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ECUATORIANA MODERNA
octubre 7, 2015, 11:20 am
Filed under: Francisco sin tierra, Sigue tu corazón | Etiquetas: amor
Después la educación formal nos enseña mentiras, nos enseña de cosas que nunca fueron y
de que nunca podrán ser, nos enseña de una libertad figurada, de una igualdad quimérica,
de una hermandad agujereada como la tela vieja.
Ya sueltos en el mundo, surgen las corazas para defenderse de los dos primeros traumas, y
así lo bio-político-socio-histórico se extrapola a lo personal-familiar primero y a lo común
(social) desde los complejos después, a la admiración y la fascinación con y por el otro en
lo individual y colectivo (el vecino tiene más y mejores cosas/el primer mundo es mejor).
La más fuerte y engañosa de esas corazas es el ego, el ego del mí –esto es mío- que suprime
al Yo –Yo soy-, el ego del que merezco que los demás odien, mientan (la mentira como
Modus Vivendi) y sufran como yo, sufran como yo al no aceptarme como quien y lo que
soy.
Se enfrentan el ser contra el tener, no se esucha: “YO SOY”, se adolece del “YO TENGO”.
Entonces, los vicios ajenos se adoptan como virtudes propias: orgullo (ego), vanidad,
envidia (lujuria por entretenimiento), superficialidad, pasión (deseo), pasión por la ganancia
y por el poder (deseo de poseer personas y cosas), estupidez (prejuicio), agresión (odio), la
circunspección calculadora, el fanatismo por el trabajo, el respeto a las convenciones y a las
imposiciones sociales. En resumen, tres máscaras que no permiten avanzar ni a las
personalidades ni al conjunto.
La respuesta es sencilla, anda desnuda y se defiende sola: AMAR. AMAR MÁS CADA
VEZ MÁS.
El ego, en especial el de las mujeres ecuatorianas (madres, esposas, hermanas, hijas, novias
y amigas) es la respuesta ante el caos interno y externo producto del odio y de la mentira,
ante el caos que el hombre ecuatoriano (padres, esposos, hermanos, hijos, novios y amigos)
es incapaz de reaccionar, mucho menos de actuar. Y con ego de por medio el amor no
puede florecer.
Ser ustedes mismos, conocerse a ustedes mismos, amarse a ustedes mismos, he ahí la
solución.
Y hay un amor más grande, que quiere que hagamos, que hagamos cosas grandes.
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2 comentarios
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Excelente artigo!!!
Genial.