Una realidad no tan real.

Por: Catalina Gomez Leon.

“Dijo
entonces Adán. Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de
mi carne,
ésta será llamada mujer, porque del varón fue tomada. Por
tanto,
dejara el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer
y
serán una sola carne.”
Génesis 2:23--‐24.

El matrimonio gay, homosexual, igualitario, como lo quieran llamar,

sin duda alguna, ha sido uno de los temas que ha logrado generar
uno de las mayores impactos en Colombia.

Procedamos primordialmente a observar como a nivel mundial ha

sido una situación que siempre ha estado presente, entonces es
aquí donde me detuve a cuestionarme y preguntarme ¿porque
antes no se reflejaba tanto la homosexualidad en la sociedad?

La respuesta la obtuve fácilmente, básicamente, es por

como se ha manejado el tema a través del tiempo, puesto que
anteriormente era imposible demostrar afecto hacia una persona del
mismo sexo, esto aparte de no ser común para los demás, no era
bien visto, tanto así que podría causar la muerte de esa persona.

Lo anterior quise mencionarlo para aclarar que los homosexuales

no son cosa del “nuevo siglo” o de una moda, son personas con
características diferentes que han existido y se han movido a través
de nosotros –o con nosotros- en todo lo que lleva el mundo…
grandes figuras como filósofos, artistas, científicos, tenían
inclinación hacia su mismo sexo, y es gracias a ellos que grandes
obras han obtenido su esencia.

Son muchos los países que han dado el si para celebrar el

matrimonio igualitario, entonces, ¿por que en Colombia no hemos
podido dar este paso?

Considero que no es solo por ser un país tradicionalista y

católico, mas bien es, por la falta de identidad y tolerancia que se
presenta en la mayoría de los ciudadanos.

Esto ha trascendido de muchas maneras, podría decirse que hoy en

día es un poco mas aceptable, las personas comprenden asimilan
mejor esta clase de comportamiento, se entiende y se ve como una
conducta normal.

Creo que para las personas jóvenes es un poco sencillo sentir

comodidad con el tema, ya que se nos han inculcado unos
comportamientos diferentes y los hemos observado a medida que
vamos creciendo (de una forma natural y responsable)

Es ahí donde quería llegar, tengo 19 años, no siento ninguna fobia

al momento de relacionarme con una persona homosexual, no me
incomoda, no lo veo extraño; no necesite de una educación
excepcional para lograr entender que todos somos humanos y
sentimos lo mismo, somos vulnerables, y sin duda, merecemos el
mismo trato sin importar la condición.

Es la sociedad en la que crecemos la que se encarga de etiquetar,

de esto se ha “preñado” el mundo ha lo largo de sus días, si no es
por el estrato, es por el color de piel, o por como viste y ahora
también por sus gustos.

Aún existen muchas trabas al momento de poder vivir libremente

con esta condición, muchas personas, entes, se enfocan en
denominar que esto no es aceptable, es llamado como promiscuo,
causan irrespeto y también logran herir tanto física como
mentalmente a quienes deben vivir bajo esa sombra.

La iglesia ha puesto sus cartas sobre la mesa al momento de

apostar por el asunto, Ella era la primera defensora al momento de
presumir que esto no era un acto acorde a los mandamientos de
Dios y que no era un buen ejemplo para la sociedad; es un
concepto que también a evolucionado, ya que nuestro actual Papa,
Francisco, ha dado su apoyo publico y expresa en cada
oportunidad, que ante los ojos de nuestro Padre celestial todos
somos iguales, que no serán juzgados siempre y cuando sus
intenciones sean puras.

En el tema legal esto ha dado muchas mas vueltas, se ha discutido

de muchas formas, existen líderes que dan la vida para defender
sus creencias, incluso personajes con grandes influencias han sido
parte de dicha defensa; sin embargo, no todo es tan fácil ni se
puede ver "color de rosas", la implementación total del matrimonio
igualitario trae con si una serie de eventos cotidianos que deben
cambiar su trayectoria, no es solo un tema legal o religioso, se basa
en que la sociedad debe ser capaz de captar y asumir este tema
con la tolerancia adecuada, podemos ver todo lo que generaron las
famosas cartillas de educación sexual donde se incluían también a
los homosexuales, los mismos colombianos nos encargamos de
difamar y estigmatizar el contenido de la cartilla, es ahí donde todos
debemos aportar, y antes de educar a la generación nueva, crear
consciencia en la vieja.

En la Constitución Colombiana de 1991, se encuentra establecido el

derecho a la igualdad, el derecho al libre desarrollo de la
personalidad y el principio constitucional del pluralismo, aspectos de
gran importancia y referencia para la defensa de los derechos de la
comunidad LGTB (Lesbianas, gay, transexuales, bisexuales).
El proyecto de ley encabezado por el senador Armando Benedetti
(partido de la U) en el que se plantea una modificación o inclusión
del concepto de matrimonio en el Código Civil, entendido como “un
contrato solemne por el cual dos personas de distinto o del mismo
sexo hacen una comunidad de vida permanente y singular, con el
fin de convivir, procrear o de auxiliarse mutuamente” esta nueva
definición surge para dar cumplimiento a la Sentencia C--‐577 de
2011, emanada por Gabriel Eduardo Mendoza Martelo, magistrado
de la Corte Constitucional, en donde exhorta al Congreso de la
República a legislar sobre esta materia antes de junio de 2013. Los
matrimonios del mismo sexo o de distinto sexo deberán llevarse a
cabo ante un notario o juez y se debe seguir los parámetros y
requisitos establecidos en el Código Civil.

Pero aun después de este avance hay personas que aunque

medianamente aceptan a la homosexualidad no aceptan que la
unión entre ellas se pueda llamar matrimonio.

En mi opinión personal, comprendo el temor que esto genera en las

generaciones pasadas, para ellos quizás esto no es muy común, las
creencias y crianzas varían con los años, pero aun se ven
reflejadas en la actualidad la mentalidad de los siglos pasados,
después de todo, fueron estos quienes construyeron lo que
nuestros ojos son capaces de ver hoy.

Para una persona de 60-70 años es totalmente inusual y mal visto

una serie de comportamientos que para muchos de nosotros son
mas corrientes; después de todo hasta las nuevas generaciones a
veces optamos por agredir a los que son diferentes, y eso que
somos mas mantee abierta por lo tanto tolerantes, no se me hace
muy lejano de creer como es que esto será una problemática de por
vida.

Concluiré estipulando que, si para los ojos de Dios, de nuestra

Constitución, el Ser libre es primordial, como es que una serie de
personas estamos cometiendo el delito de no dejar en libertad al
otro, esto es cuestión de principios, y una persona no es mala por
su afinidad sexual, creo que eso esta bastante claro, la mayoría de
violadores y asesinos, no son homosexuales, tampoco pretendo
generalizar y decir que todos los homosexuales son excelentes, no,
pero también tienen derechos, como cada uno de nosotros, no son
derechos diferentes, ni especiales, lo ideal es que sean idénticos,
son personas, son ciudadanos, son nuestros hermanos, nuestros
amigos, nuestros primos, tíos, sobrinos, debemos dejar a un lado
esta cuestión de dudas y de una vez por todas aceptar una realidad
que ante nuestros ojos es utópica pero es el diario vivir.