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¿De donde proviene la insulina?

El problema de estas personas radica en que no sintetizan insulina, una hormona que regula la cantidad de
azúcar en sangre. Cuando esta cantidad de azúcar es alta, el páncreas endocrino, más concreto las células Beta
de los Islotes de Langerhans , secretan insulina, que es la que produce la respuesta para que las células puedan
captar la glucosa de la sangre. Aparte, interviene en numerosos procesos metabólicos relacionados, como es el
aumento de la síntesis de glucógeno (polisacárido de moléculas de glucosa) y bajada de su degradación.
Aumenta la glucólisis (degradación de glucosa) y por tanto también fomenta la formación de triacilglicéridos
que se almacenarán en forma de grasa. Además de la estimulación de la captación de glucosa por las células
musculares, con el fin de bajar el nivel de azúcar en sangre.

Si careces de esta hormona, la respuesta no se produce y por tanto las células aunque haya mucha glucosa en
sangre, no se enteran que tienen que captarla, y tienen hambre. El individuo orina mucho y además la orina
es dulce, se produce una sensación de hambre y el individuo aumenta la ingesta porque las células envían la
señal de que tienen hambre y aparte perdemos peso.

Al principio, se utilizaba la insulina porcina pues la similitud entre esta y la humana era prácticamente igual,
sólo se diferencian en un aminoácido. Aunque problemas a largo plazo en pacientes tratados que rechazaban
con el tiempo el tratamiento con este tipo de insulina hizo que se recurriera a otros métodos para su
obtención. Por tanto mediante ingeniería genética se modificaron bacterias de E. coli con un plásmido que
contenía el gen aislado de la insulina humana. Cultivos de esta bacteria en grandes cantidades producen
insulina sintética humana que no se diferencia en nada a la producida por humanos y no produce rechazo a
largo plazo. Además es más barata y fácil de obtener.

La insulina

La insulina es una hormona que tiene un papel crucial en el proceso metabólico y es producida por el
páncreas.

Esta hormona es imprescindible para la utilización de la energía de los alimentos que entran a nuestro
organismo, ya que permite que la valiosa glucosa ingrese a las células del cuerpo. De esta manera, proporciona
la energía necesaria para las complejas actividades, que el cuerpo debe realizar, desde pensar hasta caminar.

Función del Páncreas

Puntualmente, en el páncreas, la insulina se produce en las isletas de Langerhans, de hecho el nombre insulina
proviene del latín insulae, es decir, isla. La función de la glándula pancreática está íntimamente relacionada al
funcionamiento general del organismo. Se ubica en el abdomen y está rodeada por órganos como el hígado, el
bazo, el estómago, el intestino delgado y la vesícula.

La insulina es una enzima de cadena de péptidos hormonales; en cada molécula de insulina se encuentran
hasta 51 aminoácidos. Pese a las diferencias entre las especies, tanto la insulina bovina como porcina tienen
una gran semejanza en su estructura con la humana.
¿Qué es la insulina?

La insulina tiene variadas y complejas funciones. Por ejemplo, permite que las células hepáticas y musculares,
tomen glucógeno para almacenarlo. También evita que la grasa almacenada en las células sea usada; cuando
existe ausencia de insulina, el cuerpo empieza a tomar las células grasas para conseguir energía.

Esta hormona regula otros sistemas del organismo y los ácidos grasos. Es decir que la insulina tiene un papel
de gran importancia en cualquier actividad del cuerpo humano. Desde comer, hasta tomar café para
levantarnos a tomar la ducha, tienen una intrínseca relación con la insulina.

Efecto de la baja de insulina

La insulina, que es sintetizada en cantidades significativas en las células beta del páncreas, tiene la
responsabilidad principal de regular los niveles de glucosa sanguínea. La insulina en nuestro organismo tiene
repercusiones tales como el sabor y gusto de la comida, la visión y el aumento de las concentraciones de
sangre para alimentar otras moléculas energéticas, entre muchas más.

