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ARTROPLASTIA DE CADERA

Es uno de los procedimientos ortopédicos más exitosos que se realizan hoy en día, y es
una intervención que disminuye el dolor, mejorar la función y sobre todo la calidad de
vida de los pacientes con patología degenerativa o inflamatoria de la cadera (1).

Sir John Charnley, un cirujano ortopédico británico, desarrolló los principios


fundamentales de la cadera artificial y se considera el padre de la ATC. Él diseñó una
prótesis de cadera a finales de los sesenta que todavía puede tener su indicación hoy en
día (1).

La ATC es una intervención donde las superficies articulares afectadas son reemplazadas
con materiales sintéticos, y así mejora el dolor, la cinemática articular y la función. En el
paciente adecuado la ATC puede ser una intervención que cambia su vida al mejorar el
dolor, la función y la calidad de vida (1).

Todas las ATC consisten en un componente femoral, un componente acetabular y una


superficie de carga o rozamiento. La mayoría de sistemas disponibles actualmente son
modulares, con componentes separados femorales (vástago y cabeza) y acetabulares
(cúpula e inserto) (1).

Indicaciones
La artroplastia de cadera se hace principalmente en personas mayores de 60 años. Por lo
general, no se recomienda para personas más jóvenes, debido a la tensión que pueden
ejercer sobre la cadera artificial, haciendo que ésta falle prematuramente (2).
Entre las razones para remplazar la articulación de la cadera están:

 Fracturas del cuello del fémur en personas de edad avanzada


 Tumores de la articulación de la cadera.
 Dolor intenso por artritis en la cadera que limita la capacidad de la persona para
hacer las actividades que desea.

La persona debe comenzar a moverse y caminar pronto luego de la cirugía y pasarse de


la cama a una silla durante el primer día después del procedimiento (2).

Mientras el paciente permanece en la cama, debe ejercitar el tobillo frecuentemente para


evitar el desarrollo de coágulos sanguíneos (2).

CONTRAINDICACIONES ABSOLUTAS

 Infección activa (local o sistémica).


 Osteomielitis crónica.
 Pérdida significativa del hueso después de la recesión de un tumor maligno o
reserva ósea inadecuada que impida la fijación suficiente del implante.
 Enfermedades médicas preexistentes significativas (por ejemplo, infarto agudo de
miocardio reciente o angina inestable, insuficiencia cardíaca o anemia severa),
inmadurez esquelética,
 Paraplejía o tetraplejía
 Debilidad muscular permanente o irreversible en ausencia de dolor (3).

CONTRAINDICACIONES RELATIVAS

 La ausencia de masa muscular abductora de la cadera


 Déficit neurológico progresivo
 Obesidad mórbida son consideradas contraindicaciones relativas.
 Reserva osea femoral o acetabular altamente comprometida o insuficiente
asociada con enfermedad osea progresiva.
 Pacientes jóvenes que deben participar o que probablemente lo hagan en
actividades de alta demanda (3).

Causas
La causa más común del dolor crónico y la discapacidad de cadera es la artritis; la mayoría
de las veces, la artroplastia de cadera se hace en personas de 60 años o más, pero muchas
personas que se someten a esta cirugía son más jóvenes (3).

 Osteoartritis: es un tipo de artritis que está muy relacionada con la edad, Por lo
general ocurre en personas de 50 años o mayores, y a menudo en personas con
una historia familiar de artritis. El cartílago que amortigua los huesos de la cadera
se desgasta, causando dolor y rigidez de la cadera (3).
 Artritis reumatoide: Es una enfermedad autoinmunitaria en la que la membrana
sinovial se inflama y se engruesa. Esta inflamación crónica puede dañar al
cartílago, produciendo dolor y rigidez (3).
 Artritis post- traumática: esta puede aparecer tras una lesión o fractura de la
cadera (3).
 Necrosis avascular: Una lesión de la cadera, puede limitar el aporte de sangre a
la cabeza del fémur, causando necrosis avascular. La falta de sangre puede hacer
colapsar la superficie del hueso, y resultará en artritis (3).

