Вы находитесь на странице: 1из 12

VIOLENCIA DE GÉNERO

Araceli Elizabeth Quintero Temahuaya

SEMINARIO DE TESIS
En esta investigación el tema a tratar será la Violencia de Genero así como la
influencia de los factores tales como la relación de pareja, económica, social,
educativa y lo personal en cuanto a su impacto dentro de estas áreas al momento
del ejercimiento de dicha violencia.

Se trataran conceptos básicos como son la violencia, agresión, género y algunos


otros factores influyentes, que nos den la pauta al desarrollo del tema.

El interés de la presente fue desde un ámbito profesional debido a las diferentes


cuestiones e inquietudes surgidas en cuanto a la diversidad de las problemáticas
derivadas de esto ya que es una problemática que afecta a nivel social, personal,
familiar y sobre todo global.

Se pretende tener la obtención de herramientas que permitan explica esta situación


de violencia de genero a partir de leyes fundamentadas asi como desde la
perspectiva de las víctimas de esta situación violenta;

Dicha investigación expone estudios realizados en algunos países y estados, como


España, Cuernavaca, Costa Rica, Colombia, Cuba; los cuales arrojan datos acerca
de la violencia de genero vivida en su país, tomando en cuenta aspectos de índole
social, personal, sociodemográfico, etc.

Así mismo como las estadísticas determinadas para las violencia de tipo,
psicológica, física, verbal y sexual, denotan un cambio entre sí, mostrando cual
suele prevalecer.

Lila, Marisol 2010 realizaron una investigación en la cual se denotan los porcentajes
presentes de victimas respecto de cada tipo de violencia presentado con mayor
frecuencia denotando así que la violencia es un problema que nos acompaña en
todos los ámbitos de convivencia diaria

De igual manera lo denotan; Del Río Zolezzi, Aurora; en su investigación nos hablan
acerca de la exposición ante la cual se encuentran las mujeres día con día dando
pauta a la ejecución de hechos tales como, suicidio, violaciones, agresiones de ende
físico y nos proponen un programa a nivel sector publico salud, en este nos
mencionan la importancia de tomar en cuenta la necesidad que está demandando
la víctima en el momento para que sea atendida con eficacia.

Londoño Toro, Beatriz; Giraldo Duque, Sheila; Montoya Ruiz, Ana Milena; Moadie
Ortega, Vanina; Victoria Morales, María Irene; Goyes Moreno, Isabel; Montezuma
Misnaza, y por su parte Álvarez Orozco, René; Naranjo Velasco, Karolina realizaron
investigación en una índole más social para obtener datos de departamentos
públicos así como de testimonios de las víctimas de manera directa o bien indirecta
para que así pudieran delimitar el tipo de violencia que llevo a tener la problemática.

Ramos Lira, Luciana; Ramírez, Juan Carlos; Uribe, Griselda; Ruiz Hernández,
Marioly; López Angulo, Laura; Hernández Cabrera, Yoan; Castañeda Álvarez,
Eduardo; Águila Rodríguez, Yisel y Sagot, Montserrat; y Roberta de Alencar-
Rodrigues, Leonor M. Cantera y Marlene N. Strey en sus estudios hacen hincapié
a la condición demográfica de las víctimas así como los roles que se ejercen a nivel
social bien a las cuestiones como la escolaridad, el tipo de pareja, los estereotipos,
así como los intentos de las mujeres para tener una inclusión en los sistemas del
país de manera equitativa, ya que se cuenta con un margen de discriminación
significante a pesar de los cambios sociales y políticos.

Dentro de las líneas de investigación se encontró una serie de factores que


prevalecen tomando en cuenta la zona geográfica, posición social, estereotipos,
discriminación o bien los roles sociales.

Estos factores son lo que nos llevan a caer en una situación de violencia debido a
que podemos hallar que la violencia ha deteriorado la calidad de vida de la sociedad,
desde un ámbito jurídico un tanto negligente así como la poca participación
ciudadana para trabajar en la erradicación de esta, o bien la carencia de un buen
implemento de la gama de programas sociales que se tienen para abarcar esta.

