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5 autores Guatemaltecos

Marco Antonio Flores

Marco Antonio Flores. (Guatemala, 1937).Poeta, narrador, ensayista, periodista.


Ha sido catedrático en las universidades San Carlos y Rafael Landívar, de
Guatemala; becario en el Sistema Nacional de Creadores del Fondo Nacional para
la Cultura y las Artes, de México; investigador. Ha dictado conferencias en
universidades y centros culturales de México, Guatemala, El Salvador,
Honduras, Costa Rica, Panamá,España, Alemania, Inglaterra e Irlanda. Ha
desplegado una intensa actividad cultural como coordinador de talleres literarios,
cursos de literatura y editor, tanto en México como en Guatemala. Parte de su
obra ha sido traducida al inglés, francés y alemán. En dos ocasiones salió exiliado
de su país. Es autor de los libros de poesía La voz acumulada (1964), Muros
de luz (1968), La derrota (1972), Persistencia de la memoria (1992), Crónica de
los años de fuego (1993), Un ciego fuego en el alma (1995), Reunión, Poesía
completa, Volumen I (1992) y Volumen II (2000), Poesía escogida (1998); de
las novelas Los compañeros (1976), En el filo (1993), Los muchachos de antes
(1996), Las batallas perdidas (1999); de los libros de cuentos La siguamonta
(1993), Cuentos completos (1999); de la crónica histórica Fortuny, un comunista
guatamalteco (1994); de las obras de teatro Entremés para cantar (1972), El
entrenador (1997), de un librocollage Los rollos que quedaron (1997); ha
recopilado sus columnas periodísticas en un volumen Pan pa' mi matate (1995); y
en ensayo, Poetas guatemaltecos del siglo XX (2000).

Hasta la fecha han recibido el galardón Luis Alfredo Arango, 1988; Carlos
Solórzano, 1989; Otto-Raúl González, 1990; Dante Liano, 1991; Enrique Juárez
Toledo, 1992; Mario Monteforte Toledo, 1993; Luz Méndez de la Vega, 1994;
Miguel Angel Vásquez, 1995; Margarita Carrera, 1996; Augusto Monterroso, 1997;
Francisco Morales Santos, 1998; Mario Alberto Carrera, 1999; Ana María Rodas,
2000; Isabel de losÁngeles Ruano, 2001; Julio Fausto Aguilera, 2002; Humberto
Ak'abal, 2003 (declinó); Rodrigo Rey Rosa, 2004, y Carlos Navarrete, 2005. Es
Premio Nacional de Literatura "Miguel Ángel Asturias" 2006.

Adrián Recinos

Adrián Recinos fue un historiador, ensayista y traductor guatemalteco nacido en la


ciudad de Antigua en el año de 1886 y fallecido en 1962. Fue un gran estudioso de
la historia nacional, principalmente de la civilización maya y de los antiguos
manuscritos maya Quichés y Cakchiqueles. Fue él quien realizó la
primera edición al español del Popol Vuh, a partir del manuscrito que halló en
la Biblioteca de Newberry, Chicago, Estados Unidos. Además, tradujo al español
el Memorial de Sololá (también conocido como los Anales de los Cakchiqueles).

Fue docente, diputado y embajador de Guatemala en los Estados unidos y


España, y candidato a la Presidencia de la República en las elecciones de 1944.

BIOGRAFIA

Adrián Recinos, hijo de Teodoro M. Recinos y Rafaela Ávila de Recinos, nació el 5


de julio de 1886 en Antigua Guatemala.1 Se casó con María Palomo y tuvo cinco
hijos: Beatrice, Isabel, Mary, Adrián Jr., y Laura.1

Recinos obtuvo su bachillerato en Ciencias y Letras en 1902, y se graduó como


abogado y notario en la Escuela de Derecho de Guatemala en 1907. Entró
al servicio diplomático en 1908 como Secretario de Legado en El Salvador,
Secretario adjunto del Estado (1910-1920), Ministro de Asuntos Exteriores (1922-
1923), Embajador en España (1923-1925), Presidente de la Asamblea Legislativa
(1926), Embajador en los Estados Unidos (1928-1943). En 1944 fue candidato a la
Presidencia de la República en elecciones ganadas por Juan José Arévalo.1

Junto a Virgilio Rodríguez Beteta, fundó la revista jurídica El Derecho, y fue uno de
los fundadores de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala, ahora
conocido como Academia de Geografía e Historia de Guatemala. También era
miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (México), Sociedad
Histórica Americana (Buenos Aires), Instituto Ibérico-Americano de Derecho
Comparado(Madrid), entre otros.1

Como historiador, Recinos obtuvo reconocimiento nacional e internacional por su


"Monografía del Departamento de Huehuetenango" y sus traducciones al español
de antiguos manuscritos mayas.

