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El sintagma verbal
Tema 15
1. El sintagma verbal y el verbo
2. La morfología del verbo
2.1. Constituyentes de las formas verbales
2.2. Regularidad e irregularidad en los verbos
3. El tiempo verbal
3.1. Valores temporales y modales. Usos rectos y dislocados
3.2. Formas de indicativo
3.3. Formas de subjuntivo
3.4. Las formas compuestas
4. El aspecto
5. El modo
6. La diátesis verbal
7. Las formas no personales del verbo
7.1. El infinitivo
7.2. El gerundio
7.3. El participio
8. Las perífrasis verbales
8.1 Perífrasis de infinitivo
8.2. Perífrasis de gerundio
8.3. Perífrasis de participio
Introducción
En este tema se expondrán las características principales del verbo como constituyente
principal del sintagma verbal (SV). Esta caracterización del verbo supone describir su
composición morfoléxica, que nos servirá para diferenciar las llamadas conjugaciones
regulares de las irregulares. Además, el verbo presenta una serie de significados
gramaticales que le son privativos (tiempo, aspecto, modo y diátesis), cuyos límites no
son siempre fáciles de explicar, por lo que su desarrollo ocupará una parte importante
del tema. Finalmente, abordaremos el estudio de las formas no personales del verbo y
de las perífrasis verbales. En los diferentes apartados que componen este tema
seguiremos preferentemente varios de los capítulos de la gramática dirigida por Bosque
y Demonte (1999), que hasta el momento es la más detallada descripción gramatical que
poseemos para el español, y, por tanto, para el SV, pero también haremos alusión a
otros trabajos publicados en los últimos años que han servido para mejorar el
conocimiento sobre el verbo.
En este tema, seguiremos la propuesta de Alcoba (1991), en la cual todas las formas
verbales constan de dos elementos:
- El Tema verbal, formado por el lexema o raíz (cant-, tem-, part-) y la vocal
temática. La marca de esta VT (a, e, i) permite agrupar los verbos en tres
conjugaciones.
- La flexión o desinencia, compuesta de las marcas flexivas de tiempo, modo y
aspecto y de número y persona.
VERBO
TEMA Flexión
Raíz VT TAM NP
NP SINGULAR PLURAL
1ª persona Ø mos
2ª persona s/Ø is/d
3ª persona Ø n
El constituyente TAM está formado por una serie de morfos que aparecen
obligatoriamente en cualquier forma verbal para señalar diferencias de tiempo, aspecto
y modo. Se distinguen tres conjuntos de TAM relacionados con los tres temas de la
conjugación, aunque en realidad serían posibles sólo dos paradigmas distintos.
Pretérito
1s cantØ + é temØ, partØ + í
1p cantá + Ø temí, partí + Ø
2sp cantá + ste temí, partí + ste
3s cantØ + ó temØ, partØ + ió
3p cantá + ro temie, partie + ro
Imperf. Ind. cant-á + ba temí, partí + a
Participio cant-á + do temí, partí + do
Gerundio cant-á + ndo tem-ié, part-ié + ndo
Imperf. Sub. cant-á + ra/se tem-ié, part-ié + ra/se
Futuro Sub. cant-á + re tem-ié, part-ié + re
Futuro Ind.
1, 2p cant-a + ré tem-e/part-i + ré
3, 2s cant-a + rá tem-e/part-i + rá
Condicional cant-a + ría tem-e/part-i + ría
El morfo TAM presenta una forma distinta según la conjugación sólo en el caso del
presente de subjuntivo (e1ª/a2ª, 3ª) y del imperfecto de indicativo (ba1ª/a2ª, 3ª). Los morfos
de TAM de presente de indicativo, pretérito y de futuro presentan distintas formas
según los diferentes valores de NP en cada caso, pero idénticos para cualquier verbo, de
cualquier conjugación, con excepción de la 1ª persona del singular del pretérito (é 1ª/í 2ª,
3ª
) y la 3ª del singular de ese mismo tiempo (ó 1ª/ió 2ª, 3ª). La distinción de tres clases de
morfemas de TAM responde a la diferente distribución del acento y a la forma de la VT,
de modo que podemos hablar de tiempos de tema de presente (a), de tema de pretérito
(b) y de tema de futuro (c).
