Вы находитесь на странице: 1из 15

L A T E O R I A D E L A E V O L U C I O N Y

R E F L E S I O N E S D E L S H E I J A L I A L -
H U S A I N I

Uno de los temas que más se habla actualmente en Internet, es sobre la teoría de la evolución motivado por
el libro de Harun Yahya, con el titulo de "El Engaño de la Evolución", esto posibilito también que se elabore
por la importancia del tema algunos debates provocados y orientados a debilitar la creencias de los
musulmanes, tratando de contraponer lo que enseña el Sagrado Corán con la ciencia.
Esto nos llevo a solicitarle al Imam Mahmud Huseini elaborara un articulo que reflejara su pensamiento
sobre el tema y lo que sigue es el fruto de este pedido

Referencias sobre Charles Robert Darwin (1809-1882)

Estudió Medicina en la Universidad de Edimburgo. En 1827 la abandonó para ingresar a la Universidad de


Cambridge y seguir la carrera de ministro de la Iglesia Anglicana. Tuvo allí dos profesores que influyeron
decisivamente en su orientación intelectual, el geólogo Adam Sedgwick y el naturalista John Stevens
Henslow. Una vez graduado en Cambridge en 1831, a la edad de 22 años, Darwin se incorporó sin sueldo
en el barco de reconocimiento HMS Beagle, para cumplir un viaje científico como naturalista. Como Darwin
era de una familia rica, nunca tuvo necesidad económica que limitara sus tareas científicas. En 1839 se casó
con su prima, Emma Wedgwood, que le dio diez hijos.

La teoría evolutiva plantea que todas las formas de vida pasan por un proceso paulatino de selección natural,
y tuvo una influencia decisiva sobre las diferentes ciencias modernas, y sobre el pensamiento en general. En
su viaje científico a bordo del Beagle Darwin estudió la diversidad de formaciones geológicas en distintos
lugares, quedando impresionado por el trabajo de las fuerzas naturales en la configuración de la tierra, como
también analizó gran número de plantas, de fósiles, y de organismos vivos, y recogió muchas muestras que
estudió a su regreso.

Regresó a Inglaterra en 1836, y comenzó a registrar en sus Cuadernos sobre la transmutación de las especies.
La teoría de la evolución de las especies le fue sugerida por la lectura del libro Ensayo sobre el principio de
la población (1798) del economista Thomas Robert Malthus, que sostuvo que el ritmo de crecimiento de la
población era mayor a la disponibilidad de alimentos para la supervivencia, y que el equilibrio era impuesto
o bien por causas naturales, como lo son las hambrunas y las enfermedades, o bien humanas, como las
guerras. Darwin siguió esta idea, y en 1838 expuso su teoría de la evolución de los animales y de las plantas
por medio de la selección natural, similarmente a cómo se reequilibraba la humanidad por las limitaciones
expuestas por Malthus. Después, durante veinte años fue perfeccionando su teoría, que hizo pública en 1858
por primera vez, en su obra El origen de las especies por medio de la selección natural. El libro causó gran
conmoción y se agotó el primer día de su publicación, por lo que se hicieron con posterioridad seis otras
ediciones.

La teoría de la evolución por selección natural sostiene que a causa de la escasez de alimentos los miembros
jóvenes de las distintas especies compiten por su supervivencia. Los que sobreviven incorporan variaciones
naturales que por leve que sean determinan la selección natural, y los menos aptos quedan eliminados,
mientras que las variaciones se transmiten por herencia. Cada generación mejorará así con respecto a las
anteriores, en forma gradual y continua, lo que determina la evolución de las especies por selección natural.
Darwin explicó también que todos los organismos de la misma especie tienen antecesores comunes, y que
el planeta tierra tampoco está fijo sino que está evolucionando.

El Origen de las especies provocó numerosas reacciones contrarias. Lo biólogos sostuvieron que la idea de
"variación" no era explicada suficientemente por Darwin, ni tampoco cómo se transmitían esas variaciones
a las sucesivas generaciones. Pero los ataques también fueron lanzados por los religiosos, pues la teoría de
Darwin negaba la creación del hombre por Dios, y aquél no se distinguía en nada de los animales.
Darwin amplió en los siguientes veinte años las ideas expuestas en El Origen de las especies, y escribió otras
obras, La variación de los animales y de las plantas bajo la acción de la domesticación (1868), La
descendencia humana y la selección sexual (1871), y La expresión de las emociones en el hombre y en los
animales (1872). Fue elegido miembro de la Royal Society (1839) y de la Academia Francesa de las Ciencias
(1878). Tras su muerte en Down, el 19 de abril de 1882, se le rindió el honor de ser enterrado en la abadía de
Westminster.

Su influencia sobre la concepción espiritual del hombre

El siglo 20 se vio fuertemente influido por la teoría de Charles Robert Darwin sobre la evolución, aparecida
en el siglo 19. Especialmente la psicología reflejó esta influencia, pues a partir de aquella teoría el hombre
dejó de ocupar el puesto central en la creación para anotarse como uno más de los animales terrestres,
pariente cercano de muchos de ellos. Surgen así teorías que destacan los instintos como el fundamento de
la psiquis humana, por lo que se admitió desde entonces que la psicología animal aporta conocimientos
sobre la psicología humana. Además, los estudios se interesaron también por la psicología del niño.

R E F L E X I O N E S D E L I M A M M A H M U D
H U S E I N I

Primera parte

Nociones sobre la Creación en el Sagrado Corán y su sentido metafísico

El Sagrado Corán no se propone explicar asuntos científicos porque no es un libro de ciencia, sí de


conocimiento profundo. Tampoco el Sagrado Corán explica cómo se hacen las transacciones comerciales,
aunque a ellas se refiere, ni cómo un escribano debe registrar un testamento, pero ordena registrarlo, ni
cómo es la estrategia militar, si bien la menciona, ni aún cómo se ejecuta en detalle la oración, aunque manda
cumplirla, etc. El detalle o análisis pormenorizado de cada asunto de la fe o de la Ley revelada, o bien queda
para la tradición del Profeta (BPDyC), o para los juristas, si fuera el detalle de los procedimientos de la
justicia, o para los científicos, si fuera sobre la constitución material del mundo, o sino para los estrategas, o
para cada uno de los oficios y prácticas comerciales si de eso se tratase.

Existen en el Sagrado Corán menciones sobre la Creación, la evolución de las criaturas, su sustento, su
hábitat, etc., pero no por eso analiza el Libro cada cosa en particular, no se interesa por el origen de las
especies, aunque alude a ello reiteradamente, ni por la evolución de las razas animales, pero se refiere a los
principios generales que rigen el reino vegetal y el reino animal, como tendremos ocasión de mencionar.
"Corán" significa "síntesis" por lo que no tiene sentido que se ocupe del análisis de la Creación sino de sus
principios generales.

Es necesario resaltar no obstante que el Sagrado Corán incita a la ciencia, desafía al hombre a conocer el
cosmos, la naturaleza vegetal y animal, los fenómenos principales que tienen lugar en ella, que observe,
compare, deduzca, razone sobre los "signos" (y todo ser es llamado "signo" en el Sagrado Corán). Por ello,
los límites impuestos por la religión a la ciencia, en occidente, antes del Renacimiento, son considerados por
el Islam índice de barbarie, no sólo absurdos sino también nocivos. Pero por otra parte, una actitud
materialista y atea respecto de la ciencia, como se impuso en el occidente moderno, es también rechazada
por el Islam. Los conocimientos científicos demuestran la Sabiduría de un Creador Informadísimo y
Benevolente, que perfeccionó la Creación y la embelleció, que la expone como ejemplo de Su Realidad: Por
cierto que en la creación de los cielos y de la tierra, y en la alternancia de la noche y el día, hay signos para
los de entendimiento. Quienes recuerdan a Allah de pie, sentados o acostados: "¡Señor nuestro!, ¡no creaste
esto en vano! ¡Glorificado seas!" (3:190-191) ¡Exaltado sea Allah, Sapientísimo, Conocentísimo,
Misericordiosísimo!

