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Historias

de Filósofos
Indice

Presentación 11

¿Por qué mataron a Sócrates? 15

Eloísa y Abelardo: una historia de amor en el silo !II "1

El ordo# el buey y el santo $5

S%ino&a# 'ilóso'o maldito 1()

*e+e& y muerte de ,a-id .ume 1//

S0ren ier2eaard: la locura y el talento 1"5

3as m4lti%les -idas de 3udi 6ittenstein 71/


P
resentación
Este no es un libro de filosofía. Es un libro que habla de
hombres y mujeres que vivieron, amaron, odiaron, disfrutaron,
sufrieron y, además, hicieron filosofía.
No voy a defender aquí ninuna tesis oscura ni a e!"lorar en
"rofundidad ninuna doctrina es"ecífica. #i objetivo es mucho
más modesto$ quisiera combatir la idea de que los filósofos son
unas "ersonas horriblemente aburridas a las que sólo debemos
"restar atención si nuestros "rofesores nos oblian a hacerlo. #ás
concretamente, quisiera combatir ese "rejuicio "or la vía de
suerir que si alunos de estos hombres y mujeres han sido
ca"aces de vivir unas vidas intensas, a"asionantes o
conmovedoras, es "robable que tambi%n consian cautivarnos con
lo que han dejado escrito.
#e a"uro a subrayar que no hay que confundir ambas cosas.
El conocimiento de la vida y la "ersonalidad de un filósofo no nos
ahorra nada del esfuer&o que hay que hacer "ara com"render sus
arumentos. Pero ocurre que, contra lo que a veces se cree,
muchos filósofos im"ortantes han sido tambi%n hombres
interesantes que vivieron vidas dinas de ser contadas. ' este
"uede ser un camino indirecto "ero aradable "ara llear al mundo
a"arentemente lejano de sus ideas.
(o que intent% hacer aquí "uede llamarse )divulación
Historias de Filósofos *

filosófica), en el mismo sentido en que se llama )divulación


científica) a lo que hacen los hombres de ciencia cuando e!"onen
en "alabras sencillas los resultados de su tarea. +ólo que, como la
ran tradición filosófica se ha alejado demasiado de nuestra vida
cotidiana, el objetivo
intentado abrir que me
un mundo "ro"use
"oco es bastante
conocido "ara la más humilde.
mayoría He
de los
lectores, utili&ando el m%todo más antiuo de la tierra$ contar
historias. (o hice así "orque me usta contadas y tambi%n "orque
estoy convencido de que no es im"rescindible ser aburrido "ara ser
serio.
-u% se "uede encontrar en este libro No, "or cierto, un
conocimiento estructurado y "rofundo de alunos sistemas
filosóficos, tal como "odemos e!iir de una obra es"eciali&ada.
/am"oco
ofrecer unun te!to
"anorama
de eneral de la filosofía
introducción como el que
a la disci"lina. "uede
0quí se
encontrarán sim"lemente alunas )historias filosóficas) que
"ueden interesar al lector y, tal ve&, des"ertarle una "asión.
Este estilo de trabajo me ha llevado a sim"lificar un "oco
las cosas, como casi siem"re ocurre cuando se hace divulación.
Pero no creo que esto sea una traedia. +iem"re que em"e&amos a
familiari&arnos con alo lo hacemos "roresando de lo más
sencillo a lo más com"lejo, de modo que sería hi"ócrita o
descabellado "retender que "odemos medirnos desde el "rinci"io
con las mayores dificultades de la cuestión. #i lema, en todo caso,
ha sido el de no inducir a error$ aunque haya dejado muchas cosas
sin decir, aunque en ciertos momentos haya a"enas insinuado la
com"lejidad o el carácter "ol%mico de alunos "roblemas, todo el
tiem"o intent% que lo efectivamente dicho no orientara al lector en
la mala dirección. +i tuve %!ito en este esfuer&o, entonces "odr%
darme "or satisfecho.
1uando el lector lleue al final de este libro 2si teno la
Historias de Filósofos 3

suerte de que eso ocurra4 no se habrá convertido en un conocedor


sistemático de la historia de la filosofía. Pero habrá anado una
visión alo más "recisa de las ideas de +ócrates y de +"ino&a, o se
habrá enterado de lo que fue la cuestión de los universales durante
la Edad
vida #edia. "ero
cotidiana, No setaltrata
ve& de nociones
"uedan im"rescindibles
arearle "ara lade
un nuevo "unto
vista sobre el mundo y sobre su "ro"ia e!istencia. +i eso
efectivamente ocurre, una de las ambiciones que me llevaron a
escribir este libro habrá sido colmada. (a otra ambición es que,
tambi%n si teno suerte, el lector "ueda decir cuando termine estas
"áinas que, des"u%s de todo, los filósofos le han hecho "asar
alunos buenos momentos.
-uisiera mencionar a alunas "ersonas con las que me
siento
#artínen deuda.y(uc
Pei!oto 5e #eyer,
1amilo /omás (inn,
Prado leyeron, 6mar
a veces conPaanini,
a7os de
diferencia, sucesivas versiones de al menos "arte del material,
a"ortando observaciones y comentarios que me estimularon a
seuir adelante. El mismo aradecimiento vale "ara Enrique
1assane 2Fundación 8anco de 8oston90rentina4 y muy
es"ecialmente "ara mi es"osa, :sabel, que fue la "rimera lectora de
casi todos los ca"ítulos. #i amia #aqui 5utto se encaró de la
revisión final del te!to con su habitual "rofesionalismo. Por
;ltimo, Fernando Esteves y Fernando <ama 2Ediciones +antillana4
y, una ve& más, Fernando 0riceta y (uciano =lvare& 2Fundación
8anco de 8oston9>ruuay4 se ocu"aron con cordialidad y
com"etencia de los as"ectos comerciales de la edición. ?racias de
veras a todos ellos.
Historias de Filósofos @

Por qu%
mataron a
+ócrates
Historias de Filósofos A

/al ve& "or haber hablado del tema durante dos mil
quinientos a7os, hemos terminado "or acostumbrarnos a la idea de
que hayan matado a +ócrates. El hecho, sin embaro, es
sencillamente insólito
ve& que re"asamos y nuestro
aquellos asombro vuelve a des"ertarse cada
acontecimientos.
Es que +ócrates era un mal candidato "ara la cicuta. No
solamente era un ciudadano leal, res"etuoso de sus deberes tanto
en la "a& como en la uerra, sino que era un hombre relativamente
conservador, alo cha"ado a la antiua, com"letamente alejado de
la imaen tradicional del revolucionario o del aitador. +u aura de
cru&ado de la verdad sacrificado "or una mayoría inorante es una
invención del silo BC:::. 0 ojos de sus conciudadanos +ócrates
era
con un
susbuen vecino Por
"reuntas. que,otra
a lo"arte,
sumo,el"odía volverse
r%imen que loalo molesto
condenó a
muerte no fue una, dictadura sanrienta ni una monarquía
des"ótica, sino esa tolerante democracia riea de la que solemos
hablar con admiración y res"eto.-u% e!tra7a combinación de
circunstancias tuvo que "roducirse "ara dar luar a un desenlace
tan "enoso

(os dos "rotaonistas de esta historia 9+ócrates y la


democracia riea9 desa"arecieron hace miles de a7os. Es "or eso
que, si queremos entender lo que "asó, tenemos que bucear en el
"asado hasta conseuir dar res"uesta a dos "reuntas decisivas. (a
"rimera es$ "or qu% +ócrates fue llevado a juicio y condenado a
muerte (a seunda es$ "or qu% ace"tó "asivamente la condena,
en luar de huir de 0tenas como le "ro"onían sus amios Estas
dos interroantes tienen res"uestas que se o"onen entre sí. ' si
conseuimos entender en qu% se o"onen, habremos a"rendido alo
acerca de ese mundo lejano donde "or "rimera ve& hablaron los
Historias de Filósofos D

filósofos.

Sócrates y Atenas

:mainemos que estamos a fines del silo C antes de 1risto


y que caminamos "or las calles de 0tenas. Es una ran ciudad "ara
la %"oca 2"robablemente unos cien mil habitantes4 y eso se nota a
cada "aso$ el mercado desborda de ente, numerosos ciudadanos
entran y salen de los edificios ";blicos, el camino hacia el "uerto
hormiuea de comerciantes, de carretas caradas de mercancía y
de esclavos que trans"ortan fardos. +i levantamos los ojos hacia la

acró"olis
antes vemos elloPartenón,
y 2contra terminado
que muchos de construir
creen4 "intado "ocos a7os
de colores
estridentes. Es el im"onente testimonio de un "asado lorioso "ero
definitivamente clausurado, ya que 0tenas acaba de "erder su
"uesto de "rimera "otencia mundial. (a ciudad viene de ser
derrotada en una uerra, ha sido ol"eada "or dos e"idemias de
"este y ha sufrido una tiranía breve "ero terrible que mató o envió
al e!ilio a miles de ciudadanos. /odos esos ol"es fueron duros y
dejaron su marca. Pero los atenienses han sabido sobre"onerse a la
desracialay democracia
tiem"os$ "oco a "ocoes"arecen retornar
sólida, los a losrecu"eran
neocios viejos buenos
su ritmo,
la "a& social "arece aseurada.
5e "ronto, en una esquina, un "eque7o ru"o de
hombres forma un semicírculo en torno a un "ersonaje estrafalario.
El que habla es bajo de estatura, tiene un vientre movedi&o y una
nari& chata que estalla entre dos ojos demasiado se"arados. Ca
descal&o, tiene los "ies sucios y la t;nica en mal estado. En una
"alabra, es todo lo contrario de esos rieos a"olíneos que nos
Historias de Filósofos 

muestran las estatuas.


Ese hombre esticula, mueve los bra&os, se7ala
im"ertinentemente con el dedo. +us interlocutores "asan de la risa
a la confusión, del inter%s a la furia, "ero en nin;n momento
dejan de escucharlo.
y de físicos cuidados.(a1ualquier
mayoría de ellos sonlosjóvenes
ateniense bien vestidos
reconocería como
hijos de ciudadanos ricos. ' cualquier ateniense diría ante ese
cuadro$ )0hí está +ócrates insistiendo con sus molestas
"reuntas.
+ócrates era uno, de los "ersonajes más "o"ulares de
0tenas, la ciudad que lo vio nacer, en la que creció y ense7ó, la
que lo ju&ó y terminó "or obliarlo a envenenarse.
0llí había nacido en el *@ antes de 1risto, hijo de +ofronisco, un
tallador de "iedra,
0mbos eran y de unatrabajadora,
ente sencilla, conocida "artera llamada
sin randes Fenaretes.ni
"ro"iedades
rentas. Pero los dos eran atenienses de "ura ce"a, de modo que los
varones de esa familia "ertenecían a la minoría de ciudadanos con
"lenos derechos "olíticos$ "odían hablar en la asamblea, votar y
ocu"ar rotativamente aluno de los numerosos caros ";blicos.
+ócrates se había casado con Ganti"a, una mujer tambi%n ateniense
que era famosa "or su mal carácter. El matrimonio había tenido
tres hijos y no se diferenciaba en nada de cualquier familia de
atenienses "obres.
(a relación entre +ócrates y 0tenas se e!tendió durante
laras d%cadas, de manera que ambos tuvieron tiem"o "ara
formarse una o"inión acerca del otro. +ócrates había nacido en esa
ciudad y nunca se había alejado de ella. No era amio de hacer
randes viajes ni "arecía tener necesidad de recorrer el mundo.
5es"u%s de todo, lo que a %l le interesaba no eran los "aisajes sino
los hombres, y todos los "ersonajes interesantes de aquella %"oca
terminaban "or confluir en 0tenas. +u vida no era la de un
Historias de Filósofos I

"ensador solitario y aislado, como habían sido /ales o Heráclito,


ni la de un aristócrata alejado del "ueblo) como sería más tarde su
discí"ulo Platón. 0 +ócrates se lo "odía encontrar en la calle o en
el mercado, conversando con los "olíticos, con los comerciantes o
con losconstantemente
estado artesanos. +u vida, como
liada a lalahistoria
de tododebuen ateniense,
la ciudad. había
(a había
visto crecer y fortalecerse, había asistido reularmente a la
asamblea e incluso había cum"lido un "ar de veces con el más
serio de los deberes del ciudadano$ había luchado como soldado de
infantería "ara defender a 0tenas de ataques e!teriores. No se
destacó, que se"amos, como un combatiente "articularmente
brillante, "ero el hecho es que allí había estado, hombro con
hombro en ese ej%rcito formado "or ciudadanos en armas.

"arte del 1ómo es "osible


más tí"ico "aisajeque un hombre
ateniense, hayasemejante, queunhacía
des"ertado odio
suficiente en sus conciudadanos como "ara terminar siendo
condenado a muerte a los setenta a7os de edad 1ontestar esta
"reunta no es tarea fácil, "ero al menos "odemos descartar una
"osible res"uesta$ cualquiera sea el crimen cometido "or +ócrates,
lo cierto es que no fue un aitador ni un subversivo en el sentido
habitual de estos t%rminos. Gamás desafió a las autoridades
leítimas, nunca "artici"ó en una cam"a7a "olítica, ni siquiera fue
un orador que se destacara en la asamblea. +u currículum de
ciudadano se reduce a un "ar de an%cdotas que no "ermiten
e!"licar su muerte, sino que más bien lo "intan como un hombre
que hubiera merecido el eloio de sus conciudadanos.
Por la "rimera historia sabemos que al menos una ve& en
su vida +ócrates ocu"ó una maistratura, es decir, uno de esos
caros rotativos que duraban un a7o y que se distribuían "or sorteo
entre los ciudadanos. Esto no tiene nada de e!ce"cional "orque así
funcionaban las cosas en 0tenas$ la administración de justicia, la
Historias de Filósofos 

ins"ección de las "esas que se utili&aban en el mercado, el control


de las o"eraciones de cara y de descara en el "uerto, el
cum"limiento de las liturias en los tem"los, eran funciones que se
"onían en manos de ciudadanos comunes se;n lo determinara la
suerte.
rieosEn esta rotacióndirecta.
la democracia de res"onsabilidades consistía
0sí que no es nada "ara
raro que unalosve&
le tocara a +ócrates, no "orque fuera +ócrates sino "orque era
ciudadano.
No es menos cierto, sin embaro, que su desem"e7o en
el caro dio que hablar a los atenienses. >n hecho fortuito lo
oblió a tomar una decisión difícil yeso lo colocó en el centro de
una tormenta "olítica. +ócrates, en efecto, fue maistrado en
tiem"os de ese conflicto contra Es"arta que los historiadores
llaman la ?uerra
funciones del Pelo"oneso.
se "rodujo ' ocurrió
una batalla naval que
quemientras estaba en
tuvo resultados
desastrosos "ara los atenienses. 0l conocerse la noticia, la o"inión
";blica reaccionó indinada contra los estrateos, es decir, contra
los ciudadanos es"eciali&ados en cuestiones militares que habían
diriido el combate. ', en un clima más bien violento, aluien
"ro"uso ju&ados a todos y condenados en bloque "or su
incom"etencia.
(a "ro"uesta iba contra las leyes de la ciudad, que
"rohibían los juicios colectivos "ara darle a cada acusado una
adecuada o"ortunidad de defenderse. Pero los atenienses no
estaban de humor "ara fijarse en detalles y querían "asar
rá"idamente a la ejecución. +ócrates, sin embaro, hi&o valer todas
sus "otestades de maistrado y "ese a sufrir randes "resiones,
consiuió bloquear la iniciativa. No sabemos e!actamente cómo
terminó el e"isodio, "ero tanto Platón como Genofonte lo
recordaban tiem"o des"u%s de su ejecución. Era una de esas
historias edificantes que les ustaba contar a los rieos cuando se
Historias de Filósofos J

trataba de resaltar las virtudes de un ciudadano muerto.


Fuera de este e"isodio, hay sólo otra o"ortunidad en la
que +ócrates tuvo una actuación "olítica destacada. (o que hi&o
aquella ve& fue un verdadero acto de desobediencia civil, "ero no
lo cometió contra la democracia sino contra una dictadura
sanrienta.
Este seundo hecho ocurrió hacia el a7o *I* antes de
1risto, lueo de que 0tenas "erdiera la uerra contra Es"arta. Esa
%"oca fue es"ecialmente dura "ara los atenienses, "orque la ciudad
quedó bajo el control de una fuer&a de ocu"ación que im"uso un
obierno interado "or treinta aristócratas sim"ati&antes de la
"otencia vencedora y de claras convicciones antidemocráticas. (os
/reinta /iranos instalaron un r%imen de terror que les costó el
e!ilio, la duró
"esadilla e!"ro"iación
a"enas uno la muerte
a7o, a miles
"ero eso de ciudadanos.
fue tiem"o suficiente(a"ara
hacerle muchísimo da7o a buena "arte de los atenienses.
0quella ve& +ócrates tuvo mala suerte. El obierno
había decidido detener a un o"ositor llamado (eón de +alamina y,
como era habitual en aquel tiem"o, eliió "or sorteo a un ru"o de
ciudadanos "ara que fuera a buscarlo. 2En 0tenas no había "olicía
"rofesional, de manera que eran los "ro"ios ciudadanos o sim"les
esclavos quienes se ocu"aban de arrestar a los delincuentes, cuidar
las cárceles y ejecutar las sentencias4 +ócrates quedó entre los
cinco vecinos seleccionados "or este "rocedimiento "ero se neó a
cum"lir la orden$ en luar de ir con los otros a buscar a (eón,
sencillamente se volvió "ara su casa. Por lo que sabemos ese acto
no tuvo mayores consecuencias "ara %l, aunque bien "udo haberle
costado la vida. ' en cierto sentido esa muerte hubiera sido mucho
más com"rensible 2y mucho más honrosa "ara 0tenas4 que la que
finalmente tuvo.
Estas dos historias son todo lo que sabemos acerca del
Historias de Filósofos K

+ócrates ciudadano. (as dos nos dan una imaen sim"ática del
"ersonaje "ero, a escala ateniense, son muy "oco im"resionantes.
Es que la vida y la "olítica estaban liadas en esa ciudad
hasta un "unto que hoy nos cuesta imainar. (os atenienses
em"e&aban a "re"ararse
casi desde ni7os. /odavía"ara "artici"ar en
adolescentes, loslos asuntos
futuros ";blicos
ciudadanos
em"e&aban a ser interados a los banquetes y a las tertulias de sus
mayores. 0llí conocían a las fiuras más im"ortantes del arte y de
la "olítica, al tiem"o que a"rendían a arumentar, a discutir y a
"ersuadir a los demás. En esa misma %"oca em"e&aban a
frecuentar el imnasio, "re"arándose "ara servir como soldados.
(ueo se interaban a la asamblea y a "artir de los treinta a7os se
convertían en ciudadanos "lenos, con derecho a ser electos "ara
todos los caros de la administración.
0 lo laro de ese "roceso los atenienses tomaban "artido, se
incor"oraban a corrientes de o"inión, tejían una com"leja red de
amistades y de enemistades "olíticas, "artici"aban en toda clase de
conflictos y no "ocas veces se juaban la vida. Por eso, casi
cualquier ateniense que lleara a los setenta a7os tenía mucha
e!"eriencia acumulada y muchas historias que contar.
1ómo "udo ocurrir que un hombre com"arativamente
"oco involucrado en los vaivenes de la vida "olítica terminara
siendo ejecutado ' cómo se e!"lica que haya sido condenado a
muerte en un momento de relativa calma, bajo un obierno
leítimo y democrático Porque +ócrates no fue ejecutado "or la
dictadura de los /reinta /iranos sino cinco a7os más tarde, cuando
la democracia ya había sido restaurada. No fue condenado "or un
r%imen d%bil o acorralado, sino bajo instituciones que contaban
con un ran a"oyo "o"ular. #ás aun, el "rinci"al de sus
acusadores, que se llamaba 0nito, era uno de los "olíticos que más
Historias de Filósofos *

había contribuido al reestablecimiento de la democracia tras la


dictadura de los /reinta. 0nito era el autor de una ley de amnistía
con la que se había "acificado la ciudad lueo de un "eríodo de
disturbios. ', "ara demostrar que su iniciativa iba en serio, %l
mismo
que los había
/reintarenunciado a recu"erar las numerosas "ro"iedades
le habían confiscado.
Eso lo había convertido en uno de los "olíticos más
influyentes de 0tenas y en uno de los "rinci"ales dirientes del
"artido democrático.

No era un irres"onsable ni un fanático, ni mucho menos


un intrascendente en busca de "rotaonismo.
(o que sucedió en aquel momento es, "or lo tanto, a la
ve& claro y duro de admitir$ la que mató a +ócrates fue la 0tenas
democrática, la misma 0tenas que había sido antes y siuió siendo
des"u%s un reducto de tolerancia y de "artici"ación "olítica. Esa
0tenas lo mató con toda conciencia, sin que mediara un error
judicial ni una crisis que hiciera "erder el control de los
acontecimientos. 1ómo entender lo que ocurrió si no queremos
contentarnos con alunas acusaciones enerales de inorancia y de
fanatismo
Para encontrar una solución al "roblema tenemos que
em"e&ar "or "reuntarnos qu% hi&o +ócrates de es"ecial a lo laro
de su vida. ' la res"uesta inmediata es que habló todo el tiem"o
sin escribir jamás una sola línea. Pero hablar estaba lejos de ser un
delito en 0tenas. 0l contrario, esa era una ciudad donde las cosas
más im"ortantes se hacían hablando$ se hablaba en el mercado y
en los tribunales, se hablaba en la asamblea, se hablaba sin "arar
en la tienda del barbero, en el teatro y en las esquinas. Hablaban
los jóvenes y los viejos, los ricos y los "obres, los ciudadanos y los
e!tranjeros. 0tenas era una ciudad soleada y meridional donde
Historias de Filósofos 3

nadie "ensaba que hablar fuera una "%rdida de tiem"o. 5e qu%
había hablado +ócrates "ara que lo suyo fuera tan es"ecial en ese
conte!to +encillamente había hablado de todo$ de la virtud, de la
verdad, de la ciencia, de la justicia, de la belle&a, del amor, de la
#uerte, desaber
tratado de la vida.
qu%'"ensaban
más que sus
hablar, había"ara
vecinos "reuntado. Había
ver qu% "odía
sostenerse con ra&onable firme&a.
0quí "arece estar una de las claves del "roblema$ el
trabajo de +ócrates no consistía tanto en afirmar como en "oner en
duda. +e había "ro"uesto mostrar a los atenienses que sus
o"iniones y sus juicios estaban basados en la costumbre y no en la
ra&ón, de modo que eran inca"aces de defender con arumentos lo
que tenían "or bueno, "or justo o "or verdadero. +e trataba de una
tarea ca"a& im"ertinencia.
verdadera de e!as"erar a cualquiera
+u m%todo y %lconsistía
la llevaba en
a cabo conla
"edir
definición de un conce"to a"arentemente claro "ara deducir de allí
una serie de consecuencias insos"echadas y contradictorias.
+ócrates enredaba a su interlocutor con sus "ro"ias "alabras y lo
alentaba a reformular el conce"to. Pero lueo volvía a hacerla
tri&as y lo dejaba todavía más "er"lejo. 1omo si todo esto fuera
"oco, sus "alabras estaban "ermanentemente adornadas con
declaraciones de humildad$ )+ólo s% que no s% nada. +ólo re"ito el
oficio de mi madre$ con mis "reuntas saco a lu& ideas que son de
otros).
5etrás de estas declaraciones falsamente modestas había
un objetivo muy "oco tranquili&ador$ se trataba de "oner en
evidencia todo lo que había de infundado o de "oco claro en las
ideas que eran am"liamente ace"tadas "or los atenienses de su
tiem"o. Pero no seamos injustos con los antiuos rieos. Ellos
conocían "erfectamente la diversidad de o"iniones y habían hecho
un culto de la tolerancia. (a "r%dica de +ócrates "odía "arecerles
Historias de Filósofos @

incómoda "ero no "or eso lo habrían matado. No, al menos, si esa


"r%dica no se hubiera sumado a otros factores hasta "roducir una
me&cla e!"losiva. ' eso fue "recisamente lo que "asó.

La perplejidad y la crispación

El trabajo de &a"a desarrollado "or +ócrates no era


com"letamente nuevo "ara sus conciudadanos. #ás bien formaba
"arte de un movimiento eneral que horadaba la sabiduría
tradicional y daba "aso a un nuevo mundo de ideas. (os rieos
habían dejado definitivamente atrás su "asado r;stico y uerrero, y
eran cada ve& más conscientes de que los viejos versos de Homero
ya no contenían todas las res"uestas.
(os "roblemas habían em"e&ado un silo y medio atrás,
cuando en las colonias de la costa jonia 9hoy /urquía9 a"arecieron
los "rimeros filósofos. Esos nuevos intelectuales se dedicaban a
observar la naturale&a con ojos que no eran los de la reliión ni los
de las tradiciones ancestrales. )El sol Ldecían9no es un dios sino
una "iedra incandescenteM las nubes son el resultado de la
eva"oración del auaM la variedad de la naturale&a "uede reducirse
a los diferentes estados de un ;nico elemento.) #uchas de sus

hi"ótesis
un cambioeran falsas yres"ecto
de actitud estabandel
mal"asado$
controladas, "ero im"licaban
la costumbre no alcan&a
"ara justificar una ideaM aunque hayamos creído en alo desde
siem"re, tenemos que encontrar arumentos racionales que nos
"ermitan sostenerlo.
1on el correr del tiem"o estas ideas se habían e!tendido
y radicali&ado, "asando del análisis de los fenómenos naturales a
la discusión de las cosas humanas. 0tenas se había visto
"roresivamente invadida "or unos nuevos maestros de moral y de
retórica que se llamaban sofistas y que afirmaban la relatividad de
Historias de Filósofos A

todas las cosas. )>na buena causa 9sostenían estos hombres


"rovenientes de ciudades lejanas9 es aquella que ha sido bien
defendida en los tribunales.) ' areaban desafiantes$ )El hombre
es la medida de todas las cosas).
/odointelectuales
tantas modas esto "odría que
haber quedado en
circulaban como una más
0tenas, si nodefuera
las
"orque las nuevas ideas atrajeron a mucha ente culta y, en
es"ecial, a los hijos de los aristócratas. Eso cambió radicalmente
las cosas, "orque esos jóvenes constituían la eneración de
recambio de la clase diriente. 5e ellos se es"eraba que recibieran
la educación tradicional, que se incor"oraran a las tertulias de sus
mayores y que se convirtieran en "rolonadores de la sabiduría
ancestral. +in embaro, esos jóvenes ricos y cultos em"e&aban a
reírse de las-uerían
antecesores. creencias com"artidas
cortar y a des"reciar
con el "asado y abandonar a sus
las
tradiciones. 'a no les interesaba leer la :líada ni la 6disea, sino
a"render la retórica y la lóica. 'a no "restaban atención a la
antiua reliión sino a la astronomía y a la &ooloía. Preferían usar
el dinero de sus "adres "ara retribuir al ;ltimo sofista en luar de
com"rarse un caballo o un equi"o de uerra.
(as ideas que defendían los jóvenes aristócratas no
siem"re coincidían con las que ense7aban sus maestros. Estos
;ltimos tam"oco estaban siem"re de acuerdo entre sí,
es"ecialmente si se trataba de una discusión entre sofistas y
filósofos. Pero estos matices no tenían la menor im"ortancia "ara
el ateniense com;n. 0 ojos de la ente sencilla, lo ;nico
im"ortante era que los nuevos intelectuales habían contaminado a
los jóvenes con ideas estrafalarias y que ahora esos jóvenes se
lan&aban contra las tradiciones que sostenían a las instituciones
"olíticas, a la familia y a la reliión. )(os sofistas están lejos de ser
locos 9decía 0nito, el acusador de +ócrates9. (os locos son los
Historias de Filósofos D

jóvenes que les "aan y, más todavía, los "adres que "onen a sus
hijos en sus manos. Pero las "eores de todos son las ciudades que
los reciben dentro de sus muros, en luar de e!"ulsar sin
e!ce"ción a todo individuo, sea e!tranjero o no, que tena esa
"rofesión.(as cosas estaban tomando un tinte "oco tranquili&ador.
(os nuevos intelectuales habían conmovido la cultura tradicional
diciendo que la costumbre no alcan&aba "ara justificar las
convicciones y que aun lo más sarado debía encontrar un
fundamento en la ra&ón. (os jóvenes aristócratas habían
convertido ese lema en un rito de uerra y se habían lan&ado a la
destrucción de la tradición. >n ru"o de ellos había lleado a
fundar un 1lub de 0doradores del #al que se dedicaba a burlarse
de los cultos
consistía ancestrales.
en orani&ar >nay ruidosos
enormes de sus banquetes
actividades"recisamente
"referidas
en los días de recoimiento y ayuno. ' las cosas no terminaban
allí. >na ma7ana del a7o *3 antes de 1risto, en "lena uerra
contra Es"arta, los atenienses descubrieron horrori&ados que las
estatuas saradas que "roteían a la ciudad habían sido mutiladas.
5urante la noche, al;n ru"o que nunca fue identificado "ero que
sabía dónde ol"ear había cometido un acto que hubiera sido
inimainable "ocos a7os atrás. )Esto es demasiado 9"ensaba el
ateniense com;n9M esto nos va a traer la ira de los dioses.) y lo "eor
es que ese hombre sencillo tuvo la "lena confirmación de sus
temores.
(a seunda mitad del silo C antes de 1risto fue uno de
los "eríodos más calamitosos de la historia de 0tenas. En el *K se
desató la ?uerra del Pelo"oneso, ese laro conflicto contra Es"arta
que terminó en una derrota abrumadora. En un la"so de a"enas
cuatro a7os 2entre el *KI y el *J@4 dos e"idemias de "este cayeron
sobre la ciudad y mataron a un tercio de la "oblación. (a "este se
Historias de Filósofos 

llevó entre otros al "ro"io Pericles, que no sólo era el jefe "olítico
y militar de la ciudad sino el símbolo viviente de su rande&a. En
el *3 los atenienses hicieron un ;ltimo intento "or revertir la
situación militar y reunieron todas sus fuer&as "ara conquistar
+icilia.
descubrióPero cuando los de
la mutilación barcos acababan
las estatuas de dejar
saradas el terror
y el "uertosese
a"oderó de la ciudad$ los su"uestos cul"ables fueron "erseuidos,
e!"ro"iados o ejecutados tras juicios sumarísimos. Entre los
sos"echosos fiuraba 0lcibíades, un aristócrata joven y ambicioso
que comandaba la flota de uerra. 0lcibíades fue convocado a
0tenas "ara ser sometido a juicio "ero, en luar de obedecer, se
esca"ó a Es"arta y em"e&ó a colaborar. con el enemio. (a
e!"edición a +icilia terminó en un desastre y en 0tenas hubo un
ol"e de estado.
se "rodujo (a uerra
la derrota duró (a
definitiva. todavía unos
ciudad a7os "ero
se rindió y fueenocu"ada
el *I3
"or las fuer&as es"artanas. +us habitantes quedaron en manos de
los /reinta /iranos.
Esta sucesión de calamidades demandaba aluna
e!"licación y los ojos de muchos atenienses em"e&aron a diriirse
hacia los nuevos intelectuales. 1on su racionalismo a ultran&a y su
relativismo moral, esos nuevos maestros habían traído los "eores
males imainables a la ciudad. (a irreverencia y los sacrileios de
sus discí"ulos habían terminado "or desatar la furia de los dioses.
(a uerra, la "este, los ol"es oliárquicos eran la consecuencia
inevitable del abandono de la vieja sabiduría.
En todo esto había un enorme malentendido, "ero
tambi%n un conflicto muy real. (a sabiduría convencional riea
2la que transmitían los "oemas de Homero4 había sido siem"re una
sabiduría de los límites$ la innovación "olítica debía res"etar la
costumbre, la discusión moral debía contem"lar la tradición, la
reliión debía continuar con los usos del "asado, el conocimiento
Historias de Filósofos JI

no debía "rofanar lo que era "atrimonio de los dioses. Ese era el


ran secreto que e!"licaba la estabilidad y la continuidad del estilo
de vida rieo$ los hombres "odían innovar "ero no debían actuar
como si fuesen dioses. Esa falta se desinaba con una "alabra,
hybris, que(os
queríanuevos
decir desmesura, tentación
intelectuales de lo absoluto.
fueron vistos como
res"onsables de las calamidades que sufría 0tenas "orque habían
convertido la hybris en "rorama. 0 ojos de la sabiduría
tradicional, lo que "retendían esos hombres era ir más allá de
donde era sensato llear si se quería mantener la "a& social y la
vida civili&ada. El filósofo Heráclito había des"reciado la
sabiduría de los ancestros y no había vacilado en tratar a Hornero
de charlatán. ' a los sofistas como Protáoras no les temblaba la
vo& cuando decían
"reocu"arse quesihabía
en saber que investiar
los dioses e!isten la naturale&a
o no. sin
Para muchos
atenienses esto im"licaba rivali&ar con lo divino, intentar elevarse
"or encima de los límites humanos "ara alcan&ar un conocimiento
y un dominio absolutos. ' tal "retensión sólo "odía culminar en
un desastre. No había que olvidar que a Prometeo le habían
comido el híado "or desafiar a los dioses y que a caro se le
habían fundido las alas "or acercarse demasiado al sol.
+ería un error de nuestra "arte mirar con suficiencia este
ti"o de temor. (os antiuos rieos se e!"resaban de un modo
arcaico, "ero lo que estaban "lanteando al hablar de la cólera de
los dioses era un "roblema muy real. Para decirlo en t%rminos
contem"oráneos, la "reunta que se estaban haciendo es cuánta
innovación y cuánta ru"tura con el "asado "uede so"ortar una
sociedad sin llear a descom"onerse como tal. Pese a su sim"le&a,
los com"atriotas de +ócrates sabían que una sociedad es un tejido
de vínculos que requieren ser alimentados, y se estaban
"reuntando cuánta tensión "uede resistir ese tejido sin correr el
Historias de Filósofos J

rieso de estallar.
1on el "aso de los silos hemos a"rendido que una
sociedad "uede tolerar mucha más heteroeneidad y mucha más
com"lejidad que lo que creían los antiuos rieos, "ero eso no
quita quelosutena
que hoy "reunta
más sia teniendoasísentido.
que nunca, como es5e"robable
hecho, esque
"robable
sia
anándolo en el futuro.
(a cultura tradicional ateniense había inresado en una
"rofunda crisis y esto "lanteaba un "roblema de su"ervivencia en
tanto sociedad. (os atenienses em"e&aron a defenderse como
"odían de ese "eliro y, como casi siem"re ocurre cuando
actuamos cris"ados, en eneral lo hicieron mal.
0 "rinci"ios de la uerra con Es"arta fue incor"orado a
la leislación ateniense el delito de im"iedad, que "odía a"licarse a
todos quienes "usieran en duda la e!istencia de los dioses. Por lo
que sabemos, la norma fue "ro"uesta "or un tal 5io"ites hacia el
a7o *KJ antes de 1risto, con el objeto de "erseuir a quienes
buscaban e!"licaciones naturales "ara los fenómenos que hasta
entonces habían sido considerados divinos. Pero el hecho es que la
nueva ley fue usada casi e!clusivamente "ara atacar al círculo de
intelectuales y de artistas que rodeaba a Pericles, que eran los
re"resentantes más visibles de la nueva mentalidad.
El "rimer acusado fue 0na!áoras, un filósofo que
ense7aba que el sol y los cometas eran "iedras incandescentes, que
la luna era una "iedra fría de relieve monta7oso y que el trueno era
el resultado de una colisión entre nubes. El acusado fue condenado
a muerte y terminó huyendo de la ciudad. El siuiente ataque se
diriió contra el escultor Fidias, a quien los atenienses debían los
frisos del Partenón y alunas de las estatuas más famosas de
?recia. Fidias fue acusado de utili&ar su arte "ara divini&arse a sí
mismo$ a"arentemente había escul"ido su "ro"io retrato en al;n
Historias de Filósofos JJ

luar del Partenón. ' "ese a todo su talento y a todo su "restiio,


no "udo esca"ar a una condena que le hi&o terminar sus días en
"risión. )(a historia "osee en su totalidad 9dice el historiador
#ases Finley9 la a"ariencia de un ataque diriido contra los
intelectuales,
cuestionando en yun tiem"o en que una "arte
con frecuencia de ellos estaba
desafiando creencias
"rofundamente enrai&adas en los cam"os de la reliión, la %tica y
la "olítica.)
' "or qu% no incluir a +ócrates entre estos hombres que
em"ujaban la ciudad hacia la desinteración Es verdad que %l no
era un sofista, como lo mostraba su "ro"ia condición de ateniense
y el que se neara a cobrar "or sus lecciones. Pero +ócrates
tambi%n criticaba la moral tradicional y demolía las antiuas ideas
acerca de lo justo
democracia, y deacusaba
a la que lo bueno.
deEra además
"oner en elun severo crítico
obierno de la
a hombres
indinos de esa tarea. Nunca se le había escuchado hablar en favor
de la tiranía ni de los ol"es oliárquicos, "ero si no había hecho
nada en contra de la democracia, tam"oco había hecho ran cosa
"or ella. #ás bien había mostrado una olím"ica indiferencia hacia
las instituciones, hasta el "unto de que jamás había tomado la
"alabra en la asamblea de ciudadanos. Este hombre locua& y
entrometido, que hablaba en todas las "la&as y esquinas de 0tenas,
se había callado justamente allí donde más consecuencias "odía
tener su vo&.

1allarse, "or su"uesto, no era delito en 0tenas. Pero era


alo que llamaba mucho la atención, sobre todo si el silencio
"rovenía de +ócrates. Porque si bien %l mismo no "odía ser
acusado de haber cons"irado contra la democracia, entre sus
discí"ulos se contaban alunos de los hombres que más da7o le
habían hecho a la ciudad. Por ejem"lo, el brillante y tormentoso
Historias de Filósofos JK

0lcibíades, que en "lena uerra había cambiado de bando y le


había trasmitido información esencial al enemio. 6 varios de los
im"ulsores del ol"e oliárquico del a7o *. 6 "eor a;n, el
"ro"io 1ritias, el más sanriento de los /reinta /iranos. y tambi%n
1ármides,
ser que eseotro de losno/reinta,
hombre quemala
fuera una además era tío
"ersona ni de
un Platón. Podía
cons"irador
"olítico, "ero los resultados de su ense7an&a estaban a la vista y
"odían ser ju&ados "or cualquiera.
0ristófanes, un comediante brillante y muy "o"ular en
0tenas, fue uno de los "rimeros en sacar esta conclusión. Por eso
escribió una serie de comedias en las que +ócrates a"arecía como
"ersonaje, "ero sobre todo una 9(as nubes9 que "arecía escrita con
toda la intención de destruido.

del juicio.(as
En nubes se estrenó
ella a"arece en 0tenas
un +ócrates veinticinco
burdo a7os antes
y caricaturesco,
mitad sofista y mitad bufón, que "asa sus días en una 1asa de
Pensar. 5esde ese e!tra7o reducto hace la defensa del ateísmo
radical y confunde a sus interlocutores con ra&onamientos
absurdos. El retrato es claramente difamatorio, "ero es seuro que
0ristófanes se hacía eco de alunas bromas bien conocidas en la
ciudad. (a obra termina en un iantesco caos donde todo se
confunde y se destruye. En un cierre tí"ico de 0ristófanes 2que
bien "odría haber sido uionista de los #onty Phyton4 la 1asa de
Pensar es incendiada y reducida a escombros, sin que quede claro
si +ócrates consiue esca"ar. Platón nunca le "erdonó este final y,
muchos a7os des"u%s de la ejecución, todavía acusaba a
0ristófanes de haber sido su "rimer instiador.
Es difícil saber si Platón tenía ra&ón o no, "ero es seuro
que los motivos del "roceso debieron cocerse a fueo lento. En
"arte +ócrates fue ejecutado "or lo que dijo, en "arte "or lo que no
dijo y en "arte "or lo que dijeron e hicieron los hombres que lo
Historias de Filósofos J*

rodeaban. Esta com"lejidad tal ve& e!"lique "or qu% fue ju&ado y
condenado en un tiem"o en que "oca ente corría ese "eliro,
como lo "rueba el hecho de que no se cono&can "rocesos
semejantes al suyo en las d%cadas "osteriores. +ócrates fue llevado
aseuro
juicioque
como
si elnuevo
mismointelectual y "or
no hubiera delitos de
colaborado o"inión. Pero
activamente con es
sus
censores, difícilmente hubiera conocido el sabor de la cicuta.

Un acusado que se condena a sí mismo

)(a "resente acusación y declaración son juradas "or


#eleto, hijo de #eleto, del demo de Pinhos, contra +ócrates, hijo
de +ofronisco, del demo de 0lo"ece. +ócrates es cul"able de no
creer en los dioses en los que cree la ciudad y de introducir
divinidades nuevas. /ambi%n es cul"able de corrom"er a los
jóvenes. El castio "ro"uesto es la muerte.)
El hombre que leyó esta acusación era un "ersonaje
"oco im"ortante en la ciudad. Presentaba sus caros contra
+ócrates como ciudadano "rivado, tal como se hacía normalmente
en los juicios de la %"oca. (o acom"a7aban en la iniciativa otros
dos ciudadanos$ (icón, del que tam"oco tenemos mayores

noticias,
real y 0nito,del
instiador que"roceso.
era el más0nito
destacado de los
era un tres y,dequi&ás,
"olítico nuevael
eneración, es decir, un nuevo rico ajeno a la aristocracia
tradicional que había inresado a la "olítica des"u%s de hacer
fortuna. /oda su rique&a "rovenía de una curtiembre que
funcionaba con mano de obra esclava. +e;n Genofonte, entre %l y
+ócrates había habido al;n roce "ersonal, ya que +ócrates le
había echado en cara que estaba educando a su hijo "ara ser
curtidor y no "ara ser un hombre dino. No sabemos si este fue el
motivo real del juicio, "ero sí sabemos que en la 0tenas de aquel
Historias de Filósofos J3

tiem"o no era una ran idea tener a 0nito de enemio.