La mayoría de las personas que se someten a cirugía de reemplazo de cadera


experimentan reducción drástica del dolor de cadera y una mejoría significativa en su
capacidad de realizar las actividades comunes de la vida diaria (3).

La fijación de los componentes protésicos al hueso puede conseguirse mediante dos


técnicas (1);

 Fijación cementada: Se utiliza cemento óseo alrededor de la prótesis que, al fraguar,


sujeta el implante al hueso. Tiene la ventaja de proporcionar una sujeción inmediata
que permite movilizar al paciente tan pronto como éste lo tolere, independientemente
de su calidad ósea. A cambio, el cemento puede ir degenerando con el paso del
tiempo. Suele utilizarse en pacientes con osteoporosis severa y es habitual su uso en
el tratamiento de fracturas (1).
 Fijación no cementada: Las superficies de la prótesis se recubren de materiales
porosos que imitan la textura del hueso y permiten que éste se vaya entremezclando
con el recubrimiento, fijando así el implante. Tiene la ventaja de ser una fijación más
natural que la proporcionada por el cemento, pero su éxito depende de las
condiciones previas del paciente. Suele emplearse en pacientes con relativa buena
calidad ósea (1).

TIPOS DE PROTESIS

 Prótesis total de cadera: Compuesta por un vástago que une la prótesis al fémur; un
cotilo que la fija a la pelvis y dos componentes que articulan entre sí: la cabeza
femoral y el inserto acetabular. Las prótesis totales de cadera suelen usarse en los
casos de artrosis o desgaste articular (1).
 Prótesis parcial de cadera: Al igual que la prótesis total, se fija al fémur por medio
de un vástago, pero la cabeza femoral (de mayor tamaño que en el caso de las prótesis
totales) articula directamente contra la pelvis. Esto se debe a que se emplea en el
tratamiento de fracturas del fémur y se supone que el acetábulo puede no estar
desgastado. Además, las fracturas suelen darse en pacientes que caminan poco y el
no utilizar cotilo hace que la cirugía sea algo menos agresiva (1).
 Prótesis de revisión: Puede ser total o parcial. Son prótesis que se utilizan para
reemplazar una ya existente y que presenta algún problema. Normalmente son de
mayor tamaño y pueden tener componentes modulares para adaptarse a una anatomía
que ya no es la original del paciente (1).
 Prótesis de resuperficialización (o resurfacing): Son una especie de capuchón
metálico que se sitúa sobre la cabeza femoral y que articula contra un cotilo también
metálico. Fueron diseñadas pensando en pacientes jóvenes con buena calidad ósea y
que, por su esperanza de vida, posiblemente tendrían que enfrentarse a una o varias
cirugías de revisión de la prótesis. Sin embargo, algunos modelos han presentado
problemas de durabilidad y hoy en día es más habitual el uso de prótesis totales con
vástagos más cortos que los convencionales (1).
¿Cómo articula la prótesis?

La cabeza femoral y el inserto acetabular se fabrican en materiales con bajo coeficiente


de fricción y buscan facilitar la movilidad de la prótesis. Los materiales más habituales
más frecuentes utilizados en prótesis de cadera son:

