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UNIDAD DIDÁCTICA II:

ESTRUCTURA DE LA MATERIA

TEMA 3: DISOLUCIONES

1.- DISOLUCIÓN. SUS TIPOS.

En la Naturaleza es difícil encontrar compuestos puros o elementos aislados,


suelen aparecer formando mezclas.

Las disoluciones (o soluciones) pueden definirse como mezclas homogéneas de


dos o más especies químicas dispersas a escala molecular. Son mezclas porque
contienen dos o más sustancias y, son homogéneas porque sus propiedades y
composición (composición química cualitativa) son uniformes.

Las disoluciones desempeñan un papel muy importante en numerosos procesos


químicos y de la vida ordinaria (aleaciones, bebidas carbónicas, medicamentos,…). En
química su importancia radica en que gran parte de las reacciones y operaciones
químicas se llevan a cabo en disolución.

Las diferentes sustancias que forman una disolución reciben el nombre de


componentes. Al componente que se encuentra en mayor proporción o el que no cambia
de estado al hacer la disolución se le denomina disolvente (o solvente) y, al-los
componente-es que están en menor proporción se les denomina soluto-os, se dice que
estos últimos están disueltos en el disolvente. Los componentes de una disolución no
pueden distinguirse ni con ayuda de un microscopio óptico.

Según el estado de sus componentes podemos encontrarnos con los siguientes


tipos de disoluciones (Tabla 3.1):

 Gas en gas. Ej. Gas natural, es una mezcla de metano, etano,…


 Líquido en líquido. Ej. Vinagre, es una mezcla de agua y ácido acético.
 Sólido en líquido. Ej. Azúcar en agua.
 Gas en líquido. Ej. Las bebidas carbónicas, es una mezcla de CO2, sacarosa y
agua.
 Líquido en sólido. Ej. Mercurio líquido en zinc.
 Gas en sólido. Ej. Hidrógeno disuelto en paladio metálico.
 Sólido en sólido. Ej. Cobre en níquel (moneda de cinco centavos de los EEUU).

La primera de ellas constituye las disoluciones gaseosas, las tres siguientes son
las líquidas y las tres últimas son las sólidas. Las más frecuentes e importantes son las
disoluciones líquidas, serán de las que nos ocuparemos a lo largo de este tema.

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Tabla 3.1. Tipos de disoluciones.

2.- FORMAS DE EXPRESAR LA CONCENTRACIÓN DE LAS DISOLUCIONES.

La concentración de una disolución es la cantidad de soluto presente en una


cantidad dada de disolvente o de disolución, la cual puede expresarse tanto cualitativa
como cuantitativamente.

Para describir una disolución de forma cualitativa se utilizan los términos:


disoluciones concentradas (tienen una cantidad relativamente grande de soluto-os
disueltos) y disoluciones diluidas (tienen una pequeña cantidad de soluto disuelto).

En química generalmente se usan varias expresiones cuantitativas de la


concentración, cada una de ellas tiene ciertas ventajas, así como algunas limitaciones.

A continuación estudiaremos varias formas de expresar la concentración de las


disoluciones:

- Porcentaje en masa (% m/m): La masa de cada uno de los solutos expresada


en gramos, que hay en 100 g de disolución.

msoluto
% m/m  x 100
mdisolución

mdisolución = msoluto + mdisolvente

- Porcentaje en masa/volumen* (% m/V):

msoluto
% m/V  x 100
Vdisolución

- Porcentaje en volumen (% V/V):

Vsoluto
% V/V  x 100
Vdisolución
*En desuso.

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- Fracción molar de un componente (Xi): Es el número de moles de dicho
componente (ni), dividido por el número total de moles de todos los
componentes de la disolución (∑ni).

ni
Xi 
 ni
i

Siendo ni = gi /M i
gi = gramos de componente i.
Mi = masa molar del componente i (g/mol).

La suma de las fracciones molares de todos los componentes de la disolución


debe ser igual a uno. Si la disolución consta de dos componentes: X1 + X2 = 1.

- Molalidad (m): Es el número de moles de soluto (i) que hay en un kilogramo


(kg) de disolvente, sus unidades serán mol/kg o molal.

ni
m
kgdisolvente

- Molaridad (M): Es el número de moles de soluto (i) que hay en un litro de


disolución, sus unidades serán mol/L o molar.

ni
M
Ldisolución

- Normalidad (N): Es el número de equivalentes-gramo de soluto (i) que hay en


un litro de disolución, sus unidades serán eq-g/L.

nº eq  g i
N  Molaridad x valencia
Ldisolución

gi
nº eq  g i 
Peso eq  g i

Mi
Peso eq  g i 
valencia

La normalidad de una disolución de una sustancia puede ser diferente, según el


tipo de reacción para la que se trate de utilizar, puesto que el equivalente depende del
tipo de reacción. En reacciones ácido-base la valencia es el número de protones
neutralizados. En reacciones de precipitación la valencia es el estado de oxidación del
ión que se valora. En reacciones de oxidación-reducción la valencia es el número de
electrones intercambiados.

