuando en algunas circunstancias pueden traslaparse con aquellos de
y agencias estatales, que incluyen a la CONADI (Corporación Nacional de Desa- la clase trabajadora y de los chilenos pobres.
rrollo Indígena). Entre los principios organizativos de Bosques para Chile existen
algunos objetivos ambientales, pero la razón de ser de la asociación es promover la
industria forestal. Por ejemp10,la asociación busca promover la educación ambiental
y la creación de áreas naturales protegidas, pero los dos primeros principios que
figuran en su página web son promover "la creación de nuevos bosques para rever- Siguiendo a Postero (2004), Hale (2006) y otros, el modelo dominante de la
decer el paíd'y "la pronta forestación en tierras erosionadas" (Bosques para Chile política indígena,que yo denomino"multiculturalismo neoliberal", no es un conjunto
2010). Los anuncios muestran imágenes de plantaciones de pino y se refieren a ellas preordenado de políticas y discursos; más bien, es uno que se ha desarrollado a lo
como si fueran bosques. Los activistas ecologistas y mapuche sostienen que el uso largo del tiempo, moldeado en parte por los procesos de negociación y conflicto
del término "bosqued'para describir las plantaciones forestales es deliberadamente entre las organizaciones y comunidades mapuche y el Estado, y en parte por las
engañoso,^ desafía la percepción legítima de muchos ciiidadanos de que los bosques prioridades de desarrollo económico del Estado y las élites. En esta sección abordo
de Chile están desapareciendo (Liberona 2000). El discurso de Bosques para Chiie la forma en la que la Coiicertación respondió a las demandas mapuche durante los
es consistente con tendencia regional más amplia de reempaquetar la extracción primeros años tras el retorno de la democracia. La respuesta fue inadecuada para
de recursos como ambientalmente sostenible (e. f., los crecientes confictos en la región, los que se vieron atizados por las propias po-
" Gedicks 1993).
En el sector agrícola, el trigo sigue siendo el producto no maderable más im- líticas de desarrollo promovidas por el Estado, así corno por el legado histórico de
portante de la región. Sin embargo, la agricultura a pequeña y mediana escala se la desigualdad y el racismo. El desarrollo neoliberal puede ser entendido como la
encuentra en una fase descendente, en gran parte como resultado de las decisiones manifestación contemporánea de las prácticas y las políticas históricas que durante
políticas neoliberales. No todos los agricultores chilenos cuyas tierras les fueron mucho tiempo han dejado desatendidas las demandas inapuche por la tierra y otros
expropiadas durante la reforma agraria las recuperaron durante la contrarreforma derechos y recursos.
de Pinochet, la Que pretendía dedicar más tierra a las plantaciones forestales y los La resistencia mapiiche durante la dictadura generó esperanzas que las rei-
monocultivos. Desdé el gobierno de Pinochet, muchós agricultores han vendido vindicaciones serían atendidas una v a recuperada la democracia. A principios de
sus propiedades a empresas forestales debido a la caída del valor de sus productos la década de 1990, las demandas del movimiento se centraron principalmente en
el reconocimiento constitucional, la tierra, la educación, la salud y otros servicios También se eliminaron de la propuesta de ley las disposiciones relativas a la
sociales,así como en la participación en la creación e i~iiplementaciónde politicas de ulta indígena sobre proyectos de inversión que afectaban a sus comunidades,
desarrollo indígena. Es importante reconocer, sin embargo, que siempre ha habido amo aquellas que reconocían su derecho a participar de los beneficios de la
tina diversidad de voces y demandas en el iiiovimiento mapuche. Las peticiones de recursos naturales en sus comunidades (Haugliney 2006). A muchos
arraigadas en la necesidad material (de servicios sociales, desarrollo económico y isladores también les preocupaba que "pueblos indígenas" implicara un suje-
otros temas similares), y aquellas enraizadas en la autonoinía (tales como territorio colectivo, un reconocimiento que, en su opinión, podría tener consecuencias
y autogobieriio), tienen una larga presencia entre las reivindicaciones mapuche. El y económicas graves y, por lo tanto, fiie eliminado en la ley definitiva
primer grupo aborda los derechos socioeconómicosjunto con algunos elementos favor de "indígenas"~de 'grupos étnicos indígenas"(Ibid.).También se restrin-
culturales, como en el caso de "desarrollo con identidad" o la educación y salud ron seriamente los esfuerzos por incorporar los procedimientos para inaximizar
intercultural. El segundo grupo abarca los derechos políticos colectivos, es decir, a participación de las organizaciones y comunidades indígenas en el trabajo en
involucran al derecho de los pueblos indígenas a ser comprendidos como un sujeto urso de la CONADI.
político colectivo. Si bien en ocasiones existen coiiflictos entre los defensores de (Qué fue entonces lo queconsiguió la ley? Estableció mecanismos para la
los dos tipos de demandas, y con frecuencia son difíciles de separar. Esto se debe a rotección y expansión de los derechos a la tierra y el agua y creó C O N A D I para
que a ineiiiido las mismas personas hacen los dos tipos de requeriiuieiitos, y sobre ' istrar Gas políticas, un fondo de desarrollo y otros programas (cotiio las ADI).
todo porque la pobreza mapuche es, en última instancia, producto del legado del ADI tiene también como responsabilidad la coordinación de los programas
colonialismo y la negación de su derecho a la ai~toiiomíay la autodeterminación. S, econótnicos y culturales con varios ministerios. CONADI n o es un mi-
E n este sentido, iiicliiso las reivindicacionesque parecen paliativas están relaciona- nisterio, sino una agencia dentro del Ministerio de Plaiiificacióii (MIDEPLAN),
das con la necesidad de reconocimiento del estatus de los mapuche como pueblo un paso que limitó su poder desde el inicio.Ta1 vez los aspectos más importantes
(Richards 2004). de la ley sean aqiiellos relativos a la tierra. La ley estipulaba que la tierra indígena
En 1993 se aprobó una nueva Ley Indígena, satisfaciendo parcialmente las
promesas hechas por el presidente Patricio Aylwin a los pueblos indígenas Iiiego del
retornó0 a la democracia.La propuesta inicial de la ley fue creada por una Comisión
I 110 Iiodía ser ziiajeiinda n terceros no iiidigeiins, y qiic las cuiiiiiiii,l;idis solo pue-
den ser divididas a solicitud de In niayoría absolut~dc quieiics oiteiiian los títiilos
de tierras. Establecía también un findo para provee~subsidiosa coniunidades
Especial de Pueblos Indígenas (CEPI). Aunque algunas organizaciones, sobre todo interesadas en incrementar sus propiedades y para financiar la conipra directa de
el Consejo de Todas las Sierras (que era una nueva entidad con una base social terrenos en conflicto. Entre 1994 y 2004se transfirieron más de 416.000 hectáreas
significativa),optaron por no participar en el proceso, la redacción de la propuesta a familias indígenas en todo el país (MIDEPLAN 2006a). Sin embargo, la ley tiene
implicó una importante participación, consulta y debate entre los actores indíge- serias limitaciones. No devuelve las tierras usurpadas en forma integral, sino caso
nas (Ilaughney 2006; Richards 2004). Sin embargo, incluso antes de qiie llegara por caso (Ilaughney 2007). Gran parte de lo que se ha transferido antes fueron
al Congreso, representantes de las Fuerzas Armadas y varios ministerios hicieron tierras fiscales, de las que existe una oferta limitada. (Según Aylwin, 112.000 de
ajustes ala propuesta que reflejabanlas preociipacioiies nacionalistasy neoliberales, las 170.000 hectáreas transferidas entre 1994 y 2000 eran tierras fiscales [2002].)
especialmente con relación a los conceptos de territorio y pueblo (Haughney 2006). Debe destacarse que la ley reconocía como "tierras indígenas" solo aquellas que
Por ejemplo, el proyecto de ley establecía Áreas de Desarrollo Indígena (ADI) habían sido asignadas a las comunidades luego de la Pacificación, evitando así
coino init.inci3s dc territurialidail intlígeiia que qerínn cogohern;ldas y gestion.idas. pronunciarse sobre los derechos a "las tierras antiguas" (FIDH 2006). E n general,
Aliiiqiie la^ ADI tio insiiiiinbaii el niitugubirrno en qi, la paldl>ra"territurio" filr la ley no alcanza los estándares internacionales con respecto al reconociinieiito de
elirniñada totalniente de la ley y sustituida por el término "árk"por estos priineros los derechos indígenas y no considera a los pueblos indígenas como poseedores
revisores y sectores conservadores del Congreso, por temor a que dieran lugar a la de derechos colectivos (Aylwin 2002; Haughney 2006).
fragmentación del Estado-nación chileno (Aylwin 2001; Haughney 2006). Hoy A pesar de la ley de 1993 (y reflejadas en su creacióii),las visiones encontradas
las ADI son simples zonas con una significativa población indígena, a las que se acerca del desarrollo y la identidad nacional seguían marcando el tono de las rela-
orientan programas socioeconómicos especiales. ciones entre los mapuche, el Estado y otros actores sociales. El estatus privilegiado
106 PATRICIA 1 RACISMO:
RICHARDS ELMODEW CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO..

del desarrollo neoliberal por sobre los derechos indígenas fue una importante fuente a establecer sus propias metas y estrategias de desarrollo; pero si desde arriba
de los conflictos.Además de la industria forestal vlaz
acricultura
" a gran escala, las una pata más grande para pisotearlo todo;los planes de desarrollo mapuche
represas hidroeléctricas,aeropuertos, carreteras, pesca corporativa y los vertederos de
basura fueron algunas de las iniciativas frente a las cuales se encontraron luchando Gabriel Ancamil era miembro de CITEM (Coordinación de Identidades
las comunidades mapuche,generalmente perdiendo la batalla2.Cuando se trata del rritoriales Mapuche). Tenía unos cuarenta años, con lomedio de educación,
desarrollo, a muchos chilenos los mapuche les parecen anacrónicos.Representantes vía en su comunidad de origen, aunque por razones financieras trabajaba en
del gobierno y de las élites hablan acerca de que es necesario "integrar" y "desa- muco. Observó que esos conflictos relativos al desarrollo demuestran que "la
rrollarValosmapuche, como si ellos de alguna manera se opusieran al desarrollo. revivencia del pueblo no está en las manos de los misinos mapuche", sino que
Para muchos mapuche, sin embargo, el asunto no es uno de rechazo al desarrollo, epende de la disposición del gobierno. Este es el problema fundamental: los ac-
sino el de resistirse a un modelo en el cual siempre parecen perder. Una y otra vez ores estatales hablan de la importancia del desarrollo indígena, pero de manera
fui testigo de cómo los dirigentes mapuche hablan de las contradicciones entre el onsistente este es sacrificado o definido en función de las prioridades nacionales
desarrollo que ellos buscan para sus comunidades y aquel que es promovido por e desarrollo. Por el contrario, las definiciones mapuche de desarrollo tienden a
el Estado. El ejemplo más contundente fue Ralco, un controvertido proyecto de centrarse en tener lo suficiente para sobrevivir e idealmente para progresar en la
represa en el Alto Biobío. La construcción de la represa violó no solo los derechos vida3.Algunos se refieren al concepto de tn en kumelehuaim, lo que significa"volver
indígenas reconocidos internacionalmente, sino la propia Ley Indígena de Chiie a estar bien''-un concepto que está en abierto contraste con los megaproyectos de
(Richards 2004).Tnvo la enérgica oposición de los pewenche locales, quienes fueron desarrollo que están invadieiido sus tierras-. Las contradicciones presentes entre
,descritos por agentes del gobierno y los medios de comunicación como una amenaza las promesas que la Concertación les hizo a los mapuche y su devoción al desarrollo
..para el desarrollo y la prosperidad nacional. El propio presidente Ricardo Lagos
.., neoliberal a costa de ellos, fueron un factor importante en la radicalización del
.. (2000-2006) declaró que el desarrollo no podía verse obstaciilizado por pequeños movimiento (Haughney 2006).
.:grupos de personas (Haughney 2006). La represa finalmente fue construida y la Las políticas de desarrollo en Chile también han amenazado los derechos
,iniayoría de pewenche locales fue ubicada en otras tierras. mapuche a los recursos naturales. Las empresas forestales nacionales y extranjeras
i Existen muchos otros ejemplos. Celco, la planta de celulosa de propiedad de poseen en los territorios ancestrales mapuche tres veces más tieria que los rnapuche
Angelini en la Región de Los Lagos, está amenazando al medio ambiente y la (Aylwin 2002). Las comiinidadesmapuche están rodeadas de plantaciones de pinos
supervivencia de las comunidades inapuche y chiüenas pobres de la región. Desde y eucaliptos. El Estado y las empresas forestales les han dicho a las comunidades
hacevarios años,Celco ha tratado de construir un ducto de drenaje de desechos que mapuche que las plantaciones no causan problemas ambientales y que, en realidad,
va al mar, un objetivo que se logró cuando las autoridades regionales (incluyendo
algunas nombradas por la presidenta Michelle Bachelet) aprobaron su constriicción
tan solo unos días antes de que Bachelet dejara el cargo en 2010. Durante mucho 3 Esto no quiere decir que iio haya diferencia entre las organizaciones y comunidades mapuche
en cuanto a las estrategias y prioridades de dcsarroiio.Algunas comunidades han acogido de manera
tiempo los mapuche y los ambientalistas habian sostenido que la construcción relativamente acrítica los programas estatales,como Orígenes,losprogramas de mejora de suelos de
del ducto destruiría el medio ambiente acuático local. En una conferencia sobre lNDAPy las iniciativas municipales microempresatiales.Otros centraronsuatención en la búsquedade
el tema, a la que asistí, un líder de una de las comunidades afectadas dijo que a alternativas sostenibles y autóctonas desiembra de pinos y euca1iptos.Yaunque el discuisa dominante
medida que se movilizaron en contra, la gente del municipio,íos trataron "como en el movimiento es nno de desarroUo antineoliberal, hay diferencias entre las organizaciones coi,
indios", preguntándoles: "{Acaso no quieren el desarrollo?". El reflexionó acerca respecto a lo que parecería un enfoque alternativo.Por ejemplo,la CoordinadoraArauko-MaUcko se
de que es estupendo tener planes de desarrollo, y que algunas comunidades de la centra en la adquisición de tierras ancestrales con el finde lograr un desarrollo autónomo desde una
perspectiva
. . mapuche.En contraposición,losmiembros deloartidoooliticoWsllmapuwenesavieron
región habian trabajado incluso con el programa de desarrollo indígena Orígenes
menos centrados en la recuperación de la tierra y ponían más bifasis eii la niitonomia política. Hable
con aleiinos
" ..
de ellos aue ~ercibíanoiie era aceotable una forma limitada de olantaciones rnadereras
exógenas,siemprey cuando se nivieran en cuentalas preocupacionesambientelesy que lasganancias
2 En La Araucanía por lo menos diecinueve vertederos, 70 por ciento del total, están localizados
dentro o al lado de comunidades mapuche (Ray 2007). beneficiaran a la nación mapuclie.
108 RICHARDS1 RACISMO:
PATRICIA ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTUR4LISMO... LlSMO Y LOS CONPISCTOS BAJO LA CONCERXI~N 109
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mejoran el suelo, el cual ha sido degradado por la agriciiltura intensiva (Reiman nveiienaban. (...) Después nos quedamos sin agua. (...) Ahora no tenemos ni
2001). Este discurso es engañoso. Klubock (2004,355) ha notado los efectos que ña (...) No dejan sacar ni un poco de leña para los mapuche (...) Las forestales
las plantaciones ya estaban teniendo en la década de 1980: nían guardias armados con escopetas. Amenazaban hasta a los niños" (Castro et
Los efectos corrosivos de las plantaciones de pino sobre la ecologia regional ,1999, en Haughney 2006).
rural socavan laviabilidadde la producción agrícola campesina.Las extensas Un ejecutivo de CONAF, con quien hablé,reconoció que las plantaciones han
plantaciones ocasioiian la desecación de la capa superior del suelo y dismi- a los problemas de agua en la región, pero, a diferencia de Klubock
nuyen la cantidad de agua en los valles que están al pie de laderas sembradas, (2004) y las evidencias mencionadas por Haughney (2006,178,2631173), inclu-
conduciendo al deterioro de las coiidicioiies de la producción agrlcola de d o estudio patrocinado por la propia CONAF, él sostuvo que no ha habido
y e ~ ~ un
la cual dependen los campesinos para su subsistencia. Los Arboles de pino eshidios rigurosos para medir el problema. El Estado y las empresas forestales,
retienen el agua en sus acículas, facilitando la evaporación antes de que el al parecer, no tienen interés en reconocer la magnitud del problema. Además, el
agua Uegiie a la tierra, y las plantaciones de pinos carecen de las plantas y Estado es propietario de los recur'sos hidricos y mineros del subsuelo a nombre de
arbustos bajos que crecen en los bosques nativos chilenos y que contribuyen la nación, pero puede vender los derechos para explorarlos y explotarlos, incluso
a conservar el agua de la lluvia y la humedad en la tierra. Adicionalmente, en y cerca de las comunidades mapuche (Haiighney 2007).
la tan concentrada naturaleza de las plantaciones de pinos -su biomasa- La falta de acceso a los recursos liahi~ale~ en Ralco, donde no existe acceso
implica que absorban varias veces más la cantidad de agua que consumen público a la represa sin una cita previa, es también patente. ('<Claro,es propiedad
los bosques nativos. privada, pues", observó un amigo mío irónicamente). Y en 2005, para las co~nniii-
dades mapuclie de la comuna de Curarrehiie se convirtió en un probletiia cuando
Son tan graves las condiciones desérticas producidas por las plantaciones, que el SERNATUR (Servicio Nacional deTurismo) y CONAF solicitaron prop~iestas
en los meses de verano el gobierno tiene que enviar agua a algunas comunidades al sector privado para implemeiitar proyectos de ecoturismo en el Parque Nacional
mapuche. Además, Klubock (2004,356) seíiala que las plantaciones de pino "im- de Villarrica, del cual son vecinos. (Igualniente, se hicieron solicitudes para otros
piden la formación de una capa de humus rico en nutrientes"~crean tina "excesiva cincuenta parques nacionales, reservas, monumentos y áreas protegidas). Si bien a
acidez del suelo, containinando las aguas subterráneas y envenenando pozos y las comunidades se les perinitiria competir con otros postulantes, la convocatoria
arroyos que son utilizados para el riego". Los pesticidas y fungicidas utilizados fue enviada sin consultar previamente con las coinuiiidades -tina violación de su
por las empresas forestales contaminan los ríos y las aguas subterráneas. Estas derecho a ser consultadas, tal como se estipula en la Ley Indígena y en los docii-
condiciones hacen que incluso la agricultura de subsistencia sea insostenible. Las mentos internacionales". Las intervenciones de desarrollo no solo causan daños
comunidades han sido testigos de la desaparición de plantas medicinales, aves y al niedio ambiente, sino que también extraen la riqueza del territorio mapuche.
otras especies silvestres, así como los genko de agua (propietarios o espíritus del Los propios mapuche no solo siguen siendo pobres en general, sino que pueden
agua) y otras "fuerzas que mantiene11el equilibrio en el universo"(McFall2001,53). empobrecerse aún más en términos de la calidad de sus recursos. Sufren también
Diane Haughney (2006) ha hecho hincapié en que la pérdida de la biodiversidad de manera desproporcionada las consecuencias anibietitales.
es también una pérdida cultiiral: cuando las plantas y la vida silvestre mueren, los Además de los factores directamente relacionados con las políticas neoliberales,
. . conocitnientos y prácticas específicas mueren con ellos. Las empresas forestales el legado de racismo y despojo contribuye a los conflictos. Al igual que en las décadas
taiiibién restringen el acceso a las plantaciones, dificultando la recolección de atiteriores,los mapuche y las élites locales entran en contacto de inúltiples maneras.
leña y de las pocas plantas medicinales que aún existen, y tornan casi imposible En el campo, en tantovecinos,pueden participar en la rnedieria. Los iiiapuche pueden
el acceso a lugares sagrados que ahora están dentro de las plantaciones. Un lider trabajar para el dueíio de un fundo en diversas tareas, a menudo estacionalmente5.
de la comunidad ma~iichede Temulemu, exulicó los efectos nersistentes aue las
A

empresas madereras tienen ahi: "...cuando llegaron nos contrataron para hacer las 4 Finalmente la iniciativa no sc implemciitó eii Curarrchue.
plantaciones (...)pero el trabajo duró unos pocos días nomás". (...) Como a los 4
5 Históricainente, y en Inacnialidad,estas interacciones se han producido sobre todo en castellaaio.
aíios, hicieron la fumigación y ahi se nos murieron los animales y el ganado (...) Sin embargo, Sergio Caniuquco y Fabien Le Baniiiec han registrado algunos datos de campo acerca
..
......
110 PATRICIA 1 RACISMO:
RICHARDS ELMODELO CHILENO Y EL MOLTICULTURALISMO...

Los mapuche y los chilenos de todo tipo interachían en pueblos y ciudades -en OMPRENDIENDO LOS CONPLlCTOS
tiendas, fábricas, hospitales, mercados, bufetes de abogados y bancos-. Si bien
algunos mapuche y chilenos se consideran amigos y familiares, estas relaciones Con más de tres mil comunidades y más de doscientas asociaciones de diversa
cotidianas tendieron a ser entendidas de manera diferente por las élites locales y ~ndole,las prioridades y las demandas inapuche son muy diversas (Richards 2004).
los mapiicbe. Mientras que las élites locales destacaron el carácter simbiótico de Algunos continúan centrándose en cuestiones relacionadas con el desarrollo con
larga data de su relación con los vecinos mapuche, estos destacaron la manera en id&ntidad,lamicroempresa y el acceso a la asistencia de salud,la educación y otros
la que la explotación y la discriminación siguen tiñendo estas interacciones. Por servicios sociales. A medida que los conflictos entre los derechos indígenas y el
ejemplo, Celestino Huentequeo,director de una escuela en Cautín, quien antes había desarrollo nacional se han ido agudizaiido, muchas organizaciones y comunidades
participado activamente en la política mapuche, relató una historia que le había han pasado a enfocarse con más fuerza (aunque no exclusivamente) en los derechos
contado una mujer que no tenía posibilidades de comprar semillas para sembrar políticos al territorio,la autodeterminacióny la autonomía. Al retorno ala democracia,
papas en sus tierras. Ella negoció con un hombre a fin de que él le facilitase las la organizaciónmás prominente e~ihacertales demandas fue el Consejo deTodaslas
semillas de papa a cambio de que ella le entregase una parte de la cosecha. Eila le Tierras (desde 1990 hasta el presente). Con el tiempo,una serie de organizaciones
contó a Celestino que lnego de la cosecha, el hombre cargó todo un camión lleno iniciaron estas demandas desde perspectivas diversas. Algunas fundamentaban sus
de grandes y hermosas papas y le dejó dos sacos de las más pequeñas, de calidad demandas por territorio, autonomía y autogobierno en las nociones tradicionales
inferior. Celestino observó: "No sé si es racismo, sinvergüensura, o robo". de identidades territoriales, como fue el caso de la Identidad Lafkenche (desde
Las demandas insatisfechas relacionadas alas partes de los títulos de merced mediados de 1990 hastala actualidad)y la Coordinación de IdentidadesTerritoriales
6, tierras antiguas que fueron usurpadas, también dan forma a los conflictos. La mapuche (desde 2002 hasta 2007). Otras se han centrado en la afirmación de una
cólera por la injusticia de la usurpación fue común entre los mapuche de todas identidad política colectiva, como fue el caso de la Coordinación de Organizacio-
las tendencias políticas, Muchos de los entrevistados mapuche indicaron que no nes Mapuche (en 2006) y Wallmapuwen (desde 2005 hasta la actualidad). Estas
solo estaban buscando tierras, sino también territorios usurpados'. E u suma, las organizaciones se describen con más detalle en el capítulo 6.
fuentes de los conflictos son, a la vez, contemporáneas, involiicrando la creciente Si bien las organizaciones inapuche se ocuparon de una variedad de temas,
{resión sobre la tierra como resultado de la política neoliberal y la explotación de conflictos y objetivos políticos específicos,los conflictos más emhlemáticos se han
los recursos naturales; e históricas, dada la continuidad del racismo, el despojo y focalizado en la construcción de Ralco y la industria forestal. Las plantaciones
las demandas mapuche insatisfechas.Si bien el establecimiento de la Ley Indígena forestales han sido un objetivo importante de las protestas niapuche, las cuales han
respondió a algunas de las demandas mapuche, lo h i w solamente en la medida incluido ocupacionesde tierra,incendios y sabotajede equipos.Los mapuche también
en la que no se ponían en peligro los objetivos nacionales de desarrollo. Como han sido acusados de producir incendios premeditados en furidos que alguna vez
resultado de ello, la ley no respondió a las causas más profundas de los conflictos. fueron parte del territorio mapuche, pero que actualmente pertenecen a los colonos
agricultores. Los conflictoshan sido particularmente intensos en las provincias que
se han visto más profundamente afectadas por las plantaciones forestales: Arauco
-

de algunos propietarios rui~kin~~ que aprendieron y emplearon la lengua inapuche (comunicación


(en la Región del Biobío) y Malleco (en La Arancanía), aunque también se han
personal con Cnniiiqueo). visto afectadas algunas wnas de Cautfn. La mayoría de los observadores citan el
6 Los individuos y las comunidades particulares eran más o menos conscientes de la distinción
mes de diciembre de 1997, momento en el que tres camiones madereros fueron
entre tierra y territorio.Fabien Le Bonniec (2009b) ha señalado que el concepto de territorio, junto incendiados en la comuna de Lninaco (provincia de Malleco), como el inicio de
con otros como "nación"y"pucblo",se ha incorporado en el discurso mapuche hace relativamente los conflictos actuales. En particular, una de las organizaciones ha sido considerada
poco tiempo. (El indica que"territorionsurgi6a mediados de la década de 1990, aunque Haughney responsable de la mayoría de las acciones más violentas (aunque no de todas): la
[2006] observó eluso del término en las propuestas mapuchepara la Ley Indígenavariosaños antes). Coordinadora Arauko Malleko ( C m , desde 1999 hasta el presente). La C A M
Wenso que LeBoiiniecestaria dencuerdoen que,uimquelnforma en queestos conceptos seexpresan busca establecer el "control territoriaYpara reconstruir "la naci60 mapuche". Su
cambia con el tiempo, las propias afirmaciones tienen una continuidad histórica que se iemonta a ocupación de las tierras en disputa Pretende ser permanente, más que simbólica",
épocas previas a la colonizaciónchilena del territorio mapuche.
112 PATRICIA 1 ~ C I S M V EL
RICHARVS : MODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO...

lo que significa que no solo ingresan a las tierras y se van voluntariamente cuando ll la propiedad de los familiares, tal vez recibiendo de manera informal media
llega la policía (como lo hacen otras organizaciones), sino que más bien intentan hectárea para realizar cultivos para su uso personal. D e hecho, muchas parcelas
permanecer en las tierras para trabajarlas (HRW y ODPI 2004,18). Si bien se mapuclie se mantienen en el rango de una-a-cinco-hectáreas (Ihid.). E n general, la
estima que un pequeño número de comunidades (2,4 por ciento) participa en las tenencia de la propiedad en la región está sesgada. Los predios agrícolas con menos
formas más extremas de protesta,lamayoría de los mapuche comparten las quejas e veinte hectáreas representan el 73 por ciento de todas las propiedades agrícolas
generales (Ibid., 2004). una categoría que incluye las propiedades forestales); tienen el 14,3 por ciento de la
A continuación expongo los detdies de algunos de los conflictos y exploro ¡erra. Los propietarios de tierras que tienen entre doscientas y quinientas hectáreas
cómo los mapuche, así como las élites locales y los colonos agricultores, algunos (una categoría que incluye a varios de los propietarios de tierras que entrevisté,
de los cuales han sido víctimas de los presuntos atentados, hablan acerca de los aunque algunos tenían más y un par tenía menos) representan el 1,8 por ciento de
codictos.Mi objetivo es comenzar a explorar el contenido de las actuales relaciones todas las propiedades agrícolas; poseen el 15,8 por ciento de la tierra agrícola. Los
sociales en la región y cómo adquieren forma por, se entrelazan con, o divergen de, propietarios de tierras con más de quinientas hectáreas representan menos del 1por
las decisiones de política estatales. La tendencia de la Concertación a privilegiar ciento de todas las propiedades agrícolas de la región; estas propiedades suman inás
el desarrollo nacional frente a los derechos indígenas, fue un importante factor del 34 por ciento de las hectáreas dedicadas a la agricultura y madera en la región
inmediato que sentó las bases para los conflictos. Las tensiones también resurgie- (INE 2007b, Cuadro 3). Cuando consideramos que los mapuche representan más
ron entre los colonos agricultores y otras élites locales, por un lado, y por otro, los
mapuche. Esto sugiere que no son solo el neoliberalisino y la incursión del capital
del 50 vor ciento de la población rural en ~a Araicanía (INE , ~ r -o k m Oríreiies
2005), la injusticia se vuelve incluso más evidente.
a -
global en territorio mapiiche los que dan forma a los conflictos; es también la La radicalización del movimiento mapuclie ha ocurrido, en parte, porque se
historia compartida. Si bien niuchos de estos agricultores también están sufriendo abrieron espacios debido al retorno de la deinocracia y al surgimiento de los dere-
las consecuencias del libre comercio, para los mapuche siguen siendo símbolos del chos indígenas como tina lucha tratisnacional, y, en parte, debido a que la situación
despojo -y no solo símbolos-. Los colonos agricultores o sus familiares fueron que enfrentan las coinunidades mapuche es extrema, dada la invasión del capital
"los agentes dendespojopoco después de la Pacificación,y posteriormente, al correr global en su territorio7. Pero los mapuche tanibién están haciendo dernaiidas que
cercos y adquirir ilegalmente tierras niapiiche bajo otras modalidades, al explotar la son de naturaleza histórica, similares a las que han venido realizando desde hace
mano de obra tnapuche y al oponerse a la reforma agraria. Por otra parte, todavía más de cien años, a pesar de que ahora utilicen una teriniriologia diferente para
tienen una riqueza relativa en comparación con la mayoría de los mapuche. explicarlas (véase LeBonniec 2009b). Los dueños de fi~ndos,por otra parte, solo
Cuando se retornó a la democracia, los mapuche habían perdido hasta el 40 están tratando de defender la propiedad que, desde su punto de vista y de acuerdo
por ciento de las tierras que les habían sido otorgadas en los tíhilos de merced. Esta a las leyes chilenas, han adquirido legítimamente. Con frecuencia se defienden
situación contribuyó a una creciente presión sobre la tierra, una alta emigración y con una retórica racista, lo que hace que sean fáciles de despreciar. Sus puntos de
los conflictos. Si bien una parte de la tierra ha sido devnelta a las comunidades a
través de fondo de tierras de CONADI, los mapuche siguen teniendo despropor-
7 Si bien los aspectos traiisnacionales del movimiento mapuche permanecen poco estudiados,
cionadaniente poca tierra. Según el Censo Agrícola de 2007, los mapuche rurales cabe destacar que los mapuche han participado en congresos indigen~sinternacionales que se re-
en La Araucanía tienen cerca de 12 hectáreas por familia -9.8 en Caiitín y 24.7 montan a la época de Venancio Cofioepan (Foerster y Alontecino, 1988). El Primer Decenio de las
en Mdieco (INE 2007b, Gráfico 14) -. Sobre la base de mi trabajo de campo, Poblaciones Indígenas del Mundo (1995-2004) de las Naciones Unidas llamó la atención niiindial
estas cifras parecen infladas y, en todo caso,referirse solo a los promedios es un poco de manera sustancial sobre los derechos indígenas, y algunos niapuche participaron en actividadesy
engañoso. Los predios mapuche más grandes son extremadamente montañosos y, foros relacionados con él, incluida la redacción del borrador de la Declaración sobre los Derechos de
por lo taiito, no aptos para la agricultiua. Al estimar las tenencias mapiiche se debe - -
los Pueblos Indi~enas.Las orranizaciones de derechos indízenas han acopido - en Chile a Rodolfo
Stavenhageny James Anaya, Relatores Especiales de la ONU sobre Deiechos Indígeiias,para inves-
tener en cuenta esta, así como otras limitaciones en el uso agrícola, tales como la
trenr el estado de los derechos indíeenas.Alminas
" oieaiizaciones
" ueiienvínculos con ONG de otros
erosión severa y la falta de riego (Haughney 2006). Las cifras del censo tampoco u

I
.
3

paises. Adernis, la diáspora mapuclie qiie produjo la dictadura ha publicitado la causa inapuche en
explican el tamaño del hogar o el hecho de que muchos mapuche viven allegados Europa y también en otros lugares
vista son importantes si queremos entender los conflictos y mostrar un camino 02 en las audiencias celebradas en el Senado sobre este tema y en un anuncio
hacia adelante. icado pot los propietarios de fiindos yempresas forestales en El Mercurio,
En muchos sentidos, es la violencia -tanto material como simbólica- del endo la aplicación de la legislación antiterrorista contra los mapuche8. En
Estado y de la sociedad civil chilena la que ha levado a los conflictos más extremos: ral, las élites locales no son participantes pasivos en los conflictos; histórica-
la discriminacióninstitucional e interpersonal,el despojo que continúa hasta nuestros eilas han perpetrado actos de violencia simbólica y material, y también en la
días, la pérdida de los recursos naturales propios de la tierra, el privilegiar el desa- dad mediante el apoyo a la violencia del Estado, la organización de brigadas
rrollo nacional por encima de los derechos indígenas,la represión de las formas no amilitares y, según algunas fuentes mapuche, el montaje de crímenes que son
violentas de protesta, y la lista continúa. Las organizaciones y comunidades mapuche ibuidos a los mapuche.
han respondido a esta situación con acciones y protestas violentas y no violentas. Las múltiples- perspectivas
- . de mis entrevistados me han o b l i ~ a d oa hacer
Es importante, sin embargo, no ver la protesta mapuche solo como reacción, sino frente a los límites de mi propio acceso a la veracidad. Los investigadores cualita-
también como acción.A pesar de que sus opciones son extremadamente limitadas, olemos medir la validez en la medida en la que somos capaces de acceder a
las comunidades y organizaciones mapuche han elegido estrategias, han tomado daderos sentimientos e impresiones de los entrevistados. Sin embargo, en
decisiones y afirmado su agencia. Hacer esto con frecuencia ha llevado a que sean mpos de conflicto puede ser extremadamente difícil determinar este tipo de
catalogados por el Estado como terroristas. Una gran mayoría de las élites locales acidad. CarolijnTerwindt (2004a) se ha referido a tales dificultades, resaltando
de La Araucanía, con las cuales conversé, apoyan la violencia del Estado contra los e los mapuche, los representantes de las empresas forestales y los propietarios
mapuche. Esta es una parte importante de la historia, ya que indica que consien- e fundos involucrados en los conflictos, en ciertas ocasiones todos parecían me-
ten la opresión contra los mapuche. (También han presionado por ella al exigir la os que sinceros en sus respuestas,En mi experiencia tambikn encuentro que hay
aplicación de la legislación antiterrorista). E n lugar de oponerse a la violencia del contradicciones dentro y entre las historias que cuentan los mapiiche y los dueños
.Estado en contra de sus conciudadanos mapuche, las élites locales se benefician de de fundos. Estas discordancias hacen patente la postura posmodernista sobre que
ella, ya que les permite mantener su lugar en la cima de la jerarquía social. no existe una verdad absoluta, sino tan solo múltiples verdades. Ilicluso más im-
Pero las élites locales -y los colonos agricultores en particular- también han portante, las contradicciones son parte de la esencia de esta historia, una historia
sido víctimas de la violencia perpetrada por actores mapuche. Tal vez son blancos lena de desconfianza y sentimientos de traición en todos los lados. D e ahí que
más fáciles que el Estado y las empresas forestales y, por lo tanto, se encuentran mi objetivo no sea determinar o reflejar la "verdad"abso1uta de la situación, sino
atrapadas en un ciclo al que han contribuido como actores de menor importancia describir cómo difieren las explicaciones que los actores dan de los conflictos para
(pero a menudo como actores principales en lavida de determinadas comunidades). luego sugerir cómo estas diferenciashan dado forma a la respuesta política chilena,
No obstante, el que sean beneficiarios de la violencia del Estado no significa que así como determinar lo que estas desigualdades podrían significar en términos de
no hayan sido víctimas de los mapuche en determinados conflictos, o que el fracaso la turbulencia en la región.
del Estado para resolver los conflictos no los haya victimizado también a ellos en E n ocasiones, los conflictos entre las comunidades mapuche y los colonos u
algunos aspectos. Si bien algunas víctimas de atentados señalaron sentirse abando- otras élites locales han involucrado la movilización de esfuerzos de organizaciones
nadas no solo por el gobierno sino también por sus pares; en realidad, la mayoría como la CAM o el Consejo de Todas las Tierras, y generalmente involucran a
tenía redes bastante
~~~ -
~~ ~ imoortantes. A menudo han sido miembros de asociaciones conflictos de larga data sobre parcelas de tierras que pertenecían ancestralmente a
a~ricolasnacioii;iles y rcgioiinles, talcs coiiio 13 Sociedad Nncional hgriiola y de la los mapuche o que fueron parte de los títulos de merced. Alguna vez estas tierras
S )cie<la<lile Foiiieiito Agricol;~dc'Temiico, las ciialcs Iiun prerioiiado fiiertciiicntz
al Estado para que actúeén contra de los mapuche supues&inente iiivoluuados en
8 Si bien muchos dueños de iündos también plantaron árboles niaderables y algunos empresarios
los conflictos.Muchos han sido miembros de los consejos regionales de desarrollo,
agdcolas invirtieron en la iiidustria, la escala de su riqueza por lo general IIO se puede comparar a la
y un par de ellos eshivieron directamente involucrados en la política nacional. E n de los propietarios de las empresas forestales. Sin embargo, el hecho de que estos actores se itnieran
general, las víctimas de atentados han sido escuchadas y han recibido el apoyo de para pedirle al gobierno que aplicara la legislación aiititerrorista en contra de los rnapitche, es un
los políticos de centro y de derecha a nivel nacional, según lo evidenciado en el indicio de sus percibidos intereses comunes
116 p , ~ ~ l~ cC iH ~A R U S1 RACISMO: ELMODELO CtllLENO Y BL MULTICULTURALISMO...

fiieron devueltas a las comunidades mapuche durante la reforma agraria. Este ca- U n par de años más tarde se inició un conflicto entreTemnlemu y Didaico y
pítulo describe cuatro de los conflictos más visiblesq.En primer lugar, está la pugna n Agustín Figueroa. Figueroa, un abogado con importantes conexiones políticas
entre las comunidades de Temulemu, Didaico y Pantano, y Forestal Mininco. En Santiago, había sido ministro de Agricultura en el gobierno de Patricio Aylwin,
1997 las comunidades iniciaron un largo proceso de ocupación de tierras pertene- u familia tiene una larga presencia como propietaria de tierras en la región. En
cientes a Mininco, en particular de un gran fundo llamado Santa Rosa de Colpi. ellos compraron la tierra en cuestión, un fiindo de mil ochocientas hectáreas
El fundo, que forma parte de sus tierras antignas, habia sido expropiado en agosto do Nancahue. La CORA (Corporación de Reforma Agraria) expropió el
de 1973, cuando perteneúa a Cardenio Lavíii, pero la expropiación fiie anulada o en julio de 1971 (Castro d a l . 1999). Figueroa me dijo que la expropiación
después del golpe de Estado, y el fundo más tarde fue vendido a Mininco (Correa ía sido "declar[ada] aunque nunca materializ[adaIn, aunque Milka Castro y
y Melia 2010). (Nótese que 52,s hectáreas de este fiindo ya habían sido devueltas colegas han escrito que los residentes de Temulemii utilizaban el fundo para
aTemulemu en 1972. Esta porción, parte de su título de merced, también se perdió pasturas,eIaboración de carbón y otras tareas. En 2001,las tierras forestadas y una
poco después del golpe [Correa, Molina y Yáñez 20051). casa en el fundo de Figueroa fueron incendiadas. Los lonko y otros miembros de
Hacia fines de los años 1990, las condiciones eran especialmente duras en estas Temulemu y Didaico, de quienes se pensaba que pertenecían a la CAM, fuero11
comunidades: eníreiitaron sequías, situación que se vio agravada por las plantaciones, responsabilizados de los incendios. En este caso, los lonko Aniceto Norin, Pascua1
y la presión poblacional sobre la tierra era enorme (Castro et al. 1999). Según el Picliún y otra persona, Patricia Troncoso, fueron juzgados por terrorismo.
lonko Pascual-Pichiin,~enTemulemu 170 familias vivían en tan solo 770 Iiectá- A pesar de las particularidades del caso, Figiieroa sostuvo que los inapuche
reas (en Correa y Mella 2010)1°. Los miembros de las comunidades, literalmente no tenían ningún derecho a reclamar esta tierra, sobre todo porque antes de la
lucharon con las Fuerzas Especiales de la policía en su esfuerzo para reclamar Pacificación no eran agriciiltores, sino cazadores y recolectores. Esta posición es
la tierra. E n 1999, CONADI coiiipró y devolvió aTemulemu 58.4 hectáreas de sugerente de la fantasía de la terrtr nrrllius. D e hecho, los iiiapuclie adoptaron la
Santa Rosa de Colpi que pertenecían a la comunidad según su título de merced. ganadería mucho antes de la Pacificación. Por otra parte, Le Bonniec (2009a),
Ese mismo año, las comunidades tuvieron lo que el lonko Pichún denominó una citando a Sara McFall (2002), ha señalado que las crónicas de los siglos XVI y
"tremenda pe1ea"cuaiido ocuparon las tierras con el fin de impedir que Mininco XVII muestran que los inapuche también cultivaban plantas -incluyendo el maíz,
talara árboles alií antes de devolvérselas (en Correa y Melia 2010,.222).Miembros las papas,los frijoles-para el consumo. Este trabajo con frecuencia fue hecho por
de la comunidad habían sembrado los árboles en la década de 1970". Las Fuerzas las mujeres, lo que, según sugiere Le Bonniec, pudo haber cotitribiiido a explicar
Especiales fueron enviadas para defender a Mininco. Los enfrentamientos directos por qué
. -
los españoles y chilenos no lo vieron como un legítimo desarrollo de la
a lo largo de estos conflictos fueron extremadamente desiguales. La policía tenía agriciiltiira.
armas, gases lacrimóge~ios,cascos y escudos, así como tanques que disparaban Cuando lo entrevisté en 2004, Jorge Luchsinger tenía sesenta y seis años de
perdigones o balas de goma. Una escena particularmente sugerente sobre estos edad, y era propietario del fundo Santa Margarita, de 238 hectáreas, en la comuna
conflictos, disponible en materiales de archivo, muestra a un gran grupo de las de Vilcún en Cautín. Según Martín Correa (s. d.,véase también Leiva 2008), otros
Fiierzas Especiales con equipos antidisturbios desplazándose en medio de un gran miembros del clan Liiclisinger eran propietarios de unas mil hectáreas adicionales
campo abierto, lanzando gases lacrimógenos contra los mapuche, vestidos con vecinas. La familia Luchsinger liegó a Chiie desde Suiza en 1883 y fi~erona vivir
. . , ropa dediario, algunos con los rostros cubiertos con camisetas o pasamoltañas, a Vilcún en 1906,jiisto ciiando a los tnapuche que estaban ahí se les entregó sus
lanzando piedras con boleadoras. títulos de merced. Correa señala que las comunidades inapuche vecinas se quejaroti
p
.
.-
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desde el principio de que las tierras que la familia ocupaba les habían sido usurpadas,
9 No empleo seudónimos en estas descripciones en la medida que estos conAictos y los actores y que formaban parte de sus tierras antiguas. Luchsinger me dijo que él voliinta-
involucradosson bien conocidos en la esfera pública. riamente había regularizado su propiedad durante la reforma agraria y que habia
10 Castro et n/. (1999) consignan estas cifras como 120 familias en 860 hectáreas; en cualquier caso, entregado ochenta hectáreas que encontró que eran parte de los títulos de n~erced.
la sitiiación era desalentadora. Sin embargo, Correa señala que Luchsinger entregó cincuenta y seis hectáreas solo
11 Comunicación personal con Eduardo Melia, 28 de febrero,2012. después de que se entablaron cuatro juicios. E n 1999 ocurrió una ocupación de sus
tierras, orquestada por una organización llamada A~jareweWenteche deTrufTruf.
En 2000 comenzaron a producirse incidentes más violentos. a, al parecer ocasionado por el hijo de Urban. Los Urban tenían protección
Cuando lo entrevisté, Luchsinger me informó que tres de sus casas habían al permanente en sus tierras. El coiiflicto en curso ha contribuido a las dis-
sido incendiadas (en distintas ocasiones), así como cuatro galpones llenos de heno,
y que se dañaron cercas, además de plantear otras quejas de menor importancia.
Luchsinger cavó un profundo canal para restringir el acceso de los mapuche y
sus animales a sus tierras, separando así su propiedad de la de sus vecinos. Varios
animales y un hombre cayeron en esta zanja y murieron. Así mismo, cortó el flujo
de agua a algunas comunidades. En 2005, Luchsinger y su esposa fueron sacados a
la fuerza de su casa en medio de la noche, su nariz rota y la casa incendiada. No se ¿Cómo explican los mapuche,los coloiiosy las élites locales los conflictos? Los
hallaron responsables de los incidentes, pero a partir de 2005 el fundo tuvo protec- maouche se refirieron a los problemas estructurales e históricos como las causas de
ción policial permanente. Luchsinger insistió repetidamente que nadie había hecho las dificultades: el despojo inicial, las continuas incursiones en sus tierras, el enve-
una demanda sobre sus tierras y que ellos solo estaban tratando de asustarlo. Según nenamiento de sii medio ambiente y la discriminación.José Antiman, miembro de
Correa, sin embargo, una comunidad había presentado un reclamo formal a través CITEM, percibía un claro ví~iculoentre la péidida inicial del territorio mapuche,
de la CONADI. En enero de 2010 las tierras de Luchsinger fueron transferidas a codificado en la legislación chilena, y el actual racismo institucionalizado:"Hoy día
la comunidad de Juan Catrilaf 11. los rniinicipioj,...cada iiiia de esds aittoridadr9, sc [dedican] hoy dii de segiiir 'aiii-
Durante la dictadura, la comunidad de Temucuicui (Ignacio Queipul) en Er- biándonos, de seguir el trabajo [de la Pacificición] par¿ que noiotrds, de almna
...
otra forma,...desapare[zcainos]. Esa es la razón paria cual hoy día hay hermanos
- ii
cilla (provincia de Malleco) perdió la posesión del fundo Alaska, que les había sido
devuelto con la reforma agraria y sobre el que tenían un reclamo ancestral. Con detenidos con la ley antiterrorista". Coiiiprender los conflictos contemporáneos
el retorno a la democracia, la comunidad poseía cerca de 250 hectáreas, repartidas como una continuidad de las pérdidas históricas, el colotiialismo y el racismo sis-
,entre cerca de dos centenares de familias. En 1997 se comenzó una contienda con téniico Uevaron a que entrevistados como Antiinan percibieran como justificadas
Mininco, que en el ínterin había tomado posesión del fundo Alaska. En 2003 el las acciones de las comunidades en problema, aunque no hubieran estado ellos
gobierno compró el fundo y lo devolvió a la comunidad, ampliando así sus tierras en involucrados personalmente.
unas mil ochocientas hectáreas. Sin embargo, cuando les fue devuelta,la tierra estaba Así mismo, los colo~iosy las élites locales mencionaron algunas de las causas
Uena de tocones de árboles, es decir, no era apta para la agricultura.La comunidad estructurales de los contlictos,pero,a diferencia de los mapuche, tendieron a atribuir
es vecina de las tierras de Reiié Urban, descendiente de colonos suizos que llegaron la radicalización del movimiento a la intervención de personas ajenas, delincnentes
a Chile en 1900. Urban posee más de trescientas hectáreas. Un joven residente de y terroristas. Estas diferencias demuestran cómo un contexto social determinado
Temucuicuirelató un recuerdo de infancia donde aparece Urban como vecino cruel, puede, de hecho, contener más de una realidad social. Sugieren también la persis-
quien en una ocasión le pegó por recoger setas en su ~ropiedad.Afirmó que la co- tencia de animosidadeshistóricas y las dificultades que entraña la resolución de los
munidad tenía documentación que acreditaba que uno de los fundos de Urban les conflictos a nivel social, más allá de las intervenciones desarrollistas del Estado y
pertenecía a ellos histórica mente,^ que en un momento estuvieron cerca de establecer las einpresas privadas.
iiii nciierdo ion el padre de Urbaii para qiie se los devolviera, pero esto no ocurriii. En términos de los factores estructurales, algunas élites locales percibieron la
1 .a casona de iino de los fundos dc Ilrb:~iifiie incindi;ida eii 2002, y cn 2003 reforma agraria como la raíz de los conflictos,porque les proporcionó a los mapuche
cinco galpones corrieron la misma suerte. Además, se les prendió fuego a cultivos la idea de que era aceptable ocupar y recuperar las tierras. Otros, tanto de derecha
maduros y a plantaciones de árboles en su tierra, y numerosas cercas fueron daña- como de izquierda, culparon a la pobreza, pero se negaron a reconocer los factores
das. En 2005 la familia dio cuenta de catorce atentados, y desde ese entonces han específicos que contribuyeron a dicha pobreza entre los mapuche. Con frecueiicia
reportado muchos más. E n ambas partes en conflicto han ocurrido lesiones físicas. culparon también a la Ley Indígena. Por ejemplo, Carla Becker, que era de la re-
En 2006, luego de un atentado, Urban fue hospitalizado con quemaduras leves, y gión y que escribió sobre temas mapuche para un griipo de derecha, sostuvo que
120 RICHARDS1 RACISMO: ELMODBLO CHILENO Y BL MU~.~ICULTUMLISMO...
pATRIcr~
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la buena relación que los colonos y terratenientes chilenos siempre han tenido con de Iván Isler y Esteban Marcial sobre la dictadura, presentados en el capítulo 2.
los mapuche se vio socavada por la Ley Indígena, la cual brindó incentivos para os sostuvieron simplemente que,lógicamente,la democracia significó que habría
la toma violenta de los fundos (dado que a menudo las tierras en conflicto eran S protesta social. Por ejemplo, Miguel Angel Carrizo, jefe de desarrollo rural en
priorizadas). Señaló que esta buena relación se vio también debilitada a causa de la niunicipio de Malleco, sugirió que tras el fin de la dictadura, la gente empezó a
mudanza de las comunidades a nuevas zonas, donde no tenían relaciones coi1 los ntear demandas porquepodían hacerlas sin ser reprimidos. Rohrer pareció estar
agricultores locales. Otros sugirieron que la ley era paternalista, al impedir que los e acuerdo, añadiendo que la libertad asociada con la deinocracia permitió que los
mapuche vendieran sus tierras como hubiesen querido. Esta acusación es especial- l$ubversivos"retornaran al país.
mente llamativa, combinada con la narrativa de la 'buena"re1ación que solía existir Casi todos los colonos y las élites locales afirmaron que la influencia externa
en el campo, la que a sil vez depende del paternalismo y es recordada de manera estiinuló los conflictos,aunque la fuerza y forma de tal iiifluencia variaba segíiti cada
muy diferente por los dueños de fundos y los mapuche. entrevistado.Al mismo tiempo, con frecuencia ellos insistieron en que la mayoría de
Otros ofrecieron un análisis iiiás sutil, centrándose en los cambios provocados los ma~ucheno está a favor de los conflictos. incluso dentro de las comunidades que
por la industria maderera. Franco LaPorte (un empresario agrícola cuya familia stán &volucradas en términos más diiectos.'la minoría que sí participó, expresaron,
perdió una casa debido a un incendio premeditado) criticó la Ley Indígena pero estaba motivada o manipulada ideológicamente por los líderes o los extraños. Tal
también juzgó la política forestal, sosteniendo que si el régimen hubiese iiicentivado como expresó Daniel Hauri,iin colono con un conflicto duradero con una cotiiiiiiidad
las plantaciones forestales en las comunidades mapuche, en vez de favorecer a las mapuche en Maiieco,"Alguien los está enviando.Alguien los está haciendo cometer
grandes corporaciones con tanto empeño, "capaz que estuviéramos viviendo otra estos actos". Esta afirmación exasperó a los actores mapuche, quienes sintieron que
realidad". Guillermo Hansseii, un empresario agrícola que padeció atentados a fines era típica delpaternalismo de las élites que no podían concebir la posibilidad de que
de los años 1990, culpó a las empresas forestales como también al colapso de la personas mapuche, que crecieron en la pobreza exTrema, tuvieran la capacidad de
agricultura tradicional. Explicó que cuando la agricultura comenzó a venirse abajo ver los problemas, sufrir la desigualdad que los rodea y decidir hacer algo acerca de
en su zona de Malleco, a inicios de los años 1980 (a consecuencia de las reforiiias ello. Es verdad que las comunidades y organizaciones inapuche han contado con el
neoliberales en el sector),la gente se endeudó y se vio obligada a vender su tierra. Las respaldo de actores externos en varios momentos de su historia. (En efecto, si bien
empresas forestales la compraron. Las familias que permanecieron en el canipo no Chile tiene iiiucbas iiienos O N G que sus pares latinoamericatios más pobres, La
solo estuvieron más propensas a verse rodeadas de plantaciones forestales, sino que Araucanía es sede de un conjunto de O N G -extranjeras, nacionales, religiosas,
llegaron también a estar cada vez más aisladas: "Las escuelas rurales se acabaron,las secular es,^ conducidas por mapuche y winka- que se centran en temas relacionados
postas rurales se acabaron, se echaron a perder los caminos". Desde su perspectiva, al desarrollo y los derechos indígenas. Algiinas de ellas han jugado un importante
las empresas madereras no habían cumplido con su responsabidad social. Gonzalo rol de respaldo en el contexto de los coti&ctos). Es tainhién cierto que no todos los
Lara, un administrador en una dependencia municipal de educación en Malleco, inapuche respaldan las tácticas más extremas. Pero las élites locales dan a entender
enfatizó que las plantaciones forestaleshabían exacerbado la emigración.El percibió que esto hace que las demandas mapuche por el territorio sean de algí~nmodo menos
a Las forestales como intrusas que talaron todos los árboles nativos, plantaron sus legítimas -como si no tuviesen ninguna justificación histórica-.
pinos y eucaliptos, pero hicieron poco para apoyar a las comunidades locales. Los Algunos han vincidado el movimiento mapuche coiitemporii~ieocon el movi-
pueblos en Maiieco no se benefician de su presencia, sintió él, y de hecho podrían miento indígena internacional-en particular con los íapatistas-. Otros expresa-
sufrir. Haughney (2006) confirnia la venta de fundos a consecuencia de las políticas ron que los donantes de los países desarrollados financiaron a las organizaciones y
neoliberales como también al aumento de la emigración asociada con la expansión comunidades involiicradas en los conflictos. U n empresario agrícola, quien estuvo
de la industria maderera en la región. en el consejo directivo de una O N G promotora del desarrollo indígena, explicó
N o obstante, a pesar de que unos cuantos se centraron en los factores estruc- que la organización había perdido gran parte del financiamiento que alguna vez
turales, muchos de mis entrevistados compartieron el punto de vista de Hernán recibió de las O N G europeas. Sospechaba que como resultado de "ingenuidad [o]
Rohrer, hijo de una pareja de ancianos cuya casa fue incendiada: "Desde que volvió mala intención", aquellas O N G se encontraban ahora financiando a algunas de las
la democracia empezaron los problemas". Esta posición se ve reflejada en los recuer- organizaciones más radicales. Sentía que tales donantes debían ser perseguidos como
122 RICHARDS1 RACISMO:
pATRICl~ -- ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO...

terroristas junto con las propias organizaciones mapuche. Un abogado de Malieco, os 1970 y a algunos otros sectores de la resistenc2a a la dictadura, Ordóñez
Martin Rahm (cuya familia había perdido varios cientos de hectáreas forestadas res& "Hay que recordar que este gobierno de la Concertación tiene dentro
debido a un incendio), remarcó que para una minoría de mapuche, los conflictos us vertientes partidos de izquierda que fueron soportes o en el fondo amigos
eran "buen negouo",insinuando que los líderes podían hacerse ricos mediante hatos acionados de grupos subversivos que operaron en el ámbito del terrorisnio".
con las financieras europeas. Cuando se le preguntó por qué los europeos finan- El insistió en "una vinculación profunda"existente entre los "autores de los ateii-
ciarían a estas organizaciones, Rahm supuso que ellos querían "expiar sus propias iados terroristas"y los izquierdistas de la Concertación, abarcando desde apoyo
culpas porque durante muchos años ellos sí que explotaron las colonias que tenían, financiero hasta asesoría legal y política. D e modo que, en este caso, el "extraño"
y Europa hoy día tiene una gran riqueza ...que fluyó gratuitamente hacia Europa". se hallaba dentro de la propia Concertación, señalando la relevancia permanente
Los conflictos, sugirió Rahm, no solo eran financiados, sino también organizados del levantamiento político y la política divisioiiista de los años pasados. Con
por extraños. Máximo Ordóñez, un einpresario que participó en la política a nivel frecuencia, los entrevistados identificaron a los propios 'extraños" con10 mapu-
nacional, había expejimentado incendios premeditados y otros atentados en una che -en particular, a los exilados retornantes y a los intelectiiales que escribían
de sus propiedades. El sostuvo haber realizado investigacionesque mostraban que acerca de la nacionalidad y la autoiiomía-. Guillermo Hanssen identificó otro
los planes de los conflictos fueron preparados mayormente en Francia y Holanda mapuche extraño: "La inmensa cantidad de mapuche que viven en Santiago y que
en coordinación con "miembros de las organizaciones subversivas chilenas". Varios son discriminados [allí] mucho más que... aquí". El expresó que estas personas
entrevistados mencionaron la presencia de extranjeros y otras personas extrañas en volvieron a sus comunidades 'inuy mal psicológicamente, muy violentos, muy
las comunidades como prueba de tal intervención. radicalizados", y que ellos instigaron los cotiflictos.
, Otros identificaron los remanentes de grupos marxistas o izquierdistas de {Por que las éiites estaban tan ansiosas de culpar a los extraños?Pedro Cayuqueo,
décadas pasadas como los instigadores de los conflictos. Por ejemplo, Daniel Hau- fundador del diario mapuche Azkintuwe, que años atrás había sido miembro del
ri identificó a "extremistas" del MIR y {el Frente Patriótico Manuel Rodríguez CAM, citó un punto de referencia histórica para la aprensión de la éiite acerca de la
como "los mismos terroristas de ahora". El alegó que la Iglesia católica fomentaba intervención de extranjeros: Orélie-Antoine deTounens, el francés que vino a Chiie
también los conflictos, presuntamente mediante la teología de la liberación, la y que se nombró rey de los inapuche en los años 1860, con quien algunos lonko se
cual era preponderante en aquellos años. Los colonos y las élites que encararon alineraron con la esperanza de que él podría ayudarles a resistir militarinente a los
atentados tenían buenas razones para sentirse agraviados. No obstante, a través chilenos. Pero estos prejuicios están también relacionados con las memorias colectivas

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de sus explicaciones quedó claro que muchos no solo estaban resentidos por los ~3
de las élites locales sobre que en el pasado no existió ningún conflicto. E n efecto, la
atentados, sino también por la resolución de los mapuche a defender sus intereses ..., borradura de la lucha pasada podría facilitu el cul~ara los extraíios de los roblem mas
en general, así como por los esfuerws de otros para empoderar a los mapuche para actuales. Por ejemplo; ~ a r ~ a r iLeal,
t a la ahora anciana, ex directora de educación
que actúen en ese sentido. de un municipio de Malleco, estaba convencida de que los problemas provenían
Para Ordóñez, sin embargo, la influencia doméstica iba más allá de los de fuera, porque antes, elia me dijo, "el mapuche era tranquilo. Vivía trabajando
militantes, hasta incluir a aquellos con tendencias izquierdistas en general. Por su pedacito de tierra y nada más". La región era un lugar tranqiiilo donde la gente
causa del ejemplo de cómo fueron tratados los pueblos indígenas en los Estados trabajaba junta y se ayudaba entre sí. El insistir en que los mapuche estaban felices
Unidos y en Canadá, explicó él, hoy en día existía una suerte de culpa histórica con el estado de cosas previo, les perniitía a las élites locales desestimar la vaiidez
en Latinoamérica, un sentiiniento de que debía pagarse una "deuda social'a los de sus demandas. Indica, también, un rechazo a creer que los propios mapnche sean
"descendientes de originarios". A consecuencia de esto y del creciente poder capaces de levantarse y rechazar la condición en la que se vieron forzados a vivir.
de la élite intelectual mapuche, la Concertación estaba cautiva de los intereses Así, incluso cuando las élites locales admitieron que los mapuche eran los actores
mapuche. 'Creo que la izquierda en general tiene una relación siniestra con el centrales en la planificación y teorización de su propia resistencia, debe señalarse
terrorismo", afirmaba él, añadiendo que los grupos que estaban detrás de los que estos eran mapuche educados, habían sido influenuados por ideas políticas, o
atentados habían recibido probablemente "financiamiento directo e indirecto" habían estado un tiempo en el extranjero -mapuche extraños y en algún sentido
de las agencias estatales. Refiriéndose implícitamente a los izquierdistas de los no autéiiticos-. Si ellos admitían que los mapuche que se estaban levantando eran
124 RICHARDS1 RACISMO: ELMODELO CHILBNO Y EL MULTICULTURALISMO...
PATR~CLA CONFLICTOS BAJO LA CONCERTACI~N 125

también "auténtico$', tendrían que tomar en consideración la legitimidad de sus Antonio Grass (2001), iin representante de CORMA (Corporacióii Chi-
demandad2. de la Madera), siente que los mapuche están hostilizando a las empresas y
El rol delos extrañoses donde lo"global"parecía entrar en juego en las mentes de onas que son propietarias de la tierra. Ulises Ibáñez, un abogado de una de
las élites locales, y era percibido como una amenaza. Percibieron el empoderamiento empresas forestales, no tiene problemas con que los inapuche digan que la
niapuche como un resultado de sus conexiones mundiales, y esto les perturbaba. Su a es suya, pero cuando pasa de las palabras a las acciones, expresa él, existe
insistencia en la "igualdad"y en la ausencia de conficto en el pasado, así como el rol diferencia. Contó una broma frecuente: "No hay tierra más sagrada que con
de los extraños en los coiiñictos, debe entenderse como un esfuerzo, consciente o no, les gordos". Esta es una insiiiuacióti de que los mapuclie afirman sus de-
dirigido a mantener su privilegio local de cara a un cambiante escenario tratisna- ndas ancestrales sobre las plaiitacioiies de pino y eucilipto que están a punto
cional. En efecto, los agricultores colonos y otras élites locales estaban enfrentados madurar, en un intento de obtener ganancias de la venta de madera. Grass
a un sistema de libre mercado que parecía destinado a marginar a niuclios de ellos id., 64) es inflexible con respecto a que los mapuche no puedeii "reclanlar los
y a volver irrelevante su poder local. En tanto, la región enfrentaba la competencia sques plantados en esas tierras, porque son fruto del esfuerzo invertido por
de prodiictos agrícolas extranjeros, podrían sobrevivir los empresarios agrícolas as personas durante muchos años, en tierras que les pertenecen legalmente1'.
exportadores más acaudalados que contaban con grandes propiedades e inversiones sta posición es sospechosa por un conjunto de razones, una de las cuales es la
diversificadas, pero los medios de sustento de los agricultores de escala media o noción de que las empresas son propietarias legítimas de la tierra y de que las
pequeña estaban amenazados. Si bien una opción sensible para los mapuche y estos plantaciones sonlos friitos de su trabajo. (En muchos casos ellas fueron estableci-
agricultores colonos podría ser la de formar alianzas como una manera de proteger- das por el Estado bajo gobiernos anteriores, con frecuencia apoyándose en mano
se de los impactos de las políticas agrícolas iieoliberales, las arraigadas ideologías de obra mapuche). Otros, simplemente dijeron que ellos eran dueños de la tierra
raciales en la región aparentemente hacían que fuera imposible para la mayoría de y que podían usada como mejor les conviniese. Por ejemplo, un representante
los colonos identificar sus intereses con aquellos de los mapuche. de Forestal Valdivia dijo que la ley no les impide plantar arboles demandalltes
de riego cerca de las comunidades inapuche, haciendo caso omiso del impacto
negativo de las plantaciones en sus vecinos (en Terwindt 2004b). El predonlinio
LEY,LEGITIMIDAD Y PRIVILEGIO EPISTÉMICO de 10s valores neoliberales de la propiedad privada y de elección sin restricciones
es evidente en sus actitudes.