La Creación material y la manifestación espiritual en el cosmos

La evolución biológica del hombre y su desarrollo espiritual son mencionados por el Sagrado Corán como
"tierra" y "soplo" respectivamente. La tierra indica el ser físico o material, y el soplo el ser espiritual,
componentes ambos del ser humano.

El estado previo al mundo es mencionado como inexistencia (¿Cómo podéis [impíos] rechazar a Allah
cuando erais inexistentes y Él os dio vida…? (2:28), porque el hombre no tenía todavía ambos componentes,
el físico y el espiritual, siendo el ser físico lo concreto, que infunde la individualidad. En la creación del
hombre el ser físico ("cuerpo") es mencionado antes que el ser espiritual: [Allah es] Quien perfeccionó toda
cosa que El creó, y principió la creación del hombre de tierra, luego hizo que su generación sea de una
esencia de un líquido vil. Después lo proporcionó [armoniosamente] y sopló en él de Su Espíritu (32:7-9). La
potencia generadora se le otorgó antes de soplar en él del espíritu, porque su constitución física o biológica
está acabada, en cambio no lo está su desarrollo espiritual, que es lo último que se agrega. Además, es por
ello que en la vida del mundo predominan los instintos sobre el intelecto, y la tarea espiritual es revertir esta
situación.

También dice sobre la precedencia del cuerpo en la creación: Y habíamos creado al hombre de un extracto
de cieno [la creación original]. Luego lo establecimos como una partícula [de semen] en un aposento
resguardado [la matriz]. Y creamos de la partícula un germen [cuajo sanguíneo o feto], y creamos del germen
un embrión, y creamos del embrión huesos, y revestimos los huesos de carne. Luego le originamos de otra
creación distinta [el espíritu] ¡Glorificado sea pues Allah, el mejor de los creadores! (23:13-15). Esta
combinación entre lo físico y lo espiritual hace que el hombre sea un particular, alguien característico y
único. Y Allah quiere que así subsista en el más allá, donde la existencia será también corporal.

En definitiva, la estadía en el mundo es una prueba para el desarrollo del ser espiritual, pues si bien el cuerpo
es creado por Allah con Sus Manos (que son sólo diestras) y por ello es perfecto, y alcanza su evolución y se
equilibra, el espíritu necesita desarrollarse continuamente, aunque sea perfecto en el original soplo divino.
Sin embargo no está acabado, y como el viento está en permanente movimiento, para lograr la perfección
del origen, estabilizarse y alcanzar su plenitud.

La vida del más allá es mencionada por el Sagrado Corán como "nueva creación": He aquí que dijeron [los
incrédulos]: "Si nos diluyéramos en la tierra [como polvo] ¿es que acaso tendremos en verdad una nueva
creación?" Empero ellos sobre el encuentro con su Señor son impíos. Di [Profeta]: "Os tomará el ángel de la
muerte, quien está encargado de vosotros, y luego a vuestro Señor retornaréis" (32:10-11). Y reafirmando
que la plenitud del más allá es en cuerpo y alma, porque ambas cosas determinan la particularidad, expresa:
De ella [la tierra] os creamos, y a ella os volveremos, y de ella os extraeremos otra vez (20:55).

El hombre es una creación superior de Allah porque tiene un espíritu en desarrollo, inacabado, que debe
alcanzar los Atributos divinos. Dijo el Profeta (BPDyC): "Adoptad el modo de ser de Allah". El Sagrado
Corán exalta la categoría humana diciendo: Allah es Quien hizo depender el mar de vosotros [lo puso a
vuestro servicio], para que la nave surque por él bajo Su orden, y que procuréis para vosotros algunas de
Sus mercedes, y quizás así agradezcáis. Y puso a vuestro servicio todo cuanto hay en los cielos y en la tierra,
que de El proceden. En esto hay Signos para gente que medita (45:12-13). Y también dice: El es Quien creó
para vosotros todo cuanto hay en la tierra, luego se ocupó del cielo y lo conformó en siete cielos. El es
absolutamente Conocedor de todas las cosas (2:29).
La creación de los cielos y de la tierra según el Sagrado Corán

Dice el Libro: Él es Quien creó para vosotros cuanto hay en la tierra, luego se ocupó del cielo y lo conformó
en siete cielos, y Él es Conocedor en absoluto de todas las cosas. Y he aquí que tu Señor dijo a los ángeles:
"Yo por cierto estableceré un sucesor [califa] en la tierra". (2:29-30). Se exalta al hombre sobre el resto de los
seres de la tierra, su mundo, no de todo el universo.

Tierra en idioma árabe significa "lugar bajo", también "quedarse", "residir", y "cubrirse de vegetación". Es lo
estable, lo fijo, lo que por su condición de inmóvil se ubica en un lugar inferior, como algo que cae. "Cielo"
significa "lugar alto", "techo", y alude a "elevarse". También se relaciona con "designar a algo" o "nombrar",
porque lo que se designa o nombra es lo que se destaca por encima del nivel inferior, y entonces adquiere
una fisonomía y puede ser nombrado. Luego se ocupó del cielo, es decir se dirigió y estableció en lo alto,
que es una metáfora, pues Allah Exaltado no se traslada, ni ocupa lugar físico alguno.[1]

Además, el cielo es símbolo del espíritu, y la tierra lo es del cuerpo, ambas cosas que componen al hombre.
De modo que Allah primero crea al cuerpo: Creó para vosotros todo cuanto hay en la tierra, y luego insufla
en él de Su espíritu: Y luego se ocupó del cielo, como en la creación de Adán (P). Y lo conformó en siete
cielos indicaría los siete sentidos del hombre, entre ellos la vista, el oído, el olfato, el gusto, el tacto, cinco
sentidos, a los que se agrega el estómago y el sexo.[2]

La designación del hombre como califa o sucesor en la tierra también es única en todo el Libro. Por ello este
versículo es sumamente importante por ser exclusivo. Califa significa en principio "sucesor", pero también
se interpreta como "delegado" o "representante", "califa de Allah", ya que el hombre porta los Atributos
divinos.

Otro versículo dice: Pregunta [Profeta]: "¿Es cierto que vosotros sois sin duda impíos Al que creó la tierra
en dos días, y le atribuís sustitutos?" Tal es el Señor de los seres. Y estableció en ella [la tierra] estacas [las
montañas] por encima de ella, y la bendijo [con todos los dones, mercedes y bienes], y determinó en ella sus
sustentos en cuatro días sucesivos, [maravilla] para los inquisidores. Luego se ocupó del cielo, siendo este
humareda, y le ordenó a él y a la tierra: "¡Venid ambos voluntariamente o por la fuerza!". Respondieron
ambos: "Venimos los dos sumisamente". Y los determinó en siete cielos en dos días, e inspiró a cada cielo su
asunto [orden], y embelleció el cielo del mundo con luminarias y como protección. Tal es la disposición del
Poderosísimo, Conocentísimo (41:9-12).

Luego se ocupó del cielo, siendo este humareda (41:11) es extraordinario que exprese esto, y que en la
humareda ya estaban implícitos la "tierra" y el "cielo" (y le ordenó a él y a la tierra), es decir todas las
dimensiones posibles, y que el cielo precediera a la tierra en esta situación, porque había humareda, es decir
gas o vapor, anterior a la creación sólida. Que ambos vinieran sumisamente es porque de lo contrario no
hubiese habido armonía en la Creación, sino caos. Respondieron obedientemente a la orden divina, por lo
que los conformó armónica y bellamente.