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La molaridad y la normalidad son las formas más habituales de expresar la
concentración de las disoluciones en experimentación ya que, relacionan la cantidad de
soluto con el volumen de disolución. La molalidad presenta la ventaja de que no
depende de la temperatura.

En disoluciones en las que el porcentaje en masa o volumen de un componente


es muy bajo, se utiliza las partes por millón o las partes por billón para expresar la
concentración. Estas unidades suelen usarse con frecuencia en los informes
medioambientales.

- Partes por millón (ppm): es una unidad de medida de concentración que mide
la cantidad de unidades de sustancia que hay por cada millón de unidades del
conjunto.

- Partes por billón (ppb): mide la cantidad de unidades de sustancia que hay por
cada billón de unidades del conjunto.

EJEMPLO: En un control sanitario se detectan 5 mg de mercurio (Hg) en un pescado de


1,5 kg. Calcular la concentración en ppm y en ppb.

msoluto 5 x10-3 g
ppm  x 106  x106  3,33 ppm
mdisolución 1500 g

msoluto 5x10-3 g
ppb  x 10 9  x109  3333,33 ppb
mdisolución 1500 g

3.- SOLUBILIDAD.

Si un sólido (sal) se introduce en un líquido, algunas moléculas de éste lo


abandonan y pasan a la disolución, en la que se mueven de forma caótica, como las
moléculas del líquido. Debido a este movimiento, algunas moléculas vuelven a chocar
con la superficie del sólido, dónde quedan retenidas por fuerzas atractivas. De esta
forma el sólido está disolviéndose y cristalizando. Al principio del proceso la velocidad
de disolución es mucho mayor que la de cristalización, pero con el tiempo aumenta la
concentración de sólido en disolución, y con ello la velocidad de cristalización. Puede
llegar un momento en que se igualen las velocidades de disolución y de cristalización,
con lo que la concentración de la sal en la disolución permanece constante (cantidad de
soluto disuelto es constante en el tiempo). En este momento se ha alcanzado el
equilibrio (la disolución está en un equilibrio dinámico), y la disolución se llama
saturada. En el equilibrio continúa el proceso de disolución y cristalización, pero sus
velocidades son iguales, con lo que la concentración no varía.

Según la capacidad para disolver un soluto las disoluciones se clasifican en:

- Disolución saturada: Cuando contiene la máxima cantidad de soluto que es


capaz de disolver a una determinada temperatura.

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- Disolución insaturada: Cuando contiene menor cantidad de soluto de la que es
capaz de disolver a una determinada temperatura.
- Disolución sobresaturada: Cuando contiene mayor cantidad de soluto de la que
es capaz de disolver a una determinada temperatura.

Se define solubilidad como la cantidad de soluto, expresada en gramos que se


disuelve en una cierta cantidad de disolvente (suelen ser 100 g) para obtener una
disolución saturada.

4.- FACTORES QUE AFECTAN A LA SOLUBILIDAD.

Estos factores pueden ser internos o externos.

Factores internos:

Dependen de la naturaleza del soluto y del disolvente. Sólo estudiaremos las


fuerzas atractivas intermoleculares.

Cuando un soluto (S) se mezcla con un disolvente (D) existen fuerzas atractivas
que hemos de considerar: S-S, D-D y S-D. Si una de las dos primeras es mucho mayor
que la tercera, el soluto S no se disolverá en el disolvente D. Sólo cuando estas fuerzas
sean del mismo orden tendrá lugar la disolución. Así por ejemplo el azúcar se disuelve
en agua (molécula polar), debido a que los grupos OH- (dipolos) que contiene se atraen
fuertemente con los grupos H+ del agua. Por el contrario, no se disuelve en éter,
benceno, tetracloruro de carbono,… cuyas moléculas son no polares.

La sal común y otros compuestos iónicos son insolubles en compuestos no


polares (benceno, gasolina,…), debido a que la atracción entre las moléculas de gasolina
y los iones es muy débil. Sólo algunos disolventes muy polares, especialmente el agua,
son capaces de disolver a los compuestos iónicos.