Silbyacente a los conflictos se encontraba un intenso debate acerca de la le-
Por 10 genera1,los colonos,otras élites locales y las empresas forestales contaban
gitimidad y la ley. Las &es locales hablaron ampliamente sobre la ilegitimidad con la ley a su favor. En contraste, algunos mapuche que entrevisté no recoiiocían
de las demandas mapuche. Su primera íila de defensa fue la de rebatir la lioción
la ley escrita por y para chilenos, una perspectiva de lo más compreiisible dada la
de que las tierras les pertenecieron alguna vez a los mapuche, sobre la base de que multitud de formas en las que ellos habían sido despojados de sus tierras. En este
simpleniente estos no estuvieron auí, eran pocos en número, o no tenían ninguna caso el argumento no es simplemente acerca de lo que "diceWlaley, dado que esta
demanda legítima sobre la tierra dados sus patrones de uso de tierras. Los dueños está escrita sobre la base de ideas particulares acerca de lo que conlleva la propiedad
de fundo, los representantes de las empresas forestales y sus defensores insistieron y el uso legítimo de la tierra. Desde la partida, el sistema político-económico file
que tierras habían sido adquiridas legalmeiite,que sus títulos estaban en orden edificado sobre las pretensiones de conocimieiito que iiiargiiiaron los modos iildí-
y que tenían el derecho de usar sus tierras como mejor les pareciera. Ellos cuestio- genas de conocer (Quijano 2000). En tériniiios episteniológicos,esto les da ventaja
naron los motivos detrás de las demandas mapuche por la tierra. a 10s chilenos; coiiio sujetos del miindo social, sus saberes y prácticas son los que
se collsiderali lógicos ycorrectos, y los que se construyen como parte de las leyes y
12 Numerososesnidiososltan escrito acetcade la política c~d~dde1aautentiudadindi~na;p~a~a polfticas. Es así que el privilegio epistéinico beneficia a las élites y los colonos eti
buma rev;si6n,véase~acksot1yWanen2005.En elcontmo mapuclie,A~aMaridnBacigalupo(2007) 10s conflictos locales. Es importante destacar que en la medida que los ititereses
haecnto acercadelos debaressobrela autenticidad,enloquecoimpoi~de a suimpactosobreeldiscurso de las élites coinciden con los intereses globales del Estado y de las industrias, sus
y las pi*cticas de los i,,nihi. El cnpinilo 5 de este libro contiene uin discusióii más completa acerca del
uso de mpos de las &he locales acerca de la riiitenticidadpara inididarlas reivindicaciotiesnlapuche. tácticas excluyentes tienden a reforzar el discipliiianiiento de 10s siijetos mapuche.
126 PATRICIA 1 RACISMO:ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO...
RI~HARDS

El privilegio epistémico justifica y perpetúa las desigualdadeshistóricas,es esencial dad social son ninguneadas como subjetivas e ilegítimas.En contraste, incluso
para comunicar e implantar las jerarquías raciales en Chile. o que su poder es con frecuencia limitado a nivel local o regional, las demandas
Además de la obra de Aníbal Quijano (2000,2007) y de autores mapuche las élites locales generalmente son aquellas de los hacedores del mundo social.
que han escrito acerca del tema de despojo colonial y sus aspectos episternológicos s élites locales y los activistas mapuche y miembros de comunidades existen en
tanto como materiales (e. g Nahuelpan 2012), mi análisis se guía en este sentido mundo que ha definido a las élites como los legítimos propietarios de la tierra,
por el artículo de la socióloga feminista Dorothy Smith (1979) y la investigadora mientras que los mapoche son proscritos como radicales cuando sostienen ser los
maorí de educación LindaSuhiwai Smith (1999). El trabajo de Dorothy Smith se legítimos propietarios de las tierras ancestrales.Las élites tienen el privilegio epis-
centra en las mujeres pero puede ser extendida para comprender las experiencias témico,incluso cuando esto podría ser desafiado en ciertos modos por los proyectos
de otros grupos subyugados en la sociedad. (Hacer esto, sin embargo, requiere que multiculturales imvulsados por el Estado.
no tracemos un paralelo directo; después de todo, las experiencias de las mujeres Pero no podenios comprender el privilegio epistémico de las élites locales
no son análogas a aquellas de los pueblos indígenas, y las mujeres de las socieda- simplemente en términos de una "falla geo1ógica"en iin dado sistema de conoci-
des colonizadoras han contribuido, por cierto, a la subyugación de las mujeres y miento. Antes de la invasión de los espafioles y los chilenos, fueron, por supuesto,
los hombres indígenas). Dorothy Sinith (1979,141) usa la metáfora de una'lfalla los modos mapuche de conocer los que organizaron la vida diaria en su territorio.
geo1ógica"entre "el mundo tal como es directamente conocido en la experiencia Las maneras mapuche de saber no dejaron de existir del todo, y sobreviven incluso
de las mujeres y tal como es compartido con otros, y las ideas e imágenes fabri- hasta hoy, aunque en algunas comunidades con más fuerza que en otras. No obs-
cadas externamente para ese mundo y ofrecidas como un medio para pensarlo e tante, el colonialismo hizo bastante por marginarlos (Bacigalupo 2007). La obra
,imaginarlo1'.La falla geológica llega a existir porque "las formas de pensamiento, dexihiwai Smith (1999) es esencial en este sentido porque elucida la relación
los medios de expresión, que tenemos a nuestra disposición para formular nuestra existente entre las epistemologías dominantes y el ~olonialismo~~. Ella escribe en
experiencia fueron hechos o controlados por los hombres. Desde ese centro las mu- el contexto de las metodologías de investigación decolonizadoras,pero su discusión
jeres aparecieron como objetos. Con relación a los hombres (de la clase dirigente), del colonialismo puede ser extendida al análisis que presento aquí. Tal como eUa
la conciencia de las mujeres no apareció -y muy probableineiiteen general todavía señala, el propio concepto de un "descubrimieiito" occidental del "niundo nuevo"
no lo hace- como una fuente autónoma de conocimiento, experiencia, relevancia está enraizado en una epistemología que privilegia los saberes occidentales sobre
e imaginación" (Ibid., 137). los no occidentales. Es decir, el colonialismo se sostiene en la noción de que los
El poder de este privilegio epistémico,que también podemos comprender como colonos son los "conocedores" y los indígenas quienes han de conocerse. Y es el
una forma de violencia simbólica, no es solo que con frecuencia pasa desapercibi- conocimiento colonial sobre el cual se construye el sistema dominante. Así es que
do, sino que también deja a las mujeres (o a cualquier grupo subordinado) en una los conocimientos eurochidenos acerca de todo -desde cómo organizar un Estado
situación en la que sus principales medios para "reflexionar sobre sí mismas es una y un sistema legal, hasta la tenencia de la tierra, la relación entre los seres humanos
reflexión desde fuera de sí mismas,la estructuración de ellas mismas no como sujetos, y el medio ambiente, la religión, el idioma y las prácticas culturales, la educación y
sino como otro"(Ibid., 138). Los subordinados se ven forzados a dar un paso fuera salud- se privilegian como saberes y prácticas correctos y legítimos, mientras que
de sí mismos con el fin de comprenderse a sí mismos -e incluso, entonces, ellos los conocimieiitos indígenas en estas mismas áreas son marginados (muchas veces
se están comprendiendo como "otro", como objetos, no como sujetos del mundo al punto de desaparecer) o vistos coino sospechosos y subjetivos".
social-. No son considerados como los creadores del mundo social o sus cono- Al considerar las costumbres, leyes y saberes chilenos como formas correctas
cedores objetivos. Su conocimiento es considerado subjetivo, y su "subjetividad no y hasta naturales, las élites locales podían proyectar la necesidad de cambiar a los
se deriva de la autoridad implícita del modo generalizador impersonal", mientras
que sí lo hace el conocimiento de los hombres (de la clase dirigente) (Ibtd., 139). 13 Acerca de la violencia epistémica íy b complicidad de los iiitelectuales) eii la construcción del
Esta situación tiene consecuencias importantes en términos de la justificacióii de sujeto colonial como 'btrd',véase tambiéii Spivak 1994.
la desigualdad social.Yo observo un patrón similar en el sur chileno,por lo cuallos 14 Merino a nl (2009) también notan la influencia del filtro eurocéntrico en las actitudes hacia
mapuche no son considerados conocedores legítimos, y sus deniandas acerca de la los mapuche y sus reivindicaciones.
ONPLICTOS BAJO LA CONCERTACI~N 129

mapuche. Por ejemplo, el abogado Ulises Ibáñez insistió qne tenía una "visión imales perdidos. Algunos entrevistados mapuche sugirieron que podrían estar
pragmática": la gente tenía que aprender avivirjunta. Fue claro que quería decir que ciendo eso para exagerar la magnitud de un conflicto existente con la comunidad,
los mapuche necesitaban aprender a vivir con los chilenos, pero, de todos modos, q u e se sienten amenazados y quieren conseguir respaldo. Pero dada la situación
le pregunté si para convivir los dueños de fundo y empresarios forestales deberían conónlica que enfrentan los fundos pequeños y niediaiios, es más probable que,
ceder algo también. El pareció sorprendido y receloso, y dijo que no estaba seguro, Girieron estos entrevistados, lo que ellos quieren en realidad es vender y se ima-
explicando que es difícil saber con quién ir a la mesa y qué ceder (él se estaba re- &ianque si le pueden vender a CONADI, ellos obtendrán precios más altos que
firiendo a la dispersión del movimiento). Esta parecía una excusa pobre, dado que s de mercado por sus tierras. Ramiro Raipillan, un miembro de la comlinidad en
los conflictos generalmente involucran a comunidades, propietarios y empresas flicto con Daniel Hauri, sostuvo que dado que la agricult~traya no es rentable,
específicas. Este intercambio demuestra la magnitud en la qiie la perspectiva de la mapuche son útiles para los agricultores porque pueden decir qiie están siendo
élite es la de mantener el poder, y cómo es que al así hacerlo está supeditada a la tacados cotidianamente y demandar una solución del gobierno. E n vez de vender
negación de otras formas de ser y conocer. inmediatamente, pueden resistirse, diciendo "nunca me iré", increinentaiido de este
Los representantes de la industria forestal y los dueños de fimdo sostuvieron modo gradualmente el precio que el gobierno podría ofrecer.
que los mapuche no podían tomar lajusticia en sus propias manos (Terwindt 2004a). Mientras tanto, alegó Raipillan, ellos escenifican ataques con el fin de ejercer
Los mapuche, en contraste, frecuentemente denuncian que por lo menos alguiios presión, de modo que el gobierno seguirá instándoles a vender, ofreciendo cada vez
de los hechos de los cuales están acusados fiieron en realidad "autoatentados". En
particular, sostienen que algunos de los incendios y destrucción de cercos fueron
A . .
más dinero solo para poner fin al conflicto. Incluso, personas que no tienen nada
j que hacer con los conflictos, en ocasiones expresaban sus dudas acerca de la autoría
provocados por los colonos o guardias forestales,y después atribuidos a los mapuche.
En por lo menos dos casos, existe suficiente evidencia que respalda esta aseveración.
:' de los atentados. Ramón Mariñan, un trabajador n~unicipalen Cautín uien se
qgc
estaba postulando al concejo municipal, señaló que en la mayoría de casos, nunca
En 1999 se incendió la casa vatronal de una olantación aue la Forestal Mininco se llega a saber quiénes fueron los autores", y que "en Chile, los agricultores grandes
posee en Collipulli; el siniestro fue atribuido a personas r~apuclie.E l año 2000 se : tienen todo asegurado...por si acaso le queman un fundo, el Estado tiene que pa-
suicidó un hombre de 20 años de edad que había sido giiardia en esa plantación. garle a él, entonces ...de repente ellos mandan a quemar". Mariiian insistió en que
Después de la muerte de su hijo, su madre entregó evidencia, mostrando que los los propietarios de tierras que venden a CONADI son los mayores beneficiarios
guardias habían prendido el fuego. El hermano de este hombre, quien también era de la política de tierras (y, al parecer, de los conflictos) porque cobran de más por
un guardia,reveló que fueron obligados a hostigar alas comunidades mapuche del las tierras (que pertenecieron a los mapuche en primer lugar) y luego compran
área para producir confictos e influir en la opinión pública en su contra. Confesó mejores propiedades en otro lugar.Tales explicaciones demuestran la niedida en la
que generaron incendios,cerraron caminos,bloquearon canales de agua para causar que muchos mapuche creen que el Estado sigue beneficiando a los winka a costa
inundaciones en los predios mapuche, y cortaron remes que pertenecieron a machi, suya, algo que por cierto ha sido verdad en términos históricos.
entre otras medidas (Seguel2002).Todo esto salió a la luz en los medios pero no Algunos chilenos fueron más generosos que otros en su evaluación de las
condujo a ningún proceso 1egal.Así mismo, en 2009 suspendieron a seis carabineros demandas mapuche. Esto fue particularmente cierto entre los entrevistados que
.. . por haber robado madera de una plantación de la Forestal Arauco, otro acto que trabajaban en elgobierno regional y local,ya sea como autoridades elegidas o como
....
, , .,
,:,+,.-. . . . fue atribuido a los mapuche ('<6Carabineros"2009). Tal como el lonko Venancio
'
,~\-......< funcionarios. Óscar Arias, hijo de una familia de la élite local y concejal en una
. .~
Coñuepan Arcos (2009) expresó luego de que se propalara este último incidente, comuna de Cautíii, objetó al empleo de la violencia de parte de algunos mapuche,
tales revelaciones obligan a la pregunta sobre cuántos otros "atentados" han sido pero sentía que el gobierno había hecho muy poco para resolver los conflictos. Al
realizados en realidad por agentes del Estado o las empresas. igual que muchos mapiiche, algunos chilenos sugirieron que la gente automática-
Algunos mapiiche sostuvieron que las víctimas exageraron el número de ata- mente culpaba a los inapuche, incluso cuando no existía prueba alguna. Vicente
ques o la magnitud del daño. Esta tendencia fue corroborada en mis entrevistas Cisternas, un médico que trabajaba con un programa de saliid iiiterculh~ralen
con algunos colonos, quienes tras los incendios en sus propiedades nombraron Malleco, añadió que los medios de comunicación intensifican la situación porque
retrospectivamente otros eventos como atentados, tales como cercos destruidos o son sesgados. Ximeiia Ortiz, quien trabajaba para INDAP (Institiito Nacional de
130 RICHARDS1 RACISMO:
PATRICIA ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO 111 1 ELNEOLIBBRALISMO Y LOS CONPLICTOS
CAPITULO BAJO LA CONCERTACI~N 131

Desarrollo Agropecuario) en Malleco, dijo que estaba "bien que ellos peleen por legítimo a su tierra, de la cual queda muy poca en sus manos. "Lo mismo haría
sus d e r e ~ h o s " ~ o r ~antes
u e ellos fueron'huy sometidoi'y la gente se aprovechaba yo", expresó. Un colega que estuvo presente durante la entrevista, añadió: "Más
de ellos. "Los hacía trabajar sin pagarles, incluso algunos eran como esclavos, hasta encima, les pusieron 'extremistad!". Horacio Q-ilapaii, un miembro de CITEM
los marcaban, ya, a ese nivel". No obstante, al igual que en el caso de los ladinos del proveniente de Caiitín, hiw eco de este enfoque: 'Ellos nos quitaron lo nuestro, no
estudio de Charles Hale en Guatemala (2006), ella estaba aprensiva acerca de lo alrevés. Los mapuche no somos un pueblo guerrero. Siempre hemos sido pacíficos,
que indicaba este cambio, sugiriendo que las cosas se habían ido al extremo opuesto. pero defendemos nuestra tierra'. Siguiendo líneas similares, durante un evento
A diferencia de la manera en la que las élites locales retratan a los mapuche en Villarrica, una mujer mapuche observó que ellos podían acabar en prisión por
como delincuentes y terroristas, los entrevistados mapuche insistieron en que su quince años p o r defender un pedacito de tierra", mientras que los dueños de las
lucha era legítima. Ramiro Raipillan explicó que su comunidad estaba reclamando grandes empresas que causan estragos en las tierras inapucbe permanecen libres.
los fundos de Daniel Hauri porque la tierra les pertenecía. No era un crimen, sino, '$Quién es el verdadero terrorista aquí?, preguntó ella. Tales observaciones Uegaii
más bien, su derecho. Mis conversaciones con otros mapuche muestran la wnti-
nuidad de las demandas por el territorio a través del tiempo. Conocí a un joven de
" .
al núcleo del ~rivileeioeoistémico.
Resulta difícil describir esta posición como una impulsada ideológicamente,
Malleco en una ONG dedicada a los derechos indígenas, cuando él llegó aTemuco dado que, incluso los entrevistados mapuche que repudiaban las tácticas de la CAM
para presentar cargos en contra de la policía que había estado hostigando a los niños y otros gmpos radicales,dijeron que su objetivo era justo. Por ejeinplo, esto era cierto
en su comunidad. El explicó que la comunidad original, llamada P i a n , ya en 1933 en el caso de un anciano mapuche con quien hablé en Ercilla, quien se opuso a las
estaba intentando reclamar setecientas hectáreas de tierra". Esto prosiguió hasta tácticas más extremas y simpatizaba con sus vecinos winka que habían sufrido aten-
1966, cuando parte de sus tierras le fue devnelta por medio de la reforma agraria. tados. Estos puntos de vista tampoco reflejan necesariamente los partidos políticos
E l año 2000, ellos nuevamente comenzaron el proceso de recuperación, esta vez de los entrevistados. El democristiano Ramón Mariñan observó que las élites "nos
cihtrándose en mil doscientas hectáreas. Hoy día la comunidad está rodeada por ven como un problema,y [es] lógico que somos un problema,porque nosotros, <qué
tres plantaciones madereras y siete agricultores con cantidades menores de tierra. es lo que estamos haciendo? Estamos tratando de recuperar lo nuestro. Nosotros
L3s tierras originales del lonko, sostiene este hombre, consistieron de entre diez mil no estamos pidiendo algo que nunca ha sido nuestro, claro. Nosotros {qué es lo
a ónce mil hectáreas.Mis conversaciones con él y otros dejaron en claro que desde que queremos? Es que nos devuelvan lo que nos robaron, que nos devuelvan lo que
supunto de vista estas comunidades estaban presentando demandas y tomando ellos usurparon". Una amiga resumió todo cuando dijo que el debate en torno a los
acciones que eran legítimas. Ellos no estaban, como muchos colonos y los medios conflictos no debe ser acerca de qué es legal o ilegal (los títulos de tierras chilenos,
afirmarían,demandando la tierra porque ellos eral1 degenerados,buenos para nada, las acciones militantes de los mapuche), dilo sobre qué es legítimo. Esto es, no es
tramposos y rufianes, sino, más bien, porque a partir de la historia de su pueblo solo qiie los derechos mapuche han sido violados mediante la aplicación de leyes
la tierra les pertenece legítimamente a ellos. Desde esta perspectiva, la que no es especiales y la reapertura de casos juzgados, sino que la propia ley, desde antes de
legítima es la ley chilena. la Pacificación, ha sido sistemáticamente diseñada para beneficiar a los chilenos a
Los mapuche que no estaban directamente involucrados en los conflictos expensas de los mapuche. En este sentido, la visión de los entrevistados mapuche
nuevamente reforzaron este punto de vista. Por ejemplo, Rosendo Huenuman, un fue el polo opuesto de la de la mayoría de las élites locales.
líder con una larga trayectoria en el movimiento, relató una conversación que él En el capítulo2,los entrevistados mapuche hablaron acerca de sus experiencias
tuvo con una ministra de MIDEPLAN, en la que él puso objeciones al trato da+ interpersonales de discriminación. La cuestióti de la ley versus la legitimidad, sin
a los mapuche que habían sido encarcelados al ser asociados con los conflictos. El embargo, apunta hacia el tema de la discriiiiinacióii institucionalizada -el racis-
le dijo a la ministra que suspeñi estaban siendo apresados por demandar su derecho mo incorporado en las leyes y políticas del Estado-. En efecto, cuando hablamos
acerca de la discriminación,los entrevistados mapuche -particularmetite aquellos
más íntimamente involucrados con los conflictos- enfatizaron sus aspectos ins-
15 Martín Correa (2009)ha brindado tina historia sucinta de los reclamos en curso de PiUan, que titucionalizados o sistémicos. Esto probablemente se debió a que estas personas y
se remontan a fines de 1800.En 2009,Juan Mendoza Collio fue asesinado por un agente del Gnipo comunidades estaban experimentando de manera más directa la fuerza bruta del
de OperacionesPolicialesEspeciales(GOPE) en el contexto de los conllictos en esa zona.
132 RJCHARDS1 RACISMO:
PATRICIA ELMODELO CHILENO Y BL MULTICULTURALISMO... LOS CONFLICTOS BAJO LA CONCERTACIÓN 133

Estado por negarse a aceptar las políticas y leyes disuiminatorias del mismo. Rainiro existente en la imagen de los mapuche como violentos guerreros, observando que
Raipillan citó numerosos ejemplos en los que la palabra de un chileno es suficiente tal imagen justificó la Pacificación, de la misnla forma que hoy en día justifica la
para encarcelar a un mapuche, pero las denuncias mapuche son arrojadas fuera de violencia policial y la legislación antiterrorista. Si bien los entrevistados mapuche
la corte. El propio Raipillan estaba prófugo cuando lo entrevisté, acusado de haber no ignoraban los asuntos político-económicos que alimeiitabaii los conflictos, ellos
cometido un incendio premeditado en un momento en que él dice haber estado reconocían también el rol quejuega el temor racial-étnico-nacionalista en dar forma
trabajando en otra parte de la región. La sensación de que era poco probable que a las respuestas que los cliilenos de la zona le daban al movimiento. Esto está eii
se les garantice un juicio justo, condujo también a otros a huir de la ley. contraposición a lo que sostienen las élites locales, quienes tendieron a decir que los
El hecho de que la discriminación sea patente en esta forma está, por su- líderes mapuche estaban motivados por el dinero que podían obtener vendiendo sil
puesto, relacionado con el privilegio epistéinico, incluido quien tiene el poder de causa a las ONG, desacreditandoasí la posibilidad de ane sus demandas estuviesen
crear un sistema que definirá lo que es legal y legítimo -un elemento central de basadas en una historia de opresión y despojo. Si las éliiesverdaderamente perciben
el colonialismo y el racismo sistéinico-. Angélica Antillan, una mujer de Malle- las cosas bajo esta luz, iio debe sorprender que ellas consideraran como ilegítimas
co que participó en una organización de mujeres niapuche, reflexionó sobre todo las demandas mapuche; al mismo tiempo,sus puntos de vista reforzaron sus pro-
esto cuando describió un conficto de tierras en su zona. Los padres del colono pias posiciones de privilegio relativo. Los mapuche que demandaron el derecho
que actualmente está en posesión de la tierra, al parecer, habían construido una a resistir, el derecho a ser sujetos del mundo social en sus . propios
. términos v no
iglesia evangélica en tierra inapuche, con la cooperación de los mapuche a quienes meramente subyugados y sujetados, enfrentaron una disciplina sumaria y dura de
perteneció el terreno. Posteriormente la iglesia fue cerrada, pero los colonos no parte del Estado.
devolvieron la tierra. Cuando los mapuche se quejaron y buscaroii recuperarla, el La tierra mapuche fue originalmente usurpada mediante la Pacificación.Luego,
colono, quien era bastante acaudalado según la apreciación de Antillati, recibió el mediante una diversidad de medios y en el curso de muchos años, los chilenos y
respaldo de los políticos de derecha en Santiago y se le brindó resguardo policial los colonos usurparon porciones de las pequeñas parcelas que les asignaron a los
durante tres meses. El probleiiia es que, expresó doña Angélica,"esas tierras real- mapuche tras su derrota. Después de que estos recuperaron alguna tierra a través
mente eran tiiapuche". No obstante,respaldados por procediieiitos legitimadores de la reforma agraria, fue nnevamente usurpada mediante la contrarreforma.
oficiales, los chilenos siguen en posesión de la tierra. Para muchas élites, ahora son los iiiapuche quienes están tratando d e usurpar las
La lógica que está detrás de las estrategias radicales empleadas por alguiias tierras, lo que consideran que es tanto ilegal como ilegítimo. Parece ser que parte
organizaciones y comunidades está fuera de la relación Estado-cindadano tradicio- de su objetivo es el de volver a poner a los mapuclie, quienes una vez más están
nal: ellos están actuando como una nación/pueblo distinto y están siendo juzgados saliéndose de la raya (habiendo hecho esto antes con la reforma agraria), de viielta
como ciudadanos. No digo esto para justificar el uso de la violencia por parte de en su lugar. Si bien las posturas de las élites locales no son idénticas a las del Es-
algunos grupos, sino más bien para destacar que ellos estáii actuando en contra tado, su privilegio epistémico legitima sus demandas. A nivel de este, el privilegio
de las leyes de un sistema que históricamente los ha privado de derechos, y el cual epistémico permite que el desarrollo iieoliberal prosiga sin tornar en cuenta las
ellos no consideran legítimo. demandas mapuche, deniostrando cómo la condición colonial sigue moldeando la
No es solo el contexto neoliberal contemporáneo el que ha moldeado los vida cotidiana en la región.
conflictos.La imposición del desarrollo neoliberal en territorio ancestral mapuche
Y los conflictos concomitantes representan la continuidad de una larga historia de
depredación colonial y racismo sisémico. Los entrevistados mapuche eran conscien-
tes de tal continuidad v, percibían tanibién la continuidad en la forma en la que el
A

Estado y las élites respondían al activismo mapuche. Pedro Cayuqueo,por ejemplo,


sostuvo que el legado inapuche de indepeiideiiciade varios siglos contribuyó a que
existieran mayores niveles de temor y, en consecuencia, tina respuesta particular-
mente dura en contra de sus demandas. Horacio Qilapaii resaltó la continuidad
La Concertación respondió a los conflictos con una aproximación dual. D e un
lado, creó programas y formuló políticas que respondieron en términos positivos
a las demandas mapuche que pudieron ser interpretadas como vinculadas al desa-
rrollo o a la diversidad. De otro lado, penalizó severamente las acciones mapuche
que privilegiaban los principios de autonomía, autogobierno y control territorial.
Hasta cierto punto esta respuesta política es coherente -si bien diverge también
de maneras importantes- con lo que otros estudiosos de la política indígena en
Latinoamérica han denominado "multiculturalismo neoliberal" (Boccara 2012;
Boccara y Bolados 2010; Bolados 2010; Hale 2002,2004,2006; Horton2006;
Laurie, Andolina y Radcliffe 2003; Postero 2004,2007). A través de Latinoamérica,
a medida que el neoliberalismo pasaba a ser hegemónico, se dio el giro hacia el
multiculturalismo.Los movimientos indígenas se encuentran entre los movimien-
tos sociales más fuertes en la región, y sus aspiraciones y lógica con frecuencia se
contraponen directamente con aquellas del proyecto neoliberal. Como resultado,
el multiculturalismo ha pasado a ser un medio importante para generar un con-
senso favorable al neoliberalismo. Aun así, a los indígenas se les concede derechos
y reconocimiento solo en la medida en que ello no amenace las metas del Estado
en la economía global. Las políticas mdticulturales funcionan bien en la agenda
neoliberal debido a que promueven el reconocimiento cultural sin la redistribución
económica y política que conduciría a una mayor igualdad (Hale 2006). Dicho esto,
el multiculturalismo neoliberal representa un proyecto racial que poco hace para
desafiar la dominación racial o el neocolonialismo.
Pero el multiculturalismo neoliberal es más que una agenda política. Charles
Hale (2004,17) lo ha viiiculado con "la creación de sujetos que se autogobiernan
de acuerdo con la lógica del capitalismo globalizado". Un sujeto posicional creado
mediante estalógica es el "indio permitido'-un término acuñado por Silvia Rivera
Ciisicanqui (Hale y Millaman 2006)-. Hale (2004,19) hace notar que el neoli-
beralismo mdticultural construye dialéctican~entetambién otro sujeto posicional:

I~..
.,..:
"La gobcrnanza crc* y rccoiiipciira aitivanieiitc al indio perniitido iiiieiitras qiie
condena al Otro a espacios racialiin<losclc ~iohrcmy cxcliisióii roci31". 1 Ialc (2006)
nombra a este "0tro"como el "indio insurrLcto". ~ G n t r aels indio permitido abraza
~.,:
c..
.., ,
,.-.
.
~...
.>:,
136 1 RACISMO:
pAT,,~,,RICHARDS ELMODELO CHILENO Y EL M E T I C I I L T U R A L ~ LO IV ( LAC O N S T R U C ~ E LMULTICULTURALISMO NEOLIBERAL EN CHILE 137

políticas integracionistas y participa sin cuestionar en programas de gobierno, el cipación de los gobiernos municipales. Estas políticas demuestran el carácter
insurrecto desafía activamentelos principios del multiculturalismo neoliberal,persi- ista del multiculturalismo neoliberal teorizado por Hale. Para el caso chileno,
guieiido elreconocimie~itode sus derechos ancestrales y la redistribución del poder miiestro que el aspecto de formación del sujeto que forma parte de la agenda
y los recursos. Estos sujetos posicio~ialessoti un recurso que le permite al Estado multicultural neoliberal deja poco espacio para que los indígenas negocien con el
condicionar el coinportamiento indígena. Las comiinidades e individuos que no Estado como interlocutores válidos.
adhieren al modelo de indio permitido son marginados o, peor aún, reprimidos por
el gobierno. Por silpuesto, este modelo dualista no llega a capturar el amplio espectro
de comportamientos y actitudes de los iniembros de los pueblos originarios, pero ELMULTICULTURALISMO NEOLIBERAL COMO DISCIPLINA
en este carácter dicotómico reside parte de su poder: iiidividuos o comunidades
que buscan la iticlusióii sin abandonar sus reclamos ancestrales caminan sobre una Frente a las ocnpaciones de tierras, incendios de plantaciones y otras protestas,
delgada llnea entre aceptación y marginalización (Park y Richards 2007). la Concertación respondió con políticas punitivas. Estas formaron parte integral
E n tanto la Concertación estuvo coiiiprometida con la promocióii de la de- del paradigma multicultural neoliberal. Las demaiidas y acciones mapuclie perci-
mocracia y los derechos humanos, asl como también con el crecimiento neoliberal, bidas como una amenaza para el desarrollo y la identidad nacional fueron definidas
los años que estuvo a cargo de la presidencia constituyen iina oportunidad singular como ilegítimas o ilegales. Las autoridades de la Concertación se refirieron a los
para observar las contradicciones inherentes presentes en el modelo multicultural coiiflictos como "incidentes aislados", pero al mismo tieiiipo reaccionaron enérgi-
neoliberal. En Chile, la posición "autorizadá'describe un sujeto ideal mapuche que camente contra ellos. En el caso del gobierno de Frei, esto iniplicó que se iiivocara
acepta su rol en el fomento de la diversidad y el aprecio por el pasado foklórico el concepto de Estado de Derecho y la Ley de Seguridad Nacional. Comenzaiido
de Chile,no plantea deniandas que excedan al multiculturalismo patrocinado por con el gobierno de Lagos, la estrategia se centró en construir a los mapuche como
el Estado v, nroiniieve activamente las oolíticas interculturales aue este conlleva. terroristas, incliiyendo el uso activo de la ley antiterrorista establecida originalniente
1 ~~

El indio prrniitiJo sirve coino coiirr:~c.ir;itlel iiisiirrr.cto,prescribiendo lo que este por Pinochet para controlar a los izquierdistas.
últiiiio del~erinqrr y anulaiido la posibilidad de poder atloptnr nspcctos dc xnibos; Es difícil evaluar con exactitud cuántos individuos mapuclie fueron arrestados,
por ejemplo,partic~a~ido en programas del y, al mismo tiempo, apoyando encarceladosy10 procesados en relación con los cotúlictos duratite todo el periodo de
la Coiicertaciótil.Tan solo durante el gobierno de Lagos, treinta y LIII personas, en
la agenda autonotnista (Richards 2007).
su inayoría miembros de la Coordinadora Aauko Maiieko (CAM), fueron acusadas
El coniuiito de discursos ,v ~rácticas
, coiistihiido de manera tratisnacioiial.~ .
., oue
Jenoniinn~iiusniiilticiilturalisniotieolihrral,se coiivirtió eii I:I luriiia ~)redoiiiin;intz --
dr la guberiiaiiient.ilid;in hijo la Conccrt:~ció~i(ver tniiibih ;i Ilocarrn 2012; Boc.~ir:i 1 No sé de alguien que haya ecop pila do estos datos para todo el periodo de la Coiicertacióii. La
y Bolndos 2010; Bola(los 2010). Siii riiibargo,- sil ;alcance iur algo - ini; liniitado que cifra total depende de a qiiiénes estamos contando: a los acusados baio Ir ley antiterrorista o a los
acusados bajo los códigos civil y penal, aquellos directamente iiivolucrados eii atentados o a las per-
en otros países latinoainericanos. Los contornos del multic~~lti~ralisino neoliberal
sonas detenidas durante las protestas, a los que han sido coiideiiados o a los que eatán en la circe1
bajo la Concertación respondieron a las particularidades de la historia chilena, a o bajo arresto domiciliario yero que todavía están a la espera de un juicio o sentencia. En cualquier
las demandas hechas por el inovimiento niapuche desde el retorno a la democracia caso,el Instinito de Esnidios Indígenas (2003) contó 209 imputados a partir de ocnibre de 2003 (no
y a los conflictos que se fueron fraguando a partir de mediados de la década de necesariamente baio , la lev
, antitei~orista).Entre noviciiibre de 2001 ir
octubre de 2003. treinta v uno
1990 en adelante. Aquí delineo la respuesta de la Concertación a los conflictos, la hiemn acusados deviolar laley. Catorce fueron eiicarcelados apartir de octiibre de2003,todos menos
que involucró, por un lado, represión y, por otro, el abordaje en forma limitada de uno "preventivamente".Para enero de 2010, a fines del periodo de la Conccrtación, el Observatono
algunas demandas indígenas.El aspecto punitivo de esta respuesta implicó construir Ciudadano había registrado cincuenta y dos mapi~clie(dos eran simpatizantes no mapuche) encarce-
activamente a los mapuche no solo como insurrectos, sino como terroristas. Las lados (ya seiircnciadoso preventivamente encarcelados mientras que continual>anIss investigaciones),
así como otros veintidós bajo arresto domiciliario o sometidos a otras restricciones a su libertad de
políticas indígenas implenientadas por la Concertación durante los veinte años movimiento (nuevamente, esta cifra incluve a individuos aiie habían sido senteiiciados. así como a
que estuvo en el poder, incluyeron una creciente atención a la interculturalidad y aqiicllos cuyos derechos hieron restringidos yreventivameiite). La grari mayoría de estas setenta y
a la multiculturalidad, y con frecuencia se pusieron en práctica a nivel local con la cuatro personas fueron acuszdas y/o procesadas bajo la ley antiterrorista.
138 pATRIClh ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO ...
~ c H A R D S1 RACISMO:

de violarla ley antiterrorista.(Cientos más fueron detenidos y10 procesados bajo las nd6 esa sentencia absolutoria; seis fueron juzgados nuevamente, y una vez más
leyes "normales"). Hubo cuatro procesos antiterroristas iniciados bajo el gobierno se encontró pruebas suficientes para cotidenarlos.
de Lagos, pero hubo más juicios, porque todos los acusados no fueron juzgados La construcción del terrorista tiene importantes implicaiicias legales, descri-
al mismo tiempo2.El primero ocurrió en 2003 y fue conocido como el Juicio de as en H R W y ODPI (2004,20): "En virtud de la ley antiterrorista, el Fiscal está
los Lonkos, porque dos de los tres acusados eran lonko de comunidades mapuche iitorizado a llevar a cabwen secreto investigaciones criminales durante largos
(Aniceto Norin de Didaico y Pascua1 Pichun de Temulemu). La tercera acusada periodos; la libertad provisional suele denegarse durante meses, con frecuencia
fue PatriciaTroncoso. Los tres fueron acusados de perpetrar amenazas terroristas durante más tiempo que la condena dictada fiiialmeiite; a los acusados no se les
y provocar incendios en la propiedad de Juan Agcistin Figueroa, ex ministro de permite conocer los nombres de muchos de sus acusadores; y a los jueces se les da
Agricultura, y la de Juan Sagredo, otro dueño de fundo de los alrededores. Fueron poderes más amplios que en las investigaciones criminales normales para permitir
declarados no culpables,pero la Corte Suprema declaró nulo el juicio en respuesta que los procuradores intercepten su correspondencia, revisen sus computadoras
a una petición de los demandantes (que incluían al E~tado)~. Fueron juzgados y e intervengan sus teléfonos". Además, bajo la ley antiterrorista las sentencias son
Troncoso fue absuelta, pero los lonko fueron condenados cada uno a cinco años mayores que las que establece el Código Penal por delitos similares. Más aiin, la
de carce14. mayoría de los crímenes por los cuales se acusó a los individuos mavuche han sido
E l segundo caso fue el de Víctor Ancalaf, quien en 2004 fue sentenciado a contra la propiedad, lo que no califica como terrorismo de acuerdo con los tratados
cinco afios de prisión pox lanzar un artefacto incendiario contra un camión durante internacionales (HRW y ODPI 2004)'. Estos artificios legales esconden el juego
la construcción de la hidroeléctrica Ralco. El tercero fue el juicio Poluco-Pidenco, político detrás del uso de la ley: el gobierno de Lagos insistió de manera reiterada en
en el cual cinco miembros de la CAM,incluidaTroncoso, fueron acusados de pro- que los conflictos eran temas a resolverse en los juzgados; sin embargo, el gobierno
vocar un incendio terrorista, relacionado con quemas en una plantación de pinos dio vía libre a una operación de inteligencia denominada "Operación Paciencia"
de propiedad de Miniiico. Antes de que comenzara el juicio, una juez de primera para substanciar los cargos contra la CAM7.Si bien durante su campaña Bachelet
iiistaucia encontró que los cargos por terrorismo eran improcedentes,pero la Corte prometió que su gobierno no aplicaría la ley aiititerrorista, durante su presidencia
Suprema la retiró del caso, y en agosto de 2004 los cinco fueron declarados culpa- se recurrió a ella en numerosas ocasiones.
Bles y sentenciados a diez años. El último caso se centró en cargos de asociación La aplicación de la etiqueta"terrorista"ta~ubiénparece haber legitiinado el uso
terrorista ilícita y estuvo dirigido contra dieciséis supuestos miembros de la CAM. de la violencia de Estado, incluidos frecuentes y violentas danamieiitos policiales
Al menos cinco de los dieciséis 'ya habían sido condenados por un cargo diferente en las comunidades mapuche, a menudo en medio de la noche. Se ha reportado
por los misn~oshechos subyacentes" (HRW y ODPI 2004,37). En noviembre de que durante los interrogatorios tuvieron lugar hechos de tortura (Ibid.).Tres jóve-
2004 ocho fueron juzgados y declarados inocentes5.La Corte Suprema también nes rnapuche fiieron asesinados por disparos policiales bajo la Concertación: Alex
Lemun en 2002, Matías Catrileo en 2008 y Jaime Mendoza Collio en 2009'. Cabe

2 La información sobre los juicios se recopiló principalmetite en base aToledo 2007, HRW y
ODPI 2004 y ODPI 2005. 6 De hecho,laley antiterrorista hierevisada durante el gobierno deAylvin,y fueron esas revisiones
3 El sistema juridico chileno fue'inodernizad$en 2000,y el nuevo sistema permite penciones de las que incluyeron los delitos contra la propiedad como parte de la definición de terrorismo.
nulidad paralosjuicios. Sin embargo,eliiso de esta opción de parte delos denunciantes ha sido muy 7 El gobierno hlvo bastante éxito debilitando a la CAM, pero esto no ha significado el fin de los
criucada, ya que fue concebido como un recurso para los acusados. conflictos, dado que otros actores, organizaciones y comunidades, incluyendo muchos de los que
4 En 2009, me contaron una versión de los hechos que . apoyaba
. . la inocencia de los lonko. Según se mencionan en el capinilo 3 y una alianza dc ton40 fundada en 2009 y encabezada por el lonko
iiii furnrc,rn crr niolrcna, l'icliiin y Norin eaahin ncgo;ianJo con li C0NAI)I iinr conrcsi<5ndr Catrillanka de Temuciiicui, continuaron ocupando tierras y llamando la atención de otras maneras
nrrrns. liist~~uanduestqlrn Ilrranili>
" a OII acurrdo,. .tlninos
" <Iclur Ldcrcs (le Id CAhl <Irii<lie~un por las violacioiies de los derechos mapuche.
iniciar estos incendios. Según mi fuente, Picliun y Norin no eran culpables, pero eran leales a los
ideres de la CAM y asumieron la responsabilidadpor ellos.
5 Varios de los acusados en este caso se escondiei.ou para no ser juzgados bajo la ley antiterrorista.
140 PATRICIA 1 RACISMO: EL MODELO CHILENO Y E L MULTICULTURALISMO...
RICNARDS --
C C I ~ NDEL MULTICULTURALISMO NBOLIBERAL EN CI~IL~ 141
--

resaltar que dos de esas muertes se produjeron durante el gobierno de Bachelet, Para protestar por la aplicación de la ley antitertorista contra ellos, 10s presos
justo cuando el discurso multiculturalista estaba ganando preeminencia en esferas che han realizado varias huelgas de hamhre,incluida una iniciada en octubre de
oficiales. Las comunidades en coiifficto también se han enfrentado a la violencia por PatriciaTroncoso y otras cuatro personas. Si bien las otras cuatro personas
psicológica a través de la presencia constante de la policía en las fronteras de sus eron fin a sus esfuerzos debido a problemas de salud, la Iiuelga de Troncoso
comunidades. Cuando visité una comunidad de Malleco, por ejemplo,la policía no gó a ser la más larga eii la historia de Chile. En enero de 2008, cuando la huelga
detenía a las personas o inspeccionaba los autoinóviles,pero registraba con cámaras canzó 112 días y Troncoso estaba al borde de la muerte, el gobierno finaI1nente
los ingresos y salidas de las persotias'. ccedió a su petición y ala de otras dos personas para que se les permitierati salidas
L a coiistrucción de los mapiiche como terroristas ensombrece las demandas de fin de semana y transferencias a una prisión altemativa que les diera acceso a
por sus legítimos derechos.Antes del conflicto con Figueroa,Temulemu y Didaico entornos rurales.
(junto con Pantano) habían ocupado Santa Rosa de Colpi, el gran fundo que les La Concertación no fue la finica fuerza que dio forma desde arriba al multi-
había sido devuelto justo al final del gobierno de Allende y que luego perdieron culturalisino neoliberal. Para tener una idea cabal, es necesario explorar la visióli
nuevamente durante la coiitrarreforma, y que más tarde fue vendido a Mininco. promovida por la derecha política y los medios. Durante los años de la Concertacióll,
Estos fueron reclamos hechos durante muchos años; las comunidades coiiside- la derecha tendió a rechazar las reivindicaciones mapuche por territorio, mielltras
raban esa propiedad como parte de sus tierras antiguas, y algutias de ellas fueron que al mismo tiempo criticó a la Concertación por su fracaso en coiitener los
originalmente
- parte del título de merced de Teinulemu (Castro ef al. 1999). Un conflictos. Libertad y Desarrollo (LyD) es un centro de estudios conservador que
entrevistado mapuche que trabajaba para un programa agrícola estatal,añadió que publica informes, ensayos e investigaciones sobre los conflictos, entre otros tenias.
la uobreza iueó un vauel en las demandas de estas comunidades. En el trabajo que Desde 1999,veiiía tildando de "ataques terroristas"a las recuperacioiles de tierras,
4 " A Z

realizó en Didaico y Temulemu, había observado"la desesperación de no tener qué En septiembre de 2001, luego del ataque terrorista en Estados Utiidos, publicó
conier". Sus comentarios concuerdan con aquellos del lonko Picliun (en Correa y un ensayo en el que lamentaba los ataques y mencionaba la "cuestióii indígenao
Mella 2010,222): quien aseveró que las primeras ocupaciones eran entendibles en Chile como un foco de riesgo que debía atenderse en un contexto global. El
"por la misma necesidad qiie tenía la gente, la pobreza, el deterioro del ambiente... uso del término terrorismo para describir los reclanios de tierras mapuche refleja
Y obviamente la gente tenía que levantarse,por eso la reivindicación allá es justa ... el flujo discursivo global. También demuestra una coiitiiiuidad histórica con las
Ya no soportábamos la estrechez, ya no cabíamos en la comunidad, y fuera de dictaduras del Cono Sur (corno también con la guerra civil de Guatemala), durallte
eso la Forestal nos secó el agua". La desigualdad social y los reclamos ancestrales las cuales los civiles fueron etiquetados como terroristas para justificar la violencia
juegan un papel en estos conflictos, y ambos no se puedeti separar con facilidad. de Estado utilizada en su contra (Natioiiai SecurityArchiveUOnthe 30"'..."y "?he
Denominar 'terrorismo" a estos conflictos solo se suma a la injusticia que han Case Against ...";Ross 1999; Taylor 1997).
enfrentado estas comunidades. Otras reacciones derechistas hacen eco de esta teoría sobre el terrorisnlo.
2002,la comisión de Constitución, Legislación,Justicia y Reglamento del Senado
-
produjo un amplio informe sobre el "coiiflictoinapuche". El informe fiie iniciado
años y un día. Sin embargo, Ramírez no sería encarceladodurante ese periodo,sino qiie sele requirió
que acudiera aite las autoridades u n a v a al mes para firmar En2010, aMiguel JaraMuiioz,el oficial
por el senador Alberto Espina, quien argumentaba que los mapuche estaban ame-
que mató a Mendoza Collio, se le encontró que había usado una fiierza excesiva ocasionáiidole la nazando la integridad física y la forma de vida de los agricultores, campesilios y
..
muerte. El fiscal rnilitar solicitó u~iacoiidenadeqiUnceafios decárcel. Los fiscales también acusaron transportistas forestales, al mismo tiempo que buscaban constituirse en iiri Estado
a la policía de tratar de encubrir el caso ("Militar Fiscal"2010). En 2011, Jara Muñozfue condenado nacional autónomo. Otro informe tildó de "terrorisino cibernético'a ciertos sitios
a cinco años y iin &a, pero esa decisión h e revocada por un tribunal militar en 2012, que encontró de Internet que supuestamente instaban a los mapuche a la violencia. Entre los
que había achiado en legítima defensa. sitios listados,se incluíaii a los de organizaciones académicas y de derechos huma-
9 Mi acompafiante y yo fuimos manejaiido más allá de la casa de un testigo protegido. El lugar nos e indígenas. Y en 2009, durante un acto de campaña en Temuco, el entonces
estaba rodeado por iinacerca dc seguridad electrificada,más alta que lasvallaspromedio eii el campo, candidato presidencial Sebastián Pifiera convocó a una segunda Pacificacióiide La
y con un gran yoftón. Mientras salíamos de la zona, nos pasó una 4x4 Uena de policías que iba en la Araucanía, señalando: "Yo estoy coiivencido de que en La Araucanía se perdió el
1 dirección contraria, para hacer la siipervisión que liaúan cadn hors al tcstigo.
142 BcHAROS 1 RACISMO:
pATR1c1~ ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTUMLISMO...

principio de autoridad, está quebrado el Estado de Derechol'(en Ci 2009). Al igual mapuche buenos y malos fue tan fuerte que un artículo se titulaba "Los otros
que en las representacionesque se hizo de los mapuche entre mediados y fines del niapuche" (Zúñiga 2001). En la parte superior del artículo aparece en negrita un
siglo m durante losaños de la Concertación la derecha representó los reclamos resumen: "Estos no gritan, no marchan, no atacan con boleadoras, no incendian
ni ocupan fundos. Son tranquilos y trabajadores. Viven detrás del aeropuerto
mapuche como ilegítimos,peligrosos y necesitados de contenciónlO.
Esta tendencia fue también evidente enlos medios impresos.Los medioshan de Temuco b] envían sus productos, de pri~nerisimacalidad, a Inglaterra. ¡Qué
jugado u n papel importante dando forma alas nociones de legitimidad en los con- ejemplo!". La presentación de los mapuche "buetios"como una categoría discreta
flictos. Aunque algunos medios ofrecieron voces alternativas, los diarios impresos sirve para reforzar la idea de que realniente existen los "malos". Que "aqueUos"
de más amplia circulación en Chüe durante el transcurso de mi trabajo de campo se mapuche puedan arreglárselas para prosperar con tan poco, refuerza la idea de que
apoyaban casi exclusivamente en la derecha. Alfredo Seguel(2003a)ha documentado -
las demandas y tácticas de los"otros"son ilerítimas.
Por supuesto,existeun contexto global para todo esto marcado por la "Guerra
los vínculos político-económicos existentes entre los propietarios de las empresas
forestales y los principales medios de comunicacióii.Por ejemplo, la familia Mstte contra el terrorismo" de Estados Unidos, que comenzó en septiembre de 2001.
tiene una participación mayoritaria en la CMPC (Compañía Manufacturera de Miichos de los pasos dados por la Concertación y las cortes chilenas, incluso to-
Papeles y Cartones), la compañía matriz de la Forestal Mininco. Bernardo Matte, dos esos casos donde se aplicó la ley antiterrorista, tuvieron lugar luego del 11 de
un director de la CMPC, ha sido miembro de la junta directiva de Televisióii septiembre de 2001, y pueden leerse coino parte de un contexto general en el cual
el apelativo "terrorista es utilizado para deslegitimizar las luchas subalternas, así
Nacional de Chile. Su hermana, Patricia, ha sido miembro de la junta asesora del
como el tirmino "comunista"fue utilizado durante la Guerra Fría. Como señalan
Canal 13 de la ~niveisidadCatólica. Mieinbros de la familia, incluyendo al her-
Huinati Rights Watch y el Observatorio de los Derechos de los Pueblos Indígenas
mano Eliodoro, tambidn desarrollan diversas fünciones en los centros de estudios
(2004,s): "Los Estados Unidos han conducido una campaña contra el terrorismo
y fhdaciones privadas derechistas. Jiinto con la familia Edwards, propietaria de
que desafortunadamente se ha convertido en una coberhira para los gobiernos que
~ l ~ e ~ c u ~ familia
i o , l a~ a t t estuvo
e fuertemente involucrada en los esfuerzos para
quiere11 desviar la atención de sus políticas de mano dura aplicadas al tratamiento
im$,kdi que Allendeganara la presidencia y, posteriormente, promovió activamente
de disidentes internos". Antes de que Chile firmara suSratado de Libre Comercio
su derrocamiento (Zeitlin y Ratclii 1988). Estos vínculos son importantes,sostiene
con los Estados Unidos en 2003, se rumoreaba que Estados Unidos estableció como
Se&el, porque explican en parte por qué los medios de comutiicación defienden
condición previa que se lograra controlar al moviiniento mapuche. Mis interesante
de manera tan consistente los intereses de las empresas forestales, presentan las
que saber si este rumor es <'verdadero1',son sus "efectos de verdad" (Aretxaga2000).
acciones de los mapuche como violentas, terroristas o ilegales, y no examinan las
El rumor es ilustrativo de cómo los atentados del 11de septiembre de 2001 hacen
raíces históricas de los conflictos. A su vez, estas representaciones ayudaron a dar posible utilizar una ley antiterrorista contra los mapuche sin generar una oposición
forma a Ins opiniones del público en general sobre los reclamos mapiiche. moral substantivaentre la población chilena no indígena.Además,el Deparramento
De lejos,la mayoría delos artículos sobre los mapuche y los conflictos destacaron de Estado de los Estados Unidos (2007) recotioció que Chile solicitó el apoyo del
que el activismo mapuche provocó una falta de seguridad en la región. "Alerta en FBI en sus esfiierzos en curso en contra de la CAM. Y en 2009 se informó que el
Arauco por temor a ola de violencia mapuclie", "La Intifada mapuche: Se agrava el FBI estaba asesorando a Chile en sus esfuerzos para tomar muestras de ADN de
levantamiento indígena", "mapuche amenazan" y "Comunidades indígenas en pie los presos políticos mapuche (Cayuqueo 2009). La construcción de los mapuche
de giierra", son titulares típicos. Un artículo señala con alarma: "La leña seca está como terroristas se vio facilitada por este contexto global, así coino por las repre-
ilií y los fósforos dispuestos pata que el incendio del conflicto indígena termine sentaciones históricas de los mapuclie como amenaza para la nación chilena. En
por convertirse en un pequeño Chiapas"". E n la prensa escrita, la dicotomía entre Chile, la construcción del terrorisnio es un elemento clave de la formación del
sujeto -una que se sostiene en contraste con el "buen"indio.el oermitido.,del- o,-- ii~
, ,
10 En 2002, Lagos respondió a las quejas de getitedederecha,declarando que a aquellos mapuche
que ocuparan fundos no se les permitida tener a m o a financiarmentodel Fondo deTierias de la
CONADI.
11 La cita sobre Chiapas es de"La intifada mapuche".
I se espera que acepte de buen grado aquello que le ofrece el Estado en términos de
política indigena-.
144 1 RACISMO:
Pmnrci~RICHARDS ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO...

nstitucional, el autogobierno y el territorio autónomo. En general, las políticas


indígenas de la Concertación abordaron demandas socioeconómicas cuando era
Durante los aíios que eshivo en el poder, la Concertación desarrolló una serie posible hacerlo sin reconocer los derechos colectivos de base histórica. D e este modo,
de políticas indígenas, interculturales y multiculturales. El contenido de estas po- se establecieron subsidios a las tierras, becas,subsidios a la vivienday capacitación
líticas reflejó la dinámica histórica entre el Estado y los mapuche y, en la medida agrícola, pero las demandas políticas por un territorio autónomo, el autogobierno
en que se ajustaban a los objetivos de desarrollo neoliberal, respondieron a algunas o incluso la representación colectiva, se quedaron en el camiiio. La Concertación
de las demandas mapuche. El contexto histórico -la existencia de la Frontera, la también reformuló algiiiias demandas de recoiiocimiento como demandas de
relegación de los mapuche a reducciones aun cuando el araucaiio fue incorporado al diversidad y declaró ilegales o irracionales los reclamos que desafiaron las metas
imaginario nacional con el objetivo de generar la unidad de las clases, y la creencia - .y económicas del Estado (Richards 2004). De esta manera, la Coii-
ideológicas
de que los indígenas eran en gran medida irrelevantes o inexisteiites- contribuyó certación respondió a las deniandas mapuche, pero eliminó su contenido político.
a una situación en la cual, sobre todo en un primer momento, los políticos en el La tendencia a interpretar las'demaiidas mapuche como problemas socioeco-
Chile democrático se mostraban reticentes a apoyar las políticas que implicaban nómicos que podían resolverse con soluciones orientadas al desarrollo, predomi-
reconocimiento. El carácter específicode los conflictos en el sur también dio forma a nantes particularmente durante los primeros tres gobiernos de la Concertación,
la versión del multiculturalismo neoliberal de Chile, lo mismo que la centralización está probableiiiente relacionada con la tendencia histórica de la centro-izquierda
que continuó dominando la escena política. En suma, si bien Chile fue el primer chilena de ver a los niapuche a través de los lentes de la clase social antes que de la
país latinoamericano en abrazar el neoliberalismo, ha sido uno de los últinios en etiiicidad. Es sugerente de las formas en las qiie la diferencia étnica mapuche siguió
adoptar el miilticulturalismo. siendo negada en el imaginario colectivo chileno. E n este sentido,la Concertación,
E n esta sección delineo las políticas que constituyeron el lado 'permitido"de1 especialmente en sus primeras etapas,se diferenció de otros gobiernos latinoanieri-
multiculturalismo neoliberal en Chile. En los primeros afios, la política indígena canos al privilegiar un cierto grado de redistribución por sobre el reconociiiiieiito.
bajo la Concertación se centró principalmente en el alivio de la pobreza y prestó No obstante, las políticas tendieron al alivio de los problemas, y no modificaron la
cieita atención a la diversidad.A diferencia de otros Estados de la región, el chileno distribución del poder racializado en la sociedad chilena (Richards 2004).
eludió la promoción del reconocimiento,incluso si no eshiviern acompafiado de una Sin embargo, tal como Diane Haiighney (2008) ha observado, existieron
redistribución sustantiva que podría haberlo hecho significativo. Más tarde, sobre algunas diferencias entre los cuatro gobiernos. Durante el gobierno de Aylwin la
todo en los últiinos años del gobierno de Lagos y durante todo el de Bachelet, la atención se centró en el desarrollo con identidad, siendo sus principales logros el
política indígena promovió en forma más directalos conceptos de interculturalidad establecimiento de la CONADI (Corporación Nacional de Desarrollo Indígena)
y mdticulturalidad. Sin embargo, incluso entonces, el alcance de estas políticas y la aprobación de la Ley Indígena. Aun así, la CONADI no fue capaz de satis-
no se aproximó a aqnellas impleinentadas en otros lugares, como los que docu- facer plenamente las demandas indígenas y, de hecho, el programa de tierras trajo
mentan Hale, Nancy Grey Postero y otros, particularmente en términos de abrir con frecuencia nuevos conflictos dentro y entre las comunidades. E n vista de los
espacios para la autonomía y el acceso a la toma de decisiones. M e concentro en la crecientes conflictos durante su gobierno, Frei se centró en la ley y el orden, y en
presentación de las políticas que fueron desarrolladas, pero también piesto cieita la seguridad nacional. Lagos puso énfasis en un Iiiievo trato" para los indígenas
atención a la pregunta de si las políticas de la Concertación -en forma intencional (acompafiado de la aplicación de la ley antiterrorista), y el centro de atencióii de
o n o - crearon espacios para la expresión de cualquier tipo de políticas alternativas. Bachelet fue directamente el multicidturalisiiio. Estos cambios responden a varios
Las demandas mapuche desde hace mucho han incluido preocupaciones rela- factores: la necesidad de dar una respuesta a la movilizacióii mapuche y pacificar
cionadas con necesidades iiiateriales, así como con derechos colectivos y culhirales, los conflictos, el deseo de legitimidad transnacional en el ámbito de los derechos
y diferentes organizacionesy comunidades han priorizado diferentes demandas. La indígenas,las presiones de la deredia para obtener una respuesta punitiva más fuerte,
gama incluye tierra, mejor acceso a la ediicación,salud y otros servicios sociales,la y algunas diferencias sutiles en las prioridades de los cuatro gobiernos.
creación de programas interculturales, la participación en la creación y aplicación D e heclio, en Chile, el término multiciiltural" solo coiiienzó a popiilarizarse
de políticas, la consulta sobre las decisiones qiie les afectan, el reconocimiento durante el gobierno de Bachelet; previamente había ganado preeminencia el con-
IV 1 LACONSTRUCCIÓN DEL MULTICULTURALISMO NEOLIBERAL EN CHILE
CAP~TULO 147

cepto d e "interculturalidad",especialmente en referencia a la educación y la salud. delTrabajo, que reconoce el derecho indígena a la consiilta, el territorio y el auto-
En este punto, cuando hago referencia a la versión chiiena del multiculturalismo gobierno. Estos han sido elementos centrales de la agenda multicultural de toda la
neoliberal, estoy hablando de las políticas indígenas que han acompañado a los región durante mucho tiempo, pero si bien han contado, en general, con el apoyo
discursos que han venido expandiéndose desde el retorno de la democracia, reco- del Ejecutivo, en repetidas ocasiones fueron bloqueados por derechistas -y algunos
nociendo que en comparación con otros países de la región, la política indígena pertenecientes a la Concertación- preocupados por las implicancias que tiene el
durante gran parte del periodo de la Concertación era más asimilacionista que reconocer más de un Piieblo"para la nación chilena.
multicultural (Burguete 2008; Hale y M i a m a n 2006). Aunque Postero (2007, E n el caso que los mapuche fueran reconocidos en las políticas indígenas, lo
13) diferencia entre interciilturalidad como un 'proceso interactivo de influencia serían como potenciales ciudadanos neoliberales antes que como un pueblo sobe-
mutua entre los poseedores de culturas y lenguas diferentes", y multiculturalismo rano. Durante el gobierno de Frei, así como con Lagos y Bachelet, muchas de las
como el "reconocimientoy respeto a muchas culturas", en Chile, los dos términos políticas indígenas específicas se vincularon directamente a los valores neoliberales,
conllevan significados múltiples y con frecuencia son utilizados en forma inter- poniendo énfasis en el incremento delacceso de las personas indígenas al mercado.
cambiable. D e ahí que, al igual que Hale (2006), utilizo los térnlinos de manera El enfoque de mercado es un componente central de la política social en Chae en
intercambiable. Para efectos de este anUisis, considero todas las leyes, políticas y términos más generales (Scliild 2000). La participación ciudadana se puede integrar
programas indígenas, interculturales y multiculturales, institiiidos desde el retorno en estas políticas, pero por lo general toma la forma de la responsabilidad de llevar
a la democracia como parte del movimiento hacia el multiculturalismo neoliberal. a cabo proyectos, lo que equivale a una forma de trabajo Los grupos de
La creación de la CONADI y la nueva Ley Indígena bajo Ayluin sentaron las ciudadanos también tienen la oportunidad de recibir fondos del gobierno si pro-
bases d e lo que se convertiría en el paradigma initlticultural neoliberal. El periodo ponen un "proyecto"a alguno de los muchos "fondos concursables"disponib1es en
d e Aylwin también marcó la absorción inicial en el aparato estatal de muchos todos los niveles de gobierno. En el caso de los mapuche, el Estado (a través de la
diiigentes inapuche y trabajadores de las O N G de la época de la dictadura -una CONADI, así coino de las municipalidades) auspiciaprogramas mediante los cuales
tendencia que muchos han llegado a deplorar como el "descabezamiento" del se pueden explotar elementos de la cultura mapuche en el mercado global. Los
movimiento-. Algunos de los programas que llegaron a ser implementados por ejetnplos incluyen proyectos de "etnoturisn1o"yla comercialización de artesanias.
la!Concertación (no necesariamente bajo Aylwin), tales como el de educación y Las políticas del gobierno de Frei y las de los inicios del gobierno de Lagos en
salud intercultural, eriginalmente fueron proyectos de O N G iniciados durante la particular, reflejaron tina reticencia a entender los reclamos mapuche como políticos,
dictadura,que constituyen ejemplos de lo que Verónica Schild (1998) ha denomi- culturales y colectivos. En 1999, hacia el final de su presidencia, Frei auspició una
nado "apropiación selectiva", a través de la cual el Estado se apropia de elementos poléinica serie de "diiiogos comunales", en los que funcionarios del gobierno se
del activismo del movimiento que se adaptan bien a la agenda neoliberal como un reunieron con más de mil comunidades mapuche para evaluar sus demandas. E l
medio para generar consentimiento. gobierno presentó los resultados en forma proporcional, sugiriendo que mientras
Si bien críticos como Hale y Postero sostienen que el multiculturalismo neoli- que tan solo el 15 por ciento de los reclamos eran sociopolíticos, el 40 por ciento
beral consiste en un reconocimiento simbólico con poca sustancia redistributiva,el se centraba en infraestructura y servicios, el 32 por ciento en asuntos ecotiótnicos y
reconocimiento en si es un aspecto limitado y altamente controlado del multicultu- productivos, y el 12por ciento en temas relacioiiados a la tierra (MIDEPLAN en
ralismo neoliberalen Chie. Las políticas de la Concertación que,en cierta medida, Lavanchy 1999). Compilar la información en este sentido le permitió al gobierno
reconocían la cuitura mapuche, tales como los programas de salud o de educación ignorar el hecho de que los diferentes tipos de demandas no son nliituamente
intercultural, tuvieron un alcance limitado y se centraron en la integración de los excluyentes y que las mismas comunidades podían estar planteando todas las
mapuche al conjunto chileno. Por ejemp10,los programas de educación intercultural peticiones (Valdés 2000 en Richards 2004). De hecho, el gobierno evaluó que los
estuvieron dirigidos tan solo a los mapuche. También fue común la retórica que resultados de los diálogos mostraron quelas solicitudes mapuche por lo general no
presentaba a los mapuche como parte de la historia folclórica de Chile. A pesar eran políticas por naturaleza y que, en cambio, se centraban en los servicios sociales
de repetidos intentos, Chile no ha reconocido a los mapuche en su Constitución. y la producción económica, áreas en las que oportunamente el gobierno ya había
I
desarrollado políticas. Frei anunció una serie de medidas, incluyendo mejoras en
1 Recién el año 2008 se ratificó el Convenio 169 de la Organización Internacional
148 RICHARDS 1 ~ C I S M O EL
pATnlci~ : MODELO CHILENO Y EL MuLTICULTURALISMO... CAPITULO IV ( LACONSTRUCCI~NDEL M U L T I ~ T ~ R A L I S M NEOLIBERAI.
