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Grupo de Investigación y Análisis sobre Conflictos Socio-ambientales

(GIACSA)

TERRITORIOS
EN

RESISTENCIA
Aportes para una Ecología Política
desde el Sur

Entrevista Homenaje a Héctor Alimonda


María Laura Aguirre, Mirta Beatriz Blanco, Marina Bustamante, Maida Cornejo, María de los Angeles Galfioni
María Eugenia García, Florencia Antonella Loza, Franco G. Lucero, Agostina Marinconz Peruchin,
 Jonathan M. Quiroga, Marina de la Reta, Franco Rovere

Gustavo M. Martin (Compilador)

IMPRECOM EDITORA
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

TERRITORIOS
EN RESISTENCIA
Aportes para una
Ecología Política desde el Sur
María Laura Aguirre, Mirta Beatriz Blanco, Marina
Bustamante, Maida Cornejo, María de los Angeles Galfioni,
María Eugenia García, Florencia Antonella Loza, Franco G.
Lucero, Agostina Marinconz Peruchin, Jonathan M. Quiroga,
Marina de la Reta, Franco Rovere

Entrevista Homenaje a Héctor Alimonda

Gustavo M. Martin (Compilador)

GIACSA

Grupo de Investigación y Análisis


sobre Conflictos Socio-Ambientales

IMPRECOM EDITORA

1
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

ISBN 978-987-46660-5-5

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Autores

María Laura Aguirre, Mirta Beatriz Blanco, Marina Bustamante, Maida


Cornejo, María de los Angeles Galfioni, María Eugenia García, Florencia
Antonella Loza, Franco G. Lucero, Agostina Marinconz Peruchin, Jonathan
M. Quiroga, Marina de la Reta, Franco Rovere

Compilador

Gustavo Marcelo Martin

Edición interna y Arte de Tapa

Gustavo Marcelo Martin

Territorios en resistencia: aportes para una ecología política desde


el sur /
María Laura Aguirre... [et al.]; compilado por Gustavo Martín. -
1a ed. - Río Cuarto: Imprecom, 2017.
Libro digital, Otros

Archivo Digital: descarga y online


ISBN 978-987-46660-5-5

1. Educación Ambiental. I. Aguirre, María Laura II. Martín,


Gustavo, comp.
CDD 333.7071

Queda permitida su reproducción total o parcial haciendo mención de su


autoría

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

ÍNDICE GENERAL

Introducción 8

CAPÍTULO 1 11
ASPECTOS TEÓRICOS

Territorios, Neo-extractivismos y 12
Conflictos socio-ambientales
Gustavo Marcelo MARTIN
CAPÍTULO 2 41
ENSAYOS

Los costos ambientales de la corrupción, 42


estudio de caso: basural de villa maría

María Eugenia GARCÍA y Franco ROVERE

“Buen Vivir”: contradicciones del estado 68


ecuatoriano. Estudio de caso, conflicto
socioambiental “proyecto mirador”

Maida CORNEJO y Agostina MARINCONZ


PERUCHIN

El malón ancestral. Conflictos socio- 84


ambientales, lucha por la autonomía de los
pueblos originarios de la puna argentina

María Laura AGUIRRE

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

La búsqueda del poder no combina con la 112


vida. Monsanto, un enemigo de la
naturaleza y la sociedad mundial.
surgimiento del conflicto socio ambiental
de la localidad de Malvinas Argentinas

Florencia Antonella LOZA

Educación, economía y ambiente. La 123


importancia de la educación ambiental

Jonathan M. QUIROGA

La mercantilización de la naturaleza a 136


través de la introducción de nuevas formas
de producción agropecuaria en la región
pampeana y Río Cuarto en particular. La
emergencia de conflictos socio-
ambientales

Marina BUSTAMANTE y Franco G. LUCERO

Los conflictos socioambientales en las 145


nuevas dinámicas urbanas: una
aproximación a repensar las crisis como
oportunidad de cambio

María de los Angeles GALFIONI

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

El camino elegido. Conflicto socio-ambiental 161


en torno a Wirikuta

Mirta Beatriz BLANCO

Un gigante en nuestras tierras. Instalación de 188


Monsanto en Río Cuarto

Marina DE LA RETA
CAPÍTULO 3. 202
ENTREVISTA HOMENAJE
A HÉCTOR ALIMONDA
Entrevista Homenaje a Héctor Alimonda 203
Gustavo Marcelo MARTIN

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

INTRODUCCIÓN

Basurales en Villa María, Buen Vivir y Proyecto Mirador en


Ecuador, Pueblos originarios en la puna argentina, Monsanto
y Malvinas Argentinas, Educación Ambiental,
Mercantilización de la naturaleza y producción agropecuaria
en Río Cuarto, Nuevas dinámicas urbanas, Wirikuta y
Monsanto en Río Cuarto son las temáticas de los ensayos que
integran esta compilación del GIACSA, Grupo de Investigación
y Análisis sobre Conflictos Socio-Ambientales. El mismo se
conformó a partir del Nodo de Investigación en Conflictos
Socio-Ambientales del CEGRA (Centro de Estudios y de
Gestión en Redes Académicas) de la Facultad de Ciencias
Humanas de la Universidad Nacional de Río Cuarto, durante el
año 2017.

Esta obra es a su vez, la culminación de un Curso


Extracurricular de Grado dictado durante el año 2016 titulado
“Ecología Política, Poder y Territorio. Disputas urbanas y
rurales en torno a conflictos socio-ambientales en Argentina y
América Latina”, propuesto desde el Equipo de Coordinación
de la Licenciatura en Ciencia Política y con Aval del
Departamento de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, de la
Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de
Río Cuarto. El curso, cuya Profesora Responsable fue la Dra.
Celia Basconzuelo, tuvo como docente a cargo al Lic. Gustavo
Martin, compilador de los ensayos que aquí se presentan y que
fueron la instancia de aprobación de dicha propuesta
académica.

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Pensamos colectivamente que tales textos contribuyen de


algún modo al amplio y complejo campo disciplinar de la
Ecología Política Latinoamericana, con ansias de colaborar en
la construcción de una Ecología Política desde el Sur, un Sur
Global geopolítico y metafórico que explica la resistencia de
los pueblos oprimidos en continentes como América Latina,
África y Asia.

En el primer capítulo, quien lea encontrará un artículo


introductorio al concepto de territorio en tanto espacio de
poder y a una serie de herramientas analíticas para
comprender la diversidad de los conflictos socio-ambientales
que acontecen en la región. En el segundo capítulo,
hallaremos los ensayos con sus distintas y ricas temáticas.
Finalmente, en el último capítulo, ofrecemos una Entrevista
realizada a Héctor Alimonda, reconocido académico en los
estudios de Ecología Política en América Latina, fallecido
recientemente. Por ello, incluimos esta entrevista como
homenaje a su larga e importantísima trayectoria y a sus
valiosos aportes al campo académico y la lucha social.
Territorios en resistencia es una obra escrita desde ese Sur para
el Sur.

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

10
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Capítulo 1
Aspectos teóricos

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

TERRITORIOS, NEO-EXTRACTIVISMOS Y
CONFLICTOS SOCIO-AMBIENTALES.
CUESTIONES TEÓRICAS

Gustavo Marcelo MARTIN

Sobre el concepto de territorio

Se vuelve necesario en la “era del territorio” comprender a


grandes rasgos su historia y su significado. El concepto de
territorio surge desde la geografía con Friedrich Ratzel
(geógrafo alemán de fines del siglo XIX), quien, a pesar de
introducir el análisis del papel del ser humano y las sociedades
en aquella disciplina, se mantuvo dentro de los parámetros
positivistas, pensando al territorio fundamentalmente con
referencia al Estado.

Ya con aportes de la geografía crítica (también llamada


radical) representada por autores como el británico David
Harvey y el brasileño Milton Santos, se comienza a entender
el territorio como espacio de poder. En 1980, será Claude
Raffestin, siguiendo al filósofo francés Michel Foucault, quien
teorice al territorio como la manifestación espacial del poder.
Robert Sack (1986) analizará la territorialidad desde la
perspectiva de las motivaciones como una tentativa o
estrategia de un individuo o grupo para alcanzar, influenciar o
controlar recursos y personas a través de la delimitación y
control de áreas específicas (los territorios) (Torres, 2012).

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

La polisemia que acompaña al término territorio en las


ciencias sociales es entonces frecuente. Como manifiesta
Rogério Haesbaert (2011) son pocas las disciplinas desde las
ciencias humanas en las cuales se encuentra un debate
conceptual serio sobre el territorio (y la territorialidad), como
son la antropología, la ciencia política y la historia, junto a la
geografía y la sociología. Pero, “mientras el geógrafo tiende a poner el
énfasis en la materialidad del territorio (…) la ciencia política pone el acento en su
construcción a partir de relaciones de poder (…) (y) la economía prefiere la noción de
espacio (…) a la de territorio” (Haesbaert, 2011, p. 18). Esto refleja la
presencia de una tradición teórica no solo en la geografía sino
también en otras disciplinas. El territorio puede ser visto así
como un espacio de referencia para la construcción de
identidades o como un territorio jurídico vinculado a la idea de
frontera. En este trabajo adherimos a la primera postura.

El brasileño Lopes de Sousa (1995) sostiene que el territorio es


delimitado a partir de las relaciones de poder y definido por
relaciones sociales. El límite no será un hecho espacial o físico
con efectos sociológicos sino un hecho sociológico con una
forma espacial, tal cual lo dirá George Simmel (1939). Puede
haber varios territorios en un mismo espacio, porque para que
haya territorio el límite debe ser usado para controlar su
acceso y tiene que existir una relación de poder, de
subordinación actuando desde atrás. (Ídem a.).

Siguiendo a Bernardo Mançano Fernández (2005), si bien todo


territorio es un espacio que puede ser tanto geográfico como
social, político, cultural, cibernético, entre otros, no siempre
un espacio es un territorio, sino que son las relaciones sociales

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

las que transforman el espacio en territorio y viceversa. El


espacio es un a priori y el territorio un resultado, un a
posteriori. El territorio es un espacio fragmentado y
controlado a partir de una relación espacial de poder, una
representación construida a partir de una intencionalidad y
ésta es una visión de mundo que se constituye en una
identidad. Es decir, se construye un espacio fragmentado a
partir de la necesidad de un grupo de poder realizarse en tal
espacio, hacerlo comprensible y construir en forma
simultánea una identidad. En tal lógica, el territorio es siempre
subjetivo.

Según Haesbaert (2011) es posible distinguir cuatro


dimensiones con las que usualmente se enfoca el territorio:
una “dimensión política”, referida a las relaciones espacio-
poder en general o institucionalizadas jurídicamente; una
“dimensión cultural o simbólico-cultural” que prioriza lo
subjetivo y en la que el territorio es visto como el producto de
apropiación/valorización simbólica de un grupo en relación
con su espacio vivido; una “dimensión económica”
(economicista) que destaca al territorio como fuente de
recursos o incorporado al conflicto entre clases sociales y en la
relación capital-trabajo como producto de la “división
territorial del trabajo”; y una “dimensión natural”, más antigua
y poco difundida en las ciencias sociales, que considera al
territorio basado en las relaciones entre sociedad y naturaleza
y la relativa existencia de un comportamiento “humano
natural” sobre el medio físico. También,

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

el territorio implica siempre, al mismo tiempo (…) una dimensión simbólica,


cultural, a través de una identidad territorial atribuida por los grupos sociales,
como forma de ‘control simbólico’ sobre el espacio donde viven (siendo
también, por lo tanto, una forma de apropiación, y una dimensión más concreta,
de carácter político-disciplinario (y político-económico, deberíamos agregar):
la apropiación y ordenamiento del espacio como forma de dominio y
disciplinación de los individuos. (Haesbaert, 1997, p. 42)

La dimensión simbólica del territorio

Como expresa Haesbaert (2011), “toda relación de poder


mediada territorialmente es también generadora de
identidad, ya que controla, distingue, separa y, al separar de
algún modo nombra y clasifica a los individuos y a los grupos
sociales” (Haesbart, 2011, p. 44). Ocurre un enfrentamiento
entre la lógica estatal moderna (el territorio es controlado por
el Estado-Nación) y la lógica identitaria posmoderna.
Haesbaert, siguiendo a Bonnemaison y Cambrèzy, destaca
que en las sociedades agrícolas preindustriales y en algunas
sociedades primitivas, el territorio se definía por un “principio
de pertenencia”, un principio cultural de identificación, no de
apropiación.

Tal principio explicaría la intensidad de la relación con el


territorio. El territorio es percibido como “un fragmento de
identidad, fuente de una relación de esencia afectiva o incluso
amorosa con el espacio” (Haesbaert, 2011, p. 35). El territorio
no solo es fuente de recursos, sino que connota una
apropiación simbólico-religiosa, un territorio vinculado al ser y
no al tener (Bonnemaison y Cambrèzy, como se citó en

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Haesbaert, 2011). Ello conforma lo que podemos entender


como identidad de base territorial.

Lo anterior genera una “carga simbólica” desde la cual el


territorio es concebido como un constructor de identidad,
pero destacando el hecho de que “el grado de centralidad del territorio en
la concepción del mundo de los grupos sociales puede ser muy variable” (Haesbaert,
2011, p. 36). Incluso, las sociedades tradicionales son muy
diversificadas y distantes entre sí.

Estrictamente hablando, la dimensión simbólica del territorio se


conoce como “territorialidad” (a diferencia de las visiones que
la ven en sentido más geográfico, es decir, delimitado
zonalmente) aunque el carácter simbólico no agote ni
pretenda agotar las características del territorio. Esto puede
configurar entonces una idea de “identidad territorial”
(Haesbaert, 1999). Sin embargo, un abordaje integral o
integrador del territorio implicaría siempre considerar la
dimensión simbólica o cultural del territorio y la dimensión
material o más cercana a lo económico-político. No hablamos
de un tipo de territorio, en sentido analítico, sino de una
construcción total o al menos articulada del territorio. En
muchas comunidades, la tierra es fuente de recursos y a su vez
se nutre de una cosmovisión de mundo relacionada con ella.
La identidad de base territorial antes mencionada tiene en
cuenta ambas dimensiones.

Por tales motivos, como afirma Milton Santos (2001), la


apropiación del territorio nunca es solo material sino también
simbólica. Este autor veía al espacio geográfico como un
hecho social, una construcción social y también distinguía

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

entre el “Territorio Usado”, aquél espacio humano, habitado,


de las acciones y el “Territorio Recurso”, como aquél que
pertenece o en el que se desenvuelven las empresas
transnacionales y todo lo vinculado con lo internacional.
Ambos territorios, según la lógica de los actores, se hallan en
un mismo espacio geográfico.

A su vez,

la territorialidad, como dimensión “material”, ha sido muchas veces


comprendida exclusivamente como auto-organización comunitaria, tanto de los
movimientos campesinos, muchos de ellos de corte étnico, como de los
movimientos urbanos, que asocian su lucha a la defensa de la tierra y/o a la
satisfacción de las necesidades básicas. La importancia que adquirió la
construcción de la territorialidad, asociada primeramente al hábitat y las
condiciones de vida, está ligada a la desarticulación entre empleo y
urbanización, operada a fines de los años ´60 y ´70, que dieron lugar a la
emergencia a los primeros asentamientos urbanos. Este fenómeno de
marginalidad urbana señalaba el desfase entre las demandas de consumo y la
calidad de vida en general, y por ende, ponía de manifiesto los límites de
integración del modelo populista-desarrollista. (Svampa, 2009, p. 14)

Como también explica Svampa (2009), tal situación “daría origen


a los movimientos sociales urbanos, caracterizados por la auto-organización en redes de
proximidad social y espacial (el barrio como centro organizado) y la orientación hacia el
Estado (en reclamo de servicios y la tenencia de la tierra)” (p. 14).

El territorio se define ante todo con referencia a las relaciones


sociales, -o culturales, en sentido amplio-, y al contexto
histórico en el que está inserto. Por tanto, hablamos de
territorios en plural. Tal como la Ciencia Política, nos
proponemos analizar el papel del espacio en tanto territorio

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

en la construcción de las relaciones de poder, entendiendo al


poder como relación, y al territorio como apropiación y no
como propiedad. El territorio está, desde esta perspectiva,
vinculado con el poder y el control de procesos sociales
mediante el control del espacio (Haesbaert, 2011).

Sobre el extractivismo y el neo-extractivismo

“La verdad de la vida en la tierra es que la vida en la tierra es íntegra,


no salió del laboratorio de MONSANTO.
Entró al laboratorio de MONSANTO y ellos pueden haberla mutilado, torturado, etc.
Pero no se creó en el laboratorio de MONSANTO.
Por tanto, guardar las semillas y mantenerlas libres de patentes
es un elemento vital para la democracia de la tierra”

(Vandana Shiva, 2016, p. 13)

Entendemos al extractivismo, siguiendo a Harvey (2004),


como una de las manifestaciones fundamentales del proceso
de acumulación capitalista por desposesión. Ello implica un
conflicto entre lo local y su población y lo global representado
por la lógica de las “empresas transnacionales” (Trajtenberg,
1999, de aquí en más ET).

Siguiendo a Giarraca y Teubal (2010), el modelo extractivo


tiene como características: una escala de producción y
tamaño de las unidades productivas mayores que la de la
agricultura tradicional; concentración de la producción e
ingreso de capitales transnacionales; avance de la frontera
agrícola sobre unidades pequeñas y no dedicadas a la

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

producción y vírgenes que a su vez genera desplazamiento de


poblaciones; y actividades extractivas que cuentan siempre
con un alto consumo de recursos no reproducibles (agua,
tierra fértil, biodiversidad); son actividades fuertemente
exportadoras (lo producido mediante recursos locales está
destinado al mercado global), no ayudando a las necesidades
próximas; no son producciones esenciales para la vida de las
comunidades; y aplican paquetes tecnológicos de punta para
intensificar la producción sin considerar la velocidad de
agotamiento de los recursos naturales.

Carvajal (2016) define al extractivismo como un modelo


económico y político, propio del capitalismo, basado en la
mercantilización y explotación desenfrenada de la naturaleza.
En América Latina se profundizó a partir de la década del ’90
debido al incremento de los precios de los minerales en el
mercado internacional, el agotamiento de las principales
reservas mundiales de recursos y el auge de las compañías
extractivas.

El extractivismo es un modelo que acciona por medio de una


división internacional del trabajo. En ésta, hay países con el rol
de importadores de materias primas y otros como
exportadoras de ellas y a su vez campo de instalación de las
industrias más contaminantes y de los propios desechos
industriales y comerciales del llamado Primer Mundo. Esa
división produce una reprimerización de las economías
latinoamericanas a gran escala (Svampa, 2012) a través de la
explotación indiscriminada de determinados recursos

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

naturales según los países. En Argentina y Brasil, por ejemplo,


la soja.

Surge a raíz de ello el concepto de neo-extractivismo, que se


diferencia del extractivismo clásico por el aumento del rol del
Estado en la promoción de actividades extractivas y en la
distribución de la renta con objeto de reinversión en
programas sociales contra la pobreza, como los de algunos
países con gobiernos llamados progresistas o neo-
desarrollistas1.

Este neo-extractivismo según autores como Gudynas (2009)


es una versión contemporánea del desarrollismo en América
del Sur, en la que se mantiene el mito del progreso y del
desarrollo. De hecho, la minería y el agronegocio son formas
locales de ese neo-extractivismo, donde las demandas están
dirigidas hacia el Estado que promueve dichas actividades
para luchar contra la pobreza de las mismas personas que
padecen las consecuencias ambientales de tales formas neo-
extractivistas. A su vez, éstas tienen como sustento el racismo
estructural que se manifiesta en el despojo de territorios
ancestrales, la negación de prácticas culturales y formas de
cuidado del ambiente por parte de pueblos originarios
(Caraval, 2016).

También, desde una perspectiva feminista, los territorios son


masculinizados. Ello, principalmente en contextos de

1 Ver 10 Gudynas, E. (s/a). Tesis urgentes sobre el nuevo


extractivismo. Disponible en:
http://biblioteca.hegoa.ehu.es/system/ebooks/17745/original/Gudynas
_Nuevo_Extractivismo_10_Tesis.pdf

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

explotación minera y petrolera e instalación de empresas


hidroeléctricas, donde se configuran los espacios
comunitarios y la vida cotidiana alrededor de los deseos y
valores de la masculinidad hegemónica (dominio de los
hombres) (Carvajal, 2016).

Maristella Svampa (2014) se pregunta entonces qué tipos de


sociedades locales se van generando al compás de la
expansión de la actividad hidrocarburífera a gran escala, qué
configuraciones urbanas, sociales, laborales, culturales y de
género se gestan en torno a actividades extractivas a gran
escala como el petróleo y la minería. Esta avanzada produce
para tal autora, una fuerte estructura de desigualdades, así
como el derrumbe del tejido social y económico previo a la
entrada de los enclaves.

No solo se contamina el ambiente y se pone en peligro la salud


de las personas sino que se impacta sobre el estilo y la calidad
de vida, en las relaciones laborales y de género, se intensifican
problemáticas sociales previas, los alquileres y el costo de la
vida se disparan al ritmo de los sueldos de los trabajadores
petroleros o mineros, las localidades se convierten en
pueblos-campamentos o en ciudades-commodity (García,
como se citó en Svampa et al. 2014), se desarrollan mayores
tasas de sobreocupación horaria, la modificación del tiempo
de ocio, la discriminación incluso hacia el trabajador petrolero,
y se exacerban los problemas ligados a la prostitución, la trata,
la inseguridad y la adicción (Svampa, 2014).

Por ejemplo, Comodoro Rivadavia es también una de las


capitales nacionales de la trata y la prostitución; sus enclaves

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

acentúan los estereotipos de género asociados a la división


sexual del trabajo, constituyendo una “reactualización del patriarcado
en contextos de enclave” (Svampa, 2014). La mujer vuelve a estar en
la casa con su rol de cuidado y limpieza, con el fin de garantizar
la reproducción diaria de la fuerza de trabajo; se potencia el
proceso de explotación sexual de las mujeres y sus cuerpos
como objetos sexuales, cuya raíz histórica se remonta al
desarrollo de la industria petrolera que fomentó la presencia
de hombres solos que estaban largos períodos de tiempo en
lugares donde no había mujeres. También Comodoro es una
de las ciudades argentinas con el índice más alto de
criminalidad.

Las compañías extractivas desarticulan las economías locales


generando una mayor división sexual del trabajo. Se produce
una nueva economía productiva altamente masculinizada,
con presencia masiva de hombres, en detrimento de las
antiguas funciones de producción que poseían mujeres en el
ámbito local, y desvalorizando por tanto el trabajo de
reproducción doméstica (Caraval, 2016).

Siguiendo a Caraval (2016), la privatización de bienes


comunes como el agua, ya sea por la falta de acceso o
contaminación de las fuentes disponibles próximas, genera
una sobrecarga en el trabajo realizado por las mujeres (tiempo
y esfuerzo), exponiéndolas al deterioro de salud y la de sus
hijos. Además, dado su rol de cuidado, deben atender a las
personas que enferman a causa del impacto ambiental de las
compañías extractivas. Pierden además autonomía
económica, debido a que, como se expuso, las nuevas

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

actividades productivas extractivas afectan las actividades


productivas locales. Por ejemplo, en Colombia, la venta de
pesca a cargo de mujeres se vio frenada porque la represa
Hidrosogamoso provocó mortandad de peces y limitó el
acceso al río, generando para las mujeres una merma en sus
ingresos económicos.

Si, además, las mujeres se encargan de la producción de


alimentos para el autoconsumo, la pérdida de biodiversidad y
la contaminación de la tierra, el agua y el aire disminuyen los
insumos necesarios para mantener una soberanía alimentaria.
De allí que las mujeres rurales reasuman políticamente su rol
tradicional de cuidadoras de semillas nativas contra el avance
del agronegocio que homogeneiza la alimentación, además
de contaminarla.

La instalación de un proyecto neo-extractivo genera también


conflictos de violencia intrafamiliar, pues las posturas de
hombres y mujeres, en estos casos maridos y esposas, difieren
sobre su rol en las actividades extractivas: “los hombres son más
propensos a tener posturas de favorabilidad debido principalmente a su interés por
acceder a empleos (reducidos, temporales y precarios), mientras las mujeres tienen
posturas de rechazo definitivo” (Caraval, 2016, p. 33). También, la
precarización de las economías familiares genera tensiones
internas en la familia y está evidenciado el aumento del
consumo de alcohol en hombres asociado a los altos índices
de violencia. Por citar, mujeres zapatistas feministas han
expresado su postura contra el alcohol, manifestando que si
los hombres beben ellas se arman. Y por último, la violencia
sexual antes mencionada.

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

En síntesis, el neo-extractivismo en todas sus variantes es por


tanto una “modalidad de acumulación primario exportadora (que) responde a las
ideas contemporáneas de un modelo de desarrollo que se demuestra inviable ante los
límites ecológicos del planeta y la catástrofe climática” (Acosta y Machado,
2012, p.73). Es necesaria según los autores una “salida
posextractivista” como necesidad inmediata, como
imperativo de supervivencia. Coincidimos con los autores en
que la nueva lógica de la “economía verde” no evitará la
destrucción ambiental, pues solo pospone las soluciones de
los problemas generando a su vez nuevos mecanismos de
acumulación por desposesión a favor de las empresas
transnacionales. Ello porque,

el capitalismo, demostrando su asombroso y perverso ingenio para buscar y


encontrar nuevos espacios de explotación, está colonizando el clima (Lohman,
2012). Este ejercicio neoliberal extremo, del cual no se libran los gobiernos
‘progresistas’ de América Latina, convierte la capacidad de la Madre Tierra en
un negocio para reciclar el carbono. Y lo que resulta más preocupante es que
la atmósfera se transforma cada vez más en una nueva mercancía diseñada,
regulada y administrada por los mismos actores que provocaron la crisis
climática y que reciben ahora subsidios de los gobiernos con un complejo
sistema financiero y político. Recordemos que este proceso de privatización del
clima se inició en la época neoliberal, impulsada por el Banco Mundial, la
Organización Mundial del Comercio y otros tratados complementarios. (Acosta
y Machado, 2012, p. 72)

Los conflictos socio-ambientales

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Un conflicto es siempre un concepto ambiguo, dinámico y


polisémico de aceptación social negativa y es también una
construcción subjetiva de parte de los sujetos que intervienen
en él. Implica una disputa organizada en diferentes niveles y
se manifiesta en la forma de “episodio” (manifestación) y
“epicentro” (causa): el episodio como la expresión visible de un
conflicto que surge dentro de la relación o sistema, por lo
general dentro de un lapso determinado de tiempo; y el
epicentro como la red de patrones relacionales y estructurales
que con frecuencia proporciona una historia de episodios
vividos, de los cuales emergen nuevos episodios y problemas.
Es decir, si el episodio ha liberado una energía conflictiva,
dicha energía surge del epicentro (Psathakis, 2010).

Los factores que influyen en el desarrollo de conflictos socio-


ambientales (de aquí en adelante CSA) tienen que ver con la
explotación intensiva de recursos naturales, el consumo
desmedido de las sociedades occidentales y occidentalizadas,
el acceso a la tierra, el constante crecimiento poblacional
junto a una distribución inequitativa de la riqueza mundial,
regional y local, la instalación de emprendimientos de gran
envergadura, la definición unilateral del modelo de desarrollo,
entre otros.

Debe tenerse en cuenta que, a nivel histórico, “el modelo de


desarrollo dirigido a la explotación de los recursos naturales se ha convertido en
generador de conflictos socio-ambientales, donde confluyen causas estructurales en el
orden político, económico, jurídico, ambiental, social, cultural, etc.” (Acosta y
Machado, 2012, p. 82). Para estos autores, tales conflictos
involucran a diferentes tipos de actores: las compañías

25
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

extractivas, el Estado y las comunidades y organizaciones


sociales.

Desde esta perspectiva, los CSA y conflictos socio-ambientales


de género (de aquí en adelante CSAG) son consecuencia del
avance del neo-extractivismo. Sin embargo, planteamos tres
actores participantes de dichos conflictos en torno a la
apropiación colectiva o utilización extractiva empresarial de
un recurso natural: la población afectada (en casos mujeres),
las empresas transnacionales vinculadas al agronegocio y la
minería y el Estado como socio del capital (Harvey) o como
punto de referencia para las demandas de ciudadanos y
ciudadanas.

La población afectada es la que deviene en organización


social, la que de una protesta social se convierte en
movimiento social y desde la perspectiva del territorio en
movimiento socio-territorial. Llamaremos actores de apoyo a
aquellos sujetos u organizaciones que defienden los derechos
de las personas y el ambiente y que no están siendo afectados
directamente por el CSA o el CSAG en sí sino que colaboran en
la lucha de las poblaciones afectadas: académicos, ONG’s, etc.
De hecho, en algunos países, tales actores así como las
organizaciones propiamente afectadas han sido
institucionalizados, por ejemplo en 1991 y 1997 en Colombia y
Ecuador respectivamente, reconocidos como actores
sociopolíticos estratégicos con los cuales el Estado debe
negociar para resolver conflictos de tipo ambientales (García-
Guadilla, 2001).

26
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Llamaremos también actores de apoyo “pasivos”, cuando


personas u organizaciones solo acompañan y ayudan en las
luchas de grupos y comunidades y actores de apoyo “activos”
cuando intervienen modificando el curso de las acciones
sociales y protagonizando el espacio público, ya sea porque
gracias a ellos una lucha se visibiliza o porque de ellos depende
la “continuidad institucional de la problemática”. También,
podemos distinguir entre actores de apoyo individuales,
cuando una persona se suma a una lucha, o colectivos cuando
es un grupo o cualquier otra forma de organización social.

En tales conflictos, el concepto de desarrollo sustentable es


también objeto de interpretaciones contradictorias entre las
partes en disputa. En muchos casos, las comunidades
afectadas, sobre todo rurales, defienden su práctica cotidiana
y sus formas de organización y vida mientras que el Estado
prioriza el desarrollo extractivo como un medio para la
solución de la pobreza (en casos de gobiernos neo-
desarrollistas), las empresas sus beneficios económicos y las
organizaciones ambientalistas como actores de apoyo una
apuesta ideológica de carácter ético-político (Acosta y
Machado, 2012).

