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A/B-15.1.61. INSP Sk ame g (ACIONAL DE PLANIFICACION DINAGION ECOMOMICA ESTUDIO PRELIMINDR - LUIS ALBERTO LOPEZ CORDOVEZ ZONAS AGRICOLAS DEL ECUADOR GUNTA NACIONAL DE PLANIFICACION Y GOORDINACION ECONOMICA ESTUDIO PRELIMINAR EXPLICACION En el atto de 1954, la Junta de Planificacion, entre las va- vias deficiencias de informacién cientifica que tuvo que afrontar, encontré que el pais no contaba con una organizada ‘clasificacién de las zonas, regiones 0 Greas que agricolamente podian ser agru- padas 0 examinadas bajo caracteristicas comunes. Por esto en- cargé a expertos ecuatorianos que trabajaran en este campo y ast lo hicieron, con notable dedicacién, aportando su versacion y eape- riencia y recogiendo toda la dispersa y variada labor de eapertos extranjeros. Se preparé. entonces, un documento de trabajo que se denominéd “Estudio preliminar de las Zonas *Agricolas del Ecuador.-Ensayo de Clasificacion y Ubicacién de dichas Zonas”, De esta manera se reconocia que el trabajo tena muchas deficien- cias, que no podian ser cubiertas al tiempo de preparacion del informe porque exigian varios afios de investigaciones permanentes y sistemdticas de los diversos factores del clima y mds caracte- risticas que conforman una zona agricola No obstante estas deficiencias francamente declaradas por quienes realizaron el trabajo solicitado por la Junta, su publica- cién mimiografiada tuvo un eatraordinario éxito, pues, al parecer, Uenaba una necesidad grandemente sentida por el pais. Fue tanta su demanda y tan buscada la edicin preliminar, como documento de trabajo, que fue necesario duplicar y hasta triplicar las ediciones de la versién mimiografica que, no obstante estos esfuerzos, se agotd rdpidamente, Esta demanda de un trabajo de informacién cientifica ha obligado ahora a la Junta a lanzar su primera edicién impresa. Subsisten las deficiencias inicialmente anotadas, ya que no ha transcurrido el tiempo que permita, con las observaciones de los fenémenos naturales, rectificar las apreciaciones que, a veces, se hacen en términos bastante dubitativos 0 con mdrgenes muy am- plios de posibilidad de error. Pero, a pesar de esta inseguridad en las cifras y en la limitacién matematica de las caracteristicas que definen una zona agricola, la verdad es que constituye el trabajo mas completo que hasta ahora se ha preparado en este delicado campo basico del andlisis primario que demanda cualquier evaluacion de la actividad y la produccién agropecuaria, Por este motivo, al lanzar esta edicién, casi sin correcciones sobre el trabajo inicialmente concebido, se lo hace para satisfacer. entre otros, estos anhelos: que sea base y estimulo para la continuidad de tan importantes estudios; que constituya un inventario feha- ciente de lo que actualmente dispone el pais y de lo que a la fe- cha necesita; que sobre su contenido se formulen todas las obser- vaciones, correcciones, revisiones y ratificaciones que sean del caso y que permitan en el futuro avanzar con mds certeza en la tarea de clasificar, agrupar y definir las zonas agricolas que constituyen el complejo mosaico de nuestra patria. De esta manera, y para respetar el pensamiento original que inspiré y motive este valioso trabajo, la Junta ahora entrega su contenido integro, incluyendo un mapa que recoge todas las investigaciones entonces disponibles en este campo. Finalmente, pide.a cuantos se adentren en el conocimiento de este volumen que, considerando su valioso contenido con la be- nevolencia que ecige la falta de tradicién cientifica en el pais, hagan conocer a la Junta todas sus apreciables contribuciones en esta disciplina, para poder en el futuro integrar con justeza lo que se ha de lamar la-determinacion regional y zonal dé su dmbito agrario. Al mismo tiempo, y en nombre de la Junta, consigno aplausos y reconocimiento para todos cuantos han aportado, de diversa manera, para el trabajo de este libro y particularmente para quien realizé la labor fundamental de recopilacién y pre- paracién del volumen, el setor Ingeniero Luis Alberto Lopez Cor- dovez, Jefe de la Seccién Agricultura del Departamento Técnico de la entidad. CLEMENTE YEROVI INDABURU, Presidente de la Junta Nacional de Planificaciin y Coordinacion Feonémica. PRESENTACION La Junta Nacional de Planificacién y Coordinacién Econo- mica se complace en presentar al conocimiento piiblico el resultado de un trabajo de investigacién y sintesis que, por decision de sus autoridades, ha realizado el Ing. Agr. Luis Alberto Lopez Cordo- vez, a cargo de la Jefatura de la Seccién Agricultura de la Junta, sobre la base de los estudios y reconocimientos llevados a cabo por tecnicos ecuatorianos y eatranjeros y una primera sintesis elaborada por el Ing. Agr. Rafael Pacheco. El objetivo de la Junta al encargar este estudio fue el de tener una idea clara de las diferencias ewistentes entre las dis- tintas zonas del pais en cuanto a condiciones ecoldgicas y edaficas generales, dada su influencia sobre la capacidad’ productiva de las mismas. Dicho trabajo no sdlo era indispensable para la planeacién agropecuaria, sino para la realizacién, en él sector agropecuario, de toda la politica destinada ya sea a cambiar la estructura de la produccion o a estimular y fomentar la expansion de la misma. En rigor, el propésito original del trabajo fue el de servir de guia al estudio de la estructura agraria y, posterior mente, a la ampliacién de medidas de reforma agraria, La Jun- ta considera que una reforma agraria que no tome en cuenta es- tas diferencias naturales entre las distintas zonas del pais estaria condenada a un fracaso seguro. Por la misma razén, estima el trabajo del Ing. Lépez Cordovez como un valioso aporte al cono- cimiento de la realidad ecuatoriana y a la politica econémica. La Junta no ignora que la escasez de datos técnicos de que adolece el Ecuador impone limitaciones a la precisién del trabajo realizado; pero cree que, aparte de su valor intrinseco, este primer ensayo de determinacién de zonas agricolas puede servir como un estimulo inicial para otras investigaciones y trabajos que permitan profundizar en los aspectos estudiados y llegar jinalmente a la determinacic n de microzonas que serian una base mucho mds se- gura para orientar la expansién de la produceién agricola. La Junta misma se propone iniciar estudios complementarios, tanto en el aspecto técnico como en el econdmico, para establecer un cuadro més detallado de la realidad agropecuaria del pais. La Junta agradece y felicita al autor de este estudio, ast como @ todas aquellas personas que en una u otra forma han colaborado en él y hace entrega del mismo a los organismos téenicos y adminis- trativos responsables de la politica agropecuaria ecuatoriana, asi co- mo alos estudiosos cuya opinion y comentarios estimard en alto grado. Quito, a 9 de Enero de 1.961 Jorge Acosta Velasco, PRESIDENTE SUBROGANTE. INTRODUCCION Los recursos naturales renovables del pais son aquellos sus- ceptibles de explotacién continua mediante el aprovechamiento racional de los mismos, a través de las actividades agricolas, pe- cuarias y forestales, extendiéndose este concepto a la utilizacion de la fauna silvestre y de los seres que viven en los depésitos y co- rrientes de egua. Estos recursos naturales renovables interesan a todos los individuos, tanto a los que viven de la explotacién de la tierra y del aprovechamiento de sus productos, como a los demas que for- man la colectividad ecuatoriana, porque estén intimamente liga- dos con la vida, intereses y bienestar de todos y cada uno de los habitantes, Por uso o explotacién racional de cualquier recurso renova- bie debemos entender, no solamente aquel conjunto de procedi- mientos y precauciones capaces de garantizar el aprovechamiento méximo en forma permanente, sin agotar, sino mas bien tratan- do de contribuir a aumentar su potencialidad y su rendimiento. Por lo tanto, todos y cada uno debemos sentirnos solidarios con los problemas de la conservacién, del fomento y del debido aprovechamiento de los recursos naturales y contribuir en conse- cuencia, a su mas amplia y eficiente explotacién, conservacién y, en jo posible, a su aumento. Para ello es necesario conocerlos detalla- damente; debemos investigar cual es realmente el estado en que se encuentran, cuales son los factores favorables y adversos que se relacionen con ellos, capacitandonos para de esa forma, poder egies planear una politica de aprovechamiento, conservacion y fomen- to de los mismos en beneficio colectivo. En lo que a la explotacién de la tierra y al aprovechamien- to de sus productos se refiere, no tenemos todavia un estudio de- tallado del pais, que precise el conocimiento de las condiciones y caracteristicas naturales de cada localidad. Debemos conocer las condiciones ecolégicas de las diferentes regiones del pais para que el uso de la tierra, mediante las explotaciones agropecuarias y fo- restales, llegue a ser lo suficientemente eficiente pata obtener de ella el maximo rendimiento en aquellos productos que sirven pa- ra la alimentacién o que constituyen jas materias primas para la industria. Sabemos que la tierra esté cubierta de vegetacién es- pontaénea, goza de tal o cual tipo climatico y presenta suelos con variada fertilidad natural, conocimientos que son inherentes a la marcha normal de toda actividad agropecuaria; que las condi- ciones particulares de clima y suelos de cierta regién o area la ha- cen apropiada para un tipo determinado de utilizacién econémi- ca, que no es posible por el simple capricho humano darlas otro destino, y que depende del manejo adecuado de estas tierras el que sean indefinidamente productoras. Existen en el pais muchos sectores que presentan unz vege- tacién natural que constituyen una gran riqueza, pero que si se destinan a la agricultura, por razones de cardcter edafico, topo- grafico o climatico, puede alterarse dicha riqueza, mientras que con buen aprovechamiente pueden proporcionar miuitiples pro- ductos y a su vez servir como protectora de otros recursos, al evi- iar el deterioro del suelo, regular la velocidad de las aguas hacia sus cauces naturales y proteger la fauna silvestre. Se deben de- marcar estas dreas y especificar su utilizacién, asi como también jas que deben incorporarse, de acuerdo con sus caracteristicas, a las actividades agricolas 0 pecuarias, pudiendo predecir su utiliza- cién permanente. Para planificar un mejor aprovechamiento de los recursos naturales del pais, se requiere de un primer intento de demarca- cién y delimitacién de las Zonas Agricolas que lo constituyen, o sea de las que se distinguen por cierta uniformidad en las carac- teristicas que las definen y diferencian de otras, tales como: cli- ma, con sus elementos: temperatura, Nuvia, humedad del aire, gain, yan vientos predominantes; ios factores o causas determinantes que Por su accién recipreca las demarcan, como son: suelo y su natu- raleza, altitud, topografia y vegetacién, tanto natural como cul- tivada. Para esta delimitacién y preliminar de las Zonas Agricolas, se han estudiado las caracteristicas generales y basicas de estos factores. Asi, para analizar detenidamente Ja climatologia del pais es necesario contar con cifras que expresen el término medio de las diferentes condiciones climaticas, cifras que deben abarcar un periodo de tiempo de aproximadamente treinta afios, lapso considerado como minimo para que se presenten todas las condi- ciones climaticas susceptibles de ocurrir y en el cual, la media. de las observaciones verificadas pueda considerarse como indice de jas condiciones climatolégicas medias. Pero, como desgraciada- mente la mayor parie de los registros climAticos del pais compren- den slo cifras referentes a un corto numero de afios y como no existe una red meteorolégica completa, ya que hay grandes extensiones sobre las cuales no se cuenta con datos seguros y para otras, no se posee ninguna clase de datos, las cifras de que disponemos son utiles tinicamente para demostrar algunas mo- Galidades de los subtipos clirmdticos del pais, razon por 1a cual se las ha usado y considerado con reserva. Resumiendo la climatologia del Ecuador se puede estable- cer que, por su latitud, al hallarse en la linea ecuatorial (se ex- tiende algo mas de 1° latitud Norte y cerca de 5° latitud Sur) tie- ne un clima ecuatorial o equinoccial caracterizado por una cons- tante temperatura media anual, una temperatura media mensual relativamente constante, con variaciones que no pasan de los 3°C. (a excepcién de Ancén), una amplia variacién de la temperatura diaria, una relativa constancia de ja duracién del dia, de la hume- dad atmosférica, de la presién barométrica y de la tensién del vapor. La maxima temperatura no corresponde a la m4xima inso- lacién que por su latitud deberia recibir, ya que la humedad abso- juta del aire modera mucho el calor en las regiones bajas del Li- ioral y del Oriente, y la altitud ejerce una profunda accién en Ja temperatura, asi como en la distribucién y variacién de la precipi- tacién pluvial. La uniforme disminucién de la temperatura en relacién con el aumento de la altitud presenta ciertas variaciones, jas que se hallan influenciadas por factores locales, relacién que eg determina la temperatura media anual de las diferentes seccio- nes del pais. Por estas diferencias en temperatura media anual corres- Pondiente a distintos sitios, algunos autores han considerado que el Ecuador tiene todos los climas del mundo, y otros, que posee Clima tropical pero con subclimas y microclimas determinados, en- tre otros factores, por la altitud. En la Costa prevalecen las temperaturas cAlidas tropicales, €n los bajos declives de la Cordillera Occidental y conforme se as- ciende por éstos, se encuentran temperaturas tempiadas con tran- sicién, brusca o lenta-segun la pendiente, hasta las temperaturas frias, las que prevalecen en los lugares mas altos de la cordillera. En las Hoyas Interandinas se presenta el tipo climatico templado, con subtipos o variaciones determinadas por la influencia de los factores locales. En los declives occidentales de la Cordillera Orien- tal se presentan transiciones de las temperaturas templadas a las temperaturas frias, de acuerdo con las diferencias de altitud, Prevaleciendo una baja temperatura en los lomos de esta Cordi- Hera. Finalmente, al descender por declives orientales de la mis- ma, se presentan transiciones del tipo climatico templado al tipo tropical, el que prevalece en el valle amazonico. De los cinco tipos climaticos establecidos por Koppen, en su clasificacién de climas del mundo a base de la temperatura, se aplican tres al pais y éstos comprenden a su vez subtipos que se- ran mencionados al estudiar cada zona agricola en lo relaciona- do con este factor. Se ha observado que el factor clima, con sus elementos. temperatura y precipitacién, determina las principa- les diferencias entre las diferentes zonas agricolas; en cambio la influencia de las corrientes marinas, la presencia de las Cordi- lleras de los Andes, los vientos, topografia, altitud, etc., determi- nan la diferencia entre regiones, Mientras que las Cordilleras y la latitud del pais han con- tribuido para delimitar una relativa simple serie de zonas climé- ticas, el viento y Ja luvia alteran este cuadro climatico, especial- mente por las variaciones en la cantidad, estacionalidad y distri- bucién. de] elemento Iluvias. La corriente fria de-Humboldt corre a lo largo de la costa ae de Sur a Norte, hasta aproximadamente 1° latitud sur, posicién geografica en la que se desvia hacia el Occidente con direccién al Archipiélago de Galapagos, estando esta gran masa de agua seguida por vientos frios y secos. Esta corriente influye en la exis- tencia de dreas desérticas que en el Ecuador no son de caracte- risticas tan definidas como en la costa peruana, debido a que los vientos estacionales que acompafian a esta corriente enfrian ia atmésfera hasta cierta altura y, en consecuencia, las nubes no se condensan hasta el punto de originar precipitaciones. La gran entrante que forma en el Continente el Golfo de Guayaquil actia favorablemente, al provocar que esta corriente se desvie en di- reccién paralela a sus riberas marinas, impidiendo una marcada influencia de la misma en el interior de la regién del Litoral, La corriente contraria, o sea la cdlida del Nifio, que corre muy cerca y a lo largo de la costa, de Norte a Sur y con escasa velocidad, est& acompafiada de vientos cAlidos, favoreciendo la evaporacién y por consiguiente las luvias, y compite con la fria de Humboldt por imponer su influencia en la Costa, lo que ocasiona que de Mayo a Noviembre la fria de Humboldt influya en el Litoral y que de Diciembre a Abril la del Nifio imponga su influencia. Este ciclo de influencias se repite cada afio, la cAlida acom- pafiada de lluvias de la corriente del Nifio y la fria de la corriente de Humboldt con sus desecantes vientos, producen series de sub- tipos climaticos que van del calido htimedo al htiimedo seco a lo largo de las partes central y sur de la costa ecuatoriana. El mis- mo ritmo himedo-seco se refleja en los declives de la Cordillera Occidental. En las zonas bajas y planas del Litoral se presenta la luvia de origen convectivo, la que se produce por el ascenso del aire sa- turado de humedad y caliente que proviene del mar, el que se en- fria en las partes altas de la atmésfera dando lugar a la mayor parte de los aguaceros o chubascos de esta regién. En los declives externos de las dos Cordilleras no se pre- sentan los tipos climaticos estacionales extremadamente htimedos y secos, sino que por la combinacién de los factores: control del sol y vientos, se presenta como consecuencia un doble ciclo de precipitacién pluvial, la cual es mas que suficiente para conservar la tierra continuamente himeda. Ademés, conforme estos vientos —6— se elevan hacia ios altos declives de las cordilleras pierden gran cantidad de su humedad, pérdida ésta que se produce en forma de Nuvia de tipo orografico y coincide con jas precipitaciones anua- les mas altas. Este resumen de las caracteristicas climdticas generales del Pais sirve de base para estudiar los tipos y subtipos climaticos ,que cada zona agricola presenta. En este estudio se anotaran por ¥ separado los elementos que juegan un papel muy importante en Ja climatologia del pais, a base de las fuentes de informacién que disponemos para este trabajo. En cuanto a la vegetacién natural del pais, ésta ha sido es- tudiada por técnicos forestales de la Misién FAO en el Ecuador, quienes han presentado un informe que compzende las formacio- nes forestales del pais y un mapa de su distribucién. Manifiestan en este informe que no han legado a un conocimiento completo Ge las asociaciones que integran los bosques del pais y a cla- sificarlos de acuerdo a su