Tu Carrera - Después de La Carrera - Helios Herrera

TU CARRERA_DESPIERTA.indd 3 18/01/16 11:49 a.m.
Tu carrera después de la carrera

© Helios Herrera
© 2012. Primera edición: Helios Fernando Herrera Martínez

© 2008. Helios Herrera Consultores, S.C.
iStockphoto, foto de portada
D.R. © Selector S.A. de C.V. 2015

Doctor Erazo 120, Col. Doctores,
C.P. 06720, México D.F.
ISBN: 978-607-453-360-6
Tercera edición: noviembre de 2015
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Características tipográficas aseguradas conforme a la ley. Prohibida la reproducción

parcial o total mediante cualquier método conocido o por conocer, mecánico o
electrónico, sin la autorización de los editores.
Impreso en México
Printed in Mexico

✔
Índice
Agradecimientos 12
Sensibilización. Que te duela un poco

antes de que esté podrido y haya que sacar el diente 27
Tu carrera… es realmente
“la carrera” 51
Resiliencia: no importa tu origen,
lo que importa es tu destino 45

Helios Herrera
6
TU CARRERA DESPUÉS DE LA CARRERA
Helios Herrera 157

Felipe Hernández 158
Revisión documental 159
Otras publicaciones de Helios Herrera 160

Para mis tres hijos... y para ti también.
“Espero tener la
capacidad de
hablarte como me
gustaría que un
reverendo extraño
les hablara
a mis hijos
cuando tengan tu
edad”: Helios.

1940 a Si quieres que tus hijos
coman…
Ve a traer pescados y ponlos
1960 en la mesa.
Helios Herrera
8
coman…
1980 Enséñales a pescar.


coman…
2000 Ayúdales a comprar la caña

y dales la mejor técnica
posible.

coman…
Deberás construir, operar y
2025 administrar una granja piscícola
“para que haya peces”. 9
Helios Herrera
Helios Herrera

Agradecimientos
En muchas ocasiones no sabes por qué está llegando alguien a tu vida,
abres la puerta y con ella el espacio a la experiencia de presencias
nuevas en tu cotidiano devenir. Así nace este libro. Gracias a la llegada
de varias energías que, completamente ajenas entre sí, convergieron
en mi vida y la impactaron… sin saber de inicio por qué o para qué.
Helios Herrera
Primero, por supuesto, Carlos Alazraki, publicista y líder de opinión,

quien tuvo a bien entrevistarme en su programa de televisión y
aventarme a la cara, como es su estilo —directo y sin rodeos—, un
10 rotundo: Bueno, ¿y tú qué estás haciendo por la juventud?, pregunta
que quedó rondando en la conciencia y germinando en este libro,
al tiempo que se sumaba un amigo de vida, a mi vida.
Por supuesto Max Raphel y Liz García, de la unitec, con quienes se

empezó a cocinar la posibilidad de un proyecto que vinculara la
experiencia de HHConsultores con la comunidad juvenil, “algo bueno
salió” después de todo. Gracias por ser semilla. Después, Felipe
Hernández Tovar, mezcla de entusiasmo y disposición, como un
alumno dispuesto a enseñar permanentemente, quien iba a aportar
solamente algunas ilustraciones y terminó corriendo el maratón junto
conmigo. Por supuesto, Andrés Santillán, quien ofreció su corazón y
luz de inmediato y con quien, estoy seguro, compartiré muchos años
de despabilar conciencias, empezando por la mía. Gracias, Andrés.
Todos ellos llegaron a mi vida en un periodo de no más de 12 meses,

desde distintos puertos, con objetivos de vida totalmente diferentes
y, por supuesto, lograron empatar con las presencias que ya, añejas

en mi corazón, también aportaron a esta obra: Fabiola, mi esposa y
bastión constante de mi hogar, que me permite enfocarme más allá
de la familia al saber que ella estará a cargo en el camino. Eleazar
Mireles, con su calma y aire de que todo está bajo control. Klaudia
Nieto, mi asistente, ayuda y soporte permanente.
Gracias a todos ellos, de una manera o de otra, han aportado a la

gestación de esta obra que da inicio a una espléndida plataforma,

catapulta, ojalá, de capacidades y empeños de miles de jóvenes…
o sólo de uno.
Gracias, gracias, gracias.
11
Helios Herrera

Prólogo
Si en algo coincidimos todos los corredores de maratón, es en una frase que nos
define cuando cruzamos la meta: “No lo vuelvo a hacer”.
El maratón es una carrera de 42 km y 195 m. ¿Te parece poco? Bueno, es una

carrera que un ser humano promedio, con el correcto entrenamiento (seis meses
de sacrificio como mínimo), lleva a cabo en cuatro horas. Seguramente conoces el
origen de este fascinante y al mismo tiempo antinatural deporte, eso no es relevante;
lo realmente valioso para mí es la transformación radical de mi vida gracias a este
esfuerzo; por lo que quiero compartir contigo algunas analogías entre el maratón
Helios Herrera
y la carrera de la vida para que también lo disfrutes en otra dimensión.
Lo singular de esta hazaña es que la llevé a cabo paralelamente a mi carrera

profesional y me ha hecho más fácil emprender mi propia carrera y saber que voy
12 a salir victorioso, aunque no llegue en primer lugar. Debes saber que éste es el
primer aprendizaje de toda carrera.
El maratón es una carrera que no se practica en equipo, no tienes oportunidad de

echarle la culpa a nadie por rajarte a medio camino ni agradecer a nadie si llegas
a la meta. Es un entrenamiento que se puede llevar a cabo en cualquier terreno, en
cualquier momento del año y con cualquier uniforme. El maratón es un ejercicio de
responsabilidad absolutamente individual; tu adversario eres tú mismo y la única
condición que tienes es llegar a la meta con dignidad.
Algunos piensan que el maratón es el Día D, pero otros también disfrutamos mucho
el entrenamiento y lo vemos como un paso más para llegar fuertes de cuerpo y
espíritu a la culminación de una meta que la vida nos pone en algún momento.
Implica muchos sacrificios. Muchos. Es un ejercicio masoquista y de recompensas
a largo plazo. Es lo que yo llamo “mi novia más ingrata y exigente” y te diré por qué.
Primero, te quiere ver diario con el mismo amor, no importa lo cansado que estés
y si has cometido uno que otro pecado, te cobra. Estos pecados se cometen en una
taquería, en una noche de insomnio, tomando algunos tragos de más o echándote
un cigarrito ocasional.
Segundo, se le olvida si hace mucho le dijiste que la querías. Si no corriste ayer, es

como si la hubieras dejado plantada, algo imperdonable que te va a reprochar con
algún calambrito, ya sea en tus piernas o abdomen o con una terrible sensación
de asfixia y náusea durante una parte de tu recorrido.

Tercero, le vale gorro el color de tu ropa, lo que hayas pagado por una marca de
tenis o de tu reloj. Lo que quiere la carrera es que le dediques mucho tiempo. Para
ella todo el tiempo es tiempo de calidad. Es muy celosa, no le gusta que juegues
otra cosa que no sea correr. Detesta el futbol o cualquier otro deporte que implique
marcador, primero y segundo tiempo o afición.
Cuarto, para que puedas correr 42.195 km, necesitas acumular aproximadamente
1,200 km de entrenamiento en unas 22 o 24 semanas. Así que la “prueba de amor”
te la va a dar luego de haberle invertido alma, vida y corazón. Literal.
Como ves, esta novia tan valiosa es muy exigente. Pero créeme que la recompensa
es infinita. Es transformadora, única y de largo plazo. Es una metáfora de cada paso
de tu vida, cada obstáculo y cada logro. Es lo que llevas en tu interior y te hace más
fuerte, más humano, más libre.
Inicié mi trayectoria como corredor de maratón a los 22 años, gracias a la grandiosa

visión de mi papá. Por supuesto que él no quería que yo fuera un corredor
profesional, ni que le trajera trofeos o medallas de finalista. Un padre así sería un
padre egoísta que anhela ver los éxitos que no consiguió en su vida en la de sus
hijos. Lo que el señor Felipe quería era ver a un hombre feliz y triunfador a pesar
de las derrotas, de lo adverso del terreno y de las tentaciones del camino. Corrimos
juntos el Maratón de Nueva York en 1993 y recorrimos muchos kilómetros juntos a
lo largo del proceso de entrenamiento. Aprendimos muchas cosas sin decirnos
palabra alguna y lloramos lágrimas de alegría y frustración al cruzar muchas metas 13
en carreras de 10 km, todos los domingos de muchos meses.
Helios Herrera
La carrera nos llevó a muchos terrenos, a muchas mañanas de diferentes ciudades
y condiciones climáticas y conseguimos entregarnos al camino, más que a la meta,
a disfrutar el proceso de aprender en cada paso lo que somos capaces de hacer si
tenemos voluntad y disciplina.
Con el paso de los años, nunca olvidé cómo dar el primer paso. Y así, tuve la
fortuna de correr el maratón en cuatro ocasiones más. Y yo que también decía: “No
lo vuelvo a hacer”. Y aprendí que, aunque cada quien a su paso, todos podemos
llegar lejos, muy lejos. Siempre hay una meta esperándonos.
A lo largo de este libro, de mi querido amigo Helios Herrera, haré las veces de juez
de kilómetro. Por cada oportunidad que el texto me lo permita, añadiré alguna
reflexión respecto al maratón, que espero te facilite la comprensión y la inquietud
sobre la magia detrás de la carrera.
¡Nos vemos en la meta!
Felipe Hernández Tovar

✔
¿Por qué los

adultos les
hablan a los
jóvenes como
si fueran
idiotas?

Son ya 1500 conferencias o seminarios para una audiencia acumulada
de más de dos millones de personas en 22 años de carrera profesional.
Muchos han sido los foros, muchas las entrevistas y cientos los colegas
con los que he compartido el escenario.
Casi siempre, cuando el auditorio está formado por jóvenes, el tono

es el mismo… les hablan como si fueran idiotas.
Los adultos tenemos el prejuicio de que los jóvenes “no quieren

escuchar consejos”, “sólo quieren vivir la vida”, “no están dispuestos
a ninguna estructura moral o de valores” y muy probablemente estos
Helios Herrera
prejuicios sean bien fundamentados.
Por un lado, algunos intentan hablarles aun como “niños en proceso

16 de convertirse en adultos”, otros ven reflejados en ellos los conflictos
que tienen con sus propios hijos, proyectando sus broncas y traumas
e, inconscientemente, terminan siendo o más condescendientes o
más severos.
¿Por qué? ¿Por qué los adultos les hablamos a los jóvenes como si
fueran idiotas?
La respuesta inmediata que he recibido de muchos amigos y colegas

es muy clara: “Porque se comportan como idiotas. No ponen atención,
no parecen interesarse por los problemas, sólo piensan en la fiesta,
el ligue o la hueva, y para todo buscan el camino corto, la ley del
menor esfuerzo”.
Lamentablemente, en la mayoría de los casos, tienen razón.
La mayoría de los jóvenes están inmersos en una depresión social,

en una náusea hacia los falsos liderazgos y estructuras sociales. Los

políticos, los maestros, los empresarios y ahora hasta los líderes
religiosos profesan una cosa y hacen otra; la doble moral de sus
propios padres; el deterioro moral y económico de nuestra sociedad
es tan desalentador que, ¿a quién le importaría realmente vincularse
con los “problemas importantes”?
El punto es que cuando revisas el comportamiento de los jóvenes

entre jóvenes, es uno; pero cuando entran en contacto con adultos…
es otro.
El resumen de cientos de entrevistadores que buscan contratar

a nuevos egresados para inser tarlos en la vida productiva es
desalentador:
“Llegan tarde a la entrevista, sin bañarse, quieren ganar una fortuna y

no saben hacer nada”, y lo peor es que ni siquiera parece importarles
la gravedad de su condición frente a la enorme competencia de
17
candidatos.
Helios Herrera
Por otro lado… Si no es cuando se es joven… ¿Cuándo es el tiempo
para las estupideces?, prefiero mil veces a un joven de 18 años
haciendo estupideces que a un estúpido de 45 tratando de ligarse a
la mitad de la fiesta, a la mejor amiga de su propia hija.
¿Cómo puede pretender un adulto darle consejos a los jóvenes y

decirles “cómo deben vivir” cuando su propia existencia está llena
de ausencias, de traumas, de doble moral y de inconsistencias? No
hay plenitud, ¿cómo pueden los adultos pretender proyectar lo que
no tienen?
Como ves… también les pregunté a algunos cuantos jóvenes: ¿por

qué se comportan como idiotas cuando les habla un adulto?

Y tienen toda la razón, la brecha de comunicación entre generaciones
ya no se debe a que hay intereses diferentes, sino a los vacíos morales
y de congruencia que existen.
No obstante, estimado lector, te tengo una mala noticia, una que a

mí mismo me gusta muy poco:
Por puro desarrollo cronológico serás tú quien se inserte en el

mundo de los adultos jóvenes y no los adultos los que regresen al
de la juventud.
Helios Herrera
Eventualmente, resistirás con toda pasión y rebeldía tratando de

soslayar tus ideales y maneras, pero si no haces lo necesario para
estar a la altura de los requerimientos de una vida adulta, poco a
18 poco verás que tampoco puedes seguir siendo congruente con tus
propios ideales y terminarás atrapado en la misma mediocridad e

incongruencia que tanto te disgusta, que tanto criticas y tanto te aleja
de las generaciones que te anteceden.
Dejando lo anterior como un mero punto referencial, quiero establecer

contigo algunos compromisos de mi parte para con este libro y su
posible aplicación en tu vida, pero me gustaría contar también con
un par de aportaciones de tu parte.
Así pues, si me permites, te voy a plantear qué te puedo ofrecer en

este documento y qué espero de ti a cambio, ¿te parece?

✔
Hagamos un
compromiso.
¿Qué puedes
esperar de
este libro?

Qué te ofrezco, qué puedes esperar de este libro y a qué te comprometo:
No te voy a tratar como idiota en ningún momento, prometo escribirte

de igual a igual, no haré un esfuerzo desmedido por “meterme a tu
edad dizque para que me entiendas”, no jugaré al adulto solemne
que quiere ser cool.
A cambio te pido que no te compor te s como idiota y que te

comprometas con la lectura del libro completo, de una sola vez,
que cuando lo leas abras tu mente y le des el tiempo, el espacio y el
interés necesario.
Helios Herrera
Te voy a dar datos, lo más fríos posibles, no intentaré manipularte

para llevarte a acción alguna; no es mi intención hacerte sentir bien o
20 mal o de ninguna manera, tampoco pretenderé “motivarte” o “echarte
porras”, no estoy aquí para eso, solamente quiero darte información

objetiva, números y una descripción de la realidad que te espera.
A cambio te pido que antes de descartar la información y pensar

que te estoy hablando de algo muy lejano, me des “el beneficio de
la duda”, y que confíes un poco en que la intención de tu servidor es
aportar a tu proceso de desarrollo; considérame como un amigo en
el camino, te doy mi palabra de honor que la información que aquí
leerás te será de utilidad, considérala como una especie de condón
en tu cartera o bolso, tal vez en este preciso momento no lo necesitas,
pero cuando te haga falta… será mucho mejor tenerla a la mano.
Te ofrezco:
Que sin hacerme el chistosito trataré de ser lo más ligero posible,

prometo hacer un esfuerzo para que mi redacción sea fácil de leer…
Más que un libro de lectura, pretendo abrir un canal de comunicación

que nos permita, si tú quieres, establecer una charla; deberás sentir
“que te estoy hablando”, en lugar de “que me estás leyendo”.
A cambio te pido que bajes tus defensas, que te relajes y disfrutes

este tiempo juntos, que si hay algo en lo que no estás de acuerdo me
lo hagas saber abiertamente a mi correo electrónico, pero que no
me mandes sólo la crítica negativa, sino tu aportación proactiva en
lo que estés en desacuerdo.
Me comprometo:

A contestar personalmente todos y cada uno de los correos que me
mandes. Son muchos los que recibo y, eventualmente, me tardo un par
de días en contestar, pero los contesto todos. Ahora con la maravilla
de las redes sociales, puedo contestar la misma inquietud a muchas
personas al mismo tiempo. Búscame en helios@hhconsultores.com
y en los diferentes medios electrónicos, al final del libro encontrarás
21
todas las direcciones.
Helios Herrera
A cambio te pido que:
Te des de alta en mi boletín electrónico, donde recibirás al
1. menos un artículo de interés general cada mes:

www.hhconsultores.com.
Me escribas con claridad y objetividad, de manera breve y
2. concisa.
Si no necesitas una respuesta específica,me lo hagas saber para
3. no enviártela.

Si tu duda, comentario o aportación está ya desarrollada en el
4. blog y en la página, te abstengas de escribir a mi correo.
Participes con entusiasmo en el blog de la comunidad, en la
5. misma página.
Por último:
Helios Herrera
Me comprometo a ser tan sincero como me sea posible, no pretendo

“caerte bien” o “caerte mal” o caerte de ninguna manera, mi intención
es meramente aportar.
22
Si al término de la aventura de esta obra resulta que además “nos
caímos bien”, fantástico; formaremos mutuamente parte de nuestras

redes sociales, si no… tan amigos como siempre y, como ni nos
conocíamos, pues tan desconocidos como siempre, un delete bastará
para que te deshagas de mí.

A cambio
te pido
que hagas un
esfuerzo diario y
contundente por
hacer de tu vida
algo digno
de vivirse.

✔
Sensibilización
Que te duela un poco
antes de que esté
podrido y haya que
sacar el diente.
“No hay peor sordo que el que no quiere oír… no hay peor ciego que
el que no quiere ver.”
En la década de los 80 se propagó la hasta entonces epidemia más

poderosa y mortal de la era moderna: el sida.
Entonces resultó que la apertura a la sexualidad, que era tal vez la

última frontera de la expresión humana en libertad —de acuerdo con
los que vivieron la era del “amor y paz”—, ya había terminado; ahora,
también para el sexo, habría que considerar reglas, ritos y protocolos.
El asunto era, y sigue siendo, mucho más un problema cultural que
médico, y es que cualquiera diría: “A mí no me va a dar”, “Yo no podría
estar contagiado”. Hoy en día, todavía hay millones de personas
portadoras que no se atreven a hacerse la prueba, principalmente…
por temor a salir positivos. ¡Qué tontería!, ¿no te parece?, como si
ignorar el problema hiciera que éste se solucionara. Pero para los
cerebros pequeños y personas absurdas así es, pareciera que “ojos
que no ven, corazón que no siente”, y es que “si no estoy consciente
de un problema, no necesito hacer algo para solucionarlo”.

