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BENEFICIO EMOCIONAL.

EQUILIBRIO VIDA, TRABAJO Y FELICIDAD

Lograr un balance entre trabajo y vida personal no es tarea sencilla y muchas


organizaciones a nivel mundial buscan cubrir esta necesidad de equilibrio para lograr
satisfacer, retener y motivar a sus empleados. Estas empresas entienden que tanto la vida
personal como el trabajo son dos pilares fundamentales en la vida de sus trabajadores y
que contribuir a una buena relación entre ambas partes no sólo resulta rentable, sino
también genera un compromiso genuino por parte de sus colaboradores convirtiendo al
acuerdo mercantil entre empleador y empleado en una relación laboral basada en la
lealtad.

El trabajo ocupa espacio y tiempo de gran relevancia en nuestras vidas. Buena parte de
nosotros desarrolla una actividad laboral y considerable, parte de nuestra existencia
transcurre dentro de las organizaciones. En este sentido, el significado que asociamos a
nuestras actividades laborales responde por buena parte de nuestra calidad de vida. Es a
través del trabajo que obtenemos el sustento económico y suplimos nuestras necesidades
más elevadas, como la autorrealización personal y profesional. Así pues, trabajar no es
solo un medio para ganarse la vida, sino que es una forma de vivir experiencias y realizar
acciones productivas. Frecuentemente, a través del trabajo se propicia la construcción de
la identidad social y se da sentido a la vida en comunidad. Pero el trabajo también puede
percibirse como algo indeseado, desarticulado y desprovisto de significados,
burocratizado, rutinario, fatigoso, opresivo o incompatible con la vida social y familiar.

En este sentido, hay una frase que es muy cierta y vale la pena tener siempre presente
“podemos tenerlo todo, pero aun así no todo será perfecto”. Un ejemplo de ello lo
encontramos en la consecución del éxito en el mundo laboral, donde pensamos que un
determinado puesto de trabajo o logro nos dará felicidad como por arte de magia. Sin
embargo, el éxito llega pero no siempre con felicidad. Ejemplos de trabajadores exitosos
hay muchos, pero ¿Cuántos de ellos son realmente felices? ¿Acaso el éxito no trae
aparejado un gran sacrificio? ¿Será este sacrificio la felicidad individual?

Algunos expertos han identificado que el secreto para ser felices y encontrar el equilibrio
en lo laboral y personal está en no perseguir la perfección en todo, en ser consecuente y
dejar algunas cosas tanto en el trabajo como en la vida privada en pos de un equilibrio.
Integrar la vida personal con la laboral (con equilibrio) implica enfocarse en las cosas que
realmente valen la pena y no en todo.
En cuanto a la felicidad, Kashdan, Biswas-Diener, King(2008) afirman que esta es una
“preocupación central” para la humanidad. Los autores subrayan que se pueden encontrar
varias definiciones en la filosofía, en la religión, en los valores y creencias culturales y
políticas, y, naturalmente, en la psicología. Algunos autores (Diener, 1984) prefieren
utilizar un concepto más manejable desde una perspectiva psicológica y hablan de
bienestar subjetivo, que se compone de tres elementos: elevado número de
satisfacciones personales, elevado número de sentimientos positivos, bajo número de
sentimientos negativos.

Entonces conseguir la felicidad en el trabajo no consiste solo en recibir un buen salario


pues este aporta una pequeña parte de las satisfacciones personales, significa también
recibir reconocimiento por las labores desempeñadas, sentirse recompensado
emocionalmente, sentirse comprendido, valorado y con posibilidad de ascender y crecer,
pues esto en suma conformaría la satisfacción personal y a su vez generaría sentimientos
positivos en los colaboradores.

No obstante, con el paso de los años se ha convertido en una labor cada vez más difícil,
fidelizar a los colaboradores brindándoles una retribución que vaya más allá del sueldo
que reciben. De hecho, en la actualidad, las empresas basan sus programas de
beneficios, en escenarios lo suficientemente satisfactorios que permitan mejorar el estado
de pertenencia y productividad en los empleados.

Es por esto que el enfoque, en la gran mayoría de empresas, está en la formulación de


escenarios motivacionales que combinen perfectamente con el ámbito personal,
profesional y laboral, afianzando así sus intereses personales con los de la empresa.

