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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA APLICADA A LA ANESTESIA ESPINAL Dr. Carlos D.

Sforsini*
Dr. Julián Capurro**
Dr. Marildo A. Gouveia***
Dr. Luiz Eduardo Imbelloni***

Anatomía de la columna * Médico anestesiólogo CCPM, Hospital


Británico de Buenos Aires. Profesor
vertebral y del raquis aplicada adjunto cátedra de Anestesiología,
Universidad del Salvador.
a la anestesia neuroaxial ** Médico anestesiólogo, Hospital
Británico de Buenos Aires.
*** Directores Instituto de Anestesia
Regional Hospital de Base- Sao José do
Rio Preto, SP Brasil.

El conocimiento de la anatomía de la columna En su extremidad posterior, los pedículos


vertebral, del sistema nervioso central y sus vertebrales se unen a través de un arco formado
meninges es fundamental para guiar el trayec- por dos huesos planos, las láminas vertebrales.
to de la aguja durante la realización de un blo- La unión de los pedículos con las láminas forma
queo neuroaxial en forma segura y efectiva. un arco vertebral. La superposición de los arcos
vertebrales forma el canal vertebral, el cual se
extiende desde el foramen magno hasta el cóc-
Columna vertebral cix. En el punto de unión de dos láminas entre
El cuerpo humano es sustentado por un sis- sí se proyecta un crecimiento óseo en sentido
tema de huesos superpuestos que forman la posterior, la apófisis espinosa, y en el punto de
columna vertebral compuesto por 24 vértebras unión del pedículo con la lámina vertebral se
independientes (7 cervicales, 12 torácicas y 5 forma, a cada lado, una prominencia ósea de
lumbares) seguidas de 5 sacras y 5 coccígeas crecimiento lateral, la apófisis transversa1.
soldadas entre sí. Vista de frente o por detrás, La primera vértebra cervical está constitui-
la columna es recta y vertical. Vista de perfil, da por un círculo que se articula con el hueso
muestra una concavidad posterior (lordosis) occipital del cráneo. La segunda presenta una
en la región cervical y lumbar, y una convexi- formación dentada llamada apófisis odontoi-
dad posterior (cifosis) en la región torácica y de que se articula con la primera vértebra cer-
sacro coccígea1,3-4. Estas curvaturas tienen una vical. Las apófisis transversas de las vértebras
influencia significativa en la distribución del cervicales se caracterizan por ser cortas y en
anestésico local en el espacio subaracnoideo, forma de gotera, por donde pasan las divisio-
así como en el nivel de bloqueo alcanzado. nes anteriores de los nervios cervicales. An-
Cada vértebra tiene una forma y una fun- teriormente presentan un orificio por donde
ción que depende de su situación anatómica. pasa la arteria vertebral desde la 6ª a la 1ª vér-
Están básicamente compuestas por un cuerpo tebra. La 7ª vértebra también tiene un orificio
vertebral sobre el que se sustentan una sobre que no es utilizado por la arteria vertebral1.
otra. Posterior y lateralmente se encuentran En la región torácica, los cuerpos vertebra-
los pedículos que, superpuestos, dejan entre les presentan lateral y posteriormente, en el
sí un pasaje denominado foramen interverte- punto de inserción del pedículo posterior, una
bral, por donde pasan los 31 pares de nervios faceta articular para cada costilla. Las apófisis
espinales. Es un conducto que tiene como lí- espinosas son más largas, más finas y forman
mites superior e inferior los pedículos, poste- un ángulo acentuado en sentido caudal. Debi-
riormente las facetas articulares recubiertas do a ello, la punción a través de la línea media
por los ligamentos amarillos y anteriormente, entre T3 y T9 para la búsqueda de espacio pe-
en la porción superior e inferior, parte de los ridural es más dificultosa, siendo preferible el
cuerpos vertebrales, quedando entre ellas la abordaje paramediano. Ello no ocurre a nivel
cara dorsal del disco intervertebral. C7-T1 y T1-T2 o por debajo de T103.