Planteamiento del Problema

La violencia de género puede adoptar diversas formas, lo que permite clasificar el


delito, de acuerdo con la relación en que ésta se enmarca y el ejercicio de poder
que supone, tiene.

Pero esta se ve debilitada en cuanto al sistema legal ya que las leyes carecen de
actualización asi como el sistema penal esta regido por una carencia validada por
esta misma.
La violencia de genero es un problema ya que tiene una afectación a nivel,
económico, familiar, social, personal, relación de pareja, político y cultural, lo cual
va deteriorando la calidad de vida del sujeto ya que todos estamos expuestos a ella
sea de manera directa o indirecta, emergiendo una afectación que nos invade,
paraliza, limita en cuestión de seguridad pública, personal, escolar, misma que en
estos ámbitos va incrementando ya que existe una marginación principalmente
hacia el género femenino ubicando a este en un sistema de conformismo para que
acepte de cierta manera las condiciones en las que tiene que vivir por la adjunción
de las características puestas a están mostrándolas como indefensas y hasta un
mayor punto como las promotoras del daño que se les está causando.

Pregunta de investigación

¿Cuál es el impacto que se le da de la violencia de género en las áreas de atención,


espacios públicos de prevención de esta cuando se denota por factores económico,
familiar, social, personal, relación de pareja, político y cultural?
Si bien las violaciones de los derechos humanos afectan tanto a los hombres como
las mujeres, su impacto varía de acuerdo con el sexo de la víctima. Los estudios
sobre la materia permiten afirmar que toda agresión perpetrada contra una mujer
tiene alguna característica que permite identificarla como violencia de género.

Esto significa que está directamente vinculada a la desigual distribución del poder
y a las relaciones asimétricas que se establecen entre varones y mujeres en nuestra
sociedad, que conducen a la desvalorización de lo femenino y su subordinación a
lo masculino. Lo que diferencia a este tipo de violencia de otras formas de agresión
y coerción es que el factor de riesgo o de vulnerabilidad es el simple hecho de ser
mujer.

La violencia de género puede adoptar diversas formas, lo que permite clasificar el


delito, de acuerdo con la relación en que ésta se enmarca y el ejercicio de poder
que supone, en las siguientes categorías: violación sexual e incesto, asedio sexual
en el trabajo y en las instituciones de educación, violencia sexual contra mujeres
detenidas o presas, actos de violencia contra las mujeres desarraigadas, tráfico de
mujeres y violencia doméstica.

Si bien podemos basar esto en diversas carencias y tomando en cuenta el papel


que las mujeres han desempeñado por años para poder entrar en un sector fuera
de la discriminación y marginación social, política, cultural.

Podemos tomar en cuenta el movimiento del años de 1970 denominado como el


“Movimiento feminista” surgido en España y dando vuelta a todo el mundo, mediante
el cual se pretendía alcanzar la igualdad política, económica, social entre hombres
y mujeres en cuanto a la igualdad de las oportunidades en educación, trabajo,
derecho al voto libre y la libertad sexual, así como este movimiento plantea la
opresión de la mujer y es una opresión que no se comparte por el hombre debido a
que ellos si pueden gozar de tal libertad.
Un movimiento “aceptado” para determinar la libertad de cierta manera pero una
libertad en cuanto a unos derechos pero silenciando otros cuantos, debido a que no
se cambió del todo la situación de la mujer ya que aun en nuestro siglo podemos
seguir vivenciando la carencia de objetividad de un sistema social, político,
económico, escolar para la mujer, debido a que se continua con una opresión que
detiene el proceso de la igualdad y que incrementa la violencia de genero.

Una violencia vivida y manifestada aun con tal movimiento, entonces es


cuestionable debido a que se podría hablar de una carencia de estructura y
objetividad del movimiento o bien una carencia de los sistemas, nacionales,
estatales y municipales, lo cual lleva a la gran parte de la población femenina a
descartar la posibilidad de continuar con su preparación y dotarse de ingresos por
ella misma y dejar la dependencia del género masculino.