 Cabeza femoral metálica e inserto acetabular de polietileno (Par metal-


polietileno): Es el que lleva más años en el mercado y la fiabilidad es su principal
ventaja. Como inconvenientes se puede señalar que se desgasta más rápido que otros
pares de fricción y que las partículas resultantes de ese desgaste pueden aflojar la
prótesis del hueso. Además, como el polietileno tiene que ser bastante grueso para
compensar su desgaste, las cabezas femorales son más pequeñas y el riesgo de
luxación (que la prótesis se salga de su lugar) es mayor (1).
 Cabeza femoral e inserto acetabular cerámicos (Par cerámica-cerámica): La
dureza de la cerámica, unida a su hidrofilidad, ofrece un desgaste casi nulo. Además,
las cabezas pueden ser de mayor tamaño que las de los pares metal-polietileno. Entre
sus inconvenientes se encuentran su mayor coste y un cierto riesgo de rotura del
material debido a la fragilidad del material, aunque éste es realmente reducido (1).
 Cabeza femoral cerámica e inserto acetabular de polietileno (Par cerámica-
polietileno): Es un híbrido entre las dos opciones anteriores. Tiene algo menos de
desgaste que el metal-polietileno y menos riesgo de rotura que la cerámica (1).
 Cabeza femoral de metal e inserto de policarbonato uretano (Par metal-PCU):
Se distribuye bajo la denominación comercial TriboFit y es una de las últimas
incorporaciones al mercado. Permite el uso de cabezas de gran diámetro y presenta
una elasticidad mucho más parecida al del cartílago natural de la cadera (1).

Duración de la Prótesis
Son numerosos los factores que contribuyen a la duración de una cadera artificial,
incluidos el estado del paciente, el nivel de actividad, la calidad ósea y el peso, así como
la precisión de su colocación durante la intervención. Sin embargo, a pesar de que no hay
garantías, las cifras son alentadora. Generalmente, se habla de una duración de entre 15 a
20 años, quizás más. Incluso hay pacientes operados que llevan 30-40 años (3).
Evaluación preoperatoria
 Examen y evaluación de dolor
 Amplitud de movimiento
 Fuerza muscular
 Equilibrio
 Estado ambulatorio
 Longitud de los miembros inferiores
 Características de la marcha
 Uso de dispositivos de asistencia
 Nivel general de función y nivel percibido de discapacidad (3).

Riesgos
 Coágulos sanguíneos en las piernas (trombosis venosa profunda) que se pueden
desprender y trasladarse a los pulmones (émbolo pulmonar)
 Dislocación de la cadera artificial
 Crecimiento de hueso adicional que puede causar rigidez
 Infección que requiere la extracción de la cadera artificial
 Neumonía Expectativas después de la cirugía (2).

Esta operación alivia el dolor y la rigidez, y la mayoría de los pacientes puede caminar
sin ayuda. Con el tiempo, algunas veces hasta 20 años, la articulación artificial se afloja
y se hace necesaria una cirugía de revisión. Las personas jóvenes pueden presentar un
desgaste del revestimiento del nuevo acetábulo y necesitan que se les reemplace antes de
que la articulación artificial se afloje (2).
Recomendaciones

 Colocar barras de seguridad en la ducha, aunque el paciente debe bañarse sentado en


una silla firme (3).
 Utilizar una silla estable con una almohada firme en el asiento durante la recuperación,
con espaldar firme y descansabrazos; y al momento de sentarse las rodillas deben
quedar más bajas que la cadera (3).
 La persona que es sometida a esta cirugía requiere de ayuda al momento de vestirse, y
de movilizarse (3).
 Cuando se comience a dar los primeros pasos después de la cirugía debe hacerse con
ayuda de un caminador, evitando caídas que pueden causar complicaciones (3).
 Después de un periodo prudente de recuperación, se debe comenzar a realizar terapia
física para fortalecer la cadera y restablecer el movimiento para caminar y otras
actividades cotidianas normales. Estas terapias son dirigidas exclusivamente por
fisioterapeutas (3).

Bibliografía
1. Elservier. [Online]. [cited 2018 Enero 05. Available from: http://www.elsevier.es/es-revista-
rehabilitacion-120-articulo-artroplastia-cadera-S0048712007755317.

2. Centro Medico ABC. [Online]. [cited 2018 Enero 05. Available from:
http://www.abchospital.com/wp-content/uploads/2014/12/Artoplastia_de_cadera.pdf.

3. Carolyn K, Lynn C. Ejercicio Terapeutico Fundamentos y Tecnicas. 5th ed.: Panamericana;


2010.

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