composicién en tipos, porque ésta es muy variable no sdlo entre regiones distantes sino también den- tro de una misma regién, y por lo tanto necesitaban mas tiempo que el empleado en su misién y que se limitaron a identificar las formaciones forestales, basdéndose en la fisonomia de los bosques. La fisonomia de los bosques es una consecuencia directa de Jos factores ecolégicos que los afectan, tales como temperatura, cantidad y distribucién de las luvias y de los factores edaficos, incluyendo topografia. Las formaciones forestales del Ecuador, especialmente aquellas que son el resultado tipico de los factores ecolégicos, reciben una denominacién que denota el factor o gru- po de factores de influencia mas sefialada o bien se refiere a las condiciones resultantes de esos factores. Siguiendo esta moda- lidad, los autores han separado las regiones forestales del Ecua- dor en 11 formaciones, asignandoles a cada una un nombre y de- marcando las Areas que ocupan. Por una parte, las variaciones de altitud, suelos, tempera- tura y precipitacién del pais, y por otra, ciertas caracteristicas econémicas, determinan el que frecuentemente en distancias re- ducidas se pase de un tipo de vegetacién cultivada a otro. En areas en ocasiones bastante pequefias, se encuentra una gran va- ge riedad de cultivos y trabajos agricolas, lo que impide generali- zarlos por regiones geograficas. En cada zona agricola se enun- ciaran los principales cultivos y las explotaciones pecuarias repre- sentativas, pero sin entrar en este estudio a considerar los sis- temas y métodos de explotacién empleados, ya que esto signifi- caria una evaluacién de las condiciones técnicas en que se reali- zan, estudio que se apartaria, por su amplitud y especializacién, del plan trazado para la demarcacién de las Zonas Agricolas del pais. Hn este estudio se asume que las actividades agricolas prac- ticadas por los agricultores durante largo tiempo y sus resulta- dos satisfaciorios, tienen un fundamento ecolégico que, en lineas generales, representan experiencias que indican ciertas caracte- visticas de cada Zona. El factor suelo, al que se lo puede considerar como el re- sultado de la interaccién de los factores clima, organismos, ma- terial originario y topografia, a través del tiempo, ha sido estu- diado para la determinacién de las zonas agricolas utilizande co- mo fuentes de informacion los informes presentados por Miller y Frei y los estudios que actualmente se realizan, Miller realiz6 un trabajo de clasificacién de suelos a base ‘del estudio morfolégico del perfii del suelo y lo complementé pos- teriormente con ensayos en macetas para determinar la fertilidad de algunos suelos del pais. Frei efectué reconocimientos y clasi- ficd los suelos basdndose también en el aspecto morfoldégico, de- nomindndoles con una nomenclatura que esta actualizada. Esta nomenclatura est correlacionada con la clasificacién de Miller. Con posterioridad a Frei se han continuado los trabajos de campo y de laboratoric con la finalidad de legar a una mayor caracterizacion y delimitacién para determinadas dreas, dentro de algunos de los grandes grupos de suelos del pais, reconocimien- tos e investigaciones que ha realizado el experto de la FAO, Dr. Alfredo Kipper, en asocio con el Departamento de Suelos de la Facultad de Agronomia de la Universidad Central, dirigido por el Dr. Julio Pefia Herrera y con la cooperacién de la Direccién General de Agricultura y Bosques del Ministerio de Fomento, por medio de los Ingenieros Agrénomos Rafael Pacheco y Victor H. Andrade, Las investigaciones de laboratorio se refieren principalmen- =—s— te a los andlisis quimicos y fisicos de los suelos, ensayos en mace- tas y la correlacién de estos datos con los experimentos de campo sobre fertilizacién. En cada zona agricola se indicaré el grupo de suelos que presenta, sus caracteristicas fisicas Y quimicas, in- cluyendo la descripcién de un perfil del suelo. Para realizar la zonificacién agricola del pais se utilizaron tres métodos que, aplicados en forma simulténea, se complemen- tan mutuamente y conducen a conclusiones que las considera- mos provisionalmente satisfectorias. Estos son: 1) El estudio geografico del pais, considerando a la geografia No sdlo en su concepto descriptivo, sino también bajo el concepto dinamico que origina la distribucion geografica de los factores climaticos, edaficos y la cubierta vegetal. La distribucién geogré- fica de los cultivos es por lo general bastante légica, ya que es el resultado de innumerables pruebas y ensayos realizados por los agricultores, distribucién que no es muy estable, debido a que al variar ciertas condiciones tales como mercado, obras de regadio, vias de comunicaci6n, etc., determinan un reajuste de esta dis- tribucion, 2) El anilisis de los datos climticos observados y los estudios y reconocimientos edaficos y de cubierta vegetal realizados en el pais, por expertos de Instituciones Internacionales y Nacionales. 3) La experiencia y conocimientos que ha acumulado personal profesional y especializado a través de numerosos recorridos por el pais, en cumplimiento de sus diversas funciones, recorridos que a mas de la cbservacién y estudio ocular, han propiciade conver- saciones y discusiones con otros técnicos y con agricultores, con- tactos que han aportado conceptos y datos que difieren en exac- titud y precisién, pero que tienen la gran ventaja de haber sido obtenidos bajo diversas condiciones. Este conocimiento y experiencia previos, correlacionados con la interpretacion de los datos clim&ticos, edaficos y de cubierta vegetal, ha permitido determinar zonas més 0 menos homogéneas por sus caracteristicas particulares, a las que se ha denonimado Zonas Agricolas. Se considera que el pais esta dividido en 12 zo- nas agricolas, las cuales han sido demarcadas en el “Mapa de Zonas Agricolas” que acompafia a este estudio. —9— La transicion entre las diferentes zonas es pavlatina y los limites demarcados se los considera provisionales, hasta que no se cuente con mas datos climaticos y se realicen estudios de cam- po, edaficos y ecolégicos que precisen su delimitacién. Por lo tan- to, la calificacién y demarcacién de cada zona se refiere a su par- te central, teniendo las partes periféricas un cardcter de transi- cién o intermedio entre el tipo al cual pertenecen y con los que le circunscriben, a excepcién de ciertos limites que siguen las cotas altitudinales y que representan limites orograficos natura- les. La denominacién que se ha dado a las zonas es provisional y corresponde a la ubicacién geografica que presentan dentro. del pais. Nuestro deseo habria sido ampliar este estudio basico y Me- gar a analizar las principales caracteristicas ecoldgicas del Ar- chipiélago de Colon, asi como de la Isla de Puna, pero desgracia- damente la falta de informacién y el cofiocimiento estadistico limitado sobre los aspectos agroeconémicos de dichas Islas, han determinado que por el momento se exeluya en la zonificacién agricola del pais a la Regién Insular. Para la realizacién de este trabajo la Junta se ha basado en el estudio y mapa correspondientes que sobre las “Principales Zo- nas Agricolas del Ecuador”, preparé el Ing. Agr. Rafael Pache- co V., por encargo de la Entidad. Esta investigacién inicial ha si- do revisada, ampliada e integrada por el sefior Luis Alberto Lopez Cordovez, Ingeniero Agréncmo Jefe de la Seccién Agricultura, De- partamento Técnico, profesional que ha recibido la gentil colabo- racion de los expertos de la FAO, Dr. Alfredo Kiipper y sefior Mi- guel Gonzalez de Moya, y la del Jefe del Laboratorio de Suelos de la Facultad de Agronomia de la Universidad Central, Dr. Julio: Pefia Herrera, a quienes la Junta se honra en agradecer especial- mente. —10— Z@NTas No.a ZONA DE PARAMOS ANDINOS La Cordillera de les Andes influye en forma marcada y de- eisiva en el Ecuador. Wolf (1) al referirse al fendmeno geoldgico que ha dado origen a la columna vertebral del Continente Sud- americano, la gran Cordillera de los Andes, manifiesta: “De este fenémeno geolégico dependen todas sus condiciones orogrdficas, hidrograficas, climatolégicas, bioldgicas y hasta las etnograficas en gran parte. El clima y las condiciones meteorolégicas del pais se hallan en intima dependencia de las altas montafias y sin ellas serian inexplicables. La Cordillera de los Andes determina todo el caracter geografico del Ecuador y lo divide en tres regiones bien marcadas, que se distinguen perfectamente en lo fisico cuan- to en lo politico y civil”. La regién central del Ecuador presenta un aspecto muy va- riado y sorprendentes contrastes, como sucede en los paises por los que atraviesa la gran Cordillera de los Andes. Los dos ramales principales de esta cordillera, Occidental y Oriental, encierran un gran valle longitudinal subdidido por medio de cadenas trans- versales 0 nudos, en varias cuencas independientes denominadas Hoyas Interandinas. La regién alta de estas dos cordilleras y de los nudos que las entrelazan, corresponde a una zona agricola por sus caracteristicas casi uniformes de clima, vegetacién y suelos, a la que denominamos “Zona de Paéramos Andinos”. Para ciertas zonas agricolas del pais se puede tomar limites altitudinales por la casi topogr&fica distribucién que presentan. Diversos autores que han estudiado los paramos ecuatorianos no @ Wolf, Teodoro— Geografia y Geologia del Ecuador. F. A. Brockhaus LEIPZIG.— 1892, —ill— coinciden en los limites altitudineles que consideran apropiados para ellos. Wolf (1) por ejemplo, fija estos limites entre 3.400 y 4.600 mts. s.n.m., basandose en la uniformidad de la vegetacién. Estos limites no podrian ser aplicados para la zona en estudio porque se ha constatado que a 4.000 mts. de altura se. reducen sensiblemente las posibilidades de explotacién agricola o pecua- ria, También se ha comprobado que en Ja parte sur del. pais, a partir del nudo del Azuay, las cordilleras se caracterizan por un descenso en su altura, razén por la cual los péramos se inician aproximadamente a 2.600 mts. s.n.m. y no presentan nieves per- petuas, constituyendo 3.600 mts. la altura maxima de las cordi- Meras en muchos lugares del Austro. Por estas consideraciones se ha establecido entre 3.000 y 4.000 mts. s.n.m., los limites alti- tudinales de la zona, a excepcién de la parte sur que presenta la particular caracteristica ya anotada. Distribucién Geografica Esta zona se halle ocupando los lomos de las cordilleras Oriental y Occidental, los nudos interandinos y algunas elevacio- nes mas o menos aisladas, entre las longitudes 77°, 30’ y 78°, 30° WG y 0° 30’ N en el limite con Colombia al Norte, hasta apro- ximadamente 5° latitud Sur en la frontera con el Pert, o sea que se extiende a través de todas las provincias de la Sierra. ‘Topografia e Hidrografia La topografia e hidrografia de la regién andina estén es- trechamente ligadas al origen geolégico de los Andes, por lo tanto la topografia de esta zona es sumamente irregular y compleja, en- contrando sin embargo 4reas que van de onduladas a planas, li- mitadas generalmente por fuertes pendientes. Terfn (1) manifiesta que primitivamente, segin toda pro- babilidad, entre las dos cordilleras principales quedaba encerrado um gran valle longitudinal, pero luego el intenso volcanismo fue _ Yellenandolo y en los lugares donde la acumulacién de estos ma- Wolf, Teodoro.— Op. et, @) Terén, Francisco— Geografia del Ecuador. Talleres Graficos Nacionales. Quito 1988, —i2— teriales volcénicos ha sido mayor, han terminado por formarse Jos nudos que han subdividido el valle en las diferentes Hoyas. En consecuencia, en la regién interandina no ha podido formarse un solo gran sistema hidrografico sino varios de relativo caudal, que luege de recorrer un buen trecho de su curso superior, por cafiones estrechos y profundos, derivan hacia el Amazonas o el Pacifico, siendo los mas numerosos los segundos, por haber en- contrado mayor facilidad de erosién en la Cordillera Occidental. La Cordillera Oriental es mas alta y m&s ancha que la Oc- eidental, por lo que presenta una mejor topografia, factor que es muy importante y que tiene marcada influencia en el clima de ja regién interandina. Clima Ferdon (2) aplicando al Ecuador la clasificacién interna- cional de Koppen para los climas del mundo a base de la tempe- ratura, ha elaborado un mapa climatice del pais, estudiando el cual podemos establecer que el subtipo climatico correspondiente a esta zona seria (ETI): tipo pastizal de paramo o tundra, con el mes mas frio con temperaturas sobre 0% C. y con diferencia de temperatura entre los meses mas abrigados y los mas frios, menor de 5°C. (A este estudio se adjunta un anexo con la clasificacién internacional de Koppen). La temperatura es considerada como el elemento mas impor- tante para la clasificacion de los climas y ejerce influencia marca- da sobre la distribucién de los seres vivos sobre la tierra, por lo que es necesario dedicar especial cuidado a su exacta determinacién. Desafortunadamente no se cuenta con suficientes estaciones me- teorolégicas que nos proporcionen los datos necesarios para el es- tudio detallado del clima de la zona de paramos andinos, por esta razon se debe recurrir para caracterizar el clima de los paramos, a las observaciones que fueron realizadas por varios cientificos (Condamine, Bonguer, Ulloa, Humboldt, Boussingault, Wisse, Reis- (2) Ferdon, N. Edwin— Studies in Ecuadorian Geography, School of American Research and Museum of New Mexico, N? 15— 1950, gic se, Stubel) que fueron recopiladas y analizadas por Wolf (1), y al valioso estudio realizado por Ferdon (2). Debido a la posicién equinoccial del Ecuador, el principal factor que obra para las variaciones de la temperatura es la alti- tud, la cual en combinacién con factores locales determina la tem- peratura media de los distintos sectores de la zona de paramos andinos, Factores locales son aquellos que en oposicién a los ge- nerales, que son comunes a todos los paises tropicales, anulan o modifican las caracteristicas de estos Ultimos. Como consecuen- cia de su altura sobre e] nivel del mar y de su quebrada e irregu- Jar topografia, la zona de paramos andinos presenta anomalias en cuanto a la temperatura. ~ ‘Al no contar con observaciones suficientes sobre las tempe- raturas de esta zona, se debe recurrir a una escala termométrica, la cual no puede ser exacta porque si bien la elevacion de un sitio dado influye en primer término en la disminucién de la tempe- ratura, varios factores locales modificaran su graduacién, en tal forma que dos lugares de una misma cota pueden tener una tem- peratura media que varia en 2°C. a 39C. Admitiendo que para ca- da doscientos metros de elevacién haya un descenso de 1°C. en la temperatura, Wolf determiné las temperaturas medias ted- ricas para las diferentes altitudes y verificd que la escala calcula- da funciona con mas regularidad sobre los 3.000 mts. s.n.m. Comenzando con 26°C. en las Manuras al pie de la cordi- llera se llegaria a una temperatura media de 6°C. a 4.000 mits. s. nm. Aplicando la escala a la zona en estudio se tendrian los si- guientes valores: Altura Temperatura mts. s.n.m. media 3.000 119°C. 3.200 109°C. 3.400 99°C. * 3.600 8°C. 3.800 7°C, : 4.000 6°C. @) Wolf— Op. ct. 42) Ferdon. Op. ct. —4— Seguin el mencionado autor, en ciertos lugares la tempera- tura observada coincide o es muy aproximada con la escala teé- rica y cita los siguientes ejemplos: Lugar Altura ‘Temperatura Temperatura observada segtin escala Hacienda Chaupi (Tiopullo) 3.365 mts. 9.2°C. 9.29C. Hacienda Tablon. (Guamani) 3.380 mts. 9.2°C. 9.19C. Hacienda Frutillas (Al NO del Pichincha) 3.133 mts. 10.2°C. 10.3°C. Hacienda Alao (Prov. Chimborazo) 3.097 mis. 10.5°C. 10.5°C. Si la temperatura observada es inferior a la calculada, es probable que esta diferencia se deba por lo general a un exceso de humedad en el ambiente; en el caso contrario, que la temperatura observada sea de 1 a 2° C. m4s alta que la tedrica, lo cual es mas frecuente en la zona en estudio, se debe a la sequedad del clima, la escasez de la vegetacién y a otras circunstancias locales que con- tribuyen a aumentar la temperatura media. Wolf (1) da algunos ejemplos para explicar estas diferencias, al citar las temperatu- ras observadas en tres localidades, Angamarca, Guamote y Mulalo situadas a, 3.000 metros, a las cuales corresponderia una temperatu- ra media tedrica de 11°C. Angamarca tiene una temperatura ob- servada de 1192C., Guamote 12.2C. y Mulalé 13°C.; la primera lo- calidad corresponde a la temperatura de la escala y casi coincide con la observada, Guamote excede en 1.2°C. por hallarse rodeado de paramos frios, y Mulal6é excede en 2°C. por estar rodeado de arenales secos. La variacion mensual de la temperatura (diferencia de la temperatura media entre el mes mas frio y el mas caliente) es pequefia, lo que determina que la temperatura media mensual de esta zona sea bastante uniforme. Las variaciones diarias (extre- mos entre el mAximo y minimo observados) son mas grandes en Jas regiones altas que en las bajas y mayores en los lugares secos d) Op. et, — 15 — 0 en la estacién de lluvias. Estas variaciones diarias de la tempe- raiura originan las heladas cuando la minima desciende a 0°C. o menos, Este exiremo minimo generalmente se presenta en no- ches despejadas, en las cuales la temperatura desciende continua- mente Hegando a 0°C. o menos, alrededor de las 6 de la mafiana. En Jas horas siguientes la temperatura sube provocando una in- tensa evaporacién, lo cual contribuye a que mueran las plantas mas sensibies a estos cambios térmicos. Por esta raz6n las heladas que se producen en épocas secas son mucho mas peligrosas que las que se producen en épocas Iluviosas. La humedad relative se halla en intima conexién con los vientos predominanies de una area determinada, por lo que debe- mos tratar al mismo tiempo estos dos factores que determinan en el pais ia alternabilidad de las estaciones, a las que impropiamen- te designamos como verano e invierno al referirnos a la estacion seca y lluviosa respectivamente. Todas las regiones del Ecuador tienen una estacion seca (verano) y otra htimeda (invierno), pero la distribucién y dura- cién de elias es diferente. Para las zonas de paramos andinos de- bemos admitir dos estaciones Muviosas, una larga o principal y otra corta o secundaria, e igualmente una seca larga y otra seca corta. A las estaciones secundarias o cortas, lluviosas 0 secas, las podemos considerar como interrupciones de las largas y se ha ob- servado que en algunos afios estas cortas no se presentan. La és- tacién seca larga normalmente se presenta desde Junio a princi- pios de Noviembre y la Iuviosa principal desde esta fecha hasta fines de Mayo. La interrupcién del verano por el “inviernillo de Octubre” se presenta después del equinoccio de Septiembre y la