Razmig Keucheyan (2014) sostiene que

en la modernidad, la relación entre el capitalismo y la naturaleza nunca es


inmediata. El Estado cumple una función intermediaria o de interfaz entre las
dos (…) Bajo el capitalismo, la relación entre la acumulación del capital y la
naturaleza siempre es moderada o articulada por el Estado (…) Al regular el
acceso a los recursos y hacerse cargo de las consecuencias negativas del

27
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

desarrollo, obra en favor de los intereses a largo plazo de las clases dominantes
y permite que la naturaleza pueda ser explotada de forma durable (...)

Pero el Estado capitalista también tiene la función de construir la naturaleza.


Esta, para ser explotada de forma permanente, primero debe ser organizada o
‘configurada’. Por ejemplo, en el plano legal, el Estado entrega derechos de
propiedad sobre las especies naturales o sobre las partículas de CO2 (Dióxido de
Carbono), en el marco de la mercantilización de la biodiversidad o de los
mercados de carbono (…) El Estado organiza entonces la naturaleza y la pone a
disposición del capital (p. 31)

Keucheyan concluye que “el tema central para todo movimiento ecologista
digno de ese nombre es la cuestión del Estado” (p. 31). El Estado, a su vez,
deja de ser un mediador de clases, -aquí representadas por el
capital transnacional y la población local-, para constituirse en
un ente que favorece el desarrollo del neo-extractivismo.

Coincidimos además con Mauricio Berger (2016) en que “los


conflictos ambientales generados por los grandes proyectos
de explotación intensiva de los recursos naturales, con altos
impactos socioambientales en América Latina (megaminería,
agronegocios, grandes proyectos de infraestructura
energética), son una expresión actual de la lucha contra la
desigualdad e injusticias estructurales en la región.” (p. 33)

Según Psathakis (2010), “existe un conflicto socio-ambiental cuando dos o más


actores interdependientes no están de acuerdo sobre la distribución de determinados
elementos materiales o simbólicos, vinculados al control, uso y acceso a los recursos
naturales y actúan basándose en estas incompatibilidades percibidas” (s/d).

En síntesis, se entiende por conflicto socio-ambiental,


sumando los aportes de Maristella Svampa (2012), aquél que

28
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

involucra una disputa por el territorio en sentido


simbólico/subjetivo, material, social, cultural, político y
económico. En tal disputa intervienen diversos actores tales
como organizaciones de la sociedad civil, gobiernos,
empresas multinacionales, entre otros, que se posicionan de
tal modo de enfrentarse en la lucha de poder sobre algún
espacio, recurso natural o bien común. Si bien algunos autores
hablan de extractivismo urbano (Svampa y Viale, 2014; Duplat,
2016) usaremos el concepto general de extractivismo y su
nueva versión como neo-extractivismo.

Por último, aplicada dicha categoría al análisis específico de


participación de mujeres es posible hablar, como
mencionamos, de conflictos socioambientales de género.
Incluso la idea de hacer uso del concepto participación
femenina abre líneas de investigación para estudiar cómo se
involucran a dichos conflictos aquellos otros sujetos
feminizados (gays, lesbianas, trans, etc.), es decir, sujetos a los
cuales se les adjudica características asociadas a lo femenino
en la cultura patriarcal occidental. A ello le llamamos proceso
de feminización de los sujetos, el cual puede desembocar en la
construcción de conceptos como ecofeminismo queer (de la
rareza sexual) o el impulso a perspectivas que teorizan la
ecología y su vínculo con la diversidad sexual (“la función de la
naturaleza es producir diferencias”) pero que aquí exceden a
los objetivos de la investigación. Y es que el discurso de la
sexualidad ha estado fuertemente vinculado a una idea de
“naturaleza”.

29
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Conflictos urbanos y rurales

La clásica dicotomía entre campo y ciudad ha dejado de tener


el sentido tradicional, es por ello que se habla de “nuevas
ruralidades” o “interacciones rural-urbano” (Linck, 2000). Se
pasó de un “modelo familiar” en la agricultura a un “modelo de
agricultura de pareja” (la pareja cuida la finca y los hijos
estudian o migran a la ciudad) y de éste a un “modelo de
agricultura individual fuertemente capitalizada” (un miembro
de la pareja ejerce una actividad profesional no agrícola)
(Linck, 2000). Pero ello ocurre no solo por la afluente
migración de los campos a las ciudades.

Los nuevos espacios rurales van tomando nuevas funciones,


como las residenciales, recreativas, de preservación y
valoración de los patrimonios paisajísticos, ambientales y
culturales. Además, los espacios rurales han servido para la
expansión de las áreas residenciales, de la industria y del
comercio de masa, ya por la amplia difusión de los medios
individuales de transporte, las expectativas del precio del
suelo y de la vivienda más bajos que en la ciudad y su
especulación inmobiliaria, ya por un entorno social más
ameno. Todo ello, desde los años ’60 ha llevado a una fuerte
extensión de las áreas periurbanas (Linck, 2000).

Un conflicto estrictamente urbano se desarrolla en ciudades y


en torno a la lucha por la defensa de un bien común urbano
como por ejemplo la vivienda (Harvey, 2014). Por su parte, los
conflictos estrictamente rurales se desenlazan en contextos
agrarios y sus demandas están más vinculadas a la tierra. Y si
involucra ambos contextos lo llamaremos rururbano. Y es que:

30
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

La difusión de nuevos patrones de consumo y hábitos de vida, la megapolización


de los sistemas urbanos, los progresos espectaculares de las comunicaciones y
la creciente movilidad de la población han modificado radicalmente el patrón
de organización del territorio, desplazando o borrando casi por completo las
fronteras entre lo rural y lo urbano. (Linck, 2000, p. 1)

Por una parte, en este contexto espacial claramente no


definido, entendemos entonces por conflicto rururbano aquél
que se desarrolla en las fronteras materiales y simbólicas de
los territorios urbanos y rurales, aunque con preponderancia
de algunas de ellas. Por otra parte, por conflicto mixto, la
combinación o intersección entre dos o más de tipos de
conflictos (por ej. campesino e indígena); en otro orden, por
modalidad violenta aquella que procura una acción directa
confrontativa en la que pueden resultar personas heridas física
o verbalmente.

En todo caso, se encuentran en el campo de lo político


entendido como el espacio de las relaciones de poder. Como
expresa Linck (2000), resultaría entonces incongruente
disociar recursos ambientales de los recursos culturales de un
territorio. Y como el desarrollo y la integración territorial
debiesen ser expresiones de un proyecto colectivo, es por esto
que se inscriben más en el campo de lo político que en el de lo
estrictamente económico.

Consideremos ahora algunas tipologías de CSA y


ambientalismos.

Tipos de ambientalismos

31
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Según Acosta y Machado (2012) en América Latina, algunas


organizaciones ambientalistas surgen en la década del ’50 y en
su mayoría enfocaron su eje de acción en la conservación de la
naturaleza. Será en los años ’60 cuando tales movimientos
tendrán fuerte implantación en países como Brasil, México y
Venezuela, con diferentes formas organizativas y trayectoria
continua. Los autores llaman a ello “ambientalismo
latinoamericano”, el cual

se caracteriza por preocuparse por el medio ambiente y el ser humano inserto


en él. Sobre todo, considera la articulación ambiente/desarrollo, la generación
de escalas productivas a escala ecológica, la armonía del ser humano con la
naturaleza, la vinculación de los problemas sociales con los ambientales.
Particularmente reniega del progreso en su deriva productivista y del desarrollo
en tanto dirección única, sobre todo en su visión mecanicista de crecimiento
económico. Este movimiento tiene un aceptable dinamismo organizativo y
también en el ámbito académico, al tiempo que reniega de la neutralidad ética
para situarse en el compromiso por la vida (Gudynas, 1992). (como se citó en
Acosta y Machado, 2012, p. 78)

Podemos disentir con ellos al hablar de “ambientalismo


latinoamericano” bajo las mencionadas características.
Quizás sea preferible hablar en términos de ecologismo
latinoamericano si incluimos un debate sobre nuestra relación
humana con la naturaleza, tal cual se discute en el marco de la
llamada Ecología Política y de la cual estos abordajes sobre
CSA y Neoextractivismo forman parte.

En América Latina, las luchas ambientales han sido


principalmente protagonizadas por indígenas y
campesinos/as cuya relación con la tierra es más directa y por
ello conviene hacer uso del término de ecología en el sentido

32
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

de relación más que de ambiente en términos de entorno.


Podemos decir también que el ambiente puede constituirse en
episodio y la ecología en epicentro. Esto quiere decir que, de
las luchas ambientales, por ejemplo de las mujeres en defensa
de la tierra, de la salud, de los recursos, etc. es posible
identificar concepciones sobre lo ecológico.

De todas maneras, es pertinente la clasificación propuesta por


Acosta y Machado (2012) de 5 tipos de ambientalismos:

Tabla 4. Tipos de Ambientalismos según Acosta y Machado

Tipos de Ambientalismos Descripción general

De carácter Busca proteger ecosistemas


conservacionista existentes y resolver
conflictos por negociación
entre actores (marcos de
colaboración y
asesoramiento).

Organizaciones de perfil Implican un mayor control


nacional populistas nacional sobre recursos
naturales y subsidios
sociales para grupos
excluidos; se soluciona
negociando con un sistema
impositivo más riguroso

33
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

para las empresas, vía la


nacionalización.

Ecologismo de los pobres Se vincula a las formas de


(Martínez Allier, 2004) vida de poblaciones
humildes que quieren o
necesitan el recurso que
empresas transnacionales o
el Estado buscan explotar.

Incluye aquí la corriente de


la Teología de la Liberación
(inicios de los años ’60),
personalizada en la figura
fundadora de Leonardo
Boff, teólogo brasileño.

De justicia socio- El eje está puesto en la


ambiental desigualdad, en quiénes
están más expuestos, en la
defensa de los derechos
humanos, participación de
comunidades en la toma de
decisiones, mayor
regulación a las
corporaciones, generación
de zonas ecológicas
socioeconómicas. A veces
son llamados
despectivamente de

34
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

“extremistas” o “ecologistas
infantiles”.

Ecologismo profundo Plantea que la naturaleza


tiene el mismo derecho de
existencia que los seres
humanos2. No es un
movimiento estructurado y
coordinado, pero hace
hincapié por ejemplo en el
movimiento indígena, en la
lucha entre los proyectos
neo-extractivos y los
territorios de pueblos
originarios. Se critica
también el clientelismo y las
políticas de criminalización.

Fuente: elaboración propia

Por último, es necesario aclarar que ecologismo no es lo mismo


que ambientalismo. El primero asume postulados teóricos,
filosóficos e ideológicos, procura nuevas formas alternativas
de producción amigable con el medio ambiente y tiene como
prioridad la igualdad entre humanidad y naturaleza, esto es,
una postura biocéntrica. Para el ambientalismo, en cambio, si

2 Por ejemplo, en las nuevas constituciones de Ecuador y Bolivia en


las cuales la naturaleza es jurídicamente sujeto de derechos, los que
pueden ser reclamados por ciudadanos.

35
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

bien también el ambiente no debe ser dañado, lo justifica


como base de la vida y salud de las personas, es decir, una
postura antropocéntrica. Además, se desarrolla en luchas
puntuales que por momentos no tienen una visión filosófica ni
cosmovisión de mundo que las sustenten.

Sin embargo, un movimiento ambientalista puede devenir


ecologista y un movimiento ecologista puede o no tener
luchas de tipo ambientalistas, significando por ello un
repertorio de demandas puntuales y concretas. Así,
distinguiremos entre conciencia ambiental (preocupación
individual), conciencia ambientalista (lucha colectiva) y
conciencia ecológica (filosofía de vida comunitaria).

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40
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Capítulo 2
Ensayos

41
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

LOS COSTOS AMBIENTALES DE LA


CORRUPCIÓN, ESTUDIO DE CASO:
BASURAL DE VILLA MARÍA

María Eugenia GARCÍA y Franco ROVERE

Resumen

En el marco del Curso extracurricular de grado denominado


“Territorios, Ecología Política y Poder, disputas urbanas y rurales
en torno a conflictos socio-ambientales en Argentina y América
Latina” es que el presente ensayo pretende dar cuenta y
reflexionar sobre la situación del basural en la Ciudad de Villa
María (Provincia de Córdoba, Argentina) y los conflictos socio-
ambientales asociados.

En términos generales, el objetivo pretendido es reconocer y


desentrañar las medidas de descentralización tomadas por la
M.V.M3 en relación con el tratamiento de los R.S.U4, y las
consecuencias socio-ambientales derivadas, desde 1995
hasta la fecha. Mientras que, en segundo lugar, se procura
explorar y debatir acerca de las posturas, discursos e
intencionalidades de tinte político presentes directa o
indirectamente durante las diversas gestiones desarrolladas
en el basural desde mediados de 1990.

3 Léase: Municipalidad de Villa María.


4 Léase: Residuos Sólidos Urbanos.

42
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

En cuanto a la metodología adoptada, resulta importante


destacar la recopilación y lectura detenida de material
bibliográfico y hemerográfico relativo al tema, recorrido del
área de estudio, análisis de la legislación vigente en relación
con los basurales de la localidad, y por último la elaboración de
cartografía específica que permita comprender, de forma
amplia, la problemática propuesta, puesto que, se considera
que los R.S.U en la localidad han sido tratados históricamente
de forma deficitaria, políticamente utilitaria y
ambientalmente irresponsable y ausente.

En cuanto a la organización del escrito, resta indicar que


inicialmente se hará un abordaje de tipo introductorio,
seguido de numerosos subtítulos tendientes a profundizar en
diversas aristas de investigación, y finalmente se esbozará una
reflexión que intentará aportará valiosos elementos de
discusión para los estudios de C.S.A5 futuros.

Palabras Clave: Residuos sólidos urbanos-Villa María-


corrupción – C.S.A.

5 Léase: Conflicto Socio-Ambiental.

43
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Introducción a la temática

La cuestión del basural de Villa María, en esta oportunidad,


corresponde ser abordada bajo la siguiente premisa: ¿Cómo se
gestionan actualmente los R.S.U en la ciudad de Villa María?
Es decir, interesa en términos generales, conocer el área de
estudio, mientras que, específicamente, se pretende
reconocer y desentrañar las medidas de descentralización
tomadas por la M.V.M6 en relación con el tratamiento de los
R.S.U7, y las consecuencias socio-ambientales derivadas,
desde 1995 hasta la actualidad. Seguidamente, se intentará
explorar y debatir acerca de las posturas, discursos e
intencionalidades de tinte político presentes directa o
indirectamente durante las diversas gestiones desarrolladas
en el basural desde mediados de los ´90.

Para el logro de los objetivos, se realizó una lectura y análisis


del material teórico obtenido a lo largo del curso
extracurricular de grado, incorporándose el material
bibliográfico y/o hemerográfico necesario, recorrido del área
de estudio, análisis de la legislación vigente en relación con los
basurales de la localidad en cuestión, y por último
construcción de cartografía específica.

En cuanto al material teórico perteneciente al curso


extracurricular de grado, resulta importante reconocer los
aportes realizados por Alimonda (2011), Giarraca (2006),
Harvey (2014), Manzanal (2007) y Svampa (2012).

6 Léase: Municipalidad de Villa María.


7 Léase: Residuos Sólidos Urbanos.

44
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Encuadre teórico considerado

Para el análisis del basural de Villa María, resulta necesario


reconocer inicialmente que los espacios geográficos que
cotidianamente transitamos podría decirse que, además de
complejos, fueron y son socialmente construidos e
interpretados, es decir que, aquellos lugares por donde “nos
movemos” son el resultado de una confluencia de decisiones
tomadas, políticas implementadas, lógicas económicas
vigentes, rugosidades presentes y un sentido de lugar
culturalmente arraigado (Garcia et al, 2015:2).

La lectura que los diversos sujetos sociales puedan realizar


sobre un mismo espacio será de igual forma construida,
subjetiva y contextualizada, y a partir de estas visiones del
mundo que “es preciso entender el espacio como producto de
relaciones sociales, […] como producto de una mezcla
distintiva de todas las relaciones, prácticas, intercambios, etc.
que se entrelazan allí” (Massey, 2008:116), es decir que los
espacios se construyen dialécticamente, y simultáneamente
son producto de las relaciones sociales que allí se encuentren
en auge.

Por extensión, como el basural de la ciudad de Villa María ha


de ser considerado como un espacio geográfico, su estudio
será abordado mediante aportes provenientes de la Ecología
Política dado que según Alimonda (2011) resulta ser el estudio
de las articulaciones complejas y contradictorias entre
múltiples prácticas y representaciones (…), a través de los

45
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

cuales diversos actores políticos, actuantes en iguales o


distintas escalas (…) se hacen presentes, con efectos
pertinentes y con variables grados de legitimidad,
colaboración y/o conflicto, en la constitución de territorios y
en la gestión de sus dotaciones de recursos naturales. Por lo
tanto, la perspectiva de Ecología Política adoptada de
referencia, conlleva inevitablemente a una visión
conflictiva/compleja del estudio de caso puesto en
consideración en esta oportunidad. Específicamente, el
basural de la ciudad de Villa María es un conflicto de tipo socio-
ambiental, el cual corresponde ser entendido como “aquellos
ligados al acceso y control de los recursos naturales y el
territorio, que supone por parte de los actores enfrentados,
intereses y valores divergentes en torno de los mismos, en un
contexto de gran asimetría de poder” (Svampa,2012:4)

Además, conviene destacar que los actores sociales


involucrados en todo conflicto socio-ambiental son activos
puesto que “por medio de las acciones, los proyectos de los
actores sociales se llevan a la práctica, condicionados por la
materialidad efectivamente existente y por los proyectos de
otros actores sociales” (Blanco, 2007:47); Es decir, los
conflictos considerados en el estudio de caso surgen de la
mera yuxtaposición de intereses, la cual puede verse traducida
en diversas acciones, entre las cuales se considera de
importancia destacar aquellas prácticas de tipo corruptas,
puesto que allí se han de utilizar funciones y medios tanto
privados como públicos, en provecho y/o beneficio de los
promotores de tales acciones. Tales prácticas sociales, muy
cercanas a la corrupción deben ser abordadas con especial

46
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

atención, puesto que serán retomadas en las siguientes


páginas, en las cuales se hace referencia específicamente al
basural de Villa María.

La cuestión de los Residuos8 es clave a la hora de abordar el


conflicto en el basural, puesto que resulta ser el eje central en
el análisis, de la mano con la contaminación ambiental la cual
puede ser comprendida como “la presencia en el ambiente de
cualquier agente (físico, químico o biológico) o bien de una
combinación de varios agentes en lugares, formas y
concentraciones tales que sean o puedan ser nocivos para la
salud, la seguridad o para el bienestar de la población, o bien,
que puedan ser perjudiciales para la vida vegetal y/o animal, o
impidan el uso normal de las propiedades y lugares de
recreación y goce de los mismos. La contaminación ambiental
se produce también con la incorporación a los cuerpos
receptores (…), siempre que alteren desfavorablemente las
condiciones naturales del mismo, o que puedan afectar la
salud, la higiene o el bienestar del público” (Ministerio de
Salud, Gobierno de Chile, 2009).

Tal contaminación, al ser de tipo ambiental, involucra


indefectiblemente a la sociedad, por ello es que se recurre a
los conceptos propios de la Teoría Social del Riesgo, entre ellos:

8
Los residuos pueden ser definidos según Rossi, Alba et al (2002)
como todo material que sea desechado por la población, pudiendo ser
éste de origen doméstico, comercial, industrial, desechos de la vía
pública y los resultantes de la construcción, y que no sea considerado
peligroso en el marco de la Ley Nacional 24.051 y sus decretos
reglamentarios

47
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

- Amenaza, la cual “se refiere al potencial de peligro que tienen


los procesos naturales (…) y antrópico-tecnológico, potencial
inherente al fenómeno mismo, sea cual sea su grado de
artificialidad.” (Barrenechea, et al; 2003);

-Vulnerabilidad puede ser definida por las características


(sociales, económicas, culturales, etc.) de un grupo social
determinado, previas a la ocurrencia de un suceso
catastrófico, que otorgan una capacidad diferenciada de
hacerle frente. (Barrenechea, et al; 2003);

-Exposición, se refiere a la distribución de lo que es


potencialmente afectable: entre ellos, la población y los
bienes materiales expuestos al fenómeno peligroso.”
(Barrenechea, et al; 2003).

Para abordar acertadamente el tema del basural de la ciudad


de Villa María, cabe reconocer que, en primer lugar, se
caracteriza por manifestarse en dos circuitos: el formal
(recolección domiciliaria a rellenos sanitarios -formas de
enterramiento-) e informal (recuperadores urbanos y plantas
de tratamiento de reciclaje -trabajo precarizado-), mientras
que, en segundo lugar, es necesario destacar que la gestión de
los RSU9, no es tarea simple y sencilla, puesto que comprende
numerosas etapas de trabajo por parte de los entes públicos y
privados competentes, a quienes les correspondería hacerse
cargo responsablemente de los mismos, sin caer en la
demagogia producto de la propaganda política, para evitar

9 Etapas de la gestión de RSU: Generación; Disposición inicial;


Recolección (General/Diferenciada); Transporte; Tratamiento y
disposición final.

48
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

dejar expuesta a la sociedad ante situaciones que pongan en


peligro su calidad de vida, ni que aumenten sus posibilidades
de vivir en condiciones de vulnerabilidad cada vez mayores.

Y al ser la gestión de los RSU tan compleja como los materiales


de los que dispone, los caminos a seguir son numerosos,
aunque uno de los caminos posibles a tomar en la encrucijada
que se encuentra la gestión de RSU de Villa María es el
reciclaje10, el cual es entendido como el “proceso mediante el
cual algunos materiales que se encuentran en la masa de
residuos sólidos urbanos son separados de ella, clasificados y
acondicionados para ser luego reutilizados como materias
primas en un proceso productivo posterior, modificando sus
características físicas y en algunos casos también las químicas.
La separación y clasificación realizada por particulares o por
un municipio no implican reciclado. El reciclado se produce
sólo cuando los materiales originales vuelven a ingresar en el
mismo u otro proceso productivo y se obtiene de ellos un
producto modificado y con un cierto valor agregado.” (Rossi,
Alba et al; 2002:81)

Pero al no ser el reciclado el camino tomado, es que la


problemática en cuestión surge a partir del progresivo
deterioro ambiental observado en el terreno dedicado al
tratamiento de los R.S.U y la ineficacia en el proceso de
gestión del R.S.U, sumado a la falta de control por parte de la
Municipalidad de Villa María (M.V.M).

10Cadena de reciclado: Recuperación; Transferencia; Clasificación y


separación; Reciclaje final.

49
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Como se expuso en párrafos previos, la gestión de los R.S.U en


Villa María es compleja, costosa y muy deficitaria, por lo que
no es raro encontrarse con depósitos en muy mal estado, a
pesar de que a principios del año 2013 la Municipalidad local,
en conjunto con las cooperativas formadas para la separación
de residuos, se hicieron cargo del predio a causa del deterioro
producido por los 10 años de concesión a privados, quienes no
realizaron inversión alguna y no tenían interés en un correcto
y ambientalmente responsable tratamiento de los R.S.U.

El presente ensayo, además de tener pretensiones de


denuncia, también intenta aportar valiosos y constructivos
elementos para la comprensión del problema y proponer
alternativas viables respecto de una situación que involucra a
la sociedad.

Por lo expresado, se considera que los R.S.U en la localidad


han sido tratados históricamente de forma deficitaria,
políticamente utilitaria y ambientalmente irresponsable y
ausente.

Estudio de Caso: Basural de Villa María

El actual predio del basural donde se tratan los R.S.U de la


ciudad de Villa María tiene una antigüedad de 40 años. En
relación con el estado actual de predio, trabajadores locales11
comentan que hay aproximadamente un 70% entre lo ya

11Según datos recolectados en el trabajo de investigación de


Carezzano y Rovere (2015)

50
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

utilizado, lo destinado a la planta y al predio de EMRE


(Empresa Modelo de Reciclado), un 20% en funcionamiento
(para enterramiento) y el restante 10% es tierra “virgen”, es
decir, tierra con capacidad de acogida para cavas de
enterramiento, lo que resulta un total del 90% del predio sin
capacidad de acogida, del cual el 50% se utilizó en la última
década. Gráficamente, la situación sería la siguiente:

Predio Basural de Villa Maria.


10%
20%

70%

Espacio Utilizado Espacio en funcionamiento Tierra Virgen

De igual modo, el predio del Basural al cual se hace referencia,


no es el único espacio utilizado para el descarte de residuos,
también resultan serlo aquellos predios que rodean la Ruta
Provincial Nro 2 (RP2) y las vías férreas (áreas externas al
predio del basural), en donde personas que convergen desde
la ciudad, de áreas rurales aledañas y de pueblos cercanos
hacen sus depósitos ilegales de residuos allí, generando
entonces un micro-basural a cielo abierto en la puerta de
entrada al predio que, efectivamente actúa de basural local.

Realizando un breve pero necesario recorrido por la historia


del basural, es que puede decirse que hasta el año 2004, el

51
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

predio se encontraba en manos de la Municipalidad. Hasta ese


entonces, se hacían fosas para arrojar los residuos, sin el
procedimiento previo que hoy se les realiza a las cavas
colocando bentonita, membranas impermeabilizantes y
tierra, para luego comenzar con el enterramiento.

En los años previos a la tercerización del servicio de


tratamiento de los residuos (realizada en el año 2004), éstos
se incineraban, lo que generaba una gran contaminación, a
causa el denso humo que cruzaba la RP2, lo que en ocasiones
generaba accidentes viales y llegó a afectar el dictado de
clases de una escuela rural12 localizada en las cercanías del
depósito de residuos, más precisamente al sur del predio que,
durante los días de viento norte se veía afectada por el denso
humo. Situación similar acontecía en los campos lindantes al
predio que recibían la dispersión de bolsas y restos de
materiales que no llegaban a incinerarse.

Para una mejor comprensión de la situación del basural, resta


prestar detenida atención a la siguiente imagen (la cual se
encuentra orientada en sentido Norte), en donde puede verse
a la derecha, la ciudad de Villa María, luego en sentido oeste-
este la Ruta Provincial Nro 2, y a la izquierda, por un lado,
puede reconocerse un triángulo de color rojo el cual ubica el

12Escuela rural de nivel primario y jardín, denominada “Colonia Monte


de los Lazos”, ubicada a 10 km de Villa María. La cual cuenta con 21
alumnos en jardín y 62 en el nivel primario, los cuales en su mayoría
son hijos de inmigrantes bolivianos o migrantes de provincias norteñas
que trabajan en cortaderos de ladrillos o en quintas, además sus
condiciones de vida están marcadas por la precariedad y el
hacinamiento, según contó la directora de la escuela, Silvia Canciani.

52
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

basural local y, por otro lado, al sur del basural se puede


reconocer la escuela rural previamente mencionada.

Continuando con la historia del basural, la situación comenzó


a convertirse en crítica, por lo que, en el año 2004 el municipio
de la ciudad decide tercerizar el manejo de los R.S.U a la
empresa privada CORVAN, la cual instala un tinglado de
clasificación de residuos, actividad que se llevó a cabo durante
un mes, con aproximadamente 80 empleados. Muchos de
ellos conforman la Cooperativa “7 de febrero” que en la
actualidad continúa realizando la actividad de separación de
residuos, pero con un personal de 24 personas, siendo que
tiene una capacidad operaria de 40 personas en turnos de 8
horas, como se hacía inicialmente con CORVAN.

Luego de 8 meses sin tratarse la basura (aproximadamente


desde julio de 2005 hasta febrero de 2006), se declara la

53
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Emergencia Ambiental13 en marzo de 2006, y a mediados del


mismo año desde la Municipalidad se rompe el contrato que
se mantenía con CORVAN por el control total del predio y se
lo dan en concesión a EMRE buscando una salida a la crisis
ambiental acontecida. EMPRE es otra empresa privada,
acompañada de nuevas promesas sin cumplir, puesto que:
“EMRE propuso una inversión en infraestructura de 5,4 millones
de pesos para el primer año de los 10 que tendrá de contrato.”
(La Voz del Interior; 10/06/2006), sin embargo, la firma sólo
estuvo presente 4 años, durante los cuales no realizó las tareas
de mantenimiento, ni la inversión prometida.

Como se mencionó, EMRE estuvo cuatro años como


concesionaria del depósito de R.S.U y el 1º de junio de 2010
pasa a manos de la multinacional INNVIRON, empresa
norteamericana que “…invertiría 50 millones de dólares, con 60
puestos de trabajo…” (El Diario de Villa María; 6/05/2010). El
intendente municipal, al respecto, declara que Villa María
sería la primera ciudad que certifique bonos de carbono,

13
Ordenanza Nº 5.650: “Art. 1º.- Declaración: A efectos de prevenir un
incremento en el daño ambiental ocasionado a los recursos: suelo,
aire y al ambiente en general, con incidencia colectiva en la ciudad de
Villa María, manifestado como una modificación negativa al equilibrio
de los ecosistemas o los bienes o valores colectivos; y siendo que el
mismo, ha derivado de la generación de pasivos ambientales por
acumulación de residuos sin tratamiento, con repercusión sobre el
suelo y sus propiedades, perjudicando el aire y la atmósfera, y
acarreando las consecuencias en el agua y demás recursos naturales,
con el potencial perjuicio de la salud de los habitantes de Villa María,
DECLARASE la EMERGENCIA AMBIENTAL en los aspectos
vinculados al tratamiento de los residuos sólidos urbanos de la ciudad
de Villa María.-“

54
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

además señaló que se trabajaba para ser energéticamente


independientes, en consonancia con lo expresado por uno de
los directivos de INNVIRON Argentina, Julio Bachmann, quien
dijo en su momento que “…la única manera de recuperar la
inversión es generar energía. La basura no es rentable” (El
Diario; 6/05/2010). El contrato en cuestión permitía a la
ciudad, ante la finalización de la concesión, quedarse con el
50% del emprendimiento.

En el proyecto original de la planta recicladora presentado por


INNVIRON, según un Lic. en Gestión Ambiental y consultor
ambiental de la Municipalidad de Villa Maria, “…su idea era
aplicar tecnología de punta para generar energía, a través de la
incineración para la ciudad, pero nunca fue a buen puerto el
tema del proyecto. Ellos procedieron al enterramiento. Nunca
hubo una decisión en conjunto entre el municipio y la empresa,
que estaba dispuesta a hacerlo, pero desde la municipalidad se
enfrió.”

