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Serie
Compañero o Presa

Libro 1
El Cordero que gritó Lobo

Scarlet Hyacinth
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Este libro fue traducido por el blog
BRAD PACK C para libre lectura solo te
pedimos que no cambies nada de él.
Nuestro staff realizó mucho esfuerzo
para que puedas leerlo.
Este libro es de contenido homoerótico,
es decir tiene escenas de sexo explícito, si
te molesta el tema no lo leas, y si eres
débil de corazón no sería recomendable.

¡¡Esperamos que lo disfrutes!!


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Dedicatoria

Para mis lectores.

Espero que disfruten de la historia de la oveja que gritó


lobo.

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Resumen
¿Almuerzo o amante? Esa es la pregunta que surge en la
cabeza del hombre lobo Brody cuando se encuentra con el
cordero cambia-formas Carson. La respuesta es fácil. Basta con
mirar a los inocentes ojos azules de Carson que le dicen que el
cordero es su pareja. Si va a comer a Carson, ambos lo
disfrutarán.

Carson ha sido aislado por su rebaño, debido a su


incapacidad para crecer como un fuerte carnero. Cuando es
inesperadamente atacado por su medio hermano, no espera ser
rescatado por un lobo, y mucho menos enamorarse de él.

Pero a pesar de Brody y los sentimientos de Carson, hay


otras fuerzas en juego, y gente que no está de acuerdo con los
nuevos planes y dieta de Brody. Si Brody no puede encontrar
una manera de salvar su unión, Carson podría convertirse en el
almuerzo, después de todo.

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Capítulo Uno
—Y así el niño aprendió que nadie cree a un mentiroso,
incluso cuando está diciendo la verdad. Y en el futuro, sabría
que no hay que gritar lobo cuando no había ninguno.

Carson sonrió cuando todos los niños a su alrededor se


acercaron.

—¿Y los aldeanos encontraron las ovejas? —una niña le


preguntó con ansiedad.

Carson le revolvió el pelo.

—Por supuesto que sí. —Los niños no tenían que saber que
el mundo real no funcionaba así. Los lobos no devuelven a los
corderos.— Pero los aldeanos tuvieron muchos problemas
porque el chico mintió.

Los niños asintieron comprendiendo. Carson los hizo


levantarse del suelo.

—Vamos ahora. A la cama.

—Pero… ¿No podemos quedarnos para otro cuento? —


preguntó un niño.

Carson negó con la cabeza al niño.

—Tus padres van a enojarse conmigo si no descansas lo


suficiente, y no van a permitir que vuelva de visita de nuevo. No
queremos eso, ¿verdad?

Suspirando, los niños se retiraron a la zona de


dormitorios. Carson los abrazó a todos ellos y les metió en la
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cama.
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Después de que se aseguró de que todos dormían
tranquilamente, volvió a la sala de estar. Tal como había
esperado, encontró a su madre, Annabelle, esperándolo ahí.

—Sabes, no deberías contarle a los niños esa historia, —


dijo.— Les da pesadillas.

Carson se rió.

—Es sólo una historia, madre.

Ella suspiró, y Carson sabía lo que estaba pensando. Tal


vez los corderos estaban a salvo en casa de Annabelle, pero sus
padres se veían obligados a hacer frente a una situación cada
vez más difícil. Últimamente, su pequeña comunidad había
recibido muchas pérdidas, y Ramston, la ciudad que una vez fue
su santuario, tenía cada vez más y más el aspecto de ser una
prisión y una sentencia de muerte. En estas circunstancias, el
más anciano de los carneros y ovejas había dejado Los Angeles,
con la intención de prepararse para mudarse ahí.

—¿Crees que Padre encontrará un nuevo lugar para


alojarnos? —Carson le preguntó a su madre.

Ella hizo una mueca.

—No creo que tengamos muchas opciones, niñito. Ya no


podemos recibir más ataques. Moriremos.

Carson miró hacia el dormitorio, donde los niños estaban


durmiendo, su corazón herido al pensar que mañana, los
corderos podrían ser atacados por los desmanes de un lobo. Su
mirada se dirigió a la ventana. La noche había caído, y pronto,
los depredadores saldrían a cazar. Una vez, habían estado a
salvo de eso, pero ya no. Ahora, habían sido descubiertos, y era
sólo cuestión de tiempo hasta que los lobos se abrieran paso a
través de sus defensas.
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Los carneros más jóvenes y más fuertes se quedaban a
cargo de Ramston. Por parte de Carson, debería haber estado de
guardia como los demás, pero por desgracia, parecía ser una flor
tardía en el mejor de los casos.

Sus cuernos ni siquiera habían salido completamente,


incluso si había llegado a su vigésimo año. De hecho, no parecía
muy diferente que si tuviera quince años. Como tal, había sido
delegado a algunas de las tareas que tradicionalmente iban a las
ovejas. Hasta cierto punto, no le importaba, ya que le gustaban
los corderos, pero todavía le dolía cuando los carneros jóvenes
se burlaban de él. Sabía que su familia estaba decepcionado de
él, y a él mismo le hubiera gustado ser un mayor apoyo para el
rebaño. Incluso si su madre hacía todo lo posible para ocultarlo,
sabía la verdad. En las circunstancias actuales, sin embargo,
simplemente estaría en medio si trataba de ayudar a los
guardias.

Sacudiéndose a sí mismo, Carson fue a su madre y la


abrazó.

—Voy a volver a casa, —le dijo.— Ray debería estar ahí por
la mañana, y estará enojado si estoy fuera.

Su madre frunció el ceño, visiblemente molesta.

—No deberías estar en las calles después de oscurecer


niñito. Tu hermano entenderá si le explicamos…

—No, mamá. —Carson negó con la cabeza.— Voy a estar


bien. Además, tengo veinte años. Puedo cuidar de mí mismo.

Ella no parecía convencida, pero por suerte, no hizo


ningún comentario. Sabía que era tan terco como una mula,
bastante irónico, dado que era, para todos los efectos, un
cordero. Además, con él quedándose en la noche sólo
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aumentaría las voces jocosas aún más fuerte.


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Se despidieron, y Carson dejó la seguridad de su hogar.
Hizo un gesto a los guardias situados alrededor de todos los
hogares que mantenían los corderos del rebaño. Como era de
esperar, lo ignoraron y Carson apartó la punzada de breve dolor
y se dirigió hacia su casa.

No tenía ningún deseo de ver a Ray, sin que su hermano


todavía se burlara de él sin descanso. Deseó poder haber ganado
el derecho a tener una casa propia. Así eran las cosas, se vio
obligado a compartir la casa que pertenecía a sus abuelos con su
hermano.

El viento frío soplaba a través de su cabello mientras


caminaba, y Carson se alzó su chaqueta, deseando la comodidad
de su lana. Era mucho mejor estar en forma de shifter. Pero en
estos días, sólo cambiaba a su segunda forma cuando estaba
solo o cuando no tenía otra opción. Sus muchas faltas le hacían
sentirse inadecuado, pero al menos de esta manera, podía fingir
que no había diferencias entre él y el resto de los jóvenes
carneros.

Los cambia-formas siempre habían vivido entre los


humanos, en secreto, por supuesto. Los seres humanos
destruían lo que no podían entender, por lo que todas las razas
de cambia-formas eran muy reservadas. Desafortunadamente,
sus vidas giraban en torno a los mismos conflictos que existían
en la naturaleza, y por desgracia, los del tipo de Carson eran el
blanco de muchos depredadores, simplemente por existir.

Carson habría pensado que, dado que tenían una segunda


forma, también tenían sentimientos diferentes, necesidades
diferentes. Pero no conocía a nadie que pensara como él. Eran
ovejas, y sus enemigos lobos. El curso de la naturaleza estaba
claro, con la diferencia de los nuevos métodos que utilizaban
para herirse unos a otros o protegerse de daños.
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Se frotó los brazos, sintiéndose solitario y frío. Las ovejas
naturalmente ansiaban la proximidad de su propia familia, sin
embargo, otra razón por la que a Carson le gustaba estar cerca
de los corderos. La mayoría de todos los demás lo rechazaban.
Él era inusual, y en su rebaño, inusual significaba aislado. A
veces, casi parecía bueno. Amaba a los niños y amaba contarles
historias.

Ver sus ojos lindos ensancharse con sus palabras hacía que
todo valiera la pena. Mientras crecía, había soñado con el día en
que tendría una familia con sus propios corderos, y pudiera
transmitir sus historias. Pero ahora, no podía dejar de pensar
que contar historias no ayudaría si los lobos atacaban Ramston.
No salvaría a los corderos de sus colmillos y garras.

Carson estaba tan perdido en sus pensamientos, que pasó


por alto la aproximación de otra persona hasta que tropezó con
una pared de músculo sólido. Maldijo y retrocedió, sólo para
encontrarse a sí mismo chocando con otro hombre. Para su gran
consternación, se dio cuenta de que el hombre que tenía delante
era su hermano.

—Mira quién está fuera a esta hora, —dijo Ray.— ¿No


deberías estar cuidando de los corderos?

—Se han ido a la cama, —dijo Carson, manteniendo su


columna vertebral recta como una baqueta.— ¿Y qué hay de ti?
¿No deberías estar vigilando las afueras?

Sabía que había cometido un terrible error al hablar de


nuevo cuando la expresión sarcástica de Ray se retorció en una
de ira.

—No me hables de nuevo.

Carson retrocedió, pero se encontró con otra persona. En


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ese momento, se dio cuenta que de alguna manera había llegado


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a estar rodeado por los amigos de Ray.


Había al menos cuatro jóvenes carneros, aparte de Ray,
todos dándole miradas desdeñosas.

—Vamos a enseñarte una lección que nunca olvidarás, —


dijo Ray ferozmente.

Carson trató de escapar, pero estaba rodeado.

La hostilidad que emanaba de los hombres mucho más


grandes que lo rodeaban despertó el instinto de la propia
conservación arraigado en cada ser viviente. El pánico se
transformó en ira, y cargó contra su hermano, aunque sabía
que no tenía forma de ganar.

Para su satisfacción, se las arregló para lograr unos pocos


golpes decentes. Sin embargo, momentos después, Ray lo
empujó y Carson cayó, su cuerpo chocando dolorosamente con
el camino empedrado.

—¿Qué estás haciendo? —se burló Ray.— Atrapenlo.

Los otros cuatro carneros obedecieron al mayor y Ray saltó


sobre Carson. No había ningún lugar para esconderse de los
golpes, ninguna manera de esquivarlos. A lo lejos, Carson se dio
cuenta de que sí, los cambia-formas tenían otros sentimientos,
pero por desgracia, en el caso de Ray al menos, eran todos
malos y mezquinos.

Habría podido aceptar los golpes como algo que pasaba si


los toques no se hubieran vuelto de repente lascivos. Por alguna
razón, los carneros comenzaron a rasgar la ropa de Carson. Ray
se quedó ahí de pie, riendo, viéndolos, animándolos y soltando
insultos a Carson.

—Eso está bien, — dijo.— Carson puede ser su pequeña


oveja. ¡Qué gran idea!.
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Un sollozo escapó de Carson al darse cuenta de que iba a


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ser violado por los amigos de su hermano.


Él nunca compartiría su cuerpo con nadie. Las ovejas se
centraban en los carneros fuertes, no en los poco desarrollados
como él, pero Carson nunca había sentido la necesidad de
acoplarse con ellas de todos modos. Había llegado a pensar
sobre sí mismo no sólo como débil, sino también asexual. Aún
así, el pensamiento de ser despojado de su virginidad de tal
manera vil, hizo que se rebelara todo su ser.

—Ray, —trató de rogar,—ayúdame. Por favor.

Pero Ray no lo ayudó. Justo cuando Carson pensaba que


todo estaba perdido, el aullido de un lobo sonó en algún lugar a
su derecha. Estaba cerca, muy cerca. Los carneros se congelaron
y detuvieron el abuso de Carson. Se levantaron, adoptando una
postura de lucha.

A cuatro patas, Carson se arrastró lejos de ellos y miró


hacia el área general donde había oído el aullido del lobo venir.
Medio esperaba que la bestia arremetiera contra ellos desde las
sombras. En cambio, cuando emergió, caminaba lentamente,
como si tuviera todo el tiempo del mundo y estuviera dando un
paseo por el parque.

Carson se estremeció al ver la aproximación de la bestia.


Era enorme, pelaje gris cubriendo un cuerpo masivo y pálidos
ojos verdes estudiándoles con interés. Carson no dudó de que la
bestia fácilmente podría haberla emprendido él solo con un
puma. Fue precisamente por esta razón por la que sus guardias
se mantuvieron unidos, para defenderse de tales amenazas.
Carson había asumido que alguien más se hubiera hecho cargo
de la responsabilidad en caso de que Ray y sus compinches
abandonaran sus puestos. Pero no había tantos carneros, y
parecía que la estupidez de Ray dejaba un agujero en las
defensas. Ni siquiera habían sacado sus armas. Joder.
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El lobo dio unos pasos más, y justo así, el valor pareció irse
de Ray y sus amigos. Con gritos similares, dieron media vuelta y
corrieron, huyendo lo más rápido que pudieron y
desaparecieron en la noche.

A Carson le habría gustado mucho hacer lo mismo, pero su


cuerpo dolía y ni siquiera pensaba que pudiera moverse. Se
quedó mirando al lobo, congelado. Extrañamente, se sentía
agradecido de que el depredador se hubiera presentado. Por lo
menos si moría, lo haría con dignidad.

Otro lobo apareció por detrás del primero. Por un breve


segundo, parecía como si los dos se estuvieran comunicando, y
luego el segundo se fue persiguiendo a Ray. Genial,
simplemente genial. Aparentemente, este enorme animal quería
a Carson para sí. En cualquier caso, no importaba ya más. Por
mucho que a Carson le hubiera gustado huir, no podía hacer
que su cuerpo se moviera. Estaba condenado.

Brody observaba al hermoso joven en el suelo, las


emociones en conflicto pasando a través de él. Por un lado, su
boca se le hacía agua a la visión del hombre desnudo y a merced
de Brody. Era evidente que el cordero no tenía intención de
huir, estando demasiado en pánico para hacer nada más que
mirar.

A pesar del deseo, sin embargo, la ira y la confusión


guerreaban dentro de Brody -ira por lo que los estúpidos
carneros casi habían hecho al cordero y confusión porque aún
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se preocupaba por él. Después de todo, el cordero era una presa.


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En teoría, Brody debería comérselo ahora.


En su lugar, se encontró analizando al joven delante de él
como si fuera una putilla de la manada.

Cuando se acercaba al magnífico y suculento obsequio, sus


fosas nasales estaban invadidas por un olor increíble. El instinto
de Brody de alimentarse fue reemplazado por el de copular,
joder, y aparearse. Quería reclamar a este pequeño cordero
como suyo propio.

La imposibilidad de tal cosa pasó por su cabeza como una


clara idea.

El lobo sabía lo que quería y no le importaban los límites.


No entendía el concepto de lo prohibido. Lo que necesitaba, lo
iba a tomar.

Vagamente, reconoció el hecho de que su misión era


comprometida, pero lo que fuera. Había averiguado lo
suficiente, y su Alfa sólo tendría que tratar con esto. En ese
mismo momento, a Brody no podía importarle menos.

Sin dudarlo más, Brody se abalanzó, cambiando a mitad


del salto. Ahora que sus ojos podían ver el color, absorbió la
verdadera magnitud de la belleza del cordero. Era magnífico,
pelo rubio blanquecino llegando a sus esbeltos hombros y
grandes ojos azules analizando a Brody con obvio miedo. El
joven hizo un sonido que parecía un cruce entre un “beeh” y un
grito, pero no se movió. Brody aterrizó encima de su deliciosa
presa, sorprendido él mismo cuando prestó mucha atención a
fin de evitar que sus cuerpos chocaran dolorosamente.

—Bueno, hola, corderito, —gruñó al oído del joven.—


Parece que te tengo a mi merced.

El cordero tragó saliva.


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—Vas… ¿Vas a comerme?


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Imágenes pecaminosas aparecieron en la mente de Brody,
mostrando manchas de sudor, cuerpos moviéndose juntos, el
suyo propio y el del cordero.

—Oh, te comeré todo, pero lo vas a disfrutar.

El cordero se veía confundido, pero Brody no tenía tiempo


de explicar. Vio a Liam regresando a él en su forma cambiada.
Brody dedujo que ya era hora de irse. Los carneros deben
finalmente haberse reunido, o alertado al resto de los guardias
dentro de la ciudad. Las malditas ovejas utilizaban pistolas con
balas de plata, y Brody no podía arriesgarse a ser golpeado por
una.

Se puso de pie y agarró el cordero, envolviendo al joven


hombre sin resistencia corporal por encima de su hombro.
Sonriendo para sí mismo, siguió detrás de Liam mientras su
amigo lo guiaba de vuelta por donde habían venido.

La estúpida oveja había dejado un agujero del tamaño de


Europa en sus defensas, posiblemente a causa de los mismos
carneros que habían atacado al cordero de Brody. Brody gruñó
al recordar a los bastardos. Deseaba poder haberlos eliminado,
destrozado su carne y probado su sangre, pero sus prioridades
estaban con su pareja.

¿Su pareja? ¿En serio? ¿Cómo podría un cordero ser su


pareja, y un macho? Y, sin embargo, incluso cuando pensaba
esto, Brody sabía que era verdad. Pasaría un tiempo muy difícil
convenciendo al joven de eso, sin embargo. Por el momento, su
dulce presa permanecía paralizada por el susto, pero Brody
tenía la intención de que eso cambiara. Tal vez podría atraer al
pequeño cordero trayéndole un pedazo de sus atacantes como
ofrenda. Por otra parte, tal vez no.
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Brody y Liam escaparon de Ramston con relativa facilidad.


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Una vez que estuvieron a una distancia lejana segura,
Liam cambió a su forma con piernas. Brody colocó a su
compañero y se volvió hacia su amigo, esperando por la
explosión que tenía que ocurrir. De hecho, momentos más
tarde, Liam gritó: —¿Qué mierda, Brody? ¿Qué fue eso allá
atrás, y qué diablos estás haciendo con el cordero?

Brody se dio cuenta de que su comportamiento atraería la


atención de su amigo. Liam lo conocía bien, y sabía lo mucho
que la manada significaba para él. Fue una de las razones por
las que habían sido seleccionados para la misión de exploración
en las tierras de las ovejas. Su alfa -y hermano de Brody, Soren-
quería saber si las ovejas verdaderamente servían para moverse
en territorio humano.

Brody con seguridad podría decir que el rumor era


correcto, a juzgar por los movimientos en la ciudad y la ausencia
de las ovejas y los carneros ancianos.

Aún así, él y Liam habrían prestado más atención y


explorado más a fondo, si no se hubieran encontrado con el
pequeño cordero. Brody no tenía fuerzas para lamentarlo.

Se encogió de hombros a Liam.

—Tengo mis razones para traerme el cordero.

Liam miró al compañero de Brody especulativamente.

—Tal vez tengas razón. Estoy seguro de que a la manada le


encantaría un cordero de cena mañana.

Brody maldijo las palabras de su amigo, sabiendo que


asustarían a su pobre pareja otra vez. De hecho, el joven hizo el
sonido “beeh” de nuevo y, ante los ojos asombrados de Brody, se
convirtió en su forma animal.
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Liam se frotó las manos.


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—Oh, ¿viste eso? Está haciéndolo más fácil para nosotros.

Brody gruñó y empujó a su amigo lejos del cordero.

—Ni siquiera pienses en eso. Está fuera de los límites.

Se arrodilló junto al cordero aterrorizado, suavemente


acariciando la suave lana. Los ojos azules del cordero fijos en él,
como haciendo una silenciosa pregunta.

—No te preocupes, corderito. Nadie va a hacerte daño.

Liam lo miró boquiabierto.

—Está bien, ¿has perdido la cabeza o qué? Es tu jodida


presa.

—También es mi pareja, —gruñó Brody. No tenía ninguna


intención de negar la conexión entre él y el cordero. Claro, le
habría gustado explicar las cosas al joven en privado, pero, por
desgracia, no podía hacer eso, no, dadas las circunstancias.
Tenía la sensación de que necesitaría la ayuda de Liam.

—¿Tu pareja? —Repitió Liam, pareciendo estupefacto.—


Pero, Brody…

Brody frunció el ceño, silenciosamente diciendo a Liam


que no era objeto de debate. Como siempre, Liam le entendió.

—Está bien. No voy a cuestionarte, o tocar a tu… pareja.


Pero tienes que darte cuenta, amigo mío, que a la manada no le
va a gustar esto.

Brody sabía que su amigo tenía razón, al igual que él sabía


que, en esta etapa de su vida, tenía que hacer una elección. Era
realmente una decisión obvia. No podía llevar a su pareja a la
manada, y no tenía la intención de dejar que el cordero se
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valiera por sí mismo. Por lo tanto, parecía tan natural que Brody
tuviera que abandonar la manada.
Página
Claro, su familia no sería feliz con eso. De hecho, Brody
apostaría dinero a que su padre estaría furioso. Con suerte, su
hermano lo ayudaría.

Por el momento, recogió a su pareja en sus brazos, al


tiempo que continuaba con sus caricias. Al final, el cordero
comenzó a relajarse un poco, como si por fin reconociera el
hecho de que Brody no tenía intención de hacerle daño.

Brody comenzó a caminar de regreso a su coche. Liam


siguió detrás de él en silencio, aparentemente reflexionando
sobre la situación. Una vez que llegaron a su vehículo. Brody
abrió el asiento trasero y suavemente colocó a su pareja ahí. El
cordero no protestó, como si estuviera aturdido. Brody podía
sentir el agotamiento de su compañero irradiando de él como
una nube, tanto físico como emocional.

La necesidad de protegerlo de todo el mundo era tan


fuerte que Brody casi se desplomó. Hizo todo lo posible para
temporalmente amarrarlo y ponerse la ropa. La oveja en el
asiento trasero sería suficientemente extraño. No sería bueno
para los seres humanos ver a dos hombres desnudos.

Él y Liam se vistieron y entraron en el coche. Por lo


general, Brody conduciría el coche o iría en el asiento de al lado,
pero ahora se sentó al lado de su compañero.

—Conduce, —le dijo a su amigo.

Liam tomó la posición del conductor y cerró la puerta.


Cuando Brody se aseguró él mismo y a su compañero en el
asiento trasero, Liam arrancó el coche y se fueron. El sonido del
motor sobresaltó al cordero de Brody, y el joven cambió de
nuevo a su forma humana. La transformación la hizo para que
Brody terminara con su pareja desnuda en su completo regazo.
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Por instinto, envolvió sus brazos alrededor de la cintura del


cordero, atrayéndole más cerca.
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El joven se puso tenso y empezó a inquietarse.

—Qué -¿Qué está pasando? —tartamudeó.— ¿A dónde me


llevas?

—Estate quieto, corderito, —dijo Brody. Los movimientos


de su pareja parecían diseñados para volverlo loco. El
descarado culo del joven se frotaba contra la polla de Brody,
haciendo que calor de lujuria corriera por él. Su control pendía
de un hilo, y era sólo el conocimiento de lo que el cordero había
pasado lo que le impedía perderlo. Apretando a su pareja contra
su pecho, hizo todo lo posible para ignorar su excitación.—
Estás a salvo conmigo.

El cordero no parecía muy tranquilo, no es que Brody lo


culpara.

—Soy Brody Wade, y ese es mi amigo Liam Denning. ¿Cuál


es tu nombre?

—C-Carson, —respondió el cordero.— Carson Williams.

—Es un nombre precioso, para un hombre magnífico.

Liam se aclaró la garganta.

—Odio interrumpir, pero me gustaría saber a dónde vamos


también.

—Como te das cuenta, no espero que esté seguro con los


otros, así que no pienso volver. Nos dejarás en las afueras de
Los Ángeles. Mientras tanto, necesito que hagas algo por mí. Ve
con Soren. Dile que he encontrado a mi pareja y reúnete
conmigo en frente del Observatorio Griffith, dos días a partir de
ahora, al mediodía.

Un incómodo silencio cayó sobre la camioneta. Liam


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parecía tenso, y también Carson. Brody sostenía a Carson más


Página

apretado.
Tanto como se preocupaba por su amigo, no podía esperar
a llegar a su destino. Después de todo, Liam era un lobo, y no
tenía la misma conexión con Carson que Brody tenía. Estaría
dispuesto a herir a Carson.

Finalmente, Liam habló.

—Te ayudaré, amigo mío. Sólo ten cuidado.

Incluso con la tranquilidad de Liam, el viaje pareció llevar


siglos. En un punto, Brody se ocupó de ofrecer a Carson algo
para vestir. Habían traído pequeños paquetes, pero, por
desgracia, la ropa de Brody demostraba ser inadecuada para el
mucho más pequeño Carson. Terminaron tomando prestada
una camisa y un par de pantalones vaqueros de Liam, quien no
tenía el mismo volumen. Aun así, Carson parecía como un niño
que había allanado el armario de sus padres -o más bien, como
una oveja vestida de lobo.

Brody casi se rió ante la idea, pero la situación le


molestaba. El olor de Liam ahora estaba por todo Carson ahora,
y a Brody le dolía la necesidad de frotarse contra su pareja, para
quitar la ropa ofensiva y marcar al cordero como suyo propio.
Sin embargo, eso tendría que esperar hasta que estuvieran
seguros y en privado.

Por fin, muy de mañana, Liam los dejó en la ciudad. Lo


primera que Brody hizo fue sacar hasta el último centavo que
tenía en su tarjeta de débito y buscar salidas en avión y autobús
para los días siguientes. No podía acceder a todas sus cuentas
sin alarmar a su padre, y necesitaba evitar tener al hombre
averiguando sobre Carson, al menos hasta que Brody hablara
con su hermano. Esperaba que no tuviera que salir de la zona,
pero si la necesidad aparecía, tendría que estar listo.
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La verdad sea dicha, Brody ahora puso su confianza en


Soren.
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Los lobos en general respetaban los apareamientos, pero
dada su posición en la sociedad de los hombre lobo, su decisión
no sería fácilmente aceptada. Sin embargo, esperaba que Soren
lo ayudara. Después de todo, el hombre no sólo era su hermano,
sino también su Alfa.

Al final, decidió que era mejor alquilar un vehículo, con lo


cual todavía le quedaba una suma razonable de dinero para
encontrar un lugar para pasar la noche. Aún así, Brody sabía
que tenía que buscar un lugar a un precio accesible, porque
tendría que vivir de sus ahorros por un tiempo, al menos hasta
que llegara el acceso al resto de su dinero. Conocía varios
hoteles en la ciudad que podrían proporcionar alojamiento
decente a un bonito buen precio. También se detuvieron en un
supermercado para abastecerse de suministros, tanto de
alimentos como un traje para Carson. En un intento de
optimismo, añadió una botella de aceite de oliva a su carrito. No
sabía si habría la oportunidad de disfrutar del delicioso cuerpo
de Carson en un futuro próximo, pero sólo podía esperar que
sucediera.

Mientras viajaban alrededor, los olores de la ciudad los


asaltaron. Al poco tiempo, Brody se dio cuenta que eso estaba
afectando al pobre Carson. Cuando pasaron por un restaurante
indio, Carson se volvió de una sombra interesante de verde.

—Oh, Dios, creo que voy a vomitar.

—Voy a parar el coche, —ofreció Brody estúpidamente.

—No, no. Sólo sigue conduciendo. Estaré bien.

Una vez que dejaron la zona detrás, Carson, efectivamente,


pareció recuperar algo de su compostura. Sin embargo, el
incidente puso las cosas en perspectiva para Brody. Todos los
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olores provenientes de los lugares de comida de alrededor de la


ciudad parecían deliciosos para él, pero desagradables para
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Carson.
Por supuesto, no podía culpar al cordero por su reacción.
Después de todo, Carson debe haber sentido lo mismo que
Brody cuando veía u olía el cadáver de un lobo. Sin embargo,
dadas las circunstancias, Brody se sentía poco preparado para
cuidar de su pareja. ¿Podrían realmente hacer que las cosas
funcionaran?

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Página
Capítulo Dos
Los primeros rayos del sol acababan de aparecer en el
horizonte cuando Carson entró en la pequeña habitación de
hotel que Brody encontró para ellos. Olfateó alrededor
experimentalmente, y vio cómo Brody hizo lo mismo. Cuando el
lobo señaló que estaba bien, Carson se dejó caer en la cama boca
abajo, agotado.

No podía entender nada. ¿Cómo había pasado de estar a


merced de los jóvenes carneros en su ciudad, a aceptar la ayuda
de un lobo?

Brody era un misterio para él. El hombre parecía


obsesionado con él. Carson sabía lo suficiente acerca de los
lobos para entender lo que le había dicho Brody a su amigo. Las
parejas eran muy importantes para ellos, y esto fue quizás lo
único que Carson siempre respetaba de sus enemigos. Las
ovejas no se acoplaban. Muy a menudo, los carneros elegían las
ovejas que les gustaban, cualquier número de ellas, y se
reproducían. De hecho, Ray y Carson eran sólo medio
hermanos. Con su dinámica de rebaño, poco importaba, sin
embargo. O al menos, no debería hacerlo.

Por esa razón, Carson no podía entender lo que Brody


tenía la intención de hacer. ¿Cómo funcionaba el apareamientos
de los lobos? ¿Brody quería otra pareja, alguien que pudiera
procrear? Demonios, ¿por qué Carson aún estaba considerando
esto? Por todos los cielos, eran depredador y presa. No se
mezclaban.

La respuesta a su pregunta surgió cuando Brody se sentó a


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su lado. Su mano acarició suavemente el pelo de Carson, y se


recostó, abrazando a Carson contra su pecho.
Página
Era cálido y fuerte, y en su abrazo, Carson se sintió tan
seguro que debería haber sido imposible.

—No lo entiendo, —murmuró.— No entiendo nada de esto.

—Lo sé, —murmuró Brody.— Es difícil de aceptar. Las


ovejas no tienen parejas, ¿verdad?

Carson negó con la cabeza, y Brody continuó.

—Bueno, déjame explicar un poco cómo funciona.


Nosotros, los lobos nos acoplamos de por vida, los cambia-
formas incluso más que nuestros equivalentes en la naturaleza.
Sabemos lo que las personas significan para nosotros desde el
momento en que las vemos. Yo sabía desde el principio que
estabas destinado para mí, hecho y nacido para mí. Todo lo
demás no importa. Podemos solucionarlo.

—Pero no me conoces, —protestó Carson.— ¿Cómo puedes


seguir sólo el instinto para elegir tu compañero de vida?

Brody se echó a reír y su risa recorrió a Carson como una


ola de placer.