Claro que parte de la misión de este libro es justamente concientizarte,
vaya, ayudarte a hacerte consciente de determinadas situaciones,
pero no confundamos concientizarte con sensibilizarte, porque son
cosas diferentes.
En el texto anterior te hice saber que el problema del sida es un

problema social, principalmente de incultura, apatía o estupidez.
Sé que hasta habrás asentido con la cabeza y pensado: “Este wey
tiene razón, las cosas no se solucionan solas”, luego entonces, estás
consciente. Pero…, ¿ya te hiciste la prueba?
Helios Herrera
La conciencia no siempre alcanza para ponernos a actuar, la

información sola no sirve de mucho, ya que sólo aporta a la parte
cognitiva de nuestro cerebro. Existe un proceso entre entender y
26 actuar, al que me refiero como “apropiación” —hacer propio— de
la información, hacerla tuya y generar conductas a partir de ello.
Pa r a que la apr opiac ión s e dé, r e que r i mo s infor mac ión y

emocionalidad; dice Alberto Cortez en una canción: “Porque lo que
amamos lo consideramos nuestra propiedad”, y tiene razón, cuando
le metemos emocionalidad a los conceptos, los hacemos nuestros.
La sensibilización, entonces, tiene por objetivo hacerte sentir “algo”,

enfrentarte directamente a la información cruda, pero desde el ángulo
que te permita confrontarte ante el espejo y desafiarte…
“Y yo qué pitos toco ante esta realidad, y todo esto, ¿a mí… qué? ”
Si fuéramos sensibles no necesitaríamos sensibilización externa, el

asunto es que sí somos sensibles, pero nos vamos “desensibilizando”
poco a poco. Permíteme darte un ejemplo:

El dolor es un semáforo de nuestro organismo, un indicativo de
nuestro sistema nervioso que le avisa al cerebro que “algo anda mal
por aquí”, y entonces el cerebro regresa una sensación de dolor a
esa área específica para generar la conducta adecuada… retirarte.
Así, cuando tomas una jarra caliente de la estufa, en milésimas de

segundo las terminales nerviosas mandan al cerebro la información
censada de la alta temperatura de la jarra, y también en milisegundos
regresa la sensación de dolor para que la sueltes.
Para adaptar el medio a nuestras necesidades, hemos diseñado

instrumentos, tecnologías y ar tificios para desensibilizarnos o
protegernos ante el dolor, van desde el trapo para agarrar la jarra
hasta los guantes de carnaza, la idea es poder maniobrar (vivir) a
pesar de la temperatura de la jarra y sacarle provecho a la misma.
27
uando un diente te empieza a doler, e s una señal
Helios Herrera
C inequívoca de que “algo anda mal por ahí”. ¿Qué hacemos
entonces?, ¿vamos al dentista?, comúnmente no, lo más
fácil es tomarnos algún medicamento que mitigue el
dolor; así, nos la pasamos solucionando los síntomas de nuestros
problemas, pero poco hacemos por sus causas. Lo que “andaba mal
por ahí” ya no nos duele, pero seguramente sigue andando mal y
posiblemente empeorando, para cuando te atreves a ir al dentista, lo
que se podía haber solucionado con una sencilla amalgama, termina
en una extracción o en una cirugía mayor.
Esto de los paliativos es tan absurdo como pretender corregir el

error en la página escrita que arroja la impresora, en lugar de abrir
y corregir el archivo donde está programado y mal escrito. Nuestra

vida se convierte en un eterno corrector de páginas, pero la impresora
sigue arrojando siempre el mismo resultado erróneo. Las personas
entonces culpamos a la impresora.
Quiero entonces darte información clara y suficiente a manera de

advertencia, pero nunca a manera de amenaza, quiero no sólo hacerte
consciente, sino sensibilizarte.
La advertencia es meramente la señal de un riesgo al que te expones

si haces o no algo; la amenaza es la promesa de generarte un daño
directo si haces o no algo.
Helios Herrera
Por supuesto, cada quien toma de la advertencia lo que quiere, la

señal puede estar en el camino, pero será descifrada y significada
28 o apropiada (¿recuerdas el término?) por tu cerebro. Así, puedes
entender lo que quieres entender y realinear la advertencia de manera

que permita evadir la realidad, como aquél que no se hace la prueba
del sida por temor a enterarse y confirmar que está enfermo, o aquél
otro que puede tomar la jarra caliente gracias a un trapo.
Una de las escenas que más marcaron mi carrera la vi hace 20 años

en la película Descubriendo el futuro, producida en 1989 por el doctor
Joel Barker, experto en paradigmas, futurólogo y consultor.
Trataré de describirla:
Un joven venía conduciendo a gran velocidad por un camino de

terracería de un pequeño poblado, la adrenalina explotaba en su
cuerpo y le hacía acelerar más y más y más. De pronto, al dar una curva
cerrada, apareció en contrasentido una vieja camioneta manejada
por una señora madura, ni bien le dio tiempo de maniobrar para

evitar el impacto, pero alcanzó a escuchar cómo la señora le gritaba
con firmeza: “¡cerdo!”, a lo que casi instintivamente él contestó con
entusiasmo y agresión: “¡vaca!”. El joven volvió a oprimir el acelerador,
ahora muy enojado, “vieja imbécil, qué se cree”, “tú me insultas… yo
te insulto”, todo eso pasaba por su mente cuando al tomar la siguiente
curva a toda velocidad…

29
Helios Herrera
¡Se estrelló contra un cerdo!
Evidentemente, la señora trataba de advertirle, pero el joven se sintió

amenazado, su sistema de creencias y la emocionalidad que aplicó a
la información le impidieron ver lo que querían comunicarle.
Muchas personas cercanas a ti han tratado de “advertirte” cosas,

no obstante, el sentido que le damos a sus avisos nos suenan a
“amenazas”, y es que, en lo pragmático se parecen, pero en lo
emocional no.
“Si no haces esto, te sucederá aquello” es una frase que puede leerse
como amenaza o como advertencia, sin importar mucho cómo fue
escrito. Así pues, en tu vida futura te encontrarás con un montón

de “cerdos”. Mi intención es simplemente decirte en qué parte del
camino y saliendo de cuáles curvas hay más, para que incrementes
tus precauciones o afines tus capacidades.
Lo que busco es que algunas situaciones te duelan lo suficiente

como para que vayas al dentista antes de que la muela esté llena
de caries, pero que no te duela tanto como para que te abrume
al grado de pensar que ya no puedes hacer nada al respecto y te
inmovilice; al contrario.
Helios Herrera
30 Estás
en el
mejor
momento
para leer
este libro.

Inicié mi carrera como corredor de maratones un domingo a las 7:30 de
la mañana. Estaba descompuesto por una juerga con mis compañeros
de la universidad la noche anterior. Mi papá se apareció en la puerta de
mi habitación con un par de tenis en la mano y, en lugar de preguntarme
por mi horario de llegada o la cantidad de tragos que me había tomado,
me dijo: “¿Quieres ir a Nueva York?”

✔
Las
decisiones
más
importantes
de tu vida las
tomas
cuando
tienes menos
experiencia.

La vida está al revés. Imagina esta utopía: deberíamos nacer de 85
años, llenos de sabiduría, conocimiento y experiencia, sabiendo
de antemano qué es la vida y hacia dónde voltear cuando vas en la
carretera para disfrutar del paisaje, sabiendo qué es lo que realmente
formará parte de tus recuerdos, qué disfrutas, qué vale la pena.
Nuestra infancia, entonces, sería mucho más segura; de los 85 a los

74, la lentitud de nuestros movimientos evitarían accidentes y aceleres
innecesarios, y cada día estaríamos abiertos a la experiencia de saber
que podemos movernos más y mejor.
Helios Herrera
Nuestra adolescencia… por ahí de los 72, sería algo ¡tremendamente

fácil de aceptar! Imagínate. ¿A quién a esa edad le importaría más
que un pito tener barritos en la cara? Justo el despertar de nuestra
34 sexualidad sería bajo los síntomas de la menopausia y andropausia,
vaya, nos lo tomaríamos con más calma, no podríamos embarazar

a nadie ni quedar embarazados, o sea, que la experimentación sería
un poco menos estresada, tendríamos que ir aplicando más calidad
que cantidad y así pasaríamos a la etapa adulta.
Al empezar nuestra etapa productiva, tendríamos con nosotros toda

la experiencia acumulada, aprovecharíamos más el tiempo, haríamos
negocios y consolidaríamos nuestra carrera sin errores y sin pérdidas,
nuestro matrimonio también se vería enriquecido al hacer converger
a dos personas que están ahí para disfrutarse mutuamente en todas
sus dimensiones. Nuestra tercera edad la tendríamos con dinero, con
salud, con experiencia y con conocimiento, entonces sí tendríamos el
dinero y el tiempo para viajar, no nos veríamos ridículos comprando
coches deportivos. Al final, deberíamos pasarnos los últimos 5 años
disfrutando con toda limpieza la infancia, para preparar nuestra alma
y presentarnos ante el Creador con toda nuestra pureza, después de
haber disfrutado la experiencia humana al máximo.

Sería magnífico...
pero no es así.
Me entusiasma muchísimo desarrollar este material para jóvenes, y es
que debes saber que entre los 17 y los 25 años se toman las decisiones
más trascendentales de tu vida, aquéllas que impactarán, para bien
o para mal, el resto de la misma. ¿Qué estudiar? ¿Con quién me

caso? ¿Tendré hijos y cuántos? ¿Qué vicios me van a acompañar los
próximos 20 años? ¿Qué me meto y por dónde? ¿Qué me embarro,
qué me fumo, a quién escucho? ¿A qué me voy a dedicar? ¿En qué
ciudad quiero vivir?, etcétera.
35
A
partir de estas decisiones, y conforme pasa el tiempo, la
vida te empieza a llenar de condiciones y obligaciones.
Helios Herrera
La mochila vacía y ligera que te permite movilidad
comienza a llenarse de lastres y responsabilidades, en
poco tiempo todas las decisiones empiezan a tomarse desde “qué
necesito o qué puedo”, y no desde el “qué quiero para mi vida”.
En este sentido, es realmente estimulante platicar contigo ahora que

estás empezando a construir tu vida, y no a los 40 cuando ya la tienes
empezada y estás “echándole un piso adicional”.
Lamentablemente, las decisiones que marcarán tu existencia, se

toman en la época en que tenemos menos experiencias acumuladas;
así pues, perdemos el control sobre qué debe pasar en nuestras
vida y cómo debe pasar simplemente por falta de conocimiento, y

como “no queremos escarmentar en cabeza ajena” y no nos gusta
demasiado la vida de los adultos que nos rodean, simplemente no
hacemos mucho caso a sus consejos, a fin de cuentas...
...“si supieran algo que realmente

pudieran enseñarnos, no estarían
como están”, ¿no es cierto?
Helios Herrera
B
ueno, procura, por favor, por un lado, no ser tan duro con
los adultos que te rodean, lo que tienen que decirte en
muchas ocasiones no es “cómo sí” hacerlo, sino “cómo
36
lo hicieron ellos y cómo les fue”, tratan de decirte cómo lo
harían ellos mismos si pudieran volver a intentarlo. Efectivamente,

tienes razón, nada garantiza que si lo volvieran a intentar ahora de
manera diferente les vaya mejor, es decir, tratan de transmitirte la
experiencia que tuvieron, en lugar de pasarte el conocimiento que
acumularon. Por supuesto, tu percepción, juicio y análisis son fríos:
¿Qué realmente puedo aprender de ti a partir de tus resultados?,

y, por si fuera poco, debido a una deformación social estamos
acostumbrados a ver mucho más lo malo que lo bueno, así que los
resultados, a partir de los que juzgamos a los adultos que quieren
opinar en nuestra vida y nuestro futuro, normalmente no son los que
nosotros queremos alcanzar.
Te voy a confe s a r a l go… no v a s a encont r a r a un líder lo

suf icientemente con g r uente como pa r a que s at i sfa ga 10 0 %
de prototipo y de expectativa, y si lo encuentras, ten cuidado de
seguirlo con la cabeza y no con el corazón, ya que puede tratarse

de un manipulador profesional. El asunto de los consejos es como
los jitomates del mercado, ahí hay un montón, escoge los que tú
consideres adecuados y, sobre todo, considera cuándo te los quieres
comer, si los estás comprando para comértelos en tres días deberán
estar un poco más duros que maduros, pero no los juzgues a ellos a
partir del agricultor.

37
Helios Herrera

Puedes hacer
de tu vida
un cacahuate,
pero también
una experiencia
extraordinaria.

Digámoslo tan frío y objetivo como en realidad es: no le perteneces
a tus padres, tampoco a tu pareja ni a tus hijos y, sólo en caso de que
realmente lo creas, apenas le pertenecerías a Dios, pero más allá del
misticismo, sólo te perteneces a ti, sólo contigo tienes un compromiso
real respecto a qué vas a hacer en tu vida, respecto a qué vas a ser
en tu vida; por lo tanto, puedes hacer de tu vida exactamente lo que
te venga en gana, serás tú y solamente tú quien deba vivirla, para
bien o para mal.
Cuando te revelas ante una autoridad y gritas: “No se metan en mi

vida”, tienes toda la razón, sobre todo si dicha autoridad pretende
Helios Herrera
impune e invasivamente controlar, ningunear o decidir por ti el rumbo

o destino de tus días.
Pero precaución… No conozco un solo padre que cometa el peor de

40
los errores pensando en perjudicar a sus hijos; cabe la posibilidad de
que lo que tú sientes como invasión sea auténticamente un esfuerzo

genuino por ayudarte a encontrar el mejor camino, al menos ante los
ojos de quienes intentan, con su experiencia, ayudarte a no cometer
sus errores o incluso los tuyos propios.
Al final del día, la vida la escribes con decisiones; y el mejor o el

único consejo real que puedo ofrecerte es que tomes la mayoría de
ellas con plena conciencia, entendiendo que no decides sólo las
acciones, sino también las consecuencias.
Cuando das a la derecha en lugar de a la izquierda, lo de menos es la

inmediatez de la decisión, lo que realmente estás decidiendo es “hacia
dónde te diriges y adónde llegarás”.
Todas tus decisiones implican un “aquí y ahora” y un “allá y entonces”.

La mayoría de ella s la s decides “aquí y ahora”, pero generan
consecuencias “allá y entonces”. La periodicidad con la que las
llevas a la acción genera un elemento multiplicador exponencial,

es decir, cada vez que actúas multiplicas todas las posibilidades de
dicha consecuencia.
Permíteme darte un ejemplo: si decides una mala alimentación

hoy, tendrás problemas de salud mañana o, al menos, multiplicarás
las posibilidades de que así sea. Si practicas todos los días dicha
decisión, multiplicarás la posibilidad de obesidad. Tal vez una mala
alimentación “sólo una vez por semana”, no sea tan grave como “seis
días a la semana”.
Si decide s tener sexo sin protección “aquí y ahora”, tendrá s

enfer medade s o embara zos no de seados “allá y entonce s” o

multiplicarás las posibilidades de esas consecuencias. La premisa es
la misma… “una vez sin protección” multiplica la posibilidad menos
que “seis veces sin protección”, pero en este caso… con una sola
de esas seis es suficiente para que la consecuencia no deseada se
presente. Simplemente estás potenciando la posibilidad.
Así, si decides esforzarte y enfocarte “aquí y ahora”, tendrás éxito y 41
Helios Herrera
estabilidad “allá y entonces”; tampoco es seguro, pero multiplicarás
las posibilidades a tu favor.
P ue de s hacer de t u v ida un c ac a huate, p ero t a mbién una

extraordinaria experiencia; recuerda lo que afirmaba Peter Drucker:
“La mejor forma

de predecir el futuro...
...es creándolo”.
Como una última consideración conceptual antes de entrar a la
información “dura”, debo hablarte un poco de resiliencia.

✔
Resiliencia:
no importa
tu origen,
lo que
importa
es tu
destino.

Correr es una de las actividades más baratas y al mismo tiempo es la
generadora de las más grandes satisfacciones en la vida de un ser humano.
No requiere invertir demasiado en un equipo especial. Empecé con unos
tenis usados que compré en uno de los muchos intentos de hacer ejercicio.
Lo único que sabía era que me quedaban y que me iban a servir para dar
el primer paso. Simplemente me aventé. ¿Qué sería lo peor que podría
pasar? Nunca pensé en eso.

La resiliencia es la capacidad de la materia para regresar a su estado
original. Así pues, cuando estiras una liga y después la sueltas, su
capacidad de resiliencia le permite regresar a su estado original.
¿ Por qué te digo e s to ?, porque puede s er que todo s

alcancemos a visualizar hacia dónde nos dirigimos y qué
queremos de la vida, en ese sentido, las instrucciones son
las mismas para todos: “Investiga qué es lo que necesitas
hacer para logar lo que quieres… y hazlo”, pero el punto de partida
no es el mismo para todos.

Algunos simplemente nacieron unos cuantos metros delante de la
línea de salida, otros nacimos un poco antes, eso es todo. No podemos
pretender que las posibilidades de llegar al éxito sean las mismas
para los que están en la línea de salida que para los que están 2 km
atrás esperando a que los de enfrente arranquen.
45
Pero tampoco podemos descontar que los que salen al último o a la
Helios Herrera
mitad del bloque, no puedan llegar a la meta con éxito y, en ocasiones,
ganar la competencia.
La carrera en cuestión no premiará solamente al primero, realmente

es una carrera contra tu mejor tiempo. Al final, todos los que lleguen
obtendrán recompensa, el asunto es meramente “en qué lugar llegaste
y qué tanto mejoraste tu lugar en la lista de calificación”.
Claramente, y sin rodeos, debo decirte que no es tan importante tu

origen… como tu destino.
A pesar de toda la información que leerás de aquí en adelante o,

mejor aún, junto con ella, el resultado de tu vida y de tu carrera no

está escrito por la estadística, no hay algo así como el destino divino.
Será la suma de tus decisiones y acciones lo que lo definan.
Si tuviste la poca fortuna de “salir desde más lejos”, si la vida no te

dio las mismas oportunidades que al tipo adinerado, hijo de papi,
seguramente te dio otras, si no te sirvieron la comida en bandeja
de plata, sino que tuviste que aprender a conseguirla, seguro el
proceso de desarrollo por el que atravesaste te permite otro tipo de
experiencias, por lo tanto, tendrás otro tipo de prerrogativas y estarás
más facultado que otros para resolver determinado tipo de problemas.
Helios Herrera
capacidad de resiliencia puede permitirte “regresar
46
Tu a tu estado original”. Cuando naciste, cuando
llegaste al mundo no eras más ni menos que
cualquier hijo de nadie; eres la misma esencia.
No conocías excusas, pretextos, programaciones negativas y tampoco

alicientes, estímulos ni cualquier otra prerrogativa.
Si iniciaste la carrera desde “más atrás” seguramente te será más

difícil, pero al final puedes llegar más lejos que los que estaban en
primera fila, o utilizar tu condición como excusa para ni siquiera
intentarlo. Una vez más, la consecuencia dependerá de lo que decidas
en conciencia… aquí y ahora.
Cuando manejas un coche, el espejo pequeño frente a ti, el retrovisor,

te permite recordar de dónde vienes, pero enfoca tu atención hacia
adónde vas… en poco tiempo podrás ver incluso que tu punto de
partida parece perderse con el avance de tu voluntad, lo que verás
por el retrovisor será la actualización sistemática de lo que has ido
logrando, de lo que has ido avanzando.

Sin darme cuenta estaba en medio del bosque, a 2 grados centígrados de
temperatura y corriendo en la oscuridad. Sólo escuchaba mis pasos y mi
respiración. Llevaba 30 minutos despierto y no recordaba siquiera cómo
había llegado a ese punto. Pero estaba seguro de que iba hacia algún
lugar y que lo único que me acompañaba era mi voluntad. La carrera no
tenía marcha atrás.

✔
Tu carrera...
es realmente
“la carrera”.
“En cuanto termine la última
lista de créditos,
medio calibro la tesis
o me voy por la opción de
titulación automática y ya.”
Y ya, ¿qué?