O EN CHILE 149

infraestructura, apoyo técnico, subsidios para viviendas, mejoras en la recompra de upervisión del MIDEPLAN (Ministerio de Planificación). La implenientación
tierras y resolución de disputas, mas subsidios a las tierras para familias jóvenes, programa también h e descentralizada, pies involucraba la participación de
más becas, programas de salud y educación intercultural de mayor alcance, y el con~unidadesindígenas para decidir qué tipos de programas deseaban. S e asignaban
establecimiento de dos nuevas Areas de Desarrollo Indígena -todas solnciones 'promotore$para que fueran a las comunidades y las ayudaran a establecer priori-
orientadas al desarrollo, para la mayoría de las cuales los fondos ya habían sido dades y líneas de acción. Las coniunidades junto con sus proinotores desarrollaban
designados antes de los diálogos. un Plan de Desarrollo Comunal, y consultores aprobados por la C O N A D I iban a
E n lugar de diálogos comunales, en marzo de 2000 Lagos creó un Grupo de trabajar en los diferentes proyectosis.
Trabajo para los Pueblos Indígeiias,iiicorpora~idorepresentantes de organizaciones Las comunidades y los proniotores, no obstante, se vieron limitados en los
indígenas,de las empresasy del gobierno. Sin embargo, los resultados fileron bastante proyectos particiilares que se les perniitió llevar a cabo. Sus planes n o podían ir más
similares. Después de emitirse un informe final, Lagos anunció dieciséis medidas allá de las áreas de salud, educación, desarrollo productivo y fortalecimiento de la
que abordaban las demandas en los temas de la tierra,la formación,la educacióii y comunidad,establecidas por Orígenes,e incluso dentro de estas áreas las propuestas
la salud intercultural y el recoiiocimietito constitiicional. Cabe resaltar que la lista de algunas comunidades fueron rechazadas. D e este modo, a pesar de la participa-
no incluyó las demandas por territorio autónomo, autogobierno o representación ción de múltiples ministerios y actores locales, Orígenes definitivamente no estaba
colectiva. Ambos procesos muestran que invocar la participación y el diálogo no descentralizado en térininos de quién disefiaba las opciones dispoiiibles en las que
era una garantía de-que los reclamos políticos mapuche fueran escuchados. actores indígenas podían participar en "la toma de decisiones". E n tanto forma
Quizás el paso más importante dado durante el gobierno de Lagos fue la de participación indígena, esta fiie dirigida en gran medida desde arriba. Como
creación de Origenes. Un programa de desarrollo indígena, Orígenes fiie creado sefialan Bocarra y Bolados (2010, 669), la participación teriiiina contribuyendo
en 2001 por medio de un crkdito del Banco h4undial de 140 millones de dólares a la reproducción de la dominación social y de la violencia simbólica". Además,
y una contrapartida chilena de 53 millones de dólaresi2.Los fondos de Orígenes tal conio Alvaro Bello (2007) ha observado, al no darle a CONADI -la agencia
se destinaron a proyectos relacionados con la producción económica, la salud, la indígena oficial-la autoridad sobre el progrania, el Estado envió un mensaje sobre
educación y el fortalecimiento coinunitaiio e institucionalf3,El programa fue di- su papel limitado y al mismo tiempo demostró que quería controlar políticamente
seiiado y puesto en marcha sin la menor consulta con las personas que se buscaba los conflictos. E n la práctica, Orígenes se convirtió en una forma de proporcionar
beneficiar. Los líderes indígenas vieron en este programa tina estratagema para los fondos, manteniendo las decisiones importantes alejadas de los indígenas
pacificar los confiaos tapando los problemas con dinero". El propio eslogan del y las reivindicaciones políticas fuera de la mesa de negociaciones. Bello. (Ibid.)
programa-Mira el futuro desde tu origen- parece alentar a las personas indígenas afiriiia que el programa continuó la tendencia del Estado de ejecutar programas
a mantener sus tradiciones, olvidándose de las reivindicaciones. superficiales, de carácter asistencia1 %o11identidad", en lugar de responder a las
Origenesfue disefiadocomo un programa descentralizadocon cinco coejenitores: cambiantes deniandas de derechos indígenas. Es decir, a pesar de que el progrania
los Ministerios d e Educación y Salud, CONAD1,INDAP (Instituto Nacioiial de fue bien recibido en inuclios sectores, no abordó los problemas estructurales que
Desarrollo Agropecuario) y CONAF (Coiporación Nacional Forestal), todos bajo estaban detrás de los confictos,y mucho menos los reclamos por derechos políticos
colectivos. Debido a que Origenes había nacido a partir de los conflictos, también
..
, .. - dejaba la sensación de tratar de contenerlos.
12 Los fondos chilenos no eran "fondos frescos",sino el dinero que varias agencias estatales ya D e Iiecho,alguiias comunidades directamente involucradas en los conflictos se
habrían gastado en les cainunidades indígenas. beneficiaron del programa. Después de un largo proceso de toma de decisiones, la
13 Muchos de los fondos de laúltima categoría fueron dedicados itprogramaspara los trabajadores acosada comunidad de Jorge Millan, el hijo de un líder que había sido encarcela-
estatales. do, decidió participar en el programa. Le pregunté a Millan cuáles pensaba él que
14 La falta de participación de los indígenas en el diseño de OrIgenes,en cierta medida contrasn
con los eshienns del BID para promover la consulta. Si bien fue financiadoen pacte por este, un
siibcoiitratista que trabajaba para el gobierno chileno diseñó el programa y el proceso de diseño 15 Sin embargo, no todas las comiinidades tenían proyectos en todas las &reas;tampoco Uegó el
adhirió al rodur opwndi del gobierno chileno antes que a los ideales del BID. progrnma (inicialmente,por lo meiios) a todas las coniunidades.
- 1V ( LA
CAP~TULO COETRUCCI~N DEL MULTICULTURALLSMO NEOLIBERAL EN CHILE 151

.. .
habían sido los efectos de los programas del Estado. Movió la cabeza de un lado . (Aylwin 2007). Una memoria del Nuevo Trato (MIDEPLAN 2006b, 127) elogia
a otro, pensativo,como si hubiera algunos efectos tanto positivos como negativos. los pasos dados por el gobierno de Lagos para reconocer el "carácter mi~lticultural
Por Último, señaló que los programas como Orígenes solo sirven para mantener de la sociedad chilena". Sin embargo, más que nada, el enfoque de Lagos demostró
ocupados a los líderes. D e hecho, en el momento de nuestra entrevista, él estaba persistencia para insistir en que el 'problema mapuche" se basaba en la pobreza
en Temuco haciendo trámites para la comunidad, que, se lamentó, le consumían y debía abordarse coi1 políticas de desarrollo, aunque con cierto reconocimiento
tiempo, energía y capacidad de pensar en el verdadero problema: la tierra. El peligro, simbólico vinculado a su identidad. No obstante,la mención del miilticulturalismo
dijo, e s que la gente deje de pensar en lo que está al fondo de las cosas'". Por otro y la interculturalidad se hizo más común con el gobierno de Lagos.
lado, reflexionó,'el Estado tiene dos políticas: o tiran plata a las comunidades o el El foco de atencióii explícito en la interculturalidad y la multiculturalidad se
palo; puedes participar o ser reprimidd. Por lo tanto, participar no era solo sacar consolidó bajo elgobierno de la presidenta Miclielle Bachelet (2006-2010).Mientras
provecho de los recursos del Estado; era una estrategia para evitar la represión. Le que su gobierno continuó promoviendo Orígenes, el fondo de tierras y otros planes
pregunté si algunas comunidades habían optado por no participar, y 61 dijo que de desarrollo establecidos por sus predecesores, Chile votó en 2007 a favor de la
sí e hizo un gesto de desdén, mencionando que a la larga se quedan sin nada. Le Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la O N U y, finalmente, en
pregunté dónde pensaba que iban a terminar las cosas luego de otros tres años 2008 ratificó el Convenio 169 de la OIT. Sin embargo, el proceso de ratificación
de Orígenes. Él se encogió de hombros nuevainente y dijo que siempre habría fue controvertido. A comienzos de 2008 el Senado aprobó el Convenio con la adi-
programas como ese -disposiciones triviales para pacificarlos y distraerlos de la ción de una "declaración iiiterpretativa"1iinitandosu alcance. Ante la protesta de
lucha. Los comentarios de Miiian sugieren que algunos mapuche eran conscien- organizaciones indígenas,Bachelet esperó varios meses para ratificar el Convenio.
tes del carácter dual de la política de la Concertación, pero, bajo la amenaza de la Cuando se redactó el decreto oficial de promulgación en octubre de 2008 no hubo
violencia estatal,veían pocas opciones, salvo participar, consintiendo así al proyecto mención a la "declaración interpretativa".En abril de 2008 el gobierno de Bachelet
multicultural neoliberál. emitió un documento llamado Reconocer Pacto Socialpor In Mt~lticulhrrnlidad,el
A comienzos de 2001, Lagos estableció la Comisión de Verdad Histórica y cual resumió los planes de politica indígena para la segunda mitad de su mandato.
NuevoTrato. A esta Comisión se le encomendó escribir un inforine histórico sobre El documento reconoce la persistencia de la pobreza indígena y las demandas
los pueblos originarios en Chiie y proponer políticas que contribuirían a un "nuevo insatisfechas, bosquejando un plan de acción relacionado al sistema político, los
trató'entre el Estado y la sociedad chilena y los pueblos originarios (Aylwin 2007). derechos, las instituciones, el desarrol10,la multiculturalidad y le diversidad.
La comisión produjo el informe en octubre de 2003. En abril del año siguiente, Algunas de las propuestas más novedosas fueron las que instan a la participa-
Lagos anunció las medidas que tomaría en consecuencia. Fuera de proponer la ción de indígenas en el Congreso Nacional, así como en los coiisejos regionales y
ratificación urgente del Convenio 169 de la OIT, Lagos no tomó en cuenta las miiiiicipales; la institucionalización del derecho a la participación; la constri~cción
recomendaciones pntuales que la Comisión hizo en referencia al reconocimiento de una política multicultural; la difusión del inforine de Verdad Histórica; y la
de los pueblos originarios, la deniarcación de sus territorios y sus derechos a los aprobación de una ley antidiscriminación. Sin embargo, el documento careció de
recursos naturales.Tampoco, considero la recometidación de establecer una repre- medidas específicas para hacer efectivas las propuestas, y aunque esos pasos pusie-
sentación indígena en el Congreso y en los gobiernos regionales y municipales. E n ran a Chile en sintonía con el neoliberalisnio multicultural a nivel transiiacional,
cambio, se centró en reforzar la ley existente y en los programas de "desarrollo con es importante notar que pocos de ellos llegaron a iiistitiiciotializarse. Es más, en
identidazen las áreas de educación y producción,así como la restitución de derechos marzo de 2009 el Senado coinenzó nuevamente a debatir el recoiiocimieiito cons-
de tierras y aguas. Al fin y al cabo, estas medidas se limitaron a reforzar programas titucional. Sin embargo, el proyecto de declaración, promovido por primera vez
ya existentes administrados por la CONADI y Orígenes e hicieron muy poco por por senadores de la derecha, fue extremadamente probleiiiático. Refiriéndose a la
responder a las demandas que en primer lugar encendieron las protestas mapuche nación chilena como "una; indivisible y multicultural", reconoció la existencia de
los pueblos originarios, pero dejó en claro que sus comiinidades, organizaciones y
-- miembros -no el pueblo en sí- serían los receptores de los derechos e insistió en
16 Le recuerdo al lector que las comillas simples indican líneas reconstruidas a partir de mis notas
de campo. Las comillas dobles denotan las transcripciones grabadas o notas textuales. que la forma de vida indígena no puede contradecir a la ley chilena (Maríii 2009).
IV 1 LACONSTRUCCI~NDEL MULTICULTURALISMO NEOLIBERAL BN CHILP-.
CAPITULO 153

En octubre de 2009, bastante tiempo después de haber acabado mi trabajo de la gente a emitir un "voto iiu1o"o a votar por uno de los candidatos de izquierda
campo, casi dos meses después de la iiiuerte de Mendoza Collio y en el contexto que no eran de la Concertación. D e esta tnanera,las compras de tierras propuestas
de una niieva ronda de ocupaciones de tierras liderada por una alianza de lonko, también podrían ser leídas coi.no un esfiierzo cínico por parte de la Concertación
el gobierno de Bachelet anunció un paso extraordinario: conipraría y entregaría para ganar votos mapuche, al igual que los diálogos coinuiiales de Frei que tuvieron
a las comunidades mapuche varios de los fundos más emblemáticos en conflicto, lugarjusto antes de la otra iiiuy competitiva elección eii 1999.Alfina1,el candidato
incluidos los de Jorge Luchsinger (en beneficio de la comunidad Juan Catrilaf), de derecha, Sebastián Piñera, ganó las elecciones en la segunda vuelta electoral.
René Urban (en beneficio de Temucuicui Autónomo) y dos fundos pertenecieii- Antes de qiie Bachelet dejara el cargo se compraron solo algunas de las tierras,
tes a Mininco, incluido Santa Rosa de Colpi (en beneficio de Pantano, Didaico incluidas las de Jorge Luchsingei;~se las entregaron a las comunidades mapuche.
y Temulemu). La Concertación coniproinetió fondos nunca aiites vistos para el Los fuiidos de Mininco, que en conjunto comprenden más de dos mil quinientas
pago de estas tierras. Parecía que la Concertación estaba finalmente dispuesta a hectareas, fueron puestos a disposición de Temuleiiiii, Didaico y Pantano en 2011.
tornar medidas iiiiportantes para resolver los conflictos iiiás extremos, medidas que El acuerdo UrbanITemi~cuicuiAutónomo perinaiieció en fase de negociación al
no implicaban la critninalización de la lucha inapuche. Pero al mismo tiempo, la final del gobierno de Bachelet, y en febrero de 2012 la comunidad decidió aban-
compra de estas tierras, que se esperaba que tuviera lugar en enero de 2010, antes donar su demanda, para que la comiinidad tradicional de Temiicuicui buscara la
de que Bachelet dejara el poder, no estuvo niuy distante de lo que la Concertación reciiperacióri de la tierra (Taiiran 2012).
había venido haciendo todo el tiempo. Es decir, mientras que estas compras po- Antes de coiiti~iuar,quiero reflexionar sobre una sugerencia que me hicieron dos
drían ser un paso hacia adelante y esperanzadoramente poner fin al sufrimiento entrevistados -uno tiiapucliey uno de la élite local- acerca de que los conflictos p
que enfrentaban esas coinunidades, así como los agricultores winka involucrados, la propia región no tenían realmente mucha prioridad para la Concertación. El joven
no suouso iuiieíin teconociinieiito sustantivo de los derechos colecti~~os
0
mapuclie al historiador mapuche Sergio Catiiuqueo habló de la "econoinía de los conflictos"y
tcrriririo y la niitoiioiiiin. l.sto es esycci?lmente cierto, d.ido qiic los gi.i~illt01~s y opinó que eran necesarios para la supervivencia de la región. Estos, en sí, eran el
Ins ciiiprci~rninderernc iiivnlucrnd:is teriiiiiiniiaii siciitlo iiiiportdntcs bcncficiarios asunto principal que llevaba reciirsos del Estado a la economía regional a través
de los conflictos en virtiid de las enormes sumas que les seríati pagadas. de la compra de tierras, así como de programas como Orígenes. Sin los conflictos,
Por otra parte, este comproiniso no estuvo aconipañado por la finalización de algunos ingresos de la industria forestal podrían fluir hacia fuera, pero muy poco
la violencia estatal. En el mismo mes en el que las compras fueron anuiiciadas, se fluiría hacia adentro. El mantener las disputas eran ventajoso, pensaba él, para la
produjeroiivafiosincidentes importantes de represión policial. Estos incluyeron varias econoinía de la región, y los propietarios de ferreterías,veiidedores de animales, las
ocasiones en las que a niríos mapuche se les dispararon perdigones o balas de goma, y élites e incluso algunos líderes mapiiche se beneficiaban inanteiiiéndolos. Qne el
una en la que un muchacho de catorce años recibió un disparo con perdigones en la último grupo participaba activamente en esta economía y se beneficiaba de ella,
pierna por parte de agentes del GOPE (Gnipo de Operaciones Policiales Especiales), es indiscutiblemente cierto, y es un motivo de grave preociipación. Además de ser
mientras buscaba plantas medicinales para un tratamiento que iba a recibir de un comprado de esta manera por el proyecto Iiegeinónico, Caniiiqiieo argumentó: la
nznchi. Después de huir, fue persegnido durante tres kilónietros por un helicóptero mayoría de las'élites del niovimiento'carecíaii de ntia propuesta política sistemática
en ~ u e l obajo. Cuando lo capturaron, fi~egolpeado y le sumergieroii la cabeza varias propia; simplemente funcionaban en respuesta a las iniciativas de la Concertación.
-. ,1
''
veces en un arroyo cercano. Después, el muchacho fue llevado en el helicóptero, y Proponer y llevar a cabo 'proyectos" consumía gran parte de su tiempo y, en el
h e puesto con la cabeza colgada hiera del mismo, y aiiienazado con ser arrojado a proceso, se dejaba atrás un discurso político coherente.
tierra si no revelaba los nombres de los participantes en una ociipación de tierras que Armando Torres, un alto funcionario de una universidad y miembro de un
estaba ocurriendo en los alrededores (Acevedo 2009). &e estos eventos hayan podido partido político de derecha, observó de manera similar que, a pesar de que los con-
ocurrir en el mismo mes, demuestra la naturaleza dual de las relacioties del Estado flictos eran muy visibles, no eran miiy relevantes. Se refirió a la posición marginal
con los mapiiche.También muestra el poco respeto por la vida de ellos. de los mapuche así como de los medianos agriciiltores en la economía regional y
Después de años de desilusión con la Coiicertación, antes de las muy com- nacional. La idea de que los conflictos en realidad no son tan relevantes, sugiere que
petitivas elecciones presidenciales de 2009, algunos grupos mapuche llamaron a estas compras de terrenos propuestas pueden haber sido producto de un atiálisis de
154 PATRICIA 1 RACISMO:ELMODELO CHILENO Y E L MULTICULTURALISMO..,
RICHARDS LAc o ~ s ~ n u c cDEL
i ó ~MULTlCULTURALlSMO
-- NEOLIBERAL EN CHILE 155

costo-beneficio por parte de la Concertación,una apuesta de que finalmente podrían


o de descentralizacióti implicó la creación de fondos concursables que alentaron
ser capaces de lavarse las manos de la región. Sin embargo, las observaciones de
Caniuqueo sugieren que el enfoque de la Concertación estaba teniendo el efecto as dependencias municipales a postular por financiamiento ante las agencias
tatales -incluyendo INDAP, CONADI y el Ministerio de Educación- para
deseado: al uear una situación en la que los iiidios permitidos son absorbidos por
ejecución de proyectos. Este tipo de descentralización mantuvo a nivel central la
los proyectos del Estado, los líderes son comprados por el proyecto hegernóiiico
neoliberal y el desarrollo de un proyecto alternativo coherente por parte del movi- ma de decisiones y los fondos.
No obstante, vale la pena estudiar a las municipalidades como una arena de la
miento se deja de lado.
política indígena, en tanto fueron un nivel de gobierno que a menudo trabajó más
estrechamente con las comunidades mapuche y a través del cual se llevaron a cabo
EL ROL DE LAS MUNICIPALIDADES EN LA PUESTA EN MARCHA DEL muchas delas políticas.Dado que en ciertamedida eran libres de innovar,las miini-
MULTICULTURALlSMO NEOLIBERAL cipalidades mantuvieron el potencial de ser liberadoras. A la inversa, también man-
tuvieron el potencial para reflejar aún más intensamente las profundas desigualdades
Si bien los gobiernos municipales no eshivieron involucrados centralmeiite en que predominaban en la región. Quiero mencionar dos cuestiones particularmente
los conflictos,cumplieron un rol importante al aplicar las políticas durante la Con- problemáticas. Q k z á el programa más controversial que involucró a los mapuche
~ertación'~.Merece la pena destacar que los conAictos se agravan por el permanente fue el Programa de Forestación para Pequeños y Medianos Propietarios. Ejecutado
carácter centralizado del Estado chileno. En Chile, ningún ingreso generado en las a través de CONAF, la agencia forestal semiprivada dentro delMinisterio de Agri-
regiones se queda en ellas; todos los ingresos fiscales van al Estado central. Por lo cultura, este Programa es un ejemplo de cómo las municipalidades pueden servir
general, las políticas y los programas se diseñan en forma centralizada, y luego se no para empoderar, sino para apoyar los objetivos multiculturales neoliberales del
ejecutan localmente, a menudo a través de subcontratistas. (La sitbcontratación de Estado central y las élites. En el mencionado Programa, CONAF facilita dinero a
mano de obra pública es un área en la que se ha producido la desceiitralizacióii,pero INDAP, el cuaiotorga crédito a los pequeños y medianos agricultores para sembrar
cabe destacar que no afecta la toma de decisiones).Los intendentes (las principales plantones, y la municipalidad brinda capacitación y cierta mano de obra inicial para
autoridades regionales), así como los gobernadores provinciales, son desigiiados, preparar correctamente el área que será plantada. (Las personas que participan
no elegidos. Los alcaldes y consejeros mutiicipales son elegidos (aunque durante la proveen la mano de obra y el cuidado permanente de los árboles en crecimiento).
dictadura fueron designados). La autonomía (limitada) asociada con la descentra- CONAF proyectó que este Programa podría eventualmente acceder a dos millones
lización presente en otros higares de Latinoamérica, no es algo que esté al alcance de hectáreas aptas para haderables que se encuentran en manos de
de los mapuche.
Basarse en las municipalidades para desarrollar políticas sociales es, por lo
.. .. - -
~eaueñospropietarios (Seguel2005). Seguelve esto como una nueva estrategia
parte de la industria; en lugar de adqiiirir grandes extensiones de tierra propensas a
- -por

tanto, una de las pocas formas de descentralización del Estado chileno. Por ejemplo, los conflictos, les recompraban a los pequeños propietarios, incluidos los mapuche,
INDAP tiene un programa de desarrollo local (Programa de Desarrollo Local o haciéndolos cómplices de la industria. Debido a que los grandes conglomerados
PRODESAL) que financia programas a nivel municipal. Para que PRODESAL forestales controlaban la niayor parte de la industria, es probable que los mapuche
funcione en una determinada comuna, INDAP y el gobierno municipal crean un que talaban madera tuvieran que venderles su producto a ellos.
acuerdo formal en base al cual INDAP financia los expertos y técnicos agrícolas, y Un representante de CONAF explicó que el Programa era importante para la
la municipalidad facilita los trabajadores sociales, contadores y otros servicios. Otro región debido a la gran cantidad de miriifundios que había allí. La plantación de
árboles inaderables contribuiría con los ingresos de estos hogares. Por otra parte,
- -. .
17 Según Verónica Vddivia y Rolando ÁIvarez (2011), el papel de los gobiernos inunicipales en ,, .~
diio. estas tierras estaban altamente deeradadas como conseciiencia de la aaricul- "

I
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la prestación de servicios se hizo preemiiientc inicialinente diiraiite la dictadiira.En ese niomctito, tiir:i iiitciisiva de siihsiaeiicia, peio icri.iii proclii:ti\,.~s si se sciitl)rab:tii coi1 :irboles
sc Uevó a cabo la reforma miinicipal para despolitizar las demandas por derechos sociales y para itiadei.blcs. La iitclii.;iciii clc estos CII 11ecoiioiiiía c;iinpcsiiia cr;i desable, nririiio,

;1
animar a los ciudadanos a ver a las miiiiicipalidades como los principales proveedores de asisteiicia :..? con el fin de mejorarel suelo. Admitió que lo ideal sería semhar árboles nativos,
socioeconómica y participación (en lugar del Estado central y los partidos pofiticos,respectivamentc). $~.- pero insistió eii que esto era una situación extrema, y que sembrar pino y eucalipto
%
--p. -
IV 1 LACONSTRUCCI~NDEL MULTICULTURALTSMO NEOI.IBERAL
CAPITULO
-
EN CHILE 157

era mejor que nada. Esta afirmación contradice la evidencia de que las plaiitacio- t*do y ya no tenían ningún uso agrícola: 'A la municipalidad le interesa forestar la
nes de pinos y eucaliptos contribuyen a la degradación del suelo y la capa freática tierra porque más vale tener algo plantado que nada', en términos de erosión.'Por
(Hanghney 2006; Klubock 2004) y no considera otras posibilidades para mejorar
snpuesto', dijo, 'Sería mejor plantar árboles nativos, pero pino y eucalipto es mejor
el suelo. En total, entre el 25 y 30 por ciento de las plantaciones forestales de la que nada'. Repitió lo que yo había oído con frecuencia --que las personas no quie-
región están en manos de pequeños y medianos propietarios, aniique el acuerdo ren sembrar árboles nativos porque crecen lentaniente y no generan beneficios eii
municipaVCONAFANDAP representa iiienos del 25 por ciento de las hectáreas el corto plazo-. Conforme recorríamos los campos, en sus conversaciones con los
de pequeña a medialla escala sembradas. Este programa involucra a municipalidades agricultores rnapuche, Chodiman reiteró varias veces que "la agricultura ya no d 2 .
y campesinos mapuche que participan en la industria más ha aineiiazado a las Aunque ha habido iiiia buena cantidad de erosión, esto parece ser un caso más de
comunidades mapuche en los últimos años.
los efectos de verdad sobre los que Begoíia Aretxaga (2000) ha escrito. Si se repite
El Programa era fiierte en una de las municipalidades de Cautín que estudié, con la suficiente frecuencia, se convierte en verdad.
donde vi un afiche que preguntaba: "{Verán el bosque nuestros niños? ¿Adónde se Algiinos actores mapuche vieron este Programa coino un medio para generar el
fue el bosqiie?"AUí encontré un folleto sobre el mantenimiento de los bosques que consentimiento para la industria forestal entre los mapiiche, u11punto que coincide
señalaba que en Chile en tal y tal año fueron talados tantos árboles, pero se sem- con el análisis de Seguel. Horacio Q'ilapan, miembro de la CITEM (Coordinació~i
braron muchos más. Al igual que la campaña Bosques para Chile, estos materiales de IdentidadesTerritoriales Mapuclie),sostuvo que la fornia en la que la industria se
conhiidían bosqnes con plantaciones. Coiistih~~en un esfuerzo para que la gente ha expandido en su comiina en Cautin -facilitándoles a los pequeños agricultores
coinúii se iiivolucre no en la conservación de los bosques, sino en la industria forestal, plantones y asisteiicia- era bastante "encubierta y nefasta" en coniparación con
recurriendo a un Uamado etnocioiial relacionado con las fiituras generaciones. En muchas comunas de Maiieco, donde la presencia de las empresas liladereras era más
el proceso han contribi~idoa la creación de sujetos neoliberales cuyos deberes como obvia. Le pregunté si los participantes mapnclie estaban contentos con el Programa,
ciudadanos fueron confinididos con los de los productores de pequeña escala para porque esa era la iinpresióii que trasmitía la municipalidad. Dijo que sí estaba11
los mercados iiiteriiacionales. contentos; que obtenían gratuitaiiieiite plantones, asesores, cercas, compensación
Hablé con Mario Crespo,quieii había trabajado para esta municipalidad durante preliiiiiiiar y planes de gestión. Sin embargo, dijo, las personas participaron para
iiinchos años, acerca de cóiiio operaba el programa de forestación. En el nionierito obtener dinero rápido, sin pensar en las coiisecueiicias. Tal vez, reflexionó, dentro
de nuestra entrevista,el Programa d i tenía dos años, y hasta ese moiiieiito se habíati de diez años verán los problemas ocasioiiados por la escasez de agiia y la degra-
sembrado un total de 140 hectáreas. La mayoría de las personas qne participaron dación del siielo, y entonces algunos reaccionarán. Otro niienibro de la CITEM,
en el programa solo sembrar011una o dos hectáreas, en zonas muy erosi~nadas'~. A Gabriel Ancamil, añadió: "Obvio que va a recibir lo que le dicen que es bueno. No
los participaiites se les ofrecía una variedad de árboles, incluyendo pinos, eucaliptos es lo que elíos plantean que es bueno, entiende". Las co~iiunidadesmapuche están
y especies nativas. Casi todos optaron por los eucaliptos, algiiiios por los pinos y sujetas a una gran cantidad de iiiforniacióii errónea por parte de las personas que
casi nadie por las especies nativas. Crespo explicó que esto era porque el encalipto acuden a ellos coi1 "proyectos", sugirió, y agregó que si la gente no sabe si algo es
crece más rápidamente, tiene un mayor valor comercial y rebrota automáticamente bueno o malo, lo ven en términos económicos: "En diez afios, tú vas a cosechar, y
después de la cosecha. (Este últiino factor hace que sea preferible incluso por en- la CONAF te va a dar el alambre, el cerco para que tú lo cierres, y más eticiina, te
cima del pino). va a indemniza&es bueno, <no?".
Visité el campo con Elisa Chodiman, una joven agrónoina niapuche que trabajó Desde el inicio de los conflictos,las propias empresas forestales han elaborado
para el programa.En el camiiio,mientras íbamos avisitar a algunos delos tnapuche planes de Buena Vecindad, lo que significa que abren sus plantaciones para que
que había11decidido sembrar, explicó que gran parte de sus tierras se habían ago- los inapiiche colecten plantas nativas y ofrecen programas especiales y recursos
a las comunidades. El plan de I\iliiiiiico establece entre sus principales objetivos
18 Los participantes limitan la cantidad de tierra que dedican a la foresteria,ciipartedebido a los la inserción de la emprcsa en la vida de las comunidades locales y la ayuda a las
veinte o mas riíos quc toma entre la plantación y la cosccha; ellos necesitaii utilizar el resto de sil coiniitiidades vecinas a snperar la pobreza extrema. Sus acciones se centran e11 el
tierra para cultivos que contribuirá~ial ingreso anual. enipleo rural, el apoyo a la educación y el desarrollo (Forestal Mitiinco 2010). En
158 RICHARDS1 R A C I S M ~ ~ ~ DCHILENO
PATRICIA E L O Y EL MULTICULTURALISMO. .. 1V 1 LACONSTRUCCI~NDEL MULTICULTURALISMO
CAPITULO CHILE
NEOLIBERAL E N 159

algunos lugares de Cautín, las empresas forestales han comenzado a centrarse en explicó, y las cultiiras qiic fucron denigradas o atacadas en el pasado son altamente
aumentar la producción no a través de la compra de nuevas tierras, sino, al igual comercializables hoy en día.
que el Programa de Forestación para Pequeños y Medianos Propietarios, mediante Pero Meza tenía sentimientos encontrados respecto a poner énfasis en la dife-
la subcontratación y el suministro de recursos para la gente, incluidos los mapuche, rencia: ''Veo que el tema de la diferencia de raza no es tan crítico, o no es problema.
para que siembren en sus propias tierras. Yo creo que el problema es el económico, el socioeconó~n~co. Yo creo que eso es lo
Otra área a través de la cual las municipalidades paiticiparon en el multicul- que hoy en día nos coloca una traba en lo que es el tema de la convivencia entre
turalismo neoliberal fue la comercialización de la cultura mapuche. Algunas de las personas. Pero con el tema nuestro específicamente, en lo que es el tema laboral,
políticas indígenas de la Concertación se vincularon directamente con los valores para mí, el tema de la comercialización, me entrega una facilidad enorme porque
neoliberales, a través del auspicio de programas mediante los cuales se podrían tengo de dónde poder diferenciarme con otros productos similares de cualquier
explotar elementos de la cultura mapuche en el mercado global. A menudo, estas ...
otro lugar del mundo, y me entrega algo importante en relación de los países
políticas fueron implementadas a través de las municipalidades, lo que las iiivolu- europeos". Aunque no quiero ser demasiado crítica de esta estrategia, teniendo en
craba en la creación de ciudadanos multiculturales neoliberales. De las coiiiunas cuenta que en las coliiuiias donde hice trabajo de campo en Malleco el enfoque
en las que centré nii atención, esto era especialmente cierto en aquellas ubicadas parecía destinado a mantener a los mapuche tan subyugados coino fuera posible, la
en Cautín. En las comunas deMallec0,los gobiernos municipales no estaban en la comuna de Meza es un buen ejeniplo de cómo el Estado (a través de CONADI,
misma disposición. Andrés Lonkomilla, un trabajador estatal mapuche de Malleco, Orígenes y los gobiernos municipales) auspiciaba programas a través de los cuales
dc cuarenta y tantos años, percibía que las autoridades de su comuna trataron de se pudieran explotar elementos de la cultura inapuche en el mercado global. En
hacer lo mínimo posible para no tener a los mapiiche "[tocando] la puerta". Los este sentido, bajo el inulticulturaüsmo neoliberal la cultura inapuche se coiivirtió en
trabajadores estatales de Cautín tendían a ver a los mapuche como una base de una marca a ser vendida,^ los empresarios mapuche en la propia f~ierzade ventas.
clientes pero tambiéii como un recurso; mientras que en las comunas que visité en La niercantilizacióii de la cultura también puede observarse en proyectos de
Malleco,eranconsiderados como una carga. Probablemente esto estaba relacionado "etnoturismoLoportuiiidades para que los turistas visiten comunidades mapuche
coti factores históricos (en Malleco se establecieroii más asentamieiitos de colonos; "típicas'-. Estas iniciativas,por lo general, han estado a cargo de miembros de las
los Ionko en Cautín tienen una larga historia de negociación con los chilenos), así comunidades, a quienes CONADI o las niiinicipalidades les han brindado capa-
como con factores conteniporátieos (los peores conflictos habían tenido lugar en citación y recursos. Óscar fiias,un concejal de tendencia de izquierda, de Cautíii,
Malleco, donde las empresas forestales tenían una mayor presencia). e hijo de mediana edad de una familia de la dite local,liabló de los objetivos de su
Una de las municipalidades de Cautín tenía una oficina de apoyo a la rnicroern- comuna en este sentido:"Nosotros queremos desariollar el turismo, el etnoturismo,
presa que promovía la creación de pequeñas organizaciones y vendía productos en que tenemos potencialidades grandes que nosotros no las vemos... porque no la
Chile y en el exterior. Esta oficina trabajaba con gente mapuche y no mapuche, veo, pero yo sé que pala ustedes [extranjeros] es una cosa bonita ...Y tenemos que
pero tal corno indicó Emilio Meza, un chileno joven que trabajaba alli: "Nosotros aprovecharla...Hay mucha gente que vive como vivía antes, que tiene su ruka, que
estamos vendiendo...artesanía textil no porque la haga un chileno, sino porque la tiene sus c0sas.A todo eso nosotros queremos sacarle provecho y liacer una fuente
hace un mapnche.Y no vendemos la ai tesanía porque es una bonita alfombra,...[lo] de trabajo también para la gcnte del cainpo". Arias mostró cierta ambivalenciaacerca
vendemos [porque tiene] una parte cu1tuial.Yyo creo que miichos estánvalorizando del etnoturisino; él percibía que se necesitaba un trabajo sustancial para coiiven-
eso... [Nuestra comuna] les estamos dandovalor a las cosas". Añadió: "Creo que en cernos á nosotros mismos"(refiiiéndose a los wznka de su comuna), incluso antes
algunas comunas que en realidad están en conflicto indígena, ... Lumaco, Ercilla y de convencer a las comunidades mapuche para realizar este tipo de proyectos con
un moiitóii hacia el norte, yo creo que el tema indígena lo han visto más como un apoyo inuiiicipal. Pero también encontraba esta alternativa más favorable para la
problema [que] como una oportuiiidad.Yo creo que en el último tiempo, nosotros calidad de vida que la plantación de eucaliptos, que ya había secado muchas fuentes
lo hemos traiisfoimado en uiia oportunidad".Meza, cuyo trabajo implica la comer- de agua de la zona. Percibía que podría convertirse en una importante fuente de
cializacióii de productos en Europa, dijo que la "cultura"otorgaba a los productos ingresos para los habitantes de su comuna. Sobre los turistas potenciales, seiialo
mapuche uiia ventaja competitiva en el mercado global. La "cuihlr$ estii de moda,
..
...,
IV 1 LACONSTRUCCI~NDEL MULTICUl,TURALlSMO
S' CAP~TULO -. NEOLIBERAL E N CHILE 161

Nos van a decir en [nuestro] pueblo, está muy arraigada la cultura mapii-
atención principal, sin embargo, se centra en las formas en las que el multicultu-
che... Esa es la parte importante, y eso es lo que no entienden iiiucho, que
ralismo neoliberal ha servido para delimitar las posibilidades de una interlocución
eso es un beiieficio. Es u11 beneficio que tenemos, y tenemos que explotarlo,
legítima entre los actores indígenas y el Estado.
se puede decir. ¿Explotar en qué sentido? En que esa es la identidad qiie
Es importante señalar que el permitido y el insiirrccto son posicioiies prescrip-
tenemos nosotros. Si queremos ser un pueblo turístico,...vamos aser por eso,
tivas para los sujetos -ellos son lo que el Estado quiere que las personas indígenas
no vamos a ser porque vamos a hacer una playa o vamos a hacer una piscina.
sean y la base de cómo responderá a las poblaciones indígenas, y no constituyeti
La interculturalidad, como le digo, es resl>etarnosy tratar de preservarlo y
un fiel reflejo de quiénes son las personas indígenas-. E n este sentido, estas po-
sobre todo,incentivarpara que la cosa siga bien intercultural,porque nosotros
siciones de siijeto están diseñadas para facilitar los esfuerzos del Estado dirigidos
somos los que llegamos aquí. Ellos estaban aquí ya.
a evitar el diálogo político con los actores mapuche en sus tériiiiiios. Es decir, la
Por un lado, la venta de la cultura mapuche a través del etnoturisiiio o la ar- coiistrucción de este modelo dualle permite al Estado rechazar las afirinacioiies
tesanía parece una definición poco consistente de "interculturalidad". Por cierto, mapuche referidas a que ellos son actores políticos y que merecen ser escuchados.
no necesariainente muestra respeto por las demandas de autonomia o territorio Sin embargo, este no es 11n rechazo total. El modelo permite que el Estado esta-
que hacen los mapuche, e incluso algunos de sus defensores winka (como Arias) blezca términos muy específicos para lo que signiíica ser un indígena autorizado en
tenían dudas acerca del valor cultural de este tipo de iniciativas.Tan1bién se basa Chile. Si los inapiiche insisten demasiado en ser otra cosa, serán etiquetados conio
en gran medida en valores de iiiercado como justificación para la incorporación insurrectos y enfrentarán a la represión. No es solo a los denominados "insurrectos"
de los mapuche. Sin embargo, tal como Sarah Radcliffe y Nina Laurie (2006) han que se les restringe su participación coiiio actores políticos válidos. La posición del
argumentado en base a su trabajo en Los Andes, la apropiación de la cultura para sujeto'~ermitido"sedefine de manera tan estrecha que incluso a los mapuche que
el desarrollo no debe ser leída solo como explotación, puesto que taiiibiéii es un más o menos la ocupan no se les facilita un espacio para el diálogo o intercambio
producto del cambio de discursos, prácticas y deseos indígenas. Esta perspectiva se auténticos. (Hay poca o ninguna oportiinidad para abordar cualquier desacuerdo
muestra como un avance frente a aquella adoptada por otras élites locales y traba- con la política del Estado). La constriiccióti de los inapuclie como permitidos o
jadores estatales, especialmente en las comunas de Malleco, que parecían preferir terroristas es consistente con la caracterización que William Robinson (2001) hace
borrar la cuihira mapuche en vez de promoverla. M i punto es que, reconociendo del rol asignado a los Estados neoliberales de la periferia en el mantenimiento del
cierta variación en sus modalidades, los municipios fueron una parte importante .>nleii siici.il p ~ >parte
r cIz1 capit.il gl<ib;il.Eii esti orcl~.ii,si l.,< ri<ztos iio accl)i.iii
en la implementación del muiticuíturaiisnlo neoliberal en Chile e influyeron en la Ins políticas ncolil>r.r~lcsy iiiulticiiltiiralcs qiie les i~frccezl E:st.~,lo,Jcl>cii estar
forma en la que se construirían 1os"indios permitidos". Al mismo tiempo,debido a preparados para enfrentar la coerción directa.
que Chile es tan centralizado,las posibilidades de variacióii regional en las políticas E n Chile, así como en otros lugares, el discurso y la política iiiterciiltural son
eran relativamente limitadas. fundaiiientales para establecer el rango de conductas aceptables para los indios
permitidos. ¿Hubo algún resquicio en los programas de la Concertación para el
ejercicio de la autonomia? Centrándose, respectivamente, en la atención de la
LASCONSECUENClAS DE LAFORMACIÓN DEL SUJETO MULTICULTURAL NEOLIBERAL salud y la educación, Yun-Joo Park (2006) y Patricio Ortiz (2007) han mostrado
.,, ....,...
. ~~
que los programas interculturales se desarrollaron teniendo en mente dos temas:
En esta sección analizo las consecuenciasdel enfoque de la Concertación en las demandas del moviiiiieiito y las prioridades neoliberales''. Con el retorno a la
términos del marco sugerido por Hale (2004; 2006) acerca de la formación del democracia, las demandas inapuclie incluyeron el establecimiento de progranias
siijeto. E n Chile no observé la descentralizacióii y las oporhinidades (aunque limi- interculturales. Los actores del movimieiito vieron objetivos prácticos así como
tadas) para la autonomía local documentadas para otros casos (e.g., Horton 2006; políticos en la interculhiralidad: estos progranias no solo contribuirían a la super-
Postero 2007; Yashar 1999). Sin embargo, es posible que los programas estatales vivencia y la revitalización de las tradiciones, prácticas y formas de conocimiento
puedan haber contribuido a la creación de conceptos alternativos, más liberadores,
sobre la interculhiralidad de parte de los mapuche y sus defensores. M i foco de ---
19 Para otro a~iálisisde la salud interculniral en Chüe,ver Bolados 2010
PATRIC~A 1 RACISMO:ELMODELO CHILENO Y EL M u L T ~ ~ ~ L T U R A L ~ S M ~ . . .
RICHARDS
- IV 1 LACONSTRUCCI~NDEL MULTICULTURALISMO NEOLIBERAL EN CHILE
162 CAP~TULO
- 163
-

mapuche, sino que podrían ayudar a legitimar a los mapuche como un pueblo con empleados directos del Estado.Es más, en otroartículo,Boccara y Bolados (2010)
derechos colectivos y culturales, contribuyendo así a una lucha más amplia para han argiinientado que los talleres de formación intercuihlrai en otros momentos
alcanzar instihiciones iutónomas. Pero la creación de estos programas era también funcionaroii como oportunidades para la reproducción de las relaciones étiiicas
una forma relativamente barata para que la Concertación haga el ademán de encarar asimétricas. Dan ejemplos de funcionarios estatales que -a través de gestos, bur-
el hecho de qiie los mapuche estaban en las peores condiciones, según la mayoría las y el iiso inapropiado de celulares y otra tecnología- demostraron su falta de
de las medidas de inequidad. respeto para los dirigentes y sanadores mapuche que participaron en los talleres.
Al desarrollar estos programas, la Concertación tendió a centrar su atención Postero (2007,153) sefialaque los talleres sobre la Ley de Participación Popular
en el incremento del acceso a la salud o la educación, más que en su esencia in- en Bolivia organizados por las ONG,"fueron parte del proceso mediante el cual los
tercultural (Park 2006). Park y Ortiz han demostrado que, como resultado, estos ciudadanos fueron capacitados para hablar un lenguaje común de administración,
programas estaban muy lejos de los puntos de vista niapuche sobre lo que debían propuestas de financiamiento, desarrollo, presupuestos, supervisión -la jerga de la
ser los programas interculturales. Por ejemplo, a pesar de que por lo general las moderna democracia burocrática"-. Esto podría ser también una función de las
rnnchi y otros expertos en prácticas de salud mapuche estaban a disposición de los capacitaciones y proyectos de Orígenes.Almismo tiempo,también se puede argu-
pacientes, los progranias de salud intercultural no hacían que los profesionales de mentar que los empleados mapuche aprendieron iinportaiites habilidades a través
la salud occidental corisiiltaraii con eilas. Y la educación intercultural bilingüe se del trabajo en estos programas, lo que podría ser útil en un fiituro para proyectos
limitaba a lasescuelas rurales mapuche, de tal manera que los chilenos no eran relacionados con la autonomía. Si bien pienso que el ciiiismo acerca de las políticas
educados iiiterculturalniente.Incluso en las escuelas mapuche, las formas mapuche interculturales está bien posicioiiado, es posible que puedati dar lugar d o apoyar
de conocer no eran integradas en el currículo. E n materia de saliid, así como en prácticas más autónomas -talvezno en lo inmediato,pero si a largo plazo, aunque
edqcación, a los actores mapuche se les daba pocas oportunidades de consiilta y esto depende de lo que ocurra con estos programas en futuros gobiernos-. Afin de
control sobre la toma de decisiones. Al final, mediante la creación de estos progra- cuentas, sin embargo, estas políticas parecen referirse principalmente a la genera-
mas, la Concertación alejó la atención de los aspectos políticos de las demandas ción de consentimiento para el neoliberalismo y la pacificación de algunos sectores
de interculturalidad,construyendoen cambio a los mapuche como iin mero grupo del movimieiito -objetivos que están, finalmente, estrechamente eiitrelazados.
étnico cuya cultura era respetada por eUa. (Cuáles fueron las conseciiencias de la formación del sujeto inulticultural oeo-
Aun así,Park (2006) encontró algunas expresioiies de autonoinía en los progranias liberal paralas comunidades inapuche? El hecho de qne en este caso mi atención se
de salud intercultural, lo mismo que Guillaume Boccara (2007) en los talleres de centre principalmente en los actores indígenas no es para sugerir que los conflictos
formación iiitercultural patrocinados por Orígenes para los trabajadores estatales. no tuvieron costos personales para los colonos y otras élites locales. Un ex oficial
Park ha hecho hincapié en que cuando los programas de salud intercultural surgen de de una iiniversidad local, que me presentó a varios colonos a quienes entre~tsté,
los esfuerzos de las organizaciones mapuche, recibiendo tal vez el apoyo del Estado refleja que sabe que estos son personas buenas y honestas. Cuantas más entrevistas
después de que están bien establecidos, tienen más probabilidades de representar hacía, más me percaté que esto era un dilema central. La gente puede ser buena y
los puntos de vista indígenas sobre interculturalidad. Boccara ha observado que honesta, por lo menos desde la perspectiva de su propio social, pero pueden,
los facilitadores de los talleres de Orígeiies, con frecuencia educadores mapuche o al mismo tiempo,participar en iin sistema de desigualdad social extrema,del aue se
poseedores de conocimientos tradicionales, tenían un considerable control sobre benefician en desmedrode los demás. ~ a n i e~l a i r iquien
, llegó a ver cómo f;eron
la información que presentaban. No obstante,debido a que Chile se mantuvo tan consuniidas por las llamas las construcciones y cultivos en su finca,rompió a llorar
centralizado, las oportunidades para el crecimiento de las expresiones de la auto- durante nuestra entrevista. "Uno siente harto", dijo,"porque uno adora su patria, y
nomía o de la política de oposición desde los progranias interculturales era menos todo, y más el lugar donde vive, donde uno nació, donde son sus raíces, siendo un
común que,por ejemplo, lo que Postero (2007) ha reportado en la Bolivia pre-EVO. país tan lindo como el nuestro,que sucedan esas barbaridades". Es doloroso,señaló,
D e heclio, los casos en los que este tipo de cosas sucedieron en Chile fueron los porque siis antepasados trabajaron duro para hacer de su fundo lo que es y no hu-
pocos en los que, por cualquier razón, la toma de decisiones era más descentrali- hierati esperado que renunciara a él. Se preguntaba cómo las personas acaudaladas
zada. Por ejemplo, los facilitadores que analiza Boccara eran subcontratistas, no podían poseer grandes extensiones de tierra, y él ni siquiera podía tener su pequeño
164 ~ATRIC~A 1 RACISMO: ELMODELO CHILENO .-Y EL MULTLCULTURALISMO..
RICHARDS -- . IV 1 LACONSTRUCCIÓN
CAP~TULO DEL MULTICULTURALISMO NEOLIBERAL EN 2 1 1 . E 165
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fundo para mantener a su familia. Adalberto, un joven propietario de Malleco, que que custodiaba el fiindo de Hauri acosó a los miembros de la comunidad, los detuvo
tenía solo treinta hectáreas, dijo que había sido asaltado y le indicaron que dejara en el camino y filmó sus rnovimietitos. La propia casa de Ramiro Iiabía sido allanada
su tierra. Señaló que la situación era dolorosa "porqne uno es nacido y criado eii ese por lo menos en siete oporhinidades hasta el inoniento en que lo entrevisté. Hay
lugar, pero <quévamos a hacer!". Muchas de las personas que sufrieron atentados relatos de tortura a manos de la policía durante los ititerrogatorios, lo que incluyó
mencionaron traumas eniocionales y psicológicos, que incluían niiedo, sensación golpizas, electrocución y asfixia (Ray 2007). Estas formas de violencia constituyen
de desamparo, nerviosismo, psicosis y paranoia. violaciones a los derechos humanos y ciiidadanos. Observadores nacionales e in-
Aun así, debido a que el miilticulturalismo neoliberal es una respuesta política ternacionales han afirmado que eilo demuestra una falta de igualdad de protección
centrada en los pueblos indígenas, me centro aquí en sus conseciieiicias para las y una falta de respeto a la Convención Internacional del Niño, a otros acuerdos de
coniunidades mapuche. A pesar de que las políticas indígenas interculturales y derechos humanos y a la propia Constitución de Chile y la Ley Indígena.
niulticulturales de la Concertación generaron algunos beneficios para las coinuni- Laviolencia de Estado asociada alos conflictos era, en ocasiones,iina reminis-
dades mapuche en términos de bienes materiales y servicios, e incluso de mayor cencia de la dictadura. El nivel de violencia policial qiie presencié en maiiifestacio~ies
participación o derechos políticos, la respuesta punitiva a sus demandas ha implicado mapuche en los campus universitarios y en marchas a través de Ternuco, fue im-
iin gran costo. Durante los allanamientos de la policía las personas fueron objeto pactante. Con frecueiicia me llamó la atención que los estudiantes no empezaban a
de abiiso verbal, se les disparó con balas de goma y perdigones, fueron punzados coinportarse violentamente, sino hasta después de que la policía coinenzaba a lanzar
o golpeados con armas, y arrastrados por el suelo. E n algunas ocasiones, las extre- gases lacriinógenos y mojarlos con carros lanza-agua. Al igual que otras tácticas,
niidades de jóvenes y viejos fueron quebradas, y por lo menos una mujer sufrió la estas parecían sacadas de la dictadura. Por ejemplo, durante el juicio de Asociación
pérdida de sil embarazo. Siis viviendas fueron desbaratadas y sus ventanas rotas. Ilíuta Terrorista en el año 2002, las pruebas utilizadas en contra de los acusados
Los policías a menudo se llevaron sus rifles de caza y otras herrainieritas, alegando incluyeron la posesión de folletos de la ETA (el grupo separatista vasco), casetes de
que eran armas. Estas medidas solo aumentaron el sentimietito de iinpoteiicia y Víctor Jara y fotos del Cbe Guevara (Terwindt 2004a). Evidencias de tipo similar
rabia dentro de las coniunidades mapuche afectadas. Durante mucho tiempo, en se utilizaron durante la dictadura para 'probarnla actividad subversiva.También se
varias de las comunidades en conflicto, la policía estableció controles de carretera han reportado diversos incidentes de robo y acoso a las organizaciones y defensores
mediante los cuales detenían, revisaban y registraban las identidades de todas las de los inapuche. Una serie de computadoras pertenecientes a organizaciones de
personas y los vehículos -nna clara violación, según observó Gaspar Curamil, apoyo fueron robadas y, eii 2002, el auto de Jaiiiie Madariaga, abogado defensor eii
un joven mapuche trabajador de salud intercultnral en Malleco, de la libertad y la el Juicio de los Lonko, fue inceiidiado en el centro de Temuco". Estas violaciones
soberanía qne la Constitución cliilena garantiza a las personas-. representan la cara punitiva, disciplinaria, del inulticulturalisnio neoliberal.
Uno de los entrevistados describió la presencia policial permanente eii las La protección policial a los colonos y el maltrato a los mapuche también dejó
comunidades como guerra psicológica y, de hecho, un iiiforine elaborado por dos en claro a qué parte de los conflictos apoyaba el Estado; los reclamos de los colonos
trabajadores del Progrania de Salud Mapuclie documentó las heridas psicológicas fueron legitimados implícitamente, a pesar de que en la mayoría de los casos no
producidas en los niños por los allananiientos policiales y la violencia en la comu- se habían encontrado a los culpables. Pero, en realidad, los dueños de fundos y las
nidad mapuche de José Guiñon, algunos miembros de la cual fiieroii acusados de élites locales criticaroii lo que consideraron una respuesta inadecuada del Estado,
: -. terrorisino eii eljuicio Poluco Pidenco (Sepúlveda y Millaqueo2004). Esto incluyó afirmando que los conflictos tuvieron consecuencias económicas graves para la
cambios de humor, insomnio, hipervigiiancia, regresiones, dificultad de conce~itracióri región, consecueiicias que ellos asocian con sus propios intereses económicos.
y depresión. En el 2007,una comunidad en Ercilla realizó una queja formal contra Iváii Isler, 1111colono que había sufrido numerosos atentados, declaró: "No puedo
la policía, que había estado yendo a la escuela local para interrogar a los niños acerca
de las actividades de sus padres. A la gente le preocupaba que sus hijos temieran
por siempre a la policía. Ramiro Raipillaii, un joven de la comunidad que estaba
en coiiflicto con Hauri, señaló que la protección policial a los fi~ndosde los winkn 20 Seguel (2003b) ha dociiinentado muchos otros casos de lo que él denomina "tci.rorisiiio en
coiitribuyó a la sensación de inseguridad en las comunidades mapuche. La policía contra de los rnapiiche".
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: MODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO ...
IV 1 LACONSTRUCCI~NDEL MULTICULTURALISMO NEOLIBERAL
CAP~TULO -- EN CHILE 167

enipresario agrícola que también había experimentado un atentado contra su pro- sus tierras,puede ser cuestionable,pero que los Raipillaii tienen motivos para sentir
piedad, sostuvo que mientras las grandes empresas que ya estaban en la región se animosidad hacia los Hauri lo es miicho menos. El relato de Raniiro es indicativo
habian mantenido, otras fuentes de capital se habian alejado. h g e l Durán, quien del modelo más amplio creado por el muiticuihiraiislno neoliberal, más allá de las
trabajaba para un programa de "buena vecitidadVdeuna empresa forestal, se quejó relaciones entre determinados colonos o chilenos y los mapuche: aquellos mapuche
de que la región estaba perdiendo el turismo porque los extranjeros tenían miedo que no consintieron estuvieron sujetos a la disciplina y a la violencia estatal.
de venir a la región. Más allá de la criminalización, iniichos mapuche sostienen que los conflictos
No pude encontrar evidencia alguna que apoyara estas afirmaciones. El admi- simplemente son síntomas de problemas más profundos. Pedro Cayuqueo explico
nistrador de una universidad, Armando Torres, señaló que los anuncios de bienes
raíces habían comenzado a incluir la ewresión "buenos vecinos" -térrniiio em- Los conflictos operan como oportunidad para visibilbar la contradicción entre
pleado para referirse a los no mapuche- porque ya nadie quería comprar tierras un pueblo sin derechos, que no tiene la oportu~iidadde autodeterminarse,y
que colindaran con las comunidades mapiiche. N o obstante, reconoció: "La rueda Estados coloniales que sin respeto ocuparon N territorio, 01srecursos, con-
del crecimiento económico es mayor que la capacidad del conflicto de detenerla". taminan, atropellanyniegan lo básico. Las empresas uansnacionales son los
Las quejas de las élites por los impactos económicos de los conAictos son una ejércitos modernos que tienen los Estados. Las grandes transnacioiiales Iio)?
reminiscencia del discurso del "cinturón suicida" de mediados del siglo XX, un día ron los grandes imperios que antiguamente nos colonizaron. Si antes lo
discurso más arraigado en la animosidad racial que en la realidad económica. En :
~
hizo el imperio español, hoy día lo hace Repsol, qne también es español, o
los años de este eshidio, al igual que antes, los mapuche eran un chivo expiatorio lo hace Endesa. Y si antes los italianos colonizaroii Argentina, hoy lo hace
conveniente para los cambios económicos más amplios que afectaban la región, auii Benetton, que también es de Italia. En el lado chileno fue [José] Biinster con
cuando ellos también sufrieron las consecuencias de esos cambios. su empresa triguera quien financióla ocupación militar de La Araucania, hoy
La criininalización de los conflictos, el rechazo a considerar la legitimidad de lo hace Anacleto A~igelinia través de las forestales o bien un Eliodoro Matte
los reclamos mapuche y el uso de tácticas de guerra sucia no solo intensificaron los a través de las papeleras, las celulosas. Es así que visibilizar los conflictos nos
conflictos, sino que endurecieron también las actihides mapuche hacia el Estado y permite, ante nuestra gente, dar cuenta de que estos son síntomas de una
las élites. Cuando le pregunté a Jorge Millan qué le deparaba el futuro a su comu- enfermedad anterior llamada colonia1ismo.Y que la solución de un conflicto
nidad, iespondió que seguirían 1uchando.Liiego hizo una pausa, se rió suavemente, puntual no iinplica iiecesariamente un remedio para la enfermedad2".
y añadió: "Sacarle a Marcial". "¿Ahora sí,", pregunté. "Ahora sil'.También Ramiro Cayuqueo se refirió a la magnitud en la que los intereses del Estado y las
Raip'ian señaló que luego de todo este conflicto,la comunidad quería que Hauri se corporacio~iesestán unidos entre ssi;el multici~lturalismoneoliberal está diseñado
fuera. "Nosotros no empezamos. Fue él quien que comenzó este tema de odiosidad. para abordar algunas demandas indígenas pero sin amenazar esos intereses. E n
Nosotros no fuimos los que pedimos protección policial para protegernos de él". contraste, solo el reconocimiento de los derechos mapuche a la libre determina-
El dolor que ha ocasionado, explicó, significa que ahora lo único que quieren es ción, de acuerdo a la posición de Cayiiqueo, tiene una oportunidad de revertir el
que se vaya y deje que la comunidad siga adelante. La hostilidad hacia Hauri, así despojo continuo de La Araucanía. Pero está claro que ese reco~iociinientono
coino hacia los autores de lavioleiicia estatal,se observa en los grafitis en el pueblo encaja en el modelo multicultural neoliberal. Coino mapuche, iiicluso si uno no
cercano: "[Hauri] hijo de puta", "Evo Cornpañero",",Pako asesinony"Lemun vive". se involucra en tácticas violentas, uno no es un indio autorizado si es que uno
Raipillan percibió que Hauri comenzó a o d i a~su familia cuando ellos comenzaron insiste en tales afirmaciones.
a manifestarse en defensa de su comunidad. El piensa que el resentimiento de Hauri
por enfrentarse a él como a un viejo patrón estaba en la raíz de sns acusaciones .-
contra ellos. Este relato sirve como una metonimia del conflicto mayor; la agencia 21 Repsol es la empresa espafiola en conflicto con tina comunidad mapiiche en Argentina por
mapuche para defenderse frente a la opresión conduce a un rechazo por parte del problemas de contaminación. Endesa es la e i i i p ~ s aespañola que construyó Ralco y otras represas en
el Alto Biobio. Benetton ha tenido un conAicto pcrmanentc de tierras con una comunidad mapuche
colono, que busca disciplinar a los mapuche y mantenerlos en su lugar. Si es justo
en Agenrina.Jod D~insterhc un banquero,lntifiiiidista y iin iinportanteprodiictorde trigo en La
colocar a Hauri y a otras familias de colonos como los responsables de la invasión de Araucania.