interrupcién del invierno, por “el veranillo del Nifio” después del solsticio de Diciembre. Por la complicada configuracién y topo- grafia de la zona y por la influencia de los factores locales, las es- taciones sufren grandes y frecuentes variaciones. Se debe admi- tir que en esta zona casi ningtin mes transcurre completamente libre de Iluvias y que precisamente en verano en las cimas y me- setas altas de los Andes se presentan fuertes granizadas y neva- das. Las tempestades que generalmente se desarrollan entre la 1 y las 3 de la tarde son mAs frecuentes en verano que en invierno, especialmente cerca del equinoccio de Septiembre (Cordonazo de San Francisco), que corresponderia a la estacién Muviosa chica. —16— Segin Miller (1) la estacién seca varia entre 3 y 6 meses, pero en cambio presenta 10 meses al afio de “gartias”. Frei (2) estima que la zona de paramos recibe, en térmi- nos generales, de 1.000 a 2.000 milimetros de precipitacién anual, pero para este autor no existe periodos secos sino menos Iluviosos. Esta discrepancia puede deberse a las diferentes esca- las que hayan adoptado cada uno de estos autores; asi Frei con- sidera que un mes es seco si la precipitacién es menor de 10 mi- limetros, en cambio Miller considera a un mes como seco cuando Ulueve menos de 60 milimetros. Para este estudio se tomé 60 mi- Vimetros de Muvia mensuales como limite para determinar meses secos y lluviosos. De acuerdo a los pocos datos meteorolégicos existentes se puede establecer que esta zona recibe entre 800 y 1.700 mm. anuales. La posicién equinoccial del Ecuador lo subordina a la in- fluencia de los vientos alisios, tanto de los que avanzan en direc- cion Nor-Oriental como de los que corren en direccién Sur-Orien- tal. Observaciones realizadas en la Estacion de Cruz Loma, a una elevacién de 3.950 metros, demuestran el dominio de los vientos Nor-Este, probablemente alisios. En la Estacion de Cotopaxi a igual elevacién que la anterior y a.45 kilémetros hacia el Sur hay un marcado cambio estacional en la direccién del viento, proba- blemente, a causa de que esta Estacién esta virtualmente cerrada por el Este y Oeste por los voleanes Cotopaxi e Illiniza, el viento se encafiona en direccién Norte-Sur. No poseemos informaciones detalladas sobre los vientos que corren del Oriente hacia la Cor- dillera Oriental, pero se puede estimar que desde Noviembre has- ta Febrero los vientos avanzan principalmente del Norte y posi- blemente reflejan los vientos Nor-Este durante el verano del he- misferio Sur, mientras que, desde Junio hasta Septiembre se ob- servan vientos del Sud-Este durante el invierno austral. Existen también ciertos vientos locales debidos al relieve caracteristico de jos paramos, que son de importancia en esta zona y que a menu- do soplan con fuerza en el periodo seco. @) Miller, V. Eifil— Ecuadorian Soils and Some of Their Fertility Propieties. Ithaca New York.— 1945. @) Frei, Erwin— Informe al Gobierno del Ecuador sobre Reconocimientos Edéficos Exploratorios— Informe N° 58— FAO 51-8-5190— 1957. oer Pees Vegetacién Natural A los 3.000 metros de altura empiezan a desaparecer paula- tinamente ciertos géneros y atin familias de plantas que se desa- rrollan en la Zona N°? 2 (0 sea la inmediata inferior), tales como las mirtaceas, melastomaceas, mircineas, piperdceas, araldceas, etc., y se presentan otras plantas tipicas del pdéramo. La paja (Stipa ichu) liega a su maximo dominio hasta la altura de 4.000 metros y asociada con los géneros Andropogon, Paspalum, etc., forma el “pajonal”, vegetacion tipica de esta zona. En el paramo de El Angel se encuentra como vegetacién caracteristica el “Frai- lej6n” (Espeletia hartewgui). La vegetacién natural de los paramos consiste en varias herbaceas que forman un manto que se interrumpe en las depre- siones del terreno, donde aparece la vegetacion de chaparral for- mada por varias especies, entre las que predominan las Ericdceas. En el Antizana se pueden observar matorrales compuestos por plantas del género Chusquea. Las condiciones de la vegetacién indican que los paramos de la parte Sur del Pais son mas secos que los situados al Norte y que la precipitacién pluvial es mas ebundante en la provincia del Carchi. Suelos La porcién Norte y Central de los Andes hasta aproxima- damente el Nudo del Azuay (2° 20° latitud Sur), presenta depo- siciones recientes de ceniza volcdnica, la que en asocio con otros materiales volcdnicos ha dado origen a los suelos de la zona de paramos, por lo que algunos autores consideran a esta zona como la del voleanismo actual. Desde el Nudo del Azuay hasta el Sur disminuye progresivamente la presencia de ceniza volcdnica re- ciente, por lo que a esta porcién se la considera como zona del volcanismo antiguo. Miller (1) clasificé a estos suelos como “suelo negro de paramo”, al que corresponde una vegetacién de gramineas 0 pas- tos de paramos. Ademas, manifiesta que la aparentemente re- ciente ceniza volcdnica ya ha recibido una influencia especifica @ Op. ct. —18— del clima y la vegetacién y en consecuencia debe agruparse los suelos de esta zona dentro de los “suelos zonales” 0 sea que son suelos que presentan un desarrollo del perfil influenciado por los factores clima y vegetacién. Frei (2) clasifica a estos suelos como “suelos negros andi- nos”. Estos suelos negros andinos presentan diferencias en las diversas secciones de los Andes, principalmente en lo relacionado al material originario. Efectivamente los depésitos volcdnicos son variables en profundidad, edad, textura y composicién quimica. Hasta la fecha no ha sido posible diferenciarlos en detalle sobre todo a los que corresponden a la porcién austral de esta zona, que difieren de aquellos que presenta la parte Norte. La descripcién de un perfil del suelo representativo de esta zona, es la siguiente: Grupo: Negro andino Localizacién: Paramo Sur de Cayambe. 78°08’W; 0°05’5"N Sitio: Costa Azul Elevacién: 3.570 metros sobre el nivel del mar. Relieve general: Ondulado, 5 a 15 por ciento. Precipitacién pluvial: Estimada 1.000 milimetros. Material original: Ceniza voledénica Vegetacién natural: Tipica de paramo. Uso agricola actual: Cebada, trigo, papas, pastizales. Perfil del suelo: Ap 0-20 pardo muy obscuro. (10YR 2/2). Franco organico, Gra- ‘ nular fino a medio. Poco plastico, muy pegajoso. Bas- tante friable; muchas raices. Mucha actividad biolégi- ca (lombrices); pH 5,6. A 20-50 Abrupto ondulado (10YR 2/1). Negro. Franco areno- so fino. Subangular fino, bien desarrollado. Agrega- dos resistentes, en todos los horizontes. Levemente mo- teado. Bien friable, buena actividad biolégica. Sin con- creciones. La arena mezclada con cuarzo blanco bri- ante. pH 5,9. (2) Op. ct. —19— B/e 50-78 Claro ondulado (10YR 3/1). Gris muy obscuro con manchas; comtn. Débil contraste (5Y 4/1 gris obscu- ro). Subangular muy fino, bien desarrollado. Poco plastico, poco pegajoso, friable. Poros de 2 a 4 mili- metros de diametro. Raices. pH 5,8. C 73-91 Abrupto (10YR 2/2). Pardo muy obscuro. Arcilloso, subangular muy fino, bien desarrollado. Pocas pelicu- las negras de materia orgdnica. Plastico, pegajoso. Al- go firme. Mas del 20 por ciento con concreciones. Fria- ble. Sin raices. Cuarzo 1 milimetro de didmetro, blan- co limpio. pH 6,3. D 91-138 Claro plano (10YR 2.1). Negro, con peliculas negras recubriendo agregados en forma prismatica. Arcilloso. Subangular muy fino, bien desarrollado, cementado con MO. Fe y arcilla. Plastico, pegajoso. Actividad bio- légica media. Sin raices. pH 6,45. Los suelos de la zona de paramos son por lo general pro- fundos, de buenas propiedades fisicas: buena estructura, su textu- ra varia entre franco-arenosa, franco-limosa y limo-arcillosa; go- zan de buena permeabilidad. Analizando los datos del laboratorio obtenidos hasta la pre- sente fecha se puede llegar a la conclusion de.que sus propiedades quimicas se caracterizan por presentar un alto contenido de ma- teria organica con un promedio de 4 a 7%, y uma relacién carbo- no-nitrégeno: de 8 a 10. Sin embargo, la pequefia disponibilidad de nitrégeno asimilable puede deberse a la reaccién dcida de es- tos suelos, a la deficiencia de fésforo y a la baja temperatura, que disminuye la intensidad de los procesos de nitrificacién. El con- tenido de nitrégeno total es en promedio de 0,27%. Su pH gene- ralmente varia de 5,47 a 5,85. Buen contenido de potasio asimi- lable, variable entre 0,41 y 0,57 equivalente en miligramos por 100 gramos de suelo. Como conclusiones, se recomienda incorporaciones de abo- no orgdnico, adicién de cal y un complemento de fertilizantes quimicos, principalmente fésforo y nitrégeno, con los cuales se mejoraria notablemente la productividad de estos suelos. Lode aoe yeu Erosi6n Por lo general esta zona no presenta todavia un agudo pro- biema de conservacion de suelos. Sdélo pequefias areas han sido afectadas por Ics procesos erosivos, debido principalmente a un manejo inadecuado del suelo, exceso de pastoreo, etc. En Palmira, Provincia del Chimborazo, existe un area que es afectada por la erosion edlica, en la que se puede observar la formacién de ‘“‘du- nas”, En esta misma provincia el sector de “Arenal” en las faldas del Chimborazo, presenta ei mismo fenédmeno. En la zona siguien- te, Praderas Interandinas, se trataraé mas detenidamente sobre la grave erosién que presentan los suelos de la regién. interandina. Uso Agricola Actual Actuailmente la extensa superficie que ocupa la zona de los paramos andinos es poco aprovechada, estando dedicada general- mente al pastoreo y apacentamiento de ganado bovino, ovino y equino. En cuanto a los cultivos agricolas, debemos dividir a esta zona en dos fajas: la faja comprendida entre los 3.000 a 3.500 mts. y Ja comprendida entre los 3.500 y los 4.000. La primera subzona o faja es la que mas se ha aprovecha- do en cultivos agricolas, debido a que sus condiciones climdticas son mas favorables. En esta faja los cultivos agricolas principa- Jes son: papas, trigo, cebada, habas, mellocos, quinua y pastos. Como consecuencia de ciertos factores climaticos (temperatura y poca luminosidad) se prolonga la duracién del ciclo productivo de estos cultivos en dos o tres meses mas que el. ciclo normal en ja zona inmediata inferior. En los ultimos afios se ha realizado una expansién de los cultivos de la Zona N° 2 hacia la faja in- ferior de la zona de paramos. ‘También se ha iniciado la explo- tacion de nuevos cultivos como es el caso del piretro. (1) La. segunda faja est4 cubierta por la vegetacién natural y se la utiliza principalmente para el pastoreo de ganado bovino, ovino y equino (criollo), que por cientos de afios ha ido adaptan- dose a las condiciones rigurosas del clima y a la deficiencia en 41) Sobre este cultivo se recomienda leer el interesante estudio publicado en 1954 por el Dr. Luis W. Levy en su folleto titulade: “El Piretro en el Ecuador”. —21— Ja alimentacién. En esta faja, ia tmica practica agricola que ge- neralmente se realiza consiste en quemar el pajonal para apro- vechar los brotes tiernos o retofios en la alimentacién del ganado. Es bien conocido que la zona de paramos, en épocas ante- riores, fue utilizada en mayor escala para la. cria de ovejas, ha- biendo Hegado su numero a varios millones, explotacién que por diferentes razones ha sufrido un fuerte descenso cuantitativo. El principal factor limitante es la baja temperatura, que no permite el desarrollo de muchos cultivos agricolas realizables €n ella. En muchas localidades, la topografia muy accidentada, los fuertes vientos, los accidentes climaticos tales como heladas, granizadas y nevadas limitan el uso agricola de la zona. En cuan- to a suelos, las deficiencias en elementos nutrientes que presen- tan son faciles de corregirse, mediante el empleo adecuado y efi- caz de fertilizantes y enmiendas. Posibilidades de Uso Agricola Se estima que del 20 al 30 por ciento de la superficie de esta zona podria ser utilizada preferentemente en cultivos agri- colas, pudiendo el porcentaje restante ser utilizado en explota- ciones pecuarias y forestales, En 1929, el Profesor Luciano Andrade Marin inicié un tra- bajo de forestacion en el paramo de Cotopaxi a 3.500 metros de altura, empleando pinos (Pinus insignis) y cipreses (Cupressus ™macrocarpa) con éptimos resultados, ya que los pinos han alcan- zado un desarrollo aproximado de un metro por afio. Esta valio- Sa experiencia nos indica que es factible el aprovechamiento fo- restal econémico de esta zona, la que podria convertirse en una buena fuente de abastecimiento forestal con la explotacién de coniferas. Se han realizado algunas investigaciones sobre las posibili- dades de encontrar alguna utilizacién para la paja, especialmente para la fabricacion de pulpa para papel, pero los resultados obte- nidos indican que existen dos grandes dificultades: el alto con- tenido de silice en la celulosa de la paja y el gran volumen de materia prima que deberia ser cortado y transportado hasta la fabrica. —22— Los cultivos agricolas que actualmente se explotan en esta zona pueden dar mayor rendimiento por unidad de superficie, siempre que se los realicen bajo condiciones técnicas, preocupan- dose principalmente de los aspectos: variedades mejoradas, con- trol de plagas y enfermedades, etc., sin descuidar las practicas de conservacién de suelos y fertilizacién. Seria interesante estudiar las posibilidades de adaptacién en esta zona de las llamas y vicufias, las que en el Perti y Bolivia viven a grandes elevaciones. Superficie Se estima que la zona de Paramos Andinos posee una ex- tension superficial de 25.209 kilémetros cuadrados o sea 2’520.900 hectareas. A partir de los datos del Censo Agropecuario Nacional de 1954, la Junta Nacional de Planificacién ha elaborado tabula- ciones a nivel parroquial y distribuidos por zonas agricolas, ob- teniendo los siguientes valores para esta zona: La superficie censada fue de 1'188.460 hectéreas que co- yresponden al 47% de la superficie total de la misma. De la su- perficie censada, el 26%, 0 sea 312.524 hectéreas corresponden a tierras consideradas, segtin la clasificacién establecida en dicho Censo, como “tierras bajo cultivo”, que de acuerdo a su utiliza- cién se clasifican a su vez en: cultivos anuales y semipermanen- tes; pastos artificiales y alfalfares, barbechos o tierras en descan- so y, cultivos permanentes. La superficie restante, 0 sea 875.937 hectareas igual al 74% de la superficie censada estén considera- das como “otras tierras”, las que comprenden: pastos naturales, montes y chaparros, tierras inculto-productivas y tierras impro- ductivas. Sobre la superficie no censada, que en esta zona alcan- za a 1°332.440 hectareas, no se dispone de informacién que per- mita clasificar sus diferentes tipos de utilizacién o que establezca la superficie destinada a cada uno de ellos. — 23 — ZOwAa Wo. Ss PRADERAS INTERANDINAS Las Hoyas Interandinas estén comprendidas entre las dos cordilleras principales de los Andes, circunscritas de Norte a Sur por Nudos que generalmente se suceden a manera de eslabones y unen a los dos macizos andinos. El aspecto general de las Hoyas es el de un verdadero altiplano que se yergue entre la Costa y el Oriente, sin colindar directamente con estas regiones, sino por me- dio de las abras o brechas formadas por los rios a través de una y otra-cordillera, para dirigirse al Pacifico o al Amazonas. La altura media de las Hoyas Interandinas esta alrededor de los 2.500 metros sobre el nivel del mar, por lo que el cinturén altitudinal entre 2.500 y 3.000 metros sobre el nivel del mar co- rresponde a la zona en estudio, la cual esté ubicada entre la an- terior, zona de paramos andinos, y la inmediata inferior, que com- prende los valies abrigados y secos formados a orillas de los prin- cipales rios de cada Hoya,'a los que hemos clasificado como perte- necientes a la zona N? 3. Distribucién Geografica De Norte a Sur, esta ubicada en las Hoyas siguientes: 1°— Hoya del Rie Carchi, circunscrita al Norte por el Nu- do de Pasto y al Sur por el Nudo de Boliche, comprende un pe- quefio valle por el que corre el rio Carchi de Este a Oeste, sirvien- do en este sector de limite entre el Ecuador y Colombia. Este va- He pertenece a la zona N° 2 y por su elevacién se halla muy cerca de la zona de paramos. 2°— Hoya del Chota, entre los Nudos de Boliche al Norte y el de Mojanda-Cajas al Sur, encierra los valles de Ibarra, Otavalo —4— y Cotacachi, al sur del rio Chota; y al norte, los valles de Mira, San Gabriel y El Angel. En esta Hoya la seccién correspondiente a la zona en estudio circunscribe a la seccién de la zona inme- diata inferior y a su vez, esta cireundada por la zona de paramos desde los 3.000 metros sobre el nivel del mar. 3°— Hoya del Guayllabamba, limitada por los Nudos de Mo- janda-Cajas al Norte y el de Tiopullo al Sur, comprende los valles de Cayambe, Tumbaco, Los Chillos, Machachi, Turubamba, Chillo- gallo y Tabacundo. En estos valles la faja altitudinal que corres- ponde a esta zona esté comprendida entre los limites ya men- cionados. 49 Hoya del Patate, circunscrita al Norte por el Nudo de Tiopullo y por el de Sanancajas al Sur. Se extiende mucho de Norte a Sur y comprende los valles de Latacunga, Salcedo, Amba- to, Pillaro, Patate y Mocha. En esta Hoya la zona en estudio for- ma un angosto y alargado cinturén comprendido entre las zonas N° 1 y N® 3, ocupando esta Ultima la parte central de los valles. 5°— Hoya del Chambo, entre los Nudos de Sanancajas y Tiocajas al Norte y al Sur respectivamente, los que encierran los altiplanos de Riobamba, Cajabamba y Guamote y los valles de Guano y Penipe. En forma similar a la Hoya anterior, la zona N° 2 comprende un angosto cinturén entre las zonas Nos. 1 y 3. 6°— Hoya del Chimbo, comprendida entre la Cordillera Oc- cidental y el ramal de Chimbo, convergente con la Hoya del Chan- chan y encerrada entre los Nudos de Tiocajas y Azuay que se unen al Sur-Este. En la primera Hoya los valles de Guaranda, San José y San Miguel forman parte de un largo valle por el que corre el rio Chimbo y esté rodeado por una bifurcacién de la Cordillera Occidental. La estrecha faja comprendida dentro de esta bifurca- cion pertenece a la zona en estudio. En la Hoya del Chanchén encontramos el valle de Alausi, en el que la zona en estudio esté comprendida entre las zonas N° 1 y N® 3. 7°— Hoya del Cafiar, encerrada entre el alto y macizo Nu- do del Azuay y un ramal desprendido del mismo, el de Curiquin- gue-Bueran, es una de las Hoyas mas pequefias y la més alta. La elevacion menor a 3.000 metros sobre el nivel del mar en la par- te central de esta Hoya, corresponde a la zona N? 2. — 25 — 8°— Hoya del Paute, entre el ramal o contrafuerte del Nu- do del Azuay que forman los paramos de Curiquingue-Buerdn al Norte y el Nudo de Portete-Silvan al Sur. Encierra los valles mas amplios del callején interandino, los valles del Tarqui y To- mebamba que pertenecen a la zona N? 2 y los de Paute y Guala- ceo que corresponden a la zona N? 3, 9°— Hoya del Jubones, cerrada al Norte por el Nudo del Por- tete, Tinajillas-Silvan y al Sur por el Acacana-Guagrahuma. En- cierra el valle de Yunguilla, del cual sdlo una delgada faja corres- Pponde a la zona N° 2, la que estA limitando con la Zona N? 1 y cireunscribe a la seccién de la Zona N® 3, que en este valle es re- ralativamente amplia. 