—Somos cambia-formas, corderito. El instinto es la mitad


de nuestro nombre. ¿Qué te dice el tuyo?

Carson casi se echó a reír. Un instinto de oveja no era


exactamente confiable. Simplemente les decía que se movieran
juntos y saltaran cuando el otro lo hacía. Sin embargo, sentía
algo cuando Brody le sostenía, y eso no era sólo a causa del
instinto.

—Yo… no lo sé, —respondió.— Me siento seguro contigo,


pero no entiendo por qué.

Brody le dio un beso en la frente.


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—Porque somos pareja. Tal vez no nos conozcamos muy
bien, pero tenemos todo el tiempo del mundo para descubrir
todo.

Carson miró a los ojos del lobo. Eran tan profundos, tan
verdes y tan hermosos.

—Pero, Brody, somos depredador y presa. ¿Eso no te


molesta?

No sabía qué esperaba que el otro hombre respondiera,


pero lo sorprendió cuando Brody negó con la cabeza.

—No, en absoluto. Las parejas son parejas y el amor es el


amor.

Carson se mordió el labio con fuerza, tratando de reprimir


las lágrimas. No podía creer que alguien como Brody entendiera
lo que Carson había estado tratando de decir a su rebaño desde
que se había convertido en un adulto. ¿Cómo era posible que un
lobo lo comprendiea? Durante toda su vida, estos depredadores
habían sido una pesadilla para el conjunto de Ramston. ¿Cómo
encajaba eso en el comportamiento de Brody?

Brody frotó el pulgar por la mejilla de Carson, y Carson


apartó la mirada, dándose cuenta de que había perdido la
batalla con sus lágrimas.

—No lo hagas, —dijo Brody.— No te escondas de mí.


¿Cómo vamos va a acoplarnos alguna vez si no me das una
oportunidad?

Brody en realidad sonaba molesto, y por alguna razón,


Carson sentía la necesidad de calmar al hombre.

—Lo siento. Soy. Yo sólo… necesito que me enseñes. No sé


cómo tener una pareja.
25
Página
La expresión de Brody cambió, sus ojos adoptando la
depredadora expresión que Carson recordaba de Ramston. A
diferencia de esa vez, Sin embargo, eso no le asustaba. Salvaje
anticipación lo llenaba, su cuerpo quemaba con una necesidad
que nunca había sentido antes.

—Te puedo enseñar, Carson. —Brody gruñó en voz baja.—


¿Confías en mí?

¿Confiaba en Brody? El hombre era un lobo, y los suyos


habían cazado a los de Carson desde el principio de los tiempos.
Por todo lo que Carson sabía, Brody mismo había matado a
gente de Ramston. Y, sin embargo, Brody había sido tan amable
con él. ¿Podría realmente decir que no? En el extremo, Brody no
era sólo un lobo, sino también un hombre, un hombre que lo
dejaba boquiabierto a Carson.

—Sí, —respondió.— Sí, confío en ti. Sólo… toma las cosas


con calma.

Carson tenía conocimiento de lo que sucedía entre dos


hombres. Había carneros en el rebaño con una preferencia por
otros machos, y eso no era inusual. En ocasiones, Brody había
visto unas pocas parejas en celo, algunas incluso en su forma
animal.

Pero Carson no sabía lo que haría un lobo mientras se


acoplaban. Claro, sabía la parte general anatómica de eso dado
que todos los carneros recibían una sólida educación de sus
depredadores. Sin embargo, sus profesores sólo le habían dado
la base de la reproducción de los lobos. La anticipación estaba
matando a Carson.

—No te preocupes, —dijo Brody.— Cuidaré bien de ti.


26
Página
Poco a poco, Brody atrajo sus rostros juntos, tan cerca que
Carson podía sentir el aliento del lobo cosquilleando sus
mejillas. El corazón de Carson latía a miles de kilómetros por
hora, mientras esperaba a ver qué haría Brody.

Por fin, el otro hombre presionó sus labios juntos. Movió


su boca contra la de Carson en un movimiento seductor. Carson
se quedó sin aliento, permitiendo la entrada del lobo. Envolvió
sus brazos alrededor de Brody, entregándose a la dominación
del otro hombre.

Brody debió sentir su aquiescencia silenciosa, ya que el


suave beso se volvió más agresivo. La lengua de Brody devoraba
la boca de Carson, excitándolo sin medida. Era su primer beso,
y más intenso que cualquier cosa que Carson esperaba. Se
aferró al lobo, jadeando de placer, tomando el asalto sensual del
otro hombre.

Las manos de Brody comenzaron a trabajar en su ropa,


desesperadamente desgarrando el material. Carson intentó
ayudar a su pareja, pero por supuesto falló, abismalmente.
Terminaron enredados en los restos de la camisa de Carson y
los pantalones, frustrantemente tratando de empujarlos fuera
del camino.

A medida que sus bocas se separaron, Carson dejó escapar


un resoplido, mientras que Brody sólo rió sin aliento.

—Sé paciente corderito, —susurró.— Todo llegará a


tiempo.

Pero Carson no quería esperar. Quería ser tocado y tocar a


su vez. Se encontró tratando de recordar todas las cosas que
había visto a los carneros hacer juntos, a fin de poder explorar el
mismo camino con Brody. Le molestaba y avergonzaba que no
27

supiera la forma de ofrecer placer al otro hombre.


Página
Sin embargo, se esforzaba por obedecer y esperar como
dijo Brody. Finalmente, su paciencia se vio recompensada.
Brody se deshizo de su propia ropa, y cuando el hombre
descartó cada prenda de ropa, todo el cuerpo de Carson
comenzó a temblar con una mayor ansiedad y anticipación.
Querido Dios. Carson había visto desnudo a Brody allá en
Ramston, pero había estado demasiado en pánico para
reconocer plenamente el magnífico pedazo de hombre que tenía
a su alcance. Por el amor de Dios, el hombre parecía cortado por
un divino paño. Carson no sabía dónde mirar primero. El David
de Miguel Ángel no tenía nada que hacer con Brody en cuanto a
los duros abdominales se refería. Los pezones cobrizos del lobo
se animaron al ser descubiertos, como si exigieran atención y la
polla de Brody señalaba acusadoramente a Carson. Demonios,
si estuviera viva, la estatua estaría avergonzada por comparar su
polla con Brody. El eje del lobo era enorme. De lo que Carson
recordaba, tendría que ir dentro de su… dentro de su culo. Pero,
sin duda, nunca podría encajar.

Como si adivinara sus pensamientos, Brody ahuecó su


mejilla suavemente y presionó un beso en sus labios. No era
nada como el de antes. De hecho, ni siquiera parecía dirigido a
excitarle, sino más bien para calmarlo y consolarlo.

—Yo sé que soy un poco intimidante, —dijo,— pero no te


preocupes. Somos pareja.

A Carson le hubiera encantado tener la misma confianza


que Brody tenía, pero simplemente no conseguía relajarse.

—De alguna manera, dudo que seas el que tenga un bate


de béisbol por tu culo, —murmuró, disgustado.

Brody sólo se rió.


28

—No te preocupes por eso. Te va a encantar. Lo prometo.


Página
Carson dio al lobo una mirada dudosa. A decir verdad,
quería lo que Brody ofrecía, pero tenía miedo de eso, también.
¿Qué pasaba si hacía algo mal? ¿Qué pasaba si a Brody no le
gustaba? Y ¿qué pasaba con esta cosa de las parejas? ¿La
atracción de Brody se originaba únicamente por eso? ¿Y si
odiaba a Carson después?

No se dio cuenta que estaba entrando en pánico hasta que


los fuertes brazos de Brody se envolvieron a su alrededor,
apretándolo firmemente.

—Hey, Carson, no tenemos que hacer nada que tú no


quieras. Lo siento. No debería haberte empujado.

Los ojos de Carson se abrieron como platos cuando se dio


cuenta que la había jodido.

—No quise decir eso. Estoy… estoy nervioso. ¿Por qué


incluso te gusto?

Brody lo soltó del abrazo y le dio una mirada de


incredulidad.

—¿Estás bromeando? Eres hermoso. Eres todo lo que


alguna vez he querido en una pareja, incluso antes de que
supiera que quería una. —Tomó un hondo respiro, como si
luchara por las palabras.— Tú eres… tú.

Carson no pudo encontrar una respuesta para eso. Estaba


abrumado también, demasiado conmocionado. Todo su mundo
parecía haberse vuelto patas arriba, como si se encontrara en la
Dimensión Desconocida1 .
29

1
The Twilight Zone, conocida en idio ma español co mo La dimensión desconocida en to da A mérica
Latina; Dimensión Desconocida y En los límites de la realidad en España, y en algunos países de
Página

América co mo La quinta dimensión (Twilight Zone, zona crepuscular, en idio ma inglés) fue una serie
de televisión estadounidense especializada en el género de la ciencia ficción, la fantasía y el terror. La
mayor parte de sus 92 episodios fueron escritos y creados po r su narrador y anfitrión, Rod Serling.
De repente, todas sus dudas dejaron de importar. Era una
oveja y Brody un lobo. ¿Y qué? Acababan de conocerse. ¿Y qué?
¿A quién le importaba? Brody tenía razón. Eran pareja. Más allá
de toda la ansiedad, Carson podía sentirlo también. De lo
contrario, nunca habría confiado en Brody en primer lugar.

Sin permitirse dudar más, Carson apretó sus labios en los


de Brody, atrayendo sus cuerpos más cerca. Los dos estaban
desnudos, y una vez que Carson tomó la decisión de dejar de
preocuparse por cosas más allá de su control, le resultó fácil
centrarse sólo en la desnudez de su pareja. Se subió al regazo de
Brody, sin estar más asustado. En su lugar, la sensación de la
dura polla de Brody contra su culo lo excitaba a morir.

En un primer momento, Brody pareció sorprendido, pero


rápidamente se hizo cargo del beso. Sus manos exploraban el
cuerpo de Carson, dejando tras de sí rastros de fuego en su piel.
Carson se frotó contra su compañero, dolorido por más,
anhelando algo que no podía entender.

Muy a su pesar, Brody lo rechazó. Carson dio a su pareja


una mirada confusa. ¿Había hecho algo malo? ¿Era malo
besando?

—Sólo dame un segundo, —dijo Brody.— Estaré de vuelta.

Sin más explicaciones, Brody salió de la cama.


Afortunadamente, la habitación del hotel no era tan grande, y
Carson observó a su pareja cuando el lobo se dirigió a la bolsa
con sus compras. Se tendió en el colchón en espera mientras
observaba el movimiento de Brody. Dios, simplemente el juego
de músculos en la espalda de Brody podría hacer a un hombre
correrse.

Brody recuperó la botella de aceite de oliva de la bolsa y


30

volvió a la cama. Al principio, Carson no entendía las razones


detrás de la búsqueda de Brody de la botella, pero entonces el
Página

lobo dijo: —Vamos, corderito. Abre las piernas para mí.


Carson obedeció, sabiendo que este era el momento que
había temido desde el segundo que había visto la polla de
Brody. Abrió las piernas y, por instinto, las levantó, dejando al
descubierto su agujero a la mirada de Brody. Fue
recompensado con un gemido de su futuro amante.

—Jesucristo, Carson. ¿Tienes alguna idea de lo caliente


que te ves?

—¿Por qué no me enseñas? —Carson disparó de nuevo. No


sabía de dónde venía el coqueto comentario, pero parecía
despertar a Brody aún más. De alguna manera, Carson pudo
sentir un eco en su interior. Si hubiera tenido alguna duda sobre
la conexión entre ellos, eso lo había resuelto. Se preocuparía por
el resto más tarde, mucho más tarde.

Brody abrió la botella de aceite de oliva y vertió un poco


del líquido en sus dedos, todo mientras mantenía la mirada de
Carson. Carson tragó saliva, luchando por mantener su
nerviosismo bajo control, pero no pudo evitar él mismo tensarse
ligeramente al primer toque del dedo manchado de Brody en su
ano.

—Relájate, —dijo Brody.— Mientras te relajes, estaremos


bien.

Carson asintió, pero era más fácil de decir que de hacer.


Obviamente dándose cuenta del problema de Carson, Brody
bajó la cabeza y tomó la polla de Carson en su boca. Caliente
rojo placer atravesó a Carson cuando el húmedo infierno
envolvió su polla. No podía dejar de empujar su polla más
profundo dentro de la boca de Brody, al mismo tiempo que
llegaba hasta enhebrar los dedos por el pelo del lobo.

Brody asentía con la cabeza arriba y abajo del eje de


31

Carson, retorciendo su lengua justo en movimientos que Carson


no había considerado siquiera posible.
Página
Con Brody trabajándolo tan deliciosamente, Carson no
podía ni siquiera recordar permanecer tenso. Cuando su pareja
empujó un dedo dentro de él, Carson lo tomó con facilidad,
amando la desconocida, pero agradable sensación. El segundo
dedo quemó un poco, y el tercero aún más, pero Brody hizo un
excelente trabajo en distraerlo. Y entonces, Brody golpeó su
próstata, un punto del que Carson sólo había oído hablar pero
nunca tuvo el coraje de encontrar. Carson arqueó la espalda
cuando choques de éxtasis le recorrieron.

—Oh, Dios, Brody. Por favor, por favor, por favor…

En este momento, no acababa de entender lo que estaba


pidiendo, pero eso no importaba. Brody lo hacía. Brody sabía. El
lobo tiró de sus dedos del culo de Carson y levantó la boca.
Carson gimió, sintiéndose abandonado y despojado, pero
entonces, algo caliente y enorme golpeó su apertura. Poco a
poco, Brody empujaba dentro de él, empalando a Carson sobre
su polla.

Justo como Carson había señalado anteriormente, el lobo


estaba más que bien dotado. Aunque Brody tomó las cosas con
calma, la penetración dolía. Sin embargo, Carson se mordió el
labio y se centró en el olor de Brody, en su mirada, y su
expresión de concentración. Sólo necesitaba relajarse. No
pasaría nada.

Pareció una eternidad, pero al final, Brody incrustó su eje


completamente dentro de Carson. En un principio, Carson casi
no podía creerlo. Se sentía tan lleno, tan imposible, pero al
mismo tiempo, tan conectado con Brody. La quemadura de la
penetración inicial comenzó a derretirse en placer. Un zumbido
de energía inagotable cayó sobre la piel de Carson.

—Por favor, Brody, —le rogó de nuevo.— Muévete.


32

Y Brody, en efecto, se movió. Sacó su polla del pasaje de


Página

Carson y empujó hacia adentro.


De alguna manera, Brody golpeaba la próstata de Carson,
haciendo que se renovara el éxtasis que le recorría.

A partir de entonces, todo se convirtió en un borrón. Una y


otra vez, Brody continuaba jodiéndolo, empujando dentro y
fuera de su ano. La velocidad y la fuerza detrás de los
movimientos hizo que la cama crujiera casi amenazadoramente.
Carson se aferró a los hombros de su pareja, haciendo todo lo
posible para retroceder, pero reconoció el hecho de que no
podía esperar a ser coordinado o coherente. Sin embargo, de
alguna manera, hicieron el trabajo, se movieron juntos como si
se hubieran conocido el uno al otro desde el principio de los
tiempos.

En estas circunstancias, Carson no podía esperar que


resistiera mucho tiempo. Su excitación, su lujuria, y emociones
confusas le abrumaron. Sólo necesitaba una cosa más, una cosa
que lo empujara a través del borde.

Su mente no se habría dado cuenta de qué se trataba, pero


su cuerpo y su alma lo sabían. Siguiendo un impulso repentino,
Carson inclinó la cabeza, dejando al descubierto la garganta
para Brody. Unos momentos más tarde, los afilados colmillos le
atravesaron la carne. Agonizante dolor lo invadió, pero sólo le
dolió por un breve instante. Entonces, pareció como si un sol
estallara dentro de él y un éxtasis dulce se lo tragara entero,
enviándolo en un torbellino de nirvana.

Carson sintió una conexión hacer clic en su lugar, su


vínculo con Brody se convirtió en completo. Sentía el placer de
su pareja y el grado de las propias emociones conflictivas del
lobo. Al igual que, con Brody en el interior de su mente y su
cuerpo, se corrió como nunca lo había hecho en toda su vida.
33
Página
No sabía cuánto tiempo simplemente flotó en la nube de
placer, pero cuando se bajó de la increíble altura, encontró a
Brody que se cernía sobre él, con los ojos verdes todavía con el
estupor del placer.

—¿Estás bien, corderito?

Carson sonrió.

—Nunca he estado mejor, gran lobo feroz.

Brody parpadeó y luego se echó a reír.

—Hermoso y divertido —dijo mientras se limpiaba una


lágrima de alegría.— Me tocó el premio gordo.

Carson no respondió, pero secretamente pensaba que era


al revés. De alguna manera, le había sido concedida una
oportunidad de ser feliz, y no la despilfarraría, no importara lo
que pasara.

34
Página
Capítulo Tres
Al día siguiente

Brody observaba a Carson cuando su cordero


experimentalmente olfateaba una de las velas de incienso. Su
pareja dejó escapar un gemido de satisfacción.

—Mmm, esto huele muy bien. —Giró sus ojos suplicantes a


Brody.— ¿Podemos conseguir esta, también?

Brody echó un vistazo al precio y reprimió una mueca de


dolor. Para una vela perfumada, la cosa era muy cara. Pero,
¿cómo podía resistir esos ojos azules? Y lo más importante,
quería proporcionar cualquier cosa que Carson quisiera y
necesitara. Algo dentro de él le dijo eso. Su lobo anhelaba cuidar
de Carson, para dar al cordero todo lo que había perdido en la
vida. Era sorprendente que su pareja sólo acabara de descubrir
las velas de incienso. Entonces, allá en Ramston, la vida se
había centrado en el cuidado de los corderos más jóvenes y más
en la prevención de los ataques de los lobos. Brody no podía
evitar sentirse un poco culpable por eso, aunque sabía que era la
manera en que funcionaban las cosas en su mundo.

No se dio cuenta que había estado ignorando a Carson


hasta que los brazos delgados se envolvieron alrededor de su
torso.

—Está bien, — susurró su cordero en la mente de Brody.—


Estamos más allá de eso ahora.

Brody sonrió y acarició el cabello suave de Carson. Era una


de las ventajas y desventajas de tener una pareja. Podían oír
35

cada pensamiento del otro y hablar a través de su vínculo


Página

telepático.
A Brody le encantaba, pero también le hubiera gustado
mantener algunas de sus preocupaciones para sí mismo, no
cargar a Carson con sus pesadumbres.

—Hey, somos un equipo ahora, —dijo Carson.— Tus


problemas son míos. Puedo manejarlo.

—Sé que puedes, y confío en ti. Sólo quiero protegerte. —


Se sacudió y luchó para romper el repentinamente sombrío
estado de ánimo. Estaban mejor relajándose y simplemente
disfrutando de la presencia del otro. —Podemos conseguir la
vela de incienso, si quieres. Lo que quieras, Carson.

Carson le abrazó de nuevo y seleccionó una de las velas,


sólo una, y la más barata, señaló Brody. Carson debió haber
escuchado las preocupaciones financieras de Brody también.
Reprendiéndose a sí mismo por su estupidez, Brody eligió un
segundo elemento, el último que Carson había querido.

—Brody, no tienes que… —Carson intentó decir.

Brody le hizo callar con un beso.

—Quiero hacerlo. —Las velas perfumadas no eran un


producto inútil. Los olores de la ciudad todavía molestaban a
Carson, incluso dentro de la habitación del hotel. Las ovejas
cambia-formas tenían narices muy sensibles y detectaban
incluso a los repartidores con varios productos. La política del
hotel no tenía nada en contra del uso de velas perfumadas.
Ayudó que Brody le dio al gerente una generosa propina para
mantener su estancia lo más discreta posible.

Carson suspiró, pero cedió. Era sólo una vela, y unos pocos
dólares no dañarían demasiado el presupuesto, y había parado
en esta tienda para comprar cosas, no para mirar escaparates.
Después que Brody habló con Soren, había podido acceder a
36

otras cuentas. Brody y Carson estarían bien.


Página
Durante todo el día, Brody había llevado Carson alrededor
de la ciudad, llevándolo a parques, mostrándole los lugares de
interés. Brody nunca había disfrutado realmente de la belleza
que podía aparecer incluso en una gran metrópoli como Los
Angeles, pero con Carson a su lado, todo parecía mucho mejor.
Pero, por supuesto, una vez que se habían cansado de las giras,
habían comenzado a ir de compras, y Brody no pudo resistirse a
traer a Carson a esta tienda.

Con impaciencia, Brody llevó a su pareja desde la parte


más neutral del almacén y avanzó hacia las más estrambótica.
Había traído a su pareja aquí sin decirle a Carson lo que
realmente era, una tienda para adultos. El completo edificio
parecía bastante inofensivo desde el exterior, y el primer tramo
ofrecía cosas sensuales, pero más inocentes que las velas, loción
o gel de ducha.

Aquí, sin embargo, había toda la variedad de lubricantes,


vibradores en diferentes colores y tamaños, bolas anales, y
muchos otros tipos de juguetes. Brody no quería forzar a su
cordero a nada demasiado perverso. Sabía que Carson era
virgen la noche anterior. Lo había sentido y luego lo reconoció a
través de su vínculo. Sin embargo, necesitaban un poco de
lubricante real. El aceite de oliva funcionó, pero lo tenía en
todas partes y arruinó las sábanas. Fue algo que el gerente del
hotel no había apreciado mucho.

—Oh, mi, —dijo Carson sin aliento. La expresión de su


rostro no tenía precio.— Esto es… Wow.

A juzgar por el sentimiento distintivo de la excitación


proveniente de Carson, Brody supuso que era un buen “wow”.
Quizás Carson disfrutaría con algo un poco más salvaje después
de todo.
37

Justo cuando Brody pensaba esto, un vendedor se acercó a


Página

ellos, una amplia sonrisa en su rostro.


—¿Puedo ayudarles en algo caballeros? —Preguntó,
mirando de reojo a Carson.

Los pelos del cuello de Brody inmediatamente se


levantaron cuando el otro hombre amenazó la propiedad de su
pareja. Reprimió el impulso de desnudar sus colmillos al
estúpido humano y sonrió con fuerza.

—No, eso no será necesario. Estamos bien.

Sabía que había sido incapaz de disimular la hostilidad en


su voz cuando Carson lo miró con curiosidad. Al parecer, el
cordero no había estado prestando atención al humano en
absoluto, porque de lo contrario, habría sentido la excitación del
vendedor.

A la muestra de agresión de Brody, Carson se dio cuenta


de la situación también. Envolvió su brazo alrededor de la
cintura de Brody y se apoyó en él, su calor y su olor dulce
consolaron a Brody.

—Gracias, pero él tiene razón. Podemos manejar las cosas


bien.

El vendedor no pareció disuadido en absoluto por su


negativa.

—Está bien, —respondió,— pero si necesitan cualquier


cosa, y me refiero a cualquier cosa, sólo griten. Mi nombre es
Shiloh. Shiloh Holden.

De sus obscenamente ajustados pantalones, el hombre


sacó un pedazo de papel y se lo ofreció a Carson, que se quedó
mirándolo.

—En horas fuera de la oficina, también.


38

Tal vez en un momento diferente, Brody podría haber


Página

aceptado a Shiloh su ofrecimiento.


El joven era sin duda hermoso, alto y esbelto, con un
aspecto elegante, casi aristocrático. Por primera vez, Brody notó
que el chico olía a cambia-formas, algo que quería comer.
¿Cisne? Sí, un cisne. Se preguntó si Shiloh se dio cuenta de que
estaba jugando con fuego. Por supuesto, Brody no tenía
intención de hacer nada al respecto. Tenía su pareja, y era el
lobo de un cordero.

Una fuerte voz masculina sonó antes de que Brody pudiera


negar a Shiloh de nuevo.

—Shiloh, deja de coquetear con los clientes, y mete tu culo


aquí.

Shiloh se rió.

—Oops. Parece que he sido arrestado. Que se diviertan.

Con una última sonrisa, les dio la espalda a Brody y a


Carson y se alejó a toda velocidad.

—¿Qué era eso? —preguntó Carson.

—Un cisne. —Brody se echó a reír.— Un cisne en una sex


shop.

—Pensé que tendían a ser tímidos, —dijo Carson,


obviamente confundido. Se guardó el papel ofrecido, pero Brody
no se molestó en tomarlo de su pareja. Ni Carson ni Brody lo
llamarían, y ese papel no sería más que un lindo recuerdo.
Cualquiera que fuera la historia de Shiloh, no sería trabajo de
Brody averiguarla. Se volvió hacia su pareja.— De cualquier
manera, creo que estábamos ocupados haciendo otra cosa antes
de que fuéramos interrumpidos.

La cara de Carson se encendió mientras sus ojos pasaron


de Brody a los juguetes sexuales y de vuelta.
39
Página
—¿Sabes cómo usar esto? —preguntó en un susurro
apenas audible.

—Sí, —respondió Brody a través de su conexión.— ¿Te


gustaría probar algo?

Carson asintió tímidamente.

—Podría hacerlo. No estoy seguro de qué.

—¿Qué tal si comenzamos lento? —sugirió Brody.

—Lento suena bien, —contestó Carson.

Brody ocultó una sonrisa. De alguna manera sabía que al


final del día, tomarlo con calma sería lo más alejado de sus
mentes.

—Detén ese ascensor, —gritó Brody al hombre ya en el


ascensor. El desconocido hizo lo que le habían pedido, y Brody
consiguió colarse en el ascensor justo a tiempo, seguido de su
pareja.

Brody asintió y dio las gracias al hombre. Su cuerpo entero


zumbaba con la excitación, sin embargo, quería que el hombre
saliera del ascensor ya.

Al final resultó que el hombre abandonó el ascensor en la


primera planta. ¿Quién jodidos tomaba el ascensor para un
tramo de escaleras? Jesucristo.
40
Página
En el momento en que las puertas del ascensor se
cerraron, Brody alcanzó a Carson y aplastó sus labios con los de
su compañero, dejando caer su bolsa de la compra en el suelo.
Por unos momentos, Carson respondió con entusiasmo, pero
luego se separó de Brody.

—No podemos, —jadeó.— La cámara. Van a vernos.

Brody maldijo a las estúpidas leyes de exposición


indecente y deseaba que no se aplicaran a los cambia-formas.
Debía haber algún tipo de norma que señalaba la diferencia
entre ellos y los humanos. Los humanos podrían ser capaces de
mantenerlo en sus pantalones, pero Brody se sentía como si
fuera a estallar si no entraba en su pareja en ese mismo
momento.

—Sólo ven aquí, —murmuró, tomando a su pareja en sus


brazos.— No hay ninguna ley en contra de los besos.

Carson se rindió y por unos pocos momentos, Brody se


permitió a sí mismo deleitarse con el beso de su pareja. Ahora
que su vínculo era completo, podía sentir a Carson mucho
mejor, muy dentro de su corazón. El sexo no era suficiente para
reclamar a un compañero, diablos no era siquiera necesario, ya
que la mordedura hizo todo el trabajo. Sin embargo, en Carson,
su compañero fiel, eso era diferente. Brody necesitaba marcar a
Carson, marcar al cordero como suyo una y otra vez. Le dolía el
cuerpo por un renovado acoplamiento, y se frotó contra su
pareja, su polla tan dura que dolía. Sólo un poco más, sólo un
poco más y conseguiría lo que quería.

Por fin, un más que bienvenido “ping” anunció un


zumbido de que habían llegado a su parada. Brody se separó de
Carson, y tropezó al salir del ascensor. En el último momento,
Brody recordó recoger sus compras. Sería realmente una
41

lástima que perdieran su bolsa de artículos. Brody tenía la


Página

intención de darles a todas un buen uso.


Arrastró a su compañero hacia su habitación y lo alcanzó
en un tiempo record. Fue entonces cuando se dio cuenta que no
tenía ni idea de lo que habían hecho con la tarjeta llave. Antes
de que pudiera entrar en pánico, Carson se la ofreció con una
mano temblorosa. Respirando con un suspiro de alivio, Brody le
arrebató la tarjeta y abrió la puerta.

Por fin estaban en privado. Tan pronto como Brody cerró


la puerta Carson se abalanzó sobre él en una exhibición inusual
de agresión, presionando sus labios. Parecía que su corderito
quería esto tanto como Brody lo hacía.

Brody gruñó y se hizo cargo del beso. Usando su cuerpo


más grande, se dirigieron hacia la cama, sin soltar a su
compañero del agarrón del labio.

Dios, Carson era increíble. Brody no podía creer que en


tan sólo un día, se sintieran tan cerca el uno del otro. Esto sólo
podría suceder con las parejas predestinadas. Estaba seguro de
eso.

Brody empujó a Carson sobre el colchón y se aprovechó


del leve aturdimiento de su pareja para vaciar la bolsa sobre la
cama. Habían terminado de comprar una buena selección de
juguetes, que iban desde un anillo de pene hasta bolas anales e
incluso esposas y un flogger. Había hecho una mella
significativa en el presupuesto de Brody, pero al diablo con eso.

Carson se humedeció los labios mientras observaba los


artículos de la cama.

—Brody…

El sonido de su nombre en los labios de Carson fue


suficiente para romper el remanente de control de Brody. Se
abalanzó sobre su pareja, al azar rasgándole la ropa recién
42

comprada. Carson le ayudó a quitarse la suya propia.


Página
La torpeza de la primera vez había desaparecido,
reemplazada por una necesidad guiando a sus cuerpos,
haciéndoles moverse juntos. No hubo más dudas, no en la
mente de Brody ni en la de Carson tampoco. Claro, las cosas no
eran perfectas y todavía tenían mucho que aprender el uno
acerca del otro, por no mencionar toda la mierda que la manada
de Brody le daría. Pero esto… Esto era tan bueno, tan cierto. En
ese momento, Brody podía confiar en que todo iba a estar bien
al final.

Carson brevemente rompió el beso y le dio una mirada


juguetona.

—Deja de pensar tanto. —Empujó a Brody fuera de él y se


sentó a horcajadas encima, a la vez que analizaba los elementos
que estaban encima de la cama con lasciva curiosidad. —Ahora,
enséñame qué hacer.

Cálida excitación creció dentro de Brody cuando imágenes


de su pareja montando su polla llenaron su cabeza. Sonrió a
Carson.

—Está bien, corderito, pero tienes que hacer exactamente


lo que te diga.