La designación del hombre como califa de Allah Exaltado

¿Por qué Allah determinó establecer como califa o sucesor a un ser de las características del humano? La
respuesta se encuentra en el versículo en Allah Exaltado dice a los ángeles que le objetan la creación de Adán
(P): Yo en verdad conozco lo que vosotros desconocéis (2:30) Lo que vosotros desconocéis nos permite saber
que hay algo que es posible que lleguemos a conocer, porque no dice "lo que a vosotros es imposible
conocer", o bien, "nunca conoceréis", y desconocer no es una situación definitiva, sino que puede ser
transitoria. Así lo confirman los tres versículos siguientes, y en especial cuando dice: Y enseñó a Adán todos
los nombres (2:31), y además: ¡Adán!, anúnciales sus nombres (2:33), por lo que los ángeles pasan a conocer
lo que le fue comunicado al hombre acerca de la creación de Adán (P).

¿Qué es, entonces, lo que Adán y los ángeles llegan a conocer? Ello es mencionado así: ¿Acaso no os dije que
en verdad conozco lo oculto de los cielos y de la tierra...? (2:33). Esto significa que la Voluntad divina al crear
a Adán (P) es descubrir lo oculto de los cielos y de la tierra, presente en Adán (P) y su descendencia,
especialmente en Muhammad (BPDyC), o como dijo el Profeta (BPDyC) de parte de su Señor: "Era un tesoro
escondido y quise manifestarme, por eso creé a Adán". Lo oculto de los cielos y de la tierra es la realidad
profética, que hasta ese momento no se había manifestado a la Creación.

La tradición sobre las primeras realidades creadas

Entre las tradiciones sunnitas que registra Al-Bujári sobre la tierra original con la que fue creado Adán (P),
de parte de Yábir Ibn Abdallah Al-Ansári, un gran compañero del Profeta (BPDyC), se dice: "Pregunté al
Mensajero de Allah: '¿Cuál fue la primera cosa que Allah creó?'. Respondió: 'La luz de tu Profeta, Yábir,
Allah la creó y de ella creó toda cosa buena. Luego la estableció ante Él en la categoría de la Proximidad,
tanto como Allah quiso, y luego la determinó en partes, y creó el Trono de una parte, y el Escabel de otra, y
a los Portadores del Trono y los Residentes del Escabel de otra, y estableció la parte cuarta en la categoría
del Amor, tanto como Allah quiso. Luego la determinó en partes, y creó al Cálamo de una parte, y a la Tabla
de otra, y al Paraíso de otra, y estableció a la parte cuarta en la categoría del Temor tanto como Allah quiso.
Luego hizo de ella divisiones, y creó a los ángeles de una parcela, y al sol de otra, y a la luna de otra, y la
cuarta parte la estableció en la categoría de la Esperanza (el anhelo expectante) tanto como Allah quiso.
Luego hizo de ella divisiones, y creó al intelecto de una parte, y al conocimiento y la templanza de otra, y a
la inmunidad (o impecabilidad) y la prosperidad y felicidad de otra, y estableció la cuarta parte en la
categoría del Pudor tanto como Allah quiso. Luego la observó con la mirada de la reverencia (la veneración
sacra), y esa luz transpiró y goteó de ella 124.000 gotas. Entonces Allah creó de cada gota el espíritu de cada
Profeta y Mensajero. Luego las almas de los Profetas respiraron, y Allah creó de sus respiros los espíritus de
los santos, los testigos y los justos" (T, I, p. 121).

Según la anterior tradición (hadíz) del Profeta (BPDyC), después de constituir al Primer Manifestado como
la única luz o realidad, y aproximarlo a Sí Mismo tanto como Allah quiso, son creadas del Primer
Manifestado todas las cosas, por lo que es gracias a él que se produce la Creación.

El Muhammad histórico (BPDyC) simboliza, entonces, la primera criatura manifestada, el arquetipo mayor
en el orden espiritual puro, metafísico. Cuando ese arquetipo pasa a ser creado, lo último que Allah crea,
como dice el hadíz o tradición, son las 24 mil almas o espíritus de los Profetas, por lo que también es gracias
a él y de él que aparecen los Profetas y Mensajeros (P). La relación entre Adán, el primer hombre y arquetipo
biológico del resto, y Muhammad, el Primer Manifestado y Arquetipo espiritual de la Creación, es que Adán
es el primer Profeta, y por lo tanto una de las criaturas emanadas de la Santidad del Primer Manifestado (la
mirada divina de la reverencia, como dice el hadíz).

De la Luz del Primer Manifestado derivan también todas las cosas en jerarquías. Son 12 las realidades que
aparecen de la división en cuatro de la luz primera: Primero el Trono, después el Escabel (el estrado del
Trono), y luego los Portadores del Trono y los Residentes del Escabel, ambos juntos. Después viene el
Cálamo, que algunos identifican con el Espíritu Santo, gracias al que Allah escribe (crea) todas las cosas,
luego viene la Tabla donde son escritas todas las cosas. Enseguida aparece el Paraíso, los ángeles, el sol, la
luna. Por fin, el intelecto, el conocimiento y la templanza juntos, y la inmunidad (o impecabilidad) y la
prosperidad (o felicidad) también juntas.

Además se mencionan las categorías espirituales: la Proximidad, la primera y más elevada de las categorías,
el Amor, el Temor, la Esperanza y el Pudor.
S E G U N D A P A R T E

¿Qué es la vida?

Pasemos pues al aspecto material de la creación. La vida constituye un estado en el que estamos sumergidos
como el pez en el agua, y por este hecho no podemos en realidad tomar plena conciencia de lo que en sí
misma ella es. Ella depende de un antecedente que desconoce, el "antes del nacimiento", y está en un
presente que se puede experimentar. El hombre se reconoce como vivo cuando puede experimentar las
cosas, en estado de vigilia, fuera del sueño (el que es un símil de la muerte). Empíricamente la vida es el
estado de vigilia en la cual el hombre voluntariamente, y en forma inteligente, puede experimentar la
naturaleza que lo rodea, y en ella se puede experimentar a sí mismo.

Analogías de la vida en el Sagrado Corán

El Sagrado Corán trae el ejemplo del agua como análogo a la vida: Lo que Allah hizo descender desde el
cielo, como agua de la cual hace revivir la tierra, después de haber estado muerta (2:164). La lluvia es
equivalente a la vida, ésta surge del agua mezclándose con la tierra, y las plantas son el ejemplo de los seres
vivientes.

Sabemos que todos los seres vivos están compuestos de gran cantidad de líquido; el hombre tiene un 80% o
más, y de hecho el líquido es el origen de la vida biológica. En el desarrollo de los períodos de la vida sobre
la tierra se ha llegado a establecer científicamente que en un primer instante la vida apareció en el agua. Las
primeras formas de vida se deben estudiar a través de los fósiles del mar.

La segunda comprobación al respecto es que únicamente donde existe agua existe vida tal como la
conocemos, y uno de los índices que se pueden observar en los cuerpos astrales es que si se comprobara la
existencia de agua se podría afirmar, casi con seguridad, que existe vida.

Otra prueba se refiere al componente salino del cuerpo humano. El comportamiento térmico del cuerpo (la
temperatura) se asemeja al del mar, por el componente salino que existe por igual en el mar y en el cuerpo.
Al principio los mares tenían muy poco porcentaje de sal, pero a medida que fueron avanzando las edades
geológicas se han salinizado más, y el hombre también ha llegado a una salinización mucho mayor que los
reptiles y que las formas de vida primitivas. El agua salina tiene la propiedad de conservar la temperatura,
y el hombre sólo puede vivir a una determinada temperatura, que debe conservar.

Por último, se sabe que más allá de los 45 grados las células de la materia viva no pueden subsistir, y se
reconoce que más allá de los ciento cincuenta grados de calor no es posible que ninguna forma de vida, tal
como la conocemos, exista sobre la tierra, o sobre cualquier otro cuerpo astral. El calor evapora todo tipo de
líquido, el agua inclusive, siendo ella precisamente un componente básico de la vida. Estos pocos ejemplos
demuestran que la analogía que hace el Sagrado Corán entre el agua y la vida es completamente correcta.