Estas variaciones se pueden resumir en el siguiente cuadro que simplifica todas las
manifestaciones átonas o tónicas, simples o diptongadas de VT:
IRREGULARIDAD FORMAS
IRREGULARES
TEMA Diptongación de vocal acentuada pensar: pienso
VERBAL Cambio de vocal dormir: durmamos
Cambio de consonante hacer: hago
Adición de algún elemento conocer: conozco
andar: anduve
Supresión de algún elemento hacer: haré
Cambio de vocal por consonante poner: pondré
Varias raíces para un mismo verbo ir: iré, voy, fui
ser: soy, es, fui, era
FLEXIÓN Adición de –y ser: soy
ir: voy
haber: hay
Pretéritos perfectos simples con poder: pude
vocal final átona hacer: hice, hizo
Participios con terminación distinta romper: roto
de -do decir: dicho
imprimir: impreso
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3. El tiempo
El tiempo verbal es una categoría deíctica que permite localizar el tiempo de la situación
expresada por el SV y por la oración en relación al momento de la enunciación
establecido como origen o punto de referencia. Esta referencia temporal puede ser
anterior (salieron ayer de México), simultánea (están hoy en Oaxaca) o posterior
(llegarán a Tijuana mañana) a ese punto de referencia, configurando de esta manera la
estructura de los tres tiempos absolutos (pasado, presente y futuro):
Otras relaciones temporales resultan más complejas, ya que describen situaciones que
mantienen, a su vez, una relación de anterioridad, simultaneidad y posterioridad con
respecto a un punto de referencia que mantiene alguna de esas tres relaciones con el
momento de la enunciación. Así en Me comunicaron que llegarían a Tijuana el día
siguiente, comunicaron indica una referencia temporal de anterioridad respecto de
origen, mientras que llegarían señala posterioridad respecto de una referencia anterior al
origen (comunicaron). A estas formas verbales se les denomina tiempos relativos.
Todos los tiempos compuestos, el pretérito imperfecto y el condicional son tiempos
relativos.
O
A S P
prometieron que
estarían ayer
estarían hoy
estarían mañana
Desde el punto de vista temporal, las oposiciones de las marcas flexivas permiten
organizar la conjugación del verbo español en las siguientes formas:
no creía que iba a tener tiempo). En todos estos usos se percibe un significado temporal
de improbabilidad, o de negación, dos de las variantes significativas de la ‘irrealidad’.
En indicativo existen dos casos diferentes de dislocación temporal:
- formas cuyo uso recto presenta una realización temporal básica de posterioridad,
como son las formas en –ré y –ría. Así, cantaré puede expresar la relación de
‘presente’ (ahora estarán en casa), mientras que cantaría puede manifestar
realizaciones temporales de ‘pretérito’ (opositaría el año pasado) y ‘co-
pretérito’ (dijo que en aquel momento estarían en casa). Estos usos dislocados
introducen un rasgo de incertidumbre.
- ciertas realizaciones temporales básicas correspondientes al uso recto de
anterioridad unido al de posterioridad. Así, cantaría puede ocupar el espacio
temporal de canto en En estos momentos estaría orgulloso de ti. En estos
ejemplos, funciona una oposición entre irrealidad / no irrealidad (En estos
momentos estaría/está orgulloso de ti).
A veces, la forma cantaría puede ser sustituible por cantaba (Si pudiera, te lo
gestionaría/gestionaba hoy mismo), con un cierto matiz de formalidad en el primer
caso, frente a la coloquialidad del segundo. Este uso como indicativo irreal del
imperfecto se relaciona con el llamado ‘imperfecto lúdico’ propio del lenguaje infantil
que sirve para recrear una escena ficticia (Yo era el salvador de la princesa y tú el
enemigo incansable) y que se puede registrar también en la forma compuesta
correspondiente (Yo había salvado a la princesa y tú eras derrotado).
