As cognotecnología, o tecnología relacionada con el cerebro y la
mente, que cada vez se desarrollará a más velocidad, tiene que enfrentarse al dilema mente-cerebro al que venimos refiriéndonos. Es la vieja discusión sobre dualismo-monismo. Para sentirnos con más libertad en los comentarios y sugerencias que hagamos en las entregas próximas conviene volver sobre el tema haciendo uso de trabajos anteriores.
La filosofía de la biología es un tema popular en la actualidad. No es
extraño dados los enormes avances científicos recientes en materias biológicas, con particular referencia al funcionamiento del cerebro. Lo más extraño es que, de pronto, aparezcan filósofos de la biología “de toda la vida” en cualquier rincón en el que uno mire. ¡No hay problema!. Esperemos que sea para bien. La verdad es que el mundo necesita nuevas ideas explicativas y nuevas concepciones sobre sus cuestiones más básicas y es muy probable que surjan de esa relativamente reciente conjunción de conocimientos. En algún momento deberíamos reflexionar hacia delante en temas intelectuales. Sería una revolución, ya que en el mundo de las ideas lo único que mayoritariamente se hace es recrear lo que otros han pensado en el pasado.
Viene a cuento esta observación porque si uno le pregunta a un
filósofo profesional sobre el origen de la filosofía de la biología, contestará sin dudarlo que está en Platón y dará referencias claras de en qué parte de su obra se ocupó de ello. No en vano, creo que fue el filósofo y matemático británico Alfredo Norah Pitead, el que dijo que toda la filosofía de occidente era sólo una nota a pie de página a la obra de Platón.
Si se le hace la misma pregunta a un biólogo con aficiones
intelectuales, dirá, también sin duda, que tal campo de reflexión surgió con Charles Darwin a partir sobre todo, de la publicación en 1859 de su famosa obra “El origen de las especies”. A otros jóvenes pensadores españoles les hemos oído decir, también en público, que existen las dos realidades, pero que la metafísica, la mental, está encerrada en el cerebro y desparece con él. Es lo que en inglés se conoce como “property dualismo”, o dualismo como propiedad especial del cerebro. En los comienzos: el contenido a la conciencia. A partir de la filosofía moderna es común llamar contenido de conciencia a todo lo que se puede encontrar en la mente. En un sentido amplio, es sinónimo de vivencia. Son contenidos de conciencia, por ejemplo, los sentimientos, las percepciones, los pensamientos, los deseos, las voliciones, los actos de la imaginación y del recuerdo.
La psicología en el mundo.
La Psicología explora conceptos como la percepción, la atención, la
motivación, la emoción, el funcionamiento del cerebro, la inteligencia, la personalidad, las relaciones personales, la consciencia y el inconsciente. La Psicología emplea métodos empíricos cuantitativos de investigación para analizar el comportamiento. También podemos encontrar, especialmente en el ámbito clínico o de consultoría, otro tipo de métodos no cuantitativos. Mientras que el conocimiento psicológico es empleado frecuentemente en la evaluación o tratamiento de las psicopatologías, en las últimas décadas los psicólogos también están siendo empleados en los departamentos de recursos humanos de las organizaciones, en áreas relacionadas con el desarrollo infantil y del envejecimiento, los deportes, los medios de comunicación, el mundo del derecho y las ciencias forenses. Aunque la mayor parte de los psicólogos están involucrados profesionalmente en actividades terapéuticas (clínica, consultoría, educación), una parte también se dedica a la investigación desde las universidades sobre un amplio rango de temas relacionados con el comportamiento humano.
El conductismo: reacción frente a lo inobservable
Teoría general, Paradigma, Modelo de desarrollo, Modelo de
contenidos. A lo largo de la historia de la psicología se ha venido sucediendo un reducido grupo de corrientes teóricas, ahora denominadas paradigmas, que ha desplazado temporal o definitivamente a sus predecesoras, introduciendo puntos de vista, fundamentaciones teóricas de la psicología y marcos conceptuales generales, que han hecho olvidar, en todo o en parte, el esfuerzo intelectual realizado por anteriores psicólogos en su afán por construir esta ciencia.