Carson tragó saliva como si acabara de darse cuenta de


con quién estaba jugando. Aun así, asintió, y Brody no sentía
ningún miedo venir de él, sólo la ansiedad que había molestado
a Carson como el día anterior también. Brody hizo una nota
mental para amar Carson tan profundamente que su cordero
nunca, nunca, pensara que él mismo era inadecuado de nuevo,
y cuando su pareja sonrió, sabía que Carson había escuchado el
pensamiento. —Exactamente como tú me lo dices, —repitió
Carson.— Entiendo.
43

Brody agarró la colcha con los puños para evitar bajarse de


su pareja y sólo enterrarse dentro de Carson. Su urgencia por
Página

dominar despertó, más fuerte y más intensa que nunca.


A Brody siempre le había gustado el juego de bondage y de
poder, aunque en su mayoría lo había mantenido en su manada.
Algunos habrían visto su sexualidad como un signo de querer
ser el Alfa y Brody no podía ser molestado con la política, sin
mencionar que nunca querría luchar contra su hermano. Pero
ahora, quería compartir su deseo con Carson, y Carson parecía
más que dispuesto a aceptarlo.

—Toma el lubricante, —le indicó a Carson.— Abre el tubo.


—Carson hizo lo que le había dicho, aunque Brody se dio cuenta
de que las manos de su pareja todavía temblaban. Cuando
Carson destapó el tubo, Brody continuó hablando. —Vierte un
poco en los dedos. Consigue que estén bien húmedos. —Carson
obedeció, vertiendo una cantidad generosa de líquido de la
botella y de alguna manera logrando no hacer un lío tampoco. —
Ahora llega detrás de ti y los metes en el culo, como yo lo hice
ayer.

Carson abandonó su posición del regazo de Brody y se


sentó de nuevo. Levantó sus piernas en el aire y expuso su
agujero de color rosa a la mirada codiciosa de Brody. Dos dedos
delgados vacilantes se frotaban alrededor del borde, luego,
lentamente, empujaron dentro.

Brody casi se tragó la lengua con la visión. Jesucristo. Su


pareja lo iba a matar.

—¿Lo estoy haciendo bien? —Jadeó Carson. Sus ojos se


abrieron y dejó escapar un grito. Brody se echó a reír cuando se
dio cuenta de que su pareja debía haber golpeado la próstata
accidentalmente.

—Lo estás haciendo muy bien. Eso sí, no lo apresures.

Carson gemía y continuaba empujando sus dedos dentro y


44

fuera de su culo. Azotaba la cama, diminutos gemidos que


sonaban como si el nombre de Brody se escapara de sus labios.
Página
A Brody le hubiera encantado tomarse su tiempo y
observar a Carson joderse con los dedos, pero por desgracia, no
era más que un lobo, y tenía sus límites.

Se abalanzó de nuevo, arrebatando a su amante y


empujándolo debajo de él una vez más. Su pareja soltó un
adorable “beeh” de nuevo, pero esta vez, no parecía asustado,
sólo sorprendido, y tal vez incluso una pizca aliviado. En un
instante, Brody recuperó las esposas y aseguró los brazos de su
pareja a la cabecera de la cama. Estaba agradecido por haber
tenido la previsión de comprar del tipo con relleno, ya que no
quería que Carson se hiciera daño de ninguna manera.

Carson se arqueó contra él, su cuerpo desnudo ya


manchado con la transpiración.

—Por favor, Brody. Te necesito ahora.

Brody robó un beso de los dulces labios de Carson,


complaciéndose a sí mismo sólo un poco. Luego recuperó dos de
los juguetes que se mostraban más prometedores. Moviéndose
más rápido de lo humanamente posible, se fue al baño y limpió
los elementos con el esterilizador que también habían
comprado. Luego regresó a la habitación, el anillo para el pene y
las bolas anales en la mano. Carson lo miró, sus hermosos ojos
azules parecían un mar tormentoso ahora.

A toda prisa, Brody deslizó el anillo de pene sobre Carson.


Tenía un lejano pensamiento de que tal vez debería haber
tenido uno él mismo, pero lo descartó. Aun si se corriera antes
de llegar a entrar dentro de Carson, su tiempo de recuperación
le permitiría todavía joder a su pareja. Sería lo mismo para
Carson, pero el anillo de polla en este caso tenía un propósito
diferente. La acumulación de placer era tan importante como el
momento de acoplamiento.
45
Página
La noche anterior, Brody había tomado a Carson en el
calor de su primer apareamiento, pero ahora, quería pasar
tantas horas como fuera posible jodiendo al hombre, tocándolo,
lamiéndolo, adorando toda esa piel deliciosa. Quería mostrar a
Carson lo hermoso y especial que podría ser entre ellos.

Sonriendo a su compañero, tomó las bolas anales y poco a


poco las insertó en el pasaje de Carson una por una. Los gritos
de Carson aumentaron de volumen, animándolo, pero tanto
como excitaban a Brody, se tomó su tiempo. Por este motivo,
añadió más lubricante, sólo para asegurarse.

Cuando la última bola penetró en el culo de Carson, Brody


las movía alrededor, todo el rato masajeando el eje de Carson
con el puño. Pronto, su pareja se volvió salvaje y Carson sabía
que era hora de acoplarse. Pero en primer lugar, quería probar
otra cosa, para ver cómo Carson tomaba un poco de dolor con el
placer.

Dejando las cuentas dentro, Brody dio la vuelta a su pareja


a cuatro patas y golpeó el duro culo de Carson. La marca de la
huella de la mano parecía que hizo a su polla palpitar, más aún
cuando Carson gritó. Brody podría haber pensado que Carson
odiaba la nalgada, pero su conexión fue inundada por el éxtasis
de Carson. Gruñendo, Brody aplicó dos golpes más, bellamente
enrojeciendo el culo de su pareja. No podía soportarlo por
mucho más tiempo. Necesitaba estar dentro de Carson.

Dos golpes más tenían a Carson incoherente, los lindos


“beehs” apareciendo más y más. Parecía que ocurrian en
momentos de extrema emoción. Por fin, Brody dejó de tratar de
resistir el atractivo de su pareja. Sacó las bolas anales y luego
colocó su polla en el agujero de Carson. Con un solo golpe, se
deslizó dentro de su meta.
46

Carson estaba caliente y apretado, y su cuerpo dio la


Página

bienvenida a Brody justo como sabía que lo haría.


Gimió, empujando dentro y fuera del pasaje, siempre
apuntando a la próstata de su compañero. Carson empujó hacia
atrás, aparentemente anhelando esto tanto como Brody lo
hacía.

Carnal felicidad se mezcló con la satisfacción emocional


cuando sus cuerpos se corrieron juntos. El lobo de Brody aulló
de satisfacción mientras tomaba a su pareja y sentía el placer de
Carson. Sus orígenes puede que fueran de depredador y presa,
pero ya no tenía ningún sentido. Encajaban bien. Eran pareja, y
era lo único que importaba.

Los colmillos de Brody cayeron, y sin vacilar, bajó su


cuerpo sobre el de Carson. Sintiendo la necesidad de Brody, su
pareja le ofreció su garganta. Brody hundió sus colmillos en la
deliciosa carne. En el momento en que la sangre de Carson
invadió su boca, estrellas estallaron en su visión. Su conexión
chisporroteaba con el éxtasis y Brody encontró su clímax,
enviando su semilla profundamente dentro de Carson. En el
último momento, se acordó de quitar el anillo de la polla de
Carson, y en cuestión de segundos, su cordero culminó también.
El culo de Carson apretó alrededor de la polla de Brody,
exprimiendo cada gota de su semen. Sus orgasmos parecían
entrelazados y seguían y seguían, hasta que Brody pensó que iba
a morir de tanto placer.

No sabía cuánto tiempo había pasado cuando finalmente


llegó a estar inconsciente por derrumbarse encima de Carson.
Salió de su compañero, con cuidado de no aplastar al hombre
más pequeño debajo de su masa.

—Eso fue increíble —Carson exhaló.

Brody apretó a su compañero contra su pecho.


47

—No has visto nada todavía.


Página
Su mirada cayó hacia la ventana, y vagamente registró el
camino de los últimos rayos del sol que se metían en la
habitación. Mañana, tendría que reunirse con Soren. Mañana,
él y Carson tendrían que volver al mundo real. Pero, por ahora,
sólo podían disfrutar de la presencia el uno del otro y el amor
simplemente. Brody se preocuparía por el resto después.

48
Página
Capítulo Cuatro
A la mañana siguiente

Carson se despertó sintiendo dolor en todos los lugares


correctos. El día de ayer había sido increíble, casi surrealista.
Habría pensado si todo era un sueño si no fuera para la ligera
rigidez. Todo se iría en unas pocas horas más, era un cambia-
formas, después de todo, pero Carson estaba bastante seguro de
que Brody pronto aplazaría el delicioso dolor. No podía esperar.

Y hablando de su pareja… ¿Dónde podría estar el lobo?


Las almohadas todavía olían a él, pero Carson echaba de menos
su calidez. Abrió sus ojos, escudriñando el espacio de Brody.
Suspiró, sin sorprenderse cuando no vio al hombre. Habría
percibido a Brody si su pareja hubiera estado alrededor.

Tomando una respiración profunda, Carson se centró en


su conexión. Cayó de forma natural, como si hubiera estado
unido con el lobo toda su vida.

—¿Brody?

—Voy en tu dirección, Carson,—la voz divertida de su


compañero respondió.— Ten paciencia.

Sintiéndose seguro de nuevo, Carson se apoyó en la


almohada y esperó. En efecto, a los pocos minutos, Brody entró
en la habitación, llevando una bolsa de papel.

—Desayuno, —anunció.

Deliciosos aromas asaltaron las fosas nasales de Carson, el


cómodo, el seguro sí, el sexy olor de su compañero combinaban
49

con ligeros aromas más terrenales.


Página
—Mmmm… Magdalenas de arándanos. Mis favoritas. —
Extendió sus manos a la bolsa que llevaba su premio.— Tráelas
aquí.

Brody se echó a reír y se acercó a la cama.

—¿No recibo un beso de buenos días primero?

Carson fingió considerarlo un momento.

—Está bien, —dijo.— Pero sólo uno cortito. Ya sabes, el


aliento de las mañanas y todo eso.

Frunció los labios cuando Brody abandonó la bolsa de


golosinas en la cama.

—Me importa un bledo el aliento matinal, —murmuró.

El lobo apretó los labios en los de Brody en un beso suave


y sensual que hizo que Carson curvara sus dedos. Su compañero
no trató de llevarlo más lejos y se rompió justo cuando Carson
estaba realmente entrando en él.

—Adelante y come, —dijo el otro hombre, con un brillo


conocedor en sus ojos.— Te quiero bien alimentado para más
tarde.

El leve descontento de Carson cambió a diversión y se rió


por lo bajo.

—Oh, así que ese es tu malvado plan, mi gran lobo malo.


Tienes la intención de engordarme y devorarme más tarde.

El comentario burlón escapó de sus labios sin


proponérselo, pero Brody se limitó a sonreír.

—Oh, te voy a devorar todo bien. Ahora sé un buen niño y


come todas tus verduras.
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Carson sonrió en silencio aliviado de que no hubiera
echado a perder el humor desenfadado. Abrió el bolso y sacó su
más-que-generoso desayuno. Aparte de las magdalenas, Brody
le había traído una ensalada, así como barras de granola, agua, e
incluso zumo de zanahoria. Para cualquier otra persona, habría
parecido frugal. Para Carson, representaba una fiesta. Pero aún
así, ¿zumo de zanahoria?

—No soy un conejo, sabes —comentó.

Brody se sonrojó.

—Fue una compra impulsiva. Si no quieres eso…

—Está bien, —Carson interrumpió a su compañero.— Está


más que bien. Gracias por ser tan atento. —En ese momento,
Carson observó que la bolsa no tenía ningún alimento para una
dieta carnívora.— Pero ¿qué pasa contigo?

Brody se encogió de hombros.

—Comí fuera. —Carson se debatía entre ser tocado, estar


enojado y molesto. Suspiró, después de haber perdido
repentinamente su apetito.

—Brody, entiendo que comas carne. No tienes que


esconderte de mí. Por supuesto, no me gustaría que comieras
cordero, pero aparte de eso, estoy bien con eso.

—Es sólo que no quiero asustarte, —respondió


suavemente Brody. A través de su conexión, Carson podía sentir
lo que Brody no estaba diciendo. El lobo temía la reacción de
Carson cuando reconociera por primera vez esta básica
diferencia.

Tomando una respiración profunda, Carson se esforzó


para encontrar las palabras adecuadas.
51
Página
—Mira, somos pareja, ¿verdad? —Cuando Brody asintió,
Carson continuó,— Entonces vamos a tener que
acostumbrarnos a cada uno de nuestros caprichos, nuestras
personalidades y necesidades. ¿Cómo podemos hacer eso si te
escondes de mí?

Por unos momentos, Brody se quedó callado.

—Tienes razón, —dijo al fin.— No quiero ocultarlo. Te diré


algo. Cuando vayamos a almorzar, vamos a comer juntos.

Carson sonrió, reconociendo su victoria.

—Pero por ahora, vas a compartir mis magdalenas.

Brody se echó a reír y le robó otro beso con la boca


cerrada.

—¿Cómo podría negarme?

La voz de su pareja caía con insinuaciones sexuales, y


Carson llegó a estar hambriento de algo más. Se apresuró a
masticar su ensalada y tomó un sorbo de agua mientras que
Brody devoraba un pastel.

Carson no pudo resistir. Saltó a su compañero y presionó


su boca con la del otro hombre.

—Mmm… Arándano Brody. Creo que tengo un nuevo


favorito.

Pasó la lengua por el cuello de Brody, lamiendo su nuez de


Adán. Brody sabía salado, todo hombre, y Carson quería más de
su delicioso sabor. Abandonando todo el pensamiento de
comida real, comenzó a desabrochar la camisa de Brody,
adorando cada centímetro de piel revelada.
52

Brody le permitió explorar sin prisas, guiándolo cuando


Carson había dudado, animándolo con palabras suaves y manos
Página

seguras.
A pesar de eso, aún sabiendo lo mucho que su pareja lo
quería, Carson todavía se sentía nervioso cuando se agachó a los
genitales de Brody. Sus manos temblaban mientras desabrochó
los pantalones vaqueros de su pareja. Su cuerpo vibraba de
excitación cuando se dio cuenta de que el lobo no tenía ropa
interior y atrapó la visión de la impresionante polla de su
pareja. Dios, ¿realmente había entrado en su interior? Casi no lo
podía creer, y no podía creer lo mucho que lo quería de nuevo.

Pero por el momento, a su desayuno le faltaba un muy


importante ingrediente, Brody. Todavía un poco nervioso,
empujó los pantalones de Brody abajo y fuera del camino y
tomó la polla del lobo en la mano, experimentalmente
masajeándola.

—No provoques, —ordenó Brody.—Chúpame.

Carson se estremeció cuando la orden envió zarcillos de


excitación por todo él. Al instante, su cuerpo reaccionó y bajó su
boca sobre la polla de Brody, todo su ser se centró en dar placer
a Brody. El primer sabor de su pareja lo hizo gemir, y su propia
polla palpitaba con necesidad, exigiendo que lo dejara entrar en
acción.

Ahora más que nunca, Carson se sintió agradecido de que


no se hubiera molestado en ponerse la ropa. Se le hizo fácil
llegar abajo y envolver el puño alrededor de su polla. Las manos
de Brody se enredaron en su pelo cuando el lobo guió su polla
en la boca de Carson.

—Eso es, corderito. Tómame. Y no te corras. Quiero que te


corras alrededor de mi polla.

Carson tembló por la orden y se obligó a parar de


masturbarse. Se centró en la polla en su boca tomándola tan
53

profundo como pudo. No era fácil, dado el tamaño de Brody,


pero Carson respiraba a través de la nariz e hizo todo lo posible.
Página
Miró a Brody, encantado de la manera en que los ojos
verdes de su pareja lo analizaban en posesiva lujuria.

—Lo estás haciendo muy bien, Carson, —continuó Brody


animándole.— Tan bien.

Con la voz de Brody y el olor que lo rodeaba, Carson se


perdió él mismo en el placer. Fue tan increíble, tan perfecto,
una provocación preparada para lo que vendría después. Pero
entonces, de repente, la polla de Brody salió de su boca. Carson
parpadeó en confusión cuando oyó a su pareja maldecir.

—Brody, ¿qué pasa?

Durante unos segundos, pensó que había hecho algo malo,


tal vez había mordido a Brody. Hombre lobo o no, a Brody no le
gustaría tener su polla mordida. Pero entonces, su conexión se
despejó, y a través de Brody, Carson reconoció lo que estaba
pasando.

—Manada —la bestia de Brody le dijo.— Lobos.

Mientras que las ovejas tenían excelentes sentidos y


habilidades en la detección de sus depredadores, era inútil
cuando los lobos estaban a favor del viento o, por así decirlo,
protegidos por murallas. Brody, sin embargo, los sentía, tal vez
a través de una conexión de lobos compartida.

—Hay que irse, —dijo Brody.— Date prisa. Ponte algo y


muévete.

Carson se apresuró a obedecer. Se puso un par de


pantalones y una camisa. Habría considerado agarrar algunas
de sus bolsas, pero Brody lo arrastró hacia la puerta,
abandonando todas sus pertenencias. —Déjalas —dijo.— No
tenemos tiempo.
54

Se lanzaron a través de la escalera de incendios y bajaron


Página

los pocos tramos de necesarias escaleras.


Finalmente, estaban fuera del hotel y muy cerca de su
coche. Carson pensaba que iban a llegar , pero entonces, sus
sentidos fueron asaltados por el olor de los depredadores
cuando los lobos ya no se molestaron en mantener su presencia
oculta.

Había más de una docena de hombres y mujeres que los


rodeaban, apareciendo desde varios puntos. Carson retrocedió
más cerca de Brody, saboreando el terror en la boca. Se sentía
más seguro al lado de su pareja, pero su razón sabía que Brody
no podía derribarlos a todos y ganar.

Un lobo alto que parecía un poco como Brody dio un paso


hacia adelante.

—Eres tan predecible, hermanito, —dijo.— Sólo sabía que


harías nuestro trabajo y tratarías de escapar.

—Soren, —dijo Brody, y esa única palabra goteaba tanto


veneno que sorprendió a Carson.— ¿Qué estás haciendo aquí?
Habíamos acordado reunirnos a mediodía en el Observatorio.

El segundo lobo -Soren, al parecer- se burló.

—No entiendes que soy el Alfa y yo doy las órdenes.

Brody entrecerró los ojos.

—Nunca he cuestionado tu liderazgo. Simplemente quería


reunirme contigo y explicarte que encontré a mi pareja.

Soren resopló.

—Tu pareja. Bien. He oído todo sobre tu pareja. —Su


mirada se volvió hacia Carson, y Carson se estremeció ante la
amenaza que vio ahí. Estos eran los lobos de los que hablaban
las historias, los lobos que poblaban sus pesadillas, y quienes no
55

tendrían ningún reparo en comerlo si les daba la oportunidad.


Página
—Cesa esta estupidez, Brody, —dijo Soren.— Puedo
entender que quisieras tener un poco de diversión. Pero ahora
que lo tienes fuera de tu sistema, vuelve a la manada y vamos a
tratar con el cordero a nuestra manera.

—Tú no vas a tocar un pelo de su cabeza, —gruñó Brody.—


Antes de dejar que hagas eso, te mataré. Te desafío por el
liderazgo de la manada.

Por primera vez, Carson vio realmente la auto-seguridad


de Soren tambalearse. El lobo realmente debía dudar de que
Brody y Carson fueran pareja.

—¿Harías una cosa así por el cordero? ¿Me atacarías, a tu


Alfa y hermano?

—No me das otra opción, —volvió a disparar Brody.

—Está bien. —Soren asintió hacia los otros lobos, y las


bestias se dispararon a la acción. Brody los interceptó y empujó
a Carson fuera del camino, pero varios de sus oponentes
entraron en tropel sobre él.

—No nos peleemos, —dijo Soren.— Estás poniendo la


situación peor. Los seres humanos van a ver. Vamos a tener que
hacer las maletas a otras tierras. No es posible que esperes
celebrar el desafío aquí, ¿verdad?

Brody lo ignoró y aún trató de alejar a sus atacantes. Logró


deshacerse de un par, pero mientras estaba distraído, los otros
lobos se abalanzaron sobre Carson. Carson odiaba ser una carga
para su compañero, y trató de defenderse, pero el miedo llenó
su mente. Su cuerpo dejó de funcionar y en un momento, sólo se
quedó ahí, congelado.

—Bien, —oyó decir Brody.— Voy a ir contigo. Sólo deja a


56

Carson en paz.
Página
—Oh, creo que no, —respondió Soren.— Agarrenlo, —dijo
a los lobos.

Uno de los atacantes de Carson lo levantó y lo puso sobre


su hombro. Carson no pudo evitar un sonido de terror, y tuvo
que concentrarse en no convertirse en su forma de cordero.
Antes de estas últimas cuarenta y ocho horas, nunca había
perdido el control de su animal, pero ahora, la presencia de los
depredadores parecía estar provocando sus temores más
íntimos. Acabaría por hacer que la situación empeorara.

Afortunadamente, los lobos no trataron de hacerle daño.


Simplemente metieron a Carson en un coche y se subieron a su
lado. Carson se atrevió a esperar que Brody fuera con él, pero se
dio cuenta de que habían puesto a su compañero en otro coche.

Fue el pánico de esta separación que le dio una fuerza que


no sabía que tenía.

—¡Brody! —gritó. Afuera oyó a Brody aullar como un


animal. Luchó para abrir la puerta del coche, sorprendido
cuando el pestillo cedió. Parecía que los lobos no habían
esperado que tratara de hacer una escapada mientras era
acorralado. Y seguramente, Carson sabía que no podía escapar,
pero la idea de perder a Brody sólo hizo esa realidad lejana y
poco importante.

El lobo que lo había atrapado antes maldijo y extendió la


mano, agarrando a Carson justo cuando estaba saliendo del
coche.

—Jodido cordero. Quédate de pie si no quieres ser comido.

Una loba que había tomado el asiento del conductor


fulminó con la mirada al hombre.
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—Basta, Lester. Tal vez realmente sean pareja. ¿Qué sabes


Página

tú?
Carson creyó oír un poco de compasión en su voz, pero
aun así, dudaba que pudiera ayudarle.

—No seas todo corazón blando ahora, Carlie, —dijo


Lester.— Al Alfa no le va a gustar.

Como si fuera convocado por las palabras de Lester, Soren


apareció y se sentó en el frente, tomando el asiento delantero.
Sorprendió a Carson que permitiera que Carlie condujera pero
pronto se dio cuenta de por qué. A medida que la mujer lobo
arrancó el coche, Soren se volvió hacia Carson y dijo: —No sé
cuál es tu juego, cordero, pero te has metido con el lobo malo.
En el momento en que esto termine, rogarás a Brody que te
hubiera matado la noche en que le conociste.

Carson trató de ignorar al Alfa, pero con cada segundo que


pasaba, se estaba haciendo cada vez más difícil. El coche parecía
estar saliendo de la ciudad. Su único consuelo era que todavía
podía sentir a Brody cerca, lo que significaba que estaban
llegando al mismo lugar.

Durante todo el viaje, Soren continuó vertiendo insultos a


Carson, como si lo impulsara por su silencio. Carson quería
hablar de nuevo, para defenderse y a su compañero, pero sólo
era un cordero. ¿Qué podía hacer contra estos lobos? Tenía que
mantener la boca cerrada y permanecer vivo.

Y entonces, su conexión fue inundada por la cálida voz de


Brody.

—No te asustes, corderito, —dijo Brody.— Saldremos de


esto. Lo prometo.

—¿Por qué nos odian tanto? —Carson no pudo dejar de


preguntar.— Sólo queremos que nos dejen en paz.
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Página
—Lo sé, Carson. —Suspiró Brody.— Es un poco más
complicado que eso. Mi familia está muy interesada en la
tradición, sobre todo mi padre. Tenía la esperanza de que
Soren estuviera de mi parte, pero parece que no.

Si el padre de Brody era peor que Soren, Carson no creía


que esta situación pudiera ser mejor. Carson tragó saliva y miró
fijamente a los lobos en el coche con él. Estaba empezando a
pensar que no habría una salida.

—No pienses eso, Carson, —dijo la voz de Brody de


nuevo.— Sólo confía en mí. No dejaré que te hagan daño.
Confía en mí.

—Confío en ti, Brody. —Era en su cruel destino en el que


Carson no confiaba, el mismo destino que los había lanzado
juntos incluso si eran tan diferentes. ¿Qué palabras dijo Brody
anteriormente? ¿que realmente desafiaría a su hermano? ¿Qué
implicaría? Carson temía la respuesta a sus propias preguntas.

El coche en el que Brody iba seguía al de Carson, y fue la


única razón por la cual Brody permanecía dentro, no luchando
más una vez que su pareja estaba fuera de su alcance. Soren no
jugó limpio. Su pequeña pandilla de amiguetes había dominado
a Brody. Por supuesto, Brody no podía esperar que su hermano
respondiera al desafío en el centro de una ciudad humana, pero
eso no haría que el comportamiento de Soren fuera más
aceptable.
59

Brody se centró en su conexión con Carson, tratando de


Página

calmar a su pareja. Puso sus esperanzas en el desafío.


Incluso si Soren era mayor que él, Brody tenía confianza
en que podía vencer a su hermano. El mejor escenario sería que
lograra hacerlo sin matar a Soren y entregar el liderazgo de la
manada a cambio de que lo dejaran en paz. Lo peor le suponía
perder y conseguir que ambos, él mismo y su pareja fueran
asesinados.

El coche salió de la ciudad y se dirigió hacia las tierras de


la manada. A diferencia de las ovejas, los lobos no tenían
ciudades como asentamientos. En cambio, vivían en pequeñas
manadas con Alfas gobernándolos y un anciano como general
autoridad. Desafortunadamente para Brody, su anciano era su
padre.

En verdad, debería haber sabido mejor que creer que


Soren desafiaría a su padre. Había confiado en su vínculo de
hermanos y había puesto a su pareja en peligro a causa de eso.
Nunca se lo perdonaría si algo le pasaba a su compañero por su
confianza fuera de lugar.

El paisaje conocido le dijo a Brody que estaban cerca de su


casa. Al fin, el vehículo aminoró la marcha y se detuvo frente a
las puertas grandes de hierro. Las puertas se abrieron, dejando
el camino libre para el convoy. Unos pocos minutos más tarde,
los coches se detuvieron una vez más, y esta vez, el conductor
apagó el motor.

—Estamos aquí, —dijo el lobo, a nadie en particular.

Brody lo ignoró. Había crecido junto a estos hombres y


ahora estaba siendo maltratado por ellos como si fuera una
especie de criminal. Su único crimen había sido tomar una
pareja. ¿Por qué era eso inaceptable para su manada?

Sus guardias le hicieron un gesto para que saliera del


60

coche, y Brody obedeció, principalmente porque intuía a Carson


ahí fuera.
Página
Tan pronto como salió del vehículo, vio a Carson de pie
junto a Soren. Su lobo se rebeló y el miedo que todavía sentía
venir de Carson alimentó su ira.

Se liberó de sus guardias y se lanzó hacia adelante. Soren


sólo le dio una fría mirada, pareciendo completamente
imperturbable por la exhibición de Brody.

—Sé paciente hermano pequeño, —dijo.— Querías un


desafío y lo tendrás. Pero por el momento, habrá que asegurar a
tu cordero. No querríamos que nada desagradable le pasara.

Carlie apareció al lado de Soren.

—Voy a llevarme el cordero, Alfa, si te parece bien.

La esperanza surgió dentro de Brody. Carlie era la


hermana de Liam. Ella y Brody no eran precisamente amigos,
pero de todos los presentes aquí, con mucho prefería confiar a
Carson a ella. Desafortunadamente, Soren negó con la cabeza.
—Lester lo llevará.

—No puedes estar hablando en serio, —protestó Brody.


Lester lo aborrecía, y le encantaría torturar a Carson, sólo para
herir a Brody indirectamente. Por desgracia, también era el Beta
de Soren, junto con su hermano Geoff. Brody nunca entendería
por qué su hermano había elegido a los dos hombres como sus
ayudantes de confianza.

Soren rodó los ojos.

—Lleva al cordero adentro, Lester, y no lo lastimes. Brody,


está poniendo a prueba mi paciencia. Si ganas el desafío, puedes
hacer lo que quieras. Ahora me entiendes.

Brody gruñó a su hermano, con la intención de continuar


la discusión. Pero entonces, la suave voz de Carson apareció a
61

través de su conexión.
Página
—No te preocupes por mí, Brody. Voy a estar bien. Sólo
céntrate en la cuestión y vuelve a salvo. Imagina que podemos
salir a salvo y ser felices.

Brody respiró hondo y asintió.

—Bien, —dijo en voz alta a su hermano.— Sólo mantén tu


palabra y mantenlo a salvo. —A través de su vínculo con Carson,
agregó:— Saldremos de aquí. Te lo prometo.

Vio cómo Lester dirigió a Carson a la mansión, sintiéndose


indefenso y estúpido.

Soren empezó a alejarse de las puertas de la mansión y


hacia los terrenos de caza colindantes. La manada era
propietaria de un poco de tierra en esta área, una compra más
reciente debido a que averiguaron la ubicación de la ciudad de
las ovejas. El anciano Brody, alias el padre de Brody, a menudo
distribuía sus fuerzas de acuerdo al lugar donde se encontraba
la presa. Una vez, había tenido sentido. Ahora, parecía cruel e
innecesario. ¿Por qué tenían que continuar con la caza de la
oveja, el venado, y todos los otros cambiaformas? No
necesitaban la carne. Podían comprarla en el supermercado,
como los humanos lo hacían, o cazar animales y no shifters. De
repente le parecía como una especie de canibalismo a Brody, y
no podía creer que lo hubiera aceptado antes de que hubiera
conocido a Carson. Simplemente era grotesco.

Aún así, todo el mundo parecía muy convencido de que


estaba equivocado. Su hermano lo llevó al encuentro de la
arboleda, donde todas las luchas por la posición de Alfa se
llevaban a cabo, y Brody se dio cuenta con tristeza que había ya
muchos lobos reunidos para ver la batalla por llegar. La mayoría
le daban miradas feas, pero permaneció en silencio, respetando
la institución del desafío. Era lo más inteligente que hacer, ya
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que si el candidato ganaba, no sería indulgente hacia los que se


Página

habían pronunciado contra él.


Brody se preguntó dónde estaba Liam. No creía que Soren
hubiera herido al hombre sólo por ayudar a transmitir un
mensaje, y Carlie no parecía de luto, o algo por el estilo. Sin
embargo, la ausencia de Liam no era muy alentadora.

