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Escuela Normal Experimental de Colotlán

Lic. en Educación Primaria


Ciclo Escolar 2016-2017

Ensayo:
Formación ciudadana; sociedades democráticas

Asignatura:
Producción de textos escritos

7° B

Maestra: Guillermina Sulub Ávila

Autor: Eduardo Cornejo Flores

22 de enero del 2018


Introducción.
El presente ensayo pretende dar a conocer en un primer momento las concepciones de la
ciudadanía y democracia, la relación existente entre ambos conceptos e importancia en las
sociedades actuales. Pero ¿realmente existe la democracia en México? Hablar de
democracia es un término amplio y utópico, difícil de alcanzar debido a distintos factores
políticos, sociales e individuales como la corrupción, la falta de valores y participación de
las personas en asuntos públicos y de relevancia social, por ello la importancia de dar un
giro a la educación, empezar a implementar desde las escuelas y/o el hogar la formación en
valores, la importancia de participar en asuntos de diversa índole, esto llevándolo a cabo en
actividades que involucren al alumnado la participación en la toma de decisiones a través
de diversos mecanismos como lo son las votaciones o consensos.

Es de esa manera que se pueden formar ciudadanos, personas capaces de desarrollarse y


con ello la construcción de sociedades en las que prevalezcan estos principios de igualdad,
donde todos tienen las mismas oportunidades y derechos, se reconozcan aquellas
individualidades o diferencias, que tengan como consecuencia el reconocimiento o la
necesidad de sentirse parte de una comunidad, involucrarse y participar en los asuntos que
interfieran en ella, es aquí donde se estarían construyendo espacios más democráticos,
libres de participación, donde el poder de las instituciones sea guiada y regida por la
sociedad.
Ciudadanía y Democracia; México actual

En la actualidad o dentro de las sociedades actuales vivimos en un mundo donde la


democracia solo es tomada como un término y no como una práctica, en donde se habla o
dice dicho término solo para hacer referencia a la participación de los ciudadanos en la
elección de sus representantes, sin embargo es un término que va más allá de ese interés
común, el de emitir un voto, un término difícil de definir, por ello “la forma normal de
delimitar un concepto es definirlo a contrario, por contraste, es decir, determinando su
opuesto, contrario o contradictorio. De ahí que para establecer lo que es la democracia
debamos también establecer lo que no es, o sea, lo que es la antítesis de la democracia”
(Sartori, 1997: 225).

Partiendo de la idea anterior, la democracia es entonces, una forma de gobierno del Estado
donde el poder es ejercido por el pueblo, mediante mecanismos legítimos de participación
en la toma de decisiones políticas. Es aquí donde entra el ciudadano, el sujeto con derechos,
capaz de elegir a sus representantes y no solo eso, sino de participar en los asuntos
políticos. Pero ¿Qué significa ser ciudadano? “el ciudadano es un poseedor de derechos,
los cuales le permiten ser tratado como un miembro pleno de una sociedad de iguales"
(Marshall, 1992).

Por otra parte la ciudadanía de acuerdo a Marshall (1998), la define como “aquel estatus
que se concede a los miembros de pleno derecho de una comunidad. Sus beneficiarios son
iguales en cuanto a los derechos y obligaciones que implica” ( p. 37). Por otra parte este
estatus estaría compuesto por tres elementos: el civil, formado por los derechos necesarios
para la libertad individual, el político, entendido como el derecho a participar en el ejercicio
del poder político y el social, que abarca todo el espectro (derecho a la seguridad, al
mínimo bienestar, conforme a los estándares predominantes en la sociedad, en otras
palabras es la necesidad de pertenencia a una comunidad o Estado, dicho termino se ha
vinculado a la nacionalidad y oportunidad de contribuir a la vida pública de esa comunidad
a través de la participación, es aquí donde toma relación el concepto de ciudadanía y
democracia, es de esta manera que el ciudadano contribuye a la construcción de ciudades
democráticas, a través de su participación activa dentro de los asuntos políticos que
contribuyan a su desarrollo dentro de la comunidad.
De acuerdo a lo anterior la democracia gira en torno a la participación del ciudadano en la
formación de la voluntad política y en la toma de decisiones, esta forma de distinguir la
democracia se da a partir de aquella en la que se considera participativa de aquella
representativa, es que la segunda “se opone la toma de decisiones directa por parte de los
ciudadanos a la toma de decisiones por parte de representantes” (Aron, 1999: 43).

Sin embargo, una democracia participativa, entiende esta forma de gobierno como un
asunto en el que involucra a todos, y no como un gobierno de unos pocos, de las elites, sino
que por el contrario, se puede transformar para que la tarea de gobernar pueda ser llevada a
cabo por la participación de la ciudadanía. Este último, el ciudadano se define por lo que
hace en el proceso democrático, “el proceso participativo genera un nuevo individuo, las
instituciones políticas democráticas posibilitan que los individuos desarrollen sus propias
capacidades.” (Abellán, s.f, p. 67).

Es aquí donde entra la importancia de la formación de la ciudadanía para lograr sociedades


democráticas, es decir, formar desde las instituciones al individuo, prepararlo para su
desarrollo dentro de la sociedad, la participación, toma de acuerdos, formación en valores,
a través de distintas actividades o mecanismos de participación, implementación de normas
y reglas.