Lo cual la mantiene en la opresión y en la vivencia de una situación de violencia ya


sea en un ámbito, político, social, económico, educativo, de pareja, familiar, que
obstruyen y cuestionan toda estructura implementada y hasta cierto punto la
plantean como fallida.

Esto viene a denotar un problema que pasa de lo particular a lo general es decir de


ser personal viene a provocar un desequilibrio disfuncional para la sociedad lo cual
trae consigo una alteración del sistema con los movimientos, leyes que intentan
hacer funcional la marginación o defender de cierta manera a las víctimas de
violencia con la implementación de programas mediante instituciones públicas de
servicio y atención hacia las víctimas de la violencia.

Como Consejo Estatal de la mujer que busca el empoderamiento de la mujer así


como la equidad de género, pero deja de lado el programa de prevención de la
violencia; ya que solo busca ejecutar su plan cuando esta ya está presente.

O bien la Ley General de Acceso a las Mujeres a una vida libre, la cual tiene como
tarea de estado intervenir de manera inmediata y directa para evitar la violencia
contra la mujer conforme a los principios de igualdad y no discriminación.

De acuerdo a un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud se


encuentra que el 70 % de las mujeres experimentan algún tipo de violencia en el
transcurso de su vida

Tal estudio desarrollado en 11 países determinan que las víctimas de violencia


sexual 6 % en Japón y el 59 % en Etiopia. Así como que una de cada cinco mujeres
está expuesta a este tipo de violencia.

Mientras que tal encuesta mundial arroja que entre el 70 y 40 % de las mujeres son
asesinadas por su pareja sentimental.
En la República Democrática del Congo se reportan 1,100 violaciones al mes, con
un reporte de 36 mujeres y niñas violadas.

El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) señala mediante una encuesta


aplicada se determinó que los consultantes han sufrido de violencia, física, sexual y
psicológica en algún momento de su vida, por lo cual obtuvo las siguientes
estadísticas.

Violencia sexual el 12.3 por ciento, violencia física un 32.6 por ciento y violencia
psicológica un 50.9 por ciento, así como determina que las únicas formas de
violencia denunciadas son la física y la sexual.

Estos estudios realizados en el año 2016 nos denotan que la prevalencia de la


violencia va aumentando día a día según la situación demográfica, social, política
que pueda estar existiendo o bien en un ente cultural donde la mujer aún se ve
marginada.

La importancia del tema deviene desde un hecho y perspectiva social, política ya


que no se cuenta con leyes actualizadas, lo cual trae consigo el surgimiento de
movimientos, marchas para buscar la igualdad, y la erradicación de la violencia de
género o bien a que las instituciones encomendada para la eliminación, o bien
disminución de la problemática trabajan con planes de acción probados y diseñados
para otros países, y no propiamente dados para este país lo cual trae consigo
negligencias para la trata de los casos, la atención, la prevención de la violencia y
puesto que estos programas se dirigen de manera incorrecta e inadecuada lo que
promueven es una situación de escape de las víctimas que pudieron estar buscando
ayuda en estos centros de atención.

El ciclo de la Violencia o teoría Walker.

Esta teoría se compone de tres fases, en las que varían el tipo de violencia ejercida
sobre la mujer, la frecuencia en el tiempo y la gravedad de la misma.

Fase de formación o acumulación de tensión


Esta puede durar varios días, semanas e incluso meses. La victima percibe
claramente cómo el agresor va volviéndose más susceptible, respondiendo con más
agresividad y encontrando motivos de conflicto en cada situación. Aparecen, por
tanto, pequeñas agresiones psicológicas, algún golpe o empujón, amenaza, etc.,
hacia la víctima.

Existe un aumento gradual de tensión en el hombre de tal manera que la mujer,


como teme que se produzca un nuevo episodio de violencia, hace todo lo posible
para no molestarle y satisfacerlo.

Esta situación genera en la mujer un comportamiento sumiso que llega, incluso a


justificar, minimizar o negar lo sucedido para evitar así una respuesta con
consecuencias peores por parte del maltratador.