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En la región lumbar, las apófisis transver- sas y transversas. Lateralmente a los cuerpos
sas son más largas y se asemejan a pequeñas vertebrales y por delante de las apófisis trans-
costillas, por lo que son llamadas apófisis cos- versas, desde T12 a L5 se insertan los músculos
tiformes. Las apófisis espinosas son cuadra- psoas mayor y menor, que cierran las salidas de
das en sentido posterior y presentan un ligero los forámenes intervertebrales. A nivel de las
ángulo inferior. primeras dos vértebras lumbares se insertan
Finalmente, en la región sacra las 5 vértebras los pilares anteriores del diafragma1,3-4.
están fundidas y forman el hueso sacro, que se Entre cada vértebra existe un disco de teji-
articula lateralmente con los huesos ilíacos de do constituido por una parte externa fibrocar-
la cadera y es seguido hacia abajo por las vérte- tilaginosa (disco fibroso) y una parte interna
bras coccígeas, también unidas entre sí. de sustancia gelatinosa semielástica (núcleo
Una serie de ligamentos mantienen a la pulposo), que da a la columna la condición de
columna vertebral estable y le proveen elas- flexibilidad y actúa como un amortiguador hi-
ticidad. Por fuera, en la cara anterior de cada dráulico. Con la edad disminuye progresiva-
cuerpo vertebral, la estabilidad está dada por mente su contenido acuoso, y consecuente-
el ligamento longitudinal anterior; por dentro mente el espacio intervertebral1.
del canal médular, por el ligamento longitudi-
nal posterior; y en la cara posterior del canal
médular, el refuerzo de su unión está dado La médula espinal y sus raíces
por el ligamento amarillo, que une las láminas Los arcos vertebrales superpuestos forman
vertebrales adyacentes. Entre las apófisis es- el canal vertebral medular, donde se aloja el
pinosas se encuentra el ligamento interespi- saco dural que se extiende desde el foramen
noso, y uniendo la punta de las mismas entre magno hasta el nivel S1-S2. Dentro del mis-
sí, el ligamento supraespinoso. Ambos son mo se encuentra la médula espinal y sus me-
más anchos y compactos en la región lumbar, ninges (FIGURA 1). La médula espinal se inicia
especialmente en pacientes jóvenes 4. a nivel del foramen magno y al nacer finaliza
La columna vertebral lumbar está práctica- a nivel L3, elevándose en el adulto al nivel L1.
mente envuelta por músculos. Posteriormente, Allí finaliza en forma de cono y termina en un
debajo de la piel y del tejido celular subcutáneo, filamento atrófico sin función nerviosa (filum
se localizan los voluminosos músculos sacroes- terminale) que se extiende hasta el fondo del
pinosos que se insertan en las apófisis espino- saco dural y se inserta en el cóccix1,3-4.

1. Raíz anterior
2. Nervio espinal
3. Ganglio de la raíz dorsal
4. Ramo comunicante
5. Ganglio simpático
6. Sustancia gris
7. Sustancia blanca
8. Piamadre
9. Aracnoides
10. Duramadre
11. Foramen intervertebral

Figura 1. Médula espinal y estructuras relacionadas.


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Anesthesia and Management of Pain. Third Edition 1998
Lippincott-Raven.

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De los surcos anterolaterales y posterola-