Desde oportunidades de ascenso, flexibilidad en los horarios, programas de aprendizaje,


capacidad de aportar conocimientos o demostrar habilidades en áreas diferentes a las
que se desempeña, etc. Son algunos de los factores que implementados de manera
adecuada, influyen en la verdadera motivación de un empleado.

Vivimos en una época en la que la búsqueda de la felicidad plena es una aspiración de


todos los individuos. En este sentido, cabe hablar sobre lo que se llama “Calidad de vida
en el trabajo”, lo que trae consigo no solo el desarrollo de actividades productivas, sino
también efectos sobre nuestro bienestar, al focalizar su impacto sobre nuestra existencia y
sobre los resultados de las organizaciones. Todos estos aspectos establecen relaciones
directas con el contenido del trabajo, en la perspectiva de que las personas alcancen su
autorrealización, reconocimiento y desarrollo. En esta secuencia de ideas Walton, (1973)
hace alusión a 8 categorías que permiten evaluar la calidad de vida en el trabajo:

- Compensación justa y adecuada: Se refiere a la compatibilidad de la ganancia


financiera para reconocer lo que es realmente realizado por el trabajador. Verifica también
si existe equidad interna (dentro de la organización) y externa (fuera de la organización)
en relación con esta ganancia.

- Condiciones de seguridad y de salud en el trabajo: Son los recursos materiales,


máquinas y equipos empleados en la ejecución de las tareas, en condiciones ambientales
saludables, que faciliten la conservación de la salud; horarios adecuados para un período
normal de trabajo.

- Oportunidad para uso y desarrollo de la capacidad humana: Implica el


aprovechamiento de la creatividad y del capital humano; reconocer la necesidad de
conceder autonomía, incentivar la capacidad plena de cada individuo y ofrecer feedback
constante sobre los resultados obtenidos por el trabajo y el proceso como un todo.

- Oportunidad de crecimiento continuo y seguridad: Está relacionado con las políticas


de la empresa en lo que concierne al desarrollo personal, posibilidad de crecimiento y
estabilidad laboral.

- Integración social en la organización: Reconoce la igualdad de oportunidades


independientemente de la orientación de género, clase social, edad, religión y otras
formas limitadoras de acceso de las personas, así como el cultivo de buenas relaciones
interpersonales.

- Constitucionalismo en la organización del trabajo: Cuida que los derechos de los


colaboradores sean respetados, lo que implica el cumplimiento de los derechos laborales,
la privacidad personal y la libertad de expresión.

- Trabajo y espacio total de vida: Se refiere al equilibrio entre la vida personal y el


trabajo.

- Relevancia del trabajo en la vida social: Percepción que el trabajador tiene de su


trabajo, del significado e imagen que elabora sobre él, de su visión de la responsabilidad
social practicada en la comunidad, la calidad de los productos y la prestación de los
servicios de la empresa.
Es importante también abordar el tema del beneficio emocional en las organizaciones
desde el punto de vista de la gerencia. El tema de lo emocional en los últimos años ha
penetrado en el ámbito organizacional con gran fuerza ya que para mantenerse en el
mercado y competir exige modificaciones en los estilos de gestión en las que se incluye el
talento humano como factor clave al desarrollar nuevas aptitudes y capacidades que les
permita adaptarse y triunfar.

Las emociones son por estos días un recurso tan importante como lo es la tecnología, la
información o la técnica, ya que los individuos que hacen parte de la organización tiene el
conocimiento y las habilidades para aumentar el rendimiento, productividad y calidad de
los procesos. Podemos deducir entonces, que el desempeño emocional de cada uno de
los miembros es vital en una organización. Robert K. Cooper en su libro “La inteligencia
emocional aplicada al liderazgo y a las organizaciones”, sostiene que los directivos de una
empresa y los responsables del recurso humanos son cada vez más conscientes de la
incidencia en el trabajo.

Cooper asegura que una empresa es lo que nosotros la hagamos. Él dice: “Si la tratamos
como un altar de hechos y lógica, como una calculadora, una máquina, un regimiento
militar, eso será ¿pero qué pasa si, por el contrario, si la tratamos como algo precioso y
vivo, un organismo de ideas creativas y relaciones de confianza que hay que cultivar y
nutrir, valorar y celebrar, como una familia, una comunidad o un templo?