Durante un recorrido realizado en abril de 2012, se observó en


el predio de la planta maquinaria instalada en desuso, por lo
que, en el trabajo de campo realizado en octubre del 2014 se
preguntó al respecto, los trabajadores del lugar coincidieron
en su totalidad en que las maquinas habían sido instaladas
luego del arreglo con INNVIRON, pero sin motivo aparente
fueron “saboteadas”, “…con azufre le hicieron explotar los
hornos. Un sabotaje”14, comentaban trabajadores de la
“Cooperativa La Sustentable”, que se dedica al enterramiento.

14Es importante destacar que desde el municipio fue desmentida la


existencia de las máquinas.

55
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Este es uno de los motivos que se considera como causante


por el no funcionamiento de la planta de reciclado, entre otros
que no se pudieron corroborar, aunque se estima que son
cuestiones de índole política y de intereses de cierta manera
encubiertos, como lo indicaron los empleados de la
Cooperativa.

Debido a dichos problemas fue necesario, por parte de la


municipalidad, aclarar el clima de incertidumbre que
acaparaba el tratamiento de los R.S.U, por lo cual se comenzó
a gestionar una política ambiental, a través de Secretaria de
Ambiente y Desarrollo Urbano, en el año 2012. Dicha política
tenía como objetivo principal solucionar los problemas
acaecidos por las gestiones ineficaces hasta el momento,
siendo necesaria la realización de acuerdos con diferentes
entes, tales como:

• La Cooperativa “7 de febrero”: encargada de la


separación y post armado de los “fardos” de residuos.
(La Cooperativa está formada con los empleados que
inicialmente trabajaban en la empresa CORVAN);

• La Cooperativa “La Sustentable”: encargada del


enterramiento de la basura;

• EMRE: encargada del tratamiento de los residuos


patógenos;

56
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

• COTRECO15: la cual se encarga de la recolección de


los residuos.

Una de las alternativas que se presentó para la mitigación de


la emergencia ambiental fue el de la planta recicladores,
tinglado que habría sido destinado al reciclado de basura para
la generación de biogás que abastecería a la ciudad, el cual es
utilizado por la Cooperativa “7 de febrero” que, ante la
ausencia de la empresa INNVIRON tomó el mando de las
actividades.

Para un correcto funcionamiento, INNVIRON debía manejar


los residuos no sólo de Villa María sino de aproximadamente
40 localidades más, para que la producción de biogás16 sea
rentable y su funcionamiento sea el óptimo para la generación
de 30 megavatios, ya que con la cantidad de R.S.U de Villa
María sólo se podrían generar 5 megavatios: “…los técnicos,
por su lado, explicaron que el proceso tecnológico es novedoso y
no es dañino para el ambiente. Una parte de los residuos se
recicla y otra se gasifica para lograr energía. En esta ciudad, por
las toneladas de residuos que se maneja, se estaría hablando de
una generación de 5 megavatios.” (El Diario. 06/05/2010)

La empresa fue “expulsada” rescindiendo el contrato la MVM


(municipalidad de Villa María) ante el incumplimiento de las
inversiones y la falta completa de compromiso para con el
tratamiento de los R.S.U. Desde que la empresa

15 COTRECO: Compañía de tratamientos ecológicos SA


16 Vale la aclaración de que no tuvimos acceso al proyecto presentado
por INNVIRON y firmado en conjunto con la municipalidad, por lo que
lo descripto fue obtenido de artículos periodísticos extraídos de la web.

57
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

norteamericana se hizo cargo de una parte del predio,


específicamente el enterramiento y la generación de biogás,
se produjeron sucesivos incendios, voladuras de residuos a los
campos lindantes y sin tener un representante local, la
empresa nunca se puso en contacto con los recolectores, ni
con EMRE, ni con el municipio, afectando progresivamente el
manejo de los residuos, tanto en la ciudad como en el predio.
Por lo expresado, un problema desencadenaba en otro, por lo
que se llegó a un punto crítico en donde la relación municipio-
INNVIRON culminó definitivamente.

Desde ese entonces, la Municipalidad (mediante las


cooperativas “7 de febrero” y “La Sustentable”) comenzó con
la ardua tarea de recuperar el predio y terminar con la
Emergencia Ambiental declarada un tiempo atrás y que
ninguna de las empresas privadas pudo remediar.

Por lo tanto, resulta interesante reconocer o al menos


evidenciar que la seguidilla de eventos acontecidos alrededor
del basural de Villa María no ha pasado desapercibida, puesto
que el basural se ha convertido en uno de los más evidentes
ejemplos de los territorios de la descentralización definidos
por Mabel Manzanal (2008). Territorios que ponen en
evidencia la puja de poderes, la lucha entre actores sociales
involucrados, la dinámica propia del territorio y la ausencia de
un Estado nacional que “delimite” las reglas de juego.
Mientras tanto, la sociedad local es la principal victimaria en el
juego de responsabilidades/irresponsabilidades que el
territorio demanda para su equilibrado y ecológicamente
saludable equilibrio.

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Consecuencias socio-ambientales derivadas

La situación del basural (histórica y coyuntural) de la ciudad de


Villa María habilita a considerar inevitablemente, tanto a la
población afectada como a la formulación de proyecciones a
futuro.

El continuo aumento de población de la ciudad, variable


vinculada a la generación de residuos por persona
(1kg/persona/día) permite estimar un progresivo y gradual
crecimiento en la generación de los mismos en los años
venideros, por lo que no se puede permitir que el manejo de
los R.S.U continúe siendo como hasta la actualidad, ya que la
expansión de la población en número de habitantes17 se
expresa principalmente, en el caso de Villa María, en un
crecimiento horizontal en el espacio, por lo que se deben
modificar los recorridos de los vehículos recolectores, analizar
y desarrollar una mayor capacidad de acogida de R.S.U en el
predio del basural, punto en el que la empresa INNVIRON
planteaba, mediante la generación de energía y el reciclado de
residuos, optimizar el uso de las cavas a lo mínimo
indispensable (basura cero18), evitar la incineración y además,

17
Considérese que la ciudad de Villa María, según el Censo (2010 del
INDEC) contaba con una población total de 79.351 habitantes,
mientras que el 2001, la población total registrada fue de 72.162. Por
lo tanto, la ciudad evidencia un marcado proceso de crecimiento
demográfico.
18 Propuesta de erradicación de basurales a cielo abierto.

59
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

promover la concientización social para un consumo


responsable.

El grueso de población se encuentra en la periferia de la ciudad


y no en la zona centro que, junto con la costanera centro, es
donde mayor atención se le da a la recolección de residuos,
cuando debería darse al menos con la misma periodicidad en
los barrios más alejados del sector céntrico y los barrios
carenciados para evitar la generación de micro-basurales y
demás problemas acaecidos por la ineficaz recolección de los
R.S.U.

Los micro-basurales se forman, además, en los barrios de la


periferia de la ciudad, principalmente en los barrios
carenciados. Este fenómeno se origina debido a la irregular
recolección de basura que sufren los ciudadanos de la
localidad, aunque no es la única causa de la formación de los
mismos. Entre otras causas se pueden mencionar: la falta de
compromiso de la sociedad, los desechos de diferentes
empresas, la falta de recolección de algunos tipos específicos
de residuos, entre otros. Como lo ha señalado el licenciado en
Gestión Ambiental de la M.V.M “…se forman por tema de
distancia y por residuos que los recolectores no levantan, como
escombros, muebles, chatarras en general, restos de jardín. Hay
falta de compromiso social, los jardineros tiran las cosas a
cualquier lado, al lado del rio, grandes generadores como
empresas de pollos, mercados de verduras u otros que tienen que
pagar un extra por la recolección…” (Entrevista realizada
10/10/2014 en la ciudad de Villa María a Lic. en Gestión

60
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Ambiental y consultor ambiental de la MVM. Carezzano, H. y


Rovere, F.).

Entre los efectos negativos que provocan los micro-basurales


se encuentra la contaminación ambiental a causa de la
proliferación de diferentes animales, roedores en general,
generadores y/o transportadores de diferentes
enfermedades, y para destacar también ya que no es de
menor importancia, el aspecto visual, el paisaje. Además de
ser una amenaza para la población que vive en su cercanía,
debido a que los basurales clandestinos son incendiados,
muchas veces a propósito y otras por causas “naturales”, se
debe tener en cuenta que los barrios en donde se ubican estos
“basurales” son vulnerables, ya sea por la situación económica
de su población, los materiales de construcción de las casas,
entre otras, lo que aumenta aún más el riesgo ante los
problemas ocasionados por los micro-basurales.

Debates y discusiones

Por lo expresado a lo largo del escrito, es de importancia


recuperar nuevamente el concepto de Ecología Política
propuesto por Alimonda (2011). Tal marco teórico, permite
abordar la cuestión del basural de Villa María forma amplia,
comprometida, compleja y contradictoria, como así lo es el
actual abordaje de los espacios geográficos, en el marco de la
Geografía como Ciencia Social.

61
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

El basural en cuestión, entonces, puede ser comprendido en


términos de procesos de formación, de construcción social;
Evidenciando de igual forma, el reconocimiento de los actores
sociales que allí intervienen con iguales o diferentes grados de
legitimidad y capacidad de acción. ¿Cuál sería, por lo tanto, la
importancia de este análisis?: Recurrir principalmente a la
Ecología política para observar críticamente lo que acontece
alrededor, identificar actores sociales, comprender el
territorio socialmente apropiado y finalmente, pensar
políticas y modalidades de acción/intervención que no pongan
en jaque al futuro de la sociedad, mediante, por ejemplo, el
irresponsable uso y/o manejo del recurso suelo.

La década de los ’90 resultan tierra fértil para iniciar el análisis,


puesto que, desde entonces, “en Argentina, se manifestó
mediante el traslado de funciones a las jurisdicciones
subnacionales en forma desordenada, sin preparación
administrativa y funcional, sin coordinación, sin propuestas
similares…” (Mabel Manzanal, 2008:19). Para el caso de Villa
María, la función fue deficitariamente cubierta, además de no
darse el “territorialismo” al que Lópes de Sousa (1995) hace
referencia, es decir, control territorial necesario en un
acertado proceso de descentralización.

Reflexiones Finales

A modo de cierre parcial del presente escrito, se rescatan los


enunciados de Lópes de Sousa (1995) quien comenta que un
territorio es un campo de fuerzas, una tela, una red de
relaciones sociales que, a la par de su complejidad interna,

62
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

define al mismo tiempo, un límite, una alteridad: diferencia


entre “nosotros” y “los otros”.

El basural de Villa María no resulta ajeno al campo de fuerzas


puesto que el tratamiento de los residuos sólidos urbanos es
una problemática a escala mundial, en un mundo dominado
por la lógica capitalista neoliberal, en el cual todo “debe”
generar renta extraordinaria para ser considerado parte del
sistema, por lo tanto, aquello que no cumpla con esta premisa
no merece la atención necesaria por parte de la clase
gobernante. Y aquí es donde la cuestión de los R.S.U queda en
el mero discurso político con el fin de aunar intereses
electorales; así, una vez cometido el objetivo se deja en el
olvido o se utiliza como imagen de propaganda para los
políticos de turno a fin de realizar negocios con el lobby
empresarial, mientras detrás de todo este telón de fondo, la
crisis ambiental se acentúa y la sociedad sigue padeciendo las
secuelas de la inoperancia y del egoísmo político.

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

“BUEN VIVIR”: CONTRADICCIONES DEL


ESTADO ECUATORIANO.

67
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

ESTUDIO DE CASO, CONFLICTO


SOCIOAMBIENTAL “PROYECTO MIRADOR”

Maida CORNEJO y Agostina MARINCONZ


PERUCHIN

Resumen

El propósito del trabajo es analizar el conflicto socioambiental


surgido a partir de la explotación minera en la Cordillera del
Cóndor Mirador en Ecuador. Visualizando las ambivalencias y
contradicciones del Estado ecuatoriano en relación con la
concepción del “Buen Vivir”. El texto contiene tres partes: en
primera instancia se aborda la concepción del Sumak Kawsay;
posteriormente en un segundo apartado nos referiremos al
proceso histórico del conflicto; y por último exponemos los
antagonismos en los que cae el gobierno ecuatoriano.

Palabras clave: Proyecto Mirador- Megamineria- Buen Vivir-


Ecuador

Introducción

68
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

El presente trabajo tiene como objetivo analizar el conflicto


socioambiental que se genera en torno al Proyecto Mirador
ubicado en la provincia de Zamora Chinchipe, cantón El
Pangui en Ecuador. La metodología utilizada para el abordaje
de la temática propuesta es de tipo cualitativa, basada en la
descripción heurística del caso.

El proyecto Mirador es un megaproyecto de minería a cielo


abierto, concesionado a la empresa transnacional
EcuaCorriente S.A. bajo la protección del Estado ecuatoriano
con la finalidad de promover el desarrollo económico del país,
dejando de lado los principios del Sumak Kawsay presentes en
la Constitución Nacional, en el Mandato Minero Nº 6 y en el
Plan de Desarrollo Nacional.

En el marco de tal proyecto, el extractivismo de la explotación


minera, no solo afecta a la Madre Tierra y a su equilibrio sino
también a los pueblos originarios y a la comunidad
ecuatoriana en su totalidad. Frente a estos clamores, surgen
movimientos de lucha que repudian el accionar del gobierno
ecuatoriano, tales como organizaciones indígenas y ONGs
ambientalistas.

A partir de lo expuesto, nuestro trabajo girará en torno a las


controversias del gobierno entre la normativa constitucional y
el accionar llevado a cabo.

El “buen vivir”: discursos y acciones estatales

69
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

El “Buen Vivir” se planifica, no se improvisa. El “Buen Vivir” es


la forma de vida que permite la felicidad y la permanencia de
la diversidad cultural y ambiental; es armonía, igualdad,
equidad y solidaridad. No es buscar la opulencia ni el
crecimiento económico infinito. (Plan Nacional para el Buen
Vivir 2013-2017)

En los últimos años, algunos países de América Latina han


impulsado un nuevo enfoque sobre el desarrollo que cuestiona
el paradigma de la modernidad, el cual imponía la idea de
progreso asociado a la explotación y al saqueo de las
economías latinoamericanas. El “Buen Vivir” o “Sumak
Kawsay” postula una relación entre sociedad, individuo y
medio ambiente, en donde este último, aparece como sujeto
de derecho. Sumak Kawsay propone una cosmovisión que
hunde sus raíces en las culturas de las etnias oprimidas del
continente y muy especialmente de sus pueblos originarios.
Esta concepción es producto de antiguas luchas que logran
visibilizarse en un giro político hacia la izquierda por parte de
los países latinoamericanos, a esto se le suma una toma de
conciencia ecológica por parte de los pueblos, como
consecuencia de un capitalismo agresivo y predador. (cf.
Boron, 2012)

Uno de los países que ha implementado constitucionalmente


los principios del Buen Vivir ha sido Ecuador. En el preámbulo
de su constitución, sancionada el 20 de octubre de 2008,
sostienen que:

“Decidimos construir una nueva forma de convivencia


ciudadana, en diversidad y armonía con la naturaleza, para

70
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

alcanzar el buen vivir, el sumak kawsay; Una sociedad que


respeta, en todas sus dimensiones, la dignidad de las personas
y las colectividades; Un país democrático, comprometido con
la integración latinoamericana –sueño de Bolívar y Alfaro-, la
paz y la solidaridad con todos los pueblos de la tierra (…)”

A lo largo del texto constitucional, se esbozan diferentes


artículos que se relacionan intrínsecamente con la concepción
del Buen Vivir: el derecho al agua, a la soberanía alimentaria,
a vivir en un ambiente sano y equilibrado, etc. (Artículos: 12,
13, 14 y 275)

En Ecuador, además de la constitución de Montecristi, se


elaboró en el año 2009 el Plan Nacional del Buen Vivir a través
de la Secretaria Nacional de Planificación y Desarrollo el cual
propone, según Svampa (2012), un retorno del Estado, un
cambio en el modelo de acumulación que va más allá del
primario-exportador hacia un desarrollo endógeno,
biocentrado, basado en el aprovechamiento de la
biodiversidad, el conocimiento y el turismo. Dicho plan va en
contra de la improvisación y expresa un conjunto de objetivos
con la voluntad de transformar históricamente a Ecuador; fue
ideado a largo plazo con el propósito de alcanzar un
Socialismo del Buen Vivir. Para cumplir con esta meta es
inevitable atravesar un proceso de transición, el cual es
entendido como un movimiento progresivo evitando que la
transformación tenga un costo elevado para la población.

Paralelamente a la legislación y planificación llevada a cabo


por el estado ecuatoriano, existen diferentes conflictos
socioambientales que nos llevan a pensar la contradicción que

71
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

existe entre los postulados escritos por el estado y sus


acciones prácticas. Estas, dejan de lado los principios del Buen
Vivir, en detrimento de los beneficios económicos, afectando
así, los ideales de colectividad, solidaridad, igualdad y los
derechos de la madre tierra.

Uno de los conflictos socioambientales más importantes de


Ecuador es el del Proyecto El Mirador; ubicado en la Cordillera
del Cóndor, específicamente en la provincia de Zamora
Chinchipe, el cantón El Pangui, parroquia de Tundayme. Esta
zona cordillerana, ubicada al sureste de Ecuador es una
cadena montañosa de 150 kilómetros que va de norte a sur,
tiene una altitud de 2900 msnm y es una de las regiones
biológicamente más ricas de América del Sur, forma parte del
Parque Binacional El Cóndor y es también el territorio
ancestral de la nacionalidad Shuar. (cf. Chicaiza, 2010) Debido
a su ubicación entre la región andina y amazónica hace de ella
un lugar único en términos de flora y fauna, posee uno de los
ecosistemas más megadiversos y frágiles. En cuanto a la flora
contiene la mayor riqueza de plantas vasculares en toda
América del Sur, muchas aún desconocidas científicamente y
posee 6 especies endémicas vegetales y un bosque de alta
diversidad; con respecto a la fauna Mirador contiene especies
de origen amazónico y andino, es el habitad de especies
endémicas y amenazadas.

En cuanto a las fuentes y cuencas hidrográficas de agua dulce,


Mirador está ubicado específicamente en las micro-cuentas de
los ríos Tundayme y Wawayme que nacen en las estribaciones
de la Cordillera del Cóndor. El ecosistema de la Cordillera del

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Cóndor es sustentado por el gran ciclo hidrológico que lo


conforma, de esta manera se explica que allí comienzan a
formarse los ríos destinados hacia la amazonia. Esta zona
representa el área de montañas areniscas más grandes y de
mayor diversidad de los Andes y es considerada como un
hotspot, término que define que a un nivel global que 15
hectáreas tropicales mantienen al menos un tercio de toda la
diversidad terrestre que está en riesgo grave de extinción.

El proyecto El Mirador, ha generado controversias en la


sociedad llegando a constituirse como un conflicto
socioambiental. Siguiendo a Psathakis (2010), entendemos al
conflicto como parte de la condición humana que refiere a una
divergencia de intereses; un conflicto se vuelve
socioambiental cuando dos o más actores interdependientes
no están de acuerdo sobre la distribución de determinados
elementos materiales o simbólicos vinculados al control, uso y
acceso a los recursos naturales y actúan basándose en estas
incompatibilidades percibidas. De esta manera, los conflictos
socioambientales están estrechamente vinculados a la
relación entre las personas y su ambiente; una de las causas
principales de la conflictividad socioambiental se encuentra en
la toma de decisiones por partes de voluntades particulares
que excluye la participación de los actores no estatales.

Proyecto mirador: cronología de hechos

A lo largo de los últimos veinte años, las concesiones del


megaproyecto Mirador han cambiado varias veces de manos.
Entre 1994 y 2000 la concesión fue otorgada a la empresa
minera Billiton Ecuador B.V, violando las disposiciones del

73
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

artículo nº 50 de la Ley de Seguridad Nacional el cual, prohibía


expresamente la ocupación de aéreas de territorios en la zona
de frontera, donde se encuentran zonas de conservación
ecológica y tierras pertenecientes a las comunidades Shuar.

Desde el año 2000 y hasta 2004 la concesión del proyecto pasa


a manos de la empresa BHP Billiton, la cual logra mantener un
acuerdo con la comunidad Shuar de Warintz, convirtiendo a
esta en su zona de operaciones, y provocando conflictos al
interior de las comunidades shuar. La oposición de la
federación de comunidades shuar en conjunto con misioneros
salesianos logro que durante los años 2001 y 2002 la empresa
suspendiera sus trabajos de exploración (Chicaiza, 2010).

A partir de 2004 el proyecto cambio de manos nuevamente,


esta vez la beneficiaria fue la empresa Ecuacorriente S.A., la
que aún continúa desarrollando operaciones en la zona. El 5 de
marzo de 2012 el Estado Ecuatoriano firma el primer contrato
de explotación minera a gran escala con dicha empresa. Este
contrato permite la explotación y extracción de cobre,
principalmente, a través de la técnica de cielo abierto por un
plazo de 30 años; el proyecto conocido como “Mirador”.

El Estado concede a la empresa un área de 2895 has para


operaciones mineras, en las cuales se desarrollará “Mirador 1”,
pero ECSA también podrá realizar actividades relacionadas en
un área de 2815 has y un área adicional de 510 has
denominadas “áreas de protección”. El contrato junto con la
Licencia Ambiental, le permiten a la empresa realizar un tajo
de 1.25 Km. de profundidad. Frente a la concesión y permiso
para la fase de explotación, se planteó una acción de

74
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

protección por los derechos de la naturaleza y los derechos a


la vida digna y agua de las personas, dicha demanda fue
rechazada.

Cabe destacar que la justicia determino, en primera instancia,


que la zona del proyecto según lo establecido por el Ministerio
de Ambiente no era una zona protegida, por lo que no cabía
ningún procedimiento especial. Sin embargo, el propio
Ministerio de Ambiente había declarado el 23 de marzo de
2005 a la cordillera del Cóndor como un “área de bosque y
vegetación protectores”, restringiendo toda actividad
incompatible con los fines como área protectora e
incorporando la zona en el sistema nacional de bosques
protectores.

Como bien explica Svampa (2012), dentro de los conflictos


socioambientales las organizaciones de pueblos originarios,
como la Confederación Nacional de Indígenas del Ecuador
(CONAIE) y ONGs ambientalistas, como acción Ecológica, son
muy activas en el campo de las luchas. Esto no solo se da
porque en Ecuador se han dado innovaciones jurídicas y
constitucionales importantes, sino porque estos actores
colectivos apuntan a la profundización del debate con el
Estado, acerca del modelo de desarrollo y la salida del
extractivismo. Sin embargo, estas luchas no han sido
suficientes para frenar la implantación del modelo de minería
a gran escala. La Asamblea Constituyente del 2008 declaro a
Ecuador “libre de minería contaminante” pero puso en marcha
proyectos extractivos millonarios y en 2009 el parlamento

75
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

aprobó una nueva ley minera, la cual profundiza el modo


extractivista.

Después de la firma del contrato con ECSA en 2012, las


organizaciones nucleadas por CONAIE realizaron una
movilización que comenzó en Zamora y termino en Quito. Su
principal reclamo circundaba en la oposición a la minería
metálica a gran escala y la demanda de la reversión del
contrato con EcuaCorriente. Estas movilizaciones se
esparcieron por las distintas provincias hasta fines de 2012.

En el año 2013, entre enero y julio, se presentó una acción de


protección a favor de los derechos de la naturaleza y de las
personas, dicha acción fue rechazada por el Juzgado Vigésimo
Quinto de lo Civil. Ante esta negación, el Colectivo por la
Defensa de la Cordillera del Cóndor integrado por
organizaciones de derechos humanos, ambientalistas e
indígenas anuncio una demanda ante la Corte Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH) a principios de julio de 2013.

Durante 2014, uno de los hechos principales fue durante el


mes de mayo cuando la empresa china EcuaCorriente (ECSA)
denuncia que 150 trabajadores tomaron las instalaciones del
campamento del Proyecto Mirador paralizando las
actividades regulares. En tanto, la Asamblea de los Pueblos
del Sur y otras entidades reportaron que la empresa
EcuaCorrientes, en presencia de la policía y en complicidad
con el actual régimen, demolieron la iglesia y la escuela de la
comunidad San Marcos, Tundayme para avanzar con sus
planes de extracción minera.

76
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

A fines del 2015 el conflicto se intensifico, en el mes de


octubre, la Comunidad Amazónica de acción Social Cordillera
del Cóndor Mirador (CASCOMI) junto a la Confederación de
Nacionalidades indígenas del Ecuador (CONAIE) se
trasladaron hasta la sede de la Agencia de Regulación y
Control Minero (ARCOM) para exigir la suspensión del
proyecto Mirador y denunciando un desalojo violento
producido el 30 de septiembre en parroquia Tundayme. A
pesar de esta denuncia el 16 de diciembre de 2015 otras 10
familias fueron desalojadas por la fuerza, si considerar que la
comunidad tenía autorización de quedarse en el sector para no
desintegrarse.

El 21 de diciembre de 2015 el gobierno de Ecuador puso en


marcha la explotación del proyecto minero Mirador, uno de los
principales yacimientos con el que se busca obtener una
producción de cobre a gran escala a partir del 2018.

Ecuador… ¿el país del “buen vivir”?

El proyecto Mirador representa el ejemplo más acabado del


modelo de extracción minera de Ecuador. El gobierno busca
convertir, a través de su política de desarrollo a toda la
Cordillera del Cóndor en un distrito minero, el mismo
presidente ecuatoriano, Rafael Correa, haciendo alusión a la
explotación minera ha sostenido que “todo el mundo está en
contra de la destrucción de la naturaleza, pero si de eso depende
nuestro desarrollo… se explotara”. La prueba más fehaciente

77
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

de este propósito se encuentra en el mandato minero, que


como sostiene Chicaiza:

“La principal característica de esta nueva ley es la promoción


de la industria minera y establecerla como factor de
producción nacional de gran escala, a través de abundantes
incentivos otorgados a los concesionarios mineros; permite a
cualquier persona, en cualquier momento entrar en territorios
de comunidades indígenas a explorar la existencia de
minerales explotables, y realizar aprovechamiento del agua
que allí se encuentre (Arts. 60, 61, 79); basa de hecho el
desarrollo nacional en el desplazamiento forzado de
comunidades indígenas y campesinas, la extinción de pueblos
y culturas y riqueza natural; y, genera las condiciones para una
mayor conflictividad”

Para poder llevar adelante su actividad la empresa minera


ECSA necesita asegurar el acceso a una mayor superficie del
terreno que se tenía previsto, para ello busca expandirse hacia
zonas que no estaban contempladas y lo hace sobre las
propiedades de los campesinos mediante la compra directa de
las tierras o a través de la figura de la servidumbre. Esta figura
legal, existente en la ley de minería, permite a los
concesionarios mineros ocupar y usar, temporalmente, los
predios dentro y fuera de la concesión que les otorga el estado
ecuatoriano por utilidad pública. De esta manera con la
servidumbre la empresa minera puede acaparar las tierras que
considere necesarias, mediante el pago por el uso y goce de la
tierra que debe abarcar el pago de daños y prejuicios al dueño
del inmueble. Esta plataforma jurídica conlleva el

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

desplazamiento forzoso de los campesinos y comunidades de


la región que son desalojados con la participación del Estado y
de fuerzas públicas de seguridad.

Este proceso de despojo posee un carácter inconstitucional ya


que según la Constitución sancionada en 2008 los mandatos
son irrevocables mediante una ley ordinaria posterior, y como
indica el mandato minero en su artículo número 3 no pueden
ser intervenidas áreas donde se encuentren reservas o zonas
de protección como así también territorios donde se originan
nacimientos de ríos. A ello se suma la inexistencia de una
consulta a las comunidades y pueblos que serían afectados por
la explotación minera, violando así nuevamente la
Constitución Nacional que postula la consulta pública previa,
libre e informada a los pueblos y naciones indígenas; hecho
que ha sido reclamado por CASCOMI en reiteradas
oportunidades.

Pero las violaciones a la legislación nacional no terminan allí.


La empresa minera concesionaria ECSA en su modelo de
producción necesita de la utilización de agua, según el estudio
de impacto ambiental presentado se utilizará 40 litros de agua
por segundo. A este uso desmedido de un bien considerado
por la constitución, en su artículo 12, como patrimonio público
irrenunciable, debe agregarse la cantidad de agua que la
empresa prevé utilizar en el relleno del cráter que quedara
luego de las excavaciones para formar allí una laguna artificial;
y la cantidad de agua que será afectada por contaminación
superficial y subterránea, debido a la utilización de químicos y
explosivos. Ante esto el estado ecuatoriano ha promovido

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

como respuesta una ley de aguas en la cual se otorga


autorización de aprovechamiento económico de agua para
actividades mineras.

Otros aspectos relevantes se relacionan con los movimientos


sísmicos y las especies de la región, muchas de las cuales están
amenazadas y poseen carácter endémico, ante ello la
empresa ECSA sostiene que llevara adelante un rescate
representativo de especies comunes y uno total de las
especies amenazadas como paliativo ante las demandas
realizadas por diferentes ONGs.

Consideraciones finales

El impacto ambiental que significara la ejecución del proyecto


mirador es de carácter irreversible, afectando el uso del suelo,
el paisaje, valores arqueológicos de suma importancia
cultural, fauna y flora y las fuentes hidrográficas.

Frente a las demandas el gobierno ecuatoriano no hace más


que resaltar las ventajas económicas que genera la minería a
gran escala, se destacan constantemente los miles de dólares
recibidos en conceptos de regalías que son utilizados en obras
públicas como las llamadas escuelas del milenio y hospitales y
los empleos directos e indirectos que genera el proyecto; sin
embargo todas las sumas de dinero que se obtienen son
irrisorias en comparación con lo que la empresa recaudara en
los 30 años del convenio.

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Desde el gobierno se utilizan términos como “minería


responsable” o “minería amigable con el medioambiente”
para justificar su accionar en apoyo a la minería a gran escala
como fuente que posibilitara el desarrollo del país; pero se
olvida que la minería no hace otra cosa que generar
dependencia del mercado internacional, contaminación,
despojo, problemas de salud, expulsión social, desintegración
comunal, desempleo; el saldo aparece como profundamente
negativo. En contraposición al extractivismo del gobierno
aparecen voces que se proclaman en defensa de la madre
tierra y los principios del buen vivir, el debate que se instala en
Ecuador como en otros países latinoamericanos puede ser
sintetizado en pachamamismo vs. extractivismo.