Así, junto al atomismo estructuralista wundtiano apareció la
psicología del acto, con una visión en principio contrapuesta en su concepción primordial del psiquismo, en la que la dinamicidad de la mente preconizada por el nuevo marco conceptual poco tenía que ver con la visión anterior, centrada fundamentalmente en la búsqueda de los últimos elementos de la conciencia -contenidos estáticos no procesales-, con el inevitable enfrentamiento que ello supuso entre los psicólogos pertenecientes a ambas escuelas. Este enfrentamiento, junto a la dificultad de concretar la naturaleza y propiedades de los "elementos" de la mente, frente a la más fácil conceptualización de la "actividad", pudieron ser los factores que favorecieron la práctica extinción de la primera escuela. Sin embargo, ni los atomistas tenían una visión tan estática, ni el mismo Brentano renegaba totalmente de la existencia de contenidos mentales que, como tales, no son propiamente actividad.
Otro tanto podríamos decir que ocurrió entre el paradigma
conductista -legítimo heredero de la psicología del acto- y el modelo teórico de la psicología freudiana, que contraponen un modelo mental cuyo fundamento principal estriba en la consideración del aprendizaje como centro y eje de la conducta humana, frente a una dinámica mental controlada por instintos, pulsiones y componentes de tipo biológico, de naturaleza fuertemente determinista, aparentemente contrarios a las leyes del aprendizaje.
Por supuesto, ambas corrientes de pensamiento han protagonizado
un choque radical en la historia de la psicología y aún hoy permanecen, en lo que de ellos ha quedado para nuestra ciencia, como corrientes antagónicas que generan modelos de trabajo excluyentes. En este sentido, es de señalar la tradición universitaria existente en algunas facultades de psicología, al menos en décadas pasadas, que dividía a los estudiantes en dos grupos conformados por presupuestos teóricos irreconciliables: conductistas y freudianos.
No obstante, este choque tuvo, y posiblemente aún tiene, unas
coordenadas totalmente diferentes a las anteriores; ahora se contrapone el innatismo biologista, como base de conducta y de impulsos, frente a la adquisición cultural, basada en la transmisión del aprendizaje, concibiendo asimismo el paradigma psicoanalítico a la mente como conjunto de procesos inobservables, mientras que el conductista, partiendo de la negación del conjunto de la estructura mental, se limita al estudio de la conducta manifiesta y observable.
No menos oposición podríamos decir se encuentra entre el
paradigma cognitivo y los paradigmas que le han precedido. Incluso se observa, por la naturaleza de las publicaciones que se han sucedido y por las preferencias de estudios e investigaciones actuales de la psicología, cómo, una vez más, un solo paradigma logra dominar y aun desplazar a las teorías anteriores, marcando una hegemonía sobre la que no se puede aventurar cuanto tiempo durará a juzgar por lo sucedido en el pasado. De hecho, en la actualidad ya se habla de los importantes puntos de vista del conexionismo y otras escuelas incipientes. El paradigma cognitivo ha venido a sustituir al conductista y no sólo a sustituirlo sin más; sus postulados teóricos básicos van precisamente en contra de la negación de la mente que aquel practicaba, tratando ahora de llenar "la caja negra", y con ello aquel vacío teórico-conceptual que suponía tratar el fenómeno psíquico en simples términos de estímulos y respuestas mediante el cual se obviaba el análisis de los procesos mentales (Caparos, 1979). Este análisis constituye ahora, precisamente, el objetivo principal de la corriente cognitivita. El enfrentamiento entre las teorías conductistas y las cognitivitas ha introducido una nueva dimensión de contraposición entre escuelas, generando mayor complejidad a la fragmentación existente.
En definitiva, la psicología se ha debatido en una sucesión de
corrientes paradigmáticas que han propuesto bases explicativas muy diferentes del psiquismo, o lo que es igual, de algunas de las dimensiones más características de los fenómenos mentales, reemplazándose total o parcialmente unas escuelas por otras, con propuestas teóricas fundamentales en desacuerdo u oposición abierta a las anteriores. La revolución cognitiva.