OBRAS

 Monografía del Departamento de Huehuetenango. Guatemala: Tipografía


Sánchez & de Guise. 1913.

 Lecciones de filosofía. Guatemala. 1914.

 La ciudad de Guatemala, crónica histórica desde su fundación hasta


los terremotos de 1917-1918. Guatemala. 1922.

 Poesías de José Batres Montúfar (natural de Guatemala).


Madrid: Imprenta Helénica. 1924.

 Popol Vuh: las antiguas historias del quiché. México: Fondo de Cultura
Económica. 1947.

 Título de los señores de Totonicapán traducción y notas. 1949.

 Memorial de Sololá, Anales de los cakchiqueles; / traducción directa del


original, introducción y notas de Adrián Recinos. Título de los señores de
Totonicapán; traducción del original quiché por Dionisio José Chonay,
introducción y notas de Adrián Recinos. México: Fondo de Cultura
Económica. 1950.

 Pedro de Alvarado: conquistador de México y Guatemala. México: Fondo


de Cultura Económica. 1952.

 Crónicas indígenas de Guatemala. Guatemala: Universidad de San Carlos.


1957.

 Doña Leonor de Alvarado y otros estudios. Guatemala: Editorial


Universitaria. 1958.

Angelina Acuña Castañeda


Angelina Acuña Castañeda, gloriosa representante de la prosa y poesía femenina
guatemalteca, murió a los 101 años de edad, luego de legar al país una
voluminosa y reconocida producción literaria, que fue valorada nacional e
internacionalmente.

La hermana en espíritu de Gabriela Mistral, como la llamó la escritora Margarita


Carrera, nació en 1904, en el departamento de Jutiapa, años después vivió en la
ciudad capital y se graduó de maestra de educación primaria y bachiller en
ciencias y letras, en el Instituto Central para Señoritas, Belén, indica
una síntesis biográfica de quien hoy fue despedida de su tránsito terrenal, en el
Cementerio General.

La escritora fue una de las principales forjadoras de la poesía hispanoamericana


de la primera era del siglo pasado y como una de las féminas ilustres de su época,
por sus éxitos fue denominada "Mujer de las Américas", indica una reseña de
Carrera.

Se le conoció también como "Poetisa Excelsa" y perteneció a la generación de


César Brañas, León Aguilera, Humberto Hernández Cobos, Flavio Herrera y otros
que valoraron su pluma, sobre todo por el manejo perfecto del verso clásico,
coinciden biógrafos y críticos literarios.

Carrera subrayó que Acuña Castañeda era maestra en la versificación y que


destacó sobre todo en el soneto, por lo que se constituyó en una digna sucesora
de Sor Juana Inés de la Cruz y Gabriela Mistral.

La fecunda literata empezó a escribir en la primera mitad del siglo pasado,


específicamente antes de 1920, y desde entonces recibió múltiples premios, entre
éstos la "Orden del Quetzal" y la "Orden Francisco Marroquín".
El año pasado, la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG) la galardonó con
el "Quetzal de Jade Maya", 2005 e Ileana Alamilla, ex presidenta de esta entidad,
recordó que fue la primera mujer en recibir este importante premio, por medio del
cual se honra altos méritos y que sólo se entrega en ocasiones especialísimas.

Virgilio Rodríguez Macal

Virgilio Rodríguez Macal (Ciudad de Guatemala, 28 de junio de 1916 - ibíd. 13 de


febrero de 1964) fue un periodista, novelista y diplomático que logró varios
premios tanto internacionales como nacionales, como el Primer Premio en Prosa,
en la rama de novela, o los Juegos Florales de Quetzaltenango de 1950 gracias a
sus novelas. Es uno de los novelistas más populares en la cultura
centroamericana por sus publicaciones de estilo criollista. La mayoría de sus obras
se ambientan en las selvas del Departamento de El Petén.