10.— Hoya del Zamora, encerrada al Norte por un sector del Acacana-Guagrahuma y al Sur por el pequefio Nudo de Caja- numa. Es la Hoya mas pequefia y la mds baja. Esta Hoya posee una complicada y abrupta topografia que no permite generalizar sus caracteristicas. La Cordillera Oriental es mas baja en esta porcién del pais, lo que ha ocasionado que la vegetacién tipica de paramo bordee los 2.600 metros, y las plantas tipicas del clima templado se desarrollen muy pr6ximas a esta altura. En la por- cién Central y Norte del pais las vegetaciones tipicas de paramo y de tipo clim&tico templado estan separadas por cinturones de variada amplitud longitudinal, pero en la porcién Sur, este cin- turén de transicién es de diffcil delimitacién por lo que la divi- sion zonal propuesta para la seccién de la zona N® 2 de esta Hoya, ja consideramos aproximada. Se espera que en un futuro proxi- mo se cuente con mayor informacion para delimitarla con mas exactitud, sin embargo, en el mapa constan dos 4reas pertene- cientes a la Zona N® 2 y son las correspondientes a Loja y Gon- zanama. Topografia e Hidrografia La Zona N° 2 al hallarse ubicada en los declives internos de los Andes y en un nivel altitudinal inferior a la zona de para- mos, presenta una topografia que esta en intima relacién con la compleja configuracién de las dos cordilleras y con su gran irre- gularidad orogr&fica, por lo tanto presenta los fenémenos topo- graficos mas variados y grandes contrastes. Se puede observar areas con gradientes muy pronunciadas al iniciarse el descenso f nat gg tia de les paramos hacia los valles que encierran las Hoyas, los que incluyen las fajas correspondientes a esta zona; otras 4reas, co- mo en las faldas occidentales del Cayambe, presentan gradientes menos inclinadas, siendo su topografia de ondulada a moderada; otras secciones de esta zona presentan una topografia muy irre- gular, limitada por numerosas quebradas, variables en amplitud y profundidad. También se forman altiplanos, mesetas, y Ma- nuras con moderada topografia, recortados por los profundos cau- ees de los numerosos rios que corren entre ellos. Esta zona com- prende también hondos valles, no muy amplios, rodeados de 4reas de topografia mds o menos accidentada, como es el caso del valle de Chimbo. En general, la zona bajo estudio posee todas las va- riaciones topograficas susceptibles de encontrar en la Cordillera de los Andes. Las Hoyas Interandinas han sido clasificadas por los ge6- grafos como Hoyas Orieniales y Occidentales, segin tengan su sistema hidrograéfico dirigido hacia el Oriente o hacia el Pa- effico. Esta orientacién del sistema hidrografico tiene una mar- cada influencia sobre los elementos climaticos de cada Hoya, por Jo que se cree conveniente enumerar los principales rios de acuer- do a la orientacién de su cauce. La Cordillera Occidental ha ofrecido menos obstdculos a la erosién fluvial, debido a su formacién preferentemente cretacea recubierta de material volcAnico, no asi la Cordillera Oriental mds alta, uniforme y de formacién fundamental ignea, con abundan- cia de rocas cristalinas que apenas ha dado paso a tres rios, el Pastaza, el Paute y el Zamora. A través de la Cordillera Occiden- tal se han abierto paso los Rios Carchi, Chota, Guayllabamba, Chanchan, Cafiar y Jubones. Estos variados y numerosos sistemas hidrograficos nacen en las partes altas de las Cordilleras y descienden hacia el inte- rior de las Hoyas, formando con frecuencia profundas quebradas, y al recibir las aguas de sus numerosos afluentes aumientan el vo- lumen de su caudal. Clima . A esta zona pueden aplicarse algunas de las consideracio- — 27 — nes heckas sobre el clima de la zona de paramos. Asi por ejem- plo, las variaciones diarias de la temperatura son mayores en los lugares secos o en Ja estacién seca que en los lugares himedos o en el periodo Iuviosc. En Quito se han observado variaciones diarias de hasta 18° C., generalmente en el mes de Agosto. Ferdon (1) en su estudio sobre los climas del Ecuador, al referirse a los patrones de.temperatura de la Sierra manifiesta que la mayoria de éstos muestran la caracteristica de la doble cur- va maxima del control del sol ecuatorial (segiun la posicién equi- noccial o solsticia!), y que los promedios anuales de temperatura presentan una minima variaci6n. Se observa una total armonia en los patrones de las cur- vas de temperatura anual desde Cotopaxi hacia el Sur, hasta Lo- ja, seccién en la -cual se inicia la influencia del régimen del he- misferio austral sobre la temperatura, con periodos frios entre Junio y Septiembre. En muy pocas de las estaciones del Centro y del Sur esta tendencia se ha desarrollado hasta el punto de for- mar una sola curva puntiaguda; en la mayoria de los casos se nota un leve desarrollo de un maximo secundario, produciéndose las temperaturas mas altas desde Noviembre a Diciembre con una pequefia baja en Enero, y desde este mes nuevamente mas altas temperaturas en Febrero y Marzo y a veces hasta en Abril. Al norte del Cotopaxi, en el.-cauce superior del Guayllabamba, existe una franja con direccién Norte-Sur que comprende las orillas " oriental y occidental del cauce a lo largo de las laderas interiores de los Andes, que presenta una curva de temperatura influencia- da-por el régimen del hemisferio norte, en la cual los meses mas frios van de Noviembre hasta Marzo. Al norte de la cuenca del Guayllabamba se presenta la doble curva maxima, al igual que en la linea equinoccial, abarcando una gran drea que incluye a Quito, Tabacundo y Puéllaro. En la regién Central se ha observado que en los pasos del Cotopaxi existe un cambio marcado en la direccién de los vientos estacionales, dominando los vientos australes desde el mes de Ju- nio hasta Diciembre. Durante este periodo las corrientes de aire que fluyen de los paramos del Cotopaxi en direccién norte, pro- (D Ferdon— Op. ct. — 28 — ducen disminucion en ia temperatura de las Hanuras desde Junio a Septiembre. Este efecto enfriante se desarrolla aproximadamen- te en 0° 15’ latitud Sur. Excepciones de estos patrones constitu- yen Chillogallo, Aloag y Pintag, en donde la curva de temperatu- ta presenta la influencia del hemisferio norte, ya que de Noviem- bre a Marzo la temperatura desciende posiblemente como resulta- do del efecto enfriante de los vientos Sur-Occidentales, que soplan en estos meses. Ya se indicé que existe un factor geografico que tiene una marcada influencia sobre los elementos climaticos de cada Hoya, segin tengan su sistema hidrografico crientado hacia la Costa o hacia el Oriente. E] sistema fluvial de cada Hoya desagiia a tra- vés de una gran brecha o profundo cafién abierto en la respecti- va, cordillera, Naranjo (1) analiza las diferencias climaticas de las Hoyas que se comunican con la Costa, como la de Quito o la de Ibarra, las que presentan una temperatura media mensual muy constan- te. Las variaciones generalmente no exceden de 19 C., asi por ejemplo en Quito con una estadistica de 66 afios, se observa que el promedio mensual para el mes de Noviembre (temperatura mas baja) es de 12,8° C. y para Agosto (temperatura mas alta) es de 13,19 C., es decir una diferencia de apenas 0,3° C. En las Hoyas que se comunican con el Oriente, como las de Ambato, Cuenca y Loja, la variacién entre el mes mas tibio y el mas frio es de apro- ximadamente 3° C. Mas interesante que el estudio de las medias mensuales es el analisis de las temperaturas m&ximas y minimas, andlisis que permite observar mas claramente el diferente régimen térmico de Jos dos tipos de Hoyas, al juzgar la evolucién de la temperatura durante el dia y la noche. Las Hoyas occidentales, como las de Quito e Ibarra, se caracterizan por presentar curvas de tempera- tura con un primer ciclo correspondiente a los meses de Junio, Julio, Agosto y Septiembre, en los cuales se registra durante el dia las m&s altas temperaturas y por la noche las més bajas: asi (2) Naranjo, Plutarco— “Microclimas del Ecuador”.— Ciencia y Naturaleza- Re- vista del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Central, — Volu- men II, N° 1. — Quito, — Mayo 1959. —229-—~ Por ejemplo, en Quito, en Septiembre el promedio de maximas es 22,1° y 6,79 C. el de minimas. Los siguientes meses corresponden al otro ciclo en el cual la temperatura se desplaza menos hacia ambos extremos, asi en el mes de Mayo el promedio de maximas Para Quito, es de 20,49 y el de. minima 8,49 C. El primer ciclo comprende un perfodo despejado con pocas nubes y vientos mas fuertes, especialmente después del medio dia; en el segundo ci- clo hay mas nubosidad y menos vientos. Las Hoyas en comunicacién con el Oriente se caracterizan en cambio por un sélo ciclo anual, a excepcion de la de Loja la que por su topografia recibe una fuerte influencia climdtica de la Costa. Durante la primera mitad del afio disminuye progresiva- mente Ja temperatura, tanto la m4xima como la minima, legando a los ms bajos valores en el mes de Julio y durante la otra mitad del afio, a partir de los ultimos dias de este mes, la temperatura sube progresivamente. Ambato, por ejemplo, en el mes de Julio tiene un promedio de maximas de sdlo 17,9° C. con 7,8° C. de mi- nimas, en tanto que en el mes de Abril la maxima sube a 20,29 C. y la minima es de 10° C. En estas Hoyas orientales el régimen térmico se parece al de Jas regiones templadas del Planeta, con sus cuatro estaciones anuales, pero, en el caso de las hoyas se presentan sdlo pequefias variaciones térmicas. Podria decirse que se esbozan las cuatro estaciones’' anuales siguiendo, aunque con cierta anticipacién, el ritmo ‘estacional del Hemisferio Sur. De Junio a Septiembre se esboza una estacién invernal en la que se “agostan” o vernalizan los manzanos, pérales, durazos, vid, etc., que requieren pasar tisiologicamente por un’ periodo de vernalizacién o hibernacién: Este esbozo de estacién invernal es la que més claramente’ se’ de- fine. Aunque los perfodos estacionales alternativos, secos y [u-' viosos, son claramente’ constantes, el total de las ‘precipitaciones durante ‘el perfodo de iluvias y la duracion de’ la estacién’ seca, presenta variaciones de afio’en afio. Desafortunadamente la ma- yor parte de los registros sobre ‘precipitdciones sé refierén a pe- riodos relativamente cortos, 10 que impide generalizar ‘conclusio- nes. La mayoria de las estaciones ubicadas en esta zona y que tienen: registros: sobre precipitacién estan agrupadas entre la li- —30— nea ecuatorial y 2° de latitud Sur. Al Norte de esta linea se en- cuentran las estaciones de Ibarra y Tulcdn, con datos y registros suficientes para indicar o ilustrar tmicamente la tendencia gene- yal de las precipitaciones. La cantidad de lluvia varia de una a otra hoya interandina y segin la topografia, de un sitio a otro dentro de la mistna Hoya, por lo que no es posible establecer un cuadro de conjunto con el detalle de la variabilidad e intensidad de las luvias en esta zona. El régimen de Iuvias no siempre muestra en su curva de precipitacién las dos m4ximas simétricas que por lo regular sue- len encontrarse en la regién ecuatorial. Pocas estaciones, como la de Quito, siguen este patron, pero la mayoria de las estaciones presentan ciertas variaciones. Desde 0° 40’ latitud Sur hacia el Norte, se observa una tendencia hacia la formacion de tres picos o maximas de precipitacién anual. Esta tendencia puede encon- trarse durante o inmediatamente a los periodos equinocciales y nuevamente durante el o inmediatamente al solsticio de Diciembre (Ibarra, Puéllaro, Guayllabamba, Chillogalio, Aléag, Sangolqui y Pintag). En Ja mayoria de los casos las luvias mas fuertes del afo se producen en Marzo o Abril (primera maxima).. La segun- da maxima equinoccial por lo regular se produce en el mes de Oc- tubre, alcanzando la curva a menudo suficiente altura como para ser clasificada como maxima secundaria, pero en ocasiones es eclipsada por fuertes lluvias que ocurren durante los meses de invierno del Hemisferio Norte, o sea de Diciembre a Enero. En la mayoria de los casos la principal estacién seca del afio se presen- ta de Julio a Agosto, mientras que el periodo secundario de esta temporada seca es algo contradictorio, dependiendo en gran par- te de la presencia o ausencia de la maxima de precipitaciones de Diciembre o Enero. En las faldas superiores occidentales de la Cordillera Oc- cidental se ha observado una tendencia ascendente del régimen seco-hiimedo de la Costa adyacente, segtin las observaciones de Jas estaciones de Guaranda y Alausi. Esto se podria interpretar como que en estas secciones de la zona N? 2, existe una sola esta- cién htmeda-seca cerca del equinoccio de Marzo, con una ligera precipitaci6n en el mes de Octubre. Desgraciadamente, el numero limitado y la distribucién See geografica de las estaciones meteorolégicas es insuficiente para poder dar una interpretacién satisfactoria de las causas que, en la regién interandins, determinan la variacién de los patrones de lluvia. La orientacién geografica con respecto a las brechas de las cordilleras, los pasos bajos y las barreras de las cordilleras juegan un papel muy importante, al permitir o impedir la entrada de Jos vientos bajos y htimedos hacia el interior de las Hoyas. Por otra parte, la intensidad o debilitamiento estacional de los vientos ¥ la posicién equinoccial o solsticial del sol, constituyen también factores que determinan el patron de precipitaciones, propio de cada localidad. : Naranjo (1) manifiesta que, la curva de cantidad mensual de luvias en las Hoyas que se comunican con la Costa, presenta dos picos u ondas, bien marcados; el mayor en Abril, que es el mas Iluvioso y el menor, entre Octubre y Noviembre, siendo los meses de Julio y Agosto sumamente secos.. En las Hoyas que se comunican con el Oriente, en cambio hay menos diferencia entre el mes mas Iluvioso y el menos Iluvioso, y aunque se dibujan los dos picos u ondas que corresponden también a Abril y Octubre, son mucho menos marcados que en la Hoya Occidental de Quito. La Hoya de Quito es una de las mas lluviosas de la altipla- nicie interandina, con un ritmo interdiurno particular y que di- fiere del de la Hoya Oriental de Ambato. La causa de este fend- meno, tiene su explicacién en que la Cordillera Occidental en la Hoya de Quito es relativamente baja y con varias gargantas por donde, sobre todo en la mafiana, pasan grandes masas de vapor de agua desde la Costa hacia la Cordillera Oriental, mas alta y uniforme. En esta cordillera se condensan los vapores de agua y se forman nubes que a partir del medio dia son arrastradas en direccién oeste por los vientos alisios que predominan después del medio dia. Esto determina que en Quito el maximo de precipi- tacion, en relacién a las 24 horas del dia, se produzca entre 2 y 4 de la tarde. En las Hoyas orientales de Ambato y Cuenca, en cambio hay mas precipitaciones durante las noches que durante el dia. El grado de diferencia en la nubosidad anual entre varias Gd) Op. et, gga localidades de la zona en estudio depende de la altitud, los vien- tos y las caracteristicas fisiograficas. Las observaciones realiza- das en varias estaciones, demuestran claramente que las altas cumbres, en la zona de pdramos, son regiones con frecuencia muy nubladas, nubosidad que decrece en les laderas interiozes de las cordilleras y en los valles interandinos, a menos que medien otras condiciones especiales. Ferdon (1) cita un ejemplo de estas con- diciones especiales, 21 expresar que en Ambato, a pesar de su cli- ma semiarido, en siete meses del afio existe un 25% de dias nu- blados. La explicacién de este fenémeno se debe, aparentemen- te, a la influencia de los vientos cdlidos y himedos del Amazonas, encafionados por el abra del Pastaza. Hacia el Sur, en Loja, se presenta otro caso de nubosidad local, por su posicién cercana al cauce superior de los rios Catamayo y Zamora, donde las condi- ciones para la formacién de nubes son favorables. A pesar de que la cantidad anual de nubosidad puede va- riar de una estacién a otra, sin embargo, el ritmo estacional es el mismo en el Callején Interandino. El mayor porcentaje de nubosidad generalmente precede, acompafia, o algunas veces si- gue a la estacidn lluviosa principal. Algunas localidades mues- tran un leve cambio o diferencia en el porcentaje de nubosidad, durante o después de la pequefia estacion Muviosa secundaria, la que por lo regular se presenta en el mes de Octubre, inmediata- mente después del equinoccio. Excepciones de esta generalizacién se observan en Loja e Ibarra. En Loja, por ejemplo, hay un alto porcentaje de nubes densas durante la principal estacién lluvio- sa, en los meses de Enero a Abril; en Mayo las lluvias y los nu- barrones disminuyen un tanto, pero en Junio, con el advenimien- to de los fuertes vientos Sur-Occidentales, se presenta un leve in- eremento de las precipitaciones, por un aumento similar en el porcentaje de neblinas. En este aspecto, Loja es similar a la Cos- ta Sur, en donde e] advenimiento de los fuertes vientos estacio- nales Sur-Occidentales provenientes de la corriente de Humboldt, se advierte por un considerable aumento en el porcentaje de dias con alta nubosidad. En Ibarra, sin embargo de que el porcentaje de nubosidad es pequefio, aleanza el maximo en los meses de Enero y Febrero, a) Op. et. zea 8 spiace inmediatamente después del solsticio de Diciembre, en vez de efec- tuarse en el apogeo de la temporada de Iluvias, durante los meses de Abril y Mayo. Esto puede atribuirse, en parte, a la desvia- cién de los vientos Nor-Orientales que alcanzan su maximo desa- lo en estos meses, los mismos que corren desde la costa por el encafionado del rio Mira y alcanzan a la Hoya de Ibarra por el Nor-Este. Estos vientos acusan una cantidad de calor mayor que la usual y un gran porcentaje de humedad, dando como resulta- do que al llegar a la zona de Ibarra, se incremente su nubosidad. Estudiando en conjunto los factores temperatura y hume- dad atmosférica, se puede apreciar que existe una correlacién en- tre los valores mensuales correspondientes. La orientacion de las hoyas determina variaciones para estos factores combinados, asi, encontramos que en las Hoyas occidentales, como la de Quito, se registran apreciables variaciones de humedad atmosférica durante el afio, siendo esta variacién de un 20 por ciento entre el mes mds seco y el,mas humedo. Naranjo (1) manifiesta que, siendo