(a acusación fue leída ante un jurado de 3I miembros
eleidos al a&ar entre los ciudadanos mayores de treinta a7os. Esto
era "arte del "rocedimiento normal en 0tenas, donde e!istían
jurados "ero novotando
la sentencia, jueces$ los
en "ro"ios miembros
una urna del tribunal
tras haber decidían
escuchado el
testimonio de las "artes. El maistrado que "residía el "roceso no
era un jurista "rofesional sino un ciudadano tambi%n desinado "or
sorteo. /am"oco e!istía una corte de a"elaciones, de modo qu% la
decisión era definitiva. (os acusadores tenían cierto "la&o "ara
formular sus caros y "resentar sus testios. (ueo le tocaba al
acusado defenderse a sí mismo, aunque "odía contar con el
asesoramiento "revio de oradores "rofesionales. /odo el "roceso
era oral y aun
El tiem"o las "ruebas
que cada documentales
"arte tenía "ara hablardebían
era el leerse
mismoen vo&medía
y se alta.
con un reloj de aua que se detenía durante las declaraciones de
los testios y la lectura de los documentos.
El "roceso duraba varias horas y durante ese tiem"o los
miembros del jurado "ermanecían sentados en bancos de madera.
(as sesiones, eran ";blicas, de manera que cualquier "ersona
"odía asistir a las discusiones. 1uando las intervenciones de cada
"arte terminaban, los miembros del tribunal votaban una "rimera
ve& "ara decidir si el acusado era cul"able o inocente. +i resolvían
esto ;ltimo, la "ersona quedaba en libertad y "odía "resentar
caros contra su acusador. Esta era una manera ineniosa de
desalentar a quienes no tuvieran buenas ra&ones "ara iniciar un
"roceso. +i, en cambio, el acusado era encontrado cul"able, cada
una de las "artes debía suerir una condena. (os miembros del
tribunal votaban entonces una seunda ve& "ara eleir entre las
dos "ro"uestas "resentadas, sin "oder formular alternativas. Este
mecanismo incitaba a las dos "artes a suerir condenas justas, ya
Historias de Filósofos J@

que si una de ellas caraba demasiado las tintas corría el rieso de


inclinar al jurado en la dirección de su o"onente.
(a acusación leída "or #eleto combinaba dos caros
diferentes. El "rimero era el de im"iedad, es decir, el de )no creer
en los dioses
nuevas). en los que
El seundo, cree la ciudadmenos
decididamente y de introducir
teolóico, divinidades
era el de
)corrom"er a los jóvenes). (as dos cosas eran bien diferentes entre
sí, "ero habían estado tradicionalmente unidas en las críticas que
se hacían a los nuevos intelectuales.
5etrás de la acusación de im"iedad estaba la vieja ley de
5io"ites que había hecho "osible la condena de 0na!áoras y de
Fidias. /ratándose de +ócrates, la acusación "arecía bastante
infundada. Ol nunca había atacado a la reliión tradicional y 2si los
diáloos
vida real4que
era escribió Platón en invocar
com;n escuchado su juventud
a losreflejan
dioses oalo
vedodeentre
su
los asistentes a las ceremonias reliiosas. Hay incluso un e"isodio
c%lebre que lo vincula al tem"lo de 5elfos, uno de los santuarios
más im"ortantes de toda ?recia. +e;n la tradición, la sacerdotisa
de 5elfos habría dicho durante un trance que +ócrates era el más
sabio de los rieos. +ócrates no "uso en cuestión al oráculo "ero
se "ermitió inter"retarlo a su manera$ )(o que quiso decir la
sacerdotisa es que los demás creen que saben alo con certe&a,
cuando todo lo que saben es incierto. 'o en cambio no s% nada con
seuridad, "ero al menos soy consciente de ello).
(a ;nica base "ara la acusación de im"iedad era un
raso de su "ersonalidad bien conocido "or sus vecinos$ +ócrates
decía a quien quisiera escucharlo que dentro suyo habitaba un
daimon 2un enio o demonio, "ero sin la connotación de
malinidad4 que le hablaba interiormente en el curso de las
discusiones. Ese es"íritu siem"re hablaba "or la neativa. (e
decía$ "or ahí noQ o$ ese camino no te lleva a la verdad que
Historias de Filósofos JA

estás buscandoQ), sin dar jamás una instrucción "ositiva. El


daimon de +ócrates sabía lo que el filósofo Henri 8erson formuló
muchos silos des"u%s en "alabras más familiares "ara nosotros$
que las "rimeras certe&as a las que accedemos son casi siem"re
neativas. En una
antes de tener clarosituación difícil solemosdebemos
lo que efectivamente saber cómo no 6,
hacer. actuar
al
intentar com"render un "roblema, el "rimer "aso consiste a
menudo en saber cuáles son las inter"retaciones que no "ueden
llevarnos a una solución correcta. (as certe&as "ositivas son más
trabajosas y tardías.
Pero, tanto en la 0tenas de aquel entonces como ahora,
sería muy difícil "retender confundir esa rare&a con un acto de
sacrileio. +ócrates no tenía nada de blasfemo y era ridículo
"retender daimon
0un "ara quelos su
atenienses "onía en "eliro
de hace a los silos,
veinticinco dioses de
un laenio
ciudad.
"rivado no era más que una oriinalidad inofensiva. Es "robable
que esta "arte de la acusación no haya tenido otra finalidad que la
justificar la condena a muerte, "orque esa era la "ena establecida
en la vieja ley de 5io"ites. (o que realmente se le objetaba a
+ócrates no era convivir con un dios "rivado sino, como decía la
seunda de las acusaciones, haber corrom"ido a los miembros de
las nuevas eneraciones.
1uando en la 0tenas de los silos C o :C antes de 1risto
se hablaba de corrom"er a los jóvenes, no se hablaba de nada
"arecido a lo que "odemos entender hoy. 8uena "arte de los actos
que nosotros aru"aríamos en este rubro eran considerados "or los
atenienses 2al menos "or los "ertenecientes a los círculos
aristocráticos4 como "erfectamente admisibles y hasta edificantes.
5icho más claramente$ cuando #eleto acusaba a +ócrates de
corrom"er a la juventud no estaba hablando de nada que tuviera
que ver con el se!o. (o estaba acusando 2a %l y al resto de los
Historias de Filósofos JD

nuevos intelectuales4 de a"artar a los jóvenes de la sabiduría


convencional, de debilitar sus la&os de fidelidad con la ciudad, de
alejados de la moral ancestral que se había transmitido de
eneración en eneración.
Esto
del "roceso, se ve claramente
+ócrates cuando,
e!ie a #eleto que en un momento
nombre )un solodramático
hombre
al que yo haya corrom"ido). #eleto res"onde$ )Puedo nombrar a
cuantos convenciste de seuir tu autoridad en luar de seuir la
autoridad de sus "adres). ' +ócrates se justifica e!"oniendo una
de sus ideas más recurrentes$ )Eso es verdad, "ero en asuntos de
educación se debería acudir a e!"ertos y no a "arientes).
Es "robable que este diáloo nunca haya e!istido.
Genofonte lo incluye en su versión del juicio, "ero Platón no lo
menciona. En realidad, ni uno ni otro son demasiado dinos de
confian&a "orque nunca intentaron hacer una crónica fiel del
"roceso sino e!"licar los "roblemas de fondo que estaban en
jueo. Platón, "or ejem"lo, escribió una brillante defensa que
su"uestamente reflejaba lo dicho "or +ócrates ante el tribunal,
"ero en otra "arte confiesa que el discurso real fue más bien "obre$
el "unto fuerte de +ócrates era la discusión y no las randes
declamaciones. 1omo sea, ese diáloo, ficticio o no, nos "ermite
ver el conflicto que o"onía a las dos "artes en litiio.
Para los hombres como 0nito y #eleto, los nuevos
intelectuales eran cul"ables de haber corrom"ido a los jóvenes en
el sentido de haberles hecho cambiar la reliión "or la astronomía,
el res"eto a la ciudad "or el cosmo"olitismo, el inter%s hacia los
asuntos ";blicos "or la juera y la "oesía intimista. Entre los
adultos y los jóvenes se había inter"uesto una barrera conformada
"or las e!iencias de la nueva ra&ón, y esa barrera había terminado
"or destruir aquello que desde siem"re habían com"artido los
atenienses.
Historias de Filósofos J

+ócrates, al defenderse, e!"one el cora&ón de su


doctrina$ la virtud, la justicia, la verdad, no son cuestiones de
costumbre sino e!iencias a las que debemos res"onder con ayuda
de la ra&ón. Para esa tarea tenemos que "re"ararnos y ejercitarnos
del mismoa"elamos
así como modo que al entrenamos nuestro
imnasta "ara cuer"o
que nos uíe "ara
en ellacultivo
uerra.dely
físico, tenemos que a"elar al filósofo "ara que nos uíe en el
cultivo del alma. Era, "or cierto, una res"uesta clara y coherente,
"ero tenía un "roblema rave$ sólo "odía convencer a quienes ya
estaban convencidos, es decir, a aquellos que, como el "ro"io
+ócrates, "ercibían las insuficiencias de la sabiduría convencional.
Es "or eso que la condena a muerte no "uede ser vista
como un sim"le error judicial ni como un acto de venan&a
me&quina. Fue más bien el resultado de un conflicto entre un
mundo que nacía y un mundo que estaba muriendo. >no de los
"rimeros en subrayar este hecho fue Heel, quien rotundamente
afirmaba que los atenienses habían tenido sus ra&ones "ara hacer
lo que hicieron$ )En +ócrates 9 decía Heel9 vemos re"resentada la
traedia del es"íritu rieo. Es el más noble de los hombres, es
moralmente intachable, "ero trajo a la conciencia 2...4 un "rinci"io
de libertad del "ensamiento "uro, del "ensamiento absolutamente
justificado, que e!iste "uramente en sí y "or sí. ' este "rinci"io de
la interioridad, con su libertad de elección, sinificaba la
destrucción del estado ateniense. El destino de +ócrates es, "ues, el
de la su"rema traedia. +u muerte "uede "arecer la "eor injusticia,
"uesto que había cum"lido "erfectamente con sus deberes "ara con
la "atria y había abierto a su "ueblo un mundo interior. Pero, "or
otro lado, tambi%n el "ueblo ateniense tenía "erfecta ra&ón al sentir
claramente que esta interioridad debilitaba la autoridad de la ley y
minaba al estado ateniense. Por justificado que estuviera +ócrates,
iualmente justificado estaba el "ueblo ateniense ante %.)
Historias de Filósofos KI

1on todo, los atenienses no estaban demasiado


entusiasmados con la ejecución. (as randes histerias colectivas
habían "asado y el clima de tolerancia había vuelto a la ciudad. (a
"rueba es que Platón no tuvo "roblemas cuando, no mucho
des"u%s
escuela de dela filosofía
muerte de que
su maestro,
fue unabrió en "lena
foco 0tenas una
de "ensamiento
antidemocrático. Pese a esta "r%dica conocida en toda ?recia,
Platón murió de viejo y sólo tuvo "roblemas fuera de la ciudad
cuando em"rendió la loca aventura de convertir a un tirano en
filósofo9rey.
Por qu%, entonces, el juicio de +ócrates terminó tan mal
como terminó (a res"uesta es chocante "ero no "or eso menos
clara$ lo que lo "erdió fue que %l mismo llevó las cosas del "eor
modo "osible,
situación. (ejossindehacer el más
buscar mínimo
salvarse, intento
buscó "or esca"ar a su
sistemáticamente la
"ro"ia "erdición.
+ócrates no estaba dis"uesto a conceder la menor
leitimidad a la acusación. Estaba convencido de haber sido un
buen ciudadano y de haber beneficiado a los atenienses con su
actividad de filósofo. 'a que el juicio sobre su conducta se había
convertido en un asunto ";blico, e!iía que se recorriera ese
camino hasta el final$ si la ciudad debía "ronunciarse sobre sus
actos, lo ;nico que "odía hacer era reconocer los servicios que le
había "restado a lo laro de toda su vida. ' si había que decidir
una "ena, %l "edía que se le diera el mismo trato que recibían los
vencedores de los jueos olím"icos, es decir, que se lo alojara de
"or vida en un edificio ";blico y que fuera alimentado a costas de
la ciudad. Esa fue "recisamente la "ena que "ro"uso como
alternativa a la sentencia de muerte.
+i +ócrates hubiera "ro"uesto la multa que sus amios ricos
estaban dis"uestos a "aar, o si hubiera ace"tado "asar alunas
Historias de Filósofos K

semanas en la cárcel, es casi seuro que no lo hubieran matado. (a


"rimera votación del jurado fue muy ajustada 2JDI miembros lo
encontraron cul"able y JJ lo declararon inocente4, de manera que
todo se hubiera arrelado con una "ena suave. Pero +ócrates se
tomaba
hubiera muy
hechoentodo
serioviejo
la o"inión de ysus
ateniense muyconciudadanos, como lo
"ocos de sus discí"ulos.
En ese "roceso era la ciudad, su ciudad, la que debía "ronunciarse
sobre su actividad como filósofo y sobre el conjunto de su vida.
No era un neocio "rivado que "udiera arrelarse mediante
reateo, sino un asunto ";blico. +i en ese momento o"taba "or una
salida "ramática se estaría traicionando a sí mismo, "orque habría
demostrado que no tomaba en serio su vida de filósofo. y además
habría insultado a su ciudad, "orque habría insinuado que tam"oco
le im"ortaba demasiado la o"inión de sus vecinos.
0sí que +ócrates no transó. E!iió que se le tratara como un
cam"eón olím"ico y con eso firmó su sentencia de muerte. >na
ve& que la "rimera votación estableció su cul"abilidad, había que
decidir en la seunda ronda cuál "ena se a"licaría. (as ;nicas dos
o"ciones eran la muerte o el tratamiento de cam"eón. +ócrates
había e!tremado las cosas y eso radicali&ó las o"iniones. El
conteo de votos reveló que K@ jurados habían o"tado "or la
sentencia de muerte mientras que *I habían ace"tado su
"ro"uesta. (o que des"u%s de todo no era "oco.
+ócrates casi había obliado al tribunal a que lo condenara,
convirtiendo un "roceso "oco firme en una decisión dramática y
definitiva. Pero eso no "areció bastarle. 5es"u%s de la condena
estuvo encarcelado un mes entero, ya que "or ra&ones reliiosas no
"odía ser ejecutado de inmediato. En efecto, cada a7o los
atenienses enviaban un barco ritual a 5elos "ara conmemorar la
victoria de /eseo sobre el #inotauro. Hasta que ese barco no
volviera, nadie "odía ser sometido a la "ena de muerte en 0tenas.
Historias de Filósofos KJ

Esas laras semanas fueron una nueva o"ortunidad de esca"ar a la


condena. +us amios le "ro"usieron re"etidamente que se fuara
de la cárcel y abandonara la ciudad. Ellos estaban dis"uestos a
ayudado y eran suficientemente ricos como "ara aranti&arle la
subsistencia "or el resto
otra ve&. (a ciudad habíadedecidido
sus días.que
Pero +ócratesyseesaneó
%l muriera una y
resolución
era ina"elable. Em"ecinadamente se neó a eludir la "ena de
muerte hasta que, un día de "rimavera del K antes de 1risto, le
lleó la hora de beber la cicuta. +e;n los testios, tomó
tranquilamente el veneno y lueo se cubrió con la t;nica "ara
es"erar la muerte dinamente. +u cuer"o fue "oni%ndose
"roresivamente ríido y frío. 1uando faltaba "oco "ara el final,
se desta"ó la cara y se diriió a su amio 1ritón "ara decir sus
;ltimas,
0scle"ioMtí"icas, desconcertantes
no te olvides "alabras$ )(e debemos un allo a
de "aárselo).

Una cuestión de estilos

0unque se nos esca"an muchas cuestiones de detalle, ahora


sabemos qu% ra&ones tuvieron los atenienses "ara ju&ar a
+ócrates$ lo ju&aron "or filósofo, a causa del miedo que tenían de
"erder un estilo de vida. Pero esto sólo e!"lica una mitad de la
historia. Para entender la otra mitad tenemos que "reuntarnos "or
qu% +ócrates for&ó la condena a muerte y "or qu% ace"tó el
veredicto sin hacer nada "or evitar la cicuta. ' esta seunda
interroante tiene una res"uesta todavía más sor"rendente$
+ócrates fue ejecutado "orque %l mismo estaba a medio camino
entre dos conce"ciones de la moral y de la "olítica. Porque su
actitud era contradictoria y ni %l ni sus conciudadanos "udieron
esca"ar al dilema que habían creado. +ócrates fue ejecutado
"orque, aunque era el "rofeta de un nuevo mundo, seuía siendo
Historias de Filósofos KK

un ciudadano del antiuo. Para entender esta afirmación hay que


em"e&ar "or "reuntarse qu% entendían los rieos cuando
escuchaban la "alabra )libertad).
El sinificado que los antiuos rieos atribuían a este
t%rmino noa7os,
quinientos era ellamismo
libertadque
nosolemos darle hoy.deHace
era la "osibilidad doslo mil
hacer que
uno quisiera sino la "osibilidad de "artici"ar en las decisiones que
establecían el límite entre lo lícito y lo ilícito. +er libre era "oder
intervenir en aquellas instancias de decisión que tenían influencia
sobre la vida de uno. >na "ersona era libre dentro de la ciudad si
"odía tomar "arte en tales decisiones y eventualmente ocu"ar
caros de obierno. En una "alabra, )libertad) era sinónimo de
)ausencia de tiranía).
0l evidente
consideraban entender que
el ser
t%rmino de este modo,
libre im"licaba formar los
"arterieos
de una
ciudad libre, esto es, de una ciudad inde"endiente de todo "oder
e!tranjero. ' eso su"onía que un hombre que quisiera ser libre
debía estar dis"uesto a defender la inde"endencia de su ciudad en
el cam"o de batalla.
Es que hace dos mil quinientos a7os las cosas eran muy
claras y muy duras$ una ciudad sólo "odía ser inde"endiente en la
medida en que fuera ca"a& de defenderse con las armas. +i no lo
hacía, tarde o tem"rano iba a caer bajo el dominio de al;n invasor
que actuaría des"óticamente sobre ella. 0llí no había Naciones
>nidas, ni 6/0N, ni 1orte :nternacional de Gusticia. +i una ciudad
no tenía %!ito en la tarea de autodefensa, la derrota se "aaba con
la muerte la esclavitud de sus ciudadanos. >n hombre libre era un
hombre que "ertenecía a una comunidad ca"a& de defender su
inde"endencia a ol"es de es"ada. +i eso no ocurría, entonces era
un hombre muerto o un esclavo. Esto e!"lica "or qu%, en ese
mundo de ciudadanos9soldados, la e!clusión cívica de las mujeres
Historias de Filósofos K*

era tomada con naturalidad$ sólo era ciudadano con "lenos


derechos aquel que "odía "artici"ar en la defensa de la ciudad. (os
que eran inca"aces de defenderse a sí mismos no "odían as"irar a
tal reconocimiento. ' esto tambi%n e!"lica "or qu% la esclavitud
era vista
había como natural
"referido y leítima$
la sim"le un esclavo
su"ervivencia era un
biolóica a lasoldado
muerte que
del
hombre libre. Ol mismo había eleido una vida casi animal, en
luar de llevar su condición de ciudadano hasta las ;ltimas
consecuencias. Puede que todo esto nos suene muy mal, "ero hace
veinticinco silos era "arte de la imbatible lóica de los hechos$ en
el mundo rieo, la libertad individual era inimainable si no iba
asociada a la libertad de una ciudad ca"a& de defenderse a sí
misma. )(a "rimera e!"eriencia que conmovió y aterrori&ó a los
rieos 9dice
diferencia la francesa
social, Gacqueline
que siem"re habíandeconocido,
<omilly9sino
no era la de la
la "osibilidad
de hacerse esclavo "or la uerra y la derrota. (a "osibilidad de la
servidumbre amena&aba a cada instante a los hombres.)
(a ciudad no era "ara los rieos un conjunto de calles y
de casas sino el fruto de un em"rendimiento humano. No se
trataba de una realidad definitivamente dada sino de alo
semejante a un oranismo vivo.

(as ciudades se fundaban, crecían, a veces eran


aniquiladas o sim"lemente morían. Por eso, fundar y mantener en
"ie una ciudad era una "eri"ecia semejante a em"render un viaje o
a embarcarse en una cam"a7a militar. Hacía falta coraje, confian&a
mutua y tambi%n alo de suerte. Este era un sentimiento que, lejos
de debilitarse, se fortalecía ante cada conflicto e!terior. 'eso
e!"lica "or qu% el mundo rieo justificó la esclavitud "ero no
im"idió la "olítica$ los ciudadanos no se identificabaQQ "or su
rique&a o "or su noble&a, sino "or su condición de "artici"antes en
Historias de Filósofos K3

una em"resa colectiva. +er ciudadano quería decir ser com"a7ero


de aventura de los demás ciudadanos. Por eso había ciudadanos
ricos y ciudadanos "obres, y e!tranjeros ricos que nunca lleaban
a formar "arte del cuer"o de ciudadanos.
)(ibertad)
"ero tambi%n quería
quería decir)formar
decir$ entonces "arte
)ausencia
de deuntiranía),
cuer"o
inde"endiente de ciudadanos libres). Estos fueron los dos
sinificados oriinales de la "alabra, "ero hubo lueo un tercer
sentido que los rieos conocieron en medio de m;lti"les
dificultades. Para entenderlo es "reciso tener en cuenta dos ti"os
de e!"eriencias que los marcaron a fueo.
Por una "arte, la vida "olítica fue "ara los rieos 2como
lo ha sido desde entonces4 una vida de enfrentamientos no siem"re
lim"ios
tambi%nyeso,
de "asiones a veces
y semejante me&quinas.
forma No fue sólo
de vida resultaba eso "ero fue
insatisfactoria
"ara muchos individuos. Por otra "arte, los rieos en eneral y
los atenienses en "articular conocieron, des"u%s de una lara vida
inde"endiente, la derrota y la dominación e!tranjera. El ideal de la
ciudad libre se hacía a sus ojos cada ve& más difícil de reali&ar.
Por este doble camino los atenienses fueron consolidando una
tercera forma de entender la libertad, radicalmente distinta de las
anteriores$ la libertad era ahora libertad interior, conquistada
mediante el autodominio y la ru"tura con un mundo caótico. (a
libertad ya no debía buscarse en la ciudad sino fuera de ella.
+ócrates vivió una %"oca en la que estos diferentes
conce"tos de libertad em"e&aban a entrar en conflicto. 1asi toda
su vida adulta transcurrió bajo una uerra terrible que se e!tendió
durante tres d%cadas. 0 lo laro de esos a7os 0tenas "erdió
sucesivamente su im"erio, sus rique&as, sus mejores hombres, su
r%imen democrático y, finalmente, su inde"endencia. Esta
sucesión de calamidades hacía ver cada ve& con mayor claridad
Historias de Filósofos K@

que sin inde"endencia de la ciudad no había libertad "osible "ara


el ciudadano. Pero, "or otro lado, las malas "rácticas "olíticas, la
demaoia, la sucesión de reímenes más o menos tiránicos,
fortalecían la idea de libertad interior como ;ltimo refuio que
"ermitía mantenerse
El drama a salvo.fue que quedó entram"ado en esta
de +ócrates
o"osición. Por una "arte fue un "rofeta de la inde"endencia de
juicio y des"reció los valores del mundo antiuo$ el "restiio, la
fama, el reconocimiento ";blico. Perseuía la libertad interior y,
en un sentido "rofundo, había cortado amarras con la ciudad de
sus ancestros. Estuvo lejos de ser un rebelde o un aitador, "ero
fue el menos "olítico de los atenienses de su tiem"o. Era una
es"ecie de e!tranjero en su tierra y eso está seuramente en la base
de su condena.
Pero, "or otra "arte, +ócrates era un ciudadano ateniense
en el sentido más tradicional de la "alabra. <es"etaba las normas y
las costumbres de la ciudad, cum"lía con sus deberes, se sentía
fuertemente liado a su tierra. ' como viejo ciudadano ateniense,
llevaba en las venas un fuerte sentimiento de fidelidad a su ciudad$
ace"tar vivir en 0tenas era com"rometerse con el conjunto de los
atenienses. #ás aun, +ócrates ace"taba la vieja idea de que una
violación de las leyes no era solamente una falta individual, sino
un atentado contra el "acto que mantenía unidos a los ciudadanos.
>na leyera una decisión de la ciudad y toda decisión de la ciudad
debía ser cum"lida, "orque sin una ciudad fuerte no había
"osibilidades de vivir una vida individual verdaderamente dina.
En "lena crisis de la ciudad y de sus instituciones, +ócrates seuía
"ensando, como todo viejo ateniense, que el "rimer deber del
ciudadano era no atentar contra la fortale&a de las leyes. +u lema,
como el de todos sus ancestros, era )"ersuade u obedece).
Esta tensión a"arece con mucha fuer&a en el relato que
Historias de Filósofos KA

Platón hi&o de su muerte. +ócrates murió con la tranquilidad de


es"íritu y con la entere&a de un hombre que había buscado la
libertad interior. No tenía necesidad de estar en "a& con sus
conciudadanos "ara estar en "a& consio mismo. Pero, al mismo
tiem"o,
tal comomurió "orque se
le "ro"onían susneó a huir
amios. +edeneó
la ciudad
a huir durante la noche,
"or fidelidad a la
0tenas que lo había condenadoM "orque, "ara un viejo ateniense
como %l, las resoluciones de la ciudad estaban hechas "ara
cum"lirse. +i cada ciudadano decide qu% leyes y qu% veredictos
merecen ser res"etados, ese es el fin de la asociación "olítica. /al
ley o tal decisión "ueden ser criticables en sí mismas, "ero el
res"eto de la ley en eneral es un valor absoluto. +ócrates no huyó
"orque quiso recordar una ve& más esta vieja idea y "orque quiso
rendir un ;ltimo
que tienen servicioesa a"render
los hombres su ciudad$delasus
;nica manera
"ro"ios de mejorar
errores. 0tenas
se equivocaba con %l y con la filosofía, "ero si %l esca"aba, los
atenienses nunca lo "ercibirían. +ócrates es, cuando ya quedan
"ocos, un ateniense de "ura ce"a. 1omo dice el británico 5ereR
Heater, su muerte fue un verdadero acto de ciudadanía.
#uchos silos más tarde, el liberalismo com"letó la idea
riea de democracia con una restricción decisiva$ las mayorías no
"ueden tomar cualquier decisiónM hay derechos que "roteen al
individuo y que deben ser res"etados aun cuando %ste "ertene&ca a
una ínfima minoría. Esta evolución cambió radicalmente las cosas
y "uede hacernos "ensar que +ócrates quedó entram"ado en un
"roblema relativamente sencillo, "ero esta sería una conclusión
com"letamente errónea. El "roblema que mató a +ócrates es
enorme y "rofundo, hasta el "unto de que hoy lo seuimos
discutiendo. 5ónde se encuentra la verdadera libertad individual
En la rique&a de una vida "ersonal que consiue la "erfecta
autonomía y se desentiende de la o"inión de los demás 6 en una
Historias de Filósofos KD

b;squeda con los otros que d% sinificado a nuestros halla&os y


"ona sentido a nuestras metas (a filosofía de 6ccidente ha
oscilado a lo laro de los silos entre uno y otro e!tremo, teniendo
siem"re a +ócrates como referencia.
(os filósofos
con la ejecución y, en losatenienses quedarondieron
a7os "osteriores, muy la
im"resionados
es"alda a la
"olítica democrática. Platón transformó el mensaje de +ócrates en
una e!iencia universal$ la ciudad que condena a un justo debe ser
radicalmente reformada, no sólo a nivel de sus instituciones sino
de sus hombres. ' creyó que tal cosa era "osible bajo la dictadura
de un rey9filósofo que combinara el "oder absoluto con el
conocimiento de la verdad. #edio silo más tarde, 0ristóteles
volvió a ocu"arse de la "olítica cotidiana y de la suerte de la
ciudad real,sealestaba
un sentido tiem"oalejando
que rehabilitaba al ciudadano
de +ócrates, corriente.
"ero al mismo tiem"oEn
hacía más com"rensible su muerte. 1on el "aso del tiem"o, los
cínicos, los estoicos y los neo"latónicos volvieron a "ro"oner la
ru"tura con la ciudad en favor de la interioridad. 0o "arecido
harán los místicos de todas las %"ocas. ' sin embaro la ciudad
siue ahí, em"ecinada, sin que seamos ca"aces de "rescindir de
ella. 2+olamente es innecesaria, decía 0ristóteles, "ara quien es
mucho más o mucho menos que un hombre$ "ara un dios o "ara
una bestia.4 Es "or eso que numerosos filósofos se "reuntan si,
des"u%s de todo y a "esar de todos los errores, la ciudad no es el
mejor invento que hemos hecho los hombres en los ;ltimos dos
milenios y medio.

SSSS

1ontamos con tres informantes de "rimera mano sobre la vida de


+ócrates. El más conocido es Platón, que fue su a su más reducido ru"o de amios.
Historias de Filósofos K

+ócrates fiura en todas las obras de Platón que nos han lleado 2salvo en la ;ltima4,
"ero el "roblema es que no se trata del filósofo que realmente vivió en 0tenas sino de
un "ersonaje literario. (o que hi&o Platón fue servirse del recuerdo de su maestro "ara
convertido en el "ortavo& de sus "ro"ias ideas. +euramente "ensó que ese era el
mayor homenaje que "odía hacerle, "ero lo malo es que )su) +ócrates tiene "oco que
ver con el "ersonaje histórico. 1on todo, hay tres obras que nos "ermiten reconstruir
momentos im"ortantes de su vida. >na de ellas es la c%lebre 0"oloía de +ócrates, que
es una defensa ficticia ante el tribuna l. (a seunda es un diáloo llamado 1ritón, que
se desarrolla en la "risión y en el que +ócrates da sus ra&ones "ara recha&ar la
"ro"uesta de esca"arse de 0tenas. (a tercera obra es el diáloo Fedón, que relata la
muerte de +ócrates. +olamente las obras que Platón escribió en su juventud nos sirven
"ara conocer alo acerca de las ideas de su maestroM las que "rodujo cuando ya era un
filósofo maduro no tienen mucho valor desde este "unto de vista, aunque son las más
interesantes "ara estudiar al "ro"io Platón. El seundo testio de "rimera mano es
Genofonte, que tambi%n frecuentó el círculo de +ócrates y que com"artía con Platón su
orien aristocrático y su escaso entusiasmo "or la democracia. (a obra de Genofonte es
"oco oriinal intelectualmente, "ero a"orta alunos datos bioráficos que "arecen más
confiables que los de Platón. Nos ha lleado de %l una colección de an%cdotas acerca
de su antiuo maestro 2las #emorables o, se;n las traducciones más recientes,
<ecuerdos de +ócrates4, una 0"oloía muy distinta de la que escribió Platón y alunos
diáloos en los que +ócrates a"arece como "ersonaje. )+u) +ócrates resulta ser un
hombre sensato, res"etuoso de las leyes y de los dioses, relativamente crítico de la
democracia "ero no muy contamos que, en el silo :: des"u%s de 1risto, todavía se
conservaba en los archivos de 0tenas el te!to de la acusación de #eleto 2Cidas de
filósofos J, *I4 Fuera de este dato im"ortante, casi todo lo que dice es fruto de su
imainación o de la imainación de sus informantes.
En la redacción de este te!to aludí, sin citados, a diferentes "asajes de
estas obras. (a referencia a la maistratura desem"e7ada "or +ócrates es oriinal
como "ensador. El mayor "roblema de esta imaen es que cuesta entender "or qu% los
atenienses mataron a aluien tan inofensivo.
Finalmente, como tercer testio directo está el comediante 0ristófanes,
cuyas obras 2en es"ecial (as nubes4 son claramente difamatorias. Pero esas comedias
"ueden decimos alo acerca de cómo era "ercibido el +ócrates real "or "arte de sus
enemios.
/ambi%n en la antiTedad, "ero mucho más tarde, 5ióenes (aercio
dedicó a +ócrates un ca"ítulo de su libro Cidas de filósofos. 5ióenes no es en eneral
muy dino de confian&a, "ero en este caso se a"oya en un tal Favorino "ara hecha "or
Platón 20"oloía KJb4 y "or Genofonte 2Hel%nicas ,A,J934. El e"isodio de (eón de
+alamina a"arece en la 0"oloía "latónica 2KJc4 y en las #emorables de Genofonte
2lC, *, *4 /ambi%n Platón nos cuenta la historia del 6ráculo de 5elfos 20"oloía JKa4
Historias de Filósofos *I

y nos transmite el juicio de 0nito acerca de los sofistas y su clientela 2#enón *Ja4.
Genofonte habla del conflicto entre +ócrates y 0nito en su 0"oloía J. El te!to de la
acusación nos ha lleado a trav%s del "ro"io Genofonte 2#emorables ,,4 ' de
5ióenes (aercio. +ócrates habla de su daimon interior, vinculándolo a la acusación
de #eleto, en la 0"oloía de Platón 2K d4. /ambi%n Genofonte habla del tema, y en
eneral de la reliiosidad de +ócrates, en las #emora,b,l 2s 2,,J4 y en la 0"oloía
2Bl, K4. 0quí y allá hice alusiones a te!tos de 0ristóteles, "or más que %ste nació
varios a7os des"u%s de la muerte de +ócrates. (a referencia a la "olis, a los animales y
a los dioses a"arece en el libro  de la Política 2:J3KaJ@4. En esta misma obra se
encuentran alunas refle!iones que ilustran la conce"ción riea de la esclavitud 2C::,
*, KKKbKD ' C::, 3, JI4. El te!to de Heel sobre la muerte de +ócrates "roviene de
sus (ecciones sobre la filosofía de la historia universal, Ja. "arte, ca". :::. (a alusión
al intento de Platón de convertir a un tirano en rey9filósofo refiere a su relación con
5ionisio de +iracusa. >n relato auto bioráfico de este e"isodio "uede leerse en la
1arta C::, esto es, en la s%"tima de las cartas "resuntamente escritas "or Platón que
han lleado hasta nosotros.
En cuanto a la literatura contem"oránea, seuí de cerca las ideas del
historiador #oses Finley, de quien utilic% El nacimiento de la "olítica 28arcelona,
1rítica9?rijalbo, D@4 y dos artículos que a"arecen en libros diferentes$ )+ócrates y la
0tenas "ostsocrática) 2"ublicado en Cieja y nueva democracia, 8arcelona, 0riel,
DI4 y )+ocrate and 0thens) 2"ublicado en 0s"ects of 0ntiquity, (ondres, 1hatto U
Vindus, @D4. (a idea del contraste entre el )+ócrates renovador) y el )+ócrates
arcaico) es tratada "or el "ro"io Finley, así como "or Francisco <odríue& 0drados en
(a 5emocracia 0teniense 2#adrid, 0lian&a, D34. /ambi%n 0lasdaire #ac:nry re se
ocu"a del "unto en su Historia de la Otica 28uenos 0ires, Paidós, AI4 yen /ras la
Cirtud 28arcelona, 1rítica, DA4. En diferentes momentos utilic% ideas o datos de las
siuientes obras$ (a "rudence che& 0ristote, de Pierre 0ubenque 2París, P>F, D@4M
Politeia dans la "ens%e recque, de Gacqueline 8ordes 2París, (es 8elles (ettres,
DJ4M Platos +ocrates, de /homas 8ricRhouse y Nicholas +mith 26!ford, 6!ford
>niversiry Press, *4M (es lois dans la "ens%e recque, de Gacqueline 5e <omilly
2París, (es 8elles (ettres, A4M (a 1rece antique a la d%couverte de la libert%,
tambi%n de 5e <omilly 2París, Editions de Fallois, D4M +ocrate2s4, de +arah
Wofman 2París, Oditions ?alil%e, D4M 1iti&enshi". /he 1ivic :deal in Vorld History,
Politics and Education, de 5ereR Heater 2(ondres, (onman, I4. /ambi%n consult%
dos artículos de ?reory Clastos$ )+ocratesX 5isavoYal of WnoYlede) 2Philoso"hical
-uarterly K3, KD, Ganuary DD4 y )/he Historical +ocrates and 0thenian
5emocracy) 2Political /heory , *, November DK4, así como su libro +ocrates,
:ronist and #oral Philoso"her 2:thaca, 1omell >niversiry Press, 4. 1omo obras
es"ecíficas acerca del juicio a +ócrates consult% +ocrates on /rial, de /homas
8ricRhouse y Nicholas
Historias de Filósofos *

+mith 26!ford, 1larendon Press, D4M (e "roces de +ocrate, de 1laude


#oss% 28ru!elles, 1om"le!e, DA4 y /he /rial oZ+ocrates, de . F. +tane 28astan,
#ass. (ittle 8roYn, DD4. Este ;ltimo libro fue traducido al castellano 2El juicio de
+ócrates, #adrid, #ondadori, K4. (a referencia a 8erson "roviene de un te!to
llamado )(a intuición filósofica), que "uede encontrarse en El "ensamiento y lo

moviente.
Historias de Filósofos *J

Eloísa y 0belardo
>na historia de
0mor en el silo B::
Historias de Filósofos *K

En la 8iblioteca Nacional de París hay una sala


reservada "ara el estudio de viejos manuscritos. 0llí, hace alo
más de medio silo, conversaron brevemente dos hombres que
investiaban documentos
joven, interrum"ió dedelasuEdad
el trabajo #edia.
colea$ El "rimero,
)Por favor 9le dijo más
me
"odría indicar el sentido de las "alabras latinas conversatio y
conversio en la <ela benedictina). El otro, que llevaba hábito de
monje, "uso cara de sor"resa$ )No entiendo "or qu% le interesa el
sinificado de esas dos "alabras viejas). (a res"uesta del joven fue
breve y directa$ )Es que de ellas de"ende la autenticidad de la
corres"ondencia entre 0belardo y Eloísa). El reliioso quedó
callado un momento. (ueo contestó$ )Es im"osible que no sea
aut%ntica. Es demasiado buena
-uien relata esta an%cdota es el c%lebre medievalista franc%s
Otienne ?ilson, uno de los investiadores que más hicieron
avan&ar nuestro, conocimiento sobre lo que "ensaban los hombres
del medioevo. (ueo de evocar este recuerdo de juventud, ?ilson
area$ )Ni %l ni yo tomamos ese juicio "or una "rueba, "ero los
dos sabíamos que era cierto).

(a corres"ondencia entre 0belardo y Eloísa es el testimonio


de una historia de amor acontecida en el silo B::. (a historia de
un amor im"osible y tráico que hundió en la desracia a sus
"rotaonistas.
Hay en ella tanto horror y tanta belle&a que todavía, la
seuimos recordando, a ochocientos a7os de ocurridos aquellos
hechos.
Pedro 0belardo era lo que hoy llamaríamos un acad%mico
de %!ito. 0l comien&o de esta historia era joven, ambicioso,
inteliente y 2se;n %l mismo insin;a4 físicamente atractivo. +e
Historias de Filósofos **

había hecho famoso en París al destronar a ?uillermo de


1ham"eau!, uno de los maestros de filosofía más influyentes de
Euro"a. 0belardo había lleado a París siendo un don nadie y se
había convertido en uno de los tantos discí"ulos de ?uillermo.
Pero desde
criticar el "rimer
sus "untos de día
vistasey dedicó a interrum"ir
combatido sus clases
con arumentos. (o "ara
atacó
sin "iedad y sin res"iro, y lo hi&o de un modo tan convincente que
for&ó al maestro a retractarse ";blicamente. Fue la ruina "ara
?uillermo y el comien&o del triunfo "ara 0belardo.
1on este antecedente en su favor, Pedro inició una
carrera demoledora que rá"idamente lo convirtió en el "rofesor de
teoloía y de filosofía más joven de su tiem"o. París era en aquel
entonces el centro del mundo y 0belardo se había anado allí un
luar de "rivileio. 5ía tras día, un n;mero de alumnos sin
"recedentes "ara la %"oca se acercaba a su cátedra "ara escuchar
sus lecciones y conferencias.
El %!ito de 0belardo tenía que ver con su carácter
combativo "ero tambi%n con la radicalidad de sus ideas. En todas
sus intervenciones se revelaba como un "rofundo innovador y
como un crítico fero& de casi todo lo que se tenía "or bueno. +u
trabajo se centró inicialmente en lo que se llamaba )la cuestión de
los universales)$ un "roblema filosófico oscuro y com"lejo que
a"asionó durante silos a los intelectuales del medioevo. Para
decido brevemente, la cuestión consistía en saber de qu% estamos
hablando cuando em"leamos "alabras en%ricas como [hombre) o
[caballo). Esos t%rminos refieren a una entidad real que e!iste en
aluna "arte, a ideas que sólo están en nuestra mente o a aluna
cualidad que com"arten los objetos Esa fue la "reunta 2mitad
lóica, mitad metafísica4 sobre la que iró buena "arte de la
filosofía de la Edad #edia.
Entre los filósofos "arisinos del silo B:: tenía mucha
Historias de Filósofos *3

fuer&a una res"uesta que remontaba a Platón$ la "alabra )caballo)


alude a una entidad real, inmutable y eterna, que es la idea de
caballo. (o mismo ocurre con la "alabra [hombre) y con todas las
de su ti"o. Podemos entender lo que se dice cada ve& que se habla
de un caballo
sinificado o de un que
invariable hombre "orque
va más esos
allá de lost%rminos tienen
diferentes un
conte!tos
en los que los em"leamos. 1om"rendemos lo "articular "orque
contiene alo de inmutable y de universal.
Este "unto de vista había anado el a"oyo de muchos
filósofos, "ero no "recisamente el de 0belardo. Para %l, hablar de
esencias inmutables en un mundo de ideas "uras no era más que
una fantasía. (a ;nica realidad que hay detrás de los nombres
enerales 9decía9 es la realidad de las cosas "articulares. >n
universal no es
y "oco clara más quedeuna
abstraída "alabra
nuestra que desina
e!"eriencia. (a una idea eneral
universalidad es
una función lóica del lenuaje.
Embarcado en estas discusiones y defendiendo casi
siem"re el "unto de vista más radical, 0belardo anaba "restiio y
dinero. +e consideraba a sí mismo el "rinci"al filósofo de Euro"a
y encontraba a muchos que lo confirmaban en esta idea. Pero, "ese
a su fama de hombre docto y sabio, estaba lejos del modelo
tradicional del filósofo reconcentrado, alejado del mundo y de sus
"asiones. #uy al contrario, 0belardo era vital, sensitivo, vanidoso
y 2se;n alunos4 terriblemente mujerieo. Era tambi%n cl%rio y
canónico, como corres"ondía a todo "rofesor de filosofía y de
teoloía en "leno silo B::.
Fue entonces que conoció a Eloísa. Primero escuchó
hablar de ella en los salones de París, "orque su cultura y su
talento la habían hecho c%lebre en la ciudad. En aquel entonces no
había muchas mujeres ca"aces de dominar el latín, el rieo y el
hebreo. (ueo la vio y eso fue mucho más im"ortante$ contra lo
Historias de Filósofos *@

que había "ensado al oír hablar de ella, descubrió que no sólo era
inteliente sino tambi%n joven y atractiva.
Eloísa era sobrina de Fulberto, un hombre de ilesia y de
letras que frecuentaba los mismos ambientes donde brillaba
0belardo.
conquista$ Esto
Pedroleutili&ó
"ermitió "onerrelaciones
alunas en marchacomunes
un rá"ido "lan
"ara de
hacerse
"resentar a Fulberto y lueo "uso en jueo todo su encanto
"ersonal "ara anarse la confian&a del tío. >na ve& lleado a este
"unto, le costó muy "oco hacerse desinar "rece"tor de Eloísa.
Para conseuir dar este "aso, le bastó con alimentar la vanidad de
Fulberto$ la mejor alumna de París merecía el mejor "rofesor, y la
combinación aseuraba los mayores %!itos. Fulberto fue inca"a&
de resistir a este arumento.

edificante.El(osiuiente ca"ítulo
de 0belardo de amor
no fue la historia no tiene
sino abuso nada
sim"le de
y llano.
En las laras tardes que "asaban solos en la villa de Fulberto, el
maestro echó mano a todas sus armas "ara seducir a la alumna.
>sósu brillante& y su talento, usó su fama y la diferencia de edades
que los se"araba 2Pedro bordeaba los cuarenta, Eloísa tendría
dieciocho4, incluso lleó a usar, se;n sabemos "or su "ro"ia
confesión, la fuer&a física. El hecho es que, alunas semanas más
tarde, los encuentros entre 0belardo y Eloísa eran muy distintos a
cómo los imainaba Fulberto. (os "roresos de la chica tenían
mucho más que ver con la carne que con el es"íritu, y así siuió
siendo hasta el día en que estalló el escándalo.
>na tarde Fulberto lleó tem"rano a casa y com"rendió
del modo más crudo lo que estaba ocurriendo. +u sobrina, lejos de
"rofundi&ar en los arcanos de la sabiduría, se estaba com"ortando
como una cortesana. ' no sólo eso$ Fulberto no había terminado
de re"onerse del susto cuando Eloísa le anunció que estaba
embara&ada. En un instante todos se descubrieron en el infierno.
Historias de Filósofos *A

