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ENRIQUE BUSTAMANTE
LA TELEVISiÓN ECONÓMICA
Financiación, estrategias y mercados
MlllY BUONANNO
EL DRAMA TELEVISIVO
Identidad y contenidos sociales
• PEDRO L CANO
DE A~ISTÓTELES A WOODY ALLEN
Poét'fc~ para cine y televisión
Traducción
TsEdi, Teleservicios Editoriales, S.L Índice
9
l. Introducción ...
VI.
Un serial a la italiana
. La Pi10",."
El nombre de la «cosa» 128
Melodrama social .. 128 I
Héroes-mártires .• 131
tiranía de la programación televisiva y construírsela escogiendo . rcultural vía los U) b mpuesta también por tres capl-
entre una oferta casi ilimitada. Yo misma estoy fascinada ante tal lOte arte de la ora, co d 1 ctu
La segunda p. . I ás em írica, ya que consta e e . -
perspectiva, en la cual se podrá ver, entre otras cosas, el paradóji- .ene una onentaClOn m . P . niflCativos de las senes
tulos, u didad de textoS reClenteS Y Slg eras en
co poder que tienen las tecnologías para obligar a la libertad de ras en profun. do se reconstruyen las man
escoger y a una compulsiva actividad en ámbitos como, por ejem- de televisión italiana. Ante tobo an'do continuidad Y cambio, se ha
plo, el entretenimiento, que hasta ahora se habían vivido predo- 1 . siva corn 10 ul
que la ficción te evi.unto , de re laci aClOn
es tan central para la c rura Y
úl .
minantemente con abandono y relax. basado en un con) 1 f ilia. Después, en los tlmOS
Sin embargo, continuo interesada, sobre todo en aquello que . d i alianas como es a anu I • _
No exclusivamente, pero sí en gran medida, las historias de ficción resultado de las a aptaCl 1 ceso de indigenizaClon,
• • I Y se recorre e pro
han sido las que han creado y mantenido hasta ahora la unidad e seriales de lffiportaClOn, id id d» italiana.
/Ó.': iextos de 1 enti a
identidad entre los grandes públicos de la televisión generalista . origen de estos autenucos «
• M.B.
Este libro se estructura en dos partes. La primera parte, com- Roma, febrero de 1999
puesta por tres capítulos, tiene un carácter más claramente teóri-
co. En los dos primeros capítulos, se introducen los conceptos y
los métodos de estudio de la ficción televisiva; se delimita el fra-
mework disciplinario, que tiene sus referencias principales en la
fenomenología social de Alfred Schutz y, más específicarnente, en
lo referente a las teorías de la comunicación, en la ritual view of
communication de J ames Carey. Además, se afrontan cuestio-
nes como el estatuto de realidad de los mundos de ficción, el pa-
pel de la imaginación televisiva en la cultura colectiva, la defini-
ción de texto televisivo y su p.,9sición en la agenda de los estudios
mediáticos. El tercer capítulo es el más ambicioso, ya que intro-
duce un nuevo paradigma -elparadigma de la indigenización-,
11
El paradigma de la indigenización
La televisión entre oferta global y consumos locales
Paradigmas al descubierto
--...
.ndigenización 17
'<T01a de 1al
El drama televisivo El paradh, .. -
16
ma del media imperialism
. a e1 par adig
siones, objeciones, pruebas y demostraciones de posturas, incluso, t dé
la literatura aca en:"c 'strUctura teórica Yha dado lugar a
parcialmente contrarias. Si bien no es lícito sorprenderse ante la do c~ anO es una auténOca e di da producción científica (para
1 aJ1lcrtc. largamente acre ta ra una introduc-
resistencia de modificar o abandonar las propias creencias -la ale- ! a copiOsa Y 1991' Sepstrup, 90, y pa
goría de la caverna, en La república de Platón, ha hecho que nos o unodosShiller, 19~6 y 1991') Es indudable que estamOSfren~~a
~ , 1i ¡nlison' . familia-
demos cuenta, desde hace siglos, de las formas extremas hacia las 'ón crítica, o ,'. . r ello considerar mnguna
cuales esta resistencia puede dirigirse-, uno puede preguntar- el •..••"0 más bien insolito'ulsm~ es específICasYlas identidades de
un •.••... 1 f, rrn aClOn dé
se por qué determinadas interpretaciones de estados concretos 'dad directa con as o fuera de los círculos aca e-
n de muchos que, .1
de cosas encuentran y consolidan una adhesión pública tal que se las teorías por parte arten, a veces inconscientement~. .a
convierten en sólidos pilares del sentido común. La economía micos, se adhieren Y'" cO:~scurso, uno académico YespeC1a~l-
intelectual, reforzada por la evidencia de verdades parciales o nexión entre dos tlpOSd 'do amplio: desde los dis-
co f omún -en seno
superficiales, constituye a menudo una buena, o mejor dicho con- zado, el otro pro ano ~ c " 1 conversaciones cotidianas-
,. penod1stlCOSa as . 1 1
veniente, razón: las explicaciones sencillas tienen un encanro irre- cursOSpohocos o . 1 d elaboración inte ectua Y
diferentes mve es e .
sistible, especialmente cuando se refuerzan bien gracias a nuestros que, aunque ,
sea a.
ntaova ponen so r
b e la mesa un mismo vare-
. .,
prejuicios positivos o negativos o con nuestras ideologías. sofisticacion argurne, ituir la americamzaClon
. . es para consu
mo de ideas y de onentaClOn . cuestionable e incluso
Así, una visión sencillamente reducrora, en clave de pura y sim- .' (y otras) como m
1
de las culturas te eV1S1vas
ple americanización, de la fuerte internacionalización del produc-
to de ficción, ha tenido un camino fácil para imponerse, eximien- ineludible dato de realidad. . d discursos no reside en el
. los dos opos e
do a la necesidad y a la curiosidad misma de indagar en las pistas La diferenCla entre . . 'fi sea teórico Yespecu-
dérroco o cienti ICO,
hecho de que el uno, aca . d Moliere que descu-
más complicadas y en los resultados menos lógicos de este proce- . al que el personaje e , ,
so y confirmando circularmente la tesis de la colonización cultural lativo y el otro no; 19u teóricos si hacer reona
. berlo todos somos
de la sociedad en la periferia del imperio. (Es instructivo observar bre que hace prosa sin sa '. 1 s segun' ciertas ideas,
dar senodo a as cosa ,
equivale a interpretar Yodos hablar de teonas
el fenómeno que, según una lógica análoga, pero en dirección . . . En todo caso, P em .
convicciones y creenClas. fuerza la tesis dellffipe-
opuesta respecto al caso precedente, ya empieza a verificarse; el , . lícitas Lo que re
explícitas y de teonas irnp . 1 . ana es precisamente
prejuicio positivo ante las comparaciones de las nuevas tecnologías . ., cultura amenc
rialismo o de la colomzaClon. , la teoría explícita y la
está alimentando de manera evidente una retórica de la «libera- lid .d d Y la smtoma entre
ción» de las viejas tiranías del broadcasting, en que se encuentra la la objetiva so 1 an a . d discursos que emanan
,. ,. la i al convergenCla e ,
teona implícita, a musu d ntre las cuales la osrno-
invasión de productos americanos, y es allí donde, en un ambien- nudo separa as y e 1
te multi-channel, al menos en una primera fase de más o menos y circulan por zonas a me, tituir una prueba de a
sa: mas que cons
sis es normalmente esca,. .ntonía es una clara
larga duración, se verifica exactamente lo contrario.) d 1 parad1gma, esta S1
incuestionable va lid ez e . una interpretación pro-
Por otra parte, a diferencia de la llamada «teoría hipodérmica»
evidencia de su capacidad de proporc~onar .
o «del proyectil mágico», que no ha existido nunca (Wolf, 1992) , ica y saosfactona.
fundamente creíble, econom
como paradigma científico conscientemente elaborado o acredita-
r
. Illald~e~la~i~n~di::·
g::::e:.:ni::za.::.c.::.ió_n_------- 19
El paradlg_
El drama televisivo
18
~ •. L estimuladas por los contactoS
J . ídas smo me uso .
Sin embargo, las cosas cambian con la transformación tanto ~ apagadaso ~pruru co~ las posiciones más especulativas que, ~s~
de los fenómenos en observación -por la variabilidad y la evolu_ I ".Ioba! ,asl corno 1 1 balización de sus vectores recnológi
~ b"
en ternente a g o d
ción de los factores y de las circunstancias que modelan su conñ, •• ciando apar es los agentes potenciales de una ver a-
d tOSvector ul
guración- como de las perspectivas desde las cuales se observan cos, hacen e ~s,n diferenciante e individualizante, ~e la c rura y
estos fenómenos. Los paisajes y las ecologías televisivas ya no son, dera regeneraClO , rnediáticos en una epoca futura.
, . de los consurnos
en muchas partes del mundo, aquellos sobre los cuales se formu- de la practlca 1 .esgo de parecer muy confusa; y seguro
La ·(\lación corre en, . 1 a
ló, en su momento, la teoría del media imperialism; ésta, a su vez, Si, redada de lo que las visiones esquematlcas y os p~ .-
ha vuelto a ser tema de discusión ante algunos enfoques teóricos que es rnas en I • d. entender o inducen a creer. En las pagl-
. dogrnaucOS ejan .. li
diferentes y algunos resultados de un corpus de investigaciones digmas 1 o me propongo realizar una simp -
. . tes por o tanto, n ,
empíricas sobre la recepción televisiva. nas slgUlen , .U de lo que no lo es, sino que mas
., de lo que es senCl o y ,
Por otro lado, los cambios en cualquier esfera y, por tanto, tam- ficaclOn 1 idos v los procesos mas com-
. ar a la luz os recorn ,
bien mtento sac. movimiento por los flujos
bién en el campo de los medios de comunicación o en el de los . d rnenoS lógiCOSpuestos en -
plica os Y . E . lar sostengo qu~ la america-
media studies, rara vez dan lugar a auténticas sustituciones, al me- televisivosinternaClonales. n partlCU , neras
nos en un breve o medio período; la sustitución, si se da, es una nización no es ineludible ni permanente, que de tod~S ma los
de
categoría interpretativa que voluntariamente tendemos a aplicar cuestión ha estado sobrevalorada, sobre todo en el p ano d
1a . en el contexto e
por su valor simplificador. Normalmente sucede que paisajes, po- «efectos», que las culturas locales mantlene~, .. bre los
siciones, teorías (y otros aspectos) de más o menos reciente forma- los fenómenos de globalización, un fuerte ~mprtnttng SOl
ción, expresión y visibilidad coexisten en una variada fenornenolo- • I levisi fmalrnente que en e campo
consumos y la producclon te evisrva y, ' 1 1
. a del campo cultura, os
gía de relaciones: separación, oposición, intersección, incorpora- televisivo como en cualqmer otra zon .
. c. roductos de ongen extra-
ción ... Por tanto, desafiado y puesto a prueba por nuevos estados contactos y las relaClonescon 10rmas y p
d 1 a formas nuevas
de cosas y por nuevos enfoques, el paradigma de la americaniza- doméstico dan vida, en gran parte e os casos, (G I Canclini
ción ha perdido centralismo, pero no ha desaparecido del campo al mi . mpo híbridos arcia ,
y a nuevos productos rrusmo ne I •
de las teorías explícitas; y hay incontables pruebas de que aún con- 1989), originales e inconfundiblemente domesticOs.
servan toda su fuerza en el ámbito de las teorías implícitas sub-
yacentes otros circuitos de discurso público y de discurso común.
Contemporáneamente, el mismo paradigma incluso se ha re-
vitalizado y parece traspasar insensiblemente a las previsiones Un indígena se hace
alarmantes en torno a la irrupción de una homogeneizadora meta-
. . c: . establecer también sobre el
I
cultura transnacional que un conocido pensar mitologista (Fer- Para facilitar la ldent111CaClOn Y ··ali
. 1 teorías dellffipen s-
guson, 1992) atribuye a la globalización; y esta orientación c:. . la dicerenClarespecto a as
pIano d etirutono l'
. . . , llamo al enfoque que acab o
coexiste tanto con perspectivas de observación que van localizan- mo cultural y de la amencaruzaClon,
do y muestran la persistencia y las vitales dinámicas del lugar, no
El drama teIevisivo .ndigenización 21
di ma de 1al
20 El para g
-
-o de una ~o de!!l~É-do diferente teoría de la g o ación- resi-
lo, el proceso de C?mUOlCaclOns 'de la cual, los significados o
de probablemente en el hecho de que este paradigma descansa dialóuica e interacnva donde, y a traves. C man y
--,..,.-..---- -
sobre un mo e o e comunicación a su vez ampliamente ace ta-
- z:r .. negoclan se tranSlOr
circulan se intercamblan, mterpretan, '
, d II se a cabo en una mera trans-
do y ado por obvlo:el_moctelo transmisor. En términos del posiblemente se unen, en Ve:L e evar
modelo transmisor, la comunicación consiste en los mensajes que, ferencia de significados preconstituidos.. . raíz
a través de un determinado medio o canal, un emisor envía a un ., de unión que por otra parte reside en la rmsma
La nocion , .. , o al o ue se pone
receptor: como muestra su misma denominación, los actores . 1'· d la palabra comumcaClon -com g q
enmo ogica e , munión. el ejemplo arquetipo
implicados en el proceso ocupan posiciones muy desequilibradas; y se experimenta en comun o en co . 1 1 ámbito del
uno (el emisor) es el sujeto activo y el otro (el receptor), el sujeto . doui papel centra en e
es una cerernoma- a qUiere un d fini adicalmente
pasivo. Está implícita en el modelo la idea de que los mensajes e vuelve a e imr r
modelo y de nuestro tema, ya qu 1 ·b·lidades
incorporan los significados que quiere el emisor y que el destina- .d un problema as POSl 1
las condiciones y consi era como bal U ltura
tario (público, audiencia) los asuma autórnáticamente y reciba su .. ul a común o incluso glo . na cu
de existencia de una c rur 1 1 do de una pura
influencia, aunque no se excluya la posibilidad de una resistencia , bida como e resu ta
aS1no se presta a ser conce . los
r
o de un rechazo. De este modo simple lineal, la comunicación t
ransrrusion
. ., o imposición de sigru ica
. if dos· es necesano que
.
,
. li dos en la comu-
consigue sus objetivos y obtiene efectos de persuasión, control e . di .d les Yeotecnvos tmp ea
actores sociales, 10 Vl ua ..'d ue este hecho no
imposición ideológica y cultural. Han habido muchas teorías so- . ., an los mismos slgrofica os Yq
rucacion, compart . . (E eCecto es arduo,
bre los efectos de los medios de comunicación, y muchos argu- . gure a pnon. n l' ,
se dé por evidente ru que se ase d·· de decenas de
mentos públicos -basta con pensar en el debate sobre la violencia . 1 f r que la au lenCla
o solamente conJetura, a irrna
en los medios o sobre televisión y niños- no acaban de responder
24 El drama teJevisivo
El para digma
1 ••'
de la indigenización
25
países distintos comparta una '
, misma cultura po
1 expenencia ~e fruición de Beautiful o de ER), rque comparten la
••
~
--Aa. tempo
rales y que se alejan de ellos, Lo que en un momen-
iderar como una i
se nos aparece Y nos gusta consr erar como una inconta-
ES tambIén central la identificación del
(;: va con un proceso de producción simbó ,pr~ces~ comunicati. 10. dado expresión de localidad, puede revelarse como el resultado
ue de la «realidad como ' olica, solidano con el enflo dIinada recedente contaminación con aportaciones de otras cul-
o constrUCCIón soci 1 (B . deUOap , 1 ah .
mano 1969) 1, la » erger y L eventualmente invasoras: écuántos e ementos ora genUl-
, " ' e modelo ntual pone el acento k
,uc .
actIvo e Interpretativo di' ,, sobre el caracte ::nte autóctonos de l,alengua y de la gastron~mía siciliana son
ea comurucaclOn y hac 1" r
I la cultura se preserva se e e SItIo allí donde de origen árabe? ¿o cuanto de la cultura americana actual es de
de la indig , ,, ' regenera, se transforma. El paradi
eruzaclOn encuentra en el 'nfl ' grua origen europeo? Más que en~rentar~e como antagónicas polarida-
sobre la inagotable productiv'd d uln asis puesto por el modelo des de un universo cultural dicotórnico, el local y el global encuen-
dIentes sintonías con s a c tural de la "
' , comurucaclón evi. tran espacios de recíproca intersección e interpenetración y pue-
,
s, Ipua 1
us presupOSICIones básicas
mas a os Otros órdenes d di
'
, den articularse el uno con el otro; no hay cultura, a menos que se
dicotómica del local y del global de s: Iverge,ncla, u,na visión conjeture su total aislamiento, que no incorpore «una diferente
valores, pertenecen al di Y, respectIvos unIVersos de mezcla de ideas "alienígenas"» (Robertson, 1995, P: 41), y esto
1 para gma del tmperialis
a pensamiento y a la op' ió h bi mo, y una vez más vale -sin negar ni absolutizar las condiciones de desequilibrio en
irn n a irual b 1
local y el global co b id so re a globalización, El las relaciones de fuerza y de poder- tanto para la cultura que ac-
, nce I os como di'
opuestas, asumen en est " , , os po andades estáticas y tualmente definimos como global como para las culturas locales,
ibl a VISIOn propIedades es 'al
ti es: el primero coinc'd 1 " encr es e irreduc- A propósito de alienígenas, en la última película de la cuatri-
,, I e con a ongmalidad 1
Slon de una verdadera identidad ' a pure~a, la expre- logía de Alien podemos encontrar una elocuente metáfora de lo
va al ' , y representa la polar d d ' ,
y nusmo tiempo ed 'b '1 I a pasm- expuesto, Fecundada por el monstruo y «madre del monstruo»,
es el sitio del no-auténti I Yd~lnera,ble del sistema; el segundo como ella misma se define, la teniente Ripley regenerada por do-
encarna la polaridad fu co y e ,pOStIZO,de la falsa identidad, y nación es una criatura híbrida en la cual fuerza y astucia no-huma-
erte, agresIva mag " ,
da, Por último de la d fi ' " ' matIcamente mtrometi- nas están marcadas por los sentimientos compasivos y por los
, e rucror¡ de los do ' ,
una concepción de sus rel ' , s termmos se desprende motivos de ternura de un ser humano y de una madre; en ella, se
aciones que s nf '
SOr del global da com 1 " I e atIzamos el poder inva- confunden y se mezclan los confines de la identidad, y el resultado
di a, a través de' formas od una 'a ternatIva icabl
, practIca e la salvaguar- es una nueva y diferente encarnación de «nuestra» heroína galác-
1as ralces' e reSIstenCIa o ihe<iid d
culturales d 11 as e protección de tica, Pero, paralelamente, la película muestra todos los senti-
e ugar. '
COntemplados desde la ers ' "" mientos fóbicos respecto al hibridismo, desplegando la horrible
genización y de s P pectIva ael paradigma de la indi- morfología de las criaturas de pesadilla creadas a partir de los expe-
us asuntos los ele d
sus respectivos Canto ' mentas el cuadro asumen en rimentos de contaminación genérica entre humanos y alienígenas,
rente más rnó il rnos y en las posiciones recíprocas una dif
' v y «recomb' bl e- Es imposible negar que tenemos enormes dificultades psicoló-
visibles, sobre todo 1 ina ,e» configuración, donde quedan
, as trayectonas que conducen a los puntos de l gicas y culturales para reconocer,
«el otro» puede anidar en nosotros
y sobre todo para aceptar, que
y ser parte de nuestra identi-
27
El drama televisivo
26
de comunicación
dad. Si el paradigma de la indigenización encuentra un escaso re- LoS medios
~rta· • anos
01....
conocimiento y una escasa ciudadanía en los círculos ampliados
de la opinión y en las teorías implícitas subyacentes a los diSCur_
atnenC ,.
. d una manera más analmca,
o connnuar e .
sos públicos, no es sólo porque constituye una narrativa compleja ~" ra me propong . do se afrontan cuesnones
~.o te necesano cuan . ti
y poco cómoda, sino también porque debe contar con estas difi-
~ es Parricularmen.
. l n bajo la apanen
. ci a de certeza crista na,
cultades y resistencias. __" las cuales Clrcu a , . d donde nace, en gran parte,
Probablemente, muchos de nosotros hemos compartido la ex- suute al' dad confusas, Y e ., r
:••;ones en re 1 . . ó irno la conflagraclOn: ite-
op.... d su caSl-StO 111 , .
periencia de un malestar, consecuencia del inesperado descubri- confusión es e l tO confundir matenales Y
esta . l vez Y por o tan ,
miento de nuestro «indigenisrno». En la adolescencia, empeza- raJnlente, fundir a a , de sus acepciones, conflagrar es lo
mos a consumir con mayor o menor intensidad géneros literarios diversoS. E n otra
elementOS di . tas y separadas.
que tienen en común la ambientación exótica, historias de aven- contrario de tener las cosas n s~nó de la americanización de los
l loba lzaCl n, . l
turas, de viajes, de descubrimientos. En aquellas historias de tie- En el caso d e a g . . . al menos tr,es 111vees
l as televlswas, existen
rras lejanas, que consienten, como dice de Certeau, una «fuga sin gustOS y de las ~~ tur .stin íbles en que se conflagran Y se
partida», se encuentran sólidamente «los indígenas», las poblacio- analítica y emptrlcamente. di ., ~ la oferta, el nivel del. consunw Y
nes nativas; y es muy frecuente incurrir y quedarse mucho tiempo confunden: el nivel tÚ la difU~ Y J_'- .¡; tos Cada uno de estos
. la . ,11 cta y "'" ws eJec .
en el equívoco de que por indígenas se entienden los miembros del éxito y el nfvel tÚ tn)"uen. .l:Cerentes formas,
l mas diversas Y a Ull'
de una raza y de culturas diferentes a la nuestra y, normalmente, niveles da lugar a fenomeno 0 : 0 . ió ninguno de los cuales
. nifi d d amencamzaCl n, .
primitivas o menos civilizadas. En definitiva, indígena se convier- medidas y Slg tea os e . tender en el uso habi-
se qU1ere en
te en sinónimo de «otro». Tarde o temprano, este equívoco se di- coincide exactamente con e 1 que , .
. . a rorio del terrntnO.
sipa gracias a la intervención clarificadora de un profesor o a la tual, alarmista y recnrntn . del producto america-
b rva la presenCla
consulta de un diccionario; aprendemos a ser también indígenas, El nivel de la oferta o se l .' as de (casi) todo el
., d l s cadenas te eV1S1V
y la lección nos deja un poco turbados. Y con razón: no sólo no en la programaC10 n e a. . bl en segun' qué casos, pe-
. d enndad vana e
hemos aprendido el significado correcto de una palabra, sino mundo: presencia e una . ó denes de grandeza. En
d b e tmportantes r .,
que hemos descubierto que nos atañe y nos define lo que creía- ro siempre declara a so r C d películas y de fiCC10n
. l 60 llA de la Olerta e
mos que definía a los otros. Poco a 1:050 y con una vaga incre- Europa, de media, e o. EAO YearbooK, 1977).
dulidad, ahora nos percibimos diferentes y, en sentido propio, televisiva es de origen amencanO ( dida preeminente, la
, hoy en una me
alterados, ya que podemos llamamos on el mismo nombre que Tradicionalmente, y aun d' en USA llega a tra-
. al d l producto e ong
el de los otros. circulación internaClon e. . d l dquisición de los dere-
ió e)or dicho e a a
En términos de autopercepción individual, esta experiencia vés de la importaCl n, o m . televisivos Y de cadenas
. arte de organlsmOS
tan común equivale a un proceso de indigenización y condensa chos de difuslón por P , d circulación Y nuevos ea-
una nueva via e 'ti
sus significados: un indígena se hace, y se hace a través de cual- nacionales; hace poco, . . las tecnologías por sate -
quier forma de COntaminación con el otro. nales de flujo han sido ablertOS graClas a
. digeniz,ación 29
ma de la In
El para di g
El drama televisivo
28 . O tiende a reducirse,
ducto amencan d
resencia del pro des cadenas tradicionales e
te, que consienten a las majors y a los grandes content providen <Une. t una
'0 d e P .