En la Figura 3.1 se puede observar que cuando las moléculas de agua encuentran
un cristal iónico se orientan alrededor del cristal. Los extremos negativos de los dipolos
de agua apuntan hacia los iones positivos y viceversa. Si estas fuerzas ión-dipolo
vencen a las fuerzas interiónicas del cristal tiene lugar la disolución. Las moléculas de
agua se orientan alrededor de los iones, sacándolos del cristal y pasando a la disolución.
Los iones rodeados de una capa de moléculas de agua, se dice que están solvatados o
hidratados (en el caso del agua).

En general, se puede afirmar que dos sustancias que poseen el mismo tipo y
magnitud de fuerzas intermoleculares serán muy probablemente solubles entre sí, “lo
semejante disuelve a lo semejante”.

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Figura 3.1. Disolución de un cristal iónico en agua.

Factores externos:

Dentro de estos se encuentra la presión y la temperatura.

- Presión: La variación de la presión influye muy poco en la solubilidad de


sólidos o de líquidos, pero si en la solubilidad de los gases, que aumenta
notablemente al aumentar la presión, siguiendo la ley de Henry. Según esta ley a
temperatura constante, la solubilidad de un gas en un líquido es directamente
proporcional a su presión parcial. Esto es lo que sucede con las bebidas
carbónicas, embotelladas a una presión superior a la atmosférica, con lo que al
abrirlas y disminuir ésta se escapa el dióxido de carbono, formándose espuma.

xkP

x = fracción molar en equilibrio del gas en solución (solubilidad del gas).


k = constante de la ley de Henry, depende del soluto, del disolvente y de la
temperatura.
P = presión parcial del gas.

- Temperatura: Para la mayoría de los sólidos se cumple que su solubilidad en un


líquido aumenta a medida que lo hace la temperatura. No obstante, hay alguna
excepción. Este aumento es muy grande en ciertas ocasiones y no lo es tanto en
otras.

La influencia de la temperatura en la solubilidad de líquidos en líquidos es muy


diferente según los casos. En unos, se produce un aumento de la solubilidad al aumentar
la temperatura (Ej. Agua y fenol) y, en otros, una disminución (Ej. Agua y nicotina).

En las disoluciones de gases en líquidos la solubilidad disminuye al aumentar la


temperatura. Se puede apreciar si se calienta ligeramente una bebida carbónica, que
parece hervir debido al desprendimiento de CO2 disuelto. Si se calienta agua, antes de

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iniciarse la ebullición comienzan a desprenderse burbujas de aire, eliminándose el aire
disuelto.

5.- LEY DE RAOULT. PROPIEDADES COLIGATIVAS DE LAS DISOLUCIONES.

Ley de Raoult

Raoult hacia 1887 comprobó que algunas disoluciones seguían un


comportamiento muy sencillo, que se puede expresar diciendo que: “La presión parcial
de vapor, Pi (a cualquier temperatura) de un componente i, de una disolución, es
proporcional a su fracción molar en la disolución líquida, Xi”.

Pi  Pi 0 X i

Si sólo hay un componente i, líquido puro, Xi = 1, entonces Pi = Pi0, que es la


presión de vapor del componente puro. Las disoluciones que obedecen esta ley se
conocen como disoluciones ideales (Figura 3.2.).

Presión de vapor es la presión de la fase gaseosa o vapor de un sólido o un


líquido sobre la fase líquida, para una temperatura determinada, en la que la
fase líquida y el vapor se encuentran en equilibrio dinámico.

Figura 3.2. Diagrama P-X para una disolución binaria ideal.

Propiedades coligativas de las disoluciones

La presencia de un soluto en un disolvente modifica las propiedades del


disolvente como presión de vapor, punto de fusión, punto de ebullición y presión
osmótica. Estas son las llamadas propiedades coligativas porque dependen de la
concentración de las moléculas de soluto y no de su naturaleza o tamaño. Para

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estudiarlas se va a considerar que la disolución está formada por un soluto no volátil (su
presión de vapor es despreciable frente a la presión de vapor del disolvente) y por un
disolvente volátil.

1. Descenso de la presión de vapor.

La presión de vapor de una disolución (en la que el soluto no es volátil) será


menor que la del disolvente puro. Y esa presión de vapor de la disolución será la que
tenga el disolvente. La presión de vapor de un líquido depende del número de moléculas
que se evaporan (Figura 3.3), es decir que escapan de su superficie. En una disolución
parte de la superficie está ocupada por moléculas del sólido (soluto no volátil), que no
se evaporan con lo que la presión de vapor es menor que la del disolvente puro. Ese
descenso será:

P  P10  P1  P10  P10 X 1  P10 1  x1   P10 X 2

Siendo:
P10 = presión de vapor del disolvente puro.
P1 = presión de vapor del disolvente sobre la disolución.
X1 = fracción molar del disolvente.
X2 = fracción molar del soluto.