Siguiendo al hilván del versículo anterior del Sagrado Corán, cada vez que el Sagrado Corán se refiere a la
vida y la compara con el agua, menciona también "la tierra muerta", y que el agua la revive. ¿Y por qué dice
que la tierra está muerta? Ella es un compuesto mineral, como el agua, y según el Sagrado Corán el
componente material de todas las cosas, sin excepción, tiene su analogía en lo que se llama "tierra" (no
interesa si se trata de "metal", "carne", "sangre", o cualquier otra cosa, básicamente todo es "tierra"). ¿Qué
significa "tierra", entonces? Simplemente la materia bruta o el componente básico de todos los cuerpos. El
Sagrado Corán afirma que la vida es algo maravilloso que "desciende" y anima a esa materia bruta como el
agua a la tierra muerta.
Esto alude también al comienzo biológico de la vida sobre la tierra, a cómo surgieron diversas etapas, y "el
agua que hace revivir la tierra después de haber estado muerta" es un simple ejemplo sobre el mecanismo
básico del surgimiento de la vida que se reproduce en forma permanente, en un comienzo tanto como ahora.
Pero por detrás de todas las leyes y reglas cósmicas, de las leyes biológicas, de las geológicas, de las normas
universales que rigen a toda la materia, se descubre cierta "Fuerza cósmica" que tiene un propósito, y esa
"Fuerza" se encuentra Presente en todas las cosas.

Para el Islam la vida es algo sagrado, y constituye un don precioso. Este es el aspecto espiritual del asunto.
La maravillosa vida no es solamente objeto de la ciencia sino que es pletóricamente rica en sí misma, superior
a la muerte o cualquier otro estado. Por más que el hombre se experimente a sí mismo y a su entorno
participando de la vida, y a pesar del conocimiento que el hombre logre tener sobre su vida, ella es en sí
misma mucho más, multifacética, infinita, y el hombre nunca podrá captarla en su totalidad. La vida es por
eso un don extraordinario.

El vínculo entre la vida y la muerte

Existe un proceso, hay un punto inicial de la vida, como un lugar oscuro del cual ella surge gracias a una
potencia que en por sí misma vive, origen de la vida humana: ¿Cómo podéis [impíos] rechazar a Allah
cuando erais inexistentes y Él os dio vida [soplando el espíritu en el seno materno], luego os dará muerte
[en la vida del mundo], luego os revivirá [en las tumbas, y el Día de la Resurrección], y a Él seréis retornados?
(2:28). Esto es, antes del nacimiento el hombre estaba en un estado neutro, comparable a la muerte, estado
desconocido por nosotros, que nuestra propia razón no puede penetrar. Es como un lugar sumamente
oscuro en el cual no podemos vislumbrar nada en absoluto, que precede a nuestro nacimiento individual y
personal.

No se trata aquí de los "ciclos geológicos", o de lo que podemos conocer a través de los materiales fósiles y
de la investigación científica, se trata simplemente de nuestra vida personal como individuos. Es verdad
que tenemos una conciencia personal, es verdad que nos encontramos empíricamente existiendo y que
gozamos por tener vida, pero lo que no podemos nunca explicarnos es qué fuimos antes de la vida. Nuestra
razón nos dice que si tenemos una conciencia personal, dicha conciencia no pudo haberse originado de la
nada; si es personal, individual, tiene que tener un origen similar, análogo. Algo personal o individual
fuimos "antes", no sabemos cómo, porque no lo podemos percibir.

El Sagrado Corán afirma que la vida tiene ciclos diversos que se alternan con la "no-vida": El es quien os dio
la vida, luego os dará la muerte, luego os revivirá (22:66). Esto significa que existen ciclos cósmicos,
evoluciones de vida y de inexistencia, que se cumplen regularmente para todas las especies vivas. También
se alude para designar un estado óptimo del ser, espiritual elevado. ¿Podemos comparar a quien estaba
muerto y lo hemos vivificado y dado una luz con que caminar entre la gente, con aquel que está en las
tinieblas y no puede salir de ellas? (6:122), dice comparando la vida verdadera con la vida espiritual, y la
muerte, como análoga y equivalente a la muerte espiritual. Lo importante no es que físicamente,
materialmente, el individuo esté vivo, sino que tenga "una luz para caminar entre las gentes".

La vida, la muerte y el retorno

El Sagrado Corán sostiene que la vida cumple un ciclo cósmico. Empieza por un Origen sobrenatural, y tiene
por fin volver al mismo Origen, como un círculo que comienza por un punto en el cual debe terminar el
círculo. La vida se origina y tiene por fin la Unidad, el Principio de todas las cosas: Por cierto que Nosotros
damos la vida y damos la muerte, y Nosotros somos los Herederos [de todas las cosas] (15:23), es decir, la
conclusión del ciclo cósmico es en Allah Exaltado. Todas las cosas van a desaparecer pero El es Viviente por
siempre. Todas las cosas perecerán excepto Su Rostro. Uno de Sus Atributos principales es el de Viviente,
Haii, El Viviente por excelencia. Su vida no tiene muerte, ni estados opuestos, ni tiene un estado intermedio
entre la vida y la muerte. Es una vida absoluta, no relativa.

También el Sagrado Corán compara la vida y la muerte con el día y la noche, como dos estados alternativos
y opuestos. Dice: El es quien da la vida y da la muerte y a El se debe la alternancia de la noche y el día (23:80).
La vida es como el día, porque en ella nosotros tomamos conciencia de las cosas, y esto es como la función
visual por la cual podemos percibir todo, pero únicamente en presencia de la luz. La vida es lo que nos hace
presente todas las cosas, como la luz, y la muerte es como la oscuridad que nos oculta todas las cosas, lo
mismo que los estados de vigilia y de sueño. Durante la vigilia tenemos conocimiento, suponemos, de lo
que nos rodea, y en el sueño estamos aletargados, y en realidad hay algo que nos conduce, nosotros no
tenemos voluntad. Los sueños se presentan como quieren, no como los deseamos.

También demuestra el Sagrado Corán la mutua dependencia entre la vida y la muerte, y dice (y esto tiene
una resonancia también científica sobre el origen de la vida en la tierra): El es Quien extrae la muerte de la
vida, y el es Quien revive la tierra después de haber estado muera. (30:19) Y en otro versículo dice también
Extrae la vida de la muerte, lo cual es lo complementario de lo anterior. A la expresión "da vida a la tierra
después de la muerte", ya nos referimos, pero aquí observamos la íntima relación entre la vida y la muerte,
y que en realidad la muerte sale de la vida y la vida, sale de la muerte, y que el respecto no hay otras
alternativas, siendo este proceso algo continuo (por lo menos hasta el retorno a El).

Esto tiene, decía, reminiscencias científicas, porque podemos comprobar efectivamente que de materias
muertas (aún las que podemos nosotros mismos elaborar, sea con nuestra propia digestión, o al sustraerlas
de la tierra, o al quitarle la vida a un animal) adquirimos vida, y a su vez damos muerte a otra cosa, y
marchando nosotros mismos hacia la muerte. Entonces, la vida y la muerte tienen como una dependencia
mutua, y ambas se apoyan, van rotando como el día y la noche, o como el ciclo del agua y de la tierra muerta.

El origen de la vida en la tierra y en el cosmos es también aludido por el Sagrado Corán: No hay Divino sino
El, da vida y da muerte, es vuestro Señor el Señor de vuestros primeros padres. (36:33) Es decir, de los
primeros seres que surgieron con fisonomía humana sobre la tierra. ¿Acaso no ven que El es quien creó los
cielos y la tierra y que no se esforzó en su creación? (36:33) A El solamente lo podemos percibir a través de
la vida y de la muerte, El es quien da la vida y da la muerte, y es el Señor Omnipotente. Su Poder está oculto
detrás de todas las cosas, y El lo manifiesta al hombre, desde siempre. El es el Señor de vuestros primeros
padres, aquí no dice "dos primeros padres"[3], la pareja inicial, sino que dice "vuestros (muchos) primeros
padres", usando el plural (el cual en árabe se utiliza para tres o más), como si el origen del hombre hubiera
tenido muchos orígenes diferentes [4].