terales de la médula espinal nacen las radí-
culas nerviosas que formarán las raíces an-
teriores y posteriores. Las raíces posteriores
son sensitivas y centrípetas, atraviesan la
duramadre y penetran en el espacio subarac-
noideo para, en las proximidades de la mé-
dula, dividirse en radículas antes de llegar
a los funículos dorsales de la médula. Los
cuerpos neuronales de las raíces posteriores
se encuentran en el ganglio de la raíz pos-
terior. Las raíces anteriores, en cambio, son
motoras y centrífugas y tienen sus cuerpos
neuronales en la sustancia gris de los funí- Figura 2. Fotografía mostrando el rango de diámetro
culos anteriores de la médula, desde donde de las raíces y los mechones que componen las raíces
mayores. Tomado de Hogan5.
forman radículas que se juntan y constituyen
las raíces motoras. El número de radículas
que participa en la formación de cada raíz va- La raíz posterior se une a la raíz anterior poco
ría, aunque el número de ellas que forman las antes de su emergencia por el foramen inter-
raíces anteriores (motoras) es menor que el vertebral, formando un nervio espinal. Luego
número de radículas que emergen de los sur- de emerger por el foramen el nervio espinal se
cos posterolaterales para formar las raíces divide en cuatro ramos: un ramo comunicante
posteriores (sensitivas). Por ello, las raíces blanco que se dirige a la parte simpática del
sensitivas son más gruesas que las motoras. sistema nervioso autónomo; un ramo menín-
En estudios realizados en cadáveres frescos geo que retorna al canal medular para inervar
sobre el diámetro (área de sección) de las raí- las meninges; un ramo primario posterior que
ces anteriores y posteriores desde el nivel T6 inerva toda la región posterior del tronco, piel
a S5 se comprobó que las primeras son con- y músculos; y un ramo primario anterior que
sistentemente más pequeñas que las poste- inerva el cuello, el tronco, la pelvis, el periné
riores, por lo que el área de superficie que y los miembros superiores e inferiores. Todos
ocupan se reduce a la mitad, encontrándose los nervios periféricos de importancia derivan
a nivel lumbar inferior L5 y S1 las de área de de los ramos primarios anteriores formando
sección mayor1,3-4. También se observó una los plexos braquial y lumbosacro1,3-4.
gran variabilidad interindividual en el tamaño Las raíces nerviosas lumbares, sacras y coc-
(área de sección) entre los distintos niveles cígeas por debajo de L1 forman un conglomera-
estudiados (T6 a S5). Las radículas que com- do que se asemeja a la cola de un caballo, la
ponen las raíces son elementos fácilmente cauda equina (FIGURA 3). Se trata de formacio-
separables en forma de mechones o hileras: nes nerviosas finas, desprovistas de mielina,
para las raíces anteriores su número varía en- que presentan una gran superficie libre y que
tre 0 y 4, y para las posteriores de 5 a 22. por estar cubiertas sólo por la piamadre son es-
La relevancia clínica de estos hallazgos radica pecialmente sensibles al efecto de los anestési-
en que esta disposición en forma de mecho- cos locales inyectados en el espacio subarac-
nes facilitaría la difusión de los anestésicos noideo. El calibre de estas raíces aumenta,
locales desde la periferia a la profundidad desde L1 a S1, de 0,5 a 2,5 mm, siendo las sen-
de las raíces más gruesas como L5 y S1. La sitivas más gruesas que las motoras. Las raíces
variabilidad interindividual en la cantidad de nerviosas lumbares y sacras perforan el saco
mechones y su grado de adhesividad deter- dural, y estando recubiertas por la duramadre,
minaría la variabilidad en la respuesta clínica continúan entre 5 y 11 mm por el espacio peri-
a los anestésicos locales5 (FIGURA 2). dural antes de llegar a los ganglios de las raíces