Referencias bibliográficas

“CASO CÓNDOR-MIRADOR (POR EL PROYECTO DE


MINERÍA A CIELO ABIERTO “MIRADOR”)”. En:
http://therightsofnature.org/wp-content/uploads/Caso-
Condor-Mirador.pdf

ACCIÓN ECOLÓGICA. 2015. “Informe sobre desalojos


forzosos realizados por el Estado ecuatorianos y la empresa
minera china EcuaCorriente (ECSA) en la Cordillera del
Cóndor, Parroquia Tundayme”. Quito. Ecuador. En:
https://accionpsicosocial.files.wordpress.com/2015/12/inform
e-sobre-desalojo-forzoso.pdf

81
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

BORÓN, Atilio. 2012. “América Latina en la geopolítica del


imperialismo”. Ediciones Luxemburg. Buenos Aires.

BRETÓN SOLO DE ZALDIVAR, Víctor. 2013. “Etnicidad,


desarrollo y ‘Buen Vivir’: Reflexiones críticas en perspectiva
histórica”. En Revista Europea de Estudios Latinoamericanos
y del Caribe, Nº 95. Ecuador.

CHICAIZA, Gloria. 2010. “El enclave minero de la Cordillera del


Cóndor”. Acción ecológica. Ecuador.

PSATHAKIS, Jimena. 2010. “Una aproximación al


ordenamiento ambiental del territorio como herramienta para
la prevención y la transformación democrática de conflictos
socioambientales”. Vol. 1. Fundación Cambio Democrático y
Fundación Ambiente y Recursos Naturales. Buenos Aires.

SVAMPA, Maristella. 2012. “Consenso de los commodities,


giro ecoterritorial y pensamiento crítico en América Latina” en
Revista OSAL. Año XIII Nº 32.

Fuentes

Constitución de Montecristi de Ecuador, Año 2008.

Diario El Ciudadano. Años 2012, 2013, 2014, 2015, 2016.

82
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Diario El Universo. Años 2012, 2013, 2014, 2015.

Plan Nacional de Desarrollo (2009-2013) (2013-2017)

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

EL MALÓN ANCESTRAL
CONFLICTOS SOCIO-AMBIENTALES, LUCHA
POR LA AUTONOMÍA DE LOS PUEBLOS
ORIGINARIOS DE LA PUNA ARGENTINA

María Laura AGUIRRE

Resumen

El auge del indigenismo en la Provincia de Jujuy, Argentina, -


coordinado por la Asociación de Pequeños Productores de La
Puna (APPP) y la Red Puna -ha transformado la relación entre
los diferentes actores en pugna por la propiedad de la tierra, a
partir de la instalación de nuevas empresas transnacionales
del sector minero. La lucha por la tierra data de la época del
Estado colonial que, a pesar de las numerosas conquistas del
activismo indigenista, los reclamos por la restitución de las
mismas aún en pleno siglo XXI continúan vigentes. La reforma
de la Constitución Nacional en 1994 -en su artículo 75 inciso 17-
que por primera vez reconoció la preexistencia de los pueblos
originarios, confiriéndole derechos sobre las tierras
comunales y la autonomía cultural, constituyó un pilar
fundamental del movimiento para iniciar una ola de activismo
radical. Sin embargo, pese al reconocimiento de raigambre
constitucional, y el antecedente de la Constitución de Jujuy de
1986 que extendió los derechos específicos de pueblos
originarios -en su artículo 50-, las tierras no fueron restituidas
a sus antiguos dueños ancestrales. Este movimiento unió a las

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

comunidades indígenas en una lucha más radical, que


comenzaron desde la época colonial, transcurrieron con la
formación del Estado Nacional y la ilustraron con la epopeya
de los Malones de La Paz. Imagen histórica de sublevación,
lucha, y restitución de sus derechos, evoca la marcha que una
centena de originarios de Jujuy realizaron por tres meses
montados en mula o caminando según la ocasión, para
reunirse con el Presidente de la Nación en 1949 y en el 2006.
El escenario pos-electoral que dejo el 2016 -en la Provincia de
Jujuy y su respectivo Gobernador Gerardo Morales-
nuevamente colocó en pie la radicalidad de los pueblos
originarios, ante el incumplimiento de las promesas pre-
electorales, con respecto a la no instalación de nuevas
empresas mineras, la des-instalación paulatina de las antiguas
y a la restitución de las tierras a sus antiguos dueños
originarios. En este contexto, nacional, provincial y regional el
presente ensayo tiene como propósito presentar los conflictos
socio-ambientales que complejizan el estado de la cuestión
regional, en el marco de un modelo de desarrollo extractivista
de bienes y recursos primarios, de empresas transnacionales
dedicadas a la minería a gran escala y a cielo abierto.

Palabras clave: conflictos socio-ambiental, extractivismo,


bienes primarios, territorio, minería, ecologismo profundo,
Estado, Pueblos Originarios, cosmovisión cultural.

Introducción

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

La lucha por la tierra que emergió en América Latina a fines


del siglo XX empezó como una lucha para corregir la
desigualdad e inequidad social de los Pueblos Originarios, y
ganar el reconocimiento de los derechos a la cultura y
propiedad. Sin embargo, lucha, reconocimiento, identidad,
autonomía son concepciones que -durante los procesos de
formación del Estado colonial- desde antaño, junto al
profundo activismo del indigenismo, comenzaron a
cuestionar las concepciones de expansión, desposesión,
privatización y cooptación de la tierra ancestral.

En esta línea de análisis, la historia de posesión/desposesión


de la tierra en Argentina, y de empobrecimiento de
numerosos pueblos indígenas, se puede abreviar e ilustrar en
la región de La Puna -noroeste de nuestro país-, más
precisamente en la provincia de Jujuy.

El presente ensayo intenta examinar y analizar la lucha por la


tierra y por el reconocimiento de sus derechos
constitucionales que contienen la protección de la propiedad
comunitaria, la organización y autonomía de los pueblos
originarios, y el desarrollo cultural, cosmovisión y armonía de
sus pueblos con la naturaleza. Cosmovisión de los Pueblos
Originarios, que se encuentra en permanente confrontación
con el modelo extractivista de la nueva era: minería a gran
escala y a cielo abierto.

Argentina luego de estar durante la década del ‘90 a puertas


de la minería a gran escala, después de años de una fase de
exploración intensa en algunos casos sin haber empezado, y
en otros instalada la etapa de explotación, se han creado

86
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

varios conflictos socio-ambientales alrededor de los recursos


naturales, entre la sociedad civil, Pueblos Originarios, el
gobierno y las empresas transnacionales, en diferentes
regiones y provincias del país. El estudio de caso, “Los Pueblos
Originarios Jujeños de La Puna”, que se oponen a la
explotación minera a gran escala, no es la excepción sino más
bien la regla general, que viene a ejemplificar las marchas y
contramarchas de un “Proyecto Minero” con una propuesta de
explotación a gran escala y a cielo abierto de la empresa
canadiense Dajin, dentro de un territorio que ya tiene dueños:
los Pueblos Originarios Kolla y Atacama, quienes jamás fueron
consultados a cerca de este proyecto. Aunque las
comunidades de La Puna -Cohinoca, Yavi, Rinconada,
Atacama, Santa Catalina y Kolla- ya vienen sufriendo la
contaminación, por un lado, y padeciendo las consecuencias
negativas por el otro, por omisión, descuido o violación de los
cuidados y derechos ambientales por parte del Estado
Provincial y Nacional, y de otras empresas transnacionales
como: Metal Huasi, Pan de Azúcar, Pirquitas y Mina El Aguilar,
afectando suelos, agua, aire y salud de sus antiguos dueños y
pobladores.

Finalmente, continuando con estas líneas del ensayo, se


analizará en términos de conflictos socio-ambientales, el
encuentro conflictivo de dos visiones distintas de la naturaleza
y del manejo de los recursos naturales, teniendo en cuenta la
política pro-extractivista del Gobierno Nacional y Provincial.
Dentro de este escenario se examinará los roles y las
interacciones de los actores principales: las transnacionales
mineras, el Estado y los Pueblos Originarios; y los conflictos

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

socio-ambientales que se producen entre ellos alrededor de la


minería a gran escala en La Puna, poniendo especial atención
en el rol y la capacidad del Estado para atender, monitorear y
orientar salidas a estos conflictos, por un lado y, por el otro, el
papel y aforo de los Pueblos Originarios para observar, vigilar
y responder a las decisiones e imposiciones del Estado y las
empresas. Se intenta reflexionar acerca de la extracción, el
desarrollo y la crisis del Estado capitalista extractivista,
teniendo en cuenta los programas de desarrollo sustentable
de las empresas como "suficientes para evitar conflictos socio-
ambientales”, o la demanda una intervención más dinámica
del Estado para regular las relaciones entre las empresas y la
sociedad civil, entre las empresas y los Pueblos Originarios.
Los interrogantes del presente ensayo se dirigen,
principalmente, hacia los usos y costumbres de las
comunidades que se ven afectadas por la minería, y hacia las
luchas llevadas a cabo para proteger sus vidas, su
medioambiente y su autonomía.

Desarrollo

La historia de la lucha por la tierra se inicia aproximadamente


por lo que se puede entender y definir al Estado colonial,
determinada y atravesada por las relaciones entre los dueños
y los desposeídos de la misma. Con la llegada de los españoles
a nuestro continente -siglo XV-, el mundo de los Pueblos
Originarios fue transformado con el proceso de privatización y
cooptación de la tierra, y posteriormente con la expansión del
Estado Argentino -siglo XIX-, se produjo el proceso de

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

desposesión y empobrecimiento de los dueños y ancestrales


pobladores de La Puna Argentina. La distribución de la tierra
marcó una geografía ocupada por grandes extensiones de
fincas destinadas a los negocios de la explotación minera por
parte de nacionales y extranjeros. La reorganización del
territorio de esta zona se inicia con el proceso latifundista,
reafirmado y reglamentado por las decisiones del Estado
Nacional.

Las tan mentadas promesas y los intentos de distribuir las


tierras de las fincas con grandes extensiones, especialmente
luego de la llegada del voto universal y obligatorio en
Argentina, produjo pocos resultados, en algunos casos por
omisión, en otros por complicidad y en muchos por
impedimento y resistencia de los nuevos dueños nacidos al
amparo de la modernidad que dieron guerra sin cuartel a
indígenas y gobernantes de turnos -durante las primeras
décadas del siglo XX- que intentaron cumplir con sus
promesas de campañas.

Así de este modo y en un contexto de un Estado-Nación


nacida con una identidad europeizada y en los albores de una
economía de desarrollo moderno, los ancestrales pobladores
permanecieron como una minoría estigmatizada y hasta en
algunos casos olvidada.

Con la llegada de un gobierno popular a partir de 1916,


Argentina transitó por los estallidos de las dos Guerras
Mundiales, golpes de estado, ciclos cívico- militares,
consolidación del peronismo, dictaduras sangrientas en la ’70,
retorno de la democracia en el ’83, proceso de privatización en

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

los noventa, un retorno a la revalorización de lo estatal y de


gobiernos tildados de progresistas, hasta la actual defensa de
los principios de la república de un gobierno autodefinido
como el cambio. Sin embargo, más allá de los procesos y
progresos electorales los diferentes Pueblos Originarios de La
Puna, no han logrado la restitución de sus tierras a pesar del
amparo de los derechos de raigambre constitucional
contemplados en el art. 75, inciso 17 de la Constitución
Nacional -en la Reforma de 1994-, y el art. 50 de la
Constitución de la Provincia de Jujuy -en 1986-.

Sublevación, repudio y resistencia fueron algunas de las


manifestaciones de los Pueblos Originarios en respuesta a las
invasiones y usurpación de sus tierras. Una imagen histórica
de insurrección y de mensaje de que la única lucha que se
pierde es la que se abandona, se puede rememorar con la
Marcha que se llamó “El Malón de la Paz”. Durante tres meses
más de una centena de originarios caminaron, o montaron
mulas para reunirse en agosto de 1949, en la capital de la
república con el Presidente Perón. El resultado fue desalojo
policial, traspaso del conflicto a la esfera provincial y
territorios disponibles para el uso de las comunidades, pero no
de posesión por parte de los antiguos dueños ancestrales.

Con la llegada del nuevo milenio, los conflictos por la


restitución de las tierras fueron recrudecidas con los conflictos
ambientales causadas por la economía de desarrollo basada
en la explotación minera por parte del gobierno provincial, en
este contexto el territorio de La Puna se encuentra en una

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

disputa originada por lo que podríamos llamar conflictos


socio-ambientales.

“Entendemos por conflictos socio-ambientales aquellos ligados al acceso y al


control de los recursos naturales y el territorio, que suponen por parte de los
actores enfrentados, intereses y valores divergentes en torno de los mismos en
un contexto de gran asimetría de poder. Dichos conflictos expresan diferentes
concepciones sobre el territorio, la naturaleza y el ambiente; así como van
estableciendo una disputa acerca de lo que se entiende por Desarrollo y, de
manera más general, por Democracia (Maristella Svampa, 2012)”.

Define el conflicto socio-ambiental como una situación social


en la cual un mínimo de dos partes en pugnan -al mismo
tiempo- intentan o desean obtener el mismo conjunto de
recursos escasos. De la misma manera para que el conflicto
social exista se requieren, por lo menos, dos partes o dos
unidades o entidades analíticamente distintas, es decir, actor,
organismos, movimientos, grupo o colectividad.

Los conflictos socio-ambientales en general, contienen en su


origen dos visiones distintas de la naturaleza. La primera
visión la ve como un recurso, por el cual alguien se puede
enriquecer, visión que objetiviza la naturaleza como una
“cosa” que puede ser dominada. La otra visión, la ve como
“espacio de vida”, donde convive el hombre con la naturaleza
como parte de ella. “La concepción de la naturaleza como
recurso”, disocia el todo en un conjunto de cosas: tierra, agua,
minerales, árboles, petróleo etc., y se acerca a ella con ánimo
extractivo y explotador. La naturaleza se convierte en un
estado de cosas que debe ser usufructuado por la fuerza de la
tecnología y sus instrumentos de explotación, concepción que

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

produce un discurso del desarrollo, traducido en prácticas


extractivistas. Mientras que “la concepción de la naturaleza
como espacio de vida”, diseña una concepción de medio
ambiente, en términos culturales de las comunidades
tradicionales que la portan, donde el hombre como parte del
espacio no es un individuo foráneo ni ajeno a ella. Cuando se
produce el encuentro de estas dos visiones observamos “una
historia de dominación del uno por el otro”, con
manifestaciones en los espacios normativos y operacionales,
facilitando origen a la conflictividad socio-ambiental. En el
interior de estas dos visiones se encuentran una suma de
complejidades y conflictividades, pero sobre la base de ello se
trata de entender las fricciones como desencuentros de dos
mundos que perciben y actúan sobre la naturaleza de manera
diferente. Dos visiones de desarrollo surgen de estas
perspectivas de la naturaleza: un desarrollo extractivista y un
desarrollo sostenible. Dos visiones que normalmente están en
juego en un contexto económico y político muy complejo,
donde ya existen agrupaciones sociales, étnicas, religiosas o
de clase.

Giarraca y Teubal caracterizan brevemente al modelo


extractivo en los siguientes términos: escala de producción y
tamaño de las unidades productivas, mayores que la
agricultura tradicional; aumento de la concentración de la
producción e ingreso de capitales transnacionales; gran
avance de la frontera agrícola sobre unidades pequeñas y no
dedicadas a la producción; modelo de desarrollo que genera
desplazamiento masivo de poblaciones; actividades
extractivas con un alto consumo de recursos no reproducibles

92
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

-agua, tierra fértil, biodiversidad-; acrecentamiento de las


actividades fuertemente exportadoras -lo producido
mediante recursos locales está destinado al mercado global-,
desconectadas de las necesidades próximas de cada región;
gran extensión de las producciones no esenciales para la vida
de las comunidades, con un alto valor de cambio y grandes
rentabilidades -identificadas de tinte desarrollista-;
producciones que emplean paquetes tecnológicos de punta
para intensificar la producción sin considerar la velocidad de
agotamiento del recurso natural; y finalmente definidas como
des-economías causadas por el agotamiento de recursos
absorbidos por la población.

En este sentido, Maristella Svampa considera que, desde el


punto de vista de la lógica de acumulación, el nuevo Consenso
de los Commodities, conlleva la profundización de una
dinámica de desposesión (Harvey, 2004) o despojo de tierras,
recursos y territorios, al tiempo que genera nuevas formas de
dependencia y dominación. No es casual que gran parte de la
literatura crítica de América Latina considere que el resultado
de estos procesos sea la consolidación de un estilo de
desarrollo extractivista (Gudynas, 2009, Schultz y Acosta,
2009, Svampa y Sola Álvarez, 2010), el cual debe ser
comprendido como aquel patrón de acumulación basado en la
sobreexplotación de recursos naturales, en gran parte, no
renovables, así como en la expansión de las fronteras hacia
territorios antes considerados como “improductivos”.

Continuando con esta línea de análisis podemos observar que


ambos autores coinciden que el modelo extractivista en su

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

versión productiva y acumulativa ha generado, genera y


continuará generando -sin una regulación y control adecuado
del impacto ambiental-, altos impactos ambientales y de
salubridad en las comunidades de la región según el tipo de
extracción de que se trate, externalidades negativas en las
economías tradicionales y domésticas de los Pueblos
Originarios, desarraigo y migraciones internas de poblaciones
ancestrales ante los avances de las producciones a gran escala
y, un perjuicio y deterioro del medio ambiente casi irreparable
por una centena de años. Al mismo tiempo, ambos escritos
acuerdan tácitamente que el modelo extractivista presenta
una característica básica, la utilización en el desarrollo de sus
producciones de bienes primarios y tecnología de punta,
definiendo a aquellos bienes como:

“…bienes comerciados, sin marcas y a granel, a los que se ha efectuado poco


procesamiento, su calidad y características pueden establecerse en forma
objetiva y se ofrecen en los mercados sin diferenciación cualitativa. Bajo nuestra
definición, entonces, los bienes primarios son los recursos naturales (minerales,
petróleo y gas) o bines producidos directamente mediante la explotación de
recursos naturales (como la agricultura), por lo cual se utilizan estos términos
de forma intercambiable (Emily Sinnicott, John Nash, Augusto De La Torre,
2010)”.

En este sentido según Emily Sinnicott, John Nash, Augusto De


La Torre, resulta por demás útil comparar y contrastar dos
tipos básicos de operaciones mineras, que se relacionan con
diferentes riesgos sociales y ambientales: la minería industrial
en gran escala y la minería artesanal en pequeña escala. Todos
los métodos de minería a gran escala implican alguna
alteración de la superficie terrestre y los estratos subyacentes,

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

así como algún grado de degradación de la superficie y de


recursos de agua subterránea. Los impactos de la exploración
y de las actividades previas al desarrollo usualmente son
moderados y de corto plazo, e incluyen impactos potenciales
diverso. Los impactos son mayores durante la fase de
explotación. La minería de superficie plantea una variedad de
preocupaciones, algunas de ellas inmediatas, tales como las
partículas en el aire por el tráfico en las vías. También existen
otras preocupaciones sobre los daños a más largo plazo
causados por las descargas de agua contaminada de las minas.

La historia de América Latina desde la conquista española se


ilustra en una historia minera, desde las minas de plata en
Potosí donde murieron millones de indígenas, hasta la
actualidad con amplios territorios mineros explotados en el
continente -representando aproximadamente un 30% de las
inversiones mundiales del sector-. Se pueden rastrear dos olas
de extracción minera después del periodo colonial, una
ubicada en el siglo XX y otra desarrollada en el siglo XXI, las
cuales ocasionaron daños tan devastadores para los pueblos
de la región, como para el medio ambiente, excediendo el de
la época colonial y sin haber generado -el auge minero de
América Latina- un desarrollo de amplia base. El boom del
siglo XX no condujo a ningún desarrollo, ya que la mayoría de
los ingresos salieron de Sur América y, en general, no hubo
interferencia de parte del Estado para recoger impuestos o
regular operaciones mineras. Los trabajadores fueron mal
tratados y mal pagados. El boom minero de la ´80 y ´90 ha sido
impulsado por la demanda externa de los países
industrializados. El crecimiento de la minería se expandió tan

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

rápidamente, que para el año 2000 América Latina junto a


Argentina, representaron un incremento de la inversión
minera mundial impulsadas por políticas neoliberales que
abrieron las puertas a la inversión extranjera sin regulación.
Como resultado de este cambio estructural la industria minera
en Argentina ha experimentado un nuevo boom, sin embargo
-en pleno auge del siglo XXI con la nueva ley minera N° 24196
y su modificatoria del año 2001-, las regiones mineras
argentinas han recibido pocos ingresos de esta actividad,
comparadas con las voluminosas rentabilidades que obtienen
las empresas transnacionales. Las áreas donde la extracción
de minerales han tenido lugar, particularmente en el norte
argentino y principalmente en la región de La Puna, los niveles
de pobreza y degradación medio ambiental han aumentado
dramáticamente, “el ciclo minero” ha dejado una secuela de
impactos negativos sobre la biodiversidad, los recursos
naturales, las culturas indígenas y los ecosistemas, sin haber
logrado proporcionar mejores condiciones de vida, más allá
del límite de subsistencia para la mayor parte de la población
regional.

Un dato que ejemplifica lo anteriormente expuesto describe el


estado de la cuestión de la siguiente manera:

“las organizaciones no gubernamentales, así como los de “auto convocados”


contra la actividad minera, contabilizan alrededor de 23 emprendimientos
mineros en el país y una actividad de “cateo” (exploración) que promete
ampliar la cifra. Todo comenzó en 1993 con la ley de inversión en la actividad
minera, la 24196, que estableció condiciones de inversión, exenciones de
gravámenes, derechos de importación, etc., muy favorables al capital (hay una
modificación en 2001 que acentúa estos beneficios) (Norma Giarraca, 2006)”.

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Recapitulando, extractivismo, minería a gran escala-a cielo


abierto y bienes primarios, por un costado, se entienden como
concepciones que se interrelacionan, y por el otro se
relacionan e introducen otras nuevas, como territorio, y rol de
los diferentes niveles del Estado Argentino y activismo de los
Pueblos Originarios de La Puna. En este marco:

“Para Lopes De Souza (1995) territorio es “el espacio definido y delimitado por
y a partir de relaciones de poder”. Y precisa que la cuestión primordial no es
cuáles son las características geo-ecológicos y los recursos naturales de
determinada área, o qué produce o quién produce, o cuáles son las relaciones
afectivas y de identidad entre un grupo social y su espacio. Lo que importa en
el estudio del territorio es “quién domina o influencia en ese espacio”, dado
que “el territorio es esencialmente un instrumento de ejercicio del poder (Mabel
Manzanal, 2008)”.

“Este contexto geográfico, económico y social respecto de la diversidad de


visiones sobre el alcance del desarrollo, la visión del territorio y el medio
ambiente ha conllevado diversos conflictos, que son calificados por Zhouri y
Laschefski como “territoriales”, en cuanto refieren al reclamo que un sector
social realiza sobre un territorio donde se generan actividades con implicancia
ambiental. En igual sentido, un reflejo de esta circunstancia es el hecho de que
el mayor porcentaje de la jurisprudencia relacionada con temas indígenas
refiere a cuestiones ambientales (Chiacciariera Castro, 2009). En este marco, es
necesario dejar expreso que la cuestión participativa se posiciona como eje de
discusión y reclamo (María Celeste Martínez)”.

Con la nueva presencia de los gobiernos progresistas de


América Latina en general, y Argentina en particular, en la
primera década del nuevo milenio, ha surgido un nuevo
debate alrededor de las dos visiones de la naturaleza
destacadas en el presente ensayo. Se suponía que la llegada
de la nueva izquierda, o en otros términos de los nuevos

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

progresistas, significaría un recambio político comprometido


con abandonar el reduccionismo del mercado y volcarse hacia
otra estrategia de desarrollo. Se esperaba cambios en las
políticas ambientales orientadas a la visión de medio
ambiente como “espacio de vida”, promovido por las
organizaciones campesinas, indígenas y ONGs
ambientalistas, en contra de una historia del predominio de la
visión de la “naturaleza como objeto” para explotar, orientado
por el libre mercado, las trasnacionales, y organismos
financieros internacionales. Sin embargo, en casi todos los
países y puntualmente en la región de La Puna Argentina, se
han mantenido los énfasis en sectores como la minería e
hidrocarburos -según el caso y la ocasión-, acentuándose un
sendero extractivista que a su vez desencadena varios
impactos sociales y ambientales. Se oyen discursos con
evocaciones verdes, pero la política ambiental continúa
siendo muy débil, convirtiéndose en una de las principales
áreas de disputas y controversias en el seno de la nueva
izquierda o -mejor dicho- del progresismo gobernante
contemporáneo, que ya transitó. Pero lejos de incorporar la
dimensión ambiental, se ha regresado a la vieja oposición
entre economía-ecología, dependencia-autonomía, y a la
nueva dicotomía desarrollo regional-cosmovisión ancestral.

Los gobiernos de la región incluida Argentina, coincidieron en


los intentos de “romper con el énfasis de origen neoliberal,
ensimismado con el mercado como escenario privilegiado de
la política y la gestión”. Se identificaron con los sectores
populares y en algunos casos con aquellos que se encontraban
más oprimidos. Existió un mayor protagonismo del Estado, y

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

un intento de promover el Estado de Bienestar focalizado en


la asistencia social. Sin embargo, la realidad no ha mostrado
en la mayoría de los casos un cambio radical en el modelo de
desarrollo, en los hechos se observó varias continuidades con
la ´90. En la lógica de desarrollo entendida como crecimiento
económico, siguen participando sus componentes y
actividades centrales: promoción de las exportaciones,
extracción de materias primas-bienes primarios, y atracción
de inversiones, sobre todo extranjeras. Lógica y modalidad
acentuada por los nuevos gobiernos -nacional y provincial del
2016-, que al parecer continuarán con la profundización de
dichas lógicas y modalidades. En este contexto, el camino
queda rápidamente inmerso en muchas contradicciones
ambientales y sociales, por los impactos que desencadenan.
En todos los países bajo gobiernos progresistas en América
Latina se ha mantenido, e incluso reforzado, los sectores
extractivos. En Argentina esto se ha manifestado en el sector
minero, lo cual ha sido promovido fuertemente por los
gobiernos de los 90 en adelante. A pesar de que la minería
produce grandes y diversos impactos sociales y ambientales y,
cuyos resultados generan desplazamientos poblacionales,
daños a la salud, deforestación y contaminación de agua,
Gerardo Morales -Gobernador Jujeño electo en 2015-
presenta la minería como la fuente de recursos para atacar la
pobreza y como impulso decisivo para el desarrollo,
exponiendo y decidiendo la extracción minera como la base de
una economía regional y la cesión de 90 mil hectáreas de
tierra a una empresa canadiense, para que opere con total
libertad dentro de un territorio que ya tiene dueños, los

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Pueblos Originarios Kolla y Atacama, quienes jamás fueron


consultados acerca de este proyecto.

El acrecentamiento de la fortaleza y presencia estatal con


respecto al incremento de los tributos y regalías, intentando
una mejor y mayor regulación de las empresas mineras
transnacionales -lo cual podría conducir a un alivio en el
proceso de empobrecimiento de la ciudadanía y comunidades
originarias- se encuentra sujeto a dudas, que estas medidas
sean suficientes para bajar el nivel de conflictos socio-
ambientales alrededor de las actividades extractivistas, entre
Pueblos Originarios-Estado-empresas transnacionales. El
principal reclamo de los antiguos dueños de los territorios
punenses, proclaman: autonomía de su modo de vida con
respecto a las concepciones de desarrollo del Estado
Nacional-Provincial, restitución de sus tierras con respecto a
las empresas transnacionales con acuerdo del Estado, y
derecho de la naturaleza a no ser degradada y desbastada por
prácticas extractivas de la minería. En los hechos, se ha
establecido una mayor polarización entre las visiones de la
naturaleza y el desarrollo extractivo, postura llevada al
extremo de expresar -en los límites- de un chantaje discursivo:
“si se pone en riesgo el extractivismo minero, se perderían las
posibilidades de desarrollo”. De este modo y en esos términos,
las críticas al extractivismo se manejan como si fueran
proclamas a favor de la pobreza. Después de haber apoyado la
campaña electoral de Morales, ambientalistas y el
movimiento indígena han recibido palabras cada vez más
duras. El Gobierno presenta la extracción de recursos
naturales, particularmente minerales como inevitable, y lo

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

único que puede hacer es reducir los impactos sobre la


sociedad y la naturaleza, y allí donde no es posible, los grupos
locales de La Puna deberían “sacrificarse” para asegurar un
bien mayor para el resto de la Provincia. Lo que emerge de
mentados discursos no es un cambio de modelo de desarrollo
o un desafío al capitalismo global, sino un capitalismo
benévolo.

Finalmente podemos agregar que dentro de la tipología de


conflicto ambiental siguiendo la lectura de Francisco Garrido
Peña, se relaciona con los conflictos ambientales de
recuperación, ya que, las prácticas son sostenibles y los modos
de vida tradicionales. Al mismo tiempo, en la clasificación
básica de los conflictos socio-ambientales se centra en los
conflictos socio-ambientales rurales, pues se desarrolla dentro
de contextos agrarios y demandas vinculadas a la tierra. Y en
relación a los tipos de ambientalismos según Acosta y
Machado, se encuentra en el marco del Ecologismo Profundo:
la naturaleza tiene el mismo derecho a la existencia que los
seres humanos, la conflictividad socio-ambiental es de tipo
regional, el movimiento ambientalista no es estructurado ni
coordinado, el clientelismo más políticas de criminalización
son instrumentos corrientes utilizados por sectores mineros y
estatales, el proyecto neo-extractivista vs. territorios
indígenas son dos visiones contrapuestas en cuanto a la
mirada y manejo de la naturaleza, y el movimiento indígena es
el principal afectado por las políticas mineras e interesado en
la restitución de sus territorios ancestrales.

101
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

En esta línea, la explosión de conflictos socio-ambientales ha


tenido como correlato aquello que acertadamente Enrique
Leff (2006) llamara la ambientalización de las luchas indígenas
y campesinas y, la emergencia de un pensamiento ambiental
latinoamericano.