Pareciera fuera de toda realidad, pero lamentablemente todavía
se cuentan por miles los jóvenes que creen que la carrera termina
cuando le entregan el título a sus padres.
Y es que ¡ son tantas las juventudes desperdiciadas en las aulas!, más

de cinco años asiste a la universidad, aun cuando el joven sabe de
antemano que sólo está ahí por mero trámite, ya que su intención es
dedicarse a otra cosa completamente diferente, y su único freno es
entregar a sus padres el documento que “tanto anhelan”, sea por sus
propios traumas o porque consideran, como ya hemos establecido,
que hacen “lo mejor para su hijo” al obligarlo a terminar una
Helios Herrera
formación universitaria.
La verdad es que si éste es tu caso, poco tengo que decirte o poco

50 quiero decirte, a menos que realmente estés dispuesto a darle una
“ojeadita” a la carrera de verdad, para la cual no solamente no
estás preparado, sino que has perdido tiempo valioso, rezagando

consecuentemente tu lugar en la fila de salida.
En este vertiginoso mundo globalizado…
“dejar de avanzar
es retroceder”.
Otras personas creen que la formación universitaria es una especie de
salvoconducto, un pase para abordar en primera clase que garantiza
un lugar en la plataforma del éxito… Con tristeza te digo, estimado
amigo o amiga, que no hay tal cosa. Lo único realmente seguro
cuando tienes un título universitario en tus manos… es que tienes
un título universitario en tus manos.

Entendámoslo con toda la frialdad y objetividad que el tema
requiere: cuando, después de casi 18 años continuos de estudio
(seis de primaria, tres de secundaria, tres de preparatoria y, al menos,
cuatro más de licenciatura, si no es que dos adicionales del primer
posgrado), por fin puedes vestir la toga y arrojar el birrete al cielo, te
sientes orgulloso y feliz porque has acabado tu carrera.
¡Oh, triste realidad!,

no has terminado más

que tu entrenamiento;
la carrera, 51
la competencia real,
Helios Herrera
acaba de empezar.
En la carrera no habrá maestros que corrijan tus errores con reportes,
habrá jefes acomplejados que los usarán para asestar sobre ti sus
propios traumas, no habrá periodos “extraordinarios de evaluación”,
habrá promociones o despidos; no habrá la posibilidad de “volarse
una clase”, existirá a cambio la angustia de ser desempleado o, como
me gusta decir, desocupado. A muy pocas personas les interesará un
pepino si realmente sabes o no, si realmente estás o no preparado
para ejercer tu profesión, simplemente serás juzgado por la objetiva
vara de tus resultados tangibles.

Helios Herrera
NYC Marathon 2008. Greenbox.
52
o es mi intención descalificar la formación universitaria,
N
nada más lejano de la realidad; pero sí dimensionarla con

objetividad.
Imagínate la línea de salida del Maratón de Nueva York, se inscriben,

año con año, cerca de 80,000 personas, de las cuales ¡antes de
empezar la carrera son rechazados más de 30,000!, o sea, el gran
día 50,000 maratonistas salen al mismo tiempo, pero con diferentes
objetivos; algunos tienen un genuino interés en ganar la competencia;
otros, los más, se conformarán con terminarla debajo de su propia
marca, y otros pocos, los menos, se regodearán con sus amigos
sólo por haber participado sin importarles mucho el lugar en el que
queden a pesar, incluso, de no terminarla.
En esta analogía, ¿crees realmente que las personas que empiezan el

maratón en el lugar 3,000 o 3,500 tienen alguna remota posibilidad de
ganarlo? Es una cuestión físicamente imposible, porque la cantidad de
competidores frente a ellos abre una brecha de al menos 20 minutos

entre los que salieron punteros y el tiempo en que logran llegar, entre
la multitud, a la línea de salida y empezar el recorrido. Esto es, si su
objetivo fuera ganar la competencia, simplemente están fuera de toda
posibilidad; si su objetivo es correr el maratón, terminarlo y mejorar
su tiempo, están en posibilidades, siempre y cuando cronometren su
tiempo a partir del momento en que logran cruzar la línea de salida,
y no cuando el cronómetro oficial detona el disparo inicial.
Contar pues, con una formación universitaria, claro que agrega valor
a tu vida, de entrada, ¡te sitúa en la carrera! Los que no la tienen
simplemente no alcanzan a “inscribirse en la mundial de Nueva

York”, o son de los primeros 30 mil en ser rechazados, se quedan
en sus ciudades aspirando participar en carreras de menor monta.
Correrán, pues, la de 10 km de la empresa local del pueblo donde,
por supuesto, la bolsa de premios a los ganadores es simplemente
inexistente.
53
Helios Herrera
La vida es más o menos así.
Cuando terminas tu etapa de formación
da inicio la carrera, que va desde la
mera y simple sobrevivencia, ha sta
la ascendencia al éxito corporativo,
económico, social y espiritual… ¿Cuál
e s t u objet ivo p er s ona l ?, ¿ quier e s
ganarla y llevarte la bolsa de premios?,
¿quieres sólo correrla e ir mejorando tu
marca año con año construyendo una
trayectoria profesional ascendente y
paulatina?, ¿te basta con sólo correrla?,
¿cuál e s tu expectativa per sonal al
respecto?

Seguramente podrás decirme algo así como: “Helios, no tengo idea
de cuál es mi objetivo en esa carrera”, “Ya me preocuparé cuando
llegue ese día”, o bien, “¿Cómo quieres que me enfoque en algo que
está tan, pero tan lejano? ” (Léase con sarcasmo).
Bueno, de acuerdo con mis compromisos, yo sólo te e staré

compartiendo información…
Tú sabrás qué tomas y qué no, pero la intención es decirte que, en los
términos más lógicos posibles, serán, de acuerdo con tus objetivos,
diferentes las posibles estrategias que deberás considerar en tu
Helios Herrera
entrenamiento.
Cualquier persona puede entender que un maratonista de fondo

54 prepara su cuerpo para un esfuerzo de más de 42 km, se alimenta,
ejercita y prepara para esa específica hazaña, mientras que otro atleta
de alto rendimiento, también corredor, deberá consumir 500% más

carbohidratos y desarrollar masa muscular tres veces más rápido si
su objetivo es una carrera de 100 metros planos.
El atleta en cuestión no piensa: “Soy corredor, me estoy preparando

para correr… Ya me preocuparé en la olimpiada si me ponen a correr
el maratón o los 100 metros planos”, o “Me voy a inscribir en todas
las categorías… a ver qué logro”.
La única forma de potenciar el conocimiento adquirido durante tu

formación profesional, es que tengas más o menos claro qué objetivos
estarás persiguiendo desde ahora. No puedes preocuparte cuando
llegue ese punto, debes ocuparte desde hoy.
La enorme mediocridad que existe en nuestras sociedades latinas se

debe, en gran medida, a esta condición, mientras que las primeras
potencias empiezan el desarrollo de competencias desde niños,

clarificando y planeando a 25 años. En las culturas tercermundistas
las condiciones económicas no permiten tanta visión, hay que
solucionar la inmediatez; luego entonces, hemos aprendido a vivir,
planear y desarrollarnos para la competencia del próximo fin de
mes… no para el resto de la vida.
¿Cuántos compañeros tienes que sólo estudian para pasar el examen?
at ib or r a n i n for mac ión me d io
Piénsalo: organizada en su memor ia de

corto plazo; una vez presentada

la evaluación, van sustituyendo esos datos por los de la nueva
evaluación, la nueva materia, los nuevos créditos. Al final del día, los
conocimientos que debían haber adquirido se quedan en el olvido…
en el mejor de los casos, en la referencia bibliográfica a la que
acudieron para encontrarlos. Conclusión: terminas la preparación,
te titulas y te enfrentas a un mercado laboral que exige que sepas
55
“hacer algo” con lo que aprendiste, no que hayas memorizado datos.
Helios Herrera
“Es que lo que aprendí en la escuela no tiene nada que ver con lo
que es la vida real”, es una frase repetida.
Pero no responsabilicemos solamente a los programas y sistemas

educativos; si no estábamos vinculando el nuevo conocimiento a
un objetivo futuro, las técnicas, y teorías se fueron perdiendo en el
tiempo y en tu memoria.
Así pues, quiero invitarte a ir definiendo qué tipo de atleta pretendes

ser, en qué categorías se te antojará competir para que puedas ir
considerando, desde ahora, en tu entrenamiento, el fortalecimiento
sistemático de los músculos adecuados y de la forma necesaria
durante el tiempo requerido.

Pretender
aprenderlo todo
el día anterior
al examen,
es absurdo.

Si leo, comprendo, y contesto todos los cuestionarios y autoevaluaciones
del manual moderno para aprender a nadar, ¿tendré la capacidad de
nadar?, ¿mi cuerpo sabrá qué hacer y cómo hacerlo? ¡Claro que no!
Es la mezcla de actitud, conocimiento y acción, tres ingredientes que
deberán combinarse en el tiempo y en forma dinámica.
El desarrollo de una habilidad no es solamente la suma de datos y

conocimientos teóricos, es también la apropiación del conocimiento
y habilidades… tiempo, anticipación. Digamos que una pareja de
seres humanos se tarda nueve meses en crear un bebé, si deseara
acelerar el proceso, no puede traer a nueve parejas para que juntos

lo creen en un mes.
Regresando al asunto de la formación universitaria, permíteme

repetir que no la desvalorizo. Cursar y terminar, obtener un título de
licenciatura es importantísimo, más aún en el mundo competitivo
que ahora vivimos. De hecho, recuerdo que en mi generación la
57
formación, digamos oficial, terminaba con la licenciatura; pocos,
Helios Herrera
muy pocos se aventuraban a una maestría, lo que implicaba ya, un
grado realmente impactante. No digamos nada siquiera del título de
doctorado, era aspiracional, casi idealizado por la masa, conocer un
“doctor en arquitectura” era casi como decir que tu tío era sobrino
político de Indiana Jones (personaje que también existía en aquel
tiempo y que te asegura que, efectivamente, fui joven en la década
de los 80). Las cosas son muy diferentes, tu formación universitaria
formal termina con tu primer posgrado, digamos que si aspiras a ser
maratonista, no te venden la ficha de inscripción con menos que
una maestría; así pues, “desde el saque”, el éxito corporativo se va
haciendo cada vez más elitista. Si a eso le sumas la globalización,
realmente nos sitúa en una postura desventajosa, no por capacidad,
sino por cultura.

Mientras que los chinos (que además son muchos) están entrenados
desde niños con la claridad sobre qué quieren y cómo lo quieren y
ajustan su estructura mental desde la juventud, nosotros seguimos
pensando que “cuando llegue ese momento me empiezo a preocupar”.
Si entendemos y reconocemos que la competitividad mundial es
cada vez mayor por un asunto lógico de oferta y demanda, debemos
entonces, también, entender y reconocer que la exigencia en la etapa
de preparación debiera ser, si no más fuerte, sí más enfocada.
El título de licenciatura ya no alcanza para inscribirse en el Maratón

de Nueva York en el segmento de los primeros 5,000 competidores,
Helios Herrera
ahí sólo participan personas con dos posgrados y ocho años de

experiencia exitosa. Si quieres aspirar a un buen punto de salida,
debes definir desde tu preparación universitaria, empezar a ocuparte
58 ahora, literalmente “preocuparte”, empezar a hacer algo antes de
que sea necesario para contar con destrezas cuando las necesites.
Estoy seguro que en tu propia generación también tienes algunos

compañeros que estudian y trabajan, y notarás que el enfoque,
objetividad y tratamiento que le dan a su formación universitaria
es otra.
P
or un lado, es posible que necesiten titularse para poder
aspirar a un ascenso en su empleo, lo que conlleva, por
supuesto, oportunidades económicas diferentes; también
notarás que tienen muy poco tiempo para perder, que
no se ponen contentos cuando falta un maestro y que rechazan
la posibilidad de huelgas universitarias que redunden en pérdidas
de tiempo. Seguramente conoces a la compañera que, además de
estudiar y trabajar, tiene que salir corriendo a recoger a su niña de la
guardería y vive con un estrés espectacular.

De acuerdo con mi compromiso inicial, no te voy a tratar como
estúpido, sé perfectamente que entiendes la situación de ese
compañero o compañera, y sé también que en este mismo momento
podrás estar encogiendo los hombros y frunciendo el ceño: “Eso no
me va a pasar a mí”. Sé que crees que tienes todo bajo control. Parte
de la juventud es pensar, o querer pensar, que eres indestructible, que
eres inapagable o que no eres lo suficientemente imbécil para que te
alcancen esas circunstancias, pero déjame nuevamente compartir
información contigo…
Hoy
es muy probable que antes de salir de
casa hayas ido hasta el refrigerador
y te hayas encontrado que “alguien”
puso “algo” ahí, es más, puede ser que
ese “algo” ni siquiera haya sido de tu total agrado, y que le hayas
reclamado a “alguien”… “¡carajo!” “alguien”. ¡¿Acaso no sabes que
este “algo” no es el “algo” que a mí me gusta?!”. Con todo, seguramente 59
habrás tomado un poco de ese “algo” y lo habrás deglutido a
Helios Herrera
regañadientes, pero te alimentaste antes de salir de casa.
Ese mismo “alguien” paga la luz, el teléfono, el alquiler o la hipoteca;

la ropa y las vacaciones y, posiblemente, la colegiatura de la escuela,
lo mismo que los libros y laboratorios necesarios, vaya pues, ese
“alguien” mantiene tus necesidades y, aunque a veces creas que lo
hace pésimamente, ten por seguro que hace su mejor esfuerzo.
Claro que podrías vociferar: “Bueno, Helios… yo no pedí nacer, ellos

me trajeron, que se hagan cargo de mí y punto, ¿quién les manda
darle gusto al gusto?, ¡ahora que cumplan!”
Y está bien, no voy a discutir el punto, sólo a darlo por bueno, pero
antes, una vez más, déjame darte información.

Eres afortunado. Cientos de padres abandonan a sus hijos y a sus
madres, cada vez hay más madres solteras que matrimonios estables,
pero cada vez, también, cientos de madres solteras simplemente son
incapaces de ofrecerle lo mínimo necesario a un hijo hasta la edad
universitaria. Nota y valora que, a pesar de las posibles carencias
que según tú tienes o has tenido, a pesar de no estrenar los tenis de
moda cada ocho semanas, realmente eres afortunado si ese “alguien”
puso “algo” en el refrigerador.
Pero dando por bueno el punto (que no lo es tanto)… tú concedes que

eres afortunado y yo concedo que “tienen” que mantenerte, ¿cerrado?
Helios Herrera
Ahora que hemos dejado pa sar una discusión e stéril, te sigo

platicando. Lo más probable es que hoy tengas sueños, ilusiones,
60 visualizas tu destino con optimismo y entusiasmo, sabes que cuentas
con el respaldo de ese “alguien” y que hará todo lo que esté en sus
manos por ofrecerte una realidad sostenible y un futuro promisorio.
Pero te voy a anticipar algo: dentro de muy poco tiempo, casi sin que
te des cuenta, serás tú quien tenga que hacer el papel de “alguien” y
poner “algo” en el refrigerador de otra persona.
Casi sin darte cuenta te vas a enamorar y, por derecha o por izquierda,
iniciarás tu propia familia; te garantizo que vas a tener pareja y
probablemente hijos también antes, mucho antes de que los frutos
de tu formación universitaria se vean reflejados en tu bolsillo.
Más de 50% de la deserción universitaria se debe justamente a la
imposibilidad en sostener el ritmo económico que implica mantener
una familia y estudiar al mismo tiempo. Nuevamente, no tienes más
que mirar la realidad de tus compañeros de generación para constatar
estas estadísticas. ¿Cuántos iniciaron?, ¿cuántos continúan?, ¿cuántos
crees tú que terminarán?, ¿Cuántos tendrán realmente la posibilidad

de trascender y ejercer su profesión haciendo la diferencia?, ¿cuántos
quedarán atrapados meramente en la sobrevivencia personal o de
su propia familia?, pero lo más importante:
¿Dónde estarás tú con respecto

a todos esos “cuántos”?
Si tuvieras hoy que hacer frente al sostenimiento económico de tu
casa, ¿sabes cuánto dinero hace falta para seguir viviendo como
hasta hoy vives?, ¿tienes idea de qué tendrías que hacer y cómo lo

harías para proveer dicha cantidad?, ¿estás sensible al tema de que
a lo mejor tú eres invencible e indestructible, pero tus padres no?
En el siguiente capítulo te voy a compartir algunos números y

estadísticas de qué sucede con los jóvenes que se consideran talentos,
pero quiero que sepas antes, que la principal razón por la que un
joven talentoso no logra desarrollar todo su potencial, es porque 61
Helios Herrera
la vida lo alcanza antes de que estuviera en sus planes; por alguna
razón, se ven obligados a compartir su enfoque con el sostenimiento
económico y tropiezan con la difícil economía actual.
El talento, entonces, se queda como una preciosa materia prima que

nunca tiene la oportunidad de ser transformada, un poco como el
lienzo y el óleo que alguna vez compraste prometiéndote pintar un
cuadro bellísimo, pero que siguen arrumbados en la covacha porque
nunca has tenido tiempo, ante otras prioridades que enfrentar y
desarrollar. Pasan los años y la agenda cada vez se aprieta más, los
compromisos crecen, el tiempo se angosta y, paradójicamente, el
talento que sería la gran oportunidad para enfrentar los problemas
cotidianos, nunca fue desarrollado, hasta el punto en que se llega
primero a confundir y, luego, a perder en el estrés de la rutina diaria.

¿Cuándo empezará la vida que quiero vivir? Donny Miller.

El principal motivo por el que
un joven talentoso no logra
desarrollar todo su potencial
y convertirse en Joven Talento,
es porque la vida
lo alcanzó prematuramente
de alguna manera.
Llegó un momento en que yo ya no quería ser corredor, no quería sacrificar

mis fines de semana, mis amigos, perderme de la diversión de los cuates
de mi edad. Ya no me gustaba eso de quedarme dormido en el cine o no
querer salir a caminar con mi novia porque me dolían las piernas. Pero mi
sueño de conseguir cruzar esa línea de meta se convertía cada vez más
en una obsesión.

✔
Joven
Talento
es aquél
que...