~"'era relanva, s .
m •••·
obre las gran
lentras pue
de expandirse en e am 1
l' bito
.,
ricanos (u otros) que difundan directamente sus propios produc.
tos. Los abonados a la programación básica de Telepiu, por ejern.. l loS
dd~c
merca
dos maduroS m,
asUt¡g. Contem
poran eamen
.
consplCua so r
te la oferta de ficCloname-
,
b e las mismas ca enas
d
plo, pueden ver películas y miniseries de la Hallmark en edición . a aumenta de manera er entes, entre los cuales, por ejem-
italiana por el canal homónimo; y sucederá lo mismo próxima. (lcat1 de los mercados em g d 1Este actualmente en
(tCStreS ' es europeos e ,
mente con el canal Disney, ya disponible en otros países europeos. te encuentran los pals la vi da por los países occidenta-
En general, la multiplicación de los canales de distribución Plo, se e de evolUClonan ., áloga a a V1Vl
~ henta Esto se puede com-
-limitada, como se ha comprobado a partir de las televisiones una fas d te los anos ocncuc= , .
les en los inicios Y .uran. do con un decodificador analoglCo
comerciales, o exponencial, como ha sido posible gracias al acon-
probar fácilmente .smtoOlza:lacas o eslovacas, donde aún pod~- \
tecimiento de la televisión digital- conlleva una múltiple confian-
las cadenas, por ejemplo.' ~
h viejas senes
. americanas Y telenovelas lati-
za en el producto americano en cuanto a la composición de la pro- mos encontrar muc as la sorpresa de encontrar, en \
gramación o del menú, por razones que son básicamente las ., demos llevarnos ,1+' 1
nas: V tamblen po . tada por una voz en' o)) , inc u-
mismas que para el broadcasting y para el narrolVcasting (que serán sió italiana no doblada SlOOcon .
versl n ., .talo argennna.
mejor examinadas más adelante): gran disponibilidad en el mer- so novelas de coproducclon ~. - 1 tras la ií±trmaciónpreceden-
cado, costes relativamente reducidos aunque se incline a crecer en Como demuestran estos eJemp os, di' t les además del tiem-
al s terrestres o gl a ,
una pista cada vez más llena de competidores, con suficientes te el aumento de los can e . a ciclo continuo debe
, . ., anal que transnuta .
garantías de aceptabilidad, y no de éxito, por parte del público. po de transnuSl -un on c mil h _ comporta necesana-
~ . ueve oras
Por otra parte, atribuir al ambiente televisivo multi-channella completar en un ano cast n -ranJ' era sobre todo en
responsabilidad de una posterior y definitiva americanización de . al productO e.M' 1
mente un recurso maS1VO " . . 1 Con el tiempo, as
do penado irucia .
la oferta global significaría sacar conclusiones precipitadas. En un más o menos pro Ionga .' or cuotas de produc-
. , . den a sustltulrse P
realidad, el cuadro es más móvil y más atrevido. La proliferación cuotas de importaClOnnen ~ d demás por un retra-
e' va acompana o, a , , '
de las cadenas se comprueba en las ecologías televisivas que, como ción local, y ellenomeno h de programacion mas
. ro de las oras . 1
todo ambiente complejo, aparecen caracterizadas por asincronías, ceso del producto extranJe . . 1accessprime ume (e
.. el p"me um» y e
por la copresencia de formaciones en un estadio diferente de de- preciadas y competltlvas, b' si se trata de cuo-
. ., n.taliana). Ahora len,
sarrollo, al cual corresponden estrategias y recursos diferentes. Ca- nocturno, en la defmlC10 l. edeflOir de modo
al nsistenCla como para r
nales ya asentados desde sus inicio coexisten(con un broadcasting tas marginales o de t co . /doméstico en la oferta,
maduro, y, mientras las economías de los primeros los limitan, al '.. .ones extranjero 1
significativo las proporcl. . S' en particular, de as
. de clrcunstanCla . .
menos desde hace tiempo, a un papel de meros distribuidores y, depende de un conjunto .' ubj etivas económlCas Y
. . .bilidad obJetl vas ys '.
por lo tanto, eventualmente importadores de los Estados Unidos, condiciones de pOSl 1, ., y la existenClade una
miten la creaClon .
las televisiones generalistas con economías consolidadas son indu- político-culturales, que per 1 hacen desde hace uempo
.. . al Y esto ya o
cidas (también) por la lógica competitiva de la distinción y de la industria teleV1slvanaClon .
diferenciación a potenciar u propio papel de productores. Así, el
. eruza·~c~i6~n:..- - 31
la indig
El drama televisivo ~....digmade
30 ~~-~ ,
, amen-
" del producto de ongen _
países como Brasil o Australia, y en Alemania ahora está en f la ventaja c~scribo la lista a los facto~~S
de avanzada realización, mientras en Italia empieza a insinuar; .~•.•_es. puntO del analislS,clf 1mercado de las adqulSl-
este e 'b'lida den e 1
Podría objetarse sobre la relativa inanición de tales iniciativ~' .- ••• - . de prel en 1 . , el reclamo de os
:.....iltOáocOS sucesiva seCClÜn,
en el ámbito nacional, desde el momento que los canales por sat~ e,
r~rvando, para una 1 unque, evidentemente, unos y
, raleza cultura, a
lite hacen directamente accesible una larga oferta de producto res de natU , dos
extranjero; pero, esta objeción afronta, a su vez, tres observacio. eén estrechamente aS~Cla '1prl'mero de los factores que
cs~ 'rmca es e '11
nes: la accesibilidad, en todo caso minoritaria, de las televisiones La conveniencia econo 1 no sólo adquirir es más ~en~l o
por satélite y, de manera más precisa, del pay-per-view, inclu. debe considerar, Én_, e::~o se acaba con la adquisición de los
so en una perspectiva de expansión a medio plazo del número de e iDJ1ledia~o qu~ p~~ un re-editing, mientras que en ~l caso
abonados; el interés objetivo de los operadores nacionales para ..I.-~~~s el doblaje y, qUlZa, rcha procesos complicados
UI"<~' , b onerse en rna id )
asegurarse, con un perfil de fuertes productores, una presencia ..l. la producción de en P " ducto americano es (y ha Sl o
~ adqUlnr pro di
y alianzas importantes en el ámbito internacional; y, finalmente, la y prolongados-, ya que , baio el perfll financiero, Las men-
experiencia joven, pero ya indicativa en términos de tendencias, 'cularmente convemente J, ' población de dos-
parn 'onsotUldoO por una. ,
de los canales y de las compañías globales (C N, MTY, News sioOC:S del mercado mtern , c la existencia dellucraovO
es de personas, y )
11
Corporation de Murdoch), que después de una primera fase de cientos cincuenta m illon , ( unque cada vez menoS
' ' conslenten a , '
distribución sólo de programas internacionales ya están desarro- mercado de la synd icauon, , no en el terntono
, d 1producto amenca ,
llando por todas partes líneas de producción y emitiendo dosis en amorozar los costes e , t de las exportaClO-
" cticar en la vernen e
sustanciosas de contenidos locales en una oferta dirigida a diver- domésoco, asi como de ~ra fl ibl conmensurada a la ea-
d lOSmuy eX! e, ' '
sos países. La localización tendrá un papel cada vez más crucial nes una política e prec d 'didamente más compeoo-
para el éxito de la televisión vía satélite, según las afirmaciones del pacidad de gastos del comprador y ec~, 'terna incluso para el
d la producclÜn m, -
magnate Rupert Murdoch (Micromega, 1997). va respecto a los costes e 'al te a los costes de una
, , ' O Con lo equiv en ,
Mientras tanto, volvamos a considerar el panorama de la ofer- comprador mas consplCU , sa» por así deCldo, y
, ico se «llevan a ca ,
ta televisiva en sus horizontes actuales, en la configuración que ha hora de producto domesO , ano casi ready-to-use;
, de producto amenc fli
adquirido y, sustancialmente, mantenido a partir del inicio de los se almacenan mas horas , ' ando no hay con e-
, ia de pOslclones, cu bl
años ochenta: la presencia masiva de producto americano, pelícu- y esto explica la divergenc " y los responsa es
bl de1a programaCl0n
las y ficción, aparece como un ,lemento constitutivo absoluta- to, entre los responsa es ",
I f¡r, adcastmg ltaliano,
mente innegable. Antes de preguntamos si todo esto basta para de la producción en el o d 1 ducto estadounidense,
feribilidad e pro ,
decretar la americanización de las programaciones televisivas '~ Otro motivo d e pre d to serial por excelencla
t raleza de pro uc ,
nacionales, e italianas en este caso, podría ser útil reclamar rápida- relacionado con su na u , 'b'lidad en grandes volumene~
id ) es la dispom 1 , '
mente las razones según las cuales la necesidad de contenidos se (en todos los seno os , - --: d dable ventaja pracoca en
resenta una m u difu
ha traducido (tanto en Italia como en otro sitio) en un abasteci- cuantitativos, lo que rep 'ó Comprar los derechos de -
términos de economías de deClSl n.
miento preferencial del proveedor americano; o en otros térmi-
-------
33
El drama televisivo
32
----r-- nuuoO
(fhe Mythology about
Globalizanonlt,
Eu"""ean fOIl!?¡¡¡/' ofemnnlll-
'"e
.
cadenas nacionales de los diferentes países implica, de forma FcrgusOO. M., "1992 al Transfer U\
";_ft~_ 7 (1) pp. 69-93,' "'ransfer as Cultur . .
-_ ••" , h Languagc L Levisionfi,ctum
verosímil, sólo un estadio transitorio, de más o menos dura- Ganz-Blaner, U., "Series in Lync . oni e Buonanno (comps.), Te
ción; en el momento en que una industria televisiva cae y Buropean Tv Marketlt~en Be~eU 1997.
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puede desarrollar una masa crítica de producción doméstica,
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I
los productos locales, portadores naturales del recurso prefe- Hoskins Finn. A., McFayden, S., "TelevlS C dian Responses», en M .
, . ance and ana .' press Ausnn,
rencial de la proximidad cultural, aunque los productos ameri- Erwironment: US Domln . dFr Trade Texas Uroverslry ,
:MRSS Media atl ee '
canos estén a su vez mejor equipados para afrontar el descuen- Wilkinson (comps. ) , Uas Oxford
1996. M 'n'17' Cross-CHltt,ral Readings ofDa ,
to cultural que hace menos apetecible el material extranjero. . The t:••••ortof ean! zr .
Kan, B., Liebes, T., '-'-"'r 991 b' universlry
- y en el ámbito del impacto cultural, porque los espectadores Universiry Press, Oxford, 1 . 1 A GlebalApproach, Colum la
. . and Cu ture.
no son consumidores pasivos sino que reelaboran activamen- Lull, J., Meditl, emJlmunuatlOfl
Press, Nueva York, 1995.
te los materiales que tienen a su disposición y se los apropian
El drama televisivo
48
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Sciences Press, ueva York, 1976. os proyectos e gr
nunca acabado como otr . , podamos tener la
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. . . ti ura del ca ero
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h tz define como «e
Srnith, A, -The Native are Restless",Media Studies [ourna', FaIl, pp. 1-5, 1995. relación a lo que Alfre d Sc u
Straubhaar, J., Assymetrical Interdependence and Cultural Proximity: A Critical RevieJv
realidad».' . b traspasar la hísro-
of the International FÚJwofTV ProgralnS, artículo presentado en la conferencia de . Welles mtenta a
la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación, Sao
La escena -eVidentemente . de é de los protagonis-
. .' 1vestuano e epoca
Paulo, 1992. na al Sigloveinte, aunque e lid d transcurre en la se-
Straubhaar, J., Disti1¡guishing the Global, Regional and National Levels of T#Jrld tas haga pensar en una doble tempo:~ ~ 1- lería está llena de
'Iilevision, artículo presentado en el congreso de la lCA, Chicago, 1996. '. 1 . ematograllCO, a ga
mioscuridad de un loca cm 1 espectadores que
Straubhaar, J., «Beyond Media lmperialism: Assymetrical Interdependence and Cul- . 1 . do de os otrOS
tural Proximity», Critical Studies in Mass Commumcation, (1), pp. 39-59, 1991. niños, mientras en platea, a eja Q .. te encerrado en su
, t do Don UlJO
Thompson, J.B., TheMedia tmdModernity, Polity Press, Londres, 1995. llevan ropa moderna, esta sen a , filas de distancia, al
h esta a algunas 1
Tomlison, J., Cultural Impenalism: a Critical Introduction, Pinter, Londres, 1991. armadura caballeresca. Sanc o 1 actitud de un
Thnstall, J., The Msdia Are American, Constable, Londres, 1977. 1 giere con gestoS a
lado de una chiquilla que e su it rse el sombrero, no
Visum, Oxford University Press, Oxford, s/f. . d 1 spectadoP) -qUl a
Wolf, M., Gli eJfotti sociali dei media, Bompiani, Milán, 1992.
«buen comportanuento e e
51
El drama televisivo
50
ata de considerar
ue no se tr .
eras quiero aclarar q. de la peligrosa infiuen-
moverse, no hablar ...- y divide su atención entre la pantalla, d
lfl
an , SOem bl emáocO» r
., . i-
la ficClon e)erc
de sucede algo conmovedor (Sancho se seca las lágrimas e mO «ca .do comun, .
ea mucho senO d al personaje
las mangas de la camisa), y el rostro anonadado de Don QUi~ . ·0 que, con . d (como le suce e
~;;"¡Idf:IIfIII'- d la realida .nroerso en la
:-c neión e fundamente 1
te por el cual se re flei
ejan so b resa 1tos que mantienen
. ansioso lO.al . '- pacer- We11es el cual, pro ti ula pierde la cons-
escudero. tes Y de en la visión de la pe c. '. ) Con Don
Ahora también se ve la escena de la pantalla: un enfrentamien_ balleresca o lo imagmano .
_ ••••.• ea ,. s entre lo real y . 1 de sublime ex-
to de la época romana entre caballerías enemigas, en un lugar los limlte a un e)emp o 1
de , bien frente ible coma ta ,
OS mas' .. , suscepo
donde se erigen altas cruces en una de las cuales está atada una ~ __ estam, did de desvlaclOn, mejor
n cierta me a, .ana de favorecer una
joven mujer. Don Quijote no puede reprimirse más: se pone en
y, :ña la sociologí~ goffma:; las 'transiciones «normaleS»
pie, desenvaina la espada y corre a echar una mano a los salvado_ ens . d las relaclOnes y
res. Sus cortes de espada desgarran el telón e interrumpen la pe- parenc1a e .
cción Y la realidad. , . de Alfred Schutz -no Clta-
lícula, mientras el público de la platea abandona la sala protestan-
caue la ti o a la fenomenologla S~~lal uede ser valioso en este
do. Pero los niños de la galería aplauden entusiasmados, igual que Elrecurs · desde el prinClplO- P d W·llliam [ames en
unos momentos antes habían aplaudido la gesta de los héroes de do r casual dad 1
1
id íones e
po Retomando las cons eraCl. s de la realidad, en su
la pantalla. contexto. d o suburoverso 2 S h tz
a los diferentes ór enes, 1 undos de la vida, c u
Si Orson Welles hubiera rodado ahora su incompleto Don tomO tifi . nes de os m stra
bre las estra lCaCl0 e distribuye nue
QJtijote, éhabrfa sustituido quizá el cine por la televisión, la ficción cosayo so . últiples» en que s dife-
habla de las «realidades m l· da cotidiana, al cual-a
de la gran pantalla por la de la pequeña pantalla, para contar . .d d 1mundo de a Vl , el modelo
-recontextualizada en la sociedad contemporánea- la aventura experiencia V1V1a: e bié se rehacen segun
reacia de otrOS autores que rarn ien minente de paramount rea-
existencial del gran hidalgo que, igual que los niños de la escena
schutziand- le reconoce el papel pre~ 1 religión, de los juegos,
que acabo de describir, no distingue la realidad de la ficción narra-
,.... al mundo de la ciencia del arte, e ~, Cada uno de estos
tiva? La respuesta es imposible y, en definitiva, no importa; pero -" , de la fiCClOn... 'l·
~ s
d e 1os sueno , de la fantasla o dos simba lCOS,
los términos de la pregunta sirven para evocar -como se retornará do coma mun 'fi
., d e sobre to .. espeCl-
mundos, entendlen os . estilo cogmOVO
mejor más adelante- el papel preeminente que, respecto a la lite- .. a propla y un os: por
tiene una coherencia mtern pectO a los otr ,
ratura y al cine, ha asumido la televisión y las series televisivas en di pante res 11
co que lo hace diferente Y scre d las que Schutz prefiere a-
la construcción de la imaginación colectiva.
este motivo el caro bi10 d e una a otra e . .ón por e)emp . lo , de un
La citación del fragmento del film de Welles tiene aquí una , ... ti do» la tranS1C1 , . dolo-
mar «provincias sin slgm ica , id otidiana, nunca es m
función sobre todo evocativa: sirve para introducir, a través de la do de la Vl a c staroos
mundo fantástico al mun limores que normalmente e ~ d
figura de Don Quijote, que en este caso ya se ha hecho revivir en . vesía de 1 . bl sana or
ra, SlOOque es una rra Sólo un lOCura e
un contexto mediatizado, la cuestión central, en orden al tema . de reconocer. dice Paul
en grado de realizar Y 1 odría aplicar lo que
que nos ocupa, del estatuto de los mundos de ficción respecto al .. al cual se e P
como Don Quijote -
mundo de la vida cotidiana.
53
El drama televisivo
52
, o los de la fantasía Yde la fic-
1 \'ida e 1nclus fundamental con-
Veyne de las culturas: «Hay algunas en que una vez OS de a cuentran en esta " '
, , ' cerrado 'CTllientesen , iones teóncas bási-
libro, continuamos creyendo (en la ficción) y otras en -,clina5 Slf>- las presupOSlC1
,
se cree mas» 4
-es capaz dee emIgrar
emi ,que mund Ya
entre los diversos ~A reflexiónde S~u:z E 1 modelo schutziano, cada
id ' , '1" Os d~ ..-1IlIIIIII1P"
de l'I diferenCIa,'U1Za
q'
ne
s atención hasta que no
s
VI a, ya que sus expenenClas so o qwtan senado al sistema d '
una le pres tamO '
nificados inherente al mundo de la ficción, eslg ~-- 1 hasta que '1 Hamlet es para noso-
rc:a por ejemp o,
él (en el teatro, interpreta al perso-
Volvamos al fragmento de Welles: por si no os viene dire
m~nte ,la inspiración, la escena presenta grandes analogías eo:
episodio de las marionetas, narrado en lo que Schutz define eOmo
_1f!I1I~"
, OS en
-'nCl
1'"--
,
'pe de DlOam
desvanece apenas
ar
ca nO el actor que
,
pasamos a o ,
1
tra ya menudo lO-
alidades múltiples
,
nuestra decISIO.
-Ór
visual de la novela y del relato, oral o escrito. coarribuido a hacer inclinarse hacia la cnnca negatlva la,b.alanza
••. juicio sobre la ficción. Por su misma definición, la ficClón no
Aquí es precisamente donde reside y donde se encierra la fasci-
realidad, aunque voluntariamente la evada -pensemos en las
nación y el poder que la ficción sigue ejerciendo entre las grandes
connotaciones negativas que siempre conlleva el término «eva-
masas de público, ante el estupor sarcástico y un poco escandali
zado de los observadores intelectuales, siendo como es un relato
acso. y que pesan tanto-, porque introduce un mundo de repre-
sentaciones y de imágenes a menudo muy débilmente referencia-
exhaustivo de historias; y debemos añadir que es un relato emi-
la, esferas donde la emoción vence por mucho a la razón.
nentemente popular, en la tradición, por ejemplo, delfeuilleton Y
La crítica de las series de televisión en base a argumentaciones
del melodrama del siglo XIX o, para retroceder más en el riern-
similares -que derriban con imputaciones las razones de su gran
po, de los bardos y de los juglares, o para reconducirlo hasta aseen·
éxito popular- responde, por un lado, a un error o a un equívoco
dencias más legitimas, como el mito.
epistcmológico y, por otro, a un prejuicio específico en tomo a la
La misma información es, a su manera -aunqueno la única-,
televisión. El equívoco epistemológico reside en una concepción
un relato de historias. La función narrativa de la televisión encuen'
del todo objetiva y positivista de la realidad, de la cual expugna
tra en la televisión su expresión más relevante y significativa. A
todo componente subjetivo, simbólico e imaginario y la constitu-
través de la ficción, la televisión explica y, cuando lo hace, recoge
ye, 0rgullosamente clara, respecto a sus representaciones (válidas
y amplia desmesuradamente una tradición antigua de narración
SOlamente en términos de veracidad o de falsedad y, con relativas
oral, quizá más aun que la escrita. No por casualidad, la imagen
sradaciones). Desde este punto de vista, la ficción televisiva sólo
de la televisión como «el bardo de nuestra culturas" se ha ganadO
Pllede ser desequilibrada hacia el polo de la falsedad o bien de la
un sitio en el campo internacional de los televisum studies. La «fun' tYasión di . . .
Plüado y, por lo tanto, es condenable por ser un sposinvo mani-
ción barda» de la televisión y su estatuto de «central story teller 51!'
r y ofuscante por excelencia.
tem»' del presente no pueden ser fácilmente subestimados: no se
61
El drama te1evisivo
60
os acOstufl1bradoS a la idea de que el film del Oes-
Pero, ¿verdaderamente las cosa son y han sido siel11p CS~fonetÍn, además de ser objetos dignos de estudio
a enrse a I re Iatrvismo
dheri . . extremo dee qUien
oui proclama lareabasí). vi :." cinematográficoS y literarios, pueden ayudarnos
«indecidibilidad» de la realidad, bastaría con recordar las lsol ~ :alo , esperanzas, mitos, visiones del mundo que, en
. P at, res pueblan Ycomponen
cas sombras en la caverna para poder nutrir cualquier dUda. ~J..iIt>'lO dado, el universo simbólico de
hombres siempre han creído habitar el mundo y, en realida~' ~. Si se es reacio a reconocer una validez aruiloga a la
han salido nunca de la descripción que han hecho del l11und~~ •.••• td<V~iva.-el corpus narrativo más grande de la sociedad
u
diiterentes
e '
ep~cas». 8 Y,como ~l pS.lcoana
osi 'l' ISIS
. nos advierte de~
las ~ea-, es porque.eI muro de Berlin. que separa los
fuerte presencia del elemento Irracional en nuestra existencia-tl .,OS de la alta y la baja cultura, aunque haya sido atacado,
sueño, la emoción, el subconsciente-, las modernas epistell1o. .,daYfa !<S~te;lo que lo sosnene no es el prejuicio en si, sino la
logías sociológicas desvelan cómo se crea y se experimenta la rea. ¡;,prióoque ",aliza cuando reconvierte una jerarquía de artefactOS
lidad en y a través de sus representaciones.
aJIturales en una jerarquía social e intelectual.
En una medida más amplia de lo que se quiera creer, la reali. Evitar la frecuentación de los lugares Y los objetos ínfunos de
dad es imaginaria; y, por lo tanto, podemos afirmar con Shutz, la cultura, a los cuales se dice que pertenecen las series de televi-
que la imaginación es una de las múltiples realidades del mundo sión, es una marca de distinción; sólo excepcionalmente los adep-
en que vivimos. En mayor medida de lo que se reconoce, la fic- toS da la cultura culta pueden admitir que siguen, por ejemplo,
ción es real, en términos de aquel realismo emocional" y simbóli- una telenovela (corno se ha comprobado durante la fase de mayor
co que no restituye una imagen especuladora y fiel de la realidad éxito de BeautifUl),12 e incluso entre los espectadores yespectado-
'1
factible, sino que abre el horizonte de las experiencias a esferas de ras más fieles no son muchos los que están dispuestos a declarado
elaboración, identificación y proyección fantástica que ya forman sin pudor." No es una casualidad que las encuestas sobre las pre-
111111:
parte de la vida cotidiana y que, por eso mismo, son trozos signi' ferencias del público televisivo registren, en cuanto a las series, re-
14
I
ficativos y activado res de efectos de la realidad. En presencia de la sultados más bajos de lo que sería previsible Y fiable.
ficción televisiva, tenemos menos que hacer con una fuga que con . Entre los expertos y los estudios internacionales, realmente la
una dilatación simbólica del mundo social. 10 ~ión es muy diferente. Como han reconocido recientemente
El prejuicio específico deriva a su vez del innegable predomi- l' Mukerji y M. Schudson, la legitimidad de la cultura popu'
nio, primero en cuanto a la televisión en general y luego respectO ar contemporánea como objeto de seria consideración crítica ha
a las series en particular, de una opinión intelectual y aristocrática :\e~tado enormemente a lo largo de una generación, aunque
15
que ha decretado los límites entre las prácticas más bajas e irrele- avia no pueda considerarse completa. En este mismo carni-
vantes de la producción y del disfrute cultural. A su vez, ha suce- :; las narrativas de la televisión también han empezado a ser con-
dido lo mismo con elfeuilleton, por ejemplo, y con el cine, y hemoS ~adas como importanteS fenómenos institucionales sociales y
tenido que esperar mucho tiempo hasta que la narrativa popular Y : ""'ales. De hecho, por mucho que parezcan poco originales,
el relato cinematográfico se aceptaran y reconocieran como for- petItlVas y «formulares» (ya suivre ... ), Y realmente lo sean, las
mas estéticas (y en el caso del cine también artísticas) y culturales.
63
El drama televisivo
62
trO : cogen, articulan Y reelaboran los temas Y
historias narradas por tel evision '" ,
son 1lTI de"oso S
fuertes -elementales, ' , s- de 1a VIida coti'di a-
bas1Co
sus significados culturales Co ' portantes sobre t"..1
di ' ' mo SI se tratase d ""O _ccs""'da en el mundo: el bien y el mal, el amor Y el odio,
estu
,, os internacionales , hoy muy consistente, e una corrie ntt la \'l ' la i " 1 _r d d
. 'a, la amistad, la violenCia, a JustIcia: a eIller~e a
cion de más de una décad ' d Y ya can una s
«ÓrÓr a, esta emostrand 16 la felicidad y las desgracias, los sueno y el miedo .. ,
te 1evision configuran y of recen matenal' ' d que las ser'les
o
••• 1l\lI¡¡'nos que las experiencias centrales de la vida, que todo
cultura y la sociedad que expresan S' precia o para entender
": objetO de nuestras inversiones afectivas Y valiosas
propiamente la realidad las hi "ID representar ni defor "
bi ' istonas narrad ~ "dII-.~II1' tensas y fuente de nuestros comportamientos emoti-
ien la reescriben y la co mentan, entrando as por televisión ",L ..••
gar preeminente en las esferas di'
di Y ocupando Unlu.
e as «prácticas i
~ profundos,
me rante las cuales en cad ' icas mterpretativas.
, a epoca los homb h la mayoría de los casos, la fIcción trata y desarrolla estos
propias visiones y versiones d 1 res an creado sus
'd " e mundo y han d d ' elementales -aunque sería mejor decir prirnarios- según los
VI a cotidiana, a o sentido a la
"""'os simples Y esquemáticos propios de la narrativa popular:
Las series de televisión cum 1 CIIIICb:re5 estereotipados, plot recurrentes, oposiciones claras, pre-
principales, p en por lo menos tres funciones
'o en cualquier contexto de las tonalidades fuertes sobre las
La "primera
, es la funciónfiabut a dora o la ofert id 1IIJIIIIjdades apagadas .. , Hecha para favorecer la comprensión más
narracion incesante d e hiistonas
, que a repen a y la
h bl amplia, la accesibilidad de los textoS de fIcción -que obviamente
acepción: nos a an con una doble
d origen de posteriores prejuicios en su contra- todavía no se
ha confundido ni con una tosquedad de estructuras narrativas ni
- Nos hablan a nosotros' , res pon d en a un ' , con una pobreza de signifiCados, Las series de televisión trabajan
funda y universal' sanisf l a eXigenCIa extensa, pro-
, racen e placer t bi soln fórmulas y géneros -tanto existentes ya en la tradición lite-
do y universal de es h d am ien extenso, profun:
cuc ar e aband raria y cinematográfica, al igual que el género policíaco, el melo-
la incredulidad» al fl ' d' onarse a la «suspensión de
, uJo el relato Es difí il ' , drama, elfeuilleton o la saga familiar, como creados y reformula-
to, creer en la idea oderni - e ,con este propOSI-
postm errusta d 1 ~ a propósito, como la situation comedy, de la cual desde hace
dido fuerza con la d ' " e que a narrativa ha r=:
esapanclOn de l d tiempo un gran corpus de estudios ya ha sacado a la luz y anali-
narrativas como la ti' , as gran es y unificadoras
, re gion y las ideol ' M" , zad? las estrategias formales, mucho más complejas y quizá so-
contrario' «debe Oglas, as bien sena lo
, mos preguntar '1 fistlcadas de 10 que se pueda imaginar (los detractores de la te-
tas "master narrativ h nos SI, a ausencia de las presun-
as» no a contr b 'd lenovela, por ejemplo, no sospecharían nunca el alto nivel de
fianza»17 en un sto t lli , lUlO a una mayor con-
ry e mg quizá m' ti «paradigmática complejidad» que caracteriza este tipo de series) ,19
toda evidencia inten if d as ragmentado pero con
s ica o en la s ied d , De igual forma podemos afIrmar que la fIcción televisiva es
gran sed de historias y 1 hi ' ocre a .Tlay siempre una
, , as stonas de la fi " , , nca en potencialidad y en recursOS «formativos»: activa compe-
nnuan suscitando c ' id d e i iccion televisiva con-
, unosl a e inte ' " ~cias de identificación Y de lectura de géneros diversos; dilata,
Vibrar lazos emotivos alim res, connnuan haciendo
, entando la conversación cotidiana,l8
65
El drama televisivo
64
[es Emma Bovary siente que se ahoga en su pe-
~omo no había pasado nunca antes " ..eIpPllJ' do de, campo; empapado
.....• . enta de literatura caballeresca,
interpretación» de textos narrativo' la expenencla del «trab . fl\u . . . E 1 d
.' n parte hacia sus aventuras Vlslonanas. n os os
lectual tanto como emocional' po s, que es una experienciaa~
. ' ne en contacto h . QUijote . .
ficción literaria es el ongen de una ruptura radical con la
con realidades simbólicas ' d on d e suceden e Yh abltúa a tr:a....
