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Nómadas (Col)

ISSN: 0121-7550
nomadas@ucentral.edu.co
Universidad Central
Colombia

Carrasco, Silvia; Ballestín, Beatriz; Bertran, Marta; Bretones, Eva


EDUCACIÓN, ACULTURACIÓN Y GÉNERO. REFLEXIONES DESDE LA INVESTIGACIÓN EN EL
NUEVO CONTEXTO MULTICULTURAL DE CATALUÑA
Nómadas (Col), núm. 14, abril, 2001, pp. 50-66
Universidad Central
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=105115268005

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EDUCACIÓN,
ACULTURACIÓN
Y GÉNERO.
REFLEXIONES DESDE LA
INVESTIGACIÓN EN EL
NUEVO CONTEXTO
MULTICULTURAL DE
1
CATALUÑA

Grupo ELIMA*

En este ensayo las autoras reflexionan sobre las re- In this essay the authors reflect on the relationships that
laciones existentes entre género, educación e exist between gender, education and interculturality. They
interculturalidad. Definen los ámbitos o problemas re- define the environments or problems that are associated
lacionados con las estrategias de cambio que las ma- with the change strategies that immigrant-origin mothers
dres y chicas de origen inmigrante y en situaciones de and girls, who belong to minorities are adopting in order to
minoría están adoptando para definir y llevar a cabo carry out their own migratory project; all this in a context
su propio proyecto migratorio. Esto en un contexto in which their threefold subordinate condition hinders their
en el cual su triple condición subalterna hace más di- emancipation goals through a prolonged contact with the
fícil concretar sus objetivos de emancipación por me- educational system and with the majoritarian society.
dio de un contacto prolongado con el sistema educa-
tivo de la sociedad mayoritaria.

* Las autoras de este texto, Silvia Carrasco, Beatriz Ballestín, Marta Bertran y Eva
Bretones, agradecen a otros miembros del grupo su colaboración y su participación en
las discusiones, en especial a Cris Molins y Laia Miralles. Departament d´ Antropología
Social de la Universitat Autónoma de Barcelona.

50 NÓMADAS
Introducción en particular, el comportamiento o postmoderna4 ) desarrolladas des-
reproductivo y las transformacio- de entonces, teniendo en cuenta
Este artículo desarrolla una nes sociodemográficas recientes sus objetivos educativos, su base
perspectiva de género en el marco que caracterizan a España y a Ca- conceptual, sus estrategias para el
de la educación y las relaciones taluña. Diversas etnografías en cur- cambio y las críticas a sus plan-
interculturales, con el fin de iden- so aportan apoyos empíricos y teamientos.
tificar los ámbitos y los problemas comparativos a las cuestiones
relacionados con las estrategias de abordadas en el texto. Desde el punto de vista del fe-
readaptación y de minismo liberal5 , cuya
cambio que las niñas meta fundamental es,
y chicas jóvenes de dentro del marco es-
origen inmigrante y tructural configurado
en situación de mino- por la sociedad capita-
ría adoptan para defi- lista y patriarcal, ase-
nir y llevar a cabo su gurar la “igualdad de
propio proyecto mi- oportunidades” entre
gratorio y de inser- los sexos. Su intento
ción. Entenderemos el dentro de la educa-
género como la cons- ción es eliminar las ba-
trucción sociocultural rreras que impiden
de roles, identidades, que las chicas (en ge-
imaginarios y expec- neral, sin hacer distin-
tativas, atribuidos a ciones de clase ni de
los individuos en fun- origen étnico-cultural)
ción de su sexo, es Colegio San Ignacio, Medellín, 1935-37. F. M. alcancen su total po-
decir, como producto tencial, independien-
dinámico de relaciones sociales en Interrogantes básicos temente de que esas barreras se
contextos concretos y cambiantes: en los estudios de encuentren localizadas en la escue-
“Gender in all human groups must, la, el psiquismo o las prácticas la-
then, be understood in political and
género, educación y borales discriminatorias (Acker,
social terms, with reference not to cambio sociocultural 1995 :65). Así pues, destacan tres
biological constraints but instead to conceptos vitales: igualdad de opor-
local and specific forms of social El sistema escolar es un escena- tunidades; socialización y estereotipos
relationship and, in particular, of so- rio privilegiado para el estudio de de sexo; discriminación sexual. Por
cial inequality” (Rosaldo, 1980). las dinámicas de reproducción y de razones obvias, se trata del único
Así, en su experiencia múltiple de cambio social que, por su parte, dan discurso aceptable para los órganos
desigualdad, nos preguntamos lugar a la construcción de nuevos de poder (el gobierno y sus agen-
cómo articulan estas niñas, chicas escenarios relacionales. En los años cias), aunque a veces también para
y mujeres su participación tanto 70, tomaron fuerza las distintas los sindicatos y los partidos. De la
en los procesos de aculturación2 y críticas feministas al sistema edu- base conceptual del feminismo li-
en la gestión de los mismos, como cativo que se centraban en las beral se derivan diferentes estrate-
3
el papel desarrollado por el espa- desigualdades que separaban a gias de cambio educativo : en
cio educativo formal en esta articu- alumnos y alumnas en cuanto a ren- general, hay un intento por alterar
lación. En este sentido, algunas de dimiento, expectativas, trayectorias las prácticas socializadoras, un cam-
las transformaciones en curso en la escolares, implicación académica, bio de actitudes, y el uso de proce-
sociedad y la cultura mayoritarias orientación profesional, etc. Nos dimientos legales6 .
que afectan a y son protagonizadas detendremos brevemente en las tres
por las mujeres deben incorporar- corrientes teóricas (o cuatro, si La perspectiva liberal ha atraí-
se necesariamente a la reflexión, incluímos la visión postestructural do numerosas y duras críticas desde

NÓMADAS 51
diferentes posicionamientos : las La cuestión central es: ¿cómo se re- mientos hacia un curriculum que
críticas generalmente señalan las laciona la educación con la reproduc- se enfrente a la hegemonía domi-
limitaciones de su estructura con- ción de las divisiones de género dentro nante 9 . Sin embargo, según
ceptual, especialmente de las del capitalismo ? (Arnot y Weiner, Acker (1995 :70), gran parte del
ideas sobre igualdad de oportuni- 1987). Uno de los conceptos fun- trabajo del feminismo socialista
dades, que se suelen identificar y damentales usado es, por tanto, el en educación ha consistido en la
confundir con la igualdad de re- de “reproducción” : los teóricos formulación de argumentos teó-
sultados (O’Brien, 1983), y la con- han analizado cómo la escolari- ricos, en investigaciones históricas
fianza en los modelos o en análisis políticos.
de socialización y de Comparativamente
rol sexual. El énfasis hay pocos estudios
de las actitudes indi- empíricos sobre los
viduales se ve como procesos de la escue-
una forma de reduc- la. En parte, este va-
cionismo psicológico, cío parece deberse a la
que culpa a la víctima dificultad de exponer
por su falta (socializa- la teoría de la reproduc-
da) de percepción o ción de acuerdo con el
confianza (Connell, método científico clá-
1985). En este senti- sico de contrastación
do, se ha acusado a de hipótesis. Por todo
esta perspectiva de ello, el feminismo so-
elitista por dejar que cialista, junto con la
las estructuras de investigación neomar-
opresión sobrevivan Colegio San Ignacio, laboratorios, Medellín. F. M. xista de la educación
imperturbadas -las so- en general, puede ser
luciones se piensan como total- zación, mediante diversos mecanis- acusado de sustituir la puesta a
mente educativas, no hay crítica a mos, perpetúa (reproduce) la divi- prueba rigurosa por la “ilustración
los procesos del mercado global y sión de clases dentro de la fuerza apta” (Hargreaves, 1982). Otras
del capitalismo-, (Arnot, 1981). de trabajo. Para analizar la desigual- críticas al enfoque del feminismo
Por otra parte, está ímplicita la idea dad entre sexos se desarrolla el con- socialista han sido su exceso de
de que las diferencias sexuales cepto de código de género 8 academicismo y su poco desarro-
(biológicas) son realmente dife- (MacDonald, 1980). llo de estrategias para la acción
rencias de género (culturales). educativa. Debido al determi-
Pero sobre todo, se acusa al femi- Se toma este análisis como nismo social que se desprende de
nismo liberal de ignorar el impacto punto de partida para una “pers- los supuestos de partida se mues-
del patriarcado, el poder y la sub- pectiva político-económica” tra claramente insuficiente para
ordinación sistemática de la mujer (Arnot, 1981), llamando la aten- interpretar las estrategias desarro-
al hombre (O’Brien, 1983 ; Weiner, ción sobre la función de las escue- lladas por las mujeres ante el
1986), tanto como los efectos del las en la reproducción de la división sistema educativo desde las es-
racismo (últimamente en su versión sexual y social del trabajo en la fami- pecificidades culturales, en nues-
“culturalista”) y de la hegemonía de lia y en el lugar de trabajo. Así, el tro caso surgidas en un marco de
las clases sociales (Arnot, 1981, feminismo socialista se mueve “ha- relaciones interculturales, a raíz
1982). cia una praxis educativa, hacia una de la inmigración y los cambios
pedagogía radical” (Middleton, en las minorías.
Por otra parte, el movimiento 1984). Esto puede significar (even-
del feminismo socialista7 se ha cen- tualmente) el desarrollo potencial, Como el feminismo socialista,
trado en la posición de la mujer con profesores y alumnos, de es- el Feminismo radical10 quiere ver
dentro de la economía y la familia. trategias de resistencia o movi- un cambio fundamental en la es-