Fulberto había sido estafado y humillado ";blicamente "or


0belardo. Eloísa había sido deshonrada y había "erdido su imaen
de res"etable mujer de letras. 0belardo veía tambalear su "restiio
y su status acad%mico$ se había conducido de un modo innoble y
había ido contra lo que había
Pero todavía se es"era de un
"asado filósofo
alo y de un0belardo,
más rave. cl%rio.
que había em"e&ado el jueo con todos los ases en la mano,
terminó "or descubrir que estaba enamorado de Eloísa. 'a no se
trataba de una sim"le conquista ni de conservar su buena imaen
en medio del escándalo. /al ve& "ara su "ro"io asombro,
descubrió que quería a esa mujer como no quería nada más en el
mundo. ' tambi%n Eloísa, que "or momentos no había tenido
o"ción ante el acoso de 0belardo, quería ahora estar a su lado. (o
quería libremente
En estey difícil
estaba dis"uesta a luchar
entorno todo "ara lorarlo.
se volvió incontrolable.
Fulberto dudaba entre volcar su furia sobre su sobrina o sobre el
"ro"io 0belardo. Oste, a"rovechando una ausencia del tío, envió a
Eloísa fuera de París a casa de una hermana suya. 0llí nació, casi
en secreto, el ni7o del escándalo. 0belardo, mientras tanto, trataba
de calmar la furia de Fulberto y ofrecía la má!ima re"aración de la
que era ca"a&$ "ro"uso casarse con Eloísa "ero, en un intento
deses"erado "or salvar su fama, "idió que el matrimonio se
mantuviera en secreto. Es que, en la Euro"a del silo B::, ser
filósofo y teóloo no era una "rofesión sino un estilo de vida. '
"arte de ese estilo consistía en ser c%libe, "orque esa era una
condición indis"ensable "ara vivir la vida de los sabios. Filósofo y
casado, cl%rio y "adre de familia, 0belardo corría el rieso de
convertirse en la caricatura de sí mismo.
Pese a los intentos de 0belardo "or controlar la
situación, los "roblemas no hacían más que multi"licarse. Para
em"e&ar, Eloísa no admitía el casamiento. No creía que Fulberto
Historias de Filósofos *D

fuera a mantener el secreto y sabía que ese sería el fin de la carrera


de 0belardo. +abía tambi%n que muchas mujeres en su situación
hubieran "referido arruinar la carrera del hombre al que se habían
unido, con tal de aseurarse que lo tendrían siem"re a su lado.
+abía
"recio que
de latenía la "osibilidad
oscuridad de hacerle
y del anonimato. "aar
Pero a 0belardo
Eloísa no queríaeleso.
No ace"taba que lo ocurrido la em"eque7eciera. 1reía que
0belardo merecía un futuro de loria y no quería convertirse en su
obstáculo. 1rudamente le "ro"one ser su amante$ seuirá siendo su
mujer "ero fuera del matrimonio. 1on duras "alabras le dice que
"refiere ser su concubina. #ás todavía, afirma que si el em"erador
0uusto le hubiera "ro"uesto ser su es"osa, ella hubiera "referido
ser la amante de 0belardo antes que la em"eratri& de <oma. (o
dice
en laysu"eriora
lo re"ite.de
' un
lo seuirá
conventodiciendo cuando se haya convertido
de monjas.
0belardo a"ela a toda su fuer&a de "ersuasión "ara
convencer a Eloísa de las ventajas del matrimonio secreto. 1ree
tener controlado a Fulberto y quiere sinceramente unir su vida a la
de la chica. Ella finalmente cede, aunque "iensa que están
cometiendo un error. (os hechos terminarán "or darle la ra&ón y
Eloísa lo lamentará mientras viva.
Eloísa y 0belardo se casaron de madruada en una
ilesia casi desierta. +ólo estuvieron "resentes Fulberto, alunos
"arientes y unos "ocos amios íntimos de la "areja. 0belardo
"ensaba que ese acto "ondría "unto final al drama, "ero estaba
equivocado. En efecto, Fulberto no demoró en entender que una
ve& más había sido ena7ado$ 0belardo lo había humillado
";blicamente "ero le daba una satisfacción en "rivado. Para el
mundo ese casamiento no e!istía. /odo París comentaba que
0belardo había seducido a su sobrina y lueo la había
abandonado. 0sí que el tío se a"uró a violar el secreto y contó la
Historias de Filósofos *

noticia de la boda a quien quisiera escucharlo. 0 sus ojos,


0belardo merecía esa "eque7a traición y todavía más que eso.
Pero "ronto descubrió que su estrateia no daba nin;n resultado.
Eloísa vivía res"etablemente en un convento de monjas y sólo se
encontraba
de Fulberto en secreto
y eso con 0belardo.
lo hundía (a ente
todavía más no creía la versión
en el ridículo.
(a reacción de los familiares de Eloísa no se hi&o
es"erar. Fue una reacción acorde con la sensibilidad de la Edad
#edia$ radical, desmesurada y violenta. Fulberto y sus "arientes
sobornaron a un sirviente de 0belardo y así conocieron el luar
donde %ste se escondía. 1on ese dato en la mano, una noche
entraron en su habitación y consumaron la más cruel de las
venan&as. Ni siquiera tuvieron la "iedad de matado$ lo
emascularon. (o castiaron con la más veron&osa y definitiva de
las mutilaciones.
0belardo había querido vivir una aventura y había
terminado "rotaoni&ando una traedia. /raedia "ara %l mismo,
que quedó hundido en el dolor y la verTen&a. /raedia "ara
Eloísa, que "erdió definitivamente a su amante. /raedia "ara sus
"ro"ios atacantes, que fueron detenidos y ju&ados. Fulberto fue
encontrado cóm"lice del crimen y todos sus bienes fueron
confiscados. El servidor de 0belardo y dos "arientes de Eloísa
corrieron una suerte todavía "eor$ el tribunal los condenó a que les
vaciaran los ojos y a que sufrieran la misma mutilación que habían
"racticado. (a sanre y el dolor alcan&aban a todos los im"licados.
Este es el final del "rimer acto "ero no el final del
drama. En realidad, es a"enas el "rinci"io de la "arte más
interesante. Porque si Eloísa y 0belardo son recordados a casi mil
a7os de su muerte, eso no se debe tanto a la desracia que
sufrieron como al modo en que decidieron enfrentada.
0belardo, horrori&ado "or todos los males que había
Historias de Filósofos 3I

causado, tomó dos decisiones radicales$ resolvió convertirse en


monje y le ordenó a Eloísa que tambi%n tomara los hábitos. ', "or
raro que "are&ca, nuevamente Eloísa obedeció. >na ve& más
ace"tó una decisión de 0belardo que cambiaría sus vidas hasta el
fondo. . (os motivos de 0belardo "ara meterse a monje están
bien claros$ fueron la verTen&a y la "erfecta conciencia de que su
carrera en el mundo había terminado. (os motivos de Eloísa son
tambi%n claros aunque mucho más sor"rendentes$ ace"tó
convertirse en monja "or las mismas ra&ones "or las que había
querido ser la amante de 0belardo.
Es que sus actos están "resididos "or unaX constante que
im"resiona$ Eloísa no quiere em"eque7ecerse, no quiere o"acarse,
no quiere
vivir hundirse
una vida en una
rande, vida me&quina.
de mirada +iem"re
clara y frente ha so7ado
levantada. Civiócon
su
historia de amor juvenil con "asión y enerosidad, sin quejarse
jamás y sin intentar "onerse en víctima. #ás tarde quiso dejar libre
a 0belardo "ara estar seura 9ella misma y los demás9 de que no lo
tomaba de reh%n "or el resto de sus días. 0hora que su vida como
es"osos se había arruinado, tam"oco se sentó a llorar. -uiso seuir
viviendo intensamente y 9más im"ortante todavía9 quiso continuar
su historia de amor "or otros medios. Ella misma lo dice con todas
las letras en las cartas que dejó escritas$ )1uando yo disfrutaba
contio los "laceres de la carne, muchos se "reuntaban si lo hacía
"or concu"iscencia o "or amor. Pero ahora, la manera en que
terminó muestra de qu% forma he comen&ado. Porque he
terminado "or "rohibirme todas las volu"tuosidades a fin de
obedecer a tu voluntad. No me reserv% nada, salvo el hacerme tuya
ante todo, como lo soy ahora.
Eloísa y 0belardo habían inresado a la vida monacal.
(os dos lo hicieron "or motivos que tenían "oco que ver con la
Historias de Filósofos 3

vocación reliiosa. 1ómo vivirían el resto de sus días 1ada uno


contestará esta "reunta a su manera, "ero las res"uestas de uno y
otro seuirán entrela&adas hasta el final.
0belardo decide, con radicalidad medieval, rom"er con
el
lo mundo
más, undeamado
los hombres. 'a no
im"otente. "uede
Pero ser un
todavía ran ser
"uede amante sino, a
un ran
monje. 'a no "uede ser un filósofo mundano ni disfrutar las
lorias de la vida acad%mica, "ero a;n "uede ser un filósofo
consarado a 5ios. 0belardo no es Geremías. No se detiene a llorar
su desracia ni se "one a cultivar su resentimiento. 6"ta más bien
"or un cambio radical de vida. 5a "or "erdido todo lo que tuvo
hasta entonces y trata, tambi%n %l, de rescatar su destino, de
construir una vida que no sea miserable ni dina de com"asión.
0belardo se abandona a 5ios. 0ce"ta su desracia como
una "enitencia y se convierte en un hombre de oración. Ha roto
definitivamente con las e!iencias de la carne y busca convertirse
en un filósofo al servicio de la voluntad divina. 1oncentrado en su
nueva vida estudiará a fondo, "roducirá mucho y desem"e7ará
tareas im"ortantes como monje. 5e este "eríodo de su vida son
casi todas las obras relevantes que nos ha dejado$ su 5ial%ctica,
sus comentarios de Porfirio y 0ristóteles, sus randes tratados de
teoloía. +in embaro, su voluntad de convertirse en hombre de
"iedad y de oración sólo se cum"lirá "arcialmente. Civió, "or
cierto, laros a7os de vida monacal irre"rochable y se anó el
res"eto de muchos hombres santos, "ero siem"re mantuvo un
es"ecial talento "ara meterse en dificultades.
No bien tomados los hábitos, 0belardo fue recibido "or
los monjes de la abadía de +an 5ionisio, que ace"taron alojado
como uno de los suyos a "esar. del clima de escándalo que rodeaba
Historias de Filósofos 3J

a su nombre.
0belardo les estaba "rofundamente aradecido "or ese
esto, "ero no encontró mejor manera de corres"onderles que la de
com"licarles la vida. (o "rimero que hi&o en el monasterio fue
escribir un libro(ueo
";blicamente. sobre se
la /rinidad
embarcóqueen fue
unacondenado y quemado
investiación sobre la
historia de la abadía donde mostró que el relato oficial de su
fundación era falso$ +an 5ionisio jamás "odía haber "asado "or
esa "arte de Francia, de modo que difícilmente "odía ser el
fundador de la comunidad. Finalmente criticó alunas costumbres
de los monjes, con lo cual terminó de e!as"erarlos.
Ese fue sólo el "rinci"io. 1uando 0belardo em"e&aba a
tener "roblemas en +an 5ionisio, recibió una invitación que no
es"eraba$ los monjes de una "erdida abadía bretona lo habían
eleido abad y lo convocaban a "onerse al frente de su comunidad.
0belardo ace"tó encantado la "ro"uesta e hi&o el laro viaje hasta
la costa, "ero sólo "ara descubrir que era víctima de un
malentendido$ había lleado a una abadía habitada "or monjes
violentos y corru"tos que habían "erdido todo contacto con la vida
reliiosa. (o habían eleido a %l como abad "orque lo
consideraban uno de los suyos. En los hechos, le "ro"onían
convertirse en el cabecilla de una banda de ladrones.
6tro hombre que no fuera 0belardo "robablemente se
hubiera vuelto "or donde había venido lueo de aclarar la
confusión. Pero ese no era su estilo, así que se embarcó en una
tarea de reforma que casi le cuesta la vida. +us recuerdos de
aquella %"oca a"arecen en un te!to que escribió en un "eríodo de
convalecencia, lueo de casi rom"erse el cuello al caerse de un
caballo. El título del te!to habla "or sí solo$ Historia 1alamitatum.
En sus "áinas 0belardo se queja, entre otras cosas, de que le
hayan echado veneno en el cáli& mientras celebraba misa...
Historias de Filósofos 3K

0belardo insiste en su idea de ser un "iadoso monje,


"ero los "roblemas enerados "or su carácter lo "erseuirán hasta
el día de su muerte. En la %"oca de su entrada en reliión "ublicó
un libro llamado +ic et non, que era un catáloo de más de ciento
sesenta
y en laso"iniones diverentes
obras de los Padres deque "ueden +obre
la :lesia. encontrarse
muchos en "untos
la 8iblia
im"ortantes hay más de una o"inión encontrada 9arumentaba
0belardo9 y eso muestra que la a"elación a la autoridad no tiene
valor de "rueba en materia teolóica. (a conclusión estaba todavía
dentro de la ortodo!ia, "ero el "rocedimiento era francamente
escandaloso. (as cosas se "usieron más difíciles en el a7o *,
cuando varias de sus doctrinas fueron atacadas como her%ticas en
el concilio de +iena. 0belardo "artici"ó del debate y se defendió
con
ideastodas suscondenadas
fueron fuer&as, "ero
y %lnocayó
consiuió evitar la derrota.
definitivamente +us
en desracia.
?ol"eado "ero no vencido, en cuanto terminó el concilio
em"rendió un viaje a <oma con la es"eran&a de obtener la
rehabilitación del Pa"a. Pero nunca lleó a destino.
1on Eloísa la historia es bien distinta. 0 diferencia de su
marido, ella no se había hecho monja "or voluntad "ro"ia sino "or
decisión de 0belardo. 6bedecerlo era una manera "ersonalísima
de continuar su historia de amor. +in embaro, su vida como
reliiosa fue una carrera de %!itos que "ronto le devolvió una fama
similar a la que había tenido de Goven.
Poco tiem"o des"u%s de tomar los hábitos, Eloísa fue
eleida su"eriora de su comunidad. +u "rimera tarea estuvo lejos
de ser sencilla, "orque la conreación había sido desalojada de la
abadía que ocu"aba y debía encontrar otro luar donde
establecerse. En medio de dificultades enormes, la ayuda que
necesitaba le lleará de su antiuo es"oso$ 0belardo donó a la
comunidad un terreno semi abandonado en el que se levantaban
Historias de Filósofos 3*

alunas caba7as y una modesta ca"illa. Ese "eque7o "redio era lo


;ltimo que le quedaba de sus bienes materiales. Partiendo de esta
menuada base y luchando contra la miseria, Eloísa consolidará su
conreación, construirá una "rós"era abadía y terminará "or
convertirse
laro de losen unarecibirá
a7os de las reliiosas más
la visita de famosas
muchos de Francia.
hombres 0 lo
ilustres y
vivirá durante casi medio silo una vida tenida "or ejem"lar.

+in embaro, así como bajo la aitada e!istencia de


0belardo se escondía una entrea a 5ios sin reservas, bajo la
a"aciuada vida de Eloísa se ocultaba una rebelión que ni siquiera
0belardo "udo calmar.
Eloísa había entrado al convento sin vocación y nunca se
"ermitió el más mínimo ena7o al res"ecto. 'a que era monja y
abadesa iba a com"ortarse a la altura de esos títulos, "orque quería
una vida dina y no estaba dis"uesta a estro"eada con "eque7eces.
Pero nunca olvidó que había entrado allí "or obediencia a
0belardo y en su interior siuió considerándose su amante. +us
cartas "ueden ser inter"retadas de varias maneras, "ero en nin;n
caso "ueden verse como el testimonio de una "ecadora
arre"entida$ )0quellas volu"tuosidades de amantes que hemos
disfrutado juntos han sido "ara mí tan dulces que no "uedo
recordadas sin "ena. #e vuelva hacia donde me vuelva ellas se
im"onen siem"re a mi vistaM ellas y sus deseos... 'o, que debería
lamentarme "or lo que he hecho, sus"iro ante lo que he "erdido).
Eloísa ha sido valiente hasta ahora y todavía contin;a
si%ndolo. No se oculta a sí misma que siue estando enamorada ni
se lo oculta a 0belardo. (ejos de sentir verTen&a "or lo que hi&o,
mira su vida reliiosa como la continuación de su entrea a un
hombre. 0ntes que monja o abadesa, ,se ve a sí misma como la
amante de 0belardo. :m"actado "or la "ersistencia de esta "asión,
Historias de Filósofos 33

el "oeta 0le!ander Po"e "uso, muchos silos des"u%s de su


muerte, estas im"resionantes "alabras en su boca$
/odavía sobre este "echo e!tasiada d%jame estar.
+erenamente beber el delicioso veneno de tu mirada, res"irar sobre
tus labios
darme, y recostarme
y d%jame so7ar elenresto.
tu cora&ón 5ame todo lo que "uedas
(a entrada en reliión de Eloísa no había sido "ara
e!"iar nin;n "ecado contra 5ios. +i alo quería e!"iar era una
falta contra 0belardo$ la de haber ace"tado un matrimonio secreto
que sólo "odía terminar en el desastre. Eloísa no está en el
convento "or 5ios sino "or 0belardo. #ás aun, se rebela contra
5ios y 9como una versión femenina de Gob9lo acusa de injusticia y
de crueldad. 1on "alabras amaras le re"rocha haberla convertido
en
1onlaarumentos
más feli& dedelasfilósofa
mujereslesólo
echa"ara hacersumás
en cara faltadura su caída.
de lóica,
"orque no los castió en el momento en que estaban en situación
de "ecado sino cuando ya habían leitimado la situación. 1on
dolor de mujer lo acusa de haber eleido a 0belardo "ara el
castio, cuando "recisamente %l había re"arado su falta con un
matrimonio humillante.
Eloísa levanta su vo& "ara "rotestar contra 5ios. Para
0belardo, esta )reivindicación "er"etua) de su antiua amante es
la ran "reocu"ación de sus días de monje. (e escribirá, la visitará,
le hablará tratando de modificar su actitud. Echará mano a todo el
arsenal de arumentos de que dis"one como lóico y teóloo. (e
dirá que está intentando vivir una doble vida, siendo a la ve& una
amante a"asionada y la abadesa de un convento benedictino. (a
acusará de estar "retendiendo vivir una vida monástica
irre"rochable sin dejar entrar en ella a la reliión. (e dirá que
necesita de ella y de su conversión "ara que %l "ueda triunfar en su
intento de elevarse del amor humano al amor divino$ )El que
Historias de Filósofos 3@

contin;a combatiendo "uede todavía alcan&ar la victoria. Pero yo


no teno ninuna victoria que conquistar, "orque ya no teno
ninuna batalla que librar).
(as cartas que cada uno escribió muestran las mil
huellas de esta
en subrayar lucha. Enhumano
el vínculo todos sus
queencabe&amientos, EloísaEsinsiste
la une con 0belardo. un
vínculo que se ha vuelto im"osible, "ero "ara ella es lo más
im"ortante que hay en el mundo. +us cartas em"ie&an con
"alabras como estas$ )0 su se7or o, más bien, "adreM a su marido
o, más bien, hermanoM su sierva o, más bien, hijaM su mujer o, más
bien, hermanaM a 0belardo, Eloísa). 0belardo, en cambio, insiste
en transformar su vínculo humano en una relación que "asa "or
5ios$ XX0 Eloísa, su bien amada hermana en 1risto, 0belardo, su
hermano en Ol). Pero ella insiste una y otra ve& sin dejarse enredar
"or la retórica.
0belardo había roto con el amor humano y buscaba su
redención en el amor divino. Eloísa quería ser rande en la
fidelidad a un hombre de carne y hueso, aun cuando se tratara de
un hombre incom"leto. /oda la artillería arumentativa de
0belardo fracasa en este "unto. Eloísa no cierra los ojos un
instante, no se ena7a, no construye una versión oficial "or encima
de sus aut%nticos sentimientos$ )No es "or amor a 5ios 9dice9 sino
"or tu orden, que entr% en reliión). ' cuanto más insiste 0belardo
en hacer de ella una monja "erfecta, más insiste ella en mantener
vivo su rol de amante$ )(os hombres dicen que soy casta "orque
no han descubierto que soy hi"ócrita.
0belardo había arrancado muchas veces el
consentimiento de Eloísa, "ero esta ve& se le acabaron sus días sin
conseuir doblearla. Es que, como observó ?ilson, )del
comien&o al fin de su vida en com;n, 0belardo había conducido a
Eloísa de situaciones im"osibles a situaciones im"osibles$ de la
Historias de Filósofos 3A

fornicación al casamiento secreto, del casamiento secreto a una


toma de hábitos sin vocación, de la "rofesión monástica a las
res"onsabilidades de abadesa y a una vida de "enitencia de la cual
no tiene más que el sacrificio sin la "enitencia). 1uando, en el
;ltimo tramo de
su condición de amante,
sus vidas,
"or0belardo
una ve& le
se e!ie a Eloísa
encontró querotundo
con un olvide
no.
Hasta donde llean los te!tos que conocemos, esta
diferencia entre 0belardo y Eloísa no se reduce un "almo. Pero
esto no afectó en nada la calide& de la relación. 1uando 0belardo
fue condenado "or el concilio de +iena en *, es Eloísa la
"rimera "ersona a la que acude. 0otado y vencido, vuelve a ella y
le escribe una carta en la que transmite todo su desam"aro$
)Eloísa, mi hermana, en otro tiem"o tan querida en el silo, ahora
más querida en Gesucristo. (a lóica me ha valido el odio del
mundo...).
(a condena de * es el "rinci"io del fin "ara
0belardo. 1ansado y dolido, decide como ;ltimo recurso viajar a
<oma "ara hacer la defensa de su causa ante el Pa"a. El camino es
laro y difícil "ara un hombre ya entrado en a7os, sin dinero ni
oficio, que sólo "uede a"elar a la caridad de los monasterios.
0belardo descubre que no sólo ha caído en desracia entre los
teóloos sino que se ha convertido en una "resencia incómoda ante
la cual muchas "uertas "refieren cerrarse. Nunca lleará a <oma.
Pasará sus ;ltimos días entre los monjes de 1luny, que fueron los
;nicos en darle el a"oyo y la "rotección que le estaban faltando.
0llí murió el J de abril de *J, a los sesenta y tres a7os de edad,
a medio camino de ese viaje fracasado. El abad de 1luny se
encaró de escribirle a Eloísa "ara transmitirle la noticia y ella le
res"ondió "idi%ndole el cuer"o, que fue trans"ortado en secreto.
Eloísa sobrevivió a 0belardo más de veinte a7os, a lo
Historias de Filósofos 3D

laro de los cuales siuió siendo un ejem"lo de monja y de


abadesa "ara toda Euro"a. (o que nunca sabremos es si la sostuvo
su amor humano a 0belardo o si finalmente tuvo el encuentro con
5ios que su antiuo amante le reclamaba. El @ de mayo de @*
Eloísa
monjas.murió a"aciblemente,
Fue enterrada rodeada
en la tumba deldescansaba
donde cari7o de 0belardo,
sus fieles
acostada sobre la misma "iedra. 5icen que, cuando bajaban su
cuer"o, el de 0belardo abrió los bra&os "ara recibida y lueo los
cerró lentamente. +e trata de una vieja leyenda medieval, "ero
qui%n sabe si no es verdad.
(a corres"ondencia entre 0belardo y Eloísa nos ha
lleado a trav%s de alunas co"ias manuscritas, la más confiable de
las cuales data de fines del silo B::: 2es decir, unos ciento
cincuenta a7os
con el te!to de des"u%s de 1alamitatum
la Historia los acontecimientos4. +e cuenta además
2escrito "robablemente en
KJ4, con alunas colecciones "arciales de cartas y con unos
"ocos documentos relativos a la vida cotidiana de los dos
conventos. El te!to de las cartas "arece haber sido modificado
lieramente 2como era com;n en la Edad #edia4 de acuerdo a las
necesidades de su "ublicación conjunta. Pero en eneral los
es"ecialistas coinciden en se7alar que la base te!tual es aut%ntica y
hasta es "osible que las modificaciones hayan sido hechas "or los
"ro"ios "rotaonistas. (o que es seuro, en todo caso, es que la
"rimera com"ilación de las cartas ya se uardaba en el monasterio
de Paraclet 2del cual fue abadesa Eloísa4 a fines del silo B:::.
(a historia relatada en las cartas ha sido frecuentemente
retornada "or la literatura. (a "rimera ve& ocurrió en JDI, cuando
Gean de #eun ada"tó la Historia 1alamitatum en un te!to
fundador de la tradición literaria francesa$ (e <oman de la <ose.
0 "artir del silo BC:: "uden encontrarse m;lti"les versiones más
o menos libres, en "rosa o en verso, en serio o en broma, en clave
Historias de Filósofos 3

histórica o en "ers"ectiva moral. <ousseau escribió un libro


escandaloso "ara su %"oca que se llamó Nouvelle H%loise y
0le!ander Po"e escribió una )E"ístola) a la que "ertenecen los
versos citados. (a versión oriinal dice así$

+till on that breast enamourXd let me lie,


+till drinR delicious "oison from thy eye,
Pant on thy li", and to thy heart be "ressXdM
?ive all thou canst 9and let me dream the rest.
No hay demasiado material "ublicado en castellano sobre este tema >na
"resentación eneral del "ensamiento filosófico de 0belardo "uede encontrarse en la
clásica obra de ?ilson$ (os filósofos de la edad media, editada "or ?redos, #adrid, en
@3 2seunda edición varias veces im"resa4.
Es relativamente fácil dis"oner de ediciones en franc%s de los escritos de
0belardo y Eloisa. Hay una versión "arcial de la corres"ondencia "ublicada en A
"or Paul \umthor 2Paris, >nion ?eneral d]Editions4,quien tambi%n "ublica una novela
ins"irada en el tema 2(es "uits de 8abel, Paris ?allimard,@4. (a historia
calamitatum fue editada, siem"re en versión francesa, "or G. #onfrin 2Paris,
G.Crin,@J.0mbas ediciones vienen "recisadas de interesantes estudios críticos,
aunque en esta materia la obra mas atractiva "ara el lector no es"eciali&ado es la
Etienne Vilson$ Eloise et 0belard 2G. Crin, Paris, reeditada en D* en base al te!to
definitivo de @*4.0 este ultimo solo se le "uede re"rochar, "or momentos, una
e!cesiva benevolencia inter"retativa.
Historias de Filósofos @I

El ordo , el buey
y el santo
/omás de 0quino im"resionaba vivamente a los
hombres de su tiem"o. Pero lo que saltaba a "rimera vista no era
su talento como filósofo ni su brillante& como teóloo, sino lo

descomunal de ordo.
inverosímilmente su silueta. Porque
/an rande y ordo/omás
era que era
un díaordo,
hubo
que recortar su mesa de trabajo "ara que "udiera encajar el
abdomen sin violencia. ' no solo eso. /ambi%n hubo que reformar
el comedor y la ca"illa del monasterio donde vivía, en un intento
deses"erado "or aseurar la comodidad "ro"ia y ajena.
/omás nació ordo y ordo vivió hasta el fin de sus
días. 1uando la muerte lo sor"rendió en medio de un viaje, a los
cuarenta y nueve a7os de edad, los monjes de Fossanova tuvieron
que fabricarPero
contenerlo. un cajón es"ecialmente
con esto dise7ado crearse
sólo consiuieron "ara queun"udiera
nuevo
"roblema, "orque /omás había muerto en una habitación del
"rimer "iso y no hubo fuer&a humana ni intervención divina ca"a&
de hacer bajar el f%retro "or la estrecha escalera de "iedra. /omás
terminó abandonando este mundo "or la ventana, como un ladrón
o un amante secreto.

0demás de ordo, /omás era callado. En sus tiem"os de


estudiante se limitaba a escuchar "lácidamente
bien "oco. a+us
suscom"a7eros
maestros, con
la mirada "erdida y cara de entender se
reían de esa mole im"asible y le llamaban )el buey mudo). Pero se
equivocaban, "orque cuando /omás hablaba era áil, "enetrante y
hasta ocurrente. (leó con el tiem"o a ser un "olemista temible y
un maestro casi idolatrado "or sus alumnos. Pero nunca "erdió del
todo ese aire inenuo y "oco imainativo de sus días de novicio.
1omo muchos hombres ordos, /omás tenía un fino
Historias de Filósofos @J

sentido del humor. >n día estaba almor&ando en el refectorio de su


monasterio cuando un monje se7aló hacia afuera y ritó que había
visto "asar un burro volando. /omás sacudió su inmensa
humanidad y corrió a mirar "or la ventana. No había, "or su"uesto,
nin;n
todos losburro que volara,
"resentes. "ero
/omás, sí se encontró
tranquilo, con)me
comentó$ las risotadas de
"areció más
"robable que un burro volara a que me mintiera un hermano de
conreación). >na cosa es ser ordo y otra cosa es ser lerdo.
/omás tenía tambi%n una im"resionante fuer&a de
voluntad, como lo "robó cuando, a los diecinueve a7os de edad,
decidió meterse a monje contra la resistencia y el escándalo de su
familia. +eamos bien claros$ lo que "reocu"aba a sus "arientes no
era que el "lácido /omás se hiciera reliioso, "orque eso era alo
"erfectamente
características. normal
(o que ymolestaba
hasta conveniente "aradeun
a los condes joven nobles
0quino, con sus
"oderosos e influyentes, era que /omás hubiera o"tado "or la
orden dominicana, que a sus ojos era demasiado nueva, demasiado
"obre y demasiado e!iente. -ue un noble de aquella %"oca se
hiciera dominico era alo equivalente a que el hijo de un banquero
se haa hoy cura obrero.
(os "arientes de /omás intentaron "ersuadirlo con sus
mejores arumentos. (e e!"licaron que si quería ser monje "odía
hacerse benedictino, como habían hecho tantos hijos de la noble&a.
(e hicieron ver que hacerse fraile mendicante era un acto que
hi"otecaba el buen nombre de la familia. (e dieron mil y una
"ruebas de la mala fama que tenían los dominicos, esos monjes9
mendios a los que se llamaba des"ectivamente 5omini canes, es
decir, "erros de 5ios. Pero /omás, em"ecinado, no cambiaba de
idea.
Cisto que nada "odían los arumentos, los se7ores de
0quino "asaron a la acción. 1uando /omás había abandonado la
Historias de Filósofos @K

casa "aterna e iniciaba un viaje de novicio a París, lo es"eraron


escondidos en un bosque 2ese es el sentido oriinal de la "alabra
)emboscada)4 y lo arrancaron a la fuer&a de manos de los monjes.
Fueron sus "ro"ios hermanos y "rimos los que actuaron como los
bandidos de la
una torre de la "ro"iedad
%"oca "arafamiliar,
encerrado
conlueo cerca dedeNá"oles,
la intención no dejadoen
salir hasta que no cambiara de idea.
/omás no o"uso mayor resistencia al secuestro "ero
tam"oco dio el bra&o a torcer. Por eso estuvo encerrado durante
laros meses, casi sin vínculos con el mundo y sometido a un
tratamiento de rior. +us ;nicos contactos con el e!terior se
"roducían cuando le subían la comida, cuando lo visitaban sus
hermanas y cuando sus "arientes le "reuntaban si había revisado
su decisión. Pero la res"uesta de /omás era em"ecinadamente
neativa.
Enfrentados a esta difícil situación, los se7ores de
0quino decidieron juar la ;ltima y más radical de las cartas. >na
tarde la "uerta de la celda se abrió y /omás vio entrar a una mujer
desnuda, firmemente decidida a mostrarle lo que estaba a "unto de
"erderse. 0llí donde no habían funcionado las ra&ones, bien "odía
ser que funcionaran los instintos.
El "risionero no fue "ara nada indiferente al estímulo,
aunque no reaccionó e!actamente del modo en que habían "revisto
sus "arientes. En luar de sucumbir a los encantos de la visitante,
/omás sacó una brasa de la estufa con una "in&a de hierro y la
"ersiuió a lo laro y ancho de la habitación. (os ritos de terror
de la "obre mujer obliaron a una rá"ida evacuación. Ese fue el
final de los esfuer&os de la familia de 0quino y desde entonces
/omás tuvo vía libre "ara llevar a cabo sus "royectos. Pero le
quedó una a"rensión hacia las mujeres que le duró toda la vida.
Noble, na"olitano y mendicante, el ordo /omás tenía
Historias de Filósofos @*

suficientes "roblemas como "ara evitar nuevas dificultades. Pero


en luar de refuiarse en la discreción de la vida reliiosa, tomó
"or un camino com"licado que sólo le aseuró nuevos conflictos.

Para
fue arrelar lasdecido
cuentasenentre
dos "alabras,
el mundoloy que se "ro"uso
la reliión. /omás
Es decir,
intentó construir un inmenso a"arato intelectual 2una enorme y
com"leja catedral del "ensamiento, semejante a las randes
catedrales de "iedra que se edificaban en su %"oca4 ca"a& de
reconciliar a la fe católica con un mundo que cambiaba día a día.
Ese intento no sólo lo "uso al borde de la herejía, no solamente le
causó infinitos "roblemas durante su vida de "olemista y "rofesor,
sino que llevó incluso a la condena momentánea, tres a7os des"u%s
de su muerte, de alunas de las tesis que había defendido. H
oy nos resulta difícil entender toda la novedad y todo el conflicto
que hubo alrededor de /omás de 0quino, en "arte "or cul"a suya y
en "arte "or cul"a de nuestros "rejuicios. +u "orción de res"onsa9
bilidad es bien clara$ /omás tuvo un %!ito tan arrollador en lo que
se "ro"uso que a veces "ensamos que la cristiandad fue desde
siem"re unánime y entusiastamente tomista. En cuanto a nuestros
"rejuicios, "ara entender el im"acto de /omás y de su obra
tenemos que em"e&ar "or modificar la idea que solemos hacernos
de la Edad #edia euro"ea. E!iste una imaen muy difundida de
esa %"oca que la "inta como un tiem"o terriblemente cruel e
inculto, donde la ente sólo sabía uerrear y morirse de "este.
+e;n esta versión, en Euro"a no "asó nada dino de mención
entre el fin de la 0ntiTedad y el luminoso <enacimiento del silo
BC con sus humanistas, sus artistas, sus comerciantes y sus
descubridores.
Puede que esta imaen de la historia sea atractiva, "ero
Historias de Filósofos @3

ocurre que es com"letamente falsa. En la Edad #edia hubo una


infinidad de acontecimientos im"ortantes, se "rodujo mucho, se
descubrió mucho y se conservó casi todo lo que hoy nos llea
como leado de la 0ntiTedad. El <enacimiento de los silos BC
ybibliotecas
BC: sólo monacales,
fue "osible los
"orque ya en el
mercados desilo B:: las abadías,
las ciudades libres ylas
los
claustros de las randes escuelas hormiueaban de actividad. Hubo
que es"erar a que, "or una feli& coincidencia, se sumaran en
>mberto Eco la fiura de un medievalista conocido y de un
notorio hombre de i&quierda "ara que recordar esta verdad haya
dejado de ser sinónimo de conservadurismo.
+i la Edad #edia fue una %"oca mucho más interesante
que lo que se suele creer, el silo B::: fue el momento más
interesante
"rodujeron de
en laese
Edad #edia.
tiem"o El catáloo
es casi de las novedades
tan im"resionante como que se
el del
<enacimiento$ el viejo orden feudal se resquebrajaba, las ciudades
libres se coaliaban y daban nuevo im"ulso al comercio, la
"roducción y las comunicaciones se desarrollaban al ritmo cansino
"ero constante de los caballos y de las mulas. (as uerras
reliiosas abrían 2ciertamente no de la mejor manera4 el contacto
con otros mundos que antes quedaban demasiado lejos$ "or el este,
las cru&adas lleaban hasta el cora&ón del im"erio musulmánM "or
el oeste, la reconquista de /oledo había abierto un "unto de
intercambio "ermanente con árabes y judíos. Paralelamente, la
ense7an&a su"erior se e!"andía y se renovaba racias al trabajo de
numerosos reliiosos e intelectuales que, imitando a las
cor"oraciones de oficios, daban forma a un nuevo invento$ la
>niversidad. En 8olonia, en 6!ford, en París, en /oulouse, en
Ná"oles, los hombres de ciencia se orani&aban, se daban sus
"ro"ias normas y reclamaban su inde"endencia frente a los
"oderes locales.
Historias de Filósofos @@

/odo esto ocurría en relativamente "oco tiem"o y


revolucionaba la vida de los hombres. Pero el "ensamiento
teolóico, que era entonces el n;cleo de la vida intelectual, se
había mantenido en eneral muy distante del mundo y de sus
conmociones.
vida eterna. El(as ideassólo
mundo queera
im"ortaban
relevanteeran
como5ios, el alma
reflejo y la
de esas
verdades absolutas. El "royecto de todo buen teóloo era remontar
la multi"licidad a"arente de lo terrenal "ara acercarse, aunque
fuera mínimamente, a la armonía eterna de lo celestial. El fondo de
toda teoloía era aluna forma de "latonismo cristiani&ado.
/omás decidió a"artarse de estas ideas aunque sin
contradecirlas. +u "roblema no era "oner a la tierra en conflicto
con el cielo sino armoni&ar las verdades de la teoloía con las
verdades
mundo. Elcada ve& es
hombre másunnumerosas
animal queque eran
se ve descubiertas
involucrado a laen
ve&elen
los "roblemas de la física, de la bioloía, de la "olítica, de la %tica
y de la teoloía. Hay que intentar "ensar a ese nivel de
com"lejidad y de e!iencia. Pero, cómo llear a hacerlo sin
naufraar en la confusión

(a res"uesta que dio /omás a esta "reunta se nos hi&o


tan familiar que hoy nos cuesta "ercibir lo que tuvo de innovadora.
Eso se debe en "arte a que %l mismo fue un "ensador sin
estridencias, un ran conciliador y un hombre e!tremadamente
ra&onable. (a de /omás fue una ran cabe&a "uesta sobre los
hombros de una "ersona sensata hasta el aburrimiento. /al ve&
haya que es"erar a Want "ara encontrar alo semejante. Pero, si los
"rinci"ios que obernaban su trabajo nos resultan hoy casi obvios,
esto se debe tambi%n a que nos hemos acostumbrado a ellos hasta
considerados cosa de sentido com;n. 0l menos de un modo muy
eneral, todos nos hemos vuelto un "oco tomistas.
Historias de Filósofos @A

1uáles fueron esos randes "rinci"ios que obernaron


el trabajo de /omás Ol nunca los enumeró de modo e!"reso, "ero
no es difícil identificar los más im"ortantes. >no de ellos dice que
el mundo de los sentidos es el objeto del conocimiento humano y
que, en lailuminación
ninuna tarea de conocer ese mundo,
divina. el hombre
6tro dice que elno camino
debe es"erar
del
conocimiento es la abstracción, es decir, la b;squeda de lo que hay
de com"rensible en los fenómenos naturales. >n tercero afirma
que allí donde se "uede entender, es mejor entender que creer. >n
cuarto "rinci"io sostiene que la fe no es enemia de la ra&ón, sino
que "uede ser fortalecida "or ella. 5e acuerdo a otro, hay que
intentar ser al mismo tiem"o racional y ra&onable, es decir, ser
"rudente en el uso de los recursos de la ra&ón.
Permítanme dar un rodeo "ara e!"licar esto un "oco
mejor. El silo BB ha conocido alunos tomistas brillantes y
entusiastas, entre los que destacan el filósofo franc%s Gacques
#aritain y el medievalista, tambi%n franc%s, Otienne ?ilson. >n
tercero, que en eneral no se estudia en las facultades de filosofía,
fue el "eriodista y "ensador inl%s ?ilbert W. 1hesterton.
1hesterton escribió una biorafía de +anto /omás llena
de benevolencia y encanto, "ero es mucho más conocido "or las
novelas "oliciales que "ublicó, cuyo "rotaonista es el tambi%n
rueso Padre 8roYn. En uno de esos cuentos, el Padre 8roYn
"ersiue a un "eliroso criminal que act;a disfra&ado de cura.
1uando lleamos a la culminación del relato, el detective de
sotana mantiene una lara conversación con otro sacerdote, ambos
sentados en el banco de un "arque. Por su"uesto, este seundo
sacerdote no es otro que el criminal que el Padre 8roYn está
buscando y %ste se encara de desenmascarado al final del diáloo.
El falso sacerdote no niea la acusación y, sor"rendido, le
"reunta cómo consiuió descubrirlo. )Es que usted atacó a la
Historias de Filósofos @D

ra&ón 9contesta el Padre 8roYn9 y eso es de mala teoloía.) Esta


res"uesta es "uro tomismo.
(os "rinci"ios que eliió /omás no eran com"letamente
inventados "or %l, sino la síntesis oriinal y novedosa de alunas
ideas
con elque ya /omás
cielo, e!istían.descubrió
Es que, en suno
que intento de reconciliar
sólo tenía que hacera teoloía
la tierra
sino tambi%n filosofía, y una filosofía muy diferente de la que
"redominaba en la Euro"a de su tiem"o. Puede que hoy nos resulte
e!tra7o, "ero la ran innovación de /omás consistió en
redescubrir a 0ristóteles "ara el mundo occidental.
(a Edad #edia había olvidado al viejo maestro rieo y
a"enas conocía una "eque7a "arte de la "roducción filosófica
antiua. #uchas obras se habían "erdido en medio de incendios y
saqueos,
"lenamenteotras habían sido
entendidas "rohibidas
y otras "orenher%ticas
dormían bodeasantes
o endesótanos
ser
clausurados. +olamente los árabes uardaban las rique&as del
mundo rieo y solamente ellos eran ca"aces de entender la
lenua en la que estaban escritas.
(os árabes habían lleado a Es"a7a y habían
sor"rendido a los euro"eos con su refinamiento y su cultura. Pero
las relaciones entre ambos no eran nada fáciles "orque, "ara
em"e&ar, los árabes eran musulmanes, es decir, infieles a los que
había que combatir. 0demás, si bien los árabes conocían
suficientemente a 0ristóteles, lo "resentaban me&clado con sus,
"ro"ios comentarios y com"lementos. ' esos a7adidos eran casi
siem"re escandalosos "ara la mentalidad euro"ea.
0verroes, "or ejem"lo, fue un árabe nacido en Es"a7a
que conoció la obra de 0ristóteles como nadie en su tiem"o. Pero
al mismo tiem"o defendió alunas doctrinas que rá"idamente
fueron vistas como her%ticas. >na de ellas sostenía la e!istencia de
dos verdades inde"endientes entre sí, una filosófica y otra
Historias de Filósofos @

teolóica. El filósofo debía investiar el mundo se;n sus "ro"ias


leyes y sacar las conclusiones que corres"ondiera. Pero si la
reliión le ense7aba verdades e!actamente o"uestas, no había en
eso el menor conflicto$ el filósofo seuiría defendiendo sus
verdades
reliión. como filósofo, "ero como creyente ace"taría las de la
(os teóloos católicos com"rendieron rá"idamente que
una doctrina de este ti"o condenaba a la fe a la más absoluta
irrelevancia. Por eso la combatieron durante mucho tiem"o y, con
la radicalidad "ro"ia de aquella %"oca, "rohibieron la lectura de
toda obra que siuiera una tendencia más o menos averroísta.
1omo consecuencia de este ti"o de conflicto, el mundo euro"eo
seuía conociendo mal a los rieos y se limitaba a hacer alunas
incor"oraciones titubeantes.
lóica, "ero no sin 5ey0ristóteles
resistencias rodeos. >nasólo se estudiaba
influyente la
tradición
del "ensamiento cristiano decía que todo lo que im"ortaba saber
estaba en la 8iblia y que la literatura "aana 2es decir, la que
"rovenía de ?recia y. de la antiua <oma4, así como la que se
ins"iraba en el :slam, sólo eran una fuente de "erdición "ara el
creyente.
Esta tradición em"e&ó a ser dejada de lado "or 0lberto
de 1olonia, un dominico alemán que fue conocido más tarde como
+an 0lberto #ano. 0lberto leía con atención a los rieos y,
basándose en sus ense7an&as, escribía sobre astronomía, botánica,
medicina, física, lóica, teoloía, m;sica, jardinería, metafísica,
cocina y todo aquello sobre lo que "udiera decirse alo con
sentido. +u tesis era que nada que nos "ermitiera am"liar nuestro
conocimiento del mundo "odía ser malo en sí mismo. El alumno
más destacado de 0lberto fue el joven /omás, quien finalmente se
ocu"ó de llevar a t%rmino 2"or cierto que a su manera4 la tarea que
había iniciado su maestro.
Historias de Filósofos AI

Para llevar adelante su "lan de reconciliar la fe reliiosa


con el conocimiento del mundo, /omás tuvo que "elear durante
toda su vida sin alcan&ar jamás la a"robación casi unánime que
consiuió des"u%s de muerto. 1ontra la imaen que solemos
hacernos de %l,dis"uta$
ininterrum"ida su e!istencia
"or una fue
"arteuna lara, a dura
a"oyaba y casi
los teóloos
tradicionales en su debate contra los filósofos averroístas, "ero "or
otro lado defendía ";blicamente las tesis de 0ristóteles, a quien
los tradicionalistas acusaban de ser el orien de todos los males.
+u actividad como "rofesor se desarrollaba en la Facultad de
/eoloía de París, que era el reducto del tradicionalismo, "ero sus
seuidores "rovenían de la Facultad de 0rtes, que vivía en un
estado de uerra "ermanente contra los teóloos. +imultáneamente
/omás trataba
las virtudes delde"ensamiento
convencer afilosófico,
sus hermanos
"erodominicos acerca
"ara eso tenía quede
debatir con los franciscanos, que defendían la teoloía de +an
0ustín. En medio de viajes, concilios y debates, /omás tuvo que
demostrar alo que lueo "arecería obvio$ que se "odía ser al
mismo tiem"o cristiano y aristot%lico. Pero eso le dio mucho más
trabajo que el que hoy "odemos su"oner. /odavía en el silo BC:,
el reformador (utero, que "redicaba el retorno a la 8iblia y
solamente a la 8iblia, hablaba del ordo /omás como de )ese
bufón que ha descarriado a la :lesia).
(a innovación inquietante de /omás consistió en decir
que había que avan&ar decididamente en el estudio de 0ristóteles,
aunque eso sinificara a"render de los árabes y usar sus
traducciones. 0ristóteles era a ojos de /omás el filósofo que
"ermitiría la renovación del "ensamiento cristiano. +ólo %l era
ca"a& de hablar de teoloía y de lóica, de botánica y de sicoloía,
de astronomía y de "olítica, de física y de retórica, de un modo que
hacía "osible la discusión racional y la acumulación sistemática
Historias de Filósofos A

del conocimiento. +olamente el viejo rieo era ca"a& de


reconocerle al mundo una realidad "ro"ia, obernada se;n sus
leyes, en luar de reducido a un reflejo "oco confiable de las
verdades eternas de la teoloía.
0ristóteles
secas, como se convertirá
si no hubiera manera de"ara /omás encon
confundido )elotro.
Filósofo) a
(o hará
traducir "or es"ecialistas 2%l mismo nunca dominó el rieo4, lo
estudiará a fondo, lo comentará en sus clases, lo citará
"ermanentemente en sus escritos. 5ará además una terrible batalla
"or su rehabilitación, de la que saldrá más o menos derrotado en
vida "ero en la que alcan&ará un %!ito com"leto des"u%s de
muerto. 0 lo laro de ese camino /omás se irá convirtiendo en
filósofo "or derecho "ro"io, a "esar de que %l dice una y otra ve&
que su de
hablar oficio
5ios.esPero
la teoloía y que,/omás,
la fe, "iensa en el fondo, sóloelletrabajo
no ahorra interesa
del
filósofo. Hace falta construir una síntesis ca"a& de armoni&ar las
verdades del mundo con las verdades de la revelación, y hay que
hacer ese trabajo sin caer en soluciones fáciles ni en atajos
sim"lificadores.
Hablando de 5ios y leyendo a 0ristóteles, /omás
rehabilitó al filósofo rieo y lo incor"oró definitivamente a la
tradición filosófica de 6ccidente. 1iertamente no lo hi&o de un
modo "erfecto. Por una "arte cristiani&ó al "aano 0ristóteles y,
en ra"tos de entusiasmo, creyó leer en sus te!tos afirmaciones que
sólo "ueden encontrarse en la 8iblia. Por otro lado, embarcado
como estaba en la construcción de un ran sistema filosófico, creó
la imaen 2que en cierta medida "erdura hasta hoy4 de un
0ristóteles tan sistemático y arquitectural como as"iraba a ser el
"ro"io /omás. El verdadero 0ristóteles, hoy lo sabemos, no creía
en la resurrección de los muertos ni "ensaba de un modo tan
oránico. En sus libros se encuentran launas, contradicciones,
Historias de Filósofos AJ

b;squedas que no van a nin;n lado y "roblemas sin resolver.