:~~t~
la cotidiana, insufrible e irreconocible. Esto no es así pa-
os cuales no sólo se al' osas y abitan s ~
I 4illPtiL'-"ccióntelevisiva, que, por el ~ontra~io, tiende a f~v.or~cer
ción del cotilleo colecti:~n: cotidiano (en Una':'~
gración a la vez) ' sino que t am biien consutu
Clon~ de control y de i~
~iIIOIJIi de conexión Y de pertenenCIa, derrIbando en familiandad
. d "lit.
..:oofusión del mundo del «efecto Don Quijote}}.
neo repertorio de objetos estímul . yen y es pliegan Un
par cuanto precede, es evidente -y un factor aditivo de devalua-
que modelos de comportami os, sugestIones -quizá aun Tl\~. va
. lento- para 11 " .••••
.;.lo. para los "iticos- que la libertad interpretati no es in-
oración fantástica sobre ell .' aque a actIVIdad de el
db a rrusrna y sobre el d ¡. _ y no se adecua a la [,crión, a la visión idiosin"ásica, a la
a ya como parte esencial de los d mun o, reconocj.
ción de la identidad. mo ernos procesos de consm¿ uansgresión de las convenciones formales Y sociales, comúnmen-
te asociadas a la creación literaria Y cinematográfIca, en general
La segunda función de la f ., artística. La fIcción se presta a ser defInida corno narrativa de
con el mundo social L . iccion televisiva es la familiarizacWn
. as senes de televisió cnaturaleza córica>" o «narrativa del consenso)}l3, ya que igual que
su fuerte interés socioló . . n, y sobre esto se basa
gICO, trabajan para el coro en la tragedia griega, su papel es el de expresar el punto
reconstruir un «sentid' preservar, construir Y
o comun» de la vid .di . de vista de la comunidad, de poner voz a lo que es más comparti-
de creencias y aceptacio . a con ana, un substrato
nes compartidas' I
los dilemas de la exi t . ' me uso de respuestas a do, aprobado y, precisamente, consensual.
s enCla que . Debe decirse que las series de televisión son, por naturaleza
nos con el mundo social U' funas.~ ve~ sirven para familiarizar'
. na cion símil propia, peculiarmente «conservadoras}}, aunque la expresión tiene
expertos observan una .. ar -en la cual algunos
. continuidad con el . 20 • que usarse -si es posible- sin prejuicios o connotaciones negati-
Importancia en la socied d rruto - nene particular
., a contemporán d d vas: aquí conservar signifIca contribuir a «mantener unida}} la cul-
cion dispersa de las ex ., . ea, on e la fragmenta'
penenClas, los impul bi . . tura, a garantizar su reconocimiento en un «nosotrOS}}más amplio,
dez de los cambios 1 . . sos su jetrvistas, la rapl-
, a ausencIa de slstem .. . a contrastar, de algún modo, con la construcción de un sentido
valorativa crean c di' as urutanos de referenCIa
, on ClOnes de «homel . d 0
en la abatida invocació d E T ess mm. ».21 De aquí (C0I11 común, las dinámicas de dispersión Y de pérdida.
ne. ) surge . La tercera función de la ñcción es el mantenimiento de la comu-
«casa», de recuperació di' una necesidad de regresOoa
n e os contactos ., . nidad, del cual evidentemente no se puede subestimar la validez
do extenso y compa tid d y sintoruas con un sen -
r I o e las experi . . ~sitiva. Aunque esta función de preservación y reconstitución de
da; esta especie de 1 d nencias centrales de la VI-
ugar el regreso ambitos de signifIcados compartidos pertenezca a la televisión
está asegurado por 1 flui . para muchos actualmenten
os uJos narranvos di' ' ~mo tal -o al menos a la televisión generalista que hemos cono-
Bajo este perfil prob bl e as senes de televisio .
. ,a emente la' fl . CIdo hasta ahora-, las historias de fIcción contribuyen a ello de la
diferente a la descrit . ' 10 uencia de la ficción e-
tes
, a por novelistas co FI manera más consistente Y decisiva, gracias, sobre todo, a su capa-
-segun ellos confus desarrai mo aubert o Cervan
, a, esarraigada- . N utn id a de exaltantes lec(ll-
últiples ... 67
alidades rn
El drama te1evisivo 'ó" y las re
66 ~ , . todo ello son
de los generos, .' ,
córm ulas Y d la diferenc1aClon.
de las l' . 1 favor e
cidad de suscitar la atención y la implicación de las audien . d así deClr o, a .' eficaz bajo este
tas y heterogéneas, nacionales e internacionales. (las _:Iitall, por dispoS1tlVO muy
IP'" . --lar son un fi 'dos como «recursos
artlCUl' , ser de iru
Por otra parte, la naturaleza conservadora, orientada ~ ell P e prestanan a melodrama como
continuidad de las series de televisión, no ..se opone a la ace . ente s alidad»' un
.. pta - aro tatión de la re ' Casa dolce casa»,
lA represen . ornedy como « .l:~
ya la elaboración de lo nuevo, pero dad~el caso se 0pondr' una situatwn c. d familia» muy mre-
e- aa po
esteStrabajo.
' n y su verificación en el' am b ito de
movimientoS de la cámara, órdenes temporales, composiciones
eguno el auto r, to d os los estudi visuales, expresiones sonoras y mucho másooo), su influencia en
os medi os d e comunicación pu d os y las investigaciones
o o sobre
1 términos de percepción, comprensión o reacción emocional de las
una u otra diee as tres grandes en sero virtu a 1mente llevados a
audiencias, los factores culturales o ideológicos que favorecen enla
1presentan
. otros muchos modosconstrucciones
d rnetafó o que re·
rnetafóricas
elección de determinados códigos, la contribución de los elem -
os mismos medios de com o ~,ver y concebir la naturaleza de
urucacion: ros Il"maticales a la p«sentaóón y a la construcción de los ele-
mentos de contenidoo3 Pensemos -citando una vez más a Orson
o 1) Los medios como canal Welles- en la escena de Citizen Kane, en la que la segunda mujer
¡OSde contenidos. Es la metáf es, co~ductos que transportan fiu'
a ~ Kane, pésima cantante lirita expu<sta a las más feroces criticas,
Incluso ora mas exte n did
la nri en 1a percepción colectiv t a, con dife<enó , e implora que la consienta dejar los escenarios; primero acu-
a Pdir~era cosa que todos experi a -y no otra porque coincide con
rrucada sobre la alfombra, en medio de varios periódicos en los
me
o oso de comunicación-:
o m '1: con e 1 uso de los diver OS
esta mentan que ha leído la irrevocable caída de sus ambiciones, la mujer
ireccrones
o dO'
e Investigaciones co etarora loa d 1ugar a preguntas y
d ~ pone de ,odillas y, g"duahnente, la va envolviendo la somb"
.
ontenido? . ¿Q ue, factores social mo as SIgmentes: .¿Cuál es el
o
e Kane, de ningún otro modo visible, el cual la obliga a conti-
C ani
zatIvos, ideológicos o de otr~ e~, polí~cos, económicos org -
nuar exhibiéndose oEs un ejemplo, entre otrOS muchos, de la enor-
a percepo CIOn
o, d el contenidor genero
fE ' ,infl uencian
o la evolución
' v
l me validez signiftcan de los lenguajes de los medios de comuni-
os medi os d e comunicación refl ' , on lque ~e did a el contenido de' te
l eJa a realidad>o ¿De que' modo las
75
dos dramas, tres periódicos, tres o cuatro revistas el mismo dia en do así -según la defmicl D u rni b'
lS conüguran ., d •.•.•eaatex: co'" ':\it-ab\epara o Je-
que se ha ido a un espectáculo de variedades, a una conferencia o , La nOClon e ". 'O >, (Y 1 "vo
",egatext. , bl 1~ ;gatext te eV1Sl
a un partido de fútbol. Pues bien, esto no es así en absoluto, por- uede parecer muy poco maneja e \ fC . ¡: del análisis
que aunque los argumentos pueden ser varios, la experiencia tele- ,P S' pero de hecho, e parti .
de análisis concreto , " . \~~ ación propia:
visiva los ha unificado de algún modo»." odológicamente mas acceslb ~ram le-
vueltO met al bras de la píO .' el textO com~
El éxito del concepto de flujo, que se aplica sin duda a extensas h d le o con otras p a, ~ d analizar
modalidades de experiencia televisiva, quizá se debe más a su ma- la se e u d . que la schedule "represer' ~. se pue an d 01-
d'odriamos ecir
.. , 26Browne no excluye q .(to g
v" énero e res
leabilidad, a la posibilidad de ser empleado para diferentes usos e
10 de la televlSlon». b . " 1 textO debe asu-
interpretaciones," que a su capacidad de definir la forma de orga- .o para o tener «un ¡" e
~as fuera d e 1 fl UJ ., ~~ nsidere el pro-
nización de los textos especfficamente de la televisión. o por r-~-- ambien en este' le CO
tados •. de todas maneras, t t\~ . troductivos e
casualidad, a parte de los ejemplos proporcionados en su momen- mirse ~n una acepción extensiva (stlpmext i~esli~dad informa-
to por Williams, se han hecho poquísimos intentos para analizar . 1 eventuales ma" oub Cl' l.
ImIma específico JuntO a os . r ho de la schedu¡,t;.
los textos televisivos como flujo. D"'--- . promoClonef· t\11C , d
intersticia1es (presentaClOnes, l~ 1 contribucion e
Para ser más precisos, el único paso significativo en esta direc- . arse en el contexto m en a . .
tivos) y debe examUl , ti' del textO televiSlVO
ción se debe a Newcom y Hirsch," los cuales identificaron en la . menos importan n . .,
La noción de fl ujo es " ~ . de la indeClSlon
viewing strip -los programas de una misma franja horaria, o de un ales la ldentiflca v partl r 'bl
otros autores, para 1os cu .•. de la pOSl e
día entero o de una semana- un texto potencial y una importante roblema no tantO '1" a partir
con el programa es un p . mismo programa.
unidad de análisis donde se puede entender la auténtica experien- de los limites textuales dentrO del flUJO co .p un s de la cultura
cia de la visión televisiva. Por otro lado, los dos autores están inte- .. , de textos diversoS incluso ~ los texto. ción»,
superposicion 1~ de la «ffictusta '
resados, sobre todo, en poner a prueba el concepto de televisión Tony Bennett,27 reflriéndose en genera, ,a o rama televisivo-
como «fórum cultural», en el cual se despliega una relativa plura- ectO a este tema la met ,pr g
popular, usa resp , ~
lidad de puntos de vista: «El modelo del fórum nos ha llevado a . da texto _pehcula, nove
es decir, que ea
una nueva exploración de la definición del texto televisivo»." El
85
El drama televisivo
84
ciertO de rock; los materiales promocionales, las
llega al lector/espectador y a incrustado
. d di \lO. con
presión, constituyen «textos secundarios», los cua-
que
. pueden ser d e naturaleza varia: publicoe d dscursos precede la
. 1m ara promover y poner en Clrcu. laci , «slgm
ación iznif ica d os
incluso conversaciones pri nva d as respecto la, cobertura ' pren
1 ~...",..Jan P el textO primario; y, fmalrnente, l'os «textOS terCla-
to, ya que d
. contribuye a defini r un hori
onzonta aque
d texto en cOnc ~ oa díos
SOO os»que producen los espectadores mediante cartas, con-
marco interpretativo; «todo contexto e e expectativas ,I't.
. es cotilleoS respuestas a sondeos (y a encuestas de tipo
do cualquier cosa que se haya es . en e~ cual haya sido ins~ Un 00 , ,
b ,. cnto o dicho s b rn,
~co sobre las audiencias) .
ena, en principio, considerarse más . o re un texto de
.t\Uflqu las diferentes contribuciones a la redefmición del textO
texto, que separado d . . importantes" que el . -
., e sus mcrustaclOn '. mIsmo . ivo, eY no sólo de este medio, hayan tenido una escasa y par-
«ficción metodológi íca» . es no existe SI no es cOmo
. tradUcción en el plano de la investigación empírica, al menos
Aunque una conclusión de este ti o . , bol> se ""do p"a inrrodudr en el horizonte de la atendón anallti-
cal y pueda ser desmontad p sea qmza demasiado radi-
ca ouevO Y útiles elementoS de consciencia: así, por ejemplo, la
Gripsrud" usando los .a, com~ ar~umenta convencidament s
. mismos terrrun die oporrunidad de ir más allá del mero programa o la adv"tenda de
incrustación, el enfoque d B os e a metáfora de la
1 .. , e ennett -que h que los significados no se acaban en el textO primario ",
p ar aplicación en el análi . d 1 a encontrado una ejem-
d 1 SlS e «caso Bond- 30 Las lecturas de los rextos de las series televisivas que se presen-
a, e fundamental carácter d . } - recoge, sin du-
1 e intertextualid d d tan en las partes sucesivas de esta obra, aun habiendo sido realiza-
a cultura popular entre 1 1 a e los artefactos de
. ,os cua es se e das con plena consciencia del problema teórico Y de las múltiples
televisión. Bennett y UT II ncuentra la narrativa de la
1 nOO acott anali 1 acepciones posibles de la textualidad televisiva, optan de todas
a figura de James Bond ' zan a construcción de
., . a traves de las no 1 1 maneras por una defmición, digamoS, quizá más canónica. Como
periódicos la publi id d ve as, as películas los
.' Cl a y otros ámbit ' se trata de lecturas individuales o transversales, por cortes temáti-
pluralidad sincrónica y di ,. os, y demuestran que la
d 1 acroruca de los «t xt d cos, la unidad de análisis es, en la mayoría de los casos, el textO
e as «micro-narrativas d e os e Bond», la serie
. »a yacentes y c lati primario o la relación entre textOS primarios, recortados en el flujo
ranos y cinematográfi . orre anvas a los textos [ite-
icos -por ejern 1 1 . y en la schedule, y considerados separadamente de cada incrusta-
los actores, que actúan d ifi P o, as rrusmas biografías de
e «c ra» de los .. s ción discursiva adicional, lo que no significa negar la existencia o
a hecho un papel de id . personaJes mterpretado - 33
h consi erable im o . la importancia de los niveles secundarios Y terciari de intertex-
de soportes interpretativos 1 p rtancia en la proporción
y c aves de lectu 1 ' tualidad, sino afirmar que un textO televisivo existe también fuera
y remodelación en el tie di" ra y en a modelacion
Ió giCOSdel
. mpo e os signif ica d os culturales e ideo- de ellos, y no sólo como una mera categoría analítica.
héroe y d
e sus aventuras Hayal menos tres buenas razones al origen de esta opción:
Por último, de acuerdo con B~
Roland Barthes Iohn F k 31 nnett y con los trabajos de
' lS e propone la d fi . ., _ La primera es que la producción de series de la televisión ita-
tua dad vertical» para i di 1 . e uucion de «intertex-
I li n car« a relación di' liana no ha sido nunca objeto de análisis profundos de los pro-
os otros textos que 1 h e texto primario con
. e acen referencia» 32 P . gramas/textos, a diferencia de lo que ha sucedido en otrOS paí-
entiende, por ejem 1 . or texto primario se
p o, un program a te l"eVlSlVOo una película o
87
El drama televisivo
86 di o de sumergirse en el
era: antes de hun . rse d 10 cual suce-
(t3. {llan 'd e Incrusta o,
ses donde se ha acumulado una gran cantidad de estu . o de ser tntura o d reacción, un pro-
análisis textuales sobre títulos individuales o sobre di~, oferta y rocesoS de disfrute Y e 'dad íntegra Y
con] en loS P ali como una uru
de telenovelas, culebrones, situation comedies o series por te troye y se re za n muchos com-
se coos ., 'unperfectamente y co on
cas; por lo tanto, se trataba de empezar a llenar un vacío I -qUlza d proyectO e -
de ciende , . tes- e un
bién en el sentido de exhibir la plenitud de significad~s ~ tenóonados o lOco.nsc~en selección Yde relevan-
pueden recubrir los productos televisivos sobre los cuales. ~ deS1n d rminados cntenos de dedicado a
de a ete de un proceso ,
te un prejuicio de vacuidad y de banalidad. lnsis. ppan to existe eoroo outp~t rimario signrtl-
- La segunda razón responde a la convicción y a la observación por 10t~ p~oducción, Privilegiar ~l ~xt~:ncretizado en el
de que no todos los textos televisivos son entregados a la rela- Y a ue este proceso, y su resu.ta o, tante más allá del
••••lIMr.;I·,vn
er or
tiva indiferencia del flujo: «Existen algunos tipos de progra- noc q es y continúa siendo ImP d~stinado a (no
a/texto, / o pue d e ser .
mas que reclaman y reciben una atención focalizada»," y que, _1rdI[1l el mismO programa text , nes reconstrUCClO-
de que bl ) destru CCIO ,
constituyendo en cierta medida acontecimientos, se imponen les e incontrola es alizaciones, y en-
~ftnumerab . y desnatur
al reconocimiento y a la memoria de los espectadores. Los ••••• . emodelaClones "una valora-
incrustaClones, r . ible para ejerCltar
principales textos analizados son exactamente de este tipo: pro- 1úmco modo poSI
otraS cosas es e ,.
ducciones de gran éxito y de amplia resonancia que han dado tIC ica d 1 producción televlslva,
cióncrinca e a
qué hablar (y han generado un gran volumen de textos secun-
darios y terciarios) y que se han convertido en programas de
culto para públicos incluso más restringidos; los textos anali-
zados, en todo caso, configuran textos sobre cuya condición (Quién posee los signiEcados? ,
inconfundible en cualquier flujo o miscelánea (o, utilizando " de los signifiCados
. Ia i erpretaC10n al
una habitual y despectiva metáfora, «mermelada») no pueden Sobre la cuestión relanva a ,a int I:~;tarnos a unas pocas u-
d s mas que LllIU. , d de la
subsistir dudas razonables. de los textos, no po erno strucción más resuml a ,
- La tercera, y quizá más importante de las razones, coincide . ue la reCOn d 1 polémiCas
siones esenClaleS,ya q , posiciones Y e as
exactamente con la que adopta Gripsrud en su análisis de d las diversas '
abundante literatura, e , demasiado lejOS,
os llevana ," del
Dinasty: «Mi interés por mantener la demarcación entre el que ha producido este tema n . una clara reonentaClOn
texto primario y todos los fenómenos que lo rodean [...] está Los años más recientes han Vl.StO diáticos desde el textO a
relacionado con lo que considero el interés básico del trabajo , , 1campo de 1os estudl0S me . 'n '"dellnteres, en rre
mteres, en e . reorientaCl0 . ._
crítico en nuestro campo. Mi punto de vista implica que el tra- las aud'iencia
. S 37 Determinada esta
' , ncia de que
la audienCIaes acn
bajo creativo de quien produce cada programa es impor- or la crecienteconsCle . dominar por ellos), Y
otras cosas, P , e dejarse
tante [.,,] Renunciar a la noción de programa/texto significa va (y reinterpreta los textOSmas qu o se dan una sola vez comO
menospreciar la importancia de las decisiones tomadas en el .ti d de los textOSn
de que los sigru ica os
contexto de producción»."
89
El drama te1evisivo
88 'uocaso o dicho en otrOS
di me di a " o
b rual y compartl a
no puede ser su lógica y coherente consecuencia. Esta consecuen- , di ales La más ha 1 álisis v
sus versiones mas ra c o bi importante de an J
cia está reforzada eventualmente por la consideración de que la o, 1 to como o jeto o, d da res-
en la disoluoón de rex
o de que a
1 disoluClon e tO o
misma práctica concreta del disfrute televisivo comporta cada vez ...t_ 1 o, se corre el nesga di s de comuOlca-
\le va oración d de los me o
más la dispersión del texto y, por así decido, la «destextualización» tante y modera d a noc
ión de po er
o o, del papel de lflve
1. stigador
de la televisión, ya sea porque el vídeo encendido en el ambiente , o la disoluClon , o de la
ción se consuma, asi corn ontérprete Y cnUCO,
doméstico es a menudo sólo un elemento de fondo al cual nO te 41 Y a su vez 1 te de
como «analista competen », o d la parte más importan
se presta atención, o ya sea porque la multiplicación de los cana- oo es declr, e
producción televlslva, in
tempor ea. 1 oente
les y el uso del mando a distancia consienten a los espectadores la producción cultur al con e rechaza «el comp aci
construir sus propios textos, juntando fragmentos de diferentes os aftrma qu o de la
[ohn Cerner, entre otr, o las interpretaClOnes
programas." do se atrlbuye a o o la idea
relativismo-" que, cuan b por convertir en nawe
y probablemente aquella débil o ausente «telefilia» a la cual o d libertad aca a
audiencia demasla a '
nos hemos referido más arriba, no es ajena a la reorganización del
91
El drama relevisivo
90 análisis competen-
., d que «el 1 así
viCClon e do su pape ,
nOr la con 'e'Josde haber agota durante las
del poder de los medios de comunicación. Seaman" r- , mUy ~ agotan
nos invitan a no olvidar que, junto a la interpretació: . dor esta de los textOS no se .do por parte de la
·qCadoS . .ones de senO
tante conocer sobr e que'eali
se r za y cu ál es propiamente 'laes 111
atnbUC1
los significados sobre los cuales puede desplegarse la '\TaÓonesy
dad interpretativa de la audiencia. «Es una verdadera iron~
los estudios según los cuales el significado es el product~a
interacción entre los textos de los medios de comUnicaci~ . the
an harmony- Ul
la interpretación de la audiencia hayan analizado tan poco los
. ni dden ferm ent - d
tos mismos»." f me di a. 66
witz, "lma~es.o n 3,1993, pp. 55- . .
• eyro of __ munuatwn, . . ~'eyrowitz
Por su parte, Gripsrud defiende con fuerza la necesidadde f. ._,.I w,,· IStelo que in
J~ . or en qué core 1 obra de
garantizar alguna posición privilegiada para el investigador, 1bld- p. 56. . ara entender meJ municación es a
sabiendo que la lectura de los textos llevada a cabo por él es una
6 . a tefetenCiap 1 medios de co
!:o~siS gram~~:;: ~ompiani, Milán, 1~~~ italiana Oltre il setlSO
lectura entre muchas otras -que no pretende anteponerse, ni . "F. Di Chio,Anal~ N ~e of place en la traduco
podría imponerse, a las interpretaciones de la audiencia- pero,al 1 d 1 MeyrDWitz o S • tercambiable
4. VéasC •.._~e Bolonia, 1994. ará de ahora en adelante n~ es: un producto
mismo tiempo, de naturaleza especial. El análisis textual del inves- •••
...,.,]»s....' ue se us se enuen e e
La definiciónde texr: q ama; por programa ras de género, de tor-
tigador se sirve de instrumentos y competencias, y se guía por 5. ~..t:~;'ón más comun de progr car"cterísticas concte do nOStefeo-
la Ull'wuCi .' con ~ xtO cuan
preguntas de conocimiento, que no son y no pueden ser las de los CIIIIl.. de la industria teleVlSwa, . en cambio, usamos te te resentaciones en
espectadores «normales»; «y esto se considera consciente y activa- ~locación ~pacio-tem=de los signifi~dOS y ~:~~osPtérrninO~ no son
\110I a la dimensión 51mb6~~, al in ser intercambiableS, uier otra emisiÓn, es al
mente como un recurso fundamental»:" que no debe desperdiciar-
las narraciones de la teleVlSiÓn~" por ejemplo, o cualq y un texto. Sobte esta
se o deslegitimizarse si se quiere intentar contribuir a una mejor ---~te exduyentes: «La dis'
. tintOS- un programa. culture, Methuen,
..-"-' bte pIanOS . 1. TeleJnS«m
comprensión de los productos de la cultura contemporánea y de . tiempo _aunque so al véase l. Fis•.e, .
tmSI1\O . ó' y conceptu cuanu-
sus funciones sociales. distinción terrnUlol gi~a 13 y siguientes. co .da de elementOS . _
• __..•_ 1987 en parOcutar p. .atmeote en la re gt der, con esta dis
«El análisis del texto o del mensaje -afirma David Morley- es, UJI1Ul~,' . basa eseno . ueter enten
6. La content-analySlS se " UCO de los datOS;sin q
naturalmente, de una fundamental necesidad [...] Las audiencias . el tamientO estadís . calidad». ió véase K.B.
no ven sólo 10 que quieren ver, ya que cada mensaje (o programa)
WlVOS Yen tra
ónci6n, que el enfoque ~:tatiVO"
7. Sobte el "cambiO c
. tivo sea «sUl
en los métodos
dolo iesfor ma5S ¡;umm.
n:
u
d investigao n,
ation research, Roucledg ,
. _
e
Madrid, 1986). l,
5 Browne, t» p
2 . 585-599.
12. W Carey, 1988, p. 23. (IIIIJJ, 1987, pp. es Bond» en Screm
13. Respecto a este tema, es importante tener claro que las representaciones
26. ¡bid., p. 590. and social process: the Case ofJarn '
simbólicas producen realidades en sentido propio porque están dotadas de unadobk
7 T Bennett, <<Iext
2 .' . Winter/spring,1982. . rtículo
. is history, Dinasty as hutory, a
validez: son imágenes mentales y guías para la acción, describen e! mundo o un trozo ~,4~, da de J. Gripsrud, Dl1Iasty . eonference, Londres, 1991,
concreto de! mundo en que vivimos y,al mismo tiempo, nos sugieren cómo habita. 28. Cita toma Internacional Television Studies Routdelge, Londres,
.-.mudo en la cuarta . autor The Dl1Iasty years, •
lo. Como muy bien ilustra el ejemplo del mapa (retornado de nuevo por Carey: r--- en la obra del mismo
ibíd., p. 26 Y siguientes), los símbolos son representaciones «de la>'realidad y «para p. 11, ahora . afirma Gripsrud (por ejemplo, un
la» realidad: e! mapa de un barrio, de una ciudad o de cualquier otro sitio, nos da no 1995. d incrustación auténoca, alíticarnente Y matenal-
29. En el caso e una . es sible separar an uímica;
sólo una imagen de! territorio -imagen que entre otras cosas puede ser distinta según . do de conchas), siempre po diferente naturaleza q
esté construida, por así decirlo, sobre itinerarios culturales o sobre centros comercia- casco mcrusta distingtUrlos en base a su
mente los elementOS, Y . dr 1986'
les- sino también una guía para moverse por dentro de este mismo territorio. M cMillan Lon es, ,
14. A decir verdad, las mismas direcciones de investigación sobre los medios ibídem, p. 10. J WooUacOtt,BtJnd and beyand, ~ Ro~tdlege, Londres,
30. T. Bennett Y . ) ponular ftctlOn,
de comunicación y la construcción de la realidad no están siempre exentas de esra T Bennett (comp., t:
«Figuresof Bond", en . ts of tele-
hipoteca transmisora; véase M. Wolf, Gli effetti sodali dei media, Bompiani, Milán, 987' «Momen
pp. 425-443,199 O . thuen Londres, 1 1989
cap. 6, 1992. 31 J Fiske Television culture, Me , antrOl Routdlege, Londres, ,
15. J. Caughie, «Adorno's reproach: repetition, difference and te!evisiongenre», .. '. al (comps.), Remate e ,
vision», en Ellen Selter e. .
en Screen, n. 2, 1991, p. 133. El problema es aun más evidente en el caso de las
narrativas de los seriales te!evisivos; como se pregunta R.C. Allen: «Si quiero llevara pp. 56-78. 7 di do a los rex-
32. J. Fiske, 1987, p. 11 . {rulo está enteramente de ca . della
cabo un análisis crítico de Dallas o de Eastenders, «íebo asumir como «texto» un ue un cap ,. a zinc narrauva
33. Es tan verda d ero q . ión: véase "Llffim o-
capítulo? ¿Un año de programación? ¿Todos los capítulos emitidos hasta ahora? . .dos por la Impresl ,
tos secundarios consutul . Cambridge,
¿y cómo se entiende e! hecho de que e! texto aún está en producción?». Véase s.c ficti d U niverslty Pre5S,
Allen (comp.), Channels of discouse, reassembled, Rourdlege, Londres, 1992, p. 11. on ...". Media evmts, Rarvar
34. D. Dayan y E. Katz,
16. P. Willemen, «The desire for cinema: an Edinburgh rerrospective». en
1992, p. 4. 91 pp 1 5-16 . fiction-valu es».