Lo que entendí después de leer y analizar las ponencias y debates de
la ocde publicadas en 2009, un “Joven Talento” es aquél que, habiendo
terminado su formación universitaria (estadísticamente con el grado
de maestría), tiene la capacidad de ejercer su profesión y mejorar,
contundentemente, su condición de vida gracias a ello.
Clarificando: un “Joven Talento” es aquél que con la gestión de

su profesión logra producir lo suficiente para impactar su nivel y
condición de vida, tanto en lo económico como en lo cultural y social.
Con el pragmatismo que me caracteriza y pecando de simplista,

Helios Herrera
déjame ponerlo en términos llanos: “Si su familia generaba 20

dólares diarios de ingreso antes de que él se graduará, él tiene la
capacidad de generar al menos 21 una vez que empieza a ejercer”.
66 En lo social, alcanza a afectar positivamente su entorno gracias al
ejercicio de su profesión; en lo cultural, incrementa el promedio de

conocimiento, apreciación artística y disfrute, que su generación y
la de sus antecesores.
Si considera s que al tér mino de la licenciatura má s de 70 %

de egre sados univer sitar ios tienen que aceptar empleos mal
remunerados, casi de aprendiz o becario, obteniendo como paga una
cantidad inferior al costo mensual de la colegiatura que sus padres o
el gobierno pagaban a la institución que los formó, podemos entonces
dimensionar, de alguna manera, lo difícil que es, al menos en la
estadística, la aparición de un “Joven Talento”. Y no digo talentoso, ya
que el calificativo indicaría que es poseedor de talentos varios, sino
“Joven Talento”, pretendiendo dar una connotación completamente
práctica y pragmática.
Recuerdo que la primera vez que recorrí el estacionamiento de la

Universidad Nacional Autónoma de México (unam), en la ciudad de

México, alcancé a observar un montón de vehículos, la mayoría de
modelos atrasados y de al menos tres o cuatro años de uso, uno que
otro de modelo nuevo, uno que otro de gran marca.
Uno podría suponer que los más costosos y lujosos serían los autos de
los catedráticos, de aquellos seres que han consagrado su existencia
al estudio de su especialidad, mismos que con poses de superioridad
vociferan en una verborrea continua los datos, técnicas y teorías
de su materia de estudio. Tristemente, la realidad es muy distante,
la mayoría de esos prominentes maestros, o bien no tenían auto, o
bien sus coches eran realmente modestos; y más allá de la excusa

existencialista “tengo el coche que me lleva y me trae, no aspiro a
algo mejor”, todos sabemos que, si pudieran costearlo, ya habrían
cambiado el modelo en cuestión. La mayoría de los coches que ahí
circulan son de los alumnos, sobre todo de aquellos cuyas familias
gozan de una posición socioeconómica cómoda, alguno que otro de
un muchacho que, efectivamente, estudia y trabaja, y que hace años
67
mantiene un negocio modesto que le ha permitido, con constancia
Helios Herrera
y disciplina, darse el lujo de un buen auto.
Y es que, la verdad sea dicha y sea escuchada: a las personas no les

pagan por lo que saben, sino por lo que logran hacer con lo que saben.
Así pues, personas con un nivel bajo de conocimiento pero alto de

implementación, lograrán posicionarse mucho mejor en el mundo
productivo, que aquellas “enciclopedias con pies” que no tienen la
capacidad de aterrizar su plataforma de conocimiento al mundo real.
Pero ya me desvíe. Hablábamos de qué es un “Joven Talento”.
Por supuesto que, a la edad que tienes, el mundo te queda chico; y

si yo, en un acto de entusiasmo desbordado, preguntara a toda la

comunidad de tu clase, desde medio auditorio… ¿Quién de ustedes
se va a convertir en “Joven Talento”?, la respuesta a coro entre euforia,
endorfina y burla sería ¡yo!; lo que presumiría de la buena actitud
y seguridad que tienes en ti mismo(a). Incluso no faltaría alguno
de tus compañeros que simplemente pondría cara de “hueva” y
ni siquiera levantaría la mano ni contestaría la pregunta, diciendo
para sus adentros: “Este tipo es un payaso…”, “Yo ya soy un ‘Joven
Talento’”; “No tengo que demostrarlo, ni siquiera tengo que contestar
a su pregunta idiota, ni siquiera la voy a elevar a un nivel de realidad
premiándola con una respuesta”.
Helios Herrera
Pero estimados lectores y lectoras, la pésima noticia es que este

asunto de ser un “Joven Talento”, no tiene demasiado que ver con
ganas, con actitudes o con posturas. El asunto en cuestión es total,
68 rotundamente pragmático y objetivo, te creas lo que te creas, te
sientas lo que te sientas y cómo te sientas, al final del día la cuestión

es básica, no importa siquiera el promedio con el que te gradúes ni la
cantidad de exámenes que excentes, el asunto se centrará mucho más
en la capacidad de poner en práctica lo que aprendiste para generar
resultados tangibles en tu entorno social, cultural y productivo.
La gente no gana dinero por lo

que sabe, sino por lo que logra
hacer con lo que sabe.

Desde el punto de vista vocacional, ejercer tu carrera o, mejor dicho,
tu profesión, debe alcanzarte para satisfacer tus necesidades en
forma integral.
No sólo debes poder proveerte a ti y a tu familia de un ingreso

económico suficiente, constante y estable a través del ejercicio de
tu profesión, sino que, además, ésta debe llenarte, debe aportar
satisfactores a tus necesidades internas, a las de autorrealización y
autoestima, debe permitirte la sublime experiencia del crecimiento
personal mediante la paulatina acumulación de experiencias y retos
logrados; es entonces ejerciendo tu profesión, al menos en el ideal de

la vida, que encuentras integralidad para mantener tus necesidades
y las de tu familia satisfechas. (Hablo de la familia que tú formarás
como padre o madre, no de la que hoy formas como hijo o hija.)
69
Helios Herrera
Después de 2 o 3 competencias de 10 km, empecé a encariñarme con

las playeras para correr, los tenis de marca, los lentes y los relojes con
cronómetro. Empecé a invertir la mesada que me daba mi papá en
inscripciones para carreras, boletos de camión para correr en la playa,
bebidas hidratantes, calcetas, revistas con consejos para corredores, un
reproductor de música.
Como el dinero no era suficiente, me dediqué a escribir artículos sobre
la experiencia de correr y junto con algunos amigos iniciamos la publicación
de una gaceta quincenal, en donde aparecían fotos, notas y anécdotas de
otros locos que, como yo, también querían tomar la carrera como algo en
serio. Algunos anunciantes se interesaron y empecé mi primer negocio.

✔
El ejercicio
de tu
profesión
debe
generarte
riqueza.

No pretendo dar a este libro sólo un sentido monetario, ni afirmar
que tu profesión debe satisfacer sólo tus necesidades económicas;
pero en una línea 100% pragmática, si tu profesión no te deja para
vivir y para vivir bien en lo económico, difícilmente podrá ofrecerte
satisfactores sublimes o más profundos.
Si tu profesión te llena el alma, pero no el bolsillo, “algo” estás

haciendo mal, ya que cualquier trabajo, cualquier desempeño
profesional bien hecho, debe tener un valor económico en el entorno
en el que se ejecuta.
Helios Herrera
M
e decía Carlos Islas, entonces rector de la Universidad
A X A en alguna entrevista que sostuve con él, que
“dinero es trabajo encapsulado”. Así pues, tu trabajo,
72 los resultados que ofrezcas a tu empleador o cliente,
tendrá un costo y un valor. La riqueza económica, espiritual, familiar

o de cualquier índole, se obtiene con la solución de problemas. Si
tú deseas ganar dinero, soluciona problemas; si quieres ganar más
dinero… soluciona más problemas.
De la amena película de Pedro Infante y Luis Aguilar A toda máquina

me viene a la memoria la escena del portero de la vecindad que, con
el atuendo de un determinado oficio, sale corriendo de su casa, “ya
me voy vieja”, grita entusiasta al dirigirse a su trabajo; horas después
irrumpe en escena gritando “ya llegue vieja”, para volver a aparecer,
apenas 30 segundos después, con atuendo de otro oficio diciendo
“ya me voy vieja”.
¿Quieres más dinero? Busca y soluciona más problemas. Claro está

que el día no tiene más de 24 horas, así que por muy entusiasta y
positivo que fueras, llegará un momento en que no tendrás tiempo
para un segundo o para un tercer empleo… ¿Aún tienes ganas de

mayor riqueza?, bien, pues entonces busca problemas más caros,
cuyos premios en efectivo sean más jugosos.
E s é s t a la ba s e de la for mación profe siona l, habilit a r te de

conocimientos, técnicas y conceptos que te permitan solucionar
problemas más costosos que otros.
Efectivamente, el empleo remunerado

es la cancha del juego en la que
intercambiamos nuestras soluciones

a los problemas de nuestros clientes
o empleadores con un premio
económico de por medio.
Helios Herrera
73
Cuando llegamos a Nueva York nos sorprendimos de la cantidad de locos

que estaban por toda la ciudad. No me refiero a los taxistas, sino que en
el aeropuerto, el hotel, las cafeterías y las tiendas todo olía a maratón.
Todos teníamos la misma mirada, y sin decirnos nada sabíamos que nos
encontraríamos el siguiente domingo en la línea de salida. Formábamos
parte de una conspiración contra la adversidad. Éramos una secta
aparte. Un montón de necios que caminábamos en las calles de la
Gran Manzana con abrigos impecables, pero con un par de tenis que se
estaban aclimatando. Veíamos todas las tentaciones del mundo en la calle:
fritangas, comida chatarra, puros, vinos de toda calidad, invitaciones a
espectáculos de media noche. Los corredores del mundo nos resistíamos:
la gran fiesta no sería sino hasta el domingo a mediodía.

Un obrero soluciona problemas cuya naturaleza no se origina en
un especialista; un técnico tiene mayor capacidad porque tiene el
conocimiento para solucionar problemas más difíciles, más caros y,
por eso, cobra más que el obrero, lo mismo que un ingeniero cobra
más que un técnico por la misma capacidad de solucionar problemas
de mayor envergadura. Cuando te preparas profesionalmente para
ejercer una carrera, la apuesta es que te estás preparando en
conocimientos y teorías para ser capaz de solucionar problemas que
no cualquiera puede solucionar.
Así pues, en economías emergentes y golpeadas como las de los

Helios Herrera
países de América Latina, una persona con grado universitario

obtiene cerca de 35% más sueldo que una persona que no ostenta
dicho título; en ese sentido, tu título te ofreció un valor porcentual de
74 35% más que cualquiera sólo por tenerlo, pero con todo, los salarios
que ofrecen las economías emergentes son tan malos, tan bajos, que
ese 35%, junto con el salario completo, no alcanzan a representar una
ventaja real en el concepto “Joven Talento”, esos salarios no alcanzan.
Un egresado acepta dichas condiciones salariales por dos cosas:
a.
Una enorme cantidad de competencia. Son muchos los que
quieren un mismo puesto con la promesa, autoimpuesta, de
que ya estando adentro buscarán la forma de ir creciendo en
el escalafón laboral y salarial.
b.
Saben o intuyen que el conocimiento teórico que absorbieron
les da la capacidad para solucionar problemas, pero entienden
que no tienen la experiencia práctica, que es lo que realmente
premia el empleador o cliente, así que deciden empezar desde
abajo con salarios de hambre en lo que acumulan la capacidad
real de solucionar problemas.

Al correr un maratón es obligatorio cambiar la actitud en todo el trayecto,
porque mientras más avanzas, son mayores los obstáculos a los que te
enfrentas. Tienes que sobrevivir en otras condiciones de clima y altura a las
que corres normalmente, los nervios te pueden traicionar y los riesgos que
tienes que afrontar con inteligencia pueden determinar que termines con
dignidad tu carrera o que te enfrentes, incluso, a la muerte. La paradoja es
que te entrenas 1 hora todos los días para la parte más difícil del maratón:
la última hora de la competencia.

Quieres más dinero…
busca y soluciona
problemas más caros.
Ningún empleador o cliente te pagará por ser licenciado. El mercado

ya te paga 35% arriba que a cualquier técnico sólo por tu título, lo
que te paga el mercado es la solución a sus problemas.
Lamentablemente, la situación económica que impera en la mayoría

Helios Herrera
de los países cuyas economías son emergentes genera que miles, tal
vez millones de jóvenes se queden ahí, medio sobreviviendo en una
rutina triste y gris, esperando que alguna vez los asciendan de puesto
76
y salario, sin entender demasiado que de ellos, y solamente de ellos,
depende la velocidad de ascenso de su vida profesional, enfocándose

más proactivamente en las soluciones que ofrecen a su empleador o
cliente, que a la mera antigüedad en el puesto.
El concepto sepulta a millones de jóvenes en una realidad absoluta,

el mercado absorbe el talento, a veces hasta lo paga, pero hay tantos
jóvenes tratando de subir, que una ley de selección natural se encarga
de poner a cada quien en su sitio. Los empleadores simplemente
esperan, a veces con ansia suprema, que los talentos lleguen al
mercado, porque los necesitan para solucionar sus problemas.
D
e esta manera, no es raro encontrar los casos de buscadores
de talentos que van a reclutar a los alumnos más avanzados
de las más serias universidades en el mundo; quienes
demuestran esa s capacidades de solución obtienen
empleos remunerados muy, pero muy por encima de la media, desde
meses antes de terminar sus licenciaturas, y si no, tampoco les importa

mucho, saben claramente que el emprendimiento siempre será una
opción para ellos, en tanto encuentren entonces no un empleador,
sino un cliente capaz de consumir sus soluciones prácticas.
Lo cierto para ti, en forma incuestionable, es que de una forma o

de otra, estás inmerso en una feroz competencia contra miles de
jóvenes, y miles de no tan jóvenes, que desean la oportunidad, igual
que tú, de demostrar que pueden ofrecer soluciones a los problemas
del empleador o cliente; miles de jóvenes que esperan poder brillar
ante tal oportunidad y miles que, por la saturación de los mercados,
no tendrán siquiera una cita formal para ofertarse como opción.

Un amigo colombiano me decía que estaba impactado del nivel de
exigencia de México, ya que en cada ocasión que visitó este país, un
taxista diferente lo llevó del aeropuerto al hotel y cada uno de ellos,
según él, había terminado una licenciatura.
77
Lo que mi amigo entendió es que, para ser taxista en México, al menos
Helios Herrera
en el sector turístico, el perfil requería de un título universitario.
Él me lo decía con el mayor pragmatismo, como un atributo positivo

de nuestro país, de la Secretaría de Turismo y de la sensibilidad de
que el turismo genera millones de dólares de ingreso al país.
Mi amigo nunca imaginó que el nivel universitario de sus taxistas

no era un requerimiento de la Secretaría de Turismo, sino la triste
realidad de subempleo de mi querido México. Jóvenes y no tan
jóvenes universitarios no encuentran los espacios productivos para
ejercer sus profesiones y terminan de taxistas, sin menospreciar ese
respetable oficio. Pero la premisa básica es que lo que genera riqueza
es la solución de problemas.

Oh, triste Cualquier persona con licencia
de conducir puede solucionar
el problema de un pasajero. El
realidad... profesionista en cuestión, al

menos en teoría, debería estar
habilitado para solucionar otro tipo de problemas, definitivamente
más caros que los de un servicio de taxi.
Y aquí, por supuesto, tenemos dos alternativas: la primera es vociferar

contra el gobierno y su incapacidad de generar una economía
incluyente, productiva, veloz y toda una larga lista de etcéteras que
Helios Herrera
cualquier partido de izquierda podría enarbolar como discurso de

campaña; disculparás que no tome ese camino, pero te prometí al
inicio del libro ser objetivo y pragmático.
78
La otra alternativa es entender la incapacidad de ese taxista para

encontrar soluciones a problemas más caros a pesar de su formación
universitaria.
Y es que, si concedemos que la capacidad del país en generar

abundancia no es suficiente para solucionar la realidad económica
de ese taxista, debemos conceder también que no encuentra
opor tunidades seguramente porque no tiene la capacidad de
encontrarla s, porque hay cientos que sí la s encuentran y la s
aprovechan. Puede ser que no encuentre los problemas que debe
resolver o, peor aún, que no sepa realmente cómo resolverlos.
Que eso le esté sucediendo a algunos no necesariamente significa

que te va a pasar a ti, ya sea que el país genere o no oportunidades
y riqueza, no tendrías por qué terminar ejerciendo un oficio cuando
te has preparado para ejercer una profesión, pero cuidado, la

acumulación de conocimiento no te prepara para ejercer la profesión,
sino para aterrizar el conocimiento adquirido en casos prácticos.
Al final de la historia, la diferencia entre aquel joven que ni bien

ha terminado su carrera y ya tiene un escritorio en el programa de
desarrollo de talentos de alguna multinacional, y el otro que termina
de taxista después de 27 meses de no encontrar empleo, se empezó a
gestar justo en las aulas y no en el entorno socioeconómico del país.
Hablaré de los datos que conozco de México, pero te aseguro que,

porcentualmente, no serán demasiado diferentes a los de otros países

de América Latina.
79
Helios Herrera
Se critica mucho a México por su actitud individualista en el deporte. Se

dice que somos una potencia en toda disciplina que no implique hacer
equipo. Algunos ejemplos: Clavados, Halterofilia, Carreras de medio
fondo, Maratón, Golf, Carreras de velocidad, Ciclismo, Tae Kwon Do,
Patinaje y Box.
Creo que el problema no está en la determinación y en los riesgos que
se toman de manera individual, sino en el tan escuchado “fenómeno del
cangrejo”, en el que siempre tratamos de frenar la carrera de otros para
tener a quién culpar por nuestros miedos e incompetencias.

No puedes esperar a
graduarte para
empezar a enfocarte.
Debes aprovechar
la formación
universitaria, pero
ya medianamente
enfocado o enfocada
al tipo de problemas
que a ti te gustaría
solucionar para un
empleador o cliente;
y, sólo sabiéndote
bien preparado, salir al
mercado a competir
por tu espacio.

✔
Tu profesión:
¿contra quién
y contra
cuántos
es la carrera?
Ahí te van unos
numeritos...

Agárrate.
Ahí te voy...
Unos cuantos
numeritos...

Al cierre de la primera edición de este libro estamos en el cuarto
trimestre de 2010. En México se está levantando el Censo de Población
y Vivienda que regirá la estadística de los próximos 4 años, por lo
tanto, la información que puedo ofrecerte obedece al censo de 2009,
en el que se reportaron 103 millones de habitantes en todo el país,
¿lo redondeamos a 100 millones para hablar de cifras cerradas?
Cerca de 40% de mexicanos viven en condiciones de extrema

pobreza, lo que los descarta como competidores tuyos, vaya, ya los
dejaste atrás, o mejor dicho, los dejaron atrás de ti tus padres, que
te posicionaron en la realidad que actualmente vives.
Helios Herrera
47 millones forman la población económicamente activa,

es decir, que con todo y los niveles de pobreza, sólo 4 de cada 10
84 mexicanos trabajan, y entre 4 de cada 10, mantienen a los otros, que
seguramente son ancianos, niños, enfermos o haraganes.
Bien, nuestro país tiene un déficit de cerca de 2.8 millones

de empleos, más lo que se acumule cada año entre la cantidad de
jóvenes que se insertan en la vida activa y la cantidad de plazas de
trabajo que logra crear la economía.
Así que si, por ponerte un ejemplo, en 2010 tenemos menos 2.5
millones de empleos y se graduarán cerca de 300 mil jóvenes,
tendremos una necesidad de 2.8 millones de empleos al cierre del
año, menos las plazas que ha logrado generar, en un año récord
esperamos cerrar de manera optimista con 500 mil nuevos
empleos , significa que el déficit de empleo formal será de 2.3
millones.