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posteriores, los cuales están localizados exac- La duramadre ocupa el 85% del espesor del
tamente debajo de los bordes inferiores de los saco dural y está constituida por aproximada-
pedículos correspondientes, donde se unen las mente 80 láminas concéntricas de fibras co-
raíces posteriores con las anteriores para origi- lágenas y escasas fibras elásticas. Es una es-
nar los respectivos nervios lumbares, que a tructura permeable y fibrosa, por lo que posee
continuación penetran en el músculo psoas resistencia mecánica. Mediante microscopia
mayor donde forman el plexo lumbar1,5. electrónica se pudo determinar que las fibras
colágenas se orientan en forma longitudinal y
circunferencial. En estudios en modelos expe-
rimentales del comportamiento biomecánico
de la duramadre se comprobó que esa dispo-
sición de las fibras le otorga una gran capaci-
dad de tensión, extensibilidad y resistencia en
forma longitudinal. También se pudo determi-
nar que las lesiones provocadas por la aguja
de punción son distintas estando la columna
en posición de descanso o en flexión6-7.
El compartimiento subdural es una estruc-
tura concéntrica, celular y de resistencia mecá-
nica muy baja. Está formado por células neu-
roteliales y escasos vasos. La existencia de un
espacio subdural es discutible, ya que en es-
tudios de cadáveres frescos se ha observado
que no hay un espacio claramente definido.
Figura 3. Cauda La formación de fisuras concéntricas por ro-
tura de las células neuroteliales que se extien-
den a través de la interfase (como por ejemplo
Meninges ante la inyección de aire o líquido durante la
Además de la columna vertebral, la médula búsqueda del espacio peridural o la realiza-
espinal está protegida por capas de tejido co- ción de un bloqueo subaracnoideo) puede dar
nectivo denominadas meninges. El saco dural origen a un espacio subdural adquirido8. Este
espinal está formado por tres estructuras con- espacio subdural no se comunica directamen-
céntricas: la duramadre, el compartimiento te con el espacio subaracnoideo, pero se ex-
subdural y la lámina aracnoidea. Es un cilindro tiende lateralmente sobre las raíces nerviosas
hueco que contiene la médula, el bulbo y las y los ganglios. Las soluciones inyectadas en
raíces nerviosas de la cola de caballo. El saco él ascienden lentamente existiendo comuni-
dural está separado de la médula por el espa- cación con la cavidad craneal3-4.
cio subaracnoideo, relleno de líquido cefalo- La aracnoides es una estructura celular con
rraquídeo (LCR), y del canal óseo vertebral por mayor resistencia mecánica que el espacio
el espacio epidural. A nivel superior, el saco subdural. Sus células están firmemente uni-
dural se extiende desde el foramen mágnum das por uniones especiales de membrana y
del hueso occipital, y a nivel inferior termina
a la altura del borde inferior de S2, donde es
atravesado por el filum terminale insertándose
en el cóccix. También provee una fina cobertu-
ra a las raíces espinales, la cual se hace más
fina cerca del foramen intervertebral y conti-
núa como tejido conectivo epi y perineural de Figura 4. Raices y
los nervios periféricos1,3-4 (FIGURA 4). cubiertas meningeas

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forman una barrera semipermeable que regu- del bloqueo alcanzado, no así con el tiempo de
la el pasaje de sustancias a través del espesor latencia y la duración del bloqueo motor. Estos
del saco dural6. hallazgos tendrían una importancia clínica re-
La piamadre es una fina membrana forma- lativa para predecir el comportamiento de un
da por células piales, ricamente vasculariza- bloqueo subaracnoideo, ya que el volumen de
da, adherida a la médula espinal. En estudios LCR no es fácil de medir en todos los pacien-
de microscopia electrónica e inmunohistoquí- tes, su variabilidad interindividual es grande
micos realizados en cadáveres frescos, se ha y es poco predecible por las características
demostrado la existencia de fenestraciones físicas del paciente. Sin embargo, en pacien-
en su espesor de formas ovoides o elípticas tes con aumento de la presión intraabdomi-
y distintos diámetros. Estas fenestraciones se nal, como obesos y embarazadas, el volumen
observan desde el nivel torácico, bajo el cono de LCR resultó ser menor, lo que explicaría el
medular y las raíces nerviosas, y su importan- mayor nivel de bloqueo alcanzado13. Un estu-
cia clínica sería la facilitación del tránsito de dio posterior demostró que dicho volumen es
los anestésicos locales determinando el perío- un determinante del grado de dispersión y el
do de latencia del bloqueo subaracnoideo9. nivel de bloqueo alcanzado luego de una in-
El espacio entre la piamadre y la aracnoi- yección de bupivacaína hiperbárica, indepen-
des, denominado espacio subaracnoideo, es dientemente de la posición del paciente en el
atravesado por una red de trabéculas en for- momento de la punción (sentado o en decú-
ma de telaraña que unen ambas membranas, bito lateral). El volumen de LCR fue también
y contiene los nervios espinales bañados en determinante en la duración del bloqueo reali-
líquido cefalorraquídeo (LCR) y vasos sanguí- zado en posición sentada, no así del efectuado
neos que irrigan la médula. en decúbito lateral14.