52 NÓMADAS
tructura social, la eliminación del las relaciones interétnicas, la na- nal entre el mundo rico y el mun-
dominio masculino y las estructuras cionalidad o la edad. do pobre, uno de los retos que se
patriarcales. Ahora bien, desde nos plantea en la investigación
este enfoque (a diferencia del an- Sin embargo, ninguna de las educativa es analizar cómo el cam-
terior) se han hecho pocos intentos perspectivas logra superar la para- bio educativo acelera los cambios en
para relacionar la vida escolar con doja de la semejanza en la diversi- los proyectos de género y en los pro-
la economía o con la familia. Sus dad de las mujeres. Como afirma cesos de inserción, tanto en el con-
análisis desarrollan otro concepto de Acker (1995 :76), la historia de la junto de la sociedad mayoritaria
“reproducción” (Ma- como entre las mujeres
hony, 1985): lo que se inmigrantes y minorita-
reproduce es el dominio rias, en un contexto
de los hombres sobre las donde domina un dis-
mujeres, obstruyén- curso ambiguo y poli-
dose el acceso com- sémico a favor de la
pleto de las chicas y integración. Lo que he-
mujeres al conoci- mos visto hasta el mo-
miento, a los recur- mento es la necesidad
sos, a la autoestima y de problematizar el
a la liberación del mismo concepto de in-
miedo y la vergüenza. tegración, si no quere-
La producción escri- mos adherirnos, por
ta en esta línea se omisión, a la orienta-
caracteriza por dos in- ción asimilacionista y
tereses fundamenta- Procesión del Sagrado Corazón, Medellín, 1937. F. M.
autocomplaciente
les : elmonopolio de la de la sociedad mayo-
cultura y el conocimiento por parte lucha por la educación de la mu- ritaria. Así, aún más en el caso
de los hombres ; y lasnormas esta- jer muestra las tensiones entre las de las niñas y de las mujeres
blecidas para los sexos en la vida estrategias que enfatizan las seme- inmigrantes y minoritarias, habría
cotidiana de las escuelas. Un ele- janzas y las diferencias, estructu- que preguntarse con Zehraoui,
mento común en todos los traba- ras o agentes :“Pero las tensiones Y.S.Live y Mainguy (1992) ¿qué
jos es el compromiso por situar a pueden ser tanto productivas como modelo de integración ? ¿Integrar a
las chicas y a las mujeres en el cen- destructivas. Es a través de estos mis- quién con relación a quién y a qué?
tro de atención, destacando sus mos dilemas, a través de los intentos Parece claro que, si no contamos
propias perspectivas y subjetivi- de resolver lo irresoluble, a través de con las visiones y la posiciones de
dades. El cambio pedagógico se los intercambios entre las estructuras las propias interesadas sobre la in-
dirige a eliminar las relaciones je- feministas, como avanza la teoría fe- tegración 11 , a través de un análi-
rárquicas y competitivas y a esti- minista”. Para nosotras, sin embar- sis profundo de sus estrategias,
m u l a r l a participación de las go, a pesar de sus insuficiencias, las relaciones y proyectos, estaremos
alumnas. Pero se ha acusado al diferentes teorías señalan aspectos haciendo un flaco favor a la cons-
feminismo radical de ser mera- clave en las estrategias de las mu- trucción de un análisis crítico,
mente descriptivo y no explica- jeres, aunque necesitan ser enri- contribuyendo a la producción y
t i v o ( M i d d l e t o n , 1 9 8 4 ) , d e quecidas y reformuladas a partir de a la reproducción social de las
reduccionismo biológico, y de un trabajo etnográfico y compara- desigualdades, desde el propio dis-
generalizaciones abusivas que tivo en entornos socioculturales curso académico y disciplinario,
agrupan de un lado a todos los complejos. cuya inercia culturalmente espe-
hombres y del otro a todas las mu- cífica sustenta y valida la prácti-
jeres desviando la atención de lo En Cataluña, sur de Europa y ca educativa y la representación
que realmente divide y compli- norte de España, espacio-destino social.
ca las relaciones: la clase social, en esta nueva frontera internacio-

NÓMADAS 53
Problemática e imagen que comparten con las lidad y de socialización propio, un
hipótesis de trabajo en mujeres que pertenecen a minorías lugar de encuentro especialmente
torno a los proyectos étnico-culturales fuertemente estig- interesante para las mujeres (Mo-
matizadas, como el caso de las gi- reras, J., 1999).
de las mujeres
tanas. En segundo lugar, son
inmigrantes y de inmigrantes, lo cual nos remite a un Se añade a esta situación otro
minorías y el sistema estatus legal precario y una posición abanico de prejuicios e incompren-
educativo de minoría, en una sociedad fre- siones que atentan, desde el punto
cuentemente hostil hacia ciertas de vista occidental, a la base de los
Debemos reconocer que, en creencias y prácticas de sus cultu- derechos universales y de la lucha
cierto modo, los objetivos de eman- ras, especialmente en lo que se re- por la igualdad entre hombres y
cipación que persiguen algunas fiere al Islam y las imágenes que mujeres, como las prácticas rela-
mujeres inmigrantes cionadas con ciertas
acaban de gestarse y mutilaciones genitales
concretarse por medio centrales en muchas
del contacto real y culturas africanas, no
prolongado con las ins- solamente subsaha-
tituciones de la so- rianas 1 2 . En tercer
ciedad mayoritaria, lugar, son económica-
especialmente en el mente débiles en un
marco del sistema edu- mercado de trabajo
cativo, aunque tam- periférico y precario.
bién en otros ámbitos Sus oportunidades la-
de relación y contacto borales se concentran
intercultural real, entre sobre todo en el servi-
los que por razones ob- cio doméstico, inde-
vias también destaca pendientemente de su
el sistema sanitario y grado de cualificación,
Escuela Doméstica, Medellín, 1938. F. M.
los servicios sociales. seguido por activida-
De este modo, inevitablemente, sus evoca entre los occidentales (y, des industriales a destajo en la eco-
estrategias se perfilan como respues- entre ellos, muy especialmente los nomía informal y el comercio, sin
tas a las dificultades de un contex- españoles), derivadas de las distin- olvidar, por supuesto, las presiones
to en el cual deben hacer frente a tas historias de contacto y conflicto hacia la prostitución que afecta a
una triple condición subalterna. En pri- entre los grupos a los cuales perte- determinados colectivos y condi-
mer lugar, son mujeres en culturas necen y la sociedad mayoritaria y ciones de migración femenina13 . Se
fuertemente patriarcales. Esto es más agudizadas por distintos grados de añade a esta realidad el hecho de
grave para las mujeres inmigrantes encapsulamiento fundamentalista que la mayoría de las mujeres
por la falta inicial de redes femeni- que ha tomado la resistencia al im- inmigrantes en España y en Europa
nas y culturales propias en destino, perialismo y a la dependencia en adquieren su estatus legal sólo a
así como la necesidad de recons- los países árabes. No obstante, la partir del reagrupamiento familiar,
truirlas, al tiempo que se ‘recons- diversidad islámica es patente lo cual quiere decir que, general-
truye’ un abanico de nuevas como reflejo de la propia diversi- mente, sus permisos de residencia
imágenes y expectativas, proyecta- dad en el colectivo inmigrante: mu- dependen de la situación en que se
do generalmente en las hijas; esto chas veces puede tomarse por una encuentren los permisos de residen-
se contrapone con una representa- reconstitución estrictamente reli- cia y de trabajo de sus maridos1 4 .
ción por parte de la sociedad ma- giosa lo que es solo un mecanismo Esto tiene un doble efecto: por una
yoritaria que insiste en omitir su de normalización del colectivo parte, la distancia cultural las rele-
capacidad de acción, su condición migrante en destino mediante la ga idealmente al hogar y a la esfera
de agentes sociales competentes, creación de un espacio de sociabi- familiar privada –un espacio de con-