La organización es un sistema vivo que es necesario motivarlo brindándole los espacios


en las compañías, para crecer personal y profesionalmente. Robert Cooper, sostiene que
el ingrediente esencial para que todos los miembros de una organización luchen juntos
por alcanzar los objetivos estratégicos es indiscutiblemente buscando beneficios para los
colaboradores de la organización creando condiciones en las que sus miembros puedan
reconocerlas, controlarlas y utilizarlas para aumentar su desempeño, mejorar la
comunicación y el trabajo en equipo sacando provecho de ellas, ya que son la fuente
primaria de motivación.

Balance vida laboral. Básicamente, se afirma que siempre existe interferencia entre el
trabajo y los aspectos de la vida de una persona no vinculados al trabajo, que implican
conflicto inter-roles, en el cual las presiones provenientes de los ámbitos laboral y familiar
son mutuamente incompatibles en algún aspecto (Greenhaus y Beutell, 1985). El conflicto
potencial entre trabajo y familia fue descrito como la anticipación de la incompatibilidad de
presiones procedentes de los futuros roles familiares y laborales (Cinamon, 2006)

Muchas investigaciones han encontrado diferencias significativas de género en las


actitudes y los valores vinculados con el trabajo, como la satisfacción laboral, la
compensación y las aspiraciones de carrera.

Desde Confucio y Aristóteles, la humanidad anda dándole vueltas a la felicidad: ¿Cómo


conseguirla? El primero se conformaba con un poco de arroz, agua y un brazo doblado
por almohada, y el segundo la situaba en el centro exacto de dos extremos. Luego vino
Groucho Marx y dijo que estaba hecha de pequeñas cosas: “Un pequeño yate, una
pequeña mansión, una pequeña fortuna”… Ahora, el psicólogo y filósofo estadounidense
e israelí Tal Ben-Shahar (1970) se ha convertido en el gurú de la felicidad del siglo XXI.

En resumen, para él la felicidad viene a ser “esa sensación general de placer y


significado; una persona feliz disfruta las emociones positivas al mismo tiempo que
considera que su vida está llena de significado”. Refiere además que muchas personas
pueden ser exitosas pero no ser felices "Esto es porque el éxito no lleva a la felicidad, en
cambio, la felicidad sí lleva al éxito, tanto personal como profesional"

Destaca trece (13) claves para mejorar la calidad de nuestro estado personal y que
contribuyen a la generación de una vida positiva:

1.- Realiza algún ejercicio: Los expertos aseguran que hacer actividad física es igual de
bueno que tomar un antidepresivo para mejorar el ánimo. Treinta minutos de ejercicio es
el mejor antídoto contra la tristeza y el estrés.

2.- Toma desayuno: Algunas personas se saltan el desayuno porque no tienen tiempo o
porque no quieren engordar. Estudios demuestran que desayunar ayuda a tener energía,
pensar y desempeñar exitosamente las actividades.

3.- Agradece a la vida todo lo bueno que tienes: Escribe en un papel 10 cosas que
tienes en tu vida que te dan felicidad. Cuando hacemos una lista de gratitud nos
obligamos a enfocarnos en cosas buenas.
4.- Sé asertivo: Pide lo que quieras y di lo que piensas. Está demostrado que ser
asertivo ayuda a mejorar la autoestima. Ser dejado y aguantar en silencio todo lo que te
digan y hagan, genera tristeza y desesperanza.

5.- Gasta tu dinero en experiencias no en cosas: Un estudio descubrió que el 75% de


las personas se sentía más feliz cuando invertía su dinero en viajes, cursos y clases. En
tanto, sólo el 34% dijo sentirse más feliz cuando compraba cosas

. 6.- Enfrenta tus retos: No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Estudios
demuestran que cuanto más postergas algo que sabes que tienes que hacer, más
ansiedad y tensión generas. Escribe pequeñas listas semanales de tareas a realizar y
cúmplelas.

7.- Pega recuerdos bonitos, frases y fotos de tus seres queridos por todos lados:
Llena tu refrigerador, tu computador, tu escritorio, tu dormitorio, en fin, tu vida de
recuerdos bonitos

. 8.- Siempre saluda y sé amable con otras personas: Más de 100 investigaciones
afirman que sólo sonreír cambia el estado de ánimo.

