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Edificando la Casa de Dios… Estudio de Viernes, 11 de mayo del 2012

“UNA GUERRA ETERNA”


Éxo 17:16 y dijo: Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono de Jehová, Jehová tendrá
guerra con Amalec de generación en generación.
Uno de los propósitos más importantes de amalec es desviarnos de nuestra marcha a la tierra de la
promesa y de hecho que amalec es el primer enemigo que Israel como nación tiene que enfrentar y de
hecho que las batallas contra nuestra carne son alas batallas más complicadas que como pueblo de Dios
debemos de librar en nuestro camino hasta la tierra de la promesa y el enfoque de parte de Dios es
bastante claro, habrá batalla intensa y perpetua entre Dios (lo espiritual) y amalec (la carne), hasta que
simplemente amalec desaparezca, porque amalec se levantó y se ha levantado, contra la soberanía y el
trono de Dios Éxo 17:16 y dijo: Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono de Jehová,
Jehová tendrá guerra con Amalec de generación en generación. Y esto significa que nuestra carne en
todos los niveles se levanta en contra del reino de Dios en nuestra vida o sea entre mas Dios da sus
leyes, la carne se levanta literalmente en sentido contrario a la ley del reino, Rom 7:8 Mas el pecado,
tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está
muerto. Rom 7:15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco,
eso hago. Rom 7:17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Rom
7:18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no
el hacerlo. Rom 7:19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Rom 7:20 Y
si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Rom 7:24!!Miserable de mí!
¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Estos versículos manifiestan la lucha interna que todos
llevamos dentro contra Amalec, por establecer el Reino de Dios en nosotros y claramente se detalla que
no podemos en nuestra carne agradar las demandas del Reino más bien se establece que la carne siempre
será carne, y eternamente enemiga de Dios Juan. 3:6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es
nacido del Espíritu, espíritu es. La naturaleza carnal esta en nosotros y estará, pero es deber de nosotros
combatirla como buenos cristianos y luchar contra ella y contra todos sus deseos Gál 5:19… adulterio,
fornicación, inmundicia, lascivia, Gál 5:20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías, Gál 5:21 envidias, homicidios, borracheras, orgías… y reducirla hasta la más mínima
expresión, para regir nuestras vidas por medio de la palabra de Dios que es la espada de Josué, Éxo
17:13 Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada. Y también el cayado o vara en la mano
de moisés Éxo. 17:9 Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo
estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano. En esta batalla contra amalec la idea es
reducir y combatirlos con la palabra de Dios cimentada en nuestra mente Rom 7:25 Gracias doy a Dios,
por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la
ley del pecado. El problema de esta batalla, se hace bastante complicado, porque este enemigo, no está
fuera de nuestra vida, no es un enemigo cualquiera, sino que un enemigo que llevamos dentro y aparte
de eso es un enemigo que tiene bastante influencia en la vida de los seres humanos, mucho más de la que
pudiéramos imaginar. Ahora simplemente no podremos continuar con nuestro caminar hacia la tierra de
la promesa, si primero no reducimos el ataque de nuestra carne en nuestra vida espiritual. Amalec es uno
de los más duros enemigos de nuestra fe,, porque es parte de nuestra existencia diaria, duerme con
nosotros, come con nosotros, vive con nosotros, va a la iglesia con nosotros, y la verdad es como
tener al enemigo en nuestra propia casa, Amalec que representa el pecado que mora en nuestra
naturaleza caída, de forma insistente nos quiere gobernar y arrastrar hasta los niveles más bajos del
pecado para que no alcancemos la tierra de la promesa, Rom 8:8 y los que viven según la carne no
pueden agradar a Dios. La carne es tan traicionera que cuando Israel había llegado a “Refidim” que quiere
decir “lugar de camas o lugares de descanso”, Amalec le ataco por la retaguardia. Tenemos que ser
coherentes con este asunto y nunca descansar o confiarnos en esta guerra, pues Si empezamos a
alimentar nuestra carne, ya sea por nuestro ojos, o pensamientos, rápidamente nos domina y empieza
haciéndonos ceder poco a poco a nuestros principios del reino y cuando menos lo esperamos ya estamos
haciendo lo que no queremos hacer, la verdad es que no podemos confiarnos si sentirnos seguros en esta
guerra 1Co 10:12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. Ni mucho menos confiados de que
esta batalla se ha terminado, eternamente habrá guerra entre Dios y amalec hasta que
perpetuamente la carne sea desecha totalmente en la eternidad, el principio es simple si medio cedemos
a Amalec, es seguro que terminaremos vencidos por el ejércitos o los deseos de nuestra carne, por esta
causa el llamado es a andar de la mano del Espíritu. Gálatas 5:16 “Digo, pues: Andad en el Espíritu,
y no satisfagáis los deseos de la carne”

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