54 NÓMADAS
tinuidades culturales y de control juventud inmigrante, al margen de las relaciones de género (por ejem-
social- y las aleja de la autonomía su situación legal en el país. Y es plo, las variedades del movimiento
laboral al tiempo que, por otra par- importante señalar que ésta es una de orientación religiosa conocido
te, su estatus legal dependiente –lo disposición legal cuyo incumpli- como ‘culto evangélico’). Igualmen-
que podríamos asimilar a la distan- miento es perseguido, a pesar de la te una parte mayor de esta pobla-
cia social frente a la ciudadanía con existencia de algunas situaciones ción, dentro de su actual contexto
plenos derechos–, agudiza su desam- que escapan al control y que a ve- de diferenciación social, valora de
paro ante formas extremas de explo- ces se toleran a partir de un manera inequívoca la prolongación
tación 15 . Aunque no podemos relativismo mal entendido –inclu- de la escolarización también para las
afirmar que se aplique de manera so desde supuestas ideas renovado- hijas, aunque persiste en otros la per-
sistemática como las anteriores y ras de atención a la diversidad18 – que cepción de un riesgo extremo de
como la sociedad ma- aculturación para las
yoritaria supone, ca- niñas durante la transi-
bría añadir sin duda ción de primaria a se-
una cuarta dimensión cundaria. Se dan con
a estas condiciones, la frecuencia fenómenos
que se refiere especí- como la ocultación de
ficamente a la edad, la pertenencia a la et-
por la consideración nia gitana en niveles de
especial que se centra enseñanza medios y su-
en las niñas y en las periores, para evitar el
chicas jóvenes en pro- rechazo entre no gita-
cesos en los que se per- nos. En este sentido,
cibe el doble riesgo además, defenderíamos
por una anunciada la pertinencia de una
transformación de al- hipótesis paralela a la
gunos núcleos de la que mantiene Gibson
cultura del grupo, así Instituto Central Femenino, Biblioteca, 1938. F. M. (1988) en relación con
como de la definición las chicas sihks en Esta-
de los principios en los que se ba- afecta sobre todo a las chicas, como dos Unidos: las chicas jóvenes esca-
san las relaciones internas de poder. la ocurrencia de matrimonios y las pan mejor que los chicos a una
maternidades precoces, antes de los situación estigmatizada, de casta, en
Como ha sucedido con antela- 16 años, en determinados grupos. relación con la mayoría, porque se
ción en países vecinos (el caso fran- hallan en pleno proceso de construc-
cés ha sido descrito de manera En lo que se refiere a las mujeres ción de nuevas identidades de gé-
brillante por Camilleri, 1991), a de la minoría gitana, hay que reco- nero dentro de su entorno étnico,
veces sus estrategias pasan por una nocer que algunas ocupaciones tra- con un umbral de tolerancia más alto
aparente radicalización en determi- dicionales confieren una autonomía cuando se encuentran en posiciones
nados aspectos de sus culturas de de movimientos que puede resultar intermedias o subordinadas, mien-
origen16 como medio para adquirir adaptativa en situaciones de cam- tras que ellos viven el proceso de
una cierta autonomía funcional que bio y aculturación, pero también se cambio desde otra dirección,
les permite sacar partido de algunas detectan elementos de radicalización redefiniendo en primer lugar su
oportunidades que en la sociedad aparente, como la reivindicación identidad étnica, a veces a través de
mayoritaria pasan inequívocamen- del matrimonio por el rito gitano19 . su identidad de género, abocados
te por el acceso a claras competen- Al mismo tiempo, se dan formas con mayor frecuencia a comporta-
cias en el ámbito de la educación17 , propias de contestación y gestión de mientos y valores oposicionales
especialmente por la obligatoriedad la aculturación de buena parte del frente a la mayoría. También por esta
de la misma hasta los 16 años que pueblo gitano que abren caminos razón, las estrategias de cambio por
afecta por igual a la infancia y a la para transformar ciertas prácticas en medio de aparentes radicalizaciones

NÓMADAS 55
en elementos de la cultura del gru- encontramos ante una sociedad recuperación, puesto que alcanza-
po altamente emblemáticos son pre- antinatalista, que se sitúa muy por mos en 1999 el 1,23 en el índice
feridos por las chicas y mujeres. debajo de los índices de reposición, coyuntural de fecundidad, aunque
y en la que no parece que pronta- la edad media de las madres es
Kaplan (1998) ha señalado el mente se desarrolle un cambio drás- mayor que nunca: casi los 31 años.
papel del movimiento asociativo tico que derive hacia un aumento. Podemos apreciar aún más la pa-
entre las mujeres senegambianas en Cataluña ha vivido desde 1900 un radoja de esta situación si tenemos
Cataluña en relación con la necesi- incremento significativo de pobla- en cuenta que nuestra sociedad
dad de reconstrucción dispone ahora del
de redes de apoyo de mayor número efecti-
mujeres que vienen a vo de mujeres en edad
desarrollar funciones de procrear, entre las
propias del parentesco que se encuentran las
en términos rituales y hijas del baby-boom
también instrumen- nacidas desde finales
tales. El reconocimien- de los sesenta hasta
to de este papel no sólo mediados de los seten-
no descarta el rol acti- ta.
vo de las mujeres en el
contexto de sus grupos Los resultados de
de pertenencia, sino las encuestas efectua-
que ofrece una visión das para predecir los
más rica y más precisa comportamientos en
de su propio proceso Escuela Tutelar, Medellín, 1938. F. M. cuestiones de procrea-
migratorio. Pensamos ción no parecen ser
que se puede trasladar este razona- ción puesto que la ha triplicado más alentadores para quienes es-
miento al caso de las mujeres gita- (1,9 millones en 1900 a 6,1 millo- tán preocupados por el fenómeno.
nas en la actualidad, muchas de ellas nes en 1998), mientras que el Esta- Una encuesta reciente realizada
jóvenes, protagonistas inesperadas do español sólo la ha duplicado por el Instituto Nacional de Esta-
de un espectacular movimiento aso- (18,6 millones en 1900 a 39,8 mi- dística entre mujeres de 15 a 49
ciativo específico y mixto, también llones en 1997). Pero en los últi- años daba como resultado que el
entre mujeres de minoría y mayo- mos años el ritmo de crecimiento 50,1% de las mujeres entevistadas
ría, que empiezan por reclamar una de la población ha disminuido no- no tiene intenciones de procrear,
voz propia. tablemente, ubicándonos en una sin observarse diferencias signifi-
sociedad claramente envejecida. cativas según la clase social. La
escasez de población en edad pro-
Transformaciones En Cataluña la población me- ductiva empieza a ser patente des-
sociodemográficas en nor de 20 años representaba un de diversos sectores económicos.
la sociedad de 22,2% del total en 1997, y el 20,4% Este contexto contribuye a situar
en 1998, mientras que en el Estado al Estado español y Cataluña en es-
inserción: implícitos español se situaba en el 23,2% (año pacios socio-geográficos recepto-
sobre fecundidad, 1997). En 1995 en Cataluña se dio res de emigración.
educación y diferencia el índice coyuntural de fecundidad
cultural más bajo de los conocidos llegan- Todo ello nos permite hablar
do a 1,14 (el Estado español en de una sociedad en transición,
El Estado español y dentro de 1995 llegó a 1,15; en Europa se si- donde se están cuestionando mo-
éste, Cataluña, viven desde hace tuaba en 1,5), muy lejos del 2,1 delos anteriores y se están crean-
unos años una situación socio- ideal para su reposición. En estos 5 do nuevos modelos a muchos
demográfica excepcional. Nos años podemos apreciar una leve niveles relacionales. Es el caso de