Mientras que el Estado se retiró paulatinamente durante la ´90


en la protección de los miembros más vulnerables de la
sociedad y Pueblos Originarios de la región y, la tercera ola de
inversión y extracción minera -primera década del siglo XXI-
en Argentina se situó por delante, las empresas y las
comunidades rurales-originarias se encontraron frente a
frente, cada uno tratando de imponer visiones distintas y
competidoras de desarrollo para sustituir el vacío dejado por
el Estado Provincial. El desequilibro de poder fue evidente,
con los enormes recursos disponibles de las empresas
transnacionales. A pesar de ello, los movimientos indígenas
lograron en 1995 la creación de la Asociación de Pequeños
Productores de la Puna (la APPP) y de la Red Puna, y en la
primavera de 2013 -luego de 18 años de acción directa y
conflictos con el gobierno de la provincia de Jujuy- lograron
recibir algunos títulos de propiedad. Sin embargo, los
movimientos de los Pueblos Originario no han logrado
conseguir un rol en la gobernanza directa y formal de
programas que previamente sondeen el impacto ambiental y
la salubridad de sus comunidades antes de la instalación,
exploración y explotación de las empresas mineras. A pesar de
los logros de los movimientos indígenas organizados
alrededor del tema minero, a nivel general la economía
política de la minería ha generado sesgos urbanos y

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

desigualdades, acompañada con una pobreza crónica,


migraciones internas y degradación de la naturaleza. El índice
de desarrollo humano en Jujuy se mantiene entre los más
bajos del país.

En todo el mundo han existido terribles efectos sobre el


medio-ambiente y salud por causa de la minería. El proceso
minero es contaminante en sí mismo. La tecnología puede
reducir los riesgos, pero no pueden evitar que haya impacto
ambiental. Minar implica excavar en la tierra, a veces por
cientos de metros hasta encontrar el yacimiento minero. Esto
genera muchos residuos, por ejemplo, en el caso del oro por
cada onza obtenida con tecnología de punta, se producen
28,000 kg de residuos. El impacto de mover tanta tierra puede
causar consecuencias serias en cualquier lugar, pero en el caso
argentino los efectos pueden ser más graves en áreas
geográficas caracterizadas por altas precipitaciones y
normalmente ricas en biodiversidad, que en regiones
desérticas. Uno de los impactos más fuertes y riesgosos se
produce sobre el agua. La minería usa una gran cantidad de
agua, por ejemplo, para producir una tonelada de cobre se
requieren y contaminan entre 10.000 y 30.000 litros de agua,
una onza de oro requiere 8.000 litros de agua. Esta agua está
en alto riesgo de ser contaminada y volver a sus cursos
originales, contaminando toda el área y los ríos de su
alrededor. Además de los riesgos que hay en secar la mina y el
área alrededor de la misma, los desechos y el polvo pueden
contaminar ríos a través del drenaje ácido de la mina -que
luego pueden filtrarse al subsuelo o diseminarse en el agua de
lluvia hasta llegar a los ríos-. Los efectos son desastrosos, la

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

acificación de ríos y suelos mata toda forma de vida, haciendo


imposible la agricultura en esas áreas y siendo inevitables las
consecuencias negativas a largo plazo o incluso permanentes.

En Argentina los riesgos de drenaje ácido de minas


aumentarían su peligrosidad en zonas con abundancia de
aguas subterráneas y alta pluviosidad; pero en las zonas más
desérticas como La Puna, pone en riesgo la disponibilidad de
cursos de agua por la gran utilización de este recurso -aún no
existen evidencias científicas de minas de gran escala que
hayan evitado este fenómeno contaminante-. El costo de
cerrar cualquier mina para prevenir impactos ambientales
futuros es altísimo; costos que no son siempre asumidos por
las empresas mineras ya que, recaen en el gobierno de turno.
Entonces, la modalidad adoptada es simplemente
abandonarlas cuando no hay mecanismos legislativos para
prevenirlo. Y el costo de la remediación ambiental producidos
por el sector afecta la mitad del valor total del mineral
supuestamente existente o extraído según los casos.

En este contexto, surgen los siguientes interrogantes: ¿el


Gobierno jujeño -en particular- contará con los instrumentos
suficientes y adecuados para exigir a las empresas mineras,
costear la remediación de posibles daños ambientales por
perjuicios futuros? ¿La minería como modelo de desarrollo
extractivo sería todavía factible de realizar, teniendo en
cuenta los costos presentes y futuros en cuidado ambiental y
salubridad? En este sentido, si se contabilizan los costos
económicos de los impactos sociales, ambientales y
productivos de la extracción de los recursos minerales,

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

desaparecen muchos de los beneficios económicos


potenciales de esta actividad. A ello se suma, que la minería
no genera tanto empleo como la gente piensa. El empleo para
la población regional es escaso y de mala calidad. Los
expertos, con buenos salarios, son del extranjero. De hecho,
la minería suele destruir empleo y salarios locales y generar
migración. La contaminación puede desplazar la agricultura y
la ganadería e impedir el turismo. Cuando se cierra la mina el
área experimenta una crisis económica, lo cual agrava el
hecho de que la comunidad no pueda pagar la reparación de
los daños ambientales y sociales. Finalmente, la minería
industrial genera mucha violencia, violaciones a los derechos
humanos y Pueblos Originarios y, una proliferación de los
conflictos socio-ambientales. Situación que ha generado
numerosas e intensas protestas, especialmente donde la
actividad minera se desarrolla intensamente, el norte
argentino particularmente en La Puna. Protesta, cada vez más
radicalizada, especialmente a partir del 2001, y
específicamente contra la minería a gran escala y a cielo
abierto. Se han generado conflictos con el gobierno jujeño,
como consecuencia que el Gobernador Gerardo Morales
incumplió sus promesas de campaña realizadas en el año
2015, siendo muy claro en sus discursos a favor de la minería:
“va, porque es la base del desarrollo de la región y de la
provincia”, y no abre espacio de discusión alrededor de esa
actividad. Se afirma que las empresas multinacionales tienen
tecnología de punta y que la minería es sustentable y limpia.
Sin embargo, no faltan problemas ambientales provocados
por la minería, los grupos humanos más afectados son los

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

indígenas, que han sufrido un permanente desplazamiento y


usurpación de sus tierras. Estas actividades mineras,
acompañadas de grandes obras de infraestructura provocan
contaminación de diversa naturaleza en agua, suelos, aire,
agudizan la deforestación y marcan profundamente el paisaje.
Muchas de las minas abandonadas en el país y la región norte,
mantienen un alto riesgo de contaminación y los costos para
remediar todos estos puntos de contaminación tienen
estimaciones que superan el billón de dólares. Lo cual hace
llegar a la conclusión de que los problemas de control y
regulación derivados de fallas en la institucionalidad,
legislación, regulación con programas de evaluación ex-antes
son múltiples. En definitiva, existe cierta incertidumbre
acerca de la afirmación que las empresas mineras
transnacionales operan bajo un marco legal que promueve su
responsabilidad social y ambiental.

Conclusiones

En esta agresiva promoción de la extracción de minerales


parece que no se ha aprendido de la experiencia histórica de la
Argentina -desde la época de la colonia-, que observa como la
exportación de recursos o bienes primarios no ha conducido al
desarrollo del país. Inserto en un mundo capitalista
globalizado la posición de los países latinoamericanos, y de la
Argentina, no es igual a los grandes actores europeos y
norteamericanos, puesto que el mismo proceso dinámico que
levantó unas pocas naciones a dominar el comercio mundial
también, creó la desigualdad creciente entre y dentro de las

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

naciones y estados latinoamericanos. Históricamente, siendo


un país extractivista, Argentina, ha padecido dos formas de
inequidad: en sus relaciones exteriores con las economías
productivas y, en la creciente brecha interna entre el pequeño
número de grandes empresas transnacionales que controlan
los grandes proyectos de extracción y del resto de la sociedad
cada vez más miserables, en especial el de las comunidades de
los Pueblos Originarios del norte argentino. Tanto el Estado
Nacional como Provincial, cuyas economías fueron basadas
en la exportación de recursos naturales y bienes primarios
fueron debilitados, nacieron débiles y dependientes ya que,
fueron creados totalmente divorciados de la experiencia de
crecer y desarrollarse respetando sus economías regionales,
las necesidades de sus sociedades y la autonomía de los
Pueblos Originarios en el desarrollo de sus cultura, tradiciones
y cosmovisión. En este contexto, las negociaciones y
relaciones de poder entre el Estado Provincial y las empresas
transnacionales, entre la Provincia y el movimiento indígena
se encuentran situadas en condiciones de desigualdad y
asimetría, entre agentes con experiencia que tienen acceso a
los conjuntos complejos de sistemas de información
especializados guardados por la empresa que representan, y
agentes de un Estado con poca o ninguna experiencia y con
acceso sólo en general y, a menudo información
desactualizada sobre las tecnologías, los mercados para los
recursos naturales en cuestión, y los evaluaciones ex-ante de
impacto ambiental según la ocasión. Específicamente y en el
caso de La Puna Argentina, los yacimientos mineros en su
territorio no han ayudado a bajar los niveles de pobreza en esa

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

área geográfica: aunque Argentina es un país exportador esto


ha contribuido poco a mejorar las condiciones de la vida de los
argentinos. La dependencia de diversos bienes y productos
primarios relacionados con la minería ha conducido a graves
problemas económicos, sociales y ambientales. La
exportación sí significaba mayores ingresos al país y a esa
región, en ese período inicial se obtuvo productos minerales y
crecimiento económico, pero no desarrollo. Al parecer la
exploración, explotación y exportación de minerales
constituye más un obstáculo que un camino al desarrollo,
porque impide la diversificación económica, genera poco
empleo, profundiza las diferencias sociales y genera un
desastre ambiental de difícil reparación.

En Argentina la política no ha logrado alcanzar muchos


requisitos de la misma democracia ya que, hay altos niveles de
violencia, pobreza, discriminación y exclusión de los Pueblos
Originarios. En este sentido, el rol de los nuevos movimientos
indígenas implica buscar posibles planes democráticos
alternativos y definir los parámetros de la democracia en un
tiempo en que el pensamiento neoliberal ha re-introducido
una nueva relación entre Estado y sociedad civil en cuya
participación política se sostiene en una concepción mínima
de democracia. Una nueva política cultural parece ser
necesaria…y se genera cuando los movimientos indígenas
intervienen en debates y decisiones políticas, que afectan a su
autonomía cultural, intentando desafiar parámetros
convencionales de modos de vida y subsistencia impuestos a
su comunidad. Esta nueva política cultural, si se quiere, o
cosmovisión ancestral trata de desafiar culturas políticas

108
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

dominantes, observando y mostrando los límites de la


representación política y cultural, además de la práctica social,
recapitulando años de cosmovisión ancestral. Los
movimientos indígenas de La Puna abren el espacio para la
participación de los subalternos en la arena política y en la
práctica social, crean un espacio donde se lucha para ampliar
el o los sentidos de la democracia, y reivindicar los derechos
de los Pueblos Originarios, los cuales han sido dejados afuera
de una práctica estrecha de democracia institucional.

Referencias bibliográficas

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comprometidos con la vida. Ambientalismos y conflictos
actuales en América Latina”, en Revista OSAL, Año XIII N° 32,
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política latinoamericana”, CLACSO, Buenos Aires.

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MANZANAL, Mabel (2007): “Territorio, poder e instituciones.


Una perspectiva crítica sobre la producción del territorio”,
Ediciones CICCUS, Buenos Aires.

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

MARTINEZ, María Celeste (s/a): “La minería en territorios


indígenas. Un análisis desde la multiculturalidad. La
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América Latina y el Caribe. ¿Más allá de bonanzas y crisis?,
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SVAMPA, Maristella (2012): “Consenso de los commodities,


giro ecoterritorial y pensamiento crítico en América Latina”,
en Revista OSAL. Año XIII N° 32, noviembre.

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

LA BÚSQUEDA DEL PODER NO COMBINA


CON LA VIDA. MONSANTO, UN ENEMIGO
DE LA NATURALEZA Y LA SOCIEDAD
MUNDIAL. SURGIMIENTO DEL CONFLICTO
SOCIO AMBIENTAL DE LA LOCALIDAD DE
MALVINAS ARGENTINAS

Florencia Antonella LOZA

Resumen

Este ensayo tratará de expresar de manera más simple, las


cosas negativas que tiene la empresa Monsanto. Vandana
Shiva, una de las personas más importantes que está en contra
de la empresa, ya que ésta no solo modifica genéticamente las
semillas, sino también las costumbres que tiene la sociedad en
la forma de alimentación, incluso las consecuencias negativas
que tienen esos productos en la salud de la población.

En cuanto a la metodología del trabajo se realizará mediante


el análisis de diversos contenidos bibliográficos además de
opiniones personales.

Como conclusión destacada es que la fuerza de la sociedad


puede frenar un conflicto, pero si no ayuda el gobierno, no se
podrá hacer nada en el marco judicial.

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Palabras clave: Monsanto / Conflicto Socio ambiental /


Agroquímicos / Luchas de poder.

Introducción

El presente trabajo contiene como tema central revelar las


consecuencias que tiene Monsanto, y como unidos con el
objetivo de frenar la construcción de la empresa en la localidad
de Malvinas Argentinas, además de mostrar la lucha de
Vandana Shiva en India.

Este tema fue una elección propia, en el marco del curso


“Territorios, Ecología Política y Poder” del Departamento de
Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, de la Facultad de
Ciencias Humanas, de la UNRC.

El objetivo de este ensayo fue tratar de explicar el conflicto y


unir las luchas que tuvo que pasar Shiva en contra de
Monsanto.

La organización de este trabajo es citar una frase reveladora


de Vandana Shiva que fue citado en el marco de la marcha en
contra de Monsanto. Además de trabajar en simultáneo con
India y la localidad de Malvinas Argentinas, y cómo afecta la
empresa a pequeños productores o campesinos; además de
disminuir la biodiversidad natural.

113
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Desarrollo

“Cuando Hitler y el nazismo llegaron al poder entonces hubo todo tipo de


genocidio, la gente empezó a hacer movimiento de resistencia en todas partes,
ahora esta clase de fascismo se encuentra sobre la vida misma y sobre toda su
diversidad.

No es controlar una región, una raza, es querer fuera de la ley toda la diversidad
y toda la vida sobre la tierra y el derecho de los campesinos y productores de
alimentos, es una gran agresividad, contra cualquier intento de mostrar en las
etiquetas si es que los productores son transgénicos, eso representa en parte la
dictadura de Monsanto”. (Vandana Shiva, 2013)

Con esta frase se trató de explicar de alguna manera la lucha


que tiene Vandana Shiva en contra de Monsanto, ya que la
misma está destrozando no solo la salud de las personas,
producto de la pérdida de diversidad cultural de los alimentos,
sino también modifica las semillas que dan origen a la
economía de las diversas regiones mundiales, además de la
reducción de la biodiversidad ecológica.

La comparación histórica que plantea Vandana Shiva, no es


casual, ya que esos dos momentos han revolucionado la
historia mundial. Los hechos ocurridos en la Segunda Guerra
Mundial fueron repudiados por casi todo el planeta, pero lo
que ocurre con el avance territorial de Monsanto, es
totalmente diferente.

Fue creada en 1901 por John Queeny, y en casi todos los años
fue adquiriendo diferentes conocimientos, imponiéndose a
nivel mundial. Vandana Shiva empieza a realizar marchas en
contra de la empresa, cuando empieza a ver que India se

114
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

estaba destruyendo por el ingreso al país, luego de que medio


siglo después de la hambruna de Bengala, producida
aproximadamente en 1943, estaba modificando la cultura de
India.

“Las semillas, para el campesino, no constituyen únicamente la fuente de


futuras plantas y alimentos: son el lugar en el que se almacenan la cultura y la
historia. Las semillas son el primer eslabón en la cadena alimentaria. Las
semillas son el máximo símbolo de la seguridad alimentaria.” (Shiva, 2003)

Para estas personas, las semillas es la vida, y con el ingreso de


Monsanto fueron arrebatadas las costumbres, de lo cual
tenían para ellos un sentido religioso; desapareciendo
también las biodiversidades y la seguridad alimentaria. En
esas condiciones se fueron creando movimientos sociales en
contra de Monsanto, que se expande a nivel mundial, porque
desde mi punto de vista se empezaron a conocer los peligros
que tienen los productos que comercializa la empresa,
perjudicando la salud humana y animal.

Shiva (2001) cita Mae Wan Ho donde menciona esas


consecuencias, de los cuales las que me han impactado son:

• “(…) Propagación de la viruela entre los


patógenos de varias especies mediante
transferencia horizontal y recombinación de
genes

• Posible infección de las células después de la


ingestión de alimentos, cuando podría haber una
regeneración de los virus o una lesión en el
genoma de la célula podría tener consecuencias

115
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

perjudícales o letales, incluido el cáncer (…)”


Shiva 2001

Entonces lo que podría decir, es que Monsanto junto con el


Estado Nación, enmarcado en un modo de producción
capitalista, se perjudicaría al ambiente, entendiendo a éste no
solo a la naturaleza sino también a la sociedad, teniendo en
cuenta que es el resultado de la valorización en la interrelación
sociedad – naturaleza, determinando la calidad del entorno.

En Argentina, con la reforma de la Constitución Nacional en


1994, se ha sancionado leyes que protegen al ambiente, una
de ellas es el artículo 41 de la primera parte de la Constitución.
Este artículo menciona que todos los habitantes de la
Argentina, tiene el derecho que gozar de un ambiente sano,
para el desarrollo humano y económico, por lo que se debe
cuidar y preservar.

Torres, Jorge (2012) plantea que “todos los habitantes” hace


referencia que todos deberíamos ser iguales, sin ninguna
preferencia. Entonces dice:

“Si la sociedad es la suma de individualidades indiferenciadas con respecto a


sus posiciones económicas – estructurales, entonces la degradación ambiental
es el producto de la suma de pequeños deteriores particulares. Si esto es así, la
responsabilidad, como también el derecho a reclamar la restauración o
recomposición, recae sobre <todos>” (Torres Jorge, 2012)

Desde mi punto de vista, esa frase ésta muy clara, la sociedad


somos todos, sin importar el poder adquisitivo que cada uno
tenga, es por ello que todos formamos parte de cuidar el
medio ambiente, y si hay algo que podemos hacer para

116
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

preservarlo, es unirnos de forma pacífica para expresar


nuestros sentimientos en contra de algo que lo está
destruyendo, acorde a esto se estaría hablando de conflictos
socio-ambientales.

Para contextualizarnos, el Observatorio de Conflictos Socio-


ambientales planteó que un conflicto ambiental es un proceso
de confrontaciones entre diferentes actores sociales, donde
estos tienen un determinado modo de apropiación y
explotación territorial, lo que produce un relación capital –
naturaleza.

Sobre la base de este concepto y la empresa cuestionada, se


encontró un caso en Argentina, donde el espacio geográfico
involucrado integra a las provincias de Santa Fe, La Pampa,
Buenos Aires, Córdoba, Salta, Tucumán, Jujuy, Chaco,
Formosa, entre otras. El nombre del conflicto es “Monsanto y
los monocultivos de soja, Argentina” realizando un análisis del
caso planteado, se puede decir que en 1996 ingresa al país una
semilla de soja transgénica (Round Up Ready – RR), para que
resista un potente herbicida en base de glifosato, y la empresa
realiza este tipo de productos; originariamente estaba
destinada a la Pampa Húmeda, pero luego se fue expandiendo
la soja en otras regiones. La producción de Monsanto de la
soja RR abarca más de 17 millones de hectáreas de tierra
Argentina, produciendo una expansión de la pobreza y de las
injusticias sociales mayormente en el norte argentino.

Otras consecuencias que iban surgiendo fueron la reducción


de producción de alimentos para uso domésticos;
desplazamientos de los campesinos; mayor uso de agro

117
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

tóxicos altamente venenosos contaminando el agua y tierras


cercanas; avance de la deforestación, desplazando a los
pueblos originarios de las tierras de sus ancestros.

Este conflicto sale a luz producto de un grupo de personas que


hace dos años aproximadamente se opusieron y estuvieron
luchando para frenar la planificación de la construcción de la
fábrica ubicada en la localidad de Malvinas Argentinas,
Córdoba. Las personas salen en contra, producto de que los
niños empezaron a tener algunas consecuencias en la salud,
como era tener altos índices de agroquímicos en la sangre;
mientras que otros residentes fueron diagnosticados con
cáncer, producto de estar expuesto al glifosato.

Joensen, Lilian y otros (2005), plantearon que entre 1991 y


2003 el gobierno permitió la liberación internacional de los
cultivos genéticamente modificados, incluidos el maíz,
girasol, soja, trigo, patatas y alfalfa. En Argentina la
producción de la soja se ha incrementado en los últimos años;
el gobierno no reconoce el problema ya que la soja RR era la
principal forma de pago de la deuda.

Las consecuencias de la creciente soja RR en Argentina


incluyen el éxodo masivo del campo como pequeños
agricultores que no podían obtener una buena calidad de vida,
llegando a ser expulsados de las tierras. La soja RR se está
imponiendo en los sectores más vulnerables de Argentina,
como sustituto de la carne, leche, huevos, lentejas lo que
obliga a un cambio en la dieta nacional. A finales de año 2001,
la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa
lanzó la campaña “Soja Solidaria” con el objetivo de donar

118
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

alimentos a las personas que sufren de hambre, producto de


que se donen 1kg de soja por tonelada.

Para terminar con el estudio de caso, en el año 2016, la


Asamblea del bloqueo de Monsanto en Malvinas Argentina
junto con las vecinales, los activistas y las diferentes
organizaciones sociales y políticas, se juntaron para
determinar una marcha en contra de la empresa Monsanto y
su modelo extractivista y contaminante.

Grain (2013) plantea en unos de sus artículos que América


Latina ha logrado resistirse de manera concreta a las grandes
corporativos del agro negocio y donde los pueblos han logrado
frenar sus autonomías.

“El proyecto de modificación de la ley de Semillas en Argentina es fruto de un


lobby concreto de Monsanto que comenzó en el 2003 cuando la empresa
comenzó a solicitar que se cambiará la Ley de Semillas para garantizar la
seguridad jurídica de sus inversiones en transgénicos.” (Grain, 2013)

Con lo producido Monsanto tuvo que detener las


embarcaciones de las semillas de soja modificadas en el
puerto de Europa, por lo que tuvo grandes demandas
judiciales y Argentina no admitía el pago de regalías, pero al
final la demanda fue a favor de Argentina cuando los europeos
desestimaron a Monsanto.

Para finalizar el ensayo, se terminará con una frase de


Vandana Shiva, donde expresa un resumen en contra de
Monsanto y que toda la sociedad unida puede desplazar a la
misma.

119
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

“Estamos siendo testigos del surgimiento del totalitarismo alimentario, en el


que un puñado de grandes empresas controla toda la cadena alimentaria y
destruye alternativas para que las personas no tengan acceso a alimentos
diversos y seguros producidos ecológicamente. Se están destruyendo mercados
locales de manera deliberada para establecer monopolios sobre las semillas y
los sistemas de alimentos.” Shiva Vandana (2003)

Conclusiones

Luego de todo lo expuesto y analizado se puede decir que la


vida, ya sea para el desarrollo humano y el desarrollo de la
naturaleza, no tiene compatibilidad con el poder, ya que el
gobierno junto con el poder adquisitivo de empresas
multinacionales como es Monsanto, gobierna a nivel mundial,
favorecida por el modo de producción capitalista.

En cuanto a recomendaciones futuras, es poder plantear las


luchas en contra de Monsanto, pero desde un enfoque
diferente, es realizar desde el porqué, causa de como Vandana
Shiva le llevó a luchar en contra de la empresa.

Y como frase de cierre, “la lucha con sentimiento, es mejor que


una marcha sin sentido”.

Referencias bibliográficas

ECOSCORDOBA “Exigimos la expulsión definitiva de


Monsanto de Malvinas Argentinas” publicado 20 de Mayo de
2016.

120
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

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121
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

EDUCACIÓN, ECONOMÍA Y AMBIENTE.


LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN
AMBIENTAL

Jonathan M. QUIROGA

122
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Resumen

El presente trabajo tiene por objetivo reflexionar sobre la


importancia de la educación desde una perspectiva ambiental,
que atendería no sólo a las problemáticas socio-ambientales
sino también ayudaría el desarrollo de las sociedades y
realización propia de las personas.

Para ello se abordarán algunos de los diferentes aportes que


en materia de Educación Ambiental, tanto a nivel
internacional como nacional y local, se han desarrollado y
reflexionarlos a la luz del funcionamiento y esencia del actual
sistema socioeconómico.

Palabras Clave: Educación Ambiental; Economía; Ambiente;


Problemáticas.

Introducción

En la actualidad la alteración en los balances ecosistémicos


resulta un hecho insoslayable. Pérdida de biodiversidad,
sobreexplotación de recursos naturales, detrimento de
servicios ecológicos, entre otros, son algunos de los factores
que pondrían en tela de juicio la eficiencia, y benevolencia, de
los actuales sistemas económico-político-sociales que en el
mundo se desarrollan.

123
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Así, las problemáticas ambientales no responden tanto a


causas ecológicas como a sociales; se enmarcan bajo un
modelo socioeconómico de acumulación y de distribución
injusta de la riqueza y el poder. Esta situación no sólo da a
conocer el necesario cambio metodológico y ontológico del
modelo socioeconómico predominante, sino también del rol
fundamental que las personas y masas sociales poseen para la
construcción de un desarrollo sostenible y realización de la
vida humana.

Ante este panorama, la Educación Ambiental se presenta


como una alternativa para reflexionar, concientizar y accionar
en torno al sistema económico neoliberal actual, en pos de un
desarrollo que respete las demandas del medio natural y
enfatice el bienestar de todos los individuos.

El neoliberalismo y el sistema natural

Un hecho, casi indiscutible, es la asimilación cotidiana y social


de “economía” con “plata”, dinero, relación costo-beneficio,
maximizar ganancias, administrar dinero, etc. Y aunque su
concepción actual hace referencia a una ciencia social que se
ocupa de la asignación eficiente de recursos escasos para la
satisfacción de necesidades humanas ilimitadas, tomando
decisiones sobre qué, cómo y para quién producir, lo notable
es que pareciera ser que lejos está de ser una ciencia al servicio
real de todos los individuos y sus demandas.

124
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

En las últimas décadas se ha visto reproducida y profundizada


la implementación de políticas económicas de corte neoliberal
en diferentes partes del mundo, convirtiéndose así en el
modelo socio-económico dominante.

Bajo el neoliberalismo dominante se pregona el libre accionar


de los mercados en complemento con la presencia de un
Estado mínimo, camino que permitiría el crecimiento y
desarrollo de las Naciones; se sitúa a los mercados como los
mejores asignadores de recursos, quienes, bajo libre
competencia permitirían la producción y distribución de
bienes y servicios de manera óptima.

Sin embargo, crisis financieras cíclicas, aumento de la


desigualdad social, exclusión social, dominación,
discriminación, tensiones sociales y personales,
avasallamiento de derechos culturales y civiles, explotación
laboral, mercantilización de la vida humana y natural,
pobreza, despilfarro de recursos vitales, detrimento de valores
sociales y culturales, sobreexplotación del medio natural,
entre otros, son todos efectos y a la vez esencia del propio
funcionamiento del modelo neoliberal.

Pareciera ser que la ineficiencia del modelo es parte


fundamental para su óptima asignación de recursos y
satisfacción de las necesidades humanas.

Aún ante la presencia de crisis y falencias del modelo, sus


políticas económicas siguen reproduciéndose y afianzando en
diversas partes del mundo. Se vale de su estructura
epistemológica y metodológica para sostener que de no

125
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

cumplirse con los objetivos sociales y económicos, la razón


está en la falta de libertad y/o aseguración de la libre
competencia en los mercados.

Pero el neoliberalismo no es “ineficiente” para todos. Se basa


en pujas, y despojos, sociales por el ejercicio del poder de unos
sobre otros; donde aquellos con mayor poder económico
ponen a su disposición todo el instrumental neoliberal para
profundizar su hegemonía, riqueza y bienestar.

Ante todo esto, una de las aristas sobre la cual el


neoliberalismo ejerce particular dominación, es sobre el
ambiente natural. Entendiendo a este no sólo como el ámbito
del cual obtener los recursos necesarios para los procesos
productivos, sino también como espació esencial para la
supervivencia de la vida humana.

Así, en la actualidad la alteración en los balances


ecosistémicos resulta un hecho ineludible. Contaminación,
cambio climático, pérdida de biodiversidad, sobreexplotación
de los recursos naturales, y la pérdida de servicios ecológicos,
entre otros, son algunos de los factores que dan a conocer las
deficiencias del modelo en lo ambiental.

“Al respeto, Mozobancyk (2011) considera que la problemática ambiental es


intrínsecamente política en tanto que sus causas no son ecológicas sino sociales
y se relacionan con un modelo de acumulación económica y de distribución
injusta de la riqueza y del poder. Se trata de un modelo de desarrollo imperante
impulsado por la economía de mercado que toma como premisas un crecimiento
económico ilimitado (sostenido por el crecimiento del consumo), bajo una
lógica de maximización de las ganancias cuyo único objetivo es la acumulación
del capital.”(PRODEC, 2014-15)

126
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Pese a la situación anterior, el punto no es disminuir


totalmente el nivel de actividad humana con el propósito de
mantener inalterable la biósfera, sino en lograr el
sostenimiento de un nivel de vida compatible con los tiempos
de regeneración y demandas de los diversos ecosistemas. Ya
que los individuos no sólo necesitan de los recursos naturales
propiamente dichos, sino además de los diferentes servicios
que los sistemas ecológicos proporcionan y que son de vital
importancia para la vida humana.

La Educación Ambiental como alternativa

Como se planteó en párrafos anteriores, las problemáticas


ambientales responden en gran medida a causas sociales más
que ecológicas, por consiguiente, podría afirmarse que se
requiere de un cambio en el modo de comportar y formación
de los individuos, logrando con ello no sólo actitudes
individuales, sino también sociales, afines al sostenimiento y
desarrollo de los ecosistemas y sociedades.

Resulta evidente entonces, que el comportamiento de los


seres humanos no es trivial. En tanto se presenta también
como solución a las diferentes problemáticas socio-
ambientales, y es aquí donde la Educación Ambiental cobra
relevancia como alternativa de solución.