Sus guardias se unieron a los otros, formando un círculo


en torno a Brody y Soren. Soren comenzó a quitarse la ropa,
pareciendo completamente descansado y seguro de su victoria.
Brody hizo lo mismo, al mismo tiempo que luchaba para calmar
su acelerado corazón. Aún cuando sintió la hostilidad en el aire,
tenía que ser fuerte, para luchar por su pareja.

—Todavía puedes dar marcha atrás, —Soren le lanzó.— No


tiene por qué ser de esta manera.

—Tú eres el que empujó mi mano, —dijo Brody.— No


permitiré que nadie haga daño a mi pareja, no importa cuál sea
el precio.

Y ese precio podría muy bien ser la vida de Soren, o


incluso la de Brody. Los desafíos a menudo eran a muerte, la
lucha por ser el cruel Alfa, liberando a la bestia en su interior.
Habría sangre, y una gran cantidad de ella. No era como la
lucha por el territorio entre dos Alfas, donde la violencia rara
vez alcanzaba tales niveles extremos. Incluso en circunstancias
comunes, un desafío significaba demasiado para ambos
participantes. Pero para Brody, las apuestas eran mucho más
altas. Tenía que ganar esto.

Por último, la ropa -y las proverbiales contemplaciones- se


acabaron. La forma de Soren se tornó borrosa mientras
cambiaba y Brody también permitió a su bestia hacerse cargo.
Su visión era en blanco y negro y sus miembros se convirtieron
en patas.
63
Página
Daban vueltas alrededor el uno del otro, y Brody evaluó la
forma en que su hermano se movía, tomando nota de sus
puntos más fuertes, de la manera en que Soren más
probablemente atacaría.

Por unos momentos, sólo esperó. A veces, era mejor


permitir que el oponente hiciera el primer movimiento. Su
hermano sabía eso también, pero sin embargo, se abalanzó
sobre Brody. Tal vez no creía que Brody pudiera derrotarlo.
Después de todo, él era el Alfa. Debía considerarse a sí mismo
como el más fuerte de la manada.

Brody esquivó un ataque de Soren y respondió con su


propia estocada. Su pata golpeó el hombro de Soren,
cobrándose la primera sangre. Soren no parecía molesto por
esto. Se movió a un lado y, tan rápido como un rayo, Brody saltó
de nuevo.

Chocaron el unos contra el otro, chasqueando las


mandíbulas, tratando de alcanzar venas vulnerables, las garras
raspando, extrayendo sangre. En varias ocasiones, Brody recibió
unos cuantos golpes bien colocados a su hermano. Pero al fin,
Brody vio una oportunidad. Hundió sus colmillos en el hombro
de Soren, clavándolos hacia abajo y desgarrando el tejido
sensible.

Soren aulló de dolor y trató de escapar. Brody alivió a su


hermano sólo cuando los movimientos erráticos de Soren
amenazaron con hacerle daño. Se echó hacia atrás y analizó la
situación con el instinto de lobo y la inteligencia de un racional
cambia-formas. En su mente, Carson lo animaba.

Soren, sin embargo, parecía haber perdido el equilibrio en


la comprensión de su inminente derrota. Se lanzó locamente a
Brody, pero Brody lo esquivó, mordiendo el costado de su
64

hermano en el proceso. Los ataques de Soren fueron más y más


Página

inexactos.
Parecía que la batalla terminaría pronto. Soren estaba
sangrando en gran medida por su herida en el hombro y
comenzó a cansarse. Brody sólo necesitaba alargarlo y entrar a
matar. Aun así, dudó. Su hermano había perdido, y sabía que
los otros podían verlo también. Escuchó los rumores que ya
estaban aumentando entre la multitud. Era sólo una cuestión de
tiempo hasta que Soren cayera.

Pero entonces, Brody sintió algo mal. El dolor lo asaltó, no


el suyo propio, sino el de su compañero. Brody aulló de rabia,
su lobo ya no se preocupaba por el enemigo ya derrotado. Entró
en el modo protector, su completo ser anhelando estar al lado
de su compañero y sacarle de cualquier daño.

Esquivando a su hermano otra vez, Brody corrió hacia los


bordes del círculo. Gruñó a la manada, sin preocuparse de los
gritos que llegaban a sus oídos, tratando de detenerlo. Por fin, la
multitud se abrió a él y Brody y corrió de vuelta en dirección de
la mansión, donde estaba su pareja.

—Aguanta, Carson, —envió a su pareja.— Ya voy.

—Brody, no, —dijo Carson con voz débil.— Sólo te hará


daño, también. Por favor, no lo hagas.

Las palabras simplemente inflamaron más a Brody. Estaba


tan concentrado en su destino y en su pareja que pasó por alto
el acercamiento de su hermano hasta que fue demasiado tarde.
Un cuerpo pesado cayó sobre su espalda, y fuertes colmillos se
clavaron en su carne.

Brody luchaba por liberarse del agarrón de Soren,


indiferente de que en el proceso, la situación pudiera empeorar.
Pero su desesperación lo hacía vulnerable, y Soren aplicó varias
mordeduras más bien señaladas. El dolor llenó la mente de
65

Brody y el cuerpo mientras la tortura de Carson continuaba.


Cuando apartó a Soren lejos, el otro lobo regresó con
Página

persistencia implacable.
Brody todavía podía sentir la debilidad de Soren, pero su
hermano se dio cuenta de la de Brody también. No permitió a
Brody irse, y no importaba lo que Brody hiciera, no podía
continuar su huída hacia Carson.

Asaltado desde dos direcciones diferentes, Brody se


encontró incapaz de enfocarse, incluso en otra cosa que no fuera
la pura necesidad de llegar a su pareja. En un punto, ni siquiera
podía ver a su hermano ya más. Sólo la vista de los ojos azules
de Carson aparecieron en su cabeza, la forma en que había sido
la vez en que se conocieron en Ramston, sólo hacía algunos
días. Brody le había fallado. Le había prometido proteger a
Carson y falló.

Por fin, un último golpe de Soren hizo que su cuerpo se


rindiera, y Brody cayó al suelo, incapaz de levantarse de nuevo.
Sintió a su hermano en algún lugar cercano y, a continuación,
un pie se posó en su cuello.

—Esta batalla ha terminado. Cambia y ríndete.

Brody no respondió, su mirada desesperada todavía estaba


en la distante mansión. Trató de alejarse a rastras, aunque sabía
que no podía llegar a Carson.

—¿Quieres morir? —preguntó Soren con exasperación.—


Ríndete ya.

De alguna manera, incluso a través de todo el dolor, la voz


de Carson llegó a Brody.

—Ríndete, Brody. Vive. Por favor, por mí.

La dolorosa súplica aplastó a Brody. Su alma se derrumbó


sobre sí mismo, y se volvió a su forma humana.

—Me rindo, —susurró.


66
Página
El pie de Soren desapareció de su cuello, y Brody oyó dar
órdenes. Guardias aparecieron y le levantaron bruscamente.
Estaban llevándolo en la dirección general de la mansión, por lo
que Brody no se molestó en luchar.

Carlie se unió a ellos, y a través de su neblina de dolor


continuo, Brody la oyó preguntar: —¿Qué te ha pasado? ¿Por
qué corriste así?

Brody no respondió. No podía. Sólo se centró en aferrarse


a la conexión entre él y Carson. Se quedó ahí, todavía fuerte, y
Carson parecía soportar el dolor de su ataque. Era el único
consuelo de Brody.

—Sólo llévame a ver a mi compañero, —dijo a sus


guardias.—¿Pueden al menos hacer eso?

Carlie intercambió un par de palabras con los hombres, y


al final, accedieron a dejarlo ver a Carson por un rato. El Alfa no
había dicho que no pudiera, y al parecer creyeron que Brody y
Carson morirían pronto, de todos modos. Todo el mundo
merecía un último deseo.

Por fin, llegaron a la mansión y los guardias lo llevaron


hacia el segundo piso. La mansión no tenía celdas, ya que los
lobos rara vez, o nunca, tomaban prisioneros. Cuando alguien
violaba la ley de la manada, la persona en cuestión era
trasladada a la sede del anciano y su destino se decidía ahí.
Brody se preguntó si él y Carson aún vivirían el tiempo
suficiente para llegar a la casa de su padre.

La sensación de su pareja se hizo más fuerte con cada


momento que pasaba, y finalmente, una puerta se abrió. Sus
guardias se detuvieron y lo dejaron caer al suelo.

—¿Qué ha pasado aquí? —gritó Carlie.


67
Página
Brody abrió los ojos y vio a su compañero en la cama, lleno
de sangre, varias marcas de mordida que cubrían sus piernas y
el torso. Había ciertos jirones de lana alrededor, señal de que
Carson debía en algún momento llegado a estar tan aterrorizado
que había cambiado en su forma animal. Lester estaba sentado
en un sillón, arqueando una ceja ante Carlie, mientras que su
hermano, Geoff, se quedó ahí, sonriendo y todavía cubierto de
sangre de Carson.

—¿Qué? —Lester preguntó.— Yo no le hice daño.

Algo se rompió dentro de Brody. La necesidad de matar lo


invadió, el deseo de llevar a cabo su venganza. Si moría o no
después de este día, estos lobos no vivirían tampoco. La
adrenalina corría por sus venas, cambió otra vez y saltó sobre
Geoff. El hombre cambió también y trató de combatirle. Otro
lobo -Lester- se abalanzó hacia Brody, pero Brody esquivó su
ataque. En varios poderosos desgarrones, rasgó la yugular de
Geoff. Tanto Lester como Geoff trataron de detenerlo, pero el
olor de la sangre de Carson le instó a, hacerle ignorar el dolor.
Un esfuerzo final, y las luchas de Geoff cesaron cuando la vida
desapareció de él. Con un enemigo derribado, Brody se volvió
hacia Lester. Por desgracia, no tenía tiempo para ocuparse de
Lester, también. Los otros lobos saltaron sobre él, aplastándolo
contra el suelo.

Una vez más, Brody trató de luchar, pero el estallido de la


fuerza dada por su ira y la desesperación comenzaban a perder
su potencia. Se lanzaba y se resistía contra sus captores, y tal vez
podría haberse liberado. Desafortunadamente, en ese momento,
Soren entró en la habitación, seguido por más lobos.

—¿Qué ha pasado aquí? —dijo, como si se hiciera eco de


las palabras de Carlie antes.— ¿Estás loco, Brody? Creí que
habías dicho que el cordero era tu pareja.
68
Página
Soren se acercó a Brody, un pensamiento lejano de Brody
se dio cuenta de que su hipócrita hermano le sugirió que haría
daño a su propio compañero. Cambió a su forma humana y
escupió en la cara de Soren.

—Jodido hijo de puta. Sabes muy bien lo que pasó aquí.


Me gustaría haber ganado el desafío. —Se habría abalanzado
sobre Soren si los guardias no le hubieran contenido.— Pusiste a
tus compinches sobre Carson, sabiendo que sentiría su dolor,
sabiendo que no podía concentrarme en la batalla con mi pareja
herida. No puedo creer que estuviera tan jodidamente
equivocado contigo. No sé quién eres, pero no eres mi hermano.

Soren parecía estupefacto. Se volvió hacia Lester.

—Te dije que el cordero no debía ser herido.

—Alfa, dijiste que yo no le hiciera daño, —dijo Lester.— Yo


no hice nada. Todo lo hizo Geoff.

Brody se tensó contra la sujeción que los otros lobos


tenían sobre él.

—Y ahora está muerto. Espero que sepas que te mataré,


también, si es lo último que haga.

—No he hecho nada malo. —Se burló Lester.— El cordero


es una presa. Su carne es nuestro derecho.

Para sorpresa de Brody, Soren golpeó a Lester.

—Basta. Lo que ocurra con el cordero no es tu decisión, y


no va a cambiar la semántica el hecho de que tú me has
desobedecido. Como mi Beta, deberías saber mejor. —asintió
con la cabeza hacia el otro soldado.— Llévalo. Va ser juzgado
por violar la ley de la manada.
69
Página
Lester fue arrastrado fuera de la habitación, tratando
inútilmente de protestar. Brody no se engañaba, sin embargo. El
castigo de Lester no significaba que él y Carson se salvaran.

Brody cerró los ojos. Sólo quería acariciar cerca a Carson,


para limpiar sus heridas, para calmar a su pareja. La voz de
Soren atrajo su atención, y Brody se vio obligado a mirar a su
hermano cuando el otro hombre habló.

—¿Sentiste su dolor?

Brody frunció el ceño.

—Por supuesto que lo hice. Él es mi pareja. ¿Cómo podría


no hacerlo?

Soren no dijo nada más. Sólo se volvió hacia Carlie y dijo:


—Trae a un médico aquí, y que lo inspeccionen a Brody y al
cordero. Y que corra la voz. No quiero ningún daño adicional
venir hacia ellos.

Carlie rápidamente asintió con la cabeza y salió de la


habitación. Brody no sabía qué pensar sobre el cambio
repentino del corazón de Soren. Sólo quería estar a solas con su
pareja.

Como si adivinara su deseo, Soren hizo un gesto a los


guardias que lo pusieran en libertad.

—Vamos a permitir que te quedes con él, pero no trates de


escapar. Las ventanas están bloqueadas y no estás en
condiciones de huir de las tierras de la manada.

Brody se sentó junto a Carson y lo atrajo hacia sí. Casi al


instante, los ojos de Carson se abrieron.

—¿B-Brody? —preguntó.— ¿Estás bien?


70
Página
—Estoy bien, corderito, —dijo Brody a través de su
vínculo.— No pueden vencerme. —A pesar de que habían estado
muy cerca, sólo por dañar a Carson.

—Voy a estar bien, —susurró Carson de nuevo.— Puede


que no sea un lobo, pero todavía soy un cambia-formas.

Brody apreció el valor de Carson, pero no lo puso menos


enojado, desesperado y herido. Sintió la curación de las heridas
de Carson poco a poco, al igual que la suyas, pero los dos
estaban todavía tan débiles, y no creía que pudiera defenderlos
si Soren decidía deshacerse de ellos. Una cosa que sabía era que
su hermano decía la verdad con respecto a las defensas de la
mansión. Estas habitaciones estaban preparadas especialmente
para retener a los transgresores de la ley, y el exterior de la
mansión no serían fácil de atravesar incluso si Brody y Carson
se encontraran en perfecto estado físico.

Por fin, se quedaron solos. Aunque Brody sintió los


guardias al otro lado de la puerta, se suponía que era mejor que
nada. Tan pronto como los otros lobos les concedieron
privacidad, Brody liberó a Carson de su abrazo y salió de la
cama. Carson gimió en protesta.

—¿A dónde vas? —preguntó.

—Sólo al baño, Carson. —No sabía cuánto tiempo el ataque


repentino de generosidad de Soren iba a durar, y necesitaba
tener su heridas limpas. Sería de gran ayuda que sanaran más
rápido. No podía confiar demasiado en el médico de Soren,
especialmente para Carson.

Tan rápido como pudo dadas las circunstancias, se dirigió


al baño contiguo y puso en marcha el agua en la bañera.
Mientras se llenaba con agua caliente, Brody volvió a los
71

dormitorios. Recogió a su compañero de la cama y volvió sobre


sus pasos, volviendo al cuarto de baño. Con cuidado, colocó a
Página

Carson en el agua, y luego se unió a su compañero en el interior.


La temperatura era perfecta, y calmaba y suavizaba sus
heridas. Aún así, Brody se sentía torpe, enojado y triste cuando
trató de lavar a su pareja, sólo para encontrar la previamente
perfecta piel marcada por enojadas mordeduras y horribles
heridas.

El agua se puso roja por el tiempo que estuvieron dentro al


menos en una satisfactoria condición. Carson se apoyó en él, y
poco a poco, Brody lo sintió relajarse. El dolor seguía ahí, pero
más tenue. Aun así, Brody podría no sentirse aliviado. Los
momentos en los que había sentido a Carson siendo herido
todavía pasaban por su mente, y la ira de su lobo se quedó ahí,
sólo esperando que resurgiera.

—Hey, está bien, —dijo Carson.— Estoy bien. Estamos


bien. Vamos a salir de esto.

Brody se obligó a asentir con la cabeza, aunque sabía que


no podía ser muy convincente. Salió del baño y tiró de Carson
con él, buscando con placer que su compañero pudiera valerse
por sí mismo. Cuando los frotó a ambos para secarse, oyó
abrirse la puerta y sintió al médico entrar.

Tomando una respiración profunda para controlar su


temperamento elevarse, envolvió a Carson en una toalla. No
había batas alrededor, por lo que tendría que bastar. Si el
médico aún respiraba mal en dirección de Carson, Brody lo
tumbaría, estuviera herido o no.

Afortunadamente, el examen médico fue profesional, sin


comentarios inútiles adicionales. A Carson y a Brody se les
prescribió completo descanso y se les dio una pomada que
aceleraría el proceso de la curación. Incluso si sus sentidos la
identificaron como genuina, Brody aún la puso a prueba en él
mismo primero antes de aplicarla sobre Carson.
72
Página
Más tarde, después que el doctor se fue, recibieron
alimentos, carne para Brody y una comida vegetariana para
Carson, e incluso un cambio de ropa.

Por supuesto, Brody no había perdonado a su hermano,


¿cómo podría hacerlo? y no podía dejar de preguntarse a qué
juego estaba Soren jugando. Sin embargo, por el momento, no
podía hacer nada más que esperar. Sintió que su fuerza volvía
con cada segundo que pasaba, pero no podía tomar ninguna
oportunidad.

Si tan sólo pudiera hacer llegar un mensaje a Liam o a


Carlie. Todavía no sabía lo que le pasó a su amigo. No creía que
Liam le abandonara. Habían pasado por muchas cosas juntos.
Pero igualmente, no podía confiar en los demás. Este completo
fiasco le había sucedido porque había confiado en la persona
equivocada. Necesitaba desarrollar un plan. Pero ¿cuál?.

Dejando que Carson descansara, Brody fue a la ventana y


analizó las barras. Estaban hechas de plata y eran bastante
robustas y gruesas. Brody nunca sería capaz de romperlas con la
mano. Tal vez pudiera utilizar una de las piezas del mobiliario
como herramienta, pero luego, los guardias oirían y no tendría
sentido. Podría ser capaz de sacarlas, pero era muy poco
probable que, incluso si lograba salir del cuarto, Carson fuera
capaz de salir de las instalaciones de la manada sin ser
detectado.

Carson suspiró, obviamente atrapado en sus meditaciones.

—Brody, ven a la cama, —dijo.— No puedes hacer que


escapemos. —Continuó hablando a través de su conexión:— Tal
vez esta noche tengamos más suerte. Su vigilancia podría
disminuir.
73

Brody no dijo nada más. Su compañero tenía razón, y


tratar de escapar ahora sí sería inútil.
Página
Brody se sentó en la cama y envolvió su brazo alrededor de
Carson.

—Realmente lo estropeé, ¿verdad?.

—No digas eso, —respondió Carson.— No podías saber que


tu hermano iba a reaccionar como lo hizo.

—Debería haberlo sabido. —Suspiró Brody.— Sólo pensé


que los lobos valoraban a las parejas más de lo que lo hacían sus
prejuicios. Supongo que estaba equivocado.

No supo cuánto tiempo pasó antes de que se quedaran


sentados ahí, abrazados. No se tocaron sexualmente, no era el
momento, o el lugar. Incluso si estaban solos en la habitación,
los guardias de afuera oirían y sentirían cualquier cosa.

Aún así, no podría haber sido mucho más tarde, cuando


Brody sintió una presencia familiar acercarse. Brody se tensó y
se apartó de Carson.

—¿Quién es? —su pareja preguntó.

Brody suspiró una vez más maldiciendo él mismo por


poner a Carson en esta posición.

—Mi padre. Justo detrás de mí, corderito. Su problema va


a ser conmigo.

O al menos eso esperaba. Unos momentos más tarde, la


puerta se abrió y su padre caminó hacia adentro. El viejo lobo se
veía justo como Brody le recordaba. En muchos sentidos, era
una versión más mayor de Brody y Soren, su cabello negro
había pasado a gris, la ocasional línea de arrugas en su cara. Sin
embargo, a pesar de eso, todavía parecía tan alerta y fuerte
como siempre. Nadie se atrevería a desafiar al viejo Kevin Wade
por su posición.
74
Página
Percibió la incredulidad de Carson cuando su pareja se dio
cuenta de qué tan tradicional e importante era la familia de
Brody. Brody deseó haber tenido tiempo para explicar a Carson,
pero por otra parte, deseaba muchas cosas, y ninguna de ellas
parecía tener alguna posibilidad de hacerse realidad.

—Saludos, hijo mío, —dijo su padre formalmente.— He


oído que te has metido en una situación bastante desagradable.

—Hola, padre, —respondió Brody.— Supongo que depende


de lo que consideres desagradable. Personalmente, no soy muy
aficionado a la forma en que mi hermano ha tratado a mi pareja.

Su padre ignoró el comentario.

—El problema con este cordero tuyo es muy molesto. Tu


hermano piensa que deberíamos dejarte en paz, pero no estoy
de acuerdo.

El corazón de Brody cayó. Si su padre eligió ser terco en


esto, bien podría arruinar sus vidas. Era la segunda razón por la
que se había mantenido cercano y no huyó cuando tuvo la
oportunidad. Los habría hecho fugitivos de los lobos cambia-
formas. Desafortunadamente, su especie se extendía por todo el
mundo, incluso en las tierras tropicales no nativas de los lobos
propiamente dichos. Así que a menos que la gente de repente
decidiera tener una colonia en Marte, no habría ningún lugar
donde esconderse.

—Entonces, ¿qué sugieres, padre? —preguntó.— Nosotros


sólo queremos que nos dejen en paz.

—Me temo que eso no es posible. —El lobo más viejo


frunció el ceño.— Tienes que entender, hijo, que este
apareamiento en el que insistes no puede ser. Es tu presa. Ese es
el curso normal de la naturaleza, y no puede ser interrumpido.
75
Página
Soren entró en la habitación, seguido por un grupo de
soldados. La situación no parecía muy prometedora.

—Voy a matarte si lo tocas. —gruñó Brody.

Su padre dejó escapar un suspiro exasperado.

—Te das cuenta de que no puedes hacer nada si decidiera


matar al cordero, ¿verdad? Por derecho, es lo que debo hacer.
Sin embargo, tu hermano señaló una cierta injusticia infligida a
ti. Por lo tanto, he decidido salvar el cordero, con una condición.

Brody se debatía entre el alivio y la ansiedad.

—¿Qué condición?

Su padre asintió con la cabeza, y los soldados se dividieron


para permitir que una bonita putilla entrara en la habitación.
No habló ni se presentó ella misma. En su lugar, sólo encontró
los ojos de Brody y sonrió con timidez. Si ella pensaba que
engañaba a cualquiera con su actitud, se equivocaba
profundamente. Brody sabía que ella- las lobas, y ellos eran
enemigos que temer.

Por fin, su padre respondió a su pregunta.

—Separarás caminos con el cordero. Vamos a llevarlo de


regreso a su ciudad y dejarlo ahí.

—Pero es mi pareja, —protestó Brody.— No puedes estar


hablando en serio.

—Ya he pensado en eso. —Su padre hizo un gesto hacia la


loba.— Esta es Roxanne. Ella está de acuerdo en ayudarnos en
esta situación desagradable. Si tienes un vínculo con el cordero,
reclamarla te ayudará a romperlo.
76

Brody se quedó boquiabierto. Su padre no podía estar


hablando en serio. Los apareamientos no podían romperse así
Página

como así, y menos entre verdaderas parejas.


Se dio cuenta de que su familia no creían verdaderamente
que Carson y él se unieron en todo el sentido de la palabra. Y
mientras miraba a los ojos de su padre, Brody entendió que el
hombre nunca lo aceptaría. Si tratara de explicar ahora, Carson
terminaría muerto. No había más remedio que aceptar la
supuesta generosidad de su padre.

Para su sorpresa, antes de que pudiera responder, Carson


pasó junto a él y ante la reunión de los lobos.

—No. De ninguna manera. No lo voy a permitir. —Brody


sentía lo difícil que era para Carson ir en contra de su naturaleza
y defenderse a sí mismo delante de una manada de
depredadores. Al mismo tiempo, sin embargo, se dio cuenta de
la reacción inmediata de los lobos por ver a Carson ponerse en
el centro de atención. Sus fosas nasales quemaban y un sentido
de la codicia y la anticipación llenó el aire. Carson se tensó pero
no dio marcha atrás. —No voy a permitirlo, —dijo de nuevo.

El padre de Brody lo miró.

—Brody, decide ahora. No voy a discutir esto con tu


cordero. Conoces tus opciones. Estoy esperando.

Sí, Brody conocía sus opciones, y sólo una de ellas


permitiría a Carson salir de aquí indemne.

—Está bien, Padre —le dijo a su sire.— Tú ganas. —Se


sintió mal del estómago y se volvió hacia su compañero y dijo:—
Carson, tú y yo somos depredador y presa. Esto no fue nadamás
que un enorme error.

Brody en realidad sintió el corazón de Carson romperse. —


Pero, Brody, —Carson protestó a través de su conexión,— tiene
que haber una manera. No puedes romper nuestro
acoplamiento. No puedes atarte a ella. Nos pertenecemos. Eso
77

es lo que dijiste, ¿recuerdas?


Página
Sí, Brody recordaba muy bien lo que había dicho, pero sus
promesas no querían decir nada delante de las probabilidades a
las que se enfrentaban.

—Bueno, me equivoqué. No me hables a través de este


vínculo más. Está fuera de los límites a partir de ahora.

En verdad, había sido un tonto al considerar el vínculo con


un compañero cordero. Los corderos eran su almuerzo, no
potenciales amantes. Vivían en diferentes mundos, y por mucho
que le doliera, era mejor romper ahora que pagar el precio más
adelante.

Se alejó de Carson y se unió a su padre. La putilla tomó su


mano, y Brody se lo permitió.

—Quiero verlo a salvo fuera de su ciudad antes de hacer


cualquier otra cosa, —le dijo a su padre.

El lobo más viejo no protestó.

—Por supuesto. Voy a dar las órdenes ahora. —Dio una


palmada en el hombro a Brody.— Felicidades. Has tomado la
decisión correcta.

Brody asintió con la cabeza, aunque se sentía entumecido


por dentro. Daba lo mismo lo que podría haber demandado a su
padre, la conexión con Carson permanecía ahí, más fuerte que
nunca. Una vez que Brody mordiera a Roxanne, sin embargo,
estaría contaminada, forzada, o quizás desaparecida por
completo. Era la única forma conocida para eliminar un
apareamiento sin embargo, su sustitución por otra. Sin
embargo, la marca del primer acoplamiento nunca se iria, y la
ruptura del vínculo afectaría a Brody para siempre. La única
cosa que tranquilizaba a Brody fue que las ovejas no se
acoplaban como los lobos, y Carson encontraría a alguien más
78

con facilidad.
Página
El dolor emocional que venía de Carson no disminuiyó, sin
embargo. El cordero permitió a los lobos maltratarlo, ni una
sola vez protestando, como si estuviera perdido en un sueño.
Sus ojos permanecían fijos en Brody, tan azules y claros, y
Brody volvió a sentirse como si hubiera decepcionado y
traicionado a su pareja.

Siguió detrás del resto de los lobos con Roxanne


aferrándose a él como una molesta sanguijuela. Como consuelo,
vio a Liam aparecer de una habitación y unirse a ellos. Su amigo
le dio una mirada de arrepentimiento y Brody estaba agradecido
de que al menos, alguien entendiera.

—Lo siento, no pude evitarlo, —articuló Liam.

Brody se limitó a asentir en señal de conformidad distante.


No culpaba a su amigo para nada de esto. Liam no podría haber
cambiado la opinión de Soren o influido en el resultado de la
situación de ninguna manera. Brody estaba sólo alegre de que
los lobos no se hubieran vuelto para matar al mensajero como
lo habían hecho con la ruptura de los enlaces de apareamiento.

Los soldados llevaron a Carson a uno de los coches, pero


su padre no dejó a Brody subir en el mismo. Tal vez el hombre
temía que Brody fuera a cambiar de opinión. Como si pudiera
hacer algo en este punto. Había tomado esta decisión por el bien
de Carson y no daría marcha atrás. Liam se subió al coche con
Brody, pero no dijo nada. Todo el mundo parecía entender el
mal humor de Brody.

El viaje de vuelta a las afueras de Ramston tomó


demasiado poco tiempo del que a Brody le hubiera gustado. No
iban demasiado lejos o demasiado cerca del pueblo de las
ovejas. Con el ataque anterior, las ovejas debían haber reforzado
sus defensas, y los lobos no tenían ningún deseo de ser
79

disparados.
Página
Brody salió del coche y vio cómo Carson hizo lo mismo. Su
cordero le echó una última mirada y luego se alejó del vehículo y
desapareció en el bosque.

—Hay que irse, —dijo el padre de Brody.— Está a salvo


ahora.

Brody no se sentía del todo satisfecho. El bosque podría


estar lleno de animales que pudieran dañar a Carson.

—Prefiero ver eso por mí mismo.

El otro lobo arrugó el entrecejo.

—Eso está bien, siempre y cuando lleves un par de


hombres contigo.

Brody no había esperado que su padre confiara en él, por


lo que no fue sorprendido por la petición. Un par de hombres se
volvieron para ser cinco grandes hombres lobo, encabezados
por su hermano. Liam se unió a ellos, como siempre, por el lado
de Brody. Siguieron el camino de Carson en el bosque,
quedándose a una distancia razonable. En un momento, Brody
sintió a Carson darse cuenta de que lo estaban siguiendo, pero
no parecía importarle.

Finalmente, llegaron al linde del bosque, justo a tiempo


para ver a Carson entrar en su ciudad.

—¿Lo ves? —Soren susurró.— Él está bien. Ahora vayamos


antes de que algo peor suceda.

Brody se fue, dando la espalda a Ramston y a la vida que


había esperado.
80
Página
Capítulo Cinco
Dos años más tarde

—Pero Carson, no sé por qué estás tan decidido a


permanecer lejos de nosotros. Ya han pasado dos años. Estamos
dispuestos a perdonar y olvidar.

Carson respiró hondo y se concentró en no golpear el


teléfono contra la pared. Su madre no sabía nada de todo lo que
le había sucedido durante esos pocos días que alteraron su vida,
o más bien, optó por no saber.