56 NÓMADAS
la conceptualización y las expec- presencia inmigrante, del peso de El hecho que Cataluña y el Es-
tativas que se vierten hacia los ni- su comportamiento reproductivo tado español sean sociedades
ños y las niñas. Este cambio en la totalidad de la población, antinatalistas se explica en un con-
sociodemográfico nos está indi- de protagonizar altos índices de texto histórico, económico, políti-
cando que está variando el valor natalidad en los países de origen, co y social concreto. La “mejora
de los niños y niñas de los hijos, teniendo continuidad este com- general” del nivel de vida hace po-
su importancia social, las pautas portamiento en el país receptor. cas décadas, la llamada «emanci-
de cuidados infantiles, los roles Se produce, en este proceso pación» de las mujeres paralela a
que protagonizan en la “entrada” de éstas en
el seno familiar, el el mercado laboral for-
tipo y número de ins- mal, con una mayor
tituciones que tienen posibilidad de acceso a
como centro a los trabajos de competen-
menores. Sin duda la cia exclusivamente
relación entre los dos masculina en otro
fenómenos es evi- tiempo, la generaliza-
dente, y conlleva ción de la sociedad de
también replantea- consumo y de la co-
mientos genéricos municación de masas,
en lo que respecta a etc., han cambiado las
los roles familiares e relaciones intragené-
individuales de la ricas e intergenéricas,
maternidad y la pa- aunque esto haya sido
ternidad. Las opcio- determinante sólo des-
nes de la fecundidad Colegio San Ignacio, Biblioteca, 1941. F. M. de que se supera una
se complican. idea de trabajo femeni-
mediático, una homogeneización no como ayuda, y desde que el fe-
Los medios de comunicación de de población culturalmente di- minismo burgués descubre la doble
masas emiten la idea de que el es- versa y de su comportamiento carga, como bien saben las mujeres
caso aumento de natalidad vivido reproductivo bajo el epígrafe “in- obreras que lucharon desde los ini-
en los últimos años se encuentra, migrante”. Consecuentemente se cios de la industrialización. Los ro-
además, afectado proporcional- ignora el contexto real de tales ín- les y valores asociados a ser hombre
mente por el comportamiento dices elevados de natalidad allí y ser mujer han sufrido un cambio
reproductivo de las minorías donde los haya, así como los fac- que se ha traducido también en re-
inmigrantes, supuestamente prota- tores que lo explican. El corola- lación con ser madre y ser padre.
gonistas de una elevada tasa de fe- rio de esta representación es la En los años setenta algunas antro-
cundidad (“La natalidad de las proyección de esta idea de “bom- pólogas (Chodorov, 1984) apunta-
inmigrantes evita que haya más ba demográfica” sobre los propios ban a las relaciones intragenéricas
muertes que nacimientos en Espa- países receptores. A la enorme dis- femeninas como canales transmiso-
ña”, El País, 18 de diciembre de torsión de los hechos, se añade la res del ser madre, en una concep-
2000; “España alcanza ya los 40 imposibilidad de percibir los cam- ción que en aquellos momentos se
millones gracias a la inmigración”, bios que la población inmigrante definía por una elevada carga de
El País, 13 de diciembre de 2000; protagoniza en lo que respecta a maternaje que ocultaba otros aspec-
“Catalunya registra la natalitat més pautas de diferentes tipos, entre tos relacionales de este papel. Esta
alta dels últims 15 anys”, “Les ellas también, evidentemente, las evidencia se concretaba en crítica
famílies estrangeres son les que reproductivas, que intervienen di- e instaba a modificar la concepción
tenen més fills”, Avui, 14 diciem- rectamente en los proyectos y que se tenía de la maternidad y a
bre de 2000). Esta percepción pre- prácticas de las mujeres y chicas replantear y revalorizar esta viven-
supone unos elevados índices de jóvenes. cia. En los últimos años, como con-

NÓMADAS 57
secuencia, y paralelamente a este to marcado por el cambio de con- probabilidad entre la instrucción
cambio, se habla también de las va- tenidos en los roles reproductivos. de las mujeres y su uso de la fe-
riaciones que, evidentemente, tam- Para otras, las expectativas que cundidad como elección. Puede
bién se han producido en lo que se podían tener en los países de ori- ocurrir y de hecho, ocurre, que al-
refiere al rol paterno y a la mascu- gen hacia los hijos e hijas se ven gunas mujeres (desde chicas en
linidad (E. Badinter). Así, mientras modificados de forma drástica si- edad escolar, incluso de 14 años
se habla de la emancipación de la tuando a las mujeres en una en- hasta mujeres adultas) se vean for-
mujer, término en positivo, no se crucijada de valores a menudo zadas al matrimonio y a la mater-
habla, en general, de una nueva contradictorios en los que su posi- nidad en las condiciones más
maternidad, aunque la hay; sí se ción es poco comprendida y teni- extremas de comportamiento tra-
habla de la “crisis” de la paterni- da en cuenta. La perspectiva de dicional (islámico o católico) en-
dad y/o de la nue- tre nosotros, y
va masculinidad, que busquen ayu-
en negativo. Los da para abortar
análisis recientes en un castellano
pretenden remar- aprendido en un
car que el término par de años de
crisis no conlleva escolarización
en sí valoración, y adolescente.
que sólo hace re-
ferencia al cambio Pero tanto si se
de rol masculino, dan transformacio-
a caballo del fe- nes como si se
menino, aunque mantienen con-
deben ser, en rea- vicciones y opcio-
lidad, paralelos nes culturales más
(Flaquer, 1999; Colegio Pío X, Cartagena, 1907 tradicionales, las
Anguera Domen- mujeres inmigran-
jó y Riba Campos, 1999). Las rela- nuevas posibilidades que se plan- tes se encuentran en una sociedad
ciones intergenéricas han quedado tean como persona, mujer, madre, en la que no reciben el apoyo
así afectadas también en el seno de esposa, dentro y fuera de su gru- aprendido y esperado en su socie-
la unidad familiar. po, hacen tambalear algunos de los dad de origen y a menudo les está
principios por los que se regía has- resultando difícil practicar con
Las mujeres inmigrantes se en- ta el momento la convivencia co- cierta libertad y nuevas redes el
cuentran a su llegada con una so- tidiana. Se pueden producir contenido de sus propios proyec-
ciedad en pleno cambio en el que desacuerdos internos dentro de la tos reproductivos. La gran
ellas también van a participar de pareja en relación con tener hijos medicalización del embarazo ya
forma activa, aunque la sociedad o no tenerlos, según la vivencia del desde los primeros meses, los cui-
no lo perciba así. Para unas, la na- cambio, la existencia de redes dados infantiles culturalmente es-
talidad y los conceptos asociados relacionales y los contactos con pecíficos de la sociedad de
de maternidad y paternidad se ven mujeres del mismo país de origen, inserción, las prácticas de salud de
afectados al participar en un con- del país receptor o de otros las madres en nuestra sociedad, la
texto socioeconómico de escasa entornos culturales. La escola- inexistencia en muchos casos de
cobertura, marcado por el progre- rización como vehículo de otros mujeres cercanas (parientes o no)
sivo desmantelamiento de nuestro conceptos de mujer y de madre que se den un apoyo mutuo, el
ya de por sí exiguo estado de bien- también está presente, tanto en la gran coste económico de los ac-
estar, lo que ejerce una presión experiencia personal, como a tra- cesorios y el repertorio que desde
hacia los roles tradicionales den- vés de las de sus hijas, porque exis- aquí se perciben como necesarios
tro de las familias, en un momen- te una clara relación de (un ajuar mínimo inacabable),