Los inapuche y sus defensores asociaron los conflictos con violaciones de sus comunidades inapuche las que han sido invadidas a lo largo del tieinpo, primero
derechos mapuche. Si bien los derechistas hicieron eco de la posición oficial de la por los españoles, luego por los militares chilenos, por los coloiios, y aboia por
Concertación al sostener que la C A M y otros activistas mapuche no reconocen el inmensas plantaciones niadereras y otros inegaproyectos de desarrollo apoyados
Estado d e Derecho, los mapiiche y sus defensores lanzaron la pregunta: (el Estado por el Estado. Los chilenos y los mapiiche en las zonas eii conflicto muestran iiiia
de Derecho de quién es el que está en juego?, haciendo hincapié en las desigualdades desconfianza mutua y una animosidad qiie ha llegado a un punto crítico. N o estoy
que resultan del privilegio epistéinico. Algunos sugirieron que al no cumplir coi1 en condiciones de asuiuir unaposicióii clara aceica de lo que es cierto o falso en los
los viejos parlamentos entre los esyalíoles y los mapuche, el Estado chileno viola relatos chilenos y iiiapuche sobre conflictos específicos, pero los conflictos indican
el derecho internacional. D e este niodo, insistieion en que las formas mapuche de justamente todo lo que está en juego para los actores estatales, indígenas y de la
hacer la ley son tan legítimas como las chilenas. Otros señalaron que el hecho de élite local en el contexto multiciiltural iieoliheral. Los siguientes capítulos indagan
haberles aplicado la ley antiterrorista casi exclusivameiite a los inapiiche constituye la manera en la que lo histórico y lo contemporáneo, lolocal, iiaciónal y global, lo
una falta de igualdad de proteccióii. Hiiman Rights Watch y el Observatorio de político, econóniico y ciiltural dan fornia a las respuestas estatales y sociales ante
Derechos Indígenas (2004) Iiicieroii referencia a una ausencia del debido proceso. las reivindicacioiies inapiiche.
El Relator Especial de la ONU para los Derechos Indígenas, así como la Fede- Así, ese es el coiiteriido del multiculturalismo neoliberal eii Chile. La fornia
ración Internaciorial de Derechos Humanos (FIDH), expresaron preocupaciones particular que adquiere es u11 producto de los objetivos chilenos en la economía
similares. El hecho de que tantas organizaciones internacionales expresaran dudas global así como de los conflictos y de la tiiovilización mapiiche. Si hiel1 el multi-
sobre si se estaban defendiendo los derechos mapuche, eti Iiigar de si los mapiiche culturalismo neoliberal representa un caiiihio de política indígena con respecto al
estaban violando el Estado de Derecho, es revelador; recalca la medida en la que pasado, pocos líderes y coinuiiidades mapuche han expresado estar satisfechos con
la prioridad del Estado era controlar la resistencia niapuche en aras del capital, a este paradigma. Esto también se debe a una serie de razones entre las cuales se ubican
expensas de los derechos de los ciudadanos indígenas (Cuadra 2010). en los primeros lugares el fracaso de la Concertación para lograr el reconociiniento
Los mapoche y sus defensores sostienen que al encuadrar el carácter político formal de los pueblos indígenas en la Constitución, la coiidicióii privilegiada que
de los reclamos inapoche como actos criminales, el Estado y las élites ignoran las se le otorga a los intereses ecotiómicos por encima de los derechos indígenas 1. la
raíces históricas y político-econóinicas de los conflictos. Desde mi perspectiva, uiia criminalización de las demandas inapuche por la devolucióii de territorio ancestral.
de las coiisecueiicias inás iinportantes de la manera en la que la Concertación eligió Es interesante que los niapuclie y sus defensores así como las élites locales y los
abordar el conflicto -a través de un enfoque dual que premiaba al indio permitido agricultores colonos solicitaran una mayor intervención del gobierno para resolver
y castigaba al "terrorista"- es que dejó en claro que casi ningún mapuche es consi- los cotiflictos, aunque los niapiiche y sus defensores tendieron a poner énfasis en
derado un interlocutor válido en términos políticos. El comportainiento indígena el reco~iociinientode los derechos indígenas y en la negociación como la solucióii,
autorizado es definido de manera estrecliay deja poco espacio parala participación mientras que las élites locales y los colotios a veces hicieron ini llamado a la iiego-
en la toma de decisiones o negociaciones políticas, Cualquier otro comportainiento ciación, pero, por lo general apoyaron la criminalizacióii.
está sujeto a represióii, aún si no involucre formas extremas de protesta. La condición Las construccioties de los inapuche como perinitidos"~"terroristas"apareceii
mapuche de pueblo coi1 detechos políticos es, por lo tanto, negada; sin embargo, tal conio dos polos opuestos pero,en definitiva, tino sostiene al otro. Es decir,las polí-
coino Sergio Caiiiuqueo señaló, tampoco el movimiento estaba en condiciones de ticas punitivas son parte integral del tiiulticulturalismo neoliberal. Las autoridades
desarrollar una respuesta coherente y coiisistente a la Concertación. Existe una falta eiifatizan el rol que los mapuclie podrían jugar en incrementar la diversidad en la
de unidad dentro del movimiento. Se ha mostrado lento para desarrollar alianzas sociedad ch'iena,pero almismo tiempo le bajan el tono alas demandas por el recono-
con otros actores sociales y se puede afirmar que carece de un proyecto político cimiento de sus derechos colectivos y culturales al territorio y la autodeterininación,
coherente para el cambio, lo que sugiere que la respuesta multicultural neoliberal particularmente cuando estos son percihidos conio uiia violación a los objetivos
ha sido exitosa en su empeño por desmovilizar el activismo inapuche. de desarrollo nacional y contrarios a los derechos de las conipañías forestales y las
Agricultores chilenos y colonos en La Araucaiiía con frecuencia iiie dijeron élites locales. Al desarrollar este paradigma, la Concertación tuvo que considerar los
que ellos viven "rodeados por mapuche". Pero, desde la perspectiva opuesta, son las intereses de un amplio rango de actores sociales, pero 110 actuó como un mediador
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- - PAT~ICIA 1 RACISMO:
RICHAROS ELMODELO CHlLENO Y EL MULTICULTURALISMO.. . 1V 1 LACONSTRUCCI~NDEL MULTICULTURALISMO NEOLIBERAL EN CHILE
CAP~TULO 171

desinteresado.De hecho, la Concertación por lo general defendió al gran capital y la reunión, Aurora le preguntó a Andrés lo que él pensaba como experto en estos
estuvo en contra de las comunidades inapiiche, así como, debe señalarse, contra los asuntos: '{Qué va a pasar con nosotros a futuro? iQoé va a pasar con nosotros,
pequefios y medianos agricultores chilenos (aunque determinados agriciiltores se los pewenche? {Vamos a desaparecer, o vamos a seguir en pie de guerra?". Esta
vieron favorecidos frente a los mapiiche en el contexto de los conflictos). De esta pregunta, tan pura y triste, portaba el legado de siglo$de opresión, invasión y des-
manera, el mnlticulturalismo neoliberal adquiere forma específica de acuerdo con pojo. Semanas más tarde me encontré hablando con algunos amigos y co~iocidos
las particularidades de la historia chilena y las relaciones sociales contemporáneas en Santiago. Delfiiia, una anciana acaudalada que votó por la Concertación, dijo
(en torno a este punto,ver también Boccara 2012). que habia escuchado que los pewenche afectados por Ralco estaban ejecutando
Antes de continuar, vale la pena destacar la reticencia de la Concertación un proyecto de turismo y haciendomucho dinero, porque a los extranjeros les
a considerar la legitimidad de las reivindicaciones mapuche, que en esencia no
son simplemente reclamos sociales fáciles de ser resueltos a través de siibsidios y -
gustaba este tipo de cosas. Ella, como tantos otros con quienes yo habia hablado,
parecía qi~erer-demostrarque lospewenche estaban mejor después de que ~ a l c o
soluciones orientadas al desarrollo, sino reclamos políticos vinculados a derechos fue construida. Les conté a todos los presentes la historia de Aurora y mencioné
colectivos sobre el territorio y la autonomía. José Aylwin (2002) ha observado la su pregunta: "(Qué va a pasar con nosotros, los pewenche?". Ellos estaban eviden-
ironía del compromiso simultáneo de Chile con la globalización económica y el temente afectados por la historia, y la conversación se detuvo brevemente, antes de
rechazo a la globalización de los derechos indígenas. Se pregunta cómo puede que Deffina se encogiera de hombros, insistiendo en que los problenias de la nación
Chile hablar de violaciones mapiiche al Estado de Derecho, cuando no respeta sus con la electricidad eran demasiado graves como parahaber hecho otra cosa que
derechos más básicos como pueblo. Para el Estado chileno permanece sólida una construir las represas en el Alto Biobío. Cómo lograr que los reclamos mapuche
lógica colonizadora: a los mapuche no se les puede permitir ser actores por derecho sean escuchados,compreiididosy legitimados-no solo por el Estado sino por los
propio, con derecho a una forma de conocimiento, una forma de ser. Más bien, chilenos en la sociedad civil- constituye iina lucha tremenda.
ellos siguen siendo 1111 problema a resolver, un elemento errático a controlar, objetos
u

sobre los cuales actuar. E n este sentido, como proyecto racial, el multiciilturalismo
neoliberal representa una continuación de la historia de despojo colonial. La vio-
lenua de Estado, que forma parte de los aspectos negativos del multiciilturalismo
neoliberal, es un castigo para los mapuche que se niegan a dar su consentimiento
a esta forma de gubernamentalidad, y se legitima por el racismo eurocéntrico que
está a la base del sistema colonial/moderno.
La situación no era mucho mejor dentro de la sociedad civil. Crecientemente,
sectores del movimiento mapuche parecían reconocer que para tener éxito en el
logro de sus objetivos, necesitaban alianzas con personas no mapuche. La mayoría
también reconoció que algunos chilenos apoyaban su causa. De todos modos hubo
una sensación, tal como el educador intercultural Pepe Morales observó al reflexio-
nar sobre las dificultades que los mapuche enfrentaban como consecuencia de la
intervención de las empresas forestales,que "Chile parece no ver [lo que] sufrimos".
La medida de este sufrimiento se hizo particularmente clara para mí cuando
un día me senté en una reunión entre Andrés, quien trabajaba por los derechos
humanos, y Aurora Kalfupange,una mujer que habia participado en la lucha contra
la construcción de la represa Ralco. Ellos se habían reunido para discutir la forma
de garantizar que el Estado se pusiera a la altura de los compromisos que habia
contraído ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Al final de
(Cómo construyó el público chileno a los mapuche en el contexto de los
conflictos? Las encuestas a gran escala proporcionan impresiones contradictorias.
Si bien algunas encuestas realizadas en las principales ciudades (todas fuera de
la zona de conflicto) dieron cuenta del respaldo a los reclarnos mapuche (IDEP
2003), otras mostraron el apoyo al uso de tácticas más duras en contra de los ma-
piiche involucrados en los conflictos (Libertad y Desarrollo en La Tercera 2002).
María Eugeiiia Merino y siis colegas (2004; 2009) han analizado las actitudes en
el territorio ancestral mapuche al comienzo del siglo XXI, muestran que muchos
chilenos en esta zona albergaban creencias acerca de que los mapuche eran ociosos,
violentos, borrachos, incivilizados y primiti~ros~. Sin duda, el rechazo a los mapii-
che no era monolítico; sin embargo, prevalecieron las actitudes negativas acerca
de los reclamos mapuche, mostrando que las ideologías y discursos que sostienen
el racismo sistémico estaban vivas y coleando, particulaniieiite en el sur chileno.
Exploro estos discursos a través de la perspectiva de las élites locales (y, en
menor medida, de los trabajadores públicos). (Cómo respoiidieron estos grupos
cuando se enfrentaron no solo a la creciente resistencia mapuche y al conflicto
social, sino al surgimiento de nuevas ideas sobre la ciudadanía multicultural que
se filtraban a través de las políticas públicas, el discurso político y los medios de
cotiiunicación? H e documentado antes en este libro las memorias en contienda
de los mapuche y las élites locales de la región. H e mostrado cómo el privilegio
epistémico-codiicado en la legislación, las políticas y las con~prensioiiessociales
respalda las visiones de la élite a medida que construye las visiones de los mapuche
como inválidas. H e demostrado que a pesar de que el multiculturalismo neoliberal es
iin conjunto de discursosy prácticas internacionales, adquiere una forma específica
en función de las particularidades de la historia y de las relaciones sociales chilenas.
Las actitudes y relaciones contemporáneas a nivel local, moldeadas por las ideas
históricas sobre la raza y la etnicidad, así corno los nuevos discursos y prácticas del
Estado, son cruciales para comprender cómo se materializa el iniilticulturalismo

--
1 Eii base a 264 entrevistas represesrarivas, Merino n al. (2009) revelati qiie 8096 de la población
no mapuche deXmiico eniplea discursos prejuiciados y estcriotipificadoshacia los rnapuche.
V 1 LASÉLITES LOCALES CONFRONTAN EL MULTlCULTURALlSMO
CAP~TULO 175

neoliberal. Las prácticas locales y los imaginarios sociales no siempre empalman otros eran medianos agricultores que luchaban con los rainbios provocados por la
fácilmente con los discursos impulsados por el Estado. De hecho, muchas élites inserción de Chile en el economía global. No todas las élites locales expresaban
locales se resistieron al multiculturalismo para preservar sus propios intereses. Esta todos los puntos de vista aquí planteados, y algunas de ellas los expresaron con lo
resistencia representa un esfuerzo por afirmarse a sí mismas como sujetos que se que parecía ser un virulento odio racialantimapuche, mientras que otras lo hicieron
autoconstruyen en un contexto político cambiante y ella es moldeada por ideas de con un sentido de benevolente paternalismo'. Trato de explorar no quién piensa
larga data acerca de la raza y la pertenencia. Sin embargo, a pesar de esta tendencia qué y dónde -una tarea casi imposible, en la medida que las élites de diferentes
dominante,laresistencia al miilticulturalismo no fue universal. Existieron discursos cornrinas a menudo inezclaii varios aspectos de estas narrativas con frecuencia con-
alternativos entre algiiiios empleados públicos y, por supuesto, los mapuche; estos tradictorias-. Más bien, busco delinear las narrativas dominantes que circularon
muestran la posibilidad de la existencia de visiones distintas acerca del futuro entre las élites locales con respecto a las políticas indígenas, y explorar lo que esto
compartido del territorio2. sugiere sobre su receptividad frente al multiculturalismoy las demandas mapuche.
Mi análisis se centra en las respuestas de las élites locales a las políticas in- Para ser domiiiatites,estos puntos.de vista no tienen que ser sostenidos por todos;
dígenas de la Concertación. Las políticas son un filtro útil a través del cual puede el punto es que su propia existencia -sobre todo entre la élite local- coinplicó
verse la persistencia de las jerarquías sociales y los puntos de vista discriminatorios. los objetivos del Estado con relación a la co~isnucciónde maneras "aceptables"
D e hecho, el momento histórico de los gobiernos de la Concertación facilitó una de ser indígenas, así como los esfuerzos de los mapuche para imaginar un futuro
clara oportunidad para observar los puntos en conflicto entre los discursos del alternativo para la región.
nuevo Estado y aquellos discursos transnacionales y las coinprensiones "de sentido Al tratar las políticas indígenas y el tema de los mapuche,los entrevistados se
común"loca1es sobre la raza y la pertenencia. Las reacciones de los entrevistados basaron en los arquetipos terrorista y permitido que examiné en el capítulo anterior,
a las políticas multiculturales e indígenas revelan así algo más que sus puntos de pero no los seguían estrictamente.En cambio,las discusiones se apoyaron en cuatro
vista sobre dichas políticas; exponen las posiciones arraigadas con respecto a los grupos de narrativas (o lo que Ruth Fraiikenburg (1993) denomina "repertorios
mapuche y sus reivindicaciones sobre los derechos colectivos. Examinar las re- discursivos") sobre la política indígena de la región. Estas narraciones se centraron
acciones a las políticas, por lo tanto, tiene el potencial de mostrar cómo las ideas en el terrorismo, la cultura, la pobreza y la integración. Al llamar "terroristas" a
profundamente arraigadas acerca de la raza y la jerarquía social interactúaii con un los mapuche, las élites locales hicieron coincidir, e incluso incitaron, las políticas
contexto sociopolítico cambiante. punitivas asociadas con el multiculturalismoneoliberal. En cambio,los demás relatos
Mi muestra no da cuenta de las potenciales diferencias entre los chilenos de sugieren un rechazo dominante (aunque no universal) de losvalores multiculturales,y
diferentes clases sociales'. Es más, si bien las élites locales que entrevisté tendieron deinuestraii que los puntos de vista supuestamentevestigiales acerca de lasjerarquías
a ser relativamente acoinodadas en términos económicos, en términos de estatus raciales en la región están prosperando en el contexto de los conflictos.Estudiosos
social no eran un grupo monolítico; algunos eran muy adinerados, mientras que como Florencia Mallon (1996), Jean Jackson y Kay Warren (2005) y Robert
Andolina, Sarah Radcliffe y Niiia Laurie (2005) han observado que cuestionar la
2 Los trabajadores estatales representan un grupo mihlo en la medida en la que algunos tefiierzaii autenticidad de los pueblos indígenas es un medio fundamental a través del cual el
los discursos dominantesy otros se alinean con las demandas mapuche. Estado y las élites se oponen a, y regulan, las demandas indígenas. E n las narrativas
3 En su trabajo,Merino y Mauricio Pilleaux (2003) analizan las diferencias de clase. Ellos mues- -

tran que mientras los chilenos en La Araucania expresw estereotipos y prejuicios a través de todos 4 Lns élites locales de una comuna en Cautin tendieron a afiimar que la existencia de políticas
los estratos sociales, las estrategias semánticas se diferencian según la dase social. Por ejemplo, es especiales significaba que los mapuche ya no eran disciiininados.Tambiéi>siigirieiaii que todos es-
más probable quelos miembros de los esttatos medios y altos se vean como víctimas de las acciones taban niezdados entre sí y,porlo tanto,eran esencialmente lo mismo. No obstante, ino expiwnron la
mapuche, mientras que los miembros de los estratos más bajos estén más propensos a desplazar la
responsabilidad por el despojo a los demás. Los estratos medios y bajos a menudo valoran a los ma-
-
que participaron en confictos en Cautin). Esto
".
acalorada oiiosición alas políticas iiidízenas ex~resadaoor sus contcmuoráneosdeMaUeco(v aouellos
estar relacionado coti la relativa ausencia de
puche del pasado, mientras que a los contemporáneos los consideran en cierta manera degenerados. coiiflicto intenso en su comuna. También podría sugerir difereiiciss sutiles en la forma en la qiic
Los mieinbrosdclos estratos más bajos tienden tambiénaexpitsar el piejuicio directamente,mientns la relación entre los mapuche y los chilenos se ha desarrollado a lo largo del tiempo en diferentes
que los estratos medios y altos lo hacen de manera más implícita. partes de la región,o podría significar sihplementc que eran más listos al responder a mis preguntas.
176 PATRICIA
RICHARDS
( ~ ~ c I S M OEL
: MODELO CHLLENO Y EL MuLTICULTURALISMO.,. CAPITULO
V ( LASÉLITBS
-- LOCALES CONPRONTAN EL MULTICULTURALISMO
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177

sobre la culhlra, las &litacuestionaron la autenticidad de quienes pretenden ser ciilturales-neoliberalesdel Estado. Por un lado, a través del proyecto inulticultural
mapuche,y sugirieron que no merecían tieiras y otros privilegios, puesto que eran neoliberal el Estado busca borrar el racismo tii& visible. La resistencia de las élites
corruptosy carecían de una ética del trabajo. En las narrativas acerca de la pobreza, locales,que rechazani~iclusolas formas superficialesy simbólicas de reconociniiento,
las éliteslocales redujeron los reclamos culturales y colectivos mapuclie a h pobreza, aiiienaza con hacer fracasar ese proyecto. Por otra parte,los ciudadanos más vocales
afirmando que la cultura era una elección y que las políticas indígenas eran injustas que pedían al Estado criminalizar la lucha mapuche y no reconocer los derechos
con otros chilenos pobres. En las narrativas sobre la iiitegración,sostuvieron que para indígenas de manera más significativa y material,proporcionaron una justificacióii
que los inapuclie sobrevivan,tienen que abandonar sus demandas relacionadas a la a los actores estatalesy de la indiistria,quieiies vieron las demandas colectivas ina-
cultura y a la tierra e integrarse a la nación chiletia. A pesar de que estos relatos en puche como una aineiiaza para el proyecto neoliberal. Si bien la resistencia de la
ocasiones se contradijeron entre si, no eran mutuamente excluyentes en el discurso élite al reconociniieiito simbólico era un problema, en tanto nuevo proyecto racial,
de los que los utilizaron. E n última instancia,las narrativas se reforzaban entre si, el inulticulturalismo neoliberal no rechaza, y de hecho posibilita, que prosperen
algunas formas de racisnio local.
justificando el rechazo de las demandas por derechos ciilturales y colectivos. Las
Al actuar en función de su proyio interés percibido, de algún modo las élites
coiitradicciones enla forma en la que los entrevistados se refirieron a los mapiiche,
locales reforzaron las constriiccio~iesde sujetos iiidigenas diseminados a nivel
ponen de manifiesto la coinpleja interaccióii entre el disciirso miilticnltual qiie
nacional, pero, por otro, lado se negaron a permitirlas. Sus actih~desy prácticas
llega desde arriba, sus "recuerdos selectivos" (Stern 2004) sobre los tiempos pasados
raciales a veces eran funcionales al proyecto del Estado y, en otros momentos, lo
y sus ansiedades y deseos con respecto al futuro. Coiisideradas en conjunto, estas perjudicaban; en cualquier caso, estas contribuyeron a moldear el multiculturalis-
narrativas sugieren la obstinación de las coinprensiones sociohistóricas locales a mo neoliberal en Chile. Para resaltar el carácter controvertido de estas narrativas,
pesar de los eshierzos oficiales por promover el inulticulturalismo. incorporo también alguiias de las respuestas y puntos de vista de los trabajadores
El racismo está incrustado en la estructura social y se refleja en los disciirsos, públicos, así como también los de los rnapuche.
creenciasy prácticas delos individuosy las comimidades (Boiiilla-Silva 2001, Fea-
gin 2006). En Chile, la creación de nuevas políticas iieoliberales y multicultunles
representó un caiubio en la manera en la que las ideas raciales, siempre enlazadas
con relaciones de poder, fueron adoptadas por el Estado. Examiliar las creencias
y actitudes en La Araucania es esencial para poder eiitender cómo este cambio Desde los colonos que abrían sus ojos cuando les pregunté con qué habían
puede reformar o endurecer las comprensiones de las élites acerca de los mapiiche. contribuido los mapuche a la nación chilena, basta una misionera europea que ha
Pero examinar estas narrativas también muestra que el racismo se prodiice no solo vivido en Chile desde 1961yque hizounareferencia bíblica a 1as"huestesmaliciosas
desde arriba, sino a través de creencias e interacciones cotidianas. Las historias y reclamando territorio" y sostuvo que la mayoría de las rnorhi estaban "haciendo el
experiencias locales afectan la forma en la que las personas interpretan los disclirsos trabajo del diablo", fue abrumadorameiite común escuchar cómo describieron a los
nzcionales y transnacionales y cóino se ponen en juego en la base (Speed 2008). mapiiclie en términos sorprendentemente negativos. Pero el adveniiiiiento de los
Tal como ha serialado Eduardo Boiiilla-Silva (2001,118), los cambios en los sis- conflictos reiivió un descriptor adicioiial que se aplicó a los inapuche: terroristas.
temas sociales racializados son siempre incompletos, en la medida que los nuevos Los propietarios de las tierras en conflicto utilizaron con frecuencia esta palabra
"mecanistnos y prácticas" del racismo toman tiempo para instituciondizarse y los al describir sus relaciones con los inapuche. Su uso del término vinculó sus expe-
sistenias raciales anteriores coiitinúan inipactando eri la vida de la gente. riencias a los discursos contemporáneos sobre seguridad global y se remontaron a
Los relatos de las élites locales son talvez típicos de las sociedades colonizadas la dictadura, cuando el término se utilizó para describir a los izquierdistas.
y, en ocasiones,pueden parecer arcaicos. Su uso continuo indica el grado en el que Iváii Ider, un colono y propietario de tierras en coiiflicto, inanifesto '&é es
las élites locales percibieron que los patrones de interacción y privilegio establecidos lo que es terrorismo? Si no es nada n i b que producir terror, amedrentar alagente".
Sostuvo que la CAM (Coordinadora de Corniinidades Mapuche en Conflicto
se vieron amenazados en este contexto cambiante. Sostengo,sin embargo, que estos
Araiiko-Malleko) era "griipos radicalizados de inapuche iiiarxistas" que buscaba
relatos no deben entenderse como un simple vestigio. Más bien, las narrativas de
crear un país autóiioino. Para lograr ese objetivo, ine dijo, ellos estuvieron "acosaii-
la élite desafían parcialmente y son parcialmente funcionales a los objetivos rnulti-
178 PATKICIA
RICHAK&ISMO: ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALI~MO... 1 LASÉLITES LOCALES CONFRONTAN EL MULTICULTURALISMO
CAP~TULOV 179

do a ciertos sectores" induciéndolos a que abandonaran sus tierras y logrando, al grupos paramilitares que contribuyeron al derrocamiento de Allende y a las sub-
mismo tiempo, que disminuyera su valor de manera que nadie más las comprara5. secuentesviolaciones de los derechos humaiios.También es interesante el uso del
Máximo Ordóñez, un empresario y participante en la política nacional que poseía término "expropiación", que nos conduce a la reforma agraria. De hecho, Hai~ri,
una propiedad en conflicto,sostuvo que los perpetradores no necesariamentebus- que junto a sus pares se opuso a dicha Reforma, citó esta referencia histórica como
caban intimidar10 a nivel individual, sino que estaban buscando publicidad: 'El origen de los problemas en la región. Sin intención de minimizar el sufrimiento
terrorismo es básicamente comunicacional.Busca el impacto. Busca la difu~ión"~. causado por los incendios,la falta de reflexión de Hauri sobie el hecho de que sus
Vale la pena recordar que eti la mayoría de los casos los incidentes interpretados tierras fueron expropiadas a los inapuche y entregadas a sus abuelos europeos, es
como "terrorismo"invo1ucrabanviolencia contra la propiedad. Contrariamente alas una muestra triste e iróiiica de memoria selectiva.
normas interiiacionales,lalegislación antiterrorista de Chile respalda estavinculación. Las élites y los terrateiiieiites locales coiisideraban que era responsabilidad
En un giro interesante,algunos terratenientesutilizaron el concepto de derechos del Estado resolver los conflictosy se quejaron con vehemencia de la Concer-
humanos para defender su posición. Al pedir al gobierno que tomara una posición tación los ininimizó. Los dueños de fiindos mencionaron con frecuencia sentirse
más firme en contra de los mapuche, Ordóñez señaló: "El terrorismo es contrario abandonados por el gobierno. Ordóñez fue más lejos, sugirieiido que al no asumir
a los derechos humanos por esencia, así lo dice la Constitución ch'deiia"'. El colono responsabilidad en los conflictos, era como si el gobierno les hubiera dicho a las
Daniel Haiiri estuvo involucrado eti un conAicto de larga data con uiia comunidad familias de los que murieron el 11de septiembre de 2001, eti los Estados Unidos,
vecina y tuvo protección policial en su tierra. Bastante despreciado por sus maneras que ellos mismos tenían que luchar contra Al Qaeda. Haun y su familia hablaban
de mano dura, se rumoreó de él que habría contenido a punta de pistolas a los de 'Iiisticia iiijusta", un sistema de justicia que no liiw nada para apoyarlos. Ellos
mapuche en nombre de los militares en el momento del golpe. Durante algunos sentían que el gobierno estaba del lado de los mapuche, uiia afirmación que, si
años previos a esta entrevista,varios inmuebles y cultivos en sus tierras habían sido bien podría haber tenido sentido para ellos, parecía increhle teniendo en cuenta
destruidos por el fuego. Hauri utilizó un marco de derechos humanos para abordar los juicios antiterroristas que estaban teniendo lugar en ese momento.
su situación: "Si necesitan, regálenles todo lo que quieran,pero regaenles lo que es Los reclamos de los dueiíos de fiindos respecto a que el gobiertio no estaba
de ellos, lo que le corresponde al Estado regalar. Pero no hagan una expropiación haciendo lo suficiente o estaba del lado de los mapuche, pueden leerse como u11
encubierta a nosotros, de ir a aterrorizarnospara quitarnos nuestras cosas. [...]Todas esfuerzo para provocar una reacción de este. De hecho, a través de sus contactos
las cosas se pueden hacer, pero con respeto y respetando los derechos humanos, a nivel nacional, las élites locales en las zonas de conflicto inipulsaron el uso de la
¡que tanto salen todos los días a la palestra! Los derechos humanos...,los derechos ley antiterrorista.Juan Agustín Figueroa, abogado y ministro de Agricultura en el
humanos y nosotros no hemos tenido ni medio derecho humano, eso es lo que más gobierno de Aylwin, fue quien por primera vez presentó un caso por terrorismo
duele". El uso del concepto de derechos humanos demuestra la cooptacióii de uii ante la justicia por un incendio que afectó una casa y 60 de las 1.800 hectáreas de
disciirso iisualinetite asociado con la izquierda en Chile. Esto es particiilarmente su fundo. Figueroa también fue nombrado por Lagos como miembro del Tribuiial
incongruente, puesto que muchos terratenientes locales estaban asociados con los Constitucional y era conocido por sus estrechos vínculos con muchos mietnbros
de la Corte Sipema (Narváezy Alonso,2006). Su influencia sobre el uso de la ley
- antiterrorista no puede ser sobrestimada. Los dueños de fiiiidos tanibién fueron
5 En realidad, el precio al que se le vendió a CONADI la tierra en conAicto he casi siempre bas- reclutados por el senador Alberto Espina para contribuir con un informe al Senado
tante superior a su valor de mercado.Aun así, lsler puede haber estado en lo cierto citando afirmó que sostiivo no solo que los mapuche eran una amenaza para el orden y la seguridad
que nadie hubiera comprado la tierra si CONADI no lo hacía. públicos, sino que el Estado no estaba hacieiido lo suficiente para proteger a sus
6 Ordóñez,junto con Jorge Luchsingcs compararon su sihxación con la de los agricultores blaiicos ciudadanos. Las asociaciones agrícolas nacionalesy regionales convocaron al Estado
en Africn. Ordófiezestableció un paralelo entre el sur de Clile y Zimbabwe, mientras Luchsinger, públicamente a la acción. EII conjiiiito, las élites y los terratenientes locales en La
en una entrevista en la revista Qr,t'Pnrn,dijo:"El mapuche es ladino,es torcido, desleal, y abusador... Araucanía y sus aliados a nivel iiacioiial presionaron a la Concertacióri para que
;Sabe lo Queriasa en Africa con los nativos?...En Afica la secuencia es quemar los gdpones, luego
adopte una líiiea más dura y para que crimiiialice la lucha inapuche. Finalmente,
tuvieron éxito; en todos los juicios por terrorismo que tuvicroii lugar bajo el gobierno
180 PATRICIA 1 RACISMO: ELMODELO CHILENO Y EL M U L T I C U L T U ~ I ~
RICHARDS

de Lagos, el Estado participó como querellante a nombre de los ciudadanos.El uso El grupo nombrado con más frecuencia es el Comando Trizano. El grupo toma el
de la construcción terrorista de parte de los terratenientes sirvió,de esa manera,para nombre del capitán Hertián Trizano, a quien sesindica coino defensor de los colo-
movilizar a la oposición frente a los mapuche no solo entre sus pares,siiio entre las nos a fines del siglo XU( y es recordado por su tratamiento brutal a los mapuche.
autoridades estatales. La decisión de usar el nombre de Trizano puede leerse como una reconstrucción
Apesw de sus reclamos acerca de que elgobieriiono estabahaciendo lo suficiente, simbólica del asalto colonial primigenio.
.
. casi de manera generall~adala aplicación de la ley
los dueños de fundos apoyarol1 En resnmeii,la construcción que las élites hicieron de los mapuche como terro-
ristas proporcionó una justificación para que el Estado aplicara la ley antiterrorista.
antiterrorista. Esteban Marcial participó en una de las primeras aplicaciones de la
ley. Su posición acerca de que la aplicacióii de la ley era necesaria y legítima, reflejó Si bien he sostenido que las élites locales consintieron tanto como alentaron el
el valor que le daba a la libertad y la propiedad privada: "Yo no acepto ser chileno lado negativo del multiculturalismo neoliberal (i. e., las conseciiencias atribuidas al
de segunda clase.Yo elijo el lugar donde yo quiero vivir, y yo me defiendo para que insurrecto), cabe señalar que este consentiiniento fue menos con respecto al multi-
esa libertad mía de elegir el lugar donde yo quiero vivir me sea respetada. Ahora,yo culturalismo neoliberal que con relación a la represión a los niapuclie que se habían
recurro a los medios de derecho que me proporciona el Estado. Yo no ando ni con salido de la raya de acuerdo con las normas locales que hasta tiempos recieiites
patrullas armadas ni con perros bulldog ni con ametralladora,sino que recurriendo estuvieron en plenavigencia a nivel nacional. Las siguientes secciones,por otro lado,
a la justicia cuando corresponde"'. Ulises Ibáiíez, abogado de una importante eni- examinan la resistencia de las élites locales a los valores inuiticiiihiraies afirmativos.
pre~aforestal~ta~nbié~i defeiidió el uso de la ley antiterrorista. Ibáñez dijo que fue
el gobierno el primero en solicitar la aplicación de la ley en el caso Poluco Pidenco
porque tenía que defender los intereses de la colectividad -el derecho colectivo
del pueblo chiieno a estar seguro--.Tales declaraciones les parecían irónicas a los Para definir "cultura"inuclios científicos sociales se remiten a Raymond Wi-
mapuche y sus defensores; nadie reconocía los derechos colectivos de los niapucbe, Iliains (1981,13),quien ha definido lacultura coiuo "el sistemasignificador a través
pero el Estado defendía los derechos colectivos de los chilenos en conua de ellos. Es del cual [...] se coniuiiica, reproduce, experiineiita y exl~loraun orden social". La
difícil no ver la aplicación de la ley antiterrorista como una basada en el racisino, y cultura iiivoliicra tanto la co~istriiccióiicolectiva de significados como las accio-
la sensación de miedo y terror entre los dueños de fundos como un miedo racial al nes concretas que comunican y ponen en práctica dichos significados (Jordaii y
levantamientomapuche,siniilar al temor que motivó a los medios de coniu~iicación Weedon 1995). En las narrativas que siguen, las élites locales han cuestionado el
y a los políticos a pedir la subordiiiacióii de los inapuche en la segunda mitad del sistema significado1de los mapiicbe, particularmente el aspecto que identifica la
siglo XD;. tierra como un elemento central de la supervive~iciacriltural. Pero también usan
De hecho,la constriicción terrorista se interseca con factores históricos.La ley el concepto de cultura de una manera más coloquial, aseverando que los mapiiche
no solo se diseñó para controlar a los izquierdistas durante el gobierno de Pinochet, '710 tienen cultura". Con esto quieren decir que los niapuclie son menos civilizados
sino que además en varias oportunidades alguiios dueños de fiindos anunciaron a que los cliilenos. Asociando~~c~iltiira"co~i normas p prácticas occidentales, las élites
los medios de comunicación su decisión de crear sus propias brigadas de defensa sugirieron que los mapiiche son corruptos p que carecen de una ética del trabajo,
-esencialmente organizaciones pararnilitares- para resguardar sus propiedades. y por eso no merecen encontrar respuesta positiva a sus recianios. El1 estas narra-
tivas se entrelazan fuertemente ideas sobre la tierra, el trabajo y la cultura, que eii
-- conjunto deiiiuestran que el concepto de cultiira eii si es iin loius de contienda en
7 Incluso, a difeiencia de muchos propietarios de tierras, Marcial dijo que él tenia "una actitud el sur chileno.
muy positiva respecto a los mapuclie. Para mi es un pueblo que lo siento cercano, y lamento mucho
estar yo [involucrado cn] una lucha en contra de ellos.No es Iiicha en contra deeilos,es lucha contra
la expresión del terrorista, quc algunos pocos de ellos la practicaii'. Si bien es cierto que un ililmero Deslegitimando la asociación entre tierra y ciiltura
limitado de mayl~cheha participado en las tácticas más agresivas, Maicial no toma en cuenta que
la ciiminalización de las rejviiidicadones maptiche y sil caracterización como "terrorista" afecta y
Durante mucho tiempo la tierra ha sido una demanda central del moviniiento
ofende a la mayoría niayuclie. mapuche. Los tnapuche enfatizan su iiiiportaiicia coiiio recurso material y sini-
bólico. La plrdida de tierras cst;i viiiciilnda a la extreiiia pobre7;i qiie eiit'rcnt.iron ticaron a la Concertación por "atar a los mapuche a la tierra", y promovieron la
iiiuch,s coiiiunidddc~.Sr coniidcra qiie I:i ticrril es fund:iiiiciit.il par;! la continiiiJ~d I idea de que "es posible ser mapiiche sin tierra". Como reflejo de una posición
ciiltural debido a la importaiicia esiiritual y cultiiral de determinados territorios desarrollista neoliberal, creían que era inapropiado otorgar subsidios a las tierras
para las comunidades y debido a que el despojo permanente ha deseinbocado en en el contexto de una economía capitalista globalizada. Por ejemplo, Carla Bec-
una alta emigración que se asocia coi1 la pérdida de la identidad y las prácticas ker, quien trabajaba para un grupo de derecha en Saiitiago,pero qiie se crió en la
colectivas mapiiche. Pero los mapiiche hicieron hincapié especialmente en que región, sugirió que al conceder subsidios a la tierra, el Estado estaba repitiendo
la tierra les perteneció históricamente; fueron despojados de ella después de su el error histórico de engaííar y faltar el respeto a los niapuche. Su razonamiento
derrota militar y, más tarde, como resultado de prácticas turbias por parte de los era que tener más tierras no mejoraría su sitiiación económica, porque hoy la
terratenientes vida. Algunos mapiiche enmarcan siis deniandas por tierras en agricultura solo puede tener éxito a gran escala. La lógica de Becker reduce las
térmiiios del derecho colectivo al territorio, lo que refleja el deseo de restablecer reiviiidicaciones de tierras mapuche a su aspecto material, ignorando su carácter
su propia nación. Las políticas dela Concertación relacionadas a las tierras fueron ancestral. Además, parecía aceptar como no problemática la concentración de
una respuesta a estas demandas.También fue el aspecto más criticado de la Ley tierras (y de riqueza) resultante del modelo económico global que ella defendía.
Indígena. Muchos mapiiche coiisideraroii que las políticas fueron insuficientes. Con un argumento parecido, Manuel Borja, quien encabezó una asociación
Las élites locales y algunos trabajadores públicos, por el coiitrario, recliazaroii agrícola regional, sugirió que en lugar de tierras,lo que los mapuche necesitabati
la idea de devolver la tierra a los mapuche o de subvencionar la compra. Las era "ayuda directa", es decir, subsidios socioeconómieos. Esta era una posicióii
disputas sobre la política de tierias llegaron a un punto decisivo en los debates freciietite entre las élites locales, aunque a menudo parecía enraizada menos en
acerca de la autenticidad indígena, la dependencia y los derechos en el contexto la preocupación por el bienestar inapuche que en su propio interés. Para Becker
de la globalización. y otros, la oposición a la politica de tierras se basaba en u11 sistema de creencias
Las élites locales que entrevisté mostraron un claro interés en no asociar la tierra que privilegiaba valores neoliberales (la competitividad de Chile en el mercado
con la cultura,aseverando que la obsesión que tienen los mapuche con la tierra es lo mundial,la propiedad privada). Por el contrario,si bien Borja se opuso a devolver
que ha conducido a los altos niveles de pobreza presentes en sus comunidades. Es las tierras mapuche, argumentó a favor de las políticas ecoiiómicas que pudie-
evidente que aqni existe un conflicto entre concepciones individuales y colectivas ran reducir los impactos del comercio mundial en los agricultores de pequefia
sobre los derechos. Las reivindicacioiies indígenas incluyen tanto demaiidas por y mediana escala de la región. En ambos casos, la tierra teiiía claramente valor
derechos civiles,políticos y sociales que son iiiherentes al individuo,como demaiidas material para las élites, que es la razón por la que trataron de mantenerla fuera de
de carácter colectivo y que involucran derechos que los diferencian de otros ciuda- manos niapuche, inclriso a pesar de que afirmaban teiier las mejores iiitenciones.
datios (tales como el derecho al idioma, las prácticas culturales, la representación Estas narrativas demuestran la coiitinuidad con las aprensiones de mediados del
colectiva,el territorio y la autodeterminacióii).Muchasélites perciben en los aspectos siglo XX acerca de que las comuiiidades mapuche eran un "cinturón suicida que
colectivos de las reivindicacioiies mapuche una amenaza a sus propios intereses impedía el desarrollo de la región.
socioeconómicos. Reconocer el derecho mapuche al territorio, por ejemplo, podría A pesar de estos argumentos económicos, las élites locales con más frecuencia
teiier un impacto directo en el régimen de tenencia de tierras y el poder económico basaban sus críticas a las políticas de tierras en la cultura, o lo que sigiiificaba ser
de las élites. Algunos también se oponen a los derechos colectivos por principio; sil mapuche. De manera coiiveniente, estas críticas culhirales defendían los intere-
compromiso con valores neoliberales los llevaron a privilegiar las libertades indivi- ses económicos de las élites. Por ejemplo, Armando Torres, un alto funcionario
duales y la propiedad privada en particular, por encima de cualquier otro derecho. uiiiversitario, negó que la tierra fuera una parte central de la identidad mapuche,
Como resultado, se esforzaron inucho para podei deslegitimar la afirmación de que repitiendo el argumento comúii de que antes de la Pacificacióii eran cazadores y no
los mapuche tienen derecho a la tierra. Esto involucró el ciiestionamientode la base agricultores. h g e l Durán, quieii trabajó con el programa de "Buena Vecindagde
cultural (y, por ende, colectiva) de las reivindicacioiies mapuche. una forestal, sugirió que era incorrecto dar tierra a las comunidades a menos que
Algunas élites locales, así como sus homólogos de derecha a nivel nacional, 'realinente sean típicamente mapuche", eii ciiyo caso sería apropiado crear áreas
se opusieron con argumentos ecoiiómicos a las políticas de la tierra. Ellos cri- de desarrollo "siempre y ciiando ellos quieran vivir como les corresponde". Otros,
184 R i c ~ ~ n 1oRACISMO:
PATRICIA s ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO...

como Máximo Ordóñw, sostuvieron que las políticas de tierras recompensaban a y no la desigualdad y el despojo histórico y sistémico, lo que condnjo a la pobreza
los mapucheUequivocados":"los gestores de este co~iflicto"~. mapuche. Con la aseveración de que es posible mantener la identidad niapuche sin
Todos estos argumeiitos sugieren que los inapuche que reclaman activainente tener tierra,Torres argumentó en contra de la esencializaciónde la cultura mapuche.
tierras de alguna manera no son auténticos: o no son agricultores de verdad, O no Sin embargo, al mismo tiempo, deslegitimó también todos los reclainos por la tierra,
son inapuche que viven "como correspoiide", o son indios malos. E n el acto-de y redujo la niultiplicidad de factoies que llevaron a una sitiiacióii en la que más de
cuestionar la aiitenticidad de los mapuche, estas élites trabajan con dicotoinías la mitad de los mapuche vivían en áreas urbanas a comieiizos de los años 2000 a
implícitas. Como han observado Jean Jackson y Kay Warreri (2005), el uso de la noción de que "la tierra no da". Algunos mapuche también criticaroii el hecho
cualquier categoría o concepto "moderno", "occidental" o "iiuevo" de parte de los de centrar la atención en la tierra, pero por diferentes razones: ellos sostnvieron
pueblos indígenas conduce a acusaciones de falta de autetiticidad. La politización que las demandas políticas por u11territorio aiitónomo y el autogohierno eran más
de la cultura por los movimie~itosindígenas, sugieren estas autoras, los hace vd- propensas a promover la cansa colectiva que centrarse solamente en la tierra.
~ierablesa acusaciones de falsedad o de no adherirse a la tradición. Para estas élites, Otras élites locales creían que la Conceitación estaha siicuiiibiendo a las de-
pareciera que un indio auténtico (y "bueno") debía ser pasivo, y la cultura mapuche mandas poco realistas que no cotisideraron el paso del tiempn y sentían que esto
"real"sigiiificaba que vivieran como las élites imagiiiari que vivieron en el pasadog. había creado una dependencia poco saludable en el Estado. El einpresario agrícola
"
Estas visiones ignoran que la cultura está siempre en proceso de cambio y recreación Guiilermo Haiisseii encontró que las demandas por su territorio ancestral eran
(Malloni996; Wade 1997).Adoptan una visión estática y nionolítica de la cultura "iiifaritiles", y las comparó con la idea de que él fuera al norte de Europa a exigir
para poder negar reivindicaciones inapuche coiitemporáneas. la tierra que sus aiitepasados habían poseído en la Edad Media. E n su opiiiióii,
Las élites entrevistadas sostuvieron que la política de tierras de la Coticertación reclamar un territorio ancestral es negarse a "recoiiocer el desarrollo de la huina-
circunscribióla ciilhlra a la tierra y, por ende, estaba equivocada.'rorres expresó este tiidad en definitiva". Gastón Muíioz,un autodeiiomiiiado historiador deMalleco,
punto de vista como parte de una crítica más ampliaa los modos devida mapuche: dijo que estas deinaiidas eran todavía más insostenibles porque los mapuclie
"El gran drainase presenta cuando se quiere ser mapuche ala antigiia,sevive de la "siguen superyoblaiido", de manera que darles tierra hoy no es como devolverla
tierra,teniendo unos bueyes, sembrando poco, pero,por otro lado, se quiere gozar de a la gente a quien se le quitó (que él estima que ascendían a diez persoiias en su
los beneficios [...]de la sociedad global".Torres dijo que la respuesta es convencer comuna). Muñoz estuvo de acuerdo con que las políticas crearon dependencia y
a más personas mapuche que es posible "mantener factores de identidad haciendo que los intentos de la Coiicertacióii por cambiar"esa miseria que seguramente les
algo distinto que trabajar la tierra". Insistió que son los académicos y políticos lia tocado vivir" fueron inapropiados.
izquierdistas -y no necesariamente los misinos mapuclie- qnienes asocian a los Él explicó: "Ellos han qiierido vivir así. Porque cada uno es constriictor de su
niaytiche con la tierra. Hacerlo, aseveró, era "condenar a los mapiiche a la pobreza, propio destino, jtio? Entonces a ellos les ha tocado vivir, obviamente, en una ruka,
porque la tierra no da".Torres estaba en desacuerdo con la opinión de Durán acerca sin agua, sin esto, sin esto otro, pero es que ellos han querido vivir así toda su vida.
de que la gente que vive "a b antigua' merece la tierra. Sin embargo, él tarnhiéii Entonces el Estado, para mí, está cometiendo ti11 error de cederles tierra". Parte
iiisinuó que es inauténtico intentar vivir "a la antigua" y simiiltá~ieamentedesear de este error es no darles maquinaria para trabajar la tierra, admitió. Sin embargo,
ser "moderno". Por lo tanto, consideró de suma importancia romper la asociación eii una narrativa común sobre los pobres de todo el mundo, Muñoz llegó a la
entre cultura mapuche y tierra, sugiriendo implícitamente que fiie esta asociación, conclusióii de que el Estado es demasiado "asisteiicialistii'. (E1 asistencialismo se
refiere a un sistema social dominado por la dependencia de los snbsidios y yro-
grainas estatales). El mapuche, dijo, "es igual que el hijo que Ic pide todo al papá".
8 Vale la pena considerar que esta crítica también fiie frecuente entre los mapiiche que habían Aquí vernos utia forma en la qiie la pobreza y la cultura mapuclie se enredan en
solicitado siibsidios para sus tierras a travtivés de procediniiciitos aprobados y quc esperaron inuchos
las narrativas doiniiiarites:los iiiapuche no deben recibir tierras pues ello iorrieiita
años yaraver algún resultado.Usi hombre me contó:"A los más revoltosos los han ayudado,y no han
trabajado nuncz, y a la gente buena no la ayudan" la dependencia y, en todo caso, su pobreza es resultado de una eleccióii personal
(o, tal vez, de una elección cultural colectiva).En lugar de plantearle deniandas al
9 Paradójicarnente,las élites también c r i t i c a r tradicional como "incivihada",
lo que emplearon corno otrn nzóii pnra negar sus reivindicaciones. Estado o a la sociedad cliilena,los iuapuche simplemente necesitan crecer y asutiiir
186
- ~ I A 1 hciSM0: ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO,..
-P A T ~ IRicmnos V 1 LASBLITES
CAP~TULO ----
LOCALES CONFRONTAN EL MULTICULTURALISMO

la responsabilidad de su condición. Comentarios como estos reflejan nociones Aquí la gente no luchó por un tema productivo [en el sentido económico].
positivistas de progreso, así como iin ethos de la responsabilidad individual. Parte Aquí la gente luchó por rescatar su espacio y territorio... Entonces la gente
de la oposición de las élites que entrevisté sobre las políticas de tierras, fue una luchó por un tema netamente de cultura y espacio territorial.
crítica a la Concertación sobre la base de diferencias ideológicas. Sin embargo, su Las palabras de Curamil indican la importancia simbólica de reclamar la tierra.
retórica también reveló su oposición a las demandas mapuche, ya sea en términos
La mayoría de las élites locales rechazaban esta lógica. Más bieii, se opusieron a
de la autenticidad de aquellos que las hacen o de lo que percibieron como uiia falsa
la política de tierras apoyándose por lo general en la cultura, afirinando que los
asociación entre la cultura y la tierra. mapuche por cultura no sabían cómo trabajar la tierra, dudando de la auteiitici-
Algunos empleados municipales criticaron también las políticas de tierras,pero
dad de aquellos que reclamaban tierras y, en general, tratando de desmantelar la
estuvieron más propensos a centrarse en el tipo de tierra que el gobierno compró
asociación entre la tierra y laculkra. Esta narrativa demuestra no solo su rechazo
a nombre de los niapuche. Por ejemplo, Miguel Angel Carrizo, jefe de desarrollo
a la política de la tierra, sino también su escepticismo con respecto a los reclamos
rural en una comuna de Malleco, se opuso a la compra de tierras en lugares que
de los mapuche.
carecían de agua debido a las limitadas posibilidades de producción agrícola. Xi-
En ocasiones, las élites locales fueron más allá de simplemente cuestionar la
mena Ortiz, quien trabajaba para INDAP en Malleco, atribuyó parte de la culpa asociacidn entre la cultura rnapuche y la tierra, alegando en cambio que no teníati
de estas compras alas propias comunidades.Hablando de la comunidad quevisité
en absoluto una cultura de la cual hablar. Cnando le pregunté su opinión acerca de
con eUay s i m p a f i c t o de trabajo en INDAP, Gonzalo Arellano (mencionado las políticas intercultiirales auspiciadas por el gobierno, Simón Baum, u11anciano
en el capítulo l),dijo: "Yo no sé [respecto a] sus decisiones de repente. Es tanto el terrateniente y empresario de Malieco, respondió:
apego que le tendrán ala tierra que eUos compraron una tierra que es prácticamente
.[solamente buena para] uso forestal ya". En ocasiones,las comuiiidades compran ¿Qué cultura? Yo me pregunto, ¿qué cuihira? Hablan de cuihlra. Cultura
.;esas tierras porquecolindan con terrenos de las que ya son dueños o porque tienen para mi implica ciertos conocin~ientosbásicos. (De qué? Ya por empaar
para ellos un significado histórico o espiritual. Por otra parte, comprar en otros las cosas más antigiias,una creencia religiosa. [...] [Los mapuche] no tenían
%lugaresimplica embalar y mudarse, a meniido lejos de casa, en un proceso que prácticamente creencias religiosas. Ahora, ¿quépodían defender? ¿Cultura?
!puede dar lugar ala división de la comunidad en la medida que algunas familias iIdioma?Ahoraestán apareciendo medicamentos mapuche.Esos son trucos
se quedan en su ligar original (véase Malion 2005). para mantenerlos.
Por lo general, los trabajadores públicos mapuche tuvieron una comprensión En contraste con los gobiernos de la Concertación, cuyas políticas buscaron
más compleja de la relación de las comunidades con la tierra. Gaspar Curamil, integrar aspectos de la cultura mapuche en las áreas de salud p educación, e incluso
un joven promotor de salud intercultural en Malleco, estableció una distinción auspiciaron celebraciones del Año Nuevo Mapuche, las élites locales como Baum,
entre comprar tierras para el uso y hacerlo para reconstruir el territorio mapuclie. sostuvieroii que los mapuche estaban inventando una "cultura"para poder reclamar
Hablando específicamente sobre la compra del fundo Aiaska que había realizado tierras y otros beneficios. Ellos vieron como una forma de inaiiipulacióii el que los
Temucuicui, dijo: mapuche recuperaran su lenguaje,redescnbrieran palabras o celebraran ceremonias
Hay muchos winkn que dicen, "¿Para qué los niapuche compraban cerros? cuando antes no lo habian hecho. Si bien Baum afirmó que los mapiicbe nunca
(Qüé les van a servir los cerros? ... [De] la lógica productiva de desarrollo, tuvieron una cultura de la cual hablar, otros dijeron que estos habian perdido su
[uno]puede pensar lo mismo:sí,claro,si no pueden producir trigo,no pueden cultura,rio a causa dela historia de despojo y discriminación,sino porque no estu-
producir chacra.Animales,a lo mejor. ?Para qué quieren los cerros?...Piense vieron interesados en mantener las tradiciones o enseñar su lengua a sus hijos.Todo
usted,que aquí yo le estoy hablando de una cosmovisión distinta.Yo, la otra esto era realmente importante en la lógica de las élites porque fuerza la pregunta:
v a , conversaba con una persona anciana dela c~munidad,~ yo visité también si los mapiiche no tienen cultura propia, si son igual a los demás chilenos, ;por qué
ese sector ahí y vi con mis propios ojos como nuevamente está emergieiido merecen ahora tener derechos coino pueblo?
todo lo que es natural,tanto los árboles,tierra,y el agua,está todo rebrotando
nuevamente. Entonces...aquí hay claramente uiia intencionalidad cultural.
188 Cl~ 1 RACISMO:
P A T ~ iRICHARDS ELhlODBLO CHILENO Y EL MULTlCUI<TURALISMO..,

Merecimiento, corrupción y trabajo -- y, simultáneamente,jiistificar la condición empobrecida en muchas comunidades,


En iin segundo conjunto de narrativas, interrelacionadas con las exploradas sugerir que no merecen ayuda estatal y deslegitimar sus demandas por tierra y otras
anteriormente, las élites locales y varios trabajadores públicos afirmaron que los reparaciones. El colonoJorge Luchsiiiger explicó la razón por la cual, en su opinión,
mapuche tenían líderes corruptos y que carecían de una ética del trabajo, lo cual retornar la tierra a los mapuche era una tarea destinada al fracaso: "El indio no ha
ponía en duda el que merecieran la tierra y otros recursos. Al igual que las críticas trabajado nunca. El mapuche es uii depredador, vive de lo que aporta la naturaleza,
sobre las políticas de tierras, estas involucran tina evaluacióii negativa de la cultura no tiene capacidad intelectual, no tiene voluntad, no tiene medios económicos, no
mapuche. En el primer caso, se ciiestioiia la autenticidad de los líderes mapuclie; tieiie insiiinos. No tiene nada" (en Corvaláii 2005, 17). Según Luchsiiiger, si no
en el segundo, se asocialapercibida ausencia de laboriosidad o una ética del trabajo trabajan, no deberían tampoco tener derechos a la tierra que reivindican.
como una falencia cultural que hace que los mapuche no merezcan el apoyo estatal. T1ojosnfueuno de los descriptores que usaron con niás frecuencia los entre-
Ximeiia Ortiz señaló que era "totalinente válido"que los mapuche reclamaran vistados para referirse a los mapuche. Cuando le dije a una tiiisionera eiiropea, esta-
sus derechos, pero criticó a algunos líderes por utilizar a sus comunidades para blecida en Caiitín hace varias décadas,que la situación en Malleco era injusta dada
obtener beneficios en provecho propio. La idea de que algunas personas'viven de la intervención de las forestalesy el hecho de qiie muchas comunidades mapuche
ser lideres'es inuy coinún. Angel Durán comentó: "Ellos [los dirigentes mapiiche] ya no tienen acceso al agua, ella solo replicó: "Sí, pero tainbién tienes que cambiar
viven muy bien. Hacen liso de la sitiiación. Se cambian de ropa, hoy día andan su ociosidad". Muchas veces anécdotas ilustrativas acoinpañaron las aseveraciones
en una camionetaúltimo modelo, andan en auto, tienen estancias fuera de Chile, de ociosidad. Después de tina larga diatriba, en la cual me describió las variadas
compran terreno en Valdivia". Bruna Pentz,una mujer de mediana edad, de Cautí~i, falericias mapuche, Nilda, la esposa de iin hombre que fue alcalde de una comiiiia
cuya familia había tenido un importante negocio en la región, mencionó un riiiiior de Malleco durante la dictadiira, añadió: "Y lo otro es que son flojos". Como ejem-
acerca de que un líder de alto perfil, se fue a Europa, recibió dos millones de dólares plo, me contó acerca de iiiia ocasión en la qiie ella y otras mujeres involucradas en
en doiiacioiies, trajo un millón de regreso a Chile, y colocó el otro millón en una los Centros de Madres fiieroii a una comunidad mapuche (que en el tnoineiito de
cuentabancariaen Suiza.Otros argumentaron que los líderes no son aiiténticainente nuestra cotiversación estaba en conflicto con uii colono agricultor), siipuestamen-
tnapuche porqiie adoptaron ideas sofisticadas en el exilio durante la dictadura, O te para enseñarles a tejer a las mujeres'". Todos los hombres de la comunidad se
porqueviajaron al extranjero y establecieron contactos con otros pueblos indígenas. pararon alrededor, observando. Ella les reclainó, "Y los hombres, ¿no tienen otra
Tales afimiaciories, frecuentes acerca de los dirigentes indígenas en toda Aniérica cosa que hacer?". Algiiiios partieron inmediatamente pero la mayoría se quedó,
Latina, implican que los líderes inapuche y sus seguidores carecen de una cultura así que ella añadió,'Si todos estos honibres se quedan, les daremos agujas de tejer.
ética y, por lo tanto, no merecen el apoyo del gobierno. Vayan a hacer algo,¿iio tienen una cerca para arreglar, algo que se necesita plantar?
El concepto de trabajo, sin embargo, fue el filtro más iiiiportante a través del ¡Al nienos corten algo de esa maleza, qiie crece por todos lados!'". E l resto de los
cual las élites y los trabajadores públicos se refirieron al merecimiento mapuche. hombres partió,pero uno se quedó paranasegurarque no estiiviéraniossublevandoa
Carol Nagengast (1994, 123) liace notar que "el discurso de la laboriosidad ha las mujeres". Como lo diría quizás Polletta (2006), anécdotas personales como esta
sido históricamente un efectivo iiistruinento de control estatal". Esta autora ex-
plicita la relación existente entre el trabajo y la cultura en el sisteiiia capitalista: --
"La equiparación acritica en el mundo capitalista de laboriosidad con sociedad y 10 Los Ceiitros dch4adres existían en Cliile mucho antes de la dictadura. En tanto orgtnizariones
sociales g espacios para el apreiidizaje de Iiuevas habilidades y de acceso a iiiformacióii, los centros
cultura acarrea una compulsión para representar a los disidentes que son política,
tambitn sirvieron a menudo como una base para que los gobieriios geiierasen apoyo entre las muje-
cultural o étiiicamente subordinados coino la negación del trabajador correcto. res pobres y de la clase trabajadora (Kichards 2004). Las csposrs de los líderes políticos y militares
Así representados, no podemos sino toiiiar su alteridad en términos personales". visitaron los centros durante la dictadura,"ensenando"a las mujeres pobres formas de economizar y
Algunos eiitrevistados culparon a la supuesta falta de ética de trabajo de personas administrar sus hogares. Laironia de que fucinnlas iiiujercs ricas las que eliseiialaii a las mujeres pobres
individiiales, destacatido que tener tina ética del trabajo era una parte central de estrategias de supervivencia, con segiiridad, no fue pasada por alto entre las siipiiestas beiieficiarins.
la distinción entre inapuche "biienos" y "malos". Con mayor frecuencia, sin em- 11 Se le recuerda al lector que las comillas dobles indican trsnscripciolies grabadas eli audio o las
bargo, se usó "trabajo" para expresar preocupaciones acerca de la cultura mapiiche notas taquigráficas,y quelss coinillas simples dan ciientr de las notas dr campo.