2.3 millones de jóvenes, universitarios
o no, que no alcanzarán a obtener un
empleo formal.
Voy a ser benevolente en el planteamiento de las premisas y no
te voy a decir que compites contra esos 2.3 millones de personas.
Déjame dar por sentado en un mundo ideal y casi fantástico, que
por el sólo hecho de estar cursando una formación universitaria y
titularte te has puesto por encima de millones de mexicanos en la
lista de la competencia; pensemos que tu solo título te exonera de las

condiciones de inequidad, injusticia o incapacidad de la economía
formal de generar fuentes de empleo.
Con todo, de esos 500 mil empleos menos de 200 mil tienen perfil
universitario, lo que de todas formas arroja un déficit de 100 mil
empleos anuales con perfil de profesionista. Vaya, si jugáramos a las
85
sillas musicales, 100 mil jóvenes este año se quedarán sin silla-empleo
Helios Herrera
en la economía formal.
Pensarás que éstos tendrán la posibilidad de jugar con los empleos

que el aparato formal genere el próximo año, pero te recuerdo
que las universidades generarán también otros nuevos 300 o 310
mil nuevos titulados, así que la condena real es que habrá 100 mil
titulados universitarios en el subempleo este año, otros tantos el que
sigue y otros tantos los próximos, quién sabe cuántos se acumularán
inexorablemente. Y, ¿qué le pasa al valor de un jitomate cuando hay
muchos jitomates en el mercado? Disminuye.
Hay tantos egresados buscando y esperando emplearse, que el valor

de sus soluciones en el mercado disminuye; si de por sí, ya habíamos
establecido que el título no necesariamente los habilita para ofrecer

soluciones tangibles a los problemas de los empleadores o clientes,
sumemos la variable competencia. Aun pensando que eres muy
eficiente, el valor que el mercado pagará por tus soluciones está a la
baja por la mera presencia de miles de competidores.
Pero, además, existe la condición de la calidad de la competencia.

No estás compitiendo contra cualquier “baboso”; ahí te van otros
numeritos…
Para que surja un “Joven Talento” se requieren aproximadamente 3

mil jóvenes matriculados.
Helios Herrera
Te cuento: de cada 100 personas que inician la universidad, solamente

la terminan 22, de los cuales se titulan 18. De cada 100 que terminan
86 y se titulan, solamente 20 terminan un posgrado con éxito, y de cada
100 que terminan su formación profesional con maestría, sólo 2, en

promedio, logran la condición inmediata de “Joven Talento”.
Muchos otros pueden irse desarrollando y llegar a la definición de

aquéllos que mejoraron su nivel de vida en forma integral aplicando
lo que aprendieron, pero solamente 2 están en ese nivel justo al
graduarse.
Si las matemáticas no me fallan:
Empezaron
la universidad Terminarán como
Licenciados
Posgraduados
Jóvenes Talento

Los números parecen ser fríos y escandalizantes, pero si nos
desviamos un poquito, tomamos la muestra desde los que empiezan
la preparatoria, y consideramos que da cada 100, solamente 25
inician la universidad, necesitaríamos 5,500 jóvenes para encontrar
un “Joven Talento”.
Ahora bien, y sólo para los que les guste sentirse importantes, diremos
que si estás en la universidad y ya te graduaste, dejaste atrás en la
carrera a millones de personas que simplemente no empezaron, a
decenas de miles que se quedaron en secundaria, a miles que se
quedaron en preparatoria y estás compitiendo contra cientos en tu

mismo nivel.
Pero hay un punto que complica la ecuación: la globalización. Resulta

ser que hoy, de cada 10 ejecutivos de dirección para arriba en México,
3 son extranjeros y la tendencia va en aumento.
87
La globalización de inmediato agregó dificultad a la competencia
Helios Herrera
laboral, elevó el nivel de exigencia y cambió el estándar del mercado.
Mientras que los jóvenes mexicanos estamos pensando en votar en
La Academia o en Latin American Idol (y dije tristemente votar, ni
siquiera están soñando en participar porque se saben por debajo del
nivel o les da flojera ir a la audición), los jóvenes japoneses, indios,
chinos y muchos centroamericanos están no preocupándose, sino
ocupándose por afinar las capacidades que pretenden ofrecer al
mercado empleador cuando egresen.
Hemos desenfocado nuestro esfuerzo debido a una crisis, primero

económica, y luego de liderazgo y de valores. La actitud de apatía
y desánimo es tan aguda, que tiene a muchos de tus compañeros
anquilosados, sin poder avanzar ya no digamos en sus carreras,
sino en sus vidas mismas. El asunto es que, en unos cuantos años,

no tendrán más opción que salir a trabajar y producir lo necesario
para sus familias con o sin depresión, y se encontrarán con los
competidores que estoy describiéndote.
Helios Herrera
88
Las condiciones de la ciudad de México y, en general, de todo el terreno

nacional, son adversas para cualquier corredor común. La altura, la
contaminación y el poco apoyo de la gente hacen que la calle sea una
verdadera pista de entrenamiento. Curiosamente, los corredores más
destacados vienen a entrenar a México desde África, pues lo encuentran
realmente retador. El que la hace en México, la hace donde sea.

¿Por qué debería yo contratar a un
mexicano que llega tarde, se viste
mal, tiene faltas de ortografía y se
queja de que le queda muy lejos la
oficina, cuando tengo un chino que trae
mejores credenciales, excelente actitud,
no le importa venir desde el otro lado
del mundo y me cuesta lo mismo o un

poco menos?
México
Mientras que México produce un Joven Talento: 1
Helios Herrera
89
China India Estados Comunidad
Unidos Europea
1,300 1,100 700 400
¡ Sólo hasta aquí llevamos 3,500 por cada mexicano! ¿Alcanzas a

dimensionar el nivel de competencia que tiene y tendrá el mundo
cuando salgas de la universidad? ¿Ves el nivel al que te enfrentarás
cuando termines tu preparación y empieces la verdadera carrera?
Significa que para estar en igualdad de condiciones y ofrecerle

3,500 talentos al mundo, México requiere algo así como 9 millones

seiscientos mil jóvenes. Y no solamente se debe a que esos países
sean más eficientes produciendo talentos, sino también a que son
muchísimos; ¿qué tal si te pido contar a mil millones de chinos?;
aunque fueran igual de eficientes o ineficientes para producir talentos
que nosotros, la sola ventaja numérica nos aplasta. En la frontera de
la calidad de la competencia la diferencia tal vez es que se saben
tantos, que los jóvenes entienden desde muy temprano que si no se
enfocan y aprovechan su formación universitaria al 100% desde el
primer día, estarán fuera de toda posibilidad de aspirar a niveles de
calidad de vida mínimos.
Helios Herrera
Debido a la sobrepoblación, los niños chinos son preparados para

desarrollar al máximo sus capacidades, ya que saben que tendrán que
mantener a sus padres cuando éstos sean ancianos, luego entonces,
90 se les exige desde temprana edad la creación de estructuras mentales
de proactividad, productividad, solución de problemas, razonamiento

lógico, aritmético, arte y música. ¿Qué tal?
Hace unos 10 o 15 años, en mi generación, estas variables ni siquiera

se discutían. ¿Qué nos importaba a mis compañeros y a mí que hubiera
o no un montón de chinos?, no existía la posibilidad de que nos
afectara. Hoy en día, la globalización y las condiciones tecnológicas
del mundo han subido a todos a la misma cancha; y con esto han
elevado el nivel de calidad de la competencia en forma bestial.
Los empleadores o clientes no tendrán preferencias étnicas ni

prejuicios. Buscan recibir soluciones prácticas y eficientes a sus
problemas y necesidades, y darán su dinero a quien se las ofrezca.
Para decírtelo a la cara: contratarán a los mejores que puedan pagar,
y como hay tantos, seguro no pagarán demasiado.

En mis tiempos, la amenaza de los chinos se reflejaba en los
productos que comprabas en la calle; muchos negocios empezaron
a desaparecer porque llegaban mercancías más baratas desde el
continente asiático. Si bien es cierto que la calidad de esos productos
era dudosa, lo es también que el mercado empezó a consumirlos por
encima de los nacionales; mientras la calidad de estos productos
fue aumentando, miles de empresas mexicanas fueron quebrando
y cerrando, hoy todavía encuentras productos terminados chinos
de mayor calidad y a menor precio, que las materias primas para
producirlos en México. A sí, cientos de industriales que antes
producían, se han convertido en meros importadores y, con todo,

ganan más dinero.
Por supuesto, la producción se fue del país y las fuentes de empleo

se crean, pero del otro lado del mundo, bueno, eso fue en mi mundo
y en mi juventud, tú ahora la tienes aún más difícil. Asia y los países
desarrollados no sólo están exportando productos de muy buena
calidad, sino que también están exportando “Jóvenes Talento”, mano 91
Helios Herrera
de obra perfectamente calificada y desarrollada, acostumbrada
además a cobrar poco y a ser muy eficiente. Puedes, desde luego,
dormir sobre laureles y pensar que no te afectará, pero puedes
también entender el problema y empezar a preocuparte u ocuparte
del problema antes de que se te presente.
Por supuesto, y para acabarla de fregar, si es que no la habías sentido

fregada todavía, debo recordarte que todas aquellas personas que
llegaron antes que tú al mercado laboral y que hoy ya tienen empleo
o negocio propio, también quieren pagar la renta y alimentar a sus
familias, así que harán lo que sea necesario para mantener sus
puestos o clientes.

Pero no sólo eso, ¡por supuesto que también quieren crecer en sus
carreras y en sus vidas!, así que ni bien acabes de festejar porque
conseguiste empleo o clientes, te encontrarás con competidores que
te aventajan en experiencia práctica y posicionamiento que quieren
mantenerlo. Al tener más tiempo en el mercado, son más valiosos
que tú, sus soluciones a los problemas de empleadores y clientes
presumen ser más óptimas porque están más calibradas.
Si fueras empleador o cliente y tuvieras que decidir entre otro y tú

mismo, pensando en que ambos tuvieran exactamente las mismas
credenciales… ¿a quién elegirías usando el pensamiento lógico?, ¿a
Helios Herrera
cuál le pagarías más usando el mismo criterio?
Mi abuela me decía hace 20 años: “Busca algo que te guste hacer y

92 en lo que seas mejor que 10 mil personas y siempre te irá bien”, ella
no sabía que el mundo se convertiría en lo que es y que el pronóstico

cambiaría tanto. Para el 2025 deberás encontrar algo que te guste
y en lo que seas mejor que 200 mil personas para garantizar que
realmente te va a ir bien.
Bueno, sólo me faltan las galletas de animalito para ayudarte a cortar

tus venas, sé que las últimas cuatro páginas parecen sacadas de la
Divina Comedia, justo del cuarto infierno, espero habértela dibujado
gris… casi negra.
Primero, porque ten por seguro que está aún más difícil de lo que
soy capaz de describir. Segundo, con la intención de que te duela
el diente antes de que sea necesario sacarlo, quiero proponerte, sin
sermonearte, que debes reconsiderar algunas cosas de tu conducta
cotidiana mientras estás en la universidad, pensar un poco en
prepararte para enfrentar y afrontar la realidad inexorable que te
espera.

Tanto el ganador del maratón como el que llega en último lugar, tienen
que recorrer el mismo camino, la misma distancia, y ven el mismo paisaje.
Lo único que tienen de diferente estos corredores, son sus objetivos. Y
aunque México ha sido una potencia en carrera de fondo, cada vez son
más los colegas africanos que reciben patrocinios por su gran desempeño,
así como las mejores posiciones en el ranking mundial.

✔
Otra sopita
de realidad...
Déjeles
escuela
comadre.

La cultura latina, más específicamente la mexicana, le da valor
económico y patrimonial a dos cosas como prioridades de vida: una
casa propia y el título universitario de los hijos.
No importa que en algunos casos existan bandidos que venden

créditos hipotecarios con costos de intereses de más de 40% anual
durante 40 años, y que al final del plazo tu casa no valga ni la mitad
de lo que debes solamente de intereses. Con todo, las personas sienten
que el esfuerzo de comprar su casa lo vale.
No importa si durante 10 años han pagado de intereses el doble de

Helios Herrera
lo que hubieran pagado de renta, ni que los primeros 25 años del

crédito no se empiece a abonar nada a capital; la idiosincrasia, en
todo caso, dice que es mejor tener tu casa.
96
No quiero descalificar a las excelentes empresas y condiciones que

ofrecen para que miles de personas compren su patrimonio, sólo
hago referencia a que hay casos extremos en el mercado que, con
todo, operan y venden cobijados en el paraguas de la creencia y
cultura popular.
De esta misma manera, puedes encontrar el caso de doña Margarita,

quien siendo madre soltera ha consagrado, literalmente, su vida a
sacar adelante a sus tres hijos y se ha comprometido a darles carrera
a todos, aún con inhumanas jornadas de trabajo y en medio de todo
tipo de privaciones y sacrificios. “Déjeles carrera comadre, y les
estará dejando algo”.
Tampoco hay que dramatizar demasiado la escena, cualquier padre

o madre de clase media y hasta alta se va a dormir tranquilo o
tranquila sabiendo que “yo no les voy a dejar grandes fortunas, pero
mi herencia es dejarles escuela”.

Bueno, la me n to in fo r ma rle s qu e , a l me n o s
económicamente hablando, un título no le
garantiza ningún tipo de prerrogativa práctica.
Nuevamente viene a cuento la sentencia “la gente no te pagará

por lo que sepas, sino por lo que hagas con lo que sabes”. Miles de
jóvenes, como ya lo establecimos antes, salen de la universidad y
rentan su tiempo y conocimiento por menos de lo que les costó a
sus padres la colegiatura mensual, y el problema es justamente ese:
rentan su tiempo y su conocimiento, no la solución de problemas a
sus empleadores o clientes.

Al final, tus padres podrán haber hecho cualquier sacrificio, pero
lo que termine por afectar realmente tu vida será el cúmulo de
decisiones y acciones que lleves a la práctica, nada más.
97
Helios Herrera

Cachetadas en seco
La Organización de las Naciones Unidas (onu),
establece en un ensayo que “analfabeta” en el
2025 será aquél que no hable inglés y domine una

computadora.
Para el 2035 el ejecutivo promedio, el mediocre

pues, hablará su lengua materna, inglés y chino,
y el ejecutivo brillante al menos dos idiomas más.
99
Bill Gate s dice : “Si ter mina ste tu for mación
Helios Herrera
universitaria hace dos años, te preparaste para un
mundo que ya no existe”.
El 80% de las carreras del mañana aún no existen,

ya que los problemas del mundo de entonces son
totalmente desconocidos, es decir, que tendrás que
prepararte para solucionar problemas que todavía
no conocemos.
Cada dos años el mundo renueva los requerimientos

tecnológicos, de tal suerte que 50% de lo que
apr ende s, en un a ño e s t á r eba s ado p or la
tecnología apenas tres años después.

✔
Qué debes
dejar de
hacer
al respecto
y qué
sí puedes
hacer.

Sé que te he planteado un escenario rudo y podría decirse que hasta
desalentador. De entrada, cualquiera podría darse por vencido
antes de intentarlo; te he descrito tan ruda la competencia y tan
áspero el terreno de juego, que podríamos salir por la tangente y
concluir: ¿para qué estudio?, ¿para qué termino la carrera y me
esfuerzo si de todas formas al titularme no estaré siquiera cerca de
los competidores más fuertes? “Es más, dejaré la escuela en este
mismo momento y me dedicaré al negocio informal”.
Pero este tipo de pensamiento sólo calificaría en la mentalidad de

mediocre, quien se queda a la mitad de cualquier meta y “medio
Helios Herrera
cree” en sí mismo.
Si ésa es tu forma de pensar, si realmente crees que no tiene sentido
102 continuar porque la descripción de la realidad que te espera es tan
aguda, ni siquiera me preocuparía por dibujarte la realidad que te

esperaría en el supuesto caso que decidas claudicar. No me merecería
la pena siquiera distraerme unas cuantas páginas para pintarte ese
cuadro; sería tanto como darle mucha importancia a un débil cerebro
arraigado a la medianía; si ése es el caso… simplemente trátame
igual, tírame a la basura con todo y mi libro y que te vaya lo menos
mal posible en tu vida. Y que Dios te bendiga.
Verás, conozco muchas personas que me llevan más de 20 años de

vida; muchas de ellas me han confesado que, a la distancia, recuerdan
uno o dos libros que leyéndolos en su juventud, les dieron un enfoque
diferente a su existencia, les permitieron un contrapeso a la toma de
decisiones y marcaron así sus vidas.
Yo mismo puedo recordar al menos tres libros trascendentales en mi

juventud. Pero ninguno de estos libros, ninguna de estas personas,
manifiestan: “Dejé de estudiar y tiré mi vida a la mediocridad porque

leí un libro”, por el contrario, de los textos que hacen una diferencia
en tu vida recuerdas aquéllos que te mostraron algo diferente a lo que
veías o te mostraron la misma realidad, pero de diferente manera.
Mi intención al compartir esta información, como lo afirmo en la
dedicatoria, es tratar de hacer un esfuerzo por decirte las cosas que
me gustaría que algún desconocido les dijera a mi hijos cuando
tengan tu edad. Y, por supuesto, no para derrotarlos antes de empezar
el viaje, sino para inspirarlos y prevenirlos.
Si bien es cierto que te he descrito una realidad ruda, lo es también que
todavía no hablamos de ti. Serán tus capacidades las que se medirán

contra esa realidad y será de acuerdo con tus tamaños personales que
esa realidad se vea amenazante, cordial o, incluso, hasta alentadora;
para algunos será hasta fácil y repleta de oportunidades, dependerá
de lo que estés hecho; más que eso: de la conciencia que tengas de
tus propias capacidades y talentos.
103
Mientras tanto, dame oportunidad de sugerirte lo que no puedes
Helios Herrera
hacer al respecto y lo que, desde mi punto de vista, sí puedes hacer.

Evita siempre:
1.
Darte por vencido y claudicar a media carrera simplemente
porque parece muy difícil.
2.
Perder tiempo en niñerías y desperdiciar la extraordinaria
opor tunidad que tienes hoy de recibir una for mación
Helios Herrera
universitaria. No me importa si te la pagan tus padres, el Estado

o tú mismo.
104
Regocijarte cuando la universidad “se va a la huelga”, cuando
3.
falta un maestro mediocre a su clase y les da“tiempo muerto”,o

cuando otro,estúpido e inconsciente,te propone un intercambio
de calificaciones por botellas.
4.
Permitir que tu experiencia universitaria sea desperdiciada, ya
sea por ti,por tus maestros o por la institución en la que estudias.
5.
Pensar que esta etapa de tu vida termina cuando recibas el título,
si te enfocas en un objetivo tan básico, recibirás un resultado
igual de básico.No estudies sólo para pasar un examen,absorbe
el conocimiento e intégralo en tu vida para aprender, para
aprehenderlo, para hacerlo tuyo y tenerlo a la mano cuando
necesites de él para venderle soluciones a tu empleador o cliente.
Si le apuntas al árbol es posible que le des a la piedra, si quieres
darle al árbol, prepárate para apuntarle a la estrella.

6.
Tomar a la ligera tu formación universitaria; aprovéchala,
deja a un lado las estupideces.
7.
Convertirte en un nerd pensando que lo único importante
en este momento de tu vida es el conocimiento teórico,
porque no es verdad. Tu carrera es cosa seria, profesional,
pero tu juventud también lo es. Diviértete mientras pasas
por este entrenamiento,puedes encontrar un balance entre
disfrutar de tu edad y juventud y echarle profesionalismo y
seriedad a tu carrera.

8.
Dejar la diversión en la carrera. Piensa en un jugador de
futbol americano que está disputando el Súper Tazón; el
juego es cosa seria, pero si no se divierte en el camino es
muy posible que pierda el partido.
105
Helios Herrera
9.
Ser benevolente contigo mismo, si sabes que puedes dar
más, dálo. En tu formación, en tu vida, en tus relaciones, en
tu cotidiano existir, rétate constantemente, sólo dando lo
mejor de ti puedes encontrar y recibir lo mejor de la vida.
10.
Desenfocarte:si un marinero desvía el timón sólo dos grados
y se va a dormir la siesta,cuando despierte se dará cuenta de
que estará a miles de millas de distancia de su objetivo,una
pequeña desviación inocente multiplicada por un periodo
de tiempo significativo genera vidas completamente
diferentes a las que habíamos soñado a los 17 años.