Pero si hoy tenemos de %l una imaen mucho más afinada, eso se
debe al im"ulso inicial del buen /omás, transmutado "or la
tradición de buey mudo en 5octor 0n%lico.

es de una (o que "rodujo


e!tensión /omás al "oner
tan desmesurada comoensu"ráctica su +u
ordura. "royecto
obra
más monumental es la +umma /heoloica, que escribió como una
sim"le introducción "ara debutantes. En el "róloo dice que el
contenido de ese libro es como leche "ara ni7os que no "ueden
asimilar alo más sólido. Pero nadie, absolutamente nadie, ha
estado de acuerdo con %l en este "unto. Esa "eque7a introducción,
cuyas "áinas se cuentan "or miles, le insumió ocho a7os de
trabajo.

artículos y+eunas
com"one de un total
I.III objeciones condesus3J cuestiones,
res"ectivas J.@@
res"uestas.
1ada cuestión incluye varios artículos y en cada artículo se re"ite
la misma estructura$ enunciación del "roblema, enumeración de
las objeciones, invocación de un arumento de autoridad,
res"uesta a las objeciones y soluciól de la cuestión "ro"uesta.
0 lo laro de ese laberinto /omás habla de 5ios, del
hombre, de los áneles, de los vivos, de los muertos, del mundo,
del cielo, del infierno. +e hace "reuntas y las res"onde, a"ela a la
8iblia, a 0ristóteles y a quien tena alo que arear sobre el
"unto en discusión. )+u oriinalidad decía #aritain consiste en
hacerse ense7ar "or todos.) (as "reuntas que se hace son variadas
y sor"rendentes$ -u% es la vida E!iste 5ios (a eternidad es
alo diferente del tiem"o (a lu& es un cuer"o o una cualidad de
los cuer"os (a verdad está en las cosas mismas o en la
inteliencia Hay silencio en 5ios El intelecto humano "uede
conocer el futuro (os áneles "ueden "asar de un luar a otro
sin atravesar el es"acio intermedio 5ios es la causa del mal
Historias de Filósofos AK

0luien obierna el mundo (a mujer ha sido creada


directamente "or 5ios +ufre el ánel de la uarda cuando ve
"elirar a su "roteido (os astros influyen sobre la acción
humana Hay un fin ;ltimo de la vida -u% es el destino Es
"ecado "restar
uerra que dinero a inter%s -u% es una ley Hay aluna
sea justa
(a madre de 5ios continuó siendo viren des"u%s del
alumbramiento -u% es la fe El odio es más fuerte que el
amor +e "uede tener miedo del miedo
+i muchas de estas "reuntas "ueden resultarnos
sor"rendentes, más llamativo es que esa enorme catedral de "a"el
haya quedado sin concluir. En efecto, el @ de diciembre del a7o
JAK, des"u%s de haber celebrado misa, /omás de 0quino dejó de
escribir
cuestión"ara siem"re.
I de 0bandonó
la /ercera Parte ylanunca
+umma másendictó
el artículo * denila
una línea
utili&ó sus instrumentos de escritura. 1uando los monjes,
consternados, le "edían e!"licaciones sobre su actitud, %l se
limitaba a res"onder$ )No "uedo más). Es que durante aquella
misa había caído en un %!tasis "rofundo y lueo dijo que, al lado
de la e!"eriencia incomunicable que había vivido en esos
instantes, todo lo que había escrito carecía de valor. /omás dejó de
trabajar "or "rimera ve& en su vida y ya no volvió a hacerlo,
"orque la muerte lo sor"rendió tres meses y die& días más tarde,
caminoM al concilio de (yon.
(a +umma /heoloica, que llama la atención "or la
sencille& de su estilo y "or el rior de la arumentación, terminó
"or convertirse en una obra "aradójica. Para muchos ha venido a
ser el símbolo de un saber "etrificado, el refuio de los que
vuelven atrás, el ejem"lo más "erfecto de lo retrórado. Para otros
se ha convertido en la fuente de un saber casi místico que no "uede
ser discutido ni "uesto en duda, sino solamente acatado. 6tros
Historias de Filósofos A*

todavía encuentran en ella una cantera de suerencias interesantes


y de buenas arumentaciones, aun en el caso de que no com"artan
sus tesis de fondo. Pero lo que "rácticamente nadie recuerda es
que esa obra fue escrita casi en secreto y que nunca fue ense7ada
";blicamente "or su autor.de1asi
"aradoja, la "o"ularidad nadiehaloterminado
la obra recuerda "orque, ;ltima
"or ocultar la
a&arosa vida de quien la escribió.
El /omás canoni&ado "or la :lesia, el 5octor 0n%lico,
5octor de la Eucaristía y 5octor 1om;n, es un "ersonaje
com"letamente distinto del rueso frater /homas que nunca ocu"ó
nin;n caro jerárquico, que tuvo que dejar París en lo mejor de su
carrera "or orden de sus su"eriores y que le roaba a 5ios "oder
terminar su vida como sim"le fraile. )/antas ilesias y cátedras
9decía
a +anto1hesterton9, tantas bibliotecas,
/omás de 0quino, nos im"idencírculos y comit%s
"ercibir que %l dedicados
no nació
canoni&ado, ni doctor, ni tomista.) Nació noble y murió sim"le
fraile, a "esar de haber sido hombre de consulta de varios "a"as y
de haberse sentado a la mesa de los "oderosos de su tiem"o.
Es que si /omás fue un discutidor em"edernido y un
"rofesor siem"re "uesto en jaque, el tomismo, en cambio, lleó a
ser "or "eríodos una doctrina avasallante, muchas veces usada con
"re"otencia "or sus seuidores. Esto nos ha hecho olvidar al
"rudente y discreto frater /homas, que odió todo fanatismo, que
no fue un "uritano ni un asceta sino un hombre ca"a& de disfrutar
de las buenas cosas de este mundo, que 2en secreta "rotesta4
jamás escribió una línea sobre las 1ru&adas en un tiem"o que
hablaba de ellas sin "arar, que nunca se mortificó ni usó cilicio,
que fue un "oeta refinado y tuvo una vida secreta de misticismo de
la que nadie sabe nada "orque %l la ocultó con "udor. El /omás de
veras no fue una es"ecie de comisario teolóico de la :lesia.
1atólica sino un hombre terriblemente discutido,
Historias de Filósofos A3

vencido con frecuencia "or sus adversarios, cuyas tesis debían


leerse en secreto "orque, veinte a7os des"u%s de su muerte,
mencionar alunas de ellas "odía "aarse con la e!comunión.
(a "ro"ia canoni&ación de /omás fue un asunto bastante
com"licado.
de esos "a"asEl de
"a"a Guan BB::,
0vinon que lo hi&o
recha&ados "or santo
buenaen"arte
KJK,deera
la uno
cristiandad. #ás aun, ese "a"a hi&o santo a /omás medio silo
des"u%s de su muerte "orque el rey de Ná"oles lo "resionó "ara
que lo hiciera, y el rey de Ná"oles era uno de sus "rinci"ales
a"oyos "olíticos. Pero mientras frater /homas se convertía en
+anto /omás de 0quino, muchas de sus tesis seuían estando
"rohibidas en las >niversidades de 6!ford y de París.
(as cosas sólo em"ie&an a cambiar en KJ3, cuando la
condena de am"liamente.
rehabilitado París se levanta y el noventa
En K@@, "ensamiento de /omás
a7os des"u%s es
de su
muerte, el "a"ado im"one a todos los estudiantes que acceden a la
>niversidad el estudio interal de la obra aristot%lica. En 3@A Pío
C declara a /omás 5octor de la :lesia >niversal y en DAK (eón
B::: lo "roclama Patrón >niversal de las >niversidades y Escuelas
1atólicas.

+anto /omás de 0quino, mucho des"u%s de muerto,


"arecía anar todas las batallas. Pero su "ro"io triunfo em"e&aba a
ocultarnos a ese frater /homas que nunca "erdió su "lacide& un
"oco bovina y que siem"re mantuvo, en medio de las más terribles
"ol%micas, su aire distraído e inenuo. Ese /omás está hoy casi
se"ultado bajo una inmensa cantidad de libros que lo atacan
furiosamente o lo e!altan con "asión. Por eso es bueno recordarlo
de cuando en cuando, sea "ara no divini&arlo, sea "ara no hundirlo
en el ridículo.
Historias de Filósofos A@

SSS
Para "re"arar este artículo consult% los materiales siuientes$ +aint
/homas dX0quin, de 1h.95. 8oulone 2París, Nouvelles Editions (atines, @D4M
lntroduction a lX%tude de +aint /homas 5X0quin, de #arie95ominique 1henu 2París, G.
Crin, 3I4M +aint
/homas 0quinas, de ?. W. 1hesterton 2(ondres, K3, hay traducción
es"a7ola de Es"asa91al"e, K4M (a Philoso"hie au #oyen 0e, de Otienne ?ilson
2París, Payot, A@, traducción es"a7ola de ?redos, DJ4M (e /homisme, tambi%n de
?ilson 2París, (ibrairie G. Crin, *J4M (e 5octeur 0n%lique, de Gacques #aritain
2París, 5escl%e 5e 8rouYer, KI4M (a Philoso"hie au B:lle +iecle, de Fernand Can
+teenberhen 2(ovaina y París, Publications >niversitaires de (ouvain98%atrice
NauYelaerts, @@4M +aint /homas 5X0quin, de 0nelus Val& 2(ovaina y París,
Publications >niversitaires de (ouvain98%atrice NauYelaerts, @J4M Friar /homas
dX0quino. His (ife, /houht, and VórR, de Games 0. Veishei"l 21hicao, 1hicao
>niversity Press, DK4. /ambi%n me serví del )Eloio de +anto /omás) de >mberto
Eco, a"arecido en italiano en la revista Es"resso 2A*4 ' "ublicado en franc%s en (a
?uerre du fau! 2París, (e (ivre de Poche DD4. El cuento de 1hestert on al que hao
alusión es /he 8lue 1ross, varias veces traducido al castellano.
(a habitación donde murió /omás, en la abadía de Fossanova, "uede ser
visitada y ha sido un im"ortante luar de "ererinación a lo laro de los silos. -ueda
a "ocos Rilómetros de la ciudad de (atina, a medio camino entre Ná"oles y <oma. El
cuer"o de /omás recorrió buena "arte de :talia y de Francia 2a veces entero, a veces en
"artes4 como consecuencia de las luchas que se sucedieron "ara conservarlo como
reliquia. Hubo %"ocas en las que el tronco, la cabe&a y los bra&os estuvieron se"arados
"or centenares de Rilómetros. 5esde A* 2a7o del s%"timo centenario de su muerte4
/omás descansa en la ilesia des Gacobins, en /oulouse, Francia.
Historias de Filósofos AA

+"ino&a,
Filósofo
maldito
Historias de Filósofos AD

El escritor inl%s /homas de -uincey escribió hace más


de un silo un libro estu"endo que se llama Del asesinato como
una de las bellas artes . +u tesis es que la maldad alcan&a "ara
matar
"retendea un hombre,
cometer un "ero haymemorable.
crimen que arear mucho
/odo talentoessiunseacto
asesinato
brutal y dino de re"robación, "ero solamente alunos de ellos,
cum"lidos con el cuidado de un artista, han quedado rabados en
la memoria colectiva. Esos son los randes clásicos del crimen.
1ualquiera "uede a"arecer en las "áinas "oliciales de la "rensa,
"ero no cualquiera consiue un luar de honor entre (andr; y GacR
el 5estri"ador.
E!actamente lo mismo "uede decirse de la maldición.
#andar a aluien al diablo es un acto que no su"one mayor
m%rito, "ero arruinarle la vida a una "ersona sin utili&ar más que
"alabras es una tarea que e!ie verdadero enio. (a maldición es
una forma oral del asesinato y, al iual que matar, "uede
convertirse en un arte. 5e hecho, durante muchos silos el talento
humano se em"leó en su "erfeccionamiento hasta que, como todo
arte, la maldición tuvo sus relas, sus estilos y sus clásicos.

+e trata de una habilidad que casi hemos "erdido, como


lo "rueba el hecho de que )maldecir) tena hoy el mismo sentido
que )insultar). Pero oriinalmente im"licaba alo muy distinto.
#aldecir a aluien era aborrecerlo y al mismo tiem"o condenarlo,
nearle el "erdón en esta vida y en la "ró!ima, e!ecrado ahora y
"ara siem"re. #aldecir a aluien era cortar todo la&o con %l y
dejado a solas con su desracia irre"arable. Era em"ujado a un
abismo sin fondo, era matado y "or "ura crueldad dejado vivo.
Esta ca"acidad era todavía muy viorosa en el silo BC::, cuando
vivía 8aruch de +"ino&a. Ol "udo com"robado en carne "ro"ia
Historias de Filósofos A

"orque dos veces fue objeto de una maldición es"elu&nante$ la


"rimera mientras vivía y la seunda des"u%s de muerto. Fue en
todos los sentidos un hombre bueno, "ero sus contem"oráneos no
tuvieron "iedad ni de su alma ni de sus huesos.
(oconvocado
que "arecía desconcertante es que
al mejor estodestinos.
de los le ocurrió a un 2como
8aruch hombrele
decían en Holanda4, o 8ento 2como lo llamaban sus "arientes4, o
8enedictus 2como firmaba sus escritos4 era un judío de orien
"ortuu%s que había nacido en 0msterdam en el a7o @KJ.
Pertenecía a una comunidad sefardí fundada "or antiuos
conversos que habían salido de la Península :b%rica a causa de las
"ersecuciones reliiosas) 1on el "aso del tiem"o ese ru"o de
esca"ados de la houera se había convertido en una comunidad
"rós"era que"ortuuesa
(a sinaoa manejaba buena "arte de no
de =msterdam los"asaba
neocios de la ciudad.
inadvertida "ara
nadie y el "adre de 8aruch era un notable dentro de esa
colectividad. No tenía, "or cierto, demasiado dinero, "ero era un
hombre suficientemente res"etado como "ara interar el
#ahamad, es decir, el consejo que constituía la má!ima autoridad
judía de la ciudad.
8aruch nació en el floreciente barrio judío de
=msterdam, no lejos de la casa donde trabajaba un "intor llamado
<embrandt Era inteliente y "ertenecía a una familia reliiosa,
así que a"rendió el hebreo y recibió la mejor formación que se
"odía ofrecer a un judío de su tiem"o. (a vida fue dura con %l,
"ero eso refor&aba su imaen de hombre íntero y "iadoso. Entre
los seis y los veintidós a7os 8aruch "erdió a su madre, a dos de
sus hermanos, a su madrastra y a su "adre. (as enfermedades
"arecían ensa7arse con su casa y con su "ro"io cuer"o. Pero el
acoso de la muerte no consiuió destruido$ 8aruch hi&o frente a la
desracia y no esca"ó a ninuna de las obliaciones que caían
Historias de Filósofos DI

sobre sus hombros. 1on el hermano que le quedaba vivo fundó


una sociedad comercial 28ento et ?abriel dXEs"ino&a4 que se
dedicaba a la im"ortación y e!"ortación de fruta. No le fue
maravillosamente bien en los neocios "ero hacía lo que todo
judío honrado
sinaoa, "aabadebía hacer. 0demás
sus limosnas visitaba
y asombraba a la reularmente
colectividad la
"orque conocía de memoria todo el te!to hebreo del 0ntiuo
/estamento. 1on "oco más de veinte a7os, era un hombre
admirable y una ran "romesa "ara su comunidad.
+in embaro, y contra todo "ronóstico imainable,
+"ino&a terminó sus días aborrecido y aislado, definitivamente
e!iliado de este mundo, víctima de una maldición terrible que lo
"ersiuió hasta la tumba. ' nada de esto ocurrió "orque su imaen
de hombre honesto y "iadoso fuera falsa, sino "recisamente
"orque era cierta. +"ino&a fue hasta el final de su vida un hombre
recto y "rofundamente reliioso. En eso no defraudó a quienes lo
conocían desde ni7o. Pero tenía además una cabe&a "oco com;n
que, tal ve& contra sus "ro"ios deseos, lo alejó irremediablemente
de la ortodo!ia com"artida "or los suyos. +u reliiosidad siuió
caminos que lo enfrentaban a las creencias comunes y, en aquel
tiem"o, esas eran cosas que no se "erdonaban fácilmente.
El "roblema de +"ino&a no fue que no conociera la
8iblia sino que la conocía demasiado bien. 5e hecho, estaba tan
familiari&ado con ella que se tomó alunas libertades
inconcebibles "ara la %"oca$ el 0ntiuo /estamento era un te!to
sarado "ara judíos y cristianos, "ero era además un documento
literario entre otros documentos literarios y "odía ser estudiado
como tal. 0demás de los ojos del creyente estaban los ojos del
científico. #irando las cosas de esta manera, 8aruch hi&o un
análisis de los te!tos bíblicos como nadie había hecho hasta
entonces$ se7aló contradicciones, atacó varias inter"retaciones
Historias de Filósofos D

clásicas y se enfrentó decididamente a la tradición arumentando


"or qu% #ois%s no "odía ser el autor de la /orah. /odo esto era
suficiente motivo de escándalo, "ero en realidad era la "arte
sencilla del "roblema.

em"e&ado(o"orverdaderamente rave de
a"artarse del "unto era vista
que del
+"ino&a había
creyente y
finalmente había "erdido las anas de volver a %l. En los hechos,
8aruch había cortado con su reliión y cada cosa que decía lo
"onía en conflicto con ella$ encontraba insostenible la fe en los
milaros "orque iba en contra de las leyes naturales, afirmaba que
la noción de una vida des"u%s de la muerte era injustificada y
acusaba a las leyes del judaísmo de ser indefendibles y arbitrarias.
(os rabinos de =msterdam estaban es"antados con esta
evolución. No solamente
de las creencias ocurríasino
com"artidas, que un
quedestacado judío seen
esto acontecía alejaba
una
comunidad es"ecialmente sensible a los "roblemas de ortodo!ia
reliiosa. (a colectividad de =msterdam, en efecto, estaba
conformada "rinci"almente "or antiuos marranos, es decir, "or
judíos venidos de Portual y Es"a7a que tenían en su "asado la
mancha de haberse convertido tem"oralmente al catolicismo. Esa
conversión había sido muy frecuentemente arrancada a la fuer&a,
"ero el hecho inneable era que esos hombres habían vivido como
católicos buena "arte de sus vidas y, sobre todo, que durante ese
tiem"o habían "erdido todo vínculo con la tradición y las
ense7an&as judías. Esos hombres que habían sido católicos "or
fuera y judíos "or dentro corrían ahora el rieso de ser judíos
reconvertidos con un fondo secreto de catolicismo. Por eso, un
antiuo marrano 2y aun su hijo4 vivía toda su vida con una
sos"echa de heterodo!ia colada al cuello.

(a comunidad judía de =msterdam no era el luar más


Historias de Filósofos DJ

adecuado "ara "ro"oner ideas e!travaantes. ' tam"oco el


momento era el más o"ortuno, "orque esa colectividad acababa de
vivir un caso de herejía que la había conmocionado hasta los
cimientos. 5urante la adolescencia de +"ino&a, el #ahamad había
tenido
antiuouncatólico
laro conflicto con el "ortuu%s
y judío reconverso >riella5a
que neaba 1osta, unde la
e!istencia
vida más allá de la muerte. 5a 1osta había discutido laramente
con los rabinos, había sido condenado dos veces "or el #ahamad
y otras tantas veces había sido rehabilitado. Pero los intentos de
entendimiento desembocaron en un fracaso y el conflicto terminó
de la "eor manera$ el hereje fue a&otado en la "la&a ";blica y,
vencido "or la humillación, se suicidó.
1on ese antecedente todavía fresco, lo que menos
querían las autoridades era un conflicto abierto con un hombre
como +"ino&a. Por eso lo invitaron a discutir en "rivado y
a"elaron a todos los arumentos imainables "ara a"artado de sus
ideas heterodo!as. Pero confirmaron que el joven 8ento era un
"olemista temible y se convencieron de que una discusión ";blica
tendría resultados catastróficos. (ejos de debilitar su herejía, el
debate la fortalecería. (leados a esta conclusión, los miembros
del consejo se "ro"usieron, al menos, ocultar la a"ostasía. El
conflicto con 5a 1osta les había ense7ado que era mejor ado"tar
una actitud fle!ible y neociadora antes que conmover a la
comunidad con un nuevo "roceso de im"iedad. #ás valía un
hereje en "rivado que un nuevo escándalo ";blico, es"ecialmente
si el desertor era el hijo de un antiuo miembro del #ahamad. 5e
modo que le ofrecieron a 8aruch una "ensión de mil florines a
cambio de que se mantuviera como miembro de la comunidad y se
dejara ver de ve& en cuando en la sinaoa.
Por su"uesto que se equivocaron. +"ino&a no ace"tó
Historias de Filósofos DK

nin;n arrelo económico y ado"tó una "osición todavía más


firme en la defensa de sus convicciones. Estaba a"asionado con
ellas y no quería cultivarlas a solas. #uy al contrario, "retendía
divularlas y discutir abiertamente con quienes se le o"usieran.
(as
anteautoridades del #ahamad
%l y el arumento de que habían "erdido
sus ideas toda
"odían autoridad
hacerle da7omoral
a la
colectividad le "arecía indefendible. El verdadero da7o, sostenía
8aruch, consistía en nearse a escuchar la vo& de la ra&ón.
>na ve& que los intentos de neociación fracasaron, el
joven 8ento "asó a ser el "rinci"al enemio de su antiua
comunidad. Ese hombre que había sido admirado "or su sabiduría
y "or su "iedad, que había sido "resentado como un modelo "ara
las nuevas eneraciones, defendía ahora ideas que desafiaban la fe
y las tradiciones com"artidas. (a "rofundidad de su disidencia
"odía "erfectamente conducir a una crisis reliiosa. ' en ese
mundo donde la reliión juaba un "a"el tan im"ortante, una crisis
de este ti"o "odía tener efectos devastadores sobre la vida
comunitaria. Fue así que los miembros del #ahamad decidieron
ol"ear a +"ino&a con el más severo de los castios$ resolvieron
sancionado con el Herem, es decir, con la e!clusión del mundo
judío.
El JA de julio del a7o @3@ 2o del a7o 3*@ se;n el
cóm"uto judío4 +"ino&a fue convocado a la sinaoa "ortuuesa
de =msterdam "ara enfrentar una acusación de im"iedad. 0llí,
dolorosamente solo, tuvo que escuchar una tras otra las
declaraciones de los testios convocados "or el #ahamad. 6yó
hablar de sus herejías, de sus blasfemias, de los actos intolerables
que había cometido. (o escuchó todo en silencio y casi sin creer lo
que oía. >na ve& que la instrucción terminó, los dirientes de la
comunidad leyeron su veredicto$ )(os se7ores del #ahamad os
hacen saber que, como ya hace tiem"o que tienen noticias de las
Historias de Filósofos D*

malas o"iniones y acciones de 8aruch de +"ino&a, "rocuraron "or


diversos medios y "ersuasiones retirarlo de sus malos caminos. '
no "udiendo remediado, sino que, "or el contrario, tuvieron cada
día mayores noticias de las horrendas herejías que "racticaba y
ense7aba, y de las
muchos testios enormesque
fidedinos obras que cometía,
lo de"usieron teniendo de esto
y testimoniaron todo
en "resencia de dicho +"ino&a, a quien han demostrado su
cul"abilidadM e!aminando todo esto en "resencia de los se7ores
Hahamín 2miembros del 1oleio <abínico4, deliberaron con su
"arecer que dicho +"ino&a sea e!comulado y arrojado del seno
del "ueblo de :srael).
(os miembros del #ahamad habían tomado su decisión.
+"ino&a, con a"enas J* a7os de edad, era e!"ulsado de la
comunidad
que no erajudía. -uedaba
hebreo convertido
ni cristiano, enenununae!tranjero
"aria, en un hombre
absoluto,
sos"echoso "ara todos y ajeno a toda solidaridad. Pero ese castio
no era suficiente a ojos del #ahamad. +"ino&a había ol"eado
duro y merecía que se le res"ondiera del mismo modo. El Herem
con que se lo e!"ulsaba iba mucho más allá de las tradicionales
fórmulas de e!clusión. 1ontenía además una maldición terrible
que a"elaba a las antiuas escrituras "ara alcan&ar su fuer&a
demoledora.
+obre la cabe&a de +"ino&a cayó ese día una maldición
que había necesitado miles de a7os "ara ser escrita. >na maldición
ca"a& de helarle la sanre al más sólido de los hombres. Parado en
medio de la ran sinaoa, bajo la mirada de los miembros de su
antiua comunidad, 8aruch escuchó, una tras otra, las "alabras
más terribles que habría de oír en su vida$ )...+e;n la decisión de
los áneles y de acuerdo con el fallo de nuestra sarada
comunidad, e!comulamos, e!"ulsamos, e!ecramos y maldecimos
a 8aruch de +"ino&a. 0nte nuestros sarados libros, con los
Historias de Filósofos D3

seiscientos trece mandamientos que están escritos en ellos, lo


e!comulamos con la e!comunión con que Gosu% anatemi&ó a
Gericó, con la maldición con que Eliseo maldijo a sus hijos y con
todas las maldiciones que están escritas en la (ey. #aldito sea de
día y maldito sea
al levantarseQ de nocheQ
#aldito #aldito
sea al salir desea
su alcasa
acostarse y maldito
y maldito sea al sea
reresoQ -ue 5ios jamás lo "erdoneM que la cólera y la ira de 5ios
se enciendan contra ese hombre y le envíen todas las maldiciones
inscritas en el (ibro de la (ey.
5ios su"rima su nombre de la tierra y "ara su derrota lo
e!"ulse de todas las /ribus de :srael, con todas las maldiciones del
1ielo, como están se7aladas en el (ibro de la (ey. Pero vosotros
que "ermanec%is en 5ios, nuestro +e7or, vivid eternamente..

#ahamad,0"or ojoslo de los judíos


tanto, e!iía +"ino&a estaba muerto
que los miembros de laen vida. El
comunidad
actuaran en consecuencia$ )...1onjuramos que nadie tena con %l
trato hablado ni escrito, ni nadie le haa favor aluno. -ue nadie
est% con %l bajo un mismo techoM que nadie se le acerque a menos
de cuatro codos de distanciaM que nadie lea nin;n "a"el hecho o
escrito "or %l). 0 todos los efectos "rácticos, 8aruch de +"ino&a
había dejado de e!istir. Era a"enas un fantasma, alo menos que
una sombra.
En cuanto el ;ltimo asistente abandonó la sinaoa,
8aruch com"rendió que nada volvería a ser como antes. (a
maldición que había escuchado no era la ;ltima que caería sobre
su cabe&a, "ero fue sin duda la que le cambió la vida. Nadie lo
miraba, nadie le hablaba, nadie caminaba a su lado cuando andaba
"or la calle. +e habían terminado los saludos atentos, las sonrisas
amables, las conversaciones cordiales con los vecinos. +"ino&a
intentó durante al;n tiem"o seuir con sus rutinas "ero "ronto
entendió que era una causa "erdida. +euía viviendo en la ciudad
Historias de Filósofos D@

donde había nacido "ero todo ocurría como si estuviera muerto.


Para confirmar esta im"resión, tiem"o des"u%s de la "roclamación
del Herem un fanático trato de asesinarlo en "lena calle.

=msterdam8aruch
estabanterminó "or yconvencerse
cum"lidos abandonó ladeciudad.
que sus
+e días en
trasladó
"rimero a <ijnsbur, cerca de (eiden, y más tarde a Coorbur, en
las afueras de (a Haya. +in embaro, estuviera donde estuviera, el
castio del #ahamad lo "erseuía$ "ara los cristianos era un
reneado y "ara los judíos era un muerto.
+"ino&a vivió el resto de su vida en la soledad más
absoluta, anándose la vida como "ulidor de cristales. /rabajaba
en su torno de madera laras horas al día, dando forma a las lentes
que le encaraban
silencio ó"ticos
durante horas y científicos.
interminables. El /rabajaba y meditaba
"olvo del cristal en
le hería
los "ulmones y eso aravó una enfermedad que arrastraba desde
ni7o. En la "eque7a casa que alquilaba, com"letamente aislado del
mundo, a"enas acom"a7ado "or el silbido de su res"iración de
tísico, +"ino&a "ulía y "ensaba, trabajaba el cristal y daba forma a
sus ideas. (as modelaba y tambi%n las "ulía hasta darle a su
sistema filosófico el equilibrio y la trans"arencia de un diamante.
Gore (uis 8ores, que le dedicó un "oema manífico, lo describió
de este modo$
(as trasl;cidas manos del judío
labran en la "enumbra los cristales
y la tarde que muere es miedo y frío.
2(as tardes a las tardes son iuales4.
(as manos y el es"acio de jacinto
que "alidece en el confín del ?hetto
casi no e!isten "ara el hombre quieto
Historias de Filósofos DA

que está so7ando un claro laberinto.

El laberinto con que so7aba +"ino&a tomó la forma de


un libro que nunca se atrevió a "ublicar. Fueron sus "ocos amios
quienes lo dieron demonstrata,
more eom%trico a conocer lueo de su muerte.
es decir, +u título esalEthica
Otica demostrada modo
de la eometría. +e trata de un nombre e!tra7o, "ero refleja muy
bien lo que está escrito en esas "áinas.
Esa obra es, desde todo "unto de vista, uno de las libros
más e!traordinarios que se han escrito en la historia de la filosofía.
Es un "roducto ;nico, e!ce"cional, irre"etible. Para em"e&ar, su
objetivo es francamente inquietante$ se trata de destruir la idea de
libertad, que +"ino&a consideraba la "eor de las ilusiones que
"adecen
"erseuido,loseshombres. 1reer nada
no com"render que acerca
somos de
libres, decía
la trama delelmundo,
judío
es ver una "arte y nearse a "ercibir el todo. 1reer que somos
libres es, en una "alabra, no ser suficientemente racionales. Pero
este es sólo uno de los rasos im"resionantes del libro. 0demás
está el hecho de que, "ara combatir esta ilusión, +"ino&a trató de
alcan&ar el mismo rado de "recisión que los matemáticos
consiuen en sus te!tos. /rató de hablar de 5ios y de la libertad
del mismo modo en que los eometras hablan de los ánulos y de
las rectas. /rató de hacerla así, no sólo "orque creía que esa era la
mejor manera de hacer filosofía, sino "orque "ensaba que el
mundo tenía una estructura matemática y secreta.

1omo todo libro de eometría, la Ethica se a"oya en un


conjunto de definiciones, a!iomas y "ostulados que "ermiten
avan&ar en la demostración de teoremas. 1ada teorema es
formulado de un modo "reciso y lueo es demostrado mediante
arumentos "ertinentes. 1ada demostración termina, al iual que
Historias de Filósofos DD

los te!tos clásicos de eometría, con la e!"resión -.E.5., que es la


abreviación latina de la frase lo que se quería demostrar. (ueo se
siuen corolarios y escolios que com"lementan el tratamiento del
"roblema. (as "ro"osiciones no demostradas que sostienen el
conjunto
+"ino&a, del
no te!to son ser
"ueden afirmaciones
neadas que,
"or desde
nadie elque
"unto de vistaser
"retenda de
racional. Por ejem"lo$ )el "oder de un efecto es definido "or el
"oder de su causa), o$ )nadie "uede querer ser feli&, actuar
correctamente y vivir bien sin querer al mismo tiem"o ser, actuar y
vivir). (os teoremas "retenden mostrar que )en la naturale&a no
hay nada continente sino que todo ocurre "or necesidad), que )el
alma humana es una "arte del entendimiento infinito de 5ios), o
que )el odio crece cuando es recí"roco, "ero "uede ser destruido
"or el amor).
+irvi%ndose de esta arumentación )eom%trica),
+"ino&a se lan&a a la destrucción de la idea de libertad. Em"lea
"ara eso un im"resionante arsenal de casi II "ro"osiciones no
demostradas, J3 teoremas, JJ escolios y AJ corolarios. El
universo, sostiene 8aruch, es una inmensa estructura de causas y
consecuencias donde todo ocurre "or necesidad. (os hombres se
creen libres "orque son conscientes de que, a diferencia de las
"iedras, están dotados de voluntad. Pero se ena7an "orque no
"erciben que tambi%n su voluntad siue una ley, y que esa ley
determina sus actos con la misma fuer&a con que condiciona la
caída de las "iedras. 1reer en la libertad sinifica creer en la
inde"endencia de una consecuencia, solamente "orque no se es
ca"a& de conocer la causa que hay detrás. )El hombre cree que
"erturba el orden de la Naturale&a cuando en realidad lo siue.
/odo en la Naturale&a ocurre se;n una necesidad eterna y una
absoluta "erfección.) +er sinifica ser el efecto de aluna causa.
No hay nada en la naturale&a que esca"e a esta verdad. +olamente
Historias de Filósofos D

5ios es libre "orque es causa de sí mismo, "ero hasta %l es libre


necesariamente.
/oda la Ethica tiene un ;nico tema y ese tema es 5ios.
Pero se trata de una divinidad com"letamente distinta de la que
adoran
es decir,las5ios
randes reliiones. +"ino&a
o la Naturale&a, la llama
"orque "ara 5euse!"resiones
%l ambas sive Natura,
son intercambiables. 5ios es el conjunto de lo que e!iste visto en
su unidad, en su "erfección, en su infinitud, en su eternidad. Es
una substancia ;nica que e!iste "or sí misma y todo lo demás
e!iste como atributo de ella. )/odo lo que es, es en 5ios, y nada
"uede ser ni ser conocido sin 5ios.) (as "iedras, los animales, las
estrellas, nosotros mismos somos atributos de 5ios.
Esta divinidad no tiene nin;n "unto de contacto con el
5ios
que no"ersonali&ado de que
crea ni leisla, los judíos y de
esta mas allálosdelcristianos.
bien y delEsmal,
un que
5ios
encierra a la ve& el amor y el odio, la noble&a y la baje&a, la
santidad y la de"ravación. 0nte %l no hay cul"a ni "erdón.
+olamente e!iste como una naturale&a inmensa, infinita,
indiferente a nuestra suerte, ajena a toda transformación. En el
fondo, no es más que una "alabra que sirve "ara referirse al "unto
de vista más eneral "osible acerca del universo. 5elante de este
5ios, el hombre no tiene nada "arecido a la libertad. (o ;nico que
le queda es la "osibilidad de asistir al des"lieue inmenso de esa
absoluta "erfección. #ás aun, la moralidad humana consiste en no
"erturbar ese desarrollo sino en sumarse a %l. +omos esclavos de la
naturale&a y lo que se llama reliión es en realidad "ura
su"erstición. (a libertad consiste en la más radical ace"tación de
nuestra absoluta falta de libertad.
>n lector de la Ethica dijo hace un "ar de silos que el
contenido del libro le "rovocaba horror, "ero que no "odía esca"ar
a la fuer&a de sus demostraciones. (os )teoremas) de +"ino&a, en
Historias de Filósofos I

efecto, han quedado como el modelo clásico de la arumentación


contra la autonomía de la voluntad humana. Hay una lara
tradición de "ensamiento que va desde los antiuos estoicos hasta
#ar! y que com"arte este mismo "unto de vista. Pero nadie ha
conseuido
intuiciones. una formulación
Es "or eso que eltan "recisa
franc%s y tan8erson
Henri im"lacable de esas
2un filósofo
tambi%n judío, que creía en la libertad humana "ero admitía que no
es fácil defenderla4 decía que, en el fondo, )todo filósofo tiene dos
filosofías$ la suya "ro"ia y la de +"ino&a).

#uchos )teoremas) de +"ino&a resultan hoy menos


im"resionantes que hace dos silos. :ncluso se "uede dudar de que
el suyo sea un libro de %tica, en el sentido de que mantiene una fría
distancia hacia los hombres y no nos ayuda en nada a la hora de
definir el curso de nuestra acción. Pero lo que no ha "erdido nada
de fuer&a es la fascinación casi est%tica que "rovoca su obra. >na
fascinación que "roviene del hecho de que la Ethica no es un libro
centrado en la descri"ción ni en la com"rensión del mundo, sino
más bien en su construcción$ "áina a "áina, todo un universo va
tomando forma, como si "or al;n milaro "udi%ramos asistir al
desarrollo de un es"ectáculo "rohibido. El autor desa"arece detrás
de sus "ro"ias "alabras y nosotros quedamos abrumadoramente
solos, en "resencia de un des"lieue desmesurado y conmovedor.
Es que +"ino&a escribió su libro sub s"ecie aeternitatis,
es decir, desde el "unto de vista de la eternidad. (o que "retende
hacer con la Ethica no es desarrollar su "ro"io discurso sino el
discurso de 5ios. Esta "rofunda reliiosidad de la obra hace difícil
entender "or qu% su autor ha sido considerado el más radical de los
ateos. En realidad, Novalis tenía ra&ón cuando lo describía como
un )ebrio de 5ios). 8aruch de +"ino&a, definitivamente alejado de
todas las reliiones com"artidas "or los hombres, divini&ó al
Historias de Filósofos 

mundo "ara no dejar de hablar de 5ios. ' en la soledad de su taller


2tal como lo describe 8ores4 o "erdido entre sus "a"eles de
filósofo, el judío maldito no se a"artó un solo instante de ese tema
que le embaraba la ra&ón y el cora&ón$

"No lo turba la fama, ese reflejo


de sueños en el sueño de otro espejo,
ni el temeroso amor de las doncellas.
Libre de la metáfora y del mito
labra un arduo cristal: el infinito
mapa de Aquél que es todas sus estrellas.

5esde que la maldición cayó sobre su cabe&a, +"ino&a


fue un individuo aislado de su comunidad de orien. Civió solo,
como un hombre quieto, encerrado en un mundo de cristales y de
ideas. :ncluso como filósofo trabajó com"letamente al maren de
corrientes y de tradiciones. )(a autoridad de Platón, de 0ristóteles,
de +ócrates 9dijo en una carta9, no tiene ran "eso "ara mí.) +in
embaro, y contra lo que se suele su"oner, nunca cortó del todo
sus vínculos con el mundo ni quedó com"letamente a salvo de la
"asión.
(ueo de la e!comunión, 8aruch "erdió a sus amios
judíos "ero construyó un nuevo círculo de amistades com"uesto
"rinci"almente "or cristianos reformados y libre"ensadores. Esas
relaciones eran muy escasas y constituían un n;cleo cerrado muy
"arecido a una loia. 1uando (eibni&, que era junto con NeYton el
intelectual más conocido de Euro"a, quiso visitado en @A@, tuvo
que vencer trabajosamente el filtro de los "ocos fieles que lo
defendían.
+"ino&a era el centro de ese tejido de relaciones casi
secretas que se reunían a hablar de ciencia y a leer la nueva
Historias de Filósofos J

filosofía de 5escartes. ' fue a trav%s de esos vínculos que


mantuvo un contacto bastante "ermanente con la actualidad
"olítica holandesa. El ;nico libro que "ublicó en vida, el /ratado
teolóico "olítico, es una obra filosófica madura "ero motivada
"or cuestiones
libertad de cultodey de
circunstancia.
"ensamiento1onsiste en una de
como condición defensa
la "a&de la
civil
y de la "ro"ia "iedad reliiosa. (a desa"arición de esa libertad,
sostiene +"ino&a, no sólo lleva a la ruina del estado sino tambi%n a
la ruina de la reliión. 8aruch no se atrevió a firmar ese libro
demasiado "rovocador "ara la %"oca "ero todo el mundo su"o que
era suyo. 0sí em"e&ó a circular su fama de "ensador misterioso y
subversivo, res"ecto del cual convenía mantenerse ra&onablemente
lejos.
El /ratado
un te!to fundador de lleó a convertirse
la tradición liberal con el "aso
euro"ea. +udel tiem"o en
influencia ha
llevado a colocar a +"ino&a, junto a autores como Hobbes y
(ocRe, entre los "adres intelectuales de la modernidad. Este
resultado "uede "arecer sor"rendente "ero no hace más que
reflejar la com"lejidad del "ersonaje$ 8aruch fue ciertamente un
hombre quieto y enfermo, "ero nunca lleó a hundirse en un
aislamiento absoluto. +u filosofía se ocu"aba de 5ios "ero no
olvidaba com"letamente a los hombres. #ás aun, %l mismo tomó
"artido en los conflictos de la "olítica local hasta un "unto difícil
de imainar. (a "rueba más "al"able se "rodujo el JI de aosto de
@AJ, cuando los hermanos 5e Vitt, dirientes del "artido
re"ublicano holand%s, fueron asesinados "or los "artidarios
monárquicos de ?uillermo de 6rane. +"ino&a estaba liado a Gan
de Vitt, la más influyente de las víctimas, y no "udo contener su
indinación. En "ocas horas redactó un "anfleto muy violento que
tituló (os ;ltimos bárbaros y, en "lena ocu"ación francesa, decidió
salir a la calle "ara "eado en los muros. 0 ;ltimo momento sus
Historias de Filósofos K

amios consiuieron disuadido, con lo cual "robablemente le


salvaron la vida.
Ese es el lado secreto de la e!istencia de +"ino&a. 5etrás
de ese hombre calmo, retraído, inasible y cort%s, había una
"ersonalidad
de toda su vidacombativa que "unaba
hay síntomas "or salir
de una "asión quea la
lo lu&. 0 lo laro
desbordaba y
que amena&aba con consumirlo$ los adjetivos que usa "ara
calificar a sus adversarios intelectuales llean con frecuencia al
insulto, su des"recio "or la ente com;n se hace a veces
intolerable, las cosas que dijo de los rabinos y de los estudiosos de
la 1ábala todavía no han sido olvidadas. 8aruch, sin embaro,
trató siem"re de controlar esa violencia subterránea y de vivir la
vida de un hombre que cree en las ideas de la Ethica. 8uscó la
im"erturbabilidad
una invitación "aray la autosuficiencia
ense7ar en la hasta el "unto
c%lebre de recha&ar
>niversidad de
Heidelber "or temor a "erder su libertad de es"íritu.
No sabemos si fue el +"ino&a contenido y a"lomado o el
+"ino&a tem"eramental y violento el que terminó "or im"onerse.
(o cierto es que murió solo y joven, a los cuarenta y cuatro a7os
de edad, consumido "or la enfermedad que le aravó su oficio de
"ulidor de lentes. Pero la muerte no sinificó la "a& "ara +"ino&a.
0l contrario, en el momento mismo en que se enfriaba su cuer"o
cayó sobre %l una seunda maldición, tan terrible y des"iadada
como la "rimera. Esta ve& el autor era un cristiano, "ero re"etía la
misma intención de aniquilado con "alabras, de matado des"u%s de
muerto. El "redicador "rotestante 1arolus /eumann hi&o fijar
sobre su lá"ida un te!to araviante que se conservó durante laros
a7os. 5ecía así$ )5es"recia a 8enedictus de +"ino&a, a su tumba.
0quí yace +"ino&a. +i su "alabra no "uede ser enterrada, que
entonces la "este del alma no lo devore nunca del todo). 1omo si
esto no fuera suficiente, el te!to continuaba con unos versos que lo
Historias de Filósofos *

describían como un )judío reneado que luchó contra 5ios con


salvajismo), y que concluían diciendo$ )no ha visto nunca el
infierno monstruo más horrible).
+"ino&a siuió recibiendo ol"es mucho des"u%s de
muerto.
holand%sEn @AD, un
"rohibió a7o des"u%s
la im"resión y ladeventa
su desa"arición,
de sus obras.elEl
estado
más
tolerante de los estados euro"eos, el que había acoido a 5escartes
y a todos los libre"ensadores "erseuidos, tambi%n había
terminado "or e!cluido.
5esde entonces las discusiones acerca de su "ersona han
sido duras, es"ecialmente dentro del judaísmo. #ucho tiem"o
des"u%s de su muerte, 8aruch era todavía visto como un a"óstata,
como un reneado a quien a"enas se "odía mencionar. #ás tarde
se convirtióentre
relaciones en el
el ejem"lo
judaísmoen
y eltorno del moderno.
mundo cual se discutían las la
Para alunos,
filosofía de +"ino&a demostraba que siem"re había habido
vínculos entre esos dos universos. Para otros, +"ino&a era el
re"resentante de una modernidad que "onía en cuestión al
judaísmo tradicional.
>n ejem"lo a"asionante de este debate fue la discusión
que mantuvieron Hermann 1ohen y (eo +trauss a "rinci"ios de
este silo. 1ohen a"oyaba la decisión del #ahamad de 0msterdam
y afirmaba que el fondo arcaico de las ideas de +"ino&a, su visión
de un mundo inalcan&able "ara la voluntad humana, )constituye la
traba más fuerte al desarrollo moderno del judaísmo). +trauss, en
cambio, salía en defensa del filósofo maldito$ )+"ino&a ya no
"recisa seuir leitimando su a"ostasía delante del tribunal del
judaísmo. #uy al contrario, es "recisamente +"ino&a quien
reclama la leitimación del judaísmo delante del tribunal de la
ra&ón). 0lunos a7os más tarde, cuando se fundó el estado de
:srael, 8en ?urion "ro"uso que había lleado el momento de
Historias de Filósofos 3

rehabilitar al "erseuido. (a suerencia motivó, entre muchas


otras, la res"uesta del filósofo Emanuel (%vinas, quien, sin dejar
de reconocer su valor intelectual, subrayó el )rol nefasto juado
"or +"ino&a en la descom"osición de la intellientsia judía).
+"ino&a
laro tiem"o fue siue siendo
?alileo "arael muchos
"ara mundojudíos lo queundurante
católico$ caso
incómodo, duro de ace"tar y difícil de evaluar. /odavía hoy, quien
visita en =msterdam el hermoso museo dedicado a la vida judía
2ubicado a "ocos metros de donde se "rodujo la condena4 "uede
"reuntarse si +"ino&a efectivamente e!istió o si tuvo alo que ver
con esa ciudad. +im"lemente no hay la menor huella de su "aso
"or el mundo.
(os cristianos, en cambio, han oscilado a lo laro de los
silos entre
filósofo. 'a recha&arlo "or ateosuyo
un contem"oráneo y reneado o admirado
como (eibni& como
2que era "oco
amio de correr riesos innecesarios4 se escribía reularmente con
%l y lo calificaba de )sutil judío al cual no teno dificultades en
citar cuando dice cosas acertadas). (os ateos, "or su "arte, siem"re
lo vieron como uno de los suyos y lo defendieron con entusiasmo.
)5esde el "unto de vista intelectual 9decía 8ertrand <ussell9
alunos lo han sobre"asadoM "ero desde el "unto de vista %tico está
más allá de todos.) (o cierto es que +"ino&a "arece haber
conservado la virtud de "rovocar juicios a"asionados y de dividir
las o"iniones. >n autor alemán de "rinci"ios de silo, Ernst
0ltRirch, "ercibió claramente este hecho y "ublicó un libro que
consiste en una lara reco"ilación de juicios a su favor y en su
contra. Para "onerle título a la obra, 0ltRirch juó con la
traducción latina del nombre de +"ino&a y con su eterna condición
de "ensador maldito. El libro se llamó #aledictus und 8enedictus.
SSS
E!isten sólo tres fuentes en las que se basan todas las biorafías de
+"ino&a$ un breve "refacio del editor que "ublicó "óstumamente su obra, una corta y
no muy fiable biorafía que escribió Gean #. (ucas, todavía en tiem"os de +"ino&a, y
un trabajo alo
testimonios más laro
de seunda y tardío
mano. Paraque escribió
"re"arar este1olerus basándose
te!to me serví deen
losrecuerdos
materialesy
siuientes$ Ernst 0ltRirch$ #aledictus und 8enedictus
2(ei"&i, Feli! #einer Cerla, J*4M (eo 8alet$ <embrandt and +"ino&a
2Nueva 'orR, Philoso"hical (ibrary, @J4M (%on 8runschvic$ +"ino&a et ses
contem"orains 2París, P>F, 34M ?illes 5eleu&e$ +"ino&a$ Philoso"hie "ratique
2París, Eds. de #inuit, D, hay traducción es"a7ola de /usquets Editores, K4M
(eón 5ujovne$ +"ino&a. +u vida, su %"oca, su obra, su influencia 28uenos 0ires,
>80, *4M Euene Freeman U #aurice #andelbaum 2eds.4$ +"ino&a.
Essays in :nter"retation 2:llinois, 6"en 1ourt, A34M #arjorie ?rene 2ed.4$ +"ino&a. 0
1ollection of 1ritical Essays 2Nueva 'orR, 0nchor 8ooRs, AK4M E. (evinas$ )(e cas
+"ino&a), en 5ifficile libert% 2París, 0lbin #ichel, @K4M Pierre #oreau$ +"ino&a
2París, +euil, A34M H. G. +iebrand$ +"ino&a and the Netherlanders 2#asstricht U NeY
Ham"shire, Can ?orcum U Volfe, DD4M (eo +trauss$ (e testament de +"ino&a
2París, (es Oditions du 1erf, 4M +ruart Ham"shire$ +"ino&a 2Nueva 'orR, Penuin
8ooRs, 3K4 y 5os teorías de la moralidad 2#%!ico, F1E, D*4M H. 0. Volfson$ /he
Philoso"hy of +"ino&a 21ambride #ass., Harvard >niversity Press, @J4M
'irmiyahu 'ovel$ +"ino&a and 6thers Heretics 2Princenton, Princenton >niversity
Press, D, hay traducción es"a7ola bajo el título de +"ino&a, el marrano de la ra&ón,
0naya 34. En París se edita una revista es"eciali&ada llamada 1ahiers +"ino&a
2Oditions <%"lique4. >tilic% en es"ecial el n;mero K, que a"areció en el invierno A9
DI. (a cita de (eibni& es de los Nuevos ensayos sobre el entendimiento humano :C,
B::, K ' la de <ussell es de su History of Vestern Philoso"hy 20llen U >nYin,
(ondon,
+"ino&a, @M ". 33J4.
ya citado. (a(as
de citas de 1ohen
(%vinas, y +trausslibert%,
de 5ifficile están sacadas
tambi%ndemencionado
(e testamentmás
de
arriba. El "oema de 8ores, que re"rodu&co en dos mitades, es del a7o @* y "ude
encontrarse en la "áina KI de sus 6bras com"letas, editadas en 8uenos 0ires "or
Emec%. -uien quiera "rofundi&ar sobre la historia de los judíos conversos o marranos,
"uede consultar con "rovecho el libro de 8en&ion Netanyahu /he 6riins of the
:nquisition in Fifiheenth 1entury +"ain 2Nueva 'orR, <andom House, 34.
(a casa a la que se mudó +"ino&a lueo de la condena "uede visitarse.
-ueda en <ijnsbur, a "ocos Rilómetros de la hermosa ciudad de (eiden. (a dirección
es$ +"ino&alaan J. +on es"ecialmente interesantes la reconstrucción de su biblioteca y
Historias de Filósofos A

de su taller. /ambi%n "uede visitarse en (a Haya la casa donde murió. (a dirección es