Fase de agresión o explosión.

Suele durar poco, minutos e incluso algunas horas. Se produce un episodio violento
en el que se descarga la tensión acumulada en la fase anterior y finaliza cuando el
agresor considera que la mujer ha aprendido la lección.

La mujer simplemente acepta la violencia y espera que termine pronto. Al finalizar


dicha fase puede aparecer un estado de incredulidad, de shock sobre lo ocurrido.
En general, cuanto más antigua es la relación de violencia más frecuentes y
peligrosas son las agresiones.

Cuando los agresores describen estos incidentes agudos se concentran en justificar


su comportamiento. Con frecuencia, relatan una gran cantidad de insignificantes
molestias que ocurrieron durante la fase uno. Algunas veces incluso culpan a la
bebida o al exceso de trabajo.

Fase de luna de miel o de reconciliación.

Es la fase de calma en la que el hombre se asusta porque tal vez la mujer le deje,
así que le dirá o hará cualquier cosa para que le perdone. Se comporta bien, le hace
regalos, se arrepiente, le pide perdón, le pide otra oportunidad, le promete que
cambiará e incluso que buscará ayuda profesional.

El maltratador por un lado cree que será capaz de controlarse y por otro lado que la
mujer ya ha aprendido la lección por lo que no volverá a comportarse de tal manera
que él se vea obligado a maltratarla. La víctima así mismo cree que cambiará, que
él no se pondrá violento nuevamente porque fue un mal día y no pudo controlarse.
Algo esporádico, todo reforzado por los nuevos y buenos comportamientos de él,
que le lleva a creer que en realidad él es así, tal y como se comporta en esta nueva
fase.
El ciclo de la violencia y el proceso de victimización

En el año 1979 la reconocida psicóloga americana Leonore Walker arrojó luz sobre
cómo funcionan los procesos de victimización a partir de sus investigaciones
diseñadas para tratar de entender y de dar respuesta a las preguntas anteriormente
planteadas.
A partir de los testimonios de mujeres maltratadas se dio cuenta que no son
agredidas todo el tiempo ni de la misma manera, sino que existen fases para la
violencia, que tienen variada duración y diferentes manifestaciones. Esto es lo que
se ha llamado el ciclo de la violencia,una de las teorías sobre dinámicas internas a
las relaciones violentas más difundida en el mundo.
Esta teoría contempla la existencia de cuatro fases en toda dinámica de violencia
relacional. Las fases en las que se divida el ciclo de la violencia se van sucediendo
las unas a las otras, hecho que precisamente dificulta que el ciclo se pueda romper.
En una misma relación, el ciclo puede repetirse infinitas veces y la duración de sus
fases puede ser variable.

Las 4 fases del maltrato

1. Fase de Calma

En una primera fase, la situación está calmada. No se detectan desacuerdos y todo


se vive de manera idílica. Pero, cuando el ciclo se ha repetido varias veces, la
víctima puede empezar a tener la sensación que la calma se mantiene porque todo
está correcto según el punto de vista del agresor que es, en última instancia, el
motor del ciclo.

2. Fase de Acumulación de Tensión

Comienzan los pequeños desacuerdos, pues el agresor se siente cuestionado por


su víctima de manera creciente. Puede ser que la víctima, en su intento por
mantener las cosas como el agresor quiere, cometa algún error pues el aumento de
la tensión afecta su capacidad para concentrarse. En esta fase, de hecho, se
comienza a ejercer un maltrato psicológico basado en la idea de control y que es
una señal de alarma de lo que está por venir.
Muchos agresores se excusan precisamente diciendo que estuvieron avisando a su
víctima pero que ésta no les hizo caso y les siguió provocando. La mujer intenta
calmar, complacer o, al menos, no hacer aquello que le pueda molestar a la pareja,
en la creencia irreal de que ella puede controlar la agresión.
Las tensiones se construyen y se manifiestan de forma específica como
determinadas conductas de agresión verbal o física de carácter leve y aislado, a
partir de pequeños incidentes: sutiles menosprecios, insinuaciones, ira contenida,
sarcasmo, largos silencios, demandas irracionales, etcétera. La víctima va
adoptando una serie de medidas para gestionar dicho ambiente, y progresivamente
va adquiriendo mecanismos de autodefensa psicológicos de anticipación o evitación
de la agresión.
Las acciones del agresor van dirigidas a un objetivo: desestabilizar a la víctima. En
esta fase la víctima tiende a minimizar o negar el problema (“tenemos nuestros más
y nuestros menos, como todo el mundo”), justificación de la conducta violenta del
agresor (“como es muy pasional, se deja llevar por el enfado…”), y hacer alusiones
a aspectos positivos de su pareja (“él es mi único apoyo en la vida”).