Partiendo de la conceptualización de la Educación Ambiental


(EA) como “…el proceso de aprendizaje que acrecienta el
conocimiento y preocupación por el ambiente natural y los

127
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

desafíos asociados, con el objetivo de incorporar ACTITUDES,


MOTIVACIONES y COMPROMISOS para la toma de
decisiones fundadas en el conocimiento y la realización de
acciones responsables. UNESCO (1978)” (PRODEC, 2014-15),
diversos han sido los aportes que en torno a dicha temática se
han llevado a cabo.

El estudio y análisis de las problemáticas ambientales y su


correlación con el desarrollo económico-social se remonta a la
década de los 70’s, a partir de la primera Conferencias de
Naciones Unidas sobre el Medio Humano (CNUMH).

En el plano internacional, en 1972 se lleva a cabo en Estocolmo


(Suecia) la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio
Humano, instancia que convirtió al medio natural en un tema
de relevancia mundial y definió la creación del Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). En 1992,
Rio de Janeiro (Brasil) se convierte en sede de la primer
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente
y el Desarrollo (CNUMAD). La segunda Conferencia se realizó
en Johannesburgo (Sudáfrica) en el 2002, y en junio del 2012
se lleva a cabo la tercera CNUMAD nuevamente en Rio de
Janeiro (Brasil), bajo la denominación de Conferencia de
Desarrollo Sostenible Rio+20.

De manera conjunta, tatos los desafíos para un desarrollo


sostenible como la importancia de la Educación Ambiental,
han sido tenidos en cuenta en las diferentes CNUMAD.

“Es indispensable una labor de educación en cuestiones ambientales, dirigida


tanto a las generaciones jóvenes como a los adultos y que preste la debida

128
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

atención al sector de la población menos privilegiado, para ensanchar las bases


de una opinión pública bien informada y de una conducta de los individuos, de
las empresas y de las colectividades inspirada en el sentido de su
responsabilidad en cuanto a la protección y mejoramiento del medio en toda su
dimensión humana.”(ONU-CNUMH, 1972, p. 4)

En el plano nacional, la EA y su importancia para un desarrollo


sostenible ha sido contemplado y expresado a través de la Ley
25.675- Ley General Del Ambiente; mediante la creación de la
Unidad de Coordinación de Programas Ambientales (UCOEA);
y seguidamente tras la Estrategia Nacional de Educación
Ambiental (ENEA).

En junio de 2014 en la Provincia de Córdoba se sanciona la Ley


N°10.208-Política Ambiental Provincial, la cual determina la
política ambiental a llevar a cabo por dicha provincia.

A nivel municipal, en 2007 el Concejo Deliberante de la Ciudad


de Rio Cuarto sanciona la ordenanza 1431/07- Código
Ambiental De La Ciudad De Río Cuarto. La cual, siguiendo con
la compatibilidad constitucional, plantea como uno de sus
objetivos “Promover cambios en los valores y conductas
sociales que posibiliten el desarrollo sustentable, a través de la
Educación Ambiental.” (Ordenanza Municipal N°1431/07)

En el marco de la segunda convocatoria (período 2013-2015)


de presentación de Proyectos para fortalecer la
Democratización del Conocimiento (PRODEC II), llevada a
cabo por la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad
Nacional de Río Cuarto, el proyecto titulado “Encuentro de
saberes para la reflexión-acción en torno a la problemática
socio-ambiental: Hacia una propuesta para el trabajo con

129
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

jóvenes del nivel medio y universitario”(PRODEC 2013-15)


desarrolló jornadas con estudiantes de nivel superior y medio
con el interés de “…aportar al desarrollo de mecanismos
educativos formales que permitan formar una nueva
generación de ciudadanos activos que, asumiendo una
posición crítica a la situación actual, se constituyan en agentes
colectivos y cooperativos a favor del necesario equilibrio entre
sociedad y naturaleza.”(PRODEC, 2013-15)

Todos ellos son sólo una parte de los diferentes aportes que en
torno a la Educación Ambiental se han desarrollados, ya que
por esencia cada uno de los componentes de la propia
Educación Ambiental son elementos complejos: la educación
y el ambiente.

Es por ello que, sin entrar en profundidad en el campo de la


educación (su didáctica, corrientes pedagógicas, etc.), lo más
importante que en este trabajo se quiere reflexionar, y en
relación al medio natural, es su rol fundamental para la
formación y concientización en valores y acciones orientadas
al desarrollo de sociedades respetuosas del espacio natural.

Conclusiones

De manera escueta se dio a conocer el accionar y deficiencias


del neoliberalismo, y en particular su relación de dominación y
explotación hacia el sistema natural, y ante ello se presentó
como alternativa de solución la formación y concientización
de los individuos en materia de Educación Ambiental.

130
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Así, la Educación Ambiental permitiría la formación,


concientización y generación de valores y actitudes, tanto en
individuos como en masas, tendientes a proteger y a
comprender la importancia de los ecosistemas y sus servicios.

Esta visión no posee únicamente, dentro de sus objetivos, la


recuperación y el cuidado de la biósfera en sí misma, sino que
de trasfondo se encuentra implicado salvaguardar el propio
desarrollo y realización de la vida humana, en el presente y
hacia el futuro, colocando en equilibrio los aspectos
económicos, sociales y ambientales del proceso de desarrollo.

Superior a todo ello, resulta importante destacar que por más


benevolente y eficiente que sea un modelo de desarrollo
socio-económico; con ontología y tecnicismo coherentes
hacia una vida social en armonía con las demandas
ambientales; todos sus objetivos presentarán decadencia si
los individuos, sujetos actuantes, carecen de valores sociales
que rijan como principios transversales a sus vidas.

“Conozca todas las teorías. Domine todas las técnicas, pero al


tocar un alma humana sea apenas otra alma humana”

Carl Gustav Jung

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

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134
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

LA MERCANTILIZACIÓN DE LA
NATURALEZA A TRAVÉS DE LA
INTRODUCCIÓN DE NUEVAS FORMAS DE
PRODUCCIÓN AGROPECUARIA EN LA
REGIÓN PAMPEANA Y RÍO CUARTO EN
PARTICULAR. LA EMERGENCIA DE
CONFLICTOS SOCIO-AMBIENTALES

Marina BUSTAMANTE y Franco G. LUCERO

135
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

El presente escrito se desarrolla en el marco del curso


extracurricular de grado sobre Territorio, ecología política y
poder: disputas urbanas y rurales en torno a conflictos socio-
ambientales en Argentina y América Latina, dictado por el Lic.
Gustavo Martín y la Dra. Celia Basconzuelo, en la Facultad de
Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Río Cuarto.
En el mismo se presenta una reflexión acerca de cómo las
lógicas capitalistas han persistido en el tiempo y se han
profundizado en los territorios de América Latina y en la
producción de la Región Pampeana en particular, a través de
un proceso de mercantilización de la naturaleza, acompañado
por la emergencia de conflictos socio-ambientales.

El papel subalterno que le ha sido designado a América Latina


por parte de las élites dominantes desde su incorporación a la
división internacional del trabajo hace ya más de cinco siglos,
no sólo que persiste a lo largo del tiempo, sino que se
profundiza y se resignifica en el actual contexto internacional.
Situación que le permite a Alimonda (2011) reflexionar sobre
la persistente colonialidad que afecta a la naturaleza
latinoamericana, tanto en su realidad biofísica como en su
configuración territorial, producto de las necesidades de los
regímenes de acumulación vigentes.

El ingreso por parte de Europa a la modernidad no ha sido


gratuito ni indoloro para Latinoamérica, sino que ha traído
aparejado un modo de entender, de utilizar y de construir el
territorio, con claras asimetrías entre las economías
hegemónicas y los espacios proveedores de recursos
naturales. Esto ha desencadenado “una larga historia de

136
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

desarrollo desigual (…) que penaliza crecientemente a la


naturaleza latinoamericana y a los pueblos que en ella hacen
su vida” (O´Connor, 2001; citado en Alimonda, 2011:22).

Si bien desde el comienzo de los tiempos las sociedades han


transformado el medio en el cual se desenvuelven en pos de
su sobrevivencia, la diferencia en el marco de la globalización
capitalista radica en la velocidad desenfrenada y en la
globalidad del escenario en el que se lleva a cabo esta
interacción, tornándose una predación insostenible en el
mediano plazo, con claros impactos negativos diferenciales.
En un principio, fueron las economías monoproductoras
orientadas a la exportación quienes implantaron un modo de
desarrollo basado en el despojo desmedido de la naturaleza,
con la destrucción sistemática de los ecosistemas. Y en los
últimos tiempos, se suman a ello actividades fuertemente
extractivistas tales como la minería, el monocultivo de soja y
los agrocombustibles que manifiestan la permanencia de las
lógicas de producción capitalista y consolidan la dependencia
latinoamericana.

Este proceso, de características homogéneas, se manifiesta


heterogéneamente al interior de las economías de la región.
En el caso de la Argentina, tras la profundización del modelo
económico neoliberal y la consecuente intensificación de la
lógica global en el territorio, los procesos de transformación
han alcanzado tanto al espacio rural como al urbano.

En este sentido, la Región Pampeana se constituye en el área


central y dinamizadora del proceso de reestructuración
económica agropecuaria bajo la adopción de medios técnicos,

137
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

científicos e informacionales (Santos, 2000) para la generación


de mayor plusvalía. La productividad de sus suelos y la
coyuntura favorable de los commodities agrícolas en el
mercado exterior, tanto por la demanda de alimentos como
por la emergencia de los biocombustibles, genera una enorme
masa de renta diferencial que ha convertido al campo en un
sector atractivo para la inversión de capitales provenientes de
otras actividades y en un espacio propicio para la especulación
financiera. (Lucero et al, 2014).

La forma actual de producción agropecuaria, basada en un uso


intensivo del recurso tierra y en la plena utilización de un
paquete tecnológico, es lo que Santos (2000) denomina
agricultura científica, caracterizada por la importante y
creciente participación de insumos agropecuarios artificiales
de origen industrial que participan en el proceso de
producción.

En este contexto, una de las cuestiones que más inquieta a la


comunidad académica y otros, es que detrás de la forma de
producción capitalista subyace una lógica de mercantilización
de la naturaleza y que no sólo es una situación histórica, sino
que tampoco aún forma parte de la discusión de la agenda
pública. De tal forma, la explotación de los bienes comunes
naturales (Borón, 2012) bajo la lógica del capital, en pos de
maximizar las ganancias para los grandes grupos
transnacionales y en desmedro de la naturaleza y de las
poblaciones, constituye el contexto propicio para la
emergencia de conflictos por los recursos y por el territorio.

138
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Estos bienes comunes naturales se constituyen así en el centro


de las disputas por la apropiación de la riqueza, las cuales
requieren de la presencia del Estado como sujeto mediador y
articulador de las diversas demandas y sentidos que se le
otorgan a los mismos (Giarraca, 2006). No obstante, dicho
actor no está dispuesto, ya sea por insuficiencia de capacidad
y/o de voluntad política, a asumir con firmeza este papel en el
juego de poderes; y es aquí en donde emergen y cobran
relevancia los movimientos sociales, conformados por una
diversidad de actores sociales que lo emponderan al otorgarle
significatividad y dotarlo de valores, necesarios para
emprender la lucha en defensa del territorio.

Las problemáticas socio-ambientales derivadas de la


implantación del modelo extractivista han traído como
corolario, así, la irrupción de conflictos socioambientales.
Éstos pueden ser entendidos, según Svampa (2012), como
expresión de diferentes concepciones sobre el territorio por
parte de actores sociales francamente asimétricos en sus
relaciones de poder que, bajo diversas modalidades de
resistencia, cuestionan y disputan el acceso y el control de
dicho territorio. Se asiste así a una ambientalización de las
luchas sociales, que incorporan en el centro de sus reclamos la
defensa del ambiente, pero también de valores y saberes
contra-hegemónicos, que en esencia, se busca instalar la
discusión acerca de qué desarrollo se pretende, para quién y a
costa de qué.

El caso de la ciudad de Río Cuarto, no escapa al fenómeno de


las lógicas del capital y es expresión, por un lado, de un espacio

139
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

urbano en proceso de expansión sobre el entorno rural


circundante, sin una planificación integral producto de las
lógicas del mercado y, por otro lado, un espacio rural que
presiona con la adopción de sus paquetes tecnológicos sobre
el ámbito periurbano (Lucero et al, 2014), multiplicando y
profundizando cada vez más el campo de conflictos
ambientales en torno al uso de productos agroquímicos.

El uso indiscriminado de dichos agroquímicos, en la zona


periurbana, ha generado una gran cantidad de reclamos por
parte de los actores sociales perjudicados, debido a que su
aplicación tiene efectos nocivos directos e indirectos sobre la
salud humana. Asimismo, la emergencia de un amplio debate
en torno al conflicto mencionado, producto de la
heterogeneidad de actores involucrados, con una diversidad
de racionalidades divergentes respecto a las diferentes
concepciones sobre el mismo problema.

Si bien se ha efectuado una multiplicidad de acciones por


parte de los instituciones involucradas con el objeto de dar
respuesta al problema, tal como la adecuación del marco
normativo, la conflictividad aún permanece latente ya que el
territorio no se encuentra preparado para asimilar los cambios
al ritmo de la introducción de los vectores globales, agravado
por el desfasaje temporal de la normativa para contrarrestar y
prevenir tales efectos. De esta manera, son los actores
vulnerables quienes quedan al margen de la discusión entre
los actores sociales encargados de la regulación del territorio
y de aquellos que pretenden regularlo, lo que genera tensiones

140
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

entre racionalidades diferentes por el uso común del


territorio.

Sin embargo, a pesar de ello, la discusión en torno a los


conflictos socio-ambientales puede contribuir a un espacio de
reflexión en relación a la lógica de las formas de producción
vigentes del territorio. Y de ello, se derivaría la necesidad de
incorporar la multiplicidad de voces para la construcción de
otras alternativas que contribuyan a generar un marco de
prevención y transformación.

Las luchas sociales emergentes en el contexto


latinoamericano de los últimos años han contribuido a instalar
un marco común de la acción colectiva, que oficia de marco
interpretativo y que contribuye a la construcción de nuevos
conocimientos desde una perspectiva contra-hegemónica a
partir de un lenguaje de valoración. Éste puede ser llamado el
“giro eco-territorial”, entendido como la expresión de ideas
alternativas y movilizadoras que se encuentran en la base de
las luchas socioambientales, y antagónico al discurso
eficientista sostenido y difundido por los grandes grupos de
poder y decisión que no sólo incorporan nuevos sentidos y
abren nuevos debates, sino que también se constituyen en
productores de saberes alternativos a la lógica dominante.

En este sentido, la comprensión de las lógicas hegemónicas


reinantes del capitalismo y el proceso de mercantilización de
la naturaleza que subyace de fondo, resultan dos aspectos
centrales a tener en cuenta al momento de interpretar la
construcción del territorio. El análisis de las situaciones de
conflictos puede ser una forma de develar no sólo las

141
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

manifestaciones de las lógicas de las estructuras de poder y


decisión, sino también otras lógicas vigentes que se expresan
en los momentos de resistencia. Captar estos procesos nos
permite reflexionar acerca de las posibles alternativas en las
formas de producción del territorio y la resignificación de la
noción de territorios como una construcción colectiva,
cargada de una diversidad de valores.

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143
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

LOS CONFLICTOS SOCIOAMBIENTALES EN


LAS NUEVAS DINÁMICAS URBANAS: UNA
APROXIMACIÓN A REPENSAR LAS CRISIS
COMO OPORTUNIDAD DE CAMBIO

María de los Angeles GALFIONI

El período de Globalización: una aproximación a las nuevas


dinámicas urbanas y sus implicancias territoriales

Según un informe elaborado en el marco del Programa de las


Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos
(ONUHABITAT, 2012), américa latina tiene una tasa de
urbanización de casi el 80%, que duplica a la existente en Asia

144
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

y África, y superior a la del grupo de países desarrollados. No


obstante, cabe destacar que dicho fenómeno ha disminuido
en su ritmo de crecimiento en los últimos años,
evidenciándose nuevas tendencias vinculado al aumento de
las migraciones entre ciudades, con un consecuente
incremento poblacional de las ciudades de tamaño
intermedio, apuntando a un posible equilibrio de la red de
ciudades en la región.

Cabe destacar que dicho proceso de urbanización creciente a


nivel mundial y regional, estrechamente vinculado con la
reestructuración económica global iniciada durante el cuarto
del siglo XX, no sólo puede considerarse como un proceso
demográfico en el que los espacios urbanos pasaron a
convertirse en puntos geoestratégicos de atracción de los
excedentes de población sino también como un proceso
económico, en el cual se hace presente la inversión de
capitales que generan diferentes lógicas de apropiación y uso
del espacio.

En el marco de estas ideas, el l territorio, como constructo


social, tiende a asumir un carácter estratégico en el momento
en que se producen la crisis de sobreacumulación, definida
esta última por Harvey (2007:100) como un “excedente de
trabajo (creciente desempleo) y excedente de capital
(expresado como sobreabundancia de mercancías en el
mercado que no pueden venderse sin pérdidas, como
capacidad productiva inutilizada; y /o excedentes de capital
dinero que carecen de oportunidades de inversión productiva
y rentable”. dichos excedentes encuentran en la expansión

145
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

geográfica una estrategia de producción para seguir


manteniéndose incluidos en los parámetros fijados por el
sistema hegemónico. Dicho proceso de expansión geográfica
consiste no sólo en la incorporación de nuevos órdenes
espaciales a la lógica del valor, desplazamientos temporales y
la búsqueda de nuevas zonas de explotación; sino también
refuncionalizar viejas zonas en función de los nuevos
requerimientos del sistema, generando ajustes temporal-
espaciales que pueden derivar en la generación de
conflictividades.

Tomando como base los supuestos teóricos enunciados


anteriormente, se puede evidenciar que los mismos actúan
como marco explicativo de las nuevas tendencias que asume
el proceso de urbanización , los espacios urbanos -con especial
referencia a las grandes aglomeraciones primero, y a las
ciudades intermedias después- comienzan a tener
protagonismo en el plano de la discusión científica, no sólo por
su comportamiento demográfico sino también por las
implicancias territoriales que generan, en términos de
demanda de suelo-viviendas y servicios públicos, sino también
por las consecuencias sobre la calidad de vida de la población
y la presión sobre los componentes de los sistemas naturales.

A partir de la década de los 70´ acentuándose hacia principios


de los ´90, comienza a discutirse en torno a las formas de
crecimiento espacial de las metrópolis hacia un modelo de
expansión difuso, caracterizado por un consumo creciente de
suelo, con una baja densidad poblacional. Así mismo,
comienza a evidenciarse un proceso de suburbanización

146
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

residencial -con predominio de viviendas familiares- y de


descentralización de las actividades, contribuyendo a un
nuevo dinamismo en las periferias y a la difuminación de los
límites entre lo urbano-rural (Azcárate Luxán et al., 2008;
Dematteis, 1998; Janoschka, 2002), encontrando rasgos
diferenciales según las realidades urbanas que se traten.

Estos rasgos tendenciales de crecimiento urbano van dotando


a los espacios urbanos de diferentes formas-contenido como
producto de la interacción entre diferentes lógicas de
producción del espacio, tales como las del Estado, el mercado
y de la necesidad (Abramo, 2012 citado en Suárez, 2013), que
actúan en consonancia a sus intereses particulares, cuyas
acciones forman parte de estrategias para resolver las
posibilidades o barreras que impone el sistema. Sin embargo,
es necesario resaltar que en las últimas tres décadas se
advierte que el mercado ha conseguido posicionarse como
uno de los principales agentes sociales que incide en el
proceso de expansión geográfica de las ciudades (Reesse,
2010).

Desde esta perspectiva, las nuevas estructuras y dinámicas


urbanas se presentan como un estilo de crecimiento con
fuerte demanda de espacio direccionado por la lógica del
sector privado, así como también con importantes
contradicciones territoriales en relación a lo ambiental, cuyas
primeras luces de alerta suelen generarse con la aparición de
conflictos socioambientales.

Ahora bien, ¿Cuáles son esas primeras luces de alerta - en


términos de conflictos socio ambientales-que resultan de

147
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

estas nuevas formas de organizarse la materialidad en el


marco de las nuevas dinámicas urbanas? ¿Cómo aprovechar
los conflictos socioambientales que puedan producirse en un
determinado espacio urbano para ponerse en diálogo con las
voces de sus protagonistas, sus causas y consecuencias, y
posibles alternativas de superación de los mismos? ¿Cómo los
conflictos socioambientales pueden contribuir a la agenda
pública en temáticas ambientales?

En el marco de dichos interrogantes, se propone en primer


lugar, una identificación de los desequilibrios ambientales que
se derivan de los nuevos patrones de crecimiento urbano, y
por otro lado, se plantea una aproximación teórica-
metodológica al abordaje de los conflictos socioambientales
desde una perspectiva constructivista, en los cuáles los
mismos se presenten como oportunidades de cambios ante
las nuevas tendencias de uso y ocupación que se evidencian en
los espacios urbanos.

La colonialidad de la naturaleza en las nuevas tendencias de


expansión espacial de las ciudades

Desde una visión utilitarista de la naturaleza, la misma asume


en el marco de los nuevos patrones de crecimiento urbano,
tres funciones básicas (Gómez Orea, 2007):

• Como condicionante y soporte de las actividades


residenciales, comerciales, servicios, industriales,

148
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

recreativos, espacios verdes, entre las más


destacadas.

• Como fuente de recursos naturales (agua, suelo, aire)

• Como receptor de desechos o productos deseados


derivados de las actividades de la población.

A partir de las nuevas materialidades que genera los nuevos


patrones de crecimiento urbano de tendencia difusa, han
generado contradicciones en términos ambientales a través
de la pérdida de biodiversidad, incremento de la presión sobre
zonas de interés ecológico y paisajístico, cambios en el ciclo
hidrológico debido a la impermeabilización del suelo,
aumento de la contaminación atmosférica por el consumo
energético y de movilidad, artificialización y sobreocupación
de los espacios naturales, encuentro de usos de suelos
contiguos incompatibles y aumento de residuos domiciliarios
y de basurales clandestinos (Rueda Palenzuela, 1999; Santos
Preciado, 2001; Aguilera Benavente, 2006, Azcárate Luxán, M.
V., et al, 2011; Wassmer, 2000). Todo ellos impactando
negativamente no sólo sobre los componentes del sistema
natural sino también en la calidad de vida de la población.

Desde esta lógica de uso y apropiación de la naturaleza, tanto


como realidad biofísica como configuración territorial (la
dinámica sociocultural que articula significativamente esos
ecosistemas y paisajes) aparece ante el pensamiento
hegemónico global y ante las elites dominantes de la región –
en este caso las ciudades- como un espacio subalterno, que
puede ser explotado, arrasado, reconfigurado, según las

149
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

necesidades de los regímenes de acumulación vigentes, en el


cual se prioriza el progreso económico en desmedro de lo
ambiental (Alimonda, 2011).

Los conflictos socioambientales desde una perspectiva de


transformación democrática de los territorios urbanos

El espacio geográfico como categoría de análisis social se


define como la matriz resultante de la imbricación de una
Configuración Territorial –sistema de objetos de herencia
natural y social- y una Organización Espacial –sistema de
acciones- (Cóccaro y Agüero, 1998). En el cual la
Configuración Territorial está determinada por los sistemas
naturales existentes en un área dada y por los agregados de la
sociedad que se han sobrepuesto a esos sistemas naturales.
Por lo tanto, la configuración territorial es cada vez más
resultado de una producción histórica y tiende a una negación
de la naturaleza originaria, sustituyéndola por una naturaleza
totalmente humanizada (Santos, 1996). Mientras que la
Organización Espacial, por su parte, es resultado de un
proceso de construcción social a partir de relaciones de poder
entre sectores y con intereses particulares.

Para Santos (2005) el espacio geográfico es sinónimo de


territorio usado, es decir, inmediatamente después que
cualquier grupo humano toma posesión de esa porción que
dice llamarse territorio, comienza a crear, construir espacio, lo
cual no es más que dar lugar al conjunto indisociable de
sistemas de objetos y sistemas de acciones que le da

150
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

contenido al concepto de espacio geográfico. El espacio


geográfico es así, el territorio usado por la sociedad a través
de la historia.

A todo lo anterior, es necesario destacar que los territorios


como espacio definido y delimitado a partir de las relaciones
de poder (Manzanal, 2007) , también se suelen presentar
como espacios de disputas materializados en forma de
conflicto sociales . Una situación conflictiva es aquella en la
que individuos con intereses contrapuestos entran en
confrontación o disputa. Cuando tales acciones constituyen
una lucha por valores, estatus, poder o acceso a recursos
escasos origina un conflicto social (Coser, 1956 citado en
Psathakis, 2010). En este sentido, cuando el conflicto es
generado por la forma de uso de los recursos naturales o
cuando las comunidades se ven directamente afectadas por
los impactos derivados de un determinado proyecto
(Orellana, 1999 citado por Walter, 2009) o actividad territorial
(Psathakis, 2010, Sabattini, 1997; Sosa, 2005; Novo, 2012) se
denomina conflicto socio ambiental.

Analizar los conflictos desde las relaciones de poder y las


luchas que se generan entre las lógicas hegemónicas y nuevas
lógicas se convierten en un dato importante en el análisis
geográfico para desentrañar las contradicciones que se dan en
el territorio. Desde esta perspectiva, se plantea la necesidad
de un abordaje de los conflictos socioambientales desde un
enfoque integral que atienda a la identificación de los actores
diversos y heterogéneas que confluyen en el territorio, los
intereses que producen la materialidad y los que no, la

151
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

multiplicidad de jurisdicciones que intervienen en su dinámica,


la información que involucra y la manifestación de los
impactos en diferentes escenarios espaciales y temporales, así
como en sus múltiples dimensiones (ambiental, económica,
social y política).

De esta manera, a los fines de realizar un abordaje analítico e


interpretativo detallado de los conflictos socio ambientales
que se dan como productos de los patrones de crecimiento
urbano en las ciudades, un posible camino metodológico a
tomar sería el siguiente:

a) Determinación del epicentro y área de expresión del


conflicto socio ambiental, es decir la localización del
mismo y el área de influencia de sus efectos. Para su
delimitación se puede recurrir a la búsqueda de
fuentes de referencias externas -textos legales,
trabajo empírico, experiencias en laboratorio- que
permitan establecer el alcance espacial de los efectos
negativos de dicho conflicto.

b) Dinamismo o desarrollo temporal del conflicto (Walter,


2009; Sosa, 2005), se reconocen tres estadios o etapas
en la que puede encontrarse un conflicto: de latencia,
definida por la existencia de un problema o tema
contencioso, que plantea la atención de algún sector
del Estado; activo que se inicia con la formulación de
una demanda por algún actor social a través acciones
de protesta para solicitar una respuesta por parte de
alguna autoridad estatal; y por último, el estadio de
resolución del conflicto (Adjuntía para la prevención

152
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

de conflictos sociales y la gobernabilidad de la


Defensoría del Pueblo del Perú, 2011).

c) Agentes ambientales involucrados en el conflicto. Bru


(1997: 19) los define como “todos aquellos sujetos,
públicos y privados, individuales y colectivos, cuyas
decisiones y acciones inciden, cualitativa y/o
cuantitativamente, sobre el medio ambiente y que, a
su vez, son influenciados por los cambios inducidos en
él”. En tal sentido, esta autora reconoce cuatro tipos
de agentes: el sector privado, que agrupa a las formas
y estructuras de producción; el sector público, que
actúa como productor directo, suministrador de
servicios y encargado de emitir las normativas y
controlar su cumplimiento; las instancias técnicas-
científicas ofrecidas por organismos de investigación
aplicada; y, la ciudadanía, que incluye actores
individuales y grupales.

Tal como lo expresa Manzanal (2008:23), adentrarse en la


comprensión del accionar concreto y simbólico de actores y
sujetos (individuales o colectivos) nos remite al estudio del
poder como sucede con la indagación que se refiere a la
producción de los territorios. Porque los actores y sujetos
viven y trabajan en determinado lugar y con su habilidad y/o
capacidad para la acción y para tomar y defender sus
decisiones ejercen ‘poder’ y transforman su territorio.

d) Acciones de demanda o protesta realizadas por los


agentes ambientales demandantes, las que pueden
abarcar: declaraciones públicas -prensa, radio,

153
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

televisión, reclamos telefónicos-, manifestaciones


activas -marchas y/o cortes de vías de circulación
terrestre- y demandas legales -denuncias policiales
y/o juicios-.

e) Causas que explican las acciones realizadas por los


agentes ambientales demandados que generan la
situación de conflictividad.

f) Tipos de uso de suelo en conflicto, entendidos como


“las diferentes utilizaciones que se hacen del espacio
en función de las necesidades y actividades de la
población que vive y trabaja en la ciudad” (Zárate,
1984: 60) y su área de influencia.

g) Consecuencias o efectos negativos producidos sobre


la naturaleza y la sociedad que demuestren el grado
de desarticulación entre ambas.

El camino metodológico presentado, permite contribuir a un


análisis de los conflictos socioambientales que pongan a tras
luz todas las voces y dimensiones del mismo; además de servir
de utilizar a el conflicto en oportunidad para el desarrollo los
territorios.

Reflexionar en el territorio y el desarrollo a través del abordaje


de situaciones donde se estén gestando o desarrollando
luchas y resistencias al orden social e institucional constituido
y que se manifiestan en un determinado ámbito espacial o
lugar, podemos encontrar la clave no sólo para comprender y
explicar las relaciones de poder que se ejercen desde los

154
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

territorios, sino también aprehender de ellas para proyectar el


devenir futuro de modelos de mayor equidad y autonomía.

Así, los conflictos deben pensarse como instrumento de


cambios, que generen marcos normativos y procedimientos
más influyentes y democráticos, donde puedan ser analizados
no como episodios aislados sino como un sentido relacional. A
través de un diálogo que contribuya a generar un equilibrio en
el poder, voluntad política, convocantes confiables,
inclusividad y acceso a información relevante y confiable. la
existencia de relaciones de poder entre los actores
intervinientes (Psathakis, 2010)

De esta manera, desde la perspectiva transformadora de los


conflictos se requiere de pensarlos como sinónimo de
oportunidad para repensar en nuevas formas de producir el
espacio que minimicen las contradicciones territoriales
poniendo a la luz todas las voces interactuantes en el
territorio, sirviendo de base a la la generación de políticas
públicas superadoras.