Líquido cefalo raquídeo Irrigación medular


El LCR es un ultrafiltrado plasmático produci- La médula espinal tiene una irrigación sanguí-
do en los plexos coroideos en los ventrículos nea mucho más compleja pero menos efecti-
laterales; circula por el tercero y cuarto ventrí- va que el cerebro, ya que depende de vasos
culos y sale al espacio subaracnoideo a través de diámetro muy pequeño procedentes de las
de las aberturas del cuarto ventrículo, siendo arterias vertebrales17.
después filtrado por las vellosidades aracnoi- Está compuesta por un sistema longitudinal
deas a la circulación venosa. Su producción es y otro transversal interconectados. El primero
lenta y constante, a razón de 500 ml por día, consiste en dos arterias espinales posteriores
y la capacidad total del espacio subaracnoi- y una arteria espinal anterior con el flujo san-
deo es de 150-200 ml, por lo que el mismo es guíneo en sentido cráneo-caudal2-4. Las arterias
completamente renovado cada 10 a 12 horas a espinales posteriores son ramas de las arterias
razón de 0,35 ml por minuto3-4. Debido a que cerebelosas posteroinferiores que descienden
el LCR actúa como diluyente de los anestési- en forma medial a las raíces nerviosas poste-
cos locales inyectados en el espacio subarac- riores, enviando vasos penetrantes a la médula
noideo, las diferencias en el volumen de LCR y recibiendo el aporte de las arterias radiculares
a nivel lumbar contribuyen a la variabilidad posteriores. La arteria espinal anterior proviene
interindividual en la duración y extensión del de las ramas terminales de las arterias verte-
bloqueo10-12. En estudios de resonancia mag- brales posteriores y desciende por el surco lon-
nética realizados en voluntarios a los que se gitudinal anterior medular, dando numerosos
practicó la misma técnica de anestesia suba- vasos circunferenciales que irrigan la periferia
racnoidea, el volumen de LCR a nivel lumbar medular y envían ramas a través del surco lon-
varió entre 42,7 y 81,1 ml. Ese volumen se co- gitudinal al centro de la médula y a las colum-
rrelacionó con el nivel sensitivo y la duración nas anteriores y laterales. La arteria espinal

