Вы находитесь на странице: 1из 2

El Chisme:

Para empezar quiero decirte que un chisme es un comentario sin fundamento, fíjate que me dijo fulano, fíjate que
me dijo fulana, si usted no lo vio y si usted no lo oyó, mejor no lo repita a nadie pero ni a su Esposo o Esposa alguien
cercano pues si a usted lo confrontan no podrá decir si así es, además todo chisme nació con el propósito de hacer
daño, es destructivo, y los únicos que se prestan para robar, matar y destruir son los aliados de Satanás.

La Murmuración
Se da cuando no estamos de acuerdo con algo, cuando no nos sujetamos en obediencia a Dios, nuestros jefes,
autoridades, padres, maestros etc., cuando alguien siente o tiene envidia porque el otro tiene y el no, toda
murmuración solo servirá con fines destructivos con el propósito de hacer daño, es destructivo, y los únicos que se
prestan para robar, matar y destruir son los aliados de Satanás

Jesús mismo dijo:


Mateo 15:11 No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al
hombre.
Mateo 15:17 No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, ¿y es echado en la letrina? 18 Pero lo que
sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. 19 Porque del corazón salen los malos
pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.

El chisme es increíblemente destructivo. Es destructivo para las iglesias, familias y negocios. Es destructivo para tu
vida. Te parte al medio. Separa a los amigos más entrañables.

El Perdón Te Libera

Nosotros con la naturaleza humana que nos rige nos cuesta un mundo poder perdonar y aun mas olvidar. A veces
pasan los años y nosotros seguimos anidando aquellos sentimientos de rencor u odio hacia cierta persona que nos
hizo daño, sin darnos cuenta que esos sentimientos negativos están evitando que avancemos en la vida cristiana.

Y es que puede ser cierto que lo que te hicieron fue algo muy fuerte, pero aun así Dios quiere que perdonemos.

“Cuando se perdona una falta, el amor florece, pero mantenerla presente separa a los amigos íntimos.”
(Proverbios 17:9 NTV)
1 Pedro 3:9 dice: “No paguen mal por mal. No respondan con insultos cuando la gente los insulte. Por el contrario,
contesten con una bendición. A esto los ha llamado Dios, y él los bendecirá por hacerlo” (NTV).

Por lo general las personas condicionamos nuestra manera de amar; es decir, es fácil amar a quien te trata bien, a
quien no refuta tu manera de pensar o tu forma de ser, pero que tal si vamos más allá y empezamos a analizar
verdaderamente la forma en que estamos amando a nuestro prójimo, por ejemplo: ¿en este momento recuerdas a
alguien que te hizo molestar por alguna situación? Y al recordar a esa persona solo sientes rencor o dolor?
Si tu respuesta es sí, siento decirte que tu forma de amar está condicionada y no estás amando de una manera
verdadera como Dios quiere que lo hagamos.

Es imposible creer a Dios cuando estamos heridos. De una sola fuente no puede fluir fe y resentimiento al mismo
tiempo.
Por mucho que se esfuerce, crea la Palabra o la confiese, su corazón no puede actuar en fe.
La falta de perdón bloquea su corazón y no le deja creer.
El Amor Será Anulado.

La falta de perdón corta el fluir del amor de Dios en nosotros; no se puede amar y odiar al mismo tiempo. Por eso, en
una relación, si no se sanan las heridas, no fluirá el amor de Dios en su plenitud. Algunas veces, usted escucha decir a
ciertos cónyuges: “ya no le amo más”, y no es que no le ama, sino que lo han herido tanto que esa falta de perdón
cubre el amor que le pueda tener.
La persona que no perdona siempre será un fracasado, y las mayores heridas no se las causará a otras personas
sino a sí mismo.

Muchas personas dirán, pero es que cómo se hace para perdonar a alguien que hizo tanto daño; ahí precisamente es
donde está el punto, creemos que somos nosotros los que hacemos la obra, creemos que tenemos la autoridad y el
derecho de dar o retener el perdón a alguien.

El perdonar no es una cuestión de sentir o querer hacerlo, el perdonar es un mandamiento de Dios, sencillamente
hay que hacerlo y el Señor se encargará de hacer lo más difícil “sanar nuestro corazón”.

Cuando tú le retienes el perdón a alguien, en primer lugar estás ofendiendo a Dios porque te estás poniendo por
encima de Él y en segundo lugar, te estás negando la posibilidad de ser libre y de que la otra persona se libere de esa
falta de perdón.

No te ates y no ates a otros por tu falta de perdón, comprende que la única persona que saldrá perdiendo eres tú si
actúas de esta manera; poco a poco la amargura y el orgullo se irá apoderando de tu ser y muchas de las bendiciones
que Dios derrama sobre tu vida las dejarás de disfrutar por estar ocupado en odiar y guardar ese resentimiento en tu
corazón.
La falta de perdón causa amargura, tú tienes la decisión y Dios tiene la autoridad para sanar tu corazón, basta con
que tú le entregues ese odio, resentimiento o falta de perdón a Él, y Él se encargará de hacer el resto.

No es posible que sigamos hablando del amor de Dios, si en nuestro corazón hay falta de perdón. “Perdónanos el mal
que hemos hecho, así como nosotros hemos perdonado a los que nos han hecho mal”. Mateo 6:12 (Dios Habla Hoy).
Guarda tu corazón de la falta de perdón, pídele a Dios que te de un corazón lleno de amor y de misericordia y verás
que poco a poco experimentarás la verdadera libertad que nuestro Amado Jesucristo.

Yo te voy a hacer una pregunta hoy, Como tú Quieres ser Recordado?

“Señor: Yo perdono a (nombre de la persona). Le perdono por todas las heridas y el dolor que le he causado y cómo
lo he hecho sentir)”.

“Señor: Opto por no aferrarme a mi amargura ni a mi enojo. Te pido, Espíritu Santo, que sanes mis emociones
dañadas. Te lo pido en el nombre de Jesús. ¡Amén!”

Вам также может понравиться