El es quien creó los cielos y la tierra, indica que en este versículo está encerrado un sentido cosmológico.
Trata sobre el cosmos, sobre la aparición de todas las cosas, de la existencia, y que El no se esforzó en su
creación con todo lo que contiene. Significa esto que la Creación es perfecta, si alguien se esfuerza es porque
sus posibilidades son cortas, y entonces el fruto de su trabajo será imperfecto; pero cuando alguien no se
esfuerza, es porque tiene posibilidades para hacerlo, y entonces el fruto es perfecto. Significa también que
en el cosmos no hay ninguna imperfección astronómica o biológica. El hombre no está destinado necesaria
y obligatoriamente al sufrimiento, y la única posibilidad que tiene para experimentar, como dijimos al
principio, que él está viviendo realmente la maravilla de la vida y del cosmos que lo rodea, es el
conocimiento. (El conocimiento tiene la extraordinaria cualidad de que apenas se desarrolla, o se capta, el
hombre vive en un nuevo plano. Es como la luz: cierto grado de luz, una determinada potencia, nos da
determinada visión, y una potencia mayor de luz nos otorga una visión, más amplia, por la cual no
solamente vemos más lejos, sino más perfecto, y podemos gozar mejor de las cosas).

La aparición de la vida

En cuanto a la evolución de la vida, dice el Sagrado Corán sobre Noé[5]: ¿Qué os sucede para que no teméis
a Allah con íntima devoción, desde que os creó por etapas? ¿No veis cómo Allah creó siete cielos
superpuestos ordenadamente y colocó en ellos la luna por luz y puso el sol como lámpara? Y Allah os ha
hecho germinar de la tierra como plantas, luego os retornará a ella y os extraerá [por último] definitivamente.
Allah hizo de la tierra, para vosotros, una superficie plana[6], para que discurráis en ella por amplios
caminos. (71:13-20)

Primero, hay un plazo fijo para todas las cosas, y alguna vez cesará todo tipo de vida, y también alguna vez
cesará todo tipo de muerte. "Desde que os creó por etapas" en el vientre materno, esta es la primera
interpretación. Pero el Sagrado Corán tiene, como dijo el Profeta (BPDyC), setenta interpretaciones distintas,
cada cual más honda que la otra, por lo cual aquella no constituye la única y definitiva interpretación, sino
sólo un ejemplo de que el hombre siempre se desarrolla por etapas. Existen cuatro periodos de la vida del
hombre, la niñez, la juventud, la madurez y la ancianidad, que son también etapas muy diferentes unas de
otras, aunque coordinadas; hay las etapas de la aparición biológica del hombre sobre la tierra, que las ha
tenido diversas; las etapas de la aparición de la vida en general sobre la tierra, etc. No es descabellado
suponer, por ejemplo, que en cada etapa biológica hubo una forma animal superior, más desarrollada, de la
etapa o la era biológica de ese momento, aunque no tuviera forma humana, y que cumplió la misma función
que la especie humana en nuestra era. Y afirma el Sagrado Corán al respectó: Si El quisiera os haría
desaparecer por completo, y suscitaría una nueva creación. (35:16). Así el Sagrado Corán es más amplio que
la ciencia moderna, la cual se limita solamente a una era biológica, la que estamos viviendo, y mira solamente
a una especie superior, que es la nuestra.

La evolución de la vida

Afirma el Sagrado Corán, por un lado, que el Principio de todas las cosas no crea los seres violentamente,
que Él no se esfuerza en crear, pero como consecuencia tampoco fuerza a lo que crea, de manera que
aparezca todo de golpe, sino que las crea por etapas. Tenemos ejemplo de la evolución temporal del cosmos
en la vida vegetal, anterior a la vida animal, y en la existencia mineral, necesariamente anterior a la vida
vegetal.

Es posible que antes de la creación del hombre, para ir preparando el medio, hayan existido otras especies,
y hayan tenido cierta semejanza con el humano. Como dicen algunos científicos, en realidad existe un sólo
animal, dado que todos los animales, por lo menos fisiológicamente, demuestran una organización similar
y, en definitiva, es como si hubiera un sólo animal bajo diversas formas.

Creemos que todo surgió gracias a un Principio que ha ordenado todas las cosas de cierta manera gradual.
Los vegetales no surgieron de golpe junto con los minerales, hubo antes una organización mineral más
elemental, más simple, hasta que surgió la organización vegetal elaborada y desarrollada. Por otra parte, sin
vida vegetal es imposible la vida animal, inclusive por la necesidad de oxígeno, y por muchas otras cosas.
Todo fue escalonado, no forzado y de una sola vez.

Dentro del reino animal también hubo escalonamiento, y no sólo es posible que en el orden temporal el
hombre haya aparecido al final, sino que esto lo afirma taxativamente una tradición del Profeta (BPDyC).

Ahora bien, si el hombre deriva de otro animal determinado viene apoyado por el hecho de que
fisiológicamente todos los animales se parecen, y de allí que el primer animal de sangre caliente ya
desarrollado, que haya llegado a una vida más o menos organizada, con sus órganos completos, similares a
la vida fisiológica humana, podría ser el ejemplo de lo que llegaría a ser luego el hombre. Es decir, este
último ya habría sido pre-concebido en aquel animal. Que tal animal fuera el mono, o el ornitorrinco, o
cualquier otro, no tendría tanta relevancia desde nuestro punto de vista, pues fisiológicamente todos los
animales, en definitiva, son lo mismo; dado un ejemplo, se dan todos los otros. Lo que sí tiene gran
importancia es el perfeccionamiento de la organización animal que el hombre presenta. En eso estamos
todos de acuerdo en que el hombre es superior al resto de las especies, pero a veces no por su
perfeccionamiento fisiológico, físico, porque demuestra tener deficiencias que otros animales no tienen, sean
visuales o auditivas, o de otro orden, sino en la constitución mental humana, propia del hombre y que no
aparece en las demás especies. Es por esta causa que él es superior a las demás especies.
Pero ¿cómo surgió esto? De lo único que no podemos tener un antecedente cierto, comprobable
científicamente, es del pensamiento, de la vida psíquica tal y cual la desarrolla el hombre, del habla, de la
inteligencia, de la voluntad que se autodetermina. No podemos tener un ejemplo claro y terminante sobre
que el hombre reciba todo ello de otro animal anterior a él.

Habría así como dos paralelas, por un lado el aspecto fisiológico en el cual podemos ver al hombre como
una prolongación del resto de los animales. El Islam no se opone a esto, porque sostiene que Allah creó todas
las cosas, y las creó en forma organizada, y a veces da ejemplos en los que asemeja a los animales con el
hombre, en diversos aspectos. Pero por otro lado, hay una paralela superior, el nivel del pensamiento, del
habla, de las ideas, de la vida psíquica, tal y cual la desarrolla el hombre. No dudo que algunos animales
tengan memoria, se puede comprobar que a su modo la tienen[7], pero el hombre tiene la imaginación, el
pensamiento realizador, la concepción de lo que se encuentra allende el presente, se puede trasladar más
allá del ahora, y eso en todo el resto de los animales no lo vemos. El hombre posee sobre todo el habla, tiene
una vida psíquica mucho más rica que el resto de los animales.