3. Fase de Explosión

El agresor pasa a la acción. Se caracteriza por una fuerte descarga de las tensiones
provocadas en la anterior fase por el agresor. Se producen las agresiones físicas,
psicológicas y/o sexuales más importantes.
En comparación con las otras fases, esta es la más corta pero también la que es
vivida con mayor intensidad. Las consecuencias más importantes para la víctima se
producen en este momento, tanto en el plano físico como en el psíquico,
donde continúan instaurándose una serie de alteraciones psicológicas por la
situación vivida.
En esta fase la víctima puede mantener elevadas expectativas de cambio en su
pareja (“con el tiempo cambiará, hay que darle tiempo…”), y aparecen sentimientos
de culpa (“me lo tengo merecido”, “la culpa es mía por haberle elegido a él”).

4. Fase de Luna de Miel

Al principio, acostumbra a ser la fase responsable de que la víctima se mantenga


en el ciclo pues en ella el agresor inicia una serie de conductas compensatorias
para demostrar a la víctima que lo siente y que no volverá a pasar más. Esto hace
que la víctima vea también la parte positiva del agresor y queda atrapada en
reflexiones acerca de cómo conseguir que esta parte aparezca más
frecuentemente.
Esta fase se caracteriza por una extrema amabilidad y conductas “cariñosas” por
parte del agresor (atenciones, regalos, promesas…). El agresor trata de influir sobre
familiares y amistades para que convenzan a la víctima de que le perdone. Suele
ser frecuente tratar de hacer ver a la víctima que el agresor necesita ayuda
profesional y el apoyo de ella, y que no puede abandonarlo en dicha situación;
motivo por el que algunas víctimas vuelven con el agresor (en caso de que éstas
hubieran cesado la convivencia con él) y/o retiran la denuncia que habían
presentado anteriormente.
Pero, pasado el tiempo, esta fase suele ir desapareciendo y el ciclo queda reducido
solamente a tres fases: calma, acumulación de tensión y explosión. Esta
desaparición de la fase de luna de miel concuerda con una verbalización que
muchas víctimas hacen cuando comentan que “yo, mientras no me chille y no me
maltrate, ya me basta” obviando así que una relación se sostiene en cosas que van
más allá de la ausencia de malos tratos.
Al acortarse la fase de luna de miel las agresiones van siendo cada vez más fuertes
y frecuentes, lo que disminuye los recursos psicológicos de las mujeres para salir
de la espiral de la violencia.

Conectando con la Teoría de la Indefensión Aprendida

Leonore Walker postuló que la Teoría de la Indefensión Aprendida de Seligman era


una de las teorías que podían explicar las reacciones psicológicas y conductuales
de las mujeres que sufrían maltrato.
Siguiendo esta teoría, el maltrato continúo provocaría la percepción cognitiva de
que se es incapaz de manejar o resolver la situación por la que se atraviesa, que se
generalizaría a situaciones futuras. Este sentimiento de indefensión llevaría a un
aumento de depresión, ansiedad, y produciría un efecto debilitador en las
habilidades de resolución de problemas.
Las mujeres maltratadas llegarían a un punto en que reconocerían que sus
respuestas no tienen ningún impacto sobre su situación de maltrato por haber
puesto en práctica diferentes alternativas para cambiar su propia conducta o la del
agresor y a pesar de ellos haber seguido sufriendo malos tratos.

Вам также может понравиться