Framework, n. 19, 1982.
35. J. Gripsrud, 19 " 1ea {rulo«News-valuese, Brundson,
17. J. Caughie, «Playing at being arnerican», en P. Mellecamp (comp.), TiJe 36. Este aspecto se afront: en e p cci6n de este shift, vease C.
log;c oftelevisUm, British Film Institute, Londres, 1990, p. 54. cduca reconstrU
37. Para una eficaz Y . 1989 pp. 116-129. ) Channe/s
18. R. Williams, 'Ielevision, TecJnwlogy and cultural forum, Schoken Books, Nueva «Textand audience», en E. Selter, tedcriticism», en RobertC. AlIen(CO;p. 74-110.
York,1974, p. 95 (cita tomada de J. ElIis, Vedere laftction, ERl, Torino, p. llO, 1988).
38 . R .'C AlIen'.«Readercmen rth Carolina
. P
ress,
Chapel Hill, 198 , pp.
19. T. Modleski (cornp.), Stlldies in entertainment; Indiana Univer ity Press, ofdis course, Th e U nivetslty of o
Bloomington, 1986, p. XV.
_________________ a televis' lVO
:E~I~dr~:~m
94
39. J.C.Fiske
40. «M
B~dso~m~nts of television», en E Se'
. 4L Por otro lado, • ext and audience-i e .
j"""",,,~"';
O~,1989
(ibíd., p. 119) si o,corno o E. Seiter, 198t 61 oIl ha)' fanúlia, ha)' casa
tos piénsese m'cl0=P~ ha sucedido lo ..u~ ~¡<ao,~~ p. 121. de
1, vez (y se podd'~ d,.la música como fonsrno, 'oclmo con a",,,,,,
museos) . anadir este ejercicio
. . de auté
do, o en la Iectura de
Otros t lpo.
42 J G . ennco za'P'P' más..•-
· . ripsrud ••• po ~ ••
Dinasty inNo
127 .
,J_nl, ,,,O'k
rway», en Cntiad studiteSIn . methodology
' '<j'm,..
mass comm in . ,.ng medi "-\
. studvi
J Co untauum a
.. rner «Me . ' n. 2 1990
43 · ,1WfJl
comps.) .,,___media ' a dmmg,
soci genr e and conte ' , pp.
( 44 · WR. Seaman11 soaetv -.-J' Edward Arnold xt» ' en J . Curran ' , do a quien la tiene, a quien aún no la tiene, a quien
and society o ,><Aro."ooli'o·· .Londres, 1991 ,M. G
45 K'M'2, 1992, pp. 301.311 ceo pointless populis ' p. 28!. ....'" ",n" una, a quien se encuentra dos y a quien no
· . Garra' m» enM be< nada de ella; dedicado a quien la ha echado a rodar,
"o., -
en Critical
46. lbld.,
47. J G
d.. . gtt, «Interpretive medi
stu us 88mass commun ication,
p. In
.
ve media 1..);
0.2 stud and interpretive
"pp.81-%
. social .
••••••
IC la ha construido con amot, a quien no cree ",ás en ella...
•• 000ra lro
cita dedicada a nosotrOSya ella, si, a ella, ala familia.'
48.;' roprod,l990, p. 126. .' ¡empieza el "áil" de la película de televisión SI, ti vag
199 3, p. 21.. Morley, Television audiencesand
. cu tural studies, Routdl ege, Londres,
1 para acabar con una invitación y un pronóstico' .una histO-
miW todos juntoS, esta noche estamOStodos ¡nás cerca>·
disgresión sobre la rep=ución
fm, una la de la familia enlUO
las
, de televisión italianas de los añOSnoventa, este _o pto -
ofrece un buen puntO de partida; SUconsttucCión según tu
doble diniuuica, de dispersión Yde r<Centtalización, consti -
, el< hecho una especie de epito¡ne del «sentiIuientO de la farni-
Iiooqu< se ha ido elaborando denUO ya traVés de la más recien'"
97
siempre vive aquí; y la parte final que invita a ver la !ti '
'
Juntos», a estar «todos más cerca» se refiere a Una ~~ uni cación más dornésticot- como , en la
edio de corn
e alid '
1 a Imagen de nido, a un ideal de 'getherness famili
COnfOrt ••.•
a"lt l11
lA" ans
ied d
1e a es colectivas
,
donde continúa erradicado
1 id b
el
No se trata de una contradicción pero sí de una ref ~ ••••efectoS deletéreos de la televisión sobre a VI a y so re
tos
, , m~~,
Como se vera mejor luego muchas series italianas d 1 ~ familiares,
- , ,'" eosúJ' , nes
anos han trabajado para difundir sociahnenr- la idea dI' como en 1o s años noventa, la televisión italiana,, y no
tos, sobre la base electiva de los afecto recíprocos que e hestar'JUQ. " de las cadenas generalistas como Raiuno 1y
ramaClon
" , , « acef: . prog
lía», mdependientemente de las formas y de las parábol atnj. 5 ha esta do tan saturada por el protagonismo , y por a
. , , as de la ' 1
.iII,,'r.aa'ón de a laIllill ,
c.__ ilia Aunque la cosa haya SIdo poco o para
convIvenCIa,aSIcomo de la naturaleza biolóO'Ícade los lazo '
personales y, en particular, intergeneracionales. o'
Véase pa s lnter. ¡devante -en el contexto de una atención y de, un debate al queon
' , , , ra Una do preferentemente a la unión de los generos, ac -
mmediata eJemplIficación este breve episodio extraído de Otro
apunta 1 ", tras co
programa ~e la temporada 1993-1994, Papa prende moglie; lento deun a nueva manera de hacer te evision, , oao -
la protagorusta, separada y madre de dos niños, debe afrontarlas la reality-based television, o televisión-realidad o verdad,' que
dudas que el canónico tema escolar «Habla de tu familia»ha suso- lairl1wnpido en los años recientes en nuestra,s pr~gram~clOnes
tado en su hija menor, La madre la tranquiliza: «La nuestra, técni- , ivas, por una pane consistente en s~ ,va~Iad~y p~~liferante
camente no es una familia, pero como si lofuera», ~¡ftUJ~I',a, es una auténtica televisión!amtlt-centrtca, PIense~e en
«Una historia para veda todos juntos», volviendo de nuevoal discordiasconyugales que se habían recitado en el escenan~ de
tráiler de Si) ti voglio bene; éste podría ser el eslogan, y de hecho ~ tanto amati: en la búsqueda de familiares desaparecId~s
a vés de Chi l'ha visto?; , en un programa como Agenzta, ~ trt -
traduce el programa, de una televisión generalista, dirigida priori-
tariamente a una audiencia familiar, E importante recordar que, ~, que intenta favorecer el nacrnuento " d e nu evas parejas'
" en
,
para la televisión generalista -Ia cual, aunque ya no coincide con CCrcmomasnupciales
' , olrecI
e' das en Scene da un matrtmomo;, ,
la televisión tout-court, está todavía muy lejos de su fase declinan- en los delitos y en la violencia familiar que, cerrado el parentesIs
te- la familia ha sido y es un referente privilegiado, «la base y elco- de los procesos de corrupción, se reconstruyen en l~s sal~ de los
razón de su audiencia»,2 «una de sus principales preocupaciones~,l tribunalesfrente a las cámaras de televisión de Ungwrno tn pretu-
Nada en la televisión es tan ubicuo como la familia' además de ,.,s en l'as relacIOnesentre padres e hiiJOSso b re las cuales ,se habla a
, lllenudoen el estudio de Amici. Incluso el primer expenmento de
que en los géneros narrativos, en los contenidos de las historias
de ficción, la familia está difusamente presente como tema o prota- la llarnada televisión interactiva, Tutti a casa, se basó en la vida
gonista de variedades y talk-show, está ituada en el horizonte de ~liar, además de en relaciones de pareja, en los pequeños pro-
estrategias de producción y de oferta que contribuye a orientar y blernasy dilemas de los cuales el público, entre dos alternativas
a regular, es legible con precisión en la misma organización de las Pe>siblespodía , escoger la solución, ,
programaciones, Familia y televisión t davía están inextricabl~- , o hay manera, aunque debería anotarse como te~a, de mves-
mente conectadas tanto en el espacio flsico de la casa -la teleV]- ción, de reconstruir imágenes, ideales, asuntos básicos, pro-
, ,
abras y tantas otras cosas que, respecto a 1a familia italiana
Donde hay familia, hay casa 99
El drama televisivo
98
dres v en cambio,
, 'de los hi]os con sus pa - J'
convlvenCla , l ri de
contemporánea, conecte con este amplio corpus de progralll. ooga d a 1 da la incidenCla Y e ntmo
a , mente menos e eva , '
televisivos, el cual, aunque no se trate de familia italiana se po s comparativa bi f;'-_:I: r como la conviVenCla
, ne f ó enos de cam 10 aIlllll a
al lado del corpus igualmente extenso de te lenovelas y sitcom es- .....reflleoto d e en m " las familias sólo de padre o
•••.•- "tOS
en fuera del matrlffiOmo, oz d
tadounidenses y de culebrones latinoamericanos, todos con Un loS oacum "E 1990 poco menos del 50 70 e
mismo divorClO, n, ,' 1
fuerte protagonismo familiar, Una presencia tan invasora y trans_ madre, e 1 , 'da por la familia nuc ear
versal, superior a la de cualquier otro tema, reclama ponerse en fa¡nilias italian~s aún ~~taba c~nStrtlastulquepor ejemplo, en Gran
, con hijos- rmen, d
guardia: debe decirse que, sobre todo en el caso de la familia y de ~ica _matrlffiOmo, ' ' de unidad familiar ya había baja o
su representación, es necesario ser consciente de la parcialidad Bretaña la cuota del mismo tl~ id de nuevas uniones entre
familias reconstrUidas, nací as ,
de una lectura limitada a las historias de familia ofrecidas por las al 32 %' Las irnent do precedentes matrimomos Y
han expenmen a
series italianas, Si bien son un recorte de un discurso televisivo personas que ya " eriodístico italiano, las famigliastre-, en
innegablemente mucho más vasto, no por eso nuestras historias divorcios -en elleXlCO PIE t dos Unidos son el 50 %,
-1:a están en torno al 10 olÍo,, en os s, a ' odificando
de familia son menos significativas; precisamente porque la fami- 1llU1 " 1 f; ilia italiana no se este m
lia, bajo varios aspectos, es tan central para la televisión, es impor- Esto no Slgnifica que ,a ~ d lac'lones' no hay duda de
d vencía y e re '
tante saber (al menos) cómo se cuenta y se fantasea en un sector en su estrUctura e conVl , 'nfrecuentes Y más inesta-
, 'son cada vez mas 1 , '
de la producción nacional dotado de una fuerte resonancia e in- que los matnmomos , "d los componentes domestl-
, 1 dimenslOn e
cidencia en el imaginario colectivo, Y más si tenemos en cuenta bles, que se restrmge a aliz una variedad de formas Y
ili ' a se plur a en
que, en el caso italiano, estamos en presencia de un doble centra- cos, que la fam a misrn lm ambl' an las relaciones
,, Igua ente c
lismo de la familia: en la televisión, como ya hemos dicho, y ade- de trayectos de formaclOn, , después de la emanci-
, longa y se acentua,
más en la sociedad y en la tradición cultural del país, entre los generas -se pro ' h de la
, 't adicionalmente «matnarca )
Respecto a esto, mientras en amplios estratos de la opinión pació n femenma, el caract~r r 1 eneraciones -la caída
" " 1 laClones entre as g
pública -junto a una información periodística inclinada a enfati- familia italiana+ y as re fli tre padres v en par-
, di! ' los con ctOS en J'
101
Sobre este escen'rio se ",<ili_la represen"ci6n d
itali"" en ¡'S series de televisión. e~ E
ali o estuales y pr oxérnicos."
, Un_
Par ngüÍstlCOS, g construir tipologías de es
o
estan a ser, p
No es 1,prime", Vezque" ",,¡¡z,,, las histOri", d, f""iJ;, 010 ior se pr al dí bser-
1, televisión itali",,; de hecho, h,cc unos diez <liíosd'dieun", •• "'" rura actu . • henta se po 'o
en una lec mitad de los anos oc .• con 1, extensa
""plio estudio, este tem,,' del tu,l vale 1,prn, des"c" "',,- rimera mparaclOn
te 1, P . de televisión, en co .• tienden a prop'g"
mente los resultados princip<úes. De este modo h,brá Uut,,,,,;,, o las series di de cornumcacion b múltiples
de discusión respecto ,1 cU<úse POdrán "Pl>r y reconOcer"'tic< los me lOS id d presenta an
n de que iforrnes de la reali a, 1 que también se
COndiez 'úos de dist,nci" los elementos de perm'u'nci, y hi ' as y uru stra en a o
tendencias de cambio de la familia televisivao urnvoc ". de entre un, mue '. ulas roductivas,
."',,,.....
de 1, f",,'li',.
amencanos y
diferentesf: fórrn p . onial
iliar y matnm
L, expresión «tétmino de discusión», por Otro lado, es "'p. ID programas variada tipología am T italiana, tendía
rada, Y 1, us,""os COnprudencia, y, que el "'ilisis "tu<ú Y el pre- '" podía encontrar ,:u:l =0 concreto de la fa::: como [amilia-
cedente "'bajo sólo se prestan, u", comp''''ción P"c;,l, en "" por otro lado, delo prevalente que d~fim artada del mundo
r'lZÓnde SUSt"'ci<úesdiferenci" en el pl"'team;ento metodológi. a reducirse a un mo • misma más bien 'p . -amigables,
cO.A,"",""ente procedemos, trav,s de un, ltctura q,aJ;"ti" '" ••••.. Coucent,,~:;:::¡rculos de rel"io~esd:o~~ casos como
Profundidad, o """"nading, de un corpus más que quinquen<úde enerior y de los m nfiguraba eu la mayona d fuerte conti-
teXtos de series televisiv,,; en "mbio, el estudio de los años Iafomilia-nuclear se co o da por un modelo o e dinárni-
1
ochenta se b""b" sobre todo, en 1, tradición metodológka del caractenza familia-o por
una familia nuc ear, -d edia un hijo por d '1 historia, el
"'áJisis de Contenido y concerní, a un gr", número de muestras
de histOti" de f'llnili", emitid" en 1" "den" R1Ir y Finívest
o
Unid'd est,b, constituid, por 1, inter"ción diádi" entre rniem- o o os poma en e de arrusta y
nes
tos Comumcatlv stos de amor o le de las series
bros de 1, támiJ¡,. Por prime", t según hemos visto, Única vez, 1, sio s de los ge
afectuosa ,
fi °tia nuc ar 'a decir que
h aspectos, la amt -
inte",cción, P"'icuJ"mente entre la dI,d, conYUg,l, se "'<ilizab, ' o Por muc os o o sto no quen
taCtos f¡SlCOS-o 1 familia-en-crisis; e 1 ptura aun-
en torno, los componentes COmunicativos tanto verb,les como o odí con a 1; te a a ru ,
itali,u" comer a . ado inevitablernen lo que sig-
el matrimoruoo es taba destin
o obre los riesgos de ruptura,
que había un fu e rte énfasis s
103
El drama televisivo
102
dominio en las series italia-
, rar que e l pre '1'
nificaba presumiblemente, respecto a la inestabilidad podía con)e~ , uliarmente inestable, la [amf fa-
nial, era una percepción y una ansiedad colectiva mu Illa . odelo famülar pec , bi a la ausencia de fór-
111 " se debiera tam len ,
aquella época. Para Italia, que entró más tarde que ~r:~ ,"__ i1ia_en-cnslS, , mplo la telecomedla,
taJl.... , 1 s como por eje ,
en el tren de la evolución de la familia, la disolución de laa . .de géneros socl~~d de su misma estrUctUra narrativa y
conyugal constituía un fenómeno todavía demasiado reci asegurar -en h" familiar Y la duración de las
ente , la co es IOn , nifi
ser metabolizado o normalizado en sus costumbres, -vencl0nes- , 1 dio de)'aba entrever una Slg 1-
, mos e estu d
Los otros tipos de familia individualizados en el estudio a En otrOs tern: ' e ti ologías productivas, modelos e
cían todos, con diversas gradaciones, más sólidos y solidarios,afir. ependenCla entr p tí a el reconocimiento a las
'eros y consen 1
mación confirmada por la presencia en la muestra de numeroso. d
lIlodelos e gen , , d un papel coesencial en la
s narrativas e
capítulos de los grandes seriales americanos Dallas, Dinastía,JWI. a las estructura alid d familiar (o de otras
Y " de la re a
con Crest, donde una conflictividad incluso intensa no minaba 'ón de la representaClOn 'd un grado mayor o menor
en defmitiva, en la garantla e
nunca seriamente el mantenimiento de lafamilia-empresa -como
la habíamos definido-, del clan familiar que era el auténtico e ino- . mo cultural,
xidable protagonista de las historias,
Para diferenciar las muestras italianas de las muestras america-
nas -dualismo cubierto casi íntegramente entre RAI y Finivest\
nueva normalidad familiar
no estaban sólo los contextos socioculturales de producción (o de
referencia) de las historias, sino también las fórmulas narrativas: ,, al ue si quisiéramos reconstrUir
películas de televisión y miniseries para las historias italianas,Y ubicuidad de la familia es t q ? itali a partir de fma-
, las senes rt anas
telecomedias, series y seriales para las historias americanas, Ahora ivamente su presenCla en , i tod lo que ha pasa-
_ d be' os citar casi to o
bien, especialmente entre películas de televisión y miniseries ~r los anos ochenta, e nam dari o en posiciones
eles secun anos
un lado, y series y telecomedias por el otro, como ya se sabe eXlS' por la pantalla. Ya sea en pa P , desgarrados Y
i rativa, escenanoS
ten oposiciones radicales que tienen que ver, sobre todo, conla tradas en el papel d e a nar 'e presentes' si la
de 'da f ili están prácticamente siempr ',
dimensión de la temporalidad: lineal y evolutiva en el primer caso. • • VI am ar 'es raro que los protagollistaS
no es siempre protagomsta, all
cíclica y repetitiva en el segundo, Esto hace de las fórmulas evolu' tren una por la c e,
, '1 armente Iidéoneo, au nqUe nO tengan una familia o no encuen , bajo de selec-
uvas un vehíICU 1o narrativo
' partlcu
Ya que la econornia ' , d scrito eXige un tra
necesario, para las representaciones del cambio -como el fin de un e este e das rná recientes ten-
• 1: d las tempora as mas
,
matnmoruo , o 1a diIsgregacIió n de un nuc '1 ea 1:rarru'1'iar-, ,.,.,ientras S1 recorremos la oterta e , d textos: los que
1"
ialrn tuna categona e
rorrn ulas
que 1as 1:' i , y erre
as interactrvas ' estructu raIrnente
irculares estan les .lfllllaJlbn
en cuenta esenCla en e d 1 'da familiar Y
roblemas e a VI
tab conscientemente temas Y P, bien las «historias de
vinculadas a la representación de situaciones y realidades es
de la familia el sujeto protagoruSta, o
t
,
y contmuanvas,, " d o lo d e otra manera, h acen estables )
o di cien
en sentido propio,
continuativas las situaciones y las realidades que representan,
105
El drama televisivo
104 .d la familia
o langul ece,
s se apaga . al
entre 10~c~~~g:e las relaciones intergeneraClon es,
El bienio 1988-1990, que es cuando empieza nuestra
1 connnUl ..
trucción, parece caracterizarse como una fase de cambio r cI\ a iño hacia los hijos. dé d de los ochenta,
cial y conlleva signos de contradicción. Esto no es diferen: del car . s años de la eca a .
o
... d 1 edt ríes de los úlom hii o los adoptan (Due ma~n~,
que se desprende del estu di o d e prmclplOs e os años Oche se. nen casi siempre l~OS o se reponen de su pérdi-
a veces en un tono incluso más dramático
ficción cuentan la familia-en-crisis:
numerosas histo~
grupos familiares disgre~
(le
erlos a cualquler
.
P: .ecio o n
os o secundarios, es tO a una
d
107
, ~~ primera edición de '
ediclon cOnt-;~, Chtara egli ab.,•..:
U.lJUarados - .,. -Un
vera de 1989 Se tr anos después_ se e ' a segunda li altri representa una novedad en las series de fi-
, ' ata de un' ll1lte d }' e,9 1 ' id
que tlene Como te a sene de trece e' Urante I ,¡íOS ochenta no es exc usivamente por sus con~eru ~s,
did ma un caso real" " PlsOdios a leve y optimista con que trata un fracaso matrimonial
a, una sentencl'a d ' lIlVIrtlel1do 1 de 11,,_
, e sepa ', a pr ' ~ •••
pareja cOnt-;~ ' " raclOn dict axís ll¡'as tranquilizador que dibuja de una reorganización
uuen VlVle d
....• a que 1
los que vay n o en la casa f" •.•.. :I: Os tres hi' plicada, pero milagrosamente capaz de garantizar el
an «pend 1 ~u.ll.lar y los
cuatrimestrales As' lU ando», alternándose que sean los tO de las relaciones y de los afectos, incluso de la feli-
, 1, a famili' en la c
estos turnos d a nuclear o " , aSa en s historias de familia del mismo período, quizá sin
e presenci nglIlana
o paterna) a, en una flamili' se parte con situaciones tan atípicas, empiezan a incorporar
, aman' s
A ' oparental nes y divorcios en el horizonte realista de la posibilidad,
PartIr de esta ' (Illar.-.
t anomala' , -'111
ema, la serie cuenta la vi Sl,~aCIón, de hecho m' que entre las tragedias de la experiencia familiar, e intro-
una preado1escente Ida COtldiana de los tres l' as marco qUt as primeras figuras de «hijos serenos de amores perdidos»13
brados sin s"c; , y un ado1escente_ que e 11cos-una niña, en Un milione di miliardi, citado anteriormente),
, LIlnr caren ' crecen s
can ambos pad Clas afectivas, con Un e:enos YequiJj_ elemento de novedad reside más bien en la fórmula narrati-
en un lirn "res, los cuales po as relaCIOnes óptim es la de la serie por episodios; por primera vez, una estruc-
, c a CIVIlizado " r Otra parte se h as
CImiento pOtenc' 1m y mantlenen un respet' an separado y una organización de convivencia que no sólo no coincide
, la ente, o mutuo V
mIsa no sólo d traumatico y d ' n aCOnte_ el modelo de la familia nuclear indisoluble sino que además
e una esestabili d
d~ ~ preferible y cas~~~va y satisfactoria estabilida~ ~r es, la pre- el fruto de su fracaso, se convierte en protagonista de un serial
aliVIO mOstrad ea] modelo de víd e: , ' sino incluso tivo, Ahora, como ya se sabe, las series por episodios activan
o por lo l.:' 1 a lamili E
sión de lo s lUJOSen el últim, aro 1 evidente propios y peculiares procesos de significación, distintos, por
s padres de co ' o epISodio fe '
la solicitud dI' ntmuar separad ente a la deci- ejemplo, a los movilizados por fórmulas no iteractivas como pe-
en efecto e juez de retomar la co ~s y «~nduJares» -contra licuIas o películas televisivas, o distintos de los seriales evolutivos
, que no ap' n VIvencIa
los hiJ'o esar Stno uracia. 1 - parece insinuar. como telenovelas o culebrones, Trabajando mucho tiempo sobre
s pueden O' J a a sep , '
termina la crecer serenamente D :raclón de los padres un microcosmos fundamentalmente inmutable, que se representa
segunda s ' ' os anos d '
preferirán e ene, los padres lJeg' espues, cuando al principio y vuelve circularmente igual al final de cada episo-
ompOrt aran a un
millas fc li arse Como aman acuerdo aunque ~o, la serie es susceptible, más que otra fórmula, de consolidar
e ces can los res clandesti '
dres separad padres casados, c;a 'li nos, «EJQsten fa- unágenes, estabilizar situaciones o familiarizar realidades, En otros
os' f T ' ló rnr as fc r
nuestra es la ' ~ arnj las felices con los d e Ices con los pa- términos, la serie tiende a funcionar como un mecanismo de
urnca fami]' f ' pa res cl d '
Y clandestin la eliz con los p d an est1l10S; la normalización,
os»' en 1 a res ea d
nace y Se ace' as, palabras conclus' sa os, separados Por lo tanto, no es irrelevante que la historia de Cbiara egli
familiares, pra defil11tivamente la Plu::~~~ los hijos se reco- IIltri sea contada a la manera de la serie por episodios, en sintonía
de las realidades
COn la orientación de los seriales que caracteriza la mayoría de la
producción Fininvest. Una originaria situación de inestabilidad
109
El drama televisivo
108 arnili hará
. resentación de la f a
el eSpactO de rep 1 muy raro en las se-
familiar se transforma así en una nueva forma de estabiU 14 que en nsolidará un mode o al 1 familia nuclear
anomalía de una familia monoparental alternan te acaba dad,
y
evo orresponda con 1a vi.da re 's: Casa
co a
IlU dotce casa y
der al área del «dado-por-obvio»: convirtiéndose en fanJ~r nOse c ñadirán despue
Vianello se a
que es un serial, la familia de Cbiara egli altri se acred' lar casa . las histo-
Ita e . s casOSnenen
una familia normal. . . o en común que e~ vano venta es una intensa te-
Ill
ent 1 s primeros anos no . ipales perftles
familia de o 'd d Se dibujan dos pnnc
.bn de la materm a .