Huelga decir que la falta total de insulina puede llevar a coma diabético y a la muerte, puesto que el cuerpo no
puede sostener sus propios requerimientos de energía.

Coma diabetico

El coma diabético es una enfermedad grave que transcurre como una complicación de la diabetes tipo 2 y
que se caracteriza por niveles extremadamente altos de azúcar (glucosa) en sangre.

Síntomas y signos

 Coma
 Confusión
 Convulsiones
 Letargo

Síntomas y signos de aviso del coma diabético

 Nivel de azúcar en la sangre por encima de 600 mg/dl


 Boca reseca
 Mucha sed
 Piel caliente, seca que no transpira
 Fiebre alta (mayor a 101º F/ 38º C)
 Somnolencia
 Confusión
 Pérdida de la visión
 Alucinaciones (oír o ver cosas que no están en el lugar)
 Debilidad en un lado del cuerpo

Causas

Esta afección suele verse en personas con diabetes tipo 2. Se puede presentar en aquellos que no han sido
diagnosticados con diabetes o en personas que no han sido capaces de controlar la diabetes.

El coma diabético puede ser causada por:

 Paciente con una enfermedad infecciosa


 Paciente con otra enfermedad, como infarto al miocardio o accidente vascular cerebral
 Medicamentos que disminuyen la tolerancia a la glucosa o aumentan la pérdida de líquidos (en
personas que están perdiendo líquido o no lo está recibiendo de manera suficiente)

En el estado que precede al coma diabético el nivel de glucosa en la sangre aumenta y el cuerpo intenta
deshacerse del exceso de azúcar a través de la orina. Al principio, se orina mucho y el paciente debe ir al baño
con más frecuencia. Una vez superado ese primer momento, es posible que no se orine tan seguido y que la
orina se torne muy oscura.

Además, es posible que la persona tenga mucha sed. Aun si no tuviera sed, necesita ingerir líquidos. Si no se
ingieren suficientes líquidos en este punto, puede sobrevenir una deshidratación.

Si el problema persiste, la falta de hidratación produce convulsiones, coma y, con el tiempo, la muerte.

¿Tiene síntomas el hipertenso diabético?

La diabetes tipo 2, al igual que la hipertensión, puede mantenerse asintomática durante años siendo necesario
que todas las personas, especialmente los diabéticos, se controlen periódicamente las cifras de presión arterial
y viceversa.

En los jóvenes y niños, los síntomas de diabetes suelen ser más claros y llamativos que en los adultos y
ancianos, por lo que es frecuente, en estos últimos, que el diagnóstico se haga de una forma casual, al
practicarse un análisis rutinario por cualquier otro motivo.

Importancia del control de la tensión arterial en el diabético hipertenso

Tanto la hipertensión arterial como la diabetes son factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades
cardiovasculares. Así, cuando una persona que tiene hipertensión tiene también diabetes, se multiplica su
riesgo de padecer infarto de miocardio, insuficiencia renal, ictus (accidentes vasculares cerebrales),
enfermedad vascular periférica (falta de irrigación en las piernas). No obstante, las consecuencias de la
hipertensión y diabetes pueden ser evitadas o al menos muy atenuadas si se consigue un buen control de la
enfermedad.

La diabetes afecta a entre el 40 – 60% de las personas con hipertensión arterial. El tiempo que trascurre hasta
que aparece la hipertensión difiere entre las personas con diabetes tipo 1 o 2.

En los pacientes con diabetes tipo 1, en general la hipertensión se desarrolla después de varios años de
evolución de la enfermedad y habitualmente indica el desarrollo de nefropatía diabética (daño de los riñones).
En los pacientes con diabetes tipo 2, la hipertensión puede estar presente en el momento del diagnóstico o
incluso antes de desarrollarse y a menudo se asocia a la obesidad.

Las últimas directrices de la Sociedad Europea de Hipertensión recomiendan como objetivo de tensión arterial
en los diabéticos unas cifras entre 130-139/80-85 mm Hg.

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