BIOGRAFIA

Nació en la ciudad de Guatemala, el 28 de Junio de 1916, hijo del Lic. Virgilio


Rodríguez Beteta y de doña Elisa Macal Asturias. Su padre fue un ilustre
diplomático e historiador, que escribió importantes libros sobre la Historia de
Guatemala y de Centroamérica. Virgilio Rodríguez Macal empezó a escribir en
el periódico El Mercurio de Chile a la edad de 21 años. Fue precisamente en Chile,
donde vivió cuando su padre fue Embajador de Guatemala en ese país, donde
nació La Mansión del Pájaro Serpiente, una de las más bellas de sus obras.

Dentro de las características de su personalidad de escritor, destaca el hecho de


que no era usual en él corregir lo que escribía. Cuando lo hacía, era para volver a
dejarlo como lo tenía desde la primera vez. Además, escribía muy rápidamente.
Empezaba a escribir y seguía, seguía haciéndolo sin parar durante muchas horas,
por lo cual terminaba sus obras en corto tiempo. Cuando decidió escribir
Carazamba, se dio cuenta que faltaban muy pocos días para el Certamen de los
Juegos Florales Centroamericanos de Quezaltenango, en el que quería participar
por primera vez, y con su primera Novela.
Contrató una mecanógrafa para que la obra fuera saliendo de una vez en limpio,
para enviarla al certamen. Y allí, en el comedor de la 10ª. Ave. 9-37 de la zona 1
de la ciudad de Guatemala, casa de su primera esposa, en diez días escribió
Carazamba, la envió al Certamen, y ganó con ella el Primer Premio. Luego vino
Jinayá, también premiada en el mismo Certamen, Guayacán, premiado en el
Certamen Nacional Permanente de Ciencias, Letras y Bellas Artes de Guatemala.
Varios de los cuentos de vaquería de su libro Sangre y Clorofila, fueron
presentados a concursos, todos con galardones.

Con Guayacán le sucedió algo muy especial: antes de enviarla al concurso en


Guatemala, cuando vivió en España, la mandó al Certamen Pedro Antonio de
Alarcón, ganando únicamente un Accesit con ella, porque, según le informaron, se
pasaba del número de páginas establecido en las bases del certamen. Sin
embargo, de alguna manera se filtró que la razón por la cual la obra no fue
premiada, fue porque el tema , los lugares y todo el ambiente de la obra, hacían
suponer que se trataba de un autor Latinoamericano. Por eso, estando todavía en
España, escribió su novela Negrura, la cual se desarrolla en Europa, durante la
post-guerra. Al año siguiente, participó en el mismo certamen con esta obra,
obteniendo con ella el Premio Pedro Antonio de Alarcón. Esta novela, sin
embargo, no corresponde en nada al que ha sido su estilo característico; en ella
no se reconoce al VRM de gran fuerza y belleza, que caracteriza toda su obra.

Cuando murió, a los 47 años, víctima de un cáncer pulmonar, planificaba una


próxima novela a desarrollarse en el Oriente de Guatemala.

Las largas temporadas que pasaba en las selvas del Petén, donde se adentraba a
veces con un guía, a veces solo, fueron indudablemente las que nutrieron su
fantasía para dar vida a todos esos personajes, a todas esas escenas, a todas
esas maravillosas descripciones de ese mundo verde que tanto amó.

Contrajo matrimonio en Guatemala dos veces con la señora Olga Chávez


Flamenco, con quien procreó en su primer matrimonio a sus hijas: Olga y Elisa. En
la época del nacimiento de su segunda hija residía en Chile, donde después de
divorciarse de su esposa Olga, contrajo matrimonio con la señora Ana Severín
Saenz, de nacionalidad chilena, con quien procreó a su único hijo varón, Virgilio.
Posteriormente se divorció de la Señora Severín Saenz, contrayendo matrimonio
de nuevo con su primera esposa, Doña Olga, con quien procreó a la menor de sus
hijas, María Elena.

A la hora de su muerte estaba casado con la señora Elvira Silva González, madre
de su hija Luz Patricia.

Mario Alberto Carrera


Mario Alberto Carrera nació la ciudad de Guatemala en 1945. Escritor y periodista.
Es licenciado en letras por la Universidad de San Carlos de Guatemala. Realizó
estudios de posgrado en la Universidad Rafael Landívar, en la Universidad de San
Carlos y en la Universidad de Venezuela. Desarrolló una importante labor dentro
del periodismo, iniciándose como articulista del diario El Gráfico, en 1974. Dirigió
los suplementos culturales de los diarios La Hora y La Nación. Publicó en El
Imparcial, Siglo Veintiuno y para la revista Crónica, fue profesor del Departamento
de letras de la Facultad de Humanidades de la USAC, Ocupó el cargo de
secretario a perpetuidad de la academia Guatemala de la Lengua, del cual
renunció. Es miembro de la Comunidad de Escritores de Guatemala y de RIN 78.
En 1999 obtuvo el Premio Nacional de literatura.