Padres e hijos . . ~
"-IID"~' . dómita ftgura de mUjer q
dre coraje, apasionada e in el dolor Y lucha, sola y
La entrada en los años noventa marca un cierto enrarecimien. La ma . . or la suerte o por ., en Libera-
1\0 se deja abattr P ., de sus htJos: como d
to de las historias de familia; al menos en la oferta de la televisión dos por la salvactOn. . da en el secuestro e
pública, temas y ambientes familiares tienden a ser relegadosen contra tO . ' l'cula televisiva tnsptra .
fe mío figho, pe t .
un segundo plano, o bien narrados más distraídamente. Perono da por un tntenSO
es en vano que entre los protagonistas de las historias de las series easella. irnada y quizá lleva blema
-La madre deseosa, ~ . d de la cual parece el ern
televisivas se extienda el número de divorciados, índice (entre otras .d d lrrealiza a,
deseo de materm a 15
cosas) de un deslizamiento hacia delante de la perspectiva ternpo- L storia spez,zata.
la protagonista de a
ral así como del interés de la narración: ahora, respecto a la sepa- .. arece entre otras cosas
ración o al divorcio, parece que no interesa tanto el «antes» -la drama familiar, reap . en el
En este denso me o 1 ste contextO narrattVO
crisis conyugal que los precede y los provoca- como el «después», . nque es en e ue lleva a
la crisis de la pareja, au 'l' la disgregadora, q .,
que quizá puede, aunque sea a la larga, preludiar o conducir a una .d bas par abo as. II a la umon
que están ínclui as arn mpositora, que eva .
segunda unión, o a otros descubrimientos afectivos. Lenta pero . .o y la reco h tras hísto-
los cónyuges al divorct, .' . 1 al que muC as o
de manera patente los transcursos narrativos cambian de direc- . tgtnana. gu ib la ten-
finalde la misma pareja or . z ata se inscn e en
ción y de meta: las historias, las trayectorias de desunión, tienden L storta spez . y de
rias de los años noventa, a id al de armonía en la pareja.
a ser desbancadas por historias y parábolas de reconstitución de oner el t e _c:guractones
dencia a reelaborar YreP , heterogéneas conn
parejas y familias. .. evas y mas . con que
la e li .d d fatnlliar en nu .do trnagen
Mientras aparece temporalmente redimensionada y descentra- le ci a ili tiernamente urucv, di cia-
familiares: el grupo de fam~ a do por dos cónyuges ya vor
da en las series de la televisión pública, la familia constituye un . tá lorma '1
se despide la histona, es d matrimonio de e .
sujeto protagonista y un contexto relacional en aumento en las dos y por la hija nacida del segun o vés de las ftguras y los casos
series de las cadenas privadas. Efectivamente, se abre con la prime- que a tra expresa
Es importante destacar . 'd muchas series, no se
ra serie de Casa Vianello la temporada de las telecomedias familia- . fememnas e
de las protagomstas
res, o domestic comedies, un género nuevo en la tradición producti-
D nde hay familia, hay casa 111
El drama televisivo
110
'a en las historias de familia de las últimas temporadas:
sólo el .deseo de ser madr e sino,
. a la vez u la iIllportancia de los hijos, sin senalar si son naturales,
materrudad que no tiene sus raíces necesari na concepción de y o confiados, para la fundación y la realización de una
en la naturaleza o en el cuerpo. Por otra lamente
ti. ar en la b'1010p(.,"
identidad y vida familiar plenas. Si la familia reside, en
emernnos no engendran' . nunca queridos
. p ote,i muchos e uerpa.~
ble acepción, en la casa Y la casa, a su vez, no existe sin
abortos
. . espontáneos o tr aumancos
' . son frecue o mtencionad os, loa es evidente que una familia no es auténtica sin niños o
vl~lvas. Desde sus raíces biológicas, la escisi~tesden las series telt.
evidentemente comporta vl' en c.ierta medida'
. n e la materni~·~ "4Q se había visto nunca tantoS niños en las pantallas televisi-
una fuerte acentuación propia de la te nslOn
., el
esta al servicio de
vínculos y las relaciones intergeneracionales no habían
respecto a los hijos: dejar a un lado la d . ese.~sa y voluntaria
nunca, quizá, tan exaltados y tematizados como en las series
l~s de sangre significa querer seguir sólo ~:e~m~~~lOn de. los víncu-
ciente, nunca tan auténtic . ecision electiva y cons. 'a.lliInas de las últimas temporadas.
amente vocacional d En efectO, es casi imposible encontrar entre las historias de fic-
materno continúa siendo .' e ser madre. El tema
. . una presencia const t d 1 que se han emitido a partir de los años ochenta ,una familia o
vístva de temporada' úl . an e e a oferta tele-
. timamente se h d relación familiar estable o temporal, completa o incomple-
per Rocco (1994) Storia di Chi a retorna o en Due madri ada
, VI' t tara (1995) D originaria o reconstituida, libre o institucionaliz , que sub-
series de las temporadas televi . ' onna (1996). Pero las
e evisrvas más' , en ausencia de hijos o del deseo de tenerlos. La reciente «capi-
talmente abordando la patern 'dad. re~lentes estan fundamen-
ción» de la pareja Vianello deja fuera de la escena la única
familia auténticas como de hi .. tanto SI se trata de historias de
de igual forma present d s~ona.s donde el tema familiar está ión.
e, to as focalizan ti Con este triunfo de la infancia en las pantallas, una Italia vieja
paterna y la relació n dr hii pre erentemente la figura
pa e- )os· del últi 1 .. nueva se revela. El origen de todo está, naturalmente en lo que
a meta 16 a Fuaap la . . a m tlp e edición de Un ftglio
, "er vua, St ti vogl" b ia podría defmir como el coté infanticéntrico de la cultura nacio-
mio o Padre papa hasta l mi to ene, Pazza famigl , Amico
. ..' e rrusmo Maresciallo Rocca nal-popular, el apasionado Y casi devoto carmo a los hijos conver-
o
A pnnClplO de la temporada 199 . tido como mejor no podría haber sido en el dicho napolitan «los
telecomedias itali e 4-1995, la más antigua de las
anas, asa Vianello . hijos son piezas del corazón», o en la célebre broma de Filomena
con una imprevist 17 d ' se emite a la hora habitual
a nave ad: el pe - , . Marturano: «los hijos son hijos», Pero la Italia antigua de los sen-
que durante año h bí '. queno nucleo de convivenCia,
s a la manterudo . . timientos puericéntricos Y de la dedicación a los hijos se salda aquí
dos cónyuges sin hi 1 una composición estable _loS
l)OS y a tata- di COn la Italia reciente de la caída demográfica, donde -según la
miembro con los óti ,se spone a acoger un nueVo
ex tICOSrasgos de .- fi' . . hipótesis que se propone más adelante- el enrarecimiento de
que precede la ernisió d un runa lipino." El anuncIo
1 n e uno de 1 . I la infancia y de los hijos aumenta y adorna su valor.
nueva serie acaba co l si . os pnmeros episodios de a
n e siguiente inte .' Así pues, los hijos cuentan y se cuentan muchos. A pesar de
una casa sin un ._ > rrogante retórico: «¿Que eS
runor». un innegable predominio de hijos únicos, la fuerte restricción
Este punto nos deja desarrollar al
sobre un motivo d I al
.
gunas consideraciones breves
de la natalidad, que está en los comportamientos demográficos
e cu ya hemos señalado la importancia Y la
113
noventa y de la cual, con particular referencia a la nueva figuradel 'f: t~seando sobre los recurso . bólicamente los vaCIOS.
«padre criador», ya hemos tratado en otro capítulo. Pero ahora , an d \mando sirn
ros para \a ansieda ,co
nos interesa poner en común los dos temas y los dos sujetos -los
padres y los hijos- y extraer lo que tienen en común, intentando
comprender o al menos conjeturar el motivo que determina o fa-
vorece su subida en el imaginario «familiar» televisivo."
La fomiliastra . te la
Considerados sobre la base de las transformaciones que, en el I colar postenormen
plano tanto de los comportamientos demográficos como de las iai l ue nos h ara . que ya
Es de nuevo un seri o q . do en un escenano
relaciones de generación, ha realizado la familia italiana en lasúlti- ·lia mrrodUclen, . . a Se rra-
ttptesentación de la farnt de10 de la famtltastr .
mas décadas, los padres y los hijos parecen, efectivamente, tener erlo el rno di de una hora
está preparado para acog 'l. 21 de ocho episo os . I \a
•
un requisito en común: los dos son, por así decido, recursos esca- , nde mog te, gramacl0n.
ta de la serie Papa pre I familiar» de la pro
sos. Sobre la escasez de los hijos no es necesario decir demasiadas ia mas «
que se emiten en la fram
palabras; la precipitada caída de la natalidad que ha llevado a la . e . anales, una
noche del dorrungo. .. de dos prOlesl
sociedad italiana al nivel de crecimiento cero es un fenómeno rnuY Papa prende moglie narra la hl~t~~a ambos con dos hijos, que,
conocido y extensamente observable en sus manifestaciones prt- bogadO V1U , b or enamo-
dietista separada y un a . :~""uebk, aca an p .
marias y en sus consecuencias. Respecto a los padres, también 1mismo uu" I necesana-
teniendo el despacho en e 1 íón a los hijoS; despues . dido
se puede hablar de un déficit de presencia simbólica y material la re aCI y disten
rarse. Primero escon d en . a más embarazoSo
desde hace ya un tiempo, y que la inestabilidad familiar es suscep- . en un c11m
mente la comuniCan,
tible de extender y acelerar.20
115
El drama te1evisivo
114
, 1 familia abier-
, 'palmente conClerne a a
a pnn cI '
que tenso, cuando la pareja, y sobre todo la mujer Con id 'e se de dic , dios se abren y se cierran
' SI er sert ' todos los eplso , '
ha llegado el momento de afrontar la «prueba familiar»a porque caSI . , ya sea porque el matrlmomo
confIguraClon, . .
' ivir todos i ,csd'
d e irse a vivir to os Juntos: «o hacemos una cosa bien hecha ando esta . ar una legitimación msntu-
. limita a proporClon
juntos como una verdadera familia o basta, stop, se acabó» t~ la pareja se de relaciones ya consolidado, el cual
amenazar la protagonista. ' lllf¡t estadO de cosas Y
a .un . ue conv
alid 23
a. , . ,. fini
Como esto sucede ya en el primer episodio, es evidente ea smO q .. d 1 manera mas smteuca de uu-
. a familia que e a .
sene trata d e h acer exp tí"cita mme di atamente 1a d e finiciór, deqUela
, Ie .t.a.nra bien, est D :pa'prende moalte parece fun-
a la. l»'~ bi rta Y que en La 'CJ
milia: convivencia de la pareja y de los hijos bajo un mismo tech bnplemente a le,. rura muy comple-
., en realidad una estruc
independientemente de los vínculos institucionales (los dos es~ a la perfecClon, es. 'os precedentes a las espaldas que
con matnmom . .
casados y ella aún no divorciada) y de consanguinidad (cada uno J)oS personas , 1 hi' s del primer matrlffiOmo
. dos Junto a os JO
tiene hijos concebidos con otra pareja en precedentes matrimo- 'ven sin estar cas~ . ló , 24 nos dice que una estrUctura
dio SOClOOglCO
nios), es decir, una familia abierta. cada uno: e 1 estu. uy difícil de realizarse y,
d 'didamente mfrecuente, m .'
Los seis episodios sucesivos siguen la convivencia de! nuevo . ar es eci , como en el caso de Chfa-
, f 'gil Una vez mas,
grupo en la gran casa de ella -una casa de dos pisos con jardín-, consecuenCla, .r~. familiariza y se refamiliariza de un
que ahora muestra en la placa de la entrada tres apellidos distin- •• e ali altri, la situaClon que se ." límite
o menos que una sltuaClOn .
tos; a pesar de las desconfianzas iniciales de los hijos, las friccio- episodio a otrO es poco , . , entido sacar conclusiones
. o tendna mngun s .
nes entre los hermanastros y alguna volátil tensión en la pareja, el Mientras que n e 'alidad de las senes tele-
. ali o y la no relerenCl
grupo ya está destinado a consolidarse en una circulación de afec- banales sobre el me sm , t' cticas de actoS jurí-
, "ti! . ntar entender a que a
tos compartidos y en un clima de calor y de alegría. En e! último visivas, sena mas u mte 1 ti alidad de normalizar
. 1 intento y con a m
episodio, habiendo ella obtenido con el tiempo el divorcio, la pare- dicos recurre la sene en e ., d reducción de la corn-
, . d una operaClon e
ja se une en matrimonio y la historia se acaba respirándose la posi- un caso límite. Se trata e alm t de la escena dos fac-
. liminar tot en e
bilidad de un quinto hijo por llegar, plejidad que conSiste en e bi tán sólidamente pre-
. 1 ales en cam 10 es
Por lo tanto, al principio nos encontramos con dos familias tores «de molesua», os CU. . 1 d 1 s familias abiertas o
.' 1 penenCla rea e a
lentes e inciden en a ex
monoparentales separadas; después, durante un largo período en
el tiempo de la serie, con la familia abierta que ha derivado de teconstituidas. . di ha de complicación
1 . o mejor c
la confluencia de las dos primeras; por último, con una familia El primer factor de mo estra, l rni bro separado o divor-
, "d ore rntem
reconstituida no sólo de hecho sino también en el sentido instito- de la situación, esta consUtul o P 1 hii Y con el que apenas
. 1 padre de os JOs,
cional. Si la evolución de la serie ha podido representar este inédi- Clado que luego es e orro d delicadas Y difíciles las
ó o pueden ser e
to proceso familiar, es porque ésta se estructura según una fórmU- es necesario recor d ar cm, 'di b e el equilibrio Y la sere-
res e mCI r so r
d
relaciones, cuan o no pea, ialm te en presencia de nue-
la mixta repetitiva y a la vez evolutiva, que sin ser muy común no . es especI en
, 22
es anómala y que actualmente tiende a utilizarse con frecuencia. nidad de adultos Y menor '. . E Da:paprende moglie, la fi-
VlvenClas. n 1.',
En todo caso, el trabajo de familiarización y de normalización al Vos miembros Y nuevas con
117
El drama teJevisivo
116 or complicación, la
s de may .
ada de los eleme~tO ) de Papa prende mogl~e se
gura del otro padre es prácticamente inexistente: el h depur ue no demaslado h ha responde en
a ( unq li da: de ec ,
viudo -expedienre que le permite tener con él a los hi' Olll~ ic:rt . a nte a ser norma za a, d las narraciones seria-
.,
les en caso d e separaClon di . h b ' JOs,los
o vorcio a nan sido, en cambio fáCltrne . trUcturales e ibl al
cterísucas es bi ha sido pOSl e, o
1 s cara ." tam len . Cion
.,
gados a la madre, como es habitual-; la mujer está separa~ a a. -sta normalizaCion b .o de redeÜOl
isCJdioses .d or un tra aJ .
piloto de ruta intercontinental, siempre viajando por el mUr¡dt . te favoreCi a, p bi de la realidad farm-
ham en di ales cam lOS
que raramente se menciona y que se materializa sólo despu~ al atnP do muchoS Y ra e di . , n y en particular, rea-
divorcio para anunciar, a su vez, sus segundas nupcias. del tOrnan l' a la tra CiO ,
fuerte anc aje ..
tiene un . familia.
Encontramos en ello la expulsión del segundo y correlativo d 1binomlo casa- r . también en otras
la validez e D a prende mog u, do
factor de molestia: la pendularidad de los hijos de un padre alOtro el caso de L ap almente sobre to
o eSsó10 y natur '
y, por lo tanto, entre dos casas distintas, que significa tener que n .' de los años noventa ~ 1centra de la escena
televlSlVas . domésuco es e
hacer las cuentas con regímenes de organización, climas de rela- as el espaCiO
telecomedi ,
ción, estilos de vida diferentes y muchas otras cosas. Aquí, en cam-
, iar,
bio, la casa es una sola" en la reconstitución del tradicional bino-
mio casa-familia. Efectivamente, la familia de Papa prende moglie
es menos abierta de lo que hace creer su definición. Es cerradaen
los círculos de afectos recíprocos, que se manifiestan también
en una intensa y «física» expansión, y que quieren ser exclusivos:
Casas de serie .-:1;a reSl.de
'li
. bo co- cul•...
',.alla
LU-L
f aI1UU •
no por casualidad la sintonía musical, después de haber invocado Yaque en sentido espacially S~etro de las paredes domé~t~cdaas_
«besos, caricias, alegrías, ternuras y mimos», recita «somos celo- en e peru... e sea rapl
en la casa y encuen~ra ale la pena «visitar}),aunqu . 1 do una
sos, sospechosos y cerrados como una tribu». Y además es una fa- limites de idenudad, v .. Lo haremoS alSan
milia con límites espaciales definidos, no ambiguos, no móvileso sus f ilias televlSlVas. . (Casa Via-
mente la casa de las arn 1 de las domesUcom 1
alternantes, como son los límites de una estable y única casa co- , . d ncreta: a , n fu damenta
ti lo ía de viVlen a co . Ha una raZO n
mún. Por otra parte, también en Chiara egli altri la estabilidad de po g Nonno Fel~ce). y ;rada respectO a
I:..•.•
,sello, Casa dolce casa, • r que pu ede parecer tulU us de hilS-
la casa era central, sobre todo para los hijos, cuando preservaban
en la base de esta elecCion, Irecí da por un vasto corp ,
el sentido de pertenencia a la familia. . .endas o reCi l' ico genero
la gran variedad de VlVl . m es efectivamente e un 'tuci-
El papel fundamental de la casa se confirma en las últimas esce- .'lia L domest~cO 1 y consu
torias de faml . a y familia es tata .
nas de la serie. Al regreso de una luna de miel relámpago, el prota- . . entre casa . .,londe un semng
en que la coincldenCia d de la reiterada repoSlC d' zación
gonista lleva a la mujer y a sus cuatro hijos a visitar un terreno en
va del mismo géner~, Y ~:nsiente ver mejor un~ estan :e no es
el campo donde quiere hacerse construir una nueva casa familiar.
doméstico siempre 19ual .os habitables pnvadoS q
El terreno está cercado por cintas de plástico, los cuales, más que de los espacl
de las estrUcturas y
los límites del propietario, parecen señalar los límites de un espa- rro lugar.
posible ver en o
cio doméstico que coincide con el sentido del «nosotros» familiar.
El drama televisivo Donde hay familia, hay casa
118 119
Durante años, las series han desplegado en las pantallas un rico . e la impresión de una casa donde hay espacio más que sufi-
JIllt . bi , . al
repertorio de casas, y quizá sería más exacto decir un reperto_ . te para todo y para todos, graCias tam ien a un racion COrte
rio de casas ricas. Pertenecientes a menudo a las clases burguesas f cJdluitectónico que remode!a la estructura tradicional de las vivien-
empresariales y profesionales, a las categorías ricas, las fami1ia~ : italianas, eliminando componentes superfluos como recibido-
italianas de las series te!evisivas viven, cuando no en chalets o cha- res o pasillos.
lecitos, en pisos enormes y panorámicos, muchas veces de dos La puerta de casa ya nos introduce directamente en la sala de
plantas, amueblados magníficamente. Las casas, todas grandes y estar -normalmente con pequeños desniveles de algunos escalo-
bellas, para significar e! estatus elevado y las cómodas condiciones nes- en torno a la cual, remarcando e! centralismo simbólico de!
de sus propietarios y de los que viven en ellas, son o demasiado ambiente, rueda e! resto del apartamento: habitaciones o zona-
personalizadas o, sobre todo, demasiado elitistas, para que a través noche, cocinas o zona-comida. Las habitaciones están general-
de su visibilidad y vistosidad pase incluso la sospecha de que repre- mente separadas por paredes y puertas, alvo en el caso de la coci-
sentan un modelo accesible o un estándar extenso. En cambio, en na, como en Nonno Pelice, en la que dan todas al living-room, el
términos de tipologías tanto sociales como familiares, la teleco- nuevo corazón de la casa. A su vez, e! living-room tiene un centro
media se dirige normalmente a niveles medios, a estructuras de constituido por e! sofá que hace de punto de encuentro de la fami-
convivencia y de residencia que se suponen y se quieren, en cierta lia y deja de ser e! objeto sagrado de los salones buenos de antes:
medida, más comunes y, digamos, más normales. o es casuali- en el están tumbados, amontonados, muchas veces caminan por
dad que la protagonista de las domesticom -en la versión sin hijos encima con los zapatos puestos ... Pocos muebles, son pequeños y
en Casa Vianello, con hijos en Casa dolce casa, con hijos y abue- no «importantes», armarios y mesas empotradas sobre las cuales
los en Nonno Felice- es la familia nuclear estable y unida: es decir, hay algunos objetos de cristal y de porcelana, iluminación difusa,
e! tipo de familia que, a pesar de la apertura y e! reconocimiento abundancia de plantas verdes y flores frescas, completan la impre-
respecto a las configuraciones familiares más movibles, diversifica- sión de un ambiente espacioso, moderno y cuidado, donde se vive
das y procesales, continúa siendo innegablemente un modelo ideal bien y se respira un aire de tranquilo bienestar -mucho más que
(y en Italia todavía una realidad estadísticamente mayoritaria). modesto pero accesible-o Lo que falta es un toque de personali-
A través de la te!ecomedia está, por lo tanto, garantizada la dad y el reconocible aunque impalpable aroma de «vivencia»; pero
entrada en la que, en las series te!evisivas, representa la casa están- quizá esta frialdad de «exposición de muebles» o de revista de de-
dar de la familia media italiana: un piso situado en un moderno Coración puede congeniar más con la representación de un mode-
edificio metropolitano, compuesto por dos o tres habitaciones lo habitable que tiene todas las características de un estándar.
(según las dimensiones de! núcleo familiar), una amplia sala de Las casas de las te!ecomedias están en muchos aspectos cons-
estar y una cocina «habitable» que puede convertirse a veces eO truidas por la misma tradición y por las convenciones de este géne-
un auténtico comedor. La vista de! piso -aunque, según las CoO- ro narrativo· , mucho antes del caso de las italianas, las muchas
venciones de la te!ecomedia, esté limitada esencialmente al living- domesticom americanas que han pasado por la pequeña pantalla
room, con sólo esporádicas intrusiones en otros ambientes- tranS- nos han familiarizado con estructuras habitables igualmente cen-
120
a la familia media- está hoy más fuertemente instalada rep ooas aciones en curs consecuenCIas,
nsform . onial Y sus 1
en las series televisivas.
La evidencia de su manteni ~ue las tra. bilidad matrun osteniendo a
., . mIento la lnesta trUyendo Y s . d
radero se debe a la percepclOn de una mestabilidad eXte . ote, . tiempo caos s de plel1ltu
al rOlSmo -._:1; 1 s esperanza
y proporciona una tranquilidad tan indispensable con-. n~ hecha, uier tipo de falluua a encontrar satisfac-
'''0 en lila que en cualq y de felicidad pueden d familias felices
escenario de profundos cambios que, estando sometidos a heterness d s casa os; .
cesas d e norma lizació
IzaCI n, no paran dee susci
SUSCItar mquietud t pro. de tog .' felices con los pa re los adres clandesU-
, emor cliay farrolias d . familias felices con bP. familiar se ha
o reprobación. epara os, d el caro 10
Si las definiciones y las concepciones de la familia y de las rela- \OS padres s . 1 ') De este mo o, . do mientras
Chiara eglt a m . ático, domestica, or-
ciones familiares se han modificado, así como multiplicado, se .» ( .do menos trauro dida en el «dado-P
debe también a la gran variedad de las fórmulas narrativas, en las 11iIa)DC'uiado, ha SI
. corpor
arlo en cierta me
,
,
cuales se distribuyen y se articulan las historias de los años noven- bajaba p~ra In tidiana. ble cuantO más está
.O" de la VIda cO al a aparece más acep~a .d d con el prece-
ta; bajo este perfil parece imposible subestimar el papel de las bi ea cu se, nunUl a ,
El caro 10, s , culos de fuerte co ~:C"lCación;aSl,
narraciones seriales tanto en la contribución a la diversificación strar VIn .d en la mOQlll
grado d e mo han intervenl o . \írnÍte- todo
como, sobre todo, en el favorecimiento de la normalización de cosas que .tuaClones
te estado d e . dudar ni sacar SI .d farniliar, las
múltiples imágenes y modelos familiares. Concretamente, la seria- .l legaban -S111 .d d Y de la VI a
mientras uesp bi de la reall a dos requisitOS
lización de las historias de familia de las últimas temporadas se . de cam lOS .do flffOes al
un repert ono ta han man tenl d lo tradicion
debe a la televisión privada; la misma televisión privada está ho)\ , os noven id d del roo e
historias de los an ti" 'n y la idenU a -._:1; 29y más irn-
en su conjunto, más orientada a trabajar en el área de las temáticas la de lOlCIO . sa fauuua ,
que estrUcturan ble' el binorOlO ea -..
familiares que la televisión pública.
de la familia nuclear est~. . 1 cariño a los hilOS.
Según el extenso reconocimiento de los expertos, la peculiari- los hilOS y e
portante que na d a,
dad de la familia italiana contemporánea reside en la combinación
de un elemento de cambio extremo con muchos elementoS de
fuerte continuidad. Si miramos bien, las series televisivas han recu-
otas b ü de 1994 por RAJUNO
rrido a una infinita combinatoria de elementos, pero cambiándo- . va. en a r
.. , por pomera
les el signo; es decir, las historias de familia han re modificado pre- 1. El filin te\evisivo.se etnltlO 992 (edici6n revisada),
'bu a italiana). d Londres, 1
cisamente aquello que en realidad ha experiementado un cambio (la televisi6n pu . e VISible ftction, Reune ge, . loding
extremo (la caída de la natalidad). El hecho es que en un género 2. John Elhs, d me spectacular exp
.a Waters an
esencialmente «conservador» -en sentido cultural y no ideoló- p.l13. len Ang, "Sylvaro
3. Jon Stratton ~ 1994, p. 1-
gico- como es el de las series televisivas, la acogida de la nove- famüy», en $creen, n. ,
dad no está nunca separada de una actividad negociadora intensa
126
pp. 71-86 on teleVlSiva» Socíolo' . tegle COl11U¡¡j.:' • La serie se emitió por Canale 5 en diciembre de 1993.
. , >gtae rtcerca sociale ca~
9. En el sentido . ' n. 20, 1986 • También la serieAmico mío adopta una fórmula similar; además, leves rnodi-
ba programada que la sene de televisión ameri . '
de la situación base se han visto a menudo en las telecomedias, el género
lOs. por las cadenas Fininvest cana Incluida en la mu
. equet de E non se ne" estra esta· ad[actario al cambio.
temporad vog,tOno and4re h'
~3. Esto no significa subestimar el significado que aquí, como en otras histo-
as precedentes E se . ,que abla tenido
casi siete millones y cli jJot se ne vanno está entre los f»h un gran éxito en dos de ficción, da la sanción institucional del matrimonio.