58 NÓMADAS
pueden situar a estas mujeres en desventaja social, pueden ilustrar el El grupo de iguales
una experiencia desconcertante funcionamiento de las ideas de pro-
de la maternidad. yecto migratorio, proyecto de Las adolescentes de origen
integración y proceso de aculturación magrebí y de etnia gitana se mue-
que adoptan las niñas / adolescentes ven entre dos mundos no siempre
Procesos colectivos, en un contexto caracterizado no fáciles de unir; los discursos y las
proyectos individuales solo por sus profundas transforma- prácticas mayoritarios vehiculados
ciones culturales, sino también por por el universo educativo y los
y espacio de la un sistema de relaciones desiguales. modelos aceptables desde el univer-
educación Porque niñas y jóvenes comparten so familiar y comunitario; libres de
distintos espacios de relación en los escoger, ellas aspiran a los modelos
La situación de desconcierto y que se desarrollan procesos de en- considerados más prestigiosos en el
de presión que vi- estilo de vida
ven estas mujeres “moderno”, lo
para ubicarse en la que las asemeja a
sociedad mayorita- sus iguales mayo-
ria es paralela a la ritarias (Roux,
que viven las chi- 1991). Además,
cas cuando se va resulta obvio que
aproximando la la obligatoriedad
transición hacia la de la enseñanza
vida adulta, entre hasta los 16 años
distintas opciones en el sistema edu-
de proyecto vital cativo español
y de modelos para puede tener, ra-
recrear elementos dicalmente, un
de distintos mun- efecto diferencial
dos, a menudo en Colegio San Pedro Claver, Cartagena, 1927 en las experien-
contradicción. Las cias de género
aspiraciones escolares, profesiona- señanza y aprendizaje y en ellos para estas chicas jóvenes, ofrecién-
les y de estilos de vida “mayorita- entran en contacto con prácticas, doles la posibilidad de tomarse un
rios” se unen y se contraponen a normas, valores y otros contenidos tiempo real en un período decisivo
visiones socioculturales tradiciona- socioculturales que rara vez supo- en el que se pueden desarrollar pro-
les en las adolescentes inmigrantes nen una articulación cognitiva sen- yectos personales, alargando el po-
y de la minoría étnica gitana. Esto cilla y una experiencia emocional tencial de sociabilidad del grupo de
se añade a las diferencias, que en llevadera, o que puedan realmen- iguales, en el medio educativo, al
ocasiones se producen, en la iden- te compartir. Los contenidos trans- menos sobre el papel.
tificación de las vías para llegar a mitidos y adquiridos en cada uno
modelos adultos aceptables y en la de los espacios juega un papel di- Fátima lo expresaba así:
identificación del contenido de los ferente, en intensidad y relevancia,
propios modelos en transición, en en la elaboración e interiorización de “...en estos momentos no sé
definitiva, a las diferentes concep- expectativas a lo largo del ciclo vi- con seguridad que es exacta-
tualizaciones del éxito social por par- tal infantil y adolescente. Todo mente lo que quiero hacer den-
te de la escuela, de las familias, y ello es de especial importancia tro de dos años... de momento
del grupo de iguales. para comprender los procesos de acabaré la ESO20 ... lo que sí
construcción y recreación de las tengo claro es que quiero ser in-
Los testimonios de algunas ni- identidades de estas niñas y adoles- dependiente, autónoma... Li-
ñas y jóvenes de diversos colecti- centes y las estrategias que desa- bre... no quiero depender
vos migrantes y minoritarios en rrollan en su práctica. económicamente de nadie”

NÓMADAS 59
(Fátima, 15 años. Nacida en El grupo de iguales, como es- reproducción de sus prácticas. Son
una ciudad marroquí, vive pacio de relación y como genera- muchos los padres de origen marro-
en nuestro país desde los 9 dor de expectativas y experiencias quí convencidos de que la escuela
años. Ella es la penúltima de de las jóvenes inmigrantes y de mi- permite el acceso a las mejores pro-
nueve hermanos. Viven en norías étnicas, juega un papel de- fesiones y es por ello que ofrecen a
un barrio del casco antiguo cisivo en la configuración de las sus hijas adolescentes la opción de
de Barcelona21 . Cursa terce- expectativas personales. “Même poder estudiar, lo que supone una
ro de enseñanza secundaria école, même ambition” para todas, primera concesión al sistema educa-
obligatoria, y por primera vez autóctonas e inmigrantes, pero tal tivo, dado que se opone a la con-
en su trayectoria académica y como empezamos a vislumbrar, los cepción marroquí tradicional del
ha suspendido gimnasia, adu- costes para unas y otras son algo más rol de la mujer (Camilleri, 1992).
ciendo desavenencias por ra- que desiguales. Sin embargo, estas mismas familias
zón de género con su manifiestan la firme volun-
profesor / tutor. Los re- tad de mantener determina-
cuerdos más tiernos que dos valores tradicionales en
evoca se centran en su sus hijas a fin de “mantener-
abuela materna, con las” aptas a ojos de la co-
quien pasó su infancia, munidad.
lejos de su familia y de
su nueva madre, y de Es así como Fátima ma-
quien aprendió a ser nifestaba su enojo ante la
feliz). contradictoria duplicidad
de responsabilidades: fami-
Y, no tan lejos de la pri- lia y escuela, que le impe-
mera toma de decisiones, dían asistir a un acto
Dolores decía: público con sus amigos y
amigas.
“....pues a mí me gusta-
ría ser médica... para cu- Colegio Montesori, Cartagena, 1960 “Hoy estoy enfadada...
rar a la gente y tener no tengo suficiente con
mucho dinero...” (Dolores, 9 La familia el cole que tengo que cuidar
años. Nacida en Cataluña, de de mi padre... mi madrastra
etnia gitana, es la menor de Diversos estudios sobre itinera- está enferma y yo tengo que
cuatro hermanos. En estos rios escolares y concentración de encargarme de hacerle la co-
momentos cursa 3º de prima- minorías inmigrantes y étnico-cul- mida, prepararle la ropa. Es
ria en un centro público si- turales en las escuelas permiten que imposible que podáis contar
tuado en un barrio periférico conozcamos directamente la vincu- conmigo.”
a las afueras de Barcelona22 . lación que establecen las familias
Reconocida académicamen- entre expectativas de mejora –en En este mismo sentido, Dolo-
te por sus compañeros y pro- el sentido de acomodación al en- res se lamentaba de sus obliga-
fesores, en los diferentes torno social y movilidad en las po- ciones domésticas cuando lo
juegos de destrezas académi- siciones sociales- y estrategias en la realmente interesante era ir a la es-
cas que desarrollan a lo largo escolarización. Así pues, podemos cuela y aprender muchas cosas
de trimestre escolar todos sus decir que nos encontramos ante una nuevas,
compañeros, sin excepción, vinculación directa entre escola-
quieren que sea ella la res- rización y éxito social y, en este sen- “...hoy es día de mercado... mi
ponsable, aduciendo siempre tido, podemos hablar de la madre se va muy temprano y
que “ella sí que sabe hacerlo identificación de algunos grupos yo me he tenido que hacer car-
todo bien”). con el discurso dominante y de la go de la casa... ya sabes (Do-

