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EXPERIMENTANDO PAZ ESTA NAVIDAD

Isaías 9:6-7 “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su
hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno,
Príncipe de Paz. 7 Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de
David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora
y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.”

¡Llegó diciembre con su alegría! Pero, ¿es acaso la decoración de temporada la que
determina tus días? ¿Es diciembre verdaderamente una temporada de paz, unidad
familiar, amistad y alegría? ¿O es solo una época de dar regalos, hacer fiestas, comer
juntos, dar canastas de comida a los más pobres, y un juguete a nuestros hijos? En un
par de semanas todos regresarán a su rutina, los "desamparados" que recibieron un
plato de comida caliente en un comedor comunitario volverán a las calles. La alegría se
acaba, los árboles de navidad se desarman, las tiendas quitan sus luces, y todos los que
no conocen a Cristo vuelven a sentir un profundo vado en su corazón.

No saben explicar por qué, pero en el fondo de su ser desean algo más. Anhelan la
verdadera paz, la que trae el Príncipe de Paz. ¿Recuerdas que antes de conocer a Cristo,
nada lograba llenarte, ni las fiestas, ni tu profesión, ni el sexo, ni el alcohol, ni siquiera
el amor de tu familia? Piensa ahora: ¿podrá Dios usarte para darles el mejor regalo de
Navidad, a quienes no conocen a Jesús? Todos creen celebrar la paz, el dar, la amistad y
el amor, pero, si no tienen a Jesús en su corazón, no tendrán verdadera paz.

 La Navidad no es dar Regalos. La costumbre de intercambiar regalos y hacer fiesta el 25 de


diciembre viene de una antigua tradición, que celebraba a un dios pagano. ¡No es una fiesta
cristiana! Para los cristianos, Navidad es celebrar que Dios nos dio el mejor regalo: ¡Su propio
Hijo!

 La navidad no es esperar a papa Noel, San Nicolas ni Santa Claus. Nicolás fue un monje muy
generoso de Turquía, que cuando murió la Coca-Cola popularizó su imagen convirtiéndolo en
el personaje que ahora conocemos. Sin embargo, la verdadera Navidad no es esperar a un
personaje disfrazado, sino celebrar que Jesús, el Hijo de Dios nació entre nosotros.

 La Navidad no es hacer obras de caridad. Navidad es dar a conocer la obra terminada de la cruz,
por la cual todos somos salvos. 2 Timoteo 1:9 dice que Jesús “…nos salvó y llamó con
llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la grada
que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos.”

Navidad viene de la palabra “natividad” que quiere decir "nacimiento”: Aunque esta tradición fue
instaurada por la iglesia católica, y la fecha en que se celebra es inexacta, lo que debemos celebrar
es que Jesús, el Hijo de Dios nació, vivió como un hombre santo, y murió en una cruz para salvarnos
del pecado. Él es "Emmanuel” que significa "Dios con nosotros” (Mateo 1 :23).

Nuestro Salvador es el más precioso regalo que Dios nos ha dado. Dice la Escritura: “••• de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, más tenga vida eterna" (Jn.3:16). Ni el dinero, ni la fama, ni el amor de nuestro
cónyuge, familia o amigos pueden llenarnos como el amor de Cristo. Él es quien nos da acceso al
Padre, y la promesa de una eternidad en gloria con Dios.

Satanás, el príncipe de este mundo, ofrece una falsa paz; nos distrae con la avaricia, la vanidad y los
deseos de la carne, para que nos endeudemos, y no encontremos la paz ni el amor de Jesús,
nuestro Señor y Salvador.

Jesús, el Príncipe de Paz, se despojó de Su gloria y se hizo hombre por amor a nosotros, nació en Belén,
vivió una vida de integridad, y murió en una cruz en pago por nuestros pecados. Él resucitó al tercer día;
venció el pecado, la muerte y a Satanás, para darnos vida en abundancia, paz y salvación. Él espera que
no solo en diciembre, sino cada día del año caminemos en unidad familiar, paz, compasión, generosidad,
alegría, amistad y amor.

¡En esta navidad, busca la paz verdadera! Busca la paz en tu matrimonio, con tus hijos y tus vecinos.
Demuestra el amor de Jesús, ora por los enfermos y consuela al que está triste. En Navidad, busca
a quienes no tienen familia, se sienten solos y deprimidos, y demuéstrales que hay un Dios que los ama.
Guía los a conocer al único Camino, la Verdad y la Vida. En Jesús encontrarán la paz que su alma
anhela. En Él, la sed y el hambre de su espíritu serán saciados.

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