V 1 LAS~ L I T E S LOCALES CONFRONTAN EL MULTLCULTURALISMO
CAP~TULO 191
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sirven para "endurecer"1as diferencias entre los mapuche y los colonos. A través de La idea de que los mapuche carecen de una ética del trabajo estuvo consis-
la repetición, asumen un carácter mítico, convirtiéndose, para las personas que las. tentemente vinculada a sil falta de ~neiecimiento.Quizá la afirmación que más
narran, en la última prueba de que los inapiiche no quieren trabajar para mejorar su se repitió en mis entrevistas fiie la de que los mapuche "dejan la tierra botada",
situación. Como es el caso en la anécdota de Nilda, el géiiero frecuentemente es un lo que era tomado como prueba de su ociosidad, tanto como del fracaso de la
componente de estas historias: los no mapuche tienden a hacer una distinción entre política de tierras. Guillermo Hanssen observó que su fundo fue vendido a
los hombres mapuche, flojos y abusivos, y las mujeres sufridas y muy trabajadoras. una comunidad mapuche y proiitameiite "va a estar ya ciiatro años botado sin
Juiito con el argumento de que los prograinas gubernamentales generan ninguna actividad. Cero". Aunque es cierto que ha Iiabido ocasiones en las que
dependencia, otros sugirieroii qiie estos prograinas también producen ociosidad. los mapuche han dejado sus tierras sin cultivar, las élites locales pocas veces se
Cuando visité a la familia Hauri, fuimos manejando una corta distancia desde uno molestaron en indagar las razones de este fenómeno. A veces, despiiés de que
de sus fundos a otro. En el camino, Daniel y su hija Renata me dijeron que me reciben tierras a través de CONADI, los beneficiarios mapuche no disponen del
daría cuenta de a quién pertenecían las tierras porque las tierras de los mapuche capital para invertir e11 semillas y herramientas. Muchos, también, se encuentran
estaban desordenadas y desatendidas.Al pasar por donde algunos hombres mapuche obligados a buscar trabajo como temporeros u otras fuentes de ingresos. Pero
construían una cerca al lado de la carretera, Daniel y su hija bromearon, diciendo atribuir estos problemas a una ociosidad endémica ayuda a las élites a eximirse
que los hombres cavan iiiia vez y descansan duratite los siguientes quince niinii- de toda responsabilidad sobre h situación y así, siinultáneameiite, declarar coino
tos. Más tarde, un miembro de la familia afirmó que los beneficios del gobierno ineficaz la política de la Concertación.
causaron esta ociosidad: "Si les falta algo, vienen a pedir a la Municipalidad, y le Una afirmación relacionada con esto es que los mapuche no trabajaban bien
idan... Entonces, como se acostumbraron quizá a la donación, a que siempre les juntos. Muchos chilenos parecían creer que ser indígena era trabajar en forma
{van a dar [cosas] ... Y se están transformando, quizá, en un pueblo no trabajador, coinunal. Debido a qiie los mapuche no necesariamente lo hacían, los etitrevis-
cquizá flojo, y perdiendo su identidad en ese sentido". La cultura no está ausente tados chilenos percibieron que entiegarles recursos públicos era un desperdicio;
;de estas observaciones. Por ejemplo, Migiiel Angel Carrizo ciilpó de la 0,ciosidad los mapuche tan solo se pelearían por los recursos y los proyectos no alcanzarían
iniapuche a la "cultura asistencialista"más que al "Estado asistencialista". El señaló ningún fin productivo. El esteleotipo referido al trabajo coinunal contribuyó al
q u e los tnapuche quieren que se les entreguen cosas y demandan un montón, pero argumento de que las comunidades mapiiche no eran realmente comuiiidades
si tienen que trabajar para lograrlo, se abstieneti. tradicionales, poniendo una vez más en entredicho la autenticidad de los mapii-
Los mapuche con frecuencia criticaron también al Estado por ser asistencia- che contemporáneos. En este caso, nuevamente, "cultura'entró en debate con la
lista, pero sil objeción fue diferetite. El antiguo líder Rosendo Huenuman reclamó política indígena. No es solo que algo negativo en la cultuia mapuche (o tal vez en
que el Estado no apoya proyectos que implicaron el ejercicio de, o trabajaron por, sil iiaturaleza,dado que a meniido las dos coiifluyen) los hace ociosos, sino que los
la aiitonomía, y agregó: "Este sistema asistencialista,de recibir migajas, es el más mapuche qite reciben beneficios no deben ser auténticamente indígenas, porque
dañino y perverso para los mapuche. Eso no es desarrollo, para nada, es solo con- no trabajan bien juntos. Esta noción fue usada en contra de los mapuche a pesar
tinuar con el colonialismo"(eii Cayuqueo 2008b). Aunque la crítica de Hueiiuman de la extrema i~idividualizaciónen la sociedad chilena, la asigiiación de recursos
puede parecer similar a la de las élites, se trata de una visión política del mundo públicos en forma individiial y la falta de evidencia histórica que sostenga que los
sustancialmentediferente,uiia que desafía al sistema colonialista que beneficia a las mapiiche alguna vez trabajaron la tierra en forina comiinal.
élites a costa de los mapuche. Desde esta perspectiva,la dependencia es u11objetivo Al igual que en el caso de otras narrativas, algunos de los entrevistados
de las políticas indígenas. El profesor mapuche Pepe Morales criticó asimismo las consideraron el tema del trabajo de manera diferente. Algunos mapuche y sus
políticas asistencialistas de la Coiicertación por no abordar "los tenias de foiidondel defensores trataron de replantear esta narrativa insinuando que los mapuche no
despojo y la aiitodeterminación. Sostuvo que la política indígena refleja la tendencia eran ociosos,sino qiie más bien solo utilizaban lo que necesitaban y no buscaban
general de la política en Chile, heredada de la dictadura y "muy funcionales...a las adquirir más y más como lo hacían los winka. Aunque es posible leer esto como
[empresas] transnacionales". Estos puntos de vista muestran un coiiocitniento de un intento de afirmar valores alternativos en contraste con la prevalecie~iteacumii-
los objetivos del proyecto mdticdtural neoliberal. lación en la sociedad dotninaiite, esta narrativa es algo problemática. Esencializa
a los mapuche como no interesados en el consumo y admite que no trabajan LonkomiUa describió una típica situación de pobreza que se convirtió eti algo
tanto como pueden. Por otra parte, no alude al papel del despojo, la desigiialdad cada vez más profundo y que se hizo más grave por los impactos de la política
sistemática y las políticas de desarrollo en la creación de una situación en la cual neoliberal. De las cerca de sesenta familias qiie participaban en el proyecto, menos
los mapucbe trabajan muy duro para lograr la subsistencia básica, la que solo se de diez fueron capaces de paiticipar en el trabajo productivo: "El resto no tenia
parece a la pobreza para los observadores externos, quienes luego se dan la vuelta las condiciones para el trabajo. O sea, de suelo, de agua, no sé, poh, habían cosas
y culpan de esa pobreza a la falta de una ética del trabajo. De hecho, otros ina- niíiiiinas que ellos no las tenian. Entonces menos iban a poder trabajar la agri-
puclie ciiestionaron por completo la noción de que su gente carecía de una ética cultura, si no tenian para conier. Ellos querían un proyecto, pero querían la plata
del trabajo, siigirieiido que si ellos no trabajaban era porque no tenían las condi- del proyecto para comprar comida, no para sembrar algo que en un par de meses
ciones para hacerlo. Ramiro Raipillaii, de la comiiiiidad en conflicto con Hauri, le iba a dar. Tenían iiecesidades ahora". Al otro lado, INDAP quiere "resultados
estaba frustrado con las limitadas opciones que tenía la tierra que la comunidad comerciales...quiere que la gente haga cosas prodiictivas y que venda, que salga al
había reclamado. Dijo que dadas las coiidicioiies de la tierra, las únicas opciones mercado". El equipo de Lonkornilia se percató de que esto iba a ser imposible. Lo
eran la crianza de ganado (cliie no estaba a su alcance) o el cultivo de especies más que podían esperar era crear una situación en la qiie las comunidades piidieran
maderables (que ellos rechazaban debido a los efectos negativos que ocasioiiaba alimentarse. Mencionó una contradiccióii adicional: mientras que INDAP quería
la industria en la región). Eran conscientes de que muchos winkn pensaban que que las comunidades accedieran al niercado, la inunicipalidad solo quería que las
eran ociososy que desperdiciaban la tierra, pero ellos decidierori que la mejor personas tio llegaran a pedir ayuda. El relato de Lonkomilla cuestiona la idea de
estrategia en ese momento era tratar de mejorar las fiientes de agua para ayudar que los mapuche sean ociosos y también deja en claro que la pobreza es una preo-
a que se recuperaran las especies nativas. cupación central para muchas comunidades. Al niisnio tiempo, estas en particular
Andrés Lonkoinilla, quien es inapuche y trabajó para u11 programa agrícola se asociaron con la Coordinadora Arauko-Malleko (CAM), lo que sugiere qiie las
inunicipal financiadopor INDAP en MaUeco, percibió con fuerza que los mapiiche preocupacioiies relacionadas con la pobreza no son fáciles de desvincularlas de los
trabajabandciro.Aligtialque RaipiUan,insistióen mirar laestriictura de poder inás reclainos por territorio y otros derechos colectivos.
amplia, sugirieiido qiie a pesar de qiie tenian tierras, muchas comunidades tenía11 A pesar de la existencia de algunos discursos alteriiativos, las narrativas do-
tal carericia de reciusos ecoiióinicos que no era niucho lo que podíaii hacer para tninaiites acerca de la tierra, el merecimieiito y la actitud hacia el trabajo son una
trabajarlas. Dijo que la mayor necesidad de las familias con las que él trabajaba era crítica constante hacia la cultiira inapuche, una aseveración respecto a que, a fin
"ver cómo pasan el mes... Andan buscaiido formas de poder sobrevivir". Hablando de cuentas, estos son pobres debido a su inferioridad cultural. Por lo tanto, iio
específicamentede dos comunidadesinvolucradas en alguiios de los conflictos más son merecedores de politicas especiales, y qiie, en todo caso, tales políticas serían
extremos, Lonkomilla dijo: "Estábamos trabajando [alli]...Después, nosotros a un derroche de recursos. Al criticar la cultiira inapuche, las élites locales en cierto
los dos o tres años,nos retiramos del sect0r.Y no podíamos hacer mucho más por seiitido reconocen a los mapiiche como una colectividad; sin embargo, en última
ellos tampoco, es complicado, porque se necesitaba algo más grande, no sé, más instancia, sus críticas señalan resistencia tanto al inulticultiiralisnio como a las
[grande] que nosotros". Cuando le pregunté si el hecho de que dejaran el sector reiviiidicacioiies por derechos colectivos.
tuvo algo que ver con los conflictos,L.onkomilla respondió que, por el contrario,la
cuestión era qiie INDAP habia finaiiciado el programa eii la iiiedida que se cuin-
plieran determinados objetivos. En estas coiiiiinidadeslos avances fueron escasos.
Las comunidades no podían acceder al crédito, no tenían agua (una situación que
se agudizó por la existeiicia de plantaciones forestales cercanas) y no estaba a SU En una segunda línea iiarrativa,las élites locales no afirmaron que los mapuche
fueran inferiores en términos culturales, sino simpleinente más pobres. Sugirie-
alcance cavar pozos profundos, a pesar de contar con un subsidio gubernamental
ron que las políticas indígenas se enfocar011 en el tema equivocado al enfatizar
que cubría parte del costo. La gente alli sobrevivía vendiendo leña,la que a menudo
extraían de quebradas donde todavía había algunos árboles nativos, pero la tala de la etnicidad y no la pobreza. Las élites locales sostuvieron qiie, debido a que el
los árboles contribuía a la desecación de las quebradas. verdadero tema es la pobreza, las politicas especiales para los mapiiche no hacían
V 1 LASBLITBS-LOCALES CONFRONTAN EL MULTlCULTUMLlSMO
CAP~TULO 195
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justicia a otros ciudadanos obres s. Lo que los mapuche necesitaban realmeiite, su palabra, es desconcertante que a las élites no les gustaran las políticas de la
sugirieron ellos, eran iguales oportunidades y libertad de elección. Los individuos Concertación, que se centraban en gran parte en la mitigación de la pobreza. En
que emitieron esta narrativa frecuentemente eran los mismos que sostuvieron que Última instancia, parece que simpleniente no les satisfacían estas políticas porque
la cultura mapuche era fallida de alguna manera. A pesar de esta contradicción, no eran para los mapuche. Cualquier política que pudiera desafiar las jerarquías ra-
estuvo ausente en esta narrativa una crítica cultural: insistir en la pobreza como la ciales dominantes privilegiando a los mapuche, era iniiy sospechosa para las élites
explicación pone en cuestión implícitamente la legitimidad de las reivindicacioiies locales. Esto era especialmente cierto si involiicraban un recurso tan simbólica
mapuche basadas en la diferencia cultural. y materialmente importante como la tierra, pero los entrevistados también se
quejaron de los programas interculturales, así como de las becas indígenas y los
fondos de desarrollo.
Es tan solo pobreza
Aunque fue fácil para las élites conservadoras atribuir las reivindicaciones
Mientras que la mayoría de los entrevistados mapuche y algiinos trabajadores mapnche a la condición subyacentede la pobreza, en la mayoría de los casos fueron
públicos asociaron la necesidad económica de las comunidades con la historia del reacios a abogar por cualquier tipo de redistribiición significativa. Por ejemplo,
colonialismo y el racismo contra el pueblo mapuche, muchas élites locales soshi- aunque admitió que las coiuunidades mapuche carecían deuayudadirecta",Manuel
vieron que había poca diferencia cultural entre los mapuche y los no mapuche. Borja, el líder de una asociación de agricultores, parecía sugerir que abandonar la
Sentían qi~ec~alquier
~ ~-~~ - diferencia existente era de carácter socioecoriómico y que tierra sería la inejor solución, aseverando que cuando los mapucbe se miidan a las
los programas específicos en términos culturales eran, por lo tanto, iiiiiecesarios. ciudades, viven relativamente bien. Sin embargo,según la CASEN 2006 (Encuesta
Esta narrativa está conectada a, y facilita, la narrativa de igualdad discutida en el de Caracterización Socioeconómica Nacional, realizado por MIDEPLAN), el
>apítulo 2, en la qiie las élites sosteníaii que antes del surgimiento de las demandas 18,4 por ciento de los indígenas urbanos eran pobres o iiidigentes, frente al 13,6
':por derechos culturales y colectivos de los inapuche contemporáiieos,los mapuche por ciento de los no indígenas. En las zonas rurales, las cifras fiieron del 20,2
y los chilenos vivieron juntos en paz y eran iguales (en el sentido de seralo mismo"). por ciento para los indígenas y el 10,8 por ciento para los no indígenasf! Así, los
Esta narrativa existe en la izquierda y la derecha, aunque en la derecha fue más habitantes urbanos indígenas tienen tan solo ligeras probabilidades de ser menos
la menudo utilizada como carne de cañón para acabar con las políticas indígenas
!? pobres que sus contrapartes rurales y tienen significativamentemás probabilida-
en general, mientras que en la izquierda fue una justificación para no abordar los des de ser más pobres qiie los residentes urbanos no indígenas. La afirmación de
temas del reconocimiento. Durante el gobierno de Lagos, por ejemplo, el ministro Borja desvía la atención de las causas de la pobreza que llevaron a la emigración
del Interior, José Miguel Insulza, declaró que los problenias de las tierras mapuche iiiapuche, incluyendo el despojo coloiiial y la intervención capitalista en curso en
eran un problema de clase, con raíces en la dictadura (Bell2001). Tiene algún sil territorio ancestral. Culpar del Problema inapuchena la pobreza sin considerar
sentido que las élites y los políticos de izquierda dijeran esto, en la medida que la estas coinplejidades,contrihuye a que las élites ignoren los mecaiiisnios a través de
clase social ha sido un teina bandera para ellos. Es probable que los políticos que los cuales se benefician de la subordinación mapuche.
llegaron a sil madurez en los años 1960 y 1970 se hayan visto influenciados por Martín Rabm, un abogado cuya familia perdió muchas hectáreas de bosques
una perspectiva marxista que consideraba que la rei~oluciónde clases era la solu- por incendios provocados, comparó las tarjetas de identificaciónindígenas propor-
ción a todas las desigualdades sociales. La creencia de que las demandas mapuche cionadas por CONADI con los salvoconductosde la era del npartheid en Sudáfrica.
tienen sus raíces en la pobreza se refleja en gran parte de la política indígena de la Resaltar el tema de la raza o etnicidad, dijo, llevó a probleinas:
Concertación (Richards 2004).
Pero era extraño escuchar este argumento en las élites políticas y económicas
de derecha, quienes nunca antes parecieron expresar mucha preocupación por la --
12 Según la encuesta CASEN 2006,la tasa de pobreza en I,a Aiaucanía fue sustancialinentemis
desigualdad econóinica.1-Iasta cierto punto, ambos grupos ignoraban las complejas alta que la del resto del país tanto para los ilidígcnas como para los no iiidígenas.Aun asi, habia una
intersecciones entre la pobreza económica, la discriminación racial y étnica y la brecha: el 247 por ciento de los i~idigenaserati pobres frente al 18,2 de los no indígenas. (No pude
indiferencia histórica por los derechos indígenas. Sin embargo, si confiamos en encontrar estas cifras desagregadaspara las poblaciones rurales y urbanas).
196
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-.-
.p.
PXPRIC~A 1 RACISMO: ELMODELO C H l L E N E L MULTICULTURALISMO-.
RICHARDS

Yo estuve siempre en desacuerdo con la Ley Indígena porque yo creo que es discriminación". La resistencia a reconocer la diferencia, a veces rayaba en lo
las personas no debe11catalogarse ni dividirse por su etnia. 1% creo que patológico. César, u11líder mapuche de mediana edad, me contó lo que recordaba
precisamente chile tenia la suerte de no tener problemas racialcs o étnicos. del golpe militar que se produjo cuando tenía unos siete años de edad. Recordó
No había problemas raciales ni étnicos, como no los hay tampoco, afortu- que su maestra aiiiinció en la clase: 'De ahora en adelante, iio habrá rico ni pobre;
nadamente, religiosos,que son destmctivos [para] naciones. Porque hemos . somos todos iguales'. Esta historia sugiere que al igual que con el reclamo de los
visto en Europacomo se ha destruidoYugoslavia,comose han destruido por derechos de los iiiapuche sobre la base de la diferencia, los opositores de Allende
probieiiias étliicos.Países prósperos,países antiguos, no paises e11formación. pueden haber percibido que más que la desigualdad e11sí, el problema era que la
Y aqui hemosintroducido iin elemento extraño traído del extranjern,iiisisto Unidad Popular nombrara la desigu~ldadsocial.Ta1 vez esta reiiueiicia a recoiiocer
yo, en donde por etiiias estarnos catalogaiido a la gente. la diferencia de clases en el pasado(o, más exactametite, a hacer algo al respecto),
ha dado fortiia a la aversión a reconocer a los mapuclie. Una vez más me Uania la
A pesar de que Rahm se iiiclinaba en cierta medida a invertir recursos públicos atención el papel del poder para definir -para ser un conocedor,para ser el creador
eii apoyo de los pobres "sin consideración a su condición ni de género ni racial",
de conocimieiito-. Si los sujetos del riiiindo social dicen que todos son iguales, y
retóricamente inezclaba multiculturalismo con segregación y nirbulencia política.
esto se arraiga en el sentido común, entonces así será.
De manera similar a los debates de las élites sobre las causas de los confXctos, Rahm
No sugiero qiie las afirmaciones de los iio iiiapiiche sobre la igualdad y la
veía el niulticulturalistno coino una fuerza externa y sospechaba de este.
diferencia siniultáiiea fneran taii solo un engaño. Despiiés de todo, así coino los
Es iiitifsai~teqüee11 Cliile, donde el conflicto de clase social predoiiiiiiaba
rnapuche reclamaban derechos relacionados con la diferencia cultural, también
iiotableinente en la segunda mitad del siglo )(X,las élites coiiservadoras ahora iniraii
exigieron derechos huinaiios (por ejemplo, a un jiiicio justo, a ser tratados con
el coiicepto de la pobreza como ata,jo para deslegitimar las demandas indígenas.
dignidad) que iiiiplicaii características e11 coniúii con los no inapuche. Para aiiibos
Parece que hablar de la pobreza (y, por ende, de las relaciones de clase) represerita
grupos las afirmaciones de igualdad y diferencia funcionaron dialécticarnente.
una anienaza ineiior que tratar los tenias de la raza, la etnicidad la ilación. Es
Pero mientras quelos mapuche utilizaron la dialéctica para reclainar derechos no
posible que el ~ieoliberalismoy el legado de la dictadura tengan algo que ver aqui.
solo como ciudada~ios,sitio en función de su condición de pueblo (que reclaniaba
Las élites conservadoras iio solo vivieron una gran traiisforinación social de la cual
igualdad,pero especificidad),los colonos y otras élites locales utilizaron los coticep-
salieron sin mayores secuelas,sino qne el modelo neoliberal efectivanienteha limitado
tos de igualdad y diferencia para mantener la desigualdad social y la marginación
las posibilidades para el cambio -la derecha puede apoyar algiirias politicas para
los pobres porque es probable que la izquierda, también comprada por el modelo (reclamando igualdad para negar los derechos) y perpetuar su propio poder local
neoliberal, ya no propondrá iina restructuración fundamental de la sociedad-. relativo (usaiido la diferencia cultural para inenospreciar).
Bajo el neoliberalismo, hacer algo con la pobreza no quiere decir redistribución: El multiculturalisnio como discurso se fundameiita en lo ciiltural; la adop-
quiere decir establecer alguiias políticas paliativas, proveer "oportunidad y hacer ción de politicas estatales que reconocen la diferencia cultural, aunque no sea
disponibles algunos "proyectos". Las reivindicaciones mapuche, en cambio, sí son adecuada, se contrasta con la insisteiiua de las élires locales de que el 'p.obleina
coiisideradas una amenaza para los intereses de las élites. Por eso, al igual que la mapiiche" era simplemente tina cuestión de pobreza. Podriainos pensar qiie
Coiicertación,las élites conservadoras rediijeron las demandas mapuche a la clase concebir las demandas mapuche en térmiiios de pobreza podría haber llevado
social, pero a diferencia de la Concertación, sintieron que incluso una apreciación a las élites locales a apoyar las politicas de la Concertación, que en realidad se
tibia sobre la diversidad no tenia lugar en la p.olitica. Podiaii insistir en que la eiifocaron en la resolución de la pobreza, con una ateiicióii relativameiite rneiior
pobreza era en parte el problema porque no querían admitir la legitimidad de las a la interculturalidad y diversidad. Sin embargo, por lo general, ese no fue el caso,
reivindicaciones referidas a los derechos colectivos y cultiirales. quizá en parte porque la tnayoria de las élites locales simpatizan con la derecha,
Alguiios entrevistados mantuvieron su foco de atención en la pobreza con el pero de manera niás importante porque coiicibieroii la cultura iiiapiiche coino
argiimento de que ver la diferencia en si equivalía a discrimiiiación. Este puiito de algo negativo, y a cculquier reconocimieiito de derechos colectivos y culturales
vista es similar al "racisino daltónico" que analiza Eduardo Bonilla-Siha (2001). como una amenaza a siis propios intereses.
Tal como señaló Miguel Ángel Carrizo: "El solo hecho de decir que son distintos
198 PATRICIA
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1 RACISMO:ELMODELO CHILENO Y EL M~LTICULTURALISMO~.~
RICNABDS

Justicia . respectivamente13. Si bien la tasa de pobreza, así coino la brecha, se redujo en los
años en que la Concertación mantiivo la presidencia, no desaparecieron. E n La
Muchas personas no mapuche entendieion la política indígena no como recom-
Araiicanía,las tasas de pobreza para todos fueron muy superiores durante todo el
pensa por los errores históricos, sino como beneficios que recibieron los mapuche periodo: el 40,7 por ciento para los indígenas y e133,8 por ciento para los no indí-
simplementeporque eran mapuche. De este modo, impugnaron la política indígena
genas en 1996, y el 24,7 por ciento y el 18,2 por ciento, respectivametite, en 2006.
sobre la base de que no era justa para los chilenos pobres. Ellos destacaban qiie
Si bien las tasas de pobreza en la región disminuyeron también con el tiempo, la
gran parte de la población rural, tanto mapuche como no mapuche, era pobre, y brecha entre indígenas y iio indígenas apenas se redujo. De hecho, parece ser que
blindarles a ellos programas y recursos especiales terminaba siendo una discrimi- la Concertación fue más efectiva en la reducción de la desigualdad entre los pobres
nación ccntra los no mapuche. Este fiie uno de los temas más comunes planteados indígenas y no indígenas en otras partes del país, aiinque en 1996 la brecha en La
por los entrevistados no niapiiche,incluidos campesinos,empleados públicos, élites Araucanía fue menor que la disparidad al nivel nacional.
locales y élites con vínciilos nacionales. La persistencia de una pobreza desproporcionadamente alta entre los tnapu-
Los entrevistados afirmaron que los programas especiales para los mapuche che sugiere que para ellos tiene sentido continuar recibiendo subsidios especiales.
había11sido los responsables de generar odio contra ellos y conflictos con sus vecinos. Sin embargo, si cambiamos nuestro foco de atencióii de los grupos poblacioiiales
Por ejemplo, cuando le pregunté a Iván Isler si pensaba que había discriminación (mapiiche frente a los no mapuche), y considerarnos los efectos de la pobreza
contralos mayuche,él alegó queala disciiminacióiila creó Aylwin conla Ley",que sobre cualquier individuo o familia, es éticamente insostenible argumentar que
le otorgó aIoskipuche un acceso especial a los recursos y, como resiiltado, hubo cualquier persona pobre no debe recibir semejantes niveles de asistencia estatal.
"mucho más odio'qiie antes. Hernán Rohrer argumentó, así mismo, que las nue- Sin embargo, esto iría en contra de la noción neoliberal de que la "oportunidad"y
yas políticas estaban creando el odio de los mapuclie, que antes no existía, cuando el "acceso al inercado"son lo que más se necesita para ayudar a la gente a salir de la
'todos eramos iguales'. Los trabajadores públicos mencionaron con frecuencia que pobreza. (Esto no quiere decir que los no mapuche pobres no recibieron el apoyo
fa política indígena discriminaba en contra de los chilenos, argumentando que los del Estado; la Concertación redujo la pobreza, en parte, mediante la expansión de
phileiios pobres no tenían el mismo acceso a los subsidios. Elvira Sandoval, quieii los programas sociales -incluidos miichos que se centraron en la oportunidad y
qirigía el d e s a r d o comunal en una comuna de MaUeco, añadió: "Hay gente que el acceso al mercado- para todos los ciirdadanos pobres). Pero, hasta cierto pun-
dice, 'Ahora tenemos que cambiar el apellido para tener beneficios'. (Qué refleja? to, el multiciilturalismo contradice el cthos neoliberal con el fin de absorber a los
Hoy día, [el] indígena tiene todo". indígenas en el proyecto neoliberal. E n lugar de hacer una demanda generalizada
Si bien es cierto que los pobres no indígenas no reciben los mismos beneficios para poner fin a la desigualdad socioecoiiómica, las élites locales que abrazaron el
quelos mapuche,enlugar de abogar porque todos los pobresieciban estos servicios, cthos neoliberal simplemente trataron de elimiiiar los programas que beneficiaban
muchas élites parecían decir que la solución era acabar con el conjunto de políticas. a los indígenas. Llama la atención que las élites locales, qiie tienen inuchos más
Esta narrativa no estaba formulada en términos de una mejor redistribución de la recursos que los campesinos mapuche y no mapiiche,y que se opusieroti a la reforma
riqueza, sino que se expresaba en términos de injusticia. Incluso una alta autori- agraria que habría beneficiado a ambos grupos, estén dispuestas a salir en defensa
dad de la Iglesia católica fue tan lejos como para sugerir que los inapuche rurales de los pobres no mapuche a fin de negar los derechos indígenas. Una vez más,
estaban8'en mejor situación que el campesino chileno no indígena". Sin embargo, esto demuestra cómo el racismo complica la dinámica de clases que ha domitiado
una mirada a las estadísticas del CASEN demuestra que, si bien la brecha entre históricamente la política chilena.
indígenas y no indígenas se ha reducido, los indígenas como griipo están todavía Algunos cuestionaron la autenticidad mapiiche a medida qiie criticaron los
en peores condiciones.De hecho, el margen en las tasas de pobreza, en combina- beneficios, lo que demuestra un sentido en el que la igualdad, la equidad y las na-
ción con los conflictos, es lo que en primer lugar llevó al Estado a uear subsidios rrativas de la pobreza son también un rechazo a las demandas culturales y colectivas
y programas para los mapuche. En 1996, a nivel iiacioiial, el 35,l por ciento de
los indígenas eran pobres o indigentes, en comparación con el 22,7 por ciento de 13 Los ingresos sobre los que se constniyen estas estadísticas i n c l t y n las ganancias así como los
los no indígenas. En 2006 las cifras fueron el 19,O por cielito y el 13,3 por ciento, subsidios estatales.
1 mapuche. Por ejemplo, Miguel Ángel Carrizo creía que los mayuche eligen sii
identidad a su conveniencia; cuando quieren beneficios, dicen que son mapuche,.
lucha de los mapuche,~cómola vamos a dejar fuera?. Como grupo discriininado,
los mapuche no deben ir discriminando a los demás, insistió. Pero el promotor de
pero para otras cosas, dicen que son chilenos como cualquier otra persona. Apesar Orígenes resaltó que iina familia mas en el proyecto significaba menos dinero por
de que la derrota militar de los inapuche en esencia los obligó a ser tanto mapuche faiiiilia, en generalI4.Alfinal, después de mucho debate, la comunidad votó por no
como chiieiios, en lo que respecta a los servicios,Carrizo sentía que debían elegir ser incluir a los no mapuche. Así, a pesar de que los mapuclie, en su conjunto, están
lo uno o lo otro. Algunos fueron más lcjos, afirmando que muchos destinatarios de en mayor desventaja que los campesinos no rnapuche,la existencia de estos nuevos
los beneficios indígenas no se identificar011como mapuche antes de que existieran recursos hace que sea posible la exclusión de los no mapuclie eii formas que pueden
los beneficios, o solo vivían en las comunidades para poder obtener los s'ubsidios ser concebidas conio injustas y, defiiiitivaiiiente, cotiio desafortunadas.
y, por lo tanto, estaban 'acttiando"su indigeneidad. Estas personas parecen creer Aun así, hubo divergencias entre los no niapuche con relación a las percepciones
que los mapuche deben vivir de acuerdo con sus normas de indigeneidad si desean de justicia. Esto fiie particularmente cierto entre 10s trabajadores públicos. Naiicy
recibir ayuda del gobierno. Al igual que coii la cuestión de quién merece el acceso Iglesias,quien nació y se crió enMalleco y trabajó pua elgobierno regional, percibió
a la tierra, las cuestiones de justicia en ocasiones llegaron a poner en duda si los que los subsidios indígenas eran una "cotnpensación históricaoydebían existir por
beneficiarios eran aiiténticameiite gente mapuche. un tiempo limitado. Francisca Salas,directora de desarrollo comunal en una coinuna
Al mismo tiempo, el resentimiento (o quizá más eFactamente, la frustración) de Caiitíii, se enfadó ante la idea de que los subsidios fueran discriininatorios: 'Yo
existió entre algunos no mapuche pobres. Cuando les pregunté a las participantes de lo veo, personalmente, nada más que como una retribución histórica por el daiío
una organización lnuitiéhiica de tejedoras acerca de la discriminación,las niiijeres [causadoJ'. Ella listó los numerosos subsidios disponibles para los no inapuche y
chilenas dominaron la conversación con el tema de la discriininacióiicontra los no sostuvo que los subsidios a las tierras y a la educación para los niapuclie debían
mapuche. Se centraron eii particular en las becas indígenas,seíialando que los ninos reforzarse. Sus puntos de vista reflejaron los de muchos mapuche, que coiisiderabaii
no indígenas tenían que mantener un promedio superior a fin de recibir subsidios. la política coino una respuesta necesaria, annque insuficiente, a la deuda histórica
La mayoría de estas mujeres vivían en coinunidades mapuche y pensaban que era de Chile con su pueblo. Por supuesto, la mayoría de las élites locales se burlaron
injusto que "nn apellido"detern1inara si recibirían o no un beneficio. Una de ellas de la idea de uiia deuda histórica. Las demandas inapuche por políticas que los
dijo: "Yo a toda la gente la miro igual, sea gringo, sea mapuche, sea aymara, sea reconocieran como un pueblo con todos los derechos que ello conlleva, a menudo
la raza que sea. 0 sea, yo la miro coino persona, no la miro como raza. ¿Por qué? cayeron en saco roto eii el Estado.Entre las élites locales, incluso las políticas coii-
Ponemos la raza como una pared". A pesar de que tal vez no estaba de acuerdo 011 ciliatorias del Estado se encoiitraroti coii el rechazo basado en el racismo.
esta retórica daltóiiica,alnienos una de las miijeres mapuche presentes sentía que 10s En una clara afirrnacióii de la igualdad, los entrevistadospusieron en tela de
niíios cliienos deben recibir las mismas oportiiiiidades de becas. Los comentarios juicio la imparcialidad de la política indígena, sugiriendo que los inapuche estaban
de estas mujeres refiierzan el hecho de que muchas familias no indígenas también siendo discriminados por la política indígena, dado que los diferenciaba de los
tienen necesidades socioeconótnicas insatisfechas. demás ciudadanos.Máximo Ordóíiez se opuso a la leyy a las políticas indígenas
En la mayoría de los casos la exclusión de los no mapuche que residen en las "porqueno ueo en iiingnna discrimitiación por raza". El cornparó la situacióii de
comunidades es u11 tema legal con respecto a quién "cuenta como iiiapucbe. Sin los mapuche con la de la gente negra en el Harlem,cuya "fragilidad no es producto
. .
del color de su piel, [pero] de dónde vivía, cuáles eran sus condiciones familiares".
, , . embargo, fui testigo de uiia reunión de Orígenes en Malleco diirante la cual los
miembros de una comunidad debatieron si a una o dos personas no rnapuche que Las referencias que Ordóiíez y otros hicieron a las relaciones raciales en los Estados
vivían en la comunidad se les permitiría participar en el proyecto 0rígenes.Aunque Unidos y en otros lugares sugieren que no solo la historia local, sino los discursos
de acuerdo con CONADI, estas persoiias no "cuentan"cornoparte de la comunidad, globales dieron forma a sus pntitos de vista sobre los coiiflictos y la política indígena.
el asesor de Orígenes les dijo que si querían incluirlas como beneficiariz del proyecto, El añadió: "Cuando yo transformo la raza en uiia condición, estoy haciendo tina
podrían rehacer el papeleo. Un anciano mapiiche se pronunció a favor de permitir
su participación,diciendo:'Con toda la discriininacióii en contra de nosotros,si ella 14 No c i ~ oque esto sea cierto; eiitieiido quc la cttiridad con la qiie Odgeiies fiiiaiieiaba a uiia
[una de las no niapuche, que estuvo presente en la reiinióii] asume el trabajo y la coinunidad estaba definida por el número total de htnilias en la coinuitidad.
V 1 LASÉLITES LOCALES CONFRONTAN
CAPITULO - EL MULTlCULTURALlSMO 203

segregación que después cuesta mucho levantarla, mucho". Martíii Rahm expresó cultura mapuche estaba vinculada a la tierra. Al negades esta libertad, el Estado
sentimientos similares: "La Ley Indígena parte con un concepto que en mi concepto había creado u11 museo viviente. Cada persona mapuche debe tener el derecho
[es] totalmente equivocado, que hay que protegerlos, que son como minusválidos. a elegir su destino, dijo, y si deciden no atar su cultura a la tierra o si optan por
Yo, a los indígenas, a ellos les digo, 'Ustedes deberían ser los primeros de estar en integrarla, ese es su derecho. Las personas no puedenser obligadas a mantener su
contra de la Ley Indígena, porque los considera como menores de edad, como que cultura, insistió. Este argumento, basado en una perspectiva de los derechos indi-
fueran tontos'. Les digo yo, 'Y ustedes no son tontos, ¿o no? Les digo, 'No, poh, viduales y evidentemente en el principio de la elección, es generalizado entre las
ustedes saben lo que les conviene, ¿o no?". Ordóñez sugirió que la política esta- élites conservadoras. Pero para personas como Becker, el principio de la elección no
dounidense y canadiense de hacer "importantes transferencias [monetarias] hacia se extiende a los aspectos colectivos de las reivindicaciones de los mapuche; ellos
descendientes de indígenacestá siendo cuestionada hoy en día, debido a que ha no tienen el derecho a elegir la aiitonomia, ya que las libertades son inherentes al
contribuido al aumento dekalcoholismo.Asnmir este tipo de perspectiva daltónica, individuo. Al afirmar que la práctica de la propia cultura es una elección, las élites
a través de la cual el problema se convierte en las políticas que Ilainan la atención podían construir derechos colectivos.y culturales como no pertinentes e incluso
sobre la diferencia, les permitió a estos hombres evitar considerar seriamente la perniciosos parala formulación de políticas.
herencia de la Pacificación o el colonialismo en curso y las desigualdades sistemá- La libertad"^ la 'élecció~i'tienenuna fácil afinidad con otro valor neoliberal:
ticas que, podría decirse, solo pueden corregirse mediante políticas especiales.De la igualdad de oportunidades. Para la autoridad universitaria ArmandoTorres, %er
esta manera, fueron rapaces de ignorar el modo en el que las relaciones de poder o no ser inapuche"podría tener algo que ver con la lengua que uno habla, pero en
desiguales y racializadas han dado forma a la historia de la región, cotitribiiyendo última instancia es "un tema de sentimiento"vinculado al"gran tema de la libertad
a la violencia simbólica. para elegir". Si bien él abogaba por otorgar subsidios a las personas ancianas,puesto
que "tú no puedes tomar a una persona de sesenta aíios y decirle que haga otra
cosa", sentía que era esencial incrementar los niveles educativos entre los mapuche,
I Libertad, igualdad de oportunidades y elección "sacarlos de la pobreza". ParaTorres,la ediicación ii~voli~craba"[capacitándoles] para
: En otra dimensióli de la narrativa de la pobreza, las élites locales sostuvieron competir en igualdad de oportunidades". Asumía que las personas indígenas con
. que la política indígena violó los derechos de los ciudadanos indígenas a la liber- iguales oportunidades dejarían detrás su pobreza (y su ser "mapuche"), eligiendo
tad, la igualdad de oportunidades y la elección. Este arguinetito construye a los ser iguales que otros chilenos. Para las élites locales que apoyaroii esta posición,
mapuche como portadores de derechos individuales -y no colectivos-. Las élites el objetivo final de ofrecer igualdad de oportunidades parecía ser el de que los
sostuvieron que la política indígena negó a los individuos indígenas el derecho a la mapuche se vuelvan más chilenos.
propiedad pT"ada.Todo lo que los niapuche necesitaban realmente era igualdad El concepto de igualdad de oportunidades es algo generalizado en Chile, en
de oportunidades para que pudieran elegir qué aspectos de su cultura mantenex y tal medida que a menudo parece haber suplantado al propio principio de igualdad.
cuáles dejar atrás. Esta narrativa no criticaba directamente la cultura mapuche y, de Su predominio parece Iiaber comenzado con el concepto de igualdad de oportuni-
hecho,las élites afirmaron defender los intereses de estos. Sin embargo, no pertiiitía dades entre mujeres y hombres, proiiiovido por el Servicio Nacional de la Mujer,
apreciar con claridad los aspectos colectivos y culturales de las reivindicaciones el que pronto se extendió a los pobres, así como a los indígenas. En mi opinión, el
mapuche. En su insistencia sobre que la diferencia cultural debería ser irrelevante concepto de igualdad de oportunidades es eminentemente neoliberal. Sostiene que
para la vida de los mapuche contemporáneos, esta narrativa es en realidad una todo lo que necesita una persona para salk adelante es tener oportunidades y su
crítica a esos reclamos. propia laboriosidad,en lugar de recoiiocer cómo la discriminacióninstitucionalizada
Las élites emplean el concepto de libertad para hacer valer el derecho indi- impregna la estructura de oportunidades, así como también la ventaja que obtienen
..
vidual a la "rooiedad urivada. Por ejemplo, Carla Becker, una mujer oriunda de
La Araucanía qne trabajaba para un centro de estudios conservador, insistió en
individuos diferentes de su inversión de laboriosidad. La generalización del discurso
de la igualdad de oportunidades -en los programas de gobierno, así como en las
que Chile debe darles a los individuos mapuche la libertad para vender la tierra a narrativas de la élite que rechazan la politica indígena- es un excelente ejemplo de
quien deseen. Ella sostuvo que el Estado, y no los mapuche, había decidido que la lo que Veróiiica Schild (1998) ha denominado "apropiación selectiva", mediante la
204 PATRIC~A 1 hcisM0: ELMODELO CHILENO Y EL M U L T I C U L T U R A L E
Ric~An~s V 1-
CAP~TULO LAS
- ELITES LOCALES CONIRONTAN EL MULTICULTURALISMO 205

cual el Estado incorpora algún aspecto del discurso del movimiento (en este caso, LASNARRATIVAS DE INTEGRACI~N
el disciirso del movimiento de mujeres), sin abordar los probleinas más sustantivos.
No es solo que este discurso disfraza las desigualdades institucionalizadas,sino que Entonces, <quépoliticas serían las apropiadas? A pesar de que muchas élites
es particularmente nefasto cuando se aplica a la política indígena, pues oscurece fueron cuidadosas al señalar qiie la mayoría de los inapuche eran 'buenosu, que
el aspecto colectivo de los reclamos indígenas y deshace eficaznieiite la noción de aquellos que incendiaron fundos y ocuparon tierras fueron pocos y que el impulso
una deuda histórica. para tales acciones fue de personas foráiieas, sugirieron que los niapuche tenían que
La igualdad de oportunidades entró en el debate a nivel de inunicipal, cambiar si querían sobrevivir. La soliición, sentían ellos, era la integración, lo que
nero de manera un tanto diferente. Algunos vieron la disminución en la tasa de a menudo parecía significar asimilación. Sus visiones iinplicaban o un tratamiento
Pobreza como prueba de una mayor igualdad de oportunidades. Otros,como Gas- folclórico de la identidad mapuclie o un mayor acceso a la ediicación.
par Curamil, el promotor de salud interculmral de Malleco, utilizaron el concepto La folclorización incluye la visión, a iiienudo incorporada en la politica así
para iiivolucrar al Estado en la discriminación que continúa predomiiiando en el como en las representaciones popiilares, de que los elenientos culhirales que los
sector salud y en otros sectores. Curamil mencionó un estudio que realizó en las indígenas deberían mantener son aquellos que evocan iinágeties roinánticas de u11
comunidades mapuche durante el gobierno de Lagos, "que hablaba de la igualdad pasado tradicional (Chamosa 2008). La folclorizacióii recoiioce a los iiiapuche
para todos, igualdad de oportunidad en todo ámbito". El eshidio encontró vastos hasta cierto punto, pero solo en la medida en la qiie ese reconocimiento no repre-
problemas de salud y un acceso inadecuado a la atención. Cuando habló con las senta una amenaza para la coniprensióri que tienen sus partidarios acerca de lo que
rrinchi,ellas explicaron que las plantacioiies de pinos y eucaliptos habían desplaza- coiistihiye la ilación chilena.Tal coiiio sefialó Beatriz Q-eliri, una mujer mapuche
do sus plantas medicinales, lo que significa, dijo Curamil, que ellas no tienen un de cuarenta y tantos años que llevó a cabo talleres iiitercolturales para Orígenes,
acceso similar al ejercicio de su propio tipo de medicina. Observó que un informe muchas personas estaban dispuestas a identificar al iiiate, las sopaipillas y al ngui-
sobre la violación de los derechos de los niños indicó la ausencia de igualdad de Ilatz~ncomo elementos de la cultura inapnche, pero no estaban dispuestos a ver a
oportunidades en lo referido a la seguridad y la protección coiitia la violencia es- los mapuche coino sujetos de derechos que pueden ser diferentes de los chilenos.
tatal (Sepúlveda y Millaqueo 2004). Las observacioiies de Curainil seíialaroii que Este tipo de folclorización quedó clara en la celebración de uii Clh n$aritu (Año
Nuevo Mapuclie) en Caiitín, cuaiido Priscila &amos, la directora municipal de
la sistemática discriminación institucionalizada significaba que la existencia de
programas especiales no garantizaba la igualdad de oportunidades.Sin receptividad e,ducacióii, dio iin resyirigo al ver a iina conocida suya vestida con ropa mapuche.
Alanios exclamó, 'Ahh, ¡No la había reconocido! Parece una Mnpucha de verdad
a estas cuestiones, el discurso de la igualdad de oportunidades refuerza las raíces
-insiiiiiaiido que la mujer tan solo estaba jugando a disfrazarse y que en efecto
estructurales de la pobreza y el racismo. Por otra parte, para miichos niapuche el
no era 'i.ea1""-.
concepto de igualdad de oportunidades es problemático en la iiiedida en la que
"igiial"se asiime como 'inisma",lo qiie hace que sea difícil reclamar derechos cul- Al discutir el recoiiocimiento, Lourdes Caifal, una mujer inapnche que trabajó
tenias de ediicación iiitercultural en Cautíti, reconoció que se han dado cambios
turales y colectivos.
a lo largo del tienipo: la gente tiene menos propensión a iisar el térrniiio "indio"y
Al representar a los mapuche como iguales a ciialquier chileno, las élites
pueden saber algo sobre las celebracioiiesy tradiciones médicas mapiiche. A pesar
locales podían generar inteiitos de establecer que los derechos diferenciados eran
de esto, dijo, pocos desarrolla11iiiia coinprensión más profunda acerca de la cos-
injustos para los no indígenas. Sus demandas de igualdad de oportunidades y
movisióii mapiiche, y muchos creen todavía que sus prácticas religiosas mapuche
libertad de elección deben ser leídas en este contexto -a los mapuche se les debe
son brujería. Caifal reafirmó la importaiicia de la ediicación y la formación inoral
dar la libertad de elegir ser como otros chilenos. En el acto de insistir en que el
"problema mapuche" es solo de pobreza, deinostraron su negativa a consentir al -
miilticulturalismodel Estado y, siinultáneamente,se negaron a reconocer la validez 15 ~dei~iás,
Álamos uso la palabra "inapildia': uii t&inii,odespectivo que se utiliza parx biidarse
política del sujeto mapuche cólectivo. o degradar "Mapiicha" no corresponde al vocabula,io que urilizan los mapiiche para identificarse;
tampoco sigue las reglas <lelu leiigua española, las misinas que indicati que un nombre propio que
termina en "eVdesignael género solo a través del pronombre que lo preccde.
V 1 LASBLITES
CAPITULO LOCALES CONFRONTAN EL MULTICULTURALISMO 207

y ética para cambiar todo esto. Ella parecía sugerir que es posible reconocer a 10s reciclables, hay que pensar en alguna forma de subsidio de subsistencia, que no
mapuche en un sentido folclórico, aunque se sigue contribuyendo a una cultura de haga tan agudo el problema". Inlplicó que estos individuos -aparentemente los
no reconociiniento y discriminación. ancianos- eventuaImente se morirán. Su lenguaje refleja la medida en la qiie los
A veces la folclorización se presta a1 uso del tropo indio bueno/malo. Por mapuche continúan siendo vistos como objetos subhunianos, un mero problema a
ejemplo, viajando de regreso en un camión a un municipio de Malleco desde un2 resolver. En el peor de los casos, en este relato, los mapuche son descartables y, en
comunidad mapuche cercana, Teresita Castaños, una mujer joven que trabajaba últiiiia instancia, la mayoría carece de una transfornlación personal-cultural como
para el programa de asistencia estatal denomiliado Programa Puente, dijo que 110 para poder contribuir a la sociedad cl~ilena.
le gustaba esta comunidad, que en años anteriores tuvo un serio conflicto con una Que las élites abogaran por invertir en educación y subsidios de subsistencia
empresa forestal. (Esta posee doscientas hectáreas que pertenecen a la comunidad para los mapiiche, parece contradecir sus posiciones acerca de que las políticas
de acuerdo con su título de merced).Teresita explicó que las personas tienen de- específicamente indígenas son innecesarias e injustas con los no indígenas. Sin
masiadas quejas y dicen que ella no hace nada. Gracia, tina mujer mapuche de la embzgo, pienso que todas estas aseveracioiies están iinciiladas entre sí. Las élites
comunidad, que viajaba con nosotros y qne le agradaba a Castahos porque estaba prefieren creer que las políticas que reconocen la diferencia cultural son superfluas.
dispuesta a hablar con ella acerca de las tradiciones, dijo que los mapuche ahí es- Encontraron de mal gusto tales políticas porqne amenazaban tanto su deseo de
tán acostumbrados "a que se les de". Castahos estuvo de acuerdo, y añadió que le creer que "todos somos iguaies"como su posición socioeco~iómicaprivilegiada en
gustaba más otra comunidad donde ella trabajaba porque eran "cálidos"y te dejan la región. Pero los reclamos persistentes por la tierra, las demandas por derechos
tomarles fotos. La afirmación de que los mapuche están acostumbrados a contar colectivos al territorio y a la autonomía, la intensificación de los conflictos y, en
con el apoyo estatal refuerza la noción de que no están dispiiestos a trabajar para algiinos casos, las amenazas a su propiedad,les hicieron entender que el "problema
resolver sus problemas, y minimiza la legitimidad de sus demandas de derechos. mapuche" no iba a desaparecer pronto. La respuesta niás potable, aparte de las
%e fuera Gracia quien hiciera tal afirmación puede quizá reflejar una instancia de políticas punitivas que apoyaron, fue la de establecer políticas indígenas que even-
racismo internalizado.También puede ser simplemente su opinión -ella admitió tualmente harían desaparecer el "problema"-pacificar a los "irieciclables" hasta
que había tenido conflictos en el pasado con otros en sil comunidad, a pesar de que que mueran y educar al resto en estado de sumisión-.
conipartía muchas de sus opiniones. O puede ser que Gracia le estaba diciendo Las élites omitieron cualquier elemento que pudiera significar el reconocimiento
a la representante del Estado lo que ella pensaba que la representante quería oír, de deiechos colectivos O culturales en las políticas reconiieiidaron. Por ejemplo,
una táctica de supervivencia común entre los mapuche, que temían la represión aunqne abogasen por la educación, muchos eran reticentes a la interculturalidad.
permanente en sus comiinidades. Torres explicó:
Más allá de la folclorizacióii, para muchas élites locales la educación es la clave Yo creo que hay que aumentar coiisiderablemeiite los niveles educacionales y
de la integración.La lógica pareciera ser esta: educando a los mapuche se resuelven quizá,dentro de esapolitica educaci~nal,~enecir elementos de mantenimiento
los conflictos,poryue ellos encontrarán buenos trabajos en la ciiidad y dejarán de de la cultura.Pero la única forma de sacarlos de la pobreza es capacitarlospara
querer procurarse tierras.Marcos Rohrer, quien fue una autoridad regional durante coiiipetir en igualdad de oportunidades.Tú no puedes pensar que Chile, el
el gobierno de Frti Montalva en los años !960, experimentó un atentado en su Estado de Chile,va a mantener un grupo étnico permanenteiiientesiibsidiado.
propiedad a principios de los años 2000. El siigirió que estaba bien enseñar su Eso no es posible,porque, o si iio,lbana terminar igual que las reservaciones
historia a los mapuche; deben estar orgullosos por el hecho de haber resistido. Ellos indigetias en Norteamérica que están esperando que les llegue el dinero o el
son personas honorables, pero deben dejar los derechos ancestrales como algo del casiiio, el alcohol, la, la, la, la. Ese modelo no es posible.
pasado. Cuando se le preguntó qué cambios políticos eran necesarios,Juan Agustín
Figueroa mencionó la necesidad denreciclaruna parte muy importante de la pobla-
Al igual que Ordóñez, Torres se refirió a supuestas falencias en las políticas
inulticultucilesen otras partes como uriajustificacióiipara 110implementar cambios
ción mapuche e incorporarla a la vida activa y productiva del país"(Moraga 2003).
en Cliile.También se refirió al concepto de igualdad de oportunidades para restarle
Propuso hacer esto principalmente a través de la educación. Así como Armando
importancia a la cultura en el diseño de políticas edncativas. Aunque las políticas
Torres había afirmado anteriormente, Figueroa dijo: "En cuanto a las personas no
208 PATRICIA 1 RACISMO:
RICHAROS ELMODELO CHILENO Y EL MuLTIcULTURALISMO ...

interculturales son imperfectas en tanto tienden a enfocarse en la diversidad y debería ser posible terminar con la pobreza indígena y perniitir la supervivencia
no en las desigualdades sisténiicas,Torres prefiere eliminar completamente de su cultural y política del pueblo, en vez de forzar qiie los itidividiios indígenas decidan
consideración el papel que juega la desigualdad racial-étnica para proporcionar entre, por iin lado, ser pobres y tnapuche y, por el otro, quizá tener algo de mejores
oportunidades de vida a la gente. condicioiies ecoiiómicasy ser chilenos.
Torres consideró qiie las políticas que propugnaba (principalinente programas Muchos mapuche tenían ideas ambivalentes acerca de la educación forinal. Por
de educación y nutrición) eran arriesgadas desde el punto de vista indígena, ya qiie un lado, la valoraban como un medio para lograr uiia vida mejor. Por otro, tal como
pueden hacer que el manteniiniento de la identidad sea inás difícil. La pobreza José Antiman, iin miembro de CITEM (Coordinación de Identidades Territoriales
conserva la identidad, dijo, pero la riqueza la deja de lado. En cierto seiitido, su LJapuche), observó: "Las escuelas fiieron los principales actores de desaparecer-
argumento era diferente del de aquellos que afiriiiabaii que los problemas inapuclie nos", al negar la lengua y la expresión cultural. Los niapiiche que buscaban una
se referían tan solo a la clase social.Torres reconoció el tema de identidad, aunque educación siiperior a menudo Iiichabaii con la idea de que ser educados les podría
no dio mucho crédito a ia importancia de su siipervivencia.Más bien, é! planteó u11 hacer perder su identidad y volverl'os más propensos a biiscar empleo fuera de sus
ugumento que parecía reflejar las ideas ya descartadas del antropólogo Oscar Lewis comiinidades.Los mapiiclie que trabajaban para el Estado expresaron ambivalencia
acerca de una "cultura de la pobreza": ser pobres llevó a los mapuche a conservar su también en este sentido. Por ejemplo, Andrés Lonkoinilla eshivo de acuerdo con
identidad o, por lo menos, los aspectos que les impedían salir adelante e integrarse que la educación era importante para cambiarlas cosas en las comunidades pobres y
plenamente a la sociedad chilena. Si dejan de lado su identidad, podrían consegiiir asoladas por conflictos,pero dijo que no era probable coiiseguir una vida sosteiiible
salir de la pobreza. La lógica deTorres era circular. Previamentehabía resaltado que en sus tierras. Más bien, con la educación la gente probablemeiite abandonaría el
al conseguir que los mapuche salieran de la pobreza les llevaría a optar por dejar campo. Estas implicancias significabaii que obtener uiia educación chilena dejaba
de lado la inayoría de los aspectos de su cultura; aquí parece estar afirmando que a miichos inapuclie con setitiniieiitoseiicoiitrados.
salir de la pobreza requiere que los mapuche dejen de lado sil cultura. De cualquier {Yqué sucede cuando los mapuche adquieren educación y coiitinuaii haciendo
manera, la cultura indígena no es compatible con salir de la pobreza e integrarse demandas? De hecho,la participación de personas mapuche con educación ha sido
a 10 chileno en su coiijiinto. fundamentalpara la perseverancia del movimiento. Sin einbargo,la gente no mapuclie
Torres no abandonó completamente la idea de mantener algiiiios aspectos de a menudo criticó a los mapuclie ediicados sobre la base de que no eran indígenas
la identidad mapuche -aseguró qiie el reto es generar una simbiosis entre cultura "verdaderos",lo que nos Ueva nuevamente a la cuestión de la autenticidad.Ta1 fue
y desarrollo-. Al mostrar el vínculo entre la retórica folclorizante de las élites y el caso de una burócrata chilena de la oficina regional del Ministerio de Agricul-
las demandas de ediicacióii, él pensaba que solo debían mantenerse los aspectos tiira, cuando Malen, tina tiiujer inapuche con educación universitaria,la visitó con
relativamente triviales de la cultura mapuche. Pareció sugerir que la mayoría de varios niiembros de una asociación rural de mujeres mapuche de la cual Maleii era
las características mapiiche desaparecería11con la integracióii, lo qiie para él era presidenta. Eii el relato de Malen,la fiincionaria respondió al pedido de las mujeres
positivo. Esta versión de la integracióii se refiere reahnente de la asiniilación, no de apoyo a su asociación de parte del Ministerio, al decir: 'Hay niiijeres qiie dicen
a la coexistencia de cultiiras distintas. Torres tampoco consideró el papel del sis- ser representantes, pero hay algunas aquí que no son rurales y son profesionales>'.
tenia colonial en la generación y perpetuación de la pobieza niapuche; para él, la Desde el punto de vista dela biirócrata,una mujer con educación universitaria que
pobreza es la consecuencia de aspectos de esta cnlnira, particularmeiite su apego habla con firmeza y hace demandas no podía ser iina 'berdadera'mujer mapuche,
por la tierra. Por ende, el objetivo no era solo reducir la pobreza, sino eliminar esos de quien ella esperaba, afirmó Maleii, que fuera rural, sin educación, sumisa y fácil
aspectos de la identidad mapuclie. En su obsesión por la asociación entre ciiltura, de inanipular. A pesar de qiie puede llevar a la integración, la ediicacióii también
tierray pobreza, y debido a su insistencia en el papel de la educación como solución, puede ser un espacio para la liberación,y los rnapuche foriiialnieiiteeducadosjuegan
dado qiie conduciría a la gente a dejar la tierra, las élites oh<daron considerar a un papel importante en el inovimiento.
los miichos mapuche qiie son educados por el sistenia chileno y, siinultáneamente, Algunos entrevistados chilenos cuestionaron si vale la pena intentar la integra-
están entre los qiie reivindica11la autonoinía y el territorio (o, en la inedida que ción de los inapuche. Su argumento se basa en la idea de que estos son "cerrados"y
los consideraron, los vieron como afuerinos).Ignoraron el punto iiiás importaiite: no quieren compartir pvivir iiitercultiiralmentecon los chiletios. Varios empleados
CAPITULO
V ( LASÉLITES LOCALES CONPRONTAN EL MULTICULTURALISMO
--u
211

estatalesy municipales enMalleco afirmaron que los mapnche se negaba11a hablar de Al considerar que las condiciones en las comunidades mapuclie son atribuibles a
sus tradiciones a lagente no mapuche,~que hablaban entre ellos en mapudungun en falencias en su cultiira, las élites en cierto sentido los reconocen como un actor
las reuniones de manera que los winka no pudieran entender. Curiosamente,varios colectivo, pero, al mismo tiempo, evitan considerar las desigualdades estructurales
de los mismos individuos también alegaron que los mapuche ya habíanperdido sus que les han beneficiado a costa del pueblo mapuche.
tradiciones y su lengua. Ambas posiciones fueron utilizadas para argumentar que Las visiones de las élites locales son cruciales para entender la subordinación
no valía la pena integrarlos. La primera, en el sentido de que no estaban dispuestos continua de los mapuche en Chile. A través de sus conexiones con políticos re-
a compartir con los winka (no se consideraba la posibilidad de que simplemente gionales y nacionales, las élites locales han contribuido a dar forma a los aspectos
se sentían más cómodos hablando en mapudungun o que los winka podían hacer punitivos de la política indígena. Lahistoria de negación y minimización de los
un esfuerzo por aprender mapudungun), y la segunda, en el sentido de que los mapnche permite que esto ocurrasin encontrar mayor resistencia pública. Mientras
mapuche ya no eran auténticos de ninguna manera. Elvira Sandoval dijo: ' Se apoyaron las políticas punitivas directamente, las narrativas de las élites locales
autodisciiminan. Tienen que aceptar que somos un pueblo, independiente de la acerca de la cultura, pobreza e integración representan en conjunto su rechazo a los
etnicidad que tengamos.Tampoco estoy de acuerdo con que la Ley Indígena los valores multiculturalesy su negación de los derechos mapuche. Cuando percibían
separe de los demás. La Ley los encasilla".Le pedí qiie explicara qué tenía que ver aspectos de las demandas mapuche coino una amenaza o algo negativo, aseguraron
todo eso con la "autodiscrimiiiación". Ella respondió con una pregunta: "¿Por qué que existían falencias en su cultura lo que significaba qne no se merecían políticas
no se pueden insertar con el resto? En vez de ser una fortaleza, es una debilidad que respondieran a sus demandas. A la vez, mantuvieron que los mapuche no
para ello$. Sus comentarios reflejan la ansiedad con respecto a que los reclamos merecen políticas y programas especiales porque son básicamente iguales que los
mapuche cuestionen la esencia de la nación chilena. Pero ella les devuelve un ar- chilenos,y que el probleinade fondo no es discriminación o despojo,sino pobreza.
gumento común acerca de la discriminación: aunque muchos argumentan que es Aunque estas narrativas son contradictorias, también se refuerzan entre sí. Por
ejemplo, podríamos preguntar: si los mapiiclie son iguales a los demhs, ¿por qué
a través de la discriminación que el Estado y la sociedad chilena demuestran que
tienen niveles desproporcionados de pobreza? Aunque las élites locales buscaron
no quiereii que los mapuche 'se inserteti con el resto", aquí Sandoval asevera que
explicacioiies para la pobreza a nivel individual, y abogaron por algunas políticas
son eiios quienes no quieren ser "insertados'.Y, por supuesto, esto es parcialmente paliativas, en general recurrieron a la inferioridad cultural para explicar la pobre-
cierto; las reivindicaciones mapiiche no se refieren solamente a la integración; se za generalizada en las comunidades mapuche. Lo hicieron porque se sintieron
refieren también al reconocimiento de derechos, algo que va más allá de la versión amenazadas por las demandas mapuche y también por las poiíticas estatales que
de ciudadanía existente. reconocieron algiinos aspectos de la cultura mapuche como válidos y valiosos. La
falta de coherencia en las narrativas de las élites no tiene importancia en sí. Lo
::
LASIMPLICANCIAS PARA IMAGINAR UNA NACIÓN MULTICULTURAL qiie sí es importante es que tanto la narrativa de la cultura coino la de la pobreza
les permitían a las élites locales evitar considerar las desigualdades históricas y
Cuando las élites y los dueños de fundos no mapuche interpretan los reclamos estructurales en su intersección con la raza, la clase y la nación. La narrativa de
inapiiche como el producto de la ociosidad, o de las invenciones revisionistas o la integración podría parecer más benigna, pero al fin y al cabo entra dentro de
las conspiraciones izquierdistas, están expresando su resistencia a lo que perciben la misma lógica: todas estas narrativas tratan de rehusar el reconocimiento de los
como un desafío a su lugar en el orden social.T4 como los discursos nacionales y mapuche corno sujetos de derechos colectivos y culturales.
transnacionales que dan forma a las decisiones acerca de la política indígena, las Los programas y políticas multiculturales representan una ruptura con la
narrativas de las élites locales están profundamente arraigadas en la colonialidad, práctica pasada de invisibiizacióti de los pueblos indígenas en Chile. Las élites
el racismo sistémico y en una historia de depredación económica y política. Esa locales reaccionaron en contra de este cambio, negándose a dar su coiiseiitimiento
historia difiere de forma importante de la economía global de hoy en día, pero las al muiticulhiraiismo oficial en el propio terreno. Sus múltiples referencias a los
narrativas contemporáneas sobre la raza y la etnicidad moldeadas por esa historia fracasos del ~uulticnltoralismoen los Estados Unidos y en otros lugares, indican
facilitan las condiciones económicas que enfrentan ahora las comunidades mapuche. que, a pesar de que su negativa estuvo iiifliienciada por sus propios temores y
aprensioiies, ella fiie también, hasta cierto punto, deliberada y moldeada por los
fornias de racisnio local. Sin embargo, las citas de algunos empleados estatales y
discursos transnacionales.Para generar las subjetividadesnecesariaspara el éxito del activistas mapuche eii este capítulo siigiereiila existencia de discursos alternativos,
proyecto neoliberal, el multiculturalismoimpiilsado por el Estado requiere tanto de los que podrían permitir aspirar a uti distinto futuro coinpartido para la región.
políticas punitivas que saiicioneii el terrorismo, como de políticas inulticulturales
que preiiiien al indio permitido (Hale 2004). A través de su negativa para dar su
consentimiento incluso a un reconocimiento simbólico, las élites locales poiieii
en duda el éxito potencial del proyecto inulticultural neoliberal. Pero en tanto
ciiidadaiios qiie solicitan medidas enérgicas contra los mapuche, proporcionarori
una justificación para la criminalización de los conflictos y el limitado alcance de
la agenda multicultural tieoliberal en geiieral. Eii ambos sentidos, estos actores
contribuyeroii a dar foriiia al contorno particcilar del multiciiltiiralis~noneoliberal
bajo la Concertación en Chile. Eti la medida en la que los capitalistas estatales y
traiisiiacioiialesque invierte11en la región buscaron controlarlas demandas mapuche,
la resistencia de las élites locales fiie funcional a sus objetivos.