El ante-presente he hecho señala que una acción se realiza antes del punto de referencia
pero en régimen de simultaneidad de dicho punto con el momento del habla, en una
relación integrada con el momento presente (Hoy ha viajado a París). Como un tiempo
del ámbito del presente, puede emplearse con valor de ante-futuro (el año que viene ya
he firmado el contrato con la Universidad), en las prótasis de oraciones condicionales
con futuro en la apódosis (Si ya habéis firmado contrato en la Universidad, podréis
proponer un proyecto de investigación) o en las oraciones completivas de verbos de
percepción (Cuando sepa que he explicado toda el tema, comenzaré con la parte
práctica).
Este tiempo presenta ciertas semejanzas con el pretérito, ya que ambos (he
cantado/canté) señalan una relación de anterioridad en relación con el momento en que
se habla y ambos indican una acción perfecta o terminada. Difieren en que la forma
simple ocupa el espacio temporal del pasado, mientras que la forma compuesta señala
anterioridad dentro del ámbito del presente.
En el caso del ante-pretérito había hecho estamos delante de una relación temporal que
depende semántica y/o sintácticamente de tiempos del pasado (Apenas había entregado
el examen, se puso a corregirlo), aunque en ciertos casos la relación temporal se realice
con un imperativo (Suponed que aún no había respondido el cuestionario), y en muchos
otros casos se presente como independiente (Obligatoriamente había estudiado todos
los apuntes). Este tiempo puede emplearse también con valores de cortesía o de
modestia (Había creído que quizá yo pudiese optar a ese puesto, señor director). En las
oraciones condicionales, se neutraliza con el ante-pos-pretérito (habría hecho), con el
ante-co-pretérito de subjuntivo (hubiera/se hecho) y con el co-pretérito de subjuntivo
con valor de indicativo (hiciera = había hecho): Si me lo hubiera contado a mí, le
había/habría aconsejado otra cosa.
La forma prospectiva habré hecho es poco frecuente en la lengua y se suele emplear con
valor de anterioridad a un hecho anterior al momento del habla y con un cierto matiz
probabilístico (Habrá venido ayer).
La forma habría hecho se utiliza con valor de hipótesis, de conjetura o de incertidumbre
referidas al pasado (No se lo conté porque no habría sabido guardar el secreto), que
puede adoptar ciertos matices temporales dentro de ese contexto del pasado, aunque está
siendo sustituido por el ante-co-pretérito de subjuntivo en –ra en la lengua hablada.
Con respecto a las formas compuestas del subjuntivo, y dejando de lado las formas ya
desaparecidas de hiciere, hubiere hecho, existen sólo dos formas compuestas
retrospectivas: haya hecho, hubiera/se hecho. Dada la especificidad del subjuntivo
español, su uso está regido por el núcleo verbal del que depende, con el que establece la
correspondiente correlación temporal.
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4. El aspecto
Se distinguen dos tipos de aspecto: el flexivo y el léxico o Aktionsart.
El aspecto flexivo es una categoría no deíctica que muestra el desarrollo interno de la
acción del verbo a partir de las marcas flexivas, de modo que podemos diferenciar esa
acción como acabada o perfectiva (Jovita ha trabajado, Jovita trabajó) o como
inacabada o imperfectiva (Jovita trabaja, Jovita trabajaba). Todas las formas
compuestas y el pretérito perfecto simple incluyen esa expresión del final de la acción
como ya acabada: son formas verbales de aspecto perfectivo. Todas las formas simples,
excepto el pretérito perfecto simple, en cambio, cuentan con un aspecto imperfectivo,
ya que no incluyen el fin de la acción.