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A LA ANESTESIA ESPINAL

posee un flujo sanguíneo limitado, siendo ne- una aguja también puede afectar la irrigación
cesario el suplemento que le provee el sistema y producir isquemia del cono medular.
transversal. Éste está representado por las ar- En cuanto al drenaje venoso, el plexo se sitúa
terias radiculares anteriores y posteriores que principalmente en la región antero lateral del
nutren las raíces nerviosas y posibilitan, luego espacio peridural. Este plexo venoso peridural
de anastomosarse con las arterias del sistema interno drena la médula y el cuerpo vertebral, y
longitudinal, un adecuado flujo sanguíneo a también contribuye a remover el exceso de LCR
toda la médula. producido. Desemboca en el sistema acigos que
Todo el sistema de irrigación longitudinal sube por el lado derecho del tórax y termina en
(el compuesto por las arterias espinales an- la vena cava superior. También se comunica con
teriores y posteriores) es alimentado por di- la vena cava inferior a través de vasos pélvicos.
versas arterias. A nivel toracolumbar, la más Debido a ello, cuando alguna compresión sobre
importante es la arteria radicular magna o ar- la vena cava inferior dificulta el retorno venoso
teria de Adamkiewicz, que en el 85% de los (como por ejemplo el útero grávido), el plexo
casos ingresa a través del foramen interver- se distiende constituyendo una ruta alternativa
tebral del lado izquierdo, entre T9 y L2, y es la desde la pelvis al corazón derecho2-4.
principal proveedora de sangre del engrosa-
miento lumbar y el cono de la médula. Debido
al escaso número de anastomosis entre los Ligamento amarillo
segmentos cervicales, torácicos y lumbares El ligamento amarillo constituye un importan-
de la arteria espinal anterior, la lesión de la te punto de referencia para la localización del
arteria de Adamkiewicz provoca parálisis mo- espacio peridural por ofrecer una mayor resis-
tora de los miembros inferiores o síndrome de tencia al avance de la aguja. Se trata de un li-
la arteria espinal anterior, ya que el sistema gamento interlaminar cuyo nombre se debe al
anterior irriga los dos tercios anteriores de la color de sus fibras elásticas, en un total de 60-
médula, incluyendo las neuronas motoras del 80%, teniendo más fibras elásticas que cual-
asta anterior. En un 15% de los casos, la arteria quier otro ligamento del cuerpo humano1,3-4. El
de Adamkiewicz tiene un nacimiento más alto mismo se adhiere a la cara anterior de la lámi-
a nivel de T5, por lo que la principal proveedo- na superior y a la cara posterior de la lámina
ra al sistema longitudinal anterior son ramas inferior (FIGURA 5).
de las arterias ilíacas que ingresan a través de Los ligamentos amarillos se unen a las
los forámenes lumbares. A ese nivel, la lesión láminas vertebrales a nivel de la pared pos-
de estos vasos durante una cirugía pelviana o terior del canal vertebral lumbar; en realidad

1. Ligamento longitudinal posterior


2. Disco intervertebral
3. Cuerpo vertebral
4. Pedículo
5. Foramen intervertebral
6. Ligamento amarillo
7. Raíz de la apófisis espinosa
8. Apófisis articular
9. Lámina

Figura 5. Sección transversal de la columna lumbar.


Modificado de Cousins, M. Neural Blockade in Clinical Anesthesia
and Management of Pain. Third Edition 1998 Lippincott-Raven.

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Anatomía de la columna vertebral y del raquis aplicada a la anestesia neuroaxial

1. Espacio interlaminar
2. Apófisis articular inferior
3. Apófisis transversa
4. Saco dural
5. Vena epidural
6. Cuerpo vertebral
7. Apófisis articular superior
8. Ligamento Amarillo
9. Plexo venoso vertebral interno
10. Nervio espinal
11. Ligamento longitudinal anterior.
Modificado de Cousins 4.

Figura 6. Espacio interlaminar y ligamento amarillo


(vista anterior) Modificado de Cousins, M. Neural Blockade in
Clinical Anesthesia and Management of Pain. Third Edition 1998
Lippincott-Raven.

