Vivo agradecido con DIOS PADRE en cada segundo de mi vida, porque, aunque no lo merecía me llamo EL SEÑOR JESUCRISTO, sin conocer SU SANTO NOMBRE y Amor me conoció de antemano, sin amarle me amó y fue capaz de entregar al SEÑOR JESUCRISTO para salvarme, desde ahí sus misericordias han sido nuevas cada día en mi vida, formando al SEÑOR JESUCRISTO por medio de su ESPÍRITU SANTO en mi vida y haciéndome un nuevo hombre. 2) Mi valor deficiente es la Santidad: Soy honesto y reconozco que aún lucho por dejar cosas, que, aunque en este momento de madurez espiritual ya debería ser maestro, estas me son carga y es por mi egoísmo que me cuesta dejarlas cada día, ellas no me dejan avanzar en la Santidad que agrada a DIOS de la manera acorde a su voluntad. 3) 1º Escuchar la Voz y el redargüir del ESPIRITU SANTO de DIOS por medio de su Santa Palabra. 2º Una vez identificado el Pecado o la falla, confesar de manera humilde. 3º Apartarse y pedir fortaleza todos los días para no recaer.