Uno de los más altos logros de Carrera fue cuando, en 1999, recibió el Premio
Nacional de Literatura. Durante el acto de ceremonia destacó la importancia de
manejar a la perfección el español. "Antes de ser especializado, hay que manejar
la lengua más allá de lo baladí y lo frívolo", expresó.

También ha escrito análisis completos sobre otros grandes de la literatura


guatemalteca como José Batres Montúfar, Miguel Ángel Asturias o Rafael Arévalo
Martínez.

En cierta ocasión escribió una obra de teatro, La cólera (1975), que ganó el primer
premio en el Certamen Nacional de Bellas Artes. Esta fue estrenada con el
nombre Expreso a Pandora, ganadora del Opus de Dramaturgia en 1990.

En la obra de Carrera sobresale también La estética en el pensamiento de Herbert


Marcuse (1973). "Él era un filósofo alemán que decía que es posible una sociedad
libre, democrática, socialista, en la cual el amor y el arte serían la base. Es una
utopía, pero si nadie propone algo nuevo, seguiremos en la misma desgracia en la
que estamos", comenta.
De hecho, En el ataúd del incrédulo, un libro que anunciará este mes, trata sobre
lo anterior. "Abarca al ser humano y su libertad. Es sobre su enfrentamiento con el
bien y el mal. Los personajes ponen en duda lo establecido y dan nuevas
normativas sociales", adelanta.

Trayectoria

MARIO ALBERTO CARRERA tiene una licenciatura en Filosofía por la


Universidad Rafael Landívar. En la Universidad de San Carlos también obtuvo la
licenciatura en Lengua y Literatura Española e Hispanoamericana y una maestría
en Letras.

ES MIEMBRO DE la Academia Guatemalteca de la Lengua.

LE FUE OTORGADA la Gran Cruz de Oficial de la Orden de Isabel la Católica,


concedida por el rey Juan Carlos I, por sus "altos méritos literarios".

SUS LIBROS SE consiguen en Artemis Edinter.

LIBROS

"Buscando el Sendero" (1967)

"Cuando el Arte Muera"

"Las ocho novelas de Rafael Arévalo Martínez"

"Cuentos Psicoeróticos"

5 autores mayas

Arce Valladares, Manuel Jose

Poeta y dramaturgo.
Manuel José Arce nació en Guatemala el 13 de mayo de 1935, hijo de Manuel
José Arce y Valladares y Margarita Leal Rubio.
Poeta, dramaturgo y columnista de prensa. Fue reconocida su columna Diario de
un Escribiente, que publicó en el matutino El Gráfico entre 1963 y 1979.
Es uno de los grandes exponentes del teatro experimental en Latinoamérica.
Por la violencia imperante en Guatemala se fue al exilio a Francia, donde murió el
22 de septiembre de 1985.
Los años de su vida, muchos de ellos vividos en épocas de pesadumbre y
oscuridad política, están deletreados con melancolía en sus páginas del Diario de
un Escribiente. En el cual, metafóricamente describe ese país que amó, con toda
su violencia dolorosa, con su muerte indiferente, con su hambre perenne, con toda
esa pobreza amarga que por ser inmutable y vieja, el decía que parecía ser un
incomprensible castigo divino. Sin embargo, Manuel José siempre encontró el
momento feliz y el lado hermoso que tenía cada día, con la sensibilidad natural de
los niños y el humor chispeante, pícaro y mordaz del universitario.
Ese estudiante que fue inagotable en su espíritu huelguero.En ese sentido son
inagotables las anécdotas salpicadas de un humor lleno de genialidad, a veces
muy fino a veces terrible, que recuerdan todos sus amigos en las distintas épocas
de su vida.Precisamente esto implica otra de sus cualidades inolvidables, tenía
una capacidad extraordinaria para hacer amistades, sin importar condiciones
sociales y económicas, sin importar el oficio y la edad. Eso en gran parte se debía
a que era un platicador incansable, un imaginativo conversador que emprendía
diálogo con facilidad sobre cualquier cosa de la vida cotidiana.Eso le hacía perder
la noción del tiempo frecuentemente, y de pronto se le había hecho tarde, a veces
muy tarde, muchísimas veces demasiado tarde… para seguirle el paso al reloj, a
los horarios establecidos o a las agendas rigurosas.Considero que por esas
vicisitudes le fascinaba la noche. No sólo porque además poseía una bohemia
memorable, sino porque entonces sin distractores, escribía con esa habilidad
creativa que es inmensamente valorada hoy. Hasta las palabras más rusticas las
transformaba en un deleite para los sentidos. Con regularidad sus siete ensayos
periodísticos semanales los escribía el domingo por la noche encerrado en su
estudio de la vieja casona del callejón Delfino, escuchando jazz y charlando con
los “vecinos” del Guernica de Picasso que colgaba de la pared, mientras bebía
café y fumaba interminablemente.Por esa extraña fusión de cualidades