Algunos autores han tratado de resolver la asimetría de que el pretérito perfecto simple
figure dentro de las formas verbales de aspecto perfectivo. Alarcos (1994) distinguió un
aspecto flexional y otro sintagmático. El aspecto flexional expresa el término real del
proceso, distinguiendo entre cantaba y canté, en la que la primera forma presenta
aspecto no terminativo y la segunda terminativo. En cambio, el aspecto sintagmático se
refiere al término virtual del proceso y separa las formas simples no delimitadas de las
compuestas delimitadas. Para otros autores (Rojo y Veiga, 1999), la distinción aspectual
del verbo en formas perfectivas e imperfectivas resulta superflua por estar ya
incorporados esos valores en la distinción de anterioridad y simultaneidad.
García Fernández (1999) propone una clasificación del aspecto gramatical en cuatro
tipos relacionados con los complementos temporales:
El aspecto léxico tiene que ver con el significado de los verbos o con el modo de acción
en relación a tres factores (la estatividad, la duración y la telicidad), que se encargan
de establecer la estructura fásica de los predicados:
a. Verbos télicos o delimitados (nacer, morir, llegar, descubrir) y verbos atélicos o
no delimitados (ser, ver, oír, tener)
b. Verbos puntuales (morir, explotar, reconocer) y verbos durativos (aprender,
pintar, leer).
c. Verbos agentivos (Jovita nada cien metros) y verbos estativos (Alejandro tiene
el pelo rubio)
Para Dowty (1979) los verbos o SSVV se clasifican en cuatro tipos aspectuales:
estados, actividades, efectuaciones y logros.
Aspectualidad
verbal oracional
ASPECTO
ASPECTO LÉXICO ASPECTO LÉXICO-
FLEXIVO SEMÁNTICO
5. El modo
El modo es una categoría que indica la visión que tiene el hablante de la acción verbal o
la actitud que mantiene respecto a lo dicho. Si el hablante contempla esa acción como
cierta o se muestra neutral ante ella, utiliza el indicativo (Mi hermana Jovita habla
mucho con los vecinos), mientras que si manifiesta dudas sobre la acción y la presenta
como incierta o hipotética, como deseada o no experimentada, recurre al subjuntivo
(Mi hermana Jovita quizá hable demasiado con los vecinos) o al condicional (Ojalá mi
hermana Jovita hablara menos con los vecinos). Finalmente, para emitir órdenes o para
lograr que algo se cumpla (Jovita, habla menos con los vecinos), se prefiere el uso del
imperativo (Gutiérrez Araus, 2000).
Las modalidades del enunciado se pueden clasificar en aserción, interrogación y
apelación. Cada una de ellas posee un contexto entonativo determinado. El sistema
verbal español mantiene ciertas restricciones en el empleo de ciertos modos y de ciertas
modalidades. Por ejemplo, no son posibles las formas de subjuntivo como núcleos
oracionales independientes dentro de modalidades interrogativas (*¿Cómo lo
desearas?), pero sí con núcleos oracionales dependientes (¿Quieres que te lo diga?). En
oraciones independientes, el subjuntivo sólo admite la modalidad desiderativa o
dubitativa (Posiblemente, Jovita vaya a Estocolmo).
La modalidad apelativa es privativa del imperativo, que sólo se utiliza dentro de una
perspectiva temporal de presente afirmativo, en segunda persona, de singular o de plural
(Ven a casa mañana/Venid a casa mañana), y, de ser el caso, siempre con pronombres
enclíticos (Díselo a Jovita). De incumplirse alguno de estos hechos, aparecen las formas
del subjuntivo (No vengas a casa mañana/No se lo digas a Jovita), del que el
imperativo ha sido considerado una variante. No obstante, Alarcos (1994) ha
manifestado que es en realidad el subjuntivo el que asume un cierto valor enfático de
apelación, especialmente en primera (Veámoslo) y tercera persona (Hágase tu
voluntad).
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Con todo, es posible que otras formas verbales asuman la modalidad imperativa si se
emplea una cierta entonación, especialmente el presente (Vas al despacho y me traes
una carpeta roja) o el infinitivo precedido por a (¡A correr todo el mundo!).