60 NÓMADAS
lores, su rostro mostraba de- una timidez envuelta en una inmigrantes y de minorías étnicas,
cepción y al mismo tiempo gran sonrisa. Badrun define a pasa por la asistencia de sus hijas a
ilusión, una tarde fantástica su madre como una artista de la escuela. La escolarización se
se abría ante sus ojos). la henna en los diferentes ri- plantea como necesaria e indispen-
tuales de transición). sable para desenvolverse en la so-
Esta contradicción entre aco- ciedad; se mantiene que el hecho
modación y no-asimilación que La cohesión familiar, las relacio- de asistir a la escuela prepara a las
persiguen las familias, genera nes con la familia que continúa vi- niñas y niños para el futuro y que
ambivalencias en las adolescentes viendo en el país de origen, así como es un hito necesario en el camino
hijas23 . En algunos casos, supone el modelo de educación adoptado hacia el éxito social, más aún en un
forzarlas a mantenerse ancladas en por la familia son variables influyen- momento de cambio global que
una seguridad que no entienden, en tes en las aspiraciones de nuestras ni- plantea la mayor relevancia de
un marco de origen estos primeros esta-
que en realidad no dios para funda-
conocen pero que mentar lo que será
les permite una la ‘educación a lo
adecuación psico- largo de la vida’. Sin
lógica menos costo- embargo, es evi-
sa a priori ya que dente que no todo
reestablece la apro- el mundo llega a la
bación del grupo meta en este cami-
familiar. En otras, no, que se presen-
genera un esfuerzo ta a sí mismo como
por autogestionarse el medio hacia el
el propio proyecto éxito social. El dis-
de aculturación. curso institucional
plantea los objeti-
Como la ver- vos de la escuela
Colegio Montesori, primeras comuniones, Cartagena, 1960
sión personal de como incuestiona-
Hanna de su mito de retorno: ñas y adolescentes, pero no siempre bles y no posibilita el hallar las cau-
en el sentido deseado por ellas. En sas del fracaso escolar en su interior,
“..llevo aquí desde los 3 años... algunos casos, los propios padres situando la causa del fracaso en el
no recuerdo qué supuso para pueden tener la sensación de perder propio alumnado. Ahora bien, el
mí el cambio...algún día, sin las riendas de su proyecto migrato- aparente bajo rendimiento de algu-
embargo volveré a mi país, a rio inicial, o sentirse presionados por nas de estas niñas/adolescentes de
Marruecos.. Sé que allí todo es las comunidades reconstituidas en origen inmigrante y/o de minorías
diferente... allí lo tengo todo” destino y así protagonizar actitudes étnicas es susceptible de presentar
(Badrun, 14 años. Nacida en y prácticas de control sobre las chi- explicaciones inadvertidas. La
un pueblo de Marruecos, lle- cas –o amenazándolas con mandar- deslegitimación que desde ciertos
va en nuestro país desde los las a su país de origen contra su grupos minoritarios se hace de la
3 años. Ella es la mayor de voluntad-, agudizando las dificulta- escuela como institución de la
seis hermanos. Viven en un des propias de sus trayectorias de mayoría, puede provocar en sus
barrio del casco antiguo de género en ambos mundos e invir- miembros peores resultados y no-
Barcelona; el resto de la fa- tiendo sus expectativas. continuidad en la “vía institucio-
milia extensa continúa en nalizada” de éxito. Pero al mismo
Marruecos. Cursa segundo de El centro educativo tiempo es de especial importancia
enseñanza secundaria obliga- no perder de vista los costes que su-
toria, y el rasgo más sobresa- Uno de los caminos hacia la pone para una chica convertirse en
liente de su personalidad es acomodación de las mujeres el centro de otra deslegitimación,

NÓMADAS 61
la concepción de éxito social que intentan eliminar, o como mínimo soy musulmana...y ello me
defienden los miembros de la co- reducir, aquellas particularidades obliga a casarme, pero con
munidad, directa o indirectamen- del sistema tradicional que más les quien yo quiera y cuando yo
te, en relación con la mayoría y a “afectan”, manifestando, directa o quiera...solo faltaría” (Bintou,
partir de definiciones tradicionales indirectamente como injustas las 16 años. Nacida en Dakar,
de género. Cuando esto ocurre, dos prescripciones no igualitarias pro- capital de Senegal, pasó gran
opciones extremas se perfilan: pias de la familia patriarcal más parte de su infancia en una
replegarse hacia el marco de refe- persistente en muchos rasgos de sus ciudad francesa. Lleva en
rencia del propio grupo, pasando grupos de referencia. nuestro país desde los 12
inadvertida (posible fracaso social y años. Ella es la mayor de los
académico para el sistema escolar y Fátima lo tiene claro, es ma- hermanos. Viven en un ba-
sus valores mayoritarios), o renunciar rroquí. Fátima cree en la igualdad rrio del casco antiguo de
a la aprobación del Barcelona,
propio grupo de re- donde ayuda
ferencia, protago- complaciente
nizando un proceso a su madre en
de aculturación no una peluque-
aceptable, vivido ría africana.
como el desarraigo Cursa cuarto
de la comunidad curso de ense-
(posible éxito aca- ñanza secunda-
démico y personal ria obligatoria.
dentro de los valo- Tiene muy cla-
res de la sociedad ro que necesita
mayoritaria). buenos resulta-
dos académi-
Contrariamente cos para llegar
a lo que pensamos Colegio Nuestra Señora del Carmen, curso de mecanografía, Cartagena, 1924 a ser una gran
como mayoría, la doctora y se
aparente radicalización de determi- entre hombres y mujeres y reivin- esfuerza mucho en ello).
nados rasgos culturales en la figu- dica el papel activo de la mujer,
ra materna es, en numerosas Carmen, en la misma línea, de-
ocasiones, una estrategia, libre de “...yo me siento marroquí...lo fine en pocas palabras lo que en su
toda duda a ojos de la comunidad, que me molesta es la actitud opinión es su modelo de familia,
para adquirir cierta autonomía fun- machista de los hombres
cional. Como ya apuntábamos en marroquíes...en cambio “Yo quiero casarme con uno de
páginas anteriores, para muchas aquí...los españoles te dejan esos que sale por la tele...un ar-
mujeres/madres el centro educati- ser libre, vivir a tu manera... tista, que me cuide mucho, que
vo es escenario privilegiado en la cuando una ya sabe lo que trate bien a mis hijos, que no
búsqueda de emancipación. El cen- debe hacer no es necesario me pegue y que no beba... vi-
tro educativo como encuentro que se lo repitan mil veces...” viríamos en París, y (él) condu-
obligatorio entre mayorías y mino- ciría el coche más caro...un
rías permite a las madres, y a las Tampoco Bintou tiene ninguna Ferrari .. a mis hijos les enseña-
hijas, disfrutar de oportunidades duda sobre algunos principios en rían muchas cosas en la escuela
para conjugar y diseñar proyectos que se siente cómoda para funda- para después poder saber...y en-
propios. Son muchas de ellas las mentar su identidad, contrarían un trabajo de jefe
más interesadas en el cambio. Con donde fueran ellos los que man-
mayor o menor ímpetu y conteni- “Yo no puedo irme a vivir con daran...” (Carmen, 9 años.
dos diferenciados, son ellas las que un chico e ignorar los rituales... Nacida en Cataluña, de etnia

62 NÓMADAS
gitana, es la penúltima de sie- discutido en la primera parte de hacia las culturas escolares y, por
te hermanos. En estos mo- este texto, necesitamos incorporar supuesto, hacia los contenidos es-
mentos cursa 3º de primaria a nuestra perspectiva un nuevo con- colares. Pensamos que “hay que des-
en un centro público situado cepto de interculturalidad, entendi- terrar la idea de que todo individuo
en un barrio fronterizo a las do como un proyecto de de colectivos minoritarios depen-
afueras de Barcelona. Habla interrelación a partir de las relacio- dientes lleva consigo la historia y
con timidez de la incapacidad nes que se establecen entre grupos la cultura de su grupo como obstá-
de su padre y muestra entu- culturales, entre individuos, -y no culo, como conciencia y como dé-
siamo al reconocer en su ma- ‘entre’ culturas- diferentes, así como ficit” (S. Carrasco, 2000 :118).
dre, y por extensión en sus los intercambios y las recreaciones
hermanas, el modelo de mu- culturales resultantes del contacto. Desde esta perspectiva, pode-
jer emprendedora que reorga- Hemos podido atisbar que el reper- mos considerar el contexto educa-
niza la experiencia cotidiana torio de situaciones socioeducativas tivo como un conjunto de espacios
familiar). y recursos para la
construcción de
Su paso por la identidades, que da
institución escolar lugar a opciones de
mayoritaria es mujer a través de
para todas ellas la identidades acadé-
posibilidad de ad- micas e identidades
quirir un nuevo sociales (Davidson,
estatus, un pro- 1997; Ballestín,
yecto de inserción 2000). Y es que
posible pero no las niñas y chicas
provisto todavía jóvenes, las muje-
de modelos refe- res, a pesar de las
rentes en su grupo constricciones
y a través de pro- socioeconómicas,
cesos individuales culturales y pa-
Colegio Universitario San Pedro Claver, Cartagena, 1910
de aculturación. triarcales que las
A lo largo de éstas y otras entrevis- que surgen de estas tensiones, de diferencian (y las hacen desiguales)
tas y observaciones, éste es un tema esta competencia y dominación respecto a los hombres, y entre sí,
recurrente: cómo, en las experien- entre instituciones, universos cul- son agentes activos, que luchan por
cias de estas niñas y jóvenes africa- turales y proyectos, es variado y tie- controlar y mejorar sus vidas en
nas y de etnia gitana -pertenencias ne consecuencias diversas, entre la cualquier circunstancia y a través
múltiples que las diferencian de sus aculturación y la asimilación. Esta- de lenguajes y estrategias a veces
iguales mayoritarias- es el centro mos ante un espacio-puente progre- insólitos. Dejamos por ahora nues-
educativo el que actúa como me- siva y genuinamente creado por tra reflexión en el punto de cons-
diación y el que hace las funciones mujeres en la práctica de su truir algunos interrogantes clave
de espacio de construcción transculturalidad, su recreación en- desde una perspectiva relacional de la
intercultural, convertido en su pro- tre dos mundos que acentúan sus educación y el género, en el contex-
pia herramienta para la integración en límites, a veces a través de ellas. Por to social y el laboratorio empírico
la vida adulta, dentro de una so- todo ello, suscribimos la idea de de una nueva multiculturalidad en
ciedad mayoritaria que las puede que es posible y necesario crear las Cataluña:
incluir con sus particularidades. condiciones, dentro y fuera de la es-
cuela, para una acomodación sin • ¿Hasta qué punto y cómo
24
Así, parece claro que, además asimilación , para una aculturación las prácticas y procesos esco-
de un concepto más diverso y di- aditiva, hacia las formas culturales lares afectan, modifican, el
námico de integración que hemos comunes en el espacio compartido, sentido que las chicas (y los