Lo que ✔
sí puedes
hacer
1. Anticípate.
2. Especialízate.
3. Enfócate.
4. Ten un método de estudio enfocado
a resultados de la vida cotidiana.
5. Desarrolla capacidad para solucionar
problemas.
6. Desarrolla competencias sociales
y humanísticas.
7. Vende tus habilidades, no tus
conocimientos.
8. Apúntale a las estrellas.
9. Busca el emprendimiento.
10. Aviéntate, estás bien preparado...
¡corre la carrera con entusiasmo!
11. Nunca dejes de entrenar.

1. Anticípate.
¿Recuerdas la analogía que hicimos antes con el Maratón de Nueva
York? No puedes empezar a prepararte para la carrera el mero día,
el tipo de entrenamiento que decidas establecer será de acuerdo
con tus objetivos previos. Imagina por un momento que tuvieras la
oportunidad de empezar a correr dos horas antes, ¿mejorarían en
algo tus posibilidades de triunfo?
Resulta ocioso que los jóvenes recién egresados repitan estúpidamente
que no entienden cómo es que los empleadores buscan “recién
Helios Herrera
egresados” y al mismo tiempo

“con experiencia de dos años
e n pue s to s s i m i la re s”. Por
108
supuesto que, si no hicieron la
tarea antes, tal perfil pareciera

una burla.
Lo peor del caso es que es la

bandera que enarbolan miles
de jóvenes ante su incapacidad
para encontrar empleo, ya no
diga mo s bien remuner ado,
sólo empleo.
L a p a l a b r a c l av e a q u í e s
anticipación.

La respuesta es obvia; mi hijo de 8 años se la sabe (realmente le
pregunté): ¿Cómo puedes ser recién egresado y tener dos años de
experiencia en puestos similares? Empezando a acumular experiencia
dos años antes de egresar.
En la universidad adquieres conocimientos, en la calle adquieres
experiencias. Y lo escribo en plural: experiencias, no experiencia.
Hay personas que tienen 20 años de antigüedad en un empleo y sólo
un año de experiencia, es decir, aprendieron cosas un año y llevan
19 más repitiendo lo que acumularon en el primero. Tu empleador
o cliente pagará la capacidad que tengas de solucionar problemas;

la formación que recibes en el aula debe irse ajustando en la vida
cotidiana, ya que es ahí donde surgen los problemas que hay que
solucionar. La velocidad con la que cambian los problemas y sus
motivos de origen es varias veces más rápida que la velocidad con
las que las universidades actualizan su plan de estudios, así es que la
única forma posible de egresar y estar actualizado al mismo tiempo,
109
es anticipándote y empezando a colaborar en algún “puesto similar”
Helios Herrera
(al que solicitan con experiencia) un par de años antes de graduarte.
Encontrarás buenas razones y opor tunidades para hacerlo: tu

perspectiva cuando estés en el aula cambiará dramáticamente, te
harás más exigente como alumno y más selectivo en la cantidad
y tipo de información de la que te apropias. Como no estarás
trabajando necesariamente para ganar dinero, sino, más bien, como
un complemento práctico de tu formación profesional, podrás darte
el lujo de solicitar un espacio en las compañías y en los puestos que
deseas, siempre y cuando vendas bien tu propuesta, será mucho más
sencillo colocarte como voluntario que como empleado.

Pasados unos cuantos meses, si realmente aportas a la empresa en
cuestión, ésta te hará una propuesta de retención, si no, no importa,
seguro te premiará con una carta de recomendación con la que
podrás demostrar experiencias.
Puede ser que haciendo esto retrases un año tu graduación, tal vez
hasta 18 meses, ya que seguramente te resultará muy difícil cumplir
bien en ambos compromisos, pero créeme que vale la pena, tómalo
como laboratorios prácticos; lo más importante es que te permite
calibrar los conocimientos teóricos con la vida cotidiana, generándote
una gran ventaja competitiva. Dicho sea de paso, aquéllos que
Helios Herrera
estudian y trabajan para fondearse a sí mismos, lo hacen desde

siempre y no les resulta imposible; mi reconocimiento a cada uno
de ellos.
110

2. Especialízate.
La especialización posibilita la profesionalización de los conocimientos
que has obtenido. Especializarte es hacerte especial, por lo tanto,
sobresalir.
Con todos los datos que has leído en este libro, seguro no debo hacer
demasiado esfuerzo para transmitirte que la formación universitaria,
la que realmente puede colocarte más adelante en la línea de salida
y asegurarte mejor lugar en la competencia real, ésa no termina
de ninguna manera con el grado de licenciatura. Vaya, es un asunto de

matemáticas elementales.
¿Qué tan especial puedes ser entre 300 mil jóvenes que se gradúan el
mismo año que tú en el mismo país?, la especialización te distingue
por encima de toda tu generación y te aporta, además, un perfil ya
de entrada atractivo. 111
Helios Herrera
En promedio, cualquier persona con grado de maestría percibe
entre 25 y 40% más salario en el mismo puesto, pero mejor aún,
son promovidos en un promedio de menos de 18 meses a puestos
superiores.
Por otro lado, la especialización no sólo se obtiene con un posgrado,

el concepto básico es hacerte especial, destacar entre miles de
personas, claro que continuar por un grado académico es un camino,
pero no el único.
La mezcla de conocimiento y experiencias que puedes ir acumulando

con la anticipación, va desarrollando en ti la capacidad de conocer
a fondo tus talentos, ir descubriendo no para qué eres bueno, eso

sería muy mediocre, sino qué te gusta más hacer. Tú debes elegir tu
vocación, no al revés. Cuando encuentras que disfrutas una actividad
por encima de otra, cuando descubres el tipo de problemas que te
apasiona resolver, tienes una ventaja extraordinaria por encima de
toda tu generación, ya que no sólo estarás trabajando con la teoría y
el conocimiento necesarios, sino también, con toda la emotividad que
tienes, podrás significar tu tarea cotidiana; puedes entonces enfocarte.
Helios Herrera
112
In Desenfocus. Greenbox.

3. Enfócate.
“Lo mejor de ti
en un mismo punto”.
El sol es la máxima fuente de energía de nuestro sistema de vida. De
hecho, nuestro planeta forma parte del sistema solar, quien recibe su
nombre justo en reconocimiento a tal fuente de energía, sin la cual
la vida sería inexistente.
Si exponemos una frágil y delgada hoja de papel a la presencia

constante del sol, ¿qué pasaría?, la respuesta inmediata es ¡ se
quemaría! Pero piénsalo dos veces, ¿realmente se quemaría?, la
respuesta es no. Si mantenemos la exposición de la hoja al sol, a lo
mejor después de unos 6 o 7 meses se pondría amarillenta y seca;
pero aún después de un par de años no generaría combustión, a
pesar de contar con combustible, oxígeno y calor. 113
Helios Herrera
Para que la hoja de papel logre incendiarse hace falta un elemento
más… enfoque. Si entre el sol y la hoja de papel colocamos una
lupa que tome una pequeña, pequeñísima cantidad de energía y la
concentre en un específico punto, entonces sí generamos combustión.
El sol, la máxima fuente de energía de nuestro sistema de vida, es
incapaz de generar la mínima respuesta si no lo enfocamos.
Cuando sabes en qué te quieres especializar, puedes entonces

encontrar lo mejor de ti mismo y enfocarlo al mismo punto. Sin duda
alguna, como el sol, eres una fuente de energía constante y fantástica.
Con tu capacidad, tu conocimiento, tu profesionalismo, tu creatividad
y tu entusiasmo, seguro puedes lograr todo lo que quieras, pero como
el sol… enfócate.

No te digo que sea imposible que logres cuatro cosas al mismo tiempo,
pero sí que es mucho, pero mucho más difícil lograrlas juntas que
una por una.
D
ice el viejo refrán: “El que mucho abarca poco aprieta”,
entonces, enfócate.
Por otro lado, enfocarte no significa convertirte en un zombie

antisocial, aislado y completamente célibe. Conozco personas que
Helios Herrera
no se permiten una taza de café con los amigos de vez en cuando

porque, según ellos, no quieren distraerse de sus estudios.
Enfocarte es encontrar lo mejor de ti y depositarlo en el mismo sitio,
114 no aislarte o hacerte gris la juventud en aras de un mal entendido
ejercicio de concentración.
Puedes combinar perfectamente distintas actividades siempre y

cuando estén en facetas diferentes de tu vida y tengas claros tus
objetivos. Vaya, si al mismo tiempo quieres pertenecer a la selección
deportiva de tu campus, ser becario 10 horas a la semana y tener el
mejor promedio de la clase, a lo mejor encuentras dificultad para
sobresalir en las tres cosas. No te digo que dejes una actividad o
la otra, sino que clarifiques tus objetivos y expectativas en cada
una de las tres. Bien puedes combinarlas, pero con la conciencia
clara respecto a en qué debes enfocarte… si en tu plan de vida no
está conseguir una beca universitaria en el extranjero por ser
deportista, simplemente disfr uta e sa actividad al 10 0 % , pero
reduce tus expectativas prácticas de la misma. Ten claras las
prioridades en tu momento de vida y combina las actividades que
puedas de acuerdo con el orden de prioridades que hayas
establecido, y si de plano tienes que cancelar alguna… enfócate.

4. Ten un método de estudio
enfocado a resultados de la
vida cotidiana.
Por una deformación en el modelo educativo de los países en vías
de desarrollo, por un arraigo cultural a la ley del menor esfuerzo,
la mayoría de los jóvenes aprendimos una visión de corto plazo en
nuestros esfuerzos.

Déjame darte un ejemplo pragmático: seguro tus abuelos y los
padres de tus abuelos eran ahorradores. No sabes bien ni cómo ni
dónde, pero siempre podían disponer de un “guardadito” en caso de
emergencias, simplemente así fueron educados.
Por otro lado, es probable que veas a tus padres siempre con
dificultades para ahorrar sistemáticamente una porción de su 115
ingreso. Siempre hay una buena razón para no hacerlo, a pesar de
Helios Herrera
que sabemos que con un minúsculo ahorro cotidiano aseguraremos
una vejez tranquila.
Mis amigos se burlaban de mí porque corría con mallas para protegerme

del frío, me untaba petrolato en el cuerpo y me ponía bandas curativas en
los pezones para no rozarme. A las chavas les sacaba de onda que hiciera
una hora de aerobics o spinning con ellas, pensaban que era imposible
ligarme. Nadar los domingos por la tarde en lugar de dormir siesta o ver
el futbol no era lo grave, sino tener el pecho y las axilas depiladas. Ésa
era la facha de un corredor decidido.

El asunto es que en la época en que tus padres eran niños aprendieron
que el dinero perdía todo su valor si lo guardaban, literalmente una
televisión podía costar 20 o 30% más el siguiente fin de semana, ya
que las crisis económicas y las devaluaciones y demás fenómenos
económicos así lo establecían. Tus padres aprendieron (aprendimos)
a tener visiones económicas de corto plazo, mientras tus abuelos
aprendieron que podían, literalmente, enterrar su dinero en el patio
de la casa y éste seguiría valiendo, incluso un poco más en el futuro.
No es de extrañar que nuestros abuelos tuviesen estructuras de

Helios Herrera
valores de largo plazo, estrategias de vida de largo plazo, matrimonios

y amistades de largo plazo, vidas y salud… de largo plazo.
Bien, la condición social que prevalecía cuando tú eras infante te
116 entrenó al corto plazo; tu cerebro aprendió a estudiar para pasar el
examen y nada más, la información se acumula en tu memoria de

corto plazo y no se relaciona con ninguna función práctica, luego
entonces, se olvida.
Piensa en tu cerebro como en una computadora: si trata s de

almacenar todo en tu disco duro la volverás lenta eventualmente, sé
que se han inventado dispositivos casi ilimitados de almacenamiento,
de hecho, tu cerebro así funciona, pero… ¿podrías leer todos y cada
uno de los archivos que están guardados en tu disco duro?, ¿cuánto
tiempo te llevaría?, ¿le encuentras sentido a hacerlo? Por supuesto
que con que sepas en dónde está la información cuando la necesites
es suficiente, ¿verdad?
Pues bien, en tu experiencia formativa sucederá algo similar, aquella

información que no signifiques con alguna relación a tu vida cotidiana
y a la posible solución de problemas de tu empleador o cliente,
simplemente será agregada a tu memoria de corto plazo, te será de

gran utilidad el día del examen, pero eventualmente será desplazada
a una parte más profunda de tu cerebro para poco tiempo después,
ser desechada.
De la misma manera en que a veces desfragmentas el disco duro de tu

lap top, pierdes información por un virus, actualizas y borras incluso
accidentalmente tus carpetas, igualmente tu cerebro administra la
información que recibe día a día.
A
sí pues, si yo te reto a que recuerdes cómo funcionaban

las ecuaciones de tercer grado que tanto te divertían en
primaria, es posible que hoy no tengas ni bendita idea
de cómo se hacían (al menos a mí me sucede), luego
entonces, no apuestes a tu disco duro, sino a tu procesador.
He aquí un reforzador a la impor tancia de tener experiencias
laborales mientras estás estudiando los últimos semestres de tu 117
formación, tendrás la oportunidad de ir significando la información
Helios Herrera
que recibes en el aula versus la vida cotidiana, reforzando el proceso
de entendimiento, pero más aún, acomodando todos tus recursos
profesionales en una dinámica caja de herramientas, teniéndolas a la
mano para solucionar los problemas reales de tu empleador o cliente.
Ve por el largo plazo.
Aunque hayas corrido miles de veces, te hayas “cuidado”, estés muy

motivado, tengas los mejores tenis y el mejor amuleto, no sabrás qué tan
bien preparado estabas para correr el maratón hasta que hayas cruzado
la línea de meta.

5. Desarrolla capacidad
para solucionar problemas.
Te guste o no, la vida que te espera estará regida por una competencia
férrea. Serán aquellos competidores que sepan solucionar problemas
los que sobresalgan. Nunca estarás suficientemente preparado para
la vida, sino hasta que empiezas a vivirla.
Si las parejas esperáramos a estar preparados para tener bebés, no
habría explosión demográfica. La verdad es que para 70% de las
Helios Herrera
cosas no estás preparado hasta que las haces. Lo bueno de esto es

que puedes anticiparte, especializarte y enfocarte proactivamente
en ese 30% de cosas para las que podrás estar preparado.
118
Cuando tengas un bebé y necesite leche a las tres de la mañana, no
podrás darle “una copia del examen del vecino”, tampoco podrás
pedirle a tu mamá “que te pase los apuntes” y, por supuesto, no
podrás pedirle a Dios que en ese momento se detone una “huelga
de infantes” para postergar la solución a tu problema unas cuantas
semanas. Tendrás, simple y llanamente, que conseguir leche.
La vida te tratará de acuerdo con la capacidad que tengas o desarrolles

para solucionar problemas. Recuerda lo que hemos establecido: “A las
personas no se les paga por lo que saben, sino por lo que hacen con
lo que saben”. Seguro conoces personas que no eran tan brillantes en
el pasado o al menos, así te lo parecía porque no eran tan matados
ni se desvelaban toda la noche previa a exámenes y, sin embargo,
han avanzado en sus vidas y en sus carreras en un par de años, lo
que la mayoría no avanza en décadas.

Fíjate en ellas, trata de encontrar factores de éxito y te darás cuenta
de que lo que verdaderamente hace la diferencia es que le solucionan
problemas a los demás, problemas de preferencia caros o muchos,
pero problemas.
Por supuesto que no utilizan todo el conocimiento que adquirieron

en su formación universitaria, pero cuando necesitan de él “saben
dónde lo dejaron”. Se vuelven indispensables para sus empleadores
o clientes, por lo tanto, reciben de ellos mayores retribuciones.

119
Helios Herrera
Estábamos cruzando el Queensboro Bridge para llegar a Manhattan,

después de unos 22 o 23 km, cuando alguien nos gritó: Hey, mexicanos,
move, move! (quítense mexicanos que ahí les voy). Obedientes nos hicimos
a un lado, pero con un poco de desconcierto y sintiéndonos ofendidos. Nos
estaban rebasando dos corredores que venían más rápido que nosotros.
Parecía que venían de la mano, aunque en realidad era una liga la que
los mantenía juntos. Uno de ellos era ciego, el otro lo venía ayudando a
conseguir su objetivo. En ese momento el señor Felipe y yo nos dijimos:
“No tenemos excusa para quedarnos en el camino”.

6. Desarrolla competencias
sociales y humanísticas.
“Los que estudiaron una carrera hace cinco años se prepararon para
un mundo que ya no existe”, esto lo afirmó Bill Gates al explicar la
avasalladora velocidad con la que la tecnología se actualiza y cambia,
inexorablemente, nuestra cotidianeidad.
Efect ivamente, el mundo par a el que no s prepar amo s hace
unos cuantos años ya no existe, luego entonces, tenemos que
Helios Herrera
prepararnos para el que sí existe y, mejor aún, para el que seguirá

existiendo muchos años. En este sentido, apostar por el desarrollo
y entrenamiento de tus habilidades sociales, es una apuesta segura.
120 Dentro de 5 años las personas seguirán siendo personas; dentro de
10 años más posiblemente las computadoras sean minúsculas, los
teléfonos estén insertados en la muela de cada quien y tendremos un

localizador gps en el ombligo que nos permitirá, con sólo acercarnos
al refrigerador, dictarle la lista de consumibles que debe programar
en la compra de la semana de acuerdo con nuestras intenciones y
estadísticas de ingesta.
A la tecnología no la detiene nadie, pero las personas, tú y yo,

seguiremos ahí, seguiremos siendo tú y yo, con nuestras carencias
infantiles, traumas, deseos satisfechos o insatisfechos, anhelos,
sueños, frustraciones, éxitos, felicidad, tristeza, depresión, autoestima,
actitud, amor, desamor.
Tu empleador, el jefe, el jefe del jefe de tu jefe, lo mismo que tu cliente

interno o externo, seguirá siendo un ser humano con necesidades
humanas y emocionales. Cualquier inversión en tiempo y esfuerzo
que destines a aprender de esas necesidades, a entenderlas e

integrarlas a tu oferta de valor, será favorecida con creces. Y es que
los problemas que soluciones a tu empleador o cliente no sólo son
técnicos u objetivos, tienen, siempre, una implicación emocional que
descansa, se origina, en una necesidad humana.
éjame darte un ejemplo: si a una señora en el tráfico se le
D poncha una llanta de su coche a las 11 de la mañana en

una zona de la ciudad comercial y segura, ¿cuánto crees
que estaría dispuesta a pagarle a alguien para que le
ayude a cambiar el neumático?, ¿qué tanto le urgirá?, vaya, ¿cuánto
pagaría de sobre precio porque el neumático se cambiara en la

mitad de tiempo? Ahora pretendamos que la misma persona tiene
el mismo percance, pero a las 8:30 de la noche en una zona de alta
peligrosidad de la ciudad.
El problema aparentemente sigue siendo el mismo, ¿está s de

acuerdo?, en ambos casos hay que cambiar la llanta y ella no sabe o 121
no quiere o no puede hacerlo sola; pero qué necesidades humanas y
Helios Herrera
emocionales hay detrás de la llanta en cada ejemplo. Por supuesto que
estará dispuesta a pagar tres, cuatro o cinco veces más por el cambio
de llanta en el segundo contexto, pero también estará aterrorizada y
tratando de contener el miedo, así es que si el prestador de servicios se
apura, seguramente el cliente reaccionará con una propina adicional.
Ahora que si el sujeto que presta el servicio se da cuenta del estado

emocional de la señora, y le hace saber que él es el jefe de la pandilla
de esa colonia, y que todo el mundo lo respeta, y que estando cerca
de él ella no corre ningún peligro, que se tranquilice y que en unos
minutos se irá con todo y llanta nueva…

Seguro alcanzas a observar que el problema aparente tiene mucho
más trasfondo que el mero cambio del neumático. De la misma
manera, los problemas en que te especialices en resolver tendrán
siempre mucho más trasfondo emocional para tus empleadores o
clientes que la mera solución del mismo.
Así pues, si el cardiólogo te salva la vida porque es un excelente

médico se lo agradeces, pero si además te hace sentir tranquilo en
el proceso, te explica, te trata bien y empatiza contigo, seguro lo
recomendarás mucho más.
Helios Herrera
Si la vendedora de zapatos para niños, además de darte un excelente

servicio, te regala una paletita para tu hijo, te cautiva; si el mesero,
además de traerte la sopa te hacer sentir importante, regresas a ese
122 restaurante. Así, podría darte miles y miles de pequeños ejemplos.
El desarrollo de tus habilidades sociales es imprescindible.
En 2008 llegó a mí, por vez primera, el resumen de un estudio que

realizó la mundialmente líder Manpower, una de las empresas más
grandes y protagónicas en el mercado de empleabilidad del mundo
entero. Fueron con los empleadores, específicamente con los de
América Latina, y les preguntaron abiertamente:
1. ¿Cuáles son las

competencias sociales
que consideras
indispensables 2. ¿Qué buscas en un
para el trabajo? candidato, además de
que sepa hacer lo que se
supone que sabe hacer?