Paviljoensracht AJZA*, ?raven hae. E!iste una +ociedad +"ino&a que se encara de
"roteer estos sitios, así como de "ublicar diferentes materiales sobre la vida y obra
del filósofo. +e llama Cereniin Het +"ino&ahuis y la dirección es Paaninidreef @@,

N(9JJ3K +W Coorschote
Historias de Filósofos D

*e+e& y muerte
de
,a-id 8888888.ume
Historias de Filósofos 

#uchos filósofos fueron hombres se"arados del mundo,


solitarios y ensimismados, distanciados de todo lo que a"asiona a
la ente com;n. Es el caso de +"ino&a, de 5escartes o, en menor
medida, de Want. 6tros fueron seres torturados que vivieron
enamorados
WierReaard odel dolor. EsPero
de Niet&sche. el tambi%n
caso deha habido
+cho"enhauer, de
filósofos que
fueron al mismo tiem"o hombres "ositivos y aleres, que su"ieron
disfrutar de los afectos y se sintieron en ra&onable armonía con el
mundo. Hombres que, además de tener intelectos "rivileiados,
fueron ca"aces de juar y de reír. ' entre ellos ninuno como
5avid Hume, un escoc%s cordial y e!trovertido, buen comedor y
bebedor, solterón eternamente codiciado, que entre fiesta y fiesta
se hi&o tiem"o "ara revolucionar la filosofía occidental. Hume
"ertenece así al reducido
8ach, no tuvieron necesidadru"o de quienes,
de arruinar como
sus vidas "ara0ristóteles
alcan&ar laso
cumbres de la creación artística o intelectual.
En A@ Hume tenía cincuenta y ocho a7os y era uno de
los escritores más c%lebres de Euro"a. Entre las muchas cartas que
recibía, un día le lleó una firmada "or el editor Villiam +traham
en la que %ste le "ro"onía que escribiera una nueva obra.
Escrito "or Hume y editado "or +traham, era seuro que
el libro sería un %!ito comercial. 5avid, sin embaro, contestó$
)teno que declinar no sólo esta oferta, sino cualquier otra de
índole literaria. ' esto "or cuatro ra&ones$ estoy demasiado viejo,
demasiado ordo, demasiado "ere&oso y demasiado rico). /odavía
hoy es difícil encontrar tanto des"ar"ajo y tanta frescura en un
intelectual que se sabe consarado. Pero así era 5avid Hume.
0l menos "arte del buen humor que derrochó a lo laro
de los a7os se debió a que, a diferencia de muchos otros autores, el
%!ito lo alcan&ó mientras vivía. +iendo un hombre de mediana
edad se convirtió en una referencia intelectual "ara toda ?ran
Historias de Filósofos II

8reta7a y, en su momento, en el escritor con más ejem"lares


vendidos en la historia de la lenua inlesa. +in embaro, tambi%n
su"o conservar su encanto en los tiem"os difíciles y, muy en
es"ecial, cuando tuvo clara conciencia de que se moría. Esta es la
historia
convienederecordar
esa muerte
cómojovial
habíay vivido.
serena, "ero antes de llear a ella
Hume "rovenía de una familia de orien noble "ero
venida a menos. +u "adre murió con a"enas treinta a7os, cuando %l
tenía dos, y su madre, viuda a los veintis%is, quedó al frente de la
"eque7a "ro"iedad rural en la que vivían. El hermano mayor
heredó el título de 1onde de Hume o de Home 2dos maneras de
escribir indistinuibles "ara la "ronunciación escocesa4 junto con
la mejor tajada de lo "oco que había "ara re"artir.
1on "oco
bien, el joven 5aviddinero en el
estaba bolsillo y muchas
"rácticamente anasadehacerse
destinado vivir
aboado. Eso era lo que habían hecho su "adre y su abuelo
materno, de manera que estaba en buenas condiciones "ara iniciar
una carrera "rofesional. +in embaro, y "or motivos que no están
del todo claros, en luar de continuar los estudios decidió mudarse
a 8ristol y "robar suerte como comerciante. +i le creemos al
"ro"io Hume, la ;nica ra&ón que hay detrás de este cambio es que
no le ustaba el derecho. +i les creemos a casi todos los demás, lo
que le hi&o abandonar su tierra natal fue un escándalo$ una mujer
llamada 0nes ?albraith lo acusó de haberla embara&ado.
Es difícil saber cuál de las dos versiones es más dina de
cr%dito. (os tribunales terminaron "or inorar el reclamo de 0nes
"ero eso no "rueba que estuviera mintiendo$ una mujer sin
cone!iones y con mala re"utación no tenía casi ninuna
"osibilidad de anarle un juicio a un hombre em"arentado con la
noble&a. Hume, "or su "arte, nunca habló del e"isodio ni dio
e!"licaciones sobre su conducta "osterior. . Pero el hecho es que
Historias de Filósofos I

abandonó su tierra natal, se trasladó "reci"itadamente a 8ristol y


lueo a Francia, donde vivió tres a7os.
Este e!ilio más o menos for&oso tuvo enormes
consecuencias. (ueo de un breve "asaje "or <eims se instaló en
(a Fleche,
el que había0njou, donde5escartes
estudiado funcionaba
un un c%lebre
silo antes.coleio jesuita
0llí leyó sin en
descanso y tra&ó el "lan que seuiría durante el resto de su
e!istencia$ 5avid quería ser un intelectual y, más "recisamente,
quería alcan&ar la loria como escritor.
Cistas las cosas a la distancia, "arecería que no tuvo
mayores dificultades en alcan&ar su objetivo. (a influencia que ha
tenido su "ensamiento durante los dos ;ltimos silos seuramente
su"era sus e!"ectativas más o"timistas. Pero, vistas las cosas
desde su "ro"ia
ser bastante ó"tica,#ás
tortuoso. el camino que lo
aun, detrás decondujo
la lara acelebridad
la fama resultó
de
Hume hay un fenómeno sor"rendente$ las ra&ones que lo hicieron
famoso cuando vivía están casi olvidadas, mientras que los
motivos "or los que hoy se lo valora "asaron inadvertidos "ara
buena "arte de sus contem"oráneos.
(os "rimeros intentos de Hume "or hacerse un luar en
el mundo de las letras terminaron en dolorosos fracasos. El libro
que "ublicó lueo de su retorno a ?ran 8reta7a, el /ratado sobre
la Naturale&a Humana, salió, se;n sus "ro"ias "alabras, )muerto
de la im"renta). (a edición se vendió con lentitud e!as"erante y
a"enas eneró alunas reacciones adversas. En los a7os siuientes
5avid hi&o todo lo "osible "or revertir la situación$ redactó una
versión abreviada de la obra y la editó en forma de folletoM
reescribió los "asajes que consideraba decisivos y volvió a
"ublicados como libros inde"endientesM reali&ó una com"leja
maniobra de defensa de sus ideas, haciendo "ublicar una carta
firmada "or )un caballero de Edimburo) en la que res"ondía a los
Historias de Filósofos IJ

ataques que había recibido. Pero ninuna de estas o"eraciones


tuvo %!ito. Hume trabajaba con ahínco en temas filosóficos que
consideraba de "rimera im"ortancia, "ero los acad%micos le eran
hostiles y el ";blico se mantenía indiferente.
(a situación em"e&ó
"ero sólo "arcialmente a cambiar
a causa de alunos
su "roducción a7osfilósofo.
como más tarde,
(o
que realmente lo lan&ó a la fama fue una Historia de :nlaterra que
em"e&ó a "ublicar en A3* y cuyos sucesivos tomos siuieron
a"areciendo hasta A@J. Esta obra desató feroces "ol%micas y le
hi&o anar no "ocos enemios, "ero lo condujo al centro de la
escena intelectual con una facilidad que hasta ese momento le era
desconocida.
El Hume historiador no es, "or cierto, un "ersonaje
com"letamente diferente
es la historia eneral del Humesino
de :nlaterra filósofo. (o que"olítica,
su historia le interesa
y la no
cuenta desde una "ers"ectiva que no coincide con la de ninuno de
los bandos en "una. (a oriinalidad de su "unto de vista reside en
el esfuer&o "or se"arar la investiación histórica de la
confrontación "olítica. Para %l, los conflictos "asados deben ser
tratados como una fuente de a"rendi&ajes cívicos. (o que le
"reocu"a no es tomar "artido a favor de unos o en contra de otros,
sino a"render acerca de los mejores y "eores modos de orani&ar
la vida en sociedad.
Esta manera de tratar la historia no sólo hi&o de Hume
uno de los escritores más leídos de ?ran 8reta7a, sino tambi%n
uno de los más combatidos. +u m%todo de trabajo era incómodo y
las inter"retaciones que "ro"onía oscilaban entre lo heterodo!o y
lo antojadi&o. (os ataques que recibió en aquellos a7os lo
convencieron de que, "ese a su %!ito comercial, los inleses nunca
dejarían de verlo como un e!tranjero ino"ortuno. +us sentimientos
a"arecen e!"resados con claridad en una carta que le escribió a su
Historias de Filósofos IK

amio +ir ?ilbert Elliot$ )No creo que haya un inl%s en cincuenta
que no se alere si escucha que ma7ana me voy a rom"er la
crisma. >nos me odian "orque no soy toryM otros "orque no soy
YhiM alunos "orque no soy cristianoM y todos, "orque soy
escoc%s. Puedes
(a buena seuir
ventadiciendo en serio
de sus libros que soy inl%s).
le "ermitió resolver esta
incomodidad del mismo modo a"asionado en que hi&o todo en su
vida$ )#e retir% a Escocia, mi "aís natal, y decidí no volver a sacar
nunca un "ie de allí.
5avid acababa de dejar atrás los cincuenta a7os y tenía
un "lan muy concreto "ara el futuro$ quería "asar tranquilamente
en su casa, disfrutando de los muchos amios que tenía en
Edimburo. Es que la vida social era a sus ojos tan im"ortante
como las de
contador ideas. Era unyconversador
an%cdotas cautivante,
un juador de un incansable
cartas de randes recursos.
(e ustaba comer y tomar buen vino mientras divertía a quienes lo
rodeaban. 5isfrutaba de la com"a7ía femenina y tenía un %!ito
envidiable con las mujeres$ no hacía "ro"osiciones matrimoniales
sino que las recibía, aunque siem"re las recha&aba con amabilidad.
+ólo una ve& estuvo a "unto de casarse con una aristócrata llamada
Nancy 6rde. +e cuenta que fue ella quien, saliendo de casa de
Hume, escribió con ti&a en la "ared$ +t. 5avidXs +treet. +e ha
documentado que muchos a7os des"u%s, la ente de Edimburo
seuía utili&ando ese nombre.
(a sociabilidad de 5avid no era "uramente su"erficial.
1ultivó varias amistades que le duraron la vida entera y demostró
tener un ran sentido de la fidelidad. Hay un e"isodio c%lebre que
"one en evidencia toda su noble&a$ a "rinci"ios de los a7os
cincuenta, su amio el reverendo <obert Vallace escribió un
ensayo en el que atacaba varias ideas de Hume sobre demorafía.
Pero Vallace tuvo que ausentarse de Edimburo mientras se
Historias de Filósofos I*

im"rimía el trabajo, de modo que fue el "ro"io Hume quien se


encaró de viilar el "roceso y correir las "ruebas.
5avid era admirado, querido, buscado, halaado.
Partici"aba en reuniones sociales, tomaba el t%, juaba a varios
jueos
9decía9 de
un mesa, se divertía
embajador y divertía
del reino a los en
del saber demás. )#e de
el reino siento
la
conversación.) +u encanto "ersonal era irresistible "ara sus
vecinos de Edimburo, "ero tambi%n demostró serlo fuera de
fronteras cuando, un "oco a contra"elo de su "ro"ósito de no
moverse de Escocia, ace"tó interar un "ar de misiones oficiales
enviadas al continente euro"eo.
Hume viajó a París en A@K y en A@A, y en cada una de
esas o"ortunidades "ermaneció tres a7os como di"lomático.
5urante
iluministasesas estadíasquienes
franceses, vivió no
un demoraron
verdadero enromance
ado"tadocon los
como
uno de los suyos. Por una "arte, los "hiloso"hes "arisinos estaban
encantados de haber reclutado una cabe&a oriinal y "oderosa. Por
otro lado, su sim"atía y su facilidad "ara hacerse querer lo
convirtieron en una estrella de los salones y tertulias. Fue durante
a7os amio de #ontesquieu y des"ertó la admiración de Coltaire,
aunque esta sim"atía no era corres"ondida. /ambi%n trató con
asiduidad a 5X0lembert, 5iderot y 5XHolbach. Probablemente el
ran amor de su vida fue una mujer francesa, #arie91harlotte de
8oufflers, una noble ilustrada que contribuyó de manera decisiva a
la difusión de sus ideas. #arie91harlotte tuvo una res"etable
cantidad de amantes, "ero todo indica que entre ella y Hume "asó
alo im"ortante "ara los dos. 5e hecho, fue ella la que acu7ó el
e"íteto con el que se conocía a Hume en los círculos intelectuales
franceses$ le bon 5avid.
>no de los amios más famosos que hi&o en París fue
Gean9 Gacques <ousseau, con quien volvió a (ondres en A@@ al
Historias de Filósofos I3

cabo de su "rimera misión di"lomática. <ousseau em"e&aba a ser


"erseuido a causa de sus ideas 2acababa de "ublicar el Emilio, un
libro escandaloso "ara la %"oca4 y 5avid se "ro"uso a"elar a todas
su influencias "ara "roteerlo$ le "re"aró un ran recibimiento en
:nlaterra,
"ensión antele consiuió alojamiento
el obierno. Pero losyrelaciones
em"e&ó a entre
estionar una se
ambos
com"licaron rá"idamente, sobre todo a causa del orullo
desmesurado de Gean9Gacques 2que necesitaba ayuda "ero no
quería que se notara4 y de su creciente inestabilidad sicolóica.
(os constantes malentendidos se fueron aravando de un
modo que resultaba incom"rensible "ara Hume. <ousseau se había
vuelto decididamente "aranoico y creía ser victima de una red de
cons"iradores que querían retenerlo en :nlaterra. :ncómodo y
desorientado,
mediador. Pero5avid
entrehi&o llamar a Coltaire
los m;lti"les talentos "ara que actuara
del autor como
de 1ándido
no se contaba la ca"acidad de a"aciuar los ánimos, de modo que
el conflicto concluyó en un escándalo ";blico$ <ousseau terminó
recha&ando la "ensión que se le estionaba y envió al obierno
británico una carta en la que trataba a Hume de traidor. (os dos
hombres quedaron enemistados "or el resto de sus vidas. Es seuro
que el carácter insufrible de <ousseau fue la causa "rinci"al del
"roblema, "ero tambi%n hay que admitir que, al menos esta ve&,
Hume su"o actuar con dure&a$ con la ayuda de 5X 0lembert
"ublicó en París una versión del conflicto con la que "retendía
salvar su re"utación ante los ilustrados franceses.
Hume era un hombre de mundo, un bon vivant y un
escritor de %!ito. Pero, era realmente un filósofo (a "reunta es
"ertinente "orque buena "arte de sus contem"oráneos no lo vieron
así. Para un inl%s cultivado de mediados del silo BC:::, Hume
no era un filósofo que "roducía te!tos históricos sino un
historiador que intentaba escribir obras filosóficas. Pero nosotros
Historias de Filósofos I@

tendemos a verlo e!actamente al rev%s y, más im"ortante que eso,


tenemos buenas ra&ones "ara actuar de este modo.
(as investiaciones de Hume son filosóficas en el
sentido más noble del t%rmino$ nos hacen ver incertidumbres y
"er"lejidades allí donde
a buscar el misterio en lostodo "arecemás
abismos a"roblemático.
"rofundos deEn luar de ir
la e!istencia,
nos suiere que el misterio rodea nuestras acciones cotidianas. (a
vida es e!tra7a. +olamente la rutina y la "ere&a nos hacen inorar
este hecho. Pero alcan&a con dar un "aso atrás y des"rendernos de
nuestras seuridades mal construidas "ara volver a sentirnos como
e!tranjeros en un mundo inquietante. Esta es la actitud de base que
los filósofos com"arten con los ni7os y los locos. ' esta actitud se
ve claramente reflejada en los te!tos que Hume escribió sobre el
"roblema del conocimiento.
1omo no "odía ser de otra manera, sus refle!iones
"arten de un ejem"lo tomado de la vida social. Pensemos en lo que
ocurre cuando juamos al billar. >na bola está quieta en el centro
de la mesa. 6tra, que acaba de ser im"ulsada, avan&a hacia ella.
-u% va a ocurrir en el instante siuiente (a "reunta no tiene,
"or su"uesto, nada de misterioso$ es seuro que la bola que ahora
está quieta va a em"e&ar a moverse cuando reciba el im"acto, y la
forma en que lo hará de"enderá del modo en que se "rodu&ca el
ol"e. 0hora bien, cómo sabemos que va a ocurrir tal cosa -u%
nos lleva a e!cluir las demás "osibilidades Porque "erfectamente
"odría ocurrir que la bola que está en re"oso "ermaneciera quieta y
que la otra rebotara como si hubiera chocado contra una "ared, o
bien "odría suceder que las dos salieran "royectadas con la misma
velocidad "ero en direcciones o"uestas. 1ómo sabemos que no va
a "asar nada de esto
>na "osible res"uesta sería$ "orque la idea misma de que ocurra
alo así es contradictoria. Eso es lo que "asa, "or ejem"lo, cuando
Historias de Filósofos IA

aluien nos dice que 0 es id%ntico a 8 y 8 id%ntico a 1, "ero 0 es


diferente de 1. Esta es una afirmación que se niea así misma$ la
"ro"ia noción de identidad lleva im"lícito que si dos cosas son
id%nticas entre sí y una de ellas es id%ntica a una tercera, la otra
tambi%n
"osibles será
"ero,id%ntica a esa
si aluien entercera. Podemos
esos mundos imainar
es ca"a& de mil mundos
com"render
la noción de identidad, entonces tendrá que admitir la "ertinencia
de esa "ro"iedad.
El caso del jueo de billar no es, sin embaro, asimilable
al de la identidad. 0quí no estamos en un mundo de relaciones
entre ideas sino ante lo que Hume llama )cuestiones de hecho). No
hay nada de contradictorio en su"oner que las bolas de billar se
com"orten de un modo diferente del habitual. Perfectamente
"odríamos imainar
re"elieran como un mundo
lo hacen donde
los imanes, o enlas esferas
el que de marfil
las cosas se
cayeran
hacia arriba. En un mundo semejante las leyes físicas serían
diferentes de las que conocemos, "ero seuirían siendo leyes
físicas. Esta es una idea im"robable, "ero no contradictoria.
(a "reunta que se hace Hume siue, "ues, estando en
"ie. (o que le intria no es cómo van a com"ortarse las bolas de
billar, sino cómo estamos tan seuros del modo en que van a
hacerla. 5e dónde nace nuestra familiaridad con el mundo Por
qu% nos atrevemos a "rever el curso de los acontecimientos aun en
aquellos casos que "odrían dar luar a mil desenlaces diferentes
(a manera habitual de res"onder a este interroante
consiste en decir que nuestro conocimiento "roresa racias a la
e!"eriencia$ a lo laro de nuestra vida vamos a"rendiendo cómo
funciona el mundo. 1uando somos ni7os no sabemos que el fueo
quema, "ero des"u%s de sufrir varios accidentes concluimos que la
llama nos quemará cada ve& que la toquemos. En la vida adulta, a
menudo nos alcan&a con ver en una o"ortunidad cómo ocurren las
Historias de Filósofos ID

cosas "ara saber cómo ocurrirán en el futuro. Nuestro modo de


almacenar esta información consiste en establecer relaciones de
causa y efecto$ la e!"eriencia nos muestra que cada ve& que ocurre
un acontecimiento, a continuación ocurre otroM de allí inferimos
que el el
ocurra "rimer acontecimiento
"rimero, es la
a continuación causa el
ocurrirá y que cada ve& que
seundo.
Esta arumentación "arece muy ra&onable "ero, observa
Hume, no alcan&a "ara resolver el "roblema. 0l establecer
relaciones de causa y efecto no sólo estamos resumiendo un
conjunto de e!"eriencias "asadas sino que estamos haciendo un
"ronóstico acerca de lo que ocurrirá en el futuro. En los hechos,
estamos "ostulando como verdad indiscutible que el futuro será
iual al "asado. 0hora bien, tenemos ra&ones "ara a"oyar esta
e!"ectativa (a res"uesta
tenemos. (a relación "erturbadora
causa9efecto de dos
vincula Hume es que no las
acontecimientos
que "erfectamente "odrían "ermanecer se"arados.
No hay allí nin;n la&o necesario que "ueda ser
anali&ado mediante la ra&ón.
Eso e!"lica "or qu% somos inca"aces de "rever los efectos que
"odemos asociar a un objeto desconocido. 0unque 0dán hubiera
sido un hombre "erfectamente racional, jamás hubiera "odido
saber que el fueo quema antes de haberse quemado "or "rimera
ve&. ' si dejamos a un hombre que no conoce la "ólvora cerca de
un barril a "unto de estallar, su des"reocu"ación no será
consecuencia de su falta de racionalidad sino de su falta de
e!"eriencia.
Pero, si no es la ra&ón lo que nos "ermite tejer la&os de
causalidad, qu% es lo que nos "ermite hacerla ' qu% es lo que
nos lleva a "redecir que esa relación va a mantenerse en el futuro
+im"lemente, dice Hume, se trata de la costumbre. #uchas veces
observamos que el acontecimiento 0 es seuido del
Historias de Filósofos I

acontecimiento 8, y eso nos hace es"erar 8 cada ve& que ocurre 0.


No hay nin;n ra&onamiento ni ninuna demostración que
sustente esta e!"ectativa. +ólo hemos enerado un hábito que nos
lleva a es"erar que las cosas ocurran de este modo, de manera
"arecida
cuando vena como los animales
acercarse se acostumbran a es"erar la comida
al ranjero.
Naturalmente, al descansarnos de este modo en la
costumbre contamos con alo así como la com"licidad del mundo$
es un hecho que hasta ahora la naturale&a se ha com"ortado con
ran reularidad. Por eso vale la "ena enunciar leyes físicas como
el "rinci"io de ravitación universal. Esas leyes describen cómo ha
funcionado el mundo hasta ahora y cómo seuirá haci%ndolo si no
cambia nada fundamental. Pero el "rinci"io de ravitación
universal no contiene
valide& hasta ninuna0ldemostración
la eternidad. menos comoque"ura
nos "osibilidad,
aseure su
ma7ana "uede ocurrir que los cuer"os em"iecen a atraerse y a
re"elerse de un modo diferente a como lo han hecho hasta ahora.
/oda nuestra ciencia funciona sobre el su"uesto de que tal cosa no
va a ocurrir, "ero no "uede dar una sola ra&ón en favor de esta
creencia.
(a res"uesta de Hume estaba lejos de ser "erfecta desde
el "unto de vista filosófico, "ero tenía el enorme m%rito de "oner
en evidencia que nuestro entendimiento o"era sobre bases más
com"lejas de lo que solemos creer. Es difícil e!"licarnos a
nosotros mismos "or qu% tenemos tanta confian&a en nuestras
certe&as. 0un la causalidad, una de las ideas más viejas de la
ciencia, un conce"to central desde 0ristóteles, el cora&ón mismo
de la filosofía racionalista de +"ino&a, es una noción
"rofundamente misteriosa$ si la anali&amos con detenimiento,
resulta que no estamos en condiciones de dar ra&ón de ella.
Esta arumentación no fue debidamente com"rendida
Historias de Filósofos I

"or sus com"atriotas, que tendieron a inter"retada como una


manifestación de esce"ticismo. #ientras 5avid decía que hay un
misterio en el modo en que construimos nuestro conocimiento,
ellos entendían que todo conocimiento racional es im"osible. Esta
lectura "rovocó racias
son recordados las iras adelaun"o"ularidad
conjunto dedefilósofos que hoy
su víctima. >nosólo
de
ellos, Games 8eattie, escribió un ensayo e!tremadamente violento
que tuvo relativo %!ito.
' fue una suerte que eso ocurriera, "orque el te!to fue
rá"idamente traducido al alemán y así lleó a manos de un
"rofesor universitario que vivía en el otro e!tremo de Euro"a.
Este "rofesor, que se llamaba :mmanuel Want, tuvo la
ca"acidad de adivinar la arumentación oriinal de Hume a "artir
de las transcri"ciones
"orque lo "uso en lade "ista
8eattie.
de 'loesaque
lectura
seríale una
cambió
de lalasvida,
más
formidables investiaciones de la historia filosófica. En su 1rítica
de la ra&ón "ura Want intentó resolver el "roblema "lanteado "or
Hume, tratándolo de un modo más eneral y más "rofundo. +u
res"uesta es muy sofisticada y terminó teniendo mucha más
influencia sobre el "ensamiento "osterior. Pero Want, que era un
hombre honesto, nunca dejó de reconocer la deuda que había
contraído con el escoc%s, hasta el "unto de escribir uno de los
eloios más enerosos que un filósofo haya dedicado a otro$
)Hume me des"ertó de mi sue7o domático).
(os arumentos de Hume contra las bases del
conocimiento racional le dieron fama de esc%"tico, y hay que decir
que %l hi&o todo lo "osible "or acrecentada. Esto le eneró muchos
conflictos con el mundo acad%mico y muy en "articular con las
autoridades reliiosas. (as dos veces que intentó acceder a una
cátedra universitaria 2una en Edimburo, otra en ?lasoY4, su
candidatura fue tajantemente recha&ada. 0un en su momento de
Historias de Filósofos 

mayor fama fue un filósofo fuera de la universidad, lo que tal ve&


e!"lique "or qu% se hi&o rico. En A3@ hubo un intento "or
e!comularlo de la ilesia de Escocia.
(a iniciativa no "ros"eró, "ero no "orque 5avid fuera
visto comoincom"etente
se declaró un modelo de"ara
"iedad sinosus
ju&ar "orque
obrasel2una
comit% convocado
maniobra que
habían "ere7ado quienes, "ese a a"oyar a Hume, no se atrevían a
defenderlo ";blicamente4. En el a7o A@, sus obras inresaron en
el lnde! de la :lesia 1atólica.
Estas reacciones violentas no a"untaban solamente a las
investiaciones de Hume sobre el modo en que funciona nuestro
entendimiento, sino tambi%n a las ideas que defendió en el terreno
de la moral. Este fue el tema que más le im"ortó mientras vivía y
en el quePara
muerte. másentender
hace sentir su consiste
en qu% influencia dos
este silos es
im"acto des"u%s
"recisodedecir
su
dos "alabras sobre el modo en que los filósofos han refle!ionado
acerca de lo que está bien y lo que está mal.
0l menos desde +ócrates, la ran "reocu"ación de los
filósofos consistió en encontrar un fundamento racional "ara
nuestro com"ortamiento moral. (a idea de base era que, en un
mundo obernado "or las "asiones, los afectos y los intereses,
solamente la ra&ón "uede darnos normas que no sean una sim"le
re"roducción de nuestras inclinaciones. Naturalmente, no todos los
filósofos veían las cosas de la misma manera. (as res"uestas que
dieron +ócrates, Platón, 0ristóteles, los estoicos, los escolásticos,
5escartes o +"ino&a diveren en as"ectos muy im"ortantes. Pero,
a "esar de estas randes diferencias, todos ellos coinciden en dos
afirmaciones esenciales. Primero$ e!iste alo que es )lo correcto),
cuya definición está dada con total inde"endencia de nuestra
voluntad. +eundo$ en el esfuer&o "or identificar lo correcto y
actuar en consecuencia, la ra&ón es una uía mucho más seura
Historias de Filósofos J

que nuestras inclinaciones o emociones.


(as etiquetas nunca son demasiado confiables "ero, al
menos "ara entendernos, identifiquemos estas dos afirmaciones
con las e!"resiones )objetivismo moral) y )racionalismo moral).
(a mayor "arte
objetivistas los filósofos
y racionalistas en morales anteriores
este sentido. a Hume
0 ellos sólo sefueron
o"onían
aquellos que, como alunos sofistas y cínicos, "ensaban que la
ra&ón es com"letamente im"otente frente a la fuer&a de nuestras
inclinaciones y que, en consecuencia, debemos dejarnos obernar
"or ellas en luar de buscar una res"uesta racional a la "reunta$
"or que ser moral
0l menos a "rimera vista, Hume com"artía "lenamente
esta visión esc%"tica. (o que obierna nuestros actos y decisiones
9dice9
aquellonoque
es laenera
ra&ónen
sino las "asiones.
nosotros (lamamos
sentimientos )virtud) a todo
de a"robación y
llamamos )vicio) a aquello que enera sentimientos de recha&o.
No hay ra&ones que "uedan justificar estas reacciones "rimarias. 0
lo más, la ra&ón "uede ayudarnos a afinarlas y esclarecerlas.
1ontra todos los moralistas que habían dicho que las "asiones
deben ser dominadas "or la ra&ón, Hume sostenía, en una frase que
terminó "or hacerse c%lebre, que )la ra&ón es y debe ser esclava de
las "asiones).

Pero esta afirmación sólo resume una "arte de su


"ensamiento. Para entender la otra "arte tenemos que dar un "aso
más y hacernos la siuiente "reunta$ su"oniendo que nuestro
com"ortamiento est% efectivamente obernado "or nuestros
sentimientos acerca de lo que es ace"table y re"robable, cuál es el
orien de esos sentimientos 1ada uno construye los suyos
aisladamente, de manera que toda discusión moral carece de
sentido 6 e!iste alo así como un conjunto de sentimientos
Historias de Filósofos K

com"artidos
Hume creía que nuestros sentimientos morales no son un
fenómeno "uramente "rivado "orque los hombres no somos
hombres a secas, sino hombres que intentan vivir en sociedad. '
una
en unsociedad
mismo no es solamente
luar un conjunto
o que com"arten de individuos
una historia, sino unque viven
conjunto
de "ersonas vinculadas "or la&os de coo"eración y de reci"rocidad
>na sociedad 2al menos una sociedad civili&ada4 es un ámbito
donde no se a"ela a la fuer&a bruta como mecanismo reulador de
las relaciones, sino a un conjunto de instituciones com"artidas. El
hecho de reconocernos mutuamente vinculados "or estas
instituciones hace que com"artamos cierto sentimientos básicos
acerca de lo que está bien y de lo que está mal. 1omo se7ala el
filósofo contem"oráneo
"ara Hume, 2y tambi%n
)el vocabulario de laescoc%s4 0lasdair
evaluación, #aclntyre,y
a"robación
desa"robación es un vocabulario com"artido) .
Hume rom"ía de este modo con el racionalismo moral,
"ero tambi%n con el subjetivismo e!tremo.
0l iual que los esc%"ticos morales, "ensaba que la
ra&ón siem"re llea tarde a res"onder a la "reunta$ )"or qu% ser
moral). (o que nos lleva a serio no es nunca una demostración
abstracta a "artir de "rimeros "rinci"ios, sino el hecho de
descubrirnos involucrados con otros en relaciones de coo"eración
y reci"rocidad. Pero, en contra de los esc%"ticos, "ensaba que la
vida moral no es arbitraria y que la ra&ón tiene un "a"el a
desem"e7ar. 1iertamente no "uede fundar la moral, "ero sí "uede
e!"lorar nuestros sentimientos con el fin de refinados, atacar
"osibles contradicciones o ambiTedades y llear a conclusiones
no evidentes acerca de nuestro deber.
Esta manera de enfocar la moral es "robablemente el
"roducto más trascendente de lo que suele llamarse )la :lustración
Historias de Filósofos *

escocesa). Francis Hutchenson, el maestro de 5avid, "ensaba


a"ro!imadamente de este modo y lo mismo hacía su ran amio
0dam +mith. El libro más famoso de +mith es (a rique&a de las
naciones, normalmente considerado como el te!to fundador del
liberalismo
un título queeconómico.
deja muy enPero otro
claro su de sus libros
inter%s en estaim"ortantes lleva
discusión$ /eoría
de los sentimientos morales.
Hume fue de los tres hombres quien dio una formulación
más "oderosa a este "unto de vista. Por cierto, su teoría enfrenta
alunas dificultades que %l a"enas "ercibió o que fue inca"a& de
solucionar. Por ejem"lo, no está claro cómo "odemos refle!ionar
acerca de la moral cuando nos salimos de los límites de una
sociedad es"ecífica y entramos en relación cono tras que han
desarrollado
modo en quesensibilidades muy"roblema,
se resuelva este diferentes.suPero, cualquiera
ha&a7a consistesea
en el
haber conciliado dos "untos de vista que hasta ese momento
habían estado radicalmente enfrentados$ la afirmación del
subjetivismo moral y el reconocimiento de estándares com"artidos
acerca de lo que está bien y lo que está mal. +u res"uesta consistió
en decir que nuestra sensibilidad moral es al mismo tiem"o
subjetiva y com"artida, "orque es la sensibilidad moral
desarrollada "or un conjunto de hombres que intentan vivir
civili&adamente.
Este "unto de vista no es fácil de defender, "ero eso no
im"ide que haya anando más y más "eso hasta volverse central
"ara la filosofía contem"oránea. En efecto, uno de los rasos
característicos de toda sociedad com"leja de finales del silo $!!
es que no e!iste nin;n acuerdo acerca de cómo fundar las normas
morales. (a voluntad de 5ios ya no "uede ser em"leada como
fundamento com;n "or la sencilla ra&ón de que la "ro"ia
e!istencia de 5ios se ha vuelto controvertida. (a idea de
Historias de Filósofos 3

naturale&a humana a la que a"elaban los hombres del silo BC:::


ha corrido una suerte todavía "eor. (a idea de derecho natural
tambi%n se ha vuelto "roblemática) sea "orque muchas "ersonas
no creen que tal cosa e!ista, sea "orque hemos acumulado
demasiadas versiones
natural. En estas acercadede"luralidad
condiciones lo que nos e!ie
radical, no el
estáderecho
claro a
qu% a"oyo "odemos a"elar "ara darnos normas comunes.
>na buena cantidad de filósofos contem"oráneos está
trabajando sobre una "ista que remonta directamente a Hume$
ciertamente no "odemos a"elar a "rimeros "rinci"ios en los que
a"oyarnos, "ero eso no debe hacernos olvidar que vivimos bajo
instituciones comunes. ' esas instituciones no son el sim"le
reflejo de ciertas correlaciones de fuer&a sino que intentan
encarnar alunas ideas muy básicas como las de iualdad, justicia
o equidad. Pese a todas las diferencias que nos se"aran, e!iste en
nuestras sociedades una sensibilidad moral encarnada en "rácticas
e instituciones. Ese es el "unto en el que tenemos que a"oyarnos
"ara llear a darnos normas que todos "odamos res"etar.
(os filósofos que defienden este "unto de vista 2el más
conocido de los cuales es el estadounidense Gohn <aYls4 han
aumentado enormemente su influencia en el correr de los ;ltimos
a7os. Por eso Hume es crecientemente leído y estudiado en las
facultades de filosofía. Pero los libros que más se discuten no son
sus obras históricas ni sus trabajos de teoría del conocimiento sino
aquellos en los que habla de filosofía "olítica y moral, es decir,
justamente aquellos que menos %!ito tuvieron mientras vivía. Esas
obras que a ojos del "ro"io 5avid salían muertas de las im"rentas
han terminado "or ser vistas como te!tos ca"itales del liberalismo
"olítico contem"oráneo.
0unque las ra&ones de su %!ito han cambiado a lo laro
del tiem"o, el hecho es que Hume vio cum"lirse su sue7o juvenil
Historias de Filósofos @

de alcan&ar la fama como intelectual. Esto, sin embaro, no afectó


su usto "or la vida social ni la afabilidad con la que la que trataba
a quienes lo rodeaban. 0 "artir de A@, ' hasta su muerte en
AA@, vivió tranquilamente en Escocia, disfrutando "or "artes
iuales
volvió adeserlaelfama literaria
centro de unay aitada
de sus m;lti"les
vida socialamistades. +u casaa
que convocaba
mujeres y hombres, a jóvenes y viejos, a "ersonas ilustradas y a
sim"les vecinos.
En AA3 se le declaró una enfermedad a la que al
"rinci"io no "restó im"ortancia. +e trataba de un sim"le desorden
intestinal "arecido a muchos otros. Pero la dolencia se "rolonó
durante laros meses y lentamente em"e&ó a consumir sus
reservas. (os informes m%dicos de la %"oca son "oco claros y
hacen "ensarfuera
1ualquiera a veces en un tumor,
la causa, a veces
el hecho en Hume
es que una ;lcera "erforada.
em"e&ó a
debilitarse "roresivamente sin que nin;n m%dico consiuiera
frenar su deterioro.
0 "rinci"ios de AA@ se convenció de que se estaba
muriendo. +u estado no era "articularmente rave, "ero se daba
"erfecta cuenta de que ese desaste no "odía durar mucho tiem"o.
El tono con el que describe su situación es el de un hombre
e!tremadamente l;cido y tranquilo$ )Esta enfermedad me ha traído
"oco sufrimiento y, lo que es más e!tra7o, a "esar del decaimiento
eneral que he e!"erimentado, no ha su"uesto ni un momento de
crisis en mi estado de ánimo. /an es así que, si tuviera que eleir
un "eríodo de mi vida "ara vivido de nuevo, me sentiría tentado de
se7alar este ;ltimo. #anteno el mismo ardor de siem"re en el
estudio y la misma alería de verme acom"a7ado. 1onsidero,
además, que un hombre que muere a los sesenta y cinco a7os se
limita a cortar unos cuantos a7os de molestias. ' aunque veo
muchos síntomas de que mi "restiio literario em"ie&a "or fin a
Historias de Filósofos A

adquirir brillo, siem"re su"e que sólo dis"ondría de unos "ocos


a7os "ara disfrutado. Es difícil estar más des"rendido de la vida de
lo que estoy en este momento.
Este "árrafo "ertenece a la autobiorafía que escribió en
abril
unas de AA@,
"ocas cuatroenmeses
carillas el queantes de morir.
resume más de+eseis
tratad%cadas
de un te!to
de de
e!istencia. /anta "arquedad "uede llamar la atención en aluien
e!"ansivo como Hume, "ero %l se encara de e!"licar su "unto de
vista con una envidiable cara de buen humor$ )Es difícil "ara un
hombre hablar mucho de sí mismo sin envanecerse. 0sí que ser%
breve). 5avid siue siendo el hombre sim"ático y jovial de
siem"re, "ero deja en claro que no tiene la menor es"eran&a de
cura hasta el "unto de hablar de sí mismo como si ya estuviera
muerto$ )soy,
>naobuena
mejor,cantidad
he sido...).
de m%dicos hi&o todo lo que estuvo
a su alcance "or contradecir el "ronóstico de Hume. Ol los dejó
hacer con benevolencia, "ero en eneral no hi&o demasiado caso a
sus recomendaciones. +olamente una ve& ace"tó trasladarse a una
estación termal "ara seuir un tratamiento, "ero en cuanto
confirmó que no daba nin;n resultado decidió volver a
Edimburo "ara morir entre sus amios. 5avid quiso que el
retorno no tuviera nada de f;nebre, "or lo que orani&ó una ran
comilona en su casa "ara celebrarlo.
Era el * de julio de AA@ y ese mismo día, del otro lado
del oc%ano, las colonias americanas estaban declarando su
inde"endencia de la corona británica.
(as ;ltimas semanas de Hume fueron socialmente tan
aitadas como lo había sido el resto de su vida. En una carta
escrita "oco des"u%s de su muerte, 0dam +mith cuenta que )siuió
entreteni%ndose como de costumbre, corriiendo sus obras "ara
una nueva edición, leyendo libros entretenidos o conversando con
Historias de Filósofos D

sus amios. 0lunas veces, a la caída de la tarde, juaba al Yhist,


su jueo favorito. Estaba de tan buen humor, y sus conversaciones
y entretenimientos se "arecían tanto a los de siem"re que, a "esar
de todos los malos síntomas, muchos no "odían creer que estuviera
muri%ndose).
lo comunicaba5avid,
a sus sin embaro,
visitantes conno
sutenía dudas
frescura dealsiem"re$
res"ecto)me
y se
estoy muriendo tan rá"idamente como desearían mis enemios, y
tan alere y "acíficamente como "odrían deseado mis mejores
amios).
5avid se mantenía l;cido y sereno, "ero no tenía el mal
usto de alardear. +mith cuenta que nunca hablaba de su
enfermedad )a menos que el curso de la conversación lo llevara a
hacerlo. ' nunca se detuvo en el tema más de lo que la charla
naturalmente
frecuencia, fue"edía.
"orque+iloshabló
amiosdequelavenían
cuestión conle bastante
a vedo hacían
"reuntas sobre su estado de salud).
1uando el final estaba "ró!imo, 5avid envió el
manuscrito de su autobiorafía a 0dam +mith, "idi%ndole que
encarara de incluido en la edición "óstuma de sus obras. +mith le
res"ondió con una carta en la que le "ide "ermiso "ara )a7adir
unas líneas al relato de su vida). El te!to im"resiona "or varias
ra&ones. Primero, "orque revela el hondo afecto que e!istía entre
los dos hombres 2alo "oco com;n entre dos intelectuales de fama
internacional4. +eundo, "or el coraje con el que se habla de la
muerte "ró!ima. +mith se refiere sin vacilaciones a ese mal que
)contra todas mis es"eran&as y deseos, tal ve& sea fatal). ' area
con admiración$ )8ajo los efectos de una enfermedad aotadora y
en un "recario estado de salud que se ha "rolonado "or más de
dos a7os, usted ha contem"lado la muerte con una firme&a y
serenidad de ánimo que muy "ocos hombres han sido ca"aces de
mantener siquiera "or unas horas, y aunque disfrutasen de "erfecta
Historias de Filósofos 

salud). 5avid le res"onde desde su lecho de muerte, ya sin fuer&as


"ara escribir con su "ro"ia mano$ )Es usted muy eneroso al
"ensar que esas nimiedades que me conciernen "uedan ser dinas
de atención. Pero le doy entera libertad "ara incluir todas las
adiciones #urió
que usted quiera al relato
de de
mi vida).
el J3 de aosto AA@, en su querida casa de
Edimburo. +u m%dico de cabecera, el doctor Gose"h 8lacR, le
escribió inmediatamente a +mith "ara contarle lo ocurrido$ )0yer,
hacia las cuatro de la tarde, e!"iró #r. Hume. (a cercanía de la
muerte se hi&o evidente el jueves de noche, cuando se aravó su
flojera intestinal y se arearon vómitos. En ese estado
"ermaneció el "aciente durante la mayor "arte del tiem"o que le
quedó de vida, lleando a un "unto en que su debilidad no le
"ermitía levantarse de la cama. 1ontinuó hasta el final
"erfectamente consciente, libre de dolores fuertes o de
sentimientos de de"resión. 5e sus labios no salió ninuna
e!"resión que revelara im"aciencia. 0l contrario, cada ve& que
tuvo ocasión de diriirse a quienes lo rodeaban, lo hi&o con afecto
y ternura).
Poco antes de morir, 5avid había dictado dos cartas.
>na es la breve misiva a +mith en la que lo autori&a a escribir una
continuación de su autobiorafía. (a otra iba diriida a #arie9
1harlotte, el ran amor de su vida$ )Ceo acercarse la muerte "oco
a "oco, "ero no siento ansiedad ni temor. <ecibe mi saludo, con
ran afecto y res"eto, "or ;ltima ve&).
(a a"acible muerte de Hume fue tan discutida como sus
obras. Para muchos de sus contem"oráneos fue un acontecimiento
escandaloso, "orque Hume fue "robablemente el "rimer euro"eo
de renombre que no sólo vivió como un ateo sino que murió sin
reconciliarse con la reliión. #uchos miembros de la :lustración
habían cortado vínculos con las ilesias establecidas, "ero habían
Historias de Filósofos JI

desarrollado sus "ro"ias formas de reliiosidad. Hume, en cambio,


siem"re se mantuvo ateo y conservó hasta el ;ltimo momento su
convicción de que la muerte es la aniquilación del individuo. +u
serenidad no se fundaba en la es"eran&a de una vida en el más allá,
sino en lade ace"tación
ra&onable de esa disolución como una manera
terminar la e!istencia.
#uchos inter"retaron esta actitud como un acto de
insolencia. Poco des"u%s de que +mith "ublicara el te!to donde
relata los ;ltimos días de su amio, un "rofesor de 6!ford llamado
?eore Horne divuló una res"uesta en la que decía que no había
nada que admirar en la tranquilidad de Hume. +u arumento
central era que, cuando está a "unto de "asar alo rande, no tiene
sentido actuar como si nada ocurriera. 8enjamin FranRlin, en
cambio,
0tlántico.manifestaba
' el c%lebretoda su admiración
doctor Gohnson sedesde el otro
limitaba lado della
a comentar
actitud de 5avid diciendo$ )ese hombre

+ea ra&onable o no, lo que "arece claro a la distancia es


que la serenidad de Hume era muy sincera. #urió sin renunciar a
ninuna de sus convicciones filosóficas, "ero sobre todo murió sin
abandonar la afabilidad y la calide& que lo habían caracteri&ado
durante toda su vida. 1on esto no hi&o más que seuir hasta el
final la consina que %l mismo había escrito en una de sus obras$
)+% filósofo "ero, en medio de toda tu filosofía, contin;a siendo
hombre).