Esta ecuación nos permite calcular masas molares de sustancias disueltas.

Figura 3.3. Efecto de las partículas de soluto sobre la presión de vapor del disolvente.

2. Elevación del punto de ebullición.

Un líquido ebulle a una temperatura en la que su presión de vapor iguala la


presión atmosférica. Para cada temperatura la presión de vapor de una solución se
disminuye por la presencia del soluto (Figura 3.4.), y por ello es necesario calentar la
solución a una temperatura más elevada, con el fin de alcanzar el punto de ebullición.
Una disolución formada por 230 gramos de cloruro sódico en un litro de agua ebulle a
102 ºC, la temperatura de ebullición del agua pura a 1 atm de presión es 100 ºC.

Para disoluciones diluidas se cumple que la elevación del punto de ebullición es


proporcional a la molalidad de las partículas de soluto.

Tb  K b m

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ΔTb = aumento del punto de ebullición = Tb – Tb0, diferencia entre el punto de
ebullición de la disolución y del disolvente puro.
m = molalidad del soluto (mol/kg).
Kb = constante del punto de ebullición o constante ebulloscópica molal (ºC kg/mol). Es
una constante característica del disolvente que depende del valor del calor de
vaporización del disolvente según la relación:

RT 2M
Kb 
1000 ΔH v

R = Constante de los gases ideales en cal/K mol.


T = Temperatura absoluta de ebullición del disolvente.
M = Masa molar del disolvente.
ΔHv = Calor molar de vaporización del disolvente.

La elevación del punto de ebullición de una disolución puede utilizarse para


determinar masas molares de solutos.

Figura 3.4. Descenso del punto de congelación y aumento del punto de ebullición.

3. Descenso del punto de congelación.

Un modo de explicar el fenómeno de la elevación del punto de ebullición es


decir que debido a que las partículas de soluto disminuyen la tendencia de escape del
disolvente, necesitamos elevar la temperatura a un valor mayor, para compensar esto
con el fin de lograr la ebullición. Pero la tendencia de escape significa tendencia a
escapar a cualquier otra fase; así podemos utilizar un argumento similar para justificar

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el hecho de que un soluto disminuya el punto de congelación del disolvente (Figura
3.4); es decir, con el fin de lograr su congelación debemos enfriarlo a una temperatura
menor con el fin de compensar la tendencia de escape disminuida. Por lo general, el
punto de congelación y el punto de fusión de una sustancia coinciden, en el caso del
agua es 0 ºC a la presión de 1 atm.

Para disoluciones diluidas se cumple que el descenso del punto de congelación


es proporcional a la molalidad de las partículas de soluto.

T f  K f m

ΔTf = descenso del punto de congelación = Tf0 – Tf, diferencia entre el punto de
congelación del disolvente puro y el de la disolución.
m = molalidad del soluto (mol/kg).
Kf = constante del punto de congelación o constante crioscópica molal (ºC kg/mol). Es
una constante característica del disolvente que depende del valor del calor de fusión del
disolvente según la relación:

RT 2M
Kf 
1000 ΔH f

R = Constante de los gases ideales en cal/Kmol.


T = Temperatura absoluta de congelación del disolvente.
M = Masa molar del disolvente.
ΔHf = Calor molar de fusión del disolvente.

Las medidas del descenso del punto de congelación se pueden utilizar para
determinar las masas molares de las sustancias disueltas.

El descenso del punto de congelación que experimenta un disolvente al añadirle


un soluto es el fundamento de las llamadas mezclas anticongelantes, utilizadas en los
radiadores de los coches. El soluto se debe elegir teniendo en cuenta la economía y que
no produzca corrosión, así uno de los anticongelantes más utilizados es el etilenglicol
(HOCH2-CH2OH).

En una disolución de sal en agua, o de cualquier otra sustancia, el equilibrio de


fusión se logra a una temperatura inferior que la temperatura de fusión del agua pura.
Una disolución del 10 % de sal funde a casi -4 ºC. La sal no disminuye el punto de
congelación del agua (este es de 0 ºC a 1 atm de presión). Lo que sí ocurre es que el
agua salada se congela a una temperatura inferior al punto de congelación del agua pura.

4. Presión osmótica.

Cuando una disolución se halla separada de un solvente puro por una membrana
semipermeable (película que tiene poros que permiten el paso de las moléculas de
solvente (pequeñas) pero no de las moléculas de soluto (grandes)). Se observa que algo
de solvente puro pasa de forma espontánea a través de la membrana hacia la solución.
Este proceso se conoce como ósmosis y lleva asociado una presión osmótica. Este
proceso es utilizado para la desalinización del agua del mar (ósmosis inversa).

