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Lanza lejos tus pecados

Arruga entre 30 a 50 pelotas de papel y divídelas entre dos equipos. Explica que las pelotas representan
el pecado en nuestras vidas, que Jesús nos ayuda a eliminar cuando lo aceptamos en nuestros corazones
como Señor y Salvador. El objetivo es lanzar tus pecados lejos de ti a través de la línea central entre los
equipos, sin embargo, el otro equipo te las lanzará de vuelta. Esto representa a Satanás tratando de
engañarte y tentándote a pecar, incluso cuando hayas decidido seguir a Jesús. Ambos equipos lanzan sus
pelotas durante un período determinado de tiempo que tu decidas. Al acabar el tiempo, el ganador es el
equipo con menos pelotas de pecado en su área. Sigue el juego hablando de lo difícil que es deshacerse
de nuestros pecados por nosotros mismos, por lo cual necesitamos la ayuda de Jesús para hacer lo que
es correcto y bueno delante de Él y resistir la tentación de pecar.

El precio del cielo


Coloca una fila de elementos comunes de la casa y coloca una Biblia y un cartel que diga "Cielo" en los
últimos dos lugares. Etiqueta cada artículo con un precio que sea superior o inferior a su precio actual.
Etiqueta la Biblia con el precio actual y el "Cielo" con signos de interrogación. Divide la clase en dos
equipos y haz que se turnen enviando un jugador. Levanta cada elemento y pregúntale al jugador si el
precio del artículo es mayor, menor o igual que el precio de lista. Si el jugador acierta, su equipo obtiene
un punto. El equipo con más puntos consigue llegar a la ronda del cielo. Este equipo debe pensar y
escribir un número que piensen que es el valor del cielo. No importa lo que escriban (a menos que tengas
una clase muy astuta que de inmediato perciba que "no tiene precio", es lo que estás buscando aquí), les
dirás que es demasiado bajo y dejarás que el otro equipo lo intente. Señala que no importa qué tan grande
sea el precio que le pongan al cielo, no existe ningún número lo suficientemente grande como para que
coincida con el valor inestimable de la obra salvadora de Jesucristo, lo cual nos permite mirar hacia
adelante a la eternidad en el cielo con él.

Cambio rápido del Salvador


Establece una carrera de relevos con una caja de ropa vieja en un extremo; elige un traje completo, como
una chaqueta, pantalón, camisa y sombrero. La primera persona en la línea debe correr a la caja y
ponerse toda la ropa y luego volver corriendo a su equipo. Rápidamente se debe quitar la ropa y ayudar
a la persona de al lado a ponérsela. Esa persona corre de vuelta a la caja y se debe quitar la ropa y corre
de vuelta a la siguiente persona la cual se dirige a la caja, se pone la ropa y se la cambia con la siguiente
persona en la fila. Los niños siguen esta carrera de relevos hasta que todos hayan tenido la oportunidad
de hacer un cambio rápido. Después, discute cómo los niños pueden cambiar de ropa, pero sólo Jesús
puede cambiar sus corazones cuando aceptan su oferta de salvación.

La etiqueta de Salvación
Elige a una persona para ser el virus del "pecado" que quiere infectar a tantas personas como sea posible.
Selecciona otra persona que juegue como Jesús, el único refugio a salvo del "pecado". Si el "pecado" te
toca, te infectarás y debes cruzar los codos. Sin embargo, si puedes correr hasta Jesús y cruzar los codos
antes de que el "pecado" te toque, estás a salvo. Siempre y cuando permanezcas vinculado a Jesús, el
"pecado" no te puede infectar. Si te apartas de Jesús, eres vulnerable. Si estás infectado por el "pecado",
puedes exclamar: "Jesús, por favor ayúdame". Entonces Jesús puede venir a tocarte y a liberarte. El
objetivo es que todo el mundo se vincule en una gigantesca cadena de Jesús y deje al "pecado" sin
víctimas para infectar.

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