SSS
En la "re"aración de este ca"ítulo consult% las siuientes obras$
#aurice 1ranston$ /he +olitary +elf Gean9Gacques <ousseau in E!ile and
0dversity 21hicao, /he >niversity of 1hicao Press,@4M EH. Heinemann$
5avid Hume. /he #an and his +cience of #an. 1ontainin some un"ublished
Historias de Filósofos J

letters o^ Hume 2París, Hermann, *I4M ?illes 5eleu&e$ Em"irisme et


subjectivit%. Essai sur la nature humaine selon Hume 2París, P>F, AK4M 5avid
Fate Norton$ 5avid Hume. 1ommon9+ense #oralist, +ce"tical #eta"hysician
2Princenton >niversity Press, DJ4M 6lbeth Hansber$ (a diversidad de las
emociones 2#%!ico, F1E, @, racias 1ecilia =lve&4M 5onald V. (ivinton$
HumeXs
D*4M Philoso"hy o^ 1ommon
#ichel #alherbe$ (ife 21hicao,
)Hume /he 1hicao
et les morales >niversity2Francis
du sentiment Press,
Hutchenson, 0dam +mith4), en #onique 1anto 2ed.4$ 5ictionnaire dX%thique et
de "hiloso"hie morale 2París, P>F, @, "". @AK9DKM :ves #ichaud$ Hume et la
fin de la "hiloso"hie 2París, P>F, DK4M E.1. #ossner$ /he (ife o^ 5avid Hume
26!ford, 6!ford >niversity Press, DI4. El tema de la muerte atea de Hume es
tratado "or Paul Gohnson en su ;ltimo libro, /he -uest for ?od 2Nueva 'orR,
Har"er 1ollins, @, ".A4. Gohnson tambi%n se ocu"ó del conflicto entre Hume
y Gean9Gacques <ousseau en su conocido libro :ntelectuales 28uenos 0ires,
Cerara, DD4.
>na "resentación brillante aunque discutible de las ideas morales
de Hume, y más en eneral de la ilustración escocesa, "uede encontrarse en las
obras de 0lasdair #ac:ntyre, "articularmente en su 0 +hort History of Ethics
2Nueva 'orR, #ac#illan, @@, traducción es"a7ola$ Historia de la %tica,
8uenos 0ires, Paidós, AI, ". @3ss4 y Vhose Gustice Vhich <ationality
2(ondres, 5ucRYorth, DD4. (a cita que a"arece en el te!to fiura en la "áina
KI3. Para un análisis del modo en que el liberalismo contem"oráneo se a"ro"ia
del "ensamiento de Hume "uede leerse$ 1harles (armore$ Patterns o^ #oral
1om"le!ity 21ambride, 1ambride >P, DA4 y Gohn <aYls$ Political
(iberalism 2Nueva 'orR, 1olumbia >niversity Press, K4.
(as editoriales <oudede y /hoemmes Press em"rendieron hace
unos a7os la "ublicación de los "rinci"ales materiales "roducidos "or la
:lustración escocesa. Hasta ahora han a"arecido tres series 2+cottish
Enlihtenment :, : ' :l:4 que totali&an J@ vol;menes.
(as mismas editoriales "ublicaron en octubre de @ /he VorRs oZ
Games 8eattie, una colección en die& vol;m enes que re;ne la "roducción de
quien fuera en vida uno de los "rinci"ales adversarios de Hume.
El eloio de Want a Hume a"arece en el Prefacio de los
Proleómenos a toda metafísica futura. /ambi%n vale la "ena leer la discusión
que hace de sus ideas en la 1rítica de la ra&ón "ura 0A@6, 8ADDss. (a frase de
Hume sobre la ra&ón como esclava de las "asiones a"arece en el /ratado sobre la
naturale&a humana ::, :::, K. (a frase con la que se cierra el te!to fiura en la

"rimera sección de su :nvestiación sobre el entendimiento humano.


Historias de Filósofos JJ

5esde A* e!iste en Edimburo una Hume +ociery que edita dos
veces al a7o la revista Hume +tudies.
Historias de Filósofos JK

+oren RierReaard$
(a locura y el
talento
Historias de Filósofos J*

:mainen un libro que est% condenado a un fracaso de


ventas y a un rá"ido hundimiento en el olvido. +u"onan que
habla de un tema difícil y abstracto, que tiene una estructura
horriblemente com"leja y que es suficientemente laro como "ara
desanimar
materia dea cualquiera.
marRetin, 0reuen
ha decididoque esconderse
el autor, maldetrás
orientado
de en
un
seudónimo, de modo que nadie sabe muy bien a qui%n está
leyendo. +u"onan además que el editor no está nada
entusiasmado con el "royecto y que sólo ha reali&ado la im"resión
"orque el autor la "aó de su bolsillo.
>na obra semejante a"areció en 1o"enhaue el JI de
febrero de D*K. +u título dan%s era Enten Eller, que quiere decir
6 lo uno o lo otro. ' lo curioso del caso es que, contra todo lo que
era lóicoenes"erar,
sensación el ylibro
la ciudad fue unas
bastaron un %!ito.
"ocas +u a"arición
semanas "ara causó
que se
convirtiera en el tema de todas las conversaciones. (os estudiantes
lo discutían con sus "rofesores, los "astores "rotestantes lo
denostaban desde el ";l"ito, los diarios le dedicaban comentarios
carados de críticas "ero no "odían ocultar su admiración.

Por su"uesto, lo que todo 1o"enhaue se "reuntaba era


qui%n había escrito esas "áinas cautivantes. Porque la ca"ital
danesa era todavía una ciudad de "oco más de cien mil habitantes,
de aire distinuido "ero "rovinciano, donde todo el mundo se
conocía y creía saber lo que "odía es"erar de sus vecinos. Pero la
a"arición de Enten9Eller había hecho tri&as esa sensación$ acababa
de a"arecer un enio escondido y nadie "odía dar con su nombre.
Para "eor, el autor del libro sin firma se había ocu"ado de borrar
todas las huellas que "udieran delatado$ había escrito en un estilo
que no se "arecía al de ninuna fiura conocida, había hecho
co"iar el manuscrito "or un secretario "rofesional y había tratado
Historias de Filósofos J3

con el editor a trav%s de un amio discreto. +i alo estaba claro en


ese misterio era que el autor de Enten9Eller no tenía la menor
intención de quedar al descubierto.
5urante las "rimeras semanas "areció que el enio
escondido
"er"lejos yiba a salirse
varios con la suya$
intelectuales los cronistas
im"ortantes culturales
tuvieron estaban
que salir a la
"rensa "ara desmentir rumores. Pero, como se sabe, no hay nada
más. difícil que uardar un secreto en una sociedad "ueblerina$ no
im"orta cuántos cuidados se tomen, lo seuro es que tarde o
tem"rano todos los misterios terminarán "or conocerse. Para eso
están las viejas comadres, las conversaciones en el mercado y las
miradas indiscretas desde la vereda de enfrente.
El autor de Enten9Eller había sido cuidadoso y "rudente,
"ero su discreción no
sus conciudadanos. Nohabía
sabe hecho más que a&u&ar la curiosidad de
:mainen un libro que est% condenado a un fracaso de
ventas y a un rá"ido hundimiento en el olvido. +u"onan que
habla de un tema difícil y abstracto, que tiene una estructura
horriblemente com"leja y que es suficientemente laro como "ara
desanimar a cualquiera. 0reuen que el autor, mal orientado en
materia de marRetin, ha decidido esconderse detrás de un
seudónimo, de modo que nadie sabe muy bien a qui%n está
leyendo. +u"onan además que el editor no está nada
entusiasmado con el "royecto y que sólo ha reali&ado la im"resión
"orque el autor la "aó de su bolsillo.
>na obra semejante a"areció en 1o"enhaue el JI de
febrero de D*K. +u título dan%s era Enten Eller, que quiere decir
6 lo uno o lo otro. ' lo curioso del caso es que, contra todo lo que
era lóico es"erar, el libro fue un %!ito. +u a"arición causó
sensación en la ciudad y bastaron unas "ocas semanas "ara que se
convirtiera en el tema de todas las conversaciones. (os estudiantes
Historias de Filósofos J@

lo discutían con sus "rofesores, los "astores "rotestantes lo


denostaban desde el ";l"ito, los diarios le dedicaban comentarios
carados de críticas "ero no "odían ocultar su admiración.
Por su"uesto, lo que todo 1o"enhaue se "reuntaba era
qui%n
danesahabía escritouna
era todavía esasciudad
"áinas cautivantes.
de "oco más de Porque
cien millahabitantes,
ca"ital
de aire distinuido "ero "rovinciano, donde todo el mundo se
conocía y creía saber lo que "odía es"erar de sus vecinos. Pero la
a"arición de Enten9Eller había hecho tri&as esa sensación$ acababa
de a"arecer un enio escondido y nadie "odía dar con su nombre.
Para "eor, el autor del libro sin firma se había ocu"ado de borrar
todas las huellas que "udieran delatado$ había escrito en un estilo
que no se "arecía al de ninuna fiura conocida, había hecho
co"iar el manuscrito
con el editor a trav%s "or unamio
de un secretario "rofesional
discreto. +i alo yestaba
habíaclaro
tratado
en
ese misterio era que el autor de Enten9Eller no tenía la menor
intención de quedar al descubierto .
5urante las "rimeras semanas "areció que el enio
escondido iba a salirse con la suya$ los cronistas culturales estaban
"er"lejos y varios intelectuales im"ortantes tuvieron que salir a la
"rensa "ara desmentir rumores. Pero, como se sabe, no hay nada
más difícil que uardar un secreto en una sociedad "ueblerina$ no
im"orta cuántos cuidados se tomen, lo seuro es que tarde o
tem"rano todos los misterios terminarán "or conocerse. Para eso
están las viejas comadres, las conversaciones en el mercado y las
miradas indiscretas desde la vereda de enfrente.
El autor de Enten9Eller había sido cuidadoso y "rudente,
"ero su discreción no había hecho más que a&u&ar la curiosidad de
sus conciudadanos.

No sabemos bien de que armas se sirvieron "ara


Historias de Filósofos JA

descubrir el, secreto "ero el hecho es que en "oco tiem"o un


nombre em"e&ó a circular de boca en boca y terminó "or llear a
los titulares de los diarios$ el autor de Enten9Eller, el ran filósofo
que todos buscaban, no era otro que +_ren WierReaard.
0 +_ren
res"iración. los habitantes de el1o"enhaue
WierReaard, se lesWierReaard
mismísimo +_ren cortó la
había escrito esa obra Ese joven frívolo e im"ertinente que
acababa de "rotaoni&ar un escándalo con la hija de un alto
funcionario Ese maniático contrahecho que, en esa tierra casi
"olar, utili&aba un "arauas "ara "roteerse del sol Ese dandy
con as"iraciones de ran vividor que malastaba la fortuna de su
difunto "adre en el teatro y en los restaurantes de lujo +i había
aluien en todo 1o"enhaue en el que nadie había "ensado, ese
era +_ren
todos WierReaard.
imainaban, (ejos dehabían
los daneses descubrir al sabio
terminado "orescondido que
encontrarse
con un conocido de toda la vida.
WierReaard era tan "o"ular en 1o"enhaue como el
"alacio real o el edificio de la bolsa. Hijo de un comerciante
"oderoso, heredero de una fortuna que le "ermitía vivir sin
trabajar, dedicaba su tiem"o a casi todo y a nada en es"ecial$ había
"asado ruidosamente "or la universidad, "artici"aba en varias
tertulias literarias y cofradías de caf%, era un entusiasta de la ó"era,
de la buena comida, de los ciarros finos y del vino franc%s. Por la
noche se lo "odía encontrar en los restaurantes caros o en las
mejores localidades del teatro, siem"re rodeado de amios
e!travaantes y ruidosos. +u eleancia desmedida, sus constantes
e!centricidades y su humor increíblemente cruel formaban "arte
del "aisaje nocturno de la ciudad. Pero no hacía falta ser un "ájaro
de la noche "ara cru&arse con %l. 5urante el día, a +_ren le
encantaba salir a "asear "or el "uro usto de encontrarse con
conocidos. Era ca"a& de entenderse con todo ti"o de ente, desde
Historias de Filósofos JD

"rofesores universitarios hasta sim"les cam"esinos. Podía ser


jovial, "un&ante o descarado, "ero el hecho es que nunca dejaba de
hablar. 1omo recuerda un testio de su tiem"o, )hay "ocos
notables de 1o"enhaue con quienes WierReaard no haya
caminado "or la jóvenes
filósofos, "oetas, calle tomado
y viejos.del
En bra&o$ "olíticos,deactores,
suma, "ersonas toda
condición "odrían jactarse de haber tenido trato con %l.
Pero las conversaciones callejeras y las salidas nocturnas
sólo sirven "ara e!"licar una "arte de su fama. 0demás ocurría
que ni sus "a7uelos de seda ni sus maneras afectadas conseuían
ocultar a nadie 2ni siquiera al "ro"io +_ren4 la fealdad del
"ersonaje. Porque WierReaard era bajo de estatura y
e!tremadamente flaco. /enía dos "iernas esquel%ticas y
desiuales,
oscura queuna joroba que
rodeaba una lecara
caraba
malla terminada.
es"alda y unaEste
ranas"ecto
melena
quasimódico no le im"edía ser eleante, "ero su coquetería y su
afectación lo colocaban "ermanentemente al borde del ridículo.
1omo dijo aluien que lo conoció en vida, )+_ren siem"re "areció
la caricatura de sí mismo). +ólo lo salvaban su mente
e!tremadamente rá"ida, su facilidad de "alabra y una mirada
intensa que, se;n todos los testimonios, era difícil de sostener y
de olvidar.
/ambi%n ocurría que +_ren estaba lleno de manías
estrafalarias. Por ejem"lo, sufría de aorafobia, de modo que
siem"re caminaba "eado a las "aredes "ara esca"ar a los es"acios
abiertos. /ambi%n tenía "ánico del sol 2del "oco sol que llea a
1o"enhaue4 "or lo que "ermanentemente buscaba la sombra y
lleaba a abrir su "arauas cuando el tiem"o era radiante. +entía
un terror atávico hacia el fueo, así que, estuviera donde estuviera,
siem"re tenía a mano un reci"iente con aua "ara a"aar las
ceni&as de su ciarro. Era tiránico en sus relaciones, inestable y
Historias de Filósofos J

arbitrario. /enía un sentimiento de su"erioridad decididamente


inso"ortable y una afectación difícil de iualar. Nada de eso, sin
embaro, le im"edía hablar "estes de sí mismo$ )fráil, delado y
d%bil, físicamente des"rovisto de casi todos los atributos que
"ermiten "asarenfermo
melancólico, "or un del
hombre
alma,com"leto delante deficiente
"rofundamente de los otrosM
en
muchos sentidos, sólo una cosa me ha sido dada, sin duda "ara que
no estuviera com"letamente desarmado$ un inmenso
discernimiento.
Ese individuo locua& y maniático, con alo de seductor
y alo de hombre9elefante, era uno de los "ersonajes más
llamativos de la ciudad. +us vecinos sonreían cuando lo veían
caminar en &i&a "ara evitar el sol y los randes es"acios o
cuando
mundo a"arecía
conocía bajo su "arauas
a +_ren y todo enel un día des"ejado.
mundo tenia una/odo el
o"inión
formada acerca de su vida.
No "or causalidad era alo así como una institución en
1o"enhaue. Pero lo que "ocos sabían era que detrás de sus
rare&as y de su vida mundana, WierReaard ocultaba un interior
"oderoso y atormentado. 1asi nadie "odía imainar que escribía
durante laras horas, que sufría atroces crisis de anustia o que
estaba "erseuido "or un sentimiento de cul"a de "ro"orciones
siderales. 5etrás del e!terior brillante que todos conocían, su vida
oscilaba entre el entusiasmo intelectual y los im"ulsos suicidas.
:ncluso su "resencia en las fiestas y en el teatro era muchas veces
un ;ltimo recurso frente al terror de quedarse solo en casa. +Iren
a"arentaba no ser más que un muchacho acomodado y frívolo,
"ero esa imaen escondía un interior donde había luar "ara la
creación y "ara el es"anto. 1omo los daneses no conocían esta
cara oculta, no "odían salir de su sor"resa cuando descubrieron
que había escrito un libro ca"a& de fascinarlos.
Historias de Filósofos KI

-u% tenía de es"ecial esa obra "ara haber causado tal


sensación en la ciudad Por qu% había ol"eado tan duramente en
la sensibilidad de los buenos burueses de 1o"enhaue
Precisamente "orque era un libro e!cedido y violento, que había
sonado
luterana.como un esco"eta&o
Enten9Eller era una en la de
obra calma, de esa severa
"retensiones sociedad
desmesuradas,
de estilo intenso y cambiante, que se alejaba deliberadamente de
los fríos ra&onamientos de los filósofos. +us "áinas "asaban de la
anustia a la ironía, de la brillante& al humor, "ero siem"re
mantenían una "asión y una tensión dramática "ro"ias de una
traedia riea. Era además un libro escandaloso "orque afirmaba
que no estamos obliados a vivir de acuerdo a los dictados de la
moral. Esta es una de las o"ciones que se nos "lantea en la vida,
"ero no laEse
;nica
eranijustamente
necesariamente la más
el sentido deatractiva.
ese )o lo uno o lo otro),
que daba título a la obra. WierReaard quería enfrentar a sus
lectores a una o"ción entre dos caminos diverentes, de los cuales
solamente uno conducía a la moralidad. ' lo escandaloso era que,
en luar de "ronunciarse desde el "rinci"io a favor de esta o"ción,
+Iren decidió e!"lorar ambas vías hasta sus ;ltimas
consecuencias. 0sí construyó la imaen literariamente enial de
una e!istencia que era al mismo tiem"o inmoral y fascinante.
El "ersonaje que creó WierReaard "ara describir la vida
que se a"arta de la moral se llama Guan el +eductor. Guan es un
mujerieo refinado e inescru"uloso que sale a la ca&a de jovencitas
y las incita a vivir aventuras "erfectas. +u objetivo es )vivir
est%ticamente), es decir, vivir en una continua b;squeda de
e!"eriencias y de sensaciones, manteni%ndose en un eterno
"resente que no se "reocu"a del tiem"o. +e trata de ir de lo
interesante a lo interesante, de sumerirse en el ahora, de disolver
la vida en una serie de instantes aradables e incone!os. El
Historias de Filósofos K

seductor desconoce el com"romiso y la res"onsabilidad. 8usca


"ermanentemente lo nuevo y, cuando lo que tiene entre manos
"ierde novedad, "asa rá"idamente a otra cosa.
(a chica de turno no es más que una e!cusa y su ;nico
interlocutor real sabe
con "asión "ero es el que
aburrimiento.
todo va a El seductor
aotarse en vive cada aventura
un instante. Ese es
el clásico lamento de 5on Guan, con el que +_ren estaba
obsesionado.
Guan se considera a sí mismo un artista$ no sólo busca
momentos irre"etibles, sino que los crea con "aciencia y cuidado.
+u 5iario es el relato de su relación con 1ordelia, una chica que
acaba de abandonar la adolescencia y que vive lo que "ara Guan es
un momento "erfecto$ ya es una mujer hermosa "ero todavía no se
ha dado cuenta. Guan la considera una joya en bruto y se asina a sí
mismo el "a"el de convertirla en diamante. (a corteja con lentitud
y distanciamiento, "ara que se vaya iniciando en el amor sin
"erder su inocencia. (lea a insólitos e!tremos de cinismo, como
el de facilitar su novia&o con otro hombre "ara que a"renda lo
que es una relación convencional y sin talento. Finalmente se va
acercando a ella, "ero a la ve& le hace descubrir que una relación
"erfecta no "uede ser duradera$ el vínculo entre ambos va a
interrum"irse, "ero "ara Guan es im"ortante que la decisión
"rovena de 1ordelia.
El relato detalla el lento trabajo de Guan y termina con la
descri"ción de la ;nica noche de amor que viven los "rotaonistas.
Ese momento irre"etible y "erfecto, ese encuentro que se antici"a
a su "ro"io recuerdo, es la obra de arte de Guan el +eductor.
1ordelia, en el fondo, no es más que un instrumento.
(ueo de la consumación, cuando la chica duerme, Guan
monta a caballo y desa"arece.
(a vida de Guan el +eductor, "erfectamente amoral y
Historias de Filósofos KJ

centrada en el disfrute del instante, era una de las res"uestas


"osibles a la "reunta "rinci"al de Enten9Eller, es decir, la
cuestión acerca de cómo vale la "ena encarar la e!istencia. (a otra
res"uesta consiste en lo que +_ren llamaba la )vida %tica), cuyo
re"resentante, el jue&
)Civir %ticamente) Vilhelm,
sinifica vivirnunca
con elalcan&ó la fama
"ro"ósito de su rival.
de construir una
vida moralmente buena. Por eso, el hombre que vive %ticamente
mira su vida como una unidad y se "reocu"a de su coherencia.
/iene que darse buenas e!"licaciones acerca de lo que ha hecho y
tiene que hacer de su vida una historia con sentido. -uien elie
vivir %ticamente, dice +_ren, )se "osee a sí mismo como tarea). El
modelo de este ti"o de vida es el matrimonio, es decir, una
relación que "roresa en el tiem"o y que enla&a nuestro "resente
con
vidanuestro "asado
del seductor y nuestro
como futuro. -uien
una e!istencia que sevive %ticamente
aota ve lade
en una serie
comien&os sucesivos. Pero eso no es aut%ntica variedad sino
re"etición de la misma cosa. (o interesante está en "oder ir más
allá del comien&o.
+_ren "ensaba que la vida %tica era "referible a la vida
est%tica, "ero afirmaba que esta idea sólo es com"rensible "ara
quien ya ha o"tado "or esta ;ltima. :deas como las de continuidad,
res"onsabilidad o coherencia no tienen nin;n sentido "ara el
esteta. Esto sinifica que, si bien "odemos o"tar en favor de la
vida, esta elección será anterior a toda arumentación$ una ve& que
hemos hecho nuestra o"ción "odemos justificada con ra&ones,
"ero la elección en sí misma es un salto al vacío, una es"ecie de
a"uesta. (a elección es radical "orque no se trata de o"tar entre el
bien y el mal, sino de decidir si el bien y el mal van a ser
im"ortantes "ara nosotros. El hombre que todavía no ha o"tado
"or una de estas vías debe em"e&ar "or eleir el ti"o de ra&ones a
las que va a reconocer valor.
Historias de Filósofos KK

WierReaard "ensaba que nadie "uede esca"ar a esta


alternativa entre lo %tico y lo est%tico. Esto tambi%n valía "ara sí
mismo, de modo que se "rohibió escribir un libro que mirara las
cosas desde afuera. El m%todo que inventó "ara satisfacer esta
e!iencia se "arece ano
de otras. Enten9Eller esas mu7ecas
a"areció rusas "or
firmado queWierReaard
encajan unassino
dentro
"or
un su"uesto Cíctor Eremita que se "resenta como descubridor del
manuscrito. En la introducción Cíctor e!"lica que el te!to tiene
dos autores diferentes a los que llama 0 y 8. No sabemos nada
acerca de estos "ersonajes, e!ce"to que 0 re"resenta el "unto de
vista est%tico y 8 el "unto de vista %tico. Pero el jueo de las
mu7ecas rusas no termina aquí$ el 5iario de un +eductor a"arece
como un documento intercalado entre los "a"eles de 0 y su orien
es desconocido.
"astor (o que
de Gutlandia mismo ocurre
a"arece conlos
entre el "a"eles
sermón de
de un su"uesto
8. 1on estos
recursos retorcidos, +_ren trata de enfrentarnos a la o"ción entre lo
%tico y lo est%tico sin "onerse "or encima de nuestras cabe&as.
+im"lemente nos abre un abanico de alternativas entre
las que %l tambi%n se siente obliado a o"tar y nos e!"lica que sólo
"odemos eleir "oniendo en jueo nuestras vidas.

El hombre que es%eraba el castio del cielo

(os habitantes de 1o"enhaue discutían con "asión las


ideas de Enten9Eller$ No era ya una inmoralidad haber "intado un
retrato como el de Guan el +eductor /enía al;n sentido hacer
de"ender la moral de una sim"le a"uesta -uien toma distancia de
sus "ro"ios actos y enfrenta la alternativa entre lo %tico y lo
est%tico, no ha o"tado ya "or la vida %tica Estas discusiones
invadieron los caf%s, las aulas universitarias y la "rensa. +_ren
Historias de Filósofos K*

anó alunos ade"tos entre los lectores más jóvenes, "ero la ran
mayoría tomó el libro como la ;ltima de sus rare&as. (os diarios,
en "articular, se "usieron masivamente en su contra. 5ijeron que
Enten9Eller "redicaba la inmoralidad, que era im"osible de leer y
que,
valíanenlaconjunto, conseuía
"ena. /oda arruinar
la "rensa fue deaun
estalaso"inión
"ocas "áinas que
salvo una
"ublicación llamada El 1orsario, que casualmente era la más
temida de todas.
El 1orsario era una revista satírica de orientación liberal
que se dedicaba a atacar a los "olíticos, a la monarquía ya la
ilesia luterana. +us caricaturas se ensa7aban con los valores más
sarados de la sociedad danesa y eso había terminado "or
convertirla en una es"ecie de verTen&a ";blica. Pero si la
mayoría de ellos talento
escandalosa, danesesde lasusconsideraba
redactores una
hacía "ublicación
que todo
1o"enhaue la leyera en secreto. ?racias a este doble jueo, El
1orsario lleó a convertirse en una revista temible. /odo el mundo
conocía sus o"iniones "ero nadie se atrevía a refutarlas, ya que
"ara hacerlo era necesario em"e&ar "or reconocer que uno había
leído esa indecencia.
El director de El 1orsario conocía a +_ren y admiraba su
inteliencia. +u revista fue la ;nica que no vaciló en a"laudir la
a"arición de Enten9Eller. Pero este a"oyo ines"erado estaba lejos
de ser una fuente de alería "ara WierReaard, ya que si bien la
ente de El 1orsario le tenía sim"atía, %l sentía hacia ellos el más
"rofundo de los des"recios.
Es que WierReaard era terriblemente conservador,
antiliberal y antidemócrata. 5efendía la monarquía absoluta con
arumentos filosóficos y se declaraba enemio del res"eto a las
mayorías. /odas sus o"iniones "olíticas estaban marcadas "or un
fero& aristocratismo intelectual y moral$ )cien millones de
Historias de Filósofos K3

individuos iuales entre sí suman uno solo. 1uando se "resenta


un individuo diferente de esos millones, sólo entonces suman dos).
0 diferencia de lo que ocurre con sus ideas filosóficas, las ideas
"olíticas de +_ren no dejan mucho es"acio "ara la inter"retación.
1omo dijojamás
creo que una ve& el filósofo
se "ueda sacare!istencialista
de WirReaard?abriel #arcel,
nada que )no
se "are&ca
a un racionalismo de esencia democrática.
Para este +_ren conservador y antidemócrata, las
"áinas liberali&antes de El 1orsario eran el resumen de todo lo
que odiaba. +u a"oyo no le interesaba en lo más mínimo y sus
eloios tenían "ara %l el valor de un insulto. 0sí que WierReaard
"ublicó un artículo en el que "edía a los redactores de El 1orsario
que no volvieran a alabado, sino que más bien lo atacaran como
hacían normalmente con la ente honesta. ' no contento con este
ol"e, a"rovechó la ocasión "ara criticar y desenmascarar a
alunos intelectuales que colaboraban secretamente con la
"ublicación. No sabemos bien qu% "ensó WierReaard cuando
lan&ó ese ataque, "ero es seuro que nunca imainó la ravedad de
las consecuencias. (os editores de El 1orsario se sintieron
humillados y ridiculi&ados "or su reacción. Peor a;n, alunos de
los colaboradores denunciados se vieron envueltos en "roblemas,
ya que el solo hecho de colaborar con esa revista era motivo
suficiente "ara "erder un em"leo ";blico o "ara ser e!cluido de
diversos círculos sociales. 0sí que la ente de El 1orsario decidió
hacer e!actamente lo que +_ren le había "edido$ durante
laruísimas semanas hi&o de %l la víctima "rinci"al de sus
caricaturas y de sus bromas, y no dejó de atacarlo hasta que lo vio
convertido en el ha&merreír de 1o"enhaue.
(os defectos físicos de +_ren se transformaron en un
asunto ";blico de "rimera manitud. (os dibujos de El 1orsario
subrayaban su eleancia desmesurada, su es"alda encorvada de El
Historias de Filósofos K@

1orsario, sus "iernas flacas y el laro desiual de sus "antalones.


(a cam"a7a tuvo tanto im"acto que los ni7os lo seuían "or la
calle y, se7alando sus "iernas des"arejas, le ritaban$ )+_ren, o lo
uno o lo otroQ). /ambi%n entre los adultos e!istía el chiste de
interrum"ir unabroma
"antalones. (a conversación callejera
se hi&o tan y mirarle
conocida que suatentamente los
sastre no quería
seuir trabajando "ara %l "or miedo a "erder clientela. #uchos
a7os des"u%s, el dan%s ?eor 8randes escribió un libro sobre
+_ren que em"e&aba con este testimonio$ )#i recuerdo más
antiuo de WierReaard es que, cuando yo era ni7o y no me "onía
los "antalones al mismo nivel sobre mis botas, mi ni7era me
re"rendía diciendo$ X+_ren WierReaardQX.
/odo este e"isodio hundió a +_ren en la más nera de
las de"resiones. El lado ridículo de su "ersonalidad, que hasta
entonces sólo había "rovocado medias sonrisas entre sus vecinos,
había terminado "or sustituir a su "ro"ia imaen. WierReaard se
había transformado en el bufón de 1o"enhaue y ya nunca "odría
liberarse de ese rótulo. Pero +_ren tenía motivos bastante más
"oderosos "ara torturarse a solas. (os ol"es de El 1orsario le
dolían, X"ero había otros dos hechos que le estaban carcomiendo el
alma$ estaba convencido de que le quedaba muy "oco tiem"o de
vida y acababa de destro&ar su relación con la ;nica mujer de la
que había sido ca"a& de enamorarse. +i en esos días +_ren
WierReaard no se "eo un tiro, fue sim"lemente "orque no estaba
hecho "ara suicidarse.
(o del temor a morir joven era una locura, "ero una
locura bien fundada en los hechos. (a familia de +Iren "arecía
vivir un oscuro romance con la muerte que em"e&aba "or las
"ro"ias "alabras$ )WierReaard), en dan%s, quiere decir
)cementerio). Ceamos las cosas con los ojos de +_ren$ su "adre,
#ichael, se había casado "or "rimera ve& en AK "ero no había
Historias de Filósofos KA

lleado a fundar una familia "orque su es"osa había muerto dos


a7os más tarde. En AA volvió a casarse con 0nne (und, una
antiua em"leada suya que había sido su amante. El matrimonio
tuvo siete hijos, el ;ltimo de los cuales fue +_ren. En D, cuando
+_ren tenía
de edad. seis
/res a7os,
a7os másmurió
tardesumurió
hermano #ichael
#aren a los
Wristine, la doce
mayora7os
de
las hermanas, a los veinticinco a7os. Estas dos desracias fueron
duras "ero a"enas marcaron el comien&o, "orque una d%cada más
tarde los ol"es de la muerte se hicieron incesantes$ en DKJ,
cuando +_ren tenía veinte a7os de edad, murió su hermana
Nicoline a los treinta y tres a7os. En DKK le toca el turno a Niels
0ndreas, que muere con veinticuatro a7os. En DK* mueren, con
"ocos meses de diferencia, su madre y su hermana Petra, esta
;ltima a los treinta
su hermano y tres a7os.
Peter 1hristian, queEnseDKA
casaa ese
+_ren
a7osólo
"erole enviuda
queda vivo
nueve meses más tarde.
Esta sucesión de muertes afectó terriblemente la
sensibilidad de +_ren. +iendo el menor de siete hermanos no había
visto a ninuno de ellos disfrutar de la vida adulta. (os que habían
vivido más tiem"o habían muerto a los treinta y tres a7os y eso era
una "erturbadora coincidencia con la edad en la que habían
crucificado a 1risto. -u% sinificado tenía esa terrible sucesión
de muertes No había alo así como una maldición que "esaba
sobre la familia /odo ocurría como si los WierReaard fueran una
rama enferma, un intento fallido de la vida que estaba condenado a
desa"arecer sin dejar huellas. 5es"u%s de todo, la muerte de la
"rimera es"osa de su "adre no había sido una advertencia 5ios
no se habría servido de ese medio "ara avisarle a #ichael que no
fundara una familia ' si este era el caso, a qu% se debía esta
condena -u% oscuro "ecado escondía su "adre "ara merecer un
castio semejante Estas ideas se hicieron recurrentes y
Historias de Filósofos KD

terminaron "or obsesionar al más joven de los WierReaard$ )>na


falta debía "esar sobre toda nuestra familia y el castio de 5ios
debía haber descendido sobre ella. Nuestra familia debía
desa"arecer su"rimida "or la mano de 5ios, borrada como un
intento fracasado...).
(o más rave de todo era que la conducta de su "adre
confirmaba estas sos"echas$ no era acaso un hombre taciturno,
retirado del mundo) de una reliiosidad "rofunda y torturada No
lo había escuchado hablar durante toda su infancia de la necesidad
de ace"tar el sufrimiento, del "oder inmenso de 5ios, de la enorme
deuda que los hombres tenían con ese 1risto al que habían
flaelado y crucificado +_ren lleó "oco a "oco al
convencimiento de que su "adre escondía un secreto terrible y que
ese secreto
afliido "orhabía hundido
esta idea y loa"eor
su familia.
fue que,Civió "ermanentemente
un día del a7o DKD,
cuando tenía "oco más de veinte a7os de edad, tuvo la total
confirmación de sus sos"echas. Ese día, vencido "or el dolor y "or
la anustia, #ichael habló. (e confesó a su hijo que había un
es"antoso "ecado en su vida y que se sabía condenado a enterrar a
toda su descendencia. (e reveló la falta que "esaba sobre su
e!istencia y que había marcado el destino de los suyos. No se
trataba, "or cierto, de un "ecado cualquiera, sino de alo que
solamente "odía involucrar a un hombre muy reliioso o muy
insensato. Porque su "ecado no había sido contra los hombres sino
directamente contra 5ios$ #ichael lo había maldecido.
/odo había em"e&ado muchos a7os atrás, cuando
#ichael era ni7o y crecía en un remoto "ueblo de Gutlandia. +u
familia era "obre y vivía entre dunas casi desiertas,
"ermanentemente castiadas "or el viento del #ar del Norte. (as
cosas no eran nada fáciles "ara los WierReaard y #ichael había
tenido que ocu"arse del "astoreo antes de cum"lir die& a7os de
Historias de Filósofos K

edad. En aquella tierra desolada, tenía que caminar laros


Rilómetros con los animales mientras luchaba contra el cansancio
y la lluvia. (ueo, en medio de la nada, debía enfrentar la soledad,
el silencio, el hambre y el frío. /ambi%n el miedo. >n día #ichael
no resistió
bíblico más
tre"ó y se rebeló.
encima de una 1om"ortándose
"iedra, le mostrócomo un "ersonaje
los "u7os al cielo y,
ritando contra el viento, maldijo a 5ios.
(e echó en cara haber creado ese mundo miserable y
haberle reservado una suerte tan me&quina. 1onvirtió toda su
frustración, toda su inca"acidad "ara encontrar salidas, en odio
hacia ese ser su"remo que lo tenía entre las manos.
1ada uno "uede inter"retar como quiera lo que "asó,
"ero el hecho es que "oco tiem"o des"u%s la vida de #ichael
cambió radicalmente.
justamente a %l, que noNoera
sabemos "or qu%
el "rimero ni elsus "adres
;ltimo de lo
uneliieron
total de
nueve hermanos, "ero cuando cum"lió doce a7os de edad lo
mandaron de a"rendi& a casa de un tío suyo que se dedicaba al
comercio en 1o"enhaue. Civió el resto de su vida en la ca"ital y
nunca más volvió a los riores de la vida cam"esina.
1on el "aso de los a7os #ichael se convirtió en uno de
los comerciantes más "rós"eros de la ciudad. 5e hecho, hi&o
suficiente dinero como "ara abandonar la actividad relativamente
joven y dedicarse a una vida de estudio y meditación. /odo
"arecía haberle salido bien, "ero #ichael no "odía olvidar aquel
e"isodio de su infancia. Ese recuerdo no lo dejaba dormir "or las
noches$ debía inter"retar el cambio que había e!"erimentado su
vida como una res"uesta de 5ios a su rebelión ' si era así,
cómo debía entenderla 5ios había reconocido la injusticia de su
situación anterior o, todo lo contrario, estaba "re"arando el
castio
Estas "reuntas terminaron "or arruinarle la vida.
Historias de Filósofos *I

#ichael desarrolló un sentimiento de cul"a insondable y se dedicó


casi e!clusivamente a es"erar el castio divino.
5urante a7os "ensó que la sanción sería económica yeso
le des"ertó un temor enfermi&o a la quiebra. Pero sus sucesivos
%!itos
hombrecomerciales lo convencieron
alo más sensato de queinsensato
2o iualmente iba a morir
"erorico. >n
menos
reliioso4 tal ve& se hubiera a"oyado en esta buena suerte
económica "ara ahuyentar la idea del castio. Pero ese no era el
caso de #ichael WierReaard, a quien el %!ito no hi&o más que
aumenta de la de"resión$ si 5ios lo había salvado de la ruina era
solamente "ara castiado de un modo más atro&. ' eso sinificaba
que, como ocurría en el 0ntiuo /estamento, la venan&a caería
sobre su familia. (a muerte de su "rimera es"osa había sido una
advertencia que %l
estaban "aando esenoerror.
había sabido escuchar y ahora sus hijos
+_ren vivió abrumado "or el "eso de esta obsesión.
5urante laros a7os su "adre no le habló del tema, "ero lo educó
como un ni7o que estaba condenado a no llear a adulto. :ba a la
escuela vestido como un viejo y "asaba laras horas encerrado en
su casa, co"iando en su cuaderno sermones que hablaban de una
reliiosidad tráica y sombría. Esa ni7e& aobiante lo marcó "ara
el resto de sus días. +u vida disi"ada y sus alardes de eleancia
sólo fueron un intento "or esca"ar a la atmósfera o"resiva en la
que había crecido. Pero eso no im"idió que, con tantos a7os y
tantas muertes de "or medio, +_ren terminara "or convencerse de
que #ichael tenía ra&ón$ los WierReaard eran una familia maldita
y %l estaba condenado a una muerte "rematura. El que su "adre
muriera antes que el, en DKD, lo asombró "ero no lo alejó de esa
convicción. Ese mismo a7o "ublicó un escrito que tituló con
aut%ntica sor"resa$ Pa"eles de un hombre todavía en vida. >na
manera de hablar verdaderamente e!tra7a "ara aluien que
Historias de Filósofos *

acababa de cum"lir los veinticinco.


El amor loco

1uando la "ublicación de Enten9Eller sacudió la calma


de 1o"enhaue,
convencido de que+_ren tenía treinta
le quedaban a7os
tres a7os de edad
de vida. y estaba
Ese era un
motivo de anustia mucho más serio que las caricaturas de El
1orsario y las bromas de sus vecinos. Pero WierReaard tenía
todavía otra ra&ón "ara estar dolido$ "oco antes de "ublicar su
libro había roto con <eina 6lsen y junto con esa relación había
echado "or tierra todas sus o"ortunidades de ser feli& en este
mundo.
<eina era la hija de un alto funcionario de la corona. (a
había conocido
catorce, cuando
"ero la chica era%lya,tenía
comoveinticinco a7os ydes"u%s,
siuió si%ndolo ella a"enas
una de
las mujeres más hermosas de 1o"enhaue. +_ren era inca"a& de
hacer nada de un modo sencillo, así que demoró laros meses
antes de intentar una a"ro!imación. >na ve& dado ese "aso,
todavía tardó más de dos a7os en concretar mínimamente las
cosas. Pero lo cierto es que, "or una ve& en su vida, todo salió a
"edir de boca.