9.- Usa zapatos que te queden cómodos: Si te duelen los pies es seguro que te
pondrás de mal genio, asegura el doctor Keinth Wapner, Presidente de la Asociación
Americana de Ortopedia.

10.- Cuida tu postura: Caminar derecho con los hombros ligeramente hacia atrás y la
vista hacia el frente ayuda a mantener un buen estado de ánimo.

11.- Escucha música: Está comprobado que escuchar música te despierta deseos de
cantar y bailar, lo que alegra la vida.

12.- Aliméntate bien: Lo que consumes tiene un impacto importante en tu estado de


ánimo. Por esta razón, lo recomendable es comer algo ligero cada tres o cuatro horas
para así mantener los niveles de glucosa estables; no saltarse comidas; evitar el exceso
de harinas blancas y el azúcar; comer de todo y variar los alimentos.

13.- Arréglate y siéntete atractivo(a): El 41% de la gente dice que se siente más feliz
cuando piensa que se ve bien.
En este caso cabe resaltar que la felicidad en el trabajo es algo fundamental en todos
los niveles de la vida, especialmente en el laboral, es muy importante tanto para los
trabajadores como para la organización, por este motivo la gestión de la felicidad en el
entorno laboral debe convertirse en un reto común. Para lograrlo es muy importante el
trabajar en equipo ya que es la principal clave para conseguir un clima de felicidad
positiva en el trabajo, además el bienestar laboral es una tarea de grupo y
responsabilidad de todos los miembros de una organización

El trabajo puede y debe convertirse uno de los caminos para alcanzar la felicidad en un
sentido más amplio para ello hay que tener una actitud optimista y positiva, cuando se
trasladan los objetivos personales al campo laboral exige un gran esfuerzo y una buena
dosis de conocimiento propio y sinceridad, como también exige un conocimiento del
entorno en el que trabaja y estar dispuesto a buscar soluciones. Y es aquí donde se
vuelve a resaltar que la actitud es fundamental para intentar transformar las empresas y
cambiar la pasividad y la actitud negativa, por acciones emprendedoras, porque para
alcanzar la felicidad hay que perder los miedos especialmente el miedo al cambio. Al
principio un cambio puede dar miedo y no resulta apetecible, pero en realidad ofrece
oportunidades ya que nos estimula y nos permite avanzar, desprenderse de los miedos
es un camino seguro a la felicidad.

Sin duda los trabajadores felices van a sentirse más seguros en su puesto de trabajo, y
por tanto más capaces y competentes, lo cual lleva a un mejor desempeño laboral, mejor
calidad de vida de las personas

En Colombia, las tendencias organizacionales están propendiendo por un modelo que


incorpore prestaciones relacionadas con el salario emocional. De acuerdo con un estudio
realizado por Mercer Marsh para 116 compañías en 2014, los beneficios que ofrecen las
empresas incluyen horarios flexibles (50,9% de la muestra), teletrabajo ocasional (35,3%),
salida temprano los viernes (30,2%), jornada laboral reducida (26,7%), días adicionales de
vacaciones (25,9%), días al año para temas personales (24,2%) y, en menor medida,
teletrabajo permanente (7,8%).

La flexibilidad laboral se rige por la Ley 789 de 2002, según la cual el empleador y el
trabajador podrán acordar que la jornada semanal de cuarenta y ocho horas se realice
mediante jornadas diarias flexibles de trabajo, distribuidas en máximo de seis días a la
semana con un día de descanso obligatorio. El número de horas de trabajo diario podrá
repartirse de manera variable durante la respectiva semana, y podrá ser de mínimo cuatro
horas continuas y hasta diez horas diarias sin lugar a ningún recargo por trabajo
suplementario. Adicionalmente, de acuerdo con una encuesta realizada por el Ministerio
TIC y el Ministerio del Trabajo a más de 1.740 empresas colombianas en diferentes
ciudades el número de teletrabajadores se triplicó en Colombia entre 2012 a 2016. De
igual manera, el número de empresas que implementan este tipo de modalidad de trabajo
se incrementó en 146%. Por ciudades, las que presentaron el mayor crecimiento en el
número de teletrabajadores para el mismo periodo fueron Bogotá (138%), Medellín
(780%) y Cali (90%). Finalmente, la misma encuesta señala que las empresas reportaron
impactos positivos en la productividad y la eficiencia de los profesionales son las que
tienen más probabilidades de tener altos niveles de flexibilidad, mientras que empresas
del sector de producción de bienes y de comercio al por mayor y al por menor son las que
tienen menos probabilidades. Del mismo modo, la evidencia demuestra que los
trabajadores menos calificados tienen menor flexibilidad laboral frente a los más
calificados (Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, 2014).

