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El presente ensayo es una reflexión subjetiva, didáctica, sustentada en


el análisis, interpretación y explicación de manera concisa y precisa de un
hecho social trascendental, no solo para los que se inician en las ciencias
jurídicas y políticas, sino también para los conspicuos de dicho saber. Este
hecho social del que se hace referencia es el neoliberalismo; y con el presente
texto se busca propender el caldo de cultivo para una fácil comprensión del
hecho, susceptible de emerger en una enjundia dialéctica, que va a constreñir a
la retroalimentación del pensamiento crítico y por ende al aprendizaje
significativo. Para tales efectos, se aplicara el método histórico, ya que es
menester estudiar su génesis, desarrollo y trasformación; apoyado en la
técnica del análisis documental.
Sus albores idealistas y doctrinales se podrían geográficamente ubicar
en Florencia Italia, aunque esto cuestionable, puesto que algunos historiadores
ubican su proceso de gestación en la revolución Inglesa, donde nace LA
ILUSTRACIÓN, movimiento cultural e intelectual, que expone al hombre dotado
de razón para disipar las tinieblas de la ignorancia, y así tomar la dirección
sobre su destino, contradiciendo las ideas impuestas y preexistentes del
absolutismo y la monarquía, que tuvieron sustento en la obra LEVIATAN de
Tomas Hobbes; a este siglo se conoce como el siglo de las luces, y forjan las
bases doctrinales que inspiraron el liberalismo; filosofía política que defiende
la libertad individual, la iniciativa privada y limita la intervención del Estado y de
los poderes públicos en la vida social, económica y cultural, la cual
tendría como principales exponentes a Locke, Voltaire con su idea de
tolerancia religiosa, Roseau con su benemérita obra: EL CONTRATO SOCIAL
y Montesquieu con su obra EL ESPÍRITU DE LAS LEYES. Estas ideas se
consumaron en la revolución francesa; donde una vez emprendida la
revolución, trae consigo una transformación del estado, del ordenamiento
jurídico y una constitución que promueve la división de poderes, la democracia,
y las libertades. Como consecuencia, surgiría un cambio radical en el modelo
económico social; ideas totalmente contrarias a las conservadoras que habían
gobernado durante mucho tiempo. Este modelo económico se fundaría sobre
las ideas de Adam Smith en su obra: LA RIQUEZA DE LAS NACIONES, donde
expone la vitalidad de una libertad plena para los comerciantes, industriales y
bancos, afirmando que el mercado se equilibra solo; al igual la producción de
bienes y servicios y el mercado laboral se regulan por el libre juego de la oferta
y la demanda, sin necesidad de intervención del estado, esto es a lo que él
llama la mano invisible. Estas ideas se expandieron por toda Europa, con la
revolución francesa y se desarrollaron con la primera y segunda
revolución industrial; pero encontraría un acérrimo antagonismo, el comunismo
marxista, que ya deambulaba por el imperio ruso y se expandiría sin escatimar
nación.