He aquí las respuestas:
Helios Herrera
124
Esto te puede dar una idea de hacia dónde debes encaminar tus
esfuerzos, pero el asunto no se queda ahí, después les preguntaron
a los mismos miles de empleadores de América Latina:

¿Cuáles son las habilidades o competencias sociales que más trabajo
cuesta encontrar entre los candidatos?
¡Adivinaste! La lista es muy similar:

125
Helios Herrera
¿Alcanzas a ver lo rudo de la ecuación?, las competencias sociales

que los empleadores o clientes consideran como indispensables, son
justamente las más difíciles de encontrar. Esto nos puede ayudar a
entender por qué de repente tenemos personas con deficiencias en
su preparación universitaria, incluso sin algún título ejerciendo y
liderando equipos de alto rendimiento en los que cualquiera de sus
subalternos tiene mayores credenciales académicas.

Déjame decírtelo de esta manera: habíamos establecido que, año
con año, las universidades egresan a 300 mil jóvenes graduados
en sus diferentes vocaciones y especialidades, es decir, que tela
de dónde cortar para seleccionar licenciados hay, y mucha, pero
¿cuántos de ellos saben, por ejemplo, trabajar en equipo, comunicarse
eficientemente con los demás, resolver conflictos y crear una
atmósfera energética con sus compañeros?, al final del día, si tienes
un sujeto con elevadas competencias sociales y otro con elevadas
credenciales universitarias, pareciera que la balanza se inclina a favor
del primero, porque éstos son los que escasean.
Helios Herrera
Entendámoslo, no te estoy sugiriendo que tires por la borda la

escuela, dejes de estudiar y tomes 16 cursos de expresión corporal
y motivación. No.
126
Ya habíamos establecido que todos los indicadores premian con

ingresos de entre 25 y 40% más a aquellos graduados universitarios;
a lo que te estoy invitando es a convertirte en una opción integral.
Si tu empleador o cliente puede encontrar en ti no sólo al profesionista

calificado, sino también al profesional humanizado, podrás no sólo
cobrar por cambiar la llanta, sino también por resolver el problema
emocional del cliente. Tanto en el sentido académico, como en el
humanista y social, no puedes dejar de prepararte y actualizarte.

¿Cómo reconocer a un corredor?
Tiene cara de angustia cuando practica su deporte favorito, pero siempre
saluda a otros corredores.
Tiene los pies deshechos, pero prefiere caminar que subirse al coche.
Lo primero que hace en la mañana es desocupar su intestino. Tiene un
problema con los minutos y los segundos: puede correr una hora sin reloj
y también saber cuánto tiempo mide un kilómetro.

7. Vende tus habilidades,
no tus conocimientos.
Reiterando el concepto de la solución de problemas, no basta con
que sepas arreglar el neumático, incluso que hayas desarrollado
la habilidad de fortificar a tu cliente, será importante que lo sepas
vender.
Por un lado, muy pocos jóvenes que empiezan su carrera salen a

Helios Herrera
vender lo que pueden hacer con lo que saben, creen que serán
contratados simplemente por saber lo que dicen que saben, pero
más allá, muy pocos tienen idea de que tienen que salir a venderse.
128 El estigma social que hemos desarrollado de un vendedor, es el
de aquel tipo que, habiendo fracasado en el desempeño de lo que
estudió (si es que realmente estudió), termina, muy a su pesar, de

vendedor de algo.
Cuando una persona acumula 15 meses de desempleo empieza a

bajar sus expectativas, hasta que acepta un empleo “aunque sea de
vendedor”. Bueno, hay veces que la opción es “vendedor o taxista”,
y la mayoría prefiere ser taxista, dicho con todo respeto a éstos.
Tenemos en el inconsciente colectivo el perfil del vendedor como

aquella persona que debe ser experto en manipulación para obligar a
la otra persona a desprenderse de su dinero a cambio de un producto
que no necesita. Nada más lejano a la realidad.
La habilidad de vender es algo así como el doctorado de competencias

y habilidades sociales. Todos somos vendedores al final del día, a
todos nos va de acuerdo con qué tan bien o qué tan mal hemos
vendido lo que somos y lo que hacemos.

Un niño le vende a su madre sus necesidades, si ésta las compra,
entonces hará por satisfacerlas; un médico le vende a sus pacientes
un plan de tratamiento, no basta con firmar la receta, si el galeno no
le vende al paciente la idea de curarlo, éste abandonará el tratamiento
sin curarse y empezará a hablar mal de su médico, quien perderá
pacientes y credibilidad.
El ceo de cualquier empresa tiene que salir a vender la idea a su

consejo de administración de que se requieren 25 millones de dólares
para invertir en el nuevo proyecto, después de que le compran la
idea, tiene que ir con su equipo de directores generales adjuntos a

venderles la idea de que tienen que implementar el nuevo proyecto,
quienes a su vez bajarán, o no, la información a los diferentes niveles
de implementación, dependerá de la forma en que los colaboradores
compren o no la idea los resultados tangibles que se puedan ofrecer
a los accionistas.
129
Helios Herrera
D.R. Bansky.

todos vendemos : unos bien, otros mal, unos
Sí, obtenemos a cambio lo que deseábamos, otros

obtienen sólo… lo que les pudieron dar a cambio,
no de su preparación univer sitar ia ni de sus
competencias sociales, sino de lo que vendieron a su empleador o
cliente.
El presidente de cualquier país, primero tiene que venderle la idea a

su pueblo para que voten por él, después, venderle al congreso todas
sus iniciativas; al final los medios de comunicación, especialistas en
Helios Herrera
ventas, nos venden la idea de que tal o cual gobierno está haciendo las
cosas bien o mal, y nuestro acervo cultural y social lo establecemos
a partir de la opinión que alguna figura pública nos supo vender.
130 Te recomiendo ampliamente invertir tiempo y dinero en desarrollar
tus competencias y habilidades sociales, no dejes de leer cuanto libro

puedas, asistir a todos los seminarios posibles o, de plano, aceptar
empleos temporales mientras estudias: trabaja en el ámbito de las
ventas, más directamente como vendedor.
Si realmente estás interesado en leerlo, con mucho gusto te obsequio mi

libro electrónico No me vendas… ayúdame a comprar, solamente regístrate
en mis redes sociales y solicítamelo por correo electrónico, te lo mandaré
sin costo alguno.
Helios Herrera.

8. Apúntale a las estrellas.
“Si de todas formas voy a pensar… entonces que sea en grande”.
Donald Trump
“Piensa en grande y serás grande”.

Napoleón Hill

131
Helios Herrera

Si te estás preparando para terminar el maratón, lo mejor que te
puede pasar es terminarlo, si te preparas para ganarlo, lo peor que
te puede pasar será quedar entre los finalistas.
La fuente de la mediocridad es justamente que nos preparamos

para poco; cuando alcanzamos poco tuvimos éxito. Pero cuando
queremos un poco más… no estamos preparados ni para alcanzarlo
ni para mantenerlo en nuestra vida.
Tengo 22 años de dedicarme a vincular herramientas de desarrollo
humano a la productividad. He impartido 1,500 conferencias o
seminarios para una audiencia acumulada de dos millones de
Helios Herrera
personas en varios países, y no he conocido a una sola persona que

no quiera más.
132 Todos queremos, todos anhelamos más de algo, más dinero, mejores
condiciones de vida, más salud, excelente economía, más amor,
todos queremos más.
Pero en este mundo físico de realidades igualmente físicas “las ganas

no alcanzan”, sólo las causas generan efectos, sólo las acciones
producen reacciones.
El
asunto es que si no te preparas desde ahora para
alcanzar ese más, cuando quieras simplemente no
podrás aunque tengas muchas ganas.
Si la mayor parte de nuestra formación universitaria nos la pasamos

estudiando sólo para objetivos de corto plazo como pasar el examen,
cuando nos enfrentamos a la vida, cinco años después, simplemente
no tenemos las herramientas que necesitamos para aterrizar en
soluciones cada problema. Esto es simple y elemental.

Si
tu objetivo de vida, al menos por ahora, es tener éxito
en tu carrera profesional, tienes que prepararte para
ser CEO de una trasnacional. No digo que te graduarás
siéndolo, pero debes dejarte espacio mental.
Si tu carrera profesional fuera comparada con un edificio y tu

expectativa de vida fuera hacer de ti mismo un rascacielos o un
moderno e inteligente edificio, debes estar preparado.
En e ste momento de tu vida e stá s e scarbando en la tier ra y

construyendo los cimientos, es mucho trabajo y más de 30% del costo
total del edificio. Más aún, cuando termina todo el esfuerzo de la
cimentación regresas a un terreno plano y te preguntas: ¿dónde quedó
todo el dinero?, ¿en qué se pasó todo el tiempo si no he construido
nada que se vea? Pero tú y yo sabemos que ahí están los cimientos.
Bien, si pretendes dejar sembrados cimientos para un edificio de sólo
133
tres pisos, ten por seguro que será punto menos que imposible que
Helios Herrera
construyas sobre ellos uno de diez.
Si tu vida avanza y en el camino quieres llegar más arriba que esos

tres que dejaste preparados, ¿crees en verdad que podrás regresar
a preparar cimientos a esas alturas de tu vida?, ¿será que a los 35 o
40 años realmente puedas regresar a las aulas para integrar mejores
conocimientos?, con todo y tu matrimonio, posiblemente tus hijos y
tal vez un empleo o actividad económica que poco tiempo te dejará
para vivir.
Podrás preguntarme: “Bueno, Helios, ¿y todos los que regresan a

alguna maestría 10 o 15 años después, qué y cómo le hicieron? ”.

Dejaron cimientos sólidos años atrás, lo que hacen es agregar cuantos
pisos pueden o quieren a su edificio, pero no vuelven a escarbar en
sus cimientos.
Los cimientos de tu formación también son humanísticos, valores,

disciplina, método, actitud, enfoque, visión, alegría, entusiasmo,
profesionalismo, no conformismo; si puedes dar diez, no des
ocho. Prepárate para la grandeza y cuando ésta se presente sabrás
reconocerla, crearla, mantenerla y compartirla.
Helios Herrera
134

9. Busca el emprendimiento.
¿Recuerdas aquel chiste bobo de Pepito cuando se confiesa con el

padre de la parroquia?
—Pepito… ¿Quién se robó las limosnas?

—Padre, no le escucho de este lado del confesionario.
— ¡Que quién se llevó las limosnas!
—Padre, no lo escucho de este lado.

—Pepito: ¿Quién se robó las limosnas? (gritando)
—Padre, por mis canicas que de este lado no se escucha, le propongo
que cambiemos de asientos.
Cambian de asientos y en cuanto el padre se hinca del lado de afuera,
Pepito lo condena:
135
—Padre… ¿Quién embarazó a mi tía la solterona?
Helios Herrera
—Mira que tenías razón, Pepito, de este lado no se escucha nada, nada.

Si
bien es cierto que las economías, sobre todo las de
países emergentes, requieren de nuevas empresas, lo
es también que no todas las personas tienen el perfil
adecuado para convertirse en empresarios, al menos
no de manera exitosa.
Pero recuerda: “La mejor forma de predecir el futuro es creándolo”, por

supuesto que la mejor forma de obtener un empleo es inventándolo.
Si cada egresado se diera a la tarea de generar formalmente su propio
empleo y tal vez alguno más, nuestro país estrenaría 600 mil empleos
Helios Herrera
cada año y otro gallo cantaría por las mañanas.

Cabe mencionar que si realmente tienes la capacidad de solucionar
problemas a tu posible empleador y cobrar un salario a cambio,
136 también deberías tener la capacidad de solucionar problemas a los
clientes de tu empleador y vender dichas soluciones.
En 80% de los casos cobrarás mucho más en el corto plazo trabajando

por tu cuenta.
Cerca de 80% de los empleos que genera un país los ofrecen las
pequeñas y medianas empresas. Si te resulta atractivo, infórmate,
visita las páginas de la Secretaría de Economía de tu país, donde
encontrarás un cúmulo de apoyos, incluso fondos para empezar a
empezar.
Más allá de que soy un convencido del autoempleo primero, y

posteriormente de la creación y crecimiento de más empresas, no
pretendo en este capítulo convencerte de que te lances a poner una
empresa, tú tomarás tus decisiones al respecto.

Lo que sí pretendo dejar claro es que emprendedor y empresario son
cosas diferentes; el primero es sinónimo de iniciador; el segundo,
de patrón.
Ya sea que visualices tu vida en diez años como dueño de tu

propio negocio, como autoempleado o como gerente, director
o alto funcionario público, dicho en términos claros, ya sea que
pretendas ser empleado de alguna corporación o dueño de la tuya,
debo invitarte a que te aventures a una experiencia emprendedora
y empresarial.

No me importa demasiado si pones un negocio que no tenga nada que
ver con lo que estás estudiando, aunque tendrías obvias posibilidades
de éxito en un área de tu competencia; lo que me importa es que lo
hagas, simple y meramente que lo hagas.
Las canicas se ven más frágiles cuando son tuyas, “de este lado se
137
escucha mejor”, la experiencia, más bien dicho, las experiencias
Helios Herrera
que tiene reservadas para ti el ejercicio de echar a andar un negocio
por cuenta propia, no las encontrarás en ningún lado. Ya sea que tu
negocio prospere o no, te obsequiará conocimiento aterrizado que,
tenlo por cierto, hará la diferencia en tu vida profesional.
Considera esta opción como una especie de “calentamiento” antes

de empezar a competir, algo así como un periodo para disponer a
tus músculos para la competencia abierta, no necesariamente tienes
que hacer de tu primer negocio un proyecto internacional, pero la
autoestima que tomarás al aplicar tu conocimiento en algo, crecerlo
y comercializarlo será invaluable.
Finalmente, el objetivo de la empresa para la cual trabajes será generar

utilidades o resultados concretos, en el caso de las organizaciones

sin fines de lucro. El que tengas la experiencia práctica de haberte
enfrentado de la nada a la creación y proyección de un negocio,
que en tu curricula exista algún proyecto de emprendimiento, es
decir, de iniciador, hablará extraordinariamente bien de ti, le estará
diciendo a tu empleador el tipo de persona que eres, le hablará de
tu entusiasmo, empeño, persistencia y capacidad para perseguir tus
metas. Y, dicho sea de paso, si el negocio en cuestión sobrevive y te
genera un ingreso, nunca estará de más.
Helios Herrera
138

10. Aviéntate,
estás bien preparado…
¡corre la carrera
con entusiasmo!

139
Helios Herrera
Correr un maratón, pero sobre todo entrenarme con mi papá, se convirtió

sin darnos cuenta en un seguro de vida. La fuerza muscular y de tejido óseo
nos han permitido mantenernos sanos en los últimos años. Tenemos un
buen nivel de concentración, vivimos con mucha energía y nos enfermamos
muy poco. La capacidad respiratoria y cardiovascular de mi papá, gracias
a la práctica disciplinada de la carrera, le ayudó a sobrevivir de un infarto.
Yo me siento inspirado y lleno de energía cuando estoy con mis hijos. La
carrera me ha alejado de vicios, me ha hecho respetar más al ser humano
como individuo y contemplar la naturaleza. Ciertamente, algunos amigos
se han ido, la vida de un deportista solitario suele tener momentos de
ingratitud. Pero es mi vida.

Has estudiado tres años de preescolar —uno de ellos en inglés—,
seis de primaria, tres de secundaria, otros tres de preparatoria, más
cuatro o cinco de licenciatura y tal vez dos más de posgrado.
¡Te has preparado durante más de 20 años! Has enfrentado situaciones

difíciles, has lidiado con maestros prepotentes, con compañeros
saboteadores, con dificultades económicas, con desvelos y presiones.
Seguro, como todos, tuviste buenas y malas, pero llevas 20 años
de acumular experiencias de entrenamiento. Las hayas pasado
consciente o inconscientemente, ten por seguro que tu mente ha
Helios Herrera
acumulado los conocimientos y las habilidades necesarias, ¡no te

achiques!
Seguro puedes reflejarte usando el espejo del futbol, y no es que a
140 mí me interese demasiado, pero es buen ejemplo. Ante un mundial,
cuando una selección se prepara para ganar y la entrevistan en el

aeropuerto, comúnmente la respuesta es ¡vamos por la copa!
Cuando una selección se prepara para disputar el quinto partido (¿te

suena?), la respuesta a los medios es “vamos por el quinto partido”,
¿Qué obtiene una y qué obtiene la otra?
La realidad que construyas

de ti cada día, incluso la que hoy
ya estás viviendo, obedece en 10%
a las cosas que te suceden
en la vida, y en 90% a cómo
reaccionas ante las cosas
que te suceden en la vida.

Sal a ofrecer tus soluciones, no a solicitar empleo; sal a desarrollarte
y construirte un futuro, no a buscar chamba; sal a hacer de tu vida
una experiencia extraordinaria, no a sobrevivirla.
Valora y comprende las ventajas que tienes por encima de miles de

personas que simplemente no tuvieron la oportunidad de acceder
a la preparación profesional que hoy tienes. Busca dentro de ti
lo mejor y proyéctalo, ten por seguro que cuando modifiques y
enfoques tu actitud mental, tu entrenamiento y preparación fluirá,
y te sorprenderás.