Por otra parte, de acuerdo con la misma encuesta, los principales obstáculos que reportan
los empleadores para implementar medidas como la flexibilidad laboral, licencias de
cuidado o asistencia para el cuidado de niños son: los costos (28%), la dificultad de
supervisar a los trabajadores (14%), los requisitos y la carga de trabajo (11%), la pérdida
potencial de la productividad (10%) y la necesidad de asegurarse que las labores s e
realicen (10%). Desde la perspectiva de los trabajadores, la evidencia sobre el posible
impacto de medidas como la flexibilidad laboral en la conciliación de la vida laboral con la
personal no es concluyente. Dado que los límites entre el tiempo de trabajo y la vida
personal no se logran distinguir con facilidad bajo esta modalidad de trabajo, los
empleados pueden estar más concentrados en sus deberes y trabajar durante más
tiempo.

Esto es más probable que suceda en personas que priorizan la carga laboral frente a
otros aspectos de la vida, como los trabajadores calificados y de alto estatus. Frente a
este aspecto, un estudio realizado por Chung (2017) utilizando los datos de la encuesta
sobre las condiciones de trabajo en Europa, encuentra que aquellos empleados bajo una
jornada flexible tienen una probabilidad 1,2 veces superior a trabajar durante su tiempo
libre en comparación con los trabajadores de horario fijo. Más aún, pese a que las
jornadas de trabajo flexibles pueden estar disponibles, la evidencia sugiere que los
trabajadores tienen una percepción negativa de esta modalidad de trabajo, debido a las
posibles consecuencias en su carrera profesional. De acuerdo con una encuesta realizada
en 2011 para Reino Unido, el 32% ACRIP - Fedesarrollo 7 recursos con esta modalidad.
Los beneficios mejor calificados por los empresarios fueron: disminución de costos
operaciones (47%), aumento de la productividad (47%), aumento de la eficiencia de los
procesos (37%) y el aumento de la rentabilidad (17%). A su vez, los empleados perciben
que el teletrabajo los beneficia con ahorro en tiempos de desplazamiento (49%),
autonomía e independencia (40%) y mejora en la calidad de vida (33%).
En este punto se hace necesario estudiar los orígenes etimológicos de las palabras a las
que se hace referencia; "trabajar", para entender desde este contexto su significado,
encontramos entonces, que viene del latin tripalium, los tres palos con los que sostenían
a los esclavos para torturarlos, a su vez, "laburar" viene del lunfardo, asociada a la jerga
carcelaria: cuando un preso mandaba a otro a robar y está relacionada a "laburo",
tomado de la palabra italiana "laboro", que significa colgar. Más aun, en hebreo "avodá"
viene de "avadim": esclavos. Y "negocio" es, ni más ni menos que la negación del ocio.

En síntesis, el trabajo está concebido y relacionado, desde el principio de los tiempos,


al sufrimiento. Si lo pensamos bien, resulta terrible pasar entre ocho y diez horas por día
(11 o 12 si sumamos transporte) sufriendo. Lo cierto es que ese paradigma que vincula el
trabajo al sudor y el sufrimiento se ha modificado radicalmente, de la mano de las nuevas
generaciones, los conceptos hoy en día se han transformado radicalmente.

Los nuevos paradigmas son:

d La transformación digital: empresas como Uber o Airbnb valen millones sin tener
un solo auto o casa propia.

d La personalización: no puedo comunicar lo mismo a todos y de la misma manera.

d La transparencia: obliga a cuidar más lo que hacemos que lo que decimos.

d La ubicuidad: ahora se trabaja todo el tiempo, por ejemplo al responder un mail a


las 4 AM.

d La inmediatez: en una milésima de segundo Google arroja 1 millón de resultados.

d La interconexión: antes tener la información daba poder, hoy la da el compartirla.

d El bienestar: a través de la multiplicación de la oferta de entretenimiento.