Arévalo Martínez Rafael

Estudió en los colegios Nia Chon y San José de los Infantes, pero no logró
terminar ni siquiera el bachillerato debido a problemas de salud.
Arévalo Martínez cultivó la narrativa y la poesía. Sus primeros pasos públicos en la
literatura los dio en 1905: en ese año apareció publicado en un diario su primer
poema y en 1908 presentó Mujer y niños al concurso de cuentos de la revista
Electra, que obtuvo el primer premio.

Arias, Arturo

Arturo Arias Suárez (Nueva Imperial, 10 de agosto de 1923 – Santiago, 12 de


marzo de 2001) fue un destacado ingeniero y científico chileno.
Egresó como ingeniero civil de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de
la Universidad de Chile en 1948, tras publicar su memoria de título denominada
“Oscilaciones de un estanque elevado”. Durante años trabajo como profesor e
investigador, iniciándose en el año 1946 como ayudante de cursos de cálculo
vectorial y mecánica racional.

Arriola Osmundo

osmundo Arriola nació en Quetzaltenango en 1881. Fallecio en 1939. Poeta.


Estudio en la escuela de artes y oficios de Quetzaltenango, se dedico a la
imprenta. Fue uno de los creadores de los juegos florales de Quetzaltenango, uno
de los concursos literarios mas importantes del país. Ganador del mismo concurso
en 1916 y 1927. Libros publicados “El libor de la tierra” (1931) y “ El libro de la
amada” (1936)

Asturias Miguel Ángel

Novelista y poeta del realismo mágico, influido en sus orígenes por el realismo,
muy pronto, sin renunciar a esa impronta, se adentra en su campo predilecto: la
mitología aborigen, la propia tierra (lo telúrico, en término muy actual), en el
sentido de compromiso con los sinsabores de los campesinos sometidos al yugo
colonialista, lo que se ve ya en los títulos de sus obras. Junto a ello, y una faceta
no menos importante, la calidad y sonoridades de su prosa apenas admiten
comparación en la literatura castellana del siglo XX. Se graduó de abogado y
notario en la Universidad de San Carlos de Guatemala, donde participó en la lucha
contra la dictadura del presidente Manuel Estrada Cabrera, hasta que éste fue
derrocado.
Publica Leyendas de Guatemala (1930) en torno a mitos y leyendas nativos y
mestizos. En su célebre novela El señor Presidente (1946) retrata a un típico
dictador latinoamericano —como también hicieron Valle Inclán en Tirano
Banderas, García Márquez en El otoño del patriarca, Roa Bastos en Yo el
supremo, Alejo Carpentier en El recurso del método o Vargas Llosa en La fiesta
del chivo—, para lo que se sirvió de procedimientos grotescos y burlescos con el
fin de describir con total contundencia la brutalidad y la opresión social ejercidas
en su país por los gobiernos dictatoriales. Para el compositor José Castañeda
escribe los libretos de las óperas Emulo Lipolidón e Imágenes de nacimiento.
Hombres de maíz (1949) es reconocida por muchos como su obra maestra.
Novela típica del realismo mágico, se aprecian en la misma igualmente las voces y
los rostros del oprobio y la injusticia, pero en términos de cruda explotación
colonialista. Para ello, lo más resaltable es que el autor logra, de forma casi
sobrenatural, acoplar el lenguaje y el ritmo de su prosa a los personajes que
retrata, a sus fantásticas creencias, sus atávicas maneras y costumbres.
La que más lunares tenía era la nana de Martín Ilóm, el recién parido hijo del
cacique Gaspar Ilóm. La que más lunares y más piojos tenía. La Piojosa Grande,
la nana de Martín Ilóm. En su regazo de tortera caliente, en sus trapos finos de tan
viejos, dormía su hijo como una cosa de barro nuevecita y bajo el coxpi, cofia de
tejido ralo que le cubría la cabeza y la cara para que no le hicieran mal de ojo, se
oía su alentar con ruido de agua que cae en tierra porosa.
Mujeres con niños y hombres con mujeres. Claridad y calor de fogarones. Las
mujeres lejos en la claridad y cerca en la sombra. Los hombres cerca en la
claridad y lejos en la sombra. Todos en el alboroto de las llamas, en el fuego de
los guerreros, fuego de la guerra que hará llorar las espinas.
Así decían los indios más viejos, con el movimiento senil de sus cabezas bajo las
avispas. O bien decían, sin perder su compás de viejos: Antes que la primera
cuerda de maguey fuera trenzada se trenzaron el pelo las mujeres.