ellos son dos (derecho e izquierdo) que se podría dificultar la búsqueda del espacio peri-
unen por los bordes internos formando un án- dural a nivel de la línea media, aumentando el
gulo de apertura ventral. Son rectangulares, riesgo de punción dural accidental15.
presentan dos caras y cuatro bordes, y tienen La región medio sagital inferior es la única
1,3 a 2 cm de altura y 1,2 a 2,2 cm de largo, que permite el pasaje de la aguja, ya que allí
con sus dos bordes laterales formando parte el espesor del ligamento amarillo es mayor y
de los forámenes intervertebrales, reforzando sus fibras elásticas son progresivamente sus-
las cápsulas de los procesos articulares. Esto tituidas por las fibras colágenas del ligamento
permite dividir el ligamento amarillo en una interespinoso.
porción capsular y otra interlaminar. El espesor del ligamento amarillo a nivel
Observando la pared posterior del canal L2-L3 (entre 3 y 5 mm) es siempre mayor que
vertebral, da la impresión de que el ligamen- el ancho del bisel de la aguja de punción y
to amarillo está unido a los bordes de las lá- varía con la posición de la columna vertebral,
minas vertebrales, ofreciendo un área amplia disminuyendo con la flexión y aumentando
para la punción (FIGURA 6). Ello no es así, ya con la extensión.
que dos terceras partes de la cara anterior del Siendo el ligamento amarillo una membra-
ligamento están adheridas a la cara anterior na elástica, el avance progresivo de una aguja
de la lámina vertebral adyacente superior. contra el mismo provoca un abultamiento lo-
También parecería que una fisura mediana calizado que va aumentando hasta su perfo-
separa los ligamentos amarillos vecinos. En ración, retornando rápidamente a su posición
verdad, como se mencionó anteriormente, inicial debido a su gran elasticidad. Una hipó-
los ligamentos amarillos derecho e izquierdo tesis sugiere que éste sería el mecanismo res-
están completamente unidos por sus bordes ponsable de la presión negativa en el espacio
mediales formando un ángulo igual o inferior peridural lumbar15.
a 90°. Sin embargo, en estudios en cadáveres A nivel lumbar, los músculos psoas cierran
se observó que pueden existir hendiduras o las salidas de los forámenes intervertebrales
defectos de fusión en ambas porciones del li- impidiendo la salida de la solución anestésica
gamento a nivel de la línea media. Las obser- hacia los espacios paravertebrales. Esto no
vaciones demostraron que hasta en un 22% ocurre en el segmento torácico de la columna
de los casos ambas porciones pueden no es- vertebral, donde las salidas de los forámenes
tar fusionadas, especialmente a nivel L1-L2 y no están cerradas por tejido muscular, permi-
en menor medida a nivel L2-L3. Este defecto tiendo la dispersión de la solución inyectada.

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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA APLICADA
A LA ANESTESIA ESPINAL

El espacio peridural
Se denomina así al espacio comprendido en-
tre la duramadre espinal y el periostio espinal,
que rodea las meninges y se extiende desde
el foramen magno, donde la duramadre se fu-
siona con la base del cráneo, al hiato sacro. A
nivel intracraneal no existe espacio peridural,
Figura 7.
ya que la duramadre y el periostio craneal es- Compartimientos
tán firmemente adheridos 4. del espacio
Los límites del espacio peridural son: ante- peridural lumbar.
Modificado de
riormente, el ligamento longitudinal posterior; Cousins4.
lateralmente, los pedículos y los forámenes in-
tervertebrales, y posteriormente, el ligamento
amarillo y la superficie anterior de la lámina.
Clásicamente se describió al espacio pe-
ridural lumbar como de forma triangular. Sin
embargo, mediante estudios tomográficos, de
resonancia magnética y cortes por criomicróto-
mo, se comprobó que tiene un formato irregu- Figura 8. Difusión
lar, siendo circular u oval a nivel de los pedícu- del anestésico
los (porción circular) y triangular a nivel de los local en el
espacio peridural.
bordes inferiores de los ligamentos amarillos Modificado de
vecinos (porción triangular). A la altura de esta Cousins4.
porción presenta 3 compartimientos: el com-
partimiento peridural posterior triangular, que
contiene solo tejido graso, y dos comparti-
mientos anterolaterales, que además de tejido
graso contienen vasos sanguíneos y linfáticos inyección próxima al foramen intervertebral,
y raíces nerviosas. Estos compartimientos es- o penetrar la duramadre en la región de los
tán separados entre sí, circunferencial y lon- manguitos durales y producir un bloqueo
gitudinalmente, por áreas donde la durama- subaracnoideo. El grado de permeabilidad de
dre se junta con la pared del canal vertebral los forámenes intervertebrales puede definir
formando barreras que pueden influenciar la el grado de extensión del bloqueo peridural
dispersión de las soluciones introducidas en al determinar el pasaje de anestésico local al
el compartimiento peridural posterior. Son ba- espacio paravertebral. Al avanzar la edad, el
rreras fisiológicas con la duramadre ejercien- aumento de tejido areolar produce un cierre
do mayor o menor presión sobre la pared del del foramen, lo que explica el menor requeri-
canal, dependiendo de la presión local del LCR miento de anestésico local.
que varía de acuerdo con la posición de la co-
lumna vertebral y con el nivel en que se hace En varios estudios se ha demostrado la
la observación. Sin embargo, los comparti- existencia de un pliegue a nivel de la durama-
mientos están libremente intercomunicados dre posterior a lo largo de la línea media; se
entre sí, ya que la duramadre no está adherida lo denomina plica mediana dorsalis y tiene
a la pared del canal (FIGURA 7). como función prevenir el colapso dural, ya
que se une al ligamento amarillo mediante
El espacio peridural se comunica con el la presencia de bandas de tejido fibroso. La
espacio paravertebral a través de los foráme- importancia clínica de esas bandas reside en
nes intervertebrales (FIGURA 8). Por ello es po- que han sido relacionadas con el desarrollo
sible producir un bloqueo peridural con una de bloqueos peridurales unilaterales3-4.