Frente a este nuevo panorama, el trabajo ya no es lo que era. Ahora las personas buscan
pasarla bien en sus trabajos y si eso no es posible, sencillamente renuncian. Ya no atraen
de la misma manera la estabilidad y el dinero. ¿Quién dice hoy con orgullo que lleva
varias décadas en una empresa?

En los lugares de trabajo hoy en día prima la felicidad y la satisfacción y eso se convirtió
en un slogan estratégico para atraer talentos a las empresas y retenerlos.

La felicidad está, en el trabajo, íntimamente relacionada a la satisfacción. Es la diferencia


entre la realidad y las expectativas. Pero ya no hablamos de la realidad objetiva sino
la realidad de cada uno.

En las encuestas y los estudios realizados sobre los principales motivos de permanencia
de los colaboradores en una empresa, suelen aparecer por encima de cualquier cosa el
desarrollo y el "work-life balance", siendo este último el equilibrio tan anhelado entre
trabajo y vida personal.
Este nuevo concepto se ha convertido en la tendencia que las empresas está están
tratando de conseguir. Se trata de una práctica que busca equilibrar la vida familiar y el
trabajo para obtener un ambiente laboral más sano y eficiente.

Recientemente el IAE Business School realizó una encuesta en 118 empresas de países
como Argentina, Brasil y México, en la que se determinó que sólo seis compañías, en las
que destaca Coca Cola y Unilever, tuvieron un buen puntaje respecto a la atención de las
necesidades personales de sus trabajadores.

Así, se llegó a la conclusión que 78% de los encuestados está apenas en camino de ser
una empresa familiarmente responsable

Hay que considerar que el menor rendimiento de los empleados de una empresa pasa por
factores como el estrés y la falta de flexibilidad en sus tiempos, derivando en
consecuencias negativas que sólo se reflejan en los resultados de la compañía.

Por lo tanto, para lidiar con esta insatisfacción laboral, las empresas ahora tienen la
opción de entregar más libertad al trabajador, más atención a sus necesidades personales
y dar más prioridad a sus requerimientos familiares.

Pero lo cierto es que cada vez resulta más difuso diferenciar "work" de "life". Hoy en día
respondemos emails a cualquier hora y encontramos soluciones o nuevas ideas en los
momentos menos pensados, debemos tener nuestra mente ocupada la mayor parte del
tiempo en nuestros quehaceres.

Por eso, más que hablar de la felicidad en el trabajo habría que hablar de la felicidad en
términos integrales. Y esa integralidad hay que pensarla teniendo en consideración lo
personal y lo laboral. Es muy difícil adaptar los ambientes laborales para que todos los
colaboradores se sientan felices, este más bien es un tema de introspección.

¿Qué te hace sentir bien a nivel personal? Estar bien físicamente, mentalmente, a nivel
espiritual y social. En lo laboral, ese bienestar se logra a través de la capacitación, el
reconocimiento, el desarrollo, los beneficios y el clima organizacional, estos son factores
que proporciona la empresa, sin embargo el interrogante encierra muchos más factores
que están fuera del control del empresario.

Por esta razón, se ha venido implementando un programa planificado de actividades que


hagan foco en aquellos nueve puntos, integrando la vida personal y laboral, con la
esperanza de lograr personas felices en el día a día.

Dentro de las empresas hay muchas acciones concretas que se pueden desarrollar:
desayunos de trabajo con integrantes de diferentes áreas, encuentros after office, eventos
deportivos, visitas de la familia a las oficinas, equipos de running, fiestas, actividades con
fines solidarios y tantos otros.

Volviendo al principio, el trabajo ya no está asociado al sufrimiento, y las nuevas


generaciones buscan cada vez más encontrar bienestar en él, los empresarios deben
entender que las actividades laborales ya no son sinónimo de esclavitud, si no de
desarrollo y crecimiento personal.

El entender esa necesidad y comprender al colaborador como un ser integral, permitirá


lograr trabajadores satisfechos, disminuyendo la rotación y mejorando la calidad de sus
servicios. Porque, sin lugar a dudas, "las personas felices construyen equipos exitosos".