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

EL CAMINO ELEGIDO. CONFLICTO SOCIO-


AMBIENTAL EN TORNO A WIRIKUTA

Mirta Beatriz BLANCO

Resumen

Frente al extractivismo y la agroindustria, los Wixaritari


defienden el derecho a la vida y a un medio ambiente sano. En
Wirikuta se dio la concesión y explotación de recursos
naturales a multinacionales. El conflicto socio-ambiental
transformó este territorio en zona de tensiones y en los
últimos años han visto su identidad como pueblo amenazada.
Iniciaron reclamos a nivel local, estatal, federal e internacional
y así se visibilizaron. Este territorio apropiado es el
fundamento material y cultural sobre el que se construye la
identidad del pueblo wixarika. La destrucción de Wirikuta
implicaría la destrucción del pueblo wixarika como tal.

160
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Palabras clave: Wirikuta. Wixaritari. Territorio. Conflicto


socioambiental. Megaminería. Agroindustria.

Los Guardianes del peyote: Los Wixaritari o Huicholes

En México hay 56 pueblos indígenas, entre ellos se encuentran


los wixaritari también denominados Huicholes (wixárica en
singular). Habitan la región del Gran Nayar compartida con
tres pueblos más y se ubican a ambas márgenes del cañón del
río Chapalanga. Viven distribuidos en cuatro estados de
México: Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas (oeste y norte
de la Sierra Madre Occidental). El pueblo wixaritari se divide
en tres grandes comunidades: San Andrés Cohamiata, Santa
Catarina Coexcomatitlán y San Sebastián Tepohahuaxtlán.

Los wixaritari están entre los primeros diez pueblos originarios


a nivel mundial que han conservado y preservado su cultura,
tradiciones y creencias. Hablan el Cora-chol, dialecto
emparentado con la lengua náhuatl y con influencias de la
lingüística mesoamericana. El etnónimo huichol fue dado por
los mexicas de forma despectiva a los Wixaritari desde antes
de la Conquista Española. No se conoce el significado de
wixarica pero para algunos “huichol” sería la versión en
castellano de wixarica.

El origen de este grupo indígena no se ha confirmado aún,


pero se han elaborado algunas hipótesis por datos lingüísticos,
arqueológicos y mitológicos, por lo que se dice que algunos
grupos huicholes provienen de las tribus yuto-aztecas que se

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

asentaron en la sierra y que llevaron una vida independiente a


los imperios mesoamericanos. El arqueólogo Weigand junto al
lingüista Valiñas y al Historiador Diguet opinan que los
huicholes se asentaron en el centro occidente de México,
mucho antes de la fundación del Imperio Azteca. El lugar
donde vivieron es Jicuripa, esta región se encuentra centrada
en el actual estado de San Luis de Potosí pero debieron migrar
empujados por las olas inmigrantes de tribus dominantes y
agresivas (Chichimecas) que les querían cambiar sus hábitos
de vida e imponerles un culto violento y politeísta. Es así que
los Wixaritari fueron expulsados y despojados antes de la
conquista española de los asentamientos de sus provincias
originales. Fueron exiliados de sus tierras y de sus espacios
cotidianos y sagrados. Esto en parte explica su preocupación
por la preservación de áreas sagradas ubicadas fueras de los
confines de sus actuales territorios.

Este pueblo tiene las características de haber conservado su


identidad cultural, su espiritualidad y sus tradiciones
milenarias. La religión va implícita a través de la vida del
wixárika, forma parte de su identidad y está presente a lo largo
de su accionar, costumbres y en la cotidianeidad tanto
individualente como en lo comunitario. La religión viene a ser
un compromiso fundamental en su existencia, su filosofía de
vida es parte de su cultura y sus distintas formas de expresión.
Cada una de las comunidades de los wixaritari es autónoma;
tiene sus propias autoridades civiles y religiosas. La autoridad
civil es encabezada por un gobernador llamado totohuani y es
renovada anualmente. Los maraakates o maraakames -
cantadores o sacerdotes-, son los que conservan y mantienen

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

vivas las tradiciones. Wirikuta es el principal sitio sagrado de


los wixaritari. En este sitio se originó la Creación, y es el
territorio a donde peregrinan las distintas comunidades del
pueblo Wixarika (más de 550 km) recreando el recorrido que
hicieron sus antepasados espirituales. Allí se teje y se sostiene
la esencia de la vida del planeta. En este desierto brota el
peyote, hícuri o jícuri, cactácea que posee ingredientes
alucinógenos como la mescalina y que los wixaritari ingieren
ritualmente para recibir el “don de ver”. Wirikuta, simboliza la
puerta al mundo de los dioses, en este viaje buscan su
transformación desprendiéndose de su humanidad, para
convertirse en dioses y encontrar el venado azul. La gran
mayoría de sus comunidades nucleares de la Sierra Madre
Occidental de México, que superan los 50.000 habitantes
participan anualmente en las peregrinaciones a Wirikuta. Para
ello llevan a cabo ritos y ceremonias muy complejas a lo largo
de cada año, ayunan, llevan a cabo vigilias y cacerías con
privaciones de diversos tipos, además de confesiones públicas
entre sus compañeros y miembros de sus clanes. La religión
practicada por los huicholes tiene origen prehispánico y ha
sido transmitida entre miembros de la comunidad a través de
cantos y enseñanzas de generación en generación.

Mabel Manzanal afirma que “Una consensuada identificación


del territorio lo asocia con la producción social del espacio. Más
allá del sentido más político del primero, se sostiene que es a
través de la practica social de los actores que el territorio se
construye diferencialmente.” En esta frase Manzanal recurre a
la clásica definición que aporta Lucien Lefebvre sobre
territorio, en la cual éste no solo es un espacio definido

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

políticamente sino que es el resultado de muchas variables.


Los actores sociales a través de su percepción del espacio, de
cómo viven, de su representación mental y simbólica, de la
apropiación del mismo, de sus recursos y bienes, de sus modos
de producción, de sus prácticas sociales, teorías y creencias,
etc. y según el momento histórico de éstas variables, la noción
de territorio además del sentido político y geográfico adquiere
otra definición más profunda y relacionada al quehacer
humano en el espacio, a las prácticas sociales y a las relaciones
de poder en el mismo, lo que deriva en la diferenciación de los
territorios que le dan características de complejidad y
dinamismo. Para los huicholes la región de Wirikuta es un
territorio sagrado indivisible y continuo. Allí todo es sagrado:
cada planta, cada animal, cada manantial, cada cerro, cada
piedra. Este territorio apropiado es el fundamento material y
cultural sobre el que se construye la identidad del pueblo
wixarika. La destrucción de Wirikuta implicaría la destrucción
del pueblo wixarika como tal.

Wirikuta

El sitio sagrado de Wirikuta se ubica en el estado de San Luis


Potosí. Abarca la Sierra de Cartorce y el Bajío a sus pies,
formando parte del desierto chihuahuense (están allí los
municipios de Catorce, Charcas, Matehuala, Villa de
Guadalupe, Villa de La Paz y Villa de Ramos). Abarca más de
140.000 hectáreas y posee un esosistema único en el mundo
con una abundante biodiversidad, donde viven flora y fauna
endémicas. Allí se concentran una gran variedad de cactáceas

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

que figuran en la Norma Oficial Mexicana de Plantas


Amenazadas y en Peligro de Extinción. En Wirikuta se
encuentra también el Águila Real, símbolo de México, y que
encabeza la lista del programa nacional de conservación de
especies prioritarias. Organizaciones ambientalistas como
Pronatura, World Wildlife Fund, The Nature Conservancy, así
como la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la
Biodiversidad (CONABIO) denominaron al desierto
Chihuahuense como el “Complejo Ecoregional Desierto
Chihuahuense” siendo uno de los tres desiertos con mayor
biodiversidad en el mundo. La zona de Wirikuta tiene una gran
biodiversidad, alberga muchas especies de aves (70 por ciento
de las 250 especies de aves regionales) y una gran variedad de
mamíferos (60 por ciento de las 100 especies de mamíferos de
esta región). En este sentido Wirikuta es un sitio de patrimonio
natural para toda la humanidad.

Es necesario realizar un recorrido histórico de la región para


comprender las diferentes aristas de este conflicto socio-
ambiental. La región de Wirikuta fue parte del territorio de la
etnia Guachichil, la más numerosa de los chichimecas, (entre
el siglo XII y hasta principios del siglo XVII, fecha en la cual
desaparecen). Mesoamérica fue sometida con gran facilidad
por los conquistadores pero la parte septentrional de México
fue muy difícil de sojuzgar y llevo medio siglo de guerras entre
los españoles y la Gran Nación Chichimeca. El Altiplano
Potosino sintió la presencia española en el siglo XVI, en 1540
el capitán Fuente mayor incursionó en esta región y recién en
1548 se iniciará la conquista con Francisco de Urdiñola. En
1546 Juan de Tolosa descubrió enormes vetas de plata

165
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

aledañas a Zacatecas lo que produjo una “fiebre de plata” en


la cual se lanzaron ganaderos, mineros y aventureros en la
búsqueda de este preciado metal dando como resultado mano
de obra esclava, sometimiento y expulsión de indígenas,
destrucción de flora y fauna, intentos de evangelización de los
Chichimecas, sumado a la introducción de enfermedades
contra las cuales su sistema inmunológico no desarrolló
defensas. Toda esta multicausalidad desató la guerra de la
indómita Nación Chichimeca de “acabar con el blanco” que
casi logra el objetivo de expulsar a los invasores de la región.

Alimonda opina que “… el territorio que vino a ser conocido


como “América” fue escenario de lo que quizás haya sido la
mayor sucesión de catástrofes ambientales de la historia
humana: invasión de humanos, de animales, de especies
vegetales, de enfermedades que arrasaron y sometieron a sus
poblaciones originarias.” Alimonda sostiene que si bien en el
siglo XVI hubo otros territorios que fueron conquistados
ninguno de ellos se asemeja a lo ocurrido en el continente
americano, sobretodo en América Central y gran parte de
América del Sur. El “descubrimiento” significó conquista y
colonización que fueron de la mano con la devastación de
territorios vírgenes, así como también con genocidios de los
pueblos originarios que los ocupaban. América para los
españoles fue el segundo territorio de su conquista ya que
traían los ideales de la reconquista española. América se
convirtió en las “Indias” que llenarían las arcas de Europa. La
conquista no sólo se llevó a cabo con la espada y la fe sino con
todo lo nuevo que traían con ellos. Introdujeron especies de
animales y de vegetales nuevos, las tierras fértiles fueron

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

despojadas de su vegetación originaria para ser dedicadas a la


producción de especies que sirvieran para el comercio
español, pasando de una producción rica en biodiversidad a
los monocultivos con la consiguiente pérdida de especies
vegetales y animales más la erosión del suelo. También se les
prohibió cultivar determinadas especies porque las
consideraban paganas y profanas o por ser semejantes en sus
rituales a la religión católica. Las enfermedades llegaban antes
que los conquistadores diezmando a la población autóctona
que no tenían una respuesta inmunológica para estos nuevos
microrganismos por los años de aislamiento continental. Los
pueblos originarios fueron obligados a trabajar en las
explotaciones mineras y en la agricultura, con horarios,
ritmos, hábitos a los cuales no estaban acostumbrados, eran
trasladados y arrancados de sus poblaciones (mita,
yanaconazgo, minga), se rompió con el sistema de
redistribución y lo comunitario, se tiraron y destruyeron sus
dioses, su cosmovisión fue completamente alterada, se los
introdujo en el consumo de objetos que no les eran útiles y
terminaban endeudados, etc. así se fue dando el “desgano
vital”, una profunda depresión que simbolizaba ya el final de
los tiempos por lo cual muchos se dejaban morir, suicidaban y
las indias realizaban infanticidios, toda este intento de
aculturación contribuyó aún más a la disminución de la
población indígena en América.

Continuando con el recorrido histórico de esta región, en 1772,


Bernabé Cepeda hará un importante descubrimiento, que
para algunos historiadores como Humboldt fue un hecho tan
importante que no sucedía desde el descubrimiento de las

167
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

minas de Potosí y Guanajuato y que cambiará la historia de la


región. Se encontró con una veta impresionante en sus
dimensiones que denominó “La Descubridora”, la cual
adquirió su verdadera importancia en 1778 cuando se abrió la
boca de “Guadalupe” lo que dio un gran auge de la minería
como nunca antes había sucedido. Real de Catorce se
constituyó en el núcleo de la región, aumentó
exponencialmente la cantidad de habitantes y a la par de la
minería fueron dándose otras actividades colaterales. Es la
época del “México Borbónico” y la zona que hoy es Wirikuta es
en donde se dio una gran actividad minera y metalúrgica que
llevó a un auge económico sin precedentes (más de 100 minas
y 56 haciendas). Los ecosistemas, la flora, la fauna y los
antiguos pobladores sufrieron una brutal embestida que
continúa vigente en la actualidad. Las actividades minero-
metalúrgicas hicieron estragos en la región19.

19 Avalos Lozano en su Monografía de Wirikuta Tayeiyeri (nuestro


camino) nos explica: “La magnitud de la catástrofe ambiental,
provocada por las actividades minero-metalúrgicas, en el área puede
comprenderse cuando se consideran los impactos ambientales que
sucedieron, entre 1772 y 1827, en la Sierra de Catorce:
1.- Se desmontaron 118.02 Km2 de bosques para las siguientes
actividades: fabricación del carbón vegetal utilizado en la fundición,
85.39 Km; consumo de leña en 55 haciendas de beneficio, 10.66 Km2
(Memoria general Mariano Escobedo, S.L.P., 1-IV-1874,
A.H.E.S.L.P.); consumo familiar de leña (412 Kg al mes, 10 000
familias), 21.97 Km2 (SEMIP 1988). Lo anterior sin contar las
superficies perdidas por incendios naturales o inducidos, a las que se
refiere Ward.

2.- Se utilizaron 10 000 bestias de trabajo (que consumían


anualmente, 14 675 toneladas de maíz); se consumieron anualmente
8 000 cueros de novillo, 57.5 toneladas de cebo que se obtenían de

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

100 000 cabras, 4 000 carneros y 431 reses para consumo humano, y
16 330 Kg de pólvora. Las manadas que abastecía a la región
requerían 5 282.5 Km2 de agostaderos.
3.- Se procesaron 2 256 876 toneladas de mineral. Se liberaron a los
ecosistemas dos millones de toneladas de jales conteniendo arsénico,
plomo, antimonio y plata; 506 587 toneladas de sal común; de 21 000
a 151 712 toneladas de sulfato de cobre; y 5 000 toneladas de
mercurio, todos estos contaminantes en diversas matrices aún se
encuentran en la región.

Con un propósito ilustrativo, cabe anotar que entre 1770-99 se


liberaron en México 20 118.45 toneladas de mercurio; resultando un
promedio anual de 670.61 toneladas, la cantidad asombra cuando se
compara con la emisión total de mercurio en el mundo por la quema
de combustibles fósiles (principal fuente de contaminación
antropógena) que alcanzó en 1975, 5 000 toneladas (Sepúlveda,
Agudelo, Arengas 2006).

Las conclusiones obtenidas sugieren que algunos de los problemas


ambientales esenciales que afectan a la región en la actualidad se
construyeron en los siglos XVIII y XIX. Bajo la anterior consideración,
una aproximación histórica a los riesgos que enfrenta la población de
la zona de estudio provocados por: la contaminación; la deforestación;
la erosión del suelo, considerada el mayor problema ambiental del
mundo (Pimentel, et al 1995); y la perdida de la biodiversidad; no sólo
es lógica, es inevitable (Cook 1949). La comparación de ambas
descripciones nos compele hacia una fácil conclusión –los procesos
industriales minero-metalúrgicos, propiamente dichos; sumados a las
operaciones de abastecimiento; construcción; mantenimiento de la
infraestructura; y eliminación de residuos; generaron un régimen de
disturbio que modificó la estructura y funcionamiento del paisaje,
provocando en algunas áreas la pérdida completa del suelo–; esta
suposición se basa en la vieja falacia post hoc ergo propter hoc
(posterior a esto, por consiguiente provocado por esto). Cuando
encontramos información documental que describe áreas afectadas
por la erosión y la deforestación nos sentimos inclinados a considerar
que fueron provocados por un disturbio de origen antropógeno. Pero
esto no siempre es así Cronon (1983). Para este caso, en particular,

169
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

“…en 1827 Henry G. Ward (1995: 587) describe el sitio minero con las
siguientes palabras: “No se ve ni un solo árbol, ni una sola hoja de hierba en
las cercanías; y sin embargo hace cincuenta años todo el distrito estaba cubierto
de bosques (…) Bosques enteros se quemaron para desmontar el terreno, y la
madera más grande que se requiere para las minas se lleva desde una distancia
de veintidós leguas [92.18 Km]” … y la descripción del sitio realizada por el
comisionado virreinal Silvestre López Portillo en 1779: “[Había] maderas de
todos tamaño, en unas partes de pino y en otras de encinas (…) por lo que es
muy abundante en leñas (…) Siguiendo en su descenso al río encontramos un
monte impenetrable de encinas y pinos de tan imponderable corpulencia, (…)
que llegan a equipararse con los montes” (Velásquez 1987)”… La comparación
de ambas descripciones nos compele hacia una fácil conclusión –los procesos
industriales minero-metalúrgicos, propiamente dichos; sumados a las
operaciones de abastecimiento; construcción; mantenimiento de la
infraestructura; y eliminación de residuos; generaron un régimen de disturbio
que modificó la estructura y funcionamiento del paisaje, provocando en algunas
áreas la pérdida completa del suelo”20

La región de Nueva España se distinguirá, por más de


cuatrocientos años, por sus actividades mineras y
metalúrgicas, que darán su impronta en la formación del
paisaje de la región e irá tejiendo conjuntamente una
imbricada red de relaciones eco-ambientales, sociales,

se cuenta con evidencias documentales que sugieren la posibilidad de


que al efecto de las actividades industriales se haya sobrepuesto otro,
de índole diferente, provocado por una serie de fenómenos climáticos
(ciclos alternados de sequía y fuertes precipitaciones acompañadas
por violentas riadas)”.

20 Avalos Lozano, José A., “Wirikuta Tayeiyeri”, pág. 18, 19, Monografía

archivo pdf.

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

culturales, económicas y políticas que darán una fisonomía y


tradición particular a esta región. Avalos Lozano opina:

“En el espacio que actualmente ocupa el “Sitio Sagrado Natural Wirikuta” las
interacciones entre el conjunto articulado de operaciones industriales y su
ambiente, a lo largo de cuatrocientos años, han conformado una intrincada
urdimbre sobre la que se entrelazó la trama social, económica y política de la
región; produciendo un régimen de disturbio que transformó la dinámica de
los ecosistemas y provocó una nueva composición del paisaje, básicamente
entre 1772 y 1827”.

A lo cual agregamos lo que escribe Alimonda: “La


incorporación de la naturaleza americana en condición de
inferioridad, como recurso a ser explotado, acompañó la lógica
de lo que Boaventura de Souza Santos llama “los
descubrimientos imperiales”21

Para algunos autores y para Alimonda, la conquista y


colonización de América fue la primer “globalización” por el
carácter y dimensión de las transacciones comerciales que
sentaron las bases de la acumulación en Europa y que dieron
el puntapié inicial a la modernidad capitalista. El Imperio
español supo imponer y hacer uso de estrategias y relaciones
de poder que no solo subordinó al territorio americano para
ser explorado, explotado y colonizado, sino que su sombra se
extendió también a todo lo que lo habitara. En estas relaciones
de poder todo lo americano podía ser tomado a voluntad, todo
era inferior y subalterno. Esta relación imperialista que

21Alimonda, Héctor. “La naturaleza colonizada. Ecología política y minería


en América Latina”

171
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

desplegó España sobre América fue una de las más eficientes


que registra la historia de la humanidad pues su tela de araña
no solo abarcó el territorio sino también la colonialidad de la
naturaleza y sus habitantes.

El conflicto socioambiental de Wirikuta

“Una de las consecuencias de la actual inflexión extractivista ha sido la


explosión de conflictos socioambientales, visibles en la potenciación de las
luchas ancestrales por la tierra, de la mano de los movimientos indígenas y
campesinos, así como el surgimiento de nuevas formas de movilización y
participación ciudadana, centradas en la defensa de los bienes naturales, la
biodiversidad y el ambiente”22

El acceso y control de los recursos naturales ha generado


disputas de intereses y valores entre los diferentes
protagonistas de los conflictos socioambientales. Por un lado,
está el histórico reclamo de los pueblos originarios de sus
territorios ancestrales y su demanda del cuidado de la
naturaleza y el derecho a vivir en equilibrio con el medio
ambiente. A este se suma el clamor de las luchas campesinas
frente al avance desmesurado de la frontera de los
monocultivos. Ambos, indígenas y campesinos han unido sus
voces para que sus ecos lleguen a los ciudadanos en general.
Se han visibilizados con fundaciones, organismos
internacionales, ONGs, etc. La población ha participado en las

22Svampa, Maristella. “Consenso de los Commodities. Giro Ecoterritorial


y Pensamiento crítico en América Latina”.

172
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

protestas y movilizaciones, en algunas regiones se han dado


grandes movilizaciones sociales.

En ningún otro continente del mundo se asiste a este


fenómeno que es el coletazo de la globalización ( En la era de
la revolución tecnológico-científica y de las comunicaciones
estos grupos se han “apropiado” de las redes sociales y
medios comunicacionales haciendo que la gente se entere de
sus reclamos, se cortan rutas, se hacen piquetes, radios
emisoras, conferencias informativas, participación de
organizaciones ecologistas y ambientalistas, foros,
participación de universidades y compromiso de científicos y
profesionales, documentales, películas, spots publicitarios,
páginas web, blogs, plebiscitos, reformas en artículos de las
constituciones, demandas judiciales, juicios, etc.). La
resistencia indígena y campesina latinoamericana se ha hecho
sentir a nivel internacional a tal punto de haber detenido
megaproyectos y haber expulsado de sus territorios a
empresas transnacionales.

En México, los wixaritari en los últimos veinte años han visto


más que nunca su identidad como pueblo amenazada pues en
la región de Wirikuta se dieron diferentes programas de
desarrollo, por el crecimiento de la agroindustria
especialmente la jitomatera, por su convivencia con los
mestizos y mineros de una zona que tiene tradición minera,
por la cristianización de la iglesia, por la venta y explotación de
sus territorios, por la concesión y explotación de los recursos
naturales a multinacionales por parte del gobierno.

173
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Los wixaritari empezaron a hacerse visibles e iniciaron todo


tipo de reclamos a nivel local, estatal, federal e internacional.
Wirikuta para los Huicholes es territorio heredado pues más
allá de la posesión colectiva del espacio, en él se da la
recreación de la cultura comunitaria, la práctica de su religión
ancestral, se cristalizan sus valores, adquieren el
conocimiento y saberes tradicionales, forma parte de su vida,
de sus costumbres, todo es armonía y equilibrio con la
naturaleza.

El territorio de Wirikuta empezó a cobrar interés a nivel


internacional, en 1988 la UNESCO incorpora a Wirikuta a la
“Red Mundial de Lugares Sagrados Naturales”. En 1990
México ratificó el Convenio 169 sobre los Pueblos Indígenas y
Tribales de la Organización Internacional del Trabajo que
garantiza la protección de los territorios que los pueblos
indígenas ocupan para sus actividades tradicionales, además
del derecho al consentimiento libre e informado sobre
cualquier actividad que pueda interferir con el uso de estos
sitios.

Al año siguiente el Estado de San Luis Potosí lo declara “Sitio


de Patrimonio Histórico Cultural y zona de conservación
ecológica de los Wixaritari”. El Gobierno Mexicano (1999)
decretó a Wirikuta como “Área de Reserva Natural
Protegida” y “Lugar Sagrado del Pueblo Wixaritari”. Al año
después, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF)
distingue a la Nación Wixárika, al Gobierno y a los
conservacionistas con un reconocimiento a su compromiso y
esfuerzos por la conservación Ambiental y Cultural. En el 2003,

174
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

San Luis Potosí incorpora el artículo 9 a su Constitución: “En el


ámbito de su autonomía las comunidades indígenas podrán
preservar y enriquecer sus lenguas, conocimientos y todos los
elementos que formen parte de su cultura e identidad. El
Estado coadyuvará en la preservación, enriquecimiento de sus
lenguas, conocimientos y todos los elementos que conformen
su identidad cultural”.

Posteriormente se editó el Plan de Manejo del Área Natural


Protegida (2007) sustentado en la cultura Wixaritari, sólo
serían permitidas actividades mineras artesanales en las zonas
ya contaminadas y prohibición de toda actividad industrial
contaminante tóxica en el resto del área natural protegida. En
el 2008 se firmó el Pacto “HAUXA MANAKA” entre el
Presidente Calderón, los Gobernadores de Durango, Nayarit,
Jalisco, San Luis Potosí y Zacatecas y el pueblo Wixarica. En
este acuerdo se establece el compromiso a respetar y proteger
las rutas de peregrinación Huichol. Se hizo en el marco de un
gran acto público en el que las autoridades se vistieron con
ropa de los Wixaritari.

El epicentro de este conflicto socio-ambiental rururbano se


dio en el año 2009 cuando la minera Real Bonanza S.A.
presentó el proyecto de “La Luz” (explotación de minas de
plata para el 2014) con lo cual se hacía una violación del Plan
de Manejo del A.N.P. Wirikuta y del Pacto “Hauxa Manaka”.
Posteriormente la Secretaría de Economía otorgó 22
concesiones de 6.326 Ha. a la megaminera Magestic Silver
Corporation. Se creó el Consejo Reg. Wixárika por la Defensa
de Wirikuta Tamatsina Wahaa y el Estado de San Luis Potosí

175
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

aprobó la ley de Consulta Indígena. Paralelamente se venía


dando el desmonte y tala indiscriminada de predios de la
reserva por empresas agroindustriales Jitomateras sin
presentación de Informes de Impacto Ambiental. Frente a los
reclamos PROFEPA mandó su clausura pero aún continúan
activas y el gobierno hace caso omiso al incumplimiento.

Esta agroindustria trae a la región desmonte, erosión,


contaminación con químicos, sequias por bombardeo ilegal de
nubes para evitar el granizo y piedra, perdida de la
biodiversidad, mayor pobreza y migración en la zona. Otro
escándalo fue con el anuncio del “Proyecto Universo” (2011)
de la Empresa Revolution Resourses (59.678 ha., 42,56% del
A.N.P.) para la exploración y explotación de minería a tajo o a
cielo abierto con lixiviación mediante cianuración. En la “Zona
de amortiguación para uso tradicional” se podrán utilizar los
R.N. que se realizaban antes del establecimiento de la reserva
siempre y cuando no ocasionen alteraciones significativas a
los ecosistemas. Las actividades permitidas son aquellas que
permiten la satisfacción de las necesidades básicas
económicas y culturales de los habitantes del sitio sagrado y
las necesidades culturales del pueblo Wixárika. Los informes
de impacto ambiental nunca se presentaron.

Se organizó el “Foro Internacional “WIRIKUTA: el derecho a lo


sagrado” (2012) y se convocó al “Wirikuta Fest Internacional”
donde participaron artistas de más de treinta países. En el
mismo año Semarnat aprueba la instalación futura de un
gigantesco tiradero de tóxicos que

176
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

afectaría a Wirikuta en el Rancho Palula, propiedad de José


Cerrillo Chowell. No se realizó consulta pública.

La UNESCO hizo pública su intención de incorporar como


Patrimonio Inmaterial de la Humanidad la ruta sagrada de los
huicholes (2013) y el Gobierno presentó un proyecto de
considerar a Wirikuta “Reserva del Gobierno Federal”. Se
concretó un “Foro de expresión ciudadana” para recoger la
opinión de los pobladores, a la vez se le dio un auge al turismo
místico para el peyote y una escenificación del pueblo
wixaritari. La visibilización de su lucha fue notoria a nivel
internacional, acuden en la actualidad gente de diferentes
lugares a conocerlos a ellos y a Wirikuta. El director argentino
Hernán Vilchez realizó la filmación y socialización de la
película “Huicholes, los últimos guardianes del peyote” (2014).
En el 2015 las megamineras les entregaron a los Huicholes 35
concesiones, 45.000 Ha. fueron donadas y declaras
“patrimonio Minero de la Nación”. Aún resta el 70% que está
en concesión lo que equivale a 98.000 Ha. A partir de este
momento el PROFEPA y Huicholes vigilan y controlan para
impedir cualquier actividad extractiva en esta zona.

Los Wixaritari de diferentes Estados se organizaron y tuvieron


apoyo de ONGs, Organizaciones, Artistas, científicos,
universidades, público en general. Se generó un movimiento
social que tuvo todo el apoyo internacional que derivó en
conflictividad pues tiene una larga historia, es recurrente, se
dio en el tiempo y el conflicto aún continúa. Este C.S.A. de
cultura y transformación, se inició en contra de la
megaminería y de las agroindustrias.

177
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

“… los estragos del extractivismo se explican por varias razones: a) la


inexistencia o la debilidad de los controles fiscales en manera ambiental,
potenciados por la flexibilidad exigida –o lograda mediante presiones
extorsivas por las transnacionales- para invertir en nuestros países, b) la falacia
de una “contabilidad ecológica” que, contrariando una de las leyes de
Commoner, supone que en la relación con la naturaleza todo puede ser ganancia
y que no existen costos. No se toman en cuenta en esos cálculos el deterioro
producido por la irracional explotación de la naturaleza y los impactos sociales
de la degradación medioambiental, desde catástrofes mal llamadas “naturales”
(porque en realidad son creadas por la depredación capitalista, como las
inundaciones y las sequias) hasta las múltiples enfermedades de las que son
víctimas las poblaciones afectadas”.23

Atilio Borón cita a Gudynas quien escribe sobre los gobiernos


latinoamericanos y su actuar en relación con las empresas
transnacionales. En nuestros países tenemos una mixtura de
acciones, o la inexistencia de las mismas con la mirada
cómplice de los gobernantes que miran hacia otro lado. Hay
gobiernos que son presionados no solo por las transnacionales
sino también por las políticas buitres del FMI y BM. En algunos
casos no hay fiscalización a estas corporaciones, no pagan
impuestos y si lo hacen son con bajas tasas, pagan mínimas
regalías, realizan fraudes en sus informes, extorsionan a
gobiernos corruptos, no presentan el análisis de impacto
ambiental, eligen condiciones políticas favorables, buscan
zonas alejadas y de difícil accesibilidad para que nadie se
entere bien de sus actividades. Venden el discurso de grandes

23Gudynas citado por Boron, Atilio. “América Latina en la Geopolítica del


Imperialismo”. Cap. 6. Los bienes comunes en América Latina: el debate
“pachamamismo vs. Extractivismo”.