El indicativo es el modo de la aserción o de las declaraciones, por lo que se emplea con
verbos de percepción (Veo que Jovita está muy cansada) o de comunicación (Dijo que
Jovita estaba muy cansada).
En cambio, el subjuntivo aparece en casos en que se niega una aserción (No veo que
Jovita sea antipática). También se emplea en expresiones de deseo con valor hipotético
de futuro (Deseo que Jovita lo pase bien) o de valoración de un hecho (Es bueno que
Jovita se divierta). Tradicionalmente, el subjuntivo se ha considerado el modo de la
subordinación, asociado su uso a las proposiciones dependientes.
En la selección del indicativo o del subjuntivo influyen factores semánticos y
sintácticos. El verbo sentir modifica su semántica en virtud del modo verbal que se usa
en la subordinada. Así, en Siento que está haciendo demasiado calor, sentir es un verbo
de percepción, pero en Siento que esté haciendo demasiado calor, es un verbo de
sentimiento con el valor de desagrado o molestia.
6. La diátesis verbal
La voz o diátesis hace referencia a la relación semántica que mantienen el verbo y los
diferentes participantes de la acción verbal. Esta relación se marca a través de ciertos
elementos sintácticos y morfológicos. Devís (1993) cree que ambos conceptos no son
estrictamente equivalentes, ya que la voz es una categoría morfológica mientras que la
diátesis es semántico-sintáctica.
Desde las primeras gramáticas griegas se ha ido manteniendo la distinción tradicional en
tres voces con marcas lingüísticas propias: activa (asociada a la idea de ‘actividad’),
pasiva (relacionada con lo que uno experimenta, siente o padece) y media (un híbrido
entre la activa y la pasiva, aunque semánticamente más próxima a la pasiva).
La diátesis influye en la sintaxis de la oración. En el caso de la voz activa, el sujeto
sintáctico indica el agente de la acción verbal (Jovita escribió un libro), pero no existen
marcas específicas para diferenciar esta diátesis. En la voz pasiva el sujeto se refiere al
paciente de la situación (El libro fue escrito por Jovita), que presenta una estructura
formal caracterizada por la perífrasis de ser + participio.
Dentro de la pasividad existe una estructura conocida como pasiva refleja o con se, en
casos como Se tratan fotografías en ordenador. Estas oraciones coinciden con la pasiva
perifrástica en la presencia de un sujeto gramatical (fotografías) y en la lectura
semántica (a alguien o algo le ha pasado algo).
Pese a la ausencia de una morfología verbal específica, existe en español una voz
media, que expresa un proceso verbal que afecta al sujeto. Dentro de esta modalidad, se
han incluido las oraciones pasivas que sólo se pueden construir con se, y que tienen un
sujeto nocional implícito, como en Esta camisa rosa se lava muy bien a mano. A
diferencia de las pasivas con se, las oraciones de voz media necesitan obligatoriamente
un modificador adverbial modal o instrumental, como en el caso anterior muy bien. Para
ciertos autores estas oraciones de voz media constituyen una submodalidad de las
oraciones pasivas con se: son oraciones medias-pasivas (Mendikoetxea, 1999).
7.1. El infinitivo
Los infinitivos poseen una doble naturaleza nominal y verbal. Poseen forma simple
(cantar), forma compuesta (haber cantado) y voz pasiva (ser cantado). Como carecen
de marcas flexivas de tiempo, persona y número, las obtienen habitualmente de la forma
verbal de la oración principal de la que depende. En Jovita desea dejar el tabaco, el
infinitivo no posee ningún valor temporal, porque lo asume del verbo principal desear
del que depende. Esta correlación temporal no se cumple si el verbo principal es un
verbo de percepción, ya que entonces el infinitivo subordinado se concibe como
simultáneo al verbo principal (El administrativo oyó a Jovita comentar su currículum).