NÓMADAS 63
Colegio Fernández Baena, Cartagena, 1959

chicos) atribuyen, en primer con esta integración y es- tan lejos; en tercer lugar, porque
lugar, a sus referentes iden- tas expectativas ?25 ... para comprender y cooperar,
titarios de origen étnico-cul- debemos situarnos en la única na-
tural y, en relación con ellos, Esperamos poder contribuir a turaleza posible desde la que
a los roles y referentes iden- formular algunas respuestas y me- sentimos, pensamos y nos relacio-
titarios por razón de género ? jorar estos interrogantes a medida namos, la de los universos simbóli-
que avancemos por las distintas fa- cos de todas nuestras diferencias, en
• ¿Hasta dónde el marco ses de nuestra investigación. Por las que tienen sentido las estrate-
escolar deviene un campo de ahora, los debates sobre las estrate- gias específicas de estas mujeres y
acción donde es posible la re- gias de género, los efectos del cambio sus objetivos culturales.
construcción, el moldea- educativo y el desarrollo de proyectos
miento de las identificaciones propios de integración al alcance de
(de género y de adscripción las mujeres, mayoritarias y minorita-
étnico-cultural) de las y los rias, siguen abiertos y ello por va- Citas
alumnos y, por tanto, de sus rias razones que apuntamos a modo
comportamientos y percep- de constatación para finalizar: en 1 Nos referimos a la situación creada y
percibida por la sociedad catalana –y es-
ciones en términos de vincu- primer lugar, porque sin la igualdad pañola– por la llegada de inmigrantes de
lación escolar asociados a de oportunidades marcada por la le- países empobrecidos, que actualiza viejos
estas identificaciones ? gislación vigente -con la obligato- debates alrededor de una situación de
multiculturalidad preexistente: diversidad
riedad hasta los 16 años, y el lingüística, orígenes históricos de las Co-
• Finalmente, en este sen- espacio de sociabilidad y socializa- munidades Autónomas, marginación de
tido, ¿hasta qué punto el ción en el marco del grupo de igua- la minoría étnica gitana, inmigrantes del
resto del Estado en los años del desarro-
grado de vinculación esco- les-, no es posible desarrollar llismo franquista, etc.
lar se traduce en términos proyectos propios; en segundo lu-
2 Sirva esta breve definición de los distin-
de una integración social gar, porque sin atender a las relacio- tos aspectos y procesos referidos: acultu-
exitosa (aculturativa, pero nes de dominación y a la división ración (sustitución progresiva y perma-
no deculturativa) y de sexual del trabajo reproducidas por nente de unos referentes culturales -ori-
ginales o secundarios- por otros, en mu-
unas expectativas de mo- la escuela en la sociedad mayorita- chos ámbitos adaptativos, tanto a nivel
vilidad social ? ¿Qué dife- ria, no estaremos en condiciones de material, como emocional o cognitivo);
rencias de intensidad y tender puentes más relativistas ha- deculturación (el proceso más dramático,
contenido se generan entre cia otras culturas y situaciones so- pues la pérdida de los referentes cultura-
les de origen no se substituye ni siquiera
chicos y chicas en relación ciales de las que tal vez no estamos instrumentalmente con otros referentes

