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Ensayo:
Formación ciudadana; sociedades democráticas
Asignatura:
Producción de textos escritos
7° B
Partiendo de la idea anterior, la democracia es entonces, una forma de gobierno del Estado
donde el poder es ejercido por el pueblo, mediante mecanismos legítimos de participación
en la toma de decisiones políticas. Es aquí donde entra el ciudadano, el sujeto con derechos,
capaz de elegir a sus representantes y no solo eso, sino de participar en los asuntos
políticos. Pero ¿Qué significa ser ciudadano? “el ciudadano es un poseedor de derechos,
los cuales le permiten ser tratado como un miembro pleno de una sociedad de iguales"
(Marshall, 1992).
Por otra parte la ciudadanía de acuerdo a Marshall (1998), la define como “aquel estatus
que se concede a los miembros de pleno derecho de una comunidad. Sus beneficiarios son
iguales en cuanto a los derechos y obligaciones que implica” ( p. 37). Por otra parte este
estatus estaría compuesto por tres elementos: el civil, formado por los derechos necesarios
para la libertad individual, el político, entendido como el derecho a participar en el ejercicio
del poder político y el social, que abarca todo el espectro (derecho a la seguridad, al
mínimo bienestar, conforme a los estándares predominantes en la sociedad, en otras
palabras es la necesidad de pertenencia a una comunidad o Estado, dicho termino se ha
vinculado a la nacionalidad y oportunidad de contribuir a la vida pública de esa comunidad
a través de la participación, es aquí donde toma relación el concepto de ciudadanía y
democracia, es de esta manera que el ciudadano contribuye a la construcción de ciudades
democráticas, a través de su participación activa dentro de los asuntos políticos que
contribuyan a su desarrollo dentro de la comunidad.
De acuerdo a lo anterior la democracia gira en torno a la participación del ciudadano en la
formación de la voluntad política y en la toma de decisiones, esta forma de distinguir la
democracia se da a partir de aquella en la que se considera participativa de aquella
representativa, es que la segunda “se opone la toma de decisiones directa por parte de los
ciudadanos a la toma de decisiones por parte de representantes” (Aron, 1999: 43).
Sin embargo, una democracia participativa, entiende esta forma de gobierno como un
asunto en el que involucra a todos, y no como un gobierno de unos pocos, de las elites, sino
que por el contrario, se puede transformar para que la tarea de gobernar pueda ser llevada a
cabo por la participación de la ciudadanía. Este último, el ciudadano se define por lo que
hace en el proceso democrático, “el proceso participativo genera un nuevo individuo, las
instituciones políticas democráticas posibilitan que los individuos desarrollen sus propias
capacidades.” (Abellán, s.f, p. 67).
En este sentido, Osler y Starkey (2006 citado en Feyfant, 2010) identificaron seis factores
que explican el interés actual de la educación para la ciudadanía:
Las nuevas realidades sociales que estamos viviendo en la actualidad llevan a la necesidad
de que las nuevas generaciones se sientan identificadas y partícipes de una ciudadanía
responsable. Este interés surge por la necesidad de transformar las sociedades, mantener la
paz, el orden escolar y social, así como el desarrollo en valores, sociedades donde se
respeten las individualidades y favorezcan sociedades inclusivas, sin embargo esto no se
logra, si no es a través de la educación en las escuelas, es decir una educación en derechos y
deberes, para que este se reconozca como parte de una comunidad, fomentando el
desarrollo de actitudes positivas de tolerancia y solidaridad, ya que un verdadero cambio
solo se puede lograr formando las nuevas generaciones y esto solo se puede lograr en las
escuelas de educación básica.
. Tal y como afirma Cellier, la ciudadanía “no viene dada, se construye. Se adquiere a
través de la educación familiar y escolar” (2003, p. 51, citado en Pagès y Santisteban, 2008,
p. 4), tratándose de formar personas ciudadanas a partir de la educación. Igualmente, para
Audigier la ciudadanía “no es un producto de la naturaleza, requiere una educación y una
buena Educación Cívica es la que forma ciudadanos” (2002, p. 1, citado en Pagès y
Santisteban, 2008, p. 4).
A pesar de ello esta formación desde las escuelas primarias no es tarea fácil, puesto que en
ocasiones los contenidos se encuentran desconectados a la realidad, descontextualizados de
las situaciones o problemáticas de su comunidad, o incluso por cuestiones personales de los
alumnos como la resistencia a participar en actividades o dificultades para llevar a la
práctica lo aprendido, esto ocasionando una pérdida de interés, lo que implica a los docente
afrontar grandes retos, es decir, llevar estos contenidos a la práctica, diseño de actividades
encaminadas al desarrollo de la participación en distintos ámbitos, como lo son los actos
cívicos en la escuela y su participación activa en las distintas actividades que se desarrollen
dentro de la misma institución y no reducirse todo esto a una formación memorística en la
que el alumnos aprenda conceptos para responder preguntas o pasar un examen.
Conclusiones
A pesar de las transformaciones del concepto de democracia a través de los años, aún sigue
prevaleciendo el concepto de democracia como sinónimo de un sistema representacional,
en donde los ciudadanos solo participan en los asuntos públicos a través del voto en la
elección de sus representantes, por otra parte la ausencia de interés por participar en dichos
asuntos, es debido a la falta de credibilidad antes los que dirigen los intereses de estado.
Las instituciones responsables de garantizar los derechos de los niños no han reconocido la
importancia de respetar sus derechos, dejando de lado su participación como ciudadanos ,
esto se puede ver día con día, como se presentan diversas situaciones como la violencia,
abusos, violación a sus derechos, falta de acceso a la educación, alimentación, o
incluso como estos se ven inmersos en situaciones delictivas como consumo de sustancias o
participación en asuntos ilícitos.
Por ello la educación o formación ciudadana se desprende de una necesidad social actual, la
de la formación de individuos como personas, es decir, una formación en valores, respeto,
equidad e igualdad, que den base o sustento a los estudiantes para participar en distintos
espacios comenzando desde el trabajo en equipos, grupales y actividades dentro de la
sociedad, para que el alumno de esta manera logre transferir lo aprendido en el aula a la
comunidad, puesto que en las sociedades actuales existe la preocupación del rumbo que
pueda tomar la sociedad en cuanto a su cotidianidad, conducción y el futuro que le puedan
brindar sus gobernantes para garantizar su bienestar personal, económico y social.
Referencias:
Marshall, T.H.; Bottomore, Tom (1992). Ciudadanía y Clase Social. Alianza. Madrid.