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

inversiones que vienen a erradicar la pobreza, a generar


fuentes de empleos, a dar “progreso” a la región.

Así se manejan las transnacionales en los países del “Tercer


mundo”, con libertad de movimiento y con gobernantes que
están dispuestos a maximizar beneficios a las inversiones
extranjeras sin tener en cuenta el daño que producen a la
naturaleza, al medio ambiente y a sus poblaciones. Muchos
gobiernos frente al extractivismo se hallan sin alternativas por
sus políticas sociales y frente a la necesidad de hacer despegar
y desarrollar sus economías se dejan seducir por el discurso de
“pobreza cero” y generación de puestos de trabajo, y hasta en
muchos casos son corruptos frente al chantaje de las grandes
corporaciones.

Los gobiernos se ven presionados y sometidos a tensiones,


por un lado, las demandas internacionales, las grandes
corporaciones, las financieras, las deudas contraídas, etc., y
por otro la demanda de los pueblos originarios a sus
territorios, de los ciudadanos y ONGs que denuncian los
impactos ambientales, demandan, protestan, se movilizan e
inician grandes conflictos con los gobernantes y
transnacionales. Se trata del derecho a la tierra y el derecho a
un ambiente sano y el porvenir de las generaciones futuras.

En Latinoamérica y en particular en México es de inmediata


urgencia frenar a las inversiones extranjeras provenientes de
las trasnacionales por el despojo que producen y el gran
impacto y contaminación ambiental que dejan. Los gobiernos
se deben armar de un gran arsenal de leyes y normas para
frenar sus actividades, imponiendo elevados impuestos y

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

rigurosos controles a su accionar. Para Borón se hace


necesaria la constitución de un ente fiscalizador y regulador
del extractivismo para América del Sur para así poner freno al
extractivismo en el continente.

Hoy estamos atravesando puntos álgidos en impacto


ambiental que traen como consecuencia la aceleración del
calentamiento global, daños en la capa de ozono, lluvia ácida,
smog, inundaciones, sequías, extinción de especies,
desertización, etc. Las catástrofes naturales han adquirido
potencia devastadora como consecuencia de la acción
humana sin control sobre la naturaleza. Los humanos se ven
afectados por nuevas enfermedades y con alta incidencia de
las ya conocidas. Los gobiernos nacionales, provinciales y
locales, así como las transnacionales, y muchas veces las
poblaciones pasan por alto las leyes que el biólogo Commoner
enunció. Principalmente la que se refiere que extrayendo de la
naturaleza solo se obtendrán beneficios y no se tendrán
costos.

El planeta tierra posee un equilibrio dinámico y cuando éste se


altera, las consecuencias en algunos casos son catastróficas.
Todo se relaciona con todo, y lo que le sucede a un
componente de un ecosistema hará una catarata dominó en
los otros componentes. La explotación irracional de los
recursos naturales por parte del hombre inevitablemente
implicará la conversión de los recursos de formas útiles en
inútiles, dejando tras de esto destrucción y muerte. Los
wixaritari han vivido desde sus inicios en comunión con la
naturaleza y en un equilibrio dinámico con el medio ambiente.

180
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

El wixarica no reclama por la posesión de tierras sino por la


protección, preservación y conservación de la ruta de su largo
peregrinaje para llegar a su sitio sagrado donde se originó el
mundo. En su cosmovisión no solo están defendiendo su
identidad y cultura, sino que también están defendiendo al
medio ambiente y a la vida en Wirikuta.

En la actualidad, la problemática se nuclea en contra de la


construcción de presas (“Presa Santa Gertrudis”, parte del
Proyecto Universo con exploraciones a 1000 metros de
profundidad afectaría a acuíferos, sistema hídrico, flora y
fauna del ANP, Presa Tres Cruces, etc.) y a la instalación de un
vertedero de residuos tóxicos (propiedad privada pero el
escurrimiento y contaminación alcanzaría a varias cuencas
hídricas de la región), a las agroindustrias y a la vigilancia
atenta de la no explotación de los recursos minerales por parte
de las megamineras.

A este movimiento iniciado por los wixaritari se sumaron


otras comunidades indígenas y la comunidad internacional
transformándose en un modelo a seguir y en el símbolo de una
resistencia para toda América Latina contra quienes pongan
en riesgo al M.A. y las culturas ancestrales. Las voces que se
elevan y visibilizan reclaman: la protección del Patrimonio
Biocultural, que se declare “Reserva Biocultural de la Biosfera”
a Wirikuta, que se realicen recolección de cactáceas en bases
a criterios tradicionales y propuestas de desarrollo
alternativas que generen empleos en la región.

181
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Conclusiones

Los Wixaritari han acumulado una historia de desposesión,


colonialismo y afectación social. Hoy ven amenazada su
identidad comunitaria y prácticas ancestrales, el apoyo de la
comunidad internacional no es sólo al pueblo wixáritari sino a
la lucha contra las grandes corporaciones que con su discurso
de inversiones, empleo y disminución de la pobreza invaden
los países haciendo caso omiso de leyes con la complicidad de
los gobiernos de turno, desvastando los recursos naturales de
los mismos.

Se necesita voluntad política para frenar el extractivismo, la


agroindustria y la contaminación de los recursos por parte de
las multinacionales. Gobiernos que promuevan y cristalicen
proyectos ecológicos y sustentables para protección y
preservación del Patrimonio Cultural y Natural. Gobernantes
que hagan cumplir los tratados internacionales, las leyes,
pactos y acuerdos firmados. Políticos que escuchen a los
Wixaritari y a todas las comunidades indígenas (visibilización,
inclusión e integración, equilibrio de poder y acceso a
información relevante y confiable) para lograr un buen
diálogo y consenso entre las partes afectadas. Que el Estado
ponga en funcionamiento proyectos comunitarios,
microemprendimientos y opciones laborales alternativas a la
minería. Es fundamental que se desarrollen iniciativas y
políticas de revaloración, dignificación y reconstrucción
ambiental y de la sociedad de este territorio y paisaje de valor
patrimonial

182
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

La megaminería solo trae a Latino América un legado de


desigualdad social y ambiental que llegó para instalarse y
despojarla. Pero en contrapartida la resistencia ha surgido y
cada vez son más las voces que se alzan en contra y que han
logrado detener grandes proyectos, por eso….Wirikuta se
ama y se defiende…Wirikuta no se vende ni se negocia,
¡Latinoamérica tampoco!

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

UM GIGANTE EM NUESTRAS TIERRAS.


INSTALACIÓN DE MONSANTO EN RÍO
CUARTO

Marina DE LA RETA

Resumen

Según Monsanto, la provincia de Córdoba, Argentina, está


llamada a convertirse en el centro estratégico de la industria
maicera. En el año 2012, la empresa se propuso instalar una
planta experimental de semillas de maíz y soja en la ciudad de
Río Cuarto, un hecho que alarmó a los vecinos de la localidad
y generó conflictos sociales. El presente ensayo es un estudio
de caso que tiene como objetivo analizar el conflicto socio-
ambiental de la instalación de la multinacional en la ciudad.

Palabras clave: Monsanto, Río Cuarto

Introducción

Se considera que la alimentación es una actividad de alta


demanda e indispensable para la vida del ser humano, siendo
la agricultura una labor en constante crecimiento. Desde el
aumento demográfico sin precedentes, ocurrido desde el siglo
XVI en Europa, la principal preocupación del ser humano fue el
abastecimiento de alimentos. Así es como a lo largo del

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

tiempo, se han ido incorporando nuevos cereales, nuevas


tecnologías, y se ampliaron los terrenos de cultivo. A partir de
la Revolución Industrial, se produjo el éxodo rural y la
formidable expansión de la urbanización, el triunfo de la
economía de mercado sobre la economía de subsistencia y el
descomunal desarrollo de los transportes y del comercio
internacional (Montignac, 2016).

En aquel momento, se produjo la división del mundo en países


desarrollados y subdesarrollados, en donde los primeros se
caracterizan por una agricultura especializada y de mercado
con altos rendimientos, mientras que en los segundos se
pueden diferenciar zonas con una agricultura de subsistencia
familiar, con tecnología tradicional y sometida a la presión del
crecimiento demográfico, y una agricultura de plantación
de monocultivos destinados al mercado internacional, el cual
ejerce una constante presión sobre los espacios naturales cada
vez más reducidos.

En la segunda mitad del siglo XX, la Revolución Verde trajo


aparejado un adelanto en las tecnologías agrícolas, con
nuevas semillas de alto rendimiento, organismos
genéticamente modificados y un paquete tecnológico que
prometió ponerle fin a la hambruna mundial. Según Carrasco
et al. (2012), la principal causante de esta agricultura industrial
y del llamado “modelo sojero”, fueron las grandes empresas
transnacionales con delegaciones en los principales países
productores, las cuales proveen estos paquetes tecnológicos,
que incluyen las semillas transgénicas y los insumos (biocidas
y fertilizantes) necesarios para su cultivo. De esta manera, las

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

multinacionales logran controlar las semillas, y con ello la


cadena alimentaria (Giddens y Hutton, 2001). Entre estos
gigantes transnacionales se destacan Monsanto, DuPont,
Bayer, Nidera, y la semillera argentina Don Mario (Carrasco et
al., 2012).

La multinacional Monsanto, con origen en Estados Unidos, fue


fundada en 1901, en St. Louis, Missouri por John Francis
Queeny (Monsanto, 2015). Desde su inicio, Monsanto ha ido
evolucionando en sus negocios. Ha sido una empresa que se
ha dedicado a producir un gran número de variedades de
productos que no fueron únicamente destinados a la
agricultura, sino también a la industria y la ciencia. Esta firma,
además, ha sido y sigue siendo una de las empresas que ha
creado más controversia a nivel mundial debido al peligro
potencial o real de sus elaboraciones sobre la salud humana y
el ambiente en general. En su discurso, patrocina un trabajo
conjunto con productores y agricultores de todo el mundo
para aportar al desarrollo de la agricultura sustentable, pero
nunca explicó el porqué de la tan furiosa resistencia que, a lo
largo de los años, y en todo el mundo, ha venido concibiendo
esta transnacional (APA, 2013).

A la fecha, se pueden advertir los distintos efectos


perjudiciales que han tenido sus productos en los seres
humanos, tales como sacarina, PCBs (bifenilos policlorados),
Poliestireno, DDT (Dicloro Difenil Tricloroetano), RoundUp
(glifosato), y Dioxina (Gellert et al., 1972; Fukushima et al.,
1983; IARC, 1991; Mazzuckelli et al., 1993; Jaga et al., 2003;
Benachour et al., 2007; Cruz Carrillo et al., 2010).

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

La lista de efectos adversos de los productos de Monsanto es


interminable, así como la lista de conflictos sociales y
resistencias que desencadena la empresa en todas las
localidades en donde pretende instalar sus industrias. El
presente ensayo es un estudio de caso que tiene como
objetivo analizar el conflicto socio-ambiental de la instalación
de una planta experimental de semillas de la empresa
Monsanto, en la ciudad de Rio Cuarto, Córdoba.

Desarrollo del contexto local

Tras la reforma constitucional promulgada el año 1994, el


gobierno argentino renunció a la propiedad de sus recursos
naturales, por lo que la consecuencia fue la privatización de los
mismos. De esta forma, se vieron beneficiadas las grandes
empresas transnacionales que se dieron lugar a la explotación
de nuestros valiosos recursos (Svampa, 2008). Este escenario,
consiguió potenciar las luchas por las tierras ancestrales,
asimismo generó nuevas formas de manifestación y
participación social ciudadana con el fin de defender los
recursos naturales, la biodiversidad y el ambiente de todos
(Svampa, 2008).

Las operaciones de Monsanto en Argentina comenzaron en el


año 1956, con la inauguración de la Planta de Zárate, Buenos
Aires, para la producción de plásticos. Hacia mediados de los
90´ la empresa ya contaba con plantas de formulación y
envasado de herbicidas y una planta de producción de
edulcorantes en nuestro territorio (Monsanto, 2015). A la

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

fecha, la empresa afirma que la provincia de Córdoba está


llamada a convertirse en el centro estratégico de la industria
maicera, y de esa primicia es que parte su ambición de instalar
industrias en el centro del país. En el año 2012, anunció con
orgullo una importante inversión para construir una planta de
acondicionamiento de semillas de maíz para siembra en la
localidad de Malvinas Argentinas, acto que generó, y continúa
generando, serios conflictos con los vecinos por sus luchas de
resistencia contra la instalación de la empresa.

La planta que Monsanto intenta construir en la periferia de la


ciudad de Córdoba sería una de las más grandes del mundo en
producción de semillas transgénicas, y permitiría seguir
avanzando en el modelo extractivista que somete a nuestra
soberanía. Aun así, el mismo año, sin quedar conforme,
pretendió instalar otra planta experimental de semillas de
maíz y soja en la ciudad de Río Cuarto. A partir de ese
momento es cuando comienzan a alarmarse los vecinos
riocuartenses y a generarse manifestaciones en contra de la
instalación de la empresa.

En Río Cuarto, ya se encontraba establecida la Asamblea de


Río Cuarto sin Agrotóxicos, la cual se organizó en el año 2010
con el fin de dar lucha contra la fumigación, la pérdida de
biodiversidad, el desmonte, la visibilización de la agricultura
agroecológica, la sustentabilidad y la soberanía alimentaria.
(Diario Puntal, 2012); sin embargo, es a partir de la llegada de
la transnacional a la provincia cuando la Asamblea comienza a
tener un mayor auge.

191
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Este grupo de vecinos organizados fue quien, en un primer


momento, denunció que la planta de experimentación se
estaría construyendo en Río Cuarto sin los permisos técnicos
ni legales correspondientes, lo que cabe a pensar, ¿cómo el
municipio pudo “pasar por alto” esa situación? Ante este tipo
de circunstancias, uno termina dudando si el estado lo hace
por pereza, ignorancia, complicidad o corrupción. Según los
concejales de la ciudad, el expediente municipal
correspondiente a dicha obra se encontraba bajo el nombre de
una empresa riocuartense dedicada a la venta de semillas y
agroquímicos (Diario Puntal, 2012b), un hecho que evidencia
la falta de integridad y conducta empresarial que la
transnacional afirma tener.

Lo expuesto se relaciona con Svampa (2008) que explica que


este tipo de conflictos se insertan en una dinámica
multiescalar, en la cual “lo global” y “lo local” se presentan
como un proceso en el que se cristalizan, de un lado, alianzas
entre Empresas Transnacionales y Estados que promueven un
determinado modelo de desarrollo y, de otro lado,
resistencias de las comunidades locales que no comparten tal
modelo, ni los estilos de vida que éste impone.

Además de querer instalar la planta experimental escondida


bajo el nombre de una empresa local, Monsanto también se
propuso evitar los estudios de impacto ambiental obligatorios
para cualquier establecimiento industrial, afirmando que el
organismo provincial ya había habilitado dichos estudios.
Ante esto, tanto la Asamblea por un Río Cuarto sin
Agrotóxicos, como la Universidad Nacional de Río Cuarto,

192
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

solicitaron que se hagan públicos los estudios de impacto


ambiental de la planta para ser analizados por especialistas, y
exigieron que se realice una audiencia pública, tal como lo
exige la Ley General del Ambiente (Ley Nacional N°25.675).

Tras un año de lucha por acceder a los documentos, el


intendente del municipio Juan Jure se postuló a favor de los
vecinos y expuso que la intención de Monsanto de poner en
funcionamiento una planta experimental de semillas era
negada, ya que existiría una diferencia en las actividades que
anunciaron desarrollar y las que presentaron en el informe de
impacto ambiental. Además, el intendente expuso que más
allá de la cuestión técnica, se expone ante un análisis político,
teniendo que pensar en la tranquila convivencia de los vecinos
de la ciudad (Diario Puntal, 2013).

Luego de que el intendente rechazara la instalación de la


planta de Monsanto en Río Cuarto, especialistas analizaron el
Estudio de Impacto Ambiental que la multinacional entregó a
EDECOM (Ente Descentralizado de Control Municipal) y
afirmaron que el mismo carecía de validez legal por haber sido
presentado después de la construcción de la planta y tenía
graves deficiencias técnicas (Diario Puntal, 2013b). Una vez
más, se puede observar como Monsanto quebranta sus
propios principios, tal como su propia política de Derechos
Humanos, adoptada en abril de 2006 con una manifestación
importante de los valores de la compañía plasmados en el
compromiso público de la empresa, entre ellos los elementos
seguridad y cumplimiento de leyes (Monsanto, 2016)

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

A partir de allí, los lazos que se encontraban hasta el momento


instituidos con la empresa se empiezan a romper. Hasta ese
momento, la Universidad Nacional de Río Cuarto, ubicada en
pleno corazón sojero del país, había celebrado diversos tipos
de convenios con Monsanto, sin que ellos fueran en alguna
ocasión percibidos como mal vistos o antiéticos, por no darle
la debida seriedad o, tal vez, por conveniencias políticas.

Sin embargo, en noviembre del 2012, la UNRC estableció la


derogación de todo tipo de convenios y protocolos de trabajo
que se encontrasen vigentes entre la universidad y la empresa,
remarcando su “voluntad política” de orientar la educación a
las prácticas socioambientales, la agroecología y la soberanía
alimentaria. La continuidad de la vida anunciada por la
Universidad Nacional, junto a los actos de autoorganización
del pueblo constituyen ejemplos de lo que las poblaciones son
capaces de hacer, de cómo se puede superar la exclusión y
crear nuevos vínculos, nuevas tramas sociales, que son otra
forma de confrontar con el gran capital (Giarracca y Wahren,
2005).

La decisión tomada por el municipio no tuvo implicancias sólo


a nivel local. Según Nelso Doffo, del Observatorio de
Conflictos Socio ambientales de la UNRC, la puesta en
funcionamiento de la planta experimental que Monsanto
pretendía instalar se habría traducido en una expansión de la
frontera agrícola en la región e incluso en otras provincias,
reflexionando que el impacto ambiental de la actividad
hubiera excedido ampliamente los efectos generados en el
predio de la planta (Diario Puntal, 2013b). Es correcto

194
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

pretender un desarrollo agrícola ganadero, es correcto que la


región necesite crecer económicamente, pero aun así también
es correcto preguntarnos qué tipo de desarrollo y crecimiento
queremos.

Según Grain (2013), los innumerables intentos por privatizar la


industria agrícola continúan desplegándose globalmente de
las manos de los gigantes corporativos del agronegocio. Su
misión ambiciosa de apropiarse de las semillas de manera
monopólica y de convertir la práctica de mantener y
reproducir semillas en un delito, y ya es noticia común a
nuestros oídos. Sin embargo, ellos no siempre ganan.

El rechazo a Monsanto en Río Cuarto fue un triunfo del pueblo,


una conquista política y social construida desde abajo, con
todos los vecinos de la ciudad, que enseña el protagonismo
que las comunidades tenemos en las decisiones sobre
nuestros territorios y bienes comunes, y en la defensa de
nuestra soberanía. Frente al poder que las corporaciones
ejercen sobre los pueblos, este protagonismo sólo se alcanza
con la resistencia y la lucha. Los vecinos y organizaciones
sociales de Río Cuarto tuvieron un rol decisivo en la definición
tomada por el municipio. Fue a través de la participación
colectiva que se desenmascaró que Monsanto estaba
construyendo su planta bajo el nombre de una empresa local,
que se denunció ante la Municipalidad la ilegalidad de esa
construcción y la invalidez del estudio de impacto ambiental
presentado, además del rechazo de la población a la
multinacional.

195
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Mientras Monsanto se llena los bolsillos a costa de


enfermedad, muerte y contaminación, los vecinos resisten su
instalación, enfrentándose a las presiones y agresiones de las
fuerzas policiales y la burocracia sindical. Todo esto sucede en
el infinito marco de la complicidad de los gobiernos con los
gigantes transnacionales.

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200
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Capítulo 3
Entrevista Homenaje
a Héctor Alimonda

201
Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

ENTREVISTA HOMENAJE A
HÉCTOR ALIMONDA

por Gustavo Marcelo MARTIN

En el marco de las II Jornadas Nacionales de Ecología Política /


Villa María, 2015

En conmemoración de su fallecimiento el día 3 de mayo de 2017

COMENTARIOS…

Sobre la Colonialidad de la Naturaleza

Conozco dos definiciones, una de Víctor Toledo y otra de


Arturo Escobar, que ponen el acento en la explotación de la
naturaleza hasta un punto en el cual no es posible su
recomposición natural. Yo creo que eso se puede expresar
tomando en cuenta la idea de “regímenes de naturaleza” de
Arturo, que justamente no la tiene en cuenta. Creo que a sus
“regímenes” (orgánico, capitalista, tecno-científico) se
debería agregar o más bien superponer, el calificativo
“colonial”. Así pensado, un régimen de naturaleza colonial me
parece que, además de suponer una dimensión de
superexplotación de los recursos de la naturaleza más allá de
sus posibilidades de recomposición, incluye una complejidad
más vasta: a) supone la existencia de un sistema internacional
configurado a partir de la desigualdad estructural de poder, a
donde se dirigen los recursos extraídos, en la forma de

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

materias primas o de bienes salario (o de un sistema de


colonialismo interno); b) la naturaleza colonizada no es
apenas ”naturaleza en bruto”, sino que también configura un
territorio, como portadora de significaciones culturales
otorgadas por sus habitantes, y que los proyectos coloniales
de poder desarticulan al concentrarse solamente en la
valoración productiva/extractiva hacia el exterior. Así, la
colonialidad de la naturaleza implica al mismo tiempo la
colonialidad de los territorios y de las comunidades humanas
que la habitan.

Sobre lo latinoamericano

Varias veces lo escuché a Aníbal Quijano comenzando clases


o conferencias sobre la colonialidad y llamando la atención
para la dificultad de nominar a nuestro continente. Creo que
lo usa como un recurso retórico para desarmar las ideas
establecidas de los oyentes. La expresión “Latinoamérica” fue
utilizada por el colonialismo francés en época de la invasión a
México, para construir algún tipo de legitimidad a su
intervención, Francia como país “latino” que, por lo tanto,
podría atribuirse un legado en relación al continente. Eso es lo
que ha quedado establecido, y claro que hay allí un problema,
porque esa referencia es apenas colonial, deja fuera a las
poblaciones nativas de América (otro nombre que también
tiene sus problemas). Lo mismo vale para Iberoamérica. En la
década de 1920 Haya de la Torre propuso Indoamérica, que a
su vez tiene el problema de dejar fuera a los aportes biológicos

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

y culturales de Europa y de África (y en mucha menor medida


asiáticos). El problema parece insoluble.

Desde la perspectiva de la ecología política y la historia


ambiental, me parece que el tema puede quedar más acotado,
aunque sea por una cuestión de orden práctica, hasta que la
recuperación del nombre indígena Abya Yala se imponga
(que, después de todo, es del lenguaje Kuna de Panamá y
Colombia). ¿Dónde reside la especificidad de “lo
latinoamericano”?

Bueno, me parece que el punto de partida es la Conquista por


parte de los reinos ibéricos (ahí ya cortamos los lazos con la
colonización anglo y francesa, que tuvo características
diferentes, pero que también llegó a lugares diferentes, ojo,
en el Caribe fueron pioneros en la esclavitud en gran escala).

Esto supuso la destrucción/recomposición de sociedades,


culturas y naturalezas que hasta entonces habían seguido una
trayectoria diferente y autónoma en relación al resto de la
humanidad, en lo que probablemente haya sido la mayor
tragedia de la especie. Pero claro que no todo se extinguió, y
la historia a partir de allí es la de la recomposición de las
sociedades y las culturas a partir de conflictos, hibridaciones e
injertos de diferentes orígenes, lo que da origen a la peculiar
heterogeneidad estructural de nuestro continente. Para poner
un ejemplo: días pasados leí un artículo del antropólogo
peruano Rodrigo Montoya, sobre Francia. Y decía que los
orígenes del pensamiento político francés (que influyó a todo
el mundo) estaban vinculados a una sociedad cultural y
étnicamente heterogénea, por lo que nunca tuvieron que

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

pensar en la diferencia (y quizás por eso el colonialismo


francés fue especialmente cruel). Eso hasta fines del siglo XX
y principios del XXI, cuando aparece el problema de las
diferencias étnicas y culturales dentro de Francia, por la
inmigración, y los franceses no saben cómo pensarlas,
mientras que nosotros convivimos con esos dilemas desde
nuestros orígenes históricos. Eso está presente en todos los
aspectos de la vida latinoamericana, la humana y la natural.

Sobre los Movimientos sociales y la Historia ambiental

Bueno, el surgimiento de la historia ambiental como


perspectiva viene a reconsiderar a los movimientos sociales
desde la conquista y a lo largo de toda nuestra historia, en
muchos casos la lucha campesina por la tierra o la defensa
étnica puede ser leída ahora como conflictos ambientales, o
eco-territoriales (de hecho, no sé si es válido se referir a toda
esa historia como “movimientos sociales”, un término
reciente que fue formulado por activaciones de acciones
colectivas que no cabían en las formas institucionales de los
partidos y los sindicatos). Eso ya es un campo inmenso de
análisis y relectura, que trae nuevas claves de interpretación
para toda nuestra historia. En eso estamos, en mi postgrado
cada vez aparecen más alumnos con proyectos de tesis que
pretenden leer a los movimientos campesinos en clave de
conflicto ambiental.

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Sobre los Cuerpos colonizados

Sí, claro que también hay una colonización de los cuerpos. De


entrada, la colonialidad se expresa con la organización de la
sociedad a partir de criterios raciales. Esa es la hipótesis de
Aníbal Quijano, donde en la sociedad colonial el individuo se
insertaba en diferentes relaciones de producción según su
fenotipo racial. El blanco era dominante o asalariado, el indio
siervo, y el negro esclavo. Y eso continuó en todas las
periferias coloniales, hasta entrado el siglo XX. En la
construcción del Canal de Panamá, por ejemplo, la división del
trabajo se hacía según los orígenes raciales de los
trabajadores, los blancos con tareas más protegidas y los
negros con los trabajos más pesados, ya que serían la
población adaptada al trópico.

En el momento actual, el racismo continúa, aunque esa


adscripción se ha diluido. Pero hay toda una imposición y una
crisis ambiental sobre los cuerpos, claro, que uno puede seguir
a través de líneas estratégicas en la medicina, la farmacología
y la alimentación, por ejemplo. Y dejo por acá, porque el tema
es inmenso. Y no hablemos de los dictámenes de la tecnología
de la moda, de la cosmética, etc.

Sobre el Discurso ambiental femenino

No entiendo muy bien lo que significa la naturaleza


feminizada. Lo que pasa es que desconfío un poco de
esquemas conceptuales que mezclan registros y escalas, me

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

parece, que más allá de metáforas que pueden ser ingeniosas


y esclarecedoras, a veces se arman confusiones en las que ya
no se sabe de lo que se está hablando ni quién es el
interlocutor principal.

No sé si hay un discurso ambiental femenino. Creo, sí, que en


todo caso hay algo previo y fundante, un punto de vista
femenino que percibe/sufre de modo diferente las
desigualdades de distribución ecológica, para decirlo a la
Martínez Allier. A mí siempre me llamó la atención la
originalidad del análisis de Rosa Luxemburgo, que criticando
a Marx llegó al umbral de proponer caminos distintos para el
socialismo del siglo XX, y me pregunto si el hecho de ser mujer
no le facilitó percibir cuestiones diferentes al discurso
masculino predominante en el ambiente de la Segunda
Internacional, aunque no fueran cuestiones de género, claro.

Por otra parte, por diferentes razones, las mujeres tienen un


papel relevante en la cultura política de las resistencias
populares en América Latina, como es el caso destacado de los
países andinos, las “súper cholitas” bolivianas, pero no
solamente. Es el caso de las “machis” en la cultura mapuche,
por ejemplo, que guardan y transmiten toda la sabiduría
vinculada con los usos medicinales de las plantas. Las machis
están muriendo o están perdiendo sus poderes, y en la
cosmovisión mapuche eso tiene que ver con el despojo de
tierras a que han sido sometidos. Debilitado el vínculo con la
naturaleza de la nación mapuche, se debilitan las machis.

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Pero también en las culturas no indígenas tenemos un papel


protagónico de mujeres, no apenas en los movimientos
ambientales.

Entonces, me parece que hay un lugar de lectura y de


enunciación fundamental de las mujeres en relación a lo
ambiental. Pero en términos de discurso ambiental, me
parece que lo mejor no es tener un discurso eco-feminista
diferenciado, sino que esa perspectiva se vincule
integralmente en el discurso ambiental crítico. Que los
hombres escuchemos y aprendamos de las mujeres y que
podamos hablar en conjunto.

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Cita sugerida de este libro:

Martin, Gustavo (Comp.) (2017). Territorios en Resistencia. Aportes


para una Ecología Política desde el Sur. Río Cuarto: Imprecom Editora

Cita sugerida de artículo:

Apellido, Nombre (2017). “Título del Ensayo”. En Martin, G. (Comp.).


Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el
Sur. Río Cuarto: Imprecom Editora

Cita sugerida de Entrevista:

Entrevista Homenaje a Héctor Alimonda (2017). En Martin, G.


(Comp.). Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política
desde el Sur. Río Cuarto: Imprecom Editora

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Territorios en Resistencia. Aportes para una Ecología Política desde el Sur

Esta obra se finalizó


durante el mes de diciembre de 2017.
Material de distribución libre y gratuita.
Queda permitida su reproducción total o parcial,
haciendo mención de su autoría.
El Compilador no se responsabiliza por el contenido
de los ensayos compilados de otras y otros autores.

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GIACSA
Grupo de Investigación y Análisis sobre Conflictos Socio-Ambientales
Basurales en Villa María, Buen Vivir y Proyecto Mirador en Ecuador, Pueblos originarios en la
puna argentina, Monsanto y Malvinas Argentinas, Educación Ambiental, Mercantilización de la
naturaleza y producción agropecuaria en Río Cuarto, Nuevas dinámicas urbanas, Wirikuta, y
Monsanto en Río Cuarto son las temáticas de los ensayos que integran esta compilación del
GIACSA, Grupo de Investigación y Análisis sobre Conflictos Socio-Ambientales. 

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