E1 multiculturalismo bajo la Concertacióii no hizo muclio por caiiibiar las
jerarquías raciales doniinaiites en el siir y, de hecho, las reformas multiculturales
no fueron directaineiite orientadas a transformar las subjetividades de las élites
locales. Esto difícilmente puede sorpreiider, dado que la racioiialidad detrás del
multiculturalismoneoliberal no es tanto la de cambiar las jerarquías raciales como
la de crear sujetos indígenas autogobernadosque no se contrapongan a los objetivos
políticos y económicos del Estado (dejando así que el racismo sistémico siga fi~ii-
cionando,aunque coi1 algunos cambios en sil forma). Las politicas inulticulturales
que 110 se dirigen a la población en generil parecen ingeniias; más aún, la falta de
atención a las élites locales dificulta la generación de un consenso por el programa
inulticultural.Las élites locales se resistieron al discurso multiculturaly las políticas
indígenas, basáiidose en sus propias memorias y entendimiento de las relaciones
sociales eii la región. Lo hicieron como uiia forma de mantener su posición en
lo más alto de la jerarquía social local, posición que se ve amenazada tanto por la
globalización neoliberal como por los cainbios en los discursos sobre etnicidad y
raza. El caso de La Araiicanía demuestra que desacuerdos culturales persisteiites,
.. .. con importantes conseciieiicias materiales, no solo complican los aiiálisis "desde
arriba"de coiitextos políticos caiiibiantes,sino que continúan limitando las posib-
lidades de cambio sociali6,Pero si bien la resistencia de las élites a las medidas de
diversidad y desarrollo del Estado fueron problemáticas, el rechazo a las demandas
mapiiche m.is sustaiitiws dieron soporte al proyecto neoliberal multicultural. En
este sentido, para prosperar, el multiculturalisiiio neoliberal descansa eti algunas

16 El concepto de"acverdos culmrales"proviene de Calhoun 2002.


Capítulo VI

Autonomía, interculturalidad y un futuro más inclusivo

Durante las décadas de 1970y 1980 niuchos mapuclie participaron activamente


en la lucha político-social para restablecer la democracia en Chile. Al igual que sus
homólogos chilenos, esperaban que la vida en democracia fuera mejor que durante
la bmtai dictadura de Pinochet. Chilenos y mapuche por igual esperaban que en
democracia se soltaran las garras del neoliberalisrno, se solicitara su participacióii
y se escucharan sus opiiiioiies.No obstante, casi dos décadas despnés de terminada
la dictadura, muchos expresaron su descotitento con la esencia de la ciudadanía
democrática. Sin embargo, además de las decepciones sociales y económicas que
compartían con otros sectores de la población chilena, mitchas comunidades ma-
puche continuaron padeciendo la represióii y la violeiicia de parte del Estado. La
magnitud de la desilusión se hizo evidente cuaiido visité una comuiiidad e11Malleco
que había enfrentado la represión del Estado en el contexto de un conflicto con
una empresa forestal que estaba en posesión de tierras que originalmente perteiie-
cieron a la comunidad. Cuando les pregunté qué les deparaba el futuro, uii vocero
respondió que teiiíaii la esperanza de luchar contra la "denlocracia falsa'' chilena.
Señal6 que después de diecisiete años de dictadura, el contexto actual iio era muy
diferente -una afirmación repetida por varios entrevistados con una mezcla de
resignación, ira y profunda tristeza-. "Tenelnos que reclainar nuestros derechos,
o seguir dominados", continuó el vocero. "No somos terroristas...Dicen que viene
gente de afuera, pero si tengo hainbre,pido pan. En [nuestra coiiiunidad] tenemos
necesidades y por eso, levantamos la voz".
Por supuesto, el Estado chileno desde bastante tiempo atrás no había atendido
las demandas y reclamos ancestrales de los inapuche. Para muchos fue particular-
nieiite decepcionante que esta situacióii se mantuviera durante los gobiernos de la
Concertación,que se enorgullecían de haber restaurado los derechos humanos a la
nación.Sequejaron deque la Concertacióiitio tomó en cuenta sus derechos huma-
nos, en particular los derechos colectivos y culturales.Fue toda una lucha coiiveiicer
a las autoridades chiletias de que los mapuche estaban reivindicando derechos que
de hecho eran recoiiocidos a nivel iiiternacional.Si un Estado-nación no reconoce
los derechos de los pueblos indígenas, preguntaron algunos de los entrevistados
mapuche, (puede pretender legítimameiite que respeta los derechos humatios?
C A P ~ ~VI
- UL1 AUTONOM~A,
O INTERCULTURALLOAD Y UN PUTURO MAS
--p .
INCI.USIV0 217

Para los mapuche, el descontento por el contenido de la ciiidadanía deinouática Eii este capítulo analizo el contenido de las deniandas y propiiestas de auto-
estaba relacionado con el despojo y el conflicto que se remontaba a cientos de años, nomía, mostrando cómo desafían a las defiiiiciones tradicionales de ciudadanía al
y que se había agudizado debido a los actuales conflictospor la tierra, los recursos basar sus demaiidas en una coinbinación de justificaciones culturales y políticas
naturales y el desarrollo. Existe,pues, una continuidad eii la lucha iiiapuche por 10s y mediante la afirmación de una nacionalidad que trasciende a Los Andes. Yo
derechos cillhirales, el territorio y la autonoinía que va desde antes de la Pacifica- sostengo que para que las propuestas de autonomía mapuclie teiigan éxito, el
ción y prosigue a través del contexto democrático neoliberal.En décadas recientes, moviinieiito necesitará considerar la participación de tres grupos: los mapiiche
Latinoaniérica ha sido testigo de un cambio desde el asimilacionismo liacia el que trabajan para el Estado, las miijeres y los aliados chieiios.También abordo la
miilticulturalisino conio ideología hegemónica de construcción de la nación. Sin iiiterculturalidad, exploraiido el papel que podría desempeñar en la coiistruccióii
embargo, desde la perspectiva del Estado, los objetivos centrales de la ciudadanía de un futuro alternativo para la región.
todavía se centran en la creación de un sentido de identidad común y la generación
de consenso eiitre los ciudadanos para iiii determinado proyecto de construcción de
nación. Aunque los Estados que adoptan el multiculturalismo reconocen algiiiios
derechos indígenas, en la medida que coiiibiiiaii el recoiiocimiento de los derechos
aiicestrales con la redistribución del poder y los recursos, los derechos indígenas Los mapuche no hablan con uiia sola voz. Tal como Nancy Grey Postero
sigiien siendo percibidos coino aineiiazas a la universalización de los regímenes de (2007,ll) ha escrito: "La indigeneidad -como cualqiiier identidad- no es una
ciudadanía y al desarrollo nacional. Esto fue particularmente cierto en Chile en el categoría indiscutible de dominación,sino tina categoria contingente negociada por
transcurso de mi trabajo de campo. los siijetos individuales y colectii.os". Si bien están subyugados como griipo, como
Este contexto generó un terreno fértil para que los mapuche iinaginarari y en cualquier grupo social, existen diferencias entre los mapuche sobre la base de
piisieraii en práctica alternativas a la ciudadanía democrática neoliberal. Si bien género, clase,religión,educación,región de residencia, orientaciónpolíticap partido,
estas han adqiiirido diferentes formas,aquí examino una en particular: las demandas y otros factores. Dentro del movimiento existen debates acerca de las demandas,
por autonomía o autodeterminación y aiitogobieriio. Estas deinaiidas represe~itan los objetivos, la ideología y la estrategia. Esta variacióii puede deberse, en parte, al
iiii esfuerzo de parte de algunas organizaciones niapuche por exigir su derecho a la hecho de que los inapuche iiuiica tuvieron una foriiia de gobierno centralizada,aun
subjetividad-el derecho a determinar su propio destino- frente al colonialisinoy cuando a través de siglos de coiiflictosy negociaciones con los espaiioles y chilenos,
al racismo sistémico. Como una forma de oposición política, encarnan la "negación se dieron alianzas y una cierta concentración del poder (Haughney 2006). Sin ein-
de las iiiterpretaciones de sentido coiníin que impone el orden hegemónico" (Omi bargo, la ausencia de una gobernaiiza centralizada no excluía la afirmación de uiia
y Wiiiant 1994,69). La teorizacióii niapuclie acerca de la aiitonomia trasciende identidad común o la deinaiida por derechos,auiique algunos griipos privilegian los
el marco tradicional de ciudadanía, y se basa en la memoria colectiva y las luchas derechos civiles y otros los derechos colectivos (Iliid.).Así, mientras que distintos
conteinporáneaspara proyectarse hacia nuevas formas de perteiieiicia sociopolítica sectores priorizan las diferentes reivindicaciones y van en su búsqueda de diversas
para los mapiiclie y aqliellos chilenos que deseen unirse a ellos. Las reivindicaciones maneras 0.algunos incluso pueden estar satisfechos con lo que el Estado les ofrece),
de autonomía tio son iiecesariamente demandas para acabar con la ciudadallía, sino la lucha por el reconociiniento de sus derechos ha sido un factor unificador para
para transforinarla. A menudo son expresadas como un fortalecimiento del coii- el inovimietito inapuche. A pesar de que no es una prioridad universal, uno de los
tenido de la democracia y la creación de una forma más iiiclusiva de pertenencia; derechos más importantes es la libre determinación, tema qiie mis entrevistados
son expresadas,siempre,en términos de jiisticia histórica con una visión de lo que abordaron en términos de autonomía. Los estudiosos que analizan teinas similares
está por venir. Expresan los anhelos de un piieblo con u11 pasado, un presente )' en otras partes dela región (Hale 2006; NACLA2010; Postero 2007) han deinos-
un futuro. Este análisis apunta hacia el hecho de que el pmceso de forinación del trado qiie el reconociiniento de los derechos indígenas -iiicluyendo cierto grado de
sujeto que iniplica la ciudadanía nunca es completo; los sujetos pueden participar autonoinía- es una táctica de los Estados neoliberales rnulticulturales que buscan
en su propia formación,pero también resisten,imaginando y buscaiido, de manera evitar la redistribución del poder y los recursos. En Chile, sin eiiibargo, el recoiio-
activa, alternativas al modelo neoliberal. ciiiiieiito sigue siendo miiy controvertido,y la autoiioinía iin objetivo importante.
218 PATAICIA 1 ~ C I S MELOM:ODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO...
RICHARDS VI 1 AUTONOM~A,
CAPITULO INTBRCULTURALIDAD Y UN FUTURO MÁS INCLUSIVO 219
-

El teórico mapuche Víctor Nagui1(2005), que dirigió las relaciones exteriores dejaron imreciierdo muy biienolos antepasados,ynosdejaron para hicharpor
de Wallmapuwen, un partido político mapiiche creado en 2005, ha definido la'lau- nuestros propios derechos...[Los del Estado] conocen lo que ellos han hecho,
todeterminación"como el derecho que permite a los,puehlos o naciones decidir la las iiijusticias que ha habido aiites. Ellos lo saben todo, a fondo, así que...iio
forma de su futuro político sin injerencias externas. El define la "autonomía"como se pueden nmargar que un lonko les diga la'~erdad,~orque ya lleg6 el tiempo
una ruta hacia la autodeterminación, ejercida no a través de la forinación de un nuevo- que las cosas se van a acl'arar.Las cosas se van a decir,).verdaderamente.
Estado, sino dentro de los límites del Estado existente en el que el pueblo reside.
La memoria colectiva de haber sido autónomos es,por lo tanto, un factor clave
Si bien elEstado y las élites, por lo general, han visto las propuestas de autonomía
en las aspiraciones de autonomía.José Antiman de la CITEM (Coordinación de
inapuche como una amenaza a la integridad de la nación chilena, la autonomía,
tal como la define Naguil, no es necesariamente una propuesta para acabar con la
IdentidadesTerritorialesMapuche) explic6: "Nosotrosfuituos autónomos...Teníamos
nuestras formas de educar al niño.Teníamos nuestra forma de poder expresar los
ciudadanía, sino para transformarla, para darle a los ciudadanos -en particular
sentimientos y valores.Teníamos nuestra forma de poder mediciiiar. Es un mundo
a los indígenas- una voz con respecto a la forma que quieren que adquiera su
que estaba coinpleto, un mundo que te'nía toda la estructura".
relación con el Estado y todo lo que esto conlleva (educación, desarrollo, control
De hecho, los mapuche fueron a~itónomosdurante mucho más tiempo que la
territorial y así sucesivamente).
mayoría de los demás pueblos de Latinoamérica. Los aciierdos alcanzados en los
Las orga~iizacioiiesmapuche están teorizando y trabajando hacia la auto-
parlainentos con los españoles coi~íirmanesto, e incluso la Constitución de Cliile de
nomía dediversas~maneras,y en los años que pasé trabajando en Chile, las dis-
1833reconoce a los mapuche como otra nacióii (Pinto 2003,113). Recién en 1883
cusiones sobre la antonomía se generalizaron más y se hicieron más sofisticadas.
el territorio mapuche fue totalmente anexado por el Estado chileno. Los reclainos
Silpongo que este cambio podría estar relacionado con el creciente descontento
por la autonomía han sido recurrentes desde entonces. Por ejemplo, en la década
cdn el Estado, como lo sugirió Maribel Huaiquin, una trabajadora de la salud
de 1930, Manuel Aburto Panguilef, líder de la Federación Araiicana, propuso la
i*yercultural, que sentía que la autoiiomía era importante porque permitiría a
creación de una República Maptiche (COM 2006). Y en una entrevista de 1985
S
¡$ mapuche "desarrollarse como pueblo", independientes del Estado paternalista
(Jiles 1985,25), Rosamel Millaman, entonces dirigente de Ad-Mapii, la mayor y
qiF no estaba interesado en abordar verdaderamente los problemas que enfrentan
más influyente organización mapuche durante la dictadura, describió el proyecto
las comunidades mapuche. Pero mucho más que el fracaso del Estado, los entre-
de esa organización como la búsqueda de "la autonomía del pueblo mapuche, e11
vistados mapiiche rememoraban una época en la que su pueblo era autónoino.
el sentido de que nosotros mismos nos organizamos para definir iiiiestro destino,
Wladimir Painemal, antropólogo, miembro de Wallmapuwen y entonces redactor
nuestro camino de liberación, sin esperar recetas de tal ministerio o cual organis-
de Azkinttrwe (un periódico mapuche), sostiivo que los problemas relacionados coi1
mo". Esta historia sugiere que las demandas por la autonomía a principios de la
las forestales, los vertederos de basura y los proyectos de desarrollo adquirieron
década de 2000 no fueron solo un resultado de los conflictos, aunque estos tal vez
importancia política porque "el lugar doiide está la forestal, es un lugar [que]
reforzaron la urgencia de las reivindicaciones. A pesar de estas raíces históricas,
tiene una historia. Esa tierra tiene una historia, ese territorio ...Mucha gente [fue] es importante hacer hincapié en que la autonomía es un proceso en construcción.
sacada de ahí, de esos lugares, y quedó en la inemoria antigiia". Doña Emiliaiia, Diversos actores y organizaciones están trabajando (no siempre en coticierto entre
una anciana líder espiritual y c~ilturalde una comiiiiidad en la isla de Chiloé,
ellos) para teorizar y, en algunos casos, comeiizar a poner en práctica lo qiie podría
personificó esta memoria al recordar cómo el gobierno se apropió de las tierras ser la aiitonomía para los mapuche.
de su familia cuando era una niha:
Las tendencias transnacionales también han influido en las propiiestas de
Y mi mamá 1 s decia,"Usted,porque so11justicia, harán lo que quieren con el autonomía mapuche. Milaman, quien participó en iniichos de estos eventos como
pobre, con el campesino, con el dueño [legítimo]de la tierra...Harán lo que parte de Ad-Mapii, explicó que el contacto con los pueblos indígenas de Colom-
quieran hacer porque ustedes son los grandes; ustedes son los que pueden bia, Panamá, México, Estados Unidos, Dinamarca, y e11 los foros iiiteriiacionales
matar. Pero algún día, se van a morir igual. ?Adónde van a ir? Porque son en otros Iiigares desde principios hasta mediados de la década de 1980, ayudó a
malos en estemundo, algún día serán leiia del infierno"...Por eso,digo yo, nos sembrar las semillas para las teorizacioties inapuche sobre la autonomia. Eii par-
220 PATRICIA R ~ C H A R D S & A O : ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO,..
C A P ~ T U 1LAUTONOM~,
O\~ FUTURO MAS
INTERCULTUMLIMD Y UN - 1NCl.USlYO 221

ticular, citó los debates del Primer Congreso Indio de Sudamérica realizado en el En los años que hice mi trabajo de campo, el rnovimietito inapuclie se ca-
Perú en 1980. Otros se refirieroii a las comunidades autónomas de España, tales racterizó por una tensión entre las jiistificacioiies culturales y políticas por los
corno Cataluña y el País Vasco, como modelos para la concepción de la autonomía derechos. Esta tensión también se vio reflejada en los reclamos por la autoiiomía.
mapuche,seiíalando,como lo hizo Pedro Caynqueo, miembro de Wallmapiiwen y Diferentes organizaciones y teóricos tendieron a enfatizar tina por encima de la
editor de Axkintuwe: "No es requisito dejar de ser español paravivir en Barcelona o otra, y la cultura y la política fueron parte integral de los debates sobre la fortiia de
gozar de los derechos ciudadanos de un catalán". Las organizaciones-iiicluye~ido representar el yo colectivo. (Para un análisis mucho más completoy detallado de las
a Wallinapuweii- tuvieroii contacto con grupos de esas regiones a medida que diversas propuestas de autodeterniiiiacióny las similitudesy diferencias entre ellas,
fueron desarrollando sus reclamos. recomiendo consultar el trabajo deJoséMariinan[2012]). Por un lado, estaban las
La autonomía supone el derecho a ser el autor del destino colectivo propio. organizacionesy líderes que basaban los reclamos por derechos en las nociones de
José Antiman explicó: diferencia cultural y dirigieron la atencióii a los conceptos y prácticas tradicionales
Para reparar [los] danos históricos y ancestrales,...nosotros mismos tene- como base para la organización y el desarrollo.Este fue el caso de la Coordinadora
mos que ser el autor. Nosotros no queremos otro autor. Somos los actores Araiiko MaUeko (CAM). El vocero de la CAM, José Llanqiiilef, declaró qiie la
nosotros.Nosotros sabemos los principios. Nosotros sabemos iiuestra forma organizaciónbuscaba la recuperación y el control territoria1,puesto que su objetivo
de vivir. El desarrollo lo haremos nosotros. Nosotros lo desarrollaremos era "la reconstriicció~idel Pueblo mapuche, en todos lo planos, básicamente en lo
políticafninte, y diremos, este es el desarrollo que nosotros queremos, y político e ideológico, así como e11lo valórico, cultiiral y espiritiial" (Weftun 2007).
qiieremos con identidad. Qneremos con nuestra forma de vida, con nuestra El aclaró que la resistencia de la C m eshivo dirigida "hacia las bases estructn-
forma de ver al mundo. rales de la oligarquía y del capitalisino eti iiiiestro territorio, sobre todo forestal y
latifundista", pero también sugirió que "todo está interrelacionado. La luclia por
Atitiman asoció la autonomia con el derecho de los niapuche a ser sujetos y la recoiistrncción del Pueblo inapuche, es la luclia por el mkiduafit [pensamiento
creadores de los conociinientos que han de regir su niundo social más que ser objeto autóctoiio, reflección] y el ki!i~in~ [cotiocin~iento]. La resistencia en contra de la
de desarrollo de alguien iiiás. Siis palabras son indicativasde cómo las coiicepcioties devastacióii del íiiedio natural,'^ por el rescate del itrojiltnogen [toda la vida qiie
mapuche de ai~tonoiníapodrían trascender las ideas tradicionales de ciudadanía existe en el universo; biodiversidadl y es, a la vez, la única forma de fortalecer la
en las que las diferencias culturales -y la existencia de rnás de un pueblo- son espiritualidad inapuclie. En la medida que se vaya reco~iipoiiiendonuestro niundo,
suprimidas para crear una ciudadanía homogénea con el fin de facilitar la regula- 110siremos reencontrando con la esencia mapiiche, el ser mapuche".
rización y el contral. Hector Llaih11,líder de la CAI\4, quien estiivo encarcelado, reforzó este putito
Un sentimiento similar se refleja en la propuesta de autoriomía de la Identi- cuando insistió eii que la lucha de la CAM no era igual a una lucha campesina
dad Mapuche Latkenche de Arauco (1999): "Esperamos entonces que en estos conio la reforma agraria. "Nuestro objetivo es ejercer el control territorial con
nuevos tiempos de conflictos surja la voz nacional que nos convierta al fin en 'SU- el objeto de potenciar el quehacer político p económico autónomo de nuestras
jetos Iiistóricos con derechos'. El grupo lamenta haber sido tratado como objeto comunidades, potenciar iiuestras propias formas de organización y tomas de deci-
de la legislación y el desarrollo de Chile, e insiste en qne ser sujetos iiiiplicaría el sioiies,para la recuperación del adnrnpu [tradicioiies, leyes y normas ancestrales],
derecho a controlar su existencia territorial "con10 una manera de liacer perdurar rnkidua~ity kinlun" (en Ca).uqueo 2008a). Llaitul aiíadió que ellos no apoyaban
nuestra cultnra, forma de vida y de entender el ~nundo".En la medida en la que el el estilo occidental de explotación de la tierra, y que su liiclia no consistía eii
reclamar la aiitonoinía supone la afirmación del derecho a ser un sujeto colectivo coiisegiiir tierras para volverse capitalistas ricos. Se trata, más bien, de "la re-
que se antodefine, y no solo sujetos-ciudadanos cuya forma está determinada por cuperación de nuestra fiike Mapu y la descolonización ideológica y espiritual,
el Estado, la teorizacióti inapuche acerca de la aictononiia va más allá del marco es decir, la indepe~idenciareal de la Nación mapuche ... Nuestra idea central es
tradicioiial de ciudadanía,proyectando tinevas formas de pertenencia sociopolítica. rescatar la esencia mapuche".
También lo hace al reivindicar una nación niapuche que trasciende la frontera Si bien actores como Llanqiiilef y Llaitul están motivados clarameiite por los
chileno-argentina de los tiempos moderiios. derechos ancestrales de los inapuchc a la tierra -sin duda un objetivo político-y
222
-- 1 RACISMO: ELMODELO CHILENO Y EL M"LTLCULTURALISMO...
pA~Ric1.ARICHARDS VI 1 AUTONOM~A,
CAP~TULO -- INTBRCULiURALIDAD Y UN FUTURO MAS INCLUSIVO
--223

se oponen al sistema capitalista,justifican sus reclamos en gran medida sobre la base iiociones de igualcid (los inapiiclic ya iiu existen ioiiiu lo hicieron .rlfiin;i vcz y son
de la diferencia cultural; los mapuche merecen autonomía no solo porque alguna. '.
b,asir:iiiieiitc iginlcs qiic lus chileiios; cs clcsrdble l,i ikleiiti<l;idnacion;il iiiii~,ers:il,~
el
vez fueron un pueblo autónoino en este territorio, sino también (y quizá especial- rcconocilnieiito de la difcrciici~ci~lnirales ulia violncijn a 1.1 igu:ild~<l de dcrcclius) y,
mente) porque continúan siendo culturalmente distintos de los chilenos.Al rebatir
la noción de que todos los ciudadanos son iguales y, por lo tanto, equivalentes en
pur utra,eii I;i difcreiidl (iiifcri~rid~d .
ciiltural iii.i~>iiclic).'T.iIcs
iisor de "ciiltiir;<"i>aia
negar los derechospolíticos de los inapuche sugierenlaresbaladiza pendiente a laque
tanto portadores delos mismos derechosciudadanos esenciales,estospuntos de vista se enfrentan los mapiiche que basan los reclamos de autonoinía en las nociones de
desafían las normas de ciudadanía.Esta perspectiva resuena conmuchos niapuche. diferencia cultural. Quienes se oponen a este enfoque entre los mapuche argumentan
De hecho,otras organizacionesrecurrieron ala cultura como parte de sus estrategias que es mejor basar los reclainos de autononiía en los derechos políticos -es decir,
de justificación y de sus principios organizativos. El Consejo deTodas las Tierras, en el hecho de que los mapuche históricamenteeran y coiitinúaii siendo un pueblo y
una de las primeras organizacionesen promover la autonomía después del retorno tienen el derecho a determinar su propia forma de pertenencia sociopolítica-. Estos
a la democracia,sostuvo que su forma de organización,en la que el abogado Aucan críticos sostienen que las referencias a la "culturd'o "tradición"a veces rayan en el
Huilcaman asumió el papel tradicional de werken (vocero), se basó en la filosofía y eseiicialismo anacrónico. Por ejemplo, el politólogo mapuche José Mariman (1995,
cultura mapuche. La CITEM se organizó sobre la base de identidades territoriales 2008) ha criticado las afirmaciones culturales en tanto reconstrucciones míticas. Los
con el argumento de que, tradicionalmente,los mapuche que residían en diferentes humanos no existen fi~erade la cultura, reconoce él, pero debido a la larga historia
territorios tenían prácticas culturales y de organización un tanto distintas. Ambos de colo~iizacióny urbanización, es dificil decir lo que es defi~iitivamente"la cultura
grupos se movilizaron en torno a una variedad de objetivos políticos; sin embargo, mapuchenen la actualidad. En su opinión, basar las demandas en derechos políticos
,:se organizaron sobre la base de la noción de la diferencia culhiral. no implica reniinciar a la cultura; en cambio, itnplica centrarse en la coiisecución de
.!.; A pesar de que la CAM se consideraba a sí misina como la vanguardia del los derechos territoriales con el fin de crear un nuevo espacio para el ejercicio de la
3~noviniientopor la autonomía y como la única organización consecuente en su cultura.Tales perspectivas reconocen el carácter dinámico de la cultua, no hay una
,~coniproniisocon ese objetivo (Weftun 2007), desde 1990 se han escrito más de "esencid' mapuche como tal, y al igual que cualquier otra, la cultura mapuche ha
,una docena de propu.estas de autonomía (Marirnaii 2006). Algunas propuestas cambiado y adoptado elementos del 'btro"a lo largo del tiempo.
justifican sus reclamps sobre la base de la diferencia cultural. Por ejemplo, la pro- Los reclamos políticos tienen un lugar central en las propuestas de la Coordi-
puesta de 1999 de la Identidad Mapuche Lafkenche de Arauco brinda u11amplio nación de OrganizacioiiesMapuche (COM) y del partido político Wallmapuwen.
argumento "espiritual y cultural", citando conceptos como kimnn, /$(base de la En 2006, la presidenta Bachelet estableció el "debate indígena'' a nivel nacional.
organización social, comunidad), tuwiiiz, kupaline (normas familiares mapuche, Se distribuyeron fondos para que los griipos liicieran propuestas para cambiar la
ligadas al territorio), noi. (manera en que los individuos y las colectividades deben política indígena y mejorar la relación entre los pueblos indígenas y el Estado. La
comportarse, y los derechos que ello conlleva), ad (guía para la relación entre el COM, compuesta por más de treinta organizaciones, se conformó en respuesta a
pueblo y el medio ambiente), y conceptualizacionesmapuche sobre el desarrollo. este llamado. Su propuesta comienza listando los muchos casos en los que desde el
Aunque la propuesta tambien presta atención a la base jurídica de la autonomía, retorno a la deinowacia los mapuche han participado de buena fe en el diálogo con
el argumento cultural es dominante; los mapuche merecen la autonomía porque el gobierno, señalando que a pesar de todas las reuniones y acuerdos, el Estado ha
son una colectividad viva, culturalmente distinta de los chilenos. continuado fomentando la expansión capitalista y la degradación ambiental en el
Por el contrario,los defensoresde un argumento político de la aiitonomía sostie- territorio mapuche y ha criminalizado sus demandas. La propuesta declara que la
nen que si bien lacultura es importante,puede prestarse a esfuerzos por deslegitimar deuda de Chile con los mapuche sigue creciendo,y presenta una serie de propuestas
al movimiento desde el exterior. El Estado ha realizado esfiierzos para absorber y de cambio que giran en torno a tres temas principales: el recoiiocirnie~itode los
diliiir los reclamos por los derechos culturales defendiendo la "diversidad" e inte- derechos políticos sobre la base de la autodeterminación,lageneración de una nueva
grando en los programas estatales aspectos de la cultura niapuche que no amenacen forina de participación política que garantice el derecho a la aiitodeterminación y
el desarrolloo la identidad nacionales. Las élites se han mostrado aún más reacias "una relación justa, equitativa y respetuosa entre el pueblo inapuche ly el] Estado",
a aceptar las reivindicaciones mapuche, basando su recliaw, por una parte, en las así como la restitiición de la tierra y el coiitrol territorial (COM 2006,s). Si bien el
VI 1 AUTONO~~~A,
CAP~TULO INTERCULTUMLIDAD Y UN FUTURO MÁS INCLUSIVO
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documento de la COM se concentra mayormente en los derechos políticos colec- Estos pasos son importaiites porque mientras que los derechos colectivos de
tivos, presenta propuestas concretas relacionadas con la economía,la educación, la los mapuche como nación son la motivación para exigir la autonomia, y esos dere-
saliid,lalegislacióny la justicia en términos de kümc mongcn, el concepto mapuche chos-tanto políticos como cultiirales-impregnan las propiiestas y los objetivos
de bienestar integral,dejando en claro que el grupo busca un cambio en la ciiltura del partido, este no limita de forma explícita los beneficios de la autonomía a los
regional basado, en cierta medida, en las normas y valores niapuche. inapuche, de manera que Sus objetivos podrían teóricaiiieiite atraer a mapuclie y
LaDe~la~ación de Principios de Wdtiiapuwen de 2005 estableceuna distinción chilenos por igual. Aunque el objetivo final del partido es la restitución del te-
entre observar h situación que enfrentan los inapuche como "una cuestión iiidígena rritorio y la reconstrucción de la nación mapuche como una entidad política qiie
campesina"o como una "cuestión nacional". Ellos abogan por la segunda. Los prin- trasciende Los Andes, esa nación podi-ia ofrecer membresía también a los residentes
cipios ideológicos del partido son cinco: los niapnche son un pueblo cuyo territorio no iiidigenas. Esta visión es, siiiduda, inás iiiclusiva que la ciudadanía chilena
original atravesaba Los Andes y comparten una ciiltura, historia, leiigiiaje y el deseo en su forma actual, que niega los dereclios colectivos de los mapuclie y trata de
de desarrollar una nación; los mapuche tienen el derecho a la autodetermiiiación; Iiacerlos encajar en iin modelo hoinogeiieizante (a pesar del reconocimiento de la
los inapuche tienen derecho a la restihlcióli de su territorio; y los ma~iichedeben "diversidad"en algunos programas y proyectos). El afirmar un territorio rnapuche
participar en un proceso de reco~istrucciónnacional, incluido el desarrollo de una transfroiiterizo previo a la existencia de Chile y la Argentina, también desnatiira-
concieiicia nacional mapiiche y, como parte de esta conciencia, el mapudunguii debe liza el marco del Estado-nación (Boccara 2006; Warreii 2010). E n conjunto, las
ser revitalizado como lengua oficial (Wallmapiiu.en 2005). El foco de atención del propuestas de la COM y Wallmapuweti no ignoran la importancia de una cultiira
partido está eiila autonomía política enraizada en la identidad territorial antes que en común como fuente del ser-pueblo mapuche, sino que ponen en primer plano los
la identidad cultural. Sin ernbargo,\len la cultura común como una de las bases para derechos políticos colectivos como base para la autonomia.
la nación mapiiche y apoyan vzias políticas relacioriadas con la distintividad cultural. Con artículos titulados "Hacia un imaginario de nacióil' y "Mapiiches, un
Por ejemplo, hacen un llamado a la promocióti de su lengua, el reconocimiento de pueblo en marcha", el diario mapiiche Azkintrrwe ha sido una voz central para
los sitios importantes mapuche, la proiiioción de sus conocimie~itosmédicos y el promover la idea de una nación mapuclie. Según explicó el escritor \Uadi~iiir
desarrollo de las comunidades inapuche,"donde es posible todavía encontrarlasbases Painemal, parte de este proceso fiie reclaniar un espacio para que los mapuche
de nuestra propia reco~istrucciónideiititaria" (Wdmapiiwen 2006,ll). escriban su propia,historia,luego de siglos de haber sido escrita desde el punto de
Sin embargo,el partido no promueve "valores mapuche"especificoso prácticas vista domiiiaiite. El señalo: "La getitc quiere leerse, quiere escucharse". Al escribir
culturales esenciales. Más bien, se centra en la democratización de los procesos las noticias desde iiii ponto de vista mapuclie,Azkintnwc afirma el derecho colec-
políticos chilenos que plantean obstáculos para la toma de decisioiies locales. Por tivo de estos a ser los narradores de su propia historia,los intérpretes de su propia
ejemplo, el partido ha apoyado la descentralizacióii,la eliminación del sistema experiencia vivida. Conio parte de la interpretación de la historia y la experiencia
electoral binominal, el incremento de la participación ciudadana en la gestión mapiiche,Azkintuwe así como Walliuapuwen han promovido la idea de una nación
pública, el logro del reconocimiento de los pueblos indígenas y, de manera signifi- niapuclie -es decir, no solo los mapuche en Guliimapu (Chile), siiio también en
cativa, conseguir un estahlto de autonomía regioiiai para La haucanía y Comunas Puelrnapu (Argentina)- en Wallmapu eti su coiijunto2.Pedro Cayuqueo explicó
adyacentes con alta población mapiiche,dentro de lo que el partido reconoce como el poder de reconocerse uno mismo coino parte de una iiacióii mapuche que se
un Chile miiltinacioiisl y multiiingüe (Ibid. 2006; basado en parte en un mapa extiende por el Cono Sur, desde el Atlántico hasta el Pacífico: "Esa realidad es muy
incluido en Naguil 2005, el mapa al inicio de este libro señala las comunas que se fuerte cuando tela han negado siempre.Te la niega el Estado, te la niega la historia
iiicluiríaii). El partido propone que la autonomia podría funcionara través de una :.
asamblea regional elegida democráticamente, con representación proporcional de ..
2 AzJintt<weapareció impwo por primera vez en octubre de 2003, y auiiqiic los fondos para la
todos los sectores de la sociedad regioiial (Wdmapuweii 2006)'. .;~ edicióri impresa ha11sido inconsisteiites, desde eiitonces ha mantenido una pweiicia activa a través
.,
del Internet. Varios de ms editores y redactores erati miembros de Wallinapuwen en el ticmpo que
1 La propuesta de Wallmapuweii de autonomía regional se basa en tina propiiesta redactada a realicé este trabajo, y aunque AzRii~trrweiio Kte un órgano de Ixcnsa oficial del partido, sus piintas
principios de la década de 1990 por el Ccntro de Estudios y Documentación Mapuche Liwen.
226 P A T ~RIC~HA
~RD
~-10A: ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO .. VI 1 AUTONOM~A,
CAPITULO INTBRCULTURALIDAD Y UN FUTURO MAS ~NCLVSIYO 227

-mejor dicho, la bistoriografia- ... nosotros mismos la negamos al asumir estas : . pueden hacer demandas al Estado como cualquier otro ciudadano hasta aquella
fronteras en forma tan siimisa". Esta afirmación de naciotialidad implica no solo. en la que los derechos indígenas trascienden esa relación, desafiando al Estado y
la recuperacióii de la subjetividad mapuche, sino también la aspiración a un fiituro a otros ciudadanos a imaginar unevas formas de pertenencia sociopolítica.
para el pueblo,un futuro que trasciende las fronteras literales de la ciudadania. A su vez, los culturalistas critican a gente como Mariman y los redactores de
Azkintuwa ha criticado el enfoque culturalista de la aiitoiiomía. Cayuqueo ex- Azkintuwepor perder devista lo que hace de los mapuche un pueblo distinto, más
plicó que consideraba que la religión y la cultura eran una base de partida peligrosa allá de las reivindicaciones territoriales. (Puede ser que ellos también consideren
e inadecuada para hacer política, ya que pueden dar lugar al fundamentalismo, que la negación de la iinportaiicia de la tierra sea peligrosamente semejante a la
así como a la folclorización. La cultiira no es fija; por el contrario, siempre está insistenciade las élites sobre que los mapuche no necesitan la tierra para conservar
cambiando, señaló.En lugar de abrazar "caricaturas de los mapuche que vienen del s11 identidad ciiltural). De hecho, a pesar de estas criticas, muchos mapuche recu-
siglo XIX o más atrás", dijo,"aceptamos la realidad en la cual estarnos viviendo y rren a la identidad cultural para dar sentido a su activismo. César, un líder cuya
buscamos caiubiarla". Para Cayuqueo,el centrarse en distintas prácticas culturales comunidad estuvo luchando por tener acceso a sitios sagrados qiie están ubicados
y en la identidad como nna justificación de la autonomía, está asociado con la idea dentro de los límites de la actual propiedad de una plantación forestal, explicó que,
de que la tierra y el origen territorial son esenciales para mantener la identidad a su juicio, junto con las explicacioiies económicas, la razón por la que muchas
mapuche, como si por no tener la tierra, la gente ya no^ sería mapuche. personas han dejado sus comunidades y perdido su identidad, llegando incluso a
Cayuqueo yotros argumentan que el foco de atención en la tierra que tiene sentirse avergonzados de quiénes son, se debe a que los lugares sagrados, donde
el movimie~it~ -si bien ha dado lugar a la aciimulación de más hectáreas para alguna vez se practicó la espiritualidad mapuche, se han perdido. El estableció un
algunas comunidadescon frecuencia se ha dado sin un plan definido para saber vínculo entre lo cultural-espiritual y lo económico. Su comunidad no solo estaba
.qué hacer con ella. Más allá de la producción agricola, preguntaron, jcuál va a ser enfrentándose a la pérdida de tierras, sino que había perdido el acceso a los sitios
.:el uso político de este territorio? En este sentido, parece ser que la política de y rituales que en el pasado les habían dado iin sentido de propósito y continuidad,
:tierras del gobierno funcionó para generar consenso entre algunos lideres y para ayudando a la gente a dar sentido a lo que son coino individuos y como parte de
desviar la atención de metas de largo plazo. Cayuqueo elaboró un punto de vista un colectivo. César señaló qiie podía entender a la gente que se fue y perdió su
nlternativo, que creía que era más común entre las generaciones más jóveiies, en identidad, porque permanecer en estas circunstancias era muy difícil.
el que ser y pensar como mapuche no necesariamente estaba ligado a un lugar o Tomar en cuentala culhira puede dar una fuerza especial a las demandas políticas
pedazo de tierra, sino que están asociados más bien con "nna conciencia nacional y puede ser especialmente importante como un medio para motivar a los mapuche
mapuche que es mucho más subjetiva?. Para él, esto conlleva "sentirse ciudadano a unirse al movimiento,al igual que tomar en consideración la política puede ayudar
de un país, un país mapuche. Y eso me hace ser ciudadano aqiií [enTemuco], en a trascender las interpretacioiies eseiicialistasy folclóricas de la cultura indígena, un
Neuquén o en Bariloche [ciudades en Puelmapii]. O sea,para mí, no hay diferencia paso importante para presentar a los niapiiche como un pueblo vivo con un fiituro.
[en qué lado de la frontera estoy], y creo que en la nueva generación, ese discurso Sin embargo, cuando la cuihlra se presenta como algo estático y perteneciente al
entra con mucha mayor facilidad y tiene menos obstáculos". Cayuqueo prefiere pasado, el movimiento se vuelve inás vulnerable a las críticas de los no mapuche que
una definición política de la identidad niapuche: tienen derecho a la antonomía y argumentan que estos ya no existen y que son lo mismo que los chiietios. Las élites
a la autodeterminación porque son una nación con derechos (que son recoiiocidos locales y el Estado utilizan la cultura coino una excusa para negar las demandas polí-
a nivel internacional). Estos derechos podrían haber estado vinculados en algún ticas. De este modo,la tendencia culturdista del movimiento puede hacerle eljuego a
momento a un territorio en particular, pero el territorio no determina el alcance aquellos que quieren negar los derechos mapiiche. Defender en términos políticos la
de los derechos.Así mismo, las personas pueden haber compartido determinados autonomía como el derecho de un pueblo con un reclamo legítimo, Iiistórico, sobre
atributos culturales en el momento en el que todavía mantenían esos derechos, un territorio determinado para gobernarse a si mismos -antes que basar el reclamo
pero para que los derechos políticos colectivos sean reconocidos, esos atributos 110 en la diferencia cultural-, es en cierto modo el enfoque más radical, pero también
tienen por qiié ser los mismos hoy en día. El dejar de centrarse en la tierra refleja puede ser el de más fácil argumentación frente a quienes pudieran utilizar el carácter
concepciones cambiantes de ciudadania, desde aquella en la que los indígenas dinámico de la cultura como una razón para negar las reivindicaciones mapuche.
VI 1 AUTONOM~A,
CAP~TUW INTERCULTUMLIDAD Y UN PUTURO MAS INCLUSIVO
- 229

Engenera1,la creciente insistencia en el derecho a la subjetividad,la ampliación espacio propio del moviniiento mapucbe, salirse un poco del encuadramiento del
de los vínculos transnacionales y la memoria colectiva han hecho posible que el sistema del del Estado de Chile, y que eso a nosotros nos ha permitido ...
inoviniiento mapuche persevere en el tiempo y que las demandas de autonomía poder nuevamente juntariios,.vernos la cara de nuevo, conversar lo nuestro hacia
parezcan cada vez más factibles. Este es el caso, aun cuando la autonomia sigue adentro". Celestino Hiientequeo sugirió inodestaniente que la escuela que él dirige
siendo un proyecto en desarrollo, cuya ansiada sustancia no siempre es totalinetite ejerce la autonomia en la administracióny toma de decisiones, y que experiencias
clara. El a~itropólo~o mapiiclie Rosamel Millaman tiene algunas ideas útiles sobre como esta algún día podrían coiitribiiir a la autonomia en general.
los esfuerzos en curso para teorizar sobre la autonomia. La autonomía,sostiene él, Si bien el logro de la autonomía es un proyecto a largo plazo y de gran
debe basarse en elconocimiento autóctono,que no es ni estático ni solo pertenece escala, es también, por lo tanto, una práctica cotidiana. Podría ser que en esas
a l pasado. Relaciona esto a la necesidad de los activistas e intelectuales mapuche de prácticas cotidianas se obtenga un destello sobre cuál esté el punto donde se
ser mentalmente autónoinos y de descolonizar el yo. Tal descolonización, piensa encuentran lo cultural y lo político. Se me viene a la mente el trabajo de Melissa
Millaman, fite el precuisor necesario de la autonomia politica y económica. Sus EOrbis (2006) acerca de las miijeres promotoras de salud en un municipio au-
ideas reflejan las tensiones existentes entre la cultura y la politica en la teoría y la tónomo en Chiapas. Forbis muestra que, aunque forman parte del movimiento
práctica mapuche acerca de la autonomia. Seguramente,la mayoría de los mapiiche zapatista por la autonomía, a través de las habilidades que ellas desarrollan y de
que trabajan con el tema de la autonomía estarían de acuerdo con la necesidad de sus acciones cotidianas, las proinotoras dan sentido a la autonomía en múltiples
la descolonización en términos mentales y materiales. Pero podría ser que no se niveles, desafiando las desigualdades y construyendo nuevas formas de relación
pongan de acuerdo sobre lo que esto sigiiifica. {Qoé es el co~iociinieiitomapiiclie en sus fatnilias, comunidades y en la región. Los debates del iiiovimiento acerca
hoy? {Cómo entienden los mapuclie el inundo? iSon coinpletainente separables el de la cultura y la política puede11dar la apariencia de que los dos son eleiiieiitos
conociniientomavuche y el chileno? Lo más probable es que haya muchas respuestas discretos,y puede haber razones para mantenerlos analíticamente separados, yero
en la práctica están iiiterconectados. El logro de la autonomía requiere de un
trabajo en ambos niveles -teorización y práctica cotidiana-. Ambas actividades,
C'OM y la de ~allkapuwen-, cada una incluye elementos culturales y políticos, tal coino Millaiiian ha señalado, requieren lograr la aiitonomía en la cabeza, es
aun cuando pone énfasis en alguno frente a otros para justificar sus reivindica- decir, descolonizar el yo, reconocerse a uno misino como niiembro de un pueblo
ciones. Esto sugiere que la cultura y la política no se desprenden fácilmente tina con un auténtico derecho ala autononlía, y llegar a ser capazde imagiiiarlo corno
de otra. Históricamente, los mapuche fueron un pueblo con una cultura distinta uiia posibilidad real.
y con autonomia política; tal vez debido a esto los dos tipos de reivindicaciones A pesar de esto, algunos mapuche con quienes hablé no estaban convencidos
tienen más sentido cuando se realizan de manera conjunta. E n última iiistaiicia, de lo qiie cotiocían acerca de la autoiioiiiía -a menudo porque pensaban que era
puede ser una combiiiacióiide justificaciones culturales y políticas para la autono- un reclamo separatista-. Alicia Marín, una empleada municipal mestiza de Cautin,
mía que se establece para constituir el desafío más contundente a la esencia de la defendió enfáticamente los derechos inapuche, pero hizo eco del argumento de
ciudadanía chilena, siempre y cuando se tome en cuenta que la cultura es dinámica algunas élites que se oponían a ellos al decir que ella no creía que la autonomía
y adaptable al cambio. era factible debido a la amplia "tra~isci~lti~ralidad"
en la región (con lo cual ella se
No todo aquel que habló de autoiioinía lo hizo en térniirios de grandes proyectos refirió al mestizaje cultural y racial). Andrés Loiikomilla, un empleado público de
para el fuhlro. Algunos hablaron de formas pequeíias y siinples en las que ellos y Malleco, se identificó como'hás inapiiche que cliileiio". Él entendía la autonomía
sus organizaciones practican la autonomia. Varias asociacioneshan experinientado como el acto de hacernun Estado mapuche independiente del Estado chileno", algo
con la autogestión en sus territorios y comunidadeslGuiados por "valores éticos que él pensaba que generaría 'buros probleiiias". Él deseaba, en cambio, "convivir
mapuchcy por el kimun, por ejemplo, la Asociación Nankuchew trató de practicar todos juntos pero respetándonos... que lo respeten coino persona, y [reconocen]
el desarrollo aiitónoino comunitario (Figueroa 2005). Gabriel Ancainil habló del que hay una diferencia,y que hay uiia cultura detrásn.Uiia mujer de una asociación
esfuerzo realizado por el CITEM para reclamar el tmwun.Él explicó: "7kuwf~n de artesanas de manera similar expresó que "deberíamos juntarnos todos y luchar"
significa encuentro y [eso es lo que] hemos generado. Hemos como iin como iguales, por un mejor país con más oportuiiidades para todos. Cometita-
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- 1 RACISMO: ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALlShlO...
PATnici.4 Ric~An~s

rios como estos sugieren que los partidarios de la autonomía necesitarán generar Cada vez se habla más, sin embargo, de la necesidad de técnicos y profesio-
conciencia acerca de lo que esta realmente significa si desean que su movimieiito nales experimentados dentro del movimiento. Aigiinos, como Rosamel Miliaman,
alcance finalmente el éxito. establecieronuna distinción entre los profesionales y los intelectuales mapuche que
están %omprometidos con la lucha" y los que "son funcioiiarios de los intereses
del Estado y de las clases dominantes". Esta posición nos lleva a la pregunta de
si es posible trabajar para el Estado y, a su vez, estar comprometidos con la lucha
Las propuestas de autonoinía descritas anteriormente son relativamente i ~ i - mapuche -una pregunta que,sosteiigo, es de imperiosa importancia a medida que
cipientes, y el movimiento mapuche enfrenta muchos desafíos externos a medida las organizacionesbuscan desarrollarla capacidad de crear instituciones autónomas
que sus miembros continúan su lucha: la inciirsión de empresas mi~ltitiacionales., viables-. En efecto, mientras que algunos entrevistados sentían que trabajar para
la agresión abierta de muchos chilenos y la reticencia del Estado a reconocer la el Estado era completamente incongruente con el apoyo al moviiniento, otros su-
legitimidad de sus reivindicacioiies.También enfrentan diferencias internas rela- girieron que tal vez el movimientono debía dejar de lado a qiiieiies trabajan para
tivas a objetivos, estrategias y al papel de la cultura y la política en el movimiento. el Estado. Para empezar, los inapiiche jóvenes a menudo aceptan empleos públicos
Luego abordaré algunos desafíos adicionales relacionados con aceptar el lugar de relacionados con la política indígena, dado que la discriminación laboral hace que
tres griipos de personas en el moviiniento -los profesioiiales y los trabajadores les sea difícil encontrar trabajo en otro sitio. Rosendo Iliienuinan,lider de la época
estatales míipüch~,lasmujeres mapiiche y los aliados chilenos-. Cada uno de estos de Allende, lainetitó que los jóvenes mapucbe con estudios universitarios, para
casos se refiere a debates sobre elderecho a la subjetividad y al papel de la inclusión no morirse de hambre, tienen que estar vendiendo su conocitniento al winka"(en
Cayuqueo 2008b). Sin embargo, no los descarta; más bien, él ve a los profesionales
en el éxito del movimiento. Hacer frente a estos retos no solo aumentaría la pro-
mapuche -desde ingenieros y agrónomos hasta abogados, trabajadores sociales
babilidad de que algún día se alcance la autonomía, sino que también contribuiría
y m é d i c o s como esenciales para el logro de los objetivos del movimiento. En
Fi la transformación del sentido de 'pertenencia"en Chile. nuestra entrevista, explicó: "Cuando yo fui dirigente del movimiento mapiiche, la
tnayoría [era] analfabeto. Entonces era imposible de proponerse una propuesta
Los profesianales y trabajadores estatales mapuche aiitonómica,<ya?Hoy día,no. Hoy día tenemos las condiciones...porque aquí hay
Muchos mapuche hablaron acerca de la "absorción" y la cooptación de los profesionales que [apoyan]".
líderes mapuche por el Estado, Las mismas que ocurrieroii cuando se produjo el La tensión existente en torno a los profesioiiales mapuche no se debía sola-
retorno a la democracia y la creación de CONADI (Corporación Nacional de mente a que ellos "vendieron si1 coiiocimientoal winkn". Por el contrario, algunos
Desairollo Indígena). El docente iiiterciilturalPepe Morales explicó que, desde que dirigentes que no habian tenido acceso a la educación fornial se sentían resentidos
la Concertación asiimió el poder, estuvo tratando de capturar"^ comprar la lealtad de que los profesionalesjóvenes tuvieran acceso a empleos estatales como resulta-
de los mapuche involucrados en el inoviiniento; esto se aplicó a los profesioiiales, do de sus credenciales académicas, pero carecían de conocimientos importantes y
que fueron comprados entregándoseles puestos de trabajo en el sector público, compromiso con la caiisa mapuche. Este resentimiento fue especialmente notorio
pero también a miembros de las comunidades, quienes fueron coniprados al ser en los aiios inmediatamente posteriores a la creación de CONADI, pero parecía
privilegiados con subsidios de tierras. Los entrevistados mapuche lamentaron qiie estar disminuyendo con el tiempo. Sergio Caniuqueo, un historiador, quien par-
el Estado hubiera dispersado y pacificado sectoxes del movimiento a través de la ticipó enla elaboración de la propuesta de la COM, reflexionó sobre las razones
creación de programas como Orígenes y becas para estudiantes indígenas, y que de esto. El habló con entusiasmo de la COM coino un caso en el qiie los jóvenes
algunos líderes hubiera11sido absorbidos por esta dinámica, defendiendo al Estado técnicos y profesionales habian trabajado juntos con los líderes tradicionales. Le
y no a sus comunidades. Si bien los líderes no profesionales no estuvieroii exentos pregiinté por qué fue posible que esto suceda ahora y no, por ejemplo, hace una
de este comentario, los críticos inapiiche reservaron su reproche más fuerte para década. Caniuqueo respondió que anteriormente, en ocasiones, existió resentimiento
los profesioiiales inapuche que se convirtieron en empleados del Estado, sugiriendo porque las personas con forn~aciónacadémica o técnica desarrollaroii una lógica
que al someterse a las reglas y políticas de este estaban traicionando al movimiento. tecnocrática, y se enfocaron en la realización de proyectos patrocinados por el Estado
232 ~ C H A R D S1 ~CISMOP~MODBLO CHILENO Y EL MULTICULT~RALLSMO.~.
PATRIC~A

o las ONG. Llegaron a las comunidades con esta lógica y uiia sensacióli de que seiialó Curamil, solo tienes que hacer tu trabajo, pero es claro que esto no hace
tenían todas las respuestas, y esto generó rechazo por parte de las comunidades y. que el dolor desaparezca.
los líderes tradicionales. Pero más recientemente, los cambios de actitud hicieron Algunos mapnche que trabajaban para el Estado tenían críticas al moviniieiito.
posible una relación inás productiva: "1-Ioy en día los técnicos han aprendido a ser Cristina I,lanqoileo, tina trabajadora social de profesión, se habia dese~nyeñadoen
mucho iiiás humildes, a actuar más como sisteinatizadores...que poseedores de una diversos puestos en el sector público desde 2002. Una vez que eiiipezó a trabajar
verdad ...Y por otraparte,los dirigentes han asumido que hay muchos temas que no para el Estado, dijo, se dio cuenta de que existía diversidad al interior de él. Por
los manejan técnicameiite, por lo tanto es necesario trabajar unidos con el técnico". ejemplo,mientras que las autoridades máximas podían tener un discurso particular,
Cabe destacar que en años recientes muchas de las iniciativas más contundentes las de raiigo medio podían tener uiia mayor disposición a trabajar a favor de los
relacionadas con la autonomía han sido orquestadas en gran iiiedida, o en parte, derechos mapuche. "De repente desde fuera, ti1 a [una] persoiiaje lo atacas, y de
por personas mapuche con estudios uiii~rersitarios,quienes gracias a la educación repente ni siquiera es tu enemigo", dijo Llanquileo,'porque puede ser tu aliado...
forinal han encontrado acceso a iiiformacióii acerca de la autonomía en otros países @izás no en [una iilanera visible], pero sí en el proceso de ejecutar un proyecto,
y se han puesto en contacto con nuevas ideas.Ta1como señala Caniuqueo, el coilo- un programa, en el terreno, en lo operativo, puede ser tu aliado". Cuando le pre-
cimiento y las habilidades adquiridas por estos individuos pueden complemeiitar gunté a Mauro Paiigiiilef, ni1 adiniiiistrador de Orígenes, qué pensaba acerca de la
los conocimieiitos ancestrales y organizativos de los lonko y otros líderes. crítica de que su programa fue creado para absorber las deniandas mapuche y bajar
También vale la pena preguntarse si trabajar para el Estado significa que uno el perfil del moviniiento, él dijo que podría haber tenido esos efectos, pero no fue
es cooptado autornáticamente (Park y Richards 2007). Varios de los entrevistados creada con esos objetivos. Si el inovimiento tiene probletnas, argumentó, es porque
dieron ejemplos de cómo se resistieron desde adentro, o utilizaron su lugar en el no es muy fuerte. Eii su opinión, esto no es culpa del gobierno, sino que se debe
Estado,para hacer más de lo que se les requería. A menudo, esto sucedió a partir a que el niovimieiito requiere empefiarseen su propio proceso de desarrollo. Para
de pequeñas cosas.Tanto Gaspar Curamil como Maribel Huaiqiiin utilizaron sus los líderes del ~iiovimieiitopuede ser difícil escucliar estas críticas, pero tomarlas
cargos como facilitadores de salud interciiltural para ir mucho más allá de lo que en serio probablemente puede fortalecer al inoviiniento.
las descripciones de sus puestos les demandaron. Cuando Huaiquin consiguió el Una estrategia que involncre a los trabajadores del Estado con los objetivos
trabajo, a ella se le dijo que iba a traducir para los niédicos, pero tainbiéti utilizó su del iiioviniieiito podría ser acertada. Con este fin, 1,lanquileo sostuvo qiie más
cargo para abogar por los pacientes mapuclie en la cara del racismo allá de la inovilizació~i,era iinportante el análisis, el estudio cuidadoso y el tra-
en el sistema de salud. Curamil publicitó los problemas de salud entre los niapuche bajo en políticas públicas desde una perspectiva indígena. En las comunidades
y se manifestó en contra de las coiiseci~e~icias que tenía para la salud la violencia niapuche, dijo, hay urgentes necesidades de desarrollo, y si los profesionales
policial. Como consecuencia de esto, padeció recriminaciones dentro del Estado. rnapuche no se hace11 cargo de este trabajo, quedará en manos de personas no
Los trabajadores mapuche reflexionaron acerca de su situación híbrida -ser del mapuche. Poner las sospechas y los resentiiiiientos a un lado y sacar ventaja de
pueblo y del Estado-. Curainil afirmó que en varias ocasiones se había opuesto las habilidades y conocimientos de los mapuche que han trabajado en el Estado
a sus jefes en la municipalidad y no tenía problema con que lo despidieran si le pero que simpatizan con el movimieiito (así como de otros profesionales), pro-
obligaban a hacer algo que él consideraba poco ético. Al tiiisnio tiempo, observó bablemente sean pasos clave para hacer propuestas de autonomía más viables en
que el movimiento necesitaba gente en diferentes lugares, tanto dentro coino fuera el largo plazo, sobre todo en la iiiedida en la que esos individtios podrían ayudar
del Estado: "La lucha no se da solaniente en las. cotiiiinidades. La lucha hay que a crear las instituciones necesarias para poner eii fu~icio~iaiiiieiito la autonomía.
darla tanto en puestos públicos, en todo ámbito". Mencionó a profesores, alcaldes, De hecho, varios entrevistados se refirieron a la necesidad de sentar las bases
inédicos y otros profesioiiales como necesarios para la lucha. Había sido acusado de para instituciones mapiiclie autónomas, uiia posición que adriiite críticas como
ser un vendido o un traidor por trabajar en el Estado,lo que deitiuestra que dentro las de Paiiguilef: En la medida en la qiie muchos de los trabajadores mapuche
del movimiento también se desarrolla11debates sobre la autenticidad. Curamil $0 del Estado ya siinpatizati con, y participan en, el movimiento -o lo Iian hecho
que tenía la conciencia tranquila. Reconoció, sin embargo, que equilibrar los dos en el pasado-, se trata, en cualquier caso, de iina división discutible. Aun así, tal
roles es difícil y que es doloroso ver cómo se trata a los mapuche. En ocasiones, coino I'un-Joo Park y yo (2007) heinos sosteiiido, la incorporación de trabajadores
234 PATRIC~A 1 RACISMO: ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTUMLISMO-.
RICHARDS m 1 AUTONOM~A,
CAP~TULO INTERCULTURALIDAD Y UN FUTURO MAS INCLUSIVO
-- 235

estatales debe hacerse con aperNra y cuidado, para evitar acallar el conocimiento yo creo que es más...una diferencia de lo que son niveles sociales y las iiecesidades
no occidental y limitar la cooptacióii que ellos tieneii como persoiia".