Habría así una discontinuidad entre el hombre y los animales que no podemos justificar científicamente.
Las hipótesis científicas no están excluidas por el Islam, más bien incita a que proyectemos hipótesis y que
razonemos. Pero a veces existen empecinamientos en sostener ciertas hipótesis ya invalidadas por los
nuevos aportes de la ciencia, y ese empecinamiento es más bien ideológico que científico.[8]

Sobre la teoría de la evolución, el científico Emile Guyenot expresa lo siguiente: "La teoría de la evolución
de los seres vivos, más conocida bajo el nombre de transformismo, fue adoptada por los naturalistas en la
segunda mitad del siglo 19, después de la publicación por Charles Darwin de su célebre libro sobre el Origen
de las especies (1859)... La concepción había sido sostenida, más de cincuenta años antes, por el biólogo
francés Lamarck (11 de mayo de 1800), en el Discurso de apertura de las lecciones que daba en el Museo de
Historia Natural sobre los animales sin vértebras... Lamarck había tenido predecesores... hacia fines del siglo
18, la idea de la evolución estaba en el ambiente... como una reacción contra la concepción creacionista, y
contra el dogma de la fijeza de las especies... animales y vegetales" (El origen de las especies, p.13)

El surgimiento espontáneo de la vida, como un hecho del azar, como tratan de explicarlo muchos científicos
materialistas, es imposible. Hay una Fuerza organizadora detrás de la materia, y de ello tenemos evidencias,
mientras que del azar no tenemos ninguna evidencia... La condición de la materia es que incluye al tiempo,
por lo que debe cumplir un desarrollo. Por lo tanto, si la materia incluye el tiempo, no puede aparecer en
forma absoluta, de golpe, y debe desarrollarse por ciclos, por etapas, como dice el Sagrado Corán. Este nunca
afirma la posibilidad que haya aparecido por azar, o de una sola vez. Dice "Creó los cielos y la tierra
hábilmente", y a veces: "con maestría", todo lo cual da a entender que lo creó en forma compuesta,
sistemática, y dentro de la temporalidad.

T E R C E R A P A R T E

Críticas a la teoría evolucionista y el "parentalismo" biológico del


Sagrado Corán

Se afirma que esa teoría quizás sea lógica como hipótesis, pero no aporta las pruebas definitivas. Hay
muchos eslabones faltantes, por lo que no aporta todas las pruebas necesarias para su plena demostración.
Hay eslabones en la cadena que no se pueden reconstruir, pasos que no se conocen. Por otro lado, existen
retrocesos, no solamente evoluciones. Los seres más desarrollados como el hombre tienen cierto tipo de
imperfecciones que no afectan a los menos desarrollados. Entonces sería lógico que esos menos
desarrollados, en algunos aspectos, hubiesen obtenido también la inteligencia, porque desarrollaron mucho
más ciertos sentidos, como el olfato o el oído, ¿por qué no la inteligencia? Y sería lógico que nosotros no
tuviéramos el olfato y el oído mucho menos desarrollado.

Se afirma también que la principal falencia de la teoría de la evolución es que no pueda demostrar el salto
del primate al hombre en cuanto a la inteligencia, el habla, etc. Así que en realidad queda reducida a una
hipótesis de combate, en un medio oprimido por ideas teológicas, también un tanto irracionales.

Nosotros creemos que en la teoría de la evolución se afirma subrepticiamente que la naturaleza existe por
azar (vaya a saber qué se debe entender por "naturaleza"), y que se perfecciona por azar. La teoría supone
que los individuos se perfeccionan en su adaptación al medio y que la naturaleza misma los perfecciona. Es
verdad, hay una adaptación al medio, pero eso no es suficiente para demostrar que hace siglos se viene
produciendo una evolución desde el caos, o la no-organización, hasta el cosmos, estando éste regularmente,
prolijamente organizado hasta en sus mínimos detalles. A la misma teoría de la casualidad, teóricamente
también, la podemos enfrentar con la teoría de la causalidad, o sea que todo tiene una causa y como
consecuencia de ella suceden determinadas cosas.

La teoría, en primer lugar, se apoya sobre las similitudes o semejanzas, y con un procedimiento
estrictamente racional trata de justificar que hubo un "salto" en una función biológica determinada, pasó de
una forma inferior, menos especializada, a una forma más especializada. De allí concluimos que hubo
evolución. Pero cuando hacen esto introducen una idea, no una demostración, un supuesto. Toda la teoría
de la evolución está basada en ese supuesto atemporal.[9] Por su parte, si alguien intenta sumar la cantidad
de animales que fueron considerados en esa teoría, esto va más allá todavía del lapso en que se puede
demostrar que existen las capas habitables de la tierra, mucho más allá.

En el Sagrado Corán existen afirmaciones parecidas a la teoría de la evolución, pero no se puede interpretar
directamente que existe identidad entre ambas cosas. Dice "os creamos por etapas", y "y os hemos extraído
de la tierra como plantas". Pensemos cómo se desarrolla una planta, en forma natural, biológica, en períodos,
a través de procesos, etc. Afirman Allah que de la tierra sacó a los hombres, y dice también que tomó tierra
para crearlo. Hay coincidencias, pero como hemos visto, no es lo mismo lo que dice el Sagrado Corán a lo
que afirma la "teoría de la evolución". Sin embargo no podemos alentar las mismas críticas que la teología
cristiana, porque nuestro entendimiento de la creación y su desarrollo (como quedó evidenciado
anteriormente) es muy distinto.

Por otro lado, reconocemos que la crisis espiritual que sufrió Darwin influyó mucho en sus investigaciones.
El quería ser pastor, guía espiritual, pero se desilusionó de la teología simplista y poco metafísica del
cristianismo, y llegó hasta preguntarse "¿cómo fue posible que alguna vez haya pensado en ser pastor?"...
Para los musulmanes esto no es lo principal, sino que es producto de la ignorancia de la verdadera teología
del Sagrado Corán, por lo cual no debemos tomar posiciones iguales a la de los cristianos que combaten a
Darwin por haber abjurado del cristianismo. En todo caso, lo único que debemos juzgar, como musulmanes,
es que sus investigaciones hayan sido objetivas, que la teoría aporte (aunque sea parcialmente) alguna luz
sobre la ciencia de la naturaleza, porque el Islam promueve la ciencia, aún cuando las conclusiones de esas
investigaciones sean negativas para cierta teología, porque desarrolla un debate necesario e inevitable entre
cristianos.

La veracidad de la teoría y su ateísmo

Existen en occidente autores materialistas que parecen estar empecinados en querer demostrar más bien la
inexistencia de "Dios" que una teoría evolucionista. Por eso ésta última debe ser considerada una fórmula
cultural, que usa el marxismo, por ejemplo, para apoyar cierta ideología.

En el Islam tenemos varios métodos racionales para demostrar cierta verdad. Uno de los primeros que cita
el Sagrado Corán es que no supongamos cierto nada hasta probarlo. Enseña que el Profeta (BPDyC) pida a
sus adversarios: "Diles, pongamos a prueba lo vuestro y lo nuestro, lo que ustedes creen y lo que nosotros
creemos", tal es el primer procedimiento. Pongamos a prueba lo que dice la teoría de la evolución, bien, ¿son
totalmente válidas esas pruebas?... Pero en el Islam tampoco creemos que todo lo que dicen las otras
"religiones" sea verdadero, sino que decimos que mucho de lo que dicen es, en general, erróneo, debido a
las deformaciones humanas que ellas padecieron. En esto se encuentra la ventaja del Islam sobre el resto de
las creencias, porque no sacraliza una opinión determinada sin prueba alguna, como parecen hacerlo las
otras. Lo que dice el Sagrado Corán es admitido como base de conocimiento, pero quien quiera seguir el
error que lo haga, y quien no, que se esfuerce por aprender. En otras religiones, por el contrario, se sacraliza
la opinión de los seres humanos, la autoridad de la iglesia y la tradición eclesiástica, que para nosotros meras
concepciones humanas.