los meses de Junio, Julio y Agosto los mds secos, la temperatura me- dia mensual registra una variacién de apenas 0,3° C., durante los cuales, en la madrugada se registra la humedad relativa maxima y a las 14 horas, la minima. Al hacer un estudio de relacién entre la temperatura maxima y la humedad minima y viceversa, se en- cuentra que en los meses de Junio a Septiembre, la temperatura se desplaza a extremos opuestos durante el dia y durante la no- che, pero la humedad atmosférica tanto en el dia como en la no- che es inferior al resto de los meses, en los cuales la temperatura presenta menores variaciones pero la humedad atmosférica es ma- yor, tanto durante el dia como durante la noche. En las Hoyas orientales, la humedad atmosférica no varia mas de un 5 por ciento entre el mes mds htimedo y el més seco, en cambio la temperatura varia m4s ampliamente. Esto demues- tra que las Hoyas comunicadas con el Oriente, presentan grandes variaciones térmicas y fijeza en la humedad atmosférica, en cam- bio, las Hoyas comunicadas con la Costa, presentan grandes va- viaciones de humedad. atmostférica y fijeza térmica. Generalizando las caracteristicas climdticas de esta zona, @) Op. et. — 84— se puede establecer la temperatura media anual para las dife- rentes secciones de la misma, ia que oscila entre 16 a 11° C., segin las localidades y su limite con ia zona de paramos o con la Zona N° 3, inmediata inferior. Entre estos dos valores térmicos anua- les medios, se encuentran las temperaturas de la mayor parte de las ciudades de la Sierra. A base de los registros existentes sobre precipitaciones, se puede estimar que esta zona recibe de 1.000 a 1.500 mm. anua- les. La estacién seca principal se presenta de Junio a Septiembre y Ja Ituviosa principal de Diciembre a Abril; generalmente una estacion lluviosa corta ocurre en el mes de Octubre. Los prome- dios anuales sobre humedad relativa, registrados en las diferen- tes estaciones meteorolégicas pertenecientes a esta zona, permiten estimar un porcentaje que oscila entre 72 y 85 por ciento. Partiendo del Mapa Clim4tico de Ferdon (1) podemos esta- blecer que el subtipo climatico correspondiente a esta zona es: (Cwbi) templado-luvioso, con estacién seca y verano frio. Las heladas se presentan con mayor frecuencia en el perio- do de noches frias y dias calurosos, con baja humedad atmosfé- rica tanto durante el dia como durante la noche. Las tempes- tades torrenciales y granizadas ocurren generalmente en los me- ses de Marzo a Abril y de Agosto a Octubre. Suelos En las Hoyas Interandinas han sido observadas y recono- cidas las relaciones altitudinales y de suelos, diferenciando los suelos franco-arenosos, de color claro o coloreados de los valles, en Jos que prevalecen condiciones climaticas semidridas, y los suelos de las partes mas altas donde la precipitacion es més abundante, que presentan suelos negros, francos y ricos. También se ha es- tablecido la presencia de material volednico consolidado (canga- hua) en muchos perfiles de suelos. Este material generalmente Teposa desde los 60 centimetros hasta 3 metros o m&s, por debajo de la capa franco-arenosa muy fina o franco-limosa. @) Op. et. —36— Pedienton (2) al deseribir algunos de ios importantes sue- ics del Ecuador, cita en primer lugar los “materiales fragmenta- rios voleanicos pardo-grisaceos del norte de los Andes. Estos sue- los son con frecuencia arenosos y erosionables. Hay algunos hard- pans (capas endurecidas), y suelos arcillosos parduzcos rojizos de los valles del sur de los Andes. Estos suelos son menos produc- tivos que los suelos volcdnicos”. Meyer (1) al realizar estudios paleontolégicos, manifiesta estar de acuerdo con las conclusiones de Humboldt, Wagner, Wolf, Reiss y Stubel, quienes hicieron estudios anteriores, de que, los grandes depésitos de “tufa” café Hamada cangahua, representa un periodo reciente de intensa actividad volcénica y que ésta per- tenece al periodo cuaternario, Miller (2) clasificé a estos suelos como “suelos de la Sie- rra Htimeda o suelos serranos-himedos” y al compararlos con los suelos negros de paramos, manifiesta que son ligeramente mas abrigados y mas fértiles que éstos. Afiade, que su color negro es bastante parecido al de los suelos de “pradera” y que la materia organica tiende a trasladarse dentro del subsuelo, donde forma peliculas de revestimiento en los agregados. Frei (3) clasifica a estos suelos como “brunizems”, ejemplar obscuro y ejemplar claro. Brunizem es un nombre tentativo. pa- ra un grupo de suelos que tienen similitud con los de pradera o Brunizem no ecuatoriales, de clima cdlido. Efectivamente, a los suelos de “pradera” norteamericanos se los ha denominado “bru- nizems” y los suelos que corresponden a la Zona N°? 2, son seme- jantes, aunque no exactamente iguales. Los rasgos caracteristicos de este brunizem ecuatorial son: color pardo-gris&ceo obscuro del grueso horizonte superficial, en marcado contraste con el color negro de los suelos andinos de pa- (2) Wylie, KathrynE. Ecuador’s Agriculture and the war. (Foreing Agriculture 10 N° 12 p. 19, section on soils by R. L. Pendleton 1946). U.— Review of Knowledge Pertaining to solis. H, Miller. () Meyer, Hans. En los Altos del Ecuador, pp. 607-18. Imprenta de la Universi- dad, Quito, (A Translation from de german. 1940). (2) Op. ct. (3) Op. ct. of ag ramos. Con frecuencia el perfil dei suelo no esta lixiviado (lava- do), y por lo general, acusan un pH que va de 5,4 a 6,6. A veces se encuentra carbonaio de calcio en e! subsuelo, casi siempre en forma de eflorecencias. Son por lo general franco-arenosos, me- dianamente profundos. La porcién Sur de la zona, presenta sue- jos franco-arcillosos. A continuacién se describe un perfil, tomado al azar, de los suelos de esta zona: Localizaci6én: Norte de Quito hacia Otavalo. Examinado por: Roberts y R. Pacheco. Elevacion: Aproximadamente 2.500 metros. Relieve: Ondulado para empinado. Vegetacién: Hierbas de pastos, trigo, alfalfa. Drenaje: Bien drenado o moderadamente bien drenado; drenaje algo restringido a la profundidad de 1a 1.5 metros. Permeabilidad: Moderadamente permeable hasta una profun- didad de 90 centimetros, de ahi lentamente permeable. Erosion: Erosién laminar moderada o moderadamente severa,, Material original: Ceniza voledanica (Probablemente més de una deposicién) . Perfil del suelo: Al 0-26 cm. Pardo obscuro griséceo (10YR 4/2; pardo muy obs- curo, 10YR 2/2, htimedo), franco arenoso, no pega- joso, no plastico, tiene débil estructura subangular media y es suave cuando seco, digestién con agua oxigenada solamente en los 15 centimetros super- ficiales. pH 6,6. Rafces bien desarrolladas. B2 (0 A/B) 26-50 cm. Pardo (10YR 4/3), pardo muy obscuro, (10YR 2/3 himedo), areno-fino-franco-arcilloso, dé- bil subangular medio, es moderadamente plastico cuando humedo y algo duro cuando seco. pH 6,8. C 50+ cm. Pardo grisdéceo (10YR 5/2), pardo grisfceo muy obs- so Bye euro, (10YR 3/2, htimedo), franco arenoso, modera- damente plastico que es muy duro cuando seco y tiene débil estructura angular media para gruesa. pH 7,0. Wolf (1) define a la cangahua como aquella toba fina de color blanco o amarillento, que cubre con un manto mas o menos grucso las faldas de las montafias bajas siguiendo las ondulacio- nes del terreno; parece ser el producto de la sucesiva descomposi- cién de las andesitas,; lavas y tobas, cuyas particulas sumamente finas, llevadas por las aguas Iuvias y especialmente por los vien- tos, se depositaron en la superficie terrestre. En cuanto a la fertilidad de estos suelos, basndonos en los datos de laboratorio con los que se cuenta al momento, se pue- den generalizar sus caracteristicas: acusan una reaccién débil- mente acida con un promedio de 5,8 a 6; su contenido de carbo- no total va de 1 a 2% como promedio; en nitrégeno total estos suelos son variables en su contenido, el que va de 0,12 a 0,28%; en calcio estan bien provistos; en fésforo asimilable, la generalidad acusan deficiencia (contenido bajo); en potasio, por lo general tienen un contenido alto, pero pueden también presentarse areas de contenido medio. En materia organica, presentan una defi- ciencia actual por el uso continuo del suelo, el normal mas fre- cuente va de 2 a 3%. Naturalmente, dentro de las diferentes secciones compren- didas en la zona en estudio se presentan variaciones en cuanto al contenido de los principales elementos nutrientes del suelo, por Jo que varian las formulas de fertilizacion adecuadas para obte- ner incrementos significativos en las cosechas. Experimentos rea- lizados en parcelas experimentales, demuestran por lo general una respuesta significativa a la adicién de los elementos fésforo y ni- trégeno. Vegetacién Natural En esta zona se puede observar una escasez o ausencia casi completa de bosques, pues la vegetacién arbérea que debia existir ) Op, et. — 38 — en su estado natural se ha reducido a chaparrales, los que se han conservado en algunas quebradas inaccesibles y se les considera como matorrales. La vegetacién natural de esta zona, de acuerdo a sus con- diciones climaticas caracteristicas, debia ser bosque himedo. En las Hoyas interandinas se ha concentrado aproximadamente el 50 por ciento de la poblacién dei Aicuador, la que ha alterado la fiso- nomia de la vegetacién natural por la necesidad de ir ampliando la frontera agricola y dedicar nuevas tierras a las explotaciones agricolas y pecuarias, La flora herbacea es rica y muy variada, entre las que se pueden citar las Calceolareas, las Salvias y algunas. especies de Hypericum, que parecen preferir los terrenos cangahuosos; los gé- neros Chenopodio, Plantago, Solanum y muchas gramineas como las de género Paspalum, etc. Erosion El problema de la erosién en la regién interandina ha al- eanzado proporciones alarmantes en las areas de cultivo intensivo, debido al mal manejo del suelo'y a las caracteristicas topografi- cas predominantes. En este estudio, no es posible analizar en for- ma detallada las diferentes causas ni los diferentes grados de ero- sion que presenta la zona en estudio, como tampoco, recomendar los métodos mas aconsejados para combatir o controlar este fend- meno, cuyos efectos desastrosos pueden ser observados frecuente- mente, En esta zona, las caracteristicas topograficas, la naturaleza de los suelos, sueltos y generalmente reposando sobre capas de eangahua, el cultivo intensivo, las inconsultas practicas agricolas, particularmente en las laderas inclinadas, los métodos defectuo- sos de suministrar al suelo el agua de riego, han contribuido al desgaste acelerado y atm a la pérdida de la capa arable, dando origen a carcavas de diferente amplitud, profundidad y extensién. Al estudiar el clima de la zona se indic6 la variabilidad de las precipitaciones anuales.y que. en determinados periodos del afio las lluvias son torrenciales, las que provocan arrastre del mate- vial friable (suelto) que reposa sobre subsuelo impermeable. — 39 — La erosi6n causada por las aguas de lluvia es la predomi- nante en la region andina, en cambio la erosién edlica, esta deli- Mitada a determinadas dreas de tierras sueltas, como en los alti- Planos de Riobamba, Guamote, Tabacundo, ete., en donde ha oca- sionado un desgaste laminar intenso y uniforme de la superficie del suelo. Uso Agricola Actual Esta zona es una de las mas intensamente cultivadas en el pais, produce cereales, tubérculos, legumbres, frutales y su explo- tacién pecuaria es variada. Los principales cultivos que se rea- lizan en la zona, son los siguientes: Trigo, cultivo que en estos ultimos afios ha recibido mayor atencién en cuanto a seleccién de semillas y practicas de fertili- zacion, obteniéndose un regular incremento en la produccién. Los rendimientos por lo general son bajos (13 qq. x Ha), pero en los ensayos de fertilizacion a base de N y P realizados por la Comision Nacional del Trigo, se han alcanzado como promedio, rendimientos de 28 a 30 quintales por hectarea. Cebada, cultivo que al igual que trigo, papas y habas se los realiza también en la zona de paramos; maiz, cultivo muy gene- ralizado y que en algunas areas constituye monocultivo. Papas, tubérculo nativo de los Andes, se lo cultiva actualmente dando mayor atencién a fertilizacion, labores culturales y control. fito- sanitario. Centeno y avena, que ocupan un segundo lugar en relacién a los cereales antes mencionados. Quinua, que generalmente cons- tituye un cultivo asociado. Arveja, lenteja, habas, fréjol, gar- banzo, etc., son cultivos agricolas tipicos de la zona. La cabuya negra, utilizada generalmente en cercos vivos y la blanca para la obtencion de fibra. Entre las hortalizas se cultivan principalmente: col, coliflor, cebollas, lechuga, remolacha, rébanos, zanahoria: blanca y ama- villa, tomate, aleachofa, apio, achocha, aji, espérrago, nabo, zam- bo, zapallo, etc. —40— Entre los frutales: manzanas, capuli, babaco, chamburo, chigualcan, frambuesas, guabas, limén, naranja agria, granadi- na, tomate de Arbol, taxos, peras, duraznos, albaricoque, mem- brillo, tocte, etc. Algunos de estos frutales se los cultiva, espe- cialmente, en el sector de. transicién de esta zona con la zona in- mediata inferior, 1a N° 3, y producen mejor de acuerdo a las con- ‘diciones climaticas y eddficas locales. Entre las forestales se pueden mencionar el eucalipto, ci- prés, acacias, sauces y molle. Entre los pastos cultivados predominan Ryegrass, Pasto Azul, Festucas, Tréboles, Holco. El kykuyo (Pennisetum clades- tinum), que por ser un pasto invasor ha sido declarado plaga na- cional. Entre las forrajeras, la alfalfa es la mas generalizada en esta zona. La explotacién pecuaria comprende: ganaderia de leche, la que predomina y ganaderia de carne, aunque limitada; ovinos, ca- prinos, equinos, porcinos y aves.. Es la zona que presenta la mé- xima variacién en cuanto a explotaciones agricolas y pecuarias. Posibilidades de Uso Por las caracteristicas climaticas y eddficas de esta zona, se deduce que tiene buenas posibilidades actuales y potenciales para agricultura, ganaderia y forestacién. Los bajos rendimien- tos se deben a la falta de técnica agricola con que se realizan los cultiyos, asi como a los sistemas y métodos empleados y a los recursos econémicos de los agricultores. El rendimiento que actualmente se obtiene como promedio €n los diferentes cultivos de esta zona, puede ser aumentado sig- nificativamente a base de Investigacion y Extensién agricolas, di tribucién de semillas mejoradas, fertilizacion adecuada, rotacién de cultivos, distinguiendo los agotantes de los de conservacién, métodos y sistemas técnicos de explotacion, etc. Esta zona posee condiciones favorables para aumentar el rendimiento por unidad de superficie cultivada y por animal en explotacién. Los terrenos marginales deberian ser dedicados a reforesta- cién, para la produccién de combustible, maderas, control de la erosion, pastoreo y forraje. age Se han cultivado algunas plantas oleaginosas, en forma ex- perimental en areas restringidas, como linaza y girasol. Los re- sultados obtenidos hacen suponer que se las podria cultivar bajo condiciones econémicas. Superficie Estimada Se estima que la superficie correspondiente a la zona de Praderas Interandinas es de 9,231 kilémetros cuadrados o sea 923.100 hectareas. A base de los datos del Censo Agropecuario. Nacional de 1954 se ha elaborado tabulaciones a nivel parroquial distribuidas por zonas agricolas, obteniendo Para esta zona los si- guientes valores: La superficie censada en esta zona alcanza a 605.761 hec- téreas que corresponden al 66% de la superficie total de la mis- ma. De esta superficie censada 233.613 hectareas, 0 sea el 38.5% corresponde a “tierras bajo cultivo”, clasificadas por su utiliza- cion en: cultivos anuales y semipermanentes; pastos artificiales y alfalfares; barbechos o tierras en descanso y cultivos permanentes. La superficie restante 372.148 hectareas, igual al. 61.5% de la su- perficie censada estan consideradas como “otras tierras” compren- diendo: pastos naturales, bosques y montes, tierras inculto-pro- ductivas y tierras improductivas. La superficie no censada y sobre Ja cual no hay informacién es de 317.339 hectéreas.- —42— ZONA No. 3s SECA Y BAJA INTERANDINA Esta zona se halla ubicada también en les Hoyas Interan- dinas, siendo sus limites altitudinales variables, desde 1.500 mts. sm.m. en algunas areas hasta sobrepasar los 2.500 metros de al- ture. Comprende los encafionados de los principales sistemas hi- drograficos de las diferentes Hoyas que desagiian hacia el Paci- fico o hacia el Amazonas a través de las dos principales Cordi- Heras. Esta zona se caracteriza por su clima semidrido y por su vegetacién xerofitica. Distribucion Geografica La distribucion geografica de esta zona esta correlacionada con la de la zona anterior, ya que comprende las porciones cen- trales y secas de los valles interandinos. Siguiendo la direccién Norte-Sur, las secciones correspondientes estan comprendidas en las Hoyas de: 1. Hoya Occidental del Chota: En esta Hoya el amplio va- lle de Ibarra y el encafionado del rio Chota extendiéndose hacia el curso inferior de sus principales afluentes Apaqui, Angel, Taguan- do, Ambi, etc. En esta seccién de la zona, la parte superior co- rresponde en el mapa de Ferdon (1) al subtipo climatico (BSh), estepa caliente o clima caliente semidrido; y la parte inferior al subtipo (Awi), sabana tropical. 2. Hoya Occidental del Guayllabamba: El encafionado del _ rio Guayllabamba y el curso medio e inferior de sus afluentes Pis- que, Quinche, Chiche, San Pedro, Monjas, etc., corresponden a la @ Op. et. —43— seccion de esta zona, porcién que segtin Ferdon (1) presenta dos subtipos climaticos (BSh) estepa caliente, y (BSk) estepa fresca. 8. Heya Oriental del Patate: En la parte central de esta alargada Hoya, los encafionados formados en el curso medio e in- ferior de los afluentes del rio Patate: Pumacunchi, Cutuchi, Isin- che, Nagsiche, Guapante, Ambato y Pachanlica, hasta la confluen- ha clasificado la seccién de esta zona como (BSk) Subtipo clima- cia del Patate y el Chambo para formar el Pastaza. Ferdon (2) tico que corresponde a estepa fresca semidrida, 4. Hoya Oriental dei Chambo: La seccién de la zona N° 3 comprendida dentro de esta Hoya empieza en el curso inferior del rio Chambo y sigue hasta su curso medio, prolongandose por los encafionados de sus principales afluentes abarcando el curso me- dio e inferior de los mismos; estos afluentes son: Guano, Chibun- ga, Cebadas y Guayllabamba. Segin el mapa de Ferdon el area correspondiente a esta zona, en forma similar a la de la Hoya anterior, corresponde a estepa fresca semidrida y se halla cir- cunscrita por la seccién correspondiente a la zona N? 2. 