11 V' me o de audiencia =r ten del 1989-1990
. ease «Un grand' ,Con 24. Véase Marzio Barbagli, Provando e riprovando; TI MuJino, Bolonia, 1990.
M B
. uonanno, Narrami o diva L'
12 "'amb·'
e romanza
. popolare. n primo ciclo de
, 19uon, Nápoles 1994
.
La plOvra» en
25. O aun mejor, se convierte después del traslado del hombre r de sus dos
a casa de su pareja .
13 . La " len un triunfc .
o de audienci' ,
'. '
26. La tradición y las convenciones de la telecomedia aquí no tienen nada que
. sugerente defini ió a. mas de nueve millones
MOndadori, Milán 1994 CI n es de Donata Francescato Fin" d' . . ,enI1lmiiy ties, Cosby sbow, Roseanne, y en numerosísimas otras telecomedias ame-
14 e
. asa Vtanello no
' . , -o" 'amo» smarriti
' conocidas también en Italia, la cocina como ambiente doméstico y como
ducida por Fininves es, en absoluto, la primera tele . fáaica es una presencia constante en la mayoría de los episodios.
tado en el gé t, que en la segunda mitad d 1 _ comedia doméstica pro-
nero COn n.--Il·de e os anos och 27. El modo en que la domesticom americana de los años cincuenta ha contri-
Vtanello CUando la do« .>G~" i quinto piano; sin ernb enta ya había debu- buido a construir la figura de la ama de casa suburbana está muy bien analizado en
rada de Canal S 11esttcom se convierte en un argo, es sólo a partir de Casa
Mary Beth Haralovich, «Suburban farnily sitcoms and consumer produce design»,
15 V' e . a Constante de la oferta de tempo-
Televisúm and its audience, BFI, Londres, 1988.
16.. Véase case en esta
en esta'
.
~maob
ra e
La
maternidad en el elodram ..
en Drumond and Paterson (comp.),
Más general, sobre la evolución de la figura femenina en la telecornedia, véase David
17 ~ma obra «La . m a familiar»
. Imprevista e . . . paterrudad en la co di' . Marc, Comic visions, Unwin Hyman, Boston, 1989 .
constituido unprevlslble en el horizo me a bri11ante».
en las precedentes edi . nre del texto' así es co h b' 28. Muchos recordarán, probablemente, la vista de Nueva York que se ve de-
prensa y, rl Clones aun u ' rno se a la trás del gran ventanal del living-room de 1JejJerson.
18' po ~ tan~, ya se esperaba. ' q e ya había sido anticipada por la
. Este Inmediato trasla . 29. Puede ser útil recordar que, en una reciente investigación de la CNR sobre
ca en la vida de los rot . do a la fiCCIónde un aCOnte' . . el léx.ico de los niños de seis a diez años, la palabra «casa» resultó ser la más usada; la
te, un niño fiili' P agorustas -los Vianello h . CJm..tentoreal que se venfi-
PinO- no es an acogido e palabra «mamá .• le seguía en segundo lugar y «papá», en el séptimo (véase Guglielmo
años cincuenta . una novedad en la hiStor' n su casa, efectivamen-
t>q,e, «Voglia di casa », La Repubblicax, 9 de mayo de 1994, p. 78).
dia 1 lave L 'Lpo~ ejemplo, los intérpretes de la i la de las telecomedias. En los
ucy, ucille Bajj D . a mmensament
tuvieron un run'- Y esl Arnaz -marido . e Popular telecorne-
o que entró ' . y mUjer tamb'é
sodio se COm rapldanlente a foOllar 1 n en la vida real-
enea en Ly S· parte del castin d .
Press, Chicago 1992 nn plgel, Make room for TV. Th g e.la serie. El ePI-
, . , e Uruverslty ofChicago
VI
podido ofrecer a 1 fu ' n ~ imaginación colectiva, habn veces, y con razón, la resistencia de La Piovra para ser reconducida
as ertes histori s d L ' .
narrativa superab d ' a e a Piovra tanta materia y Concluida hasta un género determinado, en el sentido en que
un ante y cautrv d
toda suerte de transfi ' a ora, preparada y dispuesta a
I definimos, por ejemplo, la aventura, el thriller o la ciencia-fICción.
19uraclOn novelesca
Efectivamente, La Piovra es una ecléctica Y mutable mezcla de
En el horizonte de los ' ,
considerada un ini al bl generos populares, la mafia puede ser Corrientes y géneros distintos: desde el cine-verdad o de implica-
gu a e recurso para la implantación y el desa-
El drama televisivo ln serial a la italiana 135
134
Los fenómenos de gran popularidad, sin embargo, dificilmen- que cualquier cosa puede dar al relato la apariencia ~e un profun:
te se producen y se perpetran en el único horizonte de referencia do significado social Y se esfuerza por hacemOS sentir que .nos esta
dando la oportunidad de penetrar más allá de la SU?erfiCle ~e los
cre~~o por ellos mismos, y La Piovra no es una excepción; es corno
decir que el «género piovra funciona también porque se inscribe aContecimientoS Y de las instituciones para descubrir «la ~uCleda~
en una fórmula narrativa bien probada. Introduzco aquí la noción esCondida bajo la alfombra, el secreto poder de los b~stldores».
de fórmula en la acepción, propuesta por Cawelti, de arquetipo o Esta tensión o aspiración para revelar las verdades msosp~c~1~-
universal narrativo; los arquetipos narrativos son los que encon- bles o escondidas conecta el melodrama social con la tradlCl~n
tramos en la base de historias que pueden alcanzar una amplia ",uckraking el movimiento progresista que, como ya se sabe~ dio
popularidad en épocas y sociedades distintas, articulando, de vf:Z vida en los ~stados Unidos, entre finales del siglo XIX y las pnme-
136 El drama teJevisivo
Un serial a la italiana
137
ras dos décadas del siglo XX .
, a una amplia '.
que se expresó
d
ambién en 1 li
a teratura U
actJ.vldad crític
a sOco
° acontecimientos de relevancia histórica y social, prefe-
ore Dreiser p rtenecían . - pron SincJair l' Ial, re de carácter espectacular y de masas: guerras, procesos,
periodismo de OJpinión de~:a COrnente_ y en Un pr: h~o. , ceremonias ... El uso melodramático de un aconteci-
cia de escándal poli . ' ea o al descubrimiento y a 1 gres1vo
~~. a~~ espectáculo público, además de intensificar las emocio-
Pero el melOldrama soc'al . ~e para reforzar la impresión de veracidad de la historia
I nace prirn
exactamente co el folletín' ero en Europa y 1 h . ~ ea «algo que pasa por realista» y que desempeña un papel
. , COnel qu '. 'o ac
terios de París e E e COIncide en Parte' L e uencia y la modificación de la uerte de cada personaje.
, ugene Sue, con su . . Os 11Zis-
Contra los rnuclnos males sociales d 1 Intensa carga de cruZad ••••••• I~ a en la estación de Palermo, en La Piovra 5, con todo su
••....
debe considerar.se Un verdad e as metrópolis del siglo Xix a r ~ocativo de trágicos acontecimientos reales -la matan-
ro
Los misterios de Pp-rís, entre o:as melodra.ma social. La Suerte d: estación de Boloña en agosto de 1982-, grabados en
bí 1 COsas eVlden' rÓ»
arn rva entes efectos de una {j'l' CIa rapldamente los _hefllf'U0ria de los espectadores, es uno de los posibles ejemplos.
orrnn a capaz d .
opuestas: enorme popularid d 1 e SUScItar reacciones .tOtO'U Y más interesante ejemplo de uso melodramático de un
. S a y, a a vez en díd
sras, ue fue acosado de ' cen as Controver_ tOJC'lCimientopúblico lo encontramos en La Piovra 7, en la larga
d , propaganda políti d '
orante una sesíon en el n 1 ea y e escandalo y, del funeral con que la historia se encamina a su desenlace.
rar amento u di '
-el periódico en el cual se publi b ' n ?utado acusó el Débats o muchos saben, aun sin estar directamente familiarizados
d ea an Los mtsterio. d h
ar urante un año a sus leer Cf-« e acer pase- _ último episodio de La Piovra 7, esta escena está construida
Si consider:unos Ia i Orespor las cloacas parisinas».7
a 111Il1ensapo uI id ocar claramente la ceremonia fúnebre por el juez Falcone,
La cabaña del tío Tom L . P arr ad de las obras -como jer y su escolta, asesinados en la calle de Capaci (mayo de
1os autores -desde '
os mtserables L ¡.
H S ' o que e vtenta se llevo- y de . Lo que funciona como detonante del reconocimiento es,
UT..II ue, ugo, Dickens W'Iki .
rvauace., que desde h' , I e Collins a Irving -~::: todo, la inspirada oración de una joven mujer, incluso física-
ace mas de Un siglo .
drama social un best sell. y medio hacen del rnelo- "'!Ilc:~eparecida a la mujer del agente asesinado que, en el funeral
-J, ter seguro od
frente a una fónnul ' .' P emos entender que estamos
a, un autentJ.co ar' . cone, pronunció palabras desgarradoras y conmovedoras.
capaz de ejercer un un' quetJ.po narratJ.vo «básico», in duda, esta escena «funciona» en el triple sentido en que
., pacto vasto y fu
cion colectiva y es pro ndo sobre la imagina-
. exactamente en e funcionar un espectáculo público en el melodrama social:
de crítica social de estlm' Íaci , sta mezcla de melodrama y
. , u aClon ernoc¡ 1 . ovoca una aceleración emocional, bien porque despierta la
nvo, de tratamiento esp uI iona y de Intento informa- oria aún reciente y viva de un momento doloroso y compartí-
ectac ar y d .
reconocemos la fórmul b' e matena escandalosa, donde
a am Ivalente de La F.' e la vida colectiva, bien porque los espectadores ya saben que
Puede ser útil poner alg' . topra, la ceremonia se desarrolla, en la ficción, bajo la amenaza de
ri: un ejemplo p . d
.nOPra cumplió rotaIm 1 . ala emostrar como La
ente os reqt' d tentado; 2) pone sobre el tapete algo que, pasando fácilmente
drama social usa varias té lISJtOS e la fórmula. El me1o-
eCfllcas de i t 'fi ., . realista, ya que reclama un acontecimiento público que suce-
nes; una de las más' n en SI IcaClOn de las emoClO-
ImpOrtantes y fi , realmente, da a la historia el sabor de veracidad que necesita el
e icaces consiste en intercalar
odrama social para confirmar, precisamente, que se está ofre-
139
Ún serial a la italiana
Un serial a la italiana
Héroes-mártires 141
Un serial a la italiana
deja impreso el estigma d ' 147
dem e una Infl ib
OStrar que es un h b' eX! le Valí "
g anar 1o, No es casualid orn d
re JUSto
por luchar co
c1on_
Pa~ que se encuentra a menudo en los periódicos italianos
aqueL P; ntra 1
por aplicarse de modo más o n:~nos indiscr~ado a cu~-
y espectacular victoria del h ' a tovra 5 acabe Can e cr,
camí h ' , eroe: Esp' Una d ' que intente ser valorada cnncarnente o incluso subesti-
ino aCla Mrica la b b Inosa arrestad eC1<Iict.
zada en las mismas' orn a en la estación de Pal o, Cariddi de no tendría ningún significado especial si no fuera porque,
y también' manos de Licata, erIno neutral¡. de La Piovra, la etiqueta es apropiada, La Piovra es real-
b' , Igual que Cattani L'
Ir; su muene es ex res" ,Icata está destinad un serial del tipo telenovela, aunque sea la única telenovela
«domesticación», a ~av~~ndY1reSultado de un auténtico 0pa suCUJn. , producida hasta ahora en Italia; y aún se debería añadir
los m d 1 e cual un ' roceso A_ una telenovela malgré soi, ya pesar de sus autores, que cuan-
a e os heroicos d ' personaje constru'd "1:
b d e Un Ima' , , lOS b tenido la ocasión han rechazado siempre una asociación
Ora o en los té ' gInano Interna ' o re
La Piovr. rnunos Propios del ima' , CI~nal es reela. . ar: «La Piovra es un producto particular con características
'a 6, entrega ten ebro gInano nacIonal A '
ral que de gran írn sa y metafísica, más de di c. ' SI,en italianas, Es inútil comparada con las telenovelas»."
pacto popul Slrute cul
va hacia oSCuros horiz ' ~r, una auténtica fuga de 1 ~. Fuera de todo contexto valorativo, es posible argumentar en
se tamb' , antes vIsIOnarios 11 ' a narrat¡_ bio que La Piovra, en sentido técnico, y por lo tanto, por sus
c. ren con el Mal de la H' , eva a Llcata a encontrar
lrente a Istona (el ' - cturas y procedimientos narrativas, pertenece a la familia
un antagonista símil ' naZIsmo, el stalinis '
del poder d ar, epltome de 1 " mo), 'al de las telenovelas y de las novelas. Puede parecer, por al-
d d 1 ,y e la fuerza respecto a 1 a pnmacla ineluctable
pos elementos paradoxales, que un producto que -aun no ha-
a e ~eroe está, Como Catta ' , a :,erdad y a la justicia, la caí-
Davlde L' 111, InScnta en 1 d biendo sido ideado en explícita contraposición a los seriales ame-
h' Icata muere en el angus , e on en de las COsas,
ricanos- había sido considerado desde un principio como «una
eroe duro «a la americana' ~ante escenario de un ex laaer
1os m d 1 », IflInediat 'O , respuesta a Dalias», haya acabado por asumir algunas de sus im-
,o e os resignados del hero' amente reconducido hacia
La Ptavr. ' ISmo «a la ' ali ponantes características formales. En realidad, lo que en la seriali-
'a esta plena y sólidam ,It ana», con los que
odo zación de La Piovra se ve inmediatamente es la interpenetración,
m definitivo, el brutal ases~nte den Slntonía: como ratifica de
C arlo Arcu ' ato el capitá d ' más interesante e innovadora que simplemente paradoxal, entre
n, protagonista de 1 d n e los carabineros
as os ú1 ' , «global» y «local», en términos de fórmulas narrativas,
timas ediciones (8 y 9),
Todo esto le da, más de lo que uno imagina, una importancia
teórica; tanto porque reclama la atención sobre el hecho, habitual-
Serial sui generis mente olvidado, de que la transnacionalización del consumo y de
la producción mediática concierne no sólo a contenidos culturales
Con el tiempo L ' y ways oflife sino también, y quizá más importante, a fórmulas y
sas d h b ,a pzovra ha sido " formatos, géneros y modelos narrativas; como y, sobre todo, por-
-r. 'h e a erse convertido en u 1 crmcada, entre otras co-
rac ar de tIna te en ov 1 que constituye un vívido y elocuente testimonio de los auténticos
e enovela o culebr ' ,e a o en Un culebrón,
on una sene televisiva " , procesos que activa por una cultura y una tradición local en pre-
es un eJercICIO
sencia y después de la frecuentación mediática de otras culturas,
149
tJ n serial a la italiana
El de ama teleV1SIVQ
..
148
bio, un enfoque i.~, cuyo objetO está inte"e-
a
La master narrative . con loS texros primarios de La Pim , consiente en
habla de un «ocl al »-e' que circula y se acredi có",o la interacción y la concarenación de una misma
autenticidad es . ~tendido como un ta a eSte pt<><lucti puede dar lugar a una fórmula narrativa dife-
pérdid d . Y .pecificidad- con" «dato. d, P va
b a «denudad y de e I . antemente arn PUta , bien a una seriafu,ación que, en este caso concretO, basa
al» (que, en este caso o onización culnmj 'n_o . ",dad del proceso según un dispositivo eminentementeen
m~s a menudo en la ';'~Ii~ética). En cambi:~: P"'" Z" 'COy negociado< corno el stop_a.d-go y en el cual encu -
cion, en y según l es la reapropi .', que se o
os context acion y 1 reconocimiento ambas rradiciones narrativas, nacional e
nales, de elementos' os y las tradicione I 'reel,bo...
nacionales. El resul~:portantes del consumo d: ocal" o - donal, italiana y americana.
J'ioV"a no nace como un serial; se convierte después en ello,
ui
híbrido en el l o de esta reelaboració productos '---
.' cua es tambié n es norm -- la onda del éxito de público y de prensa que pide la contin
es ·
una intacta
. pureza cu Incomprensible
tural ve que los parada~ente. un
...el éxito alarga», se deda en la época de los folletin del si-
mestizaje- una d l an -como se ha' . anos de
., ep orable contami VlStOsiern JIX- de una histOria destinada, en un principio, a acabarse en
cion con el global las i ntaminación; yate' pre en d
construyen y , as identidades locales i aves de la hibrida- ",",po de una sola miniserie." Primero, por lo tantO, era la mi-
L se reconstituyen enfi ncesantemente se . rie. Nueva versión cinematográfICa de la vieja sede antes
« a autenticidad =af ormas nueva y oriainal. re- ónica y después filmada, la mOniserie es la tipica fórmula de
ller d b
_ e e ser juzgada a
irma respe "O
.. cto a esto el antro es.
ól . serie televisiva doméstica de la cual condensa Y exprUne la tradi-
cuencias local postenon y no a p" ,P ogo Mi-
es y no según los orí non, segun las c
Volviendo s La Piovra os ongenes locales." onse- ción de serialidad «débil» o de «breve vida». ciente
La miniserie es una fórmula narrativa aurosufi y, sobre
ductible
. di'versidad y oposició
' no es, por lo tan to, d efendiendo su irre- todo, narratiVatt1 cerrad" una historia comienza Y acaba en el
ente
v onza su itali . n respecto a la 1 periodo de los cuarrolseis capitulos canónicos. Pero estaS carac'
al
cificidad tot arudad, sino reconociendo la te. en~vela como St
t ., almente italianas del cc originalidad y I""P" terísticas constitutivas resultan, con toda evidencia, modificadas
p
arninándose con latelenovela a fórmula q ue esta
, ha creado con· cuando -comO en el caso de La Piovro- el hilo de la historia se
150
tod" ",,,,,eras, no se trata de un fenómeno inédito, en cuan-
ve
tos, pero recíproc amente co ~ece a la tradición y a las convendones de la te!eno -
e una interrum plid a (po 1 ncatenados
o ' ins CrIto
o
d
otra) e igualrn _ r argos intervalo, s en el h - o:Jenove ' mata regularmente inclusO a sUSpersonajes más
ente contmuing sto entre un o l
tcS', destaca ]Le- Allen," y, sin embargo, se caracte'jz,
e esta manera o ry. a en~
se, D
al ' La Piovra con - g., a "di y estrilctu,,1 discontinuidad de! p",tagonismo;
1 en la conseguid
,
tradición productiva
fuerte de la tradi CIOname
o,
y: '
hibri . stituye una fó
nda~ón entre la seri':
arranva
. Italiana (mini oserie)
u1a
Prop;. 40
. ad1 débil \IC
..!- la
••be calbien los espectado,es [te!es y expertOS, e!/Ia p<o"-
de nuna tempo"da puede desaparece< pa" siempre, con-
dación, más que la ea i nc:,;,a (serial auténtico) - y a seria!idoci d""n mucho tiempo latente o cambiar de papel o de
-d>d.En te la "Ienovela, de hecho, e! p<otagunismo es cíclico y
narrativos de o p otulaclOn ante la hegem "y en esta hibri
_ importación _ oma de l -
bI<; la na",tiva parece pode' prescindi' de pe,-sonajes ind~-
acnvo y negociador de la' se ~o_~v>erte más bien el ea~ mode""
usar esta palab tradición y de la ide id racter inter- bles o insustituibles y procede ¡gualmente, no a pesar, sino,
ra, ya que lo 1 nti ad si mancia
corre es una auté o que a fórmula de L Pi ' se quiere o, yaci a la inte,cambiabilidad y a 1>alte de sUS
ennca y o o a tovr. as a
Ames de volver en ;~~nal ,«VÍai~ana hacia el s:::: y re-
onistas. Lo mismo vale para La Piovr , de la cual se destaca
ari<t<' so,prendentemente auto,,-eflexivo de! tituio, evocando a
narrativa open-ended mas analíticamente a -
afinidad d e La P . ' vuelvo a tomar la afiirmación. su estructura
o o •
animal cap'" de sobreviv", a la amputación de sUStentáculos, 1>
dades y sern _ tovra con la telenovela pa" ,",,,,,1 sobrela , ora del pulpo se presta a simbolizar, más allá de la mafia, una
sin ernbar ejanzas que, sin se< p"'" nad argumentada; afini- ativa capaz de sobrevivir a la resdsión de sUSp,otagon~tas-
necesi go inadvertidas -sobre tod a sorprendentes, pasan No está fuera de lugar pregunearse si no se manifiesta un pos-
esita algún' conocimiento d 1 o porque p ara o b servarlas se
e ende n 1a di versidad d L' e a tele nove 1a- tanto a lo
..no, caso de in",penetración entre global Ylocal, en e! sentido
dte!fi e a Piovr, s que cIcque la a\temancia de los p<otagonistas de La pWvra pocida
o a acusan, aunque de manera g 'a,,.como a los que últim aroen- haber encontrado un contextO de ,ecepciÓn más favo"ble Ydis-
P
recisame nt e en una telenovela enenca ' d e h aberse convertido
P ponible, po,qu ya está familiaóUdo con esta novedad desde la
e
.odemos em pezar por la ges. . , e
un
sabeejemplo d e mmediata
. non Ldel P'
evidencia prot agorusmo,
. que ofrece relación con los seriales americanos.
Cie<ta , se cotnpnleba en La p;gvra la misma inte'pen -
mas ' dos . .
principales protago . . a uwra h o
a tenido, como ya mente
tración entre ci<tunstancias p,oductivas y circunstancias n""ti-
mata o a amb os. Ahora bien lo rustas q . ' Catt aruoy Licata,
o y les han
d vas rípicas de la te!enove1a; se hace alusión en este caso al hecho
e scu rso no es la muerte'' ue Import a en el actual contex-
to d 1 di e ya conocido de que caracte'es YtratOas de la telenove!a se mode-
hnece,
h por raz ones di versas a la histori
en SI del prot agorusta . -que pert - lan muy a menudo según los sucesos contingenteS ,e!acionados
ec do de que 1a rrusma
o ' stona de s
bio narrativa sob _ ot ras narrativas-
o sino el con los componentes de! "", o con ot<0SfactO'es e",e<no - po,
un e sus protagonistas." Esta su ",,:,va a la muerte y al recam- ejemplo, muchas m"e<nidades de los pe<sonajes femeninoS de las
a popularidad tan fuerte pervivencia es el testimonio de
telenove!as dependen de! estado real de emb"aza de las intéq>re-
rnmación
tinuid d de un dispositivo
. . o de
quefamili
resiste -a la ch ocante y repetida eti-
»Ór
res, asi comO un actor que ya no esté disponible pa" el papel
a del protagonismo. anzacion básico, como la con-
153
V 11 serial a la italiana
El drama televisivo
152 vela
ooajes y de las "amas equivalenteS-la teleoo reCU-
puede determinar una temporal o definitiva d as veces a la amoesia o a otros dispositivos de parcial o
esapari .
personaje. El ejemplo más célebre, aunque no el único CLón dsibilidad de los desarrollos narcarivos, para restablece!
te de Bobby Ewing en Dalias, debida a la decisión de P' es.la~ ',dad interrumpidas o perdidas, remover desde la histo-
. . atnck f),.a.. es podri
que vincular o cootradecir nuevas dinámicasS
de abandonar la sene; revocada sucesrvamem- la decI's', -"'" an
IOnde "- _
fy, la muerte de Bobby se reconduce a un sueño de &.111(. , -asYdirigir el complot en la direcci60 dictada por cireun -
Su mu'
Pamela, y el personaje vuelve a escena. ~ O' productivas imprevistaS, En el ejemplo citado, Y nada
Situacione~ ~álogas se producen en La P~a en al menosdos ',ooal eo la tradicióo de la teleoovela, la vuelta de Du!fy en
casos: la definitiva marcha de la escena del comisario Cattan' y, por lo tantO, la «revelación» de que Bobby Ewing noética ha
cesaria por la irrevocable renuncia de Michele Placido a COnt~~: o nunca, echa fuera de la realidad Yde la memoria dieg
interpretando -después de haberlo hecho durante más de veinte J}IIlltu los acontecimientoS de una temporada entera'· igual-
capítulos- el papel del protagonista; y después, en La Piovra 7, la O< sucede en La pjmn'a 7 con los acontecimientoS na",tivos
muerte de Tano Cariddi y su inmediata sustitución con el perso- <tiore a la muerte del comisario Catrani Yrelacionados con
naje de Saverio Bronta en el papel del «malo», a causa de una tem- s
presencia protagonista de Davide Licata.
poral enfermedad del autor Remo Girone. Es una ope que aligera Ysimplifica la abundancia textUal
raci6n
La Piovra 7 se abre con las palabras de Silvia Conti, un amargo deLA p;qvra; entregando a los espectadores más antiguos las par-
y doloroso balance de su vida: lOS y los personajes, reconstruye de una manera más lineal Yunita-
r
«Han sido años llenos de rabia y de dolor, pero también de ria el pasado de la narrativa; el principio uniftcado es, evidente-
felicidad ... con Corrado y Davide hemos ganado muchas bata- mente, Cattani _investigaci6n sobre la muerte de Cartani», dice
llas... pero hoy estoy sola». ti subt¡nÜ<>--,cuyo icono está repetidamente propuesto entre O las
Aunque mantienen el luto y el recuerdo de la mujer que les imágenes de La p;qvra 7, as¡ como la escena de su asesinat - El
ha amado a ambos, Corrado y Davide, o bien Cattani y Licata, hecho es que, a diferencia de Licara, el nombre y el personaje de
ocupan posiciones muy distintas no sólo en la imaginación co- Canani entran en el repertotio de referencias culturales dotadas
lectiva sino, respecto a lo que nos interesa en este momento: de sentido y de resonancia incluso para los que no tengan familia-
la memoria de la narrativa. De hecho, mientras reanuda estre- ridad mrecr>-con los episodiOSanteriores de La p;qvra, en partiCU-
chamente los vínculos también territoriales (el regreso a Sicilia) lar para los nuevos y más j6venes sectores de público que miran
con el «ciclo de Cattani», La Pi01Jra 7 remueve el más breve «ciclo las últimas entregas, eoroo demuestra una comunidad de persona-
de Licata» cayendo en una auténtica amnesia, de la cual algu- jes ins61itam llena de figuras j6veneS Y perfiles adolescentes,
ente
nos observadores se han lamentado pero que, de nuevo, se trata El rejuvenecimiento del conjuntO de los personajes, que a veces
de un dispositivo convencional perteneciente al repertorio de la va acompañado de una eliminación brutal de los más ción duraderos
telenovela. y de los mayores, es un expediente clásico de «revitaliza » de la
Caracterizada por una enorme extensión textual ptoducida por teleno , Libeá de una parte del propio pasado y, al mis-
ndose
vela
la larga duración -y por una acumulación de historia y memoria
U n serial a la italiana 155
El drama televisivo
154
lodrama.