Tanibién es importante tener en cuenta las posibles contribuciones de los En este puiito,Meza argumenta en contra de atribuir todo tipo de diferenciasa
trabajadores estatales no mapuche que sjmpatizan con el movimiento.Varios traba- la cultura y, en cambio,reconocelas intersecciones entre rnzdettiicidad y necesidad
jadores estatales chilenos hablaban de los efectos que tuvo en ellos como individuos econóinica. Agregó que observar lo duro del trabajo de los campesinos mapuche,
el trabajar con las comunidades mapuche. Emilio Meza, cuyo trabajo involucraba es'pecialmenteteniendo en cuenta las barreras que enfrentaban, lo hizo querer tra-
apoyar a las microempresas de una municipalidad de Cautín, señaló que a pesar de bajar más duro para beneficiarlos.Las palabras de Meza muestran la posibilidad del
haber crecido allí y de tener abuelos que vivían en el campo, nunca habia llegado cambio individual a través del trabajo en el aparato estatal. El movimiento mapuche
a conocer a los mapuche hasta que comenzó a trabajar en la municipalidad. Sus haría bien en ver a la gente como E1 como aliados potenciales. La incorporacióii de
actitudes se habían transformado como resultado de su trabajo: "Yo recoiiozco la participación de profesioiialesy trabajadores estatales mapuclie -consideraiido
que hasta que no entré a trabajar a la municipalidad y no tuve un contacto directo que están dispuestos a dar prioridad a los objetivos del movimiento por encima de
con la gente inapuche,...yo creo que tenía cero conocimiento del aspecto cultural los del Estado- podría apoyar a la lucha por la autonomía, facilitaiido una gran
porque nunca me interesé,^ tampoco, en los tiempos donde a lo mejor podría haber cantidad de conocimientos y habilidades iiistitucioiiales.
sido incentivado a aprender, tampoco lo fui". Si bien !as leyes son necesarias para
facilitar elcamhio,dijo Meza, también es tiecesario desarrollar conciencia en la Las mujeres
ciudadanía sobre lo que significa reconocer a los pueblos indígenas. Es importante
"que algunas personas podamos decir de que el mapuche realmente no es un flojo, Yo estaba devisitaen casa de Guacolda,uiia amiga anciana de Cautín.Me senté
h i tampoco es un alcohólico, pero mucha gente todavía lo sigue creyendo, pero lo a su mesa mientras ella barría el piso y me contaba historias acerca de la ocupación
ssigiie creyendo porque esa gente no ha tenido la oportunidad de ver cómo ellos que su abuelale había narrado a ella."Tanta histona tenemos las inujeres",reflexionó,
trabajan, dever...que tan sacrificada es su vida en el campo, que no es fáciln.Meza y yo pensaba en cómo las historias de lucha, trabajo y coraje siguen viviendo en
consideró que desarrollar este punto de vista, como él lo había hecho, facilitaría las iniijeres que había coiiocido durante los nueve años previos. Las mujeres coiis-
.una mayor simpatía por la orientación que el movimiento mapuche liabia tornado tituyen el segundo grupo de personas cuyo papel merece atención para aumentar
y contribuiría a una mejor relación entre ellos y los chilenos. la probabilidad de que los reclamos por la autonomía logren éxito algiin día. Esto
Apesar de que consideraba que las interacciones interpersonales eran esenciales no quiere decir que las mujeres iio hayan jugado eii el pasado u11 papel importante
en el iiioviiniento -sin duda lo han hecho- (véase Richards 2003,2004,2005).
para la transformación,Meza reconoció las barreras estructurales que enfrentan las
comunidades mapuche. Observó que su propio equipo,que se encarga de organizar Sin embargo, como con casi cualqiiier lucha social, hay cuestiones de desigualdad
grupos de campesinos mapuche y chilenos en pequeñas empresas vinculadas a la de género dentro del niovimiento que merecen resolverse. La incorporacióii de los
derechos de las mujeres indígenas en la lucha por la autonomía haría que el reto
producción agrícola,con frecuencia había acniado sin tener eii cuenta las necesidades
básicas que debían superarse antes de que los campesinos pudieran participar de de la ciudadanía chilena fiiera más fuerte y más inclusivo.
manera productiva. Dijo que el equipo a meiiudo criticaba a los mapuche por 110 La política de género es uii terreno sensible. Muchas mujeres inapuche
sienten que han sido utilizadas por los chilenos como arma eii contra de la lucha
ir al pueblo paralas reuniones,pero "resulta que nosotros cuando saliinos a terreno,
mapuche. Esto se puede ver en las observacioiies de los trabajadores del Estado
nos danios cuenta que para llegar a su casa,nos demoramos una hora y inedia,con
los caminos malísimos". Mientras que los trabajadores muiiicipales tieneii un jeep, que señalan que "al menos se puede trabajar con las m i i j e r e ~ que
" ~ "las mujeres
trabajan más duro que los Iioinbres". También se ve e11el uso de aspectos de la
agregó Meza, los mapuche solo tienen acceso a u11 autobús que pasa una vez al
día. Otros tienen que tomar dos autobuses para llegar al pueblo, lo que requiere de cultura mapuche para negar los derechos colectiws. Por ejemplo, el adininistra-
dor iitiiversitario Armando Torres sostiivo: "Entre los mapuche, culturalmente,
dinero, que no tienen. "Yo creo que muchas veces uno no se mete en ese contexto,
la mujer era un factor de trabajo, era un bien coinerciable. Bueno, si vamos a
en esa realidad", concluyó. "Yo creo que ahí muchas veces cometimos el error de
respetar la cultlira mapuche, :vamos a dejar que siga la explotación de la tniijer o
creer que la dificultad de trabajar con ellos es por una diferencia [cultural], y a veces
236 Pmnicin Ric~nnos1 RACISMO: EL~OELOCHILENO Y EL ~u~uuruR/\LlSMO~..

vamos a decir que eso no es posible?". Esta afirmación demuestra cónio las élites cetitralidad de la lucha colectiva para las identidades de las mujeres mapuche. La
manipularon el concepto de cultura para sus propios fines, al decir que la cultura mayoría de las miijeres con que hablé que querían ocuparse del papel de género en
mapuche era y que en la cultura chilena, y también en otras culturas, las el movimiento; lo querían hacer para estar en mejores coiidiciones de participar
inujeres no fueron/no so11explotadas. Slianiion Speed (2006) ha descrito cómo en beneficio de lo colectivo.
un discurso similar ha dado forma al rechazo a los derechos indígenas por parte No obstante, algiinas'afirniarorique "el género no existe para los inapuche",
del Estado mexicano: el que utilizala supuesta falta de garantías de los derechos y que la aplicación del concepto representa tina forma de coloiiialismo (Richards,
individuales de las mujeres indígenas dentro de las normas indígenas como 2005). Argumetitaroii que, tal coino Oyeronke Oyewumi (1997) ha descrito eii el
justificación para negar los derechos colectivos y la autonomía. Ella muestra la caso de IosYor~~ba,elgéiiero no es una división social destacada para los mapuclie,
ironía de esto, dado que el Estado mexicano ha hecho muy poco para favorecer tal como lo es en las sociedades occidentales.El hecho sigue siendo, sin embargo,
los derechos de las mujeres indígenas a cualqiiier iiivel.También observa que esta que muchas mujeres que participanen el inovimieiitoluchati por hacerlo en igualdad
estrategia niega la simultaneidad de la experieiicia de las mujeres indígenas (el de condiciones,y siilucha con frecuencia se hace más difícil debido a la resistencia
hecho de que siempre son mujeres e indígenas) y su deseo de defender tanto su de los hombres, que a menudo es postulada en términos del "lugar" de la mujer
cultura coino también el de trabajar dentro de sus comunidades y organizacioiies en la cultura tradicional mapnche. Por ejemplo, doña Emiliaiia observó qiie su
para promover la igualdad de género. sobrina Alba había heredado de su abuelo (un lonko muy respetado) la valentía y la
Este contexto hizo que algiiiias mujeres mapuche se mostraran reacias a competencia como líder. Fue Alba quien orientó y enseñó las formas de liderazgo
centrarse en las situaciones específicas que enfrentan como mujeres niapuche. tnapuche a su primo, quien habia sido iioinbrado el nuevo lotiko de la comunidad.
En el pasado, en ciertas ocasiones, a las iniijeres que trataban de abordar esas En base a sus ciialidades,Alba debería haber sido lonko, pero no pudo porque las
preocupncioiies, en el iuovimiento las han acusado de desviar la ateiicióii de las normas de la comunidad dicen que solo los hombres pueden tener ese cargo. Un
metas niás importantes o de que las normas w i n k ~les estaban lavaiido el cere- par de años más tarde, el primo de Alba abandonó la comunidad y, una vez más,
bro. Las mujeres también se enfrentar011a las críticas de las feministas chileiias tuvieron que buscar un nuevo lonko. Alba siguió al frente de manera extraoficial.
y de miembros del aparato estatal de mujeres, quienes las acusaron de defender La resistencia al liderazgo de las inujeres se basa en ideas apreiididas de lo que
prácticas ciiltiirales sexistas o buscaban subsumirlas dentro de sus propias caii- se supoiie que una inujer debe hacer. Estas ideas no necesariamente son apreiididas
sas políticas (Richards 2005). Aun así, muchas niujeres rnapuche iiisistieron en en las comunidades, y iio solo ahí, sino tambiin en organizaciones más amplias y
que las violaciones de los derechos indígenas fueron violaciones de sus derechos en la sociedad chilena. Reflexioiiaiido sobre su exoeriencia de ser criticada nor los
como mujeres. Ellas hicieron valer su derecho a ser al misino tiempo inujeresy
tnapuche, ambas identificaciones so11centrales para sus subjetividades (Bacigalupo . .
2063, Richards 2004). el Estado en varios cargos, preguntó: "<Por [hay] tanta discrimiiiacióii cuando
A ineiiudo las muieres vieroii la lucha mapuche como la principal (Richards uno sale para afuera de la comunidad, si al interior de la coiiiunidad hay ti11 prota-
2004). Esto las volvió críticas de los esfiierzos del Estado para promover los dete- gonisino de las mujeres? (Por qué, saliendo fuera de la comunidad, uno se pierde?'"
chos de las mujeres sin que simultáneameiite se piestaia ateiicióii a los derechos Si bien es iiiiportante iio idealizar cualquier comiinidad como perfectamente
iiidigeiias.Por ejemplo, Susana Calfucoy,la esposa de un líder encarcelado,explicó representativa de la igualdad de género (Bacigalupo 2007), observé tales asuntos
que ella no veía que los derechos de las miijeres mapuche estuvieran incluidos en de nivel organizativo en acción durante UII hirwun auspiciado por C I T E M eii un
la agenda del gobieriio: "El gobierno habla iniicho del derecho de la mujer...¿MIS centro comunitario de reciente co~istrucciónen el pueblo principal de iiiia comu-
derechos dónde están eiitoiices?Acaso yo,como mujer, jno tengo derecho de tener a na ubicada en el territorio ancestral pelvenche. Cuando llegué con algunas otras
iiii esposo en la casa?Yhabla del derecho de los niños. ¿Y acaso inis niños no tienen personas deTeinuco,cercade treinta y ciiico persoiias,la inayoríapertenecientes a
derecho?...No creo en el derecho de la mujer, no creo en el dereclio de los ninos,
porqiie si tenemos derecho tenemos que teiierlos todos, no unos pocos nomás... 3 Entrevistéa Reuque cn el aiio 2000,para uiia invcstigscióli anterior;dio sil pcrinisa para aparecer
Hoy día estamos sufriendo como mujeres". Las palabras de Calfucoy hablan de la por iiombrc en mis escritos.
238 R i c ~ ~ n 1oRACISMO:
PATRICIA s ELMODELO CHXLBNOY EL MULTICULTURALISMO. ..

comunidades pewenche, estaban sentadas alrededor del fogón comiendo piñoiies. se preguntó en voz alta si es que los hombres que decían que querían participar
Un miembro de la CITEM, que tendría alrededor de cuarenta años, le dijo al en las discusiones iiiiciadas por las mujeres lo hacían porque estaban realmente
grupo que esa era una oportunidad para compartir ideas sobre temas importantes. interesados o simplemente porque querían saber qué estaban haciendo las mujeres.
El mismo procedió a hablar durante un buen rato. M e impacienté con su dis- Le dije que era probablemente que hubiera uii poco de ambas razones. Fabiola
curso el cual consistió de diatribas sobre el Estado,los extranjeros, los sociólogos miró dudosa y me recordóiina charla que di en una conferencia varios años atrás,
y antropólogos, y que no parecia muy relevante para la vida de los pewenche cuando un hombre inapiiche se opuso a la preniisa de nn panel sobre los derechos
asistentes al trnwun, la mayoría de los cuales eran nuevos en la CITEM. Antes de las mujeres indígenas. Fabiola parecia menos optimista que antes sobre el lugar
habia escuchado discursos similares, pero nunca de los miembros de la CITEM, de las mujeres en el movimiento, reconocie~idoque el poder y el control afectaban
la cual, como organización, era muy iiiclusiva de la diversidad entre los tnapuche el funcionamiento interno.Explic'6 que ella y Socorro ahora dicen que cuando ellas
y buscaba y promovía activamente alianzas con otros. Además, ¿la idea no era eran parte de una organización de jóvenes mapuche, ellas apoyaban al movimiento
dar el espacio a los pewenche para hablar de temas importantes para ellos? A mapuche, pero no necesariamente eran parte de él, porque cuando ellas observaban
mitad de camino, el hombre empezó a referirse al género, calificándolo como un quién tomaba las decisiones, todos era hombres.
concepto impuesto por los winkn que no tenía nada que ver con los pewenche, y Les pregunté qué pensaban acerca de la idea sobre la que habia escuchado
adviitiéndoles de resistirse ante personas que llegaban hablando de género. Liiego hablar a otrasmujeres mapuclie, de que el sexismo es peor en las organizaciones
pasó a hablar de otras cosas, pero su diatriba sugirió que el discurso antigénero que en las comuiiidades. Fabiola respondió que eii las organizaciones en las que
no es autóctono -este fue un ejeniplo de un discurso enseñado a, o por lo menos habia participado, los hombres han aprendido a escuchar -o al menos parecia que
compartido con, un grupo rural de pewenche, a través de un miembro de una escuchaban-, pero luego no tomaban en cuenta lo que decían las mujeres, como
organización con sede en Temuco-. si estuviera mal o fuera insignificante.Ella se echó a reír con tristeza, y dijo:'Esto
, De manera siinilar,cuando conocí a Jorge Mian,elvei~iteañerohijo de u11líder parece ser una técnica del mapuche moderno'. Hablamos un rato sobre cóliio esto
que por entonces enfrentaba un juicio por terrorismo, sus ojos se pnsieroii saltones es resultado de que los hombres creen que ellos son los qne saben, asumiéndose
cuando le conté que mi proyecto anterior trató acerca de las mujeres. Me dijo que a sí inisinos como sujetos. Pregunté si lo que estaba describiendo Fabiola estaba
los hombres y las mujeies tienen sus propios espacios de responsabilidad entre los ocurriendo en una organización en la qne ella era actualmente una participante
mapuche y que no sería correcto, por ejemplo, que un hombre cocinara porque el activa,y ella dijo que si. Le mencioiié que días antes habia hablado con un miembro
hogar es el espacio y la responsabilidad de las mujeres (sobre este tetna,véase Ba- varón que dijo que algunos de los hombres pensaban que las mujeres no tenían
cigalupo 2007). Aunque Milla11consideraba que las mujeres fueron protagonistas la formación política necesaria para ser participantes productivas. Traté de con-
en los conflictos recientes al denunciar a las autoridades cuando los líderes fiieroii vencerlo de que esta conviccióii podía ser prodiicto de una estruchira sexista, pero
encarcelados, ese tipo de actitudes hicieron difícil que las miijeres contribuyera11 él se mostró dudoso. Hablamos del silencianiiento como tina forma de violencia
con todas sus energías, habididades y conocimientos al beneficio del movimiento. simbólica, y Fabiola dijo que cuando ella sale de una reunión eit la que 110 habia
Un día de 2007 almorcé con Fabiola y Socorro,dos mujeres qiie estaban en sus sido capaz de ser escuchada,^ que había sido censurada,se siente subvalorada y casi
treinta y qiie habían participado durante aiíos en diversas orgaiiizacioiies mapuche. como si hubiera sido golpeada físicamente.Los comentarios de Fabiola y Socorro
Socorro me habia escrito que una organización con la que estaba trabajando qiie- son similares a los que describe11las mujeres que participaron en organizaciones
ría orientación respecto a cómo iniciar algunos talleres sobre el tema de género o mixtas en generaciones anteriores,pero también diferentes, sobre todo en la medida
sobie complemeiitariedad y dualidad. (En la cosmovisión mapuche lo masculino en la que muchos hombres del movimiento ahora afirman incluir a las miijeres.
y lo femenino forman una díada y actiian en equilibrio con roles complementarios Finalmente, accedí a asistir a una reunión en la que iban a hablar en detalle acerca
[Montecino 19951). Cuando hablamos persoiialmente, Socorro aclaró qne algu- de sus ideas junto con otras mujeres representantes de varias organizaciones.
nas de las mujeres pensaban que el concepto de género era adecuado, pelo otras En la reunión escuché más ejemplos sobre lo qne Fabiola y Socorro habían
preferían el de dualidad o coinplementariedad, porque su idea era que los hombres estado cotiversaiido. Soledad dijo que lo más frustrante de su organización era
también participaran. Nuestia conversacióii fne interesante y algo triste. Fabiola que un pequeño grupo de hombres dirigía todo. Ellos no hacían participar a las
mujeres, por ejemplo, cuando se reunían con otras organizaciones, y llegaban a las mujeres se encuentran entre quienes están teorizando los futuros indígenas desde
reuniones generales habiendo decidido las cosas previamente. Cuando ocurrían un espacio de la identidad indígena no esencializada; sus voces son indispensables
cosas importantes entre reunión y reunión, los hombres no se las comunicaban a las para la creación de una versión iiiclusiva de aiitonomia pala la región. Incorpoiar
mujeres. A pesar de que Soledad tenla un tihilo de periodista, los hombres solo le los derechos de las rnujeres itidlgeiias como parte de las deiiiaiidas de autonoiiiía
pedían a los periodistas varones de la organizacióii que hicieran ese tipo de trabajo. transforinaría verdaderamente la esencia de la ciiidadanía en Chile, la cual no
Sin eiiibargo, estas mujeres tampoco aceptaban acríticameiite que la participacióii solo ha negado durante largo tiempo los derechos indígenas, sino que ha foizado
de las mujeres debía ser la misma que la de los varones. Una sugirió que tal vez efectivamente a las mujeres indígenas a elegir entre sus identidades conio mujeres
qiiedáiidose en casa y haciéndose cargo del cuidado de las cosas de ahí, fuera un y como miembros de un pueblo.
apoyo al movimiento. Siguió uiia discusión y alguien señaló que si este fuera el caso,
los hombres tenían que comunicar a sus esposas lo que sucedía en las reuniones; y
que no sieiiipre tenían que ser los varones quienes asistieran. Fabiola mencionó el Alianzas
ejeinplode su tía que había tenido problemas para ser aceptada coino la persona Los mapuche tienen uiia larga y complicada historia de alianzas que se
de la familia con mayor coiiocimiento cultiiral y político y, por lo tanto, la que de- remonta a las decisioiies de inuchos lonko de aliarse con los españoles y algunos
bía asistir, por lógica, a las reuniones. En general, estas mujeres se mostraban iniiy con los chiie~iosdurante la gueira de la iiidepeiideiicia cliilena. No obstante, las
unidas frente a la necesidad de hacer algo, y se dio nila gran discusión en torno a alianzas Iian sido un punto de tensión para inuchos". Esto en ocasiones estuvo
cómo llamar a sus preocupaciones: ¿Género?¿Dualidad?¿Derechos de las mujeres relacionado con las experiencias negativas del pasado o con una frustración
indígenas? ¿Autoestima?Parecían estar buscando tina forma de preseiitárselas a los general por la negativa de niucbos chilenos a reconocer la especificidad cultural
hombres de manera que no se produjera conflicto,dejaiido claro, al mismo tiempo, y las injusticias históricas. Cuando le pregunté al director de escuela Celestino
sil deseo de hacer frente a los temas de la desigualdad dentro del mo\~i~niento con Huetitequeo cómo reaccionó ante la afirmación, muy común en Cautíii, de que
el fin de apoyarlo más pletiainente. la zona era una niescola~iza"-un mosaico que hizo de las diferencias algo irre-
No quiero dar la impresión que todos los hombres se oponían a la idea de levante-, é1 contestó:
hablar sobre el género y el cambio de los roles de las mujeres. Un eiitrevistado, por Es como el querer tratar de olvidar que alguna vez nos henios tratado niuy
ejemplo,insistió en que reconocer la cuihlra como algo dináinico sería fundamental duro, y decir,"No, eso ya pasó. No, iiuiica tuvimos el problema",cuando lo
para la supervivencia del pueblo, y esto significaba reconocer que los roles de las bemm teiiido. Cuando ellos, miichas veces los no mapoche, ciiántas ireccs
ini~jerespueden cambiar, de la iiiisma inaiiera que podían utilizar viejos concep- nos habriii dicho, "Mira eres un indio de mierda",... Eiitoiices, claro, i~iio,
tos (como la complementariedad) con nuevos fines. Y Wallmapiiwen incluye la cn la calle, u110 esciicha eso,jah? "No, aquí, miiy bieii. Nurica lieinos tenido
igualdad de género en su declaración de principios. De esta manera, la pregunta problemas,cero probleinas, si liemos vivido tan bien". Pcro tio. La historia, la
que surge es cómo unir el discurso con la práctica. Quizá la frase más repetida que realidad, cuando uno ve va analizaiido las cosas, hemos tenido problemas
escuché de aquellos que criticaba11que se abordara las cuestiones de las mu,ieres, de racisnio grande.
es que las mujeres lo hacen sin tener.en cuenta los efectos que podría tener sobre
"el pueblo", que levantar estos teinas solo servirá para dividir a 1 pueblo". Pero ...-....-.
después de más de tina década de ir y venir a Chile y pasar un tiempo significativo 4 Las alinnzas trsnsnacionales no inspiraron tanta iiiquiehtd como si lo hicieron aquellas con los
con las mujeres niapuche, cuyas intenciones son solo apoyar a su pueblo, tengo que chilenos.Esto esti probablemente relacionado con la larga historia de solidaridad transnaxional. El
preguntarme lo opuesto: {Cómo dejar de lado y burlarse de las preocupaciones y
la participación de las mujeres puede ser considerado algo que representa al piie-
blo en sii conjunto? ¿Acaso las mujeres 110constituyen la mitad del pueblo? iQIé (FIDH).ONG chileiins y mapuche, como el Centro de Políticas Públicas y Derechos Indigenis,
vergüenza sería desperdiciar esas habiliclades y energías a medida que se persigue el Observatorio de Derechos Indigetias y el eyiiipo legal de la Iglesia católica, trabajaion para traer
a esros actores transnacionales P q ~ obsetwarsn
c foimalmesite los abusos en contra de los derechos
la meta de la autonomía! Tal conio R. Aída Hernández (2009) ha señalado, las humanos en la regióii.
242 PATRICIA 1 RACISMO:ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO...
R~CHARDS VI 1 AUTONOM~A~TERCULTURALIDAD
CAP~TULO Y UN FUTURO MAS INCLUSIVO 243

La larga historia de racismo hizo qne para muchos participantes del movi- Los obstáculos que en épocas anteriores acompañaron a las alianzas, están
miento fuera dificil imaginarse trabajandojunto con los chilenos. No obstante, las presentes a menudo en las mentes de las personas. A pesar de que reconocen la
coaliciones con estos pueden, en última instancia, ser esenciales para construir un importancia de la fortaleza que implican las cifras, aquellos que tratan de construir
movimiento de las dimensiones necesarias como para hacer que las demandas de alianzas inuchas veces tienen que superarla desconfianza sustancial relacionada con
autonomía sean viables. las.experiencias negativas del pasado, así como la dificultad general que implica la
Elmalestar mapuche respecto a las alianzas a menudo ha estado relacionado construcción de alianzas, ambas de las cuales reflejan el racisino sistémico. Pedro
a la experiencia con partidos políticos chilenos. Los entrevistados mapuche que Cayuqiieo, a pesar de mostrarse niny optimista respecto a la constrnccióii de coa-
militaron en las décadas de 1960 v 1970, con frecuencia se sintieron utilizados v
~ ~

liciones, dio un ejemplo de por qué hacerlo era frecuentemente difícil. E n 2006
inanil>ul.idospor sus p:irtitlos. Iiicliiso lus l>arti(los de izqiiierda, q i ~ cs~pi~cstn- se celebró en Chile un Foro Social5;las organizaciones mapuche querían llamarlo
nicnte al>oy:ib;inniurhas deiiiniidas iiinpiiche, fiieron objeto ile críticas. Roseiido Foro Social de los Pueblos, partiendo del reconociinieiito de que participaba más
~uenumaii,un congresista comunista durante el gobierno de Allende, culpó a de un pueblo, pero otras organizacionesse resistieron, insistiendo que: 'Esto es un
los partidos políticos y a la religión de crear divisiones entre los niapiiche, con proceso chileno, estamos en Chile". Esto le hizo pensar que, a pesar de que ahora
el argumento de que ambos condujeron a estos a servir a los intereses de otros puede haber más oportunidades para construir alianzas que en el pasado, "La so-
(Cayuqueo 2008b). Sugirió que los mapuche deberían buscar alianzas, pero entre ciedad chilena [todavía] no está capacitada para dar espacio a diferencias de tipo
estos y no con los .winka. Incluso hoy en día, los mapuche que son miembros sociocultural e identitario".
de partidos políticos chilenos con frecuencia son relegados a las "comisiones A la pregunta de cóiuo las relaciones interculhirales han ido cambiando con
étnicas" y sus preocupaciones se ven, por lo tanto, marginadas. Algunos de los el tiempo, la mayoría de los entrevistados mapuche dijeron que las cosas estaban
entrevistados atribuyen esta marginación a iin cinismo racista. Los candidatos mejor hoy en día. Ellos percibían más respeto e interés por aprender acerca de la
políticos quieren los votos de los mapuche y hacen promesas y generan espacios cultura inapuche. Sergio Caniuqueo percibió que las relaciones habían mejorado ya
para ellos dentro de sus partidos, pero una vez elegidos, se olvidan de las promesas. en las décadas de 1970 y 1980:"Uno no puede esperar que el racismo desaparezca
RosanielMillaman,quien años atrás había participado en la Juventud Comuiiista, de la noche a la maíiana, pero...uno espera que en iiiievas generaciones ese racismo
añadió que eii las décadas de 1960 y 1970,parte del problema fue que el racismo vaya disminuyendo. O sea, yo, el racismo que viví cuando niño, ya no lo veo tan
simplemente no era considerado importante dentro de la ideología marxista:"La marcado en la actualidad... [A pesar de que] nos catalogan de terrorista, pero ya
izquierda siempre planteó de que solucionándose los problemas sociales de la no veo que está esa agresividad...". Lo iiiterruinpí para aclarar, '"iInterpersonal?'.
gente, y con sus derechos y todo lo demás, el racismo desaparecía. Y eso parece Caniuqueo continuó: "Claro. En términos de relaciones interpersonales, ya no la
ser que no es así. No es así definitivamente". veo tan fuerte". Atribuyó este cainbio al trabajo de las organizaciones mapuche,
No obstante, sobre todo hacia el final de mi trabajo de campo, tuve frecuentes como resultado del cual los chilenos ya no pueden mirar a estos despectivametite,
conversacionescon participantes del movimiento mapuche acerca de la importancia como "el mapuchito". En cierta medida ellos tienen que reconocer y respetar a los
de las alianzas con los no mapuche. A meniido hablaron de esto en términos de inapuche como parte de un pueblo colectivo,
interculhiralidad,lo cual en su nivel más básico se refiere a las ititeraccioiies colec- Debido a que la discriminacióii era menos abiertamente hostil, Pedro C a p -
tivas y a nivel individual, y a la influencia iiiutua entre los mapuche y los chiieiios, queo sentía que era más fácil para los inapuche proyectarse externamente como u11
aunque algunos de los entrevistados dijeron que implicaba el respeto así como el colectivo político en vez de concentrarse en sí mismos coino un "refugio culturalista
reconocimiento mutuo. Las crecientes coiiversaciones acerca de las alianzas parecían de lo propio". El pensaba que esto podría facilitar una 'relación iiiterétnica mucho
deberse a varios factores: el haber sido testigos de un amplio apoyo a las protestas
de los estudiantes chilenos en 2006,el apoyo
. . recibido por los hue1r;uistas de hambre
de parte de diversos sectores en Chile y en el extranjero, y el haber comprendido 5 Los Foros Sociales Nacioiiales son una rama del Foro Social Mundial, una reunión anual de
los movimientos y orga~gaiiizacioiics de todo cl miitido que siirgió eii respiiesta al Foro Económica
que el logro de algún tipo de cogobernanza o autonomía reqiieriría convencer a Mundial eii i i ~eshierzo
i pam coml~artirexperiencias y reflorionar colectivanicnte sobre la resistencia
otros en la región de unirse a ellos en esta búsqueda. al neoliberalismobajo el lema: "Otro mundo es posible".
VI 1 AUTONOM~A,
CAP~TULO INTERCULTURALIDAD Y UN FUTURO MAS IRCLUSlvo 245

más fluida", en parte debido a que podría disminuir la "fijación en la tierra" que a principios de la década de 2000 para cerrar o limpiar los vertederos de basura
tiene el movimiento. En su opinióii, poner mucho énfasis en la tierra puede ser ubicados en o cerca de las con~uiiidadesniapuche. Estas coalicioiies n o siempre
contraproducente: eshivieron libres de tensión, pero existían a partir de la preocupacióii común por
No [es] queeltema dela tierra no sea importante...[Hay] elementos culturales normas ainbieiitales y de salud. Otrostenias enumerados por los entrevistados qiie
que deterininaii que la tierra sea muy importante para los inapuche. Pero podrían generar alianzas, incluyen la participación ciudadana, la democratización
cuando se hace la pregunta que teiieinos que hacernos es, ";Cuáles de los gobiernos regionales y la imposición de impuestos corporativos a nivel re-
son aquellas reivindicaciones o luchas que nos permitan ir conquistaiido gional. Los comentarios de Cayiiqueo resonaban en cierto sentido con los de las
poder político?". No conozco nirigiina comunidad que haya recibido tierras élites locales qiie buscaron disociar la cultura inapuche de la tierra. Pero mientras
que me pueda decir,"Nosotros ahora tenemos poder político". Al contrario, que las klites sentía11que hacer esto llevaría a los mapiiclie a integrarse, Cayuqueo
si algo ha dejado en claro el Prograina Orígenes y la entrega de tierras que concibió el restarle importancia a la tierra como la clave para la creación de uiia
hizo el gobierno,es que la tierra por si sola no soluciona el empobrecimiento nación mapuche y el arribo de uiia demanda geopolítica. Para las élites, la cultura
mapuclie, cambia muy poco la econoinia de subsistencia agrícola e incide mapuche y su asociación con la tierra era la razón de las altas tasas de pobreza riiral.
muy poco en el empoderamiento econóiiiico y politico de nuestro pueblo... Cayliqiieo y otros que apoyaron el descentramiento del eseiicialismo cultural y de
Y no lo hace con los mapuche, coino tampoco lo hace coi1 los Luclisiiiger, la tierra, sin embargo,fueron muy claros en no culpar a los mapuche d e su pobreza.
los Urban, ni con ningún agricultor mal llamado "terratenienté'que eti los En cambio; sostuvieron que hacerlo generaría el apoyo necesario para convertir la
hechos muchas veces solo sobrevive en el campo coi1 sus tierras. Cuando se autonomía en realidad.
liabla que Liiclisinger es un latifundista o que Urban lo es, ellos, con sil nivel Apesar de los casos de coincidencia,los entrevistados inapuche tuvieron cuidado
de ingreso, con su nivel de producción agrícola, si los comparamos con los de establecer distinciones entre su visión y aquellas del Estado o de las élites. Eii
hacendados deverdad en Argentina,México o Brasii, son pequeños agricul- contraste con el Estado, que promovía los servicios i~iterculturalessin una referencia
tores. Muclios fundos, me consta, son campos de conteiuplacióii,herencias a una coiisideracióii sustancial de los derechos indígenas, y con las élites locales,
familiares que sobrevive11a duras penas y más por la porfia nostálgica de sus que veían en la interculhiralidad u11 retroceso o una desigualdad en contra de los
propietarios que por constitnir "uii buen negocio". winka, los entrevistados mapuche tendieron a centrarse eii la necesidad de que se
recoiiocieraii los derechos indígenas antes de que fuera posible la interculturalidad.
Lo que Cayuqueo estaba insinuando era que ~nnchosagricultores medianos
Caniuqrieo advirtió:'Cuando uno habla de interculturalidad, básicamente habla de
también estaba11en mala situación como resultado de la globalizacióiiy del énfasis
relaciones de poder, y si no están garantizadas las relaciones de poder en términos
en las exportacioiies agrícolas a gran escala. Seiialó que el énfasis del movimiento
horizontales, es muy difícil Iiablar de ello". Sin embargo, percibía que invocar la
en la tierra no solo no pndo resolver "el problema de la dependencia econóniica
interciilturalidad era una buena manera para que el moviiiiiento iiivolucrara a los
ni de la pobreza", sino que tainbiéii aisló a los mapuche de potenciales aliados
chilenos que está11decepcionados con ciertos aspectos del sistema chileno. A modo
que no compartían la demanda por tierras, pero que podían compartir otras de
de ejemplo, se refirió al atractivo que tenía el eiifoqiie mapuche sobre la salud para
sus preocupacioiies. Incliiso algunas de las víctimas de atentados eran aliados po-
algunos chilenos en coinparación coti el enfoque occidental.
tenciales en la medida en la que ellos también estaban siendo perjudicados por la
globalizacióii neoliberal y las políticas centralistas de Estado. En lugar de erigir a En tériniiios sirnilares,Cristina Llanquileo percibía uiia demanda sustantiva de
los colonos coino el eiieinigo, Cayuqiieo percibía que podía tener sentido llegar a materiales educativos interculh~ralesentre los docentes: "Hay sectores de la sociedad
ellos. (No hace falta decir que este tipo de alianzas también reqiieriría un cambio chilena que abiertamente acogen la demanda indigena". Llanquileo vinculaba esta
en las actitudes y acciones racistas de muchos colonos). sinipatía a una amplia insatisfaccióii con la deinocracia chilena:
Lascoinunidades tnapuche,de hecho, habían constmido alianzascon los chilenos Hoy dia el proceso de democratización está tan estancado que si no avanza,
en muchos casos desde que retornó la deinocracia. Estos incluyen la oposición a la yo veo que no va a terminar la cultiira que instaló la clictadora.Y veo que
construcción de la represa Ralco, así como inovilizaciones apoyadas por la CITEM no avanza la deniocratización. Es una democratización superestructurada,
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246 R i c ~ ~ n 1oRACISMO:
PATRICIA s ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO... :,,
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... m 1 AUTONOM~A,
CAP~TUW INTERCULTURRLIDAD Y UN FUTURO MAS INCLUSIVO 247
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con... tres poderes que funcionan, pero que no alcanza al ciudadano ni a la tiempos difíciles qiie se cernían sobre los medianos agricultores de la región a
cultura...Chile, uno lo ve, es conservador, un pais racista,xenófobo, y en ese :
consecuencia del libre comercio mundial. El colono René Ravinet lanietitó que
contexto obviameiite,quela demanda indígena se encuentra con más murallas las plantaciones de pinos y eucaliptos comenzaban a preponderar en Cautín,
que puertas que se abreii.Por eso también es más iinportante el tema delos destruyendo la flora y la fauna autóctona. El estabaangustiado por la ausencia
aliados, tantos aliados en cl mundo no indígena como esta perspectiva más de alternativas económicas. Así mismo, el funcionario de educación de Malleco,
diversa [dentro del] movimiento. Gonzalo Lara, lamentó la pérdida de los enormes árboles y hermosos bosques
Llaiiquileo percibía también que si el movimiento mapiiche estuviera en con- que habia contemplado con asombro cuando fue niíio, los cuales habían sido
diciones de desarrollar tina visión dirigida no solo a sí mismo, sino también al país siistituidos por plantaciones de pino y eucalipto. Oscar Arias, un concejal de
en su conjunto, podría crear con éxito las condiciones para el tipo de coaliciones Cautín,se quejó de que las empresas madereras estaban plantando pinos y euca-
que podrían transformar la esencia de la democracia chilena. liptos dejando después la tierra"muertao,incluso en zonas fértiles donde se podía
Otros estuvieron de acuerdo con que los mapuche no era el único grupo sembrar cultivos o hacer pastar a los animales. Estas observacioiies contrastan
que estaba biiscando alternativas al actual modelo. Como resultado de las con- con el discurso del desarrollo promovido por el gobierno sobre que la forestación
tradicciones extremas por el neoliberalismo, sugirió Caiiiuqiieo, más industrial es la única opción para las tierras degradadas de la región. Entre estas
chilenos y inapuche estaban desarrollando conciencia de su propia subordinación. élites locales habia incluso una sensación sobre que el desarrollo neoliberal habia
Peiisab=tj~ie-eldescobtento que sentían algunos chilenos alver reprimidas sus ido demasiado lejos en el cambio del paisaje y en las formas de vida delos mapn-
clie y los chilenos en la región. Sin embargo, para qiie estos grupos sean aliados
propias demandas, podía generar que fueran más abiertos a establecer relaciones
potenciales de los mapuche, tendrían que ser más reflexivos sobre la manera en
más positivas con los mapuche: "El hecho de ser reprimido, el hecho de que en las
la que el neoliberalismo ha afectado a las comunidades mapuche en particular,
-? noticias no salgan tus verdades, el hecho que por no poseer un capital, tu palabra
así como sobre la forma en la que sil propio privilegio depende de la opresión
no pueda salir en la prensa ...Esta relación se vuelve muy fuerte para el chileno, y
a estos. Ellos tainbiéii necesitan ser educados sobre la esencia de las reiviiidica-
yo creo que en ese sentido hay mucha gente chilena que, si bien no ha dejado su
ciones de autonomía de los mapuche, los cuales son vistos con desconfianza por
.- racismo de lado -porque el racisn~ofitialmente se termina convirtiendo casi en muchos cliilenos en la región.
una patología-, sí comienza a entender el tema de las demandas sociales y eso Hablar de alianzas podría no parecer congruente con las demandas de auto-
es lo que da pie para generar iin nuevo tipo de relaciones". Caniuqueo especiiló nomía. Sin embargo, casi todos los defensores de la autonomía con quienes liablé
que el descontento con la democracia neoliberal -junto con los significativos hicieron grandes esfuerzos para explicar que la autoiiomía y la autodeterminación
esfuerzos de las organizaciones mapuche para coiiiiitiicar el carácter colectivo no se referían a sacar a los chilenos fuera del pueblo.José Aiitiiiian explicó la po-
de sus demandas- podría llevar a los ciudadaiios mapuche y no mapuche, por sición de la CITEM: "Como Coordiiiacióii, no estamos diciendo que la gente de
igual, a considerar seriamente las propuestas de aiitoiiomía. En este sentido, con otra sangre sevaya. No. Nosotros queremos que hagan conciencia,...que se sientan
la generación de un sistema plagado de desigiialdad y de destrucción del medio habitantes de aqui, y que luchen junto con nosotros". Pedro Cayuqueo no veía a la
ambiente y el fracaso para facilitarle a iina gran parte de la población un nivel de autonomía como algo que pusiera en peligro la integridad del Estado chileno. Si
vida digno, los promotores del neoliberalismo pueden estar creando las coiidicioiies bien él pensaba que los inapuche tenían el derecho a coticebirse a sí mismos como
para que surjan los tipos de alianzas necesarias para que la aiitonomia se convierta una nación, él sentía que era importante que esta nación no fuera excluyente de los
en una verdadera posibilidad. chilenos.De hecho, desde el puiito de vista de Cayiiqueo, cualquiera que residía en
En mis entrevistas con las élites locales detecté algunas posibilidades de el territorio podía'bdquirir la condición cívica que le otorga vivir en ese territorio",
apoyo a la teoría de Caniuqueo. Si bien algunos veían la creciente influencia de de tal manera que "los que vivan aqui, en un eventual régimen {e autonomía, pue-
la agricultura empresarial y de las empresas forestales como inevitable e iticluso dan ser ciiidadanos mapuche2'sintener eti cuenta sus orígenes. El explicó: "<Desde
deseable, otros expresaron sii decepcióii con el modelo neoliberal de Chile. Ma- dónde construimos nación? <Cotistruiinos nación desde lo cultural y religioso?
nuel Borja, presidente de una asociación regional de agricultores, se refirió a los <Desdelo sanguíneo?<Ovamos u11poco más allá y construinios una nación desde
la coiicieiicia cívica de pertenecer a un colectivo?Yo adhiero a esto último y no con por encima de lo que parecía ser uiia igiioraiicia voluntaria (iréase tainbién Mesiiio
esta idea de una pureza sanguínea o racial o religiosa...M e parece muy interesante v Pileux 2003: Merino et n/. 2004).
el discurso de una nacióii rnapuche que invita también a los chilenos a ser parte de A lo Inrgu de iiii trabajo cle cniii110,ectciiili6 abiiii~l:iiitercieiiiplos (lile i,,i11
eUa. Un discurso que busque mapuchizar al otro y no excluirlo". Ca).uqueo confiaba dcsdr rl rrlnto niitico accrc:i ili"ciinndu iiii f.iiiiili:i viiio nqiií, iiu 1ial)ín ii.i(la"1iait:i
en que a muchos no mapuche les gustaría ser parte de esta nación. la incapacidad de los agentes y expendedores de boletos de autobús para deletrear
Del mismo modo, Kosamel Millainan 110 concebía la descolonizacióii y la los apellidos mapuche. Esto se ve en la opinión de una europea que se trasladó a
búsqueda de conocimiento autóctono de los que Iiabló anteriorniente como una Chile en la década de 1970,para quien uiia de las Iiuelgas de hambre era falsa (si
empresa aislacionista o purista. Sostuvo que la búsqueda de la autoiioinía nunca realineiite estaban iniiriendo de hambre, todos habrían muerto hace tiempo), y en
tendría éxito si no se contaba con el apoyo de muchas personas -mapudie y no la actitud deunasaiitiaguinacoiicertacio~iista,quiense negó a aceptar que estuviera
indígenas por igual, en Chile y a nivel transiiacioiial-. Por otra parte, segúii él; la teniendo lugar uiia violencia policial en las cotnunidadcs mapuclie -Íiah, Patricia,
autonomía podría requerir el aprovechamiento de la diversidad que existe entre los la policía y ¡a gente se emho~rachanjutitosen esas comunidades pequeíiai-, S;
mapuche,y reconocer que la diversidad,lejos de desunir a la gente, solo enriquecería ve en la ignorancia de una concejala conservadora, qiiieii antes de la ceremonia de
la lucha. En la medida en que están percibiendo y poniendo eii práctica una nueva Año Nuevo en una esciiela secundaria mapuche en Cautíii, le dijo a la machi que
forma de pertenencia tanto para los mapuche como para los chilenos, argentinos más tarde dirigiría la cereinonia, que debía ir a tomarse una foto con un grupo de
y otros que desceniinirse a ellos, las demandas inapuche por la antonoinía no son políticos para el periódico local porque "Usted también es parte". (La encargada del
un rechazo total a la ciudadanía, sino una revisión de su sustancia. departamento de educación niunicipal rápidamenteinterrumpió,"[Ella] es la iinás
Sin embargo, el reconocimiento de las potenciales coiitrihuciones de los importante!").También se evidencia en una mujer de izquierda que coiiocí en tina
inapuche que han trabajado para el Estado, el aceptar y dar aliento a la pleiia fiesta enTemiico, que pretendió desconocer los allanamientos en las comunidades,
participación de las iniijeres y la coiistruccióii de alianzas con los chilenos son preguntando con las cejas arqueadas,'<estoestá pasando ahora?'Esa ignorancia del
tres desafíos centrales que necesitarán ser asiimidos en las propuestas mapuche racismo sistémico eii curso es una priieba de liasta qué piinto los mapiiclie fueron
de autoiioinía para formar una verdadera alternativa a la ciudadanía democrática marginados en el sur de Chile y excluidos del imaginario del yo colectivo chileno.
neoliberal. Estos desafíos deben abordarse para convencer a un mayor número Las noriiias hegemónicas, así como el sentido común (en el sentido granisciaiio),
de personas de que abracen estas demandas a fin de qiie sean tomadas en serio construyeron la experiencia vivida mapiiche y siis demandas como iiiescriitables,
y también para demostrarles a los posihlcs simpatizantes que esta nueva forma ilegítimas o intrascendentes para la vida de los chilenos. Esto creó un contexto en
de pertenencia se refiere a la inclusióii y a la construcción de un futiiro colectivo el que la promoción de la interculturalidad era muy desafiante,especialmente una
sostenible. intercillturalidad basada en el respeto y la coniprensióii mutuas, más qiie la simple
inserción de algunos atributos ciiltiirales en los programas estatales.
Más de uno de los entrevistados mapuche seiíalaron la ironía de que, incliiso
a medida que los discriminaban en su vida cotidiana y se resistían a reconocer la
A pesar del reconocimietito general sobre que las relaciones han niejorado legitimidad de sus reclamos ancestrales, iiiuchos chilenos en la región -incluidos
con el tiempo, los entrevistadosmapuche sugirieron que la interculturalidad, en el los qiie trabajaban para el Estado, así como dueíios de ferreterías,comerciantes de
sentido de dos piieblos conviviciido en base al conociinieritoy respeto muhlos, 110 ganado y otros- en realidad subsistían gracias a la existencia de los inapuchc. Esto
existe actualmente en Chile. Coiiio personas mapuche, sentían que liabíaii vivido se debía a que las políticas y proyectos indígenas generaban uiia parte importante
de niaiiera intercultural -funcionando en dos sociedades que operan con lógicas del mercado para sus productos. Ellos dijeron que sin los recursos finaiiciei.os que
muy diferentes, aprendiendo los códigos culturales de la otra-. Insinuaron que recibía la región,viiiculados con las políticas indígenas, la región estaría deprimida y
eran los chilenos quienes necesitaban mostrar u11niayor respeto y apertura hacia muchos chilenos no tendrían trabajo. A pesar de esto, pocos chilenos asociaban los
los niapuche y su cultura. Incluso fuera de las élites locales, niiichos chilenos en beneficios derivados de la existencia de los mapuche con la necesidad de reconocer
La Araucanía continuaron negando la existencia e identidad mapuche, a menudo su condición de pueblo y su derecho a la autononiia.
Si bien el movimiento mapuche tiene un trabajo propio que hacer para liderazgo en torno a estos temas'. El Observato~ioCiudadano, anteriormente Ob-
fomentar coaliciones prodiictivas, esas coaliciones solo será11 posibles si más servatorio de los Derechos de los Pueblos Indígenas, caiiibió su iioinbre en parte
chilenos reconocen a los mapuche y alzan sus voces en defensa de los derechos para incorporai un enfoque de ciudadanía intercultural en su propósito de promover
indígenas. Algunos grupos de chilenos han manifestado su voluntad de promover los derechos indígenas. Su Cainpaña por los Derechoslndígenas e Interculturalidad
la interculturalidad desde la sociedad civil. Hacia el final de mi trabajo de campo en Chile, con el copatrocinio de Chile País Multicultural y financiado por Avina,
surgieron varias organizaciones en las que los mapiiche y los chilenos trabajaban fue particrilarmente notable. Inr.olucró la creación de anuncios visuales y anuncios
juntos en coaliciones multiétnicas plurinacionales explícitamente en busca de televisivos y radiofónicos destinados a interceder en los mensajes promovidos por el
objetivos comunes. Los miembros de estas organizaciones reflexionaban no solo Estado en el contexto del Bicentenario20107.La campaña se centró en cinco temas
sobre cómo vivir juntos, sino también acerca de lo que significa construir acti- relacionados con el reconocimiento: los indígenas fueron los primeros habitantes
vamente una comunidad intercultural. Aquí me refiero al trabajo de algunas de del territorio y sus derechos deben ser reconocidos; en Chile existe la diversidad
estas organizaciones, explorando la posibilidad de que la interculturalidad vaya lingüística; la diversidad cultural existe en Chile; los indígenas tienen derechos
más allá de los mandatos del Estado para incluir la diversidad en las políticas particulares a la participación política; y los indígenas tienen derechos particulares a
y programas, y que contribuya realmente a una transformación del sentido de participar en los procesos de desarrollo. Cada anuncio radial y televisivo terminaba
'\pertenencia" en Chile. con un mensaje sobre el Bicentenario,como por ejemplo p o r un Bicentenario con
Visiones en contienda sobre la interciilturalidad se refieren a ciiestiones meinoria"~"por un Bicentenario sin exclusión". Si bien el alcance de la campaña
sobre a quién se le permite ser u11 conocedor y qué conocimientos son aceptados se vio limitado por el fiiianciamiento,proporcio~ióuna importante voz alternativa
como válidos en la sociedad chilena actual. La interciilturalidad es un terreno con respecto al significado de la interculturalidad.
de lucha, íntimamente relacionado con formas de conocimiento en contienda Asistí a una reunión inicial de otra organización más informal, Pueblo Intercul-
y el poder para definir (ver también Boccara 2012). La institucionalización de tural (un seiidónimo),en el centro coinuiiitario de una pequeña ciudad. El encuentro
la interculturalidad en la política estatal puede ser una táctica para generar el tiivo lugar en la época de San Juan/& Tripantu. La idea de los organizadores era
consentimiento ycrear subjetividades inulticultiirales neoliberales. Sin embargo, reunir a un grupo diverso de gente que hablara acerca de lo que significaba este día
también puede crear espacios para legitimar formas de conocimiento mapiiche. para ellos y cómo lo celebraban con sus familias y, en el proceso, reunir a colonos,
Sugiero que una interculturalidad qiie hace esto último sería muy diferente de mapuclie y chilenos para hablar sobre cómo ellos podrían crear un sentido de co-
la versión promovida por la Concertación. Sería explícitamente antirracista, con munidad y de causa común. Si bien todos los asistentes fueron invitados a participar
lo cual me refiero a (en base a Hooker 2009,92) que no solo preservará O pro- en la discusión, hubo tres panelistas: un colono alemán y dos dirigentes mapuclie.
moverá la cultura, sino que incorporará activamente los derechos indígenas en El evento no fue nada parecido aun desastre,pero dejó clarolo que estaba enjuego
un esfuerzo poi superar "las desventajas reales y concretas que enfrentaron ..los para las diferentes partes al intentar un diálogo intercultural.
grupos culturales y raciales subordinados". Esta versión de la interculturalidad En la primera parte de la noche hubo un predominio de Manolo, un hombre
sería coiistruida por los mapiiche y los chilenos que busquen participar en la de mediana edad que se había mudado recientemente a la región desde Santiago.
"descolonización epistemológica' (Quijano 2007,177), construir un nuevo tipo Después de que los panelistas tomaron brevemente la palabra, Manolo preguntó de
de sociedad y transforinar el contenido de la pertenencia nacional-reconociendo manera agresiva a los mapuche presentes en el panel sobre la forma en la que propo-
su multiplicidad- desde abajo.
Entre las organizacioties creadas expresamente para promover el multicul-
turalismo en la región, se encuentran el Observatorio Ciudadano y una red de
ciudadanos llamado Chile País Multicultural. Esta última fue patrocinada por . , "
para fiiianiciara Avi~~a).
Sin embargo, el hecho de qiie Avina haya sido fruto de las ganirncias de la
Avina (una fundación creada por el empresario suizo Stephan Schmidheiny,dueíio industriade la madera,dieroii que pensar a algunxs personas ygrupos antes de aceptar su financiación.
de Forestal Milalemu, para apoyar el desarrollo humano sostenible), y promovió 7 Véasederechosindigenaseinter~111tUralidad.cl o nterialesp~od~udos p o r Campaiia por
el reconocimiento de la diversidad, las relaciones interculturales respetuosas y el los Derechos Indígenas y la Interculniralidad.
níaii que ellos y los chilenos podrían vivirjuntos,y agregó que los mapuche también eleiiientos inapuclie en los programas estatales,.era una prioridad menor para mu-
disuiminaban. Él dijo: 'Yo también nací acá. Yo también pertenezco a esta tierra y chos inapuche. Las reflexiones de los mapuche en este evento reiteraron de manera
la atno.Lloro ciiaiido escucho el himno nacional. Me siento bien cuando regreso de sistemática la forma en la que el Estado,Ias empresas y los chilenos estaban viola~ido
un viaje inter~iacio~ial~'Yo estaba fascinada por el retroceso de Manolo hacia uiia sus derechos y no los respetabaii. Su objetivo era ser reconocidos como un pueblo
versión de nacioiialismo con la que pocos mapuche se identifican.Miradas de reojo y distinto con los derechos que esto coiiileva. Para los rnapuche que asistieron a esta
desasosiego indicaban que estaba haciendo que otias personas se sintieran incóinodas. reunión, al parecer, el apoyo a iniciativas interculturales primero requeriría reconocer
Más tarde sugirió que los inapuche necesitaban cainbiar:"EUos tienen que organizarse que los diferentes actores que entran en esta relación intercultural tienen ti11poder
como nosotros. Es importante que los mapuche tengan apertura hacia nosotros". desigual. Ellos parecían sugerir que los esfuerzos interculturales exitosos asumirían
Como a menudo era el caso, para Manolo la interculturalidad no se trataba de una uiia posición explícita en contra del despojo y la discriminaciónvigentes y a favor
autorieflexión, sino de reflexionar sobre cóiiio los rnapuche debían ser diferentes. de los derechos indígenas. Estas medidas permitirían a los diferentes actores llegar
Finalmente, Esmeralda Marifil, una líder que yo conocía desde hacía años y a la mesa con mayor confianza y respeto mutuos.
ciiyo temperamento intenso e iinprevisibilidad eran ampliametite reconocidos, se Esta visión de la interciilturalidad no siempre se adapta fácilmente a los chi-
enojó. Ella le pidió a Manolo que la disculpara, pero que su pregunta acerca de lenos, incluso entre aquellos que son aliados de los mapiiche. En 1111 sentido prag-
cómo podríamos vivir juntos era estiipida. Aquí no hay respeto, dijo, y es por eso niático, a la larga, todos tendría11que aprender a vivir iiiterculturaln~ente,incluso
que la convivencia no es posible. Ante la mención de la falta de respeto, Manolo si los mapiiche alcanzan algún tipo de autonomía o cogohernanza. Sin embargo,
interrunipió: "Lo acabas de mostrar". Marifil continuó para explicar qué era ser por el moinento, el principal objetivo para iniichos inapuche es que sus derechos
irrespetada en todos los aspectos de su vida, cada día. Ella preguntó: '"¿Cómovoy sean reconocidos, aunque no hace falta decir que algunos de ellos trataban a los
a sentirme yo integrada si el gobierno no iiie tiene contemplada?".Manolo dijo chilenos sin respeto por su humanidad, al igual que muchos chilenos, el Estado y
que si la consolaba en algo,"estamos todos en la misma situación". A pesar de que las corporaciones trataban a los mapuche sin respeto por los siiyos, y en una escala
mi propia experiencia con Marifl me decía que podria ser volátil, me asombró la mucho inayor.
incapacidad de Manolo para escuchar lo que los inapuche estaban diciendo en Pero aun así, el hecho de que esa treintena de personas optaran por reunirse en
este evento y para reconocer que la experiencia de ellos no era idéntica a la suya. una noche Uiiviosa para hablar sobre cómo podrían canibiar las relaciones iiitercul-
Es interesante contrastar la perspectiva de Manolo con la de Gabriela Caiipaii, turales en su comuna, podría ser motivo de esperanza. Sin diida, me da esperanza,
una líder de un pueblo cercano,que le preguntó al colono alemán que estaba en el sobre todo en comparación con tristes fracasos para abordar los conflictos, tales
panel cuál sería su propuesta para que mapuche, chilenos y colonos pudieran vivir como los esfuerzos de una ONG europea para identificar "poteiiciales de la paz",
junto~."~Cómo hacemos que nos abran el espacio a los mapuche? (Cómo entramos que defiiiieroti coino personas dispuestas a acercarse al enemigo y generar solucioiies
en este juego de la intercultttralidad?", preguntó ella. Su pregunta, al igual qiie la a los conflictos. La mujer chilena que había dirigido el programa desde que se creó
declaración de Marifil, indicaba tina percepción presente entre algunos mapuclie a principios de la década de 2000, explicó que la policía y los terratenientes eran
acerca de que su identidad y sus derechos no recibían mucha consideración en la potenciales de paz, pero los mapuche -categóricaniente- no lo eran. A fines de
co~istrucció~ide políticas o en las visiones chilenas sobre la iiiterculturalidad.Más 1980,junto con una amiga, esta mujer creó un proyecto independiente para mejorar
bien,lo que parecía promoverse era la forma en la que los mapuche podía11paiecerse el tratamiento de los inquilinos, muchos de ellos mapiiche, quienes trabajaban eti
más a los chilenos. Caripan dijo que para estos, la interciilturalidad estaba asocia- futidos de la región. Después del regreso a la democracia, había trabajado en i i t i
da con el Estado, uiia maquinación política más que una meta del rnovimieiito. programa estatal de desarrollo indígena. Políticamente, ella se identificaba con la
Este evento dejó en claro que la interculturalidad, tal como era promovida por la Concertación. Por consiguiente, era chocante que el anilisis que hacía la derecha
Concertación en términos de llegar a conocerse entre sí y, tal vez, insertar algunos sobre los confictos le pareciera correcto. Ciiaiido le pregunté por qué los mapuclie
no eran también poteiiciales de paz, explicó que serlo requiere ponerse en el lugar
8 Le recuerdo 11 lector que las comiUas simples indican líneas recoiistiniid~sr partir de las notas del otro y los mapuche no estaban dispuestos a hacer eso (mientras que, en su
de campo. Las comillasdobles indican transcripciancs grabadas en audio o notas taquigráficas. totalidad, los dueños de fundos y la policía aparentemente sí lo estaban).
*,
. CAP~TULO1 AUTONOM~A,
INTERCULTURALIDAD Y UN FUTURO MAS INCLUSlVO 255

..
En su opinióii, había más discrirninacióii contra los dueños de fundos que ' . relacionadas. El Estado ha proinovido una versióii particular de identidad chilena
contra los mapuche. Además, dijo, la policía se sentía vulnerable y tenía niiedo ; que es más atomizadora que constructora de comunidad. Excluye a los mapuche,
cuando entraba a las comunidades. Ellos sentían que tenían que ser más delicados ,
pero muchos chilenos también se sienten excluidos o, por lo menos, no se sienten
y que debían tratar a los mapuche de manera diferente, y se preguntaban por qué. reflejados. La aprensión tantasveces reiterada por no haber sido tomados en cuenta,
Para ellos, el robo era el robo. Se preguntaban si el reconocimiento de los derechos indica algo iinportaiite sobre el carácter del Estado neoliberal. Esta aprensión, así
ancestrales significa que los crímenes no eran los mismos para todos. Ella agregó como ev~ntostalescomo el patrocinado por Pueblo Interculhiral, se ocnpati de
que los altos niveles de pobreza entre los inapuche significaban que, especialmente insistir en una identidad que desafía a la promovidapor el Estado-se trata de
entre los mayores de cincuenta y cinco años de edad, era difícil hablar de iinevas cómo nos imaginamos la comunidad y, como dijo alguna vez mi amigo Pancho,
ideas, y los jóvenes solo querían pelear. Yo estaba fascinada coii la forma en la que se trata de exigir una voz en 'como queremos que se vea esta cosa'. Finalmente,
su versión era tan opuesta a las explicaciones de los inapuche acerca de los con- sin embargo, es importante tener en cuenta lo difícii que va a ser la construcción
flictos -pero tales relatos tenían sentido en la mente de aquellos con privilegio de un fuhiro interculh~ral.<Quéhacemos, por ejemplo, coii el historiador local de
epistémico-. La ausencia de un análisis sobre cómo el poder moldea la realidad Malleco, un militar de carrera que nos dice que nunca hubo muchos inapuche en la
social en el discurso de esta mujer -y en el trabajo de la O N G de manera más zona, que no se derramó ni una gota de sangre y que, de hecho,los que estaban allí
general- era sorprendente. El poder para definir le permitió a la O N G categori- ayudaron con alegría a los chilenos ai'pacificarel territorio"?(Qué posibilidades de
zar a todos los mapuche como no potenciales para la paz, y mostraron muy poco interculturalidad existen cuando hay personas que creen en esa versión de la historia?
interés en analizar el papel que jugaron en las demandas mapuche el despojo y Me veo obligada a reflexionar sobre algunos de los dilemas que motivaron
la discriminación (comportamientos dificiilmente pacíficos) por parte del Estado, inicialmente este estudio. En 2003, después de haber centrado mi investigacióii
la policía y los dueíios de fundos. (Cómo se puede alcanzar la paz o el acuerdo en Chile durante cerca de cinco años, quise entender la política de la identidad
intercultural si todos los participantes en iin conflicto no son considerados actores racial de los chilenos. Quería entender esto porque nada en Chile tenía sentido en
potenciales en la creación de una solución? función de las ideologías raciales dominantes en el resto de Latinoaniérica. El mito
El evento Piieblo Intercultural sugirió, si bien de forma tentativa, que la gente del mestizaje no era hegemónico, tampoco lo era el mito de una nación blanca en
estaba buscando una manera diferente de pertenencia frente al iieoliberalismo. Como la misma línea de la Argentina blanca. Más bien, parecía que los chilenos simple-
dijo Andrés, un coorganizador del evento, "[Nuestra ciudad] es un conjunto de mente se negaban a mirar profundamente en su patrimonio individual y colectivo.
guetos que no llega a ser comunidad". Varias de las mujeres chilenas participantes Eran 'Chilenos nomis". Una parte de mí pensaba ingeniiametite que si los chilenos
buscaron un terreno común en su interés por temas de espiritualidad, medicina reconocieran sus raíces mapuche, en lugar de negarlas,la discriminacióncontra estos
natural y ambientalismo.Si bien la asociación de los indígenas con la espiritualidad se vería aliviada de alguna manera; sin embargo, en el transcurso de esta investi-
y la naturaleza es, por supuesto, problemática en su esencialismo, se nota, por lo gación, me vi confrontada con nuevas preguntas: <Por qué es importante que los
menos, cierta voluntad por parte de estas chilenas de ver valor en lo mapuche. Una chilenos reconozcan los aspectos de la identidad y la cultura indígena que han sido
de las mujeres lo resumió diciendo: "Todos queremos vivir mejor",que es tal vez la absorbidos como parte de lo "chileno"? (El reconocimiento de su herencia mapuche
forma más básica de sentido de comunalidad a partir delcualconstruir un proyecto los acercaría a respetar los derechos indígenas?Aliora sospecho que abogar que los
común que desafíe a la hegemonía neoliberal. chilenos reconozcan sus elementos mapuche, sin un claro énfasis coiicoiiiitaiite en
Haciaelfinal de la tarde,durante el evento Pueblo Interniltural,Marcela Navarro, el antirracismoy la legitimidad de los derechos iiidígetias, siinplemente se prestaría
quien trabajó para el Observatorio, sugirió que el recoiiocimiento del otro implica a una permanente negación de la diferericia mapuche (coiiio eri el argumento de
el ieconocimiento de sí mismo, y esto tiene que ver con la ciudadatiía y nuestra "todos somos inestizos") o una debilitamiento de sus reivindicaciones inapuche.
relación con un Estado que no nos toma en cuenta. Me preguntaba por qué esta Por su parte, el discurso intercultural hace poco para desafiar el contenido de
-
discusión. conio tantas otras en Chile, regresaba al Estado. ¿Por
. qué- el reflexionar la ciudadanía.Facilita entre los mapuche la generación del coiisentiniiento para el
sobre lo que somos conio pueblo y cómo tratamos a los "otros", nos exige reflexionar desarrollo neoliberal. No obstante, para proyectar una forma de pertenencia que
sobre nuestra relación con el Estado? Pero, por supuesto, ambas reflexiones están vaya más allá de las normas de exclusión de la ciudadanía, los inapuche necesitan
256 RICHARDS1 ~ C I S M OEL
PATRIC~A : MODELO CHILENO Y EL MU=UI.TURALISMO..

aliados chilenos -necesitan a los chilenos que también están insatisfechos con noinia son parte de iin proyecto colectivo de futuro. Los debates en torno al teiiia
la democracia chilena en su estado actual-. Esto por sí solo no es suficiente, sin de la cultura y la política que implican son en última instancia debates sobie la
embargo, y es aquí donde el concepto de interculturalidad puede ayudar al movi- forina de representar el yo colectivo como uii sujeto merecedor de derechos, antes
miento mapuche a construir alianzas. Esta versión de interculturalidad sería muy que como sujetos-ciudadanos cuyos derechos están deteriniiiados desde el exte-
diferente a aquella promovida por el Estado, que está dirigida a los inapiiche y no rior. En este setitido,la teorización mapoche sobre la autonoinía proyecta formas
al resto de la nación. Cuando el reconocimiento de los derechos de estos y el reco- de pertenencia que desafían el marco tradicional de ciudadanía. El hecho de que
nocimiento deldespojo y la discriminación no constituyen el punto de partida para la afirinación de estos derechos sea percibida coino iina amenaza a los intereses
las coaliciones interculturales,se perpetúa la desigualdad. Para facilitar las alianzas econóinicos, así como a la posición epistemológica que los sustenta, significa que
y contribuir a la traiisformación de la vida social en el sur de Chile, los chilenos esto será una lucha de largo plazo. Las propuestas de autoiioinía aquí presentadas
tendrían que reconocer las diferencias de poder históricas y contemporáneas, re- pueden parecer demasiado optiinistas para algunos, pero yo diría que el tiempo lo
conocer la legitimidad de los derechos indígenas y comprometerse explícitamente dirb. Si el moviiiiiento trata de dar mejor cabida a la participación de las mujeres,
con el antirracismo. así coino a los mapuche que trabajan en el Estado -las capacidades, la energía y
Tal como el antropólogo boliviano Xavier Albó señaló en el Congreso de la el conociinie~itode quienes solo pueden fortalece1 el movimiento- y construye
Red Latinoamericana de Antropología
. - Legal, - el afio 2006, el reconocimiento del coalicionescon los chilenos (lo que puede proporcionar los números necesarios para
aspecto 'i>lural"de la nación -el hecho de que existe legítimamente más de un obligar al Estado a reconocer la legitimidad de estos reclamos), algún dia podrá
pueblo dentro de las fronteras del Estado- necesariamente debe existir antes de Iograrse la meta de la autonomía en el territorio aiicestral mapuclie. El punto más
que la interculturalidad sea posible.Una vez escuché a Aucan Huilcanian, líder del importaiite es que estos reclamos repiesentan a un pueblo que se afirma a sí inisino
Consejo de 'Todas las Tierras, plantear en esencia lo misino: bajo condiciones en como pueblo, resistiendo a una histoiia de despojo colonial en todas sus formas,
las que se niega la existencia de los pueblos indígenas -lo que se refleja en lavida incluyendo la ciudadanía multicultiiral neoliberal.
interpersoiialy que se codifica como aiiseiicia del recoiiociiniento constitucional Ir
el recoiiocimiento legal de los derechos indígenas-, la verdadera interculturalidad
iio puede existir, Estoy sugiriendo que los ciiidadaiios chilenos que levantan sus
voces, no solo para expresar descontento con la democracia chilena, sino también
indignación por el racismo sistémico contra los mapuche, pueden contribuir a un
eventual reconocimiento sustantivo de los derechos indígenas. Esto podría incluir
el derecho a la aiitonoinia,lo que beneficiaría a los mapuche así coino a los ciuda-
danos chilenos de la región.