Tras el rechazo de Brody, Carson había regresado a su


ciudad, sólo para enfrentarse a un nuevo problema, su
hermano. Ray había inventado alguna jodida historia de cómo y
por qué él y los otros jóvenes carneros dejaron sus puestos.
Involucraba a Carson ser comido por los lobos, y lo hizo
bastante creíble, o así Carson lo dedujo. Y, naturalmente,
cuando Carson regresó, diciendo que los lobos lo dejaron ir,
todos se volvieron en su contra, incluyendo a su propia madre.

Asqueado y despreocupado, Carson había dejado Ramston


atrás. Además, no creía que pudiera vivir en la misma ciudad
que su hermano y sus compinches de todos modos. Nadie creyó
su historia sobre su casi violación tampoco, así que Carson ya
no sentía ninguna necesidad de vivir en Ramston. Echaba de
menos el bosque de vez en cuando, pero había construido una
nueva vida aquí, algo mejor de lo que nunca había tenido en su
ciudad natal. De vez en cuando, sin embargo, llamaba a su
madre, sólo para comprobar a los corderos. Por desgracia,
terminó lanzando acusaciones contra él y poniéndolo tan
81

enfadado que no podía ver bien.


Página
—Perdonar y olvidar, —repitió con incredulidad.— Bueno,
yo no he olvidado su rechazo, o la forma en que mi hermano
instigó a sus pequeños amigos a violarme.

En el otro lado de la conexión, un suspiro exasperado


sonaba.

—¿Cuántas veces tengo que decirte que fue tu


imaginación? Deben haber sido los lobos que te hicieron eso, y
simplemente has sustituido sus imágenes con Ray porque él
estaba ahí.

Toda la fuerza drenó a Carson.

—Lo que sea, Madre. No tengo tiempo o la paciencia para


discutir. Tengo que ir a trabajar. Adiós.

Sin más preámbulos, cortó la conexión. La razón que había


dado a su madre era sólo mitad mentira. Todavía tenía una
media hora o así antes de que tuviera que ir a trabajar. Tenía
que esperar a Shiloh, ya que aún de nuevo, su amigo había
estado ausente la noche anterior.

De repente, Carson oyó la puerta del apartamento abrirse.

—Cariño, ya estoy en casa, —gritó Shiloh en su típica


forma exuberante.

Carson negó con la cabeza ante las travesuras de su amigo


y se fue a saludarlo. Al entrar en el vestíbulo, un cuerpo delgado
se abalanzó sobre él, casi haciéndolo caer. El cisne era más alto,
pero más delgado que él, y al mismo tiempo, más fuerte de lo
que parecía, o incluso recordaba a veces.

—¡Carsie! Te extrañé.

Carson arqueó una ceja y se apartó él mismo del abrazo.


82

—Sólo me viste ayer antes de ir a tu cita. Así pues, ¿cómo


Página

te fué?
Shiloh se encogió de hombros y se fue a la cocina. Carson
siguió trás él. —

Exactamente como lo esperaba, —dijo Shiloh.— Sexo


caliente. No me llamará.

Carson no podía evitar sentirse decepcionado. Incluso si


Shiloh no actuaba como un cambia-formas normal de cisne,
Carson sabía que en su corazón, su amigo todavía esperaba al
Elegido. Shiloh hizo un gesto con la mano, como si dejara de
lado los malos pensamientos.

—Mañana será otro día, y muchos magníficos macizos me


esperan.

Carson sonrió.

—Y te mereces algo mejor que todos y cada uno de ellos.

Dos años atrás, Shiloh había sido su salvador proverbial


cuando Carson no tenía ningún lugar a donde ir, ni amigos, ni
dinero. En un impulso, Carson hizo autostop de regreso a la
ciudad y con gran dificultad, encontró el hotel en el que se había
quedado con Brody. Le había costado un poco de sigilo, pero
había conseguido colarse en el interior de su habitación. Se
había dado cuenta entonces de que ninguno de los artículos que
habían comprado permanecían ahí, y entendió que los lobos
debían haber venido y se habían librado de todas las pruebas de
que él y Brody alguna vez habían estado aquí.

Pero tanta suerte como tendría, el que trató con esta tarea
pasó por alto un pequeño pedazo de papel, un papel que había
estado en su bolsillo cuando Brody le rasgó los pantalones
frente a él, el número de teléfono de Shiloh. Sin saber qué más
hacer, Carson había tomado la mejor decisión que jamás había
hecho en toda su vida. Shiloh le había dado un lugar donde
83

quedarse, le ayudó a encontrar un trabajo, le presentó a todo


Página

tipo de gente interesante, y se convirtió en su mejor amigo.


Era un hombre increíble, y tal vez Carson podría haberse
enamorado de él, si no hubiera estado todavía enamorado por
un determinado lobo.

Pareciendo completamente ajeno a los pensamientos de


Carson, Shiloh suspiró.

—¿Sabes lo que tenemos que hacer? Tenemos que recoger


a los chicos. Llevaremos a Dani por delante. ¿Qué dices?

Carson luchó por encontrar una excusa para declinar, pero


al final, no se atrevía a mentir.

—Sabes que yo no soy mucho de ese tipo de cosas, y Dani


no lo es, tampoco.

De hecho, su amigo era muy probable que tuviera un


ataque al corazón si Shiloh sugería otra salida al club.

Shiloh puso los ojos en blanco.

—Muy cierto. No sé qué hacer con ustedes dos. De todos


modos, sólo tendremos que invitarlo, comer mucho helado, y
quejarnos. ¿Qué te parece?

—Suena muy bien. —Carson sonrió.— Pero ahora, tenemos


que ir a trabajar. Ahora, toma una ducha. Haré café.

Shiloh dejó escapar un gemido de angustia, pero Carson


no le hizo caso, ya familiarizado con todos los trucos de Shiloh.
Por suerte, su amigo robó una mirada al reloj de la pared y
maldijo.

—Está bien, está bien, me voy. Deberíamos encontrar


mejores empleos.

O al menos eso dijo Shiloh, pero la verdad, los dos estaban


84

muy contentos con su empleo actual. Shiloh había dejado la


tienda de sexo para beneficiarse de trabajar en una tienda de
Página

música, y encontró empleo en la sección de librería de Carson.


Al final resultó que, las habilidades narrativas de Carson
demostraron ser muy útiles. Su empleador, otro cambia-formas
llamado Nicolas, acordó establecer una hora especial para que
los niños vinieran y escucharan los cuentos de Carson. Tanto los
padres como los niños estaban encantados, la comunidad de
cambia-formas lo apreciaban, y los ingresos de la tienda estaban
en alza. Sin embargo, eso no significaba que pudieran
permitirse el lujo de llegar tarde.

Carson hizo a su amigo el prometido café, luego se retiró a


su habitación y se cambió de ropa. Cuando se miró en el espejo,
una imagen que no era la suya apareció. Carson parpadeó y
trató de apartarlo.

—¡Fuera de mi cabeza! —anhelaba a su compañero


traidor.— Fuera. Sal, vete.

Era muy extraño, la verdad. Brody había roto su corazón


reclamando a la perra, y sólo gracias a la ayuda de Shiloh
Carson se las arregló para sobrevivir. No podía oír la voz de
Brody más, e incluso después de dos años, lo sentía como un
miembro amputado. A pesar de eso, su vínculo permaneció ahí,
la presencia de Roxanne habiendo sido aparentemente incapaz
de romperlo. Lo más triste era que sabía que Brody no tenía
intención alguna de esto. De lo contrario, podrían haber llegado
a algo. Carson incluso habría aceptado ser un plato al lado de
Brody, su sucio secreto, sólo tener un poco del tiempo de Brody.
Pero Brody nunca se había acercado una sola vez a él, y por
mucho que Carson quisiera verlo, no sabía cómo encontrar al
lobo.

Sabía que no era del todo culpa de Brody. Su compañero


había sido empujado en esta elección por su padre. El viejo lobo
básicamente amenazó a Brody con matar a Carson. Carson
podría no saber mucho sobre la jerarquía de la manada, pero le
85

hizo darse cuenta de que el padre de Brody era como su líder


Página

general, y un hombre muy poderoso.


Eso no hacía todo el completo asunto menos doloroso, sin
embargo. ¿No se suponía que el amor siempre ganaba, por ser
más fuerte que cualquier otra cosa?

Carson se sentó en la cama y se cubrió la cara con las


manos. ¿alguna vez estaría libre del pasado? ¿Incluso lo quería?
A veces, miraba al calendario y se maravilló de que dos años
hubieran pasado ya. ¿Cómo podría el tiempo volar así, cuando
él todavía recordaba las caricias de Brody tan vívidamente? Sólo
habían pasado cuarenta y ocho horas juntos, ni siquiera eso, en
verdad, y sin embargo, Carson revivió esos momentos todos los
días, anhelando el olor de Brody, su tacto.

Una llamada sonó en la puerta y Carson le dijo con aire


ausente a Shiloh -porque sólo podía ser Shiloh- que entrara. Su
amigo se deslizó en el interior, y su voz sonaba preocupada
cuando preguntó: —¿Estás bien, Carson? Sucedió de nuevo, ¿no
es cierto?

Carson asintió, agradeciendo el hecho de que Shiloh


supiera cuándo ser serio.

—¿Es que nunca dejará de doler, Shil? Ya han pasado dos


años.

Shiloh se dejó caer en la cama junto a él.

—Me temo que estás preguntando a la persona


equivocada. Sabes que nunca me he enamorado. Pero puedo
decir esto. Todas las cosas suceden por una razón. Si Brody y tú
estaban destinados a ser, va a volver a tu lado. Si no, que se
joda. Vas a encontrar tu verdadero destino.

Carson no pudo evitar una sonrisa.

—Gracias. Te lo agradezco. —Shiloh le empujó con el


86

hombro.
Página
—No hay de qué. Ahora muévete. Trabajar, trabajar,
¿recuerdas?

Carson asintió, agradecido por la distracción que el trabajo


pudiera aportar.

Él y Shiloh dejaron su residencia de dos dormitorios y


salieron del edificio justo cuando un coche se detuvo y tocó la
bocina. Carson inmediatamente lo reconoció y sonrió mientras
su amigo Dani bajaba la ventana del conductor.

—Saludos, mis amigos, —dijo Dani.— En un hecho poco


común, me han concedido permiso para sacar el vehículo de la
familia. Decidí visitar y tal vez facilitar su llegada a su lugar de
trabajo.

Las palabras podrían haber sonado cargadas y extrañas,


pero la velocidad con la que Dani las habló hizo que la mayoría
de lo imposible se entendira para el oyente casual. Todas las
ardillas hablaban a este ritmo, Shiloh le había dicho a Carson
una vez, pero sólo Dani se molestaba con palabras largas.

—Gracias, Dani, —contestó Shiloh. Agarró la cabeza de


Dani a través de la ventana y presionó un beso descuidado en la
mejilla de su amigo.— Siempre supe que me amabas.

Cuando Shiloh lo liberó de sus garras, la ardilla todavía


parecía imperturbable.

—¿Y cómo van las lecciones de canto, Shiloh? —Dani


preguntó amablemente.— Entiendo que tu profesor actual es un
ruiseñor conocido por su hermosa voz.

Carson deseó que Dani no hubiera mencionado eso. Por


desgracia, la ardilla también tenía una propensión por las
conversaciones de “meter la pata”, haciendo todo tipo de
87

indiscreciones. El caso en cuestión, Shiloh.


Página
Por alguna razón, la ambición durante toda la vida de
Shiloh, aparte de su eterna búsqueda del hombre ideal, era
aprender a cantar. Cómo Shiloh planeaba hacer eso era un
misterio, ya que, al igual que todos los cisnes, el hombre no
tenía oído musical.

Pero Shiloh no parecía desanimado o incluso molesto por


las palabras de Dani.

—Es un idiota arrogante, justo como espero. Pero no estoy


preocupado. Encontraré al profesor adecuado todavía.

Entre las bromas de buen carácter y Shiloh recontando sus


aventuras nocturnas, navegaron a través del tráfico sin perder
su buen humor. En muy poco tiempo, llegaron a la tienda, y
Carson y Shiloh salieron.

—Gracias de nuevo, Dani, —dijo Shiloh.— Eres una joya.

Dani dijo algo en respuesta, pero Carson no lo oyó. En su


cabeza otra cosa se hizo eco de la voz de una mujer gritando y
un dolor y la desolación, no la suya, sino que se hizo eco en su
corazón.

—Ya estoy harta, —gritó Roxanne a Brody.— Estoy harta


de ti y tu actitud. Esto no es lo que firmé cuando acepté ser tu
pareja.

Brody dio otro sorbo a su cerveza.


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—Quitate de en medio. Estás bloqueando mi visión, y el


juego se está poniendo interesante.
Página
No lo estaba, en realidad no, ya que a Brody no le
importaba nada quién ganara el Super Bowl. Aún así, los
deportes y el licor siempre eran una distracción bienvenida,
mejor que cualquier cosa que había intentado por lo menos.
Ciertamente, las mujeres no servían de nada, y como guardia, se
había convertido en una carga para la manada. Estaba
desgarrado y roto, era una sombra de su antiguo ser.

Había sido un niño bueno y había hecho todo lo que su


padre le dijo. Había reclamado a Roxanne, dejó la manada de
Soren, y se vino a vivir con la manada del anciano. Tal vez el
lobo anciano esperaba que ayudara a Brody a olvidar a Carson.
No lo había hecho. En cambio, el dolor de su separación se
intensificaba con cada día que pasaba.

A través de Liam, se había dado cuenta de que Carson vivía


en San Francisco con un cisne cambia-formas de nombre Shiloh
Holden. Brody por supuesto, había recordado al joven de la sex-
shop. Después de todo, ¿cuántos cisnes con ese nombre podría
Carson conocer? Pero incluso si estuviera celoso, sabía que
Carson todavía lo amaba.

El plan de su padre había fracasado. Reclamar a Roxanne


podría haber destruído su conexión con Carson si el cordero no
hubiera sido su verdadera pareja. Por así decirlo, sólo hizo a tres
personas infelices. Por supuesto, Brody había sido incapaz de
obligarse a sí mismo que en realidad tenía una relación con
Roxanne. La mordedura de reclamación había sido el completo
alcance de su intimidad. No podría haber llegado con esfuerzo a
ella si lo intentara. Secretamente, encontró consuelo en todo
esto. Sabía que había traicionado al romper su vínculo de pareja
con Carson, pero al menos no había llevado a otro a su cama.

—Quiero que sepas que tengo la intención de informar al


anciano, — Roxanne siguió despotricando.— No puedo vivir así
89

por más tiempo. Quiero una familia, cachorros, no consumirme


Página

con una excusa de lobo.


Brody continuó ignorándola, y, finalmente, ella se fue,
como siempre lo hacía. Una vez que se fue, Brody guardó la
cerveza y apagó el televisor. Estuvo de acuerdo con Roxanne en
una cosa. No podía vivir así nunca más.

Pero, ¿qué otra cosa podía hacer? La alternativa sería ir


detrás de Carson y tratar de traerlo de vuelta. Sin embargo,
aunque Carson podría estar dispuesto a perdonarlo por dos
años de dolor y separación, la situación no había cambiado.
Todavía eran depredador y presa. El padre de Brody aún se
negaba a aceptar la posibilidad de un apareamiento entre un
lobo y un cordero. Demonios, a lo largo de estos años, el
hombre observaba todos sus pasos y frustraba todos sus planes
incipientes de salida.

Joder. Roxanne tenía razón. Era una lamentable excusa de


lobo. ¿Cómo pudo permitir que su padre lo separara de su
pareja? ¿Cómo era posible que perpetuara esta situación y se
convertiera en un adicto a la televisión sin nada por lo que vivir?

Gruñendo, Brody tomó la botella de cerveza y la arrojó


contra la pared. Se rompió y dejó una fea y húmeda mancha que
puso a Brody incluso más enojado.

Estaba tan perdido en su furia que sólo sintió acercarse a


su padre cuando el hombre ya estaba entrando en la habitación.

—¿Acabaste? —Su padre cruzó los brazos sobre el pecho,


frunciendo el ceño.— No estoy en absoluto satisfecho con tu
actitud hacia tu compañera.

Brody tomó una respiración profunda, apenas logró


evitarse de estrangular al hombre sólo por llamar a la perra su
compañera.

—Me temo que no puedo hacer nada al respecto. —Y no


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podía importarle menos, tampoco.


Página
Su padre parecía irritado.

—Te di una buena pareja, y tú la estás alejando. ¿Por qué,


Brody? ¿Por qué no puedes establecerte, darle la familia que
quiere?

—Lo siento, pero el equipo no responde con ella. —Oh,


podía ponerse duro, pero cada vez que intentaba tener
relaciones sexuales, la cara de Carson aparecía en su cabeza, la
forma en que el cordero había estado la última vez que se
habían visto el uno al otro, y simplemente no podía seguir
adelante con ello. No quería a nadie más. Sólo quería a Carson.

—¿Puedes ser serio por una vez? —gritó su padre.

Brody dejó de lado todo sarcasmo y enderezó su columna


vertebral.

—Mira, Padre. Eres un anciano. Sabes tan bien como yo


que no puedes darme una compañera. Simplemente no
funciona de esa manera. Me di cuenta de esto cuando me
cargaste con Roxanne, así que no vengas lanzando acusaciones
contra mí. Es tu propia culpa.

Su padre le enseñó los dientes a Brody.

—Es el cordero. Sigues pensando en él, incluso después de


todo este tiempo. Como si no fuera suficiente que eligieras un
varón, tenía que ser un cordero. —El lobo anciano negó con la
cabeza.— Me doy cuenta de mi error ahora. Debí haber matado
al cordero dos años atrás. De esa manera, te habrías olvidado de
él por ahora.

Algo dentro de Brody estalló. No podía soportarlo más.


¿Cómo se atrevía su padre a amenazar a su pareja? el lobo de
Brody surgió, exigiendo venganza. Se había quedado en silencio
91

durante dos años, pero ya no más. Prefería morir antes que


Página

permitir que le pasara cualquier cosa a Carson.


No sabía qué emoción le instó a atacar. Podría haber sido
su ira, la desesperación, o su necesidad de un compañero que ya
no estaba ahí. De cualquier manera, se encontró cambiando en
su forma de lobo, algo que rara vez hacía hoy en día. En esta
segunda forma, su vínculo con Carson se sentía aún más
estrecho y aún más doloroso. Pero ahora, Brody se deleitaba en
eso. La tristeza y el dolor le puso aún más furioso, y encontró
fuerza en eso.

Se abalanzó sobre su padre, atacando con una ferocidad


que nunca había esperado utilizar en contra de su propio padre.
El lobo más viejo debía haberse sorprendido, porque no
respondió de inmediato a tomar represalias. Brody casi dio
marcha atrás, ya que no encontraba placer en hacer daño a
alguien que no podía defenderse. Pero el lobo no se preocupó
por tales consideraciones. Su naturaleza animal se aprovechó de
la debilidad y la utilizó como ventaja, y el hecho de que su
oponente fuera pariente nada cambió.

Sin embargo, una parte de Brody no se sorprendió cuando


su padre cambió su enfoque. Se movió en forma de lobo y se
apartó de Brody, protegiendo las partes más vulnerables de su
cuerpo. Luego salió disparado hacia adelante y, con una
velocidad que debería haber sido imposible para alguien de su
edad, respondió al ataque de Brody con uno de los suyos. La
pata del lobo más viejo arañó el hocico de Brody antes de que
pudiera esquivarlo. En normales condiciones, Brody podría
haber sido disuadido, no tanto por el dolor, sino por la mirada
en los ojos de su padre. Eran lobos y obedecían a su Alfa, estaba
arraigado en su ser. Pero la ira de Brody ignoró todo esto en
favor de defenderse. No se preocupó por nada más. No
permitiría que su rival lastimara a su pareja.

Gruñendo, se abalanzó de nuevo, enviando al lobo más


92

viejo a caer al suelo. Sabía que no tenía mucho tiempo antes de


Página

que su padre se recuperara, por lo que tendría que conformarse


con una muerte rápida.
Podría haber pasado realmente por encima de él, pero una
vez más, los ojos de Carson aparecieron en su cabeza.

Por primera vez en mucho tiempo, Brody oyó la voz de su


compañero en su mente.

—Brody, no lo hagas. Es tu padre.

Llegó débilmente, mucho, pero estaba ahí, e hizo a Brody


vacilar. El lobo mayor había separado a Brody de su compañero,
y merecía morir por eso. Pero todavía eran familia. ¿Cómo
podía Brody ser capaz de hacer frente a Carson -dulce, inocente
Carson- si cometía parricidio?

Todavía gruñendo, retrocedió y volvió a su forma humana.

Su padre hizo lo mismo y le dio una mirada cautelosa.

—¿Qué quisiste demostrar con eso?

Brody se echó a reír amargamente.

—Nada. Debes agradecer a Carson, —se burló.— Te salvó


la vida, viejo.

Su padre parpadeó.

—Pretendiste matarme. —Habló como si el hombre nunca


realmente lo entendiera.

—Me separaste de mi compañero, mi pareja de verdad.


¿Qué es lo que esperabas?, ¿que marchara felizmente con tu
plan maestro para joder a un perra elegida por ti, y estar
agradecido? Me chantajeaste para reclamar a Roxanne, e
incluso querías obligar a mi lobo a vincularme con ella. Y podría
haber aceptado todo eso, pero hace unos minutos, me dijiste
que tenías intención de matar a Carson. No lo voy a permitir, no
93

importa lo que tenga que hacer.


Página
Por supuesto, el momento cuando podría haber impedido
que sucediera en la forma más segura, había pasado, pero si
fuera necesario, encontraría una solución diferente.

Su padre se lo quedó mirando, como si nunca hubiera


visto antes a Brody.

—Está bien. Si esa es la manera que lo quieres. Estás


reclamando al cordero como tu verdadera pareja, y estoy harto
de tratar de cambiar tu opinión. Si puedes probar la verdad de
tus palabras, te dejaré ir.

Mientras el hombre hablaba, Roxanne entró en la


habitación, seguida por otros tres lobos. Debían haber oído la
conmoción. Estúpida gente. Su retraso en la ayuda habría sido
inútil si Brody hubiera decidido terminar con su padre.

Ignorando la nueva llegada, arqueó una ceja y preguntó: —


¿Y cómo esperas que lo pruebe? No me creíste la primera vez.

—Si puedes derrotar a tu naturaleza, y mostrarme que ves


al cordero como compañero, y no como comida, estoy de
acuerdo en apoyarte en lo que quieras decidir más tarde.

—¿Por qué tengo la sensación de que no es tan fácil? —


Brody estrechó sus ojos.

—Las cosas importantes no lo son nunca, —su padre habló


con curiosidad.

Brody quería otra oportunidad, pero nunca firmaba


cheques en blanco.

—Dime lo que tengo que hacer primero. —No temía por sí


mismo, sino por todo lo que su padre había planeado, porque
involucraría la presencia de Carson, también.
94
Página
—Por el momento, lo único que necesitas saber es que
ningún daño vendrá a ti o al cordero por mi mano, ni por nadie
de la manada.

Brody abrió la boca para preguntar por los detalles, pero


su padre le detuvo.

—No me preguntes, Brody. Ahora, ven y no seas difícil.


Tenemos un viaje corto que hacer.

Brody miró a los ojos de su padre y, por fin comprendió, su


situación. Atacar a su anciano sería castigado con la muerte, si
se supiera. Su padre le ofrecía una salida, y Brody no tenía más
remedio que tomarla.

95
Página
Capítulo Seis
El día de Carson no iba bien. Fue el primer pensamiento
que tuvo cuando una nueva pila de libros se derrumbó encima
de él. Concedido, había sido todo culpa suya. Sus manos
temblaban y su corazón latía tan rápido que amenazaba con
estallar fuera de su pecho. Algo estaba pasando con Brody, y eso
lo volvía loco por ver y sentir sólo pequeñas partes y piezas.

—Carson, ¿estás bien? —Su jefe y amigo, Nicolas,


preguntó.— Has estado actuando de manera extraña durante
todo el día.

Carson sólo suspiró, ya que Nicolas sabía la respuesta a la


pregunta antes de que incluso hubiera preguntado. Nicolas se
arrodilló junto a él y ayudó a Carson a recoger los libros caídos.

—Tal vez deberías tomarte algún tiempo libre, —el otro


hombre sugirió.— Has puesto mucho esfuerzo en la librería en
los últimos tiempos. Te mereces un descanso.

Carson se sentó en el frío suelo de la sala de


almacenamiento y enterró su cara entre las manos. Si se iba a su
casa, sólo tendría más tiempo para pensar en Brody. Si se
quedaba aquí, estaría en medio del camino e incluso podría
dañar los productos.

—Prefiero quedarme, si te parece bien, —dijo a Nicolas.

Nicolas asintió con la cabeza, con una expresión que


sugería que se dio cuenta de la magnitud de la necesidad de
Carson de distracción.
96

—Por supuesto. Te diré algo. Ve a ayudar a Shiloh, en la


parte delantera. Voy a terminar el inventario aquí.
Página
—Gracias, Nicolas. —Carson sonrió y se levantó.— Eso
sería genial.

Si los clientes se presentaban, siendo agradable tal vez


sería bueno alejar su mente de Brody. Aunque Carson lo
dudaba. Demasiado había pasado. Todavía estaba sacudido por
los acontecimientos del día. Justo antes, había sentido al
hombre tratando de matar a su padre. Se las había arreglado
para llegar a Brody y hacerse oír, pero la chispa se había ido.
Aun así, sabía que el comportamiento de Brody no podría haber
quedado impune. Temía por la vida de su compañero, y se
sentía más impotente que nunca.

Shiloh lo asaltó tan pronto como salió de la sala de


almacenamiento.

—¿Cómo te sientes? —preguntó.— ¿Todavía loco?

—Viene y va, —respondió Carson, nada cómodo con Shiloh


contando la verdadera magnitud del problema en público.— Es
más fuerte hoy.

Shiloh lo abrazó.

—¿Has intentado cambiar?

Carson se quejó.

—Simplemente lo pone peor. Supongo que tendré que


esperar. —Era lo que siempre hacía, aunque hoy, no
funcionaría. Carson ni siquiera quería hacerlo. Sólo quería a
Brody.

Shiloh lo liberó del abrazo y asintió con la cabeza, el


lamento pintado en su rostro.

—Me temo que sí. Me gustaría poder ayudarte, pero…


97

Shiloh súbitamente dejó de hablar, y al mismo tiempo,


Página

Carson sintió que algo no estaba bien.


La campana anunciando nuevos clientes sonó, y sus
sentidos fueron asaltados por el olor a depredador.

Shiloh maldijo y empujó a Carson detrás de él.

—Nico, es mejor que vengas aquí.

Cuando su amigo y jefe apareció desde atrás, los lobos se


acercaron al mostrador, sus miradas se fijaron en Carson.
Carson no los conocía, pero no hacía falta ser un genio para
darse cuenta de que esto tenía algo que ver con la ansiedad de
Brody.

—Hola, corderito, —dijo uno de ellos.

—No me llames así, —respondió Carson de vuelta. Sólo


Brody tenía el derecho a llamarle por el nombre de su dulce
mascota.

El segundo hombre se echó a reír.

—No obtienes lana de un nudo. Sólo estamos aquí en


relación con un conocido en común nuestro. El anciano le ha
dado a Brody otra oportunidad. Todo lo que tienes que hacer es
venir con nosotros.

Los ojos de Carson se abrieron como platos. ¿Podría ser


cierto? ¿Podrían estar aún juntos, incluso después de todo este
tiempo? En su corazón, Carson nunca había dejado de esperar.
Pero confiar en los lobos sería simplemente estúpido.

—De ninguna manera, —respondió Shiloh en su lugar.— Él


no va a ninguna parte con ustedes.

—¿Y cómo vas a detenerlo, o a nosotros, cisne? —El primer


hombre preguntó.
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—Oh, tenemos nuestros métodos, —Nicolas saltó de


repente.
Página
El segundo lobo se echó a reír.

—De acuerdo. Un cisne y un colibrí. Así que tienes algunos


guardaespaldas, cordero.

Tan rápido como el rayo, Shiloh y Nicolas sacaron dos


escopetas de debajo del mostrador. Estaban cargadas y listas,
Carson sabía, balas de plata pura, y muy similar a las utilizadas
por los guardias de Ramston. Hasta ahora, Carson nunca las
había visto utilizar, pero a juzgar por la forma en que sus dos
amigos sostenían las armas, deben haber tenido otras
experiencias desagradables con carnívoros.

—Retrocedan, jodidos perros, —dijo Nicolas con el ceño


fruncido,— o de lo contrario tendremos que comprobar si son
tan inteligentes, con una ronda de plata en vuestro interior.

La diversión desapareció de la conducta de los lobos y se


tensaron.

—Estás jugando con fuego, colibrí, —dijo uno de ellos.

Pero a pesar de la advertencia, ninguno de los dos trató de


acercarse todavía más. En cambio, el segundo lobo añadió: —
Mira, no vamos a empujar tu mano, cordero. Si no quieres
venir, no hay problema. Pero recuerda, no vas a tener esta
oportunidad otra vez.

Carson se mordió el labio, más que nunca anhelando su


conexión con Brody, necesitando un consejo. No podía confiar
en estos hombres, no. Sin embargo, tenía miedo de lo que las
palabras de los lobos significaran, lo que implicaban. ¿Había
tenido razón en temer que el comportamiento de Brody sería
sancionado, incluso con la muerte? Si era así, Carson no creía
poder vivir sin Brody. Esta podría ser su última oportunidad de
ver a su lobo.
99
Página

—Está bien —respondió.— Voy a ir contigo.


—¿Qué? —Shiloh se volvió hacia él, boquiabierto de
incredulidad.— No puedes estar hablando en serio. Una vez que
estés fuera de la puerta, te van a matar.

—Voy a estar bien, —respondió Carson con mayor certeza


en su voz de la que realmente sentía.

—El infierno que lo harás, —gritó Shiloh.— Si estás


insistiendo en esta locura, me voy contigo, y también mi
escopeta de confianza.

Por mucho que Carson agradeciera el apoyo de su amigo,


no sabía cómo todo esto iba a resultar. Si, efectivamente moría,
no quería arrastrar a Shiloh con él. Su amigo había hecho
demasiado por él y todavía tenía que vivir, para amar, para
encontrar su lugar y su propósito en la vida.

—No, Shil. —Carson negó con la cabeza.— Esto es algo que


tengo que hacer. —Los abrazó a ambos a Shiloh y Nicolas.—
Gracias por todo, a los dos, —susurró.

—No digas adiós, —murmuró Shiloh de vuelta.— Ni se te


ocurra decir adiós.

Así que Carson no lo hizo. En su lugar, abrazó a sus amigos


más fuerte, entonces se separó.

—Hasta luego, —dijo.