En la actualidad se debe tener en cuenta también los cambios que han ocurrido en las
últimas décadas sobre los procesos laborales y el diseño del trabajo son de carácter
sociodemográfico, económico, político, y tecnológico. Estos cambios han originado
nuevos riesgos psicosociales en el trabajo que afectan a la salud y la calidad de vida
laboral, pues incrementan los niveles de estrés de los trabajadores; este tipo de riesgos,
sus consecuencias, y algunas recomendaciones para promover la salud en el trabajo
como estrategia para mejorar la salud pública de la población.

Por ello cada vez son más los estudios que consideran que el lugar de trabajo puede ser
un lugar privilegiado para la prevención de trastornos psicológicos y para promover una
mejor salud mental.

La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo define la promoción de la


salud en el lugar de trabajo como: El esfuerzo en común de empresarios, trabajadores y la
sociedad en su conjunto por mejorar la salud y el bienestar laboral de los trabajadores.

No obstante, otros estudios recientes sobre salud laboral y prevención de riesgos


laborales indican que para prevenir el estrés y fomentar la motivación y satisfacción en el
trabajo, es necesario partir de un modelo interaccionista en el que se tengan en cuenta las
características del ambiente laboral, las características de los colaboradores y la
interacción entre ellas. Dentro de las características individuales, una de las más
estudiadas es el autocontrol (cognitivo y emocional), y los resultados de estos estudios
indican que esta variable influye en las actitudes hacia el trabajo y en el rendimiento, y
está relacionada con el éxito laboral.

Es importante comprender que las emociones negativas, afectan en gran medida el


ambiente laboral, en especial la ira crónica, la ansiedad o la sensación de incompetencia,
perjudican mucho la actividad laboral y secuestran la atención que debería estar centrada
en el trabajo. Pues muchas veces el trato con jefes engendra frustración, indignación y en
algunos casos sufrimiento, perjudicando la inteligencia emocional. Las personas que
estén alteradas presentan dificultades para atender bien las emociones de los demás, es
decir se reduce la aptitud más elemental para la empatía y en consecuencia disminuyen
las capacidades sociales. Se considera que las emociones que se sienten en el trabajo
reflejan directamente la verdadera calidad de la vida profesional. El porcentaje de tiempo
de en qué se tienen emociones positivas a lo largo de una jornada resulta ser uno de los
indicadores más claros de su satisfacción y por consiguiente, de factores, como la
posibilidad de que un trabajador se despida. En ese sentido los miembros de una
empresa que trasmiten estados de ánimo negativo, son sencillamente perjudiciales para
la empresa, mientras que los que contagian buen humor contribuyen a su éxito.
Cuando la gente está a gusto, es cuando mejor trabaja, pues un buen estado de ánimo, el
dejar los problemas en casa y disfrutar del trabajo, favorece la eficiencia mental y permite
que la gente sea más competente en la comprensión de la información y en la aplicación
de reglas en la toma de decisiones complejas, así como más flexible en la forma de
pensar. Las investigaciones, han demostrado que los estados de ánimo positivos dan
lugar a una percepción más favorable de los demás o de los hechos, eso contribuye a que
las personas se sienta más óptima sobre su capacidad para alcanzar un objetivo, fomenta
la capacidad, creatividad para toma de decisiones y predispone a los demás a ayudar. La
felicidad en el trabajo abre canales de comunicación fomenta la sensación de conexión y
de confianza haciendo más divertido en trabajo, por ejemplo la capacidad de un líder para
inducir un estado de ánimo entusiasta y cooperativo en un equipo puede determinar su
éxito. Caso contrario, cuando los conflictos emocionales de un grupo se llevan la atención
y la energía de las labores que comparten, el rendimiento se resiente. Benjamín
Schneider catedrático de la universidad de Maryland comprobó que en entornos tan
distintos como sucursales bancarias, delegaciones regionales, que una moral pesimista
en un momento concreto entre los empleados que atendían directamente a los clientes,
era indicativa de que en un periodo se producían muchos cambios de personal y
descendía una insatisfacción de los clientes, y a su vez un descenso de los ingresos.

En resumen los estados emocionales y los actos afectan claramente a los sentimientos y
por ende al rendimiento de los empleados en cada cargo. Es así, que la gestión de las
emociones y el efecto que tienen en los demás, no es una simple cuestión personal, sino
un factor que influye en el éxito de la empresa, en el éxito personal y por ende en el éxito
familiar.

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