La ausencia de marcas flexivas de número y persona en el infinitivo no impide que se
puedan establecer relaciones de concordancia implícitas con un argumento que se
interpreta como sujeto. Así, en Jovita desea dejar el trabajo, se sobreentiende que
Jovita es el sujeto implícito de dejar. En cambio, El administrativo oyó a Jovita
comentar su currículum, existe un sujeto explícito del infinitivo que es Jovita.
Otro argumento sintáctico que afianza la consideración oracional de las construcciones
de infinitivo es el hecho de que admiten complementos predicativos: Caminar descalzo
es bueno para los pies, que tienen como referente el sujeto tácito del infinitivo.
Además, de los infinitivos pueden depender proposiciones subordinadas interrogativas
indirectas (Hay que preparar cómo convencer a Jovita) o relativas (Jovita no tenía nada
que hacer).
Los infinitivos se pueden construir como proposiciones subordinadas adverbiales
precedidas de preposiciones (sin, por, para, tras, de, antes de, después de), que hacen
las veces de nexos subordinantes similares a cuando el verbo está flexionado: Antes de
salir /Antes de que salgamos.
Finalmente, los infinitivos pueden llegar a presentar sujetos explícitos en posición casi
siempre posverbal (De seguir Jovita así, no mejorará su situación), prueba evidente de
su valor oracional.
Los morfemas de infinitivo –ar, -er, -ir– se comportan como sufijos nominalizadores
que lo convierten en un derivado verbal con funciones similares a un sustantivo: A
Jovita le gusta comer / la comida. La RAE (1973) señala que el infinitivo puede realizar
las mismas funciones que el sustantivo: de sujeto (Conviene madrugar durante todo el
año), complemento de un verbo (Acordaron retrasar la reunión) o complemento de un
nombre (La decisión de desalojar el instituto ha sido apresurada).
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7.2. El gerundio
El gerundio es un verbo, aunque a veces pueda funcionar como un adverbio, es decir,
como un modificador del verbo o de la oración, y en otros casos, como un adjetivo
predicativo, por tanto, como un modificador del verbo y del sustantivo.
Morfológicamente, presenta marcas flexivas de aspecto y tiempo (cantando y habiendo
cantado, con un afijo verbal -ndo), que le permiten expresar simultaneidad (Jovita me lo
comentó saliendo del gimnasio) o anterioridad (Me lo comentó habiendo salido del
gimnasio), y sintácticamente pueden construirse con complementos regidos, pero no,
salvo casos excepcionales, llevar sujeto: Jovita escribió su tesis en pocos meses, aun
estando enfermo (su novio).
Para Fernández Lagunilla (1999), el gerundio casi siempre se ha analizado con criterios
valorativos más que descriptivos, primando expresamente la distinción entre empleos
correctos e incorrectos. Entre los usos incorrectos se suelen incluir el llamado ‘gerundio
adjetivo’, que modifica al nombre (chica sabiendo cocina), y el ‘gerundio de
posterioridad’, que sitúa una acción posterior a la de la oración principal (Confesó aquel
secreto, arrepintiéndose poco después).
Las construcciones con gerundio pueden dividirse en dos grupos en relación a que
posean naturaleza oracional (Jovita redactó su tesis en pocos meses, aun estando en
periodo de docencia) o no (Jovita redactó su tesis dudando). Salvo en casos
excepcionales, estas construcciones son siempre elementos subordinados, pero mientras
en el primer ejemplo la construcción del gerundio modifica a toda la oración, en el
segundo lo hace sólo con el verbo del que depende:
Las características de los gerundios adjuntos (Jovita ganó un premio investigando) los
aproxima a los gerundios modificadores de la oración (Jovita ganó un premio, siendo
investigadora), por lo que en ocasiones resultan difíciles de distinguir.
7.3. El participio
El participio es un derivado verbal que asume funciones de adjetivo. Habitualmente
presenta las terminaciones –ado, -ido (cantado, comido), pero existen casos de formas
irregulares (hecho, roto, visto, dicho), aunque con tendencia a la regularización (de
prender, preso y prendido; de encender, enceso y encendido). Inmovilizado en la forma
masculina singular, el participio forma parte de las formas compuestas verbales (he
cantado).