Finalizada la primera guerra mundial, el capitalismo muestra sus
falencias reflejadas en la gran depresión (1929), lo cual le hizo vulnerable ante
el comunismo que crecía y se solidificaba; de esta hecatombe moral hizo
apología los promotores del socialismo y comunismo, especulando sobre la
responsabilidad del liberalismo en la consecuente desigualdad y crisis
económica; no obstante, esto sería cuestionable, ya que para emitir un juicio
imparcial no se debería valorar a priori el fracaso de un modelo económico, sin
antes escudriñar el contexto social, político, económico y aún religioso, bajo el
que se desencadenó esta catástrofe económica; critica que daría génesis a un
complejo debate, pues aunque fue el estallido de una burbuja inflacionaria,
sustentada por medidas liberales de la reserva federal de USA (como la baja
de las tasas de interés de manera descomunal), las políticas liberales del
gobierno como el otorgamiento de créditos sin limitación y emisión de bonos
(bonos de libertad), las acciones empresariales de transacciones por crédito
como la oferta de bonos corporativos (en los que destaca Charles Mitchell) y
las innumerables agencias de corretaje incitando a la inversión en la bolsa, la
producción masiva de productos que muchas veces no eran indispensable para
el desarrollo de la sociedad, pero que con fuertes campañas de publicidad se
indujeron al consumo, y la carrera estrepitosa por invertir en la bolsa y otros
factores que propulsaron al pueblo a un apalancamiento económico sin
fundamento productivo, se debería tomar en cuenta la existencia de diversas
variables en una constante dinámica, donde algunas son subjetivas, y no
pertinentes al modelo liberal; verbigracia, la tendencia colectiva (hecho social)
de adquirir bienes con facilismo, o sea por medio de créditos (transacciones no
respaldadas en productividad); esta actitud no es cónsona con el liberalismo si
se evoca a sus bases doctrinales, donde se exalta la razón para disipar las
tinieblas de la ignorancia, siendo irracional actuar sin prudencia económica,
esta sería una de las posibles variables existentes, susceptibles de una
valoración imprecisa; por supuesto, la antítesis a esta tesis sería la falta de
control e intervención del Estado la que propició conductas sociales y medidas
económicas individualistas que conllevaron a la crisis; todo esto es válido para
la continua dialéctica, dejando a criterio del lector la exposición de su síntesis.
Desarrollado este panorama sombrío para la economía mundial, eruditos del
liberalismo (escuela austriaca), ven la necesidad de mejorar el modelo liberal
capitalista y acuden a unas reformas, donde por consenso se estableció una
regulación o equilibrio a la hora de aplicar las medidas liberales, dando lugar al
proceso de gestación del modelo económico neoliberal, que en una primera
instancia, estableció cierta intervención del estado, consecuencia de una
medida basada en la animadversión colectiva por el supuesto fracaso del
liberalismo. Esta escuela, que tuvo su origen en Viena y tenía como base la
escuela de salamanca y la doctrina fisiócrata, estableció su principal pilar con el
economista Carl Menger y su magistral obra PRINCIPIOS DE LA ECONOMÍA
POLÍTICA (1871), donde expuso su teoría de la subjetividad económica,
enfatizando conceptos como la utilidad marginal y la valoración subjetiva de un
bien; estas ideas fueron adoptas por Von Mises, quien en su obra La Acción
Humana fundada en la praxeología reafirma el vital individualismo para el
correcto desenvolvimiento en la economía y anexa la idea de que lo mas
importante no son los recursos sino las acciones; todas estas ideas y teorías se
conjugan en el coloquio de Walter Lippmann (consenso entre conspicuos
liberales) para tratar de resolver el diferendo entre los radicales liberales y
aquellos que consideraban la necesidad de cierta intervención del Estado en la
economía. Paralelo a la escuela austriaca, el académico Maynard Keynes,
desarrolló ideas que tuvieron gran aceptación y adopción por la gran mayoría
de gobiernos, tal como una panacea; estas ideas están expuestas en su obra
TEORÍA GENERAL DE LA OCUPACIÓN, El INTERÉS Y EL DINERO, donde
rechaza la doctrina: LAISSEZ-FAIRE (dejen hacer dejen pasar), y apoya una
economía tutelada por el Estado, economía social de mercado, lo que luego se
conocería como el estado de bienestar, que propone una intervención del
Estado en cuatro pilares fundamentales: educación, sanidad, servicios sociales
y seguro social. Estas reformas, se ejecutan finalizada la segunda guerra
mundial y buscan solventar los dos problemas principales de la
macroeconomía: el desempleo y la inflación; para esto Keynes establece como
variable fundamental dependiente del consumo a la demanda global, la cual
por su directa proporcionalidad con el consumo, permitiría controlar el
desempleo y la inflación. A través de su modelo matemático demuestra que el
desempleo se produce por una insuficiencia de demanda global, la cual se
puede solucionar, estimulando el consumo (bajando los impuestos), incitando a
la inversión (bajando las tasas de interés para los ahorros), aumentando el
gasto público y las exportaciones mediante el tipo de cambio. Para su
efectividad, sugiere dos herramientas: política fiscal y política monetaria.