Los lobos no hicieron ningún comentario y esperaron


pacientemente. Por fin, salieron de la tienda, con lo cual Carson
rechazó su sensación instintiva y preguntó: —¿Puedo pasar por
mi apartamento para coger algunas cosas?

Uno de los lobos negó con la cabeza.


100

—No las necesitarás.

Eso no sonaba muy alentador, pero ya era demasiado


Página

tarde para volverse atrás.


Suprimiendo un estremecimiento, Carson permitió a los
lobos que lo llevaran a una negra camioneta. Todo su ser
gritaba, No. No lo hagas. Nunca entres en la camioneta. Pero
supuso que aquellas personas que decían que las ovejas eran
estúpidas debían tener al menos la mitad de razón, porque no
dio marcha atrás. Por otra parte, podría haber sido sólo su
necesidad de ver a Brody. Su conexión -sin embargo tensa y
oscura- lo había mantenido en marcha, tanto como odiaba
admitirlo. Si perdía eso, bien podría dejar de respirar por
completo.

Las puertas de la furgoneta se abrieron, revelando un par


de lobos en el interior. Probablemente si Shiloh y Nicolas
hubieran insistido en mantenerlo en el interior de la tienda, los
otros depredadores habrían estallado dentro. De hecho, Carson
habría apostado dinero que incluso si hubiera decidido no venir
con los lobos, después de todo, habría sido forzado. Al final, no
importaba. De cualquier forma, el resultado sería el mismo.

Sin protestar, Carson entró en la furgoneta y se sentó junto


a los lobos. Se obligó a calmarse, aunque su instinto le gritó que
saliera de ahí. Afortunadamente, los depredadores lo ignoraron,
aunque Carson todavía podía sentir su hostilidad hacia él. El
vehículo arrancó, pero con la furgoneta sin tener ventanas en la
parte posterior, Carson no podía ver hacia dónde se dirigían.
Cerró los ojos y se concentró para no tener un ataque de pánico.
Como norma, a las ovejas se les enseñaba desde muy temprana
edad a evitar ese tipo de cosas, pero en tales circunstancias,
podría resultar problemático.

No sabía cuánto tiempo el viaje duró, demasiado


concentrado en no volverse loco de pánico. Sólo se dio cuenta de
que habían terminado cuando sintió el coche más lento y
detenerse. De alguna manera, se las arregló para reunir el coraje
101

para preguntar.
Página

—¿Ya llegamos?
Uno de los lobos que habían venido detrás de él en el
interior de la tienda de libros asintió.

—Buena suerte. La vas a necesitar.

Carson parpadeó sorprendido, sin saber cómo debía


interpretar las palabras del lobo. No tuvo mucho tiempo para
pensar en eso, sin embargo. La puerta de la furgoneta se abrió,
revelando aún más depredadores. Genial, sólo genial. Tomando
una respiración profunda, Carson siguió sus instrucciones y
dejó el coche.

Se encontró en medio de una arboleda. Qué extraño. Debía


haber estado tan absorto en sus cavilaciones que no se dio
cuenta del cambio del asfalto de la carretera al polvo. Con una
mezcla de temor y curiosidad, miró alrededor, tratando de
averiguar su ubicación actual. Su corazón comenzó a latir más
rápido cuando sintió una presencia familiar cercana. Los lobos
no le habían mentido acerca de una cosa. Brody estaba aquí.

Incapaz de contener su entusiasmo, Carson se liberó de los


lobos y corrió en la dirección general en la que sus sentidos le
decían que podía encontrar a su pareja. Se congeló en seco
cuando la alta figura del padre de Brody apareció delante de él.

—Alto ahí, cordero, si quieres vivir, —dijo el hombre


mayor, entrecerrando los ojos en Carson.— Es demasiado tarde
para cambiar de opinión o huir.

—Yo no quiero huir, —respondió Carson.— Sólo quiero ver


a Brody.

Tal vez confesar su necesidad por la presencia de su


compañero no le ganara ningún punto, pero dudaba que fuera
capaz de ocultarlo de todos modos. Curiosamente, el lobo no
102

parecía enfadado. En cambio, casi se quedó pensativo.


Página
—Así que sentiste que él está aquí. Muy bien. ¿Mis
hombres te dijeron que decidí darte otra oportunidad?

Carson asintió, aunque no se fiaba del lobo. El anciano


había sido el que lo separó a él y a Brody en primer lugar. ¿Por
qué cambiaría de opinión?

—Veo en tus ojos que dudas de mí, Carson. Ese es tu


nombre ¿no?, ¿Carson?

Carson sólo se le quedó mirando y, a través de un milagro,


logró responder: —Sí, lo es. Y sí, no puedo creer lo que está
pasando.

—Totalmente justificable. —El lobo agarró el brazo de


Carson como si fueran viejos amigos con la intención de ir a dar
un paseo.— Sabes quién soy, ¿supongo?

Carson reprimió el impulso de poner los ojos en blanco.


Sin embargo estúpido que estos lobos consideraran a las ovejas
serlo, la conexión con Brody y el tiempo que había pasado al
lado del hombre hace dos años le había dado a Carson una idea
bastante buena sobre el padre del hombre.

—Sí, señor, —respondió él, la palabra respetuosa sabiendo


amarga en su lengua.

—Muy bien. —Hizo una pausa, como para aumentar la


expectación de Carson o poner de relieve lo que quería decir.—
Ves, Carson, soy ambos, un padre preocupado y un Alfa con un
deber. Me veo obligado a hacer ciertas cosas que pueden
parecer crueles a los extraños. Por encima de todo, creo en que
la naturaleza sigue su curso.

El hombre se detuvo de hablar de nuevo, y Carson tomó su


señal para decir:
103

—No lo entiendo. ¿A dónde quiere llegar con esto?


Página
—Mis hombres te han dicho que tengo la intención de
darte a ti y a Brody otra oportunidad, ¿verdad? —Cuando
Carson asintió, el lobo anciano continuó:— Antes de ir con todo,
quiero hacerte una pregunta. ¿Sabes lo que ocurrió hoy más
temprano?

Carson vaciló, sin saber lo que el lobo se esperaba o quería


que dijera. Al final, algo en los ojos del otro hombre le dijo que
fuera con la verdad.

—¿Sobre lo que Brody hizo? Sí.

El anciano lo apartó de todos los otros lobos, entonces en


un susurro, le preguntó: —Dime exactamente lo que sentiste.

La actitud del lobo le confundió e intimidó a Carson y


tartamudeó a través de una respuesta.

—Yo… uh… En cierto modo, lo sentí cuando él… lo atacó, y


una especie de… Bueno, trató de…

El otro hombre asintió con la cabeza, gracias a Dios no le


obligó a ser más coherente.

—Ya veo. ¿Y tú hiciste qué?

Carson tragó saliva. ¿Debería decirle al lobo que había


hablado con Brody y le rogó a su compañero que parara?
Parecía una ventaja dadas las circunstancias, pero el hombre
podría interpretarlo de mala manera y hacer una acusación
adicional hacia su hijo. Por otra parte, los otros no parecían
saber acerca de las acciones de Brody. El anciano le había
apartado para discutirlo. Tal vez el lobo realmente era un padre
preocupado, también. Reuniendo su valor, Carson fue con la
verdad de nuevo.
104

—Yo… conseguí hablar con él, y le dije… que se detuviera.


Página

Una vez más, el lobo se quedó pensativo.


—Te agradezco tu honestidad, —dijo finalmente.— Es muy
importante. —Su mirada penetrante fija en Carson. —Antes que
nada, quiero que sepas que aprobaste la primera prueba. No sé
si eres consciente de esto, pero hay una diferencia entre una
pareja reclamada y una verdadera pareja. Brody cree que tú eres
su verdadera pareja, su otra mitad, vista la situación. Como
tengo entendido, a pesar de su vínculo con Roxanne, no pueden
hablar entre sí telepáticamente. Esto apoya su afirmación de
que tú eres el único para él. No había confiado en realidad en
sus palabras hasta hoy.

La esperanza corría por Carson.

—¿Nos permitirá estar juntos, entonces?

—No te apresures, cordero. —Genial, Carson estaba de


vuelta para ser un cordero.— Lo que tú y él estan tratando de
hacer desafía todo lo que sabemos. Como por ejemplo, quiero
completar una prueba. Si la pasas, serás libre.

Carson no creía que le gustara este nuevo plan, y su


sospecha fue confirmada segundos más tarde, cuando el lobo
tiró de él hacia el borde de la arboleda. Mientras caminaban,
sintió la presencia de Brody crecer más y más poderosa, pero no
pudo ver a su pareja en ningún lugar. Por último, se detuvieron
y el anciano señaló algo que Carson originalmente no se había
dado cuenta -un agujero en el suelo cubierto de barras. Parecía
profundo, y aunque era un cambia-formas, Carson no pudo ver
el fondo, pero aún también, sabía que Brody debía estar ahí.

Se arrodilló sobre la hierba, desesperadamente tratando


de atravesar los barrotes.

—Brody, —gritó.— ¡Brody!


105

La voz de Brody le respondió como desde la distancia


Página
—¿Carson? Oh, Dios, no deberías haber venido. No debes
estar aquí.

El anciano acercó a Carson y lo obligó a mirarlo a los ojos.

—Permanecerán ahí juntos durante un mes. De vez en


cuando se te dará alimento, pero no a Brody. Si sobrevive a esto,
sin tratar de comerte, significa que realmente son compañeros
de verdad.

Carson se quedó boquiabierto.

—No puedes estar hablando en serio. Morirá.

El otro hombre sacudió la cabeza.

—Los lobos pueden vivir sin comer durante mucho tiempo,


y estará bajo estrecha supervisión. Pero no creo que vaya a
llegar a eso.

Claramente, no importaba lo que el lobo había dicho antes,


todavía estaba convencido de que Carson y Brody no podían ser
verdaderos compañeros, y que, si presionaba, Brody se comería
a Carson.

El anciano hizo un gesto con la mano en la dirección


general de la arboleda, y algunos lobos se dirigieron a su
posición. Quitaron la tapa de barrotes, usando gruesos guantes.
Las barras debían estar hechas de plata. Antes de que Carson
pudiera decir nada más, el anciano le empujó al abismo.

Carson cayó a través de la oscuridad, oyéndose gritar, sin


saber si iba a sobrevivir hasta que aterrizara. Cambia-formas o
no, todavía podía romperse el cuello. Cerró los ojos, incapaz de
ver su muerte venir.
106

Y entonces, de repente, unos brazos fuertes se envolvieron


a su alrededor, atrapándolo. Sus fosas nasales fueron invadidas
Página

por un olor picante y familiar.


Carson abrió repentinamente los ojos, y por primera vez
en dos años, se encontró con la mirada de su amado compañero.

Carson se veía justamente tan hermoso como lo recordaba


Brody. Había cambiado muy poco, salvo un peinado a la moda
probablemente resultado de la intervención del cisne Shiloh en
la vida de Carson. Estaba a la vez feliz y consternado de ver a su
pareja. De hecho, se sintió emocionado por sostener a Carson,
una vez más, pero el peligro en que había puesto al cordero
ensombreció ese regocijo.

Como si olvidara todo sobre el horrible lugar en el que


estaban, Carson enterró su rostro en el cuello de Brody y respiró
hondo.

—Pensé que nunca te vería de nuevo, —murmuró. Se


separó y fulminó con la mirada a Brody.— ¿Cómo pudiste
dejarme así? ¿Cómo pudiste reclamarla?

Carson sonaba furioso, y sus ojos brillaban con ira genuina


y celos. La boca de Brody se le secó con el deseo de besar
apasionadamente a su compañero. Y por una vez, no veía
ninguna razón para negarse a sí mismo. Incluso si había
docenas de lobos por encima de ellos, no importaba. La decisión
había sido tomada, y el padre de Brody no lo haría cambiar de
opinión no importa lo que Brody hiciera.

Con esto en mente, Brody presionó los labios contra los de


Carson. El sabor de su compañero golpeando sus papilas
107

gustativas, y Brody gimió en éxtasis. Se sentía como si hubiera


Página

sido un hombre vagando por el desierto durante dos años, y


finalmente hubiera encontrado su oasis.
No sabía cómo había logrado aún sobrevivir sin la
ambrosía de los besos y caricias de Carson. Le parecía imposible
ahora.

Carson entrelazó sus manos en su pelo, gimiendo


suavemente, separando sus labios para permitir la entrada
Brody. Sus lenguas se enredaron cuando se volvieron a
familiarizar ellos mismos el uno con el otro, y Brody bajó a
Carson al suelo y cubrió el cuerpo de su compañero con el suyo.

Saqueó los rincones de la boca de Carson, frotándose


contra su cordero mientras lo hacía. Su polla respondió a la
proximidad de Carson, de una manera que nunca tuvo a nadie
más, especialmente no durante los últimos años. Gimió, ya
dolorido por rasgar la ropa de Carson fuera y joder a su pareja.

Se separaron para respirar, y Brody se encontró con la


mirada de Carson de nuevo. El deslumbramiento de su
compañero fue reemplazado por una expresión de asombro.

—No trates de calmarme con eso —murmuró Carson, pero


no sonaba molesto en absoluto.

—Lo siento. —Brody sonrió suavemente.— Bueno, eso es


una mentira. No lo siento. —Carson le devolvió la sonrisa.

—Yo tampoco. —Su expresión se puso seria.— No quiero


que estés con ella nunca más.

Un puño apretó alrededor del corazón de Brody por el


dolor en la mirada de Carson.

—Pase lo que pase a partir de ahora, no nos separaremos


de nuevo, —prometió. Esta vez, cumpliría su palabra, no
importara lo que pasara.
108

Carson asintió, aparentemente creyendo sus palabras.


Página

—¿Crees que tu padre realmente nos dejará ir?


Brody liberó a Carson del abrazo y se dio la vuelta. Se
sentaron juntos en el frío suelo, con Carson apoyado sobre él.

—Es un hombre de palabra, —respondió Brody,— pero no


estoy seguro de cómo reaccionará después. Todo esto es una
locura.

Carson se mordió el labio, pareciendo ansioso.

—¿Te ha dicho sobre el plan…?

Brody suspiró.

—¿El que trata de hacerme morir de hambre? Sí. No es


demasiado inverosímil. Los lobos pueden pasar mucho tiempo
sin comer. Pero va más allá de mi capacidad de comprensión
cómo puede pensar que alguna vez te comería.

—No cree que seamos pareja, —dijo Carson.— Supongo


que es una buena cosa para nosotros, sin embargo. Podría ser
que tuviéramos una oportunidad en esto.

Carson parecía estar llevándolo con optimismo, pero


Brody podría sentir el miedo de Carson, no para él mismo, sino
por Brody.

—Hey, corderito, no te preocupes. Puedo manejarlo. Los


lobos son criaturas resistentes. Voy a estar bien.

Sonrió.

—Ahora, sólo vamos a no pensar en eso durante un


tiempo, ¿de acuerdo? Ya se nos ocurrirá algo, estoy seguro.

Fijó su mirada en Carson.

—Yo sé que no es la situación más romántica, —dijo,—


109

pero Dios, te he extrañado. No tienes ni idea de cuánto.


Página
Carson sonrió suavemente, sus ojos azules tan profundos
que incluso en la oscuridad de la fosa, iluminaron el alma de
Brody.

—Creo que tengo una muy buena idea.

El mensaje oculto en esas simples palabras y la emoción de


Carson, les dijo que dejaran de lado todas las sombras en el
corazón de Brody. No le importaba dónde se encontraban ya
más. Sólo tenía que tocar a Carson, lo necesitaba con tanta
necesidad, que dolía.

Sin esperar un segundo más, Brody tomó los labios de


Carson una vez más. Se le había acabado la paciencia. Anhelaba
estar dentro de Carson, tener el cuerpo de su pareja envuelto
alrededor de su polla. Tenía que tener a Carson, ahora.

Desesperadamente, buscó con la ropa de su pareja. La


parte racional de su mente le impidió romperla, ya que sabía
que no tendrían un cambio de vestuario durante bastante
tiempo. Se desnudaron lo más rápido que pudieron y pusieron
su ropa en una pila, formando una improvisada cama. Cuando
terminaron, se acostaron juntos, con Carson debajo de Brody.

Las manos de Brody viajaron sobre la extensión de la piel


desnuda de Carson, explorando todo lo que se había perdido a
lo largo de los últimos dos años. Los pezones de Carson se
animaron cuando Brody pasó los dedos por encima de ellos. Su
compañero se quedó sin aliento, un sonido hermoso, necesitado
que hizo que la polla de Brody palpitara. Salpicó el rostro de
Carson con besos, y luego avanzó abajo por el cuello de Carson,
mordisqueando la dulce piel. No mordió, no todavía. La
mordedura anularía su relación ya tensa con Roxanne, y no la
quería ahí, entre ellos, mientras que hacía el amor a Carson.
110

Pero quería dar placer a su pareja un poco más en primer lugar,


y tenía que pedir permiso antes de que fuera junto con él.
Página
Carson parecía haber comprendido la situación, pero eso
no significaba que inmediatamente estuviera de acuerdo con la
unión.

Carson, sin embargo, debía haber imaginado o intuido su


duda.

—Quiero que me reclames otra vez, —dijo, jadeando.— Te


quiero de vuelta.

Brody lamió el pecho de Carson, deteniéndose cuando


llegó a los pezones de su pareja. Sorbió los brotes de carne,
encantado con la manera en que Carson se arqueaba contra él.
Le acarició los costados de su pareja, la suave seda que había
echado mucho de menos. Carson abrió las piernas, dando a
Brody acceso a sus genitales.

Brody tomó a Carson en su oferta en silencio y alcanzó


entre sus cuerpos. En primer lugar, envolvió su mano alrededor
de la polla de Carson, moviéndola hacia arriba y abajo del
grueso eje.

La polla de Carson tembló en su puño. El cordero gimió,


su voz una áspera súplica,

—Oh, Dios. Brody. Tócame. Te necesito.

Brody brevemente abandonó los pezones de Carson y


continuó presionando besos en el pecho y el abdomen de
Carson. Mientras viajaba más abajo, se detuvo para empuñar la
polla de Carson, eligiendo provocar la empañada de su
compañero en su lugar. Frotó el precioso agujero escondido
entre las mejillas de Carson, ya anhelando estar en su interior.

En lugar de simplemente empujar dentro de Carson, sin


embargo, Brody bajó la boca sobre la polla de su compañero.
111

Puso todo lo que tenía en la succión, sin bromear, sólo yendo


Página

por el premio que era el placer de Carson.


Carson lanzó un grito de euforia, con las manos enredadas
en el pelo de Brody, obligando a su boca ir más abajo. Brody se
rió, la necesidad de Carson para él despertando sus instintos
más oscuros. Quería nalguear el culo de Carson y recordarle
quién era el jefe. Pero eso tendría que esperar para en otra
ocasión. Brody sólo iba con el momento, moviendo su boca
arriba y abajo en la polla de su compañero, a veces girando su
lengua alrededor del glande. Al mismo tiempo, empezó a
masajear los testículos de Carson y continuó provocando el culo
de su amante con un dedo seco.

Carson saltaba contra él, como si se desgarrara entre las


sensaciones. Brody no prolongó su tortura durante mucho más
tiempo. Se necesitaba él mismo para llegar al evento principal.

Sacando la boca de la polla de Carson, Brody volvió a su


posición anterior sobre el cuello de Carson.

—¿Carson?, —preguntó.

Incluso en la oscuridad, Brody vio a su compañero asentir.

—Hazlo. Te dije que lo quiero.

Tal vez la decisión de Carson podría estar influenciada por


la sexual química entre ellos, pero el lobo de Brody le dijo qué
hacer. Brody empujó su cuerpo cerca, muy cerca. Sus colmillos
cayeron, y sin esperar un segundo más, los hundió en la suave
carne del cuello de Carson.

El éxtasis le recorrió en el momento en que la sangre de su


compañero golpeó sus papilas gustativas. Disparos de
electricidad corrían por él y descubrió su punto máximo, su
semen salpicando contra Carson. Al mismo tiempo, sintió a
Carson correrse también, la semilla de su pareja mezclándose
112

entre sus cuerpos.


Página
La intensidad de su orgasmo conjunto alejó los lazos que
mantenían a Brody atado a Roxanne. La conexión artificial
estalló en un millón de piezas y de inmediato, Brody se sintió
liberado. Una sensación de completa felicidad lo llenó cuando
su vínculo con su compañero estaba de vuelta en su lugar.

Por unos momentos, Brody sólo se permitió deleitarse con


la renovada conexión y tras el orgasmo. Estuvo a punto de no
poder creer que tenía a su compañero de vuelta. El vínculo que
había anhelado a través de dos años de torturada soledad volvió.

De repente, la voz de Carson surgió en su mente.

—¿Brody?

Parecía vacilante, casi temerosa, y Brody no podía dejar de


besar a Carson una vez más.

—Estoy aquí, corderito, —susurró a través de su vínculo.—


Nunca me voy a ir de nuevo.

En su beso, Brody saboreó tanto la excitación como la


liberación. Su bestia aullaba dentro de él, una vez más exigente
que consumara su unión y marcara a su compañero como suyo.
Incluso si se había corrido hacía unos pocos segundos, su polla
todavía estaba dura como una roca.

Brody reunió el suyo con el semen de Carson y lo utilizó


para lubricar su polla. Con el exceso de semilla, procedió a
preparar a Carson tan a fondo como fue posible. Metió un dedo
en el agujero de su compañero, siseando por la tensión que
envolvió su dedo.

—Estaba esperando por ti, —Carson envió a través de su


vínculo.
113

El lobo de Brody gruñó de satisfacción en la explicación de


Carson. Sabía que Carson no se había acostado con otros.
Página
Incluso con su enlace dañado, todavía había sido capaz de
sentirlo en cierta medida. Sin embargo, se sentía bien oírlo de la
boca de su pareja.

Suavemente, Brody añadió otro dedo e hizo tijera con los


dos dígitos en el interior de su compañero. Sondeó
profundamente dentro de su compañero, buscando el lugar que
sabía que iba a hacer que su pareja volara. Segundos después,
sus dedos golpearon la glándula esponjosa y Carson gritó, el
dulce gemido “beeh” que Brody recordaba tan bien.

—Oh, Dios, Brody, —jadeó.— Por favor, por favor. Jódeme.

Brody añadió otro dedo, sin dejar de preparar el agujero


de Carson.

—Paciencia, Carson. Las cosas buenas vienen para


aquellos que esperan.

Pero incluso mientras pronunciaba estas palabras, sabía


que no podía esperar más tiempo. Había estado esperando
mucho tiempo ya, y había llegado a su límite.

Enfocándose para controlar su pasión, Brody jodía con el


dedo el culo de su compañero, hasta que por fin consideró a
Carson tan preparado como pudo conseguir. Quitó los dígitos y
colocó la polla en la entrada de Carson. De un solo golpe,
empujó dentro.

Apretado calor lo envolvió en un puño de terciopelo, y se


quedó quieto, apenas logrando no correrse otra vez en el acto.
Carson gimió, su conexión inundada con sus emociones.

—Brody, —prácticamente sollozó.— Muévete.

Las palabras de su compañero parecían hacer magia en él.


114

Brody salió de Carson y empujó hacia adentro, apretando los


dientes por el placer tan intenso que casi cayó en el dolor.
Página
Una y otra vez, jodía a Carson, y su compañero empujó
hacia atrás, empalándose a sí mismo en la polla de Brody. Se
movieron juntos como si nunca hubieran estado separados,
como si el tiempo no hubiera volado sobre ellos. Nada más
importaba excepto este momento, su reencuentro, y su
verdadero vínculo.

¿A quién le importaba que fueran cordero y lobo? Por


supuesto que no a Brody. Se necesitaría más que eso para
separarlos en este momento. Había aprendido su lección.
Carson le pertenecía, y Brody nunca dejaría que su cordero se
fuera de nuevo.

Una mezcla de emociones se arremolinaba dentro de él


cuando el olor del sexo y sudor asaltaron su olfato. Había tantas
cosas que quería decir, tantas explicaciones y disculpas, y Brody
trató de decirle a su compañero todo a través de su alma y su
cuerpo. Su conexión zumbaba con sensaciones y sentimientos.
Los ojos de Carson se llenaron de lágrimas, y la vista de aquello,
y el conocimiento de que su compañero realmente entendía le
dejó a Brody asombrado y humillado.

Pero en el fondo, era un lobo, no un hombre, y tenía que


tranquilizarse a sí mismo de su vínculo continuo. Empujó
dentro y fuera de Carson, nunca disminuyendo, cada momento
aumentar tanto su deseo como la necesidad de correrse. Carson
se hizo eco de los gritos a su alrededor, hermosos y puros como
el hombre mismo, y la mente de Brody giraba mientras sus
sentidos estaban asaltados por todos los lados. La vista, el tacto,
el oído, el olfato, gusto, y mucho más, mezclados en un cóctel
que puso a Brody borracho, no, drogado. Ni siquiera en sus
peores momentos en los que había tratado de beber bajo la
mesa para olvidar tenía la mente tan nublada. Esta vez, sin
embargo, fue por placer, no por dolor, y Brody abrazó el
115

nirvana, abriéndose a Carson y a la belleza de su vínculo.


Página
Pronto, sus bolas comenzaron a dolerle con la necesidad
de correrse, y su orgasmo amenazaba con tomar el control de
nuevo. Pero no quería el clímax antes que Carson. Ansiaba
sentir a su compañero correrse en torno a su polla, y ver el
éxtasis pintado en el rostro de Carson. Incrementando el ritmo,
siempre apuntó a la próstata de Carson. Bajando su cuerpo
sobre el de Carson, apretó sus labios una vez más. Cuando se
rompió el beso, susurró al oído de Carson.

—Vente por mí, corderito.

Al instante, el cuerpo de Carson se puso tenso y con un


grito ahogado, su compañero encontró su liberación por
segunda vez. La sensación del clímax de Carson fue incluso más
increíble de lo que Brody recordaba. Enterrándose a sí mismo
una última vez en el interior de Carson, inundó el pasaje de su
compañero con su semen.

Agotado, se derrumbó encima de Carson, de alguna


manera recordando rodar fuera de su pareja para no aplastarlo.
Carson se acurrucó a su lado, suspirando de alegría.

—Te amo, Brody, —dijo el cordero.

Brody se congeló. En su corto tiempo juntos, las palabras


de amor nunca habían sido habladas. Brody había estado
demasiado ocupado preocupándose por encontrar a su pareja, y
luego en proteger al hombre del resto de los lobos. Después de
eso, se habían separado tan rápido que ni siquiera tuvieron la
oportunidad de conocerse entre sí.

Y, sin embargo, el lobo de Brody conocía a Carson tan bien


que rivalizaba con los apareamientos a largo plazo. Contra todo
pronóstico, su vínculo se había mantenido, e incluso si Brody no
había podido hablar con Carson, lo había visto en el corazón de
116

Carson. Desde su punto de vista, sus almas eran una.


Página

Sonriendo para sí mismo, Brody respondió.


—Te amo también, corderito. —Las palabras salieron con
una facilidad sorprendente, e incluso en la oscuridad del pozo,
Brody se sentía más feliz de lo que había sido en años.

117
Página
Capítulo Siete
El tiempo pasaba mientras Brody y Carson permanecían
atascados en el interior de la fosa. A Carson, de hecho, le
lanzaban la ocasional bala de heno, para que la comiera, se veía
obligado a cambiar a su forma de cordero. No hacía la
diferencia. Dada la baja temperatura en el interior de la fosa,
pasaban más tiempo en sus segundas formas, usando sus ropas
como ropa de cama.

Brody parecía ser muy hábil en sacar comida de la nada,


pero la tensión comenzaba a mostrarse. La mayoría de las veces
tanto él como Carson pasaban sus días escarbando en el duro
suelo, buscando el ocasional gusano. Era asqueroso, pero el
animal dentro de Carson reconocía que estas cosas eran, para
Brody, comida, y ayudarían a su compañero a sobrevivir.

El único consuelo de Carson era que eran vigilados


cuidadosamente. Cada día los lobos miraban por encima el
interior de la fosa, comprobando la condición de Brody. Brody
les gruñía, y Carson consideró decirle a su compañero que
bajara el tono si la situación no parecía tan grave. Como fuera,
dudaba que cualquier cambio en su comportamiento, que no
fuera el grave problema de salud, pudiera convencer a los lobos
para dejarlos salir. Perversamente, se alegraba de que tuviera a
Brody con él, porque si no, hubiera perdido el juicio. Tenían
poca comida, no había manera de bañarse, por no mencionar
que tenían que hacer sus necesidades particulares en el mismo
lugar donde dormían. Por supuesto, tales sensibilidades se
desvanecieron cuando se comparaba con las preocupaciones de
Carson sobre el bienestar de Brody.
118
Página
Brody trató de distraerlo, y de alguna manera, de esa
manera, terminaron contándose el uno al otro sobre el tiempo
que habían pasado separados.

—Shiloh realmente me ayudó, —dijo Carson a Brody un


día.—Nunca habría pensado que pudiera ser ese tipo de persona
cuando lo conocimos en la sex shop.

Brody se echó a reír.

—Eso demuestra que no se debe juzgar a las personas.

Carson suspiró y se apretó cerca de Brody. No sabían


cuánto tiempo habían pasado aquí. Los días y las noches eran
tan similares en la fosa. Eso fue probablemente lo peor de su
encarcelamiento. Los cambia-formas tenían un reloj interno, y
Carson lo estimaba algo como una semana que debía haber
pasado desde que habían visto el sol. Parecía más. ¿Cómo
podría el padre de Brody posiblemente permitir que esto
sucediera?

Durante un tiempo, Carson pensó que el hombre los


abandonaría para morir. Efectivamente, Carson no creía que
pudiera sobrevivir sin Brody, y con cada segundo que pasaba, su
compañero se estaba debilitando.

Pero justo cuando pensaba esto, sucedió algo que Carson


no había anticipado. Hasta ahora, los únicos movimientos por
encima de ellos habían sido los pertenecientes a los lobos que
los custodiaban y la disponibilidad para la alimentación de
Carson, pero de repente, Brody se tensó.

—Algo está pasando ahí arriba —dijo. En efecto, si Carson


prestaba mucha atención, podía oír los tenues sonidos de una
lucha por encima de ellos. La esperanza surgió dentro de él,
119

pero luego Brody le susurró. —Es Soren. Lo puedo sentir.


Página
—¿Qué querrá tu hermano con nosotros ahora? —
preguntó Carson, mordiéndose el labio. Soren no había sido
muy amable con ellos. De hecho, lo último -y lo único- en el
tiempo que Carson lo había visto, era que había herido a Brody
en el desafío. Carson esperaba que sólo fueran las
circunstancias las que empujaran a hacer eso a Soren. Se
supone que iban a averiguarlo pronto.