En este sentido, Osler y Starkey (2006 citado en Feyfant, 2010) identificaron seis factores
que explican el interés actual de la educación para la ciudadanía:

- la persistencia de la injusticia y la desigualdad en la sociedad;

- el fenómeno de la globalización y la creciente migración de las poblaciones;

- la preocupación por la reducción y el desinterés de los aspectos cívicos;

- la renuncia de la juventud hacia las cuestiones políticas;

- el aumento de la anti-democracia, del racismo y las actitudes violentas;

- las consecuencias de la Guerra Fría y las últimas transformaciones


democráticas, especialmente de los países europeos del este.
Es a través de estos factores sociales que persisten en la actualidad, que se da mayor
relevancia a la formación ciudadana, puesto que en el mundo contemporáneo se tiene
ciertas problemáticas sociales por la carencia de una formación o vida democrática, dentro
de ellas la convivencia democrática, la poca participación de los jóvenes en la política, esta
debido a la falta de confianza a los representantes o por la corrupción en los mecanismos de
participación, otra razón es el incremento de la violencia dentro de las escuelas como lo es
el bullying.

Las nuevas realidades sociales que estamos viviendo en la actualidad llevan a la necesidad
de que las nuevas generaciones se sientan identificadas y partícipes de una ciudadanía
responsable. Este interés surge por la necesidad de transformar las sociedades, mantener la
paz, el orden escolar y social, así como el desarrollo en valores, sociedades donde se
respeten las individualidades y favorezcan sociedades inclusivas, sin embargo esto no se
logra, si no es a través de la educación en las escuelas, es decir una educación en derechos y
deberes, para que este se reconozca como parte de una comunidad, fomentando el
desarrollo de actitudes positivas de tolerancia y solidaridad, ya que un verdadero cambio
solo se puede lograr formando las nuevas generaciones y esto solo se puede lograr en las
escuelas de educación básica.

. Tal y como afirma Cellier, la ciudadanía “no viene dada, se construye. Se adquiere a
través de la educación familiar y escolar” (2003, p. 51, citado en Pagès y Santisteban, 2008,
p. 4), tratándose de formar personas ciudadanas a partir de la educación. Igualmente, para
Audigier la ciudadanía “no es un producto de la naturaleza, requiere una educación y una
buena Educación Cívica es la que forma ciudadanos” (2002, p. 1, citado en Pagès y
Santisteban, 2008, p. 4).

A pesar de ello esta formación desde las escuelas primarias no es tarea fácil, puesto que en
ocasiones los contenidos se encuentran desconectados a la realidad, descontextualizados de
las situaciones o problemáticas de su comunidad, o incluso por cuestiones personales de los
alumnos como la resistencia a participar en actividades o dificultades para llevar a la
práctica lo aprendido, esto ocasionando una pérdida de interés, lo que implica a los docente
afrontar grandes retos, es decir, llevar estos contenidos a la práctica, diseño de actividades
encaminadas al desarrollo de la participación en distintos ámbitos, como lo son los actos
cívicos en la escuela y su participación activa en las distintas actividades que se desarrollen
dentro de la misma institución y no reducirse todo esto a una formación memorística en la
que el alumnos aprenda conceptos para responder preguntas o pasar un examen.

Conclusiones

A pesar de las transformaciones del concepto de democracia a través de los años, aún sigue
prevaleciendo el concepto de democracia como sinónimo de un sistema representacional,
en donde los ciudadanos solo participan en los asuntos públicos a través del voto en la
elección de sus representantes, por otra parte la ausencia de interés por participar en dichos
asuntos, es debido a la falta de credibilidad antes los que dirigen los intereses de estado.

Las instituciones responsables de garantizar los derechos de los niños no han reconocido la
importancia de respetar sus derechos, dejando de lado su participación como ciudadanos ,
esto se puede ver día con día, como se presentan diversas situaciones como la violencia,
abusos, violación a sus derechos, falta de acceso a la educación, alimentación, o
incluso como estos se ven inmersos en situaciones delictivas como consumo de sustancias o
participación en asuntos ilícitos.

Por ello la educación o formación ciudadana se desprende de una necesidad social actual, la
de la formación de individuos como personas, es decir, una formación en valores, respeto,
equidad e igualdad, que den base o sustento a los estudiantes para participar en distintos
espacios comenzando desde el trabajo en equipos, grupales y actividades dentro de la
sociedad, para que el alumno de esta manera logre transferir lo aprendido en el aula a la
comunidad, puesto que en las sociedades actuales existe la preocupación del rumbo que
pueda tomar la sociedad en cuanto a su cotidianidad, conducción y el futuro que le puedan
brindar sus gobernantes para garantizar su bienestar personal, económico y social.
Referencias:

Aron, Raymond (1999), Introducción a la filosofía política. Democracia y revolución,


Barcelona: Paidós.

Sartori, Giovanni (1997), Teoría de la democracia, México: Alianza.

Marshall, T.H.; Bottomore, Tom (1992). Ciudadanía y Clase Social. Alianza. Madrid.

Audigier, F. (2007). L’éducation à la citoyenneté dans ses contradictions. Revue


internationale d’éducation -Sèvres,

Pagès, J. y Santisteban, A. (2008). La Educación para la Ciudadanía hoy. En Pagès, J.;


Santisteban, A. (coord.). Educación para la ciudadanía. Guías para Educación Secundaria
Obligatoria. Madrid: Wolters Kluwer.

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