Como los adjetivos, cuentan con variación de género y número y morfema de grado (tan
avanzado, muy avanzado), y pueden sufrir procesos de sustantivación (el citado, la
citada, lo citado).
Sintácticamente, puede ser modificador de un sustantivo (hojas del árbol caídas),
atributo de un verbo (Jovita es honrada) o predicativo (Jovita venía muy fatigada de la
excursión). Así mismo, puede admitir complementos: es una mujer preocupada por su
trabajo.
Es habitual que el participio forme construcciones absolutas con función de modificador
oracional, casi siempre antepuesto: Terminada la reunión, el decano fue nuevamente
interperlado. En el interior de esa estructura el participio concuerda en género y
número con el otro elemento de la construcción, con el que mantiene una relación de
interdependencia.
conjunción (tienes que cantar). No todos los autores coinciden en el inventario de las
perífrasis de infinitivo. Habitualmente se clasifican en:
- modales: expresan la actitud del hablante sobre la acción del verbo:
• modales de obligación: se forman con deber, tener que, haber de y haber
que.
• modales de probabilidad: se forman con deber de y con poder, aunque
con este último auxiliar puede expresar también capacidad o permiso
(¿Puedo coger el periódico?).
• algunos autores admiten otras perífrasis si el sujeto es inanimado o está
omitido, con verbos como lograr, conseguir, intentar, tratar de y querer.
- aspectuales: indican ciertas fases internas de la acción verbal:
• -incoativo: empezar a, comenzar
• -comienzo repentino de una acción: ponerse a, echar(se) a, romper a
• -inminencia: estar a punto de (si va en pasado indica no realización)
• -repetición: volver a
• -frecuencia: soler, acostumbrar
• -acción acabada: acabar de, terminar de
• -acción interrumpida: dejar de, parar de, cesar de
• -intención, futuro o probabilidad: ir a
Bibliografía
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Guión-resumen
3. El tiempo verbal
La referencia temporal puede ser anterior, simultánea o posterior, organizada en tres
tiempos absolutos: pasado, presente y futuro.
Las situaciones de anterioridad, simultaneidad y posterioridad con respecto a un punto
de referencia originan los tiempos relativos.
Los tiempos compuestos, el pretérito imperfecto y el condicional son tiempos relativos.
La relación temporal a partir de referencias secundarias o terciarias se denomina
correlación temporal.
4. El aspecto
Dos tipos:
-flexivo: perfectivo e imperfectivo.
-léxico: verbos télicos o atélicos, puntuales o durativos y agentivos o estativos
Existe una aspectualidad cualitativa y otra cuantitativa.
5. El modo
Visión o actitud neutral (indicativo) o incierta (subjuntivo/condicional) ante lo dicho.
Emisión de órdenes (imperativo).
Tres modalidades enunciativas: aserción, interrogación y apelación.
6. La diátesis verbal
Relación semántica entre el verbo y los participantes de la acción:
-activa (‘actividad’),
-pasiva (‘experiencia’)
-media (próxima a la pasiva).
7.1. El infinitivo
Simple (cantar), compuesto (haber cantado) y voz pasiva (ser cantado).
Admite complementos predicativos y estructura oracional.
Estructura y funciones sintácticas nominales
7.2. El gerundio
Marcas de aspecto y tiempo: simultaneidad o anterioridad.
Modificador del verbo, de la oración o adjetivo predicativo.
Usos incorrectos: ‘gerundio adjetivo’ y ‘gerundio de posterioridad’.
7.3. El participio
Terminaciones –ado, -ido, con casos de irregularidad
Inmovilizado en masculino singular para las formas compuestas verbales.
Adjetivo: género y número y morfema de grado, sustantivación
Modificador de un sustantivo, atributo de un verbo y predicativo
Construcciones absolutas con función de modificador oracional