Los defensores de la autoiiomía mapuche reconocieron esta lucha como iiii


proyecto de largo plazo. Este se ha visto favorecido por el acceso a la educación (y
el hecho de que las personas con acceso a educación iio abandonaran estos recla-
mos) y a redes transnacionales.También se ve facilitada por las maneras en las que
la memoria sigue viva en la experiencia cotidiana de los niapuche. Por supuesto,
la memoria sigue viva en parte porque el despojo continúa bajo nuevas formas y
la deuda histórica no ha sido pagada. Al mismo tiempo, los reclanlos por la auto-
Capítulo VI1

Racismo sistémico, subjetividades y futuros compartidos

En marzo de2011,mientras estailabanviolentas protestas en Medio Oriente,el


presidente de los Estados Unidos, Barack Obama,visitaba Chile. "En un momento
en el que las personas alrededor del mundo están logrando su libertad", comentó,
"Chile nos muestra que una transición entre la dictadura y la democracia sí es
posible, incluso de una forma pacífica"("0bama en Chile 2011"). La fortaleza de
esta transición con frecuencia ha sido atribuida al modelo neoliberal instituido por
la dictadura,pero continuado por los gobiernos de la Concertación. E n este libro
he procurado polemizar con la acostumbrada asociación entre neoliberalisino y
fortaleza de la democracia,abordando las consecuencias que ha tenido el "modelo
chi1eno"para el piieblo inapuche. Las políticas adoptadas por la Conceitación no
significaron para los pueblos indígenas una mejora substantiva con relación a su
experiencia con la democracia. Por el contrario, a pesar del establecimiento de
algunas políticas miilticulturales y la promoción de la diversidad, para miichos
inapuche la democracia neoliberal chilena ha representado la perpetuación del
despojo colonial y del racismo estructural.
Desde la Pacificacióii, e incluso antes, las relaciones sociales en La Araucanía
estuvieron determinadas por jerarquías raciales y culturales. La persistencia de esta
situación durante los años de la dictadura y la Concertacióii plantea un dilema
fundamental relativo al contenido y el futuro de la democracia chilena. A modo
de epílogo,este capitiilo resume la situación post-2010 cuando Sebastián Piñera
asumió la presidencia del país. Después de resumir las principales contribuciones
del libro,pasaré a discutir brevemente dos posibles rutas para el cambio: continuar
con los reclamos de los derechos indígenas planteados eii foros internacionales
y formar coaliciones interculturales antirracistas.

En marzo de 2010, el candidato del Partido Reiiovacióri Nacional, Sebastiáii


Piñera, asumió la presidencia de la nación. Al ser Piñera el primer político de de-
recha en asumir este cargo desde que se reinstauró la democracia, cabe preguntarse
cuáles fueron los cambios impuestos por su gobierno en torno a las políticas indí-
.- gg.;:,
-"C.'
260
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~ 1 RACISMO: ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMOz
p M R l aRic~nnos .. VI1 1 RACISMO SIST~MICO,
CAP~TULO SUBJETIVIDADES Y FUTUROS COMPARTIDOS

genas. Diirante el primer año de su gobierno (iiiomento en el que se escribió este sobre los Derechos de los Pueblos Iiidígenas, la Coiiveiición Internacional sobre la
capítulo), todo parecía indicar que la agenda neoliberal miilticultural contiiiiiaría Eliminación de todas las Forinas de Discritnina'cióiiRacial, el Convenio 169 de la
con algunos cambios,principalmeiite en lo que correspoiide a la individualización OIS, o la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (Pantel2010).
de los reclamos indígenas y la ititeiisificación de los esfuerzos por integrar a los Todo esto hace pensar qiie el gobierno de Piñera planeó continuar ignorando las
indígenas a la economía de libre mercado. normas iiiteriiacionalesrelacionadas con los derechos indígenas.
Los materiales de la campaña electoral de Piñera exhibieron dos tendencias Además,el Programa de Gobierno sugería una política indígena iiidividualizante
concomitantes. Por un lado, expresaban la intención de Piñera de inaiiteiier el y orientada hacia la producción (Pantel2010). La afirmación de que las políticas de
comproiniso de la Coiicertacióii de promover el multiculhiralismo; por otro, estos la Coiicertacióii "amarran"a la población indígeiia a la tierra, es un eco de las narra-
materiales reflejaron ecos de ciertas actitudes mostradas por algunas de las élites lo- ciones de las élites locales recapidadas en esta investigación,y la decisión de subsidiar
cales en el curso de mi investigacióii. Coino ejemplo de la primera tendencia, está la a individuos que reclaman tierras, pero no a las coiiiuiiidades, es una seiial del intento
sección de su Prograinade Gobieriio relativa a los pueblos indígenas,apropiadamente de eliminar de la discusión los derechos colectivos.Los primeros indicios hacían creer
subtitulada "El valor de la inulticultnralidad" (Piñera 2009). En la primera línea que Piñera se mantendría fiel a la promesa de dejar de poner énfasis en las demandas
piiede leerse: "Uno de los gandes activos del país es sil riqueza niulticultural a la que por la tierra. En 2010, el gobierno no gastó todo el presupuesto asignado al fondo de
contrib~i~en iiuestros pueblos originarios". El documento critica a la Coiicertació~i tierras,lo cual dejó irresueltas las demandas de 115 comiinidades que habían sido prio-
por i~n~lementar~políticas que "no han sido eficaces en aprovecliar este poteiiciai, rizadas por el gobierno de Bachelet para la restihlcióli de tierras (Acción e! a(. 2010).
resaltando que las políticas no crearon un contexto en el cnal la población indígeiia Es más, no fue muy auspicioso el hecho de qiie uno de los primeros pasos de
pudiera Participar de las oportunidades que brinda el desarrollo ecoiiómico y a la Piñera frente a La Araucanía fi~eranoiiibrar a Andrés Molina como intendente
vez inatitener su identidad y cultura". El documento aduce qiie las políticas de la de la región. Molina contaba entre sus credeiiciales profesionales el haber ocupado
Concertacitjn frieron excesivamente"ruralizantes'>, pues atan la identidad y la ciiltura cargos en dos empresas madereras. Además,fiie un importante relxesetitaiite einpre-
de los pueblos indígenas a la tierra. En estos materiales de campaiia,Piñerapropoiiía sarial en la región al haber ocupado el cargo de presidente regional de la CORMA
eliniiiiar esas prácticas, dando a entender que su gobierno no se elfocaría en la res- (Corporación Cliileiia de la Madera), así como el de director y presidente de la
titiicióii de la tierra, suprimiría aspectos de la política de tierras que considera como Corparaiicanía (Corporación para el Desarrollo Productivo de La Araiicanía). Su
incentivos a la violencia, privilegiaría si~bsidiosa nivel individual en vez de coiniinal designación fue interpretada como una señal de qiie el gobieriio de Piñera privilegiaría
y uearía oportunidades de acceso a los niercados. los intereses del sector privado por encima de los derechos indígenas en la región.
En un sentido, el programa de Piñera sugería que se ha dado por hecho iin En su primer mensaje a la iiacióii. el 21 de mayo de 2010, Pifiera utilizó nueva-
coinpromiso discursivo con el mdticuihiraiismo. Sin embargo, el docunieiito tain- mente iina retórica paternalista: "Nuestros piieblos originarios son parte integral de
bién reproduce la antigua tendencia condescendientecon los indígenas, tal coino se Chile". Anunció dos líneas programáticas mediante las cuales su gohieriio lograría
puedeapreciar,por ejemplo,cuando se hace refereiicia a"nnestroS"pi~eb1osindígeiias. un coniproniisocon el pueblo mapuche. La primera seríaun"Reeiicueiitro Histórico
Además, sil compromiso con el multiculturalismo es muy tenue; se disciite eii térrni- con el pueblo tnapuche"; dentro de esta categoría se iiicliiiría la aprobación del reco-
nos de "desarrollo con identidad", lo cual refleja algunos aspectos de las demandas nociniiento cotistitticioiial,la niodificacióii de CONADI para crear "una verdadera
mapuche del niomento en el qne Chie volvió a la democracia, pero no atiende las Agencia de Desarrollo Itidígena"(cuyasimplicancias eran inciertas), y la reforma de
reivindicacionesmás sustantivasque atañen a derechos culturales colectivosy políticos la poiítica de tierras para incliiir capacitación, asistencia técnica y "asociatividad".
que llegaron a ser ampliamente difundidos en el movimiento en la época que hice ]ni Como 1111guifio a las élites locales, Piiiera dijo que su gobierno rnanteiidría iiiia po-
trabajo de campo.De hecho, la palabra"derechosnno aparece nunca en las seccioiies sición clara en contra de la violencia 'ilue grupos rniiioritai.jos promneven entre las
del docuinento que tratan acerca de los pueblos itidígenas.Tampoco se menciona el comiinidades y territorios itidígeiias", manteniendo de esta forma la dicotomia entre
cumplimientopor parte delgobierno cbiietio de las recomendacioiiesy requerimientos indígenas buenos y malos, un aspecto prominente del niulticulturalismo neoliberal.
hechos por diversos organismos, observadores y documentos de las NacionesUnidas La segunda línea programática aiiriiiciada en este primer discurso de Pifiera
y delos que Chile es signatario, tales como las recoinendaciones del Relator Especial consistió en el llamado "Plan Araiicanía". Este fiie propuesto inicialmente en 2009,
RICHARDS1 RACISMO: E ?MODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISM&
PATRICIA ' '
m1 1 RACISMO SISTÉMICO,
CAPITULO
262
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SUBJETIVIDADES Y FUTUROS COMPARTIDOS 263

antes de que Piñera asumiera la presidencia, como iin proyecto para revertir el rezago privados de la región tengan acceso a esas tierras por medio de convenios de
económico de la región. En su formulación participó nn grupo de expertos en nego- alquiler n otros tipos de "asociación". Otras personas, como el senador Eugenio
cios, directores de universidades, además de algunos representantes de asociaciones Tuma,observaron qiie poner sobre la mesa todas esas afirmaciones era niia forma
mapuche. Piñera adoptó este Plan como suyo y anunció los detalles en 2010. En este de prepara la eliminación total del fondo de tierras; Por su parte, José Aylwin,
Plan se deja constancia de que La Araucanía tiene elPIB per cápita más bajo del país, codirector del Observatorio Ciudadano, sugirió que en vez de propiciar la mejora
así wmo los niveles más bajos de ingresos, y las tasas más altas de pobreza y analfabe- de las políticas, el tenor del Plan se concentra en lo que habría que hacer con
tismo (especialmente entre los niapuche), y una casi inexistente inversión extranjera. la tierra que los mapuche supuestamente han abandonado, 1111eco de los dichos
El Plan Araucanía aspiua a hacer de esta región una de las siete más competitivas de lasélites analizados en este libro acerca del no merecimiento de los mapuche
del país para el 2022, al tiempo que se promete "armoiiizar""la productividad con (todos en Abrigo 2010). En este sentido, las preocupacio~iesdel gobierno de Pi-
el reconoci~nientode la realidad cultural de la región" (Gobierno de Chile 2010 ñera por la productividad no están muy alejadas de la vieja narrativa del "ciiiturón
3). E n el Plan se señala que estos objetivos podrán lograrse en parte por medio suicidc, tan común en la región. No obstante, como se puede notar en el disciirso
de la descentralización, de manera que la regiones y las mu~iici~alidades serán las del 21de mayo, Aylwin (2010) también observa que el gobierno de Piñera estaba
responsables de la implementación de aquellos aspectos qne "puedan hacer mejor" manteniendo y, en algunos casos, profundizando algunas políticas sociales de la
que el gobierno central (p. 25). Los objetivos de este Plan giran en torno a cinco Concertación,incluyendo políticas indígenas, al igual que sus políticas económicas.
ejes: "situación indígena", edncación, saliid, economía y desarrollo prodiictivo, e De hecho, en ese disciirso, Piñera aseguró que sería tina prioridad el poner fin a las
infraestructura. Los objetivos que atañen directamente a los pueblos indígenas, "desigualdades excesivas", así coino desarrollar "una economía libre, competitiva
'algunos de los cuales habían sido mencionados en el discurso del 21 de mayo de y abierta al mundo", basada en la exportación de materias primas.
"2010, incluyen: uiiXreencuentrocon el pueblo mapuche, ara] recuperar las confian- A pesar de que Piíiera no se había referido explícitainentea ninguno de los dere-
'zas 1, poner en valor su cnltura"; la creación de canales de participación y consulta, chos del pueblo mapuche, ni en el discurso del 21 de mayo ni en su agenda electoral,
"facilitando la implementación del Convenio 169 de la OIT; la regularización de durante su gobierno sevio forzado a confrontar el tema de diversas maneras. La falta de
' los títulos de propiedad, lograr que las tierras transferidas a los mapuche sean más justicia implicada en laley antiterrorista dio lugar a otra huelga de hambre en 2010,la
habitables al proveer, entre otras mejoras, acceso a agua potable, vivienda, electri- cual fue Uevada a cabo por 34 prisioneros mapuche y duró casi tres meses. Elgobierno
cidad y construcción de cercas; garantizar la seguridad alimeiitaria; la creación de de Piñera se desentendió de la hiielga a pesar de que estaba teniendo Ingar al mismo
'alianzas comerciales" entre pequeños productores y comerciantes que demanden tiempo en que un número similar de mineros estaban siendo rescatados, con muclia
sus productos; la creación de programas para inicroempresarios; el fortalecimieiito fanfarria, en el norte del país. Hacia el final de la huelga, con la presión de la Iglesia
de la educación con coiitenidos y en lengua mapuche; la incorpor;rción de la edu- católica y otros, el gobierno inició negociaciones con los huelguistas prometiendo
cación intercultural en al menos un 45 por ciento de las escuelas de la región; y recalificar las causas de violaciones de la ley aiititerrorista como violaciones al Código
el mejoramiento de los centros de salud interculturales.En conjunto, el Plan luce Penal. A pesar de que esta promesa fue cumplida en algunos casos, en otros nuevos
como el epítome del multiculh~ralismoneoliberal. casos los mapuche siguieron siendo juzgados bajo la ley antiterrorista.A finales de
El Plan Araucanía, así como el discurso del 21 de mayo, suscitaron fueites 2010,40 personas continuaban privadas de libertad bajo la ley antiterrorista, ya sea
criticas. Los autores del Plan aseguran que más de 70.000 hectáreas transferidas en prisión preventiva, cumpliendo sentencia o bajo arresto domiciliario'.
por la CONADI a comunidades e individnos mapucbe eran "comercialmente
improdu~tivas"~ que más del 85 por ciento carecía de acceso a agua para el riego
de cultivos o para uso humano. E n resumidas cuentas, a través de este Plan, el
gobierno de Piñera acnsó a la CONADI de entregar tierras sin valor productivo. apoyo del FBI para investigar si las orgagaliizaciones mapuche teniati relacioties cati las FARC, ETA,
Domingo Namuncura, un director de la CONADI duraiite el gobierno de Frei, asi como otra organizaciones terroristas. El que Chile buscara apoyo del FBI iio es ninguna sorpre-
observa que esta acusacióii es un cuestionamiento velado a la Ley Indígena, y que sa, esto ya sc sabía a través de los documentos del Depanamenm de Estado cstadoi~iudeiise,conio
el enfocarse en "alianzas comerciales" es una estrategia oculta para que intereses se mencionó en el cspinilo 4. Sin embargo, los documentos también miiestran que el embajador
Un caso iniportante, que ejemplifica la actihid del gobierno de Piñera con re- . y en la Declaración de las Naciones Unidas. Hacia el final del gobierno de Bachelet,
lación a los cargos de terrorismo, Uegó a sentencia en Cañete, Región del Biobío, en se aprobó elKDecretoSiipremo 124"con el fin de establecer la consulta y la partici-
2011. E1 dictamen fue esperadocon expectativa,pues seria un indicador de si el nuevo pación delos piieblos indígenas en las decisioiies guberiiamentales que les afectaraii.
gobierno mantendría su palabra después de la resolución de la huelga de hambre. En Si11embargo,según el Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile (INDH),
febrero de ese año,Ia corte absolvió a catorce inapuche acusados de "incendio terro- una agencia estatal autónoma creada en 2009, este decreto no resulta adecuado para
rista". Estableció qiie cuatro de ellos, incluyendo a Iléctor Llaih11,uno de los líderes cumplir esos requerimientos (eiiToledo 2011).Irónicamente,el decreto en si inisnio
de la Coordinadora Arauko-Mdeko (CAM), así como otros tres miembros de esta no fue resultado de uiia consulta; más aún, en este se restriiigen lostemas sobre los
organización, fueran declarados culpables de atacar al fiscal Mario Elgueta en el año cuales se puede realizar consultas, le da al gobierno un poder de toma de decisiones
2008, pero se eliminó la calificación "terroristá'eii ese crimen ("Tribunal de Cañete" sobre lo qiié implicará la consulta, establece tiempos niiiy limitados para llevar a
2011). La sentencia se realizó un mes después: Llaitul fue sentenciado a 25 años de cabo la coiisulta y se excluyen explícitaineiite los proyectos de inversión (como los
prisión; las otras tres personas a 20 años cada una. Estas han sido las sentencias más megaproyectosde hidroeléctricas,la industria forestal o la agriciiltiira). No obstante,
largas aplicadas en el contexto de los conflictos. Si bien el gobienio había pedido en marzo de 2011, cuando el gobierno de Piñera anuiició un "proceso histórico"
que las sentencias fiieran recalificadas, esto solo ocurrió al finalizar el juicio, luego de consulta, presumiblemente como parte de su "reencueiltro" con los mapuche, se
de que los privilegios acordados para los acusadores de acuerdo a la ley antiterrorista especificó que este proceso se basaría en el Decreto 124 (Toledo 2011).
(testigossecretos, interceptación de llamadas, etc.) fueron usados durante todo el En la esfera judicial ha habido decisiones en las Cortes de Apelaciones en el
proceso ("Justicia Chiiena"2011). Es decir, en el mejor de los casos, la recalificación siir que han beneficiado a los mapuche, recoiiocieiido sus derechos, con frecuencia
de los cargos solo tnvo efectos simbólicos, pues toda la causa, iiicluida la sentencia,ya en referencia al Convenio 169 de la OIT, aunque luego la Corte Suprema revocó
había sido procesada según la ley antiterrorista.Más aún, se dejó en claro que penas muchas de esas decisiones (Acción et al. 2010). Sin embargo, eii un caso, en enero
severas -las más duras aplicadas hasta entonces- pudieroii haberse dictaminado de 2011,la Corte confirinóla sentencia de apelación contra la Comisión Regional
aun si los cargos no calificaran como actos de terrorisnio.La Corte Suprema inodicó de Medio Ambiente (COREMA) por instalación ilegal y arbitraria de u11vertedero
posteriorinente las acusacionesy redujo las sentencias a quince años para Llaitul y a cerca de coniunidades mapiiche en la Región de Los Ríos. La Corte de Apelaciones
ocho años para las otras tres personas; sin embargo, las seiitencias siguieroii siendo dictamilió que la instalación se hizo sin consi~ltarcon las comunidades o verificar
largas en comparación con otras (Suprema Rebaja ...2011). su consentimiento informado, violando así leyes ambientales chilenas así como el
Más allá del uso de la legislación antiterrorista para criminalizar las demandas Convenio 169 de la OIT (Vargas 2011).
mapuche, el Estado contiiioó sin cumplir con las obligaciones del Convenio 169 de En general, el gobierno de Piñera parecía haber escogido la ruta general de la
la 0IT.Por ejeinp10,a pesar de que Piñeradijo qiie en su gobieriio se priorizaría el Concertación a la vez que dejaba de poner énfasis,tanto como le fue posible, en las
reconociiniento constitucional de los pueblos indígenas, la propuesta enviada por demandas por tierras y el concepto de derechos, dando uiia importancia sustantiva,
el Poder Ejeciitivo fue muy similar a la iniciada por los senadores de derecha el en cambiq a una economía basada en la qortacióri y el rol del sector privado en
año 2009, al afirmar que la nación chilena es 'una, indivisible y multicultural".La la región2.A pesar de este cambio, entonces, siguió vigeiite el niulticnlturalismo
insistencia en la singularidad e indivisibilidaddemuestran la continua aprensión para neoliberal como proyecto racial en Chile.
reconocer a los pueblos indígenas como pueblos, en tanto suponeii una amenaza a
la integridad de la nación. Es más, en el proceso de escribir ese proyecto, como eii 2 Las pmtestas sociales tan1hié11semultiplica1of1durante e I g o b i e ~ ~ ~ o d e P i f i pattictnlara
era trav&
muchos otros, no se incluyó ningún tipo de consiilta previa a los pueblos indígenas. del movimiento estudiantil (situaúóii que se inició diiratite el gobienio de Bachelet), asi como del
De hecho, la consulta y la participación representan una segunda área en la cual nioviniientoen contra de la constniccióiide represas hidroeléctricaseii el extremo siir de Chile. Estas
protestas detiiosti;lroi~IIO solo el descolitento ge~ieralizadocon la demouacia chileiia, si110también
el Estado ha desconocido los requerimientos fijados en el Convenio 169 de la OIT una renovadavaluiitaddeparte delEstado deiisar la vialenciaai coiitra de siis ciiidadanos.Paiiclio,ii~i
- chilenoquc Iirce tiempo apoya al movimiento niapuche,observó:"Lopositivoes qlie lageiite [chilena]
de Estados Unidos, Paul Simoiis, fiie categórico en sii rediazo a la idea qiie de los mapuche hieran ya no cree que [las quejas de los mapiiche accrcs de la \iolencia del Estado] sean exageraciones,sino
terroristas (Gallego-Diai 2010). que han podido ver a carabineros haciendo uso de sil rnoterial a plena luz del día y por TV".
Las políticas y discursos que coniponen la versión chilena del multicultura-
lismo neoliberal representan un desplazamiento en el proyecto racial, previamente
En este libro he demostrado que las políticas y discursos multiculturales que ejemplificado por el colonialismo y la guerra, y luego por la elisión general de los
surgieron como respuesta a los conflictos sobre recursos y derechos indígenas en el indígenas y la continua apropiación de siis tierras. Como se observó en el capítulo
sur de Chile, implican una revisión del proyecto racial (es decir, de las desigualdades 1, Omi y Winant (199456) definen un "proyecto racial"como el "esfuerzo para
raciales y culturales incorporadas en la construcción del Estado), así como también reorganizar y redistribuir los recursos segiin divisiones raciales", junto con una
iin esfuerzo por crear ciertos tipos de sujetos-ciiidadanos.De varias maneras,dife- "interpretación, representación o explicación de las dinámicas raciales". Cada uno
rentes grupos de personas acomodan, rechazan o resisten los esfuerzos del Estado de estos aspectos del proyecto racial pueden verse operando en el sur chileno. En
para crear ciudadanos que consientan los objetivos planteados por este mismo términos de organizaciónvdistribución de los recursos.el multiculturaiismo nenliheral
~ ..... .~...
~~

Estado. Estas actitudes y acciones locales so11esenciales para entender las conse- en Chile Ii~bilitael uju del territorio aiiccstral iiiapiiche para rl ciiriqiieciiiiieiitu
cuencias de ese proyecto racial. A partir de esos hallazgos generales,en este trabajo dr 6lites y corporncioiies eii Ih ecoiioiiiin global. Al iiiisiiiu ticnipo, Ins Jiii.iniicas
he hecho cinco contribucioiies analíticas interrelacionadas. Primero, la forma y el raciales son explicadas por el multiculturalismo neoliberal a través de la creación
contenido del multiculturalismoneoliberal dependen del contexto nacional y local. d i dos l~usicinilesde sujero para los iinpiirlie,qoe reflvjiin las caategori;ij definid,is
Segiindo, la opresión racial y el sistema económico se coiistitu)ren miitoainente, y 1")s 11dc (2002,2006): el iialio ~>criiiirido v rl terruri\r~.El ciiiibio vroclucido en 11
las demandas-indígenas responden a esa realidad.Tercero, lo estruchlral y lo sub- forma en la qiie las compretisio~esracialehueron incorporadaspor el ~ s t a d no o ha
jetivo son cruciales para analizar las luchas por los derechos y los recursos. Cuarto, sido una seíial de la erradicación del racismo sistémico,por el contrario, en muchos
la memoria, la violencia simbólica y el privilegio epistemológico juegan papeles aspectos lo ha reforzado.Así, las emigraciones, la expropiación, la degradación de
..centralesen el manteniiiiieiito del racismo sistémico y el colonialismo.Quinto, los acuíferos y nutrientes, la falta de control sobre los recursos naturales, la ausencia
,-esfuerzospara construir ciertos tipos de sujetos-ciudadanos desde arriba tienden a de consulta previa en decisiones que los afectan directamente y la crimiiialización
iser respondidos desde abajo por grupos de personas que luchan por hacer valer su de sus demandas: estas son las consecuencias que ha sufrido el pueblo mapuche
:derecho a ser sujetos que se construyen a sí misinos. Juntas, estas coiitribiiciones gracias al 'inodelo cliileno".
señalan una necesidad crítica de encontrar alternativas más auténticas e inclusivas La revisión de las perspectivas de las élites locales, así como las de algunos
que la ciudadanía neoliberal democrática. funcionarios estatales, nos demuestra que el avance hacia el multicultiiralismo
El "modelo chileno implicó la construcción de una economía basada en gran neoliberal, en tanto proyecto racial, es inultifacético y, en ocasiones, debatible.
medida en la exportación de materias primas y productos agrícolas. En La Arauca~iía, Si bien las élites locales adoptaron con facilidad la noción de los mapuche como
este modelo está represeiitado por la indu~triamaderera~ los proyectos de desarrollo terroristas, rara vez colicedieron legitiniidad al multiculturalismo promovido por
que crean infraestructura -como caininos,represashidroeléctricas y aeropuertos- la Concertación, ni aun en sir versión mis diluida. En cambio, estas élites conti-
con el objetivo de facilitar la economía de exportación. Estas iniciativas han tenido nuaron afirmando la inferioridad cultural de los mapuche, acusando a la pobreza
efectos desastrosos en las comunidades mapiiche, pues conllevan la apropiación de como causa de siis problemas y planteando la integración como solución (lo que
sus tierras y recnrsos para el eiiriqueciiniento de terceros, además de contribuir a la para muchos de ellos significaba la disolución étnica). La intransigeticia de estas
aparición de conflictos que se intensificarondiirante los gobiernosdela Coiicertación. actitudes como parte del imaginario social regional refleja tanto un arraigado
La respuesta de la Concertación a los conAictos reflejó el discurso transnacional del racismo, así como los esfuerzos de las élites por preservar lo que consideran que
miiiticuih~raiismoneoliberal,pero también estuvo condicionado por sus propias metas son sus intereses. La tenacidad de las élites para resistir al multiculturalismo y a
en la economía global, las demandas de la población mapuche y las particularidades los reclainos de los mapuche por derechos colectivos, ha tenido implicancias im-
de la historia chilena. Por un lado, la Concertación creó programas y políticas que portantes para la posible transformación de las relaciones raciales y étnicas. Así
respondieron positivamente a las demandas mapuche relativas al desarrollo o la como los disciirsos nacionales y transnacionales moldea11 la toma de decisiones
diversidad; por el otro, penalizó severamente las accioiies mapuche qiie favorecían políticas, las narrativas de las élites locales estuvieron fuertemente arraigadas en
los principios de autonomía, autogobierno y control territorial. una historia de despojo económico y político, que es parte integral del racismo
268 PATRICIA
lt~cn~nos
( RACISMO:ELMODELO CHILENO Y EL MOLTICULTURALISM+ VI1 1 ~ C I S M OSISTÉMICO,
CAP~TULO SUBJETIVIDADES Y EUTUROS COMPARTIDOS
--- --269

sistémico. En este sentido, estas narrativas cumplen con roles contradictorios: el La relativa ausencia de descentralización, una característica común de las
rechaw por parte de las élites locales, a incluso, las formas más superficiales de reformas iieoliberales de otros países, también contribuyó a estas liinitaciones.
reconocimiento ameiiaza con socavar el proyecto multicultural neoliberal del Es- Es más, los conflictos han ayudado a la aceptación de los aspectos punitivos del
tado, pero siis llamados para que la lucha mapuche sea crimiiializada y sil negativa niulticulturalisino neoliberal y una constriicciónparticularinetitedrástica del "indio
a reconocer los derechos indígeiias en un sentido más material y significativ0,han insurrecto" como terrorista (una posición de sujeto facilitada por la herencia de
facilitado en realidad un sustento para los objetivos neoliberales del Estado. Al la dictadura). Así, si bien en otras partes de la región los moviinientos indígenas
examinar las creeiicias y actitudes eii La Araiicania se evidencia que el racismo podrían estar dirigiendo la mirada hacia adentro o viendo más allá del reconoci-
es producido y reforzado no solo de una manera vertical, sino también mediante miento para enfocarse en reclamos materiales (Burguete 2008; NACLA 2010),
creencias e interacciones cotidianas. y, aunque, el reconocimiento tal como está hace poco por desafiar las relaciones
Desde un punto de vista analítico,los resultados aquí presentados demuestran sociales suhyaceiites en cualquier país de la región (Hale 2006; Postero 2007), los
que,apesar de ser un proyecto traiisnacional,el perfil especifico del multiculturalisnio mapuche en Chile todavía entretejen eii graii medida estos dos tipos de demandas,
neoliberal depende de factores contexniales a nivel nacional y local (ver también a enfrentados como están a un espectro extraordinariamente limitado de lo que es
Boccaa2012 acerca de este punto). De hecho,el caso chileno supone un contraste considerado cotiio iin comportainiento"permisible"y a una represión cada vez más
frente a la represeiitación del miilticiilturalismo neoliberal en otras partes de la intensa frentea las demandas por sus dereclios.
región (e. g. Andolina, Radcliffe y Laurie 2005; Assies, Ramírez y Ventura Patiño No debería sorprender que "el contexto importan. Segiiramente hay dife-
2006; Hale 2006; Hooker 2009; Horton 2006; Postero 2007; diversas contribucio~ies rencias con otros casos de la región y, a pesar de las particularidades del caso, el
en Leyva, Biirgi~etey Speed 2008). En muchas otras partes de Latinoamérica las multiculturalisnio neoliberal es, coiiio sostengo, el proyecto racial que ha venido
políticas multiculnirales,iiicluyeiidoel reconocimiento cotistitucio~ial,laaprobación a acompaíiar y facilitar el fuiicioiiamiento del "modelo chileno". Sin embargo,
del Convenio 169 de la OIT, la educación y salud interculturales, la participación estar atento al contexto particular significa reconocer que, a pesar de sus compo-
y la consulta, y en algunos casos la autoiiomia liiiiitada y los derechos colectivos a nentes y conslsteiicias tratisnacioiiales, el muiticui~ra~islno neoliberal depende
la tierra, estuvieron presentes en las reformas tieoliberales de las décadas de 1980 de las particularidades locales para poder ser efectivo. El prestar atención a estas
y 1990. Sin embargo, Chile se mantuvo rezagado en la iinplementación incluso de especificidades nos permite evitar la reificación del iniilticulturalisnio neoliberal.
un reconociiniento meramente simbólico. Esto se debió, en parte, a que en Cliile También se pone eii evidencia que los aspectos transnacioiiales del discurso no
el neoliberalismo fue impuesto mucho antes, durante la dictadura de Pinochet, y sobredeterininaii las relaciones entre el Estado y los ciudadanos a nivel local, y
esta imposición dependió meiios del consentiniiento activo de la población. NO sugiere que los Estados-naciones (y no solo el capital traiisnacional) continúan
obstante, la reticencia al reconociiniento tainbiéii estimo relacionada con otros siendo importantes para entender el racismo sistémico en el mundo contemporáneo.
factores históricos, incluida la existencia de larga data de la frontera entre el Las coucliisiones a las que he llegado destacan taiiibién la manera eii la que
territorio chileno y mapoche, la comprensión de la identidad racial eii términos se entrelazan los intereses econóniicos y la inequidad racial. Esto es visible a nivel
dicotómicos, y la supresión de la presencia indígena a favor de la dase social coiiio de Estado, considerando qiie las políticas neoliberales eii La Araucatiía fueron
un marcador de distinciones sociales. La confliieiicia de estos factores lia llevado a construidas en base al despojo qiie se inició en el asalto coloiiial original, y dado
que por mucho tiempo los gobiernos de la Concertacióii favorecieran u11modelo que la respuesta del Estado a las objeciones de los inapuche a esta realidad fue la
asiniilacionista que presentó los asuntos iiidigeiias como causados únicamente por de calificar a este pueblo como terrorista. Esto es igualmente evidente a nivel de
la pobreza. Estos factores tanibiéiimoldearonlasactitiides de la sociedad civil hacia las subjetividadeslocales, eii las que se observa cóino las élites resisten el multicul-
el pueblo mapuche. Es más, toda vez que la Concertación aceptó el reconocimieiito, tiiralismo para evitar el recuento de las iiiequidades estructiirales de las que se han
lo hiw con renuencia -la diversidad podría reconocerse, pero las oportunidades venido beneficiando a expensas de los inapuche. Quiero enfatizar,sin embargo, que
para la participncióci, la consulta y la aiitonomía fueron drásticamente limitadas no es suficiente argumentar que las ideologías raciales son usadas para jiistificar el
en comparación con casos como los de Bolivia y Nicaragua, por muy imperfectos sistema socjoeconómico vigente. Mas bien, la opresióii racial y el sistema ecoiió-
que estos puedan ser- (Hooker 2009; Postero 2007). mico se constituyen miituainente. Es decir, las ideologías racistas son empleadas
para legitimar la forma en la que opera el sistema económico a expensas de gru- derechos pero no de otros,si en Chile de alguna manera este proyecto fracasa, no es
pos particulares, perpetuaiido así la relación colonial. Al mismo tiempo, el propio solo porque estas políticas no se comprometan con la redistribución socioeconómica
sistema económico crea y perpetúa categorías de diferencia racial. Estos vínculos o con reclamos más importantes relativos a derechos colectivos, sino debido también
se ponen de manifiesto en los discursos y prácticas transnacionales, tiacionales y a la resistencia que hay eii la región a incorporar en las prácticas cotidianas incluso
locales, y contribuyen a mantener b grave situación en La Araucanía. Así como el los principios más simbólicosde la interculturalidad. Las intenciones del Estado
racismo y el sistema económico están entrelazados,las demandas mapuclie a travé.s central son, por cierto,limitadas,pero el arraigado racismo a nivel local es un factor
de los años hall combinado el reconocimiento de sus derechos ancestrales con la importante que incide en la falta de reconocimieiito de los derechos indígenas, lo
redistribución del poder y los recursos. cual, como en el caso de los cargos de terrorismo, algunas veces le facilita al Estado
Esas demandas reflejan las luchas por los recursos y derechos en La Araiicanía, una excusa adecuada para limitar el alcance del reconocimiento.
y las diferencias de cosmovisión que hacen que estas luclias sean tan intensas. Es La memoria, la violencia si~iibólicay el privilegio epistémico son elementos
solo a través de la observación de los discursos y prácticas del Estado, así como cruciales para la permafiencia del iarismo simémico como parte de una política de
de las subjetividades locales, que pueden entenderse estas luclias. Mis hallazgos Estado así como en la vida cotidiana. La construcción de maneras permitidas" de
muestran que la construcción de la población mapuche como terrorista permite que ser indio y el rechazo a comprometerse con la legitimidad de otras reivindicacioiies,
el Estado, las élites locales y los dueños de empresasmadereras por igual ignoren hinciona, en sí mismo, coino violencia sinibólica, legitimaiido el despojo y el colo-
el racismo presente y pasado, eludiendo reconocer que quizá estén en una tenen- nialismo en nombre del desarrollo nacional y el Estado de Dereclio. Los recuerdos
cia injusta de ticrras mapuche. La constriicción de los mapuche como terroristas de las élites locales y sus versiones de la historia son usados por igual para justificar
.. permite evadir lo que muchos consideran como reivindicaciones legítimas sobre su privilegio en La Araucanía, manteniendo de esta forma el racismo sistémico
, la preservación y recuperación de su territorio, la biodiversidad, su cosmovisióii más ampliamente. De manera similar, el privilegio epistémico fuiiciona a nivel
: y sus derechos políticos colectivos. Un asunto que amerita la discusión a nivel estatal para justificar maneras "chiienas" de conocimiento y facilitar la imposición
nacional y la solucióti política fue, más bien, criminalizado. Al mismo tiempo, al del desarrollo neoliberal en el territorio ancestral mapuche. Localmente, el privile-
delimitar cuidadosamente a través de políticas los derechos que estaban dispuestos gio epistémico hace que los reclamos de las élites sean más "creíbles~que aquellos
a reconocer, la Ooncertación creó maneras "permitidas" de ser indígena, y generó realizados por los mapuche en el co~itextode coiiflictosparticulares.Unicainente al
conseiitimieiito sobre objetivos multiculturales. Estas políticas iiiulticulturales, observar el proceso de formación de los sujetos y de las subjetividades locales es que
junto con el uso de la legislación antiterrorista para sancionar a los mapiiche que podemos ver los complejos caminos en los cuales la violencia simbólica,la memoria
se saleii de la raya, demuestran el modo en que la raza se construye como parte como una manifestación de esa violciicia y el privilegio epistémico cotitribuyen a
integral del proyecto neoliberal. la perpetuación del racismo sistémico. A su vez, examinar la violencia simbólica y
El andisis de las narrativas locales muestra de qué maneralas élites también se el privilegio episté~nicomuestra cómo el racismo y el coloiiialisino se perpetúan,
resistieronareconocerestos derechos,pero por razonesun tanto diierentes.Mientras aun cuando cambien de forma.
el gobierno disefiópolíticas que iio amenazaran el desarrollo y la identidad nacional, Finahnente, los esftierzos del Estado para crear ciertos tipos de sujetos-ciuda-
las élites locales estuvieron más preocupadas por sus propios privilegios relativos. danos no pasan desapercibidos. En La Araucanía, los puntos de vista de las élites
Al atribuir las condiciones de las comunidades mapiiche a fallas en su cultura y al locales y de los mapuche eiitraron eii conflicto entre sí, pero ambos grupos busca-
reafirmar la necesidad de integración, las élites.locales, a su manera, reconocieron ron mantener su derecho de ser sujetos autoconstruidos en este contexto político
a los mapuche coino tina colectividad. No obstante, estas élites se esforzaron para cambiante, apelando a memorias y conociinieiitoscontrapuestos para posiciotiarse
deslegitimar las demandas colectivas y culturales,al mismo tiempo que cuestionaron entre si y frente al Estado. Ambos grupos también recurrieron a la dialéctica entre
la agenda muíticiiihirai de la Concertación. Las narrativas de las élites en cuanto al igualdad y diferencia al enunciar sus reclamos. Los mapuche aíirman el derecho
proyecto inulticidturaldemuestra11cómo el racismo arraigado da forma a las prác- a la diferencia cuando abogan por derechos colectivos y cuihiraies, pero también
ticas y creencias a nivel locaí.Así, aunque el muiticuihlraiismo es un proyecto racial reclaniati el derecho a igualdad jurídica con respecto al resto de los ciudadanos
nuevo, con influenciastransnacionales, que involucra el reconocimiento de algunos chilenos (por ejemplo, el iio ser juzgados de acuerdo a normas legales diferentes).
272 C I A 1 RACISMO:ELMODELO CHILENO Y EL MuLTICULTUBALISMO ...
P N ~ ~ IRICHAROS

Las élites locales, en cambio,justifican las desigualdades qiie los han beneficiado en práctica ideas referidas al control territorial, la autonoinía y la autodetermiiia-
basándose en la pretendida inferioridad ciiltiiral mapuche, pero a la vez afirman la cióii, que pudieran servir como alternativas a la ciudadanía democrática neoliberal.
igualdad (en el sentido de una chilenidad homogéiiea) para negar la legitimidad La articulación de un proyecto político coherente de parte de los actores del
de las demandas colectivas mapuche. movimiento mapuche se ha visto dificiiltada por la absorción de los líderes en
Las reformas multiculturales no hivieroii corno objetivo cambiar las subjetivi- agencias y proyectos estatales, las divisiones promovidas por el Estado dentro del
dades de las élites locales. Sin embargo, la resisteiicia de las élites a estas reformas movimiento, las diferencias en filosofía y tácticas, así como por los conflictos dentro
representa un esfuerzo de su parte para afirmarse coino sujetos. Se podría argu- del propio moviinieiito. La cetitralidad que el Estado parece ocupar en los esfuerzos
mentar que h mejor opción para los niapuclie y para miichos colonos sería crear por articular tal proyecto, es también problemática. El reconocimieiito por parte
alianzas entre sí como una manera de protegerse de los impactos de las políticas del Estado es importante, pero solo si está acoinpañado por derechos siistantivos
agrícolas neoliberales. Sin embargo, el arraigado racismo en la región parece hacer a la autodeterminación y la redistribucióii del poder y los reciirsos. Tal como mu-
imposible que la mayoría de los colonos identifique sus intereses con los intereses chos colaboradores, en Leyva, Burguete y Speed (2008) afirman -siguiendo coii
de las comunidades mapuche. Ellos prefieren, en cambio, identificarse con la élite la noción de descoloiiización epistemológica- que quizá más importante que
nacional conservadora. Por supuesto, dada la historia de despojo y otros abusos en el reconocimiento del Estado sea el recoiiocimiento de otros pueblos indígenas
la región, muclios inapuche también abrigan sospechas respecto de una posible y grupos subyugados. A medida que los actores del movimiento niayiiche están
alianza con los colonos. articulando dicho proyecto, por más plagado de dificultades y contradicciones que
El multiculturalismo iieoliberal sí trata de crear sujetos indígenas autogober- esté, ellos insisten en las interconexioiies entre recoiiocimieiito y equidad iiiaterial,
nados, no cuestionaii los objetivos del Estado frente a la econonlía global. y demandan el derecho a ser Sujetos por derecho propio", en lugar de ser subje-
Los mapuche que afirmaron su derecho a resistir se vieron enfrentados con lavio- tivados por los objetivos del Estado. Sus deinandas y acciones demuestran que a
lencia estatal. Las maneras perinitidas de ser indio, por su parte, fueron definidas pesar de la deshuiiianizacióii qiie implica el racisnio sistérnico y el despojo en curso,
de forina que no quedara mucho espacio para la interlociiciónentre el Estado y los algunas personas todavía resisten tratando de coiistruir niievos fiituros colectivos
mapiiche como actores políticosválidos.t\l utilizar esta estrategia,la Concertación coii ineiios opresión.
evitó considerar la legitimidad de las deinandas niapuche coino reclaiiios políticos; Aiinque baya cambiado de forma, en Chile persiste el racismo sistémico.
en su lugar, redujo esas demandas a la categoría de reclainos sociales que podrían Las políticas multiculhirales en Chile son poco profundas en cuanto a coiiteiiido,
ser resueltos a través del asistencialismo y proyectos de desarrollo local. mientras que el racismo cotidiano se ve reforzado por el nuevo paradigma. Solo
Si bien algunos mapiiche se adecuaroii a b posición de sujeto promovida por 10s los inapuche y sus aliados han sido acusados de terrorismo, y a lo largo de mi tra-
gobiernos de la Concertacióii,muchos otros se rehusaron a aceptarla. En ocasiones, bajo de cainpo, en el contexto de los conflictos solo inurieron personas niapuche3.
se observan situaciones en las que los misinos individuos y comunidades consienten Esto cambió en horas teinpraiias de la maíiana del 4 de enero de 2013, cuando
a algiinos aspectos del proyecto oficial mientras que se oponen a otros. El rechazo Werner Luchsinger, un primo de Jorge, y su esposa, Vivian McKay, murieron en
es otro elemento importante para coiiiprender si el proyecto multicultural tiene iin incendio provocado en sii propiedad. El evento tuvo lugar en el contexto de
éxito o no. Una y otra vez, mediante sil praxis, reivindicaciones y planes para sil las protestas coiimeniorati~~as del aniversario de la muerte de Matías Catrileo en
futuro,los individuosy comunidades mapuche demandar011ser tenidos en cuenta 2008, la cual había ociirrido en los alrededores. El incendio se inició luego de que
como sujetos del mundo social, y como un pueblo con todos los derechos que esto Liichsiiiger disparó a tino de los inanifestaiites,un joven nznchi de la zona. Luego
implica. A pesar de que el "modelo cbileno"1ia tenido consecuencias raciales par- de los incidentes, el presideiite Piñera visitó el escenario y aniinció que, además
ticiilares, los actores niapiiche insisten que sii lucha es parte de una lucha histórica de aplicar la ley antiterrorista, se crearía una nueva unidad policial aiititerrorista,
por derechos culturales, territorio y autonomía, lucha que se desarrolla desde antes
de la Pacificación hasta la actualidad.Más aún, el contexto democrático neoliberal, 3 En a b d de 2012, iin oficial rnurió por d <lisparode un arma de fuego diirante un aUanatuicnto
en el cual el Estado y las élites locales se negaron a reconocer la legitimidad de siis en la comuna de Malleco. A pesar de quc se culpó a los mayuclie,parece probable qiie el disparo fice
reclamos, confirió tina mayor urgeiicia para que los niapuche teorizaran y piisieran rcaliindo por otro oficial.
274 PATRICIA 1 RACISMO:
RICHARDS ELMODELO CHILENO Y EL MULTLCUZTUMLISMO ...

respaldada por las Fuerzas Armadas y formada especialmente para manejar este de ideas sobre la forma que quisieran que tenga un sistema transformado. Además
tipo de conflictos (Arson Deaths ...2013). Los individuos y organizaciones inapuche de mantener este trabajo orientado a la praxis, preveo qiie el cambio -hacer DO-
y sus aliados repudiaron rápidamente las muertes; sin embargo, la indignación en sible que pueda ocurrir la autonomía o algunaotra traisformación sustaiitiv~en
su contra fue inmediata, y tendió a geiieralizarlos conlo salvajes y terroristas. Esto la relación entre los mapuche y el Estado chileno- reauerirá un trabajo coiitiniio
llevó a algunos mapuche y a sus aliados a cuestionar por qué laviolencia policial que a nivel local y traiisnacional. .
había ocasionado mnertes de personas mapuche (incliiso la de Catrileo) no había A la luz de los fracasos del Estado para promover los derechos humanos
generado el mismo nivel de indignación ni acarreado similares consecuencias para de los pueblos indígenas, algunas organizacioiies y comunidades están usando
los perpetradores.Asimismo, este evento tan trágico en cierto sentido debió haber las instituciones transnacioriales para tratar de forzar un debate a nivel nacional
sido previsto en la región -la falta de respuestas adecuadas por parte del gobierno (reconociendo qiie el Estado no necesariamente seguirá las recomendaciones y
a los reclamos de los mapuche y la tensión insostenible alrededor de los conflictos mandatos de los organismos y cortes traiisnacionales)4. Uiia de las formas de
finalmente desembocaron en este resultado-. Fue uiia tragedia que pudo haberse hacerlo ha sido invitando a las ONG internacionales, tales como el FIDH o
prevenido a través de la acción del Estado así como por medio del respeto a los Hiiman Rights Watch, para llevar a cabo investigaciones sobie la situación de
derechos indígenas, y es esto,junto con la pérdida de vidas humanas, lo que dejó los derechos humanos en el siir chileno. Así mismo, durante los años que realicé
a muchos con una sensación de pesadumbre. trabajo de campo en Chile, dos Relatores Especiales de las Naciones Unidas
Estos hechos tienen que hacernos cuestionar el trato elogioso del que ha sido sobre los Derechos de los Piieblos Indígenas, Rodolfo Stavenhagen y James
objeto la transición chilena. La lucha por una democracia más jiista continúa. El Anaya, visitaron Chile para investigar la situación de los pueblos indígenas y
hasta qué punto Chile cumple con las obligaciones interiiacionales relacionadas
hecho de que el sistema ecoiiómico y el racismo estén entrelazados y operen a
con estos derechos. Estas visitas centran la atención de observadores externos
múltiples niveles, es una las conclusiones centrales de este trabajo,y necesariamente
en los conflictos y le hacen saber al Estado que la comunidad internacional está
dará pie a futuras luchas tanto en Chile como en otros países donde la desigualdad
al tanto de los abusos en curso.
se ha intensificado despiiés de las transiciones neoliberales a la democracia Ahora
Organizaciones mapuche y aliados de la sociedad civil chilena también han
tne referiré a dos estrategias que ya están siendo utilizadas en el caso mapuche,las presentado sus quejas a varias entidades de las Naciones Unidas y el sistema
cuales son esenciales para continuar la resistencia frente al racismo neoliberal en interamericano.Estas incluyen, entre miicbas otras medidas, un informe al Comité
Chile y en otras partes del mundo. contra IaTorhira, documentaiido casos de violencia policial en contra de personas
indígenas así como otras formas de discriminación (CINTRAS, et al 2011); una
solicitud de audiencia con la Coinisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) con respecto a abusos cometidos eii contra de defensores de los derechos
Mi trabajo muestra que el racismo y el colonialisino persisten en Chile tanto inapuche (Aylwin y Yáñez 2008); una solicitud de medida cautelar a la CIDH de
a nivel de la política estatal como del discurso y las acciones cotidianas. Dado que parte de los lonko deTemucuicui y Rofue pala obligar al Estado chileno a detener
esta situación iinplica sufriniiento humano, el cambio es deseable. Cómo se vería los abusos policiales (especialmente de niños) en sus coinunidades (Catrillanca y
un Chile transformado, es otro asunto,y probableniente involucraría un largo pro- Jineo 2009,2010); y uiia solicitud hecha durante el gobierno de Lagos y aceptada
ceso de prueba y error.Aun así,las iniciativas llevadas a cabo en otras partes de las finalmente por la Corte Interainericana de Derechos Humanos en 2011 para
Américas muestraii algunos primeros pasos potenciales. Las nuevas constituciones considerar un caso en contra del Estado chileno por la aplicacióii discriminatoria
de Bolivia y Ecuador refiindan a sus países de manera explícita como Estados uni- de la ley antiterrorista (Obseivatorio Ciudadano 2011).
tarios y plurinacio~iales;el primer artículo de la Constitución boliviana reconoce
la existencia de autoiiomías. El territorio de Nunavut en Canadá hoy en día lleva 4 Esta estrategia refleja lo que Keck y Silrkiiik (1998) denomiiian el "efecto buinerán", cii el cual
más de diez años poniendo en práctica una versión de autonomía indígena y, por los movimientos se comiinican con los grupos transiiacionales para presiona a los Estados con el
supuesto, existen varios teóricos y activistasmapiiche que han desarrollado una serie fin de lograr cambios a nivel nacional.
276 PATRICIA 1 RACISMO: ELMODELO CHILENO Y EL MULTICULTURALISMO...
RICHARDS VI1 1 RACISMOSISTÉMICO,
CAP~TULO SUBJETIVIDADES Y FUTUROS COMPARTIDOS 277

Un caso importante en el cual las comunidades mapuche y las ONG chilenas menores, daños sufridos por los niños al ser golpeados con balas de goma o por
recurrieron exitosamente al sistema de las Naciones Unidas, i~ivolucróal Comité el uso de gases lacrimógenos por parte de la policia,iuteirogatoiios ilegales en las
de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discrimiiiación Racial (CERD)'. escuelas cuatido los padres d~ los menores no estaban presentes, hostiga~iiiento,
Los países que han firmado la Convención para la Elimiiiación de todas las Formas tortura y secuestro. Miguel Angel Goiizález, el director de Derechos Humanos
de Discriminación Racial deben hacer informes periódicos al Comité especificando del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, se pronunció en lepresentación
sus esfuerzos para curnplir las disposiciones de dicha Convención. A priiicipios de del gobierno de Piñera, argumentando que estas aciisaciones eran "genéricas,
los años 2000, Chile llevaba mucho tiempo sin haber entregado su informe. En este extremas, graves, y subjetivas". Rechazó el cuadro "catastrófico" descrito por
contexto, un grupo de comunidades mapuche involucradas en conflictos socioam- las organizaciones y alegó saber únicamente de tres casos en los cuales jóvenes
bientales, de la mano con varias ONG, iiicluyetido el Observatorio Ciudadaiio y mapiiche habían estado involucrados en los conflictos (todos casos en los cuales
la RADA (Red de Acción por los Derechos Ambientales), enviaron una queja al los jóvenes habían quebrantado la ley de una 11 otra forma). Invitó a la CIDH a
CERD en relación con la desproporcionada ubicación de vertederos y plantas de observar Dor sí misma la realidad de los nifios maouche en Chile. invitación oue -1 -

tratamiento de aguas dentro o cerca de coinimidades mapuche, sosteniendo que la CIDH aparentemente planeó aceptar ("Denuncian ante..."2011). Evidente-
esto seria equivalente a uiia forma de racismo ambiental, El CERD se ociipó de meiite,el gobierno de Piñera iio estaba dispuesto a asumir la responsabilidad por
estaquejaen 2007,y en 2008 informó al gobierno chileno que era necesario que se estas violaciones a los derechos Iiuiuanos.
pronunciara al respecto y que presentara sil informe periódico. Si Chiie no eiiviaba El valeise de recursos y organizaciones internacionales como uiia estrategia
este informe, el CERD podría evaluar esta situación basándose únicamente en para responsabilizar al gobierno de los derechos mapuche no es uiia estrategia
las quejas de las organizaciones. La sesión se programó para agosto de 2009, y el nueva, a pesar de que parece haberse increnientado en los últimos años. No es
gobierno finalmente presentó el informe en junio, por lo cual el CERD pospuso la uiia estrategia perfecta porque las Naciones Unidas y las agencias de la OEA
investigación hasta agosto de 2010. Según Blaise Pantel, Coordinador del Programa tienen poco poder para responsabilizar a los Estados (a pesar de que, teórica-
Observatoriode los Derechos Indígenas en ese momento, el hecho de que el CERD mente, las decisiones de la Corte Intera~nericanade los Dereclios Hiiinanos
examinara a Chile fue resultado de las acciones de las orgaiiizaciones niapuche y de son vinculaiites). Esto quedó claro con la construccióii de la represa de Ralco.
la sociedad civil chileiia. Estas acciones expusieron ante la comunidad interiiacional El año 2003, Chile asuiiiió ante la CIDH una serie de comproinisos con las
las violaciones que Chile había realizado a la Convención,lo cual llevó a una serie mujeres pewenche, quienes se oponían a la coiistriiccióii de la represa; pero, en
de fuertes recomendaciones por parte del CERD. Entre otras medidas, la entidad 2004, la represa fue inaugurada mucho antes de que la mayoría de las promesas
recomendó al gobierno chileno revisar la ley aiititei.rorista para prevenir su uso se hubieran cumplido. Estas incluyeron la creación de una nueva comuna en el
en contra de las personas iiivolucradas en protestas y demandas sociales, poner Alto Riobio; el establecimiento de mecanismos para resolver,los problemas de
en práctica las reconieiidacionec hechas por los Relatores, reconocer los derechos tierra de las coniunidades pewenche; el fortaleciiiiieiito de un Area de Desarrollo
indígenas en la Constitución, establecer la discriminación racial como un crimen Indígena en la región; la facilitación de la participación de los pewenche en una
y prevenir, investigar y castigar los abiisos policiales en contra de los mapuche, y reserva forestal; la adopción de protecciones ambientales; la competisacióii a
otras medidas similares (Observatorio 2010). las mujeres; y el inicio de un proceso consiiltivo con relación al recoiiocimiento
Durante el año 2011 se desarrolló un caso que sugirió cómo el gobierno constitucioiial y la ratificación del Convenio 169 de la OIT. Salvo la priiiiera,
de Piñera lidiaría con las quejas planteadas a organismos internacionales. A un ninguna de estas medidas se implementaroii plenamente antes de que se inau-
grupo de ONG se le concedió una audiencia ante la CIDH relacionada con 10s giirara la t,el>rcjr,yiiiiic1i.is (Ir rst.s yroiiieias Iieriii:iiicrcii iii~iiiii~~lidns
I i ~ , r l cl

incidentes de violencia en contra de niños mapuche. Las organizaciones esbo- .lía Jc hoy (Oliscivatorio20US). 1lart.i iierto piiiito,iii:is Qiie i1ii.i ~;irniitin.Ir ,liic
zaron una serie de quejas, incluyendo la aplicación de la ley antiterrorista contra los Estados respetarán los derechos indígenas; la diiilgación internacional dejas
violaciones a estos derechos sirve como un reto para la reputación democrática
- - chilena. También sirven para incluir estos tenias en la agenda pública en Chile,
5 Larnayorpartedclainformación contenida en estcpirrafose obntvoa pxrtirde,i~~a
comunicación en parte porque los niedios parecen estar dispuestos a divulgar noticias sobre los
pel.solial con Blaise Pantel(2011).
mapucbe si los observadores internacionales hablan sobre el tema y, en parte, Conclusión
porque el sistema de justicia chileno ha demostrado poca voluntad para ocnparse
de las quejas de las comunidades y organizaciones6.
La segunda estrategia que quiero destacar es el esfuerzo para constriiir, desde
abajo, coalicionesantirracistas,muiticuihxaies e interculturales. Como se discritió Como un caso extremo, aunque de alguna manera paradigmático, Chile
en el capítulo 6, algunas personas mapuche y chilenas han empezado a crear estas ofrece importantes lecciones con respecto a la persistencia del racismo en las
coaliciones. De hecho, parece ser que cada vez más chilenos están dispnestos a democracias alrededor del mundo y su relación con la ideología traiisnacioiial del
defender los derechos de los mapuche. Por ejemplo, en 2010,10.000 personas neoliberalismo, M i trabajo sugiere que las políticas multiculturales que son una
marcharon en Santiago en apoyo a los huelguistas del hambre ("Más de..."2010). característica promiiiente de muchas democracias conteinporáneas, e n realidad
Es posible que la izquierda chilena estaba más dispuesta a hablar en defensa de los refuerzan el racisrno, profundizando patrones históricos y, a la vez, introduciendo
mapuche mientras la derecha estaba en el poder. Sin duda, esto fue cierto respecto nuevos discursos y prácticas que fuiicionan en detrimento de los pueblos indígenas
de los políticos de la Concertación diirante la huelga del hambre del año 2010, lo y otros griipos subyugados. Mi trabajo tainbiéii demuestra que la reticencia de
que hace que esos esfuerzos a veces se perciban como oportunismo político. Sin la personas a poner en práctica los princil>iosde intercultiiralidad e igualdad a
embargo, la insatisfacción con el contenido de la democracia chilena parece haber nivel local contribuye del mismo modo a la persistencia del racismo. Al misino
hecho que más ciudadanos chilenos estén dispuestos a considerar la legitimidad tiempo, esa reticencia -o rechazo-puede constituir una excusa de los gobiernos
de las reivindicaciones de los mapuche. D e todos modos, hay mucho trabajo para limitar el alcance de cualquier reforma. Los Estados-naciones son actores
por hacer, particiilarmente en La Araucaiiía. La formación de coaliciones entre centrales en la perpetuación del racismo sistémico, así como lo son las personas
personas mapuche y chilenas trabajando juntas para crear el diálogo y la acción que se benefician de este sistema en la práctica. De este modo, mis hallazgos
intercultural, expresando un deseo por una democracia más sustantiva y el fin del hablan de la importancia de integrar los niveles de análisis macro y inicro, de
racismo sistémico, podría generar la presión necesaria para convencer al gobierno enfocarse eii lo estructural así como en lo subjetivo, al analizar las luchas sobre
de que reconozca los derechos indígenas de manera sustancial, lo cual beneficiaría derechos y recursos en el inundo de hoy. Adeinás de reconocer la influencia de
tanto a los mapiiche como a los ciudadanos chilenos por igual. Pero las coaliciones las tendencias y discursos transnacionales, mi análisis muestra la relevancia con-
interculturales solo serán efectivas si se centran en las demandas mapuche y si son tinua del Estado-nación -y de las comunidades locales- en nuestros esfuerzos
explicitamente antirracistas (por ejemplo, no solo reconocer la diversidad, sino para entender cómo los nuevos discursos raciales iiiteractúan coa las persistentes
promover la redistribución del poder y de los recursos necesarios para revertir las jerarquías sociales.
desventajas sistemáticas que los mapuche y otros grupos subordinados racial y Ahora bien, en la medida en que los seres humanos tratan de vivir sus vidas
culturalmeiite han tenido qiie enfrentar). Este cambio requerirá un compromiso con dignidad y sosteiiibiidad, así como tener una opinión acerca de la forma
con la descolonización,así como la voluntad de cuestionar las memorias selectivas que quieren que adquiera su propio miirido, la lucha continuará en Chile y en
de los dominantes, transformando sus comprensiones colectivas acerca del pasado otras partes del mundo. Si11duda, no todas las personas resistirán en todos los
(Hooker 2009). De no ser así, dichas coaliciones simpleinente corren el peligro de contextos, pero donde exista la dominación, habrá semillas de lucha. Por supuesto,
reproducir la retórica asimilacionista y colonizadora a través de la cual se espera resistir no necesaria~iientesignifica tener éxito, dado que los actores con poder
que los mapuche se adapten a las normas y visiones del mundo chileno. generalmente buscarán retenerlo. Lo que la resistencia nos indica, tal corno lo
ha expresado María Lugones, es 1111 sujeto en fuiicionainiento, ejerciendo el yo
creativamente'. Luchar es reafirmar el yo (o el nosotros), un acto de rebelión
frente a la opresión y la formación del sujeto desde arriba. Los mapuche que
luchan (y sus aliados chilenos y transnacionales a su lado), como muchos otros

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