1asi sin "oder creerlo, +_ren se vio convertido en el


novio oficial de <eina y escuchó a todo 1o"enhaue hablar de su
futuro matrimonio.
(a felicidad de +_ren fue intensa, "ero duró e!actamente
dos días. (ueo de esas "ocas horas em"e&ó a descubrir que la
vida que había imainado junto a <eina era tan "erfecta que no se
"arecía en nada a la que vivían ahora$ el novia&o había matado la
relación inicial y la había convertido en un conjunto de deberes.
0lertado "or este sentimiento, +_ren dedicó toda una tarde a
Historias de Filósofos *J

imainar con "recisión de maniático sus futuros "osibles al lado de


<eina. ', "ara su desracia, lleó a la conclusión de que ninuno
de ellos "odía estar a la altura de lo que ambos merecían. +u
relación sólo tenía futuro como recuerdo, sólo merecía la
"erfección de lo
intentaran vivir que "or
estaría "udo haber
debajo de sido. 1ualquier historia que
sus sue7os.
0 "artir de ese día, todo el novia&o de +_ren fue un
laro, com"licado, demencial intento "or "oner fin a la relación.
Por una "arte se sentía obliado "or el la&o que había contraído,
así que cum"lía escru"ulosamente con todo lo que se es"eraba de
un "rometido. Por otro lado estaba convencido de que la relación
no tenía futuro, "ero eso no le daba las fuer&as necesarias "ara
alejarse de <eina. Porque +_ren seuía enamorado y ni siquiera
"odía e!"licar muy bien las causas de su desencanto. +ólo sabía
que siem"re había mirado esa 9relación como un recuerdo y que,
"or lo tanto, era inca"a& de vivida.
El a7o D* se le fue en esfuer&os "or consumar la
ru"tura. +_ren buscaba un modo de interrum"ir la relación que no
fuera tan violento que "udiera lastimar a <eina, "ero que
tam"oco fuera sim"lemente amable, "orque )en un amor que se
termina la delicade&a es la "eor de las ofensas). 0l final resuelve
las cosas de una manera inverosímil. Ha lleado a la conclusión de
que, si no "ueden vivir el amor "erfecto que merecen, entonces
debe destruido. +e "ro"one enterrar su relación bajo un "resente
sin atractivos, aniquilada hasta el "unto de que no "uedan
recordada con nostalia. Para conseuir este resultado, +_ren
em"ie&a a juar el "a"el de un hombre su"erficial y latoso al que
<eina sea inca"a& de amar.

(a a"uesta funciona malamente. +_ren se esfuer&a "or


"arecer un necio "etulante ante <eina "ero "ocas veces lo
Historias de Filósofos *K

consiue. Peor todavía, a veces no "uede ocultar el amor que siue


sintiendo "or la chica, de modo que <eina ya no sabe a qui%n
tiene enfrente. (as idas y venidas de la "areja son seuidas "or
todo 1o"enhaue y las o"iniones se "onen unánimemente del lado
de <eina.el1uando
definitiva, escándaloal es
final llea el +_ren,
may;sculo$ momento de la ru"tura
desarrado "or lo
que acaba de ocurrir, siente terror de volver solo a casa y se va al
teatro en busca de com"a7ía. /oda la ciudad comenta que des"u%s
de haber abandonado a la chica se fue a festejar con sus amios.
(a imaen de un +_ren cínico e inescru"uloso se consolida y %l
hace todo lo "osible "ara confirmada. Pero cuando vuelve a su
casa llora solas y escribe Enten9Eller, el libro que nadie imaina.
/ratar de entender esta historia es una tarea casi
im"osible. -u% una
se interrum"ió "asó relación
e!actamente
que entre <eina
los dos y +_ren
seuirán Por qu%
recordando
mientras vivan En el caso de <eina las cosas están relativamente
claras$ la chica terminó ace"tando la ru"tura con +_ren "ara no
hundirse en la locura. Pero las ra&ones de WierReaard son mucho
más tortuosas, hasta el "unto de que %l mismo nunca consiuió
entenderlas del todo. En casi todos sus libros volvió a contar su
historia de amor, cada ve& de un modo distinto, como si tratara de
aclararse lo que había ocurrido y de aclarárselo a <eina. )/odas
sus obras 9escribió el franc%s Gean Vahl9 fueron un intento de
e!"licarse ante <einaM tal ve& de reconquistarla.)
(as distintas e!"licaciones que dio +_ren son oscuras y
raramente coincidentes. 0 veces habla como si le hubieran "esado
los "ecados de sus días de bohemio y otras veces dice que no
"odría haberse casado con <eina sin contaminarla con la
desracia de su familia. )Hubiera tenido que "onerla al tanto de
muchas cosas es"antosas$ mi relación con mi "adre, su melancolía,
la noche eterna que ella oculta, mi e!travío, mis deseos y mis
Historias de Filósofos **

e!cesos.) En otros casos suiere ideas más e!travaantes, como la


de creerse llamado a una ran misión incom"atible con el
matrimonio. Pero lo ;nico seuro es que, "ecador y maldito como
se consideraba a sí mismo, +_ren se neó el derecho a ser feli&.
:ntentó vivir filosóficamente
de los absurdos$ y así terminó "ersiuiendo el mayor
el amor sin inmediate&.

El eleido de ,ios

(a vida de WierReaard no necesitaba los ataques de El


1orsario "ara ser un infierno. (as bromas de sus vecinos eran
dolorosas y difíciles
dolor "or la "%rdida dede <eina
so"ortar,o "ero muchoante
la anustia másla"rofundo era el
muerte que
consideraba "ró!ima. /oda esta cara era suficiente "ara a"lastar
al más sólido de los hombres y +_ren estaba lejos de serlo. Pero el
hecho es que no se hundió ni se quebró. +alió adelante de un modo
insólito "ero, a su manera, siuió viviendo.
(o que en ese momento "asó "or la cabe&a de +_ren es
difícil de e!"licar. /an difícil que lo mejor es decirlo del modo
más directo$ en medio del desastre sentimental y del escarnio
";blico, WierReaard
eleido del se convenció
cielo. Em"e&ó a síunmismo
a verse como enviadodedeque
5ioseraqueun
tenía la misión de comunicar a los hombres las verdades
fundamentales de su tiem"o. 1ómo hi&o "ara llear a esta
conclusión Precisamente, a causa del dolor. +u "adre le había
ense7ado que la verdad iba siem"re asociada a la "ersecución, y %l
mismo creía haber descubierto que )en cada eneración hay dos o
tres seres humanos que son sacrificados a los otros y que deben
descubrir en el sufrimiento atro& aquello de lo que los demás van
Historias de Filósofos *3

a sacar "artido). Hundido como estaba en el dolor, +_ren concluyó


que %l mismo era uno de estos eleidos. (os ataques de El
1orsario y las bromas de sus vecinos no hacían más que confirmar
su "a"el de mensajero divino.

Na"oleón,Pero,
no hacreerse
sido un enviado
siem"re un de 5ios,decomo
síntoma creerse
locura No
estaremos buscando un filósofo donde solamente hay un
desquiciado Esa había sido la o"inión de <eina en el momento
de rom"er con +_ren y hay muchos otros indicios que confirman
esta su"osición. Por ejem"lo, el filósofo franc%s Gean Hi""olite dio
una ve& una conferencia en París en la que intentó "robar con toda
la seriedad del mundo que WierReaard no sólo se tomaba "or un
enviado de 5ios, sino "or 5ios en "ersona. Hace falta otra "rueba
de
suslocura +i así(afuera,
obsesiones. ahí están
aorafobia o eltodas susalmanías,
temor sol eransus anustias
solamente unay
"eque7a "arte del re"ertorio. 0demás, +_ren e!iía que cada
habitación de su casa estuviera a una tem"eratura constante de
trece rados y tres cuartos, y hacía de este asunto una cuestión de
estado. No so"ortaba los ruidos e!teriores y "or eso cambió varias
veces de domicilio. Era un fanático del caf% "ero creía que tomarlo
dos veces en la misma ta&a traía mala suerte, así que tenía en su
casa una variedad casi infinita. Estaba obsesionado con el 5on
Guan de #o&art y se dice que jamás en su vida faltó a una
re"resentación de la obra. +i esta lista no alcan&ara, ahí están
todavía su vanidad desmesurada o ese sentimiento de su"erioridad
com"letamente indiferente al juicio de los hombres.
Evidentemente +_ren estaba loco. /oda su biorafía lo
demuestra y, como confirmación a7adida, tambi%n sabemos que
los casos de demencia abundaron en su familia. +u hermano Peter,
que lo sobrevivió laras d%cadas, terminó inutili&ado "or una
de"resión que le duró veinte a7os. +u sobrino HenriR (und, hijo de
Historias de Filósofos *@

su hermana Petra, se sintió llamado a continuar la obra de +_ren


"ero, com"rendiendo que le faltaba talento, intentó suicidarse
"ocas semanas des"u%s de la muerte de su tío. Esa ve& no lo
consiuió, "ero sí tuvo %!ito cuando tenía sesenta y cuatro a7os y
estaba hundido
#ichael, en ran
tenía un la demencia. El hijo dey Peter,
talento filosófico llamado
"rometía ser elPascal
real
continuador de +_ren. Pero a los treinta a7os "erdió la cordura y
en sus momentos de lucide& se limitaba a decir$ )#i tío fue o lo
uno o lo otro, mi "adre fue lo uno y lo otro, yo no soy ni lo uno ni
lo otro). /ambi%n a los treinta a7os murió su "rimo Peter +everin,
cuya carrera de maníaco9de"resivo fue interrum"ida "or una bala
en la uerra.
+i +_ren hubiera sido nuestro contem"oráneo,
"robablemente
"siquiátrica. Ol habría terminado susus"rofundo
mismo reconocía días en una clínica
desequilibrio al
"unto de escribir en su 5iario$ )soy el doble de todas las locuras
humanas). Pero hundirse en la demencia es alo relativamente
trivial y bastante frecuente, que sólo lo hubiera colocado como un
caso más en las estadísticas sanitarias. Por este camino nunca
conseuiríamos descubrir lo que tuvo de e!ce"cional y distintivo.
Porque creerse 5ios o Na"oleón no es alo verdaderamente
asombroso. (o e!ce"cional es que aluien que se crea Na"oleón
sea ca"a& de conquistar Euro"a, o que aluien que se crea 5ios sea
ca"a& de hacer milaros. (o difícil no es ser demente sino se da
con talento, y ese era el caso de +_ren. +i lo seuimos recordando
un silo y medio des"u%s de muerto no es a causa de su evidente
desequilibrio, sino de las cosas que escribió y dijo mientras creía
res"onder a un llamado del cielo.
Para "oner en "ráctica lo que consideraba su misión,
+_ren "rodujo una obra filosófica como hay "ocas en el mundo.
>na obra e!tensa y abiarrada donde se combinan la rique&a
Historias de Filósofos *A

conce"tual y el talento literario. En este ;ltimo as"ecto, +_ren


"ertenece a una selecta familia dentro de la filosofía de 6ccidente.
Porque si los randes filósofos son normalmente hombres de una
inmensa ca"acidad intelectual y de un "oder arumentativo "oco
com;n,
"áina desuelen ser máso bien
0ristóteles nulos
de Want comoquedar
"uede escritores. -uien lea"or
im"resionado unasu
contenido "ero difícilmente resulte im"actado "or la rique&a de la
forma. WierReaard, en cambio, "ertenece, junto con Platón,
Niet&sche y +artre, al reducido ru"o de "ensadores que "ueden
a"asionar a un estudiante de filosofía "ero tambi%n a un amante de
las letras.
El talento literario de +_ren era desbordante y tal ve& lo
habría hecho c%lebre aunque jamás hubiera hablado de filosofía.
Pero el "unto
entonces es queson
sus ideas hi&o las dos cosas
inse"arables de alla mismo
forma tiem"o
en que yfueron
desde
defendidas. Esto está lejos de ser una casualidad, "orque la suya es
una filosofía de la e!ce"ción, de lo irre"etible, de lo que sólo
"uede ser dicho de manera elí"tica. ' "ara e!"resar lo que no
"odía decir de otro modo, WierReaard se oblió a escribir como
nadie lo había hecho hasta entonces.

3a o%ulencia creadora

E!iste realmente una obra de WierReaard +_ren


"ublicó muy "ocos libros que llevaran su nombre y todos sus
títulos im"ortantes a"arecieron bajo seudónimos. +i somos
estrictos, lo que normalmente consideramos )obras de
WierReaard) son en realidad libros firmados "or "ersonajes tan
raros como Cíctor Eremita, Frater /aiturnus, Gohannes de +ilentio,
1onstantín 1onstantius, Nicolaus Notabene o Ciilius
Haufniensis. +e trata en todos los casos del "ro"io +_ren 0l final
Historias de Filósofos *D

de su vida %l se reconoció autor de todos los libros firmados con


estos seudónimos, "ero al mismo tiem"o areó que ni una sola
"alabra dicha "or ellos debía ser considerada como suya. 1ada uno
de esos su"uestos editores, redactores de "refacios y descubridores
de
de manuscritos
vista que les son
son "ersonajes inde"endientes
"ro"ios. (levan que e!"resan
hasta el e!tremo "untos
una manera
de ver las cosas que forma "arte de la arumentación de
WierReaard "ero que no la aota. El "ensamiento de +_ren no se
encuentra en las "alabras de ninuno de ellos, sino en la tensión
que los vincula.
/odos estos "ersonajes salidos de la "luma de +_ren
act;an como si tuvieran vida "ro"ia. 0l iual que los "ersonajes de
FaulRner, Huo Pratt o ?arcía #árque&, son habitantes de un
mundo que "arece subsistir aunque no lo tenamos delante de los
ojos. 0l tratar de e!"licarnos su filosofía, +_ren terminó "or
construir un universoM un cosmos reido "or leyes que se "arecen
muy "oco a las del mundo que conocemos.
Este carácter máico del universo RierReaardiano
a"arece con fuer&a en una de sus obras más formidables, titulada
/emor y temblor. El libro se abre con una evocación de un
conocido e"isodio del 0ntiuo /estamento en el que 5ios "ide a
0braham que sacrifique a su hijo :saac "ero lo detiene a ;ltimo
momento. WierReaard cuenta cuatro veces esta historia, casi con
las mismas "alabras que la 8iblia, "ero en cada caso area un
final diferente. 0 veces 0braham a"arece como un fanático
sediento de sanre y a veces a"arece horrori&ado ante la crueldad
de 5iosM en una variación se cul"a a sí mismo "or haber faltado a
su deber de "adre y en otra versión decide obedecer a 5ios "ero le
falla la fe en el momento de descarar el cuchillo. En alunos
casos :saac es una víctima sometida a su "adre y en otros casos se
rebela ante su victimario. /oda la fuer&a y todo el "oder de
Historias de Filósofos *

suestión del "asaje a"arece en el jueo de la diferencia y la


re"etición.
Este estilo imainativo, cambiante, que no da res"iro al
lector, se re"ite en la historia de :n%s y el /ritón, que +_ren tomó
"restada a sutodavía
jovencita que vecinonoHans
conoce1hristian
el amor y0ndersen.
que disfruta:n%s es unaa
"aseando
orillas del mar. El /ritón es un monstruo que habita en el fondo
del oc%ano y que, )llevado "or el furor de su deseo), sale a la
su"erficie en busca de mujeres. El /ritón sabe atraer a las
muchachas con mentiras y tambi%n sabe atacarlas, "ero sólo se
liberará de su destino monstruoso si lora hacer lo ;nico que no
sabe$ anarse el amor sincero de una doncella.
En manos de WierReaard, esta historia estalla en mil
variantes y re"eticiones. En una de ellas, el /ritón consiue
ena7ar a :n%s "rometi%ndole que le va a mostrar las
"rofundidades, "ero, cuando ya en el mar va a consumar el ataque,
mira la cara de la joven y descubre toda su confian&a. (a chica le
ha creído, no duda de su "alabra, tiene el cora&ón demasiado "uro
como "ara imainar sus intenciones. Entonces el /ritón se
conmueve. No "uede resistir la fuer&a de tanta inocencia. (e
e!"lica a :n%s que sólo quería mostrarle el es"lendor del mar en
calma y la devuelve a la "laya. En otra versión, el /ritón está
cansado de tanta soledad y de tanta violencia. +e siente aobiado
"or su destino monstruoso "ero no se cree ca"a& de des"ertar el
amor sincero de nadie. Entonces descubre a :n%s que "asea
melancólica "or la orilla y queda fascinado "or su serenidad y "or
su "ure&a.
Por una ve& el /ritón encuentra la confian&a necesaria.
+e cree ca"a& de enamorar a :n%s y le habla )me&clando sus
sus"iros con el murmullo de los juncos). Pero cuando finalmente
la tiene en bra&os y la mira a los ojos, descubre que :n%s ya no es
Historias de Filósofos 3I

la viren "ura que amaba el ruido del mar. En el fondo de su


mirada hay deseo y hay usto "or el "eliro. Entonces el /ritón se
siente defraudado y "erdido. El mar rue y las olas se des"loman.
)Nunca el /ritón estuvo tan salvaje, tan "leno de deseo, "orque de
esa jovenelhabía
versión, /ritónes"erado su salvación.)
cae enamorado /odavía
de :n%s "ero loenatormenta
una tercera
el
arre"entimiento. 5ebe confesarle a la chica sus intenciones
iniciales o debe más bien esconderlas +i las oculta la estará
ena7ando yeso lo alejará de su "ure&a, "ero sabe que la confesión
es im"osible "orque :n%s no loraría entenderlo. El fantasma de
<eina 6lsen se "asea "or la historia.
El mundo máico de +_ren no está formado solamente
de variaciones y re"eticiones. /ambi%n hay momentos casi
cinematoráficos como en
"arte de su libro Eta"as el el
diáloo
camino):n
devino veritas), que forma
la vida.
):n vino veritas) es un diáloo al estilo "latónico
animado "or cinco "ersonajes que deciden orani&ar un banquete
"ara hablar del amor. (a reunión es "re"arada siuiendo las relas
clásicas inventadas "or los rieos$ no "uede haber mujeres
"resentes, los "artici"antes no "ueden ser menos que las ?racias ni
más que las #usas 2es decir, entre tres y nueve4, los sirvientes
deben ser discretos y )hermosos como en la mesa de los dioses).
Por su"uesto, el centro del banquete es la comida y la bebida, que
deben ser abundantes y e!celentes. Pero tambi%n la iluminación
debe contribuir a la maia del ambiente y la m;sica 2una ve& más
el 5on Guan de #o&art4 debe acom"a7ar los sentimientos de los
comensales.
(os orani&adores elien una casa situada en un bosque
a "ocas millas de 1o"enhaue. (a sala donde se reali&ará la
comida es modificada "ara que no "ueda ser reconocida "or
quienes ya han estado allí. 1ada comensal llea "or su lado, en
Historias de Filósofos 3

coche o a caballo, y lo "rimero que ve es el equi"o de alba7iles


que va a demoler la habitación en cuanto la fiesta termine. 5e ese
modo se raba en sus conciencias la idea de asistir a un
acontecimiento irre"etible. 5urante la cena, los cinco "artici"antes
comen
+olamentey alhablan aleremente
final, cuando se sirve mientras escuchan
el cham"ane, m;sica.a
son invitados
hacer su discurso sobre el amor. Pero antes de hablar cada invitado
debe declarar solemnemente que se va a e!"resar in vino, es decir,
cuando ya no "uede controlar totalmente sus "alabras "ero todavía
es ca"a& de mantener la coherencia. +ólo en estas condiciones,
"iensa +_ren, se dice la verdad. (os discursos se suceden uno tras
otro, desarrollando distintos "untos de vista acerca del amor. ' en
el momento culminante, cuando el clima ya sólo "uede decaer, los
cinco
;ltimocomensales estrellan
brindis. 0caban sus vasos
de destruir contra la "ared
el banquete des"u%s
que habían de uny
creado
cada uno se va "or donde vino. 0ntes de "artir todavía tienen
tiem"o de ver a los alba7iles que han comen&ado su trabajo,
"orque )nada es más detestable que los vestiios). >n combate sin
final
Es seuro que WierReaard estaba loco y es seuro tambi%n que,
"ara decir lo que tenía que decir, des"leó un "oder creador más
"ro"io de un artista que de un filósofo. Pero todavía queda el
"roblema de determinar el contenido de sus obras$ cuáles eran
esas verdades fundamentales que +_ren se sintió llamado a
"roclamar y a defender
WierReaard no vio claro en este "unto hasta que su"o
qui%nes eran sus enemios. (a suya fue una filosofía de combate
que sólo fue tomando forma a medida que atacaba aquello que lo
dejaba insatisfecho. Fue, "or cierto, un combate eneroso, "orque
el "ensamiento de +_ren no se contentó con ser crítico sino que se
oblió a madurar y a hacerse f%rtil. Pero casi todo lo que dijo en
Historias de Filósofos 3J

sus libros "uede entenderse como una res"uesta airada y desafiante


a los dos adversarios más "oderosos que "odía encontrar en su
tiem"o$ el "ensamiento de Heel, que en ese momento constituía
la verdad oficial en casi todas las cátedras de filosofía, y la ilesia
luterana, aEllaataque
que +_ren acusaba
contra Heelde haber
"udo sermatado
visto enalvida
cristianismo.
de +_ren
como una más de sus e!travaancias, "orque la filosofía heeliana
estaba en su a"oeo y "arecía arrastrado todo a su "aso. En las
universidades alemanas y danesas todo el mundo hablaba
)heeliano) y lo mismo ocurría con los teóloos "rotestantes en
todo el norte de Euro"a. (as cateorías y el lenuaje im"uestos
"or Heel, su visión de la filosofía y su m%todo de trabajo habían
revolucionado el mundo de las ideas y habían terminado "or
convertirse
doctrina eraenununa nuevaseuro
camino ortodo!ia.
"araPor eso,a criticar
"asar ser un aintelectual
Heel y a su
marinado.
Por su"uesto, eso fue "recisamente lo que hi&o +_ren$ se
lan&ó furiosamente contra las ideas heelianas y criticó
ácidamente a los intelectuales de su "aís, diciendo que "or cada
alemán que hacía viento siem"re había un dan%s dis"uesto a
difundido.
Heel había reali&ado una inmensa construcción
filosófica con la que "retendía inter"retar la historia universal y la
evolución del "ensamiento humano. +u convicción de fondo era
que la historia tenía un sentido y que "odía ser entendida como el
"roceso de "roresiva racionali&ación de la realidad 2lo que %l
llamaba oscuramente )el desenvolvimiento de la :dea4. En otras
"alabras, Heel creía que el mundo evolucionaba constantemente
de lo menos racional a lo más racional, de lo menos universal a lo
más universal, "asando de eta"as menos avan&adas a otras más
avan&adas "ero rescatando siem"re lo que había de valioso en las
Historias de Filósofos 3K

"rimeras. 5e este modo, fenómenos tales como la a"arición del


derecho o del "ensamiento científico, el surimiento del
cristianismo o la consolidación del estado moderno, eran fases de
un mismo y iantesco "roceso$ cada uno de esos acontecimientos
había sinificado
universalidad en su momento
y racionalidad. el "asaje a de
0rumentando un este
mayor rado
modo, de
Heel
había terminado "or convertirse en un filósofo de la totalidad. +u
)dial%ctica es"eculativa) "retendía sinteti&ar lo eneral y lo
"articular, lo interior y lo e!terior, lo finito y lo infinito. El tema
constante de su filosofía es el des"lieue randioso de una ra&ón
que convierte todas esas o"osiciones en tensiones interiores de una
;nica evolución.
Para WierReaard, todo esto era un iantesco
des"ro"ósito. En su o"inión
refinado que terminaba Heel la
"or reducir norealidad
era másaque
unaun +"ino&a
eneralidad
abstracta y vacía. En "rimer luar, a +_ren le chocaban las
ambiciones desmedidas de la filosofía heeliana$ Heel "retendía
e!"licado todo, incluso lo radicalmente ine!"licable como la
"aradoja o el misterio. +u filosofía )no ace"ta nin;n interior
escondido ni ninuna inconmensurabilidad leítima). Esta
as"iración a alcan&ar un saber absoluto acerca del mundo no sólo
era ilusoria sino tambi%n est%ril$ al intentar e!"licado todo, el
sistema heeliano sólo era ca"a& de hablar de sí mismo. Era
cerrado, re"etitivo, redundante, terminaba olvidándose del mundo.
Por otra "arte, +_ren "ensaba que Heel se había
equivocado "rofundamente al eleir su "unto de vista. Había
creído que la mejor "ers"ectiva "osible era la más eneral y
abarcadora 2es decir, el "unto de vista de nadie en "articular4
cuando en realidad el mundo solo "uede ser com"rendido con los
ojos del individuo. )El "ensamiento "uro es un fantasma 9decía
+_ren9, el ;nico "ensamiento real es el "ensamiento vivido.)
Historias de Filósofos 3*

Heel había "retendido subsumir al individuo en lo eneral, "ero


había olvidado que la eneralidad es siem"re vacía. (o ;nico real
es el individuo que no admite convertirse en una abstracción ni en
una enerali&ación estadística. +ólo a trav%s de ese individuo
irreductible
decía +_ren,"uede llearse
la tarea de acada
la universalidad
hombre es verdadera.
"rofundi&arPoreneso,
su
individualidad, )hacerse subjetivo). 1ada individuo debe
descubrirse como un "ersonaje e!traordinario "orque sólo así
encontrará en sí mismo la rique&a de la e!istencia. Heel había
sostenido que la subjetividad era su"erada "or la objetividad.
+Iren contestaba diciendo$ )la subjetividad es la verdadM la
subjetividad es la realidad) .
Por esta misma ra&ón, a WierReaard le molestaba el
intelectualismo del "ensamiento heeliano. En su o"inión, Heel
había reducido toda la filosofía a una cuestión de com"rensión
teórica en la que no había nin;n luar im"ortante "ara los
"roblemas morales. +_ren, en cambio, "ensaba que el intento de
vivir moralmente es nuestro "rinci"al órano de descubrimiento
del mundo. <eivindicaba a la %tica contra la metafísica y sostenía
que la verdad no está en un )qu%) que haya que descubrir sino en
un )cómo) que hay que vivir. Heel )había olvidado vivir a fuer&a
de refle!ionar sobre la vida).
El antiheelianismo de WierReaard era tan radical que
ha terminado "or convertirse en leyenda. Por su"uesto que no todo
el mundo está de acuerdo con %l. 0lunos le re"rochan haber sido
injusto con Heel o no haberlo com"rendido. 6tros com"arten sus
críticas a la filosofía es"eculativa "ero no están de acuerdo con lo
que +_ren "ro"one a cambio. El filósofo franc%s Emmanuel
(%vinas, "or ejem"lo, acusó a WierReaard de haber construido
)una subjetividad e!hibicionista, im";dica), que está muy lejos de
nuestra e!istencia real como individuos.
Historias de Filósofos 33

(o cierto es que +_ren convirtió al )+istema) 2como %l


llamaba a la filosofía heeliana4 en su "rinci"al rival intelectual y
en una de las obsesiones de su vida adulta. 1asi no hay libro
escrito "or %l que no contena duros ataques contra Heel. Este
encarni&amiento
las ideas, "ero reflejaba
tenía suunorien
conflicto
enim"ortante
el choqueen el niveldos
entre de
sensibilidades com"letamente diferentes$ el a"asionado +Iren
sentía que el heelianismo, al querer com"renderlo todo, mataba la
"asión. Para Heel nada es absolutamente falso y todo es
verdadero hasta cierto "untoM alo "uede ser im"rescindible en su
análisis, "ero tambi%n lo será su contrarioM incluso las "ro"ias
críticas al heelianismo son hasta cierto "unto necesarias y se
incor"oran como alo "revisto. Para +_ren, esto era sencillamente
intolerable.
radicales queOlno"ensaba
"odían que la e!istencia
ser su"eradas estaba hecha
ni diluidas. de o"ciones
(a e!istencia era
dramática "recisamente "orque había que eleir. Heel, en
cambio, quería conservarlo todo o nada era definitivamente dejado
de lado ni nada era ado"tado como una o"ción ;ltima.
El caso más escandaloso a ojos de WierReaard era el del
cristianismo. +_ren "ensaba que la fe cristiana e!ie una res"uesta
radical, absoluta, ya sea de recha&o o de ace"tación. No se "uede
ser cristiano a medias. El heelianismo, en cambio, quería
incor"orar el cristianismo como una fase necesaria del "roceso de
racionali&ación y de universali&ación. Peor aun, Heel "retendía
que la verdad del cristianismo no estaba en el cristianismo mismo,
sino en la inter"retación heeliana del cristianismo. +_ren,
indinado, contestaba a los ritos$ )se han dicho muchas cosas
e!tra7as, lamentables, condenables sobre el cristianismo. Pero la
más est;"ida de todas es que el cristianismo es verdadero hasta
cierto "unto).
(a defensa de la fe cristiana fue la seunda ran "asión
Historias de Filósofos 3@

del WierReaard adulto. 0 esa tarea dedicó sus ;ltimas enerías y


casi todos sus escritos de madure&. +e trata de un asunto com"lejo
"orque +_ren no sólo trató de defender al cristianismo de la
filosofía heeliana, sino tambi%n de los cristianos mismos. 0 sus
ojos, la ilesia
neación luterana,dees1risto.
del mensaje decir, la ilesia oficial de su "aís, era la
+_ren estaba escandali&ado con el contraste entre la
radicalidad del mensaje cristiano y la vida tranquila y satisfecha de
los cristianos de domino. #ás rave todavía, estaba
escandali&ado con los "astores y obis"os, que eran mantenidos "or
el estado y habían convertido el mensaje de 1risto en un asunto
administrativito. El 1risto aut%ntico, "ensaba +_ren, es el 1risto
sanrante y sufriente del que le había hablado su "adre. El
verdadero
a la "risión,cristianismo
alodio y al siem"re había
des"recio. conducido ade
El cristianismo la estado,
"ersecución,
en
cambio, conducía a la tranquilidad de conciencia, a la seuridad
material y a los honores mundanos.
+ería un error su"oner que la crítica de +_ren se
centraba en el tema de los honores y la rique&a. +u objeción era
mucho más radical, "orque se fundaba en la idea de que un
cristiano debe vivir una vida tráica y torturada. El cristianismo
era "ara WierReaard una doctrina del sufrimiento y del dolor$
)-u% es el cristianismo del Nuevo /estamento Es la verdad que
sufre. En este mundo mediocre, lamentable, "ecador, malvado e
im"ío, la verdad está condenada a sufrir. Esa es la doctrina del
cristianismo).
El cristianismo de +_ren, al iual que el de su "adre, es
un cristianismo desconsolado. Es una reliión que "rohíbe ser
feli&. +u esencia consiste en "ensar que )delante de 5ios todos
estamos en falta). Esta tráica "osibilidad de )vivir
reliiosamente) era "ara +_ren la ;nica esca"atoria "osible a la
Historias de Filósofos 3A

alternativa entre lo %tico y lo est%tico. Pero era una esca"atoria


terriblemente aobiante que lo llevó a decide un día a su
secretario$ )qu% suerte tiene usted de ser judío, "orque así "udo
esca"ar al cristianismo. +i yo hubiera estado "roteido de %l, cómo
hubiera disfrutado la vida).
Pensando como "ensaba +_ren, el choque con la ilesia
"rotestante era un hecho inevitable. (as nubes fueron
acumulándose a lo laro de mucho tiem"o, "ero la tormenta estalló
a mediados de los a7os cincuenta, cuando WierReaard inició la
"ublicación una lara serie de libros y de artículos que conmovie9
ron a 1o"enhaue con su violencia desmesurada.
+_ren se había "ro"uesto mostrar a los )"iadosos) que
su vida no tenía el más mínimo vínculo con la reliión. +us
ataques no iban contra el cristianismo del Nuevo /estamento, del
que se declaraba fiel, sino contra el )cristianismo de estado), es
decir, contra esa ilesia luterana sostenida mediante im"uestos y
en la cual la vida del "astor o del obis"o ado"ta la forma de una
carrera burocrática.
+_ren se lan&a contra ese cristianismo que considera
diluido y lo acusa de ser infiel al mensaje evan%lico. #ientras el
Nuevo /estamento habla de sufrimiento y de muerte, de "ecado y
de arre"entimiento, el cristianismo de estado sólo habla de los
bienes que ofrece la vida de creyente y oculta su lado tráico. El
cristianismo oriinal era todo renuncia y rieso, mientras que los
"astores que dicen "redicarlo no renuncian a nada ni arriesan
nada. El cristianismo oriinal era "aradójico "orque era una
verdad que se esconde en el misterio). El cristianismo de estado es
contem"ori&ador y com"rensivo$ se muestra dialoante "ero no
hace más que claudicar. El culto oficial9llea a decir +_ren9 es una
blasfemia.
Historias de Filósofos 3D

Estos ataques furibundos "rodujeron un inmediato


recha&o en 1o"enhaue. En los diarios se trataba a +_ren de loco o
de resentido, y numerosos "astores e intelectuales le res"ondían
con "alabras brutales. Es verdad que WierReaard anó alunos
ade"tos
recha&o entre los más jóvenes,
y el escándalo. "ero en
(a situación eraeneral
incómodasólo"ara
des"ertó
todos el
y en
es"ecial "ara su hermano Peter 1hristian, que había obtenido "oco
antes un "uesto de obis"o.
(a cru&ada individual contra la ilesia danesa dejó a
+_ren más aislado que nunca. Eso se debía en "arte a que había
atacado a una institución res"etada y temida, "ero tambi%n al
hecho de que no buscaba ade"tos sino víctimas. 1omo dijo hace
"ocos a7os el filósofo "rotestante Paul <icceur, )el cristianismo
que describió es tan e!tremo que nadie lo "uede "racticar. El
"ensador subjetivo delante de 5ios, "uro contem"oráneo de
1risto, crucificado con Ol sin ilesia, sin tradición, sin culto, está
fuera de la historia) .
Pese a su soledad, +_ren había encontrado finalmente la
misión "ara la que creía haber nacido$ ser )un es"ía que, al
servicio de 5ios, descubre el crimen de la cristiandad$ el de
decirse cristiano sin serlo). El cum"limiento de esta misión lo
"uso en un estado de efervescencia casi delirante y le consumió
rá"idamente sus "ocas enerías. >n día, mientras "re"araba una
nueva andanada de escritos, cayó desmayado en la calle y tuvo que
ser trasladado al hos"ital. )Ceno aquí "ara morir), dijo en el
momento de entrar. ' no se equivocaba.
WierReaard "ermaneció internado "oco más de un mes,
sin que se lorara un dianóstico "reciso de su enfermedad ni se le
a"licara un tratamiento es"ecífico. Para todo el mundo estaba claro
que se moría, "ero "or la ;nica ra&ón de haber lleado al límite de
su resistencia. 0"arentemente, "asó sus ;ltimos días tranquilo y
Historias de Filósofos 3

radiante, disfrutando de una "a& que no había conocido en toda su


vida$ moría convencido de haber cum"lido la tarea "ara la que
había venido al mundo. Poco antes del fin, un "astor le "reuntó si
quería recibir los ;ltimos sacramentos. Ol contestó que sí, "ero no
de manos de
res"ondió el un re"resentante
"astor. )Entoncesde9dijo
la ilesia. )Eso es im"osible),
WierReaard9, "refiero no
recibir nada. (os "astores son funcionarios del rey y eso no tiene
nada que ver con el cris tianismo. #urió un domino  de
noviembre de D33, a los cuarenta y dos a7os de edad. Poco antes
de e!"irar había dicho$ )terminó el momento de criticar y lleó el
tiem"o de cantar 0leluyaQ). (a noticia de su muerte corrió
rá"idamente "or la ciudad e im"actó hasta a sus adversarios. +u
entierro fue seuido "or una ran multitud y a su hermano Peter le
tocó el difícil "a"el
En los de siuientes
a7os des"edido.la "o"ularidad de +_ren no hi&o
más que aumentar y eso condujo a un ran trabajo de investiación
sobre su obra y sobre su vida. Pero WierReaard "arece resistir a
todos los esfuer&os y se mantiene hundido en un mar de misterio.
+us "a"eles íntimos hablan todo el tiem"o de los acontecimientos
im"ortantes de su vida "ero "ermanentemente ocultan lo esencial.
Nadie sabe e!actamente cómo fue la relación de +_ren
con su "adre ni "or qu% interrum"ió su novia&o con <eina. El
inmenso 5iario que escribió durante a7os, lejos de contestar estas
"reuntas, las deja abiertas "ara siem"re$ )des"u%s de mi muerte
nadie encontrará en mis "a"eles una sola e!"licación acerca de lo
que ha colmado mi vida. 5ios me ha dado la fuer&a de vivir como
un enima.
E!actamente lo mismo ocurre con la obra
RierReaardiana. (as ideas de +_ren hicieron un laro camino a lo
laro del silo BB y terminaron "or dejar huellas im"ortantes en el
"ensamiento contem"oráneo$ los filósofos e!istencialistas lo
Historias de Filósofos @I

reconocieron como uno de sus ins"iradores y hombres como


WafRa o >namuno se tomaron el trabajo de a"render dan%s
solamente "ara leerlo. Pero, como dijo una ve& el filósofo alemán
Warl Gas"ers, )creo que nadie sabe qui%n fue realmente
WierReaard ni qu%tiene
sus seuidores fue lo que
su quiso
"ro"iadecir). En efecto,
imaen de cada
las uno
ideasde
RierReaardianas y las diferentes versiones sólo coinciden
"arcialmente. 1on todo, hay un "unto en el que las o"iniones
"arecen converer y es que, como dijo Gean9Paul +artre, )+_ren es
"ara nosotros como un objeto radiactivo
WierReaard, que fue un hombre terriblemente discutido
en vida, siuió si%ndolo des"u%s de muerto. (a diferencia es que
hoy se le reconoce como un filósofo de "rimera línea, mientras
que susintelectuales
valores contem"oráneos siem"re
o tratarlo comovacilaron entrePoco
un demente. admirar
tiem"osus
des"u%s de su muerte se descubrió que, viviendo como había
vivido, +_ren había terminado "or aotar las ;ltimas reservas
económicas que había dejado su "adre. 0lunas semanas más
tarde se hi&o una subasta ";blica que "ermitió "aar los astos del
hos"ital y hacer frente a alunas deudas. Entre los bienes que se
subastaron había alunas decenas de botellas de buen vino que,
"or ;ltima ve&, recordaban al dandy de 1o"enhaue.

SSSS
8uena "arte de las obras de WierReaard están traducidas al castellano,
aunque en eneral a"arecen como versiones "arciales de los laros te!tos oriinales.
(a >NE+16 orani&ó en @* un ran coloquio sobre WierReaard "ara
conmemorar los ciento cincuenta a7os de su nacimiento. (as actas del encuentro 2que
incluyen intervenciones de Gean9Paul +artre, ?abriel #arcel, #artin Heideer, Warl
Gas"ers, Gean Vahl y (ucien ?oldmann4 fueron "ublicadas "or ?allimard en @@
bajo el título WierReaard vivant. #ás recientemente, la >niversidad 1atólica de
#ilán "ublicó en D@ las, actas de un conreso titulado WierReaard oi, de las
cuales utilic% la "onencia )WierReaard and 1o"enhaen), "resentada "or H. P. <hode.
Historias de Filósofos @

Carias revistas han "ublicado en los ;ltimos a7os vol;menes colectivos


dedicados a +Iren. #e "ude beneficiar del n;mero 3K de la revista 6bliques
2noviembre deD4, diriido "or Gean 8run, y de un n;mero doble de los 1ahiers de
Philoso"hie 2D9, oto7o de D4 que incluye, entre otros, artículos de Paul <icreur, F.
8illesRov Gansen, 8ernard ?roethuysen, Henri 8irault, Gean9Fran`ois #arquet, <oer
(a"orte y Henri98ernard Cerote.
Para la redacción de este artículo consult% además los libros siuientes$
0ndr% 1lair$ Pseudonyme et "arado!e. (a "ens%e dialectique de WierReaard 2París, G.
Crin, A@4M Ges;s90ntonio 1ollado$ WierReaard y >namuno 2#adrid, ?redos, @J4M
Games 1ollins$ /he #ind oZ WierReaard 21hicao, Henry <enery 1om"any, @34M
#ichel 1ornu$ WierReaard et la communication de lXe!istence 2(ausanne, Editions
lX0e de lXHomme, AJ4M #aruerite ?rimault$ WierReaard "ar lui9m%me 2París,
Editions du +euil, @J4M Gohann%s Hohmenber$ +eren WierReaard 2París, Oditions
0lbin #ichel, 3@4M <eis Golivet$ 0u! sources de lXe!istencialisme chr%tien.
WierReaard 2París, Fayard, 3D4M Emmanuel (%vinas$ Noms Pro"res 2París, Fata
#orana, A34M 0lasdair #aclntyre$ 0fter Cirtue 2(ondon, ?erald 5ucRYorth,
D4M Pierre #esnard$ (e vrai visae de WierReaard 2París, 8eauchesne et Fils,
*D4M #aryvonne Perrot$ +eren WierReaard, lXe!ce"tion 2-u%bec, Ed. du 8effroi,
D4M Gean Vahl$ Otudes RierReaardiennes 2París, Oditions #ontaine, KD4.
Para una "resentación de las ideas de Heel evocadas en el te!to "uede
consultarse en castellano el libro de Gos% Ferrater9#ora 1uatro Cisiones de la historia
universal 2#adrid, 0lian&a, @K4 ' en inl%s el libro de 1harles /aylor Heel,
editado en A3 "or 1ambride >niversity Press. Para un "anorama más com"leto del
debate entre heelianos y antiheelianos es ;til consultar el libro de Gavier >rdanibia
2ed.4$ (os antiheelianos$ WierReaard y +ch"enhauer 2#adrid, 0rithro"os, 4, así
como la obra de 5.G. 6X1onnor$ Want, Heel +cho"enhauer, Niet&sche 2#adrid,
Paidós, 34.
En junio de @ a"areció el libro Encounters Yith WierReaard. 0 (ife
as +een by His 1ontem"oraries. (a obra, editada "or 8ruce H. Wirmmse y "ublicada
"or Princenton >niversity Press, re;ne todos los testimonios conocidos sobre la vida
de +Iren, incluyendo los de sus familiares, vecinos, amios y adversarios.
E!iste una "áina WierReaard en :nternet. +e "uede acceder ti"eando$
htt"$ZZYYY.Yebcom.comZsR.
3as
m4lti%les
*idas de 3udi

6ittenstein
+er filósofo en los tiem"os que corren se "arece mucho
a ser físico, m%dico o director de orquesta. (a filosofía se ha
convertido en una "rofesión como tantas otras y los filósofos son

ente ra&onablemente
las ma7anas normal
rumbo a la quePero,
oficina. se casa, tieneque
"or más hijos
nosy vayamos
sale todas
acostumbrando a esta idea, se trata de un fenómeno sin
antecedentes en la historia. 5urante bastante más de dos mil a7os,
ser filósofo fue ante todo una manera de vivir. El filósofo y el
sabio coincidían en una misma "ersona que se distinuía
radicalmente del com;n de los mortales$ o bien era un individuo
encerrado en un mundo de ideas, como +"ino&a, o bien era, como
Heel, un "rofesor famoso e idolatrado "or un ";blico
internacional,
Niet&sche, o bien su
arrasaba era vida
un artista
y sudelalma
"ensamiento
en buscaque,
de como
nuevos
sinificados. +eiscientos a7os antes del nacimiento de 1risto, una
esclava se rió del rieo /ales 9a quien la tradición otora el título
de "rimer filósofo9 "or que se cayó en un "o&o mientras
contem"laba las estrellas..