Como en respuesta a su dilema, la rejilla por encima del


foso se levantó.

—¿Brody? —La voz de Soren vino de arriba.— ¿Estás ahí?

—¿Por qué? —Brody disparó de nuevo.— ¿Quieres tirar


granadas de mano, o qué?

Soren no respondió al comentario sarcástico. Una cuerda


cayó al suelo, casi llegando a la tierra, pero no del todo.

Carson y Brody se pusieron sus ropas. Ya sea para bien o


para mal, Soren claramente tenía la intención de reunirse con
ellos. Se levantaron y se dirigieron a la cuerda. Brody probó a
ver si era segura. Aguantaba, pero todavía se miraban el uno al
otro con duda.

—Mi hermano me ha decepcionado antes, —dijo Brody.

—Todo el mundo merece una segunda oportunidad, —


respondió Carson,— y al final, no es que estemos en el Ritz aquí
abajo.

—Buen punto. —Respiró hondo y dijo:— Está bien, tú vas


primero. En caso de que te caigas, te voy a agarrar.

Carson sacudió la cabeza ante la preocupación de Brody.


Contrariamente a lo que Brody podría pensar, las ovejas eran
120

realmente buenas escaladoras, algo debía haber quedado de sus


primos lejanos, cambia-formas de cabra.
Página
Pero se sentía bien ser mimado, y además, si hacía sentir a
Brody mejor por esto, ¿quién era Carson para cuestionarlo?

—Espera, —dijo Brody, habiendo al parecer cambiado de


opinión.— Déjame subir primero y ver si está despejado.
Entonces voy a volver a bajar y a tomarte para volver a subir.

Carson puso los ojos en blanco.

—Sea lo que sea, sucederá, Brody. Si hubieran querido


matarnos, no seríamos capaces de hacer mucho desde aquí
abajo de todos modos. No tienen ninguna razón para que
salgamos.

Con eso dicho, Carson se apoderó de la cuerda y comenzó


a subir. Su propia duda provenía de algo diferente, más que del
miedo a ser dañado. ¿Si dejaban este recinto, estarían
renunciando a su última oportunidad para estar juntos? ¿El
tiempo que habían pasado ahí sería en balde? No lo sabía, pero
no estaba dispuesto a perder la oportunidad de que saliera bien
tampoco. Ver a Brody debilitarse más y más tenía que ser lo más
duro que jamás había hecho.

La verdad sea dicha, temía que el hambre que Brody había


sufrido pudiera impedirle ser capaz de subir la cuerda. Fue un
largo camino, después de todo. Tal vez debería haber sido el que
subiera en segundo lugar, dado que había mantenido la mayor
parte de su fuerza y podría llevar a Brody si algo salía mal. Pero
no tenía por qué temer. Brody se mantuvo consolándolo con
palabras suaves a través de su vínculo mientras subían.

Más pronto de lo que Carson esperaba, estaban fuera de la


fosa. Segundos más tarde, Brody se unió a él, tomando su mano
y apretándola mientras respiraban aire fresco, libres de nuevo.
121

Por unos momento, los ojos de Carson lucharon por


acostumbrarse al sol después del tiempo que él y Brody pasaron
Página

en una oscuridad casi completa.


Cuando su visión se ajustó, vieron a Soren y el amigo de
Brody, Liam, de pie delante de ellos, pareciendo incómodos.
Otros tres hombres, probablemente los guardias que habían
estado a cargo de mantener el puesto de la prisión de Brody y
Carson, yacían a sus pies, inconscientes. Soren, sin palabras,
ofreció a Brody algo de comida, y, después de olfatear un poco,
Brody cayó sobre él como el lobo hambriento que era.

Carson no había esperado que los dos hombres le trajeran


ninguna cosa, pero Liam le proporcionó una comida vegetariana
también. Una dieta de heno, mientras era suficiente para
mantenerlo vivo y sano, no era exactamente su elección de
comida gourmet, y se sintió agradecido por el gesto.

El agua era lo siguiente. Los lobos siempre le


proporcionaron el suministro necesario durante su encierro y a
Brody, pero de alguna manera, parecía saber diferente aquí
arriba, con el viento soplando a través de su pelo y los rayos del
sol que brillaban en su rostro.

Pero, por supuesto, el momento de simple júbilo no podía


durar. Brody terminó su propia comida y se volvió hacia su
hermano.

—Por mucho que aprecie esto, Soren, ¿por qué estás aquí?

Soren suspiró.

—He venido en cuanto me he enterado. Te aseguro que no


sabía sobre esto, Brody. Si me lo hubieran dicho, nunca lo
hubiera permitido.

Brody entrecerró los ojos a Soren.

—¿Y cómo te enteraste? Asumo que Padre no es


exactamente comunicativo con la información con respecto a
122

nuestra prisión, y además, no vives con nosotros.


Página
Soren vaciló, luego apartó a Brody y Carson del hoyo. Liam
procedió a atar a los guardias que aún estaban inmóviles en los
árboles, mientras que Soren susurró.

—Bueno, en primer lugar, nadie debe saber esto excepto


nosotros cuatro. Padre reconoce el hecho de que su decisión fue
extra-dura, y nos dijo a Liam y a mí que los sacara del arresto.

Carson parpadeó, sin comprender nada.

—Pero… ¿Por qué no podía simplemente renunciar a la


sentencia?

Soren miró apenado, mientras que Brody se frotó los ojos.

—Odio decirlo, pero realmente entiendo, —dijo Brody.—


Es un Alfa, el anciano Alfa. Si lo hiciera, se vería débil. Su
posición estaría en peligro.

Soren asintió.

—Sé que no arregla las cosas, pero no se puede evitar.

Curiosamente, tenía sentido para Carson también, incluso


si nunca perdonaría al anciano Alfa por lo que le había hecho a
él y a Brody. Dudaba mucho que el padre de Brody quisiera su
perdón, en primer lugar, de todos modos.

—Entonces, ¿dónde nos deja esto entonces? , —preguntó a


Soren.—¿Vamos a estar huyendo de otros cambiaformas?
¿Vamos a ser perseguidos?

En respuesta, Soren sacó dos sobres de su chaqueta y


ofreció uno a cada uno de ellos.

—De Padre. No los he leído, pero sé que significa que te


deja ir.
123
Página
Más confundido que nunca, Carson abrió el suyo. En una
clara masculina caligrafía, unas pocas líneas esbozaban el
mensaje del viejo lobo para él.

Tú ganas, cordero. Los lobos no van a ser un problema


para ti y para Brody durante más tiempo. Pero recuerda, tu
tarea no será fácil. Brody cambió su manada por ti, y vas a
tener que compensar eso. Buena suerte. La vas a necesitar.

No dijo nada más. La carta de Brody, sin embargo, parecía


más larga, y cuando Carson dobló su propio pedazo de papel, el
otro hombre continuó leyendo. Carson tenía curiosidad, pero no
incitó a la mente de Brody. Su compañero le contaría cuando se
sintiera preparado.

Por último, Brody apartó los ojos de la hoja de papel.

—Parece que permitirá el uso de mis viejas cuentas. Somos


libres de irnos, pero ya no pertenezco a ninguna manada más.

Una vez más, Soren parecía triste.

—Lo sé. Desearía que las cosas pudieran ser diferentes,


pero…

—Hey, nadie te impide contactar con Brody de vez en


cuando, —Carson saltó de repente.— Y luego, está Liam.

Tal vez él no pudiera ofrecer una manada a Brody todavía,


pero se trataba de un comienzo. Soren asintió con vacilación.

—Por supuesto, si Brody se compromete a verse conmigo.

Por unos momentos, Brody apenas miró a su hermano en


silencio.

—Tú eres mi hermano, —dijo finalmente.— No te he


124

perdonado todavía, pero quizás con el tiempo…


Página
Los ojos de Soren brillaban de emoción, y Carson
consideró deslizarse lejos para dar a los hermanos un momento
de privacidad. No tuvo la oportunidad. Liam se fue a su lado y le
dijo: —¡Vamos, chicos!. Tenemos que irnos antes de las bellas
durmientes despierten.

Parecía que todos estuvieron de acuerdo con la evaluación


de Liam. Entre Soren, Liam, y Brody, consideraron sostener
viales de algo que olía sospechosamente a orina. Enmascaraban
su olor, Carson se dio cuenta, para que los guardias más tarde
no supieran quién los había atacado.

Cuando el desagradable trabajo se terminó, Liam y Soren


guiaron a Carson y a Brody fuera del bosque y a un coche.
Parecía que habían llegado a pie por el bosque, probablemente
para no dejar más rastros. Junto con su compañero, Carson se
subió al vehículo y se apoyó contra el banco. El peso ligero del
sobre enviado a él por el lobo anciano parecía arder en el
bolsillo. ¿Realmente podían dejarlos en paz a partir de ahora?
Dios, esperaba que sí.

125
Página
Capítulo Ocho
Unos meses más tarde

—¡Joder!

Brody arrojó el martillo al suelo cuando una vez más


fracasó en la simple tarea de asegurar dos tableros juntos.
Maldita sea. Tal vez debería haber permanecido en la ciudad
después de todo. Mejor aún, tal vez debería haber utilizado
contratistas. Parece que los cambia-formas podían ser buenos
en la caza, pero no tanto en arreglar los hogares.

Él y Carson habían comprado una hermosa propiedad en


las Montañas Rocosas. La primera vez que habían visto la vieja
casa en medio de la nada, se habían enamorado de ella. Claro, el
edificio necesitaba trabajo, pero Brody y Carson confiaban en
que se las arreglarían. En conjunto, podían crear un hogar para
cualquier manada o familia que reunieran con el tiempo. Carson
había confesado estar enfermo de la ciudad y anhelaba
vegetación y pastos. Pero el precio de la tierra y la casa había
sido bastante presión sobre las cuentas de Brody, y habían
decidido ir arreglando su lugar, ellos mismos.

Lamentablemente, ni Carson ni tampoco Brody sabían


demasiado sobre el trabajo de construcción. Desde que habían
rechazado aceptar la ayuda de cualquiera de sus amigos,
también iba condenadamente lento. Está bien, así que tenía sus
ventajas, es decir, tener un cierto cordero cerca en todo
momento, pero aun así, Brody se sentía como un completo
fracaso por no ser capaz de proporcionar a Carson la casa que
tanto había soñado.
126

Frustrado consigo mismo, Brody saltó de la escalera y cayó


Página

sobre el suelo cubierto de hierba.


Tomó una respiración profunda, inhalando el fresco aire
de la montaña. Era una maravilla aquí. Tal vez sólo debería
tomar un descanso y disfrutar del día con su pareja. Él y Carson
habían pasado por mucho. Se merecían un descanso.

De repente, Brody sintió a su compañero acercarse, como


si Carson hubiera adivinado sus pensamientos. Sonriendo, se
volvió y se encontró frente a un espectáculo poco probable. Un
hermoso cordero blanco se paró frente a él, mirándolo con sus
grandes ojos azules.

El vellón de lana blanco de Carson brillaba tan blanco que


casi dolía la visión de Brody. Brody tuvo un flashback del
momento en que se conocieron, sólo que esta vez, no había
terror en la postura de Carson, ni en su corazón y mente, sólo
expectativa.

—¿Qué vas a hacer, corderito? —preguntó Brody, mientras


empezó a caminar hacia Carson.

Todavía en forma animal, Carson empezó a retroceder.


Cuando Brody se acercó más, Carson se dio la vuelta y echó a
correr.

Sorprendido y divertido por el comportamiento de su


pareja, Brody eligió ir junto con él. Así que, Carson quería jugar.
Brody le mostraría las reglas del juego.

Cambió en su forma de lobo y comenzó a perseguir a su


errante pareja. Sus sentidos inmediatamente lo siguieron por el
olor de su oh-tan dulce presa. Porque sí, Carson era su presa,
pero no de la manera que cualquiera de los lobos de la manada
de Brody había juzgado. Era la presa de la que Brody nunca se
cansaría, la que él amaba atrapar una y otra vez, y quien había
logrado lo que nadie más había hecho, domar a la bestia en su
127

interior.
Página
Interiormente sonriendo, Brody corrió a través de la
vegetación, siguiendo el destello ocasional de vellón que veía
delante de él. Sin embargo lo experto que Carson podría ser en
algunos aspectos físicos, seguía siendo un animal doméstico, y
no significaba que armonizara con el medio ambiente. No tenía
mucha oportunidad de escapar de Brody. Pero Brody sabía que
Carson no quería ni siquiera correr más rápido que él, en
realidad no. El juego era acerca del momento delicioso cuando
Brody atraparía a Carson y lo devoraría de una manera más que
placentera para ambos.

Por un momento, Brody le permitió a Carson eludirlo,


disfrutando de la simple alegría de la persecución. Le encantaba
estar aquí afuera, porque de vez en cuando, en realidad podría ir
a cazar sin ser molestado por nadie. Pero esta caza se cobraba
con un premio mucho mayor, y la impaciencia comenzó a crecer
en su interior.

Aceleró, y en pocos segundos, estaba ganando a Carson.


Con una estocada, saltó sobre el cordero aún huyendo. Fueron a
derrumbarse al suelo, rodando en la hierba suave y verde.

Al instante, los dos cambiaron.

—Parece que me atrapaste, mi gran lobo feroz, —dijo


Carson en un tono jadeante.— Ahora, ¿qué vas a hacer
conmigo?

En lugar de responder, Brody aplastó sus labios con los de


Carson. La adrenalina de la caza todavía corría por sus venas, y
su bestia aulló en la demanda de reclamar a su compañero.
Estaban ambos desnudos, cortesía del cambio, pero, por
desgracia, tampoco tenían ningún lubricante. Además, Brody
disfrutaba rodando por la hierba tanto como cualquier lobo,
128

pero no había los beneficios de una casa, es decir, una especie


de muebles donde pudiera atar a su compañero.
Página
No habían decorado el interior de su casa todavía. En su
mayoría, utilizaban utensilios de cocina portátiles y cosas por el
estilo. Sin embargo, Brody había hecho una excepción con
respecto a su cama. Había sido el primer y único artículo que
habían traído a la casa. Afortunadamente, los dormitorios
estaban bien conservados, y nadie había hecho un comentario
de por qué había insistido en cierto tipo de cabecera.

Su mente ya estaba en las muchas cosas que podía hacer


con Carson, Brody separó sus labios y dio a su compañero una
mirada caliente.

—Vas a conseguirlo ahora, mi cordero.

Se puso de pie y alzó a Carson. A medida que pasó a su


compañero por encima de su hombro, Carson “beeh”-rió, sus
manos explorando los músculos de la parte posterior de Brody.
La excitación corría por Brody en la sensación de su compañero
tocándolo así, como si no pudiera tener suficiente. Su cordero
ahuecó las nalgas, experimentalmente apretando las mejillas.
Brody gruñó frustrado de lujuria y golpeó el culo de Carson.

—Cuidado ahora, corderito, o podría volverme loco. No


quieres que te folle aquí y ahora, ¿verdad?

Carson gimió, su polla contorsionándose contra la piel de


Brody, y Brody dedujo que en realidad, su compañero quería ser
follado y follado duro. Brody comenzó a correr, regresando por
donde habían venido. Llegó a su casa en tiempo récord y estalló
a través de la puerta de entrada, escaleras arriba, y hacia el
dormitorio.

Las tablas del suelo protestaron ante su estruendo


mientras corría, y Brody hizo una nota mental para reforzarlas
lo antes posible. Por fin, alcanzó su destino. Corrió a la
129

habitación que compartían y volcó a su compañero en la cama.


Página
Antes de que Carson incluso pudiera decir una palabra,
Brody se unió a su compañero en el colchón y cubrió el cuerpo
de su cordero con el suyo propio.

Una vez más, sus labios se encontraron en un delicioso


beso que derretía la mente. Brody exploraba cada rincón de la
boca de Carson, y, como siempre, su compañero se rindió tan
bellamente que Brody casi se corrió por eso. Sin embargo, le
debía a Carson un poco de algo por la persecución, y sabía que
su compañero lo esperaba. El maldito cordero era más
manipulador que un zorro.

Con gran dificultad, Brody se separó de la boca de Carson.


Moviéndose lo más rápido que pudo, hurgó en la bolsa que
mantenían al lado de la cama para tales ocasiones y sacó una
paleta y un tapón anal vibrador. Los juguetes no eran como los
que habían comprado en sus primeras veces juntos, pero no
tenían que ser, tampoco. Brody y Carson estaba empezando una
nueva vida, aquí y ahora, trajeron todo lo que les hacía quienes
eran, incluyendo sus manías.

Brody se apresuró al baño contiguo, donde procedió a


limpiar el tapón anal. Debería haber sido algo problemático
guardar sus juguetes aquí, pero tenían suerte. La casa tenía
mucha agua y electricidad, gracias a Dios, alimentándose de su
propios suministros privados, y sorprendentemente, la tubería
no tenía ningún problema significativo. Había cerrado el trato
para Brody y Carson, y Brody estaba aún más agradecido por
eso ahora.

Con su tarea acabada, Brody volvió al dormitorio y tragó


saliva viendo lo que su compañero estaba haciendo. Carson
tenía dos dedos en su propio culo, empujando hacia dentro y
fuera de su cuerpo, retorciéndose en la cama por su propio
130

toque. Su conexión se inundó con el deseo y la necesidad,


cuando Carson le rogó.
Página
—Por favor, Brody. Por favor, jódeme.

Brody hizo su camino de regreso a la cama.

—Eso es mío, —gruñó. Sacó los dedos de Carson y analizó


al ahora manchado agujero de su compañero.— Impaciente, ¿no
Carson?

Carson asintió con tanto entusiasmo que la excitación de


Brody aumentó aún más. Dio la vuelta a su compañero a cuatro
patas y le acarició los globos ajustados con las manos codiciosas.
Con una sonrisa, expuso el agujero de Carson, su boca babeando
con la vista de la apertura retorciéndose que parecía hacerle
señas para que se acercara. Sin embargo, se resistió, recordando
el castigo que su compañero había ganado.

Tomó el tapón anal y lenta, muy lentamente, lo insertó en


el ano de Carson. Su compañero gimió, tratando de empujar
hacia atrás contra el juguete.

—Sujétate en la barandilla, Carson, y no te muevas, —


ordenó Brody.— Voy a hacer brillar tu culo.

Carson obedeció, con el cuerpo tenso incluso mientras


luchaba por permanecer quieto. Brody se tomó unos segundos
para inspeccionar su obra. Al ver el dulce agujero de Carson que
se extendía por el tapón lo hizo anhelar estar dentro de su
pareja aún más.

En cambio, apretó el botón que activaba el juguete. Había


comprado el artículo en un impulso, pero los resultados le
dijeron que había hecho la elección correcta. Carson gritó
cuando el tapón masajeó el ano. A través de su conexión, Brody
podía sentir incrementarse el placer de su pareja más y más.

Sonriendo, tomó la pala y golpeó, manteniendo los golpes


131

dirigidos hacia el área que sabía que no haría daño a Carson.


Página
Su compañero en realidad aulló esta vez, en la medida en
que pudo aullar sin ser un lobo, por lo menos. Brody incluso
podría haber confundido el sonido como protesta, si no hubiera
percibido todas las emociones de Carson dentro de él. Trajo una
nueva dimensión al sexo, y Brody se preguntó cómo en el
mundo había tenido tanta suerte.

Carson apretó su agarre en la cabecera mientras Brody


continuaba su sensual tortura. Cuando un golpe tras otro caía,
empezó a caer más y más profundo en un espacio mental
reservado para esos momentos, un espacio en el que los límites
entre el placer y el dolor desaparecían. El calor se extendió
desde los muslos y las nalgas que se unían directamente a su
polla, haciendo que se mareara de deseo. El duro beso de la pala
lo condujo salvajemente. Su conexión con Brody seguía siendo
la única cosa real y verdadera.

Con cada golpe, Brody empujaba el juguete que vibraba en


su interior, haciendo las vibraciones aún más intensas. Se sentía
tan bien, y sin embargo, no era suficiente. A través de su
vínculo, Carson oyó la orden.

—No te corras, corderito. No te corras hasta que yo te


diga.

Así que Carson se mordió los labios y luchó para


mantenerse anclado cuando una ola de placer amenazó con
barrerlo de sus pies. No podía ya ni siquiera hablar, habiéndose
132

convertido en un ser de pura emoción.


Página

Afortunadamente, Brody entendía sus deseos.


De repente, la azotaina se detuvo y el juguete desapareció
del culo de Carson. Carson se estremeció cuando su amante
presionó besos sobre sus nalgas acaloradas, a continuación, por
encima de su columna vertebral hasta llegar a su cuello.

Brody estaba tan cerca ahora, tan cerca de donde Carson


quería que estuviera. El juguete apenas había despertado su
apetito por algo mucho mejor que quería tener en su interior.
Carson dolía por ser llenado por su compañero, sentir a Brody
estirar su ano a toda capacidad, tener al lobo tocándolo como
sólo él podía hacerlo.

Sintió a Brody dentro de su mente, y luego, la polla de


Brody golpeó en su apertura. Carson se aferró a la barandilla
cuando su compañero empujó lentamente en su interior. Su
culo quemaba de los golpes y el juguete que Brody había
utilizado en él. Temblaba todo su ser centrado en obediencia a
su amante, su pareja, su maestro.

Por fin, Brody estaba completamente dentro de él, sus


bolas al ras contra las mejillas del culo de Carson. Una infinidad
de olores los rodeaba, asaltando los sentidos de Carson. Brody
estaba en todas partes, dentro de él, alrededor de él, guiándolo
más y más en ese mundo único donde sólo su placer y amor
importaban.

Brody se retiró de él y empujó hacia el interior, llegando a


la próstata de Carson. Carson gritó y se arqueó contra su
compañero, necesitando más, anhelando todo lo que Brody
tenía que ofrecer. Empujó atrás contra Brody, golpeando
salvajemente, aferrándose por pura fuerza de voluntad a la
cabecera.

—Oh, Dios, Brody. Por favor. Sólo… más.


133

Brody aumentó el ritmo, y los oídos de Carson se llenaron


con el sonido de bofetadas de carne contra carne.
Página
Su ano ardía con la invasión y sus testículos le dolían con
la necesidad de correrse. Su cuerpo entero zumbaba con
excitación insatisfecha. Cada uno de los movimientos de Brody
se frotaba contra la todavía dolorida piel del culo de Carson y
los muslos, y el leve cosquilleo sólo se agregaba a la sensación.

Cayeron en un ritmo salvaje, tomando su placer en sí. La


jodida casi violenta de Brody podría haber parecido insensible
excepto por el amor intenso que Carson sintió que venía a través
de su conexión. Antes de conocer a Brody, nunca hubiera
pensado que iba a experimentar tales cosas, que el dolor podría
traducirse en placer y la lujuria en puro afecto, inalterado. Todo
dentro de Carson se acercaba a Brody cuando su compañero lo
tomaba, y seguía y seguía, ni una sola vez vacilante. Se mordió
el labio en un intento desesperado por mantenerse a raya, pero
no pudo aguantarlo mucho más tiempo.

Como siempre, su compañero estaba ahí a su lado. Alargó


la mano hacia la polla de Carson y bombeó un par de veces. Y
entonces, sus colmillos se clavaron contra la carne de Carson y a
través de su enlace, la orden vino fianalmente.

—Córrete.

La sangre de Carson se volvió líquido caliente. Su visión se


volvió blanca cuando el éxtasis corría por él. Gritando el nombre
de Brody, encontró su clímax. Al mismo tiempo, sintió que su
compañero empujaba por última vez en el interior de su pasaje
y lo llenó con su semilla.

Su mente hizo cortocircuito con el desbordamiento de


placer, Carson dejó su orgasmo para hacerse cargo. No sabía
cuánto tiempo le llevó, cuánto tiempo se sacudió en medio del
clímax. Lo sentía todo en su interior, pero dentro de Brody
134

también. Y cuando su conciencia comenzó a regresar, lo


primero que notó fue el calor. Por su lado, parecía que había un
Página

verdadero horno, uno muy personal y propio de Carson.


Su cuerpo todavía ardía por la entusiasta jodida, y dentro
de él, en su alma, el calor de su vínculo perduró.

Carson se acurrucó más cerca de su compañero y sonrió


cuando un fuerte brazo se envolvió alrededor de su cintura.
Todo por lo que habían pasado mereció la pena. Finalmente,
podrían tener la vida que habían soñado con este momento.

Cuando Brody abrió por primera vez sus ojos,


inmediatamente no se dio cuenta que sus instintos se habían
erizado. Todavía se sentía agotado por el anterior festival de
sexo, pero en cuestión de segundos, llegó a estar en alerta y se
dio cuenta de lo que estaba sintiendo.

Alguien, más de una persona, había invadido su territorio.


Su casa ya no sólo olía a él y a Carson. A su lado, Carson se
agitaba también. Tal vez había sentido la maldad, también, o tal
vez su conexión lo alertó. De cualquier manera, no entró en
pánico. En su lugar, le dio a Brody una inquisitiva mirada y a
través de su enlace, le preguntó.

—¿Quién es? ¿Qué hacemos?

Brody tentativamente olfateó el aire. Con cada segundo


que pasaba las presencias se acercaban. Pero había algo extraño
que Brody no había esperado oler juntos nunca más. Manada y
presa.

Brody apresuradamente se puso un par de pantalones, y


135

después que Carson hizo lo mismo, se deslizó fuera de la


habitación. Aparte de Carson, percibió dos personas cercanas.
Página
Una de ellas había sido la perdición de su existencia por
dos años, y la habría reconocido en cualquier parte. Supuso que
había alguna razón para ese viejo refrán. No hay furia suficiente
en el infierno como una mujer despechada. Pero, ¿cómo podría
Roxanne haber descubierto donde vivían ahora él y Carson? Y
¿qué estaba planeando? ¿De verdad pensaba que sólo podía
entrar aquí? ¿Y hacer qué?

Cualquiera que fuera el caso, Brody no le permitiría o a


quien ella hubiera traído que dañara a Carson. Enseñó los
colmillos, listo para proteger su territorio. De repente, Carson se
quedó sin aliento.

—Brody, espera. Creo… Creo que mi hermano está con


ella.

Brody parpadeó cuando destellos de recuerdos corrían por


su cabeza. El medio hermano de Carson, Ray, también era el
hombre que había instigado a otros machos a dañar a Carson
hace dos años, la noche en que Brody y Carson se conocieron.
Brody se había vaporizado durante bastante tiempo para
vengarse del hombre, pero Carson había dejado toda la historia
ir, y la última cosa que Brody quería era abrir viejas heridas.
Parecía, sin embargo, que Ray no compartía la opinión de
Carson. Pero, ¿cómo podría Roxanne haberse unido con Ray?
No tenía ningún sentido.

En cualquier caso, la aparición del hermano de Carson


significaba que Roxanne había venido aquí no sólo con la
intención de vengarse, sino también de llevar armas que los
lobos no tenían. Su clase podía utilizar la plata de vez en cuando
para castigar o restringir a los lobos fuera de la ley, pero no
tenían la habilidad que las ovejas tenían.
136

Pero Brody no permitiría que eso le detuviera.

—No tengo miedo de las armas de fuego, —envió a su


Página

compañero.— Voy a estar bien.


Carson parecía preocupado, pero no hizo ningún
comentario más. Tenían la ventaja ya que conocían la casa, y su
olor ya estaba en todo. Lo mejor sería quedarse en el dormitorio
y esperar que sus atacantes vinieran, entonces tomarlos por
sorpresa.

Asintiendo a Carson, volvieron sobre sus pasos y


regresaron por donde habían venido. Con suerte, Roxanne y
Ray no se habrían dado cuenta de que Brody y Carson estaban
despiertos. Pero no llegaron a alcanzar el dormitorio. Una
sensación de inminente peligro lo asaltó. No sabía la razón, ya
que sus sentidos ya habían detectado a Roxanne y Ray. Carson,
sin embargo, parecía saber.

—¡Al suelo! —gritó su compañero. Carson se abalanzó


sobre Brody, y cayeron al duro suelo justo cuando una lluvia de
balas hizo su presencia por el pasillo.

Tan rápido como pudo, Brody les dio la vuelta y cubrió el


cuerpo de Carson con el suyo. Se las arregló para empujarlos a
una alcoba contigua. Por algún milagro, las balas pasaron por
alto a Carson, pero dos de las rondas lo arañaron. Plata, el tipo
especial de balas que las ovejas u otras presas cambia-formas
utilizaban contra los lobos. Simplemente genial. Por lo menos,
en realidad no se había incrustado en su carne. Eso podría
haberse convertido en un gran problema.

Respiró hondo y se concentró en el salvaje latir del


corazón de su compañero. Mantén a Carson seguro. Mantén a
Carson seguro. Eso era lo que necesitaba hacer. La letanía le dio
una sorprendente claridad de mente, y se dio cuenta de lo que
originalmente pasó por alto. Había otra persona en la casa, un
soldado y un lobo que habían sabido qué hacer para disimular
su acercamiento. Sin Carson, podrían no haber sido capaces de
137

darse cuenta de eso en absoluto.


Página
Hacía tiempo desde que Brody había olido el olor de su
oponente, pero lo recordaba con claridad cristalina. Ese día
marcó su separación de Carson, y algo más, la única vez que
había matado a uno de los suyos. Se preguntó cómo nunca
había pensado que finalmente llegaría para perseguirlo. Lo
cierto es que nunca había sabido qué había sido de Lester
después de ser sacado de la sala por los hombres de Soren, pero
parecía que todo lo que el padre de Brody había hecho no fue
suficiente. El hombre había vuelto y parecía muy interesado en
la venganza.

Brody no tenía mucho tiempo. Lester estaba en el otro


extremo del pasillo, y Roxanne y Ray se estaban acercando
rápidamente. Parecía que habían venido preparados para luchar
contra un ejército, no sólo con un lobo y un cordero.

Tenían que moverse. Brody pensó rápido. En la casa,


estaban atrapados, superados en número, y en armas. Sin
embargo, el bosque y la montaña los protegería. La única salida
sería a través de la ventana a unos metros delante de él. Para
llegar ahí, sin embargo, tendrían que correr a través de la línea
de visión de Lester. Sí, con un énfasis en el si, se las arreglaran,
sería fácil navegar desde ahí. Estaban sólo en el segundo piso, y
la arquitectura del edificio permitía aterrizar afuera sin
demasiados problemas.

—Podemos hacerlo, —dijo Carson en su mente.— Ve.