358 Volumen 65 · Nº 6 · Simposio 2007


Anatomía de la columna vertebral y del raquis aplicada a la anestesia neuroaxial

El ancho del espacio peridural posterior se corresponde con la tercera vértebra torácica
varía de acuerdo con el nivel: desde 1-1,5 mm (T3), y el borde inferior de la escápula con T7.
a nivel de C5; 2,5-3 mm a nivel de T6, hasta
su punto más ancho de 5-6 mm a nivel L2. Se A nivel lumbar, la línea que une los puntos
hace más angosto hacia los laterales cerca de más altos de ambas crestas ilíacas usualmente
las apófisis articulares, donde la duramadre y pasa por la apófisis transversa de la cuarta vér-
el ligamento amarillo están casi en contacto, tebra lumbar, siendo el espacio interespinoso
por lo que el punto de entrada más seguro es inmediatamente superior el correspondiente a
a nivel de la línea media. L3-L4, donde habitualmente se realiza el abor-
La distancia entre la piel y el espacio pe- daje del espacio subaracnoideo3 (FIGURA 10). Sin
ridural varía ampliamente, pudiendo encon- embargo, además de existir casos en que el
trarse a partir de los 2 cm en pacientes delga- cono medular se sitúa por debajo de L1, en pa-
dos hasta los 8 o más centímetros en obesos, cientes con un importante panículo adiposo la
aunque se ha reportado que en el 80% de los línea que une ambas crestas ilíacas puede lle-
casos se encuentra entre 4 y 6 cm4. var a espacios más altos con el consiguiente
riesgo de lesión medular al realizar la punción1.

Anatomía de superficie Una forma más segura de identificar el es-


Es de suma importancia para guiar al aneste- pacio L3-L4 es a través del conteo regresivo de
siólogo en la ubicación del nivel de punción, las apófisis espinosas. Para ello, se localizan las
así como para la correcta orientación de la agu- espinas ilíacas posterosuperiores, fácilmente
ja para la búsqueda del espacio peridural o la palpables en la mayoría de los pacientes, obe-
realización de un bloqueo subaracnoideo1,3-4. sos o no. Entre ambas espinas se encuentra la
Los puntos de referencia más importantes primera apófisis espinosa del sacro, pudiendo,
son (FIGURA 9): la última vértebra cervical (C7), la por palpación, contarse regresivamente las
más prominente; la espina de ambas escápulas, apófisis de L5, L4 y L3 1.

Figura 9. A: Anatomía de superficie. B: Método para Figura 10. La línea que une ambas crestas ilíacas
identificar la línea media. Modificado de Cousins4. pasa a nivel del cuerpo de la 4° vértebra lumbar.
Modificado de Cousins4.

RAA 359
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA APLICADA
A LA ANESTESIA ESPINAL

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Dirección postal: Dr. Julián Capurro.


Servicio de Anestesiología, Hospital Británico de Buenos Aires.
Perdriel 74 1280ACP, Capital Federal
E-mail: jacapurro@gmail.com

360 Volumen 65 · Nº 6 · Simposio 2007

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