El drama televisivo . 1auténtico me
, ra lírica, es deClr,e a ascsinado en
Italia seria I.aope lida Antonino Cassar ,
· a para. f provinCial de po
En realidad, una narrativa open-ended como La Pi . ndo le e 1995.
segu de 1985. . ari Liguori, Nápol~, b de 1992. La decla-
ra una posición en su misma "fórmula, incluso sin lOJ>ra I tffPto ari, Eroi irnf!\~gm , 'Europeo, nOVlem re
explicitar la intencionalidad de los autores. necesidact. ltiontafl. -cultima plovra», ¡; • _~"l end the
cono, «Ii of the IP'-"-' .
Cuando procede a clausuras parciales, inscritas e J!.tI p. Sandro Petrag a. rless in Trinidad: a case ) Consurnmg
'bU)'ea and Res . ch (cornps. ,
. alm ilirni d n un hOrb .••.•..
é:t~
• .al, "The young Sil rstOne y E. H.írS
te d e apertura virtu ente 1 mita a, la narrativa de L "~ ~~onsumpoon>', . en R" . '.
1). . 992 p. 181. redUctOunitariO,
afirma la inestabilidad y la incertidumbre de cualquier ~ e d e Londres, 1 , . rosamente, un p
· Routle g , ovies es, ngu . capítulOS.
. . lid d . ..
1uc h a entre cnrruna deJa , Ií(llla televisiva o rv-rna\rnente no supera los seISha afl(l11adosiernpre
a y JusuCla, y nos proporciona solarnetllt ro
La pe .. serie, que nor 1 rirnera entrega, orrnalrnente
la certeza de que esta lucha (igual que una telenovela) es una rda uata de rnun . ni director de a P 1 puesto a lo que n
Ve • a
¡anODanu , . ente cornO o o
dera never-ending-story. • ~arn había nacido preCI~am 5 de rnano de 1995. d SherlockHolrnes;
pjovra '. ¡;inforrna210ne, ,. del peso e. de la pre-
. una sene»· . plo intentO librarse todo el ocrnp0
1 por elern , durante
S. Conan Doy e, vacar» su rnuerte, pero rolina
se vio obligadO a «re ea narrativo total. University ofNorth Ca
h be un bloqu eras, The
Notas muerte u
C. Allen, pe
S aking of soap op . t
and sen31me
lodra-
19 R~I " Hill, 1985, p. 77. ~. White, "Wornen, roernoty ,
Char-- tema ,no fraSe esta
l. Esta «posición» ha estado hasta ahora seriamente acechada por un únicocan- 20 Véase sobre este 336-353. . bre de 1993; la
didato. En 1996 la serie policíaca de ocho episodios Il maresaallo Rocca, producida " Winter, 1994, pp. n' T del 18 de noviero del contratO para
igualmente por la RAI, suscitó fenómenos de popularidad iguales a los de La Piow«, , en $creen; d la revista de la ~ la inminente f\f!1la
21. Extraldo e 'culos dedicados a
que aún no se han apagado. Véase cap. siguiente. · en casi todos los aro
2. Extraído de una entrevista a Ennio De Concini en Il messaggero del 5 de mar- Wiuida ., La Piovra 7. 1991.
la.-v\uCClonde . 337. . press Londres,
zo de 1995. r- White op. ot., p. opera polity ,
3. Laguerra de ÚlSmundos de H.G. Wells es probablemente el origen de esta 22. M.. h', Woroen and soap , d the world,
23 " C . Gerag t), neras aroun
representación. A decir verdad, Wells habla del marciano como de una criatura simio d Soap 0r-"
24. lbíd., p. ll. To be continue ...
lar a un cangrejo, aunque luego lo describe como un pulpo gigante (piovra): una R C. Al\en (COrnp.),
enorme cabeza redonda, dos grandes ojos oscuros, una especie de pico cartilaginOso,
25 .. 1995, p. 21.
loutledge,Londres,
dos bandas de ocho tentáculos cada una.
4. J. Cawelty, Adventure, Mistery and Romance, U niversity of Chicago Press,
p.261.
5.Ibíd.
6. Ibíd., pago262.
7. A. Bianchini,Il romanza d'appendice, ERI, Turín, 1968, p. 96.
8. P. Brooks, IlimmaginazWne melodrammatica, Pratiche, Parma, 1985, p. 56.
9. Ibíd., p. 265.
10. Ibíd., p. 269.
11. La existencia de una íntima conexión entre el melodrama y la cultura italia-
na ha sido defendida recientemente por M.J. Gannon en UnderrtandiggÚlbal culture,
Sage, Londres, 1994. Según él, en toda sociedad pueden ser aplicadas y asociadas
metáforas culturales específicas que sintetizan sus caracteres esenciales; la metáfora
161
Un serial a la italiana
_________ ~E~I~dr:iraJama
tele VISIVQ
..
160
Emisión: 14_21-22-28-29 de
nuevas entr -------- ,.. es: Michde Placido, octubre de 1990 por RAIUNO.
Apéndice.
LA p¡ Las egas de La po --.....;:
Mi\lardet, Remo Girone, Audiencia media por capítulo
OVRA 1 tOVra
Cavallari, [ean Luc (en millares):
D'irección: Dami Au di encia medi 20: 11.984
~ fran<r0is Marthouret, l0: U.I08
Guión: Enni D ano Damiani. (en millares)' a por capítuJ. 40: 12.565
o e Concini I? . o . pibe , Bruno Cremer,
rO 30: 12.310
Intérpretes' Mi nciru, : 13.087 0 o Tosco, Mario Adorf. 50: 14.416
Bárbara D, ~ chele Placido, 3°, 13.367 2°, 15.130
.os: Milán, Roma, Sicilia, Audiencia media de los cinco
"'''0 M. OSSI,.Nicol e J amet, 5° ,6.575
1 4 •. 14.061
llolanda. capítulos: 12.476
R
Flavio on, M
Bucci Florind Bolkan,
. a B. Audiencia
. medi a de lo .
' assimo ' tulos: 6
ranóis Perier, onetn, "p,tulo",14.444 'cmc.
. ión: 5_6-12-13-19-20 de LAPIOVRA6
F
LAPIOVRA 3 de 1989 por RAIUNO.
Escenarios:
' Sicilia, Roma Milá Dirección: Luigi Perelli.
.encia media por capítulo
C apítulos: 6 ' 1 an. Dirección'
G .ó . LUlgIPerelle
. . Gui6n: Stefano Rulli y Sandro
Emisión: 11-12-1 w n: Sandro P . en millares):
de 1984 8-19 de marro Rulli. etraglia y Stefano 0: 12.367 2°: 12.635 Petraglia.
Intérpretes: Vittorio
Audi ~r RAIUNo. : 13.459 4°: 14.026 Mezwgiorno, Patricia Millardet,
encra medi Intérpretes'
Giuli . Mi chele Placido
(en mill a por capítulo 0: 14.466 6°: 17.201
ares): 1 ana De Sio' Alam. Cuny,' Remo Girone, Pierre Mondy,
F. Audiencia media de los seis
l°: 8.000 rancisco Rabal ' M·ane Laco ' Fertucci6 De Ceresa, Xavier
30: 12.700 2°: 13.200 . .
UlgIDeFili . l'~~ capítulos: 14.025 Dduc, Luigi Diberti, OrsO
L
Es . ppo, Pierre Vaneck
50: 15.340 4°: 11.890
cenanos' Milán.Si . Maria Guerrini, Tony
Audiencia medi 6°: 15.270 Capítul . an, Sicilia, Roma LAPIOVRA 5
os: 4 . sperandeo, Bruno Cremer.
capítul a de los seis
os: 12.733 Emisión: 5-6-12 Dirección: Luigi Perelli. Emisi6n: 30 de noviembre
de 1987 -13 de abril
Guión: Stefano Rulli y Sandro y 6_7-13-14-21 de diciembre
Audi por RAIUNO.
LA PIOVRA 2 encia medi Petraglia. de 1992 por RAIUNO.
(en mill a por capítulo Audiencia media por capítulo
ares): Intérpretes: Vittorio
Dirección' . Florestano V: . Mezwgiorno, Patricia Millardet
uión: Enni ancini. l°: 10.900 2°: 12.600 (en millares):
IG é o De Concini Remo Girone, Bruno Cremer, , l0: 8.640
0
2 : 7,109
3°: 10.800 °
nt rpretes: Michele .. Audien . 4 : 13.800 30: 7.950 4°: 6.787
Florinda Bolk . Placido, era media d Luigi Pistilli, Ana Torrent, Orso
an, N icole J capítul e los cuatrO er 50: 8.569 6°: 9,252
os: 12.025 Maria Guerrini, Claudine Aug ,
F rancois P . amer
Paul G ener, Martín Balsan; Ray Lovdock, MaCÚnBalsam, Audiencia media de los seis
uers Iacq ,
Sergio F ' . ues Dacqmine LA PIOVRA4 Vanni Corbellini. capítulos: 8.051
antoni. ' Escenarios: Sicilia, Roma, Milán,
Escenarios' . S·SiciliaR,
ili· Dirección'
Guió . LUlgIPerelli.
..
Capítulos: 5 ' oma, Suiza. New York, Alemania,
Rulli. n: Sandro . y Stefano
Petraglia
Luxemburgo.
Emisión: 12-12-19
de 1986 -20 de enero Capítulos: 5
porRAIUNO.
162
El drama te levísívo
.
166 es
en la distin ta pe<cepei6n sociol de las dos instirocioo Yde
ie,"b'oS. Dicho esquemáticamente, la polida tiende a se,
«tracción» ., de los es pectadores que como un
valoriz
ación del programa y de f .. . pOsterior el ~cada co,"o una instiroción rep,esiva; po, el contrario, el
El eoverage periodístico de 1 ~ilianzación COnel eInento cIe de los Carabineros -que es el más extendido en el territo-
que ayudó a mant 1 a pnmera serie fue . persona;..
. ener e alto ni 1 d lmpo ,~. nacional-, se percibe como una institución protectora. óo
clima de opini on , ampli ive e atención y a c nente ' I10 Sobre los "cabinecos ha su'gido una a,"plia p,odUcci de
ya se h . amente favorable haci oos,,"i,
a asumido como embl acia un prod un . es que i,o- sobre su pte5unta obstinacióo y simpleza; pe'o
En el cuadro de u ., ema de la «buena ficció UCtoqUe
. na atencion a me on» naci 1>eX{'te5 de un seotido de familiatidad, más que de una es-
que concierne a la tel evision.., la' nudo exasperada p or todOnal. ecedo i6nsuperioridad respectO a figuras tradicionalmente sen-
respecto a las series ,prensa Italiana tiend o lo ra muy cercanas a la gente común. En realidad, el Cuerpo
como
· ' una conducta escui e a asu .
sión de los prod
.
Urgencms o Expediente X
a esquizofrénica: lam
uctos arnericanosv si .
b os, smo se trata de cult
mlr,
eota la inv
,. 0 de los Caeabineros goza de un amplio ccédito de fiabilidad y de
b«O's,"o que ha hecho de él un protagonista de la Íffl4!JerU yocta
del
brones, auoque no r=
de una seria cobertura infi
~;os~al:~::e
.
las telenovelas y de
las senes nacionales a t '
10:: ¡p,aginad populat. A>I, la ligota del heroico cacabinero iom
o
-
· .., ormauva y raves \izado po' los dibujanteS en acciones p,óvidas Ysalvadotas ha "m-
nca, limitándose a hacer d . una atenta consideración c t. pado repetidamente po, las cubiertaS de los gcandes semanados
promocionales de cadenas teeleca~a.de resonancia de las iniciati:~s Uustcados, al tiempo que céleb,es inté'p,eres de la comedia ci-
ag . VISIVas SOC·d d
encias de prensa. En el caso de n' le. a es de producción y nematog,áf",a, como Virtodo De Sica y Toto, han intetpretado
puso en marcha un a potente rnáq . Maresezallo Rocca ,len tambi se memorables figuras de bondadosOS y amables, aunque sí necesa-
una
· amp li a resonancia en los periódi
uina pro mocional,
. que encontró riamente intrépidos, sargentoS de los carabineros. Gracias a un
uva de esta cobertura -reali d cos; pero una parte significa- elegante unUo,m negro, con adomos docados Y rojos, el "cabi-
come . Iza a a través d ' . e
ntanos y debates- fue acti e cnncas, opiniones nero tarnbién es slmbolo de prestancia fisica y de beUeza vi,il,
did . e activada po' la '
. ~,mesperada popularidad di' enorme y, en cierta me- «Eres beUo comO un cacabinero" dice la madre de un comisario
indicad or, un componente y ee a sene y c onsnruyo
. , a la vez un de polida a su hijo en una p,ecedente sede policiaca italiana de
El éxito
' . de la serie ha d un ractor de pos tenor
. amplificación.
de 1os C.arabineros evuelto una gr an re 1evancia. al Cuerpo modestO éxito (Il cotnmissario Corso).
que ., Natutaltn , las razones de un fen6meno de popularidad co-
. ,regIstro e 1 ente
rmento, un crecimiento de 'd' n e sucesivo turno de alista- mo el de II }.{arescialln Roa" no son ,educibles a la eficacia de las
mas e di mil .
es muy probable que la pop 1 id iez aspIrantes. De hecho ope,acio de márketing ni a la imagen positiva y familia, de la
vo id u an ad de la seri ' nes
recr a, a su vez, por la po lari e a sene se haya visto fa- instituCión que representa el pro",gonista; es necesario entrar en
primera serie policíaca de ' . pudandad del Cuerpo. Héroe de la la estrU Yen la rrarna de la se,ie, en el modo en que reelabo-
gent. o Rocca» no es un policí éxito e los últim os veinte . años, el «sar- ctuta
ra géneros Y[ó,mulas polidacas Ycoosrruye personajes y arnbien-
la
SOCIedad italiana, es completam sino un carabinero, lo que en la res, paca dar cuen" de ello adecuadamente. Esto requiere un bceve
1os C arabineros
. y la POll'CI" ente dif erente. Entre el Cuerpo ' de reconocimiento de la historia del género policíaco italiano.
s . .
uperposición
a eXIste co
de funciones y u h'
:n~ ya se sabe, una parcial
n lstonco antago rusmo,
. que se
168
programa se titulaba Yellow Club y contaba con la participación de bistorias Y representa . ' ales prefiere nombres y escenariOS
trabaja sobre argumentos ongin 'de acreditaci6n respecto
algunos concursantes ritualmente escogidos y entretenidos por un , b rgo esta estrategia , ,
huésped/conductor en el escenario de un club privado; inmedia-
extranjeros, Sin em a , ~ 1 dici6n narrativa deja mar-
id d extrano a a tra
tamente después se transmitía el capítulo policíaco, que se inte-
a un género conSI era o 1 mienzan a tomar cuerpo Y
" n los cua es co d 1
enes o interstiCiOS, e el tiempo un mo e o
rrumpía a un paso de su conclusión para dar a los participantes el g , d s a formar con
forma elementoS destina o . ' particular, el perfil de
tiempo necesario de responder en secreto al whodunit; luego llega- , era policíaco Italiano y, en
ba el final del episodio, con el descubrimiento del culpable por completO de gen . " del protagonista.
, d hé e ffilffietlcO,
hombre comun, e era tuffiultuosa transforma-
parte del teniente Sheridan. El programa terminaba premiando a , es el de la gran Y
El período sucesiVO 'la tercera cadena de la te-
los concursantes que adivinaban el autor y artífice del delito. , ' aliano' se SUStltuye . d
ción del medtascape It· 'oSn televisiva se exuen e
La fórmula inédita e implicativa aseguraba al programa un , fl' de la program aCl afi
\evisi6n pública, el ujo "ortante nacen Y se ir-
inmediato éxito; pero el verdadero punto fuerte de Yellow Club era , da y lo mas lffip ,
hasta cubrir toda la Joma. 'al d ués a escala nacional, las
el personaje del teniente Sheridan (interpretado por el actor l' blto [oc y esp
man, primero en e am "diatO de esta transforma-
Ubaldo Lay) en quien, más allá del nombre americano, el público , d El efecto mas mroe e
televisivo reconocía y apreciaba un inconfundible carácter italia- televisiones pnva as. ." d la oferta televisiva y, en cons -
ampliaClon e 'a
no. Envuelto en una gabardina blanca, expresión seria y rasgos ción es una enorme. id d de contenidos que solo en un
ítica necesl a " do
cuencia, una d rama . nadas por la producClon -
afilados a lo Humphrey Bogart, Sheridan era un investigador d er proporclO . '1
'nima parte pue en s ,aducir senes so o
apuesto y sensible; estaba lejos tanto de la agresividad de policías rru 'd ue empiezan a pr
méstica. Las cadenas pnva as, q atizan masivas impor-
y detectives americanos como de la dureza de la imagen estereoti- . d 1 años ochenta, re ,
en la segunda nutad e os 1 tírn ulo de la competenCia
pada del policía italiano; honestidad y escrúpulos profesionales se 'canOS y e es '
taciones de productOS amen 1 mi smO Italia se conVler-
conjugaban en él con pasiones y defectos de un hombre corriente, , " 'blica a hacer o ' ,
empUJ'a a la televlslon pu h ños en el mayor lffiporta-
características que lo hacían próximo y creíble y que, en poco tiem- , 'd te mUC os a , ,
e y se mantlene aSI uran 'almente estadourudenses.
po, hicieron que se convirtiera en una figura muy popular y en t , " ras especl
dar europeo de senes extranJe " ' denio el público tele-
una auténtica pop-icon nacional. El personaje salió de los textos , barca casi un qum , ,
En este penado, que a se familiariza con generas nue-
que lo crearon y, después de asumir una presencia propia, llegó
.' 'aliano entra en contactO Y
a ser un personaje publicitario; el actor protagonista también VISiVOrt
fórmula combinatoria ... 173
El drama televisivo
172
u~. S ldati) co-
la n l serial -------.:: , racconti del maresciallo de J.Y.LU-NO ~ , •
vos, como a sucom y e seri ,pero, sobre todo est' ex:traIdas de 1. .. Falchi sargento
Sarti, detectIve
, a exp · nzi conusarlO, . ali
una incesante oferta y se convierte en un asiduo cons ~esto a ·0 De V lllce '. e ·blemente en la provincia lt ana.
. li ' . Al Utnídor ..a_ bajan prelen , 1
series po ciacas americanas. gunas consiguen una gran ~ do spada, y tra . os no podría ser mas cara,
1 copshow amencan
ridad, otras son productos de culto para públicos más PO~ula- onOsición con os . ., construida intencionadamen-
restnn . r- una opOSlClon ,
dos; pero probablemente no hay ningún copshow americano gl- es en gran parte" d d una vía nacional hacia el genero
'cultivada en la busque a e
. t a en aque 11a epoca
a 1ali ' que
se lffiportase y que no entre en la encicl
pedia de títulos, teÁ1:OS,personajes e intérpretes
cuales los espectadores italianos se han familiarizado
televisivos Con 1:
tOtalmente o
y
licíaco.
Considerado
1 . nes de fuerza entre televlslon
a la luz de las r~ aClo la producción Y de los con-
.. ,
policíaco (debe decirse que la televisión privada, hasta aquel rno- de estilos y de contero os, s . , hacer de él una expresion
. . del género pOliClaco para
menro, no había probado este género). Las series y las miniseries Cla narratIva . .. aliano
d 1 imagmano itauanv- II
policíacas producidas en este período consiguen grandes éxitos original y pe culi ar e . . d de los años noventa e-
. d 1 pnmera nuta .
que, sistemáticamente, favorecen a las series nacionales, aunque Las producClones e a dé d se retoman las series
Durante esta eca a . ,
no llegan al umbral de la verdadera popularidad y hoy están casi van a cabo este proceso. . de las series poliClacas
,. . tras la presencia ~
olvidadas. Pero su importancia en la hisroria o, mejor dicho, en el POlicíacas domestIcas, nuen . .
1 SlVase re uce
d mucho respecto a anos
proceso de elaboración del género policíaco italiano no queda dis- americanas en la oferta te evi d al da time. este es el caso de Mur-
. s y ti ende a ser relega a :y ,
minuida, ya que estas producciones funcionan a modo de labora- antenore . )
torio para una nueva localización del género en la realidad nacio-
der she wrote (Se ha escrito un crtmen . da 1990-1991 con Lis-
b en la tempora .
nal. A diferencia del período precedente, aurores, personajes Y El nuevo curso se a re L . o Macchiavelli, que es
d 1 relatOS de onan ,
ambientes de las hisrorias policíacas ahora son italianos; los hé- pettore Sarti, basa o e~ os ori inales escritores contemporane~s
roes -siempre rigurosamente no violentos, dotados de calor hu- uno de los más conoCldos y g d la ubicación en la franja
. , . alianos A causa e , . s
mano, intuitivos y perspicaces más que racionales o metódicos- de relatOS pOliClacos lt· e nre un éxito en termmo
horaria nocturna, la serie no es exactam
tienen nombres como sargenro Arnaudi (protagonista de dos
----
El drama televisivo La fórmula combinatoria ...
175
174
de audiencia, pero se convierte rápidamente en cult, premiada COn La fórmula del nuevo género policíaco italiano
una amplia cobertura en la prensa y con la apreciación de la críti-
ca. El protagonista, figura tragicómica de policía al límite de la Tal Y como se ha ido configurando durante las diversas fases
ineptitud, fue elegido «personaje televisivo del año». de su evolución, el género policíaco italiano contemporáneo puede
Después llegan Il commissario Corso (1992) y Un commissario a ser reconducido hacia una fórmula que se basa, a la vez que fun-
Roma (1993), do series que, más allá de sus diferencias en cuan- damenta su propia peculiaridad y su propio reconocimiento, en la
to a éxito de audiencia -sólo Un commissario a Roma entra en amalgama de cuatro componentes principales, que responden a:
los top ten de ficción de la temporada 1992-1993- tienen en co- las dimensiones del género, el setting, las áreas temáticas y la sub-
mún el recurso de intérpretes muy conocidos y populares entre el jetividad de los personajes. Es importante añadir que p~r fórm~a
público italiano; se trata, respectivamente, de Diego Abatantuo- no se entiende aquí un modelo codificado y estandanzado, sino
no y Nino Manfredi, actores de cine especializados en el género un conjunto relativamente constante y, al mismo tiempo, ~exible
de la llamada «comedia a la italiana». Naturalmente, la presen- en cuanto a los ingredientes, que se encuentran en las diversas
cia de actores cómicos no constituye sólo un recurso de populari- series en dosis, composiciones y tratamientos diferentes y que son
dad, sino un factor que coopera en redefinir las cotas de audiencia más o menos originales y eficaces.
de la serie policíaca y las formas en que se dirige a los espectado- 1) El primer componente es la mezcla entre género cómico y
res y, a la vez, se disfruta. L'ispettore Sarti, con su ridículo y desa- género dramático. Preanunciado y garantizado por intérpretes que
fortunado protagonista (interpretado por Gianni Cavina), ya ha- provienen de la tradición de la comedia cinematog~áfica o tea~al
bía empezado a formar un público para un género policíaco capaz (Diego Abarantuono, Nino Manf~edi, Gigi Proi~ttl), el h~ons-
de despertar las risas; las dos series sucesivas se inscriben en esta mo de bromas y situaciones atraviesa el nuevo genero policíaco y
misma tendencia y la ratifican posteriormente valiéndose de intér- hace de él un género ampliamente contaminado por registros có-
pretes cuyos nombres evocan la agilidad y suscitan la expectativa micos. El drama del crimen continúa, pero está aligerado y mo-
de los placeres de la comedia. derado por las frecuentes ocasiones de sonrisa o de risa, al estilo
Además, las nuevas series policíacas de los años noventa, de peculiarmente híbrido de la dramedy.
nuevo a partir de L'ispettore Sarti, que en muchos aspectos tiene Si se quería restituir vitalidad y transmitir tipicidad al géne-
set the standards, mucho más que limitarse a entreabrir simples es- ro policíaco italiano, ésta era probablemente una vía obligada.
pirales «humanizantes» sobre la vida privada de los personajes, La comedia es el único género del cine nacional aun capaz de lla-
hacen de ella un escenario recurrente y corpóreo, la explican, a mar la atención de amplios públicos, y la televisión privada hace
veces la relacionan con la trama del delito. A los temas y argu- tiempo que se ha dado cuenta de ello y ha or~entado cl~r~~en~e
mentos típicos de la serie policíaca se añaden, de esta forma, temas la propia producción de series hacia la com~dia; la te~e~ision pu-
y argumentos de love yfamily story, en una mezcla en la que la serie blica, más inclinada por tradición a las series dramaticas y ~e-
policíaca italiana realiza la vocación ecléctica y combinatoria que lodramáticas, coge ahora la misma dirección hacia un acoplarnien-
parece acompañada desde sus orígenes. to del género cómico con el policíaco, que al menos en los casos
---- -
El drama televisivo La fórmula combinatoria ...
176 177
de las producciones de más éxito se muestra eficaz par de la Costa Este u Oeste y el setting provincial de las series domés-
. ..,. a agre-
gar fracciones de audiencia mas amplias y variadas de las que ticas del mismo período respondía, probablemente, a una necesi-
. Cons-
ntuyen los amantes sólo del género policíaco clásico o del dad de distinción o más exactamente de contraposición.
. cop-
show a la americana. La operación ha sacado ventaja también de Esta tendencia es siempre observable en el nuevo género po-
las licíaco, donde se presenta en dos variantes. La primera consiste en
. favorables condiciones de un momento en que las series ame-
ncanas de género actumfcrime tienden a desaparecer de la oferta la pura y simple ambientación de la serie en una localidad de pro-
televisiva, o a ocupar espacios marginales -véase el caso de pro- vincia; es el caso de Il Maresciallo Racca, que fue rodada en Viter-
d.uctos.tan excelentes como NYPD-. Respecto a las series poli- bo. La otra, más interesante y elaborada, se traduce en una espe-
ciacas Importadas de Alemania, a pesar de la popularidad de cie de «provincialización» de la metrópolis: formalmente, la serie
productos históricos como Derrick y el reciente éxito de 11commis- está ambientada en una gran ciudad, como Roma (Un commissa-
sano Rex, éstas no sustraen ventaja competitiva al producto na- no a Roma, Linda e il bngadiere), Milán (11commissano Corso) o
cional, basado también en la presencia relajante de los registros Boloña (L'ispettore Sarti), pero el contexto metropolitano está re-
humorísticos. cortado y remodelado de manera que evoca en ~uchos aspectos
Quizá se trate de algo más profundo que un simple compo- -espacios exteriores, ritmos de vida, climas de relación, tipologías
nente de relajación. Aunque aquí el argumento pueda sólo ser de delitos y otros- una ciudad y una sociedad de provincia. En
señalado, la dramedy policíaca italiana parece reflejar una peculiar efecto, Italia no ha sido nunca un país de metrópolis; desde hace
disposición nacional a mantener las distancias entre los personajes años, los grandes centros urbanos tienden a vaciarse de población
y las funciones institucionales y de poder y a hacer de ellas un a favor de los centros medianos o pequeños, dispuestos en la den-
motivo de sonrisa y de risa. Estas figuras son, indudablemente, y sa retícula del territorio nacional. Esto hace que el público italia-
en cada nivel, aquellas relacionadas con la esfera de acción de la no se sienta mayormente «en casa» en un ambiente de provincia.
ley y del orden. Sucede como si el «no tomar en serio» estas cosas 3) La casa, apenas citada, conduce directamente al tercer com-
constituyera un modo para domesticar su potencial de amenaza, ponente de la fórmula: la presencia de la esfera privadalfamiliar, de
para convencemos mejor o llegar a un acuerdo. la dimensión doméstica, en la materia narrativa del género policía-
2)Un segundo ingrediente de la fórmula reside en el «mante- co. El centralismo práctico y simbólico del espacio privado, y en
nimiento de distancias» del medio metropolitano, herencia del perío- especial de la familia, es muy conocido en la tradición cultur~ y
do de los años setenta/ochenta en que el género policíaco empe- en la vida social italiana; más allá de las innegables transforrnacio-
zaba a ser localizado en Italia, preferentemente en ambientes de nes de la estructura y del «sentimiento» de la familia, que se han -
provincia. Unido al nacimiento de la ciudad moderna, el género probado en las últimas dos o tres décadas, Italia es el país occiden-
policíaco se caracteriza en todas sus versiones -Iiteraria , cinema- tal donde, en este ámbito específico, permanecen más fuertes y
tográfica y televisiva- como un género eminentemente metropoli- numerosos los elementos de continuidad respecto al pasado: des-
tano; las series importadas durante la década precedente estaban de la solidez de los lazos familiares a los vínculos duraderos entre
ambientadas, sin excepción, en las grandes ciudades americanas generaciones o la intercambiable solidaridad en la red familiar.