5. Hoya Occidental del Chanchan: En esta Hoya secun- daria, la delgada faja formada por el encafionado del rio Alausi, el que posteriormente toma el nombre de Chanchan, correspon- de también al subtipo climatico estepa fresca, siendo aproximada la limitacion suroccidental que hemos tomado. 6. Hoya Oriental del Paute: Los valles formados por los encafionados de los rios Burgay, Gualaceo y Collay, corresponden a esta zona. Desgraciadamente no se cuentan con registros sufi- cientes que proporcionen datos sobre temperatura y precipitacién que permitan aplicar la clasificacion de Koppen a esta seccién de la Zona N° 3, sin embargo, por las caracteristicas generales que presentan estos valles se cree que corresponden a la Zona N°? 3, y se los puede considerar como 4reas de transicién entre las zonas Nos. 2 y 3. 7. Hoya del Jubones: El amplio valle de Yunguilla por el @ Op. ct. (2) Op. et. —44— que corre el curso medio del rio Jubones, recibiendo las aguas de sus principales afluenies: Rircay, Sulupali, Yaushari, Salado, Uchu- cay, San Francisco, Ganancay, etc., pertenece a esta zona. En forma similar a lo que ocurre en el encafionado del rio Chota, la porcién superior corresponde a estepa fresca y la inferior ai sub- tipo climatico (Awi) sabana tropical, de acuerdo al mapa clima- tico de Ferdon. 8. Hoya Suroccidental del Catamayo: Es la mas compli- cada y dificil de describir, asi como el fragmento de la Hoya de Macara que pertenece al Ecuador, y que comprende secciones de esta zona. Se halla ubicada a lo largo del curso superior del rio Catamayo, extendiéndose en abanico al seguir los encafionados de sus principales afluentes: Trapichillo, Guayabal, Malaca- tus, Vilcabamba, Piscobamba, Bella Maria, etc. Ya se indicé que la Cordillera Occidental presenta en la Provincia de Loja un relieve muy irregular y menor elevacién media que en la porcién central y norte del pais, por lo que se puede establecer en 1.000 mts. sn.m. el limite altitudinal inferior de esta zona, dentro de esta Hoya. Ferdon (1) en su mapa climatico ubica a esta seccién co- mo correspondiente al subtipo climatico estepa caliente, en su porcién superior, y como sabana tropical en su porcién inferior, la que se prolonga hacia ei suroccidente. Topografia e Hidrografia La topografia que presenta la zona es muy variable, se en- cuentran areas de topografia ligeramente plana, ubicadas en las partes profundas de los valles, las que se continuan hacia areas de topografia ondulada o inelinada, circunscritas por declives de fuerte pendiente. Las areas de topografia plana u ondulada se hallan bajo cultivo agricola cuando se dispone de agua de riego, en tanto que los declives son poco aprovechables y por lo gene- ral presentan una vegetacién natural muy escasa. En los enca- fionados de los rios Chota, Guayllabamba, Patate, etc., se pueden observar estas diferentes graduaciones topograficas, las que, jun- to con las posibilidades de riego, determinan el uso agricola del suelo, (1) Op. et. | ae eo Otras areas gozan de buena topografia, pero estan interrum- pidas por pequefias lomas y cerros cuyas laderas tiene fuertes pen- dientes, 0 por el cauce de los rios, generalmente profundos y que presentan en sus taludes cortes laderosos y erosionados. Ejemplos tipicos constituyen las porciones centrales de las Hoyas de Patate y Chambo, ya descritas. Al estudiar ia distribucién geografica de esta zona, se men- cioné los sistemas hidrograficos de cada Hoya interandina y su orientacién hacia el Oriente 0 el Occidente. El principal factor limitante para el uso agricola de esta zona es el factor agua, debi- do a falta de suficientes canales y acueductos que permitan apro- vechar los recursos hidricos que representan tanto los principales rios, como sus numerosos afluentes. Clima Al referirnos a la distribucién geografica de esta zona, se indicé también el subtipo climAtico de cada una de las secciones de acuerdo al sistema de clasificacién de Koppen. Las denomina- ciones adoptadas dentro del mencionado sistema, tales como: “es- tepa caliente”, “sabana Tropical” y “estepa fresca”, guardan re- jacion con la temperatura media anual de cada seccion, por lo que se puede deducir que ésta varia dentro de los valores com- prendidos entre 17 y 20° C. Por no existir suficientes: estaciones meteorologicas distri- buidas en las diferentes secciones de esta zona, no es posible pre- sentar un cuadro adecuado de patrones de temperatura. No obs- tante, se pueden indicar algunas caracteristicas generales. Las cuencas de los valles interandinos y la base de los pro- fundamente desgastados encafionados de la Sierra presentan un denominador comun, que consiste en la sequedad del ambiente y en la semiaridez del suelo, lo cual se refleja en una vegetacion es- casa. Empezando por el Norte, encontramos una region cdlida y semiarida ubicada en la unién de los rios Chota y Ambi en donde, & pesar de que los registros de la estacién de Chota proporcionan escasa informacién, el subtipo clim&tico puede fAcilmente esta- blecerse por la prevalencia de una rala vegetacién xerofitica. Al Sur, en la cuenca del valle del Guayllabamba, se encuentra una Ag area correspondiente al subtipo climdtico estepa fresca, con un nucleo central perteneciente al subtipo estepa caliente. En el va- lle central de la Hoya de Patate se encuentra una porcién que se extiende desde cerca de Latacunga y pasa por Ambato hacia el Sur, hasta Pelileo, con un subtipo climatico correspondiente a es- tepa fresca; mas al Sur, se encuentra la cuenca semid4rida de Rio- bamba, con un subtipo climatico similar al anterior. En el angos- to valle en forma de cinta que se extiende desde Alausi hasta Hui- gra, el subtipo climatico estepa fresca, comprende sélo el fondo de ese escabroso encafionado. En la seccién austral del pais, los valles formados por las cabeceras de los rios Jubones y Catamayo no estan definidas por datos climaticos, pero la natural deficiencia de humedad de esas dos secciones se muestra claramente en las plantas xerofiticas y espinosas que alli crecen. Es posible que estas dos secciones se prolonguen mas alla del cauce de los principales rios, en su curso medio, Al tratar sobre el régimen de Iluvias de la Zona N° 2, ya se indicé que al trazar la curva de precipitaciones no siempre se pue- de observar las dos maximas simétricas que se acostumbra encon- trar en Jas regiones ecuatoriales, pues, a ¢xcepcién de las estacio- nes de Ambato y Riobamba que siguen este patrén, la mayoria de las secciones correspondientes a la Zona N° 3 presentan ciertas variaciones. Se estima que la precipitacion anual que recibe la zona oscila entre 300 a 700 mm. anuales, siendo el periodo seco principal generalmente de Junio a Septiembre y el corto secun- dario, de Noviembre a Diciembre. En la porcién sur de la zona el periodo seco va de Junio a Diciembre. Estas variaciones o diferencias de precipitacién, bien pue- den deberse a la posicién geografica de un sitio determinado con relacién a los vientos dominantes en aquella localidad y a la pre- sencia o ausencia de barreras fisicas que la rodeen. Estos fac- tores locales son los que generalmente determinan que la porcién central de las Hoyas, 0 sea los encafionados de los rios, presenten condiciones semiaridas. En la zona anterior se estudié el papel que juegan los accidentes geograficos, la fuerza o debilitamiento de los vientos, etc., en la intensidad y densidad del régimen de llu- span ag aactt vias en una area determinada, consideraciones que son aplica- bles a esta zona. Desgraciadamente, la falta de datos pluviométricos y mas registros necesarios que deberian proporcionar estaciones meteo- tologicas bien ubicadas, impiden llegar a una interpretacién sa- tisfactoria y determinar las causas de las variaciones en el régimen pluviométrico de las diferentes secciones pertenecientes a esta zo- na. A continuaci6n, a base de registros obtenidos y recopilados por Ferdon se anotan algunos datos de precipitacién pertene- cientes a sitios representativos de la zona: Localidad Altura Precipitacién mts. s.n.m. m.m. anuales Chota (Hda. San Rafael) 1.800 347.6 Guayllabamba 2.160 565.3 Patate 2,150 764.2 Pelileo 2.516 531.3 Pomasqui 2.509 434.2 No se pueden dar valores exactos sobre el porcentaje de hu- medad relativa, sino solamente aplicar los conceptos que sobre este elemento climatico se mencionaron en la zona anterior. Se estima que la nubosidad es por lo general menor que en la zona N° 2 y que la orientacién de las abras de la cordillera, hacia el Oriente o hacia el Pacifico, determinan diferencias y variaciones estacionaies. En relacién con el elemento vientos, los profundos enca- fionados de las dos principales cordilleras son de gran significa- cién. Asi, las gargantas por las que corren los rfos Mira y Guay- llabamba, que se orientan hacia el Occidente, permiten que los vientos de la Costa puedan pasar a los valles y planicies del inte- Tior de las Hoyas. Los efectos del encafionado del rio Mira sobre Ja cuenca de su valle se pueden observar en la rosa de los vientos de la estacién de Ibarra; durante los meses de invierno del He- misferio Norte, los fuertes vientos Nor-Estes de la Costa siguen por el cauce del rio Mira hasta el valle de Ibarra y se reparten — 48 — con igual direcci6n. Al Sur, el encafionado del rio Guayllabamba favorece el libre paso de los vientos costaneros para que éstos avan- cen hacia la Hoya de Guayllabamba, siendo registrados en la ro- sa de los vientos de la estacién de Cruz Loma, en los meses de Enero hasta Abril. En esta Hoya los pasos bajos de la Cordillera Occidental, al Sur-Oeste de Quito, permiten que los vientos esta- cionales puedan legar hasta las faldas de la Cordillera Oriental, lo que se demuestra por los registros de Ia rosa de los vientos de las estaciones de Quito y Cruz Loma, vientos que se vuelven do- minantes en esta Hoya durante los meses de Junio a Septiembre, en forma similar a lo que sucede en la Costa Occidental. Siguiendo hacia el Sur se observa que la cuenca del rio Pa- tate constituye un largo encafionado cuya extremidad inferior se abre camino hacia el Oriente a través de la garganta del Pastaza, favoreciendo la entrada de los vientos alisios hacia el interior de Jas planicies, determinando la influencia del patron de lluvias orientales, en Bafios y Patate. Esta fuerte afluencia de aire en las cuencas del Pastaza y del Patate, es registrada claramente en Ja rosa de los vientos de la estaci6n de Ambato. Estos vientos orientales se desvian hacia el Sur en la con- fluencia del rio Chambo con el Pastaza, lugar en el que se forma una estrecha y casi rectangular garganta, que presenta una ba- trera constituida por los voleanes Altar y Tungurahua, obstaculo que debilita su fuerza y recorrido, Parece que el valle dé Cham- bo esta bajo la influencia de un viento permanente que se origi- na en la parte alta del Rio Chambo, el que deslizindose desde las cumbres orientales de esta Hoya y siguiendo valle abajo, llega hasta la altiplanicie de Riobamba y se abre hacia el Nor-Occi- dente. Vegetacién Natural Un reflejo de las condiciones clim&ticas que caracterizan a esta zona constituye su vegetacion natural. Especies tipicas de esta zona son el Guarango (Tara spinosa), Molle (Schinus mo- llis) y cactus de diferentes especies, como la tuna (Opuntia tuna). En las partes laderosas de los encafionados de los rios, como por ejemplo en el de Guayllabamba, se pueden observar arbustos acha- parrados y entremezclados (Mimosas y acacias). También se en- —49— cuentran especies de la familia de las compuestas, como la chilca, graminea como el sigse (Arundo nitida), etc. Ademas de las condiciones climaticas, la topografia y la ari- dez dei suelo (porosidad y permeabilidad de dreas arenosas), li- mitan el desarrollo de la vegetacién espontanea. Suelos Los suelos pertenecientes a esta zona fueron identificados por Miller (1) como “suelos secos serranos” y clasificados come Pedocales (suelos que presentan una zona de acumulacion de car- bonato de calcio), variando en su color desde grises muy claros a grises obscuros. Aluvios y arenas de origen volcdnico reciente, constituyen el material originario de las porciones Centro y Norte de esta zo- na, y sedimentos terciarios (meteorizados) el material originario de la porcién Sur. Kupper (2) establece que predominan los suelos “arenosos pardo desérticos” en las porciones Central y Norte de la zona, y los “pardo calcicos” en la porcién sur, respectivamente. Los suelos que integran esta zona fueron clasificados por Frei (1) como “pardo desérticos” y al describir un perfil re- presentativo manifiesta que lo por general, son suelos de color muy claro, con un horizonte A pardo, y afiade que los compo- nentes aridos con los cuales esté asociado no se encuentran en el horizonte Al. La superficie esta cubierta de arena suelta de aca- rreo, pudiendo contener parte de ella una pequefia cantidad de residuos vegetales. Este autor da la siguiente descripcién de un perfil repre- sentativo: Al 0-50 cm. Franco arenoso, pardo amarillento claro (10YR 6/3) o arena con un poco de mate- (Op. et. (2) Kupper, Alfredo— Experto en suelos de la Misién FAO. D) Op. et. —b50— ria organica; suelta sin estructura, con po- cos agregados débiles. A-C 50-70 cm. Gris amarillento (2,5 y 6/4). Transicién.— Material original meteorizado. C debajo de 70 cm. Material original arenoso amarillo palido (2,5 y 8/4). Depdsitos volednicos 0 arena transportada. Este perfil corresponderia en forma general, a las partes bajas de esta zona. La sequedad del ambiente favorece, la rapida meteorizacién del material originario y por ello el contenido arcilloso del suelo es bajo; hay poca produccién de humus (materia orgdnica parcial- mente descompuesta y que resiste una descomposicién ulterior). Los suelos son por regla general alcalinos y contienen a menudo earbonato caélcico y otras sales. Miller dé algunas descripciones de perfiles de entre las cua- les se tom6 la que representa a las partes altas: Localidad: Hacienda Cusubamba. Origen geolégico: ceniza volcanica (tufa). Drenaje natural: excelente; interno: subsuelo impermeable. Topografia: Ondulado a montuoso. En el sitio: 10-12%. Fisiografia: Cuenca del rio Guayllabamba. Altitud: 2.866 metros. Lluvia estimada: 500 a 600 milimetros anuales. Temperatura me- dia anual esti- mada: 2 14° C. Clima: 6 a7 meses de estacién seca. Lluvias mal repar- tidas, algunas torrenciales. Bastantes vientos. Vegetacién: Crotén, Hierbas, Agave, etc. Uso del suelo: En la estacién lluviosa: papas; mata; man{; eu- caliptos; frutas; pastos. Perfil: 0-40 centimetros. Arena media, color medio gris, masa eee tae completamente firme, pero se rompe fa- cilmente. pH. 7.1. 40-60 centimetros. Tufa finamente laminar, dura, pero se separa en fragmentos irregulares. 60-150 centimetros. Tufa parda muy densa entrecruzada por. eflorescencias. Cuando este horizonte es- t& expuesto en el piso del camino, la dis- posicién del carbonato de calcio es de forma exagonal completamente perfec- ta. El diametro de cada exdgono es de 20-25 centimetros. + 150 centimetros Tufa parda con eflorescencias de carbo- nato de calcio. Cuando la ceniza es profunda y fina en textura, el suelo tiene el tipo de “arenoso fino Cusubamba”. Cuando la ceniza es gruesa, arenosa y profunda, es del tipo “arena franca Cusubam- ba”, Este autor establece que el suelo de tufa puede ser consi- derado como de baja productividad y que necesita mejoramiento. Sobre la fertilidad de los suelos que predominan en la zcna bajo estudio, ha realizado ensayos experimentales en macetas con- cluyendo como resultado de estos experimentos, que por lo gene- ¥al son deficientes en fésforo y estan bien provistos en potasio. A base de datos de laboratorio, se puede concluir que estos suelos tienen por lo general, una reaccién que va de ligeramente alcalina a alcalina, muy bajo contenido de materia organica, de- ficiencia en fésforo y est4n bien provistos de potasio, calcio y mag- nesio. Erosién. En las areas de topografia accidentada y escasa vegetacién protectora se encuentra casos de erosién severa, originada -gene- ralmente por Iluvias torrenciales y por la estructura de estos sue- jos. También se encuentran areas con topografia accidentada u ondulada que presentan casos de erosién edtica, debido a fuertes vientos y a la naturaleza suelta de los suelos. Uso Agricola Actual Las 4reas que convencionalmente podrian denominarse ba- —52— jas y que corresponden a los subtipos climaticos “estepa calien- te” y “estepa fresca”, y que se hallan entre los 1.500 y 2.000 las primeras y entre 2.000 y 2.500 mts. s.n.m. las segundas, y ubica- das en las margenes de los encafionados, han sido dedicadas a la explotacién de los siguientes cultivos: cafia de azticar, maiz, fré- jol, papas, trigo, cebada, hortalizas, citrus, aguacates, chirimoyas, guabas, sandias, pepayas, vid, olivo, etc. Se cultivan para consu- mo local yuca, pldtano, café, banano y mangos. En pequefia es- cala también se cultiva mani, camote, trigo, anis, algodén, etc. Existen en esta zona pocas explotaciones pecuarias, ya que las areas dedicadas a pastos se hallan limitadas por las posibilida- des de riego que dispone cada propiedad para compensar las de- ficiencias de agua lluvia, la cual es variable y mal distribuida du- ante el afio; la alfalfa constituye el forraje principal en esta zona. Se utiliza la cabuya blanca en la formacién de cercos vi- vos y para aprovechar con su cultivo Areas secas y marginales, es- pecialmente de topografia accidentada; esta planta proporciona fibra para sacos y cordeleria. Posibilidades de Uso A mas de los cultivos mencionados en el capitulo anterior, esta zona ofrece posibilidades para tabaco y algodén en las areas correspondientes a] subtipo climatico “estepa caliente”. La gana- deria puede ser explotada en escala limitada. Se deberfa inten- sificar la produccién de heno para aprovechar mejor la alfalfa que se cultiva. En frutales, organizando las plantaciones, introdu- ciendo nuevas variedades, mejorando los sistemas de cultivo, fer- tilizaci6n y riego central fitosanitario, es posible aumentar el rendimiento y mejorar la calidad. En las porciones sin posibili- dades de riego es factible realizar un plan de reforestacién que en ei futuro proporcione combustible, maderas rusticas y forrajes (a base de especies nuevas: Carab y Acacia molissima). Como ya se ha indicado, los factores agua, configuracién topografica accidentada y erosién, limitan las posibilidades de uso de ciertas.4reas. La notoria deficiencia de materia orgaénica que presentan los suelos de esta zona ademas de la deficiencia en fés- foro, limitan el rendimiento de los cultivos, por lo que es nece- sario realizar practicas adecuadas de fertilizacién, incorporando ene Tees maieria organica y complementos quimicos que eleven la fertili- dad del suelo. Superficie Estimada Se estima que la Zona Seca y Baja Interandina posee una extensién superficial de 7.948 kilometros cuadrados o sea 794.800 hecta&reas, La Junta