/al ve& el ;ltimo hombre que fue a la ve& filósofo y


sabio universal, que llevó en la frente la marca del enio y tuvo
una e!istencia
austríaco com"letamente
(udYi alejada
Vittenstein. de loenconvencional,
Nacido el a7o DD, fue el
su
biorafía se "arece a la de un sabio del <enacimiento$ fue ni7o
"rodiio, ineniero mecánico, "rofesor universitario, soldado,
jardinero, escultor, laboratorista, maestro de escuela y varias cosas
más. Heredó una de las mayores fortunas de su tiem"o y, antes de
renunciar a ella, la utili&ó "ara financiar a los artistas de su Ciena
natalM construyó diversos ti"os de máquinas y en ID trabajó en
un "royecto de motor a reacción que se antici"aba en d%cadas a la
Historias de Filósofos @*

evolución "osterior de la aviaciónM dise7ó y diriió hasta en los


menores detalles la edificación de una casa, escribió un
diccionario "ara escolares y conoció como "ocas "ersonas la
m;sica de su tiem"o. Publicó en vida un ;nico libro de filosofía,
"ero fue des"u%s
editadas uno de las
de más influyentes
su muerte, del silo. +us
contribuyeron restantes obras,
a revolucionar las
maneras tradicionales de trabajar en la disci"lina.
Este hombre desmesurado y fecundo se hi&o filósofo "or
un camino inverosímil. 0 los veinte a7os lleó a :nlaterra "ara
estudiar ineniería en #anchester, "ero "oco des"u%s se sintió
atraído "or los cursos de lóica que 8ertrand <ussell dictaba en
1ambride. >n día del a7o , des"u%s de clase, (udYi abordó
a su nuevo "rofesor con estas "alabras$ )Por favor, díame si soy o
no
ideacom"letamente
y le "reuntóidiota). <ussell
"or qu% contestó
quería que )Es
saberlo. no tenía
que lasimenor
soy
com"letamente idiota voy a convertirme en aviador. Pero si no lo
soy, voy a ser filósofo). Entonces <ussell le "ro"uso un m%todo
"ara salir de dudas. (e "idió que escribiera un te!to filosófico
durante las vacaciones y se com"rometió a leerlo en el trimestre
siuiente. )5es"u%s de haber leído una sola frase 9cuenta <ussell
en su autobiorafía9 le dije$ No, usted no tiene que ser aviador)X.
1uando ocurrió este e"isodio, el joven Vittenstein ya
llevaba sobre sus es"aldas una lara historia. Por lo "ronto, había
nacido en una de las familias más ricas del "laneta. +u "adre, Warl,
era junto con los Wru"" en 0lemania y los 1arneie en Estados
>nidos, uno de los &afes de la industria del acero. (as tres familias
se conocían y se visitaban con frecuencia. Warl Vittenstein, de
orien judío "ero de reliión "rotestante, era un hombre lleno de
em"uje que se había hecho c%lebre como "rotector de las
vanuardias artísticas de Ciena. +u inter%s "or el arte era un "unto
en com;n con su es"osa (eo"oldine, que tocaba el "iano con
Historias de Filósofos @3

"erfección "rofesional.
El matrimonio Vittenstein y sus ocho hijos com"onían
una familia rica, culta, muy dotada "ara las artes y bastante snob.
(os ni7os crecían aislados del mundo y recibían una educación a
caro
"unto de
de ayas y "rece"tores.
encuentro (a ran mansión
de los "rinci"ales artistas edonde vivían era
intelectuales el
de la
%"oca. Por sus salones circulaban habitualmente com"ositores
como 8rahms, +chumanri y #ahler, concertistas como Pablo
1asals, arquitectos de vanuardia como 0dolf (oos y "oetas como
<ainer #aria <ilRe. (as tías de (udYi habían estudiado m;sica
con #endelssohn, su hermana #ararete se anali&aba con Freud y
había sido retratada "or ?ustav Wlimt 2el cuadro "uede verse en la
"inacoteca de #unich4. En la casa había nada menos que siete
"ianos y en
obras que su tarde
más sala de m;sica
serían "odían escucharse
"resentadas en "rivado
en los randes las
teatros de
Euro"a. (os hermanos Vittenstein no desentonaban en ese
entorno. Paul, el más "ró!imo en edad a (udYi, era un e!celente
"ianista y as"iraba a convertirse en un concertista internacional.
Hans había sido un ni7o "rodiio que asombraba a los m;sicos
"rofesionales. El "ro"io (udYi tocaba correctamente el clarinete
y era escuchado con atención cuando hacía observaciones t%cnicas
a los miembros de la orquesta de #ahler. Pero lo suyo era más
bien la ineniería$ a los ocho a7os había fabricado una máquina de
coser que era com"etitiva en el mercado.
Este mundo casi máico no duró demasiado tiem"o.
Warl, el jefe de la familia, murió relativamente joven yeso "uso en
marcha la declinación de su im"erio. +us hijos estaban más
interesados en el arte que en los neocios y todos "erseuían un
futuro de loria que, salvo (udYi, ninuno consiuió alcan&ar.
(a locura y el suicidio hicieron estraos entre los Vittenstein. En
IJ, cuando (udYi tenía trece a7os, su hermano Hans se
Historias de Filósofos @@

autoeliminó en Estados >nidos a causa de un conflicto con su


"adre. 5os a7os más tarde se suicidó <udolf, "resumiblemente a
causa de sus tendencias homose!uales. En K murió el "ro"io
Warl y un a7o más tarde estalló la uerra, que trajo nuevas
desracias a la familia$
oficial del ej%rcito, "araanofines
caerdeenlamanos
contienda se suicidaPaul,
del enemio. Wurt,el
"ianista, es herido y "ierde el bra&o derecho. 0 su rereso
intentará "or todos los medios continuar su carrera de concertista y
encarará a los mejores com"ositores de la %"oca obras musicales
"ara ejecutar con su ;nica mano. Ese es, "or ejem"lo, el orien del
1oncierto "ara mano i&quierda de <avel. Pero las dificultades eran
demasiado randes y tambi%n Paul terminará hundi%ndose en la
locura. (a clausura definitiva de ese mundo casi irreal lleará con
la seundael uerra
escombros mundial,
"alacio vien%s cuando
de los una bomba redu&ca a
Vittenstein.
Pero cuando (udYi lleó a :nlaterra, a los veinte a7os
de edad, esta lara lista de desracias a"enas se había iniciado y %l
era todavía el orulloso benjamín de una familia deslumbrante que
había salido a conquistar el mundo. Cenía de estudiar ineniería en
8erlín y tenía en mente un "lan bastante loco "ara la %"oca$ quería
ser ineniero aeronáutico y aviador, en un tiem"o en el que las
máquinas volantes a"enas conseuían se"ararse del suelo. Pero el
inter%s inicial de (udYi "or la ineniería se des"la&ó "rimero a
las matemáticas y lueo hacia la lóica, lo que motivó su traslado
a 1ambride, donde brillaba 8ertrand <ussell.
+u entrada en el mundo de la filosofía británica fue
im"etuosa y difícil. (o "rimero que hi&o fue anarse la anti"atía
de su nuevo maestro, que lo recibió como si se tratara de una
verdadera calamidad.
En sus cartas de la %"oca, <ussell describe a ese reci%n
lleado como )un ineniero alemán) que interrum"e todo el
Historias de Filósofos @A

tiem"o con e!tra7os arumentos construidos en mal inl%s. Para el


"rofesor de 1ambride era difícil imainar alo "eor. Pero esta
im"resión dura "oco tiem"o y, a medida que Vittenstein
consiue hacerse entender, su "ersonalidad va cautivando a los
que lo alunos
<ussell rodean. a7os
)Eramás
inmensamente
tarde9M tenía im"resionante 9rectificará
fueo, "enetración y una
"ure&a intelectual com"letamente e!traordinaria.)
0l cabo de "ocos meses (udYi se habrá convertido a
ojos de su "rofesor en )el alumno ideal) y, llevado de su mano,
em"e&ará a ser admitido en los círculos más selectos de la
intelectualidad británica. 1on a"enas veintitr%s a7os es tratado de
iual a iual "or las randes fiuras del momento$ el filósofo
moral ?. E. #oore, el matemático y filósofo 0lfred Vhitehead y
el "ro"io Gohn
consarado #aynard
"ero Weynes,
ya era el centro que
de latodavía no era un economista
vida intelectual y social de
1ambride. (a im"resión que (udYi causaba en todos ellos será
resumida "or <ussell en un recuerdo de veje&$ )Vittenstein "uede
ser el ejem"lo más "erfecto que he conocido de enio tal como se
lo concibe tradicionalmente$ a"asionado, "rofundo, intenso y
dominante.
0 "esar de este %!ito acad%mico y "ersonal, la vida de
(udYi estaba muy lejos de la felicidad. Es que si "or su
universalidad y "or su enio se "arecía a un sabio antiuo, no
disfrutaba en cambio de la honda serenidad que suele atribuirse a
esas fiuras.
8ien al contrario, Vittenstein tuvo una "sicoloía
tortuosa, "rofundamente marcada "or lo que <ussell llamó su
)orullo luciferino). Civió "erseuido "or el temor a la locura y
varias veces estuvo al borde del suicidio. 1ombatió toda la vida
contra una homose!ualidad que lo abochornaba "ero de la que era
inca"a& de librarse. 1omo si esto fuera "oco, desde tiem"o atrás
Historias de Filósofos @D

luchaba "or dar forma a un libro en el que se "ro"onía resolver


nada menos que todos los "roblemas de la lóica. (a cosa, "or
su"uesto, ofrecía sus dificultades y Vittenstein estuvo a "unto de
hundirse en la demencia. >na noche lleó a casa de <ussell y le
anunció que iba
durante laro ratoa hasta
suicidarse. (os dos hombres
que finalmente el due7ouardaron silencio
de casa "reuntó$
)Es en la lóica o en sus "ecados en lo que usted "iensa). )En
los dos), contestó Vittenstein. Pero tam"oco esta ve& lleó a los
hechos.
El drama "ersonal de Vittenstein terminó se"ultando
su %!ito inicial como filósofo. +u mal carácter lo alejó de <ussell,
de #oore y de muchos de sus mejores amios. En ninuno de
estos casos cabe la menor duda de que %l fue el res"onsable de los
conflictos. Porque
tambi%n "odía si (udYi
mostrar una veta"odía ser entil yintolerable$
decididamente comunicativo,
e!iía
demasiado, tirani&aba a los que lo rodeaban, lleaba a e!tremos
insólitos de soberbia y de "edantería. Finalmente termina "or
abandonar 1ambride en medio de un clima hostil. Ciaja a
0ustria, se aísla en un diminuto "ueblo de Noruea, se sumere en
laros "eríodos de anustia y de"resión en los que no "uede
escribir una sola línea. Paradójicamente, la salida de esta crisis
vendrá con la misma uerra que llevó a la muerte a uno de sus
hermanos y arruinó la vida de otro. #ientras en 1ambride la
"osición oficial era el "acifismo, Vittenstein resuelve "resentarse
como soldado voluntario en el ej%rcito austro9h;naro. +e alista
bajo la bandera de su "aís y se convierte así, de la más radical de
las maneras, en un enemio de :nlaterra.
(o que em"ujó a Vittenstein a la uerra no fueron
ra&ones "olíticas ni nada "arecido al e!itismo. En el diario
"ersonal que escribe mientras está movili&ado lamenta los %!itos
de su bando, insiste en su admiración "or todo lo británico y da
Historias de Filósofos @

"or seura la derrota$ )los inleses, que son la mejor ra&a del
mundo, no "ueden "erder. Pero nosotros "odemos "erder y vamos
a "erder, si no este a7o, el a7o que viene). En medio de la debacle
de Euro"a y de una matan&a sin "recedentes, Vittenstein ha
salido a buscarseuna
"ara em"render a síaventura
mismo. (a uerra(udYi
interior. no es más que una
ace"tará e!cusa
todos los
destinos, se o"ondrá a que su familia mueva influencias y tendrá
una e!"eriencia casi mística del frente. #ás tarde dirá$ )esa uerra
me salvó la vidaM no s% qu% hubiera sido de mí sin ella).,
(a carrera militar de Vittenstein hubiera bastado "ara
hacerlo relativamente conocido. Fue enviado a los frentes ruso e
italiano, cum"lió tareas de alto rieso y estuvo realmente cerca de
donde silbaban las balas. +us su"eriores destacan en sus mes )su
com"ortamiento e!ce"cionalmente
fría y su heroísmo). valeroso,
Ellos no lo saben, "ero sesutrata
calma,
del su sanre
coraje de
un hombre que jamás dejó de "ensar en el suicidio. 1uando al final
de la uerra (udYi cae "risionero de los italianos, tiene ya el
rado de teniente y ha sido "ro"uesto "ara recibir la medalla de
oro reservada a los oficiales. +e ha convertido en un h%roe militar,
alo con lo que seuramente nunca había so7ado.
Pero la uerra le dio otros beneficios. 1asi se"ultado "or
el barro y bajo el estallido de las bombas, Vittenstein encontró la
ins"iración necesaria "ara retomar el libro que lo obsesionaba. (o
terminó "or casualidad, durante un "ermiso en 0ustria, racias a
que tro"e&ó con un tío suyo en la estación de trenes de +al&buro.
(a idea oriinal de (udYi era, una ve& más, ir a las monta7as
"ara suicidarse a solas. Pero como se to"ó en el and%n con el tío
Hans, con su sim"atía y con su afecto, terminó "asando una
tem"orada en su casa y "uso "unto final a esa obra "ara la que
todavía no encontraba título. En mar&o de , reci%n culminada
la uerra, le escribe a <ussell diciendo que ha terminado el libro
Historias de Filósofos AI

de su vida$ )creo que finalmente he resuelto nuestros "roblemas.


Esto "uede "arecer arroante, "ero no "uedo dejar de creerlo .
(o que Vittenstein acaba de "roducir es uno de los
libros de filosofía más influyentes del silo veinte. Hoy se lo
conoce con el título
#oore cuando iba a un
ser "oco rimbombante
"ublicado que le/ractatus
en :nlaterra$ encontróloico9
?. E.
"hiloso"hicus. #oore tomó la idea de una obra de +"ino&a y no es
nada raro que el te!to de Vittenstein le haya hecho "ensar en el
judío de 0msterdam. El /ractatus se "arece enormemente a la
Ethica more eom%trico demonstrata$ los dos libros se a"oyan en
una estructura )matemática), es decir, avan&an "ro"osiciones que
lueo anali&an, descom"onen y fundamentanM los dos tienen una
atmósfera intransferible que e!ie una lectura meditadaM los dos se
lan&an de lleno
su manera, a su tema
construir sin mayores
un mundoM los dos"reámbulos
e!ien ser"ara,
leídoscada unoel a
hasta
final antes de "oder fijar "osición sobre su contenido. #ás aun, en
abierta o"osición con lo que "iensa la mayor "arte de sus lectores,
Vittenstein .sostuvo siem"re que el "roblema fundamental de su
libro era una cuestión %tica.
El /ractatus es "robablemente el libro más
contradictorio que jamás se haya escrito. +u historia es una
sucesión de equívocos que a veces se "arece a una comedia y a
veces a una traedia. Para em"e&ar, hay una ran contradicción
entre el entusiasmo que Vittenstein "uso en su obra y las
dificultades que tuvo "ara "ublicada. 5urante todo el a7o 
intentó conseuir un editor "ero recibió una neativa tras otra. (os
recha&os eran "articularmente humillantes "orque "rovenían de los
"rinci"ales editores de Ciena. Para tener una o"inión diferente,
Vittenstein envió una co"ia del trabajo al lóico alemán ?ottlob
Free, que era uno de los intelectuales que más admiraba. Pero el
veredicto que recibió fue desolador Free no había entendido una
Historias de Filósofos A

"alabra del te!to y le recomendaba reescribirlo desde cero. Ese no


era un libro que "udiera ser leído. Finalmente, y racias al a"oyo
de <ussell, la obra fue admitida en una "ublicación "eriódica que
se editaba en (ei"&i, "ero el te!to a"areció re"leto de errores y,
"ara "eor,(asno tuvo
cosasninuna re"ercusión.
sólo em"e&aron a cambiar en JJ, cuando
<ussell, #oore y Weynes consiuieron "ublicar en (ondres una
versión bilinTe en inl%s y alemán. Esta es la "rimera ve& que se
utili&a el título de /ractatus y así se lo conocerá desde entonces.
Pero aunque el libro tuviera su título definitivo, los "roblemas no
habían hecho más que em"e&ar. Por lo "ronto, la nueva edición
a"areció "recedida de un "róloo de <ussell que a Vittenstein no
le ustó nada. Puede que en esto haya habido alo de su eterno
inconformismo, "ero
alunos ecos de sus es indudable
diferencias con el que
autor.<ussell
En tododejó
caso,desli&ar
lo que
resulta claro es que lo que <ussell creyó leer en ese te!to fue alo
muy diferente de lo que Vittenstein creyó haber escrito. ' ese
"roblema no hi&o más que am"lificarse con el "aso del tiem"o.
0quí encontramos la seunda ran contradicción del
/ractatus. #ientras Vittenstein lo escribió con el rior formal de
una obra matemática, definiendo cada uno de los t%rminos que
em"leaba, dándole al te!to una estructura lóica bien visible y
utili&ando frases casi teleráficas, el resultado dio luar a la más
variada serie de inter"retaciones que se "ueda concebir. Este es un
desenlace francamente ines"erado si tenemos en cuenta lo que el
"ro"io Vittenstein escribió en el "róloo$ )El libro trata de
"roblemas de filosofía y muestra, al menos así lo creo, que la
formulación de estos "roblemas descansa en la falta de
com"rensión de la lóica de nuestro lenuaje. /odo el sinificado
del libro "uede resumirse en cierto modo en lo siuiente$ todo
aquello que "uede ser dicho, "uede decirse con claridadM y de lo
Historias de Filósofos AJ

que no se "uede hablar, mejor es callarse).


Vittenstein creía haber hablado con claridad, "ero la
historia "osterior dejó en evidencia que estaba equivocado. El
/ractatus ha sido visto "or sus diferentes lectores como un te!to de
lóica,
como unacomo unde
obra escrito %tico, ycomo
metafísica hastauna refle!ión
como sobredelateoloía.
un tratado est%tica,
Probablemente tena alo de cada una de estas cosas, "ero tal ve&
su raso "rinci"al sea la ca"acidad de atraer y de a"asionar a
"ersonas con intereses intelectuales totalmente disímiles.
(os "rimeros admiradores del /ractatus fueron los
filósofos del "ositivismo lóico, es decir, aquellos "ensadores que
rom"ieron con la filosofía tradicional y se "ro"usieron demostrar
que la metafísica no era más que un conjunto de falsos "roblemas
yllamó
de confusiones linTísticas
el 1írculo de Ciena y elEllibro
movimiento que los aru"aba
de Vittenstein se
se convirtió
en alo así como su te!to sarado.
Parece difícil near que el te!to del /ractatus daba "ie a
esta inter"retación. El "ro"io Vittenstein lo "resenta como una
denuncia contra la filosofía corriente y el absurdo de sus
enunciados$ )la mayor "arte de las "ro"osiciones y cuestiones que
se han escrito en materia filosófica no son falsas, sino sin sentido).
(os más "rofundos "roblemas son en el fondo randes
confusiones. +e trata, ironi&a Vittenstein4 de cuestiones como
intentar saber )si lo bueno es más o menos id%ntico que lo bello).
(a tarea de una verdadera filosofía es, "ues, la de hacer una
)crítica del lenuaje). +e trata de mostrar los equívocos y
confusiones linTísticas sobre los que están construidos los falsos
"roblemas de la tradición filosófica. Fuera de ese trabajo crítico no
hay nada4 y "or eso la filosofía es en cierto modo una actividad
autodestructiva$ consiste en mostrar que no hay "reuntas claras
que hacerse4 que )no hay enima). (a tarea "rinci"al del filósofo
Historias de Filósofos AK

2y esto es lo que intentarán hacer los "ositivistas lóicos4


consistirá en construir un lenuaje artificial donde cada sino
tena un ;nico sinificado. 0sí "odremos evitar las ambiTedades
y confusiones )de las que está "laada la filosofía.

su h%roe (os "ositivistas


"orque4 se;n lóicos convirtieron
ellos, había dicho a que
Vittenstein en
los ;nicos
"roblemas aut%nticos eran los de la ciencia y los de la lóica. /odo
"arecía estar muy claro a sus ojos 2como les ustaba a los
"ositivistas4 "ero en realidad todo era e!tremadamente confuso.
Vittenstein4 en efecto, no criticaba a la filosofía "or haber
intentado hablar de cuestiones ine!istentes, sino "or haber
intentado hablar de aquello que no "odía 9 ser dicho$ )hay
ciertamente lo ine!"resable, lo que se muestra a sí mismoM esto es
lo
estamístico).
frase enElunmalentendido surió
tono "eyorativo, "orque que
mientras los "ositivistas
Vittensteinleían
la
tomaba absolutamente en serio$ el que no se "ueda hablar de alo
no im"lica que ese alo care&ca de im"ortanciaM de hecho, lo
indecible es justamente lo decisivo.
0quí es donde encontramos la tercera y "rinci"al
contradicción del /ractatus$ cuando lleamos al final, resulta ser
un libro que se anula a sí mismo. +irve "ara ver en qu% ha fallado
la filosofía tradicional y "ara entender cómo ha de construirse una
correcta imaen del mundo, "ero tal imaen no involucra
solamente lo que se dice, sino tambi%n lo que no "uede decirse y
solamente )se muestra). /odo lo que "uede ser dicho tiene un
carácter "rovisorio. Nos "re"ara "ara "onernos delante de lo que
no "odemos e!"resar "ero no tiene un valor definitivo. Es, dice
Vittenstein, como construir una escalera "ara tirada des"u%s de
haber subido. )#is "ro"osiciones son esclarecedoras de este
modo$ que quien me com"rende acaba "or reconocer que carecen
de sentido). Esto es justamente lo que e!"resa la ;ltima frase del
Historias de Filósofos A*

libro, que ha terminado "or convertirse en una de las fórmulas más


famosas de la historia de la filosofía$ )de lo que no se "uede
hablar, mejor es callarse). El /ractatus loico9"hiloso"hicus
termina en un silencio.

lectores noEl"odía
malentendido
ser mayor.entre
ParaVittenstein
los miembrosy sus entusiastas
del 1írculo de
Ciena (udYi era el ran antimetafísico, el hombre que había
"uesto a la lóica en el cora&ón mismo de la filosofía. El "ro"io
Vittenstein en cambio, estaba cada día más místico. )#i libro
9dice en una carta9 consta de dos "artes$ la que ha sido "resentada
más aquella que no he escrito. Es "recisamente esta ;ltima la que
realmente im"orta). +us relaciones con los miembros del 1írculo
fueron durante a7os un jueo "at%tico de confusiones y
malentendidos.
"ermanentemente+us admiradores
a sus reunionesM le escribían yuna
%l "osteraba lo yconvocaban
otra ve& la
cita. 1uando finalmente se encontraron, las cosas rodaron del "eor
modo "osible$ mientras los "ositivistas hablaban de la destrucción
de la metafísica y del análisis lóico del lenuaje, Vittenstein les
leía framentos del "oeta hind; <abindranath /aore.
Pese a todas estas contradicciones, el /ractatus le
devolvió a su autor la fama y la influencia que había tenido en sus
"rimeros tiem"os de 1ambride. 0demás la uerra había
terminado y (udYi había vuelto sano y salvo a la vieja casa
familiar. 5e hecho, era el ;nico de los hermanos Vittenstein que
no estaba muerto ni mutilado, y si bien la economía de la familia
había sufrido alunos ol"es, %l seuía siendo uno de los hombres
más ricos del "laneta. (a normalidad se había restablecido 2aunque
fuera bajo la forma de una dura "osuerra4, su "restiio como
filósofo aumentaba, sus "osibilidades materiales eran inmensas.
Había lleado el momento de sentar cabe&a y de vivir, "asados ya
los treinta a7os, una vida menos ajetreada que la que había
Historias de Filósofos A3

conocido hasta entonces


/al ve& ese momento había lleado, "ero esa no era la
o"inión de (udYi. (a "rimera medida que tomó no bien instalado
en Ciena fue renunciar a su herencia en beneficio de sus
hermanos.
inter%s "or 'a al comien&o
conservar de la yuerra
su fortuna había había
hechomostrado "oco
una donación
anónima de II.III coronas a un ru"o de artistas vieneses. Pero
ahora su decisión era radical y definitiva, "orque desconfiaba de
los efectos que el dinero "odía tener sobre sí mismo y sobre los
demás. No quería ser valorado "or lo que tenía sino "or lo que era.
/omada esta decisión, el siuiente "aso fue, una ve& más, cambiar
de vida$ con el /ractatus había dicho lo que tenía que decir en
filosofía y ahora trataba de avan&ar en otras direcciones. (as
alternativas que se "ro"onía eran hacerse maestro de escuela o
entrar en un monasterio.
Es que el Vittenstein que había vuelto de la uerra no
se "arecía en nada al que aluna ve& había so7ado con "ilotear
aviones$ sus sobrinos se asombraban de ver al más joven de sus
tíos convertido en un hombre sombrío y estrictoM su antiuo amio
<ussell se lamentaba de que hubiera retornado )com"letamente
místico). (udYi abandona el "alacio familiar, "asa a vivir en una
casa modesta y se inscribe en un instituto de formación
"edaóica. En JI saldrá de allí con un título de maestro y, casi
convertido en un asceta, "asará las vacaciones en un monasterio
trabajando como jardinero. 0l a7o siuiente será enviado como
maestro a un "ueblo de monta7a "erdido en la cam"i7a austríaca.
)(a situación se había vuelto decididamente rara.
#ientras el /ractatus iniciaba su marcha triunfal en el mundo
filosófico y el nombre de Vittenstein era "ronunciado con
res"eto "or un creciente n;mero de intelectuales, su autor
"ermanecía lejano y misterioso, ocu"ándose de la formación
Historias de Filósofos A@

elemental de un "u7ado de ni7os "ueblerinos que iban a la escuela


sin &a"atos. Estaba allí buscando lo que no había encontrado en los
selectos ambientes de 1ambride y de Ciena$ la bondad natural, la
"ure&a humana, la sim"licidad oriinaria. 1reía que esos eran los
remedios
convencido,que necesitaba
leyendo su que
a /olstoi, almaibaatormentada y entre
a encontrarlos se había
los
cam"esinos "obres y sencillos.
(o que en realidad va a encontrar es una ran desilusión.
En los "ueblitos de monta7a donde vive entre JI y J@
descubre tardíamente que los cam"esinos reales no son tan
sencillos ni tan "uros como /olstoi los describió. +e to"a otra ve&
con la me&quindad, con la "eque7e&, con la maldad, y reacciona
como un adolescente desencantado. )(os hombres de /rattenbach
son
llevamalvados), le '
ese nombre. escribe
recibea desde
<ussell1ambride
desde un remoto "ueblobien
una res"uesta que
esc%"tica$ )/odos los hombres son malvados). (a discusión no
tiene nada de interesante.
Vittenstein no tuvo demasiado %!ito en esa tarea
docente a la que se dedicó en cuer"o y alma. +olamente en uno de
sus destinos consiuió im"actar "rofundamente a sus alumnos,
hasta el "unto de que medio silo des"u%s se lo recordaba con
veneración. Pero cuando intentó hacer salir de la cam"i7a a sus
estudiantes mejor dotados 2una iniciativa contradictoria con sus
convicciones tolstoianas4 se encontró con la cerrada e
inconmovible resistencia de los "adres.
>na ve& más, la aventura terminó de la "eor manera. En
su tercer destino Vittenstein se ana la anti"atía de los adultos y
es acusado ante las autoridades de maltratar a sus alumnos. Es casi
seuro que la acusación era falsa y que fue "re"arada "or los
cam"esinos con una "remeditación nada tolstoiana. Probablemente
ese hombre de modales refinados, de familia rica y con una cabe&a
Historias de Filósofos AA

construida en 1ambride, cometió todos los errores necesarios


"ara convertirse en un "ersonaje odioso a ojos de esos cam"esinos
que %l ideali&aba o des"reciaba, "ero que nunca lleó a
com"render. 1omo sea, el hecho es que el asunto "asó a mayores
yabandonó
Vittenstein, terriblemente
"ara siem"re de"rimido
su vida de maestro rural.y Para
dece"cionado,
recu"erarse
volvió durante al;n tiem"o a su trabajo de jardinero en el
convento de HTtteldorf, mientras los círculos filosóficos no hacían
más que hablar de sus ideas.
(os historiadores de la filosofía, en una actitud un "oco
arroante, suelen llamar )los a7os "erdidos) a este "eríodo de la
vida de (udYi. Pero fue justamente en esta eta"a que
Vittenstein "rodujo el seundo y ;ltimo libro que "ublicó en
vida.
de queNo se trata,
"udo haber"or cierto,
sido de"or
escrito un libro de que
aluien filosofía,
jamáshasta el "unto
hubiera leído
el /ractatus. Porque lo que "ublicó Vittenstein en J@ fue un
diccionario.
No un diccionario de filosofía sino un diccionario a
secas, concebido "ara ser usado en las escuelas. (a obra tuvo una
buena acoida, al "unto de que (udYi tuvo menos "roblemas
"ara editada que los que había debido enfrentar en tiem"os del
/ractatus.
:neniero, filósofo, soldado, jardinero, maestro de
escuela y autor de diccionarios, daba la im"resión de que a
Vittenstein le quedaban "ocas cosas "or "robar. Pero no era así
como %l veía las cosas. 0"enas vuelto a Ciena se embarcó en una
nueva aventura que le "ermitió dejar otra huella de su "aso "or el
mundo. +u hermana #ararete acababa de casarse con un hombre
rico y quería construirse una casa. No una casa cualquiera, sino
una que reflejara las conce"ciones est%ticas y arquitectónicas del
momento. El arquitecto eleido fue Paul Enelmann, que había
Historias de Filósofos AD

sido alumno de (oos y era un viejo amio de la familia. Pero en


esa %"oca se "roduce el fracaso de la aventura "edaóica y el
retorno a Ciena de un (udYi derrotado y de"rimido. +u hermana,
"reocu"ada "or su estado anímico, lo invita a "artici"ar en el
"royecto
la idea escon la es"eran&abuena,
efectivamente de que eso lo(udYi
"orque ayude aace"ta,
salir del
sale"o&o.
de la'
de"resión y se a"asiona hasta el "unto de des"la&ar a Enelmann y
seuir a solas con el "royecto. Vittenstein dibujará los "lanos,
dise7ará hasta los más "eque7os detalles y diriirá "ersonalmente
las obras. /oda su "asión y toda su ca"acidad de trabajo se
concentrarán durante dos a7os en esta em"resa.
(a casa que construyó Vittenstein está fuertemente
ins"irada en las ideas vanuardistas de 0dolf (oos, que había
rehabilitado materiales como el vidrio y el hormión al tiem"o que
se "ro"onía )e!"ulsar al arte de la arquitectura). Pero esa casa era
además una materiali&ación de las ideas que el "ro"io Vittenstein
había defendido en el /ractatus. En su libro había dicho que )%tica
y est%tica son lo mismo) y ahora se "ro"onía construir una casa
)"rofundamente %tica), es decir, una casa donde se combinaran la
noble&a de las formas, la claridad del dise7o y la ausencia más
absoluta de lo "uramente ornamental. +u hermana Hermine cuenta
que )(udYi dise7ó cada ventana, cada "uerta, cada reja, cada
radiador de calefacción se;n las "ro"orciones más nobles y con
la misma e!actitud que si se hubiera tratado de instrumentos de
"recisión. ' viiló con su enería intransiente que cada cosa
fuera ejecutada con esa misma "recisión). 1omo recuerdo de ese
esfuer&o queda el lamento de un cerrajero que fue recoido en las
memorias de su hermana$ )Pero Herr :nenieur, un milímetro "or
aquí o "or allá es realmente tan im"ortante "ara usted).
(a casa quedó terminada en JD y es, junto con alunas
esculturas, la "rinci"al obra material dejada "or Vittenstein. +in
Historias de Filósofos A

embaro, y como "asó con casi todo lo que (udYi hi&o en su


vida, unos a7os más tarde se declaraba insatisfecho del resultado$
)(a casa que hice "ara ?retl es el "roducto de una finesse, el
resultado de mis buenas maneras, la e!"resión de una ran
com"rensión 2"or una
salvaje que debería cultura, etc.4. está
desencadenarse, Peroausente).
la vida oriinaria, la vida
Hasta cuando se
auto critica, la soberbia de Vittenstein es bastante inauantable.
' des"u%s de la arquitectura, qu% más "odía hacer
Vittenstein ha "asado de la filosofía a la mística, de la mística al
ascetismo y del ascetismo a la creación "lástica. 0hora, a los
cuarenta a7os de edad, da un nuevo salto de acróbata y una ve&
más cambia de vida$ es la hora de la reconciliación con :nlaterra
y del retorno a la filosofía.
(o que
en 1ambride) en eneral
em"e&ó de unsemodo
conoce
quecomo )la seunda
confundió a muchaestadía
ente$
(udYi retornó "ara obtener su doctorado y "resentó como tesis el
viejo /ractatus. 0"arentemente, el hombre que retornaba era el
mismo que se había ido quince a7os antes. Pero "ronto quedó
claro que eso no era más que una ilusión. El nuevo Vittenstein
había cambiado tanto que "odría ser un filósofo distinto y hasta
enfrentado con el anterior. Por eso sus biórafos hablan de un
Vittenstein : y de un Vittenstein ::, como si se tratara de un rey
o de un "a"a.
(a "rimera tarea que em"rendió el nuevo (udYi fue la
crítica del "ro"io /ractatus, al que "resentó como un re"ertorio de
ilusiones filosóficas. (ueo "asó a atacar las "retensiones
desmesuradas de los lóicos y, en es"ecial, del "rorama de
construir un lenuaje ideal, sustitutivo del habla corriente.
2Ese "rorama, dice Vittenstein, es como "retender arrasar una
ciudad "ara construir otra nueva, cuando de lo que se trata es de
entender el recorrido sinuoso de sus calles y el sentido de sus
Historias de Filósofos DI

monumentos.4 Por ;ltimo la em"rendió contra los científicos 2los


matemáticos en es"ecial4, a los que acusó de "erseuir quimeras y
de alimentar su"ersticiones.
1omo era de es"erar, este radical cambio de ó"tica le
trajo nuevos
/rinity "roblemas.
1ollee, el "rimer1uando enque
informe KK as"ira
hace a unacasi
<ussell "la&a en el
le cuesta
la descalificación. +olamente la tolerancia de su antiuo amio
#oore evitó que la tentativa fracasara. Es que, a ojos de los
lóicos, (udYi se había convertido en un traidor. )+e inclinó ante
el sentido com;n 9dice el aristócrata <ussell9 como /olstoi se
inclinó ante los cam"esinos.) ' no sólo eso. 0l iniciar su actividad
docente, (udYi "ractica un estilo que escandali&a a mucha ente.
(a habitación que ocu"a en el collee se convierte en un santuario
al que sólo cum"le
Vittenstein accede una
un es"ecie
"eque7ode ru"o de estudiantes.
rito secreto$ 0llí
esticula, queda
en silencio laro rato, se hace "reuntas y se las contesta como si
estuviera solo. +us admiradores dicen que Vittenstein no ense7a
sino que hace filosofía. +us enemios 2los tiene a montones4 dicen
que sim"lemente hace su n;mero.
+us costumbres y sus ustos no son, además, los que se
es"eran de un "rofesor de 1ambride$ constantemente se lo
encuentra en clubes nocturnos donde se escucha ja&&, lee novelas
"oliciales barata que se hace traer de Estados >nidos y es un
enamorado del cine americano que los euro"eos des"recian
2"referentemente los Yesterns4. +e declara enemio del cine
)culto) euro"eo y 9sentado siem"re en la fila más "ró!ima de la
"antalla9 afirma$ )6dio esas "elículas en las que el camarórafo se
entro mete en la acción "ara mostrar lo habilidoso que es).
Vittenstein da clases, discute y escribe, "ero no
"ublica. +e ha vuelto un obsesivo de la escritura "erfecta y vive
torturado "or el temor a la banali&ación de sus ideas. )(a claridad
Historias de Filósofos D

a la que as"iro 9afirma9 es la claridad absoluta.) (os títulos con los


que hoy se conocen alunos escritos de esa %"oca 2)1uaderno
a&ul), )1uaderno marrón)4 no tienen nada de metafórico$
sim"lemente aluden al color de las ta"as de los cuadernos donde
(udYi
muerte. acumulaba
+u lenuajemiles
ha de "áinas radicalmente.
cambiado que fueron "ublicadas tras su
El tecnicismo
fero& del /ractatus ha dado luar a un vocabulario más corriente y
a una arumentación es"iralada. Por todas "artes a"arecen nuevas
"alabras y e!"resiones que, con los a7os, transformarán el modo
de hablar de los filósofos$ )jueos de lenuaje), )aire de familia),
)caja de herramientas), )manera de ver), )forma de vida),
)ramática de los colores).
(os temas que le "reocu"an siuen siendo los mismos
de la "rimera
mundo %"oca. 1ontin;a
y del lenuaje, busca el"reuntándose sobredelos
sentido "rofundo límites del
e!"resiones
como )com"render) o )sinificar), conserva la distinción entre lo
que "uede ser dicho y lo que sólo "uede ser mostrado
#antiene además, aunque reformulada, una idea central
del "rimer "eríodo$ los llamados "roblemas filosóficos son "uros
malentendidos. 0"arecen cuando el lenuaje se desvincula de las
)formas de vida) y em"ie&a a )irar en el vacío) 2las metáforas son
un luar donde sobrevive 9el Vittenstein ineniero4. El ;nico
"a"el de la filosofía es tera"%utico y consiste en descom"oner los
falsos "roblemas. (a filosofía es, "or lo tanto, una disci"lina que
debe eliminarse a sí misma. >n hombre que estuvo varias veces a
"unto de terminar con su vida "roduce un "ensamiento que se
suicida.
(a seunda uerra mundial areará alunas "erlas a su
biorafía. 1on la ane!ión de 0ustria a la 0lemania na&i, (udYi
"erderá su "asa"orte y se verá obliado a ado"tar la nacionalidad
británica. Para cum"lir su servicio civil trabajará como sim"le
Historias de Filósofos DJ

laboratorista en un hos"ital de NeYcastle, "ero al mismo tiem"o


heredará la cátedra de #oore en la >niversidad de 1ambride. 0l
final de su aitada vida, Vittenstein ha terminado "or convertirse
en un res"etable "rofesor universitario. +u trabajo se vuelve más
sistemático y sus
"sicoloía, que investiaciones
es una filosóficas
de sus "asiones se e!tienden a la
más antiuas.
1on este nuevo iro "arece que, finalmente, el momento
de sentar cabe&a ha lleado. Vittenstein ha obtenido una de las
cátedras más codiciadas del mundo acad%mico y tiene todo un
futuro "or delante. El solo hecho de ser el heredero de #oore lo
convierte en una fiura central y casi venerable entre los
universitarios. (udYi está lleando a los sesenta y "arece,
finalmente, haber encontrado la "a&. Pero tal ve& ni %l se"a que
a"enas se trata de la calma anterior a una nueva tormenta.
Hacia el final de la uerra Vittenstein termina "or
convencerse de que la filosofía no es una disci"lina sino una forma
de vida$ no hay que estudiar filosofía sino vivir filosóficamente, y
"ara eso no hay nada mejor que abandonar el oficio de filósofo y
dedicarse a una actividad )decente). Eso es lo que recomendará a
sus sor"rendidos alumnos y amios, y eso es lo que %l mismo
terminará "or hacer en *A, cuando renuncia a la cátedra que
había obtenido ocho a7os antes. 0unque no lo sabe, le quedan alo
menos de cuatro a7os de vida. Pero todavía tiene tiem"o "ara dar
una ;ltima voltereta de artista.
(ueo de renunciar a su cátedra en 1ambride,
Vinenstein se recluye en un "ueblo de "escadores de :rlanda y
"asa varios meses en la soledad más absoluta. +e está esfor&ando
"or "oner "unto final a un nuevo libro que "resentará lo esencial
de su seunda filosofía. Hace más de die& a7os que trabaja en el
"royecto, "ero las cosas son tan difíciles como en tiem"os del
/ractatus. Para "eor, desde hace al;n tiem"o sufre continuos
Historias de Filósofos DK

"roblemas de salud. (as cosas se harán definitivamente raves en


* cuando, durante una estadía en Estados >nidos, se le
dianostica un cáncer. +u "rimera reacción es volver a :nlaterra$
)No quiero morir en 0m%rica. +oy un euro"eo. -uiero morir en
Euro"a.) /odavía tendrá o"ortunidad de vivir dos a7os más y de
escribir un "róloo "ara el libro que se resina a dejar inacabado$
)#e hubiera ustado "roducir un buen libro 9escribe9. Eso no ha
sucedido, "ero ya "asó el tiem"o en el que "odría habedo
mejorado). (a enfermedad debilita "roresivamente su ca"acidad
de trabajo. Ol lo sabe y escribe en una carta$ )s% que la vida debe
terminar y que la vida del es"íritu es la "rimera en interrum"irse).
Pero esta ace"tación tiene tambi%n su costado dramático$ )si uno
no tiene otra cosa que un cierto talento, qu% debe hacer cuando
ese talento em"ie&a a desa"arecer).
El libro inconcluso fue editado siete a7os des"u%s de su
muerte con el título de :nvestiaciones filosóficas. Es una obra
mucho más lara y variada que el viejo /ractatus, hasta el "unto
que "uede desilusionar a quien vaya en busca de alo "arecido. +i
su "rimer trabajo era t%cnico, estructurado y riuroso, el seundo
es mucho más fle!ible y framentario. )Este libro es en realidad
sólo un álbum), dice Vittenstein en el "róloo, yeso no se debe a
que la muerte le haya im"edido terminado.
Es que su seunda filosofía es "rofundamente
antiteórica. (a intuición de fondo que aletea en las "áinas de las
:nvestiaciones es que no hace falta construir randes estructuras
e!"licativas "orque lo que "recisamos no es e!"licar sino ver. 5e
lo que se trata es de encontrar un )"unto de vista fecundo) "ara
em"e&ar a "ercibir lo que tenemos delante de los ojos. Por eso, su
nuevo libro es musical y "ictórico. Nos "asa con. el mundo, dice
(udYi, lo mismo que nos ocurre cuando escuchamos una obra
Historias de Filósofos D*

musical y "ermanecemos sordos a su tema y a sus variaciones. y lo


que "odemos es"erar de la filosofía es lo mismo que "odemos
es"erar de un buen "intor$ la "ro"uesta de un "unto de vista sobre
el mundo al que no habíamos accedido antes. Por eso, )las
anotaciones
bosquejos defilosóficas
"aisajes...).de este libro son como un conjunto de
Paradójicamente, este seundo libro interrum"ido "or la
muerte tuvo con el "aso de los a7os más influencia que el "rimero.
/oda una manera de hacer filosofía, que nació en 1ambride y en
6!ford "ero ha lleado a conquistar cierta universalidad, tiene su
orien en esos framentos que no se dejan ensamblar. (a "aradoja
es doble, no sólo "orque se trata de un libro inconcluso sino
"orque es una obra que hubiera "odido "ermanecer escondida o
que
haber2tantas aventuras
sido escrita. Pore eso
im"ulsos
aluiensuicidas mediante4
se "reuntó hace bien "odría
alunos a7osno
)a qu% se "arecería hoy la filosofía en :nlaterra y Estados >nidos
si no hubiera habido el accidente Vittenstein).
?enial, e!c%ntrico, mealómano, inso"ortable,
fascinante, "at%tico, deslumbrante, conservador, individualista,
ca"richoso, "rofundo. Vittenstein ha obliado a sus biórafos a
esmerarse en la elección de los adjetivos. #urió el J de abril de
3 en 1ambride y, se;n cuentan, sus ;ltimas "alabras fueron$
)5iles que esta vida ha sido maravillosa).
Para escribir este artículo me a"oy% fundamentalmente en los siuientes libros$
Gacqueline 8ouveresse$ Vittenstein$ (a rime et la raison 2París, (es Oditions de
#inuit, AK4M 1hristiane 1hauvr%$ (udYi Vittenstein 2París, +euil, D4M W./.
Fann$ (udYi Vittenstein$ the #an and his Philoso"hy 2Nueva Gersey y +usse!,
Humanities Press U Harvester Press, @A4M 8rian #c?uiness$ Vittenstein. 0 (ife
25ucRYorth, DD, e!iste traducción es"a7ola de 0lian&a Editorial, *4M <ay #onR$
Vittenstein. /he 5ury of ?enius 2(ondres U Nueva 'orR, Gonathan 1a"e U Free
Press, I, hay traducción es"a7ola de Editorial 0narama, @4M 8ertrand <ussell$
Portraits from #emory 2(ondres, 0llen U >nYin, 34M ?eor H. von Vriht$
Vittenstein 26!ford, 8lacRYell, DJ4M (udYi Vittenstein$ 1artas a <ussell,
Historias de Filósofos D3

Weynes y #oore 2#adrid, /aurus, 34.


0 lo laro del te!to hay citas o alusiones a los siuientes "asajes del /ractatus$ K.KJK,
K.KJ*, K.KJ3, *.IIK, *.J, @.*J, @.3, @.3JJ, @.3K, @.3* ' A. (o mismo ocurre con los
siuientes "arárafos de las :nvestiaciones filosóficas$ A,,K,*A,*,3,3*,@@,@A, I,
I, J*, J3, J@, **,JI, 3 ' B:. (a cita acerca del )accidente Vittenstein)
está tomada de G.6. Visdom$ )Esotericism) 2Philoso"hy, oct. 34.
5ebo a una conversación con Gean (adriere la idea del "aralelismo entre el /ractatus y
la Otica de +"ino&a.
(a casa que Vittenstein construyó en Ciena siue en "ie. Hoyes ocu"ada "or una
embajada y en ciertas ocasiones "uede ser visitada. (a dirección es$ Wundmannasse
, Vien. (a tumba de Vittenstein 2una lá"ida desnuda con su nombre y los a7os de
nacimiento y muerte4 "uede verse en el cementerio +t. ?iles de 1ambride.

Prácticamente todas las obras de Vittenstein están traducidas al


castellano "or diversas editoriales. +on "articularmente ;tiles las ediciones bilinTes
del /ractatus 2#adrid, 0lian&a, "rimera edición de AK abundantemente reim"resa,
traducción de Enrique /ierno ?alván4 y de las :nvestiaciones filosóficas 2coeditada
en DD "or Editorial 1rítica y el :nstituto de :nvestiaciones Filosóficas de la
>niversidad 0utónoma de #%!ico4

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