Literatura Guatemalteca

Se denomina literatura de Guatemala a las obras escritas por autores


guatemaltecos, ya sea en cualquiera de los veintitrés idiomas que conforman el
canon lingüístico del país, o en español. Aunque con toda probabilidad existió una
literatura guatemalteca anterior a la llegada de los conquistadores españoles,
todos los textos que se conservan son posteriores, y están además transliterados
a caracteres latinos.

Las características literarias guatemaltecas a través de la historia nacional, se


centran en el feudalismo histórico de hechos reales del país o de personajes
emblemáticos de guatemaltecos que a través de su vida han creado un
precedente en la política, sociedad, cultura y tradición de la nación. Por ejemplo, la
literatura maya se centra en la historia de la civilización maya, la cual estaba
enraizada en creencias ancestrales que pueblos actuales que todavía viven en
Guatemala se han atribuido como suyos. Entre los libros o documentos más
destacados se encuentra el Popol Vuh que es una recopilación de narraciones
míticas, legendarias e históricas del pueblo k’iche’, uno de los reinos que
habitaban la región de la moderna Guatemala quinientos años después del
colapso de la civilización maya, el cual fue traducido en el siglo Siglo XVIII por el
fraile Francisco Ximénez, O.P. para fines de evangelización.a Estudios
arqueológicos realizados en el siglo XXI en el sitio arqueológico de El Mirador en
el extremo norte del municipio de San Andrés en el departamento de El Petén
revelaron la existencia de un mural realizado en el período preclásico de la
civilización maya que presenta a los héroes gemelos Hunapú e Ixbalanqué que
menciona el Popol Vuh.5
La Época Colonial, que abarcó de los siglos xvi al xix hizo una evolución histórica
trayendo consigo grandes escritores del habla castellana, fuertmente influenciados
por la Iglesia Católica, que dejaron una cultura escrita literaria sesgada hacia un
embellecimiento de la presencia española en las tierras guatemaltecas. Por
ejemplo, de esta época data la Recordación Florida de Francisco Antonio de
Fuentes y Guzmán6 la cual es un relato histórico escrito en 1690 en donde ya se
embellecen los hechos relacionados con la conquista española del xvi, y la
Rusticatio mexicana del poeta jesuita Rafael Landívar, que se refiere a los
destrozos provocados en la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala
por los terremotos de 1751.7 Ambos personajes pertencían a las familias criollas
más solventes de su época.

Los movimientos independentistas y la Guerra Civil Centroamericana entre


liberales y conservadores resultó en un movimiento literario anti clerical, cuyo
máximo representate fue Lorenzo Montúfar y Rivera, aunque existen numerosos
escritos del siglo xix —y especialmente después del triunfo de la Reforma Liberal
en 1871— donde queda en evidencia el desdén que los escritores guatemaltecos
sentían por las tradiciones eclesiásticas de sus rivales conservadores. Entre los
escritores conservadores destacaron José Milla y Vidaurre y José Batres Montúfar,
mientras un ejemplo del pensamiento liberal se encuentra en los escritos de
Antonio Macías del Real y Rafael Spínola en la revista literaria La Ilustración
Guatemalteca que produjeron entre 1896 y 1898.8 De esa misma época data el
trabajo del cronista Enrique Gómez Carrillo, quien emigró a Europa donde
desarrolló una carrera periodística y literaria de tal nivel que fue reconocido
internacionalmente como el «Príncipe de los Cronistas».9

Los grupos que caracterizaron al siglo xx fueron la Generación del 10, la


Generación del 20 —a la que pertenecía Miguel Ángel Asturias, ganador del
Premio Nóbel de Literatura en 1967— y el grupo Tepeu, cuyos máximos
representantes fueron Manuel Galich y Luis Cardoza y Aragón.

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