141
Helios Herrera
La mejor manera de entrenar para un maratón es buscar la adversidad.

Correr a 4,000 m de altura, a 2 grados centígrados, correr bajo la lluvia,
en la carretera bajo el sol potente, correr en la montaña, correr en la playa,
son sin duda las mejores herramientas para tu memoria muscular. No es
magia, simplemente tu cuerpo se empieza a acostumbrar al dolor y se llena
de fuerza. La mejor manera de entrenar para un maratón es enfrentarte
a tus miedos, a tus propios monstruos. El día que descubras lo que eres
capaz de superar, también te conocerás a ti mismo.

11. Nunca dejes de entrenar.
Helios Herrera
142
Por supuesto y como corolario de la analogía de Tu carrera después

de la carrera, no puedo cerrar este capítulo de recomendaciones
objetivas sin recordarte que la condición física se gana, pero después
se mantiene. Que te prepares para correr el maratón, que lo corras,
no garantiza que, tres años después, tengas la condición física para
seguir corriendo. El entrenamiento y la actualización, tanto en tus
competencias académicas, como de tus habilidades sociales, debe
ser un pequeño entrenamiento diario.

“Músculo que no se usa se atrofia”, conocimiento que no se aplica y
se comparte, no es conocimiento. El mejor ejemplo de esto es cuando
dejas de practicar tu inglés, bastan unos cuantos meses de inactividad
para que pierdas seguridad, fluidez y vocabulario.
Así pues, prométete a ti mismo leer una lista de no menos de seis

libros al año relacionados con tu actividad profesional, y otros seis
relacionados con el desarrollo de habilidades sociales. Participa
en cuanto simposio, congreso o convención tengas oportunidad.
Mantener tu condición física será mucho más fácil que recuperarla,

no lo olvides.
Por supuesto, cuentas con todas las herramientas que, eventualmente,
publico en mis medios electrónicos, en el blog y en la página, lo
mismo que en las redes sociales; úsalas libremente y sin costo, están
ahí, con mucho afecto, para ti.
143
Si deseas llevar tu mantenimiento a un siguiente nivel, te comparto
Helios Herrera
que hemos desarrollado una aplicación para entrenar y desarrollar
tus competencias. Si realmente es de tu interés, mándame un correo
y con gusto gestionaré para ti una media beca o alguna condición
preferencial. Te anticipo que tendrás que calificar para ella y que el
requisito mínimo inicial es la lectura completa de este material y pasar
una evaluación en línea respecto a la información aquí expuesta;
búscalo en: www.heliosherreraconsultores.com

“No lo
vuelvo
a hacer.”
Felipe en NYC 1993
El peor momento que vives al correr un maratón es una barrera invisible

a la que denominamos “la pared”. Es un fenómeno sobrenatural que te
pone a prueba cuando llevas aproximadamente 32 km de tu recorrido. Ya
nada más te faltan 10 km para llegar a la meta, pero tu cuerpo se siente
destruido. Casi 2 horas y media corriendo, casi 2 litros y medio de sudor
derramado, el sol más fuerte que nunca, tu cuerpo más débil que ningún
otro. Entran los miedos, las inseguridades, “el demonio”, decía mi amigo
Rogelio. Te empiezas a cuestionar repetidamente: “¿qué hago aquí?”,
“¿para qué empecé este juego?”, “¿vale la pena el esfuerzo?”, “¿de quién
son estas piernas que ya no siento?” Cruzar la pared es cruzar cualquier
adversidad que se presenta en tu vida.

✔
Si percibes
que está
muy
difícil...

Si a pesar de proyectar lo mejor de ti percibes que la realidad está
muy difícil, modifícala. La vida funciona con leyes universales, tal vez
una de las más poderosas, al menos la más confiable, es la de causa
y efecto. Recibimos exactamente lo que ofrecemos, así funciona,
nuestras acciones generan las reacciones de la vida. Si la realidad
que estás viviendo no te tiene completamente satisfecho o satisfecha,
modifica la realidad cambiando lo que tú le ofreces a la vida.
Ofrécele cosas diferentes, no sólo las mismas cosas de diferente

forma, no cambies o actualices tus excusas por otras excusas, sino por
Helios Herrera
acciones concretas que te permitan modificar lo que estás recibiendo.

El universo está regido por leyes y esquemas de abundancia, ten por
cierto que alcanza para todos, hay suficiente de todo para todos,
146 incluso de sobra para que algunos acaparen y otros desperdicien; la
vida es como un enorme bufete. El Dios en el que creas te convidó

de vida y te sentó a la mesa con las mejores viandas y manjares. Será
decisión tuya ir a servirte de lo que quieras o dejar que se desperdicien
en la bandeja.
Déjame terminar con un ejemplo… Imagina cuántas ballenas existen

en el océano; dame un número, uno redondo; en todo el mundo
¿cuántas te parece bien?
Hay veces que en mis seminarios en vivo me gritan ¡10,000!, ¡100,000!,

en internet hay sitios que aseveran que quedan solamente 600,000,
considerando todas las especies, pero, bueno, ¿me creerías que
sólo existen 1,000? Por otro lado, se sabe que un animalito de
estos tiene que alimentarse todos los días y que, al hacerlo, engulle
aproximadamente 1,400 kilos de peces cada día.

Esto significa que, si sólo hubiese 1,000 ballenas en el mundo, todos
los días el océano debe producir 1 millón 400 mil kilos de peces
sólo para alimentar a las ballenas. Pero si los datos de internet están
correctos y existen 600 mil ejemplares, se requieren 840 millones de
kilos, es decir, 840 mil toneladas diarias; 25 millones de toneladas al
mes y 300 millones de toneladas de peces al año, ¡sólo para alimentar
a las ballenas!
¿Crees realmente que el universo funciona con pensamientos de

pobreza o carencia?

El
asunto está en ti y en mí, en lo que hacemos para acercar
a nuestras vidas la abundancia, la salud, la felicidad, la
integración familiar, las cosas buenas de la vida.
147
Helios Herrera

Notarás en el grueso que este libro es del lado izquierdo, que estamos
acercándonos a una discreta despedida. Quiero, antes de concluir,
felicitarte muy ampliamente por haber llegado hasta aquí. Has de
saber que las estadísticas dicen que en México el promedio de lectura
es de menos de dos libros al año por persona, y que solamente uno
de cada ocho libros que se compran son leídos en su totalidad.
Si estás leyendo esto, no puedes menos que felicitarte también por

tu disciplina, compromiso y empeño. No sé bien cuánto tiempo te
habrás tomado en leer este documento. No sé en dónde lo habrás
Helios Herrera
leído, pero es posible que, de cuando en cuando, haya estado contigo

hasta en el baño —aunque no en la ducha—, sé que si me fue bien,
me leíste en la tina.
148
tenía tu edad, me gustaba imaginar

Cuando el rostro de los autores de los libros
que m a r c a r on m i ju ve nt ud. Me
preguntaba qué hacían y cómo lo hacían, me gustaba retarlos
mentalmente y contradecirlos, y me hubiera encantado interrogarlos
y comprobar si eran o no congruentes entre lo que decían, lo que
escribían y lo que realmente vivían. Hoy esto es tan sencillo como
buscarlos en la web, donde siempre encuentras algo más o menos
actualizado sobre los autores de libros. Así que si tienes curiosidad,
visítame en la web.
Hay veces que “el pan ajeno hace al hijo bueno”, hay veces que
escuchar las mismas cosas que nos dice la gente que nos ama,
dichas por personas externas, nos permite escucharlas con mayor
objetividad y apropiárnoslas.

Crucé la meta de mi quinto maratón en Nueva York el 2 de noviembre de
2008. Pesaba 4 kilos menos que los que pesaba la noche anterior. Me
sentía más grande, más valiente y más libre que nunca, aunque apenas
tenía fuerzas para levantar mis manos, dar un paso o contener mis lágrimas.
Estaba vivo.

✔
Tu
profesión
debe nutrir
tu vida,
no tu vida
estar
dedicada
a tu
profesión.
Me encantaría terminar recordándote que tú no naciste para ser
ingeniero, licenciado, maestro o doctor. El objetivo de tu vida es
mucho, pero mucho más que eso. Tu profesión, a lo que decidas
dedicarte, será meramente un vehículo que te permita avanzar rumbo
a un crecimiento personal, pero nunca debe ser el objetivo mismo
de la experiencia de tu existencia.
Tu carrera profesional será seguramente el apuntalamiento de tu vida
cotidiana, gran parte de tu tiempo en este plano lo dedicarás a cosas
que tengan relación con lo que estudiaste, al menos, en el prototipo
exitoso de que decidiste estudiar algo que realmente te permita
Helios Herrera
dedicarte cotidianamente a solucionar problemas de tu agrado. Tu

actividad profesional te permitirá conocer y disfrutar extraordinarios
escenarios y posibilidades, pero al final será, repito, el vehículo; tú
152 eres el piloto.
Tu identidad no puede depender de un título o de la falta de éste.

Cuando te presentes no te creas aquello de “soy licenciado”, “soy
ingeniero o médico”, eres, ante todo, un ser humano. Un ente
extraordinario que forma parte de un todo más grande y absoluto,
un ser humano que está aquí para disfrutar de la experiencia de la
vida misma, con todo y sus altas y sus bajas, pero un ser humano. No
le des más importancia que la que tiene a aquello de ser ingeniero,
licenciado o doctor —y no digo que no la tenga, y mucha—, sólo te
pido que no le des nunca más de la que tiene.
Te aseguro que hay cosas mucho más importantes que “ser”.
Será más importante ser hijo, mucho más trascendental ser cónyuge,
y qué decir de ser padre. Incluso, caminando un poco más lejos, todo
lo anterior no te sirve de mucho si no te permite ser feliz.

Por delante, estimado compañero o compañera de lectura, se te
abre un cielo iluminado y apacible, un mar dispuesto a acoger tus
rumbos, eres poseedor del milagro de la vida y es la vida misma la
que está esperando afuera a que vayas a conquistarla, a seducirla y
a disfrutarla.
Tienes la extraordinaria oportunidad de disponer de tu vida, puedes,

literalmente, hacer de ella un cacahuate o conver tirla en una
extraordinaria aventura. Al final, a pesar de lo que puedas creer, a
nadie le importará demasiado lo que en realidad hagas con ella. Lo

que tú no hagas por ti, seguramente nadie lo hará.
Serás tú quien tengas que vivir contigo 24 horas al día, el resto de

tu vida.
Serás, por supuesto, quien haga o deje de hacer las cosas y, desde
luego, tú, quien coseche para bien o para mal las consecuencias.
153
Helios Herrera
Estoy seguro que alguna de las ideas y datos que aquí leíste te
sacudirán. Cierto es que otros te ofenderán y otros te alertarán. Tal
vez alguno te lleve a una reflexión. Ojalá, Dios quiera, que también
alguno te invite a la acción. Deseo que tu carrera profesional esté
a la altura de tu entrenamiento. Ten por seguro que la vida es tan
justa que recibirás exactamente lo que merezcas. Si me permites, te
deseo que seas feliz y que hagas lo posible porque Dios te bendiga.
Gracias por su tiempo,

Helios Herrera

Helios Herrera
Es uno de los más reconocidos consultores en Desarrollo Humano,
Productividad, Motivación y Transformación Empresarial de América
Latina.
22 años de carrera y más de 1,500 conferencias y seminarios,

impartidos a una audiencia acumulada aproximada de dos millones

de participantes satisfechos en 12 países de habla hispana, para más
de 250 corporativos AAA, lo respaldan.
Experto en procesos de integración, cohesión, vinculación de valores,

trabajo en equipo y creación de cultura empresarial.
Autor de cuatro libros y cuatro discos; colaborador en diferentes
155
programas de radio y televisión.
Helios Herrera
Cada mes edita y comparte el boletín electrónico 4 minutos para
crecer, con artículos y pensamientos en audio o video, mismo que
puedes recibir en tu correo electrónico sin costo alguno.
Visita nuestra web: www.hhconsultores.com

Disfruta nuestros videos en youtube: “Helios Herrera”.
Si requieres una estrategia para desarrollar a tu equipo de trabajo basada en

actividades vivenciales de alto impacto, una conferencia presencial o simplemente
quieres dialogar con él, contáctalo directamente en helios@hhconsultores.com

Felipe Hernández Tovar
Helios Herrera
156
Es director de Greenbox Design, firma de diseño y dirección creativa

publicitaria; aunque disfruta mucho su faceta de escritor y artista conceptual.
En 1993, a los 22 años, corrió su primer maratón y descubrió los secretos

ocultos entre la carrera de fondo y la sabiduría de la vida.
Ha participado en más de 300 competencias en la ciudad de México,

Argentina y Nueva York, en donde culminó su quinta prueba de 42.195 m
en 2008. Felipe corre con su papá de manera virtual cada vez que se pone
un par de tenis.
Es papá de Emilio y Natalia, dos futuros corredores de sus propias carreras,

en los que basa toda su inspiración.
Felipe es amigo de Helios Herrera y parte del staff de HHConsultores.
Si deseas contactarlo, mándale un e-mail a

greenbox_fht@hotmail.com
para recibir gratuitamente alguna de sus
publicaciones de manera electrónica.

Tu carrera después de la carrera
La conferencia magistral
Basada en libro
más reciente de Helios Herrera.
No te pierdas la oportunidad de alcanzar tus metas. Llega más lejos y

comparte “Tu Carrera después de la Carrera”® dentro de tu comunidad

e studiantil. Acude a la Coordinación Académica y pregunta por el
calendario de conferencias impartidas por Helios Herrera en tu lugar de
aprendizaje. Ellos conocen los paquetes y condiciones.
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157
Helios Herrera
Revisión documental
Video paradigmas.
Descubriendo el futuro, 1989, programa de Joel Barker. Se refiere al futuro, al
cambio, y a las oportunidades que han traído los cambios de paradigmas. Y
lo más importante, se refiere a las personas que tienen espíritu de pioneros.
Un grupo especial de personas que convierten los nuevos paradigmas de
sólo un concepto, a una realidad práctica.
*Manpower. La integración del mercado laboral del talento latinoamericano.

2008
http://www.manpower.com.mx/sala/documents/ei/La%20Integracion%20
al%20Mercado%20Laboral%20del%20Talento%20Latinoamericano.pdf
Comparten información de gran utilidad respecto a la posición, descripción,

evaluación del mercado laboral de América Latina, considerando en el
análisis la expresión de miles de empleadores de diferentes rubros, tamaños
y especialidades.

Otras publicaciones de Helios Herrera
Aumenta tu conocimiento, desarrolla tus capacidades
y ¡consigue lo que quieres lograr!
Título
Libro: Hacedores de sueños

Motivacional, cómo fijarse metas y lograrlas
Libro: No me vendas… Ayúdame a comprar

Revisión del proceso de venta
desde los ojos de quien compra
Libro: 4 minutos para crecer

Reflexiones cortas
Conferencia en cd
Un sitio en la cumbre más alta del mundo
cd: Pensamientos y reflexiones motivacionales

Como un regalo excepcional. Volumen 1

Como un regalo excepcional. Volumen 2

Horizonte… Clásicos hablados
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¡Nuevo! dvd:Conferencia en vivo:

Atrévete a soñar
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Libro: Juan Salvador Gaviota

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TU CARRERA_DESPIERTA.indd 3 18/01/16 11:49 a.m.

Tu carrera después de la carrera

© 2012. Primera edición: Helios Fernando Herrera Martínez

iStockphoto, foto de portada

D.R. © Selector S.A. de C.V. 2015

Consulte nuestro aviso de privacidad en www.selector.com.mx

Características tipográficas aseguradas conforme a la ley. Prohibida la reproducción

TU CARRERA_DESPIERTA.indd 4 18/01/16 11:49 a.m.

Sensibilización. Que te duela un poco

TU CARRERA_DESPIERTA.indd 5 18/01/16 11:49 a.m.

Helios Herrera 157

TU CARRERA_DESPIERTA.indd 6 18/01/16 11:49 a.m.

TU CARRERA_DESPIERTA.indd 7 18/01/16 11:49 a.m.

1980 Enséñales a pescar.

1980 a Si quieres que tus hijos

2000 Ayúdales a comprar la caña

TU CARRERA_DESPIERTA.indd 8 18/01/16 11:49 a.m.

TU CARRERA_DESPIERTA.indd 9 18/01/16 11:49 a.m.

Primero, por supuesto, Carlos Alazraki, publicista y líder de opinión,

al tiempo que se sumaba un amigo de vida, a mi vida.

Por supuesto Max Raphel y Liz García, de la unitec, con quienes se

Todos ellos llegaron a mi vida en un periodo de no más de 12 meses,

TU CARRERA_DESPIERTA.indd 10 18/01/16 11:49 a.m.

Gracias a todos ellos, de una manera o de otra, han aportado a la

TU CARRERA DESPUÉS DE LA CARRERA

Gracias, gracias, gracias.

TU CARRERA_DESPIERTA.indd 11 18/01/16 11:49 a.m.

El maratón es una carrera de 42 km y 195 m. ¿Te parece poco? Bueno, es una

y la carrera de la vida para que también lo disfrutes en otra dimensión.

Lo singular de esta hazaña es que la llevé a cabo paralelamente a mi carrera

El maratón es una carrera que no se practica en equipo, no tienes oportunidad de

Segundo, se le olvida si hace mucho le dijiste que la querías. Si no corriste ayer, es

TU CARRERA_DESPIERTA.indd 12 18/01/16 11:49 a.m.

Inicié mi trayectoria como corredor de maratón a los 22 años, gracias a la grandiosa

TU CARRERA DESPUÉS DE LA CARRERA

¡Nos vemos en la meta!

Felipe Hernández Tovar

TU CARRERA_DESPIERTA.indd 13 18/01/16 11:49 a.m.

¿Por qué los

TU CARRERA_DESPIERTA.indd 15 18/01/16 11:49 a.m.

Casi siempre, cuando el auditorio está formado por jóvenes, el tono

Los adultos tenemos el prejuicio de que los jóvenes “no quieren

prejuicios sean bien fundamentados.

Por un lado, algunos intentan hablarles aun como “niños en proceso

La respuesta inmediata que he recibido de muchos amigos y colegas

Lamentablemente, en la mayoría de los casos, tienen razón.

La mayoría de los jóvenes están inmersos en una depresión social,

TU CARRERA_DESPIERTA.indd 16 18/01/16 11:49 a.m.

El punto es que cuando revisas el comportamiento de los jóvenes

El resumen de cientos de entrevistadores que buscan contratar

TU CARRERA DESPUÉS DE LA CARRERA

“Llegan tarde a la entrevista, sin bañarse, quieren ganar una fortuna y

¿Cómo puede pretender un adulto darle consejos a los jóvenes y

Como ves… también les pregunté a algunos cuantos jóvenes: ¿por

TU CARRERA_DESPIERTA.indd 17 18/01/16 11:49 a.m.

No obstante, estimado lector, te tengo una mala noticia, una que a

Por puro desarrollo cronológico serás tú quien se inserte en el

Eventualmente, resistirás con toda pasión y rebeldía tratando de

propios ideales y terminarás atrapado en la misma mediocridad e

Dejando lo anterior como un mero punto referencial, quiero establecer

Así pues, si me permites, te voy a plantear qué te puedo ofrecer en

TU CARRERA_DESPIERTA.indd 18 18/01/16 11:49 a.m.

TU CARRERA_DESPIERTA.indd 19 18/01/16 11:49 a.m.