Para nosotros la opinión de los seres humanos es buena en la medida en que responde a ciertas condiciones:
conocimiento, intelecto sano, vida correcta, etc., y en la medida en que se atiene básicamente a dos fuentes:
el Sagrado Corán y la Súnnah del Profeta (BPDyC), y nada más. En todo lo demás podemos fallar, inclusive
basándonos en el Sagrado Corán y la Súnnah, porque el hombre es imperfecto. E inclusive habrá algún otro
que pueda decir mucho más que nosotros. Dice el Sagrado Corán al Profeta (BPDyC) que conteste a los
impíos lo siguiente: Di [Profeta]: "No seréis interrogados por lo que nosotros cometimos, ni seremos
indagados por lo que vosotros obráis" . Di: "Nuestro Señor nos reunirá, luego arbitrará entre nosotros en la
verdad, siendo El Arbitrador, Conocentísimo" (34:26). Es decir, no nos interesa si ustedes son ateos y
nosotros no, para alcanzar la verdad nosotros no vamos a privilegiar nuestras creencias, ni ustedes su
ateísmo, ya que Allah nos va a conducir hacia la Verdad sobre la base inclusive de la duda, porque todos
tenemos derecho a dudar. Demuestren ustedes a quién ponen en lugar del Señor del Universo, lo que
afirman, aún por vía de la duda. Es admisible en el Islam que uno dude, y es preferible hasta cierto punto la
duda a una verdad falsa, según opinamos nosotros.

El desvío occidental en el conocimiento

¿Por qué la ciencia en occidente se disoció de la Revelación? ¿Por qué lo material se alzó contra lo espiritual?
Simplemente porque se fraguó una "teología" que definió todo de entrada. Y como el entendimiento humano
es corto, no pudieron prever lo que realmente existía. Cierto día vino Galileo y dijo "la tierra no es el centro
de universo"; y otro día vino Copérnico y dijo, "el sol es el centro del universo y a su alrededor giran los
planetas", pero lo que afirmaban Copérnico y Galileo entraba en conflicto con la teología oficial, la que ya
habían decidido la cuestión desde el principio, y no quisieron admitir la verdad objetiva de la ciencia.
Entonces el pobre Giordano Bruno tuvo que morir en la hoguera, y Manuel Servet fue echado al fuego, y
otros que se opusieron a definiciones teológicas sobre cuestiones que no le conciernen a la teología racional.

A la hoguera tiraban la ciencia, el conocimiento, echaban todo lo valioso que hay en el hombre. Aquellos
hombres murieron como mártires, aún cuando no podían conocer a fondo lo divino, como se lo puede
conocer a través del Sagrado Corán. Eran hombres superiores a los que los arrojaban al fuego, grandes
hombres, aún con las deficiencias de un ser humano. Un científico actual puede ser peor en su
comportamiento ético que un Giordano Bruno, o que cualquier otro pensador del Renacimiento, al construir
la bomba atómica, y ser simplemente por ese hecho bélico un criminal, un genocida.

El Sagrado Corán no es un libro de ciencia, nos concede principios generales, éticos, de conducta, una
filosofía de la vida, etc., y no nos impide procurar todo el conocimiento que uno quiera. Una hora de
conocimiento es superior a setenta años de devoción, dijo el Profeta (BPDyC).

El "parentalismo" biológico del Sagrado Corán

No existe un evolucionismo biológico en el Sagrado Corán, como se puede ver en la teoría darwiniana y sus
derivados, sino una "afinidad" biológica, una especie de vinculo parental entre todas las especies, la
afirmación de que todo lo que tenga vida está ligado con lo que la tiene, como un solo ser. Dice el Sagrado
Corán: Y hemos extraído del agua [como componente básico] toda cosa viviente (21:30). De allí que todas
las cosas se relacionan entre sí en una escala jerárquica que semeja a un parentesco. El Sagrado Corán podría
dar pie para aplicar esa teoría evolucionista a los animales, pero no al hombre. Manifiesta que la vida se
inició en el agua y que hay un proceso gradual de desarrollo en la naturaleza.

Pero también dice el Sagrado Corán que al hombre Dios lo exaltó muy por encima del resto de los animales,
y ello porque sopló en él de Su espíritu: Y hemos dignificado a los humanos, y les enseñoreamos sobre la
tierra y el mar, y les conferimos de las bondades [de la creación], y los exaltamos ostensiblemente por encima
de mucho de lo que creamos. (17:70). Aunque existe un versículo que dice: ¿Qué os sucede que no dispensáis
a Allah veneración alguna, cuando El os creó por sucesivas etapas? (71:13-14), refiriéndose o bien al
desarrollo del feto en el vientre de la madre, o bien a las edades sucesivas del hombre hasta alcanzar la
madurez, o bien a las razas, pueblos y culturas diversas. En estos dos últimos casos las "etapas" se deben
interpretar como "aspectos" o "estadios" sucesivos o diferentes.

El hombre en sí mismo no sufre una evolución porque el espíritu o intelecto no es "natural" como el resto de
las cosas materiales. No existen pruebas científicas que demuestren que de la evolución surge la racionalidad
humana. El naturalista Charles Darwin aplica ideas de tipo social al plano científico-antropológico, pero
además, su doctrina se refiere exclusivamente a lo físico, pero no puede explicar el surgimiento de la vida
psíquica y espiritual del hombre.

Tradiciones

En Al-Ma'áni se dice que el Imam Yá'far Al-Sádiq (P) expresó: "Allah, Poderoso y Majestuoso, enseñó en
verdad a Adán todos los nombres de Sus Evidencias [Profetas e Imames], y luego los expuso como espíritus
a los ángeles, solicitando: ¡Informadme los nombres de estos si sois veraces! [2:31], en cuanto os consideráis
más dignos que Adán del califato en la tierra, debido a vuestra glorificación y santificación'. Respondieron:
¡Glorificados seas!, no tenemos ningún conocimiento más de lo que Tú nos enseñaste: ¡Tú eres el
Conocentísimo, el Sapientísimo! [2:32]. Ordenó, Bendito y Exaltado sea: ¡Adán!, anúnciales sus nombres. Y
cuando les comunicó sus nombres [2:33] [los ángeles] se apercibieron de la extraordinaria categoría [de
Profetas e Imames] ante Allah, Poderosa es Su Mención, y conocieron que [estos] eran más dignos de ser
califas de Allah en Su tierra, y Sus Evidencias para Sus criaturas. Luego los ocultó a la visión [de los ángeles],
e hizo que éstos les sirvieran como amigos dependientes y amantes de ellos, y les dijo: ¿Acaso no os dije que
en verdad conozco lo oculto de los cielos y de la tierra, y conozco lo que insinuáis y lo que habéis encubierto?
[2:33]" (T., I, p. 120).

No hay incompatibilidad entre lo que dice que enseñó a Adán los nombres de todas las cosas del mundo,
las regiones, los ríos, las montañas, hasta una alfombra, como dicen las primeras dos tradiciones, y que le
enseñó los nombres de los Profetas, Mensajeros e Imames, con ellos sea la Paz, a los que llama "Evidencias
de Allah entre los hombres", por cuanto todo se encuentra en el Conocimiento divino, tanto una cosa como
la otra. Dice Allah en el Sagrado Corán: No hay cosa alguna de la que no tengamos sus fuentes, ni la hacemos
aparecer sino en una medida determinada (15:21). Es decir, la fuente, el origen de todas las cosas, se
encuentra en el Conocimiento de Allah y en su Poder, exaltado sea.

En Tafsír Al-Aiiashi, de parte del Imam Yá'far Al-Sádiq (P), se narra que expresó: "Cuando Allah creó a
Adán ordenó a los ángeles prosternarse ante este, pero los ángeles dijeron en su interior: 'No sospechábamos
que Allah crearía una criatura más digna para Él que nosotros, porque somos Sus avecindados y las más
cercanas de las criaturas a Él'. Entonces respondió Allah: '¿Acaso no os dije que en verdad conozco lo oculto
de los cielos y de la tierra, y conozco lo que insinuáis y lo que habéis encubierto? [2:33]', respecto de lo que
habían insinuado [anteriormente] en el caso de la creación de los yinn, pero lo habían encubierto en su
interior [sin expresarlo como en el caso de la creación de los hombres]. Entonces los ángeles que habían
expresado lo que expresaron [sobre Adán] se ampararon en el Trono [por temor a Allah]" (T, I, p. 123).