La revolución cognitiva es el nombre que se ha dado al paso del
conductismo al cognitivismo como paradigma de la comunidad científica en psicología. Los eventos históricos más relevantes que produjeron este paso fueron la revisión del libro Conducta Verbal de Skinner por parte de Chomsky (1957) y la publicación del libro "Cognitiva Psicología" por parte de Ulrico Geiser (1967).
Los críticos de la idea de “revolución cognitiva” sostienen que no
constituye una descripción adecuada de la historia de la psicología. No puede decirse que el conductismo haya sido refutado en el sentido de Kart Poseer, ni que haya entrado en un período de anomalías en el sentido de Khan, ni que se haya degenerado como programa de investigación en el sentido de Lakatos. El paso al cognitivismo no se debe a un fracaso de los conceptos conductistas en la explicación de los fenómenos, sino a un cambio en los intereses de muchos investigadores, y se explica por cuestiones sociológicas más que epistemológicas. Si el conductismo hubiera sido reemplazado por el cognitivismo, se debería hallar evidencia de que cada vez menos trabajos conductistas se publican y discuten, y no es esto lo que ha ocurrido (Firman y otros 1993).
Según Leahey (1992), los cambios meta teóricos en la psicología no
tuvieron las características de "revoluciones", sino de cambios graduales: "Las tesis de Khan fueron cuestionadas, y la tendencia en historia y filosofía de la ciencia es enfatizar la continuidad en lugar de las revoluciones. Khan se retractó de muchas de sus propuestas más controvertidas, aunque muchos psicólogos lo ignoran. En lugar de una historia de revoluciones, la historia de la psicología debe analizar una multiplicidad de tradiciones de investigación (Laudas, Machi tire). Cada tradición ha progresado. Las representaciones propuestas por la ciencia cognitiva son más sofisticadas que las "ideas" de Loche o el mapa cognitivo de Toman. Los análisis de la conducta de los conductistas radicales en la actualidad son más precisos y robustos que los de Skinner. Las redes neutrales del conexionismo actual avanzaron respecto a leyes de asociación E-R hacia espacios de estados caracterizados matemáticamente."
La estructura de la teoría de la cognición.
La estructura cognitiva está definida como el conjunto de conceptos e ideas que un individuo posee sobre un determinado campo de conocimientos, así como la forma en la que los tiene organizados. En el proceso de orientación del aprendizaje para la adquisición de nuevos conocimientos, es de vital importancia conocer la estructura cognitiva del alumno; no sólo se trata de saber la cantidad de información que posee, sino además cuales son los conceptos y proposiciones que maneja actualmente, así como de su grado de estabilidad, es decir que el alumno tenga un buen manejo de los conocimientos adquiridos anteriormente. La experiencia humana no sólo implica al pensamiento, sino también a la afectividad y únicamente al considerarlas en conjunto se capacita al individuo para enriquecer el significado de su experiencia. Los principios de aprendizaje propuestos por Ausubel, ofrecen el marco para el diseño de herramientas metacognitivas que permiten conocer la organización de la estructura cognitiva del educando, lo cual permitirá una mejor orientación de la labor educativa, ésta ya no se verá como una labor que deba desarrollarse con "mentes en blanco" o que el aprendizaje de los alumnos comience de "cero", pues no es así, sino que, los educandos tienen una serie de experiencias y conocimientos que afectan su aprendizaje y pueden ser aprovechados para su beneficio. Lo anterior nos dice que ya desde hace mucho El concepto de cognición (del latín: cognoscere, "conocer") hace referencia a la facultad de los seres de procesar información a partir de la percepción, el conocimiento adquirido y características subjetivas que permiten valorar y considerar ciertos aspectos en detrimento de otros. La cognición está íntimamente relacionada con conceptos abstractos tales como mente, percepción, razonamiento, inteligencia, aprendizaje.
Blanco, Ginnobili & Lorenzano-La Capacidad Unificadora de Las Teorías Científicas-Una Propuesta Alternativa Desde El Estructuralismo Metateórico Al Enfoque Kitchereano de Patrones Explicativos PDF