64 NÓMADAS
culturales de la sociedad de destino, lo de género, se empieza a estudiar las cul- 13 En Cataluña, a pesar de una presencia
que da lugar a la desvinculación y, en turas de las chicas. Inmediatamente, sin regular de mujeres en los colectivos
último término, a la exclusión social); embargo, surgen también las críticas, que inmigrantes de países pobres, que llega al
asimilación (aculturación absoluta y per- apuntan hacia el hecho de que este aná- 45%, sólo un tercio de ellas tiene permi-
manente en la sociedad y la cultura de lisis no evita que las raíces de la diferen- sos de trabajo propios, lo cual les impide
destino). S. Carrasco (2001), ciación de género permanezcan ocultas desarrollar una actividad laboral legal.
“Multiculturalidad: repensar la integra- (Arnot, 1981). Algunas de estas mujeres sin permiso de
ción socioeducativa”, en Gómez-Granell trabajo propio están empezando a acudir
10 Autores y autoras destacados : Spender,
y Vila, La ciudad como proyecto educativo. a los servicios de inserción laboral con el
O’Brien, Mahony, Thompson y Jones,
Octaedro, Colección Iberoamericana. deseo de iniciar alguna actividad de tiem-
entre otros/as.
Barcelona. po parcial, tras un período de estabiliza-
11 Tal y como han mostrado autores como ción en destino, indicio interesante so-
3 Sandra Acker (Género y educación,
1995), Madeleine Arnot (Gender and the los ya citados para el caso francés, el con- bre el principio de otros ámbitos de rela-
cepto de integración no significa lo mis- ciones propias con sectores mayoritarios
Politics of Schooling, 1987) o Sue
mo ni para la mayoría (la sociedad de (comunicación personal).
Middleton (ibíd.), entre otras y otros son
referentes claros en nuestra perspectiva. acogida, que comparte una noción
14 Los encierros y huelgas de hambre pro-
asimilativa y una idea restrictiva de ciu-
4 A grandes rasgos, el postestructuralismo dadanía y de igualdad sociolaboral en fun- tagonizados por inmigrantes extracomu-
nitarios sin papeles en las iglesias de Bar-
intenta ver las grandes teorías como dis- ción de la adscripción nacional) ni para
cursos que compiten, más que como re- los diferentes grupos inmigrados minori- celona desde la entrada en vigor de la
pertorios de verdades. Al mismo tiempo tarios. Para los grupos asiáticos (China y nueva Ley de Extranjería reformada en
se realiza una crítica de la concepción sudeste asiático) la integración es España, han sido seguidos recientemen-
humanista de la propia identidad : las percibida en clave económica, mediante te por un movimiento idéntico de muje-
personas tienen “subjetividades” que fluc- el rasero de la autonomía económica. res inmigrantes en otras iglesias. Mujeres
túan de acuerdo con la posición dentro Poco importa el conocimiento de la len- de todas los orígenes y niveles de ins-
de una red de relaciones sociales y el ac- gua y los contactos con la sociedad de trucción reclaman específicamente que
ceso a razonamientos particulares. Estas acogida, sino la inserción en nichos sus permisos no sean dependientes de
subjetividades no pueden dejar de estar ecológicos y económicos que les permi- los de sus maridos.
influidas por el género ; la polémica es- tan el intercambio económico y la parti- 15 El sindicato Comisiones Obreras ha de-
triba en determinar lo que significa el cipación en el consumo (Luc Mainguy, nunciado recientemente, como trabajo
género, dada esta multiplicidad de subje- 1992 :117). En cambio, para losgrupos infantil, totalmente prohibido en Espa-
tividades (Acker, 1995 :35). originarios del Magreb lo que cuenta, por ña, la práctica seguida por familias de
la historia conflictiva del contacto colo- Ceuta y Melilla de tener como sirvientas
5 Pertenecen a esta órbita autores como nial, es la reivindicación de la igualdad
Eileen Byrne, Yates, DuBois y Whyte. internas a niñas marroquíes.
(de medios, de atención por el Estado) a
6 Weiner (1986) ofrece una lista de estra- todos los niveles, lo que incluye una equi- 16 Elementos convertidos a veces en em-
tegias liberal-feministas, pensadas para el paración del bagaje cultural estigmatiza- blemas, como cubrirse la cabeza con el
cambio de actitudes de profesorado y do por la mayoría (op. cit, 118). Por úl- pañuelo o habib, usar la chilaba, seguir
alumnado que incluyen una revisión de timo, los grupos africanos subsaharianos estrictamente el culto diario y observar
los aspectos organizativos de la escuela perciben a menudo la integración como el ramadán, respetar el código de evita-
tales como los horarios, el análisis de los la plena participación en los recursos so- ción e interacción establecido entre se-
materiales curriculares respecto a los es- ciales de la comunidad local, combinada xos, pedir permiso para realizar ciertas
tereotipos, persuadir a las alumnas para con el respeto a sus especificidades cul- actividades, etc.
que no dejen las asignaturas de ciencias y turales. La identificación de parentesco
17 En su estudio sobre las presencias de las
tecnología, y la organización de grupos y de comunidad local es más importante
mujeres en la migración hacia Cataluña,
de trabajo de profesorado sobre estos que la nacionalidad (íbid.).
Ribas recoge la idea de Zehraoui (1994),
temas. 12 Nos estamos refiriendo a las diversas prác- para quien la escuela sintetiza las contra-
7 En este frente se alinean autores como ticas relacionadas con la circuncisión fe- dicciones que vive la familia inmigrante,
Arnot, Weiner, Gaskell, M. David, menina, objeto de encarnizadas polémi- desempeñando un papel significativo en
Connell y Russell. cas, entre las que pueden identificarse el tiempo, en un primer proceso deter-
como mínimo tres posiciones: los parti- minado por las condiciones de desarro-
8 Así, algunos estudios etnográficos han darios de autorizar el mantenimiento de llo económico del país de origen -repre-
mostrado cómo operan los códigos de la tradición sin limitación legal alguna, senta el capital necesario para la promo-
clase y género (Connell et al., 1982), los partidarios de la prohibición total y ción social esperada-, y un segundo pro-
especialmente en orientación laboral o su persecución sistemática y los partida- ceso determinado por el mercado de tra-
en ejercicios de selección de personal, en rios de una adaptación procesual, pasan- bajo en el país de destino, donde puede
los que pueden asociarse con mayor faci- do por una fase pactada de incisión ri- perder la legitimidad que sí había tenido.
lidad la escuela y el mercado laboral. tual. Un igualitarismo etnocéntrico se Sin embargo esta autora no ahonda en
9 Encontramos aquí conexiones con la teo- mezcla con cuestiones morales que impi- el significado de esta idea en términos de
ría de la resistencia, a través de la cual se den ver, por ejemplo, la práctica absolu- la construcción de proyectos de acultu-
ha tratado de dar mayor peso a las formas tamente generalizada de la circuncisión ración heterogéneos dentro de cada gru-
en que los sujetos y los grupos se resisten masculina como cultural en la mayoría po migrante, en especial para las chicas y
a las ideologías dominantes y a los proce- de ocasiones. Ver el reciente estudio com- sus madres, a menudo favorecidas por un
sos de control social. Desde una visión parativo de Alvarez, C. (2001). apoyo personal explícito desde el profe-

NÓMADAS 65
sorado, por múltiples razones ideológicas ARNOT, M. et WEINER, G. (Eds.) Gender ECKERT, P. Jocks and Burnouts. Social
y personales. and the Politics of Schooling. Hutchinson, Categories and Identity in the High School.
The Open University, 1987. New York, Teachers College Press. 1989.
18 Este ha sido uno de los conceptos clave
de la nueva reforma educativa de carác- ARNOT, M. et WEINER, G. (Eds.) Gender FLAQUER, L. La estrella menguante del pa-
ter comprensivo implantada en España. Under Scrutiny. New Inquieries in dre. Barcelona, Ariel. 1999.
La traducción de este concepto en medi- Education. Hutchinson, The Open
das concretas ha dado lugar a nuevas for- University, 1987. GIBSON, M. Accommodation without assimi-
mas de segregación convirtiendo en con- lation. Punjabi Sihks in an American High
servadora una idea progresista. BADINTER, E. XY. La identidad masculina. School, Cornell University Press. 1988.
Madrid, Alianza Editorial, 1992.
19 Con elementos como el ritual del pa- GIBSON, M. “Immigrant and Minority
ñuelo para la comprobación de la virgi- BALLESTÍN, B. Proyecto de investigación Students: is Acculturation the Issue?”,
nidad de la novia, que despierta casi tan- en curso: Género, inmigración y educa- en Urban Education, SUNY Press. 1998.
tas polémicas como la circuncisión feme- ción. Modelos y trayectorias escolares de
IZQUIERDO, A. La inmigración inesperada.
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Madrid, Editorial Trotta. 1996.
riormente Doctorado de Antropología Social, Uni-
versitat Autónoma de Barcelona. 2000. KAPLAN, A. De Senegambia a Catalunya:
20 ESO: Enseñanza Secundaria Obligatoria. procesos de aculturación e integración so-
BERTRAN, M. Proyecto de investigación en
21 Distrito caracterizado por ocupar la to- curso: Maternidad, paternidad y género. cial. Barcelona, Fundación La Caixa.
talidad del casco antiguo, con alta pre- 1998.
Transformaciones sociodemográficas y cul-
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BRETONES, E. Proyecto de investigación
22 El barrio, situado en una población del en curso: Política educativa, diversidad MORERAS, J. Musulmanes en Barcelona.
cinturón industrial, presenta una pro- cultural y relaciones sociales en Cataluña: Espacios y dinámicas comunitarias. Fun-
porción de población española gitana Una etnografía comparativa. Programa de dación CIDOB y Ayuntamiento de Bar-
muy elevada. Asimismo se caracteriza por Doctorado de Antropología Social, celona. 1999.
un nivel socioeconómico precario. Universitat Autónoma de Barcelona.
2000. PAJARES, M. La inmigración extranjera en
23 Los estudios (Gibson, 1988, 1998; España. Barcelona, Icaria. 2000.
Corson, 1998) son claros sobre la posi- CAMILLERI, C. “Évolution des structures
ción de las niñas y las jóvenes que tienen familiales chez les Maghrébins et les RIBAS, N. Las presencias de la inmigración
que conjugar valores tradicionales de una Portugais de France”. Revue Européenne femenina. Barcelona, Icaria. 1999.
cultura de origen, que muchas veces ni des Migrations Internationales. Vol 8 (2). ROSALDO, M. Z. “The Use and Abuse of
tan solo conocen directamente, con unos 1992. Anthropology : Reflections on Feminism
valores que son los de sus iguales para and Cross-cultural Understanding”.
poder construir su identidad ante la so- CARRASCO, S. “Multiculturalidad : repen-
sar la integración socioeducativa”, en Signs: Journal of Women in Culture and
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24 Distintas denominaciones para una mis- como proyecto educativo. Barcelona, Edi- ROUX, C. “Même école, même ambition :
ma idea, en este caso, procedente de ciones Octaedro, Col. Biblioteca Lati- Étude comparée des aspirations ecolaires
Margaret Gibson (1988). noamericana de Educación. 2001. et professionelles des jeunes filles
25 Para una ilustración empírica en el con- CARRASCO, S. “La escolarización de hijos d’origine maghrébine et de jeunes filles
texto francés de estas cuestiones, véase e hijas de inmigrantes extranjeros y de françaises de souche en classe de 3ème”.
el artículo de Christine Roux citado en minorías étnico-culturales” en Calero y Revue Europeénne des Migrations
bibliografía. Bonal, La educación en España. Barcelo- Internationales. Vol .7 (1). 1991.
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66 NÓMADAS

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