Confío en ti.

A pesar de todas las dudas en su mente, Brody sabía que


no tenía muchas opciones. Agarró a Carson y se lanzó hacia
adelante. Un grito de ira sonó a su derecha, pero Brody lo
ignoró. Tuvo instantes antes de que Lester reaccionara.
138

Se movió más rápido que nunca antes.


Página
En un instante, cruzó la distancia que separaba a él y
Carson de la ventana y saltó. Cristales destrozados, rascándole
la cara, y momentos más tarde, siguió otra lluvia de balas.

Afortunadamente, aterrizó en el suelo sin mayores lesiones


y corrió lejos. Sin embargo, al llegar al comienzo del bosque,
otro disparo sonó. Su suerte no se mantuvo, y esta vez, la bala
golpó a Brody en la pierna. No lo había derribado, pero el
choque del impacto y el peso extra que llevaba lo hizo tropezar.
Con el impulso, tropezó contra un agujero en el suelo, y cayó,
bloqueando la rodilla contra una gran roca. Brody realmente
sintió el hueso romperse y atravesar la piel.

Aullando, Brody dejó caer a su compañero de sus brazos.

—Brody, —gritó Carson, correteando cerca.

—Vete, Carson. Vete. ¡Sal de aquí!. —Su compañero


todavía sería capaz de escapar. Brody podría estancarse y ganar
tiempo para que Carson corriera.

Pero Carson no obedeció. En su lugar, se arrastró más


cerca y levantó el cuerpo de Brody, obviamente con la intención
de llevarlo. Era extraño, pero Carson era más fuerte de lo que
parecía. Podría haber tenido éxito, pero antes de que Carson
pudiera hacer nada, Roxanne y Ray llegaron.

—Alto ahí, cordero, —se mofó Roxanne.

—¿Qué quieres de nosotros? —preguntó Brody.— Se


supone que odiabas nuestro apareamiento tanto como yo lo
hacía. Tú misma me dijiste que hablarías con Padre para que lo
rompiera.

Roxanne le fulminó con la mirada.


139
Página
—Sí, tenía la intención de hacer eso. Pero hay una
diferencia entre lo que planeaba y lo que hiciste. Me
abandonaste y humillaste delante de la manada. Me dejaste por
un cordero, un cordero de todas las cosas. ¿Tienes alguna idea
de cómo se siente?

Ella ni siquiera esperó una respuesta. En su lugar, empujó


abajo a Carson con la escopeta, y se postraron en el suelo a sus
pies. Ray se echó a reír.

—¿Por qué estás haciendo esto, Ray? —preguntó Carson.—


¿Cómo siquiera supiste dónde estábamos?

—Oh, fue fácil. —Se rió Ray.— Todo lo que tenía que hacer
es pedir a Madre el número de teléfono desde el que llamabas.
Tonta idiota sigue creyendo todo lo que yo le digo, incluso
cuando me refiero a traerte de vuelta a casa y salvarte del
terrible lobo que te mantiene prisionero.

Brody había sabido que Carson se mantenía en contacto


con su madre por el uso de su teléfono móvil, pero nunca se le
ocurrió que alguien pudiera utilizar eso para localizarlos. Joder.
Una vez más, había sido descuidado.

—Yo pensé que tendría problemas para encontrar quiénes


podrían ser tus enemigos, pero para mi suerte, todo el mundo
sabe quién eres —continuó Ray.— El mundo paranormal es
absolutamente un hervidero de noticias del lobo acoplado a un
cordero.

No es de extrañar que Roxanne estuviera enojada. Ser el


centro de atención no podía ser muy agradable. Desde que
Brody y Carson dejaron atrás la civilización, parecían haberse
perdido bastante entusiasmo. Brody se preguntó por qué sus
amigos nunca lo mencionaron. Tal vez no querían invadir la
140

felicidad de Brody y Carson con tales cosas.


Página

Cuando Ray habló, Lester salió de la casa.


—Y cuando el carnero se puso en contacto con nosotros,
simplemente no pudimos resistirnos.

Brody miró al hombre.

—¿Por qué no vas a arrastrarte de nuevo al agujero de


donde saliste? Estoy seguro de que a tu Alfa le encantaría saber
que viniste detrás de mí.

—No me importa lo que diga el Alfa. Ya no soy más su Beta


—gritó Lester.— Mataste a mi hermano. Ahora, voy a llevarme a
tu pareja lejos de ti, y luego cortarlo en trozos pequeños.

—¿Y realmente crees que puedes salirte con la tuya? —dijo


Carson, distrayendo a Lester de su plan.

Roxanne se rió.

—Tenemos nuestros métodos.

Brody no tenía ni idea de lo que su compañero tenía


previsto, pero sentía que la mente de Carson trabajaba
furiosamente. No podían salir de aquí con la fuerza. Por lo
tanto, tendrían que hacerlo a través del cerebro. El punto débil
radicaba en dos lobos habiéndose unido con una oveja. No
tenían el enlace que Brody y Carson compartían, y como tal, la
alianza sería tenue en el mejor de los casos.

—Lanzando los orines por ahí, ¿verdad? —Sonrió


Carson.— Eso podría librarte de los lobos, pero no de las ovejas
u otras razas.

Brody no tenía ni idea de si los amigos de Carson -cisne o


ardilla- tendrían la capacidad de distinguir los olores a pesar
del método que su especie utilizaba para cubrir sus huellas.
Sospechaba que no, pero no podía estar seguro. Gracias a Dios,
141

no podían ni Lester ni Roxanne.


Página
Sus expresiones se volvieron de certeza presumida a
alarmante ira.

—Por supuesto que no serían capaces de sentirnos, —dijo


Roxanne con una risa nerviosa. Con el temor de que pudiera ser
descubierta, aparentemente había olvidado por completo su
furia hacia Brody.

—¿En serio? —presionó Carson su ventaja.— Sigue


adelante y pregúntale. —Él asintió con la cabeza hacia Ray.—
Sabe que tengo razón.

Lester y Roxanne se volvieron hacia Ray, cuya sangre se


drenó de su cara.

—Yo… uh… no lo sé. Es posible.

—Por supuesto que lo es, —agregó Carson.— Estamos


entrenados para sentir a los depredadores, especialmente en las
zonas boscosas. Y por si no lo sabías, tengo muchos amigos que
no toman amablemente lo que has hecho aquí.

Los dos lobos volvieron su ira sobre Ray.

—Tonto, —Roxanne gritó.— ¿Tienes alguna idea de lo que


has hecho?

Podría haber sido la estupidez o la terquedad, pero Ray no


dio marcha atrás.

—No es que estuvieras en desacuerdo conmigo, perra. —


Por supuesto, si trataba de huir ahora, el instinto de caza sólo se
pondría en marcha. Quizás Ray se había dado cuenta de que por
fin había mordido más de lo que podía masticar.

Brody casi dio un respingo al oír las palabras de Ray. Sabía


142

que Roxanne tenía bastante temperamento y no se tomaba a la


ligera ser insultada por una oveja. Era muy diferente a llamarla
Página

puta por la manada y tener a una presa haciendo lo mismo.


Como Brody había esperado, la forma de Roxanne
comenzó a desdibujarse hasta que se transformó en un lobo.
Esta vez, Ray no lo dudó. Apuntó el arma hacia ella, frunciendo
el ceño.

—Mueves un músculo, y estás muerta.

Por desgracia para Ray, tenía a dos contra uno. Lester


cambió en su segunda forma, también y se abalanzó hacia el
joven carnero. El arma de fuego de Ray se disparó, pero no
alcanzó su objetivo. Presa del pánico, Ray se transformó en un
carnero, tratando de usar sus cuernos puntiagudos para
empujar a los lobos. Logró luchar por un minuto más o menos.
Su cuerno aterrizó en los ojos de Roxanne, y aulló en
consternada angustia. Ella retrocedió, sacudiendo la cabeza.
Lester, sin embargo, no estaba al menos un poco frustrado por
su dolor. Saltó sobre Ray, enterrando sus colmillos en la
garganta del carnero.

Aprovechando su distracción, Carson saltó hacia adelante


y cogió la escopeta de Roxanne. Varios disparos de bala hicieron
eco en el claro alrededor de su casa, y Lester y Roxanne se
desplomaron al suelo. Carson dejó caer la pistola, como si
estuviera conmocionado por lo que había hecho.

Por unos instantes, el tiempo parecía haberse detenido.


Todo era simplemente surrealista. Sin embargo, viendo a Lester
y Roxanne todavía en el suelo forzó a Brody a salir de su trance.
Había estado dirigido por la pura adrenalina y eso le había
ayudado a ignorar el dolor, pero ahora, necesitaba dirigir su
atención hacia su propio problema.

La herida se veía horrible, el hueso sobresalía de la piel.


Brody tenía que darse prisa o sus habilidades de cambia-formas
143

irían contra él y su lesión podría cerrarse antes de tiempo.


Carson se arrodilló a su lado, pareciendo preocupado.
Página

—Oh, Dios, Brody. ¿Qué hacemos?


Brody miró a su alrededor y encontró un palo. No podía
pedirle a su compañero que hiciera esto por él. De hecho, habría
preferido más si Carson no estuviera aquí para verlo, incluso si
una parte egoísta de él encontraba consuelo en la presencia de
su compañero. Insertó la pieza de madera en la boca y se inclinó
en contra de su pareja.

En un solo movimiento, retrocedió bruscamente el hueso


en su lugar. Horripilante dolor corría por él, y casi se desmayó
en la agonía. No ayudó que la bala de plata estuviera alojada
todavía en la pierna, contaminando su sangre.

Respiraba a través de ello, centrándose en Carson, en la


calmante voz de su compañero. Sus habilidades surtieron
efecto, y el dolor comenzó a disminuir. Sin embargo, al igual
que Brody comenzó a sentirse mejor, Lester se agitaba, tratando
de arrastrarse.

—Apunté para lesiones no letales, —dijo Carson, todavía


agarrando la escopeta.

Lo que quiera que Carson había pretendido, la escopeta


había hecho mucho daño de cerca. Era poco probable que Lester
y Roxanne se recuperaran pronto, tanto más cuanto que la plata
ahora atacaba sus cuerpos. Aún así, vivirían, y como tal, debían
ser vigilados.

El carnero, sin embargo, no se movía en absoluto. Carson


parecía estar estudiadamente tratando de no mirar en la
dirección de su hermano. La vista del cuello asolado del carnero
hizo entender a Brody por qué.

—Lo siento.

Carson suspiró.
144

—Mi madre va a estar muy herida. Fue siempre su


Página

favorito.
La voz de Carson no tenía ningún resentimiento, sólo
aceptación y lamento. Se sacudió.

—Debemos traerte un doctor, Brody, y llamar a alguien


para que nos ayude con esto.

—Ve, —dijo Brody.— Voy a guardar a nuestros amigos, —


añadió con sarcasmo.

Su pierna se curaría, pero la plata era más un problema.


Brody esperaba que su cuerpo fuera capaz de luchar un poco
más. Necesitaba asegurarse de que Roxanne y Lester no
trataran de atacarlos de nuevo.

Por fin, Carson volvió a él. A juzgar por la expresión de su


pareja y la preocupación que inundaba su vínculo, Brody supuso
que no estaba en muy buen estado.

—Aguanta, Brody, —dijo Carson.— La ayuda está de


camino.

Brody asintió.

—Tenemos que sacar la bala. Está envenenándome.

—Está bien. —Carson respiró profundamente.— Sacar la


bala. Estoy en eso.

Incluso con todo el pánico que Brody sintió dentro de su


compañero, Carson logró enfocarse. Recuperó su botiquín de
primeros auxilios y volvió al lado de Brody.

—¿Qué hago ahora? No soy un médico lobo. Sé un poco


sobre medicina de ovejas, pero más allá de eso…

—Te voy a guiar a través de esto. —Brody luchaba por


ofrecer a su compañero una sonrisa.— No es en realidad muy
145

diferente.
Página
Le hubiera gustado ahorrarle esto a su compañero, pero no
tenía muchas opciones. En su estado actual, Brody no podía
concentrarse lo suficiente como para sacar la bala.

Afortunadamente, Carson parecía más experto en esto,


entonces de lo que él pensaba. Desinfectó la herida, y con
extremado cuidado comenzó el doloroso proceso de salvar la
vida de Brody.

Brody logró mantenerse consciente lo suficiente para ver a


Carson tener éxito en su tarea. Justo cuando la sangrienta bala
golpeó la hierba, su mundo se oscureció y se entregó a la
inconsciencia.

Carson se paseaba por delante de la habitación que retenía


a su compañero. Sabía que Brody todavía estaba vivo, ya que su
vínculo se mantenía en su lugar. Al mismo tiempo, la plata
había hecho una faena a Brody. Su amante podría no estar en
peligro mortal, pero no estaba fuera de peligro todavía,
tampoco.

Una voz lo sacó de sus cavilaciones.

—Brody va a estar bien, —el anciano Wade dijo.— Es un


hombre fuerte, y tiene un montón de cosas por las que vivir.

Carson ofreció al lobo una débil sonrisa. Nunca habría


pensado que alguna vez haría eso, teniendo en cuenta todo lo
que el anciano había hecho. Pero el padre de Brody vino a ellos
146

cuando realmente importaba. Tal vez no eran exactamente


amigos, pero Carson pudo apreciar que el hombre amaba a su
Página

hijo.
Carson había llamado a Liam, y el amigo de Brody había
sido rápido en reunir tropas adicionales. Para gran sorpresa de
Carson, el anciano Wade proporcionó inmediatamente
asistencia médica a Brody.

Carson no sabía qué pasó con Roxanne y Lester, pero


había pedido al anciano que mantuviera el cuerpo de Ray
seguro. Una vez más, el hombre lo sorprendió y respetó su
petición.

—Gracias por tu ayuda, —dijo al anciano.— Simplemente


no sé lo que habríamos hecho sin ella.

El lobo parecía pensativo.

—Si te digo la verdad, no somos los que salvamos la vida


de Brody. Tú lo hiciste, con la eliminación de esa bala. Mi gente
sólo le hizo daño. —Hizo una pausa, como si estuviera
considerando sus palabras.— Estaba equivocado acerca de ti, —
concluyó.

Era lo más parecido a una disculpa que Carson podía


esperar. Como regla, los Alfas no admitían sus errores. Le dio la
esperanza a Carson de que tal vez, un día, su apareamiento con
Brody no sería condenado.

Por fin, la puerta se abrió y apareció el médico lobo.

—¿Cómo está? —Carson le preguntó a la vez.

—Se va a recuperar pronto, —respondió el médico.—


Afortunadamente, hemos sido capaces de eliminar el
envenenamiento de plata antes de que hiciera demasiado daño.
—Le dio una mirada penetrante a Carson.— La situación habría
sido mucho peor si la bala no hubiera sido eliminada antes de
que llegáramos. —El médico se aclaró la garganta.— De todos
147

modos, está despierto y quiere ver a su compañero ahora.


Página

La emoción corría por Carson.


—¿Está bien? —preguntó sin aliento.— ¿Está lo
suficientemente bien?

—Sabes que lo estoy, corderito, —dijo una voz áspera a


través de su conexión.— Ahora ven aquí. Quiero ver tu hermoso
rostro.

Sin esperar a que el médico le contestara, Carson irrumpió


dentro de la habitación y se precipitó hacia la cama donde yacía
Brody. Su compañero parecía un poco pálido, y Carson sabía
que iba a estar débil y sentir su persistente herida por un buen
tiempo. Pero la sonrisa en el rostro de Brody era un verdadero y
abrumador alivio que se apoderó de Carson.

—Ven aquí y dame un beso, —dijo Brody con una sonrisa.

Y cuando Carson lo hizo, todo lo demás palideció excepto


el conocimiento de que esta unión había llegado para quedarse y
nadie jamás los separaría de nuevo.

148
Página
Epílogo
Unos meses más tarde

Carson se removió en la silla, incapaz de contener su


impaciencia. Después de tres meses de poner sus vidas de vuelta
a su lugar, finalmente tenían un hogar. Roxanne y Lester habían
sobrevivido, pero la plata había dejado rastros duraderos en sus
cuerpos. Los ojos de Roxanne nunca sanaron, y Lester perdió
gran parte de su movilidad. El anciano Wade garantizó que los
dos, o cualquier persona para el caso, no sería un problema para
Carson y Brody.

Con eso fuera del camino, Carson y Brody oficialmente se


habían registrado como pareja. No había sido precisamente
fácil, ya que el usual proceso implicaba la participación de los
ancianos de ambas especies. Sin embargo, se las habían
arreglado para encontrar una forma de evitar eso, a través de la
agencia de cambia-formas especializada en relaciones con las
relaciones familiares. Eran conocidos ahora como Williams-
Wade, habiendo pasado con la opción de separar las sílabas con
guión, sobre la base que mejor se adaptaba a su unión. Su
madre todavía luchaba con la situación y con la verdad sobre la
muerte de Ray y su intento de matar a Carson. Sin embargo,
parecía estar tratando de entender y avanzar cada día.

Carson y Brody estaban empezando a construir una nueva


vida juntos. Como tal, Carson había sacado a colación el tema de
la adopción. Su hogar era demasiado grande para los dos.
Carson quería una familia, y dado que no podían hacerlo de la
manera antigua, tendrían que recurrir a los canales adecuados.
149

Después de algunas deliberaciones, habían decidido


presentar una solicitud a la sección de adopción de la agencia.
Página
La misma que les ayudó con su vínculo de pareja podría
ofrecerles un bebé a quien cuidar. Llevaría un tiempo para que
su expediente fuera procesado. Incluso si no estaban bastante
listos para recibir un niño en sus vidas en este momento, en el
momento en que su solicitud fuera considerada, estarían más
que dispuestos.

Pero ahora, cuando en realidad se sentaron en la agencia


de adopción, la idea de Carson parecía más y más tonta. Varias
parejas estaban esperando, algunas personas del mismo sexo
como él y Brody. No había lobos, sin embargo, o cualquier otro
carnívoro entre las parejas homosexuales. Y más importante, no
había emparejamientos de depredador-presa. De hecho, la
mayoría de las parejas eran de personas de la misma raza, y no
parecían felices sobre la presencia de Brody y Carson.

Brody le apretó la mano, ofreciendo silencioso consuelo.

—Todo está bien, —dijo a través de su vínculo.— Odian lo


que no pueden entender. Pero hemos recorrido un largo
camino. Con el tiempo, la gente nos aceptará.

Por instinto, Carson se acercó más a su compañero.


Recibió varias feas, bueno, más feas que antes, miradas, pero no
les hizo caso. Su compañero tenía razón. Habían convencido al
padre de Brody que eran compañeros de verdad. Más allá de
eso, todo el mundo podía irse al infierno.

Por último, sus nombres fueron llamados por la


recepcionista y fueron conducidos a un amplio despacho. Una
mujer de aspecto severo cambia-formas lechuza estaba sentada
en el escritorio.
150
Página
—Brody y Carson Williams-Wade, ¿correcto? —dijo sin
preámbulos. Carson asintió. Abrió la boca para añadir algo
cortés y apropiadamente impresionante, pero la mujer no le dio
la oportunidad. —Miré por encima su archivo, y me pareció
bastante sorprendente que alguien como ustedes deseen
solicitar para adoptar.

Carson oyó burla en su voz, y su corazón cayó. Parece que


adoptar no sería tan fácil como Carson había esperado.
Demonios, ella ni siquiera se presentó.

—¿Por qué se sorprendería? —preguntó Brody.— Me di


cuenta de que otras parejas del mismo sexo están esperando en
la cola.

La lechuza le miró.

—No sea obtuso. Son parejas reales, no como ustedes.

—Yo no creo que tenga ninguna autoridad para juzgar


nuestro vínculo —Carson disparó de nuevo, la ira quemando por
su desdén.

—Muy bien. Ustedes podrían tener razón ahí. —La lechuza


sonrió con fuerza.— Pero de cualquier manera, lo que yo quería
decir es diferente. Estamos preocupados por lo que le sucedería
a un niño que creciera en tales circunstancias inusuales. Como
se pueden imaginar, un niño carnívoro llegaría a tratar de
comerlo a usted, señor Williams, mientras que un herbívoro
sería comido por el señor Wade.

La forma en que ella separaba sus nombres irritó a Carson,


y le hizo también darse cuenta de que sus pasados habían sido
investigados.

—¿Cómo puede decir tal cosa?, —preguntó.— Queremos


151

ser la familia más amorosa para nuestros niños.


Página
—Me temo que simplemente no funciona de esa manera.
—La mujer les dio una mirada penetrante.— Estoy segura de
que llegarán a entenderlo pronto. Por supuesto, una vez que
encuentren a otros compañeros, ambos son bienvenidos a
probar de nuevo con sus respectivas parejas.

Brody parecía que estaba listo para arremeter contra ella.


Al darse cuenta de que si se quedaban, tendrían más que perder
que ganar, Carson sacó a su pareja fuera de la habitación. Un
puño apretó su pecho con el peso de su sueño aplastado. Había
deseado mucho dar a Brody una verdadera familia. Su visión se
volvió borrosa y se esforzó por contener las lágrimas.

Brody le abrazó con fuerza.

—Hey, no llores. Hay otras maneras.

¿Qué otras maneras? Los cambia-formas sólo tenían la


autoridad de este organismo que gobernaba sobre todos los
casos. La adopción de un ser humano estaba fuera de la
cuestión. Podrían tratar de encontrar un lobo o una oveja que
donara óvulos para ellos, pero ¿qué mujer estaría dispuesta a
aceptarlo?

Carson se obligó a calmarse y asintió. No podía rendirse,


no tan pronto.

—Tienes razón. Siempre hay un camino.

Brody le soltó del abrazo y fulminó con la mirada a las


otras parejas actualmente mirándolos.

—¿Qué? ¿Qué están mirando?

Carson sintió una pequeña medida de satisfacción cuando


varias de las personas presentes hicieron una mueca de dolor.
152

Sin soltar la mano de Brody, salió de la agencia de adopción, la


cabeza bien alta. Iba a encontrar una manera de completar su
Página

familia, lo sabía.
Más tarde ese día

El sonido estridente del teléfono despertó a Carson de su


sueño. Por su parte, Brody gruñó y se levantó de la cama. —
Quienquiera que sea es mejor que tenga una buena razón para
llamar.

Eran sólo las tres de la tarde, pero ambos habían


sucumbido al agotamiento emocional. Ni Brody ni Carson
habían estado en el estado de ánimo para el sexo, por lo que
sólo se habían quedado dormidos el uno en brazos del otro.

Debían haber dormido al menos un par de horas, pero


todavía Carson se sentía agotado. Esperó a que Brody se
deshiciera de su interlocutor para poder irse a la cama.

De repente, la voz de Brody llegó a través de su conexión.

—Es de la agencia de adopción. Este tipo Skylar Pierce


dice que vio nuestro archivo y le gustaría reunirse con
nosotros.

Al instante, todo cansancio huyó de Carson. Se levantó y


miró a Brody con incredulidad. La lechuza había sido más que
clara de que no tendrían la oportunidad de adoptar. Pero quizás
Carson y Brody sólo se habían tropezado con una mala persona
y aún tenían una oportunidad.

Asintió con la cabeza con impaciencia y se apresuró a


153

ponerse la ropa. En su prisa, tropezó y cayó de cara frente al


suelo. Mientras se levantaba, Brody terminó de hacer los
Página

arreglos y se dirigió hacia él.


—Vamos, Carson. Muévete. Tenemos una reunión en una
hora.

Los siguientes treinta minutos más o menos fueron una


ráfaga de limpiarse, levantarse, vestirse, y asegurarse de que no
se olvidaran de ningún detalle. Carson no podía estar seguro de
la identidad del hombre que les había llamado. No habían
conocido a ningún Skylar Pierce, en la agencia de adopción.
¿Por qué este tipo quería ayudarles?

Llegaron a su destino con quince minutos de sobra. Como


resultó que Skylar Pierce ya estaba esperando por ellos, o al
menos así les dijo la recepcionista. A diferencia de antes, ella no
les dio una mirada fea. En cambio, casi parecía respetuosa.

Unos momentos más tarde, Carson entendió por qué. La


oficina a la que fueron guiados era enorme y estaba adornada
con todo tipo de artículos caros. Esto debe ser donde los
grandes jefes de la agencia trabajaban. Curiosamente, un joven
estaba sentado detrás del escritorio. Se levantó cuando Carson y
Brody entraron en la habitación.

—Hola, caballeros. Soy Skylar. Gracias por acceder a


reunirse conmigo.

Tenía una sonrisa agradable y amable, y Carson se


encontró devolviéndole la sonrisa.

—Gracias por llamarnos.

Se dieron la mano, y Skylar les hizo un gesto a las sillas


frente a la mesa. A medida que se acomodaron, Skylar se sentó
también.

—En primer lugar, me gustaría pedir disculpas por el


comportamiento de Elsa. Les aseguro que será debidamente
154

sancionada.
Página

Carson supuso que Elsa era la lechuza.


—Apreciamos eso, —ofreció. A decir verdad, se sentía
impaciente por llegar al tema. Quería saber por qué realmente
habían sido convocados de nuevo.

—Ella dijo que no podíamos proporcionar un hogar a


alguno de los niños de aquí, —dijo Brody a Skylar.— ¿Qué ha
cambiado?

Skylar se estremeció ante el tono de reprimenda de Brody.

—Nada, nada en realidad. Pero hay una situación


determinada y cuando eché un vistazo a su archivo, pensé que
podrían estar interesados en él.

Skylar se levantó de la mesa y le hizo señas para que lo


siguieran.

—Vengan. Tengo a alguien que me gustaría que


conocieran.

Carson asintió con la cabeza y se levantó también. Estaba


agradecido por la presencia de Brody. Eso le dio fuerza mientras
caminaban fuera de la oficina de Skylar. De vez en cuando, el
sonido del llanto de un niño llegaba a sus oídos. Este edificio
albergaba no sólo la sede principal para el personal de la
agencia, sino también una guardería temporal y centro de
cuidados especiales.

Por último, Skylar se detuvo delante de una habitación con


una gran ventana en la pared. En el interior, Carson pudo ver
un pequeño león y un antílope bebé en el suelo en su forma
cambiada, con dos mujeres que velaban por ellos. Al principio,
casi parecía que el león estaba siendo agresivo con el antílope,
pero pronto Carson se dio cuenta de que estaban jugando. El
león detenía sus golpes y el antílope se veía muy a gusto con la
155

presencia del cachorro depredador. Carson miró a los ojos con


asombro. Había oído hablar de tales cosas, pero nunca había
Página

pensado que sería testigo.


—La madre del antílope fue asesinada por un grupo de
leones, mientras estaba en su forma cambiante, —explicó
Skylar.— Una de las leonas terminó adoptando el bebé y criarlo
con el suyo propio. Por desgracia, la manada no lo aprobó, y la
leona murió protegiendo al mismo tiempo a los dos. Su suerte
fue que la tía de los niños respetó la memoria de su madre y nos
llamó. —Skylar Suspiró.— Al principio, sólo trajimos al antílope,
pero el cachorro león nos siguió corriendo, y vino aquí. Se
niegan a ser separados. —Dio a Carson y a Brody una mirada
penetrante.— ¿Creen ustedes que pueden manejarlo?

Carson se quedó boquiabierto. No uno, sino ¿dos hijos?


¿Podrían hacerlo? Compartió una mirada con su compañero.

—¿Qué te parece? —preguntó a través de su vínculo.

Risa mentales de Brody sonaron en su mente.

—Sabes tan bien como yo que son ya nuestros hijos.

Sí, Carson sabía eso. No se engañaba. Los dos bebés serían


exigentes y darían un montón de trabajo, pero ¿quién podría ser
mejor para criarlos que él y Brody? Ambos entendían cómo
funcionaban la vida cada uno del otro y entenderían a los niños
también.

—¿Podríamos reunirlos con ellos? —preguntó Skylar.

El joven sonrió.

—Por supuesto.

Los condujo al interior de la habitación, y casi al instante,


los niños dejaron de jugar. El león cambió a un muchacho joven
rubio, tal vez tres o cuatro años.
156

—¿Qué quieren? —Les gruñó.— No voy a renunciar a


Angel.
Página
Era a la vez dulce y desgarrador ver al león proteger a su
hermano antílope. Skylar sonrió al niño agresivo.

—Eso está bien, Clark. Nadie está pidiendo que lo hagas.


Estos caballeros agradables desean conocerte.

Clark dio Brody y a Carson una mirada sospechosa.

—¿Por qué?

Brody dio unos pasos hacia adelante, hacia el cachorro


león.

—Nos gustaría llevarte a casa, a ti y a tu hermano. Angel,


¿verdad?

Cuando Brody habló, el antílope finalmente cambió


también y apareció desde detrás de su protector. Ojos anchos
pasaron de Brody a Carson.

—Q-¿Quién eres tú?

Brody le dirigió una mirada indefensa, a la que Carson se


limitó a sacudir la cabeza y rió. Se dirigió a los niños y se
arrodilló al lado de ellos.

—Eso, mis queridos, es una historia muy larga. Vengan,


siéntense a mi lado y les contaré todo.

Cuando los dos niños obedecieron, Carson empezó a


hablar una vez más.

—Todo empezó con una oveja y un lobo…

Fin
157
Página
Acerca de la Autora
Nativa de Rumania, Scarlet nació en 1986 y creció como
ávida fanática de Karl May y Jules Verne, leyendo historias de
fantasía y aventura. Más tarde, cuando ya no tenía más historias
de fantasía que leer, se adentró en la colección de libros de su
madre y por supuesto, se topó con el romance.

Como escritora, sin embargo, Scarlet Hyacinth nació un


día caluroso de verano, cuando un querido amigo suyo -el
mismo amigo que la introdujo a GLBT ficción- le propuso que
escribieran una historia propia. Como resultado, los dos amigos
nunca terminaron esa historia en particular, pero Scarlet
descubrió que tenía el hábito para escribir y terminó por
empezar a escribir individualmente. Y así, entre trabajando en
su disertación, estudiando para exámenes, y leyendo mangas
yaoi, empezó escribiendo la saga Kaldor. A lo largo del camino,
Scarlet conoció a muchas personas maravillosas que la
apoyaron, y al final encontró en su historia un hogar y en el
proceso cumplió un hermoso sueño.

http://scarlethyacinth.webs.com/ 158
Página
Coordinación del proyecto
Cinty

Traducción
Paqui

Corrección/Revisión
Cinty/Visionepica

Edición, Diseño y formato


Visionepica

Limpieza de Portada
Clau
159

¡Y no olvides comprar a los autores, sin ellos no


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podríamos disfrutar de todas estas historias!

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