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En la Figura 3.5 se observa que las moléculas de agua (esferas azules) pasan a
través de los poros de la membrana y producen una presión en el interior del tubo que
hace que la disolución ascienda y salga hacia fuera. Después de un cierto tiempo, la
disolución dentro del tubo se hace más diluida y el agua pura de fuera se convierte en
una disolución de sacarosa (esferas marrones). El fenómeno cesa cuando la
concentración de las disoluciones separadas por la membrana son prácticamente iguales.

Figura 3.5. Esquema del fenómeno de ósmosis.

La presión osmótica se define como la presión que, cuando se aplica a la


disolución, detiene la ósmosis.

Experimentalmente se comprobó que esa presión osmótica de las disoluciones


diluidas se comportaba de la misma forma que la presión de los gases ideales, es decir:

π V = n R T → π = (n/V) R T = c R T

Siendo:
π = Presión osmótica (atm).
V = Volumen de disolución (L).
n = Número de moles de soluto.
R = Constante de los gases ideales (0,082 atmL/Kmol)
T = Temperatura (K).
C = concentración (mol/L).

Esta ecuación permite calcular masas molares de solutos.

6.- DISOLUCIONES DE ELECTROLITOS.

Los electrolitos (Ej. NaCl, NH3, …) son sustancias que en disolución o fundidas
se encuentran total o parcialmente disociadas. Sus disoluciones conducen la corriente
eléctrica.

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El estudio de las propiedades coligativas de las disoluciones electrolíticas mostró
que sus valores experimentales eran mayores a los esperados teóricamente. Van´t Hoff
introdujo un factor de corrección (i) en las ecuaciones de las propiedades coligativas
mediante el cual los valores experimentales obtenidos se podrían ajustar a los valores
teóricos esperados en esas ecuaciones. Se define i como el número de moles de
partículas que existen en una disolución por mol de compuesto disuelto.

Para disoluciones electrolíticas, las expresiones correspondientes a las diferentes


propiedades coligativas vendrían corregidas por el factor de van´t Hoff (i).

Tb  i K b m

T f  i K f m

πV=inRT

7.- DESVIACIONES DE LA LEY DE RAOULT.

Hay disoluciones, la mayoría, que no cumplen la ley de Raoult, son las


disoluciones reales (o no ideales). Pudiendo existir dos tipos, dependiendo de las
fuerzas intermoleculares de las distintas partículas de la disolución:

*Disoluciones con presión de vapor mayor de la esperada, son las disoluciones


con desviaciones positivas.

*Disoluciones con presión de vapor menor de la esperada, son las disoluciones


con desviaciones negativas.

En estos casos para que se cumpla la ley de Raoult es necesario introducir un


coeficiente de actividad (γi) de forma que:

Pi   i Pi 0 X i

Si γi = 1 → Pi = Pi0 Xi → disoluciones ideales

Pi Pi real
i  
Pi 0 X i Pi ideal

Desviaciones positivas (Figura 3.6.): γi > 1 → Pi > Pi0 Xi

Desviaciones negativas (Figura 3.7.): γi < 1 → Pi < Pi0 Xi

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Figura 3.6. Presiones de vapor del
sistema acetona-sulfuro de
carbono a 35 ºC.

[Cite el origen aquí.]

Figura 3.7. Presiones de vapor


del sistema acetona-cloroformo, a
35 ºC.

8.- DISOLUCIONES DE DOS COMPONENTES VOLÁTILES.

Supongamos una mezcla binaria (dos componentes) formada por dos líquidos
volátiles, resultando una disolución ideal, es decir que los dos componentes cumplen la
ley de Raoult en todo el intervalo de composición:

P1  P10 X 1 P2  P20 X 2

Donde X1 y X2 son las fracciones molares o composición de los componentes 1 y


2 en el líquido.

La presión de vapor de la solución se deberá a los dos componentes (pues


ambos son volátiles).

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PT  P1  P2  P10 X 1  P20 X 2

Con el líquido siempre habrá un vapor en equilibrio, la composición del líquido


es distinta a la del vapor. En el vapor se cumplirá la ley de Dalton:

Pi  PT Yi

Siendo: Pi = Presión de vapor del componente i.


PT = Presión total de la mezcla.
Yi = Fracción molar del componente i en el vapor.

El vapor es más rico en el componente de mayor presión de vapor, es decir el


más volátil. La fase de vapor está enriquecida, por tanto, en el componente más volátil.

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