Además, este modelo define el proceso inverso para disminuir la inflación y dar
por sentado la no convivencia del desempleo con la inflación. Es decir, se
podría controlar la inflación por medio del desempleo y viceversa; esto significó
una solución durante 30 años, a los cuales se les llamo los años dorados; pero
luego con el alza de los precios del petróleo para 1973, producto de las
medidas tomadas por los países árabes de la OPEP de no enviar petróleo a
USA y sus aliados, por apoyar a Israel en la guerra del Yom Kipur, surge una
nueva variable que Keynes no valoró; el aumento de la inflación con aumento
del desempleo; algo no previsto en su teoría, pues esta inflación era producto
de los costes de la energía, la cual persistía aun con una baja en el consumo y
con alto índice de desempleo; por primera vez coexistían desempleo e
inflación. Es aquí donde el modelo es ineficaz y da lugar al neoliberalismo
guiado por Hayek y Milton Fredman los cuales consolidaron sus ideas en el
Mont Pelerin.
Hayek basa su teoría en la doctrina liberal individualista, la cual
analiza la economía desde un punto de vista microeconómico, como un
individuo de libertades y no como entes sociales; propone: Reducir la
intervención del estado, privatizar las empresa, libre comercio, apertura
comercial total, quitar el limite al capital, frenar el poder de los sindicatos,
remplazar el imaginario colaborativo de comunidad por individual y de
competencia, sintetizando su doctrina en dos teorías: teoría del orden
espontaneo y teoría de la división del conocimiento. Por otro lado estaba Milton
Friedman, el cual complementa con los principios de subsidiariedad y
monetarismo, que ejecutaría por medio de su escuela, los chicagos boys.
Al compendio de ideas de Hayek Y Friedman se le denomina el
neoliberalismo desarrollado, el cual argumenta que la intervención del estado
distorsiona la información de los mercados, impide la creatividad, innovación y
nuevas ideas. Considera además, que cualquier política de intervención estatal
o regulación supondría el progresivo recorte de las libertades individuales a
todos los ámbitos de la vida y corregir la distribución de la riqueza en base a la
llamada justicia social es incompatible con una sociedad libre. Siendo el papel
del estado, asegurar el progreso del humano a través del estado de derecho,
basado en una ley suprema: la libertad del individuo; por ende, la igualdad de
las personas debe ser ante la ley, no ante las riquezas, ya que esta proviene de
la acción humana individual.
Este modelo se ejecuta en América y Europa, con el presidente de USA
Ronald Reagen y la primera ministra del Reino Unido Margaret Thatcher.
Obligando a otros países, sobre todo los de Suramérica, a adoptar el modelo,
donde luego serían controlados por organismos internacionales como el FMI,
OMC, los cuales fijarían reglas desfavorables para los países del tercer mundo.
Una de las primeras medidas que toman estos presidentes para solucionar el
problema de la inflación es: Alza de precios, congelamiento de
salarios, disminución de la masa monetaria, reducción de empleo y de
impuestos al empresario para ayudar a su pronta recuperación. Estas medidas
drásticas se argumenta en que un poco de desempleo es beneficio para la
producción y la inversión, en congruencia con la cero intervencionismo del
Estado, lo que implica eliminación de seguros de empleos, subsidios,
asistencia social; con una disminución casi total del gasto público siendo
contradictorio al modelo Keynesiano que afirma que el Estado está en el deber
de solventar lo que le mercado no puede. Pero como la economía es cíclica, y
es indeclinable un desapalancamiento luego de un crecimiento; se da para el
2008 una inevitable crisis económica, con un deterioro de la economía mundial
que ameritaba pronta atención y no se podía esperar a que se cumpliese lo
expuesto por Hayek: “Las crisis económicas solo significan una corrección de
sistema del que se recuperarían por sí misma”; porque tal como lo refuto
Keynes: necesitamos actuar ya, “porque a largo plazo estaremos todos
muertos”. Esto resucitaba a Keynes por la necesita de una intervención del
Estado para controlar el deterioro, y salvaguardar momentáneamente la
economía.

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