Nacional de Planificacién ha elaborado tabulacio- nes a nivel parroquial a base de los datos del Censo Agropecuario Nacional de 1954, obteniendo para esta zona los siguientes valo- res 375.967 hectareas, que corresponden a la superficie censada en Ja misma, las que representan el 47% de la superficie total. De esta superficie censada, 117.775 hectareas, o sea el 31% correspon- den a “tierras bajo cultivo” clasificadas por su utilizacién en: cul- tivos anuales y semipermanentes, pastos artificiales y alfalfares, barbecho o tierras en descanso y cultivos permanentes. La super- ficie restante, 0 sea 258.192 hectareas, iguales al 69%, correspon- den a “otras tierras”, comprendiendo: pastos naturales, montes y chaparros, tierras incultoproductivas y tierras estériles impro- ductivas. La superficie no censada y sobre la cual no existe in- formacién es de 418.883 hectdéreas. —b4— ZONA Mo. 4% DECLIVES EXTERNOS DE LAS CORDILLERAS ORIENTAL Y OCCIDENTAL Esta zona agricola corresponde a las fajas comprendidas desde los 3.000 hasta los 1.000 mts. sm.m., en las faldas exteriores de las dos cordilleras, o sea los declives externos de los Andes. La caracteristica fundamental de esta zona consiste en la alta hume- dad predominante durante todo el afio. Como se indicaré al estu- diar el clima de esta zona, en estas fajas altitudinales no es per- ceptible la alternabilidad de los periodos lMuviosos y secos, ya que el lluvioso predomina durante casi todo el afio, y el seco, presen- ta tan alta nubosidad que se lo puede considerar como un perio- do menos Iuvioso. Distribucién Geografica La zona en estudio comprende dos fajas a lo largo de los declives externos de las dos cordilleras de los Andes, que van des- de la frontera con Colombia al Norte hasta la frontera con el Pe- ru al Sur. Estas fajas no presentan uniformidad en cuanto a su amplitud, debido a que estén delimitadas por las cotas altitudi- nales ya anotadas, ni en cuanto a su continuidad, ya que se hallan interrumpidas en las dos cordilleras, por las abras o fisuras que dan paso a los principales sistemas hidrograficos de las Hoyas in- terandinas que desagiian hacia el Litoral o hacia el Oriente. En la porcién Austral del pais, por la especial configuracién topogra- fica de la Cordillera Occidental, la faja correspondiente a la zona en estudio sufre una interrupcién cerca de los limites politicos de Ja provincia de El Oro, debido a que en la provincia de Loja no existe el paralelismo de las dos cordilleras, sino sélo la cordillera — 55 — criental con diferentes ramales, bifurcaciones y aun trifurcacio- nes que se extienden hacia el Occidente. Topografia La topografia de esta zona es por lo general muy acciden- tada, como consecuencia de la compleja estructura de las cordi- lleras de los Andes, las que en no pocas partes presentan declives de fuerte pendiente, con sus correspondientes variaciones altitudi- nales. En la Cordillera Occidental es muy frecuente encontrar es- tos fuertes declives 2 partir de los 0,5° latitud Sur hacia el sur, aumentando la amplitud de la faja occidental de esta zona desde Ja latitud mencionada hacia el norte, porcién en la que los decli- ves presentan diferencias en cuanto a su topografia, la que es on- dulada en el sector de Mindo, Gualea, Pacto, etc., por lo que se han aprovechado amplias areas para explotaciones agropecuarias. La Cordillera Oriental por el contrario, presenta mayor uniformi- dad en cuanto a ia amplitud de las cotas altitudinaies, con excep- cién de la fisura que da paso al Rio Pastaza. También ha influenciado mucho en Ja irregular topogra- fia de esta zona, la presencia de innumerables quebradas y depre- siones que han formado los multiples rios y riachuelos que bajan desde las cimas de las cordilleras, pequefias abras que sirven de recolectores y dren natural de la abundante precipitacién que ésta recibe. En resumen, la topografia de estas dos fajas es muy irre- gular y con variada pendiente. Clima Los diferentes estudios sobre el clima de los declives exter- nos de los Andes se han basado en su vegetacién natural. A falta de suficientes datos meteorolégicos de sitios representativos de es- ta. zona, tomamos para el presente trabajo las apreciaciones y es- tudios de Wolf, Miller, Frei y Ferdon. (1) Como ya se indicé, la caracter{stica climatica de esta zona es la abundante humedad que prevalece durante todo el afio, en virtud de la luvia orogréfica que recibe. La faja correspondien- @) Ops. cts. — 56 — te a la Cordillera Oriental y la porcién de la Cordillera Occiden- tal, desde la frontera con Colombia hasta aproximadamente 0,5° latitud Sur, reciben una precipitacién anual estimada de 2.000 a 3.000 mm. anuales y atin mas, mientras que a partir de los 0,5° Jatitud Sur hacia el sur, la porcién de la faja de la Cordillera Oc- cidental recibe una precipitaci6n menor, a la que se estima sobre los 1.000 mm. anuales. Aplicando a esta zona el mapa clim&tico de Ferdon se concluye en que ias fajas que reciben mayor precipitacién corres- Ponden al subtipo climatico (Cfbi) mesotérmico continuamente humedo; y que el subtipo (Cwbi) mesotérmico con periodos hi- medos y secos, corresponde a la porcién sur de la faja de la Cor- dillera Occidental, que recibe menor precipitacién anual. En la faja de la Cordillera Oriental las Estaciones de Mén- dez, Macas y Gualaquiza, estaciones que se hallan localizadas a la altura de la cota altitudinal inferior de esta faja, poseen regis- tros de lluvias que demuestran que las precipitaciones son de ori- gen orografico y que su intensidad esta relacionada con los vientos que chocan con Ja Cordillera Oriental, sin que sea posible observar un simétrico patrén de precipitaciones, porque hasta cierto pun- to, este patrén depende de la fuerza y estabilidad de los vientos orientales que provocan la lluvia orografica. Por el contrario, en los registros de las estaciones mencionadas se observa una com- binacion de patrones, con fuertes Iuvias que se producen en los meses de Abril y Mayo y un pico secundario en el mes de Septiem- bre. Los periodos de menos luvias se suceden en Agosto y de Di- viembre a Enero. La Estacién situada en Mera presenta un promedio de pre- cipitacion que fluctiia sobre los 4.500 mm. anuales, acentuada pre- cipitacién que seguramente se debe a la cercania de los Andes, donde las lluvias de origen orografico son mds intensas. En las estaciones de Bafios y Baeza, los registros muestran un patrén de precipitaciones bien coordinados, las fuertes lluvias se presentan en Junio y se observa un pequefiisimo pico secundario en los me- ses de Diciembre o Enero; los meses mas secos corresponden a No- viembre y Febrero. Aunque Bafios est& bajo el régimen pluviomé- trico del Oriente, su promedio anual de precipitaciones es relati- vamente pequefio y corresponde al total de precipitaciones anua- ST les del clima htmedo mesotérmico de las Hoyas Interandinas (1.500 mm.). i Al estudiar este elemento del clima en la zona subsiguien- te, N° 6, indicaremos las razones por las cuales la porcién norte de esta faja recibe mayor precipitacién anual que la porcién sur. Ferdon al referirse alos patrones de temperaturas de los Pies de la Cordillera Oriental, manifiesta que las observaciones realizadas en las estaciones de Baeza, Mera y Macas corresponden a cortos perfodos, pero establecen que los periodos mas calurosos del afio estan separados casi por seis meses, aunque no correspon- den exactamente a los equinoccios de Octubre y Marzo. Con ex- cepcién de Macas, los meses mas frescos son ios de Julio y Enero, meses que siguen inmediatamente a los solsticios; en Macas los meses mas frescos son Marzo y Junio. La temperatura media anual para esta zona puede estimar- se entre los 12° y 20° C. con variaciones estacionarias muy pe- quefias. Sobre la nubosidad que presenta esta zona, pese a que se carecen de registros, las observaciones de los autores antes men- cionados permiten establecer que ésta alcanza un alto porcentaje durante la mayor parte del ajio. Vegetacién Natural Analizando el mapa de las formaciones forestales del Ecua- dor confeccionado por los expertos de la Misién FAO (1), se pue- de observar que la zona en estudio comprende las formaciones de- nominadas “Montano Alto” y “Montano Bajo”. Los expertos de FAO se basaron en la altitud para determinar los limites de las dos formaciones, estableciendo que para la formacion “Montano Alto” corresponden los limites altitudinales comprendidos’ entre jos 2.000 mts. sn.m. y el punto de transicién con los paramos; para la formacién “Montano Bajo” en la Cordillera Occidental, entre los 300 y 500 mts., y en la Cordillera Oriental desde los 1.000 (1) Barbour, M, y Gonzdlez de Moya, M—— Informe al Gobierno del Ecuador sobre un Estudio Forestal. Informe N? 148— FAO.— 58-2-9821—1958. — 58 — hasta los 2.000 mis. sn.m. Sin embargo anotan que los limites altitudinales establecidos para estas formaciones, no deben tomar- se como limites rigidos, porque el cambio que se opera en la vege- tacion de acuerde a la altitud, es gradual. Dentro de esta zona la formacién “Montano Bajo” ocupa, segtin los limites indicados, una faja a lo largo de las estribacio- nes de la Cordillera Occidental desde la frontera con Colombia hasta la frontera con ei Pert, presentando una anchura variable segin la gradiente del terreno. Una faja similar se encuentra al Este de la Cordillera Oriental, desde el Pert hasta Colombia. Alta nubosidad es una condicién frecuente de esta forma- cién, Durante la mayor parte del afio se puede observar nubes a lo largo de los bosques de esta formacién, mientras que, por enci- ma y por debajo de la faja que ella ocupa en las faldas de las montafias, el tiempo se conserva despejado, Las especies que se encuentran como tipicas de la forma- cién “Montano Bajo” son: canelo y otras especies de Lauraceas, Macharé y Mascaré. Los helechos arborescentes son siempre abun- dantes lo mismo que las palmas. Los Arboles del bosque se en- cuentran entremezclados con bejucos y debajo de ellos, existe una densa vegetacién arborea. La cascarilla o quinina es tipica de los estratos inferiores de los bosques que se encuentran en las partes mas altas de esta formacidén. La formacion “Montano Alto” comprende una faja conti- nua. a lo largo de los declives externos de las dos cordilleras. Los ex- pertos de FAO escogieron los 2.000 metros de altura como limite inferior de la formacién “Montano Alto” porque alrededor de es- ta altura se comienza a encontrar especies que no aparecen en la formacion “Montano Bajo”, tales como cedro de la Sierra (Cedre- la spp), nogal (Juglans neotropica), capuli (Prunus serotina), aliso (Alnus jorullensis), motilon (Hieronyma alchorneoides), ro- ble (Roupala sp.), arrayan (Eugenia spp), encimillo (Weinmannia descendens), etc. También se encuentra en esta formacién la tni- ca conifera nativa del Ecuador: sisin o romerillo (Podocarpus sp.). En el limite superior de esta zona, las formas arbéreas van cediendo paso gradualmente a las especies arbustivas que con fre- cuencia presentan el aspecto de chaparral. En las hondonadas —59— este bosque arbustivo se extiende hasta los paramos, por lo que son muy explotados para lefia cuando se carece de otros tipos de bosque, Los bosques de las formaciones “Montano Alto” y “Monta- no Bajo” ubicados en esta zona, deben ser clasificados como bos- ques protectores y recibir el cuidado apropiado, ya que por la topografia tan accidentada y por las condiciones climaticas ca- racteristicas, la explotacién indebida de estos bosques presenta condiciones favorables para procesos erosivos. En esta zona la cinchona o cascarilia ha sido encontrada, desde los 600 hasta los 2.900 metros, segtin ias diferentes especies. Entre las varias especies la mds valiosa es la Cinchona succirru- bra, aunque se encuentran también las Cinchonas officinalis y pi- tayenses. A medida que se asciende por las montafias los Arboles pier- den altura y espesor, el bosque toma un aspecto menos tupido al hacerse mas ralos los bejucos y lianas, pero las plantas epifitas y musgos crecen en gran variedad y numero, en troncos y ramas. Ademas de la vegetacién indicada se encuentran muchas orqui- deas epifitas, diversos géneros de palma, etc. A los 3.000 mts. S.m.m. esta flora se mezcia en suave transicién, con la de la zona inmediata superior o sea la zona N? 1. Esta cota no es uniforme, ya que en ciertos sitios la transicién se presenta por debajo o por encima de la altura anotada. Suelos Pendleton (1) denomina a los suelos pertenecientes a esta zona, “suelos pardos pedregosos superficiales de los declives ex- ternos de los Andes, bien cubiertos de foresta natural”. Miller (2) considera que son “suelos turbosos de bosque” con un elevado con- tenido de materia organica, que a menudo llega hasta el 20%, ‘de color café a café grisdseo; el subsuelo presenta un color gris a gris verdoso, lo cual indica su condicién de permanente hume- dad. En esta zona, las areas de poca gradiente presentan suelos de este tipo, muy htimedos, debido a Ja capa freatica muy alta. Seguin este mismo autor, estos suelos semihidromérficos (desa- ® Op. ct. @) Op, ct. —60— rrollados en presencia de exceso de agua), tienen una capa de acu- mulacion de turba y hierro en el horizonte saturado, siendo su ‘pe- so especifico bajo y faciles de laborar. Seguin Frei (3) estos suelos estarian dentro del grande gru- po de los “suelos negros andinos transicién latosdlica hidrolitica”. Miller (4) los cataloga dentro del grande grupo de los “httmico dulce: forestal”. Por la topografia tan accidentada de la zona, generalmen- te los perfiles de estos suelos no se hallan perfectamente desarro- Nados y a menudo se encuentran suelos coluviales, perturbados o pedregosos, asi como también de muy variado espesor. El mate- rial original consiste en residuos de rocas y cenizas volednicas. Estos suelos, por lo general, se caracterizan por poseer un horizonte superior de color pardo negrusco, de espesor variable de acuerdo a la topografia del sector o area, y reposan sobre un sub- suelo de color amarillento o rojizo claro. A continuacién tomamos las descripciones de dos perfiles, considerados como representativos de los suelos de esta zona. Miller da la siguiente descripcién: Localidad: En el camino a Santo Domingo de los Colora- dos, a 59 kilometros de Quito. Sitio: En lugar montafioso de bosque himedo, en los Andes Occidentales. Arboles corpulentos con orquideas y musgos. Observador por: £, Miller. Perfil: 0-15 cm. Franco arenoso café obscuro. Sin es- tructura, suave. PH 6.0. 15-30 cm. Franco arenoso, café grisdceo claro, con manchas blancas. pH 6.0. 30-150 cm. Franco arenoso arcilloso de color 3) Op. ct (® Op. ct. Origen: Drenaje: Topografia: Fisiografia: Altura: Temperatura: Clima: Vegetacién: Uso: Condiciones especiales: —61— gris oliva. El subsuelo varia desde fino hasta compacto, sin estructura. Presencia de raices de los Arboles, 150 + cm. Arcillo arenoso gris. Cenizas voleanicas. Externo, excelente, interno, bueno. Subsuelo mas bien compacto. Gradientes del 75% al 100%. Declive de los Andes Occidentales. Aproximadamente 2.000 metros. Lluvia estima- da 2.800 mm. Media anual estimada 18° C. Casi no existe estacién seca. Soleado en Junio y Julio. Es tipico del bosque; parece que esta nublado durante todo el afio. Bosque musgoso htimedo de los Andes, Abun- dancia de orquideas y también plantas rastre- Tas. Se han efectuado algunos ensayos de naranji- lla, pastos, cinchona y explotacién de madera. No constituye atin una zona de éxitos en la ex- plotacion agricola. Sitio en el que se establecié la Colonia de refu- giados espafioles, que terminé en fracaso de- bido a la improductividad de los suelos. Es si- milar al “franco arenoso Chiriboga” que es usa- do en el cultivo de cafia de azicar y tiene cin- chona nativo. Frei da la descripcién de un perfil que puede ajustarse y representar a sitios que han recibido abundante deposicién vol- canica. AO Al 0-100 cm. La superficie del suelo esté generalmente cu- bierta por una delgada capa de restos vegetales. Franco pardo desde muy obscuro hasta negrus- co (10 YR 3/2) o franco arenoso, muy rico en materia organica. La porcién mas obscura del horizonte esta situada por la comin en la parte — 62 — inferior de éste; la capa superficial es un poco mas clara, Estructura firme pero muy porosa; la agregacion depende del contenido de arci- Ha; en los arenosos casi no tiene agregados, los francos se hailan bien constituidos, con estruc- tura grumosa. El espesor de este horizonte es muy variable. _ A3 100-130 cm. Transicién parda (5 YR 3/2) con poca materia organica. Estructura primitiva firme, en parte formada por alguncs agregados edaficos. B 130-170 cm. Franco, de color amarillo subido o amarillo ro- jizo (7,5 YR 6/6). Estructura grumosa ligera- menie firme, con agregados muy débiles y sub- angulosos. B-C + 170 cm. Transicion del material original, manchado (ro- jo y gris); (2.5 YR 6/6 + 5 Y 7/2). Estructura firme y alguna formacién de fragmentos de suelo. Se puede considerar que por lo general estos suelos poseen buenas propiedades fisicas, son porosos y permeables. En cuanto a sus propiedades quimicas, aunque no se cuenta con datos sufi- cientes para caracterizarlos adecuadamente, se puede indicar que por lo comun acusan una reaccién medianamente acida, poseen alto contenido de materia organica, demuestran ser muy deficien- tes en fésforo asimilable, acusan un contenido medio de calcio in- tercambiable, aunque a veces presentan pequefias deficiencias, y un variable contenido de potasio asimilable, el cual puede ser de Mediano a alto. Miller ha realizado ensayos de fertilizacion en macetas con suelos representatives de esta zona, ensayos de cuyos resulta- dos se puede deducir que existe una marcada deficiencia del ele- mento fésforo, ya que los tratamientos con este elemento acusan resultados altamente significativos. Considerando estos resulta- dos como pautas de fertilizacién, creemos oportuno llamar la aten- cién sobre la conveniencia de realizar abonaduras fosfatadas en jos diferentes cultivos que se explotan en esta zona. Erosién Esta zona es la mas vulnerable a los fendmenos erosivos, — 63 — tanto por su irregular topografia y gradientes pronunciadas, como por el elevado régimen de lluvias que recibe, las que frecuente- mente son torrenciales. Si se consideran estos dos factores: la irre- gularidad topografica y alta precipitacion que caracterizan a la zona, es légico concluir que no es apta para la explotaci6n agrico- la, sino Unicamente en las areas en que el primer factor, topogra- fia, sea moderadamente ondulada, reservando la casi totalidad de la superficie para conservar la cubierta natural en forma de bos- que protector. En sitios de facil acceso como son las areas adyacentes a las vias de comunicacién y trochas de penetracién, el agricultor ha realizado, por lo