La fórmula combinaroria ... 179
El drama televisivo
178
de los géneros y de las f6rmulas: lo que se ve inmediatamente, de
ASÍ, no sorprende que los protag . ----
or'
P aliciacas
. li
ita lanas tengan una fa
orustas de la
'1'
mi la no necesn-: s nuevas se nes:
. f
G beC , es la influencia de un factor cultural marcadamente local-la
ho
Ífllportwcia de la familia y del ámbito privado en la tradici6n ita-
~ >~o de tipo nuclear y una vida privada ue e esanamente «no-.
lian -, tanto en el plano de los contenidos temáticos y de las ar-
significativamente
ah en la
,egesls di ,. narrativa ¿Pntra a formar
. q , parte ~.
t a
quitecturas narrativas del género policíaco en versión nacional,
o~a: ,Porque en la primera fase el géner' or ~ue sucede est~
como en el plano de las estrategias productivas y de mercado, ya
tradición no italiana' v en 1 d o era tnbutario de u
• • ' J' a segun a, sentaba las b na que mezclar el drama del crimen con las historias de familia signi-
calización que no se atrevía e .d . ases de una 10-
E ' VI entemente a irse de . fica crear las condiciones, si no las garantías, de un género y de un
n el panorama internacional más o m~ .masiado lejos.
producto potencialmente appealing para diferentes y, por lo tanto,
casos de series policíacas en las q 1 finos reciente no faltan
, . ue e per II de los
esta ennquecido y moldeado por firagmentos de protagonistas más numerosas fracciones de público.
'. uras
4) Por último, la subjetividad de los protagonistas,fig de
d e representaciones de su vid . d conOCImiento y
, . I a pnva a y familiar' limi antihéroes representativas de una humanidad media llena de defec-
a un umco ejemplo europ ,para rrutamos
eo -aunque se p d ' . tos y de virtudes comunes. Este tratamiento atraviesa toda la his-
ejemplos americanos- el '.. o nan citar también
, comisano Navarro hé d toria del género policíaco italiano, incluso desde cuando adoptaba
ma serie francesa vive des 'd 1 . .' eroe e la homóni-
, , pues e a rrusteno fu d
y readaptaba modelos y personajes internacionales.
con su hija preadolescente con la cual se le sa ga e su mujer,
tuosamente cuando 11 ve comportarse afee- La construcci6n de la figura del protagonista en el género poli-
ega a casa, al final de cada e isodi cíaco italiano está presidida por una «estrategia discursiva mimé-
Pero, en las series policíacas italian p o.
un hilo de privacidad y al . . , as, vemos mucho más que rica». Partiendo de un fragmento de la poética de Arist6teles, Nor-
guna intrusión en 1 1 throp Prye' ha elaborado una clasificaci6n de las obras de inven-
de los protagonistas' a casa y en os afectos
, se nos muestran frag . ción literaria según el diferente grado de nivel y de capacidad de
vida cotidiana familiar: b mentos consistentes de
llar, se a re toda una di ., acción de los personajes protagonistas; siguiendo el esquema
desplegada en todos mension doméstica
sus momentos y d all d de Frye, [ames W Chesebrd ha indentificado a su vez cinco estra-
ción y el consumo d 1 id et es, es de la prepara-
e a corru a a las es 1 tegias discursivas o modos de construcci6n de la figura del héroe,
más Íntimos en las habi . cenas o a os momentos
itaciones o en los . aplicándol al análisis de los textos televisivos.
Como «miméti-
el despertar matutino: d ' .cuerpos sernidesnudos en as
o, se a una autentica t . ., co», en la definici6n de Chesebro, o «bajo-mimético» en la de
laciones sentimental d 1 emanzacion de las re-
es o e os problemas d . Frye, se define el héroe cuyos niveles de habilidad, inteligen-
alcanza nuevas salidas 11 . . e ucanvos, que no s610
. a aque as ya mscntas e 1 li . , cia, capacidad de control de las circunstancias, etc, se perciben co-
ca sino que enlazando '1 . n astory- me policía-
. ' esta u tima en un .' mo sustancialmente iguales a los nuestros. «Si no es superior ni a
Viene sobre la estructura mi marco narrativo, inter-
, ura misma de la serie (e " los otros hombres ni al ambiente, el héroe es uno de nosotrOS;
mas adelante en el an ilisi d TI . omo se vera mejor
a SiS e.11 Maresc:allo R.iJ )
somoS sensibles a su humanidad común y pedimos [ ... 1 la obe-
En la b d d de la presente obra no h cca ..
reve a diencia a los mismos cánones de probabilidad que están presentes
llar más adecuadament ay espaCiO para desarro-
. e este punto que tambi . .
cia respecto a la reflexió ,.' ien tiene lffiportan- en nuestra experiencia».3
on teonca sobre la escritura y la reescnrura .
---
El drama televisivo La fórmula combinatoria ...
180 181
o
El típico protagonista del género policíaco italiano es, por lo Italia por una amplia suspicacia, cuando no desconfianza, hacia
tanto, una figura de «hombre común», dotado de recursos intelec- f las instituciones del Estado y sus representantes. Los actuales casos
tuales y de carácter y de una capacidad de control de las circuns_ de corrupción pueden haber aumentado el crédito y la fiabili-
~
tancias iguales a las de «uno de nosotros»; no lo caracteriza ningún dad de la justicia, pero en líneas generales, los italianos tienden a
rasgo o recurso excepcional, lo que lo pondría por encima de una ser escépticos con respecto a la capacidad de las instituciones de la
condición humana normal; sus movimientos más astutos y efica- ley, el orden y la justicia para cumplir sus propios deberes.
ces son, en el fondo, los que cualquier persona de inteligencia me- En segundo lugar, por las razones ya indicadas en el capítulo
dia podría llevar a cabo; su modo de actuar no exige ni presupone precedente, el héroe italiano por antonomasia es un personaje lla-
una mente ni un físico de luchador, sino una simple y cotidiana mado y votado para el sacrificio de la vida, un perdedor en el terre-
disposición para el honesto cumplimiento de su trabajo, en el cual no práctico que, sin embargo, afirma su victoria en el terreno
introduce un cierto espíritu compasivo, una conducta no violenta, moral. No es casualidad que el panteón de los héroes televisivos
una mal escondida impaciencia por las reglas burocráticas. No se italianos, antes del acontecimiento del sargento Rocca, ha estado
le podría definir como «un hombre sin calidad», ya que exhibe las dominado por la figura del comisario Cattani, protagonista de La
que los italianos tienden mayormente a atribuirse y a apreciar: as- Piovra: héroe solitario y desesperado, en lucha contra una crimi-
tucia, flexibilidad, intuición y conocimiento del mundo. Pero tam- nalidad infiltrada en los poderes del Estado, Cattani acaba por su-
poco es un hombre sin defectos, ya que se inclina hacia la impulsi- cumbir al fuego de la mafia!
vidad y quizá hacia la improvisación, y tiene un temperamento Mientras construye un protagonista lo más parecido posible a
humorístico que tiende a mostrarse, sobre todo, en la vida privada. «uno de nosotros», el género policíaco italiano trabaja para hacer
El sentido y el alcance de esta estrategia de construcción de un más aceptable un personaje difícil de metabolizar en la cultura ita-
héroe mimético, que es sustancialmente un hombre cualquiera, no liana y media entre ésta y las convenciones del género. Si formal-
pueden ser valorados plenamente si no se tiene en cuenta el hecho mente representa a las instituciones, de hecho, el héroe cotidiano
de que la cultura italiana presenta zonas de incompatibilidad y del género policíaco representa al hombre común y su victoria
resistencia respecto al héroe típico o ideal típico del género policía- sobre el crimen se hace verosirnil porque, en cierta medida, somos
co. Exceptuando los casos del detective privado o del investi-gador nosotros mismos los que la conseguimos a través de su figura.
aficionado, que pertenecen a la tradición literaria más que a la tele-
visiva, el héroe del género policíaco es una figura institucional, el
representante de un cuerpo del Estado encargado de garantizar la
ley y el orden; además, las convenciones del género quieren que él Las historias de heroísmo común del sargento Rocca
sea un héroe vencedor que, al final de la historia, resuelve
el enigma, descubre el culpable y lo asegura a manos de la justicia. La fórmula del género policíaco italiano, de la cual la anterior
Todo esto choca, sobre todo, con una cultura cívica que, aun- producción del género ha constituido el laboratorio y ha realizado
que fluctuante y no generalizable, se caracteriza notoriamente en alguna aproximación, encuentra su más completa y, por así decir-
La fórmula combinatoria ... 183
182 El drama televisivo
lo, geométrica expresión en la primera serie d un inconveniente; al contrario, dotó a la imagen de la. ciu-
· ,. eflMar. .
un valor representativo más amplio, dándole marcas visua-
Silllpanco humor, ambiente de provincia, vida f ..escta/.kJ ~
común de la vida cotidiana (definido con amiliar y un héroe de. lugar inconfundiblemente italiano, con sus escorzos de
. _. estas palabras de un . . . 'di E
pla campana promocionnlj. los ingredientes bá . por la pll). r antiguo naturalizados en el paIsaje de la VIda con. ana. s
aSICOSestán
tes al completo, en una composición que no h bf . p~ ante añadir que, gracias a 11Maresciallo Bocca, Viterbo ha
.. a la aparecld
tan equilibrada y armónica. Por otro lado l' o nunca incrementar su propia notoriedad y se ha convertido en la
, a sene no se r .
retomar y a capitalizar las experiencias ant d . ImIta a de un intenso flujo turístico interior.
. ece entes SIno
introduce sus propias variaciones traba] ando p . ' que El sargento Rocca es viudo y padre de tres hijos, de edades que
, '. ostenormente sob
zonas límite; en particular, el texto de 11Maresciallo D _ II re desde la infancia a la juventud y, posteriormente, a la adoles-
h 11 d .. , .L\.Ucca eva la . y que viven con él en la casa anexa al edificio de los carabi-
ue a e un .vlraJe mas claro hacia las escenas privadas/familiares cia,
del protagornsta. Estamos frente a una auténtica mezcla d s. Si situamos la figura paterna en el centro de la escena, entre-
, " entre os
~eneros o, ~eJor dicho, ante el acoplamiento de la comedia farni- -lazada con la figura institucional del sargento, la serie pone en
lt~r (y sentimental) al género policíaco -la evolución y la rees- tdación, por primera vez, al género policíaco con la.reciente incli-
cntura de los géneros en operaciones similares no son nuevas: nación de las series italianas a privilegiar la representación y la
piénsese en el acoplamiento de la family story al western, que ya tematización de la paternidad. Por otro lado, en la sensible y afee-
encontrábamos en Bonanza-. mosa figura paterna encarnada por el protagonista, sería limitado
El protagonista de la serie es un maduro sargento de los cara- ver nada más que a un padre bueno, gentil y «materno», según el
bineros que trabaja en Viterbo, una pequeña ciudad situada a me- modelo más extendido en el imaginario mediático contemporá-
nos de cien kilómetros de Roma. Viterbo no es una ciudad anóni- neo (no sólo italiano: un «ciclo paterno» está presente en el cine
ma, sino una de las más bellas ciudades medievales italianas con de Hollywood, al menos a partir de Kramer contra Kramer). En
una antigua estructura urbanística bien conservada y con monu- realidad, dando pruebas de saber usar creativamente los estereoti-
mentos arquitectónicos muy preciados, entre los cuales podemos pos, la serie hace del sargento Rocca la encarnación de una figura
destacar el Palacio de los Papas, legado de un breve período de paterna como no se encontraba desde hacía tiempo en las series
residencia de los pontífices De
en la segunda mitad del siglo XII. italianas: un padre bueno, es cierto, pero, sobre todo, cualificado,
todas maneras, en un país donde los lugares dotados de interés Y previsor, amado y respetado tanto por sus hijos naturales como
que sean patrimonio histórico son numerosísimos, Viterbo no. es por los jóvenes carabineros, hacia los cuales extiende igualmente
• í . d a a idenofi-
qUIza d e 1as masis famasas y, sobre todo no esta' asocIa su papel y su comportamiento paterno. Gran parte de la popula-
. .,. ' , id coma
caciones icorucas universalmente conocidas y reconOCI as, ridad que se ha ganado el personaje atiende a este perfil de padre
' . lugar el
en el sentido pleno y fuerte: figura-guía y centro moral de la comu-
1o estan la torre de Pisa la plaza de Siena donde nene
. ' h pecta-
nidad familiar y trabajadora, punto de referencia de la comunidad
Palio, la fachada de la catedral de Orvieto etc. Muc os es
, . do en
dores supieron sólo por los periódicos que la serIe. se ro onS- ~ás amplia. Tiempo, lugar y género sitúan la serie a una enorme
Viterbo, pero el escaso reconocimiento inicial del setttng no e diStancia del western, aunque en la fusión entre la figura que
----
184 El drama te1evisivo
La fórmula combinatoria ...
185
garantiza el orden y la figura-símbolo de la paternidad ev;
. ~~~
el personaje del sargento Rocca, algo que -siguiendo las 011' .-nertas y eficaces modalidades investigadoras
. . . , del sargento
.
'. . . srnas -r- l mismos espacios de la histona policíaca o Junto a
mtenClOnesde los gworustas- le hace parecerse a un sheriJf En os . .
Marco o escenario de la acción policíaca, la vida privada del . de un epI,isodio a otro la familia y la historia de amor.
.
protagonista es posteriormente enriquecida de coloridos senti- n:nera historia está impregnada de los m.ódulos, los regIs-
mentales ya que, desde el episodio inicial de la primera serie s P IV'os y la temporalidad de una domestic comedy: .poco. o
apres
, e nada evolutiva, pone en escena, de vez en. cuando, situacio-
enamora de la nueva farmacéutica del pueblo. Interpretado por
Stefania Sandrelli, actriz cinematográfica de larga carrera e inin- roblemas de la vida cotidiana en las relaciones entre padres
terrumpida notoriedad, el personaje de la farmacéutica es el de . Py entre hermanos. La love-story, en cambio, se desenvuelve,
una mujer dulce y discreta que acaba de salir de una dolorosa sepa- ueKa, débilmente entre altos y bajos, despechos . y apla- l
ración conyugal. . t s hasta consolidarse en un auténtico compromIso, ce e-
eno, , del últi
Familia, amor, crimen: gracias a la copresencia de estas tres o con alegría y una cierta emoción como CIerre e u timo
áreas temáticas, la serie consigue recomponer la segmentación de rulo de la primera entrega; al retomar la segunda e~tre~a, el
géneros y de generaciones de la audiencia televisiva, y llegar hasta promiso dará lugar a un matrimo.nio y a las rep~tIdas inte-
un público general. En el lenguaje de los profesionales, Il Mares- iones de una imposible luna de nuel. .
ciallo Rocca «no significa 10 mismo para todos»: love-story y vida ,
Cada capítulo , gún un triple plano. , narratI-
se estructura, aSI,se
familiar para un público femenino más interesado en la dimen- la trama policíaca, la situación doméstica y la relación en un
sión afectiva y doméstica; relaciones intergeneracionales y perso- cipio sentimental, que despues, sera, co~ yugal; . ' Yuna doble
najes jóvenes para un público joven; crime-story para los apasiona- poralidad: repetitiva (la de la serie) y COntInUl~ta(la de ~u con-
dos, generalmente hombres, del género policíaco. y tampoco se o). Esta complejidad estructural deriva, en CIerta m~~da~ de
subestima la función tranquilizadora que, respecto a un género problema de «gestión del tiempo» largo, de la d~aclOn cine-
basado en la desviación, desarrolla la paralela representación de tográfica de los capítulos, y constituye una apropiada y acerta-
un procedimiento normal de la vida familiar y sentimental. solución.
Todo esto se traduce, a un nivel más formal, en una estructura La trama policíaca es generalmente simple, en espe:ia~ en la
narrativa abierta y cerrada a la vez o en una fórmula serial que po- Primera entrega, y puede alimentar la autoestima d~1pu~lico, ~a
dría definirse como framed o «encajada», compuesta de episodios que puede seguir sin dificultad el procedimiento de mvesngacion
concluidos y, por tanto, de consumo autónomo, pero a la vez inser- y captar indicios reiterados o declaradamente descubi,ertos q~e ~e
tada en un marco narrativo de desarrollo lineal y continuo que en- dejaanticipar la solución, Se debería resaltar la pot~nCIal~anImI-
riquece la serie con historia y memoria. Cada episodio se centra ~d de la participación en las investigaciones; vanos capItl~los se
en una historia policíaca issues-oriented -incesto, explotación de CIerrancon la composición figurativa de colaboradores, amIgos y
los trabajadores inmigrantes, delincuencia juvenil, etc.-, que en- ientes del sargento reunidos en torno a u~a ,gran mesa ~e~o-
cuentra una resolución defmitiva gracias a las no extraordinarias te de brindis de felicitación, un ritual qUlza poco canoruco
Un género policíaco, pero SIg. nificati
ICatlVO,ya que exhibe el arn-
186 El drama telev'lSlVO
.
La fórmula combinatoria ...
187
biente doméstico que atraviesa e . d
. . 10va e el mu d
rrusrno tIempo, expresa un tratamiento .n o de la serie o la imagen de «hombre común» del protagonista; es decir, sería
1 t di ., extendido y, al
a ra cion y de la cultura italianne- Y reconocid error considerar al sargento Rocca como un «héroe mimético»
. anas: el placer dIo de
v100 degustado y compartido en la rni e a comida y d I , la definición dada antes- en todos los sentidos. En reali-
L d ,. srna mesa e
o omesnco contribuye fuertem . la construcción del personaje es más sutil y sofisticada, y para
• J ente a Const .
unagen de «un héroe común de 10 coríd¡ lU.!ry SOstener la comprendida totalmente requiere que se tomen en considera-
. . ano», corn .
antIcIpaban las promociones de la . d o anuncIaban y n otras figuras heroicas y una estrategia discursiva específica.
. ., serie, estaca d 1
caractenzaclOn del protagonista' un . n o a peculiar Sin necesidad de recorrer toda la tipología de los héroes locali-
. personaje positi .
pre normal en sus virtudes comu 1 va pero slem- bles en las obras de Frye y de Chesebro, bastará con señalar que
difundid nes, en a doble ac .,
as y ordinarias, pero aun así sólid N . epclOn de mprende, en un nivel inmediatamente superior al «mimético»,
di id d . as. ormalid d .
aru a adqweren su preciso espacio de temar¡ ., a y COh- figura del «líder»: el héroe-líder es aquel que posee una recono-
., zacion y r
tacron- escenas y situaciones de vid '. epresen- ida autoridad moral, un sólido sentido de los valores, una clara
e VI a cotIdiana 1 ti
profesional como privada, constelan los e iso, ~n a es era tanto visión de los fines y de los medios para conseguidos y que está en
hacer creíble la historia El hé p. . dI.OSy cooperan a condiciones de actuar personalmente y de movilizar y coordi-
. . roe aparece cotIdiaruzado a través de
una estrategIa narrativa puntual Da 1 . nar las actuaciones de otros para el eficaz logro de tales fines.
f . . a a Imagen del personaje
.avoreClendo su reconocimiento de hombre común .' Cualquiera que haya seguido la serie puede reconocer que, de
Juego d ' un cierto
e contrastes característicos y una aceptable mezcla de vir- hecho, el sargento Rocca posee estos recursos y estos requisitos y
tudes y defectos En b ' ejerce, en los círculos comunitarios en que está inserido -farnilia,
. aro as categonas -la una y la otra pueden
prevalecer segun' 10 1 . ambiente de trabajo, comunidad ciudadana- un papel de líder.
, s casos o os puntos de vista- se inscribe la línea
mas marcada del perfil d D • . Pero, por así decido, «sin parecerlo» o, mejor, a través de un juego
e Aocca, exhibida desde su mismo nom-
bre, que evoca una roe . d . continuo de «apariencias» que le diseña la fachada o la máscara
'. a. su testaru ez, la constancia con que se
centra en el objetívo . d . . . , del hombre común y lo hace parecer «menos» de lo que realmen-
. s10 esrsnr, Incluso con el riesgo de algun
(Infrecuente) erro . , . te es. Este juego de apariencias se puede defmir de la manera más
r que SIempre esta dispuesto a reconocer con
honestidad responsable. precisa como «estrategia discursiva irónica», en el sentido de la
ironía socrática: saber, pero fingir no saber, disfrazarse para desve-
lar. En la historia de la ficción televisiva, la estrategia discursiva
irónica tiene manifiesto un modelo inigualable en la figura del
¿Un héroe mimético? ~eniente Colombo, auténtico genio de la detección disfrazado de
Inepto y de fracasado. Aunque es muy diferente al teniente
Serí~ ~ error dar demasiado crédito al juego de «imposición Colombo, el sargento Rocca es igualmente un personaje irónico:
de los SIgnIficados» a través del cual las interactivas definiciones un líder Sustancial pero construido, a partir del texto y de la reci-
ta "
promocionales y las mismas estrategias narrativas intentan acredi- Clan, con un continuo recurso al understatement que le confiere
tOdas las apariencias del héroe mimético.
El drama televisivo La fórmula combinatoria ...
188 189
~
Basta pensar en el modo en que el persona)· e ent it pero no existe una necesaria equivalencia entre
, .. . ra en esee mente sus h , ..
s~ pres.e~ta en el capítulo inicial de la primera entrega. Un ~a y te. . levadas o elevadísirnas de una sene y su capaCl-
audienCIas e . .. .
cial suicida amenaza con lanzarse desde lo alto de un edifi~ en- . profundas resonancias en el imaginario colectivo,
., 1 .. lela en dad de sUSCItar
construcción y, en a tentativa de disuadido el sargenr R l éxito de 11Maresciallo Rocca no puede ser plena-
, 'o occa lo En e fiecto, e .
alcanza, des pues de trepar y correr el riesgo de precipitarse dido si no se considera, last but not least, un factor de
_nte enten . .
biien
"1 e a causa dee Ias nrecari
as precanas condiciones de los andanu· Etam- naturaleza especial que sobrepasa al completo las consideraciones
. ..,. os. s un
gesto que reqUlere determinación y coraje físico y que presu n sobre el género y sobre el personaje planteadas hasta ~l m~mento.
sentido de responsabilidad por la vida ajena y, en cierta me~dae Lo ue hace de Il Maresciallo Rocca un caso especial, sin ser la
disposición al sacrificio: un gesto heroico que el protagonista cum- única ola principal razón de su enorme popularidad ni constituir
ple de inmediato y con una aparente ligereza, manteniendo a cada un componente de relevo, es una calidad distintiva, que se presta
instante aquella «distancia del papel» que, como predica la socio- a ser definida como «el sentido del lugar»: mejor dicho, 11Mares-
logía goffmaniana, puede ser asumida y exhibida sólo por quien cial/o Rocca está caracterizado por un conjunto de elementos que
actúa con fuerte consciencia y competencia «dentro» del papel. cooperan a construir y a comunicar un fuerte «sentido del lugar».
El perfil del sargento Rocca como «uno de nosotros» se entien- En la literatura mediática, esta expresión comparece más a
de, por tanto, menos ingenuamente de lo que estaríamos induci- menudo en el contexto de discursos sobre la deslocalización de la
dos a pensar a primera vista: se trata de un perfil complejo, elabo- vida social; se habla de «sentido del lugar» para sostener su poten-
rado a través de una estrategia discursiva irónica sobre los planos cial frustración" desde que los medios electrónicos han abierto de
de una doble tipología heroica y que, interpretando una disposi- par en par la posibilidad de participar en situaciones y experien-
ción al understatemen o, si se quiere, al enmascaramiento innega- cias remotas, en el tiempo y en el espacio, del lugar en que vivi-
blemente presente en la cultura nacional, basa las condiciones de mos. Sin embargo, la misma expresión se usa en los estudios sobre
posibilidad de una duradera presencia del personaje en la memoria la televisión y, en particular, en la obra de Horace Newcornb,? para
y en el imaginario colectivo del público televisivo italiano. evocar las propiedades, quizá elusivas respecto a una definición
analítica pero de inmediato tangible en el plano de la percepción,
que dotan a algunos textos o programas de acentos, sabores,
atmósferas y resonancias reconociblemente típicas de la realidad
El sentido del lugar vivida y del imaginario mental de un determinado lugar o país.
Confluyen en la creación del «sentido del lugar» diversos ele-
11Maresciallo Rocca es uno de los más raros productoS de fic- mentos que componen -de los temas tratados a las inflexiones
ción capaces de caracterizar y de permanecer durante una t~mp~~ regionales, la fisionomía de los personajes, el material visual, las
rada televisiva de manera tan intensa y difundida que la Slmp señales de identificación icónica, etc.- y que pueden funcionar ais-
noción de éxito parece del todo inadecuada para dar cuenta de ~ l~dos o, aun mejor, amalgamados. La importancia de la materia
eVl-
fenómeno similar de popularidad. Cada temporada presenta VISualy de las identificaciones icónicas no significa que baste una
El drama te1evisivo La fórmula combinatoria ... 191
190
trato generalizado véanse del mismo: Narrami o diva, Liguori, Nápoles, 199
Leggere la fiction, Liguori, ápoles, 1996; así como la serie de artículos anuales4,y
fiction itaJuma!L'Italia nella fiction» publicados por la RAI-VQPT. «J..¡
5. No sense of place se titula el libro ahora ya casi clásico de J. Meyrowitz (trad..
Oltre il senso delll«Jgo, Baskerville,Bolonia, 1993). lt