En la misma fuente, de parte del cuarto Imam, Alí Al-Sayyád Ibn Al-Husain (P), se narra lo mismo con la
siguiente variante: "Cuando los ángeles supieron que habían caído en falta se ampararon en el Trono, no
eran todos los ángeles, ...y ellos se amparan alrededor del Trono hasta el Día de la Resurrección" (Id.). Agrega
Al-Tabatabá'i, el sabio autor de la fuente que citamos: "...El Trono es el Conocimiento [divino], y al respecto
se registran tradiciones de los Imames de la Gente de la Casa del Profeta (BPDyC)..." (T, I, p. 124).

Del Imam Ya'far Al-Sádiq (BP) quien dirigiéndose a un discípulo le dijo: «¿Acaso tú crees que Allah no creó
seres humanos fuera de vosotros?: No es así por cierto. Juro por Allah que El creó un millón de Adanes, de
los cuales vosotros sois los últimos de los adanes» (T, IV, p. 146). Lo mismo expresó el Imam Muhammad
Al-Baqr (P).

En otra tradición se dice: «Allah Exaltado creó doce mil mundos entre los cuales hay mayores a los siete
cielos y las siete tierras [que menciona el Sagrado Corán como este mundo]. Pero cada uno de esos mundos
no percibe [o no cree] que hay otro mundo excepto el suyo» (Id. Cuando dice «mundo» significa «tierra», es
decir el planeta donde vivimos. Hay entonces lugares donde Allah creó otra clase de vida que la nuestra,
lugares cuya sola dimensión es todavía más grandes que todo el cosmos que nosotros observamos.

De Yá`far Al-Sádiq (P) quien dijo: «Allah, Poderoso y Majestuoso sin duda creó en la tierra [en nuestro
mundo] desde que ella surgió siete humanidades que no son descendientes de Adán. Las creó de la tierra
superficial [el suelo] y las estableció en él [en el mundo] unas después de otras, con su mundo [es decir, su
naturaleza y cosmos propios]. Luego Allah Poderoso y Majestuoso creó a Adán, el padre de los seres
humanos, y de él creó a su descendencia» (Id.). Hay un Adán arquetípico, primigenio, (Adán Kadmón en
hebreo, Adán Qadím en árabe), modelo del Adán biológico. Cuando se produce el descenso, caída o
degradación de grado, aparece el Adán biológico. El Adán metafísico, arquetípico es uno, pero los Adanes
biológicos son un millón de humanidades. No se sabe si este gran número es simbólico o concreto y textual.
Lo cierto es que la presente humanidad cierra el ciclo de humanidades. Cuando el Profeta Muhammad se
refirió a este ciclo dijo: "Yo he visto cerrarse en círculo el tiempo como la primera vez en que Dios creó los
cielos y la tierra".

En una tradición se dice: «Pregunté a Muhammad Al-Báqir (P): `¿De qué creó Allah a Eva?'. Respondió:
`¿Qué es lo que dicen sobre esta creación [de Eva]?'. Contestó: `Dicen que Allah la creó de una costilla de las
de Adán'. Respondió: `¡Mienten!, ¿es que Allah es incapaz de crearla de otra cosa que de una costilla de
Adán?'. Pregunté: `¡Soy tu valedor! ¿de qué la creó?'. Respondió: `Mi padre [Alí Zain Al-Abidín (P)] me
informó de parte de sus ascendientes [los Imames (P)] que el Mensajero de Allah (BPDyC) expresó: `Allah
Bendito y Exaltado tomó un puñado de tierra y la mezcló con Su diestra -y cada Mano Suya es diestra [es
decir derecha, no tiene izquierda]- creando de ello a Adán. Pero sobró un resto de la tierra con la cual creó
a Eva'» (T, IV, p. 146-147).

Sin embargo existen hadices (tradiciones) sobre «la costilla de Adán» que son más frecuentes en las fuentes
sunnitas, en las que no se mencionan los hadices sobre la multiplicidad del mundo ni tampoco sobre la
creación de Eva a partir de la misma materia de Adán (P). Pero el Sagrado Corán tampoco menciona lo de
la costilla de Adán, que se basa en que el hombre tiene una costilla de menos. Quizás pensaron que la faltante
correspondía a Eva, pero si fuera así ¿por qué ella debe tener una costilla de más? ¿Sólo para indicar el
hecho? Debemos tomar el asunto de la costilla más bien metafóricamente.

fin

Prohibida su reproducción total o parcial sin citar las fuentes: "Centro de Altos Estudios
Islámicos" www.senderoislam.net

[1] También el Sagrado Corán hace una distinción en entre "cielo" y "cielos", en plural. En singular parece
referirse exclusivamente al cielo del mundo, que no es más que la atmósfera, las cinco capas gaseosas que
nos proporcionan agua, aire, calor, y protección contra los rayos solares, sin las cuales no sería posible
existencia alguna en la tierra. Y "cielos", en plural, parece referirse a una multiplicidad de dimensiones, unas
distintas a las otras. Menciona siete cielos, lo cual es signo de una multiplicidad limitada, pero muy
numerosa, que mantienen una unidad esencial. Pero cada dimensión es tan distinta a la otra que no pueden
mezclarse y confundirse entre sí, pues constituyen niveles paralelos de la existencia, con condiciones
específicas, como en el nuestro los son el espacio y el tiempo.

[2] En una epístola del Imam Alí Zain Al-'Abidín sobre los derechos menciona los cinco sentidos, y agrega
el estómago y el sexo como componentes fundamentales, equivalentes a los sentidos.

[3] En árabe existe la posibilidad que diga "dos primeros padres", porque existe el número gramatical dual.

[4] Luego hablaremos sobre Adan y Eva y qué significan como conocimiento profundo, no solamente como
imagen para los pueblos.

[5] Noé, como el Adán de nuestro ciclo, inaugura un nuevo tipo de existencia, por el cual se acorta el lapso
de vida del hombre sobre la tierra, aminora en estatura, alcanza un determinado conocimiento, y una cierta
capacidad de memoria, etc.

[6] A pesar de no serlo en realidad, nosotros percibimos a la tierra como plana. He aquí en forma indirecta
una afirmación sobre la redondez terráquea.

[7] Los infusorios, por ejemplo, tan pequeños, según un científico parecen tener memoria, porque
desarrollan determinados movimientos a los que los someten como prueba; ellos los "recuerdan", y los
vuelven a hacer tal cual. ¿Cómo adquirieron la memoria?, no se sabe, pero si se sabe que pueden repetir
determinados comportamientos una vez que las experimentaron por primera vez.

[8] Por ejemplo, está demostrado que el árbol de Haeckel, que muestra la evolución de las especies, tiene
numerosas fallas que lo invalidan. Más que árbol, es un arbusto que no ha crecido debidamente, según
opinan algunos científicos. Como los animales no pudieron aparecer antes de los vegetales, la hipótesis de
su evolución autónoma es muy débil. Dice Sudre que si uno toma 75 letras (como los 75 átomos que
componen la clorofila), las reúne al azar, y quiere que de ahí salga un verso de Racine, uno de los mayores
poetas de Francia, ello es imposible. Y, siempre hablando del surgimiento de la vida, agrega que esto "más
claro se ve en lo que respecta a los modos de organización de la materia...". Dice Emile Guyenot: "Hay,
afirmaba Linneo, tantas especies como el Ser Supremo ha producido desde el origen, de formas diferentes.
Esas especies, decía también Linneo, se han multiplicado produciendo, por generación, formas siempre
semejantes a ellas".

[9] Si alguien estructura una teoría partiendo de una premisa, en tanto y en cuanto cumpla con la premisa y
en cada paso la respete, obtendrá algo coherente. Entendido esto, si luego vuelvo a la premisa y dudo de
ella, no puedo afirmar la teoría a la cual ella sirve de base.

Вам также может понравиться