general, tala indiscriminada de la montafia eli- minando la vegetacién protectora del suelo, el que, por la fuerte pendiente y por la intensidad de las lluvias, ha sufrido una vio- lenta degradacién. A mas de los procesos erosivos, la tala indis- criminada de la montafia ha provocado, en muchas ocasiones, que las fuertes tempestades que ocurren en esta zona no hayan encon- trado la cubierta vegetal que controla y encausa el descubrimien- to de estas aguas, provocando su ausencia, crecientes e inundacio- nes de los sectores planos del Litoral, con la consiguiente destruc- cién de carreteras, puentes, cultivos, etc. Use Agricola Actual Un alto porcentaje de la superficie de esta zona se conserva como bosque virgen, siendo los lugares de topografia suave y las areas adyacentes a las vias de comunicacién, que unen a la regién interandina con el Litoral o con el Oriente, las explotadas agrico- Jamente. La apertura de algunas vias de comunicacién en el transcurso de los Ultimos afios, ha determinado la incorporacién de nuevas 4reas de esta zona a la explotacién agropecuaria, dreas que han convertido a la zona en tierras atractivas, especialmente para agricultores de escasos recursos econémicos que han pene- trado para explotar especies maderables, tumbar la montafia y uti- lizar la tierra en el cultivo de pequefias plantaciones de banano, platano, maiz, cafia de azticar, arroz, pastos, naranjilla y café, este Ultimo hacia el limite altitudinal inferior de la zona. En las d4reas contiguas a la zona N° 1, paramos andinos, se realizan siembras de cultivos de clima templado, dependiendo el —64— uso agricola de estas reas de la relativa accesibilidad que presen- tan a las vias de comunicacién. Como ya se indicé, en determi- nados sitios de este sector de la zona el hombre se ha establecido para explotar la madera, ya sea como lefia o carbon y abastecer a las ciudades cercanas de estos productos forestales. Posibilidades de Uso Agricola La zona en estudio al comprender una faja altitudinal de variada amplitud, presenta posibilidades de uso agricola que esta intimamente relacionadas con los factores clim4ticos, topograficos, facilidad de transporte, distancia a los centros de consumo, etc., factores que limitan considerablemente estas posibilidades. No se- ria aventurado expresar que un alto porcentaje de la superficie de esta zona debe ser considerada como no aconsejable ni econé- nica para la explotacién agricola. La faja de la Cordillera Orien- tal y la porcién norte de la faja de la Cordillera Occidental, com- parativamente con la porcién centro y sur de la faja occidenta? presentan mayores posibilidades de utilizacién por poseer mejo: topografia, pero reciben mayor precipitacién anual. Esta zona debe ser considerada mds como zona forestal que como zona agricola. La explotacién forestal debe ser racional y controlada, para evitar los serios problemas destructivos que esté ocasionando la inadecuada explotacién de la madera aprovecha- ble. Los lugares que gozan de topografia suave u ondulada deben y pueden ser aprovechados para la explotacién de los cultivos in- dicados en el capitulo anterior; ademas se deberia incrementar las explotaciones pecuarias, con el consiguiente establecimiento de buenos pastizales. Es recomendable también un estudio detenido sobre las posibilidades de utilizacién econémica de esta zona, me- diante la plantacién y explotacién de especies forestales de alto valor comercial. Superficie Estimada El Censo Agropecuario Nacional de 1954 no presenta datos de los declives externos de 1a Cordillera Oriental siendo, segtin ela- boraciones de la Junta, la superficie censada en los declives exter- nos de la Cordillera Occidental, igual a 264.966 hectdreas, de las cuales el 23 por ciento de esta superficie es utilizada en cultivos igh permanentes y semipermanentes, pastos artificiales, tierras en des- canso y cultivos anuales, porcentaje que corresponde a 61.772 hec- tareas. De la superficie censada, 203.194 hectdéreas o sea el 77 por ciento corresponde a bosques y tierras incultoproductivas y €n pequefia proporcién pastos naturales y tierras improductivas. Se estima que en los declives externos de la Cordillera Oriental un 20 por ciento de la superficie esta utilizada bajo explotacién agro- pecuaria y forestal, permaneciendo el 80 por ciento restante co- mo bosque virgen. La superficie estimada para los declives externos de la Cor- dillera Occidental es de 15.381 kilémetros cuadrados, 0 sea 1’538.100 hectéreas, por lo tanto la superficie censada, 264.966 hectareas, corresponden al 17% de dicha superficie. —66— ZONA No. 5 BAJOS DECLIVES DE LA CORDILLERA OCCIDENTAL Esta zona agricola corresponde a la faja comprendida en- tre los 500 y 1.000 mts. s.n.m., localizada a lo largo de las faldas externas de la Cordillera Occidental desde la frontera con Colom- bia al Norte, hasta la unién de los rios Guayllabamba y Nanegal al Sur, donde se interrumpe. Continiia desde aproximadamente 5 kilometros al Sur del curso del rio Lulu Grande hasta el limite politico provincial entre las provincias de Cotopaxi y Bolivar, tam- bién entre las cotas altitudinales de 500 y 1.000 metros. Desde es- te iimite politico provincial, unos pocos kilémetros al Sur de la poblacion Ramon Campafia, hacia el Sur, continia la faja corres- pondiente a esta zona, pero comprendida entre las cotas de 300 a 1.000 metros, ya que desde el sitio mencionado las cotas altitudi- nales de 300 y 500 metros se estrechan bruscamente debido al fuer- te declive de las faldas bajas de la Cordillera Occidental. Esta zona por lo tanto presenta dos porciones, la Norte y la Centro-Sur, constituyendo la porcién Centro-Sur una faja ininte- rrumpida, con la seccién superior de una amplitud casi igual a la inferior, a pesar de hallarse la primera comprendida. entre las co- tas de 500 y 1.000 mts. y la inferior entre 300 y 1.000 mts. s.n.m., seccién que se prolonga hasta la frontera con el Pert, en la pro- vincia de El Oro. La interrupcién de la faja correspondiente a esta zona, en- tre aproximadamente el abra del rio Guayllabamba hasta 0° 30’ latitud Sur, se debe a que el sector perteneciente a las montafias de Mindo presenta una topografia menos pendiente entre las co- tas altitudinales de 500 y 1.000 metros, y a que el material origi- nario del suelo es diferente, factores que determinan el que este sector pertenezca a otra zona agricola, —67 — Distribucién Geografica La Zona en estudio esta distribuida en una faja longitudi- nal, con dos porciones, la Norte a lo largo de las provincias de Carchi, Esmeraldas e Imbabura, entre 500 y 1.000 metros; y la Centro-Sur, a lo largo de las de Pichincha y Cotopaxi entre los 500 y 1.000 metros, y en las de Bolivar, Los Rios, Guayas, Cafiar, Azuay y El Oro, entre los 300 y 1.000 metros de altura, como se indicé. anteriormente. Topografia Por constituir la faja correspondiente a la zona en estudio un piso altitudinal inmediato inferior a la faja occidental corres- pondiente 2 la zona anterior, N° 4, la topografia es similar. Por io tanto, las consideraciones hechas al estudiar la topografia de la zona anterior corresponden también a esta zona, present4ndose ian accidentada e irregular especialmente desde aproximadamen- te 0° 30’ latitud Sur, hacia el Sur, sector en el que se puede ob- servar una brusca gradiente entre las cotas de 300 y 1.000 metros, lo que determina que el uso agricola sea muy limitado. Clima Como ya se indicé al estudiar el clima de la zona anteriox, Se carece de observaciones meteorolégicas que permitan analizar cada uno de los elementos de éste, por lo tanto las caracteristicas generales que se establecen en el presente estudio, estan sujetas a revision en cuanto se disponga de los datos mencionados. En el mapa climatico de Ferdon se puede observar que Ja porcion Norte de esta zona se halla en la linea de transicién entre los subtipos climaticos (Cfbi) mesotérmico continuamente humedo y (Afi) bosque tropical NMuvioso; la porcién Centro-Sur corresponde al subtipo climatico (Cwbi) mesotérmico con perio- dos himedos y secos. En las laderas occidentales de los Andes (Portovelo) prevalecen las temperaturas mas cAlidas en los meses de Marzo, Abril, Septiembre, Octubre y Noviembre, presentando los restantes meses del afio las temperaturas mds frescas. Para la porcién Norte de esta zona no se dispone de registros de tempe- — 68 — ratura. Se puede estimar que la temperatura media- anual de esta zona oscila entre los 18 y 24? C. Para la porcién Norte tampoco existen registros pluviomé- tricos, pero las observaciones e investigaciones realizadas por Fer- don levan a la conclusién que la costa norte constituye una zona montafiosa de luvias tropicales, con un total de precipita- cién anual probablemente ascendente desde el mar hacia el inte- rior en direccién a las faldas de la Cordillera. Al estudiar este elemento del clima en la siguiente zona N° 6, se lo correlacionard con esta porcién de la zona N° 5. La porcién Sur esta influenciada por el advenimiento de la corriente de Humboldt, la cual viene acompafiada de densos nu- barrones, estratos de nubes de varios espesores, los que tan pron- to se ponen en contacto con las faldas de las montafias producen una ligera pero efectiva niebla o gartia, la que a su vez deposita una escasa cantidad de precipitacién. El cuadro clim&tico de la region costanera del sur del pais presenta la relacién existente entre los periodos de precipitacién de la Costa y de las faldas de los Andes, por lo tanto al estudiar el clima de la Zona N° 8 se indicaran estas relaciones. Se estima que la porcién Sur de esta zona recibe una precipitacién superior a los 1.000 mm. anuales, presentandose el periodo seco durante los meses de Junio a Diciembre, durante los cuales la alta humedad atmosférica y los estratos de nubes ayudan a conservar la hume- dad del suelo. Se estima que la porcién Norte recibe una precipi- tacion superior a 2.000 mm. anuales, sin perfodo seco, sino sélo me- ses menos luviosos. Vegetacion Natural Esta zona presenta una vegetacién natural que correspon- de a la formacién “Montano Bajo”. E) limite superior de esta formaci6n, como ya se indicé al tratar de este capitulo en la zona anterior, han establecido los expertos de FAO a los 2.000 metros de altura. Los bosques que se encuentran en los limites altitudi- nales inferiores de esta formacién (300 a 500 metros) son de com- posicién similar a los que se encuentran en las lanuras situadas més abajo. Sin embargo, hay algunas especies de los bosques de — 69 — los anos que muy raras veces se encuentran en las faldas de las montafias tales como, figueroa (Tangaré) y guayacén. Usuai- mente los arboles son de raices superficiales, siendo gran parte de ellos tolerantes a la sombra, de fuste mas corto y de diametro in- ferior a los que se encuentran en los Manos. El volumen made- rable de valor comercial de los bosques de esta formacion, se esti- ma alrededor de 20.000 pies tablares por hectarea. Desde el punto de vista de la proteccién de las cuencas hi- drograficas, esta formacién y la formacién Montano Alto, que se encuentra mas arriba, son extremadamente importantes. Los bos- ques de esta zona han sido muy poco explotados hasta el momen- to, debido a que la mayor parte es inaccesible y a la accidentada topografia que hacen muy dificiles las operaciones de explotacién. Desafortunadamente la agricultura némada ha hecho ya grandes dafios, al establecer fincas pequefias pero muy numerosas en te- rrenos inclinados, en los que la erosién es muy dificil de conirolar. Los bosques de esta zona son densos, estando su vegetacién inferior constituida por helechos, helechos arborecentes y peque- fos arboles de las familias Melastomaceas, Rubidceas y Ruphori- laceas. Las maderas comercialmente importantes corresponden a canelo (Ocotea sp.), guayacén (Tabebuia chrysantha), laurel (Cordia alliodora), maria (Calophyllum longifolium), macharé (Symphonia globulifera), cedro (Cedrela spp) figueroa (Carapa guianensis), matapalo colorado (Caussapoa sp.) etc. Entre las palmas existen el pambil (Iriarta corneto) y (Cotostigma sp.), pal- ma real (Ynesa colenda), etc. Cerca de Piedras, provincia de El Oro, a 1.000 metros de al- tura, aproximadamente, segun un estudio realizado por el perso- nal del Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, se ha encontrado las siguientes especies como mas comunes: figueroa (Carapa guianensis), amarillo (Centrolobium patinense), guarumo de montafia (Pourouma cecropiaefolia), ca- nelo amarillo (Nectandra sp.), cedro de castilla (Cedrela sp.). Los arboles pequefios del estrato bajo incluyen laurel de montafia (Ha- melia grandiflora), cereza de montafia (Anisomeris ecuadorensis) y palmas. Suelos Miller ha clasificado a los suelos comprendidos en esta se aes zona como “franco-café-grisaceos”, los que presentan un alto con- tenido de materia organica debido a que poseen una vegetacién muy exuberante y soportan continua humedad. En el mapa de suelos de Frei se puede observar que la faja correspondiente ‘a esta zona presenta suelos muy variables. En la porcién Norte se presentan los ‘‘suelos negros andinos tran- sicin latosdlica hidrolitica”, 0 sea suelos similares a los que co- rresponden a la Zona N® 4; estos suelos constituyen una faja que va adelgazdndase hacia el extremo inferior de la porcién norte de la zona. En la porcién superior se presentan los “latosoles hidro- liticos” y en la seccién inferior, los “latosoles amarillo-rojizos”, y delgadas fajas de “latosoles pardos”. Latosol (nombre dado por Kellog) agrupa a los suelos tro- Picales rojizos. Se encuentra esta asociacién de suelos en climas muy htmedos tropicales y subtropicales. La denominacién lato- SOlico hidrolitico, indica la condici6n permanentemente- himeda del latosol. El clima célido y htimedo de la zona produce una ve- getacién vigorosa, pero la temperatura moderada determina una medianamente rapida descomposicién de los restos orgdnicos, ra- z6n por la cual estos suelos presentan un horizonte humico super- ficial. En el capitulo correspondiente de la zona anterior, se indi- c6 ya las caracteristicas de los “suelos negros andinos transicién latosdlica hidrolitica”, razén por la cual no insistiremos en esta descripcion. Como consecuencia de la topografia accidentada, existen areas en las que se pueden encontrar suelos “coluviales”, asi como a lo largo de los valles angostos y profundos de los lechos de los tios se encuentran suelos aluviales o suelos coluviales y aluviales a la vez. Frei da la siguiente descripcién de un perfil representati- vo del “suelo latosol hidrolitico”: AO Capa organica de residuos vegetales acolchona- dos como de 5 cm. de espesor, por lo regular. Al 0-40 cm. Marga negruzca o marga arcillosa con alta pro- porcién de materia organica, en ambos casos A3 40-80 cm. Bl 80-150 cm. B 150-200 cm. B-C debajo de 200 cm. Erosion —T71— , de color pardo muy obscuro (10 YR-3/1). Los agregados del suelo son débiles, romos, de ta- mafio mediano, Transicién parda amarillenta (10 YR 5/4) con limites difusos. Presenta textura arcillosa y su estructura primitiva es porosa. Marga arcillosa amarilla rojiza (7,5 YR 5/6) de estructura primitiva firme muy porosa; tiene propensién a formar fragmentos de suelo algo prismaticos. Arcilla roja clara (2,5 YR 6/6) con manchas amarillas y fragmentos firmes. Los fragmentos del suelo son débiles, un poco prismaticos y po- rosos. Escasas raices penetran en el horizonte. Meteorizacién lateritica roja parduzca (7,5 YR 6/6) y amarilla. Contiene fragmentos suaves de roca meteorizada. Estructura primitiva muy firme. El material original del suelo consta de cenizas voleanicas mezcladas con sedimentos coluviales. A este perfil se lo considera también como re- presentativo de los suelos ubicados en las bajas estribaciones de la Cordillera Oriental, hasta aproximadamente ia cota de 1.000 mts. sn.m. Por lo tanto la descripcién de este perfil se apli- ca a los suelos pertenecientes al limite altitudi- nal inferior de la faja oriental de la Zona N° 4, raz6n por la cual Frei al estudiar los suelos del Oriente trata del grupo “latosol hidrolitico”. Como consecuencia de la gran irregularidad topografica de Ja zona, la que presenta declives abruptos en pocos kilémetros-de recorrido descendente, y por otra parte, si se considera el régimen de Huvias que recibe y la intensidad de las mismas, facilmente se podraé comprender el eminente peligro de erosién a que estan su- jetos estos suelos. Existen numerosos ejemplos sobre los efectos erosivos ocasionados por la tala incontrolada de la montafia, espe- cialmente en las 4reas adyacentes a las vias de comunicacién. —72— Uso Agricola Actual Esta zona se halla bajo muy poco uso agricola, debido a su ubicacién, topografia, falta de vias de comunicacién, inaccesibili- dad, etc. Sin embargo se han establecido numerosas fincas, espe- cialmente en las dreas de topografia mas suave, como son los an- gostos valles que bordean el cauce de los rios que descienden de ja Cordillera Occidental hacia la Costa. Los principales cultivos que se realizan son: banano, platano, café, cacao, citrus, cafia de azar, arroz, yuca, maiz, pastos, etc. La falta de vias de comu- nicacion y Ja inaccesibilidad de la zona, determinan que los culti- vos mencionados sean casi solamente para consumo local. Posibilidades de Uso Agricola En igual forma a lo que se indicé al tratar de este capitu- Jo en la zona anterior, la aptitud agricola de esta zona esta inti- mamente subordinada a los factores climaticos, topogréficos, faci- lidad de transporte, distancia a los centros de consumo, etc. En consecuencia la zona presenta en la actualidad pocas posibilida- des de desarrollo agropecuario, De los cultivos mencionados en el capitulo anterior, pre- senta posibilidades para producir café, citrus, cacao y -cultivos anuales, asi como para el incrementoide las explotaciones pecua- tias. Creemos oportuno insistir en la conveniencia de considerar a la vegetacién natural de esta zona como “bosque protector”, o sea, que mas importancia que para la produccién de productos fo- restales tienen las funciones protectoras que desempefia, tales co- mo la regularizacion del escurrimiento de las aguas y la preven- cién de la erosién. Para que esta funcién sea efectiva es necesa- Yio conservar al bosque, al menos parcialmente intacto, evitando remover el suelo y procurando conservar la vegetacién a lo largo de las corrientes de agua. La explotacién de estos bosques o la tala de los mismos para dedicar el suelo a cultivos agricolas debe estar limitada y supervisada, para evitar de esta manera que se Pierdan las funciones protectoras que desempefian. Se puede ex- traer valiosas cantidades de madera de los bosques